LaFura radicaliza ‘Turandot’ · la famosa aria Nessum Dorma,una ciudad de neones amanece. La...

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48 LA VANGUARDIA DOMINGO, 4 DICIEMBRE 2011 La Fura del Baus irrumpió ano- che por primera vez en la Bayeris- che Staatsoper de Múnich, uno de los grandes templos europeos de la ópera, para ofrecer su atrevi- da –y oportuna– versión de Tu- randot en la que la historia de la princesa del hielo que sacrifica uno tras otro a sus pretendientes está ambientada en la Europa del futuro, concretamente del 2046, con la generación de nuestros hi- jos atrapada en la obligación de pagar la deuda contraída con Chi- na que treinta años atrás habría rescatado al Viejo Continente de la crisis financiera. Y aunque se- mejante coyuntura no resulta del todo increíble, el público alemán –arropado por esa sensación de solidez económica que en otros países del euro suena a fantasma- da– no pareció sentirse aludido. Es más, disfrutó del montaje a juzgar por cómo los aplausos aho- gaban los efusivos abucheos, y agradeció sobre todo –con ex- traordinarios bravos y puestas en pie– el regreso de Zubin Mehta, su hijo pródigo, a quien la Baye- rische despidió hace unos años agitando pañuelos. Anoche, La Fura puso la rauxa y Mehta, la pasión. Pero si algo había de anómalo en esta Turandot de La Fura no era necesariamente su fascinante recreación visual entregada a una estética oriental de tejidos fu- turistas y hechuras medievales, sino la apuesta por la versión in- acabada de Puccini. Esa que pres- cinde del final feliz que musicó a posteriori Franco Alfano y por la que a modo de homenaje optó Ar- turo Toscanini en el estreno en la Scala en 1926, dos años después de la muerte del Puccini. Esta ver- sión pone el acento en algo com- pletamente distinto, pues la histo- ria deja de girar alrededor de la princesa Turandot –poderosa y ovacionada Jennifer Wilson– quien marcada por la violación que sufrió una antepasada, se de- clara incapaz de amar y coleccio- na decapitaciones de mancebos que no logran pasar la prueba de los tres acertijos para desposarla. A pesar del disgusto que podía causar en parte de la afición, Car- lus Padrissa, el furero al mando de esta nave, apostó por acabar en ese punto en el que Puccini de- jó de componer: la escena del sui- cidio de Liù, interpretada ayer por la maravillosa Ekaterina Scherbachenko –hallazgo del propio Mehta–, que en manos de Padrissa es víctima de una tortu- ra a la asiática, esto es, situándola sobre un junco creciente y de- jando que la naturaleza siga su La Fura radicaliza ‘Turandot’ Zubin Mehta se suma a la aventura en la Ópera Bávara El público de Múnich se rinde ante Zubin Mehta y los aplausos ahogaron los abucheos Múnich M. Chavarría X. Cervera (Fotos) Cultura ESCENARIOS

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48 LAVANGUARDIA DOMINGO, 4 DICIEMBRE 2011

La Fura del Baus irrumpió ano-chepor primera vez en la Bayeris-che Staatsoper de Múnich, unode los grandes templos europeosde la ópera, para ofrecer su atrevi-da –y oportuna– versión de Tu-randot en la que la historia de laprincesa del hielo que sacrificauno tras otro a sus pretendientesestá ambientada en la Europa delfuturo, concretamente del 2046,con la generación de nuestros hi-jos atrapada en la obligación depagar la deuda contraída conChi-

na que treinta años atrás habríarescatado al Viejo Continente dela crisis financiera. Y aunque se-mejante coyuntura no resulta deltodo increíble, el público alemán–arropado por esa sensación desolidez económica que en otrospaíses del euro suena a fantasma-da– no pareció sentirse aludido.Es más, disfrutó del montaje ajuzgar por cómo los aplausos aho-gaban los efusivos abucheos, yagradeció sobre todo –con ex-traordinarios bravos y puestas en

pie– el regreso de Zubin Mehta,su hijo pródigo, a quien la Baye-rische despidió hace unos añosagitando pañuelos. Anoche, LaFura puso la rauxa y Mehta, lapasión.Pero si algo había de anómalo

en esta Turandot de La Fura noera necesariamente su fascinanterecreación visual entregada auna estética oriental de tejidos fu-turistas y hechuras medievales,sino la apuesta por la versión in-acabada de Puccini. Esa que pres-cinde del final feliz que musicó aposteriori Franco Alfano y por laque amodode homenaje optóAr-turo Toscanini en el estreno en laScala en 1926, dos años despuésde lamuerte del Puccini. Esta ver-sión pone el acento en algo com-pletamente distinto, pues la histo-ria deja de girar alrededor de laprincesa Turandot –poderosa yovacionada Jennifer Wilson–quien marcada por la violaciónque sufrió una antepasada, se de-clara incapaz de amar y coleccio-na decapitaciones de mancebosque no logran pasar la prueba delos tres acertijos para desposarla.A pesar del disgusto que podía

causar en parte de la afición, Car-lus Padrissa, el furero al mandode esta nave, apostó por acabaren ese punto en el que Puccini de-jó de componer: la escena del sui-cidio de Liù, interpretada ayerpor la maravillosa EkaterinaScherbachenko –hallazgo delpropio Mehta–, que en manos dePadrissa es víctima de una tortu-ra a la asiática, esto es, situándolasobre un junco creciente y de-jando que la naturaleza siga su

LaFuraradicaliza‘Turandot’ZubinMehta se suma a la

aventura en la Ópera Bávara

El público de Múnichse rinde ante ZubinMehta y los aplausosahogaron losabucheos

Múnich

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DOMINGO, 4 DICIEMBRE 2011 C U L T U R A LAVANGUARDIA 49

Este es el número deóperas que ha estrenadoLa Fura en este 2011,la mitad Carlus Padrissa

Los esbozos dejados porPuccini sobre el final deTurandot antes de morir

curso. Un final con mayor men-saje que el se casaron y vivieronfelices.“He vuelto al Tao”, comentaba

ayer Carlus Padrissa entre basti-dores. “A esa riqueza de conoci-miento de los chinos... a esa bús-queda de la nada, de la ausencia,de lo etéreo. Y, por qué no, veoenTurandot a esaChina controla-dora, producto del hecho de ha-ber sido violada por los imperia-lismos”. Pero la interpretaciónde la puesta en escena, insiste Pa-drissa, es abierta. Y si La Fura tie-

ne la suerte de contar con el ex-cepcional orquesta y el coro de laBayerische –rubios y de ojos azu-les–, qué menos que trasladar lossucesos a una Europa ocupada.“Al fin y al cabo –añade– somosunmismo continente, aunque ha-yamos preferido negarlo”.Pero vayamos al detalle de lo

que ayer se vio en la catedral ale-mana de la ópera. Padrissa se vol-vió a rodear de notables: FrancAleu le sirvió proyecciones enmúltiples capas y proveyó a la au-diencia de gafas 3D para disfru-tar de mundos como los que apa-recen en las imágenes del friso deestas páginas. Su escenógrafo, Ro-

landOlbeter, tuvo la idea de cons-truir un ojo-iris-diafragma de3.500 kilos que ocupa el centrode la escena y que encarna a lapropia Turandot amodo de GranHermano controlador. Chu Urozse ha entregado a un vestuarioque logra que el centenar largode cantantes –60 niños entreellos–no se pierdan en las forma-ciones masivas de las que es tanamantePadrissa, utilizandomate-riales reflectantes que evocan alWong Kar-Wai de 2046. Y UrsSchoenebaum rubrica el ambien-te con la iluminación.Y si la historia comienza con

una gamberrada, un partido dehockey sobre hielo para ambien-tar los diecisieteminutos que du-ra la petición de ejecución públi-ca con la que se inicia esta ópera,con un batiburrillo de patinado-ras, acróbatas y hip-hoperos, másfamiliar resultó el Nessum Dor-ma de Marco Berti (como Calaf)en el tercer acto. A decir verdad,lo que comienza con un contras-te múltiple –si tenemos en cuen-ta el belcantismo del primer acto,antes de que el dodecafonismocomience a ganar la batalla en ac-tos sucesivos–, acaba en un senti-domar de bambús, lección orien-tal de vida y flexibilidad. Tendrárazón Padrissa que esta versión“restaurada” va a ser la que elijana partir de ahora los teatros.c

Los directores habían colaboradoanteriormente en las puestade escena de la Tetralogíay Tanhäusser, ambas de Wagner

Las horas de ópera que hansubido juntos al escenarioPadrissa y Metha

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MarcMarzenit estrena ‘Suite onclouds raw ensemble’ en Lleida

Óperasinactores

CIFRAS Y TÍTULOSDE UNA FÉRTILCOLABORACIÓN

Un momento de la representación de la obra

Lleida

36 páginas

Carlus Padrissa sitúala ópera de Puccini enuna Europa futuristaendeudada con unaChina dominadora

MERCÈ GIL

A cuatro manos

“Marzenit nos hacía bailar, pe-ro ahora ha conseguido elevar-nos desde la butaca”. “Me hagustado más de lo que pensa-ba. Es un registro que ampliasu campo creativo aunque tie-ne todavía mucho camino porrecorrer”. “Ha sidoun concier-to intenso,muy creativo, sinfó-nico pero a la vez íntimo yemotivo. Sabe lo que se hace”.Estos son algunos de los co-mentarios escuchados a la sali-da del concierto que MarcMarzenit ofreció ayer en elAuditoriMunicipal Enric Gra-nados y en el que estrenó laversión sinfónica de Suite onclouds raw ensemble.Unpúblicomayoritariamen-

te formado por seguidores deljoven músico de Mollerussapero también de melómanosque aprecian la música clásicay que salieron encantados delexperimento. Marzenit juga-ba en casa pero arriesgando.“Podía decepcionar a mis se-guidores y a la vez no conven-cer a los que se han acercado a

escucharme por primera vez,los amantes de lamúsica clási-ca. Ha valido la pena”.A tenor de los comentarios

recogidos tras el estreno de laversión sinfónica de Suite inclouds, que en versión electró-nica dio a conocer durante elpasado Sonar, Marzenit haconseguido satisfacer la expec-tativa levantada. La nueva Sui-te in clouds raw ensemble esun espectáculo total que armo-niza los ritmos sincopados dela electrónica más audaz con

las melodías melancólicas delarpa, los acordes del piano y ellirismo de los violines clási-cos. Todo reforzado con unaudiovisual que ayuda al es-pectador a seguir el guión tra-zado por Marzenit que consi-gue hacerlo volar hasta las nu-bes que surgen de la partituray le hace partícipe de sus pen-samientos, de sus emociones,pero también de su visión críti-ca del mundo, como se apre-cia enVariations in crisis time.El joven compositor ha con-

seguido uno de sus objetivos,“hacer música para todos lospúblicos. Es una operamoder-na -afirmaMarzenit-, una ban-da sonora que se aprovecha dela unión entre imagen y soni-do. No hay actores, no hay vo-ces, pero la música y la ima-gen crean el ambiente y trans-miten emociones o historias”.Suite in clouds raw ensemble

tiene una escenografía muysencilla. En medio del escena-rio un cubo transparente es-conde la cabina del dj y recuer-da vagamente un altavoz delque surge poderosa la músicay la imagen del viaje que seproyecta sobre dos alas latera-les. En ocasiones, lamúsica re-cuerda a Pink Floyd, Jarre y

Oldfield, pero también a Bachen un extremo y a Radioheado Air en el otro. Hay aires inti-mistas pero también sinfóni-cos y también una soberbia ac-tuación de Marzenit al pianoque dialoga con otro, a cargodeAntoni Tolmos que firma ladirección musical del proyec-to. El espectáculo cuenta conFrancescMoreno en la esceno-grafía, el equipo de Telenoikacomo responsables de las vi-suales enmapping 3D y la pro-ducción de AM+.c

Veintidós

PAU ECHAUZ

Ocho

‘Blade Runner’y el cruce de pasoscebra. Mientras suenala famosa aria NessumDorma, una ciudad deneones amanece. Laestética de Blade Run-ner ha sido fuente deinspiración para estaTurandot futurista y decalles abigarradas.Padrissa convierte losedificios en brevesestantes donde habitapor turnos la gente dela metrópolis. Son lascamas calientes

Zubin Mehta. Elpúblico le ovacionórepetidamente en laque era su vuelta a laÓpera Estatal Bávaradesde que abandonósu relación establecomo director musical

Carlus Padrissa.Satisfecha con estemontaje, la ópera deMunich le ha hecho unnuevo encargo para elaño siguiente. “Por finhe podido pagar elbarco de La Fura”, dice

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