La Reina de las Hadas
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Las enseñanzas de la Reina de
las Hadas
Rosetta Forner
Aprende a vivir tu propia vida
Grábate a fuego en el corazón que tienes tu propia vida y que nadie salvo tú la vivirá por ti.
Haz una costumbre de preguntarte a ti mism@ cómo te sientes y cómo te quieres
sentir en cada situación.
Asume que nadie entrará nunca en tu castillo si tú no le abres la
puerta. Tú y sólo tú decides quién entra, y lo que le es
permitido hacer.
En la fría armadura no hay sitio ni para uno mismo, por ello, no
encierres tu corazón tratando de protegerte del miedo que te produce amar y ser amado.
Escoge. Nunca aceptes migajas de amor. Nunca deberías permitir
que nadie te quiera por lástima o necesidad, sino porque considera que tú y sólo tú eres la persona
más especial de la Tierra para él o ella.
Ama a quien te apetezca, y deja los convencionalismos sociales
para otros.
Valora la luz que eres, pues los demás te valorarán según la
valoración que te des a ti mism@.
No esperes a que nadie te haga feliz. No le traslades a otro la
responsabilidad de tu felicidad, ya que tú solo puedes hacerte
feliz.
No esperes a que sea demasiado tarde para
perdonarte y aceptarte tal cual eres.
No le permitas a nadie que te diga que no mereces la pena, que te diga que no eres dign@ de amor. Si alguien no es capaz de ver tu luz y de honrarla, no le abras la puerta de tu corazón,
no le des la oportunidad de pisotearte el corazón o de dejártelo en carne
viva después de haberte pasado un papel de lija por el mismo. Ese es el efecto resultante, la experiencia que
se crea en ti cuando alguien te menosprecia, insulta, falta el respeto,
se burla, ningunea...
No te enamores de un/una mindundi
emocional, sólo te traerá problemas.
Si alguien toma represalias o trata de manipularte para conseguir que “bailes a su
antojo” , amablemente hazle un corte de varita mágica, es decir, mándale a paseo y con
viento fresco.
No es malo estar solo, lo triste es sentirse más solo que la una en compañía de un cuerpo físico
que respira.
No permitas que nadie esté contigo porque tenga miedo a la soledad. La soledad nunca ha de ser el vínculo que te una a nadie.
No lances dardos envenenados a tu corazón,
no te maltrates, no te cuentes historias,
Si crees en los falsos “cuentos de hadas” que prometen hallar el “alma gemela” sin pasar por el proceso largo y trabajoso de la evolución personal (puede durar miles de vidas...) acabarás por besar a miles de
sapos que nunca se convertirán en príncipes o princesas. Ya sabes, si no
quieres acabar con los morros hinchados, no beses a nadie sin antes haberle tocado
con la varita mágica la frente.
Musica: “Rose” – Ernesto Cortazar.
Presentado por Gloria