La relaci6n del Sacramento de la Confirmaci6n con los demtis Sacramentos de la … · 2018. 3....

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Omnis Terra, Spanish ed. 27:255 (1995), 440-445 La relaci6n del Sacramento de la Confirmaci6n con los demtis Sacramentos de la iniciaci6n cristiana Fuente de reflexi6n sobre el testimonio cristiano y la misi6n bajo la acci6n del Espiritu Santo P. Hector M. Scerri B.1EspiriJu, que desamdiO sobre /os Apilltoles en Pen1erostes, y es dodo a todo discifruln de Oisto am /os sa- cramenios de la iniciad6n cristiana, en pa11icular la Conjirrru.u:U5n, e5 EspiriJu de sanJijicaciQn y de misi6n. El P. Scerri , en esle estwiW que publicarnos a amtinu.acWn, ilustm la obliguciOn mioonera de todos !os que reciben /os sacm:mentos de la initiaciOn cristiana. Es una invitaciOn a todos a rejle:xianar e inJensijirar la jJnJjJia participaciQn en la misi6n, amwajinn6elMagist£liode lalf!!esia enel ConciIio VatimnoII, y queelPapa Juan PabW 1J no se cansa de repetir en su magisterio. Una «intima reIaci6n» (Saausanctum Conci- lium, 71) : n los pfuTafos introductorios de la Constitu- '! cion Apostolica Divinae Consortium Naturae . I se afirma daramente la relaci6n que existe entre los tres sacramentos de la iniciacion. En esta ,Constitucion sobre el sacramenta de la Confinna- cion, el Papa Pablo VI dice: «Los fieles nacen de nuevo por el Bautismo, son fortalecidos por el sa- crame nto de la Confirmacion y finalmente son ali- mentados con el alimento de la vida etema en la Eucaristia ... Mas adelante mostraremos con mayor c1aJidad el vinculo que exisle entre la con.lirmaci on 440 Y los demas sacramentos de la iniciacion, no sOlo por la intima conexion de estos sacramentos entre si sino tambien por el rito y!as palabras con las cua- les se administra la confinnaci6n .. (1). Esta «unitas initiationis christianae», tal y como la describe la Divinae Consortium Natume, ofrece tilla relectura y una nueva explicacion de la «intima cOlUlexio cum tota initiatione christian a .. (2), men- cio nada ocho atlOS antes en la Constitucion sobre la sagrada linrrgia del C..oncilio Vaticano II. l..os Pa- dres del Concilio pidieron una revision del rito de la Confinnacion «para que apat'ezca mas clam- mente la intima relacion de este sacramento con toda la iniciacion cristiatla .. (3) y se restablezca la

Transcript of La relaci6n del Sacramento de la Confirmaci6n con los demtis Sacramentos de la … · 2018. 3....

  • Omnis Terra, Spanish ed. 27:255 (1995), 440-445

    La relaci6n del Sacramento de la Confirmaci6n con los demtis Sacramentos

    de la iniciaci6n cristiana Fuente de reflexi6n sobre el testimonio cristiano y la misi6n

    bajo la acci6n del Espiritu Santo

    P. Hector M. Scerri

    B.1EspiriJu, que desamdiO sobre /os Apilltoles en Pen1erostes, y es dodo a todo discifruln de Oisto am /os sa-cramenios de la iniciad6n cristiana, en pa11icular la Conjirrru.u:U5n, e5 EspiriJu de sanJijicaciQn y de misi6n.

    El P. Scerri, en esle estwiW que publicarnos a amtinu.acWn, ilustm la obliguciOn mioonera de todos !os que reciben /os sacm:mentos de la initiaciOn cristiana. Es una invitaciOn a todos a rejle:xianar e inJensijirar la jJnJjJia participaciQn en la misi6n, amwajinn6elMagist£liode lalf!!esia enel ConciIio VatimnoII, y queelPapa Juan PabW 1J no se cansa de repetir en su magisterio.

    Una «intima reIaci6n» (Saausanctum Conci-lium, 71)

    : n los pfuTafos introductorios de la Constitu-' ! cion Apostolica Divinae Consortium Naturae

    . I se afirma daramente la relaci6n que existe entre los tres sacramentos de la iniciacion. En esta

    ,Constitucion sobre el sacramenta de la Confinna-cion, el Papa Pablo VI dice: «Los fieles nacen de nuevo por el Bautismo, son fortalecidos por el sa-cramento de la Confirmacion y finalmente son ali-mentados con el alimento de la vida etema en la Eucaristia ... Mas adelante mostraremos con mayor c1aJidad el vinculo que exisle entre la con.lirmacion

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    Y los demas sacramentos de la iniciacion, no sOlo por la intima conexion de estos sacramentos entre si sino tambien por el rito y!as palabras con las cua-les se administra la confinnaci6n .. (1).

    Esta «unitas initiationis christianae», tal y como la describe la Divinae Consortium Natume, ofrece tilla relectura y una nueva explicacion de la «intima cOlUlexio cum tota initiatione christian a .. (2), men-cionada ocho atlOS antes en la Constitucion sobre la sagrada linrrgia del C..oncilio Vaticano II. l..os Pa-dres del Concilio pidieron una revision del rito de la Confinnacion «para que apat'ezca mas clam-mente la intima relacion de este sacramento con toda la iniciacion cristiatla .. (3) y se restablezca la

  • unidad orginica entre los tres sacramentos de la iniciacion. Bautismo, Confinnacion y Eucaristia constituyen jllntamente el fundamento autentico de la vida cristiana (4)·, vida de testimonio y de rni-sion en el mundo. El decreto conciliar Ad Genies afinna el puesto central y la importancia de la vida sacramental para la actividad misionera: «La activi-dad misionera es nada mas y nada menos que la manifestacion 0 epifania del designio de Dios y su cumplirniento en el mundo y en su histOlia ... por la palabra de la predicacion y por la celebracion de los sacramentos, cuyo centro y cumbre es la sagr.t-da Eucaristia, hace presente a Cristo autor de la sal-vdcion» (5).

    E.sta intima relacion no es sOlo un factor ocasier nal 0 extemo sino que era especialmente evidenle en los primeros tiempos de la Iglesia cuando Bau-tismo, Confinnacion y Eucaristia. «fonnaban un ri-to (mico y homogeneo en la fuente bautismal que se completaba con la primera Comunion en el sa-crifico eucaristico» (6). Hay que conservar esta inti-ma relacion. Hay una bella oracion de lID ritual griego que es un indicador claro de este lazo prer fundo: «Senor, que te has dignado dar nueva vida a tu siervo que fue ilwninado por medio del agua y del Espiritu ... concedele tambien el seUo del don de tu San to Espiritu y la comunion al cuerpo santo ya la sangre preciosa de tu Cristo» (7).

    Los tres sacramentos de la iniciacion consti-tuyen a la persona cristiana y le infunden una nue-va vida en el Espiritu. Por el poder del Espiritu San-to, el cristiano asume la responsabilidad y la rnision de ser testigo ante todos sus hennanos y hennanas. De hecho estos tres sacramentos «estan intima-mente unidos y constituyen los tres estadios de Wla evolucion unica» (8), que se concluye en la fonna-cion de cristianos maduros cuya vocacion es ser hombres y mujeres para los demas, en servicio y amor, bajo la accion del Espiritu Santo.

    la Confirmaci6n, sello y plenitud del Bau-tismo

    Cipliano Vagagnini ve la Confinnacion como «el seUo de la plenitud del Bautismo» (9) porque mediante la accion del Espiritu Santo el cristiano es fortalecido para que pueda luchar conn;a las ten-dencias daiiinas intemas y extemas. Podemos, por tanto, ver que la Con.linnacion «pelfecciona» la

    consagr.tcion indi\~dual del Bautismo (10), refor-zando su testimonio cristiano en la Iglesia y en el mundo. WIlhelm Breuning explica esta relacion entre Bautismo y Confinnacion mosq-anclo que «la relacion con el Espiritu Santo creacla por la Confu~ macion presupone la existencia pre\·ia de la rela-cion fundamental bautismal con el rnismo Espiri-tu» (11). Frases como auglllentum graliae, ad mlJur, peifediJJ (12) Y consummalio- caracteJisticas todas e-Uas de la Escolastica y de los textos posteliores - se refieI'en a este aspecto de la Confinnacion con re£-pecto al Bautismo. En la prictica Oliental de la Confinnacion hay una referencia inleresante a este respecto. Nichola~ Cabasilas (c.132()'J391), teologo bv.antino, liturgista y escritor espirituaJ, usa el verba teleitai (hecho perfecto) cuando habla de la persona COIIDnnada Mas atin, llama al rninistro del sacramento te/esles (el que perfecciona yacaba) (13). La Confinnacion supone que la persona bau-tizada es enviada en mision (14) al mundo en el que vive. Toda rnision exige un testimonio real y autentico (I5). Por el hecho de vincular aJ indivi-duo mas nlertemente a Cristo y a la Iglesia (16), bajo la accion del Espiritu Santo, la Confinnacion le dispone para la comunion eclesial que se pelfec-cion a con la participacion plena en la mesa de la Eucaristia

    Varios textos litUrgicos, antiguos y modemos, re-velan la intima conexion entre los sacramentos de la iniciacion cristiana y el testimonio. Illlstraremos este aspecto con la ayuda de un ejemplo. En una de las oraciones del EuJogio de Serapio encontra-mos belJas referencias al don del Espiritu Santo y a sus efectos en la vida del cristiano. Esta oracion se refiere a la bendicion del olio que se usa para el sa-cramento de la Confinnacion: «Dios de los ejerci-tos, protector de todo el que se vuelve a ti ... Tt) das a este olio un poder di\IDO y celestial. Que los bau-tizados que son ungidos con este olio, con el signo salvador de la cruz del Hijo unigenito ... paltiripen cada vel: nuis del don del Espiritu ... Que, fortalecidos con este seUo, Pennanezcan finnes e inamovibles, ilesos e inviolables, protegidos contra las amenaza5 y sorpresas, viviendo en la fe y conocimien to de la verdad hasta el fin de sus vidas ... » (17).

    Este texto nos recuerda las palabras de la Enci-clica &ielnptmis Missw, en la que Juan Pablo U se re-fiere al sacramenta del Bautismo con estas palabras: «no es un mero sello de la conversion, como lID sig-no exterior que la demuestra, sino que es 1111 S,lCra-

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  • mento que significa y lleva a caoo este nuevo naci-n-uento por el Espiritu ... AI nlismo tiempo, invito a los fieles y a las comunidades cristianas a dar auten-tico testimOI-uo de Cristo con su nueva vida" (18).

    Esto refuerza la corn union eclesial haciendo a los cristianos n-uembros activos y responsables de la Iglesia. Esta nlisi6n exige Wl vinculo cada vez mas fieI con la Iglesia, en anlor y selvicio a los propios hennanos. De hecho, por la omnipresente accion dei Espiritu Santo, eI Bautismo consagra los mas profundos fundanlentos dei ser cristiano, la Con-firmacion le da la fuerza para realizar acciones en su vida diaIia, al n-usmo tiempo que es alimentado y fortalecido par la EuCaIistia. Asi es coma la vida C1istiaIla se ve coma una vida de intinlidad con ca-da una de las Personas de la Trinidad. Se!:,'un Geor-ges Delcuve, eI Bautismo con'esponde al envio que hace Dios a nuestros corazones dei Espi,itl.! de su Hijo, la Confirmacion correspande a la donacion que el Padre nos hace dei Espi,itu y el Espi,itu da testimonio del Hijo; en la EuCaIistia tenemos el Espiritu dei Padre y dei Hijo que une a la comuni-dad C1istiana como un solo cuerpo (19).

    Dom PeIagio Visentin describe la pronmda lUli-dad que existe entre los saCfaInentos de la inicia-cion y la acci6n del Espi,itu SaIltO con bellas pala-bras. Ve la celebracion de la Eucaristia por la co-munidad eclesial como la culminacion de la inicia-cion C1isti'Ula. En esta celcbracion «cl ballti7.acio, irtiertado en Cristo muerto y resucitado, y "confir-mado" con eI "sello del Espilitu SaIl to" ... Ilega al mas alto grado de asin-ulacion con el bombre nue-vo que se revelola maiiana de Pascua ... " (20).

    Vinculo profundo con el misterio pascual de Nuestro Senor

    El misterio pascual deJeslls llevo a la efusion dei Espiritu SaIlto en Pentecostes, 10 cual, a su vez, Ilevo a la difusion dei kerigma median te eI testimonio energico y convencido de los primeros n-uembros de la Iglesia. J.D.Cricbton afirrna que «si se entien-de la Confirmaci6n coma la inhabitacion del Espi-ritu SaI1l0 en el bautizado individual, se deduce de ello que 'confirma' su relacion con Cristo y capaci-ta para daI' testimonio de Cristo en su pasion y re-surreccion" (21).

    La caracteristica fundanlental de la vida del cris-tiano que tiene eI deber de pmclanlar la Buena

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    Nueva de nuesUu Senor es la finne convicci6n de que Jeslls mwio por todo el genero humano y n.~ sucito de entre los mue110s (22) y, por tanto, tr

  • guos. El lito revisado de la Confimlacion conserva el significado de la relacion en o'e la CnlZ y la efu-sion del Espiritu San to: «El Obispo moja su dedo pulgar en el crisma y hace la senal de la CnlZ sobre la frente del confilmando, diciendo: "N., se seUado con el don del Espiritu San to"» (25).

    Bautismo, Confnmaci6n y Eucaristia: una vida de entrega y misi6n

    Muchos autores ven la Confinnacion como el sacramenta del apostolado del cristiano en la Igle-sia universal. Karl Rahner llama a la Confumaci6n «el sacramenta de la mision y del testimonio» (26) como una manera de «colaborar en la rnision de la Iglesia» (27) y de participar plenamente en eUa. El tema del testimonio clistiano y de la parresia bajo la accion poderosa y vivificante del Espiritu Santo puede demostrarse por ellito actual de la Conflr-macion.

    En este rilo encontramos frases como «testigo de Crisw», "darulo testimonio ante e1 muruio», "!Jlvdaman-do a todos los Palahra>' y "l1liembros adivos de la If!!esia». Son una clara indicaci6n del significado del sacra-mento de la Confimlaci6n en la vida y misi6n de todos los christiJu1eles como mensajeros de la Buena Nueva de jesus, abriendo sus corazones yvidas a la acci6n del Espilitu San to, de modo que todo el ge-nero humano plleda conocer el amor del Padre. Siendo hUo del Padre por el Bautismo, fortalecido y llanlado a dar testimonio en la Confirmaci6n yali-mentado en la EucaIisoa, el cristiano tiene Wl apos-tolado y una misi6n que realizar en la Iglesia (28) y en la saciedad (29). Lo afuma el Decreto Ad GenIes. «Todos 'los fieles Clistianos, dondequiera que vivan, estan obligados a manifestar con el ejemplo de su vida y el testimonio de la palabra el hombre nuevo del que se re\~stieron por el bautismo y la virtud del Espiritu San to, porquien han sido fortalecidos con la Confirmaci6n, de tal fonna que todos los demas, aI contemplar sus buenas obras, glOlifiquen aI Pa-dre (cl. Mt5,I6) y perciban el sentido autentico de la vida y el vinculo universal de la union entre los hombres» (n. 11) (30).

    Lo mismo se repite en olra secci6n del misllIo Decreto Ad Gentes. Los Padres conciliaJ1es afinml.l1 la relaci6n entre renacer en Cristo por el bautismo yel aUl"entico testimonio cristiano en todas las esfe-r-a.~ de la vida. El decreto conciliar a1inna que todos

    los bautizados estan Uamados «a dar ~jel11plo con la vida y con la palabl-a. en la familia, en el glUpo social yen el funbito de su profesi6n" (31). E..~tas palabras las vi\~eron hombres y mtueres sin nltmero a 10 lar-go de todos los tiempos, en todos los cOlltinentes y en las mas vaJiadas circunstancias y situaciones de su vida. En el contexto de este articulo puede ser uti! una referencia aI testllnonio dado por el beato Peter To Rot (1912-1945), catequista y mfutir de nuestros dias, beatificado por el Papa Juan Pablo Il durante su reciente \~aje a Papua Nueva Guinea: «Inspirado por su fe en Cristo, el beato Peter fue un marido dedicado a su familia, un padre amante y un catequista entregado muy conocido por su amabilidad, genti!e7..a. y compasi6n. Su fuerza eran la misa y la comunion diarias, asi coma sus fj-e-cuentes \~ita.s a nuestro Senor en el Sanosimo Sa-cramento, que le IDfundian sabidwia para acon-sejar a los desalentados y valenoa para perseverar hasta la muerte» (32).

    El testimonio del beato Peter ante la opresioll y persecucion le Uev6 a defender la \·;da de familia, la unidad del manimonio y la fidelidad conyugal_ Cuando 10s sacerdotes de su pueblo fueron enGll~ celados, sigui6 enseilando a los fieles con valenoa y entusiasmo, visitando a los enfemlos, bautizando y dlligiendo la oraci6n del pueblo. El Papa a1abO la madurez espllitual del nuevo ix!alus y 10 present6 como un testimonio radiante para todos, especial-mente para el apostolado seglaJ~ «Sul11adlU-ez espi-ritual se demostr6 en su madurez apostolica. De-dico especial atencion a los tibios en la practica de la fe y a los que la habian abaJldonado .. _ jNo os de-sanUneis sabre el futuro de la evangelizacion!. j No dudeis en predicar la Buena Nueva con c1aridad y valenoa, porque solo hay una verdadera esperaJua para la humanidad,jesucristo ... » (33)_

    Este es un ejemplo concreto de vida misionera de servicio aI projUno en todos los medios aJnbien-les y sectores de la vida. Podemos relacionaJ'lo con 10 que afuma jUaJl Pablo II en su Endclica sabre el valor e mviolabilidad de la vida humaJla, Jc.van~ lium Vitae En la promocion de la cultura aI sen1cio de la vida humana, el Papa a1imJa: «Lt evangeli7..a.-ci6n es una acci6n global y dinfunica, flue compro-mete a la Iglesia a participar en la misi6n proletica, sacerdotal y real del Sel10r JesllS. Por taIllO, con lie-va mseparablemen te las dil1umsianes del ammao, de In. celebracwn y fiRl servicio de la caridnd. Es un acto jnT>-fll1u1amrm}e edpsia4

  • dos los operadores del Evangelio, cada uno seg(m su propio carisma y rninisterio. Asi sucede tambien cuando se trata de anunciar el Evangrdio de la vUJa., parte integrante del Evangelio que es Jesucristo. Nosotros estamos al seIVicio de este Evangelio, apoyados por la certeza de haberlo recibido coma don y de haber sido enviados a proclamarlo a toda la humanidad 'hasta los confines de la tierra' (Hch 1,8). Mantengamos, por ello, la conciencia humil-de y agradecida de ser el puebw de la vida y para la ui-cia y presentemonos de este modo ante todos» (34).

    La Redemptaris Missio habla del papel dellaicado y del amplio radio de su actividad misionera, asi co-mo de su implicaci6n en el gran desarrollo de los «"movimientos eclesiales", dotados de dinamismo misionero» (35). La lIamada a la rnisi6n ad grntes tiene otra dimensi6n: la responsabilidad de todos los cristianos de ser portadores del amor reconci-liador del Padre hacia los demas. Es una lIamada a superar las barreras y a abrir los corazones a la in-cesante acci6n del Espiritu Santo, proclamando asi la juventud etema del mens;ye de Cristo (36). Es 10 que afirma el Papa con vigor renovado en su Carta Apost6lica Tertio MiUenio Adveniente. «Se induye por tanto entre los objetivos primarios de la prepa-raci6n del J ubileo el recmwci.miento de la presencia Y de la acci6n delEspirilu, que actlia en la Iglesia tanto sa-cramentalmente, sabre todo por la Cunfirmmiim,

    coma a traves de los diversos carismas, tareas y mi-nisterios que El ha suscitado para su bien ... El Espi-ritu es tambien para nuestra epoca el agente prind.-pal de la nueva evangelizaci6n. Sera por tarltO impor-tante descubrir al Espiritu coma Aquel que cons-truye el Reino de Dios en el cursu de la historia y prepara su plena manifestaci6n en Jesucristo, ani-mando a los hombres ensu coraz6n y hacienda gemlinar dentro de la vivencia humana las semillas de la salvaci6n definitiva que se daci al final de los tiempos (37).

    Es una invitaci6n que el Papa repiti6 en Manila durante la celebraci6n de la 10' Jomada mundiaJ de lajuventud, como conclusi6n de su sentida ho-milia ante una enorme multitud: «Q..!erido puebla . de Filipinas, seguid adelante am la Juerza del Bpi1itu San(() para renauar la J07. de la lien-a, en primer lugar en vuestro propio mundo, en vuestras fumilias, co-munidades y en la naci6n a la que perteneceis y amais; y en el amplio mundo de Asia, del cualla Iglesia en Filipinas tiene una especial responsabili-dad ante el Senor ... Y todos vosotros, no solamente el pueblo filipino, teneis la misma responsabilidad ante el Senor y ante el mundo mas alii de estis fronteras, trab~ando con fe para la renovaci6n de toda la creaci6n de Dios. Es vuestra responsabili-dad) vuestra lIamada en todas partes, en Europa, en Africa, en las dos Americas, en Australia, en to-das partes» (38) .

    * * *

    NOTAS

    (I) PABLO VI, Constituci6n Apostolica Divinae Conslff-tium Naturae, 15 de agosto 1971.

    (2) Cf. GY Pierre-Marie, Leprobl£me de la amjinnatian dans l'l:."'g/ise catlwlique, en La i'Ylauon-Dieu, 168 (1986), p.8.

    (3) CONCILIO ECUMENICO VATICANO 11, Constitu-cion sobre la sagrada liturgia Sacrosanctum Concilium, 71.

    (4) Cf. Ca/ecU1IlO de la 19ksia CaWlica, 1210, 1285.

    (5) CONCILIO VATICANO I1, Decretb sobre la activi-dad misionera de la Iglesia, Ad Genies, 9.

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    (6) VAGAGNINI Cipriario, 11!eOwgical Dimensions of till! Liturgy (Liturgical Press, CollegevilIe, Minnesota 1976), p. 174.

    (7) Citado par JOUNEL Pierre, La confennmilYlU', en GE· LINEAU Joseph, NeUe vastre Assemblee, Queriniana, Brescia 1970, p.494.

    (8) RANWEZ Pierre, nil! sacmment ofConjinnalian, builder of the Pmonality for Service in t/U' Mystical Body of Christ, en Lu-men Vitae 9 (1954), p. 19.

  • (9) VAGAGNINI Cipriano, TlwoilJgical Dimensifms, p. 41l.

    (10) Cr. CONGAR Yves-Marie, I Believe in the Holy Spiri~ III (Geoffrey Chapman, Londres 1983) , pp. 217-218.

    (11) BREUNING Wilhelm, H~,en to Confilm in tlu! cose of Aduu BafHim, en Conalium 3.2 (1967) , p. 53.

    (12) cr. MACRASSI Mariano, Confin1ll1tione Baph