LA REPUBLICA ARGENTINA ATACADA

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"LA REPÚBLICA ATACADA" Narra en todo su contenido una visión real de la Guerra Revolucionaria que azotó al país en la segunda mitad del siglo pasado. Toma como núcleo central la "Decada del 70", incluyendo antecedentes anteriores y posteriores a ese período. En sus dieciséis capítulos, el lector encontrará abundante información sobre la "Verdad Histórica".INTRODUCCIÓN El trabajo que se desarrollará a continuación, resume un panorama completo del período más sangriento que afrontó La República

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"LA REPBLICA ATACADA" Narra en todo su contenido una visin real de la Guerra Revolucionaria que azot al pas en la segunda mitad del siglo pasado. Toma como ncleo central la "Decada del 70", incluyendo antecedentes anteriores y posteriores a ese perodo. En sus diecisis captulos, el lector encontrar abundante informacin sobre la "Verdad Histrica".

INTRODUCCIN El trabajo que se desarrollar a continuacin, resume un panorama completo del perodo ms sangriento que afront La Repblica en el siglo pasado. Se ha querido reunir en forma los ms coherente posible todas las etapas vividas en este proceso de guerra Revolucionaria, empezando por sus orgenes, eslabonando los acontecimientos , haciendo mencin a los hechos ms importantes, mencionando las victimas no todas - algunas por sus nombres - destacando comentarios textuales de grandes e importantes personalidades polticas del momento y an as, debe quedar claro, que en un trabajo como este, no se habra podido reunir todos los antecedentes de lo que lleva implcito el ncleo central, de considerar a LA DCADA DEL 70 coma la etapa de la vida Argentina mas cruenta y difcil, - atrevindome a decir, por el conocimiento de nuestra historia - como una de las ms graves de toda su existencia como Nacin independiente y soberana. Si tuviramos que dar un veredicto conceptual de todo su contenido, podramos decir que para aquellas personas interesadas en conocer nuestro pasado, lo aqu expuesto, constituye a nuestro juicio LA VERDAD HISTRICA, ya que su contenido esta conformado de hechos ciertos y reales, reconociendo aciertos y errores, mucho de los cuales, han sido obtenidos de documentos oficiales, peridicos, revistas y de toda aquella informacin de las fuerzas de ambos bandos, complementada en algunos casos con datos y antecedentes tomados del exterior. Finalmente me atrevera a decir, que la lectura, consiente y minuciosa de este trabajo, permitira estar en condiciones de obtener un panorama completo de lo que fue LA DCADA DEL 70 con los complementos indispensables de los hechos anteriores y posteriores a ese periodo.

El desarrollo del trabajo esta dividido en en los siguientes ttulos: I. Bases doctrinarias - Breve analisis de la situacin alcanzada en nuestro pas. II. Marco General de la agresin marxi0sta a nivel mundial. III. Apretada sintesis cronologicade la accin terrorista marxista en el mundo. IV. Origenes de la agresin terrorista en nuestro pas. V. Suscinto relato de algunos de los episodios mas resonantes protagonizados por el terrorismo. VI. Caracterizacin ideologica de los principalers movimientos terroristas. VII. Desarrollo de la agresin terrorista como Guerra Revolucionaria.

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VIII. Evolucion del conocimiento de las organizaciones terroristas por parte del Estado. IX. Empeamiento del Poder Militar. X. Anlisis jurco de los hechos. XI. Consideraciones finales. XII. Detalles estadisticos sobre las victimas producidas por la subversin terrorista. XIII.Manifestacines y efectos del accionar subversivo en el mbito educativo nacional. XIV. Actividades del terrorismo en el mbito laboral. XV. Manifestacines y efectos del accionar terrorista en el rea de educacin. XVI. Manifestacines y efectos del accionar subversivo en el mbito de la justicia.

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CAPTULO I Breve analisis de la situacin alcanzada en nuestro pas. A.- BASES DOCTRINARIAS. Primero iniciaremos expresando que como proceso de violencia, naci con la misma civilizacin, pero que esta clasificacin se afirma, se consolida y queda debidamente certificada y doctrinariamente establecida despus de la II Guerra Mundial. A partir de all, queda firme en la clasificacin doctrinaria como guerra, pero con la particularidad de que esta ha tenido un principio como tal pero no tenido fin y tal vez no lo tendr, ya que su presencia y desarrollo, se ha venido produciendo sin solucin de continuidad en varias regiones del mundo donde acta desde aquel entonces. Esta guerra vive y convive con todas las sociedades, sin distincin de fronteras o regiones, aprovechando todas aquellas situaciones que podamos imaginar, se mimetiza, desarrolla y evoluciona segn sea la situacin particular que presenta cada sociedad, pas o regin, se exporta, se importa y busca cualquier mtodo, violento o no, para la conquista del poder. Por eso se dice que la raz o naturaleza es distinta a las otras formas o tipo de guerra - nuclear, convencional, clsica, etc. - en sus distintas variantes de clasificacin. La naturaleza de la G.R. es intrnsicamente ideolgica, por que busca el dominio del espritu del hombre, dirigida a la conquista de la sociedad, destruyendo sus bases culturales a travs de una metodologa, que en funcin de esa naturaleza, se va adaptando a las exigencias propias que la situacin le impone en cada uno de los teatros de operaciones donde acta. Ejemplo de lo expresado lo tenemos en varios pases de Amrica Latina, donde este extenso continente afronta diferentes situaciones, mediante la aplicacin de este flagelo revolucionario. Colombia, Mxico, Brasil, Ecuador, Per, presentan casos con distintos desarrollos que van desde la aceptacin poltica abierta a situaciones de clandestinidad, con distintas graduaciones. La situacin de nuestro pas requiere un estudio especial, siendo por lo tanto los fundamentos de este trabajo. Cuando estas caractersticas chocan se produce el conflicto y estallan los hechos. La G.R. se ajusta en su desarrollo a varias caractersticas particulares, a travs de la metodologa que ambos se ven obligados a aplicar. Casi nunca la guerra est declarada, como suele ocurrir al principio de las acciones; en otros, como en nuestro pas la guerra la declar el enemigo revolucionario y la certific el Poder Ejecutivo a travs de Decretos Leyes. En la G.R., la subversin, dentro del vasto anlisis que se puede hacer de este trmino, agrupa a un conjunto de metodologas que constituyen las bases fundamentales donde se apoyan sus principios y se sustenta su doctrina. As tenemos al terrorismo sistemtico y selectivo, el campo psicolgico en todas sus manifestaciones, la infiltracin en las distintas reas del estado, el uso de la droga, etc. Todo lo cual coadyuva al objetivo final que es la conquista del hombre para la toma del poder. La G.R. es un hecho poltico y sus resultados generarn siempre situaciones polticas que debern ser juzgadas como tal, ms an, cuando el proceso de su desarrollo haya sido interno. Cuando se desata y es reconocida como tal, los hechos producidos, producto de su propia naturaleza, son polticos y no podran nunca estar sujetos a la aplicacin de una justicia ordinaria penal. Claro est, que esta situacin ocurrira cuando triunfan las fuerzas del orden, dado que en caso contrario, el Estado-Nacin, se vera sometido a un rgimen totalitario y por supuesto anrquico y en donde el imperio del poder asumira las caractersticas del sector triunfante.

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Para finalizar esta parte del trabajo, mencionar que la Guerra Revolucionaria, se caracteriza por: El marco interno tctico de la guerra y su desarrollo para pasar al nivel estratgico (fases). Su flexibilidad y dinamismo operativo. El anonimato inicial de su conduccin tctica y estratgica superior. Los alcances universales de su desarrollo. La indefinida duracin del conflicto. La facilidad de desplazamiento a diferentes reas y teatros de operaciones. La imposibilidad de precisar desde un principio al enemigo principal. Las hostilidades de un enemigo sin territorio que flota en los trescientos sesenta grados y/o eventualmente desde zonas dominadas. La aplicacin de una variada metodologa de accin, abriendo el camino para la toma del poder. La servidumbre hacia una ideologa. Una guerra impulsada por un imperialismo con aspiraciones de dominacin mundial. El terreno de su ejecucin ms que topogrfico es psquico. Persigue ideolgicamente la conquista del hombre a travs de su mente. Es un proceso poltico de penetracin sin tiempo definido, planificado para responder al corto, mediano y largo plazo, que se lleva adelante como la situacin lo permita o lo imponga y en donde las condiciones de factibilidad y practicidad prevalecen sobre los principios ticos y morales. Como conclusin final de esta parte del tema, podemos agregar: Doctrinariamente, la batalla decisiva que busca el triunfo definitivo, es siempre el encuentro entre dos maniobras operativas. Esto no se da en la GUERRA REVOLUCIONARIA, donde la maniobra es conducida a no dirimir el resultado final en una batalla especfica, sino a travs de la confrontacin de sucesivos hechos que conducen irremediablemente a la toma del poder, desarrollando por lo tanto una accin extremadamente flexible, no acuciada por el tiempo, adaptada a todas las situaciones, abarcando la integridad humana como objetivo para llegar finalmente a la conquista de ese poder total . B.- BREVE ANLISIS DE LA SITUACIN ALCANZADA POR NUESTRO PAS. La agresin del terrorismo en la Argentina no fue una accin de grupos terroristas aislados, sino que fue implementada a travs de verdaderas estructuras blicas cuya mejor definicin es la de ejrcitos irregulares . Sobre este tema, el pas ha estado recibiendo permanentemente durante estas dos ltimas dcadas, informacin incompleta y totalmente distorsionada sobre la agresin terrorista que puso en riesgo la existencia misma de la Repblica.

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En la dcada del 70/79 se produjeron ms de 20.000 hechos terroristas. Entre ellos. Los principales fueron: 1.501 asesinatos. 5.213 atentados con explosivos. 1.032 atentados incendiarios. Ms de 20 copamientos de localidades. Ms de 40 ataques a elementos de las fuerzas legales (entre ellos ataques a guarniciones militares, con robos de salas de armas completas, secuestros de jefes de unidades militares, asesinatos de soldados, suboficiales y oficiales y de familiares de stos, ataques a comisaras, etc). Control, durante tiempo prolongado, de un amplio sector geogrfico en la Provincia de Tucumn. Y muchos otros episodios que completan el cuadro cuantitativo y cualitativo de todos los acontecimientos producidos. El diario THE TIMES de Londres deca en 1977: "Se ha olvidado en el extranjero que cuando los militares argentinos lanzaron su campaa contra el terrorismo, en marzo de 1976, la sociedad y el Estado estaban al borde del colapso. Que el terrorismo comenz al final de los aos 61 y haba alcanzado los secuestros en Alemania Occidental y los disparos a las piernas en Italia como juegos de nios contra la sociedad. La Argentina fue lenta para responder decisivamente al terrorismo, - en parte porque tuvo muchos otros problemas, - an despus de varios secuestros y asesinatos tan renombrados como el del seor Schleber, los del ex presidente General Pedro Aramburu, por los montoneros en 1970, y el seor Oberdan Sallustro, el jefe de FIAT en la Argentina, por parte del trotskista ERP en 1972, son slo unos ejemplos. Cuando la respuesta vino, mucha sangre se haba derramado como para esperar demasiada cautela en la misma. Los terroristas italianos y germanos occidentales no pueden ser comparados con la fuerza y la ferocidad de los dos grupos argentinos, ambos actualmente casi aniquilados... Los terroristas de la Argentina -agrega el TIMES- casi controlaron el corazn de una provincia montaosa, asaltaron cuarteles militares y una capital provincial armas en mano, y virtualmente tomaron, a veces, distritos enteros de ciudades, ellos "ejecutaron' a 14 oficiales del Ejrcito en las calles durante 1974, mientras un gobierno elegido democrticamente estaba en el poder, secuestraron a centenares de hombres de negocios, balearon a muchos lderes sindicales y sacerdotes opuestos a su accin, y durante seis aos estuvieron colocando bombas en cafs, hoteles, supermercados, fbricas, exposiciones, instalaciones militares, elevadores de granos, aeropuertos, casas de familia y estaciones de polica ... Quienes vivieron en nuestro pas en esa poca tienen -en general- un adecuado conocimiento sobre la envergadura de esa agresin. Pero las nuevas generaciones no. Y all opera entonces intensamente la teora "gramsciana" como duea absoluta del campo comunicacional, logrando desinformarlas con campaas psicolgicas que esgrimieron argumentos tales como: Hacer un paralelo, con la forma en que en ITALIA pudieron ser desarticuladas las Brigadas Rojas (banda terrorista de izquierda, que estaba formada por slo una docena de integrantes con la nica capacidad de algn secuestro, asesinato o algn atentado con explosivos) mediante la accin de sus fuerzas policiales y de la justicia comn y que fue slo un mero hecho policial, comparado con la forma en que se combati al

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terrorismo en la Argentina, donde se haba conformando lo que fue una guerra en todo el sentido completo de este trmino, comporta una total equivocacin, adems de una desinformacin completa de los hechos. Debe tenerse especialmente en cuenta que los integrantes de las bandas terroristas que actuaron en la Argentina, llegaron a ser ms de 20.000, con la capacidad de efectuar las acciones que ms arriba hemos sintetizados y a lo que debe sumarse el elevado grado de infiltracin en todo el aparato del Estado, lo que veremos ms adelante, fuera denunciado por el mismo gobierno constitucional. Este tipo de mensaje totalmente divorciado de la realidad de los hechos, fue profusamente difundido y slo rebatido por algunas cartas de lectores que algn peridico permitiera publicar. Para tener una idea de la fuerza de esta campaa, bastara mencionar que uno de los ms destacados periodistas polticos, el Dr. Mariano Grondona, tambin esgrimi este argumento en su programa. Y en este caso no puede tratarse de un juicio equivocado por desconocimiento de los hechos, ya que el mencionado periodista (es tambin profesor universitario) tiene suficientes conocimientos afines del tema (Por largos aos fue profesor de la Escuela Superior de Guerra) y segn comentarios, en la dcada del 60 fue colaborador rentado del Servicio de Inteligencia del Ejrcito y durante el proceso militar con que termina en 1983, tambin fue colaborador rentado de la Secretara de Inteligencia de Estado. Definir a los delincuentes terroristas como jvenes idealistas perseguidos por una feroz represin ilcita, usando todo tipo de mensajes, algunos abiertos, otros casi subliminales, representa una metamorfosis en el anlisis real de los hechos, por ejemplo: La pelcula 'La noche de los lpices". La pelcula "La historia oficial". Expresiones de Ernesto Sbato tales como "En medio de la relatividad y el acomodo que por lo general es el mundo de los mayores, es explicable que hasta los chicos lleguen a tirar bombas" (Revista EXTRA - abril de 1980). Trminos como desaparecidos que con slo mencionarlos parecera que nos encontramos frente a un ser idealista, totalmente despojado de lo que seguramente fue su verdadera situacin revolucionaria. El mismo Sbato expres en Mina Clavero (Crdoba) (Ver La Nacin del 9/2/97): "El mundo, que fue atroz siempre y ser siempre as, es salvado por sus santos, sus mrtires, sus hroes". Dijo tambin Sbato: "El Che Guevara est ms all de la revolucin cubana, est por encima de las ideologas, est con los ideales. Qu comunismo ni que ocho cuartos: es un santo y un hroe ". Puede inferirse que la clara intencin de la proyeccin de este tipo de imgenes lleva subliminalmente- a pretender cohonestar la accin de los delincuentes terroristas que ensangrentaron nuestro pas, siguiendo las lneas de accin de este "hroe y santo": el Che Guevara. Aparece as, en toda su descarnada realidad el proceso de metamorfosis de la imagen de los delincuentes terroristas. Durante la poca en que el terrorismo desarrollaba las acciones que antes hemos sintetizado, la sociedad Argentina tena una imagen clara de su significado. Su imagen era la de una fuerza demonaca que ensangrentaba a la Repblica.

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Al inicio de la dcada de los ochenta, cuando era ya evidente la derrota militar del terrorismo, fue lanzada la teora de "los dos demonios": segn ella eran tan malos los terroristas como quienes los combatan. Como paralelamente y especialmente a partir del frustrante desenlace del episodio Malvinas, la consistencia del llamado Proceso de Reorganizacin Nacional se debilit vertiginosamente, los interesados ideolgicos acompaados por muchos de los principales comunicadores sociales se sumaron a la proyeccin de esa imagen de "los dos demonios", como forma de tomar distancia de un gobierno en plena retirada desordenada. Con el transcurso del tiempo y en especial a partir del gobierno del Presidente Alfonsn, se fue haciendo nfasis, casi exclusivamente, en los considerados excesos de las fuerzas legales en la guerra contra el terrorismo el llamado terrorismo de estado, que anula la teora anterior quedando el terrorismo de estado como el nico demonio existente, mientras que la mencin a la accin terrorista era cada vez menor. Se iba imponiendo la idea de que estos eran perseguidos polticos (posteriormente desaparecidos). Para mejor interpretar el modo como se inform a la opinin pblica buscando el desprestigio de las Fuerzas Armadas, debe adems tenerse en cuenta, el siguiente episodio: Como consecuencia de que la accin contra las Fuerzas Armadas por su lucha contra el terrorismo, patrocinada fundamentalmente por el gobierno del presidente Alfonsn, se ejerca principal y masivamente a travs de los medios de comunicacin en poder del Estado (en esa poca los canales de TV y numerosas radios) hubo algunas protestas y el doctor Trccoli, en ese momento Ministro del Interior, manifest que tambin tendran cabida en los medios de comunicacin estatales, los mensajes de quienes apoyaban el modo como las Fuerzas Armadas combatieron el terrorismo. Por supuesto, eso nunca sucedi. Y aqu conviene rescatar, para encontrar explicacin a lo antedicho, lo que menciona el doctor Arturo Frondizi, reconocido como uno de los grandes estadistas que tuvo nuestro pas. ("La Nacin Argentina y sus Fuerzas Armadas". Biblioteca del Oficial - Crculo Militar- 1992) sobre el doctor Trccoli: Para referir algunas paradojas y contradicciones de ciertos hombres pblicos que con tanto nfasis criticaron a las Fuerzas Armadas en su participacin en la lucha contra la subversin har mencin a las expresiones del doctor Antonio Trccoli, quien desempendose como diputado nacional y presidente del bloque radical, en oportunidad que un grupo guerrillero atac, en 1974, el regimiento de Infantera Aerotransportada con asiento en la ciudad de Catamarca (RI 17), expres lo siguiente: "Son dos bandos en lucha, sera de desear que el hecho en s, quede circunscrito al mismo..." "Esto es, que para l en su condicin de alto funcionario pblico, ciudadano argentino y adems democrtico, eran lo mismo los guerrilleros que atacaron el regimiento, que los oficiales, suboficiales y soldados que valientemente defendieron al rgimen republicano, a sus instituciones y a la sociedad argentina." Como ya hemos sealado, Sbato acaba de expresar que el "che Guevara es un santo y un hroe, expresiones que algunos comunicadores sociales comenzaron a repetir y que hoy -ao 2001- est debidamente certificado. Desde esa ptica y dada la identificacin recproca entre el "che" y los delincuentes terroristas que asolaron a la Argentina qu pueden ser stos sino slo idealistas, seguidores de un "santo y un hroe"?. Como broche de oro, en una medida incomprensible por lo incoherente, el gobierno nacional dispuso, como homenaje a Guevara la impresin de una serie de estampillas con su imagen.

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En sntesis: As se cierra este proceso de metamorfosis de la imagen de los delincuentes terroristas. Se parti de una imagen negativa del terrorismo, producto de sus acciones. Eran "el demonio". Luego se pas a la imagen de "los dos demonios". Por ltimo a la de un slo demonio "las fuerzas armadas que lucharon contra el terrorismo". Ahora los delincuentes terroristas aparecen como idealistas brutalmente reprimidos por las Fuerzas Armadas. Y esta tergiversacin de imgenes es coherente con los hechos que se han sucedido y se siguen sucediendo. Mientras a travs de los medios de comunicacin se persiste en el ataque a las Fuerzas Armadas por su accionar en la Guerra Revolucionaria y se omite toda referencia a la violencia dominada por el terrorismo, todos los integrantes de las bandas terroristas gozan de todos sus derechos ciudadanos y fueron designados en muchos casos en importantes cargos pblicos, pero quienes fueron comandantes de las Fuerzas Armadas perdieron sus grados, sus derechos civiles y estn detenidos. Tratar de subsanar esa falencia informativa es el motivo que me ha llevado a investigar, del modo ms objetivo posible y en sus mismas fuentes este perodo aciago de nuestra historia reciente. Para ello trataremos de dibujar en sus trazos ms gruesos, el escenario en el que se desarrollaron los hechos en el pas en los ltimos treinta aos Pero como nuestro deseo no es confundir, sino contribuir a clarificar nuestro pasado, nos sentimos en la obligacin de sealar que, salvo la informacin que hemos obtenido de fuentes pblicas y de las propias fuerzas subversivas las otras fuentes consultadas fueron parte del conflicto ya que integraron el brazo armado de la Patria, convocado por un gobierno constitucional para aniquilar al terrorismo. Estamos convencidas que la campaa de accin sicolgica llevada contra las Fuerzas Armadas hasta la saturacin, ha sido asumida como verdad indiscutida por amplios sectores de la opinin pblica. Ello conforma a no dudar que esa saturacin ha dado origen a una verdadera impregnacin psicolgica, que en definitiva, se ha transformado en un verdadero lavado de cerebro. Cuando en 1984 un grupo cualitativa y cuantitativamente importante de ciudadanos pretendi quebrar ese nico mensaje, publicando una solicitada en apoyo de las Fuerzas Armadas en su lucha contra el terrorismo, por denuncia de Horacio Verbitsky, (segn por l mismo declarado, en su momento destacado dirigente de la banda terrorista montoneros y por resolucin del Juez Irurzn) se efectiviz la censura previa (prohibida por la constitucin nacional) para impedir su publicacin. Hoy, difcilmente pueda ser avasallada la libertad de prensa que goza ahora nuestro pas.

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CAPTULO II Marco General de la agresin marxi0sta a nivel mundial. I.- GENERALIDADES. No sera lgico entrar de lleno al anlisis del tema si antes no plantesemos dos reflexiones que, por conocidas, permanentemente se dejan de lado y desfiguran, por ende, el camino que lleva a una verdadera solucin del grave problema que enfrent y enfrenta an la humanidad y nuestro pas, en particular. La primera reflexin est referida a los ingredientes de la subversin Ellos son, en primer lugar el factor psicolgico consistente en la captacin mental del enemigo; por lo tanto, la mente de ste y la del comandante de las fuerzas legales, adquiere mayor importancia; en segundo lugar la destruccin de los cuerpos de tropa, por parte de las tropas irregulares. La segunda reflexin, reside en la inscripcin del mtodo de la subversin en las necesidades estratgicas del sistema internacional de la bipolaridad, derivadas de la aparicin del arma nuclear. El elemento psicolgico es lo que probablemente distingue la guerra revolucionaria de la guerra convencional. De ah que, siendo la revolucin esencialmente un fenmeno ideolgico, los factores afectivos y psicolgicos cuentan ms que las deficiencias en las condiciones materiales, como son el subdesarrollo y sus premisas: la pobreza y el hambre. Por lo tanto, si la revolucin es un fenmeno ideolgico, el hombre es el centro y objetivo de esta lucha. II.- ESTRATEGIA MARXISTA. De los orgenes del marxismo y, an ms, desde el xito inicial de sus seguidores al aduearse del imperio ms vasto de la tierra, el objetivo de su estrategia ha sido la conquista del poder mundial y a l se subordinan las cambiantes teoras de sus diferentes sectas y sus praxis de subversin y guerra. Para lograr el objetivo propuesto por Marx y reiterado por Lenn, de conquistar el poder mundial, se implement una gran maniobra estratgica general, dentro de la cual coexisten estrategias particulares que pueden parecer contradictorias, pero que se sintetizan, armnicamente, con la general. Esta estrategia se basa en el dominio del hombre (su voluntad y potencia), como paso previo al control de los recursos materiales, dado que, obtenido lo primero, lo segundo ser una consecuencia lgica. El objetivo impuesto, en funcin de la ortodoxia marxista busca la destruccin del capitalismo y, de acuerdo al aporte leninista, la abolicin del imperialismo. Ambas condiciones son coincidentes en las regiones ms desarrolladas del mundo. Esta guerra mundial no declarada, va dirigida a quebrar la voluntad de resistencia de los pueblos ms que contra sus recursos, por lo que hay que considerar el desarrollo cultural de los mismos, ms que el econmico, como el determinante de su carcter de "ciudadela del capitalismo y del imperialismo, lo cual es el caso de Europa Central, Amrica del Norte, Japn, Amrica del Sur (en especial la Cuenca del Plata), Sudfrica y Oceana. LENIN basa su estrategia revolucionaria en el principio de que la clase obrera, por s sola, es incapaz de ir ms lejos de una reivindicacin econmica y, por otra parte, que la revolucin comunista no se dar a travs de una "evolucin espontnea. Para que esta revolucin sea posible, Lenn sostiene como necesario que los intelectuales burgueses analicen la situacin, constituyan un grupo que habr de transformarse en el elemento consciente y director de la evolucin de la humanidad en su proceso dialctico".

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En primer lugar, organizar sistemticamente huelgas, como forma de falsear el normal juego de la competencia, logrando que todo aumento de salarios repercuta en un aumento de precios, de manera tal que ello genere nuevos reclamos por nuevos aumentos de salarios. Consecuencia directa de ello ser el desarrollo de una espiral inflacionaria que envilezca la moneda, haga quebrar las pequeas empresas y concentre capitales en las grandes industrias denunciadas como "monopolios", lo cual destruir la economa del "enemigo" y har reunir las condiciones postreras de la evolucin del capitalismo requeridas por Marx. En segundo lugar, deben apoyar la reforma agraria, cuyo objetivo es la destruccin del campesino como clase, proletarizndolo y preparando su colectivizacin. El tercer aspecto tiene que ver con el apoyo a brindar a toda fuerza disolvente con respecto a las situaciones existente, doctrinas vigentes o ideales predominantes. Por ltimo, debern adoptar una organizacin poltico-militar, no un amplio partido, sino una "selecta" agrupacin de revolucionarios profesionales, legal y/o clandestina para poder agitar, aglutinar, educar y conducir adeptos a la lucha. En un mundo cuya caracterstica principal es la estabilidad, consecuencia del poder nuclear de varias potencias, que lleva implcita la conviccin de la destruccin mutua, el factor econmico se convierte as en el arma fundamental de la lucha por el poder. Partiendo de este concepto, la estrategia sovitica se orient a la derrota indirecta de los Estados Unidos a travs de: Apropiarse de, o bloquear el acceso de los Estados Unidos y de Occidente, a recursos en particular petrleo y minerales estratgicos. Obtener el control de las lneas de comunicaciones martimas del mundo o tener la capacidad de interdiccin de las mismas. De ello se desprende que la Unin Sovitica persigui su seguridad total: la hegemona mundial. Su estrategia es sencilla: adquirir superioridad mundial y bajo la presin del paraguas nuclear "finalizar o convertir en satlites al resto del mundo, utilizando una estrategia de doble aislamiento: Rodeando a la Repblica Popular China. Estrangulando el abastecimiento de petrleo y de otras materias primas, tan necesarias para las democracias industrializadas (Europa Occidental, Estados Unidos y Japn). Al disolverse la U.R.S.S. esta estrategia no cambi y el predominio pas a otros pases. Rusia, el Medio Oriente y China son el principal valuarte de esta concepcin ideolgica. Siguiendo la misma lnea de pensamiento puede advertirse que ltimamente qued en evidencia, que el factor econmico, fue el que se volvi contra el poder marxista en la ex Unin Sovitica. La carrera armamentista la llev a buscar no perder poder estratgico dejndose superar por el mega proyecto aeroespacial del Presidente Reegan, apodado "la guerra de las galaxias". El enorme esfuerzo econmico-financiero derivado de esa decisin estratgica fue uno de los factores que hizo quebrar el sistema socioeconmico estatista e ineficiente de la Unin Sovitica.

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Merece una mencin especial la trascendencia del factor espiritual, desde siempre despreciado por el marxismo, que guiado por la accin del Santo Padre, el Papa JUAN PABLO II, ha tenido una influencia decisiva en el ocaso del totalitarismo marxista Pero esa no era la situacin internacional que se viva en la poca que se gestaba y desarrollaba la agresin del terrorismo marxista en nuestro pas. El mundo de hoy es distinto al mundo aquel, dado que an cuando los objetivos del marxismo siguen siendo los mismos, la estrategia cambi.

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CAPTULO III Apretada sintesis cronologicade la accin terrorista marxista en el mundo. 1920 BAK. "Primer Congreso de Pueblos de Oriente" convocado por el KOMINTERN. El objetivo confeso fue el de sumar a "una verdadera guerra santa" contra Occidente a Asia y tambin frica. Lenn seal el potencial revolucionario de ambos continentes en el hecho de que ellos "constituyen la abrumadora mayora de la poblacin del globo". Ante los fracasos del terrorismo intentados en ALEMANIA y EUROPA CENTRAL, la Komintern desarrollaba, a travs de sus congresos mundiales, la estrategia de largo plazo del marxismo-leninismo estableciendo que: 1) Los "flujos y reflujos de la marea revolucionaria mundial" abarcarn dcadas. 2) Europa y Amrica son la vanguardia enemiga y Asia y frica sus retaguardias vulnerables. 3) Desde 1935 lanzamiento de los "frentes populares" siguiendo la premisa del secretario general de la Komintern, Dimitrov: las tcticas de infiltracin dentro de los frentes populares debe inspirarse en la vieja leyenda del "Caballo de Troya". Los "frentes populares" ganaron terreno en Francia, Yugoslavia, Bulgaria, Grecia, Checoslovaquia, Espaa, China, India, Indonesia, Brasil y Chile. 1936 ESPAA. Estalla la guerra civil por la reaccin antimarxista ante el control comunista del gobierno republicano, obtenido a travs del frente popular. Al mes de iniciarse, el Politbur ruso decidi la intervencin sovitica, enviando adems de un refuerzo de tanques y material areo, oficiales de estado mayor, instructores tcnicos, agentes de la polica poltica, reclutando aventureros y delincuentes comunes para las "Brigadas Internacionales". El entonces jefe del servicio secreto militar soviticos general Krivitsky, manifest despus que Rusia tena en un puo a la Espaa Republicana, tratndola como una "posesin sovitica". URSS. Pacto de no-agresin con la Alemania de Hitler, esperando que sta se debilitara en su frente occidental, y poder atacarla luego. Mientras tanto particip en la particin y ocupacin de Polonia y en el asesinato en Katyn de miles de oficiales del ejrcito polaco. Aprovechando la invasin alemana a los Pases Bajos y a Francia, la U.R.S.S. se apodera de Lituania, Estonia y Letonia. Despus ataca a Finlandia. DURANTE LA GUERRA MUNDIAL, Rusia no vacil en organizar y preparar movimientos subversivos a costa de sus propios aliados. En Yugoslavia utiliz los sentimientos "titistas" del gobierno britnico para asentar rpidamente la hegemona marxista sobre las fracciones de la resistencia contra el Eje. En 1943, la EAM (quinta columna comunista) y su organizacin militar "ELAS" establecieron un gobierno provisional en las montaas del Pindo, desafiando al gobierno griego en el exilio. Cuando ste retorn a Grecia, a fines de 1944, debi enfrentar un alzamiento armado comunista (EAM-ELAS) conjurado merced a la ayuda de la armada britnica.

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El velo sovitico impidi actuar a la "UN" en el intento de la "EAM -ELAS" de tomar el poder en Grecia con el apoyo de Yugoslavia, Bulgaria y Albania. Fracas en gran medida por la ayuda norteamericana y en parte, por el temporal distanciamiento del mariscal Tito del bloque sovitico. NUEVA YORK. Se realiza la "Conferencia Cientfica y Cultural por la Paz del Mundo", calificada de "caja de resonancia para la propaganda comunista", siendo su objetivo organizar un foco de propaganda mundial contra el Plan Marshall, el Pacto de la OTAN y la preparacin de nuevos congresos de la paz que desacreditarn, a nivel mundial, a Occidente y exaltarn la cultura sovitica. En el Tercer Congreso del Cominfom, Hungra (noviembre de 1959), el doctrinario sovitico Suslov aludi a los comunistas y sus aliados progresistas "pro paz" como "Guerrilleros de la Paz". ESTOCOLMO. El Comit Permanente del Congreso Mundial de la Paz, lanz -tres meces antes de la agresin armada comunista a Corea del Sur- el "Llamado a la Paz del Mundo", una pieza de guerra sicolgica cuya magnitud sobrepas a todo lo conocido hasta entonces. ESTOCOLMO. "Conferencia para la Distensin Internacional", con el objetivo de coordinar el apoyo a la accin ideolgica en los pueblos de Asia y frica. NUEVA DELHI. "Conferencia de Naciones Atlnticas para la Distensin Internacional", organizada por la filial india de la "Sociedad Amigos de la Paz". BANDUNG (Indonesia). Conferencia convocada por los gobiernos de Birmania, Ceiln. India, Indonesia y Pakistn. Asistieron representantes de Asia y frica, aprobndose los llamados postulados de "Cooperacin Pacfica de las Naciones", aceptados anteriormente por China Comunista y admitidos por la URSS en 1936. EL CAIRO. "Primera Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de Asia y frica", en la que se trat de explotar el sentimiento nacionalista afroasitico propugnado por Nasser al nacionalizar al Canal de Suez al mismo tiempo que se aprobaron los postulados para la "Unidad Afroasitica Antiimperialista". Estos postulados sirvieron de base programtica a los "Comits Nacionales de Solidaridad" que dieron origen a la OLAS (Organizacin Latinoamericana de Solidaridad) de vital importancia para la agresin del terrorismo marxista sobre Amrica Latina en general y sobre nuestro pas en particular. CONAKRY (Guinea). "Segunda Conferencia de Solidaridad". en la que se institucionaliz el Movimiento de Solidaridad por los Pueblos de Asia y frica, adoptando como nombre definitivo el de "Organizacin de Solidaridad de los Pueblos de Asia y frica" (OSPAA). BANDUNG. "Conferencia del Congreso de la OSPAA", participando por primera vez un diplomtico latinoamericano, el embajador de Cuba en Indonesia. En esta reunin se observ un enfrentamiento ruso-chino se pudo extender la influencia ideolgica hacia los pueblos de nuestro continente. MOSC. El 1ro de enero de este mismo ao Kruschev culmina la frmula para las "guerras de liberacin nacional", diciendo: "Ahora algo sobre las guerras de liberacin nacional... Pueden ocurrir estas guerras?". Si... Pero estas guerras son levantamientos populares. En otras palabras Se pueden crear condiciones en que la gente pierda su paciencia y se levante en armas?; S, se puede. Cul es la actitud de los marxistas hacia estas sublevaciones? Una positiva... "los comunistas respaldarn completamente estas guerras justas y marcharemos a la vanguardia con los pueblos que libran esta guerra de liberacin".

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1963

MOSHI (Tanganyka). Tercera Conferencia de OSPAA, China logra desplazar a los delegados del "Consejo Mundial de la Paz" que respondan a directivas de la URSS. Participa un delegado argentino, quien recomienda prestar apoyo Y material a todos los "Movimientos de Liberacin Nacional" y crear "Frentes Nacionales Unidos" en los pases "an no liberados ". Este delegado recibi una invitacin de Fidel Castro para visitar La Habana. ACCRA (Ghana). "Cuarta Conferencia de la OSPAA" convocada por la URSS teniendo como objetivo el incremento de ayuda para estimular los movimientos revolucionarios en Asia y frica y su coordinacin con las actividades subversivas en Amrica Latina. En septiembre de ese mismo ao, se reuni en El Cairo, por primera vez, el Comit Internacional Preparatorio para la primera "Conferencia Tricontinental" a realizarse en La Habana. LA HABANA. Se rene la "Primera Conferencia de Solidaridad con los Pueblos de Asia, frica y Amrica Latina". Recrudecen los enfrentamientos ideolgicos entre los delegados de China y la URSS. Cuba se aleja de China y forja un frente comn con la URSS imponiendo su dominio en el seno de la conferencia. La reunin, que haba comenzado el 3 de enero, finaliz el 12 del mismo mes. El 13 de enero, el da siguiente de finalizada la conferencia Tricontinental, los delegados latinoamericanos se renen para crear la OLAS (Organizacin Latinoamericana de Solidaridad). El comit organizador se rene en el mes de agosto de este ao y concreta la primera conferencia de la flamante organizacin para el 31 de julio de 1967. El comit organizador compuesto por delegados de Cuba, Brasil. Guayana, Guatemala, Mxico, Per, Uruguay y Venezuela. En abril de ese mismo ao, el XXIII Congreso del partido Comunista de la URSS haba reiterado. como uno de principales objetivos de su poltica exterior, el "apoyar a los movimientos de liberacin nacional y mantener cooperacin con los nuevos pases en vas de desarrollo". MOSC, mes de junio. Brezhnev precisa su doctrina de "liberacin nacional" sealando que "uno de los secretos de la lucha antiimperialista naturalmente existe dentro de los mismos pases capitalistas. Los golpes que las fuerzas revolucionarias le estn asestando al imperialismo en sus propias ciudadelas son altamente importantes para el total desarrollo mundial". En ese mismo ao, el IX Congreso de la IVta Internacional produjo una resolucin para Amrica Latina, determinando que la lucha armada era la nica va posible para su liberacin. LA HABANA. "Segundo Congreso de la Unin de Jvenes Comunistas de Cuba" con la representaciones juveniles y estudiantes comunistas y los movimientos revolucionarios y progresistas de Amrica Latina, los Estados Unidos, frica, Asia y Europa. Uno de los objetivos principales eran los cursos de accin a desarrollar por los llamados "Frentes de Liberacin Nacional - FLN" y otras agrupaciones afines, renovando como "leit motiv", la consigna de Fidel Castro: "Hacer de cada estudiante un comunista y de cada comunista un soldado de la revolucin". El congreso que finaliz con la apologa del Che Guevara, Camilo Torres, Coco, lnti Peredo y otros jefes de la subversin latinoamericana, cont con la presencia de delegaciones de Alemania Oriental, Argelia, Bulgaria, Repblica Popular de Corea, Polonia, Unin Sovitica, Vietnam del Norte, Congo (Brazzaville), Guinea, Laos, Sudn, Argentina, Colombia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Guyana, Nicaragua, Panam, Per, Puerto Rico y Uruguay.

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CAPTULO IV Origenes de la agresin terrorista en nuestro pas. Ya en 1959 sectores marxistas liderados por John William Cooke en el peronismo mantenan directos contactos con Cuba siendo uno de los principales enlaces la propia mujer de Cooke, Alicia Eguren. Triunfante en ese ao la revolucin comunista de Castro, se propag en la Argentina la consigna de reproducir la estrategia armada desarrollada por los cubanos en la Sierra Maestra. Se encuadraron entonces elementos peronistas de izquierda, socialistas, trotskistas y comunistas para que operasen como guerrilla rural en el norte (Santiago del Estero y Tucumn), bajo el mando del "Comandante Uturunco. Sin embargo, en poco tiempo, tuvo un desenlace negativo. La banda terrorista mal preparada y carente de apoyo en la poblacin de la zona, despus de desarrollar algunas acciones sin mayor repercusin ni efectividad fue fcilmente desbaratada por las fuerzas del orden. En 1961, cuando Castro se declar pblicamente como marxista-leninista, circulaba el escrito del Che Guevara reconociendo que "los que dirigen la guerra de guerrillas no son hombres que hayan curvado su espalda da tras da sobre el surco". Por ello, la izquierda marxista Argentina, un mosaico de grupsculos sin arraigo ni consenso popular, recibi instrucciones de Cuba para impulsar el terrorismo mundial mediante un doble juego tctico. Por un lado, se deba organizar un partido obrero decididamente marxista, para agrupar los sectores radicalizados que, inspirados en la imagen castrista, postulan la lucha armada como va exclusiva para la toma del poder, prescindiendo de la captacin de la masa obrera peronista. Para ello se cre en Santiago del Estero el "Frente Revolucionario lndoamericano Popular" (FRIP), de base trotskista y engrosado al poco tiempo por cuadros del grupo Praxis dirigido por Silvio Frondizi. Parte de la "agitacin y propaganda" fue desarrollada por el "Movimiento de Liberacin Nacional" de lsmael Vias, sosteniendo la conquista del poder mediante la "violencia armada", excluyendo al peronismo por ser un mero grupo poltico de presin. Por el otro lado, las instrucciones imponan intensificar el entrismo (entrar), vale decir la infiltracin en las filas peronistas, procurando copar, sobre todo, las organizaciones sindicales. Esta maniobra haba sido iniciada anteriormente por los elementos de Nahuel Moreno que, provenientes de la fraccin socialista que lider Enrique Dickmann, dieron origen al "Movimiento de Agrupaciones Obreras" y despus a "Palabra Obrera". Cuando en marzo de 1962 el gobierno del Dr. Frondizi anula el resultado electoral que haba llevado a Andrs Framini como gobernador de la Provincia de Buenos Aires, se posibilita que un grupo de gremialistas marxistas explotara, en el seno de CGT, la situacin generada por esta impugnacin. Aprovechando el silencio forzoso de los gremialistas que haban propugnado, en los sindicatos mayores, la salida electoral, los marxistas propagaron la tesis de la solucin revolucionaria violenta, hasta producir en Crdoba, el programa clasista de "Huerta Grande", pblicamente elaborado por el grupo Cooke. A partir de ese momento, los elementos marxistas que hasta entonces haban utilizado, como cobertura, la estructura de los partidos polticos legales, comenzaron a agitar abiertamente la salida de la accin directa con el peronismo o, por el contrario, sin su concurso inicial, suponiendo que una vez lanzado el proceso insurreccional, su propia dinmica lo incorporara de hecho. El trabajo de penetracin se vio reforzado por la presencia de Hctor Villaln, personalmente vinculado a Castro, cuya misin era la del persuadir al peronismo de que la incorporacin a la subversin digitada por el marxismo internacional va Cuba, no era incompatible con la lealtad a Pern.

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En enero de 1964 se descubri en Icho Cruz - Tala Huaci Crdoba, un campamento guerrillero bautizado Camilo Cienfuegos, en honor al guerrillero cubano, e integrado por miembros de la Federacin Juvenil Comunista de Crdoba. El grupo, apoyado por el partido comunista local para la preparacin de cuadros militares obedeca a Juan Enrique Saleme, entrenado a su vez en Cuba. Aqu resulta adecuado recordar, -para refutar el concepto esgrimido por los para-terroristas en el sentido de que las acciones de los grupos terroristas estaban orientados a luchar contra las dictaduras militares-, las expresiones del Ministro de Relaciones Exteriores del gobierno del Presidente Illia, Dr. ngel Zabala Ortiz, en su informe al Congreso de la Nacin, en oportunidad en que se abortara el movimiento guerrillero detectado en Salta y liderado por elementos, adiestrados en Cuba. Dijo Zabala Ortiz: ".... La existencia de un poder destructivo tan extraordinario como el de la energa atmica, ha determinado que la competencia se derivase a otro mtodo, el de la guerra revolucionaria, guerra no declarada, silenciosa, pero guerra inexorable, global y permanente. El comunismo se establece en Cuba... se implanta como una organizacin revolucionaria, de guerra permanente... Hay una guerra revolucionaria declarada a las repblicas, a las democracias o no democracias vigentes en Latinoamrica y contra esa situacin tendremos que DIRIGIR las miradas correspondientes." Despus de eso, la Gendarmera Nacional intervino contra un ncleo subversivo denominado "Ejrcito Guerrillero del Pueblo - EGP", detectado en los montes salteos de Orn, Salta. Conectado con la lnea Cooke y disponiendo de armas y municiones de fabricacin sovitica. El grupo estaba comandado por Jorge Ricardo Massetti, periodista de la Agencia Prensa Latina y adiestrado en Cuba en tcnicas subversivas. Su "ttulo era Comandante Segundo", segn versiones de la propia izquierda marxista. La denominacin de "comandante segundo' preanunciaba la del "comandante primero" para el Che Guevara que se hara cargo de la guerrilla cuando las acciones hubiesen alcanzado la magnitud precisa. Lo cierto es que uno de los guerrilleros muertos era cubano, Hermes Pea Torres. Posteriormente, una explosin accidental en la calle Posadas 1168 de la Capital Federal, permiti descubrir otro grupo subversivo, constituido por trotzkistas y peronistas volcados al marxismo y directamente vinculada a Cuba. En 1967, elementos vinculados al grupo de la calle Posadas y del EGP desbaratado en Salta, desplazan a treinta argentinos a Cuba, con el fin de incorporarlos, despus de adiestrarlos, a la guerrilla del Che Guevara en Bolivia. A ellos se sumaron en ocasin de la primera reunin de la OLAS otros 150 argentinos. Uno de ellos es el actual diputado TELLO. Todos recibieron instruccin sobre armamento y explosivos, inteligencia y conduccin poltico-militar. Simultneamente, un grupo de intelectuales recibi directivas para un accionar encubierto en los medios de comunicacin y la cultura. Lo hasta aqu relatado puede ser considerado como los antecedentes mediatos, necesarios para llegar a la situacin alcanzada en 1970. ( Ver la pgina LA DCADA DEL 70 sobre "GNESIS Y EVOLUCIN DEL PROCESO REVOLUCIONARIO EN LA R.A." ). En principio debe destacarse que el conflicto interno que vivi nuestro pas a partir de 1970 estuvo encuadrado en la permanente accin comunista a nivel internacional, en bsqueda de aprovechar las contradicciones existentes en toda sociedad, agudizando los conflictos existentes o crendolos, para lograr por ese camino el control de reas geogrficas an no dominadas en su conflicto con occidente. Como lo dijera en su momento el Ejrcito Argentino (19/4/77) slo pueden comprenderse cabalmente el sentido, las implicancias, la diversidad de factores que intervienen y los reales fines de la agresin que sufre la Repblica, si se analiza en su real esencia como parte de la agresin subversiva marxista a nivel mundial .

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La naturaleza de esta agresin deriva de la filosofa poltica que la origina y alimenta: el marxismo. Esta agresin es total en el sentido absoluto de la palabra, su objetivo es la conquista de la poblacin mundial partiendo de la psiquis del hombre "La poblacin es, pues, sujeto y objeto de la lucha. Esta agresin apoyada por una permanente, intensa, vasta y profunda accin psicolgica a travs de la educacin, la cultura. los medios de comunicacin social, etc., desarrolla su estrategia particular en los distintos mbitos adecundose a los tiempos, a las caractersticas particulares de la sociedad a atacar, a las limitaciones que puedan imponerle la coyuntura poltica internacional y a las propias conveniencias partidarias. El valor esencial que atribuyen al arma psicolgica queda repetidamente evidenciado por la prioridad que le asignan y la decisin con que acontecen, en toda oportunidad que les es propicia, el copamiento de los mbitos artsticos, de la cultura, de la educacin y de la comunicacin social. En la oportunidad citada (19/4/77) el Ejrcito sintetizaba esta agresin marxista internacional del siguiente modo: la agresin marxista internacional busca la destruccin de las estructuras de nuestro sistema de vida para reemplazarlas por las estructuras del sistema marxista. Para ello acta simultneamente en todos los mbitos y trata de socavar los cimientos de nuestras instituciones y destruir nuestros valores con mayor o menor grado de recurrencia a la lucha armada. Usa distintos mtodos que adapta a los tiempos y a las caractersticas de la poblacin que ataca, la que se transforma en sujeto y objeto de su accionar. "Para entender lo que ocurre en el pas y la forma de actuar de las distintas bandas de delincuentes subversivas debe entenderse que la subversin constituye (era la poca de la llamada guerra fra) el principal mtodo de agresin marxista internacional, por cuanto posibilita el cambio de estructuras polticas a bajo costo"(termina la cita) Es decir aumentar sus reas dominadas sin arriesgar un enfrentamiento abierto con los Estados Unidos. En el mbito latinoamericano la agresin se gesta en Cuba mediante el desarrollo de la llamada Conferencia Tricontinental de la Habana, del 3 al 13 de agosto de 1966. Las publicaciones de esa Tricontinental se difunden en todos nuestros Kioscos de diarios y revistas y en ellas adems de constituir una permanente incitacin a la accin revolucionaria, se haca docencia permanente sobre tcnicas revolucionarias, que ocupan preparacin de explosivos, uso de armas, etc. De esa Tricontinental se deriva un aparato creado en Cuba en 1967 para dinamizar los movimientos revolucionarios de Amrica Latina, denominado ORGANIZACIN LATINOAMERICANA DE SOLIDARIDAD (OLAS), que promueve la creacin del EJRCITO DE LIBERACIN NACIONAL (ELN) para apoyar las acciones del Che Guevara en Bolivia, disponiendo que al aparato poltico marxista deba unrsele un aparato militar y ordena la creacin del ELN en cada uno de los pases representados, uno de ellos Argentina. Los ncleos de los elementos argentinos de ese ELN fueron adiestrados en Cuba y constituyeron las que se denominaron columnas 1. 2 y 8. (Argentina Y Sus Derechos Humanos - Editorial Losada S.A. - 1978). La columna 1 estaba constituida por elementos del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), su lder Roberto Santucho. La columna 2 estaba conformada por elementos provenientes del Partido Comunista Revolucionario (PCR)

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La Columna 8 estaba formada por elementos del FRENTE REVOLUCIONARIO PERONISTA (FRP), creado por el dirigente peronista John W. Cooke de estrecha relacin con Fidel y por elementos seudos cristianos. En esa misma poca en que en Cuba eran adiestrados los terroristas que luego ensangrentaron nuestro pas, Ernesto Sbato prestaba su apoyo a la Casa de las Amricas, institucin formada y dirigida desde Cuba por el gobierno de Fidel Castro, para realizar proselitismo marxista bajo el pretexto de promover relaciones culturales. El apoyo entre Sbato y la dictadura cubana fue recproco y as lo vemos claramente reflejado en el diario La Prensa del 15/11/67 donde dice que La Habana informaba que Sbato figuraba entre los autores argentinos que cedan a dicho pas sus derechos de autor por la edicin de sus libros en la isla. El mismo Sbato pronunciaba una conferencia en Bologna, Italia, sobre el tema "Che Guevara: significado de un mito, exaltando la figura de Guevara como la de un hombre que generosamente ha dado la vida por un ideal de dignidad y de amor por los desheredados del mundo entero y lea textos de cartas que le haba remitido como parte del intercambio poltico-epistolar que mantenan. En esa misma poca (repetimos lo antes dicho sobre que se estaban adiestrando en Cuba los terroristas que ensangrentaran nuestro pas), Sbato pronuncia una conferencia en la Universidad de Pars (se encuentra publicada en el ltimo captulo del libro "Itinerario", del que es autor y que fue publicado en Buenos Aires por la editorial SUR), en la que expresa conceptos como estos: "Ernesto Guevara, ha muerto por una simple elevacin del nivel de vida material de los pueblos miserables. Muri por un ideal infinitamente ms valioso, por el ideal de un Hombre Nuevo.... As pues, y cualesquiera hayan sido sus propias ilusiones o teoras sobre la preeminencia de los factores econmicos en la historia, creo que la lucha de Guevara contra los Estados Unidos, ha sido la lucha del espritu contra la materia. Esta accin revolucionaria cubana, que significaba una manifiesta agresin e intromisin en los asuntos internos de la mayora de los pases latinoamericanos, comenz a ser advertida y consecuentemente gener reacciones para contrarrestarla. Uno de los que reaccionaron fue EEUU, invitando y comenzando a adiestrar a integrantes de las fuerzas armadas de los pases latinoamericanos en las tcnicas de la guerra contrarrevolucionaria. Hoy, desde crculos "progresistas" se acusa a esa accin de los EEUU, implementada esencialmente a travs de cursos en la Escuela de las Amricas (en esa poca ubicada en la Zona del Canal de Panam), como una accin conducente a promover regmenes dictatoriales y a la vulneracin de los derechos humanos. Quienes participaran de esos cursos han dado siempre fe de que lo antes expresado es absolutamente falso. S se instrua en el conocimiento de la teora y prctica del comunismo internacional, sobre sus mtodos de infiltracin, sus estrategias subversivas y sus tcticas guerrilleras. Pero toda la instruccin que se impona era fundada en la prevalencia de los valores e ideales democrticos sobre la ideologa marxista. Al respecto y como modo de patentizar la realidad y peligrosidad de la agresin cubano-marxista hoy toma estado pblico el libro "Secretos de Generales", donde lderes cubanos reconocen la accin antes sealada, y que como dice el diario La Nacin (31/03/97), "contribuye mucho a la comprensin de una etapa trgica de la vida Argentina".

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Y LA ARGENTINA HACE TREINTA AOS. Finalmente, la verdad se impone y hace que la historia no sea una suma arbitraria de alegatos intencionados sino un agregado de hechos comprobables cuyo origen puede ser determinado y cuyas consecuencias son la indeclinable herencia de individuos y pueblos. El formal reconocimiento por las autoridades de Cuba de que en la dcada del sesenta impulsaron la guerrilla en nuestro pas y en otros, contenido en una publicacin oficial en que altos jefes del ejrcito cubano relatan sus pasos en aquella poca, no aade demasiado al conocimiento concreto de lo ocurrido entonces, pero s mucho a la comprensin de una etapa trgica de la vida Argentina. Como parte de una estrategia global de respaldo al rgimen castrista, oficiales cubanos asistieron a la organizacin y al despliegue operativo de comandos guerrilleros que se registraron en Salta. El general Abelardo Colome Ibarra que fuera Ministro del Interior de Cuba, coordin esas tareas, desde Bolivia y la Argentina, entre 1962 y 1964, segn lo narra en el libro "Secretos de Generales" en el que tambin otros 41 compaeros de armas suyos, describen experiencias similares en otros lugares del mundo, algunas de las cuales llegaron a tener la magnitud de verdaderas guerras civiles, como sucedi en Angola. Las muy estrictas condiciones en que pueden ser dados a la imprenta trabajos en Cuba, obligan a creer que la aparicin de esa voluminosa compilacin se debe a un designio especial de Fidel Castro. No es fcil comprender las razones que tuvo para hacerlo: acaso desee blanquear actos de su gobierno, denunciados al mundo pero nunca confesados o tal vez pretenda reconciliarse con la historia, que pronto la estudiar retrospectivamente. Pero ms all de las razones del dictador cubano, interesa la comprobacin formal de que esos males se deben, no slo a errores de los argentinos, sino tambin a una agresin externa alevosa. Aunque poco en la vida de una nacin, treinta aos son muchos en la existencia humana, es probable que en trminos prcticos, esta historia no sea sino una referencia lateral a episodios de los que nadie quiere hoy hacerse cargo. Pero esa actitud - en el fondo, un intento de borrar porciones de la memoria colectiva so pretexto de no reabrir heridas - entraa el riesgo de que el cuerpo social prescinda de enseanzas importantes, como que la violencia engendra la violencia y que el espontaneismo romntico es una pobre explicacin de los hechos histricos. Muerto el Che Guevara y consecuentemente frustrada su accin guerrillera en Bolivia, el ELN se disuelve como tal y los elementos argentinos que lo componan vuelven a sus agrupaciones de origen. (ver la pgina La Dcada del 70. El PRT que integraba la columna 1, convoca al Quinto Congreso Partidario en 1970 y crea su brazo armado con el nombre de Ejrcito Revolucionario del Pueblo (ERP) Los elementos del Partido Comunista Revolucionario que integraban la Columna 2 del ELN comienzan a actuar en nuestro pas como Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) a partir del copamiento de la localidad de Garn (Provincia de Buenos Aires) en 1970. Los elementos del Frente Revolucionario Peronista (F R P) junto con el grupo denominado Cristianismo y Revolucin -liderado por Garca Elorrio- que integraban la columna 8 del ELN, comienza a actuar como Montoneros a partir del secuestro y asesinato del Teniente General Aramburu y de la toma de La Calera (Provincia de Crdoba) en 1970. Aqu conviene recordar que al producirse el secuestro del Teniente General Aramburu se desarroll una intensa campaa para responsabilizar al gobierno militar de ese entonces por dicho secuestro. Esta actitud fue la primera exteriorizacin de un modus operandi que las organizaciones terroristas utilizaron intensa y hbilmente.

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En documentos secretos de esas organizaciones - que fueron capturados durante operaciones posteriores - quedaba medianamente esclarecido que uno de sus modos de accin consista en efectuar algunas operaciones (secuestros, asesinatos, etc) no auto-adjudicrselos y generar la sospecha de que "era obra de las Fuerzas Armadas". Un caso que ejemplifica lo antedicho es la desaparicin del embajador Hidalgo Sol. Embajador nombrado por el gobierno militar ante el gobierno venezolano. El episodio nunca fue esclarecido y se tendi un manto de sospecha sobre la responsabilidad de alguna de las Fuerzas Armadas. Un anlisis desapasionado y criterioso nos debiera llevar a tratar de desentraar los motivos de ese crimen. Al respecto creemos que no deben olvidarse las siguientes circunstancias: El partido radical, liderado por el Dr. Ricardo Balbn, mantena una actitud positiva con relacin al gobierno militar. Debe recordarse la designacin de varios funcionarios de alto nivel entre ellos el Dr. Ricardo Yofre, como Subsecretario General de la Presidencia del Tte. General Videla, varios embajadores, gobernadores provinciales, y la mayora de los intendentes municipales de todo el pas, de ese signo poltico. Paralelamente y dentro del mismo partido radical existan sectores minoritarios en abierta contradiccin con esa poltica partidaria. Posteriormente los hechos demostraron que numerosos integrantes del PRT-ERP provenan de sectores de izquierda del radicalismo (que integraban los sectores disconformes con la actitud partidaria ante el gobierno militar) o eran familiares directos de elementos de esos sectores. Si existiera alguna duda sobre lo expresado debera recordarse el ataque al cuartel de La Tablada durante el gobierno de Alfonsn. Aqu vuelve a ponerse en evidencia la poltica de las organizaciones terroristas de ocultar la autora de algunas de sus acciones adjudicrselas a otros. En este caso se pretendi -a su inicio- de responsabilizar a sectores militares golpistas. Pero ms significativo es que se toma conocimiento pblico que uno de los jefes de esa accin terrorista, Provenzano, era un conocido dirigente del partido radical y a la vez conspicuo dirigente del ERP. Para un mayor abundamiento sobre vinculaciones y afinidades de ciertos sectores del partido radical con las ideas de grupos revolucionarios conviene recordar el secuestro y asesinato de Oberdan Salustro (Gerente de FIAT Argentina) por parte del ERP. Enjuiciados e imputados, fueron entre otros, Roberto Santucho, Liliana Montanaro, Da Silva Parreira, etc. Entre los defensores de estos asesinos estaba Mario Kestelboin (posteriormente y durante el gobierno de Cmpora fue Decano de la Facultad de Derecho de la UBA), Eduardo Duhalde (homnimo del que fuera gobernador de la Provincia de Buenos Aires), Miguel Radrizzani Goi, y Mario Hernndez (idelogo de montoneros). Elevada la causa a la Cmara Federal en lo Penal, el Dr. Felipe Rodrguez Araya, defensor de la procesada Liliana Montanaro (adems de pblico y notorio defensor de casi todos los delincuentes terroristas de Rosario) interpone un "recurso por nulidad e inconstitucionalidad de normas penales que afectaban a su defendida. En esta accin el Dr. Rodrguez Araya fue patrocinado por el Dr. Ral Alfonsn.

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A modo de reflexin final de este tema y volviendo a las motivaciones de todo crimen, cul de estos motivos aparece como ms convincente: Que por disidencias internas, un sector de las Fuerzas Armadas atente contra un embajador designado por ellas y que, adems era un muy destacado dirigente de un importantsimo partido poltico que mantena fluidas relaciones con el gobierno militar. Que el ERP, con sospechados vasos comunicantes con sectores minoritarios y contestatarios del partido radical, buscara divorciar y enfrentar al partido con el gobierno militar, efectuando el secuestro y asignndoselo a sectores de las Fuerzas Armadas.

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CAPTULO VI Caracterizacin ideologica de los principalers movimientos terroristas. INTRODUCCIN. Mucho se ha hablado y tambin escrito sobre este tema. No obstante creo que siempre resulta conveniente recordar y volver a traer a la memoria conocimientos importantes del pasado, dado que el tiempo transcurrido, ha contribuido, como lgica consecuencia, a ocultar y tambin a olvidar importantes fundamentos y acontecimientos que han caracterizado una etapa importante en la vida del pas. Por el contrario no significa ello pretender continuar en la lucha apasionada, destinada a persistir en el reconocimiento de todo lo ocurrido, sino contribuir a dejar, si as fuera posible, las bases necesarias para mostrar en el futuro, una historia real lo ms completa posible, sobre cuales han sido las caracterizaciones ideolgicas de las principales organizaciones terroristas. a.- MONTONEROS Esta organizacin ha constituido un agrupamiento de neto corte subversivo que ideolgicamente tiene un origen heterogneo, siendo sus ncleos iniciales una simbiosis de nacionalistas de izquierda y cristianos progresistas, impregnados a partir de 1973 en que se fusionan con las FAR, de una pureza ideolgica con acentuada influencia castrista que le impone su signo. Encubierta, desde el punto de vista poltico partidario del PJ y presentndose como un movimiento poltico nacional y popular, antiimperialista y revolucionario, hoy, a pesar de sus autocrticas, arrepentimientos y solemnes juramentos polticos la podemos definir como un grupo heterogneo, seudo nacionalista, seudo cristiano, marxista-leninista con procedimientos trotskistas. Esta banda operaba, por lo tanto, bajo la fachada peronista con la que trataba de ocultar esa verdadera ideologa marxista-leninista. Es por ello que en aquellos documentos con los que pretenda llegar a la poblacin, no iba mas all de emplear trminos como "socialismo nacional", con la intencin de que la palabra nacional sirviera de seuelo para atraer a incautos y desprevenidos. En cambio en los documentos secretos de la banda, cuya difusin estaba limitada a un nmero reducido de miembros del partido, se empleaba un lenguaje no slo distinto de aquel, sino que permita claramente descubrir su verdadera raz ideolgica. Despus de su derrota militar y a partir de 1982 se inicia el operativo retorno de sus militantes desde el exterior, blanquendose la lnea interna justicialista Intransigencia y Movilizacin Peronista, liderada por Vicente Saadi y Nlida Garr y posteriormente a partir de 1985, se identifica con el sector interno del peronismo post-revolucionario. Sus principales dirigentes histricos Montoneros son: Mario Firmenich, F. Vaca Narvaja, Oscar Bidegain, Rodolfo Galimberti (exiliados), Mario Montoto, Jos Cepernic, Hctor Pardo, Pablo Unamuno, Gustavo Genelli, Guillermo Martnez Agero y otros de menor gravitacin. Como una sntesis de su concepcin estratgica podemos decir que EL SOCIALISMO COMO OBJETIVO, EL PERONISMO COMO IDENTIDAD POLTICA REVOLUCIONARIA y LA LUCHA COMO FORMA NECESARIA PARA LA CONQUISTA DEL PODER, constituan los fundamentos de su accionar revolucionario. Veamos algunos prrafos de unos documentos secuestrado en Crdoba a uno de sus principales dirigentes Mario Osatinsky, el que permite apreciar cual es el sentido con que emplean el trmino socialismo nacional.

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Dice el documento: Nuestras concepciones tericas y nuestros mtodos de anlisis en el plano ideolgico-poltico. Este documento fue entregado a las secretaras zonales para su anlisis antes de finalizar el ao 1976, para que todos los temas se discutieran con una misma referencia metodolgica. En l se reconoce el materialismo histrico como el principal aporte para comprender el sistema capitalista y sus mecanismos culturales y econmicos de explotacin. Adems consideran el materialismo dialctico como el principal aporte terico y metodolgico para analizar la realidad, teniendo en cuenta su dinmica interna y las contradicciones que operaban en ella. En otra parte del documento se pregunta ...si se debe deducir que es un error levantar las banderas del peronismo y no haber hecho del marxismo-leninismo una bandera poltica propia. Ellos responden diciendo que La organizacin considera que no es un error, sino la lnea correcta, al haber partido de la afirmacin de una identidad poltica, que responde a la clase obrera y al pueblo para crear una organizacin capaz de profundizar la lucha en todos los planos, incluyendo el ideolgico Las siguientes transcripciones son de por s elocuentes: ....la realizacin de la Patria Justa, Libre y Soberana, slo es posible con la construccin nacional del socialismo, que es el sistema que permite la socializacin de los medios de produccin, tanto del capital financiero como del industrial, la tierra y todos aquellos bienes de produccin, partiendo de una direccin y planificacin estatal de la economa. ...la construccin del socialismo es nacional en cuanto recorre un camino con particularidades propias. Este camino, con particularidades propias a que se hace referencia en ese documento, no es sino la adecuacin de sus procedimientos a las caractersticas de nuestra poblacin, de tal manera de transformar en potable mediante el engao, una ideologa que nuestro pas rechazaba. Otro aspecto importante para la caracterizacin ideolgica de montoneros, est dado por la observacin del camino recorrido por esa banda. Para ello debemos tener presente que esta organizacin tiene dos orgenes: El primero es el que surge en 1970 con el secuestro y posterior asesinato del Tte. Gral. ARAMBURU. La banda estaba constituida por diferentes corrientes ideolgicas fundamentalmente integradas por pseudos peronistas, pseudos cristianos, pseudos nacionalistas y marxistas de distintas tendencias. Como consecuencia de ello careca de una verdadera pureza ideolgica. El segundo es ser fruto de la fusin con la banda FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), marxistas leninistas - maostas que posea un importante desarrollo y una pureza ideolgica que le permiti a ese primitivo y heterogneo montoneros imponerle su leninismo y utilizar su nombre. b.- PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES - EJRCITO REVOLUCIONARIO DEL PUEBLO ( ERP ). Esta banda es de una clara inspiracin marxista desde sus orgenes, la que a diferencia de montoneros no intent ocultar. Su origen estuvo constituido por sectores trotskistas adheridos a la IVta Internacional y que constituan la Seccin Argentina de esa organizacin internacional. Como tal conceba la lucha armada como nico medio posible para la toma del poder e imposicin de su ideologa ante el rechazo de la misma por parte de la poblacin.

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Luego como conveniencias operativas y ante la posibilidad de obtener el apoyo del marxismo cubano modificaron el rumbo, se apartaron de la IVta. Internacional y del Trotzkismo y se volcaron al marxismoleninismo de fuerte influencia cubana y china, que luego conservaron sin renunciar a la lucha armada como medio de tomar el poder. Su carcter internacional se refleja en la rpida constitucin de un organismo internacional (Junta Coordinadora Revolucionaria) destinada a coordinar en Amrica la guerra revolucionaria y propender a implantar, pas por pas, regmenes totalitarios marxistas. c.- MOVIMIENTO TODOS POR LA PATRIA (MTP). Inicialmente Desde su creacin -06/05/86- el MTP, se integr en forma pluralista, especialmente teniendo en cuenta como ncleo a integrantes del PRT V Congreso, algunos disidentes montoneros y sectores tercermundistas. A este conjunto se agregaron otras fuerzas polticas integradas por elementos disconformes con sus respectivas conducciones, particularmente del peronismo intransigente (PI). Durante el primer perodo de su crecimiento hubo una gran captacin de adherentes y en general una gran aceptacin de los postulados enunciados para su creacin. Las fricciones internas del MTP habran comenzado a gestarse en febrero del 87 cuando la Mesa Nacional, en el curso de una reunin reservada resolvi ir all donde el pueblo tenga problemas y motivos de lucha. En ese cnclave fue propuesta la federalizacin de la conduccin poltica para evitar lo que se entenda como una visin portea, alcanzando la direccin del movimiento Jorge Baos, quien desarroll, en Jujuy a partir del 20 de abril, un insistente trabajo poltico y de adoctrinamiento. Otro miembro de la organizacin del MTP, Carlos Alberto Burgos, desde Crdoba, desarroll tambin una intensa campaa poltica logrando una importante penetracin disputando cargos municipales y obteniendo un caudal de mas de 5000 votos. Se producen una serie de movimientos y escisiones adquiriendo renombre la figura de Francisco Provenzano, secundado por Baos y Felicetti. Tambin se adhieren Manuel Gagero, Pablo Daz y el cura Puidjan. Con esta depuracin de los sectores disidentes, el MTP se transformara en la cobertura legal de una estructura militar paralela que planteara la lucha armada como metodologa y que tena como objetivo inmediato alterar la vigencia de las instituciones establecidas por la Constitucin. Con estas ideas se conforma la direccin del operativo destinado al copamiento del cuartel de la Tablada con elementos pertenecientes al ERP, entre los que figuraban: Gorriarn Merlo (a) Ricardo; Ricardo Felicietti (a) el Gato; Roberto Snchez (a) el Gordo; Julio Arroyos (a) Julio: Rubn A. Alvarez (a) Kim; Francisco Provenzano (a) Pancho; Luis Segovia (a) Lucho; Claudia Acosta (a) Negra; Carlos Samojedny (a) Sordo; Florial Canalis (a) Petiso; etc. Con esta composicin y con una estructura netamente militar, con objetivos claros de violencia y de ruptura del orden constitucional, el MTP se lanza a la toma del cuartel de La Tablada. Simultneamente con la accin subversiva armada, continua la accin insurreccional no armada aplicando la estrategia gramsciana en los campos de la cultura, educacin, y sobre aquellos movimientos de comunicacin social, estimulados por la izquierda intelectual, con poder a travs de una accin lenta, oculta, pero de efectos disociadores en el tiempo como lo hemos podido ir observando. d.- OTRAS BANDAS DE DELINCUENTES SUBVERSIVOS. Del resto de las bandas: OCPO - FAL - ERP 22 - FAP - etc. pueden sintetizarse diciendo que constituan variantes de las antes sealadas, fruto de discrepancias de raz ideolgica sobre la forma de encarar la lucha armada o de ambiciones personales de sus dirigentes.

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Existieron otras pequeas bandas, algunas de aparente extrema derecha, tambin carentes de pureza ideolgica y que en muchos casos, utilizaron a stas como cobertura para delinquir y obtener ventajas econmicas y personales. Por ejemplo la liderada por Anbal Gordon y la conocida como Triple A . Esta Triple A y su sospechada vinculacin con el Ministro Lpez Rega, fueron denunciadas en su momento por el Ejrcito. El entonces Jefe del Regimiento de Granaderos a Caballo se desplazaba en su vehculo vistiendo su uniforme cuando en la zona de Palermo tiene un desperfecto mecnico y su vehculo queda fuera de servicio. Al rato se aproximan unas personas a auxiliarlo, lo acompaan hasta sus propias instalaciones en la zona, resultando ser una de las llamadas cuevas, desde donde operaba esta banda, advirtiendo all que se trataba de elementos de la Triple A. El Coronel informa de este episodio al Comandante en Jefe del Ejrcito y ste, segn trascendidos de la poca, lo pone en conocimiento del gobierno. Poco despus dicho comandante fue relevado. e.- SNTESIS. Para sintetizar, las bandas terrorista del ERP y MONTONEROS eran marxistas-leninistas y, en el caso de los Montoneros, encubierta esa ideologa por un figurado socialismo Nacional que, como surge de sus propios documentos, fue slo una adecuacin a las caractersticas de nuestro pueblo, para tornarlo ms potable ante el histrico rechazo del marxismo por parte de nuestra poblacin.

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CAPTULO VII Desarrollo de la agresin terrorista como Guerra Revolucionaria. Aqu resulta conveniente destacar que este carcter de "guerra" lo declaran las mismas organizaciones terroristas. El PRT-ERP en 1975, en su publicacin "Estrella Roja" ice: "Nadie puede ya dudarlo. La guerra revolucionaria se ha generalizado en la Argentina. Todo el pas est en guerra y se trata de una guerra total y en todos los dominios". El ERP, en su revista "El combatiente" (12/6/74) dice: "Al iniciarse el gobierno peronista, nuestro partido, previendo con acierto el fracaso de esta nueva experiencia burguesa, no cesa en la actividad militar". Por su parte Montoneros en su Manual de Tctica Urbana expresa: ...Nuestra estrategia consiste en la toma del poder por el pueblo a travs de la lucha armada; este motivo presupone previamente: La eliminacin de las organizaciones polticas, econmicas y administrativas del rgimen. El aniquilamiento fsico de sus fuerzas de represin . Regis Debray, detenido en su momento en Bolivia durante el intento del Che Guevara, asesor del Presidente Mitterand y amigo personal de Fidel Castro dice: Toda la lnea poltica marxista debe dar respuesta a esta pregunta concreta: Cmo derribar el poder del estado capitalista? y Cmo romper su columna vertebral que es el ejrcito?. La revolucin cubana ofrece a los de Latinoamrica, una respuesta que hay que estudiar en los debates de su historia, formando a travs de la guerra de guerrillas, una fuerza mvil estratgica que sirva de base al ejrcito popular, del que saldr el futuro ejrcito socialista. (Ernesto Sbato, La convulsin social poltica de nuestro tiempo -1969- en Argentina Econmica, N 703 del 26/08/86, Pg. 1). El desarrollo de la subversin se encauza normalmente a travs de varias fases o etapas cuya diferenciacin -slo formal- evidencia el grado de evolucin del proceso, pero ello no implica que necesariamente habrn de desarrollarse en su totalidad y tampoco, en algunas circunstancias, en el orden o secuencia con que se menciona. Tampoco tienen un final y un principio definido, sino que en general estas se van superponiendo segn sea el adelanto que se vaya logrando. Las fases se caracterizan fundamentalmente por las manifestaciones particulares de ejecucin de cada una de ellas y en funcin de las formas -clandestinas o abiertas - en que se desenvuelva la subversin. Estas fases son las siguientes: FASE 1 "clandestina". Es la ms importante, el xito de las fases subsiguientes depende de la profundidad y efectividad de la preparacin subversiva que se realiza en esta fase. Tiene dos objetivos fundamentales, que son: Organizacin y complementacin de cuadros. Creacin de una situacin subversiva.

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Est caracterizada por la propaganda, la agitacin social y la ejecucin de acciones rpidas y violentas. Esta etapa era la que estaba desarrollando la subversin en la Argentina en 1972. No obstante el elevado grado de avance que haba logrado, a partir de la adecuacin de respuestas jurdicas idneas y a la decisin con que se encar la lucha. Al producirse el traspaso al gobierno constitucional en mayo de 1973, gran parte de la dirigencia subversiva estaba condenada o detenida con proceso y consecuentemente, la evolucin de la subversin sufre cuando no un retroceso, una marcada detencin en la tendencia creciente que traa. FASE 2.- "Abierta con creacin de zonas dominadas". Comienza a tener vigencia cuando los elementos subversivos se agrupan en bandas armadas para desarrollar acciones abiertas. El inicio de esta fase fue del mximo nivel alcanzado por la subversin en nuestro pas. Cuando lo logran, es porque han alcanzado un grado importante de militarizacin y disponibilidad de medios, en especial: dinero, armamento, municin y otros efectos logsticos y una infraestructura que les permite afrontar las exigencias de una dedicacin exclusiva a las acciones subversivas. Esta fase tiene entre otros un objetivo principal y trascendente: Es el que la subversin denomina "poder dual" o sea la existencia de rganos y formas de poder revolucionario que coexisten con las legales y le disputan el poder. Esta situacin es la que se lleg a vivir durante los aos 1973, 1974 y 1975. Merced a la amnista de 1973 se produce la generalizada libertad de los cuadros subversivos condenados y detenidos bajo proceso, seguida por lo que pareca como su regreso triunfal. Al mismo tiempo se produca lo que semejaba como un asalto subversivo al poder, en especial en los mbitos de la educacin, de la cultura, del arte y de la comunicacin social, pero sin renunciar a copar transitoriamente, en algunos casos con xito, resortes de la seguridad. Paralelamente y aprovechando ese dominio temporal, se produce un permanente cuestionamiento y persecucin a los jueces que haban cumplido cabal y valientemente con su funcin, en el procesamiento de delincuentes subversivos, como asimismo, a las Fuerzas Armadas, de Seguridad y policiales. No es necesaria demasiada agudeza intelectual para advertir el claro objetivo de ese accionar: neutralizar las reas de la justicia, de la seguridad y de la informacin pblica, de modo de allanar el camino a la subversin para la toma del poder. Slo recurriendo al poder carismtico del lder del partido gobernante, el General Pern, se intent detener, mediante la renuncia del Presidente Cmpora, esta desbordante carrera hacia la toma del poder a travs del copamiento del aparato administrativo del estado. Pero simultneamente a este proceso, las bandas subversivas -facilitado su accionar por la masiva infiltracin del estado- se desarrollaban vertiginosamente. En esos aos (1973-1975) lograron dimensionar de tal manera sus estructuras de personal, alcanzar tal nivel de adiestramiento de combate y de concientizacin ideolgica, disponer de tal infraestructura y de tal capacidad financiera y logstica que les posibilit: 1.- Atacar numerosas unidades militares, coparlas, secuestrar a sus jefes o asesinarlos, robar con violencia armamento y municin y producir muchas bajas.

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2.- Copar localidades 3.- Disputar una zona geogrfica a las Fuerzas Legales en Tucumn 4.- Disponer de fbricas de armamento y municin con sofisticada capacidad tecnolgica de produccin. 5.- Poseer innumerables lugares para mantener personas secuestradas (llamadas crceles del pueblo) 6.- Lograr mediante el amedrentamiento de sectores importantes de la sociedad, cierta pasividad, cierta ausencia de respuesta, cierto clima de pas vencido por la violencia terrorista. Para tener una idea de cual era la situacin que se viva vale recordar el mensaje que el Teniente General Pern y Presidente de la Nacin, que dirigi al pas con motivo del ataque del terrorismo a los cuarteles de Azul (Provincia de Buenos Aires): "Me dirijo a todos los argentinos frente al bochornoso hecho que acaba de ocurrir (enero de 1974) en la provincia de Buenos Aires, en la localidad de Azul, en el Regimiento de Tiradores Blindados 1O donde una partida de asaltantes terroristas realizara un golpe de mano, mediante el cual asesinaron al jefe de la unidad Coronel don Camilo Gay y a su seora esposa. Y luego de matar alevosamente a soldados y herir a un oficial y suboficial, huyeron llevando como rehn al Teniente Coronel lbarzbal. (Posteriormente apareci asesinado dentro de un placard). "Hechos de esta naturaleza evidencian elocuentemente el grado de peligrosidad y audacia de los grupos terroristas que vienen operando en la provincia de Buenos Aires, ante la evidente desaprensin de sus autoridades. El Gobierno del Pueblo, respetuoso de la Constitucin y la Ley, hasta hoy, ha venido observando una conducta retenida frente a esos desbordes guerrilleros, que nada puede justificar en la situacin que vive la Repblica "Tampoco desde nuestro Movimiento, hemos querido producir un enfrentamiento, desde que anhelamos la paz y propendemos a la unin y solidaridad de todos los argentinos, hoy ocupados en la reconstruccin y liberacin nacional. Pero todo tiene su lmite, tolerar por ms tiempo hechos como el ocurrido en Azul, donde se ataca una institucin nacional con los ms alevosos procedimientos, est as demostrando palmariamente que estamos en presencia de verdaderos enemigos de la patria, organizados para luchar en fuerza contra el Estado, al que a la vez infiltran con aviesos fines insurreccionales. Nuestro Ejrcito, como el resto de la Fuerzas Armadas han demostrado su acatamiento a la Constitucin y a la ley, en provecho de una institucionalizacin No merecen sino el agradecimiento del pueblo argentino que, frente a lo ocurrido, debe sentirse herido en lo ms profundo de sus sentimientos patriticos. Ya no se trata slo de grupos de delincuentes, sino de una organizacin que, actuando con objetivos y una direccin fornea, ataca a sus instituciones y al Estado como medio de provocar un caos que impida la reconstruccin y la liberacin en que estamos empeados. Es la delincuencia asociada a un grupo de mercenarios, que actan mediante la simulacin de mviles polticos tan inconfesables como inexplicables En consecuencia, ni el gobierno que ha recibido un mandato popular claro y plebiscitario, ni el pueblo argentino, que ha demostrado con creces su deseo de pacificacin y liberacin, pueden permanecer inermes ante estos ataques abiertos a su decisin soberana, ni tolerar el abierto desafo a la autoridad, que pone en peligro la seguridad de la ciudadana, cada da expuesta a la accin criminal de esta banda de asaltantes." No es por casualidad que estas acciones se produzcan en determinadas jurisdicciones. Es indudable que ello obedece a una impunidad en la que la desaprensin e incapacidad lo hacen posible, o lo que sera aun peor, si mediara, como se sospecha una tolerancia culposa.

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En consecuencia el Gobierno Nacional, en cumplimiento de su deber indeclinable, tomar hoy las medidas pertinentes para atacar el mal en sus races, echando mano a todo el poder de su autoridad y movilizando todos los medios necesarios. El Movimiento Nacional Justicialista, movilizar asimismo a sus efectivos para ponerlos decididamente al servicio del orden y colaborar estrechamente con las autoridades empeadas en mantenerlo. Pido, asimismo, a todas las fuerzas polticas y al pueblo en general, que tomen partido activo en defensa de la Repblica, que es la afectada en las actuales circunstancias. Ya no se trata de contiendas polticas parciales, sino de poner coto a la accin disolvente y criminal que atenta contra la -existencia misma de la Patria y sus instituciones-, que es preciso destruir antes de que nuestra debilidad produzca males que puedan ser irreparables en el futuro. Pido igualmente a los compaeros trabajadores, una participacin activa en la labor defensiva de sus organizaciones, que tanto ha costado llevarlas al clima magnfico de su actual funcionamiento. Esas organizaciones son tambin objeto de la mirada codiciosa de estos elementos, muchas veces disfrazadas de dirigentes. Cada trabajador tiene un poco de responsabilidad en esa defensa y espero confiado, porque los conozco, que sabrn defender como lo han hecho en todas las ocasiones. El aniquilar cuanto antes este terrorismo criminal es una tarea que le compete a todos los que anhelamos una Patria justa, libre y soberana, lo que nos obliga perentoriamente a movilizarnos en su defensa y empearnos decididamente en una lucha a que d lugar. Sin ello, ni la reconstruccin nacional ni la liberacin nacional sern posibles. Yo he aceptado el gobierno como un sacrificio patritico porque he pensado que podra ser til a la Repblica. Si un da llegara a persuadirme de que el pueblo argentino no me acompaa en ese sacrificio, no permanecera un slo da en el gobierno. Entre las pruebas que he de imponer al pueblo es esta lucha. Ser pues la actitud de todos la que impondr mi futura conducta. Ha pasado la hora de gritar Pern, ha llegado la hora de defenderlo. Corroborando lo que anteriormente hemos apuntado con relacin a la infiltracin terrorista en las estructuras gubernamentales, incluso en las de seguridad, el mensaje del Presidente Pern es meridianamente claro. En este caso y como remedio soslayable para comenzar a modificar esta situacin, es desplazado de inmediato el Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Bidegain. El grado de desarrollo y fortaleza que las bandas terroristas llegaron a poseer, gracias a la situacin que se vivi en esa poca y a los hechos que se produjeron, no registra paralelo alguno con las actividades protagonizadas por la subversin en otros pases, con los que se intenta efectuar comparaciones, como la ETA en Espaa o las Brigadas Rojas en Italia. Slo un total desconocimiento de esas realidades o una oculta intencionalidad pueden incentivar tales especulaciones. Sin duda alguna el desarrollo generalizado del accionar terrorista, exceda la posibilidad de que se lo reprimiera slo con las fuerzas policiales y con la estructura jurdica vigente. Requera el empeamiento de las Fuerzas Armadas, en un marco jurdico que les permitiera ejercitar todo el poder necesario para revertir una situacin al borde del descontrol. Esta circunstancia fue asumida por el gobierno constitucional, quien proporcion los instrumentos legales necesarios y dispuso el empeamiento de las Fuerzas Armadas. El poder poltico, sin oposicin parlamentaria, instruy a las Fuerzas Armadas para que ejercitando su poder aniquilaran al terrorismo. De la letra y el espritu de las directivas gubernamentales surge claramente

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que la Nacin recurre a su brazo armado para que afronte un conflicto grave, para que -como ltima raznopere un difcil enfrentamiento que pona en serio peligro la paz interior, la estabilidad interna y el futuro de las instituciones republicanas. El poder constitucional no estaba errado. El pas estaba en presencia de una guerra aunque por sus caractersticas singulares (no existencia de frentes ni retaguardia, discontinuidad y clandestinidad de las acciones -quienes de noche atacaban un cuartel o produca un acto de sabotaje o un secuestro, de da mantena un trabajo legal, etc.-) mucha gente no lo advirtiese. Las caractersticas de esa guerra impusieron un especial modo de operar, que no constituy una respuesta anrquica y descontrolada, sino una operacin reglamentaria, adecuada a las caractersticas y a la naturaleza de la lucha. Para ilustrar sobre el estado de conmocin que viva el pas en esa poca (fines de 1975) citaremos algunas de las ideas expresados por el Ministro de Defensa del gobierno de Mara Estela Martnez de Pern, Toms Vottero, en la Escuela de Defensa Nacional y que todos los medios periodsticos recogieron en su totalidad. Cuando a la lucha sin cuartel contra el enemigo aptrida y criminal se sumen a las Fuerzas Armadas, el Gobierno y el Estado, los obreros en las fbricas, los empresarios, las empresas, los polticos en sus partidos, los sacerdotes en sus plpitos y todos y cada uno en su sector, en una posicin activa y militante y no meramente reclamativa y mucho menos declamatoria, estar sellada en trmino de das la suerte de esta aventura criminal de pesadilla que nos viene desangrando en forma increble, tal vez porque nos ha faltado esa decisin como comunidad, para afrontarla y aniquilarla". "Hoy la lucha est planteada contra los designios y objetivos deleznables, bastardos y antinacionales. Una sofisticada y compleja, sutil en muchas formas -que es necesario advertir y penetrar con sagacidad e inteligencia- despiadada como lo es la violencia subversiva armada, diablica y criminal, sin atenuantes, cuyo satanismo infrahumano pareciera querer disimular su innegable condicin de minora humana en el contexto social, viene desarrollando una lucha frente a la cual queda solo una alternativa: EL EXTERMINIO TOTAL DEL ENEMIGO Es la fase de la organizacin final de la subversin. Abarca estructuras polticas, sociales, econmicas y militares. Comienza a tener vigencia cuando la zona o zonas donde llevan a cabo sus acciones, estn bajo total control de la subversin. Esta es la fase que seala la irreversibilidad de la accin subversiva y en la que, por lo general, desemboca en la toma del poder o en una prolongada guerra civil que logra impedirlo.

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CAPTULO VIII Evolucion del conocimiento de las organizaciones terroristas por parte del Estado. INTRODUCCIN. El tema a tratar resulta muy interesante porque despeja una situacin de gran importancia en el anlisis de los acontecimientos de la Dcada del Setenta. El documento que se desarrolla a continuacin, contiene acontecimientos y procedimientos reales, que muestran cmo result posible llegar concretamente al seno de las propias organizaciones terroristas. Esto demuestra una vez ms, que si bien las actividades de inteligencia juegan en todas las guerras un papel importante, cobran en el desarrollo de la Guerra Revolucionaria , tal vez, el papel ms relevante. Ello es as, porque la propia naturaleza clandestina de los hechos, que se desarrolla en un ambiente operaci