Las bambas

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LAS BAMBAS Un modelo de desarrollo sostenible Proyecto ganador del premio Creatividad Empresarial 2004

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LAS BAMBASUn modelo de desarrollo sostenible

Proyecto ganador del premioCreatividad Empresarial 2004

Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

© ProInversiónAgencia de Promoción de la Inversión PrivadaAv. Paseo de la República 3361, piso 9, Urb. Córpac, Lima 27, PerúTelf.: (51-1) 612-1200 / Fax: (51-1) [email protected]

No se requiere permiso para la reproducción total o parcialde este documento, a condición de que se cite la fuente.

Primera edición, setiembre de 2005

Las fotografías del Capítulo I fueron tomadas en:Museo «Oro del Perú» «Armas del Mundo». Fundación: Miguel Mujica Gallo

Diseño y diagramación: Gisella Scheuch Pool

Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú N.° 2005-6135

Exención de responsabilidad

La información contenida en el presente documento provienede diversas fuentes y no debe constituir la única referencia parala toma de cualquier decisión empresarial.

En todo caso, ni ProInversión, ni el Estado peruano o cualquie-ra de sus funcionarios asumen responsabilidad alguna por el de-sarrollo de negocios o cualquier otra decisión que se adoptasetomando como base todo o parte de la información contenidaen el presente documento.

Índice

Introducción 5

Capítulo I: LA MINERÍA EN EL PERÚ 7

HISTORIA MINERA... NORTE, SUR, CENTRO 10Pre inca 10Los incas 16Colonia 17

LA REPÚBLICA 23Los primeros años 23La recuperación 24Después de la crisis de los 30 26El gobierno militar 28

EL DESPERTAR MINERO 30

Capítulo II: MINERÍA EN APURÍMAC: GRAU Y COTABAMBAS 37

LOS PRIMEROS HALLAZGOS 40EN LA COLONIA 42LA REPÚBLICA 43

El redescubrimiento de Ccochasayguas 43Progreso: pueblo de mineros artesanales 50La búsqueda de cobre 52

Capítulo III: HACIA EL DESARROLLO SOSTENIBLE DE APURÍMAC 59

EL PROGRAMA INICIAL DE DESARROLLO SOSTENIBLE 65ACTIVIDADES REALIZADAS 68

Alfabetización, capacitación y desarrollo de habilidades 68Agricultura y ganadería 68Infraestructura 71Salud 75Programa cívico de respeto a los valores, cultura y costumbresde la población y de seguridad 76

EL DIÁLOGO, LA CONSULTA Y LA PROMOCIÓN DE LA MINERÍA 78EL FIDEICOMISO 83LOS PROYECTOS APROBADOS 87EL SIGNIFICADO Y LOS RETOS 89LOS OTROS FIDEICOMISOS 91

Referencias bibliográficas 93Agradecimientos 95

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

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La Minería en el Perú

El Perú está lleno de historias de éxito que nuncallegan a conocerse y en ProInversión no quería-mos que esto mismo sucediera con el proceso depromoción de la inversión privada en el proyec-to minero Las Bambas.

Tenemos muchas razones para estar orgu-llosos de este proceso que nos ha marcado elcamino a seguir en nuestra tarea de promover lainversión privada en el Perú en minería y todoslos demás sectores. Hemos aprendido que el éxi-to de cualquier proceso está asegurado siemprey cuando cuente con la participación de la po-blación de la zona de influencia y que ella perci-ba directamente los beneficios de la inversión através de una sensible mejora en su calidad devida.

En el caso del proyecto Las Bambas todoempezó cuando ProInversión se acercó a las co-munidades campesinas de la zona de influencia,las provincias de Grau y Cotabambas, para dialo-gar y explicarles nuestros objetivos y comprome-

Introducción

terlos con el inicio del proceso de promoción.Una vez obtenido este entendimiento pusimosen marcha todo un proceso de diálogo, informa-ción y consulta que tuvo como resultado el apo-yo de la población a la inversión privada en mi-nería con desarrollo social y responsabilidadambiental.

Pero nuestra labor no solo se concentró eninformar a la población de las ventajas y bonda-des de la inversión privada. La situación de po-breza extrema en que vive la zona de influencianos obligó a poner en marcha al mismo tiempoun Programa Inicial de Desarrollo Sostenible di-rigido a proveer de servicios básicos, con la ayu-da de diversas entidades del sector público, y arestablecer la presencia del Estado.

Todo este trabajo nos permitió diseñar unproyecto minero con una propuesta inherente dedesarrollo sostenible que permite que el flujo deinversión social, que se había iniciado con el Pro-grama Inicial de Desarrollo Sostenible, continúe

fluyendo durante la etapa de exploración y luegoen la de explotación de los yacimientos de cobre,con la finalidad de revertir la pobreza de la zonade influencia.

Es así que se encontró en el fideicomiso elinstrumento ideal para cumplir con ese objetivo.Este instrumento asegura que los recursos delFideicomiso Aporte Social Proyecto Las Bam-bas, que empezó a operar con US$ 45,5 millo-nes, no tengan otro uso que no sea financiar pro-yectos que beneficien directamente a la zona deinfluencia (83.200 habitantes, 20 distritos y 150comunidades campesinas) y que son aprobadospor un Consejo Directivo, previa consulta de lasautoridades provinciales y distritales a las comu-nidades campesinas a través de mesas de diálogode presupuesto participativo.

Este libro recoge el trabajo de ProInversiónque se inició en el año 2003 y que hoy continúade la mano de la población de la zona de influen-cia y sus autoridades provinciales y distritales. Ellamisma está conduciendo su proceso de desarro-llo sostenible.

El libro, en su capítulo I, hace resumen de lahistoria de la minería del Perú, basado en la obrade los reconocidos historiadores, cuyo objetivoes recordarnos que somos un país, desde nues-

tros orígenes, tradicionalmente minero. En elcapítulo II reconstruimos la historia minera delas provincias de Grau y Cotabambas, cuyos ri-cos yacimientos de oro fueron explotados porlos antiguos peruanos en el período preincaico yel Imperio Incaico, los españoles en la Colonia, ylos empresarios peruanos en las primeras déca-das el siglo XX. En el capitulo III se describe elproceso de promoción del proyecto minero LasBambas, el programa inicial de desarrollo soste-nible y el fideicomiso de aporte social.

Este proceso no ha estado, ni está, exentode dificultades y retos que comprometen a la po-blación, las autoridades, empresas y todos losactores de un proceso que recién se está plas-mando.

ProInversión agradece especialmente a to-das las entidades y personas que nos abrieron suspuertas para contarnos historias y anécdotas, yque nos brindaron valiosa información, todo locual nos ha permitido redescubrir la riqueza mi-nera del Perú y de las provincias de Grau y Cota-bambas, así como para construir la primera partede la historia de éxito de la zona de influencia deldistrito minero Las Bambas a la cual se le hanabierto las puertas de un futuro de bienestar yprosperidad.

Lima, setiembre del 2005

RENÉ CORNEJO DÍAZDirector Ejecutivo

Capítulo I

LA MINERÍA EN EL PERÚ

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

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La Minería en el Perú

Efectivamente, no hay casi región del Perú queno ofrezca algún tipo de riqueza minera. En lasregiones de Piura, Cajamarca y La Libertad seencuentran yacimientos de oro, cobre y polime-tálicos; en Áncash y Huánuco existen yacimien-tos de oro, polimetálicos y no metálicos; Lima,Pasco y Junín poseen una gran cantidad de yaci-mientos polimetálicos; Huancavelica, Ayacuchoy Apurímac son ricos en plata y cobre; Ica, Mo-quegua y Tacna destacan por sus yacimientos decobre y hierro; y en Arequipa, Puno y Madre deDios hay yacimientos de cobre, hierro y oro.2

Si queremos poner en números toda esta ri-queza, revisemos la información del ServicioGeológico de Estados Unidos. Tomando única-mente los productos metálicos tradicionales, el

Perú dispuso de 300 millones de toneladas dereservas de cobre, 16 millones de toneladas dezinc, 3,5 millones de toneladas de plomo, 710 miltoneladas de estaño, 36 mil toneladas de plata y3.500 toneladas de oro.3

La producción minera aporta alrededor deun 6% de la producción nacional, cifra que aprimera vista parecer reflejar que este sectorcumple solo un papel secundario en la econo-mía. Pero nada más alejado de la realidad. Laminería contribuye con un poco más del 55%de las exportaciones, y además hoy en día el Perúes uno de los líderes mineros de América Lati-na y del mundo debido al sostenido crecimien-to que ha experimentado la producción mineraen los últimos años impulsada por una crecien-

«Perú, país minero». Es una frase que muchas veces hemos escuchado cuando se quieredestacar que el Perú es un país minero por excelencia. Y es que nuestro país ha sidobendecido por una inmensa riqueza minera tanto en cantidad como en variedad, y queestá esparcida en casi todo el territorio nacional. Tomemos el caso del oro. «No hayregión del Perú que no ofrezca algún depósito aurífero; los cerritos que forman las pequeñas cadenas enla llana región de la costa; las profundas quebradas de la sierra; la elevada e inhospitalaria cordillera;los vírgenes bosques de la montaña; en una palabra, todas las zonas ofrecen minas o lavaderos deoro», describía el sabio geólogo italiano Antonio Raimondi a fines del siglo XIX luegode un largo periplo por casi todas las zonas auríferas del país.1 Y sucede casi lo mismocon otros metales.

1 Raimondi, Antonio. «Oro del Perú». P. 95.2 Kuramoto, Juana. «Las Aglomeraciones Productivas alrededor de la Minería. El Caso de Minera Yanacocha». P. 36.3 U.S. Geological Survey. «Mineral Commodity Summaries 2005». P. 197.

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te inversión extranjera y nacional, y apoyada enun grupo de profesionales y obreros debidamen-te capacitados.

Otro aspecto a destacar es que las empre-sas mineras más importantes del mundo ope-ran en el Perú porque se trata de uno de losdestinos más atractivos para la inversión mine-ra. Además de una inmensa riqueza, nuestro paísofrece un moderno marco legal minero y unalegislación ambiental muy estricta, así como unade las economías más sólidas y estables de Amé-rica Latina.

Pero en un mundo globalizado, el país nopuede conformarse con estos logros, más aún siconsideramos el potencial de desarrollo de la ac-tividad minera. Actualmente solo el 10% de lasáreas de concesiones mineras están siendo ex-ploradas. La mayor concentración de operacio-nes y proyectos mineros se halla sobre la franjade la cordillera central, existiendo oportunidadesde exploración en estas áreas, además de la costa,sierra y selva.

Y esto es reconocido a nivel internacional.Según el ranking de potencial geológico del Ins-tituto Fraser, el Perú se ubica en segundo lugar—detrás del estado de Nevada (Estados Uni-dos)— como el territorio cuyo potencial mineroincentiva más la inversión. Adicionalmente, en el

ranking del índice combinado de atractivo geo-lógico y minero de esta entidad, se ubica en elséptimo lugar en el mundo.4 Entonces, tenemosmucha riqueza minera por explorar y por lo tan-to, por explotar.

El desafío es seguir siendo un destino atrac-tivo y competitivo para mantener esa posiciónde líder minero. Y en ese esfuerzo, ProInversiónha incorporado el concepto de desarrollo soste-nible a través de la inversión social. La inversiónminera no solo debe beneficiar a las empresas yal Estado, también debe beneficiar a la pobla-ción de la zona de influencia de un proyecto. Enla medida que la población comparta los benefi-cios de la inversión minera y se traduzca en undesarrollo sostenible, ella misma se convertirá enun agente de promoción de la inversión y gene-rará un ambiente amigable para el desarrollo dela empresa. Una razón más para invertir en elPerú.

HISTORIA MINERA...NORTE, SUR, CENTRO

Pre inca

La frase «Perú, País Minero» además de reflejar lainmensa riqueza minera del país y su posición deuno de los líderes mineros de América Latina ymundial, también nos recuerda que somos un paístradicionalmente minero desde nuestros oríge-nes. La minería es una actividad que fue desarro-llada desde las primeras civilizaciones que fue-ron apareciendo en el norte, centro y sur del Perú.

Para algunos historiadores y expertos, la ac-tividad minera se remonta a los años 8000 y 3000a.c. en Lauricocha, ubicada entre las regiones dePasco y Huánuco, donde se encontraron los res-tos humanos más antiguos del Perú. En 1963, el

RANKING DE PRODUCCIÓN

Metal América Latina Nivel Mundial

Oro 1ro 6toZinc 1ro 3roEstaño 1ro 3roPlomo 1ro 4toCobre 2do 3roPlata 2do 2do

Fuente: Anuario Minero 2004 - Ministerio de Energía y Minas.

4 Fraser Institute 2004/2005. Survey of Mining Companies. P. 56-57.

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La Minería en el Perú

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ingeniero peruano Augusto Cardich, tras variosaños de excavaciones en esa zona, encontró trescadáveres de niños, uno de los cuales tenía unacuenta de collar en la forma de un pequeño cubode turquesa y un agujero para pasar la cuerda.Otro de los niños tenía una cantidad de hierrogranulado con algo de magnetita. En posteriorestrabajos realizados por el ingeniero Cardich enesa misma zona, lo que él mismo denominó Lau-ricocha II, encontró gran cantidad de instrumen-tos de sílex que evidencian avances técnicos demanufactura como son los retoques bifaciales,puntas triangulares y dentadas.5

Si hablamos del uso de los metales en el sen-tido estricto de la palabra, los primeros trabajoscon oro corresponderían a unos fragmentos demetal que estaban enterrados —al parecer se tra-taba de ofrendas— en un lugar llamado «MuyuMoqo» ubicado en la provincia de Andahuaylas,Región Apurímac.

Estas ofrendas incluyeron nueve escamas deloro, finamente martilladas, y con cuentas de lá-piz lázuli en las manos de los difuntos. La bocatenía una cuenta grande con una hoja laminadade oro enrollada insertada en su agujero central.Los fragmentos son pequeños, de aproximada-mente 5 mm, y la hoja es de 41 mm de largo. Losinstrumentos metalúrgicos encontrados consis-tieron en tres martillos cilíndricos de piedra y deun yunque, y algunos tazones de piedra en locuales habrían probado el recocido para evitaragrietar la hoja. Los tres martillos fueron elabo-rados con diferente material (basalto, piedra are-nisca y tiza) y cada uno de ellos habría sido utili-zado en las diferentes fases del martillado.

José Antonio del Busto en su obra Perú Pre-incaico precisa que las primeras labores con el

oro martillado se remontan al año 600 a.c., du-rante el período denominado de los sedentariosy precerámico. La plata se trabajó a partir del año100 d.c. y las primeras aleaciones datan del año800 d.c.6 Aquí ya nos estamos refiriendo a lascivilizaciones preincaicas, las que nos dejaronmuestras de una extraordinaria habilidad para tra-bajar con el oro, plata, cobre, estaño y hasta alea-ciones como el bronce.

La cultura Chavín (1500 a 300 a.c.) desarro-lló una metalurgia que se limitó al oro, el cual eraextraído de los lavaderos de la amazonía, a vecesmezclado con plata y cobre. Sus objetos (braza-letes y anillos) presentan motivos estilizados ygeométricos, evidenciando una técnica muy avan-zada por sustentarse en el martillado, repujado yrecortado.7 Si queremos comentar algo más so-bre esta civilización, podemos referirnos a la obrade Georg Petersen, quien en su estudio sobre laMinería y Metalurgia en el Antiguo Perú, afirmóque «la metalurgia más antigua está asociada con la cul-tura Chavín» y que «el oro aparece en el Perú en-tre 1000 y 800 años a.c. en el horizonte Chavín,alcanzando su auge en las culturas Mochica, Chi-mú e Incas».8

También hay que mencionar las investiga-ciones de Samuel Lothrop, quien al analizar laspiezas de oro de los Chavín (coronas, una banda,depiladores, orejeras decoradas y sin decorar),planteó que trabajaron este metal precioso hastaobtener una lámina grande rectangular que secortaba de tal manera que los lados quedabanparalelos y las esquinas redondeadas, que los re-lieves fueron hechos con herramientas de variostamaños. Asimismo, en el caso de las orejeras,precisa que el proceso de fabricación debió ha-ber incluido soldadura o el uso de una amalgama

5 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 10.6 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». P. 80.7 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». P. 111.8 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 13.

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La Minería en el Perú

Set del minero. Se observan trestipos de puntas de barreno utilizadosen las actividades minerasusualmente de cobre o aleacióncobre-arsénico, lo que le daba mayorresistencia a la herramienta. Elmineral obtenido era recogido ytrasladado en cestos de caña y bolsasde algodón.

Set del minero. Se observa dospuntas de barreno y dos hachasmoledoras. El mineral una vezrecogido era trasladado donde seprocedía a un proceso de selección ymolido. El molido era efectuado conhachas de gran tamaño y pesousualmente de piedra.

Set de refinado: el mineral esfundido y producto de ello serecuperaban los prills o metal sinrefinar, que eran vueltos a moler ypasaban a un proceso de refinación,en el cual el metal era vuelto a fundir.Éste en estado líquido era vertido enlingoteras. En la foto se observa uncrisol miniatura de boca ancha , unprill sin refinar , una lingotera decobre y dos lingotes de oro macizo.Todas las herramientas y los lingotesde oro son pre hispánicos.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

Set del orfebre. Martillado: se observa el proceso de laelaboración de una lámina de oro, en la base un yunquede mesa o tass sobre el cual se coloca el lingote de oro, elmartillo es de piedra. El proceso termina cuando la láminallega al espesor esperado por el orfebre. Todas lasherramientas y la lámina de oro son pre hispánicas.

Set del orfebre. Repujado: se trata de una de las técnicas de decoración más utilizadas en la época pre-hispánica. Sobre unalámina martillada los diseños eran dibujados y repujados por el reverso sobre una superficie blanda. Por el lado anverso erandelineados dándoles la forma final sobre una superficie un poco más dura. En la foto se observa un punzón de cobre y al pieuna serie de embutidores y repujadores de piedra. Todas las herramientas y la lámina de oro son pre hispánicas.

Set del orfebre. Recortado: se observa el proceso derecortado de una lámina de oro. Se realizaba sobre unasuperficie dura (tass) con un cincel de corte usualmente deun metal de mayor dureza (cobre). El proceso terminacuando la lámina adquiere la forma que el orfebre espera.Todas las herramientas y la lámina de oro son pre hispánicas.

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La Minería en el Perú

para soldar y unir la superficie plana decoradacon el tubo de inserción en la oreja.9

La cultura Vicús utilizó el cobre para la con-fección de ofrendas funerarias. A esta civilizaciónpertenecen pequeños objetos de cobre ligeramen-te enchapados en oro, así como narigueras de oroy plata, orejeras y vasos de metal fino halladas ensepulturas muy profundas. En la zona de Ayaba-ca se encontraron esculturas antropomorfas deoro en láminas soldadas (la Venus de Frías) y otrosobjetos que evidencian un trabajo de avanzada.Se dice que conocieron el «champi» o «tumbaga»,aleación dura y maleable del cobre, oro y plataque imita al oro. Pero quizás su legado más im-portante fue la confección de instrumentos agrí-colas de metal como fueron la azada y el hachade cobre.10

Por desconocer la técnica de la fundición, lametalurgia de la cultura Nazca (100 d.c) se limitóal diseño de piezas de oro martillado, laminado,repujado y recortado para adornos individuales,razón por la cual nos dejaron numerosas nari-gueras, bigoteras y diademas. Por su parte, losMochica (100 d.c) destacaron por su excelenciaen el trabajo con la cerámica, pero en el campode la metalurgia, además del oro, plata y cobre,conocieron el plomo, mercurio y bronce.11

A la sociedad Lambayeque, antecesora de losChimú, pertenecen diversas piezas como cuchi-llos ceremoniales, máscaras funerarias, cántarosde oro y otras, que fueron encontradas en las tum-bas de Batán Grande. Además, conocieron lasaleaciones, las soldaduras, el repujado, el burila-do y el calado, combinando el oro y la plata y eloro con el cobre; y nos dejaron una muestra desu destreza en el diseño de joyería como collares

de esmeraldas y turquesas, amatista, lapislázuli,cuarzo rosado y cristalino, cristal de roca y perlasblancas, rosadas y negras.12

La civilización Tiahuanaco (III y IX d.c), sibien destacó principalmente por su arquitecturade grandes dimensiones —la Puerta del Sol es sumejor carta de presentación—, también hicierongala de una gran habilidad para trabajar con eloro, cobre y estaño, y hasta llegaron a obtenerbronce. El cobre fue utilizado en la elaboraciónde grapas en forma de «T» e «I» que serviríanpara unir las piedras grandes de los edificios. Eloro fue trabajado en láminas.13

Finalmente, y para concluir con la revisiónde las civilizaciones preincaicas, tenemos a la cul-tura Chimú, considerada como la máxima expo-nente de la metalurgia del Perú preincaico, segúnlo afirmaron reconocidos estudiosos como JulioC. Tello y Federico Kauffmann Doig.

Entre las características del trabajo de losChimú se menciona que pocas veces trabajaron eloro puro o de lavadero por ser necesario fundirloa 1.400 grados, sino que prefirieron mezclarlo concobre y así fundirlo solo a 800 grados. Se suponeque el oro lo obtenían de la zona Cajamarca -Marañón.14 Además, conocieron las más avanza-das técnicas para el tratamiento del oro como lafundición, el martillado en hojas, las soldaduras, eldorado, el plateado y diversas aleaciones. Su piezamás famosa es el Tumi, confeccionado en oro, decasi un metro de largo y un peso de menos de unkilo. También nos dejaron vasos ceremoniales,máscaras con turquesas incrustadas, cuchillos yorejeras, entre otros valiosos objetos.

La habilidad de esta civilización del nortedel Perú no pasó inadvertida por los incas ni por

9 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 14.10 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». Pp. 146, 149.11 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». Pp. 168, 192.12 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». P. 238.13 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Preincaico». P. 252.14 Purser, W.C.F. «Metal Mining in Peru, Past and Present». P. 21.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

los españoles. José Antonio del Busto cuenta quelos incas se llevaron a muchos de los súbditosdel Gran Chimú al Cusco para que enseñaran asus artesanos a trabajar los metales. Este histo-riador cuenta también que para el rescate de Ata-hualpa fueron los artesanos de Chimú quienesofrecieron las piezas de oro más hermosas. Asi-mismo, destaca un comentario del cronista Juande Torquedama, quien en 1613 escribió que mu-chos plateros de España se quedaron maravilla-dos de su habilidad en la fundición y vaciado deoro y plata.

Los incas

La minería también fue una de las actividadeseconómicas más importantes del Imperio Incai-co. El oro fue el metal más usado por los incaspara la metalurgia, porque simbolizaba al sol,mientras que la plata solo ocupó un lugar secun-dario. El oro se utilizó en objetos principalescomo vasos ceremoniales, ídolos, petos, diade-mas, adornos personales de los nobles, vajilla real,la litera del soberano y planchas para recubrir elCoricancha.15

Según las crónicas de Garcilaso Inca de laVega, los incas obtenían el oro en casi todo elPerú, en la superficie de la tierra y en los ríos yarroyos, de donde extraían lavado de arena, oroen polvo y pepitas de 18 a 20 quilates. Tambiéntrabajaron con oro de 24 quilates, el cual prove-nía de la mina de Cayahuaya.16 Otras fuentes re-velan que el oro explotado por los incas prove-nía, en su mayor parte, de la sierra de Carabayaen Puno.17

Al reconstruir la historia de la minería en elImperio Incaico, Samamé Boggio cita a recono-cidos historiadores como Luis E. Valcárcel, quienen su obra Historia del Perú Antiguo, hace refe-rencia a los informes elaborados por Fray Diegode Mendoza durante la colonia. Este español re-veló que en el área comprendida por la provinciafranciscana de San Antonio de los Charcas, quecomienza en el Cuzco y acaba en Tarija (Bolivia),se producían las mayores riquezas de oro, plata,estaño, cobre y demás metales. En esta área seencontraban los yacimientos de Potosí, Chichas,Lipes, Charcas (con más de veinte asientos), Oru-ro, Carangas, Berenguela, Sicasica, Pacajes, Ti-ahuanaco, Larecaja, San Antonio de Esquilache,Cailloma, Lampa, Pomasi, Santa Lucía, Condo-rama, Vilcabamba y Carabaya. El oro se encon-traba en forma de pepitas y las de mayor volu-men correspondían a los yacimientos de Caraba-ya.18

También hace referencia a una obra escritapor Pedro Pizarro en 1571, en la cual se mencio-na a las minas de oro y plata explotadas por losincas, entre las que destacaban especialmente lasde Tarapacá por su plata blanca, pura y jaspeadacon quilates de oro.19

Asimismo, el mismo Samamé Boggio revelaque los incas conocieron las minas de Huanca-velica de las cuales solo habrían extraído cinabrioo bermellón («llimpi»), que era utilizado comocolorante facial. En su opinión, es poco proba-ble que esta civilización haya llegado a obtenermercurio, pero cita una investigación de Rivero yUztariz, quien informó sobre el hallazgo de res-tos de hornos muy pequeños en las inmediacio-nes de la mina más famosa de esa zona, Santa

15 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Perú Incaico». Pp. 358-359.16 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 23.17 Instituto de Estudios Económicos Minero del Perú. «La Importancia de la Minería en el Perú». P. 19.18 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 26.19 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 26.

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La Minería en el Perú

Bárbara, lo que demostraría que sí llegaron a tra-bajar con ese metal.20

Antonio Raimondi analizó a fondo las minasde Carabaya, a las que consideró como las másantiguas que se hayan conocido porque fueron ci-tadas por varios historiadores como un lugar muyrico en oro, conservándose la tradición de una granpepita de la forma de la cabeza de un caballo y decuatro libras de peso que fue sacada de los lavade-ros de la quebrada de Inahuaya.21

En su trabajo sobre las minas y lavaderos deoro del Perú, publicado en 1887, el sabio geólo-go italiano también revela que en la cumbre de lacordillera, entre Cajamarca y Yanacancha, se en-contraron varios depósitos y desmontes y algu-nas minas que fueron explotadas por los anti-guos indios, en cuyo interior se hallaron variosinstrumentos de piedra que habrían sido utiliza-dos para extraer oro.22

Colonia

Si hay algo en que coinciden todos los libros dehistoria del Perú, es en determinar la ambiciónde los españoles por acceder a los tesoros delImperio Incaico como la principal causa de suconquista. Samamé Boggie da detalles sobre estaambición:

«Los primeros años de la conquista fueron de ávidarebatiña de las riquezas del imperio incaico. El res-cate de Atahualpa fue sólo el principio; y la facili-dad y rapidez con que se acumularon las piezas deoro y plata que habrían de ser el precio de la libertaddel Inca, y la diversidad de los objetos reunidos —vasos, tumis, collares, ajorcas, brazaletes, láminascon dibujos y alegorías, así como también utensilios

y adornos de los más variados— alucinaron la ima-ginación de los españoles y durante largo tiempo to-dos sus afanes estuvieron dirigidos a recoger cuantopodían, en cualquier forma, destrozando desapren-sivamente valiosas obras artísticas, y reduciendo apreciosa chatarra, a golpe de martillo, los hermosostrabajos en metal, forjados, con paciencia de siglos,por los artífices nativos. Sólo cuando el despojo detemplos, palacios y tumba comenzó a mostrar signosde agotamiento, se pensó en las minas, es decir, enlas fuentes de procedencia de los materiales utiliza-dos por los indios».23

La minería fue considerada como el eje fun-damental del régimen virreinal y desde sus pri-meros años se constituyó en un instrumento ca-pital de la organización económica, la que ade-más se apoyó en el acero y la pólvora que intro-dujeron los españoles. Las actividades comercia-les se formaron y se organizaron alrededor de laproducción minera, a la vez que los grandes cen-tros de producción como Potosí constituían lasmás grandes agrupaciones urbanas y los más ape-tecibles mercados del área.

Durante el virreinato, la actividad minera seconcentró en la extracción de plata, desplazandoal oro a un plano secundario, debido a su cre-ciente demanda con fines monetarios no solo deEspaña, destino de casi toda la producción, sinotambién en sus nacientes colonias. En 1531 seestablecieron las primeras casas de moneda enLima, México y Santa Fe (Colombia).

Sin embargo, a los españoles no les fue nadafácil encontrar las minas explotadas en el Impe-rio Incaico porque los indígenas no estaban dis-puestos a revelar su ubicación. Casi seis años des-pués de la llegada de los españoles al Perú, seinició la explotación del oro y la plata en las mi-

20 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 53.21 Raimondi, Antonio. «Oro del Perú». P. 147.22 Raimondi, Antonio. «Oro del Perú». P. 102.23 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 41.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

Cultura Chavín – Cupisnique. Orejera elaborada enuna sola lámina de oro martillada y recortada. Se observael ojo excéntrico característico grabado en el vástago.

Cultura Inca. Tupu o prendedor elaborado en un hilo vaciado, martillado y recortado en un extremo.

Cultura Tiahuanaco. Pectoral elaborado de una solalámina de oro. Representa a un personaje antropomorfososteniendo un báculo, la cabeza está embutida y el cuerpomartillado y recortado. Presenta decoración repujada.

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La Minería en el Perú

nas de Lucanas y Parinacochas (1537). Dos añosmás tarde se descubrieron más minas de plata enJauja y Huancayo, pero no fue hasta 1540 que seregistró uno de los hallazgos más importantes,luego de que Gonzalo Pizarro consiguió de losindígenas la ubicación de la mina de plata de Por-co, ubicada en el Alto Perú, de la cual se dice seobtuvo buena parte de este metal que adorna eltemplo de Coricancha en el Cusco.

Entre 1541 y 1542, se empezaron a dictarlas primeras medidas relacionadas al sector mi-nero, entre las que destacaron la autorización alCabildo de Huamanga para que otorgue licenciaa cualquier persona que descubriera minas de oroy plata, pero con la condición de registrarlas an-tes de un mes. Otros acontecimientos importan-tes fueron el inicio de la explotación de oro enlas minas de Carabaya, Oruro y La Paz (1542) yel descubrimiento de las minas de oro en Jaén ymás minas en Carabaya (1544).

El segundo hallazgo más importante, y queademás sería determinante en la economía delvirreinato del Perú, sucedió en 1545. En ese añose descubrió la mina de plata de Potosí, ubicadatambién en el Alto Perú, por un indígena llama-do Huallpa, trabajador de la mina de Porco. Pocotiempo después se constituyó una población enlos alrededores de la mina y se fundó un puebloal que se le dio el título de Villa Imperial de Poto-sí por disposición del Emperador Carlos V. Sama-mé Boggio precisa que esta zona llegó a tener160 mil habitantes, de los cuales 15 mil eran mi-neros estables.24 Expertos señalan que se tratóde la ciudad más poblada del virreinato, superan-do a Cusco y a Lima.

En sus primeros 25 años, la explotación dela mina de Potosí se limitó a los minerales másricos. A partir de 1571, cuando se empezó a usar

la técnica de la amalgamación con el mercurioextraído de las minas de Huancavelica —descu-biertas en 1566 y entre las que destacaba el yaci-miento de Santa Bárbara—, se pudo aprovecharlos minerales más pobres y los desmontes acu-mulados.25 Los historiadores sostienen que eldescubrimiento de las minas de Huancavelicapermitió no solo incrementar la producción deplata, sino también contribuyó a reducir los cos-tos de producción, pues ya no fue necesaria laimportación de azogue de España. Incluso, el vi-rreinato del Perú llegó a abastecer de azogue enalguna ocasión al virreinato de México.

W.C.F Purser comenta que las minas deHuancavelica eran popularmente conocidascomo las «Minas de la Muerte» debido a una lar-ga historia de desastres, litigios y deuda. Tal fuela importancia de esta mina para la corona espa-ñola que el Virrey Francisco Toledo, considera-do como uno de los artífices del ordenamientojurídico de la minería en el virreinato, la «nacio-nalizó» en 1572 pagando por ella la cantidad de250 mil ducados a Armador de Cabrera, quiendenunció la mina.26

Una vez que se organizó la producción dePotosí y de Huancavelica se generó todo un mo-vimiento comercial entre los puertos de Tambode Mora, donde se embarcaba el azogue de Huan-cavelica a Islay y luego a Arica. El Virrey Toledooficializó el Puerto de Arica como el tránsitoobligado hacia y desde Potosí. La plata proce-dente de esta mina se embarcaba a Lima.27

En los años siguientes al descubrimiento dePotosí se dieron otros hallazgos importantes demás minas de oro y plata en Cusco, Huanuco,Apurímac, Tarapacá, Arequipa y Puno. En 1593se empezó a trabajar el asiento minero de NuevoPotosí formado por Yauli y Morococha.

24 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 46.25 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, p. 43-44.26 Purser, W.C.F.. «Metal Mining in Peru, Past and Present». P. 32.27 Pease, Franklin G.Y. «Perú, Hombre e Historia». Tomo II (Entre el siglo XVI y XVII), p. 238.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

Cultura Inca. Idolillo elaborado con láminas de oroembutidas y unidas con soldadura. Representa a unpersonaje de élite (orejón) con las manos recogidas haciael pecho.

Cultura Lambayeque. Botella de doble pico asa puente elaborada en láminas de oro embutidas y ensambladas con soldadura.Presenta decoración calada , embutida y repujada.

Estilo Frías. Paleta de calero elaborado en dos cuerpos,con el vástago de oro vaciado y en la parte superior unensamble en láminas embutidas recortadas unidas consoldadura. El diseño representa a un mono en actitudoferente que lleva en la espalda a un ave con las alasplegadas y mirando hacia atrás. Los ojos del mono tienenincrustaciones de crisocola.

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La Minería en el Perú

En el siglo XVII, específicamente en 1629,se descubrieron minas cerca de Santiago de Chu-co (La Libertad) y la mina de Cerro de Pasco. Estaúltima fue descubierta, también de causalidad, porun indígena pastor llamado Huari-Capcha, en loque hoy se conoce como el paraje Santa Rosa, enel cerro Santisteban de Lauricocha. Si bien Cerrode Pasco era un yacimiento principalmente ricoen cobre —metal cuya producción no interesabaa los españoles— fue explotada porque se podíaobtener plata como un subproducto.

Otros descubrimientos importantes en eseperíodo fueron las minas de plata de Laicacotaen Puno (1665) y Hualgayoc en Cajamarca (1767).

Sobre Laicota, esta mina no solo llegó a serfamosa por su riqueza, también por la rebeldíaempresarial encabezada por sus propietarios, loshermanos Salcedo, a tal punto que el virrey Con-de de Lemos se vio obligado a intervenir de ma-nera enérgica.28 Respecto a Hualgayoc, cuyo nom-bre significa «collar» y se debe a la saliente en for-ma de anillo que circunda la cima más alta de esaregión, es una mina que producía también cobrey plomo. Incluso, hay evidencia que esta minafue trabajada por los Incas y durante los prime-ros años de la conquista en forma clandestina.29

Mención aparte se debe hacer al sistema detrabajo establecido por españoles para proveer lamano de obra necesaria con el objetivo de asegu-rar que las minas que iban hallando, principal-mente las minas de Potosí y Huacanvelica, seanexplotadas al máximo. Así adoptaron el sistemade la mita, aplicado en el Imperio Incaico, perocon notables diferencias.

Los incas utilizaron la mita, un sistema deturnos, para realizar obras consideradas impor-tantes y necesarias, a través de la cual los habi-

tantes de los poblados cercanos debían aportaruna determinada cuota en hombres para realizarlos trabajos. Esta se basaba en los principios dereciprocidad y redistribución, pero en la Coloniase basaba en el régimen salarial y en la explota-ción. Fue el virrey Francisco Toledo quien orga-nizó este sistema de trabajo, empezando por Po-tosí, mina en la que dispuso fuera servida por 16provincias, las cuales debían aportar un séptimode su población entre los 18 y 50 años para tra-bajar las 24 horas del día.30 Casi dos siglos mástarde, en 1777, se iniciaría la revolución contra lamita minera por parte de Túpac Amaru, uno delos acontecimientos que marcaría el inicio de lacrisis del sector minero durante la colonia y tam-bién del virreinato.

Hacia finales del régimen virreinal no regis-traron hallazgos de yacimientos mineros de im-portancia. Ese fue, mas bien, un período de de-terioro de los rendimientos y de la producciónderivado del agotamiento de las minas —el co-lapso de las minas de Huancavelica en 1780, en-tre ellas— y las inundaciones (Cerro de Pasco).La creación de las sociedades mineralógicas, conel objetivo de la habilitación y fomento de lasminas, primero en Arequipa (1772) y luego enLima (1792); la creación del Tribunal de Mineríay el Colegio de Mineralogía (1785); la revisión dela legislación minera mediante la aplicación delas Ordenanzas de Minería de México al Perú(1785); y la llegada de la Real Comisión de Meta-lúrgicos Alemanes (1790), comandada por el ba-rón de Nordenflycht y a pedido de la corona es-pañola con el objetivo de adiestrar en nuevas tec-nologías y aplicar reformas, fueron iniciativas afavor del sector minero que llegaron demasiadotarde para evitar la crisis.

31 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, pp. 132-133.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

Cultura Moche.Nariguera elaborada en una solalámina de oro embutida y recortada.Presenta engaste de crisocola yturquesa con lentejuelas colgantescirculares.

Cultura Chimú.Disco de orejera elaborado en unalámina embutida de oro condecoración calada. El diseño presentauna escena de pesca ritual.

Cultura Vicús.Nariguera bimetálica elaborada conláminas de oro y plata unidas consoldadura. La decoración esembutida y calada. Representa elrostro de un felino mostrando loscolmillos.

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La Minería en el Perú

LA REPÚBLICA

Los primeros años

Hacia finales del régimen virreinal la minería atra-vesaba por una crisis. Las únicas minas que ren-dían una producción relativamente importanteeran Cerro de Pasco —gracias a la instalación deunas bombas hidráulicas inglesas—, Hualgayocy Puno. La crisis se agudizó con la Guerra de laIndependencia, pues según cuentan los historia-dores, algunas de las grandes batallas se desarro-llaron en Cerro de Pasco y en otras zonas mine-ras en la sierra central y sur. Sin embargo, el nue-vo gobierno independiente, reconociendo la im-portancia de esta actividad, dictó medidas dirigi-das a favor de su reordenamiento. Es así que en1821 se creó la Dirección General de Minería yen 1825 se crearon las direcciones de minería enlas capitales de departamento. También se apro-bó un decreto que entregó al Estado la propie-dad de minas abandonadas e inundadas.

En el año 1832, el Estado asumió la explo-tación de las minas de plata de Cerro de Pasco.Ese año volvieron a funcionar las bombas hi-dráulicas que se habían instalado a fines del vi-rreinato y además, se promulgaron más medidaspara mejorar el rendimiento de la actividad mi-nería en general. En 1836, el gobierno de la Con-federación Peruano - Boliviana fomentó la pro-ducción de oro, plata y mercurio, lo que permitióejecutar un proyecto para reabrir las minas deazogue de Huancavelica. También se emprendie-ron esfuerzos para la explotación de cobre en lazona de Morococha por parte de los empresa-rios Juan Francisco Azcue y Carlos Pflucker, quie-nes formaron la Compañía Peruana de Minas deCobre.

Sin embargo, el sector minero no llegó a re-cuperar el protagonismo que tuvo durante el ré-gimen virreinal debido, en parte, al inicio de laexplotación y exportación del salitre primero, yluego del guano. Tuvo que esperar hasta despuésde la Guerra del Pacífico para tomar un nuevoimpulso en lo que contribuyeron diversos facto-res: La recuperación de la producción y la renta-bilidad de la plata, la adopción del oro como pa-trón de moneda, la incorporación de nueva tec-nología, la presencia de nuevos profesionales es-pecializados (en 1876 se creó la Escuela de Inge-nieros de Construcciones Civiles y de Minas, en1896 se fundó la Sociedad Nacional de Minería yen 1902 se creó el Cuerpo de Ingenieros de Mi-nas) y el descubrimiento de nuevas minas de oro,plata y cobre.

La construcción de los ferrocarriles tambiénjugó un rol fundamental, en particular el Ferro-carril Central, que unió Lima con La Oroya —yque algunos años más tarde llegaría a Cerro dePasco—, pues permitiría la exportación del co-bre en bruto. Según Samamé Boggio, la riquezaminera estaba presente en el pensamiento de to-dos los gobernantes, políticos técnicos, estudio-sos y ejecutores que dieron impulso a la cons-trucción de los ferrocarriles. Y como testimoniode esta idea menciona las declaraciones que elhermano de Henry Meiggs, John G. Meiggs, dioal diario Sun de Nueva York en su edición del 16de enero de 1876: «Perú es más rico en metales pre-ciosos que cualquier otro país del mundo. Nuestros in-genieros, al construir los ferrocarriles de la costa a Puno,han cruzado por cien minas de plata, todas ellas suscep-tibles de ser provechosamente trabajadas si estuvieran enlos Estados Unidos».31 El Perú ya empezaba a serconocido a nivel internacional por su riquezaminera.

28 Basadre, Jorge. Historia de la República del Perú. Tomo XII, p. 238.29 Thorp, Rosemary; Bertram, Geoffrey. Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta. Pp. 105-140.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

A ello se suma la aprobación de una legisla-ción minera favorable, destacando el Código deMinería de 1900, que sin duda se constituyó enun atractivo para la llegada de los capitales ex-tranjeros y la creación de las grandes empresasmineras. «Ofreció las ventajas de la sencillez y claridaden comparación con las ordenanzas coloniales y las dispo-siciones administrativas de que las habían rectificado yampliado parcialmente. Tuvo carácter individualista, puesdeclaró que la propiedad minera legalmente adquirida esirrevocable y perpetua como la propiedad común», era la

opinión del historiador Jorge Basadre sobre estemarco legal.32

La recuperación

Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram hacen undetallado recuento de la intensa actividad mineradespués de la Guerra del Pacífico y su impactoen la economía peruana33. Ellos comentan queen las últimas dos décadas del siglo XIX, un gru-

32 Basadre, Jorge. «Historia de la República del Perú (1822-1933)». Tomo XI, p. 308.33 Thorp, Rosemary; Bertram, Geoffrey. «Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta». Pp. 105-140.

En el año 1920 se inicio la construcción de una nueva fundición en La Oroya la que entró en operación dos añosdespués, en 1922. La fundición produjo 35.000 toneladas finas de cobre, 15 millones de onzas de plata y 3.000 toneladasde plomo.

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La Minería en el Perú

po de empresarios peruanos e inmigrantes, entreeuropeos y norteamericanos, empezaron a incur-sionar con fuerza a la actividad minera y demos-traron su capacidad para movilizar fondos e in-troducir nueva tecnología, lo que dio como re-sultado el incremento de la producción de plata,y luego del oro y cobre.

Este fue el caso de Ricardo Bentín con lamina Aguas Calientes en Casapalca (1880), Ri-cardo Mahr en Yauli (1882) y de los hijos delempresario Carlos Pflucker, quienes formaronuna nueva sociedad para explotar Morococha(1882), zona en la que descubrieron nuevas mi-nas que llamaron la atención de otros empresa-rios (Valentine, Proaño, Stuart, Pazos y Sacio,entre otros). En Hualgayoc se introdujo el pro-ceso de patera de lixiviación y hacia 1898 ya con-taba con cuatro fundiciones y nueve plantas delixiviación. En 1889 los ingenieros norteameri-canos Jacob Backus y J. Howard Johnston esta-blecieron una refinería en Casapalca. Pocas eranlas empresas extranjeras que operaban en eseentonces, entre la que destacaban Las MaravillasBritish Silver Company y Caylloma Silver MiningCompany con sede en Londres. Todos estosasientos mineros desplazaron a Cerro de Pascocomo principal centro minero, aunque no pormucho tiempo.

No deja de resultar curiosa la presencia deBackus y Johnston en la minería. Luis Jochamo-vitz cuenta que, atraídos por el auge que empe-zaba a experimentar la minería, estos ingenierosnorteamericanos decidieron vender su fábrica dehielo y cerveza con patente inglesa, que estabaubicada en el distrito del Rímac. Es más, esta de-cisión les significó ejercer nuevamente la activi-dad propia de su profesión, tal como lo habíanhecho cuando llegaron al Perú, antes de la aper-tura de su fábrica cervecera. Justamente, uno de

los primeros trabajos de J. Howard Johnston,cuando llegó al Perú, fue dirigir el tendido de lí-neas en varias secciones del Ferrocarril Central,bajo las órdenes de Henry Meiggs.34

Respecto a la producción de oro, se pusie-ron en marcha varios intentos por el resurgimien-to de la industria aurífera tras el incremento desu precio en el mercado internacional. Entre es-tos destaca el inicio de las operaciones de la Com-pañía Minera El Gigante en 1894 con el objetivode resurgir la industria minera en Pataz (La Li-bertad) a través de la introducción del procesode cianuración para el tratamiento de mineralessulfurosos. Otras iniciativas importantes fueronla explotación de las minas de Santo Domingo(descubierta en 1822) por la Inca Gold MiningCompany, Aporoma y San Antonio de Poto enPuno, así como de Ccochasayhuas en Apurímacpor Cotabambas Auraria.

Pero el impulso de los empresarios localesno duraría mucho. A principios del siglo XX seexperimentaron profundos cambios con el ingre-so de los grandes capitales norteamericanos dis-puestos a invertir en la explotación de cobre cuyademanda en el mercado internacional empezaba acrecer sostenidamente. Así surgiría el sector queaños más tarde se conocería como la gran mineríaformado por las grandes empresas vinculadas alos capitales extranjeros.

Para Thorp y Bertram, la formación de laCerro de Pasco Mining Company en Nueva Yorken 1901 fue el acontecimiento que dominó nosolo el desarrollo de la minería, sino de toda laeconomía del Perú central.

¿Cómo se estableció la Cerro de Pasco Mi-ning Company en nuestro país? Según Felipe deLucio Pezet, dos inversionistas norteamericanos,James Ben Ali Haggin y Alfred W. McCune, lle-garon al Perú y luego de verificar su gran riqueza

34 Jochamovitz, Luis. «Hombres, Minas y Pozos 1896-1996: Un Siglo de Minería y Petróleo en el Perú».

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

cuprífera, retornaron a Estados Unidos en buscade capitales para constituir la Cerro de PascoMining Company. Además de Haggin y McCu-ne, participaron como accionistas conocidos fi-nancistas de Nueva York entre los que destacanW.K. Vanderbilt, H.C. Frick (industrial del ace-ro), J.P.Morgan, W.R. Hearst y Dairus Ogden Mills(banquero de San Francisco). La nueva empresaempezó con fuerza, pues llegó a adquirir el 80%de las propiedades de la zona y el derecho a cons-truir el ferrocarril central hasta Cerro de Pascoen 1907.35

Thorp y Bertram estiman que entre 1901 y1912 la Cerro de Pasco Mining Company reali-zó una inversión de US$ 6 millones aproxima-damente en la compra de minas en Cerro dePasco y Morococha de propiedad de empresa-rios peruanos. Al término de la primera guerramundial (1919) adquirió la fundición de Casapal-ca de propiedad de los norteamericanos Backus& Johnston y la mina del empresario RicardoBentín. Se dice que los norteamericanos, consi-derados como los principales competidores deesta gran empresa, se resistieron hasta el finalpara vender su fundición.36

En los años siguientes continuaría la expan-sión de la Cerro de Pasco Mining Company. Enla década de los veinte incursionó en la produc-ción de concentrados de zinc en Casapalca(1920) y luego construyó un horno en La Oro-ya para la producción de plomo (1927). De estamanera, se consolidó como la principal empre-sa minera del país.

Mientras todo esto sucedía en la sierra cen-tral, en el sur del Perú la compañía Anacondaadquirió los depósitos de cobre de cerro verdeentre 1916 y 1929 y en el norte, la AmericanSmelting and Refining Company —por medio

de su subsidiaria Northern Peru Mining andSmelting Company— tomó control de los yaci-mientos de cobre, plata y oro del departamentode La Libertad. A ellas se sumó la VanadiumCorporation que en 1905 adquirió los depósitosde vanadio.

Atraídos por la enorme riqueza cupríferatambién llegaron capitales europeos. Este fue elcaso de la empresa anglo-francesa TircapampaSilver Mining Company, que empezó a operar enAncash en 1903. En Puno se fundó la empresaLampa Mining Company en Puno (1906) y lafrancesa Compañía de Minas Huaron compró laCompañía Minera Venus en Huancavelica (1915).

Después de la crisis de los 30

Después de la depresión económica mundial definales de la década de los años veinte y principiode los años treinta, la minería vivió un períodode resurgimiento del capital local, según Thorp yBertram. Diversos empresarios nacionales denun-ciaron una serie de prometedores yacimientos deoro e iniciaron una ola de nuevas compañías paradesarrollarlas entre los que destacan la familiaWiese, Fernandini, Boza, Álvarez Calderón y RizoPatrón. También destacó la presencia del inge-niero de minas norteamericano Leon J. Rosens-hine, quien llegó al Perú en los años veinte y jun-to con empresarios limeños, fundó cuatro em-presas mineras auríferas.37

La Familia Wiese (los hermanos Fernando yAugusto) adquirió Cotabambas Auraria, empre-sa que llegó a ser una de las más exitosas en losprimeros años del siglo XX, durante el auge deloro, pero que finalmente fracasó en su búsquedade nuevas reservas mineras y quebró en 1929.

35 De Lucio Pezet, Felipe. «Cobre del Antiguo Perú».36 Doré, Elizabeth. «Acumulación y Crecimiento de la Minería Peruana 1900-1977". P. 69.37 Thorp, Rosemary; Bertram, Geoffrey. «Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta». Pp. 225-240.

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La Minería en el Perú

La minería del plomo y zinc empezó a to-mar fuerza. Tres de las nuevas empresas de capi-tales netamente peruanos de los años treinta sededicaron a la explotación de estos metales: Mi-nas Cercapuquio (1934), Compañía Minera Ata-cocha (1936) y el Sindicato Minero Pallanga. Lafamilia Proaño, que retuvo importantes minas enMorococha, reabrió y modernizó su fundiciónde Tamboraque para tratar plomo y plata. En1940, Rosenshine y un grupo de inversionistasperuanos —entre los que destacaba la familiaBeltrán (que aportaron la mayor parte del capi-tal)— crearon la Volcan Mining Company paradesarrollar las minas que el empresario norteame-ricano poseía en el Paso de Ticlio.

Este resurgimiento del capital peruano en laminería se reflejó en un creciente número de pe-ticiones de los propietarios de pequeñas minasde ayuda e intervención del Gobierno, lo que tuvocomo resultado la promulgación de ley para lacreación del Banco Minero en 1941.

Hacia fines de la década de los cuarenta sedictaron medidas muy importantes para el sectorminero. En 1949 se eliminaron los controles dedivisas establecidos durante la segunda guerramundial y en 1950 se promulgó un nuevo Códigode Minería que liberaba el sistema impositivo quese aplicaba al sector e incorporaba disposicionesespeciales que beneficiaban directamente a lasempresas extranjeras. Se reemplazaron los impues-tos de exportación por impuestos sobre los ingre-sos netos y se permitió a las compañías norteame-ricanas descontar, al momento de pago de susimpuestos en el Perú, sus obligaciones impositi-vas en Estados Unidos gracias a los acuerdos paraevitar la doble tributación. La estabilidad de lasimposiciones tributarias fue garantizada por unperíodo de 25 años. El nuevo marco legal tambiénautorizaba al Gobierno a conceder exenciones tri-

butarias a las empresas que explotaban yacimien-tos de alto riesgo, lo que les permitía una rápidaamortización de la inversión inicial.38

Otros acontecimientos importantes en esteperíodo fueron la fundación de la minera Milpo(1949) y la puesta en marcha del proyecto de ex-plotación de Toquepala y de otros yacimientosdiseminados en los departamentos de Moque-gua y Tacna que dio origen a una de las empresasmás importantes del sector minero.

Toquepala, yacimiento denunciado por JuanOviedo en la década de los veinte, fue adquiridopor Asarco. En 1952, Asarco constituyó laSouthern Peru Copper Corporation con tres nue-vos socios minoritarios (Newmont, Phelps Dod-ge y Cerro de Pasco Mining Company) e inició laexplotación de dicho yacimiento en 1960.

Thorp y Bertram consideran que Toquepa-la desplazó a importantes proyectos cupríferoscomo Cerro Verde de la empresa Anaconda,Quellaveco y Cuajone de la misma Southern PeruCopper Corporation, Michiquillay de Asarco(comprados en la década de los sesenta a su des-cubridor) y un grupo de depósitos de Cerro dePasco Mining Company - Antamina (Tintaya,Magistral, Ferrobamba y Chalcobamba). Tambiénopinan que afectó el desarrollo de los depósitosde fosfatos de Bayóvar controlada desde 1962por la Texada Mines Limited y desde 1967 por laKaiser Aluminum.

A mediados de la década de los cincuenta seiniciaron las operaciones del yacimiento de Mar-cona. En 1952, el Gobierno Peruano suscribióun acuerdo por 21 años con la recientemente crea-da Marcona Mining Company, cuyo accionistamayoritario era la Utah Construction Companyy la minera Cyprus de Estados Unidos. Entre sussocios minoritarios destacaba la presencia deempresarios peruanos como la familia Prado.

38 Thorp, Rosemary; Bertram, Geoffrey. «Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta». Pp. 317-318.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

En esa misma década y a lo largo de los añossesenta aparecieron nuevas empresas de capita-les locales y extranjeros. Algunas de las cuales si-guen participando en el sector minero: Pativilcay Buenaventura (1953), Minas de Cobre Chapi(1954), Cobriza (1957), Santa Rita y Arcata (1961),Condestable (1962), Santa Luisa (1964), Madri-gal (1967), Katanga (1968), entre otras.

El gobierno militar

Con el Gobierno Militar, a partir de 1968, se ini-ció un período de profundos cambios sustancia-les para la minería, y en general para toda la eco-nomía, con el Estado asumiendo un rol clave entodos los sectores de la economía.

El primer Decreto Ley correspondiente alsector minero, aprobado el 3 de diciembre de1968, tuvo como objetivo la creación del Minis-terio de Energía y Minas. Posteriormente seríanpromulgadas una serie de normas que estable-cían exigencias a las concesiones otorgadas porel Estado como la presentación de declaracionesjuradas de las reservas mineras para fijar nivelesmínimos de producción, la presentación de ca-lendarios para el inicio de las operaciones y lafijación de plazos para asegurar el financiamien-to requerido para su explotación. El incumpli-miento de estas exigencias sería penado con lacaducidad de las concesiones, las que revertiríana favor del Estado.

Como resultado de la aplicación de este nue-vo marco legal, el Estado, a través de Minero Perú,asumió las concesiones de Michiquillay de Asar-co; Berenguela de la Lampa Mining Company; yTintaya, Ferrobamba, Chalcobamba y Antami-na, que pertenecían a la Cerro de Pasco MiningCompany. En el caso de Quellaveco, concesión

que estaba en manos de Southern Perú CopperCorporation, se observó el calendario de opera-ciones para el inicio de su explotación. De estamanera, los proyectos mineros más importantesdel país quedaron en manos del Estado.

El 8 de junio de 1971 se aprobó La LeyGeneral de Minería que dividió a la actividadminera en dos grandes campos, el privado y elestatal, pero adicionalmente se estableció la cons-titución de las empresas mineras especiales encuyo accionariado participarían el Estado —conun minino de 25%— y el sector privado. Sinembargo, bajo este esquema solo se desarrolló elproyecto minero Iscaycruz.

Otra de las novedades de este marco legalfue la creación de la comunidad minera, personajurídica de derecho privado que representa alconjunto de trabajadores de cada empresa con lafinalidad de participar en la propiedad, gestión ylos beneficios.39

En 1973 se realizó la primera expropiaciónen el sector minero. Casi a fines de ese año elGobierno Militar asumió la propiedad de la Ce-rro de Pasco Mining Company. La operación desus yacimientos e instalaciones en los departa-mentos de Pasco, Junín, Huancavelica y en otraszonas, fueron asumidos por la Empresa Mineradel Centro del Perú (Centromin Perú). Tambiénse estatizó la Marcona Mining Company y se creóHierro Perú.

La única gran empresa minera extranjera quesiguió operando en este período fue SouthernPeru Copper Corporation. En 1977, después devarios años de negociaciones con el Gobierno, elnuevo tajo abierto de Cuajone, ubicado cerca aMoquegua, inició operaciones. En ese año tam-bién se inició la explotación del yacimiento deCerro Verde y la puesta en marcha de otros pro-yectos como Michiquillay y Quellaveco.

39 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo I, pp. 263-264.

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La Minería en el Perú

Los años ochenta fueron considerados comoun período de estancamiento de la minería debi-do, principalmente, al desmanejo político econó-mico en el período 1985-1990 en el que coexis-tieron: El control cambiario, de importaciones yprecios, la escasez de toda clase de bienes; la fija-ción del tipo de cambio en niveles artificialmen-te deprimidos y la existencia de numerosos tiposde cambio, que iban desde el dólar MUC (Mer-cado Único de Cambio) hasta el dólar minero.También se sumaron factores como la hiperin-flación —superó el 7.000% en 1990—, el aisla-miento financiero internacional y la ausencia decondiciones mínimas de seguridad para la explo-ración y explotación minera, por el creciente fe-nómeno terrorista.

En este contexto, la inversión en la bús-queda de nuevas reservas de mineral para repo-ner, por lo menos, el tonelaje de mineral explo-tado fue prácticamente nula. Tampoco se invir-tió en mantenimiento y en la reposición opor-tuna de los equipos. Esto determinó que im-portantes yacimientos como Antamina, Quella-veco, Michiquillay, Toromocho, etc. quedaraninactivos durante muchos años y que el Perúperdiera posiciones en el mundo de la mineríaen términos de producción, tecnología, costosy competitividad. Para Felipe de Lucio Pezet,los únicos acontecimientos de importancia enminería durante esa década fueron el inicio deoperaciones de mina Tintaya y la expansión dela Mina Cobriza.40

Otra característica de esa época fue la faltade control ambiental, lo que determinó la acu-mulación de los denominados «pasivos ambien-

tales». La solución este tipo de pasivos requierela ejecución de obras que remedien los dañosocasionados al medio ambiente por las opera-ciones minero metalúrgicas del pasado, y la mo-dernización tecnológica de dichas operacionescon la finalidad de adecuarlas a los estándaresambientales internacionales.

Respecto al tema laboral, la década de lossetenta y de los ochenta también fueron tiemposde cambios sustanciales en las relaciones entrelas empresas mineras y sus trabajadores debido ala radicalización de los sindicatos, pese a que fue-ron los mismos trabajadores quienes más apoya-ron el proceso de estatización de las empresasmineras de capitales extranjeros por parte delrégimen militar.

Desde el inicio del siglo XX, las relacionesentre las empresas mineras y los trabajadoressiempre fueron conflictivas debido a las perma-nentes demandas de mejoras salariales y de be-neficios sociales. Sin embargo, a partir de 1975los trabajadores mineros iniciaron un proceso demanifestaciones y reclamos exigiendo la nivela-ción de sus salarios y otros beneficios, lo que seagudizó en los años ochenta con una presenciasignificativa y activa de diversas agrupaciones deizquierda en los sindicatos mineros. Cuando Sen-dero Luminoso empezó a actuar, a inicios de ladécada de los ochenta, encontró en el sector mi-nero de la sierra central un escenario bastanteconvulsionado y los trabajadores en proceso deradicalización frente a sus empresas, lo cual in-tentó capitalizar a su favor. Al final esta situacióndeterminaría la militarización de los centros ycampos mineros.41

40 De Lucio Pezet, Felipe. «Cobre del Antiguo Perú».41 Long, Norman; Bryan, Robert. «Mineros, Campesinos y Empresarios en la Sierra Central». P. 25.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

EL DESPERTAR MINERO

La década de los noventa fue un período de re-surgimiento de la minería, principalmente de oroy cobre, de la mano de los grandes capitales ex-tranjeros y también nacionales. La pacificacióndel país de la violencia terrorista, la estabiliza-ción económica, la recuperación de la minería anivel internacional y la aprobación de una legis-lación minera moderna fueron los factores, en-tre otros, que permitieron poner en marcha unproceso de promoción de la inversión en el sec-tor minero, considerado como el más exitoso quese haya realizado en el Perú.

Inversionistas como Noranda (Canadá),Teck (Canadá), Rio Algom (Canadá), BHP Billi-ton (Australia), Cyprus Minerals (Estados Uni-dos), Barrick Gold (Canadá), Doe Run (EstadosUnidos), Anglo American (Sudáfrica), PhelpsDodge (Estados Unidos), entre otras, han parti-cipado del proceso, propiciando también su par-ticipación en otros proyectos privados.

En los últimos diez años (1994-2004) la pro-ducción minera ha crecido a una tasa promedioanual de 12%, cuatro veces más que el crecimientode la producción nacional (3,3%), además se debeindicar que la tasa del PBI minero ha sido positi-va desde 1995. Asimismo, las exportaciones deeste sector se han elevado desde niveles de US$2.615 millones en 1995 a US$ 6.953 millones enel 2004, es decir un incremento de 165% en losúltimos diez años.

En materia de inversiones las cifras son másque impresionantes. Se estima que la inversióndesarrollada y por desarrollarse en empresas yunidades que fueron incluidas en el proceso depromoción de la inversión entre 1992 y media-dos del 2005 suma un monto cercano a los US$8.000 millones. Otro dato a mencionar es queen el período 1994-2004, el sector minero cap-tó inversión extranjera por US$ 4.982 millones,el 31% del total de la inversión extranjera en laeconomía.

Sin embargo, los años noventa no solo fue-ron tiempos de la puesta en marcha de grandesproyectos mineros, que han colocado al Perúcomo uno de los líderes mineros en el mundo,también lo serían de cambios en las reglas de jue-go de la actividad minera a nivel mundial.

Hasta hace unos 20 años, los empresariosmineros solo se preocupaban por la productivi-dad y rentabilidad al momento de ejecutar unproyecto minero. Además, no existía la legisla-ción ambiental ni la fiscalización de las activida-des mineras con miras a preservar y cuidar elmedio ambiente. Por su parte, el Estado no sepreocupaba por el bienestar de la población de lazona de influencia del proyecto minero ni cuida-ba de que ella también se beneficiara de la inver-sión minera que se hacía en su casa.

Sin embargo, en los últimos años la protec-ción del medio ambiente, la salud de los trabaja-dores y la seguridad industrial son tres variablesque se analizan con mucho cuidado al momentode evaluar un proyecto minero. Hoy en día, losinversionistas no están dispuestos a desarrollarproyectos mineros que afecten al medio ambien-te, ni a establecerse en países que no tengan unmarco legal estable y promotor. Los organismosfinancieros internacionales y la banca privada na-cional e internacional tampoco están dispuestosa financiar proyectos mineros que no cumplancon estas exigencias.

Bajo estas nuevas reglas de juego, el Gobier-no peruano ha venido aprobando y afinando unalegislación ambiental muy estricta tal como loexige la nueva minería del siglo XXI. Es más, laminería es el único sector económico en el Perúque cuenta con un marco legal dirigido a prote-ger el medio ambiente.

El Reglamento sobre Protección Ambientalen la Actividad Minero Metalúrgica, promulga-do por Decreto Supremo Nº 106-93-EM del 28de abril de 1993, establece que el titular de la ac-tividad minero metalúrgica es responsable por lasemisiones, vertimientos y disposición de desechos

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La Minería en el Perú

MARCO LEGAL DEL SECTOR MINERO

La Ley de Promoción de Inversiones en el Sector Minero, promulgada el 6 de noviembre de 1991, median-te Decreto Legislativo Nº 708, el consecuente Texto Único Ordenado por la Ley General de Minería, y lareglamentación de todos sus títulos, constituyen el marco legal de la minería en el Perú, que promueve lasinversiones, tanto nacionales como extranjeras, en igualdad de derechos, facilidades y garantías. Los bene-ficios otorgados por la legislación minera, para los procesos de privatización realizados, se resumen acontinuación:• Estabilidad tributaria, cambiaria y administrativa ambiental.• La tributación grava únicamente la renta que distribuyen los titulares de la actividad minera.• El Estado reconoce la devolución de los montos pagados por Impuesto General a las Ventas (IGV), en

las compras de todos tipos de bienes, materiales y servicios durante la etapa de producción, así como enla etapa preoperativa.

• Las inversiones aprobadas por el Ministerio de Energía y Minas en infraestructura de servicio públicoson deducibles para el cálculo del Impuesto a la Renta.

• Reinversión de utilidades libre de impuesto a la renta para ser aplicadas a un programa de inversionesaprobado por el Ministerio de Energía y Minas.

• Depreciación del 20% a todos los activos fijos, cuando se suscriba Contrato de Estabilidad Tributaria,siempre y cuando la producción exceda los 5.000 TM por día; las inversiones en nuevos proyectos seamayor a US$ 20 millones o las inversiones en proyectos existentes excedan los US$ 50 millones.

• No aplicación de trato discriminatorio en materia cambiaria u otras medidas de política económica.• Libertad de remisión de utilidades, dividendos y recursos financieros.• Libre disponibilidad de moneda extranjera.• Simplificación administrativa.• Devolución definitiva del pago del IGV y el Impuesto a la Promoción Municipal incurrido en la etapa de

exploración, siempre que cumplan con el programa de inversión establecido.• Reglamento sobre Protección Ambiental en la Actividad Minero Metalúrgica y Reglamento de Cierre de

Minas.• Compromiso previo como requisito para el desarrollo de actividades mineras y normas complementa-

rias en materia ambiental y de respeto frente a las instituciones, autoridades, cultura y costumbres loca-les, manteniendo una relación propicia con la población del área de influencia de la operación minera,entre otros aspectos.

En el caso de megaproyectos mineros, la Ley Nº 26911 amplía los beneficios de recuperación antici-pada del Impuesto General a las Ventas y el pago fraccionado de los derechos arancelarios que graven laimportación de equipos, dispuestos en el Decreto Legislativo Nº 818 para las empresas del sector hidro-carburos, a las empresas mineras que encontrándose en la etapa de desarrollo y/o explotación (no explo-ración), celebren contratos de estabilidad tributaria según lo previsto en la Ley General de Minería, y cuyainversión requiera de un período igual o mayor a dos años, siempre que no exceda de cuatro años. ElEstado garantiza contractualmente la estabilidad de estos beneficios bajo las normas que se encuentrenvigentes, en la oportunidad en que se aprueben los programas de inversión, cuyo cumplimento dará lugara dicha estabilidad. Adicionalmente, las inversiones en minería en el Perú pueden ser garantizadas a travésdel Multilateral Investment Guarantee Agency (MIGA) del Banco Mundial, la Overseas Private Invest-ment Corporation (OPIC) de Estados Unidos u otras agencias similares de las cuales el Perú es miembro.

Fuente: ProInversión.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

al medio ambiente que se produzcan como re-sultado de los procesos efectuados en sus insta-laciones. En tal sentido, es su obligación evitar eimpedir que éstos sobrepasen los límites máxi-mos permisibles, o que estas sustancias produz-can efectos adversos en el medio ambiente. Conesa finalidad, la norma establece que aquellos ti-tulares de concesiones mineras que, habiendocompletado la etapa de exploración, proyecteniniciar la etapa de explotación, deberán presentarun Estudio de Impacto Ambiental (EIA) al Mi-nisterio de Energía y Minas que pueda preverdesde el inicio la realización de los gastos u obrasque deberán sufragar para garantizar que la ex-plotación se realizará sin ocasionar daños al me-dio ambiente.

Una vez que las empresas accedan a la etapade explotación, deberán presentar al Ministeriode Energía y Minas, para la aprobación corres-pondiente, los denominados Programas de Ade-cuación y Manejo Ambiental (PAMA), que in-cluye las acciones e inversiones necesarias paramitigar y prevenir el deterioro ambiental causa-do por las operaciones minero metalúrgicas querealice el titular de la actividad minera, a fin deno transgredir los niveles máximos permisiblesestablecidos por la autoridad competente.

Sobre la base del EIA o PAMA aprobado secelebran Contratos de Estabilidad Administrati-va Ambiental, mediante el cual el Estado garan-tiza que los niveles máximos permisibles de con-taminación vigentes a la fecha de suscripción delContrato, no serán modificados durante su vi-gencia, estableciendo el plazo de vigencia para laadecuación ambiental (hasta 5 años para las acti-vidades mineras y hasta 10 años para las opera-ciones metalúrgicas); el programa de monitoreo;y los niveles permisibles de los efluentes a la fe-cha de firma del contrato.

En el esfuerzo por seguir mejorando estemarco legal, destaca la reciente aprobación delReglamento de Cierre de Minas, Decreto Supre-

mo Nº 033-2005-EM promulgado el15 de agos-to del 2005, con el objetivo de prevenir, minimi-zar y controlar los riesgos y efectos sobre la sa-lud, la seguridad de las personas, el ambiente, elecosistema circundante y la propiedad, que pu-dieran derivarse del cese de las operaciones deuna unidad minera. Esta norma establece los re-quisitos y procedimientos para los planes de cie-rre de minas, destinados a propiciar el cumpli-miento de las disposiciones en materia ambien-tal. En el plazo de un año las empresas deberánpresentar dichos planes, sin perjuicio de las san-ciones administrativas a que se encuentren so-metidas o deben ser sometidas por aquellos com-promisos que fueron incumplidos en sus PAMAo en sus EIA.

Por su parte, el Ministerio de Energía y Mi-nas está gestionando créditos ante los organis-mos financieros internacionales (Banco Intera-mericano de Desarrollo y Banco Mundial) parasolucionar los pasivos ambientales que afectan a18 de las 24 regiones, algunos de los cuales pro-vienen desde la época del Imperio Incaico y cuyocosto total se estima en US$ 500 millones. Elprograma de trabajo contempla aportes de lasempresas y que el Estado asuma los pasivos am-bientales de aquellas zonas en donde no se pue-da identificar al responsable, las concesiones yacaducaron o la empresa se retiró, así como la deaquellas zonas que fueron administrados porMinero Perú y Centromin Perú.

Mención aparte se debe hacer del cambioen la naturaleza de los conflictos mineros y eltema de la aceptación social —el permiso de lapoblación de la zona de influencia de un pro-yecto— que requiere una empresa para poneren marcha un proyecto minero. En los últimosaños hemos sido testigos de abiertos enfren-tamientos entre las empresas y las comunida-des en importantes centros mineros, y en loscuales los organismos no gubernamentales(ONG) han asumido un papel protagónico con

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La Minería en el Perú

PROMOCIÓN DE LA INVERSIÓN PRIVADA EN MINERÍA

Fuente: ProInversión.1/ Opción de transferencia no ejecutada.2/ Regalías esperadas en el estudio de factibilidad.3/ Proceso bajo opción.4/ Contrato de usufructo.

Firma Empresa / Inversionista Monto Inversiónde Unidad pagado estimadacontrato en

desarrollo (en millones de US$)

Dic. 92 Hierro Perú Shougang Corporation (China) 128,3 137,0Feb. 93 Quellaveco Mantos Blancos (Chile) 12,8 562,0Mar. 94 Cerro Verde Cyprus Mineral (EE.UU.) 35,4 485,3May. 94 La Granja Cambior (Canadá)1/ / BHP Billiton (Australia)1/ 7,0 600,0May. 94 Refinería de Ilo Southern Peru Copper Corp. (México) 66,6 20,2Nov. 94 Tintaya BHP Billiton (Australia) 275,2 104,0Feb. 95 Refinería de Cominco (Canadá) / Marubeni (Japón) 154,5 50,0

CajamarquillaSet. 96 Antamina BHP Billiton (Australia) / Noranda (Canadá) / 131,6 2.148,2

Teck (Canadá) / Mitsubishi (Japón)Abr. 97 Yauliyacu Yuracmayo (Perú) 9,1 110,2Set. 97 Mahr Tunel Volcan Compañía Minera (Perú) 127,8 60,0Oct. 97 Metaloroya Doe Run (EE.UU.) capitalizó US$ 126,5 millones 121,5 120,0Ago. 98 Cobriza Doe Run (EE.UU.) 7,5 —Set. 99 Paragsha Volcan Compañía Minera (Perú) 61,8 70,0Mar. 00 Quicay Barrick Gold (Canadá)1/ / 1,1 13,7

Chancadora Centauro (Perú)Mar. 01 Izcaycruz (25%) Glencore (Suiza) 18,6 —Dic. 01 Electroandes PSEG Global Inc. (EE.UU.) 227,1 17,5Mar. 02 Yauricocha SIMSA (Perú)1/ / Minera Corona (Perú) 4,8 5,0Dic. 02 Alto Chicama2/ Barrick Gold (Canadá) 38,5 370,0May. 03 Morococha Minera Corona (Perú) 1,0 3,0May. 03 Toromocho3/ Peru Copper Syndicate — 1.000,0Feb. 04 Yuncán4/ Energía del Sur (Tractebel, Bélgica) 53,0 151,0Oct. 04 Las Bambas3/ Xstrata (Suiza) 108,3 1.500,0Mar. 05 Bayóvar3/ Vale Do Rio Doce (Brasil) 3,0 300,0Prospectos y otras transferencias menores 8,9 7,8TOTAL 1.604,4 7.834.9

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

el argumento de que cumplen una labor dedefensa y cuidado del medio ambiente y queresguardan los intereses de la población de lazona de influencia.

El primer conflicto de este tipo se registróen 1999, luego que la empresa canadiense Man-hattan firmó un contrato con el Gobierno Pe-ruano para la exploración de las reservas de oroen Tambogrande, ubicada en la región de Piura.Sin embargo, los pobladores se opusieron a lapresencia de la empresa minera con protestas ymanifestaciones de violencia, por considerar quela minería afectaría de forma irreversible la acti-vidad agrícola de la zona, fuente de trabajo de lamayor parte de sus pobladores.

Otro caso a mencionar fue lo sucedido enYanacocha (Cajamarca), donde en el año 2004 lapoblación protestó contra la exploración del Ce-rro Quilish por parte de la Newmont Mining,con el argumento de haber ocasionado daños irre-versibles al medio ambiente de la región y afectara la actividad agrícola.

Un caso más reciente fue el de la toma delas instalaciones de la empresa minera Tintaya enCusco por parte de los pobladores del distrito deEspinar. La población aduce el incumplimientopor parte de la empresa del acuerdo de apoyo ala zona y exige la renegociación de sus términos.

Al momento que se estaba concluyendo laredacción de este libro, este conflicto no habíasido solucionado de manera definitiva, pese a losesfuerzos de la mesa de diálogo que se ha instala-do con ese fin y que está formada por represen-tantes del Gobierno, autoridades regionales y dis-tritales e Iglesia. También había surgido un nue-vo conflicto entre las comunidades de las pro-vincias de Huancabamba y Ayabaca, en la regiónPiura, y la minera norteamericana Majaz. La po-blación se opone a la presencia de dicha empresa

porque consideran que afectará negativamente alas actividades agrícolas y ganaderas que se desa-rrollan en esa zona, y también a las fuentes deagua ancestrales.

Según el Reporte Mensual de Defensoría delPueblo, al 1 de agosto del 2005, sobre conflictosentre la población y autoridades o entidades pú-blicas, se había reportado 12 enfrentamientos en-tre empresas mineras y la población de la zona deinfluencia de la operación minera, el 17% del totalde los conflictos registrados a nivel nacional.

Estos conflictos han puesto sobre el tapetela necesidad de buscar soluciones que satisfaganlas expectativas de todos los que participan enun proyecto minero —Gobierno, Empresa yComunidad—, de lo contrario las posibilidadesde seguir explotando nuestras las riquezas mine-ras serán limitadas. Como dice la experta JuanaKuramoto: «El principal reto que enfrenta el sectorminero es cómo lograr que estos conflictos se transformenen oportunidades para el trabajo conjunto que permitaque un poblado cercano a una mina sienta que sus condi-ciones de vida han mejorado. Para lo cual es necesariogenerar las condiciones necesarias para que se reproduzcael capital social y la confianza. Uno trabaja con sus ami-gos o aliados y no con sus enemigos».42

ProInversión entendió este reto y aprove-chó la oportunidad. Con proyectos como Yun-cán, Toromocho, Bayóvar y especialmente LasBambas, en la Región Apurímac, ha puesto enmarcha una nueva forma de hacer minería queincorpora el concepto de desarrollo sostenible,el cual se define en la siguiente frase: «Inversiónminera con responsabilidad ambiental y con desarrollosocial».

Cualquier inversión minera, sea un trabajode exploración o la explotación de una mina,debe empezar solicitando la autorización de lapoblación de la zona de influencia. Una vez

37 Kuramoto, Juana. Conflictos Mineros en el Perú: Retos y Oportunidades. Revista Horizonte Minero 1/11/2004.

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La Minería en el Perú

Privatización Contenido Concesiones Reservas Mineras (Ha)

Chiquillay Cobre 18.978 544 MMt (0,69% Cu)

La Granja Cobre 3.900 1.200 MMt (0,65% Cu); potencial: 2.500 MMt

obtenida esa aceptación social, el Estado y laempresa deben poner en marcha toda una es-trategia de información, diálogo y consulta conla gente, respetar sus costumbres y tradiciones,apoyarla en su desarrollo, hacerla participar ac-tivamente en la fiscalización de las actividadesde la empresa y en el cumplimiento de las nor-mas ambientales.

Estos serán los principios que regirán lospróximos procesos de promoción de la inversiónprivada en la minería a cargo de ProInversión,específicamente en los proyectos mineros de co-

bre y oro de Michiquillay y La Granja, ambosubicados en la región Cajamarca.

El objetivo final es que la población, la ver-dadera dueña de los terrenos superficiales y elEstado dueño del subsuelo, sea parte de la inver-sión y comparta los beneficios que genera, de talmanera que cuando se agoten los recursos, elproceso de desarrollo de la zona de influenciano se detenga. En una relación en la que todosganan —Empresa, Estado, Comunidad— el éxi-to de la inversión privada en el sector minero estámás que asegurado.

Capítulo II

LA MINERÍA EN APURÍMAC:GRAU Y COTABAMBAS

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

La minería no es una actividad desconocida enApurímac. En su obra el Perú Minero, MarioSamamé Boggio señala que las provincias de Ai-mares, Antabamba y Cotabambas eran conoci-das por la existencia de depósitos detríticos decuarzo aurífero y lavaderos de oro, así como tie-rras auríferas y yacimientos de oro y plata quefueron trabajados en diversas épocas, siendo losmás conocidos Quilca, Huallyaripa, Sañayca,Nueva California, Oscalla, Tapairigua, Chuichoy Ccochasayguas.1

La mina Ccochasayguas, ubicada en el dis-trito de Progreso, provincia de Grau, jugó un rolfundamental en la región. En los libros sobre lahistoria de la minería peruana se puede encon-trar algunos datos sobre su explotación por losespañoles y portugueses durante la colonia. Sin

embargo, su mayor actividad se registró en lasprimeras cinco décadas del siglo XX.

Hoy en día esta mina, alrededor de la cualabundan las historias, leyendas y mitos, aún man-tiene la presencia de aquellos años en los que laactividad minera era la única fuente de trabajo delos habitantes de esa zona. «La minería es una delas actividades más importantes desde los orígenes del dis-trito de Progreso. No era raro ver a los primeros mineros,como Fortunato Arce, Hipólito Huanca o a las familiasVásquez, Palomino y hasta los Granda (la familia deChabuca Granda), trabajar en esa época», cuentaCrisólogo Galloso, teniente alcalde de Progreso.

Reconociendo la trascendencia de la mine-ría para el distrito de Progreso, sus habitantesconstruyeron el Rosario del Minero, como unhomenaje a una actividad que generó prosperi-

Quizá para muchos la noticia de la entrega en concesión de un proyecto minero enApurímac, como fue el caso de Las Bambas, ha sido toda una novedad. Muchos cono-cen más a Apurímac, cuna de peruanos notables como el escritor José María Argüedasy la autora y cantante Chabuca Granda, como una de las regiones más pobres del Perúy con una actividad económica basada en la agricultura y ganadería. Muy poco, oprácticamente nada, se sabe del Apurímac rico en recursos minerales —principalmen-te en oro y cobre—, con un potencial que debidamente explotado puede llegar a cons-tituirse en un centro minero importante a la altura de regiones como Cajamarca, An-cash, Arequipa y Moquegua, donde se han establecido las empresas mineras líderes enel mundo.

1 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». P. 190.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

dad y bienestar a sus habitantes. «El más grande ypesante del mundo. 7 de octubre de 1997. Día Interna-cional del Rosario», son las palabras grabadas en elpeñasco donde se encuentra este hermoso rosa-rio de plata extraída de la misma región y queestá rodeado de algunos instrumentos de trabajominero como una pala y una rueda.

Pero la riqueza minera de la región Apurí-mac no se limita al oro. Estudios desarrolladospor grandes empresas extranjeras, desde prin-cipios del siglo XX, han comprobado la exis-tencia de yacimientos ricos en cobre esperandouna oportunidad para ser explotados. Tambiénse habla de la presencia de metales como la pla-ta, mercurio, hierro y hasta molibdeno, consi-derado como el nuevo metal estrella (su expor-tación ha crecido en 460% en el primer semes-tre del 2005). Incluso, respecto a este último,un consorcio suizo llegó a realizar estudios enAimaraes y Abancay.2

LOS PRIMEROS HALLAZGOS

Todo parece indicar que los primeros trabajos enoro se desarrollaron en Apurímac. Una investi-gación arqueológica realizada en esta región ubi-có una de las más antiguas evidencias del conoci-miento del oro en el Perú, asociada a la cultura«Muyu-Moqo», de la cual se descubrieron peque-ñas piezas de este metal precioso en el cerroHuayhuaca, cerca de Andahuaylas, en 1951. Otroestudioso, Rogger Ravines le asignó una antigüe-dad de alrededor de 1500 a.c. por los hallazgosde cerámica fragmentados en la zona.

Las piezas del entierro de «Muyu-Moqo» —so-bre las que se afirma fueron ofrendas— incluye-ron nueve escamas de oro, finamente martilla-das, y con cuentas de lápiz lazuli en las manos de

los difuntos. La boca tenía una cuenta grandecon una hoja laminada de oro enrollada, inserta-da en su agujero central. Los fragmentos son pe-queños, 5 mm., y la hoja es 41 mm. de largo. Losinstrumentos metalúrgicos encontrados consis-tieron en tres martillos cilíndricos de piedra y deun yunque, y algunos tazones de piedra dondepuede ser que hayan probado el recocido paraevitar agrietar la hoja. Los martillos fueron ela-borados de basalto, piedra arenisca y tiza, cadauno de los cuales habría servido para las diferen-tes fases del martillado.

Durante parte del Imperio Incaico, Apurí-mac fue la sede de los Chancas, conocidos porsu rivalidad con los incas. La presencia de estacivilización se extendió desde la provincia de Ai-mares por el sur hasta la laguna de Choclocochaen Huancavelica en el noreste, incluyendo la zonadel río Pampas y Pachachaca, tributarios del ríoApurímac y que al expandirse hicieron de An-dahuaylas su sede principal. Se reconoce al per-sonaje llamado Uscovilca como el iniciador deeste proceso de expansión.

Diversas investigaciones han determinado unavinculación de los Chancas con el complejo ar-queológico de Curamba, considerado uno de losmás importantes en las cercanías de Abancay, ubi-cado sobre el antiguo camino de los incas, en lajurisdicción de la comunidad de Callaspuquio, dis-trito de Huacaramba, provincia de Andahuaylas.Se caracteriza por su estratégica ubicación y suposición dominante sobre los valles y quebradasvecinas. Es un complejo arqueológico de formapiramidal, planta rectangular, con dos terrazasamplias que se intercomunican por medio de es-calinatas y una enorme plaza central. Algunos in-vestigadores han destacado su parecido con laspirámides de Vilcashuamán, mientras que otros lohan comparado con las Teocallis mexicanos.

2 Purser, W.C.F. «Metal Mining in Peru, Past and Present». P. 193.

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

Todo parece indicar que en este complejose desarrolló una intensa actividad metalúrgica,correspondiente al denominado período tardío.Se han hallado vestigios como hornos, llama-dos huayras, ubicados frente a la plaza central ydonde aún se puede encontrar una gran canti-dad de escoria y residuos en el suelo. En estecontexto del perímetro de la pampa se ubicanvarios conjuntos habitacionales de forma rec-tangular, constituidos por piedras calizas que sehallan unidas con mortero de barro; y en la su-perficie del suelo se observa gran cantidad defragmentos de cerámica monocroma y policro-ma, propia de los incas.

Desde la plaza hacía el sur se observan cla-ramente los vestigios del camino antiguo dondetransitaban los ejércitos Quechuas, Chancas, es-pañoles y luego los viajeros de la época colonialy republicana.3

Tras intensas batallas, los Chancas final-mente fueron dominados por los incas. Así laregión de Apurímac fue anexada al Tahuantin-suyo durante el gobierno del Inca Cápac Yu-panqui (1320-1350) y fue considerada comoparte del Contisuyo. Se atribuye al hermano deYupanqui, el Inca Auqui Titu Túpac Yupanqui,como el artífice de la expedición y conquista deestos territorios y la construcción del puenteHuaccachaca, sobre el río Apurímac. En eseperíodo se incorporaron las localidades de Co-tabambas, Contreras, Grau, Huamanpalla y Tin-tay y se fundó la ciudad de Huaynaccoscco comocapital de esa región.

Las zonas que forman actualmente parte dela región destacaron por su importancia comoeje político, social y religioso, las que estuvieronvinculadas a la explotación de los recursos mine-ros y a la crianza de los camélidos, como lo de-

muestran las ciudadelas de Choquequirao y elcentro ceremonial Sayhuite.

El desarrollo de la actividad minera en Apu-rímac por los incas fue confirmada por AntonioRaimondi. En su obra Minas de Oro del Perú,publicada en 1887, señala que los antiguos pe-ruanos explotaron los lavaderos de oro de Ay-ahuaya, ubicados en el distrito de Pachaconas,provincia de Antabamba. Según comenta, aquíse encontraron indicios de antiguas explotacio-nes ya que en algunas cuadras de la población delmismo nombre existen restos de los tiempos delImperio Incaico.4

Pero esta región también fue protagonistade importantes hechos históricos durante los úl-timos años del dominio de los incas. La zona don-de se está desarrollando el proyecto Las Bambas,que abarca las provincias de Grau y Cotabam-bas, fue escenario de algunos enfrentamientosentre los ejércitos de los hermanos Huáscar yAtahualpa.

Según el historiador José Antonio del Bus-to, Atahualpa envió a sus tropas al mando de susgenerales Quisquis, Calcuchímac y Rumiñahui atomar posesión de toda la cordillera y a los dosprimeros les ordenó tomar el Cusco. Huáscar salióa defender el Cusco y se encontró con el ejércitode su hermano en Cotabambas, donde se enfren-taron y lo venció. Tras la derrota, el ejército deAtahualpa huyó. Un pequeño grupo de comba-tientes del ejército de Huáscar salió en su bús-queda, mientras que el grueso de su ejército sequedó en el valle de Huanacopampa, donde unosdías más tarde, sorpresivamente, fue masacradopor el general Calcuchímac. Todo había sido unatrampa del ejército de Atahualpa, cuyos hombresdurmieron esa noche, a la luz de la luna, en esevalle alfombrado de cadáveres.5

3 Datos del Santuario Nacional del Ampay. 1997.4 Raimondi, Antonio. «Oro en el Perú». P. 136.5 Del Busto Duthurburu, José Antonio. «Pizarro».

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

En Progreso, provincia de Cotabambas aún se observanrestos de quimbaletes utilizados por los portugueses en el año1639 para moler el oro encontrado. A la fecha, estas enormespiedras siguen siendo utilizados por los mineros artesanalesde la zona.

EN LA COLONIA

En tiempos de la colonia, se estableció una orga-nización política en casi toda la extensión de laactual región de Apurímac, la que estuvo bajo lajurisdicción de las autoridades de Huamanga yCusco. En 1574 se fundó la ciudad de Abancay ydurante ese período la región se dividió en dosgrandes zonas: Abancay, Aimares y Cotabambas,asignadas al Cusco; y Andahuaylas, asignada aHuamanga.

En su intensa búsqueda de las minas de oroy plata de los incas, los españoles llegaron a estaregión. En 1562 descubrieron la mina de oro deCcochasayhuas en la ex provincia de Cotabam-bas, sobre la que se dice había sido explotada porlos incas. El nombre Ccochasayhuas se deriva delquechua «Ccocha», que significa al borde de la la-guna —la mina se halla ubicada al borde de lalaguna del mismo nombre—, y «sayhuas», que sig-nifica montaña de piedra.

Pese a que la minería de oro solo ocupó unlugar secundario en la colonia, la explotación deesa mina fue más o menos intensa. Es más, fueexplotada no solo por los españoles, también porlos portugueses desde 1639. Una evidencia deesa presencia son las colonias de descendientesportugueses y españoles establecidas en algunosde los distritos de las provincias de Grau y Cota-bambas.

Otra evidencia es el nombre de uno de lospiques de la mina, llamada «los portugueses». Ade-más, en algunos lugares de la región, en especialen los alrededores de la mina, aún existen restosde piedras —conocidas como «quimbaletes»— quese utilizaron en esa época. Estas piedras se mo-vían a través de un eje y formaban parte de unmolino de piedra construido para triturar el oroextraído. Cuentan los habitantes de la zona queeste molino estaba ubicado en un lugar cerrado y

tenía una longitud de más o menos dos metrosde ancho.

Los portugueses explotaron la mina de Cco-chasayguas hasta 1642, año en que fueron expul-sados por la Inquisición.6

En los años 1633 y 1634 la Inquisición deLima desarrolló una «cacería de brujas» contralos portugueses, quienes fueron despojados desus minas y no pudieron volver a trabajar has-ta fines del siglo XIX. Según W.C.F Purser, estehecho explicó el abandono de las minas Mo-rococha y Yauli, versión que ha sido respalda-da por respetables historiadores peruanos, pero

6 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo X, p. 33.

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

expresa ciertas dudas de que esta situación tam-bién haya afectado a la mina de Ccochasayguas.Sin embargo, al mismo tiempo reconoce queno existe evidencia concluyente que sustentesus dudas y por lo tanto, muchas veces la tra-dición se constituye en la mejor fuente de in-formación.7

Otros autores como Humberto del Mar dela Torre, quien ha investigado y escrito sobre lahistoria de la provincia de Aimares, revela que ellavadero de Huayllaripa, ubicado en la jurisdic-ción de Sañayca a 4.230 m.s.n.m., fue uno de loscentros auríferos de mayor atracción para los es-pañoles, quienes dejaron muchas bocaminas en-tre las que nombra a Piste, Charquihuacho, Quil-ca, Morone, Auquiato, Tiaparo, Toraya, Colca-bamba, Tapayrihua, Pocohuanca, Apacsa, entreotras.8

Durante la colonia también se descubrieronminas de plata en Apurímac. Según la investiga-ción realizada por Ramiro Valenzuela, Josef deSilva y Alarcón, vecino del pueblo de Curahuasi,provincia de Abancay, halló en el año 1785 unaveta de metales de plata en el cerro San Cristóbal ala que bautizó como Nuestra Señora de la Con-cepción. Ese mismo año se hicieron otros descu-brimientos similares. Ese fue el caso de una minaen la zona de Ayrancca, frente al Cerro San Cris-tóbal, así como el de la veta al pie de ese mismocerro, en Tunaspampa en la ribera del río Apurí-mac, a la que se le llamó La Sacra Familia.9

Una anécdota muy peculiar, cuenta Valen-zuela, ocurrió en septiembre también del año1785, cuando don Domingo de Pagazaortuon-da, Intendente de Abancay, dispuso que se re-uniera una junta de mineros en la localidad deCurahuasi con la finalidad de conocer los pro-

yectos que se estaban desarrollando en esa zona.En dicha junta se acordó que cada minero entre-garía una limosna de 19 marcos de plata —cadamarco pesaba aproximadamente un kilo— a laIglesia para la construcción de dos atriles en eltemplo de dicho distrito.

LA REPÚBLICA

El redescubrimiento deCcochasayguas

En los últimos años del siglo XIX se volvió atener noticias sobre la actividad minera en Apu-rímac. Antonio Raimondi, en su obra Minas deOro del Perú publicada en 1887, revela detallessobre la extracción de oro de los lavaderos deHuayllaripa, en la provincia de Aimares, y deAyahuaya, en la provincia de Antabamba.10

El sabio geólogo italiano visitó el lavaderode Huayllaripa en agosto de 1865. Lo encontróprácticamente abandonado, aunque era explota-do en muy pequeña escala por los habitantes delpueblo del mismo nombre. En un análisis querealiza sobre este lavadero, hace referencia a unestudio efectuado por un profesor de apellidoOlaechea. Entre otros datos menciona que tienetres depósitos de aluvión aurífero llamados San-ta Rosa, Ccasccasmina y Pampamina, que la ex-plotación de oro se hacía de manera muy primi-tiva, que solía ser muy activa en los tres primerosmeses del año y que el oro de los depósitos deSanta Rosa y Pampamina era de color amarillosubido y de buena ley.

Respecto a los lavaderos de Ayahuaya, pre-cisa que estos también eran explotados a muy

6 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo X, p. 33.7 Purser, W.C.F. «Metal Mining in Peru, Past and Present». Pp. 56-57.8 Del Mar de la Torre, Humberto F. «La historia de aymares y sus problemas». Pp. 133-134.9 Valenzuela Barrantes, Ramiro. «Los Enigmas de Apurímac». Pp. 63-64.10 Raimondi, Antonio. «Oro del Perú». Pp. 133-136.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

El alcalde de Progreso, Edilberto Pinares muestra unade las antiguas bocaminas de Ccochasayguas.

Marcelino Escobar, poblador de Progreso y extrabajador de la Compañía Explotadora de Cotabambasdurante la administración de los hermanos Wiese.

La gran mayoría de los pobladores que viven en las alturas de Apurímac son campesinos extremadamente pobres quehabitan en caseríos donde las casas están construidas de adobe y quincha.

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

pequeña escala. Asimismo, menciona a los la-vaderos de Auccampa y otros de la provinciade Antabamba —los cuales no eran trabajadospor la crudeza del clima del lugar y por estarubicados en una zona muy despoblada—, asícomo a las arenas auríferas del río Pachachaca,que baña a las provincias de Abancay y Aima-res, donde la presencia del oro no se encontra-ba en toda la extensión del río sino en el trechoque pasa por la hacienda de Pampatama y Cá-sinchihua.

Pero la noticia más importante tardaría unosaños más. En 1893 un portugués de apellidoRodríguez redescubrió la mina de Ccochasayguas.Habían pasado casi 250 años desde que fueraabandonada. La mina fue reabierta casi inmedia-tamente por la Compañía Explotadora de Apu-rímac, pero no fue hasta el año 1903 que se ini-ció su explotación luego de la creación de la em-presa Cotabambas Auraria de propiedad de capi-tales peruanos (Isaac Alzamora y Nicolás de Pié-rola). La nueva empresa procedió en primer tér-mino a limpiar las labores antiguas y a efectuarnuevos reconocimientos, así como a instalar unapequeña oficina de amalgamación y cianuraciónllamada «Progreso» —el cual pasaría luego a ser elnombre del distrito donde está ubicada la mina—con una capacidad para 10 a 12 toneladas. En1908 se obtenían minerales muy ricos con 3,330gramos de oro y 18 kg. de plata por tonelada.11

Testigo de esa actividad fue Fortunato Palo-mino ex trabajador de Cotabambas Auraria, quienhoy a sus 89 años recuerda aquellos tiempos enlos que el personal de la administración de estaempresa y algunos trabajadores hacía ostentaciónde la gran cantidad de oro que se extraía de esamina. «Empecé a trabajar con ellos de muy joven. Habíatanto oro que era frecuente ver a muchos de sus trabajado-res jugando a las canicas con bolitas de oro. Los adminis-tradores gastaban tal cantidad de dinero que hasta sus

perros y gatos ganaban plata. Así, llevaron a la quiebraa la compañía», cuenta.

También revela que si bien la tecnología quemanejaba la empresa era rudimentaria, se llegó ainstalar un cablecarril que facilitaba el trasladodel mineral y que, precisamente, para facilitar suuso se construyó la carretera Progreso-Ccocha-sayhuas. Los vagones del cablecarril eran trans-portados desde la mina hasta una pequeña plan-ta procesadora. En una ocasión se registró unaccidente durante un traslado del mineral quecausó la caída de varios vagones. Se dice que a lafecha muchos habitantes de la zona siguen bus-cando el oro que se perdió en ese accidente.

Otro dato anecdótico de la época involucraal hijo del contralmirante Miguel Grau. Resultaque don Rafael Grau Cavero y Núñez fue nom-brado diputado por la provincia de Cotabambasen tres oportunidades durante el período 1904-1916 pero sin conocer la zona, pese a que se des-empeñaba como abogado y asesor jurídico deCotabambas Auraria.

Recién el 4 marzo de 1917, y debido a unnuevo proceso electoral, realizó su primera visitaa la provincia, la cual tendría un trágico final. Aldía siguiente de su llegada se dirigió a Tambo-bamba, donde fue herido de muerte por un fran-cotirador. Es a partir de este suceso que se cam-bió el nombre de la provincia de Cotabambaspor el de Grau, designándose a Chuquibambillacomo su capital. En 1960 se crearía una provin-cia de nombre Cotabambas con su capital Tam-bobamba.

Hacia 1919, la actual provincia de Grau seconstituía en una de las más importantes de Apu-rímac, no solo por la actividad minera que girabaalrededor de Ccochasayguas, también por la acti-vidad agroindustrial que empezó a desarrollarseen Coyllurqui.

11 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo X, p. 33. Tomo I, p. 190.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

De acuerdo al Padrón General de Minas de1921, Cotabambas Auraria tenía siete minas deoro empadronadas. Sin embargo, los siguientesaños no serían nada buenos para esta empresaminera.

Rosemary Thorp y Geoffrey Bertram seña-lan que los propietarios de esta empresa fracasa-ron en su esfuerzo por la búsqueda de nuevasreservas de mineral y finalmente quebró a iniciosde 1929. En 1930 fue adquirida por los herma-nos Fernando y Augusto Wiese, quienes crearonla Compañía Explotadora de Cotabambas conun capital de S/. 30 millones.12 Según los habi-tantes que aún recuerdan esos años, la nuevaempresa también estuvo integrada por más de20 socios y entre ellos, los ex trabajadores de lafenecida Cotabambas Auraria.

Diversos historiadores reconocen a los her-manos Wiese como los innovadores en la histo-ria minera del Perú porque en 1933 lograrontransportar equipo pesado a la mina por avión,el cual aterrizó en el aeropuerto de Huanacopam-pa, cuya extensa pista de aterrizaje ha sobrevivi-do al paso de los años.

Este aeropuerto fue construido en 1930 enuna zona volcánica y descampada del distrito deProgreso en la que solo habitaban animales comoel guanaco —del cual se deriva su nombre—, conla finalidad de trasladar maquinaria y equipo parala mina y transportar el oro extraído y procesadoal Cusco y luego a Lima. Una vez que los avionesaterrizaban, los pilotos esperaban la llegada delos vehículos marca Ford cargados de lingotesde oro que pesaban entre 23 y 24 kilos y estabangrabados con el sello de la empresa. Los avionestambién transportaban alimentos para los emplea-dos y obreros de la mina, los que eran guardadosen un almacén ubicado en las cercanías.

En su pista de cerca de dos kilómetros delongitud aterrizaban aviones pertenecientes a la

empresa Panagra (la unión de Pan American Ai-rways y la W.R. Grace Corporation). Incluso lle-garon a aterrizar aviones de la empresa Faucett.

Si bien para la gran mayoría de los habitan-tes de la zona, la construcción e intensa actividaddel aeropuerto fue todo un acontecimiento, paraalgunos su existencia no fue necesariamente po-sitiva porque no les significó mayor bienestar yprosperidad. Hoy en día aún se recuerda una can-ción que describe un sentimiento de rechazo:

«Compañía Panagra,Compañía gavilanes,Gavilanes, gavilanes de la PanagraElevando altos cerrosTe llevaste nuestro oro, te cargaste nuestro oro»«Con la mina Ccochasayhuas te quedaste alabandono,Después de haberte explotado, te dejaron parasiempre»

Para el mejor aprovechamiento del oro ex-traído, los Wiese construyeron «El Ingenio», unaenorme planta procesadora equipada con maqui-naria importada de Europa y que también incluíaun enorme almacén donde se procesaba y acu-mulaba en forma organizada el mineral. Antiguosadministradores de «El Ingenio» señalan que lamaquinaria era bastante pesada debido a su grancapacidad de procesamiento, pues era alimenta-da con más de 300 toneladas diarias de mineralde oro. Según Mariano Pinares, poblador de lazona de Progreso, la tecnología aplicada por losWiese se convirtió en un gran aliado de los mi-neros que solían trabajar con pico y pala.

También se cuenta que los nuevos propieta-rios hicieron uso del cablecarril, cuyos vagones,cargados con aproximadamente una tonelada demineral, eran transportados por cables de acerode la mina hasta «El Ingenio». Por esos años tam-

12 Thorp, Rosemary; Bertram Geoffrey. «Perú 1890-1977: Crecimiento y Políticas en una Economía Abierta». P. 232.

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

Actualmente el aeropuerto de Huanacopampa no se encuentra en funcionamiento. Sin embargo, se ha visto la posibilidadde reactivarlo a raíz del relanzamiento del proyecto Las Bambas.

Imagen del aeropuerto de Huanacopampa, construido por los hermanos Wiese en 1930 . Este aeropuerto fue utilizadopara trasladar el mineral hallado en la mina de Ccochasayguas.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

La minería artesanal en la zona donde se desarrolla elproyecto Las Bambas se ha convertido en una de lasprincipales actividades laborales de sus pobladores. Comose observa en esta imagen, la mujer sigue cumpliendo unrol importante en esta actividad.

bién se construyó la hidroeléctrica de Mancahua-ra, la cual alimentaba de energía a la planta pro-cesadora.

La gran mayoría de los trabajadores de lamina eran habitantes de la zona, aunque tambiéndestacaba la presencia de trabajadores que pro-venían de ciudades como Abancay, Arequipa yLima, atraídos por las bondades de la mina.

La mina operaba las 24 horas del día en tresturnos de ocho horas máximo cada uno, con lafinalidad de evitar el cansancio de los empleadosy obreros. Sin embargo, esto no evitó el decesode muchos de ellos a causa de problemas en lospulmones y riñones, debido al intenso frío y a ladureza de las labores propias de la mina. La granmayoría de los fallecidos eran enterrados en pan-teones construidos de manera artesanal.

Los trabajadores estaban divididos en dosgrupos. El primero formado por los empleados(ingenieros, administradores, auxiliares, capatacesy bodegueros). Cabe destacar que una gran ma-yoría de ingenieros era de origen inglés y ameri-cano. El segundo grupo estaba integrado por losobreros, dentro del cual se distinguían a los «ba-rreteros» (encargado de perforar las rocas a mano),los «perforistas» (manejaban máquinas especialespara la perforación de las rocas), los «paleros» (re-cogían con palas el mineral que se amontonaba)y los «cerreros» (encargados de llevar los vagonesubicados en el pique principal de la mina).

Mención aparte se debe hacer del trabajo rea-lizado por las mujeres, llamadas «cancheras». Muje-res como las Sabina, Lloclle y Ccallocsa recogíanel mineral en bruto que se extraía de la mina paratrasladarlos a la pampa La Cancha, del cual se de-riva el nombre con el que eran conocidas.

En relación al pago de los trabajadores, estese hacía con billetes y con monedas, de denomi-naciones de 10 hasta 50 centavos, fabricadas porlos mismos Wiese. Las monedas eran de cauchoy llamaban la atención por sus colores. Ese dine-ro solo podía utilizarse en el distrito de Progresoy en algunos poblados cercanos a la mina.

«La empresa tenia sus propias monedas y con esonos pagaban. Al final, el dinero siempre volvía a los Wiese,pues solo podíamos comprar alimentos en las haciendas desu propiedad o en aquellas que trabajaban con ellos. Esasmonedas solo tenían valor en Progreso o en algunas zonascercanas al distrito. Más allá ya no tenían ningún valor»,explica Marcelino Escobar, poblador de la zonay ex trabajador de la empresa. «En el tiempo de losWiese a la gente le pagaban muy poco. Yo recibía 90centavos más o menos. Entré a trabajar a la edad de doceaños, lo que no fue ningún problema porque muchos tra-bajaban desde pequeños en la mina de manera volunta-ria. Hacíamos trabajos ligeros. Nuestra labor consistíaen acomodar los minerales extraídos», agrega.

Otro hecho que se comenta mucho de esaépoca es la presencia del padre de Chabuca Gran-da, don Enrique Granda, quien se desempeñócomo administrador de la Compañía Explotadorade Cotabambas. Incluso, se afirma que la gran

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

compositora nació en el hospital construido porlos Wiese en el campamento minero, del cual hoyen día quedan algunos restos. También se guardaun recuerdo especial por Toribio Carbajal, el úl-timo administrador de la empresa, quien a dife-rencia de sus predecesores no fue ingeniero sinoun obrero nacido en el distrito de Progreso, yquien además, fue considerado como el mejoradministrador de la empresa debido a que cono-cía con precisión la ubicación de las vetas de lamina Ccochasayhuas y también, según dicen, deotros lugares donde se encontraban ocultas gran-des cantidades de oro. «El capitán Carbajal, comoasí lo llamábamos fue una excelente persona y muy sabio.La gente trabajaba a la orden de él sin ningún problema.La verdad es que fue muy bueno porque sabía donde sepodía encontrar oro. Su muerte fue lamentable. Dicenque se le reventó el pulmón», manifiesta Escobar.

Los trabajadores de esa época también re-velan detalles de las condiciones de trabajo en lamina. Recuerdan que los Wiese se vieron en lanecesidad de introducir medidas de seguridad,como el uso de cascos de plásticos y amarrar alos mineros con cables por la cintura, ante losnumerosos accidentes con consecuencias fatalesque ocasionaba la caída de rocas al momento deextraer el mineral. Tal era el pánico entre los tra-bajadores que se hizo una costumbre rezar, an-tes de entrar a la mina, a la imagen de un santollamado San José o Cristo Pobre que estaba ubi-cada en una bóveda especial cubierta por unasrejas pequeñas. Aún quedan vestigios del lugarque ocupaba en la mina esa imagen —llevada ala zona por los españoles—, la cual después fuetrasladada a una capilla de Progreso.

Los Wiese trabajaron la mina de Ccochasa-yguas hasta 1952.5 Respecto a las causas del cie-rre de la empresa existen diversas historias. Unade ellas atribuye el cierre a la mala administra-ción de un ingeniero arequipeño de apellido Por-

tigo. Se dice que este administrador llevó a tra-bajar a unas personas conocidas como los «capo-rales», quienes se dedicaron a robar el oro extraí-do de la mina, ejemplo que fue seguido por algu-nos obreros, y que de tal magnitud llegaron a serlos robos que los propietarios tuvieron que con-tratar a personas para revisar las pertenencias delos empleados y obreros a la salida de la mina yde la planta procesadora. Otra historia cuenta quelos Wiese extrajeron tanto oro que terminaronpor agotarlo, y finalmente decidieron retirarse de-jando al distrito de Progreso y sus alrededoressumidos en el olvido y en la pobreza porque sellevaron consigo su principal fuente de trabajo.

Además de historias, hay un mito sobre elcierre de la mina, titulado «El Toro de Qochasaywasse fue a Azulqocha», el cual es recogido por Rodol-fo Sánchez Garrafa:13

«La compañía minera antes trabajaba en Qochasa-ywas, de la laguna se escapó el toro de oro, se escapóhacia Qolqabamba donde hay una laguna grande lla-mada Azulqocha. A Azulqocha entró el toro de oro,ahí está actualmente el toro de oro, nosotros no pode-mos buscarlo, porque vive ese toro de oro. El adminis-trador de la mina de Qochasaywas murió por hacerlobuscar, por eso la mina desde esa fecha se paralizó.Cuando la gente quiso acorralar al toro en la algunade Qochasaywas, lo hicieron secar la laguna hacia laparte de abajo y toda la gente que trabajaba allí conpico y pala estaba rodeando para agarrarlo, y el torose escapó. Solamente con una pala le dio un minero enel cachito de oro, entonces el toro de oro se escapó aAzulqocha, a Qolqabamba».

Según este mito, quienes pretenden captu-rar al toro, el cual representa la enorme riquezaaurífera de la mina, fracasan. La frase el «trozo delcachito» significa que solo llegó a explotarse unapequeña porción de esa riqueza.

13 Sánchez Garrafa, Rodolfo. «Wakas y Apus de Pamparaqay». Pp. 146-147.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

Tras el retiro de los Wiese, la propiedad dela mina pasó a manos de un empresario llamadoRoberto Stiglich Benvenuto, cuya administraciónse caracterizó por su constante enfrentamientocon la población del distrito de Progreso. Tal fueel disgusto de la población porque Stiglich para-lizó el trabajo de la mina y empezó a llevarse lamaquinaria y equipo, que un día, aprovechandoque este se encontraba de viaje, decidieron to-mar «El Ingenio». Existe un acta archivada en elmunicipio de Progreso en el que se describe esteacontecimiento:

«En Progreso, el primer día del mes de enero de1978, a horas once de la mañana, se reunieron lascomunidades del distrito en la Plaza Túpac Amaruencabezados por sus autoridades y líderes campesi-nos manifestando sus derechos de reivindicación(...)sentidos desde varios años hacia la actitud de-magógica e impuesta del patrón Roberto StiglichBenvenuto, y amparados por las disposiciones vigen-tes que toda vez una mina paralizada debe dejarbeneficios públicos (...) en bien de las mayorías másexplotadas (...) tomaron las decisiones siguientes:(...) El pueblo por decisión unánime ha decidido to-mar lo que queda de El Ingenio de la ex mineraExplotadora Cotabambas».«Esta actitud obedece a que el patrón Roberto Sti-glich Benvenuto defraudó al pueblo aduciendo cons-truir las necesidades antes mencionadas, llevándoseingentes cantidades de máquinas, aparatos de inge-niería, instrumentos quirúrgicos, cables de cobre dealta tensión, vehículos motorizados (...) quedando ellocal completamente desmantelado».«Condenamos y protestamos públicamente contra elpatrón, porque toneladas de oro se llevarán benefi-ciándose muchos patrones quienes recuperaron elquíntuplo y más de lo invertido. Para el distrito debequedar el último resto, en beneficio público como jus-ta reversión al pueblo marginado».

Esta acta también precisa que la planta seráutilizada como un mercado de abastos y para la

construcción de colegios de educación secunda-ria. También se indica que el fierro será emplea-do en la construcción de carreteras de la zona.

Ante el retiro de Stiglich, la propiedad de lamina fue asumida por el ingeniero alemán IvánBottger, nieto de Pedro Bottger, un ingenierometalúrgico que llegó al Perú en 1897 con la fi-nalidad de tentar suerte en las minas de Cerro dePasco. El nuevo propietario explotó la mina solounos pocos años, pero se quedó a vivir en la re-gión. Actualmente, se le puede encontrar en unahacienda ubicada en el distrito de Progreso. Élrecuerda muy bien la prosperidad que vivió du-rante muchos años la gente de la zona.

«Antes de la paralización se desarrolló una granactividad minera. Estaba el aeropuerto de Huanacopam-pa, el único y más importante aeropuerto de Apurímac,se contaba con carreteras, etc. Había prosperidad. El tra-bajo era organizado. Progreso gozaba de comercio. Cuan-do la mina estaba en su mejor momento, la poblacióntambién lo estaba. Con la paralización empezaron losproblemas. Muchos pobladores se comenzaron a ir y muypocos se quedaron», explica.

Progreso: pueblo de minerosartesanales

¿Cuál es la situación de la mina Ccochasayhuashoy en día? La mina cuenta con tres denunciosmineros y es propiedad de la empresa Cordillerade las Minas. Esta empresa permite a los poblado-res de Progreso explotar la mina de manera arte-sanal, es decir, solo recogen el oro que encuentranen el suelo. Para llegar a la mina, los trabajadoresse demoran a pie unas tres horas, tiempo que sereduce a 45 minutos para aquellos que hacen elrecorrido a caballo. El mineral encontrado pasa aser propiedad de los pobladores.

«Progreso vive actualmente de la mina artesanal, nohay pasto y son pocos los que apuestan por la ganadería.Los mineros artesanos actualmente trabajan a través deasociaciones. Ahora se está tratando de trabajar con ex-

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

Progreso, además de conservar su tradición minera, mantiene sus costumbres de generación en generación. Aquí ungrupo de jóvenes de cuarto de secundaria se dirigen a una fiesta taurina, como parte de una fiesta para despedir a suscompañeros de quinto de secundaria.

Las Bambas es un enorme proyecto minero que abarca 32 mil hectáreas al sur este de Apurímac. Sus valiosos yacimientosde cobre y oro se descubrieron en 1911 pero, por esas cosas del destino, no se explotaron nunca. Hoy se espera un grancambio en el futuro de la región.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

plosivos. Muchos de los que se dedican a esta actividadextraen dos a tres gramos de oro en un día de trabajo yobtienen una ganancia de 90 soles al momento de venderel mineral encontrado a rescatistas que a su vez lo vendena personas dedicadas a la orfebrería», revela EdilbertoPinares, actual alcalde del distrito de Progreso.

Pese a que este distrito —creado sobre la basedel campamento minero de la mina Ccochasa-yguas— sigue dependiendo de la minería, la ima-gen que la gran mayoría de la población tenía deesta actividad era negativa hasta antes de iniciarseel proceso de promoción de la inversión privadadel proyecto Las Bambas. Ellos sentían que losdiversos propietarios que tuvo esta mina habían«saqueado» sus recursos. A esto se sumaba el pro-blema de los pasivos ambientales que generó laexplotación de la mina durante las primeras cincodécadas del siglo XX y que fueron aumentandoen los últimos años debido a la extracción del orode manera informal y artesanal.

A partir del 2003, como parte de la ejecu-ción del Plan Inicial de Desarrollo Sostenible parala zona de influencia del proyecto minero LasBambas y una campaña de promoción de la mi-nería, ProInversión fomentó la formalización yadecuación a la Ley de Formalización y Promo-ción de la Pequeña Minería y la Minería (Ley Nº27651) de los mineros artesanales e informalesdel distrito de Progreso y localidades cercanas.Se ha establecido como meta formalizar a unos400 mineros.

Además de Ccochasayguas, en la zona hayotros yacimientos de oro pero mucho más pe-queños, a decir de los pobladores. Uno de ellos,y que está siendo explotado, es Ttoccny. Tam-bién se habla de la existencia de una mina conuna veta de oro llamada Cristom, ubicada muycerca de Ccochasayguas; y del yacimiento mine-ro Ccojoni, del cual se dice que fue explotadopor los españoles y portugueses.

No se debe dejar de mencionar la riqueza queposeen los distritos de San Antonio y Chuquibam-billa, que se caracterizan por su tradición minera.En el caso de este último se menciona mucho a lamina Yuringa, la cual aún no ha sido explotadapor estar ubicada en una zona inaccesible.

La búsqueda de cobre

Apurímac hasta inicios del siglo XX era conoci-da por su famosa mina de oro de Ccochasayguasy por sus lavaderos de este metal precioso ubica-dos en casi todo su territorio. Sin embargo, almismo tiempo que la producción de la Cotabam-bas Auraria iba en aumento, un grupo de inver-sionistas extranjeros se preparaba para buscarcobre en Progreso y en otros distritos cercanos.

Así, en 1910 se creó en Londres la Ferro-bamba Limited para explotar la mina del mismonombre.14 Entre los años 1911 y 1913 la nuevaempresa efectuó estudios geológicos y perfora-ciones diamantinas de seis taladros en lo que hoyse conoce como el distrito minero Las Bambas.Este distrito minero está formado por los yaci-mientos de Chalcobamba, Ferrobamba, Sulfo-bamba, Charcas y Azulccacca en una extensiónde 35 mil hectáreas que abarcan las provincias deGrau (distrito Progreso) y Cotabambas (distritosde Coyllurqui, Challhuahuacho y Tambobamba),a una altura de 4.400 y 4.650 m.s.n.m.

Esta zona es reconocida por haber sido tes-tigo de importantes acontecimientos históricos,y hasta anécdotas durante la guerra por la Inde-pendencia. En su obra Coyllurqui, RigobertoPeña Montesinos cuenta una anécdota del gene-ral Simón Bolívar, cuando instaló temporalmen-te su ejército en Huancari, ubicada en distrito deCoyllurqui. Una noche de febrero de 1824, elgeneral se hallaba en su campamento reunido con

14 Samamé Boggio, Mario. «El Perú Minero». Tomo X., p. 47.

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

La zona donde se desarrolla el proyecto Las Bambas, no solo destaca por su riqueza mineral, sino también por serescenario de importantes hechos históricos en el Perú como los enfrentamientos entre los ejércitos de los hermanosHuáscar y Atahualpa.

su Estado Mayor y tuvo la necesidad da salir unmomento en medio de una noche muy fría, en laque caía una fuerte granizada y silbaban vientoshuracanados, ante lo cual exclamó: «¡Por la Pimpi-nela, este lugar es como la Gramputa!». Fue a partir deesta anécdota que Huancari pasó a llamarseGramputa, pero debido a lo despectivo de la pa-labra con el tiempo quedaría en Pamputa.15

Sobre Ferrobamba Limited no hay muchainformación que permita reconstruir su paso poresta zona, solo se cuenta con algunos datos suel-tos. Por ejemplo, según el Padrón General deMinas de 1921, la empresa había empadronadoseis minas. Otra evidencia de su presencia la cons-tituyen las tumbas de dos ingenieros de apellidos

C. Cannon (fallecido el 9 de mayo de 1924) yG.E. Johnson (fallecido el 2 de noviembre de1921) en el cementerio del distrito de Progreso,en las que también quedaron grabadas el nom-bre de la empresa en español «Ferrobamba Limita-da». También se sabe que se retiró en 1934.

«Poco se sabe de esta empresa. Solo realizaron labo-res de exploración y como solo encontraron cobre, mineralque en esos años no tenía la importancia que hoy tiene,tuvieron que cerrar. Al parecer, lo que ellos no sabían esque donde hay cobre, también hay oro», dice DaríoCarbonelli Sotomayor, antiguo trabajador mine-ro y contratista de carreteras.

Carbonelli cuenta que conoció a los dueñosde Ferrobamba Limited entre los que nombra a

15 Peña Montesinos, Rigoberto. «Coyllurqui, Apuntes Hipotéticos e Históricos». P. 18.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

Aun se mantienen rastros de la presencia de extranjeros que llegaron al Perú a trabajar en la actividad minera. Las tumbasde los ingenieros de apellido C. Cannon y G.E Jonson, trabajadores de la empresa Ferrobamba Limited son prueba de ello.

El distrito de Challhuahuacho, escondido entre los cerros Ccalhuachaca y Llallahua (provincia de Cotabambas), es uno delos puntos centrales, junto al distrito de Progreso (provincia de Grau), de influencia del proyecto minero Las Bambas.

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

un ingeniero llamado Fernando Cerro. «El esta-blecimiento de esta empresa generó mucha expectativa en-tre la gente de Challhuahuacho, pero ciertos problemasdeterminaron su retiro. Nunca tuvo una buena relacióncon la población y apenas construyeron un campamentominero», señala.

También recuerda que Cerro conocía y man-tenía contactos con los hermanos Wiese, propie-tarios de la Compañía Explotadora Cotabambas,lo que permitió que algunos trabajadores de Fe-rrobamba Limited, una vez que esta suspendiósus operaciones, se fueran a trabajar a la mina deCcochasayhuas.

En 1942, las concesiones que pertenecían ala Ferrobamba Limited fueron adquiridas por laCerro de Pasco Mining Company. Esta empresaminera continuó efectuando estudios geológicosy perforaciones en el área. Estimó como reser-vas geológicas prospectivas 28 millones de tone-ladas cortas con 2,1% de ley de cobre.

A principios de la década de los setenta, elrégimen militar aprobó un decreto que estable-ció la obligatoriedad de las empresas de presen-tar calendarios de operaciones específicos parala iniciación de los trabajos de explotación de susconcesiones bajo pena de caducidad de las mis-mas. Pocos meses después amplió los alcancesde esta norma y se determinó que también rever-tirían a favor del Estado aquellas concesiones querequirieran una inversión no menor de 70 millo-nes de soles para su explotación y que no habíanasegurado su financiamiento antes de finalizar1970. Así las concesiones de la Cerro de PascoMining Company, entre ellas Ferrobamba y Chal-cobamba, revirtieron a favor del Estado a travésde la empresa Minero Perú.

La década de los noventa llegó con refor-mas para todas las actividades económicas. Elsector minero se benefició con la aprobación deun nuevo marco legal que favoreció a la inver-sión extranjera, a lo que se sumó la puesta enmarcha del proceso de privatización y concesiónde las empresas del Estado con la aprobación de

la Ley de Promoción de la Inversión Privada enlas Empresas y Activos del Estado (Decreto Le-gislativo Nº 674).

El proyecto minero Las Bambas fue inclui-do en los alcances del Decreto Legislativo Nº 674en 1993, pero no se avanzó mucho. En 1994 seinició un largo proceso administrativo y legal so-bre la titularidad de los Derechos Especiales delEstado que encerraban 31 mil hectáreas. Se tuvoque esperar casi diez años para lograr una solu-ción a este problema y convocar a concurso pú-blico internacional.

Entre los años 2003 y 2004 se logró sanearlas 1.800 hectáreas que encierran los yacimientosconocidos (Ferrobamba, Sulfobamba, Charcas yChalcobamba) gracias al Decreto Supremo Nº009-2004-EM promulgado en abril del 2004, yse logró incluir en el proceso de promoción de lainversión privada de este proyecto minero las 35mil hectáreas de las áreas de suspensión de peti-torios reservadas mediante Decreto Supremo Nº045-2003-EM.

Pero durante el tiempo que se buscaba unasolución al problema legal, la Comisión de Pro-moción de la Inversión Privada (COPRI), pro-movió la participación de empresas de prestigiointernacional (Cyprus, Phelps Dodge, BHP Bi-lliton Tintaya, entre otras) para realizar estudiosen la zona entre los años 1993 y 1997.

Años más tarde, entre setiembre y diciem-bre del 2003, previa autorización del Ministeriode Energía y Minas y la presentación de un pro-grama de impacto ambiental y plan de cierre,ProInversión desarrolló un programa de perfo-ración diamantina de 2.300 metros sobre las con-cesiones de Chalcobamba y Ferrobamba con lafinalidad de nivelar el acceso a la informaciónsobre el proyecto minero a los postores interesa-dos en el proceso.

Pero la agencia de promoción de la inver-sión privada no se limitó a gestionar los permi-sos correspondientes ante la autoridad del sectorminero, lo primero que hizo fue acercarse a las

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

EXPLORACIONES PRELIMINARES REALIZADAS EN EL DISTRITO MINERO LAS BAMBAS100 AÑOS DE EXPLORACIONES

Sector Fecha Empresa DescripciónLas Bambas 1911 Ferrobamba Limited 6 taladros diamantinosLas Bambas 1942 Jenks Estudios geológicosLas Bambas 1952 Kruger 366 ensayos químicosChalcobamba 1966 Barba / Cerro de Pasco Mapeo geológico y 6 taladros (914 m)

Mining CorporationChalcobamba y Ferrobamba 1993 Tintaya Ensayos químicos de mineral con

presencia de oro y plataChalcobamba 1996 Cyprus 6 taladros (933 m)Chalcobamba y Ferrobamba 1997 Phelps Dodge 8 taladros (1.390 m)Chalcobamba 1997 Teck / Cominco 4 taladros (875 m)Chalcobamba y Ferrobamba 1997 BHP Billiton Tintaya 7 taladros (1.024 m)Las Bambas 2002 Centromin Perú 35 ensayos químicos por oro y plataLas Bambas, Chalcobambay Ferrobamba 2003 ProInversión 11 taladros (2.328 m)

Fuente: ProInversión.

ración. El distrito minero Las Bambas registra7.500 metros de perforación diamantina, perose requieren más de 12.000 metros para definirla magnitud de las reservas. Por esta razón, elcontrato del proyecto que se adjudicó en unalicitación pública internacional establecía unperíodo de cuatro años para realizar los traba-jos de exploración por parte de la empresa ga-nadora. En ese período también asumiría uncompromiso de inversión social en la zona deinfluencia.

Finalmente, el 31 de agosto del 2004, enmedio de una gran expectativa, se efectuó la lici-tación pública internacional, en el cual cuatro delas 14 empresas precalificadas presentaron ofer-tas: Xstrata de Suiza, Compahia Vale do Rio Docede Brasil, BHP Billiton Tintaya de Australia yPhelps Dodge Corporation de Estados Unidos.La ganadora fue Xstrata de Suiza con una ofertade US$ 121 millones, tres veces más que el pre-cio base (US$ 40 millones).

Es así que después de casi un siglo de ha-berse iniciado los trabajos de exploración en lo

comunidades campesinas de Huancuire y Fuera-bamba con la finalidad de solicitarles la autoriza-ción para iniciar dichos trabajos, debido a queestos se realizarían en sus propiedades superfi-ciales. Una vez obtenida esa licencia se empeza-ron a ejecutar los trabajos en los que participa-ron algunos pobladores de estas comunidades ya quienes se les remuneró por los servicios queprestaron con S/. 20 diarios. Desde un inicio seles hizo sentir parte del proyecto minero.

Estos trabajos confirmaron que Las Bam-bas podía convertirse en un complejo de clasemundial que desarrolle y opere uno o más yaci-mientos de cobre, oro, molibdeno y otros meta-les. Los muestreos puntuales realizados mostra-ron contenidos de 4,85% de cobre, 0,43 g/t deoro y 26,65 g/t de plata. Sus yacimientos se ca-racterizan por poseer una estructura geológicaatractiva a los inversionistas, puesto que se esti-ma la existencia de recursos prospectivos sobrelos de 500 millones de TM.

Sin embargo, para confirmar estos hallaz-gos se requiere de un intenso trabajo de explo-

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La Minería en Apurímac: Grau y Cotabambas

El proyecto Las Bambas lleva inherente una propuesta de desarrollo sostenible que se basa en el principio de inversiónminera con responsabilidad ambiental y desarrollo social. Cumpliendo con este desarrollo social lugareños de la zonasaledañas a Las Bambas ya se encuentran trabajando para Xstrata, empresa ganadora de la licitación del proyecto.

que se conoce como el distrito minero Las Bam-bas se empieza a escribir un nuevo capítulo dela historia minera de Apurímac. ProInversiónasumió el reto de hacer las cosas diferentes. Nosolo se trataba de promover la llegada de unaempresa minera de talla mundial para continuarcon los trabajos de exploración en la zona ydespués iniciar la explotación de los yacimien-tos de cobre. Esa inversión minera, desde susinicios, tenía que beneficiar a sus pobladores,en un marco de respeto a su cultura, costum-bres y actividades tradicionales como la agricul-tura y la ganadería.

El proyecto minero Las Bambas lleva inhe-rente una propuesta de desarrollo sostenible quese basa en el principio de «inversión minera con res-ponsabilidad ambiental y desarrollo social». De acuer-do a las bases del concurso, parte del precio pa-gado por la empresa ganadora, US$ 45,5 millo-nes, fue aportado directamente a un fideicomiso

que ya se está destinando exclusivamente a fi-nanciar proyectos que fomenten el desarrollo delas diversas localidades y comunidades campesi-nas de las provincias de Grau y Cotabambas ycontribuyan a superar su situación de pobrezaextrema en la que vive la mayor parte de su po-blación. Independientemente de este esfuerzo,Xstrata deberá desarrollar su propio programasocial de acuerdo a lo establecido en el contratoy su propia política corporativa dentro de están-dares internacionales.

El desarrollo sostenible de la zona de in-fluencia es una condición indispensable para eléxito del proyecto minero. En la medida que lapoblación sienta los beneficios de la inversiónminera y que estos perduren en el largo plazo,ella misma se convertirá en un agente de pro-moción de la inversión privada generando asíun círculo virtuoso y un futuro con prosperi-dad y bienestar.

Capítulo III

HACIA EL DESARROLLO SOSTENIBLEDE APURÍMAC

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

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Hacia el desarrollo sostenible de Apurímac

El 31 de agosto del 2004, representantes del Eje-cutivo, congresistas, representantes de las empre-sas postoras, autoridades regionales, provincia-les y distritales, periodistas, entre otros, llenaronel auditorio de Petroperú, sede de ese acto. Tam-bién estuvieron presentes representantes de lascomunidades campesinas de la zona de influen-cia del proyecto minero vestidos con sus trajestípicos de gala, quienes además deleitaron al au-ditorio con su música y danzas como una mane-ra de hacer saber a todos que ese era un día defiesta para ellos. Con ese acto Apurímac dejabade ser una de las regiones más olvidadas del Perúy se le abrían las puertas a futuro lleno de desa-rrollo y progreso gracias a la inversión privada.

De las 14 empresas que habían precalificado,finalmente cuatro de ellas —Xstrata de Suiza,Compahia Vale Do Rio Doce de Brasil, BHP Bi-lliton Tintaya de Australia y Phelps Dodge de Es-tados Unidos— estaban listas para presentar susofertas por el Derecho de Transferencia de las

Concesiones Mineras de Las Bambas, que com-prende cinco yacimientos (Chalcobamba, Ferro-bamba, Sulfobamba, Charcas y Azulccacca), muyricos en cobre, oro y en otros metales. Estos yaci-mientos, descubiertos hace casi un siglo, abarcanun área de 35 mil hectáreas en tres distritos, Pro-greso en la provincia de Grau, y Challhuahuachoy Coyllurqui en la provincia de Cotabambas.

El precio base fue fijado en US$ 40 millo-nes y el compromiso de inversión para la etapade exploración en US$ 42 millones. Estos reque-rimientos de inversión se elevarán a un mínimode US$ 1.000 millones y/o a la construcción deuna planta de 50.000 TM. diarias si la empresaganadora, después de concluir los trabajos deexploración en un plazo de cuatro años, decideejercer la opción de explotar los yacimientos.

Pero la novedad en esta ocasión era que lasexigencias establecidas en el contrato iban másallá de los usuales requerimientos mínimos deinversión.

Pocas veces la apertura de sobres de una licitación pública internacional había concita-do tanta atención. No era para menos, el proyecto minero Las Bambas, en la RegiónApurímac, es considerado como una de las inversiones mineras más importantes de laprimera década del siglo XXI. Calificada por los expertos y analistas como un megaproyecto, se estima que su explotación aportará un nivel de producción de cobre simi-lar al que aportan las empresas mineras Antamina y Southern Peru, lo que consolidaráal Perú como el segundo productor del metal rojo en América Latina. Se proyecta quesignificará un incremento de 30% de las exportaciones mineras actuales y un creci-miento de 1% del PBI.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

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Hacia el desarrollo sostenible de Apurímac

La empresa ganadora también se compro-metía a aportar un monto mínimo de US$ 5 mi-llones más el 50% del diferencial del precio ofer-tado sobre el precio base a un fideicomiso, el cualsería destinado al financiamiento de proyectos decarácter social a favor de las comunidades de lazona de influencia. En el caso de solicitar unaprórroga del plazo establecido para los trabajosde exploración, deberá realizar aportes anuales alfideicomiso; y si después de concluir estos traba-jos decide ejercer la opción de iniciar la explota-ción de los yacimientos, tendrá que realizar unnuevo aporte al fideicomiso de US$ 13,5 millo-nes y pagar anualmente el equivalente al 3% delos ingresos por la comercialización de los mine-

rales extraídos (regalías), recursos que serán trans-feridos en su totalidad a la Región Apurímac.

A todas estas exigencias se sumaban 17 con-diciones de carácter social (anexo J del contra-to) que fueron planteadas por los mismos po-bladores en los diferentes foros y audienciaspúblicas que se desarrollaron, a lo largo de casiun año, en las diversas localidades y comunida-des campesinas de la zona de influencia, y quela empresa ganadora deberá cumplirlas al pie dela letra con la finalidad de mantener una rela-ción cordial y armoniosa con la población y susautoridades. Todo un reto, por lo que muchosse preguntaban qué inversionista estaba dispues-to a asumirlas.

COMPROMISOS ASUMIDOS POR EL GANADOR DEL PROYECTO MINERO LAS BAMBAS

DURANTE LA ETAPA DE OPCIÓN DE TRANSFERENCIA

Precio base US$ 40 millones

Compromiso de inversión US$ 42 millones

Aporte al Fideicomiso Un monto mínimo de US$ 5 millones más el 50% de la diferencia entre elprecio ofertado y el precio base.

DURANTE LA ETAPA DE TRANSFERENCIA

Regalías 3% de las ventas totales derivadas de la extracción de cualquier mineral, montoque se distribuirá en un 100% en la Región Apurímac de acuerdo a ley.

Compromiso de inversión No menor a US$ 1.000 millones durante los cuatro años de construcción delproyecto y/o una planta de capacidad de 50.000 toneladas por día.

Aporte al fideicomiso US$ 13,5 millones

Garantías El contrato garantiza todas las obligaciones asumidas por el inversionista, apli-cando penalidades de hasta 30% de la inversión no realizada y compensacionesde regalías por retrasos en la construcción, estableciéndose un pago anual deUS$ 750 mil, el cual se incrementará US$ 250 mil por cada año de retraso hastala puesta en marcha del proyecto.

Condiciones sociales 1. Ejecución de un Estudio de Impacto Ambiental de conservación del medioambiente, la flora, la fauna y los recursos hídricos.

2. Brindar oportunidad de trabajo para los profesionales, técnicos y obrerosde la provincia y región de la Región Apurímac como prioridad.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

Fuente: ProInversión

3. Ejecución de proyectos de infraestructura básica social.4. Reubicación de las comunidades afectadas en condiciones adecuadas, pre-

vio pago del justiprecio conforme a ley.5. Reposición de tierras y pasturas afectadas.6. Implementación de programas de sanidad animal y agraria.7. Transferencia de tecnología y asistencia técnica en programas de cultivo y

crianza.8. Apoyo en la comercialización de productos agrícolas y pecuarios.9. Respeto a la cultura, costumbres y fundamentalmente a los derechos huma-

nos.10. Seguro de salud para los comuneros afectados.11. Asignación preferencial de las regalías y del canon minero para las comuni-

dades afectadas, distrito, provincia y región.12. Fiscalización externa con participación de especialistas para evaluar cuanti-

tativa y cualitativamente el grado de contaminación de los recursos hídri-cos, suelo y otros, en forma periódica, acompañado por un comité de me-dio ambiente orientado a la prevención de los impactos negativos.

13. Responsabilidad social y ambiental de las empresas, restableciendo relacio-nes positivas con las comunidades.

14. Integrar y armonizar el desarrollo minero con actividades agropecuarias.15. Los proyectos de contrato serán de conocimiento de los habitantes de la

provincia y región.16. La suscripción del contrato se realizará en el lugar del proyecto con pleno

conocimiento de las autoridades y la sociedad civil.17. Los recursos generados por el proyecto minero se canalizarán a las comuni-

dades involucradas de la provincia y región, esperándose al mismo tiempoque sea responsable y que genere un desarrollo sostenible.

Finalmente, tras la apertura de los sobres yde la verificación de la información entregada porlos postores, se anunció al ganador: Xstrata deSuiza había ofrecido US$ 121 millones, tres ve-

RESULTADOS DE LA SUBASTA PÚBLICA INTERNACIONAL

ces más que el precio base. Este monto significa-ba un aporte inicial al fideicomiso social de US$45,5 millones.

Fuente: ProInversión.

Orden Empresa Procedencia Oferta (En millones US$)1 Xstrata Schweiz AG Suiza 121,02 Companhia Vale Do Rio Doce Brasil 111,03 BHP Billiton Tintaya Australia 106,104 Phelps Dodge Corporation Estados Unidos 50,02

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Hacia el desarrollo sostenible de Apurímac

EL PROGRAMA INICIAL DEDESARROLLO SOSTENIBLE

La licitación pública internacional del proyectominero Las Bambas fue todo un éxito, pero esteacto solo representó la culminación de una pri-mera etapa de intenso trabajo que se había ini-ciado un año antes.

El proyecto minero Las Bambas fue inclui-do en los alcances del proceso de promociónprivada en 1993 por la Comisión de Promociónde la Inversión Privada (COPRI), pero debido aproblemas de orden administrativo y legal no sepudo convocar a concurso hasta el año 2003. Enesos diez años muchas cosas habían sucedido ycambiado.

En ProInversión, los técnicos eran conscien-tes de que ya no podían seguir trabajando bajo elesquema tradicional. Las reglas de juego de la

minería en el mundo habían experimentado cam-bios significativos. Hoy en día, al evaluar un pro-yecto minero no basta que este sea rentable y quereporte altos niveles de productividad, ni tampo-co es suficiente que el país que acoge la inversióngarantice un marco legal estable y promotor. Tam-bién se le exige al proyecto minero un estrictocuidado del medio ambiente y que cuente conconsenso social, es decir, con la aceptación de lapoblación de las comunidades que viven en lazona de influencia, de lo contrario las posibilida-des de obtener de financiamiento, sea de la ban-ca privada o de un organismo financiero interna-cional, son prácticamente nulas. Sin esa acepta-ción social solo se termina generando un poten-cial foco de conflicto.

Lo que más le preocupaba al equipo de téc-nicos liderado por Jorge Merino Tafur, Coordi-nador de Asuntos Mineros de ProInversión yprimer Coordinador Técnico del FideicomisoAporte Social Proyecto Las Bambas, era efecti-vamente la aceptación de la población, pues sinella el fracaso del proceso de promoción de lainversión privada en este mega proyecto estabaasegurado. Más aún cuando en esos momentoslos enfrentamientos entre las empresas y la po-blación en importantes centros mineros domi-naban las noticias y los titulares de periódicos,televisión y radio.

«Desde un comienzo nos planteamos qué hacer paraacercar a dos mundos completamente diferentes. El mun-do de las comunidades campesinas y el mundo de la em-presa moderna y globalizada. Cuando se trata de atraerinversión privada, lo primero que se analiza es la percep-ción y las expectativas del inversionista. En eso ya tenía-mos bastante experiencia. Pero en el caso del proyectominero Las Bambas había que analizar también el as-pecto social, es decir la percepción y las expectativas deldueño de casa, de las comunidades campesinas de la zonade influencia. Teníamos que encontrar un punto de en-cuentro de ambos mundos en el que los dos se sintieranganadores. Por un lado, que al inversionista le sea atrac-tivo desarrollar el proyecto; y por el otro, que las comuni-

En las provincias de Cotabambas y Grau los niños debenrecorrer largas distancias a pie para llegar a sus colegiosmientras que sus padres trabajan en labores de agricultura yganadería de autoconsumo.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

dades campesinas acepten su presencia», explica Meri-no Tafur.

Entonces, se decidió empezar con un acer-camiento a la población de la zona de influencia,específicamente a las comunidades campesinasde las provincias de Grau y Cotabambas. «El pri-mer contacto con los dueños de casa y el respeto a lascomunidades campesinas fue la génesis de este proceso. Lessolicitamos su autorización para los trabajos de perfora-ción que necesitábamos realizar con fines de promocióndel proyecto, e incluso los hicimos participar en esta labor.Algunos pobladores se organizaron y establecieron unprograma rotativo de trabajo que generó un despliegue demano de obra no calificada. A cada uno de ellos se leremuneró con S/. 20 diarios. De esta manera, la pobla-ción, desde el primer día, sintió que cualquier persona quellegara a su zona tenía que respetarla, considerarla y con-versar con ella. Una vez que obtuvimos el visto bueno delas comunidades campesinas fuimos a dialogar con lasautoridades distritales, provinciales y regionales. No po-díamos ignorar a las autoridades que las mismas comuni-dades campesinas habían elegido para que las represen-ten», agrega.

Esta experiencia además le permitió a ProIn-versión tener un primer diagnóstico de la situa-ción de la zona de influencia: Pobreza extrema yuna ausencia absoluta del Estado. «Las posibilida-des de desarrollo de los pobladores de las comunidadescampesinas son prácticamente nulas desde su nacimiento.Los recién nacidos son alimentados con leche materna quecarece de nutrientes, solo es agua, porque las mujeres sealimentan de papa y chuño. Esta es la primera causa dela desnutrición que afecta a la mayoría de la población.Incluso, hay comunidades campesinas en las cuales la gen-te nunca ha probado el azúcar ni la sal», recuerda untécnico que visitó la zona.

Si bien ya se contaba con la aceptación so-cial para poner en marcha el proceso de promo-ción del proyecto minero, esta situación de po-breza extrema impuso la obligación de empren-der inmediatamente acciones a favor de la pobla-ción. No se podía esperar hasta concluir el pro-ceso de promoción del proyecto y los trabajos

de exploración —lo que llevaría un plazo de cua-tro a seis años—, e iniciar la etapa de explotacióncon la esperanza de que las inversiones a ejecu-tarse empezaran a beneficiar paulatinamente a lapoblación. Se tenía que buscar la manera de ge-nerar inversión social desde el primer momento,desde la etapa de promoción del proyecto, y ase-gurarse de que esta continuara fluyendo durantela exploración y luego, en la de explotación.

Es así que ProInversión definió dos frentesde trabajo. Por un lado, conjuntamente con unbanco de inversión, empezó a diseñar la estrate-gia de promoción del proyecto; y por el otro lado,previo a un estudio de línea de base social de lazona de influencia, definió un plan de desarrollosostenible con metas de corto y largo plazo quese ejecutaría inmediatamente.

El estudio de línea de base social de la zonade influencia jugó un rol clave el trabajo a favorde la población que se desarrollaría en los próxi-mos meses. Este estudio incluyó un detalladoanálisis de los aspectos políticos, sociales, econó-micos, condiciones de vida, nivel de infraestruc-tura, conflictos, percepciones y expectativas dela población sobre la minería:

• Altos índices de pobreza y analfabetismo.• Ausencia del Estado.• Precaria infraestructura básica: carreteras, ener-

gía, agua, desagüe, comunicaciones, salud, edu-cación.

• Regionalización en inicios, problemas de go-bernabilidad.

• Barreras culturales, complejidad del manejo delas comunidades.

• Desconfianza generalizada.• Cierto clima adverso a la minería: políticos,

ONG, otros.• Percepción de inequidad en la distribución (ca-

non, regalías y derechos de vigencia).• Percepción de contaminación ambiental en la

zona.

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Hacia el desarrollo sostenible de Apurímac

En el corto plazo se puso en marcha un Pro-grama Inicial de Desarrollo Sostenible Social, du-rante el año 2003 y hasta setiembre del 2004, quecomprendió a los pobladores de las provinciasde Cotabambas y Grau, específicamente de losdistritos de Progreso, Challhuahuacho, Coyllur-qui y Haquira, así como a los pobladores de lascomunidades campesinas de Fuerabamba, Pam-puta, Huancuire y Chicñahui, entre otras.

El objetivo de este programa era crear unclima propicio al proceso de promoción del pro-yecto minero Las Bambas y restablecer la pre-sencia del Estado a través del apoyo a la activi-dad agropecuaria, la construcción de una infra-

estructura básica mínima y la prestación de ser-vicios básicos. Para el desarrollo de este ambi-cioso programa se convocó a diversas entidadespúblicas como el Ministerio de Energía y Minas,Ministerio de Agricultura, Ministerio de Trans-portes y Comunicaciones, Ministerio de Educa-ción, SENATI, entre otras, las que tendrían a sucargo la ejecución de programas de salud públi-ca, alfabetización y capacitación técnica, y de ac-ceso a las telecomunicaciones y a las tecnologíasde la información (computadoras e internet), asícomo el desarrollo de programas agropecuarios,trabajos de mantenimiento de carreteras y pro-yectos de electrificación rural.

INDICADORES DE POBREZA DE LA REGIÓN APURÍMAC

Fuente: INEI y Estudio Económico Proyecto Las Bambas.

Analfabetismo • El 29,6% de la población de Apurímac es analfabeta, frente al 9,3%promedio a nivel nacional.

• En Abancay este porcentaje es de 17% y en Cotabambas es de 52,1%.Desnutrición infantil • El 46,6% de los niños de la región son desnutridos, frente al 27,9% promedio

a nivel nacionalNivel de pobreza • 44% de los estudiantes de la región estudia y trabaja, frente al 21% promedio

a nivel nacional.• Es el porcentaje más alto de todas las regiones del Perú.

Salud • 2,3 médicos por cada 10 mil habitantes.Esperanza de vida • 61,8 años frente al promedio nacional de 68.3Tasa de mortalidad infantil • 71 de cada mil nacidos, frente al promedio nacional de 43.Desarrollo humano • El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) coloca a

Cotabambas en el penúltimo lugar (193) de la escala de desarrollo humano.Respecto al ingreso familiar per cápita, las provincias de Cotabambas, Grau,Chincheros y Aimaraes ocupan los últimos lugares.

• Cotabambas registra índices muy por debajo del promedio nacional en lacobertura de servicios básicos.

Otros problemas • Altos niveles de alcoholismo y abigeo en la zona, alta tasa de violencia fami-liar y social, situación que se complica por la ausencia de puestos policiales.

• En el ámbito de las comunidades del entorno, que comprende a 16 comunidades campesinas con más de 8.000 habitantes, no hay servicios de energíaeléctrica, agua potable y desagüe. La mayor parte de la población es quechuahablante.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

ACTIVIDADES REALIZADAS

Alfabetización, capacitación ydesarrollo de habilidades

La alfabetización y la capacitación de los habi-tantes de las comunidades campesinas de la zonade influencia del proyecto minero Las Bambasfueron dos aspectos a los que se prestó muchaatención en el Programa Inicial de DesarrolloSostenible. Las acciones emprendidas no se limi-taron a facilitar el acceso a la educación, tambiéna la capacitación con miras a generar una poten-cial oferta de trabajo a disposición del futurooperador del proyecto.

En materia de alfabetización se suscribió unconvenio con la Unidad de Gestión EducativaLocal de Cotabambas (UGEL – Cotabambas)con el objetivo de ejecutar el Programa de Alfa-betización para la Vida, orientado a los analfabe-tos de las comunidades campesinas de los distri-tos de Challhuahuacho y Progreso, que ha bene-ficiado a 420 pobladores. Los profesores eranbilingües y fueron contratados de la misma zona.

Pensando en los jóvenes y adultos se suscri-bió un convenio de desarrollo técnico con SE-NATI dirigido a capacitar y potenciar las habili-dades de la población de los distritos de Challhu-ahuacho y Progreso, y sus comunidades campe-sinas (Fuerabamba, Pamputa, Huancuire, Chicñ-ahui y otros). El objetivo de este convenio era ca-pacitar y transmitir conocimientos técnicos a losbeneficiarios para propiciar su desarrollo sosteni-ble y así contribuir a mejorar las condiciones devida de los habitantes de la zona de influencia.

En este programa participaron 197 pobla-dores de las diferentes comunidades campesinasde la zona de influencia. De este total, 95 pobla-dores lograron capacitarse en el taller de estruc-turas metálicas y 102 lo hicieron en corte y con-fección. Actualmente, se continúa con la capaci-tación de otros 40 participantes de las localida-des de Progreso y Challhuahuacho.

Agricultura y ganadería

El Programa Inicial de Desarrollo Sostenibleprestó especial atención a los proyectos agrope-cuarios considerando que la agricultura y la ga-nadería son el sustento económico de las comu-nidades campesinas de la zona de influencia delproyecto minero Las Bambas.

Rubén Mori Kuriyama, director general dela Dirección General de Información del Minis-terio de Agricultura y quien tuvo a su cargo apo-yar a ProInversión en la ejecución de los proyec-tos agropecuarios, se confiesa un convencido deque la agricultura y la minería pueden trabajar dela mano. «Por ejemplo, si nos vamos a un país cercanocomo Chile, podemos ver que las canchas de relave ahorason bosques y que las zonas aledañas a los centros mine-ros desarrollan sus actividades normalmente, es más, hancrecido económicamente porque manejan altos niveles detecnología. Lo que pasa aquí es que siempre, y de maneraequivocada, se ha hecho competir a la minería y a la agri-cultura. Esto no es así. Pueden convivir. No hay incom-patibilidad. Ambas actividades pueden desarrollarse juntasde manera coordinada y armoniosa», sostiene.

Lo primero que hizo el Ministerio de Agri-cultura fue instalar una Oficina de PromociónAgraria en el distrito de Challhuahuacho, graciasa un convenio firmado con ProInversión y laMunicipalidad Distrital de Challhuahuacho. A estaoficina se le asignó personal y activos como mo-tocicletas, para el traslado del personal, y tres trac-tores que vienen siendo utilizados para habilitarlos terrenos dedicados a la agricultura y ganade-ría, labor que los habitantes suelen realizar a manoy solo con la ayuda de la «chaquitaclla», instrumentocuyo uso se remonta a la época de los incas.

También auspició proyectos agrícolas comola instalación de módulos demostrativos de acti-vidades agrícolas (una hectárea de papa nativa ycinco hectáreas de papa mejorada por núcleo).Asimismo, se ejecutaron proyectos pecuarios (selanzó una campaña de sanidad a 15 mil ovinos yse instaló un módulo de manejo de pasturas en

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Hacia el desarrollo sostenible de Apurímac

Dentro del marco del plan deacción social a ser realizado en elproyecto Las Bambas, ProInversióninició un intensivo programa depreparación y capacitación de loshabitantes de las comunidadescercanas a la zona a través deprogramas de alfabetización.

Gracias a la implementación deequipos de computo e internet en losdistritos de Chalhuahuacho,Progreso, Tambobamba, Mara yHaquira, la población estudiantil y suentorno se han visto beneficiadas dealta tecnología informativa.

Otra labor adicional que realizaProInversión de la mano del Senati,es la capacitación en corte,confección y otros que permitanpotenciar las habilidades de lapoblación y elevar la productividadde la zona.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

El programa inicial de desarrollosostenible tiene entre sus metasprestar especial atención aldesarrollo de los proyectosagropecuarios, por ser la agriculturay la ganadería el sustento económicode las comunidades donde está elproyecto Las Bambas. Por ello elMinisterio de Agricultura,respondiendo al llamado deProInversión, a la fecha ha instaladoen el distrito de Challhuahuacho unaOficina de Promoción Agraria ymódulos de manejo de pastura enpotreros y de forrajes de 10hectáreas por núcleo.

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Hacia el desarrollo sostenible de Apurímac

potreros y de forrajes de 10 hectáreas por nú-cleo) y forestales (se instaló un vivero comunalcon una producción de 20 mil plantones de es-pecies nativas y exóticas por núcleo). A todo estose sumaron actividades de capacitación a travésde 24 charlas sobre estos tres grandes temas.

Habiéndose concluido con estos proyectosque formaron parte del Programa Inicial de De-sarrollo Sostenible, la Oficina de PromociónAgraria del distrito de Challhuahuacho ahora seprepara para desarrollar una intensa actividad enlos próximos años, pues se le asignó la tarea deplanificar los futuros proyectos agrícolas, pecua-rios y forestales, así como brindar una atenciónadecuada de servicios agrarios, maquinaria agrí-cola, producción agrícola, reforestación, capaci-tación y asistencia técnica, entre otras, que seránfinanciadas con los recursos del fideicomiso.

En opinión de Rubén Mori Kuriyama, lazona de influencia del proyecto minero Las Bam-bas posee más potencial ganadero que agrícola.«El ganado de la zona es criollo —no pertenece a unaraza definida— y de porte pequeño, lo que determinauna producción muy limitada de carne y leche. La idea afuturo es donar módulos, que incluyan inseminación arti-ficial, para mejorar la calidad del ganado. Esto tiene queir de la mano con un proceso de mejoramiento de los pas-tos y de capacitación de la población para que ello mismoslo manejen en el futuro. Nosotros no pretendemos quedar-nos para siempre, lo que hacemos es implementar el pro-yecto, capacitar a la gente y que ella misma asuma eltrabajo una vez que hemos cumplido las metas», explica.

El Consejo Nacional de Camélidos (CO-NACS) también participó en este esfuerzo, a tra-vés de la suscripción de un convenio para la eje-cución de un programa social dirigido a promo-ver el desarrollo, conservación, manejo, mejora-miento y aprovechamiento de alpacas y caméli-dos en general, en las comunidades de la zona deinfluencia del proyecto minero Las Bambas. En-tre las actividades desarrolladas destaca el mejo-ramiento de la calidad de las ovejas de la zonamediante la implementación de dos padrillos de

ovejas cara negra en la comunidad de Huancuire,distrito de Coyllurqui.

Esta entidad también apoyó un proyecto decrianza de vicuñas, que se ha venido desarrollan-do con gran éxito y que ya se encuentra en sufase final. Este se ejecutó a solicitud de una delas comunidades campesinas de la zona, luegode que los profesionales de la CONACS explica-ran que existían las condiciones adecuadas paradesarrollar este tipo de actividad.

Los responsables del proyecto en la comu-nidad recibieron capacitación en el manejo de estetipo de camélidos a través de pasantías. Las vicu-ñas entregadas han sido confinadas a un espaciomuy amplio y debidamente protegido para evitarproblemas de contaminación, considerando quese trata de animales muy finos y delicados.

Mucho se recuerda la polémica que se gene-ró en torno a este proyecto a partir de informa-ciones que señalaban que la CONACS había ven-dido las vicuñas a la comunidad campesina. «LaCONACS fijó un valor a las vicuñas a efectos de preci-sar el monto de la inversión a realizar, pero no las vendió.Las vicuñas no se pueden vender porque son un patrimo-nio del Estado. Es más, el convenio dice claramente quese entregaría a la comunidad un determinado número devicuñas (250), y luego del plazo establecido deberá devol-ver la misma cantidad. Ese es el costo», aclara el repre-sentante del Ministerio de Agricultura.

Infraestructura

Los proyectos de infraestructura quizá fueron losque mayor impacto tuvieron en la zona de in-fluencia. El objetivo era poner a disposición delos pobladores de las diferentes comunidadescampesinas servicios a los que nunca habían te-nido acceso como las telecomunicaciones y laenergía eléctrica. También se apuntaba a cons-truir una infraestructura básica mínima a travésde obras de mantenimiento de carreteras, entreotras, que contribuyera a dinamizar las activida-

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Xstrata, compañía ganadora delos derechos de exploración yexplotación del proyecto LasBambas, inició una estrategia deacercamiento con las comunidadesdel departamento de Apurímac.Forman parte de sus actividades larealización de campañas deempadronamiento, conjuntamentecon la RENIEC, así como laboresde capacitación en el uso demodernas tecnologías mineras a lospobladores de la zona de influenciadel proyecto.

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des productivas y comerciales de la zona de in-fluencia y apoyara el futuro desarrollo del pro-yecto minero Las Bambas.

Es así que se puso en marcha un ambiciosoprograma de telecomunicaciones e internet queconsistió en la implementación de equipos decomunicación satelital para el acceso a la telefo-nía rural y computadoras con acceso a interneten la localidad de Tambobamba y en los distritosde Challhuahuacho, Progreso, Coyllurqui, Haqui-ra y Mara. Asimismo, se empezó a implementarel Programa Huascarán del Ministerio de Educa-ción con la finalidad de que la población se be-neficiara de las modernas fuentes de informacióny educación.

Tres técnicos del Programa Huascarán setrasladaron a Challhuahuacho con el objetivo deinstalar la antena satelital VISAT para el accesoal Portal Educativo Huascarán, según explicaWilfredo Farola Merino, encargado de la Unidadde Comunicaciones de este programa. Los técni-cos también capacitaron a los profesores de lazona en el uso de las tecnologías de informacióny comunicación aplicada a la labor educativa.«Actualmente, mantenemos una comunicación constantecon los profesores. A través de herramientas como el co-rreo eléctrico, el chat y el messenger atendemos rápidamen-te sus consultas», precisa.

Para el funcionario, el programa Huascarány la internet han cambiado la forma de vida demuchas comunidades del interior del país y estáconvencido que también hará los mismo en lazona de influencia de Las Bambas. «En la medidaque se cuente con institutos dotados de todas las herra-mientas que ofrece la tecnología de la información y lacomunicación, la gente dejará de migrar a Lima. Y siademás consideramos la mayor actividad económica quegenerará el proyecto minero Las Bambas, la zona progre-sará y dejará de ser una de las más pobres del Perú»,asegura.

En el campo de la electrificación se dieronlos primeros pasos para proveer servicios deenergía eléctrica a la zona de influencia y se ins-

talaron medidores de energía en las comunida-des de Pamputa, Huancuire, Fuerabamba y Pu-mamarca.

Para Huancuire vivió un momento históri-co y muy emotivo cuando por primera vez la luzempezó a alumbrar los hogares y los caminos quecruzan esta comunidad campesina. «Gracias a to-dos por esto. En este momento nos sentimos muy emocio-nados. Desde que se instalaron los medidores ya teníamossentimientos encontrados. Jamás pensé que este sueño seharía realidad, tanto que lo habíamos pedido y luchado»,expresó el presidente de esta comunidad.

Un grupo de religiosas compartió este mo-mento. «Ahora las cosas empezarán a ser diferentes paraustedes y principalmente para sus hijos, quienes serán losmás beneficiados con la inversión minera. Demos graciasporque han sido beneficiados con esta riqueza que aúnmuchos no la tienen. La luz es una bendición. Que estaluz que se ha encendido no se apague nunca. Que esta luzsignifique el resurgimiento de los pueblos», fueron laspalabras de una de las religiosas.

Para la comunidad campesina de Pamputatambién fue motivo de celebración. «Gracias. Porfin han escuchado nuestro pedido. Estamos muy contentosy alegres. Cuánta gente está en contra del proyecto mineroLas Bambas. Aquí mismo enfrentamos oposición. Peroesa oposición, que es ilógica, lo único que hace es que siga-mos viviendo en el atraso. Este proyecto ya está cambian-do nuestras vidas. Así como hoy llega la luz, algún día serealizarán otras obras en beneficio de nuestra comuni-dad», manifestó un comunero.

Los trabajos de infraestructura también in-cluyeron obras de mantenimiento de 20 kilóme-tros de carreteras, entre ellas la de Challhuahua-cho - Fuerabamba. La Acción Cívica del Ejércitoparticipó en estos trabajos a través del aporte deun tractor y proporcionando palas, picos, carre-tillas y otros instrumentos a una cuadrilla, for-mada por 12 a 14 comuneros, para realizar fae-nas rotatorias de relleno de baches, apertura decunetas y hasta la construcción de campos decultivos. Estos comuneros recibían un pequeñoaporte económico y un refrigerio.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

Con la finalidad de generar confianza entre los pobladores se han realizado audiencias públicas y forums de informacióna la sociedad civil, así como un plan de comunicación que permitió finalmente conseguir el ambiente favorable para elProceso de Promoción de la Inversión Privada en el Proyecto Las Bambas.

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La Acción Cívica del Ejército también eje-cutó obras de mantenimiento a la carretera Cha-llhuahuacho – Ccassa – Huanacopampa, a la pis-ta de aterrizaje del aeropuerto de Huanacopam-pa (1,2 kilómetros) y al helipuerto de Fuerabam-ba, en el cual aterrizó la comitiva presidencialcuando se suscribió el contrato con la empresaXstrata el 1 de octubre del 2004. También cola-boró el Ministerio de Transportes y Comunica-ciones, entidad que continuó estos trabajos conla ayuda de un tractor, un cargador frontal y unvolquete.

Salud

Lyda Dezulovich Vertiz, asesora del Ministeriode Salud, recibió el encargo de la ministra delsector Pilar Mazzetti, de visitar la zona de in-fluencia del proyecto Las Bambas atendiendo auna solicitud de ProInversión. «Un grupo de re-presentantes de los ministerios de Agricultura, Salud yEducación, acompañados de personal de ProInversión,viajamos más de 10 horas aproximadamente. Llega-mos primero a Tambobamba, como a las once de lanoche, y al día siguiente nos trasladamos a Challhu-ahuacho. Para mí fue una experiencia totalmente nove-dosa porque establecimos contacto directo con la pobla-ción, no con los dirigentes. Incluso, pobladores de otrascomunidades se habían movilizado a Challhuahuachosolo para escucharnos. Ver presente a la gente que real-mente vas a ayudar y a brindarles servicios era algonuevo para mí. En esa oportunidad solo pudimos ofre-cerles trabajar en el diseño de un proyecto de atenciónintegral de salud y que regresaríamos para su presenta-ción. Y así ocurrió. Casi a los dos meses de la primeravisita volví a Challhuahuacho, y ante la presencia tam-bién de los alcaldes provinciales y distritales, dimos aconocer nuestro proyecto», recuerda.

Gracias a un convenio con el Ministerio deSalud se desarrollaron programas integrales desalud pública en las comunidades de Challhuahua-cho, Asaccasi y Choquecca, habiéndose atendi-

do a más de 400 comuneros en medicina gene-ral, obstetricia y otras especialidades.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer.La doctora Dezulovich Vertiz cuenta que, con-siderando las particulares características de lascomunidades campesinas de la zona de influen-cia, los técnicos del Ministerio de Salud han di-señado un servicio integral de salud denomina-do PromoCodex. «Se enfrentaban varios problemascomo la exclusión y dispersión de las comunidades –lascasas se ubican cada 100 a 200 metros—, lo que hacíaimposible instalar un puesto de salud fijo al que la po-blación pudiese acudir. Tampoco se podía atenderlas conpersonal y equipos itinerantes conocidos como Elites, quellegan a una comunidad y permanecen unas horas o undía como máximo. Otro obstáculo era el idioma. Tam-bién tomamos en cuenta que es gente que vive en situa-ción de extrema pobreza y con cuadros de desnutriciónsevera», precisa.

La pobreza ha sido como un estigma para Apurímac.Pero se aproxima el acceso al desarrollo sostenido y a milesde fuentes de empleo. La realización del proyecto Las Bambascambiará el panorama de toda una región.

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Las Bambas: un modelo de desarrollo sostenible

PromoCodex es un proyecto de oferta mó-vil de salud que incluye equipos médicos portáti-les, medicinas y profesionales técnicos y especia-listas que inicialmente se dedicarán a la atenciónde las siete comunidades más cercanas a la zonade influencia, donde permanecerán todo el tiem-po que sea necesario y contarán con el apoyo detraductores. Estos técnicos y especialistas reali-zarán acciones de prevención de enfermedades yde recuperación de la salud de niños, adultos yancianos. También se incluirán equipos y profe-sionales especializados en odontología, habién-dose planteado en este campo una meta bastanteambiciosa: En uno o dos —dependiendo delnúmero de personas de cada comunidad— to-dos los pobladores deberán exhibir una denta-dura completamente sana. Cumplida esa meta sepondrá en marcha un servicio orientado al man-tenimiento.

Programa cívico de respeto a losvalores, cultura y costumbres dela población y de seguridad

Uno de los objetivos del Programa Inicial deDesarrollo Sostenible fue establecer la presenciadel Estado a través de la ejecución de proyectosque buscaban empezar a cambiar la vida de lascomunidades campesinas de la zona de influen-cia del proyecto minero Las Bambas. Sin embar-go, también había que hacer algo más que desa-rrollar proyectos.

Es por eso que ProInversión, en represen-tación del Estado, participó en las diversas acti-vidades organizadas por los mismos pobladorescomo los aniversarios de las comunidades cam-pesinas: Chicñahui (24 de julio), Fuerabamba (28de setiembre), Pamputa (18 de setiembre), entreotras; y en las festividades de los distritos y pro-vincias de Challhuahuacho (8 - 9 de agosto), Tam-bobamba (22 - 30 de agosto) y Progreso (14 desetiembre).

También promovió actividades cívicas comola celebración del día mundial del ambiente (5 dejulio), el desfile por fiestas patrias (28 de julio), eldía mundial de la alfabetización (9 de setiembre)y el día del estudiante (23 de setiembre). Todauna novedad fue la organización de un concursode canto y música que contó con la participaciónde cuatro grupos finalistas y que entregó premiospara el primer y segundo lugar (una guitarra yuna mandolina).

El ganador del concurso de canto y músicafue el grupo musical Sauricalla de Tambobambacon la tema «Mi Provincia». La letra de esta can-ción recoge las expectativas de la población entorno a los beneficios de la inversión privada enel proyecto minero Las Bambas.

“Por mucho más obras ypor más trabajoseremos primerosexportando cobrepor todo el mundoy con nuestras Bambas”

“Huayque PanaycunaHuq nisq llak asunkay qoinchishuanqaÑaupacman purisunallin kausayllamanMañana waqchachu”

“Hermanos queridosde nuestra provinciahermanos queridoscotabambinostrabajemos juntospor nuestras escuelasy la agriculturaque tanto nos falta”

“Hermanos queridosde las minas Bambashermanos queridostambobambinosnuestro desarrolloes la mineríapara el gran progresodel Perú entero”

“Ya se acercaya está muy cercael triunfo de la provinciapor más obras ymás trabajo”

“Chalcobamba yFerrobambaCharcas ySulfobambason futuro de nuestra patriapor los niños y la educación”

CANCIÓN: MI PROVINCIA

El Ejército también se sumó a este esfuerzode promover actividades cívicas. «De acuerdo a laConstitución, el Ejército participa y colabora en el desa-rrollo socio económico del país. Cada brigada, dentro dela región y área que le corresponde, puede apoyar a la

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En el campo de la seguridad, se reorganizaron sistemas de rondas campesinas. Asimismo, se instaló un puesto policialpermanente con 15 efectivos de la Policía Nacional en el distrito de Challhuahuacho y se capacitó a los jóvenes de la zona enentrenamientos de vigilancia y protección. Por otro lado, además de la ejecución de proyectos como parte de los objetivos delPrograma Inicial de Desarrollo Sostenible, ProInversión, en representación del Estado, también participó en las diversasactividades cívicas como desfile por fiestas patrias (28 de julio), etc.

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población de una comunidad a través de acciones cívicascomo la construcción de carreteras, ofreciendo serviciosbásicos (servicio médico y odontológico, legal, instrucción yhasta peluquería) y principalmente, fomentando el amora los símbolos patrios y la organización de ceremoniascívico-patrióticas. Fue en ese sentido que ProInversión nosconvocó», cuenta un miembro de la Quinta Briga-da de Montaña del Cusco.

Esta brigada del ejército se estableció en eldistrito de Challhuahuacho, pero sus operacio-nes también abarcaron los distritos de Progresoy Coyllurqui, y trabajó con un equipo de unas 60personas entre médicos, odontólogos, abogados,así como instructores y músicos para organizarbandas musicales en los colegios. Con especialafecto los miembros de la brigada recuerdan laparticipación masiva de la población en las acti-vidades cívico-patrióticas y de exaltación de lossímbolos patrios.

Asimismo, se apoyó a ProInversión en sulabor de enseñar a la población de la zona deinfluencia las ventajas y bondades de la mineríamoderna. «Cuando llegamos a la zona observamos queexistía mucha oposición al proyecto minero entre la pobla-ción, pero esta fue cediendo a medida que se daba cuentaquién tenía la razón y quién no. Se trabajó de formasostenida con las comunidades y al final se tuvo un finalfeliz con la exitosa licitación del proyecto Las Bambas»,destaca otro de los miembros de la brigada.

En el campo de la seguridad de la zona deinfluencia, se reorganizó el sistema de rondascampesinas con la participación de 98 ronderos,mediante el cual ocho hombres cumplen un ser-vicio de vigilancia por día. Asimismo, se instalóun puesto policial permanente con 15 efectivosde la Policía Nacional en el distrito de Challhu-ahuacho.

Como vemos, el trabajo coordinado de losdiferentes sectores del Estado hizo posible reali-zar con éxito este programa inicial de desarrollosostenible. Confiamos que en el futuro podamoscontinuar trabajando conjuntamente en aras deelevar el nivel de vida de las personas que habi-

tan en la zona de influencia de Las Bambas y porel bienestar del Perú.

EL DIÁLOGO, LA CONSULTA Y LAPROMOCIÓN DE LA MINERÍA

Al mismo tiempo que se desarrollaba el Progra-ma de Desarrollo Sostenible, ProInversión, apo-yado en su Gerencia de Asuntos Sociales y Co-munitarios, puso en marcha un proceso de infor-mación, consulta y diálogo que fomentaba la par-ticipación de la población en todas las decisionesrelacionadas con la promoción del proyecto mi-nero. También lanzó una campaña de promociónde la minería para explicar a las localidades y a lascomunidades campesinas de la zona de influen-cia cómo opera la minería moderna, cuáles sonsus ventajas y los alcances de la legislación am-biental peruana.

A pesar de que el distrito de Progreso esconsiderado un pueblo históricamente minero,esta actividad no gozaba de una buena imagenentre su población debido a los pasivos ambien-tales que generó la explotación de la mina de orode Ccochasayhuas en las primeras cinco décadasdel siglo XX, así como la explotación artesanal yhasta informal de dicha mina en los últimos años.Estos pasivos ambientales también empezaban aser utilizados como argumento de las campañaspromovidas por algunas ONG en contra del pro-yecto.

Luego de haber obtenido la aprobación delas comunidades campesinas y de las autorida-des distritales, provinciales y regionales, el segun-do paso fue construir la confianza y conversarcon los pobladores sobre lo que efectivamentese podía hacer por la zona. «Obviamente, en todoproceso hay opiniones a favor y en contra. Todas las opi-niones eran válidas para nosotros, incluyendo aquellas encontra. Es así que se organizaron audiencias públicas yforos. Empezamos en Abancay, la capital de la RegiónApurímac, y luego continuamos en las provincias, distri-

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tos, localidades y comunidades campesinas de la zona deinfluencia. Esas audiencias públicas se constituyeron enuna fuente de las condiciones de carácter social que ten-dríamos que incluir en las bases de la licitación públicainternacional. Nunca propiciamos el enfrentamiento, siem-pre fomentamos el diálogo basado en una regla: Las au-toridades y comunidades de la zona de influencia ya ha-bían otorgado su apoyo al proyecto, por lo tanto eran ellosquienes tenían que hablar de los beneficios del proyectominero Las Bambas, no solo ProInversión», recuerdaMerino Tafur.

En este marco, la estrategia de promocióndel proyecto fue aprobada en agosto del 2003por el directorio de ProInversión, previa consul-ta con el Gobierno Regional. En setiembre de

ese mismo año se realizó el Primer EncuentroRegional sobre Minería, Medio Ambiente y Agri-cultura en la ciudad de Abancay con la participa-ción del presidente regional y las autoridades dela región, al término del cual se dio un paso muyimportante con la suscripción de un Conveniode Promoción de la Inversión Privada en Apurí-mac entre el Gobierno Regional, el Ministerio deEnergía y Minas, y la agencia de promoción de lainversión privada.

El mes siguiente se inició el proceso de in-formación, consulta y diálogo con las comuni-dades campesinas de la zona de influencia en elPrimer Encuentro Regional Proyecto Las Bam-bas en la provincia de Cotabambas y se dio otro

ProInversión, apoyado en su Gerencia de Asuntos Sociales y Comunitarios, puso en marcha un proceso de información,consulta y diálogo que fomentaba la participación de la población en todas las decisiones relacionadas con la promocióndel proyecto minero.

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DECLARACIÓN DE CHALLHUAHUACHO

«Apoyar decididamente el proceso de promoción de la inversión privada en el proyecto minero Las Bam-bas, asumiendo que su concreción significará un importante salto al desarrollo y la lucha contra la pobrezaen toda la región».

«El proyecto deberá respetar las actividades agropecuarias, costumbres, preservación del medio ambientey responsabilidad social».

«La puesta en marcha del proyecto contemplará el desarrollo sostenible, particularmente en las comunida-des campesinas y distritos del entorno del proyecto».

«Todas las autoridades y población en general se comprometen a crear un clima favorable y dar su apoyopleno para garantizar el proceso de promoción de la inversión privada en el proyecto Las Bambas. Asimis-mo, demanda a las autoridades a nivel local, provincial, regional, Ministerio de Energía y Minas, y ProIn-versión, la permanente fiscalización y cumplimiento de los compromisos que se asuman con el inversio-nistas en el marco del desarrollo del proyecto Las Bambas».

CONVENIO DE PROMOCIÓN DE LA INVERSIÓN PRIVADA EN APURÍMAC

«Las partes ratifican la necesidad de promover la ejecución del proceso de promoción de la inversiónprivada en el Departamento de Apurímac, que coadyuve a la ejecución de proyectos de desarrollo sosteni-ble, orientado a la generación de empleo, mejoramiento de infraestructura, electrificación rural y en gene-ral al desarrollo social y económico del departamento, con especial énfasis de las comunidades ubicadas enla zonas aledañas y bajo la influencia de los proyectos».

«...Se establece la obligación de efectuar aportes sociales destinados a la ejecución de proyectos de desarro-llo económico y social, autosostenible en la zona de influencia de los proyectos».

«...Se exigirá plena observancia del Código de Ética de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Ener-gía».

«...Se incluirán expresamente la responsabilidad ambiental que deben asumir los inversionistas durante laejecución del Proyecto Las Bambas y otros proyectos».

«...Velarán por el uso racional de los recursos naturales en armonía con la preservación del medio ambien-te, de acuerdo con la normatividad vigente».

importante avance con la suscripción de la De-claración de Challhuahuacho en la que participa-ron el presidente regional de Apurímac, los al-

caldes provinciales de Cotabambas y Grau, losalcaldes distritales, los dirigentes comunales, lasociedad civil y ProInversión.

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Este proceso no terminó con la firma deestos convenios a favor de la inversión privada.En abril del 2004 se realizó una audiencia públi-ca sobre el proyecto minero Las Bambas en elCongreso de la República, a la que le siguieronmás foros y audiencias públicas en las mismascomunidades campesinas.

La campaña de promoción de la minería tam-bién fue muy intensa y contempló diversos tiposde actividades. Para empezar, ProInversión, enconvenio con el Ministerio de Energía y Minas,propició la instalación de una Oficina de Fiscali-zación Minera en el distrito de Challhuahuachocon el objetivo de ofrecer a todos los pobladoresun centro de información, a través del cual sepuede acceder al Sistema de Información Geo-gráfica, planos de la carta nacional IGN de Apu-rímac, información geológica, la legislación mi-nera y manuales de protección ambiental y a com-putadoras con acceso a internet.

Esta iniciativa se complementó con campa-ñas y programas de información y capacitaciónde los mineros artesanales, en coordinación conel Ministerio de Energía y Minas, con la finalidadde orientar su formalización y adecuación a laLey de Formalización y Promoción de la Peque-

ña Minería y la Minería (Ley No. 27651). Tam-bién se organizaron visitas guiadas a los centrosde información de ProInversión, Ministerio deEnergía y Minas e Instituto de Ingenieros deMinas, así como al Parque de Las Leyendas deLima y a las empresas mineras Pierina y Antami-na (dos viajes, 60 personas), en las que participa-ron los líderes de las comunidades campesinasde la zona de influencia.

La experiencia en las empresas Antamina yPierina permitió a los comuneros conocer direc-tamente cómo la minería moderna se apoya en latecnología para el cuidado del medio ambiente ypudieron comprobar que la minería, la agricultu-ra y la ganadería son actividades que podían con-vivir juntas.

No se debe dejar de destacar que el procesode información, diálogo y consulta, y la campañade promoción de la minería se apoyaron tam-bién en el trabajo de los promotores y en un agre-sivo plan de comunicaciones.

Los promotores cumplían una labor de ge-nerar confianza entre la población. Se tratabagente de la misma zona que era capacitada paravisitar casa por casa con la finalidad de explicarlea cada familia las ventajas de la inversión privada

TESTIMONIOS LUEGO DE LAS VISITAS A LAS EMPRESAS ANTAMINA Y PIERINA

«Ahora veo que nosotros estábamos equivocados cuando decíamos que la minería genera contaminación. Pero veo que esto noes así gracias a la tecnología. La realidad es otra y así lo demuestra Antamina. Lo que he visto voy a comunicarlo a micomunidad», eran las palabras de Porfirio Gutiérrez, representante de la Federación de Campesinos deChallhuahuacho.

«Las alpacas al costado de una faja transportadora es una prueba contundente de que la minería, la agricultura y laganadería pueden avanzar de la mano. Este es el concepto que me llevo. Las instituciones que se oponen a la inversión mineradicen falsedades y manipulan a la población a su conveniencia. Como autoridades somos los llamados a decir que la mineríagenerará desarrollo», expresaba Martín Cruz, regidor distrital de Haquira, luego de la visita a las instalacionesde la mina Pierina.

«He quedado completamente convencido que la minería no es negativa. Este viaje demuestra que la minería es desarrollo, esadelanto para nuestro pueblo», afirmaba Zenobio Maldonado, alcalde distrital de Challhuahuacho.

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y del proyecto minero y cómo estos contribui-rían a revertir la situación de pobreza.

El plan de comunicaciones se desarrolló anivel local y regional. A nivel local, la radio jugóun rol clave en las ciudades de Tambobamba yChuquibambilla y en los distritos de Progreso,Challhuahuacho y Haquira, así como en las co-munidades campesinas ubicadas alrededor de di-chas localidades. En los programas matutinos de5 a.m. a 7 a.m., en momentos que la gente sealista para realizar sus labores diarias —horariopunta de sintonía—, se incluían espacios dedica-dos a informar sobre el proyecto minero y susventajas. Como parte de este plan de comunica-ciones se instaló radio Challhuahuacho con pro-gramas diarios quechua hablantes.

Todo este trabajo empezó a dar sus frutos.Poco a poco cada vez más gente empezaba amanifestarse a favor de la inversión privada enminería, siempre y cuando cumpliera con ciertascondiciones de carácter social: Respeto a la pro-piedad y costumbres de las comunidades campe-sinas, participación abierta de la sociedad civil enlos proyectos de desarrollo que se ejecuten en lazona de influencia, participación en la fiscaliza-ción de la actividad minera, respeto y prioriza-ción del agro y la ganadería, priorización a la con-tratación de la mano de obra local y a la adquisi-ción de los bienes y servicios locales, capacita-ción de la población de la zona, etc.

Jorge Merino Tafur no oculta su satisfac-ción por la respuesta positiva de la población atodo este esfuerzo y también por el interés quelos inversionistas mineros de talla mundial em-pezaban a manifestar por las riquezas cuprífe-ras de la Región Apurímac. «Se organizaron unas14 audiencias públicas y todas ellas concluyeron con lafirma de sendas actas de apoyo a la inversión privada,pero quizás dos fueron las más trascendentales: El Con-venio de Promoción de la Inversión Privada en Apurí-mac entre el Gobierno Regional, el Ministerio de Ener-gía y Minas, y ProInversión, firmado en Abancay; y ladeclaración final de Challhuahuacho. Todos participa-

ron y dijeron ‘sí a la inversión’. Este apoyo social nospermitió comprender que la inversión era posible. Du-rante la promoción del proyecto minero también encon-tramos que los inversionistas están dispuestos a dialo-gar, invertir y trabajar en un ambiente amigable y quetambién desean que la población se beneficie en el largoplazo», recuerda.

Es así que ProInversión definió una nuevaforma de promover la inversión privada que par-te de una premisa básica, solicitar la autorizaciónde la población de la zona de influencia. Ningúnproceso de promoción de la inversión privadaserá exitoso si no cuenta desde su inicio con laautorización y aceptación de la población. «Qui-zá el principal aporte de todo este proceso ha sido la reva-lorización de las comunidades campesinas, las que siem-pre han sido consideradas en nuestro país como una es-tructura marginal. Creo que la formalización de las co-munidades campesinas es el punto de partida para unverdadero proceso de descentralización», agrega el re-presentante de la agencia de promoción de la in-versión privada.

También se logró diseñar un proyecto mi-nero que incluye una propuesta de desarrollosostenible que garantiza la inversión privada condesarrollo social y responsabilidad ambiental parala zona de influencia. «A pesar que solo se transfirióla opción de exploración, la subasta fue exitosa porquehubo un pago importante que permitió constituir un fidei-comiso social el cual ya está financiando proyectos de desa-rrollo social cuyos resultados la población ya esta perci-biendo», señala.

Luis Barra Pacheco, ex presidente de la Re-gión Apurímac, trabajó junto a ProInversión, losalcaldes y dirigentes de las comunidades campe-sinas desde los inicios del proceso de promociónde la inversión privada en el proyecto minero LasBambas. «Nuestra labor estuvo dirigida a identificar losproyectos que contribuyeran a revertir la situación de atraso,marginación y olvido a nuestra región. Las Bambas erauno de ellos. Se trata de un proyecto estratégico de vitalimportancia para el desarrollo de la región. Sabíamosque podían surgir voces en contra por tratarse de un pro-

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yecto minero, por eso fomentamos debates con la partici-pación de las comunidades campesinas y las autoridadeslocales. Los que estaban en contra decían que la mineríapodía afectar la agricultura y la ganadería. Al final, laverdad terminó por imponerse entre los apurimeños y lo-graron entender el mensaje: Sin inversión privada nuestrofuturo es imposible y en eso coincidimos plenamente conProInversión», explica.

Otra autoridad local que destacó por su no-table apoyo fue Zenobio Maldonado, alcalde dis-trital de Challhuahuacho, localidad que se cons-tituyó en el centro de operaciones de este Pro-grama Inicial de Desarrollo Sostenible. Él mis-mo confiesa que tuvo muchas dudas en la viabi-lidad del proyecto minero, principalmente en eltema ambiental. Sin embargo, al final pudo com-probar, tras su visita a las empresas Antamina yPierina, que la minería moderna sí protege elmedio ambiente y se convenció de que la inver-sión privada puede ayudar a su pueblo a superarla pobreza y el olvido en la que viven desde hacemuchos años.

Fidel Oros Torres, alcalde del distrito deCoyllurqui, recuerda aquellos tiempos cuandogran parte de la población se manifestaba en con-tra del proyecto. «Nos decían que estábamos a favordel proyecto minero porque nos habían pagado cuando enrealidad los alcaldes lo único que hicimos fue participaren este proceso pensando en el futuro de la población deldistrito de Coyllurqui y de la provincia de Cotabambas.Finalmente, esa visión negativa empezó a cambiar graciasal trabajo de comunicación y coordinación que realizóProInversión y que ahora también está realizando Xs-trata. La gente está percibiendo el proyecto de maneradiferente sobre todo porque está viendo las obras. No fueuna mentira», explica.

El éxito obtenido en todo este proceso deinformación, diálogo y consulta y en la campañade promoción minera se debió en gran parte altrabajo que desarrolló la Gerencia de AsuntosSociales y Comunitarios de ProInversión y quecontinúa realizando en la zona de influencia delproyecto minero Las Bambas a través del segui-

miento, evaluación y monitoreo del fideicomisosocial.

Esta Gerencia tiene a su cargo generar alian-zas estratégicas con las autoridades locales parafacilitar la puesta en marcha de los procesos depromoción de la inversión privada. En el casodel proyecto minero Las Bambas jugó un rol muyimportante como elemento central de percepciónal interrelacionar el sentir de las comunidades yla marcha del proyecto. Este trabajo de acerca-miento permitió situar y focalizar las necesida-des más apremiantes de la población de la manocon una oportuna y precisa comunicación encada una de las comunidades campesinas. Su par-ticipación fue fundamental en la estrategia de co-municación radial realizada en la zona de influen-cia y en la consolidación de las radios de Haquiray Challhuahuacho.

EL FIDEICOMISO

Casi dos meses después de la licitación públicainternacional se dio inicio, quizás, a la etapa másimportante de este proceso de desarrollo soste-nible para la zona de influencia del proyecto mi-nero Las Bambas con la constitución del fideico-miso social.

El 1 de octubre del 2004 el Estado perua-no firmó el contrato con la empresa Xstrata deSuiza y dos semanas después, el 14 de octubre,finalmente se constituyó el fideicomiso socialcon un aporte inicial de US$ 45,5 millones,monto que se elevará a US$ 62 millones en unplazo de cuatro años, antes del inicio de cual-quier operación comercial. También se estable-ció el modelo de la administración del fideico-miso. Este acto contó con la participación delas autoridades provinciales y distritales, inver-sionistas y ProInversión en representación delEstado. Así, los recursos necesarios para conti-nuar trabajando a favor del desarrollo sosteni-ble de la zona de influencia y luchar contra la

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pobreza extrema en la que vive, ya estaban dis-ponibles.

El Fideicomiso Aporte Social Proyecto LasBambas, su nombre oficial, tiene como objetivofinanciar proyectos de carácter productivo (agri-cultura, artesanía, industria y ganadería) y social(educación, energía, salud e infraestructura). Es-tos proyectos beneficiarán a las provincias deGrau y Cotabambas de la Región Apurímac, lasque comprenden 83.200 habitantes, 20 distritosy 150 comunidades campesinas. Entre las nume-rosas comunidades campesinas destacan: Cho-quecca - Antio, Fuerabamba, Pumamarca, Pam-puta, Huancuire, Pucuta, Palcca - Picosayhua,Hacienda Palca, Progreso, Chuicuni, Chicñahui,Cconccacca, Escohorno, Ccahuapirhua, PatrónSantiago de Ilacancha y dos propiedades priva-das, entre otras.

¿Por qué un fideicomiso? El marco legalminero y ambiental aseguraba reglas de juego

claras para cualquier empresa interesada en de-sarrollar el proyecto minero Las Bambas y unestricto respeto al medio ambiente. Sin embar-go, faltaba asegurar que los recursos que se des-tinaran a la inversión social fuesen utilizadosefectivamente en proyectos que cubrieran las ne-cesidades y las expectativas de la población dela zona de influencia y que fuesen administra-dos de forma transparente, sin fines ni cálculospolíticos. Se tenía que proceder con mucho cui-dado, pues lamentablemente, la experiencia enmateria de inversión social en nuestro país nosiempre ha sido positiva. Existe una natural des-confianza entre la población, principalmenteentre la gente de provincia, por las numerosaspromesas de recursos que tardan en llegar o sim-plemente nunca llegan; y si finalmente llegan,no se cuenta con la capacidad de diseño, ges-tión y ejecución de proyectos que permita opti-mizar su uso.

ETAPAS DEL DESARROLLO SOCIAL

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Los técnicos de ProInversión tuvieron queapelar a toda su creatividad e imaginación, y fi-nalmente, luego de un exhaustivo análisis de di-versos mecanismos se determinó que el fideico-miso se adecuaba perfectamente a los objetivosestablecidos. Este instrumento no era nuevo deltodo, pues ya se había tenido una primera expe-riencia en la concesión de la hidroeléctrica deYuncán (Cerro de Pasco), de la cual se sacaronvaliosas lecciones que permitieron ajustar y afi-nar la propuesta para el proyecto minero LasBambas.

El fideicomiso es un instrumento muy utili-zado por el sector empresarial y se define comouna relación jurídica mediante la cual una perso-na (fideicomitente) transfiere recursos o bienes aotra persona (fiduciario), quien está obligada autilizarlo en favor del fideicomitente o de un ter-cero (fideicomisario o beneficiario). En el casodel Fideicomiso Aporte Social Proyecto Las Bam-

bas, ProInversión (fideicomitente), en represen-tación del Estado peruano, transfirió los recur-sos a un banco (fiduciario) que está obligado aadministrarlos a favor de las comunidades cam-pesinas de las provincias de Grau y Cotabambas(fideicomisario o beneficiario). Como fiduciarioactúa el Banco Wiese Sudameris, el cual fue ele-gido mediante concurso público.

La principal ventaja que ofrece el fideicomi-so es la intangibilidad de los recursos, es decir es-tos no pueden ser destinados a otros fines que nohayan sido los previamente establecidos por el be-neficiario. Por su parte, el banco fiduciario se en-carga de administrar los recursos con el objetivode que generen la máxima rentabilidad mientrasno son utilizados —son remunerados con una tasade interés muy competitiva— y lo entrega al be-neficiario a medida que este aprueba los proyec-tos. De esta manera, los pobladores de la zona deinfluencia, a través de sus autoridades, ya no tie-

DESARROLLO SOCIAL DURANTE TODA LA VIDA DEL PROYECTO

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nen que acudir al gobierno regional ni al Ministe-rio de Economía y Finanzas para solicitar recur-sos. Este manejo de recursos se constituye en todoun ejemplo de descentralización.

La aprobación de los proyectos está a cargodel Consejo Directivo, en cuya composición pre-domina la participación de las autoridades pro-vinciales y distritales de la zona de influencia:

• El Alcalde de la Municipalidad Provincial deCotabambas.

• El Alcalde de la Municipalidad Provincial deGrau.

• El Alcalde de la Municipalidad Distrital de Cha-llhuahuacho —como representante de las mu-nicipalidades distritales y comunidades campe-sinas de la provincia de Cotabambas—.

• El alcalde de la Municipalidad Distrital de Co-yllurqui —como representante de las munici-

palidades distritales y las comunidades campe-sinas de la provincia de Cotabambas—.

• El alcalde de la Municipalidad Distrital de Pro-greso —como representante de las municipa-lidades distritales y las comunidades campesi-nas de la provincia de Grau—.

• El representante de Xstrata Perú.• Los consejeros regionales de las provincias de

Grau y Cotabambas.• El director ejecutivo de ProInversión o la per-

sona que este designe en su representación.

La primera sesión ordinaria del ConsejoDirectivo se realizó el 29 de octubre del 2004 enel distrito de Challhuahuacho, la cual fue presidi-da por Jorge Merino Tafur, primer CoordinadorTécnico del Fideicomiso Aporte Social ProyectoLas Bambas y representante de ProInversión antedicho Consejo.

MODELO DE GESTIÓN DEL FIDEICOMISO

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Los proyectos son sometidos a considera-ción del Consejo Directivo por las autoridadesprovinciales y distritales previa consulta a las au-toridades locales, comunidades campesinas y so-ciedad civil a través de «mesas de diálogo de presu-puesto participativo». En la tarea de aprobación delos proyectos, los miembros del Consejo tambiénse apoyan en el estudio de Línea Base Referen-cial elaborado por ProInversión, en el ProgramaInicial de Desarrollo Sostenible, en la informa-ción de los planes de desarrollo de los distritos yprovincias de Grau y Cotabambas, y en los pla-nes de desarrollo social y sectorial del GobiernoRegional y Gobierno Central.

«Las obras no son decisión de la municipalidad. Sonresultado de un presupuesto participativo que se elabora apartir de una reunión multisectorial en la que participantodas las comunidades y plantean sus necesidades. Ellospriorizan los proyectos», explica Luis Calderón Jara,alcalde provincial de Cotabambas. Milder TuiroHurtado, alcalde provincial de Grau, también ex-presa su satisfacción porque este instrumento per-mite a la población conducir su proceso de desa-rrollo. «Los recursos son administrados de manera res-ponsable, transparente, participativa, democrática y equi-tativamente por las dos provincias», agrega.

Dimas Palma, representante de ProInversiónante el Consejo Directivo, confiesa ser un con-vencido de las bondades y ventajas que ofrece elfideicomiso para la ejecución de proyectos de de-sarrollo sostenible. «A diferencia del canon y regalías,el fideicomiso es una herramienta que permite la atomiza-ción de los recursos. Por ejemplo, si el Estado recauda porconcepto de canon unos US$ 500 millones, estos recursosson distribuidos a nivel local, regional y nacional según unporcentaje establecido por la ley. La población de la zona deinfluencia de un proyecto se beneficia solo con una parte delos recursos que ella misma contribuye a generar. El fidei-comiso es diferente porque permite que los recursos se cana-licen en su totalidad a la zona de influencia del proyecto.En el caso del proyecto minero Las Bambas, la zona deinfluencia recibirá 100 veces más que el presupuesto decualquier otro municipio», explica.

LOS PROYECTOS APROBADOS

Han transcurrido diez meses desde que se cele-bró la primera sesión del Consejo Directivo delFideicomiso Aporte Social Proyecto Las Bam-bas. A lo largo de ese período se han realizadoseis sesiones ordinarias y una sesión extraordina-ria, en diversas localidades de la zona de influen-cia, y se han aprobado proyectos por un valor depoco más de US$ 30 millones.

En estas sesiones han participado represen-tantes de diversas entidades como el Ministeriode Agricultura, Ministerio de Educación, Minis-terio de Salud, Ministerio de Transportes y Co-municaciones, entre otras, para sustentar los pro-yectos relacionados a sus sectores que ya estánsiendo financiados por el fideicomiso y otros quelo serán en el futuro. Estas sesiones también sehan constituido en un foro de intercambio deopiniones y de debate sobre los problemas queaquejan a las localidades y comunidades campe-sinas de las provincias beneficiadas. Asimismo,las actas dan cuenta de algunos problemas que elmismo Consejo Directivo ha venido enfrentadoen el desempeño de sus funciones.

Dimas Palma, habla del trabajo del ConsejoDirectivo en los próximos meses y de los pro-yectos que ya se están ejecutando. «En esta nuevaetapa nos abocaremos a la aprobación y ejecución de pro-yectos productivos a partir de un plan estratégico que de-termine el potencial que ofrece la zona, es decir, lo que setiene en casa, por ejemplo, las condiciones adecuadas paraimpulsar la ganadería. No se quiere desarrollar proyec-tos que giren alrededor de la mina. Se quiere que estostengan un efecto secundario, que generen el desarrollo pro-ductivo y comercial de la zona. También vamos a ponerénfasis en los puntos críticos de la inversión social a travésde la ejecución de programas de salud, obras de sanea-miento, así como la construcción y mantenimiento de ca-rreteras, entre otros. Además, en esta etapa nos enfocare-mos más a los jóvenes porque ellos impulsarán, ejecuta-rán y mantendrán los trabajos que se están realizandoahora y los que se realizarán en el futuro», explica.

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Efectivamente, considerando que la agricul-tura y la ganadería son las actividades que ofre-cen el mayor potencial de desarrollo, el Ministe-rio de Agricultura ha diseñado un proyecto decentros rurales de transferencia y servicio gana-dero que se implementará en 14 comunidadescampesinas de las provincias de Cotabambas yGrau, con el objetivo de mejorar los índices y lossistemas productivos de la población beneficia-ria a través del adiestramiento y transferencia tec-nológica en actividades agropecuarias, específi-camente en aspectos técnicos, administrativos,mercado y desarrollo social.

En dichos centros se instalarán parcelas de-mostrativas comunitarias en las que se pondrá adisposición un área para la instalación de pastosy cultivos andinos, y estará a cargo de profesio-nales especializados en zootecnia, agronomía,sociología y gestión empresarial. También se hacuidado de que estén ubicados en un punto es-tratégico con la finalidad de facilitar la llegada de

los promotores que serán propuestos por lasmismas comunidades campesinas.

Otra iniciativa muy novedosa es el lanza-miento de los concursos Escuela Emprende yMaratón Emprendedora con el objetivo de fo-mentar entre la población a crear su propio ne-gocio. Este proyecto ha sido diseñado por la Di-rección Nacional de la Micro y Pequeña Empre-sa del Ministerio de Trabajo y Promoción Social,otra de las entidades que se ha unido a ProInver-sión en su esfuerzo de trabajar a favor de la po-blación de la zona de influencia.

Este proyecto comprende tres componen-tes. El primero, que ya se está ejecutando, corres-ponde a las conferencias de sensibilización quese realizarán antes y después del proceso de ca-pacitación de los dos concursos. A través de es-tas conferencias se busca motivar y despertar elinterés del público objetivo para emprender nue-vos negocios, internalizando en ellos caracterís-ticas emprendedoras y una mentalidad innova-

PROYECTOS APROBADOS Y EN EJECUCIÓN AL MES DE AGOSTO DEL 2005

SECTOR/ACTIVIDAD PRESUPUESTOS/. US$

INVERSIÓN SOCIAL COMUNIDADES CAMPESINAS 35’460.661,00 10’745.654,85Energía y Minas: Electrificación Rural – Pequeña Minería 15’483.000,00 4’691.818,18Educación 2’062.121,00 624.885,15Carreteras 8’364.540,00 2’534.709,09Desarrollo Productivo CC: Agropecuaria 9’551.000,00 2’894.242,42INVERSIÓN BENEFICIO URBANO – RURAL (COMUNIDADES) 32’996.229,60 9’998.857,45Educación 11’673.949,60 3’537.560,48Salud 5’900.096,00 1’787.907,88Saneamiento (agua y desagüe) 14’558.425,00 4’411.643,94Turismo 100.000,00 30.303,03Comunicaciones 663.759,00 201.139,09Plan de Desarrollo Estratégico Sostenible 100.000,00 30.303,03Carreteras 279.491,00 84,694,24INVERSIÓN DE ALCANCE REGIONAL 32’000.000,00 9’696.969,70Carretera Huancor – Chuquibambilla – Tambobamba – Inquilpata 32’000.000,00 9’696.969,70TOTAL 100’456.890,60 30’441.482,00

Fuente: ProInversión.

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dora, positiva y perseverante. También se difun-dirán experiencias exitosas de empresarios y em-prendedores locales y de otras regiones como elcaso de Yanacocha.

«Dentro de un mes estaremos lanzando la convoca-toria a los concursos. En el concurso Escuela Emprende-dora, que está dirigido a los escolares, se trabajará conunas 800 personas que se distribuirán en equipos de tra-bajo de hasta 150 integrantes. Los jóvenes que participendeberán desarrollar proyectos afines al entorno en el queviven, por ejemplo, el procesamiento de plantas nativascomo la cañihua. Lo que buscamos es que los participan-tes se conviertan en pequeños empresarios. El proyecto nosolo se limita a desarrollar un trabajo académico, se espe-ra que los beneficiarios salgan al mercado a comercializarsu producto. Un trabajo similar se efectuará con las ma-dres. Se les capacitará y orientará en el desarrollo de pro-ductos y en la identificación de mercados para su venta»,revela el representante de ProInversión.

Jorge Merino Tafur destaca las iniciativasdirigidas a la puesta en marcha de programas decapacitación para elevar la productividad de loscampesinos y abrirles el mercado a sus produc-tos agrícolas y pecuarios, así como la firma deconvenios para ejecutar programas de pequeñasempresas y liderazgo. «No solo se trata de mejorar losingresos de la población de la zona, también se trata deampliarles el mercado. Así, el concepto de desarrollo sos-tenible se hará realidad, pues se generará un polo de desa-rrollo con una vida propia. Cuando se inicie la etapa deexplotación de los yacimientos y se ejecute una gran inver-sión, la población estará más capacitada y tendrá unaidea más clara de cómo debe crecer, ya no alrededor de unproyecto sino de un gran mercado», sostiene.

Pero el potencial de la zona de influencia nose limita a las actividades tradicionales. El turis-mo también se perfila como una actividad quepuede contribuir al desarrollo sostenible de lasprovincias de Grau y Cotabambas porque se tra-ta de un área muy rica en restos arqueológicos yque presenta condiciones ideales para el turismoecológico y de aventura gracias a sus hermososvalles y cuencas.

EL SIGNIFICADO Y LOS RETOS

Todas las autoridades de las provincias de Grauy Cotabambas y gran parte de la población estánconvencidas de que con el proyecto minero LasBambas, que lleva inherente una propuesta dedesarrollo sostenible para la zona de influencia,se inicia una nueva etapa de bienestar y prosperi-dad de largo plazo.

«El proyecto minero Las Bambas es trascendentalpara el futuro de la Región Apurímac porque impulsaráel desarrollo económico de nuestro pueblo y garantizaráun mejor nivel de vida para nuestra gente en la medidaque se genere empleo directo e indirecto relacionado a laminería y a otras actividades como la agricultura, ganade-ría, turismo, tecnología, comercio, etc. También tendrá unimpacto dinamizador en la economía de la Región, proce-so que se verá reforzado con la construcción de la carreteraInteroceánica», sostiene Luis Barra Pacheco, ex pre-sidente de la Región Apurímac.

«Visión de desarrollo sostenible en todos los niveles:capacidades humanas, agricultura, ganadería, educación,salud, comunicación, carreteras, electrificación, comercio,industria, empleo para los profesionales, técnicos y otros»,dice Milder Tuiro Hurtado, alcalde provincial deGrau.

Entre la población cotabambina crece laexpectativa a medida que su quehacer diario estáexperimentando cambios. «Antes el municipio pro-veía un ómnibus a las comunidades dos o tres veces a lasemana, pero ahora han ingresado nuevas empresas detransporte lo que contribuye a reducir nuestros gastos. Estoes reflejo de una mayor actividad económica. Asimismo,los comuneros se llevaban su ganado al Cusco con la in-tención de venderlo, pero ahora se vende y se consume en lazona. Lo mismo sucede con la papa de Tambobamba.La demanda local está creciendo», cuenta Luis Calde-rón Jara, alcalde provincial de Cotabambas.

Pero no dejan de surgir algunas interrogan-tes y dudas, empezando quizá por los fondos delfidecomiso. Al mes del agosto del 2005 se ha-bían aprobado proyecto por un total de US$ 30millones, alrededor del 66% del total disponible,

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ante lo cual se podría pensar que los recursosestán próximos a agotarse.

Sin embargo, el mecanismo ha sido diseña-do de tal manera que los recursos que financia-rán el desarrollo sostenible de la zona de influen-cia están asegurados durante toda la vida del pro-yecto minero. No hay que olvidar que el montoinicial de US$ 45,5 millones debe elevarse a US$62 millones en un plazo de cuatro años, cuandoconcluya el plazo establecido para los trabajosde exploración. Si la empresa decide iniciar la eta-pa de explotación de los yacimientos, efectuaráun aporte de US$ 13,5 millones al fideicomiso yademás el inicio de la producción y comercializa-ción significará la ejecución de un compromisode inversión de US$ 1.000 millones en un plazode cuatro años, lo cual a su vez generará pagospor concepto de derecho de vigencia, canon mi-nero y otros tributos (el 3% de las ventas totalesderivadas de la extracción de cualquier mineral,monto que se distribuirá en un 100% en la Re-gión Apurímac, de acuerdo a la Ley).

Además, a este esfuerzo que está a cargo delos mismos pobladores de la zona de influenciadel proyecto minero Las Bambas, Xstrata Perú,

en cumplimiento de las condiciones sociales es-tablecidas en el contrato que firmó con el Esta-do peruano, ya ha puesto en ejecución su propioprograma social.

La empresa ha presentado un Plan de Rela-ciones Comunitarias cuyo objetivo es trabajar con-juntamente con los diferentes grupos de interéspara maximizar los impactos positivos que se pu-diesen originar como producto de su presencia yactividad en la zona de influencia, así como mini-mizar los potenciales impactos negativos que sepudiesen originar. El área de influencia de dichoplan está formada por las comunidades campesi-nas de Huancuire, Fuerabamba, Pamputa, Chicñ-ahui, Cconccacca, Ñahuinilla y los pueblos de Pro-greso y Challhuahuacho. En dichas comunidadesdesarrollará su plan de perforación exploratoria ylocalizará su campamento.

Actualmente, está apoyando diversos pro-yectos de desarrollo como la producción de fo-rraje hidropónico, la crianza de cuyes y truchas,el manejo de pasturas y el mejoramiento de ga-nado, y educación y capacitación en materia agro-pecuaria, entre otros. También está impulsado elfortalecimiento institucional en la zona de in-

OTROS BENEFICIOS DEL PROYECTO

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fluencia a través de campañas de identificacióndocumentaria (DNI) y formalización de comu-nidades y terrenos, así como programas de reva-lorización cultural, asesorías independientes entemas laborales y uso de terrenos. Además, haexpresado su intención de priorizar la contrata-ción de mano local y ofrecer programas de capa-citación en especialidades relacionadas a la cons-trucción civil.

Un segundo tema está relacionado al avancede los proyectos. En las últimas semanas se hanvenido escuchando algunas voces advirtiendosobre cierta desilusión de la población por la len-titud en la ejecución de los proyectos. En ProIn-versión reconocen esta situación y manifiestanque se está haciendo todo lo posible para que lasobras avancen más rápido y que los beneficiosempiecen a sentirse lo más pronto posible, perotambién precisan que el proceso debe tomar sutiempo.

«Evidentemente hay mucha expectativa entre lasautoridades y la población. Les pido paciencia y que man-tengan encendida la pasión de hacer las cosas. Las mis-mas autoridades están tomando más confianza y se estándando cuenta que se pueden hacer las cosas», comentaJorge Merino Tafur, Coordinador de AsuntosMineros de ProInversión.

Las autoridades provinciales y distritales deCotabambas y Grau comparten esta preocupa-ción. «Algunos pobladores sienten desconfianza, pero estoes consecuencia de que aún no entienden este esfuerzo.Exigen que las cosas se hagan rápido, pero no se dancuenta que la ejecución de un buen proyecto requiere detiempo. Sin embargo, ya se han dado avances importantescomo el mantenimiento de las carreteras y la instalaciónde internet en algunas localidades. La gente debe apren-der a tener paciencia», explica Luis Calderón Jara.

El alcalde distrital de Coyllurqui, Fidel OrosTorres, recomienda evitar las campañas contra laminería porque no conducen a nada bueno. «Lapoblación debe tener paciencia. Estamos apostando poruna minería no para el momento, sino para el futuro. Nose puede exigir que las cosas se realicen de inmediato por-

que al final no salen bien. Hay que pensar que los traba-jos se están haciendo pensando en el futuro, para no que-darnos en el abandono cuando agoten los recursos mine-ros», sostiene.

LOS OTROS FIDEICOMISOS

La concesión de la hidroeléctrica de Yuncán enCerro de Pasco, en contrato de usufructo a favorde Tractebel, fue el primer proceso de promo-ción de la inversión privada que incluyó el fidei-comiso como instrumento para apoyar el desa-rrollo de proyectos de desarrollo sostenible a fa-vor de los distritos de Huachón y Paucartambo(21.000 habitantes y 3 comunidades campesinas).

Este fideicomiso se constituyó en mayo del2004 con un aporte inicial de US$ 1’000.000,monto que se elevó a US$ 5,96 millones cuandoempezó a operar. Se ha previsto que el aportedurante la vigencia del contrato de usufructo as-cienda a US$ 15,4 millones. Como agente fidu-ciario de este fideicomiso actúa el Banco de Cré-dito del Perú.

En abril del 2005 se constituyó el Fideico-miso Social del Proyecto de Bayóvar con un apor-te inicial de US$ 1’000.000 cuyo beneficiario esla provincia de Sechura (52.600 habitantes, 6 dis-tritos y una comunidad campesina). El proyectode Bayóvar fue transferido a la Companhia ValeDo Rio Doce de Brasil.

El cuarto fideicomiso se estableció a favordel distrito de Morococha (7.000 habitantes yuna comunidad campesina), zona de influenciadel proyecto minero Toromocho, el cual fuetransferido en mayo del 2003 a Peru CopperSyndicate Ltd. En agosto del 2005, ocho mesesdespués de la aprobación del programa socialde este proyecto minero, se constituyó el Fidei-comiso Aporte Social Proyecto Toromocho conaporte de US$ 1’000.000 efectuado por dichaempresa y que será destinado al financiamientode proyectos de salud, vivienda, alfabetización

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y alimentación para las familias en situación depobreza externa y en proyectos de desarrollopersonal de las capacidades de los pobladoresdel distrito con la finalidad de fomentar la crea-ción de pequeñas empresas que promuevan eldesarrollo sostenible. El Banco Sudamericanofue elegido como agente fiduciario.

Debido al éxito que se está obteniendo enestas diferentes zonas del Perú, ProInversión yaestá trabajando para replicar este exitoso mo-delo de desarrollo sostenible, basado en la in-versión privada con desarrollo social y respon-sabilidad ambiental, en los proyectos minerosLa Granja y Michiquillay —que han sido inclui-dos en el proceso de promoción de la inversiónprivada— y en un proyecto que acaba de iniciaroperaciones.

Efectivamente, actualmente está en procesode constitución un fideicomiso social del Pro-yecto Alto Chicama en la Región La Libertad.Sus beneficiarios serán las provincias de Otuzco,Santiago de Chuco y Sánchez Carrión (282.500

habitantes, 26 distritos y 49 comunidades cam-pesinas). La ejecución de este proyecto aurífero,que empezó a producir en agosto del 2005, estáa cargo de la canadiense Barrick Gold.

Pero todo parece indicar que este modelono solo será replicado en los proyectos de pro-moción de inversión privada a cargo de ProIn-versión. El mensaje ya está siendo escuchado yanalizado cuidadosamente por el sector mineroen su conjunto.

Para ProInversión, el uso del fideicomisocomo herramienta eficaz en la promoción de lainversión minera y desarrollo social sostenible,posibilitará al Estado establecer una política depromoción de la inversión minera con una vi-sión integral de desarrollo económico, social yambiental que toque los aspectos de participa-ción, equidad y redistribución de la riqueza comoplataforma base para promover la inversión pri-vada de los proyectos y prospectos mineros quetiene en cartera el país a lo largo y ancho de suterritorio.

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Referencias bibliográficas

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Agradecimientos

ProInversión agradece el valioso aporte de las instituciones, autoridades provinciales y distritales de Apurímac,comunidades campesinas, así como de los pobladores de la zona que compartieron sus experiencias e hicieronposible el desarrollo de este libro:

Municipalidades distritales de Progreso, Challhuahuacho, Haquira y CoyllurquiComunidades campesinas de Fuerabamba, Chicñiahui, Pamputa, Huancuiri y otros.Municipalidades provinciales de Tambobamba y GrauPrograma Huascarán del Ministerio de EducaciónMinisterio de AgriculturaMinisterio de SaludXstrataQuinta Brigada de Montana del CuscoBiblioteca Nacional del CuscoBiblioteca Nacional del PerúBiblioteca del colegio «Regina Pacis»Sociedad Nacional de Minería y PetróleoInstituto de Ingenieros de MinasMuseo «Oro del Perú» «Armas del Mundo». Fundación: Miguel Mujica GalloCentromin

De manera especial a los señores:

Luis Calderón, alcalde de Tambobamba, provincia de CotabambasZenobio Maldonado, alcalde del distrito de Challhuahuacho, provincia de CotabambasMilder Tuiro, Alcalde Provincial de GrauPorfirio Gutiérrez Paniura, presidente de la Federación Campesina del distrito de Challhuahuacho,Iván Bottger, antiguo administrador de la planta procesadora «El Ingenio» del distrito de ProgresoMarcelino Escobar, poblador de la zona y ex trabajador de la empresa Compañía Explotadora de Cotabambasde los Wiese.Fortunato Palomino, ex trabajador de Cotabambas AurariaMariano Pinares, poblador de la zona de ProgresoDarío Carbonelli Sotomayor, antiguo trabajador minero y contratista de carreterasPorfirio Gutiérrez, representante de la Federación de Campesinos de ChallhuahuachoComuneros y habitantes de PamputaIngeniero, Felipe de LucioLuis Barra Pacheco, ex presidente de la región Apurímac