LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y MARÍA - corredentores · Así como el amor no se puede encerrar en un...

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LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y MARÍA FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANA No 7 Material formativo para las Comunidades Cristianas Arquidiócesis de Barquisimeto Este material ha sido elaborado por el Servicio Mariano de Comunicación Barquisimeto. Edo Lara. Año 2015 [email protected]

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LASANTÍSIMA

TRINIDAD YMARÍA

FOLLETOS DEFORMACIÓNCRISTIANA

No 7

Material formativo para las Comunidades Cristianas Arquidiócesis de Barquisimeto

Este material ha sido elaborado por elServicio Mariano de Comunicación

Barquisimeto. Edo Lara. Año [email protected]

La Revelación viene de lo alto y se difundepor medio de la Iglesia a todos los pueblos de la tierra

permite esta obra sin límites, y con ella, la Iglesia toda va recibiendo esaacción del Espíritu y construyéndose en sí misma como Reino de Dios.

Ejercicio:Vamos a buscar en la Biblia algunos pasajes donde encontramos a

María relacionada con la Santísima Trinidad, los meditamos y loscompartimos con los demás: la Anunciación (Lc 1,26-32), la Visitación(Lc 1,29-45), la Presentación (Lc 2,22-38), en el nacimiento de Jesús, (Lc2,1-20), en la Cruz (Lc 23,44-46 con Jn 19,25-27), en Pentecostés (Hch1,12 con Hch 2,1-13), en Caná (Jn 2,1-12), etc.

de cualquier circunstancia, y amar un poquito más cada día, nunca dejarde amar. (CEC 64. 144. 2030. 2617)

María representa a Jesús de la manera más perfecta, lo refleja, lotransmite; ella es también sacramento de Jesús.

María nos asegura que Jesús triunfó, que su sacrificio no fue inútil,porque ella está con Él en el cielo, Asunta y llena de la gloria de Dios.

María confirma la esperanza cristiana, ella está en el origenInmaculado de la Iglesia y es el modelo para que la Iglesia se vaya haciendoperfecta.

María y el Espíritu SantoEl Espíritu Santo no se ve, pero se

puede notar en las personas, se refleja enellas. Él actúa sin hacerse sentir, perotransforma los corazones, las mentes, lossentimientos, y por lo tanto transforma elmundo entero, renueva la faz de la tierra.

Así como el amor no se puede encerrar en un tubo de ensayo, perolo podemos notar en la gente, y hace hermosas a las personas, así mismo elEspíritu Santo, que es Amor, hace hermosas, transforma, glorifica a laspersonas, y en ellas se nota. (CEC 721-726)

María refleja más que ninguna otra creatura al Espíritu Santo;ella es su obra maestra, en María nos podemos dar cuenta que el EspírituSanto verdaderamente trabaja en la gente y por eso tenemos esperanza deque lo haga en nosotros.

Podemos decir que María es también sacramento del Espíritu Santo,porque viéndola a ella podemos percibirlo a Él, ella es su reflejo másperfecto.

En María el Espíritu actuó y actúa de la manera más libre, sinbarreras, sin obstáculos, construyendo el Reino. La humildad de María

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La Santísima Trinidad y MaríaEl Año Jubilar de la Misericordia

FOLLETOS DE FORMACIÓN CRISTIANAN. 7

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!Hoy celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad, que presenta

a nuestra contemplación y adoración la vida divina del Padre, del Hijo y delEspíritu Santo: una vida de comunión y de amor perfecto, origen y meta detodo el universo y de toda criatura ¡Dios! En la Trinidad reconocemostambién el modelo de la Iglesia, en la que estamos llamados a amarnoscomo Jesús nos ha amado. Y el amor es señal concreta que manifiesta la feen Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y el amor es el distintivo del cristiano,como nos ha dicho Jesús: “En esto todos reconocerán que ustedes son misdiscípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros” (Jn 13,35)....

Que la Virgen María, criatura perfecta de la Trinidad, nos ayude ahacer de toda nuestra vida, en los pequeños gestos y en las elecciones másimportantes, un himno de alabanza a Dios, que es Amor

(Papa Francisco - Angelus del 15-06-2014)

AÑO JUBILAR DE LA MISERICORDIAEl Papa Francisco anunció este

viernes, 13 de marzo de 2015, en la Basílicade San Pedro, la celebración de un AñoSanto extraordinario. Este Jubileo de laMisericordia se iniciará el presente año conla apertura de la Puerta Santa en la BasílicaVaticana durante la solemnidad de laInmaculada Concepción y concluirá el 20de noviembre de 2016 con la solemnidadde Nuestro Señor Jesucristo, Rey delUniverso. El Santo Padre, al inicio del año,exclamó: “Estamos viviendo el tiempo de lamisericordia. Éste es el tiempo de la misericordia. Hay tanta necesidad hoyde misericordia, y es importante que los fieles laicos la vivan y la lleven a losdiversos ambientes sociales. ¡Adelante!” La nueva bula, del 11 de Abril2015, se llama Misericordiae Vultus.

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LA SANTÍSIMA TRINIDAD EN EL AÑO JUBILAR

EN EL ANTIGUO TESTAMENTO (CEC 202)La Santísima Trinidad, que es Dios, Padre, Hijo y Espíritu

Santo, actuó desde el principio, nos muestra el libro del Génesis que alprincipio Dios Creador hizo el cielo y la tierra (Gn 1,1) y que su Espíriturevoloteaba sobre la faz de las aguas (Gn 1,2), y que todo fue hechomediante su Palabra: Y dijo Dios, haya luz, y hubo luz (Gn 1,3).

Desde el comienzo (CEC 260) la Santa Biblia nos dice en el Génesisque Dios cuando creó al hombre dijo: “Hagamos al hombre a Nuestraimagen y semejanza” (Gn 1,26). La revelación bíblica nos enseña queDios es una pluralidad de personas, por eso dice “hagamos” y no dice“hago”. Creador, Palabra, Espíritu. (Padre, Hijo y Espíritu Santo).

Desde el principio (CEC 2205) creó Dios al hombre a su imagen ysemejanza, en comunidad de personas, varón y mujer, para que uniéndoseen el amor vivan la comunión en su familia, con sus hijos y entren agozar de la Vida Divina. La imagen de Dios no está nada más en las variaspersonas sino también en la comunión, en el amor, porque Dios vive en unEterno Amor.

Los seres humanos escogieron desde el origen el rechazar a Dios(Gn 3); desobedecieron, y la SantísimaTrinidad no nos abandonó, dentro del desastrede perder la gracia, que significó la vida dura, lamuerte, las relaciones de maldad y opresión entrelos seres humanos, (Gn 3,16-19), les prometióque enviaría a un hombre, un Mesías, unSalvador que vencería al mal, que aplastaría lacabeza de la serpiente (el demonio), en algúnmomento de la historia humana. (Gn 3,15).

La acción de la Santa Trinidad continuó; (CEC 257-60) Dios nuncanos abandonó y se escogió un hombre, Abraham, (Gn 12,1-3), del cualsalió el pueblo de Israel, el Pueblo de Dios de la Antigua Alianza.

Por medio de mensajeros (ángeles) (Gn 32,25-30), de sueños, derevelaciones, se manifestó Dios a nuestros primeros padres en la fe, aAbraham, a su hijo Isaac, y a los hijos de sus hijos, (Jacob), y luego a loshijos de Jacob, sobre todo a José, que fue vendido como esclavo a Egipto(Gn 37,12-36).

Dios se siguió manifestando a ese Pueblo de la Antigua Alianza y les

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hoy siguen vigentes en todas las naciones de la tierra a través de sus propiasleyes y constituciones.

El Padre Dios fue educando al pueblo de Israel por medio de losprofetas, de los sabios, de los sacerdotes, de los reyes, de las santas mujeres,para enseñarnos a todos el camino verdadero, el del amor.

Tanto nos amó Dios que nos entregó a su Hijo, Él murió por nosotrosy cumplió la obra de la salvación, instaurando la Nueva y Definitiva Alianza,que llevaría a la humanidad a vivir el amor en forma plena y libre, sin lasataduras de la ley.

Pero además Dios nos envió su Espíritu para guiarnos, consolarnos,enseñarnos y llevarnos a su Reino.

Fue tanto el amor y la misericordia del Padre que además detodo, de acuerdo con el Hijo y el Espíritu, nos dejó a María, la Madrede Jesús.

Ella será siempre nuestra madre, la madre de todos los hombres,madre misericordiosa, siempre abierta, y en eso María refleja al Padre, quesiempre será Padre, siempre estará abierto, esperándonos con su amormisericordioso, dispuesto a perdonarnos.

Podríamos decir que María es sacramento del Padre, reflejo de suamor misericordioso, signo de su paternidad maternal entre los hombres,para siempre allí, presente, amorosa, atenta, solícita, para ayudarnos aencontrar la salvación.

María y el HijoLa persona que más fielmente cumplió

la voluntad, los preceptos, las enseñanzas deJesús, fue María, la más perfecta discípula,aunque no fue discípula como los apóstoles,sin embargo fue la que con mayor atención,sin ninguna sombra de traición fue fiel a su Hijo.

En la Cruz María siguió amando,siguió pernonándonos, nunca dejó de amaraún en medio del dolor más atroz quepodamos imaginar, de ver morir al Hijo de sus

entrañas, el querido Jesús, que era su único tesoro.Ella es el verdadero modelo para el cristiano, (CEC 964) junto

con los apóstoles, ella nos enseña cómo podemos y debemos ser cristianos,seguidores de Jesús, atentos a sus palabras y enseñanzas, sobre todo acumplir el mandamiento de la Nueva Alianza: Amar siempre, por encima

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La Santísima Trinidad nos sigueamando, nos sigue buscando, nos sigue salvando, yeste año es especial de gran júbilo. Todos loscristianos deben agradecerlo y aprovecharlo paracrecer hacia Dios.

Descubramos nuevamente nuestra identidadde cristianos, de católicos, universales, llamados aamar al mundo entero, llamados a la libertad de loshijos de Dios, llamados a transfigurar nuestraspersonas y el mundo todo con el amor infinito,poderoso y siempre nuevo de la Trinidad Santa, Padre, Hijo y EspírituSanto, que se manifestó en Jesucristo de la manera más admirable y por elcual nos han venido todas las gracias desde el comienzo de la creación.

Entreguemos a Dios todas las cosas haciendo esta oración:Trinidad Santa, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que eres un solo y

único Dios vivo y verdadero, te adoramos, te bendecimos, te glorificamos,te damos gracias por tu infinito amor, gracias por crearnos, gracias porredimirnos, gracias por llevarnos a tu amor y salvarnos.

Te entregamos y ofrecemos nuestras vidas, nuestras familias,nuestras labores, nuestros esfuerzos, nuestras alegrías y sufrimientos.Entra en ellos y habita siempre, llenando nuestras vidas con tu luz y tuamor, con tu verdad y tu libertad.

No nos dejes nunca solos que a nada llegaremos sin ti, tuyos somosy queremos ser para siempre, porque tuyo es el Reino, el Poder y laGloria.

Glorias sean dadas al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, el queera, el que es y el que será, por los siglos de los siglos. Amén.

MARÍA Y LA SANTÍSIMA TRINIDAD

María y el Padre (CEC 488-89)Nuestro Padre Dios quiso demostrarnos su amor y desde antiguo

se metió con la humanidad, desde el comienzo se reveló a los primeroshombres que habitaron la tierra, pero ellos prefirieron la soberbia y elorgullo de su propia conciencia, de su propio ego, y rechazaron a Dios.

Por medio de los primeros Padres nos habló Dios, por Abraham,por Jacob, por José, sobre todo también por Moisés, el siervo de Dios aquien Dios reveló la Antigua Alianza, los Diez Mandamientos, que todavía

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enseñaba poco poco a recuperar la relación que sehabía perdido en los primeros padres de lahumanidad.

A Moisés se le reveló en la zarza ardientedonde le manifestó que era el Dios de susantepasados, el mismo Dios de siempre, que nuncapasa de moda, el que era, el que es y el que será,Yahvé (Ex 3,1-15).

Dios se hizo sentir siempre de alguna maneray fue preparando al pueblo de Israel. El Espíritu deYahvé, que es el Espíritu Santo, actuó en los Profetas, como Ezequiel,Jeremías, Isaías, Zacarías, Amós, etc. y en los reyes y sabios como Salomón,David, y en los sacerdotes y en los jueces y en las santas mujeres como

Ruth, Judith, y también en el pueblo en general.Y fue creciendo lo que llamamos la

esperanza mesiánica, aquella promesa delcomienzo, que habría un hombre que iba avencer la serpiente, el mal, se fue haciendo cadavez más clara en Israel, como podemos ver enel profeta Isaías (Is 35), que nos habla del

Siervo de Yahvé (Is 52,13-53,12), y habla de la alianza nueva y eternaque va a firmar con la humanidad (Is 55,3-5). (CEC 236)

EN EL NUEVO TESTAMENTO (CEC 280. 1080)El pueblo de Israel se fue preparando, con personas pobres pero

ricas en la fe, los pobres de Dios, los pobres de Yahvé, los Anawin, queesperaban en Dios y vivían de acuerdo a sus mandatos. De esta gente eraJosé y María, y sus familiares. Dios preparó a María y encontró en ellaesa persona sin mancha, ese lugar hermoso donde enviar su Palabra, suHijo, para encarnarse y hacerse hombre, como nosotros (Jn 1,1-18), y enJesucristo hemos descubiero la gloria de Dios (Jn 1,14).

Así la Santa Trinidad ha seguido su plan de salvación para lahumanidad; ya entre nosotros hay uno que es Dios y forma parte tambiénde los hombres. Jesucristo, el hombre que más nos amó, y que dio su vidapor cada uno de nosotros. De esta manera podemos descubrir de verdadel llamado de Dios. Por amor nos creó y nos llama a entrar en eseamor; ese fue el decreto desde el principio. (CEC 430. 668)

Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su único Hijo (1Jn 3,9), y3

Jesucristo, la Palabra de Dios hecho hombre, dio suvida, su cuerpo y sangre por nosotros (Ef 1,7). De estamanera nos salvó, nos redimió, nos sacó del huecooscuro donde estábamos perdidos por causa de nuestrarebeldía y maldad, porque habíamos rechazado a Diosdesde el comienzo de la humanidad.

Dios es más fuerte que el ser humano y aunque elhombre haya cometido el pecado y roto por primera

vez la comunión con Dios, la Santísima Trinidad no deja de amarnos y nossalva con un amor que supera todo mal, incluso llega a vencer la mismamuerte, que era el castigo más grande para nosotros. Cuando entramos enel Amor de Dios comenzamos a vivir de nuevo, y ese amor nunca se nosva a quitar, ni siquiera con la muerte. (CEC 242. 254)

Después que Jesús ascendió a la derechadel Padre, nos envió al Espíritu Santo paraseguirnos revelando la verdad de Dios hasta laplenitud, para seguir santificando nuestra vida,para seguir creciendo en el amor y la comunión,en el perdón y la reconciliación. (Jn 16,7-15).

Nació la Iglesia que le costó a Jesucristosu propia sangre, y por su Espíritu se mantieneviva en la historia humana a través de los siglos,llevando adelante la obra de Dios, confrontandotodas las cosas con su amor manifestado en

Jesucristo, y haciendo que las tinieblas vayanretrocediendo cada día un poco más y que elamor vaya iluminando y liberando los corazones.

Ya podemos comenzar a vivir en eseReino de Dios, porque eso lo conquistóJesucristo para nosotros y con la fuerza de suEspíritu lo podemos lograr.

La Iglesia comenzó en María, la benditaMadre de Jesús (Lc 1,26-38), en José, en lagente que se unió a Jesús, en los Apóstoles, que

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son los primeros testigos de Jesucristo. (CEC 967. 972)Llamamos a este año Jubilar o de Júbilo, que viene de “Jubil”, que

eran los cuernos que los judíos hacían sonar en años especiales, cada 50años generalmente, donde debía liberarse al esclavo, perdonar las

deudas, entregar los terrenos y las cosas que se habían quitado a otros, esdecir, un año especial de liberación, de reconciliación, de reencuentrocon Dios y entre los hermanos.

La Iglesia Católica celebró desde muchos años atrás el año jubilarcada 50 años y en otras ocasiones especiales como años santos marianos,este es un año muy especial para la Iglesia.

En ese año de júbilo estuvimos celebrando los dos mil años delnacimiento de Jesús, y el Papa Juan Pablo IIdecretó un año especial de Júbilo, de alegría, dereconciliación, donde los cristianos estamosllamados a renovar nuestra fe en Dios.

Para esto, por ser el sucesor de Pedro ycon la autoridad que el mismo Jesucristo le dio aPedro (Jn 21,15-17), el Papa decretó con el poderde atar y desatar que Cristo le dio, un decretopara invocar la misericordia de Dios, y lograr loque llamamos la Indulgencia Plenaria, quesignifica la liberación de todas las deudas que

teníamos con Dios, si realizamos ciertos actos de fe, como son elconfesarnos, comulgar en una misa celebrada en un lugar designado,como el templo parroquial; en este añoa laindulgencia por la Divina Misericordia fue el IIdomingo de Pascua, el 12 de Abril de 2015, en cadatemplo parroquial del mundo. Además tenemos querezar de corazón por las intenciones de laIglesia, sobre todo por el Papa, que la representatoda, y hacer obras de misericordia y caridad,más de lo que normalmente estamos acostumbrados, como es ayudar alque necesita, visitar al enfermo, compartir nuestras cosas con otros,reconciliarnos con aquellas personas que tenemos problemas, etc.

Aprovechemos este año tan especial, donde recordamos yagradecemos esos más de dos mil años de la presencia bendita deCristo entre nosotros, donde se ha derramado su Misericordia; enseñadotanto a la humanidad, donde se han perdonado tantos pecados en su nombre,donde tanta gente se ha alimentado de su Cuerpo bendito en la Eucaristía.

Hagamos también nosotros eso que nos pide el Papa y ganemos laindulgencia plenaria, que la gracia de Dios vale más que todas las cosasmateriales.

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