Las Bombas Del 11-M - Juan Jesus Sanchez Manzano

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  • Las bombas del 11-MRelato de los hechos en primera persona

    Por el ex jefe de los TEDAX-NRBQ

    Juan Jess Snchez ManzanoComisario principal

    Derechos de autor para Fundacin Hurfanos del Cuerpo Nacional de Polica

  • Este libro tiene una licencia Creative CommonsAtribucin-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unportedhttp://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/3.0/deed.es

    Juan Jess Snchez ManzanoDiseo de portada: Miguel Izco

    Edicin y correccin: Roberto Ruiz Ballesteros

    ISBN-13: 978-1493797318ISBN-10: 149379731XDepsito Legal: M-598/2014Impresin: Amazon (Create Space), diciembre 2013.http://www.amazon.es/

  • A mi esposa, Elosa, con la que he compartido mi vida desde que tenamos 15 aos.

    Ella me ha acompaado y ha sufrido los momentos amargos que conlleva tan larga campaade infamias.

    Resulta difcil corresponder a tanto apoyo y amor recibido.

  • Prlogo

    Con motivo de los atentados del 11-M, un reducido y determinado grupo de periodistas ylocutores idearon y mantuvieron una serie de teoras sobre una conspiracin contra el Gobierno deEspaa. Estas cinco o seis personas consideraron que los otros miles de periodistas estabanconfundidos por no secundar sus teoras.

    En su larga e intensa campaa meditica que dur ms de nueve aos, los autores de las teorasde la conspiracin difundieron falacias y difamaciones contra miembros de instituciones del Estado.Entre ellos, algunos mandos de los TEDAX-NRBQ, que fuimos sometidos a un juicio paralelo.Adems, nos acusaron de manipular pruebas e incluso de encubrir a los terroristas.

    Segn ellos, habamos vulnerado los principios de neutralidad e imparcialidad a los queestamos obligados los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado. No faltabanentonces ganas de defendernos de esos ataques. Sin embargo, eran esos principios que decan quehabamos traicionado los que nos hacan callarnos y respetar las normas internas del cuerpo, queimpiden acudir a la prensa sin autorizacin ni siquiera para proteger el propio honor.

    Estbamos por lo tanto en clara desventaja respecto a los periodistas que ponan en dudanuestro trabajo de forma gratuita. Siguiendo los procedimientos establecidos por la Direccin General,solicitamos desmentidos a las desinformaciones y difamaciones que mancharon nuestro nombre y elde las instituciones. Sin embargo, el Ministerio del Interior no atendi nuestras propuestasargumentando que no mereca la pena, por lo que tuvimos que seguir aguantando sin poder abrir laboca.

    Diez aos despus, cuando ya todo empieza a ser parte de la historia, ha llegado el momento deexplicar a la sociedad espaola que los TEDAX-NRBQ, y yo como su comisario jefe, cumplimos entodo momento con la regulacin profesional y observamos los principios de neutralidad eimparcialidad que por otra parte siempre haban sido parte de nuestro ADN.

    El autor

  • ndice

    1. Introduccin

    2. Actuacin de los Tedax

    2.1. El operativo

    2.2. Los primeros artefactos

    2.3. La furgoneta Renault Kangoo

    2.4. Desactivacin de la bomba en Vallecas

    2.5. Los das despus

    2.6. El artefacto de la va del AVE

    2.7. Los kamikazes de Legans

    2.8. Los descubrimientos posteriores

    3. La informacin

    3.1. Una poltica de comunicacin anormal

    3.2. La Memoria de Actuaciones

    3.3. Los datos urgentes

    3.4. Nuestros documentos

    3.5. Insistentes llamadas del CNI y la Guardia Civil

    3.6. Fotos de la bomba desactivada en una televisin de EEUU

    4. Las pruebas

    4.1. Aportaciones de los Tedax

    4.1.1. Mina Conchita y la informacin inventada

    4.1.2. De los detonadores a Avils

    4.1.3. Empresas receptoras de Goma 2 ECO

    4.1.4. El detonador del artefacto del AVE

  • 4.1.5. De dnde vienen la Goma 2 ECO y los detonadores de Legans

    4.1.6. Una simulacin de las explosiones

    4.1.7. No fue ETA

    4.2. Quin es el competente, la Guardia Civil o la Polica?

    5. La comisin parlamentaria

    5.1. Titadyne

    5.2. El Tedax que habl con Garzn, segn Garzn

    5.3. El error de la nitroglicerina

    5.4. Consecuencias del error de la nitroglicerina

    5.5. Preparando mi comparecencia

    6. El juicio

    6.1. Preparando mi testimonio

    6.2. Mi actitud

    6.3. Mi turno

    6.4. As trataron los medios mi comparecencia

    7. Recogida, anlisis y custodia de los restos

    7.1. Lo que hicimos los Tedax

    7.1.1. Cuntos restos se seleccionaron

    7.1.2. Quin y cundo se hacen los anlisis

    7.1.3. Por qu no se enviaron a Polica Cientfica?

    7.1.4. El informe del resultado de los anlisis

    7.1.5. Firma de un solo perito y el visto bueno del comisario jefe

    7.1.6. La custodia de restos relacionados con artefactos explosivos

    7.1.7. La contaminacin de las muestras

    7.2. Imposible identificacin concreta del explosivo detonado

  • 7.3. Tedax y Polica Cientfica. El ejemplo del cido brico

    7.4. Informe de los peritos del tribunal

    7.5. Las sentencias

    7.6. ETA en el atentado

    7.6.1. De los explosivos a ETA

    8.- Causas y consecuencias de una estrategia errnea

    8.1.- Reuniones de coordinacin o gabinete de crisis

    8.1.1. En el mbito poltico. Aznar releg a la Comisin Permanente

    8.1.2. En el mbito policial

    8.2. Primera causa: Fallos en las polticas de seguridad preventiva

    8.2.1. Escasez de recursos contra el terrorismo islmico.

    8.2.2. Insuficiente coordinacin de la informacin disponible

    8.3. Segunda causa: inadecuada gestin de la comunicacin

    8.3.1. Titadyne

    8.3.2. ETA y los comunicados internacionales

    8.3.3. Pretendida solucin al problema del Titadyne

    8.3.4. Mantener la autora de ETA

    8.4. Necesidad de inventar una conspiracin

    8.4.1. El primer pilar: el sumario paralelo

    8.4.2. El segundo pilar: las preguntas parlamentarias

    8.3.3. El tercer pilar: actuacin de algunas acusaciones en el juicio

    9. Unidad de accin de los partidarios de la conspiracin.

    9.1. Carmen Toro

    9.1.1. La trama policial inventada por Garca-Abadillo

    9.1.2. La incoherencia

  • 9.1.3. El inicio del linchamiento

    9.2. La radiografa

    9.2.1. Las mentiras en El Mundo

    9.2.2. Preguntas parlamentarias sobre la radiografa

    9.2.3. Lo que hicieron con la radiografa:

    9.3. La bolsa de Vallecas

    9.3.1. Preguntas parlamentarias sobre la bolsa de Vallecas

    9.4. La metenamina

    9.4.1. Lo que El Mundo y la Cope divulgaron

    9.4.2. El Mundo se desmiente a s mismo. Esta vez en el mismo texto

    9.4.3. El seguidismo de algunos miembros del PP

    9.4.4. En qu argucia sustentaban la tergiversacin periodstica?

    9.4.5. Metenamina por contaminacin

    9.4.6. La odontologa periodstica

    9.5. Sustitucin de fotografa del explosivo por la Polica Cientfica en su informe pericial:

    9.6. El telfono TRIUM

    9.7. ETA y los telfonos mviles del 11-M

    9.8. Garca-Abadillo y Jimnez Losantos, preparando mi juicio

    9.8.1. Preguntas parlamentarias sobre explosivos y ETA

    10. Estupefaccin internacional

    10.1. La prensa internacional: malbaratar la marca Espaa

    10.2. Actitud de la Conferencia Episcopal

    11. Evolucin de las teoras conspiracionistas

    11.1. Manipulaciones y difamaciones tras el juicio

    11.2. La desvinculacin poltica llega tarde

    11.3. Preguntas no documentadas en fuentes judiciales ni policiales

  • 11.4. Otros posicionamientos polticos sobre el 11-M

    12. Infamias en los tribunales

    12.1. Mi contundente desmentido: las demandas por calumnias

    12.2. Un trabajo impoluto de los Tedax

    12.3. La revancha

    13.- Sensacionalismo contra respeto a la opinin pblica

    13.1. Las elecciones, a la vuelta de la esquina

    13.2. La farsa como negocio y el populismo como poltica

    13.3. Respeto al periodismo y a las personas

    13.4.- Lucha antiterrorista y medios de comunicacin

    14. La historia juzgar

    14.1.- Ausencia de desmentidos oficiales

    14.2. Contra la desmemoria

    14.3. Futuro tratamiento histrico del 11-M

    15. Conclusiones

    15.1. Resumen de las actuaciones de los Tedax

    15.2. Actuaciones de los tericos de la conspiracin

    15.3. Reflexiones

    Eplogo

    Otros documentos se pueden consultar en Dropbox:

    https://bit.ly/documentoslasbombasdel11M

  • A los Tedax, hombres y mujeres valientes entrenados para vencer el miedo. En su servicio aEspaa, 16 de ellos perdieron la vida. Ante una bomba, nunca dieron un paso atrs. Se merecen lapermanente gratitud de la sociedad.

    Adems de los Tedax, muchas personas me han ayudado a soportar los fieros ataques dedescrdito profesional y personal que he recibido en los ltimos aos. Algunas tambin merecen unespecial agradecimiento:

    Mi familia, que permaneci unida con fortaleza, sin que su nimo y dignidad sufrieranmenoscabo alguno.Los amigos y compaeros que nunca perdieron la confianza en mi profesionalidad y lealtada Espaa.El Sindicato Profesional de Polica que me apoy desde el principio.Mi abogada, Mara Ponte, que, adems de ofrecerme su valiosa asistencia tcnica, supomanejar los tiempos y los mensajes para ayudarme a afrontar los momentos difciles.El blog de Desiertos Lejanos (*) que ha combatido, como dice en su presentacin, la mayorcoleccin de peligrosas ficciones que se ha contado en la Espaa democrtica. En l me heapoyado para documentarme sobre algunas cuestiones. Singular mencin merecen Rasmo,por su documentado captulo Titadyn, el eterno retorno, y Manel (Manel Gozalbo) (*), quienprximamente publicar una extensa y documentada obra titulada El juicio paralelo del 11-M.

    Especial recuerdo y cario merecen las vctimas. Para su desgracia, al dolor por la prdida de sus

    seres queridos o las lesiones sufridas, se suma la insensibilidad de quienes, desde un primer momento,no respetaron los ritmos del duelo y ayudaron a sembrar la divisin entre ellas.

    (*) http://www.desiertoslejanos.com/blog/

    (*) http://www.hispalibertas.es/

  • Presentacin

    La razn esencial que me ha impulsado a escribir este libro es el recuerdo permanente que losespaoles debemos a las vctimas del terrorismo. Me resigno a creer que sus vidas han servidonicamente para vender peridicos que no respetan la verdad y me veo reflejado en su resignacin. Sumodo de soportar el sufrimiento con dignidad, su lucha por redactar la historia tal y como es y supelea democrtica por buscar la justicia les coloca como referentes morales para el resto deciudadanos. Ellos crean Estado de Derecho. El resto, adems de estar agradecidos, debemos rechazar aquien desde un cargo con responsabilidad pblica no est a la altura o no respete la verdad.

    Mi pequea contribucin a la verdad tiene una doble vertiente: contar el papel que cumplimos losTEDAX-NRBQ[1] en el 11-M y acabar con las dudas sembradas sobre mi actuacin como sucomisario jefe. Pretendieron desprestigiar lo que hicimos para tener historias que contar, vincularnoscon el poder poltico para tener una cabeza de turco sobre la que descargar culpas.

    Este libro, escrito sin pretensiones literarias, solo quiere transmitir mis experiencias. No quieromorir sin haber contado lo que vi, que no fue otra cosa que parte de la historia de Espaa. Laverdadera.

    He procurado dejar de lado la subjetividad en lo que se refiere a la exposicin de las actuacionesy los datos imprescindibles que aclaran el trabajo que se llev a cabo en nuestra especialidad.Deshacerse del apasionamiento no ha resultado fcil. Sin embargo, creo haber reflejado lo quepresenci con honestidad profesional, mximo nivel de objetividad que creo puede lograr una persona.He intentado incorporar el mayor nmero de datos y referencias posibles para conformar un relato loms documentado y acadmico posible. Este estilo lo he complementado con citas publicadas en losmedios, tanto nacionales como internacionales, que reflejan la situacin social vivida en cadamomento.

    El relato que hago aqu no utiliza como nica fuente de inspiracin mi propia memoria o lasnotas que iba haciendo sobre cada una de las gestiones que realic aquellos das. Me he apoyadotambin en documentos que obran en el sumario judicial o en informes que forman parte del trabajopolicial diario. Dada la situacin especial que se comenz a vivir desde los primeros momentos, laUnidad Central TEDAX anot, en tiempo real, todos los detalles de sus actuaciones en una Memoriade Actuaciones de la Especialidad en el 11-M. Se inici el mismo da 11 de marzo y se cerr el 21 dejunio de 2004, da que se pas toda esa informacin a registro de salida para remitirla a instanciassuperiores. Adems, no he tenido que interpretar escritos farragosos o alejados, porque yo fui el autorde muchas de las actuaciones; y de las que no era protagonista, fui testigo directo.

    Este libro no est escrito contra nadie, sino a favor de la verdad. He puesto mi ms sinceravoluntad para huir de miedos, pasiones y prejuicios. Con independencia de las interpretaciones quesuscite, me considero con el derecho y el deber de publicarlo. Mi legitimacin tiene su origen en lafalta de apoyo oficial que he tenido para defenderme de los crueles ataques que he sufrido. Adems,nuestros hijos y nietos tienen derecho a estudiar una historia de Espaa real. Soy consciente de queeste compromiso con la verdad me proporcionar incomprensiones y algn disgusto, pero asumo mideber desde mi independencia poltica. Algunos se empean en encasillar a cada polica en un punto

  • del espectro partidista. Solo consiguen que se resienta la imagen de las instituciones.Durante la celebracin del juicio del 11-M, despus de mi comparecencia, El Pas public un

    artculo titulado Uno de los suyos[2], en referencia a m, y con el objetivo de catalogarmepolticamente. Pero yo no soy ni de los unos ni de los otros, soy un profesional de la Polica.

    No soy de los que estn o viven en la Polica. Me siento polica y esto es incompatible con actuaro trabajar pensando en poltica. Cuando uno es polica y trabaja al servicio del ciudadano, aplicar laimparcialidad y la objetividad es una directriz, una costumbre que se emplea de manera automtica. Silas instituciones se movieran por perfiles polticos, estaramos en un escenario de trincherascenagosas, en el que pelearamos unos contra otros, y no es as. Gracias a los destinos que he tenido enmi larga trayectoria profesional, he conocido lo suficiente sobre el funcionamiento de la poltica. Laexperiencia me ha empujado a ser escptico y a huir de comportamientos que presenten el menoratisbo de condicionamiento y, menos an, participar en intrigas de bandos o facciones ideolgicas.

    En la narracin, me abstendr de comentar la labor de otras unidades. Aunque tengoconocimiento de primera mano de sus operaciones, me considero slo un testigo de referencia. Serairresponsable y osado por mi parte y, por eso, me limitar a las acciones de los TEDAX-NRBQ, en lasque he trabajado o he sido testigo directo.

    He procurado exponer los hechos de forma coherente con la finalidad de que el lector analice, porun lado, el dao que se hizo a instituciones espaolas, as como a determinados cargos de ellas, y porel otro lado, el perjuicio causado al propio Estado y a nuestra sociedad.

    Por ello, en primer lugar, destaco la sinrazn de las manipulaciones y mentiras difundidas poralgunas personas adscritas a determinados medios sobre el trabajo de unos autnticos profesionalescomo son los TEDAX-NRBQ. Estos comunicadores, durante varios aos, construyeron un universovirtual en torno al 11-M con la polarizacin ciudadana en dos bandos. El enredo paranoico de crearuna mentira para justificar la del da anterior, adems de llevar a un innecesario sufrimiento de lasvctimas, se despleg con inquina sobre mi persona, y en la de muchas ms, con unas consecuenciasmuy graves e irreversibles.

    Es importante que la ciudadana sea consciente del dao que supuso para el Estado ver mermadasu dignidad, al consentir esta irresponsabilidad de algunos periodistas y el coqueteo de determinadospolticos con ellos. En una nacin como Espaa, con una historia marcada por pasados y gravesenfrentamientos entre paisanos, resulta imperdonable volver a alzar barreras contra la convivencia. Yms an hacerlo con el nico fin de vender peridicos.

    Este libro pretende aportar el testimonio de alguien que estuvo all el 11 de marzo de 2004 y quese encontraba en una posicin nuclear, pues toda la polmica sobre la autora del atentado giraba entorno a los explosivos. Solo espero que este relato ayude a los investigadores a contar la historia delmodo ms cercano posible a como realmente sucedi. Aunque quedar muy satisfecho si este trabajoconsigue al menos sembrar la duda en las mentes de los que han credo a pies juntillas todo lo queapareca en El Mundo o se contaba desde los micrfonos de la Cope.

    Por mi honor, por la verdad y por Espaa, tena el deber de escribir esta obra. La mentirapermanente es un cncer que, si no se extermina a tiempo, acaba destruyendo la credibilidad de lasinstituciones e incluso del Estado en s. Adems, no poda permitir que las generaciones veniderasmiraran atrs y vieran a los Tedax manchados por las calumnias. Era de justicia contar las cosas comofueron. Tambin para que, diez aos despus, los que asumieron la denominada teora de la

  • conspiracin se miren con honradez delante del espejo y asuman de una vez que aquellas mentirasdisfrazadas de apariencia de verdad han evolucionado hoy hacia parodias ridculas. Una vez haamainado la invencin de historias, es hora de proporcionar una visin sosegada, calmada yexclusivamente racional que valore en su justa medida la actuacin del Cuerpo Nacional de Polica yde sus TEDAX-NRBQ.

  • 1. Introduccin

    El 11 de marzo de 2004 tuvo lugar el atentado ms grave de la historia de Espaa. Variosvagones de cuatro trenes de cercanas, que circulaban por el Corredor del Henares (Madrid), volaronpor los aires. Hubo 191 muertos y 1.843 heridos, un alto porcentaje de estos ltimos con graves eirreversibles secuelas.

    En aquellos momentos, el presente era desolacin, desesperanza, pena, rabia, ansiedad.Sobreponerse a estas circunstancias pareca imposible para quienes tenamos la responsabilidad derestablecer la normalidad. Pero haba que tomar decisiones. Adems, el trabajo bien hecho desanitarios, bomberos o policas municipales ayudaba a ordenar las prioridades -asistenciales, primero;operativas, despus para que todos realizsemos con plena eficacia las funciones que nos eranpropias.

    Asimismo, el comportamiento ciudadano fue ejemplar durante toda la jornada. Cada unoaportaba lo que poda, con determinacin y generosidad propias de una sociedad madura, humana yconcienciada sobre el fenmeno terrorista. Si algo fall en esos trgicos das, desde luego, no fue lasociedad ni el entramado institucional del Estado. Me inclino ms bien porque fueron algunospolticos y unos pocos comunicadores que antepusieron el sensacionalismo por encima de la verdad.Es decir, que no hicieron su trabajo.

    A los TEDAX-NRBQ, en un primer momento, nos corresponda una misinimprescindible y arriesgada: buscar otros posibles artefactos explosivos y asegurar la zona para que elresto de servicios de emergencias pudieran realizar sus tareas sin riesgos. Restablecida la normalidaden los cuatro escenarios de los atentados, la labor de los tcnicos en desactivacin de explosivoscontinu segn los procedimientos establecidos.

    Desde el momento de las explosiones, las circunstancias exigen a los TEDAX-NRBQactuar a un ritmo trepidante, exigente y caracterizado por los imprevistos. Es bueno recordar que enesas primeras horas no faltaron las falsas alarmas: amenazas de bomba que se quedaban solo en eso,objetos sospechosos que terminaban siendo simple basura, lugares que exigan hacer un registro yotras de actuaciones de riesgo que resultaron no ser nada, pero que podan haber sido la causa dedecenas de muertos ms.

    El nmero de efectivos especializados en la desactivacin de explosivos en Madrid era eladecuado. Pero es que, adems, en nuestra sede central, ese da se desarrollaba un curso sobre riesgosNRBQ (nuclear, radiolgico, biolgico y qumico), lo que sumaba otros 30 tcnicos procedentes delresto de territorio nacional. Esto, de hecho, facilit la disponibilidad de profesionales suficientes paraatender satisfactoriamente todas las necesidades, entre otras, la laboriosa bsqueda y anlisis de losrestos de las explosiones.

    Las investigaciones posteriores, hasta la celebracin del juicio, tambin fueron llevadas acabo con eficacia. Lo reconoce la sentencia de la Audiencia Nacional, que posteriormente resalt lacorreccin de nuestras actuaciones. Pero tambin lo reconocen organismos a nivel internacional quesufrieron situaciones similares y que sin embargo no tuvieron resultados tan positivos.

    En Espaa, en general, nuestra labor ha sido reconocida. Slo un grupo de comunicadoresy polticos sembraron dudas al respecto. Tras un atentado como este, el Gobierno tena laresponsabilidad de asumir el liderazgo que le corresponde en la actuacin de los servicios policiales yde emergencias. Y lo ejerci en parte. La muestra es que a los 20 das la Polica Nacional localiz a

  • los terroristas, evitando as ms atentados que stos tenan preparados. Cuestin distinta es queacertara a ejercer ese liderazgo ante la sociedad. Haba una alternativa simple; sin embargo, en miopinin, el Gobierno opt por la ms compleja.

    Despus de estallar las bombas, todos los servicios policiales transmitieron con lealtad,fiabilidad y oportunidad los datos que se fueron recabando. De esto soy testigo directo e inclusoprotagonista en algn caso. Desconozco la informacin que transmitieron otros cuerpos sincompetencias operativas en los escenarios, aunque en ningn caso poda ser tan exacta como laproporcionada por la Polica, nica corporacin que daba respuesta in situ a las situaciones que sepresentaban. La magnitud del atentado provoc que se extremara el rigor en la aplicacin de losprotocolos basados en los incidentes terroristas del pasado.

    No podemos negar, por otro lado, que hasta ese momento el terrorismo en Espaa habaestado vinculado casi en exclusiva a la banda criminal ETA. De ah que nada ms estallar las bombasse generalizara la creencia de que haba sido esta organizacin terrorista. Este prejuicio, unido a lasadversas circunstancias del momento, provoc la resistencia a emplear la razn para el anlisis de losdatos que iban recibiendo. Algunos de los receptores de las informaciones, de hecho, se quedaron conesa idea de la culpabilidad de ETA quiz demasiado tiempo. No valoraron en su justa medida lasucesiva aparicin de evidencias. Tardaron en digerirlas e interpretarlas. Esta obcecacin ralentiz sureaccin y la hizo incluso titubeante.

    Tal es as que el CNI le reconoci a Jos Mara Aznar que no saba nada sobre la autoradel atentado, ni antes ni despus de que se produjera. Lo confiesa el propio expresidente del Gobiernoen su libro El compromiso del poder[3]: Haba encargado personalmente un informe a JorgeDezcallar, director del CNI, con su anlisis sobre el atentado y la cuestin de la autora. El da 13,Dezcallar me lo hace llegar. Se trata de un informe personal, no clasificado. Despus de una serie deconsideraciones, como conclusin, el informe dice textualmente lo siguiente: No estamos encondiciones de respaldar o rechazar ninguna de las dos grandes alternativas en presencia. Ni antes nidespus del atentado se ha detectado absolutamente nada ni dentro ni fuera de Espaa que pudieraindicar una preparacin o satisfaccin por lo que ha ocurrido. El silencio es total, como atestiguantodos los contactos mantenidos con los servicios de inteligencia de nuestro entorno o el mundo rabe.Nadie ha detectado nada, ni antes ni despus (y eso que la NSA de Estados Unidos lleva 24 horasdedicada a este tema con la mxima prioridad).

    La pregunta que surge despus de leer estas confesiones es si Aznar o Dezcallar llegaron adisponer de los informes que elaboraron los Tedax durante los dos das siguientes al atentado. Si nolos conocan, quin decidi no proporcionrselos? Si los conocan, por qu valoraron ms lasconclusiones de otros servicios nacionales y extranjeros, que adems no disponan de los indiciosobtenidos en el escenario de los atentados?

    Ya Fernando Mgica, en la edicin de El Mundo de 26 de junio de 2008[4], con el titularDezcallar dijo a Ana Palacio el 12 M que haba acertado al acusar a ETA, anunciaba lo que muchodespus confes Aznar. Pero lo que preceda a este titular era mucho ms explcito: El Gobierno delPSOE premia con la embajada de Washington al hombre que indujo al Gobierno del PP al mayorpatinazo de la historia de nuestra diplomacia. Esto explica que cualquier intento de despolitizar elasunto resultaba intil. A tres das de las elecciones generales, se haba producido una situacinanmala que afectaba de lleno al mbito poltico. Sin embargo, ninguna de estas circunstanciasjustifica la manipulacin realizada por determinados medios para poner en duda la actuacin de la

  • Polica y de los tribunales. El lema United We Stand [5], aplicado y asumido por todos partidos, instituciones,

    medios el 11-S, no fue abrazado por Espaa el 11-M. En EEUU, tras el ataque a las Torres Gemelas,polticos, instituciones de seguridad y periodistas en ningn momento inventaron enredos,embarullaron a funcionarios pblicos con fabulaciones, dieron pbulo a teoras conspirativas niabrieron el peridico con el testimonio de criminales. Al contrario, todos caminaron en la mismadireccin, agradecieron el esfuerzo entregado de sus policas y bomberos e incluso les trataron comohroes. Slo un pequeo grupo marginal se situ en posiciones discordantes (Truth Movement,Movimiento por la Verdad en el 11-S).

    En Espaa, sin embargo, coexistieron dos juicios: el instruido por los tribunales y elparalelo desarrollado por algunos medios. As lo dijo el 11 de junio de 2007 el fiscal jefe de laAudiencia Nacional, Javier Zaragoza, en sus conclusiones definitivas al final del juicio sobre el 11-M.Denunci las mentiras difundidas sobre la masacre hasta ese momento, una gran parte de ellasconstatadas como tales en este libro. Dos juicios o procesos seal Zaragoza se han desarrolladode muy diferente naturaleza y dirase que con objetivos tan distintos como distantes, un procesojudicial y un proceso paralelo. Pero un proceso judicial en el que realmente se han producidosituaciones pintorescas que los procesalistas clsicos definiran como situaciones ms bien propias deuna esquizofrenia procesal porque se ha generado un intercambio de roles entre las partes en esteproceso. Un proceso paralelo, un proceso paralelo en el que partiendo de una verdad preconcebida einteresada se ha elevado a la categora de prueba incontestable cualquier dato o sospecha sinfundamento y se han rechazado sin ms argumentos las pruebas de la investigacin judicial. Se handicho cosas como que la bolsa de Vallecas que contena los explosivos, el telfono y la tarjeta no erauno de los efectos que fueron encontrados en la estacin de El Pozo. Incluso se ha llegado a suscitar laposibilidad de que lo de Legans no fuera un suicidio, sino una ficcin o un montaje en el que loscadveres fueron colocados a posteriori.

    Lejos de unirse contra el terror como pas en Amrica, nuestro pas se enfrasc en ataquesentre demcratas. Ni siquiera pasadas las elecciones del 14 de marzo, amainaron esas contiendas. Msbien se intensificaron y polarizaron. Periodistas de El Mundo y de la COPE lanzaban mensajes quemantenan la autora de ETA, apuntaban a una conspiracin e incluso acusaban a las Fuerzas yCuerpos de Seguridad de encubrir la conjura. Estas actitudes, apoyadas por determinados polticos,causaron mucho dao a la poltica, a las instituciones y a personas con nombre y apellido, entre lasque me encuentro. Los autoproclamados portavoces de la teora de la conspiracin me condenaron aldescrdito pblico al culparme de errores que eran de naturaleza poltica, como algunos comunicadosoficiales precipitados que llev a cabo el Gobierno el mismo 11 de marzo.

    Tenan que localizar un culpable y, como es lgico, no lo iban a buscar en la brigada dedelincuencia econmica. Si en aquel momento exista algn dato objetivo sobre la autora de losatentados, estara entre los vestigios. Es decir, entre lo que era materia de anlisis de la UnidadCentral de Desactivacin de Explosivos y NRBQ. El comisario jefe de los Tedax, por lo tanto, seconverta en objetivo ideal dentro de una unidad jerrquica con una sola cabeza visible. Difundirsospechas sobre la especialidad de forma generalizada resultaba poco creble y sera rechazado por laopinin pblica.

    Para quien conoce con detalle las acusaciones que se han vertido contra m, lospromotores de la teora de la conspiracin han cado en el ms solemne de los ridculos, puesto que

  • han mantenido con descaro tesis contradictorias respecto a mi persona o mi profesionalidad. Lassentencias en los tribunales han puesto de manifiesto esos embustes y manipulaciones. Aunque no hansido las nicas que lo han dicho. Segn el catedrtico de Historia Contempornea de la UNED JuanAvils Farr[6], la comunidad acadmica internacional no lo ha hecho [tomado en serio la teora dela conspiracin], ya que en general tales teoras son consideradas como elementos intrascendentes dela cultura popular, que permiten ganar dinero y/o satisfacer sus ansias de protagonismo a los lunticoso desaprensivos que las propagan.

    A pesar de esto, no se puede negar que El Mundo y la Cope gozaron de predicamento alamparo de algunos polticos que, bajo el pretexto de ejercer el control al Gobierno, trasladaron sustesis conspiracionistas al Congreso de los Diputados. De esta forma, estos medios de comunicacinaumentaron an ms el incesante escarnio dirigido a todo el colectivo policial y, especialmente, a mcomo comisario jefe de los Tedax, sobre quien singularizaron, pues incluyeron mi nombre en laspreguntas parlamentarias. Estoy convencido de que, sin ese extrao apoyo poltico, las citadas teorasno hubieran durado tanto en los medios.

    Me pregunto hoy, cuando las preocupaciones de los espaoles son otras, cul ser elresultado del otro juicio, del que har la historia, respecto a la actuacin de la Polica, la de los Tedaxy la ma propia.

    Lo analizado en este libro no traspasa lo que fue examinado en la Comisin Parlamentariay en la vista oral pblica. El sumario fue ledo, reledo y escrutado por jueces, abogados y testigos,con la presencia de numerosos periodistas de prensa nacional e internacional. Su retrasmisin endirecto, al igual que las intervenciones en la Comisin Parlamentaria, despoja de cualquier clase deconfidencialidad las informaciones que aqu se difunden o referencian. Quien fue representante de losServicios Jurdicos del Estado durante el juicio y la instruccin del 11-M, Albcar Rodrguez, en unaentrevista[7], habl de la transparencia y del juicio paralelo hecho por algunos medios en lossiguientes trminos: En cualquier caso, toda la documentacin del juicio est a disposicin de quienla pida.

    En este libro me centro nicamente en el anlisis de las fuentes abiertas. No hayinformacin clasificada. Es evidente que los servicios de inteligencia hicieron su trabajo, y muchos desus informes llegaron al tribunal. Pero no es objeto de este libro sacar a la luz informacin alguna queno formase parte del proceso judicial o de la comisin parlamentaria. Tampoco rebatir datos sobretemas que no se debatieran en los medios.

  • 2. Actuacin de los Tedax

    2.1. El operativo

    El 11 de marzo de 2004, me levant como siempre a las 6.30 horas. Me vest, desayun, di un

    beso a mis hijos y a mi mujer, an dormidos, y sal por la puerta poco despus de las 7 horas. Ya en elcoche comenc a pensar en mi agenda del da. Una jornada de formacin y convivencia con alumnosdel Centro Internacional de Desminado, una recepcin de visitas. Pareca que iba a ser un da deformalismos, tranquilo e institucional. Sin embargo, ni siquiera haba empezado a desarrollarsecuando una llamada lo ech todo por tierra. A las 7.45 horas, cuando estaba ya cerca de la UnidadCentral de Desactivacin de Explosivos y NRBQ, situada en el Complejo Policial de Canillas, enMadrid, son mi telfono. Era la Sala del 091. El comisario jefe de los TEDAX?, me pregunt miinterlocutor. Se ha producido una explosin en la estacin de Atocha, no se sabe nada ms, aadi.Me dirijo haca all, contine informndome sobre todos los datos que vaya conociendo ycomunqueselo a los Tedax de Madrid, le respond mientras me incorporaba a la M-40 direccinAtocha.

    Entonces puse el lanza-destellos y la sirena acstica y me dirig a Atocha. Tres minutos despus,cuando an estaba de camino, otra llamada del 091 me alert de que haba habido ms explosiones.Esta vez en la estacin de Santa Eugenia y en la de El Pozo. Orden a un jefe de seccin que setrasladara a esta ltima terminal y di instrucciones a la Unidad Central para que salieran los Fnix[8],alertaran a todos los efectivos y activaran el centro de coordinacin y comunicaciones. Este ltimopunto era importante, pues el responsable del centro dirige el grupo de informes, que recopila todoslos datos y fiscaliza las actuaciones que se llevan a cabo por cada uno de los miembros de la unidad.

    En ese momento, decid suspender todas las actividades de los Tedax previstas para ese da,incluida por supuesto la jornada formativa con los alumnos del Centro Internacional de Desminado delEjrcito de Tierra y las clases del Curso de Especializacin en Intervencin NRBQ. En esta ltimaparticipaban 30 policas de los Tedax destinados fuera de Madrid, que inmediatamente quedaron adisposicin de las necesidades que fueran surgiendo.

    A las 8.10 horas, llegu a la estacin de Atocha, donde la Unidad de Intervencin Policial yaestaba acordonando la zona en aplicacin de la Circular 50, documento que explicita las instruccionesque deben seguir los distintos servicios policiales que participan en un atentado. La estacin, sinembargo, an no estaba plenamente desalojada. En sus instalaciones permanecan algunostrabajadores de Renfe y Metro, varios vigilantes de seguridad y efectivos de la Polica Municipal que,junto a los servicios sanitarios y de Bomberos, ayudaban a evacuar a los heridos que conservabancierta movilidad, no pocos de estos ltimos con brazos y piernas destrozados.

    Cuando llegu, dos Tedax de la Unidad Central ya estaban en la zona auxiliando a personasatrapadas en el interior de los vagones. Uno de ellos, se encontraba en el andn dispuesto a trasladarsea Canillas cuando se produjo la detonacin. El otro, que vena de Alcal de Henares, viajaba junto a suesposa en uno de los vagones que no explotaron.

    Inmediatamente despus de mi llegada, hicieron acto de presencia ms dotaciones de Bomberos yservicios sanitarios. Con rapidez y eficacia, los primeros liberaban a personas aprisionadas entre losamasijos de hierro. Los segundos, por su parte, iniciaron la clasificacin de los heridos como dicta suprotocolo, les asistieron y procedieron a su evacuacin.

  • Desde que llegu a Atocha, me mantenan continuamente informado de la situacin en El Pozo ySanta Eugenia. Esta ltima estaba siendo atendida por un jefe de grupo de la Unidad Central, medianteun EDE[9]. Conforme avanzaban los minutos, se iban incorporando ms Tedax tanto en Atocha con enlas otras dos terminales. A las 8.20 horas, un polica que se encontraba en la calle Tllez me comunicque all no haba efectivos de los Tedax, ni unidades policiales que aseguraran adecuadamente ellugar. Fue en ese momento cuando tuve conocimiento por primera vez de que tambin en esa zonahaba habido detonaciones. Envi dos EDE al lugar e inform al comisario jefe de las U. I. P. [10],quien mand a un grupo para asegurar la zona.

    En total, los Tedax de la Unidad Central y los de la Jefatura Superior de Polica de Madrid,conformaron 12 EDE, uno para cada zona afectada. Al frente de cada escenario haba un inspectorjefe, encargado de coordinar la actuacin con otras unidades policiales. Por aquel entonces, yo yahaba ordenado asegurar adecuadamente las zonas de los atentados y, una vez evacuados los heridos,comenzar la bsqueda de otros posibles artefactos. En algunas estaciones, esta labor se inici a las8:30 horas. En otras, en las que se tard ms en concluir las tareas de rescate, se hizo minutos despus.Era el denominado Tedax operador nmero uno[11] haba uno en cada estacin quien determinabalas pautas y las tcnicas a aplicar en funcin de la evolucin del escenario.

    Quin estaba detrs de los atentados era, en ese momento, secundario en la lista de prioridades delos Tedax. Sin embargo, desde el inicio de las actuaciones, se nos solicit con insistencia informacinal respecto de la autora por parte de las autoridades policiales y polticas presentes en los distintosescenarios. Esta demanda no alter nuestra prioridad, que era facilitar la evacuacin de los heridos quean permanecan postrados en el suelo pidiendo ayuda, pero tambin deba ser atendida. De ah quelos agentes desplegados por los distintos escenarios cumplieran las rdenes y fueran facilitando datossobre el nmero de explosiones y su lugar exacto al centro de coordinacin de los Tedax. Esta laborpermiti elaborar informes provisionales, que se entregaron a media maana a las autoridadespoliciales y polticas por el conducto reglamentario. En concreto, en cuanto me comunicaban esosdatos y las incidencias, yo las iba transmitiendo tanto al comisario general de Seguridad Ciudadana,Santiago Cuadro, como al subdirector general operativo, Pedro Daz Pintado, que se encontraban en laestacin de Atocha desde las 8.15 horas.

    Cuando el comisario general y el subdirector se marcharon en torno a las 8.45 horas, estainformacin se les sigui facilitando por telfono y, cuando ste no funcionaba por la saturacin de lasredes, a travs del equipo policial de comunicaciones. Primero, fui informando solo a SantiagoCuadro, que era mi superior jerrquico. Ms adelante, el propio Cuadro me orden que le contara todotambin a Jess de la Morena, responsable de Informacin.

  • 2. 2. Los primeros artefactos

    A las 8.35 horas fui yo quien recib una llamada. Era el responsable de los Tedax en la estacin

    de El Pozo. A 15 metros de una de las explosiones, un polica local haba encontrado el primerartefacto. Se trataba de una mochila que contena un telfono con cables y una sustancia blanquecinacon textura de plastilina que, aparentemente, poda ser explosivo. Los funcionarios confirmaron queya no haba heridos y aseguraron la zona; los operadores Tedax 1 y 2 comprobaron que los heridoshaban sido retirados, aseguraron la zona y procedieron a desactivar la bomba por los procedimientosque consideraron adecuados. No lograron desarmar el dispositivo de iniciacin y explosion.

    A las 9.15 horas, en el primer vagn afectado por las explosiones en Atocha, un miembro de losTedax localiz el segundo artefacto, otra mochila de caractersticas similares a la de El Pozo.Asegurada de nuevo la zona y comprobada la inexistencia de heridos, se desactiv con la aplicacin deprocedimientos semejantes y el mismo resultado.

    Los especialistas continuaron la bsqueda y, a las 11 horas apareca una nueva mochila en eltercer vagn de Atocha con las mismas caractersticas. Sin embargo, tras aplicar los protocolos dedesactivacin, los Tedax comprobaron que sta no contena explosivos. Durante todo ese da y lossiguientes, los efectivos de la Unidad Central Tedax-NRBQ continuaron buscandoininterrumpidamente restos de los artefactos y muestras de los focos de las explosiones.

    Al no hallar restos de artefacto en la primera inspeccin in situ, siguiendo el procedimientohabitual, comenzamos a barrer toda la zona con el apoyo del SELUR, el servicio de limpieza delAyuntamiento de Madrid. Los objetos barridos se trasladaron en furgonetas a la Unidad Centralrealizar una bsqueda ms sosegada y minuciosa en un ambiente ms propicio. Se trata, por otra parte,del procedimiento habitual en el caso de explosiones de coches bomba en la va pblica.

    Desde el primer momento, los Tedax adecuaron el garaje de la Unidad Central para organizar larecepcin de objetos recogidos en el lugar de las explosiones y llevar a cabo su posteriorinvestigacin. Por ello, decidimos crear tres niveles:

    Nivel 1: Primeras mesas en las que se depositaba el contenido de las bolsas que llegabanreferenciadas con el nombre de la estacin y el nmero de foco, cuando ste se poda determinar.De las bolsas, se hizo una preseleccin, en la que se descartaron los objetos que no aportabannada a la investigacin.

    Nivel 2: Frente al nivel anterior, se instalaron otras mesas para realizar la seleccin deaquellos restos, procedentes del nivel 1, que se presuma podan formar parte de un artefacto ohaber estado en contacto con el explosivo. Los Tedax continuaron descartando objetos.

    Nivel 3: Las mesas del aula de electrnica y del laboratorio, protegidas con papel, seutilizaron para una bsqueda ms selectiva de los restos procedentes del nivel 2.Llegadas al nivel 3, los restos seleccionados se distribuan segn su naturaleza. Al Grupo de

    Investigacin de Explosivos (laboratorio) se enviaban las muestras del foco de la explosin, paraaveriguar el tipo de explosivo. Al Grupo de Informes, los restos de artefacto, para estudiar el sistemade activacin y/o temporizacin, as como otros detalles sobre la configuracin de la bomba. Losrestos y muestras, segn determinaron estos dos grupos, se referenciaron con el nombre de la estaciny el nmero de foco y quedaron incautados a disposicin judicial. Al final del proceso, los miembrosde los Tedax y la inspectora experta en ciencias qumicas seleccionaron 81 vestigios que, segn sus

  • criterios tcnicos, podran aportar informacin sobre los artefactos.A las 11.10 horas, previa orden del comisario general de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro,

    el jefe de seccin que coordinaba la informacin obtenida por sus compaeros envi una notainformativa a la Subdireccin Operativa con el nmero de explosiones producidas, artefactosdesactivados, paquetes sobre los que estaban trabajando y dems datos cosechados hasta el momento.

    Las primeras muestras para anlisis llegaron al laboratorio de la Unidad Central a las 12.15horas. Eran restos provenientes de la estacin de El Pozo. Muestras del crter que produjo la bombaque los Tedax trataron de desactivar, clavos de distintos tamaos y una sustancia pulverulenta de colorrosado recogida debajo del asiento de un tren.

    Poco despus, llegaron ms vestigios de los otros focos. La qumica e inspectora responsable delGrupo de Investigacin (laboratorio) observ en las primeras analticas la ausencia de mezclasinorgnicas, habituales en la composicin de explosivos. Por ese motivo, orient la bsqueda haciasustancias orgnicas.

    Aproximadamente a las 14.30 horas, obtuvo el primer resultado fiable en presencia de SantiagoCuadro, a quien la inspectora comunic la existencia de componentes de la dinamita. La responsabledel laboratorio le explic que, en un explosivo detonado, no es posible precisar nada ms, ni siquierala marca de la dinamita. Cuadro, separndose de los miembros de la unidad all presentes, entre ellosyo, comunic por telfono los resultados obtenidos al subdirector general operativo.

    En das sucesivos, con el fin de completar los correspondientes informes, los Tedax continuamosla inspeccin y el estudio de los restos de los trenes all donde fueron trasladados (los talleres deRenfe). Entre otras cosas, hicimos reportajes fotogrficos y grabaciones en vdeo sobre el terreno.

  • 2.3. La furgoneta Renault Kangoo

    Alrededor de las 14.30 horas del mismo 11 de marzo, la Comisara General de Polica Cientfica

    solicit utilizar las instalaciones de la Unidad Central para realizar una inspeccin ocular a unafurgoneta Renault Kangoo que haba sido localizada junto a la estacin de Alcal de Henares y quepresuntamente haba sido utilizada por los terroristas, pero que an no haba llegado Canillas. Elvehculo entr en la sede de los Tedax sobre las 15.15 horas, acompaado por miembros de la PolicaCientfica.

    Funcionarios de esta ltima unidad, especialistas en inspecciones oculares, miembros de laComisara General de Informacin (Brigadas Centrales de Interior, de Exterior y de Inteligencia) y losTcnicos en Desactivacin de Explosivos de incidencias, revisaron la furgoneta. Durante suinspeccin[12], bajo el asiento delantero derecho, la Polica Cientfica encontr una bolsa de plsticode color azul claro, de las utilizadas comnmente para la basura, en cuyo interior haba sietedetonadores elctricos (cinco de cobre y dos de aluminio) y unas rabizas de otro, as como un trozo depapel parafinado con pequeos restos de una sustancia blanquecina que result ser un extremo decartucho de explosivo Goma 2 ECO.

    Inmediatamente me comunicaron el descubrimiento. En ese momento estaba almorzando en lacafetera de Canillas con otros miembros del cuadro de mando. Tambin estaba con nosotros elcomisario general de Informacin, Jess de la Morena Bustillo, y otros dos comisarios del mismodepartamento. Inform a mis comensales del hallazgo y, seguidamente, nos desplazamos todos allaboratorio de la unidad, ubicado a unos cien metros de donde estbamos.

    Una vez en el laboratorio, los Tedax realizaron en nuestra presencia una detenida observacin delos detonadores y sus inscripciones. Nos comunicaron las conclusiones a los cuatro comisarios que allestbamos. Tanto las caractersticas tcnicas como el fabricante, coincidan con las de la empresaespaola Maxam (antes Unin Espaola de Explosivos). Respecto al resto de cartucho descubierto, unprimer examen y comparacin permiti comprobar que, efectivamente, se trataba de un disco conpapel parafinado de unos tres o cuatro milmetros de grosor, con restos de una sustancia blancaadherida a una de sus caras. En la otra parte presentaba un reborde y seis tringulos, lo que indicaba suenvasado en fbrica mediante la maquinaria habitual. Los Tedax lo identificaron rpidamente como uncartucho de dinamita Goma 2 Eco, pues coincida con los cartuchos que utilizbamos en las prcticasde la Unidad Central. Enviamos una muestra de las halladas en la furgoneta y otra procedente de uncartucho patrn de los polvorines de los Tedax a los laboratorios de Polica Cientfica, en presenciadel Comisario General de Informacin, para que las cotejaran mediante un anlisis cualitativo ycuantitativo. Adems, realizamos ensayos organolpticos[13], que reforzaron la apreciacin de que setrataba de la dinamita de fabricacin nacional Goma 2 ECO.

    Los tcnicos de los Tedax explicaron a los presentes (De la Morena, los otros dos comisarios y yomismo) que ni los detonadores ni la Goma 2 ECO eran materiales utilizados por ETA. Tras escucharsu exposicin, los comisarios de informacin y yo regresamos al lugar donde estaba la furgoneta. All,varios funcionarios de informacin nos comunicaron el hallazgo en el interior del vehculo de unacinta con grabaciones de cnticos o versos en rabe, que entregaron a la Polica Cientfica. Eranaproximadamente las 15.30 horas. Acto seguido, el comisario general de Informacin y yonotificamos los datos a nuestros respectivos superiores por telfono.

  • Esa misma tarde, los Tedax remitimos a la Polica Cientfica tres muestras etiquetadas con losnmeros 1, 2 y 3, que correspondan a polvo de extintor recogido en El Pozo, restos del cartuchoprocedentes de la furgoneta Renault Kangoo y un patrn de Goma 2 ECO para el cotejo. La PolicaCientfica concluy que las muestras 2 y 3 presentaban los mismos componentes, segn consta en elescrito de la Comisara General de Polica Cientfica[14]: Desde el punto de vista analtico, y por lastcnicas empleadas, se puede afirmar que las muestras nmero 2 y 3, son de las mismascaractersticas. Como declar en el juicio y en la comisin parlamentaria, el informe que comunicabaque ambas eran Goma 2 ECO se traslad por fax, esa misma tarde del 11 de marzo, a la SubdireccinGeneral Operativa y al comisario general de Seguridad Ciudadana.

    Tras averiguar que la empresa fabricante de los detonadores era Unin Espaola de Explosivos(actualmente Maxam), requerimos la presencia urgente de tcnicos de esa compaa. A las 17.00horas, llegaron estos especialistas a la sede de la Unidad Central de los Tedax e identificaron losdetonadores y el resto del cartucho como productos fabricados en su empresa. De todo ello se dejconstancia en una nota informativa que remitimos a la Comisara General de Informacin tambin esemismo da. En ella especificbamos que ese tipo de detonadores (de cobre) se utilizan en ambientescon gris[15] y que slo se sirven en determinados lugares de Espaa: Len, Asturias y Palencia. Apartir de ese momento, establec enlace directo con un responsable de la empresa Maxam con lamxima reserva e iniciamos las investigaciones para averiguar el lugar del que haban sido sustradosesos detonadores.

  • 2.4. Desactivacin de la bomba en Vallecas

    Cuando llegu a casa, a la una de la madrugada del 11 al 12 de marzo, mis tres hijos estaban

    dormidos. Mi mujer s me esperaba despierta. No nos habamos visto en todo el da y solo le haballamado una vez para decirle que yo estaba bien. Me coment las noticias que haba visto durante latarde y nos dispusimos a dormir. Sin embargo, nada ms meterme en la cama, recib una llamada.Haban encontrado una bolsa de deporte en la comisara de Puente de Vallecas. Me vest y sal haciaall. La mochila la haban encontrado varios policas mientras inventariaban pertenencias de vctimasde El Pozo. Les infundi sospechas y, a travs del 091, requirieron la presencia de un Equipo deDesactivacin de Explosivos. El grupo de los Tedax de Madrid se traslad hasta Puente de Vallecas yconfirm la existencia de un artefacto explosivo. Fue en ese momento cuando me lo comunicaron.

    La bolsa de deporte se traslad al Parque Azorn, prximo a la sede policial, donde fue fcilestablecer un permetro de seguridad suficientemente amplio. Adems, la zona reuna las condicionesadecuadas para trabajar con calma sobre el artefacto. Despus de tres horas, los especialistadesactivaron el artefacto y recuperaron todos y cada uno de sus componentes:

    Una bolsa de deporte de loneta color azul marino.Una bolsa de plstico azul claro de las utilizadas para la basura.10,120 kilos de una sustancia blanquecina, gelatinosa y de textura similar a la plastilina.640 gramos de tornillos y clavos dispuestos a modo de metralla.Un detonador elctrico industrial con cpsula de cobre de UEE.Un telfono mvil de la marca TRIUM de Telefnica MoviStar.Una tarjeta SIM de Amena Auna 32K652 282963 insertada en el telfono.Un cargador de red a energa elctrica para telfono mvil TRIUM.

    Todo el contenido de la bolsa fue trasladado inmediatamente a la Unidad Central Tedax-NRBQ,en Canillas, para ser analizado e iniciar la investigacin. El telfono estaba apagado. Los Tedax loencendieron y vieron que tena la hora real y que estaba activado el despertador para sonar a las 7.40horas. Observaron que los cables estaban sueltos, pero que presentaban signos de haber estadoconectados al telfono. Esto se haca para que el mvil les transmitiera la corriente al detonador en elmomento en que se conectara la alarma.

    Despus, los Tedax desmontaron las piezas del telfono y, junto al cargador y la bolsa de deporte,lo entregaron todo a la Seccin de Actuaciones Especiales de la Comisara General de PolicaCientfica para ser sometido a un anlisis lofoscpico (huellas) y a un examen de posibles restosbiolgicos (ADN). A las pocas horas, el telfono y su cargador fueron devueltos a los Tedax para quepudiramos seguir investigando su funcionamiento y el sistema de activacin del artefacto.

    Este mismo da, la unidad remiti una nueva muestra, etiquetada como nmero 4 ycorrespondiente al explosivo del artefacto desactivado en Puente de Vallecas, a Polica Cientfica, queemiti un informe[16] que estableca que ese material era de idnticas caractersticas que los de lafurgoneta y el patrn (2 y 3), enviados anteriormente. Confirmaba por lo tanto Polica Cientfica quese trataba de dinamita de la marca Goma 2 ECO.

    Estas primeras actuaciones permitieron, por lo tanto, establecer similitudes entre la bombadesactivada en Vallecas , la furgoneta Renault Kangoo y las bombas localizadas en Atocha y El Pozo.

  • Los resultados se reflejaron en una nota informativa, el 12 de marzo, de indudable inters para lainvestigacin y que fue incorporada al sumario. En ella, a las 24 horas de los atentados, ya seestablecan las similitudes observadas por los Tedax en los artefactos de Atocha y de El Pozo, con eldesactivado en Vallecas: [] Elementos similares de los observados por los T.E.D.A.X. queparticiparon en la desactivacin de los artefactos en Atocha y El Pozo, con los pertenecientes a esteartefacto explosivo:

    Bolsa de plstico de las utilizadas para basura, en cuyo interior se encontraba el explosivo,en ambos trenes.

    Sustancia tipo plastilina de color blanco marfil. Telfono mvil, nicamente, en el tren de la estacin de El Pozo. En cuanto al explosivo, en esta misma nota, tramitada a las 9:00 de la maana del da 12, ya se

    adelantaban los resultados de las pruebas analticas: confirman que se trata de la misma sustanciaque la hallada en la furgoneta Renault, ya mencionada, que a su vez se corresponde con la muestrapatrn de DINAMITA GOMA2 ECO. Posteriormente, estas analogas establecidas constituyeron unode los fundamentos de la sentencia para condenar a los autores.

  • 2.5. Los das despus

    Tras dos das seguidos sin dormir, llegu a casa a las doce de la noche de ese 12 de marzo. Por fin

    descans varias horas seguidas. A la maana siguiente, volv a ver a mis hijos despiertos, pero solounos minutos. Ese da, con el colaborador de la empresa Maxam, analic personalmente las posiblesvas de investigacin que se podan llevar a cabo con los datos disponibles. Posteriormente, expondrel mtodo que segu. Mientras tanto, los Tedax entregaron a la Comisara General de Informacin eltelfono mvil utilizado en el artefacto explosivo con objeto de extraer sus datos identificativos einvestigar su procedencia. Tras hacerlo, Informacin lo devolvi de inmediato a los Tedax para quecontinusemos con nuestros estudios y anlisis.

    Tambin ese da 13, durante un registro en el locutorio del nmero 17 de la calle Tribulete, laPolica se incaut de un telfono mvil de la marca LG, que pareca haber sido manipulado.Posteriormente, se comprob que no exista alteracin alguna de sus componentes y se realiz lacorrespondiente nota de su estudio.

    El da 15, determinamos que la empresa que haba recibido los detonadores utilizados en losatentados era Caolines de Merills. Tan pronto como lo supe, inform yo mismo al Comisario Generalde Informacin, quien orden a varios de sus agentes que se trasladaran a Asturias. Al da siguiente,comparec ante el instructor del atestado policial y le entregu la nota informativa con nmero deregistro de salida 8.624. Dos das despus, los Tedax averiguamos dnde fue a parar la dinamita Goma2 ECO comercializada por Maxam en fechas posteriores a los atentados e informamos de ello a laComisara General de Informacin.

    Al da siguiente (18 de marzo), se realiz una inspeccin tcnica, solicitada por la BrigadaProvincial de Informacin de Madrid, a un vehculo Mercedes con matrcula 2748-CGT, incluido en elatestado 1.304, que dio un resultado negativo. Durante los das 19 y 20, los Tedax de la Unidad Centralinvestigaron los posibles robos que se haban producido en los polvorines situados en la localidadmadrilea de Alpedrete. Entre otras diligencias, visionaron las grabaciones de las cmaras deseguridad correspondientes a los das de la Navidad de 2003. En ellas, apreciaron la presencia de unaspersonas en el interior del recinto donde se encuentra el depsito de explosivos. Tambin analizaron siesos invasores tenan relacin con los avisos que recibi ese da la central de alarmas. Las gestioneslas continu la Guardia Civil, que comprob las anotaciones en los libros de registros de entradas yconsumos de explosivos.

    El 23 de marzo continuaron las investigaciones sobre el origen de la dinamita Goma 2 ECO. Elprimer objetivo era determinar los lugares donde haba sido distribuida, teniendo en cuenta que sehaba empaquetado con calibre 26 y en papel marrn (solo se haca con dos clases de papel: marrn yblanco). Eran los dos nicos parmetros que tenamos del resto de cartucho hallado en la furgoneta.

    Con el fin de estudiar los crteres, desde el da 23 al 25, hicimos una nueva inspeccin tcnica enlos vagones afectados por el atentado en la estacin de El Pozo y frente a la calle Tllez. Recuperamosentonces una serie de objetos personales que se declararon en acta, remitida mediante oficio a laBrigada Provincial de Informacin con el fin de que los reflejara en las diligencias. En relacin conlos explosivos, no se encontr nada de valor.

    Entre el 18 y el 25 de marzo, la Unidad Central de los Tedax, con funcionarios de Informacin yPolica Cientfica, realiz cinco inspecciones en diferentes vehculos y cuatro entradas y registros en

  • distintos domicilios, sin que aportaran nada en cuanto a elementos o indicios que tuvieran que ver conartefactos explosivos.

    El da 24, el magistrado del Juzgado Central de Instruccin nmero 6 de la Audiencia Nacional,Juan del Olmo, acord que los Tedax realizaran un informe pericial sobre diferentes cuestionesrelacionadas con los atentados; entre ellas, las muestras de los focos de explosin[17].

    El 26 de marzo se dio cuenta al Comisario General de Informacin del resultado de lasinvestigaciones sobre la distribucin de la Goma 2 ECO, en toda Espaa, con envoltorio marrn, delcalibre 26, como el hallado en la furgoneta. Ese mismo da comunicamos al comisario general deSeguridad Ciudadana, mediante nota informativa, los resultados analticos obtenidos de las muestrasrecogidas en los trenes. Con esa misma fecha, el Grupo de Investigacin de Explosivos, que habarealizado los anlisis, elabor el informe que se remiti ms tarde al juez con otros periciales[18], aslo refleja el auto de 18 de junio de 2004[19].

    En la tarde del 26, la Unidad Central de los Tedax efectu tres registros, junto a miembros de laUnidad Central de Informacin Exterior. En dos de ellos no se encontr nada relacionado conartefactos explosivos. En el tercero, que se realiz en una finca situada en el trmino municipal deChinchn (Madrid) aunque en varios documentos consta que corresponde a Morata de Tajua,intervinimos restos de cinco detonadores elctricos totalmente quemados y activados, tres etiquetas depapel de detonadores fabricados por Maxam (UEE), una etiqueta metlica de otro detonador y un trozode cable unifilar, con revestimiento azul, posiblemente perteneciente a una rabiza de un detonador. Alda siguiente por la maana examinamos esos componentes y comprobamos que tambin los habafabricado Maxam. Esta empresa nos proporcion patrones de los cables de los detonadores paracontinuar investigando, ya que estaban sin banderola y etiquetas y podan ser de distinta procedencia.Los estudios y anlisis realizados posteriormente nos permitieron constatar que efectivamente esoscables tenan el mismo origen. Ese mismo da, realizamos ms registros, tanto en pisos como envehculos, aunque sin encontrar ningn tipo de material para la confeccin de artefactos explosivos.

    El 29 de marzo, la unidad elabor una nota informativa que daba cuenta de los resultados de lainvestigacin sobre lo incautado en el registro de Chinchn. Entre otras cosas, esta nota, que fueincorporada al sumario, reflejaba que habamos conseguido establecer similitudes entre los indicioshallados en ese registro y los recuperados en la furgoneta y en el artefacto desactivado en Puente deVallecas.

    El da 30, miembros de Tedax viajaron al depsito que Maxam tiene en Villanueva de Jamuz(Len). All recogieron 12 detonadores elctricos, de las mismas series que los recuperados en lafurgoneta de Alcal, y de puentes de incandescencia de distintas sensibilidades, as como de loscomponentes del revestimiento del cable (PVC y colorante azul) de detonadores. Estos elementos,adems de que eran material necesario para realizar diferentes pruebas en los informes pericialessobre los restos encontrados en la vivienda de Chinchn, interesaban para hacer investigaciones yconfirmar la procedencia de algunos detonadores que carecan de banderola y etiqueta de fabricacin.

    El 31 de marzo se remitieron a Polica Cientfica cinco muestras etiquetadas:

    Primera, con el colorante y el plastificante de los cables de los detonadores fabricados porMaxam.Segunda, con trozos de cables del detonador utilizado en el artefacto desactivado en Puentede Vallecas.

  • Tercera, con cables de uno de los detonadores encontrados en la furgoneta abandonada enAlcal de Henares.Cuarta, con trozos de cables de detonador del registro de Chinchn.Quinta, trozos de cables del detonador recogido como muestra patrn en el depsito deVillanueva de Jamuz.El resultado de estos anlisis confirm el origen idntico en la fabricacin de todos losdetonadores incautados: Maxam.

  • 2.6. El artefacto de la va del AVE

    El 2 de abril, a las 10:30 horas, el coronel jefe del Servicio de Desactivacin de Explosivos de la

    Guardia Civil me alert de la existencia de un artefacto explosivo en las vas del AVE, en el trminomunicipal de Mocejn (Toledo). Cuatro horas despus, me llam Santiago Cuadro, que me dijotextualmente lo siguiente: Por orden del ministro, trasldate hasta donde est la bomba o loselementos, si la han desactivado, e informas sobre si hay o no alguna similitud con los demsartefactos o restos recuperados en los atentados.

    Como los guardias civiles ya regresaban a su sede en Valdemoro (Madrid) con el artefactodesactivado, me dirig all acompaado de un jefe de seccin de mi unidad. Una vez en Valdemoro,examinamos los componentes. Comprobamos que se trataba de material similar al que provoc lamasacre del 11-M[20]. Durante la tarde, investigamos la procedencia del detonador del artefacto. Yesa misma noche conseguimos resultados positivos: detonadores con las mismas caractersticashaban sido servidos a Mina Conchita[21].

  • 2.7. Los kamikazes[22] de Legans

    El sbado 3 de abril, sobre las 13.00 horas, la Unidad Central de Informacin Exterior solicit un

    EDE para que estuviera dispuesto en la zona de Legans junto a Polica Cientfica[23] cuando fuerarequerido. Tres horas y media despus, me comunicaron que se haba producido un tiroteo en la zonade Legans, posiblemente en el piso donde se iba a efectuar el registro con el EDE. Me desplac hastaall con el jefe de incidencias. Por telfono, solicit los primeros datos, que ya me informaban de lagravedad de la situacin. Orden la incorporacin inmediata de ms equipos, con ms material dedesactivacin de explosivos y de NRBQ. Llegamos a la calle Carmen Martn Gaite a las 18.00 horas.

    A las 20.45 horas, cuando los GEO[24] se disponan a entrar en la vivienda, situada en el primerpiso del nmero 40 de la Calle Carmen Martn Gaite, se produjo una explosin. La haban provocadovarios miembros del grupo radical islamista que haba cometido los atentados del 11-M. Al ms puroestilo kamikaze, esperaron a que llegara el operativo policial para llevarse por delante al mayornmero de agentes posible. De hecho, perdi la vida uno de los integrantes del GEO, el subinspectorJavier Torronteras. Tambin resultaron heridos con lesiones de diferente consideracin otrosmiembros de su grupo.

    Tras la explosin y el acordonamiento de la zona, contemplamos la posibilidad de que existieraalgn terrorista con vida y de que el edificio pudiera derrumbarse. Era responsabilidad de los Tedaxasegurar la zona afectada por la explosin. Decid que slo accedieran al inmueble dos bomberos ydos policas de mi unidad con la finalidad de evaluar los citados riesgos y ver si podamos realizar lainspeccin ocular en condiciones seguras.

    Una vez asegurado el edificio, varios equipos de desactivacin de explosivos comenzaron labsqueda de restos relacionados con el artefacto que haba estallado. Adems de cargas cebadas condetonador, recuperaron dinamita Goma 2 ECO, envoltorios de cartuchos de este explosivo, bolsas deplstico verdes con capacidad para envasar cinco kilos de dinamita, detonadores y otros elementos.Con permiso de la autoridad judicial, presente en la zona, el material fue inventariado y trasladado a laUnidad Central.

    El domingo da 4, mientras se proceda a la clasificacin de todos los restos recogidos enLegans, tratamos de determinar la procedencia de los detonadores y del explosivo recuperado. Altima hora de la noche de ese mismo da, conseguimos averiguar que tanto los detonadores como elexplosivo haban sido sustrados tambin de Mina Conchita, que era propiedad de la empresa Minasde Caolines de Merills, lo que se hizo constar por escrito e incluido en el sumario [25] [26] [27].

  • 2.8. Los descubrimientos posteriores

    El 7 de abril, despus de hablar con el juzgado de instruccin, me puse en contacto con el coronel

    jefe del Servicio Central de Desactivacin de Explosivos de Guardia Civil para solicitarle una muestrade la sustancia presente en el artefacto desactivado en la va del AVE. La muestra que nos entreg,etiquetada como Muestra C, se envi a Polica Cientfica para que fuera analizada y cotejada con otrasdos, la Muestra A (bolsabomba desactivada en Puente de Vallecas) y la Muestra B (restos desustancia explosiva recogidos en Legans).

    El resultado de las analticas estableci que las tres muestras citadas eran idnticas y que lascaractersticas cualitativas y cuantitativas de sus componentes se correspondan con el patrn de laGoma 2 ECO. El 16 de abril, mediante informe pericial, informamos al juez instructor de ello y leadjuntamos el informe de Cientfica. En este caso, no se le enviaron muestras de la sustancia del restodel cartucho hallado en la furgoneta Kangoo porque no quedaba cantidad suficiente. En el anlisis quehaba hecho la Polica Cientfica el mismo 11 de marzo, cuyo resultado haba sido idntico al de estastres muestras, se haba gastado la cantidad disponible y slo quedaba lo justo para la reservaobligatoria en el depsito judicial.

    Dos aos despus, el 1 de febrero de 2006, el juez de instruccin solicitara anlisis cuantitativosdel resto del citado cartucho. Sin embargo, la fiscal pidi preservar las muestras para que las partespudieran realizar nuevos anlisis. El juez accedi a lo pedido por la fiscal. Si no lo hubiera hecho, nohabra quedado suficiente sustancia para hacer la pericial, solicitada por una de las defensas, durantela vista oral en 2007.

    El 29 de abril de 2004, inspeccionamos el Volkswagen Golf GL, matrcula 2352 CNK, donde seencontraron varios efectos y una sustancia pulverulenta que no pudo ser relacionada con materialexplosivo. El vehculo, al parecer, haba sido utilizado para transportar el explosivo desde Avils(Asturias) a Morata de Tajua (Madrid). Un mes despus, el 27 de mayo, ampliamos el informe sobrealgunas de las pericias remitidas el 26 de abril. Todas ellas quedaron resumidas en la elaboracin deotro texto con el compendio de las investigaciones realizadas sobre el origen del material explosivoque fue enviado al juez instructor. Se conclua que tal variedad de detonadores, y en concreto uno deellos, slo haban sido suministrados a Caolines de Merilles; as mismo, la dinamita, con todos losnmeros de referencia de los envoltorios hallados en el piso de Legans, haban sido suministrada a lamisma empresa.

    Todas estas actuaciones de la especialidad de desactivacin de explosivos estn recogidas en lacitada Memoria de Actuaciones de la Especialidad, que comprende desde el mismo da 11 de marzohasta el 20 de junio de 2004, y que fue remitida a la Comisara General de Seguridad Ciudadana y a laSubdireccin General Operativa con nmero de registro de salida 18.259.

    Durante ms de los dos aos que dura la instruccin, continuamos efectuando investigaciones einformes tcnico-periciales sobre diversas cuestiones relacionadas con la especialidad, algunos ainiciativa propia y otros en cumplimiento de los requerimientos del juez. Entre estos ltimos, caberesaltar la resolucin del instructor del 16 de marzo de 2005, en la que orden la elaboracin delinforme pericial conjuntamente a dos peritos de los Tedax de la Polica y a otros dos de la GuardiaCivil[28].

    En diciembre del ao 2004, como consecuencia de las lecciones aprendidas en el 11-M, la

  • especialidad de los Tedax dej de depender de la Comisara General de Seguridad Ciudadana y pas acolgar de la de Informacin, ubicacin que reforzaba las funciones de investigacin tcnica yoperativa en todo lo relacionado con explosivos y amenazas NRBQ[29]. El contacto con los agentes deInformacin, adems, facilitaba la labor diaria y potenciaba el reconocimiento del trabajo de losTedax, que antes quedaba silenciado porque eran otros departamentos los que lideraban lasinvestigaciones.

    A lo largo de 2005 y 2006, en la Unidad Central de Desactivacin de Explosivos y NRBQ, aligual que en otras reas policiales, de acuerdo con el contenido del sumario, se elaboraron propuestaspara responder a preguntas parlamentarias formuladas por el Grupo Popular en el Congreso deDiputados. En estas preguntas, amplia y reiteradamente difundidas por El Mundo, peda explicacionessobre diversas actuaciones realizadas por los Tedax, tanto en la gestin del atentado como en lainvestigacin tcnico-operativa del mismo.

  • 3. La informacin

    Nada ms producirse el atentado terrorista, como es lgico, la sociedad comenz a demandarinformacin de forma intensa y urgente. Esto se tradujo en un requerimiento constante de datos porparte de las autoridades polticas a los miembros del Cuerpo Nacional de Polica, as como a otrasfuerzas de seguridad y servicios de informacin. Entre estos servidores pblicos, nos encontrbamoslos Tedax, que disponamos de los datos tcnicos que, en esos primeros momentos, podan alumbraralgn apunte sobre la naturaleza y autora del atentado.

  • 3.1. Una poltica de comunicacin anormal

    Con independencia del inters lgico del Gobierno por ofrecer a los ciudadanos informacin

    puntual dada la cercana de las elecciones, en mi opinin los partidos polticos quisieron conocer,interpretar y comunicar los datos que se generaban con demasiada rapidez. En otras circunstancias,tras un atentado, la informacin es transmitida de forma ms pausada, con ms tranquilidad y dando lasensacin de estar ofreciendo una respuesta eficaz. Esta poltica de comunicacin, aplicada por todoslos gobiernos democrticos en la larga e intensa lucha antiterrorista, ha sido el mejor mecanismo parasuperar la frustracin de la poblacin y generar confianza en las instituciones.

    En los ataques del 11-M, sin embargo, no fue as. Tras el atentado, inmediatamente surgi unchoque dialctico basado en informaciones que nada o poco tenan que ver con la realidad. Aunque noexistan datos fehacientes en esos primeros momentos, infundadamente se impuso la urgencia detransmitir mensajes, cosa que no se haba hecho en otras ocasiones. Ante esa ausencia de datos, losactores polticos y sociales los inventaron, los deformaron y exageraron con el fin de adaptarlos a susestrategias o deseos.

    Para nuestro asombro, ese da los poderes pblicos ignoraron los procesos adecuados deobtencin de datos, los anlisis sosegados y la meditada difusin que tan eficazmente se habanaplicado en otras ocasiones. Cualquier observador poda apreciar que estas cuestiones se estabanproduciendo con total ausencia de racionalidad.

    Segn la periodista Consuelo lvarez de Toledo, la pregunta quin ha sido estaba en elpensamiento de todos; de su respuesta dependa el resultado de las elecciones del 14-M[30]. Elentonces presidente del Gobierno, Jos Mara Aznar, el mismo da de los atentados, en torno almedioda, inici una ronda de llamadas telefnicas a los directores de todos los medios decomunicacin para comunicarles que la autora de los atentados haba sido la banda terrorista ETA. Yno fue la nica conversacin que mantuvo. lvarez de Toledo asegura que, pasadas las 18.00 horas,Aznar volvi a llamar a los mismos directores para insistirles en la misma lnea. Sigo pensando quees ETA, les transmiti.[31]

    En esos momentos caticos, los que estbamos entre cadveres y heridos, aunque sentamos cmose nos desgarraban las entraas, queramos ser profesionales y actuar con la mayor tranquilidadposible. Necesitbamos que los procedimientos en la gestin de la informacin discurrieran con elrigor habitual, aunque la situacin fuera ms grave y compleja desde el punto de vista tcnico que enotras ocasiones. Los aspectos polticos o mediticos, que estaban detrs de esas prisas infundadas, anosotros no nos interesaban. A m y al resto de la cadena de mando nos corresponda absorber lastensiones que, inevitablemente, se generan en estas situaciones. Yo deba evitar que las mismasllegaran a los Tedax. La serenidad en su trabajo se tornaba imprescindible. Sin embargo, ejercer estaresponsabilidad, con liderazgo fuerte y los criterios slidos que requera la situacin, conllevaba elriesgo de suscitar las ms variopintas e infundadas especulaciones internas sobre mi actitud ycomportamiento. Aunque era consciente de estas consecuencias, desde el primer momento tambin loera de la encrucijada en la que me encontraba. Hiciera lo que hiciera, o cmo lo hiciera, saba que ibaa ser el chivo expiatorio de la actitud equivocada de aquellos que gestionaban la comunicacin de losdatos que nosotros bamos obteniendo.

  • 3.2. La Memoria de Actuaciones

    Desde el momento en que tom contacto con la catstrofe en Atocha, ya me imagin que habra

    problemas de comunicacin, que la gestin informativa no discurrira con la coherencia y serenidad deotras ocasiones. Por ello, me puse en contacto telefnico con los grupos de Tedax desplegados en losdistintos escenarios. Les exig la mxima discrecin y que todos los datos que obtuvieran loscanalizaran a travs de la jefatura de la unidad; es decir, de m o del inspector jefe que haba sidonombrado coordinador en base, quien se encargaba precisamente de recibir la informacin recopiladay de documentarla. El jefe del grupo Tedax de Madrid tambin report informacin al Jefe Superiorde Polica de Madrid, Miguel ngel Fernndez Rancao, que la trasladaba a las autoridades polticaspor otra va distinta a la del comisario general.

    Cuando el 11 de marzo volv a la Unidad Central, a las 12.00 horas, le insist al citadocoordinador en que era necesario llevar un escrupuloso orden dada la complejidad de la tragedia, quetrascenda claramente el mbito tcnico. l me respondi: No se preocupe, jefe; no hay problema;esta situacin la resolveremos bien, como siempre. Yo le contest: No me preocupan las cuestionestcnicas, eso s que lo vais a hacer bien; el problema es la gestin de la informacin y ladocumentacin de las intervenciones; cuando regresen a base, comuniquen a la gente que est ahoraen los escenarios que quiero tener una reunin con ellos.

    Sobre las 13.30 horas, los Tedax que se encontraban desde primera hora en los escenarios de losatentados fueron relevados para comer. Cuando terminaron, y antes de que volvieran a su trabajo, mereun con ellos para recordarles la importancia de nuestra actuacin. Les ped todo el esfuerzonecesario. Se lo debamos a las vctimas que esa misma maana habamos visto destrozadas en lostrenes. Tambin les insist encarecidamente en que todos los datos que se generaran los sometieran alos filtros y contrastes necesarios y que reiteraran esas gestiones las veces que fuera preciso.

    Al Grupo de Informes le di instrucciones para que en las notas que redactaran reflejaran conclaridad aquello que, objetivamente, estuviera contrastado. Los datos no verificados, les dije, debannotificarlos precedidos de expresiones que advirtieran claramente que an eran provisionales:presuntamente, an sin comprobar, posiblemente, etc.

    Al coordinador le orden elaborar una memoria que plasmara todas las actuaciones quehiciramos desde ese mismo da 11. Ese texto, al que se adjuntaron los documentos de apoyo (en total,50), se cerr el 21 de junio del 2004. Ese da, remitimos la citada memoria a la Direccin General dela Polica (registro de salida 18.259 de 21 de junio de 2004), con el fin de que sta tuviera unconocimiento pormenorizado de la labor efectuada hasta el momento. Los puntos de esa memoriaestn incluidos en este libro.

    La memoria me fue de gran utilidad para preparar mi comparecencia ante la Comisin deInvestigacin Parlamentaria el 7 de julio de 2004 y para mi declaracin como testigo en el juicio del11-M. No tuve que reconstruir lo acontecido, ya que la secuencia, la forma y el resultado de lasactuaciones haban sido reflejadas en ese documento en tiempo real.

  • 3.3. Los datos urgentes

    Las comunicaciones urgentes en una incidencia terrorista tienen dos finalidades. Por un lado,

    satisfacer necesidades operativas: adoptar medidas preventivas o abrir lneas de investigacin, porejemplo. Por otro, tener informados a los escalones superiores. Para que sean oportunas y eficaces, sepueden llevar a cabo personalmente y, si no es posible, a travs de los diferentes medios detransmisin. Posteriormente, cuando las circunstancias lo permiten, se documentan de forma mscompleta con los datos que se van obteniendo y contrastando.

    Fruto de la experiencia, en los aos ochenta, la Direccin General de la Polica[32] ordena queesas primeras informaciones se trasladen de forma estandarizada, sin opiniones ni conjeturas. En el11-M, los miembros de la especialidad ramos conscientes de que la informacin, que en esosmomentos slo podamos obtener nosotros, era crucial y deba de ser fiable, que no deba aventurardatos o juicios de valor que no se ajustaran minuciosamente a la realidad.

    La magnitud de la catstrofe y las repercusiones polticas y sociales propiciaron que, el mismo 11de marzo, en nuestro trabajo de recabar datos, estuvieran presentes comisarios de responsabilidadsuperior y miembros de la Junta de Gobierno de la Polica, que fueron testigos de lo que pas. Estoscuatro puntos explican qu mandos estaban presentes cuando se capt la informacin y ponen demanifiesto la absoluta transparencia de mi actuacin y la de los Tedax, que nos limitamos a facilitar latransmisin de datos:

    1. Est documentado judicialmente que los desactivadores de las bombas localizadas en ElPozo y en Atocha, con base en su experiencia, descartaron, esa misma maana, la explosinde dinamita Titadyne. En la nota elaborada en la maana del da 12, consta lo que apreciaronlos desactivadores de las bombas neutralizadas en El Pozo y en Atocha, que la masaexplosiva era de color blanco marfil. La del Titadyne es rojiza. Adems, sobre las 9.00 horasdel 11 de marzo, en la estacin de Atocha, el jefe del Grupo de Madrid me lo comunicpersonalmente, en presencia de Santiago Cuadro.

    2. Cuando se obtuvieron los resultados de los anlisis realizados sobre los restos de lasexplosiones, hacia las 14.30 horas, estaba en la Unidad Central de los Tedax SantiagoCuadro, del que entonces dependamos. Fue l quien recibi directamente la informacin dela inspectora responsable del laboratorio, licenciada en ciencias qumicas.

    3. Tras el traslado de la Kangoo, de las proximidades de la estacin de Renfe de Alcal deHenares a Canillas, a las 15.30 horas me avisaron del hallazgo de los detonadores y el restode cartucho de dinamita. En esos momentos, me encontraba en la cafetera del complejopolicial con Jess de la Morena y otros dos comisarios de Informacin. Juntos fuimos allaboratorio para observar detenidamente la furgoneta, los detonadores y el resto delcartucho. All, los Tedax comunicaron sus conclusiones a los cuatro comisarios queestbamos all presentes. Una de ellas era que se trataba de un material que no utilizabaETA. Luego regresamos donde estaban los funcionarios de Polica Cientfica y deInformacin inspeccionando la furgoneta. All pudimos ver una cinta de audio y escucharparte de su contenido, un sonido que parecan versos o cnticos del Corn.

    4. A las 2.00 horas, ya del da 12, apareci en la comisara del distrito del Puente de Vallecasuna bolsa con una bomba. Cuadro y yo hicimos acto de presencia y permanecimos all hasta

  • que los Tedax la desactivaron.

    En estos cuatro casos, en los que se obtuvieron datos de vital importancia y de notificacinurgente, los Tedax no necesitaron utilizar ningn cauce de comunicacin verbal hacia instanciassuperiores, porque estaban presentes quienes deban recibir la informacin. En tiempo real, por lotanto, bamos consiguiendo una percepcin directa y fiable de los datos, complementada con laspreguntas que se realizaron a los especialistas que intervenan. Si alguien confundi al Gobierno, nofui yo ni los Tedax.

    Siempre me ha resultado inexplicable que en el comit de coordinacin del 11-M, presidido porel secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, no estuviera el comisario general de SeguridadCiudadana, de quien dependan, en aquellos momentos, los Tedax y otras unidades con importantesresponsabilidades en la gestin de los atentados. Ello hubiera evitado la inclusin de otrosintermediarios en los canales de informacin.

    El tratamiento de la informacin y su difusin a los medios, por parte de instancias superiores, lodesconocamos. En la unidad estuvimos volcados en nuestras funciones durante los tres dasconsecutivos a los atentados, apenas sin descanso. Cuando mi familia me comunicaba que en losmedios se hablaba de la autora de ETA, yo me sorprenda, pero, por otra parte, ignoraba los datosdisponibles en otras unidades policiales.

  • 3.4. Nuestros documentos

    Desde mi unidad se extendieron, como habitualmente se hace, tres tipos de documentos:

    Nota informativa: contiene datos provisionales, generalmente sin confirmar, cuya finalidadconsiste en contribuir a que la unidad que lleva la investigacin disponga, lo antes posible, de losdatos que les puedan ser de utilidad. Tambin se emplean para informar a la cadena de mando. Es elinstructor quien valora su incorporacin a las diligencias policiales y su remisin a la autoridadjudicial.

    Informe: Se elabora a solicitud de una autoridad policial o judicial sobre cuestiones concretas queno necesiten la realizacin de una pericia. Su contenido aporta la informacin que sobre estascuestiones disponga la unidad. Si la autoridad judicial, una vez recibido el informe, consideranecesario ampliarlo o complementarlo con la realizacin de alguna pericia, lo solicita expresamente.

    Informe tcnico pericial: Se realiza a requerimiento de la autoridad judicial sobre aquellosaspectos expresamente solicitados[33]. Lo elaboran los peritos designados por el jefe de la unidadpolicial o, en su caso, directamente por el juez instructor. Lo firman los peritos y le da el visto buenoel comisario jefe de la unidad. El visto bueno implica que se ha dado una orden a los funcionariosdesignados como peritos, que en el documento se da respuesta a lo solicitado y que se han observadolos requisitos formales. Nunca se entra a valorar su contenido, el cual corresponde a la autonoma eindependencia del perito.

  • 3.5. Insistentes llamadas del CNI y la Guardia Civil

    El intercambio de informacin tcnica con expertos en desactivacin de explosivos era fluido.

    Tras el atentado, especialistas de Ertzaintza y Mossos nos los solicitaron y se los proporcionamos tresdas despus con la debida autorizacin y discrecin. Con los Tedax de la Guardia Civil el trasvase deinformacin era an mayor. En la maana del 12 de marzo, visitaron la Unidad Central, dondeobservaron en persona el material incautado hasta ese momento. La colaboracin entre losespecialistas del Cuerpo Nacional de Polica y los de Guardia Civil fue, de hecho, constante,permanente y se produca prcticamente en tiempo real. Era habitual que los Tedax que no erancompetentes estuvieran presentes en la intervencin como observadores o que nos prestaran apoyo siera necesario.

    Es decir, que los datos tcnicos los trasladbamos sin problemas a otros expertos del resto decuerpos. Los de la investigacin, sin embargo, solo los compartamos con la unidad que instrua elatestado y con el juez. En este sentido, a todos los miembros de mi unidad nos sorprendieron mucholas insistentes llamadas que recibamos desde el Centro Nacional de Inteligencia y los Servicios deInformacin de la Guardia Civil. Queran conocer el ncleo de la investigacin, que en ese momentoestaba en torno a la labor los Tedax. En concreto, desde el da de los atentados hasta el 15 de marzo,tanto el coronel de la Guardia Civil responsable de Informacin como otro coronel del CNI nosacribillaron a llamadas telefnicas los das 11, 12 y 13 de marzo, tanto por la noche como por el da,para enterarse de los detalles de la investigacin relativos a los hallazgos de la Renault Kangoo y losexplosivos. Sin embargo, nosotros siempre les remitamos, para datos tcnicos, a los Tedax de laGuardia Civil que haban estado presentes, y al instructor del caso en temas de investigacin. Ellosnos planteaban hiptesis, sin lgica ni coherencia, sobre el posible origen de los explosivos y el modusoperandi de su sustraccin. Pero cuando el coronel de la Guardia Civil, por ejemplo, solicitinformacin sobre el material incautado, se le remiti a los Tedax de su propio cuerpo, que habanestado en nuestra unidad desde el primer momento.

    Nosotros solo informbamos a nuestros superiores, en este caso a la Comisara General deInformacin, que diriga las investigaciones e instrua el atestado. Por eso, cuando alguien ajeno a estedepartamento nos peda datos no tcnicos sobre las investigaciones que estbamos llevando a cabo,nuestra respuesta era siempre la misma: Los datos sobre las investigaciones que se estn realizandoslo se los facilitamos a nuestros superiores y al juez; solictenselos a ellos. Al ver mi postura firme,desde el rea de Informacin de la Guardia Civil y desde el CNI telefonearon a otros miembros de miunidad insistentemente con el fin de recabar datos, pero tambin por esta va recibieron idnticacontestacin: nos remitamos a la cadena de mando.

    La finalidad de estas reiteradas llamadas telefnicas en esos tres das era cotejar los datos quenosotros disponamos de la furgoneta con otros que ya tenan el CNI y Guardia Civil. Esto lo supimosdespus, durante la Comisin Parlamentaria, la instruccin del sumario y la vista oral. En esemomento solo percibamos una anmala ansiedad por parte de estos servicios por conocer, cuantoantes, los resultados que bamos obteniendo sobre lo encontrado en la Renault Kangoo. Por supuesto, atodos nos sorprenda esta actitud y desconocamos si esos datos tambin los solicitaron a travs de sucadena de mando y si le fueron facilitados. Al mismo tiempo, ignorbamos todos los indicios que lasunidades de Informacin, Polica Cientfica u otros especialistas haban podido encontrar.

  • 3.6. Fotos de la bomba desactivada en una televisin de EEUU

    Los servicios de desactivacin de explosivos no dependen del mismo departamento policial en

    todos los pases. En algunos estados incluso se enmarcan en organismos ajenos a la Polica. Por esta yotras razones, el intercambio de datos tcnicos entre estos servicios suele ser directo, a travs de redesde contacto establecidas en foros especficos. La naturaleza de sus funciones y el carcter secreto delos datos tcnicos desaconseja utilizar otros canales.

    La internacionalizacin del fenmeno terrorista, con materiales y modus operandi similares,precisa de un intercambio transparente, rpido y eficaz de informacin entre tcnicos de desactivacinde explosivos de diferentes pases. Estoy hablando de datos tcnicos de vital importancia para otroespecialista en una intervencin posterior sobre un artefacto parecido. En el 11-M, a travs de correoelectrnico, recib ofrecimientos de apoyo de servicios de desactivacin de explosivos de numerosospases, as como solicitudes de informacin tcnica. Ante esta ltima demanda, ped permiso parafacilitar datos y adjunt el informe que iba a entregar. Hasta el jueves, 18 de marzo, no fue concedidala autorizacin. Este mismo da, a las 18.00 horas, convoqu a los agregados policiales de diferentespases para entregarles el informe en la sede de nuestra Unidad Central. Nada ms recibirlo elagregado de un pas (sera una incorreccin citarlo), me lleg una contraorden para que se retrasara laentrega hasta el lunes 22. Ese da, antes de que los agregados del resto de pases recibieran el informe,una televisin de EEUU difundi las fotografas de la bomba que incorporaba el documento. No fue laPolica espaola la que facilit esas imgenes a esa televisin antes que a la prensa nacional, como sereproch en algunos medios. Fue ese servicio de especialistas extranjeros que recibi la informacinel da 18 el que llev a cabo este inadecuado comportamiento. De hecho, otros servicios extranjerosreprocharon esa conducta a los