La noche del adiós

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34 Por Daniel Miguez A 40 AÑOS DE LA DESPEDIDA DE SUI GENERIS EN EL LUNA PARK La primera vez que el rock argentino logró reunir 30.000 personas fue el 5 de septiembre de 1975 en el último concierto de Sui Géneris. Los jóvenes de entonces llenaron dos veces el Luna Park en la misma noche. Paralelamente, en el país terminaba una etapa que había comenzado con mucha esperanza e iniciaba un camino que lo sumergiría en la oscuridad y el terror. El autor de esta nota fue testigo de aquel recital histórico. La noche del adiós YO ESTUVE AHÍ

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La primera vez que el rock argentino logró reunir 30.000 personas fue el 5 de septiembre de 1975 en el último concierto de Sui Géneris. Los jóvenes de entonces llenaron dos veces el Luna Park en la misma noche. Paralelamente, en el país terminaba una etapa que había comenzado con mucha esperanza e iniciaba un camino que lo sumergiría en la oscuridad y el terror. El autor de estanota fue testigo de aquel recital histórico.

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revista de la facultad de ciencias sociales de la universidad de lomas de zamora

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Por Daniel Miguez

A 40 AÑOS DE LA DESPEDIDA DE SUI GENERIS EN EL LUNA PARK

La primera vez que el rock argentino logró reunir 30.000 personas fue el 5 de septiembre de 1975 en el último concierto de Sui Géneris. Los jóvenes de entonces llenaron dos veces el Luna Park en la misma noche. Paralelamente, en el país terminaba una etapa que había comenzado con mucha esperanza e iniciaba un camino que lo sumergiría en la oscuridad y el terror. El autor de esta nota fue testigo de aquel recital histórico.

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Ir contento a un velorio o ir triste

aguas tumultuosas se cruzaban

-

también esa misma noche se iba Sui

-

-

-Adios Sui generis

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En 2000 Charly y Nito volvieron a reunirse para grabar un nuevo disco como Sui Géneris, Sinfonías para adolescentes, que presentaron el 7 de diciembre en la Bom-bonera con Fito Páez, Mercedes, Sosa, León Gieco, Gustavo Cerati y Pedro Aznar como músicos invitados. Luego tocaron en Uruguay, Chile y Estados Unidos para cerrar el breve ciclo en el parque Sarmien-to ante 150.000 personas.

Mar del Plata y Mendoza para el Mun-dial de Fútbol de 1978 y, en Sacramen-to, una seguidora de la secta de Charles Manson intentó matar al presidente de Estados Unidos, Gerald Ford, con una pistola que no funcionó.

No estábamos tan ajenos como para no saber que la economía de nuestras familias de trabajadores temblaba luego del Rodrigazo. Hacía sólo tres meses que el ministro de Economía, Celestino Rodrigo, había impuesto un plan de ajuste que devaluó el peso en un 150%, subió el 100% el transporte y los servicios públicos y aumento el 180% el combustible. Para el día de Adiós Sui Géneris, ya hacía tres sema-nas que el ministro de Bienestar Social y fundador de la Triple A, José López Rega, había renunciado y huido a la España del dictador Francisco Franco, quien moriría dos meses después.

Ahí estábamos. Apretados en la popular, con la felicidad de que nues-tros ídolos Charly García y Nito Mestre darían su primer gran concierto y la amargura de que ya no los volveríamos a ver juntos.

Habíamos sacamos entradas para lo que sería el único recital a las 9 de la noche. Cómo saber días antes, cuando fuimos a hacer la cola al Luna Park para comprarlas, que éramos tantos,

UN REGRESO

CUANDO LA NIÑEZ NOS HABÍA ABAN-

DONADO, NOS RECOGIÓ LA MÚSICA DE SUI GÉNERIS. Y AHORA NOS DESPEDÍAMOS CON ELLOS DE LA FIESTA DE LA ADOLESCENCIA."

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que se iban a agotar, que iban a poner una

segunda función a las 11 de la noche.

Charly, de galera blanca y bigote y barba bicolor, en un estadio repleto, no se parecía al pecoso y lampiño que había visto un par de años antes en el club La Puebla de Temperley. Aquella

noche, mientras espe-raba para tocar, agarró una bicicleta que estaba apoyada contra una pared en un angosto pasillo del club y empezó a pedalear de punta a punta. Cuando le avisa-ron que estaba todo listo entró al salón y nosotros, detrás de él. Éramos tan pocos que subió al escena-rio y nosotros caminamos hasta el borde sin tener que molestar a nadie. Ayudaba que no había sillas, que el recital se seguía de parado. De eso pocos, éramos minoría los que conocíamos las canciones. Los otros seguramente habrían ido porque estaba en el barrio,

para ver de qué se trataba o quizás porqué después del concierto ponían música para bailar.

En el Adiós era otra cosa. Un público excitado, un estallido de voces cuando salieron al escenario, y todos cantando con Nito cuando Sui Géneris arrancó con Instituciones. El sonido era malo, pero no importaba. Cada tema era una foto de nuestro pasado reciente, aunque el tiempo entre los 13 y los 16 parece muchí-simo más que tres años. Cuando la niñez nos había abandonado, nos recogió la música de Sui Géneris. Y ahora nos

adolescencia. Lo hacíamos con la autori-dad del fan: cantando hasta los temas que nunca habían grabado, como Botas locas o Nena (luego registrada por Serú Girán como Eiti Leda).

Aunque parezca increíble para un recital de despedida de una banda, Sui Géneris esa noche estrenó temas nuevos. En uno de ellos, Fabricante de mentiras, como la gente no lo conocía se conformó con hacer palmas, pero a destiempo. “Es un poco más lento les voy a decir”, intervino Nito. Al rato Charly exclamó: “Sin sincopa, loco”. Finalmente dejaron el tema por la mitad en medio de la confu-sión sonora. Parece que en el segundo concierto hubo prolijidad, porque en el disco grabado esa noche la canción aparece entera.

Llegó el momento de irse y nadie se iba. El “ooooh oh ooh oh” que nos había

-cia a la orden de desalojo del Luna Park. Hasta que Charly pidió que nos fuéramos porque afuera había otros 15.000 pibes esperando para entrar a despedirse. Y ahí sí. Charly gritó: “¡Chau loco, chau!”. Y adiós Sui Géneris.

El recital de despedida de Sui Géneris

después salieron a la venta dos discos en forma simultánea: Adiós Sui Géneris I y Adiós Sui Géneris II. En 1995, al cumplirse 20 años del histórico día, apareció Adiós Sui Géneris III, con canciones que también habían sido grabadas en vivo aquella noche, pero que habían quedado afuera de los dos anteriores.

El 2 de septiembre de 1976 se estrena la película Adiós Sui Géneris, dirigida por Bebe Kamín, con producción de Leopol-

do Torre Nilson y fotografía de Raymun-do Gleizer. Es un documental sobre el recital intercalado con videoclips hechos para la ocasión, en los que participan, además de Charly García y Nito Mestre, los otros dos músicos del grupo, Rinaldo Rafanelli y Juan Rodríguez, y las hermanas (famosas vedettes de entonces) Norma y Mimí Pons. Insólitamente la dictadura militar

-res de 18 años. Es decir prohibida para el

público de Sui Géneris.

DISCOS Y PELÍCULAS

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ste es un extracto de la entre-vista publicada en julio de 1975 por la revista Pelo, donde Charlie (todavía no era con y griega) y

Nito hablan de la decisión de separarse.

-¿Cuáles son los motivos de esta decisión?

Charlie- El motivo es muy simple: creo que Sui Géneris se tenía que terminar en algún momento. Y pienso que este es el mejor momento para hacerlo. Es el cansancio de hacer siempre lo mismo, y tomar conciencia de que esto dio hasta donde podía dar.

-Vos hacés referencia a una monoto-nía creativa. Sin embargo, en el último año el grupo cambió totalmente su direc-ción musical, y además recibió el aporte de dos nuevos músicos.

Charlie- Correcto. Precisamente el ingreso de Rinaldo y Juan contribuyeron a acelerar el proceso. Es decir que lo que quizás podíamos continuar dando como dúo, fue rápidamente explotado como cuarteto. Si no hubiera sido de esta forma, quizás hubiéramos continuado más tiempo, o terminado antes. En mi criterio personal me inclino por esto último. Además, la incorporación de los nuevos

-¿Incide en este proceso el tercer álbum del grupo?

Charlie- Sí, porque nos tiró muy abajo saber que se vendió mucho menos que los dos anteriores. Y es sin duda el mejor de los tres que grabamos. Y el que empe-zamos a grabar ahora es todavía mucho mejor... pero no sé quién lo va a comprar.

-¿Entonces ha existido un proceso de desfasaje en la evolución del oyente de Sui Géneris?

Charlie- Creo que es la reacción del público frente a cierta parte de la obra. Claramente, Instituciones se vendió menos

la gente le gustó más los dos anteriores.-En su momento Vida y Confesiones

tampoco registraron el nivel de ventas que tienen actualmente. Por lo tanto sería factible que la banda haya evolucio-nado más rápidamente de lo que el públi-co estaba preparado para recibir.

Nito- Creo que sí. Y seguramente cuando salga el cuarto álbum, Instituciones,

estamos yendo más allá de lo que el público esperaba.

-¿La unión de los dos nuevos integran-tes no alcanzó para borrar el estigma que tenía el "dúo" a partir de Canción para mi muerte?

Charlie- Creo que no alcanzó. Es decir hay un sector de público -eminentemen-te rockero- tanto del circuito porteño como de algunas urbes del interior, que comprende la etapa Sui Generis cuarteto, con todo lo que implica. Pero los demás, ese público de nivel adolescente que se acopló, siguen pensando en Canción... Pero... tampoco se le pueden pedir peras al olmo.

-¿Contribuye al desgaste de un grupo su propia popularidad, el hecho de tener que presentarse asiduamente tocando el mismo material?

Charlie- Evidentemente. El tocar siempre lo mismo, convierte al grupo en

una especie de máquina. Pero es un problema del país, del medio. Si no haces diez shows por semana, no tenés ni para comprarte una púa. Y ojo... porque la gente se cree que estamos llenos de plata. Simplemente vivimos al día, no podemos darnos el lujo de parar de tocar ni siquiera por diez días. Sui Géneris antes comía

comer carne y otras cosas. Pero ningu-no de nosotros tiene un par de millo-nes en el banco, ni nada semejante.

Charlie- De aquí a septiembre, fecha prevista para la separación vamos a grabar un cuarto álbum, haremos giras de despedida por el interior, tratando de tocar en los lugares donde nunca

recital monstruo en el Luna Park o en cualquier otro lado donde puede entrar toda la gente que quiera vernos.

Nito- En el Luna vamos a tratar de registrar material para un álbum doble en vivo. También se harán tomas de los lugares donde actuemos.

Charlie- Simplemente que sabemos que en septiembre Sui Géneris desapa-recerá. Por eso este álbum será el mejor y los conciertos serán los mejo-res que hayamos dado nunca. Es como dos amantes que se reúnen por última vez, y se entregan totalmente, libremente, porque saben que ya son libres, y no existe otro compromiso que ese instante. Ese será sin duda el

EEXPLICACIONES A PELO

Esta faja de papel negro con letras blancas, con comentarios de los diarios de entonces sobre el recital, envolvía los dos discos en vivo del Adiós Sui Géneris cuando salió a la venta en 1975.

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“Jorge Alvarez me llamó para decirme que habíamos vendido todas las entradas, y me preguntó si queríamos hacer otro. Yo le dije que sí, con la condición de que nos asegurara que íbamos a llenar otra vez. Creía que llenábamos un Luna, pero nunca pensé en dos. En realidad, yo no tenía mucha noción de la gente que arrastraba Sui Géneris porque el grupo estaba súper mal manejado. En mi fantasía, Sui Géneris era seguido por un grupo de intelectuales que entendía sólo de música y lo demás era el baile, gente que le daba lo mismo que estuviera Sui o La Joven Guardia" (Charly García).

EL ÚLTIMO SHOW

"Quería terminar con la imagen del chico cándido que tenía. Estábamos podridos de tocar siempre lo mismo. ¡Y encima les gustábamos a las madres!" (Charly García).

"Todos estábamos medio aburridos, y un día vino Charly a proponer que nos separásemos. Entonces dijimos de hacer cuatro series de recitales en julio, los domingos a la mañana. Hicimos el primer recital en el Astral pero fue un bochorno, salió todo mal. Al otro día decidimos separarnos. Esa fue la gota que rebalsó el vaso" (Nito Mestre).

LA DECISIÓN DE SEPARARSE