La portada de la Iglesia parroquial de Bahillo.Un ejemplar del tardogótico palentino.

José Antonio Rodríguez Burgos

PRESENTACIÓN

Se trata del primer trabajo en el que se aborda la presentación y expli-cación de esta obra de finales del s. XV. Para su mejor comprensión se ha divi-dido en dos partes:

En la primera, se hace un bosquejo del panorama histórico y artístico enel que se enmarca la portada.

En la segunda, se describe la estructura artística y la organización figu-rativa de la obra.

De este modo espero contribuir al conocimiento de este interesanteejemplar del Tardogótico Palentino, en la medida en que las fuentes, más bienescasas, me lo han permitido.

I .- EN EL OTOÑO DE LA EDAD MEDIA

El marco histórico y artístico de la portada.

La primitiva iglesia de Bahillo nos retrotrae a los tiempos de la instala-ción y consolidación de aquellos poblados que desde finales del siglo IX y prin-cipios del X, ocuparon las tierras de la cuenca alta del Ucieza.

En aquellas precarias condiciones apenas pudieron levantar pequeñasermitas, realizadas con materiales efímeros, donde poder oir misa y recibir lossacramentos. Más adelante, a lo largo de los siglos XI y XII, aquellas capillasfueron siendo sustituidas por edificios de mayor consistencia y belleza. Surgie-ron así las llamadas “iglesias de repoblación”, levantadas a impulsos de la fe yel sacrificio de las comunidades campesinas.

Desconocemos lo que ocurrió en Bahíllo. No sabemos si a aquella pri-mitiva instalación le sucedería otra construcción en el llamado estilo románico.Por entonces muchos pueblos del entorno levantaron iglesias de estas caracte-

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rísticas, aunque de muchas de ellas sólo se conservan algunas bellas pilas bau-tismales, como las de abia de las Torres, Itero Seco, Miñanes y robladillo1.

Lo que si parece cierto es que el edificio posterior respondió al modelogótico. así parece confirmarlo el arco triunfal que, integrado en la nueva igle-sia, introduce al recinto presbiterial.

El vadellum medieval fue creciendo y la estadística de Don Vasco (1345),constata, a mediados del siglo XIV, la existencia en Bahíllo de tres iglesias: SantaMaría, San andrés y san Pedro, con un cupo beneficial constituido por dos CurasPárrocos, tres Prestes, tres Diáconos, tres Subdiáconos y tres Graderos.

“…En Vayllo, en las iglesias de Sancta Maria e de Sanct Andrés e deSanct Pedro, deve aver tres Prestes, tres Diáconos, tres Subdiachonos,tres Graderos, que son con dos medias raciones de dos curas, sieteraciones menos cuarta, e los diezmos destas Iglesias partense en estamanera: la tercia parte al cabildo de Palencia, la tercia parte a los clé-rigos, la otra tercia parte a las Iglesias, e destos diezmos lleva el obis-po seis cargas de pan, mitad trigo e cevada e seis mrs. en dinero…”2.

De las tres iglesias tan solo perduró como parroquial la de Santa María,hasta que, en la segunda mitad del siglo XV, los clérigos y el concejo, determi-naron levantar otra fábrica acorde con los tiempos y las necesidades del pueblo.

a finales de la Edad Media, Bahillo había alcanzado un crecimiento sig-nificativo. La desaparición de las otras dos parroquias, la de San andrés y la deSan Pedro, hizo que la de Santa María resultara pequeña para acoger a toda lafeligresía. La incorporación de los nuevos feligreses, con el consiguiente incre-mento de los ingresos diezmales, justificó e impulsó la decisión conjunta deemprender la construcción de una iglesia que respondiese a las necesidadesparroquiales.

En aquella segunda mitad del siglo XV, Castilla dejaba atrás la pesadi-lla del reinado anterior, y conocía una etapa nueva, llena de brío, de optimis-mo, de fervor y de impulso creador.

Los reyes Católicos restablecieron el imperio de la ley y la justicia,sometieron a las oligarquías nobiliarias, e impulsaron una administración

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1 BILBao LóPEz G., Iconografía de las Pilas Bautismales del Románico Castellano. Burgos yPalencia. Burgos, 1996.2 SaN MarTíN Payo, J., “La más antigua Estadística de la Diócesis Palentina”. En PITTM, 7(1951), p. 17.

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moderna del Estado y una profunda renovación del clero secular y del regular.Finalmente, con un enorme tesón y esfuerzo económico y militar, consumaronla unidad territorial de España con la toma de Granada3.

En recuerdo de tan fausto acontecimiento, los constructores de la porta-da de la Iglesia de Bahíllo colocaron una granada decorando la macolla quecorona el arco conopial.

Una sensación de grandeza y de elevación espiritual recorría toda Cas-tilla. La paz política, el crecimiento demográfico y el auge del comercio, se vie-ron acompañados de una profunda renovación espiritual y cultural4. La Iglesiafue protagonista de este proceso y principal impulsora de los movimientos reno-vadores, favoreciendo el extraordinario desarrollo cultural y el espectacularauge artístico5.

hubo, dice Camón aznar, una “eclosión monumental”, que se manifes-tó en la creación de multitud de iglesias, capillas, retablos, sillerías y otrosmuchos encargos de ornamentos y ricas piezas de orfebrería.

El cabildo de Bahíllo se contagió de este ambiente, y aprovechando elbuen momento, decidió emprender la obra de la nueva iglesia. Conocemos losnombres de algunos de los miembros de aquel cabildo: Johan Fernández deMañueco, Johan Pascual, Toribio González, Johan Porras, Diego de Prado…

Cuando se acomete la obra de la portada de la iglesia de Bahíllo, regíala Diócesis palentina Fray alonso de Burgos (1486-1499) .

Son años en los que predomina el repertorio formal del llamado góticotardió con su complicado trazado de bóvedas, el empleo del arco conopial en lasportadas y una exuberante decoración de tracerías y motivos vegetales labrados.Este gótico tardío que aún pervive en la etapa crepuscular del medioevo, es cono-cido en España con el nombre de “Isabelino”, por haber alcanzado en Castilla yen el reinado de la reina Isabel, sus creaciones más ricas y espectaculares.

La portada de la iglesia parroquial de Bahíllo se diseñó, como era habi-tual, al costado, dispuesta al mediodía, y su traza responde a los modelos tardo-góticos, tal y como por estas fechas los encontramos, por ejemplo, en la puer-ta de los novios, en la catedral, en la portada del convento de Santa Clara y del

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3 SUárEz L., Isabel La Católica. Barcelona, 2004, pp. 294-396.4 MarTíNEz, r., “Panorama artístico de Palencia durante el reinado de Isabel I y Fernando V”,en Ecos de un Reinado. Palencia, 2004, pp. 21-29.5 azcona T., Isabel La Católica. Madrid 2002, pp. 294-396. MaNSILLa D., y azCoNa T., “La Igle-sia Española en los siglos XV y XVI”. En Historia de la Iglesia en España. T. III- 1, Madrid,1980, pp. 3-21/115-289.

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convento de San Pablo en Palencia, la de Santa Eugenia de Becerril, la de Espi-nosa de Villagonzalo6, y la de Meneses de Campos “cuya magnífica portada,dice azcárate, –de las escasas con menuda decoración en la comarca– recuer-da la de Bahíllo, al norte de Carrión de los Condes”7.

Para su construcción se utilizó piedra arenisca relativamente blanda, degran vistosidad y muy apta por la facilidad con que se puede tallar y labrar.

La portada se organiza sobre un vano abocinado de cuatro arquivoltasque se cierran en arco de medio punto que introduce directamente al templo.Las arquivoltas descansan sobre pequeños capiteles decorados, sostenidos porfinas columnas de fuste liso, adosadas a las jambas. Sobre el conjunto se elevaun arco con tracería conopial y adorno floreado que enmarca la escena de laanunciación, y proporciona esbeltez y elegancia al conjunto8.

La representación de la escena de la anunciación hizo fortuna en el góti-co tardío como expresión de la devoción a María madre de Dios y de la iglesia.

Pintores y escultores reinterpretan el tema y presentan a la Virgendesempeñando un papel más activo en el proyecto salvífico.

Conciben, la anunciación como un diálogo entre el ángel San Gabriel yMaría, dispuestos de pié, uno frente a otro, envolviéndose la escena en unaatmósfera de intimidad y de misterio, de asombro y de expectación.

El airoso y gallardo desarrollo que presenta la portada, se ajusta a lascaracterísticas definitorias del gótico isabelino, en cuyo esquema formal se ins-cribe, y da una idea de la amplitud y magnificencia con que se concibió el pro-yecto inicial de la iglesia.

Se ignora el nombre del maestro que hizo la traza y los canteros que tra-bajaron en ella. Burgos constituía entonces el centro artístico más importante,gracias a la existencia de los talleres de dos grandes artistas: Gil de Siloé ySimón de Colonia, cuya influencia se dejó sentir por toda la zona centro y nortede Castilla.

La diócesis palentina quedó bajo la irradiación de estos talleres burga-leses y de su estética, dando lugar a una producción significativa en cantidad ycalidad.

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6 MarTíNEz, r., La Arquitectura Gótica en la Ciudad de Palencia. Palencia, 1989.7 azCáraTE , J.M., Historia del Arte, Barcelona, 1995, pp. 178-211. ID.., El Gótico en Castilla yLeón, Palencia, 1984, pp. 19-36. LaDEro qUESaDa, M.a., “Palencia en la época de los reyesCatólicos” en GoNzáLEz J., Historia de Palencia, T.II, Palencia, 1984, pp. 7-22.8 rEVILLa VIELVa, r., NaVarro GarCía, r., Catálogo Monumental de la Provincia de Palencia.vol. II, Palencia, 1932, pp. 3-4.

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En torno a estos talleres, explica ara Gil, se formó un grupo importantede aprendices y ayudantes que después ejercerían su oficio, libremente, comomaestros, dando lugar a escuelas locales y a talleres en los que se atendía aencargos más modestos, en una interpretación libre de los modelos aprendidos.

Es conocida la presencia de maestros canteros en tierras palentinas en elúltimo tercio del siglo XV, atraídos por la posibilidad de trabajo en las obras dela catedral y de otras muchas iglesias que, en esta época, se levantan, se amplí-an o reparan, en las que la pervivencia del goticismo es la nota distintiva9.

La actividad de los talleres creados en torno a las obras de la catedralpalentina, tuvo sus consecuencias en multitud de templos que siguieron las for-mas tradicionales de la escuela gótica castellana (Baltanas, Torquemada, Santo-yo, Támara, Dueñas, Frómista, ampudia, Palenzuela, etc).

No resultaría por tanto descabellada una hipotética atribución a maestroscanteros de la órbita burgalesa, tal vez originarios o procedentes de Carrión. Exis-tieron aquí desde el siglo XII, reconocidos maestros canteros, que labraron lasportadas románicas de las iglesias de Santa María y Santiago10, a los que donPedro I otorgó ordenamiento de Menestrales y Posturas en 1360 11. Tras el decai-miento sufrido en el siglo XIV, los talleres de cantería de Carrión conocieron,durante el siglo XV una etapa de esplendor, algunos de cuyos maestros trabajaronen Burgos y después realizaron numerosas obras en la diócesis palentina.

La importancia del foco de Carrión se comprende aún mejor –explicaara Gil y Martín González– si se valora la vitalidad de este núcleo urbano,situado en el camino de peregrinación. Su atracción se ejerce sobre toda lacomarca e inevitablemente se acude allí cuando se requiere el trabajo de artesa-nos especializados12.

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9 azCáraTE, J.M., “El Brote del renacimiento en Palencia”, en Actas del I Congreso de Historiade Palencia (1985), T. I, Palencia, 1987, pp. 61-66.10 yarza LUaCES, J., “Definición y ambigüedad del Tardogótico Palentino: Escultura”, en Actasdel I Congreso de Historia de Palencia (1985), Palencia, 1987, p. 45.10 ara GIL, C.J., “Un grupo de Sepulcros Palentinos del siglo XIII”, Alfonso VIII y su Época. IIICurso de Cultura Medieval, aguilar de Campoo, 1990, pp. 21-52. TorrES BaLLESTEroS, N., “LaMuerte como aspecto de la vida cotidiana en la España Medieval. Los sepulcros de Villasirga”.en VI curso de Cultura Medieval, aguilar de Campoo, 1984, pp. 427-456. LaCaSTE, J. “El Maes-tro de Carrión de los Condes” en Actas del IV Curso de Cultura Medieval, aguilar de Campo,2003, pp.155 y ss.11 raMírEz DE hELGUEra, M., El Libro de Carrión de los Condes, Edición facsimil, Palencia,1993, pp. 74-77.12 GIL J. a., MarTíN G., “El arte Gótico en Palencia” en GoNzáLEz, J., Historia de Palencia, T. I.Palencia, 1984, p. 322.

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Un indicio que podría avalar esta posible atribución, es la vinculaciónque se mantiene la iglesia de Bahíllo con estos centros artesanos. así en 1549el cabildo hizo un encargo a Pedro de la Torre, maestro de cantería, vecino deCarrión, para hacer la Pila Bautismal de la iglesia, y en 1589 y 1592, se ajustócon los maestros Pulido Cavañas y Tomás de rivas, para consolidar la estruc-tura de la sacristía13.

El gótico florido fue la última de las formas artísticas en que se mani-festó la cultura medieval. La última y extraordinaria manifestación de un estiloque durante casi tres siglos llenó Europa de maravillosas creaciones artísticas.

En el otoño de la Edad Media la vida espiritual y artística, muestra unagran vitalidad y busca expresarse mediante creaciones de enorme belleza y ele-gancia. Son las expresiones plásticas que corresponden a aquel espíritu inquie-to, sensible y creador que se manifiesta en el atardecer de la Edad Media14.

La época de los reyes Católicos presencia el tránsito del gótico al pri-mer renacimiento, aunque prevalezca todavía la estética y el estilo tardo-medie-val15. a finales del siglo XV el gótico cierra su etapa final, mientras irrumpenlas nuevas formas renacentistas, que alcanzarán en Palencia un alto grado deperfección y belleza, y que pronto también llegarán a Bahíllo16.

II.- LA BELLEZA DE LA PIEDRA

La organización arquitectónica e iconográfica de la portada

La portada debió iniciarse y concluirse durante el Episcopado de Frayalonso de Burgos (1486 – 1499).

Forma parte Fray alonso de aquel grupo de obispos como don Diegohurtado de Mendoza, Fray Diego de Deza, don Juan rodríguez de Fonseca,don Luis Cabeza de Vaca y don Pedro Lagasca, que ejercieron un auténticomecenazgo a través de la mitra episcopal.

Durante estos episcopados, se desarrolló una asombrosa actividad cons-tructiva y artística. Se acabó la obra de la catedral y se levantaron y restauraron

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13 zaLaMa roDríGUEz, M.a., op. cit, pp. 340/365/377.14 hUIzINGa J. El otoño de la Edad Media, Madrid, 1981.15 VaLDEóN BarUqUE, J., Arte y Cultura en la Época de Isabel la Católica, Valladolid, 2003. FEr-NáNDEz áLVarEz, M., Isabel la Católica, Madrid, 2003, pp. 574-595.16 MarTíN GoNzáLEz J. J., UrrEa FErNáNDEz, J., BraSaS EGIDo, J. C., “Del arte del renaci-miento al Neoclasicismo en Palencia”, en GoNzáLEz, J., Historia de Palencia, T. II, Palencia,1984, pp. 123-158.

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multitud de iglesias diocesanas, que se dotaron de abundantes y ricas piezas deplatería, de ornamentos, de libros litúrgicos y objetos de culto17.

Fue Fray alonso un decidido impulsor del arte, dentro y fuera de la Dió-cesis, contribuyendo con cuantiosas ayudas a las obras de la catedral18.

quizás la labor más importante de Fray alonso de Burgos, subrayaazcárate, fue la vitalización de un taller estrictamente palentino de importancia,al seguir lo ya iniciado por don Diego hurtado de Mendoza y dar el definitivoimpulso a las obras de la catedral, la puerta de los novios, y las de Santa Maríay la de los reyes, en las que se vislumbran las huellas de los entalladores que,enraizados por el goticismo, trabajaron también en la puerta de Santa Clara deesta misma ciudad, en Santa Eugenia de Becerril de Campos, Támara, Bahilloy Meneses de Campos, por ejemplo19.

Cuando fallece Fray alonso en Valladolid la portada ya está terminada,mientras las obras de la iglesia seguían adelante.

La visión que entonces ofrecía a los ojos de los vecinos debió ser mag-nífica. La piedra blanca, recién labrada, brillaba espléndida, acariciada por losrayos del sol que iluminaba la sonrisa del ángel saludando a María.

Dos elegantes pilares laterales, adosados al muro, con adornos de agu-jas afiligranadas, rematadas en pináculos, flanquean los costados y se elevanairosos, enmarcando la representación, e imprimiéndola un sentido de elevacióny trascendencia.

Entre ambos pilares se desarrolla, en la parte inferior, una arcada aboci-nada con cuatro arquivoltas baqueteadas, de medio punto, decoradas, en lasintersecciones, con ramos de vid, hojas y racimos, símbolos Cristológicos yEucarísticos, sostenidos por dos pequeños leones rampantes.

Las arquivoltas descansan sobre pequeños cimacios decorados, sosteni-dos por finas columnas lisas, de fustes poligonales, en cuyo podio se alternan boce-letes, escocias, y molduras esculpidas con acantos y otros motivos foliculares.

Un arco conopial, adornado de cardinas, cierra, al exterior, la arcada yse eleva ocupando el espacio superior central, coronado, en su remate, por una

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17 LaDEro qUESaDa, M.a., “Palencia en la época de los reyes Católicos en GoNzáLEz J., His-toria de Palencia., T. II, Palencia, 1984, pp. 8-12. MarTíN GoNzáLEz J. J., UrrEa FErNáNDEz, J.,BraSaS EGIDo, J. C., “Del arte del renacimiento al Neoclasicismo en Palencia”, en GoNzáLEz

J., Historia de Palencia, T. II, Palencia, 1984, pp. 123-158.18 FErNáNDEz DE MaDrID, a., Silva Palentina, Palencia, 1976, pp. 325-326.19 azCáraTE J.M., “El Brote del renacimiento en Palencia”, en Actas del I Congreso de Historiade Palencia (1985), T. I, Palencia, 1987, pp. 65-66.

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florida macolla decorada con una granada, en alusión a la reciente toma de laciudad por los reyes Católicos.

Dos tallas de bulto redondo, exentas, colocadas sobre ménsulas y bajosendos doseletes de piedra, se sitúan a cada lado. representan a la Virgen Maríay al ángel San Gabriel. Las imágenes, de madera, escenifican el momento de laanunciación, una escena muy popular en el gótico castellano.

Un jarrón de lirios en el tímpano del conopio, recupera el motivo clási-co Bernardiano, símbolo de la pureza virginidad de María (Inviolabile Castita-tis Lilium), homenaje a su elección y ofrenda a la madre del verbo encarnado.

La Virgen se halla de pié a la derecha con la cabeza descubierta y elcabello suelto cayéndole sobre los hombros. Lleva una túnica cuyos plieguescaen hasta la altura de las rodillas, sobre la cual asoma otro vestido que des-ciende con elegante plegado hasta los pies. La figura ha perdido ambos brazos.

El ángel, de pie también y de frente, con el cabello corto, lleva unablusa que le cubre la parte superior, por encima de otro traje talar. Le faltan lasmanos.

ambas imágenes se apoyan en peanas poligonales de piedra, tienen lamisma altura (1.35cm) y adoptan una disposición en giro para reproducir laescena evangélica, con la sencillez y la emoción contenida.

Un friso con adorno de gabletes ciegos, decorado con una hilera debolas, recorre horizontalmente la parte superior, y cierra el esquema compositi-vo de una manera sencilla y armoniosa.

No sabemos si fue el propio cabildo quien sugirió el esquema figurati-vo, o la traza se debió a la propuesta e iniciativa del “Magíster operis”, lo cier-to es que al finalizar el siglo, la portada, ricamente esculpida, lucía espléndida,mientras se abordaban los trabajos de la cabecera.

Un nuevo prelado ocupaba ahora la sede palentina, Fray Diego de Deza;con él concluye el siglo XV y se cierra el ciclo Isabelino. a la llegada de susucesor, Don Juan rodríguez de Fonseca (1505-1514), eclesiástico culto y hábilpolítico, España entra en una época trascendental, en la que la política se des-plaza hacia centroeuropa, mientras hasta aquí llega y se impone un nuevo para-digma cultural y artístico de la mano del humanismo renacentista20.

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20 MarTíN GoNzáLEz J. J., UrrEa FErNáNDEz, J., BraSaS EGIDo, J. C., “Del arte del renaci-miento al Neoclasicismo en Palencia” en GoNzáLEz, J. Historia de Palencia, T.II, Palencia, 1984.pp. 123-158.

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a partir, del Concilio de Trento, las portadas, los pórticos y los atrios delas iglesias fueron perdiendo su carácter social y el protagonismo que durantesiglos habían mantenido como espacios de la vida de la Comunidad, pero apesar de ello, ni el cabildo eclesiástico ni los vecinos de Bahíllo se desenten-dieron del cuidado y adorno de su iglesia.

En 1670 se encargó un reloj de sol a un cantero montañés, que se colo-có en lo alto, a la parte derecha de la portada, y por mandato del seño obispoFray alonso Laurencio de Pedraza, (1685-1711) se eliminó el soportal de pos-tes de madera y se levantó, entre 1712 y 1713 un magnifico pórtico de piedrapara proteger la Portada.

Se utilizó una piedra más dura y por tanto adecuada para tallar los silla-res de las pilastras. La piedra se trajo de las canteras de Dehesa de los romanosy tuvo un coste de 8.268 reales y 10 mrs. Los arcos se cubrieron, al exterior, conun tejado a tres aguas, y al interior, con un alfarje labrado, y el suelo se cogiócon cantos, y su coste fue 568 reales21.

al final de la década de los 50 del siglo pasado se inutilizó este accesolateral, habilitándose otra entrada situada a los pies de la iglesia. Se pretendíaobtener un mayor aprovechamiento del espacio y una mejor perspectiva visual.

recientemente se ha vuelto a recuperar la entrada tradicional y los veci-nos han podido disfrutar, como hace siglos, de la imagen renovada de la por-tada, tras la restauración y acondicionamiento del conjunto.

Con ello se hace justicia a un legado que recibimos de nuestros antepasa-dos y que debemos valorar y cuidar para trasmitirle a las generaciones futuras.

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21 archivo Parroquial de Bahíllo, Libro 4º de Fábrica, nº 20.

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Iglesia Parroquial de Bahillo

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Pórtico de la iglesia.

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Portada de la iglesia.

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