La Posibilidad de Dar Razones
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8/3/2019 La Posibilidad de Dar Razones
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La posibilidad de dar razones. Un acercamiento a la paradoja wittgensteiniana
Mara Teresa Muoz Snchez
Universidad IntercontinentalInstituto de Posgrado Investigacin y Educacin Continua
C/Cantera nm. 25114090 Tlalpan
Tf: 54 87 14 98 y Fax: [email protected]
Resumen: Este artculo propone una relectura de la llamada paradoja wittgensteiniana, quecuestiona la interpretacin escptica hecha por Kripke. La autora recupera las secciones delas Investigaciones Filosficas donde Wittgenstein critica la definicin ostensiva comocriterio determinante del significado de los trminos, y vincula la idea de la preeminenciadel significado sobre la referencia, con la posibilidad de dar razones del uso de trminos.
As, desde una revisin de los vnculos entre significado con normatividad, la autorareinterpreta el pargrafo 201 en el sentido de que Wittgenstein pretenda disolver unaaparente paradoja, ms que ofrecer una forma de escepticismo semntico.
Palabras clave: escepticismo, reglas, justificacin, significado, referencia
Abstract: This paper offers a reinterpretation of the so-called Wittgensteinian paradox thatquestions Kripkes skeptical interpretation. The author recuperates those sections of thePhilosophical Investigations where Wittgenstein criticizes ostensive definition as acriterion of meaning, and relates the idea of preeminence of meaning over reference withthe possibility of giving reasons of use of terms. Thus, by providing a revision of theconnections between meaning and normativity, the author gives a reinterpretation of section201 to the effect that Wittgenstein intended to dissolve the apparent paradox, rather than tooffer a form of semantic skepticism.
Key words: skepticism, rule, justification, meaning, reference
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La posibilidad de dar razones. Un acercamiento a la paradoja wittgensteiniana
Entender una oracin significa entender un lenguaje.
Entender un lenguaje significa dominar una tcnica.
(Wittgenstein,Investigaciones Filosficas, I, 199)
1. En el pargrafo 201 de lasInvestigacionesFilosficas se nos dice:
Nuestra paradoja era sta: una regla no podra determinar ningn curso deaccin porque todo curso de accin puede hacerse concordar con la regla...
Seguir una regla significa ser guiado por sta en un curso de accin, ahora bien cmo es
posible asegurar la consistencia en la aplicacin de una regla, o lo que en este contexto es lo
mismo, cmo es posible asegurar la consistencia en el uso de una expresin? 1 Si cualquier
curso de accin puede hacerse concordar con una regla, entonces, en el caso del lenguaje,
no podremos justificar el uso significativo de signos ya que no lograremos estar seguros de
que el curso de accin que seguimos en distintos tiempos, a saber, el empleo de un signo, es
consistente con la regla. Ms clara an sera la imposibilidad del lenguaje si no podemos
asegurar que dos hablantes de una misma lengua siguen un mismo curso de accin al seguir
la regla; en tal caso, estamos poniendo en cuestin la posibilidad de la comunicacin y, por
tanto, del lenguaje mismo.
Kripke, en su obra Wittgenstein: Reglas y lenguaje privado (1982), plantea el
problema de seguir una regla en el contexto de la paradoja antes mencionada. Su
interpretacin de los pargrafos relacionados con seguir una regla le lleva a afirmar unescepticismo moderado en la concepcin wittgensteiniana. Para Kripke, sta es una nueva
forma de escepticismo filosfico:
1L. Wittgenstein,Investigaciones Filosficas, I, 202.
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La paradoja es quizs el problema central de las Philosophical Investigations. Inclusive alguienque cuestionara las conclusiones referentes al lenguaje privado y las filosofas de la mente, lasmatemticas y la lgica que Wittgenstein extrae de su problema, bien podra considerar el
problema mismo como una importante contribucin a la filosofa. Puede considerrsele como unanueva forma de escepticismo filosfico2.
El reto escptico vendra planteado a travs de dos premisas:
1) No disponemos de ningn hecho o estado mental directamente accesible
que permita justificar que seguimos la regla correctamente;
2) cualquier uso que hagamos de la expresin S (nombre de una
sensacin) en T1 (un tiempo dado) se puede concordar con el uso de S
en T2 (un tiempo posterior)3. No hay modo de asegurar la consistencia de
uso de una expresin lingstica a lo largo del tiempo4
.Varios usos de la expresin son compatibles con la misma regla (a saber: aplicar el
nombre S a la entidad S), y es imposible presentar un hecho sobre el hablante que
justifique un uso como el correcto en virtud de su comprensin del significado de la
regla. Si esto es as, parece que no hay nada que respalde nuestras acciones
regladas, y lo que es ms, el significado de los trminos que empleamos siguiendo
reglas. En palabras de Kripke:
Cmo podra yo justificar mi aplicacin actual de tal regla, cuando un escptico podrafcilmente interpretarla de tal manera que diera lugar aun nmero indefinido de otros resultados?
2 S. Kripke, Wittgenstein: Reglas y lenguaje privado, p. 17.3 Vase S. Kripke, op. cit., pp. 11 y 20.4 L. Wittgenstein, Investigaciones filosficas, I, 258, Imaginemos este caso. Quiero llevar un diario sobre larepeticin de una determinada sensacin. Con este fin la asocio con el signo > y en un calendario escriboeste signo por cada da que tengo la sensacin. En primer lugar observar que no puede formularse unadefinicin del signo.Pero an puedo darme a m mismo una especie de definicin ostensiva! Cmo?,
puedo sealar la sensacin?No en el sentido ordinario. Pero hablo, o anoto signo, y a la vez concentro miatencin en la sensacin como si sealase internamente.Pero para qu esta ceremonia?, pues slo algo as puede ser! Una definicin sirve por cierto para establecer el significado de un signo. Bien, esto ocurreprecisamente al concentra la atencin; pues, por ese medio, me imprimo la conexin del signo con la sensacin., no obstante, slo puede querer decir: este proceso hace que yo me acuerde en el futuro de laconexin correcta. Pero en nuestro caso yo no tengo criterio alguno de correccin. Se querra decir aqu: escorrecto lo que en cualquier caso me parezca correcto. Y esto slo quiere decir que aqu no puede hablarse decorrecto. La memoria es falible y como el lenguaje, desde la perspectiva representacionalista, tendra unfundamento mental de carcter interno, no podra haber correccin posible en el uso del lenguaje, no habracriterio de correccin independiente.
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Parecera que mi aplicacin de dicha regla es un injustificado salto en la oscuridad. Aplico la reglaa ciegas.5
En el contexto de la paradoja, lo que se est poniendo en cuestin son los vnculos
entre significado y normatividad, o en otros trminos, la relacin que debe establecerse
entre la comprensin de un signo y el seguimiento de reglas (la accin que debe llevar a
cabo siguiendo la regla lingstica que implica el signo). Si no es posible establecer dichos
vnculos, se anula el lenguaje, todo lenguaje posible. (...) el problema principal de
Wittgenstein es que parece que todo lenguaje, toda formacin de conceptos es imposible y,
en verdad, ininteligible.6 Esta conclusin, a la que es posible llegar a partir de la paradoja,
es considerada, segn la versin kripkeana que vengo presentando, como una perspectiva
nihilista. Ahora bien, siguiendo nuevamente a Kripke, el autor de las Investigaciones no
adopta esta conclusin nihilista, sino que halla una posicin escptica menos fuerte. Acepta
las dos premisas, que nos llevan a la paradoja, pero no la conclusin. Kripke atribuye a
Wittgenstein la aceptacin del reto planteado por la paradoja y encuentra en las
Investigaciones Filosficas un solucin escptica. De acuerdo con Kripke, el que
Wittgenstein afirme que no disponemos de ningn un hecho ni estado mental para justificar
el seguimiento de reglas, o en nuestros trminos, el uso de trminos, supone aceptar el
desafo escptico, al que se da respuesta atendiendo a las condiciones de asertabilidad y a la
funcin que el lenguaje juega en las formas de vida. Esta respuesta es considerada por l
como una solucin escptica7.
5S. Kripke, op. cit., p. 256Ibid., p. 667 Entre otros, Baker and Hacker sealan que el escepticismo es una lectura insensata de Wittgenstein. Lo queWittgenstein estara negando es que se tenga que justificar la significatividad apelando a rasgos de la realidad o dela mente, sin que ello, suponga caer en el escepticismo. La postura del filsofo de Viena es que no hay nada que
pre-exista a la aplicacin de un concepto que sea universal o universalizable (Baker, G., y Hacker, P.M.S .,Scepticism, rules and language)
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Respecto a la problemtica que plantea la primera, no existe ningn hecho, ni
estado mental ocurrente, ni tampoco un dato objetivo que permita justificar el significado
que atribuimos al signo y, con ello, el seguimiento de la regla , la solucin que este
intrprete wittgensteiniano atribuye a Wittgenstein es apelar al uso8 que tienen las
expresiones en eljuego del lenguaje.
Las reglas estructuran los usos de las expresiones, en este caso de las expresiones de
sensacin y las reglas matemticas, y las condiciones de asertabilidad de las mismas,
apelando a las nociones de acuerdo,formas de vida y criterios. As, seala que (...) si no
hubiera un acuerdo general en las respuestas de la comunidad, el juego de atribuir
conceptos a individuos (...) no podra existir.9 Y ms adelante,
ningn paradigma a priori del modo como deberan aplicarse los conceptos rige a todas las formasde vida o, inclusive, a nuestra propia forma de vida. Nuestro juego de atribuir conceptos a otrosdepende del acuerdo. Sucede que en el caso de la adscripcin de sensaciones, este acuerdo opera en
parte a travs de criterios externos para confesiones en primera persona. No se requiere ningunajustificacin o explicacin ulterior para este procedimiento: ste sencillamente es dado en cmologramos aqu el acuerdo.10As, en la solucin que Kripke encuentra en Wittgenstein a la primera problemtica,
a saber, 1) no disponemos de ningn hecho o estado mental directamente accesible que
permita justificar cmo seguimos la regla; propone como soporte: el acuerdo.
Respecto a la segunda premisa, 2) cualquier uso que hagamos de la expresin S
(nombre de una sensacin) en T1 (un tiempo dado) se puede concordar con el uso de S en
T2 (un tiempo posterior), Wittgenstein sostendra, siempre segn la interpretacin de
Kripke, que no hay posibilidad de un lenguaje privado, ya que el lenguaje tiene un carcter
pblico y social, de modo que la justificacin del correcto uso de una expresin o la
8S. Kripke, op. cit., p. 839Ibid., p. 9210Ibid., pp. 96-97 (las cursivas son mas).
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correcta aplicacin de una regla en tiempos diversos viene dada por el acuerdo o
desacuerdo de las reacciones de un individuo con el resto de la comunidad.
Digamos entonces que, desde la interpretacin kripkeana, la concepcin del
lenguaje presentada en las Investigaciones permite la posibilidad de que ste se d es
decir, supera la conclusin nihilista pero mantiene la paradoja y trata de darle una
solucin escptica: remite la significacin al acuerdo de la comunidad. Kripke
caracteriza los pargrafos aqu comentados como una nueva forma de escepticismo
filosfico11cuya solucin escptica consistira en ver las circunstancias bajo las cuales se
introdujeron estas aseveraciones en el discurso, as como su papel y utilidad en nuestras
vidas12.
Por el contrario considero que Wittgenstein no se propone plantear ninguna nueva
versin del escepticismo, ni mucho menos darle una solucin escptica a la paradoja sino
disolver un falso problema un enigma equvoco, mostrando los hilos del argumento.
Lo que est aqu en juego son los vnculos entre significado y normatividad, entre
comprender el significado de una expresin lingstica y un comportamiento que pueda
considerarse como acorde o no acorde con esa comprensin.13 La interpretacin de la
paradoja que propongo se apoya en una relectura del pargrafo 201 al hilo de los pargrafos
anteriores donde Wittgenstein critica la definicin ostensiva como criterio semntico para
la determinacin del significado de los trminos. De manera que me ocupar de vincular la
idea wittgensteiniana de que existe una preeminencia del significado sobre la referencia en11Ibid., p. 17.12Ibid., p. 100.13 Cf., E. Lazos (2001; 151-165) Comparto con Lazos la idea de que Wittgenstein no est proponiendo una nuevaforma de escepticismo filosfico. En su ensayo, Lazos considera no pertinente la interpretacin de Kripke porconceder demasiado al escptico; a saber: aceptar el dilema: o entender una regla debe ser llegar a unainterpretacin de la misma que no tenga que ser a su vez interpretada, o ningn curso de accin puede serdeterminado por una regla.
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la relacin semntica entre el lenguaje y el mundo, con la posibilidad de dar razones en
cuanto al uso de trminos. Esta afirmacin me permitir recuperar la relacin entre
normatividad y significado desde una perspectiva que elimina la necesidad de determinar
hechos o estados mentales directamente accesibles para justificar el seguimiento de reglas
y, con ello, cuestionar la interpretacin escptica que hace Kripke de la paradoja.
2. Permtaseme ahora recuperar la seccin 79 de lasInvestigacionesFilosficas:
Considera este ejemplo: si se dice Moiss no existi, eso puede significar las cosas msdiversas. Puede querer decir: los israelitas no tuvieron slo un caudillo cuando salieron deEgipto o: su caudillo no se llamaba Moiss o: no existi ninguna persona que haya realizado
todo lo que la Biblia relata que hizo Moiss o etc., etc.- Segn Russell podemos decir: elnombre Moiss podra ser definido mediante diversas descripciones [...]Pero cuando hago unenunciado sobre Moiss -estoy siempre dispuesto a poner por Moiss cualquiera de esasdescripciones? Dir quizs: Por Moiss entiendo el hombre que hizo lo que la Biblia relata deMoiss, o mucho de ello. Pero cuanto?[...]tiene entonces el nombre Moiss un uso fijo yunvocamente determinado para m en todos lo casos posibles? -No se trata de que tengo a midisposicin, por as decirlo, toda una serie de apoyos y estoy dispuesto a apoyarme en uno si sellegara a retirar el otro y a la inversa?14
Lo que Wittgenstein sugiere, oponindose a la concepcin agustina y russelliana, es que es
posible referir, no por que el nombre represente a la cosa, sino porque situamos al referente
en el marco de un juego del lenguaje. As, accedemos al referente de manera indirecta
mediante una familia de descripciones, -mediante parecidos de familia, sera pertinente
decir aqu- y no nicamente por la ostensin o porque tengamos un acceso directo a la
referencia. El uso de un trmino, esto es el significado, est en funcin de las sentencias y
expresiones o contextos lingsticos y extralingsticos en que, de hecho, se usa; y la
referencia est en funcin de los usos de las sentencias y expresiones, esto es, de los juegos
14L. Wittgenstein,Inv. Fil., I, 79.
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de lenguaje15. Y con este ltimo matiz se aleja tambin de la propuesta de Russell en la
Teora de las Descripciones.
De acuerdo con este ejemplo, donde abiertamente se opone a la propuesta
russelliana, no es necesario que coincidan todas las descripciones asociadas a una expresin
para poder determinar la referencia, esto debido a que usamos los nombres sin un
significado fijo16; los conceptos no tienen bordes definidos17, basta con que podamos
apoyarnos en alguna descripcin. El significado de las palabras no es fijo18. El apoyo que
requerimos para usar correctamente un trmino encontrar su firme en las prcticas
lingsticas compartidas en unas formas de vida. La referencia, entonces, no determina el
significado del trmino. Ms bien al contrario, tenemos acceso a la referencia a travs de la
coincidencia de uso, es decir, de significado, de una comunidad de hablantes en unas
formas de vida19. Esta idea es la que anunciamos como preeminencia del significado sobre
la referencia.
15A. Kenny, en su monografa titulada Wittgenstein, (1982) sostiene que la caracterizacin de juegos de lenguajepuede hacerse a partir de las analogas con los juegos. As: 1. Son actividades basadas en reglas. La violacin dedichas reglas implica no estar jugando a ese juego (Inv. Fil, I, 567 )2. Si exceptuamos los solitarios, el resto de los
juegos son sociales.3. Se aprende por adiestramiento.4. Las reglas de juego son pblicas y compartidas por losparticipantes.5. Son actividades completas o autosuficientes (Inv. Fil. I, 2, 18).6 Forman parte de ellos no slo lasemisiones lingsticas, sino tambin gestos, actividades, etc., (Inv. Fil., I, 16, 50, 569, 261) 7. Incluyen y algunostrazan un contexto. Slo obtienen significado en virtud de stos. Integran lo lingstico y lo no-lingstico.16 Cf. J. Danford, Wittgenstein and Political Philosophy. A reexamination of de Fundations of Social Science ,103-7.17L. Wittgenstein, Inv. Fil. I, 71.18
L. Wittgenstein, Inv. Fil. I, 79.19 A este planteamiento, que es equiparable al suyo, Strawson (Individuos, pp. 33-34) le hace una objecin queresponde inmediatamente, a saber: Hay, por ejemplo, la creencia que convertimos en nuestro punto de partida, lacreencia en que, por muy elaborada que sea la descripcin que presentamos de una red de cosas e incidentesrelacionados espacial y temporalmente, nunca podemos estar seguros de presentar una descripcin individuante deun nico elemento particular, dado que nunca podemos excluir la posibilidad de otra red exactamente igual.Experimentar esta ansiedad terica es (...) pasar por alto el hecho de que nosotros tenemos nuestro propio lugar eneste sistema, y conocemos este lugar; que nosotros mismos, por tanto, y nuestro propio entorno inmediato,
proporcionamos un punto de referencia que individua la red y por ello ayuda a individuar los particulareslocalizados en la red
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Seala Wittgenstein al respecto que no se comprende el significado de una palabra
aprendiendo primero la realidad y despus la palabra, sino siendo entrenado en una prctica20;
tal adiestramiento produce una regularidad en la conducta que permitir determinar si se
aprendi o no el uso de la palabra. sta es una instruccin anloga al aprendizaje de una
tcnica, de manera que no slo aprendemos a repetir prcticas, sino que aprendemos tambin a
aplicar la norma en nuevas situaciones de uso21. Los conceptos no estn para ser utilizados
en una sola ocasin22, nos dice literalmente Wittgenstein.
El significado de los trminos de nuestro lenguaje no es una propiedad inmaterial
que tengan por encima, sino sencillamente el lugar que ocupan en un contexto de hechos
circundantes dentro de un juego de lenguaje o de una forma de vida. No se puede justificar el
significado de los trminos desde un punto de vista ontolgico, a saber: atendiendo a una
supuesta esencia del concepto, sino mediante usos.
Cuanto puede ser dicho vine delimitado por las prcticas lingsticas ( juegos de
lenguaje) y extralingsticas (formas de vida) realizadas o dadas en contextos. De modo que
nada ms lejos de ese factum brutum que, como en el Mito de lo Dado23, se coloca frente a
nosotros y constituye la esencia del decir y del conocer.
En nuestro lenguaje usamos los trminos sin un significado fijo. En el momento de
aclarar el significado de un trmino disponemos de una serie de apoyos, de modo que si se
retira uno podemos recurrir al otro y viceversa. De esta forma, no estamos obligados a
determinar un uso fijo, es decir, un significado definitivo de un signo, ni tampoco
20 Cf. L. Wittgenstein,Los cuadernos azul y marrn , pp. 39-40. Tambin enInv. Fil., I, 5.21 David Bloor, Wittgenstein: Social Theory of Knowledge, se refiere a esta idea que vengo desarrollando comofinitismo: This is the thesis that the established meaning of a word does not determine its future applications. Thedevelopment of a language-game is not determined by its past verbal form. (p., 25)22 L. Wittgenstein,Inv. Fil., sec. 568.23 Cf. W. Sellars,Empiricism and The Philosophy of Mind.
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necesitamos encontrar un hecho que justifique el uso correcto. Y esto no supone una
renuncia a la posibilidad de hablar del mundo; esto supone, s, una renuncia a establecer
condiciones que fijen el significado del signo. En efecto, no hay ningn hecho acerca de la
mente del hablante que constituya el significado del signo. Y lo que es ms, desde la
perspectiva wittgensteiniana, si hubiera tal hecho sera irrelevante. Este nfasis en la
irrelevancia del hecho o estado mental para determinar el seguimiento de la regla y/o el uso
de signos implica un rechazo a la paradoja es lo que me distancia de la interpretacin de
Kripke, quien atribuye a Wittgenstein la aceptacin de la paradoja y la bsqueda de una
solucin escptica: no un hecho del mundo ni de la mente, sino el acuerdo con la
comunidad de hablantes.
Pareciera, desde la perspectiva de Kripke, que en las conexiones entre el
seguimiento de la regla y la justificacin del uso de signos estamos apoyndonos en una
respuesta escptica: no disponemos de nada (un hecho, un fenmeno mental) que justifique
el seguimiento de la regla y, por ello, el uso correcto del trmino; son vnculos de facto de
los que no pueden darse razones. Seguimos la regla a ciegas. Dicha respuesta nos
conducira a la conclusin nihilista de la que quiere huir. Por ello, siempre siguiendo a
Kripke, (a falta de un hecho o estado mental) es el acuerdo de la comunidad lo que justifica
el uso correcto de un concepto o el seguimiento correcto de una regla.
Desde mi perspectiva, si la interpretacin kripkeana fuera correcta, estaramos
cayendo en lo que Wittgenstein trata de evitar: la bsqueda de algo externo al lenguaje
mismo que lo explique y justifique su correccin. En el caso de Kripke este elemento ya no
es un hecho o estado mental sino el acuerdo de la comunidad.
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3. El enredo que supone identificar el seguimiento de la regla con un acuerdo24 est muy
vinculado a la identificacin entre uso y significado25, y a la idea de que el significado se
justifica en trminos de acuerdo26. Wittgenstein no sugiere esto27. El significado de un
trmino no es su uso. Hay que abandonar la investigacin sobre el significado, y esto no
supone la elaboracin de una nueva teora ahora sobre el uso. En lugar de esto debemos
preguntarnos por el uso28 de un concepto en circunstancias concretas.
[...] entendemos el significado de una palabra cuando la omos o pronunciamos; lo captamos degolpe; y lo que captamos as seguramente que es distinto del uso, que es dilatado en eltiempo!29
Renunciar a preguntarnos por el significado y hacerlo por el uso trae consigo la negacin
del reductivismo que propone encontrar el "autntico" significado, incluso el anhelo de
fijar el significado30. Los juegos del lenguaje, en los cuales se articulan los diferentes usos,
estn bien como estn: una expresin lingstica es significativa porque hay una prctica y
una concordancia de uso entre los hombres. Prcticas y concordancia que deben estar
regidas por normas, porreglas gramaticales a fin de que el uso sea significativo. Hay que
insistir en que la existencia de reglas hace que los juegos de lenguaje sean actividades
24 Kripke llega incluso a afirmar que El conjunto de respuestas en las que nos ponemos de acuerdo y la forma ense entrelazan con nuestras actividades es nuestra forma de vida. (op. cit., p. 93 -las cursivas son mas-),vinculando as incluso las formas de vida con el acuerdo.25 Segn Baker y Hacker la correcta interpretacin del pargrafo 43 de las Investigaciones es buscar excepcionesno a la consideracin del significado de una palabra, pero s a la explicacin del significado de "significado".Significado podra ser atribuido a gestos, expresiones faciales, fenmenos naturales ("esas nubes significanlluvia"), seales (semforos), muestras de color, eventos, rituales y personas. (Wittgenstein:Understanding andMeaning, p. 250)26 Vase la crtica de John McDowell a Crispin Wright y Saul Kripke en Wittgenstein on Following a Rule enMind, Value and Reality.27L. Wittgesntein,Inv. Fil. I, 30, 43, 138, 197, 557, 561.28Cf. L. Wittgenstein, Los cuadernos azul y marrn, p. 27 y ss.29 L. Wittgenstein,Inv. Fil., I, 138.30 Cf. Norman Malcom critica a Kripke este anhelo en Nothing is hidden. Wittgenteins Criticism of EarlyThought,pp. 154-181.
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normativas que gobiernan el uso de expresiones lingsticas significativas.31 Pero esto es
distinto de la pretensin kripkeana de identificar los compromisos que adquirimos al
aprender el uso de un trmino, con acuerdos. Si as fuera estaramos suponiendo algo que
Wittgenstein ya desech, estaramos interpretando la regla. Y lo que es ms grave, caeramos
en el regreso de las interpretaciones.32
4. Tal como lo venimos entendiendo aqu, al analizar la prctica de seguir una regla,
Wittgenstein pretenda disolver una falsa paradoja. De hecho, en el pargrafo 201 seala
tras enunciar la paradoja:
Que hay ah un malentendido se muestra en que en este curso de pensamientos damosinterpretacin tras interpretacin [...] Con ello mostramos que hay una captacin de una reglaque no es una interpretacin, sino que se manifiesta, de caso en caso de la aplicacin, en lo quellamamos seguir la regla y en lo que llamamos contravenirla.
Hay que leer esta ltima parte en relacin con el posterior sealamiento de Wittgenstein de
que seguimos la regla ciegamente33. Alude ah a que el proceso de aprendizaje de la regla
no es un proceso intelectual, sino el proceso de dominio de una prctica; 34 si el aprendizaje
fuera intelectual, esto equivaldra a conocer cmo utilizamos y aplicamos las reglas en todos
y cada uno de los detalles inarticulados de la prctica; por el contrario, en cada caso nos
vemos remitidos a la conducta comn de los hombres, a las reacciones naturales. El
comportamiento lingstico de un sujeto no tiene como base el pensar que obedece, sino que
es ya la obediencia de la regla. Se sigue la regla ciegamente. Aprender una regla, seguirla,
no es interpretarla, sino ser introducido por medio del entrenamiento en actividades sociales
31 L. Wittgenstein,Inv. Fil. I, 198.32 Cf. McDowell, Wittgenstein on Folowing a Rule y Meaning and Intentionality in Wittgensteins LaterPhilosophy, en op. cit., p. 227, y tambin, Norman Malcolm, op. cit.33Ibid., I, 217, 219.34Ibid.,. I, 198.
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establecidas. Esto no significa, parafraseando a Wittgenstein, que el acuerdo entre los hombres
decida lo que es verdadero o falso, es decir, garantice cual es la aplicacin correcta o
incorrecta. Los hombres concuerdan en el uso del lenguaje, en el lenguaje que usan. Y sta
no es una concordancia de opiniones sino de formas de vida.35
5. Ejemplifiquemos lo dicho hasta aqu: Wittgenstein, en las secciones que van de la 156 a
la 178 de las Investigacionesfilosficas, se ocupa del concepto de lectura. Uno de los
usos del trmino leer equivale a tener signos escritos delante de m, lo cual implica que yo
leo cuando derivo el significado de esos signos, cuando transformo en sonido significativo
los estmulos visuales siguiendo una regla. Si no estuviera de por medio una regla no
hablaramos de leer sino de adivinar. El recurso a la regla es en este caso el mejor modo
para describir la conducta del lector. Y para dar cuenta de que al ser entrenados en el
ejercicio de la lectura no slo aprendemos mecnicamente a actuar de un cierto modo ante
circunstancias idnticas, por ejemplo, las letras del abecedario, nos es claro que tambin
podemos continuar, esto es, podemos leer miles de palabras con las que an no nos
hemos enfrentado. No se trata, pues, de que las palabras generen ciertas sensaciones que
tienen que ver con el uso interiorizado. No hay tal cosa como la experiencia que constituya
la esencia de leer. Con esto, no se trata de negar que haya sensaciones o vivencias, lo que se
niega es su valor como criterio de uso, o criterio para establecer el significado de los
trminos.
Nociones como comprender, leer y saber, juegan un rol importante y complejo en el
lenguaje, y no pueden ser "atrapadas" por una definicin. Lo importante, tanto en el caso de
la lectura como de la comprensin y las sensaciones es que no se trata de procesos mentales
35Ibid., I, 241.
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introspectivos que ocurren cuando leo, siento o comprendo. No son estos procesos los que
nos permiten entender el uso que hacemos de estos trminos de nuestro lenguaje, su
significado. Todos estos conceptos se explican como casos de seguir una regla, y en todos
ellos se pone de manifiesto que seguir una regla no es una experiencia especial. As, no hay
algo una disposicin, una esencia, un estado mental, etc.que explique la accin de
"seguir una regla", sino que el seguir una regla, esto es, actuar de un determinado modo
bajo determinadas circunstancias, me permite explicar cosas36. La concordancia en la
aplicacin de la regla es el nico criterio para afirmar que se capt la regla. Se nos ensea a
reaccionar de tal o cual forma a la formulacin de una regla. De manera que la justificacindel significado y de la regla significativa es una tcnica aprendida en comunidad. Pero no el
acuerdo, como seala Kripke.
6. Las afirmaciones que venimos haciendo podran conducirnos a identificar uso con
costumbre, un hbito aprendido en comunidad. Incluso el pargrafo 198 de las
Investigaciones podra sugerirnos esto:
[...]As pues, cualquier cosa que yo haga es compatible con la regla? permtaseme preguntar esto: qu tiene que ver la expresin de la regla el indicador de caminos, porejemplo- con mis acciones?qu clase de conexin existe ah?- Bueno quizs sta: he sidoadiestrado para una determinada reaccin a ese signo y ahora reacciono as.
Pero con ello slo has indicado una conexin causal, slo has explicado cmo se produjo el queahora nos guiemos por el indicador de caminos; no en qu consiste realmente ese seguir elsigno. No; he indicado tambin que alguien se gua por un indicador de caminos solamente enla mediada en que haya un uso estable, una costumbre.
Sin embargo, el uso no puede ser entendido como costumbre, esto es, como una forma de
comportamiento habitual mecnica, porque sacralizaramos el sentido comn y estaramos
pretendiendo que Wittgenstein nos diera una nueva teora para dar razn del lenguaje en
36Ibid., I, 179.
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trminos de acuerdo. Wittgenstein podra estar mencionando la costumbre en este
pargrafo, si yo lo entiendo bien, con el fin de evitar el regreso de las interpretaciones 37.
Recordemos, seguir una regla no es interpretarla. Pero tampoco se trata de reducir el hilo
que vincula el lenguaje con la prctica al nexo entre el comportamiento y el empleo de
signos, sino de atender adems a las condiciones lgico-gramaticales de comprensin del
lenguaje. De esta forma, es posible distinguir entre uso y abuso (mala aplicacin). El uso
debe ser entendido por referencia a un determinado lenguaje, lo que implica, adems de la
preeminencia del significado sobre la referencia de la que ya hemos hablado, un enfoque
holista.
37 Cf. McDowell, Meaning and Intentionality art. cit.,pp.275-278.Y tambin Norman Malcom, Nothin ishidden, op. cit., cap. 9
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Para concluir
Kripke en su interpretacin del pargrafo 201 sostiene literalmente que l (Wittgenstein)
acepta su propio argumento escptico y ofrece una solucin escptica para superar la
apariencia de paradoja.38 Por el contrario, he argumentado a lo largo de este texto que
Wittgenstein formula una paradoja para disolverla, para mostrar que es un falso problema
surgido de una mala concepcin de la atribucin de significado a los trminos y del vnculo
que se debe establecer entre significado y normatividad. Por supuesto, Wittgenstein no
acepta la paradoja y menos trata de darle una solucin escptica.
No hay paradoja porque, tal y como Wittgenstein ya haba mostrado en los
primeros pargrafos de las Investigaciones al criticar el uso de la definicin ostensiva como
recurso normativo, no se justifica el uso de los trminos ni el seguimiento de reglas
aprendiendo primero la realidad y despus el trmino ni la regla , sino siendo entrenado en
una prctica; tal adiestramiento produce una regularidad en la conducta que permitir
determinar si se aprendi o no el uso del signo el seguimiento de la regla . sta es una
instruccin anloga al aprendizaje de una tcnica, de manera que no slo aprendemos a repetir
prcticas, sino que aprendemos adems a aplicar la norma en nuevas situaciones de uso. De
esta forma, no es posible sostener que Wittgenstein acepta el reto escptico que planeara la
primera premisa. Recordemos: no disponemos de ningn hecho o estado mental que nos
permita justificar la accin que llevamos a cabo al seguir una regla. El rechazo podra
formularse en los siguientes trminos: el significado de los signos de nuestro lenguaje y el
seguimiento de reglas lingsticas no se explica por la referencia (un hecho o a un estado
mental), ni por la existencia de entidad alguna. El significado no depende de una relacin
38S. Kripke, op. cit., p. 71
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de denotacin, sino del uso reiterado, de las prcticas normadas en unas formas de vida
dada. Como seal (& 2), el uso de un trmino, esto es el significado, est justificado en
funcin de las sentencias y expresiones o contextos lingsticos y extralingsticos en que,
de hecho, se usa; y la referencia est en funcin de los usos de las sentencias y expresiones,
esto es, de losjuegos de lenguaje. De esta manera se vincula la idea wittgensteiniana de que
existe una preeminencia del significado sobre la referencia en la relacin semntica entre el
lenguaje y el mundo, con la posibilidad de dar razones en cuanto al uso de trminos.
Podemos justificar el seguimiento de reglas y el uso de trminos sin necesidad de apelar a
hechos, datos ni estados mentales ocurrentes. Lo que proporciona la justificacin no es la
existencia de una cosa directamente accesible sino el contexto de uso. Por ello, la
interpretacin escptica de la paradoja se muestra difcil de sostener a la luz de los primeros
pargrafos de lasInvestigaciones.
Es posible defender una concepcin alternativa de la normatividad que elimina el supuesto
escepticismo wittgensteiniano y cuyos rasgos podemos ya recoger sintticamente. Rasgos
que, obviamente, no agotan dicha normatividad:
a) No se requieren condiciones necesarias y suficientes que determinen,
que fijen, el significado de un trmino, sino condiciones de
asertabilidad, esto es, una conexin ineludible entre los contextos de uso
de un trmino, las formas de vida, y las reglas gramaticales que
articulan dichos usos. (Y en este punto coincido con Kripke).
b) Y lo que es ms, no hay un listado finito y delimitado de criterios o
condiciones de asertabilidad y, por ello, no podemos determinar el
significado a travs de una enumeracin de reglas.
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c) Pese a ello, pese a no existir modelos normativos establecidos a priori
del modo como debemos aplicar los trminos, no podemos hablar de
inexactitud en la aplicacin y uso de los trminos.
d) Los criterios de uso, las reglas, las condiciones de asertabilidad vienen
dadas en nuestras formas de vida, no estn formuladas. No accedemos a
ellos de forma intelectual, no estn sujetos a interpretaciones;
accedemos a ellos al asumir una conducta lingstica, lo que implica
adems del entrenamiento en la aplicacin de criterios de uso o reglas,
la insercin en unas formas de vida. (Y en este punto me distancio de
Kripke, quien en su lectura de la paradoja nos conduce a necesidad de
interpretacin e inteleccin de la regla. Lo que es ms, nos conmina a
buscar una justificacin que nos permita garantizar el correcto
seguimiento de la regla: el acuerdo de la comunidad).
Como podemos leer en Observaciones sobre los fundamentos de las matemticas:
No hay opinin en absoluto; no es una cuestin de opiniones. Las reglas estn determinadas porun consenso de accin: un consenso en hacer la misma cosa, en reaccionar de la misma forma.Hay un consenso pero no es un consenso de opiniones. Todos actuamos de la misma forma,caminamos de la misma forma, contamos de la misma forma39.
Esta caracterizacin me permite recuperar la relacin entre significado y
normatividad desde una ptica diferente a la lectura escptica propuesta por Kripke. Es un
error pensar que Wittgenstein considera las reglas gramaticales como condiciones cuya
validez se sostiene en convenciones o acuerdos sociales40. La nica justificacin filosfica
sobre el uso de una expresin lingstica es el uso o aplicacin de la misma en
39 L. Wittgenstein, Observaciones sobre los fundamentos de las matemticas.40 Idea que parecen sostener tanto S. Kripke, op. cit., quien afirma: Nuestro juego de atribuir conceptos dependedel acuerdo, p. 96 y tambin p. 92 y ss.; como R. Rorty,La filosofa y el espejo de la naturaleza.
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circunstancias concretas. Esto no significa que la aplicacin de las reglas sea algo
arbitrario. El propio Wittgenstein nos previene sobre este punto cuando afirma: Se puede
calificar de arbitrarias las reglas de la gramtica si lo que con esto se quiere decir es que el
objetivo de la gramtica no es otro que el del lenguaje.41
No podemos caer de nuevo en la tentacin de hacer una teora del uso, no podemos,
una vez ms dejarnos llevar por el anhelo generalizador42. No es posible apelar a nada
ontolgicamente determinado previo al lenguaje, pero volviendo aqu a nuestro problema
del inicio del artculo s es posible dar razones del seguimiento de la regla en tales o
cuales circunstancias.
La pregunta Por qu razones crees esto? podra significar: De qu razones deduces estoahora (lo has deducido ahora)? Pero tambin Qu razones puedes darme posteriormente paraesta suposicin?.43
As pues, por razones de una opinin realmente se podra entender slo lo que uno se hadicho a s mismo antes de llegar a esa opinin.44
Para dar razones acerca del uso de los trminos de un lenguaje o de la aplicacin de una
regla, podremos apelar a las mltiples ocasiones en las que tal regla se ha aplicado (o elusuario la ha aplicado o ha sido aplicada por los miembros de su comunidad). De manera
que es posible juzgardar razones , si fuera necesario, acerca de un determinado uso de
un trmino, pero esto no determina su correccin. Lo importante aqu es la posibilidadde
correccin. Esto es, la existencia de un cierto tipo de relacin, que he tratado de caracterizar
aqu, entre normatividad y significado.
41L. Wittgenstein,Inv. Fil. I, 497 (Las cursivas son del original).42 Vase, L. Wittgenstein,Los cuadernos azul y marrn, pp. 45-47.43 L. Wittgenstein, Inv. Fil. I, 47944L. Wittgesntein,Inv. Fil. I, 480
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Mara Teresa Muoz
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Mxico D. F., 15 de Abril del 2006