LA ORATORIA EN ROMA

En unas culturas como las clásicas eminentemente orales, la oratoria impregnaba gran

parte de la vida pública y su valor era reconocido en los tribunales (discursos judiciales), en

el foro (discursos políticos) y en algunas manifestaciones religiosas (elogios fúnebres).

La oratoria comienza a practicarse en Roma en época muy temprana- siglo IV a.C;

Durante estos primeros años la oratoria se desarrolla teniendo como elemento fundamental

la improvisación delante de un auditorio, sólo bastante más tarde, cuando se obtiene

conciencia de su valor literario, empiezan a fijarse por escrito.

A lo largo del siglo II a.C. cuando los romanos se adueñan de Grecia, comprenden la

necesidad

de conocer las normas de la oratoria griega y los rétores griegos organizaron las

primeras escuelas de retórica en Roma.

En época clásica, en el género de la oratoria existían dos tendencias. Por un lado, la

escuela asiática, que promulgaba un estilo grandilocuente y se caracterizaba por periodos

largos. Por otro lado, la escuela ática, que defendía la sobriedad. Los oradores aticistas‘

eran partidarios de un estilo sencillo y el empleo de palabras corrientes. El “asianismo‘ se

caracterizaba por un estilo ampuloso, de largos periodos y palabras poéticas. Cada una de

las dos corrientes se asociaba con una facción dentro de la política romana: los “aticistas”

eran los llamados populares (partidarios de reformas políticas), mientras que los

“asianistas” se inclinaban por el llamado partido de los optimates (el de los senadores

inmovilistas).

MARCO TULLIO CICERÓN

Marco Tulio Cicerón es el máximo exponente del género en Roma. Se dedicó desde

joven a las leyes,y posteriormente comenzó su carrera política, que culminó con la

consecución del consulado en el año 64. Al estallar la guerra civil entre César y Pompeyo,

Cicerón tomó partido por Pompeyo y, aunque posteriormente César le perdonó,él decidió

retirarse de la vida política para dedicarse a su obra. Tras el asesinato de César, Cicerón

intentó volver a la escena política y se enfrentó a Marco Antonio en durísimos discursos.

Cicerón es, sin ninguna duda, el mayor de los latinos. Se sabe que escribió 87

discursos de los que se conservan 58, aunque no todos fueron pronunciados. De entre los

que se pronunciaron cabe pensar que hubo una reelaboración posterior para su edición.

Clasificación de los discursos

Los discursos de Cicerón (y, por extensión, todos los discursos) cabe clasificarlos en dos

grupos: forenses y políticos.

1) Son forenses aquellos discursos en los que Cicerón intervenía como abogado que

defiende o acusa en causas civiles o penales. Más veces actúo como abogado

defensor -todos los discursos que empiezan por pro (“a favor de”)-en discursos como

Pro Sexto Roscio Amerino (en el que defiende a C. Sexto Roscio Amerino, hijo,

que había sido acusado de matar a su padre Sexto Roscio Amerino. Se enfrenta al

liberto Crisógono, protegido del dictador Sila.),

Pro Murena,

Pro Archia poeta,( en el que toma como pretexto la defensa del poeta griego

Arquías, al que se acusaba de usurpar el derecho de ciudadanía, para hacer un

elogio de las letras y en particular de la poesía.)

como acusador -los discursos que comienzan con in (“contra”)- por ejemplo

In C. Verrem (estos discursos son conocidos como las Verrinas. en los que

defiende los intereses de los sicilianos que acusaban a su exgobernador Cayo

Verres de extorsión y concusión.).

2) En los discursos políticos Cicerón defendía propuestas de leyes, fustigaba a sus

enemigos políticos, desenmascaraba a los conjurados.... Cabe destacar entre los

discursos políticos los siguientes:

De imperio Gnei Pompei, las Catilinarias, Las Catilinarias, 63 a. C., cuatro

discursos famosísimos en los que denunciaba la conspiración de Catilina, un

patricio muy ambicioso, que urde una conjura para hacerse con el poder y que

trama asesinar a una parte del Senado y al propio cónsul Cicerón. Éste descubre el

complot y pronuncia contra Catilina cuatro discursos demoledores; el primero de

ellos en el Senado en presencia del propio Catilina, al que se dirige una y otra vez

en tono acusador y desafiante.

Las y las Filípicas. Las Filípicas, 44-43 a. C., son 14 discursos con los que intentó

frenar la subida al poder de Marco Antonio y que serían la causa de su muerte.

EL ESTILO DE LOS DISCURSOS

Si bien en todos ellos se muestra como excelente en el manejo de las posibilidades

de la lengua latina, cabe decir que los primeros discursos resultan más afectados

artificiosos y barrocos, en suma: más asiánicos. Los de la época de madurez son más

equilibrados y en ellos evita tanto la hinchazón asiánica como la desnudez y sequedad de

los aticistas.