La vida (buena) como riqueza de los pueblos

128

description

En esta publicación planteó un nuevo escenario con nuevos factores para determinar algo tan subjetivo como la felicidad. Se han analizado variables como los bienes relacionales y otros para proponer la vida plena como buen vivir. Disfrútalo.

Transcript of La vida (buena) como riqueza de los pueblos

  • LA VIDA (BUENA) COMO RIQUEZA DE LOS PUEBLOSHACIA UNA SOCIOECOLOGA POLTICA DEL TIEMPO

  • LA VIDA (BUENA) COMO RIQUEZA DE LOS PUEBLOSHACIA UNA SOCIOECOLOGA POLTICA DEL TIEMPO

    REN RAMREZ G.

    PRLOGO DE RAFAEL CORREA D.

  • Primera Edicin, 2012

    330.99866R1455v

    Ramrez G., Ren.LA VIDA (BUENA) COMO RIQUEZA DE LOS PUEBLOS. HACIA UNA SOCIOECOLOGA

    POLTICA DEL TIEMPO / Ren Ramrez G. 1 ed. Quito: Lnea de investigacin en ECONOMA Y SOCIEDAD, No. 1 Editorial IAEN, 2012.

    126 p.; 15 x 21 cm

    ISBN 978-9942-07-173-6

    1. ECONOMA DEL ECUADOR 2. BUEN VIVIR I. TTULO

    INSTITUTO DE ALTOS ESTUDIOS NACIONALESAv. Amazonas N37-271 y Villalengua esq.Edificio administrativo, 5to. pisoTelf: (593) 02 382 9900, ext. 312www.iaen.edu.ecInformacin: [email protected]

    Direccin editorial: Juan Guijarro H.Maqueta y diagramacin: David Rivera VargasDiseo grfico: Sutti arte&comunicacinDiseo portada: Santiago CrdenasImpresin: Imprenta Mariscal

    Quito - Ecuador, 2012

    !!"#$%&!%'(Esta licencia permite compartir-copiar, distribuir, ejecutar

    y comunicar pblicamente la obra, y hacer obras derivadas.

  • Para Uzu y por las simples cosas

  • 9ndice

    Presentacin 11Prlogo. Por qu es necesario cuestionar la disciplina econmica para transformar la sociedad? 13RAFAEL CORREA D.

    1. Introduccin 17

    2. Marco conceptual 232.1. Del bienestar al Buen Vivir 312.2. Del ingreso pleno (full income) a la vida plena (full life): el tiempo como Buen Vivir y riqueza de los pueblos 37

    3. Metodologa 493.1. Fase A. Clculo de los bienes relacionales 503.2. Fase B. Indicadores sintticos del Buen Vivir 53

    4. Anlisis descriptivo y perfil del ecuatoriano que vive bien 634.1. Desigualdad y concentracin del Buen Vivir 70

    5. La importancia de la unidad de anlisis: existe diferencia entre la riqueza monetaria y el Buen Vivir? 755.1. Desigualdad de ingresos frente a desigualdad de tiempo bien vivido 80

    6. Resultados economtricos: determinantes de la buena vida 85

    7. Geografa del Buen Vivir en el Ecuador: ndice de Vida Saludable y Bien Vivida (IVSBV) 89

    8. Felicidad y tiempo relacional 95

    9. Macroeconoma del tiempo 99

    10. A manera de sntesis: de la vida usurpada a la buena vida 107

    Bibliografa 113

  • 11

    Presentacin

    A pesar de dcadas de investigacin, an hay poca evidencia de que el creci-miento econmico sea la base del bienestar social. Esto supone un reto ma-yor para la teora econmica y para las concepciones normativas sobre el de-sarrollo socio-econmico. Este libro intenta cuestionar el sentido comn de la economa ortodoxa y ponderar sus implicaciones ticas.

    Mientras que la mayora de la bibliografa sobre desarrollo socio-eco-nmico est enfocada en ltimo trmino en cmo incrementar el ingreso monetario, el propsito de alcanzar una vida ticamente digna y valiosa ca-si nunca ha sido considerado como un objetivo cientficamente realizable. En contraste, Ren Ramrez G. se enfoca en la vida buena de las personas co-mo el objetivo principal de la ciencia social, sugiriendo una nueva perspecti-va para la accin pblica. Desde una mirada a la vez filosfica y poltica, es-te libro propone una concepcin reflexiva del Buen Vivir, que incluye tanto sus dimensiones afectivas como normativas, y est imbricada en un enten-dimiento amplio del bien comn.

    El argumento consiste en que los bienes materiales no son los nicos que determinan que una persona viva bien, ni que el desarrollo social puede ser pensado nicamente en trminos de maximizar utilidades. Por el con-trario, el amor y la amistad, la salud y la educacin, la vida civil y la partici-pacin en democracia son cuestiones que nos interesan en mayor medida, y el indicador ms importante de ello es el tiempo que dedicamos a estas ac-tividades.

    Como un aporte para la discusin pblica, el Instituto de Altos Estu-dios Nacionales (IAEN) y el Instituto de Estadstica y Censos (INEC) tienen el agrado de presentar esta obra de manera conjunta. Enmarcada en la lnea de investigacin de Economa y Sociedad que impulsa la Universidad de Post-grado del Estado, contribuye a renovar la estadstica pblica con nuevos in-dicadores para medir el Buen Vivir de la poblacin, permitiendo proyectar alternativas de poltica pblica y tambin construir escenarios prospectivos para la sociedad ecuatoriana.

  • 12

    Por ello, el libro est dirigido no solo a los especialistas que buscan pro-puestas heterodoxas dentro de sus reas especficas de competencia, sino tambin para la ciudadana interesada por la situacin poltica actual y las perspectivas para el cambio posible.

    Arturo VillavicencioRECTOR IAEN

    Byron VillacsDIRECTOR INEC

  • 13

    PRLOGO

    Por qu es necesario cuestionar la disciplina econmica para transformar la sociedad?

    Por mucho tiempo la bsqueda de la buena vida fue asunto de inters exclu-sivo para telogos y filsofos, y solo se la consider una necesidad secunda-ria frente a la imperiosa urgencia del sobrevivir, por un lado, y la presin para acomodarse a las convenciones sociales y la moral establecidas, por otro. Pre-cisamente este es el punto de partida del libro escrito por Ren Ramrez G., quien nos plantea interrogantes que, a pesar de parecer cotidianos y simples, desbordan con mucho la ciencia social ms convencional: podemos conocer con certeza cmo vivir dignamente? Buscar una buena vida puede ser un ob-jetivo cientfico relevante y valedero? Son los criterios para vivir bien parte de un sustrato esencial en los seres humanos o puede que la poltica marque una diferencia? Cmo comprometen la pobreza y la desigualdad la posibili-dad de que las personas vivan bien? Cmo ha construido la disciplina econ-mica su aparato conceptual y cmo dicha mirada ha configurado una inter-vencin particular? Cmo afecta a la vida digna de los pueblos el crecimiento econmico? Es la vida buena un objetivo viable para la poltica pblica? Por qu es necesario buscar otras medidas diferentes al PIB si queremos interpe-lar a la forma de convivencia social imperante en el mundo?

    Para abordar estas preguntas el autor nos propone una perspectiva hete-rodoxa, que parte de la crtica de la economa neoclsica para construir lo que denomina una socioecologa poltica, asentada sobre un postulado normativo bsico el cual, valga la aclaracin, supone importantes consecuencias para el campo cientfico, a saber: la unidad de valor social no debe ser el dinero, sino el tiempo. El supuesto es simple, nos seala el autor: a quien entregas tu tiempo, en-tregas tu vida. La propuesta es que la vida misma es lo ms valioso; pero no cual-quier tipo de vida, sino aquella vivida de modo digno, saludable y a plenitud.

    En este marco, Ramrez G. insiste en cambiar la mirada, de donde se si-gue que, mientras la economa neoclsica se concentra en estudiar la pro-duccin y el consumo de bienes para la maximizacin de la utilidad, la so-cioecologa poltica se ha de enfocar una vez satisfechas las necesidades bsicas en la generacin y disfrute de bienes relacionales tales como el amor, la amistad, la participacin en la vida pblica, el trabajo emancipador

  • 14

    y la relacin del ser humano con la naturaleza. En este contexto, la propues-ta rompe con la perspectiva autista de la economa neoclsica dado que si bien el nivel de buen vivir en gran medida depende de uno mismo, tambin se encuentra relacionado con el nivel de coordinacin que logra cada perso-na para compartir el tiempo con los dems, ya sea para el amor, para servir al prjimo, para compartir con un amigo, para participar en la esfera pbli-ca o para buscar vivir en armona con la naturaleza. Desde una perspectiva socialista podra decirse que la propuesta de Ramrez G. redefine un princi-pio fundamental de esta tradicin: si bien existe supremaca del trabajo so-bre el capital, debe existir ante todo supremaca de la vida sobre el trabajo. Las personas deben trabajar para vivir y no vivir para trabajar.

    Luego de esta reflexin conceptual, se analiza, de manera emprica y ca-sustica cmo las y los ecuatorianos distribuimos nuestro tiempo y cun-to tiempo disfrutamos de la produccin/consumo de bienes relacionales. Los hallazgos resultan cuestionadores del pensamiento que postula la orto-doxia econmica: demuestran que, en efecto, la riqueza monetaria no nece-sariamente nos permite vivir bien; y, en cambio, la manera en que cada uno dispone de su tiempo vital es una circunstancia que afecta mucho ms a la posibilidad de tener una buena vida.

    Seguidamente, Ramrez G. explora los efectos de varios factores media-dores en la relacin entre el tiempo y la vida buena, que van desde la desigual-dad de tiempo relacional entre las personas hasta las grandes tendencias ma-croeconmicas que afectan los horarios de la poblacin en su conjunto. De esta manera, se definen circunstancias estructurales de la propia sociedad en este caso ecuatoriana que condicionan la manera en la cual disponemos de nuestro tiempo para vivir bien. As, la precariedad en el mercado de traba-jo, la exclusin social y las diversas formas de discriminacin son circunstan-cias que demarcan nuestras posibilidades de vivir plenamente y con dignidad. Como se demuestra en el libro, no es casualidad que existan amplias desigual-dades en la concentracin del tiempo para la buena vida.

    Ren Ramrez G. tampoco deja de analizar el clsico problema de las ciencias sociales del impacto que tienen en la vida cotidiana de los indivi-duos, las macropolticas estructurales. As por ejemplo, para ilustrar tal pro-blemtica el libro estima que producto de la liberalizacin econmica los ecuatorianos y ecuatorianas vieron reducir sistemticamente su tiempo de-dicado a la vida plena, bsicamente porque disminuy el salario por hora y la demanda laboral principalmente, para los trabajadores menos califi-cados En un modelo de precarizacin laboral, el ciudadano, al tener que compensar su carencia material, se vio obligado a dedicar ms tiempo a bus-car trabajo, extender su jornada laboral, trabajar ms y/o dedicar ms horas al trabajo no remunerado.

  • 15

    Con estos resultados, Ramrez G. construye dos ndice sintticos de la vida buena en Ecuador, como una propuesta alternativa y crtica respecto a mediciones convencionales como el Producto Interno Bruto (PIB), o el in-greso o consumo per cpita. Uno es el ndice de esperanza de vida saluda-ble y bien vivida; y, el otro el ndice de esperanza de vida de la naturaleza. Ambos indicadores utilizan como unidad de anlisis el tiempo. As como cada ao lo nico que importa en la economa ortodoxa es el crecimiento del PIB, el Ramrez G. propone, por el contrario, que se analice sistemtica-mente cunto creci o decreci la esperanza de vida saludable y bien vivida en un territorio particular.

    Desde aqu se esboza una agenda investigativa de contabilidad ma-croeconmica en funcin del tiempo, que busca reflejar una concepcin ms adecuada de la verdadera riqueza de los pueblos. Esta agenda ha me-recido la atencin de la comunidad cientfica a nivel internacional: el ao pasado, la propuesta de la socioecologa poltica del tiempo fue presenta-da en Inglaterra y la New Economics Foundation (NEF), uno de los princi-pales tanques de pensamiento de este pas, la seleccion como ejemplo de una de las cuatro alternativas de relevancia cientfica para discutir alterna-tivas metodolgicas al Producto Interno Bruto (PIB); seleccin que permi-ti, a su vez, su incorporacin en la recopilacin de artculos titulada Beyond GDP: Measuring Our Progress, trabajo usado para la discusin de la transicin global que necesita el planeta en el marco de la Conferencia de Ro+20. Las otras tres propuestas seleccionadas fueron el informe de la Comisin Sti-glitz, elaborado a pedido del Presidente de Francia; la propuesta que la pro-pia NEF present al Primer Ministro de Gran Bretaa; y los estudios de Glo-bal Footprint Network sobre la huella ecolgica.1

    Las corrientes que actualmente cuestionan a la economa neoclsica por su inutilidad para establecer polticas pblicas concretas que permitan alcanzar el buen vivir de la poblacin se enmarcan en una coyuntura hist-rica de cambio social profundo a nivel mundial, que comienza con el fin del predominio ideolgico neoliberal y la consiguiente debacle del pensamien-to nico. Mientras los economistas de derecha marcaron la agenda durante los ltimos treinta aos, tambin en Ecuador el bienestar de la poblacin se segua estudiando, principalmente, a partir del anlisis monetario del con-sumo o ingreso individual. Esto comienza a cambiar con la llegada de la Re-volucin Ciudadana a nuestro pas, y con la aprobacin por referendo de una nueva Carta Poltica, en el ao 2008, bsicamente porque en este nuevo pacto social se inscriben los trminos de la crtica pblica al proyecto neoli-beral y se reafirma la necesidad de un giro radical para alcanzar la promesa

    1 Se puede consultar ms informacin en la pgina web: http://globaltransition2012.org/be-yond-gdp/.

  • 16

    constitucional del Buen Vivir. Este cambio normativo sobre nuestras reglas de convivencia refleja tambin una transformacin ms profunda, una re-volucin de larga duracin en nuestra manera de entender la justicia social. As, mientras el proyecto neoliberal limitaba la definicin del bienestar a la medicin del ingreso monetario de cada individuo, o a la suma de los ingre-sos/gastos individuales que dara como resultado el PIB, el Buen Vivir ha llevado a ampliar nuestros horizontes de expectativas sobre lo que conside-ramos una vida buena, plena y digna de ser vivida.

    En consonancia con estas trascendentes mudanzas polticas, la presen-te publicacin, al colocar el tiempo como unidad de anlisis, no solo per-mite repensar las polticas pblicas y evaluarlas en el marco de la con-secucin del Buen Vivir de la poblacin, sino que hace surgir una crtica implcita, pero no por ello menos potente, sobre el uso del dinero para me-dir la efectividad y eficiencia de las intervenciones del Estado. Qu es prefe-rible, construir un hospital que cueste 15% ms de dinero o que se demore 80% menos de tiempo en estar listo para atender a la poblacin? La entra-da terico-metodolgica presentada en este libro, recupera, de esta forma, el sentido de la urgencia en sociedades que han perdido mucho tiempo en alcanzar la satisfaccin de las necesidades de sus miembros bajo la lgica de oligarquas que nunca se preocuparon por el bien comn.

    Por ello, en este momento histrico, el libro de Ren Ramrez G. resulta un aporte cientfico de primer orden para continuar con el debate pblico sobre las nuevas relaciones sociales que se requieren para el proceso de cam-bio social profundo que est atravesando el Ecuador y el mundo. Hay libros que reflejan el presente y hay libros que lo interrogan; pero el libro que tie-ne el lector hoy entre sus manos ms bien busca confrontar las condiciones de la situacin actual para proyectarla hacia un futuro posible. Polticamen-te el autor es consciente que es preciso subirse al tren de la historia. Hacerlo con la esperanza intacta de saber que se la puede transformar pero sin dejar de examinar atentamente la vida real, el da a da, para luego confrontar lo observado con lo esperado, y hasta soado socialmente, a fin de realizar de manera escrupulosa nuestro proyecto de vida buena.

    Quito, 4 de junio de 2012

    Rafael Correa D.PRESIDENTE CONSTITUCIONAL

    REPBLICA DEL ECUADOR

  • 17

    CAPTULO PRIMERO

    Introduccin

    Se garantiza el derecho de las personas y los colectivos al tiempo libre, la ampliacin de las condiciones fsicas, sociales y ambientales para su disfrute, y la promocin de actividades para el esparcimiento, descanso y desarrollo de la personalidad.

    Art. 383, Constitucin de la Repblica del Ecuador

    A la persona que entregas tu tiempo, entregas tu vida. No existe situacin ms pe-nosa que morir sin haber vivido, o morir a muy temprana edad. Quiz el ter-mmetro ms adecuado para medir el Buen Vivir1 de una sociedad sea el que nos permita conocer cunto tiempo vive saludablemente su poblacin haciendo lo que desea hacer; o cunto tiempo del da se dedica para produ-cir sociabilizacin (estar con amigos y amigas, familiares, comunidad pol-tica), para contemplar arte, producirlo y deleitarse con l, para autocono-cerse, para dar y recibir amor; o cuntos aos de vida gana un territorio al evitarse la prdida de bosque nativo o gracias a la reforestacin de su entor-no natural.

    La nueva Constitucin de la Repblica del Ecuador (2008) establece co-mo objetivo social el Buen Vivir (en quechua, sumak kawsay) de las personas, de los colectivos y de la sociedad en su conjunto; Buen Vivir que se basa no solo en el tener sino sobre todo en el ser, estar, hacer y sentir: en el vivir bien, en el vivir a plenitud. Si tenemos en cuenta que la definicin del Buen Vivir implica estar conscientes de que este es un concepto comple-jo, vivo, no lineal, sino histricamente construido, y que por lo tanto est en constante resignificacin, podemos aventurarnos a sintetizar qu enten-demos por Buen Vivir o sumak kawsay: la satisfaccin de las necesidades, la consecucin de una calidad de vida y muerte dignas, el amar y ser amado, y el florecimiento saludable de todos, en paz y armona con la naturaleza, pa-ra la prolongacin indefinida de las culturas humanas y de la biodiversidad. El Buen Vivir o sumak kawsay supone tener tiempo para la contemplacin,

    1 En este estudio se usarn, como sinnimos de Buen Vivir, vivir a plenitud, vida plena, eudai-mona, florecimiento, felicidad (en sentido aristotlico, mientras no se diga lo contrario), su-mak kawsay.

  • REN RAMREZ G.18

    la amistad, la emancipacin, la ampliacin de las posibilidades de socializa-cin, y que las libertades, oportunidades, capacidades y potenciales reales de los individuos/colectivos se amplen y florezcan de modo que permitan lograr simultneamente aquello que la sociedad, los territorios, las diversas identidades colectivas y cada uno visto como un ser humano/colectivo, universal y particular a la vez valora como objetivo de vida deseable (tanto material como subjetivamente, sin producir ningn tipo de dominacin so-bre otro ser humano). El concepto de Buen Vivir nos obliga a reconstruir lo pblico y lo comn para reconocernos, comprendernos y valorarnos unos a otros y a la naturaleza, como diversos pero iguales, a fin de que prospe-re la posibilidad de reciprocidad y mutuo reconocimiento, y con ello viabili-zar la autorrealizacin y la construccin de un porvenir social compartido.2

    No obstante, la corriente principal de la economa se ha preocupado principalmente por estudiar la produccin y el consumo en el mercado. El bienestar ha sido medido en funcin del ingreso o consumo per cpita a ni-vel micro o a nivel macro, a travs del producto interno bruto por persona. Se supone as que la sociedad est mejor cuando crece cualquiera de estas variables. En cambio, el presente estudio sostiene que los marcos de anli-sis de la economa neoclsica son insuficientes para evaluar el Buen Vivir de una sociedad, razn por la cual es necesario problematizar esta cuestin desde una perspectiva alternativa, a la que denominar socioecologa poltica (economa) del Buen Vivir. Esta disciplina, partiendo del anlisis de la satisfac-cin de necesidades y expansin de capacidades y potencialidades, emplear como unidad de anlisis el tiempo (bien vivido o vivido a plenitud) y estudia-r particularmente la generacin/disfrute3 de bienes relacionales.

    A travs del debate iniciado por Aristteles en su filosofa tica4, el tex-to reflexiona sobre el concepto de eudaimona como un indicador ms ade-cuado para evaluar el Buen Vivir de las personas y de la sociedad. Dicho concepto est relacionado principalmente con la vida contemplativa5 (ocio

    2 Lo cual incluye tambin tomar en cuenta, adems de las generaciones futuras, las generacio-nes histricamente excluidas. Por ello, el Buen Vivir comprende adems el lado subjetivo y objetivo (tangible e intangible).

    3 Si bien se utilizarn los conceptos de produccin y consumo de bienes relacionales a lo largo del texto, en estricto rigor sugerimos no utilizarlos puesto que esto ha llevado a una econo-mizacin de la vida. Utilizaremos paralelamente en este marco generacin y disfrute de bienes relacionales.

    4 Si bien el centro del marco terico se basar en Aristteles, tambin se discutirn los marcos conceptuales de Karl Marx, Amartya Sen y Martha Nussbaum.

    5 En la vida contemplativa se incluye el hacer libremente, lo que cada persona desea hacer en bsqueda de su emancipacin. En este marco, se incluye el trabajo no alienado, es decir aquel trabajo en que no se da una escisin entre el mundo de trabajo y el mundo de la vida

  • Introduccin 19

    liberador o emancipador) as como con la produccin y consumo de bienes relacionales6,siendo estos el sentimiento de amar y ser amado7, la amistad, el compromiso pblico para participar en la vida civil o poltica8, y la rela-cin de convivencia existente entre el ser humano y la naturaleza o Pachama-ma.9 Si bien la teora econmica ha estudiado la produccin y consumo de bienes privados, pblicos o comunes, ha dicho muy poco respecto a los bie-nes relacionales.10

    El presente estudio pretende reflexionar, tanto terica como emprica-mente, sobre lo que implica una disciplina econmica que tenga como obje-tivo el Buen Vivir o sumak kawsay, frente a la economa neoclsica que pone el nfasis en la maximizacin del consumo y la produccin de bienes y ser-vicios. Si de lunes a viernes una persona trabaja 8,5 horas11, como es el caso en el Ecuador, y se dedica en promedio 0,3 horas al da a comprar, la econo-ma se ha olvidado recurrentemente en su anlisis de ms de la mitad de la

    buena. A lo largo del texto nicamente aquel trabajo que sea visto como creador y emanci-pador ser tomado en cuenta como parte de la buena vida.

    6 En esta investigacin se sostendr que es parte de los bienes relacionales el autoconocimiento, el comprender al otro y el entender el entorno, situaciones que solo se pueden concretar como seala Aristteles a travs del tiempo dedicado a la reflexin contemplativa liberadora.

    7 Dicho amor puede provenir de un/a amigo/a, de la familia o de la pareja (Aristteles, 2007: ttulo VIII, 212-222).

    8 De hecho, para Aristteles, la participacin civil o poltica puede ser leda como una forma de amistad y de amor que se deben procurar en una comunidad poltica. Es por ello que el autor seala que la amistad puede estar relacionada con las formas de gobierno, siendo su mayor expresin la democracia, en donde los ciudadanos, siendo iguales, tienen muchas cosas en comn (Aristteles, 2007: 233). Por dicha razn, la participacin pblica es indi-rectamente una expresin de amor, dado que los hombres [y mujeres] no solo viven juntos a causa de la procreacin, sino tambin para los dems fines de la vida (Aristteles, 2007: 235). A pesar de lo mencionado, cabe sealar que para este filsofo la accin poltica en s misma lleva a la felicidad, aunque no es autrquica como la contemplacin.

    9 En su tica, Aristteles no trabaja directamente la relacin ser humano-naturaleza. No obs-tante, dentro de la tica y economa del Buen Vivir es indispensable incluir una biotica que articule la relacin ecolgica que tiene que haber entre el ser humano y la biodiversidad de la cual forma parte.

    10 Lo que se cuestionar no es la definicin de bien, sino que se discutir cules son los bienes adecuados para alcanzar la vida plena partiendo de una lgica aristotlica. Nos distanciare-mos del planteamiento que se basa en la teora de la felicidad pero que carezca de fundamen-tacin tica. La teora de Aristteles es sobre todo tica porque no se enfoca en un ejercicio individual sino sobre todo gregario, y lo importante es cmo se llega a tal florecimiento a travs de la virtud.

    11 Las horas mencionadas no comprenden a los desempleados, y estn en funcin de los siete das que tiene una semana. De incluir a la poblacin desempleada, el promedio sera inclu-so menor. Salvo cuando se diga lo contrario, la fuente de datos de los indicadores del tiem-po es la Encuesta Nacional de Empleo, Subempleo y Desempleo del 2007 (ENEMDU, 2007).

  • REN RAMREZ G.20

    vida de las personas y de su poblacin; pero, sobre todo, ha dejado de lado qu implica vivir una buena vida.12

    El presente estudio sostiene que el espacio en donde principalmente se revelan las preferencias de los individuos no es en el mbito de la compra/consumo sino, y sobre todo, en la forma como distribuye el tiempo cada persona de acuerdo a sus condiciones socioeconmicas, partiendo del tiem-po dedicado para la satisfaccin de necesidades y siendo el fin de la buena vida buscar tiempo para el ocio liberador, el amor, la amistad, la construc-cin de relaciones sociales, la participacin pblica, en el espacio de una re-lacin armoniosa con la naturaleza. Indirectamente, tambin se buscar de-mostrar que el tiempo puede constituirse en una unidad de anlisis idnea para la economa y que, ms all de la produccin de bienes privados, pbli-cos y comunes, la economa debe preocuparse por la generacin y disfrute de los bienes relacionales.

    Para ello el artculo se organiza de la siguiente forma: la segunda sec-cin presenta la discusin conceptual que, partiendo del cuestionamiento del marco terico de la economa neoclsica, se propone considerar al tiem-po como variable intermedia (unidad de valor y de anlisis) de la economa del Buen Vivir. En este apartado se discute la diferencia entre la mirada te-rica del bienestar (full income) en contraste con la perspectiva del Buen Vivir (full life). El tercer apartado aborda la metodologa usada para estudiar la vi-da buena. Especficamente, se presenta la aproximacin metodolgica mi-cro para el clculo de los bienes relacionales y los ndices usados para medir de una manera agregada (macro) el Buen Vivir de una poblacin o territo-rio dado, los cuales hemos denominado como: el ndice de Vida Saludable y Bien Vivida (IVSBV) y la esperanza de vida (aos) de la naturaleza por habi-tante y kilmetro cuadrado. La cuarta seccin presenta de manera descripti-va el perfil del ecuatoriano que vive bien y analiza los niveles de desigualdad y concentracin de la buena vida en el Ecuador. A partir del anlisis des-criptivo, el siguiente apartado debate la importancia de la unidad de anli-sis al comparar qu economa se construye cuando se usa variables moneta-rias para medir el bienestar frente al uso de la variable tiempo para medir la buena vida. En esta seccin se analiza la relacin existente entre la desigual-

    12 Si bien en 1965 Gary Becker introduce en el anlisis econmico el ingreso completo (full in-come) y la variable tiempo, la crtica que haremos ms adelante est asociada a la monetariza-cin y por tanto a la alienacin de todo espacio de la vida y de las relaciones sociales. Es el costo de oportunidad de tener ms ingresos el valor que tiene el estar con la persona que uno ama? Esta investigacin busca analizar en detalle el uso del tiempo durante las 24 horas del da y busca separarse de la mirada utilitaria monetarista, que termina siempre por reducir el bienestar a la variable dinero.

  • Introduccin 21

    dad de ingreso y la desigualdad de tiempo bien vivido. El apartado 6 presenta economtricamente los determinantes de la buena vida. Las secciones 7 y 8 abordan la geografa del Buen Vivir en el Ecuador al exhibir el ndice de Vida Saludable y Bien Vivida (IVSBV) a nivel territorial y la relacin existente en-tre felicidad y bienes relacionales, respectivamente. La penltima seccin es-boza una agenda investigativa de contabilidad macroeconmica en funcin del tiempo bien vivido, para lo cual se realiza, de manera breve y en la medida en que los datos lo permiten, un anlisis descriptivo indirecto del impacto de la liberalizacin econmica en el Ecuador. Se consideran adems las ven-tajas cualitativas de incluir la variable tiempo en la contabilidad biofsica de los pases. Finalmente, el artculo concluye presentando una sntesis del ar-gumento y los resultados principales de la investigacin.

  • 23

    CAPTULO SEGUNDO

    Marco conceptual

    La corriente principal de la teora econmica neoclsica se ha fundamenta-do en el principio de la libertad de eleccin como base primordial para eva-luar la economa y la sociedad. El bienestar de la poblacin, visto como la suma de las utilidades de los individuos, ha sido entendido como la riqueza de las naciones que hay que promover socialmente. La ecuacin es simple: se debe producir la mayor cantidad de bienes para que los individuos de una sociedad tengan mayores opciones para elegir. La utilidad que recibe un in-dividuo se evala en funcin de qu canasta de productos selecciona de las opciones posibles que tiene a su alcance. El bienestar del individuo se consi-gue en la medida en que satisface su deseo a travs de la compra. Este deseo se expresa a travs de la preferencia de cada individuo, revelada en la elec-cin que hace al comprar un producto y descartar otro del mercado. En esta perspectiva la utilidad se equipara a la felicidad y al bienestar.

    Desde este enfoque se ha evaluado empricamente a la sociedad en fun-cin del ingreso1, gasto de consumo o produccin nacional. La riqueza de las naciones estara en expandir el potencial de compra y, por lo tanto, de eleccin que tendra cada consumidor (individuo) de una sociedad, para lo cual es condicin la especializacin laboral. A lo largo del tiempo, la base de informacin y unidad de medida en esta perspectiva ha sido el dinero y su poder adquisitivo. Desde este enfoque, lo opuesto al bienestar es la pobre-za, que se mide a travs del ingreso o el gasto que cada individuo tiene que alcanzar para satisfacer sus necesidades alimenticias (indigencia o extrema pobreza) o bsicas (pobreza), dados unos precios en el mercado. La maximi-zacin de la utilidad se da cuando la tasa subjetiva a la que el consumidor est dispuesto a renunciar al consumo del bien Y por una unidad adicional del bien X coincide con la tasa de sustitucin que determina el mercado me-diante los precios de los bienes (-Px/Py). Esto ha construido un orden social particular, que es el que est en disputa a lo largo del texto.

    A partir de 1974, con el estudio de Easterlin, surge una nueva perspecti-va: la del bienestar subjetivo (BS), que parte de evidencia emprica que po-

    1 Visto como variable que da cuenta del potencial de compra que tiene el individuo, y por lo tanto de su potencial de eleccin y libertad.

  • REN RAMREZ G.24

    ne en jaque la corriente principal de la economa neoclsica al colocar en tela de duda que la acumulacin de la riqueza !medida en dinero per cpita! sea la mejor variable para dar cuenta del bienestar de la poblacin. Dicho au-tor evidencia que en los pases desarrollados la felicidad de los individuos se ha mantenido constante a partir de cierto nivel, e incluso ha decrecido a pe-sar de que la riqueza econmica se ha incrementado (paradoja de Easterlin).2 A partir de tal constatacin se han multiplicado las investigaciones sobre feli-cidad y economa. Ahora la variable que se empieza a evaluar no es el ingreso, el consumo o la produccin, sino la felicidad (ver Van Praag y Ferrer-i-Carbo-nell, 2004). En contraposicin con el paradigma neoclsico que seala co-mo se mencion que un incremento en los bienes materiales implica un in-cremento en el bienestar, otro acercamiento es aquel defendido desde el BS, que seala que la satisfaccin de la vida depende, a ms del ingreso/consu-mo3, parcialmente de la historia de cada individuo4; pero tambin est en fun-cin de la comparacin que hace cada ser humano con la situacin de los otros (Easterlin, 2005: 56). Se pasa de una perspectiva en que se ordenan las preferencias a otra que cardinaliza la felicidad.

    Una crtica a ambas aproximaciones surge de la perspectiva de capacida-des promulgada principalmente por Amartya Sen y Martha Nussbaum. El economista indio refuta lapidariamente la perspectiva utilitarista y la bien-estarista.5 Su crtica se basa principalmente en sealar que es un error igua-

    2 Quiz una de las mejores explicaciones de tal fenmeno es la planteada por Bruni (2006), quien sostiene que la paradoja de Easterlin es producto de la ausencia de sociabilidad que se da en los pases industrializados como consecuencia de la individualizacin del sistema. Para analizar una investigacin que niega y critica la paradoja de Easterlin, ver Veenhoven (2005).

    3 El marco de anlisis neoclsico sigue siendo una de las variables ms importantes del BS. Es-to se puede apreciar explcitamente, por ejemplo, en los artculos que estudian la satisfac-cin financiera (ver Van Praag, 2005). Al generalizar el marco para estudiar la felicidad con la vida, muchas veces se suele usar el mismo marco terico de la economa neoclsica, con la nica diferencia de que se defiende que la funcin de utilidad puede ser cardinalizable (ver Van Praag y Ferrer-i-Carbonell, 2004). En otras ocasiones, los diversos estudios que indagan en diferentes mbitos de la vida (participacin, salud, educacin, etc.) tendrn un marco te-rico diferente para cada subdominio especfico.

    4 No obstante, vale sealar que desde una perspectiva de psicologa subjetiva se afirma la tenden-cia del ser humano hacia un punto de ajuste (setpoint): Se considera que cada individuo tiene un punto de ajuste para su felicidad, de acuerdo a la gentica y su personalidad. Los aconteci-mientos en el curso de la vida, tales como el matrimonio, la prdida del empleo, o un accidente grave, pueden desviar a una persona hacia arriba o hacia abajo de este punto. Pero con el tiempo, la adaptacin hednica va a hacer que el individuo tienda a regresar hacia el punto de ajuste ini-cial (Easterlin, 2005: 29). Pero si el objetivo de la poltica pblica es mejorar el bienestar subjeti-vo, desde esta perspectiva se llega a una posicin nihilista sobre su impacto.

    5 Mientras la perspectiva utilitarista mantiene la utilidad como un valor nico pero no busca maximizar la utilidad social total, la perspectiva bienestarista se basa en la maximizacin de la utilidad social total, igualando las utilidades marginales de todos.

  • Marco conceptual 25

    lar las utilidades de todas las personas en virtud de que la equiparacin de la utilidad total y marginal arroja resultados diferentes como consecuencia de la diversidad humana. Asimismo, Sen critica el uso de la felicidad como criterio social, principalmente porque tal sentimiento puede provenir de un proceso de adaptacin a las circunstancias de cada individuo. De igual for-ma, seala que en esta perspectiva no existe un distanciamiento real respec-to a la propuesta paretiana como principio gua de la evaluacin social (Sen, 2001: 26-29).6

    En particular, el enfoque analtico de la teora de las capacidades pue-de orientarse hacia los funcionamientos (aquello que una persona es efec-tivamente capaz de realizar) o hacia el conjunto de alternativas (aquellas oportunidades que se presentan como algo factible para una persona). Es-tas dos orientaciones proveen distintos tipos de informacin: la primera, sobre lo que una persona hace, y la segunda sobre lo que una persona es, sustancialmente, libre de hacer (Sen, 1999: 75). La dificultad de volver ope-racional el concepto de capacidades ha sido una de las principales crticas a este enfoque.7 Cada capacidad tiene que ser evaluada para valorar en qu medida una persona goza de libertades o pobreza de capacidades. Una per-sona puede tener iguales medios, pero no siempre transforma de la misma forma esos medios en capacidades para funcionar individualmente y den-tro de la sociedad. Dicha perspectiva implica trabajar sobre espacios mul-tidimensionales de informacin. El bienestar se mide en cada uno de estos mbitos (nutricin, analfabetismo, democracia, seguridad, etc.) y se defien-de que su evaluacin se debe realizar a travs de un escrutinio pblico.

    Si bien las investigaciones sobre felicidad y economa han tenido una curva exponencial en las ltimas dcadas, tienen un sesgo terico: han sido abordadas principalmente desde la perspectiva utilitaria benthamiana de la felicidad; es decir, se basan en la perspectiva hednica de la felicidad, que considera la problemtica desde el placer y el dolor que hay que maximizar o minimizar, respectivamente.

    El presente estudio intenta tericamente tomar distancia frente a la perspectiva utilitaria hednica para acercarse a la perspectiva aristotli-ca del Buen Vivir o de la eudaimona. El objetivo de estudio de la economa neoclsica ha sido cmo los compradores consumen y cules son sus restric-

    6 Dicho sea de paso, Amartya Sen realiza una crtica importante al filsofo norteamericano John Rawls, sealando que este confunde medios con fines y no toma en cuenta el tema de la diversi-dad humana en su anlisis. Los bienes primarios que propone Rawls son un medio y no un fin, razn por la cual no constituyen una buena variable para la evaluacin del bienestar social.

    7 Para un anlisis conceptual riguroso de lo que implica volver operativa la teora de las capa-cidades ver Comim (2008).

  • REN RAMREZ G.26

    ciones para obtener bienes pblicos (Buchanan, 1968; Hardin, 1968; Stiglitz, 2003, entre otros), bienes privados (Smith, 2000; Becker, 1976, entre otros) o incluso bienes comunes (Hardin, 1968; Coase, 1960).8 Al tiempo que vuelve la mirada a Aristteles, esta investigacin aborda econmicamente la produc-cin/consumo de los bienes relacionales.

    Esta investigacin sostendr de manera terica que la corriente princi-pal de la disciplina econmica nicamente ha considerado una parte de la vida, centrada en la produccin y el consumo de bienes y servicios. Como sucede en el caso del Ecuador, si una persona con empleo (entre semana) trabaja 8,5 horas y compra 0,30 horas diarias en promedio, la disciplina eco-nmica no ha estudiado sistemticamente ms que la mitad de su vida. Lo ms desilusionador es que tan solo en el 3,4% de la PEA (poblacin econ-micamente activa) en Ecuador no se da una separacin entre el mundo del trabajo y el de la vida; es decir, el 96,6% de la PEA lleva una vida alienada en el trabajo. A ms de lo mencionado, se puede afirmar que la vida tambin est relacionada entre otras cosas con la contemplacin de la belleza, la bsqueda de la verdad, la construccin de la esfera pblica; con el desarro-llo de las relaciones sociales, de un ambiente de paz, de la participacin civil o poltica; con la prolongacin de las culturas, con la armona con la natu-raleza, con el amor, con la amistad o con tener tiempo para el ocio. A estas temticas la disciplina econmica neoclsica las ha dejado usualmente en el jardn de los recuerdos.

    Pero el problema no est en que la economa haya tenido una perspec-tiva sesgada, sino sobre todo en que no ha abordado temas fundamentales de la vida que siguiendo a Aristteles se refieren a cmo alcanzar la eu-daimona o el florecimiento humano.9 Si en la teora neoclsica o utilitaria el objetivo es la maximizacin de la utilidad, vista como la capacidad ma-yor que tiene un consumidor para obtener la mayor cantidad de productos dada una restriccin presupuestaria, esta investigacin intentar defender terica y empricamente que el objetivo del Buen Vivir consiste en luego de haber satisfecho las necesidades materiales de una manera ambientalmen-

    8 Vale mencionar a Elinor Ostrom (1990), politloga y primera mujer premio Nobel de Econo-ma en 2009, quien, desde una perspectiva crtica, demostr cmo los bienes comunes pueden ser administrados de forma efectiva por un grupo colectivo de usuarios. De esta manera cues-tion la mirada de la corriente principal de la economa, que daba por sentado que mantener los recursos comunes requiere ya sea de la intervencin estatal o de la apropiacin privada in-dividual, dado que la propiedad comn se maneja siempre mal (tragedia de los comunes).

    9 Siguiendo al filsofo griego, en el marco terico se defender que el fin ltimo de la buena vida es la eudaimona, florecimiento o felicidad, dado que esta siempre es un fin y nunca es un medio. El hecho de que sea una felicidad adaptada (en el sentido de A. Sen o J. Elster) no sig-nifica que el fin sea buscar una felicidad no adaptada.

  • Marco conceptual 27

    te sustentable y expandiendo las capacidades humanas y de los colectivos la unificacin del tiempo de trabajo y el tiempo de la vida, y en maximizar10 la produccin y consumo de bienes relacionales11, as como en el incremento de la posibilidad de contemplacin (en sentido aristotlico) que cada ser huma-no tiene a lo largo de la vida.

    En este sentido, la presente investigacin sostiene que el marco analti-co (incluida su unidad de valoracin: el dinero) de la economa no es sufi-ciente para intentar abordar una teora que incluya en su anlisis otros m-bitos de la vida que van ms all de la produccin y el consumo de bienes y servicios producidos en un mercado; razn por la cual se propone construir un marco analtico alrededor del concepto de tiempo y usarlo como varia-ble intermedia para medir el Buen Vivir de las personas y de la sociedad. Si bien el da tiene 24 horas, es necesario analizar cmo distribuye cada perso-na, y la sociedad en su conjunto, el tiempo, si lo que se busca es maximizar el tiempo para la buena vida o vida plena.

    Empero, qu son los bienes relacionales? Los bienes relacionales son en primer lugar bienes inmateriales. Como seala acertadamente Martha Nussbaum (2005), amistad, amor, y participacin civil o poltica son los tres bienes bsicos relacionales en la tica aristotlica. A esta perspectiva ex-plcita aristotlica habra que sumar la relacin biotica, que hace alusin a la relacin que tiene el ser humano con la naturaleza. Adems, hay que con-siderar que la relacin no puede florecer si uno no tiene capacidad de con-templar su entorno, reflexionar sobre el otro y conocerse a s mismo12; cla-ro est, luego de solventar los problemas materiales.13 En otras palabras, la participacin en la vida civil o poltica, el tener amigos y amigas, el amar

    10 Como se ver ms adelante esta maximizacin es combinada: por una parte, individual; pe-ro, por otra parte, coordinada con un otro.

    11 En la produccin/consumo de bienes relacionales incluimos la relacin que existe entre el ser humano y la naturaleza. Esta arista no la incluye Aristteles al momento de analizar la buena vida. De aqu en adelante, cuando nos refiramos a bienes relacionales haremos alu-sin a la produccin de vida relacional en su amplia magnitud, es decir, incluyendo la rela-cin del ser humano con la naturaleza.

    12 Si bien en estricto sentido Aristteles afirma que la vida contemplativa es superior a la vi-da activa, al mismo tiempo seala la necesidad de amigos, de amor y de participacin com-prometida en la vida civil y poltica. Sostendremos en esta investigacin que la calidad del bien relacional est asociada con la posibilidad de tener una vida contemplativa plena. Es por ello que se debe analizar tanto la posibilidad de la contemplacin como la de produc-cin y consumo de bienes relacionales.

    13 Como se observar ms adelante, la produccin y consumo de bienes relacionales est con-dicionada por las condiciones materiales de la sociedad. Es por ello que no puede separarse en el anlisis la produccin de este tipo de bienes (relacionales) de los que permiten la satis-faccin de las necesidades bsicas de los individuos (privados, pblicos, comunes). No obs-tante, tambin es necesario afirmar que el hecho de que no se hayan satisfecho las condicio-

  • REN RAMREZ G.28

    y ser amados y el vivir en armona con la naturaleza respetando sus dere-chos14, el tener tiempo para el ocio liberador y la no separacin de los com-ponentes mencionados con el mundo del trabajo son la esencia misma de una buena vida.

    A diferencia de los bienes pblicos o privados, los bienes relacionales so-lo pueden disfrutarse por un mutuo acuerdo y respeto15; y, puesto que de-penden de la interaccin con otro ser humano, son apreciados nicamen-te en la medida en que generan una reciprocidad compartida (Bruni, 2005: 130). De la misma forma, podemos sealar que son bienes co-producidos y co-consumidos, al mismo tiempo, por los sujetos involucrados en la rela-cin. En este sentido siguiendo a Nussbaum (1986), sostenemos que la produccin/consumo de la relacin en s misma constituye un bien. Desde esta perspectiva, es este bien el que busca maximizar el individuo, la socie-dad y los territorios.

    En este marco, nos alejamos de las visiones habituales de la economa que sostienen que para tener una buena sociedad es suficiente con tener ins-tituciones correctas que transformen los vicios privados en virtudes pblicas.

    Ahora bien, en trminos de respeto a las diferentes cosmovisiones, en el mundo indgena el tiempo es una variable ms valorada que el dinero. Co-nocer algo desde la racionalidad Abya Yala implica tener una comprensin espacio-temporal, simultnea; las categoras temporales: awpa (pasado y tiempo que viene), kay (aqu y ahora), quipa (despus) (Universidad Inter-cultural Amawtay Wasi y UNESCO, 2004: 179). En la visin indgena, el an-tes y despus estn presentes al mismo tiempo; la nocin del tiempo es c-clica, lo que acaba da inicio a lo que comienza; es decir, se funde el pasado con el tiempo que viene, sin que esto implique acumulacin detrs. En este sentido, desde esta racionalidad el espacio-tiempo es multidireccional (aw-papacha es un vocablo comn para antes y despus).16 Si bien esta inves-

    nes materiales no implica que los individuos que carecen de stas no produzcan y consuman bienes relacionales.

    14 La construccin del paradigma del Buen Vivir es sobre todo un proceso poltico que se dife-rencia de otros paradigmas conceptuales que no parten de ningn pacto social. En este mar-co, el pacto de convivencia sellado en la Constitucin de la Repblica del Ecuador de 2008 otorga derechos a la naturaleza, razn por la cual la relacin que se describe en este artculo entre el ser humano y la naturaleza se inscribe en tal contexto histrico.

    15 Si bien en sentido estricto el mutuo acuerdo no aplica a la relacin ser humano/naturaleza, metafricamente se podra sostener que el cambio climtico es la expresin de un no acuer-do de la naturaleza en la relacin que mantiene con el ser humano.

    16 El pasado est presente en el tiempo actual de diferentes maneras (los antepasados siguen viviendo en la comunidad) y el despus est detrs, es el paraso perdido, la tierra sin males y que est muy viva. Es como si pasado, presente y tiempo que viene estuvieran muy pegadi-

  • Marco conceptual 29

    tigacin tiene claramente una visin occidental, sostenemos que un acer-camiento a travs del tiempo puede permitir con mucha mayor facilidad establecer puentes para articular otras epistemologas y permitir una me-jor compresin intercultural y un mayor dilogo entre diferentes saberes.17 En la bsqueda por establecer dichos canales de comunicacin, el presente estudio propone evaluar la vida a travs del tiempo, como parte del sumak kawsay o Buen Vivir. Quiz muy apegado a los valores indgenas y con una mirada biocntrica, esta investigacin plantea, entre otras aristas, evaluar el valor de la Pachamama (madre tierra) al estimar la esperanza de vida (aos) de la naturaleza por habitante y kilmetro cuadrado.18

    A partir de tal marco de anlisis, esta investigacin cuestiona principal-mente la unidad de anlisis y el marco conceptual de la economa neoclsica. La economa como disciplina no tiene que analizar nicamente la produc-cin de bienes y la revelacin de preferencias que se da a travs del consumo, sino todos los espacios de la vida; pero sobre todo la produccin de bienes relacionales y aquello que permite que dichos bienes tengan alta calidad al momento de co-producirse y co-consumirse: el ocio emancipador.19

    Para analizar tal produccin y consumo, proponemos utilizar como va-riable intermedia (unidad de valor y de anlisis) del Buen Vivir al tiempo (so-bre todo, aquel vivido a plenitud).20 Dicho de otra forma, si para medir el bienestar de la poblacin la economa neoclsica utiliza el ingreso o consu-mo per cpita calculado a travs de una unidad monetaria, la propuesta in-ductiva de esta investigacin es indagar si el Buen Vivir puede ser evaluado indirectamente a partir del tiempo y su distribucin. La riqueza de las socie-dades o naciones no se reduce a incrementar la posibilidad de compra o pro-

    tos, muy articulados en el aqu y ahora, de ah el poder del ahora y la posibilidad de habitar diversos mundos (Amawtay Wasi y UNESCO, 2004: 179).

    17 Whiteford y Barns (1999) plantean sugerencias metodolgicas para aplicar la teora del uso del tiempo entre diferentes culturas.

    18 No est por dems aclarar que en esta investigacin, si bien buscamos establecer puentes de dilogo con el mundo indgena, no podemos afirmar que el Buen Vivir defendido en estas pginas sea el que forma parte de la cosmovisin indgena.

    19 La calidad de la relacin depende en gran medida de la reflexin (teorizacin, creacin, con-templacin) que cada persona ha hecho sobre su entorno, sobre el otro y sobre s mismo. San Agustn, retomando a Aristteles, afirmara que debemos contemplar para amar.

    20 De hecho se podra discutir si la economa es capaz de medir el fin de la sociedad. Si los asun-tos importantes de la vida son la verdad, la belleza, la democracia, la paz, la accin colectiva, la produccin artstica, el amor, la amistad, las potencialidades, el florecimiento, nicamente se podrn evaluar empricamente los medios y no los fines. Por este motivo se propone estudiar solamente una variable instrumental que permite evaluar potencialmente en qu medida un in-dividuo o la sociedad procura alcanzar la verdad, la belleza, la democracia, la paz, etc.: el tiempo.

  • REN RAMREZ G.30

    duccin de bienes materiales y hacer aumentar el dinero, sino que requie-re discutir en qu medida la sociedad maximiza y distribuye de una manera justa el tiempo para la produccin y consumo de calidad de bienes relacio-nales entre los miembros de una comunidad poltica determinada, en don-de paralelamente se hayan satisfecho las necesidades21 de su poblacin de una manera digna y en armona con la naturaleza.22

    En el afn de hacer el vnculo con la problemtica planteada podemos sealar que el presente estudio intenta demostrar que la vida plena est aso-ciada directamente con el tiempo que tiene cada ser humano para la con-templacin y la co-produccin/co-consumo de bienes relacionales como el amor23, la amistad, la participacin civil o poltica y la relacin con la natu-raleza. nicamente se incluir como parte de la produccin de bienes rela-cionales aquel trabajo no alienado, es decir, aquel tiempo de aquellas per-sonas en el que no se produce un divorcio entre el tiempo bien vivido y el tiempo del trabajo. Vale sealar que, si bien siguiendo a Aristteles se inten-tar evaluar el tiempo dedicado a la contemplacin y a la generacin/disfru-te de bienes relacionales, dichos momentos solo son viables en la medida en que se analiza la distribucin del tiempo en las otras esferas de la vida: que-haceres domsticos, trabajo, consumo, necesidades biolgicas, sueo, etc.24

    21 Vale aclarar que una parte de la satisfaccin de las necesidades es el esfuerzo que hacen las personas en el marco del trabajo no remunerado. El no tomar en cuenta la economa del cuidado es algo que tambin ha sido usual dentro del marco terico de la economa neoclsica.

    22 Al sostener que el hombre es un animal poltico/gregario como lo hace Aristteles, el tiem-po dedicado a la vida contemplativa busca que esa gregariedad florezca.

    23 Un propsito no menos importante para futuras investigaciones es evaluar la relacin exis-tente entre amor y felicidad. Concretamente entre amar y ser amado, y la felicidad que esto produce en cada individuo.

    24 Un texto que trata una problemtica similar es el escrito por Robert Goodin y otros, Discretio-nary Time. A New Measure of Freedom (2008). El tiempo discrecional es aquel que queda lue-go de haber usado el tiempo estrictamente necesario para el trabajo remunerado, no remu-nerado y el cuidado personal. Tericamente, para los autores del libro mencionado el tiempo discrecional es aquel sobre el cual una persona tiene un control autnomo. Para los autores el antnimo de autonoma es necesidad (ver p. 34). Cabra preguntarse, acaso los seres humanos tienen la opcin (discrecionalidad) de no vivir en sociedad relacionndose con otros seres humanos? De acuerdo a esta perspectiva y dado que no existen los mundos de Robinson Crusoe, supondramos que en el tiempo discrecional estara incluido el tiempo de-dicado al amor, la amistad, la participacin pblica. De ser as como se ha visto y se analiza-r con ms detalle a lo largo del texto, desde otra perspectiva llegamos conceptualmente al principal conflicto que plantea la tica aristotlica: la vida contemplativa es autrquica pero depende de la phila. De la misma forma podemos sealar que si bien gran parte del tiempo discrecional los individuos lo dedican a relacionarse con las otras personas, y el tiempo dis-crecional es el tiempo en el cual se ejerce la libertad o autonoma personal, entonces la liber-

  • Marco conceptual 31

    Si bien la propuesta aristotlica pone como fin ltimo la felicidad, en este artculo no se abordar cabalmente la relacin existente entre tiempo y felicidad, sino sobre todo se discutir el proceso para llegar a la eudaimona y se confrontar al ingreso/consumo como variable intermedia de evaluacin econmica frente a la variable tiempo.25

    2.1. Del bienestar al Buen Vivir

    Directa o indirectamente, uno de los principales objetivos de la teora eco-nmica en los ltimos trescientos aos ha sido estudiar el bienestar de la poblacin a travs de las barreras que hay que superar, necesidades que hay que satisfacer o capacidades que hay que potenciar para conseguir el Buen Vivir y la felicidad de la poblacin. En trminos generales, podramos sim-plificar sealando que en la teora econmica han existido tres perspectivas con las cuales se ha intentado evaluar el bienestar, ya sea directa o indirecta-mente: el enfoque del bienestar objetivo (EBO), el enfoque de las capaci-dades (EC26), y el enfoque del bienestar subjetivo (EBS27).

    En la (micro)economa moderna el EBO ha sido tericamente monopo-lizado por el utilitarismo, a travs de la teora del comportamiento del con-sumidor. El concepto de BO ha sido entonces reformulado, en su totalidad, en trminos de preferencias y utilidades del consumidor, de manera que la utilidad es considerada solo como una forma de describir las preferencias. En la teora del consumidor uno de los supuestos ms importantes se rela-ciona con la preferencia revelada. En esta perspectiva, como se mencion, las utilidades en forma de felicidad, deseos o preferencias se convierten en la base de informacin para una evaluacin normativa, en donde la preferen-cia es sinnimo de bienestar (utilidad: autointers = preferencia = eleccin

    tad individual florece al concretar la gregariedad de las personas. En este sentido, la culmi-nacin de la libertad individual se alcanza en funcin de las posibilidades de realizacin del sentido gregario de los seres humanos. En este marco, la perspectiva nicamente individua-lista cae por su propio peso. Por otra parte y refirindonos al libro mencionado se puede demostrar empricamente que existe un sesgo importante cuando se contabiliza exhaustiva-mente cada actividad (como se hace en la presente investigacin) frente a aquella que por di-ferencia de las 168 horas semanales obtiene el tiempo discrecional o tiempo libre (como se hace en el libro mencionado).

    25 La relacin entre tiempo y felicidad es parte de una investigacin de ms largo alcance que estoy realizando como parte de un proyecto de investigacin doctoral. Para un anlisis de la relacin especfica entre bienes relacionales y felicidad, ver Bruni y Stanca (2006).

    26 Muy cercano a esta aproximacin encontramos el enfoque sobre el florecimiento humano.

    27 En esta perspectiva incluimos al bienestar psicolgico (BP).

  • REN RAMREZ G.32

    = satisfaccin = bienestar). En la prctica, cuando se parte del axioma de la preferencia revelada se da por supuesto que el bienestar coincide con el poder adquisitivo (ingreso o consumo; ver Gasper, 2005: 187).28

    Si bien dentro del marco de anlisis sealado la utilidad ha sido me-dida en trminos de consumo o riqueza monetaria, en la discusin sobre bienestar han surgido tambin posicionamientos que valoran la utilidad a travs de medidas subjetivas (EBS) relacionadas con la felicidad o la satisfac-cin con la vida (Easterlin, 1974; Scitovsky, 1976; Layard, 1980; Van Praag, 1968 y 1971; Veenhoven, 1989; Van Praag y Ferrer-i-Carbonell, 2004, entre otros). Vale sealar que tambin dentro del marco de la perspectiva subje-tiva se han elaborado investigaciones que abordan el bienestar desde una mirada psicolgica, razn por la cual esta perspectiva ha recibido el nom-bre de bienestar psicolgico (BP), siendo su mayor representante el pre-mio Nobel en 2005, Daniel Kahneman. A travs de mtodos psicolgicos, la perspectiva del BP busca medir la utilidad experimentada: si la utilidad de una decisin se revela a travs de la eleccin, la utilidad experimentada se mide mediante mtodos psicofsicos. En esta aproximacin, y muy cerca de la perspectiva hednica propuesta por Bentham, la felicidad se considera como la minimizacin del dolor o la maximizacin del placer.

    Es importante sealar que tanto la teora del consumidor como los acercamientos subjetivos para medir el bienestar usualmente han tenido su base principalmente en el utilitarismo benthamiano.

    Recientemente, un grupo de teoras que provienen de diferentes disci-plinas han alcanzado relevancia en la ciencia social ya que proveen guas para evaluar el bienestar humano (BH), como sucede con el enfoque de las capacidades (Comim, 2005: 1). El enfoque de las capacidades (EC), bajo la influencia principal de los trabajos de Amartya Sen (1984, 1999) y Martha Nussbaum (2000), promueve la inclusividad terica, enfatizando la auto-noma y la agencia humana como dimensiones fundamentales del BH.29 Una visin ligada a esta ltima perspectiva aunque intenta ser crtica prin-

    28 Una crtica incisiva a la medicin del bienestar a travs del PIB, el consumo o el ingreso, vie-ne desde la economa ecolgica. La incorporacin de los problemas intergeneracionales y la sostenibilidad ambiental es quiz uno de los mayores aportes de este marco de anlisis obje-tivo. El uso de medidas biofsicas (biomasa) o la huella ecolgica son metodologas que bus-can incorporar las temticas ambientales en el anlisis econmico.

    29 La dificultad para volver operativo el concepto de capacidades ha sido una de las principales crticas a este enfoque. Quiz gracias a los indicadores sintticos como el propuesto por el propio Sen a travs del ndice de Desarrollo Humano (IDH) se pueda sortear, en cierta me-dida, esta limitacin. Las metodologas propuestas en la Comisin Stiglitz en Francia o la realizada por la New Economic Foundation (NEF) en Inglaterra tienen una mirada multidi-mensional alternativa para medir el bien-estar.

  • Marco conceptual 33

    cipalmente con la perspectiva de Sen sobre las capacidades es el enfoque del florecimiento humano (EFH).30 El EFH considera el desarrollo de las fuerzas esenciales humanas, es decir, busca satisfacer necesidades y desarro-llar y potenciar capacidades; sus mayores exponentes son Nussbaum, Marx, Markus, Boltvinik. Este enfoque caracteriza el bienestar o la pobreza segn la amplitud o estrechez con la cual se conciben las necesidades humanas, los satisfactores que posibilitan su satisfaccin, los recursos (o fuentes de bienes-tar) que hacen posible el acceso a los satisfactores y las potencialidades que puede conseguir cada persona. En este marco, los obstculos para el flore-cimiento estn relacionados con la insatisfaccin de las necesidades huma-nas (pobreza) y la alienacin de los individuos (o la separacin del tiem-po de trabajo y el tiempo libre). Estas entradas, si bien evalan el bienestar o calidad de vida de una manera objetiva, tambin incorporan en su anli-sis la perspectiva subjetiva para evaluar el bienestar de la poblacin. En es-tos enfoques no existe una variable objetiva, sino que se evala cada capaci-dad, cada funcionamiento o cada necesidad como una variable objetiva en s misma. El EC o el EFH utilizan variables multidimensionales o compues-tas para evaluar el bienestar o, en su defecto, realizan evaluaciones espec-ficas dependiendo del mbito de la vida: hambrunas, democracia, servicios bsicos, descentralizacin, salud, sostenibilidad ambiental, etc. El enfoque de capacidades propone, como dira Edgar Morin, un pensamiento comple-jo que articule miradas multidimensionales, metodologas multicriterio, y toma en cuenta la pluridiversidad de la humanidad, tanto lo subjetivo co-mo lo objetivo, lo absoluto como lo relativo, lo cualitativo como lo cuanti-tativo, entre otras cosas. Quiz su mayor defecto resulta su mayor virtud, al evitar la simplificacin de la realidad a la que ha conducido la economa uti-litaria o neoclsica. Si bien al especificar el marco de accin de estudio (sa-lud, nutricin, etc.) el EC o el EFH pueden ser mucho ms rigurosos, an subyace el problema de que puede haber tantas aristas como mbitos tenga la vida. En el caso de construir variables compuestas, no dejar de presentar dificultades la simplificacin (variables omitidas) o complejidad que pueda tener el ndice de acuerdo a cmo se delimite al concepto de capacidades o florecimiento.31 Vale sealar que el EC y el EFH basan buena parte de su sus-

    30 Vale recordar que las crticas que hace Julio Boltvinik al enfoque de capacidades propuestas principalmente por Sen son: 1. no considera la unidad necesidad-capacidad como elemen-to constitutivo del enfoque del florecimiento humano, 2. aborda directa y exclusivamente el eje del nivel de vida porque solo considera los funcionamientos asociados al uso de bienes y servicios, 3. solo considera las capacidades asociadas al poder de compra y no a las capacida-des humanas como tales (Boltvinik, 2007: 66).

    31 Dicho sea de paso, a diferencia de Martha Nussbaum, Amartya Sen jams cre una lista que definiese cules son las capacidades bsicas.

  • REN RAMREZ G.34

    tento argumentativo principalmente en la perspectiva aristotlica y, en al-gunos aspectos, marxista.

    Dentro de este marco, podramos anotar que en las configuraciones se-aladas existe una tensin tanto terica como emprica entre la perspecti-va de Bentham y la de Aristteles. En trminos generales podramos afirmar que la teora del consumidor y la teora subjetiva y psicolgica del bienes-tar se encuadran en la perspectiva benthamiana, en tanto que la teora de capacidades y la del florecimiento humano responden a un marco filosfi-co ms aristotlico.

    En efecto, desde un punto de vista terico podramos sostener que existe un debate entre la idea subjetiva hednica de la felicidad propuesta desde el enfoque utilitario (teora del consumidor racional y BP) y la idea objetiva de la perspectiva de la eudaimona. En la mirada hedonista, la felicidad es el resul-tado de evitar el dolor y alcanzar el placer. En contraste, desde la perspectiva eu-demnica la felicidad crece en funcin a cmo el individuo desarrolla sus potencialida-des y cmo la gente interacta dentro de la sociedad (Bruni y Porta, 2007: 7).32 Vale sealar, no obstante, que entre ambos autores existe un punto de convergen-cia (en su resultado, no as en el proceso): el bien ms importante de la vida es la felicidad.

    Como bien ha sealado Bruni, en la revisin de la bibliografa sobre feli-cidad y economa, la perspectiva hednica ha recibido total atencin, dejando a un lado la aproximacin desde la eudaimona aristotlica (Bruni, 2006: 20).

    Si bien la perspectiva utilitaria benthamiana ha sido evaluada emprica-mente a travs del consumo o autoevaluacin subjetiva de la felicidad, el enfoque aristotlico no ha sido evaluado de una forma completa en sentido estricto ni por el EC ni por el EFH. De hecho, una de las principales crticas al EC ha sido su imposibilidad de volver plenamente operativo el concepto, y por lo tanto la dificultad de evaluarlo33; mientras que el EFH se ha concen-trado en la satisfaccin de las necesidades como variables intermedias de la bsqueda del bienestar.

    32 Como se leer ms adelante, quisiera recalcar que no estudiar directamente el fin del Buen Vivir sino los medios que llevan a ese fin. Debemos sealar que para Aristteles ese fin es la felicidad, que es un bien perfecto pues la elegimos siempre por ella misma y nunca por otra cosa, mientras que los honores, el placer, el entendimiento y toda virtud los deseamos cier-tamente en s mismos, pero sobre todo en vista de la felicidad (1994a: 39). No quisiera co-meter el error en que ha incurrido la economa utilitaria y neoclsica al equiparar la utilidad que es el fin ltimo segn tal perspectiva con el medio para conseguirla, que para los uti-litarios es el consumo/ingreso.

    33 A pesar de lo mencionado, existen esfuerzos por buscar formas de volver operativo el con-cepto de capacidades. Ver por ejemplo las partes II y III de Comim, Qizilbash y Alkire (2008). Volveremos sobre esta temtica ms adelante.

  • Marco conceptual 35

    Es necesario sealar que el EC y el EFH critican el uso de la felicidad co-mo variable objetiva, puesto que los individuos pueden adaptar sus pre-ferencias (gustos baratos y gustos caros) a sus circunstancias. Justamen-te para no entrar en el debate sobre las crticas al concepto de felicidad que se da en la discusin de la bibliografa econmica, abordar la problemtica desde los procesos y no a partir de los fines, ya que tericamente aqu radi-ca la diferencia entre la perspectiva hednica (Bentham) frente a la eudemni-ca (Aristteles): mientras que segn el ingls, para vivir bien hay que ser feliz, para el filsofo griego solo quien vive bien puede ser feliz. Por eso la importancia de anali-zar el proceso de alcanzar la felicidad es fundamental en la perspectiva aris-totlica, razn por la cual consideraremos en este texto el medio que permi-te a las personas y a la sociedad llegar a ese florecimiento/felicidad.

    Podramos sealar en trminos generales y siguiendo a Aristteles que los tres espacios a travs de los cuales el ser humano puede conseguir la mayor felicidad posible luego de haber satisfecho necesidades entre las que se incluye gozar de buena salud estn asociados al goce contemplativo que puede obtener a travs del ocio emancipador (tiempo libre34); a la posi-bilidad que cada individuo tiene de participar en la vida pblica, civil o po-ltica (phila35); y a la voluntad de amar y ser amado.36 Desde esta perspectiva de anlisis, estas ltimas caractersticas son los componentes de lo que se ha denominado en la bibliografa especializada como produccin/consumo de bienes relacionales.37 Para Aristteles estas caractersticas son partes esen-

    34 Es el tiempo dedicado a teorizar, pensar, filosofar, comprender(nos), crear, autoconocerse, cono-cer y amar la naturaleza y el entorno en el que vivimos. Si bien usualmente el ocio ha sido enten-dido como opuesto a trabajo, en caso de que exista una fusin entre ambos sern entendidos co-mo sinnimos; es decir, el trabajo emancipador sera parte del tiempo liberador, y viceversa.

    35 En la filosofa aristotlica, la phila no se circunscribe a la amistad entre amigos sino que tie-ne que ver principalmente con la relacin entre ciudadanos; es decir, tiene que ver con la na-turaleza esencialmente gregaria y poltica del ser humano.

    36 En este componente se incluyen las relaciones sociales con amigos que cada persona puede desarrollar a lo largo de su vida. Adems, tal perspectiva implica una mirada biocntrica en la cual se incorpora el amor por la naturaleza en el marco de la relacin entre sociedad y me-dio ambiente.

    37 Siguiendo a Aristteles y a los filsofos griegos, podramos sealar que, basndonos en el he-cho de que el ser humano es un ser gregario por naturaleza, la contemplacin parte del au-toconocimiento y del amor que se puede llegar a tener uno mismo. La produccin de bie-nes relacionales se fundamenta en el hecho de que en la propia contemplacin me conozco y mientras mejor me conozca puedo amar ms genuinamente al otro. En ese sentido, el pri-mer paso de la produccin de bienes relacionales est ligado al propio proceso de teorizar y pensarse uno mismo para conocerse y poder amar al otro, al entorno y a la naturaleza. En tal virtud, en este texto incluimos como una condicin constitutiva de la generacin y disfrute de los bienes relacionales a la contemplacin en sentido aristotlico.

  • REN RAMREZ G.36

    ciales de una vida plena, de una vida feliz. En este marco, tan importante co-mo analizar la felicidad es estudiar el proceso a travs del cual se llega a ser feliz; es decir, las variables que explicaran el resultado final. Nos concen-traremos en este texto en los medios y no en el fin mismo de la vida plena.38

    Como bien seala Bruni (2006), la buena vida es al mismo tiempo cons-titutivamente civil y por ello frgil.39 Renunciar a esa fragilidad significara renunciar a la buena vida en s misma, nos dice Bruni. He aqu la paradoja de la vida civil. En la historia de la economa y de la filosofa poltica mo-derna podemos observar que para resolver esta paradoja se renunci, de he-cho, a una vida cvica completa, buscando con ello evadir dicha fragilidad. En este proceso, la mayor invencin de la modernidad fue el mercado, el cual analticamente responda a este objetivo:

    [] ms all de cualquier otra invencin, el mercado nos emancipa a nosotros de la dependencia de las otras personas []. El mercado emancipa de tal dependencia, pero, al hacerlo, remueve el locus de la genuina sociabilidad (Bruni, 2006: 15).40

    Con la creacin del mercado se resuelve la paradoja de la vida civil. Es por esto que, a nuestro modo de ver, el andamiaje conceptual neoclsico (de mercado) por definicin (por construccin) es anti-buena-vida al ser indi-vidualista y eliminar la fragilidad de la felicidad civil. Este artculo preten-de deliberadamente traer nuevamente al centro del debate de la economa tanto conceptual como empricamente la fragilidad que est en disputa en la bsqueda del florecimiento vital.

    Desde la perspectiva aristotlica, y siguiendo a Martha Nussbaum (1986) y Luigino Bruni (2005), la presente investigacin basa el anlisis del

    38 Esto no quiere decir que la perspectiva aqu presentada no busque incentivar un anlisis de fines donde sea posible realizarlo. Si una capacidad importante en la vida es saber leer y es-cribir, deberamos construir indicadores que permitan visibilizar el porcentaje de personas alfabetas en un territorio. Lo que s se reconoce en este trabajo es que temas fundamentales de la vida como la bsqueda de la verdad, el sentimiento de paz, de amor, la contemplacin de la belleza son categoras no susceptible de medicin a plenitud (incluso habra que pre-guntarnos si sera deseable hacerlo). Para no perder la exhaustividad de su teora, quiz es-te argumento sea una de las razones por las cuales el premio Nobel Amartya Sen se niegue a establecer una lista de capacidades o funcionamientos como hace Martha Nussbaum. Que-darse en el espacio de la teora puede ser una estrategia epistemolgica para no cerrar puer-tas de anlisis.

    39 Quiz la mayor tensin de la tica aristotlica radica en que la eudaimona es a la vez autosu-ficiente y autrquica, y al mismo tiempo depende de un otro. La vida contemplativa es supe-rior, pero depende de la phila (ver Bruni, 2006).

    40 Traduccin propia y nfasis aadido.

  • Marco conceptual 37

    Buen Vivir no solo en los bienes pblicos o privados que consumen las per-sonas y en cmo se producen, sino sobre todo en qu medida y bajo qu condiciones se producen/consumen bienes relacionales.41 Como se mencio-n anteriormente, los bienes relacionales son aquellos bienes que solo pue-do poseer en un acuerdo con un otro; aquellos bienes que tienen compo-nentes afectivos y comunicativos; aquellos bienes que no tienen un precio de mercado sino que son valorados porque responden a una necesidad sub-jetiva de interaccin; aquellos bienes que son co-consumidos y co-produci-dos al mismo tiempo por los sujetos involucrados; aquellos bienes que solo pueden ser disfrutados en la medida que involucren potencial de recipro-cidad; aquellos bienes en que la relacin, por s misma, constituye un bien (ver Bruni, 2005: 130-135). La produccin de bienes relacionales no puede florecer socialmente si existen niveles altos de desigualdad social, dado que en sociedades desiguales la posibilidad de mutuo reconocimiento se desva-nece. Es por esta razn que una de las condiciones para que florezca la bue-na vida es la construccin de sociedades lo suficientemente igualitarias pa-ra que la relacin y el mutuo reconocimiento prospere.

    Bajo el marco conceptual sealado, la propuesta de esta investigacin es indagar en qu medida el tiempo y sobre todo la optimizacin del tiempo para la contemplacin (el autoconocimiento) y la creacin de bienes relacio-nales puede ser un indicador intermedio adecuado para medir el Buen Vivir o sumak kawsay de las personas y de la sociedad.

    2.2. Del ingreso pleno (full income) a la vida plena (full life): el tiempo como Buen Vivir y riqueza de los pueblos

    Como se mencion anteriormente, el utilitarismo econmico ha reducido empricamente la utilidad o felicidad a la revelacin de preferencias que ha-ce el individuo cuando escoge canastas de productos para su consumo. En estricto rigor, la microeconoma utiliza variables intermedias para eva-luar el bienestar de la poblacin. La variable microeconmica principal que utiliza el utilitarismo es el gasto (consumo) o la posibilidad de gasto que tie-ne cada individuo (ingreso). A nivel agregado se usan el Producto Interno Bruto (PIB), el Producto Nacional Bruto (PNB), el Producto Nacional Neto (PNN)42; variables que luego se dividen para la poblacin de un territorio.

    41 Como se mencionar ms adelante, sistemas productivos compatibles con la economa del Buen Vivir son la economa social, popular y solidaria, la economa ecolgica y la economa del cuidado o feminista.

    42 Para Adam Smith la riqueza nacional constituira lo que hoy en da se denomina la renta nacional.

  • REN RAMREZ G.38

    Estas variables aluden a la capacidad que tiene un pas de generar riqueza, la cual se calcula a travs de la cantidad de canastas que produce la socie-dad, y que potencialmente puede consumir/vender una poblacin dada, ya sea al interior o afuera de su territorio.

    Vale sealar que el enfoque neoclsico/utilitario a partir de Gary Bec-ker (1976) introduce la variable tiempo en el anlisis incorporando en el ingreso el costo de oportunidad del tiempo no productivo. Para medir el bienestar, entonces, Becker calcula el ingreso pleno (full income). En contras-te con la propuesta terica realizada por Becker, esta investigacin preten-de analizar la vida plena o Buen Vivir (full life o good life) considerando cmo se distribuye el tiempo y cunto se disfruta en la produccin/consumo de bienes relacionales.

    En la propuesta de Becker, al ingreso se aade el gasto del tiempo de no trabajo remunerado medido en unidades monetarias. En la presente in-vestigacin planteamos, por el contrario, que el Buen Vivir debe analizar-se no a travs de cunto ingreso tengo o podra tener, sino a travs de cmo cada individuo y sociedad asignan el tiempo, y cunto disfrutan de aquella asignacin y cunta vida (biodiversidad), medida en tiempo, tiene el terri-torio en que habita. En nuestra propuesta, la unidad de anlisis de la eco-noma no sera el dinero sino el propio tiempo (segundos, minutos, horas, semanas, aos, etc.), y sobre todo el tiempo del que dispone la sociedad y las personas para la produccin genuina de bienes relacionales: la vida buena co-mo riqueza de los pueblos y sociedades; la vida vivida a plenitud y en armona con la naturaleza, expresada en el tiempo bien vivido y en el tiempo de vida de la naturaleza como riqueza de los pueblos, de las sociedades y de los territorios.

    Quiz aqu cabra una pequea digresin sobre el uso del concepto de bienestar en castellano. En un estudio anterior (Ramrez G., 2008b) suger que la palabra bien-estar es un concepto que en el idioma castellano resulta problemtico dado que en ingls (well-being) el verbo to be significa ser y es-tar, y en su equivalente castellano solo se toma en cuenta el estar de las per-sonas y no su ser. Ms all de que el concepto de bienestar tenga sus propias connotaciones tericas, dado el proceso histrico y poltico que vive Ecuador, defenderemos que el concepto de Buen Vivir43 o sumak kawsay es una nocin que no solo toma en cuenta al estar, sino sobre todo al ser de la vida.

    El debate terico/poltico que aqu se plantea es de gran relevancia por-que lo que est en juego es una forma de civilizacin disputada desde la dis-

    43 Quiz resulte repetitivo, pero no es de menor importancia insistir en que el marco de anlisis del Buen Vivir surge de un pacto de convivencia poltico de la sociedad ecuatoriana y no de un marco conceptual acadmico. Para estudiar una interpretacin sobre dicho pacto, ver Ramrez G. (2010).

  • Marco conceptual 39

    ciplina econmica. En efecto, si bien los modelos neoclsicos han abordado el tema temporal, dicho enfoque ve al tiempo no productivo como un cos-to de oportunidad que debe ser incorporado a la funcin de utilidad de los hogares. Tal coste se debe medir monetariamente, ya que el tiempo dedica-do a actividades no productivas, no mercantiles o domsticas, podra haber sido utilizado productivamente.44 El enfoque del ingreso total o pleno incor-pora entonces el trabajo productivo y no productivo. Implcitamente po-dramos sealar que en tal modelo, como afirma Julio Boltvinik, el hogar ideal para los economistas neoclsicos sera aquel en que todos los miem-bros son asalariados, realizan todas sus comidas fuera del hogar y contra-tan los servicios de lavado, planchado y aseo del hogar; es decir, los requeri-mientos del tiempo de trabajo domstico seran igual a cero, necesitndose tiempo nicamente para el trabajo remunerado y el consumo (Boltvinik cit. por Damin, 2007: 485). Desde el enfoque neoclsico, en dicho consumo podramos afirmar que la produccin de bienes relacionales sera, implci-tamente, parte de la industria del entretenimiento individual y social. Des-de esta perspectiva, en una cita de dos amigos para tomar un caf lo impor-tante sera la utilidad que se obtiene de la venta del caf, y no la amistad.

    Vale recordar que desde la microeconoma neoclsica al analizar el mer-cado laboral, el individuo busca maximizar su utilidad/satisfaccin en fun-cin del consumo y del ocio, sujeto a la restriccin del tiempo y el salario. Si bien parecera que aqu se incorpora la variable tiempo, el anlisis usual-mente se circunscribe a cmo maximizar el ingreso para poder consumir ms, dado que el tiempo libre es un bien ms de consumo, para lo cual exis-te por ejemplo la industria del entretenimiento. No es casual que en in-gls se suele decir to waste time (vamos a gastar el tiempo) o en castellano perder el tiempo. A lo que nos referimos es a que, en estricto rigor, tal mi-rada supuestamente neutra implica una propuesta de vida: la de la opulen-cia y la insatisfaccin permanente (acumular ms es siempre mejor). La profeca se cumple en la medida en que se construye un discurso hegemni-co en donde el bienestar depende del consumo y este del ingreso, razn por la cual se puede afirmar que la mayor utilidad se consigue en cuanto ms in-greso/consumo obtenga cada ciudadano.

    En pases como los nuestros, con mercados laborales segmentados, el pleno empleo es una falacia en la mayora de la economa y, por lo tanto, tambin es falaz el supuesto trade-off entre salario y ocio. No es casualidad

    44 Una de las crticas que suelo hacer a la perspectiva feminista de incorporacin en el PIB del trabajo no remunerado es que terminan mercantilizndolo (caen en la misma lgica que cri-tican), pero sobre todo asignan usualmente el valor monetario ms bajo y menos valo-rado de la sociedad capitalista, que es el del servicio domstico.

  • REN RAMREZ G.40

    que el promedio de horas de trabajo en el Ecuador sea de 42 horas semana-les y que aquellos que tienen un segundo empleo en promedio trabajen 15 horas semanales, a pesar de que la ley seala que se debe trabajar solo 40. No olvidemos tambin que el 10% ms pobre segn el ingreso solo trabaja 35 horas semanales de una manera no voluntaria; que el 32% de la poblacin deseara trabajar ms horas y no puede; o que de las personas que se encuen-tran descontentas con el trabajo, el 32% seala que se debe al exceso de ho-ras de trabajo. La decisin real que toma cada ciudadano es cmo distribuye el tiempo descontando el tiempo que, s o s, tiene que utilizar para traba-jar y/o para satisfacer sus necesidades. Incluso podramos sealar que el tra-bajador siguiendo la lgica del agente-principal busca robar tiempo al trabajo y obtener el mismo salario.45 En el sistema capitalista en que funcio-nan nuestras economas, la mejor forma de resolver este problema es tener niveles significativos de desempleo, como han evidenciado Stiglitz y Shapi-ro (1984) siguiendo la propuesta de Marx del ejrcito de reserva. El des-empleo funciona como un mecanismo disciplinador y como una amenaza latente para los holgazanes.46

    Parafraseando a Juliet Schor en The Overworked American, podramos afir-mar que hemos pagado un precio muy alto por la prosperidad (cit. por Levine, 2006: 193). El capitalismo ha permitido a algunos alcanzar un altsimo estn-dar de vida, pero al costo de una vida de trabajo mucho ms exigente.47 Asi-mismo, podramos decir que a costa de menos tiempo para el florecimiento individual y social. La televisin a color, el microondas, el iPod e internet, mu-chas veces cumplen el objetivo de ser instrumentos para dispersarnos y hacer-nos olvidar el trabajo agotador.48 Instrumentos como el celular (Blackberry) o el mismo iPad son artefactos que viabilizan que las personas puedan seguir trabajando incluso en su supuesto tiempo libre. La creencia popular de que el progreso econmico nos ha dado ms cosas, as como ms descanso, es di-fcil de sostener (Schor cit. por Levine, 2006: 193).49

    45 Quiz en reaccin a lo que Marx llamara la usurpacin del tiempo por parte del capitalista.

    46 Explcitamente pongo este adjetivo porque as se suele usar provocativamente en la biblio-grafa del mercado de trabajo luego del estudio de Stiglitz y Shapiro (1984).

    47 Como se ver ms adelante, sostenemos que el objetivo final es que el propio trabajo sea un es-pacio de realizacin de la vida. Lamentablemente, el capitalismo ha hecho que esa escisin sea de facto y que el espacio del trabajo no necesariamente sea un espacio de florecimiento humano.

    48 Bruni y Stanca (2006) demostraron empricamente que, por ejemplo, ver televisin va en de-trimento del consumo y produccin de bienes relacionales.

    49 Una reflexin ms profunda se debera hacer respecto al impacto de sistemas como Face-book o Twitter, que constituyen espacios virutales que potencialmente permiten generar y disfrutar de ms bienes relacionales. No obstante, cabe preguntarse y discutir si dichas he-

  • Marco conceptual 41

    Desde una nueva perspectiva, en trminos intuitivos podramos sealar que el individuo puede realizar multiplicidad de actividades sobre las cua-les tiene que tomar una decisin, entre ellas dedicar tiempo para gastar su salario en consumo de bienes y servicios. Luego de usar el tiempo necesa-rio para satisfacer las necesidades vitales, si tenemos dos individuos hipo-tticos en iguales condiciones y el individuo A decide dedicar su tiempo al trabajo comunitario y el individuo B a or msica, podramos sealar que al primero le produce (ese momento) mayor felicidad el trabajo colecti-vo, en tanto que al segundo, el disfrute cultural. En este sentido, si noso-tros realizamos, por ejemplo, dos actividades con una frecuencia a1 y a2 a lo largo del da, la importancia que asignamos a tales actividades viene da-da por el tiempo que dedicamos a las mismas; es decir, t1 y t2, respectiva-mente. El valor no se mide por el precio sino por el tiempo que asigna o puede asignar una persona a cada actividad a lo largo de un perodo tem-poral determinado (un da, una semana, un mes, un ao, etc.). En este sen-tido, la restriccin individual viene dada por la suma de la frecuencia de ca-da actividad a lo largo de un perodo dado, multiplicada por el tiempo que dedica el individuo a cada actividad, el cual tiene que ser igual a 24 horas50: a1 t1+ a2 t2 = 24. El ciudadano o ser humano (no el consumidor) evala las actividades en funcin del Buen Vivir que le produce BV(a1, a2). En este sen-tido, en funcin de la multiplicidad de actividades que el individuo pue-de hacer, el ejercicio consiste en maximizar el Buen Vivir sujeto a la restric-cin a1 t1 + a2 t2 = 24. Incluso podramos mencionar que tal maximizacin se realiza descontando el tiempo dedicado a aquellas actividades que un ser humano no puede dejar de hacer y que tienen que ver con la satisfaccin de las necesidades vitales (nv) y el tiempo comprometido de antemano ca-da da (tc51). Ponemos por separado, para hacerlo explcito, el tiempo dedi-cado al trabajo/consumo (t52), razn por la cual la restriccin que pone lmi-te a la funcin del Buen Vivir (BV53) sera: a1 t1 +a2 t2 = 24 (nv t3 + tc t4 + t t5).

    rramientas no producen soledades acompaadas de sustitucin de la fisicalidad por la intangibilidad virtual. Tema de debate para futuras investigaciones.

    50 La restriccin de 24 horas puede cambiar si se modifica el horizonte de sentido de lo desea-do. Por ejemplo, algunas actividades pueden posponerse para el fin de semana, para el si-guiente mes o para el ao venidero.

    51 En este rubro se incluye, para simplificar, el trabajo no remunerado.

    52 Este tiempo comprende la restriccin presupuestaria para la satisfaccin de las necesidades, razn por la cual no se incluye como variable el ingreso o el gasto (poder de compra). Asimis-mo, en la funcin del tiempo de trabajo y consumo se debe considerar la funcin que garan-tice la sostenibilidad de la vida natural.

    53 Smil de la funcin de utilidad en la teora neoclsica.

  • REN RAMREZ G.42

    Desde otra perspectiva, en general el individuo busca minimizar el tiem-po dedicado a las actividades del lado derecho de la ecuacin para tener ma-yor tiempo para realizar aquellas actividades en que ms florece su vida, y que estn asociadas al tiempo libre no enajenado y a la produccin de bie-nes relacionales. No obstante, ms all del tiempo para la contemplacin y el autoconocimiento, es importante sealar que dicha maximizacin toma en cuenta tambin a un otro (amigo, familiar, pareja), con quien va a com-partir el bien relacional54; es decir, una maximizacin coordinada y no ni-camente individual.

    Desde una aproximacin marxista, podramos sostener que cada indivi-duo tiene un tiempo necesario para reproducir la vida, un tiempo exceden-te del trabajo y un tiempo social, que es en donde cada persona encuentra el mayor disfrute. El capitalismo ha tenido como objetivo la maximizacin del tiempo excedente del trabajo, con el objetivo de producir la mayor gene-racin de riqueza del capitalista, contabilizado en dinero.55 Una nueva pers-pectiva tendra como objetivo minimizar el tiempo excedente del cual se apropia el capitalista; para ello se deben buscar nuevas formas de organiza-cin y propiedad, y distribuir ese tiempo remanente para maximizar el tiem-po social; es decir, liberar tiempo para el ocio emancipador y la produccin de relaciones sociales.

    En la minimizacin del tiempo excedente debera incorporarse el te-ma de la sostenibilidad ambiental. En este proceso, la ciencia y tecnologa juegan un papel fundamental, que debera ser diferente al que actualmen-te desempean. A medida que se desarrolla la ciencia, se puede construir un sistema econmico armnico con la naturaleza: desarrollo productivo sin desposesin, siguiendo a Harvey (2007). Asimismo, se puede depender menos del trabajo manual, razn por la cual se puede liberar ms tiempo para la generacin/disfrute de bienes relacionales en un ambiente ms sa-ludable. Esto implica pasar de tener una ciencia que libera tiempo para dis-minuir costos y aumentar la circulacin del capital (mercancas y dinero) a una ciencia que libere el tiempo para el disfrute de la vida. En este nuevo marco, el beneficio de la ciencia no se acumulara privadamente, sino social

    54 Un artculo que demuestra empricamente la importancia de la coordinacin para disfrutar el ocio es el escrito por Jenkins y Osberg (2005). En este artculo se analiza el comportamiento de parejas britnicas, y se otorga evidencia de que la propensin a participar en actividades aso-ciativas depender de la disponibilidad, fuera del hogar, de compaeros de ocio adecuados.

    55 Es necesario aclarar que en el plusvalor del trabajador hay que incluir el trabajo no remune-rado dentro de la unidad familiar. El capitalista no solo se apropia del tiempo del trabaja-dor sino del tiempo de aquella persona que c