LA REPÚBLICA CONSERVADORA

La República Conservadora se desarrolló, en nuestro país, durante el período de 1880-1916. Su nombre hace referencia a un sistema político que estaba gobernado por unas pocas personas, todas ellas provenientes de la clase alta, llamada también, oligarquía. El objetivo de este reducido grupo era mantenerse en el gobierno utilizando diversas estrategias, una de ellas era el control político mediante el cual familiares, amigos y hombres de confianza ocupaban los principales cargos de gobierno. Sin embargo, el principal método utilizado para perpetuarse en el poder fue el fraude electoral debido a que el voto o sufragio era cantado, es decir, no era secreto ni tampoco era obligatorio. Además, la mayoría de las veces el voto era pagado, el recuento falso y, obviamente, se impedía el acceso a los opositores. No existían padrones fijos, por lo tanto, una persona podía votar más de una vez en diversos lugares o se utilizaba la documentación de personas fallecidas.

Esta época fue impulsada por la llamada GENERACIÓN DEL 80, la cual realizó una combinación de liberalismo económico cuya base era la libertad de mercado con el fin de favorecer el MODELO AGROEXPORTADOR y, principalmente, el CONSERVADURISMO POLÍTICO que excluía de la participación política a los demás sectores sociales. A pesar de ello, el proyecto de la oligarquía no se hallaba libre de conflictos. El avance de los sectores medios implicaba una amenaza, en tanto este grupo intentaba hallar una forma de expresión política que era potencialmente peligrosa para los sectores dirigentes. Por otra parte, el avance de las ideas socialistas, sindicalistas y anarquistas dentro del sector obrero significaban un cuestionamiento al orden existente, ya que no sólo buscaban reivindicar sus derechos, sino que en algunos casos proponían modelos alternativos de organización social. De esta manera, la “cuestión social” se transformó en un elemento clave del período que conllevó a la caída de la REPÚBLICA CONSERVADORA.