Lanita Mediodía

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....-levanta un poco la cabeza, la almohada es demasiado baja, te la voy a cambiar –dijo Talita- mejor sería que dejaras tranquila la almohada y me cambiaras la cabeza- dijo Oliveira-la cirugía esta en pañales, hay que admitirlo. 1 *Lanita mediodía* Si je disais tout ce que je sais, j’en dirais trop et pas assez 2 Y había que escribir un cuento, un cuento sobre un ovillo de colores, un ovillo Paris como el de Cortazar, pero yo no me siento capaz de escribir algo en dónde tu fueras el hipotético protagonista. Entonces imaginémonos que el protagonista no eres tú, sino un simple mortal con un ovillo de colores en su haber, y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia; con lo que uno empieza a cuestionar qué fue realmente primero, el cuento o el personaje. Me hubiera gustado escribirte lo que de una u otra forma querías leer, pero finalmente no es nada fácil. Tu eres el cuento andante, no sé si lo sabías, pero yo no hago más que leerte. Ahora, si yo supiera hacer cuentos me podría dar el tupé de empezar con algo trilladísimo, algo así como: Un camino largo, con una iluminación tal, que el lector no es capaz de saber si está amaneciendo y vienes de, o si está oscureciendo y vas hacia, esa iluminación en que las cosas no pueden difuminarse del todo. Y claro, hace frío, está lloviendo (trilladísimo, no?) Caminas , pensando como cansa todo el tiempo ser uno mismo 3 . Hay montaña y tienes el ceño fruncido, como apesadumbrado, un mal sueño anoche en el que te perseguían y saltabas muros... una idea que se revuelca -y sería tan fácil quedarse en la montaña- qué paso doy , qué paso no doy, será que no, mejor no, pero si yo sé lo que tengo que hacer, es tan sencillo, sencillo como no 1 Julio Cortázar. Rayuela. Editorial oveja negra Pág. 340 Cáp. 63 2 Edith Piaf . chanson #12 disc 2 - 15 anniversaire 3 Rayuela. Pág. 194 . capitulo 36 1

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Bella historia de Yarubi Sol.....Gracias lanita bella!!!!

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....-levanta un poco la cabeza, la almohada es demasiado baja, te la voy a cambiar –dijo Talita- mejor sería que dejaras tranquila la almohada y me cambiaras la cabeza-dijo Oliveira-la cirugía esta en pañales, hay que admitirlo.1

*Lanita mediodía*

Si je disais tout ce que je sais, j’en dirais trop et pas assez2

Y había que escribir un cuento, un cuento sobre un ovillo de colores, un ovillo Paris como el de Cortazar, pero yo no me siento capaz de escribir algo en dónde tu fueras el hipotético protagonista. Entonces imaginémonos que el protagonista no eres tú, sino un simple mortal con un ovillo de colores en su haber, y cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia; con lo que uno empieza a cuestionar qué fue realmente primero, el cuento o el personaje. Me hubiera gustado escribirte lo que de una u otra forma querías leer, pero finalmente no es nada fácil. Tu eres el cuento andante, no sé si lo sabías, pero yo no hago más que leerte. Ahora, si yo supiera hacer cuentos me podría dar el tupé de empezar con algo trilladísimo, algo así como:

Un camino largo, con una iluminación tal, que el lector no es capaz de saber si está amaneciendo y vienes de, o si está oscureciendo y vas hacia, esa iluminación en que las cosas no pueden difuminarse del todo. Y claro, hace frío, está lloviendo (trilladísimo, no?) Caminas , pensando como cansa todo el tiempo ser uno mismo3. Hay montaña y tienes el ceño fruncido, como apesadumbrado, un mal sueño anoche en el que te perseguían y saltabas muros... una idea que se revuelca -y sería tan fácil quedarse en la montaña- qué paso doy , qué paso no doy, será que no, mejor no, pero si yo sé lo que tengo que hacer, es tan sencillo, sencillo como no regresar, pero siempre hay que regresar, regresar y resolver.

Y a todas éstas, no sé cómo es que me hice espacio para rozarte. Y no, yo nunca entendí por qué aquella vez me quedé viendo ése petit arbre en plastique...et voilà que ce petit arbre en plastique était la porte et on ne le savait pas encore. Porque fíjate, es así, uno esta siempre en presencia de mil cosas que no logra descifrar. Así, yo te veía en aquel entonces como un circulo, una cosa completa. Sin embargo a veces tus ojos me parecían los de un perro perdido por los callejones, buscando yo no sabia qué, tu no sabías qué, nadie sabía qué; como con sed de algo, con los ojos tan abiertos, y también te veía por dentro un gato con el lomo erizado, todo el tiempo a la defensiva y desconfiado. Pero quién sabe por qué tu decidiste abrirme la puerta y enseñarme un libro con fotos de bordes anaranjados o rojos, cuando simplemente no había música que escuchar ni papeles que jugar. Y tu recién te estabas dando cuenta que el espectáculo de tu vida, tu temporada en el infierno4, tenía las puertas abiertas al público en general, para el escarnio de tu persona y deleite de los espectadores. Y yo pasaba por ahí y tomé asiento, tomé asiento y decidí observar, y empecé a ser (sin siquiera darme cuenta) tu espía y a la vez tu testigo5.

1 Julio Cortázar. Rayuela. Editorial oveja negra Pág. 340 Cáp. 632 Edith Piaf . chanson #12 disc 2 - 15 anniversaire3 Rayuela. Pág. 194 . capitulo 364 tal cual Rimbaud.5 Rayuela otra vez. Pág. 22 Cáp. 2

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Y yo no boté una mañana un papel arrugado y lleno de tinta, y pasaron los días y lo saqué de mi bolso -a ver qué es esto-, y lo vi lleno de tinta y me acordé, tuve el impulso de abrirlo no sé por qué, y había un poema tu verás, un poema si señor – bajo la sombra de tu ausencia se congela el tiempo6- Entonces lo leí unas mil veces y me dije tiene que haber una forma de ver mas allá, siempre hay una manera de ver más. Siempre decimos mil cosas con cada cosa que tocamos , pero no estamos conscientes ni habituados a descifrarlas, entonces saqué el libro de grafología y lo demás fue...histoire, on dirait.

Yo creo que tu siempre me vas a dar patadas porque no quieres que te espíe, el solo verbo espiar te da como picazón, y no sé si lo entiendes, yo creo que no, porque eres demasiado gato erizado. Y de repente, no es nada fácil lidiar con una loca a la que para entender, sólo le basta con un papel arrugado con tu letra y un ovillo de mil colores; además tu no sabias ni yo.

Y así vas por el camino frío. La lluvia es de esa que no moja mucho, pero tampoco es tan poca (tampoco es tan poca!) para llamarla llovizna. En fin, es la cantidad y el espesor adecuado para darle ese tonito tristón al cuento, ese tono de los cuentos en los que a nadie se encuentra...Y sigues preguntándote por qué te sientes así: si yo lo tengo todo y empiezas a enumerar lo que felizmente tienes en tu haber, y te tapas de la lluvia con el impermeable de los argumentos, eso que llaman humildemente la razón.

Y pensar que yo he sido testigo (o espía) de instantes –es cierto, minimísimos- en los que este personaje se quita el impermeable en frente de mis ojos.......Verás, esto pasa siempre de la misma manera, estamos hablando de cualquier cosa y en cualquier sitio y entonces (divino entonces) de repente y sin preámbulo, él dice algo puro, de bien adentro, con los ojos mirando al suelo o casi siempre mirándome a los ojos y yo no sé por qué; yo me imagino que debe ser para asegurarse del puente o de que me estoy dando cuenta. Entonces, lo que dice ese personaje en esos instantes no son nunca preguntas, es decir, gramaticalmente a veces tienen forma de pregunta, pero jamás atienden una respuesta. El instante es demasiado diminuto y yo creo que es así por culpa de ese bendito gato con el lomo erizado dentro de él, que le dice: miau-miaaau!7

En fin , yo creo que él no se percata de esos instantes que se rompen como espejos y tampoco se da cuenta de la manera en que mis ojos se abren maravillados; y si, me doy cuenta de que al revelar este secreto sobre lo que he logrado ver mas allá, seguramente el gato....

Pero cómo hago para no observar, para no querer leer lo que en algún lenguaje que no descifro tu me confías, pero cómo hago si eres un cuento y es como si yo lo leyera, y lo leo y lo leo y siento tanto lo que sientes; siento tanto la historia que inconscientemente trato de meterme, maldita sea, quién no ha querido al menos una vez en su vida meterse en un cuento. De tanto leerlo y releerlo he tenido la ilusión de que mis pelos amanecen en tu cuarto, de que alcanzas a oír mi voz desde allá, pero nada, el cuento avanza y yo como desde afuera y me falta el aire de no poder meterme para asistirte, tu ves. Y estoy ahí, porque cuando uno lee es así, voy caminando y se me acelera el corazón con la misma pesadilla de la persecución, recorro el mismo camino de tierra, pero la lluvia no me moja ni mis zapatos se llenan de barro y te grito al oído y nada, eso es lo que pasa, nada.

6 Citando al señor Hiroshima7 “no te confíes, es mujer!” .Diccionario de gatos

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Y uno tiene que pasar la hoja porque no hay otra manera de saber si te salvas, y miro y empiezo a encadenar los detalles que parecían irrelevantes, cosas para llenar espacio. Se da vuelta a la hoja y todo empieza a tener sentido: el árbol de plástico, les billes (incroyable, les billes qu’on avait sauvées pendant des années), las semillas, las flores azules que parecían orquídeas. Y hay que dar las mil vueltas que se dan en un cuento para lograr entender lo que pasa.Y yo no tenía ninguna fe en que ocurriera lo que deseaba y sabía que sin fe no ocurriría, sabía que sin fe no ocurre nada de lo que debería ocurrir, y con fe casi siempre tampoco8

En fin, el muchacho camina, llega al asfalto, espera al autobús que no tarda mucho en llegar. Sube un pie y voilà, de vuelta al mundo, así de fácil , y allá arriba en su cabeza tantas cosas, y él tan ajeno a ese pie que viene de dar el paso traidor. Pero qué se va hacer, hay que avanzar, hay que montarse en el autobús. Ahí, la ventana un poco sucia, hay que abrirla para respirar aunque sea, y la vieja que se le sentó al lado seguro arruga la cara porque no se quiere despeinar, fuck la vieja. El aire frío ,los papelitos de chucheria en el piso, los asientos rayados “no se quien: te amo” “fulanita: puta”. El autobús llega al centro, es decir, el autobús llega al ruido llega al sucio, al edén de los celulares en las esquinas y las cosas por resolver...qué importa lo que había que hacer , la premisa es hacerlo rápido y largarse a casa, otro autobús. Y en su cabeza se repite: yo no toco el autobús, no toco la ventana, no toco el aire, nada me toca; entonces, si nada me toca, ¿por qué es que todo me aturde? Y no es una pesadilla estar tan endemoniadamente consciente? ¿Y no es mejor ser como los otros, tan simples y tan fácilmente resignados? Y lo piensas y cierras los ojos y ahí detrás de tus párpados está la montaña. Ahí, las imágenes moviéndose a través de la ventana, ahí y en ese momento y en el medio de todo, algo de repente se rompió. Sientes que todo se quedó en silencio, como cuando uno grita en las pesadillas y no se oye nada, no sale la voz, y gritas y es sólo una boca abierta y devastada y exasperada.

Ya hace bastante sol, aunque un poco opaco; subo las escaleras de mi casa y miro por la ventana del cuarto dándome cuenta de que todo está callado; debe ser la hora de la siesta, donde la gente hace un acuerdo tácito de dejarse en paz mutuamente. Me quito los zapatos, la cama está desordenada con tantas cobijas (yo nunca se por qué son tantas, cuáles son sobrecamas y cuales son realmente cobijas ) El calor es húmedo y estoy aquí , cansado, pesado, y si ,debería bañarme , pero habría que bañarse días enteros para sacarse de los poros la niebla y la ladilla y la conciencia y la ansiedad y esa cosa que no sé qué es pero que se me rompió encima.

Mi queridísimo y sensato Sísifo, feliz tu que no necesitas de los dioses, feliz tu que tienes tu reino aquí en la tierra, feliz porque eres demasiado humano, racional, consciente. Pero es demasiada ventaja para un mortal, y los dioses lo saben. Ha de haber un castigo, será precisamente la piedra a cargar eternamente, la piedra pesada de tener los ojos siempre abiertos, día tras día, no poder caer en el engaño de creer. Pero tu sabes, hay todavía felicidad, le bonheur et l’absurde ce sont deux enfants de la même terre. L’homme absurde dit oui et son effort n’aura plus de cesse, cet univers désormais sans maître ne lui paraît ni sterile ni futile, la lutte elle-même vers les sommets suffit à remplir un cœur d’homme9.

Hoy, en el plano de los hechos no ha pasado gran cosa, regresé por un camino largo, tomé un autobús, fui al centro, tomé otro autobús, llegué a la casa, estoy sentado en mi cama, nada. En ese terreno no se rompió nada, pero si , yo sé que si, se rompió algo estruendosamente y lo sé porque es como un escalofrío y algo en los oídos. Estoy aquí pero no sé si regresé, y a quién es

8 Rayuela Pág. 477 Cáp. 1449 Camus, Le mythe de Sisyphe.

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que no le ha pasado al menos una vez, eso de quedarse quién sabe dónde . Empiezas a sacar las cosas del bolso, en el fondo, ahí están regadas las protagonistas e inspiradoras de este cuento: las cuerditas sobrantes de lana. Y cuando yo las veo es como si viera un frasco de perfume derramado, algo demasiado fuerte , tu esencia agazapada. Y tu lo sabes, que tu condición no está en los bolsos, ni en la capa , esta ahí en esos pedacitos de lana, esos pedacitos que venturosamente sobraron y no los botaste , mas allá de todo, siempre mas allá, sobraban y tu no los botaste.

Entonces es inevitable que yo me acuerde de cuando yo era una niñita y barría la casa, por donde pasa la reina decia mi papá10.Cuando terminaba de barrer, recogía la basura con la pala y me quedaba viéndola, sí, a la basura (¡!). Siempre había algo de polvo y tierra (ves, como no son lo mismo), algunas hormigas, pedacitos de papel y plástico, aserrín por las polillas, hojas secas (pelos no, esos se quedan pegados a la escoba y requieren otro procedimiento que no es la pala). En fin, entre todo eso, estaban “las otras cosas”: una mostacilla chiquitica verde, o un pedacito de papel violeta, y yo no lo resistía. Me decía pobrecita (ya ves, loca desde chiquita) mira, se va con la basura, nunca llegó a nada, la hicieron en la fabrica y mira, acabó en la basura así no más . Se la llevan en el camión y la tiran en el basurero donde se va a llenar de esa agüita de basura que huele horrible y ahí sí es verdad que no va a servir para nada...¿Y de donde vendrá esa mostacilla para acabar ahí?. Te lo juro que yo pensaba así y no lo soportaba, tenia que meter los deditos entre la basura, siempre pobrecita mostacilla y rescatarla ,ves.

Y yo pensé en eso cuando vi tu ovillo, porque creía que sólo los niños tenían eso de querer retener las cosas inútiles y hacerlas útiles, de rescatarlas......Pues por qué es que no botas los pedacitos de lana?. Aquí es donde tu me interrumpes: No es nada de eso nena, simplemente estaría desperdiciando dinero si los boto, ves, el ovillo cuesta tanto, ó sea que cada pedacito vale...etc. Pero eso sólo lo dirías si amanecieras mercantilista, aunque es un poco exagerado. Tu dirías algo así como que lo haces simplemente para que luego la fusión de colores forje una excelente y única pieza, aunque yo –terca- siga pensando que no, que no soportaste ver esos hilos tan bonitos tirados e inútiles en la basura. Entonces tu insistirás en lo de la pieza y plaf se cayó la fantasía creada tan delicadamente; se calló y se cayó, ambas funcionan. Pero yo insisto, y además es mi cuento.

Y la cosa empieza otra vez como en el autobús, como una náusea , algo que te da vueltas como tratando de salirse de ti, como un desorden de lana de colores, entonces el amarillo razonamiento, blanco tarde de lluvia, lila y rosado (esos dos significan ajuro algo, porque siempre los pones juntos aunque los detestes juntos ), verde corazón roto, anaranjado los pozos hondos . Ajá, estos dos pedazos grandes y completos no, porque el juego consistía en recobrar tan sólo lo insignificante , lo inostentoso, lo perecido11. Una cuerdita, cualquier persona por ahí la hubiera creído basura, mais ta chambre c’est le royaume promis de las cuerditas sin ovillo. No hay que cortarlas tanto porque después no se pueden hacer los nudos. Esto es absurdo, diría algún observador, mira que anudando cuerditas, entonces yo le respondería el absurdo es lo que no parece un absurdo ,el absurdo es que salgas por la mañana a la puerta y encuentres la botella de leche en el umbral y te quedes tan tranquilo porque ayer te pasó lo mismo y mañana te va a volver a pasar: es ése estancamiento , ése así sea, esa sospechosa carencia de excepciones, eso es el

10 expresión que denota que sólo se barre superficialmente, sin barrer los rincones.11 Rayuela. Pág. 17 Cáp. 1

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absurdo.12 Las pongo encima de la cama, empiezo a cortar en tamaños irregulares, pero sólo viviendo absurdamente se podría romper este absurdo infinito13 . Y todo ese ovillo es como una piedrita en medio de tu alma14 la fatídica prueba de que no se es ni se siente ni se ve como los demás , de que por más que se trate, no, uno está como desde otro sitio y eso es por lo que se decía que más conocimiento, más conciencia, menos sosiego. Y ves, todo cariño es un zarpazo ontológico, una tentativa para apoderarse de lo inapoderable15. Y todas estas hebras fueron las que me sobraron de, y vos no sabías que mis besos eran como ojos que empezaban a abrirse mas allá de ti16...Y si, yo insisto, algo se rompió, pero qué, uno cree explicar algo y cada vez es peor17 y esta cuerda verde es la más clara, y lo i-na-po-de-ra-ble y la tijera y nada, la cosa se rompió y no hay mil nuditos de lana que puedan arreglar eso.

Y yo estaba ahí anudando en mi cama, y empiezo a oler a basura quemada, ya está que dejaron solo al loco otra vez, este nudo está bien así, y así es que se vienen los recuerdos: verás, lo encierran ahí y se pone a quemar cosas, pobrecito, pero a la vez me provoca gritarle algo. En este momento yo lo reconozco: también el loco merecería un buen papel en un cuento, el loco feliz con la basura entre los brazos, con sus botes de plástico abrazados que luego serían abrasados. Te das cuenta? Los 100 grados centígrados de más, se manifiestan en un simple cambio de “z” a “s”. Y ella llegando a su casa con el pelo mojado, aunque nadie más entendería la relación abrazado-abrasado.-mojado- y todo estaba un poco turbio esa tarde y las curvas y de repente los plásticos y ella y yo nos reímos asombrados, maravillados y mira que el tipo tenía una cara de contento. No, esto sí no nos lo creen, y cuando ella se acuerda dice que siente que la regadera blanca le late todavía entre las piernas y es como un suspiro mojado, eso sí es un cuento ché, y no hay que inventar nada.

Y era hasta difícil de creer, yo te escuchaba narrándome la razón por la que olíamos basura a esa hora y mientras tu decías, imitando la voz de la vecina: “mire, le voy a decir a la policía oyó”, yo solamente pensaba maravillada que uno está acostado en la cama y se cree que hay sucesos que no están anudados o encadenados y qué va. Les amants sont dans un lit d’hôtel , ils étaient en train de parler et soudain au travers la fenêtre ouverte, ils écoutent quelqu’un qui tousse. La femme dit - ”Ecoute, C’ est quatre heures- ; l’homme dit :- pourquoi? , elle répond : je ne sais pas qui c’est .Tous les jours il passe á quatre heures. Et il tousse 18. Un tipo quemando basura, haciéndole señales a quién sabe quien y un tipo tosiendo siempre a las cuatro a.m. comunicándose quién sabe con quién, y uno, estricto testigo de algo que no es para entender.

Ves, y como por debajito ésa es la clave, son como cabuyitas sueltas, ya lo descifré. Así es estar contigo, y ése eres tu, un pedacito de lana azul turquesa que empieza y se acaba de repente , como un parpadeo; porque no consigues estar mucho tiempo en lo mismo. Tu no podrías ser un ovillo de un solo color, largo e incambiable. Claro, es por eso ¿viste? Costó entender pero te desovillé.

Y a veces para ti es terrible no poder continuar con un mismo color, con una misma hebra, con un mismo camino, en verdad tratas, dices esta vez me quedo, pero no lo resistes, hay que cortarlo y agregar otro color y seguir buscando (porque buscar es tu signo 19) y hacer nudos fuertes , porque eres tu quien lucha porque cada color y cada camino no se pierda, y por eso

12 Rayuela Pág.162 Cáp. 2813 Rayuela Pág.14 Rayuela Pág.212 Cáp.37 15 Rayuela Pág.363 Cáp.7816 Rayuela Pág.23 Cáp. 217 Rayuela Pág.269 Cáp.4618 Hiroshima mon amour . Marguerite Duras Pág. 3819 Rayuela Pág. 21 Cáp. 2

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escribes, por eso tejes, por eso caminas. Por eso la lana, metros de lana, lanada, lanagnorisis, lanaturner, lanapurna, lanacionalidad, lanaturalidad, la lana hasta la náusea20.

Pues si, vienes siendo como mil pedacitos de lana, lana árboles viejos, lana montaña, lana casas viejas, lana orquídeas, lana perla, lana trinitaria, lana puesto que no la amaba y el deseo cesaría21, lana de cosas no dulces, lana de música sí dulce, lana 15919, lana nube oscura, lana bizarra, lana tres horas para bañarse (lana pitillo de miel de mora que yo nunca te voy a creer algo tan lindo como que era para mí) Y de repente no sólo es así, sino también, y mejor aún, al revés. Yo sería entonces el pedacito de lana en tu ovillo: un pedacito de lanita, lanita observadora, lanita de encuentros tan ab-sur-da-men-te planificados, lanita de fastidiosas reglas del francés, lanita de diez mil y un sueños sobre ti, como el del camino de tierra y el carro en el páramo y la araña blanca y el viento lleno de basura y la casa con ventanales y la cobijita y siempre una playa sucia y llena de gente fea donde a veces se te pierden los zapatos y andas malhumorado....también lanita de zarcillos que no te gustan, lanita de nombres de plantas, lanita de palanquita ladilla del baño, lanita de no me atrevo, lanita pero si no tengo fantasías y claro que las tengo, están llenas de barro y gritos y pelos en el suelo y un eterno mediodía partout, ese me gusta, lanita mediodía. Si yo pudiera escoger, sería en tu ovillo un pedacito de feliz, efímera y resplandeciente lanita mediodía.

De todas formas en el cuarto algo se rompió y a la vez yo sé que es una farsa, y no tiene caso esmerarse pensando en eso. Todos los días me rompo con el mismo estrépito, y corro a la montaña como asfixiado entre las sabanas, y si corro a la montaña o me quedo asfixiándome, nada pasa, porque si sacamos cuentas, lo que se rompió venía rompiéndose y deshilachándose desde hace tiempo. Y no hay cabida para pasarse el día pensando si vendrá o no la nostalgia o la añoranza, resulta que no, hoy no, hoy al fin, ça y est , me fastidié, no hay plan, no hay lista de cosas por hacer, amarro el ultimo pedacito de lana y susurro de alivio, libre, que se caiga el mundo que se rompa el sortilegio . Y yo tranquilamente entiendo que se acabó el tiempo de estar como ermita, que se acabó el ovillo ya no más ovillo , hay que cortarse el cordón umbilical y también anudarlo en el bendito ovillo y empezar a tejer a ver qué sale, a ver qué viene ahora y qué vendrá, pues es obvio, viene el capítulo dos.

Ah déjame entrar , déjame ver algún día como ven tus ojos 22

Cuento de Yarubi Sol Diaz

20 Rayuela Pág. 291 Cáp. 5221 Rayuela Pág.37 Cáp. 522 Rayuela Pág. 95 Cáp. 21

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