Lámparas de sueño

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Cortés Lámparas de sueño Leticia

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Obra publicada gracias al apoyo de Literalia Editores (2007) dirigida por la poeta Patricia Medina

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Page 1: Lámparas de sueño

Cortés

Lámparas de sueño

Leticia

Page 2: Lámparas de sueño

Guadalajara, 1980.

Page 3: Lámparas de sueño

Esta manía de saberme ángel,

sin edad,

sin muerte en que vivirme,

sin piedad por mi nombre

ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?

¿Y quién no goza entre amapolas?

¿Y quién no posee un fuego, una muerte, un miedo, algo horrible,

aunque fuere con plumas,

aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.

La sombra no muere.

Y mi amor

sólo abraza lo que fluye

como lava del infierno:

una logia callada,

fantasmas en dulce erección,

sacerdotes de espuma

y sobre todo ángeles,

ángeles bellos como cuchillos

que se elevan en la noche

y devastan la esperanza.

Alejandra Pizarnik

Page 4: Lámparas de sueño

A los columpios y a los pájaros

A los ríos y a las ventanas

A tus labios que se unen a mi carne

A la sangre de mi sangre

Page 5: Lámparas de sueño

Grito primero

He de utilizar una lengua labrada en silencio

un idioma de agua y de tierra.

Debo aprehender las palabras,

romper la carne,

el himen de nuestros nombres,

desflorar tu mudez impotente porque sólo así

comprenderé todo el amor que sucede en los ojos.

Tengo que hablar,

esconder mi rostro,

parir este dolor de haber nacido

irreductiblemente asustada

por el grito primero

y el primero de mis llantos

en esa madrugada tangible para mi madre

que sentía entre las piernas

una medusa

que le comía

el corazón.

Page 6: Lámparas de sueño

Morusas de lluvia

Deletreo mi nombre

y en la cabeza retumba:

“Leticia” no es

“La que trae alegría”

“Leticia” es

“la que jala el gatillo

sobre las sienes

de otros nombres”

Intento decirme

y escupo hienas, dioses, navajas de odio.

Digo “Leticia”

y me palpo muerta,

me lloro y exhalo “redención” “enfermedades de Octubre”

Me da miedo escribir “Leticia”

y lacerar los pasos.

Contraer mi voz

que se vuelve insoportable.

El eco sofocado

que se vuelve insoportable.

El llanto

que se vuelve insoportable.

Oler mi nombre

como a muertos girasoles.

Quiero perderme

porque tengo huracanes

en lugar de ojos,

anzuelos por dientes,

saliva de veneno.

Morusas de lluvia en el rostro.

Porque están mis labios

desollados y cosidos y porque tengo

muñones

en el corazón.

Son tantos los pecados

que en mi nombre habitan.

Page 7: Lámparas de sueño

Julia

Para Adriana Díaz Enciso

Soy Julia. Y cuando soy Julia, juego a enfermarme. A sentir ardor en la piel. A llorar.

Mirar cómo las hojas se levantan del suelo y se unen a sus ramas. Y el agua se detiene

antes de la caída, penetra el aire, se hace espiral, y se levanta para unirse de nuevo a la

nube. A encontrar sobres agarrados con caligrafía para que las palabras no escapen.

Dime qué sientes cuando pisas los charcos. Y al tratar de borrarte me toco, me

desmaquillo, me hago lágrimas. A veces soy Julia. Cuando recuerdo que encuentro el

amor cada que me siento enferma. Cuando las llagas laceran mis recuerdos. Cuando la

fiebre congela las pocas ideas que me quedan vivas. La ternura corre a mis ojos. Y soy

Ana con algo de Julia. Ojos de Ana con sangre de Julia. Manos de Ana con piel de Julia.

Y busco cuerpos en la regadera, me desvanezco cuando despierto y me veo vacía, me

veo sangre y pared. El ardor en la garganta el ardor. Como siempre. Vuelve. El ardor

siempre vuelve en forma de recuerdos. La enfermedad. El amor. La soledad. Soy Julia.

Y cuando soy Julia juego a enfermarme. A no sentirme bien. A llorar.

Page 8: Lámparas de sueño

Sueño

De niña – recuerdo –

mi voz era columpio.

Habitaba con mis historias

vestidos azules doblados en el ropero.

Parecía que por detrás de las paredes

alguien murmuraba leyendas que solo yo podría descifrar.

A veces soy Beatriz

y te espero detrás de la campana

deseando que entres por esa puerta.

Y mi mente tenía ojeras.

Las manos se me destornillan cada seis hectáreas de sueño.

Page 9: Lámparas de sueño

A fuerza de martillazos

Porque se me rasgó el amor

en las púas siniestras del destiempo;

porque me desollaron vivas

la dignidad y la esperanza.

Enriqueta Ochoa

Porque me diagnosticaron mal el hambre,

se me desnutrió el corazón.

Por todo lo infértil que he sido,

las ganas tempranas de acariciarme.

Porque el himen se me fue por el lavabo,

los ganchos se me desclavaron de la boca.

Todas las noches que deshice el amor,

las veces que como mantis copulé.

Porque el óvulo se me rompía en el trayecto,

Cuenta gota de reloj asustado.

Es que dilapidé tus manos en mi pelvis,

acepté a fuerza de martillazos

tu lengua en mi camino.

Hubo olores de pronto

tan amargos como tu saliva,

instantes de los cuerpos dormidos

acumulándose en la muerte.

Es que no me dabas tanto odio para amarte,

no tenía las manos alineadas con la tierra,

es que todo este amor de querer ser madre.

Acepto mi debilidad

mis labios de espina

todo este amor que no tengo.

Porque mi nombre está enfermo y me duele.

porque empuño

mi cordón umbilical

y me veo

aún enfetada.

Page 10: Lámparas de sueño

Antenas en los ojos

Me fui muda.

Quedando vacía me fui.

Despierto

antenas en los ojos

un tobillo hecho añicos.

Me fui tonta y me fui vacía,

encarcelándome a camas llenas de precisión.

A contados días de tristeza hueca.

Me toco ciega.

Emplumada.

Troca aportilla el asfalto

de los martes y los doce.

Estoy parque y estoy óxido.

Multiplico las voces.

Gusanos de manzanas en los poros.

Me soy falange amputada.

Me estoy quieta y me estoy

vacía

Page 11: Lámparas de sueño

Ojo destilando

No quiero coserme de nuevo a casa.

Ni girar sin piernas

como bailarina

de caja musical.

No mirar destrozada con el rabillo

del húmedo ojo.

Bebedero con caries en la alacena.

Giramientos de perillas.

La puerta está sonando agrio.

Ciento un año

y la coladera vacía.

El ojo destilando agujeros.

Grito de las garras nocturnas

de gatos en seco.

De escaleras altas y rubias.

Cuadros colgados en el piso.

Ojos destilando,

como siempre,

navajas de aire puro.

Page 12: Lámparas de sueño

Modelo 512-7

Conectada a un tubo de palabras

gasolíneo versos transparentes.

He de morir el día que los pájaros se ronden,

se destuerquen sus rótulas

truene el vuelo.

En la matriz

tornillos hechos de arena átona.

Voz eléctrica de infectos engranajes.

Máquina haciendo cuerpos plásticos.

Venas de pvc.

Conexiones naranjas por ojos.

Me uno y me desenchufo de tu toma.

Mis manecillas a falta de ti se han amarillado.

A veces eres azul icosaedro,

margarita deshojada de tormentas dieléctricas.

Y es que me sabes tan descompuesto.

Tan tres cuartos de cable perdido.

Tan perforadamente ácido.

Modelo 512-7 estorbando mi analógica lengua.

Mis manos digitales,

mi corazón de bytes mecánicos.

Y es que me soy tan dada

a irme cambiando de canal,

tan acostumbrada a tus círculos meridianos,

a tu clavicordio de cometa,

a tus mil veinticuatro gigas de plexo solar.

Mi tornillo recto sube a tu micrómetro labio.

Extiendo los párpados al aire.

Y es que me soy

tan estérilmente

triste.

Page 13: Lámparas de sueño

Lámparas de sueño

A Raúl Bañuelos

Los rostros vienen del viento

de la mariposa

que un soldado ve

debajo de la tierra

cuando un ojo cuelga de su órbita.

Los labios se mueven

porque quieren mirar colores.

Los niños se atan bombas a las costillas.

Nos queremos tocar

para transformarnos en caricias,

en el agua que escucha el llanto del pájaro.

Nos alimentamos porque la muerte

nos causa ceguera.

Queremos ser nubes

para extraer de nuestras sonrisas

lámparas de sueño,

sonrisas de agua,

vientos de rostros.

Page 14: Lámparas de sueño

Pesadillas con puños

Pero morimos.

Constantemente morimos.

Por la mañana,

en los cuadros,

morimos.

Levantamos el vuelo.

Morimos.

Los pájaros no han roto

su promesa de canto.

A mitad del vuelo

sus muñones se cansan

y morimos.

Los sueños son dedos,

las pesadillas son puños,

se cansan,

morimos.

Page 15: Lámparas de sueño

Asentada raíz

Como aire turbo tan sin boca.

No me dejaré cortar esta vez por el otoño.

No afilaré mis pies para rasgar lo que camino.

Mis dientes se caerán temprano

antes que atormenten de nuevo al Hombre.

Es mejor tener un paraguas de papel cometa

dibujar pájaros amarillos cayendo en garúa.

Vestir cicatrices disimulando.

No quiero llevar prisa

para silenciar mi estruendo.

Ni bajar los puños de repente.

No quiero estar esquina

con la puerta seca

y los labios cerrados.

Mi cuerpo astilla temprano madrugadas.

Quisiera contar tu historia, quedarme muda.

Decir que nos gustaba morir todas las tardes.

Que la lluvia

se nos escurría por las piernas y las bocas.

Que me cambiabas de nombre

cada que apretabas mis lenguas.

No quiero recordar

los veranos de trenes y ensueños.

Asentada luz cayendo de repente hacia arriba.

No mis manos que escuchaban tus verdades.

Los árboles se quedaron siendo raíces.

Quiero ser de nuevo diluvio,

ese corazón desnudo de pronto.

Una mano letra

asomándose en pantallas.

Page 16: Lámparas de sueño

Mariposa inquieta

De noche se me enferma

cada pluma

Todo duele y se vuelve inabarcable

Todo crece y se hinca

en la mitad del alma.

Patricia Medina

Yo no sabía que se puede ser bailarina

siendo esqueleto.

Que uno puede ser viento estando tierra.

Que puede uno desgastarse y agonizar a ratos.

Que muerta podía recordar

la juntura del presente con el pasado,

cuando un segundo deja de convertirse en hoy

y queda el olvido.

Pero los autos,

la calle de nuevo se incendia.

El árbol cae sobre nosotros,

nos esconde de la gente que llega a casa con espadas,

de niños que gritan

y se persiguen hasta el patio.

De luces que van y nunca vuelven.

Las noches de angustia y de tedio.

El silencio siempre

siendo silencio.

Ahora trato de traducirte:

cuando te abrazo me siento

más secreto, más nube,

cometa ambulante.

Los pájaros mueren

- algunos –

ahogados de sueño.

Y mi nombre de piedra rocosa,

mi Leticia con tu lengua y en tus dedos

mi infelicidad dictada a cuentagotas.

Todo lo arregla tu amor lejano e incierto,

el destino fingido que construyo con manos.

Encuentro palabras que me repito

una

y otra

y otra vez

hasta arrodillarme muda.

Quiero que mi boca se disuelva,

esconder el poco amor finito que me queda,

la sensación de estar media rota.

Page 17: Lámparas de sueño

Color sepia

… y en las campanas bisbisea el dolor de mi alma,

descansan los brazos carcomidos por la eternidad.

¿por qué me miran los árboles?

como si supieran que mis lágrimas contraen los ojos

¿qué hay de ti en las tumbas?

que me hacen recordarte.

Impulso la ruina del pie que tengo.

Me veo como humo.

Y en las campanas retumban los ecos del cuerpo.

Las campanas matizan este paisaje color serpia.

Page 18: Lámparas de sueño

Ausencia de piel

Se me rompe el cuerpo.

Se me astillan

estas ganas de gritar.

Desnuda de los labios

te pronuncio con miedo.

Y me basta mirar mis lágrimas para saber

que tengo miedo.

Se me rompe el ojo izquierdo.

Se me revienta

esta ausencia de piel.

Conmovida por mis temblores

te detengo en despedida.

Y me basta quedarme callada para saber

que tengo miedo.

Page 19: Lámparas de sueño

Asfixio de telaraña

Si la nube no me protege

las calles se derrumban por montones

me sepulto con todo y tu recuerdo

con este puño de palabras

este borbotón de sinsentidos

y toda la angustia acumulada

en las ganas de llorar

todas las velas incendiándose apagadas

todo el vacío horroroso que me acontece

todas estas ganas de no ser.

Entonces mi falta de aire

se me cansa el asfixio de telaraña

se me desencaja la epidermis en los tacones.

No pretendo disimular

todo el amor que tengo.

No pretendo hacerme

amarilla de repente

como si el mar

fuera bilis derramándose en la cruz.

¿Por qué sembrarte

me resultará tan amargo?

¿Por qué te miro

y mis pies se ahuyentan del camino?

¿Por qué nazco

y me vierto en tu sombra?

El cielo golpea en las arterias

con martillos de relámpagos negros.

El cielo no me protege.

Ni la permanencia.

Ni mis amaneceres de lirios.

Page 20: Lámparas de sueño

Estado inmóvil

Estamos inquietándonos

porque nos duelen las rodillas,

porque me sobra el asco

porque vomito cuando me nombro

y cuando no

soy mujer membrana.

Las aves amortiguan

la caída de su carcasa

el ventanal agrio de sus ojos

el pico flácido y automático

y mi lengua fálica

mis dientes sucios y amargos.

El canto veloz de un gusano asmático me engordece.

(Estoy revuelta

petrificándome con el frío estoy)

Estamos inquietándonos

porque embalsamamos la tierra

en nuestra áspera saliva.

Porque me agitan del agua

los venenos estancados.

Porque la distancia

nos vuelve impacientes.

Porque soy torpe cuando pienso

y cuando no,

soy jueves.

Nos estamos temblando por dentro.

Nos estamos luces agotadas,

porque el olvido se nos aparece

en forma de sexo,

porque las tumbas

se esfuman de pronto.

(Y lloro,

pero no te duelo)

Y me miras con rabia, con recelo.

Pero estamos inquietos,

preocupados

por nuestro estado inmóvil.

Page 21: Lámparas de sueño

Dislocaciones

A Hugo Plascencia

¿A qué te saben nuestros cuerpos cuando nos tocamos?

Cuando mi espalda está

a mitad de tu espasmo.

¿A qué? Te sabe

el desnudo gemido repitiendo

que me tomes de pronto.

Mis omóplatos de gaviota en tu escalera,

el oleaje de tu pelvis y mis huecos.

Todas las palabras agazapadas en mis iliacos.

¿A qué te sabe, amor, la soledad pidiéndote a besos?

Mi carne alojada en tu carne.

Mi abandonado cuerpo cubierto de ti.

La noche urgida que viene a llamarnos.

Mis manos corriendo a tu boca.

¿A qué?

La tibia enredándose en tu cadera,

la cúpula ejercitando sus vocales en nosotros.

¿A qué te sé cuando lluevo sobre ti?

Page 22: Lámparas de sueño

Enferma ternura

Éramos capaces de quedarnos enmarcados

para que nadie nos mirara.

Patricia Mata

Éramos capaces de ser asfalto,

agua hirviendo en el sexo.

Éramos capaces de mirar

caleidoscopios lloviendo en puerta,

adivinar sacudidas en el corazón,

jardines en mosaicos de cantinas.

Éramos capaces de ser

ponzoña bajo la carne,

mudos ante la cama.

Nos movíamos en algazaras,

vivos peces agitándose en la boca.

Éramos capaces

de quitarnos los zapatos

y arrancarnos los dedos.

Quedarnos quietos

de las branquias y acosarnos.

Ser dolor de pronto,

una amortiguación trémula para la caída.

Éramos esta ternura enferma.

La tormenta serrando los huesos.

Nos comíamos adheridos a las piedras.

Sísifos enraizándose al recuerdo.

Romperemos la noche,

avanzaremos.

Page 23: Lámparas de sueño

Caballo en Fa

A Santiago Cumplido

Por eso me quedé alcantarilla y atrapada,

encafeterandome a tu estufa y a tu sol.

Porque me dolía la garganta y el sueño.

Las ganas atoradas y el cáliz inflamado.

Me quedaba quieta

como remolino enfurecido.

Con las manos giratorias de papel.

Seríamos campoabierto de nubes.

Todo suave y cómodo.

Tan positivo como mis ganas de ser.

Lo común ya no sería besarnos,

sino convertirnos en peces de jardín.

Unas ganas prontas de ser arena.

La ilógica razón de estar.

Por eso me quedé así,

automático caballo en Fa,

desbocándome en cielos,

nueve veces más tristes que yo.

Page 24: Lámparas de sueño

[6:30]

1

Seis treinta pasos.

Hierve la televisión.

Bajo una luz

sirvo la taza de tu nombre

caliente vuela como albatros

me sumerjo en la taza y te busco

ciudades sepultadas en los posos.

2

Habías llovido. Exploté.

Burbuja de alfileres sobre el aire.

Encima de la mesa yo-vi.

Se hinchó de madera el techo.

Bebí.

Crecí como telescopio. Me enredé.

Pero mi amor se resquebrajó

a ciento treinta decibeles.

¿Quién dijo que el sonido

se mide por kilómetros?

si la leche y el pan y tu lluvia

se miden por voltaje

¿Quién dijo que la soledad es,

a fuerza de palabras

un lugar vacío?

3

Habías llovido.

Yo me hubiera suicidado

si no fuera

porque un dolor

me llegó de pronto.

Árbol tristísimo cayendo.

Lentamente-balanceándose hacia arriba.

Intento decirte algo

pero sólo llueves.

Mis palabras revolcándose

en tus ganas de llover.

4

Tengo huesos desfriáticos.

Te escucho llover

tormentas partidas por la mitad.

Page 25: Lámparas de sueño

Sé que estallé,

que lloviste

cuando el aire se tornó

más asfixiante que de costumbre.

¿Qué puedo hacer

con este espacio

de cuerpo y de sangre?

5

Llueves madera.

Mis dedos xilófagos.

Desclavo los pies para ir contigo

hacia la partitura de tus sueños

de hormigas blancas.

Entonces mi cáscara,

mi piel inmadura

piel de larva se vuelve

mariposa lingüística.

6

Y me sé pedazos.

Me sé a trinchera.

Mi casa está rota.

El cuerpo de construcción deshecha.

Casi nunca muero.

Casi nunca me muero.

7

Mis ojos

paralelepípedos

arañan.

Estoy piedra y lama

Murmuro tus murmullos que se hacen lógica

(La lógica me pulveriza)

8

Seis treinta pasos.

Hierve la televisión.

Bajo la luz

una taza de tu nombre caliente.

Page 26: Lámparas de sueño

Danza

Si la soledad sólo fuera

la inmolación de poemas

el castigo de la carne

un potro desmembrando cuerpos

una sala de estar sin nadie

un quirófano de voces asfixiadas

Si tuviera muchos cuerpos

bocas de quimera y nos tragara

Si sólo fuera emparedarnos y escuchar

la degollación del olvido

esquirlas de fantasmas

Si la soledad fuera sarcófago

dama de hierro y agonizáramos

en caída libre:

derrumbe de materia:

páramo de vida

Si la soledad fuera una danza

Si tan sólo fuera danza

Page 27: Lámparas de sueño

Invierno de Lluvia

A Mauricio Ramírez

Tiemblo,

y me sé situada entre viva y muerta.

Me sé preñada por el agua y la tierra.

Aquí

no tengo miedo.

Nada

puede

darme miedo.

Las palabras aparecen

como mariposas de tiempo.

Tiemblo

y aprendo el lenguaje claroscuro

de los árboles y las nubes.

El llanto crujido de la madera

astillando mi cuerpo.

Lloro y me busco

en las manchas del agua.

Intento gritarme desde entonces con silencios

que conozco y traduzco.

Araño el espacio que hay

entre mi cuerpo y el vacío.

Aquí la soledad no es grande.

Es imposible que algo ocurra.

Los gusanos se mudan a otros cuerpos.

El sol me arrebata el agua.

Soy testigo del proceso inverso de la lluvia.

Desllueve la tierra,

graniza sobre mí

y tiemblo.

Me sé situada entre viva y muerta.

Me sé preñada y nada puede darme miedo.

Enterrada

no me sé miedo.

Page 28: Lámparas de sueño

Animal de soledades

A Iñaki

El mundo está contaminado de soledad.

De una lágrima brota una mujer.

La nostalgia se advierte

en el vaho de las ventanas,

en las escaleras hechas polvo,

en el agua estancada

las moscas vuelan giran mueren.

El mundo está generosamente solo.

El vacío se percibe al fondo de la garganta,

en las monedas que una niña no ha podido ganar

y su madre la golpea la golpea la golpea.

El mundo grita

porque las entrañas se le rompen,

porque se cansa.

El hombre gira y tiene sexo,

toma una taza con café, prende un cigarro,

pero nunca vive, nunca se concilia con su sombra.

El mundo se encuentra plagado de tristeza.

La nostalgia está en los parabrisas apartando la lluvia.

Animal de soledades extendiendo las fauces

alas de tiempo se arrastran con lentitud

hacia la boca del mundo.

La Tierra no tiene brazos, ni cabeza, ni sexo,

ni acaricia a nadie.

También carece de lengua y de labios,

de palabras y de idioma.

La ausencia de palabras nos hace más fiera.

Animal de soledades.

El mundo carece de lágrimas.

De una lágrima brota una mujer.

El mundo tiene dentro de sí almas muchas almas:

matrushka de humanos.

La muerte se consume cuando dos se besan.

El mundo está pariendo verbos.

Animal de soledades

bebes palabras en los senos

de la mujer que te amamanta.

El mundo carece de sentido y de tacto.

La mujer se acerca al rostro de un niño muerto,

arrojado por otra mujer de su vientre

sin haber terminado su metamorfosis.

El mundo no tiene orillas,

en él existen muchos lugares para ver la luz del sol.

Una mujer se fue a Bogotá.

Page 29: Lámparas de sueño

Llevaba una maleta,

ningún recuerdo.

Atrás se quedaron los amigos que nunca tuvo.

Su primera vida como un círculo que no pudo cerrarse.

El mundo es un círculo cerrado,

un diámetro incapaz de calcular.

El hombre no calcula.

En las paredes se proyecta la imagen de una mujer

que odia a los gatos,

los odia como a ella misma.

Iñaki se fue,

dejó su nombre plantado en los árboles

acuñando tristeza en la infértil tierra que nunca

ha engendrado flores.

El mundo

es un zoológico de sentimientos.

La falta de apetito le provoca grietas en el cuerpo.

No morimos:

nunca morimos

:nos aborta la vida.

Nunca terminamos,

volvemos en forma de letra o lágrima intacta de la cual brota

una mujer.

Una mano dibuja constelaciones de labios

en la parte interna de una cueva.

Una mano deja vestigios de lo que fue nuestro,

de lo que amamos,

lo que matamos.

Animal de soledades que habita y deshabita

la vida seglar.

Animal de soledades bifurcas el pecado con tus ojos.

Las ganas de estar solo

porque el mundo está solo

sin pies y sin manos.

Un día

el mar se suicidó.

Se arrojó a las manos del hombre:

también nos mató.

Dejó restos, sombras de dioses.

El mundo es un murmullo de cuerpos.

La mariposa disimula que vuela,

agita las alas,

mueve con su lengua el firmamento.

Animal de soledades.

La creación es un murmullo en la sangre.

El mundo existe desde que el Hombre

se soñó haciendo el amor.

La epidermis del cielo está herida.

El mundo está dolido por la falta de aire,

porque le sobran taquicardias.

Page 30: Lámparas de sueño

El destino es un poso en la carne, una ausencia.

Nievan colibríes. De los árboles caen luciérnagas.

El mundo no tiene un cuerpo cerca y no dice nada

porque carece de esperanza.

Porque no puede sentir.

Animal de soledades

extendiendo las fauces

alas de tiempo

se arrastran con lentitud

hacia la boca

del mundo.

Page 31: Lámparas de sueño

El horizonte

A mis padres y a mi hermano,

en la eternidad

Un hombre muerto. Una mujer dormida.

O Yo, de lado, escondo los tobillos.

El cáliz.

Una mujer respira como oruga.

Respira en su tronco mutilado.

La niña vuela y el viento permanece intacto.

Algunas palabras tienen pies y casa,

viven colgadas en lastimosos percheros,

les da pena y rabia estar ahí – en el papel – a fuerza.

O se preñan, se hacen muchas con otras

y viven en países errados.

Yo frecuento sus contornos,

las dibujo sobre el horizonte en ramas,

en visiones que tengo por las noches

cuando mudo de piel.

Su estancia es una flor que mata / a quemarropa /

es un cadáver del mundo que me reparte,

me heredan y me avivan

la enterrada llama de la creación.

Yo tuve por infancia un grito,

porté pasos mezclados con vasos llenos de leche heroica.

¿Cuántas veces no me creí valiente

al beber un vaso entero de un solo sorbo?

Me arrojaba de la cama con mi hermano

y me creía valiente

o lo veía tirar monitos por la ventana al techo vecino

y yo reía porque el horizonte era nuestra diversión.

Era una locura pero mi hermano fue un héroe,

buscamos tesoros en un segundo piso.

advertíamos la llegada de papá,

nos desgarrábamos dedos con un pedazo de mosaico.

Pero el horizonte, siempre el horizonte.

Dormir en el Maverick blanco

era un horizonte de alfombra azul

y las palabras entonces no me arrullaban.

Estaban dormidas.

Hoy mueren. Se queman en pañuelos enmohecidos,

gatos en bardas como si fueran corderos.

¿Qué tipo de fantasma es una palabra que juega a nunca irse?

Y se queda en la ropa,

se queda.

Cuando era niña

los dolores no se mezclaban en mi cuerpo.

Nada podía dolerme.

Page 32: Lámparas de sueño

Sólo perder una batalla.

La distancia no existía para mí

porque en el jardín trasero

había infinidad de amigos y mundos.

Pájaros y tortugas.

Yo hablaba

pero entonces no conocía de palabras y acentos.

Revolucionaba los sonidos

con botes atados a las llantas de la bicicleta.

La cochera no era más grande que la calle,

ahí había infinito espacio para la imaginación.

Procuraba dormir temprano y despertar tarde.

Mi papá me hacía volar. Me sostenía entre sus piernas.

Volaba en el horizonte. Estiraba los brazos. Volaba.

Hasta que pesé más de los cuarenta kilos.

Comencé a ser horizontal en noches que sangraba.

Yo nací horizontalmente. El horizonte desde siempre.

Ahora creo ciudades

con los horizontes llenos de polvo y de lujuria.

Ahora ya no hay tesoros.

Mis palabras ya no son

¿escuchas? hay un tesoro enterrado.

Ahora me destrozo horizontalmente.

Las casas se derrumban verticalmente

pero morimos de manera horizontal.

Mi papá ya no maneja su Maverick.

Mi hermano y yo

ya no buscamos tesoros.

Mi mamá toca violín.

Su arco se deriva de palabras musicales

que suenan en el fondo de su mirada

y el arco horizontal.

Palabras ocultas con peldaños, raíces y bosques,

palabras.

Yo he visto cadáveres llorando que corren en ríos.

He visto cómo mueren y regresan.

Se entierran en arterias y las destierran.

Hay palabras que nunca vuelven. Viaje sombrío.

Palabras que vislumbran.

con el rostro muerto, con palabras de navegación,

mar enterrado, olas ambiguas que crecen,

levantan tiburones.

La ambigüedad bajo la danza de agua enterrada.

Mi hermano es un héroe. Lo sé.

Es un héroe y lo sabe y pasa.

Pasa la vida como lluvia delirante.

Para la vida y a él

no creo que le preocupen las letras ni el horizonte.

Él respira.

Seguramente recuerda el Maverick y los juegos.

Page 33: Lámparas de sueño

Pero ahora

es el horizonte

las letras

el silencio