MISTERIO EN LA LAGUNA

Era un día tranquilo y soleado del año 2012, un lunes de junio, en el que

los animales de la laguna del Cañizar estaban a la sombra de los chopos y las

sargas porque hacía mucho calor.

Cuando llegó la noche todos se fueron a dormir pero al amanecer,

cuando el pato Mariano despertó en su escondite entre cañizos y juncos notó

que ese día no era igual que los anteriores. Fue el primero en darse cuenta

que la laguna tenía un color un tanto extraño.

El pato Mariano avisó a la musaraña Begoña, al caballo Furia, a la garza

Paca, al cangrejo Bermejo, a la ranita Antonia y a la lagartija Rita. Todos

estaban muy preocupados, sobre todo porque al beber su agua notaban un

sabor raro.

Y qué mal huele! -exclamó Paca.

Nos reuniremos con todos nuestros amigos para descubrir lo que está

pasando-dijo el pato Mariano y añadió: la reunión general será al atardecer,

bajo la gran sarga negra.

Algunos de sus amigos empezaban a emigrar a otras lagunas de la

provincia de Teruel y los que decidieron quedarse, comenzaban a ponerse

enfermos. Pero ellos no estaban dispuestos a abandonar su casa, querían

descubrir lo que pasaba y recuperar su laguna.

Cuando el sol se escondía entre los picos de la sierra de Albarracín la reunión

comenzó.

-Hoy estamos aquí reunidos para elaborar un plan e impedir que nos

tengamos que ir de la laguna – dijo Mariano.

La lagartija Rita contó que los fines de semana había visto personas

que venían a pasear y dejaban todos los desperdicios tirados.

La semana pasada hubo una gran tormenta y parte de la basura acabo

en el interior de la laguna- dijo Furia

Además, esta primavera las flores que embellecían con su colorido la

laguna estaban desapareciendo. Orquinela se había librado la pasada

primavera de ser arrancada pero muchas de sus amigas ya no estaban.

Las orquídeas ayudan a curarnos, sin ellas estamos perdidos- dijo la

musaraña Begoña.

¡Y por si fuera poco también había desaparecido su amiga Antonia!

- ¡Qué,! ¡Cómo!-gritaron todos.

Tenemos que ir a ayudarla pero no sabemos donde está - dijo la

musaraña Begoña.

-Mirad, aquí hay un mapa de toda la laguna y de todas las casas

cercanas, en una de ellas podrá estar la ranita Antonia, alguien la habrá

cogido de mascota. ¡Tenemos que rescatarla ¡- dijo el pato Mariano..

Tenían que descubrir en qué casa estaba, un grupo buscaría en Cella y el otro

en Villarquemado.

A las doce de esta noche nos reuniremos de nuevo aquí- dijo Furia.

Cuando llegó la hora todos se volvieron a juntar bajo la gran sarga negra donde

una pareja de búhos acababan de despertar.

-Rita dijo: Nosotros hemos descubierto que está en la masada vieja de Cella.

Así que todos juntos se dirigieron hacia esa gran casa solitaria, por el camino

del Cerrito. La noche era muy oscura pero a lomos de Furia pronto llegaron.

Planearon que llamarían a la puerta y se irían corriendo, mientras tanto Rita,

que era la más pequeña, se colaría sin ser vista.

Así sucedió, una vez dentro Rita, cuando todos estaban dormidos, abrió la

puerta y sus amigos fueron entrando poco a poco. El pato Mariano que era un

poco torpe, tropezó con una canica y se estampó contra la pared.

Uno de los hombres de la casa se despertó… todos corrieron a esconderse,

Furia se metió en un armario, Rita, la lagartija, se escondió debajo de la mesa,

Begoña, la musaraña, en el horno, el pato Mariano se colocó la lámpara en la

cabeza y el cangrejo Bermejo se metió en un zapato. El señor miró por todos

los lados y al no encontrar nada extraño se fue a dormir.

Cuando la casa volvió a estar en silencio salieron de sus escondites,

rescataron a su amiga Antonia y se fueron todos de puntillas.

Al llegar a la laguna, decidieron poner un cartel bien grande en el que decía

así: “ No se pueden coger ranas y menos a nuestra amiguita Antonia”.

.

Además, entre todos los animales elaboraron un plan: recuperar su laguna

con la colaboración de los seres humanos. Querían que se mantuviese igual

de bonita que estaba y no se contaminara más. Así, todo aquel que quisiera

disfrutar de la laguna lo hiciera sin ponerla en peligro.

Todos se pusieron manos a la obra pero necesitaban ayuda para llevarlo a

cabo, así que mandaron a Sonia, guarda de la naturaleza, a hablar con los/as

chicos/as de Cella.

La idea era hacer carteles sobre los animales y las plantas que habitaban en

la laguna del Cañizar, así todos podrían conocerlos y respetarlos. Para ello, el

sábado se fueron todos/as chicos/as con Sonia de excursión por la laguna y

también se quedaron a dormir en tiendas de campaña. Hicieron fotos de Furia,

Rita, Antonia, Orquinela y muchos más. A la luz del fuego contaron

adivinanzas: “ No es cama ni es león y desaparece en cualquier rincón”, qué

es? ... después de jugar escribieron las normas para poner en la laguna: No

tirar basura, no pescar ni cazar, no arrancar flores y respetar el entorno.

¡Entre todos lo hemos conseguido! ¡Esta primavera la laguna está más

bonita que nunca! Mucha gente viene a visitarnos, ven los carteles, nos hacen

fotos y no tiran los desperdicios -dice la ranita Antonia saltando sin parar.

¡Qué alegría, ha vuelto mi familia! -dice Mariano

¡Y mis amigos! -exclama la garza Paca

Las lluvias habían llenado todavía aún más la laguna y su agua dulce estaba

muy limpia.

Desde entonces, cada año están pensando en como mejorar la laguna del

Cañizar, hasta hicieron unas barcas para que los habitantes de Cella y

Villarquemado y los turistas se divirtieran en la laguna.

Y mientras, el pato Mariano se arregla las plumas para salir guapo en las

fotos,dice a su familia:

-¡Qué suerte tenemos de vivir aquí! Si no estuviera la laguna tendríamos

que emigrar y cada vez hay menos humedales. Gracias a que esta laguna se

ha recuperado tenemos un nuevo hogar donde disfrutar de aventuras

fantásticas.

¿Me cuentas tu última aventura en la Naturaleza?

Solución a la adivinanza: Camaleón