LA OSEI EN EL ROSTRO

EXTRACTO DEL TRABAJO FINAL DE GRADO EN BELLAS ARTES 2016

EMILIO ALONSO WILSON

Barcelona 2020

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Resumen

La dimensión esencial que aborda este proyecto artístico dedicado al retrato es la de la espontaneidad de la expresión de la persona a través del rostro. Se pretende que el espectador pueda contemplar la unidad de la persona a través de las diversas microexpresiones del sujeto en cada uno de los cinco movimientos universales de la osei. Se han escogido cuatro sujetos variados pero todos con un vínculo personal con el autor. Con cada una de estas personas, se han realizado cinco retratos de las microexpresiones que reflejan cada uno de estos cinco movimientos a partir de los fotogramas de una entrevista filmada.

Al plasmar los momentos espontáneos más relevantes de las microexpresiones del rostro, he intentado sugerir que la persona es algo más que sus circunstancias, que su expresión nace de los cinco movimientos universales y se relaciona con su percepción e identidad.

De esta manera, ha resultado una producción gráfica y pictórica que conjuga lo que visual y corporalmente se capta de la persona con la dimensión psíquica y del ser como un todo y puede dar una perspectiva más amplia y profunda al retrato. Para mí, ha sido un hallazgo encontrar esta nueva síntesis entre una comprensión vital y el arte que ayuda a comunicar con una fuerza revolucionaría y preciosa.

Palabras clave: retrato, espontaneidad, microexpresiones, cinco movimientos universales, osei, consciente-inconsciente, identidad

Abstract

The essential dimension that this artistic and dedicated to portrait project addresses is that of the spontaneity of the person’s expression through their face. It is intended to make the viewer able to see the unity of the person through the various microexpressions of the subject in each of the five universal movements osei. We have chosen four varied subjects with a personal link with the author. With each of these persons, we have made five portraits of microexpressions that reflect each of these five movements. The reference for creating this portraits have been the frames of a filmed interview with each person.

Displaying and creating the most important moments of spontaneous microexpressions of the face, I have tried to suggest that the person is more than its circumstances, that their expression is born from the five universal movements and how this relates to their perception and identity.

Thus, it has been a graphic and pictorial production that combines what is visual and corporately perceived of the person with their psychic dimension and being as a whole entity and this can give a broader and deeper perspective to portrait itself. For me, it has been a meaningful discovery finding this new synthesis between a vital understanding and art which helps to communicate with revolutionary and beautiful force.

Keywords: portrait, spontaneity, microexpressions, five universal movements, osei, conscious-unconscious, identity

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Planteamiento

La dimensión esencial que pretende abordar este proyecto artístico es la de la espontaneidad de la expresión de la persona a través del rostro. El interés es encontrar la manifestación más íntima, el momento de expresión vital menos filtrado, menos controlado, que no es (tan) auto-censurado. Para ello, se realiza una entrevista filmada con el sujeto. Después se seleccionan diversas fotografías con el objetivo de recoger microexpresiones significativas. Estas instantáneas de microexpresiones servirán como muestras, registros de experiencias donde la persona refleja en su rostro su vivencia liberada del filtro de sus conceptos y de su control consciente-inconsciente. Estos fotogramas serán los referentes a partir de los que se crearán diversos retratos de cada persona.

Este procedimiento responde a una problemática de cómo retratar. Existe una dicotomía especial para el artista que se enfrenta al retrato. Aunque se pueden dar varias escenas, escenarios o referentes a partir de los que se puede ilustrar un retrato, podríamos hacer una distinción básica entre retrato en vivo o retrato de fotografía.

El retrato en vivo expresa, en una misma obra, una síntesis de los momentos percibidos durante la/s sesión/es. A su vez, generalmente la persona retratada es consciente durante todo momento de que la están retratando y se posiciona, actúa y posa para ello.

Tomar como referente una fotografía nos permite captar un instante espontáneo de la persona sin que esta pose ni sea consciente de que es retratada, pero perdemos el contacto y el vínculo personal con el retratado y la globalidad de expresiones y estados de la persona se reducen a tan sólo la expresión fugaz del instante en que la fotografía es tomada.

La visión conjunta de múltiples retratos plasmados a partir de las fotografías de las microexpresiones seleccionadas, consigue incorporar la espontaneidad de una fotografía con la síntesis de momentos de un retrato en vivo. Estos retratos condensan expresiones diversas muy espontáneas que el artista ha presenciado, vivido y compartido, hablando e interactuando con la persona que ha entrevistado. Se ha mantenido un contacto personal, compartiendo una serie de momentos que posteriormente pueden ser recordados y transportados-reflejados en los retratos dibujados o pintados. Son obras plásticas hechas a partir de “fotografías de memoria viva”: fotografías tomadas por el propio artista en las que puede revivir, con las percepciones y experiencias de su memoria, aquéllo más invisible y profundo de la otra persona y de la escena.

En este proyecto, es fundamental el criterio para la selección de las microexpresiones. El criterio utilizado es el movimiento, pero no cualquier movimiento sino el movimiento espontáneo de la vida o movimiento vital: Según el planteamiento de la cultura SEITAI (véase: www.seitai-cvp.com), la vida se mueve en cinco direcciones y cada ser humano expresa su vida desde cinco movimientos básicos en las cinco dimensiones del mundo. He pretendido mostrar cómo cada persona sigue siendo ella misma en sus distintas manifestaciones espontáneas desde las cinco dimensiones con los cinco movimientos.

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La vivencia y la expresión de la persona desde estos cinco movimientos universales (que todos hacemos) no es algo circunstancial, sino que comprende y conecta tanto la cualidad física-orgánica como la psíquica-mental.

No se trata de la reacción genérica a un estímulo en la que todos los individuos responderán de manera similar. Por ejemplo: si se habla de algo triste, la mayoría de personas llorarán, adoptarán rasgos de disgusto y/o pena; si se habla de algo alegre(estímulo), la mayoría de personas reirán, adoptaran rasgos de agrado (respuesta), acción-reacción. Sino que es una interacción: algo que deviene en una manifestación propia, original, espontánea, única y global de la persona, que se expresa muy distintamente aunque el estímulo o la emoción sean los mismos. Según el ejemplo que acabamos de ver: si se habla de algo triste, la mayoría de las personas llorarán o adoptarán rasgos de disgusto, pero una persona concreta, dependiendo de su disposición, su estado o su personalidad psíquico-física individual y particular, se expresará con un movimiento más abstraído y ascendente (vertical), directo y pragmático inclinando y avanzando los hombros hacia delante (frontal), se moverá hacia los lados incomodado (lateral), se enfurecerá y se torcerá frunciendo el ceño (rotatorio), o se ensimismará y vivirá la tristeza profunda y calladamente (central).

Las respuestas ejemplificadas no son reacciones genéricas sino interacciones con el estímulo desde la particular manifestación de cada uno de los cinco movimientos vitales y universales.

Estas son las dinámicas desde donde se viven las experiencias y se interactúa de una forma más individual, propia, endógena; más independientemente de las condiciones o estímulos externos y circunstanciales.

Se pretende que el espectador pueda contemplar la unidad de la persona a través de las microexpresiones del retratado en cada uno de los cinco movimientos: Despertar la reflexión de hasta qué punto la persona es algo más allá de sus circunstancias y se identifica y expresa en y desde cada uno de estos estados.

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EL CONCEPTO OSEI DE LA CULTURA SEITAIEl movimiento espontáneo, la osei

La osei es la capacidad de nuestro organismo de reaccionar e interaccionar con los estímulos y con el mundo con una absoluta interrelación de sus distintas actividades físico-energéticas, biológicas-bioquímicas y psíquicas-mentales, mediante cinco movimientos universales. Haruchika Noguchi (Japón, 1912-1976) formuló este planteamiento e inició la cultura SEITAI sobre la vida y salud cuando desveló en la década de los años cincuenta del siglo pasado, la estructura del movimiento espontáneo o movimiento vital: La vida se mueve en cinco direcciones y con dos polaridades + y - (véase seitai-cvp.com). Estos cinco movimientos universales son: vertical, frontal, lateral, rotatorio y central.

La osei vertical es fundamental en el sistema nervioso y la vista; establece la interrelación natural entre el movimiento ascendente, la actividad biológica planificadora y la actividad psíquica-mental contemplativa u observadora. La osei frontal genera el sistema motor-combustivo y el olfato; establece la interrelación natural entre el movimiento unidireccional hacia delante, la actividad biológica metabólica-respiratoria y la actividad psíquica-mental pragmática o eficaz. La osei lateral promueve el sistema digestivo-circulatorio y el gusto; establece la interrelación natural entre el movimiento izquierda-derecha, la actividad biológica asimilo-circulatoria y la actividad psíquica-mental emocional o mediadora. La osei rotatoria impulsa el sistema eliminatorio y el oído; establece la interrelación natural entre el movimiento giratorio o de torsión, la actividad biológica excretora-recicladora y la actividad psíquica-mental competitiva o conclusiva. La osei central es principal en el sistema reproductor-conjuntivo subyacente y el tacto; establece la interrelación natural entre el movimiento intero-exterior o multirradial, la actividad biológica de regeneración celular y la psíquica-mental afectiva o absoluta.

El concepto de la osei establece un criterio que permite ordenar las múltiples microexpresiones tomando como referencia estos cinco movimientos.

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REFERENCIAS ARTÍSTICAS

HOLLIS DUNLAP

El tratamiento de sus dibujos a grafitos tienen una expresividad y fuerza que los hacen muy sugestivos y con una gran carga de intimidad. La combinación entre un trazo tan marcado, brusco y estridente con la delicadeza y precisión de la expresión del rostro, de los volúmenes y de la luz de las formas, conceden a su obra una genialidad sutil y contundente. Tanto su temática como sus recursos técnicos, son elementos de inspiración para el proyecto. Sobretodo lo más influyente es la espontaneidad, frescura y la representación del momento buscado más intimo, distraído y propio de la persona. Todo ello en diálogo con su escena (ambiente) y el artista que retrata.

DAVID SHEVLINO

Lo interesante de este artista viene de su profunda capacidad de síntesis pictórica y de sus conocimientos y habilidad con el color. Me sorprende como las pinceladas de color esencial de la escena o de la figura son extendidos con suma precisión, con una harmonía meditada, fresca y a la vez rota por la sutil distorsión y desplazamiento de varias partes de la imagen, la vibración entre figura, rostro y fondo, color. La luz también está dispuesta con destreza y con leves masas de luminosidad y color.El artista logra dotar a sus pinturas de una profundidad y riqueza visual que te transportan al territorio de la impresión y lo enigmático.

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CIAN MC LAUGHLIN

De Cian Mc Laughlin me atrae y me ha inspirado tanto por su ejecución gráfica como la temática que trata. Estos retratos tan íntimos, personales, casi espirituales, que desprenden una visión y comprensión psicológica y esencial del individuo. La espontaneidad que se refleja en el plano del encuadre, en el momento escogido y en el tratamiento plástico: la soltura, frescura y concreción sutil de la forma a través de la materialidad de la pintura. Son retratos con muchísima fuerza y compasión, con un conocimiento cromático excelente. Sus trazos aportan todo tipo de información y vida al retrato: color, textura, forma, materialidad, sugerencia…

La actitud que parece tener al pintar y dibujar el retrato, de forma tan espontánea, intuitiva y rigurosa, con una intención psicológica y espiritual, ha sido una de las referencias principales para mí.

EMILIO VILLALBA

Me gusta de este artista el efecto refractario y la reflexión que hace del rostro y del retrato. Aunque considero que el efecto óptico que crea es un recurso que realmente no tiene una dirección clara hacia la espontaneidad de la persona, tiene una capacidad muy buena para captar la expresión de la mirada y crear un entorno que hace completamente protagonista al rostro. Los momentos que selecciona son muy especiales e íntimos, cosa que también busco en mi trabajo. Pero lo que más quiero aprender de este artista es el tratamiento pictórico con que construye el rostro. Utiliza un tono medio cromático unificador con mucha viscosidad, seguramente debido al tipo de óleo y un medium bueno, que le permite modificar y alterar el rostro con facilidad y coherencia. La vibración pictórica, aunque muy controlada para mi gusto y sensibilidad, es muy sugerente.

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Realización técnica y gráfica global de todas las obras

Las técnicas y procedimientos artísticos utilizados en las obras no son necesariamente iguales, ya que os he escogido en función de la osei, de la persona entrevistada, de la propia ambientación global de la entrevista y de lo que se capta de cada fotograma. Es decir, se busca la adecuación que mejor refleje la espontaneidad de la persona en el momento y su dinámica-estado. Por esta razón, uniformarlos con un único estilo o procedimiento gráfico rompería con la coordinación espontánea que se busca. Es cierto que, a grandes rasgos, podríamos decir que he procedido con un tendencia experimental, fresca-vital y espontánea. Pero la gran diversidad de recursos y estilos ha sido posible gracias a los conocimientos y reflexiones adquiridos durante mi carrera, por lo que también son un resultado de mi transcurso académico.

Sí que se puede delimitar el criterio específico y general en el soporte y la disposición al exponer las obras. Las dimensiones de todos los soportes son 12F (61x50 cm), un formato muy práctico al exponer una serie de varias obras y que hace que un primer plano del rostro sea lo suficientemente grande como para apreciar los detalles. La mayoría de obras son sobre tela encolada sobre cartón, que al ser un soporte rígido y plano permite poder trabajar tanto sobre mesa o sobre bastidor y poder combinar con libertad diversos materiales y procedimientos, clave para el objetivo del proyecto. Hay algunas obras que están hechas sobre distintos papeles que dan otros acabados, pero que deliberadamente se asemejan a la textura de la tela, de tal manera que no se pierda cohesión entre las obras. La mayoría de papeles no se han encolado sobre cartón porque sobre el mismo soporte costaría diferenciarlos de las telas y se ha considerado que así dan mayor variedad y riqueza al conjunto.

Se ha determinado que la disposición con la que se exponen las obras sea sobre el suelo, para una contemplación y observación más global y dinámica, ya que el espectador tiene que moverse para fijarse en cada obra. La serie se expone con los cinco retratos de cada persona dispuestos en sentido horizontal, para reflejar mejor la pluralidad dentro de la unidad de cada persona retratada. El orden que sigue es siempre el mismo: el orden en que se encuentran las oseis en la CVP * , para poder conectar visualmente todos los retratos del mismo movimiento en el conjunto global de las series.

Los materiales y herramientas que se han utilizado (distintos y específicos en cada obra) son: lápices y barras de grafito (2HB, HB, 2B, 4B, 6B), difuminos, óleos, acrílicos, diferentes tipos de pinceles/brochas (tanto de distinto grosor como de distinta punta), carboncillos-cretas-pasteles (en barra y en lápiz), acuarelas, ceras, bolígrafos, punta-finas y distintas modalidades de gomas.

* La CVP (Cabeza, Vértebras, Pelvis) es la estructura rectora de la vida según el SEITAI.

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LAURA

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SERIE LAURA. 2016.

Técnica mixta. 61 x 50cm.

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Laura en vertical

Mirada alegre, a la vez que apacible y fijándose en un punto de lejanía, de horizonte, distante y abstracto. Se observa una verticalidad impulsada desde el cuello, que ayuda a tener una visión más analítica y altiva. En las facciones no hay tensión y en su sonrisa se intuye comprensión, aceptación. Su eje facial es armónico, equilibrado, paralelo; su sonrisa no es muy pronunciada y su globalidad es como acuosa-líquida, iluminada.

Laura en central

Mirada hacia abajo, concentrada, ensimismada. Su eje es bastante armónico, pero impera una contención que aunque parece de paz, refleja más densidad. Su expresión facial global parece expresar un sentimiento muy íntimo y que la transporta, como un aire de nostalgia o melancolía.

Laura en rotatorio

Una expresión feroz, fantasmagórica, agresiva, despectiva, desafiante. Un intensa repulsión se vislumbra en sus carnosos y arrugados labios. Su eje es recto, pero todo el rostro esta torcido y sus músculos faciales acompañan este movimiento de contradicción casi en espiral.Mirada intensa y combativa.

Laura en frontal

Mandíbula hacia adelante y pronunciada por una linea tajante y sombreada. El cuello hacia arriba empujando el rostro hacia el frente. Las cejas suaves pero contundentes. La mirada hacia un punto determinado, fijo, denota una actitud realizadora, interesada. La boca casi recta, la tensión práctica que no expresa demasiada emoción del rostro. Una determinación directa y sin preámbulos.

Laura en lateral

Expresión de la mirada plácida y contenta.Parece estar a gusto. Un aire emocional en el conjunto de los gestos, propia de la empatía que permite el movimiento lateral. Un rostro con líneas onduladas, que se inclina hacia un lado, fuerza en los costados de la cara que hacen inflarse y redondearse los mofletes. Una expresión que invita al diálogo y comunicación con el otro.

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SOFÍA

SERIE SOFÍA. 2016.

Técnica mixta. 61 x 50cm.

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Sofía en vertical

Expresión apacible. El cuello hacia arriba y nariz y boca equilibradas, sin mucha tensión. Esto es característico del movimiento vertical, además de la mirada muy observadora, hacia algún lugar distante. Hay algo de movimiento lateral por el eje inclinado de la cara, pero las cejas se ayudan de este movimiento para ir hacia arriba y expandir el gesto hacia algo más elevado, propiciando la abstracción cognitiva.

Sofía en frontal

La importancia mandibular. La mirada hacia un punto recto, directo, que está delante: fija un objetivo. Las cejas simétricas, que por su forma dan un aire de determinación a la expresión. Los pómulos que son visibles, como si avanzaran al frente. El mentón metido hacia dentro para pronunciar frontalmente la frente.

Sofía en lateral

La alegría en los ojos, distintos en cada hemisferio facial. La inclinación del rostro que acompaña el movimiento de lateral, la sonrisa que comunica que está a gusto. La percepción de la cara como un óvalo redondeado, sin estridencia. Hay un aire liviano y cariñoso. Los colores vivos y caprichoso, diluidos, en un rostro flexible y cambiante.

Sofía en rotatorio

La intensidad desafiante de la mirada, aunque algo disgustada, decepcionada; pero un poco incierta y con recelo. El ceño fruncido, la posición de tres cuartos que proviene del movimiento de rotación, los labios que friegan, la mandíbula torcida, las cejas en diagonal acompañando la inclinación del rostro. La contrariedad en todos los aspectos del retrato: en la mirada irresoluble, las facciones que se retuercen mostrando las arrugas, el cabello tosco y salvaje… una tensión de fricción.

Sofía en central

La mirada profunda y contenida, la barbilla encogida… Se puede captar un aire hermético, un algo condensado en ella misma. Hay una tensión global en el rostro de concentración, de ensimismamiento y profundidad. Un gesto intrigado de las cejas, la boca atónita ante una percepción nuclear e íntima. Una reflexivdad que parece conectar con lo más interior de ella misma.

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ISAAC

SERIE ISAAC. 2016.

Técnica mixta. 61 x 50cm.

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Isaac en vertical

El cuello ascendiendo. Mirada cristalina, proyectada hacia un punto lejano, abstracto, indefinido. Cejas muy simétricas y planas. Nariz idealizada, modélica. No hay tensión en las facciones, tan solo una media sonrisa que se eleva por le costado izquierdo, como de satisfacción por un entendimiento, por la paz y la sabiduría de quién ha descubierto un detalle, una intriga que se desvela. El rostro es ancho, pero se está estirando y en su zona más alta, el pelo se diluye y la luz irradia y parece elevarse hacia el pensamiento, mientras parece trascender, alejarse y desvanecerse de lo puramente físico, terrenal y oscuro que desciende por el cuello.

Isaac en frontal

Una mandíbula exageradamente pronunciada. Facciones angulares, rectas. Pómulos avanzados. Mirada al frente, directa, determinante, fijada en un único punto, un objetivo. Cejas interesantes e interesadas. Sonrisa superficial y de complicidad y alegría respecto a aquéllo que espera obtener, en lo que su mirada está fijada en conseguir.

Isaac en lateral

Una expresión de color viva. Alegría. Una sonrisa comprensiva y abierta. Una boca habladora. La inclinación lateral del rostro, la diferencia de luces y el contraste entre los dos hemisferios faciales. Una mirada que va hacia el lado derecho, empática y que refleja una intención comunicadora y sociable. Los límites de la cara redondeados y que fluyen, rompiendo su propio contorno para vincularse con el entorno y con sus semejantes, con quién tiene al lado.

Isaac en rotatorio

La nariz y la boca en una diagonal rota, como rotando. El fruncimiento del ceño, las cejas pronunciadas, la piel que circula arrastrando su color, el cabello como una sutil llama…La contrariedad o incomprensión que revela su mirada, como de inadecuación a aquéllo vivido, internamente en desacuerdo sin manifestarlo abiertamente. Una especie de rebelión suavizada por un cariño insatisfecho.

Isaac en central

El rostro en centrado en el cuadro y delimitado, contenido, cohesionado por una oscura mancha. Las cejas serias, la boca suavemente apretada…Los ojos miran hacia abajo, o hacia adentro de sí mismo, como cavilando y sintiendo desde lo más profundo de su ser. El enigma de unos ojos concretos pero indefinidos, densos, intensos. La cara se pronuncia hacia el interior, encogiendo la barbilla hacia el cuello invisible.

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AYA

SERIE AYA. 2016.

Técnica mixta. 61 x 50cm.

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Aya en vertical

Un fondo azul, como en el cielo. El largo cabello que cae desde lo más alto. El cuello que impulsa la cabeza hacia arriba. Toda la atención se va hacia la zona craneal donde los enigmas son meditados, diseccionados, en busca de lo que trasciende. Lo universal. Una mirada analítica, hacia el infinito y de contemplación de algo global, que requiere de una comprensión calmada. Los labios se empequeñecen y se entreabren para apuntar un asombro o para describir lógicamente lo que sucede allá tan lejos. Una piel que se mueve verticalmente, limpia, una cejas simétricas y sin tensión, una nariz ideal, modélica. Una actividad iluminadora y con perspectiva objetiva. Una visión universal, parsimoniosa y pensada que nace de la serenidad y de la observación.

Aya en frontal

El rostro en un solo plano, recto. Limites del rostro tajantes y estridentes. La mandíbula echada para adelante y hacia arriba, soberbia, chula. Ojos sólo interesados en un objetivo fijo. Labios escuetos y silenciosos al servicio de lo que la mirada pretende conseguir. Unas cejas desentrañando lo qué va a hacer. La mirada es eficaz, directa, unidireccional, pero se intuye un matiz muy triste y frío a pesar del rojo apagado por toda la piel tan blanca.

Aya en lateral

Sinuosa, alegre, bonita: una mirada complacida y complaciente. La inclinación lateral de la cara. Una sonrisa delicada y grácil, emotiva, expresiva. Los mofletes que se crecen y hacen más lindo el rostro. Gran diferencia en la percepción de los ojos: uno hundido, fundido con la sombra y más abierto y el otro más alto, resaltado en la iluminación y más contraído. Llanuras móviles en la piel que dialogan y se interconectan. Actitud de diálogo y comunicativa: los ojos te miran, cada uno distintamente y buscando que estés bien y a gusto. Los colores vivos, pasionales. El cabello voluminoso y cuidado.

Aya en rotatorio

Un torbellino en llamas. Todas las facciones se conectan con lineas espirales. Las cejas onduladas con fuerza, arrugan el ceño. El rostro en tres cuartos, torcido. La piel sucia, manchada, salpicada por la sed de un encuentro resolutivo. Una mirada amenazadora, desafiante, entre rabia y crítica. Una sonrisa que puede parecer maléfica, pero que en realidad se perfila con el gusto por el poder y la intención de una batalla limpia e intensa.

Aya en central

El mentón chato y la parte inferior del rostro hacia adentro. La visión se va al centro, entre los dos ojos y la nariz. Una visión cargada de intensidad, de profundidad cristalina, de compasión. Mucho callado en la mirada, pues va hacia lo nuclear, hacia adentro como interiorizando lo exterior. Los orificios nasales extraños: uno abierto y hacia arriba, otro cerrado hacia abajo. Expresa una vivencia tan íntima como inefable, de una percepción entrañable, infinita, sin fondo.

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CONCLUSIONES: Reflexión y valoración

Mi valoración de los resultados del trabajo es muy positiva.

Aunque era una empresa muy larga y ambiciosa y ha evolucionado muchísimo mientras se iba definiendo, considero que se han conseguido satisfactoriamente las dos premisas que estaban en la base de este proyecto: despertar en el observador la reflexión de qué es la persona, qué la cohesiona, qué le da una identidad con un nombre propio; y generar esa visión, esas imágenes que sirvan al espectador para entender y sentir íntimamente al retratado.

Puedo afirmar esto con certeza por el dialogo que he mantenido al exponer el trabajo a personas cercanas a mí y/o de mi entorno. Todas ellas han podido experimentar la principal intención del proyecto, y la perspectiva osei ha jugado un papel clave en esta comprensión del proyecto por parte de los espectadores. Exponiendo el trabajo en unos minutos a estas personas que no tenían ningún conocimiento previo del trabajo, han podido identificar en prácticamente cada una de las series, el movimiento (osei) que imperaba en cada retrato de microexpresión. Ésto para mí es significativo, ya que indica que el espectador es capaz de acercarse a una compresión más intima y profunda de la naturaleza de las personas y su espontaneidad. No sé exactamente qué reflexión y vivencia despierta en el espectador, pero la observación de los retratos le puede dar una nueva óptica y sensibilidad que le hace tener en cuenta, aunque sea por breves momentos, las cuestiones de identidad y espontaneidad de la persona y su manifestación desde los cinco movimientos universales.

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BIBLIOGRAFÍA

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