La Radionovela Mexicana en Agonia

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    La radionovela mexicana, en agona

    radioescuchas que, conmovidos o impresionadospor el relato de la radio, manifestaban su amor,odio o solidaridad con los involucrados en la trama.Pero las expresiones de la audiencia, en muchasocasiones, iban ms all del papel: se traducan enregalos para la pareja de novios o apoyos parala mujer en desgracia.

    Tambin, gracias al xito de la radionovela, fueposible que varias marcas se posicionaran en elgusto del consumidor mexicano. Patrocinadorescomo Colgate-Palmolive se convirtieron en pode-rosas industrias. Su presencia en la radio era tal,

    que no en balde la radionovela ( y posteriormente,la telenovela en Estados Unidos) recibi el nombrede soap opera u obras de jabn, en alusin a lacantidad de anuncios publicitarios de detergentesy artculos de limpieza personal que se transmitandurante los radiodramas.

    No slo fueron los productos los que se posicio -naron en la mente de los mexicanos, tambin lohicieron las ideas. Ante una audiencia novata, atravs de la radionovela fue posible dibujar lascaractersticas de la representacin de la mujer,

    del hombre, de la familia, de lo mexicano y su proble-mtica. Y fue real el intento por delimitar conciencias

    con el uso del lenguaje. La actriz, Rita Rey, famosapor interpretar villanas en los radiodramas mexicanos,detalla en el libro Vidas en el aire que haba unacensura muy dura hacia las radionovelas: no podamosusar cier tas palabras como divorcio, cncer y otras.

    De ese tamao fue el impacto de la radionovela...hoy no hay rastro de ello. El pblico que las sintoniza,suele hacerlo por nostalgia o por curiosidad.

    Intentos de salvacin

    Es en estaciones como Radio UNAM, Radio Educa-cin, el IMER, algunas estaciones universitarias deprovincia con algn tipo de infraestructura y capital.En esos mbitos fue donde sobrevivi en Mxico elradiodrama, detall el creador radiofnico, Emilia-no Lpez Rascn, quien a cargo de la Subdireccinde produccin de Radio UNAM logr que en 2005la emisora universitaria difundiera As asesinaron aTrotsky, un serial dramatizado en el que se narraronlos ltimos das del revolucionario ruso, que como yase sabe, los vivi en Mxi co acompaado, entre otrasfiguras, de Frida Kahlo.

    Un esfuerzo similar por mantener viva a la radionovelaentre los odos de los mexicanos, fue el que realiz

    Irma Valadez Caldern

    Reportera de [email protected]

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    a radionovela en Mxico es un producto quese resiste a abandonar los aparatos receptores.

    Desde su aparicin, hace ms de medio siglo, suproduccin ha disminuido poco a poco, al grado deque para muchos especialis tas, el gnero prcticamenteha muerto. Pero si comparamos la vida de la radiono-vela con la de un ser humano, quiz el trmino msadecuado para definir su estado es el de agona, yaque si bien las radiodifusoras comerciales han aban-donado todo intento por revitalizar al radiodrama (yasea como radionovela, serie radiofnica, monlogo oradioteatro), ste ha encontrado un nicho pequesimodentro de las radiodifusoras pblicas para hacerse or.

    El desinters de las grandes cadenas radiofnicas porla radionovela contrasta con las ganancias, influenciae impacto que el gnero alcanz en su poca dorada.Basta decir que las radionovelas lograron manteneren vilo a las amas de casa de los hogares mexicanos,quienes seguan las historias de amor y desamor casicon religiosidad, al grado que los actores , sobre todolos villanos, teman ser reconocidos por su voz. Con-tinuamente, a las estaciones llegaban cartas de los

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    Radio Educacin en 2005, cuandoprodujo y transmiti las adapta-ciones radiofnicas de clsicos dela literatura como: Novecento,de Alessandro Baricco; El malo-grado, de Thomas Bernhard; y

    la Odisea, de Homero.El Instituto Mexicano de la

    Radio (IMER) no se que atrs.En 2006, transmiti Murallas deAmor, una radionovela productodel Concursos de Guiones Drama-tizados que realiz el IMER juntocon la Sociedad General de Escritores de Mxico (Sogem)en 2005, para promover la produccin de programasde radio e impulsar a nuevos valores en este gnero.Murallas de Amor tuvo como objetivo difundir losderechos humanos de las mujeres. L a historia narra lavida de Yolanda Armida, una mujer que se enfrenta a

    la violencia intrafamiliar, la desigualdad social, el acososexual y condiciones de trabajo adversas.

    En 2008, el IMER tambin difundi La espera deOfeliay Mara cuenta, la primera estuvo destinada afomentar la lectura entre los adultos mayores, mientrasque la segunda fue dirigida a explicar y prevenir lasenfermedades de transmisin sexual entre las comu-nidades indgenas.

    En 2006, el dramaturgo alemn Goetz Naleppa co-produjo con Radio Educacin Popol Vuh, un proyectobasado en el libro sobre la creacin del pueblo maya.Dos aos despus, el programa fue galardonado conel premio del Festival de Emisin Radiofnica de Nueva

    York, reconocimiento comparado con el premio scarde la cinematografa.

    El abandono

    Una historia muy distinta es la que se escribe en lasradiodifusoras comerciales, que renunciaron a reno-var el gnero. En la ltima dcada, apenas hubo unesfuerzo menor por producir radionovelas. Entre losltimos trabajos que se transmitieron figuran unosradiodramas muy pequeos, no mal escritos pero s malproducidos, en Radio Frmula hace unos cuatro o cincoaos, y la retransmisin de Kalimn, en Radioactivohace ms de diez aos, mencion Lpez Rascn.

    Las hiptesis que han tratado de explicar la pobrerealidad de la radionove la apuntan, principalmente, alo que el actor de radionovelas scar Yoldi resumide la siguiente manera: los permisionarios y los con-secionarios de las radiodifusoras no quieren invertirun peso, y quieren ganar mucho.

    Bajo esta idea, es posible entender que la radio enMxico slo sea hablada o sinfnica, siendo esta lti-ma an ms barata y rentable. De lo contrario, no seexplicara la proliferacin de cadenas radiofnicas queprefieren contratar a unos cuantos locutores, rolarlos

    en diferentes turnos, y rellenarlas horas de programacin conmsica. El gasto para este tipo deproduccin resulta mnimo, por-que se requiere de poco personaly, prcticamente, no se invierte

    en tiempo de realizacin.En cambio, la creacin de radio-

    novelas implica un esfuerzo ma-yor en dinero, tiempo y talento.La produccin requiere muchashoras de estudio para grabarvarias veces una misma escena,

    tener un control sobre stas, hacer lecturas de mesacon los actores, trabajar los matices, las intencionesy el ritmo. Todo ello requiere, adems, de un directorde voces. El esfuerzo tambin involucra una coordi-nacin administrativa compleja, ya que la produccintiene tiempos muertos y los llamados suelen ser muy

    largos. Una vez concluido el trabajo en bruto, hay quepostproducirlo, generar la ambientacin, los efectos ytejer los dilogos. Para tener una referencia del trabajoque requiere este tipo de proyec tos: producir un minu-to de un radiodrama requiere en promedio media horade actuacin y una hora de postproduccin.

    Tambin, se debe tomar en cuenta que el proyec tose encarece de acuerdo al pago que reciben los acto-res contratados para hacer la radionovela. A pesar de

    Las estaciones comerciales

    renunciaron a renovar

    las radionovelas

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    todo ello, la produccin radiofnica ms costosa jamsrozar a la ms barata de las producciones telev isivaso cinematogrficas.

    Otra explicacin sobre la cuasi extincin de la radio-novela es la que sostiene que la llegada de la televisinopac a la radio, y que el inters de la audiencia secentr en el monitor. Lpez Rascn apunt que a laradionovela se la comi eventualmente la telenovela.El productor explic que muchos talentos de la radio

    migraron a la televisin, adems de que se generaroncambios de consumo meditico en la medida en quela televisin se abarat, lo que provoc que la genteprefiriera mirar a escuchar las historias. Asimismo, elproductor seal que los empresarios de la radio queen este caso eran los mismos que de la tele decidie-ron invertirle a un med io y dejarle de inver tir al otro.

    No es casualidad que muchas de las radionovelascon mayor xito fueran adoptadas por la pantalla chica.As sucedi con Senda prohibida, historia que se con-vertira en una de las primeras telenovelas producidasen Mxico y el mundo. El derecho de nacerfue otra ra-dionovela (sta de origen cubano) que se adapt parala televisin y para el cine; los mismo sucedi con lahistoria de Corazn Salvaje.

    Ante este panorama, resulta difcil pensar en el re -surgimiento de la radionovela como un gnero para elconsumo de masas. Difcilmente escucharemos historiascomo la del ebanista humilde que, por conseguir elamor de una mujer adinerada, renuncia a ser JessArriaga y se convirti en el temible ladrn ChuchoEl Roto, que al estilo de un Robin Hood urbano pro-tegi a los pobres y luch contra la injusticia social.Tampoco escucharemos una introduccin como la de

    la radionovela Angelitos Negros : Y t que pintascon amor, por qu desprecias mi color, si sabes queen el cielo, tambin nos quiere D ios. Ni asociaremosmelodas a sentimientos, como s sucedi con Tocata yFuga, obra compuesta por Bach, que interpretada alrgano sirvi de cor tinilla musical en el radiodrama de

    terror El Monje Loco.

    La encrucijadaEn la actualidad, lo que queda de la radionovelamexicana enfrenta no slo la necesidad de innovar enla narracin de historias y de crearse un pblico msamplio, tambin adolece de talentos. Cabe sealar queel declive del radiodrama inici antes del advenimientode las herramientas de produccin digital, por lo quelos nuevos creadores, en la mayora de los casos, nisiquiera estn familiarizados con la radionovela.

    Es un panorama sombro que valdra la pena ilumi-nar, no slo porque el gnero enriquece el lengua je de

    la radio, porque es una gran tradicin, porque tienegran potencialidad expresiva, o porque puede repre-sentar un excelente vehculo para difundir contenidosculturales y educativos. Tambin porque, como sealLpez Rascn: la gente lo va a or, porque una historiabien contada sigue haciendo que la gente se quedepegada a la radio.

    Con este planteamiento coincidi Oscar Yoldi. Elhistrin, quien ha participado en ms de 100 radio-novelas, asegur que el resurgimiento del gnero ledevolvera a la radio ese sentido de intimidad, de di-nmica mental e involucramiento emocional de laaudiencia con el medio, que la televisin no posee.

    Tal parece que la radionovela mexicana est anteuna encrucijada: dejarse vencer como lo hici era su an-tecesor (el folletn o novela por entregas) o continuarcon la lucha por sobrevivir. El escritor Vicente Leero,quien en sus inicios trabaj como guionista de radio-dramas, lanza los siguientes consejos tcnicos para nosucumbir en el intento: estructurar sinopsis mensua-les, semanales, diarias; bocetar anlisis psicolgicosde los personajes; planear suspensos suaves antes delcomercial, suspensos inquietantes al final del captuloy suspensos tremebundos de final de semana.

    Pese a todo, recuperar una tradicin como la radio-novela para las nuevas generaciones mexicanas, noes un tema alejado de la realidad. En Inglaterra, porejemplo, la BBC transmite semanalmente sus historias.Algo similar ocurre en Estados Unidos, donde si bien elpblico afecto a las radiodramas no est representadopor el comn denominador de la masa, s es un pblicocautivo. En Latinoamrica, el caso ms representati-vo es el de Cuba, donde el aislamiento cultural y con-diciones socio-polticas de la isla, sin duda, han influidopara preservar el gusto de sus habitantes por la radio.Cuba es la principal productora de radiodramas, posi-cin que Mxico pele en los aos 40, 50 y 60

    Foto:IrmaValadez