Las Fiestas Judias i La Pascua y Los Panes Sin Levadura

60
LAS FIESTAS JUDIAS LA PASCUA Y LA FIESTA DE LOS PANES SIN LEVADURA.

Transcript of Las Fiestas Judias i La Pascua y Los Panes Sin Levadura

LAS FIESTAS JUDIAS

LA PASCUA Y LA FIESTA DE LOS PANES SIN LEVADURA.

LEVITICO 23 MENCIONA LAS SIETE FIESTAS JUDIAS INSTITUIDAS POR DIOS.

1. LA PASCUA.

2. LA FIESTA DE LOS PANES SIN LEVADURA.

3. LA FIESTA DE LAS PRIMICIAS.

4. LA FIESTA DE SEMANAS. (PENTECOSTES)

5. FIESTA DE LAS TROMPETAS

6. EL DIA DE LA EXPIACION.

7. FIESTA DE LOS TABERNACULOS.

Las siete fiestas forman tres grupos:

1. Las primeras tres toman lugar durante el primer mes del calendario de los judíos (que sería la última parte de abril o la primera de mayo).

2. La cuarta toma lugar 50 días después (en el tercer mes).

3. Las últimas tres fiestas se celebran durante el séptimo mes

Hoy veremos las dos primeras fiestas judías:

1.La Pascua

2.Los Panes sin levadura.

1.- LA PASCUA

LA PASCUA

RECORDEMOS:

Abraham fue llamado por Dios de Ur, hacia la Tierra Prometida.

En el camino enfrentaron las diferentes estaciones del año. Buscaban pastos y araban la tierra.

Sus refugios eran sus tiendas de campaña.

Hubo una gran sequía que hizo que Jacob se marchase a Canaán hacía Egipto.

José, hijo de Jacob, había hallado favor con el faraón, fueron bienvenidos como invitados, y les fue dada la tierra de Gosén.

Allí por primera vez disfrutaron una sensación de pertenencia. Vida tranquila y segura.

Ellos se multiplicaron y un faraón posterior a José se sintió preocupado porque había más hebreos que egipcios.

Los hebreos se sentían cómodos y seguros. Se olvidaron que Egipto no era la tierra que Dios les prometió.

No siguieron las instrucciones de Dios. El pacto implicaba:

a. Un promesa de Dios: Una Tierra.

b. Obediencia de Abraham y su simiente: Deberían ir donde se les había mandado que fueses, llevando las marcas físicas de pacto (circuncisión).

A los hebreos se les olvidó buscar la Tierra Prometida y se olvidaron de circuncidarse mientras estuvieron en Egipto.

Así también nosotros, nos fuimos a Egipto (al mundo), nos sentimos muy cómodos por un buen trabajo, alcanzamos alguna prosperidad, nos sentimos cómodos, y nos olvidamos que Dios tiene algo mejor para nosotros, y no lo buscamos y desconocemos el nuevo pacto, y no llevamos las marcas del resucitado.

Durante 400 años el pueblo de Israel vivió al borde de su destrucción y no lo sabían.

Llegó al poder un nuevo faraón “que no conocía a José” (Ex. 1:8). Se volvió contra ellos y los convirtió en esclavos.

Israel trabajó fatigosamente y sufrió, a pesar de ello siguieron aumentando en número.

Faraón ordenó que los bebés fueren asesinados en un esfuerzo por eliminar a toda la nación.

Entonces, Israel se acuerda del Dios se de sus antepasados.

Necesitaban ser liberados no solo de faraón, sino también de Egipto.

Clamaron a Dios en su esclavitud y aflicción y El oyó sus angustiosas súplicas.

Dios se acordó de su pacto con Abraham, con Isaac y Jacob, de modo que la liberación estaba cercana.

Era preciso que los hijos de Jacob se marchasen de Egipto a fin de poder servir a Dios.

Era necesario que fuesen eliminadas las antiguas cosas, las antiguas actitudes, y los antiguos efectos, y además la nación de Israel necesitaba un nuevo comienzo.

Nosotros también igual que el pueblo de Israel, el mundo nos doblegó, y el pecado nos esclavizó. No solo necesitábamos ser liberados del pecado, sino también salir de las filosofías del mundo.

Necesitábamos un nuevo comienzo, eliminando las falsas filosofías, las malas actitudes, y malos hábitos.

La primera fiesta de las siete indicadas en Lev. 23 nos muestra el establecimiento de la redención entre los hombres. Un nuevo comienzo.

Esta es la primera fiesta que el judío celebra cada año. El día 14 del primer mes del calendario judío.

Los detalles de esta fiesta están en Éxodo 12:1-14, 22-28

La fiesta de la Pascua es un cuadro de la obra de Cristo en la cruz -un cuadro de la redención por la sangre que el “Cordero de Dios”, Jesucristo, derramó en lugar de los pecadores.

Jn. 1:29 El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Éxodo 12 describe el tipo de sacrificio que se cumplió en Jesucristo.

1Cor. 5:7 7 Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. 

Cristo es nuestra Pascua, el que fue sacrificado en nuestro lugar para rescatarnos del juicio divino de la muerte. 1Cor. 5:6-8

Cristo es nuestro Cordero sin mancha quien nos rescató con Su sangre. 1P. 1:18-19

Examinemos la lección objetiva de Dios desde diferentes flancos:

A.- DESDE EL LADO DE DIOS.

• “Es pascua de Jehová” (Ex. 12:11). Los cautivos habían sufrido la esclavitud durante mucho tiempo.

• Pero Dios, en su consejo supremo, había decretado que amanecería un día de liberación. Y ese día llegó.

• Ningún poder humano podía detenerlo. El pueblo escogido tenía que ser libre.

EL CORDERO

Era preciso observar al cordero de cerca durante cuatro días antes de la Pascua para asegurarse que era perfecto en todos los sentidos.

Durante ese tiempo alimentaban y cuidaban al cordero.

El cordero de pascua llevado a la casa viene a ser el símbolo de aquel que habría de venir siglos después para estar con los suyos y ser el medio definitivo de la expiación y redención de Dios.

El cordero pascual tenía que ser macho (zakhár) para representar así la persona de Cristo como varón. (Is. 13:12; 32:2: 53:3).

El cordero tenía que ser de un año, lo que es signo de vigor físico; así nuestro Salvador tenía que ser poderoso en fortaleza (Sal. 89:19; Is. 19:20; Tit. 2:13)

El cordero estaba marcado para la muerte. Is. 53:7 el profeta dice que el Mesías habría de ser llevado como un cordero al matadero.

En 1P. 19-20 dice que Jesús estaba destinado por adelantado para morir, ya desde antes de la creación del mundo.

El cordero tenía que ser inmolado por toda la congregación del pueblo el día 14, sin quebrarle ningún hueso; así como Cristo, nuestra Pascua, sería sacrificado en el altar de la Cruz. (Jn. 19:33; 1ra.Cor. 5:7).

Ni una sola voz quedó en silencio cuando clamaron por su crucifixión (Mat. 27:22-23). Y al mismo tiempo ni un pecado de toda nuestra vida estaba ausente cuando El fue arrastrado a la cruz.

¿CÓMO DEBERÍA COMERSE EL CORDERO?

ASADO A FUEGO ABIERTO

El cordero no debía comerse crudo, ni ser cocido en agua, sino asado a fuego abierto (Ex. 12:8-9). Fuego simboliza el juicio de Dios.

Isaías anunció por adelantado que el Mesías llevaría sobre sí el pecado de muchos, e iba a ser herido por pecados que El no había cometido, ser sometido al juicio de Dios y ser numerado entre los transgresores

Notemos ahora lo que dice en Ex. 12:9 “con su cabeza con sus pies y sus entrañas”.

Nosotros hoy así participamos de la mentalidad de Cristo (cabeza); participamos del camino de Cristo (pies); y participamos del amor de Cristo (entrañas): Fil. 2:5; 1Jn. 2:6; Ef. 5:1-2.

Somos alimentados de todo el cuerpo del Cordero de Dios.

CON PAN SIN LEVADURA

El pueblo de Israel comió el cordero de Pascua con panes sin levadura y después no deberían comer levadura durante siete días. (Fiesta de los panes sin levadura).

Levadura símbolo de pecado.

Eliminar toda la levadura es una imagen de la santificación del Hijo de Dios. Habiendo sido limpio y redimido por el Cordero de Dios, el preciso que eliminemos toda levadura de pecado.

La palabra hebrea para levadura es chomez que significa amargo o agrio.

La naturaleza del pecado es hacer que las personas se sientan amargadas y agrias.

La levadura hace que la masa de harina se hinche de manera que el producto final sea más voluminoso, pero no pesa más. El pecado de orgullo hace que las personas se muestren envanecidas, considerándose más de lo que son en realidad.

CON HIERBAS AMARGAS

Las hierbas amargas simbolizan las penalidades que soportaron los israelitas bajo el látigo de los capataces de Faraón.

Las Hierbas amargas también son un recordatorio que los hijos primogénitos del pueblo de Israel vivieron gracias a que murió el cordero de pascua en cada hogar.

Si las hierbas amargas tenían el propósito de recordar la vida de los hebreos en Egipto. Nosotros debemos recordar como estábamos y como nos rescató el Señor. Muchos veces no meditamos en ello. No sabíamos cual era nuestra verdadera situación.

Veamos cual era nuestra situación según las Escrituras:

La Biblia subraya reiteradamente que Dios castigará todo pecado

Gal. 6:7 7No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará.

Nahúm 1.3 3 Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies.

Las Escrituras señalan que éramos enemigos de Dios. Rom. 5:10, Rom. 8:7. Dios odia el pecado, y por ende todos los que pecan se han convertido en enemigos de Dios. Salm. 7:11

Dios aborrece a todo el que hace iniquidad. Salm. 5:5

Aquellos que violan algún punto ínfimo de la ley de Dios son tan culpables como si hubieran quebrantado todos los mandamientos. Stg. 2:10

Ninguno de nuestros pecados han sido triviales. Rom. 3: 10-18

Todas las personas nacen con una proclividad insaciable hacia el pecado. Salmo 58:3

Estábamos muertos espiritualmente. Ef. 2:1

Nos deleitábamos en nuestro propio pecado, y éramos objeto de la santa irá de Dios. Ef. 2:3

Estábamos sin esperanza. Ef. 2:1

La Justicia de Dios debe ser satisfecha con el castigo de toda violación a su Ley.

La pena a nuestra iniquidad es infinitamente severa: condenación eterna.

No podíamos ofrecer nada a Dios que podría expiar nuestro pecado, porque el precio del pecado es demasiado alto.

Nuestra situación era deplorable:- Sin salida al juicio de Dios.- Por naturaleza éramos Hijos de la Ira. Ef. 2:3- Estábamos esclavizados al pecado Jn 8:34

No contábamos con alguna capacidad innata para amar a Dios, para obedecer a Dios o para agradarle de algún modo. Rom. 8:7-8

La situación en la que estábamos parecía irreversible e inescapable:

- Tenemos que rendir cuentas a un Dios santo, cuya justicia debe ser satisfecha.- Por otro lado somos pecadores culpables, incapaces de hacer nada en absoluto para satisfacer la justicia de Dios.

Dios mismo dice que es una abominación justificar a un pecador, equivalente al pecado de declarar culpable a una persona inocente: Prov. 17:15 El que justifica al impío, y el que condena al justo, Ambos son igualmente abominación a Jehová.

Si las Escrituras muestran todo esto, que nos dan a conocer nuestra real situación, surgen varias preguntas:

1. ¿Cómo puede Dios otorgar perdón sin poner en entredicho su propio standart de justicia?

2. ¿Cómo puede justificar pecadores, sin quedar EL mismo como injusto?

3. ¿Cómo puede él perdonar a pecadores sin faltar a su Palabra, después de haber jurado que castigaría toda transgresión?

Solo hay una forma en que los pecadores se reconcilien con Dios: Por medio de la obra expiatoria de Cristo.

Un sustituto. Nuestro Cordero. Inmolado por nosotros, como ofrenda por el pecado.

Dios mismo diseño y consiguió hacer lo que parecía imposible:- Que la enemistad sea quitada. - El pecado perdonado.- La comunión restaurada.

Para los judíos el cordero que estuvo en casa por cuatro días, debía ser sacrificado.

Para nosotros el cordero que invitamos a que viva y reine en nuestras vidas es el que murió por nuestros pecados.

En las Escrituras la amargura nos habla también de la aflicción por la muerte. Zac, 12:10

CON LOS LOMOS CEÑIDOS

Con los lomos ceñidos, o sea, preparados para la marcha.

El creyente debe vivir preparado y estar siempre como dispuesto a oír la orden de marchar, esperando el momento de su partida de este mundo para salir al encuentro del Señor (Ef. 6:14, 1P. 1:13; 1Cor. 15:52, 1Tes. 4:16-17)

CON LOS PIES CALZADOS

Con los pies calzados, pues estaban a punto de principiar su viaje y debían tener los pies bien protegidos para andar por caminos escabrosos.

Así es el calzado de nuestros pies: calzados los pies con la preparación del evangelio de la paz (Ef. 6:15, Sal. 66:9; 121:3; Is. 52:7). Andamos bajo el cuidado del Señor.

CON EL BORDON EN LA MANO

Con el bordón en la mano, mientras comían.

El báculo o cayado del creyente, como ayuda para su camino, es la confianza en Dios: “tu vara y tu cayado me infundirán aliento” (Salm. 23:4; 37:5; 91:2, 4; Prov. 3:5-6)

APRESURADAMENTE

Apresuradamente (Heb. Hippazon=deprisa), puesto que debían emprender la marcha repentinamente.

El término se traduce “aprisa” en Dt. 16:3, y “azorarse” en Dt. 20:3. El Ángel que ejecutaría el juicio divino estaba cerca, y por tanto, no tenían un momento que perder.

Así nuestra tarea evangelizadora no admite demora, sino que requiere urgencia, y de ahí que debamos apresurarnos en cumplirla (Mr. 16:15; Rom. 10:15).

Todos los hijos de Israel debían abandonar Egipto, figura del mundo.

Cada redimido por el Señor Jesús ya no pertenece a este mundo: muestra ciudadanía está en los cielos” (Fil. 3:20).

Israel caminó con la fortaleza de la comida pascual. Así es con nosotros: solamente confortados en Cristo podremos proseguir nuestro viaje de peregrinación; en el Señor está la fortaleza de su pueblo (Sal. 28:7-9)

B.- DESDE EL LADO DEL REDIMIDO.

En la Biblia textual vemos una progresión en la manera en que se describe el cordero.

Ex. 12:3 Dice tomar un cordero, indeterminado y desconocido, nada especial.

Ex. 12:4 Dice el cordero. Ahora es conocido y apartado.

Ex. 12:5 Dios dice: “Vuestro cordero será sin mancha”. Es preciso que cada alma se apropie del cordero para sí mismo.

LA SANGRE SOBRE LA PUERTA

Los hijos de Israel tenían que tomar un cordero, guardarlo hasta el día 14 del mes, inmolarlo, y rociar o untar con su sangre, mediante un manojo de hisopo (ezob) mojado en ella, el dintel y los dos postes de la puerta de cada casa;

Dios lo ha hecho todo; El dio gratuitamente su Cordero. Pero también para ser salvo, todo ser humano debe apropiarse personalmente de la obra de Cristo.

Pero la sangre derramada tenía que ser usada y mostrarse visiblemente al exterior como una señal protectora que preservaría a toda la familia de la mortandad.

Por eso, luego se debía permanecer dentro de la casa, pues si alguno salía de ella, la sangre perdía su virtud como señal para salvar a sus moradores.

La sangre rociada libraba del juicio del ángel de la muerte y daba seguridad absoluta. Así también debemos apropiarnos de la obra de Jesucristo.

C.- DESDE EL LADO COMESTIBLE

¿Quiénes podían comer el cordero pascual?

Solamente los redimidos. (Ex. 12:27-28)

Todo el pueblo de Dios. (Ex. 12:3-4).

Todos los que vivían en la casa (Ex. 12: 7-8).

D.- LADO CONMEMORATIVO COMO

MEMORIAL La Pascua recordaría al pueblo que había

sido salvado en Egipto; año tras año el cordero asado al fuego los congregaría y les haría recordar el precio pagado por su liberación

La Pascua era un tipo de lo que iba a ser ofrecido, y llegó ese día, cuando el cordero de Dios fue ofrecido, y Cristo fue crucificado.

De ahí que Cristo instituyera un nuevo recordatorio conmemorativo al establecer la Santa Cena: “haced esto en memoria de mí” (Luc. 22:7-20, 1Cor. 11:23-26).

Y es así que la Cena del Señor, como conmemoración del nuevo pacto, vino a sustituir la Pascua.PASCUA SANTA CENA

Requiere una búsqueda física de maldad. Ex. 12:19

Requiere una búsqueda espiritual de maldad. 1Cor. 11:27-28

Simboliza una redención nacional completa. Ex. 12:27

Simboliza una redención espiritual completa. 1Cor. 11:24

Anticipa una restauración nacional. Ex. 12:41-42

Anticipa una resurrección espiritual 1Cor. 11:26

Instituida por Dios para Israel: Ex. 12:14

Instituida por el Señor Jesús para la Iglesia. 1Cor. 11:24-25

Abuso del culto trae muerte. Ex. 12:19

Abuso del culto trae enfermedad y muerte. 1Cor. 11:27-32

Guardada por familias. Ex. 12:3, 21 Guardada por la Iglesia de Dios: 1Cor. 11:22, 23

Recuerdo de la muerte de un cordero físico. Ex. 12: 6-9

Recuerdo de la muerte del Cordero de Dios. 1Cor. 11:24-25

2.- LOS PANES SIN LEVADURA

La Fiesta de los Panes sin Levadura está ligada estrechamente a la Pascua, seguía inmediatamente y duraba una semana, esta fiesta nos habla de la regeneración y la comunión con Dios.

La Pascua se celebraba el día 14 del primer mes, y la fiesta de los panes sin levadura se iniciaba el 15 hasta el 21.

“Siete Días comeréis panes sin levadura”.

Las características de esta fiesta la podemos ver en 12:15-29, Lev. 23:6-8, Nm. 28:17-25, Dt. 16:3-4,8

Solo los israelitas legítimos podían participar en esta fiesta, es decir los que eran por nacimiento o por redención.

Así, solamente los que son nacidos de Dios y redimidos por Cristo, pueden tener comunión con El y vivir de una manera aceptable delante de El.

No se puede creer en Cristo y seguir viviendo como antes.

Esta fiesta simboliza un nuestra comunión con Dios en santidad.

Nuestra comunión con Dios empieza inmediatamente después de la Pascua—después de nuestra salvación en Cristo.

Tal como en esta fiesta, la comunión con Dios “se celebra” sin levadura.

La levadura en la Biblia es un cuadro del pecado (1Cor 5.8).

La levadura, bajo todas sus formas, debe ser excluida, porque siempre es símbolo de corrupción:

1Cor. 5:8 8 Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad 

Las antiguas mujeres hebreas usaban el método de la masa amarga de la harina para que su pan se hinchase.

Antes de formar la masa de la harina para hacer los panes y dejarlos listos para asarlos, acostumbraban a arrancar un pedazo de la harina sin coser y lo ponían a un lado en un lugar fresco y húmedo.

Cuando era hora de asar otra hornada de pan, sacaban aquel pedazo que habían reservado y lo mezclaban con la nueva hornada de harina y agua con el fin de usarlo a modo de levadura en las próximas barras de pan.

Cada nueva generación de pan estaba orgánicamente relacionada con las esporas de la levadura común de las anteriores barras de pan.

La raza humana tiene el mismo eslabón de la naturaleza del pecado.

Por eso el apóstol Pablo dice, celebremos la fiesta, sin la vieja levadura:

La Vieja Levadura: Es lo que hincha, es el orgullo que ensalza al hombre. La levadura fermenta: símbolo de la arrogancia. La levadura hace que la masa tenga más espacios vacíos, símbolo de la vanidad. La levadura acidifica la masa, símbolo de encono, resentimiento y rebeldía.

DEBEMOS VELAR PARA QUE POR EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO, LOS FRUTOS DE ESA NATURALEZA PECAMINOSA SEAN CORTADOS DE RAÍZ.

La Levadura de Malicia: Es la mala intención de una persona, por acción o pensamiento.

Levadura de Maldad: Es el mal o injusticia que cometemos contra otros.

Levadura de los Fariseos (Mat. 16:6). Es el orgullo religioso, tanto individual como colectivo, y también simboliza la hipocresía.

La levadura de los saduceos: (Mat. 16:6). Es el racionalismo, las dudas en cuanto a la Palabra de Dios o la negación de lo que ella afirma (Hec. 23:8)

La levadura de Herodes: (Mr. 8:15) Es la complacencia con el mundo para poder escalar puestos honoríficos y adquirir el favor de grandes y poderosos.

Recuerda: Un poco de este variado género de levadura puede leudar la masa entera. Por eso somos exhortados a limpiarnos de “toda contaminación de carne y de espíritu” (2Cro. 7:1) para vivir en santidad.

Cada día (que eran siete)de la Fiesta de los Panes sin Levadura, se ofrecía un holocausto, con un presente de harina amasada con aceite, acompañado con un sacrificio de expiación por el pecado.

Simboliza que la vida del creyente no puede estar desvinculada de la obra de Cristo.

Además, EL primer día y el último había santa convocación, y se ofrecía sacrificios, y no se hacía ningún trabajo.

Eso simboliza que no tenemos que agregar nada nosotros para tener comunión con Dios. Cristo hizo toda la obra.

Cristo estableció la comunión entre Dios y nosotros, y la obtenemos tan pronto reconocemos que su obra en la Cruz fue por nosotros.