Erase una ovejita negra a quien nadie quería en el rebaño por ser la única de ese color. Todos la molestaban, no la dejaban comer el pasto, motivo por el cual siempre estaba triste y sola.

Cansada de tanto desprecio y por el trato que le daban, se alejó del rebaño. Se fue al bosque, caminó

hasta que llegó la noche.

Se quedo a dormir en un molino donde había muchos sacos de harina. Al día siguiente cuando despertó,

su cuerpo era de color blanco.

Como se sentía sola regreso a su rebaño. Pasó un tiempo y el rebaño recibió la visita del príncipe de

los corderos, que iba en busca de esposa. Justo cuando el príncipe buscaba a cual de las ovejas elegir

se desató una tormenta. La lluvia disolvió la capa de harina que cubría a la ovejita y ésta recobró su

color negro.

El príncipe al verla diferente a todas las demás, la eligió como esposa. Así nuestra ovejita y el príncipe

vivieron muy felices.