Larra Vuelva Usted Mañana Articulo

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"Vuelva usted mañana (artículo del Bachiller)" Gran persona debió de ser el primero que llamó pecado mortal a la pereza. Nosotros, que ya en uno de nuestros artículos anteriores estuvimos más serios de lo que nunca nos habíamos propuesto, no entraremos ahora en largas y profundas investigaciones acerca de la historia de este pecado, por más que conozcamos que hay pecados que pican en historia, y que la historia de los pecados sería un tanto cuanto divertida. Convengamos solamente en que esta institución ha cerrado y cerrará las puertas del cielo a más de un cristiano. Estas reflexiones hacía yo casualmente no hace muchos días, cuando se presentó en mi casa un extranjero de estos que, en buena o en mala parte, han de tener siempre de nuestro país una idea exagerada e hiperbólica; de éstos que, o creen que los hombres aquí son todavía los espléndidos, francos, generosos y caballerescos seres de hace dos siglos, o que son aún las tribus nómadas del otro lado del Atlante: en el primer caso vienen imaginando que nuestro carácter se conserva tan intacto como [nuestras ruinas] nuestra ruina; en el segundo vienen temblando por esos caminos, y preguntan si son los ladrones que los han de despojar los individuos de algún cuerpo de guardia establecido precisamente para defenderlos de los azares de un camino, comunes a todos los países. Verdad es que nuestro país no es de aquellos que se conocen a primera ni a segunda vista, y si no temiéramos que nos llamasen atrevidos, lo [comparáramos] compararíamos de buena gana a esos juegos de manos sorprendentes e inescrutables para el que ignora su artificio, que estribando en una grandísima bagatela, suelen después de sabidos dejar asombrado de su poca perspicacia al mismo que se devanó los sesos por buscarles causas extrañas. Muchas veces la falta de una causa determinante en las cosas nos hace creer que debe de haberlas profundas para mantenerlas al abrigo de nuestra penetración. Tal es el orgullo del hombre, que más quiere declarar en alta voz que las cosas son incomprensibles cuando no las comprende él, que confesar que el ignorarlas puede depender de su torpeza. Esto no obstante, como quiera que entre nosotros mismos se hallen muchos en esta ignorancia de los verdaderos resortes que nos mueven, no tendremos derecho para extrañar que los extranjeros no los puedan tan fácilmente penetrar. Un extranjero de éstos fué el que se presentó en mi casa, provisto de competentes cartas de recomendación para mi persona. Asuntos intrincados de familia, reclamaciones futuras, y aun proyectos vastos concebidos en París de invertir aquí sus cuantiosos caudales en tal cual especulación industrial o mercantil, eran los motivos que a nuestra patria le conducían. Acostumbrado a la actividad en que viven nuestros vecinos, me aseguró formalmente que pensaba permanecer aquí muy poco tiempo, sobre todo si no encontraba pronto objeto seguro en que invertir su capital. Parecióme el extranjero digno de alguna consideración, trabé presto amistad con él, y lleno de lástima traté de persuadirle a que se volviese a su casa cuanto antes, siempre que seriamente trajese otro fin que no fuese el de pasearse. Admiróle la proposición, y fué preciso explicarme más claro.

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"Vuelva usted maana (artculo del Bachiller)"Gran persona debi de ser el primero que llam pecado mortal a la pereza. Nosotros, que ya en uno de nuestros artculos anteriores estuvimos ms serios de lo que nunca nos habamos propuesto, no entraremos ahora en largas y profundas investigaciones acerca de la historia deeste pecado, por ms que conozcamos que hay pecados que pican en historia, y que la historia de los pecados sera un tanto cuanto divertida. Convengamos solamente en que esta institucin ha cerrado y cerrar las puertas del cielo a ms de un cristiano.Estas ree!iones haca yo casualmente no hace muchos das, cuando se present en mi casa un e!tran"ero de estos que, en buena o en mala parte, han de tener siempre de nuestro pas una idea e!agerada e hiperblica# de $stos que, o creen que los hombres aqu son todava los espl$ndidos, francos, generosos y caballerescos seres de hace dos siglos, o que son a%n las tribus nmadas del otro lado del &tlante' en el primer caso vienen imaginando que nuestro carcter se conserva tan intacto como (nuestras ruinas) nuestra ruina# en el segundo vienen temblando por esos caminos, y preguntan si son los ladrones que los han de despo"ar los individuos de alg%n cuerpo de guardia establecido precisamente para defenderlos de los azares de un camino, comunes a todos los pases. *erdad es que nuestro pas no es de aquellos que se conocen a primera ni a segunda vista, y si no temi$ramos que nos llamasen atrevidos, lo (comparramos) compararamos de buena gana a esos "uegos de manos sorprendentes e inescrutables para el que ignora su arti+cio, que estribando en una grandsima bagatela, suelen despu$s de sabidos de"ar asombrado de su poca perspicacia al mismo que se devan los sesos por buscarles causas e!tra,as. -uchasveces la falta de una causa determinante en las cosas nos hace creer que debe de haberlas profundas para mantenerlas al abrigo de nuestra penetracin. .al es el orgullo del hombre, que ms quiere declarar en alta voz que las cosas son incomprensibles cuando no las comprende $l, que confesar que el ignorarlas puede depender de su torpeza. Esto no obstante, como quiera que entre nosotros mismos se hallen muchos en esta ignorancia de los verdaderos resortes que nos mueven, no tendremos derecho para e!tra,ar que los e!tran"eros no los puedan tan fcilmente penetrar. /n e!tran"ero de $stos fu$ el que se present en mi casa, provisto de competentes cartas de recomendacin para mi persona. &suntos intrincados de familia, reclamaciones futuras, y aun proyectos vastos concebidos en 0ars de invertir aqu sus cuantiosos caudales en tal cual especulacin industrial o mercantil, eran los motivos que a nuestra patria le conducan. &costumbrado a la actividad en que viven nuestros vecinos, me asegur formalmente que pensaba permanecer aqu muy poco tiempo, sobre todo si no encontraba pronto ob"eto seguro en que invertir su capital. 0arecime el e!tran"ero digno de alguna consideracin, trab$ presto amistad con $l, y lleno de lstima trat$ de persuadirle a que se volviese a su casa cuanto antes, siempre que seriamente tra"ese otro +n que no fuese el de pasearse. &dmirle la proposicin, y fu$ preciso e!plicarme ms claro. 11-irad 11le di"e11, monsieur 2ans1d$lai, que as se llamaba# vos vens decidido a pasar quince das, y a solventar en ellos vuestros asuntos.11Ciertamente 11me contest11. 3uince das, y es mucho. -a,ana por la ma,ana buscamos un genealogista para mis asuntos de familia# por la tarde revuelve sus libros, busca mis ascendientes, y por la noche ya s$ qui$n soy. En cuanto a mis reclamaciones, pasado ma,analas presento fundadas en los datos que aqu$l me d$, legalizados en debida forma# y como ser una cosa clara y de "usticia innegable 4pues slo en este caso har$ valer mis derechos5, al tercer da se "uzga el caso y soy due,o de lo mo. En cuanto a mis especulaciones, en que pienso invertir mis caudales, al cuarto da ya habr$ presentado mis proposiciones. 2ern buenas o malas, y admitidas o desechadas en el acto, y son cinco das# en el se!to, s$ptimo y octavo, veo lo que hay que ver en -adrid# descanso el noveno# el d$cimo tomo mi asiento en la diligencia, si no me conviene estar ms tiempo aqu, y me vuelvo a mi casa# a%n me sobrande los quince, cinco das. &l llegar aqu monsieur 2ans1d$lai, trat$ de reprimir una carca"ada que me andaba retozando ya haca rato en el cuerpo, y si mi educacin logr sofocar mi inoportuna "ovialidad, no fu$ bastante a impedir que se asomase a mis labios una suave sonrisa de asombro y de lstima que sus planes e"ecutivos me sacaban al rostro mal de mi grado. 110ermitidme, monsieur 2ans1d$lai 11le di"e entre socarrn y formal11, permitidme que os convide a comer para el da en que llev$is quince meses de estancia en -adrid.116Cmo7118entro de quince meses estis aqu todava.1169s burlis711No por cierto.116No me podr$ marchar cuando quiera7 :Cierto que la idea es graciosa;112abed que no estis en vuestro pas activo y traba"ador.11:9h;, los espa,oles que han via"ado por el e!tran"ero han adquirido la costumbre de hablar mal (siempre) de su pas por hacerse superiores a sus compatriotas.119s aseguro que en los quince das con que contis, no habr$is podido hablar siquiera a una sola de las personas cuya cooperacin necesitis.11:randes negocios habrn cargado sobre $l11, di"e yo. Como soy el diablo y aun he sido duende, busqu$ ocasin de echar una o"eada por el agu"ero de una cerradura. 2u se,ora estaba echando un cigarrito al brasero, y con una charada del Correo entre manos que le deba costar traba"o (acertar) el acertar. 11Es imposible verle hoy 11le di"e a mi compa,ero11# su se,ora est, en efecto, ocupadsimo. 8inos audiencia el mi$rcoles inmediato, y :qu$ fatalidad; el e!pediente haba pasado a informe, por desgracia, a la %nica persona enemiga indispensable de monsieur y (su plan) de su plan, porque era quien deba salir en $l per"udicado. *ivi el e!pediente dos meses en informe, y vino tan informado como era de esperar. *erdad es que nosotros no habamos podido encontrar empe,o para una persona muy amiga del informante. Esta persona tena unos o"os muy hermosos, los cuales sin duda alguna le hubieran convencido en sus ratos perdidos de la "usticia de nuestra causa. *uelto de informe, se cay en la cuenta en la seccin de nuestra bendita o+cina de que el tal e!pediente no corresponda a aquel ramo# era preciso recti+car este peque,o error# passe al ramo, establecimiento y mesa correspondiente, y h$tenos caminando despu$s de tres meses a la cola siempre de nuestro e!pediente, como hurn que busca el cone"o, y sin poderlo sacar muerto ni vivo de la huronera. ?u$ el caso al llegar aqu que el e!pediente sali del primer establecimiento y nunca lleg al otro. 118e aqu se remiti con fecha de tantos 11decan en uno.11&qu no ha llegado nada 11decan en otro.11:*oto va; 11di"e yo a monsieur 2ans1d$lai11 6sab$is que nuestro e!pediente se ha quedado enel aire como el alma de >aribay, y que debe de estar ahora posado como una paloma sobre alg%n te"ado de esta activa poblacin7