LA OTRA CARA DE LA MONEDA

Andres Camilo NavarroHistoria de la Creación en las Artes

El paraíso de Adán y Eva, en realidad fue el primer centro de rehabilitación para drogadictos experimental, en el que estaban todas las drogas posibles (marihuana, cocaína, heroína, LSD, krokodil, etcétera), y como prueba definitiva les daban libre albedrío dentro de las instalaciones del Centro de Rehabilitación para Drogadictos El Paraíso.

El ñero del Centro, que sabía que ahí dentro toda esa droga se vende como pan caliente, tentó a Eva con un chutecito de heroína y un pasesito de perico. Eva, después de pensarlo, aceptó y convidó a Adán y así cayeron en la trampa del ñero al que todos conocían como «El serpiente».

La historia de la expulsión del Centro de Rehabilitación para Drogadictos El Paraíso, fue un poco más sencilla de como se la cuenta en la biblia.

El celacho Ángel, a quien no le dieron apellido para proteger su identidad en el Programa de Testigos, los pilló más trabados que un computador con Windows Vista y los echó a punta de bolillo.

Se cree que fue una espada ardiendo lo que usó el celacho; pero el Centro era de bajo presupuesto y apenas les alcanzaba para los bolillos.

La presentación de Jesús en el templo, otra de las historias censuradas en la biblia. José y María sí llevaron a Jesús a presentarlo en el templo, al menos esta parte es verídica.

Así sucedió la cosa: Los padres del pequeño niño lo llevaron al templo, envuelto en mantas por el frío y para que no se serenara y le diera el chiflón. Cuando lo destaparon, la profetisa Ana, amiga de Simeón, le dijo que ese niño era un demonio, que no traería más que desgracias y falsas esperanzas por los futuros hombres de la alta sociedad, utilizándolo como un símbolo de redención, que sería la perdición del mundo. Simeón, hombre justo y que sabía lo mejor para el futuro, lo tomó en brazos y trató de huir con él para asesinarlo; pero los demás en el templo, conmovidos porque apenas era un niño, lo rescataron.

Y así, llegaron los tiempos futuros y se cumplió la profecía, y se manipula al mundo con el pequeño niño.

La transfiguración de Jesús en el monte Tabor, que fue narrada en los libros de la biblia, fue efectivamente y como muchos lo pueden haber pensado, apenas una alucinación por parte de los discípulos que narran la historia.

La verdadera historia, que fue censurada por los misteriosos editores de la biblia, aunque sí ocurrió en el monte Tabor, no tuvo una transfiguración ni charla de Jesús con Moisés ni Elías.

Sucedió que Jesús, un día en medio de su aburrimiento porque en la época no había televisión ni internet, y como era una figura pública no podía ser visto en los prostíbulos, decidió invitar a su parche de discípulos a una caminata recreativa al monte, que terminó con todos fumando marihuana, esnifando cocaína y los que se atrevían, dándose chutes de heroína. De toda esta droga en las venas, los discípulos se durmieron, y como Jesús, el más drogadicto de todos, ya soportaba mejor la droga, les contó luego su charla con Elías y Moisés.

La teoría de la divina trinidad, compuesta por Jesús, Dios y el Espíritu santo, llegó a la mente de los escritores de la biblia cuando a Jesús se le cayó el primer brazo y los chulos empezaron a comérselo.

De ahí en adelante, los escritores cambiaron los cuervos por una paloma que significaba un espíritu místico que junto con el padre imaginario de Jesús, formaban una trinidad sagrada.

El lavado de manos de Poncio Pilato para indicar que «No quería ser parte de la decisión tomada por la muchedumbre sobre Jesús», en realidad fue porque momentos antes Pilato había estado tocando a Jesús en la celda, y como era un leproso que se inyectaba krokodil, su piel era asquerosa, así que Poncio, queriendo evitar contagiarse de esa asquerosa enfermedad, se lavó las manos y puso a votación democrática qué hacer con Jesús, el leproso que estaba infectando toda la ciudad.

La resurrección de Jesús al tercer día luego de ser crucificado, no ocurrió estrictamente del modo que lo cuenta la biblia, así que aquí va el relato verdadero:

Los catolinazis del siglo XXXI, ya descubiertos los viajes en el tiempo, en un intento de hacer resurgir el catolicismo, luego de su decadencia y perdida de popularidad, viajaron en el tiempo para con efectos especiales y de luces, hacer que el cuerpo de Jesús se moviera y diera la impresión de tener un aura divina.

Su último intento de divinizar la imagen del leproso de Jerusalen no resultó tal como esperaban y por eso acudieron a las cruzadas como método de evangelización una vez más; esta vez en e siglo XXXII.