La Ratita PresumidaÉrase una vez, una ratita que era muy presumida. Un día la ratita estaba barriendo su casita, cuando de repente en el suelo vio algo que brillaba

RATITA.- es una monedita de oro, que suerte (la recoge) que hare con ella, ya se me comprare caramelos... Uy no me dolerán los dientes, mejor me comprare muchos pasteles, uy no me dolerá mi barriguita. Ya sé, me comprare un lacito de color rojo para mi colita y seré la más bonita.

NARRADOR.- y así fue la ratita se fue al mercado y se compró un lindo lacito de color rojo, al día siguiente, ella se levantó muy temprano a barrer la puerta de su casita como todos los días y en eso apareció un gallito que venía acompañado de una linda marinera.

GALLO.- ratita, ratita, tu eres la más bonita, y con ese lacito lo eres más ¿te quieres casar conmigo?

RATITA.- No sé, señor gallito ¿tú por las noches que ruido haces?

GALLO.- pues yo me levanto a las 5 am todos los días y digo kikiriki, kikiriki

RATITA.- Ay no, no contigo no me casaría porque ese ruido me asustaría

NARRADOR.- y el pobre gallo se fue muy triste bailando una marinera. Y de pronto escuchamos un rock era un perrito surf que venía a hablar con la ratita

PERRO.- pucha ratita, ratita, pucha tu que eres la más bonita, ta que guau, y con ese lacito lo eres más ¿te quieres casar conmigo?

RATITA.- No sé, perrito, ¿tú por las noches que ruido haces?

PERRO.- pucha, pues yo, cada noche que escucho algún ruido digo, ta que digo, guau, guau.

RATITA.- Ay no, no contigo no me casaría porque ese ruido me asustaría

NARRADOR.- y el pobre perro se fue con la cola entre las piernas bailando su canción, pero en eso entro un cerdito.

CERDITO.- ratita, ratita, oink tu eres la más bonita, oink y con ese lacito lo eres más, oink ¿te quieres casar conmigo?

RATITA.- No sé, señor cerdito ¿tú por las noches que ruidos haces?

CERDITO.- pues yo primero que nada me como todo lo que encuentro así (come muy groseramente) y luego me rasco mi barriguita y grito oink, oink, oink

RATITA.- Ay no, no usted es muy grosero, no, contigo no me casaría porque ese ruido me asustaría y de seguro me dejaría sin comidita. Será mejor que me meta a mi casita y de una vez le dé el sí al ratón miguelito, que el sí es un ratoncito como yo.

NARRADOR.- y así la ratita entendió que no debía estar coqueteando y que lo mejor era estar con alguien de su misma especie.