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1, TRANSFORMACION POR LA CONVERSION 447. Un nuevo corez6n Cierto jovencito volvi6 corriendo a su hogar, saliendo de un culto de avi- vamiento, llam6 con fuerza a la puerta de la casa, y cuando su hermanita le abri6 apresurada, 61 le grit6 lleno de gozo: -10h, hermana... hermana: El Se- nor acaba de darme un nuevo cora- z6n1 Maravillada la nifia, junt6 sus manos sobre su pecho, y le rog6: -1Oh... Lde veras? ens€namelo pues, bermanito! Un "nuevo coraz6n" es una bendi- d6n que podemos mostrar a los demis, o de otra suerte no se tratara sino de un cambio momentaneo de mente. 448. Cualidad bisica En la lecci6n de la Escuela Domi- nical sobre las Bienaventuranzas, el instructor pregunt6 a los niiios: LCuial de las virtudes mencionadas os gus- tarla mas poseer? -Un coraz6n puro, respondi6 una pequeiia niiia. -LPor qu6 escogerlas esta prefe- reacia a las otras? pregunt6 el ins- tructor. -Porque s6 que si tuviera 6sta po- seerfa todas las demas que Jes6s re- Semienda, replic6 a pequeiia. La vida cristiana a) Sus beneficios Sabidurfa infantil. Ella comprendia que tanto las virtudes como los malos actos proceden del coraz6n y que los actos externos no son sino reflejos de una condici6n interna. 449. Gipsy Smith y el niao Un famoso evangelista gitano con- ducia una misi6n en Aberdeen. Al fin de la misma, sinti6 quo una mano tiraba una y otra vez de su america- na, y pens6 en quo alguno queria ha- blar con 61. Ocupado en despedir a la multitud, apenas prest6 atenci6n, has- ta que los drones fueron tan seguidos que no tuvo mis remedio que preo- cuparse de ello. Volviendo el rostro, vio a su lado arrimado a su rodilla, a un niiio, quien con una mano se cogia a la pernera de su pantal6n, mientras con la otra se esforzaba en ofrecerle un caramelo envuelto on su papel dorado. -LQu6 deseas pequeno? -le pre- gunt6. -Deseo que usted quiera comer mi caramelo, seiior. -LPor qu6 to deseas, pequeno? -10h, querido Seiior: Mi padre era muy malo, muy malo, y bebia... Y nos pegaba mucho. Ahora se ha convertido y es muy bueno, muy bue- no, y nunca nos ha pegado mas... Y yo quiero que usted que to convirti6, se coma mi caramelo, Lquiere usted, seiior?

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1, TRANSFORMACION POR LACONVERSION

447. Un nuevo corez6n

Cierto jovencito volvi6 corriendo asu hogar, saliendo de un culto de avi-vamiento, llam6 con fuerza a la puertade la casa, y cuando su hermanita leabri6 apresurada, 61 le grit6 lleno degozo:

-10h, hermana... hermana: El Se-nor acaba de darme un nuevo cora-z6n1

Maravillada la nifia, junt6 susmanos sobre su pecho, y le rog6:-1Oh... Lde veras? ens€namelo pues,bermanito!

Un "nuevo coraz6n" es una bendi-d6n que podemos mostrar a los demis,o de otra suerte no se tratara sino deun cambio momentaneo de mente.

448. Cualidad bisica

En la lecci6n de la Escuela Domi-nical sobre las Bienaventuranzas, elinstructor pregunt6 a los niiios: LCuialde las virtudes mencionadas os gus-tarla mas poseer?

-Un coraz6n puro, respondi6 unapequeiia niiia.

-LPor qu6 escogerlas esta prefe-reacia a las otras? pregunt6 el ins-tructor.

-Porque s6 que si tuviera 6sta po-seerfa todas las demas que Jes6s re-Semienda, replic6 a pequeiia.

La vida cristianaa) Sus beneficios

Sabidurfa infantil. Ella comprendiaque tanto las virtudes como los malosactos proceden del coraz6n y que losactos externos no son sino reflejos deuna condici6n interna.

449. Gipsy Smith y el niao

Un famoso evangelista gitano con-ducia una misi6n en Aberdeen. Alfin de la misma, sinti6 quo una manotiraba una y otra vez de su america-na, y pens6 en quo alguno queria ha-blar con 61. Ocupado en despedir a lamultitud, apenas prest6 atenci6n, has-ta que los drones fueron tan seguidosque no tuvo mis remedio que preo-cuparse de ello.

Volviendo el rostro, vio a su ladoarrimado a su rodilla, a un niiio, quiencon una mano se cogia a la pernerade su pantal6n, mientras con la otrase esforzaba en ofrecerle un carameloenvuelto on su papel dorado.

-LQu6 deseas pequeno? -le pre-gunt6.

-Deseo que usted quiera comer micaramelo, seiior.

-LPor qu6 to deseas, pequeno?-10h, querido Seiior: Mi padre

era muy malo, muy malo, y bebia...Y nos pegaba mucho. Ahora se haconvertido y es muy bueno, muy bue-no, y nunca nos ha pegado mas... Yyo quiero que usted que to convirti6,se coma mi caramelo, Lquiere usted,seiior?

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Conmovido, el buen siervo de Dios,tomb el caramelo, to parti6 en dos,y le dio la mitad al pequefio, comi6n-dose el resto, muy gozosos -los dos.

450. jltesuftal

Una robusta mujer visit6 muehossantuarios en la India con el fin deencontrar el modo de librarse de lastempestades de su espiritu. En unode esos santuarios, a miles de ki16-metros de su hogar, se encontr6 conuna. mujer cristiana que le hab16 delcamino de Cristo. Parecia increible, yla mujerona as! se to dijo: "Usted nome conoce, exclam6, todos temen misfurias. En un rapto de ira maldije anIf propia familia. ZC6mo puede bo-rrarse esa maldici6n y callarse estatempestad fntima? No, to que ustedme dice no sieve".

"Pru6belo", insisti6 la pequefia mu-jer, porque ella misma era una felizilustraci6n del buen resultado del m6-todo.

La otra se fue meneando la cabeza.Mas una semana despu6s, en el mismolugar del peregrinaje, apareci6 por en-tre la multitud, y cuando vio a la pe-quefia mujer cristiana, la tom6 en losbrazos y le dijo tumultuosamente:

"! Resulta, resulta! Lo prob6. Al-guien me peg6 boy en la cara y ni si-quiera tuve deseos de devolver elgolpe. Algo ha cambiado dentro de mi.iResulta!". - Stanley Jones.

451. El Evangelio visible

ZHabeis oido alguna vez el Evan-gelio? -pregunt6 un misionero ctrlChina a un chino.

-No -fue la respuesta--. Pero tohe visto. Yo conozco a un hombre quefue el terror de todo este distrito, unmalvado, tan perdido que era casi unsalvaje, ademas era un fumador em-

LA VIDA CRISTIANA - Sus beneficios

pedernido de opio. Cuando 61 acept6la religi6n de Jesus cambi6 radical.mente, tanto que ahora es el mds man,so, el mds bueno de los hombres, y 4podido abandonar su terrible vicio. poresto os puedo decir que si ao 01 elEvangelio, to vi.

452., El poder de uua vida tracts.formada

El doctor Banks cuenta la siguientehistoria.

Una mujer borracha entr6 un do.mingo por la noche en nuestra iglesiay fue convertida. El copastor de laIglesia fue a visitar a su esposo aldia siguiente y vio que era un meca-nico muy inteligente, pero opuesto ala religi6n y apegado a las ideas escep-ticas de Ingersoll. Estaba disgustadopor la conversi6n de su esposa y dijoque no tenia ninguna duda de que ellavolverfa pronto a su vida antigua.

Seis meses despu6s, este mismohombre vino a ver al ministro delEvangelio, con gran perplejidad encuanto a su propia situaci6n espiritual.Dijo: "He leido todos los libros sobrelas evidencias del Cristianismo y hepodido resistir sus argumentos, peroen los dltimos seis meses he tenido unlibro abierto en mi hogar, en la per-sona de mi esposa, que no puedo re-futar. He llegado a la conclusi6n queyo debo estar en error, y que ha dehaber un poder santo y divino en lareligi6n que puede tomar a una mujerborracha y convertirla en una saota,cantadora, amable, paciente y piadosa,

como es ahora mi esposa".

Ciertamente los mejores libros sobreCristianismo son las vidas transformadas de los hombres y mujeres queestan en comuni6n con Cristo.

?R,NSgoRMAc16N POR LA CONVERSION

453. Los dosFldjl

cantos de las islas

jjn misionero de los que trabajaronen estas islas llamando mister Nettle-

ton, cuenta que visitando la isla degandava, fue objeto de parte de cuatromil n nos, algmnos de la Escuela Do-rninical, de una recepci6n singular. Loscuatro mil nifios, formados en orden.le recibieron con un canto indigenallamado el canto de los libros. En lamano izquierda tenfan una cachiporray en la mano derecha un Nuevo Tes-tamento. Levantando la cachiporracantaban en tono mon6tono, pero ar-monfoso, la primera copla de su canto:

Este instrumento es el tinico libro delos paganos

El trae, lamentaci6n, luto, desdieha.La viuda es estrangulada, derribada

por la cachiporra, cocida y co-mida.

He aqui toda nuestra canci6nNi escuela ni Biblia para losNi dia de culto y de reposoLa guerra, la guerra cruel, era toda

nuestra m4sicaY la sangre de los muertos todo nues-

tro despo.

ntnos

Luego, dejando caer la cachiporra,levantando con la otra mano el Nue-vo Testamento, y cantaron la segundacopla:

Pero el Evangelio de paz ha sidooido en nuestro pals

El pasado ha desaparecido con todassus tinieblas

Ya no estd en nuestras manos la ca-

S,

del salvajeS'no la Biblia que trae luzCantamos un nuevo canto, escribi-

mos un nuevo libroEsta"os gozosos y traemos nuestrasofrendas

Paz y bondad han hecho dichasosnuestros hogares

Por eso los ninos cantan.

Bien pudo decir el ap6stol: lNome avergiienzo del Evangelio porquees potencia de Dios para dar salva-ci6n a todo aquel que cree!

454. La fe le dio mansedumbre

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Cierto beodo viejo y pobre, fueconvertido. Algun tiempo despu6s en-tr6 en una taberna para vender peri6-dicos. Algunos de sus antiguos cama-radas aprovecharon la ocasi6n, paraburlarse de 61. Uno le ofreci6, un vasode cerveza. El convertido movi6 la ca-beza negativamente. Le ofrecierondinero con tae que bebiera, pero todoen vano. No logrando su objeto a lasbuenas, procedieron a insultarle: "sino to quieres tomar por dentro ahi totienes por furaa", dijo uno de los bur-lones echandole la cerveza en la care.Pero 61 qued6 tranquilo sin airarse nivengarse de ning6n modo, imitando asu Salvador. Al ver su mansedumbrealgunos de aquellos pecadores queda-ron conmovidos hasta el punto dehaber una colecta para el pobre con-vertido.

455. La conversi6n del pastor To.rrey

El famoso evangelista seiior Torrey,que ha llevado millares de almas aCristo, cuenta haber sido en otro tiem-po un incredulo que abandon6 sucasa cansado de las amonestacionesde su madre, la cual le dijo al despe-dirse: "Hijo, cuando Ilegues a la horamds oscura de to vida y todo to pa-rezca perdido, si oras al Dios de tomadre, El to ayudara". Torrey sigui6su cammo hundi6ndose mas en el pe-

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cado, hasta Certo dia en que hastiadode todo, se dijo: "Coger6 la pistola ypondr6 fin a esta farsa que se llamavida humans". En aquellos momen-tos record6 las palabras de su madrey, cayendo de rodillas junto a su cams,dijo: "Oh, Dios de mi madre, si, sihay tal Senor, quiero luz y si Tu mela das, la seguird". La transformaci6nque se oper6 en e1 despuds de esta ora-ci6n es de to mas admirable que hanvisto los siglos, y no es sino una entremillares de tales experiencias.

456. El poder del Evangelio

Hace algunos anos que fueron en-viados una porci6n de tratados evan-gelicos a la prisi6n de Otzu, isla delJap6n.

Uno de los prisioneros estaba muyinteresado en las verdades que con-tenian, y los lefa y ensefiaba a suscompaneros.

Cierto dia se prendi6 fuego en lacarcel, y estos presos en vez de esca-parse ayudaron con todas sus fuerzasa apagar elincendio.

Una conducts tan rara sorprendi6a los oficiales, y despuds de averiguarla raz6n de ella dieron libertad al quehabia enseiiado la nueva doctrina, yenviaron por maslibros que contenianlas mismas verdades.

Aquel prisionero que pusieron enlibertad, gast6 su vida predicando elEvangelio a los presos en las carcelesde su pals.

457.

La conversi6n y sus efectos

Cuando una persona se ha vueltoa Dios hasta los mas simples actos tomanifiestan.

Un lechero que tenfa la costumbrede aguar la leche, fue convertido. Ytodos pudieron constatarlo, ya que no

LA VIDA CRISTIANA - Sus benelirios

cambi6 s6lo e1 sino tambidn la techexperiment6 este cambio. Una mujerque desde mucho tiempo era parro.quiana se to hizo notar un dia y lepregunt6 si habia adquirido mejoresvacas o mejores pastos. "No senora"contest6 el "tengo las mismas vacasy pastan en los mismas campos. l arazon de la mejoria de la leche consisteen que, cuando hace algunas semanasfui convertido, la leche tambidn can ,.bib".

Asi se manifiestan los frutos de laverdadera conversi6n.

458. El lobo hecho cordero

Hard cosa de 15 anos, vivfa en unaaldea de las montaiias del Jura, enSuiza, un hombre entregado al viciode la bebida, batallador violento decaracter, que era la vergiienza de sufamilia y el terror de sus vecinos. Misde una vez en el calor de una disputa,habia herido con el pufio y sun conun cuchillo, a su contrincante, y porestas fechorias habia pasado largosmeses dentro de la carcel, sin que sugenio se hubiese amansado en to masminimo. Era conocido en toda la co-marca por el bandido, y ese mote totenia bien merecido.

No lejos de su casa en una humildevivienda de obreros, se venfan cele-brando habia algun tiempo reunionesreligiosas presididas por cristianos delos alrededores, y en las cuales ya sehabian verificado algunas conversio-

nes. Una noche en el momento en quese iba a dar principio a la reuni6n, lahija de la casa, como impelida por una

inspiraci6n, exclam6 de repente:

i-iSi yo fuera a invitar al bandido

-Y sin esperar la respuesta se echoa correr y llam6 a la puerta.

-LQuien llama?-Yo, N... Vengo a invitarle a

TRpN5F0RMACION POR LACONVERSI6N

asistir esta noche a nuestra reuni6n de

c vangclizacion.

, Vaya una idea! Yo iba a acostar-Inc; pero espera un instante que voy

contigo,y en efecto algunos momentos des-

pues ,el bandido" estaba sentado enla cocina contigua a la sala de reunio-nes en cuya cocina solian ocultarselos t1midos Nicodemos.

Nada de particular ofreci6 la reu-nion aquella noche, ni en los himnosni en las exhortaciones; pero si un so-plo del Espiritu Santo pas6 por laspersonas reunidas y penetr6 hasta elrinc6n de la cocina en el cual el pobrepecador endurecido estaba temblandoya y llorando, implorando la mise-ricordia del Senor. Aquella mismanoche fue transformado en una nuevacriatura.

Pasaron meses y anos, y aquel aquien las gentes solian apellidar elbandido convertido, no ces6 de daren medio de las pruebas de una vidadificil, fiel testimonio al Salvador quele habia rescatado, hasta el dia quefue llamado a pasar a la gloria etema.

El que estas lfneas escribe, conver-sando un dia familiarmente con dl,le pregunt6:

-LQue edad tiene usted?-Tres anos tengo.-i Vaya!, Ztres anos?-Si tres anos porque los anos que

han precedido a mi conversi6n no va-len la pena de ser tenidos en cuenta.Mi vida empez6 el dia en que Dios mehizo pasar de la esclavitud de Satanasa la libertad de los hijos de Dios.

4S91.

El mayor milagro

Un orador expontaneo de los quese levantan en el Hyde Park, de Lon-dres, argiifa en contra de los milagrosde Cr; sto, arremetiendo especialmen-to contra el de la transformaci6n del

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aqua en vino en las' bodas de Cana."No hay para tanto -replic6 un obre-ro de entre el auditorio-. Si ustedquiere llegarse a mi casa le ensenardun milagro mayor que Cristo ha he-cho: le mostrard c6mo El ha converti-do el vino en vestidos, sillas, alfom-bras y un piano. Despu6s explic6 que61 mismo era un inveterado borracho,incapaz de reformarse a sf mismo, co-mo tantas veces se habia propuesto,pero que habia sido transformado porel poder de Cristo desde el dia queacudi6 a El pididndole que entrara ensu coraz6n.

460.

El borracho de nacimiento

Se llamaba Juan, pero se le conociacon el apodo del tftulo porque su pa-dre y su madre habia sido tan borra-chos como e1. Se cas6 con una mujerbuena. Esto le llevaba a reflexionarhaciendo prop6sitos de enmienda cadsvez que estaba sobrio, que era sola-mente las quincenas que pasaba en lacarcel. Un dia entr6 en un sal6n delEjdrcito de Salvaci6n y oy6 a los quedaban testimonio de liberaci6n de suspecados por la fe en Cristo. Como im-pulsado por un resorte, se adelant6al banco de los penitentes y clam6 aCristo por perdon y liberaci6n de suvicio. Docenas de veces habia hechotales prop6sitos llorando, pero al le-vantarse en esta ocasi6n, sinti6 queno era el mismo hombre.

Un dia, de fatiga y calor despudsde incitarle mucho sus antiguos com-paneros le arrojaron el vaso rompidn-dolo sobre su cabeza. Pero e1 dio unhermoso ejemplo de rumildad cris-tiana, limpiandose el rostr6 y pronun-ciando palabras de perd6n. Cristo lehabfa libertado de su genio tanto comode su borrachera.

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461. La obra maestra de MiguelAngel

Se cuenta de un escultor que em-pez6 a trabajar una hermosa pieza demarmol, pero s61o la estrope6 por suimpericia. Desalentado abandon6 sutrabajo. Finalmente el mutilado bloquede marmol qued6 abandonado en elpatio del escultor y allf permaneci6por mucho tiempo expuesto a la in-temperie y medio oculto por las hier-bas que crecieron a su alrededor.

Pero un dia el famoso Miguel Angelobserv6 este bloque de marmol y vioto que valia. Despu6s de adquirirlo delfracasado escultor empez6 a trabajaren 61, transformandolo en la admirableestatua del joven David con su hondaen la mano, en el acto de arrojar lapiedra que abati6 al gigante Goliat.Tal maravilla de arte fue conseguidade un pedazo de marmol estropeado.

jQui6n puede decir to que el granArtista del Universo, el divino Escul-tor del caracter humano puede hacerdel quebrantado e imperfecto coraz6nque es puesto en sus manos? La cues-ti6n practica es si se to permitiremos.LNos dejaremos moldear itnpasible-mente y sin resistencia por las manostraspasadas que nor compraron al pre-cio de su propia sangre?

462. El ladr6n convertido

Moody cuenta el caso de un ladr6nllamado Burke, quien ley6 en la car-cel un serm6n en el diario de la ciu-dad, cuyo tftulo era "El carcelero atra-pado". El tftulo le sugestion6 pensandoque seria una interesante historia car-celera. Era, naturatmente, la del capi-tulo 16 de los Hechos de los Ap6stoles.

La pregunta del desesperado guar-dian de presos le interes6 y mas larespuesta del ap6stol. El mensaje de

LA VIDA CRISTIANA - Sus bcncficlos

la salvaci6n lleg6 a su alma y fueconvertido.

Afios mas tarde Moody visit6 a esta"nueva criatura en Cristo", vi6ndolorodeado de joyas y valores, pues eranada menos que el guardian de la c ajafuerte de un banco.

463. Esperanza pare los granderpecadores

Una mujer escocesa miraba dete.nidamente a Rowland Hill, el granpredicador de antafio. Despues de unrato, Hill le dijo:

-Bien, buena mujer, hace rato queusted me mira. jPor que?

-Estaba mirando los rasgos de sucara.

-Y bier_, Lqu6 opina acerca deellos?

-Estaba pensando en qu6 Branbrib6n hubiese sido usted si el Senorno le hubiese salvado.

La respuesta era inesperada porCerto. Pero es to que podrfamos deciracerca de muchos. Veo grander espe-ranzas para grandes bribones.

464. Cristo rompe las cadenas dela herencia

El hijo del famoso gangster Al Ca-pone, mientras cumplfa su servicio mi-litar en el ejercito de los Estados Uni-dos, fue enviado a Londres. Mientrascaminaba por las caller, se sinti6atraido por el canto en una reuni6nevangelica que se realizaba en unaesquina. Escuch6 la predicaci6n, y eramisma noche acept6 a Cristo.

El Evangelio todavfa es potencia deDios para salvar afro a aquellos que

traen consigo una herencia de maldady de crimenes.

Cierto cristiano encontr6 alguna di-ficultad at presentar su tarjeta de iden-

tidad a un consulado en Europa.1)icha tarjeta como es natural, teniaadherida una fotografia de 61.

-Esta no es su tarjeta -dijo el

empleado ._Perd6neme -contest6 el hernia

no-, pero si es.-pero 6sta no es su fotografia

--fue la siguiente r6plica.__LDe quien mas puede ser? -fue

la pregunta del extranado creyente.-pues 6sta es la de otro hombre.Entonces el hermano se dio cuenta

de que la fotografia habfa sido to-mada en los dias en que 61 era incon-verso. La gracia de Dios habfa trans-formado to que era una cara de pecadoen el rostro feliz y brillante del redi-mido. (2 Cor. 5:17).

rItANSFORMACION PCR LA CONVERSI6N

465-La fotografia en el posaporte

466. Un poder maravilloso

Cierto obrero, salvado por Dios dela esclavitud de la bebida, andabacargado con una maquina de coserque llevaba a cara para su esposa,cuando fue visto por un tabernero co-nocido.

-iHola! -dijo el tabemero-.Venga adentro y tome un trato, quele dara fuerzas.

-iNo, no! Muchas gracias --con-test6 su antiguo cliente-. Tiempohubo cuando no tenia fuerzas ni parallevar un par de monedas a mi casa,pero ahora que Dios me ha salvado,tengo fuerza para llevar una maquinade coser, toda enterita.467. Convencido y convertido

Un hombre quc habfa sido encar-celado muchas veces por beodo y pen-denciero, fue de repente convencidode pecado y convertido, afiliAndose

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como soldado al "Ejercito de Sal-vaci6n".

Cierto sabado por la tarde, ocupa-do en dar a los oyentes en la calle eltestimonio de su conversi6n, fue in-terrumpido por uno de sus viejos ca-maradas de pecado de antafio, quienconocfa sus buenos prop6sitos de an-tafio, que nunca habfa sido capaz decumplir. Este no creyendo en el cam-bio de su amigo, trat6 de hacerle ob-jeto de burla ante sus oyentes con laspalabras siguientes:

-Ahora, Guillermo, diles cuantasveces has sido convencido...

-Si, pues voy a obedecerte. Misqueridos amigos, veintisiete veces fui

468.

Poder transformador del Evan.gelio

En las Nuevas H6bridas, el Evan-gelio ha transformado completamen-te las costumbres de los habitantes.Hace algunos afios, una erupci6n vol-canica sembr6 la muerte en una islay dej6 sin hogar a miles de personas.Estas se refugiaron en islas vecinas,donde fueron recibidas con amor fra-terno por los habitantes, cristianos pro-fesantes.

Un anciano cacique, hablando conun misionero sobre estos sucesos re-cordaba una erupci6n volcanica pare-cida que sucedi6 hace muchisimosafios, y que los damnificados, habian-se refugiado igualmente en aquella islavecina.

-zLos recibisteis bien? -preguntbel misionero.

-Nor los comimos a todos -fuela respuesta.

La diferencia de trato no podia ser

convencido de que era un pecadorPerdido pero una Bola vez y parasiempre fui convertido al Senor...I Bendito sea su Nombre!

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mayor. S61o el Evangelio podia darraz6n de tal diferencia.

469. Llamada de Cristo

En el siglo Segundo, Celso, el c6-lebre enemigo de la cristiandad, dis-torsionando una de las expresiones deNuestro Sefior, escribi6: "Jesucristovino a este mundo a crear la mas horri-ble y asquerosa sociedad; porque llamaa los pecadores y no a los justos, porto tanto el grupo que vino a formar,es un grupo de libertinos, separadosde la piedad de los dioses. Es mons-truoso pensar que rechaz6 a los Bue-nos, y lllam6 a los malos".

"Verdad -dice Origenes en su r6-plica- nuestro Jesus llam6 a todos lospecadores, pero a arrepentimiento.Junt6 a los malos, pero para conver-tirlos en nuevas criaturas. Fuimos aEl fanaticos, y nos hizo liberales, las-civos, y non hizo cantos, violentos, yEl non hizo pacificos, impios y nonhizo santos".

470.

Juan Wesley y el ladr6n

Yendo de viaje evangelistico, carre-tera adelante, un siervo de Dios fueasaltado por un ladr6n que le exigi6:

-iLa bolsa o la vida!Juan Wesley le alarg6 el bolso, en

tanto le decia:-Permiteme que to d6, tambi6n

una buena palabra: Tiempo vendracuando sentiras to vida presente. En-tonces recuerda mi buena palabra: LaSangre de Jesucristo non limpia detodo pecado.

Algunos afios mas tarde, saliendo deun templo donde habia predicado,Juan Wesley se hall6 de pronto anteun desconocido que le decia:

-LRecordais quo un dia os roba-ron en una carretera, sefior? Yo era,pues, el ladr6n... Aquel texto que me

LA VIDA CRISTI ANA - Sus benejjCIOS

ofrecisteis como vuestra "palabfa bue-na", cambi6 mi vida. Yo soy ahoraun cristiano. He aqui vuestro dinero.„

471. Atraco bendecido

Cierta noche un cristiano cansadode andar en busca de trabajo, fuedetenido en una calle oscura de Chi-cago por un pistolero que le pidi6la cartera. Sabiendo que esta no con.tenia dinero se la entreg6 sin ning6nreparo. El bandido la registr6 y hA116un folleto en forma de cheque sobreFilipenses 4:19.

En la oscuridad el ratero no podialeer el aparente billete de banco ypregunt6 a su victima si era bueno.Sintiendo que esta era su oportunidadpara testificar de Cristo a un peddddo,el cristiano respondi6 que si podiacambiarlo en el Banco correspondien-te seria un hombre muy rico. El la-dr6n empuj6 al atracado hasta unaluz solitaria y poni6ndose debajo elcristiano explic6le que si permitia quela Sangre de Jesucristo le limpiara detodos sun pecados tendria acceso a to-das las riquezas del Cello.

Al principao el ratero se mostr6 en-furecido y hasta amenaz6 al creyente,pero a medida que este iba hablandose sinti6 interesado en el camino dela salvaci6n que este le exponfa, ypronto cay6 bajo la convicci6n de pe-cado por el poder del Espiritu Santo.

Ambos se arrodillaron y el malhe-chor confes6 sun pecados, creyendo enla salvaci6n de Cristo, to que le pro,dujo intenso gozo. Despu6s arrojandosu pistola al rio invit6 a su nuevo anu'go a un restaurante a cenar.

Al dia siguiente, cuando el ganadorde almas hal16 un buen empleo, mejorque el que tenfa, sinti6 coma nuncala realidad de las promesas conteni -

das en aquel trozo de papel quo fue

,rFANSFORMACIIN POR 1A CONVERS16N

rnotivo de salvaci6n para un alma per-dida. - Adaptado de "The Down ofTomorrow".

472. Su cambio de caracter to gan6

Cierta hermana non habia pedidoque orasemos por su esposo, que noera creyente. Lo hicimos, sin resul-tado, hasta descubrir que el principalobstaculo con que el esposo tropeza-ba era el caracter violento de su es-posa. Hablamos con ella sobre esteparticular y la mujer reconoci6 su pe-cado y suplic6 al Sehor le ayudase acorregirse. Dias despu6s compr6 unjarr6n que coloc6 en el recibidor paradar una sorpresa a su marido. Pero6ste, al llegar y cogerlo para apreciar-lo mejor, le resbal6, cayendo al sueloy rompi6ndose en mil pedazos. El es-poso se puso en guardia, esperando losgritos de su esposa; pero por sorpresasuya, 6sta le mir6 comprensiva, dici6n-dole:

-No to preocupes, querido, yacompraremos otro.

A las pocas semanas, el esposo sehabia convertido al Sefior.

473.

Africaner, el terror hotentote

Hace bastantes ahos, los peri6dicosde la Ciudad del Cabo publicaron laoferta de una importante suma a quienentregase "vivo o muerto" al gran jefeAfricaner. Muchos leyeron la noticia,pero a nadie se le ocurri6 correr elriesgo de enfrentarse con aquel ferozgigante quo sembraba el panico pordonde quiera que pasaba, al mando deun grupo de nativos tan crueles como61 mismo. Hasta que un misionero-Roberto Moffat-, comunic6 suProp6sito de hacer volver a Africaneral seno del mundo civilizado.

LOS amigos de Moffat trataron dedisuadirle, haci6ndole ver los peligros

z que se exponfa. "Es una locura",decfan todos. Pero nada pudieron con-seguir. "No temais; ir6 bien "armado".LO es que dudais del poder de Diospara guardarme?".

...Asi, solo, sin mas armas que elamor de Cristo y su fe personal enDios, Moffat sali6 un buen dia al en-cuentro de aqu61 cuyo nombre pronun-ciaban todos con temor.

Pasaron los meses sin que nada sesupiese del misionero. Sus amigos lelloraban ya como muerto. Hasta queun dia, Moffat regres6. A su lado,desarmado, y mirando avergonzado aunos y otros, marchaba el gran jefeAfricaner. Muchos se asustaron al ver-le, y no pocos se escondieron a supaso...

Pero no habia nada que temer; Afri-caner era un hombre completamentetransformado por la gracia de Dios yel poder del Evangelio. A ruegos deMoffat, el Gobierno entreg6 al ex fe-roz guerrero al cuidado del misionero,quien invirti6 el dinero de la recom-pensa on vestidos y todo to necesariopara que Africaner se fuese adaptan-do a su nueva manera de vivir.

Vencido por el amor de Cristo yla devoci6n de un verdadero siervo deDios, aquel hombre dedic6 el resto desun dias a llevar a otros el conocimien-to de Qui6n transform6 su vida porcompleto, dando asi hermoso testimo-nio de to que es capaz de hacer elSehor por su Evangelio.

474.

Lo que puede Dios hacer

Longrellow podia tomar una hojade papel, escribir una poesfa encimay darle el valor de seis mil d6lares.Esto se llama "genio".

Rockefeller podia poner su forma enun papel y darle el valor de un mill6nde d6lares. Esto se llama "capital".

Dali, puede tomar un trozo de tela

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de diez pesetas, pintar un cuando en-cima y darle el valor de 50.000 pese-tas. Esto se llama "arte".

Dios puede tomar la vida de un mi-serable pecador, limpiarla, Ilenarla desu propia presencia y ponerla paragran bendici6n de los demas. Esto sellama "Salvaci6n".

475. Despues de afios

En cl despacho del director de unafabrica de Holanda se present6 unsenor que le pregunt6 si era verdadque en su casa de campo se habiaefectuado un robo en tal fecha, habiaanos. El director estaba asombrado, aloir c6mo aquel hombre le mencionabatodos los objetos que le habian sidorobados. "LC6mo sabe usted estos de-talles?". El hombre contbst6: "Yomismo fui el ladr6n que he venido adescargar mi conciencia. iPor favor,ped6neme el delito!". Al mismo tiem-po sac6 un gran billete de banco desu bolsillo y to puso en la mesa comoindemnizaci6n, diciendo: "En la evan-gelizaci6n que el pastor H. hizo en latienda, Dios ha despertado mi con-ciencia".

2. SEGURIDAD DE LASALVACION

476.

La respuesta de Justino al Pro-consul

Cuando Justino Martir fue presen-tado con otros seis cristianos anteRusticus, el Prefecto de Roma, esteles pregunt6:

-LSuponeis que si fueseis azotadosy vuestras cabezas cortadas subiriaisal cielo para ser recompensados?

Justino le contest6:-No to supongo; to se y estoy

plenamente convencido de ello.El mismo dia los prisioneros, des-

pues de ser azotados fueron condu-

LA VIDA CRIB"r1ANA - Sus benefirk,s

cidos al suplicio, donde murieron gio.rificando a Dios.

477 ,

Descansando sobre seguridades

Faraday, el famoso fisico, un hom.bre de gran talento, fue preguntadocuando se hallaba cerca de la muerte:%Cuales son sus teorias ahora?" Teo-rias no tengo; estoy descansando so.bre seguridades", replic6, citando lue-go el versiculo: "Yo se a quien hecreido, y cierto estoy que es poderosopara guardar mi dep6sito para aqueldia". (Tim. 1:12).

LPuede usted decir to mismo ahora?

478.

Una gitana sin suerte

Reside en Buenos Aires un "joven"bautista de ochenta y siete anos muyconocido en el ambiente evang6lico.Y decimos "joven", porque a pesar desus anos don MAximo Daglio trabajaen la obra del Senor con un entusias.

mo propio de la edad juvenil.Pues bien, hate un tiempo don Mi-

ximo se encontr6 en la calle con unagitana que le quiso adivinar la suerte.Creyendolo presa facil, le dijo:

-Abuelo, Lquiere que le diga cuan-tos anos va a vivir?

A esta pregunta mi amigo contest6con otra:

-LY usted cuando piensa vivir?-LYo? -respondi6 la mujer-

i Ah, yo espero vivir hasta los setenta!-En cambio yo -dijo don Maxi-

mo-, se con toda seguridad que WYa vivir para siempre.

La gitana le ech6 una mirada las-timosa, pensando sin duda que el PO'

bre viejecito no las tenia todas cons"go; y ya se disponia a partir en buscade mejor cliente, cuando el ancianoagreg6:

-Si le digo a usted que vivire par a

SEGURIDAD DE LA SALVACI6N

siempre, es porque Jesus nos dej6 estapromesa: "De cierto de cierto os digo:El que oye . mi palabra, y tree al queroe envio, tlene vida eterna; y no ven-dra a condenaci6n, mas ha pasado demuerte a vida" (Juan 5:24).

479. El temor del salvaje

Cierto salvaje acudi6 muy acongo-jado a un misionero, porque su perrohabia devorado algunas hojas de unaBiblia que le habia sido regalada po-cos dias antes en la Misi6n.

-No se preocupe tanto por la per-dida de una Biblia -le replic6 elmisionero-, pues facilmente podemosconseguirle otra.

-No es esto -replic6 el salvaje-.No se trata del libro, sino de mi pe-rro, que era un magnifico cazador,y ahora, Lc6mo voy a dar de comera mi familia?

-Que quiere decir? -replic6 in-trigado el misionero.

-Se to explicare, dijo el salvaje.Yo he visto muchos casos de genteque ban venido a la Misi6n y por elhechizo de este libro, los que eran an-tes guerreros y pendencieros se banvuelto mansos como corderos, y yano quieren pelear ni matar a nadie.Si mi perro ha caido bajo el hechizode este libro se volvera tambien man-so, cy c6mo voy a hacerlo, 1pobre derai!, para atrapar la caza?

El misionero le explic6 que el he-chizo no consiste en comer, sino encreer y aceptar las ensenanzas del Sa-grado libro. Pero el argumento delsalvaje, y su declaraci6n de to que ba-bia visto en sus conciudadanos que re-cibieron la influencia del Evangelio,fue motivo de regocijo para el misio-nero, y una prueba del poder de lapalabra de Dios cuando es aceptadacon sencillez y lealtad.

480.

Un salvaje transformado

Cuando el doctor Cornelio viajabapor un desierto de occidente, se en-contr6 con una partida de guerrerosindios que venian de una de sus ex-cursiones de sangre y fuego. Uno deestos guerreros, de aspecto feroz, Ile-vaba una nina de cinco anos de edada quien habian tomado eautiva.

-4D6nde estan los padres de lanina? -pregunt6 el doctor Comelio.

-Aquf estan -replic6 el salvajeguerrero, ensenando con una manoel sangrante cuero cabelludo de unhombre y una mujer, mientras queblandia con la otra su cimitarra entoda la exaltaci6n de su ira satisfecha.

Sin embargo, este mismo guerrerovino a ser, alg6n tiempo despues, undiscipulo de Jesucristo; un hombre hu-milde de piedad y de oraci6n. Su espo-sa vino a ser miembro de la mismaiglesia que 61, y sus oraciones unidasascedian cada maiiana y cada tardede este hogar cristiano. Sus hijas eransimpaticas, humildes y devotas disci-pulas del Redentor, educados bajo lainfluencia y las oraciones de un padrey una madre, para la sociedad de losAngeles y de los santos. - ComperGrav.

481. ZC6mo podia saberlo?

1 93

Le preguntaron a Whitefield:-LEs fulano cristiano?La respuesta fue:-LC6mo puedo saberlo si nunca he

vivido con e1?Es en la intimidad de la vida fami-

liar donde se sabe si somos cristianoso no.482.

Completo perd6n

El conde de Polignac debfa muchosfavores a Napole6n, sin embargo letraicion6. Bonaparte orden6 su arresto.

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teniendo como base de prueba unacarts en la cual el conde se compro-metia en un complot politico.

La senora Polignac solicit6 y obtu-vo una audiencia del Emperador en lacual procur6 defender a su marido, de-clarandole inocente.

-LConoce la firma de su marido?-pregunt6 el emperador y sacando lacarts de su bolsillo la puso ante losojos de la sefiora Polignac, quien alverla palideci6 y cay6 desmayada.

Compadecido Napole6n y obrandode acuerdo con sus generosos rasgos,tan pronto como la senora volvi6 ensi, le ensef6 la carts diciendo:

-Tomadla, es la 6nica evidencialegal que existe contra vuestro marido.Hay un fuego aqui al lado. pues erainvierno.

La senora Polignac cogi6 con ansiaaquella prueba de culpabilidad y la en-treg6 a las llamas. La vida de Po-lignac y su honor estaban a salvo,fuera del alcance de la misma justi-cia imperial.

Esto es to que Dios ha declaradohater con nuestros pecados Cuandolos confesamos de coraz6n, ha dichoque "los echara en el profundo de lamar", los alejara "como el Oriente delOccidente"; los hara desaparecer, enuna palabra, borrados por la preciosasangre de Cristo.

483.

La Biblia al Cielo

Una niiia enferma pidi6 a su enfer-mera que Cuando muriese le pusiesenuna Biblia en la mano.

-LPara qu6 quieres la Biblia?-pregunt6 la enfermera.

-Porque en ells -replic6 lanifia-, hay las preciosas promesas deCristo Jes6s ofreciendo la vida eternaa los que creen en El. De este modo,si a1guien pretendiese impedirme laentrada al Cielo le mostraria en la

LA_ VIDA. CRISTIANA - Sus benefieios

misma Biblia el lugar-donde Jes6s 10dice.

484.

Misericordis y justicia

A una muchacha de dote aiios quese hallaba moribunda le pregunt6 sumadre:

-LNo temes a la muerte, hija mfa?-No, madre -fue la gozosa res-

puesta de la muchacha.--j-,En qu6 confias para no temer?-En la justicia de Dios -respon-

dib la pequeiia.La madre qued6 sorprendida y dijo:-Quieres decir en la misericordia

de Dios, Lverdad, querida?-No, madre, quiero decir la justi-

cia de Dios. Usted sabe que todos mispecados fueron cargados sobre Jes4sy que El llev6 el castigo que misculpas merecian, Dios en su justicia ja-mas castigaria a el y a mi a la vez.

Esta es la verdad que Pablo expre-saba Cuando escribla: "Con la mira domanifestar su justicia en este dempo:para que El sea el junto, y el que jus-tifica al que es de la fe de Jesus"(Romanos 3:26).

3. VENTAJAS DEL BUENEJEMPLO

485. Como es digno del Evangeli0

Un joven de nuestro Instituto Bf-blico en Chicago, subi6 a un tranvfa,y lleg6 a destino antes que el guardapudiera cobrarle el boleto. CuandOpens6 en el asunto se dijo: "Esto noes andar avisadamente", y entonces fuea la estaci6n de tranvias, buscb al co-brador, y le entreg6 los cinco c6ntimos-El hombre le dijo que era un WOO,ya que era obligaci6n suya cobrar, Yluego agreg6: "Me parece que usteddebe ser del Instituto Bfblico".

VENT AJASDEL EUEN EJEMPLO

porn despu6s, el guards vino alInstituto y pidi6 al estudiante que fue-se a visitarlo. Se iniciaron reunionesen su casa, y no s61o el cobrador, sinomuchos otros fueron convertidos.

486.

Praeba seneilla

Un cobrador de los tranvias devol-vib a1gunas monedas de mss a uno delos viajeros, uno de nuestros j6venespredicadores. El joven, tentado por elmaligno discuti6 en su coraz6n, por uninstante si iba a devolverlas o no,pero, venci6 el Espiritu de Dios y lasdevolvi6.

Imaginaos su sorpresa, Cuando elcobrador le dijo:

-Gracias, joven... Pero, no creaisque ha sido distracci6n. Ayer por lanoche estuve en el Templo para otrospredicar. AI conoceros hoy, he pensa-do probaros. Ahora s6 que es verdadto que os of predicar.

487. Buen testigo

Una misionera daba una "lecci6nbiblica" en un sal6n hindb, Cuandouna de las damas asistentes se levant6rfipida y sali6. Pasado un instantevolvi6, se sent6 y sigui6 escuchando,ahora con la maxima atenci6n, las pa-labras de la extranjera.

Al fin de la conferencia, 6sta seatrevi6 a preguntarle:

-LQu6 os ha hecho dejar el sal6ncon tal rapidez, senora? LOs molest6algo que yo estuviese enseiiando?

La dama hind6, seria, con voz so-lemne, contest6:

--Nos deciais cosas tan hermosas,tan deseables de que fuesen ciertas,que yo sali.. para preguntar a vuestroservidor, el "ch6fer", c6mo vivfais enel seno de vuestro hogar. El, por, surespuesta, me convenci6 que vivfais to

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que enseiidis, y por esto volvi para es-cucharos mss atentamente. Ahora ospregunto: LQueriis ayudarme para quepueda yo tambi6n hallar a Jesucristopara que yo tambi6n posea la fuentede esa vida pura que nos predicaiscon la palabra y el ejemplo?

488.

Las botas a la cabeza

Cuando estaba dirigiendo unos cul-tos de avivamiento en Egipto, cuentael seiior Stuart Holden, pregunt6 a unoficial del regimiento Highland c6molleg6 a ser cristianu. Su respuesta fue:

-Habia un soldado raso en nues-tra compaiifa que fue convertido enMalta, antes de que saliera nuestroregimiento para Egipto. Por tal raz6ntodos nos burlabamos de 61. Una no-che volvi6 de su puesto de centinela,cansado y mojado, pero antes de it asu cama se arrodill6 para orar, ymientras to hacfa yo le arroj6 misdos botas a la cabeza pero E sigui6 suoraci6n, sin replicar palabra. A la ma-nana siguiente Cuando despert6 encon-tr6 mis botas junto a mi cama bierslustradas. Esa fue su respuesta ga mimala conducts. Este modo de procederprodujo en ntf una contrici6n terribley en este mismo dfa entregu6 mi cora-z6n a Cristo y fui salvo.

489. Buen anancio

Un ladrillero puso un anuncioque decia: "Se necesita un joven".

Se present6 luego uno que pregunt6:-LCuanto paga?-Diez pesos por semana y alimen-

tos -replic6 el hombre.-LQu6 clase de alimentos? -in-

quiri6 el muchacho.-Bueno -balbuce6 el corpulento

fabricante con buen humor- son losque yo como.

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-Deme el empleo -se apresur6 adecir el joven sonriendo, y mirandoatentamente al hombre gordo.

Este cuento es humoristico, perotiene su lecci6n. La apariencia dellabricante de ladrillos fue el mejoranuncio acerca de los alimentos quedabs a sus empleados. Si to o yo ro-gamos a alguien que llegue a ser cris-tianos, mirara los resultados que hahecho el evangelio en nuestras vidas,y dird: "Quiero el empleo, o no toquiero". - Christian Herald.

490. Ejemplo adecoado

El doctor Payson, dando una platicaa los j6venes de un seminario les dijo:

-Suponeos que Dios pusiera envuestra mano un diamante y os pi-diera escribir en 61 una frase quetendria que ser leida en el ultimo dia,la cual revelara vuestros pensamientosy sentimientos en tan solemne ocasi6n,l Con qu6 cuidado escogeriais tal frasel

Pues bien, esto es to que Dios hahecho: Ha puesto ante vosotros, men-tes inmortales, mss imperecederas queel diainante; en las cuales ten6is queinscribir, dia tras dia y hors tras hors,vuestras impresiones, y ejemplos, y ellosera testimonio en favor o en contravuestro en el Dia del Juicio".

491.

Por una cars limpis

Un niiio fue una vez a una escuelade niiios pobres, donde le lavaron lacars. Al volver a su casa la madreviendo la cara tan limpia del ni -o,no pudo menos que creer que la suyaestaba bastante sucia, y se lav6 tam-bi6n. Lo propio pas6 al padre viendolas dos caras limpias; se lav6 igual-mente. Luego compar6 desfavorable-mente el cuarto con las caras limpiasde manera que la madre se meti6 a

LA VIDA CRISTIANA - Sus beneficios

fregar y limpiar el polvo. Otra mujerque vivfa en la misma casa, viendo elcambio de sus vecinos, se decidi6 aemplear los mismos medios de limpie-za; no se limit6 el cambio a estas dossino que toda la vecindad se reforn16.Y todo resultado de haber lavado lacara a un pequeiio.

iCuanta importancia tienen nuestrosmss pequefios actos!

492.

El ejemplo de Licurgo

El reformador espartano Licurgo,gracias a cuya sabidurfa floreci6 tantola RLp(Iblica Espartana, tuvo que apa-ciguar sin embargo una sedici6n le-vantada en contra de el, recibiendo unpuiietazo de uno de los manifestantes,que le dej6 un profundo morado enel rostro.

Cuando el tumulto qued6 apaci-guado, dicho ofensor fue trafdo pri-sionero para que el jefe del Estadole impusiera el correspondiente casti-go, pero Licurgo en vez de castigarlele tom6 bajo su protecci6n como unode sus discipulos en las reglas de lavirtud y la buena moral.

Despu6s de tenerle durante un aiioen su propia casa, tratandole como auno de sus hijos, to traj6 a una asam-blea publics como un ejemplo de cos-tumbres virtuosas, en oposici6n a toque antes habfa sido de bajo y ruin.Este, es el hombre -dijo- que vino ami cuidado orgulloso, pendenciero iras-cible, pero yo to restablezco en el senode la comunidad de la patria humilde,amable, respetuoso y considerado,

apto para cualquier servicio de laRepublics. LHabria producido el mis-mo resultado el habernos vengado de61 imponi6ndole un severo castigo?

Dice el historiador que todo el pue-blo de Esparta tuvo que reconocer

vENTAJAS DEL HUEN EJEMPLO

una vez mss la sabidurfa de Licurgo.Este feliz resultado justifica otra

sabidurfa que encontramos en la Sa-grada Escritura, donde somos amo-nestados de mil maneras en el mismosentido, y nuestra pregunta debe ser:Si a tal punto podia llegar la noblezade un pagano, Lc6mo deberfamos serlas cristianos regenerados por la gra-cia de Dios y seguidores del ejemplode Jesucristo?

493.

La rosa y el poets

-Td que hueles como la rosa-dijo el poets a la hoja-, teres dela familia de ells?

-No -respondi6 aquella-. Nosoy mss que una d6bi1 hoja despren-dida de un drbol que nada tiene decom6n con la reina de las flores, peroel viendo me condujo a su seno; hevivido por mucho tiempo en su con-tacto y 6ste es el secreto de mi fra-gancia.

494. Poder del perd6n

A fines del siglo XVII un hacen-dado turco de Hungria hizo prisioneroa un noble cristiano a quien trat6 delmodo mds barbaro. El esclavo, era un-cido al lado de un buey y obligado atirar a latigazos, pero la fortuna de laguerra cambi6 y el turco cay6 en ma-nos de los hungaros quienes le en-tregaron a su antiguo cautivo y ledijeron: "Ahora tomad venganza devuestro enemigo".

Esto era muy de acuerdo con lascostumbres de la 6poca y el turcocreyendo que serfs torturado del modomds cruel hasta que muriera, apresu-rose a ingerir un veneno; cuando lleg6I'll mensajero de su nuevo dueiio di-ci6ndole que podia it en paz y que notenia nada que temer.

496.

La semilla y las ®ores

197

El mahometano qued6 tan co=o-mido por este rasgo de humanidad ytemeroso de enfrentarse con la muer-te a la que 61 mismo se habfa preci-pitado, dijo:' "Comprendo ahora quevuestra religi6n es superior a la maho-metana, por to tanto quiero morir cris-tiano. Si vuestra religi6n no fuera del

' cielo no os ensefiarfa a obrar asi'.Las ultimas horas del pobre turco,

victims de su fatal error fueron apro-vechadas para hablarle de Cristo,quien muri6 por los pecadores.

495 .

Yo soy el muchacho rescatsdo

Fanny Crosby, la famosa escritora-cantora ciega, estaba de visita en isMisi6n de Mc. Auley, y pidi6 que sihabfa alli alg6n muchacho que no tu-viera madre viniera y le permitieraabrazarlo. Un pequeno hu6rfano vinoy ella puso sus brazos sobre el cuello,to abraz6 tiernamente y to bes6.

Cuando sali6 de esta reuni6n es-cribi6 el inspirado himno: "Rescutheperishing" (que se refiere al rescate deun abandonado). Cuando el SefiorSankey to cant6 en San Louis, cuentaque un hombre se levant6 entre el au-ditorio y dijo: "Yo soy el muchachoa quien Fanny Crosby bes6 aquellanoche. Nunca puede quitar de mimente la impresi6n que me hizo eltoque de aquella mano cariiiosa y deaquel coraz6n que latia de amor porlos abandonados, hasta que vine a sercristiano, tal como ella nos recomend6.Ahora vivo en esta ciudad con mi fa-milia y tengo un buen negocio." -Free Methodist.

Se discuti6 este tema en el Jap6n:"Como glorificar a Cristo en nuestrasvidas". Una sefiorita dijo que esto

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puede ilustrarse como sigue: Una ma-nana de primavera mi madre consigui6unas semillas de flores, y aunque eranfeas las sembr6 Brotaron, crecieron,y florecieron. Un dia una vecina nosvisit6, mir6 las flores y dijo, iOh, qu6bonitas son! iFavor de regalarme una'Bien, si la sefiora hubiera visto sola-mente las semillas no las hubiera pe-dido. Asi es con el cristianismo. Ha-blamos con nuestros amigos acerca delas verdades de la Biblia y bien pococaso hacen de nuestra recomendaci6ny elogio del Evangelio. Pero si verestas verdades florecer en nuestras vi-das en forma de palabras benignas yhechos de bondad y benevolencia, etc.,Enonces diran, "IQu6 hermosas sonestas vidas!" Asi muchos veces po-demos'predicar el evangelio mas pornuestros hechos que por nuestras len-guas. - E. 1. B.

497.

Fragancia celestial

Cuando la primera Mezquita deOmar fue edificada sobre el menteMoria para que los adoradores pudie-ran tocar la rocs descubierta de lamontafia, era costumbre traer a dichesantuario Ramada "Shackrah" monto-nes de incienso y hierbas aromaticas.En consecuencia si alguien de la ciu-dad habia estado adorando alli se lle-vaba consigo tal fragancia que doquie-ra pasaba, en las calles o en el mer;a-do, la gente decia "ha estado hoy en el"Shackrah".

Ojala que muchos cristianos vivi6-semos de tal manera en la presenciade Dios desde la mafiana de cada dia,.que nuestros vestidos tuviesen el Santoolor de la mirra, aloes y casia, del Pa-lacio Celestial. Que despidi6ramos olorde santidad y fu6semos asi sus testigos.Asi cumpliriamos la exhortaci6n "Sedsantos porque yo soy Santo".

LA VIDA CRISTIANA - SITS benelicios

498. Diferentes maneras dedicar

PM

San Francisco de Asis le invit6 aun compafiero que saliese con 61 apredicar. Recorrieron las calles llenasde gente, pasaroa por el mercado yluego regresaron a su casa. El acom-pahante, extranado le dijo a Francisco:

-Yo entendi que fbamos a predi-car. ZPor qu6 no to hicimos?

Entonces Francisco respondi6:-Hemos estado predicando todo el

tiempo. Cuando vinieron los chicos ynos insultaron, les predicamos connuestras sonrisas; cuando se nos trat6mal en el mercado, respondimos condulzura; cuando nos hablaron con tor-peza, contestamos con cortesia; cuan-do llevamos el gran atado de ropapara la viejecita aquella, estabamospredicando. No vale la pena salir apredicar si no estamos dispuestos apredicar con el ejemplo desde el mo-mento que salimos.

499. Epistolas leidas por todos loshombres

Pocas personas leen la Biblia, perotodo el mundo lee nuestras vidas ymuchos pueden decirnos como debe-mos vivir aunque sus propias vidassean malas.

Se cuenta del gran artista Dor6 queestando de viaje en el Sur de Europa,perdi6 su pasaporte. Cuando lleg6 ala frontera, el oficial le pidi6 su pa'saporte. El le dijo:

-Lo he perdido, pero no importa,yo soy Dor6, el artista, favor de per,

mitirme el paso.-iNo! -dijo el oficial-, hay mu-

chas personas pretendiendo ser este oaquel gran hombre. Y si les permitirnos

el paso nos exponemos a ser castiga'dos.

Y anadi6:

CIJIDADO Y PROTECCI& DE DIOS

-Deseo pruebas. Aquf hay lipiz ypapel, si usted es Gustavo Dor6 pinteaqul mismo un cuando.

Dor6 tomb el lapiz y el papel y dan-do unos golpes maestros con el lapizdibuj6 algo de paisaje en derredor. En-tonces el oficial le dijo:

-Estoy convencido, porque nadiepudiera haber hecho esto, sino Dor6.

Es inutil profesar ser siervo deCristo a menos que todos puedan verpor los hechos que es verdad. Es nues-tro deber reproducir la vida de Cristoen la propia.

500. El nombre del buen samari-tano

Hace cien afios el famoso Oberlin,filantropo sin igual, cristiano eminente,viajando a travels de una tempestadcamino de Strasburgo perdi6 su ruta.Dios quiso librarle de una muerte se-gura por otro viajero que lleg6 en susocorro.

-Os ruego que me digais a to me-nos vuestro nombre -le pidi6 Ober-lin, cuando no pudo hacerle aceptaruna recompensa.

-Decidme vos, primero: LC6mo seIlamaba el Buen Samaritano?

-Lo ignoro, amigo mio -contes-t6 el filantropo.

-Entonces permitidme que yo meguarde el mio -concluy6 el viajerosalvador.

Oberlin no olvido jamas aquel ac-cidente, y su vida fue de veras influen-ciada por su recuerdo, como bien nosto demuestra su historia.

501, Influencia de la compama

En algunas partes de Suiza, suelenenjaular un canario con un ruisenorcon el fin de que aprenda el uno elcantar del otro. Es una demostraci6n

del poder de la asociaci6n; el canarioes ensefiado por el ruisefior.

Asi pueden los seres humanos haberque sus vidas sean mas fuertes, maspuras en palabras y hechos, asocian-dose con aquellos que viven en unaatm6sfera mAs pura y santa.

4. CUIDADO Y PROTECCIONDE DIOS

1 99

502. Protegidos por un NuevoTestamento

Tres nifios hu6rfanos partieron des-de Colonia, Alemania, hasta el Estadode Missouri en los EE. UU. Marcha-ron sin otra recomendaci6n que unnuevo Testamento que les regal6 unatia suya antes de marchar, en el cual 'se hallaba escrito de donde venian ydonde iban. Al final del N. Testamen-to escribi6 estas palabras: "Lo quehicidreis a uno de estos hermanitospequenitos a mi to hicist6is". (Mateo25:40).

Despu6s de haber recorrido cercade 9.000 kil6metros llegaron sanos ycon toda seguridad, a sus nuevos ho-gares de padres adoptivos, protegidospor la caridad de hijos de Dios, aman-tes del Nuevo Testamento por todaslas ciudades donde transitaron.

Tenemos en este hecho una ilustra-ci6n de las palabras de Jesus cuandodice: "No os dejar6 hu6rfanos vendr6a vosotros".

503. Una escolta de Angeles

Las j6venes Marfa Valiente y Auro-ra Vela, salieron de su pueblo en elEstado de Veracruz para llevar elmensaje a los habitantes de una aldeacercana. Algunos hombres impios sepusieron de acuerdo para atacarlas yse adelantaron en sus caballos. Pero

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al pasar ellas no se atrevieron a cum-plir sus designios.

Esa misma noche uno de ellos habl6con .la joven Maria y le dijo:

-LDe donde eran los soldados queiban con ustedes en el camino?

-Ningdn soldado iba con nosotras-contest6 Maria.

Entonces 61, confundido, le confesbel diab6lico plan que tenian y c6moal verlas pasar las habian visto ell Ine-dio de una escolta de soldados fuerte-mente armados. El malvado no podiaexplicarse to sucedido, pero nosotrossabemos que "El Angel de Jehovaacampa en derredor de nosotros y losdefiende" (Salmo 34:7).

504.

El amor de Dios al Padre

Uno de los discipulos del RabinoBen Jochai, le pregunt6 por qu6 Je-hova no pYevey6 suficiente mans deuna Bola vez para suplir las necesi-dades de Israel durante un ano.

El viejo maestro le respondi6:"Una vez habfa un rey que tenia

un hijo, al cual le dabs una pensi6nanual, entregandole toda la cantidaden una fecha determinada. Pronto su-cedi6 que el unico dfa en que el padreveia al hijo en todo el ano, era el dfafijado para entrega del dinero. Enton-ces el rey cambi6 su modo de proce-der y comenz6 a darle al hijo todoslos dias, to que le habfa falta para elsustento diario. De este modo, el hijotenia que visitar al padre todas lasmananas".

El hijo necesitaba el amor continuode su padre y tambi6n su compania,su sabidurfa y sus tones. De esta ma-nera obr6 Dios con Israel y asf tam-bien obra con nosotros.

505.

Entre los bandidos

Hate muchos anos un viejo cristia-

LA NIDA CRISTIANA - Sus beneiicios

no tuvo que hater un viaje por Mis.souri, tierra que estaba infestada deladrones y salteadores en aquellostiempos. Sus amigos le pidieron c onmucha instancia que se llevara un parde pistolas consigo, pues era muy pe,ligroso viajar por allf sin it prevenido

'pero 61 prefiri6 llevar su Biblia, dicien-do que Dios podia guardarle medianteaquella poderosa arena.

Al caer la noche, y buscando al.bergue por el camino, vio en el bosqueuna pequena luz a la cual se apr6xim6no tardando en descubrir que era lamadriguera de los bandidos. Se detuvocerca de la cabana, siendo saludadopor unos hombres recios y graves, quele invitaron a bajar de su caballo.

Sin inmutarse acept6 el asiento quele ofrecian, pidi6 de comer y entabl6una conversaci6n, que se prolong6hasta muy avanzada la noche. Enton.ces el mismo jefe de la banda JimStephens acercandose le dijo en tonoburl6n:

-Y bien compadre: LNo tiene mie-do de viajar por este pats, solo y sinarmas?

-No, respondi6 David que asf sellamaba nuestro hombre, sacando desu bolsillo la Biblia. He aquf mi arenadefensiva siempre leo un capitulo an-tes de hater mi oraci6n por la noche.Yo s6 qui6n sois pero esto no me im-pedira el leer y orar esta noche y vos-otros os unirbis a mi.

Una inmensa carcajada acogi6 estaspalabras, pero ello no desconcert6 aDavid, que comenz6 a leer la Bibliaen voz alts. Pocc, a poco aquelloshombres quedaron silenciosos y cuan-

do el hombre se puso de rodillas paraorar todos se descubrieron. Era unespectaculo muy extrano ver a aque-Ilos hombres homicidas, como eseu-

chaban con atenci6n y respeto la Ora-ci6n que un siervo de Dios, desde el

CUIDADO y PROTECCI6N DE DIOS

Tondo de su coraz6n ofrecia por ellos.Cuando hubo conclufdo se le condujoa un lecho muy duro hasta que vinola nlanana. El se levant6 y de nuevo

le~ ,6 su Biblia y or6. Sus hospedadoresrehusaron toda pap y le agradecieronel inter6s que se tomaba por su salva-ci6n. El los dej6 y emprendi6 su viajehasta que llegb a su destino con labendici6n de Dios.

506. Liberad6n providential

El misionero Juan G. Paton cuentael siguiente incidence de su labor en-tre los Tanneses:

"Aquella noche me acost6 tempra-no, rendido por los trabajos y emocio-nes del dfa" (habfa sido objeto de unatentado disparandole un tiro) "y que-d6 profundamente dormido".

Serian las 10 de la noche cuandolos salvajes rodearon la Misi6n. Miperro presintiendo el peligro, salt6sobre mi cams; tirando la ropa queriadarme a entender que huyese. Sinhater ruido fui a la habitaci6n de lossenores Mathieson y los desperte.

Nos pusimos en las manos del Senory no pudiendo hater otra cosa espia-mos todos sus movimientos. Una teaencendida fue arrojada dentro de lahabitaci6n donde nos hallabamos; casasalvaje procuraba prender fuego enalgiln lugar distinto. Muy pronto em-pez6 a arder la cabana que servia decapilla, y enseguida la cerca que launia con la casa.

Si nos quedabamos inactivos cincominutos mss, las llamas nos envolve-rfan; si saliamos, los salvajes nos es-perabanpara matarnos. LQu6 hater?jC6mo escapar?

Con una mano cogs mi revolver, taninservible como 6ti1; tome un hachacon la otra y pedi al senor Mathiesonque me dejara salir, y enseguida ce-

201

rrara la puerta. "Es mejor esperar ymorir juntos" -me dijo-. Deje estoa Dios y dese prisa. Si esperamos mss,la casa quedara envuelta en llamas yentonces sera imposible salvarnos".Por fin sali.

Mientras adentro oraban, fui hastala cerca que ardia y consegui echarlaabajo a fuerza de hachazos.

Al momento me rodearon 7 u 8salvajes que enarbolaron sus garrotesal grito de: "imatale!". Me ech6 unpoco atras procurando tenerlos a to-dos a la vista y levante el estropeadoy vacio revolver "ISalvame Seiior!"gemia en. mi-4spfritu; mientras con vozde trueno les grit6:

-jQue me mate el que se atreva!El momento siguiente fue de estu-

por. Los salvajes quedaron inm6viles,como paralizados. Aprovechando estospreciosos segundos les dije: "Jehovami Dios les castigara, por haber que-mado su iglesia; por su mala conductsy por el odio que tienen a su pueblo ya su culto. Nosotros les ammos a us-tedes y por el bien que les hemos he-cho nos quieren pagar con la muerte".

-Dios esta aquf para protegernosy castigarles -grits.

-jQue muera! -gritaron algunos.Ellos furiosos instaban casa uno a

su companero que me these el primergolpe; pero el Senor les paralizaba susmovimientos y ninguno me arroj6 sumaza.

En aquel momento se dej6 ofr untrueno. Todas las cabezas se volvieronal sitio de procedencia. Un tremendotornado de viento y lluvia llegaba agran velocidad. El viento alej6 lasllamas de nuestra casa. Si hubiese sidocontrario se hubiese incendiado enpocos momentos. Enseguida empez6 allover torrencialmente.

-Este viento y lluvia vienen deJehova, porque les ayuda y nos quiere

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castigar, gritaron algunos salvajes.i Vamonos! Al instante el pfinico seapoder6 de ellos, y echando a cofferdesaparecieron en la manigua.

Poco deWu6s me decfa el sefior Ma-thieson:

-Si alguna vez Dios ha enviado a.sus siervos protecci6n y socorro, hasido ahora. Bendito sea su nombre.

507. No to Labia perdido todo

Despu6s del incendio que destruy6Chicago un amigo me dijo:

_-Moody, me dices que usted to

perdi6 todo en el incendio.-Usted ha entendido mal. No to

perdi todo.-ZQu6 le queda?-No le pueso decir exactamente,

pero me queda mucho mas de to queperdf.

-LAsi que no sabe cudnto tiene?i No me imaginaba nunca que ustedfuese un hombre tan rico!

-Soy mas rico de to que ustedpiensa. Pude rescatar del incendio ami vieja Biblia. Es cast to idnico quesalv6 de la ciudad incendiada. Y unapromesa de este Libro me ilumin6 micoraz6n mucho mas que el fulgor delas llamas del incendio. Es aquella quedice: "El que venciere, poseerd Codaslas colas, y yo serd su Dios".

508.

El nino y el libro pesado

Me agrada pensar en Jesus comoel que Ileva nuestras cargas. Un pastorestaba un dia mudando su bibliotecaa un cuarto del primer piso de la casa.Mientras subfa la escalera con unacarga de libros, su hijito entr6 y ex-pres6 el deseo de ayudar a papa. En-tonces el hombre le dijo que trajeraalgunos libros. Cuando se dio cuenta,vio que el nino habfa podido subir

LA VIDA CRISTIANA - SITS beneficial

unos escalones, y que llevaba en susbrazos el libro mfis voluminoso de labiblioteca. Pero no podia subir rags,El libro era demasiado grande. Y elchico se sent6 a llorar.

El padre se inclin6, to levant6 ensus brazos, libro y todo y to llev6 arri-ba. Es to que harfi Cristo si td se topermites. Te llevarfi a ti, con todastus cargas.509.

Protecd6n de tela de arana

Cuando F6lix de Nola era perse-guido por un grupo de asesinos, serefugi6 en una cueva. Inmediatamente,algunas aranas tejieron sus telas sobrela angosta entrada, de modo que cuan-do vinieron los perseguidores y lasvieron, pasaron de largo. Entonces elhombre de Dios lleno de alegrfa ex-clam6: "Donde Dios no estfi, unamuralla no es sino una tela de arana;donde esta Dios, una tela de arana esuna muralla". Compfirese con Job.8:14; Salmo 40:4.

510. Un vaso de agua fria

Una joven inglesa fue a Francia aeducarse en una escuela de los Hugo-notes, en Paris.

Pocos dfas antes de la fatal matan-za de San Bartolom6, en la cual mu-rieron casi todos los Protestantes re-sidentes en Paris, ella y algunas desus companeras estaban paseando poruna avenida de la ciudad, en la cualhabfa varios centinelas de guardia. Esbien sabido que cuando un centinelaesta de servicio no debe abandonarsu puesto hasta la hora del revelo.Uno de los soldados, al ver pasar alas j6venes les pidi6 que tuviesen lacaridad de traerle un poco de aqua,anadiendo que estaba muy enfer-mo, y no podia it a buscarsela porqueseria condenado a muerte si abando -

CVIDADO Y PROTECCI6N DE DIOS

naba su puesto. Las muchachas, ofen-didas de que un hombre se atrevieraa hablarles, pasaron de largo, pero lajoven inglesa, movida a compasi6n,dejando el grupo, buse6 un poco deagua y se la llev6 al soldado. El Sol-

dado le pidi6 que le dijera su nombrey el sitio donde vivia, y ella to hizo.Cuando se reuni6 con el grupo decompaneras, la insultaron y ridiculi-zaron de que se hubiera rebajado atraer agua a un simple soldado; peropronto tuvieron que lamentar el nohaber sido tan compasivas como ella;porque el soldado agradecido, la no-che de la matanza, consigui6 salvar asu bienhechora, mientras todos los ha-bitantes de la casa fueron muertos.

511. S61o un eclipse

Hace anos estuve en el Brasil, conlos indios Coronados.

Un dia los not6 muy nerviosos, loshombres gritaban, las mujeres llorabany todos ellos producfan una algazarainfernal.

Al interrogar a una anciana indiacristiana, la causa de aquel alboroto,ella me pidi6 que orara a mi Diosporque el mundo se iba a acabar.

El espectficuloaquellos infelicesgritando, ante laiban a morir. Elun eclipse solar.

Al fin el eclipse pas6, y los indiosse tranquilizaron.

Hoy pensando en aquel incidente,me doy cuenta de que los males deesta vida tienen el tamano que unosuele darles.

El eclipse aquel se present6 en elcielo, siendo visto to mismo por losindios que por los civilizados. Estosconfiaron en que pronto iba a pasary esperaron tranquilos que el sol vol-

viese a alumbrar la tiers; mientrasque aquellos sufrieron un terrible ratode angustia.

Esa es la misma diferencia que hayentre la persona creyente y la incre-dula. El que pone plena confianza enDios, acepta las contrariedades de estavida con calma, con seguridad de queellas pasaron; y el que carece de esafe, se desespera y se aflige mas de lacuenta.

512. La providencia invisible

Un dia el joven Blas Pascal, que fueluego famoso fil6sofo, dijo a su padre:

-Papa, Dios me ha protegido ma-ravillosamente; mi caballo ha tropeza-do, y ha caido encima de mf sin hacer-me dano alguno.

-Hijo mio -repuso el padre-Dios me ha protegido a mf aun mgsmaravillosamente. He hecho una jor-nada de veinte kil6metros y mi caballono ha tropezado ni una sola vez.

El uno manifestaba el testimoniovisible de la Providencia de Dios; elotro el invisible. El uno vio la pro-tecci6n en un momento del viaje; elotro la vela a toda hora.

era interesante; verindios temblando yidea de que todos

513 .

El emperador estfi a bordoalboroto se debia a

203

Cuando Julio Cesar cruz6 el MarAdriatico en una embarcaci6n peque-na, el barquero estaba lleno de temor,debido al mar tormentoso.

El emperador, al ver la preocupa-ci6n del hombre exclam6:

-iNo temas! iLlevas al Cisar abordo!

Con mayor raz6n podemos noso-tros decir: "Si Dios por nosotrosLquien contra nosotros?" (Romanos8:31).

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514. La inspiraci6n de Livingstone

Cierto dfa David Livingstone sepresent6 ante los estudiantes de la uni-versidad de Glasgow. Habfa empleadomuchos anos en el coraz6n del Africaen tiempos cuando las condiciones ha-bian sido mar dificiles que las de susoyentes. Con motivo del fin de los cur-SOS escolares, Livingstone dijo: LLesdir6 qu6 fue to que me sostuvo duran-te mi exilio entre extranjeros cuya len-gua no entendfa? Un silencio profundose esparcib entre los estudiantes queescuchaban: -Fueron las palabras:"He aqui yo estoy con yosotros todoslos dias hasta la consumaci6n de lossiglos".

515.

Un salvo de fe

Un joven americano llamado Leo,despu6s de vivir indiferente toda sujuventud, acept6 a Cristo, fue salvo,y se cas6 con una joven creyente.Tres dias antes de llegar a ser padre,al embarcar en el avi6n como soldado,telefone6 a su esposa:

-Amada mia, ora a Dios por toLeo.

Aquella noche, llegando al puntode destino, el comandante ordenb a lossoldados se lanzaran al vacfo, fiandoen sus paracaidas, para una acci6npor sorpresa. Leo era el Segundo. Elcompanero delante de 61, nervioso, lerog6 pasase el primero. Confiando enDios obedeci6 para darle valor. Cuan-do su paracaidas se abria, una terri-ble explosi6n casi le hizo perder elsentido. El avi6n habia sido tocado.Todos habian perecido, excepto Leo.

516. El salmo que salalv6 so vida

En los dias de la Guerra Civil endefensa de la Libertad Religiosa en In-

LA VIDA CRI STIANA - Sus benefit,

glaterra, un soldado protestante fuellevado al patibulo.

Cuando se le pregunt6 Lqu6 cosapedia antes de ser ajusticiado?, el buencreyente pidi6 le permitieran cantar elSalmo 119, que consta de 176 ver-sfculos.

Hizo bien, pues cuando estaba can-tando el versfculo 175, aproximada.mente, lleg6 un emisario con un in,dulto para 61.

Dios prem16 asi el amor a Su Palabra de su servidor.

517. El frbol no se cort6

Se cuenta de un hombre cuyo amora la Biblia era tan grande •.que recibi6el apodo de "Concordancia Bfbfca",qui6n cuando era joven estuvo reduci-do con su familia a gran pobreza. Enel jardfn de la casa que tenian alquila-da habia un peral, mas venerado porsu edad que por su fruto. La madre lepidi6 que to cortara, dici6ndole: Dire-mos al propietario que se sec6.

-Madre, pero esto sera una menti-ra; el arbol no es nuestro y Dios hadicho, no solamente: "No robaras",sino tambi6n: "Ninon mentiroso en-trara en el Reino de los Cielos". Teruego que no me to mandes cortar.

Ella desisti6, por dos o tres dias,pero como el frio arreciaba volvi6 ainsistir en la orden.

-Madre, Dios bondadoso nor haayudado muchos veces en nuestras ne-cesidades, permftame esperar hasta ma-fana, y si no recibimos ninguna ayu-da to obedecer6; ya que tambi6n estome manda el Sefior.

El muchacho se retir6 a su cuarto yorb ardientemente a Dios que le libra -

ra de tener que faltar de tal modo alos preceptor de su Santa Ley. Al dfasiguiente sali6 por la maiiana y hall6,

,UIDADo Y PROTECCI6N DE DIOS

no lejos de su casa, a un carboneroque se encontraba en dificultad por-que se habia roto una rueda del carroque fevaba cargado de carb6n. El chi-quilla le cont6 su apuro y el hombrernovido a misericordia dijo:

-Tambi6n me costaria de sacar es-te carb6n de aqui... 116valo poco a po-co a to casa que esta cerca. Y afroafadi6:

-Si alguna vez to encuentras enapuro, ven y to ayudar6.

El muchacho que se gozaba en re-latar esta historia, cuando hombre,decia que nunca tuvo que apelar aeste recurso, porque Dios siempre pro-vey6 a sus necesidades por otros con-ductos.

518. Un caso notable de laprotecci6n de Dios

El Rdo. E. P. Hammond relata es-te notable incidente en la vida del mi-sionero David Brainerd.

Vivfa este misionero en los EstadosUnidos, y sentfa que debia llevar elEvangelio a una tribu salvaje de in-dios que habitaban en los bosques casiimpenetrables a los demas hombres deaquel tiempo. Los amigos del misione-ro le dijeron que era Certo que jamasvolverfa con vida; con todo se resol-vi6 a ir. Llev6 consigo una pequefatienda de campaha en la que dorinia.Despu6s de muchos dias de viaje seacerc6 al pueblo o campamento prin-cipal de la tribu, y entonces se detuvopara orar a Dios y suplicar la bendi-ci6n suya sobre los indios a los cualesdeseaba llevar el Evangelio de sal-vaci6n.

El misionero crefa que ningfin ojole vefa sino el de Dios; pero los caza-

dores indios le habian visto cuandoplantaba su tienda y se apresuraron au al Poblado para informar al jefe

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de la tribu que un hombre blanco es-taba cerca. En seguida se celebrb unconsejo y se acordb que el hombreblanco debia de ser muerto, y deso-llarle el crfneo, costumbre que tenfanlos indios con los enemigos que ma-taban.

Acto seguido Certo nfimero de in-dios fueron al lugar donde el misio-nero habfa ido y aguardaron a cortadistancia con acecho esperando el mo-mento cuando vieran salir el blancode ella. Pero como Brainerd continua-se largo tiempo en oraci6n a Dios, losindios perdieron la paciencia, se acer-caron a la misma tienda, y mirandode soslayo le vieron de rodillas y ere-yeron oirle hablar con alguien.

En aquel momento vieron que unagran serpiente de cascabel lentamentemetia su cabeza por debajo de la tien-da del misionero, y habfa como si seirguiese para acometerle, disponi6ndo-se para dar con sus colmillos en sucerviz. De repente la terrible serpientese retir6 como si obedeciera una con-signa divina, y desistiendo de su aten-tado mortal, se escurri6 por el ladoopuesto por el que habia entrado enla tienda.

Los indios se quedaron pasmados,y lentamente se retiraron para juntarsecon sus companeros y contarles todoto que habian visto. Entretarito Brai-nerd estaba tan entregado a la oraci6nque nada sabfa de la visita de la ser-piente ni de los cazadores que habianido para matarle. Le parecia a 61 comosi oyese a Dios que le decia: "Mi ros-tro ird contigo".

Levantado de la oraci6n tomb el ca-mino habia el pueblo, legando su Bi-blia en la mano. A sorpresa suya vioa todo el pueblo salir a su encuentro,para saludarle. Le recibieron con elmayor respeto como teni6ndole bajo laproteci6n del Gran Espiritu, y conven-

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cidos de que en lugar de mostrarsehostiles habia un hombre a quien Dioshabia guardado del veneno de la ser-piente de cascabel, debfan hacer la pazcon 61. Escucharon su predicaci6n yalgunos de ellos mostraron disposici6nde hacer caso de sus stiplicas por lasque les exhortaba que se reconciliasencon Dios, aceptando la salvaci6n pormedio de Jesucristo.

519. Dios dirige a 10s SIIYOS

Una bella historia que muestra c6mo 'Dios dirige a los suyos que encomien- ~,dan sus vidas a 61 es la de Ais Pormes,de Indonesia. Durante la SegundaGuerra Mundial, en 1944 un aeropla-no de las fuerzas aliadas cay6 en elmar cerca de la costa de este pats, yhubo cinco supervivientes que lucha-ron desesperadamente en el mar.

Ais y otros jovencitos salieron ensus canaas y los rescataron. Los alia-dos se preguntaban si sus rescatadoreseran amigos o enemigos, pues la ma-yor pane de las islas de Indonesia es-taban bajo el mando del enemigo. Ais,para despreocuparlos dijo una de lasdos palabras que sabfa en ingl6s: "Je-sus". El piloto le contest6 con la mis-ma palabra, y cada uno se identific6como cristiano.

Los indonesios hicieron todo to quepudieron para ayudar a los sobrevi-vientes, y al amanecer del siguiente dialleg6 un aeroplano por ellos. Ais conlas manos les hizo entender que 61 de-seaba it tambi6n, aunque todo to queposeia eran sus pijamas y s61o sabiados palabras en ingles. Los agradeci-dos supervivientes con gusto to lleva-ron consigo a Australia, donde estu-di6 para el ministerio. Volvi6 a su pa-tria como predicador en 1952, y conla ayuda de una pequeiia congrega-ci6n que ya habia, organiz6 una Igle-

LA VIDA CRISTIANA - Sus benefidos

sia Bautista. La mano de Dios obr6para ayudar a Ais.

520.

Pan ecbado sobre las agoas

Un dia sofocante de agosto, un mu-chacho estaba subiendo una colina lle-vando sobre sus hombros una canastademasiado pesada para sus fuerzas.Cuando habia subido la mitad un ca-ballero joven le alcanz6, y notando queel muchacho estaba fatigado le dijo:

-Permiteme ayudarte -tomb lacanasta y la llev6 hasta la cima.

--Gracias, seiior -dijo el mucha-cho-, ya puedo llevarla bien el restodel camino porque es piano.

Pasaron veinte anos y el caballero,ya anciano, estaba sentado en una me-cedora mirando pensativamente el fue-go de la chimenea. En estos momentosson6 el timbre de la puerta y un visi-tante fue admitido en su cuarto, el cualle dijo:

-He sabido que esti usted en cir-cunstancias crfticas, digame con fran-queza si es asi o no, porque quieroayudarle.

-Es la verdad, seior; mi condici6necon6mica es apurada y en esto esta-ba pensando ahora, sin hallar caminode salida.

-LCuinto necesita para salvar susituaci6n? LPuede hacerlo con 20.000d6lares?

El anciano qued6 estupefacto y siapoder hallar, no pudo mas que me-near la cabeza indicando su acepta-ci6n de la oferta.

-Entonces -dijo el visitanter-,deje toda su congoja porque puede te-ner el dinero mafiana mismo

Y anadi6:-Seguramente quisiera saber usted

quien es que tan misteriosamente le havisitado y por qu6 le ha ofrecido el di-nero. Hace. veinte anos, cuando estaba

51VADO Y PROTECC16N DE DIOS

subiendo una colina con una canastademasiado pesada para mis fuerzas,usted bondadosamente me ayud6. Us-ted no sabe c6mo ese hecho me nasyudado en mi vida; fue como una se-milla viva de bondad puesta en mi co-raz6n. Dios me ha prosperado en losnegocios y con frecuencia cuando lehe encontrado por la calle he pensadoque usted me habfa olvidado, y tam-bfen el incidente de la canasta. Perosiempre he agradecido su acto bonda-doso y deseaba poder hacer algo masque darle las gracias. Habiendo ofdorecientemente de sus dificultades eco-n6micas me regocija de tener la opor-tunidad de mostrarle mi gratitud deun modo efectivo.

No todos los actos de bondad tie-nen tan esplendida compensaci6n enesta vida; pero el Senor nos aseguraque no perderan su recompensa en isEternidad, y allf todas las recompen-sas tienen un valor infinito.

521. El dngel guardidn

En cierta ocasi6n el Rvdo. R. L.Hastings de Boston, consagrado siervode Dios, viajaba a caballo por losmontes de New Hampshire, llevandouna importante suma de dinero paraun amigo. Notando que una cornea desu montura estaba floja par6se en unclaro del bosque y bajandose del ca-ballo la apret6 y volvi6 a montar.

Algunos anos despu6s fue llamadoal lecho de muerte de un hombre. Ape-nas habia hablado con 61 pocos minu-tos cuando 6ste pregunt6 al pastorHastings, si no recordaba cierta nochecuando baj6 de su montura en el lu-gar que el enfermo le senal6, paraarreglar una cornea.

--Si -replic6 el Senor Hastings-,to recuerdo perfectamente, era unanoche de luna llena.

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-Yo estaba allf esperandoos paramataros y robaros el dinero que lie-vabais, pero cuando desmontasteis via otro hombre de hermoso aspecto avuestro lado y no me atrevia a ha-bermelas con dos personas.

-Pues, si, sefior -insisti6 el enfer-mo-, yo to vi bien claramente, ysiempre to he recordado.

El bandido pidi6 perd6n al-pastorpor el mal que habia planeado hacer-le, y despu6s de oir de sus labios pa-labras de consuelo y esperanza, muri6en la paz del Senor.

522. Dad, y os Seri dado en abun-dancia. Lucas 6:38.

El doctor R. A. Torrey cuenta unaexperiencia propia de su juventud, pa-ra probar esta promesa de Jesus. Undia cuando subi6 al tranvfa, despuesde pagan su billete descubri6 que s61ole quedaban 7 centavos y no sabfa dedonde vendrfa el dinero para comprarsu pr6xima comida para el y su fami-lia. Sin embargo, dijo que no se preo-cupaba porque Dios siempre habfa su-plido sus necesidades.

Apenas habia tomado asiento cuan-do una senora entr6 en el coche ypag6 sus 5 centavos, pero el cobradorle devolvi6 la moneda diciendo queno era buena. Grandemente atribuladala mujer dijo que era todo to que te-nfa y el cobrador le orden6 bajar.Conmovido por el caso Torrey pusoen manos del cobrador la 6nica mo-neda de 5 centavos que le quedaba,sin preocuparse de que s6lo le que-daban dos c6ntimos, to que no erasuficiente ni siquiera para pagar suviaje de vuelta en el tranvfa; por cuyomotivo tuvo que volver a pie.

De stibito un coche se par6 a sulado y un hombre le detuvo para pre-guntarle c6mo iba la obra de su mi-

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nisterio. A las pocas palabras de To-rrey, este caballero sac6 su cartera yle dio 200 d6lares dici6ndole:

-Hate dias que deseaba encontrar-le para darle algo para su obra.

Andando habia su casa el doctorTorrey dio gracias a Dios por el altodividendo que habia recibido por sus5 centavos dados aquella maiiana.

523.

Sin limite

Un nifio de los barrios bajos fuellevado al hospital donde recibi6 untratamiento como camas habia tenido.Despu6s de baiiarlo y ponerlo en unacama limpia, la enfermera le trajo ungran vaso de leche.

-ZHasta d6nde tengo que beber?pregunt6 el nifio mirando la lecheavidamente.

-LQu6 quieras decir, replic6 la en-fermera.

-Es que en casa somos cinco parabeber un vaso de leche, y la madrenos dice hasta d6nde tiene que sorbercads uno. LCuantos otros nif os tienenque beber de esta leche? No sea queyo tome demasiada.

-Bebe tanta como quieras, todaes para ti, replic6 la enfermera, mi-rando al flacucho nifio con ojos com-pasivos.

"Sobreabundv la gracia" nos dicela Escritura. Dios no pone limites asu gracia, sino que permite a cada hijosuyo recibir de ella tanto como quiera.

524. Traici6n castigada

Cuando Tissafernes, convencido deque era superior en fuerzas, vio16 eltratado de paz que habia jurado yempez6 las hostilidades contra Agise-lao, este 61timo dijo:

-Estoy contento de esto, porquepor su perfidia Tisafernes ha obligadoa los dioses a ponerse de mi lado.

LA VIDA CRISTIANA - Sus beneficios

El resultado fue que Agiselao sali6triunfante y Tissafernes perdi6 la ba.talla y la vida.

-LC6mo podia ser de otro modo?--coment6 Agiselao, despues de laVictoria-. Es una extraiia locura lade aquellos que hacen guerra en con,tra del Cielo esperando que las es.trellas puedan serles favorables.

(Pues sabia que su enemigo habiaconfiado en un hor6scopo astrol6gico).

Si esto decian gentes paganas, porsu fe en falsos dioses, y no tenianpromesas de especial cuidado en fa.vor de sus seguidores como las quehallamos en la Sagrada Escritura.i Cuanto mas deberiamos sabcr decirlolos cristianos!

525. El obrero y la urraca

En una ciudad industrial sobre elRhin volvfa de la fabrica a su hogarun tejedor, hombre temeroso de Dios,y su esposa y cinco hijos de cortaedad le aguardaban para corner lamodesta cena que consistia en un pla-to de sopa de pan y patatas.

Pero el padre no mostraba ganasde comer. Con un fuerte suspiro pusosu sueldo sobre la mesa diciendo:

-Este dinero, es el ultimo que todar6 y de 61 debemos vivir, pues hesido despedido.

-Imposible, exclam6 la esposa.Hate trece anos que trabajas en lafabrica y hate quince dias que el se-hor Monset to alababa ante sus ami-gos como un obrero fiel y aplicado.

-Para mi tambi6n es una cosa in-explicable, contest6 el esposo, peroel industrial se mostr6 firme en suresoluci6n. Ahora, agreg6, es necesa-

rio que nos. consolemos con las gala'bras del Salvador en Mateo 6; 8.

A la mafiana siguiente, domingo, elhombre fue como de costumbre al

CUIDAD O YPROTECCI6N DE DIOS

culto y empez6 su bdsqueda por tra-bajo con desconsuelo, pues durantetoda la semana no hall6 ningunapuerta abierta.

Pronto lleg6 el dia en que la ma-dre tuvo que poner el ultimo pedazo depan sobre la mesa para los dos ni-nos mas pequenos, mientras los dosmayores tuvieron que it al colegio sindesayunar y tambien ese dia sali6 elpadre en busca de trabajo. La madreestaba ocupada arreglando las camascuando oy6 en la calle el grito de unmuchacho que exclam6: "Aqua teneisvosotros algo para comer", y al mismotiempo cay6 un bulto por la ventanaabierta del comedor. Ella corri6 paraver de qu6 se trataba y vio que eraun pajaro muerto: una urraca. To-mando el pajaro por el cuello to viotan hinchado que le llam6 la atenci6n.Lo cort6 y encontr6 una cadenita deoro con una piedra preciosa de unbrillo claro. Llev6 esta joya al plateroquien exclam6 al verla con alegria. Laconozco. Hate quince dias la vends alsenor Montset; mire, usted, aqua llevami marca".

Inmediatamente fue a casa del pa-tr6n para explicarle to ocurrido. Lahija del patr6n exclam6 que su urra-ca, que tenia domesticada, habia muer-to y la habfa echado por la ventana,encontrandola el muchacho dos diasdespu6s. Desde entonces echaban demenos la cadenita y como el tejedorhabia tenido un trabajo que hater eneste dia en la habitaci6n de la seiio-ra, cay6 sobre e1 la sospecha del robo.Pero ahora el senor Montset se dis-culp6 de su mil infundada sospechaordenando al obrero que volviera a sucasa, con mayor sueldo del que habiaganado.

209

526.

La evidencia de ser cdstiano

Cuando Maria, recientemente con-vertida, se present6 en la iglesia paraser examinada como candidato parael bautismo, el pastor le hizo variaspreguntas y entre ellas las siguientes:

-zMaria, es usted cristiana?-Si, senor.-A hecho de haber aceptado a

Cristo con todo su coraz6n, ha pro-ducido alglin cambio en su vida?

-Si, senor -contest6 Maria-. Hesentido un cambio bastante notable.

El pastor le dijo:-Supongamos, por ejemplo, que se

le presenta alguna tentaci6n para ha-cerle caer en pecado, Lqu6 har$ us-ted?

Maria le contest6:-Cuando venga Satanas tocando a

la puerta de mi coraz6n, dar6 mediavuelta y dir6 a Jesus: "Senor, haz elfavor de it a la puerta, porque Satanasme modesta". Y cuando Satanas veaal Sehor Jesus, diri: "Dispensame,me equivoque", y seguira adelanteporque sabe que no podia entrar enese coraz6n.527. La fe de Quarrier

A William Quarrier, fundador delas c6lebres casas para hu6rfanos quehoy llevan su nombre, se le pregunt6en cierta ocasi6n si tenia una fe muyf uerte.

"No", fue su respuesta. "Soy unhombre que tiene una fe muy debilen un Salvador muy fuerte".

528. El finger de la guarda de laLuftwaffe

Era en la pasada Guerra Mundial,en el . aiio 1943. Tres aviones inglesesvolaron sobre los altos escarpados deDover, atravesando el Canal de la

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Mancha y se internaron en Alemania.Al mando de la escuadrilla estaba elcapitan americano Paul Helander, deChicago.

En los azares de la excursi6n, elcapitan se encontr6 con el aparatoaveriado, volando a la deriva sobreterritorio infestado de enemigos.

De repente, apareci6 un avi6n ale-man. Desesperado, Helander, que eracristiano, orb al Sefior. Al momentola paz llen6 su alma y afront6 el pe-ligro sin espantarse, aguardando elrugido de las balas.

Un poco amedrentado, observ6 c6-mo el piloto habfa piruetas a su alre-dedor, como un nifio que se escapade los que le acompafian, o quizasmas realmente, como un gato jugandocon un maltrecho rat6n.

Finalmente, el piloto de la Luft-waffe vol6 directamente por su cos-tado y Helander esper6 el estallidofinal, que le enviaria a tierra a juntar-se con sus infortunados companeros

Sin embargo, el piloto aleman, so-lamente le hizo sefias y por variasmillas volaron hermanadamente uno allado del otro. Entonces, un potenteruido seiial6 la proximidad de masaviones de Gaza alemanes. Al mo-mento el aleman gir6 su aparato, son-ri6, salud6 al piloto americano y semarch6.

Helander nunca pudo saber por qu6el piloto aleman le escolt6 en lugarde atacarle. Era un enemigo del re-gimen de Hitler? Era un cristiano aquien Dios toc6 el coraz6n para pro-ceder de una forma tan inusitada? Sinpoder explicarselo, pero alabando aDios por su protecci6n Helander re-gres6 ileso a su base.

529.por la MW'

530. El mejor rey

LA VIDA CRISTIANA - SUS beneficjW

'°Por vuestra merced, que no

Un rey que iba de Gaza, sorpren.dido por una tempestad, recibib au.

xilio de un campesino, al cua1 ofre-cib introducir en la Corte, exigi6n.dole como unica condici6n que cuandose hallaran de nuevo con el grupo denobles que formaban la partida, nun.ca se separara de su lado. Dado elaspecto rdstico del lugarefio, cads vezque se detenfa alejandose de su refcompafiero para admirar algo, se ha-llaba en alguna dificultad con los queignoraban el prop6sito del monarea.Cuando por fin se hallaran en Palacio,no pudo menos que exclamar: "Porvuestra merced llegu6, senor, que nopor la mfa". ZNo es esto to que tendsque decir cada creyente redimido?

En una reuni6n misionsra cele-brada en la isla de Raratonga, unhombre muy anciano se levant6 ydijo:

-Yo he vivido durante el reinadode cuatro reyes. En el primero tuvi-mos guerras continual y fue un perio-do de mucho temor. Durante el reina-do del segundo padecimos una terri-ble hambre, hasta el punto de tenerque comer ratones, hierba y madera.Durante el tercero fuimos vencidos ytuvimos que soportar una invasi6n; pe-ro durante el reinado de este rey fui-mos visitados por otro rey, el granRey,; Cristo Jesus, el Rey del amor, elRey del Cielo. El ha conquistado nues-

tros corazones; por esto tenemos Pazy plenitud de bienes en este mundo Yesperamos pronto vivir con El en elCelo.

CUIDADO Y PROTECCI6N DE DI OS

531. La to de an nifo

Una pobre mujer americana cuyomarido habia sido enrolado en el ej6r-cito Federal durance la guerra civil enlos Estados Unidos, qued6 desampa-rada con cuatro hijitos, en aquel tiem-po cuando los gobiernos no provefanpara tales necesidades.

Entre sus hijitos habfa un nifio de6 afios que habia aprendido a confiaren el cuidado de su Padre Celestial,cuya fe nunca fallaba. Todo el tiemposu tiema voz estaba lista para con-solar y animar a su madre con susdichos infantiles. Cuando el tonel deharina estaba por vaciarse el coraz6nde la madre se oprimfa; pero el chi-quillo observb que siempre volvfa allenarse, pues la caridad de variosgranjeros amigos de la necesitada fa-milia provefan to necesario.

Un dia mientras la madre sacabaharina del tonel, el nifio se hallabasentado a su lado sobre el suelo, re-flexionando al parecer. De repente unaidea pasb por su mente y levantandola cabeza exclam6: "Madre, me pa-rece que Dios to oye cuando rascamosel fondo del barril".

532. El pescado maravilloso

Hisrdrico: Dan Crawford, el misio-nero que por amor al Africa se nacio-naliz6 africano, se hall6 una vez tanenfermo por un ataque de fiebre quesu debilidad era extrema.

Su esposa, no pudiendo hacerlepasar bocado, decfa:

-A to menos tuvi6ramos una buenpescado, que se to prepararfa de mo-do que es seguro 61 to comerfa.

Cuando estaba diciendo esto a losnaturales del poblado, llegaba corrien-do un negro con un hermoso y frescopescado en la mano. Todos quedaron

534.

Alimentada de so mesa

maravillados. El muchacho se explic6:-1Pacaro grande, lleva pescado

picot 1Pacaro grande voli espantado,no sab6 nego poqu6, y pacaro dejacab pescado que nego tra61

"Dios obra por caminos misterio-sos, las maravillas que el mortal con-templa".

533.

Los caminos de la providencia

Cierta mafiana que el famoso poetaCowper se hallaba totalmente deses-perado hizo el prop6sito de acabar suvida arrojandose al Tamesis desdecierto puente de Londres. A tat ob-jeto alquil6 un coche para trasladarseally desde su casa, situada en uno delos suburbios de Londres; pero por elcamino sobrevino una de las sfibitasy densas neblinas que suelen afectarla ciudad del Tamesis, de tat modoque el cochero, a pesar de ser bienconocedor de Londres, fue desorien-tado y en lugar de dar con el Tamesisse encontraron e vuelta, casi en elmismo lugar de donde habfan salido.

Cooper, que habia reaccionado du-rante el camino, comprendiendo todesacertado de su decisi6n volvi6 asu casa, y aquella misma noche escri-bio el famoso himno:

"Dios obra por caminos misterio-sos, ]as maravillas que el mortal con-templa".

Una mujer cristiana, solia decir queella nunca carecerfa de nada porqueDios suplirfa sus necesidades. Cuandovino un decreto de persecuci6n y fuedetenida el juez anglicano que tenfasu vida en sus manos y profesaba ungran odio a los disidentes puritanos,le dijo durante el juicio:

-Por mucho tiempo he querido

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teneros en mi poder y ahora os en-viar6 a prisi6n a morir de hambre; asisabreis que los herejes no tienen nin-glin Padre Celestial que cuide de ellos.La mujer respondi6 con confianza:

-Si es la volurtad de mi Padre Ce-lestial, yo sere alimentada de vuestrapropia mesa.

Y asi fue el caso, literalmente; puesla esposa del juez que estaba presente,fue de tal modo conmovida por la fir-meza de la creyente mujer, que desdeentonces le envi6 cada dia una por-ci6n de su casa, de modo que la per-seguida mujer no muri6 de hambre,hasta que vino un cambio de politicaque trajo su libertad.

Lo mas notable del caso es que,de acuerdo con la promesa del Sal-vador, la esposa del juez no perdi6su recompense; pues Dios tuvo a bienconvertirla un tiempo despues dindolelas bendiciones de su salvaci6n.

5.

GOZO Y PAZ POR LA FE

535. Mira arriba

Cierto capitan not6 que su hijo quehabia subido a un mastil, estaba per-diendo el equilibrio a punto de caer,porque tenia la vista dirigida habiaabajo fija en las olas. Acto seguido,cogi6 el padre la trompeta gritando amAs no poder:

-Mire arriba.Y mirando arriba hacfa el cielo,

donde todo era calma, ces6 el v6rtigodel joven y pudo bajar sano y salvo.

Nuestra serenidad y nuestra, sal-vaci6n se asegura, siempre mirandoarriba.

536. Noreaidad

02 el MOodo sino la

La conversi6n es un cambio de sen-timientos que domina la vida. Dicho

LA VIDA CIUST IANA - Sus 6enelicios

cambio puede operarse gradual o re,pentinamente. Despu6s de pacer inves-tigaciones entre un buen numero depersonas, en distintas partes del mun-do, he llegado a la conclusi6n de queel cuarenta por ciento de aquellos quepan experimentado un verdadero cam-bio pertenecen al grupo de las "con.versiones repentinas"; mientras que elsesenta por ciento restante perteneceal grupo de las "conversiones gra.duales". El valor de este cambio nopuede juzgarse tomando en cuenta torepentino o to gradual, ni los fen6me-nos que to rodean, sino los hechos quese desprenden de 61. Sea que la con.versi6n se opere gradual o repentina-mente, le da al hombre algo fuera desi mismo que amar; mejor dicho "Al.guien a quien amar". - Stanley Jones.

537. El anciano feliz

Un anciano conocido por su po-breza fue hallado cantando gozosa-mente. Al interrogdrsele sobre el mo-tivo respondi6: "Estoy gozoso porquenada me falta". La persona que re-cibi6 tan 6ptima respuesta supuso queel hombre habfa venido en posesi6n dealguna fortuna, y dej6 de entregarle al-gun socorro que le traia. Despu6s supoque tenia solamente to necesario parala comida, mas no para la cena deaquel dia. El anciano explic6 mas tar-de que, ciertamente, nada le faltabaya que no debia comer y cenar a untiempo, y para la cena, Dios provey6.

538.

Hechos pare la fe, no pare eltemor

Dijo un profesor de la Universidad

de John Hopkins: "No sabemos porqud es, pero el que se preocupa mujeemas pronto que el que pace a un lado

GOZO Y pAZ POR LA FE

,us preocupaciones". Pero los cristia-nos, estamos hechos interiormente pa-re la fe, no para el temor.

jenfa raz6n Jesus, cuando dijo:, , No os acongojeis", y dio el remediopara el acongojado: Fe en Dios. Todala vida esta clamando para corroborarla realidad de esta gran sentencia. -E Stanley Jones.539. Fe en medio de afiicci6n

Una sefora yacia moribunda porcause del cancer. Habla vivido bajola sombra de esta enfermedad pormuchos aiios; pero habia continuadosuviendo a su Senor, actuando con re-gularidad en el coro de la iglesia yguiando a los j6venes en todas lasfases de actividad de la iglesia. Su di-namica personalidad brillaba con la fepara su Sehor.

Ni la cirugfa ni el radium habianpodido mejorar la enfermedad quetenia. En una ocasi6n que la visit6 laesposa de su pastos esta le dijo:

-Recuerde que toda la congrega-ci6n estA orando por usted.

Ella respondi6:-Digales que pidan que por medio

de mi enfermedad sea glorificadoDios.

La congregaci6n or6 tal como pidibella y su oraci6n fue contestada.

Su esposo dijo que cuando lleg6 sufin estaba cantando en voz baja uncanto que nunca habia oido antes, y 61pens6 que era un cantico del mundoespiritual. Por to menos habia que Diosestaba con ella.540. Dios de poder

"Por tanto no temeremos aunquela tierra sea removida" (Salmo 46:2).

Durante un temblor, los habitantesde una poblaci6n se alarmaron muchoy al mismo tiempo se sorprendieronal notar la calma y gozo de una mujer

213

a la que conocian como protestante.Al fin le preguntaron:

-Mujer, Lno tiene usted meddo?,por que se rfe?

Ella contest6:El tener un Dios que puede sacudir

el mundo, llena mi coraz6n de rego-cijo.

541. Echando toda vuestra solicitudsobre 61

El evangelista Henry Moorhousetenfa una hijita paralitica. Un dia lleg6a su casa con un paquete en la mano,y la niiiita, que estaba sentada en susilla le dijo:

-Mama esta arriba. Dame el pa-quete y yo se to voy a llevar.

El padre sorprendido le pregunt6c6mo iba a pacer ella, que no podiacaminar, para llevarle el paquete a lamadre. Y entonces la niiia le respon-di6:

-Tu, papa, me dares el paquete.Yo to llevar6 en mis manos, y W mellevaras a mi.

Levantandola en sus brazos, la llev6hasta la presencia de la madre. Ymientras to hacfa pens6: "Es justa-mente to que me sucede a mi. Yo llevomis preocupaciones y mis cargas. PeroDios es quien me llena a mi". (1 Pedro5:7).

542.

El doctor Watts en su lecho demuerte

Una de las 61timas palabras de esteeminente hombre de Dios, autor detantos himnos fue:

-Yo bendigo a Dios de que puedocerrar los ojos confiado cada noche,sin preocuparme de si despertare eneste mundo o en el otro.

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543. La vida mfis feliz

El Rdo. Mathiew Henry dijo en sulecho de muerte a su amigo senorLedge.

-TU que has tenido cuidado enescribir los dichos de moribundos, es-cribe el mio: "Una vida gastada en elservicio de Dios y la comuni6n con Eles la vida mss grata y feliz que cual-quier persona puede vivir en estemundo".

544. Moriremos al amanecer

(Esta sincera y conmovedora eartafue escrita por un joven holandes de22 anos, momentos antes de que e1y sus tres companeros fueran f usiladospor un pelot6n alemdn. Su crimen era:Haberse escapado de Holanda inten-tando juntarse a Jas f uerzas holandesasde Gran Bretana).

Querido padre:Me es dificil escribirte esta carts

pero tengo que decirte que el Tribunalmilitar ha pronunciado sentencia demuerte sobre nosotros. Lee esta cartsvarias veces y entonces dilo cuidado-samente a mama.

Cuando os escribi el 14 de febreroya habfamos sido condenados a muer-te, pero no to to dije porque teniamosla esperanza de una petici6n de indultoelevada a Paris la cual fue denegada.iConfiabamos tanto que tendria buenresultado pues nuestro caso no eradespu6s de todo un crimen!

Un poco de tiempo y a Jas cincode la madrugada sera la hora; perono es tan terrible. No tengo miedo.Tengo una firme convicci6n de quepuedo mirar adelante a una muerte enCristo. Despu6s de todo, s61o sera unmomento y luego estar6 con Dios.Alli no habra miserias, ni tristezas,como en esta tierra. LEs esto un paso

LA VIDA CRISTIANA - Sus beneficios

horrible? Por el contrario, es la her.mosura de estar sostenido por Dios. ElSenor nos ha dicho que El no aban.donara a los suyos. Siento cerca supresencia y estoy preparado para mo.air. Espero que esto sera para ti unconsuelo.

Conozco bien cuan lamentable es,pues somos sun tan j6venes. Pero Diossabe que nuestra causa era justa. Pien-so que es mucho peor para vosotrosque para mi, porque yo se que he coil.fesado todos mis pecados al Seiior yque soy suyo enteramente. Por tantono est6s triste sino confia en Dios yors para ser fuerte.

Madre, querida madre, d6jame darteun abrazo. Perd6name cualquier faltaque to haya hecho. No llores, amadamadre. Ten buen animo. Todavia tie-nes otras ninos. Yo s6 que volver6 averte. Recibe el ultimo carifioso besode to hijo Kees.

Padre, perd6name tambi6n. S6 fuerteen la fe, que yo s6 que tienes asicomo la madre. No llores, sino dagracias a Dios porque hemos podidotener la certeza de su gracia.

Mis compaheros os saludan a todos.Sed fuertes y pedid a Dios fortalezade animo. Confiad en El y El haraque todas Jas cosas os ayuden a biers.

Saludad a todos de nuestra parte.

Sed buenos, padre y madre.Mis sinceras gracias a todos los quehan hecho algo por mi.

Nosotros estamos muy animados.Estadlo vosotros igual. Ellos s61o PO'dran quitarnos nuestros cuerpos. Nues-tras almas estan en Jas manos de Dios.

Padres, me marcho hacia alli. Hastavolvernos a ver en aquella reuni6n quesera mucho mss feliz. El Seiior Os

bendiga a todos. No guard6is ningbrencor. Yo muero sin aborrecer a na-

~oZO Y PAZPOR LA FE

die, Dejad que Dios dirija todas Jas

cosas.Vuestro Kees

Asi muere un cristiano. ZNo quie-res lector poseer la misma paz y se-guridad en la hora decisiva, cualquieraque sea la forma en que venga?

Cristo "quit6 el temor de la muerte,trayendo a la luz la 'vida y la inmorta-lidad por el Evangelio". Solamente sile hemos recibido como salvador, nues-tra actitud en tal momento, que tieneque llegar, podra ser id6ntica a la deeste joven cristiano.

545. lGozososl

En la puerta de un hospital ame-ricano se lee: "Si no sab6is sonreirno entr6is.

La Escritura repite: "Gozaos siem-pre; otra vez os digo que os goc6is".- Pablo.

"Estas cosas os he escrito, para quetengais gozo". - Juan.

"Un coraz6n alegre es una medi-cina". - Salom6n.

El Cristianismo empez6 con uncanto de gozo angelical lleno de paz,y sigui6 en Jas palabras del angel: "Osdoy nuevas de gran gozo", y fue glo-rificado por Jas que los Angeles dije-ron a Jas mujeres que fueron al se-pulcro: "No temais vosotras; ha re-sucitado... y le ver6is".

* * *Los que no ven en el Evangelio una

fuente de gozo, es porque no se in-clinaron para beber sus aguas claras,purisimas, de vida. - A. Almudevar.

546. El gozo de la libertad (En re-laci6n con Isaias 61).

Cuando era yo muchaeho y viviaen Sheffield, Inglaterra, me gustaba

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encerrar en pequeiias jaulas a los pa-jaritos silvestres que compraba a loshombres que tenian por oficio atrapardichas avecitas. Esos hombres con fre-cuencia vendian los pajaritos como sifueran cantores, y algunas veces hastapintaban a los gorriones para que pa-recieran canarios. Por to tanto, comomis pajaros no cantaban aunque lesdaba yo panecillos, azlicar y otras go-losinas ademas del alimento regular,llegu6 a la conclusi6n de que no po-than cantar. Pero un dfa mi hermanaabri6 Jas puertas de Jas jaulas y dioa los pajaros su libertad. Tan prontocomo ella hizo esto, yo fui corriendoal patio: y mientras esas plumiferascriaturas de Dios iban remontandoseen el espacio, of que cantaban. -Harry M. Smart.

(Asi sucede con Jas almas cautivas:el mundo puede darles sus "dulzuras";pero el coraz6n de los hijos de Diosnunca puede cantar sino hasta que eldivino Libertador abre la puerta dela jaula del pecado. - G. Hurbutt.

547. No puedo hacerlo de otromodo

En cierta ocasi6n se pregunt6 alcompositor Haydn como era que suscomposiciones religiosas eran tan ale-gres, y dio la siguiente respuesta: "Nopuedo hacerlo de otro modo. Cuandopienso en Dios y en su gracia en CristoJesus, esta tan lleno de gozo mi co-raz6n, que Jas notas saltan y bailanpor la pluma. Puesto que Dios meha dado un coraz6n alegre, debe sermepermitido que le sirva con alegrfa".

548. El nido en la rocs

Un poderoso rey, que era famosopor sus riquezas, habia podido com-probar que Jas mismas no le hacian

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feliz. Oyb hablar de un ermitaiio, fa-moso por su sabiduria y piedad, quedaba lecciones a los demds hombrespara ser felices. Sin dilaci6n dirigi6sus pasos donde podria encontrar aeste var6n de Dios, el cual vivia enun rinc6n del desierto.

-Amigo -dijo el rey-, he venidopara que me ensen6is como podr6llegar a ser feliz.

El anciano le recibib afablementey le invit6 a it a dar un paseo con61. Le condujo por una senda estrechay to 11ev6 hasta el pie de una rocs,situada encima de la alta montana. Allien la cumbre habia construido un&guila su nido. Sefi.alando la rocs dijoel anciano al rey:

-Digame vuestra majestad: Lporqu6 habr& edificado el aguila su nidotan alto all& en la rocs?

-Sin duda contest6 el rey paraestar a salvo do todo peligro.

-Cierto dijo el sabio; seguid en-tonces el ejemplo del aguila. Edificadvuestra casa sobre la "Roca de lossiglos", haceos un hogar en los cielos.

Despu6s estar6is seguro de todo peli-gro y disfrutar6is la paz y el gozotodos los dias de vuestra vida.

549. Resultados que a menudo nose ven

Un turista que visitaba la ciudad deAmsterdam, cuando oy6 el carrillonde la torre que llenaba los aires consu melodia dijo:

-Me gustaria ver c6mo se hate es-ta mfisica.

El dia siguiente a las dote fee ad-mitido en la sala de la catedral dondeun m6sico tocaba el carrillon; peroalli no podia oir musica de ningunaclase; sino el requeteo de las teclas.La hermosa mdsica se extendia por la

LA VIDA CRISTIANA - Sus beneficios

ciudad desde la tone, pero los desa.gradables golpes de las teclas y dela consiguiente maquinaria eran nece.sarias para producirla. El mismo mf1.sico no podia oirla.

Muchas cosas que hacemos en tra.bajos administrativos para la Obra deDios parecen no tener musica. Asi-mismo muchos deberes cotidianos pa.recen no tener ningfin sentido en nues.tras vidas, solamente podemos oir elrequeteo de las teclas de nuestra vidaordinaria; pero si vivimos verdadera-mente en Dios, y para Dios, nuestraactividad, tendra resultados. Otraspersonas oir&n su mfisica. Sobre todoDios y sus angeles, que pueden al.canzar m&s all& de la vista humana,percibiran, si somos fieles, las armo-nias que resonar&n por la Eternidad.Ninguna nota, en la melodia de nues-tra vida para el servicio de Dios, seraperdida. - A. C. DicNson, en MoodyMonthly".

550 .

El escoc6s feliz

Un escoc6s muy gozoso en la fe,fue preguntado por la raz6n de sugozo inalterable, a to que 61 contest6:

-4La raz6n? Son tres a fuera.-4Qu6 quiere usted decir? -si-

guieron preguntando.-Pees esto: LLa sangre de Jesu-

cristo nos limpia de todo pecado?Pues, lafuera con el pecado!

-LEchando toda vuestra soliciteden El, porque El tiene cuidado de vo-sotros? Pues, iafuera con todos los te-mores!

-LLuego, nosotros, los que vivimos,los que quedamos, seremos arreba-tados en las nubes a recibir al Senoren el aire, y as! estaremos siemprecon el Senor? Pues, lafuera con m!

Senor al fin!Por estos tres !afuera! soy yo feli%.

~OZo y pAZ POR LA FE

551. Es fAci1 de comprender

Un comerciante de la ciudad deBrema (Prusia) viajaba en un tren en-jente de una senora de edad algoavanzada. Intent6 establecer conver-saci6n con ella, y le dijo con caraamable:

-LViene usted de muy lejos?-Si, senor, vengo de la India.-LC6mo es que puede viajar tanto

en edad tan avanzada?, adem&s, seve usted tan feliz. LQuiere usted de-cirme el por qu6 ha conservado sufrescura y gozo juvenil?

-Si, senor; esto es muy f&cil deetender; conocdo de verdad al SenorJesus.

El comerciante no pudo olvidar ja-mas la impresi6n que aquella respues-ta le produjo.

552 .

Inversiones exentas de impues-to

Un cierto asesor de impuestos lleg6a la casa de un pobre ministro delevangelio con el fin de determinar lacantidad de dinero que deberia elministro pagar por impuestos.

-zQu6 propiedad tiene usted -di-jo el asesor.

-Soy muy rico -replic6 el minis-tro.

-H&game una lista de sus posesio-nes, por favor -demand6 el asesor.

-Primero, tengo vida eterna (Juan3:16).

-Segundo, tengo una mansi6n enel cielo (Juan 14:2).

-Tercero, tengo paz que sobrepa-sa todo entendimiento (Fil. 4:7).

-Cuarto, tengo un gozo inefable(1.a Pedro 1:8).

-Quinto, tengo un amor divinoque nunca falla (l .a Cor. 13:8).

217

-Sexto, tengo una esposa fiel ypiadosa (Prov. 31:10).

-Le felicito por sus riquezas -di-jo el asesor-, pero ellas no paganimpuestos.553--

Como le gan6 Is atenci6n

Se cuenta del conocido predicadorno-conformista, senor Doodlittle, quevivi6 a finales del siglo diecisiete, quepredicando en una iglesia se dio cuen-ta de un joven que estaba muy tran-quilo y con frecuencia miraba a lapuerta como dando muestras de que-rer marcharse. El senor Doodlittle,sintiendo deseos de retenerle, apel6 alsiguiente recurso. Dirigi6ndose a unanciano que se hallaba en el palco lehab16 de un modo directo, diciendo:

-Hermano Lse arrepiente usted dehaber aceptado a Cristo?

-No senor; fue la respuesta pro-cedente de la galena, s6lo me arre-piento de no haberle aceptado maspronto.

El senor Doodlittle volvi6ndose alotro lado se dirigi6 a una hermanaanciana en la misma forma:

-No senor -dijo 6sta-, s61osiento no haberle conocido desde mijuventud.

Entonces, dirigi6ndose al joven cu-yas muestras de intranquilidad y con-moci6n eran evidentes, le dijo:

-Joven, Zestfa usted dispuesto avenir a Cristo?

Este desacostumbrado llamamientodirecto desde el pulpito le sobrecogi6,y ocult6 su cara con las dos manos. Elsenor Doodlittle repiti6 la pregunta.Alentado por una persona que estabaa su lado, el joven respondi6 con voztr6mula.

-Si senor.-ZY cu&ndo quieres hacerlo? in-

sisti6 el predicador.-Ahora.

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IIII lill~~

111111

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-Entonces levantate y oye la pro-mesa de Dios. Despues de repetirleun texto adecuado el joven rompio allorar, y desde aquel dfa fue un piado-so miembro de la congregation.

554.

El buen maquinista

Patricio E. Crowley, empez6 a tra-bajar como maquinista cuando mu-chacho, llegando a ser, con los anos,el mismo presidente de los Caminosde Hierro Centrales de la ciudad deNueva York.

Despues de 53 anos de servicio fuejubilado a la edad de 68, el dfa 1 deEnero del aiio 1932.

El dfa de su jubileo, alguien to-mentaba que nunca to habia vistofumar, ni oido blasfemar. El, quiense hallaba lejos, oy6 el comentario,y votviendose con una sonrisa en loslabios, dijo:

-4No les parece, senores, que tam-bien se puede ser un buen maquinistasin... fumar ni blasfemar? Pero, deboaclararle esto, sin embargo: Es nece-sario ser un cristiano y tener a Cristocomo ayudante...

555. Se sonrefa

Hallabase en inminente peligro unbuque. El barco estaba a punto dechocar contra unos altos penascos.De pronto un hombre desobedeciendolas 6rdenes del capitan, fue hasta don-de estaba el piloto, viendole amarradoy haciendo girar la rueda pulgada apulgada para llevar el buque maradentro. Sonriendo mir6 el piloto alviajero. Este se apresur6 a bajar y dijoa los otros pasajeros:

-He visto el rostro del piloto y sesonrefa. No hay cuidado.

LA VIDA CRISTIANA - Sus beneficios

En medio de las dificultades y peli-gros de la vida procuremos elevarnoshasta ver el rostro del Senor.

Al fin de la vida

Al fin de su vida, cuando un amigovisit6 al famoso evangelista John Be.rridge, recordando su visita decia:

-Su aspecto es de gran debilidadcorporal, apenas ve, y casi no puedeoir to que decis. Pero a pesar de suruina ffsica, cuando su tabernaculo seesta deshaciendo rapidamente, podeisconstar con sorpresa aleccionadora elgozo que inunda su vida interior. Ensu oraci6n conmigo y mis hijos, decia:"Seiior, Tli ves que no puedo ni leer,ni escribir, ni apenas oir to que me di-cen. Ta ves, querido Jesus, que me hequedado a solas contigo... Pero-, igra-cias por to companfa! Yo siento queto presencia me basta para ser feliz".

556.

La felicidad en Cristo

Hablando acerca de la felicidad queel creyente encuentra en Cristo el doc-tor S. D. Gordon contaba la siguienteanecdota:

Yendo a mi oficina una mananaencontre a un anciano que iba can-tando gozosamente en voz baja. Des-pues de saludarle le dije: Parece ustedmuy feliz esta manana.

-Si que to soy, he servido a Cristotantos aiios que no puedo menos quosentirme lteno de su gozo, que es el6nico verdadero.

-LQuiere usted decir que si no hu-biese usted vivido una vida cristiana noserfa feliz ahora? -le pregunte?-;

El anciano levant6 la cabeza tratode enderezar su espalda y dijo:

-Caballero, puede usted decir estodonde quiera que vaya: "El diablopuede hater felices a algunos j6venes ,

pero no tiene viejos felices".

GOZO y PAZ POR LA FE

551, La tiers de los vivientes

El senor Moody contaba de un fielanciano, deshauciado por los medicos,a quien un visitante dijo en tono defelicitaci6n al encontrarle todavfa conrelativas fuerzas.

-Bien hermano veo que todavfaesta usted en la tierra de los vivientes

-No respondi6 el piadoso creyentesonriendo, estoy todavia en la tierra delos murientes. Los vivientes estan a1otro lado. Los de este lado todos tene-mos que morin Aquella es la tierrade los vivientes.

558.

Canto en la batalla de Leuthen

En la batalla de Leuthen por lalibertad de la Palabra de Dios en Sue-cia, los soldados fueron invitados porel rey a pedir la ayuda del Cielo. Searrodillaron y oraron en silencio. Des-pues se levantaron y corrieron haciael enemigo con un canto de fe en loslabios. Un general le dijo al rey:

-LQuereis, senor, que les ordenecallar?

-De ningen modo -fue la res-puesta de Gustavo Adolfo- los sol-dados cristianos que pueden cantaras f, es seguro que saben luchar tam-bien.

Y obtuvieron la gran victoria.

559. ZQue es confortar?

La palabra "Confortar" viene de"con", y "fortes", fuerza y literal-Inente significa "fortalecido por estarcon". Confortar, pues en la acepci6nneotestamentaria, quiere, decir forta-3eza por medic, de la compania de unDios que esta con nosotros compar-tiendo nuestro dolor.

Un exquisito sentido de conforta-cion se desprende de la presencia de

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un Padre que sabe, comprende y tocomparte todo. - Stanley Jones.

560. Muri6 sonriendo

Una preciosa niiia de 16 anos quehabia sido convertida del mahome-tismo y vivfa una magnffica vida cris-tiana ante sus padres, enfemm6 y muri6.Alglin tiempo despues la madre vinoa la casa de los misioneros y les pre-gunt6 que habfan hecho con su hija.

La misionera respondi6, un pocoasustada de que la culparan de sumuerte:

-No le hemos hecho nada.-Oh, si -insisti6 la madre-.

Nuestra hija muri6 sonriendo. La gen-te de nuestra religion no mueren deesta manera.

Adaptado de Sunday School Times

561. Ventajas de la piedad

Un famoso cirujano me dijo queel noventa por ciento de las personasa qui6nes e1 habfa operado, hiibieranpodido curarse si hubieran tenido at-titudes morales y espirituales correc-tas hacia la vida. Las enfermedadespudieron haber sido combatidas, yaque eran en su mayor parte funcio-nales, antes de convertirse en organi-cas.

Un doctor escoces dice que la mitadde sus pacientes estan enfermos porsus condiciones morales. Otro doctorme recalc6: "El noventa por cientode mis enfermos se podrian bien siencontraran a Dios". - Stanley Jones.

562. En Watterloo

-Guardaos, senor, de las balas ene-migas, que todavfa siguen disparando-le advirtieron a Wellington.

-Hemos ganado la batalla, y yano me importa mi vida -contest6.

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El gozo de la victoria sobre elEmperador de los franceses, le pagabapara siempre. El gozo de la Salvaci6ndebe ser asi sentido.

563.

Cada coal en su lugar

El conocido evangelista Antony De-veson cuenta esta ilustraci6n paramostrar la necesidad de un cielo einfierno como destino final de los pe-cadores, y la imposibilidad de que losno regenerados puedan hallar lugar enla ciudad de luz.

En la ciudad de Sidney existen unosbarcos que navegan a to largo del riopara ver los hermosos panoramas deaquella regi6n hasta la desembocaduradel Atlantico. Se dio el caso que encierto dia festivo un grupo de j6venespiadosos de una iglesia alquilaron unode tales barcos para una excursi6n deida y vuelta, y otro grupo de un clubmundano hizo to mismo.

A 61tima hora llegaron retrasadosdos j6venes, uno del grupo de cristia-nos y otro del de mundanos, y atolon-drados porque los marinos estaban ya

retirando las pasarelas, se equivoca-ron, entrando cada uno en el barcocorrespondiente al otro grupo.

El dia siguiente se encontraron yse preguntaron mutuamente c6mo tohabian pasado.

-Horriblemente mal -dijo elmundano-. iFigurese, todo el dfaoyendo canticos, oraciones y hasta ser-mones! Aquello fue aburridfsimo. Y,Lc6mo to pas6 usted?

-PPues ya puede usted figurarse-respondi6 el creyente-: Todo eldfa estuve lamentando mi equivoca-ci6n, especialmente cada vez que al in-tentar hablar de las cosas del Sefior erarechazado por aquellos muchachos queno cesaban de cantar canciones obsce-nas, blasfemar y beber. Dios sabe el

LA VIDA CRISTIANA - Sees benefieios

porqu6 permiti6 tal equivocaci6n; peropor to que a in! se refiere puebo ase-gurarle que past: un mal dia.

Con raz6n el Sefior ha decretadoque no entrara en la ciudad celestial.

564. Cum de distancia

"Curs de altura" es bastante co-rriente, pero de distancia...

Pues sucedia que una pobre viu-da, para dar de comer a sus hijitos,pasaba las horas cosiendo camisas yotras prendas ante la maquina de coser.

Un dfa se vio obligada a it al ocu-

lista, al notar que sus ojos se habian

debilitado bastante.-LQue ve usted desde su casa?

-le pregunt6 el medico.-Veo las paredes de las casas de

enfrente.-LY si sube al piso?-Entonces veo los campos, el rio,

los montes y el cielo en to alto.-LSube usted alguna vez?-No tengo tiempo, sefior.El medico le recet6:-Traslade su maquina arriba, y de

vez en cuando mire usted lejos y alto.Vuelva dentro de un mes.

La mujer volvi6 a la fecha sefialada,contentfsima porque sus ojos se ha-bian mejorado no poco.

El medico le repiti6 la receta.iCuantas veces nuestros ojos espiri-

tuales enferman por no saber usarlospara mirar lejos y alto...!

Dios esta en el porvenir. El reina

arriba. Confiar en su Providencia ybuscarle en comuni6n, es la ensefianzade esta verfdica anecdota.

565. Un cuando del cristianism®primitivo

Los cristianos primitivos se bicierron famosos en todo el Imperio R0-

,o Y PAZ POR LA FE

Inano por el gozo con que sabian vivir

>.veneer todas las pruebas.Un sorprendente testimonio de este

gozo es el que ha descubierto el doctorRendel Harris en un antiguo manus-crito encontrado hace poco. Fue es-crito por un tal Aristides, fil6sofo ate-niense, en los primeros dias del si-

glo 11. Dice asi de los cristianos desu tiempo: "Cumplen escrupulosa-Inente los mandamientos de su Me-sias; viven honestamente y sobriamen-te tal como su Sefior Dios les mand6.Cada manana y en todo lugar, alabany oran a su Dios por los beneficiosrecibidos, dandole gracias en todo. Ysi alguno de ellos muere, se regocijany dan gracias a Dios... Cuando naceun nifio todavia tambien alaban alSefior. Y si muere siendo nifio toda-via tambien alaban a Dios, por cuandose regocijan en que aquella alma in-fantil pasa a la presencia de su Sal-vador".

Que magnffico tributo al gozo delos primitivos cristianos. Se gozabanen el Senor siempre (Fil. 4:4) en laprosperidad y en la adversidad, en laenfermedad y en la salud, en la vida yen la muerte. Je gozas to asi en Cris-to nuestro Salvador?

5661. Buenas nuevas

El notable pastor luterano doctorReuben Youngdahl, refiere que el diaque termin6 la primera guerra mun-dial los voceadores de peri6dicos gri-taban: "iExtra! i Extra! iBuenas nue-vas! iTermin6 la guerra!". Y dice quesinti6 gran felicidad, porque sus treshermanos que habian ido a la guerra,ahora regresarian a casa sanos y sal-vos. El mensajero ya no traerfa a casade ellos el telegrama fatal.

Y afiade que siente la misma feli-cidad cada domingo al subir al p6lpitopara proclamar las buenas nuevas de

que el amor de Dios en Cristo noslibera del poder del mal y del terrorde la muerte.

567. Secreto descubierto

221

Esto ocurri6 en los dias de la grancarrera hacia el Oeste americano enbusca de oro. Un grupo de hombresparti6 de Bannock con el prop6sito dejuntarse luego a otra caravana que sedirigfa a Montana; pero fallaron susplanes: dos hombres murieron en elcamino, no les fue posible alcanzar alotro grupo, quedandose sin esperanzasde encontrar el oro deseado.

En el camino de regreso, y mientrasdescansaban, tristes y abatidos, juntoa un arroyo, uno de ellos se acerc6 auna roca que habia Ilamado su aten-ci6n, y golpeandola con un martillodescubri6 que alli habia oro. En segui-da se juntaron para guardar el secretode aquel feliz descubrimiento, corrien-do hacia el pueblo a buscar los utilesnecesarios para empezar la explotaci6ndel fil6n que habian encontrado. Pero,he aquf, que cuando salfan de Bannockse encontraron con que les segufan nomenos de trescientos buscadores deoro. LQuien habia revelado el secreto?En realidad habian sido ellos mismos.Sin decir palabra, la alegria que se re-flejaba en sus rostros les habia traicio-nado.

Ojala sea pf en nosotros: que nues-tros rostros reflejen la alegria de serposeedores del mayor tesoro: Cristoen nosotros la esperanza de gloria.

568L. Hay una diferencia

Un frances que llevaba bastantesafios residiendo en Inglaterra, quisoobtener la ciudadania inglesa. Deacuerdo con los presentes establecidospor la ley, el hombre tuvo que despla-zarse a Londres para someterse a una

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serie de requisitos, al final de los cua-les le fueron entregados sus derechosde ciudadanfa.

Cuando regres6 a su lugar de resi-dencia, sus amigos le dijeron en tonoun tanto burl6n: "Bien, no notamosque el cambio de nacionalidad hayahecho en ti ninguna diferencia". A toque el otro contest6: "Ya to creo quela hay: ayer la batalla de Waterlooera una derrota para mi, mientras queahora es una Victoria". (Se referfa ala batalla en que las tropas inglesasderrotaron a los ejercitos franceses deNapole6n).

Es asi, tambien, que la nueva na-turaleza que recibimos por la fe enCristo cambia toda nuestra perspec-tive de la vida, haciendo que nos glo-riemos en to que antes fue motivo devergiienza, y viceversa. Como dice laEscritura: "Las cosas viejas pasaron,he aqui todas son hechos nuevas..."

569. La verdadera riqueza

Unos misioneros estaban visitandouna aldea en el Oeste de Africa, cuan-do alguien les hab16 de cierto creyen-te que antes de su conversi6n habiasido un rico tratante de esclavos. De-seando hablar con 61, los misionerosfueron hasta su case, donde encontra-ron a un anciano muy pobrementevestido, quien les recibi6 con todaamabilidad.

Despu6s de cambar unas palabrasde saludo, uno de los misioneros pre-gunt6 si no encontraba a falter susantiguas riquezas y comodidades, a toque el anciano respondi6 con firmeza:"Oh, no; mi tesoro estd en el cielo.Es verdad que antes tenia riquezas,poder y gloria, pero ahora tengo aDios".

LPuedes to decir to mismo?

LA VIDA CRISTIANA - Sus beneficivs

570.

Efectos del canto

Se asegura que entre los pieles ro.jas de America se hen recogido hastamil himnos. Una parte de ellos son"himnos medicinales", es decir, quecontribuyen a curar ciertos males yse les considera de origen sobrenatu-ral. Desde luego, la ciencia sicol6gicademuestra que la buena mesica ayudamucho mentalmente a cualquier per.sona necesitada de cierto alivio espi-ritual. La "m6sica medicinal" de lossalvajes, no resulta tan absurda comopudiera parecer. Sea como fuere, tocierto es que la experiencia cristiananos aconseja canter himnos espiritua.les porque ellos hacen bien y confor.tan el alma de los creyentes.571. Vi que eran mis felices

En una de mis visitas a la nuevaiglesia de Villanueva y Geltru. en lacosaa dorada borcelonesa. salud6 aun nuevo creyente, quien me expli-c6 el siguiente testimonio de su con-versi6n:

-Hace algunos afios, ejerciendo eloficio de trapero, compr6 un lote delibros viejos, y al ver dos ejemplaresque todavia no estaban demasiado des-echos los retire y guarde en mi mesitade noche para leerlos. Eran El NuevoTestamento, y su libro La Fe del Cris-tianismo Evangelico. Su lecture meimpresion6 profundamente, pero noexistiendo ninguna iglesia evangelicaen aquella ciudad, contin6 en mi vidaapartada de Dios, aunque de vez encuando pensaba en las cosas que ha-bfa leido en los libros y deseaba sabermis de ellas.

Cuando empec6 a trabajar en estaciudad, vine a - divertirme a un cabaretque entonces se hallaba establecidodetris de la Capilla Evang6lica. Des,

, oNPIANZA EN LA PROVIDENCIA

de aquel lugar of el canto de los him-nos , y al preguntar que era aqu6llo,me informaron que provenfan de unai glesia evangelica. Recordando el ti-tule del libro que yo habia leido, meapresure a acudir al culto. Tan prontoentre me di cuenta de que los quealli se hallaban congregados eran muyfelices. El canto, la predicaci6n, has-te la expresi6n de los rostros denotabaun ambiente de felicidad; una felici-dad que yo buscaba, y que no podiahallar en las diversiones mundanas, nien los placeres carnales. Desde aqueldie nunca he dejado de asistir, y hoypuedo decir ya, que conozco a Cristocomo mi Salvador personal".

No hay que decir c6mo esta historiame hizo dar gracias a Dios, y me esti-mul6 a apreciar el valor de la. litera-ture cristiana, como una avanzada dela obra de las iglesias. - S. Vila.

572. El verdadero cuadro de la paz

Se abri6 un concurso sobre el temapict6rico "la Paz". Fueron presenta-dos diversos cuados, representandouno, una mafiana apacible, otro, unasilenciosa puesta de sol; y otros, te-mas similares. Sin embargo, el premiofue otorgado a un cuadro que repre-sentaba una furiosa catarata que pre-cipitdndose en un acantilado de rocalevantaba densas nubes de espuma yvapor; pero en la rama de un drbolque se extendia por encima de la hir-viente catarata, un patirrojo habfaconstruido su nido y gorgeaba alegre-mente.

Ciertamente, el mejor concepto depaz es la que puede obtenerse y gozar-se, no en circunstancias favorables,sino en medio del ruido y la tempes-tad. El patirrojo se hallaba posado enuna rama que tenfa su rafz en la rocaY se extendia por encima de la hir-

223

viente humareda de la catarata. Enaquellas alturas nada podia ocurrirle.Asi deberfa ser la paz de los que henpuesto su confianza en el Dios de loscielos.

6. CONFIANZA EN LA PROVI-DENCIA

573. Dejemos gobernar a Dios

El secretario de Oliver Cromwell fueenviado al continente de Europa conuna misi6n diplom6tica importante.Una noche en que pernoctaba en unpuerto de mar daba vueltas sobre sucame sin poder dormir.

Segiln la costumbre de aquellostiempos un servidor dormia en sucuadro roncando suavemente. El se-cretario por fin le despert6 y estepreguna6 a su seflor cuil era la causede su inquietud.

-Tengo tanto temor de que fracasenuestra embajada -fue la respuesta.

-Sefior -dijo el ayudante-, Imepermite hacerle un par de preguntas?

-Puedes hacerlo.-Gobernaba Dios al mundo antes

de que nosotros naci6ramos?-Seguramente que si.-ZY continuari goberudndolo

cuando nosotros hayamos muerto?-Por supuesto que to hard.-Entonces, sefior, Lpor qu6 no le

dejamos gobernar el presente tambi6n?La fe del secretario fue estimulada

por estas ingenuas preguntas, produ-ciendo una tal confianza y paz en sucorazon, que pocos minutos despu6sambos, amo y criado roncaban igual-mente?

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IJI,' III'lll~ll

I

224

574. Muestreme sus guardias

Cuando el gran servidor de DiosJuan G. Pat6n fue a evangelizar a lossalvajes antrop6fagos de las NuevasHebridas, se estableci6 primero en laisla de Tanna, donde los jefes le re-cibieron bien diciendole que no aten-tarian contra su vida si venia a vivirentre ellos para ensenarles. Pero nofue asi, sino que desde su llegada nohubo un solo momento sin que su vi-da corriese peligro. AM falleci6 su es-posa.

Cuatro afios despues volvi6 a lasNuevas Hebridas y se estableci6 enAniwa, donde por fin logr6 fundaruna obra permanente.

Un dia en que se hallaba a la puer-ta de su choza de madera, vio llegara un salvaje de la isla donde habiaestado primero, y aunque de momentose sobresalt6, perdi6 su tenor al versu aire amistoso y que venia desarma-do. Despues de cambiar saludos, elhombre parecia timido, al par que de-seoso de interrogarle. Por fin exclam6:

-Massa, muestreme usted a susguardias.

-ZQue quiere usted decir? -repli-c6 el misionero. Yo no tengo guardias;nunca los he tenido. No tengo en casaotro servicio que mi viejo cocinero, yun muchachito para recados. Pocaprotecci6n podrian estos ofrecerme.

Pero el hombre meneaba su cabezacon ineredulidad, como diciendo: "Notrate de hacerse el desentendido, queyo se muy bien to que me digo". Porfin, explic6:

-Massa, cuando usted vino a nues-tra isla, nosotros le aborreciamos, puesdesconocfamos sus intenciones, y nonos fiabamos de ningiln blanco. Va-rias veces hicimos el prop6sito de ase-sinarle por la noche. Pero cada vezque nos acercabamos a su casa la vela-

LA VIDA CRISTIANA - Sus benefi&os

mos rodeada de guardias, cuya pre,sencia nos llenaba de tenor.

Un dfa fuimos a consultar eon unguerrero decidido y experimentado enla Gaza de hombres, y le explicamosnuestro prop6sito. El hombre se rib denuestros temores, y dijo:

-Yo ire la pr6xima noche, y si hayguardias ya me abrire yo paso con n1i

bolo (su arma nativa), y vosotros, quevendreis detras, me ayudareis cuandoyo os grite la sepal.

Asi to hicimos y tan pronto comodivisamos su casita el hombre se ade-lant6, blandiendo su arma en todas di.recciones. Pero apenas habfa corridounos trescientos pasos, le vimos vol.ver, terriblemente asustado, diciendo:

-iQue penetre allf quien quiera...!Hay una doble hilera de hombres ar-mados, todo alrededor de la casa delmisionero, y brillan y centellean susespadas a la luz de la luna.

Por esto he venido a usted comoamigo, porque se que usted es muybueno, y me gustarfa ver a estos bri-llantes hombres tan hermosamentevestidos. El ano pasado vinieron loshombres de la reina Victoria a nuestraisla e hicieron unos ejercicios de mo-vimientos maravillosos, todos a una.LNo to saben pacer los hombres queguardan a usted?

El servidor de Dios se sonri6 ydi jo

-No podia comprender su - relatosi no tuviera estas palabras que estanescritas en mi vieja Biblia.

Entonces, le ley6 los versfculos delsalmo 91: "A sus Angeles rpandarapara que to guarden en todos tus ca-minos...... y explic6 al. asombrado in-digena acerca de los seres, general -mente invisibles, que guardan a loshijos de Dios y pueden alguna vez ba-cerse visibles, por permisi6n diving,en momentos de gran apuro, comoeran aquellos que pas6 con su prinie-

CONFIANZA EN LA PROVIDENCIA

ra esposa en la salvaje isla._iCuantas veces -dijo- al ofr

sus pasos alborotados y gritos en lalejania, mi esposa y yo nos sentiamostan angustiados que no podfamos me-nos que levantarnos y ponernos derodillas implorando la protecci6n denuestro Padre Celestial, y este relatome da una prueba mas de su cuidadopara con nosotros. Nosotros nada sa-bfamos de c6mo El estaba obrando,pero le agradezco mucho que hayavenido a contarmelo.

Esta historia fue publicada en es-paiiol por el doctor Enrique Lund,pace case un siglo, en forma de unfolleto titulado "Protecci6n maravillo-sa a los cristianos", el cual el compi-lador de esta Enciclopedia de Anec-dotas, se deleitaba en leer en los dfasde su niiiez.

575. Dios sabe mejor

Francisco esperaba con entusiasmoel sabadu porque su padre le habiaprometido it a pescar si el tiempo erabueno. Una prolongada sequia habiamustiado los campos y jardines, peroaquel sabado por la maiiana empez6 allover a cantaros y parecia que la llu-via duraria mas de un dia.

El muchacho, decepcionado, pare-cia inconsolable y se acerc6 al hogardonde su padre estaba calentandosey leyendo un buen libro y le dijo:

-Cuando sera que las cocas se pa-gan bien?

Su padre trat6 de hacerle compren-der cuando necesitaban la lluvia, loscampos seoss, pero el muchacho in-sisti6:

--Sabiendo Dios que nosotros te-nialrlos que it a pescar hoy, podia ha-ber enviado la lluvia otro dia.

Por la tarde mejor6 el tiempo, vol-vi6 a salir el sol y su padre le llev6

cerca del lago. Fuese a causa de la re-ciente lluvia o por alguna otra raz6nque s61o los peces conocen, estos mor-dieron los anzuelos con hambre y pa-dre e hijo llegaron a casa con una bue-na cesta de pescado.

Aquella noche Francisco fue reque-rido para dar gracias antes de cenar.Despues de repetir las palabras de cos-tumbre anadi6:

-Seiior, y si murmure esta mafianaperd6name, pues yo no puedo ver masalld de la nariz, como dice el maestrocuando no acertamos los problemas,pero tf sabes pacer las cocas mejor.

576. Dfa a dia

225

Recuerdo que cuando era muchachosolia ayudar a mi madre a guardar lasmanzanas de la cosecha. Procuraba to-mar en mis brazos tantas como podia,y luego trataba de andar. Un paso,dos.... y una manzana se caia, luegootra, y otra, hasta que se me caiantodas. Mi madre se reia, y luego meensenaba c6mo podia llevarlas sin pe-ligro de que se me escapasen de las

manos; esto es: tomandolas de una enuna.

LNo es esto una buena lecci6n? Notratemos de "abarcar" con nuestrospeguenos brazos un ano, ni siquierauna semana... Limitemonos a decir,simplemente: "He aqui otro dia, Se-hor, ayudame a vivirlo para ti. Damepara este dia la ayuda, la paciencia,la sabidurfa, el tacto, el poder y la di-ligencia que necesito para pacer todaslas cocas conforme a to voluntad".

577.

Verdadera belleza

Una dama india muy gentil, aten-dia a algunos visitantes extranjeroscon esa finura y gracia caracteristicade la mujer india culta. Uno de los vi-

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sitantes qued6 tan impresionado coqsu pobre, su dignidad y su dulzura,que al retirarse le dijo:

-iCuanta belleza hay en usted!Y la dama, muy suavemente. con-

test6:-LY por que no? Teng6 setenta y

dos aiios.Habia captado el secreto de I .a Pe-

dro 3:4. - Stanley Jones.

7. SALUD POR EL CARACTER

578.

Beneficios del perd6n

Un joven acudi6 a un doctor amigomio en busca de salud, y se descubri6que su mala salud tenfa como causala falta de honradez. Era cobrador deuna compafifa de carb6n y madera yestaba robandola. Se hallaba tan ape-nado por su mal proceder que enfer-m6 y ya no podia trabajar. Confes6 sufalta a su jefe, y este le contest6:

-LQuieres volver a to antiguo em-pleo de cobrador?

El joven qued6 sorprendidc y pre-gunt6:

-Pero, Ltendrfa usted confianza enmi?

Su jefe entonces le respondi6:-Prefiero conservar a un hombre

joven como tu, que ha sido capaz dearrepentirse y limpiar su camino, quecorrer riesgos con uno nuevo.

Fue tanta la alegrfa de este mucha-cho que su enfermedad desapareci6.

579 .

Lo recto es to saludable

Un cirujano provinente de una de]as grandes universidades de EstadosUnidos me dijo: "He descubierto el

LA VIDA CRISTIANA - Sus beneficios

Reino de Dios en la punta de mi es-calpelo. Esta escrito en los tejidos.Lo recto es siempre saludable". N6-tese que el cirujano en cuesti6n nodice simplemente que el Reino deDios esti escrito en las Escrituras nien nuestras almas, sino en nuestrosmismos tejidos, en la misma estruc-tura de nuestro ser.

El Diario M6dico Britanico llega aesta conclusi6n: "No hay ning6n tejidoen el cuerpo humano completamentefuera de la influencia del espiritu".Luego, el estado de los tejidos depen-de, en mucho, de los habitos y de lacondici6n del espiritu, porque estospasan directamente a los tejidos y losreconstruyen o los echan a perder. --Stanley Jones.

580;. jLa salud mlis que Dios!

Al final de una reuni6n se me acer-c6 una dama y con voz espantada medijo:

-Si el enojo puede provocar unaulcers estomacal, nunca mss me voya enojar.

Ella no habia puesto atenci6n al"no aborreceras", escrito en la Bi-blia, pero par6 mucha atenci6n al sa-ber que estaba escrito tambi6n en ]asparedes de su est6mago. - StanleyJones.

581.

Efectos de is ira

El doctor Ivy presenta ejemplos deexperimentos con perros.

-Cuando un perro hambriento hue-le o prueba la carne, se forma el jugogastrico. A esto se le llama secreci6npsiquica. Si al perro no le gustan losgatos y se le pone uno delante no ocu-rre dicha secreci6n.

SALE POR EL CARACTER

El doctor Cannon, profesor de Fi-siologfa de Harvard, dice:

.-El otro din a un perro se le pusopor delante un gato y el perro se en-fure: i6; se le quit6 de enfrente rapida-mente y el perro se apacigu6. Lue-go se le dej6 comer por cinco minutosun alimento especial de prueba. Aun-que el animal estaba hambriento y to-mfa con ganas, no hubo ninguna se-creci6n. El furor habfa paralizado eljugo gastrico, produciendole indiges-ti6n.

El doctor Cannon agrega:-Si un nifio ha experimentado una

explosi6n de ira es bueno no exigirleque tome alimentos muy pronto.

582.

Pecado y enfermedad

Un doctor de Praga le refiri6 a unamigo mio el caso de un joven que te-nfa tuberculosis. Era demasiado pobrepara internarse en un sanatorio, perocuando el doctor descubri6 que habiaen 61 un sentido de culpa decidi6 tratarprimero el problems moral antes quela enfermedad fisica. Cuando el jovenconfes6 su pecado y fue perdonado, sepuso bien, sin necesidad de it al sana-torio. Isaias revela la relaci6n entre eiperd6n y la salud cuando escribe: "No

583 .

El enojo y la filters

dira el morador: "estoy enfermo"; elpueblo que morare en ells estar'a librede pecado" (33:24). - Stanley Jones.

El enojo y el disgusto pueden produ-cir ulceras estomacales. No todas Ins61ceras estomacales, por supuesto, sonproducidas por el enojo y el disgusto,porque frecuentemente tienen una basefisica; pero cuando tal base fisica exis-te, las 61ceras se agravan con los dis-gustos y las aversiones. Uno de loshombres Inds destacados de los Esta-dos Unidos, una autoridad sobre vita-minas, me dijo que las 61ceras estoma-cales son, de hecho, producidas, mssde to que se supone, por la ira. Estaafirmaci6n fue corroborada por un me-dico amigo mio quien me cont6 de uncaso en que el paciente habia salidodel hospital ya cuando. Al poco tienl-po tuvo un disgusto muy grande con suhijo, y la flcera volvi6. Un medicome dijo que su esposa tenfa 6lcera di-gestiva y que la causa habia sido unadisputa que habia tenido con su padre.Stanley Jones.

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III'~III IIIIIIIIIIII

vileLa vida cristiana

b) Sus peligros

1. HIpocresia 2. Negllgencia y pereza3. Avaricia

4. Mundanidad

5. Murmuracibn

8. Mentira y Exageraclbn7. Ansiedad

8. Frialdad

9. Pesimis-mo 10. Mal cardcter y rancor 11. Mis.celanea.

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584. T6cales ta.

1. HIPOCRESIA

Cierto hermano diacono solia repe-tir en todas sus oraciones en la iglesia,un como a modo de estribillo. Hablan-do de los inconversos, orando porellos, decia:

-T6cales con to dedo, t6cales,Sefior...

Un dia l al acabar de pronunciar lasconocidas palabras, qued6 parado,como si no pudiera seguir adelante.Al fin, pero muy turbado, pudo con-cluir su oraci6n.

Concluido el culto, un hermano lepregunt6:

-jQue le ha sucedido? Creiamosque se ponia malo.

-Pues me ha sucedido que, al con-cluir de pedir al Sefior "que les tocasecon el dedo", he ofdo su Voz que medecia: "El dedo eres tu... t6cales,pues, to".

585. El anuncio del tems

Cierta sefiora, miembro de una igle-sia, salud6 alborozada a su pastor, aquien encontr6 inesperadamente, en lacalle.

-; Estoy muy contenta, de verasmuy contenta, querido pastor, de que

La vida cristianab) Sus peligros

usted, al fin del culto del parado jue-ves anunciase que mahana va a ha-blarnos sobre el tema de la "Humil-dad". Precisamente el ser humilde esmi virtud mas destacada.

No sabemos to que contest6 el pas-tor, pero esperamos que el accidente,trivial si se quiere, le ayudarfa a pre-dicar un poderoso serm6n.

586. Suefio o realidad

Un candidato que querfa ser admi-tido en la iglesia del Rvdo. RowlandHill queriendo dar prueba a dichoministro del Evangelio de que era unhombre especialmente favorecido porDios, y por tanto plenamente dignopara ser miembro de su Iglesia, le re-firi6 el suefio que habia tenido. Cuan-do termin6, el Rvdo. Rowland Hill ledijo:

-No quiero desestimar su suefio,pero tendremos motivo para juzgarlouna vez sepamos, y hayamos visto, 10que usted hace cuando esta despierto.

587'.

Profesidn y prfetica

La nueva reina de Madagascar queascendi6 al trono tras un terrible pe-riodo de persecuci6n, reuni6 en su pa-lacio a los oficiales de la Corte que

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profesaban ser cristianos y les dijo:-Se ha proclamado la libertad reli-

giosa en este pais. No tengo inconve-niente en que os reunais para vuestroculto, pero acordaos de esto: "Es-pero que ser6is dignos de vuestra pro-fesi6n". "Yo s6 que la gente que oranson justos, verdaderos y honestos yprocuran siempre el bien de otras per-sonas. Si to haceis asi vuestra religi6nsera respetada; si no, os har6is indig-nos de esta nueva 6poca que se abrepara el Cristianismo en Madagascar".

Una arenga semejante: INo seriaoportuna en paises donde la libertadreligiosa se practica desde hace muchotiempo?

Sgg. El beso de Judas

El beso en la mejilla era un saludocorriente en los dias del Evangelio, enla Iglesia Primitiva como una prendade amor fraternal y de caridad. Acab6tai costumbre en los tiempos de perse-cuci6n.

Los discipulos de los Rabinos so-lian despedirse de sus maestros conun beso.

El verbo griego sefialando el besode Judas indica mas bien "que le bes6repetidamente". Era el beso del hip6-crita, porque 6ste suele ser, mas afec-tuoso y vehemente de to que es natu-ral. De ahi que los grandes mentirososen todas las religiones suelen ser losmas "beatos".

La verdad es sencilla y es seria, rehuyendo la exageraci6n, bastandosccon'decir "te quiero", o con un besoleal y sin repetici6n hip6crita.

589.

El noble ingrato

Se cuenta de un noble de la EdadMedia que, luchando por su honorcontra un enemigo que habia raptado

LA VIDA CRIST IANA - Sus peligros

a su hija unica, se vio derrotado y enpeligro de perder la vida, to que pudoevitar tan s61o por el valor de un jovenprincipe enamorado de la joven, quiet,vino en su socorro; si bien la victoriay el rescate cost6le graves heridas, quedejaron profundas huellas en todo sucuerpo.

El noble, agradecido, concedi6 alprincipe la mano de su hija, pero muypronto la ingratitud hizo mella en sucoraz6n hasta el punto que, dandooidos a un calumniador, entreg6 a suyerno para ser juzgado.

En su defensa, el principe dijo:-No tengo necesidad de palabras

para defender mis derechos y mi leal-tad al noble y a su hija, puesto quemas elocuentemente de to que pudie-ran hacerlo mis palabras, hablan estascicatrices de mi cuerpo.

El caballero, avergonzado de su in-gratitud mand6 poner en libertad alprincipe y le pidi6 perd6n.

LNo es asi como obramos, muchasveces con el que dio su vida pornosotros? LNo le hacemos objeto dela mas negra ingratitud dando oidos aladversario de nuestras propias almas?Cristo no tiene necesidad de defendersus derechos a nuestro amor y venera-ci6n. Su sacrificio por nosotros es laprueba mas elocuente de su amor y denuestro deber.

590. La mascara quitada

Alejandro I, emperador de Rusia,tenia grandes deseos de que la Bibliafuese difundida por todas las part"de su Imperio.

Un dia, estando de viaje, vio potuna ventana una Biblia abierta en SOMateo. Entr6 en la casa y preguot 6

al hombre que alla estaba si leia el

KfFO CRESIA

libro, y le respondi6 que si. Mientrasse fue el hombre para dar agua a loscaballos del monarca, 6ste puso un bi-Ilete de 100 rublos, en Efeslos 4, don-de dice: "Por to cual dejada la men-tira, hablad verdad cada uno con supr6jimo". Cuando lleg6 la hora departir, el Zar, dirigi6 algunas palabrasde amonestaci6n al hombre y empren-di6 su camino.

Al cabo de un tiempo, volvi6 Ale-jandro I a pasar por alli, y otra vezse interes6 por saber si el labriego leiala Biblia. Este le contest6 otra vezque sf.

-LEn que punto estas de to lec-tura?

-Ahora en Apocalipsis -le dijoel hombre.

Entonces el monarca, acercandose ala Biblia, la abri6 y busc6 el lugardonde habia colocado los 100 rublos,y los encontr6 todavia alli.

-IMira, embustero, to que hubie-ras hallado si hubieras leido la Biblia!y no s61o esto, sino tesoros mayoresque el dinero.

El infeliz recibi6 una buena lec-ci6n. Es de creer que qued6 por mu-cho tiempo curado de su hipocresfa.

591, Un hombre moderno

Un hindn me dijo que tenia en sucasa un cuarto donde habia to quele venia en gana. Cuando penetrabaen e1 se volvia un hombre moderno,comia carne, bebia licores; pero al sa-lir de ese cuarto para it a las demashabitaciones, practicaba su ortodoxiahmdu y se comportaba de acuerdocon la tradici6n.

Este hombre estaba tratando de serdos cosas distintas al mismo tiempo, yla divisi6n que tenia en su casa era so-lamente la expresi6n externa de la di-

visi6n que habia en 61. Los fariseos del.Evangelio eran como este hindu: esta-ban tratando de permitirle a la religi6nfuncionar solamente en ciertos compar-timientos y le vedaban la entrada enotros; por esto Jesus les denunci6 comohip6eritas. - Stanley Jones.

592. No es la persona

Cuando el doctor Kane estaba enlas regiones articas, cort6 una vez unpedazo de hielo, claro como el cristal,en la forma de un gente convexo, tosostuvo contra los rayos del sol y, pa-ra sorpresa de los nativos, hizo arderuna hojas secas que habian sido jun-tadas. De igual modo un predicadorinconverso puede ser el medio por elcual pueda ser traida a los corazoneshumanos la llama santa del amor di-vino.

El compilador de esta Enciclopediapuede dar testimonio de algunas ex-periencias practicas de esta verdad. Asu propia iglesia, fueron traidas al Se-nor almas evangelizadas por personasi mpias, que durante algun tiempo pro-fesaron ser creyentes, pero mas tardeapostataron de la fe, mientras que laspersonas evangelizadas por ellas per-manecieron fieles hasta el fin.

El tipo de cristiano aparente queBunyan retrata tan admirablemente en"El Peregrino", bajo el nombre de"Locuaz", ha existido desde los tierct-pos apost6licos, representadas en laspersonas de Sim6n el Mago y demas.iQue no figuremos entre las tales!

2. NEGLIGENCIA Y PEREZA

493.

Pequefios principios

233

Se cuenta que Cuando tuvo queconstruirse el puente supendido sobrelas cataratas del Niagara, se discuti6

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c6mo tenia que llevarse la cuerda alotro lado. Era dificil hacerlo en unbote, a causa de la rapida corriente.No exist

'fa en aquellos tiemPos el fatIlrecurso de un helic6ptero. El recur-so fue lanzar una cometa, un dia deviento favorable; de este modo pas6al otro ]ado un delgado hilo, al cualse at6 una cuerda un poco mayor, ycon esta, por fin fue arrastrando elpesado cable de hierro.

'De este modo un pequeno defecto

o pesado puede ser el medio paratraer a otro, y este a otro, hasta caeren la mayor gravedad. Del mismo mo-do una sencilla action puede ser elprincipio de grandes cosas para lagloria de Dios.

594. En el diario de una dama

En el diario de una senora fallecidarecientemente en Nueva York, se hall6al principio del mismo estas lineas:

"No pasare por este mundo sinoesta vez. Si puedo hater algo bueno,si me es concedido decir una palabraamable a a1guno, si se me presentaocasi6n de consolar a un desgraciado,dejadme que to haga AHORA. Nome to estorbeis, por favor... porqueyo s6 bien que no pasar6 por este ca-mino nunca mas..."

595. La vida perdida

Tendido en su pobre lecho, el mo-ribundo gemia:

-iperdida, perdida, perdida!La atribulada madre, muy anciana

ya, acercandose al joven le decia:-Hijo mio, mi querido hijo: LEs

posible que hayas perdido totalmentela fe en Dios?

-No, madre... no la he perdido...

LA VIDA CRISTIANA - Su5 peligros

Yo se que soy salvado para siempre.„-Pero, hijo querido... Zpor que

gimes con tanta pena iperdida, per.dida, perdida!

-Madre... mi querida madre.„l He perdido mi Vida...! jHe vividoveinticuatro afios salvado por Jesus,y no he hecho nada para que otrosscan salvos...!

596.

Las aflfcciones, un estfmuto

Los griegos cuentan de un soldadoenfermo que, en tiempos de Antigono,se destac6 mucho en la guerra. Erasiempre el primero en la batalla, va-liente entre valientes. La raz6n de elloera que sufrfa tanto por motivo de unaenfermedad, que luchaba en la guerracon el fin de olvidarla. Sabia que teniapoco tiempo de vida, asf que no temfaa la muerte. Antfgono, gran admira-dor de este valiente soldado, al ente-rarse de su enfermedad, to hizo curarpor uno de los mas eminentes medicosde Grecia. Pero, desde ese dia, ya noapareci6 mas el guerrero en el frentede batalla. Buscaba comodidades ydescanso, pues, como to expres6 a suscamaradas, habiendo recobrado la sa-lud, deseaba vivir para gozarse de ella,y no estaba dispuesto a arriesgar suvida.

Asi ocurre a veces en la vida delos creyentes, cuando padecen masgrandes aflicciones, somos valientespor la gracia de Dios y fieles en suservicio; creemos que no hay en estemundo cosa alguna que valga la pens,y pensando en el mundo venidero,

mostramos celo, y abnegaci6n. Perocuando vienen tiempos mejores, 1060a menudo los placeres y las alegriasde la vida hacen que sea diffcil querecordemos el mas alla, y entoncesnos hundimos en un ocio vergonzOsol

- C. H. Spurgeon.

,gGLIGENCIA Y PEREZA

597, El soldado cobarde

Alejandro Magno supo que entresus aguerridas tropas habia un soldadoque se llamaba Alejandro, el cual sedistinguia por su cobardfa. Llamin-dole el rey le dijo: "O cambias deactitud o de nombre, pues no to permi-to deshonrar el que llevas con to co-bardia".

598.

Cris6anos sin semilla

Para los que gustan saborear lapulpa tan sabrosa de la sandia, o elmelon, existe el pequeiio inconvenien-te de la abundancia de tanta semillaen estas apetitosas frutas. Pero heaquf que los japoneses, en el afan desuperar la molestia que significa tenerque desechar tanta cantidad de semilla,ban logrado, mediante un procedi-miento especial, producir una variedadde sandfas y melones sin semilla. Lanoticia agrega que 6ltimamente banobtenido id6nticos resultados con lasuvas, con la ventaja de que no s61oeliminan las semillas, sino que tam-bien producen uvas de mayor tamano.

Todo esto podra estar muy biencon las sandfas, melones, uvas y "otrashierbas", y les agradecemos a los sim-paticos japoneses la molestia que sehabran tomado. Pero a to que no nosresignamos es a la producci6n de "cris-tianos sin semilla"; es decir, cristia-nos que no se reproducen, y que a tosumo estan resultado una fruta ape-titosa para el diablo.

El secreto para llegar a ser un cris-tiano fructifero to da el mismo Sefior,cuando dice: "Permaneced en mi, y yoen vosotros. Como el pampano nopuede lllevar fruto de si mismo, si nopermanece en la vid, asf tampoco vo-sotros, si no permaneceis en mill(Juan 15:4).

599'..

;Quien fuera camelol

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Leiamos hate un tiempo un arti-culo del escritor Nino Frank, en unode cuyos parrafos dice: "He aquf alfabuloso companero del n6mada: alsoberbio camello, que alimentado cadadia con una raci6n tan grande comoel pufio de una mano, al llegar a unpozo de agua bebe y almacena en suincrefble vientre de 80 a 160 litros deagua. que le permitiran luego perma-necer hasta cuatro meses sin beber".

Tal es la interesante observaci6n deeste autor; pero contrariamente a toque sucede con el camello, el cristianotiene necesidad cada dia de abaste-cerse con el agua de la vida en fer-viente comuni6n con su Dios a travesde la palabra y la oration. iCuidadito,entonces, con creerse camello y pensarque una reunion por mes, y una "ora-cioncita" a la disparada, podran bas-tar en el largo viaje a trav6s de ]osdesiertos de este mundo!

600. "A vuestra nIisma puerta"

Sofia habia orado por dote afiospara que Dios la hiciese una misioneraen tierras extranjeras. Un dia emperoel Espiritu Santo le habl6 por mediode su conciencia y se entabl6 el si-guiente dialogo. Crey6 que Dios ledecfa:

-Sofia, para de pedir y contes-ta: ZD6nde naciste?

-En Alemania, Padre.-ZD6nde vives?-En America, Padre.-ZNo eyes, pues..., una misionera

ya? Piensa: Lquien vive en el piso dearriba?

-Una familia sueca.-ZY quien, mas arriba?

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-Otra, pero de ItaIIu..~m.-LY a to lado?-Pues, otra de suizos.-jY en la casa mas pr6xima?-Pues, algunos chinos...-Y nunca les has ofrecido una pa-

labra hablandoles de mi Hijo. jPiensasque voy a enviarte tan lejos a trabajarpor amor a los perdidos si les tienestan circa y les amas tan poco?

601. El dedo que se canna

El alfarero se hallaba trabajandouna pieza de barro ante su rueda enmovimiento. Un curioso que le mirabatrabajar, le dijo:

-LEse dedo que usais tanto debesentirse bien cansado, no?

-Al contrario, -fue la respuestadel artesano -es el dedo que no hacenada el que se canna de veras.

Son los cristianos que no hacen nadasiempre mas cansados, Como se notaen el trabajo del Senor, los que esainen sun vidas desmayadas, tan sin fuer-zas, que ni afro para acudir a los cul-tos tienen muchas vices el animo sufi-ciente.

602 , . El Evangelio avergonzado de ti

to

El doctor Murray fue hecho GranPredicador de la Corte de Jaime I. Eltrabajo no era mucho, pero sun deseosde trabajar eran menos; y su conductapersonal dejaba mucho que desear.Un dfa, predicando ante el Rey, tombpor texto Rom. 1:16 que dice: "Nome avergiienzo del evangelio de Cris-

".El Rey, oida la lectura del mismo,

no pudo detener sun nervios y medioincorporindose en su silla exclam6:

-LNo?, pero el Evangelio puedesentirse avergonzado de ti.

L A VIDA CRISTIANA - SUS peligroS

603.

Como 6guilas

Un pastor que habfa predicado so-bre los illtimos versfculos del cap. 40de Isaias, vino a visitar una granjaen la cual vio, al pasar delante delgallinero, una extrafia gallina de colorpardusco.

Nunca habfa visto gallinas de estecolor. LDe donde la obtuvieron us-tedes? dijo el visitante acercindoseal gallinero para observar mejor.

-Le contari la verdad -declar6el granjero. No es una gallina, es unaguila. La encontr6 cafda del nido yla he criado con las gallinas.

-Es verdad declar6 el visitante-y queriendo dar una lecci6n practicaal granjero y a otros miembros quehabian escuchado su serm6n, insinu6al granjero. -LQuisiera vendirmelausted?

-Se la regalo con mucho gustopastor, 1pero qu6 hari usted con ella?

El pastor tom6 el aguila que le fueentregada con una sonrisa y echan-dola al aire exclam6:

-iEres un iguila, p6rtate comotal!

Pero el iguila no acostumbrada avolar habfa perdido sun facultades yaunque extendi6 sun alas no hizo sinoplanear y caer en tierra.

Recogiindola el pastor volvi6 a arro-jarla al aire con mas fuerza, pero elave cay6 nuevamente en tierra comois primera vez.

Cogi6ndola de nuevo el pastor pidi6al granjero le permitiese subir a la nlasalta azotea de la casa, donde repiti6

el experimento, con el resultado deque esta vez el iguila extendi6 sunalas pareciendo planear, pero relnon-tando el vuelo desapareci6, perdib~dose como un punto lejano en el azdel cielo.

SEGLIG ENCIA Y PE R EZA

-He aqui la mejor ilustraci6n deIni serm6n; dijo el pastor-. Cuintoshijos de Dios con gloriosas facultadesespirituales han perdido el habito devolar, entreteni6ndose en el corral deeste mundo en picotear los placerescarnales cuando tienen facultades paravivir, por la fe, en las alturas a que lesda derecho su alta vocaci6n espiritual.

604.

Mirando por la ventana

Una seiiora tenia algunos huispedesen su casa para ayudarse a vivir.

Un dfa, entrando en la habitaci6nde uno de ellos a la hora cuando elsol llegaba a su ocaso, le ha116 mirandoen direcci6n a la ventana. El hombreestaba en muda contemplaci6n anteel maravilloso especticulo del cre-pusculo.

La mujer qued6 parada, mirando enla misma direcci6n, y sin hablar unapalabra.

El, creyendo que, al igual que 61mismo, la seiiora de la casa habfa que-dado como extasiada de admiraci6n,sigui6 en su actitud callada.

Y de pronto ella, con voz de ver-giienza, dijo:

-Si, senor, tiene usted mucha ra-z6n. La ventana esta demasiado sucia.Le prometo limpiarla hoy mismo.

El mundo esta lleno de hombres ymujeres incapaces de contemplar lasbellezas del Amor Divino, porque sunmentes estan llenas de cosas terrenas,nlundanales. Las cosas divinas no lesllaman ya la atenci6n.

"Bendito los ojos que vin" Lu-cas, 10:23

605, Ocio fatal

Preguntando Sir Horace Vere so-bre la causa de la muerte de su her-

606. Pe6gros de la pereza

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mano, contest6 al Marquis de Spinolaque era quien le preguntaba:

-Seior: Muri6 de... no saber enqu6 ocupar su tiempo.

-iAy! -contest6 el marquis-iesto es bastante para matar, inclusoel mas fuerte de todos nuestros ge-nerales! - Smiles.

Los turcos tienen un refran quecontiene una gran verdad. Es "Unhombre ocupado es tentado por unsolo diablo; pero un hombre desocu-pado es asaltado por mil diablos".

607. El conocimiento exige testi-monio

Un miembro de cierta iglesia lon-dinense que trabajaba en una fdbri-ca vino un dfa al pastor Spurgeon,ri6ndose de to que 61 creia una curio-sa casualidad.

-Sr. Spurgeon dijo jocosamente4sabe usted que he estado trabajandodon aiios al lado de un compaiiero demaquina y el otro dfa descubrimosaccidentalmente que los don somoscristianos y iqu6 curioso! no to habia-mos sabido en todo este tiempo, LNoes un caso divertido?

-LDivertido? De ningdn modo-exclam6 el gran predicador-. Am-bos deb6is echaros de rodillas y con-fesar a Dios vuestro pecado, puesninguno de los don hab6is sido con-vertidos, de otro modo el EspirituSanto os habrfa impulsado a testifi-car de Cristo.

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608. Joya irrecuperable

Cruzando el desierto, un viajero vioa un arabe sentado al pie de una pal-mera. A poca distancia reposaban suscaballos, pesadamente cargados conobjetos de valor.

Aproxim6se muy preocupado.-4Puedo ayudaros en algo?-1 Ay! -respondi6 el arabe con

tristeza-, estoy muy afligido porqueacabo de perder la mas preciosa delas joyas.

-LQu6 joya era esa? -pregunt6 elviajero.

-Era una joya -le respondi6 suinterlocutor- como no volvera a ha-cerse otra. Estaba tallada en un peda-zo de piedra de la vida y habia sidohecha en el taller del tiempo. Adorna-banla veinticuatro brillantes alrededorde los cuales se agrupaban sesentamas pequefios. Ya veis c6mo tengoraz6n al decir que joya igual no podraproducirse aamas.

3. AVARICIA

609. La mitad de la Blanca de lavinda

Cierto cristiano que se ocupaba enhacer colectas en favor de la causa deCristo se present6 en la casa de unamigo suyo bastante rico, y le hizosaber el objeto de su visita.

-Si -dijo el rico-, yo debo darmi Blanca.

-iAh! -dijo el cristiano. -Lus-ted piensa hacer to que la viuda hizo?

-Si senor, -repuso el rico- yalgo mas, afiadi6 con una compla-ciente sonrisa.

-No es necesario -replic6 el vi-sitante-, pues yo estar6 satisfecho conque usted d6 la mitad de to que elladio.

LA VIDA CRISTIANA - Sus peligros

Y abriendo el Nuevo Testamento lemostr6 que ella "entreg6 todo to quetenia".

Las gentes avaras intentan a me.nudo guarecerse tras la Blanca de laviuda, con el pretexto de que ella dio,tan poco y sin embargo fue alabadapor el Sehor. El ejemplo de la viudaempero, bien interpretado, es eficazpara arrancar a muchas almas de laavaricia en la cual estan sumidas.

610 .

La tentaci6n de Lincoln

Siendo todavia un joven, el quehabia de ser con el tiempo uno de losmas grandes presidentes de America,al fin de un discurso en favor de losoprimidos, fue tentado de la siguientemanera, por los ricos ncgreros cuyasmalas artes denunciaba.

Un caballero se acerc6 a 61 con uncontrato en la mano y le dijo: Joven:Le ofrecemos un contrato por diezafios, 20.000 d6lares al afio, si deja suocupaci6n y entra en nuestro negocio.Todo to que tiene que hacer, Mr. Lin-coln, es firmar este papel.

Lincoln rehus6 la oferta. El pre-firi6 su pobreza con su concienciahonrada y un coraz6n recto, que lariqueza de pecado que le ofrecian. Porsu integridad lleg6 a la Presidenciade la gran naci6n americana, lograndoun dia la libertad de los pobres negrosesclavos.611. Castigo merecido

Una sefiora que se habia retenidode dar para las necesidades que elpastor habia senalado en el sermon ,

cuando lleg6 a su casa vio que un"ratero" le habia robado todo el di-nero que llevaba consign.

ha-Mira -dijo--, el pastor no e!

sabido llegar a mi bolsillo... perodiablo, si.

pVA

"Si no to callas..."

Moody cuenta la siguiente an6cdota:Un rico hacendado de New York,

ccnocido por su avaricia, se convirti6al Evangelio. Algdn tiempo despu6s,un pobre hombre que habia sido vfc-tirna de un incendio y estaba en lamas completa miseria, vino a pedirlesocorro.

El hacendado quiso ser generosoy pens6 darle uno de los jamones dela despensa.

Cuando to iba a buscar, el tentadormurmur6 en su oido:

-Dale el mas pequerio.-Hubo Enonces una lucha entre

sf; y, finalmente, 61 baj6 el jam6nmas grande.

-Tu eres un tonto -dijole eldiablo.

-Si no to quedas quieto -repli-c6 el hacendado-, le dar6 todos losjamones que hay en la despensa.

S61o asi Satanas se call6 la boca.

613. El tenia la respuesta

Un muchacho se convirti6 al Se-fior. Poco despu6s la prueba vinosobre su hogar llegando a faltarlescasi el pan. Un incr6dulo, con el quehabia discutido algunas veces, apro-vech6 la contingencia para turbar lafe del joven creyente.

-Si hay un Dios y es justo, comoto aseguras, Lpor qu6 no envfa a al-guno para que os traiga pan y la quetanta falta os hace hoy? -le dijo,burlandose.

-A la mejor --contest6 el mu-chacho-- El ha dado el recado a unoY 6ste no ha querido venir, o, acaso,se ha olvidado.

Cuando pensamos en los muchosnecesitados y vemos a tantos ricos que

se llaman cristianos y podrian ayudar-les, recordamos las palabras del mu-chacho y sufrimos pensando en los querecibieron el recado de Dios, del cualdeberian sentirse mayordomos, loscuales o no quieren o no se acuerdande to que Dios les orden6, olvidandoque todo to ban de dejar aca en latierra, excepto su responsabilidad porsu desobediencia.

614. Otra excusa que no pasa

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Un tesorero de iglesia visit6 a unmiembro muy rico para rogarle qui-siera ayudar a engrosar una colectaespecial que se habia acordado, parauna cosa especial de necesidad. Elsefior dio 5 d6lares. Entonces eldiacono-tesoro le dijo:

-LC6mo ofrec6is tan poco? Vues-tro hijo Juan nos ha entregado 100d6lares.

-Bien -fue la respuesta del an-ciano- Es que mi hijo tiene a supadre rico, y yo no to tengo.

Ningun cristiano debe olvidar queDios es su Padre, y es el amo del oroy la plata.

615.

Un remedio para la codicia

Un cristiano mezquino escuchabaun serm6n sobre el tema de la libe-ralidad. Estaba casi sordo, y acos-tumbraba sentarse en el primer asiento,justamente frente al p6lpito. El ser-m6n to conmovi6 bastante. En unmomento se dijo: "Voy a dar 10 pe-sos"; y despu6s dijo, "Voy a darquince". Al final de la presentaci6n,se sinti6 muy conmovido, y pens6que dada cincuenta pesos.

Entonces empiezan a pasar las bol-sas para recoger la ofrenda. A medidaque se venian acercando a su asiento,

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su generosidad se iba disipando. Decincuenta baj6 a veinte, de veinte adiez, de diez a cinco, de cinco a cero.Termin6 por resolver que no darianada. "No obstante" -se decfa-"esto no sirve, me estoy portandomal. Esta avaricia me va a arruinarpara la Eternidad. Las personas en-cargadas de la ofrenda se acercabancads vez mas. 1Se encontraba frentea frente a una decisi6n que no podiaeludir! LQue haria en este caso? Labolsa estaba casi debajo de su mismabarba, y toda la congregaci6n le es-taba mirando. El habia quedado conla billetera en la mano durante todoeste soliloquio en voz baja, que fueen parte audible, aunque, por su sor-dera, 61 no se daba cuenta de que leoian. En la angustia del ultimo mo-mento, torn6 su billetera y la deposit6entera dentro de la bolsa, diciendomientras to haria: "iAhora retu6rcetecon dolor, naturaleza vieja!"

Esta fue una Victoria superior atodas cuantas gan6 Alejandro el Gran-de, una Victoria sobre si mismo. Aquiesta la Have al problema de la codi-cia. La naturaleza vieja tiene que su-cumbir.

616.

Las vacas o Cristo

Dos hombres, uno cristiano peroavaro y el otro ateo, estaban discutien-do las evidencias de la religi6n cris-tiana. El ateo dijo franca y brusca-mente:

-Es por demas seguir tratando elasunto, porque no creo ni una solapalabra de to que esta diciendo, yademas estoy seguro que usted tam-poco cree to que ha dicho pues tengopruebas de que usted no ha dado,durante los ulttmms 20 anos, para suiglesia o para misiones, ni siquiera toque pag6 por su 61tima vacs.

LA VIDA CRISTIANA - Sub peli,gros

617. Demostr6 que no estabatisfecho

SR.

Cierto cuaquero puso un letrero ento alto de un palo en un campo suyo ,que decia: "Regalar6 este campo a lhombre que demuestre estar realrnen-te satisfecho en su vida". Un ricohacendado, que pasaba casualmente,to ley6 y Ilam6 a la puerta del "ami-go". "Puerto que el amigo cuaqueroquiere dar su campo al hombre sa-tisfecho, puede darmelo a mi. Yo soyrico, tengo todo to que necesito. Soyfuerte. Estoy contento de la vida. Creoque soy el mas calificado para obte-nerlo", se dijo.

El cuaquero sali6: %De veras estassatisfecho, amigo?" pregunt6. El otroreiter6 su anterior afirmaci6n. "Amigomio", le contest6 el cuaquero, "Side veras estuvieras satisfecho, no de-searias el campo... Lno to parece?"Y le cerr6 la puerta...

618. Terrible negocio en su contra

Una madre que sube al 61nnibuscon su nino, quiere ahorrarse unoscentavitos y miente acerca de la edaddel nino a fin de pagar medio precio.

Ella se rie para si por to que hahecho. La Compania de transporterno se declarara en bancarrota poresto; pero examinaremos to ocurrido :

La madre ha mentido y ha defraudadoen presencia del nino y esta fomen -

tando la falta de honradez en eracriatura; algiln dia se extranara Of

do la criatura ande por caminos mal°s'La madre hizo el peor negocio encontra de si misma.

AVA IA

619- Oro en el coraz6n

El Rev. A. Fuller visitaba el bancode Inglaterra donde le fue mostradoe departamento secreto donde se guar-da el oro del imperio britanico. To-mando este siervo de Dios un lingoteen la mano, despu6s de examinarlodijo a un amigo, !Cuanto mejor estener esto en la mano que en el co-raz6n!

620. Mis negocios no

Carlos G. Finney estaba dirigiendoun serie de cultos en determinadolugar. Un individuo pas6 adelante ydijo que queria ser salvo. El Senor Fin-ney se arrodi116 para orar con 61:"Senor", implor6, "aqui esta estehombre que quiere entregar su co-raz6n por completo a ti", y el hombreasinti6: "Amen" "Senor", orb el seiiorFinney.

"Aqui esta este hombre que quierecompartir su hogar contigo, quiereestablecer el culto de familia y quesus hijos Sean salvos, y el hombre vol-vi6 a repetir: "Am6n".

"Senor", or6 el predicador, "Aquiesta un hombre-que quiere compartirsu negocio contigo. Quiere que to seassu socio y que le ayudes a dirigir susnegocios". El hombre permaneci6 muycallado y el senor Finney levant6 lavista para preguntarle:

-Por qu6 no apoya con un"Amen"?

El hombre respondi6:-Porque mis negocios son mis ne-

gocios. No estoy listo para acepia Cristo en mis tratos comerciales,compartirlos con 61; ni pedirle su ayu-da en la direcci6n de los mismos."S6 que no puedo hacerlo y no tohar6",

Este hombre como el joven rico delEvangelio queria la salvaci6n propiay de su familia pero no estaba dispues-to a pagar el precio. Amaba mas sudinero que a Cristo y la vida eterna.

621,

Abrir la mano

622 .

El dedo en la llaga

241

La dificultad de a1gunas personaspara tener el poder del EspirituSanto es como la de aquella nina quefue a la sala de estar y tom6 un vasogriego de porcelana metiendo la manopor su estrecho cuello para sacar unamoneda que vio en su fondo, de laque se apoder6 con presteza. AI ha-llarse que no podia sacar la manollam6 a su madre pero 6sta tampoco

pudo conseguir que la nina la sacara.Llam6 al padre y este tampoco pudo.finalmente la madre comprendi6 enque consistiria la dificultad y dijo a lanina.

-Maria abre bien to mano, ponlaestirada y papa tirara del brazo y tola sacara. La nina mir6 a su padre ydijo:

-Papa, si to hago asi se caera lamoneda,

-Padre y madre se echaron. a reirpues comprendieron la raz6n de laaparente dificultad.

Asi es con muchas personas queretienen en sus corazones cosas queno quieren soltar. Si queremos . tenerel poder de Dios en nosotros debemosamar a Cristo sobre todas las cosas,y ponerle a El en el lugar supremo

Un hermano pregunt6 al otro:-Si tuvieras cien ovejas, Ldarias

cincuenta al Senor?-i Si! Lc6mo no?

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242

-Si tuvieras cuatro vacas, 4dariasdos al Senor?

-1Claro que si!-Si tuvieras dos cerdos, Ldarias

uno al Senor?-LPor que me to preguntas? T6

sabes que yo tengo dos cerdos.

623. El cristiano y el dinero

Sucedi6 que un cristiano pobre vinode repente a ser rico por una ines-perada herencia. Todos sus parientesy amigos vinieron a felicitarle, comoes natural. Uno le preguntaba:

-Pero... I Les que no estas conten-to?

-Si, to estoy, pero...Otro le decia:-Pero..., Vies que temes que todo

sea un sueiio encantador?-No; no to temo, pero...Al fin se explic6:-Es que un dia lei este pensamien-

to: "Cuando un hombre empieza aser rico, el problema consiste en sa-ber si Dios va a ganar una fortuna ova a perder un hombre".

Buen ejemplo, especialmente paraaquellos cristianos que se hicieron,o se hacen ricos, sin que se note en laofrenda, ni en los hogares de los her-manos en necesidad. El dinero quenos da, como cristianos, no nos to dadel todo, nos to confia para que seto administremos. - A. Almudevar.

624. Consagraci6n falsa

La historia nos cuenta que Luis

XI de Francia, hizo un solemne le-gado de propiedad a la Virgen Maria,hoci6ndola propietaria de toda la tiersde Boulogne, pero reservando parasi todas las rentas de la misma. Es

LA VIDA CRISTIANA - Sus peligros

de temer que la conversi6n y la con-sagraci6n de muchos resulta semejan-te a 6ste "solemne legado". Nos de,dicamos al Senor, reservando paranosotros mismos los beneficios queresultan de ello

525-.

Codicioso hasta la muerte

Un pastor evang6lico ingl6s fue lla.mado al lecho de muerte de un hom-bre rico. Arrodillado junto al moribun-do, el pastor le pidi6 que le tomarala mano mientras oraba por 61 en esahora tan solemne, pero el moribundorehus6 extender la mano. Despu6s delfallecimiento, vieron que las rigidasmanos encerraban la have de la cajade hierro. El coraz6n y la mano, hastael fin, se estaban aferrando a las pose-siones, que el muerto no podia llevaral mas alla.

626. La codicia

Se dice de una sefiora que, en elmomento de bajar las escaleras de sucasa oy6 exclamar a su criada: "iMefaltan 500 pesetas para ser feliz!".Pensando sobre el asunto, y deseosade hacer la felicidad de la muchacha,la mujer volvi6 sobre sus pasos y to-mando el dinero se to dio. La mucha-cha no sabia c6mo dar las gracias asu bondadosa seiiora, que con una son-risa prosigui6 su camino, deteni6ndoseun poco mas abajo para escuchar lasexclamaciones de jlibilo en que, sinduda, prorrumpiria la joven. Mas cu6lno seria su desencanto Cuando, en vezde alazanzas a Dios to que oy6 fue unlamento: "iTonta de mil ZPor qu6 nodiria MIL en vez de quinientas? .

Asi es el coraz6n del hombre. Nun'ca satisfecho..., a menos que to llen ela gracia infinita de Cristo. "Cualqule-

MUNDANAL IDAD

ra que bebiere de esta agua, volveraa tener sed -dijo el Senor Jesus-,mas el que bebiere del agua que yole dare, no tendra sed jamas; sino queel agua que yo le dare sera en 61 unafuente de agua que salta para vidaeterna".

4. MUNDANALIDAD

627.

La religi6n en case

Un joven, miembro de una iglesia,fue hallado en un baile p6blico porotro joven no creyente. A1 expresarleeste su extraneza por tal encuentro,respondi6le el aludido:

-He dejado mi religi6n en casa.Pero to mas probable es que no

habia dejado nada en casa, porqueno poseia nada. La religi6n que es,seg6n su etimologia, uni6n de almacon Dios, no puede dejarse y tomarsea gusto. Cuando existe es algo perma-nente que domina la conciencia y lavida.

628. El le6n y el cordero

Se cuenta de un profesor alemanque intent6 juntar en una jaula a unle6n y a un cordero con objeto deacostumbrarles a vivir juntos. Al cabode alg6n tiempo a1guien le pregunt6el resultado de su experimento.

-Va muy bien, -contest6 el sa-bio--. S61o ocurre que de vez en cuan-do hay que reemplazar el cordero.

Cuidado en ponerse en la jaula delmundo con el le6n rugiente, el diablo,para ver si podemos mas que e1.

243

629 ,. Pisabs el terreno de Satanlis

Conocida es la historia que la an-tigua tradici6n refiere. Seglin dicha le-yenda, el ap6stol San Juan estaba muyafligido por la cafda de un jovencristiano. Llam6 a Satanas a su pre-sencia y le repoch6 por haber arrui-nado a un joven tan bueno.

-Tu joven bueno estaba pisandoun terreno que es mio -dijo Sata-nas-, y por eso me to llevd.

El unico medio seguro para nocaer es el de huir de la tentaci6n.

630.

Por qu6 Gandhi no fue ganadopara Cristo

Cuando concurria a la Universidadde Londres Mahatma Ghandi, casiestuvo convencido de que el Cristia-nismo era la 6nica religi6n verdadera.Despu6s de su graduaci6n busc6 em-pleo en Africa y por siete meses vivi6en el hogar de una familia que eranmiembros de una iglesia cristiana.Como estaba indeciso pens6 que suestancia y contacto con tal familia leayudaria a decidir su religi6n. Pero amedida que transcurrieron los mesespudo oir de labios de aquellos cristia-nos tantas quejas y murmuracionesacerca de las iglesias y sus ministros,y un tal espiritu de egoismo y apatiareligiosa, que Ghandi qued6 desalen-tado dici6ndose:

-No, esto no puede ser la 6nicareligi6n sobrenatural, como yo crefa.Sera una buena religi6n para muchos,pero solamente una entre las muchosreligiones del mundo. Y se volvi6 ala India sin aceptar a Cristo.

Si esta familia hubiese sido de cris-tianos vivamente consagrados a Dios,iquien sabe el beneficio que ello ha-

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244

bria significado, no s61o para la vidade Ghandi sino en las masas de laIndia! iCu6an peligrosa es la falta deeosagraei6nl - De "Evangelistic Ilus-trations".

631. Podia bajar con el vestidoblanco

Recordamos to siguiente a los cris-tianos que piensan que pueden tomarparte en todo cuando el mundo hate,dice o lee.

-No puedes bajar a la mina coneste vestido blanco, dijeron varias com-paneras a otra. Pero ella no querfa es-cucharlas y fue al minero.

-4No puedo bajar a la mina coneste vestido blanco?

-Por supuesto, sefiorita, puedeusted bajar, pero to que no creo, esque usted pueda subir limpia.

632..

El medico y los ch6fers

Un medico que vivia en la montafiacercana a la ciudad, puso un anuncioen los peri6dicos, pidiendo un ch6ferpara su coche. Se presentaron tres.

Uno por uno les recibi6 en su despa-cho, y les fue preguntando. Al prime-ro le dijo:

-LA qu6 distancia del precipiciocerca de la carretera es capaz de haterparar usted al coche?

-El ch6fer, presumiendo su periciacontest6:

-Pues... a medio palmo.-Bien; salga usted y espere ahi

fuefa.Entr6 el segundo, y le pregunt6 to

mismo, a to que este contest6:-Pues yo, a un palmo.Entr6 el tercero:-LA que distancia me pregunta

usted? -exclam6- iPues tan lejoscomo me sea posible!

LA VIDA CRISTIANA - Sus peligros

-IUsted es el que me conviene!Queda usted a mi servicio.

El cristianismo prudente no plantacara al peligro de la tentaci6n, sin6que huye del enemigo y su astucia alRefugio de la Roca, que es Cristo.

633.

Verdad solemne

Antes de comenzar la batalla, elnoble oficial areng6 a sus soldadosy les dijo:

-iA menos de que mat6is al ene-migo, el enemigo os matara a vos-otros!

La Palabra de Dios nos advierte:A menos de que crucifiqu6is a vues-tra came, vuestra came os arruinaraa vosotros.

634.

Malas compaiuas

Un sefior que tenia un canario quecantaba muy bien, cuando lleg6 laPrimavera pens6 que el pobre paja-rito necesitaba mds aire y sol, asi queto sac6 al jardin, colgando la jaula deun drbol. Pronto rodearon la jaulabandadas de gorriones, y el canariocomenz6 a imitar el poco musical chi-rrido de sus nuevas amistades. El due-no del pdajaro se dio cuenta, y llev6de nuevo a la casa el canario. Peroera demasiado tarde. El pajarito habiaperdido su canto para siempre.

Todos conocemos a cristianos que,hate afios, tenian un hermoso testi-monio, pero que to ban perdido, Yahora todo to que hacen es hablar,hablar y hablar. LPor que? Porqueban perdido la comuni6n con Dios, Yhan perdido con ello su fervor espl-ritual.

MOpANALIDAD_o®

635 ; .

El mundo to dejar5 a tl

Un hombre me dijo hate un 6empo:_.-Seiior Moody, ahora que me heconvertido, Ltendr6 que dejar el mun-do?

Le conteste: -De ninguna mane-ra. Usted no tiene que dejar el mundo.Pero si su testimonio cristiano es bienclaro, el mundo to va a dejar a usted,y muy pronto.

636. El nido demasisdo bajo

Cierta sefiora estaba sentada de-lante de su ventana un dia primaveral.contemplando a un ave que cons-truia su nido en una rama cercanaal suelo.

-Ah, mi pequeiia amiguita -di-jo-, estas construyendo demasiadobajo.

Ella sali6 y desbarat6 el nido; peroel pajaro insistia en regresar y cons-truir el nido en el mismo lugar bajo.Pronto hubo varios huevecitos en elnido y mas tarde hubo varios paja-ritos. Cierto dia la sefiora oy6 el gritode dolor del pajaro y al correr habiafuera vio que un gato habia encontradoel nido y estaba devorando a los paja-ritos. La madre habia construido sunido demasiado bajo.

Los padres frecuentemente son cul-pables de to mismo, construyen sobrelas cosas del mundo, invierten sutiernpo y atenci6n en los clubs y lasorganizaciones del mundo, y prontoel mundo viene y destruye a sus hijos.

ah, mades y padres, construid altoPara bien de vuestros hijos.

l'dificad sobre Cristo, edificad sobrela oraci6n, sobre la Biblia y sobre laiglesia. Entonces merecer6is la honrade vuestros hijos.

637. Labrando recto

638. Ironia de Locke

245

Un granjero procuraba ensefiar a unmuchacho c6mo labrar haciendo elsurco recto.

El consejo fue:-Mira c6mo yo to hago. LVes?

Yo pongo la mano sobre el arado yfijo mis ojos en unarbol, o una piedraen el lado opuesto. Guarda pues tusojos fijos en alguna cosa y hams tomismo.

Cuando el maestro volvi6, a su dis-,cipulo los surcos, le iban en todas di-recciones. Increpando al muchachoeste se defendi6 alegando "que e1 ha-bfa fijado los ojos en una cosa del la-do opuesto, y que no sabfa c6mo lossurcos se habfan torcido".

-LY qu6 miraste, pues, si se puedesaber?

-Pues en aquella vaca que estaalli paciendo puse mi mirada.

Naturalmente, como la vaca iba deaca para alla...

Solamente fijando nuestros ojos enJesus seremos librados del mal. Cristonunca cambia, siendo el mismo hoy,como ayer y por los siglos.

Juan Locke, el famoso escritor, fueinvitado Certo dia a casa de LordShafterbury, juntamente con el duquede Buckingham y lord Halifax. Lockepensaba que era una preciosa opor-tunidad para sus aficiones literarias,el poder estar un par de horas entrepersonajes tan distinguidos. Pero fuegrande su desengaiio cuando vio que,sacando una baraja los tres nobles sepusieron a jugar, y toda la conversa-ci6n que esperaba el fil6sofo se redujoa las palabras y frases propias deljuego.

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246

Despues de observarles un rat,Locke sac6 su agenda de bolsillo yempez6 a escribir con gran atenci6n.Al darse cuenta de ello, uno de lospresentes pidi6le excusas por la li-bertad de preguntarle que estaba es-cribiendo:

-Mi seiior, dijo Locke, estoy tra-tando de sacar todo el provecho po-sible de esta visita; pues habiendoesperado con impaciencia el honor deestar en compaiiia de los mas grandespersonajes de mi patria en esta epoca,he pensado que no podia hacer nadamejor que escribir vuestra conversa-ci6n, y aqui estas.

Avergonzados por esta fina ironialos tres nobles recogieron el juegode cartas y empezaron a hablar deasuntos mas sustanciosos y mas pro-pios de la dignidad de sus personas.

639.. Por que no fuman los mono,

En un porque zool6gico, un jovendandose aire de ser algo, estaba cercade is jaula de los monos fumandoseun cigarrillo, Cuando se le ocurri6 laidea de dar un pitillo a uno de los;nonos, y pregunt6 a cierto guarda sile haria mat un cigarro. "Ni to masminim, -contest6 el guards-, por-que no to tocaria para nada. El monono es tan tonto como a algunos hom-bres les parece". "El hombre es elunico animal que fuma".

640.

Fibula de los monos

Hubo un tiempo Cuando estuvo demoda la teoria de la evoluci6n, seg-dnla cual se pretendia que el hombredescendia del mono. Fue entonces quese corri6 la fibula en la que tres mo-nos estaban discutiendo sobre el par-ticular: %Habeis oido to que se cuen-ta por ahi, de que el hombre es un

LA VIDA CRISTIANA - SUS pelt$,,,,

descendiente de nuestra noble raza?'1,preguntaba un mono a sus companyros. %Pero, es posible? -exclamabaotro-. LCuAndo se ha visto a Una mo-na abandonar a sus hijos, o hacerlespasar hambre, o coger un arms y matarse los uno, a los otros?". %O cuin-do -decia el tercero- se ha sabidode un mono que haya construido Unacerca alrededor de un cocotero paradejar que los cocos se pudran antesde permitir que otros monos se apro-vechen de ellos?". "Verdaderamente-convinieron los tres- el hombre"desciende", pero no de nosotros".

641, 1Demasiado personal!

El editor de un peri6dico semanalnecesitaba material para llenar unascolumnas y, como no tenia otro por elmomento, mand6 que sin comentarioa1guno insertaran el Decalogo. Tresdias despues el editor recibi6 Una car-ts de uno de los lectores de dicho se.manario, y en ella decia: "Favor decancelar mi suscripci6n porque sueditorial es demasiado personal encontra mia. - El Expositor Biblico,

5. MURMURACION

642.

Celo y celos

Aunque la palabra "celos", se de-riva del vocablo "celo", del griego, tocual quiere decir "hirviente", en rea-lidad no tienen nada en comun, puestoque "celo" es un buen deseo de hacerUna cosa bien, obedeciendo Una leyjusta en la Naturaleza de to seres olas cosa,, en tanto que "celos", es 110mal deseo, egoista, y mal intenciona do

que express un mal estado de anilno'o sea de "anima", o alma.

MU(IWRACI 6N

El diablo sabe usarlo para cortar,como con unas tijeras, lazos bien dul-ces entre seres queridos, o denomi-naciones, naciones, y miembros dei0esias.

Se dice que cierto diacono que con-fundia los dos vocablos facilmente,decia Una vez:

-Nuestra iglesia va de mal en peor,per, nos consuela pensar que las de-Inas iglesias de la localidad se hallanmas o menos en el mismo estado. --A. Almuddvar.

643. Buen remedio contra loschismes

Hannah More, la conocida refor-madora evangelica de la epoca vic-toriana, tenia un remedio infaliblecontra los chismes. Cuando se le con-taba alguna cosa desagradable acercade Una persona, contestaba inmedia-tamente: "Vamos a ver a la personaacusada para preguntarle si es cierto".El efecto a veces era doloroso. El chis-moso, lleno de sorpresa, modificabasus acusaciones o pedia que no fuesentomadas en cuenta. Pero la buenamujer era inexorable. iba con el infor-mante a hablar con el calumniado, yle obligaba a reconocer su mentira.

Era dificil que alguien fuese masde Una vez con Una calumnia a HannahMore.

jC6mo andas W, amigo mio en esteasunto? Si Dios to pesara en la ba-lanza frente al noveno mandamiento,to hallaria falso? "No hablaras contrato pr6jimo falso testimonio" (Exodo20:16). LEres culpable o inocente?- D. L. Moody.

247

644.

Federico el Grande y la Dama

Una seiiora, Dama en la Corte, sepresene6 ante el Rey Federico elGrande de Prusia:

-Vuestra Majestad -le dijo-Mi esposo me trata muy mal.

-Este no es mi negocio -le con-test6 el Rey.

-Per, -sigui6 ells-, es que ha-bla mal de Vuestra Majestad.

-No es vuestro negocio, -le con-test6 secamente.

645. Conocer impide criticar

Una de las razones por las cualescriticamos y encontramos faltas anuestros pr6jimos radica en que noconocemos al dedillo todos los hechospertenecientes al caso. Un hombre queiba en el coche dormitorio de un trenno podia concilar el sueno debido aque el niiio que iba al cuidado de otropasajero lloraba constantemente. Elprimer hombre laz6 furibundo estaobservaci6n:

-ZPor que no Ileva a esa criaturacon su madre, a fin de que el restode nosotros pueda dormir?

-Amigo -dijo el hombre-, qui-siera poder hacer precisamente eso,pero mi esposa, la madre de estacriatura, falleci6 ayer. Su cadaver estaen el vag6n de carga y la estamostrasladando a nuestra ciudad paradarle sepultura ally.

Inmediatamente el otro se aver-gonz6, se levantb y cuid6 a la criaturaa fin de que el entristecido padre pu-diera descansar un poco.

Si, si comprendiesemos todas lascircunstancias, si supieramos de todoslos problemas que otros tienen, noseriamos tan propensos a la critics.

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646. S61o un grano de arena

Al salir un muchacho de la es-cuela, comprob6 que su reloj se retra-saba. Con uno de sus amigos se diri-gi6 a la relojeria para ver que es toque tenfa su reloj.

El relojero les dijo despu6s de ha-berlo examinado que contenia un gra-no de arena.

-LS61o un grano de arena? -re-puso el muchacho-. ZUna cosa tanpequena puede retrasar el reloj?

-Si, -contest6 el relojero-, pre-cisamente porque es tan pequena, eldano es mayor, pues pocos sospechandonde esta oculto.

Muchas veces los pequeiios peca-dos son los que mas mal causan.

647. Por qu6 no quiso recibir alpastor

Un joven yacia inm6vil en su lechode muerte. Sus afligidos padres, cons-cientes de que no era salvo, procura-ban con Iagrimas llevarle a los piesdel Senor. Pero el joven se resistia,no querfa escuchar. Los padres, com-prendiendo que sus esfuerzos eranvanos, preguntaron al joven si queriaver al pastor. La respuesta fue un ro-tundo no. Volvieron a insistir, pidien-dole que aceptara recibir la visita deun diacono o de un anciano de laiglesia. Con un dejo de amargura, elmoribund', volvi6 a responder que no.Profundamente apenados, los padresle preguntaron al hijo por qu6 se ne-gaba a hablar con estos hombres pia-dosos en momentos tan graves. Heaqui la respuesta de este joven mori-bundo: %Qu6 pueden hacer por mi?Nada. Ustedes mismos los han criti-cado con frecuencia. Han mencionadosus fracasos. Han puesto en tela de

LA VIDA CRISTIANA - S(IS pelt$,','

juicio su caracter cristiano y su tes.timonio. IQue pueden hacer pot MPNada. Por favor, dejenme solo. yano creo en nada".

Estimado lector: LHa perdido e!pastor su influencia bienhechora ento casa y entre tus hijos porque tohas hablado mal de 61 y no has res.petado al siervo de Dios? -

poder.

648.

Tenia derecho a tener defectos

En una tertulia, unos cuantos her.manos criticaban a otro ausente. Cadauno decia la suya, except', uno quepermanecia en silencio, con una enig-matica sonrisa vagando en sus labios.

Uno de los mas murmuradores, co-mo sobreviniendo en su mente, le pre-gunt6:

-IT6 no dices nada? LQu6 to pa-rece del caso?

-Nada, me parece -foe la res-puesta.

-Si que es extraiio, pues tri cono-ces bien al hermano X -aleg6 el pre-guntador. -ZQu6 to parece, pues? Ha-bla, hombre...

-Me parece que, siendo asf queyo tengo defectos que me apenan, yme afean, los que mochas veces nopuedo evitar... 61 tambien tiene de",echo a tenerlos. Acaso le hacen su-frir, al pobre, como me hacen sufrirlos mios... Y yo me digo: LQu6 de-recho tengo yo en mirar sus defectoslejanos, si tengo tan cerca de mis ojoslos mios propios?

Nada supo contestar a su pregunta .

LPodrfamos contestar a ella nosotros?

649. Nobleza

El doctor A. T. Pearson, c6lebreautor del libro "Muchas Pruebas ln-falibles", cuenta la siguiente historia

delgeneral Roberto E. Lee. Dice que

en cierta ocasion el presidente Davis

de los Estados Unidos pregunt6 a estefamoso general respect', a cierto ofi-cial de su ej6rcito, a to cual el generalresponde6 en los t6rminos mas elogio-sos en favor de aquel subalterno suyo.

Otro oficial que estaba presente ad-mir6se grandemente de oir al generalhablar en tales terminos y le dijo:

-General, Lno sabe usted que elhombre que usted esta alabando anteel Presidente es uno de sus peoresenemigos, y no deja pasar ningunaoportunidad sin hablar mal de usted?

"Ya to s6 -replic6 el generalLee-, pero el Presidente me estabapreguntando mi opini6n acerea de 61y le di una respuesta cierta, pues to-das estos cualidades las tiene el ofi-cial X... El Presidente no me pre-gunt6 la opini6n que 61 tiene acereade mi".

650.

El libro de quejas

Un ministro del Evangelio cansadode que los miembros de la iglesia lle-gasen hasta 61 con quejas de otros her-manos, decidi6 comprar un libro depapel rayado, en cuya cubierta escri-

bib "libro de Quejas de Unos Miem-bros de la Iglesia contra Otros Miem-bros de la Misma".

Cuando un nuevo descontento vino,le present6 el libro abierto por la pri-mera pagina, y le dijo:

-Escriba aqui en qu6 consiste suqueja y firme al pie.

El descontento le mir6 con extra-neza.

-LPara que? le pregunt6.Y el ministro le contest6 muy se-

namente:

-Para poder tratar el asunto ofi-cialrnente. Yo s6 que usted no tends

inconveniente en comparecer cuandole llamemos para testificar.

La vista del libro y la pluma obr6un resultado inmediato. El hombre,apartandose de ambos, dijo decidida-mente:

-iOh, yo no puedo firmar una cosaasf!

El ministro afirmaba anos despu6s,que habia usado durante cuarenta anosel mismo libro, to habia abierto milveces, y sin embargo, hecho curioso,cuando to mostraba, no habia en elmismo ni una sola linea manuscrita.

651. Luchar, no criticar

249

Un soldado persa se ocupaba en de-nigrar al enemigo, Alejandro el Gran-de. Un capitan que le oy6 le amones-t6: "Soldado: Td ere' pagado para lu-char noblemente contra Alejadro, nopara que le denigres".

Cuando alguno venga a contamosel mal de otro hermano digamosle:"Hermano: Tu eres salvado de talesdefectos para que luches noblementeen oraci6n y por to simpatia cristiana,no contra el hermano, sino contra su$defectos".

652.

El habit', de censurar

Se dice que los buitres pueden volarpor encima de un jardfn colmado delas mas bellas flores, sin ver una solade ellas. Pero si cruzan un mente don-de en algdn rinc6n del mismo hay al-gun cuerpo corrompiendose acuden almomento.

Asi sucede entre los hombres. Al-gunos no son capaces de ver las vir-tudes de los demas, pero si, ven almomento los defectos. A la menor se-iial de corrupci6n se lanzan sobre elcaido y hacen un festin del petado deun pobre". - Spencer.

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653. Tres puertw

Antes de que digas nada a nadie,deja pasar to intenci6n por las trespuertas siguientes: Primera LEs verdadto que pienso decir? - Segunda LEsnecesario que to diga? - Tercera LEsbueno que pase por mts labios? Cuan-do hayas aprendido a hablar asf, ha-bras ganado mucho.

654.

La cesta de los chismes

Eramos 6 hermanos, y frecuente-mente estibamos metiendo chismes ycriticas, to cual era causa de gran dis-gusto Para nuestro padre. Cierto dia 61trajo a casa un paquete.

-He comprado -nos explic6 unacestita para cads uno. Cuando tenganalg6n chisme, en vez de decirlo, escrf-banlo y depositenlo en su cesta. Unavez que est6 llena, vuelvan a leer loschismes y vean cuintos son dignos doguardarse.

A1 principio aquello nos pareci6muy extrano, pero pronto aprendimosa expresar asi nuestra queja... y a ol-vidarla en poco tiempo. Mis tardepapa nos dijo:

-Estas cestitas deben servir pararecordarles siempre que ni de la es-cuela, ni de la oficina ni del taller,deben traerse habladurias que perjudi-quen a alguien; y cuando hayan man-tenido la cesta vacta por algbn tiempo,ya verin que no sienten el deseo devolverla a llenar.

655.

Prob6 queers chisme

Cierta iglesia tenfa un nuevo pas-tor. Un dia una senora chismosa todijo a un ivido oyente suyo:

LA VIDA CRISTIANA - SuS peligros

-La esposa del pastor fue a lareuni6n; 61 entr6 enojado a la sata yla sac6 de allf.

Mss tarde, el pastor aclar6:"Hay cuatro cosas que quisiera de-

cir referente a este incidente:En primer lugar, nunca procederfa

tan groseramente con una senora , ymenos con mi esposa. En segundo lu-gar, nadie en la reuni6n vio que yo hi.ciera tal cosa. En tercer lugar, mi es-posa nunca concurri6 a dicha reuni6n.Cuarto, ni siquiera tengo esposa".

Se trataba simplemente de que unasenora forastera, tuvo que salir porsus ocupaciones, antes de terminar lareuni6n.

Asi son los chismes y los chismo-sos en todas partes, hablando de toque no conocen.

656.

El circulo del portero

En la ciudad de Nueva York, ungrupo de empleadas de uno de los misgrandes almacenes, organiz6 un circu-lo al cual le pusieron por nombre: "ElCirculo del Portero". Cuando se lespregunt6 el por que de tan curiosonombre ellas respondieron que se de-bia al lema que habian adoptado:"Guards la puerta de to boca".

657.

Indagar es mejor que month

Un grupo de hombres conversaba ,

y on la plitica sali6 a relucir algo maloacerca de otro individuo. Uno del gru-po dijo: "No to creo. Indaguemos '

Investigaron y encontraron que 10 que

se decia era una mentira. Organizaroaun club cuya finalidad era Indagar, envez de transmitir chismes, los cualesgeneralmente s61o son mentiras.

RAcj6N

658. Doble guards

Un general que acababa de condu-cir su ejercito en una larga y pesadajornada por el desierto, fue advertidode quo el enemigo planeaba atacar alcansado ejercito durante el reposo dela noche, por un Certo lugar del cam-pamento. Su lac6nica respuesta fue:

-Doble guarda a este punto estanoche.

Si queremos que este ano sea elmejor de nuestra vida pongamos do-ble guards a todos los puntos d6bilesque hemos observado durante el anoanterior.

659. Dientes en la lengua

Se dice que el caracol tiene sus dien-tes en la lengua, que conserva enro-Jlada como una cinta entretanto no lanecesita. Una vez tlega el momento deusarla, sacs su afilado ap6ndice y suncuando el tamaiio de los dientes esrealmente microsc6pico esto no impi-de el que realicen una labor a vecesdesvastadora.

Lo mismo puede decirse de algunaspersonas: no parece sino que tienen"diennts" en sus lenguas y muerdanal hablar, "devorando" la buena famay reputaci6n de sus semejantes... Queel Sehor nos libre de la acci6n de estaclase de lenguas, y que nosotros mis-mos estemos atentos y seamos vigilan-tes para arrancar cualquier "diente"que aParezca en nuestra lengua.

660. Ver to peor

Procure ver las virtudes on vez delas faltas al observar a su pr4jimo.Cierto famoso conferenciante empiezasus discursos mostrando al pbblico unpapel blanco, en cuyo centro ha dibu-lado un circulo negro. Despu6s pre-guilta a' auditorio: " LQu6 ven uste-

661. La corbata de Spurgeon

251

des?". "Un circulo negro" -contestantodos-. Entonces el orador responde:"LNadie de ustedes ve un cuadradogrande blanco?".

Desarrolle el hdabito de ver to buenoque tienen los demas. Com6ntelo.Practique el arte de hablar bien de lagente. Es asombroso cuando engrande-ce nuestras propias almas la costum-bre de descubrir to mejor en los de-mas. Mfrose usted at espejo cuando sesienta inclinado a emitir un mal juiciosobre alguien y vera el rictus amargode su rostro. Luego hable bien decualquiera y observe tambien en elespejo c6mo se le inunda la cars debondad. - Clarence W. Hall, en "Se-lecciones del Reader's Digest".

Spurgeon lucfa en cierta ocasi6nuna larga y vistosa corbata de aque-llas que estaban muy de moda en la6poca en que "el Principe de los pre-dicadores" llenaba los tempos y sa-lones de espectaculos mss grandes deLondres.

Despues de la predicaci6n, se lepresent6 una senora que era conocidade 61: de esas que son muy devotas;pero cuya mayor preocupaci6n es des-cubrir los defectos del pr6jimo.

-Senor Spurgeon -le dijo-, hetraido mis tijeras; pues deseo acortarleesa corbata que es muy mundana ydemasiado larga para un predicadordel Evangelio.

-Corte como quiera, senora -fuela respuesta-. Pero antes permitameusar sus tijeras para cortar algo queusted lena, una cosa que es demasia-do larga, y que produce, a mt entender,mucho mss eseandalo al Evangelioque mi pobre corbata.

La interpelada acept6 filos6fica-mente la reprimenda, pensando quese trataba de alg6n adorno de su ves-tido, que en aquellos tiempos abunda-

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ban en los trajes femeninos, y le en-'treg6 las tijeras.

Entonces Spurgeon, con un ancha ysimpatica sonrisa exclam6:

-Seiiora, saque usted la lengua.De 500 ilustraciones.

662.

Henry W. Beecher y el "tanto"

Hnery Ward Beecher, autor de lac6lebre novela "La cabana del doTom", solia recibir muchos an6nimos.Un dia recibi6 en un sobre un pedazode papel en el cual estaba escrita iini-camente la palabra "tanto". Segura-mente la intenci6n era ofender al se-nor Beecher; pero el gran predicadorse dirigi6 a la congregaci6n y les dijo:

-He recibido muchos cartas en lascuales ha habido algfin mensaje, aun-que quienes me las han enviado nohan firmado con su nombre; pero estaes la primers ocasi6n en que recibouna carts con firma y gin mensaje; lafirma dice: "Tonto".

6. MENTIRA Y EXAGERACION

663. Rectiificando una mentira sinimportancia

Por muchos aiios, Samuel Hadleyfue el director de la Misi6n WaterStreet en la ciudad de Nueva York.Este fiel servidor de Dios era cojo denacimiento, y nunca habia servido enel ejercito, pero para darse tono, an-tes de convertirse, acostumbraba decirque cojeaba como resultado de heri-das recibidas en combate.

Solia contar que el dia despues desu conversi6n, cuando un individuo in-dag6 la raz6n de su cojera, se olvid6de su deber cristiano y volvi6 a men-tir. Reaccionando, se dio cuenta de sufalta y quiso corregir su mentira; perola persona que le habia preguntado ya

LA V IDA CRISTIANA - Sus peligr(,,,

se habia marchado. Pero el reci6n con.vertido tomb un tranvia, fue a la ofici.na del caballero, y le confes6 que h a.bfa mentido momentos antes.

Esto es to que Cristo puede hacerpor ti. El puede transformarte interior.mente. La 6nica manera por la cualse pueden observar los mandamientosde Dios, es entregandole la vida a Je.sucristo.

664. Las cows como son

Una sefiora me dijo una vez:-Me he acostumbrado a exazerar

tanto las cosas, que no s6 que hacer.LPuede usted ayudarme?

Entonces le dije: -La pr6xima vezque usted mienta de esa manera, vayainmediatamente despues a la personaa la cual ha mentido, y confiese supecado. Eso es to que tiene que hacer.

-Es que no me gusta que ustedllame mentira a mi exageraci6n.

Pero mentira era. El vicio de la exa-geraci6n, parece a muchos un defectotrivial; pero, Lno se referiria a este de-fecto tambi6n nuestro Salvador cuandodeclar6: "Sea vuestro hablar: Si, si;no, no. Porque to que es mss que e,ito,de mal procede?"

665. No jdzgueis

Un modo de cortar los juicios pre,cipitados cuando 6stos se inician, esel de preguntamos: LNo hubiera sidoyo tan malo, o peor, de haberme en'contrado ante las dificultades y tenta-ciones por las que ha pasado esa per-sona?

Jesucristo dijo a los que preten-

dian erigirse en jueces: `iQue el 9ue

este limpio de eulpa arroje la primerspiedra". Me han contado que un ho"bre de negocios tiene encima de sumesa de trabajo una piedra con ese

MFNTIRA Y EXAGERAc16N

texto en grandes letras. lExcelente re-cordatorio!

Bxisten tres reglas muy simples pa-ra vencer el habido de juzgar a losdemas.

Primers: Asegdrese de que conocetodos los hechos para que su juiciono se base en verdades circunstancia-les. Compartimos la responsabilidadde los juicios equivocados cuando lesprestamos ofdo. "Siempre que oigouna historia sensasional relativa a al-guien -dice un escritor-, procuroanalizar la mentalidad y los motivosdel narrador y, o bien olvido todo toque se ha dicho, o bien trato de ave-riguar cual fue el origen de la fabula".Haga usted eso mismo antes de juz-gar precipitadamente a toda victimsde la murmuraci6n.

Segunda: Recuerde que, por muycierta que parezca ser la culpa deotro, pueden existir circunstancias ate-nuantes. Hace anos, los indios "Sioux"tenian un rito impresionante. Todomensajero a punto de partir para vi-sitar otra tribu, alzaba las manos alcielo y rezaba: "Gran Espiritu, -ihazque nunca juzgue a otro sin haber ca-minado dos semanas con sus mocasi-nes!".

Tercera: Deje a Dios la tarea deernitir juicio sobre los pecados ajenos.Atribuirnos las funciones del Todopo-deroso es tan presuntuoso como irre-verente. - Gelett Burgess, en "Selec-ciones del Reader's Digest".

666, Lo mfis importante

Abraham Lincoln decia que: "si tu-viese que contestar a todas las criticasque recibia, y a todos los ataques deque era objeto, no le hubiese quedadotiempo para otra eosa. El prop6sitono es el de agradar, sino a Dios, ha-eiendo todas las cosas to mejor queNedo. Si a fin de cuentas resulta quetodo to que he hecho to he hecho mal,

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nada pidra cambiar la situaci6n. Si,por el contrario, resulta que he obra.do bier, nada importara to que lagente haya dicho ahora de mi".

Lo que importa -as! to leemos en]as Sagradas Escrituras-, no es toque la gente dice de nosotros, sinoto que diga el Seiior "en aquel dia"Su "bien, buen siervo y fiel", sera lamejor recompensa a toda la incom-prensi6n y las criticas de que ahorasomos objeto.

667. No juzgueis por aparienciss

Vino a vivir en nuestro pueblo-me cont6 un amigo-, una mujerviuda, de gran belleza, madre de treshijos; a las pocas semanas era la co.midilla de todo el vecindario. Decfanque era demasiado hermosa, que la vi-sitaban varios hombres, que tenia muypoco de ama de casa, que sus hijosvagabundeaban por las calles y co-mian en casa de los vecinos, que pe-caba de perezosa y se pasaba la ma-yor parte del tiempo tendida en unsofa y entregada a la lectura. Unamanana nuestra linda vecina se des-may6 en la oficina de Correos y notard6 en saberse la verdad. Padeciauna incurable enfermedad que le im-pedia hacer las labores de la casa. En-viaba a los chiquillos a la calle cuan-do los medicamentos no bastaban pa-ra aliviar su dolor. "Querfa -expli-c6-, quc me viesen siempre feliz yalegre". Los hombres que la visitabaneran el antiguo m6dico de la familia,el abogado que cuidaba de sus bienesy el hermano de su marido. Los ve-cinos del pueblo se portaron muybien con ella durante los restantesmeses de su vida, pero los murmura-uores nunca se perdonaron su ligereza.-Clarence W. Hall, en "Seleccionesdel Reader's Digest".

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7. ANSIEDAD

668. Temor que mata

El doctor Dubois cuenta que a unprisionero condenado a muerte se levendaron los ojos y se le dijo que laarteria del brazo le iba a ser cortaday un grupo de medicos iba a observarcuanto tiempo tardaria en morir. Sele lig6 el brazo justamente abajo de lcodo; luego se le pas6 una navaja porla piel sin hacerle ninguna incisi6n sedej6 correr agua a trav6s de un tubola cual iba cayendo en una vasija pues-ta debajo del brazo. Los doctores en-tre tanto comentgban sobre la debili-dad del pulso y sobre el estado su-puesto del prisionero a medida que sedesangraba. El prisionero crey6 tanconfiadamente todo to que los docto-res aseguraban, que su sistema nervio-so fue afectado de tal manera que leparaliz6 el coraz6n. Pensando que seestaba desangrando muri6 realmentede ansiedad y de miedo.

Con raz6n nuestro Seiior nbs orde-n6: "No esteis ansiosos".

669. La madre desconfiada

Mirando por la ventanilla del ferro-carril, una nifia sinti6 habfa entradoen su ojo una particula de carbonilladel humo de la maquina.

Como sea que la niiia se quejase,la madre hizo cuanto pudo para li-brarla de to que la hacia sufrir, aun-que imdtilmente. Un caballero sentadocerca le ofreci6 su ayuda, pero la ma-dre no acept6 desconfiando de to quepodrfa suceder si el desconocido en-traba en funciones.

Al dia siguiente, despuds de unamala noche. l a niiia hubo de ser lle-vada al oculista, ya que su dolenciase habia agravado en Bran manera.

LA VIDA CRISTIANA - Sus Peligros

La sorpresa de la madre fue grandecuando vio que el oculista era nadamenos que el desconocido del tree.

Muchas veces Dios nos ofrece suayuda, pero por rehusarla, nuestrosdolores y conflictos son agravados.

670. Miembros cadaveres

Viajando por Minnesotta, dice elpastor Alji, convers6 con un noruegoquien me manifest6 ser pastor de laIglesia Luterana Evangelica. Hablan.do acerca de la obra de Jas iglesiasclasificaba a sus miembros como cris-tianos vivos y cristianos muertos. Estome record6 la historia que of acercade cierto pastor que predicando en unculto f6nebre se inclin6 hacia el atandy en tono muy solemne dijo:

-"Este cadaver ha sido un miem-bro de mi iglesia desde que yo entreaqui como pastor".

Evidentemente era en el referidocaso un error de dicci6n, ya que que-ria decir simplemente: "Esta persona";pero is cuanos miembros podrfa bienaplicarse el error del pastor!

671. Esperanza que salva

Un doctor me cont6 que dos pacien-tes fueron diagnosticados el mismodia; uno de ellos estaba seriamente en-fermo sin ninguna esperanza, segiln secrefa; el otro no tenfa nada serio y seesperaba que pronto sanaria. Los dosdiagn6sticos se escr-ibieron pero se en,viaron en sobres equivocados. El en'fermo que no tenia esperanza de sal-varse se recobr6, pero el otro muri6.Muri6 de miedo; no de enfermedad. -~E. Stanley Jones.

8. FRIALDAD

672, Riqueza desconocida

En un pueblo de Belgica, un viaje-ro entr6 en una humilde casita dondevivian un par de pobres ancianos, enl a mayor necesidad.

En tanto bebia el vaso de agua quehabia pedido, sus ojos se fijaron en uncuadrito colgado de la pared, dondese vela un hermoso billete de banco debuen precio.

Intrigado pregunt6 al anciano ma-trimonio que era aquel cuadro.

La contestaci6n fue: "En los dias dela pasada guerra, recogimos y cuida-mos hasta su muerte, un pobrecitosoldado ingles. Como recuerdo delquerido muchacho, hemos colocadoeste bonito dibujo alli, que hallamos enuno de sus bolsillos".

El viajero les explic6 entonces queel bonito dibujo era un bonito billete,mediante el cual podifn salir de suextrema necesidad. Ellos vivian en ispobreza teniendo en sus manos unaregular riqueza. Los cristianos tenemostoda la riqueza de la Providencia deDios a nuestra disposici6n, y con todo,a veces... 1cuan pobres somos!

673. Cristiano tuerto

El oculista le dijo:-Si no os decidfs quedareis ciero.El hombre qued6 indeciso, y al fin

dijo:

-Xuanto me hareis pagar por ope-rarme un ojo?

-Cinco guineas -recibi6 por res-puesta.-cY de olierarme los dos? -pre-

MO.-Diez guineas.-zNo rebajais nada?

-Nada.-Pees asf.., mirare de pasar con

un ojo. Operadme solamente uno, yahorrar6 una buena cantidad, concluy6el enfermo.

Existen muchos cristianos en Jasiglesias que, para no pagar el preciode fidelidad a Cristo, son medio cie-gos, o medio cojos, medio mancos, omedio paralfticos.

'i Dios nos libre de su estado! -

A. Almudevar.

674.

Federico el Grande y el soldado

Un sargento liamado Tomas, de laguardia del rey Federico de Prusia,tenfa cierta amistad con 61, quien lehablaba con toda familiaridad.

En cierta ocasi6n, hablando de susrespectivas ocupaciones los domingos,el sargento declar6 al rey que se jun-taba con un grupo de cristianos Mo-ravos, que celebraban su culto en lacalle Guillermina.

-jAh, vas con esta gente fandti-ca! -dijo el rey-. ZNo sabes que lacultura de nuestro siglo ha demostra-do la falsedad de la religi6n? Con to-do, yo soy hombre liberal. Cumplecon to deber y piensa como quieras.

Cierto dia el rey, conversando conel coronel de Tomas, le declar6 suprop6sito de hacer al sargento oficialde cierto departamento, cuando falle-ciese un viejecito que ostentaba dichocargo. El coronel se apresur6 a comu-nicar al sargento la buena noticia.

Desde entonces Tomas, asist16 conmenas frecuencia a los cultos de losMoravos, to que al ser obseavado porel pastor visit6 a Tomas, y le exhort6a que Jas cosas del mundo no llena-ran su coraz6n, haci6ndole olvidar Jasde Dios.

Algunos dias despuds el rey en con-

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versaci6n familiar con el sargento lepregunt6 sonriendo:

„-LC6mo van tus amigos de la calle

Guillermina? El sargento pensandocomplacer al rey, a fin de asegurarsu nombramiento, le dijo que no tosabfa.

-Entonces, -dijo el rey- meparece que no eres tan gran fanaticocomo yo crefa y se alej6.

Poco tiempo despues muri6 el an-ciano oficial y el coronel pregunt6 asu Majestad acerca del nombramien-to para el sargento; pero el rey res-pondi6:

-No, no pienso darle este cargopues me ban dicho que nova ahoraa la calle Guillermina.

El coronel qued6 asombrado, peronaturalmente no se atrevi6 a hatermss preguntas. Sin embargo le falt6tiempo para it al encuentro de Tomasy explicarle la extrafia respuesta, di-ciendole:

-No se to que el rey quiere decir;pero to to sabras, amigo.

El sargento comprendi6 que aquelloera un castigo del Sefior, y rectific6su conducts.

Mas tarde el rey aclar6 al coronelque el cargo era de mucha confianzay sun cuando el era el mejor amigode Voltaire, y se burlaba de toda re-ligi6n, tenfa la convicci6n de que laspersonas profundamente religiosas sonaquellas en las cuales se puede confiaren cuando a honradez y escrupulo-sidad.

675. Tfi paedes

Esperar poseer la vida eterna, comoel Joven Rico que fue a Jesus.

Dar de to tuyo al Sefior como Ana-nias y Zafira.

Desear dones espirituales comoSim6n.

LA VIDA CRISTIANA - Sus peligros

Ofrecer to sacrificio como Cain.Casarse con una esposa del tip,

de Dalila.Ser evangelists como Demas.Edificar un temlo como Salom6n,Recibir la visits de un angel, corn,

la mujer de Lot."Estas cosas fueron escritas para

nuestra admonici6n".

676. Ejercitando la vista

Un dia acompafi6 a un tratante endiamantes. Al comprar nuevas piezaslas estaba observando macho rato. Devez en cuando separaba su vista deldiamante que exarrunaba y la fijabapor unos minutos obre el diamanteque llevaba en el anillo de su mano,para, para mirar despues de nuevo eldiamante que era para comprar. ElIne explic6 despues quo al mirar ma-cho tiempo atentamente un diamante,su vista pierde la facultad de ditinguirbien, por to cual le era preciso de fi-jarse de vez en cuando en su propiodiamante perfecto para poder apreciarbien.

i Cuanta falta nos hate a los cris-tianos el quitar la vista de las cosasterrenas y fijarla en Cristo para poderapreciar debidamente los valores eter-nos y los temporales!

677. Ligeramente manchados

Dos cristianos estaban andando Potuna calle en las que abundaban lastiendas donde se vendfan algunos Or'tfculos usados. De pronto, uno decllos se detuvo frente a un escaparateon el que, junto a un mont6n de trajes ,habfa un letrero que debfa: "Ligera-

mente manchados. Precios reducidisi-

mos".-lie aquf una lecci6n para machos

cristianos -exclam6-. Algun Peq.° i.fin pecado al que quizas no damns

FRI ALDA D

portancia; un hibito que sabemos de-sagrada al Sefior y que excusamos por-qu e es cosa pequefia ... Si, son pe-quenas manchas, es cierto; pero quere&ten grandemente el valor de nues-tro testimonio, no s61o a los ojos deDios, sino tambi6n ante los hombres".

678. Estorbos

Viajando de Edimburgo a Londresvi cierta catedral; me incline paracontemplarla mejor. Pero on ese mo-mento la ventanilla del tren qued6 obs-truida por edificios y trenes de carga.Eran cosas Iitiles y no malas las queno me dejaron ver aquel hello testi-monio arquitect6nico de Is gloria deDios.

Muchas tentaciones nos vencen por-que no hay nada malo en ellas. Suenael tel6fono, y se nos va el tiempocharlando de fruslerfas. Dedicamosmss tiempo del debido, haciendo nues-tras compras, ocupandonos on bico-cas, leyendo palabras de escaso valor.

Cuando termina el dia, no hemoscometido ningun pecado grave, perotampoco hemos pasado cinco minutoselevando nuestro pensamiento a Dios.No nos extrafie, pues, que nuestro ros-tro no resplandezea como el rostrode Mois6s cuando hubo hablado conDios.

Con un poquito de esfuerzo pode-mos colocarnos en posici6n ventajosapara contemplar sin estorbos un pai-saje o un gran edificio. Con un poqui-to de esfuerzo podemos levantarnospor encima de los s6cesos ordinarios yconternplar sin impedimento la gloriade Dios.

9. PESIMISMO

679,

No un miserable pecador

Cierto pastor, cuyo caracter era un

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tanto triste, solia visitar de vez encuando a los enfermos de un hospital,con el deseo de interesarles a pensaren sus mmas.

Pero su rostro largo, sus ojos tris-tes y sus palabras demasiado solem-nes, le restaban bastante el exito quedeseaba. Un dfa, por ejemplo, acercan-dose al lecho de un enfermo, le dijo:

-ZYa sabe usted quces un misera-ble pecador?

-(Miserable? LPecador? -le contest6 el otro como picado. -Pecador,sf... pero, miserable... inn!

-zC6mo que no? -protest6 elvisitante.

-Porque Jesus me ha salvado. Y,perdone usted... LEs usted salvo?

-!Que pregunta! zNo ve que estoyvisitando enfermos para hablarles deCristo?

-Es que no to parece... No le veoa usted el gozo por ninguna parte.

Cuidado con nuestras attitudes,pues ellas hablan mss poderosamenteque nuestras palabras.

680. En proceso de formaci6n

Una mujer cristiana estaba quejan-dose a una amiga suya de los su-frimientos de su vida, de las circuns-tancias dificiles que le rodeaban yde las pruebas que a diario le acosa-ban. Casi al borde de la desesperaci6nculmin6 con estas palabras:

-i Valia mss quo nunca hubieranacido! iValia mss que Dios nuncame hubiera formado!

-Pero querida, -contest6 tierna-mente la amiga-, todavia no has sidoformada. To falta macho todavia.Apenas estas en el proceso de forma-ci6n y realmente to que estas haciendoes rebelandote en contra del procesodivino de hater de ti una vida IitH.- Sendero de la Verdad.

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681. S6crates y su enemigo

Se cuenta de este gran fil6sofo que,discutiendo un dia con un contrincantemenos paciente que e1, recibi6 de 6steuna bofetada. S6crates, sin inmutarse,exclam6: "Pega, pero escucha", ycontinu6 presentando sus contunden-tes rezones acerca del asunto que mo-tivaba la cuesti6n.

682. Dos modds de verlo

Dos muchachos examinaban unrosal; uno observ6 que tenia espinas,otros que ostentaba una hermosarosa.

Cuando llueve siempre hay quienesta pronto a decir: Esta lluvia harabarro, mientras otros exclaman: Qui-tara el polvo y regard la tierra.

Se pregunt6 a dos convalecientesc6mo se encontraban. Uno dijo: Estoymucho mejor hoy. El otro gruii6:Estaba mucho peor ayer.

683. Por que el hortelano no sepreocup6

El aire frio math, pronto, despuesde haber nacido, las plantas de gui-santes de aquel lugar.

Dos de los hortelanos se hallaronen la plaza del pueblo un tiempo des-pu6s. Uno lamentaba la desgracia. Elotro le pregunt6 el por que de suslamentos.

-Hombre, pues me hates gracia,-le contest6 ei otro-. LNo to hapreocupado a ti, el que el frio tomatase los guisantes?

-Pues, no; no me ha preocupado-contest6.

-Pues, Lc6mo no? -indag6 sucompanero.

LA VIDA CIUSTIANA - SUS peligos-No he tenido tiempo fue la

respuesta.No to comprendo protest6

aquel.-Ven y comprenderas.-Le llev6 consigo a su campo y le

ensen6 una verdadera hermosura deplantas ya bastantes desarrolladas.-LVes? -le coment6-. No he te.nido tiempo, porque to he gastado re.poniendo y reponiendo las plantas queel frio me mataba. LQue habria sacadocon lamentarme? ZQue has logradotf?

684. Mdiendo la fe

Un merino cristiano, quien habfaperdido una pierna en la batalla deTrafalgar, decia que 61 podia medirla fe de los que conversaban con 61,segdn el modo que usaban pare con-dolerse de su desgracia: "Nueve decads diez son hombres de poca fe,puesto que me dicen: "Pobrecito, hasperdido una pierna". El otro suele de-cirme, porque es un hombre de fe:"Menos mal que Dios to ha permitidosalvar la otra que to queda".

685. Canto pare consolar a Cristo

Una anciana parecia tan desgraciaday sin embargo, trasteando por la case,se la oia canter casi sin parar. Unavecina la gdt6 un dia:

-Pero.... Ise puede saber por qu6canta tanto?

-Si, vecina: Canto pare Cristo ,

Como que las oigo a ustedes siealpretan quejonas y a veces tan peleadoras,

le canto a Jesus pare consolarsepoco, de tantas palabras airadas y 1~simistas como El tiene que oir. --'Almud6var.

F RIALDAD

686, 4,A qu6 categoric perteneces?

,&jguien ha dicho que hay tres cla-ses de personas en el mundo. Aquellasue dicen quiero, aquellas que dicen

no quiero y aquellas que dicen nopuedo. Las primeras triunfan en todo.Las segundas se oponen a tbdo. Y lasterceras fracasan en todo.

687. No habfa raz6n

Una madre qued6 sorprendida dever a su hijito de seis anos vendando-se tranquilamente un dedo amoratado.

-Me di un golpe con el martillo,explic6.

-Eres muy valiente, dijo la mama,puesto que no has loogado.

-Oh, pens6 que no valia la pena,pues to estabas fuera y no podias.oirme.

Niiios, Lc6mo y pare que llorais?Adultos: Zc6mo y pare que os

quejais?

688. Servir a dos sehores

Durante la guerre civil americanapor la liberaci6n de los esclavos, unhombre que vivfa en la frontera, nosabiendo qu6 partido tomar, o cuaiseria el vencedor, adopt6 un traje mix-to: Se hizo un chaleco como los gue-rreros del norte y unos pantalonescomo los del sur. Crey6 que de estamanera seria respetado por unos yotros, pero hall6 que su peligro eradoble, pues en la guerra los soldadosdel Sur tiraban contra 61 por causede su chaleco, y los del Norte, queveian sus pantalones colorados to to-Inaban por un sudeiio.

-F's mucho mejor asumir una post.661 unlca y leal en el ej6rcito del Se-

BXodo at2612:30; Hebreos 13:13 y

689. Todo huele a podrido

Hace alglin tiempo leia una historicque ilustra muy bien las palabras delSenor Jesus. El abuelo se habfa que-dado profundamente dormido en sumecedora. Los nietos -niiios "terri-bles"-, tuvieron una male idea: to-maron un trozo de queso (que con eltiempo se habfa corrompido) y unta-ron con cuidado los grander bigotesdel abuelo. Cuando 6ste despert6i as-pir6 el aire por la nariz y exclam6:"iQu6 mal huele esta habitaci6n!". Sefue a la cocina, pero encontr6 quetambien la cocina olfa mal; la mismasensaci6n le produ jo al entrar en sudespacho. Sali6 a la cane y encontr6a un vecino: " LTambi6n to hueles aqueso podrido? -le espet6 brusca-mente-. No s6 qu6 pasa hoy, quetodo el mundo huele a queso podrido".

Querido hermano, Lte sientes ten-tado a criticar y a ver las faltas de losdemas? Examinate a ti mismo; limpiato nariz primero y veras como no todohuele mal.

690.

Suciedad en 1a propia ventann

Cuentan que una mujer que se pa-saba la vide criticando la poca limpie-za de su vecina, llev6 a una amigahasta una de sus ventanas y senalandola ropa tendida en la case de al ladole dijo : "Mire usted. iQu6 prendastan sucias!". Pero la amiga observ6snavemente: "Creo que, si se fija us-ted con mayor atenci6n, very que essu propia ventana, y no la ropa de lavecina, la que estd sucia". Efectiva-mente, abrieron la ventana y era asi.

Muchos que ven faltas en sus pr6-jimos debieran considerar si no esporque juzgan los actor de aquellos atraves de su propios sentimientos in-conscientes. De este modo se sienteninclinados a atribuir a otro to que ellos

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probablemente harfan si estuvieran ensu lugar.

691. Cruces baratas

Me llamb mucho la atenci6n, al pa-sar un Mi6rcoles de Ceniza", por de-lante de un tempo, ofr pregonar a unmuchacho que, entre otras cosas, ven-dfa "cruces baratas". No es que noentendiera to que el muchacho queriadecir, pero pens6 que esto es preci-samente to que mucha gente quiere:"una cruz barata", un cristianismo fa-cil que pueda aceptarse sin demasia-das renuncias por nuestra parte.

Pero, Les esto posible? La cruz deCristo no fue una "cruz barata". AEl le costb dejar el cielo, para venira este mundo y derramar sudor, ha-grimas y por fin su sangre...

10h, que Dios nos libre del amora las cocas faciles! Que estemos slem-pre dispuestos a llevar nuestra cruz,que, por otra parte, nunca sera maspesada que las fuerzas que el Sehornos dare para llevarla.

692. La rana op6mista

Dos rams, una optimista y otrapesimista, cayeron al mismo tiempoen dos vasijas que contenfan leche.La rana pesimista dice: "No puedosalir de este cacharro, porque las pa-redes son muy lisas. No puedo res-pirar en la leche, voy a asfixiarme,estoy perdida." Y, en efecto, se asfi-xia y muere.

La rana optimista no sabe tampocoqu6 hater; pero como es optimistatrata de hater algo y se ag'Ita en todossentidos. Como se estA moviendo con-tinuamente, bate la leche con tantovigor que 6sta se transforma en man-tequilla. La rana entonces se sientasobre la mantequilla y puede respirar

Esto prueba que quien posee uncaracter optimista hate siempre algo,

LP. VIDA CRISTIANA - SUS peligros

693.

Crucificado mas no muerto

694. El signo chino para guerre

aun cuando no sepa qu6 hater parasalir de una situation dificil; per; si.gue luchando y confiando en Dios yEl es poderoso para hacernos ``mijsque vencedores."-El Embaiador.

10. MAL CARACTER Y RENCOlt

Si hab6is sido egoc6ntricos trans.formaos en Cristocdntricos, rindiendovuestra vida, alma, y cuerpo, pose-siones y futuro a El. Si creeis que yahab6is puesto vuestro yo en la cruz yno os sentis liberados, tal vez estaisen el caso del pastor que estaba muydisgustado, creyendo que era tratadoinjustamente por sus colegas por ha-berle dado cargos de poca importan-cia y quien dijo con amargura a unode sus laicos: "Estoy crucificado"."Si,", si le contest6 el laico, "perono hab6is muerto nunca".

Era verdad. Cuando se rindi6 porentero a la voluntad de Dios y muri6realmente, surgi6 en 61 un hombre nue-vo. Aquel aiio se convirtieron doscien-tas ochenta y cinco personas. Rendiospor entero de esta manera; morid real-mente a vosotros mismos y vivir paraCristo, - E. Stanley Jones.

El signo que los chinos usan parala palabra "Paz" representa el techode una casa y a una mujer debajo de61. Pare "contienda" o "lucha", elmismo techo con dos mujeres debajo.Hay en tales caracteres alfab6ticos unasabiduria de siglos.

MAL CARACTER Y RENCOR

695. El pecado le manchaba la piel

La psiquiatria moderna estA des-cubriendo la influencia de los afectosy pasiones morales sobre la salud.

Una senora, muy hermosa, fue ata-cada por una enfermedad de la piel.Era tanta su pena, que no salia nuncade su casa. La trataron muchos doc-tores, pero todo parecia en vano.

Un die, en tanto que el especialistala estaba estudiando, not6 que la jen-ferma se ponia mas nerviosa, mirando,por una ventana hacia la calle.

-LVeis aquella mujer? --contest6con pasi6n-. Si pudiera la mataria:i La odio! iLa odio!

El doctor, respirando como mAsaliviado, dijo entonces:

-Ya era hora, senora. Acabo dedescubrir la rafz de vuestra dolencia.La corrupci6n en vuestra sangre es laconsecuencia de vuestra ire latente.Haced las paces con vuestra vecina...y hasta entonces, no me llam6is otravez.

Sigui6 su consejo, y pronto se ha116curada.

696, El eco

Quizds ustedes hayan oido el cuen-to del muchacho que vivia en un bos-que. Un dfa crey6 escuchar la voz deotro chico, ally a to lejos. Grito-i Hola!, !Hole!, y la voz le respon-dio -- i Holal, lHola! El nifio no sabfaque se trataba del eco de su propia

sultos entonces comenz6 a gritar in-que eran contestadas inmedia-

tamente.

Despu6s de un rato, entr6 en sucasa y le cont6 a la madre que habiaun muchacho muy malo en el bosque.La madre, que comprendi6 el caso,ie dijo que le hablara bondadosamente

261

al muchacho para ver si le respondfadel mismo modo.

El chico sali6 de nuevo, hizo la ex-periencia, y encontr6 que sus palabrasde carifio eran contestadas de la mis-ma manera.

Este cuento es bastante ilustrativo.Algunos piensan que tienen vecinosmalos y desagradables. Es probableque la dificultad est6 en ellos mismos.Si amais a vuestros pr6jimos, ellos osamaran a vosotros.

697. La declaraci6n de Pedro elGrande

Pedro el Grande se enfurecib tantouna vez, que lleg6 a levantar la manoy pegar a su jardinero. Este era unhombre muy sentido, y le caus6 tantapena la injuria inferida que a los po-cos dies muri6 de tristeza.

Al ofr el rey to sucedido exclam6con lagrimas en los ojos: iAy!, he civi-lizado a muchos, he conquistado na-ciones y, sin embargo, no me he po-dido civilizar aun a mi mismo.

69x.

;, A quien debemos parecernos?

Un creyente dijo en cierta ocasi6na un predicador:

-Tengo un genio terrible, peroencuentro algo de disculpa en elhecho de que to he heredado de mipadre. El tambi6n tuvo un genio te-rrible y soy totalmente parecido a61.

-Ah -dijo el predicador- peroZno habra experimentado usted "ElNuevo Nacimiento"? (Juan 3:3).

-Si -contest6 el creyente-. Hesido convertido y bautizado, y soymiembro de una iglesia cristiana.

-bUsted tree positivamente quenaci6 de Dios cuando entreg6 su co-

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raz6n a Cristo? -prosigui6 el pre-dicador.

-Naturalmente, la Palabra de Diosto afirma y no puedo dudarlo, y seapresur6 a citarle Juan 1:12-13.

-Esto es to que yo queria ofr deusted Lcree que Dios es su Padre?

-Naturalmente.-Si es asi -dijo el predicador-

Lqu6 clase de genio hered6 cuandonaci6 de nuevo? (2.a Cor. 5:17).

699, No pagu6is a nadie mal pormal

Un swami fue bautizado en nuestroOshram -cuenta el Dr. Stanley Jo-nes- y l1eg6 a ser un entusiasta dis-cipulo. Era un hombre de coraz6n dele6n, el hombre mas simple que jamashe visto. Estaba hablando a un grupode abogados hinddes, cuando uno deellos hizo un comentario injuriosoacerca del nacimiento de Jesus, expre-sando blasfematoriamente que habianacido de una ramera y, por tanto, enpecado. El swami, enfurecido, se quit6uno de los zapatos y con el, le peg6varios golpes en la espalda. El swamise retir6 indignado, en la creencia deque habia hecho una justa defensade su Senor. Pero -esa noche, mientrasacostado, estaba pensando en el asun-to, dijo que Cristo se le present6, y,frente a 61, sin decirle palabra, sequit6 un manto de sobre los hombros,y alli el swami vio las marcas de suzapato. Se dio cuenta que su Senorhabia recibido en su propia espaldalos golpes que habia dado a uno desus enemigos.

Podemos discutir acerca de la ob-jetividad de 6sta, como de otras visio-nes que grandes cristianos declaranhaber tenido de Jesus; pero de unmodo o de otro, el Senor quiso dar a

LA VIDA CRISTIANA - Sus Peligroe

entender a aquel fervoroso cristianoindio to que todos necesitamos con,,prender acerca de su doctrina de amory perd6n.

700. Devuelta al taller

La pequena Juanita de 4 aiios teniacuriosas ocurencias, de las cuales esun ejemplo la siguiente.

Resentida. contra su niiiera dijo asu madre: "Miss Jones es mala, debeser devuelta al taller".

La madre explic6 riendo a la niiierala frase de la niiia y esta con diplo.macia trat6 de investigar la idea de lapequena, preguntando a ella misma.La respuesta de la niiia fue:

-Esto es to que dijo papa acercade la maquina de coser. Y yo creique serfa bueno para usted ser envia-da a Dios, que segim usted misma nosdijo es nuestro Hacedor.

i Cuantas personas necesitan ser de-vueltas a Dios, para que por su SantoEspiritu realice en ellos una completarenovaci6n! - New Century Leader.

MAL CARe(CTER Y RENCOR

Dios creera de todo la que to ha oidodecir en la oraci6n?

702. Mal ejemplo

Se dice qde un pastor estaba tra-tando de impulsar a un joven a queaceptara a Cristo. El dijo:

-La religi6n es un gozo continao,mira a to hermana Sara c6mo goza ensu religi6n.-Bueno -replic6 el joven-, pue-

70L LAgradecidos o refunfunando?

A la hora de la comida, en la mesa,el padre daba gracias a Dios por lascosas que en su bondad les data parasuplir sus necesidades familiares. POW

despu6s, comiendo refunfuiiaba que-jdndose de la mala calidad de 10 quecomian, o de to oral preparada quo61 la hallaba.

Su ninita le interrumpi6: -PaP'a,Lcrees que Dios to ha oido antes cuan-do le dabas las gracias?

-Naturalmente que si.-LY ahora que refunfunas to oye

tambi6n?-Pues... pues... creo que sf, rlula--Entonces, papa... Lqu6 es to quo

263

de ser que ella se deleite en su religi6npero no se puede decir que los demasgocen en la religi6n de ella.

.703. Siempre recite y nunca da

LQue es to que hate que el MarMuerto sea reahnente muerto?

El hecho de que siempre recite ynunca da. LPor qu6 estan frjos tantocristianos? Porque siempre reciben ynunca dan.

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La vida cristianac) Aflicciones

1. Conflanza en las pruebas 2. Trans-formadas en bensficlos

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1. CONFIANZA EN LASPRUEBAS

704. Remedio singular

La vida cristianacj Aflicciones

Una compania de viajeros quedaronencantados del hermosisimo canto queparda de una casita en Gales. Sali6 deella una joven con una cesta para it

al mercado.-ZQuidn canta tan bien en la ca-

sita -pregunt6 uno de los viajeros.-Es mi tfo, seiior. Le ha cogido

de nuevo el dolor en la piema, asies que canta para mitigar la pena.

-ZEs tan joven que pueda curar?-Los m6dicos dicen que nunca

sanara en este mundo, pero poseeeste bien celeste: os harfa llorar alverle penar, pero entonces es cuandomas canta.

705. Necesidad de paciencia

Una mujer pidi6 a su pastor queorara por ella, para que pudiera tenermas paciencia. Se arrodillaron juntosy 61 or6.

--Oh Senor, envia a esta buenahermana, mas . tribulaciones, envialepersecuci6n, ponla en apuros, envialepruebas...

Basta, pastor, basta; exclam6 ella.Yo no quiero tribulaciones, to quenecesito es paciencia.

-Bien, dijo el pastor: "La tribu-laci6n obra paciencia".

ZEstarias dispuesto a qu6 alguienorase asi por ti? ZDices que ya tienessobrados motivos de aflicci6n? Exa-mina bien si es asi. Muchas personasque piden paciencia, to que tienenes solamente un exceso de impacien-6ia y falta de sentido com6n.

706.

Todo es momentaneo

Sobre la triple puerta de entrada dela catedral de Milan, se leen las tresinscripciones siguientes: Sobre la pri-mera, rodeada por una corona derosas, se lee asi:

"Todo to placentero es por un mo-mento". Sobre la segunda, rodeandoa una cruz, puede leerse:

"Todo to que nos hace sufrir, es porun momento"

En la tercera, mas hermosa, mascerca del interior, la ultima inscrip-ci6n declara:

"Lo 6nico que permanece es toeterno".

707.

Porque no se quejobs

Las amigas de una pobre viuda semaravillaban de que cantase tanto.Un dia le preguntaron:

-zEs que no tiene usted motivospara quejarse en vez de cantar?

-Si, los tengo; pero los tengo tanpoco rato como puedo, y los entregoal Senor que me promete en su Pa-labra ayudarme

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709. Llamado por la Providencia

Cuando estuve en Texas una ma-nana vino un aleman y su familia apedir el ingreso en la Iglesia. El pastorle pregunt6 el motivo de tal decisi6n,pues era un comerciante muy conocidoen la ciudad. Este dijo:

-Ayer cerr6 mi establecimientotemprano, fui a paseo con mi familia.Cuando cruzabamos el Paso a nivel,una locomotora dio un golpe a la par-te trasera de nuestro autom6vil. Todosllegamos a casa terriblemente asusta-dos. Hay s61o un miembro de nuestrafamilia que pertenece a esta iglesia,Maria nuestra hija mas pequena. Ha-blando sobre el caso 6sta dijo:

-Papa, si hubi6semos cruzado elPaso a nivel un segundo despu6s todala familia estariais en el infierno me-nos yo.

Ese corpulento aleman prosigui6 di-ciendo:

-Tan pronto como la pequenaMaria dijo esto, invit6 a toda la fa-milia a ponemos de rodillas y pedi anuestra hijita nos dirigiera en la ora-ci6n, a ,fin de que la pr6xima vez quepudiera ocurrirnos un accidente seme-jante, todos estuvi6ramos listos parait al cielo. Por esto venimos a juntar-nos con nuestra hija en el camino aDios y al Cielo.

Ciertamente Dios hab16 a este hom-bre porlos caminos de la Providencia,termina diciendo el Dr. Scarborough,de uno de cuyos sermones tomamosesta an6cdota.

709. Las promesas de Dios

Un comerciante regres6 a su casadesesperado; se ech6 en un sill6n ydijo:

-ITodo se ha perdido! Alguiendijo:

LA VIDA CRISTIANA - Aflicc iones

-LQu6 quieres decir?-iAy! -contest6-, hemos tenido

que despedir a log obreros; nuestronegocio ha quebrado, nada quedatodo se ha Perdido.

'-Papa, pero yo no me he perdido,

-exclam6 una niiia desde el otrolado de la sala. Y la esposa, llena deoptimismo, vino diciendo:

-Animo, esposo mio, yo to quedo.Y la abuela subiindose log lentes ala frente, dijo:

-Hijo mio, to quedan todas laspromesas de Dios.

Entonces deshecho en lagrimas, elcomerciante exclam6:

-iCuin ingrato soy! iTantas cosasbuenas me quedan, Dios mio perd6-name!

710. "En Ti he confiado"

-,-C6mo puede mostrarse tan cal-mado frente a problemas tan gran-des?", le pregunt6 un amigo al grandirigente ingl6s Guillermo Gladstone.En respuesta 6ste to llev6 a su dor-mitorio y le mostro un versiculo enun cuadro que podia ver cada dia aldespertar, el versiculo era Isaias 26:3.

"Tu guardaras en completa Paz aaquel cuyo pensamiento en ti perse-vera; porque en ti ha confiado".

2. TRANSFORMADAS ENBENEFICIOS

711. Una vida preciosa

No debo malgastar mi vida y nola malgastar6.

El que pronunci6 estas palabras lascumpli6; lleg6 a ser presidente delog EE. UU.; fue Garfield.

El joven Garfield, trabajaba como

TgANSFORMADAS EN BENEFICIOS

marino en un pequeno barco Unanoche que era muy lluviosa desper-tando de un profundo sumo tombel cable de proa, y ya sea por la in-clemencia del tiempo o porque es-taba medio dormido, juntamente conla cuerda cay6 el mismo al agua. Na-die habia advertido la falta del gru-mete y si no llega a ser por la Provi-dencia de Dios hubiera perecido entrelas olas embrabecidas. Mientras es-taba luchando con el agua pareci6encontrar algo s6lido, y dirigi6ndosehacia alli enconra6 el cabo de la cuer-da que le habia arrastrado al agua,entonces decididamente empez6 a tre-par por ella hasta que lleg6 a cubiertasano y salvo de tan grande peligro.

Garfield, hizo esta reflexi6n: Notodo fue casualidad, ni que yo cayeraen el agua, ni el encontrar la cuerdacon la cual pude salvarme; Dios hadispuesto todo esto, porque mi vidavale algo, vale la pena ser conservada,entonces se entreg6 al Senor y dejan-do el barco se fue al lado de su madre,refiriendole el caso, e intent6 desdeentonces servir a Dios. El tiempo de-mostr6 que el sentimiento que habiaabrigado en su coraz6n no era vano,su vida valia para algo y Dios to de-'

712. Una vida consagrada al Senor

Una experiencia bastante similar ala an6cdota anterior puede ser con-tada del hijo del autor de esta Enci-clopedia, el profesor y predicador Porla Radio D. David Vila.

Cuandb contaba 15 anos de edad,era un enamorado de su preciosa bi-cicleta de aluminio. Cierto dia al atra-vesar un Paso a nivel del tren en lacarretera de Tarrasa a Barcelona, nose dio cuenta de que el empleado es-

taba bajando ]as barreras. Atraves6velozmente la del lado derecho, perochoc6 violentamente con la de en-frente, Cuando un tren que subia aTarrasa se hallaba a menos de 200metros de la estaci6n.

-1Ya estd! lPobre chino! Excla-maron log transetintes, entre log quese hallaba una miembro de nuestraIglesia. Pero el guardabarrerns, rapidocomo un relampago exclam6:

-Todavia no, y cogiindole por unpie arrastr6 de un fuerte tir6n at ladode la via, al caido niuchacho y a labicicleta que atin conservaba agarrada.

Cuando vino nuestro hijo, lividocomo la cera, procuramos hacerle al-gunas reflexiones sobre las impruden-cias juveniles y tambi6n acerca, de sudeber de gratitud hacia la persona quele libr6 de la muerte y particularmentea Dios, por su providencial liberaci6n.

David, era a la saz6n un creyentepor tradici6n familiar, pero aquellanoche al pie de su cama le dijo alSenor que queria eonsagrar a su obralog futuros anos de su vida, que aca-baba de recibir como un don espe-cial de su Providencia.

Pocos meses despu6s ingresaba enla Escuela Biblica "Emaus" de Suiza,y Inds tarde a otras de Inglaterra yAm6rica. Hoy dia sus mensajes evan-g6licos son escuchados en Espana yAm6rica por centenares de millares deoyentes, y leidos por muchos millaresmds, con notable bendici6n espiritual.

713. El leproso chino

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S Senor, to bendigo porque me de-jaste ser un leproso!

La enfermera, extranada, le pro-test6:

-Pero... ZC6mo pod6is dar gra-cias a Dios Por desgracia tal?

-Porque por ella vine al hospi-tal de la Misi6n y ha116 a mi Salvador,

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y voy al Cielo a vivir con el que tantonos am6.

714.

Descansar sobre la coca

-Mire padre -decia un mucha-cho que paseaba con su padre cercadel rio-. Estan quitando los palosde debajo d,Fl puente. LPor que tohacen? LNo se hundira?

-Estan quitandolos para que lasvigas puedan descansar mas firme-mente sobre las columnas de piedraque ahora estdn terminadas.

Dios a menudo quita nuestros apo-yos terrenos para que podamos re-posar mas firmemente sobre. l a roca.

715. Atenci6n a las bagatelas

Cierto fabricante de Manchester,compr6 la propiedad de un noble.El trato era que la casa con todos susmuebles, pasaria al fabricante sin al-teraci6n ninguna. Al tomar posesi6nde la propiedad, not6 el fabricanteque faltaba un mueblecito que figu-raba en el inventario, y al indicarseloal noble dijo:

-Es cierto yo manse retirar estemueble, pensando que usted no secuidarfa de una bagatela como esa enuna compra tan grande.

-Senor mfo -contest6 el fabri-cante-; si yo no me hubiese cuidadode bagatelas en todo el transcurso demi visa, hoy no podria comprar estapropiedad; y dispenseme que le digaque si su senoria hubiese cuidado ma'sde bagatelas no se veria en la nece-sidad de vender su propiedad ahora.

716.

Dios to base mejor

"Mirad los lirios del campo co-mo crecen" (Mateo 6:28).

LA VIDA CRIS T I ANA -- Alliccipnes

Un monje de los tiempos pasadosdijo: "Necesito aceite", asi que plant6un renuevo. Or6 y en su oraci6n pi-di6: "Senor, para que sus tiernas rai-ces puedan nutrirse y desarrollarse, ne-cesitan lluvia. Envia lloviznas apaci-bles". Y el Senor envi6 lluvia. "Senor,orb el monje, mi olivo necesita sol.To regao que to envies". Y el solresplandeci6 y dor6 las nubes gotean-tes. "Ahora, Senor, envfa una heladapara que afirme sus tejidos", suphc6el monje. La helada vino y el arbolitoestuvo resplandeciendo con el colorde la nieve pero por la noche, esto lecost6 la vida.

El monje busc6 en una celda auno de los hermanos de la comunidady le cont6 la experiencia que habiatenido, tan rara... Entonces su amigole dijo: "Yo tambien plants un arbo-lito, el cual se desarrol16 admirable-mente. Pero yo confie mi arbol a Dios.Aquel que to hizo, sabe mucho mejorque yo, to que el necesitaba. No es-tableci condici6n alguna, ni fije ma-neras ni formas c6mo criarlo, to quehice fue plantarlo y decir: "Senor, en-via to que necesite, tormenta, o sol,viento, lluvia o helada, Tit to has he-cho, y Td sabes to que necesita".

717. Porque podia cantar

Visitando de casa en casa, el pastorvio a traves de la puerta de una hu-milde cocina a una sencilla mujer,muy atareada con el lavado de 1111

cesto de ropa, pero cantando alegre-mente.

-LNo hay nubes en vuestro cielo,amiga? -pregunt6.

-iOh, sf; ya to creo que ]ashay...! -fue la respuesta que obtuvo.-Pero, si no las hubiese, senor, Lded6nde bajarian "las lluvias de bendi -ci6n grande" de que habia el himno

TRA1SFORMADAS EN BENEFICIOS

que ahora mismo estaba yo cantando?Ejemplo claro del valor que la fe

infunde en un creyente que sabe con-fiar en el Senor, quien reina en suTrono, mas arriba de todas las nubes.

71s. Bendici6n y aflicci6n

El famoso fil6sofo oriental Look-man fue, en su juventud, esclavo deun dueno muy bondadbso, que letrat6 como verdadero hijo.

Comentando este caballero la obe-diencia de su esclavo hizo una apuestacon algunos amigos para ponerle . aprueba, ordenandole comer un mel6namargo; to que el esclavo hizo sinmostrar la mas pequena contrariedad.

-LC6mo es posible -le dijo des-pues su amo- que hayas podidocomer tan resignado y sonriente se-mejante fruto que causa nauseas atodo el mundo? Lookman replic6:

-Senor, he recibido tantos favoresde vuestra Alteza durante mi visa queno es ninguna maravilla comer unavez un mel6n amargo de vuestramano.

Esta cordial respuesta toc6 de taimodo el coraz6n de su amo que ledio inmediatamente la libertad.

-Con este mismo sentimiento-dice el obispo Torn- deberia cadshombre recibir sus tribulaciones de lamano de Dios.

9.

Ruskin y el paiiuelo manchado

Ruskin, el famoso crftico de la eravictoriana, envi6 un dfa de regalo auna nina de su amistad, un hermosopafuelo. La duena de esta prenda,muy orgullosa de ella, se afligi6 mu-cho cuando un dfa, en un descuidouna mancha de tinta cay6 sobre elPMuelo, arruindndolo completamente.

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Cuando Ruskin se enter6, pidi6 quese le entregara el panuelo, y al pocotiempo to devolvi6, transformado enuna obra de arte. Tomando como basela mancha de tinta, habia hecho unesplendido dibujo a pluma.

Del mismo modo Dios puede trans-formar el mal en bien, la misma cafdadel hombre dio lugar a tai manifes-taci6n del amor divino que hizo ex-clamar a S. Aaustfn "Beata Culpa" aS. Pablo: "Cuando el pecado creciosobrepuj6 la gracia".

710. Una vieja historia de persecu-ci6n

Ocurri6 durante el reinado deCarlos II de Inglaterra, poco respubsde la publicaci6n de un edicto, porel cual fueron destitufdos mas de dosmil pastores, por no querer confor-marse a las injustas exigencias del go-bierno de entonces.

Un anciano pastor llamado Roger,fue citado delante del senor C. con laacusaci6n de haber predicado a al-gunos de sus antiguos feligreses. Unanina, nieta del senor C., entabl6 amis-tosa conversaci6n en la sala de esperacon el senor Roger, y le pregunt6:

-LPor que esta usted aquf?-Creo que to abuelo me va a en-

viar a la prisi6n a mf, y a mis amigos.Fue la respuesta.-iA la prisi6n! -exclam6 la ni-

na- pero Lque ha hecho usted?-No he hecho nada sino predicar

en cierto sitio, y ellos nada mas queasistir al culto.

-Pero mi abuelo no enviari a us-tedes a la prisi6n por esto; grit6 laimpetuosa mocita, y corri6 apresura-damente al gabinete de su abuelo.Bien sabia cuanto le amaba su abuelo,asi que fue aunque este se hallaba tanocupado, y le pregunt6 calurosamente

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-LQu6 vas a hater con aquel buenanciano que esta en la sala?

-Eso no to imports a ti -contest6el abuelo-. Pero la nifia no se dej6amedrantar, hasta conseguir persua-dirle que no les pusiera en la cartel.

l Cuanta alegrfa llen6 el coraz6nde la nina al bajar la escalera y entrarcon su abuelo en la gran sala dondese encontraban todos los acusados!Todos se pusieron de pie al ver entraral sefior de C. quien les dijo:

-Habia extendido el auto de pri-si6n para todos vosotros, pero al ruegode mi nietecita, desisto y os pongo atodos en libertad.

Todos se inclinaron con respeto yle dieron las mss expresivas gracias, yel sefior Roger acercandose a la ni - a,puso su mano sobre su cabeza y dijo:-Que la bendici6n de Dios cuya cau-sa has defendido en esta ocasi6n, des-canse sobre ti, aunque todavfa no leconoces, en la vida, en la muerte ypara la etemidad.

Pasaron muchos aiios y un dfa clhijo del senor Roger estaba comiendoen casa de la senora T., bien conocidapor su amor a Cristo y a todos lossuyos. Habia all! otros muchos amigosy conversaban con gran inter6s sobreto que habfa ocurrido en tiempos an-

teriores. Uno de los invitados pidi6a la senora que contara su conversi6n,y ella explic6 que: -habiendo que-dado de muy joven, completamentesola en el mundo poseia una granfortuna, y decidi6 distraerse todo toposible; asistiendo a todas las diver-siones de moda. Pero en medio detodo se sentfa muy disgustada consigomisma, y con su manera de vivir: Con-valeciente de una ligera indisposici6n,tom6 la determinaci6n de it a B., ha-biendo ofdo que era un sitio muy salu-dable y favorable para distraerse. Allise aconsej6 con un m6dico que po-

LA VIDA CRISTI ANA - A flicciones

gran fortuna suya, amaba y serviaal Seiior Jesus. A quien dijo:

-No es mi cuerpo tanto como mi

mente to que me duele. Tengo un co,raz6h desasosegado del que no mepuedo desasir.

-La verdad es sefiorita, que yotambi6n sufrfa de esta misma dolencia,hasta que encontr6 cierto libro queme curb.

-LLibro? -exclam6 ells-, leotodos los libros que encuentro, todaslas comedias, novelas y romances quellegan a mi conocimiento, pero midesasosiego es el mismo, antes y des-pu6s.

-No es extraiio, continu6 el m6-dico, pero en cuanto al libro que merefiero, puedo deciros de 61 to queningun otro, y es que nunca me cansode leerlo; puedo empezarlo de nuevocomo si nunca to hubiese visto, ysiempre estoy encontrando algo nuevoen 61.

-Le ruego doctor me diga qu6libro es este y si yo puedo conseguirun ejemplar.

--Si, contest6.-Yo se to traer6, si me promete

una cosa, y es que to leers con aten-ci6n, y que si en la primera lectura nole agrada mucho, en vez de dejarlo tolea una segunda vez.

La senorita le dio su palabra dehacerlo asf.

Por dos o tres veces el m6dico hizosu visits, pero sin llevarle el cpdi-diciado libro. Por fin un dfa sac6 desu - bolsillo un Nuevo Testamento, yella dijo:

-Vamos, vamos, este libro yo Inis'ma hubiera podido comprarlo Iitu-

chas veces.-Si, pero acu6rdese usted que s u

solemne promesa es leerlo con ate"'ci6n.

As! to hizo encontrando en el libro,la salvaci6n de su alma y la curacibrl

ToNSFORMADAS EN BENEFICIOS

de su neurastenia, como natural con-s ecuencia de la paz de su espfritu.

TodOslos presentes escucharon congran inter6s el relato de la senora T.que to habfa contado con gran emo-ci6n.

Cuando toc6 el tumo al senor Ro-ger cont6 la historia del encauzamientode su padre, por motivo de la predica-ci6n del Evangelio, y de como sehabfa librado maravillosamente por laintercesi6n de una niiia, cuando habfaconclufdo su relato la senora dijo:

-LY usted es hijo de este sefior deRoger?

-Lo soy, contest6.-Es para mi una gran sorpresa,

dijo la senora; pero ahora voy a sor-prenderle a usted. Yo soy esa ni-iia a quien su padre bendijo hatetantos aiios. Nunca pude olvidar laimpresi6n que me hicieron sus pala-bras. Y agradezco muy de veras a Diosque me haya proporcionado esta oca-si6n de contar a su hijo con todo de-talle como ha sido contestada la ora-ci6n de su piadoso padre.

Dios responde a ]as oraciones, aun-que a veces nosotros no to veamosen nuestra breve vida.

721. Oraci6n contestads por unabomba

Durante la 11 Guerra Mundial, ungranjero de Sussex, envi6 algfn dineroa la Scripture Gift Mission, explican-do que no podia contribuir mss aquelano porque su cosecha no habfa sidobuena por falta de agua. En la mismacarts pedia que los miembros de laoficina de esta entidad, que suelenreunirse todas las maiianas para oraren favor de la obra y de sus sostene-dores, rogaran a Dios que librara supropiedad de las bombas alemanas.

El secretario senor Ashley Baker le

respond6 prudentemente, que los em-pleados de la oficina orarfan en sufavor, pero no pidiendo que su pro-piedad fuera librada de las bombasalemanas, sino que se cumpliera lavoluntad de Dios.

Algunas semanas despu6s de estacorrespondencia un gran bombarderoalemin cay6 precisamente en el campode este granjero. La explosi6n de sucargamento de bombas habia sido tanfuerte que todos los cristales de lagranja quedaron rotos. Los miembrosde la Misi6n dieron gracias a Dios deque el aecidente no hubiese tenidolugar sobre la propia granja viendoen ello una respuesta a sus oraciones.Pero no termina la historia.

Algun tiempo despu6s se recibi6un donativo mucho mayor que ningunado y una carts en la coal el granjeroexplicaba que la cafda del bombar-dero aleman habfa abierto un boquetetan grande, a tal profundidad, quehabia dado salida a una corriente deagua subterranea y gracias a ella sucampo se veia libre de los efectos dela sequia en el futuro.

Siempre las oraciones de los creyen-tes deben ser sometidas a la voluntadde Dios, pues afro cuando El muchosveces no contests seg6n nuestraspeticiones, responde seglin nuestras ne-cesidades, to que es mucho mejor.

722

Utilidad del dolor

Un matrimonio de una iglesia deChicago que por alg6n tiempo pa-recian devotos cristianos, se enfriaronen su fe, apartandose totalmente de laiglesia. Las visitas del pastor y de al-gunos miembros fueron iniitiles, mos-trando cads vez mayor apatia hastaque tuvieron que ser dados de bajacomo miembros de la congregaci6n.

Algun tiempo despu6s su hijito 6ni-

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co, de 5 anos, en quien tenian sudelicia falleci6. Algunos creyentes pen-saron que atenderian la vez del Senoren este golpe; pero no fue asi, antesse mostraron mas rebeldes.

Para evitar a la madre caer en unadepresi6n nerviosa el medico reco-mend6 un viaje por Europa. Sin em-bargo toda distracci6n parecia inlitilpara calmar su dolor.

Un dia que paseaban por uno delos valles de Suiza contemplaron lasiguiente escena:

Cierto pastor de ovejas estaba tra-tando de hacer que su rebaho cruzarauna corriente de agua. Despues deintentarlo indtilmente de varias mane-ras, el pastor cogi6 un corderito, hijode la oveja mansa que llevaba la es-quila, la cual inmediatamente salt6la corriente detras de su corderito ytras ella el rebano entero.

-Del mismo modo -dijo ella en-tre sollozos a su marido-, Dios hatomado a nuestro corderito al hogarcelestial y nosotros en vez de acatarla voluntad de Dios nos hemos rebe-lado. Yo quiero volver al Seiior y se-guir a nuestro pequeiio cordero dentrode algun tiempo, cuando Dios nosllame.

El marido tambi6n confes6 que ha-cia algiln tiempo que estaba deseandovolver al Senor, y ambos en la pe-numbra de aquel atardecer on unvalle de Suiza, se arrodillaron y pi-dieron perd6n, volviendo a su comu-ni6n con Dios y con la Iglesia, de lacual fueron desde entonces mejoresmiembros que antes.

723 Calamidad que fue bendici6n

Se relata la historia de un barcoque naufrag6 cerca de una isla dondeno habia habitantes. S61o un hombre

LA VIDA CRISTI ANA - Aflicciones

escap6 de la muerte; nad6 a la islita,construy6 una choza, y se llev6 4_gunas cosas del barco antes que sesumergiera. Cada dia oraba pidiendoque pasase un barco para rescatarlo.Un dia se incendi6 su choza y se des-,truy6 todo to que tenia. Pens6 queesta era la peor suerte que habia te-nido, pero dentro de poco lleg6 unbarco. El capitan le dijo:

-Vimos la seiial de humo que noshizo y vinimos en seguida.

Una calamidad puede sobresaltara una naci6n, a una comunidad, o aindividuo, pero algunas veces puedeser una bendici6n.

724.

Colaboradores con Dios

Cierto hombre tenia una esposa queno era fuerte fisicamente, y que ima-ginaba estar peor de to que estaba.Ya que 61 era hombre fuerte haciatodo to que a ella se le antojaba, hastallevarla en brazos de una pieza a otra.Naturalmente, sucedi6 que con eltiempo, ella se debilit6 mas y lleg6a ser tan in6til como una muiieca.

Algunos de los amigos intimos deaquel esposo le aconsejaron que vol-viera a educarla y enseiiarle a andary a cuidarse ella misma. Asi que laforz6 a hacerlo. Cuando ella trope-zaba y estaba a punty de caer, 61 seveia tentado a correr a su lade y ayu-darle pero 61 habia que si no se haciaa un lade, ella jamis votveria a andar.

Las Escrituras nos aseguran la pre-sencia y ayuda continua de Dios. Perola ayuda de Dios no debe hacer quenosotros lleguemos a ser parasites .

El espera que cada cual deba valersea si mismo y hacer todo to que puedaper si mismo. Hay ocasiones en quecaemos, pero 61 siempre esta a nues-tro lade para animamos y sostenernos .

Cuando ya no podemos mas, sabentos

TR OSEOTVIADAS EN BENEFICIOS

que podemos depender de su fortaleza.No tenemos que temer.

725. La aflicci6n sirve para quitarla escoria

Se dice que un dia un senor visit6a un platero, amigo suyo, y le encon-tr6 ocupado en fundir oro. Para estotenia un crisol en el fuego al cual so-plaba continuamente. El visitante not6que a cada momento el platero dejabade soplar para ver el oro, y como hi-ciera esto varias veces, se despertd lacuriosidad en el visitante deseandosaber cuando iba a quitar el crisoldel fuego y le pregunt6 al platero:

-Digame, por favor, Lc6mo conocecuando debe quitar el oro del fuego?

El platero le contest6 diciendo:-Amigo, esto no es dificil saberlo:

Tan pronto como se ve mi imagen enel oro to quito, pues se descomponesi to dejo por mas tiempo en el fuego.

Lo que Dios busca en cada hombre,no es sufrimiento sino la imagen de sullijo, (Rom. 8:29; 1 Cor. 15:49; Col.3:10) y cuando encuentra en el hom-bre su imagen ya es tiempo para qui-tar el fuego de la aflicci6n.

726. La sordera de Beethoven

El famoso compositor Beethoven,Profesaba horror a la sordera. Cuandoempez6 a sentirse algo aquejado deeste mal consult6 a varios m6dicos ycuranderos, e hizo use de instrumen-tos

varies para evitar tal calamidad.Pero todo en vano. Aument6se susordera hasta tal punto que s61o podiaconversar con sus amigos por mediode la pluma. No obstante tan solo des-Pu6s de sentirse como muerto a todoruido exterior, compuso sus obras mas°najestuosas. En el silencio Dios nos°nsPira las mejores palabras y obras.

727. Utilidad de la calumnia

Felipe de Macedonia solia decir quedeba mucho a los oradores atenienses,ya que por sus calumnias habian sidoel medio para hacerle un hombre cadavez mejor; pues -anadi6- "cada diahe de esforzarme tanto como puedopara probar, tanto por mis palabrascomo por mis hechos, que son unosmentirosos".

Muchos servidores de Dios nece-sitan saber decir to mismo pues hemosexperimentado que esta es la tacticapredilecta de Satanas en contra de lossiervos del Senor, atacarles por mediode la maledicencia.

Con todo, el ejemplo puede apli-carse a cualquier cristiano fiel, decualquier rango o condici6n.

728. De negro a oro

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Visitando una factoria de porcelana,notabamos el proceso complicado desu fabricaci6n. Cuando llegamos a suacabado, o sea su decoraci6n, no-tamos que entre los muchos coloresformando flores, dibujos aieg6ricos,etc., se destacaban especialmente mu-chas partes negras, ]as que, en reali-dad, estropeaban los efectos del con-junto.

Extrahados to hicimos constar asi.Entonces, el maestro decorador nosllev6 ante el horno, y nos explic6 elmisterio: Todas las partes negras, porla acci6n del calor, se convertian enoro brillante; que hermoseaba maravi-llosamente la obra.

ZNo sucede asi en nuestra vida cris-tiana cuyo caracter, per la acci6n delfuego de la prueba se dignifica y san-tifica, cambiandose asi nuestra ne-grura in ore brillante?

El Maestro sabe el secrete, per totanto acatemos su voluntad con re-verente corfianza.

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729. Dios nos Cogi6

Un soldado mutilado, convalecien-te en un hospital de Franc=a, comen-taba este pasaje de Juan 15 en unculto familiar con otros companerosinteresados en el Evangelio o reci6nconvertidos como 61. Todos nosotroseramos como las ramas torcidas deun arbol. Casi todos -decia- noshabiamos alejado de la fe de nuestrospadres alla en Am6rica, pero Dios noscogi6 y nos sujet6 en esta casa de do-lor para que aprendi6ramos a refle-xionar y nos volvi6ramos a El. ZHa-bia alg6n otro modo de conseguirlo?Yo no s6 de ning6n otro; en cuandoa mi mismo y bendigo a Dios de quet o usara para el bien de mi alma,por duro que sea.

730. Poder transformador delEvangelio

Creo conveniente dar el lugar dehonor que se merece a una pequenamujer tullida en China. Me encontrabaun dia hablando sobre el tema del su-frimiento y esa mujer ocupaba uno delos asientos delanteros. Estaba tan ma-lamente deformada que no podia versobre el respaldo del banco. Mientrasyo hablaba, mi coraz6n no cesaba deorar para que esta alma tan afligidapudiera captar mi mensaje! Pero fueella quien constituy6 un mensaje parami! Al finalizar la reuni6n, una senoramisionera vino para presentarme a unade sus maestras, ly me condujo hacfaesa mujer tullidal Debi6 ver la expre-si6n de sorpresa en mi rostro, porqueme dijo: "Si, una de mis maestras, y,ann, mas, una de las mejores quetengo; en realidad, es el mas grandepoder espiritual en esta escuela, y hallevado a Dios a mas gente que nin-guna otra persona en la ciudad".

Tanto me interesb to que decia dela diXectora, que le pedf mayores de-

LA VIDA CRI STIANA - Aflicciones

talles. Me dijo que, cuando esa maes.tra era nina, manos torpes la hablfndejado caer y se habfa quebrado laespina dorsal, y que durante muchosanos habfa sido una chica de oral ca.racter. Su lengua herfa a cuantos la ro.deaban. Aparentemente habfa buenosmotivos para que tuviese mal genioy se rebelase contra un mundo dondepodfan ocurrir desgracias como la quepesaba sobre ella, sin que hubierahecho nada para merecerlo. Pero undia permiti6 que Cristo penetrara ensu amargada alma, y todo cambi6.Para asombro de todos, decidi6 sermaestra.

Cuando fue enviada a una aldea ahaberse cargo de una escuela, se pro-dujo casi un tumultO entre los aldea-nos, porque suponian que su cuerpo tu-llido era de mal agiiero. La misionerainsisti6 en que la aceptaran, prome-ti6ndoles que si no les agradaba, la re-tirarfa. Por compasi6n, la aceptaron.Cuando despu6s de varios afios la mi-sionera vino a llevarla a una escuelamas grande, casi hubo otra vez un tu-multo: los aldeanos insistfan en quojamas habian tenido una maestra co-mo esa, porque irradiaba el amor yel poder de Dios. Habia tomado supobre cuerpo tullido y to habfa hechoel instrumento de un espiritu victo-rioso. Lo =ultimo que de ella vi fuecomo empujaba el pequeiio banquigode bambu hacfa adelante cuando em'prendfa la marcha a trav6s del cuarto.Ese banco eran sus muletas, y erasobre donde se sentaba para ensenar'y es sobre ese banco en que ella sesienta donde Cristo la corona cada dfscon una corona de vida. Es su trono'El sfmbolo de su enfermedad 11ega aser el lugar de su coronaci6n.Stanley Jones.

?a7SFORMADAS EN BENEFICIOS

731. La decisi6n de Hans Egede

Cuando el gran misionero HansEgede se sinti6 llamado por Dios para

evaygel r a los lapones de Groen-

landia, hall6 fuerte oposici6n porparte de su esposa, y afin 61 mismono se sentia muy dispuesto a aban-donar la Parroquia que ministraba enNoruega, donde gozaba de toda con-sideraci6n y comodidad. Pero sobre-vinieron dificultades en una iglesia yla ulisma esposa, antes tan opuesta altrabajo misionero, fue la que mas leempuj6 a dejar la iglesia, donde yano se hallaba a gusto. Mas tarde, losesposos Egede, to mismo que sus an-tiguos feligreses pudieron reconocer laProvidencia de Dios en aquellas difi-cultades pasajeras.

732. Probados por la tentaci6n

Cuando en la gran fundici6n deMarshall, Texas, se prueba la virtuddel acero, con el cual se fabrican lasruedas para ferrocarriles, se hace caersobre cads una de ellas, desde unaaltura de doce pies, un pi16n que pesa1401ibras inglesas, y esto ocho veces.Si la uiltima vez la rueda sigue dandosonido de rueda no quebrada en nin-gun punto, es aceptada para cargarsobre ella los pesados vagones queban de llevar en su seno tantas vidashumanas.

El que realiza la prueba, cierto dia,decia asf a uno de los visitantes:-Muchas veces, al sonar con buensonido el 61timo golpe, que tanto noscmplace escuchar, me he dicho a mfmismo: As! es con la vida de los hom-bres... Por esto nos enseiia la SantaEscritura que: "Bendito es el var6nque sufm la tentaci6n; porque, des-pues que fuere probado, recibir6 Iscoro°a de la vida". Santiago 1:12.

733. Una burla a Satands

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Martin Niemoller, pastor berlin6s,escribfa a su esposa desde un campode concentraci6n a donde habfa sidoconducido por su valiente protestacontra el "nazismo" del perversoHitler: Yo pienso a veces, si mis pri-sioneros no serfan una prueba del buenhumor de Dios. Porque primero su-cedi6 la acusaci6n, la burla, la per-secuci6n y la carcel... Pero despu6s,Icual fue el resultado? Iglesias llenasy reuniones de oraci6n llenas del Es-pfritu Santo. Sentirse amargado ahoraseria ingratitud".

734. Sea hecha to voluntad en elCielo como en la Tierra

(Mateo 6:10)

Dos hermanitos estaban jugando enel campo cuando de pronto uno sedio cuenta de que habfa perdido uncortaplumas que su mama le habfaregalado hacfa pocos dias. Despu6sde buscar en vano to que para el niiioera el mas precioso tesoro se encerr6llorando en su habitaci6n, donde es-tuvo orando largo rato.

-Y bien -le preguntaron los mu-chachos- Zte ayud6 el Seiior a en-contrar el cQrtaplumas?

-IOh, no respondi6 el nino, mehizo sentir contento a pesar de haberperdido un tesoro.

Querido amigo, LHas perdido alguntesoro aquf en la tierra? Es posible queel Senor no to ayude a recuperarlo,si asf conv=ene a su gloria; pero Elpuede consolarte de tal modo que tosientas completamente feliz por el he-cho de haberse llevado aquello queto dio, s61o por un poco de tiempo.

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735. Oraci6n de un pagano contes-tada

Un pobre pagano fue llevado porsu propia conciencia, al considerar lasmaravillas de la Naturaleza, a orar alSer Supremo. Cada dfa se retirabaaparte y oraba al Dios desconocido,rogandole que de alguna manera pu-diera llegar a conocerle mejor.

Algun tiempo despu6s una partidade negreros irrumpieron en el pobla-do negro, y se llevaron, entre otros,a este piadoso pagano para ser ven-dido como esclavo. An la ira queesta injusticia produjo entre los negrosencadenados y los comentarios quehacian sus companeros, el pobre negrose sinti6 tentado a pensar que no ha-bfa ningdn Dios detras de las obrasde la Naturaleza y que su oraci6n sehabfa perdido en el vacio. Sin em-bargo este pobre esclavo fue intro-ducido en el seno de una familia pia-dosa de nueva Inglaterra donde fueinstruido en la fe cristiana, y por lalectura de la Palabra de Dios pudoacercarse a su Creador coma unamigo.

Muchas veces declar6 que estabapersuadido de que su captura y ventacoma esclavo habfa sido el mediousado par la Providencia para con-testar a sus oraciones.

736. Dolor eficaz

Dos misioneros perdieron a su hija6nica, enferma de lepra. "Este es elresultado de nuestro servicio a la In-dia", podian haber dicho amarga-mente. No to dijeron. En memoria deella regresaron a la India con el pro-p6sito de ayudar a los leprosos quesufrian to que habfa sufrido su hija y

LA VIDA CRI STIANA - Afliccippes

establecieron la leproserfa" "Perulia"una de las mas grandes y mejores ca

,

lonias del mundo.Esa hija no muri6 en vano, porque

por medio de su muerte abri6 un ho.gar a miles de sus hermanos de dolor.La nube que cay6 sobre ese hogar a,morir la nifia, aclar6 la visi6n de lospadres y les permiti6 ver una nece-sidad humana que no hubiera vistade no haberles tocado directamente.- Stanley Jones.

737. La escuela de las tribulaciones

A un pastor convalesciente de unagrave enfermedad, una de sus miem.bros le dirigi6 la siguiente observa-ci6n: "Senor aunque Dios le acabe desacar de las puertas de la muerte, nostememos que estaba usted bastantetiempo antes de poder recuperar suvigor usual y tener la mente to bas-tante clara para poder predicar comaantes". El hombre de Dios le respon-di6: "Esta usted equivocado, mi ami-go, estas seis semanas de enfermedadhe aprendido mas de Dios, que parmis estudios y todos mis anos de nIi-nisterio, y espero predicar ahora consu ayuda, no, to que he leido en loslibros, sino to que El me ha ensefiadoen su Escuela Particular.

738. No hay ateos sobre una balsade goma en el Paciflco

Asi dijo un aviador que cay6 consus companeros en el Ociano Paci-fico. Despu6s de siete dias de andar ala deriva en una balsa de goma fueronrescatados. A los seis dfas se les habfaterminado el agua y entonces el off'cial les dijo a sus companeros. "Of"mas". Al s6ptimo dia, llevaron a unaisla. De esta manera contests Dios 10oraciones.

?RprISFORMADAS EN BENEFICIOS

El aviador que narraba el caso dijo:

,,yo, antes de ingresar al ej6rcito,crefa ser cristiano.. Hoy s6 que to soy".

139. Cuando vienen las alas

Un muchacho se hfzo un barquito

demanera y saii6 a probarlo en el

,ago, pero sin darse cuenta, el bote-cito impulsado por un ligero vientofu, mas ally de su alcance. Apenadocornb a pedir a un muchacho mayor,que se hallaba cerca, que le ayudaraen su apuro. Sin decir nada el mucha-cho empezb a coger Piedras y echar-las, al parecer en contra del barquito;el pequeno crey6 que nunca tendria subote otra vez y que el muchachograndote se estaba burlando de 61;hasta que se dia cuenta que en vez detocar al bote cada piedra iba un pocomas alla de 6ste y originaba una pe-quefia ola que hacia retroceder elbarco hacia la orilla.

Cada pedrada estaba calculada, ypar 61timo el juguete fue trafdo al al-cance de la mano del nifio pequeno,que qued6 contento y agradecido conla posesi6n de su pequeno tesoro.

A veces ocurren cosas en nuestrasvidas que parecen desagradables y sinsentido ni plan; pero si esperamos unpoco nos daremos cuenta de que cadsprueba, cads tribulaci6n, es coma unapiedra arrojada sobre las quietas aguasde nuestra vida, que nos trae mascerca de Dios. - Christian Action.

740. Beneficio de una adversidad

Una dame invilida de la India ca-Minaba con muletas a causa de unaafecci6n en la columns vertebral, y411 dia cay6 de una escalera. Tiradaa, Pie de la escalera, se encontraba,con una muleta rota y la otra fuerade su alcance, y clamaba por ayuda.

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Pero era mediodia y no habia ningdnsirviente en la finca. Finalmente, per-dida toda esperanza de ser oida, ele-vo una oraci6n a Dios con toda la fede su alma pidiendo fuerzas, y, asi6n-dose al pasamanos, se levant6, y em-pez6 a caminar, y ha estado caminan-do desde entonces isin muletas!

Lo mejor que jamas le ocurri6 fueesa cada, aunque de momento pareciacalamidad sobre calamidad. Pero dearriba lleg6 la voz que decia: "Levan-tate y ands". -Stanley Jones.

741. Cadena de pruebas

Se cuenta de un hombre a quienDios habfa prosperado tanto, que ha-bfa perdido su ardor y su piedad, po-niendo demasiado su coraz6n en lascosas de este mundo. La Providenciaadopt6 severas medidas para . curar-10. En primer lugar, le quit6 la espo-sa; pero esto no cambi6 en nada sumente mundana. Despu6s el hija aquien 61 rods querfa, pero aunque estaprueba pareci6 afectarle favorablemen-te no efectu6 una curs completa. Pocodespu6s un incendio quem6 sus cose-chas y parte de su ganado muri6 tam-bi6n; pero todavfa su amor al mundono fue desarraigado. Dios le afect6 sucuerpo con una enfermedad fatal, peroel mundo ocupaba afro demasiado sucoraz6n. Finalmente su casa se encen-di6, y cuando to estaban sacando deledificio en llamas exclam6: "Benditosea Dios que al fin me he curado".Y muri6 felizmente poco despu6s.

742. Aflicci6n afortunada.

Cuando Gilpin estaba viajando ha-cia Londres para ser juzgado a causade su religi6n, se cay6 y se rompi6una pierna, to cual detuvo su viaje du-rante unos dfas. La persona encargada

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de su custodia, aprovech6 la ocasi6npara echarle on cars una observaci6nque Gilpin usaba muy frecuentemente."Que nada sucede a los que Green enDios que no sea para su bien", dicidn-dole L"Por qu6 tree que se ha rotoesta pierna?" El, le respondi6. "Demomento no to s6, pero Dios debe te-ner sus razones". Y asf fue. Durantelos dfas que detuvo su viaje, muri6 lareina Maria. Esta aflicci6n le libr6 mi-lagrosamente de una muerte cierta, pu-diendo volver a Houghton pasando pormuchas pueblos, donde los creyentesle expresaron su gran gozo bendicien-do a Dios por su libertad.

743. Los aeronautas del espacio

Conocido es el intenso entrena-miento a que son sometidos los hom-bres que se preparan para vuelos espa-ciales. En camaras artificiales son re-producidas las circunstancias atmosfd-ricas, de presi6n, etc., que el aeronau-ts tendra que suffix un dia en su vue-lo, habituandose a nuevas condicionesde vida, totalmente diferentes de lasde la tierra. De este modo se encontra-ra preparado en el momento de lagran prueba. Asf procede Dios mu-chas veces con sus hijos (l .a Juan 3:3).

744. Bendici6n por la tribulaci6n

Alguien ha dicho que "la adversi-dad esla prosperidad de los grandes".Es bien cierto que ells tiene sus venta-jas, aunque a veces son impercepti-bles de momento. Ejemplos: Si los is-raelitas no hubiesen conocido el su-frimiento en Egipto, jamas habrfan lle-gado a la "tierra que fluye leche ymiel". Si no hubiesen vivido sus 40afios en la "escuela del desierto", nun-ca hubiesen aprendido a depender doDios y a serle obedientes. Los hornos

LA VIDA CRISTIANA - AfIicciOneS

de aflicci6n les purificaron de su es-coria. El peligro les uni6. La pruebales llev6 a Dios. En el curso de suhistoria podemos hallar infinidad deejemplos demostrando que en la aflic.ci6n puede esconderse, como alguienescribi6, "una bendici6a disfrazada,,.

Las mas tiernas, las mas dukesepistolas de Pablo fueron escritas enla prisi6n. La Revelaci6n escribi6 susfamosos libros, "El Peregrino" y sub.siguientes, en su celda en la cartel. Lu-tero tradujo la Biblia al aleman escon.dido en el castillo de Wartburg. Loshermosos y sentidos poemas de Mada-me Guyon fueron el resultado de sulargo encarcelamiento.

I Cuantas veces, para que miremoshacia el ciego, Dios se ve en la nece-sidad de tumbamos de espaldas, porel golpe de la adversidad

745. El cochero y la madre

En un dfa crudo de invierno corriaveloz a travels de la montafia una tar-tans, llevando como pasajeros tan s61ouna madre con su hijo. Helaba de unamanera horrible, y el sire quo se medaen el carruaje, era tan intensamentefrfo, que la mujer iba gritando. A pe-sar de que el nifio estaba bien arropa-dito, la madre se quit6 el mant6n yto ech6 encima de 61, a fin de quo elfrfo no le hiciera despertar de su tran-quilo sueno.

Al poco rato not6 el cochero quo lamujer habfa caido en una especie .. de

aturdimiento y presentaba los primerossintomas del letargo. Salts de la tar'tana, la iba a envolver con una viejamanta del caballo, cuando observ6 conhorror que sus miembros estaban Yacompletamente rigidos. Entonces co" la cogi6 bra'

zooyd spudsedeounas cuantas saudi-dasle ech6 guera de la tartans, deli.

T ~SFORMADAS EN BENEFICIOS

Bola en meWo de la helada carretera.En el mismo momento quo ella volvia

on Si,el cochero subi6 con presteza al

pescante, hizo restafar el lingo y lamrtaaa se alej6 de alli con rapidez.La muter ech6 a coffer detras gritandodesesperadamente lhijo mio, hijo miolFue una camera a vida o muerte du-rante algan tiempo, en el cual la mu-jer dej6 detras de sI un buen trecho decarretera. Por fin la tartana se detuvo..El sagaz cochero ayud6 a subir en elcarruaje a la mujer, que de tanto cofferhabia agotado ya todas sus fuerzas,pero que por otro lado habfa logradoentrar en reacci6n. De este modo sal-e su vida mediante una feliz estrata-gema. Con gran solicitud la envolvi6en la manta y sin mas contratiempoflegaron al punto de destino. La apa-rente dureza del cochero no fue otracosa quo amabilidad.

Ad nos sucede muchas veces enel transcurso de nuestra vida. El friode nuestras pasiones entumece nuestrocoraz6n. Dios nos euvfa pruebas queal pronto parecen duras, mas luego ve-mos sirven para nuestro bien.

746. A qui6 pertenecemos

En cierta ocasi6n, en uno de mis via-jes, me toc6 como compafiera en elcompartimiento, una preciosa nifia,muy carifiosa con todos. lba de unlado para otro dando conversaci6n atodOs lso pasajeros, de modo quo eradificil saber de quien era hija, pues atodo el mundo trataba con la mismafamiliaridad; pero de pronto el trenpenetr6 en un oscuro tlinel y en unmomento la nina se acurruc6 en la fal-da de una senora. Con este - gesto com-prendi que aquella era su madre.

Lo mismo ocurre en la vida. Cuan-do todo marcha sobre ruedas se hatedificq saber a quien pertenece tat ocual persona, hasta que la dificultad

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nos hate buscar refugio en Alguien dequien esperamos recibir ayuda y pro-tecci6n.

Tanto la Sagrada Escritura comola experiencia nos dicen que s6loCristo es refugio seguro y eterno.

LLe pertenecemos nosotros?

747. La ceguera bendici6n

El c6lebre Dr. Moon, espantado,supo por boca de su buen amigo, fa-moso como oculists, que antes de dossemanas iba a quedar totalmente ciego.

Para cohno de su pena, la jovenque & amaba de coraz6n, le confes6no podia avenirse' a unir su destino auna pobre vida de ciego, y le devolvi6su palabra.

Durante unas semanas, ciego ya, supena fue inmensa. Pero, siendo un cre-yente, al fin, acept6 la dolorosa vo-luntad de su Dios.

Algun tiempo despuds ide6 la escri-tura para ciegos, que mas tarde Brailleperfeccion6. Es seguro que sin su ce-guera, los pobres ciegos no poseerianla bendici6n de sus propios libros, en-tre ellos la Palabra de Dios, por lalectura de la cual tantos han recibidola luz de los ojos de su alma y pue-den recrearse ante al visi6n del CristoRedentor.

748. Las galas del Presidente

Cierto Presidente de los EE. W.tenfa una pena: Sus ojos eran tan ma-los que necesitaba usar siempre gafaspara vex de cerca, y otras para ver delejos, vidndose obligado a cambiarlasmuchas veces al dia.

En una ocasi6n, un enemigo le dis-par6 un tiro de rev6lver, hiridndole, yhabiendo de sex hospitalizado con una

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herida en el pecho.Despu6s de extraerle el proyectil, el

cirujano, mostrandole en una manoeste, y en la otra el estuche de sus ga-fas, le dijo: -Senor Presidente: Eltiro iba bien dirigido a vuestro coraz6n;os salv6 la vida este estuche, guarda-do en vuestro bolsillo sobre el pecho,en cl chaleco que llevabais, pues des-vib el curso de la bala.

Y el Presidente, dando gracias aDios, decia: -iSeiior: Y yo que creiaera mi desgracia el hater de cargarsiempre con mis estuches y gafas. Encambio era mi suertel

749. Recurso supremo pero eficaz

Cuando el pintor Sir James Tbort-hill estaba pintando la cfpula de la ca-tedral de San Pablo empez6 a andarpor el andamio para ver el efecto desu obra, hasta llegar de tal manera alborde que era inminente su caida. Unamigo vio el peligro y con gran rapi-dez tomb un pincel de uno de los po-tes de pintura y to arroj6 con todassus fuerzas al interior de la b6veda.El pintor Reno de enojo se inclin6 ade-lante tratando de coger el pincel quesubia como una flecha y asi salvar suobra de arte. Un momento despu6s re-cibia la explicaci6n de este proceder yaunque dolorido por tener que reha-cer una parte de su trabajo reconoci6que el extraiio proceder habia tenidoel feliz resultado de salvarle de unaterrible caida.

As! hate Dios muchas veces, al per-mitimos pruebas o tribulaciones quono comprendemos.

750. Despedida por su fe

Una seiiorita judia convertida tra-bajaba en un comercio de un judio fa-natico de Nueva York. Este se enter6

LA VIDA CRISTIANA - AfliCCiones

del cambio de religi6n de la muchachay de que hablaba a sus companerasde Jesucristo como el Mesias y Salva-dor de los hombres, por to cual la re,prendi6. Ella confes6 a Cristo con hu.mildad ante su superior, pero aqu6l,queriendo ponerla a prueba, le orden6un trabajo que debia realizar en do.mingo. La convertida senorita se excu-s6 declarando a su principal que nopodria (altar al precepto del decalogoque instituye el dia de descanso nidejar de honrar a su Salvador en el diade la semana dedicado al Senor en me,moria de su resurrecci6n. El judio ladespidi6 diciendo:

-No es costumbre en esta casa ad.mitir desobediencia a las 6rdenes quese dan con respecto al tratajo. No ne-cesitamos tus servicios.

La muchacha sali6 orando al Senory asf continu6 por alglin tiempo. Pocassemanas despu6s, el Director de unasucursal urbana de uno de los Bancosde Nueva York pregunt6 al comer-ciante judio si conocia alguna personade absoluta confianza para el cargo decajera. El judio refiri6 el caso de lamuchacha despedida por su fidelidad aCristo y ello fue la mejor recomenda-ci6n para su nuevo jefe cristiano, quele facilito mejor empleo con un sueoomucho mas elevado.

751. Para hacerse cargo

En Inglaterra hay una escuela don-de se ensefia a los alumnos a setamables. En uno de los cursos, cadschico tiene un dia en que es ciego,cojo, sordo o mudo. La noche ante-rior de su dia como ciego, se le ven-dan los ojos, y cuando se despiertadebe comportarse como tal. Necesitaayuda, y sus companeros to dirigen.Mediante este procedimiento, los van'chachos pueden apreciar to que reprc'senta realmente el ser ciego, y los que

TRANSFORMADAS EN BENEFICIOS

to ayudan, como han pasado el mis-n,o trance, to guian y comprendencon conocimiento de causa. Este m6-todo les proporciona una experienciauut6ntica, necesaria para estableceruna verdadera camaraderia con losdemas- - Gelett Burgess, en "Selec-

ciones del Reader's Digest".

752, Obstaculos

Se cuenta la historia de cierto reyque hizo poner una piedra en la ca-rretera y se ocuit6 para ver quien sedetendria a quitarla. Muchos vian-dantes de diversas clases pasaron allado del obstaculo y alguno criticaronal rey y a las autoridades del paispor to tener mejor cuidado de las ca-rreteras. Finalmente pas6 un hombrepobre, con una pesada cesta de ar-ticulos de su campo que iba a venderen la ciudad, y contemplando la pie-dra dej6 su carga y con grandes es-iuerzos logr6 hacerla rodar y echarlaen la cuenta. Pero al volver se diocuenta de una bolsa escondida en wIpequeiio hoyo, que la piedra tapaba.La abri6 y la ha116 Ilena de piezas deoro, con una nota escrita por el reydiciendo que aquello era una recom-pensa para el que quitara la piedra.

Debajo de cualquier obstaculo nues-tro Rey ha ocultado una bendici6n.Podemos a veces hater como los pri-meros viajeros de la historia, evitarlacon un rodeo; pero perderemos bendi-ciones eternas si asi to hacemos; ynos envilecemos ante los ojos de nues-tro Rey si, ademas, murmuramos desu Providencia. Es mucho mejor en-tender que: "lo momentaneo y levede nuestra tribulaci6n nos obra unsobremanera alto y eterno peso de glo-ria". 2.a Cor. 4:17.

753. Miirando arriba

Mientras visitaba una vecina, una

754. Comprados y suyos

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madre permiti6 que su hijito de seisanos saliese a jugar a la calle. Despu6sde un momento sali6 a ver to que ha-cia el niiio. Alli cerca se hallaba unpintor que trabajaba sobre elevadosandamios y aterrada observ6 la se-nora que su hijo se habia subido hastael ultimo peldano de la escalera.

-iBajate, Enrique! -grit6 desafo-radamente y su voz alarm6 al nino,quien prmcipi6 a mirar abajo, llenode terror.

El pintor, dandose cuenta de to queacontecia, con voz reposada calm6 ala madre, exclamando:

-El pequeho estd bien, yo me ha-

go cargo de 61. Al niiio le dijo:-Escuchame amiguito: Mira habia

arriba y sube hasta donde estoy.El nino levant6 los ojos, se sonri6 y

lleg6 sano y salvo con el pintor, quientomandolo en brazos descendi6 con elcuidadosamente y to entreg6 a la ma-dre atribulada.

Cudntas veces miramos al suelocuando debi6ramos elevar la vista alCielo. Nos amenazan peligros y tene-mos la tentaci6n de atenernos a nues-tras propias fuerzas, en vez de mirara to alto y estar atentos a la voz dulcey apacible que nos guiard con felicidadal Hogar eterno.

Una chica de veinte anos estabapara morir. Su madre miraba preocu-pada su rotro palido, y no pudiendorefrenar sus sentimientos, se apart6 dela cama para llorar. La hija que sedio cuenta, le pregunt6: %Verdad,mama, quo cuando to has compradoalgo en la ciudad y to has pagado, totienes el derecho de Ilevarlo a to ca-sa?". "Claro que si", respondi6 la

madre. "Entonces -dijo la chica len-tamente, y con solemne voz-, el Se-nor Jesus me ha comprado con unprecio inmenso. LNo tiene El ahora el

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derecho de Ilevarme a su casa?". Lapobre madre inclino su rostro y concoraz6n doliente se esforz6 a decir:"Si, tiene el derecho".

755. Mas arriba es mucho mejor

Se cuenta de una anciana creyenteque, a pesar de las dificultades conque tropezaba en la vida, siempre seis vefa sonreir. Por el contrario, habfaotra en la misma localidad que solovefa el "lado oscuro" de las cosas. Undia, su..amiga la invit6 para que laacompanase a casa de la ancianita.Esta vivia en el quinto piso de unacasa de apariencia nada agradable.`.iQue oscuro y que sucio esta esto!",dijo la pesimista, nada mas pisar laescalera. "Cierto, pero mas arriba esmejor", contest6 la amiga. Por fin lle-garon a la habitation de la anciana ala que encontraron acostada en unasencilla cama, rodeada, eso si, de tallimpieza que uno no podia menos queencontrarse bien en medio de aquelambiente. Con todo, no podia faltar elcomentario de "la parte oscura". "LYno le molesta a usted vivir en estacasa y encontrarse como se encuen-tra?". "Bueno -contests la ancia-na-, serfa asi, si solo mirase aquiabajo, pero MAS ARRIBA, ES MU-CHO MEJOR".

756. El sabe

Un granjero, al ver que un pajaroestaba tratando de construir su nidoen un mont6n de broza formada Por]as ramas secas que se habfan cortadode unos arboles, se acerc6 alli y des-hizo la obra que tantos trabajos habfacostado al pobre pajaro. Al dfa si-guiente, este ya estaba reanudando donuevo su tarda pero con el mismo re-sultado, pues tambidn esta vez el gran-jero destruy6 el nido. Por tercera vezel pajaro empezo a construir su nido,

LA VIDA CRISTIANA - .4flice,O,Ies

ahora cn el alero del tejado, junto ala ventana de la cocina. El granjeroto mir6 y sonriendose, le dej6 hater,

Dias despues el fuego destruia elmont6n de ramitas donde por dos ve-ces, el pajaro habfa intentado ponersu nido, pues era solo un haz de lefapara quemar.

Tambien nosotros nos preguntaraosa veces por que Dios rompe nuestrosnidos... Pero dia vendra cuando nosdaremos cuenta de que al obrar asiDios hizo to mejor para nosotros, li.brandonos del fuego que habfa de des.truir a los impios.

757. Cuando se conoce

En cierta ocasi6n, en uno de misviajes, me toc6 como "compahera"en el compartimiento una preciosanina que ademas era muy carmosacon todos. Iba de un lado para otrodando conversation a todo el mundo,pues a todo el mundo trataba con lamisma familiaridad.

Pero de pronto, el tren penetro enun oscuro tunel y en un abrir y cerrarde ojos la nina se acurruc6 en la faidade una senora. Con este gesto com-prendi que aquella senora era su ma-dre.

Lo mismo ocurre en la visa. Cuan-do toda marcha sobre ruedas se hatediffcil adivinar a quien "pertenece"tal o cual persona. Hasta que la difi-cultad nos hate buscar refugio en "al ,guien" de quien esperamos recibir ayu-da y protection. Ahora bien, tanto laSagrada Escritura como la experiencianos dicen que solo Cristo es refugio se-guro y eterno para todos aquellos quePor El se allegan a Dios.. LLe pertene -

ces ya?

758. Afligidos para consolar

Un individuo internado en el hos-pital habfa sufrido la amputacibn de

Tit

OWADAS EN BENEFICIOS

lapierna izquierda y era presa de

amargura.Apenas vio que~me acerca-

ba'principi6 su arenga: Muy bien,

capellan, .itrate de consolarme! Es us-ted especlalista en la Marina para es-tos asuntos asi que empiece cuantoantes". Sus palabras me desconcerta-

ren y me impidieron ayudarle ese dfa.Al dfa siguiente, un joven cabo de

la Marina se acerco en su silla de rue-das hasta el lecho del invalido. Aun-que le faltaban ambas piernas, unaagradable sonrisa se dibujaba en surostro. Fue recibido sin ning6n sar-casmo. Los dos seres que sufrfan secomprendieron. El valeroso se presen-t6 ante el desesperado y triunfo.

AI visitar al marino aquella tarde,me recibi6 con un sonrisa maliciosa,diciendome: "Capellan, fue una buenajugada la suya al enviarme a un visi-tante amputado de las dos piernas.Pero creo que ha dado resultado. Laenfermera me acaba de decir que yasoy un poco mas decente".

Nuestro testimonio sera mas feliz sihacemos a un lado nuestra propiapersonalidad y presentamos a Aquelque todo to comprende porque sufrioy vencio. 2.a Corintios 1:1-7.

759. Educaci6n para la realeza

Cierta reina madre sometfa a suhija a un regimen duro y a reglas deeducaci6n muy severas. Al hablar delcaso, una persona express la idea deque parecfa excesivo el rigor.

-Usted se olvida de que mi hijasera reina un dfa, y si no sabe go-bernarse a si misma, como gobernaraa sus sabditos?

El tiempo presente es el tiempo dedisciplina de los cristianos. LParaque? "para to que sea provechoso,para que recibamos su santificaci6n"(fiebreos 12:10. V e a s e tambidnApoc. 1:6 y 5:10).

760. Fue mejor asi

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El 6nico superviviente de un nau-fragio fue arrojado Por las olas a unapequena isla deshabitada. Tan prontose dio cuenta de su situation constru-y6 una pequena chabola donde guar-d6 todo cuanto pudo recuperar,creyendo que le serfa de algunautilidad. Todos los dias oraba fer-vientemente a Dios pidiendo quealgtin barco se acercase a donde 61estaba, pero hasta el momento era envano que sus ojos se cansaran ob-servando el horizonte en espera deayuda. Un dfa, al regresar de unpaseo por la isla, vio con horror quesu chabola era pasto de las llamas.1 Lo que le faltaba! LPor que habriapermitido Dios que tal cosa ocurriera.

La respuesta lleg6 al dfa siguientecon un barco y unos hombres y laspalabras del capitan que le decfa:"Vimos sus seiiales de humo y hemosvenido para ayudarle".

Si, Dios siempre hate todas lascosas bien.

761., El chino leproso Pero sabio

-i Senor, to bendigo porque mepermitiste ser un leproso!

La enfermera, extrafiada, le protes-t6:

-Pero... LComo podeis dar graeiasa Dios por desgracia tal?

-Porque por ella vine al hospitalde la Misi6a y halle a mi Salvador,y voy al cielo a vivir con el que tantonos am6.

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xLa vida cristiana

d) Sus frutos - Virtudes pasivas

1. Fe o confianza en Dios 2. Paciencia3. Humildad 4. Honradez 5. Lealtad6. Cortesia y altruismo 7. Gratitud8. Obediencia a Dios 9. Consagra-ci6n o rendici6n a Cristo

10. Perd6nde ofensas

11. Devolviendo been pormal 12. Disciplina del yo

13. Amor aCristo

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La vida cristianad) Sus frutos - Virtudes pasivo-

1. FE O CONFIANZA EN DIOS

762. Rectificando el Padrenuestro

-"Todo va en contra de mi" -dijoun hombre a Lutero. Ninguno de misdeseos se cumple; mis planes nunca serealizan".

-"Querido amigo, esto es faltavuestra" -dijo Lutero.

-LFalta mia?-Si, ahadi6 Lutero. "Porque cuan-

do rezais ,'el Padrenuestro decis siem-pre: "Sea hecha to voluntad". Debe-riais decir: "Sea 'heeha mi voluntad";pero si orais que se haga la voluntadde Dios y no la vuestra, debeis estarsatisfecho de que Dios cumpla su vo-luntad, tal como la pedis, sea to queesto sea.

763. Calma en el peligro

En una gran escuela se declar6 unincendio. Como es com6n en tales ca-sos se produjo una terrible alarma yvarios niiios precipitdandose unos con-tra otros fueron heridos de gravedad.

Pero una niiia qued6 sentada en sumesa, muy palida; de sus ojos brota-ban lagrimas, sin embargo supo estar-se quieta, sin proferir un grito. Des-pues que pas6 el peligro y el orden fuerestablecido, le preguntaron por queno se habia levantado.

-jAh, -respondi6- mi padre es

bombero y me tiene dicho que en ta-les casos.lo mejor que se puede haceres quedarse quieto hasta quo la puertaeste libre de gentes que se atropellan,o que haya pasado el peligro. Yo hecreido sus palabras, y esto es to queme ha hecho estar quieta.

Esta niiia supo creer en la palabrade su padre. 1Ojala que como ella,nosotros pusieramos entera confianzaen las palabras de nuestro Padre Ce-lestial!

764. Por ultima vez

Una joven sefiora se hallaba prontapara una terrible operaci6n. El ciruja-no, conmovido, le dijo: -Querida jo-ven: Cuando usted despierte de laoperaci6n, no podra hablar nuncamas. i,No le placeria pronunciar ahora,antes de que la anestesiemos, algo quepudicra recordar como sus dltimas pa-labras en este mundo?

La joven sentada ya en la mesa deoperaciones, contest6: -Si, y gracias,doctor.

Y con trabajo, dulcemente, abri6 suslabios y cant6:"Y cuando muda, deshecha en polvo,En el sepulcro mi lengua este,Tu poderio que me ha salvadoCon nuevo canto celebrare".

La emoci6n de todos era mucha.El doctor cirujano, un agn6stico, em-pez6 a pensar en la salvaci6n de sualma en aquel momento.

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LA VIDA

765. Pepa la dichosa

En una pobre choza, cerca de unrio vivfa una pobre mujer conocida enaquella comarca con el nombre de"Pepa la dichosa" era vieja y casiciega pero su coraz6n siempre estabarepleto de la verdadera satisfacci6nque tienen los hijos de Dios.

Un dia pas6 por delante de la puer-ta de su casa un senor muy rico quehabfa envejecido muy joven a causade los afanes de la vida, oy6 cantar ala pobre anciana y entr6 en su chozay dijole:

-Me parece que siempre esta ustedcantando, le dijo al entrar.

-Y tengo motivo para cllo, respon-di6 Pepa.

-Desearia me enseiiara cl secretode su alegria, pues usted esta sola, notiene dinero. ZC6mo es que poseeusted tal contento y tanta alegria?

-Tal vez por que no tengo a nadani a nadie en este mundo, sino a Dios,respondi6 la anciana. Los ricos tienentantas cosas que hacer, y siempre pien-san que van a perder sus tesoros, oque les sobrevenga alguna desgracia;mientras que yo no tengo por el con-trario nada que me moleste o inquiete,se que mi Dios cuidara de mi.

--Pero -dijo el caballero-, su-pongamos que como ahora sucede; elfrio y la nieve le impiden salir de lachoza y...

-Pero yo no supongo absolutamen-te nada, respondi6 Pepa cortandole lapalabra; yo no necesito suponer sinoque el Senor mi Dios usara de todobien conmigo. Lo otro s61o to hacenlos que no conocen a otro Dios sinolas cosas del mundo: hacen suposicio-nes ora de una cosa ora de otra, y seafligen y tanto es asi que yo pobremujer, con la fe puerta en Dios, mepuedo preciar de mas rica que todosellos.

CRISTIANA - Sus frUtOS - VirtudesPa8lv,S

Jallo el caDal[erD tuerwutcutC "Y«,sionado y convencido de que Peps eramas rica que 61, pues ella poseia uu erasoro de mas valor que todas las riqu

e-zas juntas, es a saber, el de la verda-dera dicha.

766. Creer o dudar

Una senora y un caballero, de visitaen la Casa de Moneda, fueron invita-dos por su gufa a hacer el siguienteexperimento: El guia les lavarla lamano con un liquido especial, y luegopondrfa en ella un poqulto de oro fun-dido sin que les quemara, seg6n 61.

El caballero se neg6 a la prueba.La senora mas valiente acept6 y no lepas6 nada.

El guia les dijo: "La senora ha te-nido fe en mi palabra; usted no, ca.ballero".

He aquf un Clemplo d., !o que esla Fe en relaci6n con Dios y nuestrasalmas.

767. El emperador, mi padre

Un emperador romano, volviendc,de una guerra en la eual habia vencido,cryzaba las calles de Roma, rodeadode sus guardias, en tanto la multitudle aclamaba locamente.

Un nino, separandose del pueblo,corri6 hacia el carro del emperadorcon los brazos en alto: -IAtras, atras,muchacho... es to emperador! -le gri-taron los soldados. El nino se par6 yreplic6: -IEs vuestro emperador,pero es mi padre!

Cada uno de vosotros, como aquelnino seamos ricos o pobres, sabios oignorantes, podemos regocijamos anteel glorioso hecho de sentirnos hijos delAlto Dios, Senor de los senores, porla Gracia que nos hizo suyos.

P8O CONFIANZA EN DIOS

168, Resignacion a la voluntad deDios

Una mujer cristiana se hallaba muyeuferma. Visitandola una querida ami-ga, le pregunt6: -ZOs gustarfa resta-bleceros y vivir?

A to que la enferma contest6: -Meostarfa... la voluntad del Senor.gu staria

-Pero -sigui6 la otra- si El ospedia vuestro parecer, que le diriais?

-Le diria... que hiciera su parecer.

769. La mejor fortuna

En el patio del colegio de ninos, dis-cutian:

-Mi padre es mucho mas rico queel tuyo... Si, senor, mucho mas rico,porque tiene hasta coche...

-;Bah...! el mfo to es mil vecesmas... -contest6 otro nino quieta-mente.

-LMas? ISi mi padre tiene hastauna casa muy hermosa en el campo'.

-Esto no es nada -replic6 elotro.

-LNada? A ver: LQu6 tiene eltuyo?

-El mio tiene fe en Dios, y todocuanto nos hace falta se to pide a El,y luego to tenemos.

770. El fin de su turbaci6n

Parece usted muy feliz esta mana-na, senor pastor -dijo un miembrode una iglesia a su ministro al salu-darle en la puerta del templo.

-Muchisimo, hermano, como ja-mas to fui -fue la respuesta que ob-tuvo.

-LPodria saber la raz6n?-Seguramente: Ayer me acoste

preocupadisimo, pensando en c6moarreglar ciertos conflictos en la con-gregaci6n, en mi propia vida y en mi

771. Basta la palabra

772. Dejar la carga

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familia. Me dorm! y sore que un angeldel Senor llegaba hasta mi y me decia:"Te estas dando un trabajo enormeJuan. Parece totalmente que todo tohayas de hacer td, eso de los arreglosen la congregaci6n, to vida familiary el mundo mismo. Escucha: ZPorqu6 no dejas algo para que to hagaDios?" Al respertar, he decidido se-guir su consejo, y desde este dfa, pe-dire a Dios que sea siempre quienarregle todo to que yo no pueda arre-glar".

Cuando Guillermo, prfncipe deOrange, entreg6 un documento asegu-rando a cierto caballero un alto em-pleo en su reino, con tal que quisieraapoyar su causa politica, el caballerorehus6 aceptarlo diciendo: "Basta lapalabra de su majestad. No quisieraservir a un rey en cuya simple pa-labra no pudiera confiar".

La palabra de nuestro Rey basta:es digna de toda nuestra confianza.El dia en que Dios no cumpliera supalabra, habria un cataclismo en todoel Universo.

Una vez iba por un camino, bajoun sol ardoroso, un pobre hombreque llevaba una carga muy pesada.Acert6 a pasar por allf un carreterocon su carro, y este movido a com-pasi6n, ofreci6 al que iba a pie unlugar en el carro y llevar el fardo quele abrumaba con su peso.

El hombre acept6 y el carro em-prendi6 de nuevo su marcha, cuandoal cabo de un rato, el que guiaba sevolvi6 y vio al hombre que segufacon la carga a cuestas. ZPero qu6hace usted? dijo el carretero. ZPor que

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no deja la carga en el carro? Oh, con-test6 el hombre; me basta poder it enel carro.

El carretero se ech6 a reir y dijo:ZPero no ve Ud. que asi tambien Ilevala carga? No sea tonto y sueltela quepara el caballo es igual y usted des-cansara Asf hace la gente. QuierenIlevar sus propias cargas siendo asfque Dios quiere no s61o llevarnos anosotros sino tambien to que nor espesado.

773. La confianza del capitan

Cierto vapor iba camino de Cuba,Cuando en medio del mar se desen-caden6 una terrible tempestad. Dentrodel barco viajaba, con el capitdn, suesposa y su hija, las cuales estabanen el camarote durante aquellas horasdificiles. La mujer, especialmente, es-taba llena de angustia, al ver el peligrotan eminente que todos corrfan, mien-tras quedaba extrafiada de la serenidadde su esposo, y de la intrepidez conque este mandaba el buque.

Cuando se hubo serenado la tor-ments, este fue a ver a su mujer, lacual le felicit6 por to valiente que sehabfa portado en la hora diffcil de latempestad. El capitdn, sin decirle unasola palabra llam6 a su nifia, y po-niendola sobre sus rodillas, le arrim6la espada junto a la cars, la nifia nose movi6 tan siquiera. Entonces elpadre le dijo:

-ZNo tienes miedo que to haganing6n mal con la espada terrible,hija mfa?

-No papa, la espada esta en tusmanos y yo sabia que to no me hariasningun mal -respondi6 la nifla.

Volviendose entonces a su esposale dijo:

-Querida mfa el desenlace de aque-Ila tempestad estaba en manos de mi

LA VIDA CRISTIANA - SUS frUtOS - Virtudes pasivgs

Padre, y sabia que El no me hManingun daho. Hice todo to que estuvode mi padre, como capitan de barco;pero to dej6 todo al cuidado de El; laconfianza en mi Padre fue to que mesostuvo firme y tranquilo en mediode la tormenta.

i Cuan precioso es saber que tene.mos un Padre que esta en los cielosque cuida de nosotros, en el cual po.demos confiar en medio de las difi.cultades.

774. Tenfa confianza en su padre

Un grupo de turistas en la regi6nmontafiosa de Escocia querfa apode-rarse de algunos huevos que estabanen un nido situado en un lugar inac-cesible frente a un precipicio. Trata.ron de convencer a un niiio quevivfa por allf cerca, de que podiabajar hasta donde estaba el nido sile ataban a una soga, que seria sos-tenida por ellos desde arriba. Le ofre-cieron una gruesa suma de dinero,pero como no era gente conocida, elmuchacho se neg6 a bajar. Ledileronque no le pasarfa nada, pues epos sos-tendrian firmemente la soga.

Por fin el muchacho dijo: -La6nica condici6n que pongo para bajares que sea mi padre el que tenga lasoga.

El predicador que cuenta esta anec-dota dice:

Los hombres no conffan en los ex-tranos. Yo necesito conoer a unapersona antes de depositar en el Miconfianza. Pero hace cuarenta anos queconozco a Dios, y cads dfa tengo m'a sconfianza en 61.

775. La fe del Dr. Carver

Cuando estaba despidiendorne dc'Dr. Caver, el gran cientffico negro'

776. La sustancia de las cosas que

Ffl O CONFIANZA EN DIOS

uos detuvimos en el centro de su pe-

queiio cuarto, nor tomamos de lasmanor y oramos el uno por el otro.Yo le pregunt6 c6mo habfa principia-do sus descubrimientos maravillosos,y su respuesta fue caracterfstica: "Verausted, tome un cacahuete en mi manby dije. "Senor Creadoos Zque haydentro'de este cacahuete?" Y el Crea-dor me respondi6: "Tienes cerebro,anda, investfgalo". 1Y que bdsquedato maravillosa! iY que cosas tan sor-preadentes salieron del pequefio ca-cahuetel Medio centenar de produa-tos diferentes, todos utilisimos para laindustria y la alimentaci6n.

Un Comit6 del Senado de los Es-tados Unidos pidi6 al Dr. Carver queles hablara por diez minutos; al finalto rogaron que continuara, y durantehora y media los mantuvo hechiza-fos hablandoles de to que el Creador, Cnfa escondido en el cacahuete.

lvlfentras permanecfamos con nues-tras manos enlazadas orando el unopor el otro, semi que pisaba tierrasanta -santa por los descubrimientosde Dios en to material y en to espi-ritual-. Al terminar nuestra oraci6nto bese la mano y el hizo to mismo conla mfa. Sabfamos que eramos herma-nos en la sangrd y pertenecfamos a unReino que no conoce fronteras de raza,de color o de clase. El instinto socialhabfa encontrado su hogar en la Fa-milia de Dios. - E. Stanley Jones.

no se ven

Un amigo cuenta que oy6 a dosniiias que jugaban juntas, contandosus peniques. Una dijo: "Yo tengocinco centavos". La otra. respondi6:Yo tengo diez". "No" -dijo la pri-

mera- to tienes solamente cinco cen-tavos como yo.

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-Pero, -replic6 rapidamente lasegunda- mi padre me ha dicho quecuando llegara a casa esta noche medara cinco centavos".

La fe de la niffa le habfa contarcomo actual to que no vela, porquehabfa sido prometido por su padre- Obiterbein Teacher.

777. For fe, mejor que por vista

Unos marineros que habfan estadodiez afios ausentes de Francia, se ha-llaban tan excitados al percibir lascosas de la Patria que cost6 gran tra-bajo al capitan hacerles comprenderla necesidad de continuar atendiendocads uno su deber para Ilevar la naveal puerto. ZQue seria si .desde estepobre mundo pudiesemos percibir lasglorias de la verdadera Patria de nues-tras almas? Por esta y otras mucha~razones que Dios conoce nos es ne-cesario y mejor vivir por fe, "comoviendo al Invisible".

778. Ahorro insensato

Se cuenta de una ancianita quecruzaba el, AtUntico a bordo de unmagnifico vapor, con el pasaje quepara ella habfa adquirido su hijodesde America, Como la travesiatenga que durar varios dias, la buenamujer preparo cierta cantidad debocadillos para it comiendo en elcamino. Hacia el final del viaje, losbocadillos se habfan estropeado, porto que se vio obligada a bajar alcomedor como los demos pasajeros.Lo hizo con mucho temor, pensandoen to que le subiria la cuenta, peroentonces se enter6 de que fodaaquella suculenta comida que lehabfan servido estaba incluida en elprecio del pasaje.

Asf ocurre, por desgracia, conmuchas personas en nuestros dias.

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Mueren de hambre y de sed espiritual,ignorando la abundante provisi6n queDios les ofrece por medio de su HijoJesucristo, quien es el 6nico capaz dedar cumplida satisfacci6n a todasnuestras necesidades.

779. Oraci6n acertada

Se dice que hate afios, los pesca-dores bretones antes de embarcarsepor la mafiana, solian orar de estamanera:

"Guardame, oh Dios, porque mibarca es tan pequena y to mar es tangrande...".

Acertada expresi6n, Lverdad? Puesimitemosla cada manana, porque to-dos nosotros navegamos en el oc6anodel mundo, el cual es tan grande ytempestuoso mientras que nosotrossonios tan pequenos y fragiles.

780. El brazo mejor que el dedo

El valiente y piadoso pastor alemanOncken, sufri6 mucho por el Evan-gelio, en su juventud. Fue multado,insultado y encarcelado; Cierto dfaestuvo ante el alcalde de Hamburgo.

-LVe usted ese dedo? -le dijo elalcalde mientras to levantaba delantede sus ojos-. Pues mientras que yosea capaz de menearlo, le resistir6.

-Seiior -contest6 Oncken- yoveo su dedo, pero tambi6n veo unbrazo que usted no ve, y mientrasque ese. brazo estd extendido, ustedno me podra resistir.

Y no pudo, porque Oncken fuegrandemente prosperado en su obrahasta el fin de sus dias.

781. La conlanza de Alejandro

Cuando Alejandro el Grande pa?decfa de una violenta fiebre, recibi6una carta denunciando a su medicocomo traidor, que habfa recibido so-

LA VIDA CRISTIANA - SUS frlltOS - Virtudes pnsiv,,I

borno para envcnenarlc.En este mismo momento el rnedico

estaba a su lado con una drogamedicinal.t Dio la carta al medicopara que la leyese y mientras to haciasin titubear, bebi6 la medicina. Suconfianza fue largamente recompen.sada, pues aquella medicina produjoalivio a su enfermedad.

He aqui un ejemplo de fe humana,Lno debemos con mayor motivo gonernuestra fe en el Sefior quien nos hadado mayores muestras de fidelidad vamor que las que pudo haber dadoaquel medico a su soberano? Cierto, ycon mucho mayor motivo, como elgeneroso rey, debemos desconfiar ydesechar ]as sugestiones del Bran ca.lumniador y sus huestes que preten-den hacernos desconfiar del celestialMedico de nuestras almas.

2. PACIENCIA

782. Serenidad en la disputa

Un artista de la ciudad de Leyden,a quien gustaba asistir a los debatesp6blicos organizados por la Academia,le preguntaron una vez:

-%Sabe usted latin?"-No -respondi6 el interpelado-.

Pero se quien tiene raz6n.-6C6mo? le preguntaron.-Porque veo cual de los dos con-

tendientes se enfada primero, fue larespuesta.

783. Contin6a probando

El que no haya tenido algunos fa-Ilos . en su peregrinaje no es excusapara abandonar la vida cristiana. Sedice que Edisson hizo 9.000 experi-

mentos para inventar la pila electrica .

Un amigo le dijo. Esto parece un a

total perdida de tiempo. De ninguamodo replic6 el inventor. Ningdn tra•

PACj EfA

bajo es vano si conduce al exito. Aho-ra conozco 8.999 cosas que no con-

viene hater para tener 6xito en laproducci6n de electricidad por bateria.

Cuando se pregunt6 al escritorRiley donde estaba el secreto de suexito contest6: "En la punta de gomade mi 1apiz".

Los grandes santos no se formancon facilidad sino en un camino deBran esfuerzo, dolor y sobrepujadosfracasos.

784. Franklin y el impresor

Cuando el c6lebre Franklin vino deAmerica buscando trabajo como tip6-grafo, un impresor de Paris le despre-ci6 diciendo que en Am6rica no habfamas que labradores y le pidi6 si habfacomponer, Franklin por toda respuestacompuso con gran rapidez el vers. 46del cap. I del Evangelio de San Juan.El impresor comprendi6 y le di6 tra-bajo y no tuvo que arrepentirse deello.

785. Un serm6n por tel6fono

A cierto senor que estaba tratandode hablar por tel6fono se le dio unn6mero equivocado cuatro veces se-guidas: sin embargo no perdi6 la pa-ciencia, y con voz agradable dijo a laoperadora: Me ha dado un n6meroequivocado cuatro veces; sirvase co-nectarme una vez mas.

La telefonista coment6 esa pacien-cia ejemplar con otra operadora, a toque ella respondi6: -Ese senor es elpastor de mi iglesia.

Tan impresionada qued6 la prime-ra por esta prueba de paciencia cris-tiana que fue con su compafiera a laiglesia, donde fue convertida acep-tMdo a Cristo como su Salvador.

786. Perfecci6n y bagatelas

295

Uq caballero encarg6 a cierta artistala ejecuci6n de una escultura y visi-tando su estudio despu6s de una ausen-cia de varias semanas le pareci6 quela obra no habfa hecho ning6n pro-greso.

-LQu6 has hecho pregunt6 el ca-ballero al artista?

-Trabajar en esta figura.-Pero yo no veo nada nuevo en

ella, despu6s de mi 61tima visita.-LC6mo? replic6 el artista. He sa-

cado un poco mas este m6sculo; hemodificado esta parte del vestido, hecambiado ligeramente la expresi6n deeste labio.

-Pero esto son bagatelas, dijo elcaballero.

-Es verdad senor, pero la perfec-ci6n la constituyen precisamente lasbagatelas!

Como en el arte asi tambien en lavida cristiana.

787. Por amor a Jes6s

Un hombre llamado Kilpin, fueabofeteado por otro en la calle, porhaberle confundido con Juan Bunyan.

-iTen esto, Juan Bunyan! -ledijo al herirle.

Kilpin se quit6 el sombrero y dijoasi:

-Daria cincuenta veces cuatoro ten-go por el honor de ser llamado JuanBunyan.

Algdn dfa, en la Eternidad, los quehan hecho sufrir por su fe a los cre-yentes en Jes6s, fieles a su Evangelio,comprenderan la gloria que pusieronsobre los perseguidos por su fidelidad,cuando ellos creian infomarles.

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789. Ayudando a Dios

LA VIDA

788. La razbn del interventor

Un interventor del tren, con suuniforme muy limpio y un capullo enel ojal de la americana, fue insultadocuando taladraba los billetes, por unviajero medio embriagado, quien learrebato la flor y la lanz6 fuera de laventanilla.

Un viajero que not6 cudn paciente-mente soportaba el hombre el insulto,le dijo:

-Lo tomasteis con mucha pa-ciencia.

-Estoy de servicio, caballero -fuela corta respuesta, y sigui6 su trabajo.i Si pudieramos recordar, cuando eldiablo nos tienta al pecado, que nopodemos hater como otros harian"porque, estamos de servicio", sir-viendo a nuestro Seiior...!

LQue has estado haciendo tantorato en el jardin? -preguntaron aJuanita, nifia de 5 ahos.

-He estado ayudando a Dios.-ZQue quieres decir? respondi6 la

madre.-He estado abriendo todos los

capullos a fin de tener rosas msspronto. La madre salio al jardin yha116 todas las rosas de la temporadaarruinadas.

i Cuantas veces con nuestra impa-ciencia deshacemos la obra de Dios!

790. El nino y la semilla

Se cuenta de un muchacho queplana6 cierta cantidad de semilla deuna preciosa flor que le fue traida delejanas tierras. La persona que se lahabia regalado hizo tantos elogios dela hermosa flor que brotaba de tales

CRISTIANA - Sus frutos - Virtudes Pasivas

simientes que el muchacho estabamuy impaciente por tenerlas en sujardin. Par tal motivo bajaba cadsmaiiana y escarvaba la tierra para versi ya aparecian las pequeiias plantasque con tal afan esperaba. De estemodo arruin6 completamente su plan.taci6n y nunca vio ninguna de lasflores que tan ansioso estaba de ob.tener.

De un modo semejante podemosdestruir con nuestra impaciencia lasbendiciones que Dios quiere haterbrotar a su debido tiempo en el ca.mino de nuestra vida.

791. El medico de Lloyd Georgenino

En un apartado distrito de Gales,vivia una pobre viuda con su hijo

quien cay6 gravemente enfermo y lamadre se dirigi6 a la ciudad msspr6xima en busca del doctor. Estase hallaba a ocho kil6metros y tuvoque hater el viaje en medio de unatorrential lluvia.

Al oir la petici6n el medico estabadispuesto a no ir, por la inclemenciadel tiempo, y pens6 que quiza nocobraria su trabajo. Pensaba tambi6n"este nino, en el caso de que se cureno llegara a ser nada mss que unpobre labrador".

Con todo, el deber de humanidady el honor profesional triunfaron so-bre su egoismo, y el hombre fue.

El nino se salv6 y lleg6 a ser nadamenos que el famoso ministro de Ha -cienda y mss tarde, Jefe del Gobiernode la Gran Bretaiia, que salv6 a Ingla'terra de la primera Guerra Mundial.

792. Contentarniento

Un creyente se sentia desanimadoal ver sus zapatos ya gastados y sin

p,tCIE~A

posibilidades de comprar otros. Esta-ba a punto incluso de murmurarcontra el Sehor, cuando se cruz6 conun cochecito en el que iba un hombrecon Jas piernas cortadas. Entonces elcreyente comprendi6 que habia algoInucho peor que tener los zapatosgastados, y del fondo de su coraz6ano pudo por menos que dar graciasal Seiior por su misericordia al darleunos pies donde calzar unos zapatos,aunque fuesen viejos.

793. Mejor no moverse

Un vapor costero que se dirigia aNueva York, cierta noche se vio ro-deado de tan espesa niebla que hubode parar, echar el ancla y aguardarla manana. Cuando al amanecer sedisip6 la niebla, se vio rodeado demultitud de barcos grandes y peque-hos. Si se hubiera movido, de segurohabia ocurrido una catastrofe.

En nuestra vida cristiana hay vecesen que debemos estar quietos enlugar de movernos. Cuando no vea-mos claro qu6 camino o decisi6n csla que debemos tomar,- vale msspararse y aguardar, si no queremosproducir una catastrofe. Dios nos diceentonces: "Estaos quedos y ved misalud". El nos mostrara el camino yto que debemos hater a su debidotiempo y nosotros permaneceremostranquilos esperando en El.

794. Lo que habri despues

Un famoso pintor recibi6 el encar-go de decorar el sal6n de conferen-cias en el edificio de una importantesociedad. Prepar6 el andamiaje yemPez6 a trazar sobre el estuco elfondo de to que iba a ser su obramaestra. Un amigo suyo fue avisitarle, pero al verle tan abstraidoen su trabajo, se qued6 a la puerta,no atreviendose a molestar al artista.

297

Al cabo de un rato, este se diocuenta de la presencia de su amigo,y bajando del andamio le pregunt6entusiasmado: %Que to parece? Estaes mi mejor obra". "Bueno -replic6el otro- yo no veo mds que unostrazos en la pared". "jAhl -exclam6el pinto,- aqui esta la diferencia.TIi s61o ves to que hay ahora, peroyo veo ya to que habia dentro deunos meses".

jCuAn sabio es el cristiano quepuede sonreir viendo a craves de laslagrimas del presence, el gloriosofinal de la voluntad de Dios en todasla cosas!

795. Angustia vans

Se cuenta de un excursionists queandando solo por una montaiia, seextravi6. Al hacerse de noche, te-niendo en cuenta to precipicios quelef rodeaban, decidi6 quedarse endonde se encontraba y esperar lamahana siguiente. De pronto se des-prendi6 la piedra en la que su piese apoyaba y el hombre cay6, ro-deado de una densa oscuridad, poruna inclinada pendiente. Por fin pudoagarrarse a las ramas de un arbol,justo en el momento que su cuerpoquedaba suspendido en el vacio. Asiaguant6 hasta que faltandole lasfuerzas, se dej6 caer en to que creiaun profundo abismo, pero que enrealidad no era cal, sino una ligeradepresi6n del terreno.

1 Media hora de angustia mortal,todo porque la oscuridad le impediaper la tierra que estaba tan cerca desus pies! iCuantas angustias nos aho-rrariamos los cristianos si la oscuridadde nuestros vanos temores no nosimpidiese ver "acs abajo Jos brazoseternos". (Deut. 33:27).

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796. Mirar arriba

LA

En cierta ocasi6n un predicadorhablaba a un grupo de granjeros yles decia: "Algunas hombres soncomo ciertos animales, que no puedenmirar arriba a menos que est6ntumbados de espaldas. Afanados porlas cosas de aqui abajo, no encuen-tran tiempo mas que para sembrar,trabajar, etc. Hasta que el Seiior, ensu misericordia, les tumba de espal-das: alguna enfermedad, un desastre,aflicci6n, etc. Entonces se dan cuen-ta de que "arriba" hay algo de muchomas valor que todas aquellas cosasque con tanto afan buscaron por elsuelo.

LEs 6ste to caso, querido amigo?Dijo el Senor Jes6s: "Trabajad nopor la comida que perece, mas porla comida que a vida eterna perma-nece, la cual el Hijo del hombre osdara" (Juan 6:27). "Buscad primera-mente el reino de Dios y su justicia,y todas estas cosas os seran anadi-clas" (Mateo 6:33).

797. La r6plica de Pelletier

Aun los hombres mas opuestos alCristianismo admiran el ejemplo delverdadero espfritu cristiano.

Viajando por Orleans, Diderot oy6contar a un peluquero to ocurrido auno de sus parroquianos con un ser-vidor de Dios que no vivia sino parael bien del pr6jimo.

-Pues senores, contaba el pelu-quero, me hallaba en casa delcomerciante Aubertot cuando lleg6Pelletier y acos6 a mi cliente pidien-dole algo para los pobres.

-Hoy no senor, -dijo secamenteAubertot.

Pero Pelletier, sin haberle caso, em--pez6 a contar tristfsimas historias demiseria.

VIDA CRISTIANA - Sus frutos - Virtudes parlUas

-Le digo que no puedo darle nada-insistia el comerciante.

-Pues usted, seria movido a com-pasi6n si supiera de este otro caso-y empezaba una nueva historia.

Exasperado, Aubertot, se levant6y.

se fue a otra invitaci6n, pero alli lesigui6 Pelletier, insistiendo en sus de-mandas. Enojado mi cliente por tantaimpertinencia, decant6 su fuerte manoy pegq un tremendo golpe a Pelletier,quien exclam6:

-iBien, esto es para mP, Zy paramis pobres?, Lqu6 hay para mis po.bres?

Esta actitud conmovi6 a Aubertotquien prorrumpl6 en llanto y cayendoa los pies del ofendido le ofreci6 suayuda y le pidi6 perd6n.

-Si yo hubiese estado alli -ex.clam6 un oficial que oia el relato-no le hubiera dado lugar al misera-ble Aubertot lugar para arrepentirsecon la punta de mi espada.

A esto, dice Diderot, no pudemenos que contestar:

-Vos, caballero, sois un soldado,pero Pelletier es un cristiano. El hizoto que debia hater.

798. La carrera eristiana

"Corramos con paciencia la carre-ra", se refiere al estadio antiguo. Enlos estadios griegos habfa tres colum-nas: Una al principio, otra al medioy la tercera hacia el fin de la arena.En la primera columna se lefa: "S6hombre"; en la de enmedio: -"Sopor-ta". En la 61tima: "Apresnrate". Bue-nos lemas. El cristiano necesita acor'darse al principiar la carrera que espreciso "portarse varonilmente". Des-pu6s, cuando empiece a sentir el pesode la carrera, que "soporte", y al fin,cuando se acerque a la meta ha de"apresurarse" redimiendo mas si cabeel poco tiempo que le queda y dispo'

gUMILDAD

niendose a alcanzar el premio eterno.

199.Una madre china cumple supromesa

Vn pastor chino refiere que unamujer china, eristiana, miembro de lai~esia que e1 pastoreaba, no tenia hi-

jos y oro fervorosamente a Dios pi-dlendole un nino. Dios contest6 esasoraciones y le concedi6 el hijo que ha-bia pedido. Entonces dio gracias aDios por esa dadiva y como testimoniode gratitud entreg6 una ofrenda queequivalia a cinco d6lares.

Unos meses despu6s la madre llev6al nino al templo para consagrarlo aDios delante de la congregaci6n, yen este acto que ella consider6 comoun privilegio, y como testimonio de sugratitud a Dios entreg6 una ofrendaequivalente a diez d6lares, cantidadque significaba un verdadero sacrifi-cio para ella. Dos anos despues esenino enferm6 y muri6. LQu6 hizo lamadre? Se present6 ante la iglesia ydio una ofrenda equivalente a veinted6lares para mostrar su gratitud a Diospor tres razones, que ella explic6 delmodo siguiente:

1.° Por hater tenido este nino,contra toda esperanza.

2.0 Porque este nino, que perte-necia a Dios, le fue prestado por dosanos, produci6ndole mucho gozo elprivilegio de haberle cuidado y dis-frutar de sus afectos y sonrisas.

3.0 Porque sabfa que el nino es-tabs en los cielos con su Salvador yalg6n dfa volverfa a ver su hijito. -W. F. Junkin en el libro: "The Biblefor China".

800.

3. HUMILDAD

Godofredo en Jerusalem

Cuando en los dias de las cruza-das, Godofredo de Bouill6n entr6

802. Abraham Lincoln

299

vencedor en Jerusalem al frente desus soldados, rechaz6 los honores einsignias que se le ofrecian nombran-dole rey de la ciudad, dijo: -Nopuedo aceptar tanto honor. No quieroser coronado como rey en la ciudaddonde Cristo fue coronado de espinas.

Y se content6 con el titulo de "De-fensor del Santo Sepulcro".

801. C6mo Saulo de Tarso lleg6 a

Lo mas admirable del caso es queel gran ap6stol de los gentiles eratodo menos humilde, antes de su con-versi6n. El resumen de su vida enFilip. 3, nos to muestra orgulloso pormuchos motivos. "Pero to que parami era gananeia, helo reputado per-dida por amor de Cristo", nos dice.S61o el amor de Cristo es suficientepara deshacer todos los motivos deorgullo. LHa sido suficiente en ti y enmi?

Abraham Lincoln, lleg6 a NewYork para dar una conferencia. Mien-tras esperaba la hora de empezar,empez6 a pasearse por las calles deaquella gran ciudad, cuando de re-pente oy6 un suave canto que sablade una de las cosas por donde pasaba.En vez de proseguir su camino entr6 yencontr6 a un grupo de ninos quoestaban celebrando la escuela domi-nical. El instructor, al advertir la pre-sencia del forastero, y despu6s de lalecci6n invit6 al desconocido a deciralgunas palabras a los ninos. El lesconr6 muchas historietas, hasta quelleg6 la hora que tenia que marcharse.Antes de hacerlo le pregunt6 el ins-tructor como se llamaba: "AbrahamLincoln de Illinois" respondi6 humil-demente. Algunas horas despu6s, elpresidente de la Sociedad Abolicio-

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nista de la esclavitud, hacia la pre-sentaci6n del orador ante las personasque llenaban la inmensa sala de con-ferencia, con las siguientes palabras:

-"Sefiores es para mi un granhonor presentaros al futuro, presidentede los EE. UU., Mr. Abraham.

"Vuestra modestia sea conocida detodos los hombres". Fil. 4:5.

803. Serm6n fructifero

El Rev. F. Maxwell fue nombradopredicador de la Colonia inglesa queiba a establecerse en nueva Gales delSur. El barco en que viajaba tuvo quedetenerse por los vientos contrariosun domingo en la isla de White y estepredicador fue invitado a dar un men-saje en una de las iglesias. Su textofue. "Vestios con humildad". Entresus oyentes hubo una muchacha untanto ligera que vino a la Iglesia alucir su nuevo vestido de seda masque a recibir instrucci6n espiritual.Su nombre era Elisabet Walbridgecuya interesante historia escrita por elRvdo. Richmond ha sido impresa envarias lenguas produciendo beneficiosespirituales a miles de personas.

804.

La palabra humildad

En todo el lenguaje romano, nia6n en los dfas de mayor gloria, sehalla una Bola vez usaba en los viejoslibros, la palabra humildad, ya que suvalor era bien distinto al que noso-tros le dimos. En los clasicos griegos,tan sabios Por su erudici6n, es impo-sible hallarla. n i una sola vez. FuePablo el ap6stol Por sus cartas, quela anexion6 al lenguaje de su tiempoPor sus cartas inspiradas. - luanWesley.

LA VIDA CRISTIANA - Sus frutas - Virtudes paslvay,

805. Un cosmitico cu6quero

A una seiiora cuaquera de hermosocutis le preguntaron qu6 clase de cos.m6tico usaba. Se dice que contest6dando esta espl6ndida receta.

-"Para mis labios, la verdad; parami voz la oraci6n; para mis ojos lacompasi6n; para mis manos la caridad;para mi cuerpo la rectitud; paracoraz6n, el amor".

Todos los que han usado to hanencontrado excelente.

806.. Las espigas

Enviado al campo para ver si es.taba ya a punto para ser segado, elmuchacho volvi6 a su padre y le dijo:-Me parece que la cosecha sera muypobre, padre m1o.

-ZPor qu6? -le pregunt6 6ste.-Porque he notado que la mayor

parte de las espigas estan dobladashacia abajo, como demayadas, segu-ramente que no valen nada.

-iQu6 ignorante eres, mi hijo pe-queiio! -le dijo su padre. -Has desaber que las espigas que viste dobla-das, to estan Por el peso del grano,en tanto que las que estan levantadas,rectas hacia el cielo, pueden hacerloporque estan medio vacias.

Asi en la vida de los hombres.Cuando alguno levanta la frente or-gullosamente, es Porque en su inte-rior tienen. bien poco peso de juicio.

El hombre sabio, cuando mas sabe,mas siente la humillaci6n de to quele falta saber.

El hombre de veras noble de CO'

raz6n, no puede enorgullecerse de ello,porque conoce cuando mas noble de'beria ser. - A. Almudevar.

807. Buen ejemplo

El c6lebre Lincoln, presidente de1as E. U. A., vio a una niiia llorando,unto a la puerta entreabierta de sucasa. Se enter6 del motivo de su aflic-ci6n, y sabiendo que por el descuidodel mandadero, que no venia a recogerel baul para llevarselo al tren, estabaell peligro de perderlo, cogi6 Lincolnel banl, ech6selo sobre los hombresy, a Paso de gigante: se encamin6 a laestacion.

808. Aprendamos del lobo

Conrado Loren el gran naturalistaeuropeo, nos cuenta que estuvo vi-gilando en un porque zool6gico unalucha entre dos lobos que parecfa mor-tal. Finalmente, el mayor y mas ex-perimentado de los contendientes pre-valeci6 y Ilev6 a su oponente contrala reja donde podia hacer de 61 comoquisiera. En este momento el Sr. Lo-ren observ6 un rasgo que 61 cree hasido el medio otorgado por la Provi-dencia para evitar la extinci6n demuchas especies animales. Abando-nando la lucha el mas pequeno de loslobos dio vuelta a su cabeza, expo-niendo las partes vitales de su cuello-a las fauces del lobo victorioso. Losdos permanecieron como estatuas enesta posici6n Por unos momentos, yentonces el vencedor dio media vuel-ta. Debe ser un instinto implantadoen la naturaleza de las fieras to queimpide al vencedor destruir al ven-cido cuando este se rinde voluntaria-mente. Esto es to que declara el Sr.Loren.

La mansedumbre deberia movermas facilmente el coraz6n de un serh441ano n"'I's oq sea asidePe olfinalmente, el

principio natural, por ser el verdaderoprincipio divino, se impone y triunfa."Vence con el bien el mal":

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"Si no os volvUreis y fu6reis..."

Hacerse niiio es algo muy diferentede quedar nino; y en ello consistetoda la diferencia entre un tanto y unsanto.

Cuando la humildad se mira en elespejo y se reconoce, deja de ser hu-mildad. - D. L. Moody.

810.

Por qu6 podia viajar en tercera

Cuenta el Dr. Stanley Jones: Encierta ocasi6n, mientras esperaba untren en la India, pregunt6 a un caba-llero indio si tomaria el tren que es-taba por llegar. Contest6 que no,porque tan solo hacia en 61 coches detercera clase. Le dije que yo to to-maria.

-"Claro", replic6, "usted puedehacerlo Porque es un cristiano. Si

viaja en primera clase, esg no to exalta, y si va en tercera, no to degrada.Usted esta por encima de estas dis-tinciones, pero yo tengo que_„respe-tarlas".

Si hubiera podido dar rienda sueltaa mis impulsos habrfa danzado en eland6n. La primera clase no exalta, latercera no humilla; la alegria no noshace perder la cabeza nila pena nosdestroza el coraz6n; cuando somosverdaderamente cristianos y no vivi-mos de apariencias.

811. No como rey sino como iris.t!iano

Es costumbre en la coronaci6n delos reyes de Inglaterra recibir la Cena

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del Sehor, despu6s de la ceremoaia.Se cuenta del piadoso Rey Jorge IIIque cuando el arzobispo fue para darleel pan simb6lico, el rey, que se halla-ba de rodillas, quit6se la corona de sucabeza y la dej6 sobre la alfombra,invitando a la Reina a hacer to mismo,con estas palabras:

-"Es necesario que el pueblo sepaque tomamos la comuni6n del Senor,no como reyes sino como cristianos".

812. La humildad de Carey

Invitado el famoso misionero a lamesa de un personaje ingl6s, pudooir, sin querer, a un capitAn hablandocon su compadero de enfrente, y pre-guntAndonle: -ese senor misionero...Lno fue un dia un humilde zapatero?

Carey, levantando la voz, dijo:-No, sefior; no un zapatero, sino

un poquito menos, puesto que nopas6 de "remend6n".

813. A quien alabar

Cuando Jorge III subi6 al tronode Inglaterra, una de las primerascosas que prohibi6 fue, que en eltemplo se pronunciase una sola vezsu nombre con prop6sito de alabarle."Yo vengo a la capilla para ofr alabara Dios y no a la pobre criatura", dijo.

814. El Principe rebelde

Cierta vez, el Principe heredero dela corona de Inglaterra se rebel6 con-tra su maestra. Enfadada ella le exi-gi6 un poco mAs de respeto.. Entoncesel muchacho, levantando el pie, rom-pi6 uno de los hermosos cristales dela habitaci6n, de un fuerte puntapie.

La sefiora sali6 del cuarto de es-tudio y fue a presentar el caso al padredel principe, quien vino al momento

LA VIDA CRISTIANA - SUN frUtOS - VirtUdes PgSlvQ

y orden6 al joven pidiese perd6n a sumaestra.

El Principe puesto en pie exclam6;-LOlvidais, sefior, que yo he de

ser un dfa el Rey de Inglaterra?No to olvido... Por esto to rnaad6

por segunda vez pidas perd6n a la se.nora. El que debe mandar manana,debe aprender a obedecer hoy.

Hermosa lecci6n para todos los cre.yentes, los que, enfrentados al mundonos llamamos hijos de Dios, prin.cipes de su Casa. LC6mo si somas or-gullosos podemos hablar del Cristomanso y humilde de coraz6n?

815. Una heroina sin saberlo

El obispo Woodsock de Kentuckyha relatado esta historia acerca de unaherofna que 61 conoci6. Su mami mu.ri6ri6 cuando ella s6lo tenia ocho afios.Su padre era pobre y tenfa cuatroniiios menores que ella. Ella procu-raba cuidarlos y cuidar tambi6n lacasa. P a r a hacer todo esto teniaque levantarse temprano e it tarde ala cama. No es extrano que a la edadde trece anos sus fuerzas quedaronexhaustas. Cuando se hallaba mori-bunda dijo a una de sus vecinas:

-"No tengo miedo de morir por-que conozco a Cristo como mi sal,vador, pero tengo vergiienza".

-"LVergdenza de que?" pregunt6la vecina con sorpresa. Replic6 lanifia:

-"Usted sabe como he vivido des-de que mi madre muri6. He estado tanocupada, que nunca he hecho muchopara Cristo, por eso cuando llegu6al cielo y le encuentre, sentir6 ver-giienza. Yo no s6 que podr6 decirle"-

Con dificultad la vecina pudo de'tener los sollozos de la nina, perotomando sus manitas callosas le res'pondi6: "No le digas nada, mu6stra!etus manos y esto Seri suficiente" ,

816. Buena respuesta a la adulaci6n

Cuando el embajador franc6s visit6a lord Bac6n, durante us 61tima en-fermedad, le dijo entre otras palabrasde adulaci6n: Es usted para nkuchagente, semejante a los Angeles, de loscuales leemos y ofmos mucho, mas notenemos el privilegio de verles". Larespuesta fue.

-Si la cortesfa de otros me com-para con un Angel, mis debilidades mehacen recordar que soy un hombre.

817. Importancia de la humildad

Preguntaron a San Agustin cuAl erala primera y principal virtud cristianay respondi6: "La humildad". "LY cuales la segunda?". "La humildad", re-piti6 el gran siervo de Dios. "LY latercera?" "La humildad". De la hu-mildad depende enteramente el ca-racter cristiano".

8118. Contestaci6n razonable

En un almuerzo presidido por sirMarkYoung, gobernador de Hong-Kong, una dama de las Inds distingui-das se sinti6 vejada al descubrir quela habfan puesto al extremo de la me-sa, en vez de estar cerca del anfitri6n.

Al terminar la comida, se acerc6 asir Mark y le dijo con sequedad:

-Segiin parece, no se cuida ustedde donde se sientan sus invitados.

-Sefiora replic6 el gobernador-,a la gente realmente importante no leinteresa el sitio donde se sienta; y su-cede a veces que quienes se interesanpor el sitio, no son importantes.

819.

4. HONRADEZ

Honradez en cualquier circuns-tancia

liace muchos afios, cuando la mal-

dici6n de la esclavitud se extendfa porAm6rica, un hombre de coraz6n com-pasivo miraba una subasta de escla-vos. Llamfindole la atenci6n un mu-chacho de agradablesfacciones y que-riendo librarle de caer en manos dealgun amo despiadado se le acerc6 yle dijo:

-LSi to compro seras honrado?(Los esclavos tenian fama de ladronesto que es bastante comprensivo de-bido a su condici6n).

- Massa -respondi6 el mucha-cho- ser6 honrado tanto si usted mecompra como si no.

Esta fue la mejor respuesta parapersuadir al bondadoso caballero deque estaba tratando con un esclavoverdaderamente honrado, y la expe-riencia no le defraud6.

820. Honradez cristiana

303

Durante la guerrra con Francia uncreyente cuakero llamado Mr. Fox,comerciante de Falmouth tenfa par-ticipaci6n en un barco ingl6s el cualsus duefios decidieron armar para de-dicarlo a la caza de barcos franceses,muy en contra de la voluntad de Mr.Fox quien no pudo hacer prevalecersu criterio de Paz. El barco tuvo labuena fortuna de capturar a dos em-barcaciones francesas tocandole al Sr.Fox una participaci6n, de 1.500 libras,to que era una cantidad muy grandeen aquellos tiempo.

Al final de la guerra el Sr. Fox en-vi6 a su hijo (que acababa de aprobarsu carrera de m6dico y despu6s fuedoctor notable en el hospital de Bris-tol) a la capital de Francia con el en-cargo de devolver las 1.500 libras alos propietarios de los buques captu-rados. Para esto tuvo que publicaranuncios en la vrensa de Paris clue

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Durante un tiempo de hambre enFrancis, cierto hombre rico invit6 a20 nifios pobres del pueblo a su casa,y les dijo:

LA VIDA CRISTIANA - SUS frutos - Virtudes pasivgs

la cantidad sustraida?"El senor Moody dijo: "Ese dinero

no le pertenece, deve devolve' los$ 950.00 a su patr6n".

goSR_ A°-E

"Pero me pueden poner en lacarcel", respondi6 el hombre. El se-

nor Moody dijo:"Eso no importa, usted debe

pacer to que es recto. Confiese supecado y devuelva el dinero a su pa-

On" -El hombre prometi6 pacer esto.El senor Moody to acompan6 a

las oficinas de la Compania. El hom-bre cont6 to ocurrido, devolvi6 los$ 950.00 y prometi6 pagar la dife-rencia. Los ojos de los patrones sellenaron de lagrimas al par que de-cian:

-"Gustosamente to perdonamos yto daremos el, plazo necesario parapagar el recto".

Alli en el despacho los cuatro hom-bres se arrodillaron y oraron. La res-tituci6n fue hecha, un alma ha116 lasalvaci6n y este hombre lleg6 a ser unalto funcionario de la misma empress-

824. Mejor forraje Pero no era mio

Un capitan de caballeria, encargadode it Por forraje, se puso a la ca-beza de sus soldados en busca de pro-visiones. Caminaba por un valle soli-tario donde nada podian encontrar.Por fin vio el capitan una cabana, lla-m6 y salt6 de ella un viejo con barbablanca.

-Anciano -le dijo el capitan-,digame donde hay un campo en elque pueda recoger forraje para loscaballos.

-En seguida, contest6 el anciano,Y se puso al fente. Despu6s de uncuarto de hora de camino se encon-traron con un hermoso campo de ce-bada.

--He aqui to que necesitamos,"dijo el capitan.

-Esperad un momento -respon-

825. Un insolvente honesto

305

di6 el guia-, todos quedar€is satis-fechos.

Continuaron la marcha y llegarona otro campo de cebada. La tropaech6 pie a tierra, seg6 la cebada yvolvieron todos a montar a caballo.Despu6s dijo el capitan al bien viejo:

-Amigo mio, nos ha hecho andardemasiado sin necesidad; el primercampo valia mas que este.

-Es verdad, mi capitan -replic6el anciano- Pero no era mio.

Si quer6is ser verdaderamente hon-rados, imitad ese ejemplo. No tom6isto que no os pertenezca, ni deis to queno sea vuestro. - J. R. C.

El ap6stol San Pablo exhorta a loscreyentes con las palabras: "No de-bris nada a nadie". Por supuesto, estono se reficre a las transacciones co-merciales pagadas a plazos, ni al to-mar prestado en condiciones honra-das, sino a la mala practica de con-traer deudas que no se pueden pagaro de demorar el pago de una deudacuando hay la posibilidad de pagarla.Y agn en el caso de no haberla, debeexistir el prop6sito de realizarlo tomas pronto posible, con toda pulcri-tud.

Dice un peri6dico religioso que uncaballero de Boston estaba en tan ma-les condiciones financieras que huboun tiempo en que no pudo pagar suscompromisos con sus acreedores; peromediante un trabajo duro, por espaciode veinte anos, lleg6 a poder pagar atodos, con excepci6n de uno cuya re-sidencia no pudo investigar. Aquelpiadoso creyente no se sentfa satisfe-cho conservando to que pertenecia aotro, e hizo investigaciones, hasta quese inform6 de que su acreedor habiamuerto hacfa algunos anos. Prosigui6

cestollamaron mucho la atenci6n. De este -En este hay un pan para

-venid cadamodo el Sr. Fox entr6 en amistad con cada uno dia y habrato mismo, hasta que Dios nosuna colonia de cuakeros establecida depare

Los ninos seen el Langedoc consistente en unas mejores tiempos. lan-la cesta

cien familiaszaron sobreque admirados de este luchando Par ,

cada uno la rebanadarasgo de honradez de un miembro de atrapar mayor.Una modesta ninita, ilamada

su sects quisieron entrar en corres- Frances-

pondenciase mantuvocon 61, y fueron sus. me- ca, aparte contentandose

jores clientes. Asi Dios le devolvi6 con el pan mas pequeno que qued6,El dia ocurri6 lacon creces la cantidad restituida. siguiente, misma

escena, y la nina qued6 con un pan

821. Pobre,era tan s61o la mitad de

Pero honrado que los otros.Pero cuando lleg6 a casa, al cortarlo,

Un muchacho lloraba junto a una encontraron algunas brillantes mone-

alcantarilla de la calle de West Parade, das de plats. La madre alarmada dijo;

de Londres, la p6rdida de una mo- -Devuelve el dinero, pues sin dudaII neda de suficiente valor para com- ha cafdo en la mass de harina Por ca-

prarse un vestido de bano, el cual sualidad. Asf to hizo la nina, pero eliba a procurarse cuando la moneda caballero dijo:

Yo orden6se desliz6 de su mano. Compadecido -No, no fue casualidad.

el grupo que se habia formado, en un meter las monedas en el pan mas pe-momento, por una colecta de repente queno para recompensar to modestaimprovisada, ponian en su mano el conducts, y ahadi6: "Hijita mia, ladinero conque necesitaba. Lleno de gozo persona que prefiere contentarsecorri6 a la tienda, muy cerca, y pronto el pan mas pequeno antes que pelear

I saliaben-

con el paquete. de su deseado por el mayor, recibira sidmpre

traje. diciones de Dios mas valiosas que

Entonces, llegando delante del gru- las pocas monedas encerradas en to

po que habia esperado por curiosi- pan.

dad, la sonrisa en los labios, el mu-el 823. El camino mas corto es elchacho les grit6: -iYa tengo

traje...! iTengan, aqui les devuelvo. el mejor

dinero sobrante! acer--LPor qu6

se leno to to guardabas, pe- Un dia cierto individuo

l'Iro-

queno? -alguien le pregunt6. c6 al senor Moody y le dijo: Heahora

-No he podido: He recordado un bado $ 1.500 a mis patrones;pacer?"

texto deboque aprendi pace unos domingos quiero ser cristiano, Lqu6El senor Moody indag6 si le quedabaen la Escuela Dominical: "T6 Dios,parte del dinero, y el sujeto respondi6:

1111 lillll me ves".-"Me quedan $ 950.00. LNo los

ne-822. Modestia recompensada podria usar para poner mi propio

devolve'gocio, ganar to suficiente y

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306

sus investigaciones para saber quienera su heredero, y habi6ndolo sabidole particip6 que reconocias su deuda, yque deseaba saber en qu6 forma podiarecibir, el dinero, el cual pag6 consus intereses respectivos.

826. El mejor recuerdo del serm6n

Cierta mujer pobre fue a escucharun serm6n en el cual el ministro con-den6 el use de medidas inexactas. Lamujer se conmovi6 en gran manerapor el discurso. Al dfa siguiente, cuan-do el pastor la visit6 le pregunt6 qu6record b

'n. La muJjer sea a de su sermodisculp6 diciendo que tenfa muy malamemoria y por esto se habfa olvidadode casi todo to que habfa escuchado.

"Pero, una cosa -dijo-, he re-cordado, que al llegar a casa quemela. medida de madera de mi tienda".

Un hacedor de la Palabra no puedeser oidor olvidadizo.

1127. Dios todo to ve

Un gran escultor que I vivi6 hatemas de un siglo, cuando se desconocfala aviaci6n, habfa terminado la figuray la card de una estatua colosal yhabfa gastado todo el dfa siguiente enel delicado trabajo de dar los Iiltimostoques al pelo de la estatua.

Un crftico le pregunt6: %Por qu6gastas tanto tiempo en este cabello?La estatua va a estar muy axriba ynadie vera la parte superior de su ca-beza". El escultor contest6: "Es cier-to, nadie podia verla desde abajo, PeroDios si to ve desde arriba".

En muchos pequefios detalles denuestras vidas nos conviene pensarclue dun cuando nadie pueda verlos, niapreciarlos desde abajo, Dios que es-ta encima de todo y de todos, todolo ve.

LA VIDA CRISTIANA - Sus frutos - Virtudes pasiygs

Comper Gray

828.

Amigos en la adversidad

Es c6lebre la amistad que ligaba alos dos guerreros griegos Pel6pidas YEpaminondas. Tanto era, que en labatalla de Mantinea unieron sus escu.dos para poder pelear juntos y ayu.darse mutuamente. Lucharon as( du.rante algun tiempo y estuvieron de.rrotando a sus enemigos, hasta quePel6pidas cay6 herido y, derramandomucha sangre por las heridas, estabaa punto de morir. Entonces Epami-nondas decidi6 seguir peleando al Ia.d o del cuerpo de Pel6pidas, aunque61 mismo tuviera que morn j unto asu amigo, de quien crey6 que moririaen ese lugar. Epaminondas, tambienherido gravemente, permaneci6 luchan.d o all! hasta que llegaron otros com.patriotas que rescataron a los dos ami-gos moribundos. Desde aquel dia esaamitad lleg6 a ser proverbial. Despuesfueron ascendidos a generales del ejer-cito tebano, con igual autoridad y nun-ca existi6 ninguna rivalidad ni envidiaentre ellos. - Adaptado.

829. Justicia para todos

En la historia de Inglaterra hay unincidente que ilustra el ideal de la jus-ticia imparcial. Un siervo del Principede Gales cometi6 un delito, y a pesarde la influencia del Principe, el siervofue sentenciado. Enojado, el Principeentr6 en el tribunal y orden6 al

mag,s.

trado que librara al prisionero. El ma-gistrado en jefe, Gascoigne, aconsejoque el Principe llevara su petici6n asu padre, el rey Enrique IV, queenquizas perdonaria al prisionero. El 1o'ven Principe, furioso porque el maOs-trado no le obedecfa trat6 de quitarleel prisionero al alcaide y llevirseuEl magistrado en ese momento Se P U50

pie y con voz severa demand6 queel Principe obedeciera Ia ley y que

LEAS

dieramejor ejemplo A sus s6bditos.

Luego proces6 al Principe por contu-

~acia. El joven Principe reconoci6 laafrenta que habfa cometido contra laCorte y sumiso fue a la prisi6n. Cuan-do las noticias llegaron al rey Enri-que IV, 6ste exclam6: Bienaventurado

el rey que tiene a un magistrado po-

s cido del valor para administrar im-parcialmente las leyes; y dun mas fe-

liu es el rey cuyo hijo se somete a sujusto castigo por haberlas ofendido"

830.

5. LEALTAD

Antes la lealtad que la vida

El c6lebre artista Ryland, que fueejecutado en 1789 por un delito quehoy no merecerfa tal pena, el de haberfalsificado un cuando de otro autor;cuando se hallaba en la prisi6n deTothill Fields contrajo tal amistad conel director de la cdrcel, llamado, Bri-dewell, que no solamente podia re-corer toda Ia cdrcel; sino que por lanoche, cuando los otros prisionerosestaban en sus celdas su amigo le sa-caba por la noche a respirar el puroa'ue de l0s campos; a vecesaconside-rable distancia de la prisi6n.

Los amigos del artista, anticipan-do las consecuencias del proceso enaquellos barbaros tiempos, concerta-ron un plan para que Ryland pudieraescapar en una de tales excursiones;pero Rydand contest6 que, antes quetraicionar de tal modo a un amigo quehabfa Puesto en 61 toda su confianza,preferfa enfrentarse con la muerte enla horca.

llermoso ejemplo de lealtad, quedebieramos imitar todos los verdade-ros hijos de Dios, dun en los asuntosmas triviales.

831. Dionisio y los dos amigos

307

El famoso Dionisio, tirano de Si-cilia, conden6 a muerte a un ciuda-dano, negandose resueltamente a in-dultarle.

-Voy a pediros un postrer favor-dijo un reo a Dionisio.

-Te to conceder6 menos la vida.-Tengo mujer e-hijos. Los nego-

cios de mi casa se hallan en malascondiciones; mi familia queda total-mente arruinada si no voy yo mismopara arreglarlo.

-Es imposiblc. t o que pides -dijoDionisio.

-Si me conced6is diez dfas -re-plic6 el preso- juro que antes quetermine el plazo estar6 a vuestra dis-posicion. Si encuentro un amigo quese encierre en la prisi6n y con su ca-beza responda de la mid, Zme dareis,oh rey, Ia licencia?

Extraiiado el rey, y creyendo im-posible tal proposici6n, respond6:

-Si hay alguien que responda porti, como has dicho, to dar6 veinte.

Aquella misma tarde el reo se pusoen camino, pues uno de sus amigosse constituy6 en prisionero. Pasarondiez, doce, quince, diecinueve dias;lleg6 el vig6simo, y el verdadero con-denado no se habfa presentado. Dio-nisio fue a la cdrcel y pregunt6:

-LSabes qu6 dia es hoy?-Lo s6, oh rey Dionisio; es el vi-

g6simo.-tSabes que moriras a las doce?

ZNo temes la muerte?-S6 qu no morir6.-ZEsperas acaso que yo to per-

done?-No; espero que venga mi amigo

y estoy seguro que vendra.Dionisio le contemp16 Ileno de

asombro.

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u

308 LA

Sacaron al reo al lugar de la eje-cuci6n. El verdugo afilaba la espadahomicida con la que habia de cortarla cabeza. La hora se aproximaba,Cuando de repente se oy6 una voz:

-iEsperad! lEsperad! -y se vioa un hombre que se abria paso entrela multitud. Abraz6 a su amigo y di-rigiendose at verdugo dijo:

-Aqui tienes mi cabeza. C6rtala.-No; yo os, perdono -ahadi6

Dionisio-, pero'pongo una condici6na los dos: sois dos amigos, pero quieroque en to sucesivo seamos tres.

832. El estudiante abnegado

Recordamos el caso de un jovenestudiante de Medicina que, cediendoa las instancias de un amigo que habiaestado enfermo. le dej6 copiar el ejer-cicio del examen. Los profesores, alobservar el gran parecido entre ambostrabajos, culparon al primero de ha-berlo copiado, reprendiendole seve-ramente y suspendiendole, a la parpar que concedieron "sobresaliente"al joven cuyo examen era una meracopia

El joven creyente acept6 resigna-damente el castigo para no compro-meter a su amigo, examinandose denuevo con gran brillantez. Este rasgofue admirado por todos los condiscf-pulos.

6. CORTESIA Y ALTRUISMO

833.

Consideraci6n a los humildes

Sir William Naiper, caminandocerca de su casa, cierto dia encontr6a una pequeha aldeanita que estabaIlorando. Habia quebrado su cantaro ytirado la leche de su padre. La nihadecia: "Tengo miedo de it ahora, por-que estoy segura que me pegara". Sir

VIDA CRISTIANA - Sus frutos - Virtudes pgsiVqs

William busc6 en sus bolsillosa,go

de dinero para que ella pudieracorn.

prar otra jarra y mas leche, pero corn,no tenia nada, le prometi6 encontrara la niha a cierta hora en la tarde parasocorrerla en sus necesidades peque.has. Al llegar a su casa encontr6 la in_vitaci6n de un caballero de sociedad,invitandole a cenar con algunas perso.nas destacadas en su casa, a la horaen que tenia que encontrarse con laaldeanita. La cuesti6n era: ZCumpliremi palabra a esta insignificante aldea.na o ire para mis intereses y deleites?El dijo: "Ella ha confiado en mi y nopuedo engaharla". Y por to tanto es.cribi6 una nota declinando la invita.ci6n a Ia gran cena. Este incidenceen la vida de Guillermo Napier hahecho honrados a no pocos hombres.

834. Los amigos de Alejandro

Preguntado Alejandro el Grandecomo en una edad tan temprana desu vida y en tan corto tiempo habialogrado conquistar vastas regiones yestablecer su nombre de un mod, tanfirme replic6:

-El secret, de mi exit, es que hetratado tan bien a mis enemigos quelos he convertido en amigos; y mehe comportado con mis amigos deforma tan delicada que han continua-do siendo amigos de un modo inalte-

rable.Es dificil pero es la sabia doctrina

que hallamos 12, la cual encierra todaIn verdadera sabiduria.

835. Generosidad juvenil

Durante el reinado de Trajaflo uujoven llamado Lucio Valero, de 13afros de edad, obtuvo premio de Poll"consistente en una medalla de oro Yuna libra de marfil, que se concedi

a

CORTE SjA Y ALTRUISMO

cads cinco ahos al autor del mejor

poemade suerjuvent d, l entrre slmuchospoetas de mas edad. Con tat motivo el$enado acord6 erigir una estatuta debronce de dicho muchacho en una delas plazas de la Cudad. Cuando se ce-lebr6 la coronac16n de la imagen, eljoven Valero percibi6 a su lad, a otrocornpetidor de mas edad con semblantetriste. A1 observarlo, movido por unarranque de generosidad y amistadtomb la corona de laurel de sobrela cabeza de su e$tatua y la puso enla de su amigo, exclamando:

_"Vos sois mas digno de llevar-la que yo Yo obtuve este honor masbien a causa de mi juventud que demis meritos, y mas como un estimuloque como una recompensa".

Esta generosa conducta levant6 laentusiasta emoci6n de los espectadores,al par que del asombrado poeta, objetode tat generosidad.

836, Ayudando a Ilevar la carga

Una noche un negro atravesaba laCalle 43, en la Ciudad de los Rasca-cielos, muy cargado con sus paquetesy su maleta. Inesperadamente unamano se cogi6 a la pesada valija, yuna voz amable le dijo:

-IMuy cargado, hermanito. Per-mitid que os ayude, ya que sigo vuestromismo camino.

El negro se resistia, pero al fin per-miti6 que eljoven blanco cargase conla parte de su carga agobiadora, si-guiendo un buen rato juntos, hablan-do amigablemente.

-Y en aquella noche vi, por pri-

eb6 diciendo el m sm negro,contandosu experiencia.

El negro vino a ser con el tiempoel mas famoso editor, T. Washington,en America.

309

No existen barreras entre Dios ylos hombres, desde que Jesus vino ala Tierra, No deben existir pues ba-rreras de color, ni de religi6n, entrelos hombres de buena voluntad. Don-de estan, no busqueis a Cristo.

837. El premio de la smabilidad

Durante una convenci6n en Filadel-fia un matrimpnio anciano buscabahospedaje una noche en cierto hotelpequeho. El administrador les explic6que todos los cuartos estaban ocupa-dos, per, ahadi6: "No puedo permi-tir que un matrimpnio anciano comoustedes duerman en la calle; si quie-ren usar mi propia habitaci6n yo verede acomodarme en algun pasillo".

Los forasteros aceptaron la ofertacon gratitud y al despedirse Ie dije-ron: "Un hombre de su caracter de-beria administrar, no ese hotel viejoy pequeho sino alguno de los mejoresdel pais. Quiza yo le edifique uno al-gun dia".

El administrador se rib de la ocu-rrencia, pero dos ahos mas tarde des-cubri6 que no era una broma cuan-do recibi6 un sobre que contenia unbillete de ferrocarril para Nueva Yorky una carta de aquella pareja de an-cianos en la cual le manifestaban quequerian agradecer el obsequio que leshizo aquella noche de apuro. Tanpronto como lleg6 a to estaci6n deNueva York el joven administradorencontr6 al autor de la carta quienles llev6 a la esquina de la QuintaAvenida con la calle 34 y sehalandoa un suntuoso edificio de piedra ledijo: %Querra usted aceptar la admi-nistraci6n de este hotel?".

El anciano era el sehor GuillermoWaldorf Astor y su hotel, conocidopor Waldorf-Astoria, ha sido por mu-chos ahos el mas famoso en el n1un-do, del cual el obsequioso joven Geor-

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310

ge Boldt fue por muchos su primeradministrador.

838. Buena lecci6n

El dean Swift, aunque era un buenamo, era rfgido con sus criados. Unade las 6rdenes que tenla dadas, y exi-gia fuese cumplida con exactitud, erala de cerrar las puertas. Cierto dfauna de sus criados le pidi6 permisopara it a la boda de una hermana su-ya a diez horas de distancia. Com-placiente el Dean no s6lo consinti6 aeste deseo sino qup orden6 prestarleuna de sus propias caballerias. La mu-chacha sali6 de la presencia de su se-nor tan gozosa y excitada que olvid6cerrar la puerta.

Cuando ya estaba un cuarto de ho-ra lejos de la casa uno de los criadoscorriendo a todo galope la alcanz6 pi-di6ndole que volviera. La pobre mu-chacha entrando en el despacho deldean le pregunt6 desolada en qu6 lehabfa ofendido.

-iOh, nada mas que to olvidastede cerrar la puerta -fue la respuestaHazlo y ahora ya puedes reemprenderto viaje.

839. El minero Samson

Un minere llamado Samson tenia enla mina una ocupaci6n muy ruda. Co-mo era buen obrero el director le dijoun dia:

-Samson, tengo otra ocupaci6n pa-ra usted, no tan penosa como la quetiene y en la cual podra ganar masdinero.

-Senor -dijo Samson- agradez-co mucho su proposici6n, pero hayen la mina un pobre obrero que notiene tanta fuerza como yo; es enfer-mizo y temo que si sigue asf, prontono podra trabaiar. Se llama Tregony.

LA VIDA CRISTIANA - SUS frUtOS - Virtudes pay -WasLQuiere usted darle el puesto a 61?

El director, muy contento al ver lagenerosidad de su obrero, hizo to qu

ele pidi6.

840. Dicho coreano

Un misionero oy6 un dfa en Coreahablar a dos paganos acerca de loscristianos. El uno le dijo al otro:

-ZQu6 es to que piensas de estanueva religi6n? LVas a hacerte tam.bi6n cristiano?

-iNo hombrel -contest6 el otropagano-, tengo que mirar por mipropio bien y estos cristianos estansiempre mirando por el bien de losdemas.

841. Un ejemplo de cortesfa

En cierta ocasi6n en que el generalLee viajaba en un tren lleno de oficia-les y soldados, subi6 en cierta estaci6nuna anciana, pobremente vestida, y re-corri6 todo el coche sin encontrar unasiento. Cuando lleg6 a donde estabael general Lee, este se levant6 en elacto y le ofreci6 su asiento. Al puntose levantaron todos los viajeros ofre-ciendo sus asientos al General.

-No, caballeros, --contest6 erifa-ticamente-, si no hubo asiento paraesta pobre y d6bi1 anciana, no puedehaberlo para mf, que soy mas fuerteque ella.

La mayor parte de los oficiales fue-ron sali6ndose del coche, avergonza-dos de su modo de proceder. - Pe-loubet.

842. Anlabilidad

Muchas veces to mas importante noes to que decimos sino como to deci-mos. Es asf que podemos hablar la,verdades mas sublimes en un tono talque hags completamente nulo el efec-

~~gTESfA Y ALTRUISMO

to quo estas mismas verdades produ-

cufan al ser proclamadas en forma

s uave y carmosa.para demostrar esto, alguien ha su-

gerido hacer una prueba con un perro.

pecid al animal las cosas mas Peas quepodais imaginar; pero si to haceis im-

pe,verals c6mo emueve el uabo alegre-rnente y se os acerca sin experimentarninguna clase de terror. Decidle tam-bi6n los mejores halagos que se osocurran y hacedlo con voz fuerte ydestemplada, y el perro huira de vos-otros.

Cierto que los hombres no son pe-rros, pero no es menos Certo que laspersonas se sienten mas afectadas porel tono de la voz que por la esenciade las palabras. Y yo mismo puedodecir que he olvidado muchas de lascosas que mi madre me decfa Cuandoera nino, pero nunca olvidar6 la for-ma en que me las decfa. Aun sus re-primendas tenfan tal asento de carmoque no podian por menos que dejarme"desarmado".

843. Simpatia

La genuina comprensi6n se mani-fiesta no solamente con palabras, sinotambien con los ojos, con los gestos yla expresi6n. Tenemos que demostrarq_ue la persona nos importa. No debe-mos mostrar una aparente amabilidad,sino una cordialidad aut6atica.

Si un amigo os esta refiriendo elaccidente que ha sufrido, mostrad unsincero inter6s. Muchas personas ex-claman inmediatamente: "Mi hermanotuvo un acidente como 6se". (LOsi maginais a un perro arrebatandole unhueso a otro y corriendo con e1?). Yllevan la conversaci6n a su propio te-rreno.

La simpatia nos paga en felicidad,dandonos una dimensi6n mas amplia

844. Refiri6ndoos en honra

de la vida y una mayor comprensi6nde los problemas humanos. Al partici-par en la experiencia de los demasaumentamos nuestra propia experien-cia. Solamente si establecemos unas es-trechas relaciones con el prcjjirno ycompartimos nuestros mutuos proble-mas podemos confiar en llegar a saberto que significa realmente la vida. -!. Cronin.

Para celebrar el aniversario de unaEscuela Dominical de Londres se hizoun concurso par premiar a los ninosque canociesen mas versfculos de me-moria.

Dos ninas se presentaxon al con-curso una de las cuales recit6 un ver-siculo mas que su companera. Extra-nado el presidente pregunt6 a la quehabfa quedado sin premio por una di-ferencia tan pequena:

-Y tli, Marta, que has aprendidotantos centenares de textos, Ono podfasbaber aprendido uno mas y ganar el

premio?-Estuve muy tentada a haberlo, se-

nor, replic6 la muchacha, pero la ins-tructora nos ha dicho muchas vecesque los versfculos de la Biblia no sontan s61o para saberse de memoria, sinopara practicarlos.

-LQu6 quieres decir?-Que un texto de los que he apren-

dido me impidi6 ganar el preniio.-4Cual es? -insisti6 el presiden-

te.La nina volvi6 a repetir inmediata-

mente Romanos 12:10 y anadi6: "Sino hubiee encontrado este texto habriarecitado muchos textos mas ante el ju-rado y tendrfa el premio, pero estoymas contenta de que to tenga Martay que el Senor Jesus est6 contenta demi por haberlo hecho".

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312

7. GRATITUD

845.

No orgullosa sino agradecida

Se cuenta de Lady Astormont, ma-dre del Lord magistrado de Mansfield,que cierto dia, cuando era felicitadapor otra sefiora dici6ndole:

-Usted puede sentirse orgullosa detener los tres mejores hijos de Esco-cia.

La sefiora Astormont respondi6:-iOh!, sefiora; yo tengo mucho de

qu6 estar agradecida a Dios, pero na-da para estar orgullosa.,

846. Zaqueo no to olvid6

Cuenta una antigua leyenda que Za-queo, despuis de su conversion, noolvid6 regar el irbol desde que el vioa Jesus llegar para llamarle. Era unlugar de preciosas memorias para 61,y por esto to visitaba y cuidaba amo-rosamente.

El Arbol Ileg6 a ser el mas frondo-doso del carvino, y se le conocia por"el arbol de Zaqueo".

Es solo una leyenda, pero contieneuna preciosa lecci6n: La Cena del Se-fior es para nosotros como una visitaal lugar donde conocimos espiritual-mente al Seiior porque es en. tal actoque son renovadas en nosotros las san-tas memorias de la venida de Jesusa nuestras almas para decirnos to queEl dijo a Zaqueo: "Desciende; hoy esnecesario que pose en to casa".

El pan y la copa nos dicen: "Esnecesario que hoy, tambi6n, y parasiempre, moremos juntos".

847. Gratitud prictica

Un joven rico de Roma habia sa-nado de una enfermedad grave. Esta-ba tan Reno de gratitud en su cora-z6n que exclam6:

LA VIDA CRI STIANA - Sus frutos - Virtudes Pasivas

"1Oh, Creador Todopoderoso! Si elhombre to pudiera recompensar, debuen grado to daria yo todos mis bie-nes".

Le oy6 Hermas, el pastor, y le dijo;"Todo don bueno viene de arriba, adonde nada puedes enviar. Ven co n.nigo„.

Hermas le condujo a una chozaI onde s61o se vela la mayor misc.

.ia. Yacia enfermo el padre, llorabala madre y los hijos andaban casi des-audos pidiendo pan. Y le dijo Her.mas: "He aqui un altar para tus sa-crificios; he aqui los hermanos y re-presentantes del Seiior".

El joven los socorri6 generosamen-te, y los pobres le llamaban "Angelde Dios". Sonri6 Hermas, y dijo: "Di-rige siempre to rostro agradecido pri-mero al cielo y luego a la tierra".

848. El mejor motivo de gratitud

Un pastor visitante, presidi6 el cul-to de oraci6n, y rog6 que los herma-nos diesen gracias a Dios por sus be-neficios en el pasado.

Uno dio gracias porque habia sidolibrado del juego, otro de la taberna,otro de la carcel...

El pastor, en la oraci6n de despe-dida, or6 as!: "Y yo, Seiior, to doygracias porque me libraste antes de it

al lugar de juego, o a la taberna, o ala carcel".

En realidad, los motivos de gratituda Dios son infinitos, por libertadesque nos concedi6 y por prisiones alas cuales no permiti6 que llegira-

mos. El que no da gracias a Dios esun cristiano incomprensible, o un cie .

go que no ve la providencia del Se-iior.849. La bandad de Agripa

Es.triste la historia del rey AgriPa

~gA~UD

quien siendo persona de buenos sen-umientos, dispuesto a salvar a Pablo,00 pudo realizar este buen prop6sito;ni 61 mismo, llegar a ser buen cristia-no, por su falta de decisi6n.

Entre las cosas buenas de este rey,cuentan Jos historiadores que cuandoestaba estudiando en Roma fue acu-sado por uno de sus siervos de haberhablado injuriosamente. del Empera-dor Tiberio, y por tal raz6n fue con-denado por el Emperador a ser ex-puesto; encadenado, en una de laspuertas del palacio, como lecci6n yescarmiento a toda la Corte.

Era en plena canicula y Agripa lle-g6 a estar extremadamente sediento.En esta situaci6n acert6 pasar un cria-do de Caligula con una jarra de agua;y Agripa le Ilam6, suplicandole le

diera un sorbo. El esclavo le presen-ts la jarra cpn mucha cortesia y Agri-pa habiendo apagado su sed, le dijo:

"Ten la seguridad, Thaumastus, quesi alguna vez vuelvo a estar en liber-tad to pagar6 abundantemente estesorbo de agua".

Cuando Tiberio muri6, su sucesor,Caligula, no solamente puso a Agripaen libertad, sino que le hizo rey deGalilea. Al encontrarse en esta posi-ci6n Agripa no olvid6 el vaso de aguarecibido cuando estaba cautivo, e in-mediatamente envi6 a llamar a Thau-mastus y le hizo mayordomo de todasu casa.

850. El puso las simientes

Un juez muy estimado por su no-ble caracter cristiano, habia muertoen una ciudad tejana. Un Viejo negro,ac°mPaiiado de su hijo, un muchachotodavia, se acerc6 al t6mulo para mi-rar al difunto y despedirse del buenego de todos. Su niiio exclam6:

'!Padre, cuintas flores, cuantas

851. El poder del amor cristiano

852. El pago de la adopci6n

313

flores le ban traido!El negro contest6:Si, hijo moo... El sefior Juez, todos

"etos" aflos ha venido sembrando lassemillas y ahora le "hemo" traido lasflores.

El amor cristiano siempre extiendela mano a otra persona. Al doctorle preguntaron en una reuni6n: "Si unKarl Menninger, el famoso psiquiatra,individuo se da cuenta de que esti apunto de sufrir un colapso nervioso,Lqu6 debe hacer? El doctor no dijo:"Consultar a un psiquiatra", sino quedijo: "Debe cerrar su casa con Havee it en busca de alguien que se en-cuentre necesitado y hacer algo por61".

El poder del amor cristianor es masgrande que el poder at6mico, porquepermite que Dios obre por medio desus hijos.

Los niiios de cierto horfanatorioestaban excitados porque uno de ellosiba a ser adoptado por una personarica. Sin embargo, la pequefia recep-tora de esta buena fortuna pareciamas bien rehusar it con sus nuevospadres.

-jNo quieres venir conmigo, que-rida nena?, pregunt6 la seiiora.

-No, no quiero.-Pero yo voy a darte montones

de hermosos vestidos y tendras unabonita habitaci6n propiamente tuya.

La niiia pens6 por un momento ydijo:

-LY que es to que yo tendr6 quehacer en cambio de todas estas bue-nas cosas?

-Nada ma's que amarme con todo

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to coraz6n, como sl fueras mI peque-fia hijita -contesO la seiiora.

Estas palabras rompieron el miedo.La nifia se ech6 en sus brazos lloran-do.

Amar y ser amado, Lno es la cosamds grande que a1guien pueda obte-ner? Lo mayor que puede hacer cual-quier cristiano es mostrar su apreciopor las bendiciones que le han sidodadas y amar a Dios con todo su co-raz6n.

853. Sirviendo por amor

Una madre tiene colgada en la co-cina de su casa una pequefia pizarradonde, cuando tiene que salir, sueleescribir recados a su familia. Fre-cuentemente escribe una lists de tra-bajitos que debe de hacer su hijo dedote afios cuando 6ste llegue de laescuela.

Un dfa se le olvid6 hacer dichalista pero al volver a su hogar, encon-tr6 que a1guien habia llevado.la ropalimpia de la sop y la habfa dobladocuidadosamente, habfa sacado la ba-sura de la cocina y habia cortado elzacate del frente.

"Pero yo no to dej6 una nota di-ci6ndote que hicieras estas cosas", ledijo la mamd a su hijo.

"Ya to s6", contest6 el nino, "peroen mi coraz6n yo querfa hacer algoque to agradara a ti".

El pacto nuevo de Dios estd escri-to en nuestro coraz6n. Servimos aDios porque ansiamos hacerlo, por-que queremos hacerlo, y no porqueestd escrito en tablas de piedra o se-gun la ley. El nuestro es un pacto degracia.

i Demos gracias a Dios por el nue-vo pactol

LA VIDA CRISTIANA - Sus frutos - Virtudes pa i-,,

854. Valor de la gratitud

Arnald Bennett, el famoso autor in.glis, cuenta que su editor tenfa la for<tuna de disponer de los servicios d euna competentfsima secretaria. tTr!dfa, cuando se hallaba de visita en laoficina del editor, Bennet dijo a laempleada: "Su jefe asegura que esusted muy eficiente. LCudl es su se.creto?". "No es mi secreto, es elsuyo", contest6 la muchacha. Luegoexplic6 que cads vez que hacia algo,por pequeno que fuese, 61 le dabalas gracias. Debido a sus continuasatenciones, ella se esmeraba particu-larmente en su trabajo, y lleg6 a sercads vez mds eficiente.

Nada alegra tanto la vida, la propiay la de los demos, como el espfritu degratitud. Conocf a un m6dico que enciertos casos de neurosis prescribfato que 61 tlamaba una "curs de agra-decimiento". A todo paciente abatido,pesimista, dominado por sus propiasangustias, pero sin ninglin sfntoma dedolencia, solla darle el siguiente con-sejo:

-Durante 6 semanas le prescriboque le d6 las gracias a todo aquel quele hags un favor por pequefio quesea. Le prescribo que no falte a estaregla por mfnimo que sea la atenci6nque usted, reciba de otra persona; ypara demostrar mds profundamentesu smceridad acompalie sus palabrascon una sonrisa.

-Pero si nadie me hate WON',doctor -contestaba a veces un P'ciente.

Entonces el sabio m6dico, citandolas Sagradas Escrituras, respondfa :

-Buscad y hallar6is. - A. 1'Cronin.

"Dad S. Pablo escribfa:

Dad

gracias en todo, se referfa sin dud'a oar gracias a Dios; pero .no ~malElrfa tambi6n a nuestros pr6limos ?

'r,IENCIA A DIOS

seasu P cartas, uun estra en lo espiritu s do graan

eortesfa gratitud.

8. OBEDIENCIA A DIOS

855. La nina y el perro

flablando a su perrito, una nifiadeda:-NT querido "Piloto" : i Cudnto me

gustarfa que yo amase y obedeciese aJesus como to me amas y obedeces!

F1 personaje biblico Caleb, quesignifica "perro", ha sido llamado poruno de nuestros predicadores "Caleb,el perro del Senor". 1Ojald fu6spmostan fieles a nuestro Amo, como el pe-rro de la nifia, y "el perro del Sefior!".-. A. Almudevar.

856. La orden del emperador

Ante sus guardias, Napole6n ex-plic6 que necesitaba un hombre capazde morir por 61, envidndole a una co-tnisi6n muy peligrosa.

-Me volver6 de espaldas un mi-nuto Para que deciddis. El que quierait a una probable muerte por mi, dardun Paso adelante.

Y se volvi6.Cuando de nuevo torn6 a su prime-

rs posici6n, toda la lfnea seguia igual.Espantado exclam6:

--LEs posible? LNadie quiere entremis fieles guardias...?

-~Senor; es que todos a la vez handado el Paso adelante -explic6 llenode orgullo el capitan de los guardias.

Si el Sefior fuese tan obedecido...Eatonces serfs..., que era iguahnen-

te amado por todos.iY qu6 bendici6n resultarfa de ello!

315

modelo de obediencia. Habia sidoeducado de tal modo, desde su mdstierna infancia, que nunca replicaba nititubeaba en cumplir las 6rdenes querecibfa. Sus maestros se sentfan admi-rados de esta cualidad del niffo.

Un dfa el muchacho venfa corrien-do y saltando por encima de las tra-viesas de la via hacia el Paso a niveldonde su padre estaba poniendo labarrera; cuando este vio con honorque a espaldas del nffio bajaba el espe-rado tren. El convoy se hallaba ya tancerca, que un instante de demora serfsfatal. El padre peg6 un fuerte grito:

-lEchatel -exclam6.El nifio cay6 tan largo como era,

con las manos extendidas hacia de-lante.

LQu6 sucederfa?El padre corri6 hacia el lugar de la

escena dudando de si hallarfa el cuer-po de su hijo destrozado.

Con gozo vio, tras el Paso del pos-trer vag6n, que su hijo se levantabaindemne y continuaba gozoso su ca-rrera saltando hacia 61. Su instinto deexperto ferroviario no le habfa enga-ffado. Habia suficiente espacio bajo eltren, entre las ruedas, Para que el con-voy pasara sobre el cuerpo aplanadode su hijo, sin dafiarle.

La fe obediente en la Palabra deDios, libra a los pecadores de un pe-ligro mucho mayor.

858. Influencia

Cuando Livia hubo logrado que suimperial esposo, Augusto, no le ne-gase nada, los demos romanos le pidieron el secreto de su 6xito, a to queella contest6:

-Yo le gobierno obedeciendo a 61primero".

Este es el secreto con Dios, si de-seamos que El nos bendiga.

8S7. La obediencia le salv6

El hijo de cierto guardabarrera era

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859. Fe obediente

-4Que es fe? -se le pregunt6 aun niiio.

-LFe? Pues es hacer la voluntad deDios sin hacer preguntas -respondibel niflo.

Buena respuesta, si tenemos encuenta que tal es la manifestaci6n dela fe donde realmente existe.

860 El artillero fiel

El capitan le orden6:-Dispara contra aquella casa blan-

ca tras aquellos axboles de la izquier-da.

Un instante despues no quedabanada.

El capitan vino a felicitarle, cuandoto hal16 llorando.

-LQue to sucede? -le pregunt6.-Acabo de destruir el hogar donde

naci y todo to que poseia -contest6.-Pero... LPor que no me to de-

cfas?-A mi no me toca discutir, mi ca-

pitan, sino obedecer.Cuando nuestro capitan Jesus or-

dena algo, asi debiera ser obedecido.

861. Trabajando parn el maestro

Un joven pintor, recibi6 instruc-ciones de su anciano maestro paracompletar un cuadro que el no habiapodido concluir a causa de su crecientedebilidad.

-Te comisiono, hijo mio, le di-jo el anciano- para que hagas tomejor que puedas para concluir estaobra.

El joven sentia tal reverencia porla habilidad de su maestro, que seconsideraba incompetente para tocarel lienzo de aquella renombrada ma-no; pero las palabras "hazlo to mejorque puedas" le dieron animo. Cogi6temblando el pincel y arrodillandose

LA VIDA CRISTIANA - SUS frUtOS - Virtudes pasivgr

ante la obra que le habia sido desi.nada orb diciendo: "Es por raido maestro por quien imploro habili.dad y fuerza para esta obra".

Cuando se levanto de sus rodillasse sinti6 animado para empezar

sutarea; en sus ojos se despert6 el genioque dormfa y el entusiasmo, tomb ellugar del terror.

El maestro, fue traido en un sill6aal estudio para que juzgara el trabajo.Cuando su ojo cay6 sobre la tela,rompi6 a llorar y echando sus debi.litados brazos sobre el cuello del ar.tista le dijo: "Hijo mio, ya no pintomas". Tu puedes seguir perfectamen-to mi labor.

Aquel joven se llamaba Leonardode Vinci, el autor del cuadro de laultima cena, conocido en todo elmundo.

Ojala que cada discfpulo de Cristose entregara con el mismo celo paraproseguir la obra que nuestro amadoMaestro nos encomend6.

862. Antes morir que ensuciarse

Un duque estaba de caza. Persi•guiendo a un armiiio blanco lleg6 apararlo delante de una zanja llenade fango. En vez de pasar la zanja,

el animal se ech6 al suelo, dandounos gemidos raros. Asombrado dela actitud del animal el duque pre'gunt6 a su compaiiero por que el

armiiio no habia cruzado la zanja 9fugarse. Este le explic6 que los armi

-

nos estan mas dispuestos a morir quono a ensuciar su piel blanca. El du-que se llev6 al animal vivo al palacio yse hizo muy amigo de e1. Apron'damos la lecci6n del armifio, recha-zando a todo precio ensuciarnos en elpecado.

OB,.DIENCIA ADIOS

863.

j unto a El

Ivli hijo, como todos los muchachosde su edad, es un pregunt6n insacia-bl, y algunas veces me resulta dificilencoatrar la manera de "quitarmelo deeneilna". Un dia estaba en mi despa-cho, abrumado de trabajo, cuando trasullos golpecitos dados en la puerta, sedej6 oir su voz pidiendo perniiso paraentrar.

-LQu6 es to que quieres? pre-gunte en un tono que, to confieso, notenia mucho de amable.

--Nada, papa -me contest6 conuna expresi6n en su rostro que medej6 desarmado-, ya se que estasmuy ocupado, pero he venido parahacerte compaiiia. LMe dejas sentaron aquel rinc6n?

Antes de que yo hablase el se habiaacomodado en una silla, y alli estuvoun buen rato, contento de poder estara mi lado.

Asi debiera ser tambien nuestroamor al Seiior: un sentimiento quenos impulsara a buscarle aun cuandono necesitasemos nada de El. Tan s61opor el deseo de estar a "su lado".

864. "Regem habemus"

Se dice que cuando el almirante Co-lipy y sus hugonotes (evangelicosfranceses) se encontraban sitiados enEl Havre, el comandante de las fuer-zas que rodeaban la ciudad mand6 lan-iar al interior de la fortaleza una fle-cha a la que se habia atado en laPunta un mensaje en el que se les con-minaba a rendir sus armas al rey deFrancia. Coligny devolvi6 a los sitia-dore la misma flecha, llevando estasPalabras: "Regem habemus". Esta es:"Tenemos un Rey", refiri6ndose aCristo, a uien se sentia obligado aobedecer antes que a los hombres.

LEs Cristo "tu" rey? Si es asi, de.

866. Puedo pasarme sin el

317

bes mamtestarlo en to Vida, rindien-dole to voluntad, obedeciendole entodo, haciendo en todo momento aque-llo que sabes es de su agrado.

865. Manos limpias

Recuerdo que cuando era mucha-cho me gustaba ayudar a mi madre eutodo to que podia. Especialmente cuan-do habia visitas era mi delicia el pre..parar la mesa. "Mama, Lpucdo ponerel pan?". Su respuesta era siempre lamisma: "LTienes las manos limpias?".

Cuando aiios mas tarde acepte aCristo como mi Salvador, y desee lle-var a otras almas el Pan de Vida, vi-meron a mi mente y han seguido repi-tiendose en la quietud de mi coraz6naquellas mismas palabras, que, con unnuevo significado, tienen mucho de re-convenci6n y aviso a cuantos procla-mamos cl Evangelio: "LTienes las ma-nos limpias?"

Se dice de un bueno y fiel creyenteal que se acerc6 en cierta ocasi6n unhombre con la cara demudada por elterror y que temblaba ostensiblementey le dijo:

-iSeiior Juan, esta noche sera elfin del mundo!

A to que el creyente replic6 tran-quilo:

-Esta bien; puedo pasar muy biensin e1.

LPodrias contestar tfi to mismo? Sa-bemos que nuestra estancia en estemundo es s6lo por breve tiempo. Cuannecios seriamos pues si, olvidando laeternidad, pusiesemos nuestro coraz6aen aquello que es transitorio y efimero.

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9. CONSAGRACION O RENDI-CION A CRISTO

867. Dando nuestra vida

Despu6s de que Fritz Kreisler, elgran violinista, present6 uno de susadmirables conciertos, una joven seapresur6 a acercarse a 61 y le dijo:"Sefior Kreisler, darfa mi vida si pu-diera tocar como usted". El la mir6 ydijo solemnemente: "iMi querida se-fiorita, eso es exactamente to que yodi!". Di mi vida al arte.

El vivir critianamente es igual queser un violinista maestro, se requiereuna vida entera de prdctica. Requiereno constante esfuerzo para guardarpuros nuestros corazones. Pero el es-fuerzo es mds que digno, porque espe-ramos ofr a Dios decir: "Bien, buensiervo y fiel".

868. Conversi6n a medias

Un anciano de la iglesia presbite-riana que habfa vivido una vida de es-terilidad espiritual, dijo despues quese hubo consagrado al Sefior: "Yoacostumbraba ser comparativamentepuro, relativamente honesto, interstentemente desinteresado y aproxidamente afecfuoso". No nos maravillaque con vacilaciones de esta naturale-za se viva a medias. - Stanley Jones.

869. Verdadem consagraci6n

"Explfqueme -decia cierta senoraa un pastor-, Lqu6 quiere usted decirCuando habla de complete consagra-ci6n".

Por toda respuesta el pastor le extendi6 una hoja blanca de papel de es-cribir y le dijo:

"Significa como si usted firmara es-to, tal como estd, y to entregara aDios pare que to llene seglin su volun-tad".

LA VIDA CRISTIANA - SUS frUtOS - Virtudes PasiV,1,

870. Debemos primero vaciarnos

J. Hudson Taylor, en una alocuci6na unos misioneros para la China, lesdecia:

-Cuando Jes6s vitro al Mundo, toprimero que hubo de hacer es "vaciar.se" de su gloria, para podernos llenarde su gracia. El dio todo to que poseiahasta la vida. Asf nosotros, paia llenara otras, es necesario que perdamos,vacidndonos, mucho bienestar, hono-res, facilidades. etc. Es en o! espfritucristiano de renunciaci6n, que logs.renlos la bendici6n de enriquecer a losdemas.

871. Cuando Jesus fue a la case

En cierta ocasi6n, el fiel siervo deDios, Tamds Cook, famoso evangelis-ta "wesleyano", fue invitado para umosdfas de descanso en el hogar de unoscristianos metodistas. La criada, co-mentdndolo en la tienda del camicero,decia muy enfadada:

-iCuanto limpiar y barrer y fro-tar porque viene este sefior! jNi quefuese el Seffor Jes6s quien vimiese 1

posar en la case!Unos dfas despues, la misma'criada

en la misma tienda, comentaba denuevo el caso y decia:

-COs acorddis de to que os di!,el mares, "de que parecfa que el mis ,mo Senor Jesus venfa a la

case"?

iPues era verdad: ese querido seiiotnos to ha traido!

La fidelidad de los siervos del Se'for puede ser la gran prueba de la

presencia de Cristo, en el hogar, cltemplo, y por donde estos Man,

872. For Cristo

Convertido un hindu a la fe delEvangelio, se present6 ante el nlisiJnero para pedir se le aceptase POO

-d ; car a su pueblo. El hindu te0

C0NSAGRACI6N O RENDICI6N A CRISTO

una ocupaci6n muy bien remunerada.0 misionero le advirti6 que la misi6nera tan pobre que apenas podia darleel dinero pare to mds indispensable, yGrncluy6 con estas palabras:r-Solamente podremos darle ocho

shillings , en vez de los treinta quegandis en vuestro trabajo, Lpod6is it

por ocho "shillings"?EI hindu qued6 un momento ca-

llado, y al fin contest6:-No; no puedo it por ocho "shi-

llings"..., pero puedo it por Jesus.

873. Declar6 la verdad

En un concierto de bailables, cele-brado en St. George Hall el 16 demarzo de 1905, el presidente anunci6que el Inds importante de los artistesque habfan de tomar parte, misterQuentin Ashlyn, se vela imposibilita-do de actuar por hallarse indispuesto;pero mister Quentin, que se hallabapresente, se adelant6 y declar6:

-No, sefiiores, to cierto es que hesido convertido a Dios en la serie decultos celebrados en la Misi6n de Al-bert Hall, y siento que mi vida debeser empleada, no en divertir a perso-nas que estdn, mucha de ellas, en elcamino del infierno, sino en el servi-cio del Salvador que muri6 por mi.

874. No tenia alma

Spurgeon cuenta que algunos Cris-tianos habfan estado instruyendo con8r'an trabajo a un muchacho semi-idiota.

Cierto dfa, uno de sus instructores,tratando de ver si comprendfa la doc-tnna de la salvaci6n, empez6 a pre-guntarle:

Juan, Ltienes alma?L4 pobre criatura replic6:

El instructor crealma.

e habfa g?s-

319

tado su tiempo en balde pero el mu-chacho continu6:

-Yo tenfa un alma que era mfa,antes, pero la perdf y Jesucristo la ha-116, y ahora quiero siempre que Ella guarde; asf que ya no es mfa.

El pobre muchacho sentfa exacta-mente to mismo que el gran ap6stolque escribi6: "No sois vuestros, puestoque comprados sois por precio..." 2.aCorintios 6:19.

875. 'Se dio con todo to suyo

Hemos ofdo mucho de Jas tristescondiciones de Katanga desde que elCongo obtuvo su independencia, peroserfa err6neo formarse un conceptoabsoluto del cardcter de todos sus ha-bitantes por to que la prensa relatade algunos. Aun en los pafses menoscivilizados hay personas mejores y peo-res, y Dios tiene sus escogidos en to-das partes.

El doctor Juan A. Clarke, misione-ro en Katanga hace bastantes anos,cuenta el caso de un grupo de fa-quines que al final de una large mar-cha estaban tan rendidos que dejaronapagar el fuego, to que fue aprovecha-do por un le6n para arrojarse sobreuno de los hombres dormidos. Susgritos despertaron a los demas, loscuales ahuyentaron al le6n; reco-giendo al pobre salvaje tan mal heridoque entre todos los llevaron al misio-nero envuelto en una manta, sangran-do por todas partes.

El misionero le hizo objeto de losnlas solicitos cuidados de su cienciam6dica y con gran asombro de todosel faqufn se recobr6. Cuando fue dadodo alta se despidi6 del misionero di-ci6ndole: "Yo to verb de nuevo".

Algnn tiempo despues apareci6 antela case de la misi6n un grupo de na-tivos cuyo jefe dijo:

-ZNo me reconoce usted?

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320 LA VIDA

No -dijo John A. Clarke.-Yo soy el hombre a quien usted

curb. Estas son mis esposas y mis ni-iios, los cuales traen mis bienes. Yosoy suyo. Usted salv6 mi vida, por tan-to estos son suyos, todo to que yotengo le pertenece a usted; ya que sinusted yo no estaria en el mundo d$los vivos en estos momentos.

1 Qu6 ejemplo para aquellos que bansido rescatados de una muerte masterrible que la muerte fisica a costa demayor sacrificio. (Salmo 116, 12 y 2.aCor. 5:15).

876. La imagen de Cristo en elcoraz6n

He oido hablar de un celebre reyde Polonia, que hizo grandes hazaiias.Cuando le preguntaron cual era el se-creto de su exito, les dijo:

-Soy hijo de un gran padre, y lle-vo siempre conmigo, en un medall6nsu retrato. Muy a menudo to miro.

Cada vez que se disponfa a entraren combate, miraba el retrato del pa-dre y extrafa de it el valor necesario.Cuando tenia que reunirse con susconsejeros hacfa to mismo y luego ac,tuaba con limpieza.

Es to que debe hacer el creyente:llevar consigo la imagen de Cristo enel coraz6n y, antes de hacer cualquiercosa, consultarle siempre.

877.

Contento de ser el tercero

En un colegio de muchachos se en-contraba, en un dormitorio entre mu-chos banderines e insignias, uno quetenia la inscripci6n siguiente: ESTOYCONTENTO DE SER TERCERO.Un compahero del cuarto pregunt6 alduefio del banderfn:

-Jorge, he tenido mucha curiosi-dad todo el aiio por saber el signifiea-do del lema que tienes colgado sobre

CRISTIA NA - SUS frUtOS - Virtudes pasivas

to mesa. Haz el favor de decirme quesignifica, porque es POsible que novuelva el afio entrante.

-Mi madre me to dio -dijo lot.ge-. Me dijo que si yo querfa vivhuna vida de utilidad, debia goner elnombre de Dios primero, otros no ,.bres en Segundo lugar y el mfo en ellugar ultimo.

878. Primero Dios

Al fin de una reuni6n muy bende-cida, el gran predicador fue invitadopor uno de los hermanos de aquella1glesia a comer en su hogar. MisterTruett,, pues 61 era, acept6.

Por el camino este pregunt6 a suhu6sped:

-LRecuerda usted mi texto?-Ya to creo que to recuerdo:

"Para mf el vivir es Cristo".-Bien -sigui6 el predicador-. Si

yo le preguntase: jqu6 es para ustedvivir, qu6 podria contestarme?

El amigo, caminando a su lado, hi-zo una pausa. Luego dijo:

-Cuando lleguemos a mi casa us-ted mismo to vera.

Mister Truet, extrafiado, no dijomas sobre el asunto.

Llegaron a la casa. El amigo delpredicador le invit6:

-Suba usted a mi despacho.En tanto subian al primer piso le

explic6:-Soy probablemente el III i mPor-

tante fabricante de zapatos de esta gradciudad...

Todo en la casa demostraba que setrataba de a1guien muy rico.

Llegando al despacho en cuest16o ,

el amigo abri6 la puerta y con su'a'dice sefial6 la pared tras su mesa Os'

critorio. El predicador vio un cuadrogrande, con estas palabras:

1) DIOS.2) FAMILIA.

CONSAGRACI6N O RENDICON A CRISTO

3) ZAPATOS.

y sencillamente explic6:_-He aquf mi respuesta, hermano...Lector querido: LES Dios primero

ea nuestras vidas?

819, Interes en la Riblia

Una senora fue a su pastor dici€ndole que no hallaba ning6n inter6s enla lectura de la Biblia a causa de quela habfa lefdo tantas veces que cono-cfa todds sus hechos de memoria.

Vaya a casa -le dijo el ministro-abra su Nuevo Testamento y lea hastaque llegue a encontrar algun claromandamiento del Seiior. Cierre el libroy obedezca to que ha lefdo. Cuandotenga la plena persuasi6n de haberlocumplido, o de estar practicandolo,lea otra vez hasta que encuentre otromandamiento o exhortaci6n perento-ria, y haga to Inismo que con el pri-nlero.

Pocas semanas despues volvi6 laseiiora con su faz brillando de gozo yle dijo:

-Tengo que agradecerle el buenconsejo que me dio. La Biblia es ahoraun libro nuevo para mi.

880. Algo mejor que humanitarismo

Un caballero que visitaba un hos-pital de leprosos elogi6 a la enferme-ra que le acompaiiaba por sus senti-mientos humanitarios, al resignarse acuidar a aquellos seres repugnantes ydesgraciados.

-No s6 hasta d6nde Began mis sen-timientos humanitarios -replic6 laealermera-, pero puedo asegurarleque antes de conocer a Cristo mi hu-manitarismo no habrfa podido retener-me aqui una semana. Es el amor deCristo que me constrifie. El me h06e hizo de mi to que soy. No podria serotra cosa despues que he sentido tomucho que me am6.

881. Entra y cierra la puerta

321

En unos cultos especiales para ni-hos, se le pregunt6 a una chiquilinasi sabia to que era la conversi6n. Laniiia contest6: "Significa decirle alSehor Jesus: entra a mi coraz6n ycierra la puerta". Una hermosa inter-pretaci6n infantil de Revelaci6n. 3:20.

882.

El primer ntimero

En cada cantidad, el primer nume-ro es el que da valor a los que lesiguen, siendo por to tanto la canti-dad real, y los demas ndmeros losque reciben su valor de 6sta.

Unicamente Dios es la Primera Ci-fra. Si en nuestra vida espiritual Elno es el Primero, nuestro valor esmuy discutible. Si, como en tantosca4os, El es el ultimo, nuestro valores un compuesto de ceros, que pue-den desvalorizar a Dios en apariencia,pero s61o por un tiempo, porque losceros ban de ser suprimidos por lamuerte, como muertos que son, paraquedar solamente el Sefior, la Vida,ei que dijo: "Soy el que soy".

883.

Conversion y conversiones

La rendici6n a Cristo es como elacto del matrimonio. Es absoluto, unavez para siempre; pero tambi6n esalgo que se desdobla. Pronunciamosun "Si" final y completo; pero de estegran "Sf" surgen otros pequefios "si","lo har6", "toda la vida".

Del mismo modo la Conversi6n esun "Si" decisivo a Cristo, pero e;un sf que se se desdobla en muchosotros. Se hace una vez para siempre;y no obstante, en cierto sentido, nun.ca esta acabado de hacer. -StanleyJones.

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LA

habia dejado el jefe caido. Asi hate .Dios con sus-enemigos, vencernos porel amor. - Bancroft.

892. Como Jesus

Hate algdn tiempo lei la curiosahistoria de un pobre nilio, cojo, quese dirigla a la estaci6n con toda lavelocidad que le permitian sus mule-tas y el cesto que llevaba lleno defruta y algunos caramelos. Con lasprisas y los empujones, alguien le di.)un golpe y alli se fue por el sueloel cesto y su contenido. El hombreque habia sido causa del accidente-un apresurado viajero- s61o sedetuvo el momento preciso pare in-crepar al pobre invalido por habersecruzado en su camino. Otro caballero,sin embargo, se acerc6 y compadeci-do del muchacho recogi6 todo to queestaba en el suelo y colocandolo denuevo en el cesto aiiadi6 ademas unpoco de dinero, al tiempo que decla:"1.o s iento, hijito, es todo cuantopuedo hater por ti". El muchacho lemir6 lleno de gratitud, y con voz que.traslucia su candor, pregunt6: "Per-done, Seiior, Les usted Jesus?".

El niiio hacia poco que asistia auna escuela dominical, donde habiaoido hablar por primers vez de loshechos y caracter de Jesucristto.

i 0jala, que todos cuantos nos to-nocen pudieran hacernos esta pregun-ta!

893. LD6nde esta to nombre?

Cuando Ptolomeo mand6 construirel faro de Pharos, expres6 su desdode que su nombre fuera perpetuadoen el mismo. Pero Sostratus el ar-quitecto de la colosal obra, pens6 queque no era justo que el Emperadorque s61o habia contribuido con sudinero se llevara la gloria y 61, queto habia realizado, se quedara sin na-

VIDA CRISTIANA - SUS frUt0S - YirtUdeS

w

da. Entonces Sostratus puso el nora.bre de Ptolomeo en grandes letras deyeso y debajo esculpido sobre granitosu propio nombre.

El mar, poco a poco fue arrebatan.do las letras de yeso las cuales s61,duraron el tiempo en que vivi6 el em,perador. Pero el nombre del arquitec.to, grabado en granito, perdur6 duran.to muchos siglos.

Es bueno que nosotros nos pregun.temos tambi6n en donde tenemos nues,tro nombre, Lsolamente en el rolloendeble de un registro de iglesia, ograbado en la Roca Eterna de los si.glos, en Jesucristo?

894. Consagraci6n al rey

Cuando el rey Roberto Bruce, deEscocia era perseguido, entr6 en un

gran bosque y se acerc6 a una cabanadonde encontr6 una mujer, la cual ledijo:

-Todos los fugitivos son bienveni-

dos aqui por amor de UNO.-LQui6n es este UNO? -pregunt6

el rey.-Es Roberto Bruce -contest6 la

buena mujer-. El es el verdadero se-nor de Escocia y aunque le estan bus-cando con perros y cuemos, yo es-pero verle como rey sobre todo elpais.

-Puesto que usted le ama tanto-dijo el rey- sepa que esta anteusted; yo soy Roberto Bruce.

-LUsted? -exclam6 la mujer- ,

LY por qu6 esta tan solo?-Todos me han abandonado -dijo

el rey.-Pero desde ahora no sera ass

-repuso la heroina-, porque tengOdiez robustos hijos y ellos seran sussirvientes.

Y los diez juraron fidelidad al toy ,

C0NSAGRACION O RENDICON A CRISTO

895, Una vida consagrada a Cristo

Tor cuatro afios -decia el misio-

nero doctor Hotchkiss-, he vividosolo en Africa, pues mi familia nopudo soportar el clima del pals y tuveQu o hacerle regresar. Durante estepempo he sido atacado treinta vecespor fiebres pal6dicas; tres veces porIeones, y varias veces por rinoceron-tes. No pocas veces las nativos meflan tendido emboscadas, y por cuatroIneses no he visto un pedazo de pan,teni6ndome que limitar a comer losalimentos mas inmundos, desde com-pota, de hormigas hasta la dura carnede rlnoceronte. Pero permltanme queles digs que con todo gusto pasariaria otra vez por todas estas experien-cias a cambio del gozo de llevar lapalabra de mi amado Salvador, y ha-cerla brillar, en la oscuridad quo en-vuelve a las tribus del Africa Central.- W. S. Ament.

896. Cuando Cristo pone la mano

El gran compositor Mendelssohn vi-sit6 en cierta ocasi6n la catedral deF'ridbourgo, y habiendo oido el mara-villoso 6rgano, pidi6 que le dejasenbcar en el mismo. El viejo organista,celoso, no quiso al principio, perolueO cedi6 al c6lebre compositor susitio en to que llamaba "el colosal true-no de esta catedral". Despu6s de per-mattecer en un 6xtasis de delicia yBOZO artisticos, of anciano pregunt6,colocandole la manos en los hombros:

-LQui6n sois vos?-Mendelssohn -contest6 el com-

Positor.

-LEs posible que hays rehusado yoel 6rgano al gran Mendelssohn?

pace cando~ta bi6n ehusa el queCristo tome completa posesi6a de sutidal El puede llenarla de las subli-

mes melodlas de que es capazl

898. Donde est6 el rey

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897. La aprobaci6n del Maestro.

Un joven aprendi6 a tocar el violinbajo la direcci6n de un afamado maes-tro. Por fin lleg6 el dfa en que tenlaque dar su primer recital. Las prime-ras interpretaciones fueron muy aplau-didas, a pesar de to cual el joven vio-linista parecla no estar del todo satis-fecho. lacluso despu6s de la ultimapieza mas aplaudida que las ante-riores-, el joven qued6 un rato ensuspenso, mirando con ansiedad haciaun palco donde un anciano le devolviala mirada, esta vez con una sonrisade aprobaci6n en los labios. S61o en-tonces el rostro del joven pareci6 ilu-minarse por la satisfacci6n que experi-mentaba, puesto que pare 61 de nadaservlan los aplausos de los demas siantes no consegula la aprobaci6n desu maestro.

Asi tambi6n, la mayor recompensaa que un verdadero cristiano debe as-pirar es a encontrar, al final de su ca-mino el "Bien, buen siervo y fiel", desu Sefior y Maestro. LLo trees to tam-bi6n as!?

Se cuenta de un rey que asistiendoa un banquete que se daba en su ho-nor, se sent6 en el ultimo rinc6n dela gran sala donde iba a tener lugarla fiesta. Como es natural, los noblesy cortesanos fueron a suplicarle quotuviese la bondad de sentarse en ellugar que le correspondla y que ha-bian reservado para 61 en la cabecerade la mesa. A to que el rey contest6-.

-Donde el rey se sienta, all! estala cabecera de la mesa.

Aquellos que sirven al Sefior contodo su coraz6n no tienen a menosocupar el "ultimo lugar", si 6ste les

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ha sido asignado por su Dueno; puespor muy bajo que sea el lugar, si elSenor esti allf, aqu61 sera "la cabece-ra de la mesa".

"Escogerfa antes estar a la puertade la casa de mi Dios, que habitar enlas morada de maldad" (Salmo 84:10).

899. La nina y su carga

Cierta amable senora, yendo de pa-seo, top6 de pronto con una nina jo-vencita llevando en brazos a un pe-quenuelo muy gordito, que pens6 lasenora, "debe pesar mas que ells".

Se acerc6 amablemente y le dijo:-Hija mia, Zno to parece qua lle-

vas una carga demasiado pesada parati?

-i0h, no, senora! LNo, no es unacarga, es mi hermanito!

Hermanos: LSabrellevamos asi, tam-bi6n,las cargas de nuestros hermanosmas d6biles, y cumplimos asi la laycristiana, como nos amonesta el ap6s-tol?

10. PERDON DE OFENSAS

900. El poder de la fiidelidad

Dice el historiador Eusebio:"En cuando a este Jacobo, Clemen-

te, en el s6ptimo libro de su Hipotipo-sis, relata una historia digna de ref erir-se; la menciona tal como la recibi6do sus antecesores. Dice que el solda-do que apres6 a Jacobo (Hechos 12:2)cuando le vio dar su testimonio se con-movi6 tanto qua confes6 ser cristianotambi6n. Luego los dos fueron llevadosjuntos al suplicio. En el camino alcadalso suplic6 a Jacobo quo to per-donara y despu6s de meditar un mo-mento Jacobo le dijo:

-Paz sea contigo -y le bes6-.Asi fueron decapitados los dos jun-

tos. (Historia Eclesiastico, libro II, ca-pitulo 9).

LA VIDA CRISTIANA ' - SUS frutos - Virtudespaviv4,

901. Dominio propto

Felipe, ray de Macedonia, tenfa ungran dominio de si mismo, afro paradisimular palabras injuriosas. En cier-ta ocasi6n en que vinieron embaiado.res atenienses quejandose de un su-puesto' acto de hostilidad en contr ala Pacifica Atenas, seglin ellos decian,Felipe les despidi6 cortdsmente pidi6n-doles cual era el major servicio quepudiera hacerles.

-El mas grande servicio para no.sotros -respondi6 altivamente De-muchares-, seria que to ahorcaras.Felipe se dio cuenta de to ofendidosque se mostraron todos los eircuns-tontes, per6 61, con toda calma replicb

-Id y decid a vuestros superioresque los que osan emplear este lengua-je insolente deben ser menos inclina-dos a la Paz que los qua sabemosperdonarlo.

902. La venganza pertenece a Dios

Un hombre, a ofdos de un cristia-no piadoso, se quejaba de alguna in-justicia -asi decia 61-- qua los ve-cinos habfan hecho, y concluy6 conestas palabras:

-Pero, que se esperen, que tangoalmacenadas muchas venganzas con-tra ellos para una ocasi6n oportuna...

El cristiano le contest6:-Entonces sois un ladr6n o uO

usurpador.-4Y6...? -protest6 el otro, indig'

nado.-Vos, si, vos... 4No dice el 7-Ian"

gelio: "mia es la venganza, YO Paga.rd"? Por to tanto estais procurandoejercer el oficio que a El s61o Perte.nece.903. La venganza de L da Vinc~

Cuando Leonardo da Vinci pintabasu famoso cuando de "La Santa Cena

P EON DE OFENSAS

tuvo una agria disputa con uno y pen-,6 vengarse pmtando a Judas con lac ara de su enemigo, para que fueseexecrado por cuantos contemplasensu obra. Llev6 a cabo su prop6sito yllega por fin a la figura principal, aja dal Salvador.

El artista trabaja con abinco yaquella mano incompatible procurabaen vano trazar los rasgos de la hermo-sura celestial que debian ser el distin-dvo de aquel rostro.

Entretanto empez6 a sentir que ha-bia sido demasiado duro para con suenemigo y a avergonzarse de su acci6apara con 61, y tomando un pincel bo-rrb la cara de Judas. Libre ya de ren-cores y de amarguras, se puso de nue-vo al trabajo y entonces sin esfuerzopudo dar forma a to que vela en suimaginaci6n y pintar el rostro admi-rable de todos.

904. C6mo debe reaccionar el crls•tiano

Un dfa un grupo de vandalos esta-ba estropeando las murallas de untemplo bautista en el Brasil. Con calpintaban cuadros y escribfan insultosen ellas. Algunos de los miembros del a iglesia miraban de cerca todo to quohadan. Cuando terminaron dstos, losmiembros se acercaron y les dijeroncort6smente. "Hay un grifo detrasdal templo. LDesean lavarse las manosallp".

Los cristianos frecuentemente to-ne, el riesgo de sufrir cuando testi-fiom vahentemente a favor de Cristo.Muchas veces testificamos mejor conl a

maera que reaccionamos anteaquenos qua nos persiguen.

90s, Volviendo bien por mal

,,Lael "Chreistians tPennyI Magazine"a

327

El ata6d era sencillo; un pobreatardd de madera de pino, no habiaflores ni cobertores de seda.

-Yo quiero ver a mi madre, ex-clam6 entre sollozos un muchachocuando el enterrador vino a cerrar elbawl.

-No puedes, ifuera de aquf, mu-chachol

-iD6jeme solamente ver a mi ma-dre un minuto! -exclam6 el pobrehu6rfano agarrandose al atafid, mien-tras lagrimas ardientes rociaban susme jillas.

-IDejadme ver a mi madre s61ouna vez, la ultima!

Brutalmente, el hombre, de cora-z6n duro, le dio un empuj6n haci6n-dole caer sobre el duro suelo. Porun momento el muchacho estuvo mi-rdndole con dolor y con rabia y levan-tando su brazo, cerrando el puno ex-clam6 con un acento que no tenianada de infantil:

-Cuando sea hombre, os matar6,por haberme hecho esto...

Pasaron aiios, la sala dal juzgadoestaba abarrotada en el juicio de unhombre ya entrado en anos. El juezhizo la pregunta de ritual.

-LHay a1guien qua desea hablaren favor dal acusado? Hubo silenciopor un momento, y de pronto se le-vant6 un joven estudiante de Leyescon una mirada de inteligencia y seadelant6 para hablar en favor dal acu-sado sin amigos. Despu6s dal elocuen-te discurso dal desconocido joven, elacusado fue absuelto.

-Qua Dios os bendiga, senor, yaqua yo nada puedo daros en recom-pensa".

-No necesitais darme las gracias--dijo el forastero-, creo qua no mesois desconocido; refrescarb vuestramemoria.

"Hate veinte anos vos empujasteisa un muchacho dal atafd de su madre

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328 LA VIDA

arrojandole violentamente al suelo. Yosoy este muchacho".

El hombre se volvi6 pfalido.-LEntonces es que me hab6is libra-

do en el juicio para tomar venganzacontra mi vida?

No, yo tengo una mejor venganza,-dijo el joven- os he salvado la viday al mismo tiempo me he salvado a mimismo del odio que engendrasteis enmi coraz6n hate veinte aiios. Dios meha ayudado a obtener esta Victoria. Idy recordaos de aqui en adelante delas lagrimas de un hudrfano. Apren-ded a ser compasivo como Dios to hasido con nosotros.

906. Generosidad del emperadorAdriano

CRISTIANA

Hay un refran vulgar que dice "lavenganza es duke"; pero esto s61opuede decirse de los corazones ymentes demasiado flacas o d6bilespara poder soportar una injuria. Unamente superior perdona las injurias;y tiene gozo en bacerlo cuanto maselevada es.

Se cuenta del Emperador Adrianoque hallando a un hombre que le ha-bia insultado antes de que tuviera elpoder, le dijo: "Ac6rcate; no tienesnada que temer, porque yo soy unemperador".

907. Encomendando el caso a Dios

Un duque de Sajonia declar6 Iaguerra a un obispo aleman. En aqueltiempo los obispos tenian recursos mi-litares, asi como nobleza secular. Pe-ro este era un buen obispo; uno delos pocos buenos obispos de aquellosmalos tiempos.

El duque envi6 un espia al palaciodel obispo para informarse de lasfuerzas que este movilizaria en sucontra. A su vuelta el espia fue an-siosamente interrogado por el duque.

Sus frutos - Virtudes pasiyas

-Pues sefior, -replic6 este,. elobispo no esta haciendo ninguna pre-paraci6n guerrera.

-LC6mo es posible? replic6 el du.que. LQu6 ha dicho?

-Dice que su tarea es aiimentarsu rebaf o, predicar la Palabra deDios, visitar a los enfermos; y que encuanto a la guerra la encomienda elDios todopoderoso, porque "Jehovade los Ejercitos" es mas entendidoon guerras que 61.

-Si es asi -declar6 el duque re.flexivamente-. No voy a meterme enuna guerra con este hombre. Es de.masiado peligroso.

908. Un mfrtir coreano trae cora.zones a Cristo

El martirio no es cosa de edadespasadas. La Iglesia es el cuerpo doCristo en el cual El sigue sufriendodolores de muerte hasta los umbra-les de la. etemidad. Muchos centena-res de cnstianos han sido martiriza-dos en Corea. El caso de Sohn YanyWoon de Soon Shun es uno de losmas conocido en los anales del actualconflicto coreano. En Otono de 1948,hubo una revuelta comunista en laprovincia de Schulla, durante la cualdos hijos del pastor Soon, traiciona-dos por un companero de clase, fue-ron muertos. Cuando las fuerzas dela Republica Coreana llegaron y SO'

focaron la revuelta capturaron al ase-sino de los hijos del pastor Sohn.

Mientras se celebraba el juicio apa,reci6 en la sala el pastor Shon y pl.di6 que el joven asesino fuera libef-

tado a fin de que 61 pudiera adoptarloen lugar de sus dos hijos asesinados,y asi mostrarle su amor por causa deCristo. El tribunal consinti6 a tan ex'traordinaria demanda y entreg6 el ~'

grato al pastor, y aunque este sees'

cap6 porn despu6s, el acto de shoo

fg gp6N DE OFENSAS

guO uno impresi6n muy profunda alpueblo de todo aquel distrito.

El pastor Shon continu6 su minis-torio entre los leprosos y fue halladocr. su puesto Cuando los rojos invadie-too el sur de Corea, en 1950. Al prin-cipio le permitieron seguir su obra conuna vigilancia muy estricta. Algun

tiempo despu6s, comprendiendo que

za vida de aquel var6n de Dios erauaa contradicci6n a su politico le con-0inaroa a abandonar su fe cristiana ybacerse comunista. Shon rehus6 lapropuesta mostrandoles s61o amor acambio de su odio. Su soluci6n fueponerle tres balas en el cuarpo, a man-salva.Los pacientes de asu asilo tomaron

el cuerpo de su amado pastor y le en-terraron.

En la isla refugio de Kujae, algunosmeses despu6s, se le dedic6 un himnoen una gran reuni6n del Servicio Mun-dial de Ayuda de las Iglesias Cristia-nas, el cual fue cantado por la esposae hijas de otro pastor marilrizado, yel pueblo sentado alrededor sobre al-fombras de paja, habia corn despu6sde coda estrofa cantand,). "Cristo toseguird, to seguir6 hasta el fin". - En-rigue D. A. Penceller, director de Ope-raciones del "Church World Service".

909. Venganza cristiana

El pastor se interesaba en que dosde los hermanos volvieran a su viejannistad perdida, y se hallaba en casade uno de los dos, quien se quejabade una injusticia del ausente.

-LQu6 le parece quo debo yo ha-Me despu6s de to que 61 me hizo?~pregunt6 al fin.~!Quemarlel -contest6 el pastor

resuelto.-Pero.... lquemarle..., pastor! -el

°fo protest6 espantado.~Asi to manda. la Palabra de Dios

329

en Rom. 12:20, dice: "Si to enemigotuviere hambre, dale de comer; si tu-viere sed, dale de beber; porque ha.ciendo esto, ascuas de fuego amonto-nas sobre su cabeza".

No conocemos la reacci6n del miem-bro pero la lecci6n era magnifica, yon el espfritu del Evangelio.

910. C6mo vino el despertandentoAnte un numeroos auditorio, una

persona acus6 a cierto predicador deser un mentiroso. Esto ocurria en unlugar on el que el descr6dito es la p6r-dida supremo: El predicador habiaperdido su cr6dito ante ese publico.Pero s61o por un instante. Se justific6de la calumnia, y alin mas, al sonreir,LO mostrandose incomodado y contes-tar con paciencia y honestidad la pre-gunta que se le habia formulado, dioun inagnifico ejemplo.

El incidente qued6 aparentementeon esto. Pero aquella noche uno de losconcurrentes a esa reunion no podiadormir: le perseguian la paciencia y elbuen humor con que el conferenciantehabia tratado el asunto. Es que elmismo habia tenido una rencilla conuna persona y en su seno albergaba uoencono. Durante horas dio vueltas enla coma hasta que, a las cuatro de lamadrugada, despu6s de una lucha de-sesperada, fue a la casa de su enemigoto hizo levantar, convers6 extensamen-te con 61, pidi6 perd6n, to recibi6 yse to di6. Al regresar a su casa ama-necfa en mas de un sentado.

Aquella misma mahana, en la igle-sia, pidi6 perd6n a aquellos contraquienes habfa pecado con su lengua.La respuesta fue inmediata y conta-giosa. Otros empezaron a sentir el con-tagio del arrepentimiento y la buenavoluntad. Treinta y cuatro disputasquedaron liquidadas aquella mafiana.Y el espiritu de esa iglesia cambi6 to-talmente.

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- LA VIDA

Aquel conferenciante no s61o sopor-t6 la critica; sino que supo utilizarlacon la bendici6n de Dios para cambiar el ephitu de toda una iglesia. Todogir6 en torno del esphitu con el cualhabia aprontado la crftica que se lehieiera. - Stanley Jones.

911. Ei capitan vencido

.

El comandante de una pequena es-cuadra que recorria el Mediterraneoy cuyo capellan era yo, tenia un ca-racter franco y generoso y me trata-ba con mucha consideraci6n. Predica-ba yo habitualmente a bordo de todoslos bugqus, excepto una pequeiia fra-gata cuyo capitan, hombre irreligiosoy brutal, solia decirme que no querfaningdn pastor, y se aprovechaba detodas las ocasiones que se le presen-taban para hacerme mal.

Creyendo, empero un dia que elcomandante le habia faltado se dej6llevar por la violencia de su tempera-mento, hasta faltar a su vez a su supenor y 6ste decidi6 destituirle.

Tan pronto como of hablar de tosucedido fui en busca del comandantey dije que iba para solieitar de 61 unfavor especial.

-Usted to tends; ya sate que mealegro cuando puedo favorecerle.LQu6 es to que usted quiere?

-Que, por esta vez, hags usted lavista gorda a la conducts del capitan L.

No, no puede usted hablar seria-mente. Es su enemigo declarado; elunico, segul n creo, que no le ve congusto sobre su buque.

-He aquf precisamente por qu6le pido este favor. Es preciso que yopractique to que predico.

-Muy bien, es una de las rarezasde usted, pero si puedo coordinar elacceder a su deseo con los interesesdel servicio de su Majestad, to hare.

CRISTIANA - Sus frutos - Virtudes pas.vgs

Al dfa siguiente repel mi Petici6n,-Pues bien --dijo el comandan-

te- si el capitan quiere pedirmeblicamente perd6n, dejabb pawpIacosa por esta vez.

Inmediatamente me hive conducir abordo de la fragata. El capitaz L.,me recibi6 de mal gusto, pero cuandohube explicado mi misi6n vi brillar las14agrimas en sus ojos y me tomb lamano diciendo:

-Caballero, en verdad no cAm-prendo su religi6n, pero si su manerade obrar, y le doy las gracias.

Arreglado que fue el asunto, me in.vit6 con mucho empelio a que fueraa predicar en su buque. Cuando lle-gu6 por primera vez me encontr6 contoda, la tripulaci6n con traje de gala, yel capitan se colocb a mi derecha. Mlemoci6n no me dejaba apenas pronun-ciar palabra, y mis oyentes participa-ban de la misma. Todos estuvimos pe-netrados de un sentir muy solemne,mientras yo les hablaba de la fe enCristo y la becesidad de un cambio decoraz6n por la obra del Espiritu Santo.

La noche siguiente la fragata esa-parecib y no quedb un alma para con-tar la historia de su p6rdida. Nadie hasabido ammas c6mo sueedi6 esto. Ha-biendo sido el viento bastante fuertese supone que el barco se hundi6 acausa de alguna averfa desconocida.Fue para mf un gran consuelo, en me-dio de la pena que todos experimenta -mos, recordar que habia tenido laoportunidad de exponer a aquellas al ,mas, que sin saberlo se hallaban 9borde de la Eternidad, el camino deSalvaci6n por Cristo, S61o en la Eter-nidad sabe6 qui6nes la recibieron. Perotal oportunidad y consuelo, no mehabrfa sido concedido de no habetprocurado practicar la ensenanza deCristo acerca del perd6n de las ofea•sas, y el amor a los enemigos.

PERD 6N DE OFENSAS

9 12. Dos hombres perdonados

perdavufndoos unos a otros como

plos Os perdond en Cristo. Efesios4:32.

Lin empleado infiel fue requerido a

la oficina de su superior, que era elsocio mss viejo de la Empresa, espe-rando ofr su reprobaci6n. Lo menosque podia esperar por su p6rfida con-ducts era un despido fulminante sino era enviado a la prisi6n por algunosanos.

El anciano le llam6 por su nombrev le pregunt6 si se consideraba culpa-ble. El empleado confes6 que no terranada que alegar en su defensa.

-No voy a enviarte a la cdrcel -ledijo-, pero quisiera saber si to hariasdigno de nuestra confianza en el casode que to emplearamos de nuevo.

Cuando el sorprendido y apesadum-brado cajero le asegur6 que nunca mssvolverfa a defraudar un c6ntimo, elanciano jefe continu6:

-Td eres en esta casa el segundohombre que ha caido y ha sido perdo-nado. Yo fui el primero. Lo que trhiciste, to hice yo; y la misericordiaque recites la recibf yo en aquellosdias. Que Dios nos ayude a todos. -Evangelistic Hustrations.

913. La traici6n

En la cr6nica del sitio de la Roche-ia (1628=1629) se refiere un episodioque nos muestra c6mo los jefes hugo-notes no seguian el ejemplo que laCorte les habian dado en la matanzade San Bartolomb para deshacerse desus enemigos. Alguien se llegb a Gui-ton, alcalde de la Rochela y al minis-ho Saivert, y ies dijo: % No podrfa-mos deshacernos del cardenal Ricbe-Geu por medio de un hombre resuel-to?". El alcalde rehus6 y el ministro~jo: "No es ese ciertamente el cami-

no por el que Dios quiere libramos,seria muy odioso para su santidad".El historiador anade: "Continuaronsufriendo todas las miserias de unsitio".

914. Un duo feliz

No to habian dicho a nadie, perolas dos mujeres, cristianas ambas, aun-que de distintas congregaciones en laciudad, habia muchos meses que no setrataban.

Pasado el tiempo, una de ellas, sen-tia pena por ello, pero no habia c6moarreglar el asunto.

Un dfa, cuando el pastor le invit6a cantar un solo en el culto del do-mingo por la manana apercibi6 a laotra entre los asistentes. Entonces ro-g6 to siguiente:

-LHabrfa inconveniente que envez de un solo fuese un duo, y meacompanase la seiiora I., a la cual veoen la tercera fila de bancos?

-Ninguno -contestb el pastor.Toda sofocada, la invitada se acer-

c6 a su antigua amiga y con voz maravillosa cantaron unidas el hermosohimno que dice en espanol:

"Y cars a cars le verb,y la historia cantar6,de c6mo mi Senor Jesdsme ha redimido por su Cruz".

Al fin del canto, con los ojos llenosde lagrimas, se abrazaban conmovidas.Se habia restablecido la Paz.

Cuando un cristiano se enemistacon otro, deberia recordar que en elCielo han de mirar juntos, en un felizd6o de gozo, el rostro de Jesus, elgran Perdonador.

915. El poder de la no violencia

Roberto Barclay, el c6lebre apolo-gists de los Cuakeros, y Leonardo Fell

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LA VIDA

miembro de la misma secta, fueronatacados varias veces por bandidos,viajando por Inglaterra y siempre semantuvieron fieles a su doctrina deno resistencia. En cierta ocasi6n unapistola fue puesta ante el pecho deBarclay, pidi6ndole su bolsa. Con toda,alma y dominio de sf mismo, mir6 alladr6n en el rostro y le asegur6 que elera amigo de todo el mundo y que que-rfa ayudarle en sus necesidades; queestaba libre del terror de la muertepor la esperanza que tenfa en la in-mortalidad y, por to tanto, no se sen-tfa intimidado por una arma mortffe-ra. Con la misma ,alma le pregunt6si tendrfa valor para derramar la san-gre de una persona que tenfa el deseode hacerle bien.

El ladr6n fue confundido, su ma-no tembl6 y dejando caer su pistolahuy6 de su presencia.

916. Amor por encima de todo

"Usted es la mujer m6s antipaticaque he visto", fue el Wtimo de losinsultos que un fanitico vecino, delEvangelio, dirigi6 a una anciana re-ci6n convertida-

-Este es precisamente el motivode mi gloria y gratitud al Sefior, quea pesar de ser mala y antip6tica, Elme am6 -respondi6 alegremente laanciana creyente.

"Mirad cull amor nos ha dado elPadre" l.a Juan 3:1.

917. Libertador generoso

En el allo 1812, don Leonardo Bra-vo, padre del coronel don Nicolds, ca-y6 en poder de los enemigos de laindependencia, quienes le enviaron aMexico, donde el Gobierno le form6causa y le conden6 a muerte. Mas elvirrey, con la esperanza de que donNicoldas Bravo abandonara las armas.suspendi6 la ejecuci6n y le ofreci6 el

CRISTI ANA - Sus frutos - Virtudes Pasivgs

induito y la vida de su padre en carn-bio de su deserci6n de ]as filas in,,gentes.

Sabiendo Morelos, el jefe supremode la revoluci6n la fatal sentenciamand6 ofrecer al virrey 800 prisione.ros espafioles en cambio de la vidadel padre de su apreciado guerrifero.El virrey no acept6 la propuesta daMorelos y mand6 ejecutar a don Leo.nardo Bravo.

Airado; Morelos, al mismo tiempoque comunic6 la siniestra noticia adon Nicolis, le dio tambi6n permisopara pasar por las armas a , 300 pri.sioneros espafioles que terra en

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poder. Fue tal la impresi6n del coro.nel Bravo al recibir la noticia, quemand6 poner luego en capilla a losprisioneros; pero por la noche le fuediffcil conciliar el sumo. Su cabezaera un volcan por las ideas que her-vfan dentro de ella, hasta que al fin,al amanecer, una idea divina brothde su cerebro: El perd6n.

A las primcras horas mand6 for-mar la tropa como se requiere encasos de ejecuci6n, mand6 colocar lospresos en el centro, y levantando lavoz, dijo:

-Sab6is que el general Morelosofreci6 canjearos a cambio de la vidade mi padre; pero el virrey se neg6a ello y orden6 que diesen a mi ama-do padre la muerte de garrote Vil

como si fuera un criminal. VuestroGobierno os ha expuesto. a perder lavida, segfn las leyes de guerra; peroyo no quiero corresponder de esemodo a la conducta errada del virreyy vengo a deciros to siguiente: Heresuelto daros, no solamente la vida,sino tambi6n la libertad. Pod6is Mar'charos a donde querais.

Los prisioneros, que ya esperabanla muerte, quedaron at6nitos, y hellosde gozo exclamaron:

-INo nos vamos! lNos quedarc'mos con vos a pelear por la indep"

ps 06N DE OFENSAS

dencia mexicana! l Viva nuestro co-ronel!

g6xico recibi6 un gran beneficio yrefuerzo en la causa de su independen-cia por un acto de amor y perd6n. Y,,into beneficio no recibe la causadel Seffor Cuando los suyos saben pro-ceder de un modo semejante, por di-ficil que sea.

918. El ejemplo de Francisco Javier

Francisco Javier, recibi6 algunasveces en el ejercicio de su ministeriomisionero, algunos tratos mortifiean-tes. Estaba predicando una vez enuna ciudad del Jap6n Cuando la mul-titud de oyentes se puso contra 61. Unhombre, mas atrevido que el resto,fingiendo que tenfa algo que comuni-carle en privado, apart6 a la gente yse le acerc6. Al verle acercarse, Javierle pregunt6 qu6 es to que querfa. Elinterpelado, por toda respuesta le abo-fete6 y escupi6 en el rostro del devo-to misionero, insultandole delante detodo el p6blico. El misionero, sin de-cir una palabra y sin mostrar un sologesto de enfado, continu6 su discursocomo si nada hubiese ocurrido. Vien-do la gente este heroico control de suspasiones, sus gritos se volvieron enadmiraci6n. El mas inteligente doctorde la ciudad que estaba presente, selevant6 y dijo: "Una ley que ensefiaa los hombres semejante virtud, quelos inspira con tal corage X les da unaVictoria tan perfecta sobre sf mismos,no puede venir de nadie mas que deDios.

919. El perd6n de Demetrio

El famoso Demetrio, que mereci6el sobrenombre de conquistador deciudades, ante una innegable provo-caci6n, puso sitio a la ciudad de Ate-nas. Los habitantes hicieron una de-

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sesperaaa resrstencia; pero rueron obli-gados a rendirse a causa de su fataade provisiones.

Cuando Demetrio entr6 en la ciudadorden6 que todos los hombres, conexcepci6n de las mujeres y niffos, sejuntaran en la plaza, rodeados de sussoldados armados. Todos estaban congran temor, creyendo que, por to mu-cho que habfan resistido y ofendidoa su sutoridad, la sentencia seria demuerte para todos, o para muchos deellos; pero su gozo no conoci6 litnitescu'ando le oyeron dirigirse a ellos enestos t6rminos:

-Deseo convenceros, ioh, atenien-ses!, de cudn injustamente hab6is obra-do; pues no os hab6is levantado con-tra un enemigo, sino contra un prfn-cipe que os amaba y que todavia osama, y que desea vengarse concedi6n-doos su perd6n y siendo todavia vues-tro amigo. Volved a vuestros hogaresy hallar6is que ham sido provistosabundantemente por mis soldados,con todos los vfveres que necesitais.Que esto os sirva de ejemplo y esti-mulo de obediencia para el futuro".

920. La blanda respuesta quita laira

Andaba por una ciudad suiza ocu-pado en su obra un colportdr. Lleg6a una casita que s61o tenfa tres pisosocupados por tres distintas familias.

En los dos 61timos p1sos, le escu-charon con atenci6n, y adquirieronalgunos ejemplares de la Santa Biblia.Despues se interes6 por el caracter delos que vivian abajo, y le fue adver-tido que no se llegase a ellos pues te-nfan un mal caricter.

El colportor no hizo caso de la ad-vertencia, y baj6 al indicado cuarto,llam6 en la casa y fue recibido porla esposa. Le empez6 a ofrecer suslibros, pero la oferta fue desechada

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con la mayor brutalidad. El buen sier-vo de Dios continu6 con su oferta,hasta que el marido, saliendo, le diouna fuerte bofetada.

El colportor, en lugar de volverse,le dijo to que decia la doctrina, quecontenfa el libro que le ofrecia. "Sialguien to hiere en to mejilla derechadale tambi6n la otra". El hombre, envez de volver a pegar, movido por elEspiritu Santo, le compr6 la Biblia.Poco despu6s se convirti6 ese matri-monio y se hicieron miembros de unaiglesia.

921. El sol de la ira eclipsadb

Juan, patriarca de Alejandrfa, tuvouna vez una disputa con Nicetas, unode los jefes de la ciudad que tenfaque decidirse en un juicio. Juan de-fendia la causa de los pobres y Nice-tas rehusaba participar en ella con sudinero. Tuvieron una reuni6n priva-da, para ver si el asunto se podrfaarreglar por las buenas, pero ambosterminaron mss ofendidos de to queestaban antes. Cuando Nicetas se bu-bo marchado, Juan empez6 a reflexio-nar. "LPuedo yo pensar que a Dios leagrade esta lucha?, la noche viene, ypermitir6 yo que se ponga el sol sobremi enojo? Esto es completamenteopuesto al mandato del ap6stol". Porconsiguiente mand6 algunos amigosintimos a Nicetas con el siguientemensaje: "llustre hermano el sol dela ira se ha eclipsado juntamente conel del dfa". Nicetas qued6 de tai mo-do sorprendido y afectado que susojos se llenaron de ldgrimas; se fue aencontrar al patriarca, y saluddndolode la forma mss gentil exclam6: "Pa-dre, le pido que me guie, tanto eneste asunto como en cualquier otro".Se abrazaron el uno al otro y ladisputa termin6 instantdneamente..

LA VIDA CRIST IANA - SUS frutOS - Virtudes pasivq,

922. El perddn del esclavo

Un esclavo on las Indias Occiden.tales, fue puesto por su amo en in,posici6n de alguna importancia, en laadministraci6n de su ingenio a causade su integridad y buena conducts,En cierta ocasi6n deseando comprarveinte esclavos mss, le emple6, a elpara que los eligiese. El hombre fueal mercado de esclavos y empez6 aescoger. De repente fijb sus ojos enun anciano decr6pito, y dijo a su amoque este debia ser uno. El amo que-d6 muy sorprendido y protest6 contraello.

El pobre negro, sigui6 rogando quefuese indulgente; cuando el trafican-te notb su afdn dijo que si le com-praban veinte, les regalarfa el ancianocon los demds. La compra fue hechay los esclavos fueron conducidos alingenio de su amo; pero sobre ningu-no de los escogidos puso el criadotanta atenci6n como sobre el ancianoafricano.

Sorprendido el aliro por los cuida-dos que prodigaba sobre el esclavoprivilegiado, le pregunt6 la causa:

-Tu no tomarfas tanto inter6s coneste anciano si no fuera alg6n parien-te. LEs to padre?

-No mi amo, -repuso el ne-gro-. El no es mi padre.

-&Bntonces es to hermano o al-grin pariente?

No mi amo nada de esto.Entonces -dijo el amo- LPot

qu6 le cuidas tanto?-Es mi enemigo, -replic6 el es-

clavo-. El me vendi6 a mi en dmercado de esclavos, y mi Biblia me

dice a nil de perdonar a mis eneml-

gos, y que Cuando tuvieren hambreles de de comer, y Cuando tuviereaset les db de beber.

P EI,p6N DE OFENSAS

923,Itefran espanol

"volver mal por bien es diab6lico;volver bien por bien es hemano; perovolver bien por mal es divino".

9 24,

"Al que to hiere en una mejilla"

Para molestar a un buen cristianoquo se apartaba de ellos y sus vitaslicenciosas, unos vecinos buscaron ypagaron cierta cantidad a un golfopara que le esperase Cuando saliescde la reuni6n, y le these una buenapaliza. Este, que se Ilamaba Juan, leesper6 una noche, y Cuando to tuvocerca le propin6 unos cuantos golpes.

El herido, volvi6ndose hacia suenemigo, le dijo con paciencia:

-i0jald Dios os bendiga, mi ami-gol

Maravillado Juan, corri6 hacia losque le habfan pagado para ua trabajotan innoble y les grit6:

-IAquf ten€is vuestro dinerol Portodo el oro del mundo no podrfa pe-garle a un hombre ash...

"Al que to hiere on una mejilladale tambi6a la otra", decfa Jesus asus discfpulos. Es el fin de la guerra...

925. Amor a los enemigos

Hace muchos anos, durante lanratanza de Armenios, una jovencristiana Armenia y su hermano fue-ron perseguidos por un soldado turcoY finalmente alcanzados. El hermanofue asesinado ante los ojos de la mu-chacha, pero ella pudo escapar sal-tando una pared.

Mss tarde esta muchacha serviacomo enfermera en un hospital turcoY fue trafdo a su sala el mismo sol-dado que habfa dado muerte a suhermaao.

joven, que mds tarde visit6Arn6rica, testific6 quo en su interior

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se libr6 una gran batalla. Sabfa quela mds ligera desatenci6n al soldado,gravemente enfermo, producirfa sumuerte. Su vieja naturaleza pediavenganza; pero la nueva criatura en-gendrada por el espfritu de Cristoclamaba "amor". Y felizmente, parael soldado enfermo y para ella mis-ma el amor de Cri sto ganb la parti-da, y el infeliz criminal fue cuidandoigual que cualquier otro paciente dela sala.

Cuando el hombre se mejor6 re-conoci6 en la enfermera a la mucha-cha que habfa perseguido y le pre-gunt6 porque no le habfa dejadomorir. Ells replicb prontamente:"Porque soy seguidora de Aquel quedijo: "Amad a vuestros enemigos yhaced bien a los que os aborrecen".

El paciente qued6 silencioso y fi-nalmente dijo: "Yo no habfa queexistiera tai clase de religi6n. Cu6n-tame mds acerca de ella, pues quieroconocerla. El amor le conquist6 y ellatuvo el gozo de conducirle a los piesdel "Cordero de Dios quo quita elpecado del mundo".

926.

Lincoln y el perd6n

Se cuentan muchas an6cdotas desus indultos, tantas que apenas exis-ti6 jamds un Jefe de Gobierao queperdonase tantas veces a los culpa-bles ante la Ley .

Emerson, recorddndolo escribfa:"Su coraz6n es tan grande como elmundo, y sin embargo no queda en61 un pequefio espacio donde guar-dar el recuerdo de una injuria".

927. Se rive por fmslerfas

En un perfodo de tensi6n entreChile y Argentina una mujer sugiri6que los canones de ambos pafsesfueran fundidos y se hiciera una es-

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tatua de Cristo -el Cristo de losAndes- con esta inscripci6n: "An-des se reduciran al polvo estas mon-tanas, que los pueblos de Argentinay Chile rompan la Paz que a los piesde Cristo Redentor juraron mante-ner". La estatua se hizo; pero casitodo estuvo a punto de desbaratarseporque la estatua miraba hacia Ar-gentina. Hubo gran tensi6n, pero enel momento de mayor tensi6n alguiendijo que asi estaba bien "porque Ar-gentina (que es mas grande) necesita-ba estar vigilada". Ambas naciones sesonrieron de la ocurrencia, y el Cristode los Andes sigue siendo el guar-dian de la Paz.

928. ZEnemigos en el Celo?

Todo to que quiera, pastor... yo nole quiero a ella mal alguno, perono quiero verla... -confes6 la her-mana doiia Clara.

-Entonces.. 1vaya conflicto parausted, hermana, cuando entre en elCielo, si ella muere antes!- contest6el pastor.

-LC6mo?... LC6mo?-.. -tartamu-de6 ella.

-Si, hermana... Ya me la figuromirando por la puerta para entrarcuando ella no la vea, y viviendo to-da una eternidad mirando de no to-par con ella por las calles de la Celes-tial Ciudad.

Y cuando cantemos el Himno de laPaz Eterna, por la Sangre del Corde-ro, Ino teme que se le reconozca enla voz que usted esta... en guerra...con un hijo de Dios?

La mujer, como espantada, rog6:-Pastor... pastor... ay6deme en

oraci6n, que me voy aprisa a ver a lahermana...

929. Plat6n y la crftica

Se cuenta de este famoso filbsofo

LA V!DA CRISTIANA - Sus frutos - Vlrtudes Paslvgs

que cuando le dijeron que los Inuch-chos de la calle se reian de su canto,respondi6: "Es cierto, tengo que apren.der a cantar mejor".

En otra ocasi6n le notificaron queera objeto de muchos calulnnias . Surespuesta fue:

-"Esta bien, tengo que vivir detal modo que nadie las crea".

Por ultimo, cuando le fue dichoque cierto amigo suyo estaba detrac.tandole su respuesta fue:

-"Tengo que tener cuidado; puesyo creo que esta persona no diria ta.les cosas de mi si no tuviera algunaraz6n".

1 Aprendamosl

930. Perd6n y amor

Una muchacha cafre, habia renun.ciado a su vestido salvaje visti6ndosea la europea, como testimonio a susvecinos de que se habia convertido.Su hermano, que todavia era Pagano,quiso que le acompafiara a una danzareligiosa a to que ella se neg6. En-tonces el cogi6 un bast6n y la golpeotan terriblemente que rompi6 el bas-t6n. Ella no dio un grito, ni solt6 unapalabra de reproche. El hermano ibaa buscar otra estaba, pero una mujernativa se interpuso y rescat6 a la jo-ven martir, dici6ndole admirada:

-LC6mo no gritaste?Paso algun tiempo. El hermano

acongojado de conciencia fue a visi-tar a su hermana que vivia en la cho-za vecina. No osaba entrar, avergon-zado de su antigua conducta. Cuandola muchacha le vio sali6 fuera de 13

choza, le dio su mano y un beso.Esto le conmovi6 de tal manes

que le trajo a la conversion.

931. El poder de la bondad

Una mujer que habia recibido ma-cho beneficio espiritual de los discur -

sos del schor Robinson, de Leicester,fur amenazada por su marido impio

sivolvia a la iglesia donde este pre-

dicaba. Hasta jur6, con una terribleirvrecaci6n, que si volvia a escuchara este predicador le romperfa ambaspiernas.

Despu6s de busear eonsejo y for-taleza en la oraci6n ella decidi6 vol-

ver al culto donde tanto gozo delSefor habia recibido. A su vueltaha116 a su marido esperandola ante lapuerta.-LD6nde has estado?-En la iglesia tal... Sin meditar

ninguna palabra su marido le diotan terrible bofet6n en la cara, quela hizo tambalear y caerse. Levaatan-tandose, de un modo afectuoso le di-

10:-Querido, tno quieras hacerme lamisma caricia en la otra mejilla?

-Sorprendid6 por esta amable res-puesta, sabiendo que ella habia sidouna mujer muy violenta antes -de suconversi6n, dijo:

-LD6nde has aprendido esto?-En esta iglesia, querido.-Bien, fue la respuesta, si esto

has aprendido alli, puedes it a estaIglesia cuando quieras; que nunca toto impedire.

Esta mujer goz6 este privilegio poralgiln tiempo y mas tarde su esposole acompaii6.

932. Orando Por la reconciliaci6n

Habfa dos seiioras en- cierta iglesiaque se habfan enojado y no podianpacer las paces. Una trat6 de pedirperd6n a la otra, pero el resultadoempeor6 su relaci6n.

AI fin la quo habfa fracasado ensu esfuerzo de reconciliarse con laotra sigui6 el consejo de Jesus. Orbdiariamente por su enemiga, perdo-nandola y pidiendo a Dios que hicie-

ra reconocer a aquella persona queestaba completamente perdonada.

Pasaron muchos meses, pero al finesta persona fue a la casa de la queestaba orando por ella y le dijo:

-Quiero pedirle perd6n porque nopuedo seguir de esta manera; me es-toy enfermando.

La primera senora le contest6:-Agradezco que haya venido por-

que quiero que usted sepa quo hatemuchos meses que la perdon6. Estoyagradecida a Dios por to que ha sig-nificado usted en mi vida y crecimien-to cristiano.

933.

Bienaventurados los pacificado-res

Se cuenta de un misionero en laIndia, quien hallandose de caminosent6se a descansar un rato bajo lasombra de un arbol que habia a laentrada de cierta poblaci6n. Mientrasaprovechaba el tiempo para leer un

rato en su Nuevo Testamento, se leacercaron dos hombres que, despuesde saludarle respetuosamente, le pidie-ron actuase como juez en una viejadisputa que les tenfa enemistados acausa de un trozo de tiers sobre laque ambos alegaban tener derechosde propiedad. El misionero agradeci6la deferencia y confianza de que lehacian objeto pero alegando su inca-pacidad para juzgar sobre tan delica-do asunto aprovech6 para predicarlesel Evangelio. El resultado fue que,despues de escuchar un rato, los doshombres se abrazaron delante delsiervo de Dios, prometiendo que des-de aquel momento no pelearian inkspor aquella causa, antes al contrario,buscarfan juntos el agradar a Aqu6l,que por amor a ellos renunci6 a todossus derechos y murib en una Cruz porsalvarles.

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934. 1 Mas que madrel

Un amigo m1o vivi6 torturado durante machos aiios por el recuerdode una travesura estudiantil en la queperdi6 la vida uno de sus amigos. Elrecuerdo de aquel acto inconscienteto atormentaba: cambiaba de empleocontinuamente e incluso se separ6 dela mujer con la que llevaba casadoseis anos. De la noche a la maiiana,sin embargo, se oper6 un cambio ro-tundo en mi amigo; parecia alegre ysatisfecho, recuper6 su empleo y sumujer volvi6 a su lado. Un dia mecont6 c6mo recobr6 la calma.

"Yo no podia dejar de pensar enlas horribles consecuencias de mi acto.El recuerdo de mi culpa me helaba laalegria en los labios; iba a estrecharla mano de alguien y la retiraba aver-gonzado y el remordimiento habialevantado una muralla entre mi'mujery yo. Cierto dia recibia la visita dela persona cuya presencia yo mas te-mfa en este mundo: la madre de miamigo muerto".

Hizo una pausa y continu6:"Hate afios, despues de orar ma-

cho„ consegui perdonarte; to mujer toperdon6 tambi6n, igual que tus ami-gos y tus jefes. Hizo una pausa y con-tinu6 luego en tono severo: "T6I eyesel dnico que no to has perdonado.LQui6n to trees quo ores para opo-nerte a todos los veccnns del puebloy a Nuestro Sefior mismo?".

Lo mire a los ojos y lei en ellosuna especie de permiso para ser 61que yo hubiera sido, si su hijo vivie-se. Por primera vez en mi vida mesenti digno de amar y de ser amado.-Ardis Whitman.

He aqui el noble ejemplo de unamadre, quo por encima de su naturalamor material tenia el amor al pr6-jimo segdn las enseiianzas de Jesus.Con esto se mostr6 mas que madre.

LA VIDA CRISTIANA - SuS frufOS - Virtudes pasivas,

Machos alardean de ser hombres,pero la Palabra de Dios nos pide quemas que padres o madres, mas quehombres o ciudadanos, de uno uotro pals; en otras palabras, mas queseres humanos egoistas, seamos cris.tianos.

935. Noble actitud

Asi to contaba un querido amigo,fiel creyente en el Sefior:

"Mi padre habia encargado a unvecino una tonelada de carb6n. Sinembargo, a la hora de descargar elcarb6n nosotros no estabamos en casa.Cuando regresamos, me di cuenta enseguida de que en la carbonera ape-nas si habian echado media tonelada,As! se to dije a mi padre, pero 61 seencogi6 de hombros y lejos de pro.testar se limit6 a decir: "iPobre ve-cino! LQu6 le vamos a hater?". Senla-nas mas tarde, un incendio destruy6la casa de nuestro vecino y mi padreto recogi6 con toda su familia. Hede admitir que no le habia gracia quemi vecino durmiera en mi cama mien-tras yo tenia que hacerlo en el desvan,Pero por la manana ocurri6 algo quome emocion6. Avergonzado, nuestrovecino confesaba a mi padre el Malque habfa hecho tiempo atras. Mi pa-dre, despu6s de escucharle sonriente,luego le habl6 del amor de Dios. Porfin, ambos se arrodillaron y, sin dada,aquel fue un dia de macho goza eael cielo.

936. LNos debemos vengar?

El favorito de un sultan tir6 unapiedra a un dervis (sacerdote men&canto). El ultrajado recogi6 la pie& B

sin decir nada y se la guard6, pensaa-

do: "Con ella me vengar6 cuandome presente la ocasi6n". Pasado clerto tiempo, oy6 un dia un gran gritc~°

pgVOLVIENDO BIEN POR MAL

en la calle; el favorito habia caido end e sgracia y era conducido sobre unc,Mello y expuesto a los insultos delpopulacho por orden del sultan. Eldervis se dijo: "Ahora llegb la. oca-sib ,, , y corri6 por la piedra que teniaguardaba..., pero volviendo on sit laarroj6 a un pozo, diciendo: "Ahoracomprendo que jamas es justa la ven-ganza; porque si nuestro enemigo espoderoso, entonces es imprudencia ylocura; si desgraciado, bajeza y cruel-dad".

937. Noble ejemplo valdense

Cuenta la historic que en otolo delaiio 1799, el ejercito frances, que ha-bia estado persiguiendo todo el veranocon sangre y fuego a los sufridos val-denses, quienes defendieron sus casas,el honor de sus esposas y sus vidascon apenas otras armas que las rocasde la montaiia, ante la llegada del in-viemo que amenazaba dejar cerradoslos paces de los valles tuvieron quedejar atras a los ganados y unos tres-cientos soldados heridos cerca del pue-blo de Bobby. Los babitantes delpueblo, todos profundamente ereyen-tes del Nuevo Testamento, pregunta-ron que tenian que hater. Se tratabade los mismos hombres enemigos, tantode su fe como de su pais, los que ha-bian incendiado sus hogares y come-tido toda clase de horrores, sin em-bargo, aquellos sencillos camposinoserart demasiado leales a su NuevoTestamento para dejar de cumplir susensenanzas de amor y perd6n y lostrataron con la mayor bondad. Lasgentes de Bobby eran may pobres,pero compartieron sus provisiones conlos extranos y curaron sus heridastanto como pudieron con la mayorsolicitud.

Finalmente, comprendiendo quo sic°ntinuaban reteniendo aquellos hom-

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bres durante el invierno todos pere-cerfan de hambre, emprendieron lapeligrosa tarea de acompaf arles porlos senderos, seguros que ellos cono-cian del paso del Col de la Croix.Uno de los pasos mas diffciles de lasmontanas alpinas y no les abandona-ron hasta dejarles al otro lado libresde nuevo yendose rapidamente al re-fugio de su pequeiio pueblo a esperarla pr6xima invasi6n y matanza si asise le artojaba al duque o a1 rey, qui-za usando como instrumentos a aque-llos mismos hombres; pero gozosospor su buena acci6n y confiando enque la bondad mostrada podia Ilevarsu triunfo en el coraz6n de sus pro-pios enemigos.

938. Acertado motivo de desobe-diencia

Cuando Catalina de Medicis persua-d16 al pusilanime monarca Enrique IVa enviar una orden de matanza de losProtestantes a todos los gobernadoresde Francia, un gobernador cat6licola desobedeci6 enviando la siguientecarta:tenor, tengo demasiado respeto

a Vuestra Majestad para no estar per-suadido de que semejante orden esun fraude; pero sit Dios no to permita,fuera verdadera orden vuestra, tengodemasiado respeto al caracter personalde Vos, mi soberano, para obedecer-la".

11. DEVOLVIENDO BIENPOR MAL

939. La victoria

Mama estaba may preocupada porellos, desde que su esposo, llamadopor la patria se hallaba lejos, ofician-do como enfermero de la Cruz Roja.

Cada dia, una discusi6n, apenas po-dia aguantarlo una semana mas.

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Sentada en la cocina, levantaba sucoraz6n a Dios pidi6ndole fuerzas,cuando apareci6 en la puerta Juan,restregandose las manes, con la luzde la Victoria en los ojos, y estas pa;labras en sus labios:

-ILe he vencido, mamal lHe ga-nado la Victoria para siemprel 1Yano podra molestarme mas!

La madre asustada, palida come lacera, se levant6, gritando:

-GQu6 le has hecho..., habla...,di...?

-Le he pegado los dos bofetadasmas fuertes e inesperadas que recibi6en su vida. Alli qued6, apoyado enel lecho y llorando...

-iPero..., pero..., perol -fue totinico que supo decir ella. Poni6ndoseen pie, iba para salir, cuando el mu-chacho le impidi6 el. paso.

-Escucha primero, mama le di-jo- Ayer me ofendi6 mi hermano,coma nunca antes. Esta manana,cuando se despert6 en su lecho, memir6 con ojos de ira. Yo he saltadodel mfo. Cuando ha visto que me acer-caba al suyo se ha sentado, pensandoen defenderse. Entonces yo, cayendosobre 41, porque soy mas fuerte, le hesujetado, y le he plantado dos fuertesbesos, uno en cada mejilla. Su sorpre-sa ha sido tan grande quo se ha cafdode espaldas, y alli qued6 llorando.Ahora ya puedes it a consolarle, siquieres...

-Pero.... pero..., hijo mfo...-LPor qu6 le bes6, preguntas, ma-

ma? Porque he recordado unas pala-bras del Evangelio: "Perdona nuestrasdeudas come perdonamos...".

940. Propia defensa

-LPensais, pastor, que pecar6 siaprendo el arte de defenderme? -pre-gunt6 un joven al pastor de la con-gregaci6n.

LA VIDA CRISTIANA - Sus frutoS - Virtudes pasivgl

-iOh, no; en ningdn modo; yotambien to aprendf y to practice sieln,pre que es necesario! --contest elministro.

-iMe alegro de saberlo...! yo te.nfa un poquito de miedo... Y , Lcuglsistema practica, el "judo" o el deSullivan?

-Yo practice el de... Saloln6n,joven.

-Pero..., Lel sistema de Salom6n...?-El que hallar6is en el primer ver-

sfculo del capitulo 15 de sus prover.bios: "La blanda respuesta quita laira...". Es el mejor de los sistemms,a mi juicio.

941. Venganza cristiana

Una familia misionera fue asaltadadurante los llamados "tumultos vege-tarianos", de China, y los padres ytres hijos fueron muertos. Los cuatronines restantes pudieron escapar, nosin haber visto asesinados a sus seresqueridos. Se encontraron nuevamentey decidieron que su venganza seriaesta: Irian todos a America a obtenerla mejor preparaci6n posible y luegovolverian a China para dar su vida enservicio de aquellos que habfaa dadomuerte a sus padres y hermanos. Asito hicieron, y cuando regresaron aChina para dar su vida en servicioa ese pail que tan injusto habla sidocon el resto de su familia. uno de es-tos hermano gan6 a Cristo al doctorJames Yen, afectuosamente llamado"Jimmy Yen", el padre del movimien -to educative de masas de China, mo-viuliento mediante el cual, literalmente ,

centenares de miles ban podido leer.En Foochow (China) pueden verse

las tumbas de dos hijas de un mujerviuda que vivia en Australia. Esas j6-venes habfan sido asesinadas per loschinos. Cuando lleg6 la noticia a lamadre, su respuesta fue que, come

n0tenia otras hijas que dar, se daria

a niisma. Asi, a los sesenta y dosanos de edad, vendi6 cuando tenfa,fue al lugar donde sus hijas habfan

sido muertos, aprendi6 la lengua delpats, estableci6 una escuela, die veinte

anos de

Doctor

servicio, y cuando muri6 fueenterrada junto a ellas. -Stanley Jones.

942. Sangre negra

En una de las escaramuzas entryarrericanos esclavistas y libertarios, unardiente enemigo de los negros cay6herido y qued6 abandonado em elcampo, perdido el conocimiento.

Cuando recobr6 el sentado, se hall6tendido sobre un camastro en una po-bre cabana y un negro a su lade cui-dandole.

-LD6nde estoy? -preguna6.-En mi cabana -contest6 el ne-

gro.-LC6mo he venido?-En mis brazes.-LD6nde estan mis companeros?-Huyeron dejandote abandonado.-LY tIi me salvaste?-Si, yo to salv6.-LPor qu6, negro, si soy to ene-

migo?-Porque yo no to soy tuyo; yo

soy un cristiano.El herido ca116. De pronto cogi6 la

negra mano del negro,la apret6 sobresu pecho, y corno hablando consigomismo murmur6:

-Yo no sabfa que vosotros, los ne-gros, tuvi6seis sangre de hermanos enlas venal..., sangre tan roja come lanuestra y..., acaso..., mas noble.

943. Quien tenfa raz6n

Un hombre sordo contaba a unamigo suyo una pelea discutiendo deunos amigos de ambos.

-LSobre que? -le preguna6 a gri-

tos aquel a quien se to contaba.-No to s6; no pude ofr una pa-

labra.-LY quien tenfa raz6n, Juan o

Pedro?-;Juan! -contest6 el sordo con

firmeza.-LC6mo puedes saberlo, si no pu-

dite ofr una sola palabra? -inqui i6el amigo.

Pues..., porque Pedro gritaba tan-to y amenazaba mientras que Juan,con paciencia y sonriendo parecfa quele decfa: "INo to tomes asf..., sea-mos amigos..., no peleemos, queridoPedro!". El que se sabe vencer a simismo es el que mas probablementetiene raz6n.

944. Amad a nuestros enemigos

El obispo Latimer, en uno de sussermones, tiene un parrafo relativo al"Alderman" Monmouth, que al parquo prueba la hermosa influencia delas doctrinal reformadas en el coraz6nde uno de sus primitives discipulos,descubre un incidente interesante enla vida de uno de los ciudadanos de laantigua Londres.

"Cuando yo estaba en Cambridge-dijo el predicador-, el senor JorgeStafford daba conferencias sobre laEpfstola a los Romanos. Cuaado lleg6al lugar donde San Pabol dice: "Ven-ce con el bien el mal y asi ascuas defuego amontonaras sobre la cabeza deto enemigo", introdujo un ejemplo,diciendo que eonocfa en Londres unacaudalado comerciante (refiri€ndose.a Monmouth), quo tenfa un vecinomuy pobre; pero a pesar de toda supobreza le amaba mucho y le presta-ba dinero en sus apuros, y le abri6 sucasa y su mesa siempre que quisiereir. En aquella epoca fue cuando seprodujo el movimiento de Reformareligiosa en Inglaterra y 61 empeza-ba a conocer el Evangelio. El pobre

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sigui6 siendo cat6lico-romano. Dio lacasualidad que estando el pobre senta-do a la mesa del rico hab16 del Evan-gelio y reprob6 el Romanismo. Estoincomod6 mucho al pobre que no volvi6 a la casa del rico. No quiso tomarsu dinero como antes. Aim Inns, con-cibi6 tal odio y malicia contra 61 quefue a denunciarlo a los obispos. Ahorabien el rico desconocfa Jas causas desu adversi6n y buscb muchas veces elpoder entablar conversaci6n con 61 ytranquilizarle, pero nada consigui6.Tal soberbia tenfa el pobre que nitan siquiera le hablaba.

"Una vez to encontr6 en un callej6ntan estrecho que no tuvo otro reme-dio que pasar por su lado sin hablar.El rico al apercibirse de ello to tom6por la mano y le dijo: "Vecino: Lqu6ha venido a to coraz6n para que seenoje tanto?, Lqu6 he hecho en contratuyo? Dime y estoy pronto a satisfa-certe". Le hab16 tan dulce y amorosa-mente como un amigo, que impresion6fuertemente al pobre, quien acab6 porcaer de rodillas y pedirle perd6n. Elrico le perdon6 y le devolvi6 su favory amistad y se amaron tan bien comoantes.

Es por medio del amor que se ven-ce al mal.

945.

Influencia del ejemplo cristianoen un general chino

El general Feng-Yu Shiang, ha sido-segdn me dijo- tan duramenteafectado por los acontecimientos de es-tos recientes mhos, especialmente porla actitud imperialist& de algunas na-ciones extranjeras, que ha abandon&-do la fe cristiana que un dfa profes6.Sin embargo, me confes6 mantiene ensu coraz6n un ejemplo que no puededejar de admirar.

Uno de sus parientes, enfermo,math al doctor Logan, un m6dico mi-

LA VIDA CRISTIANA - Sus frutOS - Virtudes pasivc1s

sionero, quo to estaba atendiendo. p a-recfa una tragedia irreparable, perola seiiora Logan, una nurse experi.mentada, tomb a su cargo al paMenteque habia matado a su esposo y

10atendi6 en tal forma que le hizo re,cobrar la salud. El hijo de los Logaafue a estudiar a Am6rica, y cuandoFeng oy6 que estaba haciendo su ca.rrera en el colegio, reuni6 dos rail do.lares y se los envi6 par& ayudarlo ensu educaci6n. Sin embargo, la farnili asinti6 que no podia aceptarlos, y losdevolvi6, agradeci6ndolo muy cordial.mente al general Feng, pero diciendoque el muchacho costearia sus estudioscon el producto de su propio trabajo."Y bien -dijo Feng cuando nos de.tuvimos al lado de la montaiia sagra.da de Tisham y contemplibamos elvalle-, eso es cristianismo verdade.ro . Eso me ha impresionado muy pro.fundamente.

El general Feng me asi6 la manopor largo tiempo y al contemplar surostro severo y honrado, send que al-giin dfa volverfa a una viva fe cristia-na, y que si to hace sera mas fuerteque nunca, porque hay en 61 materiaprima para ser un verdadero y grancristiano. Si vuelve, el espiritu deaquella esposa y de ese hijo, quetransformaron en un testimonio to queparecia una tragedia completa, ilumi-nara su camino. Pero si no vuelve,si todo eso parece un fracaso sin ud-lidad alguna; el espfritu mismo quoellos han mostrado es la mayor vio-toria. - Doctor Stanley Jones.

946.

C6mo fue ganado el generalChang

Hace muchos aiios habia un dogfor misionero en China cuya misibay hospital fueron destruidos por 1°ssoldados chinos. En vez de sentresentido contra los que le causaron

pgVOLVIBNDO BIEN POR MAL

grave dafio y p6rdida, atendi6 ala trop& enferma y herida con tal aten-ci6n que el general que lamandaba,no solamente tuvo quo tar excusas alInisionero por los desmanes de la sol-dadesca, sino que se sint16 interesadopor el mensaje del Evangelio y, mastarde, se convirti6.

Dicho general es el hoy famosoChang-Kai-Chek, jefe de la China na-cionalista radicada en la isla de For-nmosa, dnica esperanza para un cambiode politic& en aquel gran pals quopermit& de nuevo libre paso al Evan-gelio. A pesar de quo Satanas parecehaber tenido una gran victoria en Chi-na con el triunfo del comunismo, mu-chos millares de personas han sidobendecidas por la existencia de unaChina libre donde el Evangelio es-0 haciendo progresos de un modo ex-traordinario. Todo ello como resultadode haber sido practicadas Jas ense-fanzas de Cristo de amor y perd6n alos enemigos por un siervo de Dios.Nunca sabemos los resultados que po-dran venir de una actitud de amor yperd6n, cuando la practicamas poramor de Cristo y en obediencia a suvoluntad.

947. Amad a vuestros enemigos

En la ciudad de Pensilvania, antesde la guerra de independencia de losEstados Unidos vivfa un pastor llamado Pedro Miller, quien tenia un enemi-go entre la gente del pueblo, porque1e habia herido profundamente en sussermones y en lugar de arrepentirse,le cobr6 ua odio a muerte.

Una vez que lleg6 la guerra, aquelhombre- tuvo que it a prestar sus ser-vicios a la patria, pero la traicion6 alcabo de un poco de tiempo. Fue al-cauzado por la policfa y condenado aInuerte por el tribunal supremo deBuoma, to cual lleg6 a ofdos del pas-

948. Perd6n crisdano

949.

Los niufragos de la ArmadaInvencible

343

for Miller. Una vez enterado 6ste deto que pasaba decidi6 it a Philadel-phia, donde estaba su enemigo preso.Todo el mundo decfa que iba allf par&verlo morir.

Una vez lleg6 a Philadelphia, fue alcuartel general par& hablar con el ge-neralfsimo Washington. Rog6 en favorde aquel hombre par& que le these 61,indulto, pero Washington le respondi6que no habrfa indulto para un traitory desconfiara de ver salvado de lamuerte a su amigo.

-LAmigo? -repuso el pastor Mi-ller-, pero, senor, si es mi mayor-enemigo.

El general le preguntb de dondeera, 6ste le repuso que venfa de Pea-silvania, que habia venido apresura-damente de tan lejos para poderle sal-varle. El general, conmovido, le entre-g6 el indulto, y el pastor, pudo traercon gozo la buena nueva a su masacendrado enemigo.

Se dijo de Samuel Johnson que elcamino mas corto para llegar a su co-raz6n y recibir su favor, era hacerleuna injuria.

Despubs de la dispersi6n y destruc-ci6n de la Armada Invencible que Fe-lipe 11 envi6 con la pretensi6a de im-poner la inquisici6n en Inglaterra, enel aiio 1588, un marino espanol lla-mado Juan Comes de Medina, que ha-bia sido comandante de veinte navesde la referida Armada, fue empujadopor Jas olas con 360 hombres a sus6rdenes a Jas playas de Escocia des-pubs de haber sufrido hombre y frfopor seis o siete dfas. Al desembarcarno esperaba hallar compasi6n de aque-

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Como resultado, 61, su esposa y tresbijos fueron al Jap6n coma misione-ros, y ahora 61 y Kano son buenosamigos y trabajan juntos hablando delamor de Dios.

El amor no es mostrado s61o conpalabras, sino con acciones cristianas.

957. Obispo compasivo

Cuenta la historia que cuando losromanos hubieron saqueado la provin-cia de Azazene, trayendo a Amida,siete mil persas prisioneros, que se ha-11aban faltos de ropas y alimentos,Acasio, obispo de Amida, reuni6 alclero y les present6 el caso de estosinfelices, diciendoles:

Nuestro Dios ha dicho: "Misericor-dia quiero mas quo sacrificio, por tan-to el se agradara mas de que alivie-mos la suerte de estos infelices, quoreteniendo el oro y plata de nuestrasiglesias. El clero fue de la misma opi-ni6n. Los vasos sagrados y demos te-soros de Ins iglesias fueron vendidos ycon su producto, no tan solamente fue-ton mantenidos los siete mil persas du-rante la guerra, sino que, al final deella, regresaron a su pais con dineroen sus bolsillos.

Varenes, el monarca persa, fue tanconmovido par esta acci6n, que invi-t6 al obispo a su capital, recibiendolecon todos los honores; y par su causeconfiri6 muchos favores a la minorfacristiana establecida a la saz6n enPersia.

12. DISCIPLINA DEL YO

955.

;Voy a suspenderte IM provi-sionesl

Uno de los miembros de nuestroAshram acostumbraba hablarle as! asu cuerpo Cuando se sentfa indispues-to: "Mire, voy a suspenderte las pro-visiones hasta que dejes de portarte

LA VIDA CRISTIANA - Sus frutos - Virtudes pasivas

as!". Y dejaba de comer. El cuerpogeneralmente se restablece con estetratamiento drastico.

Os vuelvo a repetir: mantened Wes.tro cuerpo disciplinado. Esto sign .cara que vuestra vida sexual contribui.ra a que os ajust6is al Reino en vezde convertirse on un impedimento. l)is.ciplinad vuestras attitudes y habitossexuales con esta pregunta: LContri.buis en alguna forma a mi vida y ser.vicio? Si no, fuera. Y sod implacables."Si to mano derecha to es ocasi6n decaer, c6rtala". Cualquier relaci6n, parquerida que os sea, si os esta daiiando,cortadla.

Hated to mismo con vuestro caric.ter, vuestros habitos y otros defectos.No es suficiente disciplinar al yo; esnecesario disciplinarlo segdn Dios. Atal objeto debe conservarse una dis-cipline estricta pare mantener fiel-mente la hora quieta de comuni6n conEl. La mayor parte de la gentes fra-casan en este punto mas quo en cual-quiera otro. Yo s6 par experienciaque soy mejor o peor de acuerdo conel mayor o el menor tiempo quo apar-to pare la oraei6n. - Stanley Jones.

959. La cadena invisible

Hate tiempo un caballero consigui6un hermoso perro ovejero, llamadoJock. Estaba tan lleno de vida que alllevarlo a la ciudad, se apartaba de sudueiio corriendo. Por ley, era menes-ter comprarle un fuerte collar concadena.

Dice el dueiio: "El animal prontolleg6 a conocerme bien y, un dia, des-pu6s de haberle tenido algunas somanos fbamos a salir juntas. Coma decostumbre, puso su cabeza pare que lcpusiera el collar con la cadena, Per°le dije: "No, Jock; ya no necesltocadena". Abri la puerta, y par prim

dovez salt6 fuera, libre. Sali6 cornea

,ISCIPLINA DEL YO

coma si nunca fuera a verle mas, peroentonces una nueva ley, de la cual 61estaba inconsciente, obr6 en el y re-gres6 corriendo para caminar a tin la-d o, atado par una cadena invisibleragas fuerte quo la de acero.

La ley do la libertad es la ley delamor.

960. Un elogio a Satanus

'Un nino le dijo a su madre:.-Mama, t6 nunca hablas mal de

nadie. Hasta serfas capaz de hablarbien de Satanas.

-Bueno, hijo, bien podriamos imitar su perseverancia.

13. AMOK, EL METODODE CRISTO

961. Amor, el m6todo de Jesus

Cuando Jesus estaba pendiente dela cruz, no dijo a Juan: "Cuida de mimadre". No le dej6 una obligaci6n;mas bien estableci6 una relaci6n deafecto entre ambos: "Hijo, he aquf ato madre; y tan pronto coma Juan sedia Cuenta de la relaci6n de afectocon la cual Jesus to unfa a Maria, eldeber surgi6 coma cosa natural. Si erahijo, tendria que cuidar a su madre.

Este incidente nos deja al descu-bierto el metodo de Jesus. No nos im-Pone una serie de reglas y deberes,sino mas bien establece una relaci6ncon Dios. Nos dice: "Hijo, he alli ato Padre"; nos revela a Dios coma a'in Padre y al hombre coma a un hijo;Y una vez que comprendemos estehecho central, todo to demos fluye deun modo natural, coma el manantialde una montana que es allmentadoPor corrientes etemas. La vida adquie-re significado infinito, metas infinitas,recursos infinitos. Y sobre todas lascosas nos proporciona una amistad in-finite: Infinite y, no obstante, perso-

963. La comuni6n del amor

nal; porque todo es personal en unDios infinito. Asi nos to revela Cristo.- Stanley Jones.

962. Valor de una palabra amable

El gran escritor ruso Tolstoi pasa-ba par una calle cierto dia cuando unmendigo le detuvo pidiendole limosna.

-Dispense hermano, pero no ten-go nada en este momento. Si to tu-viera se to daria de buena gana.

El rostro del mendigo se ilumin6 ydijo:

-,No es necesario, senor; usted meha dado mas de to que le podia, puesme ha llamado "hermano".

La gente sencilla se da Cuenta dela relaci6n que existe entre ambas co-muniones la simb6lica ordenada parCristo, y la del amor practico, y sien-te que pertenece a ambas.

Un misionero celebr6 la comuni6npar primera vez con algunos aldeanosde la India. Despuis que el misionerohubo distribuido el pan, el jefe se pusode pie y se dirigi6 a las gentes en lossiguientes t6rminos: "El Saheb (maes-tro) tiene que it viajando de lugar onlugar y le es imposible tener su€icien-te cantidad de pan; par esa raz6n nosha dado s6lo un pedacito, pero yo irea conseguir mas". Diciendo y haciendo se fue a comprar pan y mientrasto distribuia entre las gentes repeta:"Tomad, coined". El aldeano sencillotuvo la profunda visi6n de que el amorque declaramos en la Cena del Seiiores alga mas profundo y eficaz que In,practice de una ceremonia. Las igle-sias de Cristo sobre la tierra debenrenovar esta visi6n. - Stanley Jones.

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964.

S. Juan y ei capitfin de ladrones

Cuenta una tradici6n muy antiguaque cuando el Ap6stol S. Juan, esta-ba visitando las Iglesias Cristianas delAsia Menor, observ6 el intents porel Evangelio de un joven prometedor,a quien recomend6 carinosamente alcuidado de un pastor. EI joven fuebautizado, y, durante algun tiempovivi6 como un cristiano, pero poco apoco una mata compaiifa to fue co-rrompiendo, de tal modo que lleg6 aser el capitan de una banda de ladro-nes.

Alg6n tiempo despu6s, el ap6stoltuvo ocasi6n de preguntar al pastorpor el joven, el cual le dijo que estaba muerto para Dios, y que habltabaen una montana, un poco mis alla de

LA V'IDA CRISTIANA - SUS #UtOS - VMtidef Pasivps

la Iglesia. Juan, movido por su vehe*mencia y caridad fue al lugar, y sepuso a si mismo en manos de losladrones.

-"Llevadme ante vuestro capitgn-dijo--". El joven ladr6n, tan pros,to como vio al venerable ap6stol, pre*so de vergiienza se alej6. Juan, tosigui6 gritando:

"Hijo mfo, hijo info, porque es,,pas de to padre, desarmado y viejo?No to alejes, que afro tienes esperan.zas de salvaci6n. Cr6eme, Cristo meha enviado".

Al oir esto, el salteador se par6temblando y llor6 amargamente. Juanorb, y le exhort6 a volver a la socie.dad cristiana; prometi6ndole que nole dejarfa hasta que le viera comple.tamente restablecido por la gracia divina, to cual realiz6 felizmente.

La vida cristianae) Sus frutos - Virtudes activas

1. Celo y entusiasmo 2. Testimonio ytrabajo personal 3. Alabanza - Canto4. Valor y martirio S. Tenacidad yperseverancla 6. Mayordomia -prcic-tica del diezmo 7. Deberes sociales8. Santlficacl6n del Dla del Senior9. Puntualidad

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1. CELO

965. Celo del Seiior

Un joven Kared, jefe de un pueblode las altas montaiias de Birmania,oy6 hablar de la religi6n cristiana,que la gente identificaba entonces conlos libros cristianos, pero el no podialeer. Asi que determin6 aprender a

leer a cuyo objeto viaj6 250 millas,hasta la mas pr6xima escuela. La es-posa del misionero le enseii6 a leer elbirman6s ya que no existia nada es-crito en su propia lengua.

Despu6s de aceptar a Cristo quisollevar un buen surtido de libros a supueblo para leerlos y traducirlos yaque temaa no poder ensenar bien lareligi6n cristiana de memoria.

Lps misioneros, que conocian las6rdenes prohibitivas del gobierno bit-manes en aquel entonces en contrade los libros extranjeros, to advirtie-ron y trataron de disuadirlo de llevartan peligrosa carga, pero el jovenconvertido insisti6 en ello poni6ndo-10s en un cesto cubierto con hojasde platano y terrones de az6car en-cima.

Sin embargo, fue detenido ert lapuerta de una de las ciudades potdonde intentaba pernoctar, y puestoen prisi6n y sus pies al cepo. Pot lainfluencia de algunos amigos fue pues-to en libertad, pero el rehus6 conti-r'War su viaje a su pueblo a menos

La vida cristianae) Virtudes actives

. ,que le dejaran llevar los libros con-sigo. Pot fin se to consintieron y

.hudo llegar sano y salvo.Inmediatamente, empez6 a ensenar

el Evangelio a sus vecinos y a todoslos que le visitaban les ensenaba alpropio tiempo a leer en lenguaje bir-manes y el Evangelio se esparci6 ygan6 almas, no solamente en su propiaciudad, sino en pueblos vecinos.

966. La oraci6a de un nino salvaje

Un miuistro de Cristo, tenia unnino atolondrado y mundano que ha-bia resistido todos los llamamientos desu familia y de la Iglesia para seguirpot los caminos del Evangelio. Por finse hizo grumete para ver mundo.

Sus entristecidos padres, no podiansino orar pot 61 y escribirle buenascartas.

El buque en que viajaba el mucha-cho voste6 en un pals salvaje, ycierto die, los marineros trajeron abordo del buque a un muchacho na-tivo que , sabfa tocar con rara habili-dad un curioso instrumento musicalque nunca habian visto y to trajeronen su bote. El nino, les divirti6 porlargo rato a cambio de unas pocasmonedas, hasta que pot fin les pidi6que le volvieran a tierra con el bote.

Todavia no es tarde para nosotros,puedes quedarte mas y to daremos decomer le dijeron los marineros.

-1Oh no, de ningun modo! -lessuplic6 el muchacho ya les dir6 pot-

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que.Un misionero cristiano ha venido

cerca del pueblo donde vivo. De elhemos aprendido a conocer a Jesu-cristo en quien yo quiero creer. Aesta hora el misionero nos reune a lasombra de un arbol, para hablarnosde Jesus y yo quiero oirlo. Los ma-marinos quedaron tan impresionadospor las s6plicas y sollozos del mucha-cho que to trajeron a tierra, pero elmas impresionado fue el hijo del pas-tor quien se dijo a si mismo: "Aquiestoy yo, el hijo de un ministro enInglaterra, conociendo mucho mas deJesueristo que el pobre muchacho ysin embargo, no teniendo ningilnaprecio por estas cosas".

i Aquella noche se retir6 a su hama-ca, pero no pudo dormir. Las exhor-taciones de su propio padre pasaronpor su mente toda la noche, se sentiade menos valor ante los ojos de Dios,que el pobre negro ignorante y portanto, mucho mas condenado quecualquiera de los salvajes desconoce-dores del Evangelio. Por fin, venci6su conciencia y la gracia de Dios, yarrodillandose acept6 a Cristo. Pode-mos imaginamos la alegrfa de aquelhogar de Inglaterra donde tanto sehabia orado por el hijo perdido cuan-do lleg6 carta con estas noticias.

967.

Una uni6n misteriosa pero real

Cierto negro cristiano, camarero deuno de los grandes trenes nocturnosde los Estados Unidos, conversabacon un esceptico, quien le preguntaba1r6nicamente como sabfa que era unhijo de Dios. A to que el negro res-pondi6 simplemente:

-Lo se, porque Cristo vive en miEn el curso de la conversaci6n lle-

garon a hablar del pecado, y el sen-cillo creyente expres6 su seguridaddeclarando que se sentia protegido,porque, dijo:

LA VIDA CRISTIANA -Virtudes activgr

-Yo vivo en Cristo.-ZVeis, cuan il0gicos sois los cris~

tianos? irrumpi6 el incr6dulo. Si es-tais mas para ser intemados en unsanatorio mental clue para ensenar aa otros? Hace un momento me de.ciais que Cristo vive en ti. Y ahorame dices que to vives en Cristo,ZQui6n puede entenderos?

Es muy facil -replic6 el ne-gro- y os to demostrar6 con unejemplo: En casa tengo un buen ho.gar, y cuando me siento para calen.tarme atizo el fuego con un atizadorde hierro. A veces to dejo dentro deht llama, y cuando to saco, esta tanrojo que incendiarfa cualquier cosaque tocara. Por haber estado tantorato dentro del fuego, el hierro, Triode si, se convierte en fuego.

Asf yo estoy en Cristo, y estandoen El va calentando mi frfo coraz6nde tal manera, que ~ya no soy yo, clviejo Jack, malo y egoista, sino queEl brilla en mi persona. El esta eami, y puedo pacer grandes cosas por

El; hasta alumbrar, o comunicar suamor a otras personas. Pero no soyyo sino El, el que esta en mi.

968.

Hated el bien hoy

Habfa un senor que siempre le de-cfa a su sirviente negro que iba aacordarse de 61 en el testamento. F1sirviente estaba muy contento, puescr eia que algiln dia recibirfa una he*rencia. C~Iando muri6 el patr6n, losdeudos encontraron que segun el tes't: mento, el sirviente cuando fallecierrtendria el honor de ser sepultado enel pante6n familiar. Eso era todo. 0pobre hombre hubiese estado muchomas conforme con diez d6lares envida.

Si deseais hater el bien a algoapersona, hacedlo hoy. Hoy es el tiem'po de obrar.

CE

969,preocupaciones por la posteri-dad

LJna pobre mujer, muy anciana,estaba plantando un manzano, cuan-do fue rudamente interrumpida poralguien clue le dijo:

_por que planta usted arbolescuyo fruto no puede llegar a comer?Levantando la anciana la cabeza re-

plic6:..-Alguien plant6 arboles antes de

que yo naciera y yo coma de sufruto, y ahora planto para otros, paraque la memoria de mi gratitud existacuando yo me haya ido.

970. El esclavo voluntario

Muchos anos hate, en los dias dela esclavitud, vivia en el Sur de Chi-na un chino bastante rico, llamadoFu. Habiendo sido convertido sinti6tal pasi6n por las almas que lleg6 agastar todo su dinero en la Obra delSehor. Pensando en los pobres chinosesclavos que eran llevados a trabajara las minas de plata del Sur deAm6rica, los que nunca habian devolver a sus hogares, Reno de compa-si6n se vendi6 por esclavo para poderfegar a ellos con el mensaje delAmor de Dios,

Cuando muri6 dejaba una iglesiade 200 miembros, todos ellos ganadospara el Sehor por su testimonio, vi-viendo como un esclavo mas entreellos.

971. No para ser servido

Oyendo un joven campesino inglesque el doctor Morrison, misionero enla China, pedfa un ayudante, vino aofrecer sus servicios a un miembrodel Comite misionero, quien qued6asombrado de ver a un joven falto deirstrucci6n, y cubierto con malos ves-

353

tidos aspirar a ser el auxiliar deltraductor de la Biblia al idioma chi-no. Por otra parte habia en este ofre-cimiento tanta sencillez, buena fe yresoluci6n, que no se sinti6 libre paradespedirle y acab6 por decirle:

-Amigo, ni yo ni mis compane-ros podemos consentir en enviar austed a China como misionero, puespara esto se necesitan instrucci6n ydotes especiales que usted no tiene;peril si no le repugna it alli comocriado del senor Morrison gustosos leproporcionamos los medios de acom-panarle.

-Seiior, contest6 humildemente eljoven, to que deseo es servir al Se-nor en China, sea como misionero,sea como criado. Serb, pues to queusted disponga que sea, para serviciode mi adorable Salvador.

Dios bendijo su humildad, y rati-fic6 su decisi6n de tal manera, que eljoven campesino, pobre e ignorante,lleg6 a ser mas tarde el celebre doctorMilne; uno de los misioneros masdistinguidos de la Iglesia contempo-rdnea.

Dios ensalza a los humildes.

972. Vivir menos para ganar almas

Un misionero en China cuenta tosiguiente:

Una mujer fue traida al hospitalpara ser curada, pero su enfermedadresult6 incurable. Ella ignoraba lacondici6n de su cuerpo, pero ignora-ba tambien el plan de la salvacibn.

La enfermera que la asistia, seapresur6 a decirle la antigua historiade Cristo y de su amor. El men-saje fue nuevo y maravilloso a estamujer pagana; pero crey6 en el actolas buenns nuevas de la salvaci6n li-bremente ofrecida. Entonces tuvo undeseo ardiente de it a sus amigos conel precioso mensaje del amor del Sal-vador.

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IR~

354

Dita dia a la enfermera:-Izsaplico que pregunte al doo-

for oo cuanto tiempo estar6 curada.L dermera volvi6 con el men-

sale;-Tos m6dicos dices que tengo

que ddrle la verdad: jamas se cu-rara

-Y ~uuanto tiempo vivir6?-Tree meses con el cuidado y

asistvia que tiene ahora.L,Y cuanto tiempo vivire si vuel-

vo adantiguo pueblo con el benditomeuH del cielo?

-QA no mas de tres semans.mla contestaci6n la reciin con-

vertida nclam6:-,Unceme mi ropa, saldr6 hoy.-No pudieron disuadirla porque

dijo,-~ioasa usted que me preocupa

is p¢Aih de unas semaas de vida,cuad lmgo nuevas tan buenas quedech mi pueblo, donde nunca hascidc del Salvador, y donde sin sa-berlo edn perdidos?

973. Repicar Ins campanas

Lgequef o niflo itidio que se ha-bia nvertido, dijo en cierta ocasi6nal rbioaero que queria trabajar porJes6s Este le dijo: "No se que esto quo podrds hacer, pues eres tanpegdlo", a to que el niiio objet6:"Qia ao pueda hacer mucho fuerade qi, pero si puedo tocar las cam-pana,para que los fieles vengan alcuh y conozcan tambi6n a Jesus".Audio el misionero y aquel nihoquompez6 tocando las campanas,llegoaser un gran siervo de Dios ensu pas,

974 La obra de Cristo primero

bba celebrando una semana deretoioaes a 250 kil6metros en el

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activas

Oeste de Abilene donde era pastor enaquel tiempo, dice el Dr. Scarboroughcuando tuve una carta urgente de nilesposa en la que me decfa: "Nuestrohijo esta muy enfermo, acaba de salirel doctor y dice que tiene pulmonia",Ella no me decfa ven a casa, nuncame to habia dicho en las 450 reunio-nes que habia tenido fuera de mire.sidencia desde que nos casamos, peroentregu6 la carta al pastor y 6ste dijo:

-4Tendra usted que ir? Le res-pondf:

-Si, voy esta tarde en el tren delas seis, que es el dnico. faltar6 alcanto de la noche. Si salgo maiianano llegar6 a casa hasta el dia siguien-te y mi hijo puede haber muerto. Elpastor dijo:

-Raga como le parezca, pero re-cuerde que ha llegado esta mahanaun granjero con su esposa y su hijaviajando 150 kil6metros para oirle aa usted. Nadie mas tiene una influen-cia sobre sus corazones como usted,y to demuestra su esfuerzo en venir.

Fiji a mi cuarto y orb sobre elasunto. Por un lado vela a mi hijoenfermo y por el otro a este granjeroy su familia, y acudi6 a mi mentela pregunta: LMe auras mas que es-tos? Tuve que decidir entre el deberde ganar almas y el it a ver y cuidara mi hijo. Doy gracias a Dios deque di la respuesta correcta. Me dijea mi mismo:

-Por la gracia de Dios encomen-dar6 a mi hijo a Cristo y estar6 aqwesta noche para ganar si puedo estasalms.

Aquella noche fue la mas grandede la campaiia. Aun no habfa terms'nado de predicar cuando el granjerose levant6 y dijo:

-No puedo estar sentado sin decirque he sido salvado. Y su esposa y suhija vinieron al frente, y con ellosuna docena mas de almas fueron sai-

LELO

vadas aquella noche.Cuando llegud a casa hall6 que mi

hijo no habia tenido pulmonfa sinos61o un fuerte resfriado.

975. Sacrificio de un reins paraCristo

Un pastor desde la India, escribela siguiente e interesante historic:

En el ano 1874, Bora Singh. recibi6ei Evangelio. Es el sobrino del pode-roso Ram Sigh, que rein6 sobre loshabitantes del pais montanoso deKhassea, en Bengala. En dicho paiscuando el Rey o autoridad muere, susobrino, no su hijo, hereda sus bienesy trono; asi Bora Singh era herederodel trono de Khassea. Sabia al recibirc: Evangelio que era heredero de su00, y que le desheredarfan si confe-saba abiertamente su fe en Cristo,pero sin cuidarse de esto, resolvi6firmemente que cualquigra que fuesela p6rdida, abandonarfa el culto delos dioses falsos para tomar por Sal-vador al Hijo de Dios.

Cuando Ram Singh muri6, los no-bles y otros senores se juntaron, yconfesaron que Bora, era el verda-dero heredero del trono.

"Pero, dijeron, segdn la ley, elnuevo rey debe de celebrar los cultosa los dioses y Bora no to hard por-que es cristiano. Queda s61o una doestas dos alternativas. o que Bora re-runcie al Evangelio, o poser otroPrimo suyo en su lugar. Asf se tocomunicaron; pero 61 les contest6 queaamas negarfa a Cristo, exhortandoles11 mismo tiempo a que ellos tambi6aaceptaran el Evangelio.

En el dia seiialado para nombrara, rey, el primo de Bora compadeci61011 2.000 habitantes, mientras ques61o tenia 5 6 6 a su favor. Fueelegido el primo como rey, y Boraperdi6 el trono; pero tuvo por mayor

gloria, el dejarlo todo para Uevar elvituperio de Cristo.

976.

La dif erencia

LD6nde hallar la diferencia visi-ble, entre un cristiano de Cristo, yun hombre meramente religioso?-pregunt6 una joven en un porquep6blico al evangelista que habia pre-dicado el Evangelio puro, contra lareligiosidad sin vida de tantos.

La respuesta fue: -Un cristianoverdadero es un hombre que se es-fuerza, con la ayuda d. Cristo, en sermejor cada dia, trabajando en pro dede que el mundo sea, a su vez, mejor.En tanto un falso cristiano, al igualque cualquier ateo, son indiferentesal mejoramiento de su vida y de lade los demas.

Un aplauso de todos los oyentescoron6 la respuesta.

977. C6mo pasaria su ultimo dia

355

Una sefiora pregunt6 cierta vez aJuan Wesley:

-Suponiendo que usted supieraque habria de morir manana a lanoche, a lai dote, Lc6mo pasaria us-ted el tiempo entretanto?

-Pues,

sef ora -replic6

Wes-ley-, to pasaria como pienso pasar-lo. Predicaria esta noche en Glouces-ter y otra vez manana a las cinco dela maiiana: despu6s de eso, irfa aa Tewkesbuy, predicaria por la tardey me reumria con las sociedades porla noche. Luego me presentaria encasa del amigo Martin, que esperahospedarme, conversaria y oraria conla familia como de costumbre, meretiraria a las diez a mi cuarto, meencomendaria a mi Padre Celestial,me acostaria .a descansar y me des-pertaria en la gloria.

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356

978. Ayudando a predicar

-Ya no sirvo para nada- deciauna anciana a su pastor. El Seiaor mealarga la vida; pero no se para que,

ya que no puedo hater ningun bien.-Usted esta haciendo mucho bier

-dijo el ministro del Evangelic-pues me ayuda cada.domingo a pre-dicar el serm6n.

-LC6mo? interrumpi6 la ancianita.En primer lugar -declar6 este-

usted esta siempre la primera en suasiento de la iglesia, y esto me ayuda.En segundo lugar esta muy atentamirandome en la cars; y ello meayuda tambien. En tercer lugar, veoveo a~ menudo lagrimas deslizarse porsus mejillas, y esto me ayuda mas quetodo.

979. El anhelo del ex-artists

Durante su viaje al Congreso Bau-tista Mundial de Atlanta, en el aiio1939, el autor de este libro, tuvo elprivilegio de conocer a un antiguoartista americano que se mostr6 muyobsequioso con los delegados euro-peos. Era un hombre de medianaedad y en una carts recibida alguntiempo despu6s, en IA cual nos conta-ba sus actividades en la iglesia Es-cuela Dominical y organizaciones ju-veniles, nos decia: "He de esforzar-me para compensar al Seiior por losaiios en que servi al "diablo",. Nobley justo prop6sito que todos debemostener.

980.

Hater to que uno puede .

Muchas veces perdemos las opor-tunidades de hater el bien, lamen-tando no tener mayores posibilidadespara llevarlo a cabo. Esta verdadpuede ser ilustrada por el siguienteincidente autentico.

En un grande parque de Massa-

LA VIDA CRISTIANA - Yirtudes act'

chusets, tuvo lugar el incendio de Uncoche. Pronto se hizo alrededor ungran corro de personas que laments_ban no tener a mano cubos con quearrojar agua al fuego, pues todoscomprendian que Cuando llegara elauxilio del servicio de bomberos elcoche ya estaria destruido.

Un muchacho que se acerc6 p orcuriosidad oyendo los comentarioscorri6 a una fuente inmediata y lle-nando su boca de agua volvi6 co,rriendo y la arroa6 al fuego. De mo-mento la gente se ri6 de la ocurren.cia, pero muy prontto su ejemplo fueimitado por todos de tal modo que lacontinuidad de pequefios chorros deagua consigui6 apagar el fuego.

Que el Sefior pueda decir siemprede cads uno de nosotros como dijode la hermana de Lazaro "Esta hizoto que podia", y si to hacemos fiel-mente otros seguiran nuestro ejemplo.

9871. Audiencia con un rey superior

Cuando Jorge IV estaba en Irlan-da hizo comunicar a Lord Rodentque iris a desayunar con 41, cicrtamafiana con otros dos o tres noblesde su torte. El monarca lleg6 en elpreciso momento Cuando el Lord sehallaba en el culto dom6stico de lamafiana. Advertido de la presencia desu real visitante, Lord Rodent seapresur6 a salir a la puerta y recibi6al rey con todo respeto, invidndole aentrar y sentarse en el sal6n con susacompafiantes. Una vez hecho esto,volviendose at rey dijo:

-No dudo que vuestra majestadcomprendera cuan honrado me sientode recibirle en mi casa; pero en estemomento me hallaba en audienciacon el Rey de reyes en el culto do-mesticos de adoraci6n; por Canto rue ,go a vuestra majestad que me excusepor unos momentos.

_.Ciertamente, replic6 el rey pero

sinle to permites yo ire contigo. Asf

eatraron en la otra sala donde la fa-

n~ilia se ballaba reunida, y el reyaentado en un sill6n de brazos asis-

ti6 devotamente hasta el fin del culto.

982,

La experiencia del presidente

El famoso estadista americano Wi-lliam Jennings Bryand dijo en ciertaocasi6n: "Hay mas gozo en traer al-mas a Dios que en tres nombramien-tos presidenciales".

Esta era la experiencia de un grancristiano que fue elegido tres vecespresidente de los Estados Unidos.probablemente ninguno de nosotrospodra experimentar jamas el impon-derable gozo del triunfo politico, co-mo este gran hombre to obtuvo repe-tidas veces. Pero todos podemos expe-rimentar el gozo superior de traeralmas a Cristo, si, sabiendo apreciarsu verdadero valor, nos esforzamoson conseguirlo.

983. La sal produce sed

En una reuni6n misionera algunaspersonas estaban discutiendo sob°re eltexto: "Vosotros sois la sal de latierra". Una definici6n tras otra eradada por los circunstantes sobre elsignificado de la sal. Uno decia:

"La sal da un sabor -agradable ahs comidas". Otro declaraba:

"La sal preserva de la corrupci6n".Finalmente una cristiana China se

levant6 y exclam&"La sal produce sed".Hubo un murmullo de aplausos en

la sala, pensando cads uno: LHe lo-grado despertar en alguien sed delSeiior Jesucristo.

984 • La raz6n de la enferma

Ella era tejedora a mano, en aquel

986. La persistencia vecee

357

tiempo en que se trabajaba tantashoras. Por el mucho trabajar paramantener a sus hijitos, pues era viu-da, acab6 por enfermar. El amo. dela fabrics, un cristiano, le pas6 eljornal, y la mujer lleg6 a su conva-lescencia.

El doctor le dijo un dia: -Bueno,ya podemos decir que esta curada.Pronto volverd a la fabrics. Pero,una cosa ha de hater. El domingoquedarse en cams todo el dia.

-LY no podr6 it al templo deDios? preguat6 ella.

-No os preocupeis; el templo po-dra muy bien pasarse sin usted.

-PPero yo no podr6 pasarme sin61, doctor! -exclam6 ella. - A. Al-mudevar.

985. La gracia que Moody necesi-taba

Alguien pregunt6 a Moody:-LCree usted que tendria suficien-

te gracia de Dios para morir en lahoguera por Cristo?

-Me parece que no -fue la trap-quila respuesta.

-Pero... Lno os gustaria poseerla?-siguieron preguntandole.

-Creo, que no la necesito -con-test6 el famoso evangelista.

-LDe veras? LEso creeis?-Si, mi querido amigo. Lo que

ahora necesito es solamente graciapara vivir tres dias en Wilwakee ycelebrar nuestra Convenci6n.

Habia un maestro cristiano en elpueblo de Canning al sur de Dakotaque empez6 una escuela dominical enuna iglesia abandonada que habia endicha poblaci6n Cuando lleg6 alli. Mss

tarde empez6 cultos para la gente deaquel pueblo rural.

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A unos 10 kil6metros de distanciavivfa un granjero con siete hijos queno asisdan a los servicios religiosos,y por tal motivo el maestro empez6 aenviarles una postal cads semana, in-vitandole a traer a su familia a laescuela dominical. Semana tras se-mana el cartero rural traia su invita-ci6n. Asi pas6 un afio entero amonto-nandose 52 tarjetas postales.

Entonces el granjero dijo a su es-posa: "Vamos a it a esta iglesia porto menos un dia, de otro modo estemaestro se arruinara mandandonostarjetas". Carg6 a los nifios en sucarro y estuvo en la escuela domini-cal y en el culto que sigui6 despu6s.Cuando sali6 puso un dolar en la ma-no del maestro diciendole: "Es parapagarle las tarjetas que nor ha en-viado".

Condnuaron asistiendo y en unareuni6n de avivamiento que se cele-br6 el pr6ximo invierno, el granjero ysu esposa aceptaron a Cristo. Se or-ganiz6 una iglesia de la cual fueronbuenos sostenedores y uno de los ni-nos que fueron aquel domingo es hoydia uno de los mas prestigiosos misio-neros que la Iglesia Nazarena ha en-viado al campo.

Una postal semanal enviada persis-tentemente ha significado mucho parael Reino de Dios, y muchfsimo paraesta familia. - G. F. A.

987. El cuarteto silbador

El Dr. Jowet de Newcastle habiaorganizado un servicio especial paramuchachos en conexi6n con la igle-sia. En la primera reuni6n sucedi6que, de pronto, cuatro de sus asisten-tes, se pusieron a silbar estorbando lala reuni6n.

Uno de los di6conos, localizando alos enredadores los hizo salir al vesti-bulo, donde no pudiendo escapar, es-

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes gctivas

peraron la justa reprimenda del pas.tor.

Cuando este se present6, sonriendoles dijo: -Muchachos: Mi esposa, sito aceptAis, os ensenara a silbar pre ,ciosos himnos, aprovechando vuestroarte, y podr6is ayudarnos en los ser-vicios silbando junto al armoniudn„,LAeeptais?

Los j6venes, turbados, aceptamn,Una semana mas tarde, los mucha-chos, muy satisfechos, lucian en logservicios sus facultades silbatorias, ymuchos acudian a estos servicios porla extrafia novedad.

La paciencia del siervo de Dios ha-bia ganado la batalla del diablo.

988. LDe qu6 me servfra?

Un eminente pastor, sufri6 una en-fermedad cr6nica, que le hizo consul-tar a varios doctores, todos los cualesdeclararon que la enfermedad era in-curable y que vivirfa mfas o menostiempo, segddn la forma on que proce-diera; por tal raz6n, le dieron undni-memente el consejo de dejar su ofi-cina y su trabajo y dejar la vida deactividad, que llevaba en el serviciodel Evangelio.

--Si me entrego al reposo, pregun-t6 el famoso te6logo Lcuanto tienIpovivir6?

-Unos seis anos, respondieron losdoctores.

-LY si continuo en mi trabajo?-Tres afios a mas tardar.' En tal caso caballeros, replic6 el

activo servidor de Dios, prefiero VI*vir dos o tres afios haciendo un tra'bajo 6til que pueda encontrar en elcielo, que seis affos en ociosidad".

989. Redimir el dempo

Con 32 afios de edad, Alejandro elGrande, habia conquistado el mundo

T25rIMONIO Y TRABAIO PERSONAL

entonces conocido. Se dice quo suscriados le tenfan que despertar cada1n aAana a las cuatro, con las pala-

bras: "Acuerdate que deber morir".Y Alejandro se levantaba siempre en

el acto para no perder ningddn mo-mento de su costoso tiempo.

Alejandro conquist6 un reino ma-terial y pasajero. iCuanto mas tene-,nos que redimir el tiempo nosotros,trabajando para el Reino eterno deDiosl

Z, TESTIMONIO Y TRABAJOPERSONAL

990.

Justo a tiempo y fuera dedempo

El c6lebre Moody, habia hecho lapromesa de no pasar un solo dia sinpredicar el Evangelio a un alma.Acordandose, cierta noche que aimno habia cumplido su promesa, seacerc6 a un hombre solitario que en-contr6 en la calle e inici6 la conver-saci6n preguntandole si estaba prepa-rado para morir.

El interpelado tuvo de momentoun gran susto, pero se seren6 cuandocomprendi6 el significado, y Moodytuvo el gozo de llevarlo a Cristo.

Otro cristiano que habia hecho lamisma promesa, salili6 una noche muytarde, acompaiiado de otro creyente,y recordando su deber, pidi6 al otroque le aguardara unos momenos,mientras el iba a dirigir algunas pala-bras acerca de la vida eterna a unempleado de un hotel delante delcual pasaban. No fue poca la risa delcOmpahero, Cuando se dio cuenta deque el supuesto empleado, no eraotra cosa que un maniquf puesto co-m0 propaganda del hotel, y asi tomanffest6 al avergonzado creyente.Mar cual no fue el gozo de ambos,cuando en cierta reuni6n, un reci6n

359

convertido declar6 quo habia sido in-ducido a buscar a Cristo por las pala-bras que oy6 pronunciar a un desco-nocido a la puerta del hotel en cuyointerior se encontraba.

991. Ganador de almas

Cierto ministro habia predicado unserm6n muy impresionante acerca deltrabajo de ganar almas. Despu6s deesto una mujer se le acerc6 y le dijo:' Yo soy una pobre viuda, tengo va-rios nifios, y tengo que trabajar te-jiendo desde muy temprano por lamafiana hasta muy de noche. LQuetiempo me queda para ganar almas?"

El pastor la mir6 bondadosamente,y le dijo: "LQui6n le trae la leche?"Ella contest6: "El lechero." El pastorpregunt6: "LQui6n le trae el pan?Ella respondi6: "El panadero." Elpastor, sonriente, la mir6 y le dijo:"Hermana, que Dios la ayude."

La mujer se fue a su casa, y compya era de noche es acost6; pero nopudo dormir ni olvidar las palabrasde su pastor, y estuvo pensando ensu deber de ganar almas. La maffanasiguiente se levant6 mas tempranoque de costumbre, y no sac6 la bote-lla vacfa. Cuando el lechero lleg6 yno vio dicha botella toc6 en la puer-ta, sali6 la seffora y con voz temblo-rosa le dijo a1 lechero: Escfichemeusted un momento por favor. Quierohacerle una pregunta: LAlguna vez ha1•ensado en el lugar a donde irg cuando muera?

El lechero la mir6 con ansiosa mi-rada, y le dijo: -esta pregunta haestado molestandome durante las dosultimas semanas. La sefiora le dijo:-Entre usted, y le dire algo sobreeste asunto. En ese lugar y en esemomento aquella sefiora condujo a selechero a Cristo, y 61 to acept6 comosu salvador. En el corto espacio de

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un ano aquella senora ayud6 a vein-tis6is personas a quo aceptaran alSenor Jesus como su Salvador perso-nal. - The Flame, Inglaterra.

992. Nuestro trabaao debe ser pareEl

"Hacer pros6litos es una obra dig-na de un fariseo; pero nuestro prop6-sito debe ser llevar a los hombres aDios". -C. H. Spurgeon.

993. El objetivo de Carey

El primer misionero a la India, elcristiano por el cual la tercera partedel Mundo posee la Palabra de Diospor las traducciones que de la mismahizo 61 mismo ayudado por sus cola-boradores, traduci6ndola entera o enpane en 40 distintos lenguajes, tieneen su historia un sencillo, pero significativo hecho: Siendo zapatero, antesde abandonarlo todo para it a lospaganos, descuidaba de tal suerte sunegocio, ocupado en sus estudios,predicaciones, y cartas que alguien leamonest6 un tanto criticamente.

Carey le contest6: "LQu6 yo des-cuido mi negocio? No es cierto, ami-go mio. Mi negocio es, precisamente,extender el Reino de Dios. Si yovendo y arreglo zapatos es s61o parapagan gastos".

Toda la vida de Guillermo Carey,desde los dies cuando en plena ju-ventud se dio al Seiior en el cuartosencillo que ocupaba con su buencompanero Juan en una case de hu6s-pedes, nos presenta al hombre quetoma del todo a Cristo y se da porentero a El.

994. Manos vacias

Un joven que habia escuchado envano por varios anos el mensaje del

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes Qctivgq

Evangelio, lleg6 por fin a convertirseun mes antes de su muerte. Grandepaz y gozo inund6 su co -. ,z6n despu6sde tan feliz experiencia, pero pocashoras antes de su muerte, hall$nd oserodeado de varios amigos creyenntssu care se nub16 otra vez por la tris-teza.

-ZQu6 to pass le pregunt6 unode los circunstantes-, no confias enla obra perfecta de Cristo?

-Si, todo estA bien, s6 que Jes6sme salva, pero, ies tan triste teller quepresentarme delante de El con las ma-nos vacias!

Este incidente, presenciado por unpoeta cristiano ingles dio lugar a queescribiese el hermoso himno n6me-ro 789 del Songs and Solos, que re-fiere dicho caso.

995.

Cufindo hay que empezar

El misionero Hudson Taylor noscuenta que un pastor chino interro-gando a un joven convertido le pre-gunt6 si era verdad que conocia alSenor Jesus desde hacia tres meses.Este replic6:

-Si, afortnadamente, es asi.El pastor eontinu6.-LY cudntas personas ha ganado

usted para Jesus?-iOh!, -dijo el reci6n converti-

do-, yo soy s61o un aprendiz, y nua-ca , he posefdo un Nuevo Testamentocompleto hasta ayer.

El celoso pastor chino replic6:-LUsa usted velas en su case?--Si.-LEspera usted que la candela em-

piece a arder cuando estA a medioconsumir?

No; tan pronto como es encen-dida.

El joven convertido vio la lecci6a Yempez6 a trabajar. Dentro de seis me"ses varios de sus vecinos eran salvos

Tg$TIMONIO Y TRABAJO PERSONAL

996. Estrellas en la corona

Una senorita se hallaba ante el es-

pejo,ajustando un ornamento sobre

su cabello para que pudiera brillar me-

jor. Estaba preparandose para it a un

baffle. Observando por el espejo la mi-rada preocupada de su herniana pe-quena, volvi6se y le dijo:

-Ana, Lqub to pasa?-S61o estaba pensando -replic6

la nine.-Pero, pensando, 4qub?-Pensando sobre to que dijo nues-

tro instructor de la Escuela Dominica]el domingo pasado: Que si podemosganar un alma para Cristo, tendremosuna estrella en nuestra corona, y esta-ba preguntAndome si mi estrella bri-llaria mes que to diamante.

La sesorita fue a1 baile y volvi6cansada y desilusionada. Fue a sucuarto y hal16 a su hermana durmien-do. Sus rizos medio cubrian su frente.La hermana mayor se arrodi116 al ladode la came y tendiendo sus brazos so-bre el cuello de la nine, dijo:

-i0h, Sehor!, perntitame ser la es-trella en la corona de mi hermana.

Entonces, despertandola, le dijo:-i0yeme, qucrida! Yo voy a ser

la estrella de to corona. Lo que hasdicho ha ganado mi coraz6n.

La maestra de la Escuela Domini-cal gan6 a la nine y la nine gan6 asu hermana, y la hermana gan6 aotros despu6s.

9 47. El lugar preciso

Un pastor coloc6 a un joven miem-bro de su congregaci6n como depen-diente en la tienda de un conocido.

Muy pronto el muchacho volvia a61, muy disgustado, quejdndose:

-ISabe usted, pastor, donde me haeo1ocado? En un lugar donde no hayUO 6010 creyente, y donde todos se

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burlap de mi religi6n. Y no puedo tra-bajar ni un die mds con tales per-sonas.

-Efectivamente -le contest6 eiministro- si no os sentrs to suficientefuerte para luchar in la batalla de lafe ante ellos, es mejor que os retir6isprudentemente. Pero, si pudieseis lu-charla, con las fuerzas dei cielo..:, yono conozco un lugar mes a prop6sitopara un cristiano.

Cada creyente en Cristo debe aspi-rar a poder ser un testigo suyo encualquier lugar, fiando en las fuerzasdel Espiritu de Dios.

998. Tu campo misionero

Un dfa se present6 ante Spurgeonun maquinista de ferrocarril, para de-cirle que habia resuelto ser misionero.El gran evangelista le pregunt6 cullera su empleo y cuando to supo, ledijo:

Tu fogonero, Les cristiano?No, senor.-Pues entonces ahi tienes tu cam-

po misionero.

999. La conquista de almas

Conoci a un comerciante cristianoque solia ser visitado por un corredorque le vendia, en el mostrador, los ar-ticulos que llevaba. Este comerciantetuvo cierto die este soliloquio:

-He tratado con este corredor porespacio de nueve a diez anos y apenasha pasado un die sin versos. El me hatraido su mercaderfa y yo le he paga-do su importe, pero nunca he pro-curado hacerle alg6n bien.

Este proceder no es correcto. Laprovidencia to ha puesto en mi caminoy yo debo, por to menos, preguntarlesi es salvo por Cristo.

Ahora bien, la pr6xima vez que vinoese corredor, el creyente se sinti6 in-

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timidado; pens6 como excusa que elhombre tenfa prisa, y no crey6 opor-tuno empezar una conversaci6n reli-giosa. Lo har6 la pr6xima vez quevenga se dijo varias veces aquella se-mana para acallar su conciencia. Peroel corredor no volvi6 mas.

El pr6ximo lote de mercancfa tollev6 su hijo.

-LQu6 ha pasado? -le dijo el co-merciante.

-Papa ha muerto -respondi6 elmuchacho.

Ese comerciante, muy amigo mfo,me dijo poco despu6s.

"Ese dfa no fui a la tienda: sentique era responsable de la sangre deaquel hombre. No habia pensado eneso antes. LC6mo puedo librarme deesa culpa? Que mi necia timidez mecerr6 la boca Cuando tenia tantasoportunidades de hablar. Nunca podr6

LA VIDA CRISTIANA - Virtud

-

es a tivas

hosped6 en el hogar de uno de losdiaconos. Durante la comida la sefio-ra de la casa le dijo.

-LNo me recuerda, Seiior Charl.ton?

-No tengo ninguna idea de haberlavisto -respondi6 el predicador.

-LNo recuerda haber cantado unoshimnos para apaciguar a un hombreborracho en el tren, hace siete afios?

Charlton hizo memoria y ella con-tinu6:

-Aquel hombre es mi esposo,quien qued6 tan interesado en suscanticos que el dfa siguiente me inst6para it a la Igleia. Poco despu6s fueconvertido y hoy es, ya to ve usted,un diacono.

Pero no termina todavia aquf la his-toria. Este diacono se llamaba JoshParker y fue el padre del famoso pre-dicador del mismo nombre. LQuienpuede decir to que habria sido la vidade su hijo de no haber cantado aquelceloso sastre-predicador unos himnosen el tren para distraer a un pobre bo-rracho? Nunca podemos predecir elalcance de una buena obra hecha conamor y fe para el Senor. - Adaptadode Christian Conservator.

perdonarme a mf mismo este pecado.Queridos amigos: No traigais sobre

vosotros tan terrible remordimiento.Evitadlo desvelandoos diariamente porsalvar a los hombres de la muerte se-gunda.

1.000. Un cfintico en el tren

En los primeros anos del siglo XIXvivfa en Newcastle-on-Tine un sastrellamado Charlton. Un sabado por lapoche viajaba este siervo de Dios ha-cia Hexham, donde iba a predicarCuando entr6 en el coche un hombreborracho colt su esposa. Como quieraque el nuevo pasajero parecia inclina-do a alborotar, Charlton le dijo paraapaciguarlo:

-LQuiere que le cante una canci6n?-Si, sf, una canci6n -replic6 el

semi-borracho.Charlton empez6 a cantar himnos

hasta que el tren lleg6 a su destino.Siete atos mas tarde fue otra vez

Charlton a Hexham a predicar y se

1.001. La obra personal

Un ejemplo que presenta el doctorTorrey es el siguiente:

"Un dfa encontr6 a un hombre en]as calles de Chicago, y al pasar cercade 61, me vino el impulso de hablarleacerca de mi Salvador. Me detuve unmomento para pedirle a Dios que memostrara si ese impulso era de El, Ydando vuelta seguia al hombre. Lo 21'cance, y colocando la mano en suhombro, le pregunt6:

-Amigo, Les usted creyente aCristo?

El hombre se detuvo sorprendido Yme contest6 que mi pregunta era bas,

TESTIMONIO Y TRABAJO PERSONAL_

rara. Le dije que, efectlvamente,11®

nera, pero que se la habia porque

Dios me habia dado ese impulso. En-

tonces me cont6 que era primo de un,astor evang6lico, que le habia hechola Jnisma pregunta. Era graduado uni-versitario, pero estaba arruinado porla bebida. Despu6s de una breve con-

versaci6n, nos separamos, pero supeque mas tarde que decidi6 cambiarde camino y acept6 a Cristo como suSalvador.

1.002. Los reyes de Inglaterra y laexperiencia de la conversi6n

Un sabado, el rey Jorge V de In-glaterra y la reina Maria estaban devacaciones en el campo con lord Stan-fordham y vinieron a una humilde ca-bana donde pidieron entrar para sen-tarde y reposar unos minutos.

La reina Maria fue quien llam6 ala puerta y la buena mujer que laabri6 corri6 adentro azorada y avis6al marido diciendo:

-IOb, Guillermo!, estAn aqua elrey y la reina, Zqu6 haremos?

Cuando el rey y la reina se senta-ron en el recibidor, humilde, pero muylimpio, observaron una Bibiia en lamesita central.

-Me gusta vez que ustedes tienenla Biblia -dijo el rey.

Animado por esta observaci6n, elmarido, un cristiano sencillo, respon-di6.

-IAb, sf amamos la Biblia y yasoy convertido! LQuisieran VuestrasMajestades ofr la historia de mi con-versi6n?

-Por supuesto que si -dijo el rey,sonriendo.

El aldeano cont6 el caso con el en-tusiasmo propio de su caracter y sen-cfla educaci6n.

La reina, con lagrimas en los ojos,dirigi6se a la esposa y le dijo:

363

-Y usted, Lno tiene una experien-cia como 6sta?

-Si, Majestad.Y tambidn ella cont6 c6mo habia

sido salva.Cuando se levantaron para marchar-

se, el rey y la reina, muy impresiona-dos por el incidente, les dieron lasgracias y dijeron, simplemente:

-Nosotros tambidn amamos al Sal-vador. Ustedes ya to saben.

1.003. Pobre medio, resultado gran-de

Se

cuenta

q u e

un

evangelista"sin letras" predic6 un pobre serm6nen un granero, en Irlanda. Por tanpobre medio fue convertido un jovenllamado Toplady. Toplady lleg6 a serel muy distinguido y poeta conocidopor este nombre.

Toplady es el autor del preciosohimno "Roca de los siglos" o "Rocade la Eeternidad", que se canta tam-bidn en espaiiol.

1.004.

Tratemos de salvar a los quese pierden

Hace afios, un hombre que viajabaen el Estado de Minnesota se encontr6perdido en medio de una terrible tem-pestad. La nieve cafa sin cesar y elhombre ya no tenia esperanza de sal-varse Cuando vio a to lejos una luce-cita en un cabafia de troncos. Hacien-do un esfuerzo pudo llegar hasta lacasita y se salv6 la vida. Era un hom-bre de dinero. Compr6 la cabafia yedificb en el mismo sitio una hermosacasa. En to alto de una torre, coloc6una luz giratoria, y cads vez que haytormenta, prende la luz, a fin de quopueda salvar a alg6n viajero que seencuentre en dificultades.

Eso es gratitud. Asi quiere Diosque procedamos. Si nos ha rescatado.

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debemos siempre estar buscando SRI-

var a los demfis.

1.005. Se qued6 alli

Una mujer de humilde condici6nfue convertida y vino a ser llena delgozo de la salvaci6n. Unas semanasdespu6s dio su testimonio en la Iglesiaexpresando su gratitud a Dios por ha-berla salvado, y al hater esta declaraci6n explic6 que pensaba abandonarla calle donde vivia, por ser una callede mala fama.

Despu6s que hubo concluido el pas-tor la mir6 fijamente y le dijo:

-Qu6 diria usted, si el ayuntamien-to ordenara apagar todas las lutes delas calles oscuras y sucias de nuestraciudad dejando iluminadas solamentelas calles mejores? Jesus dijo "Voso-tros sois la luz del mundo".

La mujer comprendi6 y poco des-pues encontrando al pastor, 6ste ledijo:

Bien, senora Jones, Lc6mo vanlas cosas por su barrio?

Ella replic6, sonriente:-Como de costumbre; pero Dios

ha puesto una luz mfis en la calle cen-tral para quo la gente tropiece un pocomenos con los escombros. - Adap-tado de Evangelistic Hustmtions.

1.006.

Influencia de la Esenela Do-minical

El fundador de las escuelas domini-cales, Roberto Raikes, cuenta quo enuna ocasi6n fue saludado por un hom-bre con mucho afecto.

Roberto Raikes dijo que no se acor-daba de haberle hecho ningiin favor.

-Claro -exclam6 6ste-, Thanpasado tantos afios!.

Entonces le cont6 que habia sidouno de sus alumnos en la EscuelaDominical, y que unos pocos anon

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activas

despu6s, su padre, haciendo un ga,esfuerzo le habia llevado a una es.cuela de la ciudad, donde por mediode la instrucci6n pudo salir de la vidapol?re en que habia transcurrido suinfancia.

Entonces record6 el caso. Se trataba de un hombre que en cierta ocasi6avino a saludarme y me explicb c6mola instrucci6n religiosa que habia dadoa sus, hijos habien sido el medio deque dejara la tabema, pues las histo.rias de la Biblia que le contaban susninos llegaron a interesarle de tal mo.do que le llegaron a la conversi6n.Desde entonces se esforz6 en mejorarla suerte de sus hijos.

Fue una jugada de billar. La ins,trucci6n espiritual dada a los ninosafect6 al padre, quien a su vez, procu.r6 la instrucci6a material de sus hijosresultando para ambos beneficios pre.sentes y eternos.

1.007.

Enamorada de Jesfis

(La actriz Colleen TownsenEvans, en Hollywood)

En Hollywood, un grupo de perso-nas relacionadas con la cinematogra-ffa se reunfan para tomar juntas eldesayuno. Tenian por costumbre in-vitar a distintas actrices y actores, asicomo a otras personalidades para queleg dieran conferencias de sobremesa.A veces se burlaban de quienes ha-blaban, silbando. Cierta manana, unahermosa joven era la invitada de 110^

nor; una revista de amplia circulaci6ala habfa escogido como una de lasdiez j6venes mfis bellas del pats. E s'taba ganando 2.000 d6lares senla0o -leg como actriz, y su retrato apareclben la cubierta de otra muy difundldarevista.

Este grupo le pid16 que leg dirlse'ra brevemente la palabra, y cuando se

TESTIMONIO Y TRABAJO PERSONAL

acerc6 al micr6fono, dijo esto:_-Seiiores, estoy enamorada. Me

acabo de enamorar.Los presentes gritaron y aplaudie-

ron hasta que, al fin, alguien se anim6a preguntar:

_LQui6n es el afortunado?Ella contest6:-Me acabo de enamorar del Senor

Jesus.Se quedaron at6nitos, rein6 un si-

lencio perfecto, se hubiera oido elcaer de un alfiler sobre el piso. Luegola bella sehorita les dijo que abando-naba su carrera tan prometedora enel tine, y que entregaria su vida porcompleto a Cristo. Posteriormente con-trajo enlace con un joven predicadory ahora esta haciendo preparativospara acompaf ar a su esposo al cam-po misionero.

Esta seaiorita, Colleen TownsendEvans, y su esposo, cenaron una no-the con los esposos Graham, en Lon-dres. Billy le hizo la siguiente pregun-ta:

-Colleen, Lte has arrepentido al-guna vez por la decisi6n que tomaste?

Y ella contest6:No cambiaria mi lugar con el de

la actriz mfis popular de Hollywood,ni con el de la reina de Gran Bretana, ni con el del Presidente de los Es-tados Unidos. Jesucristo es maravi-110so para mi.

I' Oh, mi amigo!, El puede ser totodo. jLe dejarfis entrar en to coraz6nhoy?

1.008.

Los dos viajeros de los Alpes

Un viajero atravesaba los Alpes ya nlitad del camino fue sorprendidoPorfro e a ptannint nso q e muy prontose entumecieron sus miembros habien-do perdido ya ]as fuerzas mientras quese apoderaba de 61 un pasado letargo.

1.009. Salvado del suicidio

Mirad a Jesus en la tribulation;Mirad a Jesus gn la tentaei6n.

365

lba a echarse sobre la nieve y aban-donarse a la suerte que le habria lle-vado por medio del sueno al mundode los muertos, cuando vio a otro via-jero no muy lejos de 61, que se arras-traba sobre el camino y que se queja=ba mfis que 61 todavia.

A la vista de este infortunado elviajero, pr6ximo a adormecerse, hizoun gran esfuerzo y se levant6 paraayudar a su compaf ero de miseria.Tomb sus manos entre las suyas, yprocur6 calentarlas con su propio ca-lor, y asi tambi6n los pies, con fuer-tes masajes, mientras le alentaba conpalabras de esperanza. El pobre mo-ribundo recuper6 grado a grado susfuerzas hasta que se vio capaz de con-tinuar su camino.

El resultado de esto fue que por susbienhechores esfuerzos, salv6 1a, vidadel que estaba mfis apoderado delfrio que 61, y tambi6n salv6 la suyapropia. La Sangre circul6 de nuevo ensu cuerpo, volvi6 a hallar el calor yfue vencido su adormecimiento. Losdos viajeros volvieron a tomar el ca-mino juntos y felices por haberse li-brado reciprocamente de tan grandepeligro.

'! Cristiano! Cuando sientas to alma

fria y languida, haz algo para desper-tar; alguna otra alma que est6 a tolado; esfu6rzate por hater bien a topr6jimo y ayudarle a rdvivir: este serdel mejor medio de recalentar to pro-pia alma y de vivir tf mismo.

Un joven, entrando en el autobus,antes de sentarse, ofreci6 una tarjetaa cada uno de los pasajeros, uno delos cuales ley6 atentamente su con-tenido:

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La mirada de fe el poder os dard,Y victoria por Cristo, vuestra almatendril.

Cuando el joven descendi6 del co-che, el lector le sigui6. Acercandose a61, le rog6 le escuchase un instante.

-Joven le dijo-, cuando meofreciste vuestra tarjeta, me dirigia almuelle para lanzarme desde to masalto al mar para acabar con mi vida.La muerte de mi esposa y de mi hiji-to me ha sumido en la desesperaci6n.Pero la lectura de vuestro verso merecord6 que mi esposa era creyente, yen un instante han venido a mi memo-ria sus 61timas palabras al morir: "Teesperar6 en la puerta". Ya no puedomorn Quiero creer antes on Cristo.Por favor, ayudadme.

1.010. Lo que hizo on niiio chino

Un nifio convertido en China, velacon tristeza a unos vecinos ancianosque acudfan c9n gran frecuencia arendir culto al templo de los idolos.El muchacho no se atrevia a hablar-les de Jesus, porque es una de las co-sas mas reprobadas en las costumbreschinas el que un jov6n trate de ense-fiar a personas de mas edad; pero elmuchacho ardfa en deseos de anunciarlas buenas nuevas del amor de Cristoa aquellos paganos que to ignoraban.Cierto dia les sigui6 hasta la puertadel templo y cuando vio con qu6 fer,vor so arrodillaban ante los idolosmudos de piedra, sin poder contener-se, rompi6 a llorar con vehemencia.Lo observaron los ancianos al salir ypreguntaronle si a1guien 1e habia pe-gado.

-Oh, no -replic6 el muchacho-,pero no puedo menos que llorar alpensar quo ustedes no conocen a Cris-to, el amante Salvador que nos perdo-na los pecados y rinden su adoraci6n

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes aCtivas

a fdolos mudos.Los ancianos fueron sorprendidos

por esta respuesta y por la actitud delmuchacho y se interesaron

on conocerla fe cristiana, hasta encontrar et.,mismos en Cristo la paz de su almay el perd6n.

1.011. Fruto en la gloria

Una niiia moribunda decia a sumaestra de Escuela Dominical can

contents se hallaba de it delante deella al Cielo, porque as! la esperariapara llevarla a la presencia del Salva-dor y le dirfa que ells le habia ense-nado a amarle. La maestra conmovi-da, declar6 que se sentfa recompensa-da por todos sus trabajos con el agra-decimiento de aquella alma candida yfeliz en Cristo.

1.012. El ultimo gmno

No debemos menospreciar el valorde las cows pequenas. A veces unapalabra a tiempo o la lectura de unfolleto, pueden ser como el ultimo gra-no que echamos en la balanza; dice eldoctor R. A. Torrey: "Un dia, mientras viajaba en tren, pedfa a Dios queme guiara para Ilevar a alguien al co-nocimiento de su Hijo. Despu6s deun rato entraron dos sefioritas. Unaera hija de un pastor. Saqu6 un pa-quete de folletos y escogiendo uno, seto pas6 a esta nifia, pidi6ndole que toleyera. Mientras ella leis, yo oraba, ycuando concluy6 la lectura, le pregull -t6 qu6 le parecia. Estaba muy conmo -

Vida, y acept6 al Sefior sin mas demo -ra". Nunca podemos conocer el CO-do de un alma que el Senor pope anuestro alcance. Puede estar muy lejoso muy cerca de la fe. Estemos stem'pre prontos a echar el ultimo gran° -

~EgTibiONIO Y TRABA)O PERSONAL

1.013. Comp una novels, pero esCerto

Caminando cierto domingo por lamanana habia su trabajo como ins-tructor de una Escuela Dominical, un

cristiano se vio de pronto entre ungrupo de cuatro nifios entretenidos en

sus lue osVenid conmigo a la Escuela Do-

mlnical, pequenos -les invit6.Ellos aceptaron su amarle invita-

d6n.Pasaron muchos afios, y el grupito

se desparram6 por la tierra.Y un dia, en el afio 1932, el ins-

tructor, ahora ya muy anciano, reci-bi6 cuatro cartas de felicitaci6n, unade cads uno de aquellos nifios.

La primera de un misionero deChina.

La segunda, del Presidente de unode los Baacos mas fuertes de Am6rica.

La tercera, del Secretario particu-lar del Presidente de los Estados Uni-dos.

Y la cuarta, del mismo Presidente,mister Hoover.

1.014. Advertencia aprovechada

Lady Huntington hab16 una vez aun obrero que estaba arreglando unavalla de jardin, exhortandole a pensaren el estado de su alma. Algunos afiosdespu6s, estaba hablando a otro hom-bre del mismo asunto, y dici6ndole:

-Jaime, me temo que usted no seasalvo,

--Esta en un error, sefiora -le res-pondi6 el interpelado-. Yo of la con-versaci6n que usted tuvo con Tomas,y sus palabras hicieron efecto en mi.

--ZC6mo to oy6? -dijo la sefiora.--LO of desde el . otro lado de la

valla, y nunca olvidar6 la impresi6nque recibi, la cual me llev6 a Cristo.

367

1.015. El poder persuasivo de unamadre

Una madre de familia quo vivfa onuna granja - cercana a un terreno pan-tanoso, se dio cuenta al anochecerde que su hijo se habia perdido. Inquieta y temblando al pensar que suhijo podia hallarse inerme, prendidoen el fango del terreno y sin podersalir de 61, y comprendiendo que ellasola era incapaz de it en rescate desu hijo, corri6 al pueblo y llam6 encads casa rogando a cads hombre delpueblo en los t6rminos mas pat6ticosque fueran en busca de su hijo. No secontent6 con movilizar a unos pocos,conociendo la inmensa extensi6n delterreno donde su hijo podia hallarseretenido, quiza perdidas las fuerzas ysin sentido, y no ces6 de it de casaen casa hasta que hubo obtenido quouna compaiifa de mas de trescientoshombres, llevando sus linternas y con-siguiente aparejo de rescate se despa-rramaran en todos los sentidos bus-cando a su hijo. Toda la noche estu-vieron andando c6n precauci6n porentre el barro y al amanecer, la madretuvo el gozo de abrazar otra vez a suhijo perdido.

Jesucristo, el Seiior, der6 el tronode su gloria para acudir en rescatedel enfangado en el pecado, pero elmismo Hijo de Dios esta buscandocooperadores en esta gloriosa y meri-toria obra. i,No seremos nosotros per-suadidos por su amor para it en buscade las almas tan amadas de El y alas cuales rescat6 con el mayor de lossacrificios?

1.016. El cocinero y el rey

Luis IX, rey de Francis, fue halla-do instruyendo en la fe a un pobrecocinero. Al preguntarle la raz6n, eon-

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test6: "El mas humilde de mis slibdi-tos tiene un alma tan preciosa paraDios como la mia, y Cristo dio susangre preciosa por amor a todas lasalmas".

1.017. Timidez vencida

Durante una serie de cultos de avi-vamiento muchas personas tocadas porel mensaje de la Palabra de Dios selevantaban para pedir las oracionesde los creyenes en su favor. Un dfael predicador recibi6 una esquela deuna senorita muy timida, que decfa."Yo quiero ser del Senor, pero nopuedo sufrir la idea de tener que setobjeto de la atenci6n p6blica. Supli-cole se sirva pedir esta noche las ora-ciones de los cristianos a mi favor,pero sin mencionar mi nombre". Elpredicador cumpli6 el encargo comole fue hecho. Principiaron las decisio-nes y entre otras sdplicas fervorosasrompi6 el silencio una voz femeninaque dijo: "Senor Jesus, yo soy la se-norita que no queria que se menciona-se su nombre. Aceptame tambien ypersona mi temor de confesarte". Elamor ferviente habfa vencido la timi-dez y la vergiienza.

1.018. El lema de Wesley

Sobre el pfilpito de la iglesia me-tropolitana de Washington esta la Bi-blia que Juan Wesley usaba para pre-dicar, primero a las multitudes al airelibre y, mas tarde, a bien constituidasiglesias. Fue impresa en 1655 y sobresu primera hoja hay un escrito de lapropia mano de Wesley que dice: "Vi-vid al dfa". Este gran siervo de Diosfue un buen imitador de San Pablo,vivia casa dfa consagrado a su deber.No perdia el tiempo lamentando lasoportunidades del pasado, ni esperabapara obrar mejores tiempos de inciertoporvenir.

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes actives

1.019. El flautista insolente

Durante el ensayo que efectuabauna gran orquesta, a un pequeno ftaa-tista le pareci6 que teniendo tan pocovalor su instrumento en medao delconcierto ensordecedor de otros maspotentes, podia descansar un rato, yces6 de soplar. Pero el fino ofdo deldirector not6 la falta y reprendi6 aljoven artista por su negligencia. Supoco notable pero agudo sonido eranecesario en la armonfa general.

1.020.

Los nombres 'de una ahicanaconvertida

Maria es una africana convertidaque ha llevado sucesivamente nombresdiferentes.

Cuando el Espfritu Santo le abri6los ojos y vio a su luz las manchas desu coraz6n, ella pidi6 que la llamaranMaria Elese, que significa "Maria, lapecadora".

Mas

tarde,

el

Espfritu , Santo, lacondujo a la salvation y exclam6: "Nole llam6is mas Maria Elese, sino lla-madla Maria Omu-Manu, to que sig-nifica "hija de misericordia", ya quela sangre de Cristo me limpia de todopenado".

Desde ese momento dichosa, trans-formada, con el coraz6n lleno de estaPaz que da Jesus, se puso a dar testi-monio de quien la habfa salvado, y acontar por su vida tanto como porsus palabras, las grandes cosas que Bthabfa hecho para su salvaci6n; desuerte que los que la oyeron le llama-ron Moum-Ouwasu, o "Maria q°ue datestimonio".

Amigo lector: LPodrfas t6 recibirestos tres nombres?

1.021. Embajadores de Cristo

Una noche el pastor Owen L0et

TESTIINONIO Y TRABAIO PERSONAL

se hallaba en una de las estacionesdel metro de Nueva York. Reparti6algunos folletos y ya se disponia a re-gresar a casa, cuando vio a un hom-bre pensativo sentado en un banco.EI pastor Lower sinti6 la necesidadde darle un tratado, pero pens6:«Lpara qu6? Seguramente no le inte-resara...... Sin embargo, el EspfrituSanto le impuls6 a abordarlo y le dij6: °'LQuiere algo para leer?". "INot",repuso secamente el desconocido. En-tonces el pastor le pregunt6: % Hapensado alguna vez en la etemidad?".El hombre casi dio un salto, cogi6 elfolleto y dijo: "LC6mo sabia que yoestaba pensado en la etemidad?". Des-pu6s de una larga conversaci6n, eldesconocido se entreg6 a Cristo. Lue-go explic6 al pastor Lower que esta-ba en el and6n del metro pensandoarrojarse a las vias tan pronto comollegara el pr6ximo tren.

! Cuan importante fue que OwenLower recordara su misi6n de ser unembajador de Cristo! Ve tu, y hazto mismo.

1.022. Trabajando con interis

Cuando el joven Brown entr6 atrabajar en una Companfa bancaria,solia hablar de las empresas de aquelgran Banco, diciendo: "Nosotros ha-cemos tal o cual cosa". "Vamos ahater unas oficinas mayores y mashermosas". Sus hermanos se burlabande 61! pero su madre les decfa: "Esla Compdftfa de vuestro hermano.

Si no to necesitaran no to emplea-rfan, y no podemos saber hasta dondepods ascender".

Nosotros trabajamos con Dios ypara Dios, y debemos considerarnosverdaderamente asociados con El.

Un jefe Bantu de Africa, decfa alos nativos del pats exhortandoles aPracticar la labranza de la tierra:

1.023. LPor que no me to dijoantes?

1.024. El poder de la alabonza

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"Dios ha hecho todas las cosas her-mosas, pero tenemos que ayudarle".Ciertamente es un gran privilegio ser,en el terreno espiritual, to que Pablollama "colaboradores de Dios". Enlos bosques de Africa, o en las ciu-dades de America y en Espana, Diosnecesita obreros. LEstamos prestdndolenuestra ayuda?

Un creyente, que al mismo tiempoera medico estaba atendiendo a unode sus clientes el cual padecia unafermedad incurable. Pensando en 61y en la etemidad que le esperaba -elenfermo no era creyente- el medicocrey6 que habfa llegado el momentode anunciarle el Evangelio. El pa-ciente escuch6 con mucha atenci6n,y luego pregunt6: "Doctor, Lcuantotiempo hate que usted sabe estas co-sas?". "Bueno -respondi6 este-hace mas de veinte anos que soy cre-yente". El enfermo fij6 sus ojos en suinterlocutor para preguntarle: " LY

por qud no me to dijo antes, para quetambi6n yo hubiese podido disfrutarde este gozo y esta Paz que usted diceque Cristo da a los que creen en El?".

LTendran que decirnos to mismonuestros amigos, nuestros vecinos ocompaneros de trabajo? Que el Sefiornos ayude a decir a otros las grandescosas que El ha hecho con nosotros.

Una ninita hinds a la cual ator-mentaba la pereza, dio este testimo-nio: "Satanas no se me acerca muchosi canto todo el tiempo que me tocahater mi trabajo. El huye cuando meoye cantar y puedo verme libre demi pereza. No le gustan los himnos".

Aquella nina habfa descubierto un

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gran secreto que ha costado largosaiios para aprenderlo a muchos cris-tianos maduros: El poder de la ala-banza decidida, es muy grande.

1.025.

Una voz consagrada a Cristo

Cuenta el doctor Scarborough:Una hermosa joven estaba preparan-dose para cantar 6pera. Era cristianaprofesante; pero no vivfa una vidacristiana activa.

En cierta reuni6n de avivamiento,en la que habia mas de 2.500 per-sonas, se le pidi6 que cantara y tohizo maravillosamente. Cuando vinoa sentarse en la plataforma detras demi, tom6 su mano y le dije:

-Joven, si esta voz fuera consa-grada al servicio de Dios, podria ustedbacer una obra grandiosa para eiMaestro.

Esta palabra entr6 en su coraz6n.La maiiana siguiente me llam6 portel6fono y me dijo:

Quiero verle, necesito hablar conusted. No pude dormir la pasada no-che. Antes de colgar el tel6fono de-clar6: Dar6 mi vida y mi voz aJesucristo. Aquella noche cant6 denuevo en la reuni6n y antes de hacer-lo yo me levant6 y dije:

-"La noche pasada nuestra her-mana cant6 para ser admirada de loshombres, pero esta noche cants parala gloria de Jesucristo". Tan prontocomo termin6 vi un grupo de perso-nas entregar sus corazones a Cristo.

Debemos dedicar nuestros talentosy nuestro tiempo al servicio de Diossi queremos entrar en una comuni6dmas profunda con El.

1.026.

El verdadero negocio de todocristiano

Un buen cristiano, sastre de profe-si6n, estaba tomando ]as medidas a

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uno de sus clientes: "Y bien, JuanZqu6 vestido piensas llevar en el ottmundo?". "iBah -respondi6 el ot roni poco ni mucho me imports elvestido con que me entierren". , ]B ue-no -contest6 el sastre-. No es alentierro a to que yo me refiero, sino ala eternidad. ZNo quisieras ser to unode aquellos que andaran con el Senor"vestidos con vestiduras blancas"?"Mira -dijo el cliente un poco irri.tado-. A mi d6jame estar de estascosas y to atiende a to negocio'+."Pues esto es to que estoy haciendo-replic6 el sastre con una sonrisa_,Porque mi verdadero negocio, y enel que tengo puesto mi coraz6n, esprecisamente el de hablar a otrosacerca de Cristo. Si coso, ademas, estan s61o para ganarme la vida".

zImitaremos a nuestro amigo sas-tre en este dfa?

1.027. Curioso medio

Un procedimiento muy original pa-ra la propagaci6n del Evangelio, hasido usado por un misionero al Jap6n,llamado Philips, quien por espacio de15 aiios, ha estado poniendo folletosy evangelios dentro de botellas va-cias, echandolas al mar, to que le havalido el apodo de "el evangelistsbotella".

Es conocido el inter6s que despier-ta en los navegantes el descubrimientode una botella flotadora, ya que estees el m e d i o que los naufragoshan venido usando por espacio desiglos para enviar sus noticias al mun-do, o a veces para pedir socorro.Philips ha estado enviando por estemedio las nuevas de salvaci6n en

Cristo, pasta regiones y playas mt1Ylejanas; y ha recibido ccntenares decartas de todo el mundo dici6ndoleque muchos han logrado ser salvos potlos mensajes que se incluyen en cads

botella vaeia.Un budista llamado Timoteo Nakar

nlura, _de veintiun aiios, es convirti6pot este un ttimelmpo eint6 pretekde unfue p or

norteamericano dedicado ala traduccibn, mas la influencia evan-g6lica anterior no habia sido sufieien-

te para hacerlo desistir de su religi6ny aceptar a Jesucristo. - Puerto RicoEvangelico.

1.028. Conversaciones cristianas

Hace muchos afios conversaban tresmujeres en el portal de una casa docierta calle de Bedford (Inglaterra).Hablaban de Dios y de c6mo El lashabia salvado por medio de nuestroSenor Jesucristo, de c6mo gozabanahora de dicha y Paz, de c6mo 61 con-testaba sus oraciones y cuan maravi-Uoso era su Seiior.

Tan embebecidas estaban en la pla-tica contandose de Dios y de su Sal-vador, que no se dieron Cuenta de queun hombre se eproximaba mas y mashasta poder oir cuanto ellas estabandiciendo. El vio que estas humildesmujeres poseian algo real y sublimeque 61 no tenia, algo que nunca habiasabido ni experimentado. Jamas olvid6esta conversaci6n. Abandon6 desdcese dia sus antiguas compaiiias de gen-ts impia y se dio a buscar el tesoroespiritual que aquellas sencillas seiio-ras poseian. Aquel hombre era Bun-yan, que mas tarde seria el autor de"El Peregrino" (1678), interesantealegoria de la vida cristiana. jOui6neseran aquellas mujeres? Nadie sabe susnombres. Simplemente eran mujereseristianas que estaban dando testimo-nio de su fe ardiente y sincera. Jamaspodian e11as imaginarse el bien quehabria que reportar aquella sencillaconversaci6n, salida de sus piadososcorazones, no tan solamente a un

hombre necesitado de luz espiritual,sino, por su medio a millones de per-sonas, por varias generaciones.

3. ALABANZA

1.029. Testimonio por el canto

1.030. La curs del malhumor:alabanza

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El doctor Wolsey, presidente pormuchos aiios de la universidad de Ya-le. era considerado como uno de losmas grandes eruditos de su tiempo, ala vez que uno de los hombres maspiadosos.

Cierta noche, este profesor de blan-cos cabellos se hallaba sentado en laplataforma durante una de las reunio-nes de Moody, cantando viejos him-nos con todo el coraz6n. Un joven quehabia venido a oir a Moody predicarfue tan impresionado al ver el ardorcon que el anciano doctor cantaba,que apenas oy6 una palabra del ser-m6n. Sin embargo, al terminar, seadelant6 y.acept6 a Cristo, diciendo:"He pensado que si uno de los masfamosos profesores de Am6rica puedecantar himnos con tanto entugiasmo,debe haber algo real en la fe cristiana.No fue la predicaci6n de Moody, sinoel canto del doctor Wolsey to que meha persuadido a ser cristiano".

Un misionero, en China, acosadopor algunas dificultades, volvi6se me-lancblico y quejumbr6n. En una oca-si6n entr6 en una sala de culto deShanghai, donde ley6 las palabas es-critas en caracteres chinos sobre lapared: "Tratad de alabar a Dios". Erauna invitaci6n a los nativos timidospara que se levantasen a orar, peroel misionero to recibi6 como un men-saje para su alma: jProcurad alabara Dios! La bfisqueda y hallazgo de

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motivos para ello, desvanecieron susdudas y su mal humor.

1.031. Cantando va mejor

Los cults (jornaleros chinos que sedejan alquilar para llevar cargas) te-nian que andar a compas, dando unaserie de tonos, mientras llevaban laspesadas cargas, asf que el conjuntoparecia una melodia. Siempre que sen-tfan la carga dura, cantaban de estamanera. La mujer de un c6nsul eu-ropeo, en cuya casa un grupo de cultstenian que descargar ladrillos, se irri-taba al oir esta canturria y mand6que se les hiciese callar. Tan prontocomo 6stos se enteraron de la prohibi-ci6n, se declararon en huelga. En vezde dejarse irritar, mejor le habrfa sidoa esta dama aprender de los cults dellevar Canando ]as cargas de su vida,to que le habrfa aliviado su pesadavida.

1.032. Cuatro motivos para dargracias

Matthew Henry, el c6lebre comen-tarista de la Biblia, fue un dia atraca-do por los ladrones, que le quitaronsu bolsa con el dinero. Tal dia escri-bi6 en su diario to siguiente:

"Sea yo agradecido: Primero, quenunca antes haya sido atracado; segun-do, porque solamente me han quitadoel dinero y no la vida; tercero, quasi me hubieran tornado todo to quepoesia, no habrfa sido gran cosa, ycuarto, que yo haya ido la victims delos ladrones y no un ladr6n yo mis-mo".

4. VALOR (Martires)

1.033.

El sacrificio de la pequenajaponesa

Una joven japonesa fue convertida

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activas

1.034.

El no deja ni en la muerte

y empez6 a hablar de Cristo a los q uele rodeaban. Su padre, fanatico paga-no, le prohibi6 volver al culto

y comoreincidiese, la maltrat6 de tal manescon un grueso bast6n, que su cuerNqued6 contusionado y manando s ari.gre por muchas partes.

Cuando la desnudaban, ella coginsus vestidos empapados de sangre yexclam6:

-Senor Jesus, T6 diste to sangrepara limpiarme de mis pecados y yohe dado la mfa por Ti. Gracias, SeiiorJesus, por tal privilegio.

Pocas horas despu6s, la pequefamartir habfa volado a la presencia desu Salvador.

El sol abrasador del centro del Afri-ca, inundaba con sus rayos una aldeaafricana, compuesta en su mayor partede toscas cabanas; en una plazuela,delante de un edificio, de troncos muysuperior a los demas, estaba reunidauna turba de salvajes medio desnu-dos. Sus gritos feroces y sus gestosiracundos les bacian parecer apenashumanos y formaban un contraste no-tabilisimo con la figura tranquila deuna joven que estaba en medio deellos. Senalando uno de ellos al granedificio, que era un tempo pagauo,dijo a la joven.

-Entra por esa puerta y adora alos dioses de tus padres, o preparatepara poner to cuerpo en esa pica paraser quemado: no queremos ya mssde to nueva religion.

-Oh, padre -grit6 la joven NO

voz temblorosa de emoci6n-, 0 ymi madre me abandonais? PerO mehan ensenado los misioneros que aauentonces, el Senor me recogera.

-Deja de mentar a esos malvadosblancos -grit6 el gentio.

-Y cuidate de ti misma exclamaron unas cuantas votes.

VAS

,No puedo negar al Dios del cielo_dijo la joven-. El me ha ensenadoque los idolos no son dioses en mane-.. a1guna.-Ya ha llegado to hora para mo-

rir fue la feroz sentencia de la mul-titud. Y con apresuramiento llevarona la infeliz para ser quemada.-Muda de parecer, ve a adorar a

nuestros dioses -dijeron algunos alver moverse los labios de la martir.No --dijo ella- no he hecho

s ino que repetir el primer versiculoque aprendi en la escuela de la misi6n.Y sera mi Iiltima palabra a vosotrospueblo mfo. Y su voz tuvo una reso-nancia admirable, clara y cast gozosaal decir:

El Hijo del gran Dios que hizolos cielos y la tierra, dijo: "El quea Mf viene no le echo fuera". Hatetiempo que fui a El en la tierra, yahora me llama para it a El en elcielo.

1.035. Entrando a la vida con unsolo ojo

En una pequeiia poblaci6n, cercade Kuang-chau (China), un hombrede cincuenta anos de edad, compr6un Evangelio y babi6ndolo leido, des-truy6 los idolos y demas cosas que sonel objeto del culto en una familia chi-na. Tan pronto como los miembros desu familia se enteraron de to quo ba-bia hecho, se enojaron en gran mane-ra y creyendo que estaba posefdo deun demonio le ataron de pies y manosy le punzaron el ojo derecho con agu-jas. Luego le rodearon una cadena alcuello y le ataron a una de las paredesde la habitaci6n interior de la casa.

Durante todo el tiempo de su en-carcelamiento guard6 el ejemplar delEvangelio escondido en su seno y bus-cabala salvaci6n por Jesds. Dfa y no-the y por mss de un mes clamaba a1)ios pidiendo misericordia como et

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ciego Bartimeo. Un domingo llovi6 to-rrencialmente y varios rfos se desbor-daron e inundaron la comarca. La casaderide el pobre estaba preso siendohecha de barro cedi6 al impetu de laavenida y se derrumb6. Entonces es-cap6se el hombre pudi6ndose refugiaren casa del evangelists, quien le quit6la cadena que llevaba al cuello.

Desde entonces llev6 siempre consi-go el Evangelio y decia a todos queaunque aquel libro le cost6 un ojo,Jesus el Salvador le habfa abiertoabora los ojos del alma y le habfadado la paz.

1.036.

Mel a la verdad

Cuando Kossuth, huyendo de loscosacos busc6 protection en el Sultanturco, 6ste le ofreci6 todo to que nece-sitase y grandes honores si dejaba aCristo y aceptaba a Mahoma. Si elfamoso estadista caido en desgraciarehusaba la oferta del mahometano,sabia que volvia a caer en poder desus perseguidores. Pero, valiente, porla verdad, contest6:

Bienvenidos, si Dios to permite,el hacha del verdugo o la cartel es-pantosa..., pero, iel Senor castigue lalengua que os6 hacerme tan infamopropuestal

1.037. El mis alto honor

Durante la persecuci6n de Maria IaSanguinaria, un cristiano que estabaen la cartel esperando su sentenciade muerte escribi6 a un amigo:

"Soy un prisionero por Cristo, Lnoes este el mayor honor para un pobre.gusano como yo? No todos los santoshan tenido este honor. Ninguna de lostitulos que he obtenido en la Univer-sidad es comparable con 6ste, el de serun prisionero por amor de Jesucristo.

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1.038.

El m&rtir Cris6stomo

"Y vosotros me ser6is testigos", habia ordenado Cristo a sus discipulos.Es de notar quo la palabra "testigo"en el lenguale del Senor Jesus, esf.111~iryf .

C1u

la

1ndo Cris6stomo fue arrestado

por el Emperador, 6ste discutfa consus consejeros to que haria con elsiervo de Dios.

-LLo meteremos en la c4rcel masmala? les pregunt6.

No, no to haremos... El se sen-tiria mas bien contento, porque en laquietud podria pensar y gozar mejorla bondad de su Dios.

-Entonces -sigu16 el Empera-dor- Ile ajusticiaremos?

-Con to permiso, Senor, no to ha-remos, porque 61 esta deseando morirpor su fe.

-LQu6 le haremos, entonces? -si-gui6 preguntando el verdugo de loscristianos.

Hay una sola cosa que le harfade veras sufrfr -sigui6 el malignoconsejero-. 1Obligarle a pecar! El noteme a otro enemigo que a1 pecado.

No pudieron, y el fiel Cris6stomogan6 la batalla, pudiendo confesar aCristo con su dolor, come Pablo: "Hapeleado la buena batalla, he acabadola carrera y he guardado la fe...".

1.039. Los 40 martires de Sebaste

Hace 1.600 anos, cuando los cris-tfanos de Armenia sufrieron terriblepersecuci6n por orden del Emperadorromano Licinio, el cuerpo de tropallamado La Legi6n Tronadora se ha-llaba en Sebaste. Cuarenta hombres dodicha legi6n fueron convencidos de laverdad que predicaban los perseguidosy se declararon cristianos, habiendocrefdo en el Senor Jesucristo.

Era invierno y hacfa mucho frio:

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Para castigar a estos nuevos conversesfueron condenados a ser expuestos des,nudos toda una noche sobre el hielode una lagunilla congelada. En unacasa a la orilla de la laguna mandaroapreparar lumbre, bane de aqua ca.liente, comida y vino; todo esto puestoal cargo del centuri6n Sempronio,Luego fue anunciado a los cuarentaque si alguno estaba dispuesto a negara Jesucristo s61o tenfa que dejar a suscompaneros y presentarse en dichacasa y serfa admitido y perdonado.El viento helado de la noche que ven!ade la cordillera del Caucaso hizo quelos habitantes de la ciudad asegurasenlas puertas y ventanas de sus casas ypusiesen mas lei5a en la lumbre paracalentarse. Y sobre el hielo estabanesos cuarenta guerreros; con ejerciciosfisicos procuraban aguantar el frio yevitar el suefio fatal que tal frio pro.duce. Lentamente pasaron las horas yde vez en cuando se oy6 un core devoces varoniles que cantaban:

Senor Jesus,cuarenta luchadoresto dan a Ti la gloria.Senor Jesus,tienes para cuarenta,coronas de victoria.

Se acentu6 el frio de tal maneraque uno de los cuarenta no pudo masy rompiendo la capa de hielo que seiba formando en la laguna se dirigi6 ala casa donde Sempronio y sus hom-bres estaban en guardia. No obstante,sin cambio sigui6 el canto de los mar-tires:

Senor Jesus,cuarenta luchadoresto dan a Ti la gloria.Senor Jesus,genes pare cuarenta,coronas de victoria.

VALOR

La constancia de esos fieles solda-dos de Cristo Jesus no fue desconoci-da en el cielo. Esta fe fue honrada

por Dfos. r eepvalor det suacom ane-movrdo p

pros de armas, que se declar6 cristiano.En el acto se desnud6 y sali6 a tomarsu lugar sobre el agua helada. Al es-

tilo de los hombres de David (1 Cr6-nicas 12:18), dijo: "Por ti, oh Cristo,y contigo, oh, Hijo de Dios".

Cuando el frio habfa tenido su efec-to, y el dia amanecia revelando cua-renta caddveres tendidos sobre el hie-lo, cuarenta espfritus gloriosos habianentrado en la presencia de su Rey.Entre ellos estaba Sempronio.

Tal es la historia por la cual du-rante siglos ha sido conmemorada tanheroica fe. En centenares de diferentesmodes, y en miles de ocasiones ha si-de demostrado que la fe en el SenorJesucristo no es cosa vana. Grande yaes el ej6rcito de martires que "noaceptaron el rescate, para ganar me-jor resurrecci6n". (Heb. 11). Creye-ron la palabra de su Senor: "S6 fielhasta la muerte y yo to dar6 la coronade la vida". (Apoc. 2). "Por tanto,nosotros tambi6n, teniendo en derre-dor nuestro, una tan grande nube detestigos, dejand'o todo el peso del pe-cado que nos rodea, corramos conpaciencia la camera que nos es pro-puesta, puestos los ojos en el autor yconsumador de la fe, on Jesus".

1.040. ;Noble ej6rcito!

Asi puede llamarse el ej6rcito de losmartires que Dios tiene en su gloriaY a quien tendremos el honor de co-nocer alglin dia y seguramente en mu-cho mayor n6mero que aquellos cu-Yos relates nos ban sido transmitidospor la Historia.

Entre otros ejemplos nos permiti.mos citar a Warfield, quien al ser ame-

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nazado de muerte, respondi6:-Si esto es todo, no la temo. De-

cid a vuetro Sefior que no puede hacerme un favor mds grande que el deenviarme a mi Padre Celestial, porquien deseo it to mds pronto posible.

Otro case es el que cuenta Fox ensu obra: "Hechos y Monumentos".Un martir holand6s, sintiendo las llamas, dijo: "iOh, qu6 pena tan peque-na comparada con la gloria venideral

El mismo autor refiere que JuanNoyes tom6 un fajo y to bes6 dicien-do: "IBendito el dia que nacia parallegar a semejante honor!"

1.041. Morir es ganancia

El obispo Hooper fue condenado aser quemado en Gloucester durante elreinado de Maria la Sanguinaria. Uncaballero procur6 su retractaci6n, di-ci6ndole:

-La vida es dulce y la muerte esamarga. Hooper replic6:

-La muerte eterna es mas amargay la vida venidera mas dulce todavfa.Estoy aqui para sufrir la muerte acausa de la verdad que os he ensena-do"

Cuando fue trafdo y atado a la es-taca, se le present6 una caja conte-niendo el indulto de la reina si abju-raba. En lugar de titubear, el decidi-do martir exclam6: "Si amas mi al-ma, fuera de aqui con esto. jSi aurasmi alma, fuera de aquf!"

1.042. lAleximenes fiel!

La representaci6n mas antigua quose posee de Cristo crucificado, es enlas ruinas de la colina del Palatine,en la ciudad de Roma. Esta imagen,no es otra cosa, sino una grosera cari-cature, representando a un hombrecon cabeza de asno clavado en unacruz, al lado de la coal se ve a un

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hombre arrodillaro. Debajo de esta ca-ricatura se leen estas palabras en elidioma griego: "Alexamenes adorandoa su Dios". No es dificil figurarnos laescena que pas6 en aquella sala. Ale-xamenes, era un soldado convertido ala fe de Jesucristo. Solo, en medio desoldados paganos y estaba expuestoa que algun nuevo edicto de persecu-ci6n le hiciera perder la vida por sufe, y a perecer en los suplicios mashorrorosos. Y, sin embargo, a pesarde las burlas e insultos, Alexamenestenia el valor de arrodillarse paraadorar a su Dios.

En aquel momento uno de los solda-dos hizo la caricatura que hoy se ve,entre las risas y burlas de aquellagente. LQu6 hizo entdnces Alexame-nes? Sin responder palabra se levant6, y al lado de la inscripci6n ante-rior aiiadi6 las palabras que todavfase teen: "Alexamenes fiel."

Tambien h6y, en medio de las di-ficultades, pruebas y burlas Dios dafuerza a sus hijos. Que podamos de-cir como Alexameu-s: "Serb fiei."

1.043. Su fide6dad gan6 a muchos

Se nos relata que un miembro deuna aldea india de America del Suracept6 a Cristo como su Salvador.Era el unico cristiano en esta aldeay aprovechaba cada oportunidad quese le presentaba para relatar a susparientes y vecinos el mensaje de suSalvador. Una noche to hicieron salirde su cabana un grupo de hombrescon armas. El dirigente del grupo dijo:"No nos gusta el que hayas dejado lareligi6n de to pueblo. iTienes que ne-gar a este Jests, o morir!"

El cristiano se atemoriz6, pero semantuvo sereno: "Yo no puedo ne-gar a mi Jesus quien murib por mf",dijo el. Luego aprovech6 esta oportu-nidad para relatar la his•oria de la

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crucifixi6n. "Asi que -dijo conclu.yendo-, yo tambidn tengo que morirpor El."

Los hombres se alejaron sileac!o.samente. en la oscuridad de la aoche.Mas taree este fiel hombre gan6 ParaCristo a muchos de su aldea,

y cons.truyeron un pequeiio templo comomonumento a su fidelidad. Donde an-tes habia reinado el temor y la su.perstici6n ahora habia gozo y felici-dad cristianos.

1.044. 1Sed cristianoslCuando el Titanic se estaba hun.

diendo y las gentes se apresurabanpara tomar los boles salvavidas, sedej6 ofr una voz dirigida a los oficia.les: "ISed ingleses!" Era ese un San.to y sefia muy grande porque conten!ala grandeza de ]as tradiciones de unpueblo de marinos formada a trav€sde los siglos.

Pero a bordo estaba el hombre porquien yo me converti, el ReverendoRoberto Bateman; y mientras se en-contraban sobre el barco que se hun-dia esperando la muerte, acomodandoa las mujeres y los ninos en los bolessalvavidas, el pastor Bateman rompi6a cantar un himno con su voz pro-funda y triunfante; y mientras el bar-co se hundia, todos cantaban.

Lo que 61 dijo a las gentes enaquella hora suprema, cuando el te-mor se apoderaba de los eorazones yla palidez de Ios rostros, fue: "ISedcristianos!" Asi encara el cristiano eldesastre.

Pero no debemos »nicamente enca-rar el desastre con este Santo y senaen los labios; debemos encarar todala enorme tarea de reconstrucci6n iO'dividual y social, toda la enorme ta'rea de hacer un mundo nuevo, llevaa'do el "iSed cristianos!" no solamen -to en los labios, sino en el corazbn.~Stanley Jones.

VALE

1.045. Autobiografia de un negro

,lace aigunos anos, en Morija (Ba-sutoland, Africa del Sur), habia unanumerosisima reuni6n en la capilla,

pueladBiblc a, aque habian S terminado

el Crrso. Despues de pronunciarse va-

rios discursos, se levant6 un hombr:anciano ya, que se expres6 en estost6rnlinos:

"M nombre es Moshe Molepo. Ha-bito en el Transwaal y soy jefe. Cuan-do era muy joven habia aprendido aleer, y leia con gusto en el libro lla-mado Linea tras iinea, la vida de losreyes David, y Salom6n, pero no mehice cristiano. Como los de mi clasetuve gran n6mero de mujeres. Por toque hate el evangelio, yo to odiabacon odio feroz, y estaba decidido a im-pedir que entrase en mi casa.

"Of un dia que un evangelista lla-mado Mateo, habia venido a estable-cerse cerca de mi residencia. Qued6muy disgustado y prohibi a mis mu-jeres que fueran a oirle. Sin embargo,poco despu6s supe que algunas deellas, a despecho de mis 6rdenes, ha-bia ido escondidamente a ofr a los pre-dicadores. Furioso cogi mi pesadobast6n de jefe y castigu6 a las culpa-bles; a una le rompi la clavicula y ala otra el brazo o la pierna, y no medetuve sino para prohibirles de nuevocon mayores amenazas que antes, queasistiesen al culto cristiano.

"Sin embargo el atractivo de lascosas de Dios, pudo mas que mi pro-hibici6n, y las infelices volvieron a ]asreuniones del evangelista. Mi rabia lle-g6 a su colmo. Imagine para castigara las rebeldes un suplicio nuevo. Porla noche las obligaron a entrar en unpantano hasta medio cuerpo, y asi tu-

vieron que estar toda la noche tem-blando de frio, y afro mas de miedopues creian como yo que los espfritus

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malos se ecnan de noche sobre losdesgraciados que se exponen a sus ata-ques. Unos hombres armados de lin-go las impedian salir, y sblo por lamafiana fue cuando pudieron volver,mas muertas que vivas a sus chozas.

"Yo estaba decidido a sostener lalucha hasta el fin, y, sin embargo, laperseverancia de aquellas mujeres meturbaba. Me sentia enfrente de unafuerza desconocida, misteriosa y estome conmovia de una manera extra-ordinaria.

"Lleno de estos pensamientos meestaba paseando por los campos cuan-do encontr6 al evangelista mismo. Lle-vaba en la mano un libro. Le pedf queme to mostrase. "Pues t6malo", medijo "te to doy. Solamente me has deprometer que to leeras. Empieza pri-mero donde pongo una sepal entre lashojas del libro", to cerrb y me to dio.Acept6 el regalo y segui paseandome.

"Hay cerca de mi aldea un peque-iio bosque, a donde voy a retirarmeCuando quiero estar solo para medi-tar. Alli fui, me sent6 debajo de unarbol y abri el libro en la pagina so-nalada. Con el mayor asombro lei es-tas palabras del Sefior: "Saulo, Saulo:4por qub me persigues? Fue como sime hubiese alcanzado un rayo. 1Oh,libro! exclam6, Lqui6n to ha habladode mf? Y corri en busea del evange-lista, y le dije: " LQui6n ha habladode mf a este libro? LQui6n le ha di-cho que persigo a Jesus?" El evange-lista me contest6: "Las palabras quehas lefdo fueron dirigidas a un hom-bre llamado Saulo, quien, como tu,perseguia a to discipulos del Senor;pero no dudes, loh, jefe!, que son di-rigidas a ti tambien, porque 6ste esel libro en el cual Dios habla. Leeloy hallaras 0 tambi6n to que hall6 Sau-lo, pues hallards en 61 palabras de laVida eterna".

"Segui el consejo del evangelista;

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lei repetidas veces la palabra de Dios;poco a poco se me abrieron los ojosy llegu6 a ser un creyente. Pero nome par6 en el camino. Como Saulo,despues de hacer perseguido a Cris-to, le prediqu6. Le anunci6 a los demi casa, a mis hijos y me cupo la fe-licidad de ver algunos alrededor demi abrir sus corazones a las buenasnuevas.

"Un dfa uno de mis hijos vino averme y me dijo: "Padre, una peti-ci6n tengo clue hacerte." "Habla.""D6jame salir para el pais de Mos-hesh (Basutoland). He creido la pa-labra quo tti me has anunciado. Perono me basta crerla, quiero anunciar-la, ser evangelista. Para esto es Ine-nester estudiar e irme lejos, muy lejosde aquf, a un misionero clue se llamaMabille, a una escuela clue le llamanEscuela Bfblica. En ella admiten einstruyen a aquellos clue, como yo,quieren ser aptos para predicar elevangelio".

"Granges fueron mi alegrfa y emo-ci6n al oir sus palabras. Yo le res-pondi: "Hijo mfo, iremos juntos. Yotambi6n tengo sed de saber mas delas cosas de Dios; y aunque soy ancia-no ir6 contigo a sentarme en los ban-cos de la escuela de clue estas hablando."

"Y asf es como me hab& visto,padres y hermanos mlos, llegar a vo-sotros hace algunos muses. El misio-nero no me ha rechazado a pesar demi egad. COs refs vosotros j6venes clueme rodeais? Es clue no sab6is, feliz-mente, to clue es y cuan amargo es elpecado.

"Ahora me vuelvo a mi tierra, es-pero con to clue he aprendido aquf sermas apto para servir a Aquel a quienpersegul en otros tiempos."1.046. Dos Martin bien diferentes

En el principio de la Reforma, un

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hombre llamado Martin de Basel ueg6al conocimiento de la verdad salva-dora del Evangelio; pero temeroso dehacer una confesi6n pf blica, clue, enaquellos tiempos tendria terribles con-secuencias, escribi6 sobre una hoja depergamino: "Oh, misericordiosisiraoCristo, yo s6 clue solamente puedo setsalvo por los m6ritos de to sangre. San.to Jesus, acepto tus sufrimientos pormi. Yo to amo, yo to amo. Despu6s le-vanto una piedra de la pared de sucuarto y ocult6 el pergamino allf; don-de fue descubierto hace poco mas deun siglo.

En el mismo periodo, Martin Lute.ro, clue habia descubierto la mismaverdad en Cristo dijo:

-Senor, he declarado to Palabradelante de los hombres; no me heavergonzado de confesarte ante reyes.

El mundo sabe to clue sigui6, y boydfa la memoria de Lutero es reve-renciada; pero tqui6n se acuerda deMartin de Basel? LCual sera la re-compensa de este hombre tfmido en laEternidad?

1.047. El arquitecto gel Colisen

El Coliseo de Roma fue obra gelgenio de un arquitecto griego. Su inau-guraci6n se celebr6 con una gran fies-ta. El emperador tomb su puesto bajoun pabell6n de seda adornado con dosaguilas y rodeado de 80.000 espectado -res. El arquitecto estaba presente nolejos gel emperador. Este se levant6y dijo:

-Estamos aquf para inaugurar esteColiseo y para honrar al arquitectocuyo genio ha sabido gar forma a estegrandioso edificio. La fiesta empezar'aentregando algunos cristianos a losleones.

En el acto algunos cristianos aPa-recieron en la arena. La multitud pro'rrumpi6 en gritos de denuesto en

Of"

tra de aquellos fieles testigos de Cristo.El arquitecto amaba a Jesucristo,

l,abi6ndole aceptado como su Salva-dor y ahora estaba viendo a sus her-n1anos en la fe testificando de su Sal-vador en la arena, mientras 61 ocupa-ba un sillon de honra entre los gran-des gel imperio. ZQu6 va a hacer?

i,Tendria valor de confesar la verdado quedaria alli mudo condenando consu cobarde silencio a sus hermanos?Un impulso irresistible agit6 el cora-z6n gel arquitecto. La determinaci6nestaba hecha. Levant6se y exelam6 convoz clue reson6 por el edificio:

-Yo tambi6n soy cristiano.Tal confesi6n produjo por un mo-

mento una estupefacci6n general, peropronto se desbord6 el torrente de lacrueldad. El arquitecto fue cogido yprecipitado a la arena, donde tuvo lasuerte, de sus hermanos en la fe, es-cogiendo, cual Mois6s, ser aflfgido conel pueblo de Dios clue gozar de co-modidades temporales de pecado (He-breos 11:25).

1.048. Martfres modemos

Durante la terrible revoluci6n delos Boxers en China los insurgentescapturaron un Instituto Misionero.Bloquearon todas las puertas exceptouna y delante de esta pusieron unagran cruz de madera. Entonces dije-ron a los clue estaban dedtro, clue todoaquel clue pisoteara la cruz al salir,declarando asf clue renunciaba al Cris-tianismo, salvaria su vida y seria de.-jado libre, pero el clue rehusara ha-cerlo seria fusilado.

Terriblemente asustados los 7 pri-meros estudiantes pisotearon la CruzY fueron dejados libres, pero la octava,una muchacha joven, rehus6 cometerel sacrilego acto. Arrodillandose allado de la cruz orb a Dios pidi6ndolefortaleza. Luego levant6 sus pies cui-dadosamente para no pisotear el sa-

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grado simbolo y se fue directamentehacia el pared6n donde se hallaba si-tuado el piquete de soldados dispues-tos a la ejecuci6n. Fortalecidos porsu ejemplo cada uno de los restan-tes 92 estudiantes siguieron su ejem-plo.

Durante aquellos terribles dfas,30.000 cristianos chinos escogieronmorir en las manos de los boxer an-tes de negar a su Senor, pero muchoscorazones endurecidos de los mismosboxers, y de los demas chinos clue pre-senciaron tales escenas, fueron tocadospor la Gracia y aceptaron a Cristo.

1.049. Un rey reprendido

Se dice clue Enrique el Grande, deFrancia, hallaba mucho placer en con-versar con cierto hombre honesto yreligioso gel pueblo, el cual tratabacon mucha confianza a su Majestad.

Un dfa le dijo al rey:-Seiior, cuando oigo a a1guien ha-

blar mai de vos siempre os defiendo.S6 clue sois muy justo y generoso yclue hab6is hecho muchas cosas dignasy nobles. Pero teniis un vicio por elcual Dios os condenara si no os arre-pentis: Me refiero a vuestros amoresilicitos con muchas mujeres.

Se dice clue el toy era demasiadomagnanimo para tomar venganza deesta reprensi6n; pero por mucho tiem-po la sinti6 en su coraz6n como unasaeta, y decia quo los discursos maselocuentes de los doctores de la Sor-bona nunca le habian impresionadocomo esta advertencia sincera de unamigo humilde.

1.050. S6crates y el temor de Dios

Una fe viva en Dios contribuye ala firmeza de caracter; parmite alhombre soportar todo aquello clue, deotro modo, le aplastarfa o doblegariapara siempre.

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Cuando juzgaban a S6crates, 6stedijo: "Ciudadanos de Atenas, yo oshonro y os amo; pero antes obedecer6a Dios que a vosotros". He aqui unhombre que poseia la capacidad demantenerse firme porque habfa algomas profundo en 61 que el juicio po-pular, sobre el cual podia alzarse.

1.051. Le dijo la verdad

Hace anos un doctor fue llamadoa la cabecera de una joven cuya fa-milia hacia gala de su incredulidad. Eldoctor era cristiano. Una ojeada leconvenci6 de que la ciencia no podiaya salvar aquella vida. ZQu6 hacer? Lavida de la enferma estaba tocando asu fin, pero existe otra vida mas allay Dios enviaba a esta moribunda unmensaje de amor y vida que si to acep-taba, significaria una bendici6n eterna.El doctor le habl6, con insistencia,sin preocuparse de la irritaci6n de lospresentes. Luego que el doctor hubodejado la habitaci6n, los familiares dela joven le dijeron: "Le hemos llama-do para quo curase a la enferma, nopara que le dijese que estaba agoni-zando". "Amigos -replic6. el doc-tor- no le he hablado de la muerte,sino de la vida eterna". En su pr6xi-ma visita, la enferma cogi6 la manodel doctor y la bes6 con muestras doagradecimiento que se lefa en sus ojos.

5. TENACIDADY PERSEVERANCIA.

1.052. Los centinelas de Pompeya

Cuando Pompeya fue destruida,hubo muchas personas sepultadas enlas ruinas que ban sido encontradasdespues en posiciones muy distintas.Algunos fueron hallados en subterra-neos, como si hubieran huido alli paraprotegerse. Otros en los cuartos masaltos. Pero jd6nde encontraron dos

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes act.vas

centinelas romanos? En la guerta dela ciudad donde fueron puestos por

sus capitanes. Allf estaban parado s consus manos sobre sus espadas. Men,tras que la tierra temblaba bajo suspies, y llovia sobre ellos la ceniza q uelos cubri6, quedaron firmes en suspuestos como estatuas; y alli fueronencontrados despues de mil afios.

Asf los cristianos deben quedar fu-rnes en su deber, en el lugar donde suCapitan les ha puesto.

1.053. Premfo a la perseverancia

El seiior y la selora Curie trabaja-ron durante muchos afios con pacien.cia, haciendo disolver toneladas de ma-teria en busca de la misteriosa sus-tancia a que su ciencia les guiaba. Encierta ocasi6n Pedro Curie dijo a suesposa con visible desaliento: "Quizito que nosotros buscamos sera hecbodentro de un siglo, pero parece no serobra de nuestro tiempo."

La senora Curie respondi6 que se-rfa una gran lastima si tal descubri-miento tardara otro siglo, pero con to-do -dijo- no dejar6 de trabajar en61 mientras viva.

Y cosa maravillosa, una noche serealiz6.

Toda la tarde habian estado cuidan-do un hijo enfermo. Cuando por finse durmi6 la sefiora Curie dijo a sumarido: "jQu6 to parece si bajaramosal laboratorio por un rato? Asf bajaroncogidos de la mano.

-No enciendas las lamparas, dijoella en el momento en que daban vuel-ta a la llave Lte acuerdas que me di-jiste que el radio seria una luz de tinhermoso color?

Tan pronto como abrieron la puer-ta quedaron asombrados ante la vi'si6n de una luz azul que iluminaNsu mesa. Incapaces de hablar per-manecieron unos instantes cogidos el

,ENACIDAD Y PERSEVERANCIA

Ono al otro con asombro y se sintie-ron completamente recompensadospor los anos de esfuerzos desalenta-dores, la pobreza y el ridiculo quea;nbos habrian compartido con infati-gable tenacidad.

La perseverancia habfa tenido supremio, el radio era por fin una rea-lidad.

Del mismo modo una mirada alinterior del cielo y al glorioso rostrode nuestro Salvador sera abundanterecompensa para todas las tentacionesy luchas de la vida; todas las batallaspeleadas y ganadas, toda la incom-prensi6n de amigos y familiares; todaslas privaciones y sufrimientos experi-mentados por amor de Cristo y suCausa. Pero esta recompensa es s61opara los perseverantes;los que habranpermanecido fieles hasta el fin.

1.054. La fidelidad trae fruto

Cierto evangelista estaba dirigiendouna campana en determinada iglesia.El lunes por la noche, tres j6venes pa-saron al frente confesando su fe enCristo; el martes to hicieron dos mas,y el miercoles ya eran seis los quehabian confesado que Jesus era suSalvador personal. El evangelista sepreguntaba cual era el secreto de estamanifestaci6n del Espiritu; pero hastael fin de la semana no se enter6 delsecreto: En la Iglesia habfa una her-mosa senorita quien gozaba de gransimpatia; era capitana de un grupoen su Uni6n de Preparaci6n, y que-ria presentar un buen programa el do-mingo por la noche; por consiguientereparti6 las partes y trabaa6 muchodurante la semana en la preparaci6ndel programa.

El sabado por la tarde una de susamistades la llam6 y la invit6 para quese uniera a un grupo de j6venes quepasarian el fin de semana en la playa.

1.055. Hay que hacer mas

381

Ella queria ir, pero habfa que su deberestaba en su Iglesia y con el grupo quecapitaneaba, de ahi que rehus6 la in-vitaci6n. Sus amigos le dijeron cuanntonta era, al fin y al cabo, apenas ha-brfa nadie en la reuni6n puesto queseis de los alumnos de su clase ibana estar ausentes.

Pero el domingo por la noche sesorprendi6 Cuando al llegar al temploencontr6 que alli estaban los que ha-bian ido a la playa. Esto fue to quele dijeron:

-Virginia, tuvimos un mal viajeno gozamos de la playa ayer, y estamafiana decidimos regresar a fin dellegar a tiempo para la Uni6n de Pre-paraci6n y para el servicio de Predica-ci6n.

No es extrafio que estos seis j6venesfueran los primeros en aceptar a Cris-to en el culto de aquella noche y lassiguientes.

Pero he aqui una importante pre-gunta: ZQue hubiera ocurrido si Vir-ginia hubiera abandonado su lugar dedeber para participar en el recreo?Los demas j6venes no hubieran sidoimpresionados por su religi6n, ni hu-bieran sentido la importancia de asis-tir a la Iglesia.

Los placeres del mundo son pasa-jeros, el entusiasmo pronto fenece;pero el placer supremo se encuentraen el servicio fiel al Sefior.

Nunca to jactes de to que has he-cbo. Sigue trabajando.

Un oficial se present6 un dfa antesu general y le dijo con gran orgullo:

-Sefior general, hemos capturadodos cafiones.

-Esta bien -contest6 el general-capturen dos mas.

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1.056. Perseverancia recompensada

El doctor Isaac Milner, que fueDean de Carlisle y director de Queen'sCollege de Cambridge fue hijo de unpobre tejedor de Leeds, que muri6cuando el nino era muchacho, que-dando el sostenimiento de la familiaa cargo de Isaac y de su hermanoJosh. Algunos amigos decidieron ayu-dar a la madre enviando a uno de losdos hijos a estudiar, siendo elegidoJosh, por ser el mayor y pareciendoen aquellos tiempos el mas inteligente.Asi que Isaac qued6 en su trabajomanual de tejedor, muy pesado y fas-tidioso en aquellos tiempos. Sin em-bargo el muchacho pidi6 a su herma-no que le enviara todos sus libros yapuntes y se puso a estudiarlos en supropia casa, despu6s de once horas detrabajo.

Algun tiempo despu6s pidi6 a suhermano que le procurara alg6n em-pleo mas adecuado a sus conocimien-tos. Este escribi6 a un pastor de Leedsdiciendo que examinara a su hermano.Este visit6 al joven y qued6 sorpren-dido de hallarle en su telar con un li-bro clasico al lado, al que iba dirigien-do furtivas miradas durante su traba-jo. El muchacho fue enviado a Hull yno tard6 en sobrepasar a su propiohermano en grados escolares llegandoa ocupar el puesto de Presidente delcolegio y la catedra del inmortal New-ton como profesor de matematicas.

1.057. Los seis diaconos y el juezde Texas

Durante un despertamiento en Te-xas, seis diaconos bautistas se con-certaron para orar en favor de ciertojuez, bellisima persona y amigo de losseis. Cada uno de los concertados fuea una hora diferente del mismo diapara invitarle a los cultos especiales.

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activas

A la cuarta invitaci6n el juez dijo;"LQu6 gran pecado hab6is notado enmi, que la hab6is dado conmigo to.dos los bautistas hoy? Tendril que

itpara que me dej6is en paz". No sofa,mente fue aquella noche, sino ]as si.guientes, l1evando a otros abogadosamigos suyos. La tercera noche, el juezy sus amigos aceptaron a Cristo. As!se cumpli6 Efesios 3:20.

1.058. No era tan dificil

Un amigo mio tenia un campo enmedio del cual habfa una enormepiedra. Pensando en el gran esfuerzoque supondria arrancarla y removerlade su lugar, mi amigo preferia dejarlacomo estaba, aun cuando esto signifi-case para 61 algunos inconvenientescuando tenia que labrar y plantar elcampo. Hasta que por fin se decidi6a quitarla. Cual no seria su sorpresaal descubrir que en vex del enormebloque que 61 se imaginaba bajo elsuelo, no se trataba mas que de unapiedra liana depositada a flor de tie-rra y, p or to tanto, facil de remover.

ZNo es esto mismo to que sueleocurrir muchas veces en la vida? De-jamos de acometer empresas pensan-do en las "grandes" dificultades queaquellas entranan. Mas, despu6s quenos decidimos y la emprendemos en elnombre del Senor, nos damos cuentade que las dificultades s61o existieronen nuestra imaginaci6n.

1.059. El tesoro perdido

Hace algunos anos, y procedentede cierto lugar de Inglaterra, lleg6 aun pueblo de Africa del Sur un paque,

to certificado. El hombre a cuyo "Oil"

bre iba dirigido el paquete rehus6 pa'gar la sobretasa que se le exig'ta, y que61 consideraba exagerada, por to qu e

lael paquete qued6 sin entregar en

M AXORDOMIA

ado'Wstraci6n de Correos. A las po-cas semanas muri6 el destinatario, ydepu6s de alg6n tiempo, el paquetefue puesto a subasta juntamente conOtros Objetos que no habian sido re-.1amados por sus duenos. Atraido porla simple curiosidad, un hombre ' sequed6 con el paquete, pagando por 61una cantidad verdaderamente irriso-ria. Cual seria su sorpresa cuando, alllegar a su casa y desatar el paquete,result6 que contenia varias joyas valo-radas en muchos miles de pesetas.

Nos asombra pensar que aquel ver-dadero tesoro habfa estado a puntode perderse, y en realidad se perdibpara aquel a quien iba destinado, s61oporque el hombre no quiso pagar lasobretasa que le exigieron.

Lo mismo que ocurre en la esferaespiritual, y de servicio para el Seflor.

6. MAYORDOMIA

1.060. Una ciega generosa

Un servidor de Dios cuenta queuna muchacha privada de la vista tra-io treinta chelines para la obra misio-nera. El pastor objet6:

-T6 eres joven, nina y no puedesdar tanto.

-Es verdad que soy ciega, peropuedo dar estos treinta chelines me-lor que cualquier otra persona.

-ZC6mo es esto? -inquiri6 elpastor.

-Seiior, yo tengo el oficio de ces-tera y puedo trabajar tanto de dia co-mo de noche. Estoy segura que todasMis compaiieras del mismo oficio hangastado mas de treinta chelines el pa-sado invierno en candelas para traba-jar mientras yo los he ahorrado. Portanto, le Luego que los tome para laobra de Dios".

1.062.

La ofrenda de una muneca

1.063. Arroz cristiano

383

1.061. Para poder rezar el Padre.nuestro

Una nina de once anos envi6 diezchelines a un servidor de Dios paracomprar tratados. Acompanaba el do-nativo la siguiente carta, escrita conletra temblorosa:

"Una servidora es joven en aflos yen conocimiento, y no puede tratarde. religi6n con un distinguido caballe-ro como usted, pero su madre le haensefiado a repetir en la oraci6n domi-nical: "Venga to Reino" y se ha dadocuenta de que no puede decir esto sin-ceramente sin ayudar a hacer algopara que asi se cumpla.

Una nifiita, cuando pasaban la co-lecta para ]as misiones, se adelant6hasta la mesa con su munequita enlos brazos. Despu6s de darle un besole dijo: "Y no tengas miedo de it alAfrica, porque los ninitos negros nose comen a las personas, y to amarancomo yo to amo. Luego, un poquitomas triste, se sent6 de nuevo en sulugar.

Un senor muy rico, testigo del be-cho, tom6 la munequita, dej6 un che-que de mucho valor en la bandeja ydijo: "Compro esta muneca por tantaslibras". Luego la devolvi6 a los bra-zos de la niiia y le explic6 el miste-rio: "Td has dado mas que nadie.Ahora to me cuidaras mi muneca has-ta que to la pida".

En una aldea de Madras, en el Diade Acci6n de Gracias, un nativo po-bre ofreci6 para el Sefior un saquitode arroz, principal alimento de los hu-mildes en la India.

El evangelista que recibia to dnnes

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que iban llegando, le pregunt6:-LCuantos kilos tra6is, hermano?No to se... -fue la respuesta.-LNo to sabeis? Hombre, deberiais

sabt:rlo pues. i,Asi no sabeis to quedais al Senor?

El hinds, sencillamente, continu6:-Nosotros, aqui, los cristianos de

esta aldea, nunca medimos to que da-mos a Dios.

Hermosa lecci6n de liberalidad, quebien podriamos aprovechar los cris-tianos inteligentes de nuestras iglesiassabias, y la que si la aprendiesemosnos facilitaria la extensi6n del Reinode los Cielos de un modo maravilloso.

Entonces, pensando mss en el amorde Dios, pensariamos mss en nuestropropio amor y deber, y- menos en elque, de lejos puedan sentir a favornuestro otros cristianos.

1.064. I Dichosas colectas!

-No sabe usted sino pedir conti-nuamente dinero. Ahora para la nue-va E. D. Otro dia para no s6 qu6,pero siempre parece que la iglesia est6muy necesitada -replic6 el hermanoa su pastor, al fin del culto.

El pastor, triste, muy triste, le dijo:-Hermano: Yo tenia un nino, un

hijo muy amado. Y siempre estabagastando por su causa, en comida, ro-pa, zapatos, libros, qu6 se yo...

"Pero un dia se me muri6... Desdeentonces ya no me ba costado nada,hermano... Cada necesidad de unaiglesia es, sepal de crecimiento. Cuan-do una iglesia estA muerta..., no nece-sita ya nada, Icomprende, hermano?

El cristiano, avergonzado, apret6 lamano de su pastor y le dijo:

-Perd6n, pastor.

1.065. 1 Excusas!

Horacio Bushnell, te6logo evang6li-

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activ4,r

co, congregacional, que vivi6 de 1802a 1876, hizo una interesante lista deexcusas de aquellos que no quierendar para la obra del Senor. Helas aqui.

l.a Los que Green que el mundono esta perdido y, por tanto, none.cesita al Salvador, Cristo Jesus.

2.a Los que creep que Jesucristocometi6 un error cuando dijo: "Id portodo el mundo; predicad el Evangehoa toda criatura" (Mar. 16:16).

3.a

Los que Green que el Evange.lio no es "poder de Dios" y que nopuede salvar a los paganos.

4.a

Los que Green que cads hom-bre debe entenderselas consigo mismoy que estan prontos a contestar co.mo Cain: "Soy guards de mi her.mano?".

'5.a Los que creea que no tienen

que dar cuenta a Dios del dinero queDios mismo les ha confiado.

6.a Los que ya estan preparadospara responder a la sentencia finalque Jesus les dira: "Por cuanto noto hiciste a uno de estos pequenitos,ni a mi to hicisteis".

jienes tli esta Iiltima respuesta?

Yo no la tengo. No sabria que res-ponderle al Senor Jesus en aquel dia.Por eso no quiero excusarme con nin-guno de estos criterios porque s6 queson falsos.

1.066.

Diezmando a pesar de la PO'

breza

Una pobre hermana que vivia eauna humilde chocita habia sido

cat(-

lica muy fanatics; pero cuando cony66 al Senor como su Salvador se en'treg6 completamente a El. Tuvo 11"

a

gozo al darse cuenta de que ellsp61"3

leer la Biblia e interpretarla por simima. Un dia se alleg6 a su pastor 9

le di o: "Pastor, la Biblia ensena quedebemos diezmar; digame c6mo puedciacerlo". El pastor, sabiendo su sltua.

MpYORDOMI A

ci6n economics, le dijo: "Hermana,

usted no tiene suficiente alimento ytiene nietos que sostener, yo creo queDios la disculparia." "No, pastor, con-testb la fiel cristiana, quiero cumplirla ley espiritual en toda su plenitud.7engo que lavar ropa para sostener-me; pero tengo una gallina que tienediez pollitos. Y si yo dedico uno deesos pollitos al Senor, tseria dar midiezrno?" El pastor le asegur6 que se-ria la mejor forma de dar el diezmode sus frutos. Mas tarde aquella her-mana dijo que la pollita dedicada alSenor podia mss huevos que las de-Inas. Ella habia dedicado al Senor tornejor, y Ilev6 sus primeros frutos a lacasa de Dios.

No nos sorprendemos al saber queuno de los nietos que ells sostuvo ensa pobreza, tiene hoy dia un buenpuesto de electricista y es muy activoen la obra del Senor. Dios ha bende-cido ricamente a esta senora.

1.067. El diezmo pertenece a Dios

"Segiin Dios le hubiera prospera-do". Cor. 16:1, 2. Un ranchero quevivia en el Oeste habia hipotecado surancho, y estaba luchando para Ebrar-lo de la hipoteca. Su esposa con fre-cuencia le rogaba dar al Senor el diez-mo de toda su ganancia. El rancherorespondia que no podia hacerlo mien-tras que tuviera una deuda tan grande,pero tan pronto como la hipoteca fue-se pagada to harfa. Ella le record6 queel diezmo pertenece a Dios y que e1no tenia mss derecho de tomar to quepertenece a Dios que si para pagar

sus deudas tomara el dinero de otraPersona sin su permiso.

El no ueria convencerse de la ver-dad de to que decia su esposa, y cadsano su condici6n financiers era mssddicil

ue el anterior. Al fin, viendo-se en gran apuro, emnez6 a orar al

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Senor, prometiendo solemnemente dar-le con toda puntualidad el diezmo,aunque perdiera su rancho. De aqueldia en adelante el Senor le bendijode tal modo que en los dos anos si-guientes, pag6 toda la hipoteca, asicomo sus otros deudas, y ademas que-d6 con algo de dinero depositado enel banco. - A. B. R.

1.068. Siete metodos de dar

1.

El despreocupado: Dar sin pre-guntar para que se pide.

2.

El impulsivo: Dar por impulso,segun el entusiasmo o la sensibilidaddel momento.

3. El cobarde e interesado: Porconducto de fiestas de beneficencia,etc6tera, pudiendo darlo liberalmente,sin recibir nada en cambio.

4. El que sabe sacrificarse: Dan-do por amor sacrificando gustos y co-modidad.

5. El sistemdtico: Poniendo apar-te to que, en nuestros corazones esti-mamos del Senor.

Este m6todo es adaptable a todos,pobres o ricos, y segf n la Promesade Dios, los que to adopten seran ben-decidos en sus posesiones.

6. Con igualdad: Tanto para elSenor, tanto para mis necesidades.

7. Como un hero.: Limitar nues-tros gastos a una cierta suma, parapoder dar el resto, tanto como es po-sible, al Senor. Este era el m6todo deJohn Wesley. - Dr. A. T. Uferson.

1.069. Valor del ejemplo

El nuevo pastor de una iglesia po-bre fue desagradablemente afectadocuando vio que el diacono Jones re-tiraba un billet. de veinte d6lares dela colecta y se to metia en el bolsillo.

Despues del culto el pastor tombaparte el presunto ladr6n y le interro-

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g6 severamente acerca del hecho.-ZSe refiere uted al billete que re-

tire de la bandeja de las ofrendas?-Exactamente, replicb el ministro,

y me choc6 mucho ver a usted rea-lizar un acto tan indigno.

-Es que usted no to entiende pas-tor. Este mismo billete ha estado cen-tenares de veces sobre la bandeja. Ymuchos otros billetes de 10 y de 5d6lares han entrado en ella como re-sultado de ver 6ste expuesto duranteveinte afios. Muchos hermanos quehabrfan puesto piezas de centavos hansido estimulados asi a contribuir concantidades mas respetables.

El caso no es recomendable, peroes una buena muestra del poder delejemplo.

1.070. Cartera bautizada

Hate algdn tiempo se convirti6 unhombre que derrochaba todo su di-nero en el juego. A1 entrar al bautiste-rio, el dia de su bautismo un amigole dijo: "Juan, tienes la cartera enel bolsillo, se to va a mojar". "Ladejo al prop6sito", contest6 Juan,"pues quiero que sea bautizada con-migo".

El que escribe esto puede testificarque fue desde ese dia una carteraconsagrada.

1.071. El recurso de los leprosos

Edificad la casa del Senor vuestroDios (l.a Cr6nicas 22; 11).

Poco antes de la segunda guerramundial un grupo de gamberros ins-pirados por ideas comunistas, invadie-ron los edificios de la leproseria deSoonchun, en Corea, y entre otros des-afueros pegaron fuego a la pequeiiaiglesia de los leprosos, que era de ma-dera. Se hizo un esfuerzo desesperadopara salvar el edificio pero en vano.Los pobres leprosos estaban apesa-

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes aetivps

dumbrados por la p6rdida de su ama-da iglesia. Despubs de mucha oraci6n,el pr6ximo domingo, se comprometie.ron a conseguir los 1.250 d6lares q uecostaba su reconstrucci6n yendo a lacams sin cenar cads domingo duran-te dos afios. Sin duda este donativofue un sacrificio de olor suave muchi-simas veces mas apreciado a los ojosdel Sefior que ofrendas de muchosmillares de d6lares dados sin sacrlfi-cio.

1.072. . El bar6metro de la igtesia

Para conocer la "temperatura" dela iglesia a la cual pertenec6is, id alculto de oraci6n, primeramente. Des-pues preguntad por su cuentas al te-sorero. Mas tarde escuchad el cantode la congregaci6n. Si el pastor essabio, fiel y consagrado, no to pre-guntar6is ya...

1.073. Confianza en Dios

Un obrero fue jubilado, recibiendode sus compaiieros una fotografia ylull puiiado de monedas, producto deuna colecta fraternal entre ellos.

Al dia siguiente ponfa en manos delpastor de su iglesia todo el dinero,para que to recibiese para un fondode misi6n.

El pastor le dijo: -Pero yo creoque deberia usted quedar con partede esta cantidad, pensando en si ma-nana la necesitase, hermano.

-No, mi querido pastor... Estedinero es el resultado del testimoniocristiano que por la gracia de Dios, Elme concedi6 rendir entre mis comp`neros. En prueba de agradecimiento

al Sefior se to consagro a El. En NOto al mafiana, yo se que quien cuid6de mi ayer, seguira ayudandome, por-que es fiel.

Y el ministro, conmovido, tom0Cl

dinero.

MpyoRDOMIA

1,014. Se debe dar como se ors

En cierta ocasi6n alguien estabaProc

urando ,nstitc 6n ben6ficar Iba a v i star a unh ombre rico, pero no muy generoso.El solicitante pidi6 a otro creyente de

la misma iglesia datos acerca de aquela quien iba a visitar y de la cantidadque pudiera dar. -No se -fue su

contestaci6n-. Si usted pudiera oirleorar pensaria que habrfa de darle todot o que posee, pero... Cuando el soli-citante vlslto al hombre rico se sor-prendi6, pues rehus6 darle algo. Alnlonlento se le ocurri6 repetirle laspalabras que su amigo le habia rela-tado:

-Pregunt6 a un hombre acerca decuanto pudiera usted dar y me dijoque si pudiera ofr a usted orar, pen-saria que daria todo to que posee.

El hombre rico inclin6 su cabezay sus ojos se llenaron de lagrimas.Sac6 su cartera y dio at solicitanteuna buena cantidad. - Harry Ro-gers, D. D.

1.075. Van Cliburn da los diezmms

Van Clibum, el pianists que ob-tuvo fama international ganando elconcurso de piano "Tchaikovsky", ce-lebrado en la Uni6n, Sovi6tica deMOW6, en 1958, tree que a Dios lepertenece una gran parte de las re-compensas financieras que gana consu talento. Cliburn dijo a un corres-ponsal de The Baptist Message deLuisiana, el estado donde 61 naci6,que el da a la obra el 20 por cientoy quizas un poquito mas" para sos-

tener las empresas de la Iglesia.Cliburn naci6 en Shreveport, La.,

en 1935. El nifio reci6n nacido fueobjeto de una oraci6n dedicatoria ofre-cida por el finado doctor M. E. Dodd,pastor de la Primera Iglesia Bautista

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de Shreveport, quien habia sido in-vitado al hogar por los padres deVan, el senor y la seiiora Harvey La-van Cliburn, Sr. Los Clibum, padres,ahora viven en Kilgore, Texas, y sonactivos en la Iglesia Bautista de eselugar.1.076.

Para no volver a estar arrui-nado

Carlos Pache fue un joven arrui-nado sin empleo y sin un centavo. Undia se detuvo en la calle para escu-char un culto del Ej6rcito de Salvaci6n. Cuando ras6 la bandeja de lasofrendas dijo a la joven oficiala queto invitaba a ofrendar, que no teniani un centavo. Entonces ella sac6 und61ar de su propio bolsitlo y le dijo:"Tome esto, pero cambfelo inmedia-tamente y ponga 10 centavos en labandeja de las ofrendas, y de aqui enadelante Guide de dar siempre a Diosla d6cima parte de todo to que Elponga en su mano. Guarde usted estotoda su vida y nunca volveri a serun hombre arruinado".

Pronto el joven encontr6 un em-pleo y recordando el consejo de lamuchacha, empez6 a dar el diezmo.Alg4a tiempo despu6s entr6 a tenerparte en el negocio. Poco a poco sehizo millonario y su nombre es cono-cido en Inglaterra como el de el filan-tropo que dio a Dios mucho mas queel diezmo, edificando hospitales y ayu-dando en muchos formas a llevar ade-lante la obra de Dios.

1.077.

Cobre, plata y oro

Cierto aldeano oy6 un dia en suiglesia el serm6n del pastor el cual losintaba a que dieran todo to que pu-dieran por las misiones. Haciendo re-saltar el incidente, Cuando el Sefiorentr6 en Jerusalen, del hombre que diosu pollino, s61o porque el Sehor to

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naora de rn;ucster.El aldeano pens6 al momento: "Oh

si yo tuviera un pollino tambi6n se todaria" pero al pasar la colecta y mi-rando su portamonedas encontr6 queen una de ellas, que era de cobre ha-bfa en el adverso de la misma uncaballo al relieve.

-Qu6 feliz coincidencia, se dijo,voy a ofrecer un caballo al Senor.Pero pareci6ndole poco la ofrenda,y conmovido por el serm6n, hizo, pro-mesa a Dios de dedicarle, todas lasmonedas con efigie del caballo, comoaqu611a.

Al cabo de algunos dfas cuando re-cibi6 el jornal descubri6 entre las Ino-nedas otra con un caballo; pero estavez en lugar de ser de cobre era deplata. Estaba en duda al principio elpobre hombre de si la daria o no, peroluego acordandose de la proposici6rique se habfa hecho a si mismo, laentreg6 para la obra del Senor.

Durante largo tiempo continu6 dela misma forma dando todas las mo-nedas de cobre, y de vez en cuandoalguna de plata con la misma efigie,ya que 6stas eran mas raras. Hastacierto dfa en que cay6 en sus manosuna moneda de la misma forma, perode oro. En esta ocasi6n fuertes dudasse levantaron mas fuertes dentro desf mientras examinaba la moneda muynervioso, hasta que descubri6 que enla misma habfan unas palabras que61 no podia entender ya que estabanen latfn y decian "nunquam retror-sum". Comparando la naci6n a quepertenecfa la moneda, a la resoluci6nde un agil caballo.

El aldeano se dirigi6 a la casa delpastor y le pregunt6 el significado delas tetras que se lefan en la moneda.

-"Nunca retrocede", dijo el pas-tor.

Ahora s6 de qui6n es el caballo-exclam6 el hombre-, y al mo-

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activgs

mento ech6 la moneda de oro en lacaja de las misiones.

1.078. La muchacha que se vendf6a sf misma

Una joven africana amaba tanto asu Salvador que se desvivfa para ayu.dar a la construcci6n de un local decultos que tenia que levantarse en supueblo. Un dfa trajo una cantidad tani mportante, que el Pastor se asust6temiendo la hubiese robado; pero lajoven declar6 que se habfa vendidoasf misma por esclava. Ella no cornprendia la admiraci6n del Pastor, sintiendo que era muy natural hacer tatsacrificio por el que dio su vida porella. El hecho conmovi6 de tal modoa los cristianos de Europa que, no so.lamente la modesta capilla pudo seredificada, sino que la muchacha fuerescatada con colectas recogidas paratal objeto.

1.079. La reina Victoriay el comerciante

Cierto comerciante de Londres fueIlamado por la Reina Victoria paraconfiarle una importante misi6n en laIndia. El hombre declinaba el honordiciendo que su negocio particular re-clamaba su presencia, pero la respues-to de la Reina fue:

-Mire usted por mis intereses Yyo velars por los suyos.

El comerciante obedeci6. Desdraquel momento la Real Casa fue cliea'to del establecimiento en cuesti6n, !'siguiendo su ejemplo gran parte de lanobleza. No hay que decir c6mo prosper6.

LNo nos recuerda esta historia ver'dadera la recomendaci6n y promes`de otro Rey? La encontramos en M~teo 6:33.

MOOR~MIA

1,080, La ofrenda gmta

En una casa de campo vivian unnifo y. una nina, hijos de un rico

cornerclante .La niiia contaba unos nueve anos

de edad y el nifio siete. Ambos eranmuy aficionados a las flores y plan-tas, y sus padres les habfan concedidourr trozo de terreno en el jardin paraque ellos to cultivasen.

Entre otras semillas habfan planta-do un fresal. Con cuanta ansia espe-raban ellos que apareciera, no puedeexplicarse, como tampoco la alegrfaque sinti6 cuando el codiciado frutoestuvo maduro.

-Querida hermanita - dijo el ninoun dfa-, la fresa ya esta madura, va-mos a comerla.

La nifia detuvo el brazo de su her-mano, que se dirigfa al fruto dici6n-dole:

-No, querido, detente, yo no pue-do comer de esta fresa porque es elprimer fruto maduro que ha dadonuestro fresal.

-Mayor motivo -contest6 el ni-no- para que nos regalemos con ella.

-Insisto que 6ste es el primer fru-to, y que...

-LQu6?-Nuestro papa nos ha dicho que

61 acostumbra siempre a dar a Diosla primera cantidad que le resulta detodo negocio, y que asf se siente tran-quilo y acertado para emprender otroso emplear el resto; asf yo quiero daral Senor las primeras de nuestras fre-sas tempranas.-j Ah! -exclam6 su hermano-

ZY c6mo podras dar to al Senor lasfresas? LY aunque pudieras las acep-taria El?

Hubo unos momentos de silencio,al cabo de to cuales la nina con-test6:

-Ya he hallado el medio de ofre-

1.081. Un cablegrama del Cielo

389

cer mi donativo al Senor. Jesus hadicho: "En cuando to hicfsteis a unode estos hermanos pequenos a mf tohicfsteis". Las cogeremos e iremos allevarlas al hijo del portero, que estamuy enfermo, y cuyos padres no po-dran comprarle de esta fruta por sertan cars.

Ambos hermanos llenaron de fresasuna cestita y se dirigieron a ofrecerlaal moribundo, y cuando le vieron ex-tender sus delgado brazos y tomar elsazonado fruto con sus descarnadosdedos, y le vieron sonrefr, se sintieronmas alegres y satisfechos que si ellosse hubiesen regalado con aquella fru-ta, y to que mas aumentaba su ale-grfa y satisfacci6n, era un sentimientointerior que les decfa que el Senor ha-bfa aceptado la ofrenda.

Un comerciante cristiano fue re-querido para ayudar a una colectapara cierta obra de la Iglesia. Gozo-samente escribi6 un cheque por 250d6lares y to entreg6 al visitante. Enel mismo momento lleg6 un telegra-ma. El comerciante to ley6 y qued6conturbado.

En este cablegrama -dijo- medan cuenta de que uno de mis barcosha ido a pique perdiindose toda lacarga. Esto trastorna mis negocios yhe de escribir otro cheque para us-ted.

El visitante comprendi6 y devolvioel cheque, esperando recibir otro poruna cantidad mucho menor, pero cualno fue su asombro cuando ley6 en elsegundo cheque 1.000 d6lares.

-LNo se ha equivocado ustekt?-pregunt6 tfmidamente el visitante.

-No, dijo el comerciante, no me heequivocado.

Entonces con sus ojos llenos de la-grimas dijo: "Este telegrama era un

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mensaje de mi Padre Celestial dicien-dome: "No os hagais tesoros en latierra".

1.082. El sacrificio de Margarita

Cierto predicador debia predicar unserm6n y levantar una colecta especialpara ayudar a la obra misionera quese hacfa en otra parte del pats. Mien-tras predicaba, not6 que uno de losmiembros de su iglesia, banquero acau-dalado, sac6 descaradamente su relojy to mir6, dos o tres veces; vio asimis-mo que un rico comerciante bosteza-ba, y que otro mas daba sefiales decompleta falta de inter6s. Sinti6se, portanto, desanimado, y, terminado elserm6n, mientras se recibia la ofrenda,pidi6 a Dios que abriese de cualquiermodo el coraz6n de su parroquiano.

. En uno de los primeros bancos, es-taba sentada Margarita, nifia de doteanos de edad. En un accidente habfaPerdido parte de una pierna, y su vidase habfa tornado en verdad sombrfa ytriste Viendo que estaba imposibilita-da para andar, y conociendo su pobre-za, algunos miembros de la congrega-ci6n se unieron para comprarle unasmuletas. 1Y que diferencia habian pro-ducido 6stas en su vida! Con ellas po-dia it a todas partes, esparciendo ale-grfa y contentamiento, cual si fueseun rayo de sol. Todos la estimabanporque era alegre y humilde.

Oyendo el serm6n, se dijo para susadentros: "10jala yo pudiese dar algo;pero no tengo ni un centavo!".

"lAhi estan tus muletas(" pareci6susurrarle una vocecilla interior.

iSus muletas! Pero sus muletas nolas odia dar...

parecia decirle la extranavoz- puedes darlas, y asf mas perso-nas llegaran al conocimiento de Cristo.El. hizo tanto por ti. Si,dieras tus mu-letas, harian llegar mas lejos el nom-bre de Jesus".

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activas

"No, no puedo" -dijo la ninita."Si, sf" -insisti6 la voz.La nifiita sostuvo consigo Inism a

una verdadera lucha. Momentos des.pu6s sinti6se victoriosa y dijo: °'r .En sus ojos brillaban las lagrimas, masen sus labios se esbozaba una dulcesonrisa. Y cuando se acerc6 a ella unode los caballeros encargados de reci.bir la ofrenda, viendo en ese bancotan s61o a la ninita, juzg6 que no vat.dria la pena llegarse a ella con el co.lector en que recibia los donativos...No obstante, se le present6 con todaamabilidad y se qued6 asombrado alver que la nifia, con su gentileza in-fantil, colocaba en ella sus dos mule-titas.

Sinti6 que se le hacfa un nudo enla garganta pero pas6 al frente de laiglesia, llevando el colector con esaofrenda de verdadera abnegaci6n.

El asombro fue general. Todos co-nocfan a la nina, conocfan su pobrezay la historia de las muletas. 1Y ellalas sacrificaba!

Viendo esto, el banquero se son6la nariz. Es sorprendente cuanta emo-ci6n se oculta tras de un pafiuelo... Alinstante puso la mano en el bolsillo ellbusca de un Upiz.

Otro exclam6: "iYo quiero esasmuletas( Doy 250 d6lares por ellas".Y las muletas le fueron devueltas aMargarita. Volvieron a pasar los calectores, y esta vez obtuvleron 4.000d6lares, producto de un acto de amora Jesus.

1.083.

Ofrenda o limosna

Un nino, se sent6 a la mesa, parecomer. Antes que su madre le viesempez6 a cortar trozos de carne degallina y logr6 esconder un buen MOO'

t6n. La madre le descubri6 y le dijO :-LQue vas a hacer con esa carve?-Nada -dijo el nino, avergoll'

do-, ninguna cosa mala. S61o qulse

MpyoRDOMIA

reunir Iuna buena parte para mi perro.-Pues, no -le dijo la mama-,

to come to tuyo y yo me encargar6del perro.

Al terminarse la comida la madrerecogi6 las sobras, huesillos y demasdesechos que hall6 en los platos y se]os dio al nino para que se los llevaraa] perro.

En el patio el pequefio llam6 a superro y le entreg6 la comida, diciendocon tristeza:

-Yo to habfa preparado una ofren-da, pero mi mama to manda esta li-mosna.

LQue das t6 en la iglesia? LOfrendao limosna?

LDas de to mejor, y con alegrfa decoraz6n para el sosten del culto o das]as sobras de un niquel? Aprende aamar la obra y a contribuir.

1.084. C6mo se puede dar

Descuidadamente, algo a toda causaque se presenta sin examinar sus m6-ritos.

Impulsivamente, tanto y tantas ve-ces como el amor, la piedad y la sea-sibilidad les mueven.

Perezosamente, ganando dinero pa-ra fines de beneficiencia, por mediode fiestas mundanas.

Abnegadamente, ahorrando to quese gastarian en un lujo y aplicandoloa la religi6n y la caridad. Aunque estin modo excelente. Puede conducir alascetismo y a la auto-complacencia.

Sistemdticamente, ahorrando comoofrenda a Dios, una porci6n definidade sus entradas, una decima, una quin-ts, una tercera parte o la mitad, estose adapta a todos, ricos y pobres, y sifuera generalmente practicada, se au-mentaria en gran medida to disponiblepara la obra del Senor.

Igualmente, equilibrando sus gastospersonales con sus donaciones.

Heroicamente, limitando sus gastos

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a una soma determinada y dando toque queda.

1.085.

Bosquejo del buen samaritano

Atribuido a Henry Van Dyke, heaqui la esencia de un bosquejo sobrela Parabola del Buen Samaritano, lle-na de filosofia de la vida y ensenanzacristiana:

"Los ladrones dijeron: Lo tuyo estambien nuestro..., por esto to toma-nlos".

"El sacerdote y el Levita dijeron:Lo nuestro es nuestro..., por esto nosto quedamos".

"El Buen Samaritano, dijo: Lo mfoes tuyo tambien, hermano..., por estovamos a compartirlo".

ZQue decimos nosotros?

1.086.

La iglesia decadente

Pidieron a un artista pintor que pin-tase un cuando representando "unaiglesia decadente" y present6 una teladonde se vela por la puerta abierta unhermoso sal6n, un rico p6lpito, unmaravilloso 6rgano, etc.

Cuando le dijeron extranado "queno se vela donde estaba la decaden-cia", sefialando la caja de la colecta,a un (ado, les dijo:

-Miren ustedes bien, fijense en es-te detalle.

Sobre la ranura de la caja se velauna espesa telarafia.

-La sefial de la decadencia -dijoel pintor- es el desagradecimiento porun (ado, y el poco interes por las al-mas por el otro; y 6sta se manifiesiade un modo vivo en la colecta.

1.087. Dar mientras se esta vivo

Un hombre rico le dijo a su pastor.,-LPor qu6 todo el mundo me esta

criticando siempre de que soy un ava-re cuando todos saben que he hecho

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testamento dejando todo to que poseopara obras de caridad cuando muera?

-Bien -dijo el ministro-, d6ja-me contarte acerca del cerdo y la vaca.El cerdo se quejaba un dfa a la vacapor to impopular que 61 era.

"La gente habla siempre de to gen-tileza y de to bondad -dijo el cer-do-. Sf, tit das leche y crema; peroyo doy aun mas. Yo doy tocino yjam6n, doy chicharrones y pasta mispatas preservan. Con todo, a nadie legusto. Soy un cerdo. LPor qu6 esesto?".

La vaca pens6 un minuto, y enton-cesdijo:

"Bien. QuizAs sea porque yo doymientras estoy a6n viviendo".

1.088. El diezmo no es el m68imo

Guillermo Gladstone, el gran Legis-lador de Inglaterra, fue un fiel diez-mero. El diezmo fue para 61, al prin-cipio, el maximo de sus ofrendas, peroa medida que Dios le prosperaba fueaumentando, hasta que al fin el diez-mo era el minimo de to que daba aDios. De 1830 a 1898, dio a la causareligiosa la suma de 1.000.000.000 depesos. Se conoce una carta dirigida asu hijo, que era estudiante en la Uni-versidad de Oxford, en la cual le ex-hortaba a pagar el diezmo a la causade Cristo.

1.089. El diezmo de los leprosos

La practica de dedicar a Dios eldiezmo de los haberes, parece ser unade las costumbres tradicionales masantiguas, como la del descanso domi-rical o la monogamfa, que teniendosu origen en las primeras relacionesde Dios con el hombre, se transmi-tieron de una generaci6n a otra en lacivilizaci6n mesopotamica, antes de ladegeneraci6n de las razas a que alude

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes aetivgs

San Pablo en Romanos 1. Sobre estacostumbre religiosa hallamos testimo,nio en la mas antigua literatura, porejemplo, dice Laercio que cuando P1.sitratus, tirano de Atenas, escribi6 aSolon procurando persuadirle de q uerehusara a su capital, para demostrarlela bondad de su habitantes, le dij oque todo el mundo pagaba el diezmo

de todos sus bienes, como ofrenda alos dioses. Plinio nor cuenta que losmercaderes arabes que comerciabaqen especies, no se atrevfan a venderabsolutamente nada hasta que habanpagano el diezmo a su dios Sabis, yPlutarco coment6 en varios lugares desus escritos, la costumbre romana deofrecer a H6rcules el diezmo de todoel botfn que tomaban de sus enemigos.

LABOR MISIONERA

1895 y su reconstrucci6n fue un ver-dadero movimiento popular. Mucho6carnpesinos dieron madera de cons-trucci6n y otros materiales. Las gran-des piezas de madera fueron llevadaspasta el lugar del edificio por 29 gi-gantescas cuerdas hechas con cabellohuniano, donado por las mujeres ja-ponesas. Aun existen estas cuerdas,que son mostradas al turista.

Las mujeres paganas se despojaronde sus adornos naturales para servir aun dios pagano. LQu6 diremos de lasmujeres cristianas que emplean el di-nero que podrfa servir para la obrade Dios en costosos adornos artificia-les, y se limitan a un servicio mfnimopara su Salvador?

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ria dar su dinero para misiones do-m6sticas, para sus vecinos.

Bien -replic6 el seiior Skin-ner-. LQui6n piensa en su vecino?

-Los que estan a mi alrededor.-LQuiere decir usted los que tienen

terrenos que lindan con los suyos?-Exacto -repuso el caballero.-Bien, Lcuanto terreno posee us-

ted?-Mar o menos 500 acres -fue la

contestaci6n.-LHasta qu6 profundidad va su

tierra? -pregunt6 el senor Skinner.-La verdad es que nunca he pen-

sasado en esto, pero me supongo quellegara hasta el centro del globo te-rrestre.

-Supongo tambi6n que es asf, yyo quiero su dinero para mandar elEvangelio a los chinos, cuya tierralinda con la suya por la parte de abajo.

Pablo no limit6 su trabajo misione-ro a sus vecinos en Jerusal6n ni a losde Tarso, donde naci6, antes recono-cf6 que era deudor a los de todas par-tes para llevarle las buenas nuevas desalvaci6n.

1.090. Contribucl6n o sacriflcio

Se cuenta de un cerdo y una gallinaque andaban juntos por las caller decierta ciudad, cuando de pronto lesllam6 la atenci6n un letrero en el quepodia leerse: "Desayunen tomandounos hueVO fritOS con jam6n. NOTA:Ei importe de su consumici6n seradestinado a obras ben6ficas".

"Vaya, vaya -dijo la gallina a sucompanero-, asf que tambi6n noso-tros tenemos que ver con la campanaben6fica". A to que el otro contest6:"Si, pero con la diferencia de que ati s61o to piden una contribucidn, entanto que para mi significa el sacrifi-cio".

LC6mo puede calificarse to queofrendamos a la causa de Cristo? LEsun sacrificio? LO es meramente una"contribuci6n"?

1.091. Ejemplo que nos avergoenzo

El Higashi Hongnanji es un famosotemplo de Tokio. Fue fundado en elaiio 1692 y destruido por el fuego en

1.092. Juan Jates y compaiifa

-LPuedo depositar dinero en esteBanco?

Un joven de quince aiios, pobre-mente vestido se par6 frente a la ven-tanilla del cajero del banco en el pe-queiio pueblo de Barwick, del estadode Georgia (Estados Unidos), Todosu aspecto de miseria y pobreza indi-caba que serfa hijo de un mediero dea1guna de las pequenas granjas'de laregi6n, gente que por diveras razonesgeneralmente se encuentra en mala si-tuaci6n econ6mica. Tres hojas de car-t6n, metidas dentro de sus zapatoscompletamente gastados, reemplazabanla suela que ya casi habfa desapare-cido.

--LCuanto quieres depositar, Juan?-pregunt6 el cajero.

7. LABOR MISIONERA

1,093. Somos testigos

Cuando el senor Skinner trabajabaPara levantar dinero en favor de lasmisiones extranjeras, un caballero ledijo que no crefa en ellas, antes que-

1.094. Generosidad recompensada

Cuando Alfredo el Grande se reti-raba, en Athelner, de Somerset Schaer,despu6s de la derrota de sus fuerzaspor los daneses, vino un mendigo asu pequeno castillo, pidiendo socorro.Cuando la reina le dijo que s6lo lesquedaba un pan, que no era suficientepara ellas y sus servidores, mientrasbuscaban, con poca esperanza mas ali-mentos, el rey respondi6:

-Dale al pobre cristiano la mitaddel pan. El que pudo alimentar a cin-co mil hombres con cinco panes y dospanecillos, podia hater que esta mitadbaste para nuestras necesidades.

De manera que dieron al pobre lamitad de su pan y dentro de pocovolvi6 su gente con abundantes provi-

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siones que provldencialmente habfanencontrado.

1.095. Indirecta acertada

Cuenta una leyenda persa que elfamoso poeta Sadf, cuando era escla-vo, present6 a su amo una rosa acom-panada de una cuarteta que decia, enpoesia persa:

"Haz bien a to siervo mientras pue-das hacerlo, pues el tiempo de poderes tan transitorio como la belleza deesta flor".

El mensaje de esta breve poesia to-c6 de tal modo el coraz6n del amoque dio la libertad a su esclavo.

1.096. Lhnitaciones del dinero

El dinero puede comprar: Una bue-na cama, pero no el sueiio; libros, pe-ro no inteligencia; comida pero noapetito; cosmeticos, pero no belleza;medicina, pero no salud; lujo, pero nocultura; diversi6n, pero no felicidad;un hermoso crucifijo, pero no un Sal-vador; un tempo, _pero no el Cielo.

Por esto aconsejaba Jesucristo bus-car, ante todo y sobre todo: "El Reinode Dios y su justicia".

1.097. Mas vale ejemploque palabras

Un negro se convirti6 a Jesus. Co-mo consecuencia se le marcharon lastres mujeres. Una que amaba mucho,musulmana, volvi6 al cabo de unassemanas. Al misionero asombrado lecont6: "Ella me ha puesto tres condi-ciones para volver, que acepte: nopuedo mencionar el nombre de Jesusen su presencia; no puedo orar a Elcuando ella to oye y no puedo leer laBiblia en voz alta". "iEntonces . basrendido to fe ante ella!" -exclam6 elmisionero-. "De ninguna manera-contest6 el negro sonriente-, ella

LA VIDA CRISTIANA - Virrudes act,,,,

se olvid6 de prohibirme de vivir lavida de Cristo en su presencia y estoes to que quiero hacer para ganarlapara El". Pas6 un tiempo en el cualsu paciencia fue puesta a prueba porsu mujer; pero tleg6 el dia feliz enque ella se rindi6 a Cristo.

1.098. Pensando en otros

Hace tiempo lei en un libro deHistoria Natural acerca de alguien quepuso un terroncito de az6car sobreuna piedra. Luego tomb una hormlgay la coloc6 encima del terr6n de azd.car. El hombre qued6 sorprendido alver que la hormiga, despu6s de exa-minar su "dulce descubrimiento", co.rri6 en buca de sus companeras, quepor to visto, entendieron to que la otrales decia, puesto que en seguida seform6 una larga hilera de hormigasque se dirigieron habia donde estaba elpreciado boon.

ZNo es esto una buena lecci6n paranosotros los creyentes7 Si hemos "gus..tado" que el Senor es bueno, debemoshacer to que este de nuestra partepara que otros vengan a particlpartambien de esta salvaci6n en la quenosotros nos gozamos.

1.099. Idea ingeniosa

Un pastor de Harrow on the Hill,pequena ciudad inglesa, tuvo una bri-llante idea para recaudar fondos paraedificar la iglesia. Reuni6 a su congre -gaci6n y les record6 la parabola delas minas. Tom6 luego 500 libras It-bras esterlinas que habia recibido Par'la edificaci6n de la iglesia y dio a cadamiembro de la congregaci6n encargan'doles, como en la parabola, que re'gociaran con ellas. El 6xito que tuvole dio la raz6n. Los miembros demos'traron tener una gran inventiva en suesfuerzo de hacer muttiplicar aquel di'

LA13 OR MIST I ONERA

ncro y cuando fue devuelto al pastorco n los beneficios, sumaba la cantidadde 6.000 libras. El record to obtuvouna anciana que con una libra que,;e le conf16 gan6 100 libras mas.

1.100. Obrero voluntario

Cuenta el doctor C. Taylor, desta-cada personalidad evangelica de losEstados Unidos, que en un viaje quebizo al Libano le fue presentado uncristiano arabe, propietario de unapequena granja de gallinas. Una mi-sibn le habia ofrecido el sostenerlocomo obrero cristiano en el pais, pero61 rehus6 el ofrecimiento prefiriendotrabajar por su cuenta como misione-ro. Asi cree tener una huerta mas li-bre y mas abierta para su testimonio.Nadie puede acusarle de que habla asueldo. Este pequeho granjero recorretodo el pafs del Libano distribuyendoliteratura evangelica casa por casa. Elaiio 1957 solamente, visit6 cuatromil hogares y no es raro el dia quegana a una o dos almas para Cristoen esta labor de visita personal y siem-bra de la Palabra por rnedio de la pi-&a impresa.

A este y otros obreros del Senor quosiguen mas o menos de cerca similarconducta, pueden serles aplicadas lashalabras del ap6stol San Pablo: "Sito hago de buena voluntad, premiotendrb"; confirmando la declaraci6ado Nuestro Senor: "Ni un vaso deagua frfa dado por amor de Mi, noperdera su recompensa" (1.a Corintios9:17 q Mateo 10:40-42).1.101. Lo que se acreditara en ell

cielo

En una iglesia de Edimburgo, des-pues de un serm6n sobre la caridad,cierto individuo deposit6, por equivo-caci6n, en la bolsa de las ofrendds,una corona, en lugar de un chelfa. Al

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notarlo, se dirigi6 inmediatamente aldiacono que estaba recogiendo laofrenda y le suplic6 devolverle la grue-sa moneda a cambio del chelfn, perocomo es natural, el diacono se neg6a la devoluci6n, -dici6ndole: "Lo queha sido dado, dado esta".

El hombre hizo ademan de retirarsediciendo: "Bueno, Iqu61e vamos a ha-cer!, me to acreditaran en el Cielo".

"No es verdad -replic6 rapido eldiacono-, en el Cielo le acreditaranel valor de un chelin; pues esto esto quo usted estaba dispuesto a dar".

Este chistoso incidente nos muestraque to que damos de mala gana, pue-de ser utilizado en el pago de los gas-tos de la obra, pero ciertamente, losdadores no recibiran credito delante deDios, quien conoce el coraz6n de to-dos los hombres y nos ha advertido yaen su Palabra que: "El ama al dadoralegre".

1.102. Lo que les convenci6

En la isla de Formosa se quem6 lacasa de un cristiano, dnico en su pa-gano pueblo. Los habitantes no hacianmas que burlarse del pobre hombre:"Asi que le pasara a todo el que aban-done la religi6n de nuestros padres".

Mas unos pocos dias despues vi-nieron los cristianos de los pueblosvecinos y traian palos de bamb6, vigas,ladrillos; etc. Quitaron todos los es-combros del lugar de la desgracia yluego empezaron a construir una ca-sita nueva mejor afro que la anterior.A los dos dfas ya estaba terminada.Los paganos quedaron admirados yperplejos. Ya no se burlaban. Que seayudase a un desgraciado de esta ma-nera, no to habfan visto todavia hastaentonces. 1 Luego era verdad que elcristianismo daba frutos muy distintosa los del paganismol

"En esto son manifiestos los hijosde Dios, y los hijos del diablo: que

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cualquiera que no hate justicia, y queno ama a su hermano no es de Dios"(1 Juan 3:10).

1.103.

Hierro p or oro

Hate unos 150 aiios, Federico Gui-llermo III, rey de Prusia, se encontr6con que necesitaba dinero para pro-teger y consolidar la economia delpals. La situaci6n habia llegado a sertan delicada que solicit6 de todas lasmujeres del reino que entregasen susjoyas de oro o plata a fin de ser con-vertidas en monedas. A cambio de sus

' e e ibfan unajoyas, las mul res r c piezade fundici6n de hierro en la que habiaimpresa la siguiente inscripci6n: "Yodi oro por hierro - 1813". Pronto seconvirti6 en motivo de orgullo el usareste sencillo ornamento, pues 61 eraprueba del sacrificio hecho.

Asi tuvo su origen la Orden de laCruz de Hierro, como distintivo parapremiar los actos de servicio y sacrifi-cio realizados en favor de la naci6n.

Tambien Dios esta esperando y bus-cando a aquellos que est6n dispuestosa sacrificar por amor de su nombre,todo aquello que les tiene sujetos aquiabajo. Con la diferencia de que a sutiempo, El dara como recompensa, nouna "cruz de hierro", sino una coronade gloria.

1.104.

Federico el Grande y el mo-linero

Durante el reinado de Federico I,rey de Prusia, habia un molino cercade Postdam que interceptaba la vistade las ventanas del palacio real deSan Souci. Contrariado por esta mo-lestia, el rey mand6 preguntar al pro-pietario el precio por el cual venderiasu molino.

-Por ning6n precio -fut is res-o>>esta oel resueito prusiano.

LA VIDA CRISTIANA - Yirtude- sacctiy

El rey Federico, en un moment,,de enojo, dio orden de que el molinofuera derribado, to que fue ejecutadoen pocas horas.

-El rey puede pacer esto °dijoel molinero-, pero hay leyes en Pru.sia.

Inmediatamente, present6 una de.manda contra el monarca y el rewlta.do del proceso fue que el tribunal sen.tenci6 a Federico I a reconstruir elmolino y a pagar, ademas, una gransuma como compensaci6n por los per.juicios. El rey se molest6; pero tuvola magnanimidad de decir a sus cor.tesanos:

-Estoy complacido de encontrarque existen en mi reino leyes justas yjueces rectos.

-El molino reconstruido a costasdel rey permaneci6 por varias genera.ciones, hasta que uno de sus descen.dientes del molinero hallandose en di.ficultades econ6micas, escribi6 al reyFederico Guillermo proponi6ndole lacompra.

El rey escribi6 inmediatamente consu letra y puno esta respuesta:

"Mi querido vecino: no puedo per-mitir que venda usted el molino por-que pertenece a la Historia de Prusia.Lamentando, empero, que usted sehalle en circunstancias econ6micas di.ficiles, le envio esta cantidad de mar.cos (equivalente en aquellos tiempos a

6.000 d6lares), para que arregle a susasuntos, esperando que ello sea sufi-ciente. Consid6reme siempre como suafect1simo vecino. Federico Guiller-

mo".He aquf una buena ilustraci6n para

la historia de Acab y la viva de N"bot, y como ejemplo de la justicia quedebe presidir siempre las relacioneshumanas, sun entre poderosos y gen.

ies humildes.

LASOR MI`- SIO

1,105. Justicia o bondad

gn Africa del Sur se expidierontreinta y siete leyes restrictivas queac,,baron con todo vestigio de las li-bertades ciudadanas que to nativos te-nian. El jefe de este movimiento dijopoicamente: "Ahora que les hemoscortado las alas, debemos mostrarlesbondad, y dar ejemplo al resto del

I

mundo de c6mo se trata a los nati-vos". Hablaban de bondad pero node justicia. La bondad sin juticia esun insulto.

Cuando sir Thomas Lipton dio diezmil libras esterlina s para los huerfanosy viudas de los marineros, la observa-ci6n que hizo un marinero dio en elblanco. "Agadecemos la dAdiva -di-jo -, pero si pusieran mas atenci6n alas condiciones en ]as cuales viven ytrabajan los marineros, habria menosviudas y hu6rfanos que sostener"...

1.106. Consejo acertado

Oliverio Cromwell, el lider de larevoluci6n inglesa que derrib6 a Ja-cobo I, era un hombre de ideas muyavanzadas dentro de la sociedad desu 6poca.

Visitando un dfa una iglesia angli-cana se fij6 en dote estatuas de plata.

-i"Qu6 representan estas estatuas?--pregunt6.

-Sef or -respondi6 temblando elparroco, que conocfa las ideas purita- .nas y 10s arranques de genio de suinterlocutor-, representan los doteap6stoles.

-Los dote ap6stoles -contest6-iban con su Maestro nor todas parteshadendo bienes; y estas estatuas noto hacen. Yo creo que los ap6stoles sesentirian mas honrados si ]as vieronCorrer por el mundo dando de comera

nluchos pobres. Que Sean fundidasrn el acto y se conviertan en moneda

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que se destlnarA a imitar de un monoprActico la doctrina de los santos ap6s-toles.

1.107. El hombre avaro

Un buque puede ser cargado de orohasta que se hunda y, sin embargo,haber dejado espacio para poner dieztantos de la carga. Ad el hombre ava-ro, aunque tenga to suficiente para es-tar satisfecho. - Trapp.

1.108. El Evangelio insustituible

"Estimados hermanos: No cometaisel error de sustituir el Evangelio dela regeneraci6n por un evangelio me-ramente "social". Sacad a un hombredel peon antro de los barrios bajos,uu borracho, pobre y degradado, se.parado de su familia. Devolvedlo a supueblo, proporcionadle una casa nuevay limpia y confortable, llevad con 61a su esposa e hijos. Dadle un buenempleo que le permita ganar to sufi-ciente para mantener a su familia.Luego, dejadle que muera sin habercreido en Cristo como su 6nico y su-ficiente Salvador... LCre6is que habeAvalido la pena pacer por 61 todo toque hicisteis? Yo os aseguro que no.

Esto to decia, no un fandtico y re-trasado cristiano ortodoxo, de los quese cotentan con predicar el Evangelioy no hacen nada en favor de sus se-mejantes, sino nada menos que Wi-lliam Booth, el fundador del Ej€rcitode Salvaci6n; la Instituci6n que masha hecho en el mundo para remediar]as necesidades materiales de la gentehumilde. Sin embargo, este cristianonotable reconocia que la acci6n so-cial no basta por si sola, si no vaaeompahada de una clara predicaci6ndel Evangelio que regenere el coraz6ny la vida.

El hecho de que muchos hayan

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errado por el lado contrario, limitan-dose a predicar un Evangelio para laotra vida, sin interesarse por los pro-blemas de Orden social, no es moti-vo para inclinarse totalmente al ladoopuesto. Lo justo y agradable al Se-nor es mantener entre ambas tenden-cias el debido equilibrio.

1.109. Un ejemplo digno de imitar

El total que un hombre dio paralas misiones nos da un hermoso ejem-plo. Roberto Arthington, de Leeds,graduado de la Univerisdad de Cam-bridge, vivi6 en un cuarto pequeno,guisando sus propios alimentos; diopara las misiones 500.000 libras ester-linas (casi un mill6n y cuarto de d61a-res, o sea, cerca de cien millones depesetas), para abrir nuevas misionesen lugares doride el Evangelio no hn-biese sido predicado antes.

Este cristiano, vivfa en la mas ex.-tremada sencillez. Su habitaci6n esta-ta situada en una casa antigua y hu-milde, y usaba muebles de pasadas ge-neraciones. Vestia muy sencillamentey no cambiaba de traje hasta que serompia el que llevaba puesto. Su me-sa era, asimismo, frugal, y nunca con-sumi6 dinero en viajes ni en cosa al-guna que no fuese estrictamente nece-saria. Su unico afan fue hacer tesorosen el cielo.

1.110. Lo que no se puede hacersiempre

Una senorita cristiana, que era muyhabil en ayudar la causa de las misio-nes, le dijo alguien en cierta ocasi6n,cuando habia hecho una sugerenciamuy feliz para vender obstaculos queparecian insuperables:

Bessie, creo que si usted fuerapuesta en un isla solitaria, o encerra-da en una celda sin comunicaci6n conninguna persona, adn alli descubriria

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activas

el modo de hacer algo para las misio,nos.

-Claro que si -dijo Bessie-, ba,ria esa gran cosa para la Causa de rnibendito Maestro: Oraria.

1.111. Un laico dedicado

Entre los muchos laicos que pan de.dicado su tiempo y sus talentos parael Senor. Uno de 6stos es Kraft, grranproductor de queso.

Este seiior, viendo la necesidad deencontrar un m6todo para conservarel queso sin que se echara a perderantes de que se vendiera, se pas6 mu.chos anos experimentando para encon.trar dicho m6todo. Gast6 todo su di-nero y se endeud6 mucho sin tener el6xito deseado. Un dia se dio cuenta deque necesitaba a Dios en su vida, yque Dios podia bendecirle y hacerprosperar .su negocio.

Despu6s de aceptar a Cristo comoSalvador e invitar a Dios a ser su so-cio, ha116 el proceso que buscaba yccmenz6 un negocio pr6spero que hallegado a ser una compania mundial,Lo mas importante es que lleg6 a sermaestro bautista, y que procurabaguiar a sus empleados a Cristo.

1.112. La gratitud de una madre

Un misionero, visitando un pueblo,vio a una madre cristiana con un her-moso nino en sus brazos, y le pro ,gunt6:

-GUsted ama a Jesus?-iOh, si -dijo ella.-tQu6 puede darle?-Oh, seiior, no tengo nada y todo

to que puedo ahorrar despu6s de lacomida, to doy para la obra nlisio-nera.

-LNo puede usted dar a su hijo?La pobre mujer, que era viuda,s e

fue sollozando y el misionero le dijo'-Piense usted en eso.

SANT I FICACION DEL DIA DEL SENOR

A1 dia siguiente antes de que mar-,hara el misionero vio venir a la ma-dre con su hijo en un brazo y un liode ropa en el otro, to dio al misione-rc, y le puso la mano sobre la cabezay dijo:

-Toma, Senor Jesucristo.Aquel nino fue educado en un co-

legio de la misi6n y lleg6 a ser un mi-sionero tan c6lebre que se llam6 elprofeta del Kurdistan.

8. SANTIFICACION DEL DIADEL SENOR

1.113. Influencia infantil

El senor Gunders Pink, hablandoante la comisi6n de educaci6n del Par-lamento ingl6s cuenta que una mujervino a 61 y le explic6 c6mo habia sidoreprendida por su hijito. Habian idoambos a buscar lena en el bosque undomingo por la manana. Para apresu-rar la vuelta a casa la mujer no se con-tentaba con recoger la leiia esparcidapor el suelo, sino que la habia tiradode los fajos ya hechos. Al verlo el ni-iiito le dijo:

-Madre, estas faltando a dos man-damientos de la ley de Dios: Quitasleiia que estd en los fajos, y to pacesen el dia de domingo.

Estas sencillas palabras impresio-naron tanto a la madre que asegur6que no volveria a hacerlo.

1-114.

Antiguedad del dia del Senor

El dia de reposo no fue inventadoen los dias de Mois6s, sino que seremonta a la Creaci6n. Cuando se in-vestiga la historia de todos los pue-blos antiguos del mundo -los israeli-tas> los asirios, los egipcios, los arabes,lOs persas- se encontrara que siem-pre se valieron de una semana com-puesta de siete dias. LC6mo se ex-

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plica tal uniformidad? Es seguro queel dia de reposo fue observado, mas omenos fielmente, por la raza humanadesde que Dios cre6 el mundo.

1.115. El vendedor de peri6dicos

Cuando el joven J. se convirti6, senegb a vender peri6dicos por las ca-Iles en el dfa de domingo. El quo letenia alquilado le record6: %Te dascuenta que to madre, una pobre viu-da, pierde unas cuantas monedas se-manales?" "Ya to s6, pero ella pre-fiere pasar un poco mas de necesi-dad que poner una piedra en mi ca-mino cuando quiero seguir fielmente alSenor, en sus pasos". El dueno que-d6 un instante como en suspenso yluego dijo: "Mira, to confieso que megusta la actitud de to madre. Y en vezde tenerte en la calle, trabajaras en latienda, ganando un poquito mas y te-niendo libres los' domingos". El mu-chacho acept6 y hoy tiene una hermo-sa libreria propia en la misma ciu-dad. El Se)ior cuida de sus hijos fie-les y les recompensa muchas vecesaqui on la tierra.

1.116. Por honrar el dia del Senor

Cuando Jorge III de Inglaterra es-taba reparando su palacio de Kew, tra-b6 particular amistad con uno de losobreros, hombre piadoso y de agra-dable conversaci6n.

Un lunes por la manana, el Rey fuea visitar las obras y pregunt6 por laausencia de aquel obrero, recibiendouna respuesta evasiva. Por algunosdias, los encargados trataron de ocul-tar al Rey la causa de su ausencia,pero al ser mas estrictamente interro-gados tuvieron que declarar que porno haber podido completar cierto tra-bajo, un sabado por la tarde, los obre-ros fueron requeridos a terminarlo en

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domingo por la manana. Solamenteaquel hombre habia rehusado cumplirla orden, alegando razones de con-ciencia; y para mantener la disciplinahabia sido despedido.

-Llamadle inmediatamente ---ex-clam6 el buen rey- el hombre querehusa hacer su trabajo en el dfa delSenor es precisamente el que yo nece-sito. Enviadle a buscar inmediatamen-te.

El obrero fue repuesto en su em-pleo, y el rey mostr6 siempre por 61particular favor.

1.117. Usted to pisa

Un caballero de edad avanzada sedirigia un domingo por la mananahabia la iglesia. Por el camino encon-tr6 a un hombre que, conducia unpesado carro por las calles de la ciu-dad. Cuando el anciano se ha116 de-lante del carro se dbtuvo de repente,y alzando los brazos exclam6 al pasoque miraba debajo del carro.

-iHombre! iAcaba usted de pisar-lo! ZVa usted a pisarlo mss?

Asustado el carretero par6 ensegui-da al caballo, y mir6 debajo de lasruedas, temiendo hallar el cadaver pal-pitante de algun nino, o Cuando me-nos algdn pobre perro aplastado.

Pero despu6s de buscar por todaspartes, no viendo nada, se volvi6 ha-*cia la persona que de una maneratan extrana habia llamado a su aten-ci6n, y le pregunt6 con ansiedad:

-ZQu6 he pisado, senor?-El cuarto mandamiento, amigo

mfo, pues ya sabe que dice: "Acu6r-date del dfa de reposo para santifi-carlo".

1.118. El aprecio de un atleta parael dfa del Senor

Cuando los Juegos Olimpicos se ce-lebraron en Paris, la carrera pedestre

LA VIDA CRISTIANA - Virtudes activgs

fue ganada por Eric Liddell, en untiempo record, por to cual la prensale proclam6 "el rey de los springs„pero hubo algo mss que esta Victoria.

Cuando el joven atleta fue escogidopara representar a su pais en los Jue-gos Olimpicos descubri6 que la carre-ra pedestre tenia que realizarse en do,mingo, por to cual rehus6 tai repre-sentaci6n, diciendo que 61 habia obje.tado siempre a los juegos en domin-go, y no podia faltar a sus conviccio.nes en esta ocasi6n.

La prensa deportiva de Europa sebur16 de 61. Fue abochornado y cri---ticado de todas las maneras, sun porlos mismos diarios de su pais; pero61 se mantuvo firme; con el resultadoque el Comit6 de los Juegos, antesque perder la oportunidad de ver co-rrer a tan notable atleta, cambi6 lafecha de al carrera pedestre.

Cuando Eric gan6 el primer pues-to, la misma prensa que le habia con-denado cambi6 de actitud, deshaci6n-dose en alabanzas. A su vuelta aEdimburgo se celebr6 un banqueteofrecido por las iglesias de aquella ciu-dad. La tarjeta del menu llevaba lasiguiente inscripci6n: "Cena en honorde Eric Henry Liddell, B. S., en reco-nocimiento por sus hazaiias atl6ticas ysu fidelidad al principio de santifica-ci6n del Dfa del Seiior".

The Tarbell's Teacher's Guide.

1.119. El inventor del aeroplano yel rey de Espana

Cuando el autor de estas limas eramuchacho, los diarios se ocupabanmuy profusamente de la invenci6n delaeroplano por los hermanos Wright deOhio. Por fin vino la noticia de queel aeroplano se habia levantado por supropio impulso durante 10 minutos .

Poco despu6s el vuelo habia sido deuna hors.

sando volar en dicho dfa. El monarcaespanol no se mostr6 ofendido -de-claraba la prensa- sino que admiran-do las convicciones de Wilbur le pi-di6 escogiera por si mismo el dfa parala deseada demostraci6n. - B. W.Clay, en The Bible School Journal.

, ANTIF/CAC16N DEL DfA DEL SENOR

A mi interes de muchacho se unia

el hecho de que yo conocia personal-'Inente al padre de aquellos j6venes, el

obispo Milton Wright, de la 1glesiaUnida de los Hermanos.

Un dfa los peri6dicos trajeron la

noticia de que los hermanos Wrighthabfan embarcado su aeroplano y toestaban exhibiendo en varios parsesde Europa. En Espafia el rey Alfon-

so X11 les pidi6 que hicieran una de-mostraci6n p6blica el dfa siguiente desu llegada. Pero se dabs el caso deque era domingo y por tai raz6n eljoven Wirbur Wrigth, fiel a la ense-nanza que habia recibido en su hogar,envi6 una cort6s respuesta al rey rehu-

1.120. A donde tenemos que it

Haz del domingo un dfa de granactividad para el Senor. La primerade tales actividades debe ser la asis-tencia a la iglesia. John McNeil decia:"Hay una grave discrepancia entrenuestro credo acerca del dig del Se-nor, y nuestra conducts. En muchasfamilias, a las diez de la manana deldomingo, se pregunta: "LIremos a lalglesia hoy?" Unos dicen que si; otrosque no; alegan que el dfa es muy bue-no para it a la playa, o que ya hanRio a la iglesia dos domingos segui-dos.

Un pastor estaba dici6ndole a unagricultor que era una lastima que nofuese a la iglesia, y le sehal6 el hechode que jamas faltaba al mercado.

-All, senor -fue la respuesta-,al mercado tenemos que ir.

-Yo s6 que otro lugar a donde

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tenemos que it de un modo ineludible.LCual es?

1.121. La luz del din del Senor

Cada domingo significa una visi6ndel cielo. El infierno es separaci6nde Dios. El hombre que no tiene dfade reposo no tiene companerismo conDios.

Un hombre iba pasando frente auna mina de carb6n del estado dePennsylvania, cierto domingo, y vien-do un grupo de mulas en el campode pastoreo, le pregunt6 a un mu-chacho para qu6 se empleaban lasmulas. El mozalbete respondi6: "Es-tas mulas trabajan en la mina toda lasemana. Si no las sacaran los domin-gos, se volverfan ciegas".

Amigos mfos, to mismo ocurre connosotros. Si conceptuamos el domingocomo cualquier otro dfa y no procu-ramos en e1 la luz diving, nuestrosojos espirituales quedaran cegados.

1.122. Dis para hacer el bien

-Mama, dime una raz6n por qu6es malo it al cine en domingo -dijoniuy acalorada Juanita.

-Juanita -dijo la mama-. Yocreo que td sabes bien como yo lasrazones para no it al cine en domingo;por to menos espero que si.

-Para decirte la verdad, mama-cita, no veo que haya nada de malo-insisti6 Juanita-. Por supuesto yono quiero it Cuando hay culto en el

temlo, pero ya hemos asistido al tem-plo, y casi todas las muchachas de miclase en la escuela dominical van a it

esta tarde al cine. Verdaderamente yono s6 por qu6 no puedo ir.

-Juanita, t6 eres cristiana ahora-le explic6 pacientemente su ma-nia-, y el domingo es un dfa espe-cial en la vida del cristiano. Es elDfa del Senor en una manera especial

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y los cristianos deben usarlo en unmodo que le agrade a 61. Por qu6 nose ponen de acuerdo ustedes para vi-sitar a las que no asistieron esta ma-iiana, o podrias invitarlas para quevengan a preparar alguna cosa parellevarle a to amiga que se encuentraenferma.

Jesus no habfa venido al mundo pa-re destruir las antiguas leyes religio-sas de los judfos sino a darles un sig-nificado nuevo y mas profundo. Nohabfa venido para destruir el sabadosino para darle mayor significado. De-bido a la venida de Jesus, el domingoes mas que un dia de descanso. Es elDia del Seiior, recordando a todos lcscristianos que 6ste es el dia de la se-mana en que "Resucit6 de entre losmuertos".

1.123.

El tiempo que demos a Dios

El seiior Fergus Falls de Minneso-ta, suele pronunciar en tres minutosun serm6n de profundo sigaificado. Esel siguiente:

Un hombre que haya vivido 70afos, habfa empleado como tbrminonledio:

En dormir, 23 anos.Despierto, 47 anos.Lavandose y banandose, 6 meses.Comiendo, de 4 a 6 afios.Hablando, 13 anos.Trabajando, 13 afios y medio.En paseos, viajes de recreo y di-

versiones de diversas clases, 25 afios.6 meses en la iglesia, si asiste una

vez cada domingo.Probablemente esta cuenta vane en

Espafia y parses latinos; pero no tanconsiderablemente que no nos hagasentir a todos que dedicamos pocotiempo a Dios.

1.124. La regla de oro se to indic6

A cierta mujer que siempre asistia

LA V IDA CRISTIANA - Virtudes

Cl ivgt

con grande puntualidad a los cultosse le pregunt6 la raz6n de ello, y con,test6:

-Desde que encontr6 en la Biblia:"Todo to que quisibreis que los hole,bres hicieran con vosotros, asi hacedvosotros con ellas".

Comprendf que era una parte. nece.saria de mi religi6n el no interrum.pir o perturbar la de otros.

1.125. Advertencia a an visitante

Un pastor americano estaba en Lon.dres fue a visitar el finado Rev. Ma.teo Wykls, quien le recibi6 con Corte-sia y entraron en conversaci6n sobreasuntos de la obra del Sehor que erasstiles a ambos. Cuando por fin termi.naron la converaci6n y el visitante em-pez6 a referirse a otras cosas trivia.les el sefior Wykls le interrog6 muyseriamente:

-LTiene usted alguna otra cosaque comunicarme?

-No, nada de especial inter6s.-4Ninguna otra pregunta para ha-

cerme?-No.-Entonces, querido hermano, ten-

dr6 que dejarlo, porque mi amo metiene prohibido quitar vuestro tiempo.Buenos dias.

-Fue una lecci6n -decia- al vi-sitante que nunca olvidar6 y que meha sido de gran provecho.

1.126. Necesitamos un dia claro

Un caballero ingl6s se encontrabainspeccionando una case en New Cas-tle, con intenciones ed comprarla. $1dueiio to condujo a una ventana supe'rior y le dijo: -Los domingos ustedpods ver la Catedral de Durham des-de aqui.

-LC6mo dice? -indag6 el hots'bre extrafado. ZEs que los domingos

SANTIFICACION DEL OIA DEL SENOR

hay menos distancia de aqul a la ciu-dad?

El dueiio respondi6: -Los domin-grs no hay humo en las lejanas chi-meneas que obstruya la visual.

Ah, necesitamos un dia cuando eibumo se desvanezca de delante denuestros ojos y miremos a Dios y re-dbamos nuevo poder para vivir.

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1.127. Un cuarto o dos Loras ycuarto

Un comit6 d.: diez seiioras tenfanque reunirse cierto dia a las doce. Nue-ve de ellas fueron puntuales, pero lad1tima en llegar vino un cuarto dehora despu6s. La presidente la llam6al orden y 6sta se excus6 diciendo:"Es s6lo un cuarto de hora".

-No -replic6 con severidad lapresidente, que era cuaquera-, sondos horas y cuarto de un tiempo queno to pertenece el que hemos perdidoentre todas; y de esta p6rdida eresIesponsable.