Las Alas Del Sol

3
Este libro empieza en el día 972, donde Yu, un niño de 12 años, vive con su familia, china, en el campamento de refugiados de Shet Kong, cerca de Hong Kong. Yu era el mayor de tres hermanas. Lo normal es que a cualquier persona le deprima estar en un campo como este, pero Yu es especial. Le gustaba su pequeño mundo, lo conocía todo a su alrededor. Yu era un chico muy optimista, por lo que vivía cada día como si fuera el cambiase toda su vida. Esta historia empieza el día 972, porque, precisamente, ese fue el día que cambió la vida de Yu para siempre. El objetivo de Yu y de toda su familia era llegar a Australia, pero antes tenían que esperar, eso es, esperar. Yu quería conocer todo el mundo, pero solo podía ir hasta la alambrada de coches. Yu no sabía qué era un coche, pero le gustaba, aunque no supiera nada de lo que era. Iba a un colegio que había allí. Sus hermanas no iban, porque eran muy pequeñas. Allí, conoció a un chico llamado Tiam. Se hicieron amigos, y eso a Yu le encantó, porque él no tenía a nadie con quien jugar. A la vuelta, Yu acompañó a Tiam a su casa. Cuando Yu llegó a la suya, su madre estaba muy enfadada con él (como siempre). Más tarde, le dijo a su madre que tenía que hacer recados que le había dado su padre. Mentira, quería ir con Tiam a su famosa alambrada. Cuando llegaron, se encontraron algo asombroso. ¡Un perro! Pero era raro, no había perros por allí. El caso es, sea como sea, ese perro estaba allí, con mucha hambre y sediento, pero erguido. Yu y Tiam acordaron en quedárselo, pero dejándolo allí. Unas veces Yu le dará parte de su comida, y otras veces Tiam. Luego jugaron con él. Más tarde, Tiam dijo que su madre le estaría esperando. Yu se quedó un poco más. El perro se había dormido de tanta carrera. El chico oyó un ruido, y se escondió donde pudo. No le vieron, y al mirar lo que estaba pasando, se sorprendió, y mucho.

Transcript of Las Alas Del Sol

Page 1: Las Alas Del Sol

Este libro empieza en el día 972, donde Yu, un niño de 12 años, vive con su familia, china, en el campamento de refugiados de Shet Kong, cerca de Hong Kong. Yu era el mayor de tres hermanas. Lo normal es que a cualquier persona le deprima estar en un campo como este, pero Yu es especial. Le gustaba su pequeño mundo, lo conocía todo a su alrededor. Yu era un chico muy optimista, por lo que vivía cada día como si fuera el cambiase toda su vida. Esta historia empieza el día 972, porque, precisamente, ese fue el día que cambió la vida de Yu para siempre.

El objetivo de Yu y de toda su familia era llegar a Australia, pero antes tenían que esperar, eso es, esperar.

Yu quería conocer todo el mundo, pero solo podía ir hasta la alambrada de coches. Yu no sabía qué era un coche, pero le gustaba, aunque no supiera nada de lo que era. Iba a un colegio que había allí. Sus hermanas no iban, porque eran muy pequeñas. Allí, conoció a un chico llamado Tiam. Se hicieron amigos, y eso a Yu le encantó, porque él no tenía a nadie con quien jugar. A la vuelta, Yu acompañó a Tiam a su casa. Cuando Yu llegó a la suya, su madre estaba muy enfadada con él (como siempre). Más tarde, le dijo a su madre que tenía que hacer recados que le había dado su padre. Mentira, quería ir con Tiam a su famosa alambrada. Cuando llegaron, se encontraron algo asombroso.

¡Un perro! Pero era raro, no había perros por allí. El caso es, sea como sea, ese perro estaba allí, con mucha hambre y sediento, pero erguido. Yu y Tiam acordaron en quedárselo, pero dejándolo allí. Unas veces Yu le dará parte de su comida, y otras veces Tiam. Luego jugaron con él. Más tarde, Tiam dijo que su madre le estaría esperando. Yu se quedó un poco más. El perro se había dormido de tanta carrera. El chico oyó un ruido, y se escondió donde pudo. No le vieron, y al mirar lo que estaba pasando, se sorprendió, y mucho.

Los agentes del campamento se llevaban al mafioso de la ciudad, aquel que hizo que su padre tuviera tantos problemas. Lo iban a deportar. Luego se fueron en los camiones. Al acabar, Yu vio que de la rendija había luz, y se acercó a mirar.

Hablaban una mujer joven, y un hombre. Yu estuvo oyendo la conversación durante un buen rato. Las dos personas se amaban, se notaba por lo que decían. Yu, cuando vio a la mujer, se enamoró de ella al instante, algo que nunca le había pasado antes. El chico estornudó, y casi le vieron, casi. Después, para no correr más riesgos, se fue de allí. Cuando llegó a su casa, se escabulló de su madre y se durmió. Mientras, en su cama, pensaba en lo que le había ocurrido en todo el día: Su amigo Tiam, la mujer que le gustaba, el perro… pensó pues, en que éste podiá haber sido su gran día, es día que cambiaría su vida

Page 2: Las Alas Del Sol