la superioridad de la pequeña producción familiar

10
27 Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002 A rtigo Agroecología, sustentabilidad y reforma agraria: la superioridad de la pequeña producción familiar Toledo, Víctor M.* * Instituto de Ecología, Universidad Nacional Autónoma de México. Apdo 41-H, Sta. María Guido, Morelia, Michoacán 58090. MÉXICO. E- mail : [email protected] Para Francisco Julião y el Movimento de los Trabajadores sin Tierra de Brasil Resumen - El debate sobre la relación en- tre la eficiencia o productividad y el tamaño de la propiedad agraria ha sido siempre in- tenso y polémico. Sin embargo, en los últi- mos años se han acumulado numerosas evi- dencias que muestran la superioridad económica y ecológica de la pequeña producción familiar por sobre las explotaciones agrícolas y pecuarias medianas y grandes. Con base en una exhaustiva revisión de literatura, el presente artículo muestra las ventajas de la pequeña producción familiar y discute su importancia para la reconversión agroecológica. El artículo termina llamando la atención sobre la necesidad de hacer efectiva la reforma agraria, como una condición obligatoria para hacer un manejo adecuado de los recursos naturales y transitar por los caminos de la sociedad sustentable. Palabras-clave: Agroecología, Agricultu- ra familiar, Eficiencia productiva, Sostenibilidad, Reforma Agraria. 1 Introducción La discusión sobre las ventajas y desventajas de la producción rural (agropecuaria, forestal y pesquera), en relación con la escala o el tamaño de la propiedad, ha sido un debate álgido con enormes repercusiones en los ámbitos de las políticas agropecuarias, forestales, ecológicas, económi- cas y de desarrollo rural. Basado en una exhaustiva revisión de literatura sobre el tema, el presente artículo está dirigido a cuestionar uno de los principales mitos de la ideología desarrollista: la supuesta superioridad productiva de la producción a gran escala y, por consiguiente, la supuesta ventaja de las medi- anas y grandes propiedades por sobre las pequeñas. Por el contrario, los análisis revisa- dos en éste ensayo muestran como la pequeña producción agrícola y pecuaria, que generalmente es de carácter familiar y muchas veces de familias agrupadas en comunidades

Transcript of la superioridad de la pequeña producción familiar

Page 1: la superioridad de la pequeña producción familiar

27Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

A rt igo

Agroecología, sustentabilidad y reformaagraria: la superioridad de la pequeña

producción familiar

Toledo, Víctor M.*

* Instituto de Ecología, Universidad NacionalAutónoma de México. Apdo 41-H, Sta. María

Guido, Morelia, Michoacán 58090. MÉXICO. E-mail: [email protected]

Para Francisco Julião y el Movimento delos Trabajadores sin Tierra de Brasil

Resumen - El debate sobre la relación en-tre la eficiencia o productividad y el tamañode la propiedad agraria ha sido siempre in-tenso y polémico. Sin embargo, en los últi-mos años se han acumulado numerosas evi-dencias que muestran la superioridadeconómica y ecológica de la pequeña

producción familiar por sobre lasexplotaciones agrícolas y pecuarias medianasy grandes. Con base en una exhaustivarevisión de literatura, el presente artículomuestra las ventajas de la pequeñaproducción familiar y discute su importanciapara la reconversión agroecológica. El artículotermina llamando la atención sobre lanecesidad de hacer efectiva la reformaagraria, como una condición obligatoria parahacer un manejo adecuado de los recursosnaturales y transitar por los caminos de lasociedad sustentable.

Palabras-clave: Agroecología, Agricultu-ra familiar, Eficiencia productiva,Sostenibilidad, Reforma Agraria.

1 IntroducciónLa discusión sobre las ventajas y

desventajas de la producción rural(agropecuaria, forestal y pesquera), en relacióncon la escala o el tamaño de la propiedad, hasido un debate álgido con enormesrepercusiones en los ámbitos de las políticasagropecuarias, forestales, ecológicas, económi-cas y de desarrollo rural. Basado en unaexhaustiva revisión de literatura sobre el tema,el presente artículo está dirigido a cuestionaruno de los principales mitos de la ideologíadesarrollista: la supuesta superioridadproductiva de la producción a gran escala y, porconsiguiente, la supuesta ventaja de las medi-anas y grandes propiedades por sobre laspequeñas. Por el contrario, los análisis revisa-dos en éste ensayo muestran como la pequeñaproducción agrícola y pecuaria, quegeneralmente es de carácter familiar y muchasveces de familias agrupadas en comunidades

Page 2: la superioridad de la pequeña producción familiar

28Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

A rt igo

rurales (campesinas o indígenas), resulta másproductiva tanto en términos económicos comoecológicos que las medianas y grandes.

Esta demostración tiene repercusiones decarácter económico y agrario, no solo porquecuestiona la supuesta eficiencia de las media-nas y grandes explotaciones agropecuariasimpulsadas por el modelo agroindustrial, sinoporque repercute en aquellas regiones y paí-ses donde dominan las grandes propiedades ydonde se hace necesaria y urgente una refor-ma agraria. En la perspectiva de un desarrollorural sustentable, la supremacía de laspequeñas producciones obliga a generar mo-delos agroecológicos de pequeña escala quesean apropiados a las condiciones ambientales,culturales y productivas de cada región.

2 Una antigua discusiónLa discusión sobre la supuesta mayor

viabilidad de las medianas y grandespropiedades es tan antigua que, según J. L.Calva (1988), se remonta a la antigüedadgrecolatina. En los siglos XVIII y XIX, estadiscusión se dio con tal intensidad que dividióa los grandes economistas políticos de su épo-ca. Mientras que F. Quesnay, Adam Smith yTh. R. Malthus fueron decididos detractoresdel minifundio, otros, como S. Sismondi y J.Stuart MilI, fueron apasionados defensoresde la producción a pequeña escala.

En tiempos más recientes, este debateresurgió con fuerza en la década de lossetentas (en Latinoamérica y México), yadquirió una nueva perspectiva una vez quese iniciaron las demoledoras críticas de laecología política al modelo "moderno" deagricultura industrializada (basada en elmonocultivo y que utiliza petróleo, fertili-zantes químicos, pesticidas y maquinaria).El debate ha sido, por lo general, intenso yapasionado porque lo que parece unadiscusión meramente técnica sobre la es-cala de la producción, en realidad encierra

Los análisis muestran como la

pequeña producción agrícola y

pecuaria resulta más productiva

tanto en términos económicos

como ecológicos que las medianas

y grandes

una disyuntiva social de proporciones his-tóricas: la viabilidad o inviabilidad delcampesinado o de la agricultura familiar,que hacia 1990 aún manejaba entre un 60y un 80 por ciento de la producción prima-ria del mundo (véase Cuadro 1). Por ello, afinales de los setentas, el economista

Ernest Feder se refirió a la polémica comoun encuentro entre "campesinistas" y"descampesinistas".

3 PremisasPara encuadrar la polémica es necesario

realizar análisis comparativos de laproductividad o eficiencia encontrada a dife-rentes escalas y bajo condiciones técnicas yambientales semejantes, o al menos muysimilares. El concepto de productividad oeficiencia de un sistema productivo rural oprimario (es decir, agrícola, pecuario, forestalo pesquero) comúnmente se define como larelación que existe entre lo que se invierte(insumos) y lo que se obtiene (productos), esdecir, se trata de un balance de insumos/productos (o análisis output/input). Esto per-mite arribar a diferentes índices de eficienciao productividad (económica, energética,tecno-ambiental, etc.), dependiendo de losparámetros utilizados (dinero, jornadas detrabajo, kilocalorías, etc.). De esta forma, unsistema agropecuario, forestal o pesquero

Page 3: la superioridad de la pequeña producción familiar

29Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

A rt igo

será más productivo en tanto utilice la me-nor cantidad de insumos para obtener losmayores volúmenes de productos. Laintroducción del criterio de sustentabilidadestablece, además, que es necesariodemostrar el mantenimiento de laproductividad de un cierto sistema a travésdel tiempo, es decir, a lo largo de varios ci-clos anuales (véase Masera, et al., 1999, parauna metodología para evaluar el grado desustentabilidad de un sistema productivo). Elmantenimiento de la máxima productividaddurante el mayor lapso será entoncesindicativo del valor óptimo, demostrando quese hace un uso eficiente de los recursosnaturales y de la tecnología.

4 ¿Qué se entiende porpequeña producción?

La noción de "pequeña producción" o"pequeña propiedad" varía de acuerdo con lascondiciones agrarias de cada país o región yparece ser la resultante de las relacionesentre densidad demográfica y disponibilidadde tierra o recurso. Por ejemplo, en buenaparte de las áreas más densamente pobladascomo China, India, Indonesia, El Salvador ola mayor parte de los países europeos, dondelos promedios de la propiedad agraria se danpor debajo de las cinco hectáreas, la pequeñaproducción familiar generalmente se ubicaalrededor de una hectárea. En países conmayor disponibilidad de recursos la extensiónaumenta. En México, por ejemplo, se consi-dera que los tamaños de la pequeña propiedadoscilan entre las cinco y las dez hectáreas.Finalmente, en países con grandesextensiones de tierra, como Argentina o Bra-sil, hablar de pequeña producción es referirsea propiedades de 20 hectáreas, e incluso demayor extensión.

A la situación anterior debe agregarse lavariación resultante de las condiciones ecoló-

gicas en las que se encuentra la propiedad, puesno es lo mismo realizar la producción bajosituaciones de máxima humedad y temperatu-ra (como sucede en las regiones tropicales cáli-do húmedas), que en condiciones donde existenlimitaciones térmicas, hidrológicas o edáficas.Más allá de estas consideraciones, puedeafirmarse que una pequeña propiedad familiarserá aquella que no rebasa las 10 a 15 hectáreas,pues por encima de estos tamaños comienzana manifestarse ciertos "factores de escala" quetienden a modificar la lógica o racionalidad dela producción, es decir, del manejo de los recur-sos naturales y de la tecnología. No obstante loanterior, aun cuando adoptáramos unadefinición más rígida de pequeña propiedadcomo aquella con una extensión de no más de 5hectáreas, el número de productores del mun-do en esa situación es inmenso: más de 1,500millones, es decir, la mayoría de los propietariosagrarios del planeta (Cuadro 1).

5 Eficiencia oproductividad economicaDe la abundante literatura sobre el tema,

es posible seleccionar tres ejemplos por seraltamente confiables, conocidos y más o me-nos recientes. El primero es el libro PeasantEconomics, del economista inglés Frank Ellis(1988). Con base en varios estudios de caso yen una cierta argumentación teórica, Ellisestablece que existe un aparente descensode la productividad conforme se incrementael tamaño de una parcela. Este patrón lo ex-plica en función del uso cada vez menos in-tenso que hacen los productores conforme supropiedad va en aumento, y a ciertos factoresligados al establecimiento de los precios.

A conclusiones similares llega R. M.Netting, un reconocido antropólogonorteamericano de temas rurales, en el quefue su último y más importante libro:Smallholders, Householders, publicado en

Page 4: la superioridad de la pequeña producción familiar

30Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

1993 y dedicado a revisar el tema de la agri-cultura familiar o minifundista a nivel mun-dial. En su capítulo cinco, ese autor confirma,con base en estudios empíricos realizados enla India, Bangladesh y Costa Rica, la mayoreficiencia económica de la pequeñaexplotación. Citando a F. Ellis, este segundoautor duda, además, de la validez de unconcepto recurrentemente manejado por loseconomistas agrícolas: el de economía de es-cala, y demuestra que este supuesto efecto esmás un resultado del tipo de tecnología y de lavaloración que se haga de la tierra, el capitaly el trabajo que del tamaño de la explotación.

El tercer ejemplo es el más contundente.Teniendo como base el análisis detallado dela evolución histórica de los derechos agrarios,H. P. Biswanger y colaboradores (1993)concluyen que "(...) la mayoría de los estudiossobre la relación entre productividad y tamañode predio sugiere mayores niveles deproductividad en las unidades familiares queen las grandes granjas operadas con base entrabajo asalariado". Los autores muestranentonces que las supuestas ventajas de la granpropiedad han sido un mito, utilizado a lo lar-go de la historia para justificar la explotacióndel trabajo asalariado y de los campesinos, me-diante el cobro de trabajo esclavo, tributos,rentas (en dinero, especie o trabajo) y otrosmecanismos. Destaca el hecho de que estosautores son tres rigurosos economistasnorteamericanos, y que la publicación citadaes un reporte financiado y publicado por el Ban-co Mundial.

6 La productividad oeficiencia ecológica

Tras tres décadas de investigación agro-ecológica y etno-ecológica, existe ya unrespetable repertorio de ejemplos mostrandocómo el minifundio familiar (campesino oindígena) resulta mucho más eficiente des-

A rt igo

de el punto de vista del uso y conservación delos recursos naturales (suelo, agua,biodiversidad, energía, ecosistemas). Laexplicación es bastante simple y puede se-guir varios caminos. Una propiedad grandeno permite de entrada el manejo meticulosoy fino que requiere un uso ecológicamenteapropiado (por ejemplo, la delicada variaciónde los suelos queda suprimida en las grandesextensiones o la manipulación de cultivosmúltiples o el control biológico de las plagas).

Por otra parte, una gran propiedad requierecasi obligatoriamente del uso de insumosquímicos para mantener la fertilidad del sueloy/o evitar la entrada de plagas o deenfermedades, pues casi sin excepción lasexplotaciones latifundarias se basan en ex-tensos monocultivos, sean agrícolas, para elganado (pastizales) o forestales (plantaciones).

Esta vez utilizaremos, sin embargo, unejemplo cuantitativo usado con ciertafrecuencia en la literatura para demostrar lamayor productividad ecológica de la pequeñafinca por sobre la gran propiedad agrícola: eluso de la energía. El ejemplo fue introducidoen su versión primera por el investigadornorteamericano D. Pimentel (Pimentel &Pimentel, 1979) y una versión aplicada al casode México fue presentada por este autor y co-legas unos años después (Toledo, et al., 1989).

El Cuadro 2 muestra la energía invertiday obtenida (medida en kilocalorías) durantela producción de una hectárea de maíz en 15diferentes situaciones: (a) siete representanuna típica producción campesina donde no seemplea más energía que aquella derivada delpropio esfuerzo del productor; (b) seisconstituyen estados intermedios donde laproducción campesina combina el uso deenergía humana con energía derivada de latracción animal; (c) los dos últimos conformancasos modernos donde el empleo de maqui-naria y de fertilizantes y pesticidas quími-cos, accionados y elaborados con energía fósil,son parte del sistema de producción.

Page 5: la superioridad de la pequeña producción familiar

31Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

En los primeros dos conjuntos, el productordedica enormes períodos de tiempo en el procesoproductivo: entre 500 y 1,500 horas para hacerproducir una sola hectárea de maíz. Por el con-trario, el productor moderno, que sólo emplea através de sus sistema tecnificado unas cuantashoras, puede hacer producir más de 100 veceslo que un productor campesino utilizandoenergía humana y/o animal. No obstante loanterior, en términos estrictamenteenergéticos, que es la forma como los investi-gadores calculan la eficiencia ecológica de unsistema productivo, los productores campesi-nos resultan más eficientes que los modernos.

La explicación se encuentra en el hechode que, mientras la producción campesinainvierte de 200,000 a 1,500,000 kcal porhectárea, los sistemas modernos requieren de15 a 20 millones kcal para realizar el mismoproceso. Dado que la energía total obtenida enlos sistemas modernos sólo es de três a cincoveces mayor que las dos primeras, laproducción moderna sobre grandes escalasresulta energéticamente menos eficiente quela del pequeño predio campesino.

7 El análisis de RossetLa contribución más reciente al debate es

el detallado análisis realizado por P. Rosset(1999a, 1999b y www.foodfirst.org/pubs/policybs/pb4.html) sobre la productividad de fin-cas agrícolas de diferentes escalas en 15 paí-ses del mundo. Las conclusiones a las que llegaese autor son evidentes: "Using evidence fromSouthern and Northern countries Idemonstrate that small farms are ‘multi-functional’ - more productive, more efficient,and contribute more to economic developmentthan large farms. Small farmers can also makebetter stewards of natural resources,conserving biodiversity and safe-guarding thefuture sustainability of agricultural production".La tendencia predominante encontrada por eseautor es la de una mucho mayor productividad

A rt igo

por unidad de superficie en las fincas de me-nor tamaño (de 200 a 1,000 por ciento más) queen las grandes. Rosset atribuye ese patrón alhecho de que por lo general las grandespropiedades agrícolas se basan en extensos ymonótonos cultivos de una sola especie, en tan-to que en las pequeñas parcelas de carácterfamiliar (campesino o indígena) se tiende asembrar más de una especie (policultivos) y aintegrar a la ganadería con la agricultura. Lasimple comparación de lo producido en unmonocultivo contra un policultivo por unidadde superficie revela una mayor productividaden el segundo, no obstante que en la explotaciónde mayor escala la productividad de cada unode los cultivos pueda ser mayor que en lapequeña explotación.

8 Estudios de caso: China,Usa, Europa y Cuba

Además de las referencias ofrecidas en losapartados anteriores, también es posible darun rápido repaso a la situación que existe enalgunos países. El más notable es, sin duda,el de China, un país legendariamenteminifundista desde hace por lo menos 3,000años, y donde se concentra una quinta partede la población del mundo. En China, más de200 millones de unidades familiares rurales- que en promedio detentan menos de unahectárea cada uma - logran la autosuficienciaalimentaría de una población de 1,200millones de habitantes sobre una superficieque es solamente cinco veces el área agríco-la de México o cinco veces el territorio de RioGrande do Sul, esto es, unas 100 millones dehectáreas (Hsu, 1982; Netting,1993).

En el imperio de las grandes propiedades,los Estados Unidos, Marty Strange ha escritoun libro entero sobre la agricultura familiar(1988) para demostrar, con abundanteinformación estadística, que el principio de"bigger is better" (lo grande es lo mejor) es unmito en la agricultura norteamericana. Una

Page 6: la superioridad de la pequeña producción familiar

32Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

década después, el Departamento de Agricul-tura de los Estados Unidos reconoció, a tra-vés de un reporte especialmente preparadosobre la agricultura de pequeña escala (USDA,1998), las virtudes de la agricultura familiar.De acuerdo con dicho reporte, la producciónagrícola a pequeña escala mantiene ladiversidad (biológica, paisajística, agrícola ycultural), genera numerosos beneficiosambientales (pues se tiende a realizar unmanejo responsable del suelo, el agua y lavida silvestre), produce oportunidades econó-micas más justas, mantiene un manejo per-sonalizado de los alimentos y en muchasregiones es vital para la economía regional.

En Europa, donde la alta densidaddemográfica logró mantener enclaves depequeña escala pesar de la compactación queprovocó la "modernización" rural de las últi-mas décadas, las estadísticas mundialesindican que las mayores productividades agrí-colas están en los países donde prevalece elminifundio: Holanda, Alemania, Bélgica,Italia. Atento a éste fenómeno, A. Palerm(1980), uno de los más destacados estudiososde la antropología económica, recomendó, des-de hace más de dos décadas, tomar en cuentalo que él llamó el "modelo holandés" para llevara cabo un desarrollo rural apropiado, ahí don-de predomina un régimen agrario campesino,pluricultural y minifundista.

El caso de Cuba resulta también altamen-te ilustrativo porque muestra de manera des-carnada como la gran propiedad que se haimpulsado en las sociedades industriales deOccidente (USA, Canadá, Europa) resultaigualmente improductiva desde el punto devista económico y ecológico, en su modalidadcolectivista o estatista. Este modelo fueimpulsado a partir de la revolución rusa yextrapolado al "socialismo tropical" cubano.Sin petróleo suficiente para alimentar la agri-cultura industrializada de las grandes gran-jas y cooperativas estatales, y con una agudaescasez de alimentos, los ojos están hoy de

nuevo en el único sector que resistió elproceso de colectivización: el pequeño agri-cultor familiar y privado.

En 1996, este autor observó en Cuba cómouna familia campesina, ubicada muy cerca deLa Habana, había logrado evitar la crisiseconómica que afectaba a todo el país, eraautosuficiente en alimentos y energía y era,como otras familias de productores similares,generadora de excedentes en el agro cubano.Su propiedad de solamente 1 caballería (13.6hectáreas) producía 15 clases diferentes decereales, hortalizas y frutos, manteníagallinas, patos, cerdos y caballos, y producía24 litros de leche diarios, para convertirse enuna unidad de producción con excedentes. EnCuba el proceso de la revolución socialistaredujo la producción familiar de pequeña es-cala al solo 20% del territorio isleño, pues elresto fue convertido a la modalidadagroindustrial de gran escala: cooperativas ygranjas colectivas de carácter estatal basadasen el uso de máquinas movidas por petróleo.Hoy, ante la crisis energética que sufre el paíspor la ausencia del petróleo que le abastecíala antigua ex Unión Soviética, Cuba no solorecupera el valor de la producción familiar yde pequeña escala, también realiza unareconversión acelerada de su agro, transpor-te y ciudades, con énfasis en la agriculturaorgánica o ecológica (Rosset & Benjamin, 1997;ALTIERI, et al., 1999).

9 Sustentabilidad,Agroecología y Reforma

AgrariaLa búsqueda de una sociedad sustentable

implica, entre otras cosas, la reconversiónde los sistemas productivos primarios (agri-cultura, ganadería, pesca, forestería,extracción) hacia modalidades ecológicamen-te adecuadas. En los países con una injustadistribución agraria, se hace además

A rt igo

Page 7: la superioridad de la pequeña producción familiar

33Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

necesario impulsar la democratización de lapropiedad de la tierra. En países como Brasil,lo anterior es una asignatura pendiente ycada vez más urgente. Brasil posee el recordde ser la nación con la más injustadistribución de la tierra en el planeta: unos50,000 propietarios, representando apenas eluno por ciento, detentan más de la mitad dela tierra del extenso territorio brasileño,mientras que se estima existen unos 12millones de demandantes de propiedadagraria.

La distribución equitativa de los recursosimplica el impulsar la pequeña producción decarácter familiar y, de acuerdo a lo examinadoen los apartados anteriores, fomentar un ma-nejo agro-ecológico de los recursos naturales.Ello implica un reto para la investigación cien-tífica y tecnológica porque se hace necesarioel diseñar y llevar a la práctica, dentro de unamodalidad de investigación participativa, mo-delos integrales y múltiples de manejo de losrecursos naturales a pequeña escala (véase unejemplo en la Figura 1), es decir, de carácterfamiliar. Esto conlleva una manera devisualizar la problemática radicalmente dife-rente a como se ha venido realizando en lamayoría de los centros académicos dedicados a

Brasil es la nación con la más

injusta distribución de la tierra en

el planeta: unos 50.000

propietarios (uno por ciento)

detentan más de la mitad de la

tierra. Se estima existen unos 12

millones de demandantes de

propiedad agraria

A rt igo

la innovación tecnológica, el extensionismo yel desarrollo rurales. En suma, se requiere deinvestigadores y técnicos (naturales y sociales)

y de instituciones de carácter multidisciplinarcapaces de entender las relaciones queinexorablemente se establecen entreSustentabilidad, Agro-ecología y ReformaAgraria. La superioridad económica y ecológi-ca de la pequeña producción familiar mostradaen este artículo confirma que estas relacionesno solo son posibles, sino urgentes ynecesarias.

ALTIERI, M.; COMPANIONI, N.; CAÑOZARES,K. et al. The greening of the "barrios": urbanagriculture for food security in Cuba.Agriculture and Human Values, v. 16,p. 131-140, 1999.BINSWANGER, H. P.; DEININGER, K.; FEDER,G. Power, Distortions, Revolt and Reformin Agricultural Land Relations: TheWorld 8 Bank, 1993. (Working PaperSeries 1164).CALVA, J. L. Los Campesinos y sudevenir en las economías de merca-do. México: Siglo XXI Editores, 1988.

ELLIS, F. Peasant Economics' farmhouseholds and agrarian development.Cambridge: Universily Press, 1988.HSU. R. C. Food for One Billion: China´sAgriculture since 1949. Westview Press,1982.MASERA, O.; ASTIER, M.; LÓPEZ-RIDAURA,S. Sustentabilidad y manejo de recur-sos naturales. México: Mundi-Prensa;GIRA, A.C. y UNAM, 1999.NETTING, R. McC. Smallholders,Householders: farm families and theEcology of intensive, sustainable Agriculture.

10 Literatura citada

AAAAA

Page 8: la superioridad de la pequeña producción familiar

34Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

A rt igo

Stanford: University Press, 1993.PALERM, A. Antropología y Marxismo. Mé-xico: Editorial Nueva Imagen, 1980.PIMENTEL. D.; PIMENTEL, M. Food, energyand society. New York: Wiley, 1979.ROSSET, P. On the benefits of Small Farms.Food First Backgrounder, v. 6, n. 4, p. 1-4, 1999ª.— Small is beautiful. The Ecologist, n. 29,p. 452-456, 1999b.— BENJAMIN, M. The Greening ofRevolution: Cuba´s experiment withorganic agriculture. Ocean Press 84, 1994.STRANGE, M. Family Farming: a new

economic vision. Lincoln: University ofNebraska Press and Food First Books, 1988.TOLEDO, V. M. 2000. La paz en Chiapas:ecología, luchas indígenas y modernidad al-ternativa. México: UNAM y Ediciones Quin-to Sol, 2000.--------------, CARABIAS, J.; TOLEDO, C.;GONZALEZ-PACHECO, C. La Producción Ru-ral en México: alternativas ecológicas. Mé-xico: Fundación Universo Veintiuno, 1989.UNITED STATES. Department ofAgriculture. 1998. A Time to Act: A Reportof the USDA National Commission on SmallFarms. Washington, 1998. (USDAMiscellaneous Publication 1545).

Pies de figuras

Page 9: la superioridad de la pequeña producción familiar

35Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

A rt igo

1. Modelo eco-productivo de escala fami-l iar en dez hectáreas para la SelvaLacandona, Chiapas, México. El modelo,basado en la estrategia indígenamesoamericana, incluye siete sistemas ysus relaciones tanto con los ecosistemascomo con los mercados: el huerto familiarubicado junto a la vivienda, y la parcela paramaíz o milpa (dois hectáreas), el potrero (1hectárea) , un área de cult ivoscomplementarios (caña de azúcar y otros)y un área forestal y agro-forestal (6hectáreas) dividida en tres secciones: unaporción con selva madura, otra con cafetalbajo sombra y una tercera con selvas se-cundarias de di ferentes edades. Laviabilidad ecológica del modelo se logra porlas conexiones energét icas que seestablecen entre los sistemas y los cierreslogrados por el reciclaje de materia yenergía al interior de cada sistema. Porejemplo, los desechos o esquilmos agríco-las y ciertos materiales de origen vegetalprovenientes de las áreas forestales seemplean como forrajes en el potrero(ganado bovino) y en el huerto familiar(ganado porcino y gallinas). Por su parte,los sistemas forestales ofrecen servicios alresto, tales como leña, polinizadores,

controladores biológicos de plagas, organis-mos del suelo, semillas, fuentes para laproducción de miel, abonos naturales yestabi l izadores del cl ima. Comocontraparte encontramos la conversión delestiércol y la orina animales en abonospara la agricultura o el uso de los desechosdel café (pulpa y mucí lago) para laproducción de hongos o abonos(vermicomposta), o la transformación de lacaña de azúcar en forrajes, abono yenergía. La viabilidad económica del mo-delo se logra mediante: a) el abasto de maíz,frijoles, azúcar y otros alimentos proveni-entes de las áreas agrícolas, leche y carnedel potrero, frutos diversos, hortalizas,huevo, miel y carne de cerdo y de pollo delhuerto familiar, así como leña, medicinas,materiales de construcción y otros alimen-tos de las áreas forestales. Y b) por la ven-ta de maíz, leche, ganado en pie, café y di-versos productos de las áreas forestales (es-pecialmente frutos y hojas de palma), asícomo miel, moscabado, cerdos y frutos di-versos del huerto. A lo anterior debesumarse un cierto pago por los serviciosambientales de las 6 hectáreas con cober-tura forestal. Para mayores detalles véaseToledo (2000).

Page 10: la superioridad de la pequeña producción familiar

36Agroecol.e Desenv.Rur.Sustent.,Porto Alegre, v.3, n.2, abr./junh.2002

A rt igo

Cuadro 2. Anál isis comparativo de la eficiencia energética en la producción de una hectárea de maíz bajo tres condicionestecnológicas: con energía humana, con energía animal y con energía fósi l . Tomado de Toledo et al ., 1989.

(a) con ferti l izantes químicos; (b) uti l iza yunta, tractor y ferti l izantes químicos; (c) en 1975.