Adame Briseño Juan Ociel 04 de noviembre de 2015

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La revolución mexicana y su relaciones con el exterior

Antes pensaba que la revolución mexicana había sido hecha estrictamente por y

para los mexicanos y mexicanas. Estaba parcialmente equivocado. Si al igual que

yo quieres saber en dónde está el error, te invito a que me sigas leyendo.

Investigando un poco sobre la relación de la revolución mexicana con otros países

me encontré con el texto de dos autores: Friedrich Katz1 y John Hart2. El primero es

un reconocido académico experto en la revolución mexicana su texto estuvo

pensado para un público interesado en el tema. El segundo no tan afamado, pero

igualmente experto en el área escribe para un público más amplio. Ambos analizan

las relaciones exteriores y su repercusión en México.

Katz enfoca más su atención en analizar como las relaciones exteriores de las

potencias de la época (Estados Unidos y Alemania principalmente) afectaron el

curso de la revolución mexicana. Hart centra su atención en como la revolución

mexicana afectó las relaciones entre mexicanos y estadounidenses dentro de

México. En este sentido Katz es más eurocéntrico en su análisis, pero con miras

internacionales, mientras que Hart es más local. Con estas observaciones en mente

realice hice mi análisis de la revolución mexicana.

Primero es importante señalar que ambos autores comparten la explicación de que

los intereses económicos, políticos y militares de Estados Unidos estuvieron

presentes en México en todo momento. Estos intereses llevaron a la intromisión de

Estados Unidos en distintos momentos de la lucha, ya sea para derrocar a una

facción o para apoyarla; para apoyar un objetivo o para atacarlo. Los intereses más

evidentes por su importancia eran los económicos. La revolución afectó no sólo los

1 Friedrich Katz, La guerra secreta en México, Europa, Estados Unidos y la revolución mexicana, 2° edición, 6° reimpresión, Isabel Fraire, José Luis Hoyo (trad.), México, Era, 2005. Problemas de México

2 John M. Hart, Imperio y revolución Estadounidenses en México desde la guerra civil hasta finales del siglo XX, Enrique Mercado (trad.), México, Océano, 2010.

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bienes materiales, sino las inversiones, las relaciones económicas y los proyectos

a corto, mediano y largo plazo.

La mayoría de personas que conocemos la revolución mexicana estamos

familiarizados con las causas sociales que detonaron la revolución. El descontento

obrero y campesino era algo generalizado entre la población. El caso campesino es

probablemente el que tengamos más presente por lo cruento de su situación y la

explotación laboral que rozaba con el esclavismo. Esta forma de trabajo semi

esclavista o de peones acasillados fue una forma de producción compartida por

todos los hacendados en el país3. En menor o mayor medida, el rencor hacia el

patrón era lo que unificaba a los oprimidos, sin embargo cuando el opresor era un

extranjero, al descontento de clase se sumaba un descontento de raza.

Cuando la revolución estalló los intereses internacionales en México estuvieron en

pugna a la par que estuvieron en pugna las distintas facciones revolucionarias. El

primer gobierno en disputa fue el de Madero. Madero fue apoyado por Estados

Unidos para derrocar a Díaz pues éste prefería favorecer a los europeos antes que

a los estadounidenses4. Sin embargo, Madero fue poco estratégico a lo interno y a

lo externo. No modificó la estructura del antiguo régimen pues dejó a los

funcionarios porfiristas y no dio oportunidad para que la gente que apoyo a Madero

accediera a los antiguos puestos de poder. Aunado a esto, tampoco favoreció a los

intereses de Estados Unidos. Esto fue la causa de que su gobierno se fuera

quedando sin apoyo. Los intereses internacionales apostaron a un nuevo personaje:

Huerta.

3 Hart, Op. Cit. p. 263.

4 Ibid. p. 258.

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Katz señala que cada país, según la etapa de la revolución favoreció a un personaje

en disputa. Gran Bretaña apoyó a Huerta, Alemania apostaba por Carranza y

Estados Unidos tuvo distintos intereses según la situación, la época y la región5.

Cuando Huerta cayó no sólo por la oposición de los revolucionarios, sino y en gran

medida por el apoyo de Estados Unidos a Carranza. Fueron los intereses

económicos en Estados Unidos quienes decidieron armar logística y materialmente

a Carranza para que formara su ejército constitucionalista. Esto apoyo lo obtuvo

gracias a sus buenas relaciones con estadounidenses cuando fue gobernador de

Coahuila6 y las negociaciones con el presidente de Estados Unidos Woodrow

Wilson, en las cuales se ofrecía protección a los intereses estadounidenses a

cambio de apoyo material y reconocimiento político.7

Este apoyo que recibió rápidamente comenzó a declinar. Carranza como todos los

revolucionarios (e inclusive Porfirio Díaz) veían mal la intromisión de Estados Unidos

en México, pues atentaba contra la soberanía nacional. En este sentido Carranza

se sirvió de las mismas estrategias que sus antecesores en el poder: se acercó y

negocio con las clases medias y altas; regreso propiedades y favoreció a los

europeos sobre los estadounidenses. Fueron estas políticas y en especial la ulima

la que causó su derrocamiento, esta vez por de La Huerta y Obregón.8

Pero no todo fueron apoyos. Los intereses de Estados Unidos también encontraron

oposición. Fueron los revolucionarios quienes pusieron en jaque la influencia

estadounidense en México, y motivaron las subsecuentes intervenciones directas e

indirectas.

5 Katz, Op. Cit. p. 621.

6 Hart, Op. Cit. p.285.

7 Ibid. p. 288; Katz, Op. Cit. p. 600.

8 Katz, Op. Cit. p. 591-607.

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El caso más claro de oposición a Estados Unidos fue Pancho Villa. Su estrategia

como la de muchos revolucionarios se basó en el ataque a propiedades de

hacendados en especial las extranjeras. Hubo un ataque sistemático a propiedades

de estadounidenses9. El repertorio de acción de los revolucionarios en lo general

consistía en: invadir, robar, dinamitar, pillar e incendiar, viviendas, oficinas y

maquinaria.10 Estos hechos y las confiscaciones saqueos y destrucción causaron

la ruina de muchos estadounidenses en México. Por todo lo anterior Villa fue el

objetivo principal de Estados Unidos durante la expedición punitiva en México. Dicha

persecución, la entrada del ejército de Estados Unidos en México, y la aprobación

de Carranza fueron motivos que ayudaron a que los revolucionarios se unificaran

en su odio contra Estados Unidos y Carranza.

Todos estos hechos provocaron que muchos Estadounidenses tuvieran una suerte

cambiante y en lo general negativa. Muestra de ello nos la da un relato del rato

dado a los estadounidenses capturados:

[…] incautó la hacienda, tomó prisioneros a los Sturgis y los llevó consigo. Durante cerca de seis meses, los sometió a marchas forzadas, trabajo pesado, privación de sueño, semiinanición y mendicidad en el curso de sus campañas en Chiapas y el Istmo de Tehuantepec. Cal y Mayor no buscaba ganancias pecuniarias. No pidió rescate. Sarah Keenright murió durante esa penosa experiencia a causa de tan severas condiciones11.

Pero no todo fue penuria para los estadounidenses radicados en México. Algunos

aprovecharon el terror de sus compatriotas y compraron sus propiedades a precios

de ganga.12 Otros mejoraron temporalmente las condiciones laborales de sus

hacendados para evitar el duro castigo de los revolucionarios. Y otros más se aliaron

9 Hart, Op. Cit. p. 256-58.

10 Ibid. p. 270.

11 Ibid. p. 303.

12 Katz, Op. Cit. p. 636.

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con los caudillos en turno del lugar, esto les favoreció pues eliminó a sus vecinos

competidores13.

Finalmente la revolución fue una lucha entre potencias. Como Katz concluyó las

revoluciones siempre están al servicio de los intereses imperialistas14. Estados

Unidos fue el indiscutible ganador. Minó la injerencia de Alemania, Gran Bretaña y

Francia en México. Estas no pudieron hacerle frente por su situación en la Primera

Guerra Mundial. Esta situación fue aprovechada por los revolucionarios y actores

en pugna. Por ejemplo, Carranza se apoyó de Alemania para invertir en México y

así tener un beneficio económico mutuo15.

Todos estos datos que presento de manera escueta son sólo una forma de dibujar

el panorama de la revolución. En la revolución no sólo lucharon los típicos

bigotones, a caballo apoyados por ejércitos de sombrerudos. Hubo gente que no

ensució su lujoso smoking y que sin embargo tuvo tanta importancia en la lucha

revolucionaria como la tuvo cualquier hombre con canana al pecho. Finalmente me

queda invitarte a que consultes los libros y te des una idea más detallada de estas

intervenciones y la influencia recíproca que tuvieron tanto los revolucionarios con

los intereses internacionales y viceversa.

13 Hart, Op. Cit. p. 304.

14 Katz, Op. Cit. p. 620.

15 Ibid. p. 612.