La rana saltarina

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La rana saltarina” Ámbito: Comunicación Núcleo: Lenguaje verbal Nivel: Transición 2 Nombre: Camila Vallarino.

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Trabajo de Camila Vallarino, 2º año Educación Parvularia UDP

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Page 1: La rana saltarina

“La rana saltarina”Ámbito: Comunicación

Núcleo: Lenguaje verbalNivel: Transición 2

Nombre: Camila Vallarino.

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Erase una vez, una rana llamada Sarita, era una rana muy joven, y

andaba dando saltos todo el día, por lo que en su laguna la conocían

como la rana saltarina.

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Desde que se despertaba hasta que se iba a dormir, saltaba de un lado para otro, no podía parar. Sus

padres, no paraban de decirle:“Sarita, no saltes tanto

que un día te vas a pegar con algo sin

darte cuenta y te harás daño“

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Un día cuando estaba en la charca, saltando de una piedra a otra piedra, se le acercó un sapo muy tranquilo llamado Benito y le

dijo:“Hola Sarita, ¿cómo tienes tanta energía para estar

saltando sin parar?”

“En realidad no

se porque

tengo tanta

energía, pero

mañana

cuando nos

veamos te

enseño, ahora

estoy apurada

mi mamá me

esta esperando

en la casa”

“Bueno Sarita, que estés muy

bien, adiós”

“Adiós

Benito, nos

vemos

mañana”

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Cuando Sarita llego a la casa la mamá la mandó a la cama a leer un cuento infantil, que le había regalado su tío

Juan. Pero de repente, un ruido ensordecedor provenía de la

habitación de Sarita. Sus padres fueron corriendo a verla para ver qué había

sucedido. Sarita se había caído y estaba en el suelo.“¿Estás

bien Sarita?”

“Si papá

no me

paso

nada”

¡Pero que

es lo que

ha

pasado!,

¿por qué

te has

caído?

“Es que

estaba

dando

saltos en

la cama y

me he

resbalado

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Luego sus padres arroparon a Sarita y le leyeron el cuento de su tío.

“Bueno Sarita, que

tengas dulces

sueños”

Después apagaron la luz y se marcharon también a dormir.

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Sarita, se había quedado sorprendida, pues sus padres no la regañaron por haber

desobedecido. Entonces, se dio cuenta que lo que había hecho estaba mal, y que sus

padres lo único que querían, cuando le decían que parase algún rato de saltar, era evitar que se hiciera daño. Así que una vez

aprendida la lección, nuestra querida amiga, la rana saltarina, Sarita, se durmió.

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¡Colorín colorado este cuento se ha acabado!