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    FARO DEVIGO

    Domingo, 22 de abril de 2007

    Criaturas deValle Incln

    P. 05-06-07

    AO 6NMERO 257

    Arriba, Toni Canetmuestra imgenes de

    la pelcula a CarlosCristos durante uno de

    los rodajes en Vigo.Silueteada, una imagen

    de Carlos haciendovolar un avin cuando

    estudiaba en losJesuitas.

    P. 08-09 viajar

    Vinuesa, Cortede los Pinares

    P. 10-11 espacios

    Con vistas al

    ro Mio

    P. 12 salud

    Tratamiento de

    la obesidad

    P. 13 tal como es

    La pistola

    P. 15 puntas de lanza

    Morillas, el arteen sus manos

    P. 16 ltima

    Jos Luis Alvitey nxel Vence

    CARLOS CRISTOS

    Raznpara vivir

    El mdico vigus protagoniza Las alas de la vida, una pelculadocumental sobre la enfermedad terminal que padece y cmo

    afronta la muerte con serenidad e incluso con una sonrisa

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    erdone que no le responda avuelta de correo: ya no tecleoespero que no se haya dadocuenta y otra persona lo hacepara m. Mi palabra tampoco

    se entiende, incluso mi cuidador tiene difi-cultades para entenderme, o sea que la ideade la entrevista tradicional puede ser des-cartada. Sin embargo, me hace muy felizque mi caso haya despertado su curiosidad,

    y que juntos nos podamos saltar aquello deque nadie es profeta en su tierra.

    El correo electrnico que nos envaCarlos Cristos refleja su delicada situacinfsica, pero tambin su lucidez mental. Car-los es un mdico vigus de 50 aos que viveen Mallorca con su mujer Carmen Fonttambin mdico y su hija Carmela.Acostumbrado a transmitir a muchos pa-cientes diagnsticos muy graves, un da fueel propio Carlos quien escuch el diagns-tico: A.M.S. (atrofia sistmica mltiple),una enfermedad neurodegenerativa, inva-lidante y mortal. Fue hace seis aos. Pocodespus le propuso a su amigo el cineastaAntoni P. Canet el rodaje de un documen-tal sobre ese tiempo de vida que le queda-

    ba, para que pudiera servir de ayuda a otraspersonas a la hora de afrontar la enferme-dad y la muerte. As surgi Las alas de la

    vida, una pelcula documental que se roddurante tres aos y que est sorprendiendoa crticos y espectadores desde su estreno elpasado fin de semana en Madrid. Avaladapor el premio al mejor documental en laltima edicin del Festival de Cine de Va-lladolid, la pelcula es un canto a la vida,toda una leccin de humanidad, de amor

    y de cario; sin ning n tipo de oeras,en palabras del director.

    Como sealan los responsables del do-cumental, no se trata de una pelcula de al-guien que desea morir, sino de alguien quelucha por vivir y reconoce que la muerte esuna etapa ms de esa vida. Porque la vitali-dad de Carlos Cristos ha sido siempre des-

    bordante: patrn de vela, msico, monta-ero, piloto de v uelo libre, cooperante,inventor, divulgador con programa propiosobre salud en Radio Nacional

    El pro-yect o ha con-sistido escri-

    be el propi oCarlos enacompaar aun enfermoterminal de

    verd ad, quesoy yo, a lo lar-go de todo suproceso y utili-zar mi expe-riencia parahablar con na-

    turalidad de los grandes temas asociados alfinal de la vida: el testamento vital, la muer-te sin necesidades, la intimidad, la neurolo-ga del morir, los cuidados paliativos, lamuerte digna.

    Conversamos con Carlos por mediodel correo electrnico:

    Qu recuerdos guarda de su infan-cia en Vigo?

    Los recuerdos que surgen a borboto-nes son los de cualquier nio que lo fue a fi-nales de los '50 y principios de los '60. Perorecuerdo con especial cario ciertas cosasque luego supe que fueron relevantes, co-mo la primera leccin de aritmtica en elColegio Alemn, situado en la calle Gene-ral Aranda (hoy Pi i Maragall), consistenteen que nos metieron a toda la clase (imag-

    nate un montn de nios de unos 6 aoscogiditos de la mano) en el tranva de Sa-mil, para recoger piedrecitas en la desem-

    bocadura del Lagares, en O Bao, para hacerlas cuentas. Tambin recuerdo que me ibacon mi amigo J. a explorar plano en manouna serie de calles, hoy hacia el centro, peroque entonces alguna an no haba sidoconstruida. Alguien escribi Avenida Bea-triz en lo que actualmente es la avenida delas Camelias, y aquello tuvo enorme xito.

    Cmo reaccion cuando le diag-nosticaron la enfermedad?

    Pues de eso habla la pelcula, o seaque para los interesados mejor que la vean.Cuando te pasa algo as, lo entiendes con lacabeza pero no con el corazn. Un pocoms tarde supe que no me haban cambia-do de camino (que, por cierto, compartocontigo y con todos los que nos leen) y meestaban dando la oportunidad de usar micaso para que se hablara del fallecimiento yotras cosas prximas que haba visto multi-tud de veces en mis pacientes, mientras lesacompaaba por el camino que ahora metoca recorrer a m.

    Vivimos en una sociedad en la queel sufrimiento es un tema tab. Qu ledira a la gente que se encuentra en unasituacin similar a la suya?

    En esto que cada uno haga lo que leparezca, faltara ms! Yo, por mi parte,creo que la clave est en la aceptacin de loque nos toque. Y parafraseando a Enric Be-nito, un onclogo que sabe de la vida y ha-ce cuidados paliativos, si hay que fallecer,se fallece, pero no nos..., o como dice An-toni Canet, no hay que pasarse toda la vi-da hablando de la muerte, pero no debira-mos pasar toda la vida sin hablar de estetema. Y cuando nos llegue la muerte, quizen algn ser querido prximo y desde lue-go siempre la de uno mismo, que nos pillecon los deberes hechos.

    Qu entiende por una muerte dig-na? Cul es el secreto de su amor a la vi-da y de su optimismo?

    Hay un ejemplo, que he utilizadomultitud de veces con mis pacientes, de loque es indigno: lo que le hizo el marqus deVillaverde a Franco en sus ltimos das. Yrespecto a mi optimismo es que he tenido

    buenos maestros.

    FARO DEVIGO Domingo, 22 de abril de 2007

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    No es unapelcula dealguien quequiere morir,sino dealguien quelucha por vivir

    TEXTO: J.A. OTERO RICARTFOTOS: JESS DE ARCOS / GORGOS FILMS

    P

    A la izquierda, elprotagonista de Las alasde la vida tocando la

    guitarra en una secuenciade la pelcula. Sobre estaslneas, en el Mediterrneoen una foto familiar.

    Carlos Cristos, con su mujer Carmen Font, en una secuencia de la pelcula documental Las alas de la vida.

    El matrimonio, en su casa de Mallorca, donde viven con su hija Carmela.

    Carlos Cristos, ayudado por Antoni Jaume, el pasado ao en Mallorca.

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    cluso de carcajadas la pelcula acaba conuna carcajada.

    En alguna ocasin ha dicho que to-do el equipo ha aprendido mucho, quehan mejorado como personas

    Nosotros, seguro. Pero tambin mu-chas de las personas que han visto la pelcu-la. Varios crticos han coincidido en quedespus de ver Las alas de la vida se sien-ten mejores personas, que han rescatado

    valo res perdi -dos. No es fcilconseguir esoen apenas unahora y mediade proyeccin.El contenidoconmueve alespectador, pe-ro al mismotiempo ayuda areflexionar so-

    bre todo lo re-lacionado conel final de la vi-da. Despus de los estrenos es habitual quehaya un coloquio sobre esos temas

    El momento del rodaje que ms leimpresion?

    Hay un momento de la pelcula enque Carmen Santos lee el testamento vitalde Carlos, uno de los primeros que se hac-an en Espaa. Carlos pide que no le provo-quen la muerte, pero exige que no la impi-dan con medios extraordinarios En esosmomentos se emocion mucho; le pregun-t Quieres que paremos?. Me dijo queno, que siguiramos, que no le importabaque le visemos as porque, dijo, mostrar-nos dbiles no e s ninguna debilidad. Yaadi que si hay un dolor 10, hay unamedicina 10; si hay un dolor 100, hay unamedicina 100; y si hay un dolor 1.000, hayuna medicina 1.000. Carlos es una personamuy feliz con la vida que ha llevado: siem-pre le ha gustado ser mdico de pueblo. Hatenido ocasiones para alcanzar otras metas,pero a l le gustaba sobre todo estar con suspacientes. Ha tenido una vida plena.Mientras haya msica seguiremos bailan-do, es otra de sus frases favoritas.

    Guarda alguna similitud Las alasde la vida con Mar adentro?

    Nosotros empezamos a rodar conanterioridad a Mar adentro. Como per-sonaje, Carlos es muy distinto a RamnSampedro, del que personalmente creo que

    tuvo una va-lenta impre-sionante, por-que en miopinin en l-tima instanciaes el enfermo elnico capaz dedecidir esas si-tuaciones fina-les. De todasformas, nues-tra pelcula esmuy diferente.Mar adentroes una pelculaque defiendeuna tesis, a fa-

    vor de la eutanasia. La nuestra no respaldaningn alegato, pero s que se tocan todoslos problemas del tramo final de la vida, co-mo los cuidados paliativos. Las alas de la

    vida no es una tesis, no toma partido; si al-go defiende nuestra pelcula es que est afavor de la sanidad pblica y de la dignidadde la vida. Como detalle simptico, en unmomento del rodaje, Carlos brome: Aque lo hago mejor que Bardem. Se lo co-ment al actor y le vamos a regalar ese cortede la pelcula.

    os padres de Carlos Cristos vi-ven con gran entereza la enfer-medad terminal de su hijo. Nosreciben en su casa, donde se ro-

    daron algunas escenas de Las alas de lavida. Nieto del arq uitect o Jenaro de laFuente, el mdico vigus Carlos Cristosde la Fuente es a sus 90 aos todo unejemplo de vitalidad, y lo mismo se puededecir de su esposa Olvido Gonzlez, pin-tora de vocacin tarda.

    Carlos nos ha dado una leccin;nuestra fuerza viene de nuestro hijo se-ala su madre y asiente su padre. Si hu-

    biese reaccionado de otra forma ante laenfermedad nos habra afectado ms. Laentereza que tenemos se la debemos a l yes tambin una ayuda de Dios. Creo quealgo nos viene tambin de familia: somosde hacer frente, no de esconder el alma.Carlos entiende que estamos abocados ala muerte y que si no existiera sera peor.Alguna vez nos ha dicho:No me importaarder si al final ardo con un gran fuego ysin humo, que hace llorar.

    Siempre fue un nio aventajado:con menos de tres aos ya lea las letras ytena una lgica aplastante. Mientras nosmuestra fotos de su hijo Carlos en su tier-na infancia, su madre recuerda algunasancdotas del pequeo, como cuandocon apenas ao y medio, en Samil, excla-m: El mar, cunta agua. Cuando locomentamos nos dijeron que era imposi-

    ble, porque a esa edad no pueden hace rconceptos, aade. Una prueba de su pre-cocidad es que hizo la primera comunincon tan slo cinco aos.

    l se declara agnstico nos dice Ol-vido pero su formacin es plenamentecristiana y cuando hace siete aos regresde su estancia en Ruanda como coope-

    rante vena admirado de la labor que rea-lizaban all las monjas: He conocido a unpar de monjas con unos c.., nos dijo.

    Tanto l como sus hermanos Jos yFran se iniciaron muy pronto en el Nuti-co de Vigo el mundo de la vela. Navega-ron muchsimo nos dice su madre y lle-garon a ser campeones de Espaa. Carlosdej de competir cuando se fue a estudiarmedicina, pero Jos el Ovejo y Fran sonmuy conocidos en el mundo de la vela.Desde aquella ancdota de Samil, el marsiempre ha estado presente en la vida deCarlos Cristos. Primero el Atlntico y des-pus el Mediterrneo. En una ocasin enque vino al chalet que tenemos en Canidocomenta su padre al contemplar el marexclam: Coo, esto es mar y no el mari-ca del Mediterrneo!.

    Otra de las caractersticas de Carloses que siempre le ha gustado experimen-tar, no se conformaba con ver las cosas,apunta su madre. Como es muy reserva-do interviene su padre en la pelcula

    nos hemos enterado de cosas que no sab-amos, como un curso de acupuntura querealiz en Shanghai.

    El protagonista de Las alas de la vi-da estudi en los jesuitas de Vigo y poste-riormente curs la carrera de Medicina enSantiago de Compostela, donde conocia la que hoy es su mujer, Carmen Font.Tras finalizar la carrera en 1979, realiz elMIR en el Hospital Xeral de Vigo espe-cializndose en medicina familiar y ob-tuvo plaza en Mallorca.

    Durante su etapa de estudiante enSantiago form un gru-po de gaitas O Bu-

    xo y escribi crticasmusicales en El Co-rreo Gallego. En esosaos de Universidadrefiere su padreconstruy junto conotro amigo los instru-mentos musicales queaparecen en el Prticode la Gloria de la cate-dral, y se convirti entodo un experto enocarinas.

    Durante variosaos, Carlos Cristosform parte del grupomusical de Pilocha:

    Foi entre os anos 1977 e 1980. Coecin-no en Santiago, na poca universitaria,cando estaba nun grupo de gaitas, noscomenta la cantante. Instrumentos? To-caba a guitarra, a gaita, a ocarina, facapercusin non se conformaba con to-car un instrumento. La madre de Carlosrecuerda un concierto en Castrelos, don-de actuaba tambin Zeca Afonso, en elque su hijo sacaba insospechados sonidosa un papel de lija, algo que despus incor-por el cantautor portugus. S, Carlitossempre foi as, moi creativo, moi inquietoen toda a sa vida, corrobora Pilocha.

    Cuando Carlos le habl de su enfer-medad y le propuso participar en el docu-mental, en un primer momento a Pilochale pareci unha cousa morbosa, perocando empecei a lembrar a sa persoali-dade entendinno ben. El as, sempre mi-ra hacia adiante e enriquece todo o quetoca. unha persoa maravillosa; nel xn-tanse o ser humano excepcional e a xenia-lidade.

    El doctor Carlos Cristos de la Fuente y su esposa Olvido Gonzlez, en su piso de Vigo con una simptica foto de su hijo Carlos cuando era un cro.

    Canet: Es unapersona muy

    feliz con suvida; siempre

    le ha gustadoser mdico de

    pueblo

    Cartel de la pelcula.

    Los padres deCarlos Cristos

    recuerdanalgunos

    rasgos delcarcter del

    protagonista

    de Las alasde la vida

    L

    La entereza quetenemos nos vienede nuestro hijo