La vida como fundamento de la bondad moral

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Etica y filosofia

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AREA DE EDUCACION RELIGIOSA ESCOLAR LA VIDA COMO FUNDAMENTO DE LA MORAL GRADO 8º Y 9º

Lic. JHOANI RAVE RIVERA

Criterio 11. Interpretación acertada de textos, situaciones,

fenómenos actuales e históricos

INTRODUCCION. Existen en toda la sociedad patrones de

conducta, tanto en el ámbito individual como en el colectivo, cuya

observancia se impone a todos como un deber. Por ejemplo: se

impone a los padres que se responsabilicen de los hijos menores y al

médico se le impone la obligación de utilizar en la mejor forma su

saber para procurar la salud a sus clientes. La ética se suele definir

como el conjunto de reglas o normas de comportamiento a través

de las cuales busca el hombre realizar el valor de lo bueno.

La moral es una realidad sociológica. Cada pueblo tiene su moral.

Pero hay aspectos universales como el respeto a la vida, en que

coinciden todos los pueblos. En otros aspectos difieren como en el

caso de la poligamia, que es aceptada por unos pueblos y rechazada

por otros.

Al tratar de definir la ética, debemos tener en cuenta, que la noción

varía, según lo veremos al estudiar los diferentes sistemas éticos.

En esta guía desarrollaremos los siguientes temas:

* La ética como teoría de la moralidad.

* La vida como fundamento de la bondad moral.

* La estructura de la vida moral.

LA ETICA COMO TEORÍA DE LA MORALIDAD

En sentido etimológico ética y moral significan lo mismo. Ethos en

griego y Mos en latín, palabras de las cuales se derivan las palabras

ética y moral, significan lo mismo: costumbre o hábito.

Sin embargo en su significación actual, se entiende la ética como la

teoría de la moral, es decir, la reflexión o el estudio sistemático de

la moralidad. En otras palabras la ética es la teoría y sistematización del

fenómeno moral.

LA VIDA COMO FUNDAMENTO DE LA BONDAD

MORAL

Las diferentes filosofías éticas, giran en torno a determinadas

aspiraciones de realización o perfeccionamiento del ser humano. La

pregunta básica de la ética, es por tanto: ¿cuál es el fundamento del

valor moral? ¿qué es lo bueno y qué es lo malo?. Desde el punto de

vista humano, en cualquier época o cultura la máxima aspiración es

vivir.

La vida es aquello que todos defendemos por encima de cualquier

otro interés. Pero no se trata de vivir biológicamente, sino de

realizarnos como personas en todas las dimensiones del ser

humano. Es decir, la vida entendida como salud, educación,

trabajo, segundad, descanso, armonía social y amor, en este

sentido podemos tomar la vida como el fundamento del valor

moral. ESTRUCTURA DE LA VIDA MORAL.

Aquí identificaremos los elementos que integran la vida moral,

como los valores morales, la conciencia, la libertad, la ley y la

conducta.

VALORES MORALES

La actividad moral consiste implícita o explícitamente, en valorar

nuestras acciones, es decir, en confrontarlas con determinados

valores. Los valores, en general, consisten en cualidades que

expresan relaciones de sentido que el hombre descubre en los

seres. Relación de sentido es la posibilidad de realización que le

ofrece al hombre una cosa. Así el arte tiene valor porque satisface

el gusto estético. El dinero es valioso porque posibilita adquisición de

bienes. Los valores morales son aquellos que abren la posibilidad

humana de perfeccionamiento.

Todo lo que desarrolla la vida de todos los seres humanos es un

valor. El valor así entendido es la fuente del deber moral. La ley y el

deber en sí mismos no tienen valor. Valen en cuanto están al servicio

del valor supremo: la vida.

Valorar es la manera específica y característica que tiene un grupo

humano de apreciar la significación de la naturaleza del hombre, del

sexo, del tiempo, del trabajo, de la técnica, del dinero, del arte, de la

fiesta, de la muerte, en relación con la vida colectiva. Es evidente que

no aprecia el tiempo, de la misma manera, un latinoamericano que

un anglosajón. Mientras para el inglés el tiempo es oro o negocio,

para el latinoamericano es ocio, espectáculo o fiesta. El latino habla

de ver pasar el tiempo, y para ello, se sienta horas interminables en

un taburete, recostado contra la pared. Y no se trata muchas veces de

zanganería, sino de toda una filosofía subyacente del tiempo, del

trabajo, de la vida, que es en una palabra, la que socialmente está

operando en las diversas actitudes del grupo. Es el ancestro.

Los valores no se entienden hoy como algo individual e

intemporal, sino como realidades sociales, culturales e históricas.

Sólo así interesa la axiología. Macondo es nuestro símbolo total,

como el Quijote lo es de España, porque expresa todos nuestros

valores y anti-valores esenciales en forma social e histórica.

LA CONCIENCIA.

Desde el punto de vista psicológico consiste en el conocimiento

que el ser humano tiene, como sujeto, de sus propios actos. En

la conciencia psicológica se acumulan experiencias, ideales y

aspiraciones que permiten valorar las situaciones nuevas que

tenemos que afrontar en la vida. Estos son contenidos de

conciencia; según el grado de lucidez, amplitud e intensidad de los

mismos varía el grado de conciencia. Los contenidos

pueden estar en el sujeto en forma inconsciente,

subconsciente y consciente.

La conciencia moral es la misma conciencia sicológica en cuanto

realiza valoraciones de conducta. Se da cuando confrontamos

nuestros actos con una determinada jerarquía de valores. Está

sujeta, por tanto, a todos los condicionamientos sociales que

marcan nuestra! personalidad y nuestros ideales. Se desarrolla

lentamente a medida que se va adquiriendo la madurez sicológica.

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LA LIBERTAD

Hacer referencia a la conciencia moral implica de suyo considerar

la libertad. Todo acto normalmente considerado supone la

existencia de la libertad como capacidad de autodeterminación y

autocreación, condicionada por la situación en que vive el sujeto.

Sin embargo, no todos los pensadores están de acuerdo con la

existencia de la libertad.

Los deterministas, como Spinoza, afirman que la libertad es una

ilusión de la conciencia, porque somos conscientes de nuestros

apetitos y deseos pero no de las causas de nuestros apetitos y deseos

y por lo tanto nos imaginamos que deseamos libremente.

En el mismo sentido se manifiesta el psicoanálisis de Freud: la

libertad es el nombre que le damos a la ignorancia que tenemos de

las causas de nuestros actos.

Posiblemente la polémica entre partidarios del libre albedrío y

deterministas acompañen al hombre durante toda su existencia. Es

cierto que existen múltiples condicionamientos que determinan la

voluntad: biológicos, síquicos, económicos, políticos y sociales. Por

encima de todos estos condicionamientos, el hombre, cuando obra,

en muchos casos se considera libre y lucha por un valor que llama

libertad, en sus distintas manifestaciones: libertad de pensamiento,

de expresión, sicológica, física y moral.

Si prescindimos de la existencia de la libertad en forma absoluta,

no tendríamos por qué hablar de moralidad, ni establecer códigos

o leyes en una sociedad, pues se perdería todo sentido de

responsabilidad y de culpabilidad.

LA LEY

Tradicionalmente, se considera la ley como la formulación expresa de

un deber con carácter obligatorio y permanente.

El objetivo de las leyes es garantizar el ordenamiento social y

conferir seguridad a los individuos en su obrar. Por lo tanto, la ley

en sí misma no es un valor sino un instrumento. El valor moral de

una ley puede ser positivo o negativo, según esté al servicio de la

vida o de la muerte. Así, una ley que favorece a unos pocos

privilegiados y perjudica a otros, por ejemplo: impidiéndoles

conseguir trabajo, es de valor negativo.

La ley se suele dividir en positiva y natural. La positiva, es la

establecida expresamente por un legislador. La natural,

corresponde a aquellas tendencias de nuestra misma naturaleza

como la conservación de la vida, la búsqueda de la verdad, el amor

a los familiares. La ley natural, fundamenta los derechos naturales

como el derecho a la vida, al trabajo, a la educación, al descanso.

La ley natural es el fundamento de las leyes positivas. Una ley

positiva que esté contra el derecho natural, carece de valor. En

nuestro país muchas veces se utiliza la ley positiva, como un yugo

que oprime y quita oportunidades de vivir. Estas leyes no tienen

valor moral alguno.

LA CONDUCTA.

La ética actual, no se interesa tanto por los actos en cuanto tales

(los hechos concretos), sino por la conducta integral de la

persona.

Por tanto, para una valoración completa de la conducta, se deben

tener en cuenta los diferentes elementos que inciden en ella.

Tales elementos son: la opción, los hábitos, los compromisos, las

situaciones y la estructura biosíquica de la persona.

* La opción fundamental es el ideal de la vida de una persona. Puede

ser la búsqueda del placer, de riqueza, un compromiso de

trabajo social, o un ideal religioso. La opción fundamental

marca todos los actos; de acuerdo con ella se realizan los

actos.

* Los hábitos son disposiciones permanentes para obrar.

Adquieren fuerza a medida que se repiten. Si encarnan un valor

son virtudes, por ejemplo: el hábito de la investigación

científica. Si encarnan un anti-valor, son vicios por ejemplo:

fumar.

* Los compromisos son opciones de carácter estable frente a una

situación determinada. Por ejemplo: comprometerse con la

búsqueda de la paz, no de palabra o de simple intención, sino en

obras reales.

* Las situaciones son las circunstancias concretas, el modo de

estar en el mundo de una

persona. Están integradas por la situación temporal, espacial,

económica, política, religiosa,

cultural, histórica, familiar y afectiva.

* Muchas de nuestras tendencias y valoraciones dependen

de nuestra constitución síquica. La sicología científica

contemporánea, cada día avanza más en la explicación de

la influencia del sistema nervioso, la herencia y las

secreciones hormonales sobre el comportamiento humano y

por tanto, sobre su valoración moral.