ÍndicePortadaCitasNOTAI.LUNES,1dejuliode2013

1.LASIRENADELMANZANARES2.TRESGRACIAS3.BELLA,SERENA,ETERNADiariodeMadelaineCruzdel1dejuliode2013

II.MARTES,2dejuliode20134.LASREINASDELESTRECHO5.VIVIMOSCONNUESTROSMUERTOS6.UNAMUELACARIADADiariodeMadelaineCruzdel2dejuliode2013

III.MIÉRCOLES,3dejuliode20137.LAQUINTATORRE8.UNMÓVIL9.BUTRÓNDiariodeMadelaineCruzdel3dejuliode2013

IV.JUEVES,4dejuliode201310.CALADOSHASTALOSHUESOS11.SINPERDÓN12.APALOSECO13.CLAVESYLLAVESDiariodeMadelaineCruzdel4dejuliode2013

V.VIERNES,5dejuliode201314.ENELLIMBO15.AVE,JORGE16.ENMARBELLA17.GIBRALTAR18.PÓKER

VI.SÁBADO,6dejuliode201319.CATALANBAY20.ELCICLISTADiariodeMadelaineCruzdel6dejuliode2013

VII.DOMINGO,7dejuliode201321.EPÍLOGO

13DEJULIOCréditos

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«Quienadamasescarneceyasíabandonaatraición,queotrotantoleacontezcaoalgunacosapeor.»

CantardeMioCid

«Todaslasvidasvienenconunacondenaamuerte.»

WALTERWHITE,BreakingBad

NOTAEsta novela de JuanTorca transcurre en 2013.Los hechos narrados pertenecen a la ficción, lamenosvirtualdelasrealidades.

I

LUNES,1DEJULIODE2013

«Paraquelapenaseaverdaderamenteejemplarhadeserespantosa.»

ALBERTCAMUS,Reflexionessobrelaguillotina

1

LASIRENADELMANZANARESLamuerteesunasirenaandaluzaconlacolaforradadehormigón.Unasirenadeojosabiertosypechosmecidosporlacorriente,queseduceapecesybuzos.

La sirena emerge delManzanares un amanecer soleado y tórrido.Boca abajo parece unamomiamutilada, envuelta en plásticos chorreantes que impiden que sus brazos se aferren a las aguas del ríomadrileño.Lagrúaqueatenazaelbloquedehormigóndondeestáclavadoelcadáversemuevedespacio.Supervisadapordecenasdeoperariosypolicías,posaconmimolacargaenlabañeradeuncamión.

Pero la sirena del Manzanares seguirá siempre sumergida. Esa misma mañana, encerrada en unvídeo,empezaráaseducirainternautasdetodoelmundoensietesegundosfascinantes,grabadosporunodelossubmarinistas.

Juan Torca contempla el rescate a un centenar de metros. Sin ocultarse, en mitad de un puente.Cuandoelcamiónarranca,Torcacabalgaunamotoyescoltaalasirenahastaelinstitutoanatómico.Pocomás puede hacer. Intentará visitarla de madrugada, quizá después de que la hayan despegado delhormigónydequeunforenselahayaprofanado.

Torca regresa a Gran Vía. Debería dormir, no ha pegado ojo. O comenzar a husmear. Pero sedesnuda, se ducha con agua fría, se seca y regresa a la calle paramojarse de nuevo, esta vez con supropiosudor,enpantalóncortoyconzapatillasdeportivas.Aunquecorredespacio,elcalorazolofundeencuantorodealafuentedelaCibeles,antesdedivisarlaPuertadeAlcalá.BajaelritmoaladentrarseenelparquedelRetiroysedetienealllegarallago.Conlamiradaperdida,intentanopensarenlaotrasirena.

***

—Tendrásquemataradosputas—lehabíadicholamujerunmesantes.Yapuestos,¿porquénootramás?Nohaydossintres,pensóTorca.Encambio,replicó:—¿Porcuánto?Nopreguntóporqué.Niparaquién.Noeraelmomento.

***

Datos,sólodatos.Fríoscomocadáveres.Losquepropagalaradio.Desdehaceunosmeses,algunas

vecesJuanTorcacorreconauricularesporGranVíayelRetiro.Seestáacostumbrandoairporlavidadesarmadoydespreocupado.Madridyanoesterritoriocomanche.Torcasóloescuchamúsica,peroestavezhaceunaexcepción.Cambiadeemisora.Yencuentrauninformativodondehablandelasesinato.

UnlocutorcuentaquelasirenadelManzanaressellamabaRebeccaCruz.QuelallamabanBeccaCruz,enGibraltar.YlaQueca,alotroladodelaVerja.Queteníatreintaañosydoshermanas:MaddieyLisaCruz.

Torcaseguardaloscascosyechaacorrer.Leextrañaqueyalahayanidentificadoyqueyalohayandivulgado.Apenashanpasadounashoras.Regresa.

AlrebasarlafuentedelosGalápagos,rumbonoroestehacialaPuertadeAlcalá,secruzaconunaecuatorianaquecorrecomounaruedapinchada.Lesuenadeotrosdías.

Tambiéndejaatrásadosniñatosquelaestáninsultando:

—Vayapandero,cerda.—Tú,panchita,¿porquénovuelvesatuselva?Noosqueremosaquí.Torcasedetiene.La ecuatoriana, embutida en unas mallas negras y recocida con una sudadera de felpa de color

fucsia,trotaaduraspenas.Loschicos,apurandoelpaso,vancasiasuritmo.—Sudacademierda,¡lárgatedeaquí!Cualquierotrodía,quizá, lohubieradejadopasar.HoyTorcadesandaelcaminoyseencaracon

ellos.—Igualostenéisquelargarvosotros.Parecenestudiantes,porlosmocasines,lascamisasylasmochilas.Vanrapados,marcandobandera

rojigualda en los relojes. Al larguirucho le cambia la cara, pasa del descojono al acojonamiento endécimasdesegundo.Peroelotro,unmachaca,leinsulta:

—Estonovacontigo,hijodelagran...Nollegaadecir«puta».Torca,sinmiramientos,lodobladeunapatadaenlostestículos.Elamigo

reaccionatardeymal,sevaaporélconlospuñoscerradosylaguardiabaja.Torcaloderribadeunsopapo.

Noselevantan,niseatrevenamirarle.Seaguantalasganasdepatearlos.Lajoven,adiezoquincemetros,lesonríe.Conungesto,Torcaleindicaquesealeje.Ahoraavanzaunpocomásrápido.Cuandolamujerrodealafuente,lesdice:

—Siosvuelvoaverporaquí,osrevientoahostias.Apesardelcalorazo,Torcacorredeprisa,saltándoseunsemáforoenrojo.Losniñatosylachica

desaparecendesumentesegúnsaledelRetiroyvuelveaGranVía.Encambio,lerondanporlacabezalosnombresdelaradio.RebeccaCruz.Becca.LaQueca.Doshermanas:MaddieyLisa.Unadeellas,intuyeTorca,eslaotrasirena.Lasepultadaenelmar.Laotraprostituta.

Pero Torca no quiere pensar, todavía, en el otro cadáver. Le da igual, ahoramismo, que la otrasirenasellameMadeleineoElizabeth.OquefueraunamujersinningúnvínculoconRebeccaCruz.Losmuertospierdenelnombre, las raícesyelpasado.Elotrocadáver talveznoaparezcanunca.LaotrasirenaquizáseadevoradaporlospecesquesurcanlasaguasdelestrechodeGibraltar.

EnlaretinadeTorcasehatatuadounaimagen.Lasirenabocaabajo,apresadaporlagrúa.AunqueaúnnohayavistoelvídeodelManzanares,aunqueaúnnohayapuestolatelevisiónnihayaabiertoenlatabletaningunadelasmuchaspáginasperiodísticasdondelanoticiayaapareceilustradaconfotogramasdel vídeo y con varias imágenes de la joven,RebeccaCruz le ha embrujado como las sirenas deLaOdiseaaUlises.

***

—EstamosconvencidosdequecontraGibraltarlapolíticayanovale.Yseguroquetútambién.Eresunpatriota.Nosconsta.Hemostenidoaccesoatuexpedientemilitarysabemoso,mejordicho,hemosdeducidoquétuvistequehacerenlaguerracontraETA.Ytutrayectoriaposteriortambiénnosparecemuy...muyinteresante.

Torcasemordiólalengua.Dejóquelamujercontinuaralargando.—El siglo pasado este encargo lo habrías aceptado sin rechistar. Como cualquier otra orden.

Seguro.Peroestamosdispuestosapagartelatarifaqueestipules.

***

Torcasaledeladucha.Seseca,seciñelatoallaysesientaanteelordenador.Tecleaelnombrede

lasirena.Docenasdemediosyainformansobreelasesinato.PeroTorcatodavíanoleenada.ElvídeodelManzanaresyasehaencaramadoalprimerpuestodelbuscador.Layemadeldedoíndiceconfundeelratón del ordenador con el gatillo de una pistola y lanza una orden tajante: no dispares, no lo veas,olvídate.PeroTorcaaprietaelratón.

Sietesegundos.Uno.Elprimeroapenascuenta.LacámaramuestraelfondodelManzanares.Dos.Lacámaraculebreaporellechodelríohastaquesetopaconelbloquedehormigón.Tres.Jalonadaporunosfocos,lacámaratrepaporlamoleyrevelaqueelhormigónhaengullidoa

lasirenahastalasrodillas.Cuatro.Lacámarapalpaunosmuslosrotundos,marmóreos,sinheridasnimagulladuras.Cinco.Lacámaratiembla,porprimeravezsedetieney,derepente,asciendedeuntirón:comoun

cohete lanzado al espacio que deja atrás valles y cumbres, muestra fugazmente un hermoso cuerpodesnudo.Yfrenaalalcanzarelcuellodelasirena.

Seis.RebeccaCruzquizánohasufrido.Nohaydolorensurostro.Tampocosorpresa.Unasirenabella,serenayeterna.

Siete.Lacámaraavanza.Rozalaspestañasdelasirenayseahogaensumirada.Torca,sobrecogido,alzalamanodelratón.Endosotresminutosnohacenada.Nopiensa.Nomiraalapantalla.Norecuerda.Nuncalaolvidará.

2

TRESGRACIASTorca no encontraba ironía ni sarcasmo en el tono de la mujer. Tampoco en su rostro. Si era unabroma,noteníaniputagracia.

—¿Yporquétienenqueserprostitutas?¿Importaalgo?—acabópreguntando.—Todotieneimportanciaynadatieneimportancia.Nosdaigual,peronosparecemenos...menos

dañino.

***

Tarde, demasiado tarde, después de ver el vídeo JuanTorca telefoneó a su hijo.Con unmes deretraso.Perosaltóelcontestador:

Hola,soyRodrigo.Hasllamadoaminúmeropersonal.Amenudo,cuandoestoydeserviciotengoelmóvil apagadoodesconectado, peroal final escucho todos losmensajes.Dimequéquieres y encuantopuedateresponderé.

Esunquedabién,pensóTorca.Colgó.Sindecirnada.Yaprobaríaluego.Rodrigotodavíanohabíaascendido,peronotardaría.Inclusoenelnuevomensajeseadvertíaun

tonoautoritario,decidido.Hablabacongalones.Llegaráaserungranpolicía,vaticinóTorca.

***

—Vale.Cienmil eurosme parece una cantidad adecuada—dijo Torca—.El riesgo lomerece.Perotengounapreguntamás.

—Lasqueseannecesarias.Peroaquíyahora.Novolveremosavernos.—Qué lástima—dijopordecir; lamujer,aunqueatractiva,noerasu tipo,demasiadoestirada

parasugusto—.¿UnaprostitutaespañolaquehagalacalleenGibraltarencajaenelperfil?¿YunagibraltareñaquecurreenMarbellaoenCádiz?

Lamujervaciló.—Vaenserio—añadióTorca—.Noquieromalentendidos.Aunquenoabundenlascandidatasque

cumplanlosrequisitos,noquierometerlapata.Seguíandepie.Unahabitacióndehotel,asalvodeojosyoídosindiscretos,noeraunmalsitio

para mantener una reunión tan peculiar, pero la mujer había descartado los lugares que Torca lehabíaofrecidopara sentarse.Lasarrugasde lacolchadelatabanqueantesde su llegadaTorca sehabíarecostadoparaverlatele.Elrestodelcuartoestabarecogido,Torcanisiquierahabíaabiertoelmueblebar,perolamujersehallabaadisgusto,ademásdenerviosa.TalvezenelPalaceoenelRitzsehubierasentidomejorqueenunhoteluchodeGranVía.

—Elencargoescomplejo.Peroalgodeberíaestaryamuyclaro: lasdoschicas tienenqueseroriundasdeGibraltar,nopuedenserespañolas.Ynecesitasnuestrovistobuenoprevio.

—¿Vistobuenoparaqué?—Nos tendrás que decir sus nombres antes. Para investigarlas. Si no, contemplaríamos otras

opciones.—¿Quéopciones?¿Habéisseleccionadoaalgunacandidata?—Es pronto para hablar de eso. Pero que te quede claro esto: siempre y cuando cumplas los

puntoscríticos,esdecir,lafechayellugarenelquedebenaparecerloscadáveres,sinolvidarnosdelhormigón,aceptaremosquerealices...eltrabajo,segúntucriterio,tomándotelaslicenciasqueveasoportunas.

—Vale. No quiero cuestionar esos puntos. ¿Pero no sería más sencillo que la prostituta delManzanaresfueradeMadrid?SecuestrarenGibraltaraalguienparamatarloaquímeparece...

—Puesamíempiezaaparecermequenoshemosequivocado.Tucompadrenoshaaseguradoqueaceptaríaselencargosindudarlo.¿Noshemosequivocado?

—Depende.¿Quiénoshahabladodemí?Nicoleganiamigo.Lamujerdijo«compadre».

***

Alguien, quizá, la había cagado: Rebecca Cruz no era puta. O, si había hecho la calle, había

disimuladobastantebien.TrasverelvídeodelManzanaresporsegundayúltimavez,Torcaojeólasprimerasinformaciones.

Eldesplieguedelosperiódicosdigitalessecentrabaenelasesinato,másqueenlaasesinada.Normal.Unhallazgotanespectacularhabíaconmocionadohastaalosperiodistasquecubríanlanoticia.Hablabandeun«cadáver»encontradoenel río,deun«cuerpo»desnudo,delbloquedehormigón selladoa laspiernasde la «fallecida».Sinpersonalizar, sin saber todavía cómovincular el extraordinario cadávercon laordinariabiografíadeRebeccaCruz.Porque,aprimeravista,parecíaunamujernormal.Comootracualquiera.

Suúnico rasgo«exótico»erasuprocedencia.HabíanacidoenGibraltar,en1983,y trabajabadedependientaenunsupermercado.Pocomásdecíandeella,porahora.

En esasnoticias volvió a encontrar los diminutivosquehabíanmencionado en la radio.Para losclientesdelsúpereraBecca.Y«alotroladodelaVerja»volvíanarepetiresaexpresión:laQueca.

LaQuecabienpodíaserunnombredeguerra.Parapisarlascalles,paraseducir.Quecasonabaamuñeca.Entreunaputayunamuñeca,pensóTorca,tampocohaytantadiferencia.Juguetesparapúblicosdistintos. Pero Rebecca Cruz no se había ganado el apodo de la Queca en una esquina, sino en unapiscina.EnSevilla,enlaciudaddondehabíavividodurantebastantesaños.Enelclubdenatacióndondehabíadespuntado,deadolescente,consushermanas.

Rebecca,MaddieyLisa,lastreshermanasCruz,aparecíanjuntas,mordiendounasmedallas,enunpodio.En bañador, calzando chanclas de goma, con las gafas de agua y el gorro en lasmanos.Y sinapenascurvas:aunqueelperiódicodigitalquereproducíaesaimagennolafechaba,lafotoamarilleabadesdehacíavarioslustros.Encambio,otrafotografía,másactual,mostrabaalastreshermanasenunaplayagibraltareña.Salíandelaguaconlasmelenasmojadas,desbordandolosbikinisconunoscuerpostanvoluptuososcomoatléticos.Tresgraciascontemporáneas,nofofasniadiposascomolaspintadasporRubens.

Enambasimágenesuncírculorojorodeabaalachicaqueaparecíaenelcentro.RebeccaCruz.Laasesinada.Lahermanamayor.LaquedeniñasacabaunpalmoaMaddieyLisa.Laqueluegosehabíavistosuperadaporlaspequeñas,porlasdosgemelas.

Rebeccaquizá era unamujer normal.Hermosa, perouna llanitamás, según las primeras noticiassobre ella.Encambio, sushermanas, según leyó,habían continuadoganandomedallas.Ycompitiendoentresí.Unadeellas,Maddie,habíasidolaprimeramujerenatravesaranadoelestrechodeGibraltarenmenosdetreshoras.Ylaotra,Lisa,acababadesernombradaReinadelEstrechoprecisamenteporbatirelrécorddesuhermana.

Lacompetenciaentreambasquizásehabíaterminado.TalvezunadeellasseaquienestéancladaenelEstrecho,conhormigón,pensóTorca.

***

Eladiósdelamujermásbienhabíasidounhastanunca.Torcasesentóenlacama.Aunquesacó

elmóvil, buscó el número deRodrigo y acarició el icono de llamada, no llamó a su hijo. TambiénpensóenhablarconLuisLaguna,unodeloscompadres,eldueñodelaagenciadedetectivesalqueavecesechabaunamano,peroguardóelteléfono.Sacólalibreta.

***

Lanocheenvelaylacarrerapasaronfactura.Torcacerróelordenadorysetumbóenelsofá.Leconveníadormiralgo.Oreposaralmenos,siesquesucerebroseresistíaabajarlapersiana.Aunqueseguíaalterado,seobligóacerrarlosojos.Comotantasotrasveces,selimitóarespirar.Respirarynadamás,lejosdetodo.Asíhabíalogradoatajaruninsomniocasicrónico,productodecientosdenochesdeguardiasyguerrerías.Inspirar,espirar,ynadamás.Inspiraryespirar,lejosdelosmontesdeIparralde,delascallesdeSarajevo,delosmanglaresdeGuinea,delasmontañasdeAfganistánodellimbodelmarde Aral. Respirar, ajeno a todo. Dejando atrás el Manzanares. Respirar, una y otra vez, quieto,lentamente,sinprisa,lejosdeloshorroresydelvacío.

Habíacombatidocontraelinsomnioensitiosmuydiversos:tratandodedormiralraso,enpensionesbaratas,enunzulo,enhotelesdelujo,bajobombardeosyasedioso,enBurgos,suciudadnatal,enelladoderechodeunacamadematrimonioqueapenashabíafrecuentado.Desdehacíaunpardeañoshabíaderrotadoalinsomnio.HabíalogradodormirdeuntiróntodalanocheenelhoteluchodeGranVíadondehabíaresididonadamásllegaralacapital.AlasentarseenMadridy,quizá,alamoldarseaunasrutinasaburguesadas,másestables—sólo rotasdecientoenvientoporvigilanciasyseguimientosenalgunostrabajosesporádicos—,yasólodebíaalejarsedelosfantasmasdelpasado.

Ahoraseencontrabaasusanchas.NohabíasalidodelaGranVía,sucallepredilectadeMadrid.Trasdejarelhotelucho,vivíadealquiler,desdehacíaalgomásdeañoymedio,enunapartamentotanconfortableydesangeladocomolasuitedeuncincoestrellas.Sinfotografíasnirecuerdosalavista.Leacompañaba, como casi siempre, el jaleo del tráfico. Incluso en invierno solía dejar alguna ventanaabierta.Otrosconectabanlateleolaradioencuantoentrabanensusviviendas,paracombatirlasoledad.Élsóloencendíauntelevisorenorme,queocupababuenapartedeunapareddelsalón,cuandoqueríaveralgunaserieounpartidodefútbol.

Sosegado,conlamenteenblanco,muydistantedelManzanaresylasirena,sedejóvencerporelsueño.Durmióenelsofáapiernasueltacercadedoshoras.Yhabríacontinuadoroncandounbuenratomássinolohubierandespertado.

Alguien,almismotiempoquetocabaeltimbre,estabaaporreandosupuerta.EraRodrigo,suhijo.Un joven que muy rara vez se cabreaba. Y que había heredado de su madre, además de unas

facciones agraciadas, un carácter tranquilo y poco efusivo. Al menos con su padre. Salvo en esemomento.«¡Abre,joder!»,gritaba.

Torcasedesperezó,aduraspenas.Mientrassedespegabadelsofá,vibróel teléfono:Rodrigo lellamabaportierra,maryaire.Sehabíapresentadoenelpisopensandoqueestaríadentro,sinllamarloantes,yahoracaíaenlacuentadequepodríaestarencualquierotrolugar.

Descalzo, caminó con sigilo hacia la puerta. Elmóvil dejó de vibrar. Puso un ojo en lamirilla.QuizáporqueTorcanoteníacontestadorautomático,Rodrigoahoraparecíaestartecleándoleunmensaje.Elchavalparecíafueradesí,rabioso,peroalmenossehabíapresentadosolo.Loobservóconorgullo.Coneluniformedeverano,deazulmarinocomosiempreperoenmangacorta,marcababíceps.Yanole

duroniunasalto,pensó.Abriólapuertay,sinesperaraquereaccionara,segiróytiróhaciaelbaño.—Estásentucasa.Elportazoqueretumbó tresocuatrosegundosdespués,cuandoRodrigoreaccionó,no lecortó la

meada.Sinmirarhaciaatrásysincorrerlapuertadelretrete,Torcasesintiócomoundelincuentequeacabadepedirleasucaptorquelequitelasesposasparaaliviarse.Aldarselavuelta,noconcediólamenorimportanciaalamiradafuribundadesuúnicohijo,yselavólasmanosconcalma.SipretendíasacardequiciotodavíamásaRodrigo,loconsiguióalpreguntarlemientrassesecaba:

—Bueno,¿quémoscatehapicado?Rodrigolequitólatoallaylaarrojóalsuelo.—¡Tehevisto!¡Joder,tehevisto!¿Quécojoneshacíasallí?Torcapasóderecogerlatoalla,saliódelbañoyserepantingóenelsofá.Señalóunsillónasuhijo,

peroéstesemantuvofirme,conloslabiosapretadosydebrazoscruzados.—Dime,¿quéhacíasallí?—insistióRodrigo.—¿Quéhacíadónde?—Enelpuente.Alassietedelamañana.Viendocómosacábamosalachica.—¿Estabastútambiénallí?—No,miscompañeroshanrescatadoelcadáver.—¿Entoncesporquédices«sacábamos»?—Esunamaneradehablar.Nosotros,paravariar,noshemoscomidoelmarrón.Paraesoestamos.

¡Peronotevayasporlasramas!¿Quépintabasenesepuente?NomedigasquetegustacontemplarelVicenteCalderón.

—No,nosoycolchonero.Pero,sinoestabasallí,¿porquédicesqueestabayo?—¡Joder,padre!EnelgabinetederedessocialesdelCuerpohoyestándesbordados.Ytúmejorque

nadiesabesporqué,¿verdad?SemeocurrenpocossitiosmásmediáticosparaarrojaruncadáverqueelríoManzanares,acuatropasosdelestadiodelAtléticodeMadrid.¡Yquécadáver!Nopodíaestarmásbuenorra,laqueseestáliando.Ydequémanera.Lodelputohormigónselastrae.Inclusolosagentescomoyo,quesolemosdedicarnosaotras tareas,hemosechadounamano.Unpardecompañerosyyoestábamosrevisandolasgrabacionesdelrescate,lasquehanhechoalgunosvecinos,lasdecámarasquedanalacalle,lasdeunatelequepasabaporallíoquerecibióunchivatazo...¿Yaquiéntecreesquemeheencontradoenprimerafiladisfrutandodelespectáculo?Ati.Contumoto.Asíquedejademarearmeycontéstame.Oteleotusderechosytevienesconmigoacomisaría.

—Yaserámenos.Anda,siéntateytecuento.TorcahabíadeducidoporquéRodrigoqueríaecharlapuertaabajo,nonecesitabaimprovisar.Y,al

verle tan resuelto, debía darle una explicación elaborada. Por teléfono, unas horas antes, habría sidobastantemásescueto.

—Tehasdadocuentadequetehellamadohaceunrato,¿no?Nohedejadounmensajeporqueloquetengoquecontartenopuedodejarlograbadoenuncontestador:necesitoquemeayudes—reconoció.

LamiradamustiayfrancadeTorcaapaciguóaRodrigo.Yalinstantesiguienteleaterrorizó.Fueunamirada lenta, sostenida,desnuda.LasbotasdemediacañadeRodrigoseacercaronal sofá.Seguíadepie,callado,peromenostenso,contemplándolodearribaabajocomounjuezaunreo,comounpadreaunhijo.Lastornassehabíancambiado.

—Perosiquieresapuntarteuntanto,ungrantanto,lomejoresquecierrelabocaya,quenotediganadamás,yquemellevesacomisaría—prosiguióTorca.

***

Torcasaliódelahabitacióndelhotelybajóporlasescaleras.Comosetemía,unosojosasesinoslo fulminaronen larecepción.LosdeNerea.Másqueunaamiga,casiunanovia,hasta lasúltimasNavidades.

—¿Quiéneraésa?—Nadie.—¿Entoncesporquélahastraídoaquí?¿Quieresrestregarmealgo?—Paranada.Estoeraunareunióndetrabajo.Mepidieronquesecelebraraenunlugardiscreto

ysemeocurrióreservaraquíunahabitación.Nopiensesmal.—Yonopiensonada.Nifaltaquehace.Túhacestuvidayyolamía.¿Dejasyalahabitación?

¡Puesvete!—Nerea,notemeenfades.Alhacerlareservapreguntéportusturnos.Queríamatardospájaros

deuntiro:organizaraquílareuniónyluegopodercharlarcontigo,quellevamosdemasiadotiemposinvernos...

—Esoesporquetúlohasquerido.Yonomehemovidodeaquí.Yahorayanopuedesarreglarloasícomoasí.

—Pero,mujer...—Juan,estoytrabajando.Noeselmomentoparaquematesningúnpájaroniningunaotracosa.Elsábado1dejuniode2013,alaunadelamadrugada,laGranVíamadrileñabullía,peroal

otroladodelapuertagiratorialanguidecíaunanochetantranquilacomocualquierotra.Torcahabíaelegidomalelmomentopararegresaralhoteldondetanbienlohabíanacogidounpardeañosantes,alaterrizarenlacapital.Nereasacóunospapelesdeuncajóny,sinapartarlavistadeellos,peroalmenossuavizandoeltono,insistió:

—Porfavor,estoytrabajando.Nopuedesaparecerasídespuésdetantotiempo,comosinada.Enelhotelhabíancambiadolosuniformes.Lajovenrecepcionistahabíatenidoquesustituirla

blusaabotonadahastaelcuellodeantaño,unacoraza,porunacamisetaescotadayunaamericana.Torcasehabríapasadotodalanocheapoyadoenelmostrador,peroNereaalzólosojos.

—Siquieresquehablemos,llámameantes.Ysiestoydehumorquedamosencualquierotrolugarmenosaquí,¿vale?

—Vale.Tellamaré.Ya no iba a recuperar el tiempo perdido con la joven recepcionista, pero quizá podría

reconquistarla.Algúndía.Torcasalió...,perocincosegundosmástarderegresó.Pisandoconfuerza,derechohaciaNerea.—No,nopodréarreglarlo,peroasínopodemosseguir.Nerea,sorprendidaperosinachantarse,saliódelmostradoryavanzóhaciaél.—Entératebien,Juan,pormuchoque...Torca,sordo,nofrenóhastaquelacogióporlacinturaylabesó.Lajovenquizátardóendespegarsuboca,peronadamászafarselesoltóunabofetada.—¿Túdequévas?—rugió.—Denada—dijoTorcaconunamanoenlamejilla.Un relámpago de deseo brilló en los ojos de Nerea. De perdidos, al río, pensó Torca.

Contraatacó, pero despacio,marcando la jugada, con los brazos abiertos y las palmas extendidas,desplegandounasonrisaqueplaneólentamentehaciaelrostrodelajovenyquepocoapocosefuecontrayendo, según descendía hacia Nerea. Al posarse sobre sus labios, la caricia, muy leve, nisiquieraunbeso,ladesarmó.

—¿Yahoraquéquieresquehagacontigo?—murmuróNerea.Torcabajóalcuello,arrebatadoporelperfumedelajoven,hambrientoperoconteniéndoselas

ganasdemorderla,sólobesándola,todavíasindevorarla,despacio,cadavezmenosdespacio,hasta

queNereatiródeélparacolarloenlasoficinas,paramontarsesobreélsinfrenosnidudas,aunquetambiénsinpalabras,cómplicedeunengañoque,quizá,nuncavolveríaarepetirse.

***

AlgoseestabaquebrandodentrodeRodrigo.Creíaconocerbastantebienasupadre.Aunquesabía—sóloagrandesrasgos,sinconocerapenasdetallesescabrosos—cómosehabíaganadolavidaenlaguerra sucia o al salir del ejército, no le cabía en la cabeza que hubiera cometido una atrocidadsemejante.

Elpulsovisualentrepadreehijoduróunaeternidad.HastaqueRodrigocedióysedejócaerenunasilla.

—Igualmearrepiento.Peronopuedollevarteacomisaríasinqueantesmecuentesquéhashecho.Peroentératebien,quetequedemuyclaro:novoyamiraraotrolado.Jamásserétucómplice.Sóloteayudarésipuedo.Simiconcienciamelopermite.Yonosoycomotú.Tengounosprincipiosquenovoyatraicionar.

Esclavadoasumadre,pensóTorca.Sueltalasmismasmonsergas.Fijoquesigueyendoamisalosdomingosylasfiestasdeguardar.

—¿Sabes de quéme arrepiento?De no haber visto contigo las películas de los hermanosMarx,comohizotuabueloconmigo.Habríasaprendidoatomartelavidaunpocomenosenserio.Sinomefallalamemoria,fueGrouchoelquedijoaquellode«estossonmisprincipios,sinotegustantengootros».Detodasmaneras,respetotusprincipios,esonolodudes.Ylosseguirérespetandocuandoloscambies.Novoyaenrollarmemás...—Torcasuspiró,lecostabadesembuchar—,perotambiénmearrepientodeotracosa...Mearrepiento,sobretodomearrepiento,denohabertellamadohaceunmes.Esachicanoestaríamuerta.

—¡Mecagoenlaputa!—mascullóRodrigo.—Para,déjamehablar.Tengopararato.

***

—¿Yahoraqué?—repitióNerea.Torca,fundido,saciado,sóloacertóadecir:—Ahoraloquequieras.Nerearescatóelsujetadordeunalámparademesay,mientrasselocolocaba,ledijo:—Como si pudiera.Tú yadecidiste pormí.Peroapartir deahora eso es lo queharé: lo que

quiera.Lajoven,concautela,abriólapuertadelaoficinayañadió:—Nohaynadie.Vete,porfavor.Tengoquearreglarestoya,yarreglarme,siquieroseguiraquí.Torcasaliódelhotelucho.RumiandolaspalabrasdeNerea,caminóhaciaCallaosin fijarseen

los turistasy los juerguistasquepululabanpor laGranVía.Alatravesar laplaza, seacordóde lamujer.Quizátendríaquehaberlaseguido,sedijo.Peroyaeratardeparaeso.

***

Atento,bebiendoconangustia, alivioyascocadapalabradeTorca,Rodrigono interrumpióa supadre.Saturadodedudasypreguntas,cuandoterminódeescucharlaconfesiónsiguiócallado.Torcaseincorporó,abrióelmueblebarysesirvióunlingotazodevodka.

—¿Quieres?—No.

—¿Agua?,¿unatónica?Rodrigonegóconlacabeza.Peroselevantóparaexaminarlasreservasetílicasdelmueblebar.—Bueno,aversilohepilladotodo.—Rodrigo,comounalumnorecitandolalección,comenzóa

resumirlaspalabrasdesupadreconlavistaperdida—.Unamujerquenotedijosunombre,rubiadebote,deunoscuarentaaños, tequisocontratarparamataradosprostitutasdeGibraltar.Quedasteconellaaquíallado,enelhoteldondeantesvivías.Contactócontigoporteléfono,peronotedijoquiéntehabíarecomendado.¿Voybien?

—Sí.Primera mentira: según la mujer, uno de los compadres había aconsejado que recurriera a los

serviciosdeTorca,perocomonopodíacomprobaresoporahora,selohabíaocultadoaRodrigo.—Sigo.Novalíaconmatarlas.Teníasquecolocarsuscuerposendossitiosestratégicos:enelrío

Manzanares,asupasoporMadrid,yenunaplayadeGibraltar.Perotúpodíaselegirlosemplazamientosexactosytambiénlamaneradeasesinaralasmujeres.

—Asíes.Fuetodomuyvago,muyimpreciso.Alprincipiocreíquealguienseestabachoteandodemí.

—¿Choteando?—Sí,quemeestabangastandounabroma.Quelaputaeraella.—Deesohablamosluego.Continúo.Seguistelacorrientealamujerhastaque,citotuspalabras,la

mandaste«alaputamierda»porque«elplan»teparecía«undisparate».Esdecir,comoteparecíaalgodisparatado,encuantoselargónofuisteadenunciarlo,yporsupuestotampocomeavisasteamí.Noselocontasteanadie,¿verdad?

—¿Paraqué?Mepareciótodounatomaduradepelo.DesdequeleechounamanoaLagunaenlaagencia,meencuentroconcadacosa...

—Entoncesnosabíasaquiénteníasquematar,nicuándo,nidónde...Teolvidastedelasuntoduranteunmes,¡perosinembargoaparecisteenlaescenadelcrimenestamañanaporquelamujer teamenazóayer!

—Sí,esoes.Sólomedijoquiénera,«ladelhotel»,yquemeconveníaestarcallado.Nadamás.Mira.

Torcatoqueteóelteléfonoyleseñalóunallamada.Procedíadeunnúmeronoidentificado.Duraba24segundosysehabíaproducidoeldomingo30dejuniode2013,alas23horasycincominutos.

—Entoncestampocomellamasteniavisasteanadie.PerofuistealManzanaresytepasastelanocherecorriéndolo,yendodeunladoparaotroconlamoto,hastaquevisteeloperativoderescate.

—Sí.Unadedos,medije:yalohanhecho,alfinalselohanencargadoaotroyvoyaenterarmeya.Onovanahacernada,oalmenosnovanahacereseplan,perolamujertemequealgúndíayohabledeella.Anteladuda,cogílamoto.

—Ya.—Rodrigo, vacío, desengañado, concluyó la exposición encarándose con supadre—.Si tellevoacomisaría,nosésivanacreerseestahistoria.Pornosaber,nosési tecrees loquemeestáscontando.

—Tehedicholaverdad,esonolodudes.Yonohematadoaesachica—aseguróTorca.PeroRodrigolelanzóunaestocadaquenopudoparar.—Tecreo,padre.Aunquenopondríalamanoenelfuegoporti,creoquenolahasmatado.Perosi

te llamaron, si pensaron en ti para asesinarla, es por algo. Porque eres un asesino. Porquematas. ¿Acuántaspersonashasmatado?¿Lashascontado?¿Aqueparaeliminaraalguiennocontratanalaporteradeestacasaoalpanaderodelaesquina?

—Quéséyo.Lamayoríadelosasesinossongentecorriente,comotúycomoyo.—Esosíqueno.Losasesinossoncomotú.Nocomoyo.Torcayahabíahabladobastante.Nollevabalacuentadesusmuertos.Nuncahabíahechomuescas

enlamemorianienlaculatadeunrevólver,comolospistolerosdeloswésterns.Sepusootrotrago.Rodrigocogióunabotelladeronañejo.Desenroscóeltapón,laolisqueó,perosecontentóconeso.—Noséquéhacer—reconoció—.Nuncameheenfrentadoaalgoasí.Necesitorecapacitar.—Noestásanteunasituaciónsencilla,laverdad.Yotampoco.—¡Cállateya!Eresunhipócrita.Laqueestáenunasituaciónterrible,laqueestámuerta,vejaday

humilladaparasiempre,esesachica.Ysufamilia.—Despacio,posólabotelladeronenunamesillayrespiróhondo,tratandodealejarelagobio—.Quieroquehagasunacosa—ordenóRodrigo.

—Túdirás.—Tengoquepensar.Nopuedollevarteasísinmásacomisaría.Estomequedagrande.Creoque...

quetendréquecontárselo,enconfianza,a...alguien.—¿Delapolicía?—preguntóTorca.—Claro.Un inspector.De homicidios.Carballera. Todos le llaman por el apellido, no recuerdo

ahorasunombre.Haceunpardemesestrabajamosconél.Lecaíbienymeparecióuntipofiable.Perono sé si hoy estará trabajando, si andará con otro caso.Yo estamañana sólo he visto a los de redessociales...Poreso,ahoraquiero...—Rodrigo,dubitativo,siguiópensandoenvozalta—,poresoquieroquehagasalgo.

—¿Teacompaño?¿Vamosjuntosacontárselo?—¡No!Quieroquetequedesaquí.Quenohagasnada.Quenosalgas.—¿Comoenunarrestodomiciliario?—Llámalocomoquieras.—Amenazante,aRodrigonoleechóparaatráselalientoavodkadesu

padreporqueseacercótodavíamásaél,leclavóundedoenelpechoylevolvióaordenar—:¡Peronosalgas!

***

Lamujer,enuntaxialaalturadelaCibeles,terminabaasíunaconversacióntelefónica:—¿EntoncesquéhacemosconJuanTorca?—Nada.Porahoranada—respondíasuinterlocutor.—Vale,siquieresvuelvoaponermeencontactoconélyreconduzcolaconversación.Quizámi

enfoquenohasidoelmásadecuado.Medaqueestomesupera.—Tranquila,niña.Lohasintentado,conesomevale.Yameocupoyo.

***

Rodrigosalióalrellano,cerrólapuertayllamóalascensor.¿Adóndemiraunsuicidacuandoyasehalanzadoalvacío?,sepreguntóTorca.Peronopensónada

más.Rodrigosehabíadejadolagorra.Atodaprisa,saliódelapartamentoymetiólapiernaantesdequesecerraraelascensor.

—¿Quépasa?—preguntóRodrigo.—Nada,sóloquetevassinesto.—Ah.Torca se la dio. Se despidió deRodrigo sin tocarle, sin besarle, sin palabras, con un ademán, y

volvióalpiso.Aseguircayendo.

***

Elportal, frescoysilenciosocomoelclaustrodeunconvento,eraunbuen lugarparacharlarcon Rodrigo. También se le ocurrió hacer una ronda de llamadas a los compadres, a los viejos

compañeros de armas. Uno de ellos se había ido demasiado de la lengua. Primero llamaría aHernández, fijo que el hijoputa le había recomendado a lamujer.No podía ser otro. Luego a LuisLaguna;aunqueparacontárselo,nosospechabadeél.Yporúltimo,siesqueHernándezsecerrabaenbanda,aJandro.Eraelmáslealperotambiénelmássimple,igualhabíametidoelcazo.Peroalverlahoraenelteléfonovolvióaguardarlo.Comoenelhotelucho,alfinalnohablóconnadie.Eldíayahabíadadomuchodesí.Tambiénpodíallamarlosporlamañana.Habíatiempodesobra.Semetióenelascensorysubióalpiso.

***

Torca no era un obseso del orden, pero se había pasado años comprimiendo sus pertenencias enpetates,mochilasymaletas.Talvezparaolvidarsedelaconversaciónqueacababademantenerconsuhijo,enjuagóelvasodelvodkaycolocóensusitioelron.

Elmueblebar,unapiezadanesade losañoscincuenta,demaderadepalisandro,secomponíadetresbaldasparabotellasy,enlaparteinferior,dedoscajoneras.Enunaalmacenabavasos,unacocteleray una cubitera. En la otra, abajo del todo, Torca conservaba recuerdos. Además de un mechero, uncrucifijo,lasalianzasyunosrelojes,guardabaallíunacoleccióndepostalesyunálbumdefotos.

TorcapreferíarecordaralaRaquelenropainteriordelanochedebodasmásquealavestidadenovia.De losmejores recuerdos con lamadre deRodrigo no atesoraba fotos. Tampoco del peor. Sehabía librado de ver su cadáver, no había tenido que reconocer el cuerpo abrasado por las llamas,expulsadodeestemundoenunaccidentedetráficohacíayamásdetresaños.

Nohabía hojeado el álbumdesdeque lo rescatóde la casa familiar enBurgos, pero esta vez loabrió.Recorría losmejoresañosdelmatrimonio,desdeelbodorrio,amediadosde losochenta,hastaqueRodrigosematriculóenlaacademiadepolicíadeÁvilamásdeveinteañosdespués.Encasitodaslasfotosaparecíanlosdos,lamadreyelhijo,conamigosyparientesencelebracionesfamiliaresoenactos escolares o festivos, y faltaba él. El padre, el marido ausente. El militar, el infiltrado, elmercenario,eltiposiempredispuestoaenfrentarseacasitodo,peroincapazdemantenerunhogar.

Rodrigo sonreía por obligación. Forzado. Ya fuera en pantalones cortos y con costras en lasrodillas, de almirante repeinado en la primera comunión o de adolescente rapado, su expresión novariaba.Había sido un chaval normal, sin traumas.Más travieso que empollón, pero algo tímido.Unchavaltodavíainocente,quealardeabadesusprincipios,yquesemerecíalomejor.

Sí,lomejor.Unchavalquenomerecía,concluyóTorcacerrandoelálbum,quesupadrelejodieralacarrera.Al arrojarse desde lo alto de un edificio, el suicida puede ver su vida, puede cerrar los ojos y

dejarsevencerporelpánico...,odarsecuentadelinmensoeirreparableerrorqueacabadecometer.Al contarle a un inspector de homicidios lo que había ocurrido, a estas alturas, a toro pasado,

Rodrigo iba a jugárselo todo a una carta. Para perder. Iba a cometer un suicidio profesional. El talCarballera puede encasquetarme lamuerte de la chica y enchironarme, pensó Torca. Como poco,meinterrogaráymeexprimirá todo loquepueda.Hastaqueencuentrenalauténticoculpable,siesque loencuentran,nomesoltarán.Me investigarán.«Si te llamaron, sipensaronen tiparaasesinarla, esporalgo.Porqueeresunasesino.Porquematas»,lehabíasoltadoRodrigo.Mepondránenelpuntodemira.Lapolicíaylosperiodistassecebaránconmigo,pensóTorca.Desenterraránmipasado.YRodrigonosuperaráeso.Elhijodeunasesinojamáspuedehacercarreraenlapolicía.

Torcaguardóelálbum.Ibaaponerseotracopacuandoseleocurrióalgomás:lamujerquizánolohabíaamenazadoenvano.Si lehabíaexigidoquecerrara labocaeraquizáporalgúnmotivo.Enunaceldanopodríadescubrirlo.

TorcallamódenuevoaRodrigo.Porsuerte,estaveznosaltóelcontestadorautomático.

—¿Quépasa?EstoyapuntodeentrarenlacomisaríadeCarballera.—¿Hashabladoyaconelinspector?—No,no.Ahoraibaaintentardarconél.¿Porqué?—Escúchamebien.Espérate.—¿Peroquédices?—Queteesperes.Nohablestodavíaconél.Hazmecaso.Estosepuedearreglardeotramanera.Rodrigopareciópensarseloqueibaacontestarle.Despacio,separandocasicadasílaba,respondió:—Estoyanotienearreglo.—Losé,losé—dijoTorca—.Perosihablasconélahora,alminutosiguientevoyaestardetenido.—Aquíharánloquetenganquehacer.—Ya.Anteshasvistoqueestabadispuestoaacompañarte.Perosoymásútilfuera.Deverdad.Si

quieresquesehagajusticia,queselleguealfondodelasunto,soymásútilfuera—insistió.—¿Yyomelotengoquecreer?¿Porqué?Torcalanzósuórdago.Todoonada.—Porquetelodigoyo.Tupadre.¿Tehementidoalgunavez?Yporquenotequieroperjudicar.—

Alotroladodelalínea,Rodrigonodecíanada.Buenaseñal—.Dame...dametresocuatrodías.Quédatealmargen,dejaa tuscompañerosquehagansu trabajo...ydejaqueyo tambiénhagaelmío.Necesitotiempo.Tresocuatrodías,comomucho.Luegollévameanteeseinspectorodondequieras.

Rodrigosaliódesumutismo.—Sonlassietedelatarde.Tedoycuarentayochohoras.Niunminutomás.—Espocotiempo.Dameundíamás.—No.Cuarentayochohoras.Tieneshastaelmiércolesalassiete,¿estáclaro?—Vale.Notevasaarrepentir,hijo.Colgaronalavez.Lacuentaatráshabíaempezado.Rodrigo, casi por inercia, caminómedia docena de pasosmás hacia la comisaría deCarballera.

Pero,aquincemetrosdelaentrada,sediolavuelta.TorcacogiólasllavesdelamotoybajóaGranVía.

3

BELLA,SERENA,ETERNALaagenciadedetectivesLaguna&Campbellhabíaprosperadodurante lapertinazcrisis económicaysocialespañola.Aunquenohabíacambiadodesedeenlosúltimosaños—nifaltaquehacía,coronabaunedificiodelacalleSerrano,laprincipalarteriacomercialdeMadrid—,segúnaumentabanelnúmeroylacuantíadeloschequesquefacturaban,seextendíaporlaoficinaunaostentosayestrafalariamezcladetecnologíapuntaconmueblesdediseñoypiezasartísticastancarascomodedudosogusto.

A Torca, culo inquieto, le parecía muy acertado el refrán «vísteme despacio, que tengo prisa».Cuarentayochohoraspodíancundirmucho,podíandardesílosuficiente.Apesardelasprisas,ydequeestabasentadoenunachaise longue tanmodernay funcional comounpotrode tortura, sepusoacontaraLuisLagunasusúltimasperipeciassinobviarningúndetalle.Ysinmentir.Porqueapreciabalaexperienciaylosconsejosdesucompadre,yporqueantesdeactuarleconveníadistanciarse,tratardeenfrentarsealproblemacomosinoestuvierahundiéndoseenarenasmovedizas.

Confiabamásensuamigoqueensuhijo.LuisLaguna,Luisitoparaloscompadres,sehabíaotorgadoensusnuevastarjetasdepresentación

—impresasparaproclamarsureciénadquiridocargodevicepresidentede laAsociaciónEspañoladeDetectives Privados— el rimbombante título de «socio fundador y presidente ejecutivo de Laguna&Campbell».Erapequeño,parecíafrágil,peroen lacorruptaypeligrosa junglamadrileñadelsigloXXItenía tantas agallas y tan pocos remilgos como en cualquier otro campo de batalla. Como bien sabíaTorca, su compadre de armas en los años ochenta y noventa, aunque no lucía ninguna cicatriz habíaparticipadoenmuchasguerras.

Torcaresumióelencuentroconlamujer,hacíaunmes,laamenazantellamadadeldíaanteriorylairrupcióndeRodrigo.Cuandolecontóquesuhijosehabíaplanteadodetenerlo,Lagunalepreguntó:

—¿PeroquélepasaaRodrigo?¿Esquenoteconoce?Sitepasaseldíaconél...—Bueno,tampoconosvemostanto.Másdeloquelegustaríaaélymenosdeloquemegustaríaa

mí.Oalrevés,yaniséloquedigo.—Daigual.Nopodíapensarquetúhashechoeso,¿no?—Túdirás.Lefaltópocoparaesposarme.—¡Hostia!¿Tanclarolotenía?Quémiope.Porquetúnohassido,¿verdad?Esapreguntasobraba. InclusoLagunaalbergabaalgunasospecha.Perodebía responderla,aunque

fueraalagallega.—Claroqueno.Aunquesilohubierahecho...tambiéntediríaqueno.—Nomejodas,Juan.Séhastadóndellegas.Esonollevatufirma.—Nimifirmaninada.Peronotengotiempoparamásexplicaciones.Necesitounfavor.O,mejor

dicho,dosfavores.—Losquequieras.—Recopiladtodalainformaciónquepodáis,cualquiercosa,sobreRebeccaCruzysushermanas.

Quiero saber todo sobre ellas. Lo poco que he visto ahorame huele bastantemal. Tres bellezas.DeGibraltar. Nadadoras. La hermana mayor acaba sumergida en el Manzanares. ¿Qué pasa con laspequeñas,conlasgemelas?Comonosésivoyacontarcontiemposuficienteparaexaminarlaafondo,quieroquemelapases,perotambiénquelaestudiestú.

—Esoestáhecho.Veré loquesepuedehacer—respondióLaguna—.¿Yquéhacemoscon lodel

compadre?¿Quiénpudodartunombrealamujer?—Nosé.Ynosésiquierosaberlo.—Normal.¿Algunaidea?—Ninguna.Porquitarmeunapreocupacióndeencima,lepegaréuntoqueaJandro.—Bien.Hablamásquecome,peronomeloimaginoenunembolaodeestecalibre...—Niyo—reconocióTorca—.Quizá, simeha investigado,seenteródequenos llamábamos los

compadres...Aduraspenas,sedespegódelartefacto.Apesardelaireacondicionado,elescaydelachaiselonge

lehabíadejadoelpantalónsudado.—Vayamierdadesilla—dijo.—¿Silla? ¿Llamas silla a esta pieza? Es una serie limitada, las pasé putas en una subasta para

hacermeconellay...—Yahoralausasparaputearalasvisitas.

***

TorcabajóaSerranoy,antesdemontarseenlamoto,llamóaJandro.—¡Juanito!¡Cuántotiempo!¿Quéhaces?—Nada.Torrarmeconestecalorazo,¿ytú?—Cortarjamón.Lomejorquesepuedehacerconuncuchillo.—Yatedigo.Oye,¿simepasomeinvitarásaunaracioncita?—Esonosepregunta.Aquímetienes.¿Peroyarecuerdasdóndequedaelbar?—Sí.Enuncuartodehoraestoy.—Cojonudo.Jandro,elotrocompadrequevivíaenMadrid,habíaenterradoelhachadeguerra.Yanosepeleaba

contraelmundo,nicontrasímismo.ComoLuisLaguna,sehabíaadaptado.Asumanera.Durantevariosañoshabíaintimidadoaraterosygamberrosvigilandopolígonosyfábricas,hastaqueunexpedientederegulacióndeempleolohabíadejadoenlacalle.Ahora,segúnél,vivíaacuerpoderey:cobrabaelparoysepasabalashorasmuertasenelCaribeVallecanoechandounamanoaladueñadelgarito.Conmediometroy setentakilosmenosque él,Esperanza, su«chica», lomanejabamejorque cualquier sargento.Conmuchamiel,ysinalzarlavoz.

A los pies de un inmenso bloque de pisos, carcomido por la polución desde los años setenta, yflanqueadoporunapanaderíayunapescadería,elCaribeVallecanoeraunbardebarriofrecuentadoalahoradelasiestaporabuelosyprejubiladosquematabanlatardeconuncaféyunascartas.Alanochecerllegaba el reemplazo, cuadrillas de amigosyparejas denovios que conunpar de cañasyunas tapasescuálidaspodíanregresaracasaconlailusióndehabercenado.

Jandroloesperabafuera,repantingadoenunasilladealuminio.EncuantoTorcafrenó,selevantóyse fueapor él con losbrazosabiertos.Loscercosde sudordeunacamiseta rockeranoachantaronaTorca.Seabrazaronconfuerza.Jandrolearreóunpalmetazoparaembocarlohaciaelbar.

—Tirolascañasquetecagas,yaverás.—Puesestoyseco.Tendrásqueponerunascuantas.Con los músculos de Jandro y las neuronas de Luisito se podría fabricar el soldado perfecto.

Aunqueambos ibanbienpertrechadospor separado.El creadordeLaguna&Campbell,menudoperoinfatigabley resistente,había superadodesde la instrucciónmáspuñeterahasta expediciones salvajes.Jandrocamuflabaensudescomunalypendencierafachadaunsentidocomúnnadadespreciable.

—Jandro,¿yesasbarbas?SipareceselCidCampeador...—Yaves.AEsperanzanolegustabamimostacho.Peroyotampocoqueríaafeitármelo.Elotrodía

casilezurroaunchavalporsuculpa.—¿PorculpadeEsperanza?¿Tehasvueltoceloso?—Quéva.Melasudaquelosparroquianosselacomanconlosojos.Semiraperonosetoca,les

dice.Ylosmantienearaya.Comoamí.Casilemachacoelcráneoaunoporculpadelabarba.Mesoltóqueparecíaun...unjister.

—¿Unhipster?—Comosediga.Eso.Síqueestáspuesto,¿sabesloquesignifica?—Sí,sonunatribuurbana.Ahoraquelodices,esasbarbastuyassehanpuestodemoda.—Loque túdigas.Salí de la barrayno lo empotré contra la tragaperrasporque sus colegasme

dijeronqueguisterocomosediganoesuninsulto,que...—Contigonosejuega.Ya,yalosé.Anda,ponotrarondayestírateunpococoneljamón.Esperanzabajódelalmacénconunasbotellasdevino.Melosa,cadenciosa,leofreciólasmejillasy

sefueaatenderaunosclientes.LasescasasvecesqueTorcasehabíapasadoporelCaribeVallecanohabíamantenidolasdistancias.Lascurvasdelamulatateníandemasiadopeligro.

Armadosconelplatodejamón,unasrebanadasdepanylatercerarondadecañas,JandroyTorcasalierona«la terraza»: tresmesillasdestartaladasque taponaban laacera,amenizadasporel tráficoyperfumadasporloscontenedoresdebasura.

—Estás hecho un figura —dijo Jandro, señalando la Yamaha—. Si salgo por ahí con tu motoacojonaríaalapeña,diríanqueparezcounángeldelinfierno.Túencambiodaselpego,todotrajeado.Menosmalquenollevascorbata,entoncesiguallosparroquianostemirabanmalysepensabanqueeresuncuervodeunbanco.Oalgopeor.

Yahabíaanochecido.ElCaribeVallecanoeraunoasis,perodentrodeunashorasqueríavisitaralasirena.YtambiéndebíahablarconHernández,conunmesderetraso.

Había descartado a Jandro al primer vistazo, sin ni siquiera mencionar el asesinato. Era sucompadremásfiel,yelmásfiable,nopodíaocultarlenada,peroyaqueestabaahísacóeltema.

—Jandro,sincabrearte.¿Aquetúnuncalehashabladoanadiedemí?—Nolopillo.¿Porquéibaacabrearme?¿Yporquéibaahablaraalguiendeti?—Pornada.Avercómoteloexplico.Habrépasadoporaquícuatroocincovecesy...—Conésta,tres.Teprodigaspoco.—Vale,puestres.—Torcabajólavoz—.Aloqueiba:túanadie,niaEsperanzasegúnmecontaste

ensudía,lehasdichoquéhacíamosantes,¿no?—¡Claroqueno!Sabequefuimilitronchoypunto.Oye,quenomevoyaenfadar,ymenoscontigo.

¿Dequévas?—Tengounproblema.Alguienquevino a vermepara encargarmeun trabajo... sabía demasiadas

cosasdemí.YaséquenitúniLuisito...Jandrocerrólosojosyatenazóelvasodelacaña.Malaseñal.Torca,muyatento,lesujetóelbrazo.—Ey,mírame.Queríanqueliquidaraaalguien.¡Mírame!Jandrohabíamadurado.Nopulverizóelvaso.Notirólamesaalincorporarse.Tampocoagarródel

cuelloaTorca.Abriólosojos.—Dimequenosetehapasadoporlacabeza,niunsoloinstante,queyohepodidohablardeti.O

lárgateynovuelvas.—Jandro,quetequedeclaro:nosospechodeti.NideLuisito.Perolamujerquequeríacontratarme

dijo que uno de los compadres, eso dijo, «uno de los compadres», me había recomendado. Queríaavisarteypedirteayuda.Nadamás.

—¡Joder!Puesempiezaporelprincipio.Somoshermanos,Juan.Hermanosdesangre.Desdeel81.¿Quénecesitas?

—Nada, por ahora nada. Pero si pasadomañana, a estas horas, no he venido por aquí ni te he

llamado,dameuntoque.Ysinotecojo,quedasconLuisito,¿vale?—Loquequieras.LuisitojamássehadignadoapisaresteCaribeVallecano,perodevezencuando

charlamos.Meloapuntoenlaazotea—dijogolpeándoseconlosnudillosenlacabeza—,elmiércolesporlatarde,sinovienes,lepegountelefonazo.¿Peronomevasadecirquécojonesestápasando?

—Elmiércoles te lo cuento todo.Yo rechacé el trabajo.Pero alguien sí que lohizo.Si comprasmañanacualquierperiódico,loverásenlaportada.Unamujer.EnelManzanares.

—¿¡Perodóndetecreesquevivo!?¿Enlaputainopia?¡Yahasalidoenlasnoticiasyentodaslastertuliasdelatele!Hoyenelbarnoshemospasadolatardehablandodeeso.

—Claro,claro.Tengoprisa,Jandro.Sonlasdiez.Sielmiércolesaestahoranosabesnadademí,hablasconLuisito,¿deacuerdo?

Torcaselevantó.Jandro,desconcertado,loacompañóhastalamoto.Cuandoyasehabíapuestoelcasco,lepreguntó:

—Sinolahasmatadotú,¿quéesloquepasa?—Quepuedequemecomaelmarrón.

***

Se llamabaHernández.Loscompadresnorecordabansunombre.Quizáporqueno lousabaniél.

Luego, amediadosde losnoventa, cuandodesertódel grupoparaganarse lavidapor su cuenta, paraganarse la vidamatando, si es posible tirando de cuchillo, además se olvidaron de él. Todos,menosTorca.

Comootrasveces,TorcapasóporelaroparahablarconHernández:primerolepusouncorreo,alcabodeunbuenratorecibióporrespuestaunnúmerodeteléfonoydespuéstuvoquebuscarunacabinaparamarcarlo.

Hernández, impreciso e irónico, como acostumbraba, le contó que andaba por una repúblicaexsoviética,«aunquelejosdelAral».PeroTorcanoestabaparabromas.

—¿Porquécojoneshablasdemíconnadie?—¿Connadie?¿Sepuedehablarconnadie?—¡Joder!¿Telorepito?—Juanito,fiera,relájate.Sihablodeti,tenporseguroqueserábien.Eresmiúnicoamigo.Hernándezhabíacogidouncaminodistinto,enlasarenasmuertasdelmardeAral,enUzbekistán,

hacíadosaños.DesdeentoncesTorcanohabíavueltoaveralcompadremássanguinarioydesquiciado.—Sisoytuamigo,silosigosiendo,¿porquéhashabladodemí?—Eresuncoñazo.Muysencillo.Aquí tengopara largo,ya tecontaré.Unatipacontactóconmigo,

hace unas semanas, y como no podía cubrir el encargo y además era enMadrid, pensé en ti. ¿La hecagado?

—Estásloco.Yonosoycomotú.Niloseré.—Menoslobos.Lamandaríasafreírespárragos,entonces,¿no?Yaotracosa.—¿Yquésabesdelamujer?—¿Dequémujer?¿DeturusadelAral?Ojalásupieraalgo...—Hernández,joder.Delatipaalaquelehablastedemí.Nosénadadeella.—Puesestáscomoyo.Consiguiómicorreo,nomedigascómo.Norulaporahí,peroquienquiere

contratarmisserviciosacabaencontrándome.Mellamó,siguiendolasrutinashabituales,ycomosueleocurrir,nimedijosunombreniselopregunté.Ytampocotengouningresoninadaquepuedasrastrear,semeocurrióhablarledeti,parahacerteunfavor,antesdeentrarendetalles.Silahecagado,losiento.

—Yyo.Novuelvasapronunciarminombre.—Peroquédramáticoeres,Juanito.

—¿Ylamujerdespuésvolvióallamarte?—No.Yatedigoquetengopararatoporaquí...—¿NohasvueltoaEspaña?¡Dametupalabra!Hernández podría estar enMadrid. O enGibraltar, acechando a las gemelas Cruz, pensó Torca.

Quizá,trasrechazarelencargoenelhotelucho,habíanvueltoallamarlo...PeroeldespreocupadotonodeHernándezdisipólassospechasdeTorca.

—Estás fatal,oye.Nomegustachulear,peroelviernesechaunojoa los telediarios.Verásalgofirmadopormí,peromáscercadelmarNegroquedelAral.Yhastaahípuedocontarte.Lamujernollegóaencargarmenada,encuantomepasósusfechasledijequenoestabadisponible.

—¿Ynohaymaneradequepuedasdarconella?—Puescreoqueno.Perosipuedoayudarteenalgo...—Dijoquehabíavistomihojade servicios.Dejócaerqueencajabaporquehabía luchadoenel

PaísVasco,¿quémierdalesoltaste?—Mierdaninguna.Tevendíbien.Nadamás.—¿Cómoquemevendiste?—Pueseso.Buscabanunasesino, ¡ynosemeocurriónadiemejor,opeor,que tú!Yyaves: ¡los

convencí!LacarcajadadeHernándezdesquiciótodavíamásaTorca.—¿Peroquécojoneslescontaste?—Nada,compadre.Enserio.Sóloquefuisteunpatriota.—Ya.Yqueéramoscompadres,bocazas.¡Novuelvasahablardemí!¡Jamás!Torcacolgóconrabia.Apretóelpuño,peronoloestrellócontraelcristaldelacabina.

***

Dosañosantes,en2011,vapuleadoydesanimadotrasunaamargaaventuraenelmardeAralcon

Hernández, Torca había aterrizado enMadrid como un náufrago. En el hotelucho de Gran Vía habíacicatrizado sus pesares. Y, aunque había dejado un buen recuerdo entre el personal, ese lunes por lanochelapersonaconlaquemáshabíaintimadonoteníamuchasganasdeverlo...

Nereaseguíaenelmismolugaryconelmismouniformequehacíaunmes.Perodebrazoscruzadosyconunamiradaquebasculabaentreelcansancioyelenfado.

—Noqueríaverteaquí.—Lorecuerdo.Buenasnoches,Nerea.—¿Jugamosalclienteylarecepcionista?¡Puesbuenasnoches!¿Quédesea?¿Elseñorquiereotra

vezunahabitación?¡Puesestamoscompletos!Hala,yapuedespirarte.¿Enquémomentosejodiótodo?,pensóTorca.¿Cómopudeser tanimbécil?DeNerealegustaba

todo.Hastasucarácter.Nohabíaregresadoalhotelparareconquistarla,aunqueojalápudiera,sinoparaaveriguar si conservaban las grabaciones delmes pasado.Una foto de lamujer que quiso contratarlopodíaserútil.Trasdisculparse,consiguiócontarleelmotivodesuvisita.Yesoladecepcionótodavíamás.

—Osea,quehoytambiénvienesamatarmáspájarosdeuntiro.Vale,buenoessaberlo. ¡Pues tejodes!Notengoporquéenseñarteeso.Ninada.¡Yatepuedesirpordondehasvenido!

—Cierto.Lapróximavezllamaréantes—dijoTorca—.Quepasesunabuenanoche.Vencidoalasprimerasdecambio,desanimado,sediolavueltaycaminóhacialasalida.Menosmal

quenohetraídounasrosas,pensó,habríalanzadoelramoalapapelera,comolavezaquella...—Espera,¿novasainsistir?¿Tanmalestás?Nerea conocía lo suficiente aTorca.A todos ellos.Al náufrago delAral, al ermitaño hosco que

durantesemanasapenashabíapisadolaGranVía,alatletaquecasitodaslasmañanassalíaacorrerporelRetiro,alhombrecautivador.Unhombredemundoyreservado,perotambiéncariñosoydivertido.

Unhombre,enesemomento,tensoycansado,queregresóalmostradorensilencio,bloqueado.Noencontrabaporningúnladolaspalabrasparaconvencerla.

LajovenquizádescifróelagobiodeTorca.Comootrasveces.Durantelosmesesquehabíansalidojuntos,habíadescubiertoqueeramuyreacioahablardesupasadoydesusocupaciones,perotambiénquepreferíacallaramentir.

—¿Tepasaalgo?¿Lapajarracaesatehametidoenproblemas?—Laverdadesquesí.Perolosarreglaré.—Anda,ven.Nereasaliódelmostradoryabrióeldespachodelgerente.Torcalasiguió.—Las cámaras de recepción nunca se apagan. Hace unos meses me sirvieron para que unos

borrachosdejarandemolestarme, lesdijeque lasgrabaciones se conservanen la central, fuera,y asílogréquesemarcharan.Peroaquíestán.¿Dequédíaestamoshablando?

Nereaencontrólagrabación.—Hastaaquípuedollegar.Nosésisepuedeimprimir;tampocosiesposiblesacaruncortedeunos

minutos...—Rebobinaunpoco,tengounaidea.Torcasacóelteléfono.Activóelvídeoygrabóensumóvillasdosescenas.Laprimera,máslarga,

permitíaexaminarlaaparienciadelamujer,yaquealpreguntarporélNereahabíatenidoquellamarasuhabitaciónyesperarun rato.La segundaapenasdurabaunos instantes,peromostrabamejor su rostro.Torcacongelóesaimagenysacóvariasfotografíasalapantalladelordenador.LuegoenviólamásnítidaporcorreoelectrónicoaLuisLaguna.Conesteescuetomensaje:

Estuvoenmiantiguohotel,enGranVía.El1dejunioalas23:30.Dáselaalrastreador,aversiaveriguasunombre.

Nereareprimiósucuriosidadhastaqueabandonaroneldespacho.—Nomevasadecirdequévaesto,¿no?—Nopuedo.Hoyno.Peromehasayudadomucho,gracias.Unacosa:nolecuentesanadiequehe

pasadoporaquí,nomeinteresaquesesepaquemeviaquíconella.¿Meharásesefavor?Nereaasintió.—Encuantoarregleesteembrollo,siteparecebien,megustaríaquedarcontigo.—¿Para qué?—soltóNerea, de nuevo desafiante—.Creo que este invierno lo dejaste todomuy

claro.—Quedóclaroquesoyidiota.Nadamás.Torcaenarbolólabanderablanca.SusonrisacontagióaNerea.—Sitúlodices,seráverdad.—Ya,¿peropodríamosvernosparahablardeloquepasóeninvierno?Nerea,cabizbaja,dejóunresquicioabierto.—La cagaste conmigo. Eso ya no tiene vuelta atrás. Pero podemos hablar de lo que pasó en

invierno,comodices.Esosí,notepresentesaquí,queelcalentóndelotrodíanosevaarepetir.Llamaantes—ledijo.

***

Loquepasó.Trespalabras.Comolasdetonantes:«Quierosermadre».Unabombainesperada.Nerea,durante laspasadasNavidades, había estadomuy tierna, tan cariñosa como siempre,pero

conotraluzenlamirada.Hastaque,másdeunañodespuésdequecomenzaranasalir,atravesóaTorca

conesastrespalabras.MientrasrecorríaGranVíahaciaelapartamento,enningúnmomentoseacordódelavecina.Nide

quealdíasiguienteeramartes.ElapañoconCandela,lahijadelportero,eraotracosa,nadaquever.

***

A medianoche, cauto y paciente como un lobo, aparcó en Puerta de Hierro y caminó hasta elAnatómicoForense.Nohabíaperiodistasni agentes a la vista, pero sedijoqueno intentaría accederhastaelalba,anoserquesurgieraunaoportunidad.Alamediahora,llegó.DelamanodeunLandRoverconmatrículadeGibraltar,escoltadoporuncochepolicialyotrovehículomás.

El todoterreno gibraltareño aparcó de mala manera. Un tipo que parecía sacado de un tablaoflamenco—conmelena leonina, aceitunado, botas camperasy camisay chaleconegros—saliódandovocesyavanzóazancadashacialapuerta.Elpadre,pensóTorca.Delosotroscochessedesparramaronunmontóndepersonas,siguieronsuestelaatodocorrerysemetierondentro.

Torcacruzólacalle,dispuestoaaprovecharlaconfusiónparacolarse.Cuandoibaaentrar,oyóunsollozo. A su espalda. Se giró. El flamenco no había cruzado solo Despeñaperros. En el asiento delcopilotollorabaunamujer.¿Lamadre,unadelashermanas...?Salióprontodedudas.Lamujerabriólapuerta.TorcaseacercóalLandRover.

—¿Quieresentrar?¿Teayudo?—Gracias—musitóunavozandaluza.Unosojosnegros,muynegros,perdidos,profundosytristescomounlagosubterráneo,pasaronpor

encimadeTorca.Unbrazomoreno,bientorneado,seaferróaél.Uncuerposoberbio,apenascubiertopor unos vaqueros recortados y una camiseta de tirantes, caminó a su lado, tambaleándose, hacia laentrada.

—Novoyaverla,novoyaverla—repetía—.Noquieroverlaasí.Alpisarelvestíbulounasmanossarmentosasyencallecidaslearrebataronalamujer.—¿Peroquéhacías?¡Ven!¡Vamosaveratuhermana!ElpadredeRebeccaCruzarrastróalajovendemalasmanerasporunpasillo.Sindudaeraunade

lasgemelas.Contodoslosojospendientesdelapareja,Torcapreguntóporlosaseosauntipoconbata.

***

Torcavisitóalasirenadoshorasmástarde,muchodespuésdequelostrescochesselargarande

allí,trasarmarsedepacienciaenelcuartodebañodelAnatómicoForense.Nadamásentrarenlasala,buscóelinformedelaautopsiaylofotografió,sinexaminarlo.Elescaso

tiempo que iba a permanecer allí quería dedicarlo a otra cosa.Al regresar al apartamento leería queRebeccaCruznofuevioladanitorturada,aunquehabíasufridounasuerteatroz:ancladaalfondoporelbloquedehormigón,habíamuertoahogada.

TorcanocontemplóelcuerpoultrajadodeRebeccaCruz.Suspiernas,oloquequedabadeellas,noleinteresaban.Sólodescubriósurostro.¿Paraqué?¿Porqué?Torcanosehizopreguntas.Queríaverla,nadamás. Quería, también quería, y eso lo descubrió justo entonces, pedir perdón. La culpa de quehubieraacabadoallí,así,eradelcabrónquelahabíaasesinado.Ydelagentuzaquelohabíadispuesto.PeroelpesodelaculpatambiénatormentabayoprimíaaTorca.Élpodíahaberloimpedido.Élteníaquehaberloimpedido.

Estaba allí por Rodrigo. Para no lanzar a Rodrigo a los pies de los leones, para no joderle lacarrera.

Estabaallíporegoísmo.Parasalvarsuculo,noqueríapasarenlacárcelniunsolodía.Perotambiénestabaallíporella.Bella,serenayeterna,comounaestatua,RebeccaCruzno leyó lospensamientosdeTorca.Nisu

juramento.Cuandovolvióa taparla tampocosintióelfugazrocedesusdedos,casiunacaricia,porsurostro.

Rodrigotienerazón,pensóTorca.Bastaconhabermatadoaunapersonaparaserunasesino.Soyunasesino.Yloseré:tevoyavengar.Elhombrequetematóyaestámuerto.

DiariodeMadelaineCruzdel1dejuliode201319:33-¡Becca!¡Miángeldelaguarda!Ángel,hermana,luz,alegría.¡Becca!

22:11-Elcochecasinosdejatiradosamitaddecamino.Mipadrehallenadoeldepósitoysehametidoen el baño,despuésdepedirmeuncafé con leche.Peronoquieronada.Sólo salirdeaquí.Estamosenunaestacióndeservicio,cercadeMadrid,enmediodeningunaparte.

Novoyadespertardeestapesadilla.23:47-Nomelopuedocreer.Peroacabodeverte.Pobrecitamía.Quédesgracia.Quélocura.Quépena.Noquierohablardemí,estoyrota,mehan

estrujado el corazón, me ahoga el dolor, pero lo que siento y lo que sentiré a partir de ahora noimporta.Importastú,Becca.Yanoestásaquí,nomiras,noríes,nobailas,noiluminaselmundo.

Becca, merecías una vida larga y feliz. Eras un ángel. Eras nuestro ángel. Siempre estarásconmigoyconLisa.Siempreterecordaremos.Rezaréporti.Siguecuidándonos.

II

MARTES,2DEJULIODE2013

«Nadaeslomismo,nadapermanece.MenoslaHistoriaylamorcillademitierra:sehacenlasdosconsangre,serepiten.»

ÁNGELGONZÁLEZ,GlosasaHeráclito

4

LASREINASDELESTRECHOJuan Torca apenas consultaba el reloj. Vivía a su ritmo. Sin oficio ni beneficio. Eso decía. Andabasobradodetiempoydedinero.Ynuncaseaburría.Esocreía.Seacostabacuandoleapetecía.SecalzabalaszapatillasparacorrerporelRetironadamásdespertarse,cuatroocincodíasalasemana,aveceshastaseis—aunquenuncalosmartes,porlosdespertaresconCandela,ocuandoalgúnligueesporádicose atrincheraba en el apartamento; no las dejaba solas—. Se duchaba, bajaba a comprar la prensa ydesayunabaenunbar.Siempreenelmismo.LohabíaelegidocuandoaúnresidíaenelhoteldeNerea.Aunqueahoralequedabaadesmano,alvivirenelotroextremodeGranVía,niselehabíapasadoporlacabezalaideadesustituirloporotro.

Amenudocomíademenúenuna tabernadeHortaleza.Manolo, eldueño, le reservabaunamesahasta las dos y cuarto. A partir de esa hora ya sabía que Torca no iba a presentarse. Hombre decostumbresfijas,aunqueapenasconsultaraelrelojclavabaloshorariosundíatrasotro.

Exceptocuandosedejabaliar.Cuandoaceptabaalgúnencargo.Elliante,casisiempre,eraLuisLaguna.Enlaagenciadedetectivesnocontabaconalguienexperto

y resolutivo como Torca. En 2011, poco después de que Torca desembarcara en Madrid, le habíaofrecidosersusocio.Peronohabíaqueridocomprometerse.Bastantelohabíaestadoya.

LavidaprofesionaldeTorcasepodíadividirencuatroetapas.Aunquetampocohabíaevolucionadodemasiado.

Laprimera,enelEjército.Lamásdura,lamáspura.Lamásilusionante.Lamásfrustrante.Dondeforjó los lazos más estrechos. Con tipos como él. En el 81, durante unas maniobras, diez soldadossaltarondeunhelicópterosinarmasnivíveres.Salierondelbosqueconunapetaca,conunapieldeloboyconunjuramento:seapoyaríansiempre.Erancompadres.Loscompadres.Pasaronlosmeses,variostomaronrumbosdistintos,algunocayó,peroelgruposiguióunido.

En1992Torca sequitópara siempre el uniforme—aunque tampoco lohabíausado en laguerrasuciaetarrayenalgúnotrolugar—.Conélsefueroncincocompadresmás.Loscompadrespatanegra.Esta segundaetapa, lamásdifusa, se resumíaenunapalabraqueentoncesnosolíanpronunciar.Ellospreferíandecirqueeranputas,hijoputasdelujo,antesquemercenarios.

Afinalesde2001cincocompadresvolaronaAfganistán.Regresaroncuatro.Hartos,hastiados,sesepararon.AlgunosañosdespuésTorcasedejóficharporunantiguoclientedeloscompadres,JuanMariButrón,consejerodelegadodeEuCorp,unaempresadearmamentoconnegocioseinteresesenmuchosotros sectores.Durante laprimeradécadadelmilenio,yhastaquemurióRaquel, sumujer, aunquenodejódeviajardeunconfínaotrodelmundo,vivióentreBilbao,lasededeEuCorp,yBurgos,suciudadnatalydondesehabíacriadoRodrigo,suúnicohijo.

Enlacuartayúltimaetapa,enMadrid,ibaasubola.Esodecía.Viudo,sinmásfamiliaresallegadosqueRodrigoyconsuficientedineronegroyblanqueadocomoparanodarjamásunpaloalagua,noteníaocupacionesnipreocupaciones.Ademásdecorrer,devorabanovelasnegrasyseriestelevisivas.Noseaburría.Perodebíareconocerquesedejabaliar,congusto,porLuisLaguna.

Tambiénsehabíaliadoconunavecina,pocosmesesdespuésderomperconNerea:Candela,unamujerguapayfogosa,hijadelaporteradeledificio,cocineraatiempoparcialenuncomedorescolar,ademásdemadre,divorciada,dedosniñosydeunaadolescentequequizáyaseolíaalgo.

Lola, la portera, una viuda extremeña con ganas de jubilarse, se deslomaba de sol a sol para

mantener a suprole.Ademásde las zonascomunes, limpiabavariosde los apartamentos.LosviernesadecentabaelapartamentodeTorcaysellevabalaropasucia.Losmartessubíaconlacoladaplanchaday,sihacíafalta,dabaunapasadaalacocinaylosbaños.Despuésdeteñirvariascamisasyencogerunjersey,Torcahabíadesistidodepelearseconlalavadora.

Undía,enprimavera, laporterapegóunresbalónfregandolasescalerasdelportalysetorcióuntobillo. Durante las semanas que guardó reposo, Candela suplió a su madre con eficacia, peroapareciendoacualquierhora.Y,alcontrarioquesusufridaydiscretamadre,conganasdeconversar.«Megustaba,ymegusta,charlarcontigo,Juan.Ydesdeelminutocero,quizáporcómomemirabas,yameapetecíaachucharte»,lehabíaconfesadoenunadelasescasasocasionesenquehabíanquedadofueradeledificio.«Comoquiennoquierelacosa,alotontoyalobobo,somosamantes,¿no?Peronotehagasilusiones,queyotampocomelashago,estoymuydevueltadetodo»,decíaella.

¿Alotontoyalobobo?Puesvale,comotúdigas,pensabaTorca.Unamañana,despuésdecorrer,Candela había aparecido en el apartamentomientras Torca se duchaba. Sin pensárselo dos veces, sehabíacoladobajoelchorrodeaguacomoDioslatrajoalmundo.

Torcasedejabaquerer.Hastaciertopunto.AlcontrarioqueconNerea,losseparabanpocosañospero los distanciaban muchas cosas. Aunque encamados encajaban bien. Después de unas semanasfrenéticas,casiagotadoras,eldíaqueseofrecióahacerlelacomprayacocinar,pisóelfreno.Candelaibamuydeprisa.Yllegaronaunacuerdo.Segúnella,«unapañoparadosalmassolitarias».Cuandolaporterasecuróelesguince,Candelacontinuóayudandoasumadre.Ledevolviólosquehaceresdelosviernes,perosequedóconlarutinadelmartes.

Todas las semanas, cuando los niños se iban al colegio, sobre las ocho y media de la mañana,Candelasubíaconlaropayaplanchada.Dejabalacoladaenelsalón,encimadeunamesa,sedesnudabaysemetíaenlacamadeTorca.

Aunquesolíadespertarseconelruidodelacerradura,avecesTorcajugabaahacerseeldormido.Esemartes,encambio,muypocashorasdespuésde regresardelAnatómicoForense,Torcano fingió.CuandoelcálidoyacogedorcuerpodeCandelaloachuchó,pegóunrespingo.

—¡Chico,quesoyyo!—exclamóCandela.Torcaserecobrópronto.Perolabesóenlafrenteysaliódelacama.—Hoyvoymuypillado.Deberíaestaryaenlacalle.Lamujersequedóenlacama,chafada.PerocuandoTorcaregresódeladucha,insistió:—¿Deverdadquenopuedesirteunpoquitomástarde?

***

Elmartes,a lasdiezde lamañana—afaltade treintay treshorasparaquevencieraelplazode

Rodrigo—,TorcasepresentóenlasoficinasdeLaguna&Campbell.Contrajenegro,camisablancaylamochiladecuerocolgadadeunhombro.Lasecretaria,Marisa, losaludóconunasonrisatangenerosacomosuescote.Allítodosloconocían.Yloapreciaban.Loshabíasacadodeunoscuantosatolladeros.AMarisa,además,leencantabaflirtearconél.

—Luistodavíanollegó.¿Leaviso?—lepreguntó.—Nohacefalta.Yasabequevengo.Ymehadichoqueigualnosepasahastaelmediodía...—Puede—agregóMarisa—.Alasoncetieneunareuniónenunministerio,fácilqueantesnovenga

poraquí.Perosipuedoayudarteyo,aquímetienes,Juan.Marisa, cuarenta años, cuatro idiomas incluyendo el gallego, dos mocosas y un divorcio. Rubia

platino,pelocorto,ojoszalamerosypicarones.—Yamegustaría.PerohequedadoconPacoCifuentes.—¿Turastreador?Peroquétieneélquenotengayo...

—Nada.Ganasporgoleada.—Anda,pasa,nomehagashablar.—Marisapulsóuninterruptorparaabrirlapuertacorredera,de

cristal,queseparabalarecepcióndelrestodelaoficina—.Enfin,deaquínomevoyamover.AFranciscoCifuenteslohabíanbautizadotresveces.Laprimera,enelpueblodeBadajozdonde

vinoaestemundo,enel75.Lasegunda,enlamili:deFranciscosequedóenPaco.Latercera,cuandoaTorca le dio por llamarle el Rastreador, en una investigación relacionada con el RealMadrid y lasCuatroTorres.

Cifuentes,untipoanodinodepeloralo,mutabacuandoposabalosdedosenunteclado.Ocultopordospantallotas,trabajabaenunasalitainterior,aisladodelrestodelostrabajadores.AnteTorca,comoelperrodeuncazadoralabrirselaveda,solíamostrarseansioso.Deseandohacerméritos.Peroenesaocasiónparecíacansado.Conpintadehabersetiradoallí todalanoche.Sinembargo,se le iluminóelrostroalveraTorca.Chascólosnudillos,estirólaespaldaylepreguntó:

—Lagunameavisóayer:hoysólocurroparati.¿Pordóndeempezamos?—Primero,porlosencillo.—¿LashermanasCruz?Porqueidentificaralamujerdelafotopuedecostarnosdías...—Ya imagino.Sí, investigaa lashermanas.Perode lamuertayameocupoyo.Saca todo loque

puedassobrelasgemelas,porfavor.Yaesodelasdoceechamosuncafelitoyvemospordóndeseguirtirando.Más que ninguna otra cosa,me interesa saber dónde están.Ahora.Anoche creo que vi a unagemelaaquíenMadrid,yendoareconocerelcadáverconsupadre.Quierosaberdóndesealoja,ysilaotrayaandaporaquí.

—Vale,mepongo.Peroyapuedesecharunojoaalgo.—Nodejódehablarmientrasfijabalavistaen la pantalla—. Ya he abierto el expediente. Para orientarme, he recopilado las principalesinformaciones sobre el asesinato, las primeras infografías y varios reportajes. Te lomando todo porcorreo,¿vale?

—Muybien.Gracias,Paco.—Yalotienes.Nohaydequé,paraesoestamos.CuandoTorcaibaaabandonarlasalita,elotrocanturreó:—Notevayastodavía,notevayasporfavor...Torca sevolvió, intrigado.Cifuentes, rejuvenecido,parecíaun tunoborracho.Torca sedispusoa

sortear el parapeto: para llegar a su mesa había que rodear una impresora, mover unas cajoneras...Cifuentes,sindejardeteclear,exultantedeorgullo,setrabóaldecir:

—Laguname dijo anoche que esto corría prisa, ¿no?Me pilló aquí al rebotarme tu correo.Mepiqué...Ymedioporcacharrear:mepuseaconsultarbasesdedatos,acruzarinformaciones,mecoléenunpardesitios...Notevoyaaburrir.Tambiénrecurríaunoscolegas...Yo...yosoydelosqueprefierendejarlosencilloparaelfinal.Mehacostado,peroaquílatienes.¡Rastreada!

Alacabar laparrafada,conTorcayaasuvera,pulsóel ratón.Losdosmonitorescambiarona lavez.

Torca,asombrado,examinólaspantallas.LaizquierdareproducíalaimagendelacámaradelhotelquehabíaenviadoaLagunalanocheanterior.Laderecha,alamujerenunescenariodistinto,retratadaporotracámaradeseguridad,yconlamismaropayapariencia.

—Delhotel se fue aBarajas.Suele coger el puente aéreo aBarcelona,pero esavezvoló aotrositio.¿Aquenoloadivinas?

¡Cifuentesyahabíaaveriguadola identidadde lamujerdelhotel!Asumanera,elhombrecillo lehabíagastadounabroma.Estabadisfrutando.

—Nizorra.Perotúseguroqueyalosabes.—A Bilbao. Y mañana también estará allí. Va a asistir a una entrega de premios en la Torre

Iberdrola.

—¿Seguro?—Alcienporcien.Recibeuno.YloacabadecontarenTwitter.Cifuentesapretóotravezelratón.Unapantallamostróelperfildelamujerenlaredsocialylaotra

unaactualizaciónsuya.BiografíadeEvaCanga,@evacanga_gra:NacidaenLaFelguera,Asturias,en1972.Ciudadanadelmundoy,ahora,deAlicante.Directora

deGraphener.Lascosasmáspequeñaspuedencambiarlotodo.Mensajecolgadoelmartes2dejuliode2013,alas8:45:Dispuestaarecibirel#PremioEuskadiquehaganado@graphenerES.Mañana,enBilbao,enla

torremásaltadelaciudadmásgrande;-)

***

Torcanopodíadetenerse.Elrelojcorría.EncuatrohoraspodíaplantarseenBilbao,perorefrenóelimpulso de coger la moto. Los pollos sin cabeza también corren. Dejó que Cifuentes continuaraindagandoy,comoenotrasocasiones,semetióenunasaladereuniones.Habíarechazadovariasvecesocuparallíundespachoounescritorio.Extrajodelamochilaelportátilynavegódurantecercadeunahora.

Despuésguardóelordenador,sacóunalibretayapuntóestaspalabras:EvaCangaGraphenerBilbaoReinasdelEstrechoHormigónCerróunratolosojos.Laspantallasleexprimíanlavista.Selevantó.Abriólaventanaysefumóun

pitillocontemplandoeltráficodeSerrano.LadistanciaentrelashermanasCruzyEvaCangaeraenorme.Aunquenosellevabandemasiados

años,aunquevivíanenciudadescosterasseparadassóloporunoscentenaresdekilómetros,bañadascasiporlasmismasaguas,surcabanmundosdistintos.

EvaCangaerauntiburón.Ounaorca.Unadepredadora.Sucurrículum,ostentosamenteexpuestoeninternet, acumulaba distinciones académicas y laborales en la guarida de su familia, Asturias, y enBarcelona,HamburgoyLondres.Paraencargarlequeasesinaraadosmujereshabíaempolladoquímica,administracióndeempresas,relacionesinternacionales,geopolíticaynanotecnología.Yhabíacurradoenunaconstructora,enlaadministraciónautonómica,enunafarmacéuticayenuncentrodeinvestigación,hasta recalar en su destino actual. Divorciada y sin hijos, con cuarenta y un años, el pasadomes dediciembre había logrado por primera vez encabezar una compañía. Era la directora ejecutiva deGraphener,unaempresabiotecnológicaconsedeenAlicante.

Sin duda, Eva Canga nadaba en aguas turbulentas y apestosas, las empresariales más corruptas,dondenaufragan losnegocios legales.Encambio, las sirenasapenasconocíanotrascorrientesque lasacuáticas,engeneral,ylasdelabahíadeAlgecirasyelestrechodeGibraltarenparticular.Reinaban,además, sobre esas aguas. Honoríficamente. Las gemelas eran las únicasmujeres que habían logradocubriranadoladistanciaentreloscontinentesenmenosdetreshoras.

Cifuentes,meticuloso,habíadestacadounafecha:el7dejunio,esdecir,hacíasólocuatrosemanas,Lisahabíaarrebatadoelrécordasuhermana,yobtenidoeltítulodeReinadelEstrecho,alnadarentreEuropayÁfricaendoshoras,cincuentaysieteminutosycuarentasegundos.Yaldíasiguientelaprensagibraltareñayandaluzalohabíadestacado.

Torcareleyóunadelasnoticias.Uncolumnistagaditanolohabíacontadoasí:

LASSIRENASDEGIBRALTAR

Lasmujeres sonelprincipiode todo.Poreso teníaque serunamujer laprimerapersonaencruzaranadoel estrechodeGibraltar.Ynounamujercualquiera.Enlosfelicesañosveinte,MercedesGleitze,unacelebrity inglesaconocidaporhaberatraídolaatencióndelmundoalatravesarelcanaldelaManchaconunrelojsumergible,unRolexhermético,semarcóotroretosimilar.AtravesarnuestroEstrecho.Lologró.Peroaltercerintento.Nadiedijoquefuerasencillo.LoconsiguióenplenaSemanaSanta,eljueves5deabrilde1928.LaprimeraReinadelEstrechopartiódeTarifaydesembarcóenMarruecosdocehorasycincuentaminutosdespués.Sugesta perduró.No es sencillo nadar contra el viento.Nadar contra la corriente.Nadar en elmar.Pasaron veinte años,nadamás,ynadamenos,paraqueotronadadorsiguierasuestela.Desdeentonces,segúnlaAsociacióndeCruceaNadodelEstrechodeGibraltar,quehomologalosregistrosyvelaconmimopor mantener esta tradición, casi setecientos nadadores han atravesado el Estrecho. Gentes de todo el mundo, de unoscincuentapaíses.Másdelamitad,apelo,sinrecurriralosmodernostrajesdeneoprenoqueprotegendelascariciasdelasmedusasydelabajatemperaturadelagua.Setecientosnadadores,desde1928,sonmuchos.Opocos,siloscomparamosconlosbarcosquepasanporelEstrecho,unadelasautopistasmarítimasmásatascadasdelmundo:navegan300buquesaldía,9.000almesy100.000alaño,sincontarlosferris,lasembarcacionesdepescadeportiva...ylaslanchassupersónicasdelosnarcos.Otra sirena, la española María Luisa Cabañero, fue la primera persona que rizó el rizo. En 1990, con veintitrés años,convirtióelEstrechoenunapiscina,nadódeuncontinenteaotroyregresópordondehabíavenido:deunatacadacubrióladistanciadosveces.Casinada.Va demujeres esta columna, aunque seamosmachistas. Son hombres quienes disputan hoy en día la carrera por lograr elcrucemásrápido.Poresoahorael títulodeReydelEstrechoapareceamenudoen losmediosdecomunicación.El récordmasculinorondalasdoshorasycuarto,yunhombre,elfamosonadadorDavidMeca,eselúnicoquehahechoporahoralatripletravesía,laanimaladadecruzarlotresvecesseguidassinparar.Ante lapujanzavaronil, el títulodeReinadelEstrechohacaídoendesuso,apesardeMercedesGleitze ydeMaríaLuisaCabañero. ¿Pero no se premia en los Juegos Olímpicos o en cualquier competición a los hombres y a las mujeres porseparado?Destaquemosnegrosobreblancolaevidencia:hayqueponerenvaloraambosmonarcas.Poresodebemosproclamaralanuevareina.LagibraltareñaLisaCruzbatióayerlaplusmarcafemenina.Nadócuatrovecesmás rápidoqueMercedesGleitze... y llegóa tierradosminutosantesque suhermana.Tardódoshorasy cincuentay sieteminutos.Expliquémoslo.Dosgemelasgibraltareñas,MaddieyLisaCruz,estánllamadasadisputarseelreinadoenestesigloXXI.Elañopasado,MaddieCruzcosechóuntriunfodoble:secoronócomoreinayademásconsiguióserlaprimeramujerenbajardelastreshoras.Laanteriorreinayarondabaesamarca.El3dejuniode2010unasirenadelasantípodas,laaustralianaPenelopePalfrey,habíabajadoelrécordatreshorasytresminutos.El pulso de las hermanas Cruz ha revalorizado el récord femenino. ¿Maddie, la nadadora recién destronada, intentarárecuperarlacoronaqueahoraostentaLisa?Esteduelofraternal,quenofratricida,ymarino,puedeserunjuegodetronosinolvidable.

QuizáEvaCangaoalguiendeGraphenersehabíanenteradodelnuevorécord.Lanoticiasehabía

producidounosdíasdespuésdelareuniónenelhoteldeGranVía.Talvezentonces,pensóTorca,habíancambiado de objetivo. Todo importa y nada importa, le había dicho en el hotel.Matar a una puta leparecíapoco«dañino»,esohabíadicho.¿Ysihabíansustituidoalasprostitutasporunas«reinas»?¿Quépalabrahabríausadoenesecaso?

Esateoríasequebraba,porahora,porundetalle.NiMaddie,ladestronada,niLisa,lanuevareina,habíansidoarrojadasalManzanares.Elúnicocadáveraparecidohastaahora,eldeBecca,correspondíaalahermanaquenohabíabatidolamarca.¿Talvezelasesinosehabíaequivocadodehermana?

Losinterrogantessesucedían.TorcatodavíanohabíaaveriguadodedóndeveníalafijacióndeEvaCanga o deGraphener porGibraltar. Las patrañas patrioteras que había soltado en el hotel no se lashabíacreído.Aprimeravista,GraphenernocontabaconinteresesenGibraltar.Tampocopertenecíaalsectorde laconstrucción.Ni trabajabaconhormigón.Graphener, como indicaba sunombre, fabricabagrafeno.Apequeñaescala,segúnanunciabanensupáginaweb.Parasalvaralmundo,oalgoparecido:Nuestrocometidoesdoble: investigar las revolucionariaspropiedadesdelgrafeno,bien llamadoelmaterialdelfuturo,ydesarrollaraplicacionesdelgrafenoquepermitanmejorarlasociedadenquevivimos,proclamaban.Yunjamón,pensó.

Torca,másdesencantadoqueindignado,pasabadelargolaseccióndeCienciadelosperiódicos,yúltimamente también lasdeEconomíayPolítica.Delgrafenosabía lomínimo:quepodíaserelnuevo

silicio.Bueno,delsiliciotambiénloignorabacasitodo,perovivíaenestemundo:enSiliconValley,unElDoradotecnológicocaliforniano,habíanbrotadoalgunasdelasempresasmásinfluyentesypoderosasdelmundo.Subirsealcarrodelgrafenopodíasermuyprovechoso.LawebdeGraphenerdesbordabainformación,quizábuscabaimpresionarasociosofuturosinversores,peroTorcacambiódetercio.Esalíneapodíadarsusfrutos,perodebíapostergarlaunashoras:antesleurgíaconocermejoralashermanasCruz.

Saliódelasalaunpardeminutos.PidióaMarisaquelecompraraunbilletedeaviónaBilbaoparaeldíasiguiente.EvaCangaseibaallevarunabuenasorpresa.

—¿Hasligadoconunavasca?¿Unpolvoexprés?—Unpolvorín.Necesitoun favormás: consíguemeuna acreditaciónouna invitaciónpara asistir

mañanaalosPremiosEuskadi.—Síqueapuras.Yapodíashabermeavisadoantes,¿no?Lointentaré...,peroyasabeseldicho...—¿Quédicho?—Favor...confavorsepaga.Regresó para examinar el primer mensaje de Cifuentes. Torca había pasado por encima de las

primerasnoticiassobreelasesinato,eldíaanterior,ydesdeentonceselchaparróninformativosehabíaconvertidoenundiluvio.CifuentesnohabíapegadoojoentodalanocheparalocalizaraEvaCangayademás,conpaciencia,pararecopilaryordenarcuantosehabíapublicadosobrelasCruz.

Denuevosepasómásdeunahorasindespegarlavistadelordenador.Luegosacólalibreta,pasópáginayanotó:

AntonioCruz,58,viudo.SupermercadoyapartamentosCruzBecca,30,cajera.SinantecedentesMaddie,25,maestra.ReinadelEstrechoen2012Lisa,25,monitora.ActualReinadelEstrechoDejódeescribir.Abundanloscrímenespasionales,losarrebatosdecelosyodioquerevelannuestrosinstintosmás

bajos.¿PeroquémenteenfermahabíaconcebidounasesinatocomoeldeBeccaCruz?Unamuerteporencargo, a distancia, sin salpicaduras de sangre... ¿Sin implicaciones emocionales? Quizá para EvaCanga,oparaquien tirabadeellacomounamarioneta,elasesinatodeBeccaCruzeraunengorro tanfastidiosoynecesario como la contratacióndeuna campañapublicitaria odemarketing.LadeBeccaCruzhabíasidounamuerteconpuestaenescena,artificiosa,carnedecañónparalosmediosylasredes.

CuandoenelhoteluchodeGranVíacruzólasprimeraspalabrasconEvaCanga,primerocreyóquealguienletomabaelpelo.Elencargoerainverosímil,máspeliculeroquereal.Unafarsa.Yalucinó:EvaCangalohabíaconfundidoconunasesinoprofesional.ConunsicariocomoHernández.Ydespués...,eldesastre: se dejó convencer de que se hallaba en una entrevista de trabajo surrealista, que queríanevaluarquéclasedetipoera.Quéestabadispuestoahacer.Yporcuánto.

Al día siguiente volvió a pensar, quizá para desentenderse, que le habían gastado una bromamacabra.Sinpuñeteragracia.Porquenadiecondosdedosdefrenterevelaríaunplantandemencialaundesconocido.

En la habitación del hotel, Eva Canga había mantenido el tipo a duras penas. Cuando Torca latanteó, al principio, para capear las primeras objeciones y al salirse por la tangente, al final, ladevoraban los nervios. Y se había largado intentando no perder la compostura, taconeando hacia elascensorsinvolverlavistaatrás,comosisuculotuvieralaúltimapalabra.

Torcaabrió la libretapor laprimerapágina.Aquellanoche,encuantosemarchó lamujer,habíagarabateadoesto:

Dosputas??GibraltaryManzanares.Conhormigón!!!1dejulio.Cienmil.Caimán.Tienenmiexpediente?Hernández?

Entrevistadetrabajo?Patriotas???

***

—Noshemosequivocado.Porpartidadoble.Ahoravoyamarcharmeytú,porfavor,teolvidarásdeestoparasiempre.

—¿Yeso?¿Noencajo?Lamujerdesplegóunasonrisachirrianteydentona.—Para nada. Nosotros vamos a olvidar esta conversación. A ti te conviene olvidarla porque,

ahoraque lohehabladocontigo, todomehaparecidoundisparate.Buscábamosaunpatriotaquecometieraunatentadopolítico.Queríamosdarunalecciónalosgibraltareñosquejamásolvidarían.Peromehasdejadoclarodoscosas.

—Notesigo—dijoTorca.—Esodaigual.Estáclaroquenoeresunpatriota,nosirvesparaesetrabajoniparacualquier

otroencargoquetengamosenmente.Esaeslaprimeraequivocación.Ytambiénestáclaroquenuestroplannosesostiene.Debemosbuscarotrasopciones.Menos...menoscruentasymásefectivas.

***

LashermanasCruznoseprostituían.Ningúnperiodistainsinuabanadaalrespecto.Quizáelsustitutode Torca había elegido a Becca, y quién sabe si a Lisa, sólo por el lugar donde habían nacido. PorGibraltar.Yporsubelleza.EvaCangabuscabaimpactar,ygolpearaGibraltar.Ellaoquienlamanejaba:enelhotelhablabaenplural,recordóTorca.

Mordisqueóel lapicero.Se fumóotrocigarro.Tantosiaprietas lospuñoscomosi losaflojas,elaguaseteescapadelasmanos.Arrancólahoja,hizounabolaylatiróaunapapelera.Noencestó.

***

AlasdocemenoscuartoregresóalcubildeCifuentes.—¿Cómolollevas?—Vaya.Remando.—¿Bajamosenquinceminutosatomaruncafé?—Yunpincho—añadióCifuentes—.Merugenlastripas.—Puesentoncesvamosya,¿no?Hacían una extraña pareja. Al menos para Marisa, que después de imprimirle los billetes y la

acreditación,miró con sorna aTorca al despedirse de ellos.Bajaron en silencio.El ascensor, de losantiguos,conbancodemaderaypuertaenrejada,sedetuvoenlacuartaplanta.UnaseñoraregordetayemperifolladasonrióaTorca,peroarrugólanariz.Cifuentescantabaasobaco.

Traszamparseunaspatatasconalioliyuntorrezno,elrastreadordeLaguna&Campbellrellenóelvaso—habíapedido«unabotelladeaguacongas,sinhielosperoconlimón»—yalzólavista.

—¿Tepongoaldía?—¿Aquímismo?¿Nonecesitaselordenador?—No.Paraloquetengoquecontarte...—Dime,dime—leapremióTorca.—Pues eso, quepocomáspuedodecirte.Unahermana está aquí.Mady, o como sediga.Con su

padre.Ayerreservarondoshabitacionesenunhotel,LosBlasonesdeLavapiés.Ylaotra...—Lisa.—Delaotranohesacadonada.Nosédóndepara.Peroniyoninadie.Desdehacetresdías.

5

VIVIMOSCONNUESTROSMUERTOSYahora,tantasprisas,¿paraqué?,sepreguntóTorca.

Había dejado a Cifuentes con el palillo en la boca y había enfilado lamoto hacia Lavapiés sindudarlo.NosabíasiMaddieCruzibaaestarenelhotel,peronecesitabamoverse.

NadaleatabaalasCruz.Enteoría.PodíarefugiarseencualquierbaretodeLavapiés,unbarrioquele encantaba, pedir un vermú de grifo, matar el gusanillo con unos boquerones en vinagre o unasaceitunas,saltaraotratasca,calzarseunmenúconunafrascadeclareteyregresaralestudioparamatarlatardeconunasiesta.YluegopodíatorearaRodrigo,seguroquetambiénpodíatorearle.Aély,llegadoelcaso,alinspectoramigosuyo.Alfinyalcabo,estaveznohabíahechonada.

Estavez.La furgoneta de delante frenó. Unos abuelos japoneses taponaban la callejuela. Los rezagados

cruzabanelpasodecebramientraslaavanzadillasemetíaenunatiendaturísticaenbuscaderecuerdoscastizosfabricadosenChina.

Torcaseagobió.Lesobrabatodo.Elpetardeodelamoto,elcasco,eltufodelasfalto,lapestedeltubodeescapedelafurgoneta,eltorranteveranomadrileñoy,sobretodo,lasprisasylaculpa.

Yahora¿qué?,volvióapreguntarse.Enunacallededoblesentido,quizáhabríadadolavuelta.Nolequedómásremedioqueesperar.Unaespañolapastoreabaalosjaponeses.Conunparaguas,envezdeuncayado.Loalzaba,comosi

fuera un estandarte, junto a la tienda. Cuando el último de los turistas cruzó la carretera,mientras lafurgoneta arrancabacontinuómirándola.Tendría sesenta años, se laveía acalorada, enelbolsopodíaguardarunyunque,peroconungestoquizámilvecesrepetidoplegóelparaguas,lometiódentroyentróenlatienda.

Torcadejóatrásalamujer,adelantóalafurgonetayrecorriódoscallesmás.MaddieCruzennadaseparecíaalaguíaturísticadelosnipones.Erafrágil.EnelAnatómicoForensehabíapasadodelbrazodeTorcaaldesupadre.

Teníaquereconocerlo:TorcanolograbaquitarsedelacabezaeldolordeMaddieCruz.SedetuvoalaspuertasdeLosBlasonesdeLavapiés.Peronosebajódelamoto.Todavíapodía

largarse.Meestoydesviando,pensó.El rastroqueme interesaeseldeEvaCanga.EldeGraphener.Para

salvar el pellejo no necesito preguntar por Maddie Cruz. Ni necesito buscar a Lisa Cruz. Si nadieencuentraalaotragemelaseráporquenosabendóndebuscarla.SeguroquenosesperaenlasaguasdeGibraltar,envueltaenhormigón.

Estonomeincumbe.Nomeimporta.Novaconmigo.Pero se bajó de la moto. Guardó el casco y sacó un pitillo. Echó un vistazo. Los Blasones de

Lavapiés convertía al hotelucho de Gran Vía en un cinco estrellas. Desde fuera se atisbaban unasescaleras y un ascensor. Salvo por unmostradorminúsculo, parecía un simple portal. El edificio, decincoalturas, estabaencajado juntoaotrosbloquesdeviviendas similares.A la izquierda, elbajo loocupabauna inmobiliaria.A la derecha, una cafetería que debía de estar conectada por dentro con elhotel,yaquesellamabaigual:LosBlasones.

Antonio Cruz debía de manejar suficiente dinero, si poseía unos apartamentos turísticos y unsupermercado,comoparapermitirseunhotelmenoscutre.Talvezhabíareservadolashabitacionessin

saberdóndesemetía,confundidoporelfastuosonombredelsitio.Encambio,recordóTorca,enBurgosexistíaunhotelconunadenominaciónparecida,peroenunantiguopalaciocercanoalaCatedral,nadaquever.

El recepcionista, un tipo en mangas de camisa con el pelo plisado y gafas de culo de botella,despegó unmomento los ojos de la pantalla de un ordenador para calibrarlo, y continuó navegando.Torca,trajeado,noleparecióunposiblehuésped.

Mientrasfumabaseacercóunpocomás.Nohabíaunamíserasillaentrelapuertayelascensor.AllínopodíaesperaraqueaparecieranAntonioyMaddieCruz.

¿Peroqueríahablarconellos?¿Paraqué?SinadiesabíadóndeestabaLisaCruz,¿quésentidoteníaabordarasupadreyasuhermana?

QuedabantreintahorasparaquesecumplieraelplazodeRodrigoyapenashabíaavanzadonada.Tirólacolillaylapisoteó.

Nomeincumbe,volvióadecirse.Peroentróenlacafetería.Unamáquinatragaperras,otradetabaco,unabarraliliputienseycuatromesasdestartaladas.Enuna

de ellas, en la esquina, oculta desde el exterior, Maddie Cruz parecía sumergida en un cuaderno.Cabizbaja,conloscodosapoyadosenlamesa,escribíaconrapidez.

Elrecepcionistatambiénhacíalasvecesdecamarero.Derepente,saliódeunpasilloparapreguntaraTorca:

—¿Quéquiere?—Unacaña—respondió.LagemelaalzólacabezaalescucharaTorca.—Notenemosbarril.¿Levaleconunbotellín?—Venga.Torca pagó, cogió un periódico y se quedó junto a la barra, sin dar la espalda a la gemela. El

recepcionistaseperdióporelpasillo.Maddiedejóelbolígrafosobreelcuadernoy,sinlevantarse,miróaTorca.—¿Quiéneres?¿Unpolicía?¿Meestásvigilando?—Bueno —respondió Torca. En casos así, convenía ser impreciso más que evasivo—, quería

hablarcontupadre...—Peroanocheestabasallí,¿verdad?—Sí,claro.Nosvimosantesdequepasarasaveratuhermana.¿Quétalestás?Soy imbécil. Puta pregunta. Cómo va a estar, pensó Torca. Un silencio incómodo los envolvió

duranteunossegundos.Torcaseacercóaellacuandocayeronlasprimeraslágrimas.—Estoy...fatal.Nopuedocreermequeestoestépasando.Nomelocreo.No...Seguíasentada,atrincheradaenlaesquina.Mientraslajovenlloraba,Torcasesintióimpotente,un

estorbo.Depiealotroladodelamesa,pocoonadapodíahacerparaconsolarla.Sólohablar.Peronoteníanadaquedecir.Aunasí,habló.

—Sémuybiencómoestás.Soyidiota,perdóname.Lajovenserepusopronto.MásporcansancioqueporlaspocoalentadoraspalabrasdeTorca.Comocualquierotrapersonagolpeadaporlatragedia,todavíanoacababadeaceptarlarealidad.

Volvióarepetirlacantinelaanterior.—Estonopuedehabernospasado.SiBeccaerauncielo,nosemetíaconnadie.¿Cómoesposible

quealguienlehayahechoalgoasí?Nopuedeser,no,nomecabeenlacabeza...Torcanosoltóningunaestupidezmás.Lapérdida,elvacío,laacompañaríansiempre.Comoatodos.

Vivimos con nuestrosmuertos, pensó. En vez de tirar de tópicos y frases hechas, optó por saciar sucuriosidad:

—¿Ytupadre?¿Arriba?Megustaríacharlarconél.

Maddiecontestómecánicamente,zambullidaenelcaféconleche.—Quéva.Llevatodalamañanafuera,deunladoparaotro.Devezencuandomellama.Desdeque

llegamossólopiensaenvolver,enllevarlaacasa.Comosiesoyaimportaraalgo.—Le entiendo. Pero no me extrañaría que el proceso se prolongue. Conviene que se arme de

paciencia—dijoTorca.Maddie,queapenasleprestabaatención,sequedóconunapalabra.Seirguió.—¿Quesearme?¿Aquévieneeso?—Quesearmedepaciencia,decía.Metemoquetardaránenentregarossucuerpo.—Sialgolefaltaamipadre,desdesiempre,espaciencia.Nosabeloqueeseso.Hacenadamelo

acabadedecir:«MoveréRomaconSantiago,perolaniñasevieneconnosotrosya.Dehoynopasa».Esomehadicho.

Torcanoqueríaporfiar.Eltiempoledaríalarazón.Cambiódeasunto.—Ojaláregreséispronto.Encualquiercaso,¿puedoayudarteenalgo?Maddiesemordióellabio.SinatreverseamiraraTorca,leconfesó:—Memuerodehambre.Nohecomidodesdequenosenteramos;cuandohebajadoaquí,hace la

tira,yanoaguantabamás.Peroaquínotienennada,estabaesperandoamipadreparairatomaralgoymehadichoquehastadentrodeunpardehoras,comopronto,noviene.Nosecansadedecirqueestáintentandoquelaniñasevengaconnosotros.¡Enlaputavidanoshallamadoniñas!

Lajovensoltólacucharilladeunavezyrompióallorardenuevo.Torcasesentó,lacalmóy,sinpensarlodemasiado,lallevófuera.Nopodíadejarlaasí.—Aquíalladohayunsitiodondenosecomemal.Ysedanbuenamaña,enunratopuedesestarde

vueltaesperandoatupadre.Vamos.En una isla desierta se habría sentido igual de escuchado, pero continuó hablando. Callada,

arrastrandolospies,MaddieCruzsedejaballevar.—Soyincapazdecocinar.Novalgoniparafreírunhuevo,lohedejadoporimposible.Sinocomo

fuera,mealimentodeconservas,embutidosyfruta.Mecuido,amimanera,peroprefierosalirdecasa.Casisiemprevoyalosmismossitios,cercadeGranVía,perodevezencuandobuscolugaresdondedenbiendecomer.Bares,restaurantesdetodalavida,tabernas...Detestolasfranquicias,lacomidabasuraylas mariconadas. Lavapiés me gusta, puedes encontrar de todo en este barrio. Comida con sabor, decualquierparte.Aquíal lado,yaestamos llegando,conun revueltoyunascazuelitas,ocualquierotracosaquelespidas,vasareponerfuerzas.Vamos,poraquí.

El teléfonodeTorcavibró,peronisiquiera losacódelbolsillo.Ya loconsultaría luego.PeroalmenosesolesirvióparaintentarsacaraMaddiedesumutismo.Lajovencaminabaencogida,aferradaasubrazocomolanocheanterior.

—Llevaselmóvil,¿no?—Sí—musitó.—Situpadrellegaantesdeloprevistonosealarmarásinoteencuentra,tellamará.¿Ynotenéis

ningúnfamiliaroamigoaquíenMadridquepuedapasaraverte?—No.LeextrañóquesóloparecierapreocupadaporBecca,peronoeraelmomentoparapreguntarpor

Lisa.¿Ignorabaquesuotrahermanahabíadesaparecido?Entraronenlatasca.Quedababastanteparalasdosdelatarde,enelcomedorhabíasitiodesobra.

Sesentaronfrenteafrente.Elcamarerolesofreciólacarta.Maddielaabrióyposólamiradacomosiestuvieraencoreano.

—¿Pidoparalosdos?¿Teapetecealgo?—Mevalecualquiercosa—dijoella.Despacharon, sin apenas hablar, una ensaladamixta, un plato de cecina, unos huevos rotos y una

cazuelitadegambas.LuegoaMaddie,quenoquisopostrenicafé,noleimportóqueTorcapidierauncortado.Mientras

esperaban al camarero, se fijó en ella. El color había vuelto a sus mejillas. Las ojeras y el peloenmarañadonoocultabanunabellezaturbadora.LasmilesdesesionesdeentrenamientoenpiscinasoenelmarquehabíanpermitidoquenadaradeEuropaaÁfrica enmenosde treshorashabían talladouncuerpoesbeltoypoderoso...Segúnhabíaleído,dabaclasesdegimnasiaenuncolegiogibraltareño.Loschavalesestaríanlocosporella.Ylosmaestros.TorcapensóqueeramásjovenqueNerea,yquesuhijo,ademásdeunachicarotadedolor.Intentóalejarcualquierotrotipodepensamiento.

Elsilencio,almenosparaTorca,comenzabaaserincómodo.—¿Cómoosenterasteis?—Por teléfono—respondióMaddie—.Allí todo elmundo conoce ami padre.Un policía de la

Verja lo llamó para darle el pésame unos minutos antes de que se presentaran los bobbies en elsupermercado.

—¿Ytúdóndeestabas?—Enelsúper.Casitodoslosdíasmepaso.—Ah,¿entoncesestabascontupadre?—No.Élcogióelteléfonoenelalmacén.Peromeenteréenseguida.Nuncalehabíaoídogritarasí.Torca imaginó laescena.No lecostóponerseen lapieldeAntonioCruz.Unpadredestrozadoy

furioso, maldiciendo al recibir la noticia. Incapaz de encajar la muerte de una hija. Incrédulo,conmocionado.EnelAnatómicoForensehabíaarrastradoaMaddiehaciaelcadáverdesuhermana.EnGibraltartambiénhabríaactuadoigual, lehabríasoltadodesopetónlamacabranoticia,yquizáhabríaarramblado con ella sin más dilación, directa al coche. Y por eso había llegado con lo puesto, sinequipaje.Maddieseguíaconlosvaquerosrecortadosylacamisetadetirantesdelanocheanterior.

AntonioCruzprimerohabíasorprendidoaTorcaporsuaspecto,porsuspintas flamencas.Luegoporsupatrimonio.Peronoleextrañóquemantuvierabuenasrelacionestantoconlospolicíasespañolescomocon losgibraltareños, llamadosbobbies porMaddie.Comopoco, el dueñodeun supermercadoestaríamásqueacostumbradoabuscarselavidaaambosladosdelaVerjaparaabastecerse.Tampocosería extraño, pensó Torca, que su riqueza procediera del contrabando del tabaco, o de cualquierchanchulloinmobiliario.Lospelotazosylacorrupciónnoconocenfronteras.

La joven exhalaba cansancio y pena, pero durante la comida no había sollozado ni se habíalamentado.Decidiótentaralasuerte.

—Perdóname,nomecorrespondeamípreguntarteesto,peroséquesoistreshermanas.¿DóndeestáLisa?

Por primera vez,Maddie lomiró a los ojos.Quizá lemolestó ese «sois», en presente.Tardó encontestar.

—Mimadresolíadecirquenohaynadamás igual,nimásdistinto,quedosgemelas.Lisaesunacabraloca.Estaráconunosamigosoconunligue.Cuandoseentere,estolavaadestrozar.Comoamí.Ypara ella será peor, debería estar aquí conmigo. Y con nuestro padre. Cuando regrese es capaz dematarla.

Torcadecidiócolumpiarse.—Mehaextrañadoquenoestuvieraaquícontigoytupadre.Loprimeroquemevinoalacabezaes

queigualestabafueradeEspaña,preparandootroretodespuésdebatirlamarcadelEstrecho.Maddieserevolvió.Elinterrogatoriodebíacesarya.—Sabestúmucho,¿no?—Quéva.SientodecirtequehoylosmediosnosólohablandeBecca.Todosmencionanalasreinas

delEstrechoyvuestroslogros.—Ya imagino. Pero yo no quiero saber nada, déjalo. Anoche, después de estar con Becca, un

loqueromeaconsejóquenopusieralateleyqueevitaracualquiertipodeentrevistaocontactoconlosperiodistas.

—Excelenteconsejo.Perdonasitehemolestado.Torcapidió lacuentaysacó la tarjetadecrédito.Elcamarerosolicitósudocumentonacionalde

identidadparacotejarloconlatarjeta.Aldepositarlosobrelamesa,Maddielocogió.—TellamasJuan.—Esocreo.Sinsonreírnilevantarlavista,añadió:—Lafotonotehacejusticia.Giróeldocumento.—Lugardenacimiento:Burgos.Lugardedomicilio:Bilbao.¿Entoncesquépintasaquí?—EseDNImelosaquéhacetiempo,cuandotrabajabaenEuskadi.LlevoyavariosañosenMadrid

—dijoTorca.Torcadecidióquehabíallegadoelmomentodeponeralgunascartassobrelamesa.—Deboaclarartealgo.Maddie volvió a mirarle. Los ojos negros, agitanados o moriscos, contrastaban con un cabello

cobrizomásbritánicoqueeltédelascinco.LamadredelasCruz,segúnhabíaleídounashorasantes,gibraltareñadeascendenciagenovesayescocesa,habíamuertodeuncáncerdemamahacíatresaños.EnSevilla,dondevivíanentonces.

—Nianochenianteshepodidopresentarmecomoesdebido.Nosoydelapolicíanideningúnotrocuerpodeseguridad,perocomopuedesverestoyaquíparaayudarte.

Lajoventampocoparecíasorprendida.Normal,pensóTorca,latragediadeBeccasolapabatodo.Maddieledevolviólaidentificaciónydejólaservilletasobrelamesa.

—¿Volvemos?—Claro.Derepente,setransformó.Unaideacruzóporsumente.Unamuecadeindignacióncambiósurostro

yennegrecióelbar.—¿Eresperiodista?Nomepuedocreerque...—No,no,tranquila.—Maddienoleescuchó,seincorporóycaminóhacialapuertamientrasTorca

laseguía—.Nosoyperiodista.Estoyinvestigandolamuertedetuhermana.Yquierocazaraltipoquelamató.

Sorda, la joven salió a la calle sin mirar hacia atrás. Echó a andar deprisa, pero en direccióncontrariaalhotel.Torcaseadelantóylaparó.

—Espera,espera.Esporallí.Déjamellevarte.Yexplicarme.Torca, sin llegar a apaciguar del todo a la joven, cuando le entregó una tarjeta logró al menos

conducirlahaciaLosBlasones.LuisLagunasehabíaempeñadoenimprimirleunascuantas.Paradarelpego:afaltadeunaplacao

deunaidentificaciónoficial,unatarjetadepresentaciónencondiciones,lujosa,enpapeldecalidad,conladireccióndelacalleSerranoenletrasdemolde,sirveparasalirdelpaso,aseguraba.

—¿Qué...quéesesodeLaguna&Campbell?—Una agencia.La principal deMadrid, o eso les gusta escuchar a nuestros principales clientes:

políticos, funcionarios de la administración, grandes ymedianas empresas...—No era elmomento dementaraloscornudosquebuscabanparejasinfieles,unfilóninagotable,niotroscasosdepocamonta—.Hacesbienendesconfiar,hayperiodistasquequerránganarsevuestraconfianzaparaconseguirsacaralaluzcualquierdetalleescabrosoosensacionalistasobrelamuertedetuhermana.Peroyoestoyaquíparaayudarte.

Torca se escuchó imitando a Laguna. No se le daba mal. Todo con tal de que Maddie no lo

confundieraconunperiodista.Lajovenseguíaconfusa.Fueradesitio.NopreguntóquiénhabíacontratadoaLaguna&Campbellni

quéclasedeagenciaera.Despuésdelestallido,regresóasudecaídoestadoanterior.Caminóconlatarjetaenlamanohastaquellegaronalhotel.Antesdeperdersedentro,lamiróde

nuevo.Selaguardóenelvaqueroyledijo:—Hasdichoquequierescazarle,¿no?Elengendroquehahechoesoamihermananomerecevivir.

6

UNAMUELACARIADAAlassietedelatardesonóelteléfono.

—¿Porquénomehascogidoantes?—Estabaocupado.—Yaimagino.¿Ycómovas?—Voy.Avanzando.Más que para recordarle que se había cumplido la mitad del tiempo de gracia, Rodrigo había

llamadoasupadreparafiniquitarelplazo.Queríapresentarle,esamismatarde,alinspectorCarballera.—Nomeheequivocado.Comosuponía,está indagandoya.Enuncasoasínopuedennoponera

alguientancompetente.Demasiadasnegaciones,pensóTorca.—¿Quémequieresdecir?¿Quevasarompertupalabra?Medistecuarentayochohoras...Rodrigoreculó.Insistió,peromantuvoelplazo.ATorcaseleolvidócontarlequealdíasiguiente,alassietedelatarde,sólopodríacharlarconel

talCarballerasiseloencontrabaenBilbao.

***

Unpardeminutosmástarde,Torcacogióelteléfonosincomprobarquiénllamaba.—Rodrigo,tranquilo,que...—¡NiRodrigonileches!¡Quiéncojonestecreesquesoy!Torcareaccionórápido.Reconociólavoz,rotaycolérica,ademásdeandaluza,deAntonioCruz.—SoyJuanTorca,Antonio.Anteshepasadoaverle,suhija...—Mihija¿qué?¿Quiénerestúparallevártelaporahí?Notevuelvasaacercaraella.¿Yparaqué

quieresverme?¿Québuscas,carroñero?Noqueremosdetectivesnidetectivas.Sitetuvieraaquídelantetemolíaapalos.

Soltóunjuramentoycolgó.TorcanoconcediólamenorimportanciaalcabreodelpadredelasCruz.Lamerasospechadeque

un detective quisiera sonsacar a Maddie le había enfurecido. Normal. Con tres bellezas por hijas,además,debíadeestarhartodeespantarmosconesydesoportarpelmazos.Puesalpobrehombreseleveníaencimaunalud,unaavalanchadecarroña: la tragediade lasCruzcontabacontodos losboletosparaafilarloscolmillosdelosperiodistasmáscutres,zafiosysensacionalistas.Sobretodo,siaparecíaotrocadáver.

Continuóconlosestiramientos.Noledolíanada,demasiado,apesardequetrotabacuatroocincodíasporsemanadurantemásde

unahora,peronoleapetecíatentaralasuerte.Correr no era sólo correr. Correr incluía los estiramientos previos y posteriores, la ducha y el

cigarrillo de después. Correr también era limpiar la mente, o despejarla al menos, y mantener lacarrocería apunto.Eradisfrutar del pasode las estaciones en elRetiro, a rasdel suelo.Pisar tierra,hierba, perder la mirada en las nubes o las hojas. Olvidarse, a veces, de uno mismo. Y, en otrasocasiones, en cambio, viajar al pasado y revivir desde los sucesos más nimios hasta los másextraordinarios.

Preferíacorrerpor lasmañanas.El tráficohastaelRetiroerasimilaralde las tardes,peroenelparque había menos bullicio. Además, incluso saliendo al anochecer el calor lo agobiaba más. Sinembargo, como lo acechaban varios días inciertos, bajó a rematar la jornada en pantalón corto ycamiseta.Y conmúsica, a través de los auriculares, amás volumen que otras veces. Pretendía alejarcualquier pensamiento relacionado con el inminente viaje a Bilbao. No lo consiguió. Demasiadosrecuerdos.

Lamemoriamiente.Los recuerdosmás alejados en el tiempo retornan, nítidos pero traicioneros,paraconfundirnos.Elpasadopasa.Noexiste.Peroel recuerdo tienevidapropia.El recuerdo resiste.Puedeanestesiarnososoliviantarnos.Puedejodernoscomounamuelacariada.

El Bilbao grisáceo y juvenil de los años ochenta, distorsionado y mitificado después de tantoslustros,emergíaenlamemoriadeTorcacargadodeestímulos.UnBilbaoclandestinoyborroka,dondeloscompadreshabíanperdidolavirginidad:allídescubrieronqueamatarsóloseaprendematando.Encambio,casinuncaseacordabadelBilbaoaburguesadoyrenacidodeprincipiosdesiglo,elBilbaoconsueldofijo,pagasextrasydespachoconvistasalaríaenEuCorp,alasórdenesdeloshermanosButrón.

En los ochenta, Bilbao era una ciudad acojonada y acojonante. Torturada por los asesinatosterroristas,laviolenciacallejeraylasextorsionesdelosetarras.Dondecientosdepersonas,amenazadasdemuerte por ETA, salían cadamañana a trabajar inspeccionando los bajos del coche, en busca debombas.Peroenlaquesecontinuabacelebrandotodoloquesepusieraatiro:lasfiestastradicionalesyreligiosas, lasexaltacionesnacionalistas, loséxitosdeportivosdelAthletic...Por lascallesdeBilbao,comoporelrestodeEuskadi,corríanlasangreylapena,perotambiénelkalimotxoylacerveza.

Corriendo por el Retiro, Torca acabó cediendo. Retornó a Bilbao. Pero en ningún instanteretrocedióalaépocadeEuCorp,lamásreciente,laquehabíamutiladolamuertedeRaquel,sumujer,en2009.Trabajandoenlacorporaciónempresarialhabíaviajadomuyamenudo,perocuandosequedabaenlacapitalvascacasisiemprelealetargabaunavidaanodina,aburrida:delunesaviernescalentabaunasillay los finesdesemanasedisfrazabadepadreymaridoenBurgos.Los recuerdosmás jugososdeesosañosprocedíandecuandoletocabaapagarfuegosportodoelmundo,alasórdenesdeloshermanosButrón,osimplementedecuandolosescoltaba.

Alpasarelestanquesefijóenunabueloconboina,sentadoenunodelosbancos.Unviejodelosdeantes.Entonces lamemoria, tan tercacomocaprichosa, lecondujoaunbatzoki vizcaíno.Allí, enuna«casadelpueblo»,debarrio,biensurtidadepinchosybanderas,treintaañosantes,Jandroyélsehabíanapuntado a un campeonato demus. Sin avisar a sus superiores, en unos días de permiso.Haciéndosepasarporunosestudiantesriojanos.Paraconocerelpercal.Habíanjugadocontraunosjubiladostocadoscontxapelasy,porfin,contraunosjóvenescomoellos.Durantelapartidaapenashabíancharlado.Sesucedieronlosenvitesylosórdagos—sobretododeJandro,pocosutil,yaquesuscontrincantesentraronal trapoy lepillaronvariosfaroles—,yalperderpagaronlasrondas.Luegosedejaroninvitarpor lapareja rival. Y descubrieron que sus contrincantes, unos euskaldunes de manual, eran chavales muyparecidosaellos.Hablarondemujeres,demúsicaydefútbol—elAthleticacababadesacarlagabarrapor la ría, tras ganar al RealMadrid la liga de fútbol en la última jornada— y se presentaron en elbarracónconlacopadelsubcampeonato,ysinvariosprejuicios.

TorcahabíaaterrizadoenBilbao,aprincipiosdelosochenta,conelpetaterepletodereglamentos,instruccionesynormas.Tanpeligrosocomoincauto.Esosañoslecostóaprenderquelavidanopuedecomprimirseenordenanzas.

***

Corrió algomenosdediezkilómetros, pero llegóal apartamentomuycansado.Demasiadocalor.Nadamásllegar,metióarefrescarunrosadodelaRiberadelDueroysacódelfrigoríficounaslonchas

delomoibéricoyunostacosdequesomanchegoenaceite.Despuésdeladucha,pusoellomoyelquesoenunabandeja,añadióunospicosdepanyunasservilletasdepapelylacolocóenlamesadelcomedor.Descorchó labotella en la encimera, llenóuna copay laposó sobreuna servilleta.Si estaba solonousabamantel,peroprocurabanoensuciardemasiado.

Habíaprevistocenarconelordenador,pararecabarinformaciónsobreGraphenerylaentregadepremiosdeldíasiguiente,peroelqueso,muypringoso,lehizodesistir.Lodejóparadespués.Cogióelmandoadistancia,abrióeldiscodurodeltelevisorybuscóunaserie.Aversicaíalabreva.

Lasseriesseguíandemoda,peroTorcanoencontrabahistoriastanpotentescomoLosSoprano,TheWireoRoma.Amenudo, enmitaddeuncapítulo,dejabadever algunas seriesqueen sumomento lehabíanenganchado.Alprincipiolecostaba.Dejarunlibroamediasosalirdelcineduranteunapelículatampocoleagradaba.Llevaba,esosí,variasseriesaldía,aritmoamericano.Peroesemesdejulionolequedaba ningún capítulo pendiente.Aguardaba impaciente el desenlace deBreaking Bad, en agosto yseptiembreemitiríanlaúltimatacadadelasdesventurasdeWalterWhite.

Esa noche concedió una oportunidad aHomeland. Conocía, a grandes rasgos, el argumento: unmarinepresodelosyihadistasregresaacasa.Casitodaslashistoriasdesoldadosyexcombatientesledejaban frío, le parecían tramposas, distorsionaban una realidad brutal, pero la vuelta al hogar delsargentoBrodylepareciócreíble.Labotelladevinoleduródoscapítulos.

Yaenlacama,recordóqueelprotagonistadeHomelandtambiénsalíaenHermanosdesangre,unaexcelente historia bélica ambientada en la Segunda GuerraMundial. Volvería a verla pronto. Luego,pensandoenseriesquemerecíanunsegundopase,seacordódeBron,unanórdicaquecomenzabaconfuerza: en el puente que une Suecia con Dinamarca aparecía una mujer muerta. Cuando la policíalevantaba el cadáver descubría no sólo que estaba partido en dos, sino también que cada mitadcorrespondíaaunapersonadistinta:unajuezayunaprostituta.

Abrió los ojos: cayó en la cuenta de que la muerte de Becca Cruz, y la idea quizá frustrada opostergada de colocar otro cadáver enGibraltar, era tan efectista ymediática como los asesinatos deBron.

Comoenlaserie,lamuertedelamayordelashermanasCruzsehabíaplanificadoconmimo.Poreso no encajaba demasiado que el asesino hubiera improvisado eligiendo a la víctima.Una vezmás,evocólaconversaciónconEvaCanga.«Nostendrásquedecirsusnombresantes.Parainvestigarlas.Sino, contemplaríamos otras opciones», le había dicho. No sólo debía capturar a unas prostitutasgibraltareñas:antesdebíaaveriguarsusidentidades.CuandoTorca,harto,habíadejadocaersiyahabíanfichadoa lascandidatas, laejecutivadeGraphener talvezhabíametidolapataal indicar:«Esprontoparahablardeeso».

¿Quéerapronto?Enaquellaprimerareunión,antesdereclutarloparaasesinarlas,EvaCanganoibaacontarlequeya«contemplaban»,quizá,la«opción»demataralasCruz.

Torcasiguiótirandodelhilodeesahipótesis:¿ysitodoelparipédelpatrioterismocontraGibraltarydeelegiraunasprostitutasocultabaunmotivomássimple?¿YsibuscabanauntipoparamataraBeccay,quizá,aLisaCruz?

Sehizounaúltimapregunta:¿eraunacasualidadquelospiesdeBeccatuvieranqueestarsepultadosenhormigón?Nopodíaserlo.Elhormigón,unengrudodecemento,arenayagua,podíaencontrarseencualquierlugar.Peroqueformarapartedelaescenadesdeelprincipioobedecíaaalgunarazónqueseleescapaba.

DiariodeMadelaineCruzdel2dejuliode201313:05-Casinolloro.

Amipadreleextraña.Sólomequiereaquíparapegarsedebrucesconmigo,pretendequeseaunespejo,quemislágrimasredoblensupena.

Peroyointentocontenerme.Lloraryanosirvedenada.La procesión siempre va por dentro. Hasta en Semana Santa. Cuando el corazón entra en

erupción,cuandoestalladedolor,notieneporquéexpulsarlágrimas.Estoyrota.QuieroestarconBecca.ConlaBeccadesiempre,conmihermanamayor,mirefugio,miángel.

Nopuedo.Quiero,necesitollorarconLisa.Nopuedo.Nodamosconella.Lacabralocaandaperdidapor

ahí.Necesitoamimadre.Comosiempre.Desdequemurió,nohaydíaenelquenomeacuerdede

ella.Desdeayerlasientomáscercaquenunca.Peronopuedohablarconella.Soy una tonta.Quiero nadar.Mar adentro.Perderme, comoGeorge.Escapar de aquí, pero no

puedo.17:45 - Hay miradas que te desnudan. Miradas lascivas, cachondas, asquerosas. Miradas

excitadasqueteexcitan...,oqueterepugnan.Puedenprocederdecualquiera,deunviejobaboso,queteconfundeconunaputa,omásbienquesepiensaquetodassomosunasputas,daigualloquenospongamosolascurvasquemarquemos,obienpuedenvenirdeunmacizotanllenodemúsculoscomoescasodecerebro,unodeesoschulazosquesecreenelcentrodelmundoperonosonmásqueKleenexdeusarytirar,cuandotelostirastienenmásganasdelucirlatabletadeabdominalesquecualquierotrapartedesucuerpo.

Haymiradas,casisiempre,queintentandespojartedetodo,dejartesinbragas,enpelotapicada,defrentepasandetucara,sólosequedanconlas tetas,ycuandopasasdelargotepalpanelculo,sientessuspupilasahíabajo,contoneándoseaturitmo.

Perohaymiradas,enfin,másprofundas.Lasmásescasas,ahondan,teperforan,sesumergenentus ojos. Entran dentro en busca de algo más: lo que piensas, lo que sientes, lo que temes o teestremece.

Esas miradas son las más peligrosas. Las miradas profundas pueden destruirte el corazón. Ytambiénpueden crujir los cimientos del aventureroque se atreve amirar así, a pechodescubierto,apostándolotodo.

Georgenosmirabaasí.Enamorado,ybuscandodiferencias.Eraagobiante.19:17 - ¿Porqué escribohoydeGeorge, precisamentehoy, enundía tan triste y lamentable?

PorquenoquieropensarenloquehagoaquíenMadrid.EsperaraquenosdevuelvanaBecca.Paraenterrarla.Y,sobretodo,porquemehedadocuentadequeayerhizounañodelamuertedeGeorge.Quécoincidenciamásmacabra.

Peroheempezadoescribiendosobrelasmiradas.Lasdelosniñosenelcolegiosonmaravillosas.Loexpresantodoconlosojos.Nosabencamuflarsussentimientos.

Hoycasitodaslasmiradasquesehanposadosobremíeransimilares.Odoypena,porquevenloquesoy,lahermanadeunachicaasesinadasalvajemente,osoyinvisible.Cuandovoyconmipadre

nadiereparaenmí.Sólounapersonamehamiradohoyalosojos.SellamaJuan,ydicequequiereayudarme.

III

MIÉRCOLES,3DEJULIODE2013

«Casiolvidoporquenuncaolvidodeltodo.»

ANTONIOLOBOANTUNES

7

LAQUINTATORRETorcaamaneciópronto.Dejólamotoenelaeropuerto.Volóenventanilla,estavezsinponerlepuertasalmar de recuerdos bilbaínos.Quizá por eso se sumergió en losmás sórdidos y cruentos.Una niña sinpiernas,mutilada porETA, le devolvió al presente. Ensombrecido por el pasado, se dijo que tal vezdeberíaviajarhaciaelsur,haciaGibraltar,enbuscadeLisaCruzodeloquequedabadeella.

AlaterrizarpidióauntaxistaquelodejaraenelHotelCarlton.Enlacafeteríasacóelteléfono—ibasinequipaje,conlopuesto,dentrodeunashorascogeríaelvueloderegreso—para,conundíaderetraso,buscarnoticiassobrelaentregadepremiosdelatarde.

Entonces fue de sorpresa en sorpresa. La primera, anecdótica, no le hizo ninguna gracia. Y lasegundalepreocupóbastante.

LagalasecelebrabaalassietedelatardeenlaTorreIberdrola.«Latorremásaltadelaciudadmásgrande»,segúnEvaCanga.Reciénconstruida,mientrastrabajabaenEuCorp,amenudohabíaleídoalgunanoticiasobresuconstrucción,peronohabíallegadoavisitarla.

El edificio contaba con unaweb promocional.Navegó por ella en busca de vídeos y fotos paraubicarse.Tambiénleyó:

LaPlanta24deledificioTorreIberdrolaconstituyeunadelasmejorespropuestasparaorganizartusreunionesdeempresaconunfondodeperspectivaúnicoeinmejorable:laciudaddeBilbaoasuspies, el Museo Guggenheim Bilbao, el campo de San Mamés, los montes Serantes, Artxanda,Ganekogorta, Pagasarri, incluso los montes del Duranguesado y el mar Cantábrico. En TorreIberdrolahemoscuidadohastaelúltimodetalleparaconvertirtupróximoeventoenunéxitoseguro.En el edificio más alto de Euskadi y en el nuevo centro financiero y económico de la ciudad, teofrecemosun espacio diáfano y versátil de 1.000m², exclusivamente destinadoa la celebración dediferentesactos,eventosocenasdegala.

EnunadelasseccionesdeesawebdescubrióqueelarquitectodelaTorreIberdrolaeraelínclitoCésarPelli.EseargentinotambiénhabíafirmadounadelasCuatroTorresdeMadrid.Precisamente,laTorredeCristal,dondehabía trabajadoJavierMarsé,unode loscompadresydesusmejoresamigos.Unatorrequejamásvolveríaapisar.

Esa coincidencia le diomal fario, pero la segunda sorpresa le inquietó. JuanMariButrón iba arecibirunpremiojuntoconEvaCanga.Hayquejoderse,quécasualidad,pensó.

Ladirectiva recibiríaunadistinción, abuen seguro,desmesuraday equivocada.UnpremioOpenInnovation por «la decidida apuesta deGraphener por el desarrollo sostenible en las investigacionesbiotecnológicas». Otras empresas iban a ser galardonadas con palabrerías tan rimbombantes ygrandilocuentes,peroelprincipalhomenajeadoenlagalaibaaserelhermanomayordelosButrón.ElpresidentedeEuCorp,elhombrequehabíafichadoaJuanTorcacuandosedisgregaronloscompadres,recibiríaelpremioEuskadialmejorempresario,elúltimodelagala.

***

Aburrido,sinsaberquéhacerhastalaentregadepremios,conelteléfonotodavíaenlamano,releyóelinformequehabíafotografiadoenelAnatómicoForense.

DedujoqueelsicariohabíaraptadoaBeccaCruzsintenerqueforcejearconella,apuntadepistolaoamenazándoladecualquierotraforma.Lajovennoteníaheridasnimarcasdecuerdasoesposas.Luego

la habíametido en unmaletero o en una furgoneta para atravesar la frontera.O quizá previamente sehabíacitadoconellaenAlgecirasoencualquierotrolugar,yaenEspaña.Habíarecorridomediopaíscon ella, por carretera, y luego había ejecutado el resto de las fases—inmersión de los pies en elhormigónylanzamientoalrío,quizáconellainconscienteoamordazadahastaelúltimoinstante,yaquenadiehabíaescuchadogritoalguno,limpiezadepruebas—sindesviarseunmilímetrodelplanteamientoinicial.Sinimprovisar,sincometererrores.

***

—¿Notelodecíayo?Elmundoesunpañuelo.Rebosantedemocos.Convirus,flemasygargajos.Yaquíestamos,comosifueraayer,túyyo,Juan.

Despuésdelaentregadepremios,cuandoelcóctellanguidecía,JuanMariButrón,desmejoradoyenvejecido,conbolsasenlosojos,sehabíaabiertocaminohaciaél.Ensilladeruedas.Alrecogerelpremiosehabíaapoyadoenunbastón,peroluegonohabíaaguantadodemasiadodepie.

—No te alarmes. Voy a cuatro ruedas temporalmente. Me jodí la cadera jugando al pádel. Pormarica.Enelfrontónnomehubieralesionadoasí.

—Conmigo,fijoqueno.Metocabairaportodaslaspelotas.JuanMariButrónsoltóunacarcajada.—¡Nuncahetenidounaparejamejor!¿Siguesjugando?—Quéva.Ahoracorro.—Te pega. Te veo fino, Juan. En la capital seguro que no te dan de comer tan bien como aquí.

Acompáñanos,aversienesabarrasirvenalgodecente.Empujabalasilladeruedasuntiponuevo.UnTorcatuneado,másfornido,másjoveny,aprimera

vista,bastantecapullo.La gente se apartaba según se acercaban a la barra, hasta que un exlehendakari se acercó para

saludaralempresario.—Notevayasmuylejos,Juan—leordenóantesdeestrecharlamanoalpolítico.

***

Torcasealejóunospasos.ElacompañantedeButróntambiénretrocedió,perocuandouncamarero

sedetuvoanteellossóloTorcacogióunacopadevino.—EresJuanTorca,¿no?—Esocreo,¿por?—Pornada.Aveces nos habla de ti. Para ponernos a caldo. JuanTorca habría hecho esto, Juan

Torcahabríaactuadoasí,JuanTorca...—Yaserámenos.Sóloeraunmandado.—Como todos. Pero es un coñazo.Dice que eres el único que le ha dado calabazas. ¿Quépasa,

despuésdelfrontónosduchabaisjuntos?—Claro.Ycontumadre.Parecían hermanos. De complexión y altura similar, separados por dos o tres lustros, también

movían los labios de manera parecida. Hablaban rápido y quedo, sin desviar la mirada de susrespectivos objetivos. El tipo, como no apartaba la vista de Juan Mari Butrón, en ningún momentopercibióqueTorcavigilaba el otro extremode la sala:EvaCanga, aupadaporunos taconesy con lamelenasuelta,recibíalasatencionesdelpresentadordelactoydeotrosdospremiados.

—¿Yquépintasaquí?¿QuieresregresaraEuCorp?Torcanollegóacontestar.JuanMariButróndespachóalpolíticoytorcióelcuello.Seacercaron.

—VeoquehashechobuenasmigasconJosu.Bien,bien.Juan,¿quétetraeporestastierras?Torcaesperabaesapregunta.Contestósindudar.—Elgrafeno.Yelhormigón.—¿Yeso?—JuanMariButrónenarcóunaceja.—Uncliente.Elempresarioelevólaotraceja.Torcadescifróambosgestos.Lepicabalacuriosidad.—DileaRicardoqueprepareelcocheyespéranosenelascensor.AhoramellevaJuan.Josusefue.—Tiraparaallá.Torcaempujólasilla.Sedetuvieronanteelventanal.—DesdeaquíelGuggenheimpareceunsapoconalas.¿Sabesqueestárecubiertodetitanio?—Mesuena,sí.—Puessiloconstruyeranahora,lepondríanunamanodegrafeno.Seinventaríancualquierpretexto

—leexplicóJuanMariButrón—.Parapreservarelmedioambiente,paracombatirlacorrosión...,olometerían sinmás, porque le sale de los cojones al arquitecto. El grafeno se ha puesto demoda.Meinteresahastaamí,Juan.Antes,enlasalturasdelestrado,hevistocómofichabasalachicadeMarioBarberá...Ydesdeaquíabajotampocopierdesdetalle,siguesvigilándola.¿TuclienteesGraphener?

En la otra punta de la planta 24,EvaCanga, paraButrón tan sólo «la chica deMarioBarberá»,quizáhabíaelegido.Elpresentadordelacto,unperiodistade la televisiónautonómicavasca,babeabasinrivales.EstavezTorcanorespondiótanrápido.Suclienteeraélmismo,nadiepagabaporsutiemponidebíadarexplicacionesanadie.Peroconsuantiguojefeleconveníaestardebuenas.

—NotrabajoparaGraphener.—¿YcontraGraphener?—Creoqueno.Hastaahípuedocontarte,porahora.—Perosiguesconunodetuscompadres.ConLaguna,¿no?—Aveces.JuanMariButrónsonrió.—Veoquenohascambiado.Bien.Muybien.Vamosahacerunacosa...Hoynomebajodelandamio

hastatarde,metocacenarenAjuriaEnea,ymañanasaltoaFranciaparavisitarlafábricadelasLandas.¿Qué te parece si luego te pasas por casa, sobre las doce, y parloteamos con calma?Ya nadie bebeconmigo,tubotelladevodkasiguecomoladejaste...

AntesdelamedianocheelvueloderegresoaMadridyalehabríadejadoenBarajas,peroTorcaaceptó.EltalMarioBarberánolesonabadenada,aunquetampocohabíapedidoaPacoCifuentesquediseccionaraGraphenerafondo.LasimpresionesdeButrónocualquiercomentariosuyopodíansertanvaliososcomolosrastreosdeCifuentes.

—¿Ymevanacachear,ocontinúaBenavidesenlagarita?—Lequedauntelediarioparajubilarse,perosigueconmigo,alpiedelcañón.Sealegrarádeverte.

Comoyo.

***

Nadamáscerrarselaspuertasdelascensor,TorcallamóaLaguna&Campbell.Marisaseguíaallí.Lepidióqueintentaracancelarsuvuelodevueltayqueleconsiguieraunaplazaparaeldíasiguiente.

—¡Vaya,vaya!Yameolíayoque ibasa ligar...Veréquépuedohacer.Aunamala tevuelves enautobúsoentren;luegotemandounmensaje.

—¿Cifuentestodavíaandaporahí?TorcaqueríapedirlequerastrearaaMarioBarberá.

—Chico,quéfijacióntienesconelretacoese.Estatardenohavenido,¿tepasosumóvil?—Vale,aunqueahoranopuedollamarlo.Porsiacaso,mañanacuandoleveasdilequemepegueun

toque,porfavor.—¿Quetepegueuntoque?¿Él?¿Yyoqué?—Túmepegasloquequieras.

***

Torcanoguardóel teléfono.Esa tardehabíavibradobastante.Sobre todo,porculpadeRodrigo.

Lascuarentayochohoras te lashaspasadoporel forro, ledecía suhijoenelprimerode los seismensajes que había recibido, a las siete y cincominutos de la tarde. El chaval, que además le habíallamadocuatroveces,estabamásdecepcionadoqueindignado.Novolveréaconfiarenti,lesoltabaenotro. Pero en ninguno de ellos le amenazaba con Carballera. Pendiente de Eva Canga, le contestótelegráficamente:

EstoyenBilbao.Ibaavolverhoy,peroregresomañana.Tengobuenosmotivos,yaloverás.Encuantopueda,dentrodeunrato,tellamo.

***

El presentador salió trasquilado cuando se atrevió a rozar la espalda de EvaCangamientras lecuchicheaba algo supuestamentegracioso.Una incursión tanprudenteprovocóque la ejecutiva trazaraunapanorámicaporlaplanta,talvezparadetectarsialguienhabíaadvertidolasconfianzasdelvasco,oparabuscar a alguien conocidoydarle plantón.No se fijó enTorca.Ni ennadie.Tras el infructuosocabeceo,desplegóuna sonrisa impostada, le tendió lamano,muy formal,paradespedirsey sedirigióhacialosascensores.Comoella,otrosmuchosabandonabanyalasala.Sindudarlo,saliódetrásdeellaysemezclóconmásgente.EvaCangasemetióenunascensor,denuevosinreconoceraTorcacuandosecolódentro,yalllegarabajocaminóapresuradaporelvestíbulohacialasalida.Parecíaagobiada.Enelascensor,conunasonrisaboba,habíaacarreadoconlasdosmanoselpremio,unzurullodecobreconpintadepesarbastante.MientrassalíadelaTorreIberdrolaloagarróconlamanoizquierda,parasacarcon la derecha un teléfono de un bolso de raso minúsculo, a juego con el vestido. A pesar de quecaminabaconunobjetoencadamano,aTorcaleparecióqueusandoelpulgartecleabaoconsultabaunmensaje.

Enlacallesedirigióhacialaparadadetaxisdelaplaza,aunosmetrosdelapuerta,ysesumóaunapequeñacola.Mediadocenadepersonaslaprecedíanymuyprontovariosdelosquehabíanbajadoalavezsecolocarondetrásdeella,mientrasunpardetaxisengullíanaunaparejayatresamigos.

Cuandollegarondosvehículosmás,Torcaaprovechólaoportunidad.DecuatrozancadassecolocójuntoaEvaCangaylacogióporlacintura,comoaunanovia.—¡Atiempo!Yaestoyaquí,cariño.Duranteunadécimade segundo,a lamujer se lepasópor lacabezaqueelpresentadordeEITB

ceñía su talle. El brazo de Torca, firme, cálido, la había confundido. En los instantes siguientes,desconcertada,sinreconocerlo,sucerebrotratódenodejarseseducirporeltonoamistosodelavozdeTorcayquizácotejósuoloryalientoconlosdesusnoviosyamantes.Perolavistamandóunapunzanteseñal de alarma. Con los ojos como platos, se estremeció. Cuando trató de zafarse, Torca ya laapremiaba,yalaempujabahaciauntaxi.

—Entra,entra,quenostoca.Corre,queperdemoselavión.Todavíasumisayconlos labiossellados,seaposentódemalamanera,dejandoaldescubiertoun

musloquedeleitóaltaxista,graciasalespejoretrovisor.

—Alaeropuerto,porfavor—dijoTorca.—¿PorDeusto?—preguntóeltaxista.—Adelante.Coneltaxistadetestigo,EvaCangaintentóreponersedelsusto.Seajustóelvestido,metióelmóvil

enelbolso,perosinabrocharelcierre,yconlaespaldamuyerguidaempezóarespirarprofundamente.Torcasefijóenelbolso.Nodejóqueserelajarayatacódenuevo.Volvióarodearlaconelbrazoy

sepegóaellaparasusurrarlealoído:—¿Yahoraquéhacemos?¿Repetimoscitaenunhotel?Siquieresledigoaltaxistaquecambiede

rumbo,oquesedesvíeynosdeje juntoaundescampado.Solos túyyo,podemosretomarlodondelodejamoselotrodía.Opodemosdejarquenosllevealaeropuerto—lavozdeTorca,lenta,atrapabatodala atención de Eva Canga, que había reaccionado a esa última acometida tensando el cuerpo ytaladrándolocon lamirada,peromanteniendo los labiossellados—,meternosdentro,que lascámarasnosgrabenjuntos,pediralgoenlacafeteríaycharlarahícomounaparejacualquiera,comosi túyyosólosupiéramosdeRebeccaCruzporlosperiódicos—Torcabajóaúnmáslavoz—,comosinofuerasunagrandísimahijadeputa.

Antesdesepararsedeella,lamordisqueóenelcuellojustocuandosusdedossacabandelbolsoelmóvildelamujer.Apenaspresionó,perologróquelamujerabrieralaboca.Aldeshacerelabrazo,seguardóelteléfonoenlaamericana.

ElcocheyahabíaatravesadoelpuentedeDeusto.Sinalzardemasiadolavoz,peroincluyendoaltaxistaestavez,Torcavolvióapreguntar.

—Bueno,cariño,¿quéhacemos?Los ojos de Eva Canga desprendían odio y miedo, confusión y dudas. Torca debía decidir con

rapidez.Improvisar.¿Quépodíasacardeella?¿Yquépodíahacerconella?—Jefe,casimejortireenlasiguienteporladerechaydéjenosenelcampus.Quetodavíafaltaun

ratoparanuestrovuelo.Mientras se acercaban a la Universidad de Deusto, Torca advirtió que apenas había tráfico ni

estudiantes.Aunqueibanadarlasnueve,todavíanohabíaanochecido.El taxi se detuvo cerca de la sede central. Un edificio imponente, para Torca bastante mejor

encajadoensuentornoqueladescomunaltorrededondevenían.TorcarecordólainquietuddeRaquel,sumujer,cuandoRodrigodecidióenrolarseenlaacademiadePolicíadeÁvila.«LlévateloaBilbao,queestudieenDeustoloquesea,cercadeti»,lehabíaimplorado.

TorcaordenóaEvaCangaquebajara,mientraspagabalacarrera.Entregóunbilletedediezeurosysaliódeprisa,dejandolavueltadepropina.

—Ven,vamosasentarnosenesebanco.Yavesdóndeestamos,noteharénada,vamos.ElpremioahoralepesabaunquintalaEvaCanga.Casitantocomolaspiernas.Nuncasehabíavisto

enunasituaciónsimilar.«LachicadeBarberá»,asísehabíareferidoaellaJuanMariButrón.Eraunaempleada.Torcalequitóelpremioylacondujohastaunbanco.Secruzaronconunpardecorredores.Dejóquesesentara,peroélsequedódepie,sopesandoelpremio.

—Novoyagolpearteconesto.Casiseguroqueno.Peroiguallotiroalagua.Yatitambién.¿Aquégilipollasselehaocurridodarosalgoasí?

Torca señaló al río, alNervión, quediscurría por el campus.Cabizbaja,EvaCangadespegó loslabios.

—Aunjuradoconvenientementeinformado,quesabeloquepodemoshacersinosdejantrabajar.—¿Y ese jurado os conoce tan bien como Rebecca Cruz? ¿Y sabe que matarla os pareció...

conveniente?Lamujer,comoeneltaxi,respiróhondovariasveces.EstavezTorcadejóquesetranquilizara.—Yalosabes.Queríamosmandarunmensaje.Muyaltoymuyclaro.

—¿Aquién?—AGibraltar.Alosingleses.YaEspaña.—¿Tecreeslaschorradasquedices,otehanlavadoelcerebro?Nadieentiendenada.Queaparezca

unachicagibraltareñaenelManzanaresnosignificanada.Uncadávermás.Yundementealquecazar.—Muyprontotodoelmundoloentenderá.ATorcalepalpitaronlassienes:LisaCruz,lagemeladesaparecida.—¿Cuándo?¿CuandoelotrocadáveraparezcaenGibraltar?Nadiehablarádepatriasnidenada

porelestilo.Sólodequehayunasesinoenseriesuelto.—Esoesloquetúcrees.Torcapasóde largolasestupidecessobreelmensaje.Porahora.Sus tripasmandaban.Lepedían

queleconfirmarasihabíanasesinadoyaaLisaCruz.—¿Laotrayahamuerto?EvaCangaesbozóunasonrisa.Comenzabaacogerlasriendas.—¿Tú qué crees?Muy pronto lo averiguarás. Pero te aconsejo una cosa...—Por primera vez le

sostuvolamiradaaTorca—.NovayasaGibraltar.—¿Poresomellamasteeldomingo?Dijistequemeconveníaestarcallado,¿porqué?—Lo sabes de sobra. Cometimos un gran error al contarte nuestros planes. Pero todo tiene

solución...Quelamujertrataradeamedrentarlolesorprendiómenosquesumutación.Laasustadapasajeradel

taxiseenvalentonabapormomentos.—¿Ylasoluciónesamenazarme?Soyunmalenemigo...—Seguro. Queme tengas aquí lo demuestra. ¿Pero a qué has venido? ¿Qué necesidad tienes de

involucrarteenesto?Notienenadaquevercontigo.Torca no respondió. Intentó ponerse en la piel de la mujer. El razonamiento de Eva Canga era

diáfano:noteacerquessinoquieresquemarte;eresuncabosuelto,unrastroquesepuedeeliminar,peronadanoshacíapensarquetuviéramosqueeliminarte...Hastaahora.

Ambosllegaron,casialunísono,alamismaconclusión.Torcacomprendióporquéyanoletemía.—Sé qué quieres —prosiguió la ejecutiva—. Dinero. Te has tomado muchas molestias para

encontrarme, eso no lo dudo, y te crees que tu silencio sirve no sólo para mantenerte a salvo, sinotambiénparaforrarte.¿Aqueestoyenlocierto?

Elcallejónsinsalidasedespejaba.DesdequedecidióviajaraBilbaoaporEvaCanga,preferíanopreguntarsequépodíahacerconella.¿Debíaentregarlayentregarseyaalapolicía?¿Serviríadealgo?Elmalyaestabahecho.Elcuerpolepedíasonsacarla.VengaraBeccaCruz.AyudaraMaddie.EnLisapreferíanopensar,yaladabapormuerta.

Torcadiounpasomás.—Tedejarémarcharsimecuentastodoloquesabes.Hastaentoncesdeaquínotemueves.EvaCangapodíaserunamarionetadeesetalBarberá,perotampocoeraunpelele.Selevantó.Ylo

desafió.—Yateheaguantadobastante.Ahoravoyalargarme.—No,todavíano.Torcalapillódesprevenidacuando,conunempujón,ladesequilibró.Cayódeculo,albanco.Torca

sesentójuntoaellayrecurrióauntrucotanviejocomoefectivo:simularquelaapuntabaconunarma.Metiólamanoenelbolsolateraldelaamericana,agarróprecisamenteelmóvilquehabíasustraídoeneltaxi y, a travésde la tela, lo apoyóen el costadode lamujer.Desde lejos, toda la escenaquizá sóloparecióunadiscusióndedosenamorados.

—Noquierodispararte.Ymenosasí,mepringaríaentero.Ylabalatevaadestrozarpordentro.EvaCangaperdióelcolor.Ylaarrogancia.Torcaapretóunpocomásypreguntó:

—¿Vasacontarmetodo?Lamujerasintió.—Sihubieraaceptadoelencargo,¿habríasacabadodiciéndomeaquiéndebíamatar?—Creoquesí—respondióvencida.—¿Locreesolosabes?—Séquelaeleccióndebíasernuestra.Nopodíamosdejarnadaalazar.—BeccaCruznoesunaprostituta.¿Porquéella?—¿Becca?Se llamabaRebecca. ¿Quién te ha dichoquién era o dejaba de ser?Además, para la

gentecomotú,paraloshombres,¿nosomostodasunasputas?¿Quémástedaquemueranellas,envezdeunasrumanasounasnigerianasesclavizadasporlasmafias?

EldespechodeEvaCanganoparecíafingido.Torcainsistió.—¿Porquélaelegiste?—Yonofui.Ypuedesdispararmeohacerconmigoloquequieras,tedaráigual.Noséporquéfue

elegida.—¿LodecidióMarioBarberá?Lacaradelamujercambió.—Quizá—musitó.Torcaapretómás.—¿Dóndepuedopreguntárselo?EvaCangalomiródesconcertada.—¿Nolosabes?Creíaquehabíasaveriguadotodo.—Loqueyosepanoteimporta.¿DóndeestáMarioBarberá?Eva Canga, tal vez, se mordió la lengua. O al menos se pensó la respuesta. No esperaba esa

pregunta.—Yaveoquenoconocessuhistoria.Notienesniputaidea.Maltevaair,entonces.Llevocasiun

añosinverle.Torcacambiódetercio.Graciasalmóvilpodríadarconél.EvaCangamanteníaaduraspenasla

compostura,lavozletemblabamenos,peroTorcaolíasumiedo.—Estoyaacaba.Noquierodispararte.Tedejarémarchar.¿QuévaapasarenGibraltar?—¡No lo sé! Sólo sé algo que suele decir Barberá. Que las semanas empiezan en lunes. A los

medioshayquedarlescarnazacuandomáshambretienen.—¿Ylahermanayaestámuerta?—¿Dequéhermanahablas?¡Nosémás!Barberámeapartócuandofracasécontigo.Torcacreyóencontrarunacontradicción.—¿EntoncesporquémehasdichoquenovayaaGibraltar?—Porquelabasenohacambiado.Séqueelluneshabráotroimpacto.—¿Otroimpacto?¿Aquécojonesterefieres?—Otroimpactomediático.Elsegundo.—¿YtampocosabesquiénhamatadoaRebeccaCruz?—Dispara,tíramealagua,hazloquequierasconmigo.¡Peronolosé!Ynotengoporquémentirte.

Barberá se equivocó contigo. Pero también conmigo.Yo no valgo para esto.Me dijo que volviera aocuparmedemisasuntoshabituales.¡Eslaverdad!Poresoyanosénada.Noséquiéntehasustituidoniquéestánhaciendo.

Torcanosedioporsatisfecho,peropocomáspodía rascarensemejantescondiciones.Aflojó lapresión.NopodíameteraEvaCangaenunzulonitorturarlahastasacarleelúltimoápicedeverdad.Ysilallevabaaunacomisaríanosaldríandeallíningunodelosdos.Soltóelmóvilysacólamano.Ybajólavoz.

—Escúchame.DileestoaMarioBarberá:misilenciovalemucho,peronosécuánto.Dilequelocalculeél,aversiacierta.¿Estáclaro?

—Sí.¿Puedoirmeya?—No.Teiráscuandoyolodiga.UnaluvióndepensamientosalterabaaTorca.¿Eraunatemeridaddejarlalibreconelmensajepara

MarioBarberá,alparecerquienrealmentemovíaloshilos?Butrónlahabíadegradadoal llamarla«lachicadeBarberá».Sinomandaba,eraalguienprescindible.SuobjetivoeraBarberá.YeldeRodrigoyelinspectorCarballera:yanopodíacaminarensolitario.

—Voyamarcharmeyoprimero.Caminando.Ytútevasaquedaraquí.Quieta.Sinhacernada.Hastaquemepierdasdevista.Entonceslárgate.YdileaBarberáquepongaprecioamisilencio.Oquevengaapormí.Leestaréesperando.

Lamujervolvíaahacerelparipé.Despuésderespirarprofundamente,lerespondió.—Trasladaré tumensaje. Tendrás una respuesta, eso te lo garantizo, muy pronto. Barberá nunca

duda.

8

UNMÓVILTorca tiró hacia el edificio central, despejando la huida a EvaCanga, que podía regresar por dondehabíanvenido.Aunque,sinteléfono,tardaríaensalirdeallí.Nopodíallamarauntaxiniparecíafácilqueenesazona tanpoco transitadaencontrarauno libre.SioptabaporcaminarhaciaBilbao, teníaunlargotrechopordelante.

Cada quince o veinte pasos, Torca se detenía, se giraba y la miraba. Parecían dos amantesdespechados.EvaCanga,enpie,quieta,nocambiódeposturahastaquenolossepararonunoscincuentametros.Sóloentoncesabrióelbolso.Torcasiguióandando.Algirarselasiguientevez,lamujerestabaagachada,buscandoenlosalrededoresdelbancosuteléfono.CuandoTorcallegóaledificio,lamujer,bastantealterada,continuababuscándolo.Torcadoblólaesquina.

Encuantolaperdiódevista,seapresuró.Lamemorianolehabíafallado.Comoenlafachada,enese lateral también había coches aparcados. Varios de ellos, antiguos, fáciles de puentear. Losestudiantes, incluso loshijosdepapá,avecesheredabanchatarrasquedeberíanestarenundesguace.Loscochesactuales,conordenadorabordo,lesuperaban.Eligiósupresaconrapidez:un«escarabajo»conmatrículaantiguaperoreciénpintadodeamarillo.

Elpremiosirvióparaalgo.Torcasequitólaamericana,agarróelmojóndecobreparagolpearlaventanillaconlabasedepiedra,sevendólamanoconlachaquetaydestrozóelcristaldeungolpe.Semetióenelcoche,hizounpuenteyloarrancó,aunqueconmásesfuerzodelqueesperaba.

Cuandollegóalacarreteraprincipal,novioaEvaCanga.Entrelasfarolasyasecerníalanoche.Avanzóenprimera,muydespacio.Notardóendivisarla.EndirecciónaBilbao,corríaporelarcénconlostaconesenlamano.UnaCenicientadesesperada.Aguantóuncentenardemetros.HastaqueunBMWconestudiantespasóasuladotocandoelclaxon.Másnerviosaqueagotada,EvaCangasesentóenotrobancoysecalzóloszapatos.Torcafrenó.

Nopodíadesperdiciarniunsegundo.Ahoradebíajugarbiensuscartas.Sin dejar de vigilarla, llamó a Rodrigo. Su hijo respondió, por una vez, antes de que cesara el

primertimbrazo.Cabreadoyquejándose,peroTorcalecortóenseco.—¡Tengodosnombres!¿Losquieres?—¿¡Cómo!?—Escúchamebien,Rodrigo.Estoestanimportanteparamí...comoparati.Todavíanohashablado

conCarballeraniconningúncompañerotuyosobreRebeccaCruznisobremí,¿verdad?—No.Yosíquehesidofielamipalabra.Nocomotú,que...—Cállate.Ahoravasaentenderme.¿Puedesapuntar?—Sí.Torcaselanzóalapiscina.—BuscaaCarballera.¡Ya!Ollámale.Levasadecirquetupadre,quetrabajacomoinvestigador

privado,haconseguidounapistamuyimportanteyquierecolaborarconvosotros,que...Rodrigoseguíaenotraonda.Contonodesabrido,leinterrumpió.—Nohabíamosacordadoeso.Quedamosenquevendríasconmigo...—¿Y qué hago? ¿Me teletransporto? ¡Estoy en Bilbao, joder! Y no hay un minuto que perder.

Escúchamebien.HablaconCarballera.Encuantocuelgues.Oconquienquieras.DilesquetupadreestáinvestigandolamuertedeRebeccaCruzyquehaaveriguadoqueMarioBarberá,apúntalobien,Mario

Barberá,esquienhaencargadoelasesinato.Ynosóloeso.QueBarberáquizáhamandadoasesinaraotramujer,aLisaCruz,unadelashermanasdeRebecca.Yqueenesecasosucadávervaaaparecer,ellunes,enGibraltar.YqueEvaCanga, ladirectoradeGraphener,essucómplice.¿Hasapuntado todosesosnombres?

Rodrigoquizánodabacréditoaloqueestabaescuchando,perolerespondióconrapidez.—¿Gráfaner?¿Cómoseescribe?Torcaselodeletreó,ysiguióhablando.—Hayalgomás.AcabodebirlarleelmóvilaEvaCanga.Estamosen laUniversidaddeDeusto.

Además,estoysiguiéndola.Encuantopueda,tellamodenuevoytedigoadóndevayquéhace.Entoncesmediráscómoosentregoelteléfono,enunacomisaríadeaquíodondemedigáis.

—Entendido.—Medistecuarentayochohoras.Creoquelasheaprovechadobastantebien.AvisaaCarballera.

MañanaencuantovuelvaaMadridhablaréconél,oconquiendigáis.Peronopodéispararmeahora.Consigueeso.Osdiréadóndevayosdarésumóvil.¿Deacuerdo?

—Lointentaré.—Mevale.Hayalgomás.Estoque tevoyacontarnose locuentesaCarballeranianadie,por

favor.Quizánoseaimportante.MarioBarberá,segúnEvaCanga,debedeseruntipobastanteescurridizoodifícildelocalizar.Hoyeslaprimeravezqueoigosunombre.

—Amítampocomesuenadenada,¿y?—¿TeacuerdasdeJuanMariButrón?Rodrigosoltóun«¡joder!»porrespuesta.Yañadió:—¿EuCorpestáimplicada?—No,no,paranada.PeroJuanMariconoceaBarberá.Nomedigasporquénicómo.Sipuedo,

luegomepasaréaverlo.EsonoselodigasaCarballera.Noosincumbe.Sisacoalgointeresante,oslodiré.¿Deacuerdo?

—Esto es muy grande para mí—reconoció Rodrigo—. Pero te haré caso. Sigue a esa mujer yllámamepronto.VoyalocalizaraCarballera,estoselotengoquecontarenpersona.

—Sí.Loúltimoquequieroesjoderte,Rodrigo.Ytampocohagoesto,laverdad,paraqueteponganunamedalla.Perotienesquesabermanejarlo.Nolesdigasquemedistedosdíasniquemeencontrasteenunvídeocuandosacabanalachicadelrío.Elultimátumnohaexistido.Ytampocotuvisitadellunes.

—¿Porquéno?—No vayas de ingenuo por la vida, que ya eres mayorcito. Con esta información puedes ganar

muchos puntos. Pero si averiguan que el lunes ocultaste información relevante sobre el asesinato, tearriesgasaquedenlavueltaalatortilla.

Rodrigo,enciertomodo,lediolarazón.—Voysiempredecara,sinmaquillarlaverdad.Estoquedicesnoesdemiestilo.—Ya,vascomountoro,conloscuernospordelante.¡Madura,Rodrigo!Salvaelculo,ysálvame.EvaCanga,mientrastanto,habíacruzadolacarretera.Aunquepasabanpocoscoches,seguroqueno

tardaríaendetenersealguno.ConelbrazoestiradoyeldedogordoapuntandoaBilbao,hacíaautostop.Torca dudó. Podía arrancar y llevarla a una comisaría. Pero seguirla, como ya había dicho a

Rodrigo,tambiénpodíaserfructífero.UnFordEscort,concuatroestudiantes,decidióporél.Sedetuvo.Unchavalbajó,cedióelasiento

delcopilotoaEvaCangayseapiñódetrás.Torcasedispusoaseguirles...,peroelescarabajosecaló.Soltandoimproperios,conectódenuevo

los cables.Al tercer intento, arrancó el coche. Por suerte, el Ford no corría demasiado.No tardó enacercarse.

MientrasregresabanaBilbao,llamóaLuisLaguna.

—Luisito,escúchamebien.SigoenBilbao,sipuedo luego tecuento todo.¿SabesquiénesMarioBarberá?

—¿MarioBarberá?¿UnparientedelaalcaldesadeValencia?Niputaidea.—Es alguien vinculado a Graphener y a Eva Canga. Y quien ordenó matar a la chica del

Manzanares.DíseloaCifuentes.¡Quesaquetodoloquepueda!—Estoestáhecho.¿Algomás?UnaseñaldestopleobligóaacercarsedemasiadoalFordy,aúnpeor,aponerenpuntomuertoal

escarabajo.Alreiniciarlamarchaelmotorpetardeó,peronoledejótirado.—Sí.Mehepuestoenelpuntodemira.—Vaya.¿Dequién?—DeBarberá.Ydelapolicía.Selohecontadotodo,ocasitodo,aRodrigo.Tambiénvanatratar

depillaraBarberá.Yacabaráninterrogándome.Yluegotalvezati.¿Serásmiescudo?—Diréloquemedigasquediga.Cómono.—Noesperabamenos.Averquétepareceesto:siespreciso,diréqueellunes,cuandosalíaconla

motoadarunavuelta,vieloperativopolicial.QuecontemplécómosacabanaRebeccaCruzyquedesdeentonces, como no puedo quitármela de la cabeza, estoy investigando sumuerte, ayudado como biensabesportuequipo.

—Yapoyadopormí.Conmiaprobación.Queremosayudarycolaborar.—Gracias,Luis.AnoserqueahorasigaaEvaCangahastaAlicante,ohastaelinfierno,mañaname

vuelvoaMadrid.Antesdeiradeclarar,intentaréhablarcontigo,paranodejarningúnflecosuelto.—Puesentoncescasimejorteesperoenelaeropuerto,¿no?—Estaríamuybien,perohedejadoahí lamoto.Cuando llegueaBarajasvoya laoficina,oa tu

casa,dondeestés.Marisameibaacogerelbillete,quetedigacuándollego.Todavíanoloséniyo.—Mañananosvemos,amigo.Tranquilo.CuandoLagunacolgó,yaseadentrabanenBilbao.Peroentoncesunsemáforoenrojosecruzóensu

camino.El coche secaló.Torca intentó resucitar elpuente,peronohubomanera. Jurandoenarameo,perdióelrastrodeEvaCanga.

***

Porinercia,acabóenelCarlton.Doblementechafado:porperderaEvaCangaypornosercapazdeaccederasuteléfono.Laejecutivaloprotegíaconunacontraseña.AunqueCifuentesolapolicíapodríansaltársela,élnosabíacómo.

Como le quedaban dos horas para visitar a JuanMari Butrón, reservó una habitación. Ya en elcuarto,recibióuncorreoelectrónicodeMarisaconlahoradelvueloderegresoaMadrid,lassietedelamañana,yelbillete.Justoentonceslellegóotromensaje:Laguna,yaaltantodelviaje,leesperaríaensusegundodespacho,en lacafeteríacercanaa laoficina,desde lasnueve.Ademásdejabacaer,escueto,queJandrodesayunaríaconellos.

Torcaseacordó.EnVallecaslehabíadichoaJandroquellamaraaLuisitosinodabaseñalesdevida.Lereconfortósaberquesuscompadressepreocupabanporél.

Labateríadesuteléfonoseestabaagotando,perodebíahablarotravezconRodrigo.Tiradoenlacamadelhotel,sinzapatos,notóalgoextrañoencuantosuhijorespondió.—¿Haspuestoelaltavoz?—lepreguntó.—Sí.—¿Quiénmásmeescucha?Unavozautoritaria,seca,respondió.—SoyCarballera,inspectordehomicidios.Rodrigoestáaquí,enmidespacho.

—Papá,leestabainformando.Mehacostadolocalizaralinspector,peroyacasihabíaterminado.¿Haynovedades?

Torcasaltódelacama.Eltonodesuhijo,cauto,apocado,lehabíasorprendido.Peromástodavíaquedijera«papá».Desdequedejóelcolegionolehabíallamadoasí.¿Queríaaparentarmáscercaníaentreambos?

Unpitidoloalertódenuevo.Suteléfonoprontodejaríadefuncionar.—Meestoyquedandosinbatería.Intentarérecargarelmóvil,peroaquínotengouncargador.Siento

decirosqueheperdidoaEvaCanga,aunquecomosabéistengosuteléfono.Parausarlohayqueteclearunacontraseña,asíquenopuedousarlo.¿Quéhagoconél?

—¿DóndevisteporúltimavezaEvaCanga?—preguntóCarballera.—Sehabíasubidoalcochedeunosestudiantes,enDeusto,pararegresaraBilbao.UnFordEscort

rojo, matrícula B-124701. La perdí en Alameda de Urquijo con Rekalde, hace un rato. Supongo quetrataráderegresaraAlicante.Viveallí,comprobadsivinoaBilbaoenavión.

—¿Ydicesquesiconectassumóvilnopuedesverahoramismosusúltimas llamadas?—insistióCarballera.

—No.Mepideunacombinacióndecuatronúmeros,ysólodispongodetresintentos.Veréisquenoloheprobadoniunavez.

—¿Dóndeestás?—preguntóelinspector.—EnelHotelCarlton.—Notecuidasmal.Déjamepensar...—Podíallevarseluegounchasco,peroaTorcaleparecióque

suhijohabíaencontradounbuenapoyoenCarballera—.Bajaalsalóndelacristalera.Enmenosdeuncuartodehora,asíaojo,pasaráarecogerelmóviluncompañero.Notevaainterrogarninadaporelestilo...sitecomprometesapresentartemañanaaquíenMadridymecuentasdecaboarabotodoloquehashecho.¿Conforme?

—De acuerdo. Puedo verte a las once.—No quería perderse el café con los compadres en elsegundodespachodeLuisito—.¿EstásdondeRodrigo?

—No,venteamicomisaría,enLópezdeHoyos,80.Peroquieroescucharahoramismodetiloqueacabadedecirmetuhijo:¿EvaCangahaincriminadoaMarioBarberáenelasesinatodeRebeccaCruz?

Torca, consciente de que su respuesta y el resto de la conversación estarían siendo grabadas,respondióalto,despacioyclaro:

—Sí. Según ella, Barberá se lo ha encargado a un asesino a sueldo. Y, según me ha dicho, esprobablequedentrodeunosdíasaparezcaotrocadáverenGibraltar,encircunstanciassimilares.

—¿Ysabequiéneslasiguientevíctima?—No.Sóloqueesprobablequeel luneshaya«otroimpactomediático».Aunquecreoquepodría

serLisaCruz,unadelashermanasdelachicaasesinada.—¿EnGibraltar?—Sí,esomedijo.Perolabateríasiguepitando.Debocortarya.—Vale.Mañananosvemos.Alasonce.CarballeracolgósinqueRodrigoañadieranada.El«hastamañana,hijo»nollegóasalirdelabocadeTorca.

9

BUTRÓNLoshermanosButrón, lospatronesdeEuCorpdesdelosañosnoventa, ibanpor libre.Sobre todoJuanMari.Más respetados que temidos, aunque podían ser unos rivales rencorosos y encarnizados, ambosmarcabandistanciasconlaburguesíavizcaína,conlosnuevosricosyconlosdirigentesdeturno.

Carlos,elhermanopequeño,sehabíaamoldadounpoco.Casadoycontreshijos,residíaenNeguriy frecuentaba los templos deportivos, litúrgicos y políticos vascos más a menudo que JuanMari. Elhermanomayor,encambio,solterónrecalcitrante,continuabaocupandolamansiónfamiliar,unainmensaysolitariafincaquedominabaBilbaodesdeelmonteArtxanda.

Torcallegóalaverjaalasonceymedia.HabíaentregadoelmóvildeEvaCangaaunpolicíaqueapenasledirigiólapalabrayluegoyanohabíasubidoalahabitacióndelhotel.Contiempodesobra,había caminado hasta la finca de los Butrón.Mientras callejeaba, se le había cruzado por la cabezapasarsepor lasociedadgastronómicadonde tanbuenosratoshabíapasadoen los tiemposdeEuCorp,pero la había encontrado cerrada por una reforma.Aunque no había avisado a nadie, su estómago sehabíahechoilusionesalrecordarqueeramiércoles,eldíaenquesolíareunirseunacuadrilladeamigosquelohabíaacogidoapesardequejamássearrimabaalosfogones.

Paramatarelgusanillo,sehabíametidoenunbar.Despuésdeunpinchodetortillayunascroquetasdebacalao,habíasubidoalafincabastanteantesdelahoraindicadaporJuanMari.LeapetecíapegarlahebraconBenavidesyquelopusieraaldía.

Cuando trabajaba en EuCorp había trabado una buena relación con el empleadomás fiel de losButrón. Una amistad sin confidencias ni aficiones de por medio, basada en su mutua ascendenciaburgalesayenlamultitudderatosmuertosquehabíanpasadojuntosenlagaritadelafinca,pendientesdelasidasyvenidasdeJuanMari.

EnEuCorp,Torcacobrababastantemásqueunescoltaounchófer,perosuselásticasatribucionescomprendíantodotipodeembolados.Alpocodesercontratado,en2005,sehabíaconvertidoenalguiencasiimprescindible,alquepodíanconfiarunamisióntanpeligrosacomodelicadaencualquierpuntodelgloboyquepodíaacompañaraJuanMarienunareuniónpúblicaoprivada.Cuandoen2009uncamiónse cruzó en la N-I y segó la vida de Raquel, Torca cortó con EuCorp, JuanMari y Bilbao. Y, pocodespués,conBurgos.Labajaporviudedadsehabíaconvertidoenunaexcedencia indefinidaque,dosañosmástarde,habíadesembocadoenuncesetrasunalucrativaperolamentableaventuraenelmardeAral.

Alacercarsea lagarita,Benavides,con la sonrisa jovialdesiempreperocon lacabezaalcero,salióasuencuentrocomosinollevarantresañossinverse.

—¿TehadejadotiradolaHarley?—Ojalá.Lavendí.—¿Ytanmaltevaquenotellegaparacomprarteotramotoniparavenirtehastaaquíentaxi?—Yaves.—Paratabacosíquetendrás,¿no?LospulmonesdeBenavidesacogieronlasprimerascaladasconunataquedetos.—Yanomedejanniecharunpitillo.Niaquínienningúnlado.Laparientayloshijosnomepasan

niuna.—Puestehanjodidobien—dijoTorca.

—Mehejodidoyosolo.TrespaquetesdiariosdesdelostiemposdeMaricastaña...Perodealgohayquemorir.

Fumaronensilencio.Torcanoquisohurgarenlaherida:lastoses,elfatalismodeBenavidesyelcolormacilentodesurostronoaugurabannadabueno.

MientrascontemplabanlaslucesdeBilbao,desdelasalturasdelmonteArtxanda,TorcaseñalólaTorreIberdrola.LecontóquehabíacoincididoahíconelpatróndeEuCorpyquelohabíaconvocadoalasdoce.

—Butrónestaráapuntodellegar,¿no?—Quéva.Lleva aquí desde las once.Yme avisó de quevenías hace bastante, ya nopaso tanto

tiempoaquícomoantes...—dejócaer.—¿Yanohaceselturnodenoche?—Nieldenochenieldedía.Haychavalesnuevos,quecontrolanelperímetroconcámarasydemás

moderneces,yatepuedesimaginar.Mesuelovenirparaacácuandomeapetece.—Yaentiendo,tehaascendido.—Mehanpegadounapatadaparaarriba.Intentoorganizarlosturnosysihayquepegarunabronca

aunoqueseretrasaoaotroqueandaatontado,puesmecagoentodoylescantolascuarenta,peropocomás.Soyuntrastoviejo.Aunquenoquieroaburrirte.¿Quétalteva?

—Nomequejo.VivoenMadrid.CercadeRodrigoy...—¿Yconlarusa?Nuncatelohasmontadomaltú.—¿Larusa?LasonrisacómplicedeBenavidesseesfumóalapreciareldesconciertodeTorca.—Mecontaronqueteliasteconunarusacañón,¿oesquetambiénmefallalamemoria?—Puestelocontaronmal.Estoysolo.«Paravosotrostodossomosrusos»,selamentabaNadia.Singanasdepisarmáscharcos,Benavidescambiódetercio.—YconlobienqueseviveenBurgos,¿cómohasacabadoenlacapital?—Nomedigas.PorRodrigo,quizá.Curraallí.—¿Ya trabaja? Pues cuántome alegro. De los cuatro nietos, dos están en paro y otro seme ha

largadofuera,aAlemania.Putacrisis...MientrasBenavidesprendíaotropitillo,Torcasepreguntócómodemanoseadaydeformadahabría

llegado a la garita suhistoria con«la rusa» en elAral.Lasnoticias corren, pero los rumoresvuelan,decíaLuisLaguna.

—Bueno,¿yquétalsonlasvistasenlaTorreIberdrola?—lepreguntóBenavides,quizáporqueyanosabíaquépreguntarle—.Nomedigasquesonmejoresqueéstas.

Laciudadnodormía.DesdelasalturasdelmonteArtxanda,Bilbaocentelleaba.—Desdeallí,elbochopierdeencanto.Aquíno—dijoTorca.Alasdocemenoscinco,unpardetimbrazosavisaronaBenavides.—Yapuedespasar,Juan.Alasdoceymediateestaráesperandountaxi.Torcaentrósolo,despuésdepasarleaBenavidesuncigarrillomás.Elpenúltimo.Alsalirlepediría

otro.Torca caminó sin admirar los jardines, sin dedicar un segundo alRolls y al Bentley, sin prestar

atenciónalpalacetenialpabellón.CaminóconNadiaenlacabeza.Pensandoenqueyacasinuncaseacordabadeella.Pensandoenquehabíabastadounsegundo,dosañosdespuésdelnaufragioenelmardeAral,paraqueNadiavolvieraaflote,parareconstruirsuscaderas,paraempaparseconsuslágrimas,parapalparsupiel,paraquesuvoz loestremeciera.Semeolvidóque teolvidé,semeolvidóque tedejé,lejos,muylejosdemivida...Amí,quenadasemeolvida,decíaunacopla.Nadiaseguíamuyviva.

MediahoralehabíaconcedidoJuanMariButrón.Tiempoparadosvodkasyunascarambolas.Sin

embargo,elmayordomonolecondujoalasaladelbillar.Butrónlorecibióenlabiblioteca.Rodeadodemilesdelibros,aunqueconunatabletaelectrónicaenlamano.

—Estabutacalausabamipadre.Setirabahorasymáshorasaquí,devorandobiografíasylibrosdehistoria.Debemosdetenerlasmismashechuras,porquenuncamehesentadoennadamáscómodo.Mipadrenodejabaderepetirqueelpasadosiemprevuelve...Yovuelvoaquí,alabiblioteca.Unasvecesdesempolvoalgúnlibroyotrasnavegoporinternet.Soyviejo,peroestoscacharros—dijomirandoalatableta—meayudanacombatirelaburrimiento.Ytú,Juan,comounfantasma,tambiénvuelves.

TorcayButrón seconocíandeantiguo.Desdeel97. JuanMari recurrióa loscompadrescuandosecuestraron a Carlos. La carta donde los raptores exigían un descomunal rescate, sellada con elanagrama de ETA, incluía el dedo meñique de su hermano. Los compadres liberaron al empresarioporque Torca descubrió que la banda terrorista no estaba implicada. Juan Mari ya entonces intentóficharlo. Como Torca prefirió continuar con sus compañeros de armas, desde entonces EuCorp, unaempresaconinteresesnosóloenlaprimitivaventadearmas,seconvirtióenunodelosmejoresclientesde los compadres.Losmercenarios, liderados porTorca, eran resolutivos, violentos, efectivos.Hastaque en 2001, después de una desgraciadamisión enAfganistán, los compadres se disolvieron.Veinteañosdespuésdelasmaniobrasmilitaresdondejuraronqueseapoyaríansiempre.En2005,Torcaaceptóporfin,yporprimerayúnicavez,sercontratadoporunaempresa.Condíaslibres,vacacionesdeveranoypagasextras.UnespejismoqueduróhastalamuertedeRaquel.

JuanMariseguíalamentandolamarchadeTorca.Habíaperdidoaalguienenquienpodíaconfiarcualquierasunto,yconelqueademássesentíaasusanchas.

—Poraquíseteechademenos,¿sabes?¿Noteapetecevolver?—Gracias,peroyameheasentadoenMadrid.Mihijoviveallí.—Sehizopolicía,¿no?—Sí.Esunbuenchaval.—No lodudo.Siundía seharta,háblaledemí.Oventeaverme.Conél.YasabesqueEuCorp

siguesiendounaempresafamiliar.¿TehadichoBenavidesqueunodesusnietoshacomenzadoatrabajarconnosotros?TenemosenplantillatresgeneracionesdeBenavides.Aunqueelchiconotieneestudios,enunacadenademontajepasarádemileurista.AquíhaycínicosquesueltanqueconETAvivíamosmejor,pero yo losmando a tomar por culo.Comopuedes imaginar, tu hijo y tú tendríais una existenciamásrelajadaquehaceunosaños...Unexpolicíapodríadisfrutardeunsueldomáselevado...Ytú,denuevo,tendríasuntrabajoatumedida.

Torcasonrió.—Lopensaré.Peromihijoestábiendondeestá.La tela de araña de Juan Mari Butrón acababa enredando a presas de cualquier tipo, desde

administraciones y empresas hasta personas de todo calado. Así había logrado consolidar a EuCorpcomounadelasprincipalesempresasdearmamentoypilotarsuexpansiónenotrossectores.

Comotantasotrasveces,Torcasirviólasbebidas.Uncoñacparaelempresario,queapenascató,yunvodkapolaco,deWrocław,paraél.EncuantosehundióenunabutacasimilaralaocupadaporJuanMari,dejaronatráslospreliminares.

—No sabía qué mezcla me parecía más curiosa: la de Juan Torca conMario Barberá o la delgrafenoconelhormigón.Hoymehellevadounabuenasorpresa—reconocióButrón—.Segúnveníaparaacá, he comprendido que no debería extrañarmeque en tu nueva vida profesional, ahora que no estásconmigo,puedasrozarteconuntipotan... tanextrañocomoBarberá.Asíquemedesconciertamásqueandes interesado por el hormigón y el grafeno. Elmaterialmás usado en elmundo y elmaterialmásinnovadorysorprendente.Nosé,sácamededudas,Juan,¿aquévieneeseinteréstuyo?

Torcaesperabaunapreguntadeesecalado.Yhabíatenidotiempodeprepararlarespuesta.—Haceunmesunamujercontactóconmigo.Alpareceralguienmehabíarecomendado.Sabíaquién

erayo,peronomeconocía:queríaqueasesinaraadosputas.—Butrónsellevólacopaaloslabios—.Dosmujeresqueademásdebíansergibraltareñas,yquearrojarauncadáverenelManzanaresyotroenlabahíadeAlgeciras.Yquelostiraraalaguaenvueltosenhormigón.Elencargomeparecióunalocura.Entoncesellamismaacabóreconociendoqueelplaneraundisparate,queenrealidadqueríasaberdequépastaestabahecho,siyoeraunpatriota,yquemeolvidara.Nomeolvidé,peronohicenada.Eldomingo,lamujervolvióallamarme.Medijoquemeconveníaseguircallado.Aldíasiguiente,aparecióenelManzanaresel cuerpodeunachicadeGibraltar.Suspiesestaban forradosdehormigón.Con laayuda de la agencia deLuis Laguna, descubrí que lamujer queme había querido contratar y quemeacababa de amenazar era EvaCanga, «la chica deBarberá».—Esta vez fue Torca quien se pegó unlingotazodevodka,sinqueButrónabrieralaboca—.YalsaberqueGraphenerrecibíaunpremioaquí,hoyhevenidoaBilbaoporquenopodíaseguircruzadodebrazos.RebeccaCruzmuriópormiculpa.—ATorca,conRodrigoenmente,noselepasóporlacabezacontarleaButrónquelacarreradesuhijopendíadeunhilo; tampocopensóen revelarlequesuhijohabíaestadoapuntodedetenerloparaquefueraadeclararquéhacíacontemplandoelrescatedeBecca—.Ycreoquetambiénhanasesinadoaunadesushermanas.

—¿Yhoyquéhassacadoenclaro?—Másdeloquepensaba.Vengodehablarconella.Asolas.TuamigoBarberásiguióadelantecon

elplan.Sincontarconella,contratóaunasesino.Y,segúnmehadicho,aunquetampocohesacadounaconfesiónahostialimpia,elpróximolunesdenuevohabrá«unimpactomediático»,asílohallamado.EnGibraltar.Perovoyaimpedirlo.

—¿Ydelasesinoquésabes?—¿Porqué?¿Quierescontratarlotútambién?—Juan...Sabescuálessonmislímites.Nohancambiado.¿Tienesalgunapistasobreelasesino?—Nada.Pornosaber,hastaquetúnohaspronunciadosunombre,nosabíaqueEvaCangatrabajara

paraeltalBarberá.Torca habíamostrado todas sus cartas. Salvo una. De Rodrigo y Carballera jamás hablaría con

Butrón.Elempresariosecerraríaenbanda.—Ya...—dijoButrónaltiempoqueselevantaba,apoyadoenunbastón.Caminóhaciaunaestanteríaylediolaespalda.—Vamos a hacer una cosa, si te parece bien. —Butrón hablaba lentamente, conteniendo sus

pensamientos—.Yonovoyaexigirtenada.Yanotrabajasparamí.Perovoyaintentarecharteunamano.Tediré loque sé.NomegustaBarberá.Ni susmétodos.Si enchufaras la tabletay echarasunojo alhistorial,podríascomprobarqueayervi,ymásdeunavez,elvídeode«lasirenadelManzanares».Asílallaman.Noteexigirénadaacambio,peroporsupuestoaceptarégustosamentecualquierinformaciónrelacionada con el grafeno, con el hormigón o con los intereses deBarberá en laCosta del Sol y enGibraltar.Siesquesacasalgo.

—Deacuerdo.¿Peroquépuedesdarme?—Lo que tengo. Información que no encontrarás en cacharros como éste —señaló de nuevo la

tableta—ymis recursos.Megustará ayudarte.Porqueentiendoquenecesitas ayuda.Si te llamaroneldomingo,antesdequelanzaranelcadáver,significaquepuedeniraporti,¿no?

—Quizá.Nomeextrañaría.Soyuncabosuelto.Peroesomedaigual.Séloquehehecho...y,sobretodo,loquenohice.Deberíahaberlesparadolospies.Lachicanoestaríamuerta.

RebeccaCruzviviríay,pensódenuevo,Rodrigocontinuaríaigual:creyendoquesupadrehadejadoatráslosmalostiempos,queselimitabaacorrerporelRetiroyaecharunamanodevezencuandoaLuisLaguna.

Butrón,conunlibroenlamano,regresóalabutaca.UnaprimeraedicióndelNapoleóndeLudwig.—Ya.PeroMarioBarberáesunenemigodecuidado.Si seproponealgonovaadar subrazoa

torcer.Dudomuchoquehubieraspodidoevitareseasesinato.—¿Yeso?—Cómo explicártelo, no sé qué busca matando así, diría que no le pega, pero es alguien que

consigueloquequiere.EnlostiemposdeJesúsGil,yamandabamásenlaCostadelSolqueeldifuntoalcalde de Marbella y presidente del Atlético de Madrid. Sin figurar ni alternar. Y también ganabadinero. A espuertas. Construyendo, como casi todos los millonarios de allí abajo. Por muchosexperimentosquehagaahoraconelgrafeno,sehalucradoconelhormigónyelladrillo.Loconocíhacebastante, siempre en reuniones de empresarios e inversores a puerta cerrada. Me pareció un tipoambiciosoeinfluyente.Ydesdeentoncessuinfluenciahacontinuadocreciendo.Barberáesuncaciquequehasabidoadaptarse.Noverássunombreenlosperiódicos.Nisiquieraenlossuyos.Nienjuicios.Allí abajo haymucho patoso,mucho nuevo rico que alardea de su dinero o de su poder y que acabaenchironado.Barberáno.Esmuycauto.Quizádemasiado.Tantacautela,tantasobreprotección,quizálohanenloquecido.Nomecuadraqueordeneasesinar.Ypocomáspuedocontartesobreél...,porahora.Bueno,luegoestálodeGibraltaryelhormigón...Aunqueeso,ademásdeburdo,esmuyevidente,yalohabrásdeducido.

ButróndisfrutóanteelevidentedesconciertodeTorca.—¿Quéesburdo?Nohededucidonada.—Pues estás desentrenado, Juan. Y desinformado. Gibraltar es un grano en el culo del Estado

español.Mejordicho,unaalmorrana.DesdequeEspañacedióelPeñónaGranBretaña,enelTratadodeUtrecht,haceexactamentetrescientosaños,porcierto,nodejadeexpandirse,deensancharsuterritorio.Ydejoder.EnlaSegundaGuerraMundiallograronmontarunaeropuertodemierda,peroportierrayano pueden crecer. Aunque ahora se han sacado un conejo de la chistera: las aguas. Hace un tiempolanzaronbloquesdehormigónparaganarmásterrenoalmar...,yesteverano,prontoloverás,aunquenomepreguntescómomeheenterado,pretendencontinuararrojandomáshormigón.Déjameimaginarlo...,quienes estén estudiando dónde tirar bloques de hormigón quizá se lleven el susto de su vida cuandoencuentrenaotrachicaasesinada,¿no?Siesquenolaencuentranprimerolosperiodistas,enbuscadeese...,¿cómohasdicho?Deeseimpactomediático.TienesulógicaquehayaotrocadáverenGibraltar,quizá donde vayan a tirar o donde tiren los bloques. Una lógica irracional, demente, pero coherente,¿verdad? Eso sí, no sé qué significado concreto tiene lanzar a una gibraltareña con hormigón en elManzanares,meparecemuyburdo,innecesario,unespanto,peroigualnoacabodeentenderloporqueesunhorror,oporqueyononecesitoentenderlo.Amínimevanimeviene.

DiariodeMadelaineCruzdel3dejuliode20139:15-Eltiempovuela.Cuandoquiere.Estosúltimosdíassoninsoportablementelentos.Eternos.Meahogoenunaburbujadepenayrabia.Sí,yanosólodepena.Quierojusticia.

11:35-«¿Peroquétienesqueescribirahí?»,mepreguntamipadre.Losúnicosdiarios,paraél,sonlosperiódicosdelosquioscos.Noconcibequealguiencuentesudíaadíaenuncuaderno.

Exageraríasidijeraqueestediarioesmirefugio.Oquecuandoescribocharloconmigoymeentiendomejor.Escribirmecalma.

Mipadrenoesunamalapersona.Esantiguo,perteneceaotraépoca,noledisculpo,perocreequeloshombresquesevistenporlospiesdebenirporlavidaapechodescubierto,sinmariconadas.No soymachista, soy unmacho, nos decía.Con cuatromeonas en casa, siempre tenía todas las deperder. Mi madre y mis hermanas lo hemos manejado siempre como hemos querido. Aquí, a solasconmigo, lo dejo en paz. No para quieto, va de un lado para otro, como siempre, pero se le vedesorientado,confuso,másperdidoqueunpulpoenungaraje.Lamuertedemamálaencajócomounboxeadorunpuñetazo:sabíaquellegaría,todoslosabíamos,hastaella.Cuandoelcáncerselallevó,élsiguiópeleando,ahoraletocabalucharpornosotras,mantenerelpabellónalto,esodecía.PerolamuertedeBeccaleharotolosesquemas.

Anochesalimos fuera.Mecostóencontrarlo,pero lo llevéal restaurantedondecomíconJuanTorca.Cenamosbien.Bebiótresocuatrocopasdevinoyluegosepidióunorujo.Noseemborrachó,perosíqueselesoltólalengua.

«Mehan vueltoa interrogar. ¿Sabesporqué?Porqueno sabendóndebuscar.Otra vez con lacantinela de que si tengo enemigos o si sospecho de alguien, lomismode siempre. ¿Pero quién secreenquesoy?Nosestáninvestigandocomosituviéramosalgoquever,elmundodelrevés.»

Sólo entonces, cuando ya volvíamos al hotel, me atreví a preguntárselo. Desde el lunes mereconcomíaladuda:«¿TúporquécreesquehanelegidoaBecca?».

Separóenseco.Meacojonó.Penséqueibaapegarme.Peromeacaricióelpelo.«¿Tútambiénpiensasquehasidopormiculpa?»,mesoltó.

Vimuchomiedoensucara.LeaterraquealguienhayaqueridoajustarlelascuentasatravésdeBecca.Sinembargo,medijoquenosospechadenadie.«Nosoyuncordero.Peronadiemequieretanmalcomoparahacermealgoasí,¿yestaríaaquí si supieraquiénhasido?Ya lehabríasacado losojos.»Lecreí.

16:25-Voydemuertoenmuerto,y tiroporquemetoca.SinopiensoenBecca,meacuerdodeGeorge. Sí: a este pasome volveré loca. Cuando enterremos a Becca, la normalidad poco a pocovolveráamivida,esomehadichohoyunpsicólogo.Perotodoesoseráunespejismo.

Elveranopasado,bueno,comotodoslosveranos,hizouncalorinsoportable.Ylocombatíamosaremojo,nadando.Salíamosmuypocasnoches.Casisiemprejuntas,conmásamigas.LisaquedabaconlaschicasporqueacababaderomperconChano,uncordobésquelehabíaduradobastante,másdetresmeses, un récord para ella. Y yo, pues bueno, como casi siempre continuaba buscando lo quejamás encontraré: un amor de verdad, un tío que no sólo se fije enmi cuerpo.Que sepa hacermegozar,claro,peroconelquepuedacompartirmivida,missueños,mifuturo.Enfin,elnuevocursocomenzaríaminuevavidadeprofesora,enGibraltar,yqueríapasarpágina.

Aquínotengomislibretas.Meapeteceleerloqueescribíenlapenúltima,aquellosdías.Cuando

vuelvaacasaecharéunaojeada.AhorarecuerdoqueGeorgeapareciódelamaneramástonta.Poresonosquedamostanpilladasdeélalprincipio.Suairedeniñobuenonoencajabaconelrespetoquetodosletenían.

Debuenasaprimeras,sindarnoscuenta,nosloencontrábamosentodaspartes.Yanosóloconnuestropadre,comolosprimerosdías.

George,tanservicial,taneducado,sedesvivíapornosotras.Perosincortejarnos.Sinmalicianipicardía.Derepente,contábamosconélparatodo.

Lisalomanejabamejorqueyo.UnanocheLisamedijo:«Georgenoharotounplatoensuvida.Esunguapoinofensivo.Ledejoquemeechecremaparaelsolenlaespalda,mientrasestoytumbadaledigoquesiseatreveadármelaenlastetas,seponeaelloynotasquenoletiemblanlasmanos,nilavoz,cuandomesiguelacorriente,comosiledieraigual».

¿Leperdimoselrespeto?¿Levacilábamosdemasiado?No.Alfinalseconvirtióennuestroperrofaldero.Peronuncaabusamosdeél.Esonoquitaque

murierapornosotras.Pornuestraculpa.Yporlasuya.Decía,elhijoputa,queteníaelcorazónsensible.Yalergiaaldeporte.Perolodecíasonriendo,

comocontandounchiste.Comosinoimportara.23:15 - Acabo el día metiendo el cazo. El psicólogo me ha caído mal, quizá por eso le he

desobedecido.Aburrida,harta,cansadadeestarcansada,heentradoeninternetyhetecleado«BeccaCruz».MehevistoconellayLisa,enlaplaya.Heleídoespeculacionesdetodotipo.Nadiesabenada.Ylahevisto,Diosmío,lahevistoenelfondodelrío.PobreBecca.

Entiendounpocomásamipadre.Apechugacontodoymeprotege.Meocultacasitodo,paraquela mierda no me salpique. Se ha negado en redondo a hablar con periodistas. Por eso nadie nosmolesta.Aquímetratacomosituvieradiezoquinceañosmenos.Megustaríaqueconfiaramásenmí,yquemepidieraconsejo,miopinióntambiéndeberíacontar,peroleentiendo.

Detodasmaneras,asínopodemosseguirmuchomás.

IV

JUEVES,4DEJULIODE2013

«Elfuturoesunhumodealadulceyhomicida.Unaesperanzaconneones.»

ANTONIOLUCAS

10

CALADOSHASTALOSHUESOSEnelavióndevueltaaMadrid,Torca sacó la libretayañadióal listadoelaboradodosdíasantesenLaguna&Campbellestosnombrespropios:

MarioBarberáCarballeraAntes de aterrizar, recordó el interrogatorio a Eva Canga. Queríamosmandar unmensaje alto y

claro, le había dicho la directora deGraphener. Unmensaje paraGibraltar, para los ingleses y paraEspaña.PeroTorcacadavezteníamásclaroqueesasalusionesalimpactomediático,alpatriotismooalmensajenoeranmásquecortinasdehumo.Ymaquillaje.BajoelasesinatodeBeccaCruzbullíanotraspasiones.Lavenganza,elodio,quizáelamor.

***

Jandrodesentonabaenel segundodespachodeLuisLaguna.Encamisetade tirantes,bermudas,ycon sandalias, exhibiendo pelo y tatuajes, empapaba un cruasán en un vaso de leche con colacao sinimportarle que chorreara por su barba. Laguna, recién duchado y afeitado, en traje de tres piezas, nosabíasireñirleopasarleelsuyoparaquesiguieradisfrutando.

Comootrasveces,nohabíanadiemásenlaplantasuperiordelacafetería.—Lollamomisegundodespacho,peroaestepasoigualtengoqueconsiderarloelprimero,cuesta

menosencontrarmeaquíqueenlaoficina—lehabíadichoLagunaaJandro.Torca, que ya había desayunado en Bilbao, subió con un cortado. Jandro, al levantarse para

abrazarlo,moviólamesayderramópartedelcafédeLuisLaguna.VariasgotascayeronenundosierqueLagunacogiórápidamenteparasecarloconunaservilletadepapel.

—CifuenteshapreparadoestosobreMarioBarberá.Siteparece,echaunojoyayluegohablamos.Yyoaprovechoparahacerunpardellamadas.

LagunaentregóeldosieraTorcaycaminóhacialaescaleradecaracol.—¿Yyoquéhago?—preguntóJandro.Lagunaleseñalósucruasán.—Todotuyo.—¿Esquenotelovasacomer?—lepreguntóJandromediosegundoantesdeagarrarlo.MientrasJandroengullía,Torcaexaminóelexpediente.EldosiersobreBarberáincluíaunosdocumentosmercantiles,unafotografíayunapáginafirmada

porCifuentes.Torca dejó los documentos.Ya leería eso luego. Se notaba nervioso, intuía que el encuentro con

Carballeraseríatenso.ObservóunossegundoslafotodeBarberá,paranoolvidarsucareto,yleyólaúltimapáginadeldosier.

CONCLUSIONESPRELIMINARES,porFranciscoJavierCifuentesPuedededucirsequeelsujetomantieneunarígidadivisiónentresusactividadeslegalesylasqueocultaaHacienda.Apenashelogradovislumbrarlosinmensosnegociosquecontrolamediantesociedadesinterpuestas.Estadeducciónpartedeunahipótesisnocontrastada:Graphener.Siesaempresapertenecealsujeto,comosenoshahechosaber,entonceselsujetotambiénpuedecontrolartresempresassitasenelmismopolígonoindustrialqueGraphener.Asaber:Shafinsa, una promotora de eficiencia energética; Cotimare, un estudio de arquitectura, y Sunrisetonic, una fábrica de

paneles solares. Siguiendo el mismo razonamiento, un repaso no exhaustivo de los últimos proyectos de Cotimare permiteestablecerunosfuertesvínculosentreeseestudioytresempresasmás.DosdeellaspertenecenaTraxhorturing,unconsorcioconsedeenLuxemburgoyparticipadoporunentramadodesociedadesquesedesparramanporparaísosfiscales.La primera conclusión preliminar es obvia: desentrañar el patrimonio de Mario Barberá puede resultar un trabajo tanentretenido como laborioso. Estimamos que este trabajador debería dedicarse a dicho cometido durante al menos tressemanas,enexclusiva,paraobtenerresultadossatisfactorios.Por otro lado, resultamuy sencillo rastrear los bienes por los queBarberá paga impuestos. Posee dos restaurantes en laslocalidades alicantinas de Calpe y San Juan, una funeraria en Benidorm y un aparcamiento en Alicante, además de unaresidenciaenSanVicentedelRaspeigyunafincaenCrevillente.Segundaconclusiónpreliminar:nohayningúnvínculodirectoentreGrapheneryMarioBarberá.Tercera conclusiónpreliminar:aunqueporahoraningunade las empresas enumeradas en este informeestán radicadas enGibraltar,puede intuirse,dadas las supuestasprácticasdel sujetoy laproximidadexistente entre suámbitode influenciayGibraltar,queenelentramadosocietariodelsujetoconstealgunaempresaconsedefiscalointeresesenelPeñón.

Jandro,despuésdesacudirseunasmigasdelabarba,cogiólosfoliosysepusoacontemplarlafoto

deBarberá.Laguna,guardándoseelmóvilenelchaleco,regresó.—Yaestoy.Perdonad,peroandoconmucholío.¿Yahasleídotodo,Juan?—Losuficiente—respondióTorca.Jandro,queseguíasindespegarlavistadeBarberá,comentó:—Fijaosunmomento...TorcayLagunaseacercaronparaescudriñarlafotografía.—«Alicante,3demayode2011,inauguracióndelrestauranteLasBrasasdeSanJuan.»¿Yqué?—

preguntóLagunatrasleerelpiedefoto.—No,noeseso—respondió.MarioBarberápasabade los sesenta.Peloencrespado,canoso.Rostroabotargado, rematadopor

una papada ahogada por la corbata. Ojos diminutos, semiocultos por unas cejas espesas, tambiénblanquecinas, y unas bolsas arrugadas. Los mofletes, muy rasurados, comprimían una boca carnosa,anfibia,contraídaenungestodespectivo.

—Eltíojodíoesmuyfeo...—dijoLaguna.—Ytuerto—soltóJandro—.Conelojoizquierdopodemosjugaralascanicas.Fijo.LagunasolíadiscutirconJandroalamenoroportunidad.Enestaocasiónnoquisoenredarse,zanjó

eltemaindicandoqueCifuentesrevisaríalaimagenoriginalyloinvestigaríatambiény,sinconcederaesomayorimportancia,intentóencauzarlareunióndeloscompadres.Enprimerlugar,lepidióaTorcaqueresumierasufrenéticaactividaddelosúltimosdíasy,sobretodo,suestanciaenBilbao.

Ningunodelosdosleinterrumpiónilecuestionónada,mientrasTorcalescontósusconversacionesconEvaCangayconJuanMariButrón.

CualquierotrodíasehabríanpuestoacontarrecuerdosdelostrabajosqueloscompadreshabíanrealizadoparaEuCorp.PerocuandoTorcaterminó,Lagunacogióeltestigo.

—Bueno,¿cómonosorganizamos?Averquéospareceestapropuesta...Uno:miagenciacontinúainvestigandotodo lo investigable:elasesinato,a lashermanasCruz,aMarioBarberá...YnosóloconCifuentes,queloveoalgodesbordado.Vamosaayudarte,Juan,entodoloqueestéennuestramano.Ydos:dentrodeunratovasaacudiradeclarara lapolicía.Allíestarásfueradepeligro.Peroexceptoentonces,debemosconsiderarqueeresunobjetivo.Desdeya,despuésdetuencuentroconEvaCangaydeamenazaraBarberá,estásenpeligro.Asíquenecesitasunescolta...

—¡Yo!—gritóJandro—.Lohemoshabladoantesdequellegaras,notepuedesnegar.Quémenos...—¿Y qué más?—dijo Torca divertido—. ¿Te voy a llevar en la moto de paquete? Chicos, os

apreciomuchopero...—Nohayperoquevalga—lecortóJandro—.Voyasertusombra.—Vamos a tranquilizarnos:me voy a comisaría y después te llamo, ¿vale, Jandro?No sé cuánto

tiempoestaréallí.Tellamo,yluegonosvemos.Comemosocenamosjuntos,¿deacuerdo?Ysiquieresteapuntas,Luis.Pero,hastaentonces,nomeagobiéis.

Bajaron a la calle. Antes de coger la moto, Torca recordó dos asuntos que le rondaban por lacabeza,yquenohabíallegadoamencionardespuésdequeJandroseempeñaraenescoltarle.

—Luis,cuéntaleestoaPacoCifuentes:JuanMariButróndejócaerqueaBarberánolegustafigurarniensusperiódicos,asíqueposeeocontrolavarios.Queloinvestigue.Seránalicantinosovalencianos,supongo.MepicalacuriosidadvercómohancubiertolamuertedeBecca,sisonsensacionalistas,cómotratanlodeGibraltar...Ah,yotracosa.

—Loquesea—dijoLaguna.—DelpadredelashermanasCruznosabemosgrancosa.Esdueñodevariosnegocios,peroaquíse

alojaenunhotelcutre.¿PodríaserunhombredepajaounempleadodeBarberá?DileaCifuentesquebusquealgunaconexiónentreellos.

Lagunaasintió.—Bienvisto.SiMarioBarberáyAntonioCruzseconocen,entonces...—¡EntoncesaRebeccaCruzselacargóporeso!—exclamóJandro.—Quiénsabe—dijoTorca.

***

TardósólounosminutosensubirporSerranohastaLópezdeHoyos.Torcallegóalacomisaríacon

diezminutosdeadelanto,peroaunasíentróypreguntóporelinspectorCarballera.Queríapasarcuantoantesporesemaltrago.Sinembargo,letocóesperar.

Sentadoenunbanco,ajenoaliryvenirdepolicíasyciudadanos,pensóenHernández.Eldetonante.SiHernándeznolohubierarecomendadoaEvaCanga,RebeccaCruzhabríamuerto,

peroélnoestaríaallí.Uno no es responsable de las acciones de sus amigos, pero sí de las amistades que escoge.

Hernándezhabíadesertadoporqueyanoencajabaenelgrupo,yporquesucrueldadyfaltadeescrúpulosnodejabandeaumentaryhabíanalcanzadounosnivelesintolerablesparaelrestodeloscompadres.

JandroyLaguna,encambio,ignorabanqueseguíaencontactoconHernández.YqueporculpadeHernández estaba involucrado. ¿Cómo reaccionarían si lo supieran? Si supieran que el desertor, elcompadre traidor, el asesino, no sólo había involucrado a Torca en el embrollo. Que el desertor, elcompadrealquetodoshabíanabandonado,demutuoacuerdo,seguíavivoparaTorca.

Hernández no habíamatado aRebecca. Eso le había dicho.No desconfiaba de su palabra. PeroHernández,sinotuvieraotrotrabajo,habríaaceptadoencantadoelencargodeEvaCanga.AhoraTorcaqueríasalvarsuculoyprotegereldeRodrigo,semovíaporegoísmo,perodesdequehabíavistoenelAnatómicoForenseelcadáverdelajoven,debíareconocerquetambiénqueríavengaraRebecca.Nolaconocía, jamás había cruzado una palabra con ella, pero sentía que debía hacerlo. Sin embargo, elasesinoque la había arrojado alManzanares eraun tipo comoHernández.Un tipoque, paradejar dematar,debíamorir.ComoHernández.

Rodrigo le sacó del atolladero mental. Le palmeó ligeramente la espalda, quizá después deobservarloduranteuntiempo.

—Teacompaño—ledijo.Conelgestoserio,seadelantóalllegaraunpasilloymantuvoladistancia,sindirigirlelapalabra,

hastaquelecedióelpasoalllegaraunaoficina.El inspector Carballera parecía un juez. Erguido, con los codos sobre la mesa y las manos

entrecruzadassujetandolabarbilla,noselevantócuandopadreehijoentraron.LeseñalóunasillaaJuanydespachóaRodrigo:

—Espéranosfuera.Unacusadonoestrechalamanoalmagistradoquevaajuzgarle.Torcaextendióelbrazoencimadel

escritorio.Carballera,resignado,leconcedióunapretónfirmeperofugaz.CuandoTorcasesentó,sacódeuncajónunagrabadora.Untrastoantiguo,aparatoso,quenollegóaconectar.

—Amiedadheaprendidoanofiarmedenadanidenadie,ymuchomenosdemimemoria.Megustagrabarlotodo,perohepensadoqueigualpodríamosmantenerunacharlaconfidencial.Quetodoquedeentretúyyo,¿teparecebien?

—¿Porquéno?—dijoTorca—.Rodrigoconfíaenti.EltrucodemostrarunagrabadoradesconectadaquizásepracticabayaenlascuevasdeAtapuerca.

Podíaestar registrando la conversaciónmediantecualquierotrométodo.Aunasí,Torcahabíaentradodispuesto a colaborar, pero sin enfangarse. Iba amedir cada palabra.El tuteo y lamirada franca, sinrecodos,noenmascarabanqueelinspectorpodíahacerlelavidaimposible.

—Tuhijomehahabladomucho,ybien,deti.Séquenoeresunpadrecualquiera.Estamañanahetenidoocasión, además, de recabar varias informacionesmás.Tienesmuchamili a tus espaldas.Casitantacomoyo,yesoquepeinomáscanasquetú.TeagradezcoquetehayaspresentadohoyaquíyqueledijerasatuhijoRodrigoquenospusieraencontacto.Ysobretodo,claro,quehayasencontradoalautorintelectual deun crimenabominable.Dichoesto, entenderásque estédesconcertado:nadie tehadadovelaenesteentierro,¿no?

—Nadie.—Igual no me he explicado bien. Estás investigando por tu cuenta y riesgo, ¿verdad? Eso dice

Rodrigo,quenielpadredelachicaninadiemástehanpedidoayuda.¿Escierto?—Sí.—¿Eresconscientedequeni túniLaguna&Campbellpodríais sercontratadosporellos?Enun

casodehomicidioniuninvestigadorprivadoniunaagenciadedetectivespuedeninterferir.—Losé,losé.¿HablamosyadeBarberá?—Esolodejamosparaluego—lecortóCarballera—.Mequedaclaroquetehasmetidoencamisa

deoncevaras...,perotambiénquenopuedoquejarme.Nodemasiado...—Elinspectorfruncióloslabios—.Sipartimosdetusrevelacionesydamosporbuenatuhipótesis,nuestrainvestigacióndebedarungiroradical:envezdeirtraslospasosdeunmaniaco,deunchaladoenbuscadefamaydeatencióndelquenadasabemos,tenemosquetratardeincriminaraunhombredenegociosqueprobablementeensuputavidanosehayamanchadolasmanosdesangre,yademásimpedirunposiblehomicidiofueradenuestrasfronteras.Yprecisamenteenunpuñeterolugardondenosomosparanadabienrecibidos:enGibraltar.

—Asíes.—Porelcarizyeltonodelaconversación,TorcacreyóqueCarballera,talycomohabíadicho,nolaestabagrabando—.Yohellegadohastadondehepodido.Pocomáspuedohacer.

Carballera se revolvió en el asiento conteniéndose. Después de una breve vacilación, abrió denuevoelcajón.Comodeunachistera,condosdedos,untantoteatralmente,sacóelmóvildeEvaCanga.Envueltoenunabolsatransparente.

—Voyasermuysincero.Puertasafuera,noestamosexaminandoelteléfonodeEvaCanga,porquenadadeloquehemosencontradoenelManzanaresnosconduceaGrapheneroaella.Puertasafuera,nolaestamosinvestigando,porquenohemosencontradoningúnindicioquenoshagasuponerquehayaalgúnvínculoentreEvaCangayRebeccaCruz.Esmás.Pornotener, tampocotenemosnadaquepruebequeentreEvaCangayMarioBarberáexistecualquiertipoderelación.YtampoconadauneaBarberáconlachicaasesinada.¡Notenemosnadadenada!

—¿Entoncesquévaisahacer?—Atraparlos.¿Quéotracosaíbamosahacer?—Noteentiendo.—Ya imagino. Esta conversación no ha existido. No hemos obtenido ninguna prueba de manera

ilícita.Estemóvilnuncahapasadopor tusmanos.Nipor lasmías.Losarchivosyelhistorialdeesteteléfononunca se han consultado enunordenador de estas dependencias..., aunqueun técnicode todaconfianzasehayapuestoaprimerahoradelamañanaaexaminarsucontenido.Sialguientepreguntaporquéhasvenidoaverme,dirásque...quetuhijoqueríapresentarnos,sinmás,porqueigualundíaounañodeestos,cuandolarodilladejedejoderme,yomeapuntoacorrercontigo.Ypunto.¿Deacuerdo?

Torcaselevantó.—Siasíloquieres,vale.—Espera,notehedichoquetevayastodavía.Torcapermaneciódepie.CarballeraposóelteléfonodeEvaCangasobrelamesaconcuidado;se

incorporótambiényrodeóelescritorioparaacercarseaél.Cojeabaligeramente.—¿LadirectoradeGraphenerpuedesospecharquenoshasentregadosuteléfono?—Lodudo.PuedepensarqueselecayóeneltaxioenDeusto,yquelohaperdido.Sipiensaquese

loquité,nocreoqueselepaseporlacabezaquemellevebienconvosotros...—¿Ayerlaamenazasteconacudiralapolicía?—No.—¿Porqué?—Improvisé.Miideaeraseguirlayavisarosdenuevocuandosemetieraenunhotel,osicogíaun

trenounavión,perolapifiécuandoelcochemedejótirado.NodebísepararmedeelladespuésdequeseñalaraaBarberá.Fueunacagada.

—Muygorda.¿Ysiguesqueriendocazarlostúsolito?—No.Poresoestoyaquí.Yporesoosllaméayer.—Ya...,yyadigoqueteloagradezco.Perohayalgoquenoacabodeentender:¿quéhacíastúen

BilbaoycómosospechastedeEvaCanga?Yaestabatardandoenatacarporahí,pensóTorca.Lapreguntadelmillón.Hayquementirdiciendo laverdad, se enorgullecióenciertaocasión JuanMariButrón.Hayque

mentircreyéndoseunomismolamentira.Nohayquedudar.Jamás.—SalgoconlamotoadarunavueltaporMadridamenudo.Ellunesmetopéconeloperativodel

rescate,vicómosacabanelcadávery,cómoexplicarte,desdeentoncesnopuedoolvidarmedeBeccaCruz...nidesuhermanaMaddie.

—¿Suhermana?—ACarballeralecogióconelpiecambiadolaalusiónaMadelaine.—Comovosotros,supongo,penséqueunasesinoenseriehabíamatadoaBecca.Unhijodeputa

desquiciado.SiBeccaeralaprimera,despuésdeleerquesusdoshermanassondosnadadorasfamosas,penséquepodríanserlassiguientesvíctimasenaparecerbajoelagua.NomecostóaveriguardóndesealojanelpadreyMaddieaquíenMadrid.Meacerquéasuhotel,aecharunvistazo,anteayer,ycoincidíconMaddie.Desdeentonces,cómoexplicártelo...

—¿Estásencoñado?—Nolosé.Estoypreocupadoporella.Yporlaotrahermana,Lisa.—DeLisahablaremosdespués.¿Buscasentonceslafama?Siatrapasportucuentaaunasesinoen

seriepuedesconvertirteenunacelebridad...—No—dijoTorca,aunquelegustóqueCarballerasehicieraesapregunta;mejorquecreyeraque

semovíaporun interésdeese tipomásquepor razones inconfesables—.Yoaquíyaparo.Os tocaavosotros.

—Comodebeser.¿PerocómollegasteaEvaCanga?—insistióCarballera.Lapreguntadelmillónsólopodíacontarconunarespuesta,porahora.—Por un chivatazo.Dices que tengomuchamili. No te diré que no.He vividomucho, yme ha

tocado, como a ti, conocer a gente de todo tipo.Casi siempre,mala gente.Desde el lunesme puse ainvestigar. Porque sí. No sólo le pedí ayuda ami amigo Luis, el director de Laguna&Campbell, la

agenciadedetectivesqueveoqueconoces.Tambiéndiotrospasos, toquéotraspuertas...Yalguienalque jamás delataré, de eso puedes estar seguro,me puso sobre la pista de Eva Canga. Fui a Bilbaocolumpiándome,mi...miconfidentepodíahabermetomadoelpelo,perolamujerdesembuchóencuantoapretéunpocolasclavijas.

Larespuestadelmillón,pensóTorca,seríadistintaconEvaCangayMarioBarberáenchironados.Laoficina,unhabitáculoimpersonalatiborradodecajonerasyestanterías,contabaconunaventana

convistasaunpatiointerior.Unosrayosdesolcomenzabanacolarse.Carballeralediolaespalda,bajólapersianayvolvióasentarse.

—Ya veo. No me queda otra que fiarme de ti... Aunque también puedo interrogar a AlejandroColmenero,eltiarrónqueosacompañabaatiyaLagunahaceunratoenunacafeteríadeSerrano...

Torcaencajóelgolpeconunasonrisa.Ynoleextrañódemasiadoqueloestuvieransiguiendo.Noera la primera vez. Sabían que hoy viajaba de Bilbao a Madrid, no les habría costado gran cosaaveriguarcómoibaahacereltrayecto.

—¿Yparaquéibasainterrogarle?PuedespreguntarporélaRodrigositeapetece.LellamaJandro,comoyo.Hemosservidojuntos.ConLaguna.Ynotienenadaqueocultar.Perosicontinúassiguiéndome,estosdíasloverásamilado.Lehecontadolomismoqueati,ypretendeayudarme,aunqueyonotengayanadamásquehacer.PeroniélniLagunamedieronelchivatazo.¿Hemosterminado?

—Todavíano—repusoCarballera—.Nomehasdichoquévasahacerapartirdeahora.—Yate lohedicho.Nada.Yahehechosuficiente.EsperaraquedetengáisaMarioBarberáyos

entreguealsicario.—Ojalá.Noseráfácil.Tenemosquecapturaradosasesinos:alqueordenayalqueejecuta.—YaEvaCanga,¿no?SiellaacusaaBarberá,élacabaráconfesando.—Sí,puedequesí.Muyprontoveremosdequépastaestáhechaesamujer...Porprimeravez,Carballeraabríaunapuerta,parecíadarlealgodeinformación.—¿Yalahabéisdetenido?El inspector giró la muñeca para consultar un reloj de acero inoxidable y cristal de zafiro más

propiodeunbuceadorprofesionalquedeuncincuentónenmangasdecamisayconpantalonesdepinzas.—Vamosasuponerqueportuculpa,Juan,EvaCangahacambiadodeplanes.Anochenosubióal

trenquedebíaconducirlaaBarcelona.Loperdióportuculpa.Vamosasuponerque,graciasati,noslahasservidoenbandeja.Nosabemosdóndehapasadolanoche,peroestamañana,alasochoycinco,hacogidoenGetxounautobúsquevieneparaacá.DentrodecincuentaminutosllegaráalaestacióndelaAvenidadeAmérica.Unoperativolaestaráesperando.Siayersederrumbóencuantolapresionasteunpoco,silainterrogoaquínocreoquetardeenacusaraMarioBarberá.

LaprimerareaccióndeTorca,segúnescuchabaloocurrido,fuedealivio.ConEvaCangadetenida,todosesolucionaría.Ocasi todo.Si ladirectoradeGrapheneracababamencionando la reuniónenelhotelucho,elmespasado,tendríaquenegarelencuentroo,almenos,decirquejamáslehabíaofrecidorealizar el asesinato. Sería su palabra contra la de ella. Nerea, a regañadientes quizá, diría que norecordaba nada de aquella noche. Debería pasarme por el hotel lo antes posible, anotómentalmente,quizápuedaborrarlasgrabacionesdeesanochesiNereameechauncable.

—¿Yquieresquemequedeaquíparauncareoconella?—No—respondióCarballera—.Quizánohagafalta,yaveremos.Noquierocomplicartelavida,

bastantenoshasayudado.Nomencionaréquetenemossuteléfono.LograremosqueincrimineaBarberá,porlacuentaquemetrae,ytrataremosdedetenerlocuantoantes.

—¡Muy bien! Ojalá podamos cortar de raíz esta locura. De todas maneras, con Lisa Cruzdesaparecida,esto...

—Espera, tranquilo.Anocheapareció.Nosenteramosporelpadre,queayerpor fin logróhablarcon ella. La chica se había largado a Tánger con unos surfistas y se ha enterado del asesinato de su

hermanaporqueha salidopor la telehasta enMarruecos.Esta tarde cogeun ferri.Escoltada.Nohaynadaquetemer.

ATorcalesorprendiómuchoesanoticia.DesdehacíadíasdabapormuertaaLisaCruz.PeronoolvidósusconversacionesconEvaCanga.TantoenMadridcomoeldíaanteriorenBilbaohabíahabladodedosimpactos.

—¿YentoncesaquiénvanacargarseenGibraltarestelunes?TalvezlasgemelasCruznoseanelpróximoobjetivo...

—Niidea.Peroconsuerte,Diosloquiera,hoylosabremos.Yhoypodremosdetenerlosa todos.Hastaellunesquedamucho.

—Ojalá—dijoTorca.ElinspectorCarballera,antesdeabrirlapuerta,leordenó:—Comopuedessuponer,niseteocurraacercarteporlosalrededoresdelaAvenidadeAmérica.

Estamosacuatropasos,asíqueencuantosalgasdeaquíaléjatedeestazona.NoconvienequeteveaEvaCanga.AnoserquealbajardelbusnosencontremosalpropioBarberáesperándola,aquienporciertotodavíanotenemoslocalizado,nonosarriesgaremosaperderla,melatraeránaquíinmediatamente.

—Mealejaré.¿Perovaisacontinuarsiguiéndome?Carballerasonrió.—Yano.Mepreocupabaquenovinieras,peroyanohacefalta.

***

Rodrigo,tiesocomoelpalodeunaescobayconelsemblantetaciturno,serelajóencuantoadvirtió

queCarballeraacompañabaasuprogenitorfueradeldespacho,paradespedirsedeélconunapretóndemanoscordialyestaspalabras:

—Juan,mehaencantadoconocerte.Silarodillaseolvidadeputearmesaldremosahacerfootingjuntos.Ocasimejornosvamosapescar,quecorreresdecobardes.Torca,sihaceelfavoracompañeasupadrealasalida,queahoravoyaestarbastanteatareado.

Denuevo,Rodrigoseadelantóunospasos.Cuandosalieronalacalle,Juanleseñalódondehabíaaparcadolamotoycruzaronlacarretera.Sóloentonceseljovenabriólaboca.

—¡Nopuedocreerlo!¿Oshabéishechoamigos?—Bueno...—¡Tehainvitadoapescarconél!Yluegotellevaráasumerendero.Sinoloveonolocreo.Ysu

gentetambiénhabráflipado.—Tampocoexageres.MehadichoqueelmóvildeEvaCanga...—Frena, frena.No sigaspor ahí.Estamañanamehaordenadoquenohablede ese teléfonocon

nadie.Dicequetuintervenciónestásiendocrucial,peroqueapartirdeahoradebemosmantenernosalmargen.Paraprotegerteyparanocontaminarelcaso.

—¿Notecuentoentoncescómohaidoelinterrogatorio?—No.Yaveoquehaidobien.Nonecesitoconocerlosdetalles.Yaestepasovoyallegartardea

unareuniónbastanteimportante...TorcapensóquesuhijoformaríapartedelequipoqueibaadeteneraEvaCangaenlaestación.—¿VasairaAvenidadeAmérica?—¿Aqué?¿Acogerelmetro?No,mevuelvoamicomisaríaencoche.—¿PeronotienesnadaquehacerrelacionadoconEvaCanga?—Ydale.No,padre.Aprincipiosdesemanametocóecharunamano,perodesdeayerhevueltoa

mis rutinas.Nuestra cuenta enTwitter,@policia, colabora con labrigadacontra la tratademujeresytenemosunaoperaciónenmarchaenZaragoza.Perosalimosdentrodenada,otrodíateloexplico.

—Muybien.PuesmevuelvoaGranVía.Nosveremospronto,¿vale?—Sí.Cuandotodoestopasetendremosquemantenerunacharlaencondiciones—dijoRodrigo,de

nuevoconelsemblanteserio.Nohabíaolvidadocómohabíacomenzadolasemana.Juansacóelcasco,semontóenlamotoylaarrancó.Antesdesacarladelaacera,lepreguntóasu

hijo:—Oye,Rodrigo,¿ydesdecuándotellamanTorca?—Desdesiempre.SoyTorca,para todoelmundo,asecas,desdeelcolegio. Inclusomamá,enel

patioodelantedemisamigos,mellamabaTorca.Perotúnoteenterasdenada.Niantesniahora.

11

SINPERDÓNLas Cuatro Torres de Madrid se divisaban a lo lejos cuando el conductor cogió el desvío hacia elaeropuertodeBarajas.PeroEvaCanganollegóaverlas.Hechaunovilloenlabutacaindividualdelaúltimafila,terminabadeverSinperdón,lapelículaquedabanenelcanaldeentretenimientodelautobús.

Nosetragabaunwésterndesdequelosponíanenlaprimeracadenalossábadosporlatarde,antesde que llegaran las televisiones privadas. Pero le había enganchado la historia de unos pistoleroscontratados por unas prostitutas. Entendía a las mujeres. Querían vengarse de un vaquero que habíarajadoaunadeellas.

UnjovenzuelomiopeyClintEastwood,elprotagonista,matabanalcowboymaltratadorysuamigo.Perocuandoaguardabanenloaltodeunalomaaquelespagaran,elcegatoyaseestabaarrepintiendo.Noleparecíarealqueelvaqueroyanuncavolvieraarespirar,quebastaraconapretarungatilloparafiniquitarunavida.

En cambio, WilliamMunny, el pistolero encarnado por Eastwood, no lloriqueaba. Lacónico, leexplicabaalmiopequecuandoasesinasaalguienlerobastodoloquetieneytodoloquepodríatener.

EvaCangaseacordódeRebeccaCruz.Sinquitarselosauriculares,echóunvistazofuera.Sefijóentoncesenquesedirigíanhaciaunaterminaldelaeropuerto.Trasesaparada,enlaquebajaríanalgunospasajeros,dentrodequinceoveinteminutosllegaríaaMadridypodríaexplicarleenpersonaaMarioBarberáloquehabíaocurrido.

Despuésdelanocheenvela,eterna,elviajeselehabíahechomuycorto.Encuantoelautobúshabíadejado atrásBilbao, había cerrado los ojos, aliviada por fin. Los había abierto al pasarBurgos. Loskilómetrosposteriores,enganchadaalapelícula,habíanpasadodeprisa.

Reclinó el asiento y suspiró. Pensó que si Barberá era un padre para ella, como solían decirse,contabacontodoelderechodelmundopararegañarla.

Porquenohabíasabidoestaralaaltura.NianteTorca,enDeusto,sobretodoentonces,ni tampococuandoporfinconsiguiócontactarcon

Barberá.Nosereconocíaenlamujeralbordedeunataquedenerviosque,lanocheanterior,enunacabina

telefónicadelaGranVíabilbaína,noatinabaconlasmonedas.Que,sollozando,sedesahogóalescucharlacavernosavozdelhombrequetantohabíaconfiadoenellayalquenohabíasabidoproteger.

—Mario, yo no valgo para esto. Te lo dije hace unmes y te lo repito ahora. Todavía tengo elcorazóndesbocado.Note imaginaselmiedoquehepasado.Mecreíamorircuandomehasacadodeltaxiy...

—Niña, tranquila, no sé quéme estás contando.Y deja tranquilo a tu corazón. Respira hondo yempiezaporelprincipio,paravariar,ynotepreocupes,quetodotienearreglo—lehabíadichoBarberá.

Después de escuchar las primeras instrucciones, Eva Canga se había recobrado. Cuando habíavueltoallamaraBarberá,unahoraypicomástarde,enunacabinapróximaalaestacióndeSanMamés,yadesmaquilladayconropadecalle,habíarecuperadosuaplomohabitual.

—Sabes que aprendo de los errores,Mario, no volverá a ocurrirme nada igual. Pero ahora quereconstruyoloquehapasado,diríaquetanmalnolohehecho:nomehasacadoqueestuveenGibraltarnitodolodemás.Aunqueenloprincipaltehefallado,nocreasquenosoyconsciente.Perdóname.

Alotroladodelteléfono,lavozdeBarberásonabatanprofundayafectuosacomosiempre.

—Losé, niña.Aguanta estanoche.MañanaenMadrid estudiaremos la situacióny encontraremosunasolución,comosiempre.

Lasolución,habíadeducidodespuésEvaCanga,eraobvia:sólopodíapasarporeliminaraJuanTorca.Suprimirconexiones.

Madridquedabamuycerca,por fin.Esamañanade julioparecíaundestinoexcelente.Soleadoycálido.Encambio,unanochecerradayunalluviatorrencialrecibíanaWilliamMunnycuandoregresabaalpueblodelasprostitutasenlaescenafinaldeSinperdón.PasabadelargoanteelcadáverdeNed,suamigo,entrabaenelsaloonconunrifleyseplantabaanteelsheriffLittleBill, interpretadoporGeneHackman,paraconfesarquehabíadisparadosobrecualquiercosaquetuvieravidaysemoviera,yqueibaamatarleportorturaraNed.

Cuandoelautobúsmaniobróparadetenerseantelaterminal,recordólasúltimasinstrucciones.—Quédate en tu sitio, atrás del todo.Verás que los asientos de al lado están vacíos, los hemos

compradoparaquenadietemolestey,siesposible,paraquenadieseacuerdedeti.—YalllegaraMadrid,¿quéhago?—Notepreocupes.Teestaréesperando.AEvaCangalehabíaextrañadoqueBarberáenpersonaviajaraaMadrid.Vivíarecluidodesdeel

añopasado.Lasituaciónesbastantemásgravedeloquemeestátransmitiendo,habíapensado.Perounaatención tanpreferente, tan inusual, sólopodíadeberseaunacosa:enverdaderaunahijaparaél.Suniña.

Alestacionar,elchóferbajóparaabrirelmaleteroalosviajerosquesequedabanenelaeropuerto.Novioqueunhombreencorvado,conbarbacanosa,postizaygafasdesolsubíaalautobúsporlapuertatrasera.Yqueledecíaaunaancianaquehabíaapartadoduranteunsegundolosojosdeunarevista:

—Mehedejadounlibro.Sinapresurarse,elhombrellegóhastaelasientodeEvaCanga.—Traigonuevasinstrucciones—murmuróalagacharsehaciaella.Elhombresinprisanodesperdicióuninstante.LasonrisadeEvaCangasequebrótanrápidocomo

sucuello.Le cerró los ojos, bajó del bus y se volvió, despacio, por donde había venido. Las cámaras lo

perdieronenlalínea8delMetro.El cuerpo sin vida de Eva Canga no vio aWilliamMunny de Missouri, el asesino de niños y

mujeres,silenciarabalazoselsaloon.Nicómoreconocíaquelasuertesiemprehabíaestadodesuladoalahoradematar.

12

APALOSECOAlfamiliardeunpresodenadalesirverondaralrededordeunacárcel.ATorca,nervioso,elcuerpolepedíamerodearpor laestacióndeAvenidadeAmérica, fisgoneareldesplieguepolicial,vislumbraraEva Canga en el asiento trasero de un coche patrulla y entonces, sólo entonces, comenzar la espera:¿cuánto tardaría laejecutivadeGraphenerencontarqueelmespasadosehabíareunidoconél?¿Quépasaríaapartirdeentonces?

Leasaltabaotraduda,másimportanteeinquietante:conEvaCangadetenida,¿lograríancapturaraBarberáyevitarqueelasesinomataradenuevo?

Comprendíaquehabía llegadoelmomentodehacerseaun lado,perocondujohasta laGranVía,aparcólamotoysubióalapartamentoconunnudoenelestómago.Reprimido.

Sinnadaquehacer,seacordódeloscompadres.ALuisLagunaleenvióunmensaje:Yaencasa.HanlocalizadoaEvaCanga.LapolicíaterminaráeltrabajoyCarballeranoquiere

complicarmelavida.Mañananosvemos.AJandro,encambio,lepegóuntelefonazo.Necesitabatranquilizarlo.Leresumiósuconversación

conel inspectoryledijoqueyanocorreríaningúnpeligro.«AestashorasEvaCangayaestaráenuncalabozo,largándolotodo.NocreoquetardenenatraparaBarberáyalsicario.Perogracias,tío,mehastocadolafibracuandotehasofrecidoasermisombra»,ledijo.

Jandro,alparecerdesdeelbardesunovia,yaqueseoíadefondounatragaperras,noloteníatanclaro. «¿Y qué pasa si Barberá ya ha dado la orden dematarte?Mejor será que esté cerca de ti untiempo», indicó. Torca también se había hecho esa pregunta. Pero, aunque apreciaba el gesto de sucompadre,yaestabamayorparairconunaniñeraporlavida.Mientrashablabaporteléfonocontemplólapistola,unaGlock26tanletalcomomanejable.Llevabatiemposinsacarladeuncajóndeldormitorio,pero hasta que terminara todo el embrollo tendría que sacarla de paseo.Como Jandro insistió, Torcaacabónegociandoconél:«Averquétepareceesto:porlatardemepasoporelbaretodetuchica,nostomamosunascañasyluegonosvamosacenarporahí,¿vale?».SóloentoncesJandrocedió.QuedaronalassieteenelCaribeVallecano.

Eralaunaymediadelatarde.EvaCangayaestaríabajocustodia.PeroTorcaseguíainquieto.Sesentíaatadodepiesymanos.Lasparedesleoprimían.NopodíahablarconCarballeraniconRodrigo.TampococonMaddieCruz.Leapetecíavolveravera la joven,perosentíaquenodebíaacercarseaella.

DenuevopensóenNerea.Porlanochetendríaquepasarseporelhotel,paraintentardestruirlasgrabacionesdelanocheenqueEvaCangaquisocontratarle.Peroestavezavisaríaasuantiguanovia.

Sinnadamejorquehacer,bajóacorrerporelRetiro.Enmalahora.

***

Hacía calor. Demasiado para correr a pleno sol: Madrid se torraba a treinta y tantos grados,

aderezadosporlacontaminación,elasfaltoyeltráficoenGranVíayenAlcalá.ParaTorcaelbulliciodeesascalleseraunmalnecesario,elpeajeantesdealcanzarelparque.Yanosesentíaridículocuandounsemáforoenrojoleobligabaadetenerlacarrera.Esavez,cuandoapenashabíacomenzadoatrotar,inclusoagradecióque tuvieraquepararse al cruzar laplazadeCibeles.Al llegar alRetiro,Torcaya

estaba bastante sofocado, pero cogió un sendero paralelo al estanque para cobijarse del solazo a lasombradelosárboles.Fueenvano.

Se detuvo en una fuente cercana al Palacio de Cristal. Bebió, metió la cabeza bajo el chorro ydesistió.Regresósobresuspasosandando.Conlacabezagacha,aplatanado,fundido.Caminódespacio,conlamenteenblanco,tratandoderecuperarelresuello,sinfijarseenqueseacercabaaunoschavalesqueandabanalborotadosdesdequeloshabíadejadoatráshacíaunosminutos.Desdequeunodeellos,elmáslarguirucho,elquesehabíallevadounsopapo,lohabíareconocido.

—Fueése.El machaca, el cabecilla, con dolor de huevos desde el lunes por la patada de Torca, se había

girado.Perosólohabíavistosuespalda.—¿Seguro?—Deltodo.Estavezeranmediadocena.Elmarteshabíanacudidoeldoble,perosólosequedaronenelparque

unpardehoras.Nohabíanaguantadohastalatarde,cuandoTorcaregresóalRetiro,porqueamediodíaunos agentes municipales se percataron de que buscaban pelea y les habían confiscado los bates debéisbol, los puños americanos y las navajas. El miércoles varios no se enrolaron, y los que habíanregresadoacudierondesarmados,perohabíanbuscadovariospalosyloshabíandejadoamano.Yesejuevesunpardeellossehabíanmarchadohacíaunrato,porsuerteparaTorca.

Sehartarondeimaginarcómoibanavengarlaafrenta.Cómocomenzaríaelescarmientoylapaliza.Perolavozdelmachacasonóaflautadacuandogritó:

—¿Yahoraquiénvaareventarnosahostias?Torcanohabíavueltoapensarenlosdosultrasqueelluneshabíaninsultadoalaecuatoriana,pero

los reconoció.Elmachacayel larguirucho,enelcentro, flanqueadosporotroscuatrorapados,habíantrazadomediacircunferenciaparacortarleelpaso.Parecíanreclutasenmaniobras,conbotasmilitares,camisasdemangacortayarmadosconpalos.Mevoyallevarunabuenatunda,pensó.

Elmachacaavanzódespacioysuscolegas,coordinados,trataronderodearlo.TorcaseacordódelaGlock, mientras retrocedía unos pasos para evitar la encerrona. Había estado a punto de salir delapartamento con la pistola oculta bajo la camiseta, pero la funda sobaquera le había incomodadodemasiadodurantelosestiramientos.Siunsicarioatentacontramínomedarátiempoparadesenfundar,habíapensadomientrasselaquitaba.

Elmachaca,alcontrarioqueellunes,noqueríaprecipitarse.Volvióaacercarseaél,retándoloconla mirada. Blandía una estaca. Como el resto, en formación, seguía desplegándose para cerrar lacircunferencia, Torca atacó primero. No queda otra, se dijo. A la derecha un chaval imberbe, másinseguroquizáqueelresto,llevabaunpaloencadamano.Torcasetiróhaciaelquesujetabaconlamanoizquierdayloagarró.Justoentoncesrecibióunpalazoenelcostado.Elrapadoqueestabaal ladodelchaval no se había quedadomirando. Ni el resto. Le dolió, sería el primero demuchos, pero no seamilanó:elimberbe,acojonado,soltóelpalo.Torcacontinuóforcejeandoconél,learrebatólaotraramayloderribódeunempujón.

Losdemásyaseechabanencimadeél,peroalmenosno lohabían rodeado.En laespaldano ledaban.Unaabuelahabíapegadounchillidoy,alolejos,untipotrajeadoquizállamabaalapolicía,peroTorcanoperdióeltiempopidiendoayuda.Secubrióconlaizquierdaypegóunzurriagazo.Lecayerongolpes en las piernas y los brazos, pero los chavalesmantuvieron la distancia, hasta que elmachaca,envalentonado, rompió la formación para intentar pegarle un estacazo en la cabeza. Torca logróesquivarlo,aunquelerozólaoreja,ysetiróaporél.Sinsoltarsuspalos,casilenoqueódeuncodazo.Entonceslosotrosultrasredoblaronelataque.Unodeellos,quizáalquehabíaarrebatadolospalos,lozancadilleó.Alponerunarodillaen tierra lomolieronagolpes,pero lanzóunacozyse incorporódenuevo.

Pegando palazos con los dos brazos, rabioso, con un corte en una ceja,Torca logró distanciarseunosmetros. Durante unos segundos, los ultras y Torca cogieron resuello. El siguiente asalto será elúltimo,pensó.Erandemasiados.Elmachaca,sangrandoporlanariz,seagarródelpaqueteyfarfulló:

—Porestosquetevoyahacerpapillaloscojones.Con la estaca a dos manos, le asestó un golpe que resquebrajó uno de los palos de Torca.

Desesperado,denuevoselanzóaporelmachaca,estavezparaintentararrebatarlelaestaca,mientraslosotroslegolpeaban.Losdosforcejearonenunaluchadesigual,quenocesócuandounvozarróndetuvoalrestodelosultras:

—¡Hijosdeputa!¡Hijosdeputa!Elvozarrónbramó:—¡Aguanta,Juan!Jandro,armadoconunSmith&Wesson686yconunacadenadehierro,denegrodelospiesala

cabeza y bañado en sudor, embistió como un elefante. Derribó a dos chavales y, con una suavidadinesperada,posóelrevólverenlamejilladelmachacaylepreguntóasucompadre:

—¿Loatravieso?Torca,doblado,acertóadecir:—Dejaqueselarguen.LoschavalesecharonacorrerhacialacalleAlfonsoXII.Jandroguardólapistola,seenrollólacadenaysujetóasuamigo.—¿Puedescaminar?—Creoquesí.Vámonosantesdequevengalapolicía.Renqueante,apoyadoenJandro,echóaandar.Apretandolosdientesysinescucharlaverborreade

sucompadre.—Macho,enmiputavidavuelvoahaceralgoasí.Mehedicho,Jandro,sivasasersusombra,no

pintasnadaenVallecas.Meheapuntaladoenlabarradelbarquehayenfrentedetuportal,mehadadotiempoaqueelrumanoqueestádetrásdelabarraaprendaatirarcañascomoDiosmanda,luegocasinoaguantolarisacuandomehasllamado,peroalverquesalíasdelportalcorriendocomositepersiguieraeldiablonosólomehasjodidolasorpresa,ademássemehacaídoelmundoencima.¿Yahoraquéhago?Tenía la furgomuycercade tumoto,pero si iba apor ella teperdíadevista.Pues,hala, amover elesqueleto.Casimedaunpatatús.LohedejadoporimposiblealllegaraAlcalá.Joder,¡cómocorres!MehevenidoalRetiro,paranada,oesopensaba,bueno,parapegarteelsustopadresiesquemetopabacontigo, ¡y resulta que te encuentro así! ¿Pero no iba a por ti un asesino profesional? ¿De dónde hansalidoestosnazis?

—Luegotecuento—acertóadecir.LaabuelagritonayeltipotrajeadodelmóvilsehabíanesfumadoencuantohabíaaparecidoJandro

consupistolón.YlasescasaspersonasqueseencontrarondecaramientrascaminabanhacialaPuertadeAlcalá,alacercarseaellosescondieronlamiradaytrataronderehuirlos.Lasangreasusta.

Nosefijaronenunhombreconpintadeturista,enpantalóncortoycongafasdesol,quecaminabaconairedespreocupadodelantedeellos,amásdemediocentenardemetros.TampocolohabíanvistoenGranVía,apesardequehabíaseguidoaTorcayaJandroconlosmismosandaresdesgarbados.

AntesdesalirdelRetiro,Torcatropezóalagacharseenunafuentepara limpiarselasangredelaceja.

—Mehandadohastaenelcarnédeidentidad—selamentó.LecostóunmundollegaraGranVía.

***

Dócilcomounanciano,ocomounheridodeguerra,Torcasedejómanejar.Jandrolometióenladucha.Alsalirdeuncharcodebarroysangre,lepalpólasmagulladuras.

—Siemprecaesdepie,cabrón.Puesparecequenotehanrotonada,¿eh?Torcanoreplicó.Sesentóenunabanquetaconlacabezaentreloshombros.—Medaquenonecesitaspuntos.Lasheridasenlascejassonmuyescandalosas,perocuandodejan

desangrarsequedanennada,yaverás.¿Tienesalcohol?Conungesto,leseñalóuncajóndelbaño.—Vayaarsenal.Unbotiquíndeprimera.EnGuineanoshabríavenidodeputamadretodoesto.¡Y

cuántascremas!Cómotecuidas,macho,¿sabíasqueEsperanzacreíaquetesacoseisosieteaños?Asícualquiera. Vamos a ver... —Las manazas de Jandro comenzaron a rebuscar—. Empecemos por elprincipio.Temetesunchutedeparacetamol,unpardegramos,tedesinfectolasheridas,tevendolasqueestánpeor,tetumbasenelsofá,tepreparoalgodecomer,ycomonuevo.¿Aquenohasjamadotodavía?Yodesdeloscruasanesdeestamañananomehemetidonadaenelcuerpo,elrumanodeabajonoponetapasconlascañas,merugenlastripas.

Torca se echó en el sofá, exhausto. Al minuto roncaba. Pero quince minutos después Jandro lodespertabaalcolocarunosplatos,unosvasosyunasbotellasdevinoenlamesa,dondeademásyahabíapuestoelmantel.

—Delatasybotesvassobrado,peroenel frigohayeco.Nadafresco,muymal.Pocohepodidohacer,perolevanta,venaquí,necesitasrecuperarfuerzas.

Torcanecesitabadescansar.Narcotizarlosgolpesyelorgullo.PeroJandronoibaadejarleenpaz.Seincorporó.

—MientrasplantabaunpinohellamadoaLaguna.Queigualluegosepasa,mehadicho—dejócaerJandroantesdezamparsedeunbocadoundescomunalpinchodebonitoconpepinillosypimientosdelpiquillo.

***

YaqueJandronocallaba,semetióenlacama.Magullado,peromásanimado,quizáporquelehabíacostado menos beber el vino descorchado por Jandro que masticar los pinchos improvisados por sucompadre.

Como en el sofá, cerró los ojos y trató de alejar cualquier pensamiento. Pero esta vez le costódormirse.Lascostillasyuncodoledolíanbastante,ynopodíaapoyarlaorejaderechaenlaalmohada.SinoapareceJandro,acaboenelhospital,debuenamehe librado,pensó.Perono lediomuchamásimportanciaallanceconlosultras.Gajesdeloficio.Deloficiodevivir.Unonopuedeirporlavidadebrazoscruzados,esoloteníamuyclaro.

Algo dopado por lamezcla demedicinas con vino—Jandro le había obligado a beber un vasodondehabíadisueltounsobredeibuprofeno—,Torcasesumióenunapozadeanhelosydeseos.DondeflotabaelcadáverdeBeccaCruz,uncuerpodesnudoeintocable,unosojosqueclamabanvenganza.EnlaquebraceabaEvaCanga,conelescotadovestidorojodelaentregadepremioshechojirones.Unasaguas,enfin,agitadasporMaddieyLisaCruz.Lasgemelas,cubiertasconbañadordecompetición,peroconelcabellosuelto,nadabanhaciaél,enroscabanensucuerpolaspiernasylosbrazosylosumergíanenunsueñooscuro,doloridoyfeliz.

Un lustro o un siglo más tarde, Jandro y Luis Laguna lo contemplaban como a un bebé en unamaternidad.Desnudo,abrazadoalaalmohada,dormíaconelceñofruncido.

—Lohandejadohechouncromo—dijoLaguna.—Yatedigo—añadióJandro—.Erancuatroniñatos,peroeltiemponoperdona.Estamosmayores.Torcaabrióunojo.

—Eranseis,cachocabrón.—Loquetúdigas—concedióJandro—.Elsiglopasadoteloshabríasmerendadoconpatatas.Estabaabotargadoyresacoso,perosindolorespunzantes.Elcodoyanopalpitabay,albostezar,las

costillasnosequejarondemasiado.Cuandoselevantó,Jandroletendióunvasodeaguablancuzca.—¿Másibuprofeno?Resopló,peroelcompadreinsistió:—Hazmecaso,pichón.Torcaobedeció.Luegohizounabolaconlassábanas,másmanchadasdeyodoquedesangre,yla

tiróalsuelo.Corriólapuertadelarmario.Indeciso,lespreguntó:—¿Quéhoraes?—¿Túquécrees?—replicóJandro.Elcompadrehabíabajadodeltodolapersiana.Elmóvilandabaporelsalón.—¿Lasonce?¿Delanoche?Nosécuántohesobado,laverdad.—Novamosavacilarte—dijoLaguna—.Bastantetehandadoya.Sonlassiete.Delatarde.Tehas

metidounasiestorradeunasdoshoras.Tehabríamosdejadomás,perotienesquesaberalgo...Torcasegirósorprendido.—¿Hanmatadoaunadelasgemelas?—No,noeseso.Perovísteteprimero,anda.Aguantándoselaimpaciencia,semetióenelbaño,orinó,selavóintentandonomojarselasheridasy

se puso un pantalón de chándal y una camiseta. En el salón, Jandro rapiñaba los restos de la comidamientrasLagunacotilleabasucoleccióndeseriesypelículas.

—¿Quéhapasado?JandromiróaLuisLaguna.—Hace nada estaba aquíRodrigo.Ha venido a informarte, pero cuando le hemos contado cómo

estabas ha preferido marcharse. Tenía una misión fuera de Madrid. Nos ha dicho que te dejáramosdescansar,pero...

—¿Peroqué?Algrano,Luis.—SehancargadoaEvaCanga.EnBarajas.—¡Joder!—exclamóTorca—.¿Lapolicía lahaseguidohastaallíy lahanmatadodelantedesus

narices?—Quéva.El busdeBilbaoparaba en el aeropuerto.Al parecer alguienha entrado entonces, un

profesional, y ha desaparecido sin dejar rastro. Nadie se ha dado cuenta. Hasta que, al llegar alintercambiadordeAvenidadeAmérica,lospolicíasquelaesperabanhanvistoquenobajaba.

—¡Joder!—repitióTorca.—Rodrigoveníaaavisarte,departedelinspectorCarballera,porque...—Puedoserelsiguiente—dedujoTorca.—¡Loqueyotedecía!—exclamóJandro—.¿Vescomomenecesitasaquí?Torcacogióunodelosvasosusadosenlacomidaylollenócasihastalostopesconloquequedaba

deunabotelladevino.Selobebiódeuntrago.Suscompadresnodijeronnada.SelevantóysacódelmueblebarotrabotelladevinodelaRiberadelDuero.Mientrasladescorchaba,pensóenvozalta.

—Puedoser el siguiente,vale.Nomeextrañaría.Opuedequeal eliminar aEvaCanga secreanrelativamenteasalvo.NotienenporquésaberquehehabladoconCarballera.Puedequevenganapormí, directamente, pero también que estén esperando a que intente chantajear a Barberá. En ese caso,estamosa jueves, vamos,quenoquedanadapara el lunes: si fuera ellos, primeroacabaría loqueheempezado,elputoimpactoenGibraltarseguroqueesprioritario,¿noosparece?Estoyseco,voyatomarotra copa, ¿queréis?—Como Jandro y Laguna rechazaron el ofrecimiento con un gesto, se sirvió denuevoypegóunbuensorbo—.Lodelchantajemecuadra.AEvaCangaledijequesinoparabaniríaa

porellos,perotambiénquemisilenciovalíamuchoyqueBarberápodíacalcularcuánto.Noeramásqueunanzueloparaacercarmeaél...—Seguíaconlabocaestropajosa,alzóelvasoyloapuró—.Puestosapensar, sinEvaCangami silencio sehadepreciadobastante: al finyal cabo,nohecruzadouna solapalabraconBarberánihehechonada...Esmás,despuésdelpuñeteroimpactodelluneselsilencioquevale millones es el del asesino que ha matado a Becca Cruz y a Eva Canga: si yo fuera Barberá,contrataríaauntipocomoyoparaeliminarlo.¿Quédecís?

—Nobebasmás—ordenóLaguna—.Jandro,¿quélehasdado?—Pocacosa.Primerounosanalgésicos,luegounossobresdeantiinflamatorios,combinadosconuna

pastillitaparadormiryotraparalevantarelánimo...Yahora,másomenoslomismo...Larecetaesmía,perotodoesdesucosecha,tieneunafarmaciaenelbaño.

—¿Cómo?—seextrañóTorca—.Medijistequeeraibuprofeno.—Bueno,notedijetodalaverdad.Peroelcócteltehasentadobien.¿Ono?—¡Seráscabronazo!Elcasoesquemalnomeencuentro—reconocióTorca.—Puesnotequejes.Laguna,comootrasveces,tratódeplanificarlossiguientesmovimientos.—Vamos a pensar un poco, ¿vale? Podemos especular sobre ese chantaje, pero lo primero es

garantizartuseguridad,Juan.Propongounacosa:veniroslosdosamicasa.Cambiadeairesyderutinas.Siquierescorretear,porlosalrededoreshaysenderosdesobra.Setepuedeecharencimaunperro,peronounabandadeultras.Enmichaléestarásmásseguroqueaquí.Cogeloquenecesites,pillamosuntaxiy...

—Podemosirenmifurgo—apuntóJandro.—No,tútevasaVallecas,preparastambiénunamaletaytevienesacasa.Unavezallí,concalma,

sinapresurarnos,contemplamostodaslasopcionesy...ElmóvildeLagunasonóconelringcaracterísticodelosantiguosteléfonosderuleta.—Esdelaoficina.Perdonad.Alcogerlallamadaelevólavoz:—Estoyreunido,¿quépasa?—preguntóenojado.LacaradeLagunamostródesconciertoysorpresa,peronodudóalordenar:—Quenosevaya...No,Marisa,noesunliguedeJuan.¡Mástevalequenosemarche!Dileque

llegaencincominutos,aunquetardaremosalgomás.Seguardóelteléfonoconparsimoniayanunció:—Cambiodeplanes.Juan,¿quélesdas?Torcaestabaenascuas.—¿Aquién?—Atodas.Nosvamosamioficinaatodaleche.LahermanadeRebeccaCruzsehapresentadosin

avisar.Parahablarcontigo.—Puesvaaalucinarcuandoteveaelcareto—soltóJandro.

***

Cincominutosmástardeelespejodelascensorreflejabaaltrío:LuisLaguna,conlamiradafríay

afilada,seguíaimpecable,comoporlamañana,repeinadoysinarrugaseneltrajedetrespiezascortadoamano.Dos cabezasmás alto, Jandro parecía un ángel del infierno cañí,marcando bíceps, barriga ytatuajes.Torca,conlosojosvidriosos,lacejahinchadayunaparatosovendajeenlaoreja,vestíauntrajegrismarengoyunpolonegroquecamuflabademalamaneraelchalecoantibalasquelehabíanobligadoacolocarse.Además,llevabaelcascoderepuesto,elquehabíacompradoparaNereadosañosatrás.

Mientrasbajaban,seacordóde laprimeravezqueNereasepusoelcasco:eldíaquecompró la

moto.Peropormásquelointentónorecordócuándoselocolocóporúltimavez.Torcasaliódelportaldispuestoarecibirunbalazo.Comosisaltaradeunatrinchera.Sielsegundo

impactoyaestabapreparado,quizáyasehabíaconvertidoenelsiguienteobjetivodelasesinodeBeccaCruzyEvaCanga.Caminóhacialamotodespacio,enbuscadealgosospechoso.AjenosalbulliciodelaGranVía,LagunayJandro,tantensoscomoél,losiguieronensilencio,fijándoseenlasazoteas,enlasventanas,enloscoches,enlasdecenasdepersonasqueibandeunladoparaotro.

Matarnocuesta.Bastaconapostarse,armarsedepacienciayesperaraqueelblancosepongaatiro. Torca había accedido a ponerse el chaleco porque si no Laguna y Jandro habrían insistidomachaconamente,peroensufuerointernoleparecíaunaproteccióninútil:siélestuvieraconunrifleenuna azotea o detrás de una ventana, apuntaría a la cabeza. «A reventar el melón», eso habría dichoHernández,elcompadrequehabíadisfrutadoobservandocómoselasgastabanlosfrancotiradoresenlosBalcanes.

Jandro sospechódeunvendedor de lotería ciego, bastante corpulento, parado al otro ladode unpasodecebra.

—Ojoconese—dijo.—Loconozco—apuntóTorca.Másdeunavezlehabíacompradouncupón.El hombre sin prisa seguía pareciendo un turista, con gafas de pasta y una cámara de fotos al

hombro.LoscontemplabadesdeelinteriordelHoteldelasLetras,sentadoenunsillón.Cuandopasaronfrente al ventanal, se sumergió en la guía de viajes que tenía en lasmanos. Poco después guardó lacámaraylaguíaenunamochila,selapusoenlaespaldaysaliódelhotel.NoseapresurócuandoviocómoavanzabanhaciaCibeles lamotodeTorca, conLagunadepaquete, y la furgonetade Jandro.Ytampocoaceleródemasiadocuandosemontóenuntaxiestacionadoaunadecenadepasosdelapuerta.

LoscompadresllegaronprontoaSerrano.BajaronalgarajedeledificioyaparcaronenlasplazasdeLaguna&Campbell.YalsalirdelascensorseencontraronaMaddieCruzenlapuertadelaoficinadespidiéndosedeMarisa.Lasecretaria,aliviada,losvioantesqueella.

—¿Quélehedicho?¡ElseñorTorcayaestáaquí!Torcaavanzóporelpasillo,precedidoporLagunayJandro.MaddieCruzsegiróconunasonrisa

quesecongelótalvezcuandoadvirtióelestadodeTorca,oalfijarseensusacompañantes.Comohabíanacordadoenelascensor,Torcalepresentóasuscompadres,pero,mientrasJandroy

Luissemetíaneneldespachodeéste,TorcacondujoaMaddieCruzaunasaladereuniones.Cerrólapuerta,leseñalóunsofáysesentóenunasilla.Lajovendudóunosinstantes,peroacabósentándose.Conlosmuslosprietosycubriéndoseelregazoconunbolsoadquiridoeldíaanterior.

MaddieCruz,quéremedio,habíaacabadocomprándoseropa:esatardeestrenabaunosvaquerosyunablusaentallada.YsosteníalatarjetaqueTorcalehabíaentregadodosdíasantes,alaspuertasdeltuguriodeLavapiés.

—Nomeesperabaqueconservarasmitarjeta.Ymuchomenosquevinieras.—Despuésdequesecagaraentusmuertos,mipadrelatiróalsueloylapisoteó.Peroseolvidóde

ella.Se lamostró.Estabagrisáceayarrugada.Luegolametióenelbolso.Torcasefijóenquedentro

guardaba,entreotrascosas,elcuadernodelotrodía.—Bueno,¿quétepuedoofrecer?¿Agua?¿Unrefresco...?—Nada,gracias.Laseñoradelaentradasehaempeñadoenservirmeuncafédemáquina.Estaba

tan nerviosa queme he abrasado la lengua al probarlo, quería tomarlo y pirarme. No sé por qué hevenido.

—¿Necesitasayuda?—Nolosé.¿Peroquétehapasado?

Yatardabaenpreguntárselo.—Quemehecaídodelamoto—respondióTorca.—¿Meestástomandoelpelo?—Quéva.Mehegolpeadocontraunospalos.LafalsaeuforiaprovocadaporelcóctelpastillerodeJandroaúnnohabíadecaído.PeroMaddie

Cruz no tenía ganas de bromear. Desde que había preguntado a Marisa por Torca, se había sentidoestúpidaeincómoda.Selevantó.

—Mejormevoy.Noséquéhagoaquí.Torcaseinterpusoentrelajovenylapuerta.—Espera.Hasvenidoporalgo,¿verdad?¿Quépuedohacerporti?Estabanmuy cerca. Aunque aMaddie le llegó el aliento a vino y le asustó la sangre que había

empapadoelaparatosovendajedelaoreja,leenternecieronlosojosdeTorca.Elhombrequelahabíaayudadoasalirdelcoche,alllegaraMadrid,elúnicohombrequealdíasiguientesehabíapreocupadoporella,ahoralamirabaconinquietudyatención.

—Nosoportoesto—reveló—.Noaguantoestasoledad.Esta...estaincertidumbre.Noséquépasa.NoséporquémurióBecca.Niporquésigoaquí.Mipadresehaido.Conlasmismasprisasylamismarabiaqueellunes,cuandovinimosparaacá.Mehadichoquenosalgadelhotel,quemañanavuelveconLisa,mihermana.¡Peronoaguantoesto!¡Nolosoporto!

Un lagrimónresbalóporel rostrodeMaddie.Elpreludiodeuna tormenta.La jovensedesahogósobreelpechodeTorca.Sorprendido,dubitativo,sinsaberquéhacerconlasmanosnicómocalmarla,lacobijóensilencio,sinllegaraabrazarla.Hastaquelajovenleoprimióunacostilla.Torcanosequejó,peroMaddieseapartó.

—¿Tehehechodaño?—lepreguntó.—Túno,lacaída.Maddieabrióotravezelbolso.Cogióunpaquetedepañuelos,sacóunoysesecólosojos.—Quévergüenza.Parezcounaniña,noparodellorar.—No,esnormal.Hasvividoalgoterrible.Tecostarásuperarlo.Peroloconseguirás.Lajovenesbozóunasonrisa.—¿Ytúquésabes?Nomeconoces.—Es cierto—dijo Torca—. Pero el tiempo nos anestesia a todos, o a casi todos, de la misma

manera.

***

Unosminutosmástarde,Torcasaliódelasala.Sudabaamares.Elchalecoantibalaslecocíapordentro.BebióunvasodeaguaconavidezyrellenóotrovasodelamáquinaparaMaddie.Antesdeentrardenuevo,pasóporeldespachodeLaguna.

—Luis,¿cómovesquenoslallevemostambiénatucasa?—Bien.Haysitiodesobra.—Averquédice.Jandro,¿quéteparecesibajasymirassialguienlaestáesperando?Pensabaque

lapolicíaestaríavigilándola,perosegúnellanadielaescolta.—Ahoravoy.Regresó a la sala de reuniones.MaddieCruz, sentada en el sofá,más tranquila, con las piernas

cruzadasyelbolsoenelsuelo,fumabatabacorubio.—Lodejéhaceaños.Cuandoeresunacría,fumasdetodo.PeroenSevilla,cuandonospusimosen

serioaentrenar,logrédejarlo.Hastaahora.Ayermecompréunpaquete.¿Quieres?Torcacogióunpitillo.SacóelZippoydiolasprimerascaladasensilencio,pensativo.Noquería

alarmaralajoven,perobarruntabaqueellacorríamáspeligroqueél.YquesuhermanaLisa.Laotragemela, escoltada por la policía según Carballera y acompañada por su padre, no se encontraba tanindefensacomoMaddie.Además,elasesinoesamismamañanahabíaactuadoenMadrid.

—Decíasquetupadrevienemañanacontuhermana.¿Sabesmásomenossobrequéhora?—Ni idea. Recogerá a Lisa. Le pegará un bofetón, aunque ella no tenga la culpa de nada, y se

vendránparaacá.YomehequedadoparaquesepanquedeaquínonosvamossinBecca.Torcadedujoqueextraditarelcadáver,enuncasodeasesinato,podíaserunprocesoenrevesadoy

largo.PeroleextrañóqueAntonioCruzquisieracastigaralaotragemela.—¿Unbofetón?¿Porqué?—Porquesí.PorpirarseaMarruecossinavisar.Ysinteléfono.Daigualquetengamosveinticinco

años,mipadrenostratacomoacrías.Además,hemospasadounosdíashorribles,yencimasinella.—¿LisapodíasospecharquealguienmataríaaBecca?—¿Cómo?No, no, imposible.Nos hemos pasadomedia noche hablando. Por fin. Está como yo.

Destrozada.Ynoentiendenada.Beccaeraunángel,nuestratata,jamásdelosjamasessenoshapasadoporlacabezaquealguienpudierahacerledaño.Eraunángel,unabuenaza,era...

—¿EntoncesporquéselargóLisaaMarruecos?—Esonotienenadaquever.Antesmelohacontado.EnTarifaconocióaunossurfistas,seenrolló

conuno,ledijeronquesiseapuntabaairseaTángerconellos,yconlamismasefue.—¿Ynoteavisóantes?—No.Ni faltaquehacía.De todasmaneras,perdióelmóvil.Típicodeella.Somosuñaycarne,

hemossidoinseparablesdesdesiempre,perodesdehaceunpardeañosestamosintentandohacercadaunanuestravida.Nosqueremosmuchísimo,ynosechamosmuchísimodemenos,peroalfinalesmejorasí.SimehubieraidoconellaaTarifa,talvezyotambiénestaríacoladaporelmismosurfistaqueella,oelsurfistaintentaríaligarconlasdos,oquéséyo.Yaestamoshartasdeeso.

—Entiendo—dijoTorca.Entendíaque lasgemelaspodíanhacerestragos.Por separadoy, sobre todo, juntas.Dosbellezas

arrebatadoras.Torcaaplastólacolillaenunceniceroyseacercóalapuerta.Leconveníamantenerlasdistancias

conMaddie.Podíadecirseunayotravezquepodíasersuhija,peroconNereayasehabíapasadoesasconvencionesporelarcodeltriunfo.

—Haspodidoverantesquehevenidoacompañado.Pordosamigosdeconfianza.ServimosjuntosenelEjército.Elbajo,LuisLaguna,dirigeestaagencia.Elotro,Jandro,hatrabajadodeguardaespaldas.Conellospuedoprotegerte.

Lajoven,bastantesorprendida,selevantó.—¿Quieresquetecontrate?¿Peroquiéntecreesquesoy?—No, no te confundas.—De nuevo se acercó a ella—.Quiero ayudarte.Y... creo que necesitas

ayuda.Noquieroasustarte,deverdad,peroelcabrónquematóatuhermanaandasuelto.NoestábienqueestéssolaaquíenMadrid.

AMaddieCruzlecambiólacara.—¿Porqué?¿Estoyenpeligro?—No...Torcadudó.Si lapolicíaaúnnohabíanotificadoaAntonioCruzyasuhijaqueelasesinohabía

vueltoamatar,noibaaserélquienselocomunicara.Almenosahora.No,noqueríasacaracolaciónlamuertedeEvaCanga.Ni loquehabíaaveriguadosobreelsegundo«impacto».Peronodebíapermitirquelajovensefuera,quesiguierasola.Nodebíaynoquería.

—¿Peroquépasa?—Nolosé—respondióTorca—.Esoes loquemepreocupa.Peroencambioséquehasvenido

aquí,quenosoportaslasoledadqueestássufriendoestosdías,que...—Nopudoevitaracercarseaellaunpocomás,mirarlacaraacara—.Hastaquevuelvatupadre,quédateconmigo.Estarásmejor.Yno,noquieroquemecontrates.Nuncalohequerido.

—¿Entoncesquéquieres?—¿Yquéquierestú?—contraatacóTorca.Un silencio atronador inundó la sala.Maddie suspiró y bajó la cabeza, cercada por la pena, la

culpa,elmiedo,lavergüenzayeldeseo.Torca,muydespacio,concautela,seaproximóaúnmásaella.Conlaspalmashaciaarriba,cogió

lascálidasmanosdelajoveny,porprimeravez,pronunciósunombre:—Notengasmiedo,Madelaine.

13

CLAVESYLLAVESUnosnudillosgolpeandolapuertalosdevolvieronalarealidad.Enelpasillo,LuisLagunapreguntó:

—¿Puedopasar?—¿Ocurrealgo?—quisosaberTorcamientrasabría.—Nadamalo—respondióLaguna—.PeroCifuentes,porunavezysinquesirvadeprecedente,me

hapedidosaliralahora.Ynopuedonegarme.Tienesquepasaraverloantesdequesevaya,Juan.—¿Yella?Lagunadesplegósumejorsonrisayseadentróenlasala.—¿Tegustaelartecontemporáneo?Seguroquesí,¿verdad?Venamidespacho,mientrasesperamos

aJuanteenseñomicolección,tengounaspiezasmuyinteresantes.—Hasta la papelera es de diseño, ya verás —añadió Torca con guasa—. En cinco minutos te

rescato.

***

ElhombresinprisasepusoacaminarcuandoJandrosaliódelportal.Paciente,aguardóaqueelsemáforocambiaradecolorparacruzara laotraacera.Entróenunacafetería,pidióuncafésoloyalecharunaojeadaalexteriorvioqueJandroterminabalarondayllamabaaltimbreparasubirdenuevoaLaguna&Campbell. Pagó, pero no apuró el café: lo bebió a sorbitos, como si estuviera en un zocomarroquícontodoeltiempodelmundo.

***

CifuentesesperabaaTorcaenlaentradadesucubil.Conelpelolimpio,peinadoaraya,yatufandoacoloniabarata.

—Figura,estáshechounpincel.¿Hasquedadoconunachica?—Ya me gustaría —contestó Cifuentes mirando fijamente el magullado rostro de Torca, pero

incapaz de preguntarle qué le había ocurrido—.Mimadre celebra su cumpleaños conmis tías y lasvecinas.Nopuedoretrasarme.

—Claroqueno.Cuéntame,¿quéhasaveriguado?—Tres cosas —dijo Cifuentes—. Bueno, sobre todo una. La principal, la que no deja de

mortificarme,eselgrafeno.Laclavedetodoesteembrollo,delasmuertes,deBarberá,eselgrafeno.Hazmecaso.

A Torca le sorprendió que Cifuentes, tan analítico y apegado a los datos, saliera con unaespeculacióndeesetipo.

—¿Yporquépiensaseso?—Graphener,laempresadirigidaporEvaCanga,investigaelgrafeno,¿recuerdas?—Torcaasintió

—.Puesbien,heaveriguadoqueGraphenerhasolicitadoentrarenelprogramaGrapheneFlagshipdelaUnión Europea, una iniciativa que promueve que surjan aplicaciones industriales del grafeno... y quecuentaconunpresupuestodemásdemilmillonesdeeuros.Ahíesnada.Milkilos.Latartaquevanarepartirse las empresas europeas de grafeno puede ser enorme, peromayores pueden ser todavía losbeneficios de las que se lleven el gato al agua y logren desarrollos innovadores. ¿Sabías queNovak

Djokovic,eltenistanúmerounodelmundo,conpermisodeNadalyFederer,arreaalapelotaconunaraquetadegrafeno?

—¿PeroesoquétienequeverconRebeccaCruz?—inquirióTorca.—Déjameterminar.Estamañana,Luistehapasadomisconclusionespreliminares.Ahíhablabade

Shafinsa, una consultora de eficiencia energética, y de Traxhorturing, un consorcio de empresas que,segúntodoslosindicios,pertenecenaMarioBarberá,¿lorecuerdas?

—Nomehequedadoconlosnombres,perosí.—¡PuesresultaquetantoShafinsacomoTraxhorturingpretendencomerseotrostrozosdelatartadel

programaGrapheneFlagship!Tambiénhanpedidosubvencioneseuropeas.EsosmilmillonesenayudasparaelgrafenoestánenelpuntodemiradeBarberá.¡Elgrafenoeslaclave,estoyseguro!—exclamóCifuentes.

—Muybien,Paco.Telohascurrado.—Gracias.Yestonoesmásqueelprincipio.Seguiréinvestigando.Aunquehoyyano,mimadreme

lacortasillegodespuésdequesoplelasvelas.Torca,paranadaconvencidodelasespeculacionessobreelgrafeno,dejóqueCifuentesenfilarael

pasillo.Peronopermitióqueavanzarademasiado.—Perdona,Paco,¿nomedijistequehabíasaveriguadotrescosas?¿Ylasotras?—Ah,sí.Quécabezalamía.LodeJandroylafoto.Nohetardadonadaensacaresedato.—¿Quédato?—Lodelojo.Torcaleapremió.—¿Quépasaconelojo?—MarioBarberásecayódeuncaballo,deniño,yperdióunojo.Llevaunodecristal.Mejordicho,

depolimetilmetacrilato.Creoquelohedichobien,elpalabroselastrae.Acabodeenterarmedequeesunplásticoquetambiénseusaparalosfarosdeloscochesyque...

—Puesojaláselereviente.¿Yquémáshasaveriguado?—Elaccidentedelojo tienesumiga.Figuraensuhistorialmédico.Laverdad,nomehacostado

encontrarlo, hasta hace un par de añosMarioBarberá se hacía unos chequeosmuy exhaustivos en laprincipalclínicaprivadadeValencia;unsitiodonde,porcierto...

—Paco,algrano,queaestepasotumadretepegaunacollejaporllegartarde.—Verdad,verdad.Cuantamásprisatengo,másmeofusco.¿Pordóndeiba?—Porelaccidente.¿Quépasó?—Lagentesecaedelcaballocontinuamenteyserompelacrisma,unapierna,cualquiercosa,¿no?—Sí,¿y?—ElpercancedeBarberáfuedistinto.Lograveocurrióantesdecaerse.Lediounjamacucoalos

onceañosmientrasmontabaacaballo.Casino locuenta.Bueno,yalcaersehizo laaveríaenelojo.Pero lo curioso es lo del infarto: su corazón ya era una bomba de relojería desde niño. Padece unaanomalía muy peliaguda, una miocardiopatía hipertrófica, un mal a menudo hereditario y que haprovocadoquemásdeundeportistahayapalmadopormuertesúbitaenplenacompetición,porcierto.Según su historial médico, ya ha pasado por el quirófano más de media docena de veces. Me hasorprendidoqueconunasaludtanfrágilhayamontadountingladoempresarialtanpotente,laverdad.

—Puessí.¿Yestodelcorazóneralatercera?—No,quéva.Lodelcorazónylodelojosonlamismacosa,¿noteparece?—Sí,Paco,sí.¿Entoncescuáleslaúltima?Torcasuspiró.Lapaciencia,pensó,eselástica.Hastaqueexplotacomounglobo.—Ah, sí. Le dijiste a Laguna que mirásemos si Barberá posee algún periódico. Eso apenas he

tardadoenencontrarlo.Tieneaccionesendos,aunquenosonlevantinos.

—¿Ydedóndeson?—preguntóTorca.—LaVozdeTriana,comopuedessuponer,esungratuitoquesereparteporlascallesdeSevilla.El

presidente de honor es unBarberá, no sé si un hermano o un hijo del empresario, porque los dos sellaman igual: Jorge Barberá. Y además, a través de una de las sociedades ligadas a Traxhorturing,controla otro periódico, LaGaceta de Andalucía, también con sede sevillana, pero sin lazos con elgratuito.

—¿YenValenciaoAlicantenotieneningúnperiódico?—Que yo sepa, no—concluyóCifuentes, atusándose el flequillo; parecía un colegial a punto de

saliralrecreo—.Bueno,esperohaberteayudado.—Nosabescuánto—dijoTorca—.Anda,vete,aunamadrenuncahayquehacerlaesperar.Pero

mañanasipuedesbúscamedóndeviveelpresidentedehonorese.Cifuentesleenseñólascariesaldescoyuntarlamandíbulaenunarisamuda,perruna.—Tusórdenessondeseosparamí.Peromañananotelavoyabuscar.—¿Yeso?Cifuentessacóelteléfono.—Lotengoporaquí...Unmomento...Yperdona,hoyandoalgoespeso.Apunta:JorgeBarberávive

enlacalleCamiloJoséCela,número36,áticoderecho.—Eresunhacha.EnSevilla,¿no?—Quéva.EnMarbella.Enunáticoquetecagas,convistasa laplaya,enunedificiodemármol

construido,porcierto,cuandoeraalcaldeJesúsGil,elmásgrandeyostentóreopresidentedelAtléticodeMadrid.—Cifuentesdesplegóunnavegador—.Mira.Perdiendoeltiempo,queesgerundio,calculéacuántosaleallíelmetrocuadradoyflipé:10.000euros.MásqueaquíenSerrano.Poralgollamanaesazonalamilladeoromarbellí.

El tal Jorge Barberá, ya fuera hermano o hijo del empresario, podía vivir en Marbella o enHonolulú,enunpalaciooenunachabola.ATorcaleinteresósobretodolorelacionadoconSevilla.Porprimeravez,encontrabaalgoencomúnentrelosCruzylosBarberá:lacapitalandaluza.Laclave,másqueenelgrafeno,pensóTorcamientrassedirigíaaldespachodeLaguna,quizáestéenSevilla.

***

—¿Unasilladediseño?Nomejodas,Luisito,estoesunpotrodetortura.SentadoahorcajadasenunachaiselonguedeLeCorbusier,JandrosebalanceabamientrasMaddie

Cruz se reía a carcajadas. Como tantas otras veces, Jandro practicaba su deporte favorito: vacilar aLaguna.

—Yese cuadro... ¡La órdiga! ¿De verdad que te han soplado dosmil euros por esos garabatos?Mañanamismocambiode trabajo: ¡voyahacermepintor!Debrochafina.Ytú,Luisito,comounbuenamigo,vasacomprarmemiprimeraobra.Porsertú,teladejaréenmileuracosdenada.

—¿Yoshacontadoyacuántopagóporlapapelera?—preguntóTorcasegúnentrabaeneldespacho.—Quéfijaciónconlaputapapelera,Juan.QueesdePhilippeStarck,unapiezadediseñonumerada

ycertificada.—¿Certificada?¿Hacefaltacertificarlaspapeleras?—bramóJandro—.Luisito,undíadeestosvan

acertificar...¡quetehantimado!Detodasmaneras,¿dóndeestáelnúmero?Jandroseincorporó.Maddie,divertida,lodejópasar.Elcompadrecogiólapapelera,lalevantóy

empezóagirarla.—¡Puesnoencuentroelnúmero!Nomedigasqueencimahascompradouna imitación, ¡te lahan

jugado,Luisito!Laguna,alterado,seacercóaJandro.

—Déjaladondeestaba.Ynolarompas,queteveovenir...—¿Perodóndeestáelnúmero?,¿dónde?

***

Cincominutosmás tarde, cuando los cuatro bajaron al garaje, Jandro seguía preguntando por el

númerodelapapelera.Torca le tendióelcascoaMaddie,despuésdequeloscompadressemetieranen lafurgonetasin

dejardeporfiar.—Noosparecéisennada,peroencajáisbien.MepartoconJandro,yLuisesunencanto—dijola

joven—.Nomeestoyequivocandoalirmeconvosotros,¿verdad?—Teaseguroqueno—respondió.Alcogerlarampadesalida,Maddieseaferróaél.ATorcaseleolvidóqueledolíaunacostilla.Lagunaconducíalomínimo.HabíapreferidoqueJandrolollevaraenlafurgoantesquearrancarun

Mercedesquesólocogíaparaimpresionaraalgunosclientes.SentadoaladerechadeJandro,contemplóalaparejaporelretrovisor.

—Yaséquélesdaalastías.Juannotienetruco.Eseessutruco.—Quéprofundo.Esosóloloentiendestú,Luisito—sentencióJandro.Ningunodeloscompadressefijóenqueuntaxiconlabanderabajadalossiguió,aunadistancia

considerable,desdeSerranohastaLasRozas.

***

Desdehacíaunpardemeses,LuisLagunavivíaenunchaléconpiscina,dentrodeunaurbanizaciónprivada.Alhaberadquiridolaviviendayaamuebladaporlosanteriorespropietarios,unosaparejadoresvapuleadosporlacrisis,habíareprimidosusansiasynolahabíadestrozadoconsuspiezasdediseño.Jandropegóunsilbidoalentrar.

—¡Vayacasoplón!Laguna, henchido de felicidad, comenzó a contarles la historia de los dueños, pero Jandro lo

interrumpió:—Noteemociones,Luisito.Antesdeenseñarnosnuestrashabitacionescomounbuenmayordomo,

vamosalacocinaaverquécenamos.—Piensasconlastripas,Jandro—replicóLaguna—.Peroteolvidasdenuestrainvitada.Maddie,

¿teapetecequecenemosya?Conlostresparesdeojospendientesdeella,lajoventardóenresponder.—Yomeadapto.Comoveáis.Laguna,ejerciendodeanfitrión,insistió:—No,esono.¿Quéquiereshacer?Algocortada,preguntó:—¿Puedousarlapiscina?

***

Maddiebajólasescalerasyentróalsalóndescalza,cubiertaconelalbornozquelehabíadejado

Laguna.—¿Vosotrosnoosbañáis?—Tranquila,vamosacocinarymientrastantonosponemosaldía,quehacetiempoquelostresno

noscontamosbatallitas.Nadatodoloquequierasyluegocenamos—contestóTorca.

Másqueenunapiscina,queríameterseenunacama.BaldadoporlapalizadelRetiro,necesitabaotradosisdelcócteldeJandro.

El salónsehallaba juntoal recibidor,próximoa lapuertaprincipalyelporche.Lagunaabrió lapuertacorrederaysalióconMaddie.

TorcayJandro,cautivadospor losandaresde la joven,contemplarondesdeunventanalcómosedespojabadelalbornoz, lodejabacaerenuna tumbonayseacercabaa lapiscina.Laropa interiordeMaddie, negra y escueta, sin encajes ni transparencias, casi podía confundirse con un bikini. Jandrorompióelsilencio.

—Quémaravilla.Lajovenmetióunpieenelaguasinperderelequilibrio.Luegosepusoencuclillasjuntoalborde,

semojólosbrazosyelpechoy,echandoelcuerpohaciadelante,sinalardes,sezambulló.Buceóalolargo de toda la piscina, se agarró al borde, se sacudió lamelena y, con una sonrisa, le dijo algo aLaguna,queacababadesentarseenotratumbonaparadisfrutardelespectáculoenprimerafila.Aunquenopudieronoírla,TorcadijoaJandro:

—Pareceotra.—Normal.Estáensuelemento,¿no?—Sí—dijoTorcafascinado.Maddienadó.Conbrazadasamplias,elegantes,sinapenaslevantaragua.Deunextremoaotrodela

piscina,yvueltaaempezar,olvidándosequizádeloscompadres,deMadrid,deBecca,detodo.—Oye,¿noestabasennoviadoconunadeunhotel?—Estaba—respondióTorca—.Soyundesastre.—¿Yandasconalgunaotra?NingunadelasneuronasdeTorcaseacordóenesemomentodeCandela,lahijadelaportera.—No,quéva—dijo.—Yconestachica,¿qué?—¿Quédequé?—contestóTorca.—Nada—dijoJandro—.Quetemola,¿no?—¿Yaquiénno?Peronohaynada.Duranteunbuenratonoabrieronlaboca.HastaqueelestómagodeJandrohabló:—¿MiramossienelfrigodeLuisitohayecocomoeneltuyo?

***

CuandoLagunaseunióaellosenlacocinaysepusoadiscutirelmenúconJandro,Torcaregresóal

salón.Maddieseguíanadando.Ahora que por fin estaba solo, aunque daba por hecho el resultado, Torca buscó el número que

Hernández le había pasado hacía unos días y lomarcó. Le saltó una respuesta automática, en inglés.Fueradeuso.Entonces,comootrasveces,leescribióuncorreoelectrónico:

Tenemosquehablar.Cuantoantes.Esimportante.Seguardóelteléfonoysaliófuera.Maddiealzóunbrazo,perocontinuóhaciendolargos.Torcase

tumbóenunahamaca.Latardedeclinaba,mientraslasnubesseteñíanderojo.Laguna,desdedentro,encendióunasluces

azules.El tiempo fluía despacio, al ritmo de las brazadas de la chica. Torca cerró los ojos. Los abrió

cuandolajovensaliódelagua.Selevantóylacubrióconelalbornoz.—¿Quétal?—preguntó.—Comonueva.¿Ytú?Parecescansado.

—Mehepegadounbuengolpeestamañana...—Ya,teveomáshechopolvoqueantes.¿Tequitoelvendajedelaoreja?Daunpocodegrima...Subieronjuntosalaplantasuperior.Lajovenseencerróenunbañoparasecarse.Torcaaprovechóparameterseensucuarto,quitarsela

americana,lafundasobaqueraconlapistolay,porfin,elchalecoantibalas.Maddieentróen lahabitación.Conunpequeñoneceserenunamanoyunas tijeritasen laotra.Y

oliendoacoloniadebebé,unafraganciafrescaquealparecerhabíaencontradoenellavabo.Llevabaelpelomojado,suelto,ylamismaropaconlaquehabíallegadoalchalé,perodebajodelablusayanosetransparentabaelsujetadornegro.Lohabíadejadocolgado,coneltanga,enelalféizardelaventanadelbaño.

—He encontrado esto en el armario del aseo. —Abrió y cerró las tijeras—. Y aquí hay aguaoxigenadaymercromina.Ponteahí,porfavor.

Torcasesentóenelbordedelacama.Maddieseacercó.Conelpelomojado,variasgotashabíancaídosobreloshombros,laespaldaylospechos.PeroellanonotólaturbacióndeTorca.Olodisimulóbastante.

—¿Tehe dicho que soy la profe de gimnasia?MissCruz,me llaman.Los chiquillos, sobre todocuando juegan al fútbol, amenudo acaban con las rodillas ensangrentadas.Varias vecesmeha tocadocurarlos.

Maddiecortóelvendajeconpericia.—¡Vayarasponazo!Telovoyalimpiar,notardonada.Torcahabíagiradoelcuelloparafacilitarleeltrabajo,perolaexuberanciadelajovenloalteraba

cosamala.Pordeciralgo,dijo:—Oye,¿cómoesquenotienesnadadeacentoinglés?Parecesandaluza...—ButEnglishismyfirstlanguage.I’mveryproudofthat.Ymegustael llanito,eldialectodel

Peñón.—Sorry.—LisayyohemosestudiadoenLondres,allímehiceprofesora,peronuestrafamiliahavividomás

en Sevilla que en Gibraltar. Soy llanita, a mucha honra, pero también sevillana. Bueno, trianera.MivirgeneslaEsperanzadeTriana.Ymibarrio.Oye,¿telimpiotambiénlaceja?

—Comoveas.TorcapensóquealdíasiguientelepediríaaCifuentesqueindagaramástodavíasobreLaVozde

TrianayLaGacetadeAndalucíaylosposiblesnegociosentreBarberáyAntonioCruzenSevilla.—Yaestá.Noespornada,pero lacaídahasido fea,¿verdad?Esevendajedelcodo tambiénes

bastantechapucero,déjamever.Torca,resignado,acabóquitándoseelpolo.Maddienopudosofocarungrito.—¡Perocómoestás!¿Notendríasqueiraunhospital?—Tanmalnoestoy.Nosemeharotonadayestoytomandoalgoparaeldolor.—¿Yquiéntehacuradolasheridasasídemal?—Jandro.Hahecholoquehapodido.—Puessehalucido.Túmbate.Maddierepitiólaoperacióndelaoreja,aunqueparamanejarseconcomodidadlepidióaTorcaque

semovierahaciaunladoysesentóenunbordedelacama.Cogióelbrazo,loapoyóensuregazoysóloentonces le quitó el vendaje del codo. Después le pidió que se diera la vuelta: en un costadodesembocaba una herida que parecíamás profunda en la espalda. Torca se giró, aliviado: le costabacontenerse.

—¿Yenlaspiernasnotienesnada?Quítatelospantalones,anda.

ElvozarróndeJandroevitómalesmayores.—¡Elranchoestálistoencincominutos!—gritóalpiedelaescalera.Cuando bajaron, Torca consultó el correo:Hernández, sin saltarse sus protocolos, le enviaba un

númerotelefónico.AcompañóaMaddiea lacocina. Jandro,conundelantal, andabapendientedeunacazuelayuna

sarténmientrasLaguna, charlando con él al otro lado de la ventana, regaba el jardín trasero.CuandoMaddiesesentó,dijoqueibafueraafumar.

Como supuso que no encontraría ninguna cabina por la urbanización, caminó hasta la piscina yrecurrióasuteléfono.Alprimerpitido,Hernándezcogiólallamada.Cabreado.

—Tetengodichoquenousestumóvil,lapróximavez...—¡Déjate de historias! —le cortó Torca—. La mujer que quiso contratarnos ha muerto. Hoy.

Asesinadaporeltipoquetehasustituido.Hernándeztardóenresponder.—Bueno...,noserálaprimeranilaúltimavezqueocurrealgoasí.¿Yqué?—Quesospechoqueelsustitutoahorairáapormí.¿Sabesquiénes?—¡Cómo!¿Yporquétehasconvertidoensuobjetivo?—¿Acasoimporta?¿Terepitolapregunta?¿Sabesquiénhapodidosustituirte?—Juan, amigo,me has dejado pasmado. ¿Eres un objetivo?—Torca no respondió—. Sabes que

trabajo solo. Siempre. Bueno, desde que os dejé, y ha llovido desde entonces. No conozco... a micompetencia. Además, hay demasiada. Los profesionales con nivel no abundan, pero ahora puedescontrataraunmatóndesegundaporcuatroduros,casideundíaparaotro.

—Hayquejoderse,¿tambiénhayasesinoslowcost?—También.Yomantengomistarifas,ymeconstaqueavecesechanparaatrásaposiblesclientesy

querecurrenagentemásbarata.¡Peronoconozcoanadie,joder!¿QuieresquevayaaMadrid?Mañanaaestashorasyahabréterminadomi...,eltrabajoquemetieneaquí.PuedoestarenMadridelsábadoporlamañana.

—Déjalo.Notenecesito.Gracias.JandroyLagunaestánconmigo.Peropiénsalobien.Notellamosólo porque yo corra peligro.Ya sabes que sé defenderme.Almenos, creo yo, intentarámatar a otrapersonamás.Hazmemoria,piensa,¿seteocurrecómopuedoencontrarauntipocomotú?

—Uf. Es muy fácil contratar a un asesino. Lo primero que hace la gente es tirar de contactos,cualquieratieneunamigoquehapasadoporlacárceloquenofrecuentalasmejorescompañías.Y,enelmás alto nivel, abundan los subalternos que nos conocen, como bien sabes, o que saben cómolocalizarnos.Yahoraademáspuedesencontrarnosenladeepweb,enlacaraocultadeinternet.¿Sabesdequéteestoyhablando?

—Sí.¿Teanunciasahí?—Estásaldía,Juan.Nomehacefaltaanunciarmeenlainternetprofunda,yatengounprestigio.Y

además soy de la vieja escuela. Como tú. Pero en la deep web se supone que están los asesinosprofesionales,aunquelamayoríanolosean.Sinembargo,esmuydifícilqueencuentresprecisamenteaunodelquenosabesnada.¿Tienesalgunapista?

—SóloquehamatadoenMadridadospersonas.Ellunesyhoy.Nadamás.—Puesentonces...Déjamepensar.¡Yalotengo!Esfácil.—¿Qué?—preguntóTorca.—Elcliente.Siencuentrasalcliente,podrásencontrarlo.Ointentarlo.—Hastaahíllego,Hernández.Eltipoquelocontratótendrádatossuyos.Losqueusóparadarcon

élylosqueusaráparapagarle.Peronosédóndeestá.—Pueslotienescrudo.Perobúscalo.Seguroqueesmásfácilencontraralcliente.Bueno,sivaa

por ti también lo encontrarás, claro, pero si esun tío eficientey te investiga, no sé, lonormal esque

ataque de lejos, un tiro limpio y a otra cosa, que no se arriesgue a enfrentarse a ti. Yo que tú hacíatestamento,aunquetengasmásvidasqueungato.

—Másvaleprevenir,ya.Tusantiguoscompadresopinanigual.Lescuadraqueintentefulminarmedelejos.JandroyLagunasehanempeñadoenquemepongaunantibalas.Meestoyasandovivo,peroyasabesqueJandropuedeponersemuypesado.

—¡Bienporél!Quégrande,Jandro.Detodoelgrupo,despuésdetieraelquemejormecaía.Nomeimportaríavolveraverlo.

—Esolodicesahora.—Claro.Losmalosrollossemehanolvidado.TorcavioqueLagunasalía.—Luisvienehaciaacá.Tengoquecolgar.—Mira por dónde, con el canijo repelente nome apetece unamierda cruzarme.Te dejo, pero si

quieresvoyaMadrid,nolodigopordecir.Cuídate.—Másmevale.Unabrazo.Lagunaarrastrabaunamanguera.—Aestepasocenamosmañana.Opidounaspizzasporteléfono.DiceJandro,otravez,quetermina

encincominutos.Está a susanchas,peroyaverás, loqueestápreparandovaa serunabazofia,paravariar.Enfin,tengotiemposuficienteparadardebeberalasplantas.Pocascosasmerelajanmásqueregarlossetos.Aversiplantomás.

Lossetos,dedujoTorca,eranmediadocenadearbustoscrucificadosalaverjaconalambre,secosyamarillentos,comoelcésped,y sentenciadosamuertecuando losanteriorespropietariosvendieron lafinca.

ATorcaleextrañóqueLagunanohubieracolocadounsistemadevigilancia,comoenlasoficinasdeSerrano.

—¿Ycómoesquenohasplantadounascámarasportodoelrecinto?—¿Paraqué?Nometraigoeltrabajoacasa—contestóLaguna—.Además,todavíanohedecorado

estoamigusto,sisecuelaunladrónundíaqueyonoesté,puedellevarseloquequiera.Ysimepilladentro,queseprepare.

Lagunaempezóaencharcarlosarbustosamanguerazos.Torcanoreplicó.Tampocoteníamanoparalasplantas.

—Hacebuenanoche,¿noteparece?—dijoLagunaalcabodeunrato.—Aquíseestáenlagloria,Luis.Telohasmontadobien.—Mehacostado,notecreas.—Ya,yasé.Torcasacóuncigarrillo.Lagunasefijóenelmechero.—ElZippodeMarsé.Hicistebienalconservarlo.Quécosas:enlosBalcanesnosjodierondelo

lindo,todoerahorroroso,peroechodemenosesosaños.Cuandoloscompadreséramosunapiña.—Noteníamosmásremedio.—Torcaprendióelpitillo—.Estemecherollevamásdeveinteaños

dando fuego. Y funciona como el primer día. Bueno, como la primera noche. ¿Te acuerdas de cómochillabaelhijoputa?

—¿Ycómonoibaagritar?Elserbioteníaaguante,peroloestábamosabrasando.

***

Cuandosemetieronen lavivienda,elhombresinprisaguardó losprismáticosen lamochila.Selevantó, estiró las piernas y los brazos y orinó.Estuvo a punto de sacar un cigarro, pero se contuvo.Aunquesehallabaamásdedoscientosmetrosdelchalé,ocultoenunaarboleda,noseconfió.Yantes

debíazanjarlasúltimasdudas.Todavía le quedaban cincomóviles en la mochila. Cogió uno al azar, le colocó una batería, lo

conectóymarcódememoriaunnúmerodeteléfono.—¿Porquémellamas?¿Noestabatodoclaro?—Leagradabalavozcavernosadelcliente.Aunque

sehicieraelenfadado.—Sí—respondióelhombresinprisa—.PeroJuanTorcaestáconella.—¿Cómoqueestáconella?—Estánjuntos.Yprotegidos.Conmásgente.Perotellamoparapedirtuaprobación:meresultamás

sencillorematareltrabajoya.—Creíqueayerestablecimosconexactitudlosplazos.Hastamañananopensabasllevártela,¿no?

—preguntóMarioBarberá.—Sí. Pero entiendo que él es secundario. Puedo cogerla ya y, almismo tiempo,matar a Torca.

¿Tienesentidodejarloparamástarde?Diríaqueno.Peronoquieromalentendidos.Simeautorizas,elprecioseguiríasiendoelacordado.

—Nohabrámalentendidos.Megustacómotrabajas.Ycómopiensas.Tienesmiautorización.Perotuprioridadesella.

—Porsupuesto.—Buenasnoches,entonces.—Buenasnoches.

***

—Lashemosvistodetodosloscolores.Desdeel81,imagina—ledijoJandroaMaddie.—Bueno,pocashistorias rosashemosvivido.Lashemospasadomoradas casi siempre—añadió

LuisLaguna—.Noshemoscomidomuchosmarrones.Yhemosestadometidosenasuntosmuynegros,peronovamosaaburrirtecontandobatallas...

Había anochecido mientras cenaban en el salón. Maddie, relajada, levemente achispada por unRiojaqueJandronodejabadeescanciar,preguntó:

—¿Perocuálfueelasuntomásnegro?—Midiscoduronoretienelosmalosrecuerdos—respondióLaguna.—Ahorapareceremostresboas—dijoJandro—.Bueno,sobretodoyo,quenomecansodecomer.

Pero nos hemospateadomediomundo, y si te digo queBlackBeach es de lo peorcito que te puedesencontrar,daporhechoquenoexagerolomásmínimo.Esofuelomásnegroyjodido,sinduda,BlackBeach.

—¿Laplayanegra?¿Quéospasóallí?Satisfecho, casi saciadodespuésde zampar él solo tanto como los otros tres comensales, Jandro

apuróunvasodevinoycontinuóllevandoelpesodelaconversación:—Ojaláfueraunaplaya.Esunacárcelguineana.—¿DeOceanía?—preguntóMaddie.—DePapúaNuevaGuinea,no.DenuestraGuinea,enÁfrica—respondióJandro.—Sí,«nuestrísima»,tantocomoGibraltar—añadióLuisconretintín.—Pues sí—prosiguió Jandro, sin captar el tono irónico de su compadre ni su ceño fruncido—.

GuineaEcuatorial,antesdeserunanaciónindependiente,sellamabaGuineaEspañola.Conesoyaestádicho todo.Allí hablan nuestro idioma.Ymuchos son católicos.Respetan los hábitos. EnÁfrica hayotrasdosGuineasmás,lafrancesa,Conakri,ylaportuguesa,Bisáu,peroanosotrosnosputearon,cómono,enlanuestra.Yloscompadresallíseguiríamosencerrados,bienjodidos,sinofueraporJuan.

Maddie,intrigadaydivertida,interrogóaTorcaconlamirada,peroéstecogiólabotelladevinoy

preguntó:—¿Quiénmeayudaaterminarla?Jandro no había servido una bazofia. Había aprobado con nota gracias a una tortilla de patatas

bastante decente y a la despensa deLuisito.Como en el apartamento deTorca, había preparado unospinchosconvariasconservas.

—¿Pero por qué os habían encerrado? ¿España estaba en guerra con esa Guinea? —inquirióMaddie.

Porunavez,Torcaintervino.—Esoeslodemenos.Jandro,esunahistoria...—...larga,muylarga.Sí,novieneacuentoporquénoscazaron.—Desupasadocomomercenarios

nohabíandichonadaaMaddie—.Loqueimportaesquenosencerraronallí,enBlackBeach,enelputoinfierno...,¡yquenadiesabíaqueestábamos!

—Yhastaahípuedescontar,Jandro—añadióLuisito.—Claro,comotútefuistederositas...Salistesinunasolaherida,¿cómolograstequenotedieranni

unmíserolatigazo?—Yalosabes,pesado,mereservabanparaelfinal—dijoLuisitomuymolesto—.Elviejotruco:

puteasatodosmenosauno.Asílosdemáspuedenpensarqueyahacantado.Yalotro,amíenesecaso,laesperaselehaceinterminable.Vuestrosalaridos,segúnellos,meacojonabantantoqueibaacantaralasprimerasdecambio.Peroestabanequivocados.

—Déjalo,Jandro,anda—dijoTorca.Torca evitó mirar a Luisito. Tampoco quiso recordar cómo se lo encontró, antes que al resto:

desnudo,esposadoaunjergón,suplicandoqueledieraeltirodegracia.—Quesí,pesados—bufóJandro—.Aloqueiba,Maddie.Nomevoyaenrollarconloquepasó

para que nos trincaran allí a los compadres, pero nos las estaban haciendo pasar más putas que envendimia...¡HastaqueJuannosrescató!Élsolo.¡Lonuncavisto!

—Bueno—dijoTorca—,tampocofueparatanto.Elméritofuedeldisfraz,que...Jandrolecortó.—Nodigaschorradas,Juan.Sitelleganaatrapar,nolocuentas.Nosotrosseguiríamosallí,perotú

nolocuentas.—¿Y de qué te disfrazaste? —preguntó Maddie. A la joven le brillaban los ojos cuando

contemplabaaJuan.—¡Eso es lomejor!—exclamó Jandro—.Ya vas a ver: resulta que aterrizó a las puertas de la

cárcelvestidodecura.¡Consotana,ycomountonel,porqueocultabatodounarsenal!Peronotuvimosquedispararniuntiro,preguntóporelmandamásy...

Unzumbidocortó la conversación.El teléfono,posado sobre lamesa,vibraba.Maddie, antesdecogerlo,exclamó:

—¡Esmipadre!¿Ledigoqueestoyconvosotros?

***

Elhombresinprisacometióunerror.O,quizá,sinmás,tuvomalasuerte.Pensóquenadiesaldríayadelchaléydecidióasaltarlo.Secubrióelrostro,searmóyseacercóalavivienda.Noviocómovibrabael teléfono de Maddie Cruz. No vio cómo cogía la llamada, asustada. No oyó que Antonio Cruz leordenaba regresar a casa, por su cuenta, ya que a lamañana siguiente el cadáver deBecca iba a serextraditadoaGibraltar.Con sigilo,muydespacio, rodeó la finca.Saltó la tapia.No le extrañóque seencendieran las luces de un dormitorio.Reptó por el escuálido jardín trasero, pero se detuvo cuandoescuchóqueseabríalapuertadelantera.Comoningúnpasajeexteriorcomunicabaambaszonas,notemió

quelodescubrieran,perolefastidiónopoderespiarquépasaba.Unnuevoruidotrastocósusplanes:elchirridodelaverja.Unodelosvehículosibaaalejarsedeallí.Otodos.Cuandooyóelruidodelamotoreaccionó:como ignorabasi lamujer se largabaconTorcaosequedabaallí,corrióhasta la tapia, lasaltó y, con la pistola desenfundada, todavía con el pasamontañas, caminó hacia la entrada principal,dispuestoaliarseatirossilospillabadesprevenidos.Perollegótarde.Justoantesdedoblarlaesquina,contemplócómolamotodeTorcaseperdíaporlacarretera.Condoscascos.Conlamujer.

—Bueno,¿yahoraquéhacemos?ElvozarróndeJandro le llegóaltoyclaro. Intuíaqueelbarbudonoempuñaríaunarma,perono

doblólaesquina.—Niidea—respondióLuisLagunadesdelapuerta.—¿Porquéno terminamosdecenary luego lodecidimos?—preguntóJandromientrascerraba la

verja.NomovióunmúsculohastaqueLagunayJandrosemetierondentrodelavivienda.Yluegonose

precipitó. Comprobó que el localizador que había colocado en la Yamaha de Torca en Gran Víatransmitíaunaseñalnítida.Despuésenfundólapistolayregresóadondehabíaaparcadoeltaxi.

Uncuartodehoramástarde,mientrasJandrodejabalosplatosenelfregadero,Lagunaencendiólailuminaciónexteriorysalióarecogerlasmangueras.Primeroenrollóladeljardínprincipal.Peroladeljardíntraseronollegóatocarla.Semetiódentro,cogióunrifledecazaqueguardabaenunarmariodelrecibidor y avisó a su compadre. Al ver a Laguna, Jandro lo imitó y sacó una pistola de una fundatobillera.

—Tengoelarsenalenlafurgo,¿voyapormáshierros?¿Peroquépasa?—susurró.—Alguiennoshahechounavisita.Nosésisigueaquí.Coordinados,registraronlasdosplantashabitaciónporhabitación.Luegosalieron.—Mira.AntesdeahogarlossetosdelafachadacharlandoconTorca,Lagunahabíaregadoeljardíntrasero,

tambiénachorrolimpio.Poresosemarcabanconnitidezunashuellasenelembarradocésped.—Parecequesehapirado,¿no?Quehaavanzadohastaaquíyqueluegohasaltadolatapia—dijo

Jandro—.¿Intentamosseguirsurastro?—MejoravisamosaJuan—respondióLaguna.

***

ElmóvilempezóasonarcuandolamotoyacallejeabaporelcentrodeMadrid.Nadamásaparcar

enfrentedeLosBlasonesdeLavapiés,alverlastresllamadasperdidasdeLaguna,Torcasequedójuntoalasescaleras.

—Ahorasubo,voyahablarunmomentoconLuis—ledijoaMaddie.Mientraslajovenentrabaenelhotel,lollamó.Sinrodeos,Lagunalehablódelashuellas.—Igualoshaseguido.—Podríaser—contestóTorca—.Cuelgo,quehedejadoquesubierasola.—¿Vamoshaciaallí?—No,saldremosdeaquícagandoleches.Iremosamicasa.—Vale.Estamosarrancandolafurgo,notardaremos.Torcaentróenelhotel,subiólasescalerillasysemetióenelascensor.Sihubieratenidoelnúmero

delmóvildeCarballera,lehabríallamadoenesemomento.DescartóavisaraRodrigo.Alverabiertalapuertade lahabitación, sacó lapistola.VioaMaddiedeespaldas llenandounabolsadeplásticoconropa.Seguardólapistolaunafraccióndesegundoantesdequelajovensegirara.

—¿Ya estás aquí?Vinimos con lo puesto, pero al final tuvimos que comprarnos bastantes cosas.

Casiheterminado.Esperóenelpasillo.Tenso,preparado.CuandoMaddiesaliódelahabitación,Torcasefijóenel

ascensor.Subía.—¿Bajamosmejorporlasescaleras?—Comoquieras—dijoella.Torcaabriólapuertadeaccesoalasescalerasyvolvióasacarlapistola.MaddieCruzsequedó

clavada.—AlguiennossiguióhastaLasRozas—dijoTorcaagarrándoladelbrazoytirandodeella—.Nosé

siyaestáaquí.Bajarondeprisalostrespisos.Nadamásverlos,elrecepcionistasedirigióaMaddie:—¿Preparolafactura?Torca,conlapistolaapuntandoalsueloypegadaaunapierna,ocultaalosojosdelrecepcionista,

contestóporella.—Todavíano.Porcierto,¿quiénacabadecogerelascensor?—Unosturistasalemanes,¿por?Torcaguardócondisimulolapistolaenunbolsodelaamericana.—Pornada,creíaquesubíaunamigo.—¿Entoncesnodejanyalahabitación?—No—respondióTorca,quenoqueríaperder tiempo—.Sialguienpreguntaporelladígaleque

vamosadarunavuelta,luegoregresaremos.—Ahoraquelodice—añadióelrecepcionistadirigiéndoseaMaddie—,haceunashorashavenido

unpolicía,peromehadichoquenohacíafaltaquelaavisara,queyahablaríanconusted.—¿Ycómoeraeseagente?Igualloconozco...—preguntóTorca.—Ibadepaisano,peromeenseñólaplaca.Nosé,unchicojoven,pelirrojo,tirandoaalto...ATorcaesavisitalepareciómuyextraña.AMaddieencambionolesorprendió.—¿IgualqueríancontarmelodeltrasladodeBecca?—Puede—selimitóadecir—.Peromejornosvamosya.Cuandobajaronlasescaleras,Torcaseasomó.—Nosalgastodavía—advirtióaMaddie.Las casualidades rara vez existen. Que un ratero o un ladrón hubieran entrado a robar cuando

empezabaunacenaen laplantabajadel chalé era algodemasiado improbable.LashuellasquehabíavistoLagunadebíandeprocederdelasesino.Peronadadesentonabaenlaplazuela.Unosadolescentesmagrebíesrevoloteabanentornoaunosbancosdepiedra.Unultramarinoschino,unbaretocastizo,unrestauranteindioyunkebabiluminabanelperímetromásquelasfarolas.Lacarreteraquecircunvalabalazona,pocotransitadaaesashoras,contabaconunasescasasperoabarrotadasplazasdeaparcamiento.El taxi en doble fila con las luces apagadas, un Skoda con bastante tralla encima, apenas llamó suatención.Enlaplazuelahabíaruidoymovimiento,aunquenadieparecíapeligrosoopendientedeél.

HabíandejadoLasRozasatodocorrer.LainesperadaeimperiosallamadadelpatriarcadelasCruzhabíaalteradoaMaddie.Sinconsultarningúnhorarioniotrostrayectosalternativos,leshabíadichoqueteníaquerecogersuscosasenelhotelycogercuantoantesuntrenhaciaSevillaoJerezdelaFrontera.Ninguno de los compadres había tratado de retenerla. Torca se había ofrecido a llevarla al hotel ypensabaacompañarla,por lomenos,hasta laestacióndeAtocha.Quizá,pensóTorca,esa llamada loshabíasalvado.Talvezgraciasaesaapresuradapartidahabíandespistadoalasesino.Aunquetampocoibaaconfiarse.Debíansalirdeallícuantoantes.

—Todoparecetranquilo.Falsaalarma.Perodetodasmanerasvámonosdeaquí,Madelaine.—¿Seguro?—IgualLagunasehaequivocado—respondió—.Havistounashuellaseneljardín.Puedenserde

un ladrón. Pero también podrían ser de Jandro omías, no sé—añadió para tranquilizarla—.Si no teimporta,antesdeiraAtochapasamospormicasa.Séquetupadrenoquierevermenienpintura,peromegustaría ir contigoenel tren.Ycuandoélvayaa recogerteencochea JerezoSevillamevuelvo,¿vale?

Demasiadasemociones,muyintensasycontradictorias,seagolpabanenelinteriordelajoven.—Vale—selimitóaresponder.Luego,cuandoTorcaletendióelcasco,añadió:—Gracias.

***

El hombre sin prisa se jactaba de su sangre fría. Nunca se ponía nervioso. Las sorpresas, los

imponderablesolassituacionesimprevistaseranpartedeltrabajo,elementosconlosquedebíacontar.Nohaberrematadoyaelencargonoloalteraba.Engullíaunkebabdepollosentadoenunadelasmesasinterioresdellocal.Encuantoperdiódevistalamoto,pegóunúltimobocado,salióalacallemasticandoadoscarrillosconunpensamientoenlacabeza:Torcaestabaalerta,debíaadelantarse.

***

Siemprequepodía,Torcaaparcabaenelmismolugar:amásdeuncentenardemetrosdelportal,enuna zona algo alejada pero relativamente tranquila donde se apiñabanmásmotos y bicicletas. Eso lecondenó.

ComocuandosalióporlatardeconLagunayJandro,caminóporGranVíaconcentrado,pendientedecualquiermovimientoextraño.Maddie,contagiadaporlatensiónquetransmitíaTorca,lepreguntó:

—Sicorropeligro,¿nodeberíamosllamaralapolicía?Torca se pensó la respuesta. ¿A quién perseguía el asesino? ¿A ella o a él?AbandonarMadrid,

cuanto antes, era una buena idea... sólo si el asesino perdía su rastro. En el hotel había pensado entelefonearaCarballera,con razón.Unavezarriba llamaríaaRodrigoparaavisarles.Torca intuíaqueMaddiecorríatantopeligrocomoél.

—Sí—respondió—.Encuantoestemosenmicasa, intentoponermeencontactoconun inspectorque trabajaenelcaso.Lecuentoquevasa regresaraGibraltary lepidoque teescolten.Peroyodetodasmanerasteacompañaréhastaquetupadreterecoja.

Llegaronalportal.Torcaabriólapuerta,cedióelpasoaMaddie,perosepusoasualturamientrassubían los cinco peldaños previos al ascensor. Entonces todo se precipitó. Un hombre enmascaradoapareció por la zona de los buzones y disparó tres veces una pistola con silenciador. Torca cayóescalerasabajoyquedótendidoenelsuelo,bocaabajo.Maddie,aterrada,dejócaerelbolso.Elhombresedescubrióelrostro,laempujócontralaparedybisbiseó:

—Ahora te vienes conmigo. Vamos a salir juntos. Te vas a meter en el taxi. Como una clientecualquiera.Perosiabreslaboca,temato.¡Vamos!

Bajaronhacialapuerta,pegadosalaparedparanopisaraTorcayelcharcodesangre.

DiariodeMadelaineCruzdel4dejuliode20138:33 - ¡Qué alivio! ¡Y qué silencio! Lisa y yo no necesitamos palabras para entendernos. Eso losabemosylosentimosdesdesiempre.

Pocoantesdelaunadelamadrugada,papáhaaporreadolapuerta,mehasacadodelacamay,muyenojado,mehapasadoelteléfono.«Tuhermana.¡EnTánger!¡Mañanavoyaporella,perotútequedasaquí,cuidandodeBecca!»Ysehavueltoasucuartopegandounportazo.

¿Lisa? Me ha temblado la voz al pronunciar su nombre. Ella no ha dicho nada. Se haderrumbado. Nunca la he sentido tan cerca. Nos separaban cientos de kilómetros y el Estrecho,estábamosencontinentesdistintos,perohemoslloradohombroconhombro,juntas,solas,sinBecca,porBecca,solas.

Luegohemoshabladocomosiemprehablamos,atropellándonos,quitándonoslapalabra,hemoshabladoyhabladoparallenarlaslagunasdeestosdías.Perosiempremeacordarédeesesilencio.

9:45-Aestecuadernoyalequedanpocaspáginas.OjaláestéenGibraltarcuandolotermine.Loguardaréconlosanterioresyempezaréotro.

Escriboparamí.Paralamujerdeahoramismo,yparalaquemeleerámañanaodentrodeunadécada.

Vivoentremuertos.CuandonopiensoenBecca,meacuerdode«lodeGeorge».Llevabamesessinpensarenél,perodesdequeestoyaquímevienemuyamenudoalacabeza.

LaspocasvecesqueLisayyohemossacadoeltema,duranteesteaño,nohemosidomásallá.Hemosdicho«lodeGeorge»,ynohemosañadidoniunamalditapalabramás.Y,comodecíaayer,megustaríaconsultarmicuadernodeentonces,paraverquéescribíesosdías,haceunaño,perodiríaquetampocomeatrevíacontaraquí,enmidiario,deverdad,loquehabíapasado.Noeracapazdedigerirlo.Ahorayapuedo.

Estábamosaburridas.Hartas.¿Cansadasdeél?Noespecialmente.Eraunatardedeveranotanaburridacomocualquierotra.

«¿Nosmarcamosunmil?»,medijoLisa.«¿Porquéno?»,contesté.«¿Yél?»,mepreguntó.«Quehagaloquequiera»,respondí.

«Síguenossipuedes.»Esoledijimos.Quéerror.Quéhorror.Nopondríalamanoenelfuego,perocreoqueentoncesnovolvióasalirconlasoplapollezde

que tenía «alergia al deporte» y el corazón sensible. Diría que entonces no dijo nada. No le diotiempo. Lo del «corazón cansado» nos lo había dicho otras veces, pero sin precisar nadamás, sincontarnossusproblemascardiacos.Deesoestoysegura:nosenteramosbastantedespués,cuandounamujerdelamutuadesegurosnosinterrogóparasaberquéhabíapasado.Tarde.

Enfin,Lisayyonosmiramosy,sinmás,echamosacorrerhacialasolas.George,emocionado,casinoscazóantesdequetocáramoselagua.Todohabríaacabadoahí,entonces.Perosólonosrozó.Chapoteamosunosmetros riéndonos, y en cuanto el aguanos llegóa la cintura nos lanzamos. Sinmás,Lisayyopegamosunesprint.Demásomenoscincuentametros.Paramos.VimosqueGeorgehabíaaguantadoeltipo:sehabíaquedadosóloochoodiezmetrosatrás.Peroyaestabaderrengado.

Braceandodemalamanera,sepusoanuestraaltura.Las aguas estaban tranquilas. Como siempre, había bastantes embarcaciones, pero ninguna

quedabacerca.

Lisaatacóprimero:«Dóndevas,camarón».Yoleseguílacorriente.«AquíelPorschenotesirvedenada»,lesolté.Nofueloúltimoqueledije,no.Lisamepreguntó:«¿Seguimos?».«Pormí,vale—esasfueronmispalabras—,perolatortugamejorquesevuelva.¿Otequedasaquícomounaboya?»

George,bobalicón,sonrió.«Enlapiscina,sinadoamiritmo,tranquilo,aguantomediahorasinparar,puedoconestoymás»,dijo.

Peroentreunapiscinayelmarhaytantoparecidocomoentreunahoguerayunvolcán.«Doslargosynosvolvemos,¿vale?»,dije.«Mejortres»,añadióLisaantesdeesprintarotravez.Nomiréhaciaatrás.Lisasemehabíaescapado.Nomiré.Cuando la cogí, unos cien metros después, nos giramos a la vez. A ver por dónde nadaba la

tortuga.Lamarseguíaencalma.Laplaya,paranosotras,igualdecerca.PerodeGeorge,nirastro.«¿Elcagaosehavuelto?»,mepreguntóLisa.«Seguro,perovamosaver»,respondí.Sigo sin explicármelo. ¿Sedesorientó?¿Ledioun calambreantes del paro cardiaco?Sigo sin

entenderquetuvieratanmalasuerte.Regresamos. Al principio bromeando. En la playa no se le veía, pero también podía haberse

largadoaltocarlaarena.PeroBecca,adormiladaenlatoalla,nolohabíavistoregresar.YademáslascosasdeGeorgeseguíanallí.Todoestabaigual.Suschanclasy,sobretodo,elmóvilylasllavesdel coche, que había metido en mi bolso, como otras veces. Cuando encontré todo en mi bolso,volvimos al agua corriendo muy asustadas, con Becca. Nos separamos. Nadamos en diagonal, encírculos,avisamosamásgente.Dioigual.

Lamarlodevolvióalamañanasiguiente.Morir ahogado cuando se hunde un barco o en un tsunami no deja de ser algo «normal»,

inevitable,comomorirdecáncerdespuésdecombatirlo.Todosmorimos,nohaynadaextraordinarioenmorir.Pero«morirantesdetiempo»,porunaestupidez,esunaputada.

Me llamaba Magdalena. «No quiero empaparte en leche, quiero que te bañes en champán,conmigo»,decía.

Era un cursi. Tierno y tonto. Y guapo, para qué negarlo. Se dejaba querer.Quería comprarlotodo,yhablabaenserio.Ybromeabacuandodespuésañadíaquesóloqueríaunregalo:miamor.

Nomereprochonada.Casinunca.13:17 -Esto no termina.No cesará nunca.Becca siempre seguirá viva enmí, pero no sólo la

Beccaniña,laBeccahermanamayor,laBeccaamiga.Enmiretinahetatuadosucadáver,sucuerpotendidoenunasalahorrible,sucuerposinalmanialegría.

Pasan los días y nada cambia. Sigo enMadrid, lejos delmar y deLisa, necesito tanto nadar,perdermeentrelasolas,comoestarconella.Menosmalqueporfinhaaparecido.

MemuerodeganasdefundirmeenunabrazoconLisa,demezclarmislágrimasconlassuyas.Peroamipadre,quehabajadoalEstrechoparatraerlaaquí,noloestoyechandodemenos.Ahoraquenoestá,sientoqueestosdíasmealterabasupresencia.Susnerviosdistorsionabanmidolor,mipena.Seempeñabaengestionarel trasladodeBecca,comosiesoimportara.Así luchabacontralapena, a su manera, unamanera burda, masculina, elemental. Se mantenía activo, ocupado, queríaseguir siéndole útil a Becca. Pero así no la ayudaba, ya no. Y tampocome ayudaba a mí. Nomeconsolabanimedejabaconsolarlo.

Cuando murió mi madre, ahora que caigo, fue igual. Muchos nervios y mucho ajetreo paraorganizarelfuneralyelentierro,ypocoespacioparaeldolor.Leentiendo,peroyonosoyasí.

YLisatampoco.NecesitoaLisa.Nosoportoelhotel.NoaguantoelcalorsecodeMadrid.Haceunratohesalidoalacalle,sin

rumboniningunaidea.HeacabadoenlaplazaMayor,comounaturista.Hevueltopeor.Cansada.Ymástriste.No quiero nada. No necesito nada, pero dentro de un rato saldré de aquí, por primera vez, a

haceralgo.Nopuedoseguirasí.Mecompraréropayaprovecharéquenoestámipadreparahablarconalguien.Elhombrequeseofrecióaayudarmeelotrodía.JuanTorca.Parecíasincero.Memirabaconfranqueza.Segúnmipadre,lapolicíanopersiguetodavíaaningúnsospechoso.Juanparecíaunhombredecidido,ojalápuedaayudarme.YanadapuedelograrqueBeccaresucite,peronecesitoquesehagajusticia.

V

VIERNES,5DEJULIODE2013

«Almarledanigualqueloshombreshayanperdidolafeenlaaventura,lacacería,elbarcohundido,eltesoro.Losenigmasylashistoriasquecontieneposeenvidaautónoma,sebastansolosyseguiránahí inclusocuandolavidasehayaextinguidoparasiempre.»

ARTUROPÉREZ-REVERTE,

Lacartaesférica

14

ENELLIMBOUn limbo blanco y aburrido como un techo sin lámparas, iluminado por una luz halógena, cubrió consábanaslimpiasaJuanTorcaenlaGranVíamadrileña.Unlimbosineco.

A las ocho y media de la mañana, una llave hurgó en la cerradura del apartamento. Jandro seabalanzósobrelapuerta, laabrióyencañonóconsupistolónaunamujer.Jandrocomprobóquenadiemáslaacompañaba,laagarró,lametiódentro,cerróy,sindejardeapuntarla,preguntó:

—¿Quépintasaquí?Lamujer,conlosojoscomoplatos,respondióconunhilodevoz:—Nomelastime,porfavor.Jandroreparóensuaspecto.Pasabadelossesentayvestíaunabataazul.Bajóelarma.—¿Vienesalimpiar?Lamujerasintió.—SoyLola,laportera.Vengotodoslosviernes,despuésdefregarlasescaleras.Hagolacasayme

bajolaropa...Nomehagadaño,haréloque...—Tranquila,novoyahacertenada.SoyamigodeJuan.Discúlpame,porfavor.Jandrodejóelarmasobrelamesa,peroalsegundosiguientealguienllamóaltimbre.—¿Nohasvenidosola?Lamujerretrocedióunospasosybalbuceó:—Raroseríaque fueramihija, aunque igualvieneadecirmealgo...Ella sube losmartes, con la

ropayaplanchada...Jandropusoelojoenlamirillaycogiódenuevolapistola,aunqueestavezparaguardársela.Sólo

entoncesabriólapuerta.Rodrigo,deuniforme,desconcertótodavíamásalamujer.PeroelhijodeTorcaapenasreparóen

ella.—¿Dóndeestá?¿Ensucuarto?—Sí.Sin añadir nadamás, se fue al dormitorio. A Jandro, que quería acompañarlo, le detuvieron los

asustadosojosdelamujer.—Mira,casimejorvete.—¿Ylascamisas?—¿Quépasaconlascamisas?—preguntóJandro.—Sobretodovengoaeso.Cojolaropayelfindesemanaaprovechoparaplanchársela,yluegomi

hija...—Tuhijalosmartes,sí.Déjalo,anda.Yaplancharásotrodía—respondióJandro.Lamujer,alacercarsealapuerta,seatrevióapreguntar:—¿Puedocogermipaga?Estamosaprimerosy...Jandroencogióloshombros.—Yoaquínipinchonicorto.Comoveas.Lamujerabrióuncajóndelaparador,seguardóunsobreenlabataysedespidió.—Quepaseunbuendía.—Ojalá—respondióJandro.

***

Clavadoenelumbral,indeciso,RodrigosegiróalsentirlospasosdeJandro.—Carballerallegarádentrodequinceminutos,¿quéhacemos?—susurró.—Túdirás.Rodrigosepellizcólabarbilla.Tambiénhaheredadoesegestodesupadre,pensóJandro.Rodrigo

entornólapuertaysedirigióalsalón.—Mejoresperamosaquevenga,noseaqueseretrase.—Vale—dijoJandro—.Hayunacafeteraylalechenoestápasadadefecha.¿Quieresuncafé?—Sólodescansar.Rodrigosedejócaerenunsillón.Porhaceralgo,Jandrosepusoarecoger.Vaciólasúltimasgotas

deunalatadecervezasobreunplatoconrestosdecomida,laaplastóylapusosobreelplato.Cuandoibaarepetirlaoperaciónconotralata,Rodrigolodetuvo.

—Deja,yahabrátiempoparalimpiaresto.AhoraCarballeraquerráconocertodoslosdetallesdeprimeramano,¿peromepuedescontarcómoesqueosloencontrasteis?AnochetúyLuisitoestabaismuyacelerados,nollegasteisadecírmeloporteléfono.

Jandrocolocólalatasobreelplato,sinaplastarla,ysesentójuntoaRodrigo.—De pura potra. Llegamos, llamamos al portero automático y, como te puedes imaginar, no nos

abrió el portal.EntoncesLuis le llamóalmóvil.Enesasmeapoyéen lapuerta,medi cuentadequeestaba abierta y escuché los pitidos del teléfono. «Qué raro. Suena ahí dentro, ¿no?», le dije a Luis.Entramosconlamoscadetrásdelaorejaynosloencontramostiradoenelsuelo.Elresto,telopuedesimaginar.Vinounaambulancia,luegollegaronvarioscochespatrulla,unciscodetrespares...

—Elportalsueleestarabierto.Yonollaméabajoayer,cuandovineaavisarle,nitampocoel...otrodíaquevineaverle.—Rodrigosemordiólalengua,noteníaporquécontarlealamigodesupadrequeelluneshabíaestadoallí.

—Niidea.Además,sólopensábamossubirsiyaestabaarriba.Estábamospreocupados,laverdad;quenoshubieraseguidohastaLasRozasnosdabamuymalaespina.

—¿QueossiguióhastaLasRozas?¿Yquéhacíaisallí?JandrocomenzóaecharenfaltaaLuisLaguna,quehacíaunahorahabíasalidoparacambiarsede

ropayasistiraunareunión.—¿NosabesqueLuisviveenLasRozas?—¿Yporquéibaasaberlo?¿TambiénestuvoMadelaineCruzensucasa?—Sí—contestóJandroalgoapurado—.Perocasimejorluegolohablamos,¿no?Endosminutos,

antesdequevengatujefe,metolasbotellasylaslatasenlabasura,queparecequenoshemoscorridounajuerga...

Nervioso,Jandroseolvidódelplatoconlaslatasyagarrólasbotellasdevinovacías.—Notardonada,yaverás.Rodrigoselevantó,cogióelplatoyunpardelatasmásylosiguió.Comoelsalónseprolongabaen

unacocinaamericanayunabarracontaburetes,Jandronosepudoirmuylejos.—Jandro,quehayconfianza.Novoyainterrogarteninadaporelestilo.Quierosaberquépasó.—¿Quépasó?—repitióel compadremientrasdejaba lasbotellasen la encimera—.Ya lo sabes.

QueaJuanlecayerontrestirosyquesellevaronalachica.Queyanovalemosparanada.Jandroacumuló losplatos restantesenuna torre, losdejóen laencimera,cogióunabayeta, se la

pusosobreelhombro,abrióunarmariolateral,sacóunaescobaysepuso«aquitarlasmigas».Rodrigolodejótranquiloysemetióenelbaño.Selavólasmanos,serefrescólacara,bebióaguadelgrifoyseretocó el pelo con los dedos. Solía cortárselo al dos por el cogote y los laterales, así las patillas se

fundíanconunabarbabastantepobladaqueretocabaamenudo,peromanteníalacostumbre,desdeniño,de domar el flequillo hacia la derecha. Parecía tan fresco como cualquier otramañana, aunque en elautobús que había cogido en Zaragoza demadrugada no había logrado dormir ni unminuto. Salió alpasillo.Jandrobarríaconímpetu,moviendosillasybanquetasconlaescoba.

Levinoalamemoriaunrecuerdodeveintitantosañosatrás:Jandrodecaqui,comoelrestodeloscompadres,despuésdeundesfileodeunactomilitar.Rapado,conbigote,lapecheraabierta,lasmangasarremangadasysacandobolaenlosdosbrazoscomounforzudodeferia.Paraimpresionarle.Éltendríaseisosieteaños,nomás.EstabanjuntoaCapitanía,enelantiguoCuatroTorres,tomandoelaperitivo.EnSemanaSantahabíapasadounosdíasenBurgosconunaamigayhabíaregresadoalmismobar,ahorasellamabaDondeAlberto,servíanunatortilladepatatassoberbiaytirabanbienlascañas;yanoponíanlacervezaenvasosdetubo,comocuandoempezóasalirdemarchaporlasLlanasylasBernardas.Burgoshabíacambiado,habíamás luzymenosfrío.Aquellamañana,quizáenelnoventaydos,elañode lasOlimpiadasydelaExpo,Jandro,elgigante,elmássocarrónyniñerodetodos,lohabíaalzadohastaeltechocogiéndoloconunamanaza,entrelasrisasdeloscompadresylasonrisa,tímida,precavida,desumadre. De Laguna también se acordaba: era el único con gafas. «Tienes un padre y un porrón decompadres,peroyosoyel titoLuis», ledecíaantesdesacarledeunaorejaunachucheounamoneda,comounaprendizcutredemago.

Sonóeltimbre,ylosdosseprecipitaronhacialapuerta.Jandrolaabrió,peronohabíanadie.—SoyTorca—dijoRodrigo,coneltelefonilloenlamano,mientrascontemplabaaCarballeraenla

pantalladelporteroautomático—.Deacuerdo,leesperoarriba.Elinspector,depaisano,entróenelportal.—Bueno,¿yahoraquéhacemos?—preguntóJandro.—Puesquévamosahacer.Querráverle,asíquelollevamosaldormitorio—contestóRodrigo.Unavozsesumóalaconversación.Unavozcansada,procedentedelpasillo,salidadeuncuerpo

desnudo,apaleado,conlacejacosida,ametralladodegolpesypostillasydondedestacaban,enelpecho,a la altura del corazón, tres moratones: aunque los disparos a quemarropa no habían traspasado elchalecoantibalas,habíannoqueadoymarcadoaJuanTorca.

—Noaguantomásenlacama—dijo.

***

ACarballerasóloleimportabaTorca.Habíaacudidoparacharlarconélsintestigosnigrabadoras.LagunayJandroleparecíansecundarios.Además,alaunadelamadrugada,despuésdequeunmédicodeurgenciassuturaralacejaaTorca,gentedesuequipoyahabíatomadodeclaraciónalostresyhabíainspeccionadoelportal.PoresohabíaordenadoaRodrigoyaJandroquebajaranatomaralgoyquelosdejaranunratosolos.

—Teofreceríauncafé,perolamáquinaesa—Torcaseñalóunacafeteradediseñocolocadasobreunabaldacercadelacampanaextractora—veníaconelpiso,todavíanolaheusado.Enfin,¿quieresunvasodelecheodeagua?

—No,gracias.Sóloquieroaclararme.Hablarcontigo.—Puesconlavenia,mientrastantovoyadesayunaralgo.Estoydesfallecidodehambre.—Adelante,estásentucasa.Descalzo,encalzoncillosycamisetademangacorta,conmovimientoslentos,Torcaabrióuncartón

deleche,llenóunataza,sacódeunarmariounbotedecacaoyunabolsademagdalenasysesentóenunodelostaburetesdelabarra.

—Me gusta con grumos—dijo mientras añadía a la leche dos cucharadas soperas de cacao—,Rodrigoencambionolossoportaba.Enfin,aquímetienes.Porahora.Nosésihoyomañanamedarála

puntilla.—Yaserámenos.Nocreoquetepilledesprevenidootravez,¿no?—Quiénsabe.Aparecióenelmomentooportuno.Eltipovale,esunprofesional.—¿Entoncesporquénoteremató?—Mividamepareceimportantísima,cómono,nadameimportamásenestemundoquemivida—

dijo Torca con una mueca muy escasamente emparentada con una sonrisa—, pero quizá el objetivoprincipaldeltiponoeraeliminarme,sinollevarseaMaddie.Siyofueraunaprioridad,talvezmehabríapegadoeltirodegraciaenlacabeza,paraasegurarse.Opuedequesimplementenomerematóporesto—Torca respondió a la pregunta deCarballera palpándose con cuidado la ceja herida—: caí por losdisparos,peroperdíelconocimientoalpegarmeun lechóncontraunpeldaño.Misamigos tambiénmedieronpormuertohastaquenomedieronlavuelta.¿Eltipocómoibaaimaginarquellevabaunchalecoantibalas?Tuvesuerte.Lasangreleconfundió.

—Suertedelabuena.—Sí.Carballeraseguardósusimpresionesycambiódetercio.—Acabodeleertudeclaración.Asegurasquenopudisteverlelacara.—Léelaotravez.Secubríaconunpasamontañas.Negro.Comoelrestodesuropa.Yadijeanoche

queLagunaviosushuellasenLasRozas:estabapreparadoparaactuarallí,peroluegosupoimprovisar.—¿Entoncesquérecuerdasdeél?¿Algopuedeservirnosparaidentificarlo?—Poco—respondióTorca—.Esunhombre.Nigordoniflaco,algomásbajoqueyo,rondaráel

metroochenta...,sujetabalapistolaconlaizquierda,eszurdo,aunqueesoyalohabrásleído,ypocomás:surgióconelbrazoyaenparalelo,preparadoparafulminarme,vielsilenciadorymedije,hastanunca.LosiguientequerecuerdosonloscachetesdeJandro.Nosésiqueríareanimarmeorematarme.

—Bien.Tenegasteenredondoaquetecuraranenunhospital.¿Porqué?Torcapegóunsorboyabriólabolsa.—Estáclaro.Elmédicodeurgenciasporfióbastante,queríaponermeenobservación,perosiuno

elige lamerse las heridas en su madriguera, nadie puede impedirlo, ¿no? Además, en el hospital lasmagdalenasnoserándeLaFlorBurgalesa.SiemprequevuelvoamitierrametraigounasmorcillasdeCardeña,unasbotellasdeRiberadelDuero...

—YunquesodeBurgos.Ya.¿Pretendesseguirportucuenta?Tedijequetequedarasalmargen.Ymiraquébientehaido...

Torcamojóunamagdalenaantesderesponderysezampómediadeunmordisco.EstabademasiadocansadocomoparadiscutirconCarballera.Además,eldíaanteriorapenashabíaprobadobocado,teníamásganasdecomerquedehablar.

—Vamosaver.Ellavinoamí.SepresentóenlasoficinasdeSerrano,sinprotecciónpolicial,porcierto.Siporlatardelahubieradejadomarcharsesola,igualyomehubieraahorradolosdisparos,peroaellalahabríasecuestradodetodosmodos.Yqueconste:encuantoLagunamedijoquehabíavistounashuellasextrañasensujardín,mepareciólomásconvenientesalirdeLavapiésyatrincherarmeconellosaquí.Vale,meequivoqué,peroesoahoraesfácildecirlo:teníaquehabermeidoconellaatucomisaría,¿no?Yotracosamás:sihubieratenidotuteléfonodirecto,tehabríallamadodesdeelhotel.MiintenciónnadamásllegaraquíerahablarconRodrigoydecirlequeteavisara.

Carballeraseguardabasusopiniones.Queríarespuestas.—¿YtehasorprendidoquehayansecuestradoaMadelaine?—No.EvaCangamehablódedosmujeres.—¿Peroporquécreesquenoledisparótambiénaella?Allíabajosólohabíasangretuya.Sivaa

matarla,podíahaberfiniquitadoyaelasunto,¿no?—Los impactos.Gibraltar.La locuraque tecontéayer.ABeccaCruz tampoco lamatónadamás

atraparla,¿no?—¿Cómosabeseso?—Porelvídeo—mintióTorca,quenopodíacontarlequesehabíacoladoenelAnatómicoForense

y había leído la autopsia—. Si, según la prensa, Becca desapareció el viernes pasado, tuvo quemantenerlaconvidahastaquelaarrojóalManzanares.EnelvídeoBeccanoparecíauncadáver,noteníarigormortis...

—¡Putovídeo!—exclamóCarballera—.Alprincipio tratarondebloquear cadanuevo intentodecolgarlo, pero, desde que lo publicaron en laweb dePueblo, lo han dejado por imposible. Siempresucedeigual:encuantounperiódicosacaunmaterialdeesteestilo,losdemásseescudanensuinterésinformativoyechanarodarlaboladenieve.Porsuerte,porahoranadieharelacionadolamuertedeEvaCangaconelcaso.¿Notendrásalgúnamigoperiodista?

—AquíenMadrid,ninguno.Conocidos,unoscuantos.Yconrelacionesdeusarytirar:nisefíandemíniporsupuestomefíodeellos.¿Por?

—Nome gustaría nada que se filtrara lo que ha pasado aquí.Ni que vinculen a EvaCanga conRebeccaCruz.

—Tranquilo.Sécómofuncionaesto.Nodirénada.—Esoespero.Bastantenoshanmachacadoya,hablandode la sirenadelManzanares,comopara

queelmundoenteroserevolucionehablandodeladesaparicióndesuhermana.—PerosiMaddieapareceellunesquevieneconuncepodehormigónenelEstrecho...—ConlasirenadeGibraltarsenoscaeríaelpelo,ya.Seríaunahecatombe.Peroesonovaapasar,

porlacuentaquemetrae.Torcacogióotramagdalena.PillóaCarballeramirandocongulalabolsa.—¿Quieresuna?—No,no.Mehanpuestoadieta.Porlarodilla.Yporlamalavidaquellevo.MientrasTorcaempapabalamagdalena,Carballeraconsultóelteléfono.Alguardarlo,hurgóenlos

bolsillosenbuscadeunatarjetayladejóencimadelabarra.—Debo irme enbreve.Hoyva a ser undíamuy largo.No creoquepuedavolver por aquí.Ahí

tienesminúmeroporsirecuerdasalgomás,oparaloquesea.—Gracias.—Voyaserfrancocontigo.Intuyo—dijoCarballera—quenocorrespeligro.Porahora.Pensarán

queestásmuerto.SiEvaCanganotetoreó,elsicariotienetrabajodeaquíallunesoaldomingoporlanoche.Luego,enelhipotéticocasodequenologremosapresarlo,talvezvuelvaaporti.

—Ya.SupongoqueEvaCangasesentencióamuertecuandoleexplicóaBarberánuestroencuentro.Yyosoysólouneslabón,porelmotivoqueseaBarberáhaencargadoquematealashermanasCruz.Yopocoimporto.¿LisaCruzestávigilada?

—Claro.Yatelodijeayer.DesdequecruzóelEstrecho.Ysupadretambién.—¿EntoncesporquénadieescoltabaaMaddieaquíenMadrid?Carballeraselevantó.—Notienesporquésaberlo.—No.PeroayermedijistequeLisaCruzcruzaríaelEstrechoescoltada.Diporhechoquepondrías

vigilanciaparaMaddie.—¡Y eso hicimos, joder!Mira, voy a contarte algo que no puede salir de aquí. Espero queme

correspondasyqueahora,yencualquierotrasituación,seastotalmentesinceroconmigo.Portubienyporeldelachica.¿Deacuerdo?

—Sí.Loestoysiendo,yloseré—respondióTorca.—NohabíanadaespecíficoquenoshicierasospecharqueLisaoMaddiefueranposiblesvíctimas,

perodespuésde interrogarteayerpuseenmarchaunoperativo.Porcubrir todos los flancos.Todofue

bien,hastaque lachicase fuedecompras.SemetióenelCorte InglésdeSerrano.Seprobó ropa, lacompró y luego semetió en los cuartos de baño de los grandes almacenes para llevársela puesta. Sepeinó, se recogió el pelo y no sé quémás hizo, pero pasó delante de un agente sin que el zoquete lareconociera.Ylaperdimos.

—¿Elagenteespelirrojo?—Sí,¿porqué?—Entonces,despuésdeperderlapreguntóporellaenelhotel,¿no?Elrecepcionistanoslodijo.—Probablemente,noestoyaltantoperosupongoquesí.—ElCorte Inglés donde la perdió queda cerca de Laguna&Campbell. Luego se fue a nuestras

oficinas.—Searreglóparaverte.—Nocreo.Simplementenecesitaba ropa.HabíavenidoaMadridcon lopuesto. Inclusoelbolso

quellevabaparecíanuevo.—Puesnohemosencontradoningúnbolsoniobjetospersonalesenelhotel.—Elbolsolollevabaella,nodejónadaenelhotel.SuintencióneracogerunAVEhastaSevillao

Jerezparaquesupadrelarecogiera.—Pues no sé. Lo comprobaremos todo. Esta tarde, además, estaré con el padre —dejó caer

Carballera.—¿VasaGibraltar?Carballera,aunqueveíaenTorcaunaliado,másqueuntestigo,tardóenresponder.—Por ahora, aLaLínea de laConcepción, el pueblo fronterizo conGibraltar. Está claro que el

secuestradorpuedearrojaralachicaalTajo,alDuerooalarroyoquelevengaengana,perodetodasmanerasvamosaestarmuypendientesdetodoslosvehículosquepretendanatravesarlaVerja.MaddienovaaentrarenGibraltar,esoestáclaro.

—PerolabahíadeAlgeciras,perdonasitemolesta,esuncoladero.Sitantocontrabandocorreporahí,¿nopodría...?

—Ya,ya.Perovamosahacer loposible,y lo imposible,parasalvaraesachica.HastavamosacoordinarnosconlaPolicíaRealdeGibraltar.

—PuesesperoqueellosyvosotrosinvestiguéisafondoalafamiliaCruz.NopuedesercasualqueBarberáquieramataralashermanas.

—Hasta ahí llegamos todos, Juan. Pronto averiguaremos qué está pasando. Pero he habladodemasiado.Másquetú—dijoCarballeramientrascaminabahacialapuerta—.Esperoqueseasdiscreto.

—Loseré.Conelpomoenlamano,antesdeabrirlelapuertaalinspector,Torcasesacóunadudadeencima.—TodavíanohabéisdetenidoaBarberá,¿no?Carballeraresopló.—¿Túquécrees?—Quehastaquenoacabetodoesto,élnosevaamover.Yonosoyimportante,élquiereacabarcon

las hermanas Cruz. Pero después de matar a Eva Canga, hasta que no me entierren, y hasta que noentierrenalasCruz,novaadarseñalesdevida.

—Quizá.Peroloatraparemos.Nolodudes.—¿Puedosugerirtealgo?—preguntóTorca.—Claro.Todosuma.—Interrogaasufamilia.Apriétalos.Carballeracabeceó.—¿Quéteparece?¿Quenosabemoshacernuestrotrabajo?Peronadiedesuentornohadichoesta

bocaesmía.Desdehacemesesestáenparaderodesconocido.

—¿Ycómocontrolasusempresas?—No hemos podido profundizar gran cosa. Todo va muy rápido, recuerda que anteayer, desde

Bilbao,mehablastedeMarioBarberá.Peropuedoasegurartequenosestamosdejandolapiel.Creemosqueunhermanoes sumanoderecha,enMarbella lohanapretado todo loquehanpodido,peronohasoltadoprenda.Ycomonopodemosdescoyuntarloenunpotrodetorturaparaquedelateasuhermano...

—¿Yhabéisinterrogadoasuhijo?—¿Aquéhijo?—¿Barberánotieneunhijo?—Queyosepa,no.—Igualmeheliado.Creíaqueteníauno.Jorge,silamemorianomefalla.—Pues te falla. Jorge es el nombre de su hermano, su número dos. Pero tengo que marcharme.

Cuídate,yrecuerdaloquetehedicho:heconfiadoenti,esperoquemecorrespondas.—Loharé.EstavezfueCarballeraquientendióprimerolamano.

15

AVE,JORGEEllosquehagansutrabajo,queyoharéelmío.Solo.Paraesteviajenonecesitoalforjas,noquieroquenadieselleveunacondenaountirodestinadosamí.EsopensóTorca.Yalinstantesiguiente,encuantosedespidiódeCarballera,sepusoenmarcha.

Necesitodosminutos.Con suerte,meda tiempo.Tardócuatro,porqueal abrir el armariode loszapatosseencontróconsupistolayelbolsodeMaddie.

Hizomemoria:nadamásreanimarlo,Lagunalehabíacogidolasllaves,mientrasJandrollamabaaemergencias. «Lapolicía está al caer.Dejo la artillería y esto arribayvuelvo, no tardonada», habíadicho.Norecordabahaberlovistomontarseenelascensorniluego,cuandoloobligaronaacostarse,lehabíacomentadonada,perodedujoquehabíaencontradoelbolsoenelportalyquelohabíaguardadoallí.

BuceóenelbolsoysacóelcuadernodetapasnegrasdeMaddie.Noencontróelmóvildelajoven,lollevaríaenelpantalón,ninadamásinteresante.Seguardóelcuadernoenunbolsillotraseroyvolvióadejarelbolsoenelzapatero.Ysellevólapistola.

Salióalrellano.Llamóalascensorybajócorriendoporlasescaleras.HastaquesetopóconLolayCandelapegandolahebraconotravecina.LaporteraleestabacontandoaCandelasuextrañoencuentroconJandroyconunpolicía,ylaabueladelterceroizquierdasehabíasumadoparaponerlasaldía:porla noche había presenciado el despliegue de la ambulancia y coches policiales desde la ventana. LaaparicióndeTorcalasdejópasmadas.Candelareaccionóprimero.Exclamó:

—¡Peroquétehapasado!—Nada.Yaoscontaré.¿Puedopasar?Lastresmujeresletaponabanelcamino.—Anocheestábamosenelcine,Encarnanosestabadiciendoque...Torca,agobiado,cortóaCandelaypasóentrelasmujeres.—Estoybien,yahablaremos.Tengomuchaprisa,perdonad.EnlaentreplantasedetuvounmomentoaloírlavozdeJandro.Descendiómuydespacio,sinhacer

ruido.SucompadrehablabaconRodrigo.Decomida,paravariar.—Dondeestéunchurro,bienfrito,caliente,consuazúcar,quesequiteunaporra.—Jandro,perotehasjamadolastresquetehanpuesto.—Bueno,unacosanoquitalaotra.Teníahambre,peroprefieroloschurros.NoseoíalavozdeCarballera.Onosehabíancruzado,oselohabíanencontradoenlacalle.Torcanodudó.Nopodíaexplicarlessuplan:Rodrigoleimpediríaacometerlo.YJandrosehabría

empeñadoenirconél.Encuantosemetieronenelascensor,Torcabajóysaliódelportal.Yaenlacalle,descartólamoto.

LosseiscientoskilómetrosdedistanciahastaMarbellapodíacubrirlosadosruedasencuatrohoras,perono se veía con fuerzas para conducir tanto tiempo. Eran las nueve y cuarto, si cogía un tren de altavelocidadalasdiezolasdiezymediapodíallegaraMálagapocodespuésdelmediodía.Viountaxilibre,loparóyledijoalconductor:

—AlaestacióndeAtocha.ElteléfonosonócuandodejabanatráslaGranVía:Jandro.—Oye,queyaestamosaquí.¿Porquénonosabres?

—Porquemehelargado.—¿Cómo?—Jandro,tranquilo.Necesitorespirarairepuro.Aclararmelasideas.Luegotellamo.—¿Perodóndeestás?—Veteacasa.Luegotellamo,notepreocupes.Rodrigodebíadeestarconlaorejapegadaalteléfono.Gritó:—¿Perodóndetehasmetido?¡Nopuedesmarcharteasícomoasí!—Pueshepodido,Rodrigo.Enserio,noospreocupéispormí.Resucitardeentre losmuertoses

complicado.Necesitoestarsolo.Luegoosllamo,¿vale?—¡No,novale!¡Vuelveya!Hayuntipoquequierematarte,nopuedes...—Rodrigo,para.Luegoosllamo,nomevaapasarnada.Colgó.VioqueCandelalehabíaenviadounmensaje:Peroquétehapasado???DiceEncarnaquehubountiroteo!!!Yporquéhabíaunpolicíaentu

casa???Torcatecleóestarespuesta:Elpolicíaesmihijo.Estoybien,enserio.Tellamarécuandopueda.Unbeso.

***

Yaenelandén,conelbilleteenlamano,llamóaLuisLaguna.Contestóconunsusurro.—¿Qué tal? Estoy en una junta de la asociación de detectives. Luego vuelvo a tu piso. Jandro

tambiénmehaestadollamando,peronohepodidocogerle.¿Necesitasalgo?—Nadaurgente.Cuandosalgaspégameuntoque.Queríaexplicarleporquénecesitabairporlibre,élatenderíaarazonesmásqueJandro,ytambién

queríacontinuardisponiendodeCifuentes,perosemetióeneltrensinllamaralaoficinadeSerrano.

***

Habíapagado,enefectivo,unabutacaenpreferente,quedabaalpasilloysesituabaenelsentidocontrariodelamarcha.Ledioigual.SesentóysacóelcuadernodeMaddie.

Lajovenescribíadecorrido,sintachaduras,enlíneasrectasyconunaletraredondayclara.Debíadehabersidounachicaaplicada.

Hojeóelcuadernoenbuscadealgunatarjetaodecualquierpapelquehubieraintercaladoentrelaspáginas.SefijóenqueaMaddielequedabapocoparaterminarlo,quehabíausadoelmismobolígrafo,azul, desde el principio, y que desde la primera página señalaba el día y la hora en que se ponía aescribir.

Se contuvo las ganas de leer las últimas páginas. Tenía dos horas ymedia de viaje por delante.Regresóalaprimerahoja.El6dejuniohabíaescritoporlatarde:

16:45-Estrenodiarioundíaespecial.Elprevio.Elmástensoyagotador,elquemástardaendeclinar.Hoytocadescansar.Aguantarselosnerviosydescansar.Visualizarlatravesía,relajada,conlosojoscerrados,brazadaabrazada.Imaginarelimpulsoinicial,elchoqueconelagua,elfindelosnervios. Contenerse para no desfallecer antes de tiempo, guardar fuerzas. Las dudas que siempresurgenenlafasemeseta.Elagotamientotantraicionero,quesurgeamenudoencuantotedejasllevarporlaeuforia.Yelfinal,elsufrimientodelfinal,eléxtasisylatortura,cuandoteimpulsascontodoloquetequeda.

Mañana no nadaré, pero me cansaré tanto como Lisa. Sufriré y disfrutaré con ella. No hay

rivalidadentrenosotras.Mañana todo parece favorable: Lisa atravesará elEstrecho con la sana intención de batirmi

marca.Seguroqueloconsigue.Ojalálologre,porquesifracasamequedarésinelprincipalobjetivodeesteverano:superarlayvolverabajarelrécord.

Torcabuscabaalgunapista,algoquepudieraservirleparaentenderporquéBarberásecebabaconsufamilia.Aunquenosehacíamuchasilusiones,lesorprendióeltonodeldiario.Siguióleyendo.El8dejuniohabíavueltoaescribir:

13:27-¡Mirécordhamuerto,vivaelrécord!Lisa,comomeesperaba(nocomometemía,comodeseaba), también ha bajado de las tres horas. ¡Y es la nueva Reina del Estrecho! Me alegro unmontón.Casitantocomoella.Suséxitossonlosmíos,yviceversa.Siseguimosasí,bajandoybajandoelrécord,vamosaconseguiralgogrande,deesonohayduda.Ynosestamosplanteandonuevosretos.Enotrasaguas.Yjuntas,aunqueavecesnademosporseparado.

Noes fácil loqueha conseguido.Yno será sencillobatirlo,me vaa costar.Perono lo voyaintentarhoynimañana.Losmediosnonostomaríanenserio.Todoasudebidotiempo,diceBecca,nuestraideóloga.CuandoellanoscontólahistoriadeSerguéiBubka,locomprendí:durantemuchosaños,batióunayotravezsurécorddesaltoconpértiga. Ibasuperándosecentímetroacentímetro,perfeccionandosutécnicayfortaleciéndose,yasíalmismotiempologróunagrannotoriedad.

Torcasonrió.SeacordabadeBubka.EltrendejabaatrásMadrid.Unaazafatapasóofreciendoauriculares.Torcaloscogióyselosmetió

enunbolsillo,juntoalpaquetedetabaco.Leapetecíadarunascaladas,peroseaguantó.12dejunio-8:27-Nohaydosgotasdeaguaiguales.Poresomequema,ynosquema,quela

gentenosecansederepetirqueLisayyonosparecemoscomodosgotasdeagua.¿No habíamos quedado en que la apariencia importa menos, bastante menos, que nuestro

interior?Lisayyonosparecemosmucho,deacuerdo:elmismopeso,lamismaaltura,elmismopelo,lamismasonrisa,elmismobrilloen losojos, lamisma talladesujetador,dezapatos,decualquiercosa.Gemelas.Conesoestácasitododicho.Perosólomerefieroalfísico,alaapariencia.Tenemosuncarácteryunamaneradeafrontarlavidamuydiferentes.Vale,quizáestemosmásconectadasqueunoshermanoscorrientes,quizánosentendamosynosconozcamosmejor.Peronuestroscorazonesnolatenalmismoritmo.Sentimos,sufrimosyamamosporseparado.

Torca no quería pensar en el secuestro deMaddie. En lo que podría estar padeciendo. En quemoriríamuyprontosilapolicía,oél,noloimpedían.Enquepodríahaberloimpedidosihubieraactuadodeotramanera.Continuó.

13 de junio - 8:15 - Sigo. Donde lo dejé ayer. Desde siempre, Lisa y yo compartimos gustos,aficionesydevociones.Perocomodoshermanasodosamigas.Comolasdemáschicas.Nosgustaban,y nos siguen gustando, los rizos de David Bisbal, los ojos de Leonardo DiCaprio, las pecas deFernando Torres o el culo de Rafa Nadal. Y la camisa rota de Camarón, la garra de Malú y lassevillanas.¿Somosconvencionales?Nosdaigual.Enlosaltares,esosí,sinfaltaralrespetoanuestraqueridísimavirgen,laEsperanzadeTriana,tenemosaMichaelPhelps,elmejornadadordetodoslostiempos.

Torca,hijoúnico,sintióunapunzadadeenvidia.PensóqueRodrigotambiénsehabríasentidoigualleyendoesaslíneas.UnasNavidades,cuandoteníacuatroocincoaños,lesrompiólosesquemascuandopidióalosReyesMagosqueleregalaranunhermanito.

Veintitantosañosdespués,¿cómolehabríasentadoaRodrigounhermanastroreciénnacido?Nosehabría avenido a cambiarle pañales o a hacer de canguro precisamente, pensó. Las tres palabras deNerea, «quiero ser madre», primero habían desconcertado y descolocado a Torca. Luego habíandinamitadosuconfortableyrutinarionoviazgoconNerea.Élnoquería,nopodíaserpadre.«¿Peropoderpoder,puedes,¿no?»,lehabíapreguntadoNerea.

Nereaqueríasermadre.Yesposa.Sumujer.Madredeunhijosuyo.Losmásdeveinteañosquelosseparaban no la amedrentaban. A Torca tampoco, pero no quería, no debía ser padre otra vez. Erademasiadotarde.

Volvióaldiario.Elpasadonopodíarecomponerse.15de junio -18:33-Másdeunaveznoshemosenamorado,ohemoscreídoenamorarnos,del

mismo chico.Pero esono es raro.A todas nos gusta el jabugo, los chicos patanegra.A todasnosponenlosmalotes,losrebeldessincausaquecuandomenosteloesperasterompenlosesquemasconunamiradatiernaoconunatravesurainfantil.Todosloshombressonniños.

Deteenagersteníamosmuchopeligro,esoahoraloreconozco.Lisayyopodíamoscompetirporun beso o por una cita tan encarnizadamente como en la piscina. Andábamos confundidas,revolucionadas,tanlocascomocualquierotraadolescente.Yhacíamoslocuras,claro.Peroyano.Yanitonteamosninosdejamosseducirjuntas.

Torca echó en falta a Becca. Las gemelas y ella se llevaban sólo cinco años. Podían habercompartido más vivencias. Pero la explicación se la encontró un par de anotaciones más adelante,despuésdepasardelargovariasenlasqueescribíasobreelcolegioysobreunlibroreciénleído.

19dejunio-23:33-Lisaespartedemí.YosoyLisa.EllaesMaddie.Esasí.Somosunaparacasitodo.Sobretodocuandolopasamosmal,porloquesea.PeroaBeccalaquieroconlocura.Laadmiromuchísimo.Esmihermana,miamigay,desdelamuertedemamá,miotramadre.Quieroqueseafeliz.Se lomerecemuchísimo.Guapa,buenaza, currante: lo tiene todo.Ja, ja, si leyeraestomemataba.DejóaJackhacemeses,ybienquehizo,estádesnoviada,peromásprontoquetardeencontraráunalmagemelaymeharátía.Lopresiento.

Al buscar informaciones sobre Becca, no había encontrado alusiones a su vida sentimental. SeapuntómentalmenteelnombredeJack.

Lassiguientesanotacionesleinteresaronmenos.Maddieconsignabasuslecturas,laspelículasqueveíayeldíaadíaenelcolegio.El25dejuniohabíaescrito:

23:14 - Llegan las vacaciones. Para los niños. El mundo será suyo. Su alegría contagia, seexpandepor lascallesencuantosedesparramanporelpatio.Acabaelcursoy losprofesores,quéremedio,hacemosplanesparael verano.Yoestoy impaciente,oesodigo:quieroentrenaren serio,nadar y nadar y seguir nadando. Demostrarme que no he tocado techo. Superarme. También haréalgúnviajeytratarédedivertirme.Peronadieseatreveareconoceralgoevidenteparamí:losniñosnosdanmuchomásdeloquereciben.Nohaynadamástristequeuncolegiovacío.

Impaciente,llegóporfinalasanotacionesdelosúltimosdías.El27dejunioescribíaporprimeravezunaslíneassobresupadre:

23:22-¿Nopuedoconél?¿Onopuedeconmigo?Esmipadre.Loquiero.Mequiere.Perosinosacercamosdemasiadosaltanchispas.Desdequemuriómamáseestáavinagrando.Estostresañoshaenvejecidomucho,paraélhanpasadodiez.Sehavueltomásegoísta.Todogiraalrededordeélahora.Antes se desvivíapornosotras y pormamá.Ahora vaa lo suyo.Hablapoco y escuchamenos. ¿Lavejez?Loestápasandomal,quierocomprenderle,peronoscontagia.

Dosdíasmástarde,retomabaeltemapaterno.Peroesaentrada,además,enlazabaconelprincipiodelatragedia.

29dejunio-14:40-Definitivamente,nopuedoconmipadre.Niyoninadie.Alasnueveymediame llama, hecho un basilisco, cabreadísimo, porque Becca no se ha presentado a trabajar estamañana.«¡Yyoquésé!¿Noquedasteisenque lossábados libraba?», lehepreguntadoyo.«Bueno,pero ayerme dijo que vendría a echarnos unamano. ¿Dónde está?»He pasado de él. Becca es elancladelafamilia,elpegamentoquenosmantieneatodosunidos,ylaquemássoportaamipadre,peroyasesabe:cuantomásdas,mástepiden.Ojaláencuentreunamorasumedida.

Becca,segúntodoslosindicios,habíasidosecuestradaelviernes.Supadrelahabíaechadoenfalta

elsábado,perotampocohabíadenunciadosudesaparición.Habíanpensadoquepasabaelfindesemanaconsusamigosoalgúnligue.

La anotación anterior a la muerte de la mayor de las Cruz no guardaba vínculo alguno con elasesinato:

30 de junio - 21:20 - Vuelvo del cine.Qué películamás graciosa ymás tonta.Me he reído acarcajadas.Tengoqueirmás.Y,siesposible,todavíamejoracompañada.Conamigaslasrisassonmássanas,ClaireyAnnamecaenmuybien,perovasiendohoradequevuelvaalcineconunchico.

Hasta esemomento, Torca no había encontrado nada, ni un solo indicio que pudiera ayudarle aentenderporquéBarberáhabíaelegidoalasCruz.TampocoselehabíapasadoporlacabezaqueestabaviolandolaintimidaddeMaddie.

Llegóporfinal1dejulio.LeyóloslamentosdeMaddie:Yanoestásaquí,nomiras,noríes,nobailas,noiluminaselmundo,

habíaescrito.¡Becca!¡Miángeldelaguarda!Ángel,hermana,luz,alegría.¡Becca!,habíagritado.Novoyadespertardeestapesadilla,habíaintuido.Sinsaberquepodríasufrirelmismotormento

quesuhermana.Torcatragósaliva.PensófugazmenteenRaquelyenNadia.Vivíamutiladodesdelamuertedesu

mujer. Sin su calor, sin un apoyo, sin un refugio, sin hogar. Cuando pensaba que nadie podríareemplazarla, se había enamorado hasta las trancas deNadia, y al perderla en elmar deAral habíasufridoungolpetaninesperadocomodoloroso.Aúnnosehabíarecuperado.Sí,laspeorespesadillaslassufrimosconlosojosabiertos.

Volvióaldiario.ElmartesMaddiehabíaescritobastantespáginas.Normal,pensó,sehabíapasadoeldíaenelhotel,salvoelparéntesisenquehabíanidoacomeralgo.

Sehabíadesahogado:Lloraryanosirvedenada,decía.LuegolamentabalaausenciadeLisa,sintemerqueestuvieraenpeligro:

Quiero,necesitollorarconLisa.Nopuedo.Nodamosconella.Lacabralocaandaperdidaporahí.

ATorcaseleencendieronlasalarmascuandoleyóunnombrenuevo:Soy una tonta.Quiero nadar.Mar adentro.Perderme, comoGeorge.Escapar de aquí, pero no

puedo.George.¿Jorge?ABeccalallamabanQueca.Seescamópocodespués.Maddie recordabaqueel talGeorge las agobiabacuandomirabaa las

gemelasenamorado,ybuscandodiferencias.Ysepusoenguardialaterceravezqueapareciómencionado.Alleeresto:19:17 - ¿Porqué escribohoydeGeorge, precisamentehoy, enundía tan triste y lamentable?

PorquenoquieropensarenloquehagoaquíenMadrid.EsperaraquenosdevuelvanaBecca.Paraenterrarla.Y,sobretodo,porquemehedadocuentadequeayerhizounañodelamuertedeGeorge.Quécasualidadmásmacabra.

No,nopodíaserunacasualidadquealguienenamoradodelasgemelashubieramuertojustounañoantesdelasesinato.

EsedíaMaddie,además,habíaescritosobreTorca:Sólounapersonamehamiradohoyalosojos.SellamaJuan,ydicequequiereayudarme.Losigodiciendo,pensó.Voyaayudarte.Prosiguió leyendo con avidez.ElmiércolesMaddie continuaba lamentándose:Me ahogo en una

burbujadepenayrabia.Sí,yanosólodepena.Quierojusticia,decía.

Despuésrelatabaunaconversaciónmuyjugosaconsupadre.Éltampocosospechabadenadie.Nosoyuncordero.Peronadiemequieretanmalcomoparahacermealgoasí,¿yestaríaaquísi

supieraquiénhasido?Yalehabríasacadolosojos,lehabíadichoAntonioCruz.Perolomásimportanteloencontródespués.MaddievolvíaamencionaraGeorge:Suairedeniñobuenonoencajabaconelrespetoquetodosletenían.Decíaquealprincipioseloencontrabanconsupadre,yqueluegosiguieronviéndole.Lellamabaperrofalderoyguapoinofensivo,ydejabaparaelfinaldelaentradaunaconfesiónque

sorprendióaTorca:Nuncaabusamosdeél.Esonoquitaquemurierapornosotras.Pornuestraculpa.Elmiércolesporlanoche,cuandoTorcapaseabaporBilbao,despuésdeinterrogaraEvaCangay

pocoantesdevolverapisar lafincade losButrón,Maddiehabíavueltoaescribir.Nadiesabenada,aseguraba.

Lasúltimas líneasdeldiario lashabíaescritoayermismo,pensóTorca,el juevespor lamañana.Pero seguro que, si estaba consciente, continuaba hablando consigomisma, preguntándose qué estabapasando.Ytemiendounamuertecomoladesuhermana.

Aprimerahora,talveznadamásdespertarseydespedirsedesupadre,contabaqueporfinhabíapodidocomunicarseconLisa.LuegosehabíalanzadoanarrarlamuertedeGeorge.Torcaselaimaginóenlacafeteríadelhotel,comoeldíaquelahabíaencontradoallí,escribiendodecarrerilla:

Paralamujerdeahoramismo,yparalaquemeleerámañanaodentrodeunadécada.Maddienoemparentabaunamuerteconotra,enningúnmomentodeslizabaalgunasospecha.Pero

Torcanocreíaenlascasualidades.Demanerainconsciente,Maddietampoco.QuizánohabíadejadoderecordaraGeorgeporquealgoensu interior ligabaunamuertecon laotra.Yasí lehabíaabiertounanuevasenda.

Georgehabíamuertoenelmar.PersiguiendoalasgemelasCruzentrerisasyvaciles.Síguenossipuedes.Esoledijimos.Quéerror.Quéhorror,escribíaMaddie.Nomereprochonada.Casinunca,acababareconociendo.Puede que alguien, pensó Torca, sí que os reproche queGeorgemuriera.Y que por eso os esté

matando.La última anotación, escrita apenas unas horas antes de presentarse en Laguna & Campbell, le

recordóaTorcaporquébajabaaMarbella.Paraayudarla.No quiero nada. No necesito nada, pero dentro de un rato saldré de aquí, por primera vez, a

haceralgo.Nopuedoseguirasí.Mecompraréropayaprovecharéquenoestámipadreparahablarconalguien.Elhombrequeseofrecióaayudarmeelotrodía.JuanTorca.Parecíasincero.Memirabaconfranqueza.Segúnmipadre,lapolicíanopersiguetodavíaaningúnsospechoso.Juanparecíaunhombredecidido,ojalápuedaayudarme.YanadapuedelograrqueBeccaresucite,peronecesitoquesehagajusticia.

***

Torcacerrólosojos.Conelcuadernoenlamano,concentrado,intentóarmarelpuzle.TodopodíaencajarsisuprimeraimpresiónalencontrarseconelnombredeGeorgehabíasidoacertada.

Selevantó.Alfinaldelvagón,enlosmaleteros,nohabíanadie.CaminóhaciaallíyllamóaLaguna&Campbell.

—¡Juan!¡Meheenteradonadamásllegar!¿Cómoestás?Porunavez,Marisano flirteaba con él.Perono tenía tiempopara agradecérselo.Tampocopara

preguntardequésehabíaenterado.Lasecretaria,pormásquelointentaba,nosolíaestaraltantodeloquesecocíaalotroladodelarecepción.

—Jodido—respondió—.PonmeconPaco,porfavor,esurgente.—Ahoramismo.Cifuentes no tenía noticias del secuestro de Maddie, y andaba enfrascado entre datos y

especulaciones.—Québuenoquemellames.Acabodeencontrarunaconexiónmuyinteresante.¿Recuerdasqueuno

delosrestauranteslegalesdeMarioBarberáestáenCalpe?—Sí,pero...—Mira qué cosa: en Calpe tienen un peñón. Como el de Gibraltar. El peñón de Ifach. He

descubierto que Barberá controla allí más negocios relacionados con el grafeno, a través deTraxhorturing,yque...

—¡Para,porfavor!—exclamóTorca—.¿DedóndesacastequeunhijodeMarioBarberásellamaJorge,comosutío?

—Pues...puesnosé.Ahoranocaigo,¿por?—Búscalo.Y—cruzólosdedos—mirasisiguevivo...Osimurióahogadoel1de juliodelaño

pasado.—¿El1dejulio?¿ComoRebeccaCruz?—Dejatodoloqueestéshaciendoycéntrateeneso.Ysiaveriguasalgo,loquesea,queestávivo,

quehamuerto,loquesea,mellamasinmediatamente.—Voy.Notardaré.—IgualencuentrasalgoenlosperiódicosdeBarberá.

***

Volvió a sentarse.Enunpuzleno sepuede sustituir unapiezaporotra.Cadaunaocupaun lugar

intransferible.Detrásde laabsurdacruzadacontra lasCruzhabíauna intención..., si elGeorgede lasgemelaseraJorgeBarberá,elhijodelempresario.Unmóvildemente,unavenganzadesproporcionada,perounmotivoconcreto,nadaqueverconlaestrafalariateoría,ligadaaunpatriotismoridículo,queEvaCangahabíasoltadoenelhoteluchodeGranVíaparaintentarreclutarlo.

MarioBarberá,enesecaso,habríapretendidovengarse,perodejandopistasfalsasparaalejarlasposiblessospechascontraél.Primero,colocandoaunaintermediaria,EvaCanga,entreélyelasesino.Luego, tratando de despistar no sólo al propio asesino, quizá para cubrirse las espaldas por si fueraapresadooparaevitarquesepudierarevolvercontraélochantajearle.Lasdiferenciasentreelencargoinicial esbozado por EvaCanga,matar a prostitutas gibraltareñas escogidas al azar, y el plan que seestabaejecutandonoocultabanquemoviendoloshilos,detrásdetodo,seadivinabaunavoluntadférrea.BarberáhabíaproseguidoconsuvenganzaapesardelanegativadeTorcay,sobretodo,apesardequesuempleadalohabíadelatado.Yhabíaordenadodosmuertesmás,ladeEvaCangayladeTorca,paraqueelplansiguierasucurso.

Sinembargo,algonocuadrabadeltodo.Porahora.Aqueldía,Becca,laprimeravíctima,nohabíanadado con George. ¿Quizá el andamio que Torca estaba levantando gracias al diario deMaddie sebasaba en una presunción errónea? ¿Y si el tal George era un tipo sin ninguna conexión conMarioBarberá?

PacoCifuentesnollamaba.Malaseñal.El tren se detuvo en Córdoba. Pronto llegaría a Málaga. Torca, ansioso, releyó las últimas

anotaciones.Imaginó el momento en el que George, braceando de mala manera, se puso a la altura de las

gemelas.Sedetuvoencadapalabra.Lohabíanllamado«camarón»,«tortuga»,«boya».Sehabíanburladodeél.

¿SehabríaenteradoMarioBarberádequehabíanllamado«tortuga»asuhijo?¿Habríancoincididoenelfuneralyenelentierro?

EsosiGeorgeeraJorge.George,paraquelaspiezasseensamblen,tienesqueserJorgeBarberá,elhijodeMario,unpijo

conPorsche,respetadoporsudinero,peroimbécil,comotantosotroshijosdericachones,sedijoTorca.Elperfilencajaba.¿Encajaríanlaspiezas?

Enel fondo,pensóTorca, losmotivosdeBarberánome importan.Me importa salvaraMaddie.Comosea.

AunquelosagentesdeCarballeraylaPolicíaRealdeGibraltarfueranacolaborarparaimpedirqueelasesinoactuaraenelPeñón,segúnTorcanoestabahaciendotodolonecesarioparalocalizaraMarioBarberá.Lonecesarionosiempreselogracumpliendoelreglamento.

Siinterrogareducadamentealhermanodelempresarionohabíaservidodenada,habíaquerecurriraotrosmétodos.Losinfaliblesparaaveriguarlaverdad.PoresoviajabahaciaMarbella.

Cuandoeltrenreanudabalamarcha,sonóporfinelteléfono.—¡Has acertado! ¿Cómo es que seme ha pasado? ¿Y cómo lo has sabido?—le preguntó Paco

Cifuentes.Torcaapretóelpuño.SihubieranaveriguadoantesqueelhijodeBarberáhabíamuerto,élquizá

habríaacabadorecibiendolosdisparos,conosinchalecoantibalas,perolapolicíahabríaprotegidoaMaddiemuchomejorqueél,contodoslosrecursosnecesarios.Nadieselahabríallevado.

—Esoyadaigual.¿Quétienes?—Muypoco,laverdad.Porahora.LaVozdeCádizsacóunanoticiael3dejuliodelañopasado,

perocomosueleserhabitualsólodieronlasiniciales.Enlanoticia,unbrevedeunpárrafo,nosedicequépasóninadamás.Teleo:Unjovenvalenciano,J.B.V.,de25años,hamuertoahogadoenlabahíadeAlgeciras.Elcadáverdelbañistafueencontradoayerporlamañana,frentealaplayadePoniente,porunapatrulleradelaGuardiaCivil.Eljovenhabíasidodadopordesaparecidoelpasadosábado,día1de julio,por la tarde, trasunas infructuosas laboresdebúsquedaporpartede losequiposdesalvamento.EnlosperiódicosdeBarberáesosdíasnosaliónada,niesquelasniobituariosninadaporelestilo.Peroelhijodelempresario,suúnicohijo,porcierto,nacióen1988,asíqueteníaveinticincoaños,yseapellida,oseapellidaba,BarberáVicent.Jota,beyuve,lasinicialesdelperiódico.Asíqueeso,hasacertado.Porcierto,¿quieressaberalgodelotroJorge?

—¿Cómo?—Elotro,elhermanodeMario.Eltío.—¿Qué?¿Quépasaconél?Eltrenatravesóuntúnel.Duranteunossegundoslallamadaseentrecortó.—Nada,elunomuertoyotro...lagranvida.Cruzando...serácapulloy,claro...micolega...Torca se vio reflejado en el cristal del tren,mientras la escasa cobertura telefónica convertía la

chácharadeCifuentesenunoschirridosmetálicosininteligibles.Estoyhechounamierda,pensó.Alsalirdeltúnel,Cifuentesseguíaparloteando.—...porquenotecreasqueseaccedeasícomoasíaesainformación,peromicolegajaquealas...—Paco,lallamadasecortaba.¿Quécojonesdecíassobreeltío?—¿Nomehasoído?—Queno.¿Dóndeestá?—Pues...ahoramismonosabríadecirte.Tendríaquecalcularlo.Sihadespegadoalasdoce,máso

menos...—Espera,espera.¿Quehadespegado?¿Dedónde?—¿Desdecuándonomehasoído?Torcayahabíaperdidolapaciencia.

—¡Yoquésé!Mehasdichoqueseestabapegandolagranvidaynoheentendidomás.—Ah, vale, vale. Pues eso, que ahora mismo está cruzando el charco. Rumbo a la República

Dominicana.—¡Joder!—Esodigoyo,quéenvidia.—Sí,claro.Enfin,telohascurrado.—Paraesoestamos.¿Necesitasalgomás?¿Pordóndetiroahora?Porcierto,seteoyefatal,¿dónde

tehepillado?—Estoyenelmetro—mintió—.Nosé,déjamepensar...Sí,olvídatedelpeñóndeIfach,delgrafeno

ytambiéndelosJorges,delhijoydelhermano.TratadehallarelparaderodeMarioBarberá.Comosea.Yaséquelointentaste,peroahoraimportamásquenada,¿vale?

—Haréloquepueda.—Seguroquesí.Gracias,Paco.Torcavolvióacontemplarseenlaventana.Seréimbécil.¿YquéhagoahoraenMálaga?Undesaliento espeso invadió aTorca cuando retornaron súbitamente losgolpes, losdoloresy el

cansancioquehabíadejadoenMadrid.Conlamenteenblanco,atravesóvariosvagonesydesembocóenla cafetería.Compró una lata de cerveza y unas aceitunas. Se las comió en su asiento, con lamiradaperdidaenlosolivares.

CercadeAntequerarecibióunmensajedeRodrigo:Yatevale,¿quéestáshaciendo?Cuandoestésencasaavísame,porfavor.Las tornashabíancambiadohace tiempo.Ya sólo faltabaque le impusieraunahorade llegadaa

casa, comoaun chaval en sus primeras salidas nocturnas.Cuando seaunvejestoriome cuidará bien,pensó.Sipierdolamemoriaonopuedovalermemebuscaráunbuenasilo,marcaráensuagendalosdíasdevisitaynofaltaránunca.Perotampocovendráningúndíademás.Sillegoaviejo.

Nohagonadadenada,notepreocupespormí,hijo,lecontestó.

***

LagunalellamóalaspuertasdelaestaciónmalagueñadeMaríaZambrano.Torcanoledejóhablar.—Estoy en el metro. Luego te llamo. Habla con Cifuentes y que te ponga al día. Y díselo al

inspectorCarballera,porfavor,quenoestoyconganasdeserinterrogadootravez.¿Deacuerdo?—¿Peroporquétehasido?Sitienesqueestarbaldado.Anocheteníamosquehaberteingresado...—Déjalo,luegonosvemos.Seguardóelteléfono.Sintióunamanoenelhombroysegiró.Unaabuelamuyperipuestaqueviajabadetrássehabíainclinadohaciaél.—¿Sí?—Perdone,señor.Laprimeravezhepensadoquelohabíaescuchadomal,estoyunpocosorda.Pero

ahorahavueltoadecirlo.¿Seencuentrabien?—Yave,podríaestarmejor,peronomequejo.¿Ocurrealgo?—Sientodecirlequenoestamosenelmetro,estoesuntren.ElAVE.

16

ENMARBELLAAunqueyanopodíatorturarleparaaveriguardóndeseescondíasuhermano,decidióecharunvistazoaldomiciliode JorgeBarberá.Al llegar aMálagaconsultó loshorariosdevuelta aMadrid, salióde laestaciónycogióuntaxi.

—¿Dóndevaaser?—AMarbella.—Fenómeno.¿Aquéaltura?Torcacallejeóconelmóvilporlazona.Noqueríabajarseenfrentedelacasa,perotampocoandar

demasiado.—MepuededejarenlacalleAzorín,cercadelpaseomarítimodelaplayadelaFontanilla.—Puesallávamos.Eltaxista,unsesentónmuybronceado,aunquenolepreguntóporlasheridasteníaganasdecharlar.—¿De dónde viene? Con ese acento suyo, tan castellano,me da que no se ha subido al tren en

Córdoba...—Puesno.Soyburgalés.—Vaya,vaya.¡Elsitiodondemásfríohepasadoenmivida!—¿Yeso?—¿SeacuerdadeJuanito,elfutbolista?—Cómono,ungrande.ElsietedelRealMadrid...,hastaquellegaronRaúlyCristianoRonaldo.Decualquieradelostres,

Torcasabíamásquecualquieraficionado.—Ytanto.CuandojugabaenelBurgos,undíaunoscuantosamigosnosfuimosparaallá,aanimarle.

¿Sabía que era de Fuengirola? Por aquí se le queríamucho.Y se sintiómás todavía cómomurió. ElestadiosellamabaElPlantío,¿no?

—Ysellama.AhoraelBurgosjuegaenSegundaB.—Puesaquelloeraunanevera.Quéviento,eraunacosaquenosepodíasoportar.Torcasefijóenqueeltaximarcabalatemperaturaexterior.—Elfríosecombatefácil,conropadeabrigo.Peropocosepuedehacercontralostreintaycinco

gradosdeahífuera.—Quéva.Ustedahoraalllegarsesientaenunaterraza,alasombra,pideunvinitoblancoyestáen

lagloria.Luego,cuandoaflojeunpocoelsol,sepegaunbañitoenlaplaya.Despuésbuscaunsitioparacenar tranquilo,conaireacondicionadoodondesople labrisa. ¡Ysiya luegoconsiguealguienque leabaniquesubealoscielos!¿Quélepareceelplan?

—Noestánadamal.Perovengoaunareunión.Ymevuelvohoymismo,dentrodehoraypico.—Puestienequevenirotravez.Estoesunparaíso.Y,hablandodevolver,siquiereleesperoyle

llevoalaestación.Torcaaccedió.QueríaregresaraMadridcuantoantes,peroasítambiénpodíamoverseporlazona

dejandosólounrastro.Aunqueanotóel teléfonodel taxista,porsicambiabadeplanes,albajarsedelcochequedóenelmismositiodoshorasmástarde.

Salióprontodelpaseomarítimo.Alcaminarledolíaunarodilla.Tambiénsequejabadeuncodo.ATorca le tentóunafarmaciaquesalióasupaso,perohabíadecididodejardeatiborrarsedepastillas.

Aguantólosdolores.Tambiénelsolazo.Laszonaspocofrecuentadasporlosveraneantessoportabanelcalorensilencioysoledad.Nohabía

muchomovimientoenlacalleCamiloJoséCela,unavíaparalelaalaavenidaRicardoSoriano,unadelas arterias de la ciudad andaluza. El portal donde residía Jorge Barberá estaba flanqueado por unrestaurante japonésyuncentrodeestética.Eledificioeraunacajadecerillasdemármolblanco,congrandesventanales,sinencantoperomuylujoso.

Torcaseapoyóenunacolumnayencendióuncigarro.Alaterceracaladalotiróalsuelo:sefijóenqueunhombresedirigíahaciaelportalconlasllavesenlamano.Losecundó,sacólassuyasysecolocódetrásdeél.Elotroabriólapuertay,alverle,lecedióelpaso.

—Buenastardes,¿aquépisova?—lepreguntóaTorcaanteelascensor.—Alúltimo—respondiójugándosela.—Paseusted,voyalprimero.Al llegar arriba, pulsó el timbre del ático derecha. Torca no sabía si Jorge Barberá vivía

acompañadoniconquiénhabíaviajadoalaRepúblicaDominicana.Nocontestónadie.Nifamiliaresniempleados. Pegó la oreja a la puerta del ático izquierda: tampoco oyó nada.Los vecinos deBarberádormíanlasiesta,setorrabanenlaplayaotambiénestabanfuera.

Bueno,vamosaintentarlo,avercómosemeda,pensó.Lasuerte,tanesquivalosúltimosdías,lesonrió: la puerta, demadera de roble, blindada, le duró dosminutos porque sólo habían cerrado conllaveunadelasdoscerraduras,lamássencilla,quenoresistiósusforcejeosconunatarjeta.

¿Se habrá marchado precipitadamente?, se preguntó Torca. La vivienda, sin embargo, parecíapreparada para una sesión fotográfica de una revista de moda. Sin una mota de polvo, impecable yordenada.Antesdeentraren faena,Torca recorrió lasestanciasparahacerseuna ideadel tiempoquetardaría en registrarla.El ático superaba de largo los trescientosmetros cuadrados, repartidos en dossalones,undespacho,cuatrodormitorios,unacocina,cuatrocuartosdebañoyel recibidor, sincontarconlasdosterrazas.

Empezó por el dormitorio principal, una suite con vestidor que se prolongaba en el despacho.Descubrió que JorgeBarberá coleccionabaminerales y que el ordenador de sobremesa sólo lo usabaparajugaralpóker.Malprincipio.Porlaropayladecoracióndelsiguientedormitoriodedujoquenocompartía cama con su esposa. Los otros dormitorios parecían sacados de un hotel, carecían derecuerdos.Notienenhijos,osilostuvieronyanopasanlasvacacionesenelnido.

Elsalónprincipal,recargadoconporcelanadeLladró,jarronesyrevistasdelcorazón,leparecióterritoriofemenino.Elotrosalón,encambio,leinteresómás:supusoqueJorgeBarberácampabaporahíasusanchas.Destacabanunmueblebarconunaexcelentedotacióndejerez,oportoywhiskydemalta,unamesadepókeryunapequeñabibliotecaconlibrosdecazaypesca.Enlasparedesdeesesalónhabíacolgadolascabezasdisecadasdeuntoro,uncorzoyunciervo,unpardesablesdecimonónicosytresóleosconescenasdecaza.Comoenelrestodelacasa,nohabíaunamotadepolvo.

Enunaparadordeébanoencontróunaampliacoleccióndefichasdecasino.Laexaminóconcalma.Ocupaba varios cajones.Al parecer, JorgeBarberá adquiría las fichas de un casino y las enmarcabasiempreconlosmismosmateriales,enunasplanchasconlosbordesdeaceroyelfondodeterciopelo.Luego,clasificabalasplanchasporpaíses,ylasordenabacronológicamente.Enelcasoespañol,contabacon bastantes fichas de principios del siglo XX y también con varias de casinos inaugurados en losúltimosaños.

En el último cajón del aparador, Jorge Barberá almacenaba las fichas que todavía no habíaenmarcado.Pocas, comparadasconel restode la colección.Guardaba fichasprocedentesde las islasCanarias,deGreciay,porfin,deunclavoardientealqueagarrarse:deuncasinodeGibraltar,elLuckyYacht.

Torcafotografiólasfichasgibraltareñasycontinuóregistrandolacasa.Noencontrónadamás.Salió

alacalleysemetióenelrestaurantejaponés.Pidiósake,unosmakisdeatúnyunatempuradeverduras.Llamóaltaxistayquedóallíconéltrescuartosdehoramástarde.Mientrasleservíanlacomida,navegóconelteléfono.

El Lucky Yacht, además de un casino flotante, era un hotel de lujo con piscinas y restaurantes:FondeadodesdeprincipiosdeañoenelpuertodeGibraltar,enlazonadeociodeOceanVillage,elyate ofrece unas vistas únicas al estrecho de Gibraltar, a la bahía de Algeciras y el continenteafricano.Con133metrosdeeslora,disponededoscientashabitaciones,distribuidasenseispisos...,leyóensupáginaweb.

Torcaprescindiódelospalillos.Pinchabalacomidaconeltenedormientrascontinuabamanejandoel teléfono con la mano izquierda. La web del casino incluía un recorrido virtual y un plano con ladistribucióndelassuites,laszonasdeocioyelcasino.

EnGoogleMapsconsultócuánto tardaríaporcarreterahastaGibraltar:podíacubrir lossetentaysietekilómetrosdedistancia,porlaautopistadelMediterráneo,enpocomásdeunahora.

Pidiómássakeyrecapacitóunosminutos.ElhermanodeBarberápodíahaberviajadoaGibraltarsóloparajugarenelcasinoyparacontinuaraumentandosucoleccióndefichas,sinningúnotromotivo.YMarioBarberápodíaocultarseencualquierotrositio.LomásprobableesqueestuvieraescondidoamilesdekilómetrosdeGibraltar.PeroMaddieCruzquizáyaestabaallí.

Buscó más información sobre el Lucky Yacht. La prensa andaluza no se había hecho eco de lainauguracióndelyate,durantelaspasadasNavidades,peroencambiovariaswebsdelmundodeljuegohabían publicado noticias sobre el nuevo casino. Casi todas reproducían, dedujo Torca, una nota deprensadirigidaalosclientespotenciales:porunladoresaltabanqueelyatecontabaconuncentenardemáquinas,seisruletasycuatromesasdejuego,ycondossuitesexclusivas,privadas,parajugadores.Porotroexplicabanqueelproyectohabíasurgido traselacuerdoentre lacadenahoteleranoruegaOrangeTimeylaempresadejuegosLuckyLuck,dueñadeotrosdoscasinosenMalta.TambiénresaltabanqueGibraltar, «la capital mundial del juego online», por la multitud de empresas de juegos y apuestasradicadas ahí, afianzaba así su propósito de convertirse en una parada obligada para los jugadoresinternacionales.

Torca pidió la cuenta.Mientras se la traían, en laweb de LuckyLuck se topó con una conexióninesperada.Enelapartadodeinformacióncorporativaresaltabanquetantoloscasinosmaltesescomoelgibraltareño habían recibido «el prestigioso sello de eficiencia energética de Shafinsa, otorgado aproyectossostenibles».

Si la memoria no le fallaba, en uno de los primeros informes de Paco Cifuentes sobre MarioBarberá,dentrodelentramadodesussociedadesfigurabaShafinsa.

Seguardóelteléfono.Podíaseguirindagando,peroyadisponíadeindiciossuficientes.YeltiempocorríaencontradeMaddieCruz.

LlamóaLaguna&Campbell.—Mepillasdemilagro.Ennadamepiroacomer.CifuentesyasehamarchadoapapearyLuisno

hapisadoentodalamañanaeldespacho.Pocopuedohacerporti...—ledijoMarisa.—Esoesloquetúdices.Pormípuedeshacermuchascosas.—¿Deverdad?Nomebusques,quemeencuentras—lecontestóMarisa.Engatusada,lasecretaria

volvíaalasandadas.—Puestebuscaré.Perohazmeunfavormás.Siesposible,ahora.Resérvameunahabitacióndeaquí

allunesenelLuckyYachtdeGibraltar.—¿Yacht?¡¿Enunyate?!¿EnGibraltar?¿Estanoche?Parati...¿yparaquiénmás?Eresúnico.¿Ayer

tedisparanyahoratevasdefinderomántico?—Marisa,no tepongascelosaquenohaymotivos.Soyunsolterón.Ojalápudierasvenirte,no te

digomás.

—Sí,seguro.Queyavicuántasganasdeverteteníalachicaquesepresentóayerporlatarde...¿Tevasconella?

Torcadejódetontear.Marisanosabíadelamisalamedia.Sóloquelehabíandisparado.Bajóaúnmáslavoz.

—Marisa,esachicaestáenpeligro.EslahermanadelamujerquelanzaronalManzanares.Reservaunasuitelujosa.Sipuedeser,enproayenlacubiertasuperior.

—Vaya,Juan.Otravezempiezaporelprincipio.Ahoramismomepongoaello.—Gracias,Marisa.YluegocuéntaseloaLuis.—Vale.Ytencuidado.LuisLaguna,advertidoporMarisa,letelefoneócincominutosdespués,cuandoyaesperabaaltaxia

lasombradeunapalmera.—Juan,esonosehace.¿TelargasaGibraltarsinavisarnos?—Quéva.TeacabadeavisarMarisa,¿no?—Yameentiendes.¿Noquieresqueteacompañemos?—No, mejor no. Además, el inspector Carballera me ha contado que están colaborando con la

policíagibraltareña,voyparanada...—Ya.Loquetúdigas.—LagunaconocíadesobraaTorca—.Enfin,Marisayatehareservadola

suite.YacabodeenterarmedelootroporCifuentes:osea,quejustohaceunañodelamuertedelhijodeMarioBarberá.YquieresqueselosuelteyoaCarballera,¿verdad?

—Bueno,quizáyalosepan.Peroporsiacasodíselotú,quenotevienemalllevartebienconlasautoridades,¿no?

—No.Pero,detodasmaneras,¿noserámejorqueseloexpliquestúmismoaCarballera?Ydepasoleavisas,convienequesepaquebajasaGibraltar,¿noteparece?

—Claro.Ahoramismolollamo.Lagunadejódecontenerse.—Ahora... o cuando te salga de los huevos, Juan. ¡Pero no vayas a tu bola!Nos tiramos toda la

nochecontigoyencuantopuedespasasdenosotros.PeronoessóloqueaJandrolehayasdadoconlapuertaenlasnarices:parasalvaraMaddieserámejortrabajarenequipo,¿no?

Torcatambiénelevólavoz.—¡Yacasonoestoyhaciendoeso!LehedadoaCarballeratodoloquetenía.Hoymismohepedido

aCifuentesy aMarisaquemeayuden. ¡Y séquenoestoymuertoporvosotros!Sinoespor ti yporJandronomepongoelchaleco.Peroahora,hazmecaso,pocopuedohacer.YsihagoalgoenGibraltar...,serámejorqueseasolo.

—Esolodicestú.Noyo.Queyanosconocemos,¿eh?—Sí.Perodebocolgarya.Eltaxisedetuvojuntoaljaponés.—Llama tú a Carballera —dijo Laguna—. Dile lo que quieras sobre tu excursión. Pero es

importantequelosepan.Y,siaúnnolohanaveriguado,queseenterendequeMarioBarberáactúaparavengarlamuertedesuhijo.

***

EltaxistadeFuengirolaolíaafritanga.—Jefe,¿hacomidoporaquí?—¿Yo?Niloco.Lossablazosmesientanfatal.Hesalidoescapadodeestazona.Eneltaxiaprendes

como nadie a comer fast food, pero de calidad. Por cinco eurosme he pimplado unospescaítos quehacíanperderelsentido.¿Yustedquétal?

—Imagine.Mehanclavadocincuentaenunjaponés,ysigohambriento.Eltaxistaseechóareír.—Elpescadocrudo,paralosgatos.SiquiereenMálagaledejoenunsitiodondesepuedepegarun

homenajeconmarisquitodelbueno.¿Quémedice?—Quemehanorganizadootrareunión.EnGibraltar.¿Puedellevarmehastaallí?—Paraesoestamos.¿Cogemoslaautopista?Eltaxistanovaciló.Torcalehabíadadounabuenapropinaalpagarlaprimeracarrera.—Adelante.Ysinoleimporta,voyaecharunasiesta,quehoymeesperaunanocheajetreada.—¡Esoestábien!PerocuandolleguemosaLaLíneadelaConcepcióntendráquedespertarse.Enla

fronteranospediránelcarnédeidentidad.Torcacerrólosojos.Repasóloocurridoenlosúltimosdías.UnavezdentrodeGibraltarlediríaa

CarballeraloaveriguadosobreelhijodeBarberá.PeroteníaclaroquenoibaacomentarlenadasobreelLuckyYacht.SiencontrabaaMarioBarberá,nadieibaainterrogarlemejor,ymásrápido,queél.

Se acordó de la libreta donde había anotado las palabras clave. La había dejado en Madrid.Mentalmente,tachóaEvaCanga.Yelhormigónyelgrafeno.AJuanMariButrónpocoonadatendríaquecontarle.

Unahoraounminutomástarde,eltaxistavolvióahablaraldetenerseenunpeaje.—Buenacabezadasehaechado.Perotodavíaquedaunpoco.¿Luegodóndequierequeledeje?Torcabostezóantesderesponderle.—Sinoleimporta,dentro.Yasíaprovechaysecompraunoscartonesdetabaco.—Noesmalaidea,perolodejéhacetiempo.Aunque,vamos,yomemetodondequiera.ElPeñón,unistmodecuatrocientosmetrossobreelniveldelmar,seagigantabasegúnseacercaban

alacosta.EnLaLíneadelaConcepción,elpueblolimítrofeconGibraltar,abundabanlasconstruccionesbajasyhumildes.

—VayacontrasteconMarbella—dijoTorca.—Aquí viven de la pesca cuando pueden. Y del contrabando cuando les dejan—respondió el

taxista.Elcochedesembocóenunacarreteraparalelaa laplayadeLevante.Aldetenerseantesdecoger

unaglorieta,eltaxistaseñalóendireccióncontrariaalPeñón.—EsodeladerechaesAlgeciras.Unhermanodemiseñoratrabajaenelpuerto.Podíaestarpeor,

aquíhayparoparadaryregalar.—Pueshatenidosuerte,¿no?—Mucha—dijoel taxista—.Aquílacrisissehacebadoconlagente.Peroélsequejahastapor

respirar.Ynopuedenivera losgibraltareños.¿SabíaqueelPeñón tienemás túnelesqueagujerosunquesogruyer?EnlaSegundaGuerraMundialexcavaronunmontónparaprotegersedelosavionesnazis.«PuesojalágraciasaesostúnelessevengaabajoelPeñón,conlosputosmonos»,esodicemicuñado.

—¿Yporquélecaentanmal?—preguntóTorca.—Portodo.Siempiezanopara.Yahíledoylarazón.¿Veesospetroleros?El taxista señaló al mar. Entre las barcazas y los pesqueros, destacaban un par de enormes

embarcaciones.—Lollamanbunkeringoalgoasí.LosbarcosrepostanenGibraltar.Ensusaguas.Ademásdeser

unparaísofiscalyunnidodecontrabandistas,hanconvertidoelmarenunagasolinera.Hastaqueundíajodanlabahía,esodicemicuñado.

—¿Yporquéibanahacereso?—preguntóTorca.—¿Seacuerdadecuandosecontaminódepetróleolacostagallega?Puesseríaunchistecomparado

con loquepuedepasar aquí conesospetroleros.Ocon los submarinosnucleares inglesesque suelenhacerescalaaquí.Escuestióndetiempo,esodicemicuñado.

Eltaxistagiróhacialaizquierda.HaciaGibraltar.Mientrasseacercabanalafrontera,TorcareparóenqueignorabasilasgemelasCruzyGeorgeBarberásehabíanbañadoenlaparteespañoladelaplaya,lamásextensa,oenlagibraltareña.Aunqueesodaigual,pensó.

Al pararse ante un semáforo en rojo, observó la playa.La comparó con lamarbellí.Más pobre,menos cuidada, pero no parecía un escenario de cartón piedra. La otra, repleta de veraneantes,chiringuitos, restaurantes y tiendas, ofrecía un Mediterráneo de postal, idílico, salpicado porembarcacionesderecreo,quecualquierturistaadineradopodíaconfundirconotrasplayassimilaresdela costa azul francesaouna isla griega.Las aguasde la bahíadeAlgeciras, surcadaspordecenasdebarcos,revelabanqueelmarnuncacierraporvacaciones.

ATorca lecostó imaginarallíelpiquede lasgemelasconelherederodeBarberá.Enunaplayaabiertay turística,aunnadador lepuedetentaravanzarhaciaelhorizonte.Encambio,nadarallí teníatanto encanto como correr por un polígono industrial. Y sería tan peligroso como pasear por unaautopista.

AprovechandoqueeltaxistaestabaafanadometiendomonedasenelúltimopeajeantesdellegaraLaLínea,Torcahabíaocultadolapistolabajoelasiento.Larecuperóalatravesarlafrontera.DespuésdequeunagentelepreguntaraporquévisitabaGibraltar.

—Porocio.Voyalcasino—respondió.

17

GIBRALTARAlascincodelatardeTorcasubióalyateconlaamericanaalhombroylacamisaarremangada.Sudado.Ycansado.

Eltaxistalehabíadejadoenelpuertodeportivo,peroelcasinoflotanteestabafondeadoenunazonaganadaalmar,nueva,cercanaalafrontera.Envezdeirenlínearecta,Torcahabíacallejeadodurantecercademediahora,sinrumbofijoalprincipioyluegoporlosalrededoresdelcolegiodeMaddie,paraempaparse del ambiente. En las estrechas calles del casco antiguo, plagadas de tiendas, no habíadetectadoningúndispositivoextraordinario:silapolicíagibraltareñabuscabaaMaddieyasucaptor,yahabían peinado esa zona. Tan sólo se había cruzado en un par de ocasiones con unbobby de brazostatuados que hacía la ronda mientras soportaba estoico los vaivenes de los turistas. Tampoco habíaadvertidonadaextrañocercadelcolegiodeMaddie.Eseviernesporlatardevariosniñosjugabanenelpatio,peronovigilabanlazonaagentesuniformadosnidepaisano.

En cambio, después de consultar con atención en el teléfono el mapa de Gibraltar y una webturística,habíadescartadomerodearcercadelsupermercadoylosapartamentosdeAntonioCruz.Sobretodo, por unmotivo: los negocios del padre de las gemelas se hallaban demasiado lejos, en el otroextremodeGibraltar,enLaCaleta.ParallegarhastaallíhabíaquerodearelPeñón.Elcascoantiguo,elpuerto deportivo y la mayor parte del territorio gibraltareño miraban a la bahía de Algeciras, seencontrabanenlaparteoestedelaRoca.Enlazonaeste,encambio,muchomásestrecha,apenashabíaespacio para una carretera y unas pocas edificaciones. A Torca le urgía entrar en el yate, tratar deencontrar aMario Barberá. Ignoraba, además, el paradero de Antonio Cruz y su hija Lisa. Quizá sehallabancustodiadosenGibraltaroalotroladodelafrontera,enlazonaespañola.

Encuantocruzó lapasarelaypusounpieenelvestíbulo,Torcadejóatráselcansancio.Caminóerguido,conunairedespreocupado,hacialarecepción.

Elinmensorecibidornoparecíapropiodeunaembarcación.Sólolosventanalesredondeados,querecordabanaunasenormesclaraboyas,dabanallugaruntoquemarinero.Enlapartecentralseenroscabauna imponente escalera.A la derecha, además de la recepción, se encontraban los ascensores.Y a laizquierda un letrero luminoso marcaba el camino a los jugadores. Aunque el casino, según habíaadvertidoTorcaalacercarsealyate,tambiéncontabaconotroaccesoexterior.

Detrásdelmostrador,unajovenleseñalabaaunmatrimonio,enunmapa,dóndeseencontrabaelpubmásantiguodeGibraltar,yotroveinteañeroexplicabapor teléfonocómosepodía llegarhastaelembarcaderoencoche.Amboshablabaneninglés,pero,cuandoelmatrimoniosealejódelarecepción,lajovensedirigióaTorcadirectamenteenespañol.

—Buenastardes,¿quédesea?—Unahabitación.Tengouna reserva ami nombre—dijoTorcamientras sacabade la cartera el

carnédeidentidad.La recepcionista cogió el carné y cotejó los datos de Torca en el ordenador. Era una pelirroja

pecosaysonrosada,quetratabadeencorsetarsuexuberantejuventudconunosmodalesexagerados.Unaspicegirldisfrazadadeinstitutriz,pensóTorca.

Los recepcionistas, tanto en una pensión demalamuerte como en un hotel de lujo, suelen estarcurados de espanto. Nada les extraña. Pero, como bien sabía por Nerea, no se les escapaba ningúndetalle.Poresosuelenserunaexcelentefuentede información.Másprontoquetarde,Torcapretendía

accederallistadodepasajeroseinspeccionarelhotel.Necesitabaaliados.—Muybien.Solicitóunasuiteenlacubiertasuperior,peroenlaproayaestamoscompletos.Siento

decirlequesólopodemosofrecerleunahabitaciónconlasmismasprestacionesenlapopa.—Vaya.¿Perotambiénseencontraríaenlacubiertasuperior?—Sí,lassuitesgranclasesóloseencuentranenesenivel.Sinosuponeuninconveniente...—Nopasanada.Adelante.Vengoajugar,salvoquecambiemisuertenocreoquelapisemucho...La jovenno le siguió la corriente y se enfrascó en el teclado.Sólovolvió a sonreírle cuando le

entregóelcarnéylatarjetadelahabitación.—¿Necesitaqueleayudenconelequipaje?—No,gracias.Heaparcadofueradelembarcadero,luegolotraeré.—Estamosasuservicio.¿Necesitaalgomás?—Sí. Tengo dos consultas —dijo Torca—. Me gustaría poder jugar esta noche al póker, ¿es

posible?—Enelcasino,alaizquierda,leatenderán.¿Enquémáspuedoayudarle?—Enpocomás.Sólomequedaunaduda:¿porquésehadirigidoamíenespañolantesdequeyo

abrieralaboca?¿Tantosemenota?Lajoven,descolocada,sesonrojóaúnmás.—Perdónemesilehamolestado.—Quéva,alcontrario.Selopreguntoporcuriosidad.Aquísobretodosealojaningleses,¿no?—Enefecto,asíes—respondió—.Perousted...—¿Sí?—¿Noesactor?JuraríaquelohevistoenunapelículadeAlmodóvar.Torcasonrió.—Comonotengaundoble...Soyauditordeconocimiento.AlserfichadoporJuanMariButrón,ladécadaanterior,eljefederecursoshumanosdeEuCorpun

buen día entró en el despacho de Torca. «Oye, ¿y qué ponemos en tus tarjetas? ¿Y aquí?», habíapreguntado señalando la puerta. «DiceButrón que elijas tú el cargo, ¿director de seguridad te parecebien?»Torcapreferíaalgomásdiscretoyetéreo.Porejemplo,gestordedesechos,comoTonySoprano.La propuesta del directivo, knowledge auditor, le gustó. Cuando acompañaba a Butrón y a otrosgerifaltes de la compañía podía hablar de sus anodinas ocupaciones como experto en gestión delconocimientosindespertarsospechas.

***

Lasuitetampocoparecíauncamarote.Tanextensayostentosacomoladecualquierhoteldelujo,sedistinguíaporque contaba conuna terrazaquedaba a los restaurantesybaresdel puerto.Torca salió.Apenasseveíaelmar.Lassuitesdeproa,encambio,disponíandeterrazasconunasvistasexcelentessobrelabahía.Elmejorlugarparaasistirenprimerafilaaunatragedia.

Eraprontoparabajaralcasino,oparaandarfisgoneandoporelyate.Torcasepegóunaducha.Conlatoallaenlacintura,inspeccionólahabitación.Encontróunaplancha,peroechóenfaltaunacuchilladeafeitar.Llamóabajo.Locogióelotrorecepcionista,peropidióquelepusieraconsucompañera.

—¿Quédesea?—lepreguntólaspicegirl.—¿Selodigodeverdad?—¿Cómodice?—Nada.¿Podríasubirmeunkitdeafeitado?—Claro.Ahoramismo.Necesitounaaliada,nounligue.Peroalgohabráquehacerparasonsacarla,sedijoTorca.

Toquetearon la puerta cincominutosmás tarde, cuando ya se había planchado la camisa.Abrió.Pero,envezdelachica,unbotonesuniformadoletendióunacajita.

—¿Deseaalgomás?Torcaactivóelplanalternativosobrelamarcha.—Sí.Igualpuedesayudarme.Nomehagoconlosmandosdelaire.—Noeselprimero.¿Puedopasar?—Adelante.Elchaval,unandaluzdeapenasveinteañosbastantedespierto,rodeólacama,seagachóparapulsar

lapantalladelteléfonoylemostrócómomanejarlasdiversaslucesdelcuarto,elaireacondicionadoylascortinas.Torcaletendióunbilletedeveinteeuros.

—¿Tevale,oaquísóloseaceptanpropinasenlibras?Elbotonesseechóareírycogióeldinero.—Tanlocosnoestamos,caballero.¡Milgracias!¿Quémáspuedohacerporusted?—Nadamás,porahora...Elchicopillóladirecta.—¿Yluegovaanecesitaralgo?—Vengoajugar.Necesitarésuerte.—Pocopuedohacerentoncesyoporusted.Sólodesearlequelasuertelesonría.—Ya.Noquedaotra.Elbotonessedirigióhacialapuerta,peroTorcalanzóelanzuelo.—Porcierto,ahoraquecaigo;igualpuedesayudarme.—Siestáenmimano,aquímetiene.Torcatiródelsedal.—Verás.Haceunosdíasvineajugar,sinalojarmeaquí.Elcasoesquehicebuenasmigasconuno

deloshuéspedesdelhotelymegustaríatenerunaatenciónconél.Albotoneslecambiólacara.Todavíanosabíadisimular.—No,nopiensesmal.Nibien.Esunhombremayor,casiunanciano.Peromediosuertey,comote

decía,me cayó bien.Y sabe cuidarse. Bebewhisky demalta de dieciocho años. ¿Podría subirle unabotelladeGlenlivetycargarlaamihabitación?

—Puessí,supongoquesí.Nohabríainconveniente.—Seloagradeceríamucho.—Bueno,dígamesuhabitaciónyveréquésepuedehacer.—Ese es el problema. Coincidimos en lamesa deblackjack. Él perdió.Yome forré. Bebimos,

charlamos, pero no llegamos a presentarnos. Sólo sé que anda por aquí. Tendrá setenta años, metrosesenta,muycanoso,bastantegordoy,creoyo,conunojoaveriadoodecristal.

—Puesentonceslacosasecomplica...Ahoramismonocaigo.Torcacogiólacartera.—Voyairdecara:mehablódeunapartidadepóker,deunatimbaalaquesóloseapuntabagente

deconfianza.Ymegustaríaquemeenrolaraenesapartida.Yameentiendes,¿no?—Sí,claro—respondióelmozo.—Hacemosuna cosa—dijo tendiéndole otro billete—, sin compromiso.Si no esmolestia haces

memoria, echasunojoalordenadoro,no sé,preguntasaalgúncompañero.Lamemoriame flojea: seapellidaBarberá,perotampocopondríalamanoenelfuego.Sipuedesbuscaeseapellido,peronolotengomuyclaro.—SielempresariosehallabaenGibraltar,supusoqueocultaríasuverdaderaidentidad—.Bebíbastante.Delojosíquemeacuerdo,esosí.Enfin,siencuentrasaesehombre,bien.Sino,nopasanada, igualestamismanocheme lovuelvoaencontrar jugandoalblackjackoenalgunosde losbaresdelyateodelazonayasuntoresuelto.Perosabréagradecercualquierayuda...

—Estupendo,caballero.Siaveriguoalgo,¿lebuscoaquí?—Enbrevesalgo.Peromepodrásencontrarenelrestauranteodespuésenelcasino.

***

Torcabajóacenara lasochode la tarde.Horadeguiris,sedijo.Peroel restauranteestabacasi

vacío,asíquedioungarbeoporelyate.Subióporlasescaleras,bebióunjerezenunpubinterior,tomóotroenelbardelapiscina,pidióotromásenelcasinomientrasechabaunojoalosescasosjugadoresqueperdíandineroenlastragaperrasyenlasmesas...NoencontróanadieconelmenorparecidoconMarioBarberániconsuhermanoJorge.Hambriento,semetióenelrestauranteysedejóaconsejarporelmaître,ungaditanoqueleofreciófueradecartaunsalmorejodetomatesrafconjabugoyunadoradaalasal.Cuandopidiólacuenta, lerepitióalmaître lahistorietadel jugadoralquequeríaagasajarconunwhiskydemalta.

—Esehombreaquínoestáalojado.Fijo.Oalmenosaquínohacomido.—Seráunjugador,igualsólovienealcasino.—Podríaser.¿Cuándodicequelovio?—Haceunosdías—dijoTorca,pordeciralgo—.Creoquefueellunesoelmartes.—Entresemanaestosellenadegentequeviveenlosapartamentosdelazonaoprocedentedeotros

hoteles.Igualsólovinoajugar.Torcasubióalbardelapiscinaparafumarseuncigarro.Pidióunvodkaysesentóenlacubierta.

Pocodespuésaparecióelbotones.—Mehacostadoencontrarle,caballero.¿Puedomolestarleunminuto?—Ydos—respondióTorca—.¿Lohaspodidoencontrar?Elmozoencogióloshombros.—No.Nohapodidoser.Ysepa—bajólavoz—quehehecholoimposible.Enlasúltimassemanas

nosehaalojadoningúnBarberániningúnBarberoninadieconunapellidosimilar.Además,hemiradounaporunalasfichasdetodoslospasajeros.Aquíseregistrapocagentemayor,enestaépocadelañosobretodosealojanparejasjóvenesygruposdeamigos.Nohaynadiecomosuamigo.

—Bueno,almenos lohas intentado.Talvezresideenalgúnapartamentoosealojaenotrohotel.Graciasdetodasmaneras.

MientrasTorcasacabalacarteradecepcionado,elmozosusurró:—De todas maneras, si quiere jugar una buena partida de póker, en la sala Nelson, en la

sobrecubierta,hayunaenmarcha.Escerrada,acabodepasarmeyahínohevistoasuamigo,perodetodasmanerasyahedadosunombre,caballero,porsiquiereasistir.

Torca redobló la propina.Defraudado, pensó que viajar aGibraltar había sido una idea nefasta.Maddie Cruz podía estar en cualquier parte. Igual que Mario Barberá. Aunque una de sus muchasempresashubiera trabajadopara el casino, él no teníaporquéhaberlopisadonunca.Ymuchomenosahora.

Eran las diezymedia de la noche.Malmomentopara llamar aCarballera, pero tampocoqueríadejarloparaeldíasiguiente.

—¿Dígame?—SoyTorca.—Ah.¿Yquéquieres?—Pocacosa.Contartequeenlaagenciahemosaveriguadoalgoqueigualnosabéis.—Puesdime.Torcayasearrepentíadehaberllamado.Elinspectorparecíatanhartoydesalentadocomoél.—Nomeconfundílaúltimavezquehablécontigo.HabíadosJorges.Elhermanoyunhijo.

—¿Había?¿Quéquieresdecir?—ElhijodeMarioBarberámurióahogadoenGibraltar.Haceunaño.—¡Carajo!¿Ycómoesquenadiemehainformadodeeso?—Nomedigas.Enlaprensasólosalieronsusiniciales.—¿Ydicesquefueaquíenlabahía?—Sí.Perohayalgomás:murióel1dejulio,elmismodíaqueRebeccaCruz...,yalparecercuando

estabanadandoconlasdosgemelas.—¡Suputamadre!¡Esoloexplicatodo!—MarioBarberá se estávengando—dijoTorca—.En fin, esperoque la información sirvapara

algo.Sobretodo,creoyo,paraprotegeralaotragemela.SimataaMaddie,serálasiguiente.—Sí,puede.Ahoraavisoalapolicíagibraltareña—dijoelinspector—;laotrahermanayelpadre

estánbajosucustodia.Enfin,másnosvalehaceralgocuantoantes.Torcadedujoqueseguíanestancados.—¿Quétal?¿Habéisavanzadoalgo?—Pocacosa—confesóCarballera—.Ytampoconosestamosentendiendodemasiadobienconlos

gibraltareños,laverdad.Muchapalabrería,peroahoraquehemosbajadoseempeñanenquecadaperrovigilesurebaño...

—¿PeronoacabasdedecirqueestásenGibraltar?—Ya me gustaría. Hoy duermo en Algeciras, al lado, pero dudo mucho que pueda cruzar la

frontera... En las primeras conversaciones, entre policías, fluía la información, pero en cuanto lospolíticossehanmetidoenmedio,yasehaenmierdadotodo.Ahoramismoqueaparezcaotrocadáverlesasustamenosqueunposibleconflictodiplomático.Unajodienda.

Torcadecidióentoncesrevelarlesuparadero.—PuesyoestoyenGibraltar.—¿¡Cómo!?—NoaguantabaenMadrid.Noquierointerferir,pero...—Torca,nohayperoquevalga.Sobretodoahora.Sintinotendríamosnada.Siaveriguasalgo,lo

quesea,llámame.Peronohablesconellos.—Asíharé.Carballerarespiróhondo,asimilandolasnovedades.—Bueno,bueno.Estásallí.Nodejasdesorprenderme.¿Yhasaveriguadoalgomás?—No.Sólomehaextrañadoquenohayamuchapresenciapolicialenlascalles.—Puesnoshandichoquehanpuestoatodasugenteenalerta—dijoCarballera.—Noseránmuchos,nosé.—Bueno,nosotrosnovamosarendirnos.Haremostodoloqueestéennuestramanoparaquenadie

arroje el cadáverdeMadelaineCruzen labahíadeAlgeciras.Ni en las aguasdeGibraltarni en lasnuestras.

Torcaapretólosdientes.CarballeradabaporhechoqueMaddieyahabíamuerto.—Ojalápodáisliberarla.—Ojalá.Meguardotuteléfono.Ytúyatieneselmío.Yasabes...—bajólavoz—,sienGibraltar

descubres cualquier cosa, avísame. Sé que vas a continuar ayudándonos, y a estas alturas no seré yoquienteloimpida.Poresovoyacontartealgoquenodebesalirdeaquí,¿vale?Algoquepuedehacerquemirestododeotramanera...

ATorcaleextrañóeltonodeCarballera.—Dime.—Hayalgoquenohemoscontadoalosmedios.SabemosqueelasesinodeRebeccaCruzusóuna

furgoneta municipal para arrojar el cadáver al río. Una de las que se utilizan en los jardines del

Manzanaresparapodarárbolesyquitarramasquepuedenprovocaraccidentes.Noserompiólacabeza.Robólafurgoesamismanoche.¿Adóndequieroiraparar?EsprobablequeaquíoenGibraltar,siesqueyaestádentro,recurratambiénaalgosimilar.Queutiliceloquetengaamano.Esuntipointeligentequenosecomplicalavida.

—Vale.Lotendréencuenta.

***

Torcapidióotrovodka,dejóatráslapiscinayseacodóenunabarandilla.Bebiódespacio.DesdeallílabahíadeAlgeciras,perladaconlaslucesdelasembarcaciones,parecíaundestinoturísticomásqueindustrial.

18

PÓKERUnsecretismoinfantilyunanubedetabacoenvolvíanlatimbadepóker.TorcaentróenlasalaNelsoncuando el gorila que custodiaba la puerta descifró su nombre, garabateado amano, en una tarjeta decartón.

Unfulanotrajeadolecantódecarrerillalasnormasdelapartidamientrasleexigíaquecambiaramileurosenfichasparapodersentarse.PeroTorcahizooídossordos.

—¿Puedomirarprimero?—Esonocuesta.Perotampocoesdivertido—contestóeltipo.Laintuiciónlehabíafallado.Aquínopintonada,sedijoTorcaencuantoechóunaojeada.Nien

esteyate.NienGibraltar.Lahecagadodesdeelprincipio.Sólomequedabeberyaguantar:soportarloquelepaseaMaddieysoportarme.

Lasalaorbitabaentornoalamesadepóker,ocupadaporcincojugadores,yademásincluíavariossillonesymesitasenunextremoy,enelotro,juntoalaterraza,unapequeñabarraconbanquetas.

Torcapagóveinteeurosporunvodkadobleysalióalaterraza.Eraunpocomásampliaqueladesusuite.Desdeallícontemplóduranteunosminutoslapartida,aunqueprontoseaburrió.Ningunodelosjugadorespasabadelostreintaaños.Vestíanropasinformales.Uncenutrionosehabíaquitadounagorradebéisbolyotrofantasmasecubríaconunasenormesgafasdesol.

Alrededordeellos,otrosjóvenesnoperdíandetalledelasjugadasmientrasabrevabanalcohol,yencuantosedescubríanlascartasylasfichascambiabandemanos,rompíanelsilencioparaanimarasuscolegas.

UnarubiacontrenzasyminifaldasituadadetrásdelcenutriocongorrasefijóenTorcaysaliófuera,algobeoda,conunpaquetedetabacoyunapintadecerveza.

—Necesitorespirar.¿Quieresuno?—leofrecióenuninglésrústico,conacentogermano.Torcacogióunpitillo.Dentro,eldelagorraordenabasusfichas,satisfechodespuésdeganaruna

buenamano.La mujer lo repasó de arriba abajo, sin pudor, le contó que se llamaba Gretchen, que era de

HamburgoyqueeldomingoseibaconsusamigosaBenidorm.Ylepreguntó:—Eresespañol,¿verdad?Otraigual,pensóTorca,comosillevaralabanderacosidaenlafrente.—Creoquesí.¿Cómolohasadivinado?—Esfácil.SiestuvieraenRoma,diríaqueeres italiano.AquísólopuedesserunSpanish lover.

¿Sabestorear?Torca,quecasiyaibatanperjudicadocomolajoven,respondióestavezenespañol:—Notejode.Faltaríamás.EnBurgosantesdedejarelbiberónyaestamosdandocapotazosalas

vaquillas.—Sorry?Nospeakespañol,myfriend—respondiólaalemana.Torcavolvióalinglés.—Nosoytorero.Niactor.Yaquínohagonada.Lajoven,inmunealdesaliento,continuóinterrogándolo.—¿Túnojuegas?—lepreguntó.—Estonomegusta—respondióTorca.

—¿Entoncesaquéjuegas?Aunqueselepasóporlacabezahablarledelmusyexplicarleporquéaborrecíaelpóker,optópor

apurarlacopa.Ycambiardeaires.Lerespondióquepreferíaelblackjackyqueseibaalcasinoajugarunrato.

PodíapasarselanochedeambulandoporGibraltar,oemborracharseenelcasinohastaquesefueraelúltimojugador,avivandoconalcohollavagaesperanzadequeaparecieranenalgúnmomentoporahíMarioBarberáosuhermano.

—Elblackjacktambiénmegusta.¿Puedoircontigo?—lepidiólachica.—¿Porquéno?—contestóTorca.Laalemanasedespidiódeljugadorgirándolelagorra.Alsalir,elgorilalescortóelpaso.Nose

podíairporelhotelconvasos.Laalemanasebebiódeuntragomásdemediapintasininmutarse.—Igualatuchicoloabandonalasuerte,ahoraquetehasido—dijoTorca,yaenelpasillo.—Noesmichico.Ypiensaqueenelpókerlasuerte...—lachicatitubeó,suinglésmacarrónicono

dabaparamucho—,lasuertenojuega.Estadística,esoimporta.—Seguro—dijoTorca.Dentrodelascensor,laalemanaseapechugócontraélparatocarlelaceja.—¿Tehaspegado?—Sí,contraunárbol.Alaalemanalediounataquederisaexagerado.Torcasemiróenelespejo:parecíaunpayaso.Un

payasotristeyborracho,singracia.

***

En el casino era hora punta. En torno al blackjack y a la ruleta se arremolinaban jugadores ymirones.Torcay laalemanasealejaronde lasmesasy repostaronen labarra.Laalemanasepasóalvodka.Luegoexplorarondespaciolasdossalasdelcasino.Aunqueenlasnumerosastragaperrassubíabastantelamediadeedad,abundabanlasmujeres,yentrelosescasoshombresmayoresquepululabanporahíningunoguardabaparecidoconlosBarberá.

Yahehecholosdeberes,sedijoTorca,hastaaquíhellegado.Losiento,Maddie.Desde laprimera copahabía intuidoque estavez iba amorir ahogadoen laorilla, sin lograr su

objetivo. En cinco días había avanzado mucho: había descubierto todo, o casi todo, pero no habíalogradonada.

Unasedamargaybiliosaloatenazó.Leentraronganasdelanzarseporlaborda,deemborracharsedeaguademar.Peroelyateestababienamarrado.Pidiómásvodka.

Se detuvieron frente a una tragaperras con más botones que una cabina espacial. Torca habíacambiadoquinientoseurosenfichas.Algoteníaquehacerconellos.

—Gretchen,siéntate.Avercuántoteduran.Lajoventardóenfundirselasfichas.Alganarunpremiodecieneuroslemorreó.Elpintalabiosle

supoafresa.Unahorayotrovodkamástardegastólaúltimaficha,yalincorporarsetuvoqueapoyarseenTorca.

—Ahorajuegastúconmidinero.Ynodigasno.Torcanorechistó,aunquedenuevopagólasiguienteronda.Gretchencambiódoscientoseuros.Al

regresardelcajero,encontraronunsitiolibreenlamesadeblackjack.Ya era la una de lamadrugada. Torca apiló las fichas en cuatro bloques y se lanzó a jugar sin

paciencia,apurandolasopcionesparasumarveintiuno.Losdosprimerosbloquesleduraronunsuspiro,enamboscasossepasóalasprimerasdecambio.Eneltercerintento,sacóunblackjack,perolacrupier,una veinteañera con el pelo recogido, lo igualó y se quedó con sus fichas. En el cuarto se plantó en

veinte,yempezóaganar.Torca,apesardeunpardereveses,mantuvolabuenarachadurantemásdeuncuartodehora,sin

dejardeaumentarlasapuestas.Hastaqueunencargadodetuvoeljuegoparasustituiralacrupierporuncuarentóndecalvarelucienteyojosfríos.Losdemásjugadoresseretiraron,perosemantuvieronensusasientos.Unadocenadepersonasseagolpabanalrededordelamesaexpectantes.

Alaalemanacasiselehabíapasadolaborrachera.Duranteelcambiodecrupierhabíacontadolasfichas.

—¡Tenemos...unosquincemileuros!—Tienes.Sontuyos—dijoTorca—.¿Quieresquesiga,onoslargamos?Gretchendudó.—Sonnuestros.Esmuchodinero,¿quéhacemos?Elcalvo,unperroviejo,miróconsuficienciahaciaotrolado.Torcasepicó.Dividiólasfichasendospartesypreguntóalajoven.—¿Echamoslaúltima?Boquiabierta,asintióbajandolacabeza.Torcaapostólosdosmontones.Elcrupierlediodoscartas.Dossietes.—¿Con catorce nos podemos plantar?—le preguntó Gretchen, que hasta entonces apenas había

intervenido.—Nonosconviene—respondióTorca—.Esfácilqueluegonossupere.—Peroconcualquierfiguranospasamos...Elcrupierenarcólascejas.Torcalepidióotracarta.—¡Otrosiete!¡Blackjack!—gritó la alemana antesde estrujarle las costillas ymeterle la lengua

hastalagarganta.Elcrupiersepasódelargoyeltiemposediluyó.Gretchensemantuvocuerdaeltiemposuficiente

paracambiartodaslasfichas,parameterenlosbolsillosdeTorcalamitaddeldineroyparapedirenrecepciónquelessubieranchampán.LuegoTorca,derrengado,descamisadoyconpintalabiosportodalacara,consiguiódescorcharelchampán,peronoacertóadesabrocharelsujetador.Dioigual.

VI

SÁBADO,6DEJULIODE2013

«Quealguienmesalve,avecesdespiertoysoyyo.»

LOVEOFLESBIAN,

Planeador

19

CATALANBAYLaalemanadormíalamonacuandoTorcaabrióunojo,alasdiezdelamañana.Abotargado,semetióenel baño en silencio, pero pegándose gritos. ¿Qué cojones he hecho? ¿Tengo el cerebro en la polla?¡Imbécil!¡Nopuedosermásidiota!,sedecía.Porfortuna,alsalirdeladucha,cincominutosdespués,lajovenyasehabíalargado,despuésdetrazaruncorazónconpintalabiosenelespejodelarmario.

La resaca leembotabaelcerebro.Llamóal serviciodehabitaciones,pidióunchutedecaféysetumbó.

Unratomástarde,elbotonesdeldíaanteriorllamóalapuerta.Torcaledejópasarysederrumbóenlacama.Despuésdequeposaraenlamesillaunabandejaconunabotelladeagua,uncafédobleyunpardetostadas,elchicolepreguntóporlatimbadepóker.

—¿Quétalanoche?¿Sediobien?—Demasiado.Fatal.Nometengoenpie—balbuceóTorca.—Puesnosésialegrarmeodarleelpésame—bromeóelbotones—.¿Yestanochequierevolvera

jugar?En la deteriorada imagenque le devolvió el espejo,Torca encontró una novedad.La alemana le

habíamarcadoelcuelloconunchupetón.—¿Eh?No,no;hoymeirépronto—contestó.Elbotoneschasqueólalengua.—Vaya,puesmeheenteradotarde.Otravezserá.ATorcalecostóasimilarloqueacababadeoír.—¿Tarde?¿Quéquieresdecir?—Nada,queayersalía tomaralgo.Avecesnos juntamoscongenteque trabajaenotroshoteles.

Esperoquenoleparecieramal,perocomentéqueunclientesehabía interesadoporunjugadorviejo,conunojodecristalotuerto,y...

Torca,sorprendido,selevantódelacama.—¿Yqué?—Igualsehacolado.PerounamigoquetrabajaenCatalanBaydijoqueallísealojaunseñorcon

unojodecristal.Esmayor,ydebedeestarenfermoporquesiemprelesubenlacomidaalahabitación.Notienepintadejugador.

Torcacogiódelsueloelpantalónypescóvariosdelosbilletesquehabíanganadoenelcasino.—Entoncesquizáno sea lamismapersona—dijoTorca—,pero te agradezcomucho,deverdad,

quehayascontinuadobuscándole.¿Ytecontóalgomás?¿Tedijocómosellama?—No,creoqueno.—Yaimagino.Graciasdetodosmodos—dijoTorcasegúnleentregabalosbilletes.—Acordarsedelosnombresescomplicado...Nospasaatodos.Encambio,retenemoslosnúmeros,

esocuestamenos.Eldelahabitación304,esoesloquemedijo.Graciasausted,esmuygeneroso.Nadamáscerrarlapuerta,Torcaseabrasótomandoelcafédeuntragoyvolvióaladucha.Estavez

paradespejarseconaguafría.

***

Labateríadelmóvilagonizabacuandoabrióelnavegador.Leyóenunaguíaturísticagibraltareña:

EnlacostaestedeGibraltar,mirandoalmaryresguardadoporelPeñón,queloseparadelcascourbano,brillaconluzpropiaCatalanBay.Esteantiguopueblodepescadores,enespañolllamadoLaCaleta,deindudableinterésturístico,cuentaconvariosrestaurantesapiedeplaya,unhotelyunaiglesia.Torca encajó otra piezamás del puzle.Los negocios deAntonioCruz se encontraban allí, enLa

Caleta.Siguióleyendo:En el siglo XIX sólo podían residir en esta pequeña bahía quienes atesoraban un permiso de pesca otorgado por el

gobernador.MuchosdelosactualespobladoresdeCatalanBaysondescendientesdeesospescadores,deorigengenovés,ymantienennosólovariosdelosprincipalesnegociosdelabahíasinotambiénlastradicionesdesusancestros,comosacarenprocesióndesdeel templohastaelmara lapatronade lospescadoresdeGibraltar, laVirgendelasAngustias(OurLadyofSorrows).PorlamadredelasCruzcorríasangregenovesa,ademásdeescocesa.Probablementedescendíade

esospescadores.QuizálasCruzhabíanaprendidoanadarenesaplaya.Quizá,pensóTorca,unadelashermanas,Maddie,ibaamorirallí.

Torcasevistióysaliódelahabitaciónatodaprisa.EnelascensorsacóelteléfonoparabuscarelmapadeGibraltarquehabíaconsultadoeldíaanterior,perolabateríadijobasta.Torcanoteníatiemponi para comprar un cargador ni para resucitar almóvil.Antes de nada quería apretarle las clavijas aMarioBarberá,enelcasodequeelhuéspeddela304fueraél.EnrecepciónpidióunplanoypreguntócómollegaraLaCaleta.

—HayquerodearlaRoca.Porcualquierlado.PuedeconducirsiguiendolacostaycogereltúnelDudleyWard.Otirarendireccióncontraria,hacialafrontera,ygirarhacialaderecha.UnavezenSirHerbertMilesRoadveráunaparcamientoy...

—¿Ycaminando?—En ese caso debe inclinarse por la segunda opción.Tardará alrededor demedia hora.Aunque

también puede coger un autobús que hace esa ruta, en esta glorieta—dijo el recepcionista mientrasmarcabalarutaconunrotuladoryhacíaunacruzenlaparada.

Torcasalió.Elsolcaíaaplomo.Lacaminataconresacónlepodíadejarparaelarrastre.Mientrasbajabaalembarcadero,secruzóconunosturistasysefijóenqueunmozodelhotelsacabaunasmaletasdeunMercedes.Seacercóaélylepreguntódóndepodíacogeruntaxi.

—Mejorsubaarecepciónparaquellamen.Peroenveranosuelenestarmuysolicitados,letocaráesperar.

Resignadoatorrarse,echóaandar.Saliódelembarcaderoyalacercarsealaglorietaviocómounautobússealejaba.Peroporfortunasetopóconunaoficinadealquilerdecochesenesamismacalle.Sindudarlo,entró.

Uncuartodehoramástarde,alvolantedeunFiat500,rodeóelPeñónporunazonapocotransitada,connaves industriales,y llegóaSirHerbertMilesRoad.Con lasventanillasbajadas,alentadopor labrisamarina,aceleró.

Lacarreteraserpenteabaentre lacostayelPeñón.ElMediterráneo,abierto,sin las tenazasde labahía, se fundía en el horizonte con el cielo.A la derecha la inmensamolede laRoca jibarizaba lasescasasedificaciones.Torcasesintiómuypequeño.Laresacasedisipósegúnseacercabaasudestino.

AlllegaraLaCaletasedetuvoparaconsultarelmapaquelehabíandadoenelhotel.Elcaminosebifurcaba.Además de la carretera principal, una tentadora rampa bajaba hacia la playa, rumbo a unamañanadesábadoveraniega,sinpreocupaciones,sembradadesombrillas,toallasycuerposociosos.

Desdeallí,elmarparecíainfinito.NoseveíaÁfrica,comodesdelasalturasdelPeñón.TampocoAlgecirasniLaLíneadelaConcepción,lastierraslimítrofesespañolas.LabahíadeAlgeciras,llamadaporlosbritánicos,cómono,bahíadeGibraltar,quedadaalotroladodelaRoca.

Navegabanalgunasembarcaciones,peromuchasmenosqueenlaotraparte.Si las tripas no le engañaban, en el hotel encontraría aMarioBarberá.A un padre que se había

ocultadodondehabíamuerto suhijo.Porque suhijo sehabía ahogado en estas aguas, a este ladodelPeñón.Losupoencuantoviolaplaya.AhísíqueimaginóalashermanasCruzconGeorge,conJorge

Barberá. El breve del periódico indicaba dónde había aparecido el cadáver, al otro lado, pero lascorrientespodíanhaberlodejadoallí.Sobretodosihabíanadadomaradentroconlasgemelas.

A Torca, detenido junto a una marquesina, le costaba apartar los ojos del mar. Debía avanzar,continuarporlacarreteraprincipalhaciaelhotel,perodenuevoseentretuvo:unosguirisachicharradosporelsolascendíanporlarampa.Sefijóenellos:cargadosconunasombrillayunassillasplegadas,nollegaronaascenderhastasualtura.Unosmetrosantessemetieronenunacamparepletadevehículos.

Lossiguióconlamirada.CuandoabrieronelmaleterodeunRenault,sefijóenqueenlacampanohabía aparcado ningún coche lujoso. El Porsche de Jorge Barberá habría resaltado allí como unaatraccióndeferia.

Arrancó el motor, por fin. Debía dejar atrás el camino hacia la playa y seguir por la carreteraprincipal.Perodepronto le invadióunasensaciónextraña.Algose leescurría.Una imagen,una idea,algo.

Sinsabermuybienporqué,bajódelcoche.Hevistoalgo,pensó.¿Peroquéhasido?Elmarseguíaencalma.Laplayaeraunhormiguerodecalorycolor.EnlacampaunVolkswagenen

doblefilaesperabaaqueunCitroëndejaravacantesuplaza...Entonceslovio.Enunextremodelacampa,untaximadrileñotratabadepasardesapercibidojunto

aunapolvorientacamionetaqueparecíallevarsemanasahíaparcada.UnSkodacomoelquehabíavistoalsalirdelhoteldeMaddieCruz.

Torcaseacercóaltaxi.Estabavacío.Miróatravésdelasventanillasconatención.Parecíalimpio,demasiadolimpio:novionadaenelsuelonienlosasientos.Nohabrániunasolahuella,sedijo.

Quedaba el maletero. No pensó que Maddie Cruz estuviera dentro. Ya no. Al contrario queCarballera,intuíaqueseguíaviva.

Eltipoerahábil.Yaudaz.Lehabíadisparado,habíametidoaMaddieeneltaxiyhabíaconducidohasta Gibraltar sin detenerse. Y antes del amanecer, antes de que se propagara la alarma, habríaatravesadolafrontera.

Torcasacólapistola.Metióelcañónenlaaperturadelmaletero,hizopalancayconsiguióreventarlacerradura.Comoesperaba,nohabíanada.Peroseagachóparaolfatearelinterior.Elsicarionohabíapodidovaciarlodeltodo.ElmaleteroaúnolíaaMaddie.AlacoloniaquesehabíapuestodespuésdenadarenlacasadeLaguna.

Sisuteléfononosehubieraquedadosinbatería,quizáentonceshabríallamadoaCarballera.Esoquisopensar.

Cerróelmaleteroysaliódelacampa.SemontóenelcocheysiguiócontorneandoelPeñón.Alcabodeuncentenardemetrosdivisóel

letrerodelhotel.Al aparcar se puso la americana. Luego entró al hotel con cautela. Mientras avanzaba hacia la

recepción,conairedespistado,examinóelvestíbulo:másreducidoymenoslujosoqueeldelyate,ysinrastrodeBarberá.

—Buenosdías,¿enquépuedoayudarle?—lepreguntóelrecepcionista,unespigadomuchachodepelopajizoymodalescorteses.

—Buenosdías,vengoavisitaraunamigo.Sealojaenlahabitación304.Siestanamable,avísele,porfavor,ydígalequesiquiereaguardoaquíosubo,comoprefiera.

Elchicolerespondiósinconsultarelordenadorniningúnpapel.—ElseñorFernándezhasalido.Peropuedeesperarloaquí,aunquetardaráenvolver...—mientras

hablabagirólamuñecaparaconsultarelreloj—unostreintaminutos.Torcadesplegósumejorsonrisa.—Hellegadocondemasiadoadelanto,metemo.¿Ynosabrádóndeestáahoramismo?—Sí,desdeluego.Rezando,comotodoslosdías.Sólosaleparaeso.

***

LaiglesiadeNuestraSeñoradelosDoloreseraunremansodepazysilencio.Untemplopequeñoy

austero,empotradoenelantiguopobladodepescadoresentrelaplayayelPeñón.Sólo dos personas oraban dentro. En el último banco, una anciana con un vestido floreado

desgranabaunrosario.Enmitaddelabancada,unhombregordoycanoso,enbermudasyconsandalias,nomovióunmúsculocuandoTorcacaminóhastaelaltarnialvolversobresuspasos.Cabizbajo,conloscodos apoyados en los muslos y las manos sobre la frente, ocultaba su rostro aparentemente sinpretenderlo,sumidoensuspensamientos.

Torcaesperófuera,denuevoconlaamericanaalhombro,fumandouncigarro.Diezminutosmástarde,elhombresostuvolapuertaparaquesalieralaanciana,sepusounasgafas

desolyechóaandarconcalmahaciaelhotel.—¿ElseñorFernández?—preguntóTorcamientrasseponíaasuladodedoszancadas.—¿Quéquieres?—respondió,sindejardecaminar.ATorcalesorprendiósucavernosavozmásquesutonodespectivo.—Enelhotelmehandichoqueestaríasaquí.¿Teimportasiteacompaño?MarioBarberásedetuvo.Quizásopesósusopciones.—Megustaríahablarcontigo, señorFernández,oBarberá, loqueprefieras—prosiguióTorca—.

Quizáunaamigacomún,EvaCanga,mencionóminombrehaceunosdías.MellamoJuanTorca.Perotalvezseamejorquecharlemosentuhabitación,¿nocrees?

—Sí,claro.Aquíhacedemasiadocalor.Vamos.Hablaba como caminaba: despacio, paso a paso, palabra a palabra. Encajó que lo hubieran

descubiertoyqueTorcasiguieravivosinalterarse.Maddie Cruz lo apremiaba. La joven quizá ya había muerto. Pero Torca decidió amoldarse al

cadenciosoritmodeBarberá.Debíaserpaciente.—Eldelhotelmehacontadoquesólosalesparaveniralaiglesia.—Quéindiscreto,¿no?Peroalmenoslehabrásdadounabuenapropina.—No,nohahechofalta—respondió.—Vaya—se lamentó—. Pues como gracias a ese chaval te voy a hacer rico, Juan Torca, luego

esperoqueseasgenerosoconél.Barberá andaba despacio, pero pensaba con rapidez.Ya había resuelto cómo desembarazarse de

Torca.Durante unos segundos no se dijeron nada.Torca comprendió el veloz razonamiento deBarberá:

EvaCangalehabíatransmitidoquequeríachantajearleyalasprimerasdecambioelempresariohabíapensadoquepodíaquitárselodeencimacomoaunmoscardón,untándole.

Barberá,aunquenoparecíanervioso,acabórompiendoelsilencio.—Medueleperderlasbuenascostumbres.Siemprehesidodemisadiaria,peroenestacapillasólo

celebranlaeucaristíalosjuevesalassieteycuartodelatardeylosdomingosalasnueveymediadelamañana.Y,encima,eninglés.Escuchabalamisaporlaradio,peronoeralomismo.Cuandoadvertíquenoechabademenoslossermonesdelsacerdote,sinolacalmadelostemplos,empecéavenirtodoslosdías.

—¿Yalgunavezteconfiesas?—lepreguntóTorca.—No.Yano.Paraconseguirlaabsoluciónhayquetenerpropósitodeenmienda.Noesmicaso.¿Y

tú?¿Pidesperdónportuspecados?—YonohematadoaRebeccaCruz.NiaEvaCanga—respondióTorca.Barberánoseinmutó.Laconversaciónparecíaagradarle.Suréplica,cargadadecinismoydeuna

ironíadedudosogusto,loretrató:—Puesyotampoco.Siguiendo las indicaciones del recepcionista, Torca había llegado a la iglesia sin bajar hasta la

playa.Barberá,encambio,sedirigíahaciaelhotelporotrocamino:despuésdesortearunacallejuela,desembocaronenelpaseomarítimo.

—¿Teimportasicomproagua?—lepreguntójuntoaunultramarinos.Semetiódentro sin esperar una respuesta.Torca le precedió.Entró en la tienday la sorpresa le

golpeócomounpuñetazo.¡MaddieCruzestabaallí!Uninstantemástarde,boquiabierto,locomprendió.EsaMaddieCruztenía,ademásdeunasojeras

tremendas y un rostromustio, un peinadodistinto y unas facciones ligeramente diferentes.Aunque erahermosa,tantocomosuhermanagemela.

Barberá,encambio,guardabacoladetrásdeunmatrimonioinglésconlabotellaenlamanoyunaexpresiónufana.Estabadisfrutando.

Torca,todavíasinreponerse,echóunaojeada.NoestabaAntonioCruz.Encambio,untipoatlético,apostado como un matón de discoteca junto a unas estanterías, escoltaba a la joven. Un policíagibraltareño,dedujoTorca.Elprimeroqueveodepaisano.

La tienda, como muchas similares de otros lugares costeros, ofrecía a los veraneantes cremassolares, chuches, fruta, bebidas frías, pan y periódicos. Hay que exagerar mucho para llamarsupermercadoaesto,pensóTorca.

LisaCruz,lahermanaaventurera,laReinadelEstrecho,lacabraloca,laotrasirena,seconsumíadetrásdelmostrador.Devoradaporlosnerviosylapena.¿Talvezlosbobbiesgibraltareñoslahabíancolocado ahí como un cebo, por si al asesino le daba por intentar apresarla ya, antes de arrojar elcadáverdeMaddie?¿Oquizáhabíaidoatrabajarporhaceralgo,porquenosoportabalatensiónensucasaojuntoasuirasciblepadre?

Torca se mordió, literalmente, la lengua, mientras las posibles opciones se abrían paso por sucabezacomolosmovimientosdeunapartidadeajedrez.¿Quépodíapasarsialertabaalpolicía?Decidiócallarse.

LisaCruzmetiólabotellaenunabolsadeplástico,cogiólalibradeBarberáylediolasvueltas.—Hastamañana—dijoelempresario.—Gracias.Buenosdías—respondiólagemela.Salieron juntos. Torca, más atento, vio que un joven con pinganillo los miraba por encima y

continuaba vigilando la entrada. En el piso superior, el letrero «Cruz Apartments» anunciaba el otronegociode la familia: a juzgarpor las escasasdimensionesdel edificio, allí sólo alquilabancuatroocincohabitaciones.ComprendióporquéAntonioyMaddieCruzsehabíanalojadoenMadridenunhotelbarato. No les sobraba el dinero. El supermercado y los apartamentos disimulaban más bien unatienduchayunapensióndemalamuerte.

—Qué huevos tienes, Barberá —soltó Torca en cuanto se alejaron unos pasos—. ¿Cómo tepresentasahí?

—Aquínadiemebusca.Ynadiemeconoce.—¿NisiquieraAntonioCruz?—¿Elpadre?¿Porquéibaareconocerme?—respondióBarberá.EldiariodeMaddielehabíahechosuponeraTorcaquehabíanhechonegociosjuntos.—¿Tuhijonovinoaquíparatrabajarconél?—¿Conesemuertodehambre?¡Enlavida!Hasoídocampanasperonosabesdónde...Amihijose

leocurrióquelevantaruncomplejohoteleroaquípodríaserunaminadeoro,peroenunsitiocontantoscondicionantescomoGibraltarseenfrentabaaunatareaimposible.Vinoaaveriguarelpreciodeestascasas—Barberátrazóunalíneaconeldedoparaabarcarbuenapartedelpaseomarítimo—,ypreguntóa

gente como el padre de lasCruz si estaría dispuesto a vender sus propiedades.Dejé que se diera debrucesconlarealidad,quedelosfracasosseaprende.Peroloúltimoquepodíaimaginareraqueselocargaran.

—¿Peronomurióahogado?MarioBarberáseparó.Sequitólasgafasdesol,lascolocóconparsimoniaenlafundaylasguardó

enelpantalón.YporprimeravezpermitióqueTorcalevieralosojos.Lamiradatuertadelempresarionovacilaba.Quéojo,Jandro,pensóTorca.Eltuyo,alescudriñarla

fotografíadelrastreador,yeldeBarberá.—Lo mataron. No es lo mismo. Mi hijo vino a crear riqueza. A construir. Queríamos seguir

contribuyendo a que este lugar prospere. Nosotros no sabemos de fronteras. Somos empresarios.Trabajamos.Perolomataron.

ATorcanoleinteresabanlosnegociosdeBarberá.NienGibraltarniencualquierotrositio.Yano.Lasfichasdepókerdelhermano,laconexiónentreunodelosnegociosdeBarberáyelLuckyYachtyloscomentariosdeMaddieeneldiariolohabíanllevadohastaallí.Ahoralachácharasobrelaprosperidadylacreaciónderiquezaletraíaalpairo,aunqueencambioleintrigabaqueBarberásostuvieracontantafirmezaquehabíanasesinadoasuhijo.

—¿Seguro?¿Yporquéibanacargárselo?—¿Acasoteimporta?Laúltimavezquehablamosmecontó,muyorgulloso,queibaporGibraltar

comounsultán,conunharénde treshermanasenelPorsche.«¿Y te lasbeneficiasa lavez?», ledijebromeando.Michicoeraalgofantasma,perotambiénuncándido,noteníamalicia.«Quéva,todavíano»,medijo.«Bueno,yasabes,nohagasalardesconeltrío,vetedeunaenuna...»,lerespondí.Élseechóareír.Noledijepordecirlodelosalardes:élyyopadecemoslamismacardiopatía.«Hayunaquemegustadeverdad,yatecontaré.»Peronopudocontarmenadamás.

—Peroheleídoquesehabíaahogadoélsolo,noque...—¡Lomataron!—Barberádejódecontenerse,noalzólavoz,perosurostromutó:frunciólascejas

ysacólamandíbula,furioso—.¡EntróalaguaconunasnadadorascapacesdecruzarelEstrecho!¿Cómoesposiblequenopudieransalvaramichico?¡Porquelomataron!Nohayningunaotraexplicación.

—¿Nopudoserunaccidente,sinmás?Leparecíaalgoimposibleconvenceraalguiencapazdeorquestarunavenganzatandesmedida,pero

Maddiequizáseguíaviva.—¡No! —rugió Barberá—. Ellas conocían su dolencia. Como todo el mundo. Jorgito siempre,

siempre,locontaba.Eramuyprudente,sucorazónyalehabíadadomásdeunsusto.Comoamí.¡Esaszorras lo sabían! Y lo mataron. O lo dejaron morir... Cuando veo la escena ardo por dentro: élahogándoseylaszorraspartiéndosederisa.¡Ojalápudieramatarlasyomismo!Quizálaquesequedóenla playa era la que le gustaba y las otras dos, desquiciadas por perder el matrimonio que podríaconvertirlasenmillonarias,fueronaporél.¡Nolosé!¡Nopuedosaberlo!¿Ysabesqué?Yadaigualporquémelomataron.

Apagayvámonos,pensóTorcaalescucharqueBarberállamabaJorgitoasuretoño.Barberávolvióaandar.Elaccesoalhoteldesdeelpaseomarítimosehallabamuycerca.Elmar,

sinapenasoleaje,parecíadarlelarazónaBarberá.ATorcaselepasóporlacabezamostrareldiariodeMaddie al empresario, pero descartó esa idea: tanto el Barberá contenido, casi impasible, como elcolérico, furioso, desprendían unpunto de locura. ParaBarberá, el diario deMaddie sería un vanoypatéticointentodeexculparseparafingirsuinocencia.

—¿Y has esperado un año para vengarte?—preguntó Torca—. Va a ser verdad eso de que lavenganzaesunplatoquesesirvefrío.Elplanquehasconcebidoesdiabólico,comoprofesionalsólopuedoadmirarlo.

—¿Túcrees?Peronoheesperadotanto:elveranopasadolloréamihijo,nadamás.Luego,durante

elotoñoyelinviernomecontuve,mecarcomípordentroperonomovíniundedoparavengarme.Decidímatarlasenprimavera,cuandomecontaronque«LassirenasdeGibraltar»—usóeseapelativoasqueado—denuevopretendíanbatirelrécorddelEstrecho.¡Puesestasaguastambiénseránsutumba!

Seleveíaorgulloso.No,noestabaensuscabales.ATorcaelplanleparecíaundisparateyunalocura.Detonarunabombaenelultramarinoscuando

estuviera toda lafamiliadentrohubierasidounasoluciónmásrápidayefectiva,aunque talvezmenosplacentera.PeroqueríasonsacaraBarberá.Debíaejercerdepolibuenoydepolimalo.

—Laleydeltaliónmeparecíaretrógradaybrutal—dijoelempresario,mássosegado—.Antes.Yano.Séque iré al infierno,pero eso ahoranomepreocupa.Hehecho loquedebíahacer.Ynuncamelamentaré.Esasfurciasmataronamihijo.Miúnicohijo.Mehandejadosindescendencia,sinfuturo,sinnada.Sólomequedavengarme.

Si alguien mata a Rodrigo, le arranco la cabeza, pensó Torca. Se la arranco después dedespellejársela, de quitarle las uñas, de abrasarle con elmechero los cojones y de... ¿Y si fuera unamujer?,¿quéharíayoconella?Duranteunospasos,ensimismado,olvidódóndeestaba.SialgolepasaaRodrigo, descubrió Torca, me quedo solo. Sin nadie. Sin nada. Eso, sin nada, como Barberá. Perollegabanyaalhotel,yregresóalarealidad.

—Teentiendo,laverdad.Unhijoloestodo.¿PeroquéharáAntonioCruzcuandopierdaasustreshijas?Sinosecortalasvenas,suúnicoobjetivoserámatarte.

—Quelointentesipuede.¿SabesquédijoMaquiavelosobrelavenganza?—Niidea.Suvozsonómáslentaygravecuandocitóalpensadoritaliano:—Cuandosemaltrataaotroesprecisohacerlodetalmaneraqueleseaimposiblevengarse.—Losmuertosnosevengan—dijoTorca—.DespuésdeMadelaine,¿matarásaLisayalpadre?—Yono.Comounmalcontadordechistes,repitió:—Yono,quesoyincapazdemataraunamosca.Perocondosmuertesyahayunaserie.Yyanohay

dudas.Lapolicíanoseenteradelamisalamedia,perodosmuertesmeseñalan,meincriminan.Condosmuertas,miseddevenganzaestarácasisaciada.Casi.Podréesperar,entonces.Latercera llegarámástarde.Perollegará.Yelpadresiquierevengarsequelointente.Estaráensuderecho.

Paradosantelapuerta,Torcalepreguntó:—Algonomecuadra.¿Porquénoordenastequelasmataranalavez?Yaestaríanbajotierra.¿Qué

sentidotieneeliminarlasunaauna,arrojaruncadáveralManzanares,otroalmar...?Unacarcajadaronca,gutural,sorprendióaTorca.—¡No has entendido nada! Tú no has perdido a un hijo, Juan Torca. ¡Yo sí! ¡Ymurió ahogado!

¿Sabesquenohayunamuertetanterribleydolorosacomoésa?Eltiemposeeternizamientraselaguainundatuspulmones.Esasputas,lasgemelas,lasquesemetieronalaguaconélparaahogarlo,primerodebíansufrircomoyo.Yalohanhecho:comonotienenhijos,hanperdidoasuhermana.Yluego,ahora,debían padecer la misma tortura que mi Jorge. También debían morir ahogadas. Es así de simple.¿Entramos?

Hablabaenpasadodelavenganza.LashermanasCruzyahabíanmuertoparaél.—¿Yporquéhabíaquesumergirlospiesdelaschicasenhormigón?Barberáencogióloshombrosyentróenelhotel.Saludóconungestoalrecepcionistaysedirigió

haciaelascensor.Cuandosecerraronlaspuertas,lerespondió:—Nadaesperfecto.Entodoplansurgenimprevistos.Sí,túereselmayordetodos,peroesperoque

ahoranosentendamos.Yoqueríacontrolarlotodo.Elhormigóneranecesario.Noquieroarriesgarmeaqueloscadáveresselosllevelacorriente.Quieroquemueran,yquesesepa.Queseenteren.

La habitaciónmuy amplia y recogida, sin objetos personales a la vista, se inundó de luz cuando

Barberádescorriólascortinasycontemplóelmar.Denuevoparecíaunhombresosegado,normal.—Todoempieza,ytodoterminará,enelMediterráneo.Esoesbueno.Esloadecuado.¿Haspensado

cuántoquieres?—No.Sorpréndeme.TorcanosepusoenguardiacuandoBarberáabrióelarmarionimientrasmanipulabalacajafuerte.

Niporuninstanteselepasóporlacabezaquepudieraatacarle.Barberácogiótresfajosdebilletes,sujetoscongomas,lostiróalacamaynosemolestóencerrar

lacaja.—¿Tevale?Aquínotengomás.Cadafajo,desimilargrosor,conteníabilletesdedistintascantidades.Torcapasóelpulgarporel

fajoconbilletesdequinientos.Uncurrantedebíadeslomarsevariosañosparaganaresedinero.—¿Cuántohay?—preguntó.—Niidea.Bastante.Suficienteparaquetevuelvaspordondehasvenido.—Barberávolvióadarle

la espalda para contemplar el mar—. Dentro de poco subirán el almuerzo. Me gusta comer solo.Deberíasirteya,peroantesmegustaríaquemecontarascómohasresucitadoycómomehasencontrado.

Acostumbrado a llevar las riendas de sus chanchullos, creía que manejaba la situación. Seequivocaba.

ATorcaniselepasóporlacabezacontarlequehabíaregistradolacasadesuhermanooquesuojodecristallehabíadelatado.Encambio,entoncesseacordódelchalecoantibalas:sinofueraporJandroyLaguna,ahoraestaríamuerto,pensó.

Torcalopillódesprevenidocuandolepegóunmanotazoenlanuca.Barberáseestampócontralapuertadecristaldelaterraza.Luegoagarróelcordóndelacortina,seloenrollóporelcuelloytiróconfuerza.

—¿Quién te crees que soy? ¿Ordenas asesinarme y te piensas queme voy a conformar con unalimosna?

Elcordónsehundióenlapapada.Barberá,altratardezafarseechandolosbrazoshaciaatrásparaimpedir que Torca lo estrangulara, perdió el equilibrio. No cayó al suelo porque Torca lo sujetómedianteelcordel.

CuandoBarberá,amoratado,abriólabocazaparatratarderespirar,Torcasoltóelcordónylepegóunrodillazoenlascostillas.

Tiradoenposiciónfetal,Barberáapenaspudorecuperarse:Torcasecolocósobreélponiéndoleunzapatoenlabarriga.

La tripasebamboleabacomounodredemierda.Torca,asqueado, seagachópara registrarle losbolsillos.Despuésdequitarleelteléfonoylacartera,seapartóydejóqueBarberásesentaraenelsuelo,conlaespaldaapoyadaenlapuertadelaterraza.

—Yaestoymuerto.Nadadeloquehagascambiaráeso—musitóelempresario.Torcaseaguantólasganasdepatearlo.—Esoesloquetútecrees.Nohevenidoamatarte,peropuedohacerquemesupliquesquetemate.En la cartera sólo encontró dinero y un carné de identidad falso, expedido para Félix Fernández

Zaplana,valenciano,de1946.Enelmóvil,unescuálidohistorialdellamadasabarcabalaúltimasemana.Aquípuedoencontraralasesino,sedijo.

Antesdecontinuar,Torcacogióelteléfonofijodelcuartoymarcóelnúmeroderecepción.—¿En qué puedo ayudarle? —preguntó una voz femenina. El joven de antes debía de haber

terminadosuturnooestaríaatendiendoaotroshuéspedes,pensóTorca.—Hoynosubanlacomidanilacenaala304,porfavor.—Muybien,graciasporavisar.Torcaabrióelarmario,rebuscóentrelaropadeBarberáycogióuncinturón.

—Bueno, como puedes ver, tenemos todo el tiempo del mundo para continuar charlando—dijoTorca.

—¿Yahoraqué,vasaazotarme?—preguntóBarberáconvozcansina.—¡Levanta!Torcagirólasilladelescritorio,sentóaBarberá,lecruzólosbrazospordetrásyselossujetóal

respaldo con el cinturón. El empresario no forcejeó ni gritó. Y no abrió la boca cuando Torcainspeccionó la caja fuerte, quizá porque sabía que allí sólo encontraría unas tarjetas de crédito, unpasaporteyuncarnédeidentidad.TodoanombredeMarioBarberá.

Registró el resto de la habitación. No encontró nada valioso.Mientras tanto Barberá, que habíarecuperadoelresuello,nodejódecontemplarelmar.YtampocoprestóatenciónalgunaaTorcacuandosesentóenlacamayvolvióaexaminarsumóvil.

Elhistorialeramuyrevelador.Apenasrecibíallamadasynuncatelefoneaba.Adiario,alasochodelamañanayalasseisdelatarde,Barberádespachabaalrededordeuncuartodehoraconunnúmerodeprefijoalicantino.Asíhacontinuadodirigiendosusnegocios,dedujoTorca.

Además,aparecíanunaspocasllamadasmás,procedentescasisiempredeteléfonosmóvilesquenoestabanalmacenadosenlaagendadecontactos.Torcasefijóenquehabíamantenidounaconversacióndequincesegundosellunes1dejulio,alassietedelamañana,pocoantesdequeaparecieraelcadáverdeBecca. Pero ese número no volvía a aparecer. En los días siguientes encontró otras tres llamadassimilares.Muycortasyefectuadaspormóvilesquenoserepetían.Elasesinovacambiandodenúmero,pensóTorca,vaestrenandoteléfonosmásomenoscomoHernández.Simequedoconestetrasto,tardeotempranollamaráypodréhablarconél.

Otra muerte podía rastrearse en el historial. El miércoles por la noche, cuando Torca ya habíadejadoaEvaCangasinteléfono,figurabandosllamadasprocedentesdenúmerosvizcaínos.Primeroleavisó, lecontaríanuestroencuentroy lepreguntaríacómodejarBilbao;yen lasegundaconversación,concluyó Torca, Barberá ordenó a Eva Canga que cogiera el autobús a Madrid. La envió como uncorderoalmatadero.Entreesasdosllamadasaparecíaotradeunnúmeroquetampocovolvíaarepetirse,pero más larga de lo habitual. Duraba quince minutos. Entonces, pensó Torca, el asesino y BarberádecidieroncómoeliminaraEvaCanga.

Torcadejóelteléfonoysacóelmechero.Maquinalmente,sepusoaabriryacerrarlatapa.Algonoencajaba: si el sicario siempre llamaba a Barberá, ¿era una casualidad que hubiera telefoneado alempresario precisamente cuando éste necesitaba encargarle el asesinato deEvaCanga?No, concluyóTorca:debíandetenerotrométodoparacontactar,paraqueBarberápudieraavisarle.

Volvió a coger el teléfono. No encontrómensajes de texto. ¿Los habría borrado? En la pantallaprincipal del teléfono aparecía el logo de un buzón. Lo pinchó y encontró una cuenta de correoelectrónicovacía,sinmensajesdeentradanidesalida.

Seguardóelteléfonoyvolvióajuguetearconelmechero.Barberádejódemiraralmar.ATorcaleparecióqueelojoderecho,enramadoymásapagadoqueelartificial,leescrutabacontemor.

—Meduelenlasmuñecas.Hazloquetengasquehacer.Torcaselevantó.—Quieromarcharme.Ya.DetestoGibraltar.Perotengounproblemilla:¡nosoyimbécil!Aunqueme

llevetuteléfono,encontraráslamaneradecontactarconelsicarioquehascontratadoparamataralashermanas Cruz. Le dirás que te ha fallado, que he resucitado de entre los muertos, y que tiene querematarme.¿Omeequivoco?

Barberárespondiósindudar.—Teequivocas.Notengonadacontra ti.DisteconEvayahoramehasencontrado.Si tevaspor

dondehasvenido,meolvidarédetiparasiempre.Seguirépensandoqueestásmuerto.Yestonohabrápasado.

Torcasonrió.Eltipoerahábil.—Buenasalida.Peronomesirve.SitedesembarazastedeEvaCangaencuantomehablódeti,¿por

quéibaafiarmeyo?¿Yporquéibasafiartetúdemí?Puedespensarquepuedochantajeartemásveces,odelatartealapolicía.

—Cierto.PeronotecomparesconEvita—dijoBarberá—.Ellahabíadadolospasosapropiadosparasucederme,perograciasatidescubríquecarecíadeltemple,ydeloscojones,todoseadicho,paraseguirmispasos.Podríahaberseguidotrabajandoconmigo,perocuandometraicionóellasoladictósusentencia.Contigonotengoningúntipode...vínculo.Nitúconmigo.Yaséquenotienesporquéfiartedemí.Peropuedesresolverloya.Mátame.Olárgate.Ydéjameenpaz.

La conversación, paraTorca, iba por los derroteros adecuados.Barberá no debía sospechar quequeríasalvaraMaddie.

—Yasécómotehasforrado.Manejasalagenteatuantojo,¿verdad?Lesmuestrasloscaminosquepuedenseguir,perotodosconducenaunlugar:alqueteinteresaati—dijoTorca—.Peroamínopuedesmanejarme.Yoséadóndevoy.Yoséaquéhevenido.Ynoquieromatarteati,anoserqueseanecesario.Ati,no.

—¿Entoncesaquiéncoñoquieresmatar?—acabópreguntandoBarberá.—Yalosabes.AntesdeasesinaraMadelaineCruz,tusicariotellamará.Usaráunnúmeroqueno

estáentuagenda,perotellamará.¡Yhablaráconmigo!—AlverlaexpresióndeBarberá,Torcasupoquehabíadadoenelclavo—.Sí,sitematoahora,hablaráconmigoeltiemposuficiente,esoteloaseguro,paraquepuedalocalizardesdedóndemellama.¿Ysabesloqueharéentonces?

Barberánorespondió,nohizofalta.—Sí.Iréamatarle.NoesperaréaquemateaMadelaineyaLisaCruz.Abortarétuvenganza.ElabotargadorostrodeBarberásecrispóapenasunsegundo.Peroprontoserecuperó.—Todoestoesunfarol.¿Quéquieres,másdinero?LacarcajadadeTorcafuesincera.—¿Tengo pinta de gilipollas? Quizá a ti te importe una mierda morir, mientras tu sicario siga

matandoalasCruz.Peroamí,no.Yonoquieromorir,séqueeltipoqueayerintentómatarmevolveráaterminareltrabajo...,siantesnolomatoyoaél.Élnosevaaolvidardemí.Niyodeél.Poresosólotienesdosopciones...—dijoTorcamientrassacabalapistola.

—Tedarémás...—volvióarepetirBarberá.—Sí,claro.Tienesdosopciones.Laprimerayalaconoces:temato,aquíyahora,¡ytequedascon

lasganas!Nosabrássiluegoconseguirématartambiénatusicarioo,quiénsabe,siélacabaconmigo.Aunqueyoapostaríapormí,¿túno?MorirássinsaberquépasaconlasgemelasCruz.Segundaopción:siahora mismo me dices cómo contactas con él y dónde está, te dejo vivir para que veas cómo nosenfrentamos.Yesmás:siyolomato,acabaréconlasgemelas...Aunqueeso,comopuedesimaginar,notesaldrágratis.Eldineroquemehasdadocubrelasmuchasmolestiasquemehasocasionado.Además,tendrásquepagarmeloscienmileurosqueEvaCangameofrecióhaceunmes.Osea,quesí,quieromás.

Barberátardóencontestar.—Sitedijeradóndeestá,¿porquéibasadejarmevivo?—Muysencillo.Pordinero.Haceunmesdeberíashabermellamadotúparacontratarme,envezde

EvaCanga. Ella estaba nerviosa y acojonada, por eso pasé de aceptar el trabajo, un cliente así sólopodíadarproblemas.Perositúyyollegamosahoraaunacuerdo,tedemostraréquetuprimeraelecciónfuelamásacertada.Enestetrabajoyenlospróximos.Seguroquemenecesitarásmásveces.

—No creo —respondió Barberá—. Además, ¿qué hacías el jueves en Madrid con una de lasgemelas?

Torcaseesperabaesapregunta.—¿Quécreesqueibaahacer?¿Noteacabodedecirquesoyelhombreadecuadoparaterminareste

trabajo?Ibaaservírtelaenbandeja.EvaCangacometiódoserroresgarrafales:elprimerofuementirme,contarmelagilipollezdequequeríasasesinaraunasprostitutasporpatriotismo.Elsegundofuepeoraún.Amenazarme,decirmequemequedaracalladitoytranquilitoeldíaantesdemataraRebeccaCruz;fueunacagadamonumental.

—Nome paso el día encargando asesinatos—concedióBarberá—.Hemos cometido errores.Elprincipal,yatehedichoantes,erestú.Perohayalgoquedebessaber...

—Dime.Barberáendurecióelrostro.—Hellegadohastadondehellegadoporquecuandodecidoalgonuncameechoatrás.Dudoyme

equivoco,comocualquiera.¡Peronoretrocedo!Elsicario,comotúlellamas,yahacobrado.Siterminaeltrabajo,bien.Sino,quéselevaahacer.Peronovoyapagardosvecespormataraesashijasdeputa.

Torca,hartodetantapalabrería,ydefraudadopornohaberlogradoengañarle,encendióelmechero.—Vasadecirmedóndeestáycómocontactasconél.¡Ya!—¡Ysinoqué!¿Mevasatorturar?—Sí.ElojosanodeBarberásemantuvofirmesólohastaqueTorcaaproximóelmecheroasurostro.LavozdeTorcacambió.Máslenta,muysuave,rozóaBarberácomolaspatasdeunaaraña.—Ahogarsenoes tandoloroso.Ahí tehasequivocado.Muchas torturas jueganconeso.Perohay

muertesmuchopeores.El fuegosiempreespeorqueelagua.—Despacio,acercómásymás la llamahacialacaradeBarberá—.Yahoratelovoyademostrar.Primerovoyafundirteelojopostizo.Yluegojugaré con el otro.Después tendréque reanimarte con agua, yyapuestospodrás comparar: llenaré labañeray...

Barberáapartólamirada.—Guardaeso.Telodiré.Podrásenfrentarteaélsiquieres.Medaigual.Noesmiproblema.Y,la

verdad,yahehecho todo lonecesarioparavengarme.Ahoraquepase loque tengaquepasar.Soyuncadáverdesdequeestemarescupióamihijo.Nosoportoestavida.Llevounañomuerto.Él seguirámuertohagaloquehaga.

A Torca le costó creerle. Había urdido una venganza brutal y desproporcionada.Alguien así noquieremorir.Ahoratansólotrataríadeeludirlatorturaconunasmigajasdeinformación.

—¿Dóndeestá?—Aquí.Perono sé dónde.No se lo he preguntado.Él nome lo diría. ¿Para qué iba a necesitar

saberlo?¿Parahacerleunavisita?—¿Ycómocontactasconél?—repitióTorca.—Diciéndolequemellame,¿cómoibaahacerlosino?—¿Ycómocojoneslohaces?Barberádudó.Cerrólasmandíbulas,hastaqueTorcavolvióaencenderelmechero.—LemandounmensajeprivadoenTwitter,yalcabodeunratome llama—acabórevelando—.

¿Tepareceunbuensistema?Seleocurrióaél.Torcaalucinó.Jamásselehabríapasadoporlacabezaquerecurrieranaunmediosemejante.Sacóelteléfonodenuevo.Enlapantallaprincipalnoaparecíaeliconodeesaredsocial,perolo

encontrópronto,entrelasaplicacionesquesehabíadescargado.UnavezdentrodeTwitter,accedióallistadodemensajes.ElperfildeBarberá,@jb20120701,aunqueseguíalospasostuiterosdeladifunta@evacanga_gra y de @graphenerES, entre otras cuentas, sólo había intercambiado directos con@nickfromnick, y todos eran del mismo calado. Llámame, decía en uno, sin añadir nada más.Transferenciaok, respondíaelsicario.¿Cómova?,habíapreguntadoBarberáel juevesamedianoche.SaliendodeMadrid,habíarespondidoelotro,despuésdepegarletrestirosyllevarseaMaddie.

Comprendió por qué Barberá le había dado esa información. Con el teléfono en su poder, era

cuestióndetiempoqueloaveriguaraporsucuenta,oqueelsicarioacabarallamándole.Además,tantosienviaba unmensaje al sicario como si esperaba a que éste se pusiera en contacto con él sin avisarleantes,elsicariopodíacortarlacomunicaciónalsegundosiguientedeescucharunavozdistintaaladeBarberá.

Elempresario,tranquilo,parecíahaberleídosuspensamientos.Torcateníamuchoquepensarypocoquehacer.Examinóelcuarto.ElcordóndelacortinaañorabaelcuellodeBarberá.Simularunsuicidioresultabatentador,pero

aunque los techos eran altos no servían para improvisar allí una horca casera. Otras soluciones leparecieronmássencillas.Barberáeradébil,podíadesatarleunbrazo,forzarleaqueempuñaralapistola,lograr que se la tragara y que se saltara los sesos. Aunque dejarlo inconsciente y permitir que sedesangraraenlabañeraeraunaopciónmáslentaymenosruidosa...

Barberá sobraba, ¿pero luego qué haría con el joven de la recepción? ¿Sobornarlo? No podíaeliminarlo.

Torca se acordó de la tarjeta que Carballera le había entregado lamañana anterior. ¿Qué podíasucedersillamabaalinspector?Perderíanuntiempoprecioso.Carballeratendríaqueavisaralapolicíagibraltareña.¿QuiénseharíacargodelteléfonodeBarberáyquéocurriríaapartirdeentonces?

Cogió el teléfono y volvió a estudiar el historial de llamadas. Barberá había mantenido unaconversacióndesóloveintesegundosconunnúmerodesconocidoeldíaanterior,elviernesalasdiezdelamañana.Aesahora el sicarioyahabría abandonadoel taxi en la campay sehabría escondido, dealgunamanera,conMaddie.Enveintesegundossehabríalimitadoainformarle.LediríaqueyaestabaenGibraltar,quetodoseguíasucurso,ypocomás.

—¿Tusicariosabequeestásaquí?Barberánegóconlacabeza.—Noquiero distraerle.Nunca nos hemosvisto.No sé ni cuál es su rostro, ni cómo se llamade

verdadninadadenada.Nifaltaquehace.—¿Quénombreusa?—Nick.Sinmás.Lecreyó.Sunick,oapodo,eninglés,esNick,eltiponosecomplicabalavida.Suapodotuitero,

similar,@nickfromnick,corroborabalaspalabrasdeBarberá.Torcadecidiócogereltoroporloscuernos.—Bien,veremosquépasacuandovengaahacernosunavisita—dijoTorca.—¿Cómo?—preguntóBarberá—.¿Quévasahacer?—Yatelohedicho.Eséloyo.Voyahacerquevengaaquí.Ylosfajosquemehasdadovanaser

unbuencebo.—¡Yunamierda!—exclamó—.¡Nopodrásconseguirlo!¡Yyonoteayudaré!¡Sinohablaconmigo,

nohablaráconnadie!Elhombreapagado,quedecíaseruncadáver,habíamutadootravez.Colérico,mientrasforcejeaba

paraintentarliberarlosbrazosamenazóaTorca:—¡Suéltameotearrepentirás!¡Ya!¡DesearáshabermuertoenMadrid!Torca,hartodetantosgritos,decidiócortarporlosano.Nopodíapermitirqueotroshuéspedesse

quejaran.Cogiódelarmariounpardecalcetines.Hizounabolaconunoyseloembutióenlaboca.Yelotro

seloanudóporlanucaparafijarlamordaza.Elempresario,furioso,tratódeimpedirlocabeceando.—Mástevalerespirarporlanariz—ledijo—.¡Perovasacallarteya!TorcaignorólosaspavientosdeBarberáyvolvióasentarseenlacama.Agrupósobrelacolchalos

fajosylosfotografióconelteléfonodelempresario.LuegoabrióTwitteryreleyólosmensajesquese

habíancruzadoBarberáyelsicario.Tardóbastantemásdeloqueesperabaenredactarelmensaje.Noencontrabalaspalabras.Mientrastanto,Barberá,rabioso,empezóapatalear.Torcaadjuntólafotodelosbilletesyescribió:Cambiodeplanes.Venala304delCatalanBay.Tecompensaré.Satisfecho, irguió la cabeza y miró a Barberá. ¿Me habré pasado?, se preguntó mientras se

incorporabavelozmente.Elempresario,conelrostroamoratado,muycrispado,seestabaahogando.Atodaprisa lequitó lamordazaquehabía improvisadoconloscalcetinesy ledesató lasmanos.

Barberá,exhausto,cayóalsuelo.Torcaseapartóparadejarlerespirartranquilo.PeroBarberánoserecuperaba.Alcontrario.Boqueabacomounpezfueradelagua.Conlacaradesencajada,farfulló:—Os...Mataré...Todos.Elinfarto,quisocreerTorca,adelantóloinevitable.Durante unosminutos trató de reanimarlo, sin éxito. Pero no fue capaz de hacerle la respiración

artificial.

20

ELCICLISTATorca recostó a Barberá en la cama. Le quitó las sandalias y le desabrochó el primer botón de lasbermudas. Encendió la televisión. La posible autopsia no desmontaría el escenario que acababa deimprovisar: el renqueante corazón se había gripadomientras Barberá descansaba, podía colar que elinfartolehabíasobrevenidoasí.Recogiólahabitaciónyladejócomoselahabíanencontrado,aunqueseguardó,ademásdelosfajosdedineroyelmóvildeBarberá,elpardecalcetines.Elquehabíasacadodelaboca,babosoyconbilis,podíaabortarlapantomima.

Quedabaelrecepcionista.El jovendiríaqueel señorFernándezhabía recibidounavisita. ¿Yqué?Yaveríacómo regatear

eso,siesqueloacababanreconociendo.AhoraleurgíasalvaraMaddie.Limpiósushuellas,saliódelcuartoycolgóelcartelde«Nomolestar».Quizáasínodescubriríanel

cadáverhastaeldíasiguiente.Bajópor lasescaleras.Secruzóconunos jóvenes italianosque regresabande laplaya.Antesde

entrarenelvestíbulo,echóunvistazo.Alaunaymediadelatardehabíabastantemovimiento.Ungrupodereciénllegados,conmaletasybolsasdeviaje,seagolpabaanteelmostrador,ytambiénhabíatrasiegohaciaelcomedor.

Peroallínoencontróaningúnhombresolo.Torcacruzóelvestíbulo,cogióunperiódicoysesentóahojearloenunodelossofáscercanosal

comedor.Noeligióesesitioalazar.Desdeallípodíavigilartantolapuertaprincipal,laorientadaaSirHerbertMilesRoad,comoelaccesotraseroalaplaya,elquehabíausadoconBarberá.

Eltiempopasódespacio.Nadiesospechosoentróenelhotel.Ytampocorecibióningunallamadaniningúnmensaje. Pendiente del trajín de idas y venidas por el hotel, apenas leyó el periódico, aunqueencontróenlaseccióndeinternacionaleltrabajoqueaHernándezlehabíahechorechazarlapropuestadeBarberá:elasesinatoenKievdeunpolíticoafínaMoscú.

Horaymediamástarde,elrecepcionista,quizádespuésdehabercomido,regresóalvestíbuloyseacercóaél.ATorcanolepillódesorpresa.

—¿Deseaalgo,caballero?—Nada,gracias.EstoyesperandoalseñorFernández.Cuandosearregleiremosadarunavuelta.—Sinecesitacualquiercosa,aquímetiene.—Yapuestos,tráemeunacañayunaspatatasfritasounasaceitunas,porfavor.Cuandoeljovenregresóconlabandeja,lepreguntó:—Apropósito,¿túnolehablaríasanochedelseñorFernándezaunamigotuyodelLuckyYacht?—Sí.Yahesupuestoantesqueustedfuequienpreguntóporélenelyate.Esperohaberleayudado.—Claro—dijo.Así certificóque a la policía gibraltareña le seríamuy sencillo identificarle cuando sepusiera a

indagarquiénhabíavisitadoaBarberá.Torcalepagóyañadióunabuenapropina.Veinteminutos después, Torca se puso en guardia. En la calle, un hombre estaba parado ante el

hotel.Conlabicicletaentrelaspiernas,culote,maillotygafasdesoldeportivas,ademásdeunapequeña

mochila en la espalda, parecía un ciclista aficionado cualquiera. En el trayecto desde el yate hastaCatalanBaysehabíacruzadoconunoscuantos.

Aunquenadadesentonabaensuapariencia,Torcasupoqueeraél.Silequedabaalgunaduda,seesfumócuandosacóunteléfono.Alcabodeunossegundos,elmóvil

deBarberávibró.Nuncahabíancruzadoningunapalabra,peroTorcaignorabasielotrohabíaescuchadoalgunavezsu

voz.Deperdidos,alrío,sedijo.—Buenastardes—dijoTorca.Elsicarionocontestó.Alotroladodelventanal,noparecíanervioso.Lentamente,habíamiradoen

todasdirecciones;alnovernadaextraño,habíarecuperadolaposeprevia:depiesobrelabicicleta,aunosmetrosdelhotel,dispuestoacontinuarlarutaencualquiermomento.

—Trabajo con el señor Barberá—dijo Torca—. Sustituyo a Eva Canga. Me ha pedido que leentreguesetentamileurosenlahabitación304.

—¿Paraquéson?—Pararematarlapróximafase.Leestoyesperandoenlahabitación,allípodréexplicarletodoslos

pormenores.—¿PorquénoestoyhablandoconBarberá?Torca había imaginado los derroteros que podría llevar la conversación. Por ahora nada le

sorprendía:niqueelsicariosedisfrazaradeciclistanitampocosutonocortante.—Ustedesunhombrepeligroso.Prefierequeseayoquienleentregueeldinero.—Ponmeconél.—Ahoranopuedo—respondióTorca—.Noestáaquí.Perosilodeseapuedotrasladarmeallugar

dondeseencuentra.Tardarédoshoras.Llámemeentonces.Opuedesubirya.—Notengoprisa.Llamaréalas18:15.—Deacuerdo.El sicario se guardó el teléfono y, como antes, volvió amirar en todas las direcciones.Aunque

Torcahabíadadoporhechoquenopodíaverconclaridadelinteriordelhotel,secubrióaúnmásconelperiódico.

Despacio,elsicariobajóelbordillo,esperóaqueuncochecruzaralacarretera,pasóalotrocarrilyempezóapedalear.SealejódelhotelensentidoopuestoalarampadelaplayayalcaminoporelquehabíallegadoTorca.

Torcaseapresuró.Peroalsalir, lodivisósóloaunoscincuentametros.Semontóenelcochedealquiler,dejóqueseinterpusieranentreellosdosvehículos,unNissanyunFord,ysiguióalabicicletamanteniendoladistancia.

MuyprontodejaronatrásCatalanBay.ElNissanyelFordsehabíanacercadoalabicicletaparaadelantarla,peroveníanbastantescochesdecara.Alcabodeunminuto,sóloelNissanhabía logradorebasarla.Mientras tantoTorcadudabasidebíaembestir al sicariocuandonadie se interpusieraentreellos.Noqueríaarriesgarseaque llegarana laciudad.Allí se lepodíaescabullirpor lasestrechaseintrincadas callejuelas gibraltareñas. Pero la carretera, una cicatriz sinuosa entre el Peñón y la costa,seguía con bastante tráfico en sentido contrario, y el conductor del Ford parecía más pendiente delpaisajequedeadelantaralabicicleta.

Depronto,uncartellerecordólaspalabrasdelarecepcionistadelyate.EstabanapuntodellegaralDudleyWardWay, el túnel que horadaba el Peñón para comunicar la parte este de Gibraltar con elextremomeridionalylamasificadazonaoeste.

Siatraviesaeltúnelysemeteenlaciudad,lopuedoperder,pensóTorca.Sacólapistolayladejóenelasientodelcopilotoparatenerlaamano.Peroalllegaraltúneltodo

se precipitó. El ciclista, con habilidad y sangre fría, en cuanto se adentró en las entrañas del Peñónaprovechóquenoveníaningúncochedefrenteparacambiardecarrilyregresarpordondehabíavenido.

¿Elsicarioloreconocióentonces?

Quizá.EneseinstanteTorcanohabríapuestolamanoenelfuego.Conlamiradacubiertaporlasgafasdesol,noleparecióquemovieraelcuelloparaexaminarquiénocupabaelFordosucoche.Encualquiercaso,Torcasevioobligadoafrenardentrodeltúnel.Ytardómásquelabicicletaencambiardecarril,porquedenuevovolvieronaaparecervehículosdecara.

Maldiciendo, salió del túnel. ¡La bicicleta había desaparecido! Soltó otro taco y apretó elacelerador. Peromuypronto se vio forzado a pegar un frenazo y un volantazo brutales: al doblar unacurva a la izquierda se topó con labici y el sicario subidos en la acera, de frente.Yconunapistolaapuntándole.

Elprimertiroperforólalunaypasóaunoscentímetrosdesucabeza.Elsegundollegócuandoyahabíaderrapadoparaprotegerse.Sintióunaquemaduraenelbrazoderecho.LostresocuatrodisparossiguientesatravesaronelchasismientraselFiatchocabacontraelbordilloyunaseñaldetráfico.Torcasegolpeócontraelvolante,peronoperdiólaconciencia.Niseolvidódesuarma.Mientrasllovíanmásbalas,laagarróytratódesalirdelcocheporelladodelcopiloto.Nopudo.Lapuertanohabíallegadoabloquearse,peroalchocarcontralaseñalelcochesehabíaencajonadoporeselado:sólosemovióunoscentímetros.Revolviéndosecomounanimalherido,segiróhacialaotrapuertayvioqueelsicarioseacercabaalcochecorriendoysindejardedisparar.Unbalazolegolpeóenelhombroizquierdo.

Torca,aladesesperada,vacióelcargadordelapistola.Unossegundosmástardeabriólapuertaycayóalsueloapretandoungatillomudo.Parapetadoporlapuerta,buscóalsicario.Sehabíaesfumado.Mecánicamente,sinpensar,recargó

elarma.Luego,aduraspenas,seincorporó.Tambaleándose,conelbrazoizquierdoinútilporeldisparoenelhombro,ysindejardeapuntarhaciadelante,encontróunrastrodesangre.

Elsicariohabíasubidodenuevoalaaceraycaminadohaciaunosapartamentosblancos.Peroalcabodeunospasos,antesdealcanzaresaurbanización,lasgotasdesangredescendíanporuncamino,endirecciónalaplayadeSandyBay.

Empezó a bajar. Unamujer y un niño de ocho o nueve años, que corrían despavoridos hacia lacarretera,pasaronasuladosinfijarseenlapistola.

Antesdellegaralaplaya,encontróalciclistatiradoenelsuelo.Bocaabajo,conelbrazoizquierdoestiradoyelderecho tapadopor sucuerpo.Torcaseacercó.Ungritoprocedentede laplayaalertóoreanimó al sicario. Recurriendo a sus últimas fuerzas, se dio la vuelta para intentar dispararle, peroTorcalodesarmódeunapatada.

Teníaunboqueteenlatripa.Unasangredensayoscuraempapabaelmaillot.ElsicariomiróaTorcafascinado.—Nopuedes...estar...vivo—balbuceó.Erajoven,bastantemásdeloquehabíaintuidoTorcaporsuaudaciaytemeridad.Tendríatreinta

años,yunamiradainocenteyazul.Torcasedejócaer,sinsoltarsuarma,juntoalsicario.Laarena,aunosmetros,letentabacasitanto

comoelmar.Aunquelasamenazasyanoserviríandenada,leapuntó.—¿Dóndeestá?Elsicariomiróhacialosapartamentosblancos.—Agua...—¿Encuál?¿Sigueviva?—La...mochila—respondió.Respirabaaduraspenas.Porlacomisuradeloslabioscorríaunhilodesangre.Torcalopusodecostadoparaquitarlelamochila.Elotroapretólosdientes,peronosequejó.Llevabamunición,unmachete,unbotedeagua,unpasamontañas,tresteléfonosyunjuegodellaves.

Torcacogióelaguaylasllavesy,segúnselepasólaideaporlacabeza,actuó:sacódesubolsilloloscalcetinesdeBarberáylosmetiódentrodelamochila.

—8C—leyóTorcaenelllavero—.¿Estáahí?—¡Agua!—imploró.Torcacogióelbote.Mientrasledabadebeber,lesubióelmaillot.Lehabíadadodelleno,taponar

laheridanoserviríadenada.Sefijóenquellevabatatuadoenelpechounáguilaconunaserpiente.Seguardósupistolayladelsicarioyseincorporó.Novolviólavistaatrás,niprestóatenciónalagentequeloscontemplabadesdelaplaya.Tampocoescuchólasúltimaspalabrasdelmoribundo.

—Mellamo...

***

Elapartamento8Cquedabacerca,peroacadapasoquedabaparecíamás lejano.Elhombro leardía.Tambiénibadejandounrastrosangriento.

Avanzódespacio,tambaleándoseyvencidoporlosmásfunestospresagios.¿Sepuedemorir antesde tiempo?¿O todosmorimos cuandonos llega lahora?Torcano llegóa

hacerseesaspreguntas.Peroporlacabezalerondabaunaidea:Maddienodebíamorirtanpronto.Tanjoven.

Cuando por fin se apoyó en la puerta, vaciló: ¿para qué entrar?No quería verlamuerta. Por suculpa. Debía haberla salvado. En el portal de Gran Vía. Y mucho antes. Un mes antes, debía haberatajadoderaízeldescerebradoplandeMarioBarberá.JamásdebiódejarqueEvaCangaselargarasoladelhoteluchoaquellanoche.BeccaCruzdeberíaseguirviva.YMaddienoestaríatrasesapuerta.

Le costó horrores acertar con la llave. Al segundo intento, se le cayó y se empapó de sangre.Goterones quemanaban del hombro por el brazo empezaban a encharcar el suelo.Al cuarto o quintointento,logróabrir.

Lorecibióelsilencio.Elapartamentoparecíavacío.Dandotumbos,Torcacruzóelpasilloconunnudoen el estómago.Abrióundormitorioy encontró junto a la camaunos sacosde cemento,gravayarena.Sinabrir.Elsicariotodavíanohabíapreparadoelhormigón.Depronto,oyóunruidoenelcuartodebañoyseabalanzóhacialapuerta.

AlotroladoleesperabaMaddieCruz.Esposadayamordazadadentrodelabañera.Asustadacomouncachorrilloabandonado.Viva.

DiariodeMadelaineCruzdel6dejuliode201323:33-Estrenocuaderno.Estrenounavidanueva.

23:37-Lasprimeraslágrimasbrotarontarde.Luegomeinundaron.Llorépormí.LloréporLisa:sentíquedespuésdemíiríaaporLisa.VolvíallorarporBecca,alsufrirenmicarneloquehabíapadecido.Lloréporlastres,ypormipadre.Lovidestruido,machacado,huérfanosinsushijas.

PeroprimerolloréporJuan.Cuandoelasesinodejódedispararymesacódeallí,empujóhastael taxiaunzombi.Noerayo.Noeranada.Aquímehandichoqueestabaenshock.Vale.Alver lapistolacreíquelasbalasibanaperforarmeamí,ytardémuchoenquitármelasdeencima.

Luego,sentadaalladodemiasesino,mientrassalíamosdeMadrid,lloréhastaquedarmeseca,incapazdenadamás.Élconducíasin soltar lapistola,perono lehacía falta.Después,cuandomeencerróenelmaletero,mehundióenlanada.Yaldespertarenlabañera,rechacéelbocadilloylabotelladeaguaquemeofreció.¿Paraquécomerobebersiibaamorir?

Cuandomequitólamordaza,lepregunté:«¿VasamatarmecomoaBecca?».Él,porprimerayúnicavezdesdequedesperté,habló.Sólomedijo:«Notedolerá».Losdossabíamosquementía:ibaamorirahogada,igualquemihermana.

23:53-Noséporquéestoyviva.Sé,porquemelohancontado,porquémurióBecca.YporquéMarioBarberáqueríamatarnos

tambiénaLisayamí.ElpadredeGeorgesetrastornódetalmaneraalperderasuúnicohijoquequisocreer lo imposible:que lohabíamosmatado.Oquehabíamosdejadoqueseahogara.Esunalocura,peroentiendoque,despuésdemascarymascaresealocadoyerróneopensamiento,al finalsóloquisieravengarse.MipadretambiéndescansaríaenpazsipudieramataraalguienparavengaraBecca.

Todo es un espanto. Lamujer de lamutua de seguros en realidad trabajaba para el padre deGeorge.Ahoramecuadraquemostraratantointerésporconocernosóloloquehabíapasadoenelagua,sinotambiéncómonoshabíacontadoGeorgesusproblemascardiacos.«¿Deverdadquesólooshabía dicho que tenía el corazón cansado?», nos había preguntado escamada.Un policía español,CaballerooCarballero,noshaenseñadosufotoaLisayamíynoshadichoqueelpadredeGeorgetambiénlahamatado.Quéespanto.

Ahoraquiero saberlo todo.Pero,másqueningunaotra cosa, quiero saberporqué estoy viva.MañanamedejaránveraJuanymecontarácómologróencontrarme.Nadiehasabidoexplicármelo.Mehandichoquesobrevivióalosdisparosporunchalecoantibalas,peropocomás.

Intuyo—ymedeslizoporunapendientepeligrosaalescribiresto—queunafuerzamuygrandemeuneaJuan.Algoquenosénicómollamarlo,peroqueestáahí.Lisa,miespejo,lohaadvertidoporcómo digo su nombre. En cuanto nos han dejado solas, por fin, se lo he contado todo a Lisa. Hehabladoyhablado,másparadesahogarmequeparasaciar sucuriosidad,porqueaella lebastabaconabrazarme,contenermecerca.Perocuandoheterminadodehablarmehapreguntado:«Cuandodices“Juan”suenamuybien.Juan.Lodicescomosinohubieramás“juanes”.PeroeseJuan,¿buscaalgo?¿Ynoesuntipomayor?Casipodríasernuestropadre,¿verdad?».

Másconfusaquesorprendida,herespondido:«¿Cómodigo“Juan”?¿Nolodigocomocualquierotronombre?».

Lisa ibaa insistir,peromipadrehaentradoenelcuarto,nerviosoyacelerado,comosiempre.

Ahoraquenostienealasdos,sólolepreocupael funeraldeBecca.Quiereenterrarla,dice,«comoDiosmanda».

EntremipadreyJuannosólohaybastantesañosdedistancia.Juanesmásjoven,máshombre,mástierno.Susojos,cuandomesacódelabañera,temblaban.

Ojaláhayamossobrevividoalamuerteporalgobueno.

VII

DOMINGO,7DEJULIODE2013

«Élqueríacruzarlosmaresyolvidarasusirena.»

FITOYLOSFITIPALDIS,Soldaditomarinero

21

EPÍLOGOElinspectorCarballeraentrórefunfuñandoenlahabitación.

—Todosloshospitalesapestanigual.Nolossoporto.—Niyo.¿Yamepuedolargar?—lepreguntóTorca.—¿Teparecequeestásencondiciones?Mehancontadoqueunabalasóloterozó,peroquelaotra

tehahechounbuenestropicio.—Tampocotanto.QuierovolveryaaMadrid.—Te apetece estar al otro lado de la frontera, ¿verdad? Yo también me siento extraño aquí—

reconocióCarballera—.Veréquésepuedehacer.Creoquetepodrésacaryllevarteconmigo.Ahoraqueseharesueltotodo,somosmuyamigosotravezdelosgibraltareños.

—Bien—dijoTorca.—Asípodráscontármelotodo.Aúnnohepodidoinformaramissuperiorescomoesdebido.—Sí,podremoshablarentonces.Carballera,sinembargo,seaposentóalladodelacama.—Adelántamealgo.Porsinotedanelaltahastamañanaopasado.Losllanitosnosueltanprenda.

Sesuponequetengoqueaplaudirconlasorejasporquemehanpermitidoentrevistarmecontigo,peronomehancontadocasinada.

—¿Quépuedodecirte?—Todoloquepuedas.—EncontréaBarberáenCatalanBay.Logréquetendieraalsicariounatrampa.Elasesinovinoal

hotel. Lo seguí.Casimemata. Tuve que defenderme.Antes demorir confesó que se había cargado aBarberáportraicionarle.YencontréaMaddie.Peroestoymachacado,sinoteimportayahablaremos.

—Ya.Bueno,pero¿nopodríasaclararmecómo...?Torcalointerrumpió.—¿Puedollamarantesamihijo?—Claro.Cuandoquieras.—¿Medejastuteléfono?Miscosaslashandejadoenelarmario,peromimóvilllevasinbatería

desdeayer...CarballerasacóunaparatodelPleistoceno.—Toma.Peronoteenrolles.Torcamantenía la buena costumbre dememorizar los números importantes.Marcó el de su hijo,

perosaltóelcontestador.Colgó.—Nada,nohapodidocogerlo.Yalellamarémástarde.Pediréaunaenfermeraquemebusqueun

cargadorylointentarédespués.TambiénqueríacharlarconLuisLaguna,JandroyJuanMariButrón,peronoibaaconversarcon

ellosdelantedelinspector.Ledevolvióelteléfono.Carballeraselevantó.—Casimejor,salgoya.Voyaintentarllevarteconmigo,yasíenelviajedevueltapodremoscharlar

largoytendido.Sihacefalta,pondremosnosotroslaambulancia.Nocreoquenadierechiste.¡Telohascurrado, Juan! Y te has enfrentado a un elemento de cuidado: eso sí que nos lo contaron pronto losgibraltareños, más que nada para cargarnos el muerto. El asesino de Rebecca Cruz fue uno de los

nuestros.—Sí—dijoTorca—.LlevabatatuadoelescudodelosGEO:unáguilaconunaserpiente...—Puessabescasitantocomoyo.¡Ojalásepudraenelinfierno!FueunamanzanapodridadelGrupo

Especial de Operaciones. Todavía no me han dado detalles, sólo sé que le habían perdido la pistadespuésdeexpulsarleporatacaraunmando.Noshaputeadodelolindo,vivo,yahorainclusomuertovaaseguirjodiéndonos.Loquefaltaba.

—Bueno,seguroquecapeáiseltemporal.Yapocodañopuedehacer.—Esperemos.Laprensa,másprontoquetarde,acabarásoltandoqueaRebeccaCruzlamatóungeo

rebotado,contratadoporunempresario,yqueamboshanpalmadoenGibraltar.Sevaaarmarunabuena,aunqueaquí losgibraltareños trataránde sepultarlo todo,oque salgaa la superficie lomínimo,comosiempre.En eso son expertos. En fin, vamos a dejarlo ya. Te dejo, que la próxima visita te parecerábastantemásagradable...

***

Cojeando,Carballerasaliódelcuarto.Peronocerrólapuerta.EllacerantedolordelhombroseesfumócuandoMaddieCruzentróenelcuarto.Sonreía.Duranteunsegundo,MaddieCruzolvidóquedentrodeunashorascelebraríanelfuneraldeBecca,

enlaiglesiadondeMarioBarberáhabíarumiadosuvenganza.Deluto,contacones,unpantalónlargo,holgado, y una blusa, Maddie Cruz aparentaba más años. Quizá una enfermera desinformada pudosuponerqueeralanoviaolaesposadeTorca.

Ese segundo, como cualquier otro, pasó deprisa. Pero, durante ese segundo, Torca vislumbró unfuturomaravilloso.Unavidanueva.ConMaddie.Unavidadichosa,despreocupadayfeliz.

Algunos agonizantes que se asoman al precipicio de la muerte y que sobreviven para contarlocontemplanvertiginosamentesupasado.Ensentidocontrario,Torcadisfrutóconplenituddeesefuturoimaginado,tanfugazcomoinolvidable.Hastaquesediluyóporcompletoalcabodeuninstante,deunpaso.

Poreso,mientras la sirenadeGibraltar seacercabaa lacama,Torca searrepintió.De todo.Noquería regresar aMadrid.Tampocoquería cruzar palabras vacías conMaddie.Nopodía explicar, deverdad,porquéhabíaacabadoenesahabitacióndehospital.Yporquénuncavolveríaaverla.

FIN

13DEJULIOEstanovelaquizáseconcibióel13dejuliode2013,cuandosecumplierontrescientosañosdelTratadodeUtrecht,enelqueReinoUnidobirlóGibraltaraEspaña.Opuedequemequedarapreñadounpardesemanas después, cuando los gibraltareños lanzaron bloques de hormigón en la bahía de Algeciras.Aunque tampoco puedo asegurarlo, casi siempre sabemos cuándo nacemos, pero no cuándo nosengendran.

Durante trece meses, hasta agosto del año siguiente, fue sólo una imagen: la de la sirena delManzanares.

Laficciónylarealidadsefundenamenudoenunjuegoinquietanteymisterioso.Lapróximanovelade Juan Torca no será futbolera, decía y me decía durante la promoción de Las Cuatro Torres, enseptiembrede2014.Peroincluiréalgúnguiñofutbolero,solíaañadir.

Unamañanadeoctubredeeseañosalíapasearpor lariberadelManzanares,enbuscadel lugardonde debía aparecer el cadáver de Rebecca Cruz. Lo encontré junto al estadio Vicente Calderón.Fotografiéelrío,losjardines,lospuentes.

Seis o siete semanas más tarde, un hombre arrojado precisamente en ese mismo sitio abría lostelediarios: un ultra delDeportivo deLaCoruña, Francisco JavierRomeroTaboada, Jimmy para susamigosylosmediosdecomunicación,habíasidotiradoallíporunosseguidoresradicalesdelAtléticodeMadridduranteunapelea.

Entreamboscadáveressóloexisteesacoincidencia.PeroentreelhinchadelDéporyyoademáshay,porcierto,otra:muchosdemisamigosburgalesesmellamanJimmy,yhastaahípuedocontar.

Heescritoestanovelaentremayode2015yseptiembrede2016.SobretodoenBurgos,yenGórliz,Calpe y varios autobuses y trenes, amenudo regresando de Zenda. Se la dedico amis padres, amishermanos,alamordemividayanuestroshijos.TambiénamisamigosJoséIgnacioLlorente,miguíaenMarbellayGibraltar,yPilarSebastián,Piluchi,queengloriaesté.

Gracias amis agentes, PalmiraMárquez yMiguelMunárriz, y amis editores, Raquel Gisbert yEmilioAlbi.Estelibroseríaotrosinvosotros.

GraciasaArturoPérez-Reverte,aLorenzoSilvayaJuanGómez-Jurado,losprimeroslectoresdeestanovela.

Gracias,muchasgracias,amigolector.Paracontarmequétehaparecidoestelibrooparacualquierotroasuntopuedesescribirmealsiguientecorreoelectrónico:leandro@leandro-perez.com.

Burgos,28deseptiembrede2016

LasirenadeGibraltarLeandroPérezNosepermitelareproduccióntotaloparcialdeestelibro,nisuincorporaciónaunsistemainformático,nisutransmisiónencualquierformaoporcualquiermedio,seaesteelectrónico,mecánico,porfotocopia,porgrabaciónuotrosmétodos,sinelpermisoprevioyporescritodeleditor.Lainfraccióndelosderechosmencionadospuedeserconstitutivadedelitocontralapropiedadintelectual(art.270ysiguientesdelCódigoPenal)DiríjaseaCedro(CentroEspañoldeDerechosReprográficos)sinecesitareproduciralgúnfragmentodeestaobra.PuedecontactarconCedroatravésdelawebwww.conlicencia.comoporteléfonoenel917021970/932720447©delaimagendelaportada,EvavanOosten/TrevillionImages©LeandroPérez,2017c/oDosPassosAgenciaLiteraria©EditorialPlaneta,S.A.,2017Av.Diagonal,662-664,08034Barcelonawww.editorial.planeta.eswww.planetadelibros.comPrimeraediciónenlibroelectrónico(epub):enerode2017ISBN:978-84-08-16669-6(epub)Conversiónalibroelectrónico:Àtona-VíctorIgual,S.L.www.victorigual.com

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TableofContentsCitasNOTAI.LUNES,1dejuliode2013

1.LASIRENADELMANZANARES2.TRESGRACIAS3.BELLA,SERENA,ETERNADiariodeMadelaineCruzdel1dejuliode2013

II.MARTES,2dejuliode20134.LASREINASDELESTRECHO5.VIVIMOSCONNUESTROSMUERTOS6.UNAMUELACARIADADiariodeMadelaineCruzdel2dejuliode2013

III.MIÉRCOLES,3dejuliode20137.LAQUINTATORRE8.UNMÓVIL9.BUTRÓNDiariodeMadelaineCruzdel3dejuliode2013

IV.JUEVES,4dejuliode201310.CALADOSHASTALOSHUESOS11.SINPERDÓN12.APALOSECO13.CLAVESYLLAVESDiariodeMadelaineCruzdel4dejuliode2013

V.VIERNES,5dejuliode201314.ENELLIMBO15.AVE,JORGE16.ENMARBELLA17.GIBRALTAR18.PÓKER

VI.SÁBADO,6dejuliode201319.CATALANBAY20.ELCICLISTADiariodeMadelaineCruzdel6dejuliode2013

VII.DOMINGO,7dejuliode201321.EPÍLOGO

13DEJULIOCréditos¡Encuentraaquítupróximalectura!