Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

423
7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 1/423

Transcript of Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

Page 1: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 1/423

Page 2: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 2/423

Page 3: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 3/423

La invencióndel Tercer MundoConstrucción y deconstrucción

del desarrolloArturo Escobar

s e r i e 

Caracas, Venezuela 2007  colonialidad/modernidad/descolonialidad

Page 4: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 4/423

© Arturo Escobar

© 1ra..edición Fundación Editorial el perro y la rana, 2007

Traducción de Diana Ochoa

Av. Panteón, Foro Libertador

Edi. Archivo General de la Nación, planta baja, Caracas, 1010.

Tels.: (58-0212) 564 24 69/8084492 /8084986/8084165/Telea: (58-0212) 564 14 11

correos electrónicos:

[email protected]

[email protected]

editorial@elperroy larana.gob.ve

página web: www.elperroylarana.gob.ve

Edición al cuidado de Dannybal Reyes

Corrección  Julio Bustamante

Diagramación Verónica Alonso

Diseño de la colección Kevin Vargas

Dileny Jiménez

Hecho el Depósito de Ley 

Depósito legal l 40220073204268

ISBN 978-980-396-776-5

Impreso en Venezuela

Page 5: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 5/423

 La Colección Alredo Maneiro. Política y sociedad publica obras

 puntuales, urgentes, necesarias, capaces de desentrañar elsignicado de los procesos sociales que dictaminan el curso del

mundo actual. Venezuela integra ese mundo en ormación, de allí la importancia del pensamiento, la investigación, la crítica, la

refexión, y por ende, de las soluciones surgidas del análisis y lacomprensión de nuestra realidad.

 Firmes propósitos animan a esta colección: por una parte, rendir

homenaje a la gura de Alredo Maneiro, uno de los principales protagonistas de los movimientos sociales y políticos que

tuvieron lugar en Venezuela durante los duros y confictivos añossesenta, y por la otra, diundir ediciones de libros en los cuales se

abordan temas medulares de nuestro tiempo.Serie: Colonialidad/modernidad/descolonialidad. En los últimos

años se ha producido un ructíero debate político e intelectual

latinoamericano en torno al carácter colonial de las estructurasde poder que caracterizan al mundo contemporáneo y sobrela complicidad eurocéntrica y naturalizadora del pensamiento

hegemónico de las ciencias sociales con estos patrones deorganización de la vida en el planeta. Esta serie tiene por objetivo

contribuir a la proundización y divulgación de estas prácticas,luchas, resistencias y debates sin las cuales diícilmente

 podríamos pensar en la idea de que otro mundo sea posible.

Page 6: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 6/423

Page 7: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 7/423

7

Prólogo

“Conrontar el desarrollo” –no aceptarlo de rutina como lapanacea del punto IV propuesto por el presidente Harry Truman en1949– es una necesidad vital para nosotros los del mundo depen-diente. Vital, porque en ello se juegan la autonomía, la personalidad

 y la cultura, las bases productivas y la visión del mundo que nos

han dado el hálito de vida como seres humanos y pueblos dignosde respeto y de un mejor uturo. Por ello, porque el nuevo librode Arturo Escobar avanza sobre tan estratégico rente sociopo-lítico, este debe convertirse en lectura obligada de gobernantes y gobernados.

No se trata de cualquier autor. Escobar, compatriota colombiano,es uno de los primeros estudiosos del mundo que hace años tuvie-

ron la curiosidad de preguntarse por el sentido real del conceptode “desarrollo”. Junto con Sachs e Illich aprovechó los marcos lo-sócos de Foucault y Habermas para desmenuzar el mito y revelarlos prejuicios que permitieron el nacimiento y auge del discursodesarrollista en Estados Unidos y en toda Europa, que luego uetransmitiendo sin más al resto del mundo por las Naciones Unidasdurante cuatro “décadas” de racasos.

Queda el lector de este libro impresionado por la persisten-cia del discurso e ideología del desarrollismo, así se demuestrena diario las neastas consecuencias de su aplicación en el TercerMundo. Quizá tenga los días contados. Porque es evidente, para

Page 8: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 8/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

8

tirios y troyanos, que los que en verdad se han venido desarro-llando, enriqueciendo y acumulando poder, han sido los que en este

desigual juego se habían situado desde antes como los más privi-legiados en la estructura económica, social y política eistente; nilos pobres ni los desposeídos por las injusticias del sistema capita-lista se han desarrollado de la misma manera o con igual intensi-dad como se había postulado. Y ello es ya muy peligroso, hasta paralas clases dominantes. Porque de la mano del capitalismo desor-bitado que importamos al “desarrollarnos”, hoy nuestros países seencuentran al borde del desierto ecológico y del inerno eplosivo

de la miseria de las mayorías. Además, el servilismo mimético resul-tante amenaza nuestras raíces históricas y culturales.

El libro de Escobar, por ortuna, no se detiene solo en rasgar los velos de la ideología desarrollista. Orece destellos de posibilida-des alternativas, lo que el lector debe agradecer de manera espe-cial. Lástima que el autor no le encuentre sinónimos adecuados altérmino, como aquellas interpretaciones de “desarrollo” que provie-

nen de idiomas no muy contaminados, como el swahili aricano oel maya guatemalteco, que lo equiparan a la interesante idea de“despertar con acción”. No obstante, Escobar orece dos elementosnuevos de los que podrían derivarse las alternativas que le preocu-pan. Son los siguientes:

1. La acción colectiva de los movimientos sociales. He aquí loque pudiera convertirse en el actor de un gran despertar con lucha

popular. Para ello contamos en el Tercer Mundo con la inagotable veta de la diversidad de culturas y pueblos, hasta con la euberantebiodiversidad tropical, que son hechos políticos, sociales y natu-rales clave para nuestra deensa ante la violenta, rasante y avaraeplotación capitalista global.

Escobar y un buen número de sus colegas habían descubiertoesta posibilidad cuando decidieron escribir en 1992 el colectivo The

 Making Social Movements in Latin America. Indudablemente, unaalternativa válida a las políticas usuales de desarrollo, debe provenirde aquella dinámica corriente que reta a los poderes constituidos.

2. El invento de un lenguaje derivado de culturas híbridas. La

Page 9: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 9/423

Prólogo

9

acción colectiva de los movimientos sociales debe alimentarse,según Escobar, de la mezcla cultural y étnica que ha hecho de

nuestros pueblos una caldera de cambios de innito potencial, einventar el lenguaje adecuado a este hibridismo. Trasciende porello a Vasconcelos y se detiene en García Canclini para reinterpre-tar la modernidad en América Latina y en el Tercer Mundo, comoun buen paso para abandonar los esquemas mentales del desarro-llismo colonial. Porque este hibridismo “determina la especicidadmoderna de América Latina”.

Se trata, en eecto, de reconocer el vigor de nuestro propia civi-

lización mestiza y culta que, sin olvidar sus raíces, puede asimilar elprogreso porque así le conviene, como lo hicieron los indígenas aladoptar el hierro, la gallina o la oveja de los conquistadores, y comolo hacen hoy los kayapos de la selva húmeda brasileña al desplegarsus propias cámaras de video. Estos grupos y movimientos puedenmaniestar proclividad hacia lo novedoso de manera crítica, trans-gresiva y a veces con humor.

Como lo señala Escobar, la estrategia de tales agrupaciones seinspira en la deensa de la dierencia cultural, no como una uerzaestática sino transormadora, y en la valoración de necesidades y oportunidades económicas en términos que no son estrictamentelos de la ganancia y el mercado. De allí puede surgir un discursoalterno entendible en nuestros propios términos, que son los quedeben contar en última instancia.

¿Cómo se relacionan estos dos elementos estratégicos con elposdesarrollo que viene? El autor recomienda trascender las die-rencias con el Primer Mundo a través de la posibilidad de deendernuestro humanismo dentro del horizonte posmoderno. Es grandeideal para una gran tarea en la que, según me parece, cabe espe-rar todavía más comprometedoras contribuciones intelectuales y prácticas de los posmodernistas.

Como lo sostuve en Inglaterra durante el Congreso Mundial deInvestigación de 1994, no es bueno sobrestimar el poder produc-tivo de tetos y discursos y dejarlos sin reerentes en la realidadconcreta. El posmodernismo es una categoría elusiva para nosotros

Page 10: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 10/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

10

que no nos hemos modernizado sucientemente, y es discutible quenos “modernicemos” ahora a la europea. Claro que esto de acuerdo

en criticar el legado de la Ilustración representado en la raciona-lidad instrumental, y en revisar “meta-relatos” como el marismo,el liberalismo y el desarrollo económico. Así lo acepta Escobar. Sinembargo, todavía podemos dar mayor juego a otro tipo de racionali-dad práctica y colectiva basada en una nueva articulación: la utopíaasociada de razón y liberación, como lo sugiere el colega peruano,Aníbal Quijano.

En vista de que no puede haber ningún n de la historia, ni

tampoco por ahora el de la modernidad, cabe esperar que losposmodernistas, a quienes admira el autor, asuman una mayorresponsabilidad social con la gente de carne y hueso. Que las pala-bras vayan con los hechos; que la teoría se articule en la práctica demanera simultánea y urgente. Tales son condicionantes del cambioque se necesita en la vida contemporánea.

Este libro-conrontación de Arturo Escobar es una inspirada

muestra de la búsqueda de alternativas políticas, sociales y econó-micas para nosotros los del Sur, con evidentes implicaciones paralos del Norte. Creo que ha tenido éito en tan complicada comoesencial tarea. Por ello me complace presentar al público hispano-hablante tan útil y oportuno libro.

Orlando Fals Borda 

Page 11: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 11/423

11

Prefacio

Por casi cincuenta años, en América Latina, Asia y Árica se hapredicado un peculiar evangelio con un ervor intenso: el “desarro-llo”. Formulado inicialmente en Estados Unidos y Europa durantelos años que siguieron al n de la Segunda Guerra Mundial y ansio-

samente aceptado y mejorado por las elites y gobernantes del TercerMundo a partir de entonces, el modelo del desarrollo desde susinicios contenía una propuesta históricamente inusitada desde unpunto de vista antropológico: la transormación total de las culturas

 y ormaciones sociales de tres continentes de acuerdo con los dicta-dos de las del llamado Primer Mundo. Se conaba en que, casi quepor at tecnológico y económico y gracias a algo llamado plani-

cación, de la noche a la mañana milenarias y complejas culturas seconvirtieran en clones de los racionales occidentales de los paísesconsiderados económicamente avanzados.

El presente libro narra el surgimiento de este sueño, y cómopoco a poco se tornó en pesadilla. Porque en vez de la tan anhe-lada transormación, parece que el desarrollo solo hubiera logradomultiplicar al innito los problemas socioeconómicos de Asia,Árica y América Latina. Basta una mirada supercial a los paisa-

 jes bioísicos, económicos y culturales de la mayor parte del TercerMundo para darse cuenta de que el desarrollo está en crisis, y que la

 violencia, pobreza y deterioro social y ambiental crecientes son el

Page 12: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 12/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

12

resultado de cincuenta años de recetas de crecimiento económico,“ajustes estructurales”, macroproyectos sin evaluación de impacto,

endeudamiento perpetuo, y marginamiento de la mayoría de lapoblación de los procesos de pensamiento y decisión sobre la prác-tica social.

El enoque del libro es posestructuralista, en el sentido de queparte del reconocimiento de la importancia de las dinámicas dediscurso y poder en la creación de la realidad social y en todo estu-dio de la cultura. El desarrollo, arguye el estudio, debe ser visto comoun régimen de representación, como una “invención” que resultó de

la historia de la posguerra y que, desde sus inicios, moldeó inelucta-blemente toda posible concepción de la realidad y la acción social delos países que desde entonces se conocen como subdesarrollados.El libro retoma los hitos más importantes de esta historia, analizael papel de los economistas y planicadores en ella, y se detiene aeaminar en detalle las estrategias de desarrollo concernientes alos campesinos, las mujeres y el ambiente.

Como lo sugiere el título, y como se discute en la conclusión, eldesarrollo y el mismo Tercer Mundo están en vías de desmoronarse.Esto ocurre no tanto porque el Segundo Mundo (las economíassocialistas de Europa del este) haya desaparecido y la sagrada trini-dad del orden mundial de la posguerra esté llegando a su n, sinopor el racaso rotundo del desarrollo en términos de sus propiosobjetivos, y gracias a la creciente resistencia y oposición a él por

parte de un número cada vez mayor de actores y movimientos socia-les de importancia. Las voces que claman por el n del desarrollocomo eperimento histórico que ha llegado a su n crecen cada día.Conamos en que al tratar de escribir su obituario, como preten-demos aquí junto a otros estudios que comparten el presente eno-que, contribuimos a imaginar alternativas, cambios de rumbo, otrasormas de representar y diseñar nuestras múltiples realidades sinreducirlas a un patrón único ni a un modelo cultural hegemónico.

¿Es posible imaginar una era posdesarrollo de este tipo encontetos de globalización de la producción económica y cultu-ral? Pensamos que sí. Por un lado, la internacionalización de la

Page 13: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 13/423

13

Prefacio

economía no puede ser negada; pero las llamadas “aperturas” enAmérica Latina no ehiben ninguna imaginación; son en general

una adaptación pobre a las recetas neoliberales ideadas en otraslatitudes; benecian a capitalistas y sectores dominantes del mundo y perjudican a los trabajadores, al ambiente, a los subalternos y alas culturas dierentes. Se impone repensar las condiciones paraparticipar en los espacios transnacionales. Por otro lado, si bien laepansión tecnocientíca es irreversible, no tiene que ser catastró-ca para los grupos populares y el ambiente. ¿Cómo es posible alte-rar sus nalidades y modos de operación? Esto requiere inventar

prácticas sociales que relacionen los procesos sociales, económicos y políticos con las transormaciones tecnocientícas, las creacionesartístico-culturales, y los esuerzos por superar los graves proble-mas socioeconómicos que aectan a la mayoría de la población. Hoy en día, todos los sistemas políticos están abocados a esta tarea, lacual supone la invención de identidades subjetivas, de otras super-cies de vida, verdaderamente nuevos territorios eistencialistas.

En resumidas cuentas, es posible imaginar nuevas ormas deorganizar la vida social, económica y cultural; los sistemas econó-micos y tecnológicos pueden ser reorientados. No solo la voluntadparanoica de los que poseen el poder –capitalistas, narcotracan-tes, políticos convencionales, violentos de todo tipo– puede captu-rar los deseos colectivos; estos también pueden ser codicadospor proyectos liberadores. En países como Colombia, los llamados

“kínderes” de políticos jóvenes han racasado no por jóvenes sinopor haber entregado su capacidad de imaginación al statu quo. A esta pobreza conceptual se opone con recuencia la actividad deaquellos que, como algunos movimientos sociales e intelectualesdisidentes, ven en lo económico y tecnocientíco no el materialpara una irresponsable aventura más en desarrollo sino la posi-bilidad de inventar nuevas ormas de ser libre. A esto llamamosposdesarrollo.

Page 14: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 14/423

Page 15: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 15/423

15

Agradecimientos

 El presente estudio se origina en una tesis de doctorado en la Universidad

de Caliornia en Berkeley. No es necesario rerendar aquí mis múltiples

agradecimientos a aquellos que vieron el estudio crecer en ese entonces, tal

vez con excepción de Michael Taussig y Stephen Gudeman, cuyos trabajos

en Colombia recojo en este libro. En América Latina, quiero agradecera los colegas y amigos Margarita López Maya, Edgardo y Luis Lander,

 Luis Gómez, Isabel Licha y María-Pilar García (Cendes, Caracas); Sonia

 E. Álvarez y Heloísa Buarque de Hollanda (Río de Janeiro); Alejandro

 Piscitelli (Flacso, Buenos Aires); Fernando Calderón (La Paz); Enrique

 Le (Pnuma, Ciudad de México); Edmundo Fuenzalida, Zita Barrueto

 y Fernando Flores (Chile/Estados Unidos); Aníbal Quijano (Lima) y

 Amparo Menéndez-Carrión (Flacso, Quito). En Colombia, mis agradeci-mientos muy especiales a Álvaro Pedrosa y Orlando Fals Borda, así como

a María Cristina Salazar de Fals, Magdalena León de Leal, María Cristina

 Rojas, Libia Grueso y Carlos Rosero (Proceso de Comunidades Negras),

 y a aquellos que hicieron posible y placentero mi trabajo de investigación

sobre el Plan Nacional de Alimentación y Nutrición y el programa de

 Desarrollo Rural Integrado (especialmente Darío Fajardo, Patricia Prieto,

Soía Valencia, y Beatriz Hernández). A mis amigos de las distintas épocas

durante las cuales evolucionó este estudio –algunos de ellos también

colegas– Consuelo Moreno, Jaime Fernando Valencia y Mercedes Franco,

Yolanda Arango y Álvaro Bedoya, Susana Cabrales, Lucía Díaz, Margarita

Page 16: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 16/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

16

 Restrepo, Eduardo García, Ignacio Valero, Guillermo Padilla, Alejandro

 Reyes y William Ospina, también por el contacto con Grupo Editorial

 Norma. Agradezco mucho a Diana Ochoa por su traducción del original eninglés, y por su comprensión del trabajo e interés en él.

 Dedico este libro a la memoria de mi padre, Gustavo, quien murió en 1990

aún soñando con su pequeño pueblo de Villamaría en el viejo Caldas, mien-

tras trataba de ganarse la vida en la gran ciudad –sin gran éxito en térmi-

nos de indicadores económicos– para que sus hijos “salieran adelante” y

marcharan rmes por la gran avenida del progreso; a mi amilia (Yadira,

 María Victoria y José Fernando); y a Magda, por llegar a mi vida.

Page 17: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 17/423

Capítulo I

Page 18: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 18/423

Page 19: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 19/423

19

Introducción

El desarrollo y la antropología de la modernidad

En su discurso de posesión como presidente de Estados Unidos

el 20 de enero de 1949, Harry Truman anunció al mundo entero suconcepto de “trato justo”. Un componente esencial del concepto erasu llamado a Estados Unidos y al mundo para resolver los proble-mas de las “áreas subdesarrolladas” del globo:

Más de la mitad de la población del mundo vive en condiciones

cercanas a la miseria. Su alimentación es inadecuada, es víctima

de la enermedad. Su vida económica es primitiva y está estancada.Su pobreza constituye un obstáculo y una amenaza tanto para ellos

como para las áreas más prósperas. Por primera vez en la historia,

la humanidad posee el conocimiento y la capacidad para aliviar el

surimiento de estas gentes… Creo que deberíamos poner a dis-

posición de los amantes de la paz los benecios de nuestro acervo

de conocimiento técnico para ayudarlos a lograr sus aspiraciones

de una vida mejor… Lo que tenemos en mente es un programa de

desarrollo basado en los conceptos del trato justo y democrático…

Producir más es la clave para la paz y la prosperidad. Y la clave para

Page 20: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 20/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

20

producir más es una aplicación mayor y más vigorosa del conoci-

miento técnico y cientíco moderno (Truman, 1964).

La doctrina Truman inició una nueva era en la comprensión y elmanejo de los asuntos mundiales, en particular de aquellos que se ree-rían a los países económicamente menos avanzados. El propósito erabastante ambicioso: crear las condiciones necesarias para reproduciren todo el mundo los rasgos característicos de las sociedades avan-zadas de la época: altos niveles de industrialización y urbanización,tecnicación de la agricultura, rápido crecimiento de la producción

material y los niveles de vida, y adopción generalizada de la educación y los valores culturales modernos. En concepto de Truman, el capital,la ciencia y la tecnología eran los principales componentes que haríanposible tal revolución masiva. Solo así el sueño americano de paz y abundancia podría etenderse a todos los pueblos del planeta.

Este sueño no era creación eclusiva de Estados Unidos, sinoresultado de la coyuntura histórica especíca de nales de la

Segunda Guerra Mundial. En pocos años, recibió el respaldo univer-sal de los poderosos. Sin embargo, no se consideraba un proceso ácil;como era de esperarse, los obstáculos contribuyeron a consolidar lamisión. Uno de los documentos más infuyentes de la época, prepa-rado por un grupo de epertos congregados por Naciones Unidas conel objeto de diseñar políticas y medidas concretas “para el desarrolloeconómico de los países subdesarrollados”, lo epresaba así:

Hay un sentido en el que el progreso económico acelerado es impo-

sible sin ajustes dolorosos. Las losoías ancestrales deben ser erra-

dicadas; las viejas instituciones sociales tienen que desintegrarse;

los lazos de casta, credo y raza deben romperse; y grandes masas

de personas incapaces de seguir el ritmo del progreso deberán ver

rustradas sus epectativas de una vida cómoda. Muy pocas comu-

nidades están dispuestas a pagar el precio del progreso económico

(United Nations, 1951: I).1

1 Para un interesante análisis contemporáneo de este documento, véaseFrankel, 1953, en especial las págs. 82-110.

Page 21: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 21/423

21

Capítulo I

Lo que proponía el inorme era nada menos que la reestruc-turación total de las sociedades “subdesarrolladas”. La declaración

podría parecernos hoy sorprendentemente etnocéntrica y arro-gante, ingenua en el mejor de los casos; sin embargo, lo que requiereeplicación es precisamente el hecho de que se emitiera y tuvierasentido. Demostraba la voluntad creciente de transormar demanera drástica dos terceras partes del mundo en pos de los objeti-

 vos de prosperidad material y progreso económico. A comienzos delos años cincuenta, esta voluntad era ya hegemónica en los círculosde poder.

Este libro narra la historia de aquel sueño, y de cómo poco apoco se convirtió en pesadilla. Porque en vez del reino de abun-dancia prometido por teóricos y políticos de los años cincuenta, eldiscurso y la estrategia del desarrollo produjeron lo contrario: mise-ria y subdesarrollo masivos, eplotación y opresión sin nombre. Lacrisis de la deuda, la hambruna (saheliana), la creciente pobreza,desnutrición y violencia son apenas los síntomas más patéticos del

racaso de cincuenta años de desarrollo. De esta manera, el libropuede leerse como la historia de la pérdida de una ilusión quemuchos abrigaban sinceramente. Pero se trata, sobre todo, de laorma en que se creó el “Tercer Mundo” a través de los discursos

 y las prácticas del desarrollo desde sus inicios a comienzos de lasegunda posguerra.

Orientalismo, africanismo, desarrollismo

Hasta nales de los años setenta, el eje de las discusiones acercade Asia, Árica y Latinoamérica era la naturaleza del desarrollo.Como veremos, desde las teorías del desarrollo económico de losaños cincuenta hasta el “enoque de necesidades humanas bási-cas” de los años setenta, que ponía énasis no solo en el crecimientoeconómico per se como en décadas anteriores, sino también en ladistribución de sus benecios, la mayor preocupación de teóricos y políticos era la de los tipos de desarrollo a buscar para resolver losproblemas sociales y económicos en esas regiones. Aun quienes se

Page 22: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 22/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

22

oponían a las estrategias capitalistas del momento se veían obliga-dos a epresar sus críticas en términos de la necesidad del desarro-

llo, a través de conceptos como “otro desarrollo”, “desarrollo parti-cipativo”, “desarrollo socialista”, y otros por el estilo. En resumen,odía criticarse un determinado enoque, y proponer modicacioneso mejoras en concordancia con él, pero el hecho mismo del desa-rrollo y su necesidad, no podían ponerse en duda. El desarrollo sehabía convertido en una certeza en el imaginario social.

De hecho, parecía imposible calicar la realidad social en otrostérminos. Por doquier se encontraba la realidad omnipresente y 

reiterativa del desarrollo: gobiernos que diseñaban y ejecutabanambiciosos planes de desarrollo, instituciones que llevaban a cabopor igual programas de desarrollo en ciudades y campos, epertosde todo tipo estudiando el “subdesarrollo” y produciendo teorías adnauseam. El hecho de que las condiciones de la mayoría de la pobla-ción no mejoraran sino que más bien se deterioraran con el trans-curso del tiempo no parecía molestar a muchos epertos. La reali-

dad, en resumen, había sido colonizada por el discurso del desarro-llo, y quienes estaban insatisechos con este estado de cosas teníanque luchar dentro del mismo espacio discursivo por porciones delibertad, con la esperanza de que en el camino pudiera construirseuna realidad dierente.2

Más recientemente, sin embargo, el desarrollo de nuevos instru-mentos analíticos, en gestación desde nales de los años sesenta

pero cuyo empleo solo se generalizó durante los ochenta, ha permi-tido el análisis de este tipo de “colonización de la realidad” en orma

2 En los años sesenta y setenta eistieron, claro está, tendencias quepresentaban una posición crítica rente al desarrollo, aunque, como

 veremos pronto, ueron insucientes para articular un rechazo deldiscurso sobre el que se undaban. Entre ellas es importante mencionarla “pedagogía del oprimido” de Paulo Freire (Freire, 1970); el naci-miento de la teología de la liberación durante la Conerencia EpiscopalLatinoamericana celebrada en Medellín en 1968; y las críticas al “colo-

nialismo intelectual” (Fals Borda, 1970) y la dependencia económica(Cardoso y Faletto, 1979) de nales de los sesenta y comienzos de lossetenta. La crítica cultural más aguda del desarrollo corresponde aIllich (1968, 1970). Todas ellas ueron importantes para el enoquediscursivo de los años noventa que se analiza en este libro.

Page 23: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 23/423

23

Capítulo I

tal que pone de maniesto este mismo hecho: cómo ciertas represen-taciones se vuelven dominantes y dan orma indeleble a los modos

de imaginar la realidad e interactuar con ella. El trabajo de MichelFoucault sobre la dinámica del discurso y del poder en la represen-tación de la realidad social, en particular, ha contribuido a mostrarlos mecanismos mediante los cuales un determinado orden dediscurso produce unos modos permisibles de ser y pensar al tiempoque descalica e incluso imposibilita otros. La proundización de losanálisis de Foucault sobre las situaciones coloniales y poscolonia-les realizada por autores como Edward Said, V.Y. Mudimbe, Chan-

dra Mohanty y Homi Bhabha, entre otros, ha abierto nuevas ormasde pensamiento acerca de las representaciones del Tercer Mundo.La autocrítica de la antropología y su renovación durante los añosochenta también han sido importantes al respecto.

Pensar el desarrollo en términos del discurso permite concen-trarse en la dominación –como lo hacían, por ejemplo, los primerosanálisis maristas– y, a la vez, eplorar más productivamente las

condiciones de posibilidad y los eectos más penetrantes del desa-rrollo. El análisis del discurso crea la posibilidad de “mantenersedesligado de él [discurso del desarrollo], suspendiendo su cerca-nía, para analizar el conteto teórico y práctico con que ha estadoasociado” (Foucault, 1986: 3). Permite individualizar el “desarrollo”como espacio cultural envolvente y a la vez abre la posibilidad desepararnos de él, para percibirlo de otro modo. Esto es lo que trata

de llevar a cabo este libro.Ver el desarrollo como discurso producido históricamenteimplica eaminar las razones que tuvieron tantos países paracomenzar a considerarse subdesarrollados a comienzos de lasegunda posguerra, cómo “desarrollarse” se convirtió para ellos enproblema undamental y cómo, por último, se embarcaron en la tareade “des-subdesarrollarse” sometiendo sus sociedades a interven-ciones cada vez más sistemáticas, detalladas y etensas. A medidaque los epertos y políticos occidentales comenzaron a ver comoproblema ciertas condiciones de Asia, Árica y Latinoamérica –ensu mayor parte lo que se percibía como pobreza y atraso– apareció

Page 24: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 24/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

24

un nuevo campo del pensamiento y de la eperiencia llamado desa-rrollo, todo lo cual desembocó en una estrategia para arontar aque-

llos problemas. Creada inicialmente en Estados Unidos y Europaoccidental, la estrategia del desarrollo se convirtió al cabo de pocosaños en una uerza poderosa en el propio Tercer Mundo.

El estudio del desarrollo como discurso se asemeja al análisisde Said de los discursos sobre el Oriente. “El orientalismo”, escribeSaid,

puede discutirse y analizarse como la institución corporativa para

tratar a Oriente, tratarlo mediante armaciones reerentes a él,

autorizando opiniones al respecto, describiéndolo, enseñándolo,

deniéndolo, diciendo sobre él: en resumen, el orientalismo como

estilo occidental de dominación, reestructuración, y autoridad so-

bre Oriente… Mi armación es que sin eaminar el Orientalismo

como discurso posiblemente no logremos entender la disciplina in-

mensamente sistemática de la cual se valió la cultura europea para

manejar –e incluso crear– política, sociológica, ideológica, cientí-ca e imaginativamente a Oriente durante el período posterior a la

Ilustración (1979: 3).

Desde su publicación, Orientalismo ha generado estudios einormes originales sobre las representaciones del Tercer Mundoen varios contetos, aunque pocos de ellos han hecho reerencia

eplícita a la cuestión del desarrollo. No obstante, los interrogantesgenerales que algunos plantean sirven de pauta para el análisisdel desarrollo como régimen de representación. En su ecelentelibro The Invention o Arica el lósoo aricano V. Y. Mudimbe, porejemplo, se propone el objetivo de “Estudiar el tema de los unda-mentos del discurso sobre el Árica… [cómo] se han establecidolos mundos aricanos como realidades para el conocimiento” (pág.xI) en el discurso occidental. Su interés trasciende “la ‘inven-ción’ del aricanismo como disciplina cientíca” (pág. 9), parti-cularmente en la antropología y la losoía, a n de investigar la“amplicación” por parte de los académicos aricanos del trabajo

Page 25: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 25/423

25

Capítulo I

de algunos pensadores críticos europeos, en particular Foucault y Lévi-Strauss. Aunque Mudimbe encuentra que aún las perspecti-

 vas más arocéntricas mantienen el método epistemológico occi-dental como conteto y reerente, encuentra también, no obstante,algunos trabajos en los cuales los análisis críticos europeos sellevan más allá de lo que estos trabajos originales podrían haberesperado. Lo que está en juego en estos últimos trabajos, eplicaMudimbe, es la reinterpretación crítica de la historia aricanacomo se ha visto desde su eterioridad (epistemológica, histó-rica, geográca), es decir, un debilitamiento de la noción misma de

Árica. Esto, para Mudimbe, implica un corte radical en la antropo-logía, la historia y la ideología aricanas.

Un trabajo crítico de este tipo, cree Mudimbe, puede abrir elcamino para “el proceso de volver a undar y asumir dentro de lasrepresentaciones una historicidad interrumpida” (pág. 183); enotras palabras, el proceso mediante el cual los aricanos puedenlograr mayor autonomía sobre la orma en que son representados

 y la orma en que pueden construir sus propios modelos sociales y culturales de modos no tan mediatizados por una episteme y unahistoricidad occidentales –así sea dentro de un conteto cada vezmás transnacional–. Esta noción puede etenderse al Tercer Mundocomo un todo, pues lo que está en juego es el proceso mediante elcual, en la historia occidental moderna, las áreas no europeas hansido organizadas y transormadas sistemáticamente de acuerdo

con los esquemas europeos. Las representaciones de Asia, Árica y América Latina como “Tercer Mundo” y “subdesarrolladas” son laserederas de una ilustre genealogía de concepciones occidentalessobre esas partes del mundo.3

3 “De acuerdo con Iván Illich, el concepto que se conoce actualmentecomo ‘desarrollo’ ha atravesado seis etapas de metamorosis desde laspostrimerías de la Antigüedad. La percepción del etranjero comoalguien que necesita ayuda ha tomado sucesivamente las ormas del

bárbaro, el pagano, el inel, el salvaje, el ‘nativo’ y el subdesarrollado”(Trinh, 1989:54). Para una idea y un conjunto de términos similares alanterior véase Hirschman (1981:24). Debería señalarse, sin embargo,que el término “subdesarrollado”, ligado desde cierta óptica a la igual-dad y a los prospectos de liberación a través del desarrollo, puede

Page 26: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 26/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

26

Timothy Mitchell muestra otro importante mecanismo delengranaje de las representaciones europeas sobre otras socieda-

des. Como para Mudimbe, el objetivo de Mitchell es “eplorar losmétodos peculiares de orden y verdad que caracterizan al Occidentemoderno” (1988: pág. Ix), y su impacto en el Egipto del siglo xIx. Laconstrucción del mundo como imagen, en el modelo de las eposi-ciones mundiales del siglo pasado, sugiere Mitchell, constituye elnúcleo de estos métodos y de su ecacia política. Para el sujeto (euro-peo) moderno, ello implicaba eperimentar la vida manteniéndoseapartado del mundo ísico, como el visitante de una eposición. El

observador “encuadraba” inevitablemente la realidad eterna a nde comprenderla; este encuadre tenía lugar de acuerdo con catego-rías europeas. Lo que surgía era un régimen de objetivismo en el cuallos europeos estaban sujetos a una doble eigencia: ser imparciales y objetivos, de una parte, y sumergirse en la vida local, de la otra.

Una eperiencia tal como observador participante era posiblea través de un truco curioso: eliminar del cuadro la presencia del

observador europeo (véase también Cliord, 1988: 145); en térmi-nos más concretos, observar el mundo (colonial) como objeto “desdeuna posición invisible y aparte” (Mitchell, 1988: 28). Occidente habíallegado a vivir “como si el mundo estuviera dividido en dos: un campode meras representaciones y un campo de lo ‘real’; ehibiciones, porun lado, y una realidad eterna, por el otro; en un orden de simplesmodelos, descripciones o copias, y un orden de originales” (pág. 32).

Tal régimen de orden y verdad constituye la quintaesencia de lamodernidad, y ha sido proundizado por la economía y el desarrollo.Se refeja en una posición objetivista y empirista que dictamina queel Tercer Mundo y su gente eisten “allá auera”, para ser conocidosmediante teorías e intervenidos desde el eterior.

Las consecuencias de esta característica de la modernidadhan sido enormes. Chandra Mohanty, por ejemplo, se reere a ella

tomarse en parte como respuesta a las concepciones abiertamente másracistas del “primitivo” y el “salvaje”. En muchos contetos, sin embargo,el nuevo término no pudo corregir las connotaciones negativas implíci-tas en los calicativos anteriores. El “mito del nativo perezoso” (Alatas,1977) sobrevive aún en muchos lugares.

Page 27: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 27/423

27

Capítulo I

cuando plantea la pregunta de quién produce el conocimientoacerca de la mujer del Tercer Mundo, y desde dónde; descubre que

en gran parte de la bibliograía eminista las mujeres del TercerMundo son representadas como llenas de “necesidades” y “proble-mas”, pero carentes de opciones y de libertad de acción. Lo quesurge de tales modos de análisis es la imagen de una “mujer prome-dio” del Tercer Mundo, construida mediante el uso de estadísticas y de ciertas categorías:

Esta mujer promedio del Tercer Mundo lleva una vida esencial-

mente rustrada basada en su género emenino (léase: seualmente

restringida) y en su carácter tercermundista (léase: ignorante, po-

bre, sin educación, tradicionalista, doméstica, apegada a la amilia,

 victimizada, etcétera.) Esto, sugiero, contrasta con la representa-

ción (implícita) de la mujer occidental como educada, moderna, que

controla su cuerpo y su seualidad, y libre para tomar sus propias

decisiones (1991b: 56)

Tales representaciones asumen implícitamente patrones occi-dentales como parámetro para medir la situación de la mujer en elTercer Mundo. El resultado, opina Mohanty, es una actitud pater-nalista de parte de la mujer occidental hacia sus congéneres delTercer Mundo, y en general, la perpetuación de la idea hegemónicade la superioridad occidental. Dentro de este régimen conceptual,

los trabajos sobre la mujer del Tercer Mundo adquieren una cierta“coherencia de eectos” que reuerza tal hegemonía. “Es en esteproceso de homogeneización y sistematización conceptual de laopresión de la mujer en el Tercer Mundo”, concluye Mohanty (pág.54), “donde el poder se ejerce en gran parte del discurso eministaoccidental reciente y dicho poder debe ser denido y nombrado”.4

4 El trabajo de Mohanty puede ubicarse dentro de una crítica creciente departe de las eministas, especialmente del Tercer Mundo, del etnocen-trismo implícito en el movimiento eminista y en su círculo académico.Véanse también Mani, 1989; Trinh, 1989; Spelman, 1988; Hooks, 1990.La crítica del discurso de mujer y desarrollo se discutirá ampliamenteen el capítulo 5.

Page 28: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 28/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

28

Sobra decir que la crítica de Mohanty se aplica con mayorrecuencia a la corriente principal de la bibliograía sobre el desarro-

llo, para la cual eiste una verdadera subjetividad subdesarrolladadotada con rasgos como la impotencia, la pasividad, la pobreza y laignorancia, por lo común de gente oscura y carente de protagonismocomo si se estuviera a la espera de una mano occidental (blanca), y no pocas veces hambrienta, analabeta, necesitada, oprimida porsu propia obstinación, carente de iniciativa y de tradiciones. Estaimagen también universaliza y homogeneiza las culturas del TercerMundo en una orma ahistórica. Solo desde una cierta perspectiva

occidental tal descripción tiene sentido; su eistencia constituye másun signo de dominio sobre el Tercer Mundo que una verdad acercade él. Lo importante de resaltar por ahora es que el despliegue deeste discurso en un sistema mundial donde Occidente tiene ciertodominio sobre el Tercer Mundo tiene proundos eectos de tipo polí-tico, económico y cultural que deben ser eplorados.

La producción de discurso bajo condiciones de desigualdad en el

poder es lo que Mohanty y otros denominan “la jugada colonialista”. Jugada que implica construcciones especícas del sujeto colonial/tercermundista en/a través del discurso de maneras que permitanel ejercicio del poder sobre él. El discurso colonial, si bien constituye“la orma de discurso más subdesarrollada teóricamente”, segúnHomi Bhabha, resulta “crucial para ejercer una gama de dierencias

 y discriminaciones que dan orma a las prácticas discursivas y polí-

ticas de jerarquización racial y cultural”. (1990: 72). La denición deBhabha del discurso colonial, aunque compleja, es ilustrativa:

[El discurso colonial] es un aparato que pone en marcha el reco-

nocimiento y la negación de las dierencias raciales/culturales/his-

tóricas. Su unción estratégica predominante es la creación de un

espacio para una “población sujeto”, a través de la producción de

conocimientos en términos de los cuales se ejerce la vigilancia y se

incita a una orma compleja de placer/displacer… El objetivo del

discurso colonial es interpretar al colonizado como una población

compuesta por clases degeneradas sobre la base del origen racial,

Page 29: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 29/423

29

Capítulo I

a n de justicar la conquista y de establecer sistemas de adminis-

tración e instrucción… Me reero a una orma de gobernabilidad

que, en el acto de demarcar una “nación sujeto”, se apropia de susdiversas eseras de actividad, las dirige y las domina (1990: 75).

Aunque en sentido estricto algunos de los términos de la deni-ción anterior serían más aplicables al conteto colonial, el discursodel desarrollo se rige por los mismos principios; ha producido unaparato muy eciente para producir conocimiento acerca de ejer-cer el poder sobre el Tercer Mundo. Dicho aparato surgió en el

período comprendido entre 1945 y 1955, y desde entonces no hacesado de producir nuevas modalidades de conocimiento y poder,nuevas prácticas, teorías, estrategias, y así sucesivamente. En resu-men, ha desplegado con buen éito un régimen de gobierno sobreel Tercer Mundo, un “espacio para los ‘pueblos sujeto’” que aseguracierto control sobre él.

Este espacio es también un espacio geopolítico, una serie de

“geograías imaginarias”, para usar el término de Said (1979). Eldiscurso del desarrollo inevitablemente contiene una imaginacióngeopolítica que ha dominado el signicado del desarrollo durantemás de cuatro décadas. Para algunos autores, esta voluntad de poderespacial es uno de los rasgos esenciales del desarrollo (Slatter, 1993)

 y está implícita en epresiones tales como Primer y Tercer Mundo,norte y sur, centro y perieria. La producción social del espacio implí-

cita en estos términos está ligada a la producción de dierencias,subjetividades y órdenes sociales. A pesar de los cambios recientesen esta geopolítica –el descentramiento del mundo, la desaparicióndel segundo mundo, la aparición de una red de ciudades mundia-les, y la globalización de la producción cultural– ella continúa ejer-ciendo infuencia en el imaginario. Eiste una relación entre historia,geograía y modernidad que se resiste a desintegrarse en cuanto alTercer Mundo se reere, a pesar de los importantes cambios que handado lugar a geograías posmodernas (Soja, 1989).

Para resumir, me propongo hablar del desarrollo como unaeperiencia históricamente singular, como la creación de un

Page 30: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 30/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

30

dominio del pensamiento y de la acción, analizando las caracte-rísticas e interrelaciones de los tres ejes que lo denen: las ormas

de conocimiento que a él se reeren, a través de las cuales llega aeistir y es elaborado en objetos, conceptos y teorías; el sistema depoder que regula su práctica y las ormas de subjetividad omen-tadas por este discurso, aquellas por cuyo intermedio las personasllegan a reconocerse a sí mismas como “desarrolladas” o “subdesa-rrolladas”. El conjunto de ormas que se hallan a lo largo de estosejes constituye el desarrollo como ormación discursiva, dandoorigen a un aparato eciente que relaciona sistemáticamente las

ormas de conocimiento con las técnicas de poder.5

El análisis se establecerá, entonces, en términos de los regíme-nes del discurso y la representación. Los “regímenes de represen-tación” pueden analizarse como lugares de encuentro en los cualeslas identidades se construyen pero donde también se origina,simboliza y maneja la violencia. Esta útil hipótesis, desarrolladapor una estudiosa colombiana para eplicar la violencia en su país

durante el siglo xIx, y basada especialmente en los trabajos deBajtín, Foucault y René Girard, concibe los regímenes de repre-sentación como lugares de encuentro de los lenguajes del pasado

 y del uturo (tales como los lenguajes de “civilización” y “barbarie”de la América Latina posindependentista), lenguajes eternos einternos, y lenguajes de sí y de los otros (Rojas, 1994). Un encuentrosimilar de regímenes de representación tuvo lugar a nales de los

años cuarenta, con el surgimiento del desarrollo, también acompa-ñado de ormas especícas de violencia modernizada.”6

La noción de los regímenes de representación es otro prin-cipio teórico y metodológico para eaminar los mecanismos y 

5 El estudio del discurso a lo largo de estos ejes es propuesto por Foucault(1986: 4). Las ormas de subjetividad producidas por el desarrollo no seeploran en orma signicativa en este libro. Un ilustre grupo de pensa-dores, incluyendo a Franz Fanon (1967, 1968), Albert Memmi (1967),

Ashis Nandy (1983) y Homi Bhabha (1983, 1990) ha producido recuentoscada vez más completos sobre la creación de la subjetividad y la concien-cia bajo el colonialismo y el poscolonialismo.

6 Acerca de la violencia de la representación véase también De Lauretis(1987).

Page 31: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 31/423

31

Capítulo I

consecuencias de la construcción del Tercer Mundo a través de larepresentación. La descripción de los regímenes de representación

sobre el Tercer Mundo propiciados por el discurso del desarro-llo representa un intento de trazar las cartograías o mapas de lasconguraciones del conocimiento y el poder que denen el períodoposterior a la segunda posguerra (Deleuze, 1988). Se trata tambiénde cartograías de resistencia como añade Mohanty (1991a). Altiempo que buscan entender los mapas conceptuales usados paraubicar y describir la eperiencia de las gentes del Tercer Mundo,revelan también –aunque a veces en orma indirecta– las categorías

con las cuales ellas se ven obligadas a resistir. Este libro se proponebrindar un mapa general que permita orientarse en el ámbito de losdiscursos y de las prácticas que justican las ormas dominantes deproducción económica y sociocultural del Tercer Mundo.

Las metas de este libro son precisamente eaminar el estable-cimiento y la consolidación del discurso del desarrollo y su aparatodesde los albores de la segunda posguerra hasta el presente (capítulo

2); analizar la construcción de una noción de “subdesarrollo” en lasteorías del desarrollo económico de la segunda posguerra (capítulo3); y demostrar cómo unciona el aparato a través de la producciónsistemática del conocimiento y el poder en campos especícos, talescomo el desarrollo rural, el desarrollo sostenible, y la mujer y el desa-rrollo (capítulos 4 y 5). Por último, la conclusión aborda la pregunta decómo imaginar un régimen de representación “posdesarrollo”, y de

cómo investigar y llevar a cabo prácticas “alternativas” en el contetode los actuales movimientos sociales del Tercer Mundo.Lo anterior, podría decirse, constituye un estudio del “desarro-

llismo” como ámbito discursivo. A dierencia del estudio de Saidacerca del orientalismo, la presente obra presta más atención aldespliegue del discurso a través de sus prácticas. Me interesa mostrarque tal discurso deviene en prácticas concretas de pensamiento y de acción mediante las cuales se llega a crear realmente el TercerMundo. Para un eamen más detallado he escogido como ejemplola ejecución de programas de desarrollo rural, salud y nutrición enLatinoamérica durante la década de los setenta y comienzos de los

Page 32: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 32/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

32

ochenta. Otra dierencia con Orientalismo se origina en la adverten-cia de Homi Bhabha de que “siempre eiste, en Said, la sugerencia

de que el poder colonial es de posesión total del colonizador, dadassu intencionalidad y unidireccionalidad” (1990: 77). Intento evadireste riesgo considerando también las ormas de resistencia de lasgentes del Tercer Mundo contra las intervenciones del desarrollo, y cómo luchan para crear alternativas de ser y de hacer.

Como en el estudio de Mudimbe sobre el aricanismo, mepropongo poner de presente los undamentos de un orden deconocimiento y un discurso acerca del Tercer Mundo como subde-

sarrollado. Quiero cartograar, por así decirlo, la invención deldesarrollo. Sin embargo, en vez de enocarme en la antropología

 y la losoía, contetualizo la era del desarrollo dentro del espacioglobal de la modernidad, y más particularmente desde las prácticaseconómicas modernas. Desde esta perspectiva, el desarrollo puede

 verse como un capítulo de lo que puede llamarse “antropologíade la modernidad”, es decir, una investigación general acera de la

modernidad occidental como enómeno cultural e histórico especí-co. Si realmente eiste una “estructura antropológica” (Foucault,1975: 198) que sostiene al orden moderno y sus ciencias humanas,debe investigarse hasta qué punto dicha estructura también hadado origen al régimen del desarrollo, tal vez como mutación espe-cíca de la modernidad. Ya se ha sugerido una directriz generalpara la antropología de la modernidad, en el sentido de tratar como

“eóticos” los productos culturales de Occidente para poderlos vercomo lo que son:

Necesitamos antropologizar a Occidente: mostrar lo eótico de su

construcción de la realidad; poner énasis en aquellos ámbitos

tomados más comúnmente como universales (esto incluye a la

epistemología y la economía); hacerlos ver tan peculiares histó-

ricamente como sea posible; mostrar cómo sus pretensiones de

 verdad están ligadas a prácticas sociales y por tanto se han con-

 vertido en uerzas eectivas dentro del mundo social (Rabinow,

1986: 241).

Page 33: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 33/423

33

Capítulo I

La antropología de la modernidad se apoyaría en aproimacio-nes etnográcas, que ven las ormas sociales como el resultado de

prácticas históricas, que combinan conocimiento y poder. Busca-ría estudiar cómo los reclamos de verdades están relacionados conprácticas y símbolos que producen y regulan la vida en sociedad.Como veremos, la construcción del Tercer Mundo por medio de laarticulación entre conocimiento y poder es esencial para el discursodel desarrollo.

Vistas desde muchos espacios del Tercer Mundo, hasta las prác-ticas sociales y culturales más razonables de Occidente pueden

parecer bastante peculiares, incluso etrañas. Ello no obsta paraque todavía hoy en día, la mayoría de la gente de Occidente (y demuchos lugares del Tercer Mundo) tenga grandes dicultades parapensar en la gente y las situaciones del Tercer Mundo en términosdierentes a los que proporciona el discurso del desarrollo. Térmi-nos como la sobrepoblación, la amenaza permanente de hambruna,la pobreza, el analabetismo y similares operan como signicantes

más comunes, ya de por sí estereotipados y cargados con signica-dos del desarrollo. Las imágenes del Tercer Mundo que aparecen enlos medios masivos constituyen el ejemplo más claro de las repre-sentaciones desarrollistas. Estas imágenes se niegan a desapare-cer. Por ello es necesario eaminar el desarrollo en relación con laseperiencias modernas de conocer, ver, cuanticar, economizar y otras por el estilo.

La deconstrucción del desarrollo

El análisis discursivo del desarrollo comenzó a nales de losaños ochenta y es muy probable que continúe en los noventa, acom-pañado de intentos por articular regímenes alternativos de repre-sentación y práctica. Sin embargo, pocos trabajos, han encarado ladeconstrucción del discurso del desarrollo.7

El reciente libro de James Ferguson sobre el desarrollo en

7 Escobar (1984, 1988); Mueller (1987b); Dubois (1990); Parajuli (1991)presentan artículos etensos sobre el análisis del discurso del desarrollo.

Page 34: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 34/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

34

Lesotho (1990) es un ejemplo sosticado del enoque deconstruc-cionista. En él, Ferguson orece un análisis proundo de los progra-

mas de desarrollo rural implementados en ese país bajo el patroci-nio del Banco Mundial. El ortalecimiento del Estado, la reestruc-turación de las relaciones sociales rurales, la proundización de lasinfuencias modernizadoras occidentales y la despolitización de losproblemas son algunos de los eectos más importantes de la organi-zación del desarrollo rural en Lesotho, a pesar del aparente racasode los programas en términos de sus objetivos establecidos. Es endichos eectos, concluye Ferguson, que debe evaluarse la producti-

 vidad del aparato del desarrollo.Otro enoque deconstructivista (Sachs, ed., 1992) analiza los

conceptos centrales (o “palabras clave”) del discurso del desarro-llo, tales como mercado, planeación, población, medio ambiente,producción, igualdad, participación, necesidades y pobreza. Luegode seguirle la pista brevemente al origen de cada uno de estosconceptos en la civilización europea, cada capítulo eamina los

usos y la transormación del concepto en el discurso del desarrollodesde la década del cincuenta hasta el presente. La intención dellibro es poner de maniesto el carácter arbitrario de los conceptos,su especicidad cultural e histórica, y los peligros que su uso repre-senta en el conteto del Tercer Mundo.8

Un proyecto colectivo análogo se ha concebido con un eno-que de “sistemas de conocimiento”. Este grupo opina que las cultu-

ras no se caracterizan solo por sus normas y valores, sino tambiénpor sus maneras de conocer. El desarrollo se ha basado eclusi- vamente en un sistema de conocimiento, es decir, el correspon-diente al Occidente moderno. La predominancia de este sistemade conocimiento ha dictaminado el marginamiento y descalica-ción de los sistemas de conocimiento no occidentales. En estos últi-mos, concluyen los autores, los investigadores y activistas podrían

8 El grupo responsable de este “diccionario de palabras tóicas” en eldiscurso del desarrollo incluye a Iván Illich, Wolgang Sachs, BárbaraDuden, Ashis Nandy, Vandana Shiva, Majid Rahnema, Gustavo Esteva

 y a este autor, entre otros.

Page 35: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 35/423

35

Capítulo I

encontrar racionalidades alternativas para orientar la acción socialcon criterio dierente a ormas de pensamiento economicistas y 

reduccionistas.9

En los años setenta, se descubrió que las mujeres habían sidoignoradas por las intervenciones del desarrollo. Tal “descubri-miento” trajo como resultado desde nales de los años setenta, laaparición de un novedoso enoque, “mujer en el desarrollo” (MYD),el cual ha sido estudiado como régimen de representación por

 varias investigadoras eministas, entre las cuales se destacan AdeleMueller (1986, 1987a, 1991) y Chandra Mohanty. En el centro de

estos trabajos se halla un análisis proundo de las prácticas de lasinstituciones dominantes del desarrollo en la creación y adminis-tración de sus poblaciones-cliente. Para comprender el unciona-miento del desarrollo como discurso se requiere contribucionesanalíticas similares en campos especícos del desarrollo y segura-mente continuarán apareciendo.10

Un grupo de antropólogos suecos trabaja sobre cómo los

conceptos de “desarrollo” y “modernidad” se usan, interpretan,cuestionan o reproducen en diversos contetos sociales de distin-tos lugares del mundo. Esta investigación muestra una constela-ción completa de usos, modos de operación y eectos locales asocia-dos a los conceptos. Trátese de una aldea de Papúa Nueva Guineao de pequeños poblados de Kenya o Etiopía, las versiones localesdel desarrollo y la modernidad se ormulan siguiendo procesos

complejos que incluyen prácticas culturales tradicionales, historias9 El grupo, congregado bajo el patrocinio del United Nations World Insti-

tute or Development Economics Research (wider), y encabezado porStephen Marglin y Frédérique Apel Marglin, se ha reunido durante

 varios años, e incluye a algunas de las personas mencionadas en la notaanterior. Ya se publicaron dos volúmenes como resultado del proyecto(Marglin y Apel Marglin, 1990 y 1994).

10 Está en proceso de compilación, una selección de discursos sobre eldesarrollo a cargo de Jonathan Crush (Queens University, Canadá).

Incluye análisis de “lenguajes del desarrollo” (Crush, ed. 1994).Análisis de discursos de campos del desarrollo es el tema del proyecto“Development and Social Science Knowledge”, patrocinado por SocialScience Research Council (SSRC) y coordinado por Frederich Cooper(Universidad de Michigan) y Randall Packard (Tuts University).

Page 36: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 36/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

36

del pasado colonialista, y la ubicación contemporánea dentro dela economía global de bienes y símbolos (Dahl y Rabo, eds., 1992).

Estas etnograías locales del desarrollo y la modernidad tambiénson estudiados por Pigg (1992) en su trabajo acerca de la introduc-ción de prácticas de salud en Nepal. En el próimo capítulo habla-remos más al respecto.

Por último, es importante mencionar algunos trabajos que sereeren al rol de las disciplinas convencionales dentro del discursodel desarrollo. Irene Gendzier (1985) eamina el papel que desem-peñó la ciencia política en la conormación de las teorías de la

modernización, en particular en los años cincuenta, y su relacióncon asuntos importantes de ese entonces, como la seguridad nacio-nal y los imperativos económicos. También dentro de la cienciapolítica, Kathryn Sikkink (1992) estudió recientemente la apari-ción del desarrollismo en Brasil y Argentina durante las décadasdel cincuenta y el sesenta. Su principal interés es el rol de las ideasen la adopción, implementación y consolidación del desarrollismo

como modelo de desarrollo económico.11

El chileno Pedro Morandé (1984) analiza cómo la adopción y elpredominio de la sociología norteamericana de los años cincuenta

 y sesenta en Latinoamérica preparó la escena para una concepciónpuramente uncional del desarrollo, concebido como la transorma-ción de una sociedad “tradicional” en una “moderna”, desprovistapor completo de consideraciones culturales. Kate Manzo (1991)

11 Sikkink dierencia correctamente su método institucional-interpreta-tivo de los enoques de “discurso y poder”, aunque su caracterización deestos últimos refeja solamente la ormulación inicial del enoquediscursivo. Mi propia opinión es que ambos métodos –la historia de lasideas y el estudio de las ormaciones discursivas– no son incompatibles.Mientras que el primero presta atención a las dinámicas internas de lageneración social de las ideas en ormas que el segundo método no tomaen cuenta (dando con ello la impresión, por así decirlo, de que los mode-los de desarrollo son solamente “impuestos” al Tercer Mundo y no, como

realmente sucede, producidos también desde su interior), la historia delas ideas tiende a ignorar los eectos sistemáticos de la producción deldiscurso, el cual estructura de modo importante lo que considera como“ideas”. Sobre la dierenciación entre la historia de las ideas y la historiade los discursos, véase a Foucault, 1972: 135-198; 1991b.

Page 37: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 37/423

37

Capítulo I

presenta un caso similar en su análisis de las deciencias de losenoques modernistas del desarrollo, como la teoría de la depen-

dencia, y en su llamado a prestar atención a alternativas “contramo-dernistas” basadas en las prácticas de actores populares del TercerMundo. Nuestro estudio también aboga por el retorno a la cultura,en particular a las locales, en el análisis crítico del desarrollo.

Como lo demuestra esta breve reseña, eiste un númeropequeño pero relativamente coherente de trabajos que contribu-

 yen a articular una crítica discursiva del desarrollo. Este trabajopresenta el enoque más general al respecto; intenta presentar

una panorámica general de la construcción histórica del “desa-rrollo” y el “Tercer Mundo” como un todo, y muestra el mecanismode uncionamiento del discurso para un caso particular. El propó-sito del análisis es contribuir a liberar el campo discursivo paraque la tarea de imaginar alternativas pueda comenzar (o, para quelos investigadores las perciban bajo otra óptica). Las etnograíaslocales ya mencionadas brindan elementos útiles para ello. En la

conclusión, ampliamos los análisis de dichos trabajos e intentamoselaborar una visión de “lo alternativo” como problema de investiga-ción y como hecho social.

La antropología y el encuentro del desarrollo

En su conocida compilación acerca de la relación entre antro-

pología y colonialismo,  Anthopology and the Colonial Encounter(1973), Talal Asad planteó el interrogante de si no seguía eistiendo“una etraña reticencia en la mayoría de los antropólogos sociales atomar en serio la estructura de poder dentro de la cual se ha estruc-turado su disciplina” (pág. 5), es decir, toda la problemática del colo-nialismo y el neocolonialismo, su economía política y sus institu-ciones. ¿No posibilita el desarrollo hoy en día, como en su épocalo hiciera el colonialismo, “el tipo de intimidad humana que sirvede base al trabajo de campo antropológico, y que dicha intimidadsiga teniendo un cariz unilateral y provisional” (pág. 17), aunquelos sujetos contemporáneos se resistan y respondan? Además, si

Page 38: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 38/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

38

durante el período colonial “la tendencia general de la compren-sión antropológica no constituía un reto esencial ante el mundo

desigual representado por el sistema colonial” (pág. 18), ¿no es estetambién el caso del “sistema de desarrollo”? En síntesis, ¿no pode-mos hablar con igual propiedad de “la antropología y el encuentrodel desarrollo”?

Por lo general resulta cierto que en su conjunto la antropologíano ha encarado en orma eplícita el hecho de que su práctica sedesarrolla en el marco del encuentro entre naciones ricas y pobres,establecido por el discurso del desarrollo de la segunda posguerra.

Aunque algunos antropólogos se han opuesto a las intervencio-nes del desarrollo, en particular en representación de los pueblosindígenas,12 un número igualmente apreciable ha estado compro-metido con organizaciones de desarrollo como el Banco Mundial

 y la Agencia Internacional para el Desarrollo, de Estados Unidos.Este neo problemático ue muy notable en la década 1975-1985,

 y ha sido estudiado en otro trabajo (Escobar, 1991). Como bien lo

señala Stacey Leigh Pigg (1992), la mayoría de los antropólogos haestado dentro del desarrollo, como antropólogos aplicados, o uerade él, decididamente a avor de lo autóctono y del punto de vista del“nativo”. Con ello, desconocen los modos en que opera el desarrollocomo escenario del enrentamiento cultural y la construcción de laidentidad. Sin embargo, algunos pocos antropólogos, han estudiadolas ormas y los procesos de resistencia ante las intervenciones del

desarrollo (Taussig, 1980; Fals Borda 1984; Scott, 1985; Ong, 1987; véase también Comaro, 1985; véase acerca de la resistencia en elconteto colonial, Comaro y Comaro, 1991).

La ausencia de los antropólogos en las discusiones sobre eldesarrollo como régimen de representación es lamentable porque,

12 Este también es el caso de la organización Cultural Survival, por ejem-plo, y su antropología en nombre de los pueblos indígenas (Maybury-

Lewis, 1985). Su trabajo recicla algunas concepciones problemáticas dela antropología, como su pretensión de hablar a nombre de “los nativos”(Escobar, 1991). Véase también en Price (1989) un ejemplo de antropó-logos que se opusieron a un proyecto del Banco Mundial en deensa depoblaciones indígenas.

Page 39: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 39/423

39

Capítulo I

si bien es cierto que muchos aspectos del colonialismo ya han sidosuperados, no por ello las representaciones del Tercer Mundo a

través del desarrollo son menos incisivas y eectivas que sus homó-logas coloniales y tal vez lo sean más. También resulta inquietante,como lo señala Said, que “eiste una ausencia casi total de reeren-cias a la intervención imperial estadounidense como actor queinfuye en la discusión teórica” en la bibliograía antropológicareciente (1989: 214; véase también Friedman, 1987; Ulin, 1991).Dicha intervención imperial sucede a muchos niveles –económico,militar, político, cultural– que integran el tejido de las representa-

ciones del desarrollo. También resulta inquietante, como lo continúaarmando Said, la alta de atención de los académicos occidentalesa la abundante y comprometida bibliograía de autores del TercerMundo sobre colonialismo, la historia, la tradición y la dominación,

 y, podríamos añadir aquí, del desarrollo. Cada vez aumentan máslas voces del Tercer Mundo que piden el desmonte del discurso deldesarrollo.

Como lo sugiere Strathern (1988: 4) los proundos cambioseperimentados por la antropología durante los años ochentaabrieron la posibilidad de eaminar la manera en que está ligadaa “modos occidentales de crear el mundo”, y quizás a otras ormasposibles de representar los intereses de los pueblos del TercerMundo. Tal eamen crítico de las prácticas antropológicas llevó ala conclusión de que “ya nadie puede escribir sobre otros como si

se tratara de tetos u objetos aislados”. Se insinuó entonces unanueva tarea: buscar “maneras más sutiles y concretas de escribir y leer otras culturas… nuevas concepciones de la cultura como hechohistórico e interactivo” (Cliord, 1986: 25). Dentro de este conteto,la innovación en la escritura antropológica era vista como “un eno-que de la [etnograía] hacia una sensibilidad política e histórica sinprecedentes, transormando así la orma en que es representada ladiversidad cultural” (Marcus y Fisher, 1986: 16).

Esta re-imaginación de la antropología, emprendida a media-dos de los años ochenta se ha convertido en objeto de críticas,opiniones y alcances diversos, por parte de académicos y eministas

Page 40: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 40/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

40

del Tercer Mundo, “antiposmodernistas”, economistas políticos y otros. Algunas de estas críticas son más objetivas y constructi-

 vas que otras, y no viene al caso analizarlas aquí.13 

Hasta ahora, “elmomento eperimental” de los años ochenta ha sido ructíero y se ha puesto en práctica con relativa recuencia. Sin embargo, elproceso de re-imaginar la antropología está en proceso y deberáproundizarse, tal vez llevando los debates a otros campos y enotras direcciones. La antropología, se arguye actualmente, tieneque “volver a entrar” en el mundo real, luego del auge de la críticatetualista de los años ochenta. Para lograrlo, debe volver a histo-

riograar su propia práctica y reconocer que esta se halla deter-minada por muchas uerzas eternas al control del etnógrao. Másaún, debe estar dispuesta a someter a un escrutinio más radical susnociones más preciadas, como etnograía, ciencia y cultura (Fo,ed., 1991).

El llamado de Strathern para que tal cuestionamiento seadelante en el conteto de las prácticas de las ciencias sociales occi-

dentales y de su “adhesión a ciertos intereses en la descripción de la vida social” reviste importancia undamental. En el centro de estosdebates dentro de las ciencias sociales se encuentran los límitesque eisten para el proyecto occidental de deconstrucción y auto-crítica. Cada vez es más evidente, al menos para los que luchan pordiversas ormas para ser oídos, que el proceso de deconstrucción

 y desmantelamiento deberá estar acompañado por otro análogo

destinado a construir nuevos modos de ver y de actuar. Sobra decirque este aspecto es decisivo para las discusiones sobre el desarro-llo, porque lo que está en juego es la supervivencia de los pueblos.Mohanty (1991a) insiste en que ambos proyectos, la deconstruc-ción y la reconstrucción, deben ser simultáneos. Como discuto en elcapítulo nal, el proyecto simultáneo podría enocarse estratégica-mente en la acción colectiva de los movimientos sociales; estos nosolo luchan por “bienes y servicios” sino por la denición misma de

13 Véase, por ejemplo, Ulin (1991); Sutton (1991); Hooks (1990); Said (1989);Trinh (1989); Mascia-Lees, Sharpe y Cohen (1989); Gordon (1988, 1991);Friedman (1987).

Page 41: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 41/423

41

Capítulo I

la vida, la economía, la naturaleza y la sociedad. Se trata, en síntesis,de luchas culturales.

Como Bhabha nos lo pide reconocer, la deconstrucción y otrostipos de crítica no conducen automáticamente a una “lectura noproblemática de otros sistemas discursivos y culturales”. Talescríticas podrían ser necesarias para combatir el etnocentrismo,“pero no pueden, por sí mismas, sin ser reconstruidas, representarla alteridad” (Bhabha, 1990: 75). Más aún, en dichas críticas eiste latendencia a presentarla en términos de los límites del logocentrismooccidental, negando así la dierencia real ligada a un tipo de otre-

dad cultural que se encuentra “implicada en condiciones históricas y discursivas especícas, requiriendo prácticas de lectura dieren-tes” (Bhabha, 1990: 73). En América Latina eiste una insistenciaparecida respecto de que las propuestas del posmodernismo, paraser ructíeras en el continente, deberán evidenciar su compromisocon la justicia y la construcción de órdenes sociales alternativos.14

Tales correctivos del Tercer Mundo indican la necesidad de

interrogantes y estrategias alternativas para la construcción dediscursos anticolonialistas (y la “reconstrucción” de las socieda-des del Tercer Mundo en/a través de representaciones que puedandevenir en prácticas alternativas). Al cuestionar las limitaciones dela autocrítica occidental, como se hace en gran parte de la teoríacontemporánea, permiten ver la “insurrección discursiva” de lagente del Tercer Mundo, propuesta por Mudimbe en relación con

la “soberanía del mismo pensamiento europeo del cual deseamosliberarnos” (citado en Diawara, 1990: 79).La necesaria liberación de la antropología del espacio delimi-

tado por el encuentro del desarrollo (y, más generalmente, la moder-nidad), a ser lograda mediante el eamen proundo de las ormascomo se ha visto implicada en él, constituye un paso importante

14 Las discusiones acerca de la modernidad y la posmodernidad enAmérica Latina se están convirtiendo en uno de los puntos principalesde la investigación y la acción política. Véase Calderón ed. (1988);Quijano (1988, 1990); García Canclini (1990); Sarlo (1991); Yúdice,Franco y Flores (1992). Para una reseña de los anteriores, véase aMontaldo (1991).

Page 42: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 42/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

42

hacia el logro de regímenes de representación más autónomos atal punto que podría motivar a los antropólogos y a otros cientícos

para eplorar las estrategias de las gentes del Tercer Mundo en suintento por dar signicado y transormar su realidad a través de lapráctica política colectiva. Este reto podría brindar caminos hacia laradicalización de la acción de re-imaginar la antropología, empren-dida con entusiasmo durante los años ochenta.

Panorámica del libro

El siguiente capítulo estudia el surgimiento y consolidación deldiscurso y la estrategia del desarrollo en los albores del período dela segunda posguerra, como resultado de la problematización dela pobreza que tuvo lugar en esos años. Presenta las condicioneshistóricas que permitieron dicho proceso, identicando los princi-pales mecanismos de la organización del desarrollo, especialmentela proesionalización de su conocimiento y la institucionalización

de sus prácticas. Un aspecto importante de este capítulo es queilustra la naturaleza y dinámica del discurso, su arqueología y susmodos de operación. Uno de los puntos centrales de este aspectoes la identicación del conjunto básico de elementos y relacio-nes que brindan cohesión al discurso. Para hablar del desarrollo,deben obedecerse ciertas reglas de epresión que se originan ensu sistema básico de categorías y relaciones, el cual dene la visión

hegemónica del desarrollo, visión que penetra cada vez más y transorma el tejido económico, social y cultural de las ciudades y pueblos del Tercer Mundo, a pesar de que los lenguajes del desa-rrollo se adapten y reconstruyan incesantemente en el nivel local.

El capítulo tercero trata de presentar una crítica cultural de laeconomía analizando el componente más infuyente en el campodel desarrollo: el discurso de la economía del desarrollo. Paraentenderlo, deben analizarse las condiciones de su aparición; cómosurgió, erigido alrededor de la economía occidental eistente y de ladoctrina económica por ella generada (teorías clásica, neoclásica,keynesiana y del crecimiento económico); cómo los economistas

Page 43: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 43/423

43

Capítulo I

del desarrollo construyeron la “economía subdesarrollada”, incor-porando a sus teorías las características de la sociedad capitalista

avanzada y de su cultura; la economía política de la economía capi-talista mundial ligada a su construcción; y, por último, las prácti-cas de planicación que surgieron con la economía del desarrollo,convirtiéndose en poderosas propulsoras de la producción y admi-nistración del desarrollo. Desde este espacio privilegiado, la econo-mía impregnó toda la práctica del desarrollo. Como lo muestra laúltima parte del capítulo, no eisten indicios de que los economistashayan considerado la posibilidad de redenir sus dogmas y ormas

de análisis, aunque se encuentran señales esperanzadoras en algu-nos trabajos recientes de la antropología económica. La nociónde “comunidades de modeladores” (Gudeman y Rivera, 1990) seeamina como alternativa para la construcción de una políticacultural que encare políticamente, y ojalá neutralice en parte, aldiscurso económico dominante.

Los capítulos cuarto y quinto intentan mostrar en detalle el

uncionamiento del desarrollo. El objetivo del primero es mostrarcómo un conjunto de técnicas racionales –de planeación, medición

 y evaluación, conocimientos proesionales, y prácticas instituciona-les y similares– organiza la producción de ormas de conocimiento y tipos de poder, relacionándolos entre sí, en la construcción y el trata-miento de un problema especíco: la desnutrición y el hambre. Elcapítulo eamina el nacimiento, auge y declinación de un conjunto de

disciplinas (ormas de conocimiento) y estrategias en los campos dela nutrición, la salud y el desarrollo rural. Esbozadas inicialmente acomienzos de los años setenta por un puñado de epertos provenien-tes de universidades norteamericanas e inglesas, del Banco Mundial

 y de las Naciones Unidas, las estrategias de planicación alimentaria y nutricional y de desarrollo rural integrado trajeron como resultadola implementación durante las décadas del setenta y del ochenta, deprogramas masivos en países del Tercer Mundo, nanciados princi-palmente por el Banco Mundial y los gobiernos del Tercer Mundo. Unestudio de caso de dichos planes en Colombia, basado en el trabajode campo de este autor con un grupo de planicadores a cargo de su

Page 44: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 44/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

44

diseño e implementación, se presenta como ejemplo del unciona-miento del aparato del desarrollo. Al prestar atención a la economía

política de la alimentación y el hambre y a los esquemas discursivosa ella ligados, este capítulo y el próimo contribuyen al desarrollo deuna economía política de corte posestructuralista.

El capítulo quinto amplía el análisis de los capítulos previoscentrándose en los regímenes de representación que subyacen a losesquemas sobre las mujeres, los campesinos y el medio ambiente. Elcapítulo pone en evidencia, en particular, los neos entre la repre-sentación y el poder que entran en juego en las prácticas del Banco

Mundial, institución que se presenta como arquetipo del discurso deldesarrollo. Se prestó especial atención a las representaciones sobrelos campesinos, las mujeres y el medio ambiente que aparecen enla bibliograía reciente sobre el desarrollo, y a las contradicciones y posibilidades inherentes a las tareas del “desarrollo rural integrado”,“la incorporación de las mujeres al desarrollo” y el “desarrollo soste-nible”. La economía de visibilidades producida por las representa-

ciones utilizadas por los planicadores y los epertos en el diseño y ejecución de sus programas se analiza en detalle para mostrar laconeión entre la creación de visibilidades en el discurso, particu-larmente a través de las técnicas visuales modernas, y el ejerciciodel poder. Este capítulo también contribuye a teorizar la cuestión delcambio discursivo y la transormación eplicando cómo los discursosacerca de los campesinos, las mujeres y el ambiente surgen y uncio-

nan en el marco global del desarrollo.El capítulo nal aborda la cuestión de la transormación delrégimen de representación del desarrollo y la elaboración de alter-nativas. Se analiza y evalúa el llamado de un número creciente de

 voces del Primer y Tercer Mundo a declarar “el n del desarrollo”.De igual modo, se utilizará la reciente teorización, en la cienciasocial latinoamericana, de la construcción de “culturas híbridas”como mecanismo de armación cultural ante la crisis de la moder-nidad, como base para la visualización de “alternativas”, comoproblema de investigación y como práctica social. Se armará quemás que buscar grandes modelos o estrategias alternativas, lo que

Page 45: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 45/423

45

Capítulo I

se requiere es investigar las representaciones y prácticas alternati- vas que pudieran eistir en escenarios locales concretos, en parti-

cular en el marco de la acción colectiva y la movilización política. Lapropuesta se desarrollará en el conteto especíco de la nueva asedel “capital ecológico” y las luchas por la biodiversidad mundial.Tales luchas –entre el capital global y los intereses de la biotecnolo-gía, de una parte, y las comunidades locales, de la otra– constituyenel estado más avanzado para la negociación de los signicados deldesarrollo y el posdesarrollo. El hecho de que las luchas involucrengeneralmente a minorías culturales de las regiones tropicales del

planeta plantea inquietudes sin precedentes acerca del diseño delos órdenes sociales, la tecnología, la naturaleza, y la vida misma.

Que el análisis, nalmente, se lleve a cabo en términos de “ábu-las” o “relatos” no indica que estas sean meras “cciones”. Como loepresa Donna Haraway en su análisis de las narraciones de la biolo-gía (1989a, 1991), la narrativa no es cción ni se opone a los “hechos”.La narrativa constituye, de hecho, la urdimbre histórica compuesta

de hecho y de cción. Aun los campos cientícos más neutrales sonen este sentido narraciones. Tratar la ciencia como narración, insisteHaraway, no es demeritarla. Por el contrario, es tratarla con la mayorseriedad, sin sucumbir a su misticación como la única “verdad” nisometerla al escepticismo irónico común a tantas críticas. Los discur-sos de la ciencia y de los epertos, tales como el discurso del desarro-llo, producen verdades poderosas, maneras de crear el mundo y de

intervenir en él, incluyéndonos también a nosotros; son ejemplos de“espacios donde se reinventan constantemente los mundos posiblesen la lucha por mundos concretos y reales” (Haraway, 1989a: 5). Lasnarraciones, igual que las ábulas que aparecen en este libro, estánsiempre inmersas en la historia y carecen de inocencia; que logremosdesmantelar el desarrollo e incluso despedirnos del Tercer Mundodependerá por igual de la invención social de nuevas narrativas, y denuevos modos de pensar y de obrar.15

15 A lo largo del libro, me reero a un país, Colombia, y a un área proble-mática, la desnutrición y el hambre. Esto debería ubicar al lector en losaspectos materiales y geopolíticos del desarrollo.

Page 46: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 46/423

Page 47: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 47/423

47

Capítulo IILa problematización de la pobreza:

La fábula de los tres mundos y el desarrollo

 La palabra ‘pobreza’ es, sin duda, una palabra clave de nuestros tiempos,

muy usada bien y mal por todos. Grandes sumas de dinero se gastan en

nombre de los pobres. Millares de libros y consejos de expertos continúan

oreciendo soluciones a sus problemas. Sin embargo, resulta bastanteextraño, que nadie, incluyendo a los supuestos ‘beneciarios’ de tales

actividades, parezca tener una visión clara y compartida de la pobreza.

Una razón es que todas las deniciones se tejen alrededor del concepto

de ‘carencia’ o ‘deciencia’. Esta noción refeja solamente la relatividad

básica del concepto. ¿Qué es necesario y para quién? ¿Y quién está

capacitado para denirlo?

(Majid Rahnema, G lobal Poverty : a P auPerizinG Myth , 1991)

Page 48: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 48/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

48

Uno de los muchos cambios que ocurrió a comienzos de lasegunda posguerra ue el “descubrimiento” de la pobreza masiva

en Asia, Árica y América Latina. Relativamente insignicante y en apariencia lógica, el hallazgo habría de proporcionar el anclapara una importante reestructuración de la cultura y la economíapolítica globales. El discurso bélico se desplazó al campo social y hacia un nuevo territorio geográco: el Tercer Mundo. Atrás quedóla lucha contra el ascismo. En la rápida globalización de la domi-nación mundial por Estados Unidos, la “guerra a la pobreza” en elTercer Mundo comenzó a ocupar un lugar destacado. Para justicar

la nueva guerra se esgrimieron hechos elocuentes:“Más de 1.500 millones de personas, algo así como dos tercios de

la población mundial, vive en condiciones de hambre aguda, de-nida en términos de malestar nutricional identicable. El hambrees al mismo tiempo la causa y el eecto de la pobreza, el abandono, y la miseria en que vive” (Wilson, 1953: 11).

Declaraciones de esta naturaleza prolieraron a nales de

los años cuarenta y cincuenta (Orr, 1953; Shoneld, 1950; UnitedNations, 1951). El nuevo énasis ue estimulado por el reconoci-miento de las condiciones crónicas de pobreza y malestar socialque eistían en los países pobres, y la amenaza que representa-ban para los países más desarrollados. Los problemas de las áreaspobres irrumpieron en el escenario internacional. Las NacionesUnidas estimaron que el ingreso per cápita de Estados Unidos

era de 1453 dólares en 1949, mientras que el de Indonesia apenasllegaba a 25. Esto llevó al convenimiento de que había que haceralgo antes de que los niveles de inestabilidad en el mundo enterose volvieran intolerables. El destino de las áreas ricas y pobres delmundo se concebía estrechamente ligado. “La verdadera prosperi-dad mundial es indivisible”, declaró un panel de epertos en 1948.“No puede perdurar en una parte del mundo si las otras viven encondiciones de pobreza y mala salud” (Milbank Memorial Fund,1948: 7; véase también Lasswell, 1945).

La pobreza a escala global ue un descubrimiento del períodoposterior a la segunda guerra mundial. Como sostienen Sachs

Page 49: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 49/423

49

Capítulo II

(1990) y Rahnema (1991), las concepciones y el tratamiento de lapobreza eran bastante dierentes antes de 1940. En épocas colon

iales la preocupación por la pobreza estaba condicionada por lacreencia de que, aunque los “nativos” pudieran ilustrarse algo conla presencia del colonizador, no podía hacerse gran cosa para aliviarsu pobreza ya que su desarrollo económico era inútil. La capaci-dad de los nativos para la ciencia y la tecnología, base del progresoeconómico, se consideraba nula (Adas, 1989). Sin embargo, comoseñalan los mismos autores dentro de las sociedades asiáticas, ari-canas, latinoamericanas o norteamericanas nativas, igual que a

través de la mayor parte de la historia europea, las sociedades tradi-cionales habían desarrollado maneras de denir y tratar la pobrezaque daban cabida a conceptos de comunidad, rugalidad y su-ciencia. Como quiera que ueran tales ormas tradicionales, y sinidealizarlas, es cierto que la pobreza masiva en el sentido modernosolamente apareció cuando la diusión de la economía de mercadorompió los lazos comunitarios y privó a millones de personas del

acceso a la tierra, al agua y a otros recursos. Con la consolidación delcapitalismo, la pauperización sistémica resultó inevitable.

Sin pretender hacer una arqueología de la pobreza, como lopropone Rahnema (1991), es importante destacar la ruptura enlas concepciones y la administración de la pobreza, primero con elsurgimiento del capitalismo en Europa y luego con el advenimientodel desarrollo en el Tercer Mundo. Rahnema describe el primer

rompimiento en términos de la aparición, en el siglo xIx, de siste-mas para tratar a los pobres basados en la asistencia proporcionadapor instituciones impersonales. En esta transición, la lantropíaocupó un lugar importante (Donzelot, 1979). La transormación delos pobres en asistidos tuvo proundas consecuencias. Esta “moder-nización” de la pobreza signicó no solo la ruptura de las relacionestradicionales, sino también el establecimiento de nuevos meca-nismos de control. Los pobres aparecieron cada vez más como unproblema social que requería nuevas ormas de intervención en lasociedad. De hecho, ue en relación con la pobreza como surgieronlas modernas ormas de pensamiento sobre el signicado de la vida,

Page 50: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 50/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

50

la economía, los derechos y la administración social. “La pobreza,la economía política y el descubrimiento de la sociedad estuvieron

estrechamente relacionados” (Polanyi, 1957a: 84).El tratamiento de la pobreza permitió a la sociedad conquistarnuevos territorios. Tal vez más que del poder industrial y tecno-lógico, el naciente orden del capitalismo y la modernidad depen-dían de una política de la pobreza cuya intención era no solo crearconsumidores sino transormar la sociedad, convirtiendo a lospobres en objetos de conocimiento y administración. En la opera-ción se hallaba implícito “un instrumento técnico-discursivo que

posibilitó la conquista de la pobreza y la invención de una políticade la pobreza” (Procacci, 1991: 157). La pobreza, eplica Procacci, seasociaba, correcta o incorrectamente, con rasgos como movilidad,

 vagancia, independencia, rugalidad, promiscuidad, ignorancia, y la negativa a aceptar los deberes sociales, a trabajar y a someterse ala lógica de la epansión de las “necesidades”. Por consiguiente, laadministración de la pobreza eigía la intervención en educación,

salud, higiene, moralidad, empleo, la enseñanza de buenos hábitosde asociación, ahorro, crianza de los hijos, y así sucesivamente. Elresultado ue una multiplicidad de intervenciones que signica-ron la creación de un campo que algunos investigadores han deno-minado “lo social” (Donzelot, 1979, 1988, 1991; Burchell, Gordon y Miller, eds., 1991).

Como campo de conocimiento e intervención, lo “social” cobró

importancia en el siglo xIx, culminando en el siglo xx con la conso-lidación del Estado beneactor y el conjunto de técnicas agrupadasbajo el nombre de trabajo social. No solo la pobreza, sino tambiénla salud, la educación, la higiene, el empleo y la baja calidad de

 vida en pueblos y ciudades se convirtieron en problemas socia-les y equerían un conocimiento amplio de la población y modosapropiados de planeación social (Escobar, 1992a). El “gobierno delo social” alcanzó un estatus que, como la conceptualización de laeconomía, pronto se consideró normal. Se había creado una “claseseparada constituida por los ‘pobres’” (Williams, 1973: 104). Pero elaspecto más signicativo de este enómeno ue el establecimiento

Page 51: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 51/423

51

Capítulo II

de aparatos de conocimiento y poder dedicados a optimizar la vidaproduciéndola bajo condiciones modernas y “cientícas”. La histo-

ria de la modernidad, de este modo, no es solo la historia del cono-cimiento y de la economía; de modo revelador, es la historia de losocial.1

Como veremos, la historia del desarrollo implica la continua-ción en otros lugares de esta historia de lo social. Esta es la segundaruptura en la arqueología de la pobreza propuesta por Rahnema:la globalización de la pobreza eectuada por la denición de dosterceras partes del mundo como pobres después de 1945. Si en las

economías de mercado los pobres eran denidos como carentesde aquello que los ricos tenían en términos de dinero y posesio-nes materiales, los países pobres llegaron a ser denidos en ormaanáloga en relación con los patrones de riqueza de las nacioneseconómicamente más adelantadas. Esta concepción económicade la pobreza encontró un parámetro ideal en el ingreso anual percápita. La percepción de la pobreza a escala global “no ue más que

el resultado de operaciones estadísticas comparativas, la primerade las cuales se realizó apenas en 1940” (Sachs, 1990: 9). En 1948,cuando el Banco Mundial denió como pobres aquellos países coningreso per cápita inerior a 100 dólares, casi por decreto, dos terciosde la población mundial ueron transormados en sujetos pobres. Ysi el problema era de ingreso insuciente, la solución era, evidente-mente, el crecimiento económico.

Fue así como la pobreza se convirtió en un concepto organiza-dor y en objeto de una nueva problematización. Como toda proble-matización (Foucault, 1986), la de la pobreza creó nuevos discur-sos y prácticas que daban orma a la realidad a la cual se reerían.Que el rasgo esencial del Tercer Mundo era su pobreza, y que la

1 Foucault (1979, 1980a, 1980b, 1991a) se reere a este aspecto de lamodernidad –la aparición de ormas de conocimiento y de controlesregulatorios centrados en la producción y optimización de la vida– como

“biopoder”. El biopoder signicó la “gubernamentalización” de la vidasocial, esto es, la sujeción de la vida a mecanismos eplícitos de produc-ción y administración por parte del Estado y de otras instituciones. Elanálisis del biopoder y la gobernabilidad debe ser componente integralde la antropología de la modernidad (Urla, 1993).

Page 52: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 52/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

52

solución radicaba en el crecimiento económico y el desarrollose convirtieron en verdades universales, evidentes y necesarias.

Este capítulo analiza los múltiples procesos que hicieron posibleeste particular evento histórico; analiza lo que podría llamarsela “desarrollalización” del Tercer Mundo, es decir, su progresivainserción en un régimen de discurso y práctica en el cual cier-tas medidas para la erradicación de la pobreza se volvieron indis-pensables para el orden mundial. También puede verse como unrecuento de la invención de la ábula de los tres mundos y la luchapor el “desarrollo” del tercero. La ábula de los tres mundos ue,

 y sigue siendo, a pesar de la deunción del segundo, una manerade crear un orden político que “unciona mediante la negociaciónde ronteras lograda a través del ordenamiento de las dierencias”(Haraway, 1989a: 10). Fue (y es) una narrativa donde cultura, raza,género, nación y clase están inetricablemente ligadas. El ordenpolítico y económico codicado por la ábula de los tres mundos y el desarrollo descansa sobre el tráco de signicados que descri-

ben nuevos campos del ser y del entender, los mismos campos queson cada vez más cuestionados y desestabilizados por las gentesdel Tercer Mundo hoy en día.

La invención del desarrollo

El surgimiento de la nueva estrategia

Desde el 11 de julio hasta el 5 de noviembre de 1949, una misióneconómica, organizada por el Banco Internacional de Reconstruc-ción y Fomento, visitó Colombia con el propósito de ormular unprograma general de desarrollo para el país. Era la primera misiónde esta clase enviada por el Banco a un país subdesarrollado. Lamisión contaba con catorce asesores internacionales en los siguien-tes campos: comercio eterior, transporte, industria, hidrocarbu-ros y energía, vías carreteables y fuviales, servicios comunitarios,agricultura, salud y bienestar, banca y nanzas, economía, cuen-tas nacionales, vías érreas y renerías petroleras. Con la misióntrabajó un grupo homólogo de asesores y epertos colombianos.

Page 53: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 53/423

53

Capítulo II

Así ue como la misión vio su tarea y, por consiguiente, el carác-ter del programa propuesto.

Hemos interpretado nuestros términos de reerencia como la ne-

cesidad de un programa integral e interior consistente… Las rela-

ciones entre los diversos sectores de la economía colombiana son

muy complejas, y ha sido necesario un análisis ehaustivo de las

mismas para desarrollar un marco consistente. Esta, entonces, es

la razón y justicación para un programa global de desarrollo. Los

esuerzos pequeños y esporádicos solo pueden causar un pequeño

eecto en el marco general. Solo mediante un ataque generalizado a

través de toda la economía sobre la educación, la salud, la vivienda,

la alimentación y la productividad puede romperse decisivamen-

te el círculo vicioso de la pobreza, la ignorancia, la enermedad y 

la baja productividad. Pero una vez que se haga el rompimiento,

el proceso del desarrollo económico puede volverse autosostenido

(International Bank, 1950: xV).

El programa eigía “una multitud de mejoras y reormas”que cubrían todas las áreas importantes de la economía. Cons-tituía una representación y un enoque radicalmente nuevosde la realidad social y económica de un país. Uno de los rasgosmás destacados del enoque era su carácter global e integral. Elprimero demandaba programas en todos los aspectos sociales y 

económicos de importancia, mientras que la planeación cuida-dosa, la organización y la asignación de los recursos asegurabael carácter integral de los programas y su desarrollo eitoso. Elinorme suministraba también un conjunto de prescripcionesdetalladas que incluía metas y objetivos cuanticables, necesida-des de inversión, criterios de diseño, metodologías y secuenciastemporales.

Resulta instructivo citar etensamente el último párrao deldocumento, ya que revela varios de los rasgos claves del enoqueque surgía por entonces:

Page 54: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 54/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

54

No puede evitarse la conclusión de que la dependencia de las uer-

zas naturales no ha producido los resultados más elices. Igualmen-

te es inevitable la conclusión de que con el conocimiento de los he-chos y los procesos económicos subyacentes, la buena planeación

para jar objetivos y asignar recursos, y la decisión de llevar a cabo

un programa de mejoras y reormas, mucho puede hacerse para

mejorar el medio ambiente económico creando políticas económi-

cas que satisagan los requerimientos sociales vericados cientí-

camente… Colombia cuenta con una oportunidad única en su larga

historia. Sus abundantes recursos naturales pueden ser tremenda-

mente productivos mediante la aplicación de técnicas modernas y 

prácticas ecientes. Su posición internacional avorable en cuanto

a endeudamiento y comercio la capacita para obtener equipo y téc-

nicas modernas del eterior. Se han establecido organizaciones in-

ternacionales y nacionales para ayudar técnica y nancieramente a

las áreas subdesarrolladas. Todo lo que se necesita para iniciar un

período de crecimiento rápido y diundido es un esuerzo decidi-

do de parte de los mismos colombianos. Al hacer un esuerzo tal,Colombia no solo lograría su propia salvación sino que al mismo

tiempo daría un ejemplo inspirador a todas las demás áreas subde-

sarrolladas del mundo [International Bank, 1950: 615].

Resultan notables el sentimiento mesiánico y el ervor cuasireligioso epresados en la noción de salvación. En esta represen-

tación la “salvación” eige la convicción de que solo eiste una víacorrecta, es decir, el desarrollo. Solo a través del desarrollo Colom-bia podrá llegar a ser un “ejemplo inspirador” para el resto delmundo subdesarrollado. Sin embargo, la tarea de salvación/desa-rrollo es compleja. Aortunadamente, las herramientas adecuadaspara semejante tarea (ciencia, tecnología, planeación, organizacio-nes internacionales) ya han sido creadas y su eectividad ha sidoprobada mediante eperiencias eitosas en Occidente. Además, lasherramientas son neutrales, deseables y universalmente aplicables.Antes del desarrollo, nada eistía: solo “la dependencia rente a lasuerzas naturales”, que no produjo “los resultados más elices”. El

Page 55: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 55/423

55

Capítulo II

desarrollo trae la luz, es decir, la posibilidad de satisacer “requeri-mientos sociales cientícamente vericados”. El país debe desper-

tarse entonces de su pasado letárgico y seguir la única senda haciala salvación, que es, sin duda, “una oportunidad única en su largahistoria” (de oscuridad, podría añadirse).

Tal es el sistema de representación sustentado por el inorme.Pese a estar epresada en términos de metas humanitarias y de lapreservación de la libertad, la nueva estrategia buscaba un nuevocontrol de los países y de sus recursos. Se promovía un tipo de desa-rrollo acorde con las ideas y las epectativas del Occidente pode-

roso, con aquello que los países occidentales juzgaban como cursonormal de evolución y progreso. Como veremos, al conceptualizar elprogreso en dichos términos, la estrategia de desarrollo se convirtióen instrumento poderoso para normatizar el mundo. La misión delBanco Mundial a Colombia en 1949 ue una de las primeras epre-siones concretas del nuevo estado de cosas.

Precursores y antecedentes del discurso del desarrolloComo veremos en la próima sección, el discurso de desarrollo

ejemplicado por la misión de 1949 del Banco Mundial en Colom-bia, surgió en el conteto de una compleja coyuntura histórica. Suinvención señaló un cambio signicativo en las relaciones histó-ricas entre Europa y Estados Unidos, de una parte, y la mayoría delos países de Asia, Árica y América Latina de la otra. También creó

un nuevo régimen de representación de estas últimas en la culturaeuroamericana. Pero el “nacimiento” del discurso merece algunaatención; eistieron, de hecho, precursores importantes que presa-giaron su aparición en todo su esplendor después de la SegundaGuerra Mundial.

La lenta preparación para el lanzamiento del desarrollo ue tal vez más clara en Árica que en otras partes. Allí se presentó, comolo sugieren algunos estudios recientes (Cooper, 1991; Page, 1991),una coneión importante entre la declinación del orden colonial y el nacimiento del desarrollo. En el período interbélico se preparó elterreno para instituir el desarrollo como estrategia para reconstruir

Page 56: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 56/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

56

el mundo colonial y reestructurar las relaciones entre colonias y metrópolis. Como ha señalado Cooper (1991), el Acta británica de

desarrollo de los años cuarenta, la primera gran materializaciónde la idea de desarrollo, ue una respuesta a los desaíos al poderimperial de los años treinta y por lo tanto debe entenderse como unintento de revitalizar el imperio. Esto ue especialmente claro en losestados de colonización blanca de Árica del Sur, donde la preocu-pación por cuestiones de empleo y oerta de alimentos produjoestrategias para modernizar algunos segmentos de población ari-cana, con recuencia, como lo plantea Page (1991), a epensas de las

concepciones arocéntricas de alimentación y comunidad deen-didas por las mujeres. Estos intentos iniciales trataron de crista-lizarse en esquemas de desarrollo comunitario durante los añoscincuenta. El rol de la Liga de las Naciones al negociar la descoloni-zación mediante el sistema de mandatos también tuvo importanciaen muchos casos de Asia y Árica. Después de la Segunda GuerraMundial, el sistema se etendió a una descolonización generali-

zada y a la promoción del desarrollo por parte del nuevo sistema deorganizaciones internacionales (Murphy y Augelli, 1993).

En términos generales, desde la óptica de la concurrencia delos regímenes de representación colonial y desarrollista, el períodoentre 1920 y 1950 sigue siendo poco conocido. Algunos aspectosque han merecido atención en el conteto del Árica del norte y surdel Sahara incluyen la constitución de una uerza de trabajo y de

una clase modernizada de agricultores dierenciados en términosde clase, género y raza, incluyendo el reemplazo de sistemas ari-canos autosucientes de producción cultural y de alimentos; el roldel Estado como arquitecto, por ejemplo en la “detribalización” dela uerza de trabajo asalariada, la intensicación de la competen-cia de género, y la lucha por la educación; las maneras en que losdiscursos y prácticas de los epertos agrícolas, los proesionales dela salud, los planicadores urbanos y los educadores se desplega-ron en el conteto colonial, su relación con los discursos e interesesmetropolitanos, y las metáoras que ellos impartieron para reorga-nizar las colonias; la modicación de tales discursos y prácticas en

Page 57: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 57/423

57

Capítulo II

el conteto del encuentro colonial, su interpretación con las ormaslocales de conocimiento, y su eecto sobre estas últimas; y las ormas

diversas de resistencia ante el poder colonial y sus esquemas deconocimiento (véanse, por ejemplo, Cooper y Stoler, 1989; Packard,1989; Page, 1991; Rabinow, 1989; Comaro, 1985; Comaro y Coma-ro, 1991; Rau, 1991).

El caso latinoamericano es muy dierente del aricano, aunquela cuestión de los precursores del desarrollo también debe inves-tigarse. Como es bien sabido, la mayoría de los países latinoameri-canos logró la independencia política en las primeras décadas del

siglo xIx, aun cuando en muchos niveles continuó bajo el controlde las economías y políticas europeas. A comienzos del siglo xx,en toda la región se sintió el ascenso de Estados Unidos. Las rela-ciones Estados Unidos-Latinoamérica adoptaron un doble sentidodesde comienzos del siglo. Si de una parte quienes estaban en elpoder percibían que había oportunidades para un intercambio

 justo, de otra, Estados Unidos se sentían cada vez más autorizados

para intervenir en los asuntos latinoamericanos. Desde la políticaintervencionista del “gran garrote” de comienzos del siglo hasta elprincipio del “buen vecino” de los años treinta, las dos tendenciascoeistieron en la política eterior norteamericana hacia Latino-américa, y la última tuvo repercusiones mucho más importantesque la primera.

Robert Bacon, quien uera secretario de Estado de Estados

Unidos, epresó la posición del “intercambio justo”.

Ya ha pasado el día –declaró en su inorme de un viaje a Suramérica

en 1916– en que la mayoría de estos países, que edicaron laborio-

samente una estructura gubernamental bajo tremendas diculta-

des, eran inestables, tambaleantes y estaban a punto de derrum-

barse de un mes a otro… Ellos “han pasado” para usar las palabras

del señor Root, “de la condición de militarismo, de la condición de

revolución, a la condición de industrialismo, hacia el camino del

comercio eitoso, y se están convirtiendo en naciones grandes y 

poderosas” (Bacon, 1916: 20).

Page 58: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 58/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

58

Elihu Root, mencionado por Bacon positivamente, represen-taba en realidad el lado del intervencionismo activo. Prominente

estadista y eperto en leyes internacionales, Root ejerció graninfuencia en la conormación de la política eterior norteameri-cana y participó en la política intervencionista de comienzos desiglo, cuando Estados Unidos ocupó militarmente la mayoría de lospaíses centroamericanos. El mismo Root, quien recibió el premioNobel de la Paz en 1912, desempeñó un papel destacado en la sepa-ración entre Panamá y Colombia.

Con o sin el consentimiento de Colombia –escribió en aquella oca-

sión– construiremos el canal, no por razones egoístas, ni por codi-

cia o aán de lucro, sino por el comercio mundial, beneciando a

Colombia más que a todos… Uniremos las costas del Atlántico y el

Pacíco, prestando un servicio inestimable a la humanidad, y cre-

ceremos en grandeza y honor y en la ortaleza que proviene de las

tareas diíciles y del ejercicio del poder que crece en la naturaleza

de un pueblo grande y constructivo (Root, 1916: 190).

La posición de Root implicaba la concepción de las relacionesinternacionales entonces prevaleciente en Estados Unidos.2 Lapropensión a la intervención militar en apoyo a los objetivos estra-tégicos de Estados Unidos se atemperó de Wilson a Hoover. ConWilson, la intervención se vio acompañada por la meta de promo-

 ver las democracias “republicanas”, queriendo decir con ello losregímenes aristocráticos y elitistas. A menudo los intentos estabananimados por posiciones racistas y etnocéntricas. Las actitudesde superioridad “convencieron a Estados Unidos de que tenía el

2 Las palabras de Root también refejan un rasgo notorio de la conciencianorteamericana, es decir, el deseo utópico de llevar progreso y elicidada todos los pueblos no solo dentro de los connes de la propia nación,sino también más allá de sus ronteras. Dentro de este tipo de mentali-

dad el mundo se convierte, a veces, en una amplia supercie cargada deproblemas por resolver, un horizonte desorganizado que debe ser colo-cado “en el camino de la libertad ordenada” de una vez por todas, “con osin el consentimiento” de quienes serán reormados. Esta actitudtambién se halla en el origen del sueño del desarrollo.

Page 59: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 59/423

59

Capítulo II

derecho y la habilidad para intervenir políticamente en los paísesmás débiles, oscuros y pobres” (Drake, 1991: 7). Para Wilson, la

promoción de la democracia era deber moral de Estados Unidos y delos “hombres de bien” de América Latina. “Voy a enseñar a las repú-blicas latinoamericanas cómo elegir buenos hombres”, concluyó(citado en Drake, 1991: 13). Como el nacionalismo latinoamericanoaumentara después de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidosredujo el intervencionismo abierto y proclamó en su lugar losprincipios de “puerta abierta” y del “buen vecino”, especialmentedespués de mediados de los años veinte. Se hicieron intentos para

proporcionar alguna ayuda en particular a las instituciones nan-cieras, la inraestructura y la salubridad. Durante este período laFundación Rockeeller actuó por primera vez en la región (Brown,1976). Sin embargo, el período 1912-1932 estuvo regido, en gene-ral, por el deseo de Estados Unidos de alcanzar “la hegemonía tantoideológica como militar y económica y la conormidad, sin tener quepagar el precio de la conquista permanente” (Drake, 1991: 34).

Aunque este estado de relaciones demuestra un creciente inte-rés norteamericano en América Latina, no constituyó una estrate-gia eplícita y global con respecto a las naciones latinoamericanas.La situación iba a alterarse proundamente durante las décadassiguientes y en particular después de la Segunda Guerra Mundial.Tres conerencias interamericanas –celebradas en Chapultepec, enMéico (21 de ebrero – marzo 8 de 1945), Río de Janeiro (agosto

de 1947) y Bogotá (30 de marzo – 30 de abril de 1948)– ueron de-nitivas para articular las nuevas reglas del juego. Como el terrenode la guerra ría ya se estaba abonando, estas conerencias mostra-ron la seria divergencia de intereses entre América Latina y Esta-dos Unidos, y marcaron la deunción de la política del buen vecino.Mientras Estados Unidos insistía en sus objetivos militares y segu-ridad, los países latinoamericanos privilegiaban más que nunca lasmetas sociales y económicas (López Maya, 1993).3

3 Para un análisis ehaustivo de la política eterior de Estados Unidoshacia Latinoamérica, véanse Kolko (1988) y Bethell (1991). Véansetambién Cuevas Cancino (1989); Graebner (1977); Whitaker (1948);

Page 60: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 60/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

60

En Chapultepec, varios presidentes latinoamericanos resalta-ron la importancia de la industrialización para consolidar la demo-

cracia, y pidieron ayuda a Estados Unidos mediante un programade transición económica de la producción de insumos bélicos haciala producción industrial. Estados Unidos, no obstante, insistió enlos asuntos de deensa hemisérica, restringiendo la política econó-mica a una advertencia para que los países latinoamericanos aban-donaran el “nacionalismo económico”. Los desacuerdos crecieronen la Conerencia de Paz y Seguridad de Río. Como la Conerenciade Bogotá en 1948, que marcó el nacimiento de la Organización de

Estados Americanos, la Conerencia de Río estuvo dominada poruna creciente cruzada anticomunista. Al tiempo que la políticaeterior norteamericana se militarizaba aún más, para la agendalatinoamericana resultaba cada vez más importante la necesidadde políticas económicas apropiadas, incluyendo la protección alas incipientes industrias. Finalmente, Estados Unidos reconocióen Bogotá, hasta cierto punto, esta agenda. Sin embargo, el enton-

ces secretario de Estado, el general Marshall, también aclaró queAmérica Latina no podía esperar en modo alguno algo similar alPlan Marshall para Europa (López Maya, 1993).

En contraste, Estados Unidos insistió en su política de “puertasabiertas”, lo cual signicaba libre acceso a los recursos de todos lospaíses, omento a la empresa privada, y un tratamiento “justo” alcapital oráneo. Los epertos norteamericanos malinterpretaron

totalmente la situación latinoamericana. Un estudioso de la políticaeterior de Estados Unidos hacia América Latina a nales de losaños cuarenta lo epresa así:

América Latina estaba más cerca de Estados Unidos y tenía por ello

muchísima más importancia que cualquier otra región del Tercer

Mundo, pero los representantes norteamericanos la despreciaban

Yerguin (1977); Wood, B. (1985) y Haglund (1985). Debe señalarse quela mayoría de los académicos han desconocido el signicado del surgi-miento del discurso del desarrollo a nales de los años cuarenta y comienzos de los cincuenta. López Maya, en cuyo trabajo se basa elrecuento de las tres conerencias, constituye una ecepción.

Page 61: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 61/423

61

Capítulo II

cada vez más como área aberrante, ignorante y habitada por gen-

tes incapaces de ayudarse a sí mismas y esencialmente inantiles.

Cuando George Kennan (jee de Planeación de políticas del Depar-tamento de Estado) ue enviado a observar lo que describió como el

escenario “desesperado e ineliz” de la región, escribió el más acer-

bo inorme de toda su carrera. Ni siquiera los comunistas parecen

 viables “porque el carácter latinoamericano lo inclina al individua-

lismo [y] la indisciplina”… Siguiendo el lema de la naturaleza “in-

antil” del área, sostuvo con condescendencia que si Estados Uni-

dos trataba a los latinoamericanos como adultos, tal vez tendrían

que portarse como tales. (Kolko, 1988: 39-40).4

Al igual que la imagen de Currie de la “salvación”, la represen-tación del Tercer Mundo como niño necesitado de dirección adultano era una metáora desconocida, y se prestaba perectamente parael discurso del desarrollo. La inantilización del Tercer Mundo hasido parte integral del desarrollo como “teoría secular de salvación”

(Nandy, 1987).Debe señalarse que las eigencias económicas planteadas

por los países de América Latina refejaban cambios que veníanocurriendo durante varias décadas y que también preparaban elterreno para el desarrollo, por ejemplo, el comienzo de la indus-trialización en algunos países y la necesidad percibida de ampliarlos mercados domésticos; la urbanización y el ascenso de las clases

proesionales; la secularización de las instituciones políticas y lamodernización del Estado; el aumento en la atención a las cienciaspositivas, y diversos tipos de movimientos modernistas. Algunos

4 Durante la primera mitad del siglo a veces se hacían observacionesetnocéntricas con bastante libertad. El embajador del gobierno Wilsonen Inglaterra, por ejemplo, eplicaba que Estados Unidos intervendríanen América Latina para “Hacerlos votar y vivir de acuerdo con sus deci-siones”. Si esto no uncionaba, “Volveremos y lo haremos votar otra

 vez… Estados Unidos estará allá por doscientos años y puede continuardisparando contra sus hombres por ese pequeño espacio hasta queaprendan a votar y gobernarse a sí mismos” (citado en Drake, 1991: 14).Se creía que la “mente latina” “despreciaba la democracia” y estabaregida por la emoción y no por la razón.

Page 62: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 62/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

62

de estos actores cobraban notoriedad desde los años veinte y seaceleraron después de los treinta.5 Pero no ue sino en la época de

la Segunda Guerra Mundial cuando comenzó a consolidarse unmovimiento más claro en pro de modelos económicos nacionales.Entre comienzos y mediados de los años cuarenta aparecieron enColombia alusiones al “desarrollo industrial”, y ocasionalmente al“desarrollo económico del país”, relacionadas con la percepciónde una amenaza proveniente de las clases populares. El inter-

 vencionismo del Estado se acentuó, pese a estar enmarcado en unmodelo de liberalismo económico, al tiempo que el incremento de

la producción se comenzaba a considerar como ruta necesaria parael progreso social. Tal conciencia coincidió con la medicalización dela mirada política, hasta el punto que las clases populares comen-zaron a ser percibidas no en términos raciales como antes, sinocomo masas de enermos, malnutridos, incultos y siológicamentedébiles, requiriendo con ello acción social sin precedentes (Pécault,1987: 273-352).6

5 Cardoso y Faletto (1979) discuten algunos de estos cambios paraAmérica Latina en su conjunto. Archila (1980) analiza el ascenso de losmovimientos sociales en Colombia durante los años veinte.

6 La interpretación de este período de la historia colombiana es muy polé-mica. Los historiadores económicos (véase por ejemplo Ocampo, ed.1987) generalmente creen que la gran depresión y la Segunda GuerraMundial orzaron a las clases dirigentes hacia la industrialización comoúnica alternativa para el desarrollo. Esta concepción, sostenida pormuchos en América Latina, ha sido cuestionada recientemente. Sáenz

Rovner (1989, 1992) rechaza la idea de que el crecimiento y el desarrolloueran metas compartidas por la elite colombiana durante los añoscuarenta, añadiendo que el mismo inorme Currie no ue tomado enserio por el gobierno. El trabajo de Antonio García (1953) orece pistasimportantes para evaluar el estatus de la planeación en Colombia conreerencia a la misión Currie. Para García, las actividades de planea-ción de los años cuarenta ueron muy inecaces no sólo a causa de lasconcepciones estrechas del proceso de planeación sino porque losdiversos organismos planicadores no tenían el poder para implemen-tar los objetivos y programas deseados. Aunque García halló que el

inorme Currie era inobjetable en lo económico, lo cuestionó en materiasocial, reclamando en su lugar el tipo de proceso de planeación quehabía presentado al Congreso Jorge Eliécer Gaitán en 1947.A nales de los años cuarenta, García había elaborado un modelo alter-nativo a los modelos capitalistas de desarrollo, que no ha recibido la

Page 63: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 63/423

63

Capítulo II

A pesar de la importancia de estos procesos históricos es posi-ble hablar de la invención del desarrollo a comienzos de la segunda

posguerra. En el clima de las transormaciones que ocurrieron enese período, y en poco menos de una década, el carácter de las rela-ciones entre los países ricos y pobres surió un cambio drástico. Laconceptualización de tales relaciones, la orma que tomaron y susmecanismos de uncionamiento surieron un cambio sustancial. Enpocos años surgió y se consolidó una estrategia totalmente nuevapara enrentar los problemas de los países más pobres. Todo aque-llo que revestía importancia en la vida cultural, social, económica y 

política de estos –su población, el carácter cultural de su pueblo, susprocesos de acumulación de capital, su agricultura, comercio, etcé-tera– entró en la nueva estrategia. En la siguiente sección veremosen detalle el conjunto de condiciones históricas que posibilitaron lacreación del desarrollo, antes de emprender el análisis del discursomismo, esto es, de los neos de poder, conocimiento y dominaciónque lo denen.

Condiciones históricas 1945-1955

Si durante la Segunda Guerra Mundial la imagen de lo quesería el Tercer Mundo estaba determinada por consideraciones

atención que merece de parte de los historiadores económicos y socia-les (García, 1948, 1950). Esta alternativa, basada en una interpretación

sosticada, estructural y dialéctica, del “atraso” —en un modo queasemejaba y presagiaba el trabajo de Paul Baran (1957) que aparecieraalgunos años después— se basaba en una distinción entre el creci-miento económico y el desarrollo global de la sociedad. Era una idearevolucionaria, dado el hecho de que en el momento estaba consolidán-dose un modelo liberal de desarrollo, como lo mostró en detalle Pécaut(1987). Es necesario investigar más este período desde la perspectiva dela aparición del desarrollo. Aunque el estilo del “ensayo económico” delsiglo xIx mantuvo su vigencia hasta la cuarta década de este siglo, porejemplo, en las obras de Luis López de Mesa (1944) y Eugenio Gómez

(1942), varios autores en los años treinta ya reclamaban nuevos estilosde investigación y toma de decisiones, basados en mayor objetividad,cuanticación y programación. Véanse por ejemplo López (1976) y García Cadena (1956). Algunos de estos aspectos son analizados porEscobar (1989).

Page 64: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 64/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

64

estratégicas y por el acceso a las materias primas, la integración detales regiones a la estructura política y económica naciente a na-

les de la guerra se complicó más. Desde la conerencia de consti-tución de las Naciones Unidas en San Francisco en 1945 y hastanales de la década, el destino del mundo no industrializado uetema de intensas negociaciones. Aún más, las nociones de “subde-sarrollo” y “Tercer Mundo” ueron productos discursivos del climade la segunda posguerra. Estos conceptos no eistían antes de1945. Aparecieron como conceptos de trabajo dentro del procesoen el cual Occidente, y en ormas distintas Oriente, se redenió a sí

mismo y al resto del mundo. A comienzos de los años cincuenta, lanoción de tres mundos –naciones industrializadas libres, nacionescomunistas industrializadas y naciones pobres no industrializadasque constituían el Primer, Segundo y Tercer Mundos respectiva-mente– estaba implantada con rmeza. Aún después de la desapa-rición del Segundo Mundo, las nociones de Primer y Tercer Mundo(y de Norte y Sur) siguen articulando un régimen de representación

geopolítica.7Para Estados Unidos, la principal preocupación era la recons-

trucción de Europa. Ella implicaba la deensa de los sistemas colo-niales, dado que el acceso continuo de las potencias europeas a lasmaterias primas de sus colonias era considerado vital para su recu-peración. Las luchas por la independencia nacional aumentabanen Asia y Árica; estas luchas llevaron al nacionalismo izquierdista

del Plan Bandung de 1955 y a la estrategia de países no alineados. A nales de los cuarenta, en otras palabras, Estados Unidos apoyaba

7 Para los orígenes de las nociones de “desarrollo” y “Tercer Mundo” véanse Platsch (1981); Mintz (1976); Wallerstein (1984); Arndt (1981);Worsley (1984); Binder (1986). El término “desarrollo” eistió por lomenos desde el Acta británica de desarrollo colonial de 1929, aunquecomo insiste Arndt, su uso en la etapa inicial ue muy dierente de loque llegaría a signicar en los años cuarenta. La epresión “países oáreas subdesarrolladas” nació a mediados de los cuarenta (véanse por

ejemplo los documentos del Milbank Memorial Fund de la época).Finalmente, el término “Tercer Mundo” solo surgió a comienzos de loscincuenta. Según Platsch, ue acuñado por Alred Sauvy, demógraorancés, para reerirse, haciendo una analogía con el “Tercer Estado” deFrancia, a las áreas pobres y populosas del mundo.

Page 65: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 65/423

65

Capítulo II

los esuerzos europeos para mantener el control sobre las colonias,aunque procurando aumentar su propia infuencia sobre los recur-

sos de las áreas coloniales, tal vez con mayor claridad en el caso delpetróleo del Medio Oriente.8

En cuanto a América Latina, la uerza más importante que seoponía a Estados Unidos era el creciente nacionalismo. Desde lagran depresión algunos países latinoamericanos comenzaron atratar de construir sus economías con mayor autonomía que antesmediante el omento estatal a la industrialización. La participa-ción de sectores medios en la vida social y política hacía su apari-

ción, el sindicalismo entraba a la vida política, y hasta la izquierdacomunista había alcanzado logros importantes. En términosgenerales, la democracia emergía como componente undamentalde la vida nacional en el sentido de la necesidad de mayor parti-cipación de las clases populares, junto con el sentido crecientede la importancia de la justicia social y el ortalecimiento de laseconomías domésticas. De hecho, durante el período 1945-1947

muchas democracias parecían estar en proceso de consolidación y los regímenes dictatoriales hacían una transición a la democra-cia (Bethell, 1991). Como ya se dijo, Estados Unidos malinterpretóesta situación.

Además de las luchas anticoloniales de Asia y Árica, y delcreciente nacionalismo latinoamericano, eistieron otros acto-res que dieron orma al discurso del desarrollo; entre ellos se

hallaban la guerra ría, la necesidad de nuevos mercados, eltemor al comunismo y la superpoblación, y la e en la ciencia y latecnología.

8 Samir Amin se reere al Plan Bandung como el “plan nacional burgués

para el Tercer Mundo de nuestra era” (1990: 46). Aun cuando Bandungrepresentara “un camino tercermundista para el desarrollo”, cuestionaAmin, encajaba bien dentro de la “sucesión ininterrumpida de intentosburgueses nacionales, abortos repetidos y sometimiento a las eigen-cias de subordinación” a los poderes internacionales (1990: 47).

Page 66: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 66/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

66

La búsqueda de nuevos mercados y campos de batalla seguros

En el otoño de 1939, la Conerencia Interamericana de Canci-

lleres, celebrada en Panamá, proclamó la neutralidad de las repú-blicas americanas. Sin embargo, en Washington se reconocía que,para que la unidad continental perdurara, se requerirían medidaseconómicas especiales de parte de Estados Unidos, para ayudara las naciones latinoamericanas a enrentar el período de inesta-bilidad que seguiría a la pérdida de los mercados por causa de laguerra. El primer paso para ello ue la creación de la Comisión Inte-ramericana para el Desarrollo, establecida en enero de 1940 para

orientar la producción latinoamericana hacia el mercado estado-unidense. La ayuda nanciera a Latinoamérica durante el período,aunque relativamente modesta, ue signicativa. Sus dos uentesprincipales, el Eport-Import Bank y la Corporación Financierade Reconstrucción, nanciaron programas para la producción y adquisición de materiales estratégicos. Las actividades incluían amenudo asistencia técnica a gran escala y movilización de recur-

sos de capital hacia América Latina. El carácter de estas relacionestambién contribuyó a jar la atención en la necesidad de ayudar alas economías latinoamericanas en orma más sistemática.9

El año de 1945 marcó una prounda transormación en losasuntos mundiales. Llevó a Estados Unidos a una posición indiscu-tible de preeminencia militar y económica, poniendo bajo su tutelatodo el sistema occidental. Su posición privilegiada no dejó de ser

cuestionada. Coeistía con la creciente infuencia de los regímenessocialistas de Europa oriental y con la marcha eitosa de los comu-nistas chinos hacia el poder. Las antiguas colonias asiáticas y ari-canas reclamaban su independencia. Los viejos sistemas colonia-les de eplotación y control se hicieron insostenibles. En síntesis, sepresentaba una reorganización de la estructura del poder mundial.

El período 1945-1955, por tanto, vio la consolidación de lahegemonía estadounidense en el sistema capitalista mundial. La

9 Un detallado recuento de la asistencia eterna norteamericana durantela guerra se halla en Brown y Opie (1953). Véase también Galbraith(1979).

Page 67: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 67/423

67

Capítulo II

necesidad de epandir y proundizar el mercado eterior paraproductos norteamericanos, y de hallar nuevos sitios para invertir

sus ecedentes de capital ejerció mucha presión durante estos años.La epansión de la economía norteamericana también requería elacceso a materias primas baratas para respaldar la creciente capa-cidad de sus industrias, en especial de las corporaciones multina-cionales nacientes. Un actor económico que se volvió más notoriodurante el período ue el cambio de la producción industrial haciala producción de alimentos y materias primas, en detrimento deestas últimas, lo cual apuntaba hacia la necesidad de un programa

eciente de omento de la producción primaria en áreas subde-sarrolladas. No obstante, la preocupación undamental en esteperíodo ue la revitalización de la economía europea. Se establecióun programa masivo de ayuda económica a Europa, que culminócon la ormulación del Plan Marshall en 1948.10

El Plan Marshall puede considerarse como “un aconteci-miento histórico de importancia ecepcional” (Bataille, 1991:

173). Como sostuviera Georges Bataille, siguiendo el análisis quehiciera el economista rancés François Perrou en 1948, con elPlan Marshall, y por vez primera en la historia del capitalismo,el interés general de la sociedad parecía haber primado sobreel interés de las naciones o de los inversionistas privados. Fue,dice Bataille copiando la epresión de Perrou, “una inversiónen el interés del mundo [¿occidental?]” (1991: 177). La moviliza-

ción de capital que acompañó al Plan (19 mil millones de dólaresen ayuda eterior a Europa occidental entre 1945 y 1950) estabaeenta de la ley de lucro en lo que constituyó, según Bataille, unaclara suspensión de los principios de la economía clásica. Era “laúnica orma de transerir a Europa los productos sin los cualesle aumentaría la ebre al mundo” (pág. 175). Por un breve lapso,al menos, Estados Unidos dejó de lado “la regla sobre la que sebasaba el mundo capitalista. Era necesario entregar los bienes

10 Con reerencia a los cambios económicos de este período, véanseWilliams (1953) y Copland (1945). La economía política de dichoscambios se analizará con cierto detalle en el capítulo 3.

Page 68: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 68/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

68

sin recibir pago. Era necesario regalar el producto del trabajo”(pág. 175).11

El Tercer Mundo no merecía el mismo tratamiento. En contrastecon los 19 mil millones de dólares recibidos por Europa, duranteel mismo período, menos de 2 por ciento del total de la ayuda deEstados Unidos, por ejemplo, ue a América Latina (Bethell, 1991:58); en 1953 se gastaron solamente 150 millones de dólares parael Tercer Mundo en su conjunto bajo el Programa Point IV (Kolko,1988: 42). Al Tercer Mundo se le pidió que privilegiara el capi-tal privado, doméstico y oráneo, lo que implicaba crear “el clima

adecuado”, incluyendo un compromiso con el desarrollo capitalista y el control del nacionalismo, la izquierda, la clase trabajadora y elcampesinado. La creación del Banco Internacional de Reconstruc-ción y Fomento –BIRF– (más conocido como el Banco Mundial) y del Fondo Monetario Internacional –FMI– no representaron unadesviación de este criterio. Desde esta perspectiva, “lo inadecuadodel BIRF y del Fondo Monetario representaba una versión nega-

tiva de la iniciativa positiva del Plan Marshall” (Bataille, 1991: 177).El desarrollo, de este modo, se quedó corto desde el comienzo. Lasuerte del Tercer Mundo se consideró de “interés general” para lahumanidad, pero solo de manera muy limitada.12

11 En términos económicos la interpretación de Bataille del Plan Marshalles cuestionable. Como observa Payer (1991), Estados Unidos no teníamás opción que reactivar la economía europea, o su propia economía sederrumbaría tarde o temprano por alta de socios comerciales,

especialmente dado el eceso de capacidad productiva generadadurante la guerra. Pero el argumento de Bataille llega más allá. Para él,el hecho esencial en el Plan Marshall residía en que un mejor nivel de

 vida podría hacer posible el aumento de los “recursos de energía” delser humano, y con ello, su propia conciencia. Esto permitiría el estable-cimiento de un tipo de eistencia humana en la cual “la concienciadejará de ser conciencia de algo; en otras palabras, de ser consciente delsignicado decisivo de un instante en el cual el incremento (la adquisi-ción de algo) se solucionará con el gasto; y esto sería precisamente la

 propia conciencia, esto es, una conciencia que en adelante tiene nadacomo su objeto” (1991: 190). Esta creencia se halla en la base de su noción

de “economía general” a la cual dedicó The Accursed Share. Para unadiscusión muy útil del trabajo de Bataille como discurso crítico de lamodernidad, véase Habermas (1987).

12 El mismo Truman lo había puesto en claro en 1947: “Los problemas de

Page 69: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 69/423

69

Capítulo II

La guerra ría ue, sin duda, uno de los actores individuales másimportantes durante la conormación de la estrategia del desarro-

llo. Las raíces históricas del desarrollo y del conficto Oriente-Occi-dente se conunden en un solo proceso; las reorganizaciones políti-cas que ocurrieron después de la Segunda Guerra Mundial. A na-les de los cuarenta, la lucha real entre Oriente y Occidente se habíadesplazado al Tercer Mundo; el desarrollo se convirtió en la granestrategia para promover tal rivalidad, y al mismo tiempo, impulsarlos proyectos de la civilización industrial. La conrontación entreEstados Unidos y la Unión Soviética conrió con ello legitimidad a

la empresa de la modernización y el desarrollo; y etender la eserade infuencia política y cultural se convirtió en un n en sí mismo.

La relación entre los intereses militares y los orígenes del desa-rrollo ha sido poco analizada. Por ejemplo, en la conerencia de 1947en Río se rmaron pactos de asistencia militar entre Estados Unidos

 y todos los países latinoamericanos (Varas, 1985). Con el tiempo, lospactos darían paso a doctrinas de “seguridad nacional” íntimamente

ligadas a estrategias de desarrollo. No es coincidencia que la granmayoría de las aproimadamente 150 guerras de las últimas cuatrodécadas haya tenido lugar en el Tercer Mundo, muchas de ellascon participación directa o indirecta de poderes eternos al propioTercer Mundo (Soedjatmoko, 1985), el cual, lejos de ser periérico,era clave para la rivalidad entre las superpotencias y la posibilidadde conrontación nuclear. El sistema que genera conficto e ines-

tabilidad y el sistema que genera el subdesarrollo están estrecha-mente mezclados. Aunque el n de la guerra ría y el surgimientodel “nuevo orden mundial” hayan cambiado la conguración delpoder, el Tercer Mundo es aún la arena más importante de conron-tación (como lo indican Somalia, la guerra del golo, el bombardeode Libia y las invasiones de Granada y Panamá). Aunque cada vezmás dierenciado, el “Sur” es todavía, tal vez con mayor claridad que

los países de este hemiserio [americano] son de naturaleza dierente y no pueden ser aliviados con los mismos medios e iguales enoques quese contemplan para Europa” (citado en López Maya, 1993: 13), luego delo cual alabó las virtudes de la inversión privada para el casolatinoamericano.

Page 70: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 70/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

70

nunca, el campo opuesto a un “Norte” cada vez más unicado, pesea sus confictos étnicos.

Después de la guerra el sentimiento antiascista dio paso ácil-mente a las cruzadas anticomunistas. El temor anticomunista seconvirtió en uno de los argumentos obligatorios en las discusionessobre el desarrollo. En los años cincuenta se aceptaba comúnmenteque si los países pobres no eran rescatados de su pobreza, sucumbi-rían al comunismo. En mayor o menor grado, la mayoría de los escri-tos iniciales sobre el desarrollo hace eco de esta preocupación. Elcompromiso con el desarrollo económico como medio de combatir

el comunismo no se restringió a los círculos militares o académicos,encontró un nicho todavía más acogedor en las ocinas guberna-mentales de Estados Unidos, en numerosas organizaciones, y entrela ciudadanía norteamericana. El control del comunismo, la acepta-ción ambivalente de la independencia de las antiguas colonias euro-peas como concesión para prevenir su caída en el campo soviético,

 y el permanente acceso a importantes materias primas del Tercer

Mundo, de las cuales dependía cada vez más la economía norteame-ricana, eran parte de la reconceptualización norteamericana sobre elTercer Mundo en el período posterior a la guerra de Corea.

Masas pobres e ignorantes

La “guerra a la pobreza” estaba justicada por actores adicio-nales, en particular por la urgencia que se conería al “problema de

la población”. Comenzaron a prolierar las declaraciones y tomasde posición sobre el tema. En muchos casos se adoptó una ormacruda de empirismo –asumiendo como inevitables las opiniones y recetas malthusianas– aunque economistas y demógraos hicieronintentos serios de conceptualizar el eecto de los actores demo-grácos sobre el desarrollo.13 Se ormularon modelos y teorías que

13 Véase, por ejemplo, Hatt (1951); Lewis (1955); Buchanan y Ellis (1951);

Political and Economic Planning, PEP (1955); Sa (1955); Coale y Hoover (1958). En relación con el uso de modelos y estadísticaspoblacionales, véase United Nations, Department o Economic Aairs(1953); Liebenstein (1954); Wolender (1954); Milbank Memorial Fund(1954).

Page 71: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 71/423

71

Capítulo II

buscaban relacionar las diversas variables y suministrar una basepara la ormulación de políticas y programas. Como lo sugería la

eperiencia de Occidente, se esperaba que las tasas de crecimientocomenzaran a caer a medida que los países se desarrollaran; pero,como advirtieron muchos, los países pobres no podían esperarhasta que este proceso ocurriera y debían agilizar la reducción de laertilidad por medios más directos.14

Esta preocupación con respecto a la población había eistidopor varias décadas, especialmente en relación con Asia.15 Cons-tituía uno de los tópicos centrales de las discusiones sobre raza y 

racismo. Pero la intensidad y la orma que tomó la discusión erannuevas. Como lo epresara un autor, “es probable que en los últi-mos cinco años se hayan publicado más tratados sobre la pobla-ción que en los siglos anteriores” (Pendell, 1951: 377). Las discu-siones sostenidas en los círculos académicos o en el ámbito delas nacientes organizaciones internacionales también tenían unnuevo tono. Se remitían a tópicos como la relación entre el creci-

miento económico y el aumento de la población, entre población,recursos y producción; entre los actores culturales y el control

14 Las sutilezas malthusianas eran a veces eageradas, como en elsiguiente ejemplo: “Como señaló Malthus hace mucho tiempo, la oertade personas ácilmente sobrepasa a la oerta de alimentos… Donde loshombres se han vuelto más numerosos que el alimento, los hombres sonbaratos; donde el alimento todavía es abundante en relación con loshombres, los hombres son caros… ¿Qué es un hombre caro? Uno que ha

sido costoso de criar; que ha adquirido hábitos costosos, entre los cualesestán las destrezas que otras personas están dispuestas a comprar a altoprecio… Por lo menos 75 millones de norteamericanos han estado, conalgunos altibajos, llevando este tipo de vida… Los norteamericanoshemos tenido a la mano 22.796 toneladas de carbón para cada uno. Lositalianos solo tienen seis por cabeza. ¿Por qué sorprenderse de que lositalianos sean baratos y nosotros caros? ¿O de que todos los italianosquieran venir a vivir con nosotros? Tenemos aproimadamente sesenta

 veces el hierro y doscientas veces el carbón que tienen los japoneses.Claro que los japoneses son baratos…” (Pendell, 1951: VIII). Otros librosmalthusianos amosos del período ueron los de Vogt (1984) y Osborn

(1948).15 Véase, por ejemplo, Dennery (1970 [1931]). El libro versa sobre el creci-

miento de la población en India, China y Japón, y sus consecuenciaspara Occidente.

Page 72: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 72/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

72

natal. También se emprendió el estudio de temas como la epe-riencia demográca de los países ricos y su posible etrapola-

ción a los países pobres; los actores que aectan la ertilidad y lamortalidad; las tendencias demográcas y sus proyecciones utu-ras; las condiciones necesarias para realizar programas eitososde control de la población, y así sucesivamente. En otras palabras,muy semejante a lo que ocurría con la raza y el racismo durante elmismo período,16 y a pesar de la persistencia de creencias abierta-mente racistas, los discursos sobre la población se reorganizabanen los campos “cientícos” de la demograía, la salud pública, y la

biología de poblaciones. Una nueva óptica de la población y de losinstrumentos cientícos y tecnológicos para su manejo cobrabaorma.17

La promesa de la ciencia y la tecnología

La e en la ciencia y la tecnología, ortalecida por las nuevasciencias surgidas del esuerzo bélico, como la ísica nuclear y la

investigación de operaciones, desempeñó un papel importante enla elaboración y justicación del nuevo discurso del desarrollo. En1948, un conocido uncionario de las Naciones Unidas epresó estae diciendo: “Todavía creo que el progreso humano depende deldesarrollo y la aplicación en el mayor grado posible de la investiga-ción cientíca… El desarrollo de un país depende ante todo de unactor material: primero, el conocimiento, y luego, la eplotación de

todos sus recursos naturales” (Laugier, 1948: 256).16 Estoy en deuda con Ron Balderrama por haber compartido conmigo su

análisis de la naturaleza cambiante del discurso sobre la raza durantelos años 40 y 50. Dicho discurso comenzó a articularse en los términoscientícos de la biología de la población, y otros por el estilo.

17 Es importante recalcar que esta preocupación no estaba dirigida a lascausas estructurales de la pobreza, sino que más bien se prestaba apolíticas imperialistas o elitistas de “control de la población”, en parti-cular contra los pueblos indígenas y las clases populares (Mamdani,

1973). Aunque el acceso a la anticoncepción puede implicar un signi-cativo mejoramiento en especial para las mujeres, no debería ser incom-patible con la lucha contra la pobreza y en avor de mejores servicios desalud, como insisten las mujeres en muchas partes de América Latina.Véase por ejemplo Barroso y Bruschini (1991).

Page 73: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 73/423

73

Capítulo II

La ciencia y la tecnología se habían convertido en abanderadaspor ecelencia de la civilización en el siglo xIx, cuando las máqui-

nas se constituyeron en el índice de civilización, en “la medida delos hombres” (Adas, 1989). Este rasgo moderno se reactivó con eladvenimiento de la era del desarrollo. Para 1949, el Plan Marshallmostraba grandes éitos en la restauración de la economía europea,

 y la atención se dirigía cada vez más hacia los problemas de largoplazo de la ayuda para el desarrollo económico en áreas subde-sarrolladas. De este desplazamiento surgió el amoso ProgramaPoint IV del presidente Truman, con que iniciamos este libro, que

comprendía la aplicación a las áreas pobres del mundo de las que seconsideraban dos uerzas vitales: la tecnología moderna y el capital.Sin embargo, dependía mucho más de la ansiedad técnica que delcapital, ya que se creía que la primera podría traer el progreso a unprecio mucho menor. En mayo de 1950, el Congreso aprobó un “Actapara el desarrollo internacional”, para autorizar la nanciación y llevar a cabo diversas actividades de cooperación técnica interna-

cional. En octubre del mismo año, Technical Cooperation Adminis-tration (TCA) se creó en el Departamento de Estado, con la tarea dedesarrollar las nuevas políticas. Para 1952 ambas agencias dirigíanoperaciones en casi todos los países latinoamericanos, así como en

 varios de Asia y Árica (Brown y Opie, 1953).La tecnología, se pensaba, no solo aumentaría el progreso mate-

rial: le otorgaría, además, dirección y signicado. En la etensa

bibliograía sobre la sociología de la modernización, la tecnología ueteorizada como una especie de uerza moral que operaría creandouna ética de la innovación, la producción y el resultado. La tecnologíacontribuía así a la etensión planetaria de los ideales modernistas. Elconcepto “transerencia de tecnología” se convertiría con el tiempoen componente importante de los proyectos de desarrollo. Nunca setomó conciencia de que la transerencia no dependía simplementede elementos técnicos sino también de actores sociales y cultura-les. La tecnología era considerada neutral e inevitablemente bené-ca y no como instrumento para la creación de los órdenes sociales y culturales (Morandé, 1984; García de la Huerta, 1992).

Page 74: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 74/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

74

La nueva conciencia sobre la importancia del Tercer Mundopara la economía y la política globales, junto con el comienzo de acti-

 vidades de campo en el mismo, trajeron consigo el reconocimientode la necesidad de obtener conocimientos más precisos sobre él.En ningún lugar se percibió esta necesidad con mayor agudeza queen América Latina. Como lo epresara un eminente latinoameri-canista, “Los años de guerra presenciaron un aumento notable delinterés por América Latina. La que otrora uera un área que sola-mente diplomáticos y académicos pioneros se atrevían a eplorar,se convirtió casi de la noche a la mañana en el centro de atracción

de los representantes gubernamentales, así como de estudiosos y proesores” (Burgin, [1947] 1967: 466). Esto eigía “conocimientodetallado del potencial económico de América Latina, así como delmedio ambiente geográco, social y político en cuyo marco dichopotencial se haría realidad” (pág. 466). Solo en “historia, literatura

 y etnología” el estado del conocimiento se consideraba adecuado.Lo que se necesitaba ahora era un tipo de conocimiento preciso

que podría obtenerse mediante la aplicación de las nuevas cien-cias sociales “cientícas” que eperimentaban entonces un notableauge en las universidades de Estados Unidos (como la sociologíaparsoniana, la macroeconomía keynesiana, el análisis de sistemas

 y la investigación de operaciones, la demograía y la estadística).En 1949 un ilustre estudioso peruano describió la “misión de losestudios latinoamericanos” como “proporcionar, mediante estudio

e investigación, una base que permita interpretar y evaluar objeti- vamente los problemas y eventos diarios desde la perspectiva de lahistoria, la geograía, la economía, la sociología, la antropología, lapsicología social y la ciencia política” (Basadre, [1949] 1967: 434).

El de Basadre también era un llamado al cambio social, a pesarde haber quedado atrapado bajo la moda del desarrollo. El anteriormodelo de producción de conocimiento, organizado alrededor delas proesiones clásicas a la usanza del siglo xIx, ue reemplazadopor el modelo norteamericano. La sociología y la economía ueronlas disciplinas más aectadas por el cambio, que involucró a lamayoría de las ciencias naturales y sociales. El desarrollo tenía que

Page 75: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 75/423

75

Capítulo II

basarse en una producción del conocimiento que suministrara uncuadro cientíco de los problemas sociales y económicos y de los

recursos de un país. Ello implicaba establecer instituciones capacesde generar tal conocimiento. El “árbol de la investigación” del Norteue trasplantado al Sur, y con ello América Latina entró a ormarparte del sistema transnacional de conocimiento. Algunos sostie-nen que a pesar de que esta transormación creó nuevas capacida-des cognoscitivas, también implicó una pérdida de autonomía y elbloqueo de modos alternativos de conocimiento (Fuenzalida, 1983;Morandé, 1984; Escobar, 1989).

Se pensaba que atrás había quedado la época en que la cien-cia estaba contaminada por el prejuicio y el error. La nueva obje-tividad garantizaba la precisión y la certeza en la representación.Poco a poco los viejos modos de pensar darían paso al nuevo espí-ritu. Los economistas se sumaron rápidamente a esta ola de entu-siasmo. De la noche a la mañana se descubrió que América Latinaera “una tábula rasa para el historiador económico” (Burgin, [1947]

1967: 474), y el pensamiento económico latinoamericano comenzóa ser considerado como desprovisto de cualquier coneión con lascondiciones locales, como un mero apéndice de la economía clásicaeuropea. Los nuevos académicos comenzaron a comprender que “elpunto de partida de la investigación debe ser el área misma, porquees solamente en términos de su desarrollo histórico y sus objetivoscomo la organización y el uncionamiento de la economía pueden

ser bien comprendidos” (pág. 469). El terreno estaba abonado parael surgimiento del desarrollo económico como proyecto teóricolegítimo.

La comprensión mayor y más diundida del uncionamiento delsistema económico ortaleció la esperanza de llevar la prosperidadmaterial al resto del mundo. La conveniencia, no cuestionada, delcrecimiento económico quedaba así ligada a la renovada e en laciencia y la tecnología. El crecimiento económico presuponía laeistencia de un continuum entre países pobres y ricos, que permi-tiría la reproducción en los países pobres de las condiciones quecaracterizaban a los países capitalistas avanzados (incluyendo la

Page 76: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 76/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

76

industrialización, la urbanización, la modernización agrícola, lainraestructura, el creciente suministro de servicios sociales y los

altos niveles de alabetismo). El desarrollo era concebido como elproceso de transición de una situación a otra. Esta noción coneríaa los procesos de acumulación y desarrollo un carácter progresivo,ordenado y estable, el cual culminaría a nales de los cincuentae inicios de los sesenta con las teorías de modernización y de lasetapas del desarrollo económico (Rostow, 1960).18

Finalmente, hubo otro actor que infuyó en la ormación de lanueva estrategia del desarrollo: la creciente eperiencia de interven-

ción pública en la economía. Aunque el carácter deseable de dichaintervención, en contraposición con un enoque más de laissez-aire seguía siendo controvertido,19 cada vez se generalizaba más el reco-nocimiento de la necesidad de algún tipo de planeación o accióngubernamental. La eperiencia de la planeación social durante el

 New Deal, legitimada por el keynesianismo, así como las “comuni-dades planicadas” concebidas e implementadas parcialmente en

comunidades de indígenas norteamericanos y en campos de concen-tración para japoneses-americanos en Estados Unidos (James, 1984)representaban eperimentos signicativos de intervención social.Lo mismo sucedía con las corporaciones legales y las compañíaspúblicas establecidas en países industrializados por iniciativa guber-namental, por ejemplo, la British Broadcasting Commission (BBC) y la Tennessee Valley Authority (TVA). Algunas corporaciones regio-

nales de desarrollo se establecieron en América Latina y otros sitiosdel Tercer Mundo siguiendo el modelo de la TVA.20 Los modelos de

18 Para un recuento de las teorías de modernización véanse Villamil, ed.(1979); Portes (1976); Gendzier (1985) y Banuri (1990).

19 Puede encontrarse un debate sobre el tema en el ataque rontal quehiciera von Hayek (1944) a todos los tipos de intervención en la econo-mía, y en la respuesta de Finer (1949) a Hayek. Véase también Lewis(1949), particular en su razonamiento de “por qué planicar en lospaíses atrasados”.

20 La infuencia de la TVA no estuvo restringida en absoluto a Colombia.En muchos países se diseñaron esquemas para el desarrollo de cuencasfuviales con la participación directa de la TVA. Esta historia aún no hasido contada.

Page 77: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 77/423

77

Capítulo II

planeación nacional, regional y sectorial se volvieron esenciales parael uncionamiento y la diusión del desarrollo.

En síntesis, estas ueron las condiciones más importantes queposibilitaron y le dieron orma al discurso del desarrollo. Se habíadado una reorganización mundial del poder con resultados queseguían siendo poco claros. Se habían dado importantes cambiosen la estructura de la producción, la cual tenía que ser ajustada a lasnecesidades del sistema capitalista en el cual los países subdesa-rrollados ocupaban un lugar cada vez más importante, aunque nocompletamente denido. Estos países podrían hacer alianzas con

cualquier polo de poder. En vista de la epansión del comunismo,del deterioro constante de las condiciones de vida, y del alarmanteaumento de su población, el rumbo que estos países tomarondependía mucho de un tipo de acción de alcances y urgencia nunca

 vistos.Por otra parte, se creía que los países ricos tenían la capacidad

nanciera y tecnológica para aanzar el progreso en todo el mundo.

Una mirada a su historia les daba la rme convicción de que elloera no solo posible, para no decir deseable, sino tal vez inevitable.Tarde o temprano los países pobres se volverían ricos y el mundosubdesarrollado se desarrollaría. Un nuevo tipo de conocimientoeconómico y una eperiencia enriquecida con el diseño y manejode sistemas sociales hacían parecer esta meta más plausible toda-

 vía. Ahora era cuestión de plantear una estrategia adecuada y de

poner en marcha las uerzas indicadas para asegurar el progreso y la elicidad mundiales.Detrás del interés humanitario y de la apariencia positiva de la

nueva estrategia comenzaron a operar nuevas ormas de control,más sutiles y renadas. La capacidad de los pobres para denir y regir sus propias vidas se erosionó más proundamente que antes.Los pobres del mundo se convirtieron en el blanco de prácticas cada

 vez más sosticadas y de una multiplicidad de programas aparen-temente ineludibles. Desde las nuevas instituciones de poder enEstados Unidos y Europa, desde las ocinas del Banco Internacio-nal de Reconstrucción y Fomento y de las Naciones Unidas, desde

Page 78: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 78/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

78

las universidades, centros de investigación y undaciones norte-americanas y europeas, y desde las ocinas de planeación recién

establecidas en las grandes capitales del mundo subdesarrollado,este era el tipo de desarrollo que se promovía y que, al cabo depocos años, penetraría todas las eseras de la sociedad. Veamosahora cómo este conjunto de actores históricos dio como resultadoel nuevo discurso del desarrollo.

El discurso del desarrollo

El espacio del desarrollo

¿Qué signica armar que el desarrollo comenzó a uncionarcomo discurso, es decir, que creó un espacio en el cual solo cier-tas cosas podían decirse e incluso imaginarse? Si el discurso es elproceso a través del cual la realidad social llega a ser, si es la arti-culación del conocimiento y el poder, de lo visible y lo epresable,¿cómo puede particularizarse y relacionarse el discurso del desa-

rrollo con los acontecimientos técnicos, políticos y económicos delmomento? ¿Cómo se convirtió el desarrollo en espacio para la crea-ción sistemática de conceptos, teorías y prácticas?

Una aproimación inicial a la naturaleza del desarrollo comodiscurso son sus premisas undamentales, tal como ueron ormu-ladas en los años cuarenta y cincuenta. La premisa básica era lacreencia del papel de la modernización como única uerza capaz de

destruir supersticiones y relaciones arcaicas, sin importar el costosocial, cultural y político. La industrialización y la urbanizacióneran consideradas rutas progresivas e inevitables hacia la moder-nización. Solo mediante el desarrollo material podría producirseel progreso social, cultural y político. Esta opinión determinó lacreencia de que la inversión de capital era el elemento más impor-tante del crecimiento económico y el desarrollo. El avance de lospaíses pobres se concibió entonces, desde el comienzo, en unciónde grandes suministros de capital para proporcionar la inraestruc-tura, la industrialización y la modernización global de la sociedad.¿De dónde vendría el capital? Una posibilidad era, por supuesto,

Page 79: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 79/423

79

Capítulo II

el ahorro doméstico. Pero se consideraba que estos países estabanatrapados en un “círculo vicioso” de pobreza y alta de capital, de

tal modo que buena parte del “anheladísimo” capital tendría quellegar del etranjero (véase capítulo 3). Además, era absolutamentenecesario que los gobiernos y las organizaciones internacionalesdesempeñaran un rol activo en la promoción y organización de losesuerzos necesarios para superar el atraso general y el subdesa-rrollo económico.

De acuerdo con la anterior descripción, ¿cuáles ueron, enton-ces, los elementos más importantes en la ormulación de la teoría

del desarrollo? De una parte estaba el proceso de ormación decapital, y sus diversos actores: tecnología, población y recursos,política scal y monetaria, industrialización y desarrollo agrícola,intercambio y comercio. Eistía también una serie de actores liga-dos a consideraciones culturales, como la educación y la necesidadde omentar los valores culturales modernos. Finalmente, estabala necesidad de crear instituciones adecuadas para llevar adelante

la compleja labor: organizaciones internacionales (como el BancoMundial y el Fondo Monetario Internacional, creados en 1944, y lamayoría de las agencias técnicas de las Naciones Unidas, tambiénproducto de mediados de los años cuarenta); ocinas de planica-ción nacional (que se multiplicaron en América Latina especial-mente después de la iniciación de la Alianza para el Progreso acomienzos de los años sesenta); y agencias técnicas de otros tipos.

El desarrollo no solo ue el resultado de combinar, estudiaro elaborar gradualmente estos elementos (algunos de los cuales ya eistían); ni producto de la introducción de nuevas ideas(algunas de ellas ya estaban apareciendo o a punto de hacerlo);ni eecto de las nuevas organizaciones internacionales o de lasinstituciones nancieras (que tenían algunos precursores, comola Liga de Naciones). Fue más bien resultado del establecimientode un conjunto de relaciones entre dichos elementos, institucio-nes y prácticas, así como de la sistematización de sus relaciones.El discurso del desarrollo no estuvo constituido por la organi-zación de los posibles objetos que estaban bajo su dominio, sino

Page 80: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 80/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

80

por la manera en que, gracias a este conjunto de relaciones, uecapaz de crear sistemáticamente los objetos de los que hablaba,

agruparlos y disponerlos de ciertas maneras y conerirles unidadpropia.21

Para entender el desarrollo como discurso es necesario mirarno a los elementos mismos sino al sistema de sus relaciones recí-procas. Es este sistema de relaciones el que permite la creaciónsistemática de objetos, conceptos y estrategias; él determina lo quepuede pensarse y decirse. Dichas relaciones –establecidas entreinstituciones, procesos socio-económicos, ormas de conocimiento,

actores tecnológicos, etcétera– denen las condiciones bajo lascuales pueden incorporarse al discurso objetos, conceptos, teorías y estrategias. Es decir, el sistema de relaciones establece una prácticadiscursiva que determina las reglas del juego: quién puede hablar,desde qué puntos de vista, con qué autoridad y según qué calica-ciones; dene las reglas a seguir para el surgimiento, denomina-ción, análisis y eventual transormación de cualquier problema,

teoría u objeto en un plan o política.Los objetos con los cuales comenzó a relacionarse al desarrollo

después de 1945 ueron numerosos y variados. Algunos se destaca-ban claramente (pobreza, tecnología y capital insucientes, rápidocrecimiento demográco, servicios públicos inadecuados, prácticasagrícolas arcaicas, etcétera), mientras que otros se introdujeron conmayor cautela o aun en orma subrepticia (como las actitudes y valo-

res culturales, y la eistencia de actores raciales, religiosos, geográ-cos o étnicos supuestamente asociados con el atraso). Dichoselementos emergían desde múltiples puntos: desde las reciénormadas instituciones internacionales y las ocinas gubernamen-tales de lejanas capitales, desde instituciones nuevas y antiguas,universidades y centros de investigación de países desarrollados, y,en orma creciente con el transcurso del tiempo, desde las institu-ciones del mismo Tercer Mundo. Todo estaba sujeto a la mirada delos nuevos epertos: las viviendas pobres de las masas rurales, los

21 La metodología usada en esta sección para el estudio del discurso siguela de Foucault. Véanse especialmente Foucault (1972) y (1991b).

Page 81: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 81/423

81

Capítulo II

 vastos campos agrícolas, las ciudades, los hogares, las ábricas, loshospitales, las escuelas, las ocinas públicas, los pueblos y regiones,

 y en última instancia, el mundo en su conjunto. La vasta supercieen la cual se movía a sus anchas el discurso cubría prácticamentetoda la geograía cultural, económica y política del Tercer Mundo.

Pero no todos los actores distribuidos a lo ancho de esta super-cie tenían acceso a la denición de los objetos y al análisis de susproblemas. Estaban en juego algunos principios claros de autori-dad, que tenían que ver con el rol de los epertos, con los criteriosde conocimiento y competencia necesarios; con instituciones como

Naciones Unidas, que detentaban la autoridad moral, proesional y legal para nominar objetos y denir estrategias, y con los organis-mos nancieros internacionales que ostentaban los símbolos delcapital y del poder. Esos principios de autoridad también concer-nían a los gobiernos de los países pobres con la autoridad políticalegal sobre la vida de sus súbditos; y, nalmente, la posición de lide-razgo de los países ricos que poseían el poder, el conocimiento y la

eperiencia para decidir lo que debía hacerse.Los epertos en economía, demograía, educación, salud pública

 y nutrición elaboraban sus teorías, emitían sus juicios y observacio-nes y diseñaban sus programas desde estos espacios instituciona-les. Los “problemas” eran identicados progresivamente, creandonumerosas categorías de “cliente”. El desarrollo avanzó creando“anormalidades” (como “iletrados”, “subdesarrollados”, “malnu-

tridos”, “pequeños agricultores”, o “campesinos sin tierra”), paratratarlas y reormarlas luego. Estos enoques habrían podido tenereectos positivos como alivio de las restricciones materiales, peroligados a la racionalidad desarrollista se convirtieron, dentro deesta racionalidad, en instrumento de poder y control. Con el pasodel tiempo, se incorporaron progresiva y selectivamente nuevosproblemas; una vez que un problema era incorporado al discurso,tenía que ser categorizado y especicado. Algunos se especica-ban en determinado nivel (como el local o regional), o en variosde ellos (por ejemplo, una deciencia nutricional en los hogarespodía especicarse todavía más como una escasez de la producción

Page 82: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 82/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

82

regional, o como relativa a determinado grupo poblacional), o enrelación con una institución. Pero estas especicaciones tan rena-

das no pretendían tanto arrojar luz sobre posibles soluciones, comoatribuir los “problemas” a una realidad visible sujeta a tratamientosparticulares.

Una especicación tal de los problemas, aparentemente inter-minables, requería observaciones detalladas en los pueblos, regio-nes y países del Tercer Mundo. Se elaboraron epedientes comple-tos de los países y se diseñaron y renaron sin cesar técnicas deinormación. Este rasgo del discurso permitió una radiograía de

la vida social y económica de los países, constituyéndose en verda-dera anatomía política del Tercer Mundo.22 El resultado nal ue lacreación de un espacio de pensamiento y de acción cuya amplia-ción estaba determinada de antemano por aquellas mismas reglasintroducidas durante sus etapas ormativas. El discurso de desa-rrollo denía un campo perceptual estructurado mediante marcosde observación, modos de interrogación y registro de problemas,

 y ormas de intervención; en síntesis, creó un espacio denido notanto por el conjunto de objetos con el que estaba relacionado, sinomás bien por un conjunto de relaciones y una práctica discursivaque producía sistemáticamente objetos, conceptos, teorías y estra-tegias relacionados entre sí.

Es verdad que con el paso de los años se incluyeron nuevosobjetos, se introdujeron nuevos modos de operación y se modi-

caron (por ejemplo, en relación con las estrategias para combatir elhambre cambiaron tanto los conocimientos sobre requerimientosnutricionales, como los tipos prioritarios de cultivo y las opcionestecnológicas). Pero el mismo tipo de relaciones entre los elementosse mantiene mediante las prácticas discursivas de las instituciones.

22 Los acuerdos prestatarios (acuerdos de garantía) entre el BancoMundial y los países receptores rmados a nales de los años cuarenta

 y cincuenta incluían invariablemente el compromiso de darle “al Banco”

toda la inormación que pidiera. También estipulaban el derecho de losrepresentantes del Banco a visitar cualquier territorio del país en cues-tión. Las “misiones” enviadas periódicamente por este a los países cons-tituyen el mecanismo principal para etraer inormación detalladasobre ellos, como se mostrará en el capítulo 4.

Page 83: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 83/423

83

Capítulo II

Es más, opciones en apariencia opuestas pueden coeistir ácil-mente dentro del mismo campo discursivo (en la economía del

desarrollo, por ejemplo, las escuelas monetarista y estructuralistaparecían estar en abierta contradicción a pesar de que pertene-cían a la misma ormación discursiva y se originaban en el mismoconjunto de relaciones, como se mostrará en el próimo capítulo.También puede demostrarse que la reorma agraria, la revolución

 verde y el desarrollo rural integrado son estrategias a través de lascuales se construye la misma unidad, “el hambre”, como veremosen el capítulo 4). En otras palabras, aunque el discurso ha surido

una serie de cambios estructurales, la arquitectura de la ormacióndiscursiva establecida en el período 1945-1955 ha permanecidoigual, permitiendo que el discurso se adapte a nuevas condiciones.El resultado ha sido la sucesión de estrategias y subestrategias dedesarrollo hasta la actualidad, siempre dentro de los límites delmismo espacio discursivo.

También es evidente que otros discursos históricos infuyeron

en las representaciones particulares del desarrollo. El discurso delcomunismo, por ejemplo, infuyó sobre la promoción de opcionesque acentuaban el rol del individuo en la sociedad y, en particu-lar, de los enoques basados en la iniciativa y la propiedad priva-das. Tanto énasis en este asunto y una actitud tan moralizadora tal

 vez no habrían eistido en el marco del desarrollo sin la constanteprédica anticomunista originada durante la guerra ría. De igual

modo, el hecho de que el desarrollo económico dependiera tantode la necesidad de divisas avoreció la promoción de cultivos deeportación, en detrimento de los cultivos de consumo doméstico.Sin embargo, como se verá en los capítulos posteriores las ormasen que el discurso organizó estos elementos no puede reducirse arelaciones causales.

En orma similar, el etnocentrismo y el patriarcado infuye-ron en la orma que tomó el desarrollo. Las poblaciones indígenastenían que ser “modernizadas”, y aquí la modernización signi-caba la adopción de los valores “correctos”, es decir, los sustenta-dos por la minoría blanca o la mayoría mestiza, y, en general, de los

Page 84: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 84/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

84

 valores implícitos en el ideal del europeo culto. De otra parte, losprogramas de industrialización y desarrollo agrícola no solamente

habían vuelto invisible a la mujer en su rol como productora,sino que además tendían a perpetuar su subordinación (véase elcapítulo 5). Las ormas de poder en cuanto a clase, género, raza

 y nacionalidad se ubicaron así en la teoría y en la práctica deldesarrollo. Aquellas no determinan a estas en una relación causaldirecta, sino que más bien constituyen los elementos ormativosdel discurso.

El eamen de cualquier elemento debe hacerse en el conteto

global del discurso, por ejemplo, el énasis en la acumulación decapital surgió como parte de un conjunto de relaciones comple-

 jas en las cuales intervenían muchos actores: la tecnología, lasnuevas instituciones nancieras, los sistemas de clasicación(PIB per cápita), los sistemas de toma de decisiones (como losnuevos mecanismos de cuentas nacionales y la asignación públicade recursos), los modos de conocimiento, y una serie de actores

internacionales. Lo que convirtió a los economistas del desarrolloen guras privilegiadas ue su posición dentro de este complejosistema. Las opciones privilegiadas o ecluidas también debenconsiderarse a la luz de la dinámica global del discurso: por qué,por ejemplo, el discurso privilegió los cultivos de eportación(para asegurar divisas, según los imperativos de la tecnología y delcapital) y no cultivos para el consumo; la planeación centralizada

(para satisacer eigencias económicas y de conocimientos), perono enoques participativos y descentralizados; el desarrollo agrí-cola basado en etensas granjas mecanizadas y en el uso de insu-mos químicos, y no en sistemas agrícolas alternativos de pequeñasncas, basados en consideraciones ecológicas y en el manejo inte-grado de plagas y cultivos; crecimiento económico acelerado y noarticulación de mercados internos para satisacer las necesidadesde la mayoría de la población; soluciones intensivas en capital y no en trabajo. Con la proundización de la crisis, algunas de lasopciones antes ecluidas se están tomando en cuenta, aunque casisiempre desde una perspectiva desarrollista, como sucede con la

Page 85: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 85/423

85

Capítulo II

estrategia del desarrollo sostenible, a discutirse en los próimoscapítulos.

Finalmente, lo que en realidad se incluye como aspecto legítimodel desarrollo puede depender de relaciones especícas estable-cidas en medio del discurso. Por ejemplo, relaciones entre lo quedicen los epertos y lo que la política internacional determina comoactible (que puede denir, por ejemplo, lo que un organismo inter-nacional recete a partir de las recomendaciones de un grupo deepertos); entre segmentos del poder (industria versus agricultura,por ejemplo); o entre dos o más ormas de autoridad (por ejemplo,

el equilibrio entre nutricionistas y especialistas en salud pública,de un lado, y la proesión médica, de otro que puede determinar laadopción de uno u otro enoque para la atención en salud rural).Otros tipos de relaciones a considerar incluyen aquellos entre loslugares de origen de los objetos (por ejemplo, entre áreas urba-nas y rurales), entre procedimientos de diagnóstico de necesida-des (como el uso de “datos empíricos” por parte de las misiones del

Banco Mundial) y la posición de autoridad de quienes realizan eldiagnóstico (que puede determinar las propuestas y su posibilidadde implementación).

Son relaciones de este tipo las que rigen la práctica del desa-rrollo, que no es estática pero sigue reproduciendo las relacionesentre los elementos que involucra. Fue la sistematización de estasrelaciones la que conrió al desarrollo su gran calidad dinámica.

Fue la inmanente adaptabilidad a condiciones cambiantes la quele permitió sobrevivir hasta el presente. En 1955 ya se evidenciabaun discurso que se caracterizaba no por tener un objeto unicadosino por ormar un vasto número de objetos y estrategias; no pornuevos conocimientos sino por la sistemática inclusión de nuevosobjetos bajo su dominio. Sin embargo, la eclusión más importanteera, y continúa siendo, lo que se suponía era el objeto primordial deldesarrollo: la gente. El desarrollo era, y sigue siendo en gran parte,un enoque de arriba abajo, etnocéntrico y tecnocrático que tratabaa la gente y a las culturas como conceptos abstractos, como cirasestadísticas que se podían mover de un lado a otro en las grácas

Page 86: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 86/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

86

del “progreso”. El desarrollo nunca ue concebido como procesocultural (la cultura era una variable residual, que desaparecería

con el avance de la modernización) sino más bien como un sistemade intervenciones técnicas aplicables más o menos universalmentecon el objeto de llevar algunos bienes “indispensables” a una pobla-ción “objetivo”. No resulta sorprendente que el desarrollo se convir-tiera en una uerza tan destructiva para las culturas del TercerMundo, irónicamente en nombre de los intereses de sus gentes.

La proesionalización e institucionalización del desarrollo

El desarrollo ue una respuesta a la problematización de lapobreza que tuvo lugar en los años posteriores a la Segunda GuerraMundial, y no un proceso natural de descubrimiento y tratamientogradual de los problemas por parte de las ciencias e institucionesmodernas. Como tal, debe tomarse como una construcción históricaque crea un espacio en el cual los países pobres son conocidos, de-nidos e intervenidos. Hablar del desarrollo como construcción histó-

rica requiere un análisis de los mecanismos que lo convierten enuerza real y activa, mecanismos que están estructurados por ormasde conocimiento y de poder, y que pueden ser estudiados en térmi-nos de sus procesos de institucionalización y proesionalización.

La proesionalización del desarrollo

El concepto de proesionalización se reere básicamente al

proceso mediante el cual el Tercer Mundo es incorporado a la polí-tica del conocimiento especializado y de la ciencia occidental engeneral. Esto se logra mediante un conjunto de técnicas, estrate-gias y prácticas disciplinarias que organiza la generación, valida-ción y diusión del conocimiento sobre el desarrollo, incluyendo alas disciplinas académicas, a los métodos de enseñanza e investiga-ción, a los criterios de autoridad y a otras diversas prácticas proe-sionales. En otras palabras, los mecanismos a través de los cualesse crea y mantiene una política de la verdad y que permiten queciertas ormas de conocimiento reciban el estatus de verdad. Estaproesionalización se eectuó mediante la prolieración de ciencias

Page 87: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 87/423

87

Capítulo II

 y subdisciplinas del desarrollo, acilitando la incorporación progre-siva de problemas al espacio del desarrollo, dando visibilidad a los

problemas de un modo congruente con el sistema de conocimiento y poder establecido.La proesionalización del desarrollo también permitió despla-

zar todos los problemas de los ámbitos políticos y culturales alcampo aparentemente más neutral de la ciencia. Ello desembocóen la creación de planes de estudio del desarrollo en muchas de lasprincipales universidades del mundo desarrollado, y condicionó lacreación o reestructuración de las universidades del Tercer Mundo

para adecuarse a las necesidades del desarrollo. Las ciencias socia-les empíricas, en ascenso desde nales de los años cuarenta, enespecial en Estados Unidos e Inglaterra, ueron decisivas a esterespecto. Igual importancia tuvieron los programas de estudio deárea ( Area Studies), que luego de la guerra se pusieron en bogaen los círculos académicos y de toma de decisiones. Como ya semencionó, el carácter cada vez más proesional del desarrollo tuvo

como consecuencia una reorganización radical de las institucio-nes de educación de América Latina y de otras regiones del TercerMundo. El desarrollo proesionalizado requería la producción deconocimiento que permitiera a los epertos y planicadores “veri-car cientícamente los requerimientos sociales”, para rememorarlas palabras de Currie (Fuenzalida, 1983, 1987).23

Una voluntad nunca vista de conocerlo todo sobre el Tercer

Mundo foreció abiertamente y creció como un virus. Como con eldesembarco de los aliados en Normandía, el Tercer Mundo presen-ció la llegada masiva de epertos encargados de investigar, mediro teorizar este o aquel aspecto de sus sociedades.24 Las políticas y 

23 Aunque la mayoría de los proesionales latinoamericanos se dedicóávidamente a la tarea de etraer el nuevo conocimiento de las econo-mías y culturas de sus países, con el tiempo la transnacionalización delconocimiento desembocaría en una dialéctica que clamaba por unaciencia social más autónoma (Fals Borda, 1970). Esta dialéctica contri-

buyó a esuerzos sociales e intelectuales como la teoría de la dependen-cia y la teología de la liberación.

24 Debo esta utilísima analogía –entre la “llegada de epertos” al TercerMundo a comienzos de la segunda posguerra y el desembarco aliado en

Page 88: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 88/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

88

programas surgidos de un campo tan vasto de conocimiento teníaninevitablemente uertes componentes normativos. Lo que estaba

en juego era toda una política del conocimiento que permitiera alos epertos clasicar problemas y ormular políticas, emitir juiciosacerca de grupos sociales enteros y hasta predecir su uturo, ensíntesis, producir un régimen de verdades y normas al respecto.Nunca se pondría el suciente énasis en las consecuencias queesto tuvo para los grupos y países en cuestión.

Otra consecuencia importante de la proesionalización deldesarrollo ue la conversión inevitable de las gentes del Tercer

Mundo en datos de investigación según los paradigmas del capi-talismo occidental. Eiste otra paradoja en la situación: como loepresara una académica aricana: “Nuestra historia, nuestrasculturas y prácticas, buenas o malas, son descubiertas y traducidasen las revistas especializadas del Norte y vuelven a nosotros recon-ceptualizadas en lenguajes y paradigmas que hacen parecer tododistinto y novedoso” (Namuddu, 1989: 28; citado en Mueller, 1991:

5). La magnitud y las consecuencias de esta operación, en aparien-cia neutral pero de hondo contenido ideológico, se eplorarán endetalle en los capítulos posteriores.

La institucionalización del desarrollo

La invención del desarrollo implicaba necesariamente la crea-ción de un campo institucional desde el cual los discursos eran

producidos, registrados, estabilizados, modicados y puestos encirculación. Dicho campo está íntimamente ligado con los proce-sos de proesionalización; juntos constituyen un aparato queorganiza la producción de ormas de conocimiento y la organiza-ción de ormas de poder, interrelacionándolos. La institucionali-zación del desarrollo ocurrió en todos los niveles, desde los orga-nismos internacionales y las agencias de planeación nacional delTercer Mundo hasta las agencias locales de desarrollo, los comitésde desarrollo comunitario, las agencias voluntarias privadas y los

Normandía para liberar a Europa en 1944– al sociólogo chilenoEdmundo Fuenzalida.

Page 89: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 89/423

89

Capítulo II

organismos no gubernamentales. Desde mediados de la décadadel cuarenta y con la creación de los organismos internacionales,

el proceso no ha dejado de epandirse, para consolidar una ecazred de poder. Es a través de la acción de esta red como se vincu-lan la gente y las comunidades a ciclos especícos de produccióneconómica y cultural, y es a través de ella como se promuevenciertos comportamientos y racionalidades. Este campo de inter-

 vención del poder descansa sobre una multitud de centros depoder local, respaldados a su vez por ormas de conocimiento quecirculan localmente.

Este conocimiento sobre el Tercer Mundo se divulga y utilizapor las instituciones a través de programas, conerencias, aseso-rías internacionales, prácticas locales de etensión y otras por elestilo. Un corolario de este proceso es el establecimiento de unaindustria de desarrollo en permanente epansión. Como lo dijeraKenneth Galbraith reriéndose al clima que reinaba en las univer-sidades norteamericanas a comienzos de los años cincuenta:

“Ningún tema económico había captado tan rápido la atenciónde tantos como el rescate de las gentes de los países pobres desus condiciones de pobreza” (1979: 29). La pobreza, el analabe-tismo y hasta el hambre se convirtieron en uente de una lucra-tiva industria para los planicadores, los epertos y los empleadospúblicos (Rahnema, 1986). Ello no signica negar que en ocasio-nes el trabajo de estas instituciones ha beneciado a las gentes.

Signica, en cambio, subrayar que el trabajo de las institucionesde desarrollo no ha sido un esuerzo inocente hecho en nombre delos pobres. Signica que el desarrollo ha tenido éito en la medidaen que ha sido capaz de integrar, administrar y controlar países y poblaciones en ormas cada vez más detalladas y ehaustivas. Siha racasado en su intento por resolver los problemas básicos delsubdesarrollo, puede decirse, tal vez con mayor propiedad, que hatenido éito al crear un tipo de subdesarrollo que ha sido en granparte política y técnicamente manejable. La discordancia entre eldesarrollo institucionalizado y la situación de los grupos popu-lares del Tercer Mundo aumenta con el paso de cada década de

Page 90: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 90/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

90

desarrollo, como lo demuestran cada vez con mayor elocuencia losmismos grupos populares.

La invención de “la aldea”: “el desarrollo” en el nivel local

 James Ferguson (1990) ha mostrado que en la bibliograía deldesarrollo, la construcción de las sociedades del Tercer Mundo como“países menos desarrollados” –igual que la construcción de Colom-bia como “subdesarrollada” por parte de la misión del Banco Mundialen 1949– constituye un rasgo esencial del dispositivo del desarro-

llo. En el caso de Lesotho, por ejemplo, la construcción descansabasobre tres rasgos principales: describir al país como economía abori-gen, desligada de los mercados mundiales; calicar a su poblacióncomo “campesina” y a su producción agrícola como tradicional; y asumir que el país está constituido por una “economía nacional” y que es labor del gobierno nacional desarrollarla. Metáoras del tipo“país menos desarrollado” se repiten en un sinín de situaciones y 

con muchas variaciones. El análisis realizado por Mitchell (1991) dela descripción de Egipto, según la metáora del “valle superpobladodel Nilo”, es otro ejemplo. Como señala el autor, los inormes sobre eldesarrollo de Egipto comienzan invariablemente con una descrip-ción de que 98 por ciento de la población se halla hacinada a orillasdel Nilo. El resultado de esta descripción es una representación de“el problema” en términos de límites naturales, topograía, espacio

ísico y reproducción social, que requiere a su vez soluciones comomejor administración, nuevas tecnologías y control de la población.La deconstrucción que hace Mitchell de esta metáora simple

pero poderosa comienza reconociendo que “los objetos de análisisno ocurren como enómenos naturales sino que son construidosparcialmente por el discurso que los describe. Mientras más natu-ral parezca el objeto, menos obvia resultará su construcción discur-siva… La naturalidad de la imagen topográca identica al objetode desarrollo precisamente como eso, “un objeto distante, que no esparte del estudio sino eterno a él” (1991: 19). Lo que está en juegoes una operación ideológica más sutil:

Page 91: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 91/423

91

Capítulo II

El discurso del desarrollo pretende presentarse a sí mismo como

centro imparcial de racionalidad e inteligencia. La relación entre

Occidente y no Occidente se construye en tales términos. El Occi-dente posee la eperiencia, la tecnología y la capacidad de adminis-

tración de las que carece el no-Occidente. Las cuestiones de poder

 y desigualdad… no se discuten en absoluto. Para guardar silencio

respecto de dichas cuestiones, en las cuales está comprometida su

propia eistencia, el discurso del desarrollo necesita un objeto que

parezca estar uera de sí mismo. ¿Qué objeto más natural podría

eistir, para el eecto, que la imagen de un estrecho valle fuvial,

atestado de millones de habitantes que se multiplican velozmente?

(1991: 33).

Las metáoras del discurso se repiten en todos los niveles, apesar de que hasta la echa se cuenta con pocos estudios sobre loseectos y modos de operación del desarrollo en el ámbito local. Sinembargo, ya eisten algunos indicios localmente. En las aldeas de

Malasia, por ejemplo, los aldeanos educados y los miembros delpartido se han vuelto adeptos al lenguaje del desarrollo promo-

 vido por gobiernos regionales y nacionales (Ong, 1987). También seha destacado una rica gama de resistencias ante las prácticas y lossímbolos de las tecnologías del desarrollo, como la revolución verde(Taussig, 1980; Fals Borda, 1984; Scott, 1985). Sin embargo, apenascomienzan los estudios etnográcos locales enocados sobre los

discursos y prácticas del desarrollo; en cómo se introducen enambientes comunitarios, cómo operan, se utilizan o transorman, y sus eectos sobre la ormación de una estructura y una identidadcomunitarias.

El ecelente estudio de Stacey Leigh Pigg sobre la introducciónde imágenes del desarrollo en las comunidades de Nepal es tal vezel primero en su género. Pigg (1992) centra su análisis en la cons-trucción de una nueva metáora, “la aldea”, como eecto de la intro-ducción del discurso del desarrollo. Su interés es mostrar cómolas ideologías de la modernización y el desarrollo cobran ecaciaen la cultura local, pese a que, como advierte la autora, el proceso

Page 92: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 92/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

92

no pueda ser reducido a una simple asimilación o apropiación demodelos occidentales. Por el contrario, lo que ocurre es una compli-

cada nepalización de los conceptos del desarrollo, muy propia dela historia y la cultura del país. El concepto nepalés del desarrollo(bikas) se convierte en una uerza importante de la organizaciónsocial a través de canales diversos, como su participación en esca-las sociales de progreso estructuradas según el lugar de residen-cia (rural versus urbano), los modos de vida (de grupos nómadas aocinistas), las religiones (de la budista a la hindú ortodoa) y razas(de la asiática central a la aria). En estas escalas, bikas se reere

a un polo más que a otro, a medida que los aldeanos incorporanla ideología de la modernización a su identidad social local, paraconvertirse en bikasi.

 Bikas transorma así lo que representa ser aldeano. Esta trans-ormación es resultado de la orma en que se construye “la aldea”en el discurso de bikas. Como en el caso de la metáora del “paísmenos desarrollado”, el discurso inventa la idea de una aldea

genérica:

Se deduce que la aldea genérica debe estar habitada por aldeanos

genéricos… Quienes planican el desarrollo “saben” que los aldea-

nos tienen ciertos hábitos, creencias y motivaciones… La “ignoran-

cia” de los aldeanos no se debe a alta de conocimiento. Muy por el

contrario, se debe a la presencia de demasiadas creencias inculca-

das localmente… El problema, dirán los planicadores del desarro-llo a sus colegas y al visitante, es que los aldeanos “no entienden las

cosas”. Hablar de “gente que no entiende” es una manera de identi-

car a la gente como “aldeanos”. En la medida en que el desarrollo

busca transormar el pensamiento de la gente, el aldeano debe ser

alguien que no entienda (Pigg, 1992: 17, 20).

Con muchísima recuencia los etensionistas o promotores nepa-líes entienden la discordancia entre las actitudes y hábitos que debenpromover y los que realmente eisten en las “aldeas”. Y son conscien-tes de la diversidad de situaciones locales eistentes en contraposición

Page 93: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 93/423

93

Capítulo II

con la idea homogeneizada de “aldea”. Sin embargo, habida cuenta deque lo que conocen sobre las aldeas reales no puede traducirse direc-

tamente al lenguaje del desarrollo, terminan aceptando el esquemade “aldeanos” que “no entienden las cosas”. Sin embargo, Pigg armaque las categorías sociales del desarrollo no son simplemente impues-tas sino que circulan en la aldea en ormas complejas, cambiando laorma en que los aldeanos se orientan en la sociedad local y nacional.Los lugares se clasican según la cantidad de bikas que hayan logrado(tuberías de acueducto, electricidad, nuevas especies de cabras, pues-tos de salud, carreteras, videos, paraderos de buses); y aunque la gente

sabe que bikas viene de auera, lo aceptan como orma de convertirseen bikasi. La gente se mueve así entre dos sistemas de construir laidentidad local: uno marcado por distinciones locales de edad, casta-etnia, género, propiedad y similares, y otro constituido por la sociedadnacional, con sus centros, perierias y grados de desarrollo.

A medida que el dispositivo bikas adquiere más importanciapara la generación de empleo y otros medios de riqueza y poder

social, más personas desean participar del pastel del desarrollo. Dehecho, lo que la gente desea no es tanto beneciarse de los progra-mas de desarrollo –la gente sabe que no es mucho lo que logracon ellos– sino convertirse en asalariada en la implementacióndel bikas. En síntesis, Pigg muestra cómo la cultura del desarro-llo trabaja al interior de las culturas locales y a través de ellas. Elencuentro con el desarrollo, añade la autora, no debería tomarse

como el choque de dos sistemas culturales sino como una inter-sección que crea situaciones en las cuales las personas comienzana verse de ciertas maneras. En el proceso las dierencias socialescomienzan a representarse en nuevas ormas, incluso a pesar deque las ormas prevalecientes (de casta, clase y género, por ejem-plo) no desaparecen, sino que adquieren nuevo signicado. Surgenentonces nuevas ormas de ubicación social.

El interrogante general planteado por este estudio de caso esel de la circulación y los eectos de los lenguajes del desarrollo y lamodernidad en distintos lugares del Tercer Mundo. La respuesta aesta pregunta es especíca para cada localidad: de acuerdo con la

Page 94: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 94/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

94

historia de su integración a la economía mundial, la herencia colo-nial, los patrones de inserción en el desarrollo y otros actores simi-

lares. Tres breves ejemplos adicionales ayudarán a eplicar la idea.Lo que es bikas en las aldeas de Nepal constituye kamap (“surgi-miento”) en Gapun, una pequeña aldea de Papúa Nueva Guineadonde la búsqueda del desarrollo se ha convertido en un modo de

 vida. En Gapun, el acervo de imágenes del desarrollo proviene de lahistoria de la aldea, marcada por la infuencia constante de misio-neros católicos, administradores coloniales australianos y solda-dos japoneses y norteamericanos. También deriva su orma de los

llamados cultos de cargo, en particular de la creencia de los aldeanosde que sus ancestros volverán de entre los muertos trayendo todo elcargo que tenían los blancos. Con la llegada de los cultivos comer-ciales, los símbolos del desarrollo se han multiplicado a medida quese diversica la actividad económica de los pobladores. Hoy en día,los alimentos de lujo como arroz blanco procesado y Nescaé enca-bezan la lista de símbolos del desarrollo. Como en Nepal, la alta

de desarrollo se identica con cosas como la persistencia de rasgostradicionales y el llevar cargas pesadas. Ahora los niños asisten a laescuela para aprender acerca de los blancos y sus costumbres.

Y, sin embargo, esto no solo signica que Gapun esté “moderni-zándose”. De hecho, gran parte del dinero que se obtiene se gasta encostumbres tradicionales como estas, aunque junto al cerdo y labatata tradicionales aparecen artículos como el arroz y el Nescaé.

Y aunque el kamap representa una transormación hacia el modode vida de quienes viven lejos de sus costas, “surgir” no se consideratanto como un proceso sino más bien como una metamorosis súbita,como una transormación milagrosa: de sus viviendas tradicionalesen viviendas de hierro corrugado, de sus terrenos cenagosos en unamaraña de carreteras pavimentadas, de su comida típica en arroz y timpis [pescado enlatado] y Nescaé, y más signicativo, de su pielen piel blanca (Kulick, 1992: 23). Esta metamorosis reviste caráctermás religioso que cientíco o económico. El desarrollo en Gapunes, en eecto, un tipo sosticado de culto de cargo. El alabetismo, laescolaridad y la política se evalúan en términos de cargo, al tiempo

Page 95: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 95/423

95

Capítulo II

que el lenguaje vernacular ha sido desplazado por la entronizaciónde la escolaridad desde los años sesenta. En síntesis, los habitantes

de Gapun tienen claro lo que signica el desarrollo y a dónde loslleva, aunque este se eprese en lenguajes y prácticas culturalessorpresivamente dierentes.

Otro estudio sobre la naturaleza del desarrollo local se reere alas nociones emeninas del desarrollo y la modernidad en la pobla-ción de Lamu, en Kenia. En esta comunidad, los modelos e imágenesde desarrollo son aún más diversicados dado que, además de lasuentes occidentales, incluyen movimientos islámicos (revitalistas

o revisionistas), las producciones culturales traídas por los ciuda-danos repatriados de los países árabes ricos, y la música, las pelícu-las y telenovelas hindúes transmitidas por video casetes y mediosmasivos de comunicación. El núcleo del asunto es la comprensióncambiante que tienen las mujeres de lo que signica ser “desarro-llada” y “moderna” pero conservando su identidad musulmana. Laidentidad emenina constituye el centro del proceso, incluyendo

cuestiones como si usar velo o no, la escolaridad de las niñas, elacceso a los bienes modernos, la mayor movilidad y otros similares.Ya que las jóvenes desean lograr maisha mazuri (“la buena vida”),contemplan los productos europeos y de otros países como uen-tes de cambio y procuran distanciarse de prácticas tradicionalescomo el uso del velo, al que de todos modos no consideran símbolode menor estatus o de control sino como poco práctico y caduco

(Fuglesang, 1992).La moda, las películas populares de la India y el acceso a elec-trodomésticos modernos constituyen algunos de los indicadoresprincipales de la modernidad y caminos hacia la construcción denuevas identidades y conceptos de la eminidad. De nuevo, no setrata de un simple proceso de modernización, aunque este últimoestá ocurriendo también. Las protagonistas de los lmes hindúescomparten las paredes de los cuartos de las jóvenes con imágenes deMichael Jackson y Jomeini. El clamor del muecín signica a menudodetener, por cinco o diez minutos, la imagen del último video, traídodesde Arabia Saudi o Dubai por trabajadores repatriados, para

Page 96: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 96/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

96

rezar. La vida y las relaciones de género están cambiando deni-tivamente –las mujeres no quieren seguir siendo “antasmas” y, sin

embargo, lo que entiende por eminidad “moderna” no signica lomismo que en el lenguaje occidental de liberación emenina.El mismo conocimiento técnico se convierte a menudo en indi-

cador importante del desarrollo, como lo sugiere la reciente intro-ducción de esquemas de desarrollo rural en la costa pacíca deColombia. Los campesinos arocolombianos del bosque húmedotropical, recientemente introducido por los etensionistas delgobierno al mundo de la contabilidad, las metodologías de planea-

ción agrícola, las cooperativas de comercialización, y el uso de insu-mos modernos, invariablemente hablan de la adquisición del cono-cimiento técnico como una transormación importante de su calidadde vida. El conocimiento técnico se imparte a los agricultores casisiempre en sus propias localidades, aunque se traslada con regu-laridad a grupos de ellos a las ciudades del interior para ser capa-citados en nuevas prácticas de planeación y cultivo. Los agriculto-

res seleccionados tienden a convertirse en ardorosos voceros deldesarrollo.

Estos agricultores, además, comienzan a interpretar sus vidasantes de la llegada del programa en términos de ignorancia y apatía.Antes del programa, dicen, no sabían por qué sus cultivos se daña-ban. Ahora saben que los cocoteros mueren por culpa de una pesteespecial que puede combatirse con medios químicos. También

saben que es mejor dedicar el trabajo amiliar a una parcela y planear las actividades con cuidado, día a día y mes a mes, quetrabajar simultáneamente en dos o tres parcelas, a menudo separa-das por varias horas de camino, como hacían antes. Realmente esono era trabajar, dicen ahora. Han aprendido, pues, el vocabulariode la “eciencia”. Y, sin embargo, igual que en los ejemplos ya trata-dos, los agricultores conservan muchas de las creencias y prácti-cas de los viejos tiempos. Junto con el lenguaje de la eciencia, porejemplo, se les oye decir que la tierra necesita que la “acaricien” y “lehablen”, y todavía dedican algo de su tiempo a las lejanas parcelas“sin tecnicar”. En síntesis, han desarrollado un modelo híbrido, no

Page 97: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 97/423

97

Capítulo II

regido completamente por la lógica de los métodos modernos decultivo ni por las prácticas tradicionales. Retomaremos esta noción

de modelos híbridos en el capítulo nal.25

El impacto de las representaciones del desarrollo es entoncesproundo en el local, en el cual los conceptos del desarrollo y lamodernidad suscitan resistencia, o se adaptan a las ormas loca-les, o bien se transorman y presentan una productividad culturalque eige una mejor comprensión. Si deseamos comprender satis-actoriamente los modos de operación del discurso se requieremás investigación acerca de los lenguajes locales del desarrollo.

Tal proyecto requeriría etnograías ehaustivas de situaciones dedesarrollo como las descritas. Para los antropólogos, concluye Pigg,la tarea consiste en trazar los contornos y eectos culturales deldesarrollo sin copiar ni legitimar sus términos. Volveremos sobreeste principio en nuestra discusión a propósito de las culturas delTercer Mundo como productos híbridos de prácticas culturalestradicionales y modernas y de las muchas mezclas entre ellas.

Conclusión

Los hechos y transormaciones cruciales que tuvieron lugara comienzos del período de la posguerra tratados en este capítulono derivaron de una ruptura política o epistemológica radical sinode la reorganización de cierto número de actores que permitieron

al Tercer Mundo adquirir una nueva visibilidad e irrumpir en unnuevo campo del lenguaje. Este nuevo espacio ue ecavado de la vasta y densa supercie del Tercer Mundo, colocándolo en un nuevocampo de poder. El “subdesarrollo” se convirtió en sujeto de tecno-logías políticas que buscaban su erradicación de la az de la tierrapero que terminaron multiplicándolo hasta el innito.

El desarrollo alimentó una manera de concebir la vida socialcomo problema técnico, como objeto de manejo racional que debía

25 Esta breve descripción del eecto del desarrollo en la costa pacícacolombiana se basa en trabajos de campo realizados por el autor en1993.

Page 98: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 98/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

98

conarse a un grupo de personas, los proesionales del desarrollo,cuyo conocimiento especializado debía capacitarlos para la tarea.

Estos proesionales, en lugar de ver el cambio como un procesobasado en la interpretación de la tradición histórica y cultural decada sociedad –como algunos intelectuales del Tercer Mundoquisieron hacerlo en los años veinte y treinta (Gandhi el más cono-cido entre ellos)– buscaron diseñar mecanismos y procedimientosque permitieran el ajuste de las sociedades a un modelo preeis-tente, encarnado en la estructura y las unciones de la moderni-dad. Como aprendices de brujo, los proesionales del desarrollo

despertaron una vez más el sueño de la razón, que en sus manos,como ya había sucedido antes, produjo una realidad por de máspreocupante.

En ocasiones el desarrollo resultó tan importante para lospaíses del Tercer Mundo que sus ejecutores consideraron acepta-ble someter a sus gentes a una variedad innita de intervenciones,a las ormas más totalitarias del poder y de control. Tan importante,

que las elites del Primer y el Tercer Mundo aceptaron el precio delempobrecimiento masivo, de la venta de los recursos del TercerMundo al mejor postor, de la degradación de sus ecologías ísicas y humanas, del asesinato y la tortura y de la condena de sus poblacio-nes indígenas a la casi etinción. Tan importante, que muchos en elTercer Mundo comenzaron a pensar en sí mismos como ineriores,subdesarrollados e ignorantes y a dudar del valor de sus propias

culturas, decidiendo más bien establecer alianzas con los adalidesde la razón y del progreso. Tan importantes, nalmente, que la obse-sión con el desarrollo ocultó la imposibilidad de cumplir la promesaque el mismo desarrollo parecía hacer.

Después de cuatro décadas de este discurso, la mayoría de lasormas de entender y representar el Tercer Mundo siguen siendodictadas por las mismas premisas básicas. Las ormas de poder quehan surgido no uncionan tanto por medio de la represión, sino de lanormalización; no por ignorancia sino por control del conocimiento;no por interés humanitario, sino por la burocratización de la acciónsocial. A medida que las condiciones que originaron el desarrollo

Page 99: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 99/423

99

Capítulo II

ejercían más presión, este solo ue capaz de aumentar su control,renar sus métodos y etender su alcance. Ya debería ser obvio

que la materialidad de estas condiciones no ha sido iluminada porun cuerpo “objetivo” de conocimiento, sino más bien estructuradamediante los discursos racionales de los economistas, los políticos y los epertos en desarrollo de todo tipo. Lo que se ha logrado es unaconguración especíca de actores y uerzas en la cual el nuevolenguaje del desarrollo encuentra apoyo. Como discurso, el desa-rrollo es, por lo tanto, una ormación histórica muy real, pero arti-culada alrededor de una construcción articial (“subdesarrollo”) y 

sobre una cierta materialidad (las condiciones denominadas como“subdesarrollo”), que deben ser conceptualizadas en orma distintasi se quiere cuestionar el discurso.

Claro que eiste una situación de eplotación económica quedebe reconocerse y tratarse. El poder es demasiado cínico al nivelde la eplotación y debe oponérsele resistencia en sus propiostérminos. También eiste cierta materialidad muy preocupante, las

condiciones de vida de la mayoría, que requiere mucho esuerzo y atención. Pero quienes buscan entender el Tercer Mundo a travésdel desarrollo han perdido de vista su materialidad, edicandosobre ella una realidad que, como un castillo en el aire, nos harondado durante décadas. Entender la historia del revestimientodel Tercer Mundo por ormas occidentales de conocimiento y poderequivale a remover un poco los cimientos del discurso para que

podamos comenzar a ver su materialidad con otros ojos y bajo cate-gorías distintas.La coherencia de los eectos logrados por el discurso del desa-

rrollo es la clave de su éito como orma hegemónica de represen-tación: la construcción de los “pobres” y “subdesarrollados” comosujetos universales, preconstituidos, basándose en el privilegio delos representadores; el ejercicio del poder sobre el Tercer Mundoposibilitado a través de esta homogeneización discursiva (queimplica la eliminación de la complejidad y diversidad de los pueblosdel Tercer Mundo, de tal modo que un colono meicano, un campe-sino nepalí y un nómada tuareg terminan siendo equivalentes como

Page 100: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 100/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

100

“pobres” y “subdesarrollados”); y la colonización y dominaciónde las economías y las ecologías humanas y naturales del Tercer

Mundo.26

El desarrollo supone una teleología en la medida en que proponeque los “nativos” serán reormados tarde o temprano. Sin embargo,al mismo tiempo, reproduce sin cesar la separación entre los reor-madores y los reormados, manteniendo viva la premisa del TercerMundo como dierente e inerior, y de sus pobladores como posee-dores de una humanidad limitada en relación con el europeo culto.Esta construcción cultural de la gente del Tercer Mundo como die-

rente pero inerior tiene proundos eectos políticos. El desarrollorequiere un perpetuo reconocimiento y supuesta eliminación deesta dierencia, rasgo identicado por Bhabha (1990) como inhe-rente a toda discriminación. Los signicantes de “pobreza”, “anala-betismo”, “hambre” y demás han alcanzado una solidez como signi-cados de “subdesarrollo” que parecen imposibles de quebran-tar. Tal vez ningún otro actor ha contribuido tanto a consolidar la

asociación entre “pobreza” y “subdesarrollo” como el discurso de loseconomistas. A ellos dedicamos el próimo capítulo.

26 La coherencia de los eectos del discurso del desarrollo no debería equi-

pararse con ningún tipo de intencionalidad. Como los discursos anali-zados por Foucault, el desarrollo debe tomarse como “una estrategia sinestrategas” en el sentido de que nadie lo dirige eplícitamente. Es elresultado de una problematización histórica y una respuesta sistemati-zada ante esta.

Page 101: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 101/423

101

Capítulo IIILa economía y el espacio del desarrollo:

Fábulas de crecimiento y capital

Toda sociedad está limitada por actores económicos. La civilización del

siglo XIX ue económica en un sentido dierente y peculiar, porque escogió

basarse en un motivo rara vez reconocido como válido en la historia de lassociedades humanas, y que ciertamente nunca antes había sido elevado al

rango de justicación para la acción y el comportamiento en la vida coti-

diana, esto es, la ganancia. El sistema de mercado autorregulado se derivó

únicamente de este principio. El mecanismo que puso en marcha el ansia

de ganancia ue comparable en eectividad solo con las explosiones más

violentas en la historia del ervor religioso. En el lapso de una generación

el mundo humano quedó sujeto a su indeleble infuencia.

(Karl Polanyi, t  he G reat t  ransforMation , 1944)

Page 102: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 102/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

102

El arribo de la economía del desarrollo

Lauchlin Currie, economista de la Universidad de Harvard y representante de la administración Roosevelt, evocó así, duranteuna cena en Bogotá en 1979, la primera misión del Banco Mundialque hacía treinta años lo había traído a Colombia:

No sé en qué punto de mi ormación canadiense conservadora ad-

quirí la vena reormista, pero debo admitir que la tenía. Es que soy 

una de esas personas cansonas que no pueden ver un problema sin

querer hacer algo al respecto. Así que pueden imaginarse cómo me

aectó Colombia. ¡Qué cantidad maravillosa de problemas prácti-

camente insolubles! Era en realidad un paraíso para el misionero

económico. Antes de venir no tenía ni idea de cuáles serían los pro-

blemas, pero eso no disminuyó por un instante mi entusiasmo ni

alteró mi convicción de que si el Banco y el país me prestaban oídos

 yo propondría una solución casi para todo. Mi bautizo de uego tuvo

lugar en tiempos de la gran depresión. Había desempeñado algúnpapel en el diseño del plan de recuperación económica del  New

 Deal, durante la peor depresión que Estados Unidos haya llegado

a eperimentar. Había estado muy activo en el gobierno durante la

Segunda Guerra Mundial (citado en Meier, 1984: 130).

Este cándido recuerdo revela algunas características arraigadas

en tantas empresas emprendidas por norteamericanos en conte-tos coloniales y poscoloniales: la “vena reormista” y la tendenciaa la reorma y la pedagogía; la postura utópica que encuentra “unparaíso para el misionero” en tierras colmadas de “una cantidadmaravillosa de problemas prácticamente insolubles”; la creencia deque todos los males pueden corregirse y erradicarse todas las mani-estaciones de conficto humano. En el caso de Currie, estos rasgosse habían reorzado con la recuperación de la gran depresión y lareconstrucción de Europa. Estos mismos rasgos eran compartidospor muchos de los “pioneros del desarrollo” –aquellos economis-tas que, como el propio Currie, habrían de convertirse más tarde en

Page 103: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 103/423

103

Capítulo III

líderes en su campo– que desembarcaron en el Tercer Mundo pocodespués de la guerra, llenos de buenas intenciones y equipados

con las herramientas de su proesión, a veces hasta con una agendaprogresista y ortalecidos por el brillante ajuste que la mente deKeynes acababa de hacer a su ciencia.

Pero nos estamos adelantando al curso de la historia, ya quepor la época de la llegada de Currie a Colombia no eistía nadaque pudiera llamarse “economía del desarrollo”. Escuchemos unrecuerdo anterior, también reerente a la misión a Colombia quemencionamos en el capítulo anterior:

Cuando en 1949 se me pidió organizar y dirigir la primera misión de

estudio del Banco Mundial, no eistían precedentes de una misión

de este tipo ni de nada que se conociera como economía del desa-

rrollo. Supuse que era un caso para aplicar diversas ramas de la

economía a los problemas de un país especíco y, por consiguiente,

recluté a un grupo de especialistas en nanzas públicas, comercio

eterior, transporte, agricultura y otros. Incluí, sin embargo, a algu-nos ingenieros y técnicos en salud pública. Lo que resultó ue una

serie de recomendaciones en diversos campos. Me costó mucho tra-

bajo titularla “Bases de un programa” más que un plan socioeconó-

mico. [Currie, 1967: 31; citado en Meier, 1984: 131]

La remembranza de Currie también nos trae a colación uno de

los aspectos esenciales de la modernidad: la necesidad de repre-sentar el mundo como imagen ordenada. Si lo único que Curriepudo percibir a su llegada a Colombia ueron problemas, oscuridad

 y caos, era porque Colombia se negaba a presentarse como imagenlegible para él. El desarrollo depende de construir al mundo comoimagen, para que “el todo” pueda ser captado ordenadamente, comoparte de una “estructura” o “sistema”. Para el economista, la imagenes provista por la teoría económica. El grupo de epertos de Currienecesitaba presentar a Colombia como imagen ordenada. Paradóji-camente, terminaron inventando otra representación, la “economíasubdesarrollada” del país, al tiempo que la “verdadera” Colombia

Page 104: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 104/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

104

quedaba relegada para siempre. La necesidad de representar elmundo como imagen es un aspecto central en todas las teorías del

desarrollo económico.1

La ausencia de teorías especícas para el desarrollo descritapor Currie cambió drásticamente a comienzos de la década delcincuenta. En un escrito de 1979, John Kenneth Galbraith captóbien el carácter notable de esta transormación. Cuando en 1949comenzó su cátedra sobre “la economía de la pobreza y el desarro-llo económico” en Harvard, conrontó el hecho de que como campodierente de estudio, se sostenía que no eistía una economía espe-

cial de los países pobres.

En los quince años siguientes estas actitudes cambiaron decisiva-

mente en Estados Unidos… En un período más largo, entre 1950

 y 1975, la Fundación Ford donó más de mil millones de dólares,

 y las undaciones Rockeeller, Carnegie y algunas apoyadas por la

CIA dieron sumas menores… El interés intelectual por la pobreza

también se había epandido mucho. En las universidades a lo largo y ancho del país… prolieraron los cursos y seminarios sobre desa-

rrollo económico. Ningún tema económico había captado con mayor

rapidez la atención de tantos como el rescate de los países pobres de

su pobreza… Estar involucrado en el estudio de los países pobres

le proporcionó al intelectual una base rme en una línea que de

seguro habría de epandirse y perdurar (1979: 26, 30; subrayado

del autor).

Como veremos, los años ochenta presenciaron algunas refeio-nes ehaustivas sobre los orígenes y evolución del campo de laeconomía del desarrollo, dirigidas por sus pioneros, quienes, casi

1 Heidegger sostiene que Europa moderna ue la primera sociedad enproducir una imagen estructurada de sí misma y del mundo, lo que él

llama “una imagen del Mundo”. La imagen moderna del mundo implicauna manera sin precedentes de objetivizarlo. El mundo llega a ser loque es “en la medida en que es establecido por el hombre… Por vezprimera eiste tal ‘posición’ para el hombre” (1977: 130, 132). Véasetambién Mitchell (1988, 1989).

Page 105: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 105/423

105

Capítulo III

cuarenta años después, contemplaban su historia con ojos críticos.Desde sus cómodos cargos en instituciones prestigiosas, los vetera-

nos economistas declararon su deunción.La economía del desarrollo está muerta. Descanse en paz. Fueemocionante mientras duró, y, a pesar de los muchos problemasserios que aún quedan por resolver, operó razonablemente bien enel mundo real. Seamos ahora más realistas en nuestras epectati-

 vas, reconozcamos los límites de nuestra disciplina y dejemos atráslos sueños ingenuos de resolver de una vez por todas los problemasdel mundo. Volvamos a la teoría que ya conocemos bien.

Estas son las conclusiones que, como nostálgico epitao, pare-cen salir de los escritos recientes de los pioneros de la disciplina.

La muerte y el replanteamiento de la economía del desarrolloestán ligadas sin duda a la deunción del neokeynesianismo y alascenso del neoliberalismo en el mundo entero. Lo que está en juegoson las reormas económicas draconianas introducidas durante losaños ochenta en el Tercer Mundo bajo la presión del Fondo Moneta-

rio Internacional, en especial los controles monetarios, la privatiza-ción de las empresas y servicios públicos, la reducción de las impor-taciones y la apertura a mercados eternos. El mismo enoque avalala estrategia del “desarrollo con base en el mercado” (“market rien-dly development”), aclamada por el Banco Mundial en su Inormedel Desarrollo Mundial de 1991 (World Bank, 1991) como temaprioritario para los noventa. Estos sucesos simbolizan el retorno de

la economía del desarrollo a la ortodoia neoliberal, paralelo conel avance del “mercado libre” en Europa oriental. No importa que,supuestamente por “coincidencia” con el “ajuste necesario”, losniveles de vida de la gente hayan caído de manera nunca vista. “Loesencial es presionar las reormas estructurales”, dice la letanía. Elbienestar de la gente puede dejarse de lado por un tiempo, aunquemueran cientos de miles. Viva el mercado.

El discurso de la economía del desarrollo nos ha dado sucesi- vamente la promesa de riqueza para el Tercer Mundo mediantela intervención activa en la economía durante los años cincuenta

 y sesenta, la planicación para el desarrollo, las políticas de

Page 106: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 106/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

106

estabilización y ajuste de los ochenta y el antiintervencionista“desarrollo con base en el mercado” de los noventa. Este capítulo

eamina cómo pudo aparecer este discurso dentro del orden deldiscurso económico en su totalidad; cómo se articuló con una seriede instituciones, procesos económicos y relaciones sociales; cómola problematización histórica de la pobreza dio origen a un discursotan peculiar, que desarrolló un tipo propio de historicidad; y cómo,por último, la economía del desarrollo actualizó el desarrollo através de las técnicas de planeación a que dio origen. La intencióndel capítulo no es decidir si los primeros economistas del desarrollo

estaban en lo correcto o no, sino desarrollar una conciencia histó-rica, epistemológica y cultural de las condiciones bajo las cualestomaron sus decisiones. Aunque los economistas trabajaban enun campo del discurso que había sido creado no como resultado deactos cognoscitivos individuales sino mediante la participación demuchos en un conteto histórico, las decisiones que tomaron impli-caban opciones que tuvieron consecuencias sociales y culturales

de gran importancia.La primera parte del capítulo sugiere un enoque para eami-

nar la economía y su ciencia como construcciones culturales, laborpara la cual eisten pautas escasas en este momento.2 La segundaestudia algunas de las nociones del discurso económico clásico y neoclásico antes de la llegada del desarrollo, en especial aquellasque constituyeron los cimientos de la economía del desarrollo. La

tercera analiza en detalle la elaboración de las teorías del desarro-llo económico en los años cuarenta, cincuenta y sesenta y aborda elsurgimiento de la planicación como aceta práctica de la economía

2 Las críticas culturalistas y posestructuralistas de la economía reciéncomienzan. Hasta donde conozco, solamente Tribe (1981), Gudeman,(1986; Gudeman y Rivera, 1990, 1993) y McCloskey (1985) han prestadoatención signicativa al eamen de la economía como discurso y cultura. Las implicaciones del trabajo de Foucault sobre la historia del

pensamiento económico han sido eploradas por Vint (1986) y Sanz deSantamaría (1984). Millberg (1991) comenzó recientemente la discusióndel tema de la relevancia del posestructuralismo para las economíasmarista y poskeynesiana. El capítulo intenta hacer una contribución ala crítica cultural de la economía iniciada por los mencionados autores.

Page 107: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 107/423

Page 108: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 108/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

108

¿Cuál es el código cultural inscrito en la estructura de la cien-cia económica? ¿Cuál ue el vasto desarrollo de la civilización que

desembocó en las prácticas y concepciones actuales de la econo-mía? La respuesta es compleja y aquí solo podemos bosquejarla. Dehecho, el desarrollo y la consolidación de una visión dominante dela economía en la historia europea constituye uno de los capítulosundamentales de la historia de la modernidad. Una antropologíade la modernidad centrada en la economía nos lleva a cuestionarlas ábulas del mercado, la producción y el empleo que sustentanlo que podría llamarse la economía occidental. Estas ábulas rara

 vez se cuestionan, y se consideran ormas normales y naturales de ver la vida, “la orma de ser de las cosas”. Sin embargo, las nocionesde economía, mercado y producción son productos históricos. Suhistoria puede estudiarse, su genealogía puede delimitarse, y susmecanismos de verdad y de poder pueden revelarse. En resumen,la economía occidental puede ser antropologizada para demostrarque está edicada sobre un conjunto peculiar de discursos y prácti-

cas, ciertamente muy peculiar dentro de la historia de las culturas.La economía occidental es considerada generalmente como

un sistema de producción. Sin embargo, desde la perspectiva dela antropología de la modernidad, la economía occidental debe

 verse como una institución compuesta por sistemas de produc-ción, de poder y de signicación. Los tres sistemas, que se usio-naron a nales del siglo xVIII, están ligados en orma indisoluble

al desarrollo del capitalismo y de la modernidad. Deberían versecomo ormas culturales por cuyo intermedio los seres humanos seconvierten en sujetos productivos. La economía no es única o prin-cipalmente una entidad material. Es sobre todo una produccióncultural, una orma de producir determinados sujetos humanos

 y órdenes sociales. Aunque la historia de la economía occidentales bien conocida en el nivel de la producción –el surgimiento delmercado, los cambios en las uerzas productivas, en las relacio-nes sociales de producción, los cambios demográcos, la trans-ormación de la vida cotidiana material, y la mercantilización dela tierra, el trabajo y el dinero– los análisis de poder y signicación

Page 109: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 109/423

Page 110: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 110/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

110

que ser epresada mediante una ciencia adecuada. Esta ciencia,surgida a nales del siglo xVIII, se llamó economía política. En la

ormulación clásica que hicieron Smith, Ricardo y Mar, la econo-mía política se estructuró alrededor de las nociones de produc-ción y trabajo. Sin embargo, además de racionalizar la produccióncapitalista, la economía política tuvo éito al imponer la produc-ción y el trabajo como códigos de signicación de la vida social ensu conjunto. Sencillamente, la gente moderna llegó a ver la vida engeneral a través de la lente de la producción. Muchos aspectos de la

 vida se volvieron cada vez más economizados, incluyendo la biolo-

gía humana, el mundo natural no humano, las relaciones entre laspersonas, y las relaciones entre la gente y la naturaleza. Los lengua-

 jes de la vida diaria quedaron totalmente invadidos por los discur-sos de la producción y el mercado.

El hecho de que Mar se sirviera del mismo lenguaje de laeconomía política que criticaba, aducen algunos (Reddy, 1987;Baudrillard, 1975), imposibilitó su propósito ulterior de eliminarlo.

Sin embargo, no pueden desconocerse los logros del materialismohistórico: la ormulación de una antropología del valor de uso en

 vez de la abstracción del valor de cambio; el desplazamiento de lanoción de ecedente total por el de plusvalía y, por consiguiente,la sustitución de la noción de progreso basada en el incrementodel ecedente por una noción basada en la apropiación de la plus-

 valía por parte de la clase burguesa (eplotación); el énasis en el

carácter social del conocimiento en contraposición con la episte-mología dominante que situaba la verdad en la mente individual;el contraste entre una concepción unilineal de la historia, en lacual el individuo es el protagonista todopoderoso, y la concepciónmaterialista en la cual las clases sociales aparecen como motor dela historia; la denuncia del carácter supuestamente natural de laeconomía de mercado, y la conceptualización, a cambio, del modode producción capitalista en la que el mercado aparece comoproducto de la historia. Y, nalmente, el análisis crucial del eti-chismo de las mercancías como rasgo paradigmático de la socie-dad capitalista.

Page 111: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 111/423

111

Capítulo III

La losoía de Mar mostró, sin embargo, limitaciones impor-tantes en cuanto al código.4 La hegemonía del código de signi-

cación de la economía política es el otro lado de la hegemonía delmercado como modelo social y de pensamiento. La cultura delmercado suscita compromisos no solo de los economistas sinode todos aquellos que conviven con los precios y los bienes. Loshombres y mujeres “económicos” han sido colocados en las socie-dades civiles en modos que inevitablemente están mediados, alnivel simbológico, por los constructos de mercados, producción y bienes. La gente y la naturaleza son separados en partes (indivi-

duos y recursos), y recombinados en bienes de mercado y objetosde intercambio y conocimiento. De allí el llamado de los analistascríticos de la cultura del mercado para que se prive a la economíapolítica de la centralidad que se le ha otorgado en la historia de lamodernidad y para superar el mercado como marco generalizadode reerencia, a n de desarrollar un marco de reerencia másamplio al cual pueda reerirse el mismo mercado (Polanyi, 1957b:

270; Procacci, 1991: 151; Reddy, 1987).5 Sugerimos que este marco

4 La losoía de Mar ue producto de la edad moderna y de la cosmolo-gía occidental, marcadas por nociones atávicas de progreso, raciona-lismo, y por metas de objetividad e incluso universalidad. Colocó elcentro del mundo en Occidente, y el de la historia en la modernidad,como período crucial de transición entre el nal de la preshistoria y lainauguración de la historia verdadera.

5 Este es un recuento etremadamente sucinto de la economía de

mercado como conjunto de sistemas de producción, poder y signica-ción. Una eposición más completa se encuentra en el tercer capítulo demi tesis doctoral “Power and Visibility: The Invention and Managemento Development in the Third World” (Universidad de Caliornia, Berke-ley, 1987). El capítulo ue dejado por uera de este libro. Con reerenciaal ascenso del mercado, véanse Polanyi (1957a), Polanyi, Arensberg y Pearson, eds. (1957), Braudel (1977), Hicks (1969), Wallerstein (1974), y Dobb (1946). El concepto de cultura de mercado es discutido por Reddy (1987). Acerca de la disciplina, lo social y el individuo, véanse especial-mente Foucault (1979, 1991a), Burchell, Gordon y Miller, eds. (1991),

Donzelot (1979), Procacci (1991), y Landes (1983). El mejor recuento delsurgimiento de la economía y de la ideología económica sigue siendo elde Dumont (1977); véanse también Foucault (1972) y Baudrillard (1975)acerca de los análisis de la producción como orden epistémico y códigode signicación.

Page 112: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 112/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

112

ampliado de reerencia debería estar constituido por la antropolo-gía de la modernidad.

Los antropólogos han sido cómplices de la racionalización de laeconomía moderna, en la medida en que han contribuido a natura-lizar “la economía”, “la política”, “la religión”, “el parentesco” y sussimilares como cimientos de todas las sociedades. La eistencia deestos campos como presociales y universales debería rechazarse.Más bien, “deberíamos preguntarnos qué procesos simbólicos y sociales hacen que estos campos parezcan evidentes en sí mismos,incluso campos ‘naturales’ de actividad en cualquier sociedad”

(Yanagisako y Collier, 1989: 41). Por tanto, el análisis de la econo-mía como cultura debe comenzar por interrogar la organizaciónengañosa de las sociedades en campos aparentemente naturales.Debe neutralizar “el impulso espontáneo de hallar en toda sociedadinstituciones y relaciones económicas separadas de otras relacio-nes sociales, comparables con las de la sociedad capitalista occi-dental” (Godelier, 1986: 18).

Esta labor de crítica cultural debe comenzar con el reconoci-miento claro de que la teoría económica es un discurso que cons-truye una imagen particular de la economía. Usando la metáorade Stephen Gudeman (1986; Gudeman y Rivera, 1990), lo queusualmente reconocemos como ciencia económica es apenas “unaconversación” entre muchas posibles en relación con la economía.Esta conversación llegó a ser dominante con el paso de los siglos,

gracias a los procesos históricos ya esbozados. Resulta instructivala crítica de Gudeman del uso en la antropología de modelos econó-micos supuestamente universales:

Quienes construyen modelos universales… proponen que den-

tro de los datos etnográcos eiste una objetividad dada por la

realidad que puede ser captada y eplicada mediante el modelo

ormal del observador. Utilizan una metodología “reconstructiva”

mediante la cual las prácticas y creencias económicas observadas

son primero redescritas en el lenguaje ormal y luego deducidas

o evaluadas con respecto a criterios undamentales como utilidad,

Page 113: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 113/423

113

Capítulo III

trabajo o eplotación. Aunque las teorías particulares usadas en

la antropología económica son bastante diversas, todas comparten

el supuesto de la eistencia de algún modelo universal que puedeutilizarse para eplicar determinados datos de campo. Según esta

perspectiva, un modelo local es a menudo una racionalización,

una misticación o una ideología; si acaso, representa solamente

la realidad subyacente a la cual el observador tiene acceso privi-

legiado (1986: 28).

Pero cualquier modelo, sea éste local o universal, es una cons-

trucción del mundo y no una verdad objetiva e irrebatible sobreél. Esta es la premisa básica que guía el análisis de la economíacomo cultura. La dominación de la economía moderna implicó quemuchas otras conversaciones o modelos ueran apropiadas, supri-midas o ignoradas. Al margen de la economía capitalista moderna,insisten Gudeman y Rivera, eistían y eisten otros modelos dela economía, otras conversaciones, no menos “cientícas”, por el

hecho de no epresarse en ecuaciones o no haber sido produci-das por alguien que hubiese recibido el Premio Nobel. En las áreasrurales latinoamericanas, por ejemplo, estos modelos siguen vivos,como resultado de conversaciones simultáneas que han eistidopor largo tiempo. Volveremos a la noción de modelos locales en laúltima sección de este capítulo.

En la economía eiste, por tanto, un etnocentrismo que es

preciso develar, es decir, un eecto hegemónico logrado medianterepresentaciones que rinden culto a una visión de la economía altiempo que suprimen otras. La crítica de la economía como cultura,nalmente, debe distinguirse del conocido análisis de la econo-mía como “retórica” planteado por McCloskey (1985). El trabajo deMcCloskey intenta mostrar el carácter literario de la ciencia econó-mica, y el precio que la economía ha pagado por su ciega adhesióna la actitud cientista del modernismo. El autor demuestra que laciencia económica está invadida sistemática e inevitablemente porel uso de recursos literarios. La intención de McCloskey es mejorarla economía llevándola al campo de la retórica. Este capítulo busca

Page 114: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 114/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

114

algo distinto. Aunque utilicemos algunos análisis retóricos, particu-larmente para la lectura de las teorías del desarrollo económico de

los años cincuenta y sesenta, el análisis de la economía como culturatrasciende los aspectos ormales de la retórica económica. ¿Cómollegaron a eistir las construcciones particulares de la economía?¿Cómo operan en tanto uerzas culturales? ¿Qué prácticas crean, y cuáles son los órdenes culturales resultantes? ¿Qué consecuenciastrae ver la vida de acuerdo con ellas?

El mundo de la economía y la economía del mundo:

antecedentes teóricos y prácticos de la economía del

desarrollo

“El interludio estático” y el mundo de la economía

El párrao inicial del que tal vez uera el artículo más comentadosobre el desarrollo económico, escrito en 1954, y titulado “EconomicDevelopment with Unlimited Supply o Labor” de W. Arthur Lewis,

dice así:

Este ensayo está escrito siguiendo la tradición clásica, los supues-

tos clásicos y ormulando la pregunta clásica. Todos los clásicos,

de Smith a Mar, supusieron o argumentaron la eistencia de una

oerta ilimitada de mano de obra con salarios de subsistencia.

Luego se preguntaron cómo crece la producción con el tiempo.

Encontraron la respuesta en la acumulación de capital, que e-plicaron en términos de su análisis de la distribución del ingreso.

Con ello los sistemas clásicos determinaban simultáneamente la

distribución del ingreso y su crecimiento, manteniendo los precios

relativos de los bienes como subproducto menor (Lewis [1954]

1958: 400).

Hagamos una pausa para recordar algunos aspectos pertinen-tes de la “tradición clásica”. El undamento de la teoría clásica delcrecimiento era la acumulación de capital (entendida en sentido“burgués”, es decir, no como proceso dialéctico), asociada con una

Page 115: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 115/423

Page 116: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 116/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

116

común a todas las mercancías y en uente de valor, porque incor-poraba la actividad productiva (Dobb, 1973). El trabajo aparecía

como actor verdaderamente trascendental que permitía el cono-cimiento objetivo de las leyes de la producción. La economía pasóa ser entonces un sistema de producciones sucesivas basado enel trabajo (el producto del trabajo de un proceso entraba a ormarparte de otro). Este concepto económico avoreció una visión dela acumulación denida por secuencias temporales y permitió,en términos generales, la articulación de la historia y la econo-mía. La producción y la acumulación comenzaron a dar orma

indeleble a la eperiencia de la historia y a su concepto moderno(Foucault, 1973).8

La idea de que el trabajo era la base de todo el valor no sobrevi- vió mucho tiempo. La “revolución marginal” de 1870 buscaba derro-car la ormulación ricardiana introduciendo una teoría dierentedel valor y la distribución. Es interesante anotar que la búsqueda deun determinante absoluto del valor ue abandonada. “Las opiniones

prevalecientes identican el trabajo y no la utilidad como el origendel valor” (citado en Dobb, 1973: 168), escribió Jevons, el padre dela revolución conceptual. “Una refeión e investigación reiteradame han llevado a sostener una opinión algo novedosa, que el valordepende en su totalidad de la utilidad” (citado en Dobb 1973: 168).

 Jevons denió la utilidad como “la calidad abstracta por la cual unobjeto sirve nuestros propósitos y adquiere rango de bien”, y el

problema de la economía como la satisacción “de nuestros deseosal máimo con el mínimo de esuerzo… maimizar el conort y elplacer”. A medida que aumenta la oerta de un bien determinado, suutilidad comienza a decrecer hasta que llegan “la satisacción o lasaciedad” (Dobb, 1973: 166-210).9

8 Foucault (1973) enatiza el hecho de que con Ricardo el trabajo seconvirtió en base tanto de la producción como del conocimiento econó-mico. Las personas trabajan y comercian porque eperimentan necesi-

dades y deseos, pero sobre todo porque están sometidas al tiempo, a lalucha, y en última instancia, a la muerte. Foucault se reere a esteaspecto de la modernidad como “la analítica de la nitud”.

9 La teoría del valor basada en el concepto de utilidad –pereccionada por

Page 117: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 117/423

117

Capítulo III

Una esera totalmente nueva de análisis económico –deno-minada en general “economía neoclásica”– se edicó sobre esta

ley particular. La idea de que la economía alcanzaría un estado deequilibrio general se convirtió en eje de la teoría económica. Estaidea ue postulada originalmente por el economista rancés LeonWalras como una serie de ecuaciones simultáneas que relacionandiversas variables económicas (precios y cantidades de bienes y servicios, trátese de productos o actores de producción compradospor los hogares y las empresas). Según esta teoría, el libre juego delas uerzas de la oerta y la demanda establecía, bajo condiciones

competitivas, un patrón de equilibrio en los precios de los bienes,de tal manera que todos los mercados “se cancelarían”. Ello es asíporque eiste “concatenación y dependencia recíproca” de losactos económicos entre todos los productores y todos los consumi-dores, un cierto “fujo circular de la vida económica”. Schumpeter(1934: 8) dene en orma reveladora el fujo circular del mercadoautorregulado:

De aquí se desprende que en algún punto del sistema económi-

co una demanda está esperando, por así decirlo, cada oerta, y que

en ningún lugar del sistema hay bienes sin complemento, es de-

cir, otros bienes en manos de la gente que los transará bajo condi-

ciones empíricamente determinadas por los bienes anteriores. De

nuevo se deduce del hecho de que todos los bienes encuentran un

mercado, que el fujo circular de la economía es cerrado, en otraspalabras, que los vendedores de todos los bienes reaparecen como

Walras, Marshall y los economistas de la Escuela Austríaca, y cuyosorígenes encuentra Schumpeter (1954: 909-944) en Aristóteles y losdoctores escolásticos– hacía eco de los principales conceptos de ladoctrina losóca utilitarista. Vilredo Pareto trataría, en los alboresdel siglo, de depurar la teoría de sus neos con el utilitarismo enati-zando su carácter puramente lógico y ormal. Propuso el concepto deutilidad ordinal (la habilidad del individuo para clasicar los bienes enuna escala de preerencia sin medirlos), y elaboró una teoría del valorque (especialmente en el desarrollo que de ella hicieron Allen y Hicks)continúa siendo el undamento de la teoría contemporánea del valor, talcomo la encontramos hoy en día en los manuales de microeconomía.Como es bien sabido, estos manuales comienzan con una discusión delagente económico “racional” que busca maimizar su utilidad.

Page 118: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 118/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

118

compradores en grado suciente para adquirir los bienes que les

permitan mantener en el nivel ya alcanzado su consumo y su dota-

ción productiva para el próimo período económico, y viceversa.

10

Era una manera muy armónica de ver la economía, desprovistade política, de poder o de historia. Un mundo totalmente racio-nal, hecho todavía más abstracto con el paso del tiempo por el usocreciente de las herramientas matemáticas. ¿Por qué abandona-ron los economistas neoclásicos las preocupaciones clásicas comoel crecimiento y la distribución? Una eplicación de puro sentido

común es esta: habiéndose consolidado el capitalismo en la segundamitad del siglo xIx, habiendo logrado tasas notables de crecimientoeconómico, habiéndose elevado los niveles de vida de las masas, y eorcizados ya los viejos temores de alcanzar un punto en el cualel crecimiento ya no sería posible, la preocupación analítica conel crecimiento parecía superfua, y el desplazamiento del análisishacia intereses teóricos estáticos y de corto plazo, como la optimi-

zación de recursos y el comportamiento decisorio de individuos y rmas era el paso lógico a seguir.11 Como el capitalismo ya operabadecididamente, los economistas desplazaron su interés hacia elajuste del sistema, incluyendo la racionalización de las decisio-nes y el desempeño coordinado de los mercados hacia el equilibrioóptimo. Los aspectos dinámicos de la economía daban con ello pasoa consideraciones estáticas. Fue esto lo que un economista llamó

acertadamente “el interludio estático” (Meier, 1984: 125-128).Y no es que el progreso careciera de vicisitudes, especial-mente hacia nales del siglo (caída de precios, desempleo, quiebra

10 Schumpeter, quien a pesar de su enoque histórico social deendía el“análisis puro”, llamó a la teoría walrasiana de equilibrio general “elúnico trabajo hecho por un economista que se puede comparar con losavances de la ísica teórica” (1954: 827). Joan Robinson la llamó “el argu-mento más etravagante de la ortodoia occidental” (1979: 13). Esto noimpidió que el comité Nobel concediera su premio a economistas mate-

máticos como Arrow y Debreu por “pereccionar” la ley.11 Sin embargo, debe señalarse, que para esta época el capital ya había

derrotado a sus enemigos; la teoría microeconómica surgió así comoteoría de la “eciencia”, es decir, de la eplotación máima del trabajo.

Page 119: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 119/423

119

Capítulo III

de empresas, lucha de clases y ormación de sindicatos), pero noquedaba duda de que estas desaparecerían mientras continuara el

proceso de crecimiento. Y pese al hecho de que, a nales del siglo, lae en las virtudes del laissez-aire estaba en tela de juicio (especial-mente respecto de la necesidad de controlar los monopolios), en1870 la mayoría de los observadores creía que el comercio univer-sal y perecto seguiría reinando. Fue como si, habiendo logrado laeconomía cierto grado aparente de estabilidad, los economistas sededicaran al campo más trivial, pero teóricamente ecitante, de lorutinario. Su conanza se volvería añicos con la gran depresión.

Pero cuando esta llegó, el grandioso “edicio neoclásico”, cons-truido a partir de 1870 y dotado con precisión durante la centu-ria siguiente, se hallaba rme en su lugar, dando orma al espaciodiscursivo de la disciplina.

No obstante, para Schumpeter (1954: 891-909), la revoluciónneoclásica dejó intactos muchos de los elementos de la teoríaclásica, incluido “su marco sociológico”. La visión general del

proceso económico seguía siendo en gran parte la misma que entiempos de Mill. En resumen, y a pesar de su rechazo a la teoríadel valor basada en el trabajo, la economía neoclásica heredó, y uncionó con ella, la organización discursiva del período clásico.El énasis en la satisacción individual reorzó el sesgo atomistade la disciplina; más que con el pensamiento clásico, el sistemaeconómico quedó irremediablemente identicado con el mercado,

 y la investigación económica con las condiciones de mercado (losprecios) bajo las cuales sucede el intercambio. El problema de ladistribución ue sacado por completo de la esera de las relacionespolíticas y sociales y quedó reducido a una cuestión de asignaciónde precios de insumos y productos (la teoría de la productividadmarginal de la distribución). Al aislar aún más el sistema económico,cuestiones como las relaciones de clase y de propiedad quedaronuera del oco del análisis económico. Los esuerzos analíticos seencaminaron en cambio hacia la cuestión de la optimización (Dobb,1973: 172-183). La atención a los equilibrios estáticos particulares,nalmente, atentó contra el análisis de las macro-relaciones y de

Page 120: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 120/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

120

las cuestiones del desarrollo económico desde una perspectiva másholística (marista o schumpeteriana, por ejemplo).

El “grandioso edicio neoclásico” descansaba sobre dos supues-tos básicos: competencia y racionalidad perectas. El conocimientouniversal y perecto garantizaba que los recursos eistentes seutilizarían de manera óptima, garantizando el pleno empleo. El“hombre económico” podía adelantar sus negocios en paz, ya queestaba seguro de que eistía un cuerpo teórico, la teoría de utili-dad marginal y el equilibrio general que, debido a su perecto cono-cimiento de las cosas, le proporcionaría la inormación necesaria

para maimizar el uso de sus escasos recursos. La imagen subya-cente del mundo neoclásico era de orden y tranquilidad, la de unsistema económico autorregulado, auto-optimizador, visión rela-cionada, sin duda, con la pomposidad de la Pax Britannica entoncesprevaleciente.

Este era el mundo neoclásico de comienzos del siglo. Un mundoen el cual se creía que la teoría retrataba la economía real igual

que un reloj describe el paso del tiempo; donde la “tacañería de lanaturaleza” era mantenida a raya por aquellos valientes individuoscapaces de etraer de ella (la naturaleza) los productos más precio-sos; en el cual la mano invisible que garantizaba el uncionamientoregular de la economía y el bienestar de la mayoría aún no habíaquedado atada por las pesadas cadenas del proteccionismo. Lacrisis que golpeó la economía capitalista mundial desde 1914 hasta

1984 agregó al edicio algunos elementos importantes. Entre ellosse hallaba un nuevo interés por el crecimiento. Vale la pena reme-morar estos eventos con cierto detalle, ya que ue esta la situaciónque encontraron los economistas del desarrollo cuando, con granentusiasmo, decidieron construir su propia casa.

“Los años de la gran teoría” y la economía del mundo

Hemos visto cómo la economía política clásica surió un cambiosignicativo con la revolución marginalista. Luego de casi un siglode  Pax Britannica, la economía capitalista mundial entró en unperíodo de prounda crisis que motivó una segunda transormación

Page 121: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 121/423

121

Capítulo III

importante en el discurso económico. Sinteticemos nuestro argu-mento al respecto. Entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial

un nuevo sistema social comenzó a tomar orma. Este descansabasobre la desaparición de la antigua distinción entre el Estado y laeconomía (tan cara a economistas clásicos y neoclásicos), el desa-rrollo de esquemas institucionales novedosos, y una importantereormulación de la comprensión neoclásica de la economía. Loshistoriadores sostienen que en la década de los veinte ocurrió unareestructuración de la Europa burguesa a través del desarrollo deormas corporativas de control político y económico y de una trans-

ormación de las relaciones entre los poderes público y privado.También tuvo lugar un reacomodamiento de la economía mundialque desplazó el centro del sistema capitalista mundial hacia Esta-dos Unidos. Los estilos y ormas de intervención en la economía quese desarrollaron durante este período se conservaron y etendie-ron durante las tres décadas siguientes, antes de su forecimientocon la era del desarrollo.

El keynesianismo y la recién ortalecida economía del creci-miento proporcionaron la teoría y racionalización de estos proce-sos. Todos estos cambios prepararon el terreno no solo para unanueva dimensión en la integración de los países periéricos (lasregiones del mundo conocidas después como el Tercer Mundo) bajola  Pax americana, sino que proporcionaron los cimientos de unateoría del desarrollo económico que dirigiría y justicaría la inte-

gración. Las teorías clásicas de crecimiento, mejoradas mediante lanueva macroeconomía y las nuevas matemáticas del crecimiento,estaban preparadas para suministrar los elementos undamenta-les del nuevo discurso. Lo mismo sucedió con las nuevas ormas deadministración y planeación desarrolladas durante los años veinte.Después de 1945, el mundo subdesarrollado adquirió una posiciónde importancia sin precedentes en la economía capitalista mundial.Nunca antes había eistido tampoco un discurso tan renado sobreesta parte del mundo.

La proundidad de la transormación económica y social quecomenzó a presentarse en la primera década del siglo xx, que

Page 122: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 122/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

122

presentó no solo el colapso de la organización económica del sigloxIx sino guerras y ascismo sin precedentes, ha sido analizada

con gran agudeza por Karl Polanyi (1975a). Polanyi encuentra losorígenes de esta transormación “en la tarea utópica del liberalismoeconómico de establecer un sistema autorregulador” (1957a: 29).La eliminación del supuesto del mercado autorregulado ue enton-ces la primera víctima de los cambios. La Primera Guerra Mundialabrió el camino para nuevos métodos de manejo y planeación de laeconomía y los asuntos sociales. De la humareda y la destruccióndel campo de batalla surgieron ormas de organización industrial y 

del empleo que sentaron las bases para una nueva economía de laposguerra, lo cual se basaba en la creencia de que el proceso econó-mico no podría dejarse eclusivamente en manos del mercado; lalínea divisoria entre el poder político y el económico se desdibujó.A medida que crecía el control estatal de los precios, el empleo y los recursos, se desarrollaron nuevos mecanismos de negociación

 y administración. En algunos países (Francia, Alemania e Italia)

los diversos intereses (industria, agricultura, empleo, el ejército) seorganizaron en ormas corporativas (Maier, 1975).

De las ocinas de los nuevos ingenieros y empresarios proesio-nales surgió una visión tecnocrática de la economía. El taylorismo,el americanismo y el ordismo se arraigaron con mayor proundidadal tiempo que la administración cientíca ampliaba sus alcances enun intento por darle aún más eciencia al uso del trabajo y el capi-

tal. La introducción de todas estas técnicas no puede subestimarse.La transormación patrocinada por el americanismo y el ordismoue caracterizada por Gramsci como “el mayor esuerzo colectivorealizado hasta la echa por crear, a una velocidad sin preceden-tes, y con una conciencia de propósito sin igual en la historia, untipo nuevo de trabajador y de hombre” (citado en Harvey, 1989: 126).Esto se logró a lo largo de varias décadas, a pesar de la resisten-cia de los trabajadores durante los primeros años ante las prácticaslaborales ordistas y tayloristas. Las demandas de la izquierda porla democratización abril se conundieron con el énasis de la dere-cha en la racionalización a través de la administración cientíca.

Page 123: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 123/423

123

Capítulo III

En resumen, el ocaso del orden del siglo xIx contempló, luegode la larga noche de la guerra, el nacimiento de un nuevo orden

en cuyo seno, pese a la gran transormación, el viejo orden seguíaeistiendo a sus anchas. “Rescatar la Europa burguesa signicabareplantearla: tratar con sindicatos (o crear sendos sindicatos comoen Italia), otorgar el control sobre el mercado a las agencias estata-les, dar cabida en la estructura del Estado a los voceros gremiales”(Maier, 1975: 594).12

Con la deunción del mercado autorregulado se descartótambién el supuesto de conocimiento perecto, en especial a na-

les de los años veinte y comienzos de los treinta, cuando la teoríaeconómica “tuvo que reconciliarse con la incesante anarquía delmundo de los hechos”. “Hasta los años treinta”, arma un estudiosode la teoría económica de la época, “la economía era la ciencia de lalucha contra la escasez básica. Luego de los treinta, era la eplica-ción de la orma en que los hombres superan la escasez y la incerti-dumbre. Este ue el mayor logro de la teoría económica durante los

años treinta” (Schackle, 1967: 7). La Pax Britannica había inculcadoen muchos el sentido de un orden natural e irreutable. Siguiendocon el recuento de Schackle:

“No había”, como arma John Maynard Keynes, “nada que temer” …

La dierencia más poderosa y esencial entre este mundo y el mundo

de los años treinta ue la pérdida misma de la tranquilidad. Proble-

mas como “el precio de una taza de té”, como lo epresara la proe-sora Joan Robinson, carecían ya de importancia rente al problema

del desempleo creciente, o como eplicara Keynes, del racaso de

los incentivos para la inversión, racaso que se debía a la opresión

súbita de las mentes de negocios por las incontables incertidum-

bres del mundo. Ya no eistía el equilibrio real, y no podía eistir el

equilibrio en teoría (1967: 289).

12 Además del libro de Maier (1975), véanse Aldcrot (1977); Gramsci(1971) acerca del americanismo y el ordismo, y Harvey (1989) acercadel régimen ordista de acumulación.

Page 124: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 124/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

124

Keynes ue el héroe de la nueva revolución. Demostró quepodían eistir equilibrios a niveles por debajo del pleno empleo –en

realidad, a cualquier nivel de producción y empleo–. Las teorías delempleo y el crecimiento producidas durante los “años de la granteoría” entre 1926 y 1939 (por economistas como Keynes, Kahn,Robinson, Harrod, Myrdal, Hicks, Kalecki, Samuelson y Kaldor)surgieron de la toma de conciencia sobre la carencia undamen-tal de inormación que arontaban quienes tomaban las decisiones.La competencia perecta se volvió imperecta (en sus escritos de1926, Piero Sraa demostró la eistencia de actores inherentes a la

empresa, llamados economía de escala, que convertían en ilusorioel supuesto de competencia perecta). La perecta inormación sehizo conusa, dando paso a la incertidumbre. Y el espacio que habíaquedado vacío con la pérdida del interés por las condiciones está-ticas se llenó pronto con investigaciones acerca de la dinámica delcrecimiento, que ahora ocupaba el trono de la teoría. Debido a laslimitaciones de la inormación, las herramientas para manejar la

realidad debían anarse. De allí que surgiera un nuevo énasis enla política y la planeación públicas para satisacer la necesidad demecanismos de orden y control.

Las innovaciones mencionadas refejaban con precisión losenómenos del período: defación, reducciones salariales y desem-pleo en los años veinte, crisis económica y desempleo agravado enlos treinta. La receta de Keynes era que el gobierno omentara el

pleno empleo mediante el gasto público apropiado y a través dela inversión y de las políticas monetaria y scal. Los economis-tas consideran de etrema importancia los logros teóricos de esteperíodo. Para Dobb (1973: 211-227), sin embargo, la nueva teoría nodesaaba la teoría neoclásica del valor; antes bien, se movía dentrode su marco general (Keynes consideraba a la teoría neoclásicacomo un “caso especial” de su teoría general). Su crítica radical alas opiniones eistentes se limitó al supuesto de una única posiciónde equilibrio estático, que a su vez implicaba el pleno empleo delos recursos. No obstante, hay que admitir la importancia que tuvola crítica de Keynes al increíblemente racional y uniorme mundo

Page 125: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 125/423

125

Capítulo III

neoclásico. Con todo, sus sucesores, llamaron pronto al retorno a laracionalidad y a la matematización de la economía, desconociendo

la que podría haber sido la lección más radical de la obra de Keynes(Gutman, 1994).13

La teoría del crecimiento económico legitimó la ormulaciónteórica que obedecía a la racionalidad y los modelos convenciona-les. A nales de los años treinta, y con la aparición de la Teoría gene-ral de Keynes, algunos economistas (Harrod en 1939 y Domar en1946) centraron su atención en las tasas de crecimiento del producto(producción nacional) y del ingreso como variables undamentales

que deberían ser eplicadas por una teoría verdaderamente diná-mica. El ambiente era propicio para la elaboración de una teoría delcrecimiento que uera tan abstracta y general como lo era la teoríadel equilibrio general. La clave para una teoría de este tipo era larelación entre la inversión y el producto general: cómo el ritmo de lainversión determina el nivel de producto general, y cómo la acele-ración del producto general aecta a su vez el ritmo de la inversión.

La inversión, se anotaba, no solo acelera el ingreso, sino que generaun aumento de la capacidad productiva. Una adición neta al stock de capital produce un incremento correspondiente del productonacional (producto interno bruto, o PIB); esta correspondencia seepresa mediante lo que los economistas del período llamaron larelación capital-producto, que Harrod denió como el valor de losbienes de capital necesarios para incrementar en una unidad el

nivel de producto.El capital para la nueva inversión debe venir de algún lugar, y larespuesta ue el ahorro. Parte del ingreso nacional debe ahorrarsepara reemplazar los bienes de capital gastados (equipo, edicacio-nes, materiales, etcétera) y para crear otros nuevos. Lo que importabaentonces era establecer la “tasa de ahorro” necesaria (proporción

13 La clásica ley de Say de que “la oerta crea su propia demanda” ue otro

blanco de la teoría de Keynes. De igual modo, para Keynes la tasa deinterés ya no sería el instrumento que equilibraría automáticamente elahorro con la inversión, sino más bien una tasa de dinero bajo lainfuencia de la política monetaria y las epectativas actuales acerca delos movimientos uturos.

Page 126: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 126/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

126

del ingreso nacional a ahorrar) que, unida a una determinada rela-ción capital-producto, produciría la tasa esperada de crecimiento

del PIB. Cada economía tendría una “tasa natural de crecimiento”,denida como la tasa máima permitida por el aumento de su pobla-ción, la acumulación de capital y el progreso tecnológico. Dado queestas variables no podían controlarse con precisión, el proceso decrecimiento se consideraba inestable. Esta teoría era coherente portanto, no solo con “el interrogante clásico” y “el supuesto clásico”, sinotambién con la innovación keynesiana, que relacionaba la epansióno contracción de la economía con el ahorro y la inversión. Aunque se

introdujeron variaciones signicativas a la teoría original de Harrod-Domar, su ormulación original dio orma a la incipiente economíadel desarrollo. Como se verá en la siguiente sección, las consecuen-cias de la adopción de esta teoría ueron enormes.

Volvamos por un momento a la economía del mundo. Lasupuesta estabilidad alcanzada en los países más poderosos, a na-les de los años veinte, y de nuevo a nales de los treinta, no care-

cía de contradicciones. Como régimen característico de acumula-ción, el ordismo solo alcanzó su madurez después de 1945, cuandose convirtió en la base del boom de la posguerra que duró hastacomienzos de los años setenta. Para la época en que el ordismocomenzó a declinar, ya se había convertido “no tanto en un sistemade producción masiva como en todo un estilo de vida” (Harvey, 1989:135). No solo había introducido una nueva cultura del trabajo y el

consumo, sino también una nueva estética que se basó en y contri-buyó a la estética del modernismo, con su preocupación por launcionalidad y la eciencia.

Veamos ahora cómo eplican los economistas maristas ladinámica del capitalismo durante el período. La acumulaciónordista determinaba la incorporación de la perieria en nuevasormas.14 La integración horizontal (geográca) de la economía del

14 En esta sección utilizo los términos centro, perieria y semiperieriaderivados de las teorías del sistema mundial y de la dependencia. Lospaíses del centro son aquellos que se industrializaron durante el sigloxIx, o sea, los denominados generalmente países desarrollados denuestros días (Europa occidental, Estados Unidos, Canadá, Australia,

Page 127: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 127/423

127

Capítulo III

mundo capitalista se había completado hacía ya mucho tiempo en1910, y comenzaba un proceso de integración vertical: para la peri-

eria, aumento en el ritmo de etracción de la plusvalía mediantemétodos dierentes a la epansión geográca. En 1913, las princi-pales naciones del centro (Inglaterra, Estados Unidos, Francia y Alemania) poseían cerca de 85 por ciento del capital invertido enla semiperieria (compuesta en aquel entonces por España, Portu-gal, Rusia, Japón, Australia y algunas áreas de Europa oriental) y en la perieria (constituida por gran parte de América Latina, Asia

 y Árica). Sin embargo, hubo actores que crearon inestabilidad: el

aumento de la competencia de la semiperieria (especialmente deRusia y Japón); el aumento de las ideologías opuestas al centro y delos movimientos sociales en la perieria (a medida que aumentabanla tasa de inversión etranjera y la intervención militar directa); loscambios internos en la estructura de clases de los propios paísesdel centro, y la competencia entre estos últimos por el control de loscada vez más importantes recursos naturales de la perieria.15

La importancia creciente de Estados Unidos en la economíacapitalista mundial tuvo importantes repercusiones en la perieria.En el caso de América Latina, el intercambio comercial con Esta-dos Unidos creció drásticamente, y lo mismo pasó con la inversióndirecta norteamericana. Durante los años veinte, en especial, seinició un enorme programa de préstamos, principalmente por partede la banca norteamericana. Estos años marcaron la primera década

de “modernización” del continente latinoamericano y el períodoNueva Zelanda y Surárica). La perieria está compuesta por la mayoríade los países del Tercer Mundo, a pesar de que su composición hacambiado desde el surgimiento de lo que los teóricos del sistemamundial llaman la economía capitalista mundial en 1650. Hoy en día, lasemiperieria incluye algunos de los países más grandes del TercerMundo y a los llamados “dragones” o nuevos países en industrialización(Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur, con un puñado de paísesque esperan su admisión ocial en el club, como Malasia, Tailandia y Chile). Para una eplicación más elaborada de los términos, véanse

Braudel (1977) y Wallerstein (1974, 1984).15 El análisis de esta sección se basa en los trabajos de Borrego (1981),

Amin (1976, 1990), Wallerstein (1974), Hopkins y Wallerstein (1987),Cardoso y Faletto (1979).

Page 128: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 128/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

128

en general (1910-1930) contempló una importante transición enla estructura social y económica de los países más grandes de la

región. La gran depresión golpeó con uerza las economías latinoa-mericanas. Las importaciones que los países del centro hacían deproductos latinoamericanos se redujeron severamente. Las inmen-sas deudas contraídas por muchos países durante los años veintese convirtieron en carga insoportable (situación no muy dierentede la vivida en los años ochenta) y, de hecho, para 1935 gran partede la deuda estaba sin pagarse. La euoria creada por el boom de losaños veinte dio paso a una atmósera sombría, de la cual surgió la

necesidad de adaptarse lo mejor posible a las deprimidas condicio-nes internacionales (curso de acción que la mayoría de los países dela región tomó), o de continuar con el proceso de industrializaciónmediante una estrategia de sustitución de importaciones, o sea,producir en casa lo que antes se importaba (vía que tomaron lospaíses de mayor tamaño como Brasil, Argentina, Méico y Colom-bia). Los países periéricos se vieron obligados a abandonar el viejo

liberalismo para desarrollar políticas estatales con el n de prote-ger y desarrollar sus economías nacionales.16

Después de la Segunda Guerra Mundial la supervivencia delsistema de libre empresa se vio amenazada. Para salvarlo, Esta-dos Unidos enrentaba varios imperativos: mantener unidas y en marcha a las naciones que conormaban el centro del sistema

16 Estos cambios económicos estuvieron acompañados por cambios sin

precedentes en lo cultural y lo social. En el caso latinoamericano, apare-cieron movimientos socialistas, comunistas, anarquistas y, en menorgrado, eministas y estudiantiles. La creatividad en arte y literaturaalcanzó niveles sin precedentes (por ejemplo, los muralistas meicanos

 y la primera ola de escritoras). Cortado el cordón umbilical que ligaba ala oligarquía terrateniente con Londres, y aún no establecida la estre-cha coneión que inevitablemente habría de ligarla a Nueva Yorkdespués de la Segunda Guerra Mundial, los latinoamericanos buscaronen su pasado nuevas verdades (indigenismo), desarrollaron posicioneseclécticas inspiradas en el socialismo y el marismo (Mariátegui, Haya

de la Torre, Jorge Eliécer Gaitán), y se concentraron en las condicioneseconómicas internas para desarrollar economías nacionales saludables(sustitución de importaciones e industrialización). Este ermento inte-lectual se vio rustrado por la contraoensiva emprendida por EstadosUnidos a través del desarrollo y de la Alianza para el Progreso.

Page 129: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 129/423

129

Capítulo III

capitalista mundial, lo que a su vez requería esuerzos y epan-sión continuos para evitar la diusión del comunismo; encontrar

ormas de invertir el ecedente del capital acumulado durante laguerra (especialmente en el etranjero, donde podían obtenerseganancias mayores); encontrar mercados para los bienes norte-americanos uera de sus ronteras, porque la capacidad produc-tiva de su economía se había duplicado durante la guerra; asegu-rar el control sobre las uentes de materias primas a n de enren-tar la competencia mundial; y establecer una red global de podermilitar incuestionable para garantizar el acceso seguro a mate-

rias primas, mercados y consumidores (Amin, 1976; Borrego, 1981;Murphy y Augelli, 1993). El pacto rmado en Bretton Woods, en elcual se establecieron el Fondo Monetario Internacional y el BancoMundial, inauguró la nueva era. La teoría keynesiana suministrólas pautas para ortalecer el sector privado, epandir los merca-dos domésticos y oráneos, y revitalizar el comercio internacio-nal bajo la égida de las corporaciones multinacionales. El proceso

de producción de los Estados del centro quedó así reintegradocon sus aparatos políticos y con las organizaciones nancierasinternacionales.

“La gran transormación”, tan admirablemente descrita porPolanyi, marcó así el colapso de algunos de los principios econó-micos más preciados en el siglo xIx. El laissez-aire y el viejo estilode liberalismo dieron paso a ormas más ecientes de adminis-

trar economías y poblaciones, tal vez más penetrantes por el solohecho de ser ejecutadas con el aval protector de la ciencia, y, cada vez más (especialmente con el desarrollo de la economía del bien-estar durante los cincuenta), por “el bien de la gente”. El “interludioestático” había terminado, pero la nueva economía hizo poco poralterar los límites del discurso clásico y neoclásico. Se desarrolla-ron renamientos teóricos y técnicas matemáticas sosticadas,como el análisis insumo-producto de Leontie, en gestación desdelos años treinta, pero que no se apartaban signicativamente de laormación discursiva básica de la economía clásica. Los imperati-

 vos que Estados Unidos enrentaba al nal de la guerra situaron a

Page 130: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 130/423

Page 131: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 131/423

131

Capítulo III

aplicar lo mejor de sus conocimientos a una labor compleja peroecitante. Su discurso, que analizaremos en la próima sección, ue

muy infuyente, y sigue siendo un capítulo importante de la historiacultural del Tercer Mundo.

El desarrollo de la economía del desarrollo

Las teorías iniciales: cómo se dio orma al discurso

El lapso 1948-1958 contempló el surgimiento y la consolida-ción de la economía del desarrollo como práctica relacionada con

determinadas preguntas, ejecutada por determinados individuos y encargada de ciertas tareas sociales. Durante el período, la econo-mía del desarrollo construyó su objeto, la “economía subdesarro-llada”, partiendo de los procesos históricos y teóricos que analiza-mos en la sección anterior. Para nuestro análisis de la política deldiscurso y de los regímenes de representación resulta importanteeaminar en detalle la orma en que ocurrió su construcción.

El concepto de desarrollo económico que surgió durante lasegunda posguerra tuvo importantes precursores. Como lo anotaArndt (1978, 1981), cuando se usaba el término “desarrollo”, antesde los años treinta, este se tomaba en sentido naturalista, es decir,como la aparición de algo con el paso del tiempo. Dos ecepcionesueron el trabajo de Schumpeter sobre el desarrollo económico, y publicado en alemán en 1911, que analizaremos más adelante, y el

de algunos historiadores del imperio británico. Mar, quien derivósu concepto de desarrollo de la ineorable dialéctica hegeliana, ueotra ecepción. La precursora más obvia del uso actual, como lomencionamos en el capítulo 2, ue el Acta británica de desarrollocolonial de 1929. En el conteto colonial, el desarrollo económicono constituía un proceso histórico inevitable sino una actividadque debía ser promovida por el gobierno. El sistema económico no“desarrollaba” los recursos; los recursos debían ser desarrollados.“El desarrollo económico en el sentido de Mar se deriva del verbointransitivo, en el sentido [colonial] del verbo transitivo” (Arndt,1981: 460).

Page 132: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 132/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

132

Arndt sitúa el origen del uso del desarrollo económico ensentido transitivo en Australia y, en menor grado, en Canadá,

países en los cuales el desarrollo económico no se dio espontá-neamente. También menciona de paso un estudio realizado en1922 por Sun Yat-sen, líder nacionalista chino, que proponía unprograma masivo para el desarrollo económico de China. Peroue solo a mediados de los años cuarenta cuando el término seaplicó al desarrollo económico de “áreas subdesarrolladas”.La depresión y la Segunda Guerra Mundial habían puesto derelieve las cuestiones del pleno empleo y el crecimiento. Como lo

epresa Arndt (1978) en su estudio sobre el auge y decadencia delconcepto de desarrollo económico, se dio un “retorno a la escasez”

 y al “problema general de la pobreza”. El crecimiento comenzó aser considerado como un remedio para la pobreza y el desempleo,más que como un n en sí mismo.

Gracias a las teorías de crecimiento, la preocupación clásica porla acumulación de capital se convirtió en el núcleo de los primeros

intentos por aplicar a los países pobres las herramientas conocidasdel análisis económico. El énasis en la inversión implicó centrarseen el ahorro y abrió el camino para la ayuda e inversión etran-

 jeras, ya que pronto se reconoció que los países pobres rara vezposeían cantidades sucientes de capital para satisacer las inver-siones requeridas por el crecimiento acelerado. Esta conclusión se

 vio reorzada por la consideración de que el crecimiento del PIB

debería ser mayor que el de la población, relativamente alto en lamayoría de los países. Además, se descubrió un campo privilegiadode inversión, en el que los benecios de la acumulación de capitalserían mayores que en cualquiera otro: la industrialización, la cualabriría las vías para la modernización de las economías atrasadas

 y para propagar entre los nativos la racionalidad adecuada, “capa-citar la mano de obra y acostumbrarla a la disciplina abril”, comoescribiera W. Arthur Lewis en 1946, reriéndose a la industrializa-ción de Jamaica (citado en Meier, 1984: 143). También sería el modomás eciente de dar uso productivo a la gran masa de subemplea-dos y desempleados que vivía en el campo.

Page 133: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 133/423

133

Capítulo III

Del mismo modo, la industrialización sería la única manera enque los países pobres podrían eliminar la desventaja estructural

que enrentaban en el comercio internacional como productoresde bienes primarios en competencia con los mayores precios y lamayor productividad de los bienes provenientes de países indus-trializados. Mediante la industrialización, los países pobres deja-rían de producir “los artículos equivocados” y comenzarían a produ-cir bienes de mayor valor comercial. Resultaba “claro como el agua”que la industrialización era la clave del desarrollo, para citar denuevo el inorme de Lewis sobre Jamaica (en Meier, 1984: 143). La

orma concreta que la industrialización debería tomar constituyóel meollo de la mayoría de los modelos de desarrollo de los añoscincuenta. Era obvio que la industrialización no ocurriría espon-táneamente. Se requerían esuerzos deliberados para superar losevidentes obstáculos a la industrialización. Lo que se necesitabaera un tipo de planeación que garantizara la asignación correctade los escasos recursos, que corrigiera los precios del mercado,

que maimizara el ahorro, que orientara la inversión etranjeraen la dirección adecuada y que, en general, dirigiera la economíaen términos de un programa bien balanceado. Por ello, la planea-ción del desarrollo ue desde un comienzo la hermana melliza deldesarrollo económico, lo que era evidente en 1949 cuando el BancoMundial envió su misión a Colombia.

En síntesis, los componentes principales de la estrategia del

desarrollo económico, comúnmente recomendada en los añoscincuenta, eran: 1. Acumulación de capital; 2. Industrializacióndeliberada; 3. Planeación del desarrollo, y 4. Ayuda eterna. Sinembargo, se pensaba que las economías subdesarrolladas ehibíancaracterísticas que las dierenciaban de las economías estudiadaspor la economía ortodoa, lo que requería entonces modicar lateoría eistente –lo que Hirschman (1981) llamara el abandono dela “premisa monoeconómica” –. Entre estas características gura-ban la eistencia de altos niveles de subempleo rural, el bajo nivelde industrialización, la eistencia de un conjunto de obstáculos aldesarrollo industrial, y la situación de desventaja en el comercio

Page 134: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 134/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

134

internacional. Las tres primeras cautivaron la atención de la mayo-ría de los teóricos a la hora de construir sus modelos. Inicialmente,

la atención se concentró en los “obstáculos” eistentes en el caminodel desarrollo, al igual que en los “componentes altantes” quedeberían proporcionarse para que los modelos pudieran uncio-nar. Los modelos propuestos caracterizaban el esuerzo que habríade emprenderse para superar los “obstáculos” y proporcionar los“componentes altantes”, de modo que la industrialización despe-gara con vigor y celeridad.18

Las teorías clásica y neoclásica del crecimiento sirvieron de

cimiento a los modelos. Los ejes de la teoría clásica del crecimientoeran, recordémoslo, acumulación de capital, mayor división deltrabajo, progreso tecnológico y comercio. Como ya vimos, la teoríadel crecimiento de la posguerra se vio infuida por el análisis keyne-siano de la interacción entre ahorro e inversión. Es útil recordar laimportancia que tenía el argumento del crecimiento postulado porHarrod y Domar. Para crecer, las economías deben ahorrar e inver-

tir cierta proporción de su producto interno bruto. Dado cierto nivelde ahorro e inversión, la tasa actual de crecimiento dependerá delo productiva que sea la nueva inversión. Y la productividad de lainversión puede medirse mediante la relación capital-producto. Lainversión crea una nueva capacidad de producción que debe serigualada, a su vez, por nueva demanda. Por lo tanto, el ingreso debeincrementarse en proporción equivalente para garantizar que no

eista capacidad ociosa de los bienes de capital.El modelo suponía ciertos rasgos que concordaban razonable-mente bien con los países industrializados pero no con las econo-mías subdesarrolladas. Se suponía una relación constante capital-producto, no se analizaba el eecto de cambios en los precios (eranmodelos en términos reales), y se suponían términos de intercambioconstantes. Pero se encontró que las economías subdesarrolladas

18 Un buen resumen de las teorías iniciales del desarrollo económico,accesible para no especialistas, se encuentra en Meier (1984). Véansetambién Seers (1983); Meier y Seers, eds. (1984); Hirschman (1981); y Bauer (1984). Es muy conocido el teto de Todaro (1977).

Page 135: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 135/423

135

Capítulo III

se caracterizaban por el deterioro de los términos de intercambiode sus productos primarios (rente a los productos manuactura-

dos provenientes de los países industrializados), por su necesidadurgente de cambio tecnológico, y porque sus precios cambiabancontinuamente como resultado de sus tendencias infacionarias.También tenían un nivel mucho menor de ahorro. El mayor obstá-culo para el desarrollo era, entonces, la baja disponibilidad de capi-tal. Más aún, aunque pudiera incrementarse el ahorro, seguiríaeistiendo una “brecha de ahorro” que debería llenarse con ayudaeterna, préstamos o inversión privada eterna. Pese a estas die-

rencias, las teorías de crecimiento desarrolladas para las econo-mías industrializadas determinaron en gran parte los modelos dedesarrollo económico aplicados en el Tercer Mundo.

Observemos en detalle algunos de los modelos más importan-tes. Rosenstein-Rodan, partiendo de su eperiencia con las econo-mías relativamente deprimidas de Europa oriental de los años

 veinte y treinta, propendió un “gran empujón” en la inversión a n

de movilizar el subempleo rural hacia la industrialización. Paraeste autor, el éito de la industrialización eigía un esuerzo inicialcuidadosamente planeado; los esuerzos pequeños y aislados eranmuy proclives al racaso.19 Otros modelos sugerían una idea similar,

 ya uera que postularan “un esuerzo mínimo crítico” (Liebenstein,1957), o consideraran que los países estaban atrapados en “unatrampa de equilibrio de bajo nivel”, de la cual solo podría sacar-

los un esuerzo de cierta magnitud (Richard Nelson). A nales delos años cincuenta y comienzos de los sesenta se hizo amoso elmodelo histórico-económico de Rostow (1960, 1952), que planteabaque todos los países atravesaban por una sucesión lineal de esta-dios en su transición a la modernidad, siendo uno de ellos el “despe-gue” hacia el crecimiento autosostenido. Lo mismo sucedió con la

19 Joseph Love (1980) ha eplorado los posibles neos entre los debates

sobre el desarrollo económico sostenidos durante los años veinte enEuropa oriental por economistas como Rosenstein-Rodan, y los vividosen América Latina a nales de los años treinta y cuarenta, en particularen el ámbito de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) delas Naciones Unidas.

Page 136: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 136/423

Page 137: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 137/423

137

Capítulo III

círculo vicioso se da simultáneamente con una relación circular enel campo de la economía:

Eiste una relación circular en ambos lados de los problemas de

ormación de capital en las áreas del mundo aquejadas por la po-

breza. Del lado de la oerta, eiste poca capacidad de ahorro, que

resulta del bajo nivel de ingresos reales, el cual refeja baja produc-

tividad, lo que a su vez se debe en gran parte a la escasez de capital.

La escasez de capital es resultado de la escasa capacidad de ahorro,

lo cual completa el círculo. Del lado de la demanda, el estímulo a in-

 vertir puede ser bajo por el escaso poder de compra de la población,

lo cual se debe a la pequeñez de su ingreso real, a su vez debida a la

baja productividad. Sin embargo, el bajo nivel de productividad, es

resultado de la pequeña cantidad de capital usado en la producción,

lo cual a su vez puede ser causado, al menos en parte, por el insu-

ciente estímulo a la inversión (Nurkse, 1953: 5).

Detrás del círculo “vicioso” de la economía se halla implícita unaóptica circular “correcta”, que se consideraba subyacente en unaeconomía sana. La meta del crecimiento equilibrado se veía inge-nuamente como “agrandar el tamaño del mercado y crear estímulospara la inversión”, para lo cual el capital era obviamente esencial.Aumentar la producción de un bien (los zapatos, en el ejemplo deNurkse) no bastaba. Según su teoría, para que la demanda creciera

lo suciente, el aumento debía ocurrir simultáneamente en unamplio rango de bienes de consumo. Por consiguiente, la políticacomercial debería tratar de encauzar en orma adecuada el ahorroadicional y las uentes eternas de capital, a n de epandir elmercado doméstico hasta el nivel requerido para el despegue haciael desarrollo autosostenido.

Resulta interesante que para Nurkse el problema de la orma-ción de capital no se limita a la baja capacidad de ahorro, sinotambién al bajo estímulo a la inversión. A este respecto, Nurkse seacercaba más a Schumpeter, a quien menciona eplícitamente. Peroni Nurkse ni ningún otro economista del desarrollo adoptaron la

Page 138: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 138/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

138

óptica schumpeteriana. Las razones resultan reveladoras en térmi-nos de la política del discurso. La Teoría del desarrollo económico de

Schumpeter se conocía en inglés desde 1934. El libro, como la mayo-ría de los trabajos de Schumpeter, es de naturaleza densa y unicada,con énasis en los aspectos procedimentales (“El argumento dellibro orma un todo conectado”, dice el autor en la introducción). Lainfuencia sorpresivamente pequeña de este libro en el pensamientodel desarrollo de la posguerra pudo deberse a varios actores. Paracomenzar, el libro ue considerado por los economistas occidentalescomo teoría de los ciclos económicos y no como teoría del desarrollo.

Además, el énasis de Schumpeter en el rol del empresario privadoparecía impedir su aplicación a los países pobres, donde la capacidadempresarial se creía casi ineistente, a pesar de algunos argumen-tos contrarios (Bauer y Yamey, 1957). La supuesta alta de capacidadempresarial estaba infuida por la percepción de los pueblos delTercer Mundo como atrasados y hasta perezosos.

La teoría de Schumpeter debió haberse considerado oportuna

para las preocupaciones de los primeros economistas del desarro-llo. Schumpeter no solo se interesaba en los pequeños cambios dela vida económica, sino precisamente en los cambios revolucio-narios considerados como necesarios por los economistas en lasteorías del “gran empujón” y el “despegue”. Sin embargo, adherir almarco schumpeteriano habría signicado tomar en serio algunosaspectos que habrían planteado problemas incómodos a la mayoría

de los economistas del período: por ejemplo, el hecho de que paraSchumpeter el crecimiento no signicara por sí mismo desarrollo,sino simples “cambios en los datos”; o que “el estado económico deun pueblo no proviene simplemente de sus condiciones econó-micas precedentes, sino de su situación anterior en su totalidad”(Schumpeter, 1934: 58). ¿Cómo podrían traducirse sus opiniones enmodelos y esquemas de planeación razonables?21

21 Otras infuencias desempeñaron un papel en la eclusión de las ideasde Schumpeter. Por ejemplo, el hecho de que la economía del desarrollouera casi eclusivamente asunto de las instituciones académicasangloamericanas, para las cuales el pensamiento sistémico de Schum-peter –proveniente de una tradición intelectual distinta– resultaba algo

Page 139: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 139/423

139

Capítulo III

El modelo de W. Arthur Lewis de la “economía dual”, publi-cado originalmente en 1954 ue tan infuyente como el modelo de

Nurkse, si no más. La operación discursiva central del modelo erala división de la vida económica y social de un país en dos secto-res: uno moderno y otro tradicional. El desarrollo consistiría en lainvasión progresiva del sector tradicional por parte del moderno y en la epansión sostenida de la economía monetaria sobre el vastocampo de la subsistencia o cuasi subsistencia. Este supuesto condi-cionó durante décadas la visión del desarrollo de la mayor parte delos economistas y de las organizaciones internacionales (obsér-

 vese, por ejemplo, la cita que abre el primer capítulo de este libro,etraída de un inorme preparado por un comité de cinco miembros,del cual ormaba parte Lewis). Desde el punto de vista de la econo-mía discursiva, las consecuencias de una construcción dualistason enormes. Para comenzar, la construcción de Lewis equipara latradición con el atraso, la considera una carga que hay que elimi-nar tan pronto como sea posible, y una parte de la economía que no

tiene nada que aportar al proceso del desarrollo. De haberse adop-tado una óptica no dualista de la economía subdesarrollada (brau-deliana, schumpeteriana o marista, para no mencionar algunabasada en tradiciones no occidentales), las consecuencias habríansido bien dierentes, ya que el desarrollo habría tenido que involu-crar a todos los sectores de la vida social.

Eiste otro mecanismo que opera en la dicotomía moderno-tra-

dicional. La división distancia a un polo del otro, haciendo remotosu segundo término. Este rasgo del discurso no se limita en absolutoa la economía, está proundamente arraigado en las ciencias socia-les y en la cultura occidental. En su análisis del uso del tiempo enla antropología, Johannes Fabian (1983) encontró el mismo rasgo,al que denomina “negación de la contemporaneidad”, y lo encuen-tra presente en los escritos sobre otras culturas. A pesar de que eletnógrao o el investigador/economista está obligado a compartir el

etraño; y el hecho de que su teoría no se prestara ácilmente para eltipo de elaboraciones matemáticas a las cuales se iban acionandoalgunos economistas del desarrollo.

Page 140: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 140/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

140

tiempo con los otros –los “nativos”, los “subdesarrollados” – duranteel trabajo de campo o las misiones económicas, este otro es repre-

sentado, sin embargo, como perteneciente a otro período de tiempo(incluso a la edad de piedra, de acuerdo con algunos tetos). Eltiempo se usa, así, para construir el objeto de la antropología ode la economía, de tal modo que se crea una relación especícade poder. Al construir al otro como perteneciente a un período detiempo distinto, los cientícos sociales evitan tomarlo en serio. Deallí resulta un monólogo desde las alturas del poder. Estos rasgosaparecen en la imagen de Lewis de la economía dual:

Encontramos algunas industrias muy capitalizadas, como minería

o energía eléctrica, al lado de las técnicas más primitivas… Encon-

tramos el mismo contraste también uera de la vida económica.

Hay una o dos ciudades modernas, con la más bella arquitectura,

acueducto, comunicaciones y similares, a las cuales llegan gentes

de otras poblaciones y aldeas que casi podrían pertenecer a otro

planeta. Este mismo contraste eiste incluso en la gente: entre lospocos nativos muy occidentalizados, con pantalones, educados en

universidades occidentales, que hablan lenguas occidentales, y que

glorican a Beethoven, Mills, Mar o Einstein, y la gran masa de

campesinos que habitan en mundos bien distintos… Lo que uno

 ve inevitablemente son espacios de la economía uertemente de-

sarrollados, rodeados por oscuridad económica [Lewis, [1954] 1958:

408].

En este discurso, el segmento tradicional es un mundo de oscu-ridad económica en el cual son imposibles las ideas nuevas, laarquitectura es inadecuada (aunque les parezca adecuada a susmoradores), no hay comunicaciones (ya que solo el avión, el auto-móvil y la televisión cuentan como tales), en síntesis, otro planeta.No importa que los habitantes de ese mundo etraño también seanseres humanos (aunque aquellos que pertenecen al sector modernoson aparentemente más humanos, ya que hablan lenguas presti-giosas, escuchan a Beethoven, se han aprendido de memoria las

Page 141: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 141/423

141

Capítulo III

ecuaciones de Einstein y han estudiado a Samuelson, a Friedmano a Mar), o que constituyan 80 por ciento del mundo. Su eistencia

puede borrarse de un plumazo, ya que viven en una era bastantedierente, destinada a ser barrida por los rutos de la Ilustración y por los buenos ocios de los economistas. La bondad de las accio-nes de los pregoneros de la modernidad queda corroborada por elhecho de que la elite nativa adora el mundo “moderno” –aunque suaceta “nativa” pueda aforar de vez en cuando, por ejemplo, cuandose vuelve “corrupta” o cuando “no colabora”.

La concepción del desarrollo económico que surge de esta

opinión representa su proyección lógica. “El principal problema dela teoría del desarrollo económico” –escribe Lewis– “es cómo enten-der el proceso por el cual una comunidad, que antes ahorraba einvertía una cantidad igual o menor a 4 o 5 por ciento de su ingresonacional, se convierte en una economía donde el ahorro voluntariollega a ser igual o mayor a 12 o 15 por ciento del ingreso nacional”(Lewis, [1954] 1958: 416). “Este es el principal problema, porque el

hecho central del desarrollo económico es la acumulación rápidade capital (incluyendo dentro de él al conocimiento y las habili-dades)”, añade (pág. 416). El medio para conseguirlo también sededuce: usar al sector tradicional para estimular al sector moderno.Ello requeriría movilizar a “los subempleados rurales”, quienes,debido a su gran número, pueden ser sacados del campo sin que sereduzca la producción agrícola (en la jerga de los economistas esto

puede hacerse porque la productividad marginal del trabajo en laagricultura es irrisoria o equivalente a cero). Esta “mano de obraecedente” sería contratada por salarios cercanos a los de subsis-tencia por las nuevas industrias, creadas con el ahorro adicional

 y el capital eterno. Tanto el “registro” histórico como la raciona-lidad económica dan testimonio de que la gente estará dispuesta amigrar, siempre y cuando se le puedan garantizar salarios más altosen el sector moderno.

Lo que pasara con la gente del campo (para no hablar de lo quepensara) carecía de importancia. Desde una perspectiva econó-mica, esta gente simplemente no contaba:

Page 142: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 142/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

142

No nos interesa la gente en general, digamos que nos interesa sola-

mente 10 por ciento de mayores ingresos, que en países con eceden-

te de mano de obra recibe hasta 40 por ciento del ingreso nacional…90 por ciento restante nunca logra ahorrar una racción signicativa

de su ingreso. La cuestión importante es: ¿por qué ahorra más el 10

por ciento superior?… La eplicación es… tal vez, que el ahorro se

incrementa relativamente rente al ingreso nacional porque los in-

gresos de los ahorradores se incrementan en orma proporcional con

el incremento del ingreso nacional. El hecho central del desarrollo

económico es que la distribución del ingreso se altera en avor de la

clase ahorradora. (Lewis, [1954] 1958: 416, 417).

No es sorprendente que teorías como esta condujeran a distri-buciones regresivas del ingreso que alcanzaron proporciones

 vergonzosas. Solo a comienzos de los años setenta los economistasse dieron cuenta de ello, en particular con los hallazgos empíricos deAlbert Fishlow de que el “milagro brasileño” de nales de los sesenta

 y comienzos de los setenta (tasas de crecimiento superiores a 10 porciento anual mantenida por varios años) no solamente había produ-cido una distribución más inequitativa del ingreso, sino que habíadejado a los grupos de bajos ingresos en una situación peor en térmi-nos absolutos. El segundo aspecto importante que debería anotarsees que el desempleo no disminuyó en la mayoría de los casos, nitampoco se elevaron signicativamente los salarios y el nivel de

 vida, como lo predecía la teoría. Lo que se produjo más bien ue uneceso permanente de mano de obra, que se ajustaba muy bien alas necesidades de las corporaciones multinacionales. Junto conlos aumentos en el crecimiento del PIB la pobreza y el desempleoaumentaron inevitablemente. Semejantes consecuencias “inde-seables” y “dolorosas”, semejantes “descubrimientos dolorosos”–euemismos recuentes en los economistas para analizar el “récorddel desarrollo”– no eran de ningún modo accesorios a los modelosusados, sino que ormaban parte de su estructura interna.22

22 La creencia de que hacer más ricos a los ricos es una manera eectiva deestimular la economía también ue la base de la política económica

Page 143: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 143/423

Page 144: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 144/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

144

Los teóricos de la Cepal también prestaron atención a otrosaspectos notorios, como la infación, y a los obstáculos estructurales

para el desarrollo, en particular, la debilidad del sector agrícola y laalta de coordinación entre los sectores de la economía en AméricaLatina. La evaluación de las teorías de la Cepal sigue siendo, hastahoy, un asunto polémico.24 Albert Fishlow (1985), por ejemplo, haobservado con acierto el hecho paradójico de que la estrategia deindustrialización vía sustitución de importaciones agravó preci-samente aquellos actores que buscaba corregir: incrementó la

 vulnerabilidad por alta de divisas, eageró algunos aspectos de los

desequilibrios sectoriales y eacerbó la tendencia infacionaria delproceso de crecimiento. Pero no puede negarse que los economis-tas de la Cepal pusieron en tela de juicio algunas de las creencias dela teoría económica ortodoa (en particular la teoría del comerciointernacional), proporcionaron una visión más compleja del desa-rrollo que daba cabida a consideraciones estructurales, y mostra-ron mayor preocupación por el nivel de vida de las masas. Pese a

estas dierencias, el desarrollo económico siguió siendo a los ojosde los economistas, en esencia, un proceso de acumulación de capi-tal y de progreso técnico. En resumen, como agudamente lo señalaCardoso (1977), el pensamiento de la Cepal poseía “la originalidadde una copia”.

Esto quiere decir que las propuestas de la Cepal ueron ácil-mente asimiladas en las opiniones establecidas, en la medida en

que se prestaban para un proceso de modernización que los eper-tos internacionales y las elites nacionales estaban ansiosos porcomenzar. Las propuestas estaban condenadas a ser absorbidaspor la red de poder del discurso dominante. Hablando en gene-ral, podría decirse que, para eectos de las regularidades discur-sivas, la doctrina de la Cepal no planteó un cuestionamiento radi-cal. Sin embargo, lo anterior no signica que careciera de eectos

24 Eisten ecelentes recuentos críticos del nacimiento y la evolución delpensamiento de la Cepal. Véanse los de Hirschman (1961), Di Marco,ed. (1974), Cardoso (1977), Rodríguez (1977), Love (1980) y Sikkink(1991).

Page 145: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 145/423

145

Capítulo III

importantes. Desde el punto de vista de la historia de las ideas, debe-ríamos reconocer, como Sikkink (1991), la impresionante contribu-

ción de los economistas latinoamericanos, quienes articularon una visión muy propia del desarrollismo como modelo durante los añoscuarenta y cincuenta. La elección del desarrollismo estilo Cepalentre varios modelos posibles refeja, en opinión de Sikkink, lainventiva de los economistas y diseñadores de política latinoameri-canos de la época ante oportunidades y restricciones domésticas einternacionales en continuo cambio.

Finalmente, las teorías maristas o neomaristas del desarrollo

solo alcanzaron signicativa visibilidad en la década de los sesenta,por medio de las teorías de la dependencia, el capitalismo perié-rico y el intercambio desigual (Cardoso y Faletto, 1979; Amin, 1976;Emmanuel, 1972). El infuyente artículo publicado por Paul Baranen 1952 y su libro de 1957, sirvieron de punto de partida a la mayoríade las ormulaciones maristas. Su artículo de 1952 (véase Baran,1958), titulado “On the Political Economy o Backwardness” conte-

nía una diatriba contra el capitalismo occidental y contra las clasesmedia y alta de los países atrasados por haber sido incapaces delograr el desarrollo de sus naciones. Para Baran, la erradicación delorden eudal en los países atrasados y su sustitución por la racio-nalidad del mercado habría constituido una señal de progreso, conlo que se aproimaba al discurso dominante. De todas maneras, suenoque dialéctico le dio la visión uturista para denunciar la alta

de adecuación de las políticas propuestas y señalar la necesidad decambios estructurales en el marco político y en las alianzas de claseentonces prevalecientes.

¿Hasta qué punto los enoques maristas o neomaristas se vieron ignorados, absorbidos o subvertidos por el discurso domi-nante? Muchos de sus conceptos pueden describirse de acuerdocon las bases conceptuales de la economía política clásica. Pese aque conceptos como la dependencia y el intercambio desigual erannovedosos, el espacio discursivo en el que se movían no lo era. Pero,dado que uncionaban dentro de un sistema regido por un conjuntodierente de reglas (el de economía política marista, en el cual

Page 146: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 146/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

146

conceptos como el capital y la ganancia determinan una prácticadiscursiva distinta), constituyen –en su carácter de estrategias

discursivas– un desaío a los esquemas dominantes. En resumen,aunque no representaron una alternativa al desarrollo, conorma-ron una visión dierente de él, así como una importante crítica a laeconomía burguesa del desarrollo.25

Cheryl Payer (1991) ha hecho una enérgica acusación a lasprimeras teorías de la economía del desarrollo, desde un ángulocontemporáneo: la crisis de la deuda. Payer encuentra los orígenesde esta precisamente en los modelos iniciales. Las primeras teorías

suponían que los países en desarrollo eran “importadores de capitalpor naturaleza” y que solo un fujo de capital eterno podría garan-tizar su desarrollo. El mito se basaba en algunos supuestos alaces:I. Que el capital etranjero siempre se sumaría al ahorro doméstico(en muchos casos no sucedió así: era más sensato usar las donacio-nes y los préstamos a bajos intereses para inversión, y desviar elahorro doméstico a programas sociales políticamente dirigidos). 2.

Que los mercados eternos siempre estarían abiertos, de tal modoque los países del Tercer Mundo podrían usar las divisas prove-nientes de las eportaciones para pagar los préstamos (los paísesdel centro casi siempre jaban aranceles elevados a los productosdel Tercer Mundo). 3. Que la industrialización que tendría lugarcomo resultado del aumento de la inversión reduciría la necesidadde importaciones (rara vez se cumplió: los países se volvieron más

dependientes de los bienes de capital –maquinaria– para produ-cir localmente lo que antes importaban, empeorando con ello los

25 Desde el punto de vista del discurso, “conceptos como la plusvalía y latasa decreciente de ganancia, como se halla en Mar, pueden descri-birse con base en la positividad ya presente en el trabajo de Ricardo;pero estos conceptos (que son nuevos, pero cuyas reglas de ormaciónno lo son) aparecen –en el mismo Mar– como simultáneamente perte-necientes a una práctica discursiva bastante dierente… Esta positivi-dad no constituye una transormación del análisis de Ricardo; no se

trata de una nueva economía política; se trata de un discurso queocurrió alrededor de una derivación de ciertos conceptos económicos,pero que, a su vez, dene las condiciones en las cuales tiene lugar eldiscurso de los economistas, y puede, por tanto, considerarse válidocomo teoría y como crítica de la economía política” (Foucault, 1972: 176).

Page 147: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 147/423

147

Capítulo III

problemas de la balanza de pagos). 4. Que el capital oráneo activa-ría orzosamente el crecimiento (la eperiencia histórica de países

como Australia o Noruega demuestra que lo cierto sería más bien locontrario).Payer arma enáticamente que el principal actor que olvida-

ron los economistas era que los préstamos tenían que ser pagados.Resolvieron el obstáculo suponiendo que siempre habría présta-mos disponibles para pagar deudas pasadas, ad innitum, o igno-rando por entero el problema del servicio de la deuda. Payer sereere a ello como el esquema Ponzi, en el cual se paga a los inver-

sionistas originales con dinero proporcionado por inversionistasposteriores. La premisa tácita era que los préstamos serían inver-tidos adecuadamente y que tendrían elevadas tasas de retorno,posibilitando con ello la devolución del préstamo. En muchos casosno sucedió así, por las razones ya epuestas. También supusieronque eistían etapas de la balanza de pagos, de nuevo con base en laeperiencia de Estados Unidos y el Reino Unido: las naciones deja-

rían de ser deudores jóvenes (como los países del Tercer Mundo enlos años cincuenta) para convertirse en deudores maduros (cuando

 ya no necesitaran ayuda, porque habrían desarrollado la capacidadde usar con eciencia los préstamos comerciales), pasando a sernuevos acreedores, y nalmente, acreedores maduros (eportado-res netos de capital). Para que la teoría uncionara, los acreedoresmaduros tendrían que aceptar niveles de importaciones sin prece-

dentes provenientes de los países deudores, lo cual nunca hicieron,empeorando con ello el problema de la deuda.Pero el principal actor que estos modelos ignoraron era que

el conteto histórico de los países del Tercer Mundo después de laSegunda Guerra Mundial era completamente distinto al de EstadosUnidos e Inglaterra un siglo antes. Mientras los países del centro seindustrializaron en una época en que podían dictar las reglas del

 juego y etraer ecedentes de sus colonias (aunque no siempre, y noen todas sus posesiones coloniales), los países del Tercer Mundo entiempos de la posguerra tenían que hacer los préstamos en condi-ciones opuestas: deterioro de los términos de intercambio en contra

Page 148: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 148/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

148

de la perieria, etracción del ecedente por los países del centro, y posición subordinada respecto de la ormulación de políticas. Dicho

rancamente, mientras que Europa se alimentaba de sus coloniasdurante el siglo xIx, el Primer Mundo de hoy se alimenta del TercerMundo, como lo demuestra el hecho de que durante la década de losochenta, América Latina pagó en promedio 30 mil millones de dóla-res más por año de lo que recibía en nuevos préstamos.

En síntesis: los pioneros de la economía del desarrollo conce-bían este como algo que se lograba mediante la aplicación más omenos directa de incrementos en el ahorro, la inversión y la produc-

tividad. Su noción del desarrollo no era, en gran parte, estructuralo dialéctica, ni era una noción en la cual el desarrollo pudiera versecomo resultado de la interacción dialéctica de una totalidad deactores socioeconómicos, culturales y políticos. Como lo señalaraAntonio García, eminente economista latinoamericano, la nociónde subdesarrollo que asumieron era necesariamente mecanicista y ragmentaria:

Es mecanicista porque se basa en el supuesto teórico de que el de-

sarrollo es un eecto inducido por ciertas innovaciones tecnológi-

cas y por ciertos mecanismos que aceleran la ecuación ahorro-in-

 versión. Es compartimentalizada porque está cimentada sobre una

 visión de la vida social como suma aritmética de compartimientos

(económico, cultural, ético) que pueden ser aislados a voluntad y 

tratados en consecuencia (1972: 16, 17).

Los primeros modelos poseían una norma implícita (la de lospaíses desarrollados y prósperos), y el desarrollo debía medirse deacuerdo con el patrón occidental de progreso. La noción de subde-sarrollo que crearon ocupó el espacio discursivo de tal manera queimpidió la posibilidad de crear discursos alternativos. Al construirla “economía subdesarrollada” como caracterizada por un círculo

 vicioso de baja productividad, alta de capital e industrializa-ción inadecuada, los economistas del desarrollo contribuyeron auna visión de la realidad en la cual apenas contaban el aumento

Page 149: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 149/423

149

Capítulo III

en el ahorro, las tasas de crecimiento, la atracción del capital orá-neo, el desarrollo de la capacidad industrial, y así sucesivamente.

Esto ecluía, desde luego, la posibilidad de articular una óptica delcambio social como proyecto a concebir no solo en términos econó-micos, sino como proyecto global de vida cuyos aspectos materia-les no uera al mismo tiempo la meta y el límite, sino más bien unespacio de posibilidades para tareas individuales y colectivas másamplias, culturalmente denidas.

A menudo se ha dicho que la economía política clásica ue unaracionalización de ciertos intereses de la clase hegemónica: los de

un mundo capitalista centrado en Inglaterra y en su burguesía. Lomismo puede decirse de la economía del desarrollo con respecto alproyecto de modernización capitalista emprendido por las nacio-nes del centro después de la Segunda Guerra Mundial. De hecho,el conjunto de imperativos que Estados Unidos arontaba despuésde la guerra –los cinco imperativos ya mencionados: consolidar elcentro, encontrar mayores tasas de ganancia en el etranjero, asegu-

rar el control de las materias primas, epandir los mercados eter-nos para los productos norteamericanos, y desplegar un sistema detutelaje militar– dieron orma a la economía del desarrollo. Pero laeconomía del desarrollo no debe considerarse como refejo ideoló-gico o superestructural de este conjunto de imperativos. Esta inter-pretación relacionaría solamente un cierto discurso descriptivo(una serie de armaciones sobre una economía particular: los cinco

imperativos) con otro discurso, enunciado en orma de proposicio-nes teóricas (o sea, la economía del desarrollo). Es decir, debemosevitar recaer en la división entre lo “ideal” (la teoría) y lo “real” (laeconomía), para investigar, más bien, las condiciones epistemoló-gicas y culturales de la producción de discursos que comandan elpoder de la verdad, así como el modo especíco de articularlos enuna situación histórica dada.

Desde esta perspectiva, el surgimiento de la economía del desa-rrollo no obedeció a adelantos teóricos, institucionales o metodo-lógicos. Se debió a que cierta coyuntura histórica transormó elmodo de eistencia del discurso económico, posibilitando con ello

Page 150: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 150/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

150

la elaboración de nuevos objetos, conceptos y metodologías. Laeconomía ue llamada a reormar las sociedades percibidas como

subdesarrolladas, con base en un nuevo esquema de interpretaciónteórica (keynesiano y de la economía del crecimiento) y en nuevastecnologías para el manejo social (planeación y programación).Dicho de otro modo, el hecho de que los cambios económicos, polí-ticos e institucionales del período condicionaron la conciencia y laspercepciones de los economistas ue cierto en muchos sentidos, porejemplo, la necesidad de epansión económica condicionó el inte-rés de los economistas en el crecimiento; la ola creciente de corpo-

raciones multinacionales infuyó sobre la atención que los econo-mistas prestaron a la acumulación de capital vía industrialización,etcétera. Estos cambios, sin embargo, también ejercieron su eectosobre el discurso económico mediante otros mecanismos: abriendonuevos campos para la construcción de objetos económicos, con-riendo un nuevo estatus al economista y a su ciencia; y multipli-cando los sitios desde donde podía producirse el discurso y poner

en marcha sus prácticas.La economía del desarrollo permitió la elaboración de los even-

tos históricos como objetos del discurso económico. Lo que llama-mos “economía del mundo” (la crisis 1914-1918, la situación quesiguió a la segunda posguerra y los imperativos de la economíamundial) infuyó sobre la construcción del “mundo de la econo-mía”. Los intereses y luchas que produjeron estos acontecimientos

hallaron su epresión en el discurso y desplegaron en él su estra-tegia. Durante todo este período, por tanto, se erigió una estructuraundamental que unió un cuerpo teórico, unas ormas de diundirlo

 y controlarlo, un conjunto de prácticas –como la planeación, quediscutiremos en la próima sección–, unas organizaciones interna-cionales (en cuyo ámbito se realizaron negociaciones para el esta-blecimiento de una nueva relación entre el capital internacional y las economías periéricas), y unos centros de decisión en el TercerMundo ansiosos por beber en la uente del conocimiento econó-mico para poder elevar a sus pueblos, de una vez por todas, hastala supercie de la civilización. Más allá de los modelos mismos, es

Page 151: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 151/423

151

Capítulo III

a este sistema al que podemos llamar adecuadamente la economíadel desarrollo.

El economista del desarrollo desempeñó un papel especialen este nuevo universo de discurso. A él (se trataba casi invaria-blemente de un hombre)26 pertenecía el saber tan ávidamentebuscado; era él quien sabía lo que se necesitaba, él quien decidía lamanera más eciente de asignar los recursos escasos, quien presi-día la mesa a la cual se sentaban, como si uera su séquito perso-nal, los demógraos, los educadores, los planicadores urbanos,los nutricionistas, los epertos agrícolas y tantos otros practican-

tes del desarrollo con la intención de arreglar el mundo. Dentro deesta conguración, el economista guardaba para sí el rol menosmundano de impartir instrucciones globales, ya que era su verdadla que delimitaba la tarea y le daba legitimidad en nombre de laciencia, el progreso y la libertad. A los demás quedaban reserva-dos los deberes cotidianos de supervisión e intervención social, losprogramas y proyectos detallados mediante los cuales se llevaba a

cabo el desarrollo. El sistema como un todo descansaba sobre loshombros del economista. Tarde o temprano, el Tercer Mundo podríamostrar sus secretos a la mirada del economista, la cual, de acuerdocon la más pura tradición cartesiana, era innegablemente objetiva y carente de prejuicios.

Al consolidarse el discurso de la economía del desarrollo,también se consolidaron las instituciones y las prácticas a él asocia-

das: los institutos y acultades de economía y, lo más importante, lasinstituciones de planeación. La próima sección presenta breve-mente el análisis de la planeación, aunque un estudio más deta-llado de su uncionamiento como dominio de conocimiento y comotécnica de poder se epondrá en los capítulos siguientes.

26 Entre las ecepciones se hallan Irma Adelman y Cynthia Tats-Morris,cuyo trabajo sobre la distribución del ingreso en los países en desarro-llo (1973) ha tenido gran infuencia. Véase también la obra de JoanRobinson (1979).

Page 152: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 152/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

152

El manejo del cambio social: la constitución de la planeación del

desarrollo

Durante los años sesenta, las teorías del crecimiento económicoocuparon “una posición ealtada” (Arndt, 1978: 55). Faltaba unadécada para que surgiera la duda de que crecimiento podía compa-rarse con desarrollo. La creencia etendida de que el crecimientopodía ser planeado contribuyó a solidicar el enoque del creci-miento. La planeación había dejado de ser asunto de la izquierdasocialista y del mundo soviético. Aun en países como Inglaterra y Francia se reconocía la necesidad de algún tipo de planeación a

largo plazo para dirigir el crecimiento económico. Pero la planea-ción no era solamente la aplicación de conocimiento teórico. Era elinstrumento por el cual la economía se hacía útil, ligada en ormamuy directa con la política y con el Estado. En la práctica de laplaneación, la verdad resultaba evidente, ya que había sido llamadapreviamente por el discurso del economista. Lo que para el plani-cador era un campo de aplicación y eperimentación, constituía

para el economista el punto de una verdad sistemática que estabaobligado a hallar y poner a consideración de todos.

El primer préstamo del Banco Mundial a un país subdesarro-llado ue concedido a Chile en 1948. La solicitud inicial del prés-tamo, una propuesta de siete páginas, ue denominada por unrepresentante del Banco “una lista no digerible de proyectos”. Paralos economistas del Banco Mundial era una señal clara del largo

camino que deberían recorrer hasta el momento en que cientí-cos sociales y representantes gubernamentales pudieran prepararuna propuesta satisactoria. Uno de los primeros economistas delBanco Mundial lo epresó así:

Comenzamos a descubrir el problema en 1947, durante nuestra pri-

mera misión a Chile para estudiar una propuesta para nanciar

un proyecto de energía en el país. La presentación de la propuesta

estaba namente encuadernada en cuero marroquí negro… Pero

al abrir el libro, descubrimos que lo que había era realmente más

una idea de proyecto que un proyecto sucientemente preparado

Page 153: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 153/423

153

Capítulo III

que previera con eactitud sus necesidades de nanciación, equipo

 y recursos humanos… Antes de que el préstamo uera nalmente

aprobado, los directivos del Banco habían hecho sus sugerenciasacerca del plan nanciero, habían contribuido al análisis econó-

mico del esquema, habían aconsejado cambios de ingeniería, y ha-

bían ayudado a estudiar medidas para mejorar la organización de la

compañía que iba a llevarlo a cabo. Cuando, por n, el préstamo se

hizo, el proyecto había sido modicado y mejorado, la organización

solicitante había sido ortalecida, y se habían colocado los cimien-

tos para un programa de epansión energética en Chile, el cual ha

continuado desde entonces (citado en Meier, 1984: 25).

La diciente anécdota, citada por Meier como ejemplo de lospaulatinos “esuerzos” del Banco Mundial y de otros organismos,revela un “programa de epansión de poder”, no solamente en elsentido energético de la palabra.27 Revela las presiones que aron-taban los cientícos sociales y uncionarios gubernamentales de

América Latina para transormar radicalmente el estilo y el alcancede sus actividades a n de ajustarse a las demandas del aparato deldesarrollo. Los cientícos sociales latinoamericanos no sabían quéquerían decir los representantes del Banco Mundial por “proyecto”,

 y tampoco conocían las nuevas técnicas (como encuestas y análi-sis estadísticos) que comenzaban a ormar parte del paquete de lasciencias sociales empíricas tan en boga en Estados Unidos. La anéc-

dota ilustra también la importancia que tuvieron la preparación y planeación de proyectos en la epansión del aparato del desarrollo.Lo que es más importante, llama la atención sobre la necesidad deormar técnicos sociales capaces de inventar y manejar los discur-sos, prácticas y símbolos de la modernidad (Rabinow, 1989), esta vezen el conteto del aparato del desarrollo.

El caso colombiano ilustra la ruta seguida por los países queabrazaron la planeación sin muchas reservas. El inorme de laMisión del Banco Mundial, Bases de un programa de desarrollo para

27 La palabra inglesa power tiene el doble signicado de energía y de poder(N. de la T.).

Page 154: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 154/423

Page 155: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 155/423

155

Capítulo III

con recuencia por epertos etranjeros (L. Currie y Hirschmana comienzos de los cincuenta; Lebret en 1957; Watterson, del

Banco Mundial, entre 1963 y 1964; una misión de la Universidadde Harvard entre 1960 y 1970; una de la Cepal entre 1959 y 1962;la misión del Banco Mundial en 1970; la misión de la Organiza-ción Mundial del Trabajo en 1970). Además de recurrir a eper-tos y asesores etranjeros, se enviaron estudiantes colombianos acentros universitarios, especialmente de Estados Unidos, para quedesarrollaran el conocimiento de las nuevas técnicas de planea-ción y adquirieran el espíritu y la estructura mental que la nueva

empresa eigía.La asistencia técnica a corto plazo también ue practicada con

regularidad desde comienzos de los años cincuenta, a veces nan-ciada con ondos eternos. Este tipo de ayuda no se restringía a laasesoría para planeación nacional, sino que a menudo involucrabael diseño de proyectos especícos. Un ejemplo de ello ue el desa-rrollo de la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CVC). Un

eamen del papel que desempeñó la asistencia técnica en su casorevela algunas de las prácticas de asesoría y planeación introduci-das en el conteto del desarrollo.

En octubre de 1954, el gobierno colombiano aprobó la crea-ción de la Corporación Autónoma Regional del Cauca (CVC), en elmarco de un conjunto de iniciativas emprendidas por los indus-triales y empresarios agrícolas de la región del Valle del Cauca.

Un año antes, y con el objeto de ormular un plan de desarrolloregional, se había creado la Comisión de planeación departamen-tal. A comienzos de 1954, David Lilienthal, quien uera directorde la Tennessee Valley Authority (TVA), visitó Colombia en misiónocial. El inorme de su visita, que refejaba con claridad la epe-riencia de la TVA, contribuyó a congurar la CVC, cuyos estatutosse aprobaron nalmente en julio de 1955. Además, la Corporaciónsolicitó la ayuda del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF, mejor conocido como Banco Mundial) para de-nir sus tareas y diseñar los procedimientos técnicos y nancierospara su implementación.

Page 156: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 156/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

156

La misión del BIRF, compuesta por seis miembros, llegó aColombia en ebrero de 1955 y permaneció en el país durante dos

meses. El jee de la misión retornó a Colombia en septiembre delmismo año para discutir con los uncionarios de la CVC el borradordel inorme, preparado en Washington. El inorme (InternationalBank or Reconstruction and Development, 1955) eaminaba unamplio rango de asuntos técnicos (control de inundaciones, energíaeléctrica, irrigación, actividades agrícolas actuales y potenciales,programas agrícolas, transporte, minerales, industria, considera-ciones nancieras, etcétera). También hacía previsiones de asis-

tencia técnica etranjera para el uturo. Desde entonces, la CVC seconvirtió en el actor más importante en la transormación capita-lista de la értil región del Valle del Cauca, al punto de que se convir-tió en modelo internacional de planeación regional del desarrollo.

El establecimiento de la CVC ilustra bien los intereses y prácti-cas del Banco Mundial y de otros organismos nancieros interna-cionales durante los años cincuenta. La meta global estaba jada

por la economía del desarrollo: estimular el crecimiento medianteinversiones de cierto tipo y recurrir a la nanciación eterna siem-pre que uera posible o necesario. La meta eigía la racionalizacióndel aparato productivo, de acuerdo con los métodos desarrolladosen las naciones industrializadas. En este caso, los de la prestigiosaTVA, que sirvieron de modelo a programas similares en diversoslugares del Tercer Mundo, muchas veces, como en Colombia, con

la participación directa del propio Lilienthal. Esta meta solo podíalograrse mediante prácticas nuevas por parte de un número cada vez mayor de técnicos e instituciones del desarrollo. La importan-cia de estas microprácticas –reproducidas por centenares de técni-cos a todos los niveles– nunca podrá resaltarse bastante, ya que esgracias a ellas como se constituye y avanza el desarrollo.

Las nuevas prácticas cubrían muchos campos y actividades,incluyendo, entre otros, evaluaciones técnicas; esquemas institu-cionales; ormas de asesoría; generación, transmisión y diusiónde conocimientos; capacitación de personal; preparación rutinariade inormes, y hasta estructuras burocráticas. Es a través de estas

Page 157: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 157/423

157

Capítulo III

prácticas como se eectúa el desarrollo, como veremos en el análi-sis detallado de la planeación alimentaria y nutricional del próimo

capítulo. Aunque el Estado cumple un papel decisivo en el proceso,no lo hace a través de una modalidad uniorme de intervención, sinodesde múltiples puntos de intervención en la economía (planea-ción económica, agrícola, sanitaria, educativa, amiliar y del diseñoe implementación de los proyectos en diversas áreas). No obstante,la incrustación progresiva de lo que a nales de los años sesentallegaría a ser el gran edicio de la planeación no puede separarsedel surgimiento de una política del desarrollo como problema

nacional. Una vez establecida la organización básica de los discur-sos de planeación y de la economía del desarrollo a comienzos delos sesenta, estos llegaron a determinar cada vez más la naturalezade la política y el pensamiento sociales, aunque solo se consolida-ron una década más tarde, especialmente con el compromiso que lamayoría de los gobiernos latinoamericanos suscribió con la planea-ción, la reorma agraria y la Alianza para el Progreso, durante la

reunión de Punta del Este en 1961.Con la consolidación de la economía del desarrollo y la planea-

ción, los antiguos estilos de conocimiento y ayuda desaparecierongradualmente. Los estilos de investigación económica de antesde la guerra no podían satisacer la necesidad de construcción demodelos y de investigación empírica que la nueva ciencia planteaba(Escobar, 1989). Hablando en términos políticos, lo que estaba en

 juego era una nueva manera de tratar la pobreza y el subdesarro-llo. Después de 1945, la tarea de los gobiernos consistió en sacarprovecho de la pobreza, jándola al aparato de producción que laplaneación trataba de organizar. Surgió una concepción utilita-ria y uncional de la pobreza, unida inetricablemente a cuestio-nes de trabajo y producción. Las nuevas instituciones de planea-ción ueron copiadas en ciudades, departamentos, pueblos y áreasrurales con respecto a pequeños intereses de economía y bienes-tar. A través de esta red de poder, los “pobres”, “subdesarrollados”,“malnutridos” y “analabetas”, ueron incorporados al desarrollo y en ellos se inscribieron las tecnologías políticas del desarrollo. Más

Page 158: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 158/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

158

allá de los requerimientos de capital, las tecnologías del desarrollose convirtieron en mecanismo de producción social de alcance sin

precedentes. Como vamos a ver, el aparato del desarrollo no logró eléito total.

La reorientación del discurso económico: los modelos locales

 y la economía global

Los años ochenta: la “década perdida” y el retorno al realismo

El clima político e intelectual que reinaba al nacimiento de la

economía del desarrollo comenzó a cambiar durante los sesenta.Desde entonces, se han dado varios cambios importantes en ladisciplina: el abandono del intervencionismo inicial y de la preocu-pación eagerada por el crecimiento, y la aparición sucesiva,dentro del área no marista, de las estrategias “de crecimiento condistribución”, el crecimiento vía eportaciones, el monetarismo, elneoestructuralismo y el neoliberalismo. En cierta medida ha habido

innovaciones y mutaciones estructurales, pero siempre dentro delos connes del discurso económico establecido, cuyas leyes deormación no han cambiado. A mediados de los ochenta, un impor-tante analista veía el estado de la teoría económica latinoamericanadominado por adaptaciones pragmáticas: ni un retorno al laissez-

 aire, ni un ortalecimiento del intervencionismo, sino más bien untipo de práctica ecléctica regida por la consideración de los princi-

pales problemas –particularmente la deuda, la infación y el papeldel Estado– que signicaron la recombinación de las perspectivasteóricas, más que su invención (Fishlow, 1985).

Los cambios contetuales más drásticos tuvieron lugar en losochenta, cuando grandes áreas de Asia, Árica y América Latinasurieron, según observadores de varias tendencias, su peor crisisen este siglo. En América Latina los años ochenta se conocen como“la década perdida”. En 1982, el anuncio meicano de que no podríapagar las “obligaciones” del servicio de su deuda desencadenó lainame crisis de la deuda. Lo que pasó después es bien conocido:intentos repetidos de lograr el ajuste y la estabilización económicas;

Page 159: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 159/423

159

Capítulo III

medidas de austeridad que se tradujeron en una veloz caída de losniveles de vida de las clases medias y populares; la caída industrial

en muchos países con la entronización de uertes políticas económi-cas neoliberales y de libre mercado; e incluso, tasas de crecimientonegativas en algunos países. En resumen, un retroceso del desarro-llo (Portes y Kincaid, 1989; Dietz y James, eds., 1990). Las implicacio-nes sociales y políticas de tales cambios ueron, asimismo, onerosas

 y amenazantes. La eclusión social y la violencia aumentaron enorma signicativa. Lo que durante la primera mitad de la décadase percibiera como una transición a la democracia se volvió diícil

de consolidar con el paso del tiempo. Hasta la naturaleza parecíahaberla emprendido contra la región: huracanes, erupciones volcá-nicas, terremotos y, más recientemente, la reaparición del cólera,dieron a la región una ración adicional de aficciones naturalesagravadas por las condiciones sociales.

Estos cambios estimularon una revaluación sustancial de laeconomía del desarrollo. En la primera mitad de la década aparecie-

ron numerosos artículos escritos por ilustres economistas del desa-rrollo, en los cuales se intentaba evaluar la eperiencia de las cuatrodécadas anteriores.29 “Pocas materias” –reza el párrao inicial deuno de ellos– “han surido tantas distorsiones y transormacionescomo la economía del desarrollo durante los últimos treinta años”(Livingstone, 1982: 3). Aunque se reconocían algunos de los erroresiniciales, las evaluaciones de los ochenta plantearon que se había

logrado un aprendizaje considerable en diversos tipos de investi-gación empírica, su concreción y especicidad, y avances teóricosen varios subtemas. Se pensaba, además, que habían surgido variosparadigmas distintos (neoclásico, estructuralista, neomarista).

Pero también aparecieron críticas agudas. Una de las máspunzantes ue escrita por Raúl Prebisch, primer director de la Cepale inspirador del concepto centro-perieria, con respecto a la aplica-ción en el Tercer Mundo de las teorías económicas neoclásicas:

29 Véanse particularmente: Seers (1979); Hirschman (1981); Little (1982);Livingstone (1982); Chenery (1983); Meier (1984); Flórez (1984); Meier y Seers, eds. (1984) y Lal (1985).

Page 160: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 160/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

160

En su búsqueda de la consistencia rigurosa… las teorías [neoclá-

sicas] olvidaron aspectos importantes de la realidad social, política

 y cultural, así como del antecedente histórico de las colectividades.Al hacer un tenaz esuerzo de asepsia doctrinal, desarrollaron sus

argumentos en el vacío, uera del tiempo y el espacio… Si los eco-

nomistas neoclásicos se limitaran a edicar sus castillos en el aire,

sin alegar que ellos representan la realidad, sería un pasatiempo

intelectual respetable, capaz de despertar admiración a veces por

el virtuosismo de algunos de sus eponentes en otros continentes.

Pero la posición es bien dierente cuando se intenta eplicar el de-

sarrollo en estos países periéricos sin tener en cuenta la estructura

social, la brecha temporal en el desarrollo periérico, el ecedente,

 y todas las características del capitalismo periérico… Vale la pena

recordarlo ahora, cuando están apareciendo ramicaciones tan vi-

gorosas en algunos países latinoamericanos (Prebisch, 1979: 168).

Debe tenerse presente que las “vigorosas ramicaciones” en las

que pensaba Prebisch en 1979 eran los eperimentos neoliberalesde los regímenes autoritarios de los países del cono sur (particu-larmente Chile y Argentina), que habrían de convertirse en eno-que estándar en toda América Latina a nales de los ochenta.30 Unacrítica similar ue hecha por P.T. Bauer desde una posición comple-tamente distinta. Para Bauer, los economistas del desarrollo decomienzos de los cincuenta malinterpretaron por completo varios

actores que caracterizaban las economías de los países menosdesarrollados (el problema del intercambio, la supuesta alta decapital y de capacidad empresarial, el círculo vicioso de la pobreza y 

30 En opinión de Prebisch (1979), la teoría de equilibrio general ignora dosenómenos undamentales: el ecedente y las relaciones de poder. Elecedente crece más rápido que el producto y el proceso de acumula-ción de capital se ve retrasado por la apropiación que del ecedentehace una minoría privilegiada. Además, las ganancias del progreso

técnico no se diunden mediante la productividad marginal sino através de la estructura de poder, lo cual lleva a una crisis distributiva.Es por ello que para Prebisch la economía neoclásica resultaba ser irre-levante para eplicar los enómenos de la perieria. Se trata de lo que elautor llamara “la rustración del neoclasicismo”.

Page 161: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 161/423

161

Capítulo III

el estancamiento). Con base en estas interpretaciones equivocadas,se desarrolló una serie de ideas que se convirtieron en el núcleo de

la bibliograía del desarrollo económico. “Aunque algunos elemen-tos de este núcleo han desaparecido de la mayoría de los escritosacadémicos”, concluye, “han seguido dominando el discurso polí-tico y público, como ejemplo de los eectos recurrentes de ideas yadescartadas” (1984: 1).

Para Dudley Seers, el que las teorías iniciales permitiesen alos economistas y a los responsables de las decisiones concen-trarse en asuntos técnicos, dejando de lado cuestiones políticas y 

sociales importantes, contribuyó a su pronta adopción. Un actoradicional al respecto ue que dichas teorías se compaginaban con“la conveniencia y el interés proesionales, especialmente en lospaíses ‘desarrollados’, donde se originó la mayoría de los avan-ces teóricos del área” (1979: 709). Albert Hirschman (1981) analizódesde otro ángulo los primeros años de la disciplina económica.Según él, en sus etapas iniciales, la economía del desarrollo se vio

estimulada por “esperanzas irreales”, que refejaban el comporta-miento etnocéntrico que caracteriza los intentos de las sociedadesoccidentales en sus relaciones con otras culturas. En sus propiaspalabras:

Los economistas occidentales que estudiaban Asia, Árica y Améri-

ca Latina a nales de la Segunda Guerra Mundial estaban conven-

cidos de que estos países no eran nada complicados: sus problemasprincipales se resolverían con solo aumentar adecuadamente su

ingreso per cápita… Con la nueva doctrina del crecimiento eco-

nómico, este desprecio adoptó una orma más sosticada: súbita-

mente se dio por sentado que el progreso de los países sería lineal

 y uniorme ¡siempre y cuando adoptaran el tipo correcto de pro-

grama de desarrollo integrado! Dado aquello que se consideraba

su apabullante problema de pobreza, se esperaba que los países

subdesarrollados actuaran como muñecos de cuerda y que transi-

taran, así uera “dando tumbos”, a lo largo de las diversas etapas del

desarrollo (1981: 24).

Page 162: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 162/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

162

Estas refeiones iban acompañadas en algunos casos porpropuestas concretas. Seers (1979), por ejemplo, abogaba por

la incorporación de la economía del desarrollo a un campo másamplio de estudios del desarrollo para que pudiera encarar conseriedad los aspectos sociales, políticos y culturales de este. ParaMeier, la economía del desarrollo necesitaba ir “más allá de laeconomía neoclásica”. Es diícil saber qué quiso epresar con elloel autor, ya que él, como la mayor parte de los economistas, conser-

 vaba la creencia de que “las leyes de la lógica son las mismas enMalawi y en todas partes. Pero los problemas de Malawi pueden

resultar bastante dierentes en su contenido empírico a los de otrospaíses” (Meier, 1984: 208). Esta misma “lógica” lo llevó a armar que“el problema demográco causa más alarma que cualquier otroaspecto del desarrollo” (pág. 211). Uno podría verse tentado a inter-pretar estas armaciones así: “Las leyes de la lógica que rigen eltipo de desarrollo capitalista implícito en la economía neoclásicadeben ser las mismas en Malawi y en Estados Unidos. Solo enton-

ces podrán resolverse los problemas de la población, el desempleo,etcétera”. La lógica, para Meier, es un hecho ahistórico. Por ello ensu discurso el economista es mucho más un “guardián de la raciona-lidad” que “el representante de los pobres”, para usar los términosdel propio Meier, quien arguye que los economistas deben equili-brar ambos roles.

Hollins Chenery, destacado economista del desarrollo del Banco

Mundial, sostuvo también que el desarrollo económico podríareplantearse sin necesidad de una reormulación signicativa. Paraél, “el modelo neoclásico ha demostrado ser un punto de partida útilaunque parece requerir una mayor adaptación para ajustarse a lospaíses en desarrollo” (1983: 859). Su recomendación era adaptarmejor el modelo mediante la realización de más estudios empíricos

 y la construcción de “modelos de equilibrio general computable” y de algoritmos más complejos (pág. 859). El llamado de Chenery pormás estudios empíricos estaba dictado por el mismo marco teóricodentro del cual se realizarían, y por tanto dichos estudios solopodrían reorzar el marco. La esperanza era que, al llevar a cabo más

Page 163: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 163/423

Page 164: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 164/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

164

del comercio y de los regímenes de inversión, a la privatización deempresas estatales, y a políticas de reestructuración y estabiliza-

ción bajo el control del amenazador Fondo Monetario Internacio-nal. Hubo, de hecho, un notorio cambio de política. La “magia delmercado” preconizada por Reagan en el discurso que pronunciaraen la Conerencia Norte-Sur de Cancún en 1981, anunció pública-mente este cambio. Cierta interpretación de la eperiencia de los“países recién industrializados” del este de Asia, en términos delas ventajas de los regímenes liberales de intercambio (apertura ala economía mundial), junto con el infuyente Reporte Berg para

Árica (World Bank, 1981), y las críticas de la escuela racionalistaa los eectos distorsionadores de la intervención gubernamental,contribuyeron al desmantelamiento de los enoques del desarrolloeconómico que habían prevalecido hasta los años setenta (Bierste-ker, 1991). El “desarrollo amistoso al mercado”, estrategia institucio-nal del Banco Mundial para los noventa, constituyó la cristalizacióndenitiva del retorno del neoliberalismo. Estos cambios son consi-

derados por muchos economistas como un regreso al “realismo”.Dentro de la economía, incluso los enoques del desarro-

llo sostenible han sido invadidos por el giro neoliberal. Como loepresó la conerencia anual del Banco Mundial sobre economíadel desarrollo en 1991 (Summers y Shah, eds. 1991), el logro del“crecimiento económico sostenible” depende de la eistencia de“un mercado sin distorsiones, competitivo y en pleno unciona-

miento” (pág. 358). Como antes, la supuesta mejoría en la teoríaeconómica es producida por una pequeña elite de economistasatrincherados en prestigiosas universidades y respaldados por elBanco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En AméricaLatina no han tenido mucho eco algunos tímidos intentos porproponer cierto “neoestructuralismo” (Sunkel, 1990), a pesar deque algunos países (como Colombia) siguieron haciendo esuerzosdurante los años ochenta para mantener un tipo mito de políticaeconómica, comprometida apenas en parte con el neoliberalismo

 y el libre mercado. En el caso colombiano, como en la mayoría deAmérica Latina, cualquier resistencia ante el neoliberalismo que

Page 165: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 165/423

165

Capítulo III

pudiera haber eistido desapareció a comienzos de los noventa. Laapertura total de la economía, unida a una nueva ronda de privati-

zación de los servicios y a la llamada modernización del Estado, seha convertido en el orden del día. Las políticas de apertura econó-mica, como se conoce anacrónicamente el nuevo enoque, estánsiendo conrontadas desde numerosos puntos, aunque las elitesen conjunto parecen estar de acuerdo, por el momento, con ellas.32

En síntesis, los diagnósticos hechos a la economía del desarro-llo durante los ochenta no llevaron a un replanteamiento signi-cativo de la disciplina. Lo que aparentemente vemos es su disolu-

ción gradual. Una transormación radical en la teoría económicadel desarrollo no puede provenir, como lo supusieron los autoresaquí analizados, del propio campo de la economía (es decir, de laintroducción de nuevos conceptos, mejores modelos y algoritmos),sino de una crítica más amplia del campo del desarrollo. Al mismotiempo, cualquier estrategia que intente modicar la teoría y lapráctica del desarrollo tendrá que tomar en cuenta el pensamiento

 y las prácticas económicas actuales. Dicho proceso está aún porrealizarse. Algunas obras recientes de la antropología y la econo-mía política suministran elementos para una reormulación máscreativa del pensamiento económico que la que los propios econo-mistas intentaron durante los ochenta.

La política cultural del discurso económico: los modelos locales

en contextos globalesYa debería ser evidente que la economía del desarrollo, lejos

de ser la ciencia universal objetiva que sus ejecutores suponíanes, como “cualquier modelo, local o universal, una construcción delmundo” (Gudeman, 1986: 28). Este capítulo ha mostrado en detallela naturaleza de dicha construcción. Es tiempo ya de eplorar lasconsecuencias de este análisis en términos de su relación con otras

32 En Colombia, la apertura total de la economía empezó en 1991, y desen-cadenó un número nunca antes visto de huelgas realizadas por trabaja-dores de muchas ramas de la economía, de servidores públicos y deagricultores, quienes las continuaron hasta nales de 1993 (al tiempode escribir estas líneas).

Page 166: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 166/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

166

posibles construcciones. Si eisten otras construcciones, ¿cómo seharán visibles? ¿Cuál es su relación con los modelos dominantes?

¿Cómo puede modicarse esta relación, dada la economía políticaglobal de discursos y el poder que rigen la interacción entre los varios modelos y sus matrices socioculturales?

Historiadores económicos y antropólogos han investigadola eistencia de modelos económicos dierentes tanto en la anti-güedad como en las sociedades “primitivas”. Sus esuerzos se han

 visto obstaculizados a menudo por las trampas epistemológicas y el etnocentrismo denunciados por Polanyi, Godelier, Gudeman y 

otros, autores con los que iniciamos nuestro análisis de la econo-mía como cultura. En resumen, los modelos universales, sean estosneoclásicos, sustantivistas o maristas, “reproducen y descubrencontinuamente en los materiales eóticos sus propios supuestos”(Gudeman, 1986: 34). En el proceso, niegan la capacidad de la gentepara modelar su propio comportamiento, y reproducen ormas deldiscurso que contribuyen al ejercicio de la dominación social y 

cultural a través de las ormas de representación.Una orma de detectar e investigar las construcciones locales

es observando las modalidades de resistencia que los grupos popu-lares muestran ante la introducción de las prácticas capitalistas.Esta ruta ue la que tomaron las etnograías de resistencia de losaños ochenta, como las de Nash (1979), Taussig (1980), Scott (1985)

 y Ong (1987). Uno de los ejemplos más claros de la base cultural

de la resistencia ha sido el suministrado por Taussig en su análi-sis de la diusión del capitalismo agrícola en el valle del río Cauca,al suroccidente de Colombia. La diusión del cultivo de la caña deazúcar enrentó la era oposición de la mayoría arocolombianaque compone el campesinado de la región. Algo más que la resis-tencia material estaba en juego. En palabras de Taussig.

Los campesinos consideran vívidamente antinaturales, incluso

malvadas, las prácticas que nosotros hemos llegado a aceptar como

naturales en el uncionamiento cotidiano de nuestra economía, y 

del mundo en general. Esta representación aparece solo cuando

Page 167: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 167/423

167

Capítulo III

ellos son proletarizados, y se reere únicamente a la orma de vida

organizada mediante las relaciones capitalistas de producción. No

ocurre, ni tiene alguna reerencia, con los modos de vida campesi-nos (1980: 3).

Taussig nos invita a ver en este tipo de resistencia una respuestade la gente a lo que “ven como una manera malvada y destructiva deordenar la vida económica” (pág. 17). Otros autores etraen leccio-nes similares en contetos dierentes, por ejemplo, la que presentaFals Borda (1984) en su análisis sobre la introducción del alambre

de púas y de otras tecnologías al norte de Colombia a la vuelta delsiglo; y el de Scott (1985) en su estudio de la resistencia a las tecno-logías de la revolución verde en Malasia. Sin embargo, los trabajosde los ochenta, utilizaron la resistencia para ilustrar las prácticasdel poder más que la lógica de los subalternos. En años recientes,algunos autores han concedido más atención a este último aspecto,introduciendo nuevas maneras de pensar acerca de él (Guha, 1988;

Scott, 1990; Comaro y Comaro, 1991). Por ejemplo, al discutir elencuentro colonial en Árica del Sur, Comaro y Comaro armanenáticamente que los colonizados “no equipararon el intercam-bio con la incorporación, ni el aprendizaje de nuevas técnicas conla subordinación” (1991: 309); en cambio dieron su propio signi-cado a las prácticas de los colonizadores, y buscaron neutralizar susdisciplinas. Mientras los aricanos ueron realmente transormados

por el choque, la lección que se etrae de esta visión desde la pers-pectiva de los subalternos es que la hegemonía es más inestable, vulnerable y tiene más oposición de lo que se creía.

Renajit Guha también ha pedido a los historiadores ver a lahistoria de los subalternos “desde un universo distinto e históri-camente opuesto” (1989: 220). Eiste una contraapropiación de lahistoria por parte del subordinado que no puede reducirse a otracosa, como la lógica del capital o la modernidad. Debe eplicarse ensus propios términos. Volviendo a los modelos locales de economía,¿eisten ellos en “un universo distinto e históricamente opuesto”?Una cosa es cierta a este respecto: los modelos locales no eisten

Page 168: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 168/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

168

en estado puro, sino en complejas hibridaciones con los modelosdominantes. Ello no signica negar, sin embargo, que los pueblos

modelan su realidad de modos especícos; los modelos localesson constitutivos del mundo de la gente, lo que quiere decir que nopueden ser observados ácilmente por medio de la ciencia positi-

 vista objetivizante.Ya hemos presentado la noción de Gudeman y Rivera (1990)

de los modelos locales como “conversaciones” que ocurren en elconteto de otras conversaciones dominantes. De hecho, desde laperspectiva de estos autores, lo que más cuenta es investigar la arti-

culación de las conversaciones locales con las “céntricas” (domi-nantes), incluyendo la relación entre las inscripciones del pasado y las prácticas del presente, entre el teto céntrico y las voces margi-nales, entre la “corporación” en el centro y “la casa” en los márgenes.El centro y la perieria emergen entonces no como puntos jos enel espacio, eternos uno al otro, sino como zona en continuo movi-miento en la cual las prácticas de hacer conversaciones y economías

se entremezclan, cambiando siempre sus posiciones relativas. La“marginalidad” se convierte en eecto de esta dinámica. El trabajoinicial de Gudeman (especialmente el de 1986) orece una visión dela importancia y la coherencia de los modelos locales en la econo-mía de Panamá, opinión que uera renada a partir de sus trabajosen Colombia (Gudeman y Rivera, 1990). Para estos antropólogos,el modelo campesino que eiste hoy en día en los Andes colombia-

nos “es el resultado de una etensa conversación” –de Aristótelesa Smith y Mar– “que ocurrió durante varios miles de años y sigueocurriendo en muchas tierras” (1990: 14). Estas conversaciones sonincorporadas dentro de prácticas sociales locales, produciendo unmodelo local de economía.33

En la base del modelo campesino se halla la noción de que la

33 Gudeman y Rivera restringieron su trabajo a los campesinos mestizos

de los Andes colombianos. Otras conversaciones y matrices histórico-culturales deberían tomarse en cuenta respecto de los grupos indígenas y arocolombianos del mismo país, o para grupos campesinos de paísescomo Perú, Guatemala y Bolivia, donde la infuencia precolombina aúnes uerte.

Page 169: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 169/423

169

Capítulo III

tierra “da” basándose en su “uerza”. Sin embargo, mediante eltrabajo los humanos deben “ayudar” a la tierra a dar su producto.

Eiste una relación mutua entre los humanos y la tierra, modeladaen términos de reciprocidad y sancionada en última instancia porla Providencia (Dios). La tierra puede producir abundancia o esca-sez; la mayoría de la gente está de acuerdo en que la tierra da menosahora, y en que eiste más escasez. A la escasez no se le asigna, porlo tanto, un carácter metaísico (la orma de ser de las cosas), sinoque está ligada a lo que sucede con la tierra, la casa y el mercado. Sipersiste la escasez, es porque la tierra necesita más ayuda, aunque

los campesinos saben que los productos químicos, a dierencia delabono orgánico, “queman la tierra” y “se llevan” su uerza. Los culti-

 vos etraen su uerza de la tierra; los humanos, a su vez, sacan suenergía y su uerza de los productos vegetales y animales, y estauerza, cuando se la aplica al trabajo de la tierra, produce másuerza. El trabajo, entendido como actividad ísica concreta, es el“gasto” nal de la uerza de la tierra:

Esta construcción cierra el círculo del modelo. Hay un fujo de uer-

za de la tierra a los cultivos, de esta al alimento, del alimento a los

humanos y de los humanos al trabajo, que conere más uerza a la

tierra. La uerza se obtiene de la tierra y se consume a medida que

los humanos recolectan más. El control del proceso está establecido

a través del hogar, ya que al usar los recursos de la casa para soste-

ner su trabajo, la gente adquiere control sobre los resultados de susesuerzos (Gudeman y Rivera 1990: 30).

La casa tiene dos propósitos principales: reproducirse a símisma e incrementar su “base” (su acervo de tierra, ahorro e imple-mentos). La casa no es simplemente un participante en el mercado;de hecho, los campesinos tratan con recuencia de minimizar suinteracción con el mercado, al que ven como un lugar concreto y nocomo un mecanismo abstracto. Los campesinos, sin embargo, sonconscientes de que son empujados cada vez más hacia el mercado,e interpretan este hecho como una disminución en su margen de

Page 170: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 170/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

170

acción. El modelo de la casa persiste en las márgenes, donde elmodelo de la corporación (que resume la economía de mercado)

todavía no ha llegado a ser dominante. La casa y la corporación sehallan en un contrapunteo, en el cual la segunda trata de incorporarel contenido de la primera.34 La economía del hogar se basa en lasubsistencia, la de la corporación en la adquisición. Los campesi-nos son conscientes de que participan en ambos tipos de economía.También tienen una teoría sobre cómo están siendo drenados porlos que controlan el mercado.

El modelo local incluye entonces una visión de la circularidad

 y el equilibrio de la vida económica, aunque bien dierente de lasópticas clásica y neoclásica. El modelo campesino puede conside-rarse más cercano al modelo de los siócratas, basado en la tierra,

 y el uso del concepto de “uerza” puede relacionarse con la nociónmarista de la uerza de trabajo, aunque la “uerza” se aplica porigual al trabajo, la tierra y el alimento. Más allá de estas dierencias,eiste una distinción undamental entre ambos modelos: surge del

hecho de que el modelo del hogar se basa en la práctica cotidiana.Los modelos locales son eperimentos vivientes. El modelo delhogar “se desarrolla mediante el uso… tiene que ver con la tierra,los alimentos y la vida cotidiana” (Gudeman y Rivera, 1990: 14, 15).Ello no contradice la armación de que el modelo campesino es elproducto de conversaciones pasadas y presentes y de su adapta-ción mediante la práctica.

Más que el modelo del hogar, lo que se encuentra cada vezmás en América Latina es el negocio o negocio doméstico. Comositio de conjunción de ormas, “dinámico y multicultural aunquerágil e inestable en identidad” (Gudeman, 1992: 144), la casa-ne-gocio puede interpretarse mediante las metáoras de “bricolaje”(de Certeau, 1984; Comaro y Comaro, 1991) o de hibridación(García Canclini, 1990). Está compuesto por campos de prácticas

34 El modelo de Gudeman y Rivera de la casa y la corporación puede rela-cionarse con los conceptos de Deleuze y Guattari (1987) de ormasnómadas y estatales del conocimiento, la tecnología y la organizacióneconómica.

Page 171: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 171/423

171

Capítulo III

parcialmente superpuestos que deben estudiarse etnográca-mente. Gudeman y Rivera creen que esta dinámica general también

marcó el desarrollo de la economía moderna, aunque esta se volviócada vez más técnica con el desarrollo del capitalismo.35 Las impli-caciones de esta visión son enormes. No solo hay que abandonarla idea de un modelo económico universal, sino que es necesarioreconocer que las ormas de producción no son independien-tes de las representaciones (“modelos”) de la vida social en cuyomarco eisten. La reconstrucción del desarrollo tiene que comen-zar, entonces, por un eamen de las construcciones locales, en la

medida en que constituyen la vida y la historia de un pueblo, estoes, las condiciones del cambio y para el cambio. Esto trae a colaciónla relación entre modelos y poder. Gudeman y Rivera abogan porun proceso basado en “comunidades de modeladores”, en el cualtengan vocería los modelos locales y los modelos dominantes. Pero,¿a quién corresponde organizar estas comunidades de modelado-res? De nuevo tenemos aquí una conrontación entre el poder local

 y el global, entre el conocimiento cientíco y el conocimiento popu-lar. En discusión se hallan la distribución del poder global y su rela-ción con la economía de los discursos.

Eisten entonces dos niveles, dos vectores que deben consi-derarse al repensar el desarrollo desde la perspectiva económica.El primero se reere a la necesidad de eplicitar la eistencia deuna pluralidad de modelos económicos. Esto implica situarse

en el espacio de las construcciones locales. Pero no es sucientecon ello. Aun si llegara a darse voz a las comunidades locales enel proceso de diseñar el desarrollo (¡hasta a instancias del mismoBanco Mundial!), el proceso de inscripción no se detiene. Debeagregarse un segundo nivel. Hay que contar con una teoría de las

35 Los economistas clásicos, arguyen Gudeman y Rivera (1990), derivaronalgunos de sus análisis de las “conversaciones populares” de los campe-

sinos europeos. El modelo corporativo de la economía se inspiró enton-ces, parcialmente, en las observaciones del modelo de la casa tal comoeste eistía en la Europa de la época. Este desplazamiento del discursolocal hacia el teto céntrico tuvo importancia en la elaboración teóricade la economía política clásica (pág. 17).

Page 172: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 172/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

172

uerzas que impulsan la inscripción y mantienen en su sitio elsistema de inscripción. Lo que es necesario estudiar en estos nive-

les son los mecanismos mediante los cuales el conocimiento y losrecursos locales son absorbidos por uerzas mayores (mecanismoscomo el intercambio desigual y la etracción de ecedentes entrecentro y perieria, país y ciudad, clases, géneros y grupos étnicos),

 y, en contraposición, los modos en que las ganancias e innovacio-nes locales pueden preservarse como parte del poder económico y cultural local.

Preguntas de este tipo han sido parcialmente analizadas por la

economía política, en particular por las teorías del imperialismo, elintercambio desigual, los sistemas mundiales y el capitalismo peri-érico. No obstante, dichas teorías se quedan cortas en sus respues-tas, especialmente porque no consideran la dinámica cultural dela incorporación de las ormas locales por parte del sistema globalde producción económica y cultural. Una economía política másadecuada debe resaltar las apropiaciones eectuadas por las cultu-

ras locales de las ormas translocales de capital. Visto desde la pers-pectiva local, ello signica investigar cómo las uerzas eternas –elcapital y la modernidad, en general– son procesadas, epresadas y reormadas por las comunidades locales. Las etnograías locales deldesarrollo (como las que discutimos en el capítulo 1), y las teoríasde las culturas híbridas (que se analizarán al nal), constituyen unpaso adelante, aunque tienden a quedarse cortas en sus análisis

de la dinámica capitalista que se circunscribe a las construccionesculturales locales.La economía política de la producción global, económica y 

cultural, debe entonces eplicar tanto las nuevas ormas de acumu-lación de capital como los discursos y prácticas locales mediantelas cuales se organizan necesariamente las ormas globales; tieneque eplicar, para decirlo brevemente, “la producción de la dieren-cia cultural dentro de un sistema estructurado de economía políticaglobal” (Pred y Watts, 1992: 18). Las comunidades locales aportansus recursos materiales y culturales para resistir su choque con eldesarrollo y la modernidad. La persistencia de modelos económicos

Page 173: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 173/423

173

Capítulo III

híbridos y locales, por ejemplo, refeja las resistencias culturalesque se presentan cuando el capital intenta transormar la vida de

las comunidades. La dierencia cultural se convierte, de hecho, enun eecto de la creación de ormas de coneión estructuradas porlos sistemas globales de producción económica, cultural y política.Forman parte de lo que Arjun Appadurai (1991) llama etnoespaciosglobales.

De hecho, el capital global –como maquinaria global, “aiomáticamundial” (Deleuze y Guattari, 1987)– depende hoy en día no tanto dela homogeneización de un Tercer Mundo eterno como de su habi-

lidad para consolidar ormas sociales heterogéneas y diversas. Deacuerdo con estos autores, en la era posordista el capital requiere uncierto “polimorsmo periérico” (pág. 436) ya que repele activamentesu propio límite. Aquí encontramos una nueva epresión de la dialé-ctica de las conversaciones populares y el teto céntrico de Gudeman

 y Rivera. Mientras que los tetos céntricos de la economía globalejercen constantemente su infuencia sobre diversos lenguajes

populares, estos últimos no se mezclan con ellos en una armoniosapolionía occidental. Algunas de las ormas periéricas asumen esterol disonante debido a su inadecuación rente a los propios mercadosnacionales. Esto no signica que estén menos organizadas respectodel capital. En este nivel, la labor del capital es dierente: se trata deorganizar “conjunciones de fujos decodicados como tales” (pág.451). Las organizaciones sociales minoritarias de las zonas tropi-

cales húmedas, por ejemplo, no quedan totalmente codicadas niterritorializadas por el capital (como sí lo son las economías urbanasormales). Pero en la medida en que, dada la globalización del capi-talismo, la economía constituye una aiomática mundial, también lasormas minoritarias se convierten en el blanco de sujeciones socia-les. La economía global debe entenderse por tanto como un sistemadescentrado con diversos esquemas de ocupación: simbólico, econó-mico y político. Es importante investigar el modo particular en quecada grupo local participa en un proceso mecánico tan complejo, y cómo logra evitar los mecanismos de ocupación más eplotadores delas megamaquinarias capitalistas.

Page 174: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 174/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

174

Veamos ahora si las contribuciones de la economía política deldesarrollo pueden seguir oreciendo criterios útiles para el doble

proceso que estamos analizando, de hacer visibles las construccio-nes locales y al mismo tiempo analizar las uerzas globales. SamirAmin (1976, 1985, 1990), quizá con mayor elocuencia que otros auto-res, ha intentado proporcionar criterios generales para construirórdenes alternativos del desarrollo dentro de la economía capita-lista mundial. Para Amin, el criterio básico para lograr tal objetivoes omentar la acumulación autocéntrica, denida como modelo enel cual las relaciones eternas están subordinadas a las necesida-

des de acumulación interna de capital. El desarrollo autocéntricosupone un orden económico, social y político radicalmente die-rente. Tiene una serie de eigencias que no viene al caso analizar,como igualar el ingreso en áreas urbanas y rurales y entre sectoresmodernos y tradicionales; dar prioridad a la agricultura en muchospaíses; que las organizaciones populares y los movimientos socia-les controlen la producción; un nuevo rol para el Estado; innova-

ciones tecnológicas que satisagan las necesidades creadas por lanueva estructura de la demanda; y restricciones signicativas oseparación parcial en relación con los mercados internacionales.Sobra decir que los obstáculos para reestructurar a los países peri-éricos en economías autocéntricas resultan enormes. En la visiónde Amin, algunos podrían superarse mediante nuevos modos decooperación Sur-Sur, incluyendo la ormación de bloques regiona-

les de varios países bajo lineamientos socialistas.36

Las nociones de policentrismo y acumulación autocéntrica deAmin pueden servir como principios útiles para encaminar accio-nes macroeconómicas y políticas. Sin embargo, es necesario señalar

36 Eiste un aspecto inquietante en el llamado al socialismo de Amin: “Sieiste un lado positivo en el universalismo creado por el capitalismo, nose hallará en el nivel del desarrollo económico (dado que este siguesiendo por naturaleza desigual), sino denitivamente en el nivel de un

universalismo popular, cultural e ideológico, presagiando un estadio‘poscapitalista’, una visión socialista genuina” (1990: 231). Esta arma-ción resulta mucho más enigmática, dado que en la siguiente sección elautor clama por “la pluralidad de los sistemas productivos, las visionespolíticas y las culturas” (pág. 233).

Page 175: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 175/423

175

Capítulo III

que las recetas de Amin están escritas de modo universalista y enuna epistemología realista, precisamente la clase de pensamiento

que hemos criticado. De todas maneras, como medio de descrip-ción de un mundo hegemónico basado en un lenguaje dominante,no podemos ignorar la economía política en nuestros intentos deimaginar alternativas a ese mundo y a dicho lenguaje. Pero es nece-sario insistir en que para desarrollar análisis en términos de econo-mía política, esta debe ser desestabilizada continuamente. Dichoanálisis ha de acompañarse de un reposicionamiento estratégicoen el campo de la representación. Las ormas de producción y de

representación solamente se dierencian para eectos analíticos.Modicar las economías políticas incluye la resistencia material y semiótica, y el ortalecimiento material y semiótico de los sistemaslocales.

En otras palabras, aunque la proyección social de los lenguajessubalternos depende en gran medida de los movimientos sociales,se necesitan también estrategias que modiquen las economías

políticas internacionales, regionales y locales. Sin embargo, la metaundamental de tal modicación no debe ser el logro de regímenesmás saludables de acumulación y desarrollo, como en el caso deAmin, sino la creación de mejores condiciones que lleven a eperi-mentos locales y regionales basados en modelos autónomos (híbri-dos). Además, y como ya lo discutimos, el análisis de la economíapolítica debe conducirse desde la perspectiva de su integración con

las ormas locales. También debería contribuir a cambiar la econo-mía política de la producción del discurso y la multiplicación decentros del discurso. Desde los economistas clásicos hasta los neoli-berales del Banco Mundial hoy en día, los economistas han mono-polizado el poder de la palabra. Los eectos de su hegemonía y elnocivo protagonismo de la economía deben ser epuestos de otrasmaneras. Evidenciar otros modelos es una orma de avanzar en latarea. “Mediar la comunicación [entre modeladores] o ormular unacomunidad conversacional entre las culturas constituye un proyectoimportante para la antropología” (Gudeman, 1992: 152). En realidad,podemos añadir, constituye un proyecto político importante.

Page 176: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 176/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

176

La sugerencia de tener en cuenta los propios modelos de lagente no es solamente una posición políticamente correcta. Por el

contrario, constituye una alternativa losóca y política acertada.Filosócamente, obedece el dictamen de la ciencia social interpre-tativa (Rabinow y Sullivan, eds., 1987; Taylor, 1985) de tomar a lossujetos como agentes de autodenición cuya práctica está deter-minada por su autocomprensión. Dicha autocomprensión puedeser captada por el investigador o el activista mediante métodosetnográcos. Ello no signica que el investigador o el activistatengan que adoptar la opinión del sujeto, ni que esta sea siempre

“correcta”. Los relativistas culturales han caído a menudo en estadoble trampa. Signica que el cientíco social interpretativo tieneque considerar las descripciones propias de la gente como puntosde partida de la teoría, es decir, de lo que ha de ser eplicado.37

En este capítulo hemos hablado de un tipo de poder social ligadoa la economía de los bienes y de los discursos. Con respecto a losregímenes de representación, dicho poder sigue sin cambiar eplí-

citamente, a pesar de que encuentra resistencia en muchos nive-les. El poder social asociado al discurso se incrusta insidiosamenteen los rincones más recónditos de la vida social, incluso medianteormas sutiles. Ello no resulta menos cierto en los campos en loscuales hasta la vida está en juego, como la alimentación y el hambre,que estudiaremos en el capítulo siguiente. En él eaminaremosen detalle la orma en que surgieron las prácticas actuales en los

campos de nutrición, desarrollo rural y atención en salud, no comoel resultado de una mayor toma de conciencia, del progreso cientí-co o de renamientos tecnológicos, sino más bien como eectos delpoder producido por la problematización del hambre en el contetode la creciente economización de la subsistencia.

37 La investigación-acción participativa se basa en un principio similar.Véanse Fals Borda (1988) y Fals Borda y Rahman, eds. (1991).

Page 177: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 177/423

Capítulo IVLa dispersión del poder:

Fábulas de hambre y alimento

Ya que la enermedad solo puede curarse si otros intervienen con su

conocimiento, sus recursos y su piedad, y dado que un paciente solo

 puede ser curado en sociedad, es justo que la enermedad de algunos seatransormada en la experiencia de otros… Lo que es benevolencia hacia los

 pobres se transorma en conocimiento aplicable a los ricos.

(Michel Foucault, t  he b irth  of  the C liniC, 1975)

Page 178: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 178/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

178

El lenguaje del hambre y el hambre del lenguaje

Ningún aspecto del subdesarrollo es tan evidente como elhambre. Cuando la gente tiene hambre, ¿no es “la provisión dealimento” la respuesta lógica? La política sería asunto de garantizarque el alimento suciente llegara a los necesitados en orma soste-nida. El simbolismo del hambre, sin embargo, ha mostrado su podera través de los tiempos. Desde las hambrunas de los tiempos prehis-tóricos hasta las revueltas de hambre de América Latina durante losaños ochenta y comienzos de los noventa, el hambre ha constituido

una uerza social y política poderosa. Desde la Biblia y pasandopor Knut Hamsun, Dickens, Orwell, Steinbeck, y latinoamericanosde este siglo, como Ciro Alegría, Jorge Icaza y Graciliano Ramos,escritores de muchos países han sido conmovidos por la eperien-cia individual o colectiva del hambre. Sus imágenes también hansido retratadas en el cine, aunque nunca con tanta uerza como enlos primeros años del Cinema Novo brasileño de comienzos de los

sesenta. “De Arruanda a Vidas estériles”, armó crudamente Glau-ber Rocha, uno de los undadores del movimiento, “el Cinema Novoha narrado, descrito, poetizado, discutido, analizado y estimulado lostemas del hambre: personajes que comen polvo y raíces, que robanpara comer, matan para comer, huyen para comer” (1982: 68). Una

 verdadera “estética del hambre” como intitulara Rocha su mani-esto, la única apropiada para un cine insurreccional enmarcado

en el conteto del neocolonialismo del Tercer Mundo de la época.Las libertades concedidas a la escritura y el cine no han sidootorgadas a la sociedad en general. De hecho, como lo epresara

 Josué de Castro, médico brasileño y primer director de la Organiza-ción de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación(FAO).

Debido a sus eplosivas implicaciones sociales y políticas, el tema

[hambre] ha sido hasta hace muy poco uno de los tabúes de nuestra

civilización… El hambre ha sido, sin duda, la uente más poderosa

de inortunio social, pero nuestra civilización ha evitado mirarla,

Page 179: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 179/423

179

Capítulo IV

temerosa de encarar la triste realidad. La guerra siempre se ha dis-

cutido en voz alta. Se han escrito himnos y poemas para celebrar

sus virtudes gloriosas como agente de selección… Así, en tanto laguerra se convirtió en leitmotiv del pensamiento occidental, el ham-

bre ha seguido siendo apenas una sensación vulgar, cuyas reper-

cusiones no se esperaba que surgieran desde el campo de lo sub-

consciente. La mente consciente, con ostentoso desdeño, negaba su

eistencia. ([1952] 1977: 51).

Esta oscuridad del hambre cambió dramáticamente luego de la

Segunda Guerra Mundial, cuando ingresó irremediablemente en lapolítica del conocimiento cientíco. Las hambrunas de los sesenta

 y setenta (Biara, Bangladesh, el Sahel) atrajeron la concienciapública hacia el hambre masiva. Pero los aspectos más diícilesde la desnutrición persistente y del hambre habían ingresado enel mundo cientíco una década antes. Desde los años cincuentahasta hoy, un ejército de cientícos –nutricionistas, epertos en

salud, demógraos, epertos agrícolas, planicadores, etcétera– hanestudiado sin cesar cada uno de sus aspectos. Semejante hambrede lenguaje (cientíco) ha traído como resultado una sucesión dediversas estrategias a lo largo de la era del desarrollo: desde losalimentos enriquecidos y los suplementos alimenticios pasando porla educación en nutrición y la ayuda alimentaria de los cincuenta y sesenta, hasta la reorma agraria, la revolución verde, el desarrollo

rural integrado, y la planicación alimentaria y nutricional ehaus-tiva, de nales de los sesenta, los lenguajes del hambre se han vuelto cada vez más detallados y de mayor alcance. Ya uera que “elproblema nutricional” se atribuyera a la ingestión insuciente deproteínas, a alta de calorías, ausencia de educación nutricional,ingestión insuciente de alimentos combinada con mala salud y condiciones sanitarias decientes, bajos ingresos o prácticas agrí-colas inecientes, o a una combinación de todas ellas, un equipode epertos siempre estaba preparado para diseñar estrategias y programas en nombre de los pueblos hambrientos y desnutridosdel Tercer Mundo.

Page 180: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 180/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

180

Hablando en plata blanca, podríamos decir que el cuerpo deldesnutrido –el “aricano” muerto de hambre que ocupó las portadas

de tantas revistas occidentales; o el letárgico niño sudamericano“adoptado” por dieciséis dólares mensuales que aparecía en losanuncios de las mismas revistas– constituye el símbolo por ece-lencia del poder que tiene el Primer Mundo sobre el Tercero. Todauna economía del discurso y de las relaciones desiguales de poderse halla codicada en su cuerpo. Siguiendo a Teresa de Lauretis(1987), podemos decir que aquí está en juego una violencia de larepresentación. Se trata, además, de una violencia etrema. Las

representaciones cientícas del hambre y del “eceso de pobla-ción” (que además se encuentran a menudo juntas) son deshuma-nizantes y objetivizantes en grado sumo. Después de todo, cuandonos reerimos al “hambre” o a la “población” estamos hablando dela gente, de la vida humana en sí misma. Pero para la ciencia y losmedios occidentales, todo ello se convierte en masas desesperadase inormes (oscuras), objetos numerables y medibles por demógra-

os y nutricionistas, o sistemas con mecanismos de retroalimenta-ción, como en el modelo del cuerpo elaborado por los siólogos y los bioquímicos. El lenguaje del hambre y el hambre del lenguajereúnen sus uerzas no solo para mantener cierto orden social sinotambién para ejercer un tipo de violencia simbólica que desinectala discusión sobre los hambrientos y desnutridos. Así llegamos aconsumir el hambre en Occidente. En el proceso, nuestra sensi-

bilidad ante el surimiento y el dolor se ve atenuada por el eectodistanciador del lenguaje de los académicos y epertos. Devolver allenguaje su carácter vívido y su ecacia política se convierte en unatarea casi imposible (Schepper-Hughes, 1992).

La situación resulta aún más paradójica si se tiene en cuentaque las estrategias puestas en práctica para enrentar a los proble-mas del hambre y la oerta alimentaria, lejos de resolverlos, los hanagravado. Susan George (1986) captó mejor que nadie el cinismo deestas estrategias bajo el título de “More Food, More Hunger”. Paísesque eran autosucientes en cultivos a nales de la Segunda GuerraMundial: –muchos de ellos habían llegado incluso a eportar

Page 181: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 181/423

181

Capítulo IV

alimentos a los países industrializados– se convirtieron en impor-tadores netos durante la era del desarrollo. Creció así el hambre, al

tiempo que la capacidad de los países para producir alimento su-ciente para sí mismos se contrajo ante las presiones para producircultivos de eportación, aceptar alimentos baratos de Occidente, y ajustarse a los mercados agrícolas dominados por los mercaderesmultinacionales de granos. Pese a que la producción agrícola percápita aumentó en la mayoría de los países, este incremento no setradujo en un aumento de la disponibilidad de alimentos para lamayor parte de la gente. Los habitantes de las ciudades del Tercer

Mundo se volvieron cada vez más dependientes de los alimentosque sus países no producían.

¿Cómo eplicar este cinismo del poder? Esto nos lleva de nuevoa la orma en que opera el discurso, a la orma en que produce“dominios de objetos y rituales de verdad” (Foucault, 1979: 194). Eldiscurso del desarrollo no es solamente una “ideología” que tienepoco que ver con el “mundo real”; tampoco es un aparato producido

por los que están en el poder para esconder otra verdad, más básica y cruda, la realidad del signo del dólar. El discurso del desarrollo hacristalizado en prácticas que contribuyen a regular el ir y venir coti-diano de la gente del Tercer Mundo. ¿Cómo se ejerce su poder en la

 vida diaria, social y económica de países y comunidades? ¿Cómologra su eecto sobre el pensamiento y la acción de la gente, sobre laorma en que se siente y se vive la vida?

Hasta ahora hemos hablado poco de lo que hacen los agen-tes del desarrollo en su trabajo diario. Todavía nos alta mostrarla orma en que el discurso del desarrollo se diunde a través deun campo de prácticas; cómo se relaciona con las intervencionesconcretas que organizan tanto los tipos de conocimiento como lasormas de poder, relacionando unos y otras en la producción deormas sociales. Es necesario escrutar las prácticas especícasmediante las cuales llevan a cabo su tarea los organismos nan-cieros internacionales y gobiernos del Tercer Mundo, reuniendoburócratas y epertos e todo tipo con sus “beneciarios” delTercer Mundo; campesinos, mujeres pobres, marginales urbanos

Page 182: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 182/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

182

 y similares. Esa será la labor de este capítulo: eaminar en detallela organización del desarrollo.

El capítulo investiga las ormas concretas que asumen los meca-nismos de proesionalización y de institucionalización en el campode la desnutrición y el hambre. En particular, estudia la llamadaestrategia de Planicación y políticas nacionales de alimentación

 y nutrición (FNPP1), creadas por el Banco Mundial y un puñado deuniversidades e instituciones de los países desarrollados a comien-zos de los setenta, e implementados en varios países del TercerMundo a lo largo de los años setenta y ochenta. Los planes surgieron

de la comprensión de que los complejos problemas de la desnutri-ción y el hambre no podían enrentarse mediante programas aisla-dos, sino que se necesitaba una estrategia nacional de planicaciónglobal y multisectorial. Con base en esta toma de conciencia, dichasinstituciones produjeron un cuerpo teórico, y diseñaron e imple-mentaron planes que incluían programas ambiciosos y cubríantodas las áreas relacionadas con la alimentación, como la produc-

ción de alimentos y su consumo, la atención en salud, la educaciónnutricional, la tecnología de alimentos, y así sucesivamente. Luegode eaminar la teoría de los FNPP, observaremos de cerca el desa-rrollo de una de sus estrategias en Colombia, durante el período1975-1990.

Para analizar las prácticas del desarrollo debemos analizar loque realmente hacen las instituciones del desarrollo. Las prácti-

cas institucionales resultan cruciales no tanto porque representengran parte de lo que en verdad se cataloga como desarrollo, sinoespecialmente porque contribuyen a producir y ormalizar rela-ciones sociales, divisiones del trabajo y ormas culturales. Ilustrarel uncionamiento del desarrollo, que es la intención de este capí-tulo, no es entonces tarea sencilla. Requiere que investiguemos laproducción de los discursos sobre el problema en cuestión, quemostremos la articulación de estos con las condiciones socioeconó-micas y tecnológicas que aquellos, a su vez, ayudan a producir. Y lo

1 FNPP, Food and Nutrition Policy and Planning (N. de la T.)

Page 183: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 183/423

183

Capítulo IV

más importante, que eaminemos nalmente las verdaderas prác-ticas actuales de las instituciones involucradas con los problemas.

El discurso, la economía política y la etnograía institucional debenentrelazarse para proporcionar una comprensión adecuada de laorma en que opera el desarrollo.

Las prácticas cotidianas de las instituciones no son únicamenteormas racionales o neutrales de hacer. De hecho, gran parte de laeectividad institucional en producir relaciones de poder provienede prácticas muchas veces invisibles, precisamente porque se lasconsidera racionales. Entonces es necesario desarrollar herra-

mientas de análisis para develar y entender dichas prácticas. Parahacerlo, en la primera parte del capítulo eplicamos la noción deetnograía institucional. La segunda reconstruye el nacimiento,

 vida y muerte de la estrategia de Planicación y políticas naciona-les de alimentación y nutrición (FNPP), centrándonos en la visióndel hambre producida por dicha estrategia, y en las prácticas quela hicieron realidad. En la tercera parte sintetizamos la economía

política de la crisis agraria en América Latina durante el período1950-1990, y eaminamos la respuesta que dieron ante la crisis delgobierno colombiano y el aparato internacional del desarrollo. Nosconcentramos especialmente en la llamada estrategia de desarrollorural integrado, producida por el Banco Mundial a comienzos de lossetenta e implementada en Colombia desde mediados de la décadahasta comienzos de los años noventa, con la cooperación del mismo

 y de otras agencias internacionales. Finalmente, en la cuarta parteproponemos una interpretación de la estrategia FNPP como ejem-plo paradigmático en el ejercicio del desarrollo.

La premisa que subyace nuestra investigación es que mientraslas instituciones y los proesionales continúen reproduciéndose a símismos con éito en lo material, cultural e ideológico, prevalecerántambién ciertas relaciones de dominación. Y que, hasta donde estosuceda, el desarrollo seguirá siendo en gran medida conceptuali-zado por quienes poseen el poder. Al detenernos en las prácticasque estructuran la labor cotidiana de las instituciones esperamosilustrar, de una parte, la orma en que opera el poder, es decir, cómo

Page 184: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 184/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

184

se ejerce este por medio de procesos institucionales y documenta-les. El énasis en el discurso trata de mostrar, de otra parte, la orma

en que una cierta subjetividad es privilegiada al mismo tiempo quese margina la de aquellos que se suponen receptores del progreso.Será claro que una marginación de este tipo, producida por un régi-men determinado de representación, constituye un componenteintegral de las relaciones del poder institucionalizado.

Etnografía institucional: la burocratización del conocimiento

sobre el Tercer Mundo

Por la época en que comenzó el desarrollo, más de las tres cuar-tas partes de la población del Tercer Mundo vivía en áreas rura-les. Que en muchos países latinoamericanos la proporción se hayareducido a menos de 30 por ciento resulta un rasgo notable en símismo, como si el alivio del surimiento, la desnutrición y el hambrede los campesinos hubiera requerido, no el mejoramiento de los

niveles de vida en el campo, como proclamaba la mayoría de losprogramas, sino la eliminación de los campesinos como grupo deproducción social y cultural. Pero los campesinos no desaparecie-ron con el desarrollo del capitalismo, como lo predijeran economis-tas maristas y burgueses, hecho que resaltamos en el recuento dela resistencia que hicimos en el capítulo anterior, y que retomare-mos en el próimo.

La constitución del campesinado como una categoría de clientede los programas de desarrollo estuvo asociada con una ampliagama de procesos económicos, políticos, culturales y discursivos.Se basaba en la habilidad del aparato del desarrollo para crearsistemáticamente categorías de clientes como los “malnutridos”,los “pequeños agricultores”, los “agricultores sin tierra”, las “muje-res lactantes” y similares, que permiten a las instituciones distri-buir socialmente a individuos y poblaciones en modos consis-tentes con la creación y reproducción de las relaciones capita-listas modernas. Los discursos del hambre y del desarrollo ruralmediatizan y organizan la constitución de los campesinos como

Page 185: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 185/423

185

Capítulo IV

productores o como elementos para desplazar en el orden de lascosas. A dierencia de la mayoría de los trabajos antropológicos

sobre el desarrollo que toman como objeto primario de su estudioa la gente “a desarrollar”, para entender la construcción discur-siva e institucional de categorías de clientes, se requiere cambiarla atención hacia el dispositivo institucional que está “haciendoel desarrollo” (Ferguson, 1990: xIV). Convertir al aparato mismoen un objeto antropológico involucra una etnograía institucionalque va desde las prácticas rutinarias y tetuales de las institucio-nes hasta los eectos de estas en el mundo, es decir, hasta la orma

en que las prácticas contribuyen a estructurar las condiciones enlas cuales la gente piensa y vive. El trabajo de las instituciones hasido una de las uerzas más poderosas en la creación del mundoen que vivimos. La etnograía institucional intenta arrojar clari-dad sobre ella.

Bajo esta línea de análisis lo primero que se observa es que los“campesinos” son construidos socialmente antes de la interacción

del agente (planicador, investigador o eperto en desarrollo) conellos. Al decir socialmente construidos estamos hablando de que larelación entre el cliente y el agente se estructura mediante meca-nismos burocráticos y tetuales que anteceden a la interacción. Estono impide que el agente o la institución presenten los resultados dela interacción como “hechos”, es decir, como verdaderos descubri-mientos de la situación real que caracteriza al cliente. La institución

posee esquemas y procedimientos de estructuración, implícitos ensus labores rutinarias, que organizan la realidad de una situacióndada y la presentan como hechos, como la orma de ser de las cosas.Estos procedimientos estructurales deben volverse invisibles paraque su operación tenga éito, igual que en el cine, donde todas lasmarcas de enunciación (el trabajo del director, la actuación en sí, elángulo de la cámara, etcétera) deben quedar borradas para crear laimpresión de realidad que lo caracteriza (Metz, 1982).

La socióloga eminista canadiense Dorothy Smith ha sidopionera en el análisis de las instituciones desde esta perspectiva(Smith, 1974, 1984, 1986, 1987, 1990). El punto de partida de Smith

Page 186: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 186/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

186

es su observación de que los discursos proesionales proporcionanlas categorías con las cuales los “hechos” pueden ser nombrados

 y analizados, y cumplen por ello un rol importante en la constitu-ción de los enómenos que la organización conoce y describe. Loshechos son presentados en ormas estandarizadas para que puedanser repetidos en caso necesario. En este sentido, los hechos debentomarse como un aspecto de la organización social, una práctica delsaber que, mediante el uso de categorías ya preparadas, construyeun objeto como eterno al que sabe e independiente de él o ella.Ya que las decisiones son tomadas a menudo por organizaciones

centralizadas y dirigidas por representantes de los grupos dirigen-tes, todo el trabajo de las organizaciones está sesgado a avor de losque tienen el poder.

Nuestra relación con los otros en la sociedad y uera de ella está

mediatizada por la organización social de su manejo. Nuestro “co-

nocimiento” es por tanto ideológico en el sentido de que la organi-

zación social preserva los conceptos y medios de descripción querepresentan el mundo tal como es para quienes lo dirigen, y no

como es para quienes son dirigidos (Smith, 1974: 267).

Esto tiene consecuencias de largo alcance porque constante-mente estamos implicados y activos en este proceso. Pero ¿cómoopera la producción institucional de la realidad social? Un rasgo

básico de su operación es que depende de ormas tetuales y documentales como medio de representar y preservar una reali-dad dada. No obstante, los tetos están inevitablemente desliga-dos del conteto histórico de la realidad a la cual supuestamenterepresentan:

Porque la burocracia es  por excelencia el modo de gobierno que

separa el desempeño de los dirigentes del de los individuos par-

ticulares, y que hace a la organización independiente de personas

particulares y ambientes locales… Hoy en día, la organización a

gran escala inscribe sus procesos en modos documentales como

Page 187: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 187/423

Page 188: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 188/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

188

implicadas en los mecanismos de poder. A través de ellos, como veremos en detalle, los procesos internos de las organizaciones

quedan ligados a relaciones sociales eternas que involucran a losgobiernos, las organizaciones internacionales, las corporaciones y las comunidades del Tercer Mundo. Toman parte en la dirección y el ordenamiento de las relaciones entre dichos grupos, y debenser vistos como elementos importantes de las relaciones sociales,a pesar de que el teto parezca desligado de las relaciones socia-les que contribuye a organizar (el teto es removido del contetosocial mediante el trabajo del proesional). En resumen, los proce-

dimientos documentales representan una dimensión signicativade las prácticas a través de las cuales se ejerce el poder en el mundoactual, dimensión que ha sido, en gran parte, descuidada en losanálisis críticos.

Desde la perspectiva de la etnograía institucional, una situa-ción local no es tanto un estudio de caso como un punto de entradapara el estudio de las uerzas institucionales y discursivas y de cómo

estas se relacionan con aspectos socioeconómicos más amplios. Loque importa es describir las prácticas que en realidad organizan laeperiencia cotidiana de la gente, “revelar las determinaciones nolocales del orden localmente histórico o vivido” (Smith, 1986: 9). Enel caso de las instituciones es necesario investigar la orma en quela capacitación proesional proporciona las categorías y los concep-tos que rigen las prácticas de los miembros de la institución, y el

modo en que los cursos locales de acción son articulados a travésde las unciones institucionales. En otras palabras, la orma en queun discurso tetualmente mediatizado sustituye las relaciones y las prácticas reales de los “beneciarios”, enterrando la eperien-cia de estos en la matriz que organiza la representación de la insti-tución. Volviendo a nuestro ejemplo, lo que hay que analizar es laorma en que el mundo del campesino queda organizado medianteun conjunto de procesos institucionales. También debemos inves-tigar la orma en que las prácticas institucionales y los discursosproesionales coordinan e interpretan los distintos niveles de lasrelaciones sociales, es decir, el modo en que las relaciones entre los

Page 189: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 189/423

189

Capítulo IV

distintos actores (campesinos, madres e hijos, planicadores, agen-cias internacionales, corporaciones agroindustriales, etcétera) se

tienen en cuenta únicamente a través de un conjunto de categoríasoriginadas en el discurso proesional. Y, nalmente, la orma en queel discurso proesional implica otro tipo de relaciones, como las degénero y clase.

La categoría en particular debe mencionarse como un rasgoundamental de las organizaciones. Ya aludimos al uso persistentede categorías en el discurso del desarrollo, bajo ormas como lascategorías de clientes y los “grupos objetivo”, tales como los “peque-

ños agricultores”, las “mujeres embarazadas”, los “agricultores sintierra”, los “habitantes de los tugurios”, y otros por el estilo. Estascategorías son esenciales para el uncionamiento de las institucio-nes que tratan los problemas del Tercer Mundo (el “Tercer Mundo”es en sí una categoría). Las categorías no son para nada neutrales;antes bien, incorporan relaciones concretas de poder e in fuyenen las categorías con las que pensamos y actuamos. Geo Wood ha

resumido con agudeza su razón de ser:

La validez de las categorías se convierte así en asunto no de ob-

 jetividad sustantiva sino de la habilidad para usarlas ecazmen-

te en la acción, como denominaciones que denen parámetros de

pensamiento y conducta, que estabilizan espacios y que establecen

eseras de competencia y áreas de responsabilidad. Así la cataloga-

ción orma parte, mediante sus operaciones, del proceso de crear laestructura social. Se trata de personas que hacen historia al hacer

reglas para sí mismas y para otros… Entonces no se trata de si ca-

talogamos o no a la gente, sino de cuáles categorías se crean y de a

quién pertenecen las categorías que prevalecen en la denición de

toda una situación o un área de política, bajo qué condiciones y con

qué eectos… Las categorías revelan más sobre el proceso de desig-

nación autoritaria, la denición de la agenda y así sucesivamente

que sobre las características de los catalogados… En tal sentido,

las etiquetas revelan de hecho la relación de poder entre quien la

recibe y quien la otorga (1985: 349).

Page 190: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 190/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

190

Las categorías determinan el acceso a los recursos, de modotal que la gente tiene que ajustarse a la categorización para tener

en sus relaciones éito con la institución. Un mecanismo clave queopera aquí es que toda la realidad de una persona queda reducidaa un único rasgo o característica (acceso a la tierra, por ejemplo, oincapacidad para leer y escribir). En otras palabras, la persona seconvierte en un “caso”. Rara vez se entiende que el caso es más unrefejo de la orma en que la institución construye “el problema”, y toda la dinámica de la pobreza rural queda reducida a la soluciónde un número de “casos”, sin coneión aparente con determinan-

tes estructurales, ni mucho menos con las eperiencias comunes ala población rural. Las eplicaciones quedan así desligadas de losno pobres y “son ácilmente eplicadas como producto de carac-terísticas inherentes a los pobres” (Wood, 1985: 357). Esto se lograconcentrándose en una meta estrecha, y normalmente implicapatologías o carencias que pueden ser aisladas y tratadas mediantealgún tipo de componente tecnológico. Este tipo de catalogación

implica no solo la abstracción de la práctica social sino la actua-ción de monopolios proesionales que comparten los intereses dela clase dominante. Toda una política de interpretación de nece-sidades, mediatizada por discursos epertos está en juego, comolo demostró Nancy Fraser (1989) en el conteto del movimientode mujeres norteamericano. Los epertos se convierten en inter-mediarios entre las comunidades, el Estado, y, en ciertos casos, los

movimientos sociales.Las categorías son inventadas y mantenidas por las institucio-nes sobre una base continua, como parte de un proceso en aparien-cia racional que es undamentalmente político. Aunque a vecestodo el proceso provoca eectos devastadores sobre los grupos cata-logados –convirtiendo en estereotipos, normalizando o ragmen-tando la eperiencia de la gente, la desorganización de los pobres–también implica la posibilidad de contra-catalogación (“países noalineados”, era una contra-categoría a “países subdesarrollados”),como parte de un proceso de democratización y desburocratizaciónde las instituciones y el conocimiento. Para que esta posibilidad se

Page 191: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 191/423

191

Capítulo IV

hiciera realidad sería necesario analizar de cerca la orma en queoperan las categorías como mecanismos de poder en casos institu-

cionales concretos, y reaccionar contra sus eectos individualizadosa través de prácticas políticas colectivas.Además de las prácticas ya discutidas, eisten otras prácticas

documentales y de catalogación importantes, que las institucionesdespliegan, y que deberían ser tomadas en cuenta por las etnogra-ías institucionales. Las organizaciones dedicadas a la planicación,por ejemplo, siguen un modelo de planeación que se basa en ciertasprácticas que les permiten construir los problemas no solo de orma

que le resulten manejables, sino también eludir la responsabilidaden la implementación del plan. Estas instituciones crean temas,agendas, “sectores”, “subdisciplinas”, etcétera, siguiendo procedi-mientos que se presentan como racionales y de “sentido común”.El modelo de planeación basado en el “sentido común”, como deno-minaron Clay y Shaer (1984) a este rasgo en su útil análisis de lasprácticas de políticas públicas, es una de las principales maneras

de despolitizar y burocratizar dichas políticas. Los autores revelantodo un campo, lo “burocrático”, en el cual la política y los proce-sos burocráticos se conjugan para garantizar el mantenimiento dedeterminadas ormas de ver y hacer. Al estudiar el Plan nacional dealimentación y nutrición de Colombia, analizaremos en detalle elmodelo de planeación considerado de “sentido común”.

Es muy importante develar estos aspectos del discurso y la

organización investigando las prácticas documentales de las insti-tuciones del desarrollo. Debemos analizar la orma en que loscampesinos son integrados a través de las prácticas de los proe-sionales del desarrollo, es decir, la orma en que su eperienciaconcreta es elaborada por el discurso proesional de estos, aisladadel conteto en que surgen sus problemas y trasladada al contetoen el que se epresan y actúan las instituciones. Dicha abstracciónes una condición necesaria para que el desarrollo pueda operar enel proceso de describir, interrogar, interpretar y diseñar el trata-miento para sus clientes o beneciarios. Aunque la mayoría de las

 veces este proceso de abstracción y estructuración –que es en gran

Page 192: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 192/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

192

medida inconsciente– tiene lugar en la cima de las instancias inter-nacionales o nacionales, inevitablemente permea la situación local,

donde se eectúa en realidad la mayor parte del trabajo. Para decirlode alguna manera, lo local debe reproducir el mundo tal como lo ven las instancias superiores.

En el caso del hambre, las situaciones locales quedan sumer-gidas bajo los discursos proesionales de los economistas agrí-colas, los planicadores, los nutricionistas, los etensionistas, lossalubristas y otros. Solo cierto tipo de conocimiento, como el delos uncionarios del Banco Mundial y los epertos de los países

en desarrollo ormados en la tradición occidental, se consideraadecuado para la labor de enrentar la desnutrición y el hambre,al tiempo que todo el conocimiento está dirigido a hacer del clientealgo cognoscible para las instituciones del desarrollo. La interac-ción entre el personal local de campo (etensionistas, salubris-tas) y sus clientes está condicionada por esta necesidad, y quedaautomáticamente estructurada por las operaciones burocráticas

 ya establecidas.2 Igualmente, la interacción de los planicadoresnacionales y los representantes del Banco Mundial, por ejem-plo, está condicionada a la necesidad de obtener nanciación y se estructura de acuerdo con las rutinas del Banco. Sobra decirque en estos análisis nunca se encuentra consideración alguna ala lucha y la opresión del campesino, ni tampoco que su mundopueda tener una manera distinta de ver sus propios problemas y su

misma vida. Más bien, lo que surge es una visión de los “desnutri-dos” o de los “campesinos analabetas” como problema del que hay que deshacerse por medio del desarrollo ecaz. Este “problema”se asume de antemano sin tener en cuenta las prácticas reales de

2 Sin embargo, es en el nivel local donde más resalta la discordanciaentre las necesidades de las instituciones y las de la gente. Dicha discor-dancia es a menudo percibida por los trabajadores del desarrollo comoun conficto personal angustiante, y se resuelve de diversas maneras

(que van desde prestar oídos sordos hasta decidir dejar el aparato deldesarrollo para convertirse en activista de la comunidad). Este confictose halla incluso en el personal proesional de los organismos de desa-rrollo, como personalmente lo observé entre los proesionales colom-bianos dedicados al desarrollo rural.

Page 193: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 193/423

193

Capítulo IV

los beneciarios; el proceso completo no solo aecta la concienciade todos sus actores, sino que contribuye a mantener ciertas rela-

ciones de dominación. Hay que evidenciar las operaciones que sehallan implícitas en él.Los programas especícos deben verse entonces como el resul-

tado de interacciones entre las organizaciones internacionales, lasuniversidades y los centros de investigación del Primer y el TercerMundo, las organizaciones e instituciones del Tercer Mundo, y losdiscursos técnicos de varios tipos. Esta interacción se maniesta

 y organiza en prácticas documentales –descripciones por escrito

de programas, inormes de evaluación e investigación, actas de lasreuniones, trabajos académicos, etcétera– que surgen incesante-mente como parte de un proceso en gran medida autorreerencial,hasta el punto en que no se elaboran para ilustrar un problemadeterminado, sino para garantizar su inserción en el fujo conti-nuo de tetos organizacionales. Con base en el trabajo de Dorothy Smith, Adele Mueller sintetizó así la problemática de la organi-

zación burocrática del conocimiento sobre las mujeres del TercerMundo.

Los tetos sobre las mujeres y el desarrollo no describen, como se

aduce, la situación de las mujeres del Tercer Mundo, sino la situa-

ción de su propia producción (la de los tetos). La imagen resultan-

te de las “Mujeres del Tercer Mundo” es en sí la de unas mujeres

pobres, que viven en chozas, tienen demasiados hijos, son anal-abetas, y dependen de un hombre para subsistir o se han empo-

brecido porque no lo tienen. Lo importante aquí no es si se trata

de una descripción más o menos eacta de las mujeres, sino quién

tiene el poder para crear la descripción y alegar que ella es, si no

eacta, la mejor aproimación… El régimen discursivo de la mujer

 y el desarrollo no es un recuento de los intereses, las necesidades,

preocupaciones y sueños de las mujeres pobres, sino un conjunto

de estrategias para manejar el problema que las mujeres represen-

tan para el uncionamiento de las agencias de desarrollo del Tercer

Mundo (1987b: 4).

Page 194: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 194/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

194

Durante cuarenta años, los discursos y estrategias para comba-tir el hambre se han sucedido unos a otros. Semejante versatilidad,

especialmente cuando se la compara con la persistencia y el agra- vamiento de los problemas que supuestamente van a erradicar,requiere una eplicación. La pregunta general puede plantearseasí: ¿Por qué y mediante qué proceso, la eperiencia del hambrese convirtió sucesivamente en reorma agraria, revolución verde,proteína unicelular, desarrollo rural integrado, planicaciónalimentaria y nutricional integral, y así sucesivamente? ¿Por qué seha dedicado semejante legión de programas aplicados de alimen-

tación y nutrición, ciencias nutricionales, agrícolas y económicas alproblema? ¿Cuál ha sido su impacto? ¿Con respecto a qué objetivoslocales se originaron estas estrategias, qué ormas de conocimientoprodujeron, y con qué tipos de poder se relacionaron? Debemostratar de identicar la orma en que se estableció el sistema deormación que trajo como resultado dichas estrategias, la orma enque todas ellas comparten un espacio común y cómo unas se trans-

orman en otras. Dicho de otro modo, debemos describir “el sistemade transormación que constituye el cambio” en los discursos delhambre (Foucault, 1972: 173).

Puede armarse que el hambre está constituida por todos losdiscursos que a ella se reeren; que se hace visible a través de laeistencia de sus grandiosas estrategias, las cuales, por medio desu misma apariencia y dierenciación, crean la ilusión de progreso

 y de cambio. Debemos estudiar el modo en que estrategias como elFNPP producen una organización especíca del campo discursivo, y la orma en que dicho campo se mantiene en su lugar medianteprocesos institucionales que denen cursos especícos de acción,contribuyen a tejer las relaciones sociales y toman parte en la orga-nización de una división del trabajo marcada por actores cultura-les, geográcos, de clase y de género. Este tipo de análisis va de loespecíco a lo general y desde prácticas concretas hasta las ormasde poder que eplican el uncionamiento del desarrollo.

El propósito de la etnograía institucional es poner al descu-bierto el trabajo de las instituciones y las burocracias para

Page 195: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 195/423

195

Capítulo IV

prepararnos en la tarea de ver lo que culturalmente hemos apren-dido a ignorar, es decir, la participación de las prácticas institu-

cionales en la construcción del mundo. La etnograía institu-cional nos prepara para discernir cómo vivimos e incluso nosproducimos inevitablemente dentro de los espacios conceptuales

 y sociales tejidos, como una na telaraña, por la monótona peroecaz labor de instituciones de todo tipo. Una labor etnográcacomo esta trata de eplicar la producción de la cultura que haceninstituciones que son, en sí mismas, el producto de una culturadeterminada.

Nacimiento, vida y muerte de la estrategia de planeación

 y de las políticas de alimentación y nutrición

El nacimiento de una disciplina: el conocimiento y la

burocratización de las políticas públicas

En 1971, epertos de varios campos y planicadores de

cincuenta y cinco países se dieron cita en el Massachusetts Insti-tute o Technology (MIT) para la primera conerencia internacio-nal sobre nutrición, desarrollo nacional y planeación. La mayoríade los epertos provenía de universidades, centros de investiga-ción y undaciones situadas en países desarrollados, mientrasque la mayoría de los planicadores pertenecía al Tercer Mundo.Claro que este tipo de encuentro no era nuevo. Epertos y uncio-

narios gubernamentales de todo el mundo venían reuniéndosedurante dos décadas para discutir y evaluar el progreso cien-tíco y práctico en la agricultura, la salud y la nutrición, por logeneral bajo los auspicios de alguna organización internacional,organismo bilateral o undación, como la Organización de lasNaciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), laFundación Rockeeller, la Agencia Internacional para el Desarro-llo de los Estados Unidos (US AID), o la Organización Mundialde la Salud (OMS). Lo novedoso era el alcance del tópico paradiscutir: nutrición, desarrollo nacional y planeación. El encuen-tro marcó de hecho el nacimiento ocial de una nueva disciplina:

Page 196: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 196/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

196

la planeación y políticas de alimentación y nutrición (FNPP, porsu nombre en inglés).

Hasta entonces el campo de la nutrición internacional (conce-bido en sentido amplio como el estudio de los problemas de ladesnutrición y el hambre en el Tercer Mundo y de las maneraspara enrentarlos) había sido territorio de cientícos y epertostécnicos –médicos, biólogos, agrónomos, togenetistas, estadísti-cos, nutricionistas y otros– quienes, por la misma naturaleza de sueperiencia, mantenían el problema dentro de los límites estric-tos del discurso cientíco. La investigación clínica y de laboratorio

dominaba los estudios sobre los aspectos sanitarios y bioquímicosde la nutrición, mientras que la agronomía, la botánica y la cienciaalimentaria cubrían el campo de la producción y el procesamientode alimentos. Las intervenciones nutricionales per se ueron rela-tivamente modestas hasta nales de los sesenta, restringidas engran parte a los suplementos alimenticios inantiles, la educaciónnutricional, el tratamiento clínico de la desnutrición severa y el

reorzamiento de ciertos alimentos con vitaminas, minerales oaminoácidos. Del lado de la producción de alimentos se seguíandos estrategias: la reorma agraria y la llamada revolución verde.Esta última había prometido liberar a la humanidad de la plaga delhambre mediante la aplicación de los últimos hallazgos cientícos

 y tecnológicos en la biología y la agronomía. Su racaso comenzóa evidenciarse entre comienzos y mediados de la década de los

setenta.Hasta entonces, nada eigía considerar la nutrición comoparte del desarrollo nacional. La nutrición y la salud seguíanbajo el rme control de la proesión médica. Pero ninguna de lasestrategias propuestas por los epertos de la medicina parecíatener eecto signicativo sobre la prevalencia de la desnutrición

 y el hambre, a pesar de los avances en el conocimiento de la cien-cia alimentaria y en la siología y la bioquímica de la nutrición.Aunque la oerta alimentaria había crecido en orma sostenidadurante las décadas del cincuenta y el sesenta, manteniéndoseincluso a la par con el crecimiento de la población en la mayoría de

Page 197: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 197/423

Page 198: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 198/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

198

politólogos, ingenieros, antropólogos y urbanistas. El programa seortaleció al asociarse, en 1977, con el Programa Mundial de Hambre

de la Universidad de Naciones Unidas (UNU) y con la Escuela deSalud Pública de Harvard. El Programa Harvard/MIT de Alimenta-ción y Nutrición se convirtió, junto con el Programa Internacionalde Nutrición de la Universidad de Cornell, en el principal centro decapacitación para los estudiantes etranjeros que buscaban en élcapacitación de alto nivel en el nuevo campo de “la ciencia alimen-taria y nutricional internacional” con el patrocinio de sus gobiernoso de organismos internacionales.4

El nuevo enoque para los problemas de la desnutrición y elhambre en el Tercer Mundo se desarrollaba simultáneamente enalgunas universidades y centros de investigación, sobre todo deEstados Unidos e Inglaterra (con la participación de algunos eper-tos en salud y nutrición del Tercer Mundo que se hallaban vincu-lados a los proyectos que mencionamos antes). El trabajo de estegrupo relativamente pequeño de académicos y epertos se conso-

lidó y recibió el impulso de dos publicaciones que aparecieron en1973. Una de ellas, editada por guras importantes del nuevo campo(Berg, Scrimshaw y Call 1973), surgió de la Conerencia del MITen 1971.5 La segunda, The Nutrition Factor, escrita por Berg (1973)habría de cumplir un papel decisivo en la creación del campo deplaneación y políticas de alimentación y nutrición. De hecho, puedeidenticarse el origen tetual de la nueva estrategia con la publi-

cación de este libro, cuyo autor armaba enérgicamente que la4 Parte de esta historia se esboza en Scrimshaw y Wallerstein, eds. (1982)

5 Nevin Scrimshaw era en esa época, y ue por muchos años, jee delDepartamento de Nutrición y Ciencia Alimentaria del MIT. Scrimshaw 

 y Alan Berg, de la División de Nutrición del Banco Mundial, ueron lasguras más infuyentes en las agendas de investigación y las políticasen el campo de la nutrición internacional. Scrimshaw tenía neosimportantes con la Fundación Rockeeller, la Universidad de NacionesUnidas, y con organizaciones como la FAO y la OMS. Alan Berg trabajó

con los programas de intervención nutricional e investigación de USAID en la India durante los años sesenta. Luego estuvo vinculado alInstituto Brookings, y a mediados de los setenta al Banco Mundial. Bergtambién tuvo neos estrechos con el Programa Internacional de Planea-ción Nutricional de MIT.

Page 199: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 199/423

199

Capítulo IV

nutrición debía considerarse como actor esencial en la planeación y la política del desarrollo nacional. Las intervenciones limitadas

 y ragmentarias de décadas anteriores, sostenía, ya no eran su-cientes ante la severidad de los problemas que aectaban al TercerMundo. “Se necesitan urgentemente un análisis y planicaciónnutricional globales de conjunto”, insistía Berg (Berg, 1973: 200).

El nuevo enoque se bautizó como planeación nutricional, oen las versiones siguientes, planeación y política de alimentación

 y nutrición (FNPP). La historia del surgimiento de esta estrategiaen los años setenta y de cómo foreció y se eclipsó una década más

tarde, dando origen a todo un cuerpo cognoscitivo, así como a unsinín de programas e instituciones en muchos países del TercerMundo, constituye un ejemplo clarísimo de la orma en que operael desarrollo. “La respuesta a la desnutrición en la mayoría de lospaíses es modesta, ragmentada y carente de orientación operativa”,escribió Berg acerca de los bien aceptados programas de nutricióndel momento, como la alimentación inantil institucional, la educa-

ción nutricional, la producción de alimentos ricos en proteínas, lanutrición pediátrica en hospitales y centros de salud, y la ayudaalimentaria. “Para que la nutrición ocupe un lugar en el desarro-llo, debemos dirigir nuestra atención hacia la orma y el alcance dela planicación y programación nutricional… Ambas requierencambios radicales” (1973: 198, 200). Además,

En otros campos eisten hoy enoques de planeación aceptadosque pueden y deben adaptarse para propósitos nutricionales… La

estrecha relación entre la desnutrición y las uerzas socioeconómi-

cas eige un enoque sistemático y comprensivo en el análisis de

la planicación… En los programas de nutrición es esencial contar

con liderazgo uerte y con una organización vigorosa, dirigida por

objetivos con una clara orientación (Berg, 1973; 200, 202).

El nuevo proesional se distinguía con claridad del epertocientíco que había sido, hasta entonces, amo y señor del campo dela nutrición:

Page 200: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 200/423

Page 201: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 201/423

201

Capítulo IV

con otras solicitudes de recursos, y, si es necesario, se rediseñan de

acuerdo con las asignaciones presupuestales reales. El último paso

es la evaluación de las acciones realizadas, retroalimentando lasconclusiones en las rondas subsiguientes del proceso de planea-

ción (Berg y Muscatt, 1973: 249).

Berg y Muscatt también presentaban descripciones detalla-das de la orma de llevar a cabo la secuencia de planeación: cómoidenticar “el problema”, determinar “el grupo objetivo”, jar losobjetivos, analizar las causas y los dierentes cursos de acción, y así

sucesivamente. Al abrazar el espíritu de planeación que reinaba enel período, armaban que seguían un enoque de sistemas para laidenticación y solución de problemas. En otras palabras, no solotrataban de identicar y combatir las causas inmediatas, sino quereconocían la naturaleza sistémica de la desnutrición y la nece-sidad de emprender un ataque concertado contra los muchosactores causales. Todas las metodologías que siguieron el modelo

Berg-Muscatt entre 1973-1982 armaban seguir un enoque desistemas. No es nuestra intención discutir aquí los diversos mode-los propuestos, sus dierencias y virtudes o carencias, que otrosautores han estudiado muy bien.6 Nuestra intención es en cambioanalizar los FNPP como campo discursivo, y analizar las prácticasde diseño de políticas que involucra y su eecto sobre la construc-ción del hambre.

La planeación y política nutricional y alimentaria surgió enton-ces como subdisciplina a comienzos de los años setenta. Claro quela delimitación de campos y su asignación a epertos no era algonuevo; es un rasgo signicativo del surgimiento y la consolidacióndel Estado moderno. Lo que generalmente pasa inadvertido es laorma en que una nueva subdisciplina introduce un conjunto deprácticas que permite a las instituciones estructurar políticas públi-cas, realizar eclusiones y modicar las relaciones sociales. Inclusopanaceas por largo tiempo elogiadas, como la revolución verde,

6 Véanse los recuentos de los modelos de planeación de Lynch (1979),Hakim y Solimano (1976) y Field (1977).

Page 202: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 202/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

202

todavía viva, ueron catalogadas tácitamente como racasadas oinsucientes como parte del proceso de abrirle campo al FNPP, sin

eaminar a cabalidad sus resultados o sus allas. Sobra decir quela revolución verde no se desmontó, sino que quedó inmersa enla nueva estrategia. La visión del hambre que emergía del FNPPera aún más aséptica e inoensiva porque estaba incrustada en ellenguaje de la planeación y respaldada por cantidades inmensas dedatos obtenidos por medio de las metodologías más sosticadas.

A comienzos de los ochenta se habían dedicado numerososseminarios y volúmenes al FNPP, y se estructuraban planes de

nutrición y desarrollo rural en muchos países asiáticos y latinoa-mericanos.7 Las agencias técnicas de Naciones Unidas con inje-rencia en la alimentación y el hambre (la FAO y la OMS) habíansanticado el nuevo enoque en un inorme técnico conjunto (FAO-WHO, 1976) y, junto con el Banco Mundial y un grupo de agenciasinternacionales de desarrollo, trabajaban asesorando y nanciandolos nuevos programas. De nuevo, como en el pasado, “la comuni-

dad internacional de nutrición y desarrollo” tenía la rme convic-ción de que el control de la desnutrición y el hambre estaban a sualcance. De nuevo, sin que nadie se sorprendiera, el logro se veríarustrado: a mediados de la década de los ochenta la mayor partede los programas realizados bajo el hechizo del FNPP8 se estabadesmantelando.

Sería demasiado ácil eplicar una situación tan paradójica

–la persistencia de problemas como la desnutrición y el hambre

7 Véanse, además de los volúmenes ya citados, a Joy y Payne (1975),Anderson y Grewald, eds. (1976), FAO/OMS (1976), Winiko, ed. (1978);Mayer y Dwyer, eds. (1979); Aranda y Sáenz, eds. (1981); Teller, ed.(1980), Berg (1981); Austin y Esteva, eds. (1987).

8 Dos libros, uno escrito por un alto representante del Banco Mundial(Berg, 1981), y otro preparado para el Banco Mundial por un proesor deHarvard y dos de Stanord (Timmer, Falcon y Pearson, 1983) declara-

ron oportunamente la muerte del FNPP a comienzos de los añosochenta, cerrando con ello un ciclo y abriendo otro, esta vez con unénasis más pragmático en la política alimentaria. Sin embargo, a die-rencia de sus contrapartes nutricionales en algunos países, los progra-mas de desarrollo rural integrado continúan eistiendo.

Page 203: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 203/423

203

Capítulo IV

rente a la multitud de programas realizados en su nombre– comorefejo del “proceso de aprendizaje” que las instituciones deben

 vivir como parte del “esuerzo del desarrollo”. Pero uno comienzaa sospechar que lo que está en juego en realidad no es la erradi-cación del hambre (aunque los planicadores la desearan de todocorazón), sino su multiplicación y dispersión en una na red, un

 juego de visibilidades móviles diícil de observar con claridad. Sinembargo, como lo aclara Ferguson en su estudio sobre el desarrollode Lesotho, el racaso de los proyectos de desarrollo tiene eectospoderosos. Y dado que el “racaso” constituye más la regla que la

ecepción, tiene mucha importancia eaminar en qué niveles y dequé orma los programas y proyectos de nutrición, salud y desarro-llo rural producen sus eectos. La pregunta nos adentra aún más enla dinámica real de creación e implementación de sus estrategias.

El FNPP en América Latina: las prácticas ocultas de la planeación

Los primeros años de la década del setenta ueron el período

de gestación de la estrategia de planeación y políticas de alimenta-ción y nutrición en diversos lugares del mundo. En América Latinael interés por la ormulación de políticas nacionales de alimenta-ción y nutrición comenzó a aumentar desde 1970 en los ministe-rios de salud y agricultura y entre los representantes residentesde organismos internacionales que estaban en contacto con lasnuevas tendencias. Como respuesta a este creciente interés, varias

agencias de Naciones Unidas (FAO, OMS, la Organización Paname-ricana de la Salud, el Fondo de Naciones Unidas para la Inancia(Unice), la Comisión Económica para América Latina, Cepal, y laOrganización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura-Unesco) crearon en 1971 el Proyecto interagencial dePromoción de Políticas de Alimentación y Nutrición (PIA/PNAN).El proyecto, con sede en Santiago de Chile, ue crucial para la diu-sión de la nueva ortodoia de la planeación alimentaria y nutricio-nal en América Latina.

La primera tarea que realizó el PIA/PNAN ue la elaboración deuna Guía metodológica para la planicación de políticas nacionales

Page 204: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 204/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

204

de alimentación y nutrición (PIA/PNAN, 1973a). En marzo de 1973se convocó en Santiago una reunión para discutir el documento con

un grupo de epertos latinoamericanos e internacionales, la mayorparte de los cuales estaban vinculados con gobiernos nacionaleso con agencias de Naciones Unidas. El propósito de la reunión dediez días era ponerse de acuerdo respecto de la metodología deplaneación más adecuada que el PIA/PNAN debía distribuir entrelos gobiernos latinoamericanos, con base en la premisa de queel problema de alimentación y nutrición “tenía sus raíces en unaserie de actores económicos, sociales, culturales, ambientales y 

sanitarios estrechamente ligados entre sí” y que por consiguiente“se requería un enoque multisectorial” (PIA/PNAN, 1975a: 1). ElProyecto denía su enoque así:

Por política alimentaria y nutricional entendemos un conjun-

to coherente de principios, objetivos, prioridades y decisiones

adoptadas por el Estado y llevadas a cabo por sus instituciones

con el propósito de proporcionar a toda la población del país lacantidad de alimento y de otros elementos sociales, culturales y 

económicos indispensables para el adecuado bienestar alimenta-

rio y nutricional. Esta política debe ser un componente integral

del plan nacional de desarrollo del país, y cada país debe luchar

para llevar a cabo el contenido de esta denición de acuerdo con

sus propias capacidades, recursos y estadio de desarrollo (PIA/

PNAN, 1973b: 6).

La Guía metodológica, acompañada de elegantes diagramasde fujo, contenía una descripción del proceso de planeación asícomo instrucciones detalladas para su aplicación. El énasis deldocumento se hallaba en el análisis de estrategias nutriciona-les y alimentarias globales e integradas, con el propósito ulteriorde ormular un Plan nacional de alimentación y nutrición. El PIA/PNAN adhería a un tipo de análisis en el cual el nivel nutricional deuna determinada población se consideraba producto de una seriede actores agrupados bajo tres categorías: oerta de alimentos,

Page 205: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 205/423

205

Capítulo IV

demanda de alimentos y utilización biológica de los alimentos,incluyendo los siguientes elementos:

1. Oerta de alimentos: producción de alimentos (de acuerdocon los recursos de un país, tipos de cultivo, condiciones delcultivo, política alimentaria, apoyo institucional, etcétera);balanza comercial de alimentos (importaciones y eportacio-nes, comercio eterior, precios internacionales, acuerdos decomercio, ayuda alimentaria); comercialización de alimentos(mercadeo, carreteras, inraestructura de almacenamiento,

precios, procesamiento).2. Demanda de alimentos: actores demográcos (tamaño y 

ritmo de crecimiento de la población, estructura de edades,distribución espacial, migración); actores culturales (niveleducativo general, educación nutricional, valores culturales

 y hábitos alimentarios, lactancia y prácticas de alimentacióninantil, vivienda y acilidades para la preparación de alimen-

tos); condiciones económicas (empleo y salarios, distribucióndel ingreso, acceso a los medios de producción, ubicaciónrural versus urbana); actores de consumo (composición dela dieta, subsidios a los alimentos).

3. Utilización biológica de los alimentos: actores sanitarios(servicios de salud, prevención y control de enermeda-des contagiosas, vacunación, educación en salud); actores

ambientales (acueductos, sanidad, alcantarillados, control decalidad de los alimentos).

La base del modelo PIA/PNAN es una representación de lamanera en que se interrelacionan los aspectos de las tres eseras enla etiología de la desnutrición. El “modelo eplicativo del procesode desnutrición en América Latina”, como se llamó el enoque,“describe el modo en que se interconectan estas uerzas en la gene-ración del alto grado de desnutrición que aecta a un gran segmentode la población latinoamericana” (1975b: 1). Armado con esta teoría,el PIA/PNAN procedió a establecer su presencia en la mayoría de

Page 206: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 206/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

206

los países del área. El primer paso, siguiendo una secuencia similara la de Berg, ue acopiar inormación con el objeto de preparar un

diagnóstico de la situación alimentaria y nutricional del respectivopaís. Se recolectó inormación sobre todos los actores relacionadoscon la oerta, demanda y utilización biológica de los alimentos, yauera de los datos eistentes o mediante encuestas diseñadas parael eecto. Los instrumentos más comunes eran las cuentas naciona-les de balance alimentario, que contenían estimativos de la dispo-nibilidad de diversos alimentos en el país, epresados en calorías

 y nutrientes, y convertidos, después de compararlos con los están-

dares recomendados, en “brechas nutricionales”: encuestas degasto de los consumidores, de consumo alimenticio de los hogares,

 y médicas y antropométricas, destinadas especialmente a evaluarel nivel nutricional de los niños. Además, se recogía inormaciónacerca de actores de salud, sanidad, empleo, agricultura y pobla-ción. Los datos se utilizaban para identicar décit alimenticios,problemas nutricionales y adecuación de los servicios. El resultado

era una radiograía del “problema nutricional” del país en cuestión.El segundo paso era establecer proyecciones de oerta y 

demanda de alimentos. Las proyecciones eran necesarias paraidenticar brechas en la producción agregada por cultivo, las cualesservirían de base para la política de producción agrícola. Las proyec-ciones se calculaban de acuerdo con procedimientos estadísticos

 y econométricos de rutina (unciones de producción y demanda,

restricciones presupuestales, etcétera), tomando en cuenta acto-res económicos y demográcos (crecimiento del PIB, tasa decrecimiento de la población, incrementos en la productividad,tendencias en la distribución del ingreso, elasticidad-ingreso de lademanda para dierentes alimentos, etcétera). Una vez preparadaslas proyecciones, el siguiente paso es considerar las políticas nece-sarias para satisacer las proyecciones. Para tal n, la Guía presentatodas las políticas relevantes para la producción, comercialización

 y comercio internacional de alimentos; las de población, ingreso,educación y ayuda alimentaria; y las de sanidad, salud y nutrición.Luego de eaminarlas a la luz del diagnóstico del problema y de los

Page 207: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 207/423

207

Capítulo IV

objetivos ya establecidos, viene el proceso técnico de seleccionarlas políticas y programas más apropiados según las condiciones y 

posibilidades del país. Es en este momento cuando se deciden lasprioridades y se asignan los recursos. Se asignan responsabilidadespara la ejecución y se escoge un marco temporal. También hay quetomar decisiones en materia de cooperación internacional técnica y nanciera… Los programas deben evaluarse periódicamente pocodespués de comenzar su implementación (PIA/PNAN, 1973b: 3,4)

Para llevar a cabo el diseño, el proyecto recomendaba la crea-ción de una unidad especial de planicación nutricional dentro de

la ocina nacional de planeación. Esta unidad, también recomen-dada por Berg (1973) y Joy y Payne (1975), dependería de un consejonacional de alimentación y nutrición, conormado por los más altosrepresentantes del gobierno (el presidente y los ministros del áreao sus delegados). El apoyo técnico sería suministrado por univer-sidades, institutos de investigación y entidades gubernamentalesespecializadas (del tipo de los institutos de nutrición), y, se sobren-

tiende, los consultores internacionales.¿Cómo llegó el PIA/PNAN a diundir su credo en América

Latina? El primer paso, acilitado por su estatus de proyecto deNaciones Unidas, era establecer contacto con las entidades perti-nentes de cada país y ponerlas al tanto de la eistencia del Proyecto.Acto seguido se celebraba una reunión con los representantes delas instituciones –incluyendo la ocina de planeación nacional, los

ministerios de agricultura, salud, educación, economía y desarro-llo, y el instituto nacional de nutrición– en la cual se presentaban y discutían el marco teórico del Proyecto y su metodología. Un pasoimportante en este punto era promover la creación de una unidadde planeación nutricional, a la cual el PIA/PNAN prestaría todo suapoyo técnico y nanciero para la tarea de comenzar el proceso deormular una política nacional de nutrición. En algunos países elapoyo se complementaba con ondos y asistencia técnica de otrasagencias, particularmente de la FAO y la US AID. Las negociacionescontinuaban hasta que el país empezaba su primer plan nacionalde nutrición. Una vez este estaba en marcha, en la mayoría de los

Page 208: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 208/423

Page 209: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 209/423

209

Capítulo IV

desnutrición constituye un campo de enconadas luchas cientícas y políticas.10 Por ejemplo, aunque se ha demostrado ampliamente

la dicultad de la mediación de décit agregados, el énasis en loscálculos agregados nacionales e internacionales siguen predomi-nando, a pesar de que se han propuesto alternativas. Una de estasalternativas sugiere comenzar con un número limitado de datossobre la orma en que individuos concretos llegan a ser desnutri-dos, para luego construir una clasicación uncional de los gruposde personas que permita relacionar la desnutrición con los acto-res ecológicos, sociales y económicos condicionantes (Joy y Payne,

1975; Pacey y Payne, eds., 1985). Este enoque requeriría activida-des localizadas y participativas, como lo recomendaron los propo-nentes de la metodología. Esto se contrapone a instituciones comoel Banco Mundial que operan sobre la base de identicar grandesdécit en la producción de alimentos, ya que estos pueden atacarsecon políticas que incorporen los intereses agrícolas evidentes en lalosoía del Banco.

Eisten otras prácticas que condicionan la manera de ver losproblemas. Estrategias como el desarrollo rural y la planeaciónnutricional se asumen “como si ueran eógenas a las mismassituaciones sociales y políticas que, sin embargo, dicen requerir-las” (Apthorpe, 1984: 138). En otras palabras, las intervenciones

10 Esta controversia se reere a varios temas, como las estimacionesmacro hechas por Reutlinger y Selowsky para la desnutrición (1976).Véase la reseña que hace Payne de este libro (1977), junto con la corres-

pondencia posterior entre Payne y Reulinger/Selowsky en la edición denoviembre de 1977 de la misma revista. Otro campo importante deldebate ha sido el de los modelos llamados “pequeños pero sanos” de ladesnutrición entre comienzos y mediados de los años ochenta, en loscuales se aseveraba que las ciras previas basadas en mediciones dealtura y peso según la edad sobrestimaban la presencia de desnutriciónal no tomar en cuenta ciertas adaptaciones en la talla corporal al bajoconsumo de alimentos. Según los autores del modelo, si estas se toman,muchos de los niños “desnutridos” de hoy serían considerados “peque-ños pero sanos”. Las consecuencias de esta argumentación pueden ser

enormes, yendo desde la negación del problema hasta un cambio en laorientación de la política, que iría de programas de nutrición  per se hacia programas ambientales y de salud (que es la consecuencia avo-recida por los autores del modelo). Véanse, por ejemplo, Sukhatme y Margen (1978); Payne y Cutler (1984).

Page 210: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 210/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

210

se interpretan como remedios benécos puestos en una heridaeterna por la mano del gobierno o la comunidad internacional. Los

planicadores tienen ama de no considerarse a sí mismos comoparte del sistema para el cual planican. Dedican toda su aten-ción a técnicas supuestamente racionales de política y planeación(encuestas, predicciones, algoritmos de maimización, análisis decosto benecio) que, como ya sabemos, desconocen las situacio-nes locales y las uerzas históricas concretas. Estas consideracio-nes son ciertas aunque, como muchos planicadores lo saben, lasmetodologías estándar nunca se siguen estrictamente. El apego al

método se usa para evitar discutir dónde, cuándo y quién toma lasdecisiones. Como lo señala Shaer, la evasión de la responsabilidadconstituye uno de los rasgos esenciales en la práctica de la polí-tica pública. Puede predecirse que los ejecutores de las políticassalvan su responsabilidad por medio de los mismos mecanismosinstitucionales que emplean. La responsabilidad se vuelve diícilde demostrar. En cierto sentido, la planeación eiste sin actores

sociales concretos.Shaer se reere a modelos del tipo PIA/PNAN como la prin-

cipal tendencia dominante o la planeación “por sentido común”.Este modelo considera la política y la planeación como procesossistemáticos basados en inormación y compuestos por etapas jas(denición del problema; identicación y evaluación de alterna-tivas; ormulación de políticas; implementación de programas y 

evaluación). En este modelo da la impresión de que la ormula-ción de políticas resulta de actos discrecionales y voluntarios, y nodel proceso de conciliar intereses en conficto, en el cual las alter-nativas son elegidas o ecluidas. El modo en que se escogen lasnuevas políticas y sus tecnologías se ignora por completo. Así, lasagendas y decisiones parecen naturales; las decisiones parecendesprenderse automáticamente del análisis, y parece que nuncapodría haberse tomado una decisión dierente. Las decisiones son,en realidad, resultados inevitables cuya génesis es casi imposiblede identicar porque los debates y las decisiones reales quedanescondidas por el modelo. Al ver la ormulación de políticas como

Page 211: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 211/423

211

Capítulo IV

resultado de un proceso racional se omite la cuestión de otrasalternativas posibles.

Otra consecuencia del concepto de planeación como secuenciade etapas lineales es el supuesto de que la ormulación de políticas y su implementación son etapas separadas, como si la “implemen-tación” uera un problema de otra entidad (“las agencias ejecuto-ras”), e independiente de las políticas. Esta separación se empleacon recuencia para evaluar el desempeño de las políticas: la estra-tegia alló o careció de ecacia porque se interpuso la “política”, oporque las entidades ejecutoras no hicieron bien su trabajo, o por

alta de ondos o de personal capacitado, o por una larga lista de“obstáculos a la implementación” que nunca se ven en relación conla ormulación inicial de la política. Estas vías de escape se utili-zan continuamente para eplicar el racaso de programas y añadirnuevos insumos al proceso de planeación. La soberanía de los datoscontribuye a ello. Como lo demuestra Hacking (1991), todo dato

 viene acompañado de medidas administrativas y de una categori-

zación de la gente que busca que esta se conorme al universo prác-tico y discursivo de la burocracia. Esto se nota aún más cuando seasume la eistencia de escasez de recursos o servicios. Otra vía deescape es el supuesto de que es dable identicar qué alternativaes más o menos racional independientemente de presiones polí-ticas. La racionalidad queda reorzada por el uso de un discurso detipo “scalista” (Apthorpe, 1984), es decir, de un discurso que pone

el acento en los aspectos ísicos (actores de producción, precios,conceptos médicos). Aun cuando se toma en cuenta los aspectossociales, estos quedan reducidos al lenguaje de la probabilidad oa otros actores técnicos, lo mismo que sucede en los análisis dedistribución del ingreso.

En síntesis, la eistencia misma de modelos como el PIA/PNANpermite que gobiernos y organizaciones estructuren políticas y cons-truyan problemas de tal manera que la construcción en sí se vuelveinvisible. Los análisis convencionales se centran en “lo que salió mal”en el modelo, o en si el análisis es adecuado o no. Pasan por alto asíuna cuestión importante: ¿Qué hicieron realmente las instituciones

Page 212: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 212/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

212

bajo la rúbrica de la planeación, y cómo se relacionan dichas prácti-cas con los resultados de las políticas? Dicho de otro modo, la ormu-

lación de políticas tiene que tomarse como una práctica que involu-cra teorías especícas, tipos de conocimiento, habilidades adminis-trativas y procesos de burocratización, que son todos proundamentepolíticos. La deconstrucción de la planeación nos lleva a concluir quesolo mediante la problematización de estas prácticas ocultas, es decir,poniendo de maniesto la arbitrariedad de las políticas reales, de loshábitos proesionales y de la interpretación de los datos, y mediantela proposición de posibles lecturas y resultados alternativos, puede

hacerse eplícito el juego del poder en el despliegue aparentementeneutral del desarrollo (Escobar, 1992a).

La crisis agraria y su contención a través de la planeación en

Colombia: 1972-1992

El camino hacia la planeación nutricional

El primer contacto entre el gobierno colombiano y el PIA/PNAN tuvo lugar en 1971, cuando Colombia aceptó participar enel proyecto.11 Uno de los principales participantes en los eventosiniciales registró así la importancia del PIA/PNAN:

Especial importancia tuvo el compromiso del gobierno colombiano

de participar en el Proyecto de Naciones Unidas para la Promoción

11 Nuestro análisis del Plan colombiano de alimentación y nutrición (PAN) y del programa de Desarrollo Rural Integrado (DRI) se basa en trabajosde campo hechos por el autor en Bogotá y Cali durante los siguientesperíodos: junio de 1981 a mayo de 1982; diciembre de 1983 y enero de1984; y durante los veranos de 1990 y 1993. Durante el primer períodomencionado el autor participó diariamente en las actividades de losplanicadores del PAN y el DRI, y recogió inormación sobre todos losaspectos del diseño, la implementación y evaluación de los planes parael período 1971-1982. Además de participar como observador, el autor

entrevistó a los planicadores del Departamento Nacional de Planea-ción (DNP), del PAN y el DRI, de los ministerios de Salud y Agricultura,del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), y de la ocinaregional del PAN en Cali. Los cambios de política y programaciónueron actualizados entre 1983-1984, y nuevamente en 1990.

Page 213: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 213/423

213

Capítulo IV

de Política Alimentaria y Nutricional (PIA/PNAN), con sede en

Santiago. Esta actividad tuvo gran importancia no solo porque ge-

neró un aumento en el interés gubernamental por la nutrición y la alimentación, sino también porque aportó asistencia técnica,

enoques metodológicos y, junto con la Unice, nanciación limi-

tada pero oportuna para algunas de las actividades principales del

Comité Nacional de Políticas de Alimentación y Nutrición (Varela,

1979: 38)12.

El Comité Nacional de Políticas de Alimentación y Nutrición

ue creado por el gobierno en julio de 1972, con el objeto de ormu-lar recomendaciones al gobierno sobre asuntos nutricionales y alimentarios. Estos desarrollos resultaron no solo de la infuenciadel PIA/PNAN. Uno de los principales eventos en el triste escenariodel hambre durante aquellos años ue la crisis mundial de alimen-tos, que llevó a la amosa Conerencia mundial de alimentos denoviembre de 1974. En la conerencia, realizada en Roma bajo los

auspicios de la Organización de Naciones Unidas para la Agricul-tura y la Alimentación (FAO), todos los países del globo se compro-metieron a acabar con el hambre, y para el eecto se dictaron lasprincipales pautas, incluyendo enoques de planeación (véanse,por ejemplo, FAO 1974a, 1974b). La conerencia ue muy importantepara motivar a los planicadores a imaginar acciones de proporcio-nes nunca vistas. Los documentos de la conerencia llegaron hasta

los escritorios de los planicadores ociales de muchos países delTercer Mundo.13

12 El autor de esta armación, Guillermo Varela, dirigió entre 1971 y 1975el diseño de lo que más tarde sería el Plan Nacional de Alimentación y Nutrición. En esa época, ormaba parte del personal de la división depoblación y nutrición del Departamento Nacional de Planeación. Asímismo, ue comisionado por el PIA/PNAN y Naciones Unidas paraelaborar el estudio retrospectivo de los planes en cuestión.

13 Mi primer contacto con Guillermo Varela tuvo lugar en septiembre de1975 alrededor de los documentos de la conerencia mundial de alimen-tación convocada por la FAO en 1974. Habiendo ido a su ocina enBogotá por una razón totalmente distinta, trabamos una animadaconversación acerca de los documentos de la FAO que alcancé a ver en

Page 214: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 214/423

Page 215: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 215/423

215

Capítulo IV

materno-inantil con la participación de cientícos y undacionesde Europa y Estados Unidos.

Estos proyectos crearon un espacio público para discutir el“problema nutricional”, aunque siempre dentro de los límites dela ciencia.14 En realidad, aunque la Fundación Rockeeller habíatomado parte en las actividades de salud pública de muchos paíseslatinoamericanos desde nales de la primera década del siglo,15 la investigación nutricional per se solo comenzó en Colombia conla creación del Instituto de Nutrición en 1947 dentro del entoncesllamado Ministerio de Higiene (ahora Ministerio de Salud Pública).

Las actividades nutricionales lograron un alcance mucho mayorcon el inicio, en 1954, de los programas de suplemento nutricio-nal que utilizaban a las instituciones educativas y de salud eis-tentes para distribuir alimentos donados por agencias internacio-nales (Care y Caritas inicialmente, y luego US AID y el ProgramaMundial de Alimentos). El primer intento para coordinar e integrarlas actividades de nutrición (suplementos alimenticios y educa-

ción nutricional) con proyectos agrícolas y de salud (servicios de14 En algunos casos, los estudios de los años sesenta y setenta llevaron a

intervenciones politizadas de activistas e intelectuales disidentes, espe-cialmente en el campo de la salud pública. Véanse al respecto el trabajode Yolanda Arango de Bedoya (1979) sobre atención primaria en salud(Departamento de Medicina Social de la Universidad del Valle, Cali); y el de Juan César García (1981) en República Dominicana, sobre la histo-ria de la institucionalización de la salud. En Estados Unidos, los estu-dios de corte marista acerca de la salud y el subdesarrollo también

tuvieron importancia, especialmente los del  International Journal o  Health Services. Véase, por ejemplo, Navarro (1976), cuyo libro tuvoalgunas repercusiones en América Latina.

15 Un recuento de las primeras actividades de la Fundación Rockeelleren el sur de Estados Unidos (particularmente el trabajo sobre el parasi-tismo) y en el eterior (campañas contra el parasitismo, la ebre amari-lla, la malaria y la capacitación de uncionarios de salud pública) puedehallarse en Brown (1976). El establecimiento de las acultades de medi-cina en universidades latinoamericanas por “los médicos Rockeeller”durante los años cincuenta (por ejemplo, la acultad de Medicina de la

Universidad del Valle en Cali) también constituyó un actor de impor-tancia en la promoción de la investigación y las actividades de nutrición y salud pública. Taussig (1978) analiza algunos programas que se lleva-ron a cabo en el Valle del Cauca con patrocinio de la Fundación Rocke-eller, así como sus consecuencias para el campesinado local.

Page 216: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 216/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

216

etensión, huertas caseras y escolares, transerencia tecnológica)ue el Programa Integrado de Nutrición Aplicada, que comenzó

a mediados de la década del sesenta con el apoyo considerablede organismos internacionales y agencias voluntarias. Durantelos años sesenta se llevaron a cabo también numerosas encues-tas, proyectos de salud e investigaciones tecnológicas en pequeñaescala (Grueso, s..).

A pesar de todas estas actividades, no eistía una política globalde alimentación y nutrición. La mayoría de programas nutriciona-les estaba ligada a la ayuda alimentaria internacional, cuyo origen

bien conocido era la necesidad de Estados Unidos de deshacersede sus ecedentes agrícolas donándolos a las naciones amigasdel Tercer Mundo (Lappé, Collins y Kinley, 1980). Cuando el PIA/PNAN llegó a Colombia, y ante la crisis mundial de alimentos decomienzos de los setenta, las condiciones para una estrategia másamplia y de conjunto estaban dadas. Pero a pesar de la importan-cia de la lenta estructuración institucional de la salud y la nutri-

ción públicas, tal vez el actor que más incidió en la aparición de lasnuevas estrategias ueron los cambios ocurridos en el sector ruraldesde 1950, que alcanzaron su clíma a nales de los sesenta con unactivismo político campesino sin precedentes y la prounda crisisde la producción agrícola. Las nuevas estrategias se originaron enesta situación, compartida por Colombia y muchos otros paíseslatinoamericanos.

Para entender el sentido de la política colombiana de alimen-tación y nutrición de los años setenta y ochenta es necesario anali-zar las características políticas y económicas que determinaban elcampo. Estas condiciones avorecían y requerían simultáneamenteun nuevo orden social, político y económico para la Colombia rural.Las nuevas estrategias de nutrición y desarrollo rural cumplie-ron un papel clave en dicho ordenamiento. En la sección siguientesintetizaremos brevemente los principales rasgos de la crisis agra-ria colombiana que llegó hasta comienzos de la década del setenta,antes de continuar con nuestro recuento del Plan Colombiano deAlimentación y Nutrición.

Page 217: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 217/423

217

Capítulo IV

La economía política de la alimentación y nutrición entre

1950 y 1972

En 1950 dos tercios de la población colombiana vivía en áreasrurales y la agricultura producía cerca de 40 por ciento del ProductoInterno Bruto (PIB) del país. En 1972 las proporciones se habíanreducido a 50 y 26 por ciento respectivamente (en 1985 la poblaciónrural se estimó en 30 por ciento). En contraste con ello, las ciudadesmás grandes crecían a ritmos anuales de 7 por ciento o más y elsector manuacturero también se epandía con rapidez al tiempoque la economía continuaba diversicándose y el país pasaba de

la economía rural a la urbana. Sin embargo, la decadencia de laagricultura no ue un proceso uniorme. Una mirada más cercanarevela una tendencia al estancamiento, en particular en los culti-

 vos campesinos y altas tasas de crecimiento de los cultivos produ-cidos por los agricultores capitalistas bajo condiciones modernas.También muestra cambios sociales y culturales signicativos, y el empobrecimiento masivo de los campesinos. Estos aspectos

–estancamiento de la producción campesina, empobrecimientodel campesinado y los concomitantes cambios sociales y cultura-les– sirvieron de antecedente a las estrategias de salud, nutrición y desarrollo rural de los años setenta y ochenta.

Uno de los rasgos más destacados de la transición agraria entre1950 y 1972 ue el rápido crecimiento de los cultivos producidosbajo condiciones capitalistas modernas –es decir, un alto grado de

mecanización, utilización de insumos químicos y de tecnología–como los de algodón, caña de azúcar, arroz y soya. En conjunto, estoscultivos comerciales crecieron a un ritmo anual de 8,2 por cientodurante los veintidós años mencionados, a un ritmo casi cinco vecesmayor que cultivos más tradicionales, como rijol, yuca y plátano,

 y casi tres veces más rápido que cultivos producidos bajo condi-ciones mitas (capitalistas y tradicionales), incluyendo maíz, caé,papa, trigo, tabaco, cacao y banano. Inicialmente, la agriculturacomercial basó su rápido crecimiento en el dinamismo del mercadodoméstico, surgido de la creciente demanda industrial de productosagrícolas y de cierto incremento en el ingreso amiliar (resultante

Page 218: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 218/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

218

de la urbanización y la industrialización). Una vez satisecha estademanda, el sector agrícola continuó epandiéndose, básicamente

a través de los mercados eternos y gracias a la sustitución conti-nua de la dieta tradicional por productos destinados sobre todo alconsumo urbano, producidos por la creciente industria alimenti-cia. En contraste, los cultivos tradicionales se encontraban al otrolado de la escala de crecimiento. Si bien los cultivos comercialeseperimentaban tasas espectaculares de crecimiento, los cultivoscampesinos estaban casi estancados. Este es el primer rasgo de laagricultura colombiana (y de casi toda la agricultura latinoameri-

cana) durante las dos primeras décadas del desarrollo: crecimientoespectacular del sector moderno y estancamiento del tradicional.16

Veamos ahora cómo eplican los economistas maristas el ante-rior patrón de desarrollo agrícola desigual. Parte de la respuesta, enesta línea de pensamiento, se encuentra en la estructura de clasede la producción agrícola (Crouch y de Janvry, 1980). Los llamadoscultivos tradicionales son producidos y consumidos principalmente

por campesinos, aunque algunos de ellos también orman parte dela dieta urbana (como el ríjol, en el caso colombiano). En cambio,los cultivos comerciales, son producidos por agricultores capitalis-tas con destino bien sea al consumo urbano (es el caso de los bienessalariales, como el arroz y el azúcar, siendo el arroz la principalcomida de la clase trabajadora urbana), para consumo industrialo suntuario (soya, algodón, carne vacuna, champiñones), o para

eportación (fores, bananos o caé, que ahora se produce más quetodo en ncas entre 10 y 100 hectáreas o más). La clase social es porlo tanto el principal determinante de la producción y el consumo.El arroz, producido por los capitalistas, ha tenido la mayor tasa decrecimiento en algunos países latinoamericanos, mientras que los

16 Para un análisis de la agricultura colombiana del período, véanseKalmanovitz (1978), Arrubla, ed. (1976); Bejarano (1979, 1985); Rojas y Fals Borda, eds. (1977); Moncayo y Rojas (1979); Fajardo (1983); Perry 

(1983); Ocampo, Bernal, Avella y Errázuriz (1987); Zamocs (1986). Estapresentación se basa principalmente en los trabajos de Kalmanovitz y Fajardo. El análisis de la política económica agraria se basa en Kalma-novitz (1978), Fajardo, ed. (1991); de Janvry (1981); y Crouch y de Janvry (1980).

Page 219: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 219/423

Page 220: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 220/423

Page 221: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 221/423

221

Capítulo IV

de irrigación, aumentaron sustancialmente, llegando a constituir 23

por ciento de los préstamos totales. Y en las reormas agrarias del

período, el objetivo económico se hizo predominante: incrementarla producción, principalmente induciendo la modernización del

sector no reormado (mediante amenaza de epropiación) (de Jan-

 vry, 1981: 199, 200).

¿En qué consistía la “estrategia de industrialización basada enalimentos baratos”, y cuál era su importancia? Según de Janvry, laindustrialización de la perieria mundial depende de la disponi-

bilidad de mano de obra barata, la cual se mantiene sobre todo através de la provisión de comida barata y la eplotación del campe-sinado y de la clase trabajadora urbana. El requerimiento de manode obra barata está determinado por las “leyes de movimiento”del capital global y sus contradicciones, en ormas que no vieneal caso analizar aquí. El resultado es una situación estructural enla cual el sector “moderno”, basado en una combinación de capi-

tal local, estatal y multinacional, coeiste con un sector tradicionalo “atrasado”, cuya unción principal es suministrar mano de obra

 y comida baratas para el sector moderno (lo que de Janvry llamadualismo uncional). Dado que los sectores dinámicos de la econo-mía son aquellos que producen con destino a las eportaciones o alsector moderno, no eiste necesidad real de consolidar un mercadointerno que dé cabida a la mayoría de la población. La productivi-

dad se incrementa y las ganancias se mantienen sin un aumentocorrespondiente en los salarios. Tal es la “lógica” de la mano de obrabarata. En la perieria no eiste la articulación social que eiste enlos países del centro, y que regula salarios, ganancias, consumo,producción y el tamaño del mercado interno. Y dado que el desarro-llo en la perieria unciona de manera muy desigual entre los secto-res, puede decirse que la perieria está desarticulada no solo socialsino también sectorialmente.

¿Cuál es la relación entre la desarticulación y la crisis agra-ria? La producción de alimentos baratos se ha etendido gradual-mente al sector moderno mediante tecnologías que hacen uso más

Page 222: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 222/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

222

intensivo de la tierra y que ahorran mano de obra. Este ue el obje-tivo principal de la revolución verde. Sin embargo, esta estrategia

estaba llena de contradicciones. La acumulación desarticuladasupone dos necesidades urgentes y contrapuestas: de una parte, lanecesidad de mantener alimentos y mano de obra baratos para quela inversión sea rentable; de otra, la necesidad de generar divisaspara importar la tecnología y los bienes de capital requeridos parael proceso de industrialización. En esta lucha entre el alimentopara consumo doméstico y la industrialización, por una parte, y lasactividades generadoras de divisas (por ejemplo, agricultura de

eportación) de la otra, es esta última la que más se ha beneciadode los recursos públicos. El resultado ha sido el estancamiento delos alimentos campesinos y la ineptitud del sector capitalista paracompensar la decreciente producción campesina, debido a lossesgos contra la agricultura en general, y a la preerencia otorgadaa los productos agrícolas destinados a la eportación, la indus-tria o el consumo suntuario. Los gobiernos de América Latina y de

otras regiones del Tercer Mundo han recurrido a otros medios paramantener bajos los precios de los alimentos, incluyendo políticastan diversas como el control de precios y los subsidios. Estas polí-ticas han desincentivado la agricultura campesina y la producciónde alimentos en general. En algunos casos, sin embargo, el desarro-llo del capitalismo ha sido bastante eitoso, como es el del arroz enColombia. Otra vía ue omentar el desarrollo de la agroindustria,

especialmente de la industria multinacional, que se considerabaútil para generar divisas. Como se sabe, esto raras veces se cumplió(Burbach y Flynn, 1980; Feder, 1977).

A pesar de estas tendencias negativas, en la mayoría deAmérica Latina un gran porcentaje de los cultivos alimenticioses producido todavía por campesinos. En Colombia, por ejem-plo, en 1976, época de creación del programa de Desarrollo RuralIntegrado, se calculaba que 55 por ciento de todos los alimentosde consumo directo producidos en el país aún se producía porlo que se conoce como el sector tradicional (DNP/DRI 1979). Sinembargo, los campesinos son incapaces de acumular y cada vez se

Page 223: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 223/423

223

Capítulo IV

los despoja más. Los que permanecen en la producción lo hacencada vez más para el autoconsumo, y la mayoría son desplaza-

dos de sus tierras y convertidos en mano de obra proletaria (sintierra) o semiproletaria (los que conservan algo de tierra, perono suciente para sobrevivir).18 Los campesinos son empujadospor uerzas contrarias en direcciones opuestas: al tiempo que se

 ven obligados a servir como uente de mano de obra barata debenseguir produciendo alimentos baratos; y tienden a volverse semi-proletarios pero muestran una tendencia hacia la proletariza-ción total. Y a pesar de que los campesinos de muchas comuni-

dades han podido resistir la embestida del capitalismo comercialo uncionar en sus entornos manteniendo pequeñas ncas ami-liares, la tendencia general, arma la mayoría, parece ser haciala proletarización, aunque como lo demostró Reinhardt (1988),la persistencia de la nca amiliar ha sido importante en algunasregiones de Colombia.

En medio de todo esto, y teniendo en cuenta todas estas “contra-

dicciones”, los programas de Desarrollo Rural Integrado aparecie-ron a comienzos de los años setenta. El creciente desplazamientodel campesinado de sus tierras y su proletarización total o parcialdictada por la lógica de la mano de obra barata, aumentó la eplo-tación de las ecologías ísicas y humanas de los campesinos (degra-dación de los recursos y creciente eplotación de mujeres y niños),

 y produjo hambre y desnutrición generalizadas. De esta manera,

según de Janvry, las crisis agrarias y las estrategias para resolverlasdeben tomarse como componentes integrales del desarrollo desar-ticulado. Diseñada para racionalizar la situación de la producciónde alimentos siguiendo la lógica de los alimentos baratos, la revolu-ción verde ue incapaz de cumplir su promesa, agravando con ellono solamente la situación alimentaria sino también sus maniesta-ciones sociales.

18 En Colombia, como en otros lugares, los campesinos semiproletariostrabajan una parte del año en sus propias parcelas y migran haciadiversos lugares del país cuando encuentran trabajo estacional, comoen la recolección de caé y algodón o en el corte de caña.

Page 224: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 224/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

224

Hasta este momento solo hemos presentado la eplicación másampliamente aceptada de la economía política del cambio agrario

en América Latina. La eplicación es útil hasta cierto punto. Sinembargo, debe sometérsela al análisis de la economía como culturaque adelantamos en el capítulo anterior. El uncionalismo promul-gado por de Janvry reduce la vida social a un refejo de las contra-dicciones de la acumulación del capital. A pesar de cierto grado deanálisis dialéctico, la epistemología realista (de ninguna manerainterpretativa), abrazada por este tipo de análisis, subordina lacomprensión de la vida social a alguna uerza “verdaderamente

real”, es decir, a las “leyes” del movimiento del capital, enmarca-das en la contradicción principal entre producción y circulación,la correspondiente tendencia decreciente de la tasa de ganan-cia, y las crisis repetidas de realización de valor y plusvalía. Sinembargo, desde una perspectiva posestructuralista, no puede eis-tir un análisis materialista que no sea al mismo tiempo un análi-sis discursivo. Todo lo que hemos dicho en este libro hasta ahora

apunta a que las representaciones no son un refejo de la “realidad”,sino que la constituyen. No eiste materialidad alguna que no estémediatizada por el discurso, y no eiste discurso que carezca derelación con la materialidad. Desde esta óptica, la construcción del“alimento” y el “trabajo” y la construcción de narrativas sobre ellosdeben eaminarse bajo una misma luz. Para decirlo simplemente,el intento de articular una economía política del alimento y la salud

debe comenzar con la construcción de objetos tales como natura-leza, campesinos, alimento y cuerpo como proceso epistemológico,cultural y político.

La naturaleza discursiva del capital resulta evidente en variasormas: por ejemplo, en la resignicación de la naturaleza en cuantoa recursos, la construcción de la pobreza como alta de desarrollo, delos campesinos como simples productores de alimentos, y del hambrecomo alta de alimento que eige el desarrollo rural, y en la represen-tación del capital y la tecnología como agentes de transormación.Como veremos brevemente en el próimo capítulo, las eigenciasdescubiertas por los economistas políticos se basan en la capacidad

Page 225: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 225/423

225

Capítulo IV

del aparato del desarrollo para crear discursos que le permitan a lasinstituciones distribuir a los individuos y las poblaciones en catego-

rías coherentes con las relaciones capitalistas. La lógica del capital,cualquiera que sea, no alcanza a eplicar completamente por quéun grupo de campesinos se convirtió en blanco de las intervencio-nes que estamos discutiendo. Dicha lógica habría podido igualmente“dictaminar” otro destino para el mismo grupo, incluso el de su totaldesaparición para dar paso al capital triunante, lo cual no sucedió.Los análisis en términos de la economía política son, nalmente,demasiado rápidos para atribuir unciones puramente económicas

a los proyectos de desarrollo: reducen las motivaciones de estos aconjuntos de intereses que deberán ser develados mediante el análi-sis. Dichos análisis también creen que el discurso (como el Desa-rrollo Rural Integrado) está constituido solo por ideologías o alsasrepresentaciones de aquello que “realmente” persiguen los agentesdel desarrollo (Ferguson, 1990). Sin demeritar su valor, se trata deuna simplicación que ya no es satisactoria.

A comienzos de los setenta, ya eran evidentes las contradiccio-nes de la revolución verde y la “comunidad internacional del desa-rrollo” –ese grupo autodenominado de epertos y banqueros siem-pre dispuestos a mostrar sus buenas intenciones, a pesar de loscatastrócos resultados de sus órmulas milagrosas– estaba prontaa orecer una nueva solución. Súbitamente comprendieron –comosi del cielo les hubiera caído una inspiración, como una nueva

revelación enviada por un proeta, que no era otro que el mismodiscurso del desarrollo– que los campesinos (“pequeños agriculto-res” ante sus ojos), después de todo no carecían de alguna impor-tancia. Concediéndoles el nivel adecuado de atención, tambiénpodrían ser convertidos en ciudadanos productivos y, quién sabe,tal vez podrían llegar a incrementar su capacidad productiva paramantener los niveles de alimento de mano de obra barata para quelas corporaciones multinacionales pudieran seguir obteniendosus jugosas ganancias, las cuales, en todo caso, son apenas la retri-bución que les corresponde por contribuir tanto al desarrollo detierras y gentes tan pobres.

Page 226: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 226/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

226

Y directamente desde el departamento de Deensa de EstadosUnidos, luego de haber reorganizado el Pentágono y de haber parti-

cipado en el manejo de la guerra de Vietnam, llegó al Banco Mundialun nuevo presidente, que habría de liderar la lucha mundial contrala “pobreza absoluta”, usando el desarrollo rural como su armaavorita: el señor Robert McNamara. Y ansiosa como siempre de serel conejillo de Indias de los eperimentos de la comunidad interna-cional del desarrollo, Colombia comenzó, a mediados de los setenta,la implementación del primer programa nacional de DesarrolloRural Integrado que se realizó en el Tercer Mundo. En la sección

siguiente esbozaremos los principales componentes del programa.

El Plan Nacional de Alimentación y Nutrición de Colombia

Ya estamos amiliarizados con los principales rasgos del FNPP y de su progresiva presencia en la escena internacional: su apariciónen los augustos y autorizados predios universitarios de Norteamérica

 y Gran Bretaña, su diusión a través del sistema de Naciones Unidas

(incluyendo el Banco Mundial), y nalmente, su seguro aterrizaje enAmérica Latina a bordo de la nave del PIA/PNAN. En este punto valela pena mirar más de cerca el proceso de dispersión de esta estrate-gia en Colombia. En otras palabras, ver el modo en que el agro colom-biano, concebido por el aparato en términos de comunidades campe-sinas tradicionales y de sector capitalista moderno, ue conguradopor el discurso del FNPP, produciendo un sistema de diusión y de

control mediante las actividades de diversas instituciones.Recordemos que en julio de 1972 se había conormado unComité Nacional de Alimentación y Nutrición, con participantesdel más alto nivel gubernamental. A comienzos de 1973, el comitéconó a un reducido grupo de técnicos del Departamento Nacio-nal de Planeación (DNP) la tarea de ormular una política nacio-nal de alimentación y nutrición. El grupo coordinador estaba enca-bezado por un sociólogo colombiano posgraduado en sociologíamédica en la Universidad de Caliornia en Berkeley, apoyado pordos economistas, un economista agrícola, un eperto en educa-ción y un consultor internacional, comisionado por el Programa de

Page 227: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 227/423

227

Capítulo IV

Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La primera reuniónde este grupo –celebrada en la división de población y nutrición del

DNP, parte a su vez de la unidad de desarrollo social– convenció asus miembros de que el primer paso debía ser la construcción deun diagnóstico de un sistema multicausal que prestara especialatención a los actores sociales y económicos, que hasta entonceshabían recibido muy poca consideración.

Los primeros meses de intenso trabajo del grupo coordinador vieron sus rutos en julio de 1973 con la publicación del primerdocumento titulado Bases para una política de alimentación y nutri-

ción en Colombia (DNP/UDS, 1973). El documento sintetizaba y evaluaba la inormación disponible sobre la situación nutricional

 y alimentaria del país, y proponía pautas para la labor utura. Enrelación con la nutrición, se encontraron como problemas princi-pales la desnutrición proteínico-calórica (de leve a severa, aec-tando tal vez a dos tercios de la población total inantil del país),19 la nutrición deciente crónica en adultos, y una serie de decien-

cias nutricionales especícas (especialmente anemia por alta dehierro y deciencia de vitamina A). Las deciencias nutricionalesse identicaron como uno de los principales actores de la mortali-dad inantil. En cuanto a la producción de alimentos, los ormulariosde balance alimentario mostraban que la producción nacional erasuciente para alimentar adecuadamente a toda la población delpaís. Sin embargo, un análisis desagregado, reveló grandes dispa-

ridades en las cuales la gente de menores ingresos presentaba los vacíos nutricionales más serios.

19 Los métodos de evaluación del nivel nutricional en la época se deriva-ban de la antropometría (en especial de medidas que relacionaban elpeso y la edad, la circunerencia del brazo, y el grosor de la piel con elestado nutricional). La clasicación más conocida era la llamada clasi-cación de Gómez, que distinguía tres grados de desnutrición (leve,moderada y severa) en términos de peso por edad con relación a unestándar dado. Aunque durante muchos años las tablas de crecimiento

(normal) se basaron en un estudio de Harvard de niños bien nutridosde Cambridge, Massachusetts, durante los años sesenta y setenta,muchos países comenzaron a elaborar sus propios estándares. Sobre elnivel nutricional de los colombianos, véanse Pardo (1984) y Mora(1982).

Page 228: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 228/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

228

El grupo coordinador identicó con lucidez que el sesgo en ladistribución del ingreso en el país era el principal actor causante

de la alta incidencia de la desnutrición, abriendo así el caminopara una multitud de interrogantes sociales. Mientras que 50 porciento de la población recibía solamente 20 por ciento del ingresodel país, 45 por ciento de este quedaba en manos de 10 por cientode la población. En términos simples, la gente no recibía uningreso que le permitiera alimentarse adecuadamente. Un estudioreciente había mostrado que 40 por ciento de los colombianos nopodría pagarse “una dieta de costo mínimo”, ni siquiera dedicando

todo su ingreso a la alimentación. Sin embargo, esta situación nose debía totalmente a las desigualdades en el ingreso. Se encontróque los altos márgenes de comercialización incrementaban drás-ticamente el costo de los alimentos, en especial de los consumi-dores urbanos. De acuerdo con el diagnóstico del Grupo Coordi-nador, otros actores que infuían en el nivel nutricional eran laignorancia sobre el valor nutritivo de los alimentos y los hábitos

alimentarios negativos.Adhiriendo al estilo PIA/PNAN, el grupo coordinador

convocó, en diciembre de 1973, una Conerencia Nacional Inter-sectorial sobre Nutrición y Alimentación, en las lujosas instala-ciones del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT).20 La conerencia tenía por objetivos: 1. Llamar la atención del paísacerca de la magnitud de los problemas nutricionales. 2. Apoyar

la tesis de que la desnutrición no es un problema solamentemédico sino también económico, tecnológico, agrícola y social. 3.

20 El CIAT ue organizado por la Fundación Rockeeller en 1967 comopunta de lanza de la revolución verde en el corazón del értil valle delrío Cauca, en el suroccidente colombiano. Para la época de la coneren-cia, la región eperimentaba una creciente proletarización del campe-sinado negro, investigada por Michael Taussig (1978, 1980). Se tratabade la misma región en la que intervenía la Fundación Rockeeller, encooperación con el establecimiento médico local, en programas de

nutrición, planicación amiliar e investigación en salud. La mismaregión, nalmente, donde el autor de este libro se encontraba reali-zando estudios universitarios de ciencia e ingeniería. Todos estos even-tos no eran casuales, sino que estaban enmarcados por procesos dedesarrollo.

Page 229: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 229/423

229

Capítulo IV

Convencer a los dirigentes políticos y de los grupos técnicos de laposibilidad de poner en marcha una estrategia de alimentación y 

nutrición capaz de revitalizar la economía del país (Varela, 1979:39).A la conerencia, nanciada por la Unice, asistieron todas las

instituciones colombianas importantes, incluido el gobierno, lasuniversidades y las organizaciones privadas, así como represen-tantes de las agencias de Naciones Unidas, la US AID y el BancoMundial. La intención de la conerencia era demostrar la rela-ción entre la nutrición y la producción agrícola, así como el rol que

podría tener una estrategia de planicación que integrara ambosaspectos en la solución del “problema nutricional”. Hasta la proe-sión médica aceptó la nueva visión, aunque con renuencia.21

Planicadores, economistas, agrónomos y proesionales de lasalud estaban ansiosos por capitalizar la epansión sin preceden-tes de la intervención estatal en campos de salud y nutrición, implí-cita en la estrategia propuesta. El trabajo de los meses siguientes

se dedicó a renar el diagnóstico inicial, a reunir a los grupos detrabajo de los diversos organismos encargados de llevar a cabo losdierentes programas, y ahora ocupados en diseñar el plan y susprogramas constitutivos. Se jaron los objetivos, se seleccionarone incluyeron en el Plan algunos cultivos, y se comenzaron las nego-ciaciones con el Banco Mundial y otras agencias donantes.22

Las negociaciones con el Banco Mundial incluían suminis-

trar a “el Banco” (como se denomina generalmente) inormación

21 Los proesionales de la medicina estaban incrustados sobre todo en elInstituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Sus opiniones conrespecto a la lucha por la denición de la nutrición pueden deducirse delos escritos de los médicos nutricionistas más ilustres, todos ellos rela-cionados de una u otra orma con el ICBF, como Leonardo Sinisterra,

 José Obdulio Mora, Franz Pardo, R. Grueso, y R. Rueda Williamson.Véanse, por ejemplo, los trabajos presentados por Pardo (1973) y Grueso(1973) en la conerencia.

22 En relación con las primeras etapas de planeación, véase DNP/UDS(1974a, 1974b, 1974c, 1974d, 1975). Esta parte de la historia se recons-truyó con base en archivos y entrevistas realizadas por el autor entre1981 y 1982 con planicadores que participaron en el proceso.

Page 230: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 230/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

230

detallada de cada paso que se daba, y la visita al país de por lo menoscuatro misiones antes de la rma del primer convenio.23 También

ue un período de asesoría y capacitación. Algunos colombianos,por ejemplo, ueron enviados a Méico para estudiar los programaseperimentales de desarrollo rural integrado, de los cuales tambiéneistían varios en Colombia. Esta eperiencia infuyó la ormula-ción de la estrategia colombiana. Las actividades se incrementaroncon la aprobación y publicación del Plan nacional de alimentación ynutrición (PAN), en marzo de 1975 (DNP, 1975a). El plan de desarro-llo para el período 1974-1978, modestamente titulado Para cerrar

la brecha (DNP, 1975b), designaba al PAN y al DRI (programa deDesarrollo Rural Integrado) como las piedras angulares de la polí-tica social del gobierno. Para la época en que se publicó el PAN, sinembargo, se habían abandonado todas las consideraciones relacio-nadas con la distribución del ingreso. Se adujo que el gobierno teníaotros programas que en principio incrementarían el ingreso de lospobres.24

 Para cerrar la brecha se proponía elevar el nivel de vida de 50por ciento más pobre de la población. Para lograrlo, y como pasonecesario para asegurar los objetivos y la evaluación adecuada delPAN y el DRI, así como para responder a los requerimientos delBanco Mundial, el grupo nacional PAN/DRI llevó a cabo un “ejer-cicio de regionalización” que procuraba identicar el 30 por cientomás pobre del país. El grupo quería realizar un mapa nacional de

la pobreza. Para tal n se recolectaron datos acerca de casi cien variables socioeconómicas en cada uno de los 930 municipios del

23 Véase DNP (1975b). Véase también la carta del DNP de julio de 1975 aLawrence Casazza del Banco Mundial, que incluía varios aneos sobrediseño y nanciación de los programas. La infuencia de los procedi-mientos de nanciación sobre el diseño e implementación de los progra-mas no ha sido estudiada. Los procedimientos de desembolso de ondosdel Banco Mundial para el PAN y el DRI están detallados en DNP/PAN(1979a).

24 Esta decisión ue parte de una lucha entre el director del grupo coordi-nador, Guillermo Varela, y el entonces jee del Departamento Nacionalde Planeación, Miguel Urrutia, que desembocó en el despido delprimero y la despolitización del Plan.

Page 231: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 231/423

231

Capítulo IV

país, reuniéndolas en tres indicadores principales (ingreso amiliarpromedio, nivel educacional y acceso a servicios). El índice ponde-

rado permitió clasicar las áreas marginales urbanas y rurales, demodo que pudiera trazarse una línea que separaba a 30 por cientomás pobre para beneciarse directamente de los programas socia-les del gobierno. En 1979 el ejercicio de regionalización ue ajustado

 y mejorado por una rma privada contratada por el PAN, con el usode datos nuevos y sosticados modelos estadísticos y computacio-nales (DNP/PAN, 1975a, 1976a; Instituto Ser 1980a).

El ejercicio de regionalización no tenía precedentes en el

país. A comienzos de los años setenta, el gobierno rancés habíasuministrado asistencia técnica al Departamento Administra-tivo Nacional de Estadística (DANE) en modelos para la recolec-ción y utilización de indicadores sociales, en momentos en que elDNP se interesaba en los sistemas de inormación regional pararacionalizar su plan de desarrollo. Sin embargo, obedeciendo ala doctrina del desarrollo en boga en ese entonces –divulgada al

más alto nivel por Lauchlin Currie, quien habiendo obtenido yala ciudadanía colombiana era el principal asesor económico delentonces presidente, Misael Pastrana Borrero– estos esuerzosse encaminaban a hacer visibles los “polos de desarrollo” (regio-nes con alto nivel de desarrollo o con posibilidades de tenerlo), y no el “30% más pobre”. La regionalización PAN/DRI signicabaentonces un retroceso táctico: a medida que los pobres se hacían

cada vez más visibles, las maquinarias de la visibilidad se volca-ron sobre ellos.El Plan Nacional de Alimentación y Nutrición (PAN) tenía dos

componentes principales: el programa de Desarrollo Rural Inte-grado (DRI), que consistía en una serie de programas para aumen-tar la producción y la productividad de los pequeños agricultores; y un conjunto de programas de nutrición y salud dirigidos a aumen-tar el consumo de alimentos y la utilización biológica del alimento(siguiendo el uso del DNP, conservaremos la sigla PAN para estosúltimos, es decir, ecluyendo el DRI). Aunque las dos estrate-gias ormaban una unidad conceptual, su desarrollo se hallaba

Page 232: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 232/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

232

dividido geográcamente por razones operativas. De esta manera,la primera ase del PAN se implementó en cerca de la mitad de

los departamentos del país, o sea en aquellos que presentaban lamayor concentración de agricultores sin tierra y de trabajadoressemiproletarios, al tiempo que el DRI se puso en práctica en losdepartamentos restantes, los que tenían una mayor concentraciónde pequeños y medianos agricultores. Los objetivos eplícitos dePAN eran disminuir la desnutrición proteínico-calórica, especial-mente en la población objetivo (mujeres embarazadas, madreslactantes y niños menores de cinco años) y contribuir a la reduc-

ción de la mortalidad inantil y de la morbilidad en general. Paralograr estos objetivos, el Plan consideraba tres tipos principales deintervención:25

A. Programas para incrementar la disponibilidad de

alimentos

1. Producción y distribución subsidiada de alimentos.Constaba de dos subprogramas principales: de cupones alimen-

ticios, y otro de distribución directa de alimentos. En el primero sepedía a las madres que acudieran a los centros de salud para recogercupones que podrían usarse como pago parcial para la adquisiciónde ciertos alimentos. El segundo era un reemplazo de los progra-mas de ayuda alimentaria eterna que se estaban terminando. El

principal producto que se distribuía era una harina enriquecida,la “bienestarina”, producida en Colombia en una planta obtenidaa través de US AID. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar(ICBF) sigue distribuyendo este producto.

2. Incentivos a la producción de pequeños agricultores (Pancoger).

Estaba dirigido a semiproletarios que obtenían la mayor partede sus ingresos del trabajo asalariado, pero que aún tenían accesoa pequeñas parcelas; o campesinos con pequeñas ncas (por lo

25 Véanse las siguientes descripciones de programas: DNP/PAN (1975b,1976b, 1976c, 1976d, 1976e, 1976, 1977); DNP-PAN/IICA (1977).

Page 233: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 233/423

233

Capítulo IV

general de 0,5 a 3 hectáreas) a quienes se les brindaba crédito y asistencia técnica, para estimularlos a producir cultivos que ayuda-

ran a satisacer las necesidades nutricionales de la amilia. Tambiénse les brindaba educación en nutrición e insumos subsidiados.

B. Programas dirigidos a mejorar la utilización biológica

de los alimentos

Estos tenían que ver con saneamiento y salud. La base de laestrategia era el programa de Atención Primaria en Salud (APS)

que ya eistía y que consistía en un sistema descentralizadoarticulado alrededor de los centros locales de salud y del uso depersonal paramédico, a través del cual también se construyeronacueductos y servicios sanitarios. Las estrategias de atenciónprimaria en salud estaban en ascenso en diversos lugares delTercer Mundo desde nales de los años sesenta (normalmenteen la orma de proyectos piloto) antes de ser canonizadas por las

Naciones Unidas en la amosa conerencia de Alma Ata, convo-cada en 1978 por la Organización Mundial de la Salud. Como enel caso del FNPP, la creación de un dispositivo institucional almás alto nivel internacional obró como incentivo poderoso paraque los gobiernos se embarcaran en ambiciosos proyectos parala reestructuración de las estrategias de atención en salud, casitodas basadas en sistemas hospitalarios urbanos, cuyo costo no

podían seguir pagando por largo tiempo. En Colombia, desde 1976,introdujo un nuevo sistema nacional de salud, diseñado según loslineamientos de la APS, y que incluía un componente de partici-pación comunitaria.26

26 En 1976 se creó una ocina de participación comunitaria en el Ministe-rio de Salud. Este componente de participación tuvo muchos problemasdesde su inicio, y a mediados de 1982 no había logrado despegar. Este

año se instituyó un plan nacional de participación de la comunidad,como si la “participación” pudiera darse por decreto. Entrevistas conEdgar Mendoza y María Beatriz Duarte, de la dirección de participacióndel Ministerio de Salud (noviembre de 1981). Véase igualmente Minis-terio de Salud (1979, 1982).

Page 234: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 234/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

234

C. Programas de educación en nutrición y salud

Incluían campañas a través de los medios masivos de comuni-cación, educación interpersonal, capacitación proesional y huer-tas escolares. Las campañas a través de los medios se centrabanen ciertos temas, como el uso del agua, el tratamiento de la diarrea

 y la lactancia materna. La educación interpersonal se apoyaba enpersonal paraproesional con el n de capacitar comunidades endiversos asuntos oportunos, como almacenamiento de alimentos,hábitos alimentarios y prácticas de lactancia. El componente proe-

sional suministraba los recursos para la capacitación de proesio-nales colombianos dentro y uera del país.27 Con apoyo del PAN acomienzos de los años ochenta se creó un programa de posgradoen planeación nutricional en la Universidad Javeriana de Bogotá,siguiendo muy de cerca el esquema del MIT. Por último, el programade huertas escolares procuraba enseñar a los niños del campoacerca del cultivo y consumo de alimentos nutritivos.

Los programas más pequeños se encaminaban a apoyar laproducción de alimentos procesados de bajo costo y alto contenidonutricional, como pastas y galletas a base de harinas enriquecidas

 y productos de proteína vegetal teturizada, a través de investiga-ción y créditos concedidos a empresas agroindustriales. Algunos deestos productos se distribuían a través del programa de cupones.Finalmente, el PAN desarrolló un signicativo programa de evalua-

ción basado en el diseño de un sistema de inormación para hacerleseguimiento al desarrollo del Plan. Este último componente uesugerido por el Banco Mundial.

No resulta ácil evaluar los resultados de estos programas enrelación con sus objetivos declarados (la reducción del hambre

 y de la desnutrición para 50 por ciento de la población objetivo).

27 Numerosos colombianos recibieron capacitación avanzada en el

programa de planicación nutricional internacional del MIT (InstitutoTecnológico de Massachusetts). Un egresado del programa se convirtióen jee del PAN en 1979. El autor de este libro pasó dos años en elprograma de nutrición internacional de la Universidad de Cornellgracias a una beca del PAN.

Page 235: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 235/423

235

Capítulo IV

Las evaluaciones del mismo PAN se undamentaban en encuestascada vez más complejas y costosas.28 Los resultados de la Encuesta

Nacional de Hogares (“denitiva”), llevada a cabo en 1981, soloueron entregados en 1984, cuando el PAN estaba ya desapare-ciendo para la mayor parte de sus eectos prácticos. Como lo epre-sara en 1986 uno de los jees de la unidad de evaluación del PAN,“No se ha hecho una evaluación signicativa del impacto generaldel Plan, y probablemente nunca se hará” (Uribe, 1986: 58). Uno sepregunta si un porcentaje signicativo del presupuesto del PAN,pagado por los colombianos pobres, no se desperdició en progra-

mas inecaces. La prestación de servicios básicos de salud a travésde los centros de atención primaria en salud (APS) ue en generaldeciente. Las ciras del número de personas atendidas por las APStendían a estar infadas; en algunos casos la comunidad se conside-raba cobijada por el programa simplemente porque el promotor desalud la había censado. Los problemas en la capacitación del perso-nal paramédico, la renuencia de los proesionales de la medicina

a delegar responsabilidades, el inventario inadecuado de sumi-nistros para los centros, y los astronómicos costos de operación secitan como actores para el pobre desempeño de la estrategia de laAPS.29

En términos nancieros, el presupuesto del PAN se acercaba a250 millones de dólares para el período 1976-1981, mientras que eldel DRI se acercaba a 300 millones. El nanciamiento eterno del

28 Como parte del programa de evaluación, el PAN contrató con el Insti-tuto Ser, un instituto privado, la realización de varias encuestas. VéaseInstituto Ser (1980b, 1981). Las encuestas anteriores a las realizadas en1979 tuvieron, sin embargo, serios problemas de muestreo, no lograndoconstruir una línea de base (entrevista con Franz Pardo, unidad deevaluación del PAN, 6 de noviembre de 1981). En 1981, el DANE llevó acabo una encuesta nacional en cooperación con el PAN y el DRI, quesuministró a los planicadores una visión más desagregada de la situa-ción alimentaria y nutricional del país (Pardo, 1984). Tanto el PAN comoel DRI producían inormes rutinarios de evaluación, aunque estos esta-

ban restringidos a datos como el desembolso de recursos, metas ísicas,etcétera.

29 Entrevista con Germán Perdomo, jee de la división de salud del Depar-tamento Nacional de Planeación, marzo de 1982.

Page 236: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 236/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

236

DRI (cerca de 45 por ciento del total) era mucho mayor que el delPAN. Los ondos eternos del PAN provinieron del Banco Mundial

(US $ 25 millones), de US AID (US $ 6 millones), y de la Unice,mientras que los del DRI provinieron de préstamos del BancoInteramericano de Desarrollo (BID) (US $ 65 millones), el BancoMundial (US $ 52 millones), y la Agencia Canadiense para el Desa-rrollo Internacional (CIDA) (US $ 13,5 millones). Por un curiosogiro en el estilo de la nanciación gubernamental, parte de la nan-ciación estatal provino también de uentes eternas (el ChemicalBank). Cerca de 60 por ciento del presupuesto de la primera ase del

DRI se destinó al componente de programas de producción, lo cualrefejaba la prioridad básica del programa: incrementar la produc-ción. La nanciación eterna del DRI siguió siendo alta durante losaños ochenta.

El programa de Desarrollo Rural Integrado (DRI)

Volvamos ahora nuestra atención al segundo componente

central de la estrategia de alimentación y nutrición, el controver-tido programa DRI. Como veremos en el próimo capítulo, la lo-soía del desarrollo rural integrado ue concebida sobre todo por elBanco Mundial y realizada simultáneamente en muchos países delTercer Mundo. En este caso, como en el de la planeación nutricio-nal, tuvo gran infuencia cierto número de proyectos piloto llevadosa cabo en los países del Tercer Mundo (que recibieron en mayor o

menor grado nanciación eterna, pero que tuvieron siempre unaimportante participación local).30 Tanto en sus objetivos como enel diseño, el programa de Desarrollo Rural Integrado de Colombiaconservó durante su primera ase (1976-1981) el sello del BancoMundial. Su “población objetivo” era el sector “compuesto porpequeñas unidades de producción, conocido convencionalmentecomo el subsector tradicional o atrasado, y más recientemente

30 Dichos proyectos, en países como Méico (Puebla), Colombia (GarcíaRovira y Cáqueza), Perú (Cajamarca) y Honduras no han sido sucien-temente estudiados desde la perspectiva de su infuencia en el discursodel desarrollo rural. Para un análisis de estos proyectos desde la econo-mía política, véase de Janvry (1981).

Page 237: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 237/423

237

Capítulo IV

como “economía campesina” (DPN/DRI, 1979). El objetivo unda-mental del DRI era incrementar la producción de alimentos dentro

de la población elegida, racionalizando la inserción del sector enla economía de mercado. Capital, tecnología, capacitación e inra-estructura –los actores “ausentes” que eplicaban el atraso de laproducción campesina en pequeña escala– deberían suministrarsecomo paquete mediante una estrategia sin precedentes en cuantoa su enoque y estilo. Lo que se intentaba era llevar la revolución

 verde a los pequeños agricultores para convertirlos en empresariosal estilo de los agricultores comerciales, solo que en menor escala.

¿Quiénes eran los pequeños productores que constituían la“economía campesina”? El DRI identicó a sus beneciarios deacuerdo con dos criterios: el tamaño de la parcela amiliar y elmonto del ingreso derivado de uentes agrícolas. El tope máimopara el tamaño de la nca se jó en 20 hectáreas, y las ncas que seincluyeron en el programa estaban entre 5 y 20 hectáreas. Se creíaque los agricultores que estaban dentro de este rango tendrían

la capacidad para responder a la inversión del programa y, comoresultado de este, despegar como empresarios independientes.Estos agricultores constituían una especie de grupo amortiguador o“mínima pequeña burguesía agraria” (de Janvry, 1981). En términosdel ingreso, solamente se consideraban aquellos agricultores quederivaban por lo menos 70 por ciento de su ingreso amiliar de lasactividades agrícolas, los cuales eran considerados como los “verda-

deros” agricultores. Un censo de toda la población rural del país,unido a complejos modelos de regionalización, permitió a los plani-cadores del DRI identicar el grupo poblacional, y seleccionar 92mil amilias (20 por ciento de las cuales tenían ncas de menos de20 hectáreas) de varias regiones, para incluirlas en la primera asedel programa (1976-1981). La segunda ase, que comenzaría en1982, alcanzaría la mayoría del país. Para 1993 (nal de la terceraase), estarían cubiertos más de seiscientos municipios, de los casimil del país.

En su primera ase, la estrategia (DNP/DRI, 1975a, 1975b, 1976a,1976b) se articuló alrededor de tres componentes principales:

Page 238: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 238/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

238

producción, programas sociales e inraestructura, y tuvo los siguien-tes programas:

A. Componente de producción

1. Programa de desarrollo tecnológico.Su intención era desa-rrollar y transerir tecnologías apropiadas para el subsector tradi-cional como medio para incrementar la producción y la productivi-dad, elevar el ingreso amiliar y asegurar un uso más intensivo de lamano de obra amiliar.

2. Programa de crédito. Buscaba nanciar los nuevos costos

de producción de los usuarios del DRI. La justicación era garan-tizar el capital suciente para obtener en poco tiempo ecedentessignicativos para los mercados regionales y nacionales.

3. Programa de organización y capacitación. Capacitaba ausuarios del DRI en las técnicas organizacionales y empresarialesnecesarias para aplicar el enoque integrado del DRI. Dentro deeste esuerzo ocupaba un sitio especial la capacitación de campe-

sinos en “manejo integrado de ncas”, que incluía la programacióntécnica de todos los aspectos del proceso de producción. Todos loscampesinos debían conocer dichas técnicas como prerrequisitopara entrar al programa; los agricultores también tenían que parti-cipar en los comités locales del DRI desde la echa del inicio delprograma hasta su nalización.

4. Programa de recursos naturales. El DRI consideraba que

un mejoramiento duradero de la producción dependía de “la eplo-tación racional de los recursos del suelo y del agua”, incluyendomedidas como reorestación, conservación de suelos y acuicultura.El objetivo de este subprograma era suministrar asistencia técnica

 y nanciera a proyectos que buscaran proteger y manejar el medioambiente y, como en el caso de la acuicultura, orecer alternativasproteínicas para la dieta.

5. Programa de mercadeo y comercialización. El DRI espe-raba que, a medida que los agricultores se ligaran más a la econo-mía de mercado como resultado del programa, sus riesgos nancie-ros se incrementarían como consecuencia de las fuctuaciones de

Page 239: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 239/423

239

Capítulo IV

los precios, del menor control sobre las condiciones de mercadeo,los costos de transporte, etcétera. Los planicadores del DRI inten-

taban controlar estos riesgos brindando crédito y asistencia técnicaa grupos asociativos campesinos. El programa también se proponíareducir el precio de los alimentos para el consumidor urbano pormedio de la reducción de los márgenes de comercialización.

B. Componente de programas sociales

Incluía una serie de programas en educación y salud para elevarel nivel de vida en las zonas rurales, similares a aquellos introduci-

dos por el PAN en sus áreas de proyecto. En principio, los programasPAN y APS estarían a disposición de las comunidades participantesen el DRI, de modo que las estrategias concebidas en términos deproducción, consumo y utilización biológica de alimentos tuvieranun eecto sinérgico.

 

C. Componente de inraestructura

Incluía tres subprogramas: carreteras y electricación rurales y acueductos, considerados necesarios para elevar el nivel de vida y las redes de comercialización, ligando con mayor eciencia losproductos rurales y el mercado.

Uno de los aspectos más innovadores del DRI era la integra-ción de dierentes estrategias en el nivel local. Se seleccionaba a losagricultores con cuidado y se les hacía un seguimiento paso a paso,

principalmente a través de la llamada metodología de manejo inte-grado de ncas, que cada agricultor debía seguir bajo la guía de lostécnicos del DRI. Los comités locales ueron claves para etender

 y proundizar el alcance de los diversos programas. Estos comitéseran presididos por el representante del DRI ante la Caja Agraria,la institución de crédito agrícola más importante del país. La coordi-nación de las diversas estrategias se aseguraba en los niveles regio-nales y nacionales. Ello tenía una importancia tremenda, dado queel DRI dependía en primera instancia de trece instituciones guber-namentales dierentes para desarrollar sus programas, y las activi-dades de estas debían estar coordinadas a lo largo de todo el proceso

Page 240: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 240/423

Page 241: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 241/423

241

Capítulo IV

posterior a 1982 y del comienzo de los programas de ajuste estruc-tural bajo la égida del Fondo Monetario Internacional, la discusión

sobre política agraria retornó a los términos de proteccionismo versus neoliberalismo de mercado, con los grupos comercialesorganizados –las agremiaciones de productores de algodón, caé,arroz, caña de azúcar y ganadería, que representaban a los agri-cultores capitalistas– desempeñando un rol de liderazgo que avo-recía ampliamente las medidas de promoción de eportaciones.33 Debido a estos cambios en el ambiente macroeconómico, duranteeste período cada vez hubo menos recursos para los programas, de

modo que las operaciones del DRI se vieron reducidas drástica-mente. A comienzos de los años noventa, y con la proundizacióndel proceso de apertura económica hacia los mercados mundiales,gran parte del sector agrícola entró en una crisis prounda.

La llegada de la administración de Virgilio Barco (1986-1990) volvió a situar al DRI-PAN en el centro del escenario como unode los dos componentes clave de la estrategia de “lucha contra la

pobreza absoluta” (la otra era el Plan Nacional de Rehabilitación,PNR, a desarrollarse en las zonas de intensa actividad guerri-llera, como parte del proceso de paz iniciado por la administraciónBetancur). El DRI-PAN continuó siendo “el elemento undamentalde la política utilizada por el Estado para encarar y resolver la cues-tión campesina… sin tocar el asunto de la propiedad de la tierra”(Fajardo, Errázuriz y Balcázar, 1991: 155). El Estado seguía consi-

derando la cuestión campesina como una de las áreas más impor-tantes del conficto social del país, junto con el narcotráco y lasactividades guerrilleras. En 1985, se introdujeron también algunosprogramas adicionales de menor tamaño, como el programa parael desarrollo de la mujer campesina, aunque las planicadoras

Para un recuento más completo de los cambios de política del DRI desde1976 hasta 1989, véase Fajardo, Errázuriz y Balcázar (1991).

33 Las opiniones de las agremiaciones de agricultores comerciales de laépoca aparecen representadas en Junguito (1982). Véase también DNP/UEA (1982b). La evolución de la organización más poderosa de agricul-tores capitalistas, la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), esnarrada por Bejarano (1985).

Page 242: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 242/423

Page 243: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 243/423

243

Capítulo IV

derivadas de conceptos académicos. Como la mayoría de las otrasinstituciones del desarrollo, el DRI entendía la participación como un

problema burocrático que la institución debía resolver y no como unproceso rodeado de complejas cuestiones políticas, culturales y epis-temológicas. De hecho, la retórica de la participación debe tomarsecomo una contrapropuesta ante la creciente movilización campe-sina. Este era sin duda el caso de Colombia, donde la militancia y lasdemandas campesinas llegaron a su punto más alto a nales de losaños sesenta y comienzos de los setenta (Zamocs, 1986).

Hacia nales de los ochenta, sin embargo, la apertura de espa-

cios para la participación de los campesinos en políticas como lasdel DRI, respaldadas por el nuevo compromiso del gobierno con ladescentralización en todos los niveles, empezaba a generar proce-sos sociales de alguna importancia. En particular, la promoción deesquemas de desarrollo autodirigido, mediante una combinaciónde esuerzos organizativos comunitarios veredales, municipales y regionales, produjo lo que los planicadores denominaron “aper-

tura organizacional”, que permitió una participación más signica-tiva de los campesinos en el diagnóstico, la planeación y la asigna-ción de recursos para los proyectos concretos contemplados en elPrograma. En teoría, dentro del DRI eran el municipio y la comu-nidad de beneciarios los que constituían la unidad básica para laplaneación del desarrollo rural (DNP/UEA, 1988). Pero tambiénresulta claro que el interés del gobierno en la reestructuración del

aparato estatal no es en realidad la autonomía de las comunidadeslocales y regionales, sino más bien, como lo señalan Fajardo, Errá-zuriz y Balcázar, “la apertura de nuevos espacios para el capital, unasolución para la crisis scal y la creación de nuevas condicionespara el manejo de los confictos sociales y políticos generados por elpatrón del desarrollo” (1991: 240).

Sin embargo, los procesos de descentralización iniciados por elgobierno como resultado de presiones macroeconómicas, institu-cionales y populares –y ampliados por la reorma constitucional de1991 que concede autonomías locales, regionales y culturales sinprecedentes– no pueden considerarse apenas como un intento de

Page 244: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 244/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

244

cooptación. De hecho, ponen sobre la mesa la compleja pregunta dela evaluación de políticas como las del PAN y el DRI, y en general,

la del análisis del verdadero eecto de los proyectos y estrategias dedesarrollo, tanto como de los proyectos mismos; los eectos depen-den de, y desencadenan procesos socioeconómicos y culturalescuyos alcances sobrepasan ampliamente su ámbito y racionalidad.Este es el aspecto que consideraremos enseguida, para concluirnuestro análisis sobre el despliegue del desarrollo.

Ejercicio de evaluación: el conocimiento experto y la lucha

por la naturaleza del cambio social

Si no es ácil evaluar la ecacia de estrategias como el PAN y el DRI aun en sus propios términos y en relación con sus objeti-

 vos, eiste otro aspecto de la evaluación de las intervenciones dedesarrollo que es diícil de abordar y que casi nunca se ha tratado.¿Qué signican realmente estrategias como el DRI y el PAN?

¿Qué sucede cuando se introducen en una situación social dada?¿Cómo ocupan los espacios sociales, y qué procesos –alteraciónde sensibilidades, transormación de las maneras de ver y vivir la

 vida, y de relacionarse– ponen en marcha? En síntesis, ¿hasta quépunto estas tecnologías políticas contribuyen a crear la sociedad

 y la cultura?Estas preguntas deben plantearse y responderse en varios nive-

les. Como veremos, los planicadores del DRI se han desplazado delos ejercicios de evaluación directa de los primeros años, que anali-zaban el desempeño del programa en términos de las cantidadeserogadas, los incrementos en la producción, etcétera, hacia unaautorrefeión más ambiciosa sobre la naturaleza y la racionalidadde la estrategia. Estos debates, que tienen lugar en el conteto deluchas concretas sobre los instrumentos de las políticas estatales,deberían tomarse en cuenta para entender “lo que el DRI signicarealmente”. Con todo, el análisis no puede quedarse allí. Eiste otronivel de refeión acerca de la productividad social y cultural deestrategias de desarrollo que se basa en la dinámica del discurso y 

Page 245: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 245/423

245

Capítulo IV

el poder dentro de la historia y la cultura de la modernidad. Empe-cemos con la segunda.

Los eectos-instrumento de los proyectos de desarrollo

En su estudio sobre el aparato del desarrollo en Lesotho, JamesFerguson (1990: 251-277) retoma el planteamiento de Foucault de“los eectos-instrumento” de tecnologías políticas como la de laprisión, o en nuestro caso, el desarrollo rural. El argumento unda-mental de Ferguson es que aunque los proyectos de desarrollo ruralen Lesotho racasaron en su mayor parte, sus eectos colaterales,

o mejor, instrumentales, tuvieron sin embargo consecuencias delargo alcance para las comunidades involucradas. Como la prisiónen el caso de Foucault, que racasa respecto de su objetivo eplícitode reormar al criminal pero logra producir una sociedad norma-tizada y disciplinada, el aparato del desarrollo muestra una nota-ble productividad: no solo contribuye a una mayor intervencióndel Estado, sino que despolitiza los problemas de la pobreza que en

principio debe resolver:

Puede ser que lo más importante en un proyecto de “desarrollo”

sea no tanto lo que deja de hacer como lo que sí hace… El “eecto-

instrumento” tiene, entonces, dos caras: junto con el eecto institu-

cional de ampliar el poder del Estado burocrático se encuentra el

eecto conceptual o ideológico de la despolitización de la pobreza

 y del Estado… Si los “instrumentos-eecto” de un proyecto de “de-sarrollo” terminan por ormar un todo estratégicamente coherente

o inteligible de cualquier especie, es este: el crear una maquinaria

antipolítica (Ferguson 1990: 256).

La provisión de servicios gubernamentales no es cultural nipolíticamente inocente. Los servicios, como añade Ferguson, “sirvenpara gobernar” (pág. 253). En su análisis de los proyectos de desa-rrollo rural en Malasia, Aihwa Ong señala un eecto más proundode estrategias como la del DRI. La autora se atreve a armar que loque está en juego en tales estrategias es una biopolítica completa:

Page 246: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 246/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

246

un conjunto de políticas que regulan diversos problemas como lasalud, la nutrición, la planicación amiliar, educación y otros simi-

lares, que no solo introducen determinadas concepciones sobre elalimento, el cuerpo, etcétera, sino también un ordenamiento parti-cular de la sociedad misma. “En las eseras especícas del bienestarsocial, la seualidad y la educación, para mostrar apenas algunas, la

 vida cotidiana de las aldeas malasias se reconstruye de acuerdo connuevos conceptos, lenguajes y procedimientos” (Ong, 1987: 55). Enla Europa del siglo xIx, la biopolítica tomó la orma de intervenciónde lo social que mencionamos en el capítulo 2. En aspectos impor-

tantes, la biopolítica del desarrollo sigue ejerciendo la organizaciónde la modernidad y la “gubernamentalización” de la vida social delTercer Mundo. Veamos ahora cómo sucedió esto en la estrategia delDRI en Colombia.

Como ya lo mencionamos, el DRI sometía a los campesinos a unconjunto de programas bien coordinados e integrados que busca-ban transormarlos en pequeños empresarios racionales. Trece

entidades distintas (el número creció con la segunda ase del DRI)actuaban sobre los campesinos seleccionados, y cada una de ellasse encargaba de un aspecto especíco: crédito, asistencia técnica,manejo de recursos naturales, salud, educación, capacidad organi-zativa, mujeres, comercialización y saneamiento. Se introdujeronnuevas prácticas: la metodología de manejo integrado de ncas queel DRI y otros agentes utilizaban para lograr que los agricultores

aceptaran un conjunto de recomendaciones estrictas; la prepara-ción de la “cha técnica” con inormación detallada sobre la vidaamiliar, la producción y la salud, y la asistencia individualizada,que eigía también una estrecha coordinación entre la mayoríade las entidades participantes. Los campesinos se hallaban, comonunca antes, bajo la mirada del poder.

El concepto del DRI de sistemas de nca (Cobos y Góngora,1977) era un mecanismo regulador: los agricultores tenían queadoptar un “paquete tecnológico” (semillas mejoradas, ertilizantes,control químico de plagas), especializarse en la producción de cier-tos cultivos (normalmente, no más de tres en una subregión dada,

Page 247: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 247/423

247

Capítulo IV

 y a menudo solamente uno o dos), seguir una disposición rígida delas parcelas, preparar planes detallados de producción, mantener

registros y llenarlos periódicamente, organizarse para mercadearlos cultivos, y así sucesivamente. Estas prácticas dierían muchode las que los campesinos de diversas regiones acostumbraban aseguir, entre las cuales estaban el abono y control de plagas orgá-nicas, la producción no especializada (las parcelas tradicionalesmostraban una mezcla de cultivos comerciales, y de autoconsumo,árboles rutales y especies animales menores); la producción bási-camente para el autoconsumo; el uso menos intensivo de la mano de

obra amiliar y más intensivo de los recursos de la nca (por ejem-plo, el uso de ecremento animal y hojas de árboles para prepararel compost). Estudios publicados en Colombia (Taussig, 1978; Rein-hardt, 1988) y en otros países (Richards, 1984; Carney y Watts, 1991)dan testimonio de este cambio. Como lo ha mostrado Reinhardt ensu estudio sobre una comunidad campesina andina, los agriculto-res del DRI tenían que someterse cada vez más a las reglas de la

producción capitalista, y usar sus ventajas relativas, ueran estas decomportamiento o tecnológicas, para lograrlo, mientras trataban delidiar con las nuevas prácticas.

En su estudio del programa colombiano Rosemary Galli, sinte-tizó bien este aspecto del DRI:

El campesino DRI estaba así rodeado por técnicos y asesores. La

comunicación era generalmente a través de [los comités locales];sin embargo, en el caso del ICA, el Sena, la Caja [Agraria] y el Ce-

cora, la comunicación se hacía directamente. Cada amilia DRI me-

recía atención especial porque cada amilia era considerada como

líder potencial en el pueblo. A pesar de todo, la supercialidad de

esta comunicación queda simbolizada por el hecho de que el ICA 

recogía hasta los más mínimos detalles sobre la vida de cada amilia

sin que esta lo supiera, para que el DRI pudiera diseñar programas

que mejoraran la calidad de la vida doméstica. El personal encar-

gado del mejoramiento llenaba la  cha partiendo de la observa-

ción directa, y registraba datos como la cantidad de proteína que

Page 248: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 248/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

248

se consumía semanalmente, el tipo de vestido que usaban, las en-

ermedades amiliares, la higiene y los patrones de recreación. La

 cha simboliza el paternalismo del programa (1981: 68).

Aunque podría cuestionarse con razón la ecacia de estasoperaciones, es de reconocer que a cierto nivel había una especiede normalización de las amilias (Donzelot, 1979). En realidad no setrataba de algo paternalista, sino más bien del eecto del poder, enla medida en que la traducción de las situaciones locales en térmi-nos organizacionales es condición sine qua non del uncionamiento

institucional. Galli también se preguntaba qué tipo de benecioshabrían podido recibir los campesinos, como no uera el de “dorarla píldora” de la pobreza campesina. Sin considerar los resultadosen términos del incremento del ingreso y de la producción, el DRIintrodujo nuevos mecanismos de producción y control social. ElDRI no solo tenía que ver con los campesinos DRI, sino también conla ormación de semiproletarios y proletarios, con la articulación

de la producción campesina con la agricultura comercial, y con ladel sector agrario en general y el resto de la economía, especial-mente el sector generador de divisas. También hay que agradecer,sin embargo, que cuando la píldora ya está amarga, el agua potable

 y los puestos de salud signican mejorías reales en las condicio-nes de vida de la gente. Pero al reconocerlo no debe olvidarse quedichos cambios entran a ormar parte de una situación de poder y 

resistencia.De modo similar, el desarrollo rural no puede verse como unmero instrumento de la dierenciación social en términos de dosclases. El desarrollo rural crea un espectro de estratos cultura-les y sociales y opera sobre la base de los estratos así creados. Encontraste con la etrema heterogeneidad de la realidad campesina,iniciativas como la del DRI tienden a crear estratos relativamentehomogéneos mediante la imposición de ciertas prácticas. Inclusola caracterización de la gente como proletarios, semiproletarios,pequeños agricultores y agricultores capitalistas constituye unasimplicación. Cuando estos estratos cambian, cambian también

Page 249: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 249/423

249

Capítulo IV

otras conguraciones del poder: las relaciones domésticas, las degénero y las culturales. Entran en juego nuevos modos de indivi-

duación al tiempo que se transorma la división del trabajo eis-tente, pero siempre aparecen nuevas ormas de resistencia.Por último, hay que señalar que el control burocrático es un

componente esencial de la organización del desarrollo. El desarro-llo rural es una especie de política burocrática que intenta manejar

 y transormar la manera en que se concibe y organiza la vida delcampo. Como el FNPP, el DRI unciona como una técnica productivaque, mediante su propio uncionamiento, relaciona en modos espe-

cícos ciertos elementos (capital, tecnología y recursos), repro-duce creaciones culturales de vieja data (por ejemplo el mercado),

 y redistribuye uerzas que ejercen impacto signicativo sobre lagente, las visibilidades y las relaciones sociales. La organización deactores lograda por el desarrollo contribuye a disciplinar el trabajo,a la etracción de la plusvalía y a la reorientación de la conciencia.Como veremos en el próimo capítulo, las estrategias ignoraron las

concepciones culturales de los campesinos. Por encima de los obje-tivos económicos, el estilo de desarrollo rural integrado del BancoMundial buscaba una reconversión radical de la vida rural.

Los instrumentos-eectos de la organización del desarrollo encasos como los del DRI y el PAN no suponen ningún tipo de cons-piración; por el contrario, son resultado de una cierta economía delos discursos, que dictamina que programas como el de Desarrollo

Rural Integrado muestren un grado apreciable de uniormidad entodo el mundo. Estas estrategias descansan sobre un cuerpo relati- vamente poco dierenciado de conocimiento y de eperiencia, sonindependientes del conteto y orman parte de una práctica discur-siva más o menos estándar, una especie de lenguaje y pensamientocodicados. En un nivel general, producen resultados similares,especialmente en cuanto a la “gubernamentalización” de la vidasocial (Ferguson, 1990: 258-260). En algunos aspectos, Colombia esun caso típico de esta dinámica. Sin embargo, el caso colombianopresenta un rasgo poco analizado en el conteto del desarrollo: eldel alto grado de debate acerca de las políticas que mantuvieron

Page 250: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 250/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

250

los planicadores nacionales, los intelectuales y diversos tipos deepertos. Este debate sugiere que necesitamos calicar el encuen-

tro del desarrollo analizando con cuidado la participación de losplanicadores nacionales en la adaptación y recreación de lasestrategias.

De la realidad documental a la reorma de las políticas

Como el programa de reorma agraria de los años sesenta, laimplementación del PAN, y especialmente del DRI, generó acalo-rados debates en la comunidad de intelectuales y gobernantes del

país. Tal vez es incorrecto hablar aquí de una comunidad, dada la variedad de perspectivas representadas en las discusiones; sinembargo, se ha creado una cierta comunidad discursiva comoresultado de los debates sobre la naturaleza y la implementacióndel DRI, más que en el caso del programa de la reorma agraria, enel cual las posiciones se polarizaron en sumo grado según distintaslíneas políticas. De hecho, no es raro que planicadores e intelec-

tuales de diversas corrientes políticas y epistemológicas coinci-dan en los mismos espacios. El grupo nacional de planicación delDRI supo canalizar con ecacia los debates acerca de la “cuestióncampesina” y su relación con el Estado, cuestión que tiene una largahistoria de actividad académica y política en el país. Los debates sehan adelantado en concurridos encuentros nacionales e interna-cionales con participación de planicadores y personal guberna-

mental, de intelectuales conservadores, liberales y disidentes; y conla incorporación de intelectuales de varias universidades del país alos ejercicios de evaluación del programa.34

34 Uno de los eventos más célebres organizados por el DRI ue el Semina-rio internacional de economía campesina, llevado a cabo en una pobla-ción a pocas horas de Bogotá entre el 3 y el 6 de junio de 1987. Conocidosacadémicos de toda América Latina presentaron trabajos durante elevento. Con asistencia de más de 1.200 personas, incluidos represen-

tantes de organizaciones campesinas, gobiernos y la academia, el semi-nario ue convocado “con el propósito de estudiar conjuntamente lascondiciones para ortalecer, dentro de un marco pluralista, las políticasnacionales e internacionales en nombre de los productores campesi-nos”. Véase Bustamante, ed. (1987).

Page 251: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 251/423

251

Capítulo IV

Las prácticas institucionales, recordémoslo, se undamentansobre la creación de lo que Dorothy Smith llama realidad docu-

mental. La materialidad de la práctica de los planicadores estáíntimamente ligada a la elaboración de documentos. En el caso delPAN y el DRI, esto era y continúa siendo especialmente cierto enel nivel nacional, donde la preparación, redacción y seguimientode los documentos ocupa una parte muy signicativa de la jornadade trabajo del planicador. Aunque estos procesos documenta-les reproducen categorías establecidas y discursos proesionales,también se da una transormación lenta y sutil de las categorías ya

entronizadas que no es despreciable, como veremos en breve.Antes de continuar con este aspecto de la discusión, debería-

mos decir algunas palabras acerca del personal de planicación.Durante la primera ase (1976-1981), el personal del PAN consistíaen aproimadamente sesenta a setenta personas muy calicadas,divididas en un número casi igual de hombres y mujeres, mien-tras que el DRI tenía cerca de noventa (sin contar el personal de

las agencias ejecutoras que participaban en los programas). Casila mitad del personal estaba en la sede nacional de Bogotá, y la otramitad en las ocinas regionales. Así veía una de las planicadorasdel PAN su rol y el de sus colegas:

Aunque el diseño original del Plan había sido hecho por econo-

mistas, se necesitaba un amplio rango de proesionales para im-

plementar sus distintos componentes. Maestros, comunicadores,médicos, nutricionistas, administradores, antropólogos, sociólogos y 

agrónomos se habían vinculado al PAN desde 1976. Muy motivados

 y dinámicos, todos compartían la ilusión de hacer algo signicativo

por el país y por la población más pobre. Pero esto solo se habría

podido lograr a largo plazo, si el plan hubiera perseverado con los

años y se hubiera etendido lo suciente como para convertirse en

una uente importante de apoyo para buena parte de la población

del país. Los políticos tradicionales, sin embargo, desconaban del

PAN, y su concepción técnica se tomaba a veces como una perspec-

tiva tecnocrática importada. Ningún líder regional elogiaba al PAN

Page 252: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 252/423

Page 253: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 253/423

253

Capítulo IV

En un nivel, hay que considerar la cuestión global de los “eectos-instrumento” y la dispersión del poder que acompaña al aparato del

desarrollo. Pero esto no puede contemplarse solo sincrónicamente, ya que deben tenerse en cuenta las transormaciones que surenpolíticas como las del DRI con los años. Las estrategias se modi-can, se debilitan, suren adiciones. Los planicadores del TercerMundo ehiben mucha inventiva en este terreno, dependiendo deactores como la estabilidad del gobierno y la de los programas (y la de sus propios empleos). Recuérdese que algunos componentesdel PAN y el DRI se concibieron originalmente en América Latina,

a través de los proyectos piloto de los años sesenta y setenta, quemencionamos, y luego el Banco Mundial y otras organizacioneslos adaptaron y estandarizaron. Este ue el caso de la estrategia deatención primaria en salud.

Sería demasiado simplista considerar este proceso como demera apropiación, aunque sin duda ella se presenta en orma conti-nua; igualmente sería simplista ver el proceso de conocimiento solo

como la imposición de estrategias en el Tercer Mundo por parte delos intereses del primero. La opinión tradicional que considera alconocimiento como producto de un sitio (el centro) aplicado en otro(la perieria) debe ser reormulada. Como sugiere Cliord (1989) enel mundo contemporáneo, la producción y el uso de teorías sucedenen un terreno discontinuo, con procesos continuos y complejos deapropiaciones y cuestionamientos que van en varias direcciones.

Que las teorías y los teóricos se desplazan en terrenos social y epis-temológicamente discontinuos resulta claro en el caso del aparatodel desarrollo. Al mismo tiempo, sin embargo, también eistencentros de poder y eectos-instrumento sistémicos tan evidentesque no pueden ignorarse.

Para concluir, observemos brevemente la relevancia que tieneel proceso de aprendizaje del DRI para nuestra discusión sobrela política del discurso. Durante la primera ase, los estudios deevaluación realizados interna o independientemente por acadé-micos colombianos arrojaron resultados dispares: un grado rela-tivamente alto de éito del programa en algunas regiones, poco o

Page 254: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 254/423

Page 255: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 255/423

255

Capítulo IV

insignicantes en las del tipo 2 (debido sobre todo a las notoriasrestricciones para el acceso a la tierra), y que los eectos eran casi

siempre perjudiciales para las ncas campesinas situadas enregiones donde predomina la agricultura capitalista. En las zonasdel tipo 4 no hubo programas del DRI.

Entre los cambios más notorios que se maniestaron en lasregiones de mayor presencia campesina estaban los siguientes:una tendencia hacia la especialización en la producción, es decir, ala sustitución de los cultivos tradicionales por cultivos caracteriza-dos por la alta rentabilidad, con aumentos correspondientes en la

productividad y el ingreso;36 la adopción de innovaciones tecnoló-gicas, aunque no siempre la de aquellas impulsadas por las agen-cias pertinentes, que tendían a ser intensivas en trabajo y capital;el incremento en la capacidad de producción gracias a la disponi-bilidad de créditos; la mayor utilización del trabajo amiliar dentrode la nca, así como márgenes más altos de comercialización de loscultivos campesinos y mejores neos con el mercado.

La medida en que estos cambios suponen una transorma-ción más prounda en términos de la adopción de una racionali-dad capitalista por los campesinos, aún es una pregunta abiertaque requiere un trabajo de campo etnográco que no eiste toda-

 vía, similar al que realizaron Gudeman y Rivera (1990), pero quedeberá concebirse eplícitamente en el conteto de los programas.Algunos observadores consideran que la lógica de la producción

campesina en los Andes colombianos sigue siendo muy distinta de36 En una región, por ejemplo, la cebolla reemplazó a una combinación de

maíz y ríjol; en otra, los ríjoles reemplazaron una combinación demaíz y ríjol. En otras, la papa se cambió por ganado lechero; el plátanoo la yuca reemplazaron al maíz o al tabaco, etcétera. Sin embargo, engeneral, se evitó el cambio al monocultivo (omentado por el gobierno acomienzos de los años setenta), promoviendo la práctica del policultivo,pero manteniendo los cultivos en lugares separados, o sembrando algu-nas parcelas con cultivos combinados y otras con un solo cultivo. Las

recomendaciones concretas surgieron de investigaciones empíricas enrotación de cultivos, densidad del arado, métodos de ertilización y control de plagas y obedeciendo, por supuesto, a los criterios de produc-tividad y eciencia. Véase Fajardo, Errázuriz y Balcázar (1991: 225,226).

Page 256: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 256/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

256

la lógica de la producción capitalista. Sigue regida por el objetivoglobal de subsistencia y de reproducción de la nca, coincidiendo

así con las observaciones de Gudeman y Rivera que mencionára-mos antes. Ello no signica, sin embargo, que bajo ciertas condicio-nes los campesinos no puedan o no quieran intensicar la produc-ción o generar ecedentes; todo lo contrario, como lo demuestranlas evaluaciones del DRI, aunque lo que caracteriza la adopciónde nuevas prácticas y la asignación de recursos es la lógica de lareproducción de la nca amiliar. En este aspecto, los campesinosson muy pragmáticos y proceden siempre por ensayo y error. Volve-

remos sobre el signicado de estos cambios para la cultura campe-sina en el próimo capítulo.

Como ya se dijo, los debates sobre la naturaleza del campesinadohan motivado la creación de una comunidad discursiva o epistémicadispersa, en la cual las ideas y eperiencias se comparten y debatena lo ancho de diversas posiciones proesionales, ideológicas y polí-ticas. Aunque en el DNP predominan los economistas neoclásicos,

el debate no se restringe en modo alguno a los términos neoclá-sicos.37 Incluso grupos importantes de cientícos sociales que porlo general trabajan dentro de los paradigmas neoclásicos practicanuna especie de eclecticismo que permite el diálogo, por ejemplo, coneconomistas políticos de corte marista.38 Dicho diálogo ha gene-rado un proceso de aprendizaje signicativo, traducido en debatesde política, estudios académicos y recomendaciones concretas para

programas alternativos. Tal vez el mejor ejemplo de este proceso de

37 Esto contrasta con la situación del Banco Mundial, donde no eisteespacio para la disensión y donde la economía neoclásica reina. Encuanto a eso Colombia también contrasta con países como Chile y Argentina, donde por razones históricas los economistas neoliberales,bajo la batuta de los Chicago Boys, se han vuelto dominantes. Es deanotar que en Colombia esta situación empezó a cambiar signicativa-mente en 1990.

38 Un debate de este tipo se ha llevado a cabo, por ejemplo, entre un grupocongregado alrededor del trabajo del economista neoclásico e historia-dor económico, José Antonio Ocampo, por un lado, e historiadores y economistas de inspiración marista, como Salomón Kalmanovitz. Unresumen de este debate se encuentra en Kalmanovitz (1989).

Page 257: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 257/423

257

Capítulo IV

aprendizaje se refeja en el trabajo del historiador y antropólogoDarío Fajardo, quien a nales de los años setenta pasó de la Univer-

sidad Nacional de Bogotá a dirigir durante varios años la unidadde evaluación del PAN, para retornar a la universidad a mediadosde los ochenta (ciclo que no es raro en los círculos intelectuales y de planicación de Colombia), para pasar nalmente a dirigir unaundación ecológica a comienzos de los noventa, sin cortar del todosus lazos con la universidad y el Estado. Primero como integrante y luego como intelectual crítico, el esuerzo sostenido de Fajardo porrefeionar sobre los asuntos campesinos y del DRI (Fajardo, 1983,

1984, 1987; Fajardo, ed., 1991; Fajardo, Errázuriz y Balcázar, 1991) hallevado los límites del debate a la relación entre el capital, el Estado

 y la economía campesina a niveles insospechados en el discurso deldesarrollo rural integrado de los años setenta.

Del trabajo de Fajardo surgen numerosos temas sobre el signi-cado de la política gubernamental. En primer lugar, el hecho deque la mayoría de los campesinos y trabajadores rurales de Colom-

bia siguen siendo pobres al verse sometidos a “relaciones atrasa-das de dominación”, que bajo esta óptica, son las que impiden lamodernización de la economía campesina. Esuerzos guberna-mentales como el DRI no cambian signicativamente ese estado decosas, en la medida en que la mayoría de los recursos nancieros,tecnológicos e intelectuales destinados a la política agraria se diri-gen todavía hacia el sector capitalista moderno. Semejante ambi-

güedad del gobierno –comprometido con el desarrollo rural, perosubordinando su política a las eigencias de la agricultura comer-cial– eplica los cambios modestos y desiguales logrados hastaahora por el DRI. De hecho, la política agraria resulta casi siem-pre perjudicial para los intereses campesinos. Políticamente, el DRIbusca mejorar la vida campesina y las condiciones de producciónsin tocar los sistemas terriblemente inequitativos de tenencia de latierra que isten todavía en el país;39 o, planteado en el conteto del

39 85 por ciento más pobre de propietarios campesinos (con ncas demenos de 20 hectáreas), posee solo cerca de 15 por ciento de la tierra.Los agricultores con ncas entre 5 y 20 hectáreas (los beneciarios del

Page 258: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 258/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

258

discurso del Banco Mundial, se cree que el problema del campesi-nado se caracteriza por su eclusión de los mercados y de la política

estatal, y no por la eplotación que sure dentro del mercado y delEstado, como propone Fajardo.Siguiendo con el análisis de Fajardo, esta situación, hasta cierto

punto esquizorénica, se relaciona con la dependencia que tiene elDRI de los préstamos eternos, con la subordinación de la políticasocial del gobierno a la política macroeconómica, y con el eecto deestos dos actores sobre la asignación de recursos para el sectoragrario, en particular para el subsector campesino. A pesar de los

esuerzos recientes de descentralización, la política del gobierno haracasado en su empeño de controlar el poder del sector capitalista,articular los dierentes componentes de las economías regionales,

 y reducir la etracción del ecedente de la economía campesina porel sector capitalista, y del sector agrario en su conjunto por partede los intereses industriales urbanos. Las siguientes tareas resul-tan entonces undamentales para un desarrollo nuevo, realmente

centrado en el campesino: 1. Una nueva reorma agraria, “porqueno puede haber DRI sin tierra” (Fajardo, 1987: 22). 2. Procesos orga-nizacionales y participativos más eplícitos de modo que las comu-nidades puedan identicar por sí mismas las metas del desarrolloregional y los medios para alcanzarlas. 3. Una política de investi-gación y desarrollo tecnológico de respaldo a los sistemas autóno-mos de producción campesina. 4. Recursos mucho mayores para

programas integrales de crédito, comercialización y reorma agra-ria, de acuerdo con la lógica de la economía campesina.Esta propuesta implica una estrategia de desarrollo campe-

sino autónomo, no muy distinta de la de Amin discutida aquí,generada por las propias comunidades campesinas a través de su

DRI), que representan 20 por ciento de los propietarios controlan 10 porciento de la tierra. Aquellos con posesiones entre 100 y 500 hectáreas (3por ciento de los propietarios) controlan 27,4 por ciento de la tierra.

Finalmente, quienes tienen propiedades mayores de 500 hectáreas (0,55por ciento del total de propietarios) representan 32,6 por ciento de latierra! Las ciras corresponden a 1984, y muestran la tendencia de unamayor concentración de la propiedad con respecto a las ciras de 1960 y 1970. Véase Fajardo, Errázuriz y Balcázar (1991: 136).

Page 259: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 259/423

259

Capítulo IV

participación en el proceso de planeación. Ello permitiría que loscampesinos lograran una infuencia signicativa en relación con el

Estado y el sector capitalista, para modicar las relaciones socialesde producción en su avor, a pesar de que la economía campesinatendría que articularse con otros actores importantes, regionales y urbanos. Como lo señaló otro analista, una estrategia tal concebi-ría al campesino no en términos de carencias sino de posibilidades,es decir, como actor social por derecho propio; esto eige a su vezun respeto legítimo por los campesinos, epresado en el estable-cimiento de nuevas reglas del juego para satisacer sus demandas

(Bejarano 1987). Claro que todo esto implica el ortalecimiento delas organizaciones campesinas de modo que estos puedan crearespacios para modicar el equilibrio actual del poder.

Esta propuesta puede tener un eecto correctivo en relacióncon la despolitización y a las presiones burocratizantes del aparatodel desarrollo. Abre espacios de lucha en los cuales los campesinospueden deender no solo sus sistemas económicos sino su modo de

 vida. Los eectos estratégicos de los cambios previstos por Fajardo y otros –a quienes podríamos llamar “intelectuales especícos”, enel sentido que da Foucault (1980c) al término– no pueden descono-cerse aun tratándose de una propuesta tan modernizante en princi-pio como la del DRI. En el proceso de contribuir a la armación delmundo de los campesinos pueden surgir nuevas posibilidades delucha y desestabilización del dispositivo del desarrollo. De hecho,

las propuestas se producen con criterios políticos claros, y algunasde sus sugerencias parecen abrirse camino poco a poco dentro dela maquinaria del DRI, generando con ello procesos sociales cuyoresultado es diícil prever. De esta manera, incluso lo que hoy caebajo la rúbrica del “desarrollo rural integrado” no es lo mismo quelo que el Banco Mundial comenzó a promover en todo el TercerMundo a mediados de los años setenta. Pero, una teorización másconsistente de la importancia de esta dierencia, está por hacerse.

La propuesta no cuestiona en orma epresa las premi-sas básicas del discurso del desarrollo. En particular, acepta una

 visión relativamente convencional del “campesinado” que resulta

Page 260: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 260/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

260

problemática, como lo veremos en el próimo capítulo al introducirun análisis cultural que está ausente en todas las discusiones acerca

del desarrollo rural. Este tipo de análisis se vislumbra en otro inte-lectual crítico con neos con el DRI, Alejandro Sanz de Santamaría,quien dirigió un equipo de investigadores universitarios contrata-dos por el DRI para evaluar su desempeño en una región.

Uno de los análisis más signicativos que se derivan del trabajode este investigador (Sanz de Santamaría, 1987; Sanz de Santama-ría y Fonseca, 1985) es el de que cualquier proceso de evaluaciónconvencional se basa en la separación en el tiempo y en el espa-

cio entre los productores del conocimiento (los investigadores), losusuarios del conocimiento (los planicadores del DRI) y la comu-nidad investigada. Esta separación imposibilita en la práctica laproducción de conocimiento bien undado sobre el cual puedanbasarse las recomendaciones de política, para no mencionar laproducción de conocimiento sobre la comunidad. Las evaluacio-nes convencionales no solo caen en “la indecencia de hablar por

otros,40 haciendo necesariamente abstracciones de la realidad localmediante el uso del marco de las ciencias sociales, sino que ademásla escogencia misma del marco interpretativo es muy arbitraria.Para que el conocimiento sea útil, debe comenzar con la autocom-prensión de los propios campesinos, para proceder luego a cons-truir un sistema de comunicación que involucre a campesinos,uncionarios del DRI e investigadores. Esto implica, de un lado, la

integración de la producción, circulación y utilización del conoci-miento, y de otro, la constitución creciente de la comunidad localcomo sujeto de su propia acción colectiva. Este proyecto político,que pone de maniesto el carácter totalitario inherente a los proce-sos convencionales de producción del conocimiento, es visto por elautor como componente inevitable de una transormación radicalde la política del desarrollo. Las propuestas concretas que surgieron

40 Esta rase de Deleuze reriéndose a Foucault como “el primero en ense-ñarnos algo undamental: la indignidad de hablar por otros” (Foucault

 y Deleuze, 1977: 109) es utilizada por Sanz de Santamaría en su refeiónsobre el proceso de evaluación del DRI.

Page 261: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 261/423

261

Capítulo IV

de este ejercicio, y que encontraron algún eco en el DRI, parecenindicar que eiste la esperanza de que algo de esto suceda, aunque

la violenta reacción de las elites locales ante el proceso políticogenerado por el ejercicio anuncia dicultades para hacerlo.41 Y con ello cerramos el círculo. Comenzamos con una discusión

acerca de algunos de los rasgos de las instituciones, que a pesar desu aparente racionalidad y neutralidad, orman parte del ejerciciodel poder en el mundo moderno. El aparato del desarrollo dependeinevitablemente de tales prácticas, y contribuye con ello a la domi-nación de las gentes del Tercer Mundo, como los campesinos colom-

bianos. Al nal del capítulo 3, y de nuevo aquí, hemos identicadola necesidad de una política cultural basada en las culturas localesque, abordando estratégicamente las condiciones de la economíapolítica regional, nacional e internacional, contribuya a la arma-ción cultural de los grupos del Tercer Mundo y a la transormacióndel imaginario del desarrollo. En este capítulo hemos concluidotentativamente que una manera de adelantar tal política de arma-

ción cultural podría ser mediante la liberación de espacios al inte-rior, y a pesar de, programas eistentes tipo DRI. Pero esa amplia-ción de espacios debe hacerse desde la posición ventajosa de laimposición cultural y los eectos-instrumento del aparato del desa-rrollo, no solo en términos de la economía política como se ha hechohasta ahora. Solo entonces las estrategias alternativas tendrán unamayor posibilidad de vida.

En su maniesto artístico-político, “La estética del hambre”,escrito en 1965, Glauber Rocha escribió estas airadas palabras:

Así, mientras América Latina lamenta su miseria general, el ob-

servador oráneo cultiva el gusto de esa miseria, no como síntoma 

trágico, sino simplemente como objeto estético dentro de su campo

41 La vida del investigador estuvo en peligro, y varios de los coinvestigado-

res ueron asesinados. Debe decirse que esto estaba pasando durante elauge de la llamada “guerra sucia” de los años ochenta, un episodio derepresión etrema contra intelectuales progresistas y líderes sindicales

 y campesinos por parte de elites locales y uerzas de seguridad en variasregiones del país.

Page 262: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 262/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

262

de interés… Nosotros [los cineastas del Cinema Novo] entende-

mos el hambre que los europeos y la mayoría de los brasileños no

han entendido… Sabemos –porque hicimos estas tristes, horribles y desesperadas películas en las que la razón no siempre prevale-

ce– que este hambre no se curará con moderadas reormas guber-

namentales, y que el disraz del tecnicolor no puede esconder sus

tumores, sino apenas agravarlos. Por lo tanto, solo una cultura del

hambre, que debilite sus propias estructuras, puede superarse a sí

misma cualitativamente. La maniestación más noble del hambre

es la violencia (Rocha, 1982: 70).

O, diremos con Michael Taussig (1987: 135): “Del represen-tado provendrá aquello que transorme la representación”. Comocontinúa diciendo Taussig, cuando comenta la ausencia de narra-tivas de los mismos pueblos indígenas sudamericanos en la mayo-ría de las representaciones que sobre ellos se hacen: “Es el mayorengreimiento antropológico, la antropología en su mejor momento,

incluso redentora, el pretender rescatar la ‘voz’ de los indígenas dela oscuridad del dolor y el tiempo” (pág. 135).

Esto es para decir que hay que evitar tanto la simple eclusión dela voz campesina en el discurso del desarrollo rural, como la osadíade “hablar por otros”, y quizás de rescatar su voz, como dice Taus-sig. Que la violencia es una maniestación cultural del hambre nose aplica solamente a los aspectos ísicos del hambre sino también

de la violencia de la representación. El discurso del desarrollo haconvertido la representación del hambre en un acto de consumode imágenes y sentimientos por parte de los bien nutridos, un actode canibalismo, como dirían los artistas del Cinema Novo. Esteconsumo es un rasgo de la modernidad, nos recuerda Foucault(1975: 84). (“Es justo que la enermedad de unos sea transormadaen la eperiencia de otros”). Pero los regímenes de representaciónque esta violencia produce no se neutralizan ácilmente, como lodemostrará el próimo capítulo.

Page 263: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 263/423

Capítulo VPoder y visibilidad:

Fábulas de campesinos, mujeres y medio ambiente

 Nunca podremos deplorar sucientemente el mecanismo que avorece la

transerencia al Árica de problemas y sus soluciones, hecha por ciertas

instituciones que resultan de un proceso histórico puramente occidental. Las organizaciones para la promoción de los derechos de la mujer tienden

naturalmente a extender idénticas actividades al Árica, y al hacerlo nos

asimilan a una mentalidad y a una experiencia histórica estrictamente

europeas. Casi todo lo que se ha escrito acerca de las mujeres aricanas las

 presenta como elementos sin importancia.

(Proceedings from the meeting the Civilization of the Woman inAfrican Tradition, Abidjan, 1972; citado en Trinh T. Minh-ha,

W oMan  , n  ative, other, 1989)

Page 264: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 264/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

264

Introducción: el discurso y la visualidad

En los análisis convencionales se contempla la historia deldesarrollo en términos de la evolución de las teorías y las ideas, ocomo una serie de intervenciones más o menos ecaces. Para loseconomistas políticos, la misma historia refeja respuestas ideoló-gicas dierentes ante contradicciones supuestamente más proun-das, dictadas por la acumulación y circulación de capital. Sinembargo, esta historia también puede verse desde la perspectiva delos cambios y las transormaciones en el régimen discursivo, pese a

que tales cambios, como ya debería sernos claro, están circunscritospor prácticas discursivas ligadas a las economías políticas, tradicio-nes del conocimiento e instituciones de poder.

En el capítulo 2 armamos que el discurso del desarrollo consti-tuye un sistema gobernado por ciertas reglas, que debe su cohesióna un conjunto de enunciados que la práctica discursiva continúareproduciendo, ya sea que dichas prácticas se reeran a la indus-

trialización, la agricultura, los campesinos, o las mujeres y el medioambiente, como pronto veremos. Aunque es cierto que la prácticadiscursiva ha permanecido en gran medida igual, no obstante, hahabido cambios signicativos en la ormación discursiva del desa-rrollo. ¿Qué signican tales cambios, en particular en cuanto a crearcondiciones para tipos de transormación que podrían llevarnos aotros órdenes discursivos? ¿Debería entenderse la prolieración de

nuevas áreas de investigación e intervención simplemente como laconquista de nuevos campos por parte del discurso? Y si tal uerael caso, ¿no crea este proceso inevitablemente nuevas posibilida-des de lucha y resistencia, con el objeto de adelantar perspectivasculturales alternativas?

El desarrollo rural integrado, por ejemplo, ue concebido porlos epertos como una estrategia para corregir los sesgos de larevolución verde. ¿Modica de manera signicativa el discursodel desarrollo la inclusión de una nueva categoría de clientes, “lospequeños productores”? ¿Cómo se representó a los campesinos eneste discurso? ¿Qué consecuencias trajo para ellos? Vale la pena

Page 265: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 265/423

Page 266: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 266/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

266

de los aparatos de control social. Pero el papel de la visión supera elalcance de las tecnologías de control para abarcar muchos medios

modernos de producción de lo social. El nacimiento de la cienciamisma estuvo marcado por una alianza que hace casi dos siglos“se orjó entre las palabras y las cosas, permitiéndonos ver y decir”(Foucault, 1975: xII). Esta alianza ue activada por el clínico empí-rico al abrir por primera vez el cadáver para “ver realmente” lo quehabía adentro. La especialización y verbalización de lo patológicoinauguró los regímenes de la visualidad que todavía nos acom-pañan. Desde el análisis de tejidos en la medicina del siglo xIx,

pasando por el microscopio y la cámara otográca hasta los saté-lites, los sonogramas y la otograía espacial, la importancia de la

 visión no ha dejado de crecer:

Los ojos se han usado para signicar una capacidad perversa –lle-

 vada a la perección en la historia de la ciencia, y ligada al militaris-

mo, el capitalismo, el colonialismo y la supremacía masculina– para

distanciar al sujeto que conoce de todo y de todos, en deensa delpoder incuestionado… Las tecnologías de visualización no tienen

límite aparente… La visión de este estín tecnológico se vuelve glo-

tonería incontrolada; todo parece reerirse no solo míticamente al

truco omnipotente de ver todo desde un punto indenido, sino ha-

ber puesto el mito en la práctica ordinaria (Haraway, 1988: 581).

Esta armación acerca de las tecnologías de visualización seaplica a la política del discurso en orma más que metaórica. Incor-porar la gente en el discurso, como sucede en el desarrollo, equivalea asignarla a campos de visión. También signica ejercer “el trucoomnipotente de ver todo desde un punto indenido”. Como vere-mos, esta armación describe bien el estilo de trabajo del BancoMundial. El discurso del desarrollo enmarca a la gente en ciertascoordenadas de control. La intención no es simplemente discipli-nar a los individuos, sino también transormar las condiciones enlas cuales viven en un ambiente social normalizado y productivo.En síntesis, crear la modernidad. Detengámonos en lo que ello

Page 267: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 267/423

267

Capítulo V

signica, cómo se logra, y lo que implica en términos de la posibili-dad de cambiar las visibilidades.

El descubrimiento de los “pequeños productores”: del

imperialismo de la revolución verde al populismo del

desarrollo rural

La cartograía de las visibilidades

En uno de los más amosos inormes técnicos preparadospor el DRI en sus primeros años, sobre el subsector de pequeños

productores, se encuentra la siguiente armación acerca de loseectos potenciales del programa en diversos tipos de campesinosagricultores:

La articulación de pequeñas unidades de producción con el merca-

do, ya sea a través del mercado para sus productos, insumos, traba-

 jo o capital (especialmente el crédito), omenta las transormación

continua de la organización interna del subsector y su posición enla economía nacional... Dos situaciones pueden presentarse: a) El

pequeño productor puede ser capaz de tecnicar sus procesos pro-

ductivos, lo cual implica que se convierta en empresario agrícola; y 

b) El pequeño productor no está preparado para asumir tal nivel de

competitividad, en cuyo caso será desplazado del mercado y tal vez

hasta de la producción (DNP/DRI, 1979: 47).

En otras palabras, producir o perecer. Solo los agricultores quelograran su “grado como pequeños empresarios”, como se deno-minaba comúnmente esta transormación dentro del DRI, podríansobrevivir. Esta armación, que concordaba con el objetivo globaldel DRI –incrementar la producción y el ingreso en el subsectortradicional racionalizando su inserción en la economía de mercado–también era eplícita, como veremos en la próima sección, en lateoría del desarrollo rural del Banco Mundial.

Cuando el desempeño del programa no cumplía con estos obje-tivos, se debía, como lo epresó un infuyente estudio de evaluación

Page 268: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 268/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

268

del DRI a comienzos de la segunda, “a actores estructurales comola precaria disponibilidad de tierra, la deciente calidad del suelo

 y la gran resistencia de las comunidades rurales a producir parael mercado”. “Como ya se señaló”, continuaba el documento, “elDRI no intenta orecer soluciones para este tipo de problemas”. Enconclusión, “la eectividad del DRI como estrategia de desarrollorural se demuestra solamente cuando tiene que ver con los siguien-tes actores: alta de capital para la producción, uerza de trabajo nocalicada y prácticas atrasadas de producción, ausencia de organi-zación comunitaria e inraestructura ísica insuciente, especial-

mente carreteras” (DNP/UEA, 1982: 10).La redistribución de la economía de las visibilidades, articulada

alrededor del dualismo entre tradición y modernidad, se hallabaen juego. Este dualismo ya estaba presente en el mapa original deldesarrollo, pero las posiciones que los distintos actores ocupabanentonces eran muy dierentes: antes de descubrirse el potencialproductivo del pequeño agricultor, los campesinos solo gura-

ban en el discurso del desarrollo como masa indierenciada y algomolesta, de rostro casi invisible. Eran parte de la inorme “poblaciónecedente” que tarde o temprano sería absorbida por una econo-mía urbana foreciente. Al hacerse más visible y molesto su rostro,

 y más audible su voz antes enmudecida, comenzó un reordena-miento táctico de las uerzas. Otro aspecto de la az rural comenzóa rodear la ciudad: millares de migrantes hacían nuevas eigencias

a la ciudad, al tiempo que el campo no podía producir alimentossucientes. La dinámica del discurso (sus procesos “maquínicos”)dictaminó la reorganización de las visibilidades, incorporandoel apoyo estatal, las instituciones internacionales, el conficto declases, las políticas alimentarias eistentes, y otros por el estilo, auna nueva estrategia: el Desarrollo Rural Integrado (DRI).

No resulta sorprendente que la representación de los campe-sinos maniesta en esta estrategia uera, y continúe siendo, esen-cialmente economicista. Desde mediados de los años sesenta, loseconomistas interesados en los pequeños productores no handejado de insistir en que los mismos agricultores atrasados que

Page 269: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 269/423

269

Capítulo V

habían ignorado en las décadas anteriores se conducirían comobuenos y decentes agricultores capitalistas si se les otorgaran las

condiciones necesarias para ello. Los economistas descubrieron,con placentera sorpresa y con la ayuda de los antropólogos econó-micos, que los campesinos sí se comportaban racionalmente. Dadassus restricciones, optimizaban sus opciones, minimizaban riesgos

 y utilizaban con eciencia los recursos. Ello invitaba a “invertiren recursos humanos” (Schultz, 1964). Todas estas concepcionesentraron en la elaboración de las estrategias de desarrollo rural.Como era de esperarse, el racaso de los agricultores para compor-

tarse como la teoría lo dictaba se convirtió en incapacidad de loscampesinos para responder adecuadamente a los insumos de losprogramas. De vez en cuando se encuentran en los documentos deevaluación del DRI alusiones a la “resistencia de los campesinos aproducir para el mercado”, pero sin más eplicaciones.

Esta óptica de los campesinos está íntimamente ligada a ciertasconcepciones de la alimentación, la tierra, el desarrollo y la natu-

raleza. Aunque resultaría imposible determinar aquí estos neos, vale la pena mencionar los que llegaron a conormar el núcleo deldiscurso del DRI. El desarrollo rural integrado ue concebido comouna manera de llevar la revolución verde a los pequeños agricul-tores, y ue en esta donde se originaron muchos de los esquemasde aquel. Escuchemos atentamente la orma en que los epertosde la revolución verde elaboraron sus argumentos y se ubicaron en

el lenguaje. Para Norman Borlaug, “padre” de la revolución verde,al “provocar cambios sociales y económicos rápidos… [la revolu-ción verde] generaba entusiasmo y esperanza renovada en una

 vida mejor… desplazando una actitud de desesperación y apatíaque había embargado el tejido social de estos países solo unos añosatrás”. Además,

En el despertar eiste una demanda creciente de más y mejores

escuelas, mejores viviendas, mejores ormas de almacenamiento,

mejores vías y transporte rural, más electricidad para impulsar los

motores y pozos e iluminar las casas… A medida que la actividad

Page 270: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 270/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

270

del país continúa creciendo… muchos millones de habitantes ru-

rales que antes vivían por uera de la economía general del país,

en un nivel de subsistencia, se están convirtiendo en participantesactivos de la economía. Otros millones desean ingresar. Si se les

niega la oportunidad, la nueva ola llevará a mayor inestabilidad y a

la rebelión política (Citado en Bird, 1984: 5).

Ya habíamos encontrado la metáora de la oscuridad económicaen la descripción de la economía dual de Lewis. Borlaug agrega uncampo de oscuridad social, apatía y desesperación tan omnipre-

sentes que solamente retrocederían ante la avalancha del progreso.Pero primero hay que despertar a la gente a las nuevas posibilida-des, y llevarla de la mano hacia el nuevo y ecitante camino. Millo-nes desean entrar. Sería, claro está, tarea de los padres blancosintroducir al bondadoso pero atrasado pueblo del Tercer Mundo enel templo del progreso. De otra manera un uturo violento estaría alacecho y el pueblo tal vez regresaría a su pasado marginal con esta

tendencia hacia la apatía y el desespero, sin olvidar su salvajismo.Esta representación habla “de padres, hijos y hermanos menorescon las vagas amenazas eminizadas de ser devorados y volver a lairracionalidad”1. También signica impedir cualquier cosa que estépor uera de la economía de marcado, especialmente las activida-des de subsistencia y de reciprocidad e intercambio locales, tantas

 veces cruciales para campesinos, mujeres y pueblos indígenas;

se trata, por último, de una denición del progreso que se suponeuniversalmente válida, y no demarcada por la cultura y la historia.Escuchemos la deensa de la así llamada revolución verde

hecha por otro de sus principales deensores, Lester Brown (ahoramaestro de ceremonias del World Watch Institute, sitio donde seproducen cada año los “hechos” sobre el estado del mundo):

La ‘revolución verde’ ha… hecho ya contribuciones importantes al

bienestar de millones de personas en muchos países y con ello da

1 Comentario escrito por Donna Haraway acerca del trabajo de ElizabethBird (1984).

Page 271: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 271/423

271

Capítulo V

testimonio del hecho de que la evaluación cuidadosa, la planeación

cientíca y económica sensatas y el esuerzo continuado pueden su-

perar la patología crónica de la subproducción y traer gradualmenteel adelanto económico creciente. Puede diseñarse una órmula de

éito para cualquier área que tenga disponibles las nuevas varieda-

des adaptadas de plantas y los insumos y aceleradores restantes que

deben aplicarse de manera lógica (Citado en Bird, 1984: 7).

En otras palabras, el cambio que tiene que ocurrir requiere unaacción sin precedentes guiada cuidadosamente por epertos de

Occidente. Ya que los del Tercer Mundo no tienen este conocimiento,sino que más bien se encuentran atrapados en una condición pato-lógica crónica, el cientíco, como buen médico, tiene la obligaciónmoral de intervenir para curar el cuerpo (social) enermo. Además,la órmula del éito está a disposición de cualquiera, es decir, decualquier país que esté dispuesto a aceptar el llamado del nuevosalvador y a dejarse conducir hacia la salvación que solo la ciencia

 y la tecnología modernas pueden orecer. En síntesis, como lo dicesucintamente Elizabeth Bird,

Los mensajes [en la bibliograía de la revolución verde] son, prime-

ro, que estos planicadores del desarrollo saben lo que “la gente” de

los “países en desarrollo” quiere; segundo, que lo que quiere es lo

que “nosotros” tenemos; tercero, que “ellos” no están lo suciente-

mente avanzados para ser capaces de autodirigirse sin consecuen-cias; y cuarto, que la disciplina, la prudencia y la previsión son algu-

nas de las cualidades necesarias para el éito (1984: 23).

Los estudios sobre la revolución verde están llenos de supues-tos culturales con respecto a la ciencia, el progreso y la economía, enlos cuales pueden discernirse los matices autoritarios de un padre/salvador que habla con desprendida condescendencia al hijo/nativo. También están llenos de epresiones sobre los peligros demuchos “monstruos”, particularmente del “monstruo de la pobla-ción”, el “espectro del hambre” y la “rebelión política”.

Page 272: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 272/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

272

¿Atenuó la nueva preocupación por los pequeños agricultoresel sueño de soluciones masivas que uncionarían de una vez por

todas? ¿Sacudió dicha preocupación los conceptos universalesimplícitos en el discurso de la revolución verde? Para responderestas preguntas, podemos comenzar con otro undador del discurso,padre del desarrollo rural integrado y del enoque de Necesida-des Humanas Básicas (NHB), el entonces presidente del BancoMundial, Robert McNamara.

McNamara presentó las bases de la estrategia del desarrollorural integrado en su amoso discurso de Nairobi en septiembre de

1973, pronunciado durante la reunión anual del consejo de gober-nadores del Banco Mundial. El problema, armó, es serio: másde cien millones de amilias con parcelas demasiado pequeñas y condiciones de cultivo demasiado improductivas como para contri-buir signicativamente a la producción agrícola. “La cuestión”,observó tras presentar “el problema” sin mencionar siquiera dequién era el problema o con qué patrones se medía, “es qué pueden

hacer los países en desarrollo para incrementar la productividaddel pequeño agricultor. ¿Cómo pueden duplicar las condiciones quehan llevado a un crecimiento agrícola muy rápido en unas pocasáreas eperimentales y en unos pocos países de tal manera que seestimule el crecimiento agrícola y se combata la pobreza rural agran escala?” Las pocas áreas eperimentales eran los proyectospiloto de desarrollo rural integrado de Méico, Colombia, y otros

lugares; los “pocos países” eran Japón, y en cierto grado, China.¿Cuál sería entonces la meta?

Propongo que la meta sea incrementar la producción de los peque-

ños agricultores de modo que para 1985 su producto esté creciendo

a una tasa de 5 por ciento anual. Si esta meta se logra, y los peque-

ños propietarios mantienen el ímpetu, entre 1985 y el n del siglo

pueden duplicar su producto anual. Evidentemente, es un objetivo

ambicioso… Pero si en 1970 Japón pudo producir 6.720 kilogramos

de arroz por hectárea en ncas muy pequeñas, entonces Árica con

sus 1.270 kilogramos por hectárea, Asia con 1.750 y América Latina

Page 273: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 273/423

273

Capítulo V

con 2.060 tienen un potencial enorme para elevar su productividad.

Por ello creo que la meta es actible (McNamara, 1975: 90, 91).

Aquí comenzamos a reconocer muchos de los rasgos ya anali-zados; por ejemplo, el uso del discurso sicalista y probabilístico,basado en una concepción puramente instrumental de la natura-leza y el trabajo; la jación de metas acordes con cálculos estadís-ticos que no se relacionan con las condiciones sociales reales, y ladependencia de un modelo (Japón) sin reconocer ninguna especi-cidad histórica. El principio de autoridad es evidente: “Creo que

la meta es actible”, donde la primera persona se epresa comosi representara a todos los banqueros que invierten en el desa-rrollo. Calicar este principio de autoridad ortalece aún más laautoridad:

Ni nosotros en el Banco, ni nadie más, tenemos respuestas muy 

claras acerca de cómo llevar la tecnología mejorada y otros insumos

a otros cien millones de pequeños productores… Pero sabemos losuciente para comenzar. Admitimos que habremos de asumir al-

gunos riesgos. Tendremos que improvisar y eperimentar. Y si algu-

nos de estos eperimentos allan, tendremos que aprender de ello y 

comenzar de nuevo (McNamara, 1975: 91).

Si “el Banco” no tiene respuestas claras, nadie las tiene. Por ser

“el Banco”, sin embargo, puede asumir algunos riesgos y, si “algunoseperimentos allan”, se inclinarán ante las vicisitudes de la vida(del Tercer Mundo, claro está), y con humildad comenzarán todo denuevo. Una posición bastante cómoda, sobre todo si consideramosque no son ellos quienes tienen que surir las consecuencias delracaso, ya que la gente del Tercer Mundo paga los préstamos. Estaposición le permite al Banco Mundial mantener abiertas todas lasopciones. Con seguridad que los racasos repetidos no van a sacar alBanco del negocio. Pero el discurso de McNamara ue solo el anun-cio de una estrategia que habría de ser presentada en una serie de“documentos de política sectorial” que lo siguieron. La primera

Page 274: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 274/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

274

operación discursiva consistió en eplicar la justicación de lanueva estrategia. Esto se hizo en uno de los más célebres documen-

tos de política sectorial:

Las estrategias que se llevaron a cabo anteriormente en la mayoría

de los países en desarrollo han tendido a enatizar la importan-

cia del crecimiento económico sin considerar de manera especí-

ca la manera en que habrán de redistribuirse los benecios del

crecimiento… Aunque a largo plazo el desarrollo económico de la

creciente población rural dependerá de la epansión del sector mo-

derno y de intereses distintos de los agrícolas, demasiado énasis

en el sector moderno puede desconocer el potencial de crecimiento

de las áreas rurales. No reconocerlo ha sido una de las principales

razones para la lentitud del crecimiento y el aumento de la pobreza

rural (World Bank, 1975: 16).

En este tipo de armación, invariablemente carente de sujeto,

el Banco Mundial no se consideraba parte de aquellas estrategiasanteriores algo equivocadas. Su respuesta era inequívoca: el creci-miento era la respuesta correcta, aunque también eistía poten-cial de crecimiento en las áreas rurales. Además, con esta jugada elBanco Mundial aparecía como el adalid de la justicia, dado que lanueva estrategia hablaba de redistribución. Esto evadía la cuestiónen dos ormas: no solo asumía que la propuesta de redistribución

del Banco llevaría a cabo la redistribución en la dirección correcta,es decir, hacia una mayor equidad del ingreso (que no ue y no esel caso, casi nunca), sino que también con gran astucia, escondía elpapel del Banco y de las estrategias de crecimiento en la creaciónde desigualdad en primera instancia.

Dada esta justicación, veamos ahora cómo se ormuló el nuevoenoque:

El desarrollo rural es una estrategia diseñada para mejorar la vida

social y económica de un grupo especíco de gente: los pobres del

campo. Signica etender los benecios del desarrollo a los más

Page 275: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 275/423

275

Capítulo V

pobres entre aquellos que intentan subsistir en áreas rurales. El

grupo incluye agricultores en pequeña escala, aparceros y campe-

sinos sin tierra. Una estrategia de desarrollo rural debe reconocertres puntos. Primero, el ritmo de desplazamiento de la gente desde

la agricultura de baja productividad y sus actividades coneas ha-

cia intereses más rentables ha sido lento… Segundo, la masa de

gente de áreas rurales de los países en desarrollo enrenta diversos

grados de pobreza. Su posición es susceptible de empeorar si la

población sigue creciendo desenrenadamente mientras continúan

 vigentes las limitaciones impuestas por los recursos y las tecnolo-

gías disponibles, las instituciones y las organizaciones. Tercero, las

áreas rurales tienen mano de obra, tierra, y por lo menos algo de

capital que, de movilizarse, podrían reducir la pobreza y mejorar la

calidad de vida (World Bank, 1975: 3).

“Etender los benecios del desarrollo” a las áreas rura-les desconocía el hecho de que la mayoría de la gente del sector

moderno, las clases pobres urbanas, no gozaba de los rutos deldesarrollo. Los campesinos eran vistos en términos puramenteeconómicos “tratando de subsistir en las áreas rurales”, y notratando de mantener viable toda una orma de vida. De ellos sehablaba como de un grupo cuya “tasa de transerencia” hacia “acti-

 vidades más rentables” debía acelerarse, igual que las vacas setrasladan de ranchos de baja productividad a ncas comerciales

ganaderas, para alimentarlas con concentrados. Su “trabajo” debíaser “movilizado” para sacarlos del abismo de su pobreza, como si laagricultura de subsistencia y de “baja productividad” no requirieratrabajo. Tener demasiados hijos era, claro está, una maldición quelos campesinos se imponían a sí mismos.

Imbuido de las principales creencias del pensamiento econo-micista, reduccionista y malthusiano, no sorprende que el BancoMundial deniera el desarrollo rural como una estrategia “preocu-pada por la modernización y monetización de la sociedad rural, y por su transición del aislamiento tradicional a la integración conla economía nacional… [ello] implica mayor interacción entre

Page 276: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 276/423

Page 277: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 277/423

277

Capítulo V

en nuestras percepciones. Los ordenamientos, las prioridades y lasserializaciones sobre las cuales descansan limitan al Tercer Mundo,

ragmentan y recomponen el campo y sus gentes, manipulan las visibilidades, actúan sobre las imperecciones, y las deciencias(de capital, tecnología, conocimiento y tal vez incluso del color dela piel) hacen surgir proyectos. En síntesis, garantizan un ciertouncionamiento del poder.

El desarrollo rural integrado dierencia la tradición y la moder-nidad, volviéndolas distintas mediante la creación de estratos quelas comprenden a ambas. Como régimen de enunciados y campo

de visibilidades, y en suma, como discurso, el desarrollo rural inte-grado es consolidado por el aparato del desarrollo, al tiempo que loconstituye y reproduce. Esto es así a pesar de que eiste una brechanotoria entre los enunciados que produce y las visibilidades queorganiza. ¿Acaso no se trata de enunciados acerca del mejoramientode las condiciones de la gente? ¿Y no se trata de visibilidades rela-cionadas con prácticas de disciplina y control y con la creación de

relaciones sociales determinadas? Esta separación entre enuncia-dos y visibilidades constituye un rasgo característico del discurso(Deleuze, 1988). En este nivel, la revolución verde y el desarrollorural integrado son una misma cosa, a pesar de que cada uno denecampos dierentes de enunciados y visibilidades.

Es importante recordar que todo este debate trata ante todo de laproducción de alimentos. Lo que está implícito en estrategias agríco-

las como la del desarrollo rural integrado es la epansión del tipo deagricultura responsable del surgimiento de la alimentación moderna(productos comercializados por completo y producidos industrial-mente con notable uniormidad, cuyo mejor ejemplo es tal vez el pantajado, emblema de la vida moderna) con el eecto correspondientede generalizar la transormación culturalmente aceptada de losproductos naturales, lo cual en nuestros días signica maíz, tomateso leche mejorados genéticamente, ejemplos de la naturaleza “mejo-rada” por la cultura (Goodman, Sorj y Wilkinson, 1987). El proceso,sin embargo, no ha sido eitoso: la producción de alimentos no haaumentado lo suciente, o donde lo ha hecho, no ha llegado a quienes

Page 278: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 278/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

278

lo necesitan. Por consiguiente, los niveles de pobreza y desnutriciónse han vuelto apabullantes. Esta es la economía política que acom-

paña a la economía de enunciados y visibilidades organizada por eldiscurso del desarrollo. El Banco Mundial, maestro de estrategias enel juego de ligar las economías del discurso y la producción, ha sidoel campeón y agente de este proceso. Vale la pena pasar revista a lasprácticas de esta institución.

El Banco Mundial: un modelo de desarrollo

El Banco Mundial es la mayor agencia internacional del desa-

rrollo. El signicado y estilo de la institución ueron muy bien epre-sados por una antropóloga que investigaba los lenguajes locales deldesarrollo en Nepal. Su observación se reere a un encuentro conrepresentantes del Banco Mundial en un programa de planicaciónamiliar, quienes trataron de convencerla de aportar datos sobre la

 vida local en el campo:Ingenuamente, no me había dado cuenta de que las estrategias

de salud en el desarrollo de Nepal signican, sobre todo, planica-ción amiliar. Quedé bastante impresionada, de hecho, al ver cuántodinero se gasta tratando de que esta gente no se reproduzca. Todoello parece tan incongruente con el gozo y deleite que los nepalíesencuentran en los niños. Volví por una semana para visitar a laspersonas con las que había vivido, y lo que más noté ue su placercon los hijos… Lo que sirve solo para mostrar cuán patéticamente

estrecha es la visión del Banco Mundial si de lo que se trata es deentender una idea radicalmente nueva en términos locales. Asíaprendí algo muy importante sobre el Banco Mundial en Nepal.Para trabajar en él, uno no puede poner pie en el verdadero Nepal.Literalmente. Estar en un cargo del Banco Mundial signica queuno vive en una casa con agua potable y que uno tiene un choerque lo lleva de puerta en puerta.2

Esta es la punta del iceberg de lo que Ernest Feder (1983) hallamado “desarrollo perverso”. Sin embargo, el Banco Mundial aún

2 Correo electrónico enviado por Stacy Leigh Pigg en agosto de 1992.

Page 279: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 279/423

279

Capítulo V

es el guía ocial de la política en el mundo del desarrollo. En Árica,el Banco Mundial ha sido el principal donante etranjero y la uerza

eterna más poderosa en la elaboración de la política económica.Estas políticas, arman algunos (Rau, 1991; Gran, 1986), son respon-sables en gran medida de las hambrunas del Sahel en las tres últi-mas décadas. “Merece comentario el hecho de que la mayoría de losgobernantes del Norte y el Sur continúen aprobando las mismasinstituciones, valores, enoques analíticos y programas, garantizandocon ello la continuación del hambre”, escribe Guy Gran en su estudioacerca del rol del conocimiento del desarrollo en la creación de las

hambrunas aricanas (1986: 275). El comentario que debe hacerse escómo el Banco Mundial logra tales niveles de aceptación.

La importancia del Banco Mundial en el Tercer Mundo provieneen parte del propio volumen de préstamos, pero también se eplicabastante a través de una serie de prácticas, analizadas críticamentepor Cheryl Payer (1982, 1991). La conanciación con otras agenciaspatrocinadoras es una de ellas. Se basa en que el Banco Mundial

convence a otras agencias nanciadoras de participar en proyec-tos que ya han sido evaluados por este. El Banco Mundial tambiénrealiza acuerdos de asistencia recíproca con agencias de Nacio-nes Unidas, especialmente con la FAO, cuyo personal proesionalha ayudado al Banco Mundial a preparar proyectos agrícolas y dedesarrollo rural. El Banco Mundial también coordina los llamadosclubs de donantes, que determinan la nanciación eterna para un

grupo selecto de países del Tercer Mundo. Colombia es uno de ellos.Desde 1963, el grupo consultivo de Colombia se reúne periódica-mente en París (obviamente Bogotá no es una ciudad adecuada paralos nancistas internacionales, incluidos entre ellos a las contra-partes colombianas), y el Banco Mundial ha coordinado al grupode donantes, en el que se incluyen bancos privados y agenciasociales de desarrollo de Estados Unidos, el Reino Unido, Alema-nia, Japón, Holanda, Francia, Italia, Canadá y otros países europeos.En la reunión de 1979 en París, por ejemplo, los economistas delgobierno colombiano negociaron préstamos por cerca de 1.500millones de dólares para el período 1979-1983, principalmente de

Page 280: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 280/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

280

bancos privados (incluyendo 600 millones de dólares del ChemicalBank de Nueva York). Uno de tales préstamos ue concedido al DRI

(Banco de la República, 1979).La mayoría de los préstamos otorgados por el Banco Mundialcorresponde a proyectos sujetos a licitaciones internaciona-les. Sobra decir que casi siempre los contratos se adjudican acompañías multinacionales que obtienen los benecios de estemercado multimillonario de dólares (un acumulado de 80 milmillones de dólares a nales de 1980, de los cuales cerca de 80por ciento había sido asignado mediante “licitaciones internacio-

nales competitivas”, concedidas principalmente a multinaciona-les y epertos del Primer Mundo). Es así como el Banco Mundialmantiene su hegemonía intelectual y nanciera en el desarrollo:canalizando la mayor cantidad de ondos; abriendo nuevas regio-nes para la inversión con proyectos de transporte, electricación

 y telecomunicaciones; contribuyendo a la epansión de las multi-nacionales a través de contratos; proundizando la dependencia

de los mercados internacionales a través de la insistencia en laproducción para eportaciones; negando préstamos a “gobiernospoco amigables” (como el Chile de Allende); oponiéndose a medi-das proteccionistas para las industrias locales; omentando lapérdida de control de los recursos de los pueblos locales al insistiren megaproyectos que benecian a las elites nacionales y a lascompañías multinacionales; respondiendo de cerca a los intere-

ses del capitalismo internacional en general y a la política eteriornorteamericana en particular (Estados Unidos controla cerca de21 por ciento del poder de votación, y los cinco primeros –Esta-dos Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Japón– controlancerca de 45 por ciento); y colaborando para mantener en el poderregímenes corruptos y antidemocráticos en todo el Tercer Mundo(Brasil, Méico, Indonesia, Corea del Sur, Turquía, Colombia y Fili-pinas han sido, en ese orden, los principales receptores de présta-mos hasta 1981) (Payer, 1982).

El Banco Mundial, de otro lado, ejerce prácticas burocráti-cas que protegen a la institución contra toda responsabilidad. Sus

Page 281: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 281/423

281

Capítulo V

ocinas regionales por lo general mantienen estrecho contacto conel sector ocial central y su programación obedece a lo que Robert

Chambers llama con acierto “el turismo del desarrollo urbano y rural” (que se reere no tanto a que sus representantes viajan enprimera clase y se hospedan en los mejores hoteles, cosa que inva-riablemente hacen, sino más bien a su estilo de trabajo): su apren-dizaje de los problemas de un país se realiza a través de la lentede la economía neoclásica, la única compatible con su modelopredeterminado (cerca de 70 por ciento del personal proesionaldel Banco Mundial está compuesto de economistas, mientras que

la mayoría del restante 30 por ciento se compone de ingenieros).El Banco Mundial nunca analiza de manera signicativa las causassubyacentes de los problemas que intenta solucionar, por ejemplo,el voluminoso inorme de diagnóstico para el préstamo PAN dedi-caba un párrao a analizar las “causas de la desnutrición”, y otro a“las consecuencias de la desnutrición”, mientras que la mayoría delinorme está dedicado a discusiones de tipo técnico y económico,

incluyendo análisis de costo-benecio (World Bank, 1977). No essorprendente entonces que A. W. Clausen, quien llegara al Bancodesde la presidencia del Bank o America para suceder a RobertMcNamara, se sintiera autorizado a decir que “la raíz de la crisisaricana es la baja tasa de retorno en la inversión de capital” (citadoen Gran, 1986: 279), a pesar de la eistencia de conocidos estu-dios que demuestran que las hambrunas aricanas son resultado

de procesos históricos y socioeconómicos complejos (Watts, 1983).Como concluye Gran,

El Banco Mundial genera conocimiento y lo transorma en políticas

 y prácticas por medio de un proceso notablemente cerrado, aislado

 y elitista. Son los economistas neoclásicos de Washington y no los

campesinos aricanos quienes denen tanto el problema como la

solución para el desarrollo rural aricano… La situación actual es

un diálogo de elites… La ausencia de participación campesina es

importante (1986: 277, 278).

Page 282: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 282/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

282

Como pionero de la industria del desarrollo, el Banco Mundialinfuye decisivamente en el destino de los casi 60 mil millones de

dólares de ayuda ocial que se destinan anualmente al Sur. Como ya se dijo, casi 80 por ciento de dicha ayuda se gasta dentro delos países donantes en contratos y salarios de los directivos y losconsultores, representando un subsidio nada despreciable a laseconomías domésticas del Primer Mundo, pagado principalmentepor su clase trabajadora. De hecho, miles de puestos de trabajo enlos países del Primer Mundo dependen de la ayuda para el desa-rrollo. Dicha ayuda también contribuye a diundir los intereses

comerciales de las corporaciones del Primer Mundo. Treinta de loscincuenta principales clientes de las corporaciones norteamerica-nas productoras de bienes agrícolas (Cargill, Monsanto, GeneralFoods, etcétera) son países en desarrollo, y de ellos la mayoría sono ueron beneciarios principales del programa de ayuda alimen-taria (Food or Peace o P.L. 480) (Hancock, 1989). Esto no es coinci-dencia. Por el contrario, pone de maniesto el rol de la ayuda para

el desarrollo en la creación de oportunidades comerciales paralos intereses de la elite del Primer Mundo. Por último, el hecho deque las instancias superiores de las organizaciones del desarrollo—en particular del Banco Mundial y el Fondo Monetario Inter-nacional— devenguen salarios ecesivamente altos, incluso paralos patrones salariales del Primer Mundo, y reciban jugosos bene-cios etra salariales no parece despertar inquietudes morales

en las mentes de estos “barones de la pobreza” y “aristócratas dela caridad” metidos en el negocio de la ayuda eterna (Hancock,1989). En su estudio sobre la ayuda para el desarrollo, Hancockdenuncia esta situación como una indecencia de grandes propor-ciones que los trabajadores del Primer y el Tercer Mundo llevansobre sus hombros.

Por último, el impacto de la nanciación del Banco Mundialsobre un país puede ser inmenso, aun en aquellos casos donde lainfuencia no toma la orma de intromisión abierta en asuntos depolítica interna y en el enoque general del desarrollo, como ocurreen el caso colombiano. Con la ecepción de un año (1957), el Banco

Page 283: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 283/423

283

Capítulo V

Mundial ha otorgado préstamos a Colombia cada año a partir de1949. Dichos préstamos se han negociado en su mayor parte

durante la reunión anual en París, partiendo de una lista de proyec-tos preparada conjuntamente por el Banco Mundial y el Departa-mento Nacional de Planeación. En términos de dólares per cápita,Colombia ocupa el primer lugar entre los beneciarios de présta-mos del Banco Mundial. La infuencia de tal volumen de préstamosse ha hecho sentir sobre todo en áreas como el ciclo de ormaciónde capital (actuando como desestímulo a la nanciación domés-tica de la inversión pública), el desarrollo de políticas sectoriales

(contribuyendo a la desarticulación sectorial a causa de su concen-tración en proyectos industriales, carreteras y electricidad), y eldesarrollo institucional (ortaleciendo las entidades más tecnocrá-ticas y modernizantes). Pese a que la generación de electricidad hasido una prioridad importante, el Banco Mundial ha sido renuentea apoyar proyectos de agua y acueducto (Londoño y Perry, 1985), locual revela no solo el sesgo capitalista y modernizador de la institu-

ción, sino también su alta de interés por el bienestar de los pobresdel Tercer Mundo.

Aun cuando los planicadores nacionales admiten erroresinternos en la ormulación de políticas, la eperiencia colom-biana muestra inequívocamente la infuencia de las institucionesdel desarrollo. Entre 1968 y 1985 el crédito eterno nanció entre25 y 38 por ciento de la inversión pública total. Esta nanciación

es más crítica en realidad, ya que el gobierno otorga gran impor-tancia a los proyectos nanciados con ondos eternos. De hecho,como concluyen Londoño y Perry en su estudio de la presencia delBanco Mundial en Colombia: “No han eistido proyectos importan-tes de inversión pública que no hayan recibido alguna nanciacióneterna” (1985: 213). Esta presencia ue más decisiva después de1985, cuando el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacionalorzaron al gobierno a implementar un programa convencional deestabilización que contradecía las recomendaciones de los plani-cadores nacionales y que solo empeoró el problema de la balanzade pagos (Londoño y Perry, 1985). Como lo arma Payer (1991) en

Page 284: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 284/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

284

su estudio de la deuda latinoamericana, estas instituciones actúanmás como pirómanos que como bomberos, en la medida en que sus

maniobras contribuyen a crear o empeorar el problema de la deuda.Después de leer el elaborado argumento de Payer, resulta diícilno tomar en serio su armación de que “el Fondo (Monetario) y elBanco (Mundial) deben considerarse entre los mayores responsa-bles de la crisis de la deuda” (pág. 82).

El impacto del Banco Mundial, hay que subrayar, sobrepasa losaspectos económicos. Esta institución debe considerarse como unagente del imperialismo cultural y económico al servicio de la elite

global. El Banco Mundial, tal vez como ninguna otra institución,encarna el aparato del desarrollo. Ejerce el desarrollo con graneciencia, estableciendo multiplicidades en todos los rincones delTercer Mundo, y desde ellos el discurso se etiende y renueva.

Descolonización de la representación: la política de afrmación

cultural

Los estudios de la lucha campesina en el conteto de estrate-gias como el desarrollo rural se han centrado generalmente en lapolítica de tenencia de la tierra y en las rebeliones abiertas paratomar o recobrar tierras. A pesar de la importancia decisiva deeste aspecto, debe tenerse en cuenta que la resistencia campesinarefeja algo más que la lucha por la tierra y las condiciones de vida;se trata, sobre todo, de una lucha por los símbolos y los signi-

cados, de una lucha cultural. La vívida descripción de Scott de lalucha contra las recolectoras mecánicas introducidas en la Mala-sia rural por la revolución verde, por ejemplo, ilustra bien la luchapor la historia y los modos de vida motivada por las nuevas tecno-logías (1985: 154-164). Sin embargo, los estudios sobre la resis-tencia tocan apenas tangencialmente las culturas en las cuales seoriginan las resistencias. Por lo general las ormas de resistencia

 y el concepto mismo se teorizan en relación con las culturas occi-dentales. Para el investigador es más diícil aprender a habitar enla estructura interpretativa interna de la cultura que opone resis-tencia, lo cual sería un prerrequisito para una representación que

Page 285: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 285/423

285

Capítulo V

no dependiera tanto de las prácticas occidentales de conocimiento(Strathern, 1988).

En su estudio sobre la transormación campesina en el sudoestede Colombia durante los años setenta, Michael Taussig concluyóque el eecto de la introducción de la revolución verde y el desarro-llo rural integrado tenía que eaminarse en términos de dos pers-pectivas culturales en pugna: una basada en el valor de uso –unaeconomía campesina dirigida hacia la satisacción de necesidadescualitativamente denidas–, y otra, basada en el valor de cambio,encaminada a la acumulación y la ganancia e inscrita dentro de una

racionalidad cuantitativa. Al ser conrontadas con la nueva manerade ordenar la vida económica, introducida por el DRI y otros progra-mas similares, las comunidades campesinas negras de esta partedel país dieron una serie de respuestas (tales como creencias enel diablo) por medio de las cuales intentaban contraponerse a laimposición de la producción de mercancías en desacuerdo con susmétodos tradicionales (Taussig, 1980).

De igual modo, Gudeman y Rivera (1990, 1993) demuestran lacoeistencia de dos economías dierentes en el campo latinoameri-cano: una basada en la subsistencia, otra en la adquisición. Como yase mencionó, tanto las economías campesinas como las de mercadoincluyen aspectos de ambos tipos, y a pesar de que la de subsis-tencia aún predomina en el mundo campesino, esta no se rige porlas leyes de racionalidad del sistema de mercado. Los campesi-

nos, por ejemplo, solo llevan cuentas de las actividades que estánmonetizadas por completo. Siempre innovan y ajustan sus prác-ticas mediante ensayo y error, de manera más relacionada con elarte que con la racionalidad a pesar de que la transormación de laeconomía campesina en economía de mercado tiene lugar constan-temente, obligada por la economía de adquisición. Aunque para loscampesinos la ganancia se convierte poco a poco en una categoríacultural, el ahorro y la rugalidad continúan siendo valores unda-mentales. La economía doméstica no es impulsada por la adquisi-ción sino por las actividades materiales cuyo principio undamen-tal es “cuidar la base”, dentro de la cual están incluidos no solo los

Page 286: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 286/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

286

recursos naturales y los objetos materiales, sino también las ormasde actuar, la gente, los hábitos y el hábitat conocidos culturalmente.

En la preservación de la economía de subsistencia, igual que enla orientación del “valor de uso” de Taussig, puede verse una ormade resistencia que se origina en el hecho evidente de la dierenciacultural. Las culturas campesinas latinoamericanas todavía mues-tran un signicativo contraste evidente con las culturas dominan-tes de origen europeo, en términos de esquemas culturales y prác-ticas relativas a la tierra, el alimento y la economía. Este contrastees aún mayor en el caso de las culturas indígenas, aunque también

se encuentra en diversos grados entre las subculturas mestizas y negras. Las dierencias culturales sirven como base para teorías

 y políticas de diversos tipos, en particular para las políticas deautoarmación. Por ejemplo, algunos arman que en los Andesperuanos podrían seguir vivas algunas de las prácticas anterio-res a la conquista. Este grupo de intelectuales/activistas (Proyectoandino de tecnologías campesinas, Pratec) no intenta eplicar la

naturaleza de la sociedad andina en términos de esquemas abstrac-tos, sino más bien mostrar enomenológicamente –mediante untipo de hermenéutica basado en un poner en escena del discursocampesino– algunas de las cualidades de la cultura andina y su vali-dez para la mayoría de la gente de los Andes peruanos de hoy. Suintención es contribuir a la armación y la autonomía de la culturaandina.

Dentro de la cosmovisión andina, en la eplicación del Pratec,3

 el mundo campesino se concibe como un ser viviente, en dondeno hay separación entre la gente y la naturaleza, entre el indivi-duo y la comunidad, entre la sociedad y los dioses. El mundo vivose recrea continuamente mediante “el cuidado” recíproco de todoslos seres vivientes, el cual depende de un diálogo íntimo y perma-nente entre todos los seres vivos (que incluye, otra vez, a la gente,la naturaleza y los dioses), una especie de armación de la esencia

 y la voluntad de los involucrados. El diálogo se mantiene mediante

3 Esta presentación se basa en Grillo (1990, 1992); Grillo, ed. (1991); Valla-dolid (1989); Chambi y Quiso (1992); de la Torre, A. (1986).

Page 287: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 287/423

287

Capítulo V

interacciones continuas sociales e históricas. Cada parcela, porejemplo, eige dierentes rutinas de cultivo, distintas prácticas para

su cuidado. Ninguna receta o “paquete” estandarizado, del tipo deldesarrollo rural integrado o la agricultura homogeneizada de Esta-dos Unidos, puede incluir semejante diversidad. La prescripción denormas para el cultivo “correcto” es ajena a la agricultura andina.Las prácticas y eventos nunca se repiten con base en un esquemapreestablecido; por el contrario, el conocimiento mismo se recreatodo el tiempo, como parte del compromiso para ortalecer y enri-quecer la realidad, y no para transormarla. El lenguaje mismo está

 vivo, su signicado siempre viene dictado por el conteto, y nuncaes permanente o estable. La conversación implica volver a actuarlos eventos de los que se habla; las palabras se reeren a lo que seha vivido y no a sucesos lejanos.

Los activistas del Pratec reconocen que el conocimiento y lasprácticas andinas han sido erosionadas, pero arman enática-mente la validez de muchas prácticas antiguas de las comunida-

des rurales. Creen que los campesinos han aprendido a usar losinstrumentos de la modernidad sin perder gran parte de su visióndel mundo. Su proyecto contempla un proceso de armación y reestructuración de la sociedad peruana acorde con los crite-rios de antiimperialismo, vuelta al campesinado, y una especie dereetnización heterogénea panandina. Se trata de una estrategiade descolonización, agrocéntrica y dirigida hacia la autosucien-

cia alimentaria. En la costa pacíca colombiana, las comunidadesnegras que se han movilizado están luchando por articular y poneren marcha un movimiento de armación cultural que incluye entresus principios la búsqueda de identidad étnica, de autonomía, y elderecho a decidir sobre sus propias perspectivas del desarrollo y de la práctica social en general. En el Tercer Mundo todos los díassurgen esuerzos parecidos a menudo en sentidos contradictorios,mediante acciones de alcance y visibilidad limitadas.

El proceso de juzgar eperiencias como las anteriores desdelas perspectivas occidentales no resulta ácil. Deben evitarse dosetremos: el de adherir a ellas como alternativas sin analizarlas, y el

Page 288: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 288/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

288

de despreciarlas como eposiciones románticas de activistas o inte-lectuales que ven en la realidad solo aquello que desean ver, negán-

dose a reconocer las crudas realidades del mundo, como la hege-monía capitalista y otras por el estilo. Los académicos de Occidente y de otras regiones son muy propensos a caer en la segunda trampa y los activistas progresistas, son proclives a caer en la primera. Másque verlas como representaciones verdaderas o alsas de la reali-dad, deberían considerarse como ejemplos del discurso y el contra-discurso. Refejan luchas centradas en la política de la dierenciaque, muy a menudo, incluyen una crítica eplícita del desarrollo.

Como observó Ana María Alonso (1992) en el conteto deotra lucha campesina en otro momento histórico, debemos tenercuidado de no naturalizar los mundos “tradicionales”, es decir,debemos evitar valorar como inocente y “natural” un orden que hasido producido por la historia (como el mundo andino en el caso delPratec, o como muchas de las alternativas de la base proclamadaspor activistas de varios países). Dichas categorías también pueden

interpretarse en términos de eectos especícos del poder y el signi-cado. Además, lo “local” nunca es inconeo ni aislado o puro, comoa veces se piensa. También debe evitarse la tentación de “consumir”eperiencias alternativas de base en el mercado de lo “alternativo”dentro del mundo académico occidental. Como advierte Rey Chow (1992), hay que resistirse a participar en la miticación de las epe-riencias del Tercer Mundo, que ocurre con recuencia bajo rúbricas

como las de “multiculturalismo” y “diversidad cultural”. Esta miti-cación esconde otros mecanismos:

La aparente receptividad de nuestros currículos al Tercer Mundo,

la cual aprovecha a especímenes humanos no occidentales como

instrumentos de articulación, es algo que tenemos que practicar y 

deconstruir al mismo tiempo… [debemos] ejercer resistencia ante

la ilusión liberal de la autonomía e independencia que podemos

“darle” al otro. Ello demuestra que el conocimiento social (y la res-

ponsabilidad que este implica) no es asunto simplemente de empa-

tía o de identicación con “el otro” cuyas tristezas y rustraciones se

Page 289: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 289/423

289

Capítulo V

 vuelven parte del espectáculo… Esto signica quenuestros intentos

por “eplorar el ‘otro’ punto de vista” y de “darle oportunidad de ha-

blar por sí mismo”, como preconizan con pasión algunos discursosactuales, debe distinguirse siempre de las luchas del otro, no impor-

ta con qué entusiasmo asumamos la no eistencia de tal distinción

(págs. 111, 112).

Al nal del capítulo 4 concluíamos que la lucha por la repre-sentación y por la armación cultural debe llevarse a cabo al ladode la lucha contra la eplotación y la dominación, es decir, por las

condiciones de las economías políticas locales, regionales, naciona-les y mundiales. De hecho, los dos proyectos constituyen uno solo.Los regímenes capitalistas debilitan la reproducción de las ormasde identidad socialmente estimadas. Al destruir las prácticas cultu-rales eistentes, los proyectos de desarrollo destruyen elementosque son necesarios para la armación cultural. En el discurso delBanco Mundial, los campesinos deben ser regularizados a través de

nuevas tecnologías de poder que los transorman “en sujetos dóci-les de la épica del progreso” (Alonso, 1992: 412). Sin embargo, enmuchos lugares del Tercer Mundo la vida rural es muy distinta delo que el Banco Mundial desearía hacernos creer. Quizá los diversosmodelos locales que los investigadores y activistas han comenzadoa describir en los últimos años puedan servir de base para otrosregímenes de comprensión y de práctica.

El género de la mirada: el descubrimiento de la mujer

en el desarrollo

Las mujeres: las agriculturas invisibles

La caracterización de la población rural de Colombia hechapor la misión del Banco Mundial en 1949 comienza de la siguientemanera:

Si se ecluyen amas de casa, el servicio doméstico, y otras catego-

rías indenidas de los 3.300.000 pobladores rurales clasicados en

Page 290: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 290/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

290

el censo de 1938, había en tal año 1.767.000 personas económica-

mente activas en las 700 mil ncas en poblaciones con menos de

1.500 habitantes (International Bank, 1950: 64)

Los discursos modernos se niegan a reconocer el papel produc-tivo de la mujer. Este es un problema general al cual las estudio-sas eministas han prestado atención especial por un buen númerode años. Una preocupación más reciente es el papel desempeñadopor la mujer en el desarrollo y el eecto de las políticas de desarro-llo sobre ella. A partir del estudio de Ester Boserup, Women’s Role

in Economic Development  (1970), muchos trabajos han mostradoque el desarrollo no solo ha hecho invisible la contribución de lamujer a la economía, sino que ha tenido un eecto perjudicial sobresu posición y estatus social.4 Como resultado de los programas dedesarrollo, las condiciones de vida de la mujer se han agravado y su carga de trabajo ha aumentado. En muchos casos, el estatus deltrabajo de la mujer ha empeorado como resultado de su eclusión

de programas agrícolas. La razón de esta eclusión se relaciona conel prejuicio patriarcal tanto del modelo escogido, la agricultura deEstados Unidos, como del desarrollo en sí:

Los planicadores del desarrollo tienden a asumir que los hombres

son los trabajadores más productivos. Al evaluar la contribución de

las mujeres a la actividad productiva ha habido un racaso mundial.

Al eaminar el desarrollo agrícola desde una perspectiva occiden-tal, los planicadores denen el sistema agrícola de Estados Unidos

como el ideal. La contribución de la mujer a la producción agrícola

de Estados Unidos ha permanecido invisible… Los programas para

4 Algunos de los líderes en esta bibliograía son: Benería y Sen (1981);Benería, ed. (1982); León, ed. (1982); León y Deere, eds. (1986); Sen y Grown (1987); Gallin, Arono y Ferguson, eds. (1989); Gallin y Fergu-son, eds. (1990); Rao, A., ed (1991). En los volúmenes editados por

Gallin, Arono y Ferguson (1989), y Gallin y Ferguson (1990) se encuen-tran revisiones útiles de la vasta bibliograía sobre este campo. Paratrabajos anes, véanse Bourque y Warren (1981); Nash y Saa, eds.(1986); Mies (1986); Benería y Roldán (1987); Jelin, ed. (1990); Benería y Feldman, eds. (1992).

Page 291: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 291/423

291

Capítulo V

la mujer han tenido que ver con salud, planicación amiliar, nu-

trición, cuidado inantil y economía doméstica… Para la mujer, las

consecuencias del desarrollo incluyen mayores cargas de trabajo, lapérdida del empleo eistente, cambios en la estructura de remune-

ración de su trabajo, la pérdida del control de la tierra (Sachs, 1985:

127)

 En resumen, la mujer ha sido “la agricultora invisible”, o, para

ser más precisos, la visibilidad de la mujer ha sido organizadamediante técnicas que consideran solamente su rol como repro-

ductora. Como lo epresa Sachs de manera acertada, el desarro-llo ha practicado “la agricultura para el hombre y la economía delhogar para la mujer”. Hasta nales de los años setenta, la mujeraparecía en el aparato del desarrollo solo como madre encargada dealimentar al niño, embarazada o lactante, o dedicada a buscar aguapara cocinar y limpiar, o tratando las enermedades de los hijos o,en el mejor de los casos, cultivando algunos alimentos en la huerta

casera para complementar la dieta amiliar. Tal era la naturaleza dela vida de la mujer en la mayoría de la literatura del desarrollo. Soloel hombre se consideraba ocupado en actividades productivas, y por consiguiente los programas orientados a mejorar la producciónagrícola y la productividad estaban dirigidos a él. Si había capacita-ción para la mujer, era en áreas consideradas naturales a ella, comola modistería o la artesanía.

A pesar de algunos cambios que vamos a analizar en brevesemejante asignación de visibilidades estaba y sigue estando implí-cita en prácticas concretas. La mayoría de los epertos y etensio-nistas agrícolas son hombres, capacitados por hombres y prepara-dos para servir e interactuar sobre todo con agricultores de seo masculino. Los agricultores hombres son los beneciarios de cual-quier adelanto social y tecnológico que se presenta en la agricul-tura, son los receptores de las innovaciones, a ellos se les adjudicanlas mejores tierras, dedicadas a la producción de cultivos con altoscomponentes de mercado, y ellos participan con mayor intensidaden las economías comerciales locales y regionales. Inevitablemente,

Page 292: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 292/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

292

el estatus del trabajo de la mujer declina al tiempo que se ve rele-gada a actividades de subsistencia. Cuando hay adelantos técnicos

en actividades productivas dominadas por mujeres, estas se trans-eren a los hombres; por ejemplo, cuando un cultivo realizado pormujeres se mecaniza, el control de los tractores o de las herramien-tas no es para ellas sino para los hombres. Si las nuevas tecnologíasdesplazan mano de obra, por lo general, son las mujeres quienesson desplazadas primero. Donde eiste una innovación tecnológicaque puede aliviar la carga del trabajo emenino, como en la trillade cereales en vez de la molienda manual, lo que tiende a ocurrir

es que las mujeres se quedan sin trabajo o se proletarizan en lascondiciones más precarias. El trabajo de la mujer no se consideraespecializado, o si lo es, esto ocurre en el proceso de ser descali-cado. Si eiste desnutrición en un hogar, se considera en primerlugar responsabilidad de la madre. Y cuando en la amilia se distri-buye el alimento es normalmente el hombre de la casa (si eiste)quien recibe el primer plato. Todos estos eectos han tenido conse-

cuencias negativas para el bienestar de la mujer y de los niños(Latham, 1988).

La capacitación internacional respaldada por la FAO y la USAID seguía la misma división del trabajo intelectual: la agriculturapara los hombres, la economía del hogar para las mujeres. Comoobservan algunas escritoras eministas, el desarrollo logró moder-nizar el patriarcado, con graves consecuencias para las mujeres del

Tercer Mundo (Mitter, 1986; SID, 1986). El patriarcado modernizadoesconde también el hecho de que el trabajo no remunerado o malpagado de las mujeres ha proporcionado gran parte de la base dela “modernización” (Simmons, 1992). La invisibilidad de la mujerpara los programas de desarrollo rural resulta aún más paradó-

 jica si tenemos en cuenta que, según cálculos de la FAO, cerca de50 por ciento de los alimentos de consumo directo del mundo sonproducidos por mujeres, y que cada vez más mujeres son cabe-zas de hogares rurales: por ejemplo, 23 por ciento de los hogaresurbanos y 16 por ciento de los hogares rurales de Colombia estána cargo de mujeres (León, Prieto y Salazar, 1987: 137). Podemos

Page 293: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 293/423

293

Capítulo V

suponer que ello ue resultado de una especie de ceguera que elaparato del desarrollo podía corregir ácilmente, pero tal vez sería

más preciso armar que para organizar una particular economía delas visibilidades el desarrollo encuentra respaldo en las estructuraspatriarcales eistentes (tanto en los países desarrollados como enlos países en desarrollo).

En algunos casos, la resistencia de las agricultoras ante las inter- venciones del desarrollo proporciona indicios del poder patriarcal vigente. Por ejemplo, Taussig (1978) encontró que las agricultoras dela región del valle del río Cauca, en Colombia, se resistían a adoptar

la estrategia del desarrollo rural propulsada por el gobierno desdecomienzos de la década de los setenta. Esta estrategia se basaba enel monocultivo y en la producción para el mercado. Las agriculto-ras preerían continuar con sus prácticas locales, que incluían unpatrón más sistémico de cultivo, basado en la combinación de culti-

 vos y la siembra de cultivos comerciales y de sustento, combinaciónque garantizaba ingresos constantes, aunque pequeños, así como

trabajo durante todo el año. Los uncionarios del gobierno insistíanen la tala de los árboles rutales, a lo cual se opusieron rmementelas campesinas. Sin embargo, la mayor parte de los agricultoreshombres, adoptaron el nuevo enoque, seducidos por la perspec-tiva de producir para el mercado y tener acceso a dinero contante y sonante.

Como en muchos otros lugares del Tercer Mundo, esta estrate-

gia llevó a una concentración mayor de la propiedad de la tierra y ala proletarización de un segmento mayor de la población local. Lascampesinas no adoptaron la nueva propuesta en parte porque noueron tenidas en cuenta por los uncionarios, y en parte porqueprevieron el peligro de producir solo para el mercado. Tal vezhabrían aceptado el crédito y la asistencia técnica si estos se hubie-ran suministrado con otros criterios más acordes con sus intere-ses y ormas de cultivo, y en igualdad de condiciones con las delos agricultores. Como este no era el caso, el resultado ue, como lomostrara la investigación hecha por Rubbo (1975) en la región, eldeterioro en la posición de la mujer a lo largo de las décadas del

Page 294: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 294/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

294

setenta y el ochenta, tanto en el sentido económico como en rela-ción con los hombres. La proletarización continua y el sesgo mascu-

lino de la política ocial restablecieron los roles seuales para aci-litar la disciplina de la uerza de trabajo emenina, requerida parala epansión del capitalismo en la región. En el proceso se alteraronno solo las relaciones laborales y las de clase, sino también las degénero, de manera desventajosa para las mujeres.

En algunos países, el desarrollo ha hecho invisible la contribu-ción de la mujer a la producción agrícola, antes visible localmente.El trabajo de Staudt sobre la política agraria de Kenia ha mostrado

que incluso la política agraria anterior a la independencia prestabaatención al rol decisivo de la mujer en la producción. Esto comenzóa cambiar durante los años cincuenta, cuando la escrituración detierras y la capacitación comenzaron a avorecer a los hombres, y tomó un giro denitivo en contra de la mujer, en 1963, luego de laindependencia, cuando el país se embarcó por completo en la vía deldesarrollo. Si bien la introducción de semillas mejoradas, por ejem-

plo, incrementó la demanda de trabajo emenino, la política agraria ya había borrado a la mujer de su campo de visibilidad. Las agen-cias internacionales tampoco ayudaron, ya que como es tradicionalen ellos dividían a hombres y mujeres en la agricultura y la econo-mía del hogar. En el Ministerio de Agricultura y con ayuda de la USAID, se creó la división de economía del hogar y la misma agenciacapacitó a sus directoras en Estados Unidos (Staudt, 1984). Pero no

debemos pensar que bajo el yugo colonial la situación era muy die-rente. A pesar de que en algunos países las políticas del desarrollohan sido más perjudiciales para la mujer que las políticas colonia-les, el proceso de destrucción de las prácticas de producción agrícolacentradas en la mujer comenzó con el colonialismo. Esto es especial-mente cierto en los estados de colonización blanca como Rodesia,donde los colonialistas patriarcales blancos se aliaron con pequeñosgrupos de hombres aricanos para controlar y “modernizar” no solo ala mujer sino a la mayoría de los hombres aricanos (Page, 1991).

Las situaciones descritas por Staudt y Page se encuentran enSenegambia, donde los sistemas de producción de arroz centrados

Page 295: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 295/423

295

Capítulo V

en las mujeres ueron perturbados primero con la introducción delmaní por los poderes coloniales del siglo xIx. Esta epansión de

la producción mercantil tuvo importantes consecuencias para ladivisión de género, de la producción agrícola, hasta entonces másigualitaria, cambiando el trabajo de tareas especícas por género acultivos por género especícos. Dos de estas consecuencias ueronla disminución de la autosuciencia alimentaria, a medida quela producción de maní sustituía a la de arroz, y el aumento en lademanda de trabajo emenino para la producción de arroz, perobajo condiciones más diíciles para las mujeres. Como en Kenia, las

autoridades coloniales también prestaban más atención a las agri-cultoras, en un intento por convertir a Gambia en un “granero dearroz” capaz de eportar grandes cantidades del grano. A partir dela década de los cuarenta, sin embargo, grupos cada vez mayores dehombres ueron desplazados hacia el cultivo de arroz, medida a laque resistieron las mujeres. Luego de la Segunda Guerra Mundial,cuando los británicos omentaron el cultivo mecanizado del arroz,

las mujeres quedaron relegadas al trabajo asalariado en activi-dades agrícolas no mecanizadas, medida a la que se opusieron denuevo. En resumen, el intento de los poderes coloniales y del Estadoposindependentista por crear un campesinado arrocero implicabala reestructuración de las relaciones de género conyugales y ami-liares. Sin embargo, el trabajo de las mujeres y su conocimiento dela producción agroecológica aún son muy importantes, y las luchas

de género continúan determinando la trayectoria del cambio agra-rio (Carney y Watts, 1991). Como lo muestra este breve análisis delas eperiencias aricanas, sería más eacto decir que tanto el colo-nialismo como el desarrollo han utilizado prácticas patriarcales ensu construcción de los agricultores campesinos del Tercer Mundo,aunque los mecanismos concretos de captura han cambiado con eltiempo.

Un último aspecto del eecto de las estrategias del desarro-llo económico en relación con las mujeres se reere a la relaciónentre géneros y la cambiante división internacional del trabajo.Este campo ha signicado una preocupación constante para las

Page 296: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 296/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

296

economistas políticas eministas desde nales de los setenta,cuando los académicos comenzaron a teorizar el surgimiento de

una división internacional del trabajo basada en la transición dela producción manuacturera hacia las zonas de libre comercio y plataormas eportadoras en el Tercer Mundo. Los costos crecien-tes de la mano de obra en el Norte, los costos adicionales como elcontrol de la contaminación y las tarias energéticas mayores, laintensicación de la competencia global, y la transición hacia laderecha en los Estados del Centro llevaron a una nueva estrategiade acumulación basada en la reproletarización y la desindustria-

lización del desarrollo en el Norte y el desplazamiento de ciertasactividades al Sur (perieria y semiperieria). Este desplazamientoue posible gracias a los adelantos en el transporte y las comunica-ciones, a la ragmentación del proceso laboral (que permitió a lascorporaciones transerir las partes de un proceso de producciónintensivas en mano de obra al Tercer Mundo pero conservando lastareas intensivas en conocimiento en el Centro), y por un conjunto

de concesiones otorgadas por los Estados Unidos del TercerMundo a las compañías multinacionales, tales como eliminaciónde impuestos, eenciones para el control de contaminación y, másimportante, una oerta constante de trabajadores dóciles y baratos(Fröbel, Kreye y Heinrichs, 1980; Borrego, 1981; Mies, 1986).

El hecho de que las mujeres jóvenes terminaran siendo la“mano de obra dócil y barata” óptima y preerida no ue coinciden-

cia ni resultado de un cambio súbito de parte de los planicadoreshombres y las elites del Tercer Mundo (Benería y Sen, 1981; Bene-ría, ed., 1982; Fuentes y Ehrenreich, 1983; Fernández Kelly, 1983;Ong, 1987; Benería y Roldán, 1987; Benería y Feldman, eds., 1992).5 La promoción de la industrialización en el Tercer Mundo medianteplataormas de eportación y zonas de libre comercio ocurría almismo tiempo con los llamados de las organizaciones interna-cionales a “integrar las mujeres al desarrollo” (véase la siguiente

5 Véanse también algunos artículos de Rao, A., ed. (1991), y la ediciónespecial sobre la mujer del  Review o Radical Political Economy, Volu-men 23, números 3 y 4.

Page 297: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 297/423

297

Capítulo V

sección). Sin embargo, la inclusión de la mujer en estas activida-des, se basaba (y resultaba) en el ortalecimiento de las prácticas y 

las creencias seistas y racistas, punto que no viene al caso discu-tir aquí (véanse especialmente Fuentes y Ehrenreich, 1983; Mies,1986; Ong, 1987). Pese al hecho de que las mujeres que trabajabanen las ábricas obtuvieron alguna independencia como resultado desu nueva uente de ingreso, las investigadoras eministas que hanestudiado el enómeno concuerdan en que el proceso ha sido gene-ralmente perjudicial no solo para las mujeres sino para las clasespopulares del Tercer Mundo en su conjunto. La eminización de la

uerza de trabajo continúa en algunas industrias, ligada a esque-mas de desarrollo. Tal es el caso, por ejemplo, del empleo de muje-res en las plantas de empaque de pescado y camarón en el puertode Tumaco, Colombia. La mayoría de las mujeres que trabajan endichas plantas proviene de amilias rurales que han perdido sustierras, y que trabajan ahora en condiciones precarias.

En su esuerzo sostenido por revelar la torcida racionalidad y 

los eectos de estos procesos, Lourdes Benería y otras economistaspolíticas se han centrado en mostrar los eectos sobre las mujeresde las denominadas Políticas de Ajuste Estructural (PAE) impues-tas desde los comienzos de los ochenta por el Banco Mundial y elFondo Monetario Internacional en los países del Tercer Mundo.La conclusión general es que la carga de estas políticas, a pesar dehaber aectado drásticamente a las clases medias y populares en

su conjunto, ha incidido más en las mujeres pobres. Pero los estu-dios también muestran la creatividad de los hogares para inven-tar estrategias de supervivencia cotidiana. Sin embargo, la pobrezaagravada y persistente está cambiando el carácter de los hogares y de las relaciones de género. De hecho, el hogar se ha convertido enun espacio en el cual la amilia negocia estrategias cotidianas desupervivencia. Para las mujeres, esto ha signicado una vulnera-bilidad mayor ante la inestabilidad del mercado laboral bajo condi-ciones de sobreeplotación, o la creciente participación en el sectorinormal, en condiciones más feibles aunque cada vez peores. Enmuchos casos las PAE han llevado a la intensicación del trabajo

Page 298: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 298/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

298

doméstico para las mujeres. En cuanto a lo positivo, algunos estu-dios de caso muestran que las nuevas condiciones dentro del hogar

 y en la economía en su conjunto pueden servir como catalizadoresdel cambio social, incluyendo mayor autonomía de la mujer en laamilia y en la comunidad (Benería y Feldman, eds., 1992).

Es evidente que las nuevas condiciones de acumulación y repro-ducción están omentando importantes reconstrucciones cultura-les en las relaciones sociales y de género. El grado en que dichasreconstrucciones alteran los sistemas sociales que denen la iden-tidad está todavía por verse, aunque algunos de sus eectos preocu-

pan. Por ejemplo, mientras que en países como Perú, Bolivia y Chilela crisis tiende a reunir a las mujeres de diversos modos, en otroscomo Méico la lucha por la supervivencia se ha privatizado cada

 vez más; esta privatización ocurre a epensas de la amilia etensa y la comunidad (Benería, 1992). Ello obedece a la ideología de laprivatización patrocinada por el modelo económico Reagan-Bush y del Fondo Monetario Internacional. Además acilita los procesos de

feibilización de la mano de obra (léase libertad de sobreeplota-ción) tan queridos por el Fondo Monetario y el régimen de acumu-lación posordista. No podemos desconocer los eectos negativos deestos cambios, sentidos con más uerza en los hogares más pobres,muchos de los cuales están desintegrándose. Benería nos ayuda atomar conciencia de lo que es vivir en tales condiciones, como loregistra en una conversación que sostuvo en Ciudad de Méico

con una aguerrida madre de 23 años, que se preguntaba si ella y suamilia podrían sobrevivir a la situación. Como eplica Benería:

Como madre de cuatro hijos y ama de casa de un hogar clasicado

como de “etrema pobreza”, la situación a la que se reería signica-

ba que no había en su casa sillas para acoger a los entrevistadores,

los niños no tenían zapatos, el techo goteaba, el piso era de tierra, las

paredes interiores estaban muy sucias, la casa tenía solo tres cuartos

pequeños (cocina, comedor y una alcoba) mientras que el espacio

sobrante, en condiciones paupérrimas, había sido alquilado a otra

amilia completa por una suma irrisoria. La inestabilidad laboral del

Page 299: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 299/423

299

Capítulo V

padre y el ocasional trabajo asalariado de la madre eran una uente

constante de ansiedad y hasta de angustia… De todas maneras, la

proundidad de la crisis se sentía de una manera que las estadísticas y el análisis cuantitativo no lograrían captar (1992: 91).

Es muy importante tener conciencia de este surimiento, y sinembargo resistirse a dos conclusiones. La primera es que estasmujeres están desamparadas sin remedio y son incapaces de hacernada por sí mismas. Como lo dijera Ruth Behar en su estudio de una

 vendedora de mercado en Méico, debemos evitar ver a las muje-

res pobres de América Latina a través de los términos ya jos enmuchos discursos académicos y de los medios de comunicación:como “bestias de carga”, como madres y esposas, como tradicio-nalistas incondicionales o como heroicas guerrilleras. “Si se miradesde una perspectiva cultural”, continúa la autora, “las mujereslatinoamericanas pueden surgir como pensadoras, cosmólogas,creadoras de mundos” (1990: 225). Las estrategias de superviven-

cia doméstica orman parte de esta creatividad. Sin embargo, comoadvierte Brinda Rao (1991), el enoque doméstico debería acompa-ñarse de un recuento interpretativo, similar al de Behar, respectoal signicado del hogar para las mujeres. El “hogar” debe ubicarsedentro de paradigmas locales y transnacionales de género, gente

 y naturaleza. De igual modo, las “estrategias de supervivencia” nodeben discutirse a costa de ignorar los cambios en las dimensio-

nes subjetivas de la vida emenina. El lenguaje de “mecanismosde lucha” y “estrategias de supervivencia”, a pesar de representarun paso importante en la nueva visibilidad de la acción emenina,puede contribuir a mantener la imagen de la mujer como víctima,mientras su dinamismo queda reducido a deensa de corto plazoinmediatistas de sus condiciones de vida dentro del campo econó-mico (Rao, 1991).

La segunda tentación que debemos evitar es la idea de quelas mujeres pobres necesitan desarrollo (patriarcalismo moder-nizado), que es eactamente la respuesta del establishment inter-nacional del desarrollo. En la próima sección estudiaremos la

Page 300: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 300/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

300

racionalidad y el peligro de esta respuesta desde la perspectiva dela crítica discursiva del desarrollo. También veremos las respuestas

de algunas eministas que tratan de desarrollar la crítica discursivaa las estrategias de mujer y desarrollo sin perder de vista las durascondiciones en que viven las mujeres del Tercer Mundo. Vamosluego hasta los círculos colombianos de planeación para observarla manera en que se construyen, esta vez, las vidas y dicultades delas mujeres campesinas.

El discurso mujer y desarrollo y la burocratización del

conocimiento eminista

La estrategia de Mujer y Desarrollo (MYD) puede someterse almismo tipo de análisis que aplicamos al discurso del desarrollo ensu conjunto. En otras palabras, la práctica de MYD se caracterizapor procesos de ormación discursiva, proesionalización e institu-cionalización. También produce eectos instrumentales que aec-tan la vida de las mujeres, la de las mujeres que son objeto de inter-

 venciones y lo de quienes planican los programas.Según Nüket Kardam (1991), académica y practicante de

MYD, el término “mujer y desarrollo” ue acuñado por la sede deWashington de la más grande de las organizaciones no guberna-mentales, la Society or International Development. Dicho grupoinfuyó sobre la reorientación de la US AID en 1973, como resultadode la cual se estableció una ocina de MYD con el ánimo de inte-

grar a las mujeres a la programación de la agencia. Las actividadesde MYD también comenzaron a aumentar dentro del sistema deNaciones Unidas desde comienzos de los setenta, culminando en laConerencia Mundial de Méico en 1975 y en la puesta en marchade la década de la mujer de Naciones Unidas. Para la época de laConerencia de Nairobi (1985), que marcó su nal, “no había dudade la consolidación de un movimiento internacional de mujeressobre una base global” (Kardam, 1991: 10). Más especícamente,“el discurso sobre mujeres y desarrollo ponía énasis en la contri-bución que las mujeres harían al logro de las metas generales deldesarrollo” (pág. 12). Muchos creyeron que el éito del movimiento

Page 301: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 301/423

301

Capítulo V

MYD dependería del grado de éito con el cual pudiera institucio-nalizarse. Para citar de nuevo a Kardam:

Las respuestas de las agencias de desarrollo ante los asuntos de

mujer y desarrollo dependen de la naturaleza de su relación con

otros actores del régimen de ayuda para el desarrollo y de qué tan

bien los nuevos asuntos encajen dentro de las metas y procedi-

mientos organizacionales. “Los promotores de políticas” dentro de

las agencias pueden actuar y de hecho lo hacen a nombre de los

asuntos de MYD, enmarcándolos en armonía con las metas y pro-

cedimientos organizacionales, aprovechando las ventajas de la po-

sición de su agencia en relación con otros miembros del régimen, y 

desarrollando uerza política con el n de infuir en la creación de

las políticas. Por estos medios, los deensores de MYD logran pro-

mover una respuesta signicativa (1991: 2).

De hecho, lo que encontró Kardam entre las agencias que estu-

dió –el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, el BancoMundial y la Fundación Ford– ue una respuesta signicativa antelos temas de MYD, aunque con variaciones y limitantes. En el BancoMundial se estableció en 1987 la división de mujer y desarrolloaunque algunas actividades más limitadas de MYD habían comen-zado algunos años antes. Las pautas para la evaluación de proyec-tos de MYD se publicaron en 1989 y consideraban entre otras cosas

las restricciones impuestas a la capacidad de trabajo de las mujeres“por la cultura y la tradición” y llamaban a “invertir en la mujer”,como “camino rentable para alcanzar objetivos de desarrollo másamplios como un mejor desempeño económico, reducción de lapobreza, mayor bienestar en el hogar, y un ritmo más lento en elcrecimiento de la población” (citado en Kardam, 1991: 51). En estasormulaciones todavía encontramos un eco de las viejas concep-ciones de economía doméstica, aunque epresadas esta vez enel lenguaje de la eciencia económica, motivado por el hecho deque “las inversiones de capital humano en la mujer tienen un altorendimiento” (en Kardam, 1991: 52). El primer consejero del Banco

Page 302: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 302/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

302

Mundial para MYD era un economista demógrao, y la ocina estásituada dentro del departamento de población y recursos humanos:

no se trata de una coincidencia.A comienzos de los noventa, la división de mujer y desarro-llo contaba ya con seis proesionales de planta. Aunque ello le hadado a los asuntos de MYD mayor visibilidad dentro de la orga-nización, sus verdaderos eectos todavía son limitados debido aalgunas restricciones institucionales. Una de ellas es la alta deespecialistas en MYD dentro de los departamentos operacionales,lo que signica que la política de MYD no necesariamente llega a

concretarse en políticas aplicables a proyectos. Kardam tambiénhalló que “los asuntos de MYD reciben una respuesta más avo-rable de parte de los miembros de planta cuando se los introduce

 y justica en términos de su viabilidad económica. Cuanto máspueda demostrarse la necesidad de los componentes de MYD parael buen éito económico de los proyectos, más probable es que losmiembros de planta les presten atención” (pág. 80). De hecho, como

lo epresara antes un economista del Banco Mundial, la cuestiónes decidir cómo “los mercados de trabajo emenino” pueden serracionalizados para asegurar una participación más equitativa delas mujeres (Lele, 1986). La economía neoliberal y las proclamasde política bien intencionadas pero generalmente poco eectivasaunaron en esta orma sus uerzas para la iniciación de MYD en elBanco Mundial.

Como lo ha mostrado el trabajo pionero de Adele Muelleracerca de mujer y desarrollo (1986, 1987a, 1987b, 1991), estaestructura de desarrollo institucionalizado y ligada al Estado se haconvertido en la base organizacional de la producción del conoci-miento sobre las mujeres del Tercer Mundo, ltrando de maneraimportante lo que las eministas de los países desarrollados logranconocer acerca de las mujeres del Tercer Mundo. Basándose en eltrabajo de Dorothy Smith, Mueller toma como punto de partidadel análisis la idea de que los temas tratados por el discurso demujer y desarrollo “no son entidades del mundo real, que estánallí simplemente para ser descubiertos, sino que más bien están

Page 303: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 303/423

303

Capítulo V

 ya construidos dentro de los procedimientos” ejecutados por lasinstituciones (1987b: 1). Esto no signica que muchas de las condi-

ciones descritas por los investigadores de mujer y desarrollo nosean reales. Signica que esta realidad solo sirve de base parcialpara otra realidad construida institucionalmente y que concuerdacon las conceptualizaciones de los problemas del desarrollo yaensamblados en Washington, Ottawa, Roma y las capitales delTercer Mundo. Semejante poder del aparato del desarrollo paradescribir a las mujeres de modo que aceptamos sin reservas cier-tas descripciones y soluciones debe hacerse visible, ya que en el

proceso de describir, como dice Mohanty (1991b), habita la posibi-lidad de un eecto colonialista.

Mueller insiste en que cuando las investigadoras eministas y los epertos del desarrollo aceptan sin cuestionamiento comola esencia de su problema y el centro de su trabajo la categoría de“mujer y desarrollo”, tal como esta es construida por el aparato dedesarrollo, asumen con ella cierto régimen de organización social.

El uso de procedimientos y estadísticas estandarizados hace inevi-table cierta desaparición de la eperiencia de la mujer. Las descrip-ciones representativas se convierten en “una manera de conocer

 y una manera de no conocer, una manera de hablar acerca de lasmujeres y una manera de silenciarlas para que no hablen sobre supropia vida al tiempo que quedan organizadas por uerzas eter-nas invisibles e incontrolables” (1987b: 8). Para Mueller, esto tiene

importantes consecuencias en dos niveles: el ortalecimiento delaparato del desarrollo, y las relaciones entre las eministas delPrimer Mundo y las mujeres del Tercer Mundo. Mueller no vacilaen llamar al aparato del desarrollo “una de las instituciones másgrandes, más patriarcales y más dominantes del mundo” (1991: 1).Ello no signica que el trabajo eminista dentro de mujer y desa-rrollo carezca de resultados. Como Mueller se apresura a decirlo,los resultados de MYD en términos de mejorar las condicionesde las mujeres del Tercer Mundo o aún de dar trabajo a las muje-res proesionales en Estados Unidos son escasos. No obstante, elaumento del conocimiento y de la eperiencia durante los últimos

Page 304: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 304/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

304

quince años, logrado en parte como resultado de MYD, ha cambiadoel terreno sobre el cual tiene lugar el trabajo de las mujeres, y sus

esuerzos por reormar el desarrollo.Esto no invalida que, como declara Pam Simmons (1992), elllamado “a integrarse” no vino de las mujeres del Tercer Mundo,cuya situación había empeorado al nalizar la década de NacionesUnidas. Fueron las instituciones del desarrollo las que aceptaronrápidamente “la idea de que es conveniente tener mujeres alrede-dor si usted está en un proyecto de desarrollo” (Simmons, 1992: 18).Como señala Mueller, ello genera poderosas contradicciones para

las eministas que trabajan dentro del aparato de desarrollo:

Cuando los asuntos e intenciones políticas del movimiento de las

mujeres se conunden con el régimen establecido, ya no se trata

de estar del lado de las mujeres del Tercer Mundo o de las del

Primer Mundo. Quiero ser muy clara: no se trata de una condena

del eminismo como imperialista en sí mismo, sino de un recono-

cimiento del poder de las uerzas dominantes para apropiarse denuestros tópicos, nuestro lenguaje, nuestra acción para propósitos

imperialistas que nunca pueden ser iguales a los nuestros (Mue-

ller, 1991: 6).

El discurso MYD participa de todas las prácticas importan-tes del desarrollo (creación de categorías de clientes, agendas

estructuradas, burocracia, etcétera). Tal eecto queda bien ilus-trado con el caso del plan colombiano de alimentación y nutrición.Los programas de salud y nutrición le permitieron al PAN orga-nizar una parte signicativa de la vida de las mujeres; pusieronen marcha una serie de acciones simultáneas para instruir a lasmujeres en las reglas de la nutrición, la salud y la higiene correc-tas. Racionalizaron la división seual del trabajo eistente en elhogar. Al integrar las intervenciones en orma novedosa, el PANcontribuyó a la regulación de la vida de las mujeres campesinas.¿Fue malo todo esto? Para responder una pregunta tan complejatendríamos que analizar el eecto de los programas rente a las

Page 305: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 305/423

305

Capítulo V

relaciones culturales, de género y de clase, punto que hemos deretomar. Pero no debemos olvidar que programas como el PAN

participan en la organización de cierto tipo de biopolítica a travésde la cual se regula una multiplicidad de problemas inmersos enla telaraña del poder.

Otro aspecto de la preocupación de Mueller es la mediacióneectuada por el aparato de desarrollo en las relaciones entre laseministas del Primer Mundo y las mujeres del Tercer Mundo.6 Mueller comienza por citar a dos aricanas, Marjorie Mbilinyi y Katherine Namuddu, quienes arman que a medida que las muje-

res son identicadas como un problema para el desarrollo capita-lista y la nanciación de MYD, inevitablemente “Árica y las arica-nas son presentados por los no aricanos como datos de investiga-ción o ejemplos de una teoría, o casos de un proyecto, todo lo cualproviene y alimenta directamente a un mismo sistema centralizadode inormación” (Mueller, 1991: 5). La historia y la cultura del Surson descubiertas y traducidas en las revistas especializadas del

Norte, slo para volver, reconceptualizadas y reempacadas comoprogramas de desarrollo. Este aspecto inquietante de la producciónde conocimiento transcultural, que se origina en la naturaleza obje-tivizante y distanciadora del conocimiento occidental, o se limitaal conocimiento eminista, ha sido endémico en la antropología y 

6 Una variante importante de esta cuestión es la relación entre las emi-nistas del Primer y Tercer Mundo. Las del Tercer Mundo, como lasinvestigadoras colombianas que se analizarán brevemente, a menudo

se encuentran en una situación diícil, entre su propia capacidad derebeldía como mujeres y “la amiliar y opresiva predominancia discur-siva del Primer Mundo” (Chow, 1992: 111). La situación cultural posmo-derna en que se hallan las eministas del Tercer Mundo, oponiéndose alpatriarcado y a Occidente, al tiempo que se ven obligadas a usar lengua-

 jes eurocéntricos, es complicada. Para ellas “la cuestión no es armarsu poder como mujeres solas, sino demostrar que la preocupación por lamujer es inseparable de otros tipos de opresión y negociación cultural”(111; véase también Mani, 1989). Las restricciones para el trabajo de lasinvestigadoras de MYD en el Tercer Mundo son reales, aunque varían

ampliamente según el país. En el caso de Zamia, Hansen y Ashbaugh(1990) encontraron que las condiciones precarias en que viven las muje-res orzaban a las proesionales locales a conormarse por completo conlos términos especicados por el discurso de las agencias internaciona-les de MYD, obstaculizando con ello uertemente sus esuerzos críticos.

Page 306: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 306/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

306

en las ciencias sociales (Said, 1989; Cliord, 1989); a pesar de algúnavance durante los años ochenta en términos de imaginar nuevas

ormas de representación, la antropología aún está en mora de darrespuestas satisactorias a la cuestión de la producción del conoci-miento acerca de “el otro”.

Mueller invita a las eministas del Primer Mundo a encarar estadicultad yendo más allá de los aspectos de discriminación seuale integración al desarrollo para cuestionar los procedimientos y estructuras del desarrollo como institución de poder. Es la únicamanera de resistirse a la burocratización del conocimiento emi-

nista y comenzar el proceso de descolonización. El punto de partidadebería ser el punto de vista de la mujer, “donde debe comenzartoda investigación interesada y localizada del mundo social: ellugar donde se encuentra la que conoce. Las conocedoras aquí sonlas proesionales, académicas y burócratas que se autodenominaneministas y practicantes de MYD” (Mueller, 1991: 7). Tomandoprestado el título del libro In and Against the State, escrito por traba-

 jadores sociales gubernamentales de Londres que se preguntanpor la racionalidad de los programas de bienestar para las mujeres,Mueller aconseja a las eministas de MYD trabajar “desde adentro y en contra del desarrollo”. Trabajar desde adentro implica tratar decaptar “la orma en que uncionan las cosas”, es decir, “la orma enque nuestras prácticas contribuyen a las relaciones que rigen nues-tras vidas y se articulan con ellas” (Smith, 1990: 204).

Según Mueller los riesgos de tal estrategia son evidentes: eclu-sión, cooptación, connamiento. La recomendación de trabajar“desde adentro y en contra del desarrollo” es, sin embargo, episte-mológica y políticamente astuta. Implica eaminar los modos deconocer que se intensican al participar en sistemas sociales espe-cícos (Mani, 1989), incluyendo la capacitación proesional. Eigeresistirse a traducir las realidades del Tercer Mundo en discursosestandarizados y ordenados y en cursos de acción burocráticos, locual supone a su vez resistirse a ver el mundo solamente a travésde las conceptualizaciones orecidas por la eperiencia proe-sional. Requiere, nalmente, conciencia aguda de la posición del

Page 307: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 307/423

307

Capítulo V

proesional como mediador entre las “necesidades” de un grupoparticular de mujeres del Tercer Mundo e instituciones del Primer

Mundo. Este último aspecto, el rol del proesional como productorde “discursos técnicos” que median entre la articulación y la satis-acción de necesidades, es esencial para el Estado y para los movi-mientos sociales (Fraser, 1989).

Para Mueller, “dentro y en contra” del desarrollo es un puntode partida, un espacio para perseguir una estrategia más radicalde hacer el propio trabajo desde y dentro de “un espacio social,económico, político y cultural dierente del espacio brindado por

las instituciones de desarrollo” (1987b: 2; véase también Ferguson1990: 279-288). La opción, claro está, no tiene que ser ecluyente,ni es posible sugerir estrategias que uncionen en toda situación.El cambio propuesto por Mueller a las mujeres del Tercer Mundo

 y nuestra necesidad de “ayudarlas” hacia el aparato de dominaciónes políticamente promisorio. También hay que tener presentes lasacciones de las mujeres del Tercer Mundo —trátese de eministas

de clase media, de activistas de base o de ambas— como uente deinormación acerca de cómo opera el poder y cómo lo conrontan lasmujeres del Tercer Mundo. Si es verdad que “es conveniente tenermujeres alrededor” en los proyectos de desarrollo, es igualmentecierto, como nos recuerda Simmons, que “en el etremo receptorde los proyectos y planes [de desarrollo], sin embargo, la genteprotesta airadamente” (1992: 19). Tal vez resulta cierto también

que “si las mujeres siguen deendiendo el crecimiento económico,también están, por sustracción, deendiendo el privilegio patriar-cal” (pág. 19), lo que no signica que no sea necesario contribuir a lalucha de la mujer por obtener mejores condiciones de vida. Veamoscómo las mujeres colombianas se han comprometido en esta lucha“desde adentro y en contra” del discurso MYD.

La lucha por la visibilidad y el “empoderamiento”: el programa de

mujeres campesinas en Colombia

Como en el caso del DRI con respecto al discurso del desarro-llo rural integrado, los programas para mujeres campesinas de

Page 308: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 308/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

308

Colombia han seguido una ruta no marcada completamente por eldiscurso internacional de MYD, aunque dicho discurso haya sido

una uerza importante en la ormulación de concepciones y políti-cas. El Programa de desarrollo integral campesino 1988-1993, paraimplementarse como parte de la tercera ase del DRI en Colombia,incluía un Programa para el desarrollo con la mujer campesina(PDMC). Concebido como una de las tres partes dentro del compo-nente mayor del Programa para el desarrollo integral campesino,a saber su estrategia de producción, el PDMC representó un pasoimportante en el desarrollo de políticas para las mujeres rurales

de Colombia (DNP/UEA 1988; Fondo DRI 1989a, 1989b, 1989c). Eldocumento que describe el Programa empieza con la siguienteadvertencia:

Entre los elementos considerados en DRI III, el más diícil de or-

mular es tal vez el componente especíco para las mujeres campe-

sinas. Eiste aún, de una parte y en el mejor de los casos, escepti-

cismo respecto de los programas con mujeres campesinas. De otraparte, plantear el interrogante de la discriminación o la subordina-

ción de la mujer es siempre incómodo, ya que toda la conciencia de

todos. Pero una vez que se asume la responsabilidad de implemen-

tar programas en benecio de la mujer, la conciencia de esta misma

situación genera la convicción y la uerza necesarias para persistir

en la tarea, aun si ella representa una lucha de todos los días en

todos los niveles. Esto de por sí justica la asignación de recur-sos para acciones directas en benecio de las mujeres campesinas

(Fondo DRI, 1989c: 1).

Las eministas de muchos sitios del mundo reconocerán laanterior declaración y se identicarán con ella. Desde la caracteri-zación de la población colombiana por parte de la misión del BancoMundial en 1949 que volvió invisibles a las mujeres, hasta la decla-ración arriba citada, casi con seguridad escrita por una mujer plani-cadora, hay una gran distancia. El PDMC también se ha distan-ciado algo de los tradicionales programas para la mujer, concebidos

Page 309: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 309/423

309

Capítulo V

según los lineamientos de la economía del hogar. De hecho, la mayorparte de los recursos del programa habrían de destinarse a aspec-

tos como producción, crédito y asistencia técnica para la produc-ción agrícola. En otras palabras, las mujeres eran reconocidas porel Programa como productoras activas e independientes, no solocomo amas de casa y del hogar.

La transición de los enoques de economía doméstica a las estra-tegias del desarrollo rural para/con las mujeres ocurrió en pocosaños. Es importante analizar esta transormación desde las pers-pectivas de la política del discurso, el género y la economía. Comen-

cemos con un repaso de los hechos más importantes que desem-bocaron en la nueva estrategia. Hasta mediados de los setenta,los programas gubernamentales para la mujer se concebían conun criterio convencional y tenían un alcance limitado. Ya trataranasuntos de nutrición, salud, higiene o educación –como los progra-mas de salud y nutrición llevados a cabo por el Instituto Colombianode Bienestar Familiar (ICBF), o los proyectos de huertas caseras del

Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) – las políticas estatalespara las mujeres pobres se basaban en una percepción de la mujerrestringida al ámbito doméstico. Esta percepción continuó durantelos setenta a medida que los “proyectos de generación de ingre-sos” introducidos a comienzos de la década de las Naciones Unidaspara la Mujer (1975-1985) dedicaban recursos a proyectos comomejoramiento doméstico, manuactura de artesanías y modistería.

Los proyectos buscaban que las mujeres ueran más productivasen aquellas actividades que se consideraban naturales para ellos.Aunque hubo algunos avances en áreas como la nutrición, ya quedichos proyectos “aceptaban como un hecho una [cierta] divisiónseual del trabajo, siguieron contribuyendo a la subordinación dela mujer” (León, 1987: 123).

A comienzos de los ochenta, y como resultado de un complejoconjunto de actores se presentó una nueva situación. Es imposi-ble dar una respuesta válida para todos los países. El caso colom-biano sugiere que la respuesta del Estado a esta nueva situación se

 vio determinada por procesos complejos que incluían la presencia

Page 310: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 310/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

310

cada vez mayor de mujeres planicadoras en el aparato guberna-mental, la disponibilidad de estudios dirigidos por investigadoras

eministas colombianas y latinoamericanas, las nuevas situacionesmacroeconómicas y el clima internacional avorable a las políticasdestinadas a la mujer. Comencemos con el último actor. Muchoscomentaristas, en particular del Norte, han señalado la décadade Naciones Unidas para la mujer como el actor individual másimportante en la promoción de la nueva visibilidad de la mujer. Enesta óptica, la década de Naciones Unidas para la mujer y el MYDue útil en la creación de espacios para que las mujeres del Tercer

Mundo organizaran y llevaran a cabo sus agendas, ya uera indivi-dualmente o a través de instituciones del Estado. Promovieron lainvestigación acerca de la mujer, canalizaron ondos para proyec-tos de la mujer y pusieron en contacto a las eministas del PrimerMundo con las activistas del Tercer Mundo, quienes a su vez divul-garon el conocimiento eminista entre los grupos de mujeres conlos cuales trabajaban. Además, el clima internacional contribuyó

a impulsar dentro del sector público del Tercer Mundo el tema dela participación de la mujer en el desarrollo. El hecho de que lasorganizaciones internacionales epresaran su interés en la ormu-lación de las políticas para la mujer en el nivel ocial, impulsó a losgobiernos del Tercer Mundo en la misma dirección.

Feministas de muchas partes del Tercer Mundo reconocenla importancia de la década de Naciones Unidas y de MYD para

el mayor alcance y visibilidad de su trabajo durante los ochenta.Pero como vimos, no todo en el discurso de MYD era positivo, algoque también han planteado las eministas del Tercer Mundo. Laatmósera internacional coincidió también con otros dos enóme-nos de comienzos de los ochenta: el empeoramiento de la situaciónalimentaria en muchos países y la disponibilidad de ondos paraservicios sociales cada vez menor, a consecuencia de la crisis de ladeuda. Fue así como los Estados “descubrieron” a las mujeres rura-les (León, 1986; 1987). La orma como esto sucedió en Colombia escomplicada. Aunque en 1983 no eistía una política ocial para lasmujeres del sector agrícola, ni para las mujeres en general, había

Page 311: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 311/423

311

Capítulo V

una serie de desarrollos que estaban en marcha y que preparabanel terreno para la adopción en el más alto nivel gubernamental

de una política nacional para el desarrollo de la mujer campesina(DNP/UEA, 1984; Ministerio de Agricultura, 1985). El Plan Nacio-nal de Alimentación y Nutrición (PAN) y el Programa de Desa-rrollo Rural Integrado (DRI), recordémoslos, se habían unido en1982. Como parte de la reorganización, los planicadores tuvieronque decidir qué hacen con los pocos programas para la mujer queestaban en marcha, sobre todo con los del PAN y los del InstitutoColombiano Agropecuario (ICA). Un primer intento de desman-

telar los programas, al que se opusieron varias uncionarias delDRI y el PAN, llevó a su reormulación sobre una base más estable,aunque todavía precaria. Durante el proceso, una alta uncionariadel DRI propuso que el próimo encuentro nacional de usuarios delDRI uera convocado eplícitamente en nombre de los campesinos

 y las campesinas. Aunque algunas mujeres ormaron grupo apartedurante la reunión, una campesina resultó electa como presidenta

nacional de la Asociación de Usuarios del DRI.7Invitada a participar en el encuentro por la uncionaria mencio-

nada, estaba Magdalena León, una académica eperta en cuestio-nes rurales y abanderada de los derechos de las campesinas. Sucarrera académica ya le había dado un lugar importante entre lacomunidad eperta en cuestiones agrarias de las que habláramosen el capítulo anterior. El hecho de que uera invitada al encuentro

revela, sin embargo, otra serie de actores. Aunque la participaciónde la mujer en el sector público colombiano es generalmente altaen relación con muchos estándares, lo es sobre todo en el aparatoplanicador del Estado, compuesto por proesionales muy calica-dos y eperimentados.8 Como en el caso de muchos otros países

7 Conversación con María Cristina Rojas (planicadora del DRI) enNorthampton, en julio de 1992.

8 Los estudios sobre la participación de la mujer en el sector público lati-noamericano son escasos, aunque parece verdad que su participaciónes alta en Colombia y Venezuela, comparada con muchos otros paísesde la región. Sin embargo, también parece que ha ocurrido cierta“eminización” de la uerza de trabajo en el sector público desde

Page 312: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 312/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

312

latinoamericanos, la mayoría de las planicadoras no se conside-ran a sí mismas eministas, aunque su práctica contribuya a veces al

avance de los intereses de la mujer o, en algunos casos, de los inte-reses eministas. Esto sucede a medida que las uncionarias plan-tean interrogantes que surgen de su práctica concreta de planica-ción. En algunos casos, como en el que acabamos de mencionar, losplanicadores se acercan a las investigadoras eministas en buscade esquemas conceptuales y de apoyo para sus actividades. No esraro que las investigadoras eministas participen en los círculos deplanicación, sobre todo como consultoras para la investigación o

la evaluación de programas relativos a la mujer, por contrato con lasagencias planicadoras, las organizaciones no gubernamentales olos organismos internacionales.

En Colombia, el trabajo de las académicas eministas durantelos ochenta ue undamental tanto para hacer visible la contri-bución de la mujer a la producción agrícola como para articularun conjunto de políticas para la mujer (véanse León, 1980, 1985,

1986, 1987, 1993; Rey de Marulanda, 1981; León, ed., 1982; López y Campillo, 1983; Campillo, 1983; Bonilla, ed., 1985; León y Deere,eds., 1986; Bonilla y Vélez, 1987; León, Prieto y Salazar, 1987;Medrano y Villar, 1988). Estos trabajos no solo dieron legitimidad

comienzos de los años ochenta, cuando varones muy calicados migra-ron hacia empleos mejor pagados en el sector privado, a comienzos dela crisis de la deuda. En Colombia por ejemplo, a mediados de losochenta, una mujer ue nombrada por primera vez Directora del Depar-

tamento Nacional de Planeación, uno de los puestos más importantes y codiciados del país, aunque la uncionaria nombrada no perseguía enparticular los asuntos emeninos. Parece haber alguna presión paraque las mujeres que desempeñan altos cargos no se comprometen con“asuntos de mujeres”. En cuanto a los programas PAN y DRI, la partici-pación de las mujeres, principalmente economistas, ue muy alta en elprimero, cuando representaron cerca de 50 por ciento del personal. Enel DRI (compuesto en su mayor parte por economistas agrícolas, agró-nomos y sociólogos rurales), la participación de las mujeres ue muchomenor. Esto revela, quizás, de nuevo, la percepción de que el PAN tenía

que ver con la nutrición y la salud, “asuntos emeninos”, mientras que elDRI, parte tenía que ver con la producción masculinizada. Debo lasanteriores observaciones a Patricia Prieto, quien ormó parte del grupode evaluación del DRI y en la actualidad se desempeña como consultoraindependiente (conversación sostenida el 26 de julio de 1992).

Page 313: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 313/423

313

Capítulo V

intelectual a los estudios sobre la mujer campesina, sino queproporcionaron la base sobre la cual se erigió gran parte de la polí-

tica estatal. Entre los resultados más importantes de estos estu-dios se hallaba la crítica documentada de los supuestos de que eldesarrollo es neutral en cuanto al género, y que las mujeres noparticipen en la producción agrícola en ningún grado signica-tivo. Las investigadoras presentaron amplios datos que invalida-ban dichos supuestos.

La labor de dos mujeres en el Ministerio de Agricultura, Ceci-lia López y Fabiola Campillo (1983), llevada a cabo con nancia-

ción de la Unice y la FAO, ue la piedra angular para el diseño de loque llegaría a ser la política nacional para el desarrollo con la mujercampesina, aprobada por el Consejo Nacional de Política Econó-mica y Social (Conpes) en 1984.9 Los avatares de la política esta-tal resultante son, sin embargo, caso aparte. Luego de un períodoinicial de entusiasmo y apoyo durante la administración Betancur(1982-1986), y después del retiro de López y Campillo, los progra-

mas entraron en un período de desorganización mientras la nan-ciación languidecía. A nales de los ochenta, diversos programaspara mujeres se mantuvieron en instituciones como el DRI, el ICA,

 y el Instituto Colombiano de la Reorma Agraria, en su gran mayo-ría porque ormaban parte de las agendas de agencias internacio-nales. La llegada de la administración Gaviria (1990-1994) signi-có de nuevo el renacimiento de las políticas para la mujer. Esta

 vez, el eje de la política era proporcionar medidas compensatoriaspara aquellos grupos percibidos como los más vulnerables ante elproceso de ajuste neoliberal en marcha, es decir, mujeres, jóvenes y ancianos de las clases populares. El PDMC del DRI ue reorzado denuevo y ampliado, al tiempo que se dedicaban recursos nancierossignicativos a las políticas para la mujer.10

9 La instancia más alta de toma de decisiones en Colombia es el Consejo

Nacional de Política Económica y Social, Conpes, compuesto por elpresidente, todos los miembros del gabinete ministerial, y el directordel Departamento Nacional de Planeación.

10 Conversación sostenida con Patricia Prieto el 26 de julio de 1992.

Page 314: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 314/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

314

Resulta diícil evaluar la signicación de tales políticas y losresultados hasta ahora logrados. Dado que Colombia ue uno de

los primeros países en diseñar y ejecutar este tipo de políticas parala mujer, todavía no pueden hacerse comparaciones con las epe-riencias de otras naciones. Aunque el supuesto de neutralidad degénero no ha sido abandonado, sí ha habido una cierta “distensiónde género”, permitiendo apoyo institucional para proyectos demujeres (León, 1993). El alcance de las políticas de la mujer se haampliado con los años, para incluir de manera limitada a la mujerurbana pobre, trascendiendo así el énasis en lo agrícola. Una pers-

pectiva prometedora ha surgido como resultado de la transiciónhacia la descentralización y la autonomía locales: la posibilidad deortalecer las organizaciones locales y regionales a medida que sehacen cargo del desarrollo de las nuevas políticas. De hecho, ueronlas organizaciones de mujeres campesinas las que mantuvieron

 vivo el debate durante los años de refujo de la política. Sin embargo,la transición coincide con las presiones neoliberales para reducir el

aparato estatal y privatizar los programas de bienestar y desarrollo.La mujer sigue ganando espacios, aunque muchos de estos espa-cios se están reduciendo.

Como concluye León (1986, 1987, 1993), las políticas colom-bianas para la mujer rural, a pesar de sus méritos relativos, siguenencarando limitaciones estructurales importantes. Al igual queFajardo, León ve el acceso a la tierra como prerrequisito undamen-

tal para lograr mejoras signicativas en la población rural. De estamanera, como muchas otras eministas latinoamericanas, Leóndestaca el hecho de que la clase y el género no pueden desligarse.La clase y el género orman una “encrucijada”, para usar la epre-sión de Benería y Roldán (1987). Pero también eisten obstáculosespecícos de género para el éito de las políticas, que surgen de lapersistencia de las estructuras patriarcales en la sociedad. Algunosde dichos actores incluyen la continuidad de la tradicional divi-sión seual del trabajo doméstico, la lenta respuesta a la incorpo-ración del género en el personal de las entidades ejecutoras debidoa sus propias identidades de género no analizadas, y en general,

Page 315: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 315/423

315

Capítulo V

la alta de las estrategias técnico-económicas para incorporar a lasmujeres en el desarrollo con medidas eplícitas para contrarres-

tar la ideología y la cultura patriarcales. En el conteto de políticasmacroeconómicas restrictivas, los programas productivistas parala mujer, a menudo pequeños y aislados entre sí, representan conrecuencia una carga adicional para las mujeres, y no compensansus esuerzos (León, 1993). La lógica productivista de la aperturaa los mercados mundiales se dirige más a hacer que las mujeresproduzcan y se reproduzcan ecientemente, que a apoyarlas paraque vivan como seres humanos autónomos.

El alcance de las políticas estatales rente a la subordinación degénero está propiciando importantes debates entre las investiga-doras latinoamericanas. Discutiendo la eperiencia nicaragüensedurante los ochenta, Paola Pérez Alemán, por ejemplo, distinguíaentre tres clases de situaciones: la incorporación de la mujer “almundo de los hombres”, es decir, en las cooperativas agrarias o enlas organizaciones campesinas predominantemente masculinas;

la organización de las mujeres de acuerdo con los roles tradicio-nales de género (esto es, en la esera de la “reproducción”), y lacreación de organizaciones, en particular en las áreas comunales

 y educativas que permitieran mayor cuestionamiento de los rolestradicionales de género. Aunque los dos primeros tipos de situaciónpodrían haber tenido importancia en la creación de espacios paraque las mujeres discutieran y compartieran sus eperiencias como

mujeres, slo en el tercer tipo de situación podrían articularse losintereses prácticos del género (aquellos ligados en orma directaa cuestiones de supervivencia y calidad de vida en áreas como elalimento, el agua y la salud) con los intereses estratégicos delgénero (derivados especícamente de la subordinación del género)(Pérez Alemán, 1990).

La distinción entre los intereses de género prácticos y estratégi-cos, originada en el trabajo de Maine Molyneu (1986), aunque útilen algunos niveles, también resulta problemática. Como sostieneAmy Lind (1992), en este enoque se halla implícito el supuesto deque las “necesidades básicas” de la mujer están separadas de sus

Page 316: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 316/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

316

“necesidades estratégicas”, y que una “estrategia práctica” o de“supervivencia” no puede ser a la vez una estrategia política que

cuestione el orden social. Dicha distinción también tiende a supo-ner que la mayoría de las mujeres pobres slo está interesada en la“supervivencia diaria” y por lo tanto carece de agenda estratégicamás allá de las luchas económicas inmediatas. Tal tipo de análisisdesconoce las contribuciones críticas y los cuestionamientos quelas mujeres pobres organizadas representan para el orden social.Como Behar (antes citada), Lind nos recuerda que las mujerespobres también negocian el poder, construyen identidades colecti-

 vas, y desarrollan perspectivas críticas del mundo en que viven. Lasluchas de las mujeres (y las de los otros) por “conseguir el pan decada día” pueden suponer luchas culturales.

En los noventa, la mayoría de las eministas acepta que ladivisión entre los intereses prácticos y los intereses estratégicosdel género no se perciben tan ácilmente. Se están siguiendo dosestrategias nuevas: reemplazar “mujer y desarrollo” por “género y 

desarrollo” como principio organizador de los esuerzos de la mujerdentro del desarrollo; y complementar los enoques productivistasen boga con las estrategias de “empoderamiento”. La primera metarefeja el supuesto constante de parte de los Estados de que laspolíticas macroeconómicas son neutrales en cuanto al género. Setrata de integrar los temas de la mujer a la concepción y el diseño dela política económica en su conjunto: obligar a los Estados a reco-

nocer las dierencias reales que eisten entre hombres y mujerescomo sujetos sociales, y la necesidad de considerar el eecto de laspolíticas macroeconómicas sobre la división seual del trabajo. Elenoque de “empoderamiento” busca “transormar los términos enque las mujeres se encuentran ligadas a las actividades producti-

 vas de tal manera que la equidad económica, social y cultural de suparticipación quede asegurada” (León, 1993: 17). El resultado seríanpolíticas públicas con una perspectiva de género que no subordineel “empoderamiento” a las metas de la productividad. Es cuestiónde asegurar que las dierencias biológicas dejen de implicar subor-dinación de género.

Page 317: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 317/423

317

Capítulo V

En otras palabras, la participación de la mujer en la producciónes necesaria pero no suciente para superar su subordinación.

Incluso si las nuevas políticas proporcionaran espacios para queello sucediera –en la medida en que generaran cambios en las rela-ciones sociales y políticas entre hombres y mujeres, y mediante elortalecimiento de las organizaciones de mujeres a todo nivel– soloel desarrollo de ormas de conciencia y de organización basadas enel género puede crear bases rmes para un mejoramiento dura-dero de la condición de la mujer. Ello requiere articulaciones espe-cícas, por ejemplo, entre los programas de capacitación para las

campesinas y el desarrollo de la conciencia de género; y entre lapromoción de organizaciones emeninas y una mayor autonomía degénero (León, 1986: 57-60). Solo convirtiéndose en un nuevo sujetosocial, concluye León, la mujer puede construir un nuevo modelode desarrollo, holístico, no economicista, más humano y justo, queincluya sus necesidades tal como ella las percibe. Sería una especiede “desarrollo desde la perspectiva de la mujer” (Benería y Roldán,

1987). De lograrse, tal vez entonces MYD se habría transormado enalgo completamente dierente.

Un último aspecto por discutir en términos de la relación entrelas mujeres y el aparato de desarrollo es el de si MYD no implicacierta idea de “liberación” para las mujeres del Tercer Mundo. Estees otro aspecto de la relación entre las eministas del Primer Mundo

 y las mujeres del Tercer Mundo que se está discutiendo de modo

prometedor, como manera de integrar, y no de dividir, a las mujeresde distintas culturas. La crítica a las tendencias universalizantes y eurocéntricas dentro del movimiento eminista avanzó signica-tivamente durante los años ochenta en Estados Unidos (Spelman,1988; Trinh, 1989; Mani, 1989; Hooks, 1990; Anzaldúa, ed., 1990). Lacreencia general es que la adopción de los lenguajes modernos deliberación para aplicarlos al estudio de la mujer del Tercer Mundoes problemática. “Las organizaciones para la promoción de losderechos de la mujer”, dice una mujer aricana citada por Trinh T.Minh-ha (1989: 107), “tienden a… asimilarnos estrictamente a lamentalidad y la eperiencia histórica europeas. La mujer aricana,

Page 318: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 318/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

318

al menos en la sociedad precolonial, no es un refejo del hombre, niuna esclava. No siente necesidad alguna de imitarlo para epresar

su personalidad”.Sin embargo, como advierte Trinh, hay que tener cuidado deque la incursión en las limitaciones del lenguaje moderno de libe-ración emenina no vaya en deensa de los privilegios masculinos.La primera precaución es evitar asumir la eistencia de sociedadestradicionales puras y libres de dominación. Hay que reconocer, noobstante, que en muchos lugares de Asia, Árica y América Latina lasrelaciones entre hombres y mujeres se establecen de manera tal que

responden más a la historia local que a las estructuras modernas. Suespecicidad no puede someterse a patrones occidentales. Pero loslenguajes y las prácticas de la modernidad, han permeado las socie-dades del Tercer Mundo en tal medida que el uso estratégico de loslenguajes modernos de liberación, junto con los lenguajes localespodría ser necesario; pero tal uso debe estar acompañado por inten-tos de mostrar su carácter histórico y cultural especíco. El hecho

de que las mujeres en muchos lugares del Tercer Mundo deseen lamodernización debe tomarse en serio, pero el signicado de dichamodernización no debe darse por supuesto. A menudo signica algomuy distinto de lo que signica en Occidente, y ha sido construida y reconstruida como parte del encuentro del desarrollo.

El estudio del género como dierencia (Trinh, 1989) debe conce-birse desde una perspectiva eminista no etnocéntrica. Las dicul-

tades son bastante claras, ya que supone desarrollar lenguajes através de los cuales la opresión de la mujer pueda hacerse visibleen todas las culturas sin reorzar –más bien no aceptando– la ideade que las mujeres deben ser desarrolladas y las tradiciones reno-

 vadas bajo parámetros occidentales. El trabajo de algunas antro-pólogas eministas del Tercer Mundo parece tomar esa dirección.Frédérique Apel-Marglin (1992), por ejemplo, ha reinterpre-tado los tabúes que rodean la menstruación en Orissa, India, comomanera de cuestionar el discurso del desarrollo. Los desarrollistasse oponen a tales tabúes en nombre de la liberación de la mujer y desacar a sus comunidades “del atraso”. Por el contrario, la compleja

Page 319: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 319/423

319

Capítulo V

interpretración de Apel-Marglin, eplica los tabúes menstrua-les como producto de prácticas interrelacionadas que enlazan la

naturaleza, los dioses y las diosas, la comunidad, y las mujeres y los hombres como parte del ciclo de vida en una sociedad de géne-ros vernaculares que todavía practica ormas no economicistas deconocimiento. Es solo desde la perspectiva del individuo economi-zado, concluye Apel-Marglin, que muchas prácticas tradicionalescomo los tabúes de la menstruación pueden considerarse obstá-culos a la libertad y la dignidad. Sin duda estas reinterpretacionespueden cuestionarse desde otras perspectivas, aunque hay que

reconocer que brindan una advertencia contra el uso indiscrimi-nado de las concepciones occidentales.

En el trabajo de algunas eministas del Tercer Mundo comoVandana Shiva (1989, 1992), eiste convergencia de intereses entreel eminismo y la resistencia a la modernidad la cual debe estudiarsemás denidamente como parte de la antropología de la modernidad.La posibilidad de que el concepto de mujer como sujeto del huma-

nismo liberal pueda no ser conveniente en muchos contetos delTercer Mundo, y la negativa de algunos eminismos del Tercer Mundoa separar hombres y mujeres debe considerarse. Marilyn Strathern hallegado quizá más lejos en la ormulación de una antropología emi-nista no etnocéntrica. Para ella, “la visión economicista de las mujerescomo objetos ‘naturales’ de los esquemas de los hombres originadaen su capacidad reproductiva resulta comprensible a partir de cier-

tos supuestos inherentes a las prácticas de conocimiento occidental”(1988, 316). En términos del concepto de reproducción, undamentalen gran parte de la teoría eminista, el análisis de Strathern del mundoaltamente relacional de Melanesia supone que las mujeres nativas “noparen hijos”, es decir, “las mujeres no copian materia prima, bebés, enorma de recursos naturales, sino que producen entidades que sostie-nen relación social consigo mismas… Los niños son producto de lainteracción de muchos otros” (pág. 316). En la sociedad de Melanesia, ala gente no le interesa en absoluto autoperpetuarse; se trata de perso-nas en relación con los demás, más que de individuos en sí y para síquienes son la base de la vida social.

Page 320: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 320/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

320

Dentro de este tipo de género analógico, aun relaciones comola madre-hijo no son autónomas sino producidas a partir de otras.

De igual manera, en contra de las apariencias, no es la actividaddel hombre la que crea la sociedad o la cultura, ni son los valoresdel hombre los que se convierten en valores de la sociedad en suconjunto. Más aún, no podemos hablar de hombres o mujeres enabstracto. Para Strathern, este discurso abstracto se deriva de nues-tra noción no analizada de sociedad:

Es cuando la vida colectiva de los hombres se interpreta como un

tipo de sanción o comentario autorizado de la vida en general que

se asimila a nuestra metáora organizativa de “sociedad”. Es esta

metáora la que suscita cuestionamientos de por qué los hombres

deben ocupar la posición privilegiada de determinar la ideología o

crear los cimientos mismos del orden social para su propio bene-

cio. He sugerido que las ormas colectivas de la vida social en Me-

lanesia no pueden describirse adecuadamente a través del modelo

occidental de sociedad, y sea como uere que se represente a loshombres no es como autores de dicha entidad… La creatividad so-

cial de Melanesia no se basa en una visión jerárquica de un mundo

de objetos creados por procesos naturales sobre los cuales se cons-

truyen las relaciones. Las relaciones sociales son imaginadas como

precondición para la acción, y no simplemente como su resultado

(Strathern, 1988: 319, 321).

Las consecuencias de esta crítica del sostén del concepto desociedad –que la antropología refeja en el supuesto de que todaslas sociedades luchan con la misma dotación de recursos, y portanto se organizan para los mismos nes– son enormes (véaseStrathern, 1988: 288-344). La noción de Strathern del géneroanalógico también brinda un correctivo a la útil teoría de IvánIllich del género vernacular, en la medida en que Illich todavíadice poco sobre los aspectos relacionales de los campos y lasprácticas de los géneros. En general, apunta a la necesidad dedesarrollar nuevos lenguajes para eaminar la dominación, la

Page 321: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 321/423

321

Capítulo V

resistencia y la liberación de maneras no estrictamente moder-nas o híbridas.

Este rodeo teórico resalta todavía más el carácter problemá-tico del discurso MYD, al que volvemos para concluir esta sección.La antropóloga meicana Lourdes Arizpe captó bien la lógicadel mencionado discurso. “Todos”, escribió, “parecen hoy en díapreocupados por las campesinas, pero pocos están interesados enellas” (1983: 3). En otras palabras, las mujeres se han convertido enun problema, en un sujeto de preocupación, pero según interesesdenidos por otros. El discurso MYD, al concebir a las campesinas

como “productoras de alimento” ragmenta la vida campesina deacuerdo con una compartimentalización que la gente del campono eperimenta y a la cual se opone. De hecho, la rica vida de lamujer del Tercer Mundo queda reducida al estatus prosaico derecurso humano para el omento de la producción de alimentos.De aquí la importancia, como enatiza Arizpe, de crear espaciospara que las mujeres rurales puedan hablar y ser oídas. Debemos

tener en cuenta que es en el reordenamiento de las visibilidades y los enunciados donde se transorman las conguraciones depoder. Esto nos devuelve a la cuestión que abrió este capítulo, la

 visualidad.¿Por qué la visualidad en relación con la mujer? Rey Chow nos

orece una aproimación:

Una de las principales uentes de la opresión de la mujer se en-cuentra en la manera en que ha sido consignada a la visualidad.

Esta consignación es el resultado de un mecanismo epistemoló-

gico que produce dierencias sociales mediante una distribución

ormal de posiciones, y que el modernismo eagera a través de tec-

nologías como el cine. Si aceptamos que la visualidad es, precisa-

mente, la naturaleza… del objeto social que el eminismo debería

encargarse de criticar, entonces debemos analizar el undamento

epistemológico que la sostiene. Es, de hecho, un undamento en

el sentido de una producción occidental de “otros”, dependiente

de una lógica de la visualidad que escinde “sujetos” y “objetos” en

Page 322: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 322/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

322

las posiciones incompatibles de intelectualidad y “especularidad”

(1992: 105).

Para Chow, este régimen de visualidad desemboca en construc-ciones que están más allá del alcance individual, convirtiendo a lamujer en un “espectáculo” cuyo valor “estético” se incrementa deacuerdo con su desamparo. Colocar el cuerpo humano (o los gruposhumanos) en un campo visual dentro de la lógica panóptica de lossistemas modernos de conocimiento supone algún grado de deshu-manización y violencia. Esto es obvio en el caso de la represen-

tación que los medios masivos hacen de la mujer, pero lo mismopuede decirse de las víctimas de las hambrunas sahelianas, de losiraquíes o palestinos en el Oriente Medio, e incluso del Juan Valdezque se levanta a las cinco de la mañana para recolectar caé en “losAndes colombianos”, destinado a ayudar a la uerza de trabajo esta-dounidense al comienzo de la jornada. Es en cierta medida un tipode pornograía y escopolia, donde la intelectualidad y el prota-

gonismo histórico se sitúan únicamente del lado del observador(occidental), y la especularidad del lado del otro pasivo. Como lasrepresentaciones de los confictos bélicos por los medios masivos,el aparato del desarrollo enmarca a los campesinos, las mujeres y lanaturaleza (como veremos en la próima sección) en una tecnomi-rada que “encarna las posiciones no demarcadas del hombre y delo blanco” (Haraway, 1988, 581). El aparato “permite a los ‘otros’ ser

 vistos, pero sin prestar atención a lo que dicen” (Chow, 1992: 114).La articulación de lo visible y lo epresable que permite elaparato de desarrollo es de un orden completamente dierente.Dicho orden se construye de tal modo que los que caen en su órbita–campesinos, mujeres, naturaleza y varios otros actores especula-rizados del Tercer Mundo– puedan “comenzar su largo viaje haciala economía mundial” (Visvanathan, 1991: 382). Este viaje, sinembargo, está lejos de culminar, y la gente lucha de diversas mane-ras para escapar de la gran avenida del progreso. En la distribuciónhorizontal que resulta de la micropolítica del campo social, podríansurgir (y de hecho siempre surgen) múltiples articulaciones de

Page 323: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 323/423

323

Capítulo V

enunciados y visibilidades que dieren de las soñadas por los buró-cratas del Banco Mundial y los uncionarios de planicación de

todo el mundo.

El desarrollo sostenible: la muerte de la naturaleza y el

nacimiento del medio ambiente

La gula de la visión y la problematización de la supervivencia

global

El párrao inicial del inorme  Nuestro uturo común (1987),

preparado por la comisión mundial del medio ambiente y el desa-rrollo, convocada por Naciones Unidas bajo la presidencia de la queuera primera ministra noruega Gro Harlem Bruntland, comienzaasí:

A mediados del siglo xx, vimos por primera vez nuestro planeta

desde el espacio. Con el tiempo los historiadores pueden encontrar

eventualmente que esta visión tuvo mayor impacto sobre el pensa-miento que la revolución copernicana del siglo xVI, que destruyó

la autoimagen humana al revelar que la Tierra no era el centro del

universo. Desde el espacio vimos una esera rágil y pequeña do-

minada no por la actividad y la diligencia humanas, sino por un

conjunto de nubes, océanos, verdor y suelos. La incapacidad huma-

na para encajar sus obras en este conjunto está cambiando unda-

mentalmente los sistemas planetarios. Muchos de los cambios vanacompañados de amenazas para la vida. La nueva realidad, de la

cual no hay escapatoria, debe ser reconocida, y manejada (World

Commission, 1987: 1).

 Nuestro uturo común presentó al mundo la estrategia del desa-rrollo sostenible como la gran alternativa de nales de este siglo

 y comienzos del próimo. El desarrollo sostenible haría posible laerradicación de la pobreza y la protección del medio ambiente enotra gran hazaña de la racionalidad occidental. El discurso se basaen historias culturales no diíciles de identicar. Ver la Tierra desde

Page 324: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 324/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

324

el espacio no ue una gran revolución, a pesar de la declaración de laComisión. La visión desde el espacio pertenece al paradigma de-

nido por la mirada cientíca del clínico del siglo xIx. Pero del mismomodo que “las imágenes del dolor no son conjuradas mediante uncuerpo de conocimiento neutral; son redistribuidas en el espaciodonde se encuentran los ojos y los cuerpos” (Foucault, 1975: 11),la degradación de la Tierra solo se redistribuye y dispersa en losdiscursos proesionales de ambientalistas, economistas y políticos.El mundo y sus problemas nalmente han ingresado en el discursoracional. La enermedad se aloja en la naturaleza de modo nuevo. Y

así como la medicina de lo patológico llevó a la medicina del espa-cio social (el espacio biológico sano era también el espacio socialsoñado por la Revolución Francesa), así la “medicina de la Tierra”llevará a nuevas construcciones de lo social que permitan preser-

 var la salud de la naturaleza. Esta nueva construcción de lo social eslo que el concepto del desarrollo sostenible intenta establecer.

El inorme Bruntland inauguró un período de glotonería sin

precedentes en la historia de la visión y el conocimiento, con elsurgimiento correspondiente de una “ecocracia” global. Algunospodrían aducir que se trata de un juicio demasiado duro, así que lodiscutiremos paso a paso. El párrao inicial clarica otro aspectoimportante del discurso del desarrollo sostenible, como es el énasisen la gestión. La gestión es gemela de la visión glotona, en particu-lar hoy en día, cuando el mundo se teoriza en términos de sistemas

globales. La categoría “problemas globales” es de reciente inven-ción, y su ímpetu principal deviene del ervor ecológico omen-tado por los inormes del Club de Roma en la década del setenta,que brindaban una nueva visión del mundo como sistema globalen el que todas las partes están interrelacionadas (Sachs, 1988). Lagestión tiene que adquirir dimensiones planetarias, dado que esta-mos hablando de un “mundo rágil”. Recogiendo la batuta de Brunt-land, la edición especial de Scientic American de septiembre de1989, dedicada a la gestión del planeta Tierra, revela la esencia dela actitud gerencial. Trátese de la Tierra como un todo, de sus siste-mas agrícolas o industriales, de su clima, su agua o población, para

Page 325: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 325/423

325

Capítulo V

este grupo de cientícos y hombres de negocios –todos hombres– loque está en juego es la continuidad de los modelos de crecimiento

 y desarrollo a través de estrategias administrativas adecuadas.“¿Qué tipo de planeta queremos? ¿Qué tipo de planeta podemoslograr?”, pregunta el autor en el artículo introductorio (Clark, 1989:48). “Nosotros” tenemos la responsabilidad de administrar la utili-zación humana del planeta Tierra. “Nosotros” “necesitamos movergentes y naciones hacia la sostenibilidad” eectuando cambios enlos valores y las instituciones, cambios que igualen las revolucio-nes agrícolas o industriales del pasado. La clave en este discurso es

qué clase de manipulaciones nuevas podemos inventar para sacarel máimo de los “recursos” de la Tierra.

Pero, ¿quién es este “nosotros” que sabe lo que es mejor para elmundo en su conjunto? Una vez más encontramos la gura amiliardel cientíco occidental convertido en administrador. Una oto depágina entera de una joven nepalesa “sembrando un árbol comoparte de un proyecto de reorestación” ilustra el esquema mental

de este “nosotros”. No son las mujeres del movimiento hindú deChipko, en India, por ejemplo –con su militancia, sus ormas radi-calmente dierentes de pensamiento y práctica orestal, que deen-den sus árboles políticamente y no mediante proyectos de “reo-restación” planeados con mucho cuidado– las retratadas, sino unaahistórica joven morena, cuyo control está asegurado por las cien-cias colonialistas y masculinistas a partir del acto mismo de repre-

sentación, como lo ha mostrado Vandana Shiva (1989). Todavía sesupone que la mano benevolente (blanca) de Occidente salvará laTierra. Corresponde a los patriarcas del Banco Mundial, media-dos por Gro Harlem Bruntland, el cientíco matriarca, y algunoscosmopolitas del Tercer Mundo que llegaron a la Comisión, recon-ciliar a la “humanidad” con la “naturaleza”. El cientíco occidentalcontinúa hablando en nombre de la Tierra. Dios no permita que uncampesino peruano, un nómada aricano o un trabajador caucherodel Amazonas tenga algo que decir al respecto.

Pero, ¿puede“administrarse” la realidad? Los conceptos de plani-cación y administración (gestión, gerencia) implican la creencia

Page 326: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 326/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

326

de que el cambio social puede impulsarse y dirigirse, producirse a voluntad. Los epertos en desarrollo siempre han acariciado la idea

de que los países pobres pueden moverse con mayor o menor cele-ridad a lo largo de la senda del progreso mediante la planeación. Tal vez ningún otro concepto ha sido tan dañino, ninguna otra idea tanpoco cuestionada como la planicación moderna (Escobar, 1992a).Las narrativas de la planicación y la administración, presentadassiempre como “racionales” y “objetivas”, son esenciales para dichosepertos. En esta narrativa, los campesinos aparecen como el indi-cador semihumano y semiculto contra el cual el mundo euroameri-

cano mide sus logros. En la gestión ambientalista encontramos unaceguera similar al respecto. El resultado es que, al ser incorporadasen la economía capitalista mundial, las comunidades más remotasdel Tercer Mundo se ven arrancadas de sus contetos locales paraser redenidas como “recursos”.

Sería tentador atribuir el reciente interés en el medio ambientepor parte de los epertos en desarrollo y los políticos a una concien-

cia renovada del proceso ecológico, o a una reorientación unda-mental del desarrollo, alejado de su carácter economicista. Algunasde estas eplicaciones son ciertas en grado limitado. El auge de laideología del desarrollo sostenible se relaciona con la modica-ción de diversas prácticas (como los estudios de actibilidad y lasevaluaciones de impacto de los procesos de desarrollo, la obtencióndel conocimiento local, y la ayuda para el desarrollo de los orga-

nismos no gubernamentales), con nuevas situaciones sociales (elracaso de los proyectos de desarrollo convencionales, los proble-mas sociales y ecológicos cada vez mayores asociados con dichoracaso, las nuevas ormas de protesta, las deciencias que se hanacentuado), y con actores internacionales, tecnológicos y económi-cos, reconocibles (como la nueva división internacional del trabajocon su correspondiente degradación ecológica global, unida a lasnuevas tecnologías para medir tal degradación). Sin embargo, loque requiere eplicación es precisamente por qué este conjunto decondiciones ha tomado su actual orma, el “desarrollo sostenible”, y cuáles serían los problemas importantes asociados a él.

Page 327: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 327/423

327

Capítulo V

A este respecto debemos destacar cuatro aspectos. Primero,que el desarrollo sostenible orma parte de un proceso más amplio

de problematización de la supervivencia global, que ha traído comoresultado la reconstrucción de la relación entre naturaleza y socie-dad. Dicha problematización apareció como respuesta al carácterdestructivo del desarrollo después de la Segunda Guerra Mundial,por un lado, y al auge de los movimientos ambientalistas en el Norte

 y el Sur, por otra, lo que produjo una compleja internacionaliza-ción del medio ambiente (Buttel, Hawkins y Power, 1990). Pero loque se problematiza no es la sostenibilidad de las culturas locales

 y sus realidades sino la sostenibilidad del ecosistema global. Sinembargo, lo global se dene de nuevo de acuerdo con la percep-ción del mundo compartida por quienes lo rigen. Los ecologistasliberales ven los problemas ecológicos como el resultado de proce-sos complejos que trascienden el conteto cultural y local. Aún laconsigna “Pensar globalmente, actuar localmente” supone no soloque los problemas pueden denirse en el nivel global, sino que son

igualmente importantes para todas las comunidades. Los ecolibe-rales creen que porque todos somos tripulantes de la nave espa-cial Tierra, todos tenemos la misma responsabilidad de la degrada-ción ambiental. Raras veces se dan cuenta de que eisten grandesdierencias y desigualdades en los problemas de recursos entrelos países, las regiones, las comunidades y las clases. Y pocas vecesreconocen que la responsabilidad está lejos de ser compartida por

igual.Un segundo aspecto que regula el discurso del desarrollo soste-nible es el de la economía de la visibilidad que omenta. Con los años,los analistas de ecosistemas descubrieron las actividades “degra-dantes” de los pobres, pero casi nunca reconocen que los problemasestán enraizados en los procesos de desarrollo que han desplazadocomunidades indígenas, perturbando los hábitat y trabajos de lagente, orzando a muchas sociedades rurales a aumentar la presiónsobre el medio ambiente. Aunque en los años setenta los ecolo-gistas consideraban como problemas principales el crecimientoeconómico y la industrialización incontrolada, en los años ochenta

Page 328: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 328/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

328

muchos de ellos llegaron a percibir la pobreza como un problemade gran importancia ecológica. A los pobres se les reprocha ahora

su “irracionalidad” y su alta de conciencia ambiental. Los librospopulares y también los tetos académicos están llenos de repre-sentaciones de masas de gente pobre y piel oscura destruyendobosques y laderas con hachas y machetes, desplazando con ello la

 visibilidad y la culpa de los grandes contaminadores industrialesdel Norte y del Sur y de los estilos de vida depredadores omenta-dos por el desarrollo capitalista hacia los campesinos pobres y lasprácticas “atrasadas” como la agricultura de roza y quema.

Tercero, la visión ecodesarrollista epresada en la corrienteprincipal del desarrollo sostenible reproduce los principales aspec-tos del economicismo y el desarrollismo. Los discursos no se reem-plazan entre sí completamente sino que se construyen uno sobreotro como capas que solo pueden separarse en parte. El discursodel desarrollo sostenible redistribuye muchas de las preocupacio-nes del desarrollo clásico: necesidades básicas, población, recur-

sos, tecnología, cooperación institucional, seguridad alimentaria eindustrialismo, son términos que aparecen en el inorme Bruntland,pero recongurados y reconstruidos. El inorme deende los inte-reses ecológicos, aunque lo hace con una lógica un poco dierente.Al adoptar el concepto del desarrollo sostenible, dos viejos enemi-gos, el crecimiento y el medio ambiente, se reconcilian (Redclit,1987). Después de todo, el inorme se centra menos en las conse-

cuencias negativas del crecimiento económico sobre el ambienteque en los eectos de la degradación ambiental sobre el crecimiento y el potencial para el crecimiento. Es el crecimiento (léase epan-sión del mercado capitalista), y no el medio ambiente lo que hay quesostener. Además, como la pobreza es al tiempo causa y eecto delos problemas ambientales, se requiere crecimiento con el propó-sito de eliminar la pobreza, con el propósito, a su vez, de protegerel medio ambiente. La Comisión Bruntland da a entender que lamanera de armonizar estos dos objetivos en conficto es establecernuevas ormas de gestión. La gestión ambiental se convierte en lapanacea.

Page 329: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 329/423

329

Capítulo V

Cuarto, esta reconciliación se acilita por el nuevo concepto de“medio ambiente”, cuya importancia en el discurso ecológico creció

en el período de la segunda posguerra. El desarrollo de la concien-cia ecológica que acompañó al veloz crecimiento de la civilizaciónindustrial también transormó la “naturaleza” en “medio ambiente”.La naturaleza ya no signica una entidad autónoma, uente de vida

 y de discurso. Para quienes deenden una visión del mundo comorecurso, el medio ambiente se convierte en una estructura indis-pensable. Como se usa hoy el término, el medio ambiente incluyeuna visión de la naturaleza acorde con el sistema urbano indus-

trial. Todo lo importante para el uncionamiento de este sistema seconvierte en parte del medio ambiente. El principio activo de estaconceptualización es el agente humano y sus creaciones, al tiempoque la naturaleza queda relegada a un rol aún más pasivo. Lo quecircula es materia prima, productos industriales, desechos tói-cos, “recursos”. La naturaleza se reduce a un ente estático, un meroapéndice del medio ambiente. Junto con el deterioro ísico de la

naturaleza, presenciamos su muerte simbólica. Lo que se mueve,crea, inspira, es decir, el principio organizador de la vida, resideahora en el medio ambiente (Sachs, 1992).

Un grupo de activistas ambientales de Canadá destaca asíel peligro undamental de aceptar el discurso del desarrollosostenible:

La creencia genuina de que el Inorme Bruntland constituye ungrave avance para el movimiento ambiental/verde… equivale a

una lectura selectiva, en la cual los datos relativos a degradación

ambiental y pobreza se enatizan, mientras que la orientación del

inorme hacia los “recursos” y el crecimiento se ignora o minimi-

za. Este punto de vista sugiere que dado el respaldo del Inorme

Bruntland al desarrollo sostenible, los ambientalistas pueden se-

ñalar ahora cualquier atrocidad ambiental particular y decir: “Esto

no es desarrollo sostenible”. Sin embargo, con ello los ambientalis-

tas están aceptando el “desarrollo” como marco para la discusión

(Green Web, 1989: 6).

Page 330: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 330/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

330

Convertirse en nuevo cliente del aparato del desarrollo trae másimplicaciones de lo que parece: sustenta y contribuye a la diusión

de la visión económica dominante. Esta sustentación se basa en lainscripción de lo económico en lo ecológico, inscripción que tomalugar a través del análisis de ecosistemas y ecodesarrollo. Estasperspectivas aceptan como un hecho la escasez de los recursosnaturales, lo que lleva a sus deensores a resaltar la necesidad deencontrar ormas más ecientes de utilizar los recursos sin amena-zar la supervivencia de la naturaleza y de la gente. Como lo dicerancamente el Inorme Bruntland, se trata de encontrar los medios

para “producir más a partir de menos” (World Commission on Envi-ronment and Development, 1987: 15). La Comisión no se halla solaen este esuerzo. Año tras año, el World Watch Institute rearmaeste esuerzo en su inorme State o the World, una de las princi-pales uentes de consulta para quienes trabajan en ecodesarrollo.La ecología, como lo dice perspicazmente Wolgang Sachs (1988)acerca de los inormes que hemos mencionado, queda reducida a

una orma superior de eciencia. En contraste con el discurso de losaños setenta centrado en los “límites del crecimiento”, el discurso delos años ochenta se centra en el “crecimiento de los límites” (Sachs,1988).

Los ecologistas liberales y ecodesarrollistas no parecen perci-bir el carácter cultural de la comercialización de la naturaleza y la

 vida inherente a la economía occidental, ni toman con seriedad los

límites culturales que muchas sociedades han puesto a la produc-ción indiscriminada. Entonces no resulta sorprendente, que suspolíticas se limiten a la promoción de la administración “racio-nal” de recursos. En la medida en que los ambientalistas aceptendichos supuestos, también aceptarán los imperativos de la acumu-lación del capital, el crecimiento material, y la disciplina del trabajohumano y la naturaleza. La reconciliación epistemológica y políticade la economía y la ecología propuesta por el desarrollo sosteni-ble intenta crear la impresión de que solo se necesitan pequeñosajustes al sistema de mercado para iniciar una era de desarrolloambientalmente benigno, escondiendo el hecho de que la ciencia

Page 331: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 331/423

331

Capítulo V

económica por sí misma no puede aspirar a dar cabida a las conside-raciones ambientales sin antes realizar reormas sustanciales en su

marco teórico.11

Además, al racionalizar la deensa de la naturalezaen términos económicos, los economistas verdes continúan espar-ciendo la sombra que la economía proyecta sobre la vida y la histo-ria. Estos economistas “hacen algo más que simplemente proponernuevas estrategias; también le dicen a la gente cómo ver el mundo,la sociedad y sus propias acciones… Promueven la sostenibilidadde la naturaleza y erosionan la sostenibilidad de la cultura” (Sachs,1988: 39).

Este eecto es más claro en el enoque del Banco Mundial sobreel desarrollo sostenible, basado en la creencia, como lo dijera breve-mente su presidente poco después de la publicación del InormeBruntland, de que “una sana ecología es buena economía” (Conable,1987: 6). El establecimiento en 1987 de un Departamento Ambientalde alto nivel y del Global Environment Facility (GEF) (léase la Tierracomo un mercado/compañía de servicios gigantesca bajo el control

del Grupo de los Siete y el Banco Mundial) creado en 1992, reorzó laactitud administrativa hacia la naturaleza. “La planeación ambien-tal”, decía Conable en el mismo discurso, “puede sacar el máimo delos recursos naturales para que la inventiva humana pueda sacarel máimo del uturo” (pág. 3). De acuerdo con la orientación neoli-beral de los ochenta, al mercado le reserva un rol central. Como loepresara un economista de Harvard en la Conerencia anual del

Banco Mundial en 1991 sobre economía del desarrollo:

11 El individualismo metodológico de la economía, por ejemplo, dicultaen gran medida el planteamiento de interrogantes de equidad interge-neracional (Norgaard, 1991a), y su monismo discursivo impide undiálogo signicativo entre las disciplinas que componen las cienciasambientales, particularmente la ecología (Norgaard 1991b). De igualmodo, las críticas internas de la economía sugieren a menudo que lacura para la alla del mercado es lograr más y mejores mercados (priva-

tización), o que la cura para las eternalidades, los rendimientoscrecientes a escala o la competencia imperecta que causan las allas demercado es imitar los resultados del mercado: corregir los precios,reormar los análisis de costo-benecio, y cosas por el estilo (Marglin,1991).

Page 332: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 332/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

332

La uente de degradación ambiental y sostenibilidad no está en

modo alguno en el crecimiento. Está en la política y las allas del

mercado… Muéstrenme un recurso desperdiciado o un ambientedegradado y les mostraré un subsidio o una alla para establecer

las condiciones básicas que permitirían que el mercado uncionara

ecientemente… Si tuviera que plantear la solución en una rase,

sería esta: Todos los recursos deberían tener propietarios, todas las

gentes deberían tener derechos (Panayatou, 1991: 357, 361).

Admitimos que se trata de una opinión etrema, pero refeja

la tendencia hacia la privatización de los recursos, bajo la calica-ción benigna pero insidiosa “derechos de propiedad intelectual”.Este discurso, uno de los debates más candentes en la bibliograíadel desarrollo en este momento, busca garantizar el control porlas corporaciones del Norte del material genético de las especiesbiológicas de todo el mundo, la mayoría de las cuales están en elSur. De aquí la insistencia de las corporaciones, de muchas organi-

zaciones internacionales y gobiernos del Norte para que se adju-diquen patentes sobre los actuales stocks de los bancos genéticoso los que se desarrollen en el uturo. La biotecnología introduceasí completamente la vida en la producción industrial, para gozode algunos y terror de muchos (Hobbelink, 1992). La biotecnología“será para la revolución verde lo que esta ue para las variedades

 vegetales y las prácticas tradicionales… cambiará signicativa-

mente el conteto en el que se conceptualiza y plantea el cambiotecnológico en el Tercer Mundo” (Buttel, Kenney y Kloppenburg,1985: 32).

Como veremos en breve, la biotecnología, la biodiversidad y los derechos de propiedad intelectual representan un nuevogiro en el discurso del desarrollo sostenible. Shiv Visvanathanha llamado al mundo de Bruntland y al desarrollo sostenible uncosmos desencantado. El Inorme Bruntland es el cuento que unmundo desencantado (moderno) se cuenta a sí mismo sobre sutriste condición. Como renovación del contrato entre el Estado-nación y la ciencia moderna, su visión del mundo uturo resulta

Page 333: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 333/423

333

Capítulo V

muy pobre. Visvanathan se preocupa en especial por el potencialdel desarrollo sostenible para colonizar las últimas áreas de la vida

social del Tercer Mundo aún no regidas por completo por la lógicadel individuo y el mercado, como el derecho al agua, las selvas y los bosques sagrados. Lo que antes eran territorios colectivosahora están a medio camino entre el mercado y la comunidad auncuando la economía no pueda entender el lenguaje de los espacioso territorios colectivos, porque estos no tienen individualidad y noobedecen las reglas de la escasez y la eciencia. Deben generarsehistorias y análisis alrededor de lo colectivo para reemplazar el

lenguaje de la eciencia por el de la suciencia y la visibilidadcultural del individuo por la de la comunidad. “Lo que se necesitano es un uturo común sino un uturo en comunidad” (pág. 383).Visvanathan también se preocupa por el ascenso del desarrollosostenible entre los ecologistas y activistas. Es oportuno terminaresta sección con su llamado a la resistencia a la cooptación, pare-cido a la advertencia de Adele Mueller acerca de la burocratiza-

ción del conocimiento eminista:

Bruntland busca la cooptación de los mismos grupos que están

creando una nueva danza política, donde la democracia no es sim-

plemente orden y disciplina, donde la Tierra es un cosmos mágico,

donde la vida sigue siendo un misterio para celebrar… Los eper-

tos del Estado global estarían encantados de cooptarlos, para con-

 vertirlos en un grupo de consultores de segunda clase, una claseinerior de enermeros y paramédicos al servicio del médico y del

cirujano epertos. Es a ello a lo que queremos oponernos creando

una eplosión de imaginaciones que este club de epertos intenta

destruir con sus gritos de carencia y eceso. El mundo de la cien-

cia ocial y el Estado-nación no solo están destruyendo suelos y 

sedimentando lagos, sino congelando la imaginación… Debemos

 ver el Inorme Bruntland como una orma de analabetismo pu-

blicado y elevar una plegaria por la energía desperdiciada y los

bosques perdidos en su publicación. Y, nalmente, una pequeña

plegaria, una disculpa para el árbol que proporcionó el papel para

Page 334: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 334/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

334

este documento. Gracias, árbol (Visvanathan, 1991: 384; subrayado

del autor).

La capitalización de la naturaleza: dos ormas de capital ecológico

En un artículo reciente, Martin O’Connor (1993) sugiere queel capital está suriendo un cambio signicativo en su orma y está entrando en una ase ecológica. La naturaleza ya no se deneni se trata como propiedad eógena eplotable. Mediante unnuevo proceso de privatización, resultado en primer lugar de uncambio en la representación, aspectos antes no capitalizados de

la naturaleza y la sociedad se vuelven, en sí mismos, inherentesal capital. Se convierten en stocks de capital. “Igualmente, la diná-mica primaria del capitalismo cambia de orma, de la acumula-ción y crecimiento con base en un dominio eterno a un manejo

 y conservación aparente del sistema de naturaleza capitalizada cerrado sobre sí mismo” (M. O’Connor, 1993: 8). Esta nueva ormasupone una conquista semiótica y una incorporación de la natu-

raleza como capital aún más penetrantes, a pesar de clamar por eluso sostenible de sus recursos, y aparece cuando se cuestiona laapropiación brutal, especialmente por parte de los movimientossociales.

La orma moderna del capital, la orma convencional y descar-nada de apropiarse de los recursos y eplotarlos como mate-ria prima, se acompaña ahora, y se reemplaza potencialmente

por esta segunda orma posmoderna y “ecológica”. Esta seccióndesarrolla los siguientes argumentos, basados en las dos ormasde capital en su ase ecológica: (a) Ambas ormas, la moderna y laposmoderna, son necesarias para el capital, dadas las condicionesmundiales a nales de siglo; (b) Ambas ormas eigen articula-ciones discursivas complejas que las hagan posibles y legítimas;(c) Ambas ormas asumen características dierentes pero cada

 vez más entremezcladas en el Primer y el Tercer Mundo, y quedeben estudiarse simultáneamente, (d) Los movimientos socia-les y las comunidades encaran cada vez con mayor recuencia ladoble tarea de construir racionalidades y alternativas estratégicas

Page 335: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 335/423

335

Capítulo V

de producción, por una parte, y por otra la de resistirse semióti-camente a las incursiones de las nuevas ormas de capital en el

tejido de la naturaleza y la cultura.

 La forma moderna del capital ecológico. La primera ormaque toma el capital en la ase ecológica opera de acuerdo con lalógica de la racionalidad capitalista moderna, y se teoriza en térmi-nos de lo que James O’Connor llama la segunda contradicción delcapitalismo. El punto de partida de la teoría marista de la crisis,recordemos, es la contradicción entre las uerzas productivas capi-

talistas y las relaciones de producción, o entre la producción y larealización del valor y la plusvalía. Esta primera contradicción esbien conocida por los economistas políticos. Pero hay un segundoaspecto del capitalismo que, a pesar de estar presente desde suscomienzos, ha tomado uerza solo a partir del agravamiento de lacrisis ecológica y de las ormas sociales de protesta generadas poresta. Es la segunda contradicción del capitalismo (O’Connor, 1988,

1989, 1992). La idea central es que debemos detenernos en el rolque las condiciones de producción desempeñan en la reestructu-ración del capital, insucientemente teorizadas por Mar, peroesenciales en el cuestionamiento de Polanyi (1957b) en su críticadel mercado autorregulado. ¿Por qué? Porque resulta evidente queel capitalismo no solo deteriora o destruye las condiciones sociales

 y ambientales sobre las cuales se erige (incluyendo la naturaleza

 y la mano de obra), sino también que la reestructuración capita-lista tiene lugar a epensas de tales condiciones. Una “condición deproducción” se dene como todo lo que se trata como bien econó-mico, aunque no sea producido como bien según las leyes del valor

 y el mercado. La uerza de trabajo, la tierra, la naturaleza, el espa-cio urbano, y así sucesivamente, encajan en esta denición. Recor-demos que Polanyi llamaba a la Tierra (es decir, la naturaleza) y a la mano de obra (es decir, a la vida humana) bienes cticios. Lahistoria de la modernidad y el capitalismo debe verse, pues, comola capitalización progresiva de las condiciones de producción. Laproducción de árboles en plantaciones con métodos capitalistas

Page 336: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 336/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

336

puede verse como paradigma de este proceso de capitalización,que también incluye la conquista cientíca y administrativa de la

mayor parte de los aspectos de la vida económica y social que sonespecícos de la modernidad.La capitalización de la naturaleza está en gran parte mediada

por el Estado. De hecho, el Estado debe considerarse una inter- ase entre el capital y la naturaleza, los seres humanos y el espa-cio. La capitalización de la naturaleza ha sido undamental parael capitalismo desde la acumulación primitiva y la apropiación delos territorios comunales. De este modo, la historia del capital es la

historia de la eplotación de las condiciones de producción, inclu- yendo las ormas en que el capital deteriora o destruye sus propiascondiciones.12 La amenaza del capital a sus propias condicionessuscita intentos por reestructurarlas para reducir costos o deenderganancias. Dicha reestructuración tiene lugar a través del cambiotecnológico y asegurando disponibilidad de materia prima y manode obra más barata y más disciplinada. Sin embargo, semejantes

cambios requieren a menudo un mayor grado de cooperación eintervención estatal, como en el caso de los planes gubernamenta-les de desarrollo y los controles a corporaciones, y como en el casode la insistencia del Banco Mundial para que los países elaboren“planes ambientales nacionales” (aun si lo que se busca es sostenerlas ganancias del capital). La eistencia de políticas más visiblesde esta clase signica que estos procesos se están haciendo más

sociales, y están creando puntos de reunión para la lucha política.El lobby de las organizaciones no gubernamentales y de los gruposambientalistas del Tercer Mundo para controlar al Banco Mundial,por ejemplo, refeja la mayor socialización del proceso del capital.

Las luchas sociales generales en torno a la deensa de las

12 Los ejemplos suministrados por O’Connor incluyen el eecto inverna-dero y la lluvia ácida que destruyen la naturaleza, la salinización de lasaguas y el problema de los pesticidas que aectan a la agricultura, la

congestión, la contaminación y las elevadas rentas que resultan de lacapitalización del espacio urbano que deterioran las condiciones delpropio capital, y los crecientes costos de salud que destruyen la uerzade trabajo. Los costos de semejante destrucción recaen desproporciona-damente sobre los pobres, el Tercer Mundo y los gobiernos.

Page 337: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 337/423

337

Capítulo V

condiciones de producción –como la salud ocupacional, los movi-mientos de mujeres relacionados con la política corporal o con las

necesidades básicas, la movilización para impedir transerenciasde desechos tóicos a los vecindarios pobres del Norte o a los paísespobres del Sur– también le dan más visibilidad al carácter socialde la producción (y de la necesaria reconstrucción) de la vida, lanaturaleza y el espacio. Estas luchas tienden a alterar las relacio-nes sociales de reproducción de las condiciones de producción. Lasluchas tienen dos acetas: la lucha para proteger las condiciones deproducción y la vida misma rente a la crueldad y los ecesos del

capital, y la lucha por las políticas del capital y del Estado para rees-tructurar las condiciones de producción (por lo general a travésde mayor capitalización y privatización). En otras palabras, losmovimientos sociales se ven orzados a encarar simultáneamentela destrucción del cuerpo, la naturaleza y el espacio junto con lareestructuración de dichas condiciones inducida por las crisis (J.O’Connor, 1988).

Las luchas contra la pobreza y la eplotación pueden ser luchasecológicas en la medida en que los pobres intentan mantener losrecursos naturales bajo el control comunitario y no del mercado,controlar y resistir la valorización monetaria de la naturaleza. Lospobres de áreas rurales, en particular, a causa de su cultura die-rente, practican cierto “ecologismo” contribuyendo a la conser-

 vación de los recursos (Martínez Alier, 1992). Con recuencia las

luchas ecológicas son también luchas de género. Muchos aspectosde la destrucción de las condiciones de producción –surgidas, porejemplo, de la deorestación y el represamiento de ríos y refejadasen las crecientes dicultades de acceso a los alimentos, el agua y el combustible, labores emeninas en muchos lugares del mundo–aectan a las mujeres en particular y contribuyen a reestructurarlas elaciones de género y de clase.13 A veces las mujeres son capaces

13 Brinda Rao (1989, 1991) da un ejemplo de la creación de “escasez de agua”en el distrito de Puna del estado de Maharashtra en la India. El enómenoresultó de los proyectos gubernamentales que avorecieron a los grandesagricultores, y ha aectado a las mujeres de orma tal que va más allá delas grandes distancias que tienen que recorrer diariamente para traer el

Page 338: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 338/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

338

de aprovechar tales condiciones para luchar por la deensa de lascondiciones de producción y por su identidad. En términos genera-

les, las luchas de las mujeres contra la capitalización de la natura-leza y el control patriarcal han permanecido invisibles. Es impera-tivo incorporar el género y las luchas emeninas a la teorización delcapital y la naturaleza. Muchas de las preguntas que las eministashan planteado al desarrollo todavía no han sido abordadas por loseconomistas verdes y otros ambientalistas (Harcourt, 1994).

El problema se percibe hasta cierto punto como un debateentre el esencialismo y el materialismo.14 Aunque críticas del esen-

cialismo, algunas ecoeministas (Mellor, 1992; Holland-Cunz enKuletz, 1992) destacan la necesidad de encarar de todas maneras “lapregunta central de cómo teorizar la cuestión muy real de la natu-raleza nita del planeta y las dierencias biológicas entre hombres y mujeres” (Mellor, 1992: 46). La importancia de las dierencias bioló-gicas ha sido ignorada por la economía política: “Lo que se incorporaen la esera de la ‘producción’ no representa solamente los intereses

del capital, representa también los intereses del hombre” (pág. 51).Un socialismo verde eminista debe comenzar por reconocer quelos hombres tienen interés en controlar la seualidad de la mujer

 y las relaciones con la vida y la naturaleza. Algunas eministas hanevolucionado hacia una síntesis de las perspectivas esencialista y 

líquido. Como el agua está asociada con el principio emenino, su escasezha contribuido a la disminución del poder emenino tradicional. Para

complicar las cosas, la acelerada deorestación ha llevado a la desapari-ción de plantas medicinales y ha incrementado la mortalidad inantil, lacual se atribuye ahora, a veces, a la brujería emenina.

14 Parte del debate se llevó a cabo en años recientes en las páginas de larevista Capitalism, Nature, Socialism, de Santa Cruz. El cargo de “esen-cialista” en relación con el ecoeminismo se origina principalmente ensu asociación con matrices espiritualistas y culturalistas del eminismo,en particular con el énasis de este último en la superioridad de lacultura de la mujer, basada en el principio emenino y en la ‘naturaleza’esencial de la mujer. Feministas de orígenes y prácticas tan diversas

como Susan Grin, Vandana Shiva, Petra Kelly y Mary Daly han sidoacusadas de esencialismo. Las ecoeministas arman que la crítica delesencialismo permite a los críticos desconocer las contribuciones y lauerza de las eministas espirituales y culturales, sin tomarlas en serio.Véanse resúmenes de este debate en Mellor (1992) y Merchant (1990).

Page 339: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 339/423

339

Capítulo V

materialista, aun cuando reconocen las limitaciones de la primera.La clave de esta síntesis es llegar a ormulaciones materialistas y no

patriarcales de la proimidad histórica de la mujer y la naturalezaque reconozcan el hecho de que los seres humanos son entidadesculturales y biológicas, materiales y emocionales al mismo tiempo(Holland-Cunz en Kuletz, 1992).

Un aspecto aín, también poco desarrollado en la mayoría deconcepciones ecológicas, es el rol de la cultura y el discurso en laorganización e intermediación de la naturaleza y las condiciones deproducción. Detrás de esta pregunta está la relación entre proce-

sos naturales e históricos. El ecosocialista meicano Enrique Le cree que aún no contamos con conceptualizaciones adecuadas de lainscripción mutua de naturaleza e historia. Cierto es que, a medidaque lo ecológico se convierte en parte del proceso de acumulación,lo natural es absorbido por la historia y así puede ser estudiado porel materialismo histórico. A pesar de todo, la cultura sigue siendouna instancia importante de mediación, los eectos del capital y sus

modos de operación son siempre determinados por las prácticasde la cultura en que dicha transormación tiene lugar (Godelier,1986; Le, 1986a). Cuando una cultura que buscaba maimizar nola continuidad y la supervivencia sino los benecios materiales se

 volvió dominante, se logró una cierta articulación entre lo biológico y lo histórico. Para Le, la acumulación de capital requiere la arti-culación de las ciencias con el proceso de producción, de manera

que las verdades que producen se conviertan en uerzas produc-tivas del proceso económico. Las ciencias ambientales participanasí en la reinscripción de la naturaleza en la ley del valor. La alta de

 vigilancia epistemológica ha traído como resultado cierto “discipli-naje” de los temas ambientales que ha obstaculizado la creación deconceptos útiles a la ormulación de racionalidades económicas y ecológicas alternativas (Le, 1986b).

El papel del desarrollo sostenible en la articulación deconcepciones y prácticas relativas a las condiciones de produc-ción es evidente. Las condiciones de producción no son trans-ormadas solo por el capital. Tienen que ser transormadas en y 

Page 340: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 340/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

340

a través del discurso. El movimiento de desarrollo sostenible esun intento uerte, tal vez nunca antes presenciado desde el auge

de las ciencias empíricas (Merchant, 1980), para resignicar lanaturaleza, los recursos, la Tierra y la propia vida humana. Es unintento torpe y miope, como lo veremos brevemente al compararlocon la reinvención de la naturaleza eectuada por la biotecnología,pero no debemos minimizar su importancia. El desarrollo soste-nible es el último intento por articular la modernidad y el capita-lismo antes de la llegada de la cibercultura. La resignicación dela naturaleza como medio ambiente, la reinscripción de la Tierra

en el capital a través de la mirada de la ciencia, la reinterpreta-ción de la pobreza como eecto de la destrucción ambiental, y laconanza renovada en la gestión y la planeación como árbitrosentre la gente y la naturaleza son todos eectos de la construccióndiscursiva del desarrollo sostenible. En la medida en que más y más proesionales y activistas adopten la gramática del desarro-llo sostenible, más eectiva será la reinvención de las condiciones

de producción. De nuevo, las instituciones continuarán reprodu-ciendo el mundo como lo ven quienes lo rigen. La acumulación y lareproducción ampliada del capital también eigen la acumulacióndel discurso y culturas, esto es, su creciente normalización. Estanormalización encuentra resistencia, e introduce así quizás unacontradicción que los economistas políticos no han considerado.15 Como narrativa universalizante, la economía política depende en

el nivel cultural de la realidad que busca sublimar, el capitalismomoderno. Es innegable que el materialismo histórico eurocen-trista y el eminismo nos proporcionan criterios reveladores de laconversión de la naturaleza y la mujer en objetos del trabajo y laproducción. Por eso son muy importantes. Sin embargo, al mismotiempo debe hacerse un esuerzo para entender la vida social delTercer Mundo (y de Occidente) a través de esquemas que no se

15 ¿Una tercera contradicción? El debilitamiento y la destrucción de lasculturas por el capital al tratar de homogeneizarlas a través de la disci-plina y la normalización, incluyendo las ormas de resistencia ante losconstantes intentos del capital por la reestructuración cultural.

Page 341: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 341/423

341

Capítulo V

basen únicamente en los logros intelectuales mencionados. Ponerde maniesto la mediación del discurso en la orma moderna del

capital es una manera de comenzar.

 La forma posmoderna del capital ecológico. En muchos luga-res del Tercer Mundo la política pública aún opera sobre la base deldesarrollo convencional, aunque cada vez hay más áreas del mundo

 vendidas al desarrollo sostenible. Sin embargo, Martin O’Connortiene razón al señalar un cambio cualitativo en la orma del capi-tal. Si con la modernidad puede hablarse de la progresiva conquista

semiótica de la vida social y cultural, hoy esta conquista se etiendehasta el propio corazón de la naturaleza y la vida. Una vez que lamodernidad se consolida y la economía se convierte en una realidadaparentemente ineludible –un verdadero descriptor de la realidadpara la mayoría– el capital debe abordar la cuestión de la domesti-cación de todas las demás relaciones sociales y simbólicas según elcódigo de la producción. Ya no son solo el capital y el trabajo per se 

los que están en juego, sino la reproducción del código. La realidadsocial se vuelve, según la epresión de Baudrillard (1975), “el espejode la producción”.

El naciente discurso de la biodiversidad logra esta hazaña enparticular. En él, la naturaleza se convierte en una uente de valoren sí misma. Las especies de fora y auna son valiosas no tantocomo recursos sino como reservorios de valor que la investigación

 y el conocimiento, junto con la biotecnología, pueden liberar para elcapital y las comunidades. Esta es una de las razones por las cualesse reconoce nalmente a las comunidades étnicas y campesinas enlas áreas de selva tropical húmeda del mundo como propietarias desus territorios (o de lo que queda de ellos); pero solo en la medidaen que acepten tratarla, y tratarse a sí mismas, como reservoriosde capital. Las comunidades y los movimientos sociales de diver-sas partes del mundo están siendo seducidos por los proyectos debiodiversidad para que se conviertan en “guardianes de los ‘capi-tales’ natural y social cuyo manejo sostenible es, por consiguiente,tanto su responsabilidad como el negocio de la economía mundial”

Page 342: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 342/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

342

(M. O’Connor, 1993: 5). Una vez terminada la conquista semióticade la naturaleza, el uso sostenible y racional del medio ambiente se

 vuelve un imperativo. Aquí se encuentra la lógica subyacente de losdiscursos del desarrollo sostenible y la biodiversidad.Esta nueva capitalización de la naturaleza no descansa solo

sobre la conquista semiótica de territorios (en términos de reser- vas de biodiversidad y nuevos esquemas de control y propiedadde la tierra) y comunidades (como “guardianes” de la naturaleza);también eige la conquista semiótica de los conocimientos localesen la medida en que “salvar la naturaleza” eige la valoración de los

saberes locales sobre el sostenimiento de la naturaleza. La biologíamoderna empieza a descubrir que los sistemas locales de conoci-mientos son complementos útiles. En estos discursos, sin embargo,el saber se asume como algo que eiste en las “mentes” de perso-nas individuales (chamanes, sabios, ancianos) acerca de “objetos”eternos (plantas, especies), cuya “utilidad” médica o económicase supone que “transmitan” a los epertos modernos. El saber local

no se considera una construcción cultural compleja, que no involu-cra objetos sino movimientos y eventos proundamente históricos

 y relacionales. Estas ormas de conocimiento tienen por lo gene-ral modos dierentes de operación y de relaciones con los camposcultural y social (Deleuze y Guattari, 1987). Al traerlas a la políticade la ciencia, las ormas sociales de conocimiento son recodicadasde modo utilitario por la ciencia moderna.

Un breve ejemplo ilustra la lógica de las dos ormas de capital ensu ase ecológica. La costa pacíca colombiana es una de las áreasde mayor diversidad biológica del mundo. Con una etensión de 5,4millones de hectáreas, está poblada por cerca de 800 mil aroco-lombianos y 40 mil indígenas pertenecientes a varios grupos étni-cos, particularmente emberas y waunanas. Desde comienzos de losochenta, el gobierno ha intentado desarrollar la región y ha ormu-lado ambiciosos planes de desarrollo (DNP, 1983, 1992). El capital hallegado a la región en orma de inversión en palma aricana, cultivode camarón a gran escala, minería, madera y turismo. Estos planes einversiones operan en la orma moderna de capital, contribuyendo

Page 343: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 343/423

343

Capítulo V

a la degradación ecológica y al desplazamiento y la proletarizaciónde los pobladores locales. No obstante, paralelo a este desarrollo el

gobierno ha emprendido un proyecto más modesto pero simbólica-mente ambicioso para la protección de la casi legendaria diversidadbiológica de la región (GEF-PNUD, 1993). El proyecto orma parte dela estrategia global para la protección de la biodiversidad empren-dida por el Global Environment Facility (GEF) del Banco Mundial y Naciones Unidas y orece un diseño innovador que incluye aspec-tos como la sistematización del conocimiento moderno y tradicio-nal de la biodiversidad, y la promoción de ormas organizacionales

para las comunidades negras e indígenas de la región.El proyecto de biodiversidad obedece a la lógica de la segunda

orma de capital. Ello ha sido posible no solo por las tendenciasinternacionales sino también por la creciente movilización de lascomunidades negras e indígenas en el conteto de los nuevos dere-chos que les reconoce la reorma constitucional de 1991. Esta lesreconoce, undamentalmente los derechos de las minorías étni-

cas a la autonomía territorial y cultural. Más aún, el proyecto hadebido aceptar a las comunidades como interlocutores importan-tes, y varios líderes negros han podido insertarse en el equipo deplanta del mismo. Estos proesionales/activistas son conscientesde los riesgos que involucra el participar en semejante empresa,aunque ellos creen que el proyecto orece un espacio para la luchaque no pueden darse el lujo de ignorar. ¿Están ellos simplemente

ayudando al capital en la conquista semiótica de la naturaleza y las comunidades? O, por el contrario, o simultáneamente, ¿puedencomprometerse en la resistencia cultural y articular sus propiasestrategias productivas? Una cosa es cierta: estos procesos tienenlugar en numerosos países con altos niveles de diversidad biológica

 y en los cuales opera el GEF. Los activistas y las comunidades deestos países encaran la terrible disyuntiva de plantear sus propiosenoques o ser barridos por el desarrollismo y la biotecnología. Aúnes demasiado pronto para predecir el resultado de sus luchas. Elcreciente movimiento negro de Colombia es un indicio de que lascomunidades organizadas tienen más poder del que la mayoría de

Page 344: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 344/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

344

los observadores admite, a pesar de la magnitud de las uerzas quese oponen a él.

La tarea de articular otras estrategias productivas –autónomas,culturalmente cimentadas y democráticas– es diícil. En el planetano hay claridad sobre su naturaleza, aunque se han planteado algu-nos principios generales. Para Le, “No eiste todavía una teoríasucientemente elaborada del desarrollo sostenible basada en unaracionalidad ecológica” (1992: 62). Como vimos, el discurso liberaldel desarrollo sostenible se basa, de una parte, en una racionalidadeconomicista y no ecológica. De otra parte, el ecosocialismo no ha

incorporado a la cultura como instancia mediadora entre lo social y lo ecológico. La propuesta de Le apunta hacia una integración delo ecológico, lo tecnológico y lo cultural, en lo que él denomina unaracionalidad productiva alternativa. Para Le, toda cultura incluyeun principio de productividad, base de un paradigma de producciónque, en el caso de muchos grupos étnicos, “no es economicista peropertenece a la economía política” (1993: 50). El medio ambiente

debe verse entonces como la articulación de procesos culturales,ecológicos, económicos y tecnológicos que deben entrelazarse paragenerar un sistema de producción sostenido y equilibrado.16

Las dicultades que se prevén en la tarea de construir una estra-tegia productiva culturalmente especíca son tremendas, más alláde la oposición obvia de los intereses creados. ¿Deberían las comu-nidades, por ejemplo, poner precio a los recursos de biodiversidad?

¿Desarrollar patentes? ¿Imponer a sus miembros el “uso sostenible”de los recursos orestales? Por el contrario, ¿pueden darse el lujo deno poner precio a sus recursos? ¿Cuáles serían las consecuenciaseconómicas, políticas y culturales de cualquiera de estas líneas deacción? ¿Pueden contribuir a la deconstrucción de los mecanismosde mercado a través de la resistencia cultural mientras participan enla mercantilización de la naturaleza? Lo peor para estas comunida-des sería optar por el desarrollo convencional, y la mayoría ya lo sabe.

16 En el caso de Le es menos evidente si nociones como las de producción y racionalidad pueden teorizarse desde la perspectiva de órdenes cultu-rales dierentes.

Page 345: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 345/423

345

Capítulo V

Para acceder al posdesarrollo, las comunidades necesitan eperi-mentar estrategias productivas alternativas, y, simultáneamente,

practicar la resistencia semiótica a la reestructuración que el capital y la modernidad hacen de la naturaleza y de la sociedad. La descen-tralización económica, la desburocratización del manejo ambiental,el pluralismo político, la autonomía cultural y la productividad ecoló-gica pueden servir como criterios globales para emprender tal estra-tegia. Nos reeriremos a ello otra vez en el capítulo nal.

La cibercultura y la reinvención posmoderna de la naturaleza

Los discursos de la biodiversidad y la biotecnología puedenubicarse en el esquema de lo que Donna Haraway llama la reinven-ción posmoderna de la naturaleza. Esta reinvención es promovidapor ciencias como la biología molecular, la genética y la inmunolo-gía, y por corrientes de investigación como el proyecto del genomahumano, la inteligencia articial y la biotecnología. Podríamos estartransitando de un régimen de la naturaleza “orgánica” (premo-

derna) y “capitalizada” (moderna) hacia un régimen de “tecnonatu-raleza”, eectuado por las nuevas ormas de la ciencia y la tecnolo-gía (Escobar, 1994). En este régimen, la naturaleza sería construidapor diversas bioprácticas.17

La lectura crítica de Haraway de narrativas cientícas del sigloxx como la primatología y la sociobiología intenta hacer eplícitala coneión entre el contenido de la ciencia y su conteto social,

coneión que es normalmente invisible mediante prácticas delectura y escritura inherentes a la ciencia.18 Si antes de la Segunda

17 Los escritores de ciencia cción han captado bien el carácter de estatransormación. Sus paisajes están poblados de cyborgs de todo tipo,ciberespacios y realidades virtuales, y nuevas posibilidades del serhumano mediante un sorprendente conjunto de opciones tecnológicas y sociales novedosas. Muestran cómo la inteligencia articial y las biotec-nologías están comenzando a dar nueva orma a la vida social y biológica.

18 Para la lectura de Haraway acerca de la primatología, véanse (1989a),especialmente los capítulos 3 y 7, y (1991), capítulos 2 y 5. Las narrativasde inmunología y bioingeniería son analizadas en (1989b, 1985); lasociobiología en (1991), especialmente en los capítulos 3 y 4.

Page 346: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 346/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

346

Guerra Mundial los lenguajes dominantes de la biología se tomabanprestados de la ingeniería humana, los estudios de personalidad

 y la administración cientíca, después de la guerra predominó ellenguaje del análisis de sistemas. Las nuevas herramientas concep-tuales hablan de sistemas y de máquinas cibernéticas; de mecanis-mos de retroalimentación; de teoría de optimización y de inorma-ción; de genética de población, de ergonomía y sociobiología. Estecambio de paradigmas está ligado a una lógica de control apropiadaal capitalismo de la posguerra. La máquina y el mercado se repi-ten como principios organizativos, pero epresados en términos

del lenguaje de sistemas y cibernética. Los seres humanos ya no seconceptualizan en términos de organismos jerárquicamente orga-nizados y localizados, sino en términos de tetos codicados, siste-mas de comunicación estructurados, redes de comando y control,comportamiento dirigido y resultados probabilísticos. La patologíallega a ser el resultado del estrés y el colapso de las comunicacio-nes, y todo el sistema inmunológico se modela como un campo de

batalla (Haraway, 1989b, 1991).El lenguaje de este discurso es decididamente posmoderno,

 y no es contrario al régimen de acumulación posordista, con suorden cultural de “mano de obra feible” que mantendría a losinvasores a distancia, o que rápidamente los agocitaría si llegarana acercarse o se volvieran tan numerosos que supondrían amena-zas de contagio y desorden. Haraway lee en estos desarrollos la

desnaturalización de las nociones de “individuo” y “organismo”,tan caras a la ciencia moderna y a la economía política antes de laSegunda Guerra Mundial, y el surgimiento de una nueva entidad,el cyborg –híbrido de organismo y máquina “apropiado para el naldel siglo xx” (1991: 1)– que surge para llenar el vacío. En el lenguajedel desarrollo sostenible se diría que los cyborgs no pertenecen ala naturaleza; pertenecen al medio ambiente, y el medio ambientepertenece a los sistemas.

Llevando la armación de Simone de Beauvoir de que “no senace mujer” al campo posmoderno de la biología de nales del sigloxx, Haraway arma que “no se nace organismo. Los organismos

Page 347: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 347/423

347

Capítulo V

se hacen; son construcciones surgidas de un mundo cambiante”(1986b: 10). Los organismos se hacen por sí mismos y son hechos

por la historia. Semejante recuento historizado de la vida resultadiícil de aceptar si uno se mantiene dentro de las tradicionesmodernas del realismo, el racionalismo y la naturaleza orgánica.Esta visión historizada supone que lo que cuenta como natura-leza y como cultura en Occidente cambia sin cesar de acuerdo conactores históricos complejos, aunque en todos los casos la natura-leza “sigue siendo un mito y una realidad crucial y proundamentecuestionada” (1989a: 1). Los cuerpos, los organismos y la natura-

leza no son solo receptores pasivos del poder denominador dela ciencia; su especicidad y su aectividad signican que tomanparte en la producción del conocimiento acerca de sí mismos.Deben ser vistos entonces como actores “semióticos-materiales”más que como simples objetos de ciencia preeistentes en pureza.Pero eisten otros actores en la construcción de organismos comoobjetos de conocimiento, incluyendo a los humanos y las máqui-

nas (tecnologías de visualización, laboratorios), prácticas médicas y de negocios, y producciones culturales de diversos tipos (narrati- vas de ciencia, orígenes, sistemas y similares). Haraway se reere alcomplejo sistema que eplica la construcción de organismos como“el aparato de la producción corporal” (1989b, 1992). Dicho aparatonos recuerda que los organismos “son hechos en prácticas tecno-cientícas cambiantes por actores colectivos particulares en luga-

res y tiempos particulares” (1992: 297).El aparato de la producción corporal implica que los límitesentre lo orgánico, lo técnico y lo tetual que lo conorman sonbastante permeables. Estos tres campos ya no están separados;cualquier organismo dado que se convierte en objeto de cienciaes ya una mezcla de los tres. Aunque la naturaleza, los cuerpos y los organismos tienen ciertamente una base orgánica, se produ-cen cada vez más en conjunción con máquinas, y dicha produc-ción está siempre mediatizada por narrativas cientícas y cultu-rales. La naturaleza es una co-construcción de humanos y nohumanos. Tenemos así la posibilidad de involucrarnos en nuevas

Page 348: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 348/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

348

conversaciones con y acerca de la naturaleza, involucrando ahumanos y no humanos en la reconstrucción de la naturaleza

como cultura pública. Si el cyborg puede verse como la imposiciónsobre el planeta de un nuevo esquema de control, también repre-senta nuevas posibilidades de articulaciones poderosas entrehumanos, animales y máquinas.

La conciencia de esta posibilidad tiene tremendas implicacio-nes para Haraway. Para comenzar, la búsqueda de matrices natu-rales y conjuntos orgánicos –basada en las dicotomías entre mente

 y cuerpo, máquina y organismo, animal y humano– debe abando-

narse o reormarse drásticamente. La posibilidad de que lo orgá-nico no se oponga a lo tecnológico debe tenerse en cuenta; más, aún“hay grandes probabilidades de que las eministas acepten eplíci-tamente las posibilidades inherentes al rompimiento de las distin-ciones claras entre organismo y máquina y las distinciones simi-lares que estructuran el ser occidental” (Haraway, 1985: 92).19 Loscyborgs no son necesariamente el enemigo. Ello también signica

que los socialistas, las eministas y otros deberían darle importan-cia a las relaciones sociales de ciencia y tecnología, en la medida enque mediatizan y dan orma a la construcción de nosotros mismos,de nuestros cuerpos y la naturaleza. El llamado de Haraway es aemprender “la hábil tarea de reconstruir los límites de la vidacotidiana, en coneión parcial con otros [humanos, organismos y máquinas], en comunicación con todas nuestras partes” (1985:

100). Esto requiere nuevas imaginaciones y visiones de dierenciaspor parte de aquellos que se oponen a la dominación del hombreblanco, la norma universal contra la cual los demás deben medirsus logros.

19 Haraway interpreta en orma ambivalente la deensa ecoeminista de loorgánico como ideología adecuada de oposición al capitalismo de estesiglo. Sin embargo, su reto a las ecoeministas es claro y undamental.

Tal vez puede decirse que la armación de la naturaleza y de lo orgá-nico (y casos parecidos, como lo indígena) es una estrategia temporal,dictada por la importancia del industrialismo y la modernidad en lassociedades actuales. Esta posibilidad se ve obstaculizada cada vez máspor la cibercultura.

Page 349: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 349/423

349

Capítulo V

La historización de la construcción de la naturaleza ha sidoobjeto de discusión por otros en diversas tradiciones. La dialéctica

de Adorno y Benjamin de la naturaleza y la historia, de la historianaturalizada y de la naturaleza historizada mostró lo que era radi-calmente nuevo en el industrialismo y la modernidad: la eperien-cia de la naturaleza como bien económico, es decir, una orma dete-nida de historia (en la medida en que refeja el desplazamiento dela naturaleza para convertirse en bien económico); el “velo” con quese cubrió la naturaleza por la ideología de la naturaleza como objetode apropiación y lo que los autores mencionados consideraron

como estado prehistórico y bárbaro de la historia moderna. Benja-min también anunció la posibilidad de trascender esta prehistoria(desde Mar) a través de una nueva dialéctica del ver, de producirnuevas conguraciones de la naturaleza y la historia que revelen lasmaneras en las cuales la naturaleza está inevitablemente inmersaen la historia, la actividad y vitalidad de la naturaleza misma, lasormas en que los objetos naturales “no se someten dócilmente a los

signos del lenguaje, sino que tienen la uerza semántica para ponerlos signos en tela de juicio” (Buck-Morss, 1990: 60).20

Como Haraway, Benjamin quisiera que uniéramos la capacidadtecnológica de producir con la capacidad utópica de soñar y vice-

 versa; es decir, transormar las ruinas heredadas de la naturalezahistórica (como en las lecturas de Haraway de los discursos y arte-actos modernos) y los ósiles de la historia naturalizada (el cuerpo

como bien) para inundir nueva vida a la historia mítica (etichista) y a la naturaleza mítica (las imágenes del ciberespacio a crear) através de una dialéctica del sueño y el despertar. El lenguaje y la

 visión de Haraway son quizá más apropiados para nuestra época.También resaltan aspectos importantes para otras culturas, como laactividad de la naturaleza y la creencia de que la naturaleza es unaco-construcción entre humanos y no humanos (incluyendo lo mítico

 y lo espiritual). Una dierencia clave es la separación de los humanos

20 El parentesco entre los proyectos de Haraway y Benjamin nace de unlibro de Susan Buck-Morss (1990) sobre Benjamin (especialmente loscapítulos 3 y 5 y las páginas 205-215).

Page 350: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 350/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

350

 y la naturaleza presente en el trabajo de Haraway, aun si ella nospide que veamos a la naturaleza como sujeto. Esto es un refejo de

las dierencias contetuales entre el Primer y el Tercer Mundo.Los críticos de las nuevas tecnologías pintan a menudo unuturo nada prometedor. Pero tal vez el nacimiento de la ciber-cultura, como sociedad verdaderamente posindustrial y posmo-derna, también supone cierta promesa cultural de conguracionessociales más justas. Pero los obstáculos y riesgos al respecto sonclaros. El nuevo conocimiento y las conguraciones del poder seestrechan sobre la vida y el trabajo, particular en la biotecnología.

Dichas prácticas quedan ejemplicadas tal vez en el proyecto delgenoma humano, una iniciativa que intenta describir el genomahumano completo. La nueva genética “demostrará ser una uerzapara reormar la sociedad y la vida mucho mayor de lo que ue larevolución de la ísica, porque estará dispersa en el tejido social enel nivel micro a través de prácticas médicas y una variedad de otrosdiscursos” (Rabinow, 1992: 241). El nuevo régimen de biosocialidad,

como lo ha llamado Paul Rabinow, implica que “la naturaleza serámodelada sobre la cultura entendida como práctica. La naturalezaserá conocida y reconstruida a través de la técnica y nalmente se

 volverá articial, del mismo modo en que la cultura se vuelve natu-ral” (pág. 241).

Esto podría llevar consigo la disolución de la sociedad moderna y de la división naturaleza/cultura. La genética, la inmunología y el

ambientalismo “son los principales vehículos de la inltración dela tecnociencia, el capitalismo y la cultura en lo que los modernosllaman ‘naturaleza’” (pág. 245). De acuerdo con Evelyn Fo Keller(1992), la nueva genética, además de volver a convocar el antasmadel determinismo biológico, señala el amanecer de una era en lacual la naturaleza y la cultura son radicalmente reconceptualiza-das. La biología molecular proclama una nueva “maleabilidad de lanaturaleza” como la clave para una mayor elicidad para la huma-nidad a través de la promesa de curar una gama de enermedadesgenéticas, denominación esta, como lo anota correctamente Keller,discutible en muchos casos. El “derecho a genes saludables” podría

Page 351: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 351/423

351

Capítulo V

convertirse en el grito de batalla de grupos de reormadores médi-cos que eigirán esquemas de eamen más penetrantes que los

que Foucault hiciera maniestos en su estudio del nacimiento de laclínica (1975).El signicado de todo ello para el Tercer Mundo está todavía por

analizarse, y debe comenzar con la invención de un nuevo lenguajepara hablar de estos temas desde una perspectiva propia. Conseguridad que el desarrollo sostenible no lo hará. Los llamados a“ponerse a la par” con Occidente en la producción de nuevas tecno-logías también son inadecuados, con el peligro de que la dominación

en este campo por el Primer Mundo lleve al Tercer Mundo haciaormas de dependencia aún mayores (Castells, 1986). La proposi-ción hipotética de que las naciones emergentes podrían saltarse laindustrialización y desarrollar sociedades posindustriales basadasen la inormación y las tecnologías biológicas es atractiva, pero tal

 vez inalcanzable en este momento. En la medida en que se estánconstruyendo nuevas prácticas sociales alrededor de las nuevas

tecnologías, para el Tercer Mundo resulta crucial participar en lasconversaciones globales que tales prácticas generan; los gruposlocales tienen que situarse en relación con los procesos de globali-zación simbólica y material de manera que les permitan superar suposición como actores subordinados en la escena global.

¿Qué conocimientos se necesitan para poner en marcha estaestrategia? El trabajo cientíco puede producir conocimiento que

contribuya a las causas e intereses populares. Eisten análisis queresultan útiles y a veces esenciales para los movimientos sociales.Algunos agroecólogos, por ejemplo, claman porque se considerenperspectivas múltiples, se establezca comunicación entre diversosgrupos populares de todo el mundo, y se diseñen instituciones capa-ces de aceptar opciones y puntos de vista dierentes (Altieri, 1987).Los propios movimientos sociales están proponiendo la aplicaciónde estos criterios al trabajo de los epertos. En el aspecto teórico,es necesario articular una economía política posestructuralistade la ecología y la biología. Esta necesidad va más allá de recono-cer que la naturaleza se construye socialmente para insistir en el

Page 352: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 352/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

352

análisis discursivo de los esquemas de la economía política y laciencia. Reitera la coneión y la evolución de cuerpos, organismos

 y comunidades con la construcción y la evolución de las narrativassobre ellos. Como ya vimos, las dos ormas del capital están liga-das a discursos conocidos. Desde esta perspectiva, no puede eis-tir un análisis materialista que no sea al mismo tiempo un análisisdiscursivo.

Este capítulo ha mostrado el sistema de transormación deldesarrollo. El desarrollo rural integrado, mujer y desarrollo, y eldesarrollo sostenible ehiben rasgos que revelan sus orígenes en

una práctica discursiva común. Esta “endoconsistencia “ (Deleuze y Guattari, 1993) de conceptos como el desarrollo se reere a lasistematicidad de los conceptos, a pesar de la heterogeneidad de loselementos que residen en el espacio que crean. La repetida biur-cación del desarrollo, hacia discursos como los analizados en estecapítulo, refeja la aparición de nuevos problemas, aunque el nuevodiscurso eista en el mismo plano del concepto original, y contri-

buya así a su autoperpetuación y su autorreerenciación. Nada hacambiado en realidad en el discurso, aunque quizá se hayan alte-rado las condiciones para su reproducción continua. El “desarro-llo” continúa retumbando en el imaginario social de los Estados,las instituciones y las comunidades, quizá más tras la inclusión delas mujeres, los campesinos y la naturaleza en su repertorio y sugeograía imaginarias.

Bajo el título “The Lesson that Rio Forgets”, la portada dela edición de The Economist  publicada una semana antes de laCumbre de la Tierra (la Conerencia mundial de Naciones Unidassobre el medio ambiente y el desarrollo, celebrada en Río de Janeiroen junio de 1992) muestra una masa indierenciada de personas decolor, “las masas ingentes” del Tercer Mundo. La “lección” es demo-gráca: las crecientes masas del Tercer Mundo deben reducirsepara lograr el desarrollo sostenible. El hecho de que los pueblos delmundo industrializado consuman un porcentaje mucho mayor delos recursos mundiales que sus vecinos del Tercer Mundo no entraen la ecuación de The Economist. Por una curiosa distorsión óptica,

Page 353: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 353/423

353

Capítulo V

el consumo de la gente del Norte se mantiene invisible, mientrasque las hordas oscuras del Sur son devoradas por un nuevo round 

de la visión glotona.En todo el mundo, las nuevas biotecnologías capitalizan aúnmás la naturaleza dándole valor a través de la investigación cientí-ca y el desarrollo. Hasta los genes humanos se vuelven parte de lascondiciones de producción, un campo vital para la reestructuracióncapitalista, y con ello, para la resistencia. La reinvención de la natu-raleza hoy en marcha, eectuada por medio de la red de los signica-dos y de la producción que liga los discursos de la ciencia y el capital,

debe ser incorporada en una economía política de la ecología quesea apropiada para la nueva era cuyos albores presenciamos ya.Los movimientos sociales, los intelectuales y los activistas tienen laoportunidad de crear discursos en los cuales las problematizacio-nes de la alimentación, el género y la naturaleza no queden redu-cidas a otro problema más del desarrollo, a otro capítulo más en lahistoria de la cultura económica. Lejos de Bruntland, la imagen de

la Tierra desde el espacio debería servir de base a visiones que nospermitan volver a despertar la conciencia de la vida y el vivir, volvera imaginar la relación entre sociedad y naturaleza, y volver a conec-tar la vida y el pensamiento en el nivel del mito.

Page 354: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 354/423

Page 355: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 355/423

Capítulo VIConclusión:

Visualización de una era posdesarrollo

 No sabemos exactamente cuándo comenzamos a hablar de dierencia

cultural. Pero en algún punto nos negamos a continuar construyendo

una estrategia sobre un catálogo de “problemas” y “necesidades”. El

 gobierno sigue apostando a la democracia y al desarrollo; nosotrosrespondemos enatizando la autonomía y el derecho a ser quienes somos

 y a tener nuestro propio proyecto de vida. Reconocer la necesidad de ser

dierente, construir una identidad, son tareas diíciles que exigen trabajo

 persistente en nuestras comunidades, tomando como punto de partida la

heterogeneidad que les es propia. Sin embargo, el hecho de que no hayamos

elaborado alternativas sociales y económicas nos hace vulnerables a la

actual acometida del capital. Esta es una de nuestras tareas políticas másimportantes actualmente: avanzar en la ormulación e implementación de

 propuestas sociales y económicas alternativas.

(Libia Grueso, Leyla Arroyo y Calos Rosero, Organización de

comunidades negras del pacífico colombiano, enero de 1994)

Page 356: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 356/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

356

Estadísticas (década de los ochenta)

Los países industrializados, donde 26 por ciento de la población,

responde por 78 por ciento de la producción mundial de bienes y servicios, 81 por ciento del consumo de energía, 70 por ciento de losertilizantes químicos y 87 por ciento del armamento mundial. Unhabitante de Estados Unidos gasta tanta energía como siete meica-nos, 55 hindúes, 168 tanzanianos y 900 nepaleses. En muchos paísesdel Tercer Mundo, los gastos militares superan el gasto en salud.El costo de un avión moderno de combate puede nanciar 40 milcentros rurales de salud. En Brasil, el consumo del 20 por ciento rico

es treinta y tres veces mayor que el del 20 por ciento más pobre dela población, y la brecha entre ricos y pobres sigue creciendo. 47 porciento de la producción mundial de cereales se usa para alimentaranimales. La misma cantidad de grano podría alimentar a más de 2mil millones de personas. En Brasil el área sembrada de soya podríaalimentar a 40 millones de habitantes si se sembrara de maíz y ríjol.Los seis principales mercaderes mundiales de granos controlan 90

por ciento de su comercio, mientras que solo durante la década delos ochenta varios millones de personas han muerto de hambre enla región de Sahel a consecuencia de hambrunas. La selva tropicalhúmeda suministra cerca de 42 por ciento de la biomasa vegetal y del oígeno del planeta; 600 mil hectáreas de bosques se destru-

 yen cada año en Méico, y otras 600 mil corren la misma suerte enColombia. La cantidad de caé que los países productores debieron

eportar para obtener un barril de petróleo se duplicó entre 1975 y 1982. Los trabajadores de las industrias tetil y electrónica delTercer Mundo ganan hasta veinte veces menos que sus homólogosde Europa occidental, Estados Unidos o Japón, por hacer el mismotrabajo con similar productividad. Desde la crisis latinoamericanade la deuda eterna en 1982, los deudores del Tercer Mundo hanabonado a sus acreedores un promedio de US$ 30 mil millones máscada año de lo que han recibido en nuevos préstamos. En el mismoperíodo, el alimento disponible para los pobres del Tercer Mundoha disminuido en cerca de 30 por ciento. Un dato más: la gran mayo-ría de las más de 150 guerras suridas por el mundo desde 1945

Page 357: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 357/423

357

Capítulo VI

han tenido lugar en el Tercer Mundo, como refejo de las conron-taciones entre las superpotencias. Incluso las que surgen desde el

nal de la guerra ría siguen refejando los eectos de la lucha por elpoder entre las naciones industrializadas.Se podría seguir.1 Las estadísticas cuentan historias. Son tecno-

rrepresentaciones dotadas de complejas historias culturales y polí-ticas. Dentro de las políticas de representación del Tercer Mundo,estadísticas de este tipo uncionan para arraigar el discurso deldesarrollo, con recuencia a pesar de la intención política de quie-nes las utilizan. Sin embargo, hacia el nal de este libro, uno debe-

ría ser capaz de realizar una lectura dierente de estas ciras: no lalectura que reproduce la ábula de las poblaciones necesitadas dedesarrollo y ayuda, ni la interpretación reduccionista de sus cirasen términos de necesidades urgentes que requieren la “liberación”a cualquier precio de los pobres de su surimiento y miseria. Tal vezni siquiera la narrativa de la eplotación del Sur por el Norte, en lasormas en que esta historia se contaba hasta hace una década. Más

bien, uno debería ser capaz de analizar el conteo en términos deconsecuencias políticas, la manera en la que refeja la construcciónde subjetividades, la ormación de la cultura, y la construcción delpoder social, incluyendo lo que las ciras revelan acerca de la plus-

 valía material y el consumo simbólico en aquellas partes del mundoque se consideran desarrolladas. Tampoco la lectura perversa, nal-mente, del Fondo Monetario Internacional –al insistir en “medidas

de austeridad” para el Tercer Mundo, como si la mayoría de la gentedel Tercer Mundo hubiera conocido algo distinto de la austeridadmaterial como hecho undamental de su eistencia cotidiana–, sinouna conciencia renovada del surimiento de muchos, del hecho deque “el mundo moderno, incluyendo al Tercer Mundo modernizado,se erige sobre el surimiento y la opresión de millones” (Nandy,1989: 169).

1 La mayoría de las ciras provienen de Strahm (1986). Algunas son deuentes del Banco Mundial. Con reerencia a las estadísticas comotecnología política, véase a Urla (1993).

Page 358: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 358/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

358

El Tercer Mundo y la política de la representación

“Hoy haremos algo que tocará su vida”. Este lema de Unión

Carbide cobró irónico realismo después del escape de gas dediciembre de 1984 en Bhopal (India), que aectó a 200 mil perso-nas y mató por lo menos a cinco mil. Bhopal no es solo un recorda-torio de la coneión entre las alternativas y el poder de algunos y las oportunidades de otros, coneión rmemente establecida por laeconomía global con una apariencia atal de normalidad. Como hasugerido Visvanathan (1986), Bhopal también es una metáora deldesarrollo como desastre que eige olvidar las víctimas y senten-

cia que una comunidad que no logra desarrollarse es obsoleta. Todauna estructura de propaganda, censura y amnesia se orquestó paraBhopal desde la ciencia, el gobierno y las corporaciones que dieronpaso al lenguaje de la compensación como única vía de epresiónde la ira y la injusticia, y aún la compensación ue más que preca-ria. Si, como en las hambrunas sahelianas, los aectados no puedenadaptarse al lenguaje del mercado, de la salvación (por los marines 

norteamericanos o las tropas internacionales), y la esperanza cris-tiana semisecular, tanto peor para ellos. En estos casos, las mira-das clínica, empresarial y militar aúnan esuerzos para poner enmarcha operaciones supuestamente benécas e higiénicas para elbien de la Humanidad (con H mayúscula, la de Hombre moderno).Restore Hope, Desert Storm2, Panamá y Granada son signos delllamado nuevo orden mundial.3

El discurso del desarrollo, como lo muestra este libro, ha sidoel agente principal y más ubicuo de la política de la represen-tación y de la identidad en gran parte de Asia, Árica y América

2 Nombres de campañas militares norteamericanas de los últimos años.(N. de la T.)

3 En términos generales, “los intentos de introducir al lenguaje de la libe-ración a aquellos que no lo hablan, como precondición para su calica-ción en lo que los modernos llaman liberación, es una arsa hasta de la

normatividad del concepto moderno de liberación… Para los mortalesineriores, constantemente en peligro de ‘ser liberados’ por una minoríadel mundo moderno, la resistencia y la disensión hacia las categoríasimpuestas por el lenguaje dominante es parte de la lucha por la super-

 vivencia” (Nandy, 1989: 269).

Page 359: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 359/423

359

Capítulo VI

Latina en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial. Asia,Árica y América Latina han presenciado una sucesión de regíme-

nes de representación, originados en el colonialismo y la moder-nidad europea pero a menudo asimilados a proyectos nacionalesen América Latina después de la independencia y en Árica y Asiadespués de la colonia, cada una con su régimen concomitante de

 violencia. Como lugares de encuentro y supresión de las cultu-ras locales, de la mujer, la identidad y la historia, dichos regíme-nes de representación son lugares de origen de la violencia (Rojas,1994). Como régimen de representación de este tipo, el desarrollo

ha estado ligado a una economía de la producción y el deseo, perotambién de las ronteras, la dierencia y la violencia. Con seguridadque esta violencia también es mimética y es uente de autoorma-ción. El terror y la violencia circulan y se convierten, ellos mismos,en espacios de producción cultural (Girard, 1977; Taussig, 1987).Pero la violencia modernizada introducida con el colonialismo y eldesarrollo es en sí misma uente de identidad. Desde la voluntad

civilizadora del siglo xIx hasta hoy, la violencia ha sido engendradaa través de la representación.

La propia eistencia del Tercer Mundo ha sido de hecho dispu-tada, administrada y negociada alrededor de esta política de larepresentación. Como eecto de las prácticas discursivas del desa-rrollo, el Tercer Mundo es una realidad disputada cuyo estatusactual se encuentra bajo escrutinio y negociación. Para algunos, el

Tercer Mundo “puede convertirse en símbolo de la responsabilidadintelectual planetaria… puede leerse como un teto de superviven-cia” (Nandy, 1989: 275). Luego del allecimiento del Segundo Mundo,el Primer y el Tercer Mundo tienen que realinearse y hallar el espa-cio para ordenarse. Pero resulta evidente que el Tercer Mundo tieneque convertirse en el otro del Primero con más intensidad todavía.4 “Para sobrevivir, el ‘Tercer Mundo’ ha de tener necesariamente

4 Estoy hablando aquí básicamente del Tercer Mundo geográco, o Sur,pero también del Tercer Mundo dentro del Primer Mundo. La coneiónentre el Tercer Mundo adentro y auera puede ser importante en térmi-nos de estructurar una política de las culturas en Occidente.

Page 360: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 360/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

360

connotaciones negativas y positivas: negativas al observarlo enun sistema de rango vertical… positivas al entenderlo sociopolíti-

camente como uerza subversiva, ‘no alineada’” (Trinh, 1989: 97).El término continuará teniendo vigencia por algún tiempo, porquesigue siendo una construcción esencial para quienes están en elpoder. Pero también puede ser objeto de reimaginaciones dieren-tes. “El Tercer Mundo es lo que mantiene vivas las posibilidades deser rechazadas del Primer y el [anteriormente] Segundo Mundo…antes de avizorar la civilización global del uturo, debemos asumirla responsabilidad de crear un espacio al margen de la actual civi-

lización global para una ecología política del conocimiento que seaplural y novedosa” (Nandy, 1989: 273, 266).

Sin embargo, como lo veremos, el Tercer Mundo no deberíaconsiderarse de ninguna manera como un reservorio de “tradicio-nes”. Los seres del Tercer Mundo son diversos y múltiples, inclu-

 yendo algunos que se vuelven cada vez más ilegibles respecto decualquier lenguaje conocido de la modernidad, dada la creciente

ragmentación, polarización, violencia y transormación que estánapoderándose de diversos grupos sociales en varias regiones.5 También es posible, incluso probable, que otras identidades radi-calmente reconstituidas emerjan de algunos de los espacios atra-

 vesados por las uerzas y las tensiones más desarticuladoras. Peroes demasiado pronto para imaginar siquiera las ormas de repre-sentación que tal proceso podría promover. Más bien, al presente

parecemos prestar atención a ormas de resistencia al desarrolloque son más claramente legibles, y a la reconstrucción de los órde-nes culturales que podrían estar sucediendo en los grupos popula-res y los movimientos sociales.

5 Tengo en mente, por ejemplo, la descomposición y el colapso proundosde las identidades y las prácticas sociales omentadas por los dineros dela droga y la violencia relacionada con ella en naciones como Colombia

 y Perú, o las geograías sociales de muchas urbes del Tercer Mundo,

con sus sectores orticados para los ricos, conectados al ciberespaciopor una cantidad creciente de medios electrónicos, y sectores cultural-mente erosionados y masivamente pauperizados para los pobres. Estasgeograías sociales se parecen cada vez más a escenarios de cienciacción del tipo de Blade Runner.

Page 361: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 361/423

361

Capítulo VI

Desde mediados y nales de los ochenta, por ejemplo, ha surgidoun cuerpo de trabajo relativamente coherente que reivindica el rol

de los movimientos de base, el conocimiento local y el poder popu-lar en la transormación del desarrollo. Los representantes de estacorriente declaran no estar interesados en alternativas de desarro-llo sino en alternativas al desarrollo, es decir, el rechazo del para-digma completo. A pesar de dierencias signicativas, los miem-bros de este grupo comparten ciertas preocupaciones e intereses:6 interés en la cultura y el conocimiento locales; una mirada crítica alos discursos cientícos establecidos; y la deensa y promoción de

movimientos de base locales y pluralistas. La importancia e impactode tales movimientos está lejos de ser clara, aunque, para usar laepresión de Sheth (1987), proporciona un campo para la búsquedadel “desarrollo alternativo como práctica política”. Más allá, a pesarde y en contra del desarrollo: son metáoras que numerosos autoresdel Tercer Mundo y los movimientos de base utilizan para imaginaralternativas al desarrollo y “marginalizar la economía”, otra metá-

ora que habla de estrategias para contener la economía occidentalcomo sistema de producción, de poder y de signicación.

Los movimientos de base que surgieron en oposición al desa-rrollo durante los ochenta pertenecen a ormas novedosas de accióncolectiva y movilización social que caracterizaron esa década. Algu-nos arman que los movimientos de los ochenta cambiaron signi-cativamente el carácter de la cultura y la práctica políticas (Laclau y 

Moue 1985; Escobar y Álvarez, 1992). La resistencia al desarrolloue una de las maneras en que los grupos del Tercer Mundo inten-taron construir nuevas identidades. Lejos de los supuestos esen-cializantes de la teoría política anterior (por ejemplo, que la movi-lización se basaba en la clase, el género, o la etnia como categoríasjas), dichos procesos de construcción de identidad se hicieron

6 Entre los miembros más visibles de este grupo están Ashis Nandy (1983,

1989); Vandana Shiva (1989); D.I. Sherth (1987); Shiv Visvanathan(1986, 1991); Majid Rahnema (1988a, 1988b); Orlando Fals Borda (1984,1988; Fals Borda y Rahman, 1991); Gustavo Esteva (1987); y PramodParajuli (1991). En Escobar (1992b) pueden encontrarse una bibliogra-ía y un análisis más completo de estos autores.

Page 362: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 362/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

362

más modestos, móviles y feibles, undamentados en articula-ciones tácticas surgidas de las condiciones y prácticas de la vida

diaria. En la misma medida, tales luchas ueron undamentalmenteculturales. Algunas de sus ormas y estilos de protesta continuarándurante los noventa.

Imaginarse el nal del desarrollo como régimen de representa-ción suscita todo tipo de interrogantes sociales, políticos y teóricos.Empecemos con el último aspecto recordando que el discurso noestá constituido solo por palabras y que las palabras no son “viento,un susurro eterior, un batir de alas que uno tiene dicultad en oír

en el asunto serio de la historia” (Foucault, 1972: 209). El discursono es la epresión del pensamiento. Es una práctica, con condicio-nes, reglas y transormaciones históricas. Analizar el desarrollocomo discurso es “mostrar que hablar es hacer algo, algo distintode epresar lo que uno piensa, mostrar que agregar una rase a unaserie de rases preeistentes es ejecutar un gesto costoso y compli-cado” (1972: 209). En el capítulo 5, por ejemplo, mostramos cómo las

nuevas armaciones acerca de la mujer y la naturaleza son “gestoscostosos” de este tipo, maneras de producir cambio sin transormarla naturaleza del discurso en su conjunto.

Para decirlo de otra manera, pensar en modicar el orden deldiscurso es una cuestión política que incorpora la práctica colectivade actores sociales y la reestructuración de las economías políticasde la verdad eistentes.7 En el caso del desarrollo, podría requerir

apartarse de las ciencias del desarrollo en particular y hacer unacrítica de los modos convencionales del saber occidental para darcabida a otros tipos de conocimiento y eperiencia. Esta transorma-ción demanda no solo un cambio de ideas y lenguaje sino tambiénla ormación de núcleos a cuyo alrededor puedan converger nuevas

7 “Un cambio en el orden del discurso”, escribió Foucault en la conclusiónde  La arqueología del saber, “no presupone ‘nuevas ideas’, un poco de

invención y creatividad, una mentalidad dierente, sino transormacio-nes de una práctica, tal vez también de prácticas vecinas, y de su articu-lación común. No he negado –lejos de ello– la posibilidad de cambiar eldiscurso: he acabado con la soberanía del sujeto al derecho eclusivo einstantáneo a ella” (1972: 209).

Page 363: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 363/423

363

Capítulo VI

ormas de poder y conocimiento. Dichos núcleos pueden aparecer“en serie”.8 Los movimientos sociales y las luchas contra el desa-

rrollo pueden contribuir a la ormación de núcleos de relacionessociales problematizadas en torno a las que pueden surgir nove-dosas producciones culturales. El principal requerimiento de unatransormación más duradera en el orden del discurso es la rupturade la organización básica del discurso (capítulo 2), vale decir, laaparición de nuevas reglas para la ormación de armaciones y 

 visibilidades. Ello puede implicar o no nuevos objetos y conceptos;puede estar marcado por la reaparición de conceptos y prácticas

hace tiempo descartadas (los nuevos undamentalismos ilustraneste punto); puede ser un proceso lento pero también puede ocurrircon relativa rapidez. Esta transormación dependerá también decómo las nuevas situaciones históricas, como la división social deltrabajo basadas en alta tecnología, alteren lo que pueda ser consti-tuido en objeto de discurso, al igual que de la relación entre el desa-rrollo y otras instituciones y prácticas sociales, como el Estado, los

partidos políticos y las ciencias sociales.Los retos al desarrollo se multiplican, a menudo en relación

dialéctica con los intentos ragmentarios de control inherentes alos regímenes posordistas de representación y acumulación. Elposordismo conecta o desconecta selectivamente de la economíamundial a regiones y comunidades. A pesar de ser siempre parcial,la desconeión presenta con recuencia oportunidades atractivas

desde la perspectiva de los pobres. Algo de esto está pasando en las8 “La sustitución de una ormación por otra no ocurre necesariamente en

el nivel de las armaciones más generales o más ácilmente ormaliza-das. Solo un método serial, como el que hoy usan los historiadores, nospermite construir una serie alrededor de un punto único y buscar otrasseries para prolongar el punto en direcciones dierentes sobre el nivelde otros puntos. Siempre hay un punto en el espacio o en el tiempo enque las series comienzan a separarse y se redistribuyen en un nuevoespacio, y es en este punto donde se presenta un corte… Y cuando

aparece una ormación nueva, con reglas y series nuevas, nunca ocurrede una sola vez, en una rase o acto de reacción únicos, sino que lo hacecomo una serie de ‘módulos’ con brechas, rastros y reactivaciones de loselementos anteriores que sobreviven bajo las reglas nuevas” (Deleuze,1988: 21).

Page 364: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 364/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

364

así llamadas economías inormales del Tercer Mundo (esta deno-minación es un intento de la cultura económica por mantener su

dominio sobre las realidades que eisten o surgen en sus ronte-ras). A medida que las comunidades locales de Occidente y el TercerMundo luchan por su incorporación a la economía mundial, toda-

 vía tienen que desarrollar prácticas más creativas y autónomas quepuedan resultar más conducentes a la renegociación de la clase, elgénero, y las relaciones étnicas en los niveles locales y regionales.

El proceso de deconstruir el desarrollo es, sin embargo, lento y doloroso, y no eisten soluciones o recetas áciles. Desde Occidente

es mucho más diícil percibir que el desarrollo es al tiempoautodestructivo y que está siendo desmontado por la acción social,aunque continúe destruyendo a la gente y la naturaleza. La dialécticatiende aquí a estimular otra ronda de soluciones, incluso concebidacon categorías más radicales, culturales, ecológicas, político-económicas, y así sucesivamente. No será suciente. La vacuadeensa del desarrollo debe dejarse a los burócratas del aparato

de desarrollo y a quienes lo apoyan, como los militares y (no todas)las corporaciones. Toca a los actores sociales críticos, sin embargo,asegurarnos de que la duración de los burócratas y epertos comoproductores y agentes de sus costosos gestos sea limitada. Eldesmonte del desarrollo signica inaugurar una discontinuidad conrespecto a la práctica discursiva de los últimos 40 años, imaginandoel día en que no podamos hablar o pensar en los términos que han

llevado a 40 años de políticas y programas irresponsables. En algunoslugares del Tercer Mundo esta posibilidad puede ya ser (en algunascomunidades siempre lo ha sido) una realidad social.

Las culturas híbridas y el posdesarrollo en América Latina

Se dice que durante los años ochenta los países latinoamerica-nos eperimentaron las peores condiciones sociales y económicasdesde la conquista. Pero los años ochenta también presenciaronormas sin precedentes de movilización colectiva e importantesrenovaciones teóricas, en particular en los movimientos sociales y en el análisis de la modernidad y la posmodernidad. La especicidad

Page 365: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 365/423

365

Capítulo VI

de las contribuciones latinoamericanas a los análisis de la moder-nidad nace de dos uentes principales: la heterogeneidad temporal

 y social de la modernidad latinoamericana, es decir, la coeistencia–en tiempo y espacio, a pesar de venir de dierentes temporalida-des culturales– de ormas premodernas, modernas, amodernas eincluso antimodernas, y la urgencia de las cuestiones sociales, juntocon una relación relativamente estrecha entre la vida intelectual y la

 vida social. Esta base de la crítica intelectual se refeja en las ormas y productos del análisis, en particular en las siguientes áreas: elenlace de los análisis de la cultura popular con las luchas políticas y 

sociales, por ejemplo en la bibliograía dedicada a los movimientossociales; la disposición a asumir las cuestiones de justicia social y de la construcción de nuevos órdenes sociales desde la óptica de laposmodernidad; una teorización novedosa de lo político y su rela-ción tanto con lo cultural como con la democratización de la vidasocial y económica; y la reormulación de la cuestión de la identidadcultural en modos no esencialistas y un gran interés por la relación

entre estética y sociedad.El punto de partida es una reinterpretación crítica de la moder-

nidad latinoamericana. En América Latina, “donde las tradicionesaún no se han ido y la modernidad no acaba de llegar”, la gente nosabe si “modernizarnos debe ser nuestro objetivo principal segúnno cesan de decirnos los políticos, los economistas y la publicidadde nuevas tecnologías” (García Canclini, 1990: 13). Ni marchando

hacia la lamentable erradicación de todas las tradiciones ni avan-zando triunante hacia el progreso y la modernidad, Latinoamé-rica es caracterizada por un complejo proceso de hibridacióncultural que abarca modernidades y tradiciones diversas y múlti-ples. Esta hibridación, refejada en las culturas urbanas y campe-sinas compuestas de mezclas socioculturales diíciles de discernir,“determina la especicidad moderna de América Latina” (Calde-rón, 1988: 11). En esta opinión, por ejemplo, las distinciones entre lotradicional y lo moderno, lo rural y lo urbano, el arte culto, el masivo

 y popular pierde mucho de su nitidez y su importancia. Lo mismopasa con la división intelectual del trabajo, de la antropología como

Page 366: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 366/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

366

ciencia de las tradiciones persistentes y de la sociología como estu-dio de la modernidad avasallante. La hipótesis que surge ya no es la

de procesos generadores de modernidad que operan sustituyendolo tradicional por lo moderno, sino la de una modernidad híbridacaracterizada por continuos intentos de renovación, por parte demúltiples grupos que representan la heterogeneidad cultural decada sector y cada país.9

Los inormes de eperiencias híbridas eitosas entre grupospopulares se han vuelto numerosos. Ellos revelan el tráco ineludi-ble entre lo tradicional y lo moderno que dichos grupos tienen que

practicar, así como la creciente importancia de los archivos visualestransnacionales para la lucha y el arte popular. El uso que hacenlos kayapo de cámaras de video y av iones para deender su cultura

 y sus tierras ancestrales en la selva brasileña ya es legendario. Loscampesinos del norte del Perú también combinan, transorman

 y reinventan elementos ancestrales de la cultura campesina, lacultura urbana moderna y la cultura transnacional en su proceso de

organización política (Starn, 1992). El estudio de una semiótica tancompleja de la protesta y del carácter híbrido e inventivo de la vidacotidiana popular plantea interrogantes diíciles a los antropólo-gos. La pregunta que surge es cómo entender las ormas en que losactores culturales, productores culturales, intermediarios y público,transorman sus prácticas ante las contradicciones de la moderni-dad. Sobra decir que las inequidades en el acceso a las ormas de

producción cultural continúan, aunque ya no puedan connarse9 Aunque eisten dierencias signicativas entre los autores estudiados

en esta sección, todos ellos comparten temas y posiciones. El trabajo delComité de Política Cultural de la Clacso (Consejo Latinoamericano deCiencias Sociales) ha sido clave en el avance de esta línea de investiga-ción. El coordinador del grupo, Néstor García Canclini, ha producido elque es, quizás, el teto más importante al respecto, bajo el poético títulode Culturas híbridas: estrategias para entrar y salir de la modernidad. Muchos de estos debates se realizan en las revistas  David y Goliath, 

publicada por el Clacso en Buenos Aires, y  Nueva Sociedad, de Caracas.Véanse también García Canclini, ed. (1987); Bartra (1987); Calderón, ed.(1988); Quijano (1988, 1990); Lechner (1988); Sarlo (1991); y Britto García(1991); Yúdice, Franco y Flores, eds. (1992). Algunos de estos tetosueron revisados por Montaldo (1991).

Page 367: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 367/423

367

Capítulo VI

dentro de los simples términos opuestos de la tradición y la moder-nidad, de los dominadores y los dominados.

El análisis en términos de culturas híbridas lleva a reconcep-tualizar numerosas opiniones de aceptación general. Más que verse eliminadas por el desarrollo, muchas “culturas tradicionales”sobreviven mediante su relación transormadora con la moderni-dad. Resulta más apropiado hablar de la cultura popular como unproceso de invención dirigido al presente que se realiza mediantehibridaciones complejas que penetran en todas las clases, etnias

 y ronteras nacionales. Además, los sectores populares rara vez

intentan reproducir una tradición normalizada. Por el contrario, amenudo demuestran una apertura hacia la modernidad que a veceses crítica, a veces irreverente, e incluso humorística. No es raroque lo que parece práctica o arte genuino revele, en una inspec-ción detallada, la acomodación de tipos de “autenticidad” que hacetiempo ha dejado de ser uente de creatividad cultural. Si conti-nuamos hablando de tradición y modernidad es porque seguimos

cayendo en la trampa de no decir nada nuevo, porque el lenguajeno lo permite. El concepto de culturas híbridas orece una salida, asísea provisional, para la invención de nuevos lenguajes.10

Varias advertencias deben acompañar esta teorización de lacultura popular. Primero, no hay que imaginar que los procesos dehibridación desmontan necesariamente las ya viejas tradiciones dedominación. En muchos casos, el rigor de las condiciones de vida

reduce la hibridación a adaptaciones mundanas a condiciones demercado cada vez más opresivas. La conversión económica sobre-determina reconversiones culturales que no son siempre elices.Sin embargo, paradójicamente, los grupos con mayor autonomíaeconómica e “inserción” dentro del mercado tienen a veces mejoresoportunidades de armar con éito sus modos de vida que aquellosque se apegan a signos de identidad cuya uerza social se ha visto

10 Teorizaciones relacionadas de la cultura popular han aparecido enEstados Unidos y Europa, principalmente en estudios culturales.Véanse especialmente los trabajos de de Certeau (1984), Fiske (1989a,1989b), Willis (1990) y Angus y Jhally, eds. (1989).

Page 368: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 368/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

368

muy disminuida por condiciones económicas adversas (GarcíaCanclini, 1990). Lo esencial en estos casos –por ejemplo, en los casos

de músicos y artesanos como de tejedores y alareros que incorpo-ran motivos transnacionales a diseños tradicionales– es el eectomediador de los elementos nuevos entre lo nuevo y lo amiliar, lolocal y lo oráneo, cada vez más cercano. Esta hibridación culturaldesemboca en realidades negociadas en contetos determinadospor tradiciones, capitalismo y modernidad.

La segunda calicación es que el concepto de hibridación deningún modo debería interpretarse como el agotamiento del

imaginario, la cosmología y las tradiciones culturales míticas delTercer Mundo. A pesar de la infuencia omnipresente de las ormasmodernas, la amplia presencia de la magia y el mito en la vidasocial del Tercer Mundo es todavía muy signicativa, como conti-núan evidenciándolo escritores y artistas. Como sugiere Taussig(1987), la vitalidad, la magia, la agudeza, el humor y las ormas de

 ver no modernas que persisten entre los grupos populares pueden

comprenderse mejor en términos de imágenes dialécticas produ-cidas en contetos de conquista y dominación permanente. En locotidiano, estas prácticas populares pueden representar una uerzacontrahegemónica que se opone a los intentos instrumentalizado-res y reaccionarios de la Iglesia, el Estado y la ciencia moderna pordomesticar la cultura popular. Estas prácticas se resisten al ordena-miento narrativo, oscilando entre épocas históricas, lo individual y 

lo colectivo, la alineación y la inmersión en lo mágico.11

Lo anterior también signica que los cruces culturales “recuen-temente incluyen una reestructuración radical de los lazos entre lotradicional y lo moderno, lo popular y lo culto, lo local y lo oráneo…Lo moderno eplota y se combina con lo que no lo es, se cuestiona

 y arma al tiempo” (García Canclini, 1990: 223, 331). Podemos estar

11 García Márquez apunta que todo lo que ha escrito es estrictamente real.

“La vida diaria en América Latina nos muestra que la realidad está llenade cosas etraordinarias… Basta con mirar los periódicos para darsecuenta de que siempre están ocurriendo eventos etraordinarios” (1982:36). Neruda hablaba de Méico como el último país mágico, lo cualpuede aplicarse a muchos lugares del Tercer Mundo.

Page 369: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 369/423

369

Capítulo VI

seguros de algo: la noción de culturas híbridas, como podría suge-rirlo una interpretación biológica, no implica la creencia en rasgos

puros de la tradición y la modernidad que se combinan para crearun híbrido con esencia nueva; ni se reere tampoco a la combina-ción discrecional de elementos de la tradición y la modernidad, o auna “claudicación” de lo tradicional rente a lo moderno. La hibri-dación implica una (re)creación cultural que puede o no ser (re)inscrita en constelaciones hegemónicas. Las hibridaciones nopueden elogiarse en sí mismas, con seguridad; sin embargo, podríanproporcionar oportunidades de mantener y resolver las dierencias

culturales en cuanto hecho social y político. Al eectuar transorma-ciones en las estrategias normales de la modernidad, contribuyen ala producción de subjetividades dierentes.

Más que la metáora biológica, las culturas híbridas generan loque Trinh T. Min-ha denomina la condición compuesta. Dicha condi-ción, escribe la autora, “no se limita a una dualidad entre dos heren-cias culturales… requiere cierta libertad para modicar, asimilar y 

 volver a asimilar sin caer en la trampa de la imitación” (1991: 159,161). Se trata de una “realidad transcultural entre mundos” querequiere viajar a la vez hacia atrás –en la herencia cultural, en unomismo, en el grupo social al que se pertenece– y hacia adelante,traspasando los límites sociales hasta llegar a los elementos progre-sivos de otras ormaciones culturales. Nuevamente, es necesarioseñalar que no hay nada aquí que hable en abstracto de “preservar

la tradición”. Las culturas híbridas no se reeren a identidades jas,aunque implican un desplazamiento entre algo que podría tomarsecomo una presencia constante y duradera (las prácticas culturaleseistentes) y un elemento que se toma como transitorio, nuevo oen trance de ingresar (un elemento transnacional, por ejemplo).También hay que señalar que de ninguna manera podemos consi-derar que todo lo que ocurre en el Tercer Mundo es una culturahíbrida, en los términos que acabo de denir. De igual manera, elcarácter progresista (o conservador) de las hibridaciones especí-cas no está dado de antemano; depende de las articulaciones quepuedan establecerse con otras luchas y discursos sociales. La labor

Page 370: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 370/423

Page 371: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 371/423

371

Capítulo VI

La antropología latinoamericana de la modernidad retoma lacuestión de la reconstitución de los órdenes sociales mediante la

práctica política colectiva. Para algunos, este proceso debe basarseen la creencia de que los latinoamericanos “debemos dejar de serlo que no hemos sido, lo que nunca seremos, y lo que tenemos queser”, es decir, estrictamente modernos (Quijano, 1990: 37). Frente aldeterioro de las condiciones materiales de la mayoría de la pobla-ción y la creciente hegemonía del neoliberalismo económico y tecnocrático como nuevo dogma de modernidad en el continente, elllamado a resistir la modernización pero reconociendo las culturas

híbridas que acogen ciertas ormas modernas parece utópico. Dehecho, eiste un contenido utópico en esta propuesta, pero no sinuna teoría de la historia que podría hacerlo posible. Este sentidohistórico incluye una teoría cultural que conronta la lógica delcapital y la razón instrumental.14

Resulta claro que la brecha tecnológica entre los países ricos y los países pobres está creciendo con la reestructuración económica

de los años ochenta y el advenimiento de la cibercultura. ¿Deberíainterpretarse este enómeno como “otra dependencia”? (Castells

 y Laserna, 1989). ¿La alternativa realmente es entre la renegocia-ción dinámica de la dependencia, que permita que América Latinaacceda a la producción de algunas tecnologías nuevas, o la de sumayor marginalización de la economía mundial con la descompo-sición de sus estructuras económicas y sociales? (Castells, 1986;

Castells y Laserna, 1989). Si es verdad, como la arman Castells y Laserna, que el Tercer Mundo está sometido cada vez más a tipos de

implica situar al poder como un trascendental que llega desde un lugarindenido, como Habermas se lo atribuye a Foucault. La noción de un“campo de discursividad” de Laclau y Moue (1985) del cual emergetoda realidad social a través de articulaciones –derivada de una reor-mulación de Foucault sobre las ormaciones discursivas– y la interpre-tación que hizo Deleuze sobre Foucault en términos de conceptos mate-máticos como estratos, doblamientos, topología, y lo eterno también

dan una idea sobre las uentes del poder.14 “Utopía es lo que conecta la losoía con su época… es con la utopía

como la losoía se vuelve política, llevando hasta sus etremos lacrítica de la época” (Deleuze y Guattari, 1993: 101).

Page 372: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 372/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

372

integración económica cada vez más ligados a mayor desintegra-ción social; que regiones enteras del Tercer Mundo están en peli-

gro (¿es necesariamente un peligro?) de volverse irrelevantes porcompleto para la economía mundial (marginadas de sus beneciosa pesar de estar integradas a sus eectos); que, por último, todo esteestado de cosas parece llevar cierta “perversión sociocultural” y desarticulación política; si, en resumen, todos estos procesos estánocurriendo, ¿puede aceptarse, de acuerdo con los mencionadosautores, que la respuesta debería ser “una política capaz de articularla reorma social con la modernización tecnológica en el conteto

de la democracia y la participación competitiva en la economíamundial?” (1989: 16). ¿O eisten otras perspectivas viables, otrasmaneras de participar en las conversaciones que están remode-lando al mundo?

La etnograía, los estudios culturales y la cuestión de las

alternativas

Uno de los interrogantes más comunes que se plantean sobreun estudio como este es su posible contribución a la ormulación dealternativas. Ya debería ser claro que no eisten grandes alternati-

 vas que puedan aplicarse a todos los lugares y todas las situaciones.Pensar en alternativas bajo la modalidad del desarrollo sostenible,por ejemplo, es ubicarse dentro del mismo modelo de pensamientoque produjo el desarrollo y lo sostuvo. Debemos resistirnos al deseo

de ormular alternativas en el nivel macro y abstracto. Tambiéndebemos resistirnos a la idea de que la articulación de alternati- vas tendrá lugar en círculos intelectuales y académicos, sin quererdecir con ello que el conocimiento académico no desempeñe unpapel en la política del pensamiento alternativo. De hecho, como lo

 veremos lo tiene.¿Dónde se halla entonces “lo alternativo”? ¿Qué instancias

debemos interrogar acerca de su relación con posibles prácticasalternativas? Una primera aproimación a estos interrogantes esla de buscar prácticas alternativas en las ormas de resistencia delos grupos de base a las intervenciones dominantes. Este ue el

Page 373: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 373/423

373

Capítulo VI

enoque predominante en la búsqueda de alternativas durante losaños ochenta, tanto en la antropología como en los análisis críticos

del desarrollo, aunque la relación entre la resistencia y las alter-nativas no estuviera totalmente articulada como tal. Un enoquedierente, tal vez complementario, puede entreverse en las etno-graías analizadas al nal del capítulo 2, que buscaban investigarlas ormas concretas asumidas por los conceptos y las prácticas deldesarrollo y la modernidad en comunidades especícas. Este tipode investigación podría tomarse como punto de partida para inves-tigar alternativas desde perspectivas antropológicas. En otras pala-

bras, las etnograías sobre la circulación de los discursos y prácti-cas del desarrollo y la modernidad nos brindan, quizá por primera

 vez, una visión de la situación en que se encuentran culturalmenteestas comunidades en relación con el desarrollo. Esta visión puedetomarse como base para cuestionar las prácticas vigentes en térmi-nos de su rol potencial en la articulación de alternativas. Las nocio-nes de modelos y comunidades de modeladores (capítulo III) cons-

tituyen maneras de adelantar dicha estrategia de investigación.Dicho en otra orma, la naturaleza de las alternativas como

problema de investigación y práctica social puede vislumbrarsemejor desde sus maniestaciones especícas en lugares concre-tos. En cierto sentido, “lo alternativo” siempre está allí. Desde estaperspectiva, no eiste ecedente de signicado en el nivel local;eisten signicados que deben interpretarse mediante sentidos,

herramientas y teorías nuevas. La deconstrucción del desarrollo,aunada a las etnograías locales que acabo de mencionar, puedenser elementos clave para un nuevo tipo de visibilidad y audibi-lidad de las ormas de la dierencia y la hibridación cultural quelos investigadores no han percibido hasta ahora. Los subalternossí hablan, aunque la audibilidad de sus voces en los círculos queen “Occidente” discuten y teorizan es tenue, por decir lo menos.Está también la cuestión de la traducibilidad en términos teóri-cos y prácticos de lo que se alcanza a leer, oír, oler, sentir o intuiren ambientes del Tercer Mundo. Este proceso de traducción tieneque oscilar entre propuestas concretas basadas en las dierencias

Page 374: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 374/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

374

culturales eistentes –con el propósito de ortalecer las dierenciasinsertándolas en estrategias políticas y eperimentos socioeconó-

micos autodenidos y autodirigidos– y la apertura de espacios paradesestabilizar los modos dominantes del saber, de manera que sedisminuya la necesidad de las ormas más violentas de traducción.En otras palabras, el proceso debe encarar el reto de ver la teoríacomo un conjunto de ormas de conocimiento en disputa, origina-das en diversas matrices culturales, y simultáneamente lograr quedicha teoría omente intervenciones concretas por parte de losgrupos en cuestión.15

La crisis de los regímenes de representación del Tercer Mundoeige así nuevas teorías y estrategias de investigación. La crisises un momento coyuntural en la reconstrucción del neo entre

 verdad y realidad, entre palabras y cosas, que demanda nuevasprácticas del ver, el saber y el ser. La etnograía no es en modoalguno el único método de perseguir este propósito; pero dada lanecesidad de deshacer y desaprender el desarrollo, y si reconoce-

mos que los elementos cruciales para la búsqueda de alternativasno se encontrarán en los círculos académicos, críticos o conven-cionales, o en las ocinas de instituciones como el Banco Mundialsino en una nueva interpretación de las prácticas populares y enla reapropiación del espacio de la producción sociocultural porparte de actores populares, entonces tenemos que aceptar por lomenos que la tarea de conceptualizar alternativas debe incluir un

contacto signicativo con aquellos cuyas “alternativas” deben serinvestigadas. Se trata de una posibilidad coyuntural que la inves-tigación etnográca podría llevar a cabo, con independencia de ladisciplina que la oriente.

15 Esta es una cuestión diícil, que oscila entre el intervencionismo irre-feivo basado en la creencia de que uno puede “liberar” a otros, de unlado, y de otro el hecho de ignorar totalmente el rol del trabajo intelec-tual en la vida social. Eiste también el peligro, como lo señala Bell

Hooks, de que “los estudios culturales se conviertan ácilmente enespacio para los inormantes”. Para Hooks, solo un intercambio signi-cativo entre el crítico y la gente sobre quien escribe “asegurará que [losestudios culturales] sean un espacio que permita la intervención crítica”(pág. 9).

Page 375: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 375/423

375

Capítulo VI

¿Puede el proyecto de estudios culturales como práctica políticacontribuir a este proyecto imaginativo? Si es cierto, como propone

Stuart Hall, que “los movimientos provocan momentos teóricos”(1992: 283), resulta evidente que el movimiento para re-imaginar elTercer Mundo no ha generado el momento intelectual ni la inten-ción política necesarios para que surja su propio momento teórico.Este momento, además, debe construirse no simplemente comomomento perteneciente al Tercer Mundo sino como momentoglobal, el momento de las ciberculturas y la reconstrucción híbridade los órdenes tradicionales y modernos, el momento de los ámbitos

posmoderno y poshumanista (verdaderamente) posibles. El TercerMundo puede hacer contribuciones únicas a dichos modelos y esuerzos intelectuales y políticos, en la medida en que sus culturashíbridas o “ormas de ser rechazadas” puedan brindar una perspec-tiva vital y un sentido de dirección dierentes a las tendencias de lacibercultura que hoy dominan en el Primer Mundo (Escobar, 1994).El proyecto cambiante de estudios culturales, su “cierre arbitrario”,

para usar la epresión de Hall, debe comenzar a tener en cuenta losdiversos intentos que eisten para re-imaginar el Tercer Mundo.

Algo de esto ya está ocurriendo. Las críticas del desarrollo produ-cidas en el Tercer Mundo comienzan a circular en Occidente. Esteaspecto amerita alguna atención, porque genera otros interrogan-tes importantes, comenzando con el de “Qué es Occidente”. Comoescribe Ashis Nandy, “Occidente está ahora en todas partes, dentro

 y uera de Occidente: en las estructuras y en las mentes” (1983: xII).A veces hay reticencia para reconocer este hecho en algunos autoresdel Tercer Mundo que convocan al desmantelamiento del desarrollo,es decir, aquellos que siguen viendo tradiciones uertes y resistenciaradical en lugares donde también están sucediendo otras cosas. Perotambién hay resistencia en las audiencias académicas del PrimerMundo –especialmente en las audiencias progresistas que quie-ren reconocer el protagonismo de la gente del Tercer Mundo– parapensar en cómo se apropian y “consumen” voces del Tercer Mundopara sus propias necesidades, ya sea para brindar la dierencia espe-rada, renovar su esperanza o articular sus proyectos políticos.

Page 376: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 376/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

376

Si bien es cierto que los intelectuales del Tercer Mundo que van a Occidente deben colocarse autoconscientemente vis-à-vis 

tanto de sus audiencias del Tercer Mundo como de las del PrimerMundo, esto es, respecto de las unciones políticas que asumen,las audiencias europeas y norteamericanas deben ser más auto-críticas respecto a sus prácticas de interpretación de las voces delTercer Mundo. Como sugiere Lata Mani (1989), todos debemos sermás refeivos respecto de los modos de saber que se intensicandebido a nuestra ubicación particular (véase también Chow, 1992).Esto es doblemente importante porque ya no se trata solo de que

la teoría se produzca en un lugar y se aplique en otro. En el mundoposordista, los teóricos y las teorías viajan por terrenos disconti-nuos (Cliord, 1989), aunque, como lo ha mostrado este libro, eis-ten centros dominantes identicables de producción de conoci-mientos. Pero aún dichos conocimientos están lejos de aplicarsesin modicaciones, asimilaciones y subversiones sustanciales. Sibuscáramos una imagen que describiera la producción actual de

conocimiento del desarrollo, no utilizaríamos la de centros y peri-erias epistemológicas, sino la de una red descentralizada de nodosa través de los cuales los teóricos y las teorías mueven, conrontan,comparten y cuestionan el espacio epistemológico.

En el ondo de la investigación de alternativas yace el hecho clarode la dierencia cultural. Las dierencias culturales encarnan –parabien o para mal, cuestión importante para las políticas de investi-

gación e intervención– posibilidades de transormar las políticas derepresentación, es decir, de transormación de la vida social misma. Delas situaciones culturales híbridas o minoritarias pueden surgir otrasormas de construir la economía, de asumir las necesidades básicas,de conormarse como grupos sociales. La mayor promesa política delas culturas minoritarias es su potencial para resistir y subvertir losaiomas del capitalismo y la modernidad en su orma hegemónica.16 

16 “La respuesta de los Estados, o de la aiomática, puede ser obviamenteconceder a las minorías autonomía regional, ederal o estatutaria, esdecir, agregar aiomas. Pero ese no es el problema: dicha operaciónconsiste solamente en interpretar a las minorías como conjuntos osubconjuntos enumerables, para que entren como elementos de la

Page 377: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 377/423

377

Capítulo VI

Por esta razón la dierencia cultural es uno de los actores políticosclave de nuestros tiempos. Estando la dierencia cultural también

en las raíces del posdesarrollo, ello convierte la reconceptualizaciónde lo que está pasando con el Tercer Mundo en una labor decisiva.El desmantelamiento del Tercer Mundo, como reto al modelo histó-rico occidental en el que parece estar cautivo todo el planeta, está en

 juego.A pesar de su feibilidad y sus contradicciones, es evidente que

el capital y las nuevas tecnologías no conducen a la deensa de lassubjetividades minoritarias, entendiendo aquí la minoría no solo

como etnicidad sino en relación con su oposición a la aiomáticadel capitalismo y la modernidad. Pero al mismo tiempo todo pareceindicar, que el resurgimiento y hasta la reconstitución de subjetivi-dades marcadas por tradiciones múltiples son una posibilidad real.La codicación inormática de subjetividades en los “etno-espacios”globales no logra borrar totalmente la singularidad y la dierencia. Dehecho, descansa cada vez más sobre la producción tanto de homoge-

neidad como de dierencia. Pero la dispersión de las ormas socialesproducida por la des-territorialización de la economía de la inor-mación diculta las ormas modernas de control. Ello podría brindaroportunidades inesperadas para que los grupos marginales constru-

 yan prácticas y visiones innovadoras. Al mismo tiempo, debe reco-nocerse que esta dispersión ocurre a epensas de las condiciones de

 vida de un vasto número de personas del Tercer Mundo y, cada vez

más de Occidente mismo. Esta situación debe enrentarse en muchosniveles: económicos, culturales, ecológicos y políticos.17

mayoría, y poder contarlos como parte de ella… Lo propio de la minoríaes armar el poder de lo innumerable, aunque la minoría estécompuesta por un solo miembro. Esta es la órmula de las multiplicida-des” (Deleuze y Guattari, 1987: 470)

17 Una discusión de algunas de estas cuestiones aparece en los visionariosartículos escritos por Féli Guattari en sus últimos meses de vida. En

ellos, Guattari introdujo la noción de ecosoía, una perspectiva ético-política de la diversidad y la alteridad que eige transormacionessociales, cientícas, psicológicas, ecológicas y económicas. El autorhabla de la necesidad de “construir nuevas tierras transculturales,transnacionales, y transversalistas, y valorar los universos liberados de

Page 378: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 378/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

378

Grupos populares de muchas partes del Tercer Mundo parecenser cada vez más conscientes de estos dilemas. Atrapados entre las

estrategias convencionales de desarrollo que se niegan a morir, y la apertura de espacios en los albores del capital ecológico y de losdiscursos de pluralismo cultural, biodiversidad y etnicidad, algu-nos de ellos responden tratando de crear visiones novedosas de símismos y de su mundo circundante. Urgidos por la necesidad depresentar alternativas –a menos que sean devorados por una nuevaronda de desarrollo convencional, avaricia capitalista y violen-cia– sus estrategias de organización comienzan a girar más y más

en torno a dos principios: la deensa de la dierencia cultural, comouerza transormadora y transormada, no estática, y la valoraciónde necesidades y oportunidades económicas en términos que nosean solamente los de la ganancia y el mercado. La deensa de lolocal como prerrequisito para articularse con lo global, la crítica dela propia situación, valores y prácticas de grupo como manera declaricar y ortalecer la identidad, la oposición al desarrollo moder-

nizante, y la ormulación de visiones y propuestas concretas enel conteto de las restricciones vigentes parecen ser los elemen-tos principales para la construcción colectiva de alternativas quedichos grupos están buscando.18

El posdesarrollo y la cibercultura se convierten de este modo enprocesos paralelos e interrelacionados en la política de las culturasde nales del siglo xx. Porque lo que espera tanto al Primero como

al Tercer Mundo, para quizá trascender nalmente la dierencia, es

la seducción del poder territorializado” como única orma de superar laproblemática planetaria actual (193: 208).

18 Tengo en mente, por ejemplo, la organización de las comunidadesnegras en la costa pacíca colombiana. Estas comunidades estánenrentadas a crecientes uerzas destructivas para su cultura y para elbosque tropical en que viven. Su movimiento social se articula en rela-ción con varios procesos que incluyen: grandes planes estatales de

“desarrollo sostenible”; proyectos para la conservación de la casi legen-daria biodiversidad de la región; presiones capitalistas por el control dela tierra; la integración del país en las economías de la Cuenca del Pací-co; y la apertura política en deensa de los derechos, los territorios y las culturas de las minorías.

Page 379: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 379/423

379

Capítulo VI

la posibilidad de aprender a ser humanos en ámbitos poshumanis-tas (poshumanos y posmodernos). Pero no debemos olvidar que en

muchos lugares eisten mundos que el desarrollo, todavía hoy y eneste instante, se empecina en destruir.

Page 380: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 380/423

 

Page 381: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 381/423

381

Bibliografía

Adas, Michael, 1989, Machines as the Measure o Men, Ithaca, Cornell

University Press.

Adelman, Irma, y Cynthia Tat Morris, 1973, Economic Growth and So-

cial Equity in Developing Countries, Stanord, Stanord University 

Press.

Alatas, Syed Hussein, 1977, The Myth o the Lazy Native, Londres, Frank

Cass.

Aldcrot, Derek, 1977, From Versailles to Wall Street, 1919-1929, Berke-

ley, University o Caliornia Press.

Almeida, Silvio, 1975, “Analysis o Traditional Strategies to Combat

World Hunger y their Results” en  International Journal o Health

Services 5(1), 121-141.

Alonso, Ana María, 1992, “Gender, Power, and Historical Memory, Dis-

courses o Serrano Resistance”, en  Feminist Theorize the Political, 

 Judith Butlery Joan Scott, eds., págs. 404-425, Boulder, Westview Press.

Altieri, Miguel, ed., 1987, Agroecology. The Scientic Basis o Alternative

 Agriculture, Boulder, Westview Press.

Amin, Samir, 1976, Unequal Development, Londres, Monthly Review 

Press.

Amin, Samir, 1985, Delinking, Londres, Zed Books.

Amin, Samir, 1990, Maldevelopment, Londres, Zed Books.Anderson, M.A., y T. Grewald, eds., 1976, Nutrition Planning in the Deve-

loping World, Bogotá, Programas Editoriales.

Angus, Ian, y Sut Jhally, eds., 1989, Cultural Politics in Contemporary

 America, Nueva York, Routledge.

Anzaldúa, Gloria, ed., 1990, Making Face, Making Soul, Haciendo Caras, 

San Francisco, Aunt Lute Foundation.

Apel-Marglin, Frédérique, 1992, “Women’s Blood, Challenging the

Discourse o Development”, en The Ecologist 22(1), 22-32.

Apel-Marglin, Frédérique, y Stephen Marglin, eds., 1990, Dominating

 Knowledge, Development, Culture, and Resistance, Oord, Claren-

don Press.

Page 382: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 382/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

382

Apel-Marglin, Frédérique, y Stephen Marglin, 1994,  Decolonizing

 Knowledge. From Development to Dialogue, Oord, Clarendon

Press.Appadurai, Arjun, 1991, “Global Ethnoscapes, Notes and Queries or a

Transnational Anthropology”, en  Recapturing Anthropology. Wor-

king in the Present, Richard Fo, ed., págs. 191-210, Santa Fe, School

o American Research.

Apthorpe, Raymond, 1984, “Agriculture and Strategies, The Language o 

Development Policy”, en Room or Manoeuvre, Edward Clay y Ber-

nard Shaer, eds., págs. 127-141, Rutherord, Fairleigh Dickinson

University Press.

Aranda, J., y L. Sáenz, eds., 1981, El proceso de planicación de alimenta-

ción y nutrición, Guatemala, Incap.

Arango, Mariano, et al., 1987, Economía campesina y políticas agrarias

en Colombia, Medellín, Universidad de Antioquia.

Arango, Yolanda, 1979, “Refeiones sobre la atención primaria en sa-

lud”, en Educación médica en salud 13(4), 341-349.

Archila, Mauricio, 1980, “Los movimientos sociales entre 1920 y 1924,una aproimación metodológica”, en Cuadernos de losoía y letras 

3(3), 181-230.

Arizpe, Lourdes, 1983, “Las campesinas y el silencio”, en  FEM 8(29),

3-6.

Arndt, H. W., 1978, The Rise and Fall o Economic Growth, Chicago, The

University o Chicago Press.

Arndt, H. W., 1981, “Economic Development, A. Semantic History”, en Economic Development and Cultural Change 29(3), 457-466.

Arrubla, Mario, ed., 1976. La agricultura colombiana en el siglo XX. Bo-

gotá, Colcultura.

Asad, Talal, 1973, “Introduction”, en Anthropology and the Colonial En-

counter, Talal Asad, ed., págs. 9-20, Atlantic Highlands, NJ, Humani-

ties Press.

Austin, James, ed., 1981, Nutrition Intervention in Developing Countries.

 An Overview, Cambridge, MA, Oelgeschlager, Gunn & Hain Publis-

hers.

Austin, James, y Gustavo Esteva, eds., 1987, Food Policy in Mexico, Itha-

ca, Cornell University Press.

Page 383: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 383/423

383

Bibliografía

Bacon, Robert, 1916,  For Better Relations with Our Latin American

 Neighbors, Washington, D.C., Carnegie Endowment or Peace.

Banco de la República de Colombia, 1979, Colombia en el grupo de con-sulta 1979, Bogotá, Banco de la República.

Banuri, Tariq, 1990, “Development and the Politics o Knowledge, A Cri-

tical Interpretation o the Social Role o Modernization”, en  Domi-

nating Knowledge, Development, Culture and Resistance, Frédérique

Apel-Marglin y Stephen Marglin, eds., págs. 29-73, Oord, Cla-

rendon Press.

Baran, Paul, 1957, The Political Economy o Growth, Nueva York, Mon-

thly Review Press.

Baran, Paul, 1958, “On the Political Economy o Backwardness” en The

 Economics o Underdevelopment, A.N, Agarwala y S.P. Singh, eds.,

págs. 75-91, Bombay, Oord University Press.

Barroso, Carmen, y Cristina Bruschini, 1991, “Building Politics rom Per-

sonal Lives, Discussions on Seuality among Poor Women in Brazil”,

en Third World Women and the Politics o Feminism, Chandra Mohan-

ty, ed., págs. 153-172, Bloomington, Indiana University Press.Bartra, Roger, 1987, La jaula de la melancolía, Méico, D.F., Grijalbo.

Basadre, Jorge 1967/[1949], “Latin American Courses in the United Sta-

tes”, Reproducido en Howard Cline, ed.,  Latin American History,

 Essays on Its Study and Teaching, 1895-1965, págs. 413-459. Austin,

University o Teas Press.

Bataille, Georges, 1991, The Accursed Share, Nueva York, Zone Books.

Baudrillard, Jean, 1975, The Mirror o Production, St. Louis, Telos Press.Bauer, Peter, 1984. Reality and Rhetoric, Studies in the Economics o De-

velopment, Cambridge, Harvard University Press.

Bauer, Peter y Basil Yamey, 1957, The Economics o Underdeveloped

Countries, Chicago, University o Chicago Press.

Behar, Ruth, 1990, “Rage and Redemption, Reading the Lie Story o a

Meican Marketing Woman”, en Feminist Studies 16(2), 223-258.

Bejarano, Jesús Antonio, 1979, El régimen agrario: de la economía expor-

tadora a la economía industrial, Bogotá, Editorial La Carreta.

Bejarano, Jesús Antonio, 1985. Economía y poder, Bogotá, Fondo Edito-

rial Cerec.

Page 384: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 384/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

384

Bejarano, Jesús Antonio, 1987, “La economía campesina como una op-

ción de desarrollo”, en Seminario internacional de economía cam-

 pesina y pobreza rural, Jorge Bustamante, ed., págs. 60-65, Bogotá,Fondo DRI.

Bell, Daniel, e Irving Kristol, 1981, The Crisis in Economic Theory, Nueva

York, Harper Colophon Books.

Benería, Lourdes, ed., 1982, Women and Development, The Sexual Divi-

sion o Labor in Rural Societies. Nueva York, Praeger/ILO.

Benería, Lourdes, 1992, “The Meican Debt Crisis, Restructuring the

Economy and the Household”, en Unequal Burden, Lourdes Benería

and Shelley Feldman, eds., pág. 83-104, Boulder, Westview Press.

Benería, Lourdes, y Martha Roldán, 1987, The Crossroads o Class and

Gender, Chicago, University o Chicago Press.

Benería, Lourdes, y Gita Sen, 1981, “Accumulation, Reproduction and

Women’s Role in Economic Development, Boserup Revisited”, en

Signs 7(2), 279-298.

Benería, Lourdes, y Shelly Feldman, eds., 1992, Unequal Burden. Eco-

nomic Crisis, Persistent Proverty, and Women’s Work, Boulder, Wes-tview Press.

Berg, Alan, 1973, The Nutrition Factor, Washington, D.C., The Brookings

Institution.

Berg, Alan, 1981. Malnourished People, A Policy View, Washington, D.C.,

The World Bank.

Berg, Alan, y Robert Muscatt, 1973, “Nutrition Program Planning, An

Approach”, en Nutrition, National Development and Planning, A.Berg, N. Scrimshaw y D. Call, eds., págs. 247-274, Cambridge, MIT

Press.

Berg, Alan, Nevin Scrimshaw, y David Call, eds., 1973, Nutrition, Natio-

nal Development and Planning, Cambridge, MIT Press.

Bethell, Leslie, 1991, “From The Second World War to the Cold War,

1944-1954”, en  Exporting Democracy, The United States and Latin

 America, Abraham F. Lowenthal, ed., págs. 41-71., Baltimore, Johns

Hopkins University Press.

Bhabha, Homi, 1990, “The Other Question, Dierence, Discrimination,

and the Discourse o Colonialism”, en Out There, Marginalization

Page 385: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 385/423

385

Bibliografía

and Contemporary Cultures, Russell Ferguson, Martha Gever, Trinh

T. Minh-ha, y Cornell West, eds., págs. 71-89, Nueva York, The New 

Museum o Contemporary Art, y Cambridge, MIT Press.Biersteker, Thomas, 1991, “Linkages between Development and the

Social Sciences”. Presentado en la Reunión del Social Science Re-

search Council sobre “Desarrollo y ciencias sociales”, Berkeley, CA,

15-16 de noviembre.

Blinder, Leonard, 1986, “The Natural History o Development Theory”,

en Comparative Studies in Society and History 28(1), 3-33.

Bird, Elizabeth, 1984, Green Revolution Imperialism. Manuscrito sin pu-

blicar, History o Consciousness Program, University o Caliornia,

Santa Cruz.

Blaug, Mark, 1976, “Kuhn versus Lakatos, o Paradigms versus Research

Programmes in the History o Economics”, en Method and Apprai-

sal in Economics, Spiro Latsis, ed., págs. 149-180, Cambridge, Cam-

bridge, University Press.

Blaug, Mark 1978, Economic Theory in Retrospect , Cambridge, Cambrid-

ge University Press.Bonilla, Elsy, ed., 1985,  Mujer y amilia en Colombia, Bogotá, Plaza &

 Janés

Bonilla, Elssy, y Eduardo Vélez, 1987, Mujer y trabajo en el sector rural

colombiano, Bogotá, Plaza & Janés.

Borrego, John, 1981, “Metanational Capitalist Accumulation and the

Emerging Paradigm o Revolutionist Accumulation”, en Review 4(4),

713-777.Boserup, Ester, 1970, Women’s Role in Economic Development , Nueva

York, St. Martin’s Press.

Bourque, Susan, y Kay Warren, 1981, Women o the Andes, Ann Arbor,

University o Michigan Press.

Braudel, Fernand, 1977, Aterthoughts on Material Civilization and Capi-

talism, Baltimore, MD, Johns Hopkins University Press.

Britto García, Luis, 1991, El imperio contracultural, del rock a la postmo-

dernidad, Caracas, Nueva Sociedad.

Brown, Richard, 1976, “Public Health in Imperialism, Early Rockee-

ller Programs at Home and Abroad”, en American Journal o Public

 Health 66(9), 897-903.

Page 386: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 386/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

386

Brown, William, y Redvers Opie, 1953,  American Foreign Assistance,

Washington y The Brookings Institution.

Buchanan, Norman, y Howard Ellis, 1951. Approaches to Economic De-velopment, Nueva York, Twentieth Century Fund.

Buck-Morss, Susan, 1990. The Dialectics o Seeing, Cambridge, MIT

Press.

Burbach, Roger, y Patricia Flynn, 1980,  Agribusiness in the  Americas,

Nueva York, Monthly Review.

Burchell, Graham, Colin Gordon, y Peter Miller, eds., 1991 The Foucault 

 Eect , Chicago, University o Chicago Press.

Burgin, Miron, 1967/[1947], “Research in Latin American Economics

and Economic History”. Reproducido en: Howard Cline, eds.,  La-

tin American History, Essays on Its Study and Teaching, 1895-1965,

págs. 465-176, Austin, University o Teas Press.

Bustamante, Jorge, ed., 1987, Seminario internacional de economía cam-

 pesina y pobreza rural, Bogotá, Fondo DRI.

Buttel, Frederick, Martin Kenney, y Jack Kloppenburg, 1985, “From Green

Revolution to Biorevolution, Some Observations on the Changing Te-chnological Bases o Economic Transormation in the Third World”,

en Economic Development and Cultural Change 34(1), 31-55.

Buttel, Frederick, A. Hawkins, y G. Power, 1990, “From Limits to Growth

to Global Change, Contrast and Contradictions in the Evolution o 

Environmental Science and Ideology”, en Global Environmental

Change 1(1), 57-66.

Calderón, Fernando, ed., 1988, Imágenes desconocidas, la modernidad enla encrucijada posmoderna, Buenos Aires, Clacso.

Campillo, Fabiola, 1983. Situación y perspectivas de la mujer campesina

en Colombia. Propuesta de una política para su incorporación al de-

sarrollo rural, Bogotá, Ministerio de Agricultura.

Cano, Augusto, 1974. “Antecedentes constitucionales y legales de la pla-

neación en Colombia”, en  Lecturas sobre desarrollo económico co-

lombiano. Hernando Gómez y Eduardo Wiesner, eds., págs. 221-271,

Cali, Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo.

Cardoso, Fernando Henrique, 1977, “The Originality o a Copy, Cepal

and the Idea o Development”, en Cepal Review 1977(2), 7-40.

Page 387: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 387/423

387

Bibliografía

Cardoso, Fernando Henrique, y Enzo Faletto, 1979,  Dependency and

 Development in Latin America, Berkeley, University o Caliornia

Press.Carney, Judith, y Michael Watts, 1991, “Disciplining Women? Rice, Me-

chanization, and the Evolution o Mandinga Gender Relations in

Senegambia”, en Signs 16(4), 651-681.

Castells, Manuel, 1986, “High Tecnology, World Development, and Struc-

tural Transormations. The Trends and the Debates”, en  Alternati-

ves 11(3), 297-344.

Castells, Manuel, y Roberto Laserna, 1989, “La nueva dependencia.

Cambio tecnológico y reestructuración socioeconómica en Latino-

américa”, en David y Goliath 55, 2-16.

Clark, William, 1989, “Managing Planet Earth”, en Scientic American

261(3), 46-57.

Clay, Edward, y Bernard Shaer, eds., 1984,  Room or Manoeuvre, An

 Exploration o Public Policy Planning in Agricultural and Rural Deve-

lopment, Rutherord, Fairleigh Dickinson University Press.

Cleaver, Harry, 1973. “The Contradictions o the Green Revolution”, enThe Political Economy o Development and Underdevelopment, Char-

les Wilber, ed., págs. 187-196, Nueva York, Random House.

Cliord, James, 1986, “Introduction, Partial Truths”, en Writing Cultu-

re. The Poetics and Politics o Ethography, James Cliord y George

Marcus, eds., págs. 1-27, Berkeley, University o Caliornia Press.

Cliord, James, 1988, The Predicament o Culture, Cambridge, Harvard

University Press.Cliord, James, 1989, “Notes on Theory and Travel”, en  Inscriptions 5,

177-188.

Coale, Ansley, y Edgar Hoover, 1958, Population Growth and Economic

 Development in Low Income Countries, Princeton, Princeton Uni-

 versity Press.

Cobos, A. y S. Góngora, 1977, Guía metodológica para la identicación y

análisis de sistemas de producción agropecuaria en áreas de peque-

ños productores, Bogotá, ICA.

Comaro, Jean y John Comaro, 1991, O Revelation and Revolution,

Chicago, University o Chicago Press.

Page 388: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 388/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

388

Comaro, Jean, 1985, Body o Power, Spirit o Resistance, Chicago, Uni-

 versity o Chicago Press.

Conable, Barber, 1987, Conerencia ante el World Resources Institute.Washington, D.C., The World Bank.

Cooper, Frederick, 191. “Development and the Remaking o the Colo-

nial World”. Presentado en la reunión del Social Science Research

Council sobre “Desarrollo y Ciencias Sociales”, Berkeley, CA., 15-16

de noviembre.

Cooper, Frederick y Ann Stoler, 1989. “Introduction, Tensions o Empi-

re, Colonial Control and Visions o Rule”, en American Ethnologist 

16(4), 609-622.

Copland, Douglas, 1945, The Road to High Employment, Cambridge,

Oord University Press.

Crouch, Luis, y Alain de Janvry, 1980, “The Class Basis o Agricultural

Growth”, en Food Policy 5(1), 3-13.

Crush, Jonathan, ed., 1994,  Discourses o Development, Nueva York,

Routledge.

Cuevas Cancino, Francisco, 1989, Roosevelt y la buena vecindad, Méico,D.F. Fondo de Cultura Económica.

Currie, Lauchlin, 1967, Obstacles to Development , East Lansing Michi-

gan State University Press.

Chambi P., Néstor, y Víctor Quiso C., 1992, “Estudio sobre cosmovisión,

conocimiento campesino y tecnología tradicional de los criadores

aymaras”, Lima, Pratec, Documento de estudio Nº 24.

Chenery, Hollis, 1983, “Interaction Between Theory and Observation inDevelopment”, en World Development 11(10), 853-861.

Chow, Rey, 1992, “Postmodern Automatons”, en  Feminist Theorize the

 Political, Judith Butler y Joan Scott, eds., págs. 101-117, Nueva York,

Routledge.

Dahl, G., y A. Rabo, eds., 1992, Kam-Ap or Take-O, Local Notions o Deve-

lopment, Estocolmo, Stockholm Studies in Social Anthropology.

de Castro, Josué, 1977/[1952], The Geography o Hunger, Nueva York,

Monthly Review Press.

de Certeau, Michel, 1984, The Practice o Everyday Lie, Berkeley, Uni-

 versity o Caliornia Press.

Page 389: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 389/423

389

Bibliografía

de Janvry, Alain, 1981, The Agrarian Question and Reormism in Latin

 America, Baltimore, Johns Hopkins University Press.

de la Torre, Ana, 1986, Los dos lados del mundo y del tiempo, Lima, Cen-tro de Investigación, Educación y Desarrollo.

de la Torre, Cristina, ed., 1985, Modelos económicos de desarrollo colom-

biano, Bogotá, Editorial La Oveja Negra.

de Lauretis, Teresa, 1987. Technologies o Gender, Bloomington, Indiana

University Press.

Deane, P. 1978, The Evolution o Economic Ideas, Cambridge, Cambridge

University Press.

Deleuze, Gilles, 1988,  Foucault, Minneapolis, University o Minnesota

Press.

Deleuze, Gilles y Féli Guattari, 1987, A Thousand Plateaus, Minneapo-

lis, University o Minnesota Press.

Deleuze, Gilles, y Féli Guattari, 1993, ¿Qué es la losoía?, Barcelona,

Editorial Anagrama.

Dennery, Etienne, 1931/[1970],  Asia’s Teeming Millions, Washington,

D.C., Kennikat Press.Diawara, Manthia, 1990, “Reading Arica Through Foucault, V.Y.

Mudimbe’s Rearmation o the Subject”, en October 55, 79-104.

Dietz, James, y Dilmus James, eds. 1990, Progress Toward Development in

 Latin America, Boulder, Lynne Rienner.

Di Marco, Luis Eugenio, ed., 1974, Economía internacional y desarrollo. Es-

tudios en honor de Raúl Prebisch, Buenos Aires, Ediciones Depalma.

DNP, (Departamento Nacional de Planeación de Colombia), 1975a. Plan Nacional de Alimentación y Nutrición. Bogotá, DNP.

DNP, 1975b. Para cerrar la brecha. Plan de desarrollo social, económico y

regional 1975-1978. Bogotá, DNP.

DNP, 1983, Plan de desarrollo integral para la costa pacíca, Cali, CVC.

DNP, 1992, Plan Pacíco. Una estrategia de desarrollo sostenible para la

costa pacíca colombiana. Bogotá, DNP.

DNP/DRI, 1975a, Síntesis del Programa de Desarrollo Rural Integrado,

Bogotá, DNP/DRI.

DNP/DRI, 1975b, Estudio de ormas asociativas en las áreas del progra-

ma de Desarrollo rural integrado, Bogotá, DNP/UDA.

Page 390: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 390/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

390

DNP/DRI, 1976a, Bases para la evaluación del programa de Desarrollo

 Rural Integrado, Bogotá, DNP/DRI.

DNP/DRI, 1976b, Normas generales para la organización del programade Desarrollo Rural Integrado, Bogotá, DNP/DRI (edición revisada,

1979)

DNP/DRI, 1979, El subsector de pequeña producción y el programa DRI, 

Bogotá, DNP/DRI.

DNP/DRI-PAN, 1982a, Realizaciones de los programas DRI-PAN, Bogo-

tá, DRI-PAN.

DNP/DRI-PAN, 1982b,  Propuesta para las ejecuciones del programa

 DRI-PAN, Bogotá, DRI-PAN. DNP/DRI-PAN, 1983, Nuevas orientaciones, Bogotá, DRI-PAN.

DNP/PAN, 1975a, Proyecto de regionalización. Indice de inormación re-

colectada en los departamentos, Bogotá, DNP/PAN.

DNP/PAN, 1975b, Programa de alimentos procesados de alto valor nutri-

cional y bajo costo, Bogotá, DNP/PAN.

DNP/PAN, 1976a, Regionalización del país para su aplicación, Bogotá,

DNP/PAN.DNP/PAN, 1976b, Distribución subsidiada de alimentos. Programa cupo-

nes, Bogotá, DNP/PAN.

DNP/PAN, 1976c,  Programa de distribución subsidiada de alimentos.

Subprograma de distribución directa, Bogotá, DNP/PAN.

DNP/PAN, 1976d, Programa de educación nutricional. Proyecto de educa-

ción interpersonal, Bogotá, DNP/PAN.

DNP/PAN, 1976e, Proyecto de educación nutricional para el nivel proe-sional, asistencia técnica y proyectos piloto, Bogotá, DNP/PAN.

DNP/PAN, 1976, Programa de huertas escolares y caseras. Bogotá, DNP/

PAN.

DNP/PAN, 1977, Programa de evaluación, Bogotá, DNP/PAN.

DNP/PAN, 1979a, Procedimiento para retiro de recursos BIRF – Convenio

de préstamo 1487-CO (segunda versión), Bogotá, DNP/PAN.

DNP-PAN/IICA, 1977, Seminario de evaluación de programas de huertas

escolares y pancoger, Bogotá, DNP-PAN/IICA.

DNP/UDS (Departamento Nacional de Planeación de Colombia, Uni-

dad de desarrollo social), 1973, Bases para una política de alimenta-

ción y nutrición en Colombia. Bogotá, DNP/UDS.

Page 391: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 391/423

391

Bibliografía

DNP/UDS, 1974a, Esbozo general del plan de nutrición, Bogotá, DNP/

UDS.

DNP/UDS, 1974b, Selección de variables para el análisis, Bogotá, DNP/UDS.

DNP/UDS, 1974c, Selección de alimentos, Bogotá, DNP/UDS.

DNP/UDS, 1974d, Objetivos, estrategias y mecanismos del plan nacional

de alimentación y nutrición (cuadro resumen), Bogotá, DNP/UDS.

DNP/UDS, 1975, Circular Nº 1, Bogotá, DNP/UDS.

DNP/UEA, 1982a, Experiencias de la ase I del programa DRI y recomen-

daciones para la ase II, Bogotá, DNP/UEA.

DNP/UEA, 1982b, Plan de integración nacional, Política agropecuaria yel sistema de alimentos, Bogotá, DNP/UDA.

DNP/UEA, 1984, Política sobre el papel de la mujer campesina en el de-

sarrollo agropecuario, Bogotá, DNP/UEA.

DNP/UEA, 1988,  Programa de desarrollo integral campesino (1988-

1993).

Dobb, Maurice, 1946, Studies in the Development o Capitalism. Londres,

Routledge and Kegan Paul.Dobb, Maurice, 1973, Theories o Value and Distribution Since Adam Smi-

th, Cambridge, Cambridge University Press.

Donzelot, Jacques, 1979, The Policing o Families, Nueva York, Pantheon

Books.

Donzelot, Jacques, 1988, “The Promotion o the Social”, en Economy and

Society 17(3), 217-234.

Donzelot, Jacques, 1991, “Pleasure in Work”, en The Foucault Eect, Gra-ham Burchell, Colin Gordon y Peter Miller, eds., págs. 251-280, Chi-

cago, University o Chicago Press.

Drake, Paul, 1991, “From Good Men to Good Neighbors, 1912-1932”, en

 Exporting Democracy. The United States and Latin America. Abra-

ham F. Lowenthal, ed., págs. 3-41, Baltimore, Johns Hopkins Uni-

 versity Press.

Dubois, Marc, 1991, “The Governance o the Third World. A Foucauldian

Perspective o Power Relations in Development”, en  Alternatives

16(1), 1-30.

Dumont, Louis, 1977, From Mandeville to Marx. The Genesis and Trium-

 ph o Economic Ideology, Chicago, University o Chicago Press.

Page 392: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 392/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

392

Economic Commission or Latin America 1950 The Economic Develop-

ment o Latin America and Its Principal Problems, Nueva York, Uni-

ted Nations.Emmanuel, Arghiri, 1972, Unequal Exchange, A Study o the Imperialism

o Trade, Londres, New Let Books.

Escobar, Arturo, 1984, “Discourse and Power in Development, Michel

Foucault and the Relevance o His Work to the Third World”, en

 Alternatives 10(3), 377-400.

Escobar, Arturo, 1987, Power and Visibility, The Invention and Manage-

ment o Development in the Third World. Tesis de doctorado. Univer-

sity o Caliornia, Berkeley.

Escobar, Arturo, 1988, “Power and Visibility, Development and the In-

 vention and Management o the Third World”, en Cultural Anthro-

 pology 3(4), 428-443.

Escobar, Arturo, 1989, “The Proessionalization and Institucionaliza-

tion o ‘Development’ in Colombia in the Early Post-World War II

Period”, en  International Journal o Educational Development  9(2),

139-154.Escobar, Arturo, 1991, “Anthropology and the Development Encoun-

ter. The Making and Marketing o Development Anthropology”, en

 American Ethnologist 18(4), 16-40.

Escobar, Arturo 1992a, “Planning”, en The Development Dictionary. Wol-

gang Sachs, ed., págs. 112-145, Londres, Zed Books.

Escobar, Arturo 1992b, “Refections on ‘Development’, Grassroots

Approaches and Alternative Politics in the Third World”, en Futures 24(5), 411-436.

Escobar, Arturo, 1994. “Welcome to Cyberia. Notes on the Anthropology 

o Cyberculture”, en Current Anthropology.

Escobar, Arturo, y Sonia E. Álvarez, eds., 1992, The Making o Social Mo-

vements in Latin America, Identity, Strategy, and Democracy, Boulder,

Westview Press.

Esteva, Gustavo, 1987, “Regenerating People’s Space”, en  Alternatives 

12(1), 125-152.

Fabian, Johannes, 1983, Time and the Other, How Anthropology Makes Its

Object, Nueva York, Columbia University Press.

Page 393: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 393/423

393

Bibliografía

Fajardo, Darío, ed., 1991, Campesinos y desarrollo en América Latina, 

Bogotá, Tercer Mundo Editores y Fondo DRI.

Fajardo, Darío, María Errázuriz, y Fernando Balcázar, 1991. “La epe-riencia del DRI en Colombia”, en Campesinos y desarrollo en Amé-

rica Latina, Darío Fajardo, ed., págs. 125-259, Bogotá, Tercer Mundo

Editores y Fondo DRI.

Fajardo, Darío, 1983, Haciendas, campesinos y políticas agrarias en Co-

lombia, 1920-1980, Bogotá, Editorial Oveja Negra.

Fajardo, Darío, 1984, “Apuntes para una política de reorma agraria y 

seguridad alimentaria”, en Lecturas de Economía 15, 221-240.

Fajardo, Darío, 1987, “Desarrollo rural y descentralización”, en Semina-rio internacional de economía campesina y pobreza rural, Jorge Bus-

tamante, ed., págs. 208-222, Bogotá, Fondo DRI.

Fals Borda, Orlando, 1970, Ciencia propia y colonialismo intelectual,

Méico, D.F., Editorial Nuestro Tiempo.

Fals Borda, Orlando, 1984. Resistencia en el San Jorge, Bogotá, Carlos

Valencia Editores.

Fals Borda, Orlando, 1988, Knowledge and People’s Power, Delhi, IndianSocial Science Institute.

Fals Borda, Orlando, y Anisur Rahman, eds., 1991, Action and Knowled-

 ge, Breaking the Monopoly with Participatory Action-Research, Nue-

 va York, The Ape Press.

Fanon, Franz, 1967, Black Skin, White Masks, Nueva York, Grove Press.

Fanon, Franz, 1968, The Wretched o the Earth, Nueva York, Grove

Press.FAO, 1974a, Assessment o the World Food Situation. Roma, FAO.

FAO, 1974b, The World Food Problem, Proposals or National and Inter-

national Action, Roman, FAO.

FAO/WHO Epert Committee on Nutrition, 1976,  Food and Nutrition

Strategies in National Development, Roma, FAO/ Ginebra, OMS.

Feder, Ernest 1977 “Agribusiness and the Elimination o Latin America’s

Rural Proletariat”, en World Development 5(5-7), 559-571.

Feder, Ernest, 1983, Perverse Development , Quezon City, Foundation or

Nationalist Studies.

Ferguson, James, 1990, The Anti-Politics Machine, “Development,” Depoli-

Page 394: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 394/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

394

ticization, and Bureaucratic Power in Lesotho, Cambridge, Cambrid-

ge University Press.

Fernández Kelly, María Patricia, 1983, For We Are Sold, I and My People,Women and Industry in Mexico’s Frontier, Albany, Suny Press.

Field, John Osgood, 1977. “The Sot Underbelly o Applied Knowledge,

Conceptual and Operational Problems in Nutrition Planning”, en

 Food Policy 2(3), 228-239.

Finer, Herman, 1949, Road to Reaction, Boston, Little Brown.

Fishlow, Albert, 1985, “The State o Latin American Economics”, Stan-

ord-Berkeley Occasional Papers in Latin American Studies, Nº 11.

Fiske, John, 1989a, Understanding the Popular, Boston, Unwin Hyman.

Fiske, John, 1989b, Reading the Popular, Boston, Unwin Hyman.

Flórez, Luis Bernardo, 1984, “Una refeión sobre la economía del de-

sarrollo y el desarrollo económico”, en Cuadernos de Economía (Bo-

gotá) 7, 65-82.

Fondo DRI, 1989a, Programa de desarrollo integral campesino, Bogotá,

Ministerio de Agricultura/Fondo DRI.

Fondo DRI, 1989b, Programa de desarrollo integral campesino. Evalua-ción del programa. Bogotá, Ministerio de Agricultura/Fondo DRI.

Fondo DRI, 1989c,  Programa de desarrollo integral campesino. Mujer

campesina, Bogotá, Fondo DRI.

Foucault, Michel, 1972, The Archaeology o Knowledge, Nueva York, Har-

per Colophon Books.

Foucault, Michel, 1973, The Order o Things, Nueva York, Vintage Bo-

oks.Foucault, Michel, 1975, The Birth o the Clinic, Nueva York, Vintage Bo-

oks.

Foucault, Michel, 1979, Discipline and Punish, Nueva York, Vintage Bo-

oks.

Foucault, Michel, 1980a, Power/Knowledge, Nueva York, Pantheon Bo-

oks.

Foucault, Michel, 1980b, The History o Sexuality. Introduction, Nueva

York, Vintage Books.

Foucault, Michel, 1980c, “Truth and Power”. En Power/Knowledge, Colin

Gordon, ed., págs. 109-133, Nueva York, Pantheon Books.

Page 395: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 395/423

395

Bibliografía

Foucault, Michel, 1986, The Use o Pleasure, Nueva York, Pantheon Bo-

oks.

Foucault, Michel, 1991a, “Governmentality”, en The Foucault Eect,Graham Burchell, Colin Gordon, y Peter Miller, eds. págs. 87-104,

Chicago, The University o Chicago Press.

Foucault, Michel, 1991b, “Politics and the Study o Discourse”, en The

 Foucault Eect , Graham Burchell, Colin Gordon, and Peter Miller,

eds., págs. 53-72, Chicago, The University o Chicago Press.

Foucault, Michel, and Gilles Deleuze, 1977. “Intellectuals and Power.

A Conversation”, en  Language, Counter-memory, Practice, Donald

Bouchard, ed., págs. 205-217, Ithaca, Cornell University Press.

Fo, Richard, ed., 1991, Recapturing Anthropology, Working in the Pre-

sent, Santa Fe, N.M., School o American Research.

Franke, Richard, 1974, “Miracle Seeds and Shattered Dreams in Java”,

en Natural History 83(1), 10-18, 84-88.

Frankel, Herbert, 1953, The Economic Impact on Underdeveloped Socie-

ties, Cambridge, Harvard University Press.

Fraser, Nancy, 1989, Unruly Practices, Minneapolis, University o Min-nesota Press.

Freire, Paulo, 1970, Pedagogy o the Oppressed, Nueva York, Herder and

Herder.

Friedman, Jonathan, 1987, “Beyond Otherness or, The Spectaculariza-

tion o Anthropology”, en Telos 81, 161-170.

Fröbel, Folker, Jurgen Heinrichs, y Otto Kreye, 1989, The New Internatio-

nal Division o Labor, Cambridge, Cambridge University Press.Fuentes, Annette, y Barbara Ehrenreich, 1983, Women in the Global Fac-

tory, Boston, South End Press.

Fuenzalida, Edmundo, 1983, “The Reception o ‘Scientic Sociology’ in

Chile”, en Latin American Research Review 18(2), 95-112.

Fuenzalida, Edmundo, 1987, “La reorganización de las instituciones de

enseñanza superior e investigación en América Latina entre 1950 y 

1980; sus interpretaciones”, en Estudios Sociales 52(2), 115-138.

Fuglesang, Minou, 1992, “No Longer Ghosts, Women’s Notions o ‘De-

 velopment’ and ‘Modernity’ in Lamu Town, Kenya”, en Kap-Am or

Take-O, Local Notions o Development, G. Dahl y A. Rabo, eds., págs.

Page 396: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 396/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

396

123-156, Estocolmo, Stockholm Studies in Social Anthropology.

Furtado, Celso, 1970, Economic Development o Latin America, Cambrid-

ge, Cambridge University Press.Galbraith, John Kenneth, 1979, The Nature o Mass Poverty, Cambridge,

Harvard University Press.

Galli, Rosemary, ed., 1981, The Political Economy o Rural Development,

Albany, Suny Press.

Gallin, Rita, Marilyn Arono, y Anne Ferguson, eds., 1989, The Women

and International Development Annual, Volumen 1. Boulder, West-

 view Press.

Gallin, Rita, y Ann Ferguson, eds., 1990, The Women and International Development Annual, Volumen 2, Boulder, Westview Press.

García, Antonio, 1948, Bases de la economía contemporánea. Elementos

 para una economía de la deensa, Bogotá, RFIOC.

García, Antonio, 1950, La democracia en la teoría y en la práctica. Una

 posición rente al capitalismo y al comunismo, Bogotá, Iqueíma.

García, Antonio, 1953, “La planicación de Colombia”, en El Trimestre

 Económico 20, 435-463.García, Antonio, 1972, Atraso y dependencia en América Latina, Buenos

Aires, El Ateneo.

García, Juan César, 1981, “Historia de las instituciones de investigación

en salud en América Latina, 1880-1930”, en  Educación Médica en

Salud 15(1), 71-88.

García-Canclini, Néstor, 1990, Culturas híbridas, estrategias para entrar

 y salir de la modernidad, Méico, D.F., Grijalbo.García Cadena, A. 1956, Unas ideas elementales sobre problemas colom-

bianos, Bogotá, Banco de la República.

García de la Huerta, Marcos, 1992, “La técnica y la diusión del ideal de

modernidad”, en Estudios sobre sociedad y tecnología, J. Sanmartín,

S.H. Cutlie, S.L. Goldman, y M. Medina, eds., págs. 131-160, Barce-

lona, Editorial Anthropos.

García Márquez, Gabriel, 1982, El olor de la guayaba, Bogotá, La Oveja

Negra.

Garnkel, H, 1967, Studies in Ethnomethodology, Englewood Clis, N.J.

Prentice Hall.

Page 397: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 397/423

397

Bibliografía

GEF (Global Environment Facility)/PNUD. 1993, Proyecto Biopacíco.

Plan operativo, Bogotá, Biopacíco.

Gendzier, Irene, 1985, Managing Political Change. Social Scientists andthe Third World, Boulder, Westview Press.

George, Susan, 1986, “More Food, More Hunger”, en Development. Seeds

o Change 1986(1/2), 53-63.

Girard, René, 1977, Violence and the Sacred, Baltimore, Johns Hopkins

University Press.

Godelier, Maurice, 1986, The Mental and the Material. Londres, Verso.

Gómez, Eugenio, 1942, Problemas colombianos. Sociología e historia, Bo-

gotá, Editorial Santa Fe.

Goodman, David, Bernardo Sorj, y John Wilkinson, 1987 From Farming

to Biotechnology. A Theory o Agro-Industrial Development, Oord,

Basil Blackwell.

Gordon, Deborah, 1988, “Writing Culture, Writing Feminism. The Poe-

tics and Politics o Eperimental Ethnography”, en Inscriptions 3/4,

7-26.

Gordon, Deborah, 1991, Engendering Ethnography. Tesis de doctorado.Board o Studies in History o Consciousness. University o Calior-

nia, Santa Cruz.

Graebner, Norman, 1977, Cold War Diplomacy. American Foreign Policy

1945-1975, Nueva York, D. Van Nostrand Company, Inc.

Gramsci, Antonio, 1971, “Americanism and Fordism”, en Selection rom

the Prison Books, Nueva York, International Publishers.

Gran, Guy, 1986, “Beyond Arican Famines, Whose Knowledge Mat-ters?”, Alternatives 11(2), 285-296.

Green Web, 1989, “Sustainable Development, Epanded Environmental

Destruction”, en Green Web Bulletin Nº 16.

Grillo, Eduardo, 1990. “Visión andina del paisaje”, en Sociedad y natu-

raleza en los Andes, Volumen 1, Eduardo Grillo, ed., págs. 133-167,

Lima, Pratec/Unep.

Grillo, Eduardo, 1992, “¿Desarrollo o descolonización en los Andes?”.

Presentado en la reunión, “Alternatives to the Greening o Econo-

mics”, Amherst, Massachusetts, 19-24 de junio.

Grillo, Eduardo, ed., 1991, Cultura andina agrocéntrica, Lima, Pratec.

Grueso, R., 1973, La situación nutricional y alimentaria de Colombia, Bo-

Page 398: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 398/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

398

gotá, ICBF (Presentado en el primer seminario intersectorial de ali-

mentación y nutrición, Palmira, 9-12 de diciembre).

Grueso, R., s.. El programa integrado de nutrición aplicada (PINA) enColombia, Bogotá, ICBF.

Guattari, Féli, 1993, El constructivismo guattariano, Cali, Editorial Uni-

 versidad del Valle.

Gudeman, Stephen, 1986, Economics as Culture, Models and Metaphors

o Livelihood, Londres, Routledge and Kegan Paul.

Gudeman, Stephen, 1992, “Remodelling the House o Economics, Cul-

ture and Innovation”, en American Ethnologist 19(2), 141-154.

Gudeman, Stephen, y Alberto Rivera, 1990, Conversations in Colombia,The Domestic Economy in Lie and Text, Cambridge, Cambridge Uni-

 versity Press.

Gudeman, Stephen, and Alberto Rivera, 1993, “Caring or the Base”.

Presentado en la reunión, “Alternative Approaches to the Greening

o Economics”, Bellagio, Italia, 2-6 de agosto.

Guha, Ranajit, 1988, “The Prose o Counter-Insurgency”, en Selected

Subaltern Studies Ranajit Guha y Gayatri Spivak, eds., págs. 37-44,Delhi, Oord University Press.

Guha, Ranajit, 1989, “Dominance without Hegemony and Its Historio-

graphy”, en Subaltern Studies VI, Ranajit Guha, ed., págs. 210-309,

Delhi, Oord University Press.

Gutman, Nancy, 1994, “The Economic Consequences o Pragmatism.

A Re-interpretation o Keynesian Doctrine” en  Decolonizing

 Knowledge. From Development to Dialogue. Frédérique Apel-Marglin and Stephen Marglin, eds., Oord, Clarendon Press (en

imprenta).

Habermas, Jürgen, 1987, The Philosophical Discourse o Modernity,

Cambridge, MIT Press.

Hacking, Ian, 1991, “How Should We Do the History o Statistics?” en

The Foucault Eect . Graham Burchell, Colin Gordon and Peter Mi-

ller, eds., págs. 181-196, Chicago, University o Chicago Press.

Haglund, David, 1985,  Latin America and the Transormation o U.S.

Strategic Thought , Albuquerque, University o New Meico Press.

Hakim, Peter, y Georgio Solimano, 1976, “Nutrition and National Deve-

Page 399: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 399/423

399

Bibliografía

lopment, Establishing the Connections”, en  Food Policy 1(3), 249-

259.

Hall, Stuart, 1992, “Cultural Studies and its Theoretical Legacies”, enCultural Studies Lawrence Grossberg, Cary Nelson, and Paula Trei-

chler, eds., págs. 286-294, Nueva York, Routledge.

Hancock, Graham, 1989,  Lords o Poverty, Nueva York, The Atlantic

Monthly Press.

Hansen, Karen, y Leslie Ashbaugh, 1990, “Women on the Front Line,

Development Issues in Southern Arica”, en The Women and Inter-

national Development Annual, Volumen 2, Rita Gallin and Anne Fer-

guson, eds., págs. 205-229, Boulder, Westview Press.

Haraway, Donna, 1985, “A Maniesto or Cyborgs, Science, Technology,

and Socialist Feminism in the 1980s”, en Socialist Review 80, 65-

107.

Haraway, Donna, 1988, “Situated Knowledges. The Science Question in

Feminism and the Privilege o Partial Perspective”, en Feminist Stu-

dies 14(3), 575-599.

Haraway, Donna, 1989a, Primate Visions, Nueva York, Routledge.Haraway, Donna, 1989b, “The Biopolitics o Postmodern Bodies, Deter-

minations o Sel in Inmune System Discourse”, en Dierences 1(1),

3-43.

Haraway, Donna, 1991, Simians, Cyborgs, and Women. The Reinvention o 

 Nature, Nueva York, Routledge.

Haraway, Donna, 1992, “The Promises o Monsters. A Regenerative

Politics o Inappropriate(d) Others”, en Cultural Studies. Lawren-ce Gorssberg, Cary Nelson, and Paula Trichler, eds., págs. 295-337,

Nueva York, Routledge.

Harcourt, Wendy, 1994, “A Feminist Alternative to Greening Economics”,

en VENA Journal.

Harvey, David, 1989, The Condition o Postmodernity, Oord, Basil Blac-

kwell.

Hatt, Paul, 1951, World Population and Future Resources, Nueva York,

American Book Co.

Hayek, Friedrich A. von, 1944, The Road to Serdom, Chicago, Chicago

University Press.

Page 400: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 400/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

400

Heidegger, Martin, 1977, The Question Concerning Technology, Nueva

York, Harper and Row.

Hicks, John, 1969,  A Theory o Economic History, Oord, ClarendonPress.

Hirschman, Albert, 1958, The Strategy o Economic Development, New 

Haven, Yale University Press.

Hirschman, Albert, 1961, Latin American Issues, Nueva York, Twentieth

Century Fund.

Hirschman, Albert, 1981,  Essays in Trespassing, Economics to Politics

and Beyond, Cambridge, Cambridge University Press.

Hobbelink, Henk, 1992, “La diversidad biológica y la biotecnología agrí-

cola”, en Ecología Política 4, 57-72.

Hooks, Bell, 1990, Yearning, Race, Gender, and Cultural Politics, Boston,

South End Press.

Hopkins, Terence, e Immanuel Wallerstein, 1987, “Capitalism and the

Incorporation o New Zones into the World-Economy”, en Review

10(3), 763-779.

Hunt, Georey, 1986, “Two Methodological Paradigms in DevelopmentEconomics”, en The  Philosophical Forum 18(1), 52-68.

Illich, Iván, 1969, Celebration o Awareness, Nueva York, Pantheon Bo-

oks.

Instituto SER, 1980a, Jerarquización de los municipios del país, Bogotá,

SER.

Instituto SER, 1980b, Análisis encuesta PAN-77 , Bogotá, SER.

Instituto SER, 1981, Análisis de la encuesta PAN-79, Bogotá, SER.International Bank or Reconstruction and Development, 1950, The Ba-

sis o a Development Program or Colombia, Baltimore, Johns Hop-

kins University Press.

International Bank or Reconstruction and Development, 1955, The Au-

tonomous Regional Corporation o the Cauca and the Development o 

the Upper Cauca Valley. Washington, D.C., IBRD.

 James, Thomas, 1984, Exiled Within. The Schooling o Japanese-Ameri-

cans, 1942-1945, Tesis de doctorado, Stanord University.

 Jay, Martin, 1988, “Scopic Regimes o Modernity”, en Vision and Visuali-

ty, Hal Foster, ed., págs. 3-28, Seattle, Bay Press.

Page 401: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 401/423

401

Bibliografía

 Jelin, Elizabeth, ed., 1990, Women and Social Change in Latin America,

Londres, Zed. Books.

 Joy, Leonard, ed., 1978, Food and Nutrition Planning, The State o the Art ,Guilord, Inglaterra, IPC Science and Technology Press.

 Joy, Leonard, y Philippe Payne, 1975. Food and Nutrition Planning, Roma,

FAO.

 Junguito, Roberto, 1982, Alternativas para el manejo de la política agro-

 pecuaria, Bogotá, DNP/UEA.

Kalmanovitz, Salomón, 1978, Desarrollo de la agricultura en Colombia,

Bogotá, Editorial La Carreta.

Kalmanovitz, Salomón, 1989. La encrucijada de la sinrazón, Bogotá, Ter-

cer Mundo.

Kardam, Nüket, 1991, Bringing Women In: Women’s Issues in Internatio-

nal Development Program, Boulder, Lynne Rienner Publishers.

Keller, Evelyn Fo, 1992, “Nature, Nurture, and the Human Genome

Project”, en The Code o Codes, Scientic and Social Issues o the

 Human Genome, Daniel Kevles and Leroy Hood, eds., págs. 281-299,

Cambridge, Harvard University Press.Kolko, Gabriel, 1988, Conronting the Third World, United States Foreign

Policy, 1945-1980, Nueva York, Pantheon Books.

Kuletz, Valerie, 1992, “Eco-Feminist Philosophy, Interview with Barbara

Holland-Cunz”, en Capitalism, Nature, Socialism 3(2), 63-78.

Kulick, Don, 1992, “ ‘Coming Up’in Gapun, Conceptions o Development

and Their Eect on Language in a Papua New Guinean Village”,

en Kam-Ap or Take-O, Local Notions o Development G. Dahl y A.Rabo, eds., págs. 10-34, Estocolmo, Stockholm Studies in Social An-

thropology.

Laclau, Ernesto, and Chantal Moue, 1985,  Hegemony and Socialist 

Strategy, Londres, Verso.

Lal, Deepak, 1985, The Poverty o ‘Development Economics”, Cambridge,

Harvard University Press.

Landes, David, 1983, Revolution in Time. Clocks and the Making o the

 Modern World, Cambridge, Harvard University Press.

Lappé, Frances Moore, Joseph Collins, y David Kinley, 1980, Aid as Obs-

tacle, San Francisco, Institute or Food and Development Policy.

Page 402: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 402/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

402

Lasswell, Harold, 1945, World Politics Faces Economics, Nueva York, Mc-

Graw Hill.

Latham, Michael, 1988, “Western Development Strategies and Inappro-priate Modernization as Causes o Malnutrition and III Health”, en

 Hunger and Society, Volumen 1, Michael Latham, ed., págs. 75-95,

Cornell International Nutrition Monograph Series, Nº 17.

Latour, Bruno, and Steve Woolgar, 1979, Laboratory Lie, The Social Cons-

truction o Scientic Facts, Princeton, Princeton University Press.

Laugier, Henry, 1948, “The First Step in the International Approaches to

the Underdeveloped Areas”, en  Milbank Memorial Fund Quarterly

26(3), 256-259.

Lechner, Norbert, 1988, Los patios interiores de la democracia. Subjetivi-

dad y política, Santiago, Flacso.

Le, Enrique, 1986a, Ecología y capital. Méico, D.F., Unam.

Le, Enrique, 1986b, “Ambiente y articulación de ciencias”, en Los pro-

blemas del conocimiento y la perspectiva ambiental del desarrollo,

Enrique Le, ed., págs. 72-125. Méico, D.F., Siglo xxI.

Le, Enrique, 1992, “La dimensión cultural y el manejo integrado, sus-tentable y sostenido de los recursos naturales”, en Cultura y manejo

sustentable de los recursos naturales. Enrique Le y Julia Carabias,

eds., Méico, D.F. CIIH/Unam.

Le, Enrique, 1993, Marism and the Environmental Question, From

the Critical Theory o Production to an Environmental Rationality 

or Sustainable Development, en Capitalism, Nature, Socialism 4(1),

44-66.Lele, Uma. 1986. “Women and Structural Transormation”, en Economic

 Development and Cultural Change 34(2), 195-219.

León, Magdalena, 1980, Mujer y capitalismo agrario, Bogotá, Acep.

León, Magdalena, 1985, “La medición del trabajo emenino en América

Latina, problemas teóricos y metodológicos”, en Mujer y amilia en

Colombia. Elssy Bonilla, ed., págs. 177-204, Bogotá, Plaza & Janés.

León, Magdalena, 1986, “Política agraria en Colombia y debate sobre

políticas para la mujer rural”, en La mujer y la política agraria en

 América Latina, Magdalena León y Carmen Diana Deere, eds., págs.

43-59, Bogotá, Siglo xxI.

Page 403: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 403/423

403

Bibliografía

León, Magdalena, 1987, “Política agraria y su impacto en la mujer rural,

como actor social de la economía campesina”, en Seminario inter-

nacional de economía campesina y pobreza rural. Jorge Bustamante,ed., págs. 119-126, Bogotá, Fondo DRI.

León, Magdalena, 1993, Neutralidad y distensión de género en la política

 pública de América Latina. Presentado en el xIx Congreso Latino-

americano de Sociología, Caracas, 30 de mayo – 4 de julio.

León, Magdalena, ed., 1982, Las trabajadoras del agro, Volumen II, De-

bate sobre la mujer en América Latina y el Caribe, Bogotá, Acep.

León, Magdalena, and Carmen Diana Deere, eds., 1986,  La mujer y la

 política agraria en América Latina, Bogotá, Siglo xxI.

León, Magdalena, Patricia Prieto, y María Cristina Salazar, 1987, Acce-

so de la mujer a la tierra en América Latina y el Caribe, panorama

 general y estudio de caso de Honduras y Colombia. Bogotá, Inorme

presentado a la Organización de las Naciones Unidas para la Agri-

cultura y la Alimentación (FAO).

Levinson, James, 1974, Morinda, An Economic  Analysis o Malnutrition

among Young Children in Rural India. Cambridge, Cornell/MIT In-ternational Nutrition Policy Series.

Lewis, W. Arthur, 1949, The Principles o Economic Planning, Londres,

D. Dobson.

Lewis, W. Arthur, 1955, The Theory o Economic Growth, Homewood, Illi-

nois, R.D. Irwin.

Lewis, W. Arthur, 1958/[1954]. “Economic Development with Unlimited

Supply o Labor”, en Amar Narin Agarwala y S.P. Singh, eds., The Economics o Underdevelopment, Bombay, Oord University Press.

Liebenstein, Harvey, 1954, A Theory o Economic Demographic Develop-

ment. Princeton, Princeton University Press.

Liebenstein, Harvey, 1957,  Economic Backwardness and Economic

Growth, Nueva York, Wiley.

Lind, Amy, 1992, “Power, Gender, and Development, Popular Women’s

Organization and the Politics o Needs in Ecuador”, en The Making

o Social Movements in Latin America. Arturo Escobar y Sonia E.

Álvarez, eds., págs. 134-149, Boulder, Westview Press.

Little, Ian M. 1982, Economic Development, Theory, Policy and Internatio-

nal Relations, Nueva York, Basic Books.

Page 404: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 404/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

404

Livingstone, Ian, 1982, “The Development o Development Economics”,

en  Approaches to Development Studies. Ian Livingstone, ed., págs.

3-28, Hampshire, Inglaterra, Gower.Londoño, Juan Luis, y Guillermo Perry, 1985. “El Banco Mundial, el Fon-

do Monetario y Colombia, análisis crítico de sus relaciones”, en Co-

 yuntura Económica 15(3), 209-243.

López, Alejandro, 1976, Escritos escogidos, Bogotá, Colcultura.

López, Cecilia, y Fabiola Campillo, 1983, Problemas teóricos y operati-

vos de la ejecución de una política para la mujer campesina , Bogotá,

DNP/UEA.

López de Mesa, Luis, 1944, Posibles rumbos de la economía colombiana,Bogotá, Imprenta Nacional.

López Maya, Margarita, 1993, Cambio de discursos en la relación entre

los Estados Unidos y América Latina de la Segunda Guerra Mundial a

la guerra ría (1945-1948). Presentado en la 34 Convención anual de

la International Studies Association, Acapulco, 23-27 de marzo.

López, Gustavo A., y Luis F. Correa, 1982, “La Planeación en Colombia”,

Ciencias humanas 2(3), 3-34.Love, Joseph, 1980, “Raúl Prebisch and the Origins o the Doctrine o 

Unequal Echange”. Latin American Research Review 15(3), 45-70.

Lynch, Lowell, 1979, “Nutrition Planning Methodologies. A Comparati-

 ve Review o Types and Applications”, en Food and Nutrition Bulle-

tin 1(3), 1-14.

McCloskey, Donald, 1985, The Rhetoric o Economics, Madison, Univer-

sity o Wisconsin Press.McKay, Harrison, H. McKay, y Leonardo Sinisterra, 1978, “Improving

Cognitive Ability in Chronically Deprived Children”, en Science

200(4339), 270-278.

McNamara, Robert, 1975, “The Nairobi Speech”, en  Assault on World

 Poverty. The World Bank, págs. 90-98, Baltimore, Johns Hopkins

University Press.

Maier, Charles, 1975, Recasting Bourgeois Europe, Princeton, Princeton

University Press.

Mamdani, Mahmood, 1973, The Myth o Population Control, Nueva York,

Monthly Review.

Page 405: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 405/423

405

Bibliografía

Mani, Lata, 1989, “Multiple Mediations, Feminist Scholarship in the Age

o Multinational Reception”, en Inscriptions 5, 1-24.

Manzo, Kate, 1991, “Modernist Discourse and the Crisis o DevelopmentTheory”, en Studies in Comparative International Development 26(2),

3-36.

Marcus, George, y Michael Fischer, 1986, Anthropology as Cultural Criti-

que, Chicago, University o Chicago Press.

Marglin, Stephen, 1990, “Toward the Decolonization o Mind”, en Domi-

nating Knowledge, Stephen Marglin and Frédérique Apel-Marglin,

eds., págs. 1-28, Oord, Clarendon Press.

Marglin, Stephen, 1992, Alternative Approches to the Greening o Econo-mics, A Research Proposal.

Martínez Alier, Juan, 1992, Ecología y pobreza, Barcelona, Centre Cul-

tural Bancaia.

Mascia-Lees, F.P. Sharpe y C. Ballerino Coheny 1989 y “The Post-mo-

dernist Turn in Anthropology, Cautions From a Feminist Perspecti-

 ve” Signs 15(1) 7-33.

Maybury-Lewis, David, 1985, “A Special Sort o Pleading, Anthropology at the Service o Ethnic Groups”, en  Advocacy and Anthropology.

 First Encounters. Robert Paine, ed., págs. 131-148, St. John’s, New 

Foundland, Memorial University o New Foundland.

Mayer, Jean, y Johanna Dwyer, eds., 1979, Food and Nutrition Policy in a

Changing World, Oord, Oord University Press.

Medrano, Diana, y Rodrigo Villar, 1988, Mujer campesina y organización

rural en Colombia, Bogotá, Cerec.Meier, Gerald, 1984, Emerging rom Poverty. The Economics that Really

 Matters, Nueva York, Oord University Press.

Meier, Gerald, y Dudley Seers, ed., 1984,  Pioneers in Development,

Oord, Oord University Press.

Mellor, Mary, 1992, “Eco-Feminism and Eco-Socialism, Dilemmas o 

Essentialism and Materialism”, Capitalism, Nature, Socialism 3(2),

43-62.

Memmi, Albert, 1967, The Colonizer and the Colonized, Boston, Beacon

Press.

Merchant, Carolyn, 1980. The Death o Nature, Women, Ecology and the

Scienti Revolution, Nueva York, Harper and Row.

Page 406: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 406/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

406

Merchant, Carolyn, 1990, “Ecoeminism and Feminist Theory”, en

 Reweaving the World. The Emergence o Ecoeminism, Irene Dia-

mond y Gloria Ferman Orenstein, eds., págs. 100-105, San Francis-co, Sierra Club Books.

Metz, Christian, 1982, The Imaginary Signier. Bloomington, Indiana

University Press.

Mies, María, 1986, Patriarchy and Accumulation on a World Scale. Lon-

dres, Zed Books.

Milbank Memorial Fund, 1948, International Approaches to Problems o 

Underdeveloped Countries, Nueva York, Milbank Memorial Fund.

Milbank Memorial Fund, 1954, The Interrelationships o Demographic, Economic and Social Problems in Underdeveloped Areas, Nueva York,

Milbank Memorial Fund.

Millberg, William, 1991, “Marism, Postestructuralism, and the Discour-

se o Economist”, en Rethinking Marxism 4(2), 93-104.

Ministerio de Agricultura, 1985, Proyecto desarrollo con la mujer cam-

 pesina, Convenio DRI-PAN-Incora, Bogotá, Ministerio de Agricul-

tura.Ministerio de Salud, Dirección de participación de la comunidad, 1979,

 Apuntes para la participación de la comunidad en salud, Bogotá, Mi-

nisterio de Salud.

Ministerio de Salud, Dirección de participación de la comunidad, 1982,

 Plan nacional de participación de la comunidad en atención primaria

en salud, Bogotá, Ministerio de Salud.

Mintz, Sidney, 1976, “On the Concept o a Third World”, en Dialectical Anthropology 1(4), 377-382.

Mitchell, Timothy, 1988, Colonising Egypt, Cambridge, Cambridge Uni-

 versity Press.

Mitchell, Timothy, 1989, “The World as Ehibition”, en Comparative Stu-

dies in Society and History. 31(2), 217-236.

Mitchell, Timothy, 1991, “America’s Egypt, Discourse o the Develop-

ment Industry”, en Middle East Report, marzo-abril, págs. 18-34.

Mitter, Swasti, 1986, “Toys or the Boys”, en Development, Seeds o Chan-

 ge 1986(3), 66-68.

Mohanty, Chandra, 1991a, Cartographies o Struggle, Third World Wo-

men and the Politics o Feminism, en Third World Women and the

Page 407: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 407/423

407

Bibliografía

 Politics o Feminism, Chandra Mohanty, Ann Russo, y Lourdes To-

rres, eds., pp. 1-47. Bloomington, Indiana University Press.

Mohanty, Chandra, 1991b. “Under Western Eyes, Feminist Scholarshipand Colonial Discourses”, en Third World Women and the Politics o 

 Feminism, Chandra Mohanty, Ann Russo, and Lourdes Torres, eds.,

pp. 51-80, Bloomington, Indiana University Press.

Molyneu, Maine, 1986, “Mobilization without Emancipation? Women’s

Interests, State and Revolution”, en Transition and Development,

 Problems o Third World Socialism. Richard Fagen, Carmen Diana

Deere, y José Luis Coraggio, eds., págs. 280-302, Nueva York, Mon-

thly Review Press.

Moncayo, Víctor Manuel, y Fernando Rojas, 1979, Producción campesina

 y capitalismo, Bogotá, Editorial Cinep.

Montaldo, Graciela, 1991, “Estrategias del n de siglo”, en Nueva Socie-

dad Nº 116, 75-87.

Mora, Obdulio, 1982, Situación nutricional de la población colombiana en

1977-1980, Bogotá, Ministerio de Salud y Ascoame.

Morandé, Pedro, 1984, Cultura y modernización en América Latina, San-tiago, Universidad Católica.

Mudimbe, V.Y., 1988, The Invention o Arica, Bloomington, Indiana Uni-

 versity Press.

Mueller, Adele, 1986, “The Bureaucratization o Feminist Knowledge,

The Case o Women in Development”, Resources or Feminist Re-

search 15(1), 36-38.

Mueller, Adele, 1987a, Peasants and Proessionals, The Social Organiza-tion o Women in Development Knowledge, Ph.D. dissertation, Onta-

rio Institute or Studies in Education.

Mueller, Adelle, 1987b, Power and Naming in the Development Institu-

tion, The ‘Discovery’ o ‘Women in Peru’ . Presentado en 14th Annual

Third World Conerence, Chicago.

Mueller, Adelle, 1991, In and Against Development. Feminists Conront 

 Development on Its Own Ground.

Murphy, Craig, y Enrico Augelli, 1993, “International Institutions, Deco-

lonization, and Development”. International Political Science Review

14(1), 71-85.

Page 408: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 408/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

408

Namuddu, Katherine, 1989, Problems o Communication Between Nor-

thern and Southern Researchers in the Context o Arica. Trabajo

presentado en el VII World Congress o Comparative Education,Montreal, 26-30 de junio.

Nandy, Ashis, 1983, The Intimate Enemy, Loss and Recovery o Sel Under

Colonialism, Delhi, Oord University Press.

Nandy, Ashis, 1987, Traditions, Tyranny, and Utopias, Delhi, Oord Uni-

 versity Press.

Nandy, Ashis, 1989, “Shamans, Savages, and the Wilderness, On the Au-

dibility o Dissent and the Future o Civilizations,” en  Alternatives

14(3), 263-278.

Nash, June, 1979, We Eat the Mines and the Mines Eat Us, New York, Co-

lumbia University Press.

Nash, June, y Helen Saa, eds., 1986, Women and Change in Latin Ameri-

ca, South Hadley, MA, Bergin & Garvey Publishers.

Navarro, Vicente, 1976, Medicine under Capitalism, Nueva York, Prodist.

Norgaard, Richard, 1991ª, Sustainability as Intergenerational Equity,

Washington, D.C., World Bank Internal Discussion Paper Nº IDP97.

Norgaard, Richard, 1991b, Sustainability, The Paradigmatic Challenge to

 Agricultural Economics. Presentado en la 21st. Conerence o the

International Association o Agricultural Economists, Tokyo, 22-29

de agosto.

Nurkse, Ragnald, 1953, Problems o Capital Formation in Underdevelo-

 ped Countries, Oord, Oord University Press.O’Connor, James, 1988, “Capitalism, Nature, Socialism, A Theoretical In-

troduction”, en Capitalism, Nature, Socialism 1(1), 11-38.

O’Connor, James, 1989, “Political Economy o Ecology o Socialism and

Capitalism”, en Capitalism, Nature, Socialism 1(3), 93-108.

O’Connor, James, 1992, “A Political Strategy or Ecology Movements”.

Capitalism, Nature, Socialism 3(1), 1-5.

O’Connor, Martin, 1993, On the Misadventures o Capitalist Nature”, en

Capitalism, Nature, Socialism 4(3), 7-40.

Ocampo, José Antonio, Joaquín Bernal, Mauricio Avella, y María Errázu-

riz, 1987, “La consolidación del capitalismo moderno”, en Historia

Page 409: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 409/423

409

Bibliografía

económica de Colombia,  José Antonio Ocampo, ed., págs. 243-331.

Bogotá, Siglo xxI.

Ocampo, José Antonio, ed., 1987, Historia económica de Bogotá. Colom-bia, Siglo xxI.

Ong, Aihwa, 1987, Spirits o Resistance and Capitalist Discipline, Albany,

Suny Press.

Orr, John Boyd, 1953, The White Man’s Dilemma, Londres, G. Allen and

Unwin.

Osborn, Faireld, 1948, Our Plundered Planet, Boston, Little Brown.

Pacey, A., y Philip Payne, eds., 1985, Agricultural Development and Nutri-

tion, Boulder, Westview Press.

Packard, Randall, 1989, “The ‘Healthy Reserve’ and the ‘Dressed Nati-

 ve’, Discourses on Black Health and the Language o legitimation in

South Arica”, en American Ethnologist 16(4), 686-704.

Page, Helán, 1991, Historically Conditioned Aspiration and Gender/Ra-

cel/Class Relations in Colonial and Post-Colonial Zimbabwe.

Panayotou, Theodore, 1991, “Roundtable Discussion, Is Economic

Growth Sustainable?”, en  Proceedings o the World Bank AnnualConerence on Development Economics. Lawrence Summers y She-

khar Shah, eds., págs. 353-362, Washington, D.C., The World Bank.

Parajuli, Pramod, 1991, “Power and Knowledge in Development Dis-

course”, en International Social Science Journal 127, 173-190.

Pardo, Franz, 1973,  La producción agropecuaria y las necesidades ali-

mentarias de la población colombiana, Bogotá, ICBF (Presentado en

el primer seminario intersectorial de alimentación y nutrición, Pal-mira, 9-12 de diciembre).

Pardo, Franz, 1984. La situación alimentaria de la población colombia-

na. Encuesta nacional de alimentación, nutrición y vivienda, Bogotá,

DANE-DNP-DRI-PAN.

Payer, Cheryl, 1982, The World Bank, Nueva York, Monthly Review 

Press.

Payer, Cheryl, 1991, Lent and Lost, Foreign Credit and Third World Deve-

lopment. Londres, Zed Books.

Payne, Philip, 1977, “Review o Malnutrition and Poverty, by S. Reutlin-

ger and Marcelo Selowsky”. Food Policy 2(2), 164-165.

Page 410: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 410/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

410

Payne, Philip, y Peter Cutler, 1984, “Measuring Malnutrition, Techni-

cal Problems and Ideological Perspectives”. Economic and Political

Weekly 19(34), 1485-1491.Pécault, Daniel, 1987, Orden y violencia. Colombia 1930-1954, Bogotá,

Siglo xxI Editores-Cerec, 2 volúmenes.

Pendell, Elmer, 1951, Population on the Loose, Nueva York, W. Funk.

Pérez Alemán, Paola, 1990, Organización, identidad y cambio. Las cam-

 pesinas en Nicaragua, Managua, CIAM.

Perry, Guillermo, 1976, “El desarrollo institucional de la planeación en

Colombia”, en Derecho nanciero 2(2), 65-91.

Perry, Santiago, 1983, La crisis agraria en Colombia, 1950-1980, Bogotá,

El Ancora Editores.

PIA/PNAN, (Proyecto interagencial de promoción de políticas de ali-

mentación y nutrición). 1973a, Guía Metodológica para Planicación

de Políticas Nacionales de Alimentación y Nutrición, Santiago, PIA/

PNAN.

PIA/PNAN, 1973b, Reunión interagencial de consulta sobre políticas na-

cionales de alimentación y nutrición en las Américas, Santiago, 12-22de marzo de 1973 (Inorme Final), Santiago, PIA/PNAN.

PIA/PNAN, 1975a,  Inorme sobre la primera etapa. Marzo 1971-julio

1975, Santiago, PIA/PNAN.

PIA/PNAN, 1975b, Plan de operaciones, Santiago, PIA/PNAN.

PIA/PNAN, 1977, Actividades segundo semestre 1976, Inorme y evalua-

ción, Santiago, PIA/PNAN.

Pigg, Stacy, 1992, “Constructing Social Categories Through Place, SocialRepresentations and Development in Nepal, en Comparative Stu-

dies in Society and History 34(3), 491-513.

Platsch, Carl, 1981, “The Three Worlds, or the Division o Social Scien-

tic Labor, circa 1950-1975”, en Comparative Studies in Society and

 History 23(4), 565-590.

Polanyi, Karl, 1957a, The Great Transormation, Boston, Beacon Press.

Polanyi, Karl, 1957b, “The Economy as Instituted Process”, en Trade and

 Market in the Early Empires. Karl Polanyi, Conrad Arensberg and

Harry Pearson, eds., págs. 243-270, Glencoe, III, Free Press.

Polanyi, Karl, Conrad Arensberg, y Harry Pearson, eds., 1957, Trade and

 Markets in the Early Empires, Glenco, III, Free Press.

Page 411: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 411/423

411

Bibliografía

Political and Economic Planning, 1955, World Population and Future Re-

sources, Nueva York, American Book Co.

Portes, Alejandro, y Douglas Kincaid, 1989, “Sociology and Developmentin the 1990s, Critical Challenges and Empirical Trends”, en Sociolo-

 gical Forum (4(4), 479-503.

Portes, Alejandro, 1976, “On the Sociology o National Development

Theories and Issues”, en American Journal o Sociology 2(1), 55-85.

Prebisch, Raúl, 1979, “The Neo-Classical Theories o Economic Libera-

lism”, 17, 167-188.

Pred, Alan, y Michael Watts, 1992,  Reworking Modernity, New Bruns-

cwick, Rutgers, University Press.

Price, David, 1989, Beore the Bulldozer, Washington, D.C., Cabin John

Press.

Procacci, Giovanna, 1991, “Social Economy and the Government o 

Poverty”, en The Foucault Eect, Graham Burchell, Colin Gordon

and Peter Miller, eds., págs. 151-168, Chicago, University o Chicago

Press.

Quijano, Aníbal, 1988, Modernidad, identidad y utopía en América Latina. Lima, Sociedad y Política Ediciones.

Quijano, Aníbal, 1990, “Estética de la Utopía”, en David y Goliath 57, 34-

38.

Rabinow, Paul, 1986, “Representations are Social Facts, Modernity and

Post-Modernity in Anthropology”, en Writing Culture, The Poetics

and Politics o Ethnography, James Cliord y George Marcus, eds.,

págs. 234-261, Berkeley, University o Caliornia Press.Rabinow, Paul, 1989, French Modern, Norms and Forms o the Social En-

vironment, Cambridge, MIT Press.

Rabinow, Paul, 1992, “Articiality and Enlightenment, From Sociobio-

logy to Biosociality”, en Incorporations, Jonathan Crary y Sanord

Kwinter, eds., págs. 234-252, Nueva York, Zone Books.

Rabinow, Paul, y William Sullivan, eds., 1987, Interpretive Social Science,

 A Second Look, Berkeley, University o Caliornia Press.

Rahnema, Majid, 1986, “Under the Banner o Development”. Develop-

ment, Seeds o Change, 1-2, 37-46.

Rahnema, Majid, 1988a, “Power and Regenerative Processes in Micro-

Spaces”, en International Social Science Journal, 117, 361-375.

Page 412: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 412/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

412

Rahnema, Majid, 1988b, “On a New Variety o ADS and its Pathogens,

Homo Economicus, Development, y Aid”, en Alternatives 13(1), 117-

136.Rahnema, Majid, 1991, “Global Poverty. A Pauperizing Myth”, en Inter-

culture 24(2), 4-51.

Rao, Aruna, ed., 1991, Women’s Studies International. Nairobi and Be-

 yond, Nueva York, The Feminist Press at the City University o New 

York.

Rao, Brinda, 1989, “Struggling or Production Conditions and Producing

Conditions o Emancipation, Women and Water in Rural Maharas-

htra”, en Capitalism, Nature, Socialism 1(2), 65-82.

Rao, Brinda, 1991, Dominant Constructions o Women and Nature in So-

cial Science Literature, Santa Cruz, CES/CNS Pamphlet 2.

Rau, Bill, 1991, From Feast to Famine, Londres, Zed Books.

Redclit, Michael, 1987, Sustainable Development, Exploring the Contra-

dictions, Londres, Routledge.

Reddy, William, 1987, Money & Liberty in Modern Europe, Cambridge,

Cambridge University Press.Reinhardt, Nola, 1988, Our Daily Bread, The Peasant Question and Fa-

mily Farming in the Colombian Andes, Berkeley, University o Cali-

ornia Press.

Reutlinger, Shlomo, y Marcelo Selowsky, 1976, Malnutrition and Poverty.

 Magnitude and Policy Options, Baltimore, Johns Hopkins University 

Press (publicado para el Banco Mundial).

Rey de Marulanda, Nora, 1981, El trabajo de la mujer, documento Cede064. Bogotá, Cede/Universidad de Los Andes.

Richards, Paul, 1984, Indigenous Agricultural Revolution, Boulder, Wes-

tview Press.

Robinson, Joan, 1979,  Aspects o Development and Underdevelopment,

Cambridge, Cambridge University Press.

Rocha, Glauber, 1982, “An Aesthetic o Hunger”, en  Brazilian Cinema,

Randal Johnson y Robert Stam, eds., págs. 68-71, Rutherord, Fair-

leigh Dickinson University Press.

Rodríguez, Octavio, 1977, “On the Conception o the Centre-Periphery 

System”, en Cepal Review 1977(1), 195-239.

Page 413: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 413/423

413

Bibliografía

Rojas, Humberto, y Orlando Fals Borda, eds., 1977. El agro en el desarro-

llo histórico colombiano, Bogotá, Punta de Lanza.

Rojas, María Cristina, 1994, A Political Economy o Violence, Ph.D. Diss.,Department o Political Science, Carleton University, Ottawa.

Root, Elihu, 1916, Addresses on International Subjects, Cambridge, Har-

 vard University Press.

Rostow, W.W. 1960, The Stages o Economic Growth, A Non-Communist 

 Maniesto, Cambridge, Cambridge University Press.

Rubbo, Anna, 1975, “The Spread o Capitalism in Rural, Colombia,

Eects on Poor Women”, en Towards an Anthropology o Women,

en Rayna Reiter, ed., págs. 333-357, Nueva York, Monthly Review 

Press.

Sachs, Carolyn, 1985, Women, The Invisible Farmers, Totowa, Eowman

and Allanheld.

Sachs, Wolgang, 1988, The Gospel o Global Eciency, IFDA Dossier

68, 33-39.

Sachs, Wolgang, 1990, “The Archaeology o the Development Idea”, en

 Interculture 23(4), 1-37.Sachs, Wolgang, 1992, “Environment”, en The Development Dictionary,

en Wolgang Sach, ed., págs. 26-37, Londres, Zed Books.

Sachs, Wolgang, ed., 1992, The Development Dictionary, A Guide to

 Knowledge as Power, Londres, Zed Books.

Sáenz Rovner, Eduardo, 1989, Industriales, proteccionismo y política en

Colombia. Intereses, confictos y violencia. Universidad de Los An-

des, Facultad de Administración. Monograía Nº 13.Sáenz Rovner, Eduardo, 1992. La oensiva empresarial, industriales, políti-

cos y violencia en los años 40 en Colombia, Bogotá, Tercer Mundo.

Said, Edward, 1979, Orientalism, Nueva York, Vintage Books.

Said, Edward, 1989, “Representing the Colonized, Anthropology’s Inter-

locutors”, en Critical Inquiry 15, 205-225.

Sanz de Santamaría, Alejandro, 1984, “Discurso económico y poder”, en

Texto y Context o 2, 155-184.

Sanz de Santamaría, Alejandro, 1987,  Epistemology, Economic Theory

and Political Democracy, A Case Study in a Colombian Rural Com-

munity, Tesis de doctorado, University o Massachusetts, Amherst.

Page 414: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 414/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

414

Sanz de Santamaría, Alejandro, y L.A., Fonseca, 1985, Evaluación de im-

 pacto del programa DRI en el distrito de Málaga, Bogotá, Universi-

dad de Los Andes (Inorme de investigación).Sarlo, Beatriz, 1991, “Un debate sobre la cultura”, en Nueva Sociedad

116, 88-93.

Sa, Karl, 1955, Standing Room Alone, Boston, Beacon Press.

Schepper-Hughes, Nancy, 1992, Death without Weeping, Berkeley, Uni-

 versity o Caliornia Press.

Schultz, Theodore, 1964, Transorming Traditional Agriculture, New Ha-

 ven, Yale University Press.

Schumpeter, Joseph, 1934, The Theory o Economic Development, Cam-

bridge, Harvard University Press.

Schumpeter, Joseph, 1954, History o Economic Analysis. Oord, Oord

University Press.

Scott, James, 1985, Weapons o the Weak, Everyday Forms o Peasant Re-

sistance, New Haven, Yale University Press.

Scott, James, 1990, Domination and the Arts o Resistance, New Haven,

Yale University Press.Scrimshaw, Nevin, y M.B. Wallerstein, 1982, Nutrition Policy Implemen-

tation, Nueva York, Plenum Press.

Seers, Dudley, 1979, “Birth, Lie, and Death o Development Economics”,

en Development and Change 10, 707-719.

Seers, Dudley, 1983, The Political Economy o Nationalism Oxord, Oord

University Press.

Sen, Gita, y Caren Grown, 1987,  Development, Crises, and AlternativeVisions, Third World Women’s Perspectives, Nueva York, Monthly 

Review Press.

Shackle, G.L.S., 1967, The Years o High Theory, Tradition and Innovation

in Economic Thought , 1926-1939, Cambridge, Cambridge University 

Press.

Shaer, Bernard, 1985, “Policy Makers Have Their Needs Too, Irish Iti-

nerants and the Culture o Poverty”, en  Development and Change

16(3), 375-408.

Sheth, D.L., 1987, “Alternative Development as Political Practice”, Alter-

natives 12(2), 155-171.

Page 415: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 415/423

415

Bibliografía

Shiva, Vandana, 1989, Staying Alive, Women, Ecology and Development,

Londres, Zed Books.

Shiva, Vandana, 1992, “The Seed and the Earth, Women, Ecology andBiotechnology”, en The Ecologist 22(1), 4-8.

Shoneld, Andrew, 1950, Attack on World Poverty, Nueva York, Random

House.

SID (Society or International Development), 1986, “Latin American

Regional Women’s Workshop. Modernized Patriarchy. The Impact

o the Crisis on Latin American Women”, en Development, Seeds o 

Change 3, 22-23.

Sikkink, Kathryn, 1991, Ideas and Institutions, Developmentalism in Bra- zil and Argentina, Ithaca, Cornell University Press.

Simmons, Pam, 1992, “‘Women in Development’, A Threat to Libera-

tion”, en The Ecologist 22(1), 16-21.

Slater, David, 1993, The Geopolitical Imagination and the Enraming o 

 Development Theory.

Smith, Dorothy, 1974, “The Social Construction o Documentary Reali-

ty”, en Sociological Inquiry 44(4), 257-268.Smith, Dorothy, 1984, “Tetually Mediated Social Organization”, en In-

ternational Social Science Journal 36(1), 59-75.

Smith, Dorothy, 1986, “Institucional Ethnography, A Feminist Method”,

en Resources or Feminist Research 15(1), 6-13.

Smith, Dorothy, 1987, The Everyday World as Problematic. A Feminist 

Sociology, Boston, Northeastern University Press.

Smith, Dorothy, 1990, The Conceptual Practices o Power, Boston, Nor-theastern University Press.

Soedjatmoko, 1985, “Patterns o Armed Confict in the Third World”, en

 Alternatives 10(4), 474-494.

Soja, Edward, 1989, Postmodern Geographies, Londres, Verso.

Spelman, Elizabeth, 1988, Inessential Woman, Problems o Exclusion in

 Feminist Thought, Boston, Beacon Press.

St-Hilaire, Colette, 1993, “Canadian Aid, Women and Development”, en

The Ecologist 23(2), 57-63.

Starn, Orin, 1992, “‘I Dreamed o Foes and Hawkes’, Refections on Pea-

sant Protest, New Social Movements, and the Rondas Campesinas o 

Page 416: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 416/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

416

Northern Peru”, en The Making o Social Movements in Latin America,

 Identity, Strategy, and Democracy, Arturo Escobar y Sonia Álvarez,

eds., págs. 89-111, Boulder, Westview Press.Staudt, Kathleen, 1984, Women’s Politics and Capitalist Transormation

in Sub-Saharan Arica, Women in Development Working Paper Se-

ries Nº 54, East Lansing, MI, Michigan State University.

Stoler, Ann, 1989, “Making Empire Respectable. The Politics o Race and

Seual Morality in 20th Century Colonial Cultures” en  American

 Ethnologist 16(4), 634-661.

Strahm, Rudol, 1986, ¿Por qué somos tan pobres?, Méico, D.F., Secreta-

ría de Educación Pública.

Strathern, Marilyn, 1988, The Gender o the Git. Berkeley, University o 

Caliornia Press.

Sukhatme, P.V., y Sheldon Margen, 1978, “Models or Protein Decien-

cy”, en American Journal o Clinical Nutrition 31(7), 1237-1256.

Summers, Lawrence, y Shekhar Shah, eds., 1991,  Proceedings o the

World Bank Annual Conerence on Development Economics, Was-

hington, D.C., The World Bank.Sunkel, Osvaldo, 1990, “Refections on Latin American Development”,

en  Progress Toward Development in Latin America, James Dietz y 

Dilmus James, eds., págs. 133-158, Boulder, Lynne Rienner.

Sunkel, Osvaldo, y Pedro Paz, 1970, El subdesarrollo, Latinoamérica y la

teoría del desarrollo, Méico, D.F., Siglo xxI.

Sutton, David, 1991, “Is Anybody Out There? Anthropology and the

Question o Audience”, en Critique o Anthropology II(1), 91-104.Taussig, Michael, 1978, Destrucción y resistencia campesina. El caso del

litoral pacíco, Bogotá, Punta de Lanza.

Taussig, Michael, 1980, The Devil and Commodity Fetishism in South

 America, Chapel Hill, University o North Carolin Press.

Taussig, Michael, 1987, Shamanism, Colonialism, and the Wild Man, Chi-

cago, University o Chicago Press.

Taylor, Charles, 1985, Philosophical Papers o Charles Taylor. 2. Philo-

sophy o the Human Sciences, Cambridge, Cambridge University 

Press.

Teller, C., ed., 1980, Interrelación desnutrición, población y desarrollo so-

cial y económico, Guatemala, Incap.

Page 417: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 417/423

417

Bibliografía

Timmer, Peter, Walter Falcon, y Scott Pearson, 1983, Food Policy Analy-

sis, Baltimore, Johns Hopkins University Press (publicado para el

Banco Mundial).Todaro, Michael, 1977, Economic Development in the Third World, Nueva

York, Longman.

Tribe, Keith, 1981, Genealogies o Capitalism, Atlantic Highlands, N.J.

Humanities Press.

Trinh T. Minh-ha, 1989, Woman, Native, Other, Bloomington, Indiana

University Press.

Trinh T. Minh-ha, 1991, When the Moon Waxes Red, Nueva York, Rout-

ledge.

Truman, Harry, 1964/[1949], Public Papers o the Presidents o the Uni-

ted States, Harry S. Truman, Washington, U.S. Government Printing

Oce.

Ulin, Robert, 1991, “Critical Anthropology Twenty Years Later, Moder-

nism and Postmodernism in Anthropology”, en Critique o Anthro-

 pology II(1), 63-89.

United Nations, Department o Social and Economic Aairs, 1953, The Determinants and Consequences o Population Change, Nueva York,

United Nations.

United Nations, Department o Social and Economic Aairs, 1951, Mea-

sures or the Economic Development o Underdeveloped Countries, 

Nueva York, United Nations.

Uribe, Consuelo, 1986, “Limitations and Constraints o Colombia’s Na-

tional Food and Nutrition Plan (PAN)”, en Food Policy II(1), 47-70.Urla, Jacqueline, 1993, “Cultural Politics in the Age o Statistics, Num-

bers, Nations, and the Making o Basque Identities”, en  American

 Ethnologist 20(4), 818-843.

Valladolid, Julio, 1989, Concepción holística de la agricultura andina, 

Lima, Pratec, Documento de estudio Nº 13.

Varas, Augusto, 1985, “Democratization, Peace, and Security in Latin

America”, en Alternatives 10(4), 607-624.

Valera, Guillermo, 1979, El Plan nacional de alimentación y nutrición de

Colombia, un nuevo estilo de desarrollo, Bogotá, Departamento Na-

cional de Planeación.

Page 418: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 418/423

La invención del Tercer Mundo///Arturo Escobar

418

Villamil, José, ed., 1979, Transnational Capitalism and National Develop-

ment, Atlantic Highlands, N.J., Humanities Press.

Vint, John, 1986, “Foucault’s Archaeology and Economic Thought”, enThe Journal o Interdisciplinary Economics 1(1), 69-85.

Visvanathan, Shiv, 1986, “Bhopal. The Imagination o a Disaster”, Alter-

natives II(1), 147-165.

Visvanathan, Shiv, 1991, “Mrs. Brundtland’s Disenchanted Cosmos”, en

 Alternatives 16(3), 377-384.

Vogt, William, 1948, Road to Survival, Nueva York, W. Sloan Associates.

Wallerstein, Immanuel, 1974, The Modern World System, Volumen 1 y 2,

Nueva York, Academic Press.

Wallerstein, Immanuel, 1984, The Politics o the World Economy, Cam-

bridge, Cambridge University Press.

Watts, Michael, 1983, Silent Violence, Food, Farming, and Peasantry in

 Northern Nigeria, Berkeley, University o Caliornia Press.

Whitaker, Arthur, 1948, The United States and South America. The Nor-

thern Republics, Cambridge, Harvard University Press.

Williams, John Henry, 1953,  Economic Stability in a Changing World, Nueva York, Oord University Press.

Williams, Patricia, 1991, The Alchemy o Race and Rights, Cambridge,

Harvard University Press.

Williams, Raymond, 1973, The Country and the City, Nueva York, Oord

University Press.

Willis, Paul, 1990, Common Culture, Boulder, Westview Press.

Wilson, Harold, 1953, The War on World Poverty, Londres, Gollancz.Winiko, Beverly, ed., 1978, Nutrition and National Policy, Cambridge,

MIT Press.

Wolender, Herbert, 1954,  Population Statistics and Their Compilation

Chicago, University o Chicago Press.

Wood, Bryce, 1985, The Dismantling o the Good Neighbor Policy, Austin,

University o Teas Press.

Wood, Geo. 1985, “The Politics o Development Policy Labelling”, Deve-

lopment and Change 16(3), 347-373.

World Bank, 1975, Rural Development, Sector Policy Paper, Washington,

D.C., The World Bank.

Page 419: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 419/423

419

Bibliografía

World Bank, 1977, Colombia, Appraisal o an Integrated Nutrition Im-

 provement Project , Washington, D.C., The World Bank, Report No.

1583-CO.World Bank, 1981, Accelerated Development in Sub-Saharan Arica, An

 Agenda or Action, Washington, D.C., The World Bank.

World Bank, 1991, World Development Report, Nueva York, Oord Uni-

 versity Press.

World Commission on Environment and Development, 1987, Our Com-

mon Future, Nueva York, Oord University Press.

Worsley, Peter, 1984, The Three Worlds, Culture and World Development,

Chicago, The University o Chicago.

Yanagisako, Silva, y Jane Collier, 1989, Gender and Kinship, Toward a

Unied Analysis, Stanord, Stanord University Press.

Yerguin, Daniel, 1977, Shattered Peace, The Origins o the Cold War and

the National Security State, Boston, Houghton and Mifin.

Yúdice, George, Jean Franco, y Juan Flores, eds., 1992, On Edge, The Cri-

sis o Contemporary Latin American Culture, Minneapolis, Universi-

ty o Minnesota Press.Zamocs, León, 1986, The Agrarian Question and the Peasant Movement 

in Colombia, Cambridge, Cambridge University Press.

Page 420: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 420/423

Page 421: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 421/423

Índice

Prólogo 7

Prefacio 11

Capítulo I

Introducción

El desarrollo y la antropología de la modernidad 19

Capítulo II 

La problematización de la pobreza:La ábula de los tres mundos y el desarrollo 47

Capítulo III

La economía y el espacio del desarrollo:

Fábulas de crecimiento y capital 101

Capítulo IV

La dispersión del poder:

Fábulas de hambre y alimento 177

Capítulo V

Poder y visibilidad: Fábulas de campesinos,mujeres y medio ambiente 263

Capítulo VI

Conclusión:

Visualización de una era posdesarrollo 355

Bibliografía 381

Page 422: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 422/423

Page 423: Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

7/31/2019 Lainvenciondeltercermundo Arturo Escobar

http://slidepdf.com/reader/full/lainvenciondeltercermundo-arturo-escobar 423/423