La Voz del maestro-8 febrero de 2015

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MAESTRO La Voz del La Voz del La Voz del 1 1. Mención especial de los adolescentes El futuro de la familia, de la Iglesia y de la sociedad, está en manos de los adolescentes y jóvenes de hoy. Lo que ellos lleven en su corazón de los valores y de la entrega positiva en la vida, eso repercutirá en la propia familia, en la Iglesia y en la sociedad. Una mención especial merecen los adolescentes ya que la adolescencia es una de las etapas más difíciles de la vida. El adolescente muchas veces no se entiende ni a sí mismo. Los padres han de tener mucha prudencia y buen tino para acompañar la educación y el crecimiento de los hijos adolescentes. Esta edad se caracteriza por la búsqueda de la libertad. El adolescente quiere ser libre, que nadie lo mande. Todo parece indicar que le da coraje tener que obedecer. Por esta razón se explica su rebeldía, sí el adolescente muchas veces es un rebelde. El adolescente vive una inestabilidad emocional muy fuerte. No sabe si odia o si quiere, si le parece o si no le parece algo. Cambia de ánimo y de carácter. A veces triste, a veces alegre, ¡y sin motivo! El adolescente busca constantemente su propia identidad. Qué es lo que quiere ser, cómo quiere ser, eso busca el adolescente. Por esta razón pueden ser fácilmente influenciados, el problema viene cuando las influencias son más negativas que positivas. Allí es cuando se convierten en víctimas de los vicios. Este cuadro debe ayudar a los padres de familia a reflexionar sobre cómo acompañar y educar a sus hijos adolescentes. Los jóvenes y la familia Es muy importante recordar que acompañar y orientar a un adolesc ente es el mejor camino para contar con un buen joven. Normalmente los jóvenes son sensibles a los valores, aman la justicia, saben entregarse en la ayuda a los demás y tienen en grande estima el valor de la amistad. Los jóvenes piensan seriamente en el establecimiento de su futuro y la formación de su propia elección de vida, sea para el matrimonio, o para la vida consagrada sacerdotal o religiosa. Los jóvenes se saben comprometer en la renovación del mundo a la luz de la Palabra de Dios. El problema de la juventud hoy en día es que muchos de ellos han perdido el sentido de su propia vida. Las falsas ilusiones de la felicidad y los paraísos engañosos de la droga, el placer, el alcohol y todas las formas de violencia son el verdadero problema de los jóvenes y cuando se vive en esta problemática, la vida va perdiendo su sentido poco a poco hasta quedar totalmente vacía y hueca. Un grande peligro es la relajación moral de los jóvenes. Prácticamente ni ellos ni ellas se dan a valorar ante los demás. La permisión de la vida sexual y la ligereza con que se toman los valores es un grande peligro en la vida de nuestros jóvenes. Ante cualquier actitud extraña deben los padres procurar el diálogo, motivar la confianza y asegurar el consejo. Muchas veces hay que tomar decisiones drásticas pero ha de ser todo por el bien de integral de los hijos. El acompañamiento y la educación que los padres de familia han de brindar a sus jóvenes, tiene que ser sobre todo en la línea del consejo y de la prevención. Un ambiente familiar sano es el mejor camino para evitar los vicios y ayudar a conservar en los jóvenes el sentido de la vida. Pbro. Lic. Juan Eduardo Vargas Flores Boletín de Información y Formación Cooperación Voluntaria “V DOMINGO ORDINARIO” Febrero 08 de 2015 año 13 Numero 505 [2] “La Familia y Los Jóvenes”

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1. Mención especial de los adolescentes

El futuro de la familia, de la Iglesia y de la sociedad, está en manos de los adolescentes y jóvenes de hoy. Lo que ellos lleven en su corazón de los valores y de la entrega positiva en la vida, eso repercutirá en la propia familia, en la Iglesia y en la sociedad.

Una mención especial merecen los adolescentes ya que la adolescencia es una de las etapas más difíciles de la vida. El adolescente muchas veces no se entiende ni a sí mismo. Los padres han de tener mucha prudencia y buen tino para acompañar la educación y el crecimiento de los hijos adolescentes. Esta edad se caracteriza por la búsqueda de la libertad. El adolescente quiere ser libre, que nadie lo mande. Todo parece indicar que le da coraje tener que obedecer. Por esta razón se explica su rebeldía, sí el adolescente muchas veces es un rebelde. El adolescente vive una inestabilidad emocional muy fuerte. No sabe si odia o si quiere, si le parece o si no le parece algo. Cambia de ánimo y de carácter. A veces triste, a veces alegre, ¡y sin motivo! El adolescente busca constantemente su propia identidad. Qué es lo que quiere ser, cómo quiere ser, eso busca el adolescente. Por esta razón pueden ser fácilmente influenciados, el problema viene cuando las influencias son más negativas que positivas. Allí es cuando se convierten en víctimas de los vicios.

Este cuadro debe ayudar a los padres de familia a reflexionar sobre cómo acompañar y educar a sus hijos adolescentes.

Los jóvenes y la familia E s m u y i m p o r t a n t e r e c o r d a r q u e acompañar y orientar a u n adolescente es

el mejor camino para contar con un buen joven. Normalmente los jóvenes son sensibles a los valores, aman la justicia, saben entregarse en la ayuda a los demás y tienen en grande estima el valor de la amistad. Los jóvenes piensan seriamente en el establecimiento de su futuro y la formación de su propia elección de vida, sea para el matrimonio, o para la vida consagrada sacerdotal o religiosa. Los jóvenes se saben comprometer en la renovación del mundo a la luz de la Palabra de Dios.

El problema de la juventud hoy en día es que muchos de ellos han perdido el sentido de su propia vida. Las falsas ilusiones de la felicidad y los paraísos engañosos de la droga, el placer, el alcohol y todas las formas de violencia son el verdadero problema de los jóvenes y cuando se vive en esta problemática, la vida va perdiendo su sentido poco a poco hasta quedar totalmente vacía y hueca.

Un grande peligro es la relajación moral de los jóvenes. Prácticamente ni ellos ni ellas se dan a valorar ante los demás. La permisión de la vida sexual y la ligereza con que se toman los valores es un grande peligro en la vida de nuestros jóvenes. Ante cualquier actitud extraña deben los padres procurar el diálogo, motivar la confianza y asegurar el consejo. Muchas veces hay que tomar decisiones drásticas pero ha de ser todo por el bien de integral de los hijos.

El acompañamiento y la educación que los padres de familia han de brindar a sus jóvenes, tiene que ser sobre todo en la línea del consejo y de la prevención. Un ambiente

familiar sano es el mejor camino para evitar los vicios y ayudar a conservar en los

jóvenes e l sentido de la vida.

Pbro. Lic. Juan Eduardo

Vargas Flores

Boletín de Información y Formación

Cooperación Voluntaria “V DOMINGO ORDINARIO” Febrero 08 de 2015 año 13 Numero 505 [2]

“La Familia y Los Jóvenes”

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PRIMERA LECTURALectura del libro de Job: 7, 1-4. 6- 7

En aquel día, Job tomó la palabra y dijo: “La vida del hombre en la tierra es como un servicio militar y sus días, como días de un jornalero. Como el esclavo suspira en vano por la sombra y el jornalero se queda aguardando su salario, así me han tocado en suerte meses de infortunio y se me han asignado noches de dolor. Al acostarme, pienso: '¿Cuándo será de día?'. La noche se alarga y me canso de dar vueltas hasta que amanece.

Mis días corren más aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo. Mis ojos no volverán a ver la dicha”.

SEGUNDA LECTURA Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 9, 16-19. 22-23

Hermanos:

No tengo por qué presumir de predicar el Evangelio, puesto que ésa es mi obligación. ¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por propia iniciativa, merecería recompensa; pero si no, es que se me ha confiado una misión. Entonces, ¿en qué consiste mi recompensa? Consiste en predicar el Evangelio gratis, renunciando al derecho que tengo a vivir de la predicación.

Aunque no estoy sujeto a nadie, me he convertido en esclavo de todos, para ganarlos a todos. Con los débiles me hice débil, para ganar a los débiles. Me he hecho todo a todos, a fin de ganarlos a todos. Todo lo hago por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.

EVANGELIOLectura del santo Evangelio según san Marcos: 1, 29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama, con fiebre, y enseguida le avisaron a Jesús. Él se le acercó, y tomándola de la mano la levantó. En ese momento se le quitó la fiebre y se puso a servirles.

NUESTRA MISA DE HOY

Palabra de Dios

ANTÍFONA DE ENTRADASal 94, 6-7

Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque Él es nuestro Dios.

SALMO RESPONSORIAL Salmo 146

R/.Alabemos al Señor, nuestro Dios.

Alabemos al Señor, nuestro Dios, porque es hermoso y justo el alabarlo. El Señor ha reconstruido a Jerusalén y a los dispersos de Israel los ha reunido. R/.

E l S e ñ o r s a n a l o s c o r a z o n e s quebrantados y venda las heridas, tiende su mano a los humildes y humilla hasta el polvo a los malvados. R/.

Él puede contar el número de estrellas y llama a cada una por su nombre. Grande es nuestro Dios, todo lo puede; su sabiduría no tiene límites. R/.

ACLAMACIÓN ANTES DEL

EVANGELIO Mt 8,17

R/. Aleluya, Aleluya.

Cristo hizo suyas nuestras debilidades y cargó con

nuestros dolores.

R/. Aleluya

ANTÍFONA DE LA

COMUNIÓN Mt 5, 5-6

Bienaventurados los que l l o r a n , p o r q u e s e r á n consolados. Bienaventurados lo que tiene hambre y sed de

justicia, porque serán saciados.

Palabra de Dios

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Al atardecer, cuando el sol se ponía, le llevaron a todos lo enfermos y poseídos del demonio, y todo el pueblo se apiñó junto a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó a muchos demonios, pero no dejó que los demonios hablaran, porque sabían quién era Él.

De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, Jesús se levantó, salió y fue a un lugar solitario, donde se puso a orar. Simón y sus compañeros lo fueron a buscar, y al encontrarlo, le dijeron: “Todos te andan buscando“. Él les dijo: “Vamos a los pueblos cercanos para predicar también allá el Evangelio, pues para eso he venido”. Y recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando a los demonios.

Palabra del Señor.

Reflexionemos... La vida del hombre está llena de ilusiones y de dolores (primera lectura); pero hay alguien que es capaz de vencer al mal, de curarnos, de llevarnos a la esperanza: Cristo. Sus milagros manifiestan que ha llegado el tiempo de la salvación; que Dios está cerca del hombre (evangelio). Esta 'buena noticia', que llevó a san Pablo a "hacerse todo a todos, para salvar a algunos" (1 Cor 9,22), nos invita también hoy a la solidaridad con los que sufren, a ser buenos testigos de la esperanza.

La antigua tradición popular ve en Job al héroe de la paciencia, aun ante las tragedias más terribles de la vida. Pero esa imagen corresponde solamente al relato de los primeros capítulos del libro, que sirve para introducir el problema central del poema: el sentido del sufrimiento humano. -Nuestra primera lectura presenta un soliloquio, en el que Job habla con amargura de la miseria de la vida humana en general y de la suya en particular. Al final, esboza una oración para pedirle a Dios un momento de paz antes del final.

A la pregunta sobre el sentido del sufrimiento y, en particular, del sufrimiento inocente, el Antiguo Testamento no da una respuesta satisfactoria. El evangelio que hoy leemos nos muestra a Cristo como aquel que se inclina sobre la miseria humana, para vencerla. En el evangelio de hoy, Marcos nos ofrece un ejemplo más (cfr. Mc 1, 23-28) de la actividad taumatúrgica de Jesús, actividad que luego resume en un 'sumario' (Mc 1, 32-34), en el que muestra que las acciones milagrosas de Jesús no estaban reservadas a unos pocos, sino que eran para "todos los enfermos" (v. 32). -En la segunda parte de nuestra lectura (vv. 35-39), Marcos nos presenta a Jesús en una actitud que debió serle muy familiar (como muestra aún mejor el evangelio de Lucas). El concurso entusiasta de pueblo, que acompaña sus milagros, podía obscurecer el verdadero sentido de su misión. Por eso Jesús, retirándose a orar, vuelve continuamente a tomar contacto con el Padre, para confrontarse con su voluntad, a la que quiere permanecer filialmente fiel.

San Pablo debe haber comprendido bien a Jesucristo si, a su vez, se hizo "servidor de todos" y "todo a todos". En eso está la salvación (segunda lectura). Para Pablo, esto es "anunciar el Evangelio". No una enseñanza teórica, sino un tomar parte personalmente en la situación de aquellos a quienes se dirige, para que así el evangelio conquiste de verdad sus corazones. Eso es lo que también a nosotros nos pide Cristo, puesto que queremos ser verdaderos discípulos suyos.

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la Tierra.

Creo en Jesucristo, su único hijo, nuestro Señor.

Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato.Fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu santo,La Santa Iglesia católica,La comunión de los santos,El perdón de los pecados,La resurrección de la carne Y la vida eterna.

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Amén.

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La oración te lleva a un verdadero encuentro con Cristo y a la perfecta comunión con Dios: por eso te invitamos a que asistas al Taller de Oración y Vida del padre Ignacio Larrañaga, todos los martes, de 9:30 a 11:30 am. El Señor Jesús te espera.

El jueves 12 y el viernes 13 de febrero, habrá P lát i cas pre -bautismales, a las 8:00 pm. Informes e inscripciones en la notaría.

Te invitamos a rezar el Rosario por las Vocaciones, este jueves 12 de febrero, a las 7:00 de la tarde aquí en el templo. Después del santo Rosario se celebrará la Santa Misa con la misma intención.

El sábado 14 de febrero habrá Reunión para Padres de Familia de los niños que asisten al catecismo. A las 10:00 de la mañana y a las 12:00 del día respectivamente, es decir, a la misma hora en la que sus hijos vienen a su catequesis.

Arcelia Ramírez Gómez*Ernesto Oceguera Carrillo*

Asesores:Dirección: Monseñor Rafael Hernández Morales

Pbro. Juan Bojórquez Aguirre*Julio Arellano Ramos

Colaboradores:

Sugerencias y/o Comentarios

[email protected]

Avisos

Parroquia de Jesús MaestroIsla Barlovento 2244esq. Reyes CatólicosTel. 38-10-46-12

SEGUNDA SECCIÓN CAPITULO TERCERO

Creo en la resurrección de los

muertos

154.-¿Qué pasa con nosotros cuando morimos?

En la muerte se separan el cuerpo y el alma. El cuerpo se descompone, mientras que el alma sale al encuentro de Dios y espera a reunirse en el último día con su cuerpo resucitado (988-991, 997-1001,1015).

El cómo de la resurrección de nuestro cuerpo es un misterio. Una imagen nos puede ayudar a asumirlo: cuando vemos un bulbo de tulipán no podemos saber que hermosa flor se desarrollará en la oscuridad de la tierra. Igualmente no sabemos nada de la apariencia futura de nuestro nuevo cuerpo. Sin embargo, san Pablo está seguro: “Se siembra un cuerpo sin gloria, resucita glorioso” (1Cor 15, 43ª).

155.-¿Cómo nos ayuda Cristo en la muerte, si confiamos en él?

Cristo nos sale al encuentro y nos conduce a la vida eterna. “No me recogerá la muerte, sino Dios” (santa Teresa del Niño Jesús), (1005-1014, 1016,1019).

Contemplando la pasión y la muerte de Jesús incluso la muerte puede ser más llevadera. En un acto de confianza y de amor al Padre podemos decir “sí”, como hizo Jesús en el Huerto de los Olivos. Esta actitud se denomina “sacrificio espiritual”. El que muere se une con el sacrificio de Cristo en la cruz. Quien muere así, confiando en Dios y en paz con los hombres, es decir, sin pecado grave, está en el camino de la comunión con Cristo resucitado. Cuando morimos, no caemos más que hasta las manos de Dios. Quien muere no viaja a la nada, sino que regresa al hogar del amor de Dios que le ha creado.