Labores pastorales

6

Click here to load reader

Transcript of Labores pastorales

Page 1: Labores pastorales

1

MINISTERIO PASTORAL

Por Ricardo Vivas Arroyo

INTRODUCCIÓN

La oveja es el nombre común de un mamífero, herbívoro, rumiante, cuadrúpedo ungulado, es decir, de pezuñas abiertas, que carecen de incisivos superiores, perteneciente a la especie Ovis Aries, por lo que pertenece al ganado ovino. En realidad oveja es la hembra, el macho se llama borrego o carnero, y cordero es la cría. Hay más de 800 razas de ovejas domésticas en todo el mundo, que ocupan hábitats muy variados, desde zonas de régimen desértico hasta las áreas tropicales húmedas. Aunque los borregos salvajes generalmente tienen cuernos permanentes y curvos, incluyendo a las ovejas, que los tienen más cortos. Entre las ovejas domésticas, por lo general no tienen cuernos y por lo tanto ningún medio de defensa, por lo que dependen por entero de los cuidados del pastor; son animales dóciles que se mantienen unidos en rebaño, se identifican y reconocen a un pastor y le siguen. Cristo usó esta característica para ilustrar su relación con los creyentes que le reconocen a Él como pastor (Jn. 10:1-5). Tanto el pueblo de Israel, en el Antiguo Testamento (Sal. 136:16), como la iglesia local, en el Nuevo Testamento (Hch. 20:28), son comparados, en determinada etapa de su desarrollo, a un rebaño de ovejas.

ANTIGUO TESTAMENTO

En el Antiguo Testamento hay siete pastores tipo, que nos muestran diferentes aspectos del pastorado: Abel, Abraham, Isaac, Jacob, Moisés, Josué y David. En especial Moisés, pastoreó por 40 años ovejas naturales y por otros 40 años al pueblo de Israel, y cuando le sucedió Josué, vemos que Dios nos muestra preciosos aspectos sobre el ministerio pastoral, que por ahora sólo vamos a mencionar, pero que es material de mayor desarrollo y estudio (Nm. 27:15-23):

Entonces respondió Moisés á Jehová, diciendo: Ponga Jehová, Dios de los espíritus de toda carne, varón sobre la congregación, que salga delante de ellos, y que entre delante de ellos, que los saque y los introduzca; porque la congregación de Jehová no sea como ovejas sin pastor. Y Jehová dijo á Moisés: Toma á Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él; y ponerlo has delante de Eleazar el sacerdote, y delante de toda la congregación; y le darás órdenes en presencia de ellos. Y pondrás de tu dignidad sobre él, para que toda la congregación de los hijos de Israel le obedezcan. Y él estará delante de Eleazar el sacerdote, y á él preguntará por el juicio del Urim delante de Jehová: por el dicho de él saldrán, y por el dicho de él entrarán, él, y todos los hijos de Israel con él, y toda la congregación. Y Moisés hizo como Jehová le había mandado; que tomó á Josué, y le puso delante de Eleazar el sacerdote, y de toda la congregación: Y puso sobre él sus manos, y dióle órdenes, como Jehová había mandado por mano de Moisés.

De acuerdo a este pasaje, mencionaré siete cosas directas que debemos entender del oficio pastoral:

Es puesto por Dios (parte del ministerio mayor, requiere de un llamado de Dios). Es varón (la mujer no toma parte en asuntos de gobierno) (1 Ti. 2:12). Supervisor de la congregación (sobre, significa, atento de su cuidado).

Page 2: Labores pastorales

2

Es uno el pastor, en singular (los ancianos están para ayudarlo en el cuidado espiritual del rebaño, pero están sujetos a él) (Ex. 18:13-24).

Recibe su dignidad de Cristo (para ser un ejemplo, para que camine delante del rebaño y éstele siga) (He. 13:7).

Ejerce autoridad (tiene respaldo de Dios para que le obedezcan, a su dicho debe salir y a su dicho debe entrar, toda la congregación).

Dará cuenta del rebaño (es responsable ante el Señor, recibe sus órdenes) (He. 13:17).

NUEVO TESTAMENTO

El ministerio pastoral es un ministerio mayor, listado como parte del ministerio quíntuple (Ef. 4:11-13). Que comparado con los dedos de la mano de Dios, corresponde al dedo anular, o dedo de la autoridad. Para ser pastor se requiere el llamado y la gracia de Dios para llevar con paciencia esa carga que el Señor compartirá con él, para llevar a muchos hijos suyos a la meta. Su equipo de gobierno en la iglesia local contará con los ancianos en el aspecto espiritual, para ayudarle con las funciones pastorales, y con los diáconos en el aspecto funcional práctico o material.

Considerando aquellas labores que realizan los pastores de ovejas para cuidar a su rebaño en lo natural, y lo que la Biblia nos enseña como labores de los pastores de las iglesias, veamos las principales funciones del ministerio pastoral, que Dios encomendó a Pedro (Jn. 21:15-17), y que luego él extendió a los pastores de los rebaños del Señor:

“Ruego á los ancianos que están entre vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de las aflicciones de Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada: Apacentadla grey de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino de un ánimo pronto; Y no como teniendo señorío sobre las heredades del Señor, sino siendo dechados de la grey. Y cuando apareciere el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.” (1ª P. 5:1-4).

El pastor y los ancianos deben cumplir estas funciones, tratando a las ovejas como un rebaño que Dios puso bajo su cuidado, del cual darán cuenta en aquel día (Jn. 21:15-17). Son corderos y ovejas del Señor.

1.- APACENTAR LA GREY DE DIOS. Apacentar significa dar pasto, el alimento bueno y balanceado y el agua limpia que mantenga al rebaño sano y fuerte (Gn. 29:7, Ez. 34:3, 6, Is. 49:9b-10). Los pastores saben que no pueden estacionarse en un pastizal hasta agotarlo, pues las pezuñas abiertas de las ovejas destruyen los pastizales y al año siguiente no habría pastos en ese lugar. A medida que pasa el tiempo de lluvias, los pastos frescos sólo se encuentran en lugares más altos, de modo que debe llevar al rebaño a las montañas, donde el rocío mantiene verdes y tiernos los pastizales. De ese modo las ovejas estarán bien alimentadas todo el año. Es la labor del pastor natural buscar los mejores lugares para alimentar al rebaño. El pastor debe apacentar al rebaño de Dios buscando siempre la buena palabra, adecuada, fresca, abundante y oportuna que la iglesia local requiere para su edificación y fortaleza (2 Sm. 5:2, Ez. 34:14-15, Hch. 20:28).

Si el rebaño no camina tras su pastor largas distancias, buscando nuevos, buenos y jugosos pastizales, las ovejas engordarán y se volverán pesadas. Así que cuando duermen, lo que hacen doblando sus patitas delanteras arrodillándose, el exceso de peso las puede ladear sobre su costado y esto puede asfixiarlas, ya que no se pueden levantar por sí mismas (Is. 5:16-17, Ez. 34:16). Es muy importante que cada creyente

Page 3: Labores pastorales

3

sea entrenado para poner por obra la doctrina sana que lo alimenta, que compruebe su eficacia, de lo contrario será teórica y se empachará, quedando varado. Es por eso importante crear espacios de servicio donde cada uno pueda descubrir y desarrollar su don vocacional y su llamado ministerial. Por ejemplo, el aseo y mantenimiento de las instalaciones, la música, los tiempos de oración, un equipo de evangelismo, cultos de casa, acompañar al pastor y a otros ministros en servicios foráneos, etc.

Otro de los aspectos sumamente importantes para la salud del rebaño, es buscar abrevaderos de aguas vivas, es decir, no estancadas, pues las ovejas son muy susceptibles de enfermarse con los parásitos que abundan en los charcos (Ez. 34:17-19). Es muy importante llevarlas a las cañadas donde hay arroyos, o sacar agua limpia de algún pozo, como se hacía en Canaán. Es también parte de la labor de apacentar a las ovejas, el que se fomente la vida de oración; los tiempos de oración son indispensables para llenarse de las aguas vivas del Espíritu Santo. Las reuniones de oración semanal de la iglesia, días de ayuno y oración, veladas de oración, grupos de intercesores, matutinos de oración, etc.

El pastor es también responsable de salvaguardar la pureza de la doctrina apostólica en la iglesia local, tal y como Pablo le encargó a Timoteo, cuando lo dejó como pastor en Éfeso (Ec. 12:11, 1 Ti. 1:3-4). Debe enseñar fielmente la doctrina apostólica a otros hombres fieles que a su vez lo sigan haciendo (2ª Ti. 2:1-2, 1ª Co. 4:17, 16:10). Como un ejemplo, vemos que Jacobo, el hermano del Señor, como pastor de la iglesia de Jerusalén, fue determinante en el concilio de ministros que estaban dilucidando sobre la situación de los gentiles creyentes, si debían judaizarse o no, porque con su directriz trajo entendimiento a todos por medio de la Palabra de Dios (Hch. 15:13-29).

2.- TENER CUIDADO DE LA GREY. El pastor no anda detrás de las ovejas para lograr este objetivo, ya que hay una relación de reconocimiento personal y confiado de la oveja con su pastor (Jn. 10:1-5, 11-15, Pr. 27:23). El pastor debe cubrir a la iglesia de los peligros del mundo (Is. 40:11, Jr. 31:10, Mt. 7:15 con Jn. 10:12, Mt. 12:11-12, Mt. 18:12-14, Mt. 25:32). Hay tres peligros principales:

a). Separarse del rebaño y quedar expuestos a los depredadores. Para este cuidado el pastor cuenta con dos herramientas: La vara y el cayado. La vara es un palo largo, que en un extremo es delgado y en el otro es grueso, como una especie de bat largo. Sirve para varias cosas: defender al rebaño golpeando a los lobos, leones y osos que atacan al rebaño, también se puede lanzar sobre ellos y siempre golpeará por el lado más grueso, lastimando y haciendo huir a las fieras (Mt. 10:16, 1º Sm. 17:34-36). Es también un medio de disciplina, pues a las ovejas que persisten en separarse del rebaño, las que se desbalagan, el pastor usa la vara para romper sus ancas, luego se las afirma vendándolas con una rama que se las deje inmóviles, las carga en su regazo y las lleva consigo hasta que sanan (Ez. 34:16, Is. 53:6, 1ª Tim. 2:24-26). Eso hará que mientras sana, la oveja se acostumbre a su pastor y aprenda a seguirlo. Así que la vara es un instrumento de disciplina. La vara es un tipo de la Palabra de Dios y sus sabios principios.

Por las noches, el pastor llevará al rebaño o majada, al redil o aprisco, que es una especie de corral o cerca que rodea al rebaño, para mantenerlo a resguardo de los depredadores (Jn. 10:7-9). Es la iglesia local el redil donde las ovejas tienen seguridad. Cristo es la puerta que da seguridad, y también el buen Pastor, que vigila al rebaño.

Page 4: Labores pastorales

4

b). Despeñarse en algún barranco. A diferencia de las cabras, los borregos, no tienen las pezuñas adecuadas para subir cuestas empinadas, así que el pastor debe dar grandes rodeos para llevar el rebaño a pastos más altos. El pastor sabe que eso conlleva riesgos, pues habrá lugares escabrosos donde las ovejas que se apartan pueden resbalar. El cayado es un bastón o palo con un extremo curvo, generalmente es más alto que el pastor y le permite usarlo como apoyo, pero también lo usa para alcanzar a las ovejas despeñadas y mediante el extremo curvo, tomarlas por el pecho entre sus ancas y evitar que se vayan al voladero (Sal. 23:4, Mt. 18:11-14). El cayado es un tipo del Espíritu Santo, así que las oraciones del pastor alcanzarán a la desbalagada que no quiere someterse (1 Sm. 12:20-25).

c). Topearse con otras ovejas. Aunque la mayoría de las especies domésticas no tienen cuernos, pero hay siempre ovejas que pelean a topes con otras, lastimándolas y derribándolas, impidiendo que participen de los mejores pastos, así que el pastor debe evitarlo (Ez. 34:17, 20-22, 2ª Co. 12:20). La competencia entre hermanos, las envidias, los pleitos y divisiones deben evitarse (Pr. 6:16-19, Stg. 4:1-3), pues el único adversario a vencer es el diablo, nunca un hermano de la congregación (1 P. 5:8-9). El pastor no debe escuchar chismes ni acusaciones de unos hermanos contra otros, porque eso lo fomentaría, debe trabajar por la integración de todos en un equipo que se apoye y la gracia de cada uno se sume con las demás, porque el progreso no se da cuando alguien cae, sino cuando todos unen sus contribuciones a la meta común.

d). Mezclarse con cabras. En todo rebaño hay cabras, balan igual que las ovejas, pero son muy distintas, por lo que es necesario separar las ovejas de los cabritos o chivos, ya que son totalmente diferentes. Por ejemplo, los chivos tienen pezuñas distintas, adecuadas para lugares escarpados, por lo que pueden escalar fuera de las veredas; comen de todo y no quiebran la hierba con sus dientes, sino que la jalan y la arrancan de la tierra con todo y raíz, descortezan los árboles jalándola hacia arriba, lo que hace que muchos arbustos y árboles se sequen. Tampoco siguen al pastor, por lo que requieren de arrieros que vayan detrás obligándolos a avanzar golpeándolos con varas. Tienen cuernos permanentes, curvos y filosos como defensa, con lo que lastiman a las ovejas; no producen lana, tampoco se agrupan como las ovejas, etc. El pastor los separa, pues de lo contrario las ovejas aprenden a descarriarse y sufren por sus desventajas en habilidades (Mt. 25:31-34). A las iglesias llega gente hábil, inquieta, pero no se integran al rebaño, más bien lo inquietan y desordenan a las ovejas, promoviendo rebelión, descontento, crítica e independencia; es por eso que hay que separarlos, como parte del cuidado del rebaño (1ª Co. 5:11, 1ª Ts. 5:14, 2ª Ts. 3:6-11).

3.- VOLUNTARIAMENTE (No por fuerza). La autoridad pastoral no es una dictadura que invade la vida privada de los creyentes, no es controlador, su autoridad se da en la medida en que hay reconocimiento y sumisión (Nm. 27:16-17, 1 Co. 16:15-18, Jn. 10:2-5). El pastor se goza y da gracias por las ovejas sumisas (1ª Ts. 5:12-14), pero también se puede quejar ante el Señor de las ovejas rebeldes, lo cual no será grato para la oveja (He. 13:17), pues Dios intervendrá para someterlas. Así que su labor principal es encabezar el gobierno de la iglesia local, para velar por la salud de las

Page 5: Labores pastorales

5

almas de sus miembros. Debe orar por ellas, darles consejo, acudir a ellas cuando lo llamen y ungirlas con aceite cuando estén enfermas (Stg. 5:14-15).

El pastor puede intervenir en la vida de alguien, sólo cuando éste se abre y pide consejo, o cuando lo que hace mal se vuelve público y afecta a la iglesia, pues el cuidado del rebaño y de la propia oveja, le da ese derecho (1ª Co. 5:1-5, 1 Ti. 5:20, Tit. 1:10-13).

4.- DE ÁNIMO PRONTO (No por ganancia deshonesta). El pastor debe ser amoroso y servicial, que está dispuesto a responder gustosamente a las necesidades de las ovejas (Is. 40:11, Jn. 10:12-13, Hch. 20:31-35, 2ª Co. 1:3-5, 11:28-29, Stg. 5:14-15).

Las necesidades personales del pastor no deben afectar al rebaño, no debe desanimarse y si lo hace, debe ocultarlo ante sus ovejas, que deben verlo siempre en fe (Gá. 6:1-5, He. 5:2, Fil. 2:20-22, 1 Co. 10:24, Ro. 15:1-3, 2 Ts. 2:11-12). Dios le suplirá todo lo que le hace falta (Fil. 4:16-19), sólo si confía en Dios y es fiel en dar lo espiritual a su rebaño, cosechará bendición para sus necesidades materiales, eso es lo honesto (2ª Co. 12:14-15).

Lo deshonesto es que un pastor le ponga precio a sus servicios, mercadear con el evangelio y despreciar a las ovejas que no tienen recursos (2 Co. 2:17, Jr. 23:1-2, 50:6, Ez. 34:8-10).

5.- SIENDO DECHADO DE LA GREY (No teniendo señorío de las heredades del Señor). Conscientes que la iglesia es rebaño del Señor y no propiedad del pastor, este debe ser de inspiración, dar ejemplo, vivir lo que se enseña, ser un modelo a seguir (He. 13:7). Eso es ver a Cristo viviendo en el pastor, porque el pastor es un hombre consagrado (Mt. 10:24-25). Por eso el pastor va delante de las ovejas, para que le sigan, para que lo vean hacer y lo hagan como él (1 Co. 11:1, 1 Ts. 1:6-7, 2:7-8, Sal. 68:18). Dios pone al pastor y a los ancianos en su iglesia local como modelos a imitar, porque es la manera de cumplir el plan de Dios de perfeccionar a cada uno.

Enseñorearse de las heredades del Señor sería imponer cargas sobre la gente que él no está dispuesto a llevar, valerse de los hermanos para que le sirvan a él, para despojarlos, para hacerlos dependientes de él. La iglesia es heredad del Señor, no propiedad del pastor (3ª Jn. 9-10, Nm. 20:8-12).

6.- PENDIENTE DEL PRÍNCIPE DE LOS PASTORES. Quien dio su Sangre por las ovejas fue el Señor Jesús, así que Él es el Pastor principal, el buen Pastor, a quien debemos servir (Hch. 20:28). David cuidaba el rebaño de su padre y lo hacía fielmente, empeñando su vida. Moisés cuidó el rebaño de su suegro, en un lugar desértico, pero siempre entregó buenas cuentas y fue entrenado para pastorear a un pueblo muy difícil. Nosotros debemos cuidar el rebaño que Cristo ganó con su Sangre. Cada pastor debe permitir que la Gracia de Cristo fluya a través de él, para que el Señor sea glorificado y su rebaño bendecido (1ª Ti. 3:13, Col. 3:23-24, Ro. 11:36).

Amar al Señor es amar a su muy amada iglesia por la que dio su vida, para estar dispuesto a ser también derramado en servicio para el bien de ella (Fil. 2:17).

Page 6: Labores pastorales

6

7.- ANHELAR LA CORONA INCORRUPTIBLE DE GLORIA. Buscar el reconocimiento de la gente puede desviar la atención del pastor, de la meta propuesta, y darle prioridad a su ministerio sobre su Señor; le puede llevar a tratar de agradar a la gente para suplir un interés personal, lo cual lo descalificaría como un buen pastor o anciano (Gá. 1:10, 2ª Ti. 2:4), Como Aarón, que en tan sólo 40 días permitió que el pueblo se desviara y hasta le hizo al pueblo un becerro de oro para que lo adoraran (Ex. 32:1-8). Como Saúl, que reconoció su pecado, pero le importaba más ser horado ante su pueblo como el rey, que arrepentirse para agradar a Dios (1º Sm. 15:24-30). Todo pastor debe esperar que en aquel día sea su Señor quien lo recompense por tu labor (2ª Co. 5:9-11, Mt. 25:33-40). Su secreto es mantenerse centrado en Él, sirviéndole con amor, mirando hacia aquel día, para ser coronado como parte de la Esposa que reinará con Él y se sentará en su Trono (Ap. 22:12-14, 2ª Co. 1:14, Fil. 1:25-26, 4:1).

Finalmente, la parábola de las cien ovejas (Mt. 18:11-14), nos muestra la labor de evangelizar para traer al redil a todo aquel que aún no sabe que es de Cristo, es algo que un pastor no debe olvidar como parte de su labor pastoral, ir por los perdidos y traerlos al redil del Señor (2ª Ti. 4:5).

-----o-0-o-----