La Mujer Junto Al Pozo Anciano Juan Luis Elías Tercer Servicio Guatemala, 9 de julio del Año De La Revelación

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La Biblia nos muestra una serie de mujeres que en determinado momento tuvieron relación con un pozo. En esta oportunidad abordaremos a cinco de ellas, a quienes ir al pozo les cambio la vida, pues fue ahí donde se encontraron con su amado. REBECA Génesis 24:13 (LBA) He aquí, estoy de pie junto a la fuente de agua, y las hijas de los hombres de la ciudad salen para sacar agua. Que sea la joven a quien yo diga: "Por favor, baja tu cántaro para que yo beba", y que responda: "Bebe, y también daré de beber a tus camellos", la que tú has designado para tu siervo Isaac; y por ello sabré que has mostrado misericordia a mi señor. RAQUEL Génesis 29:8 (LBA) Pero ellos dijeron: No podemos, hasta que se junten todos los rebaños y quiten la piedra de la boca del pozo; entonces daremos de beber a las ovejas. Todavía estaba él hablando con ellos, cuando llegó Raquel con las ovejas de su padre, pues ella era pastora. Y sucedió que cuando Jacob vio a Raquel, hija de Labán, hermano de su madre, y las ovejas de Labán, hermano de su madre, Jacob subió y quitó la piedra de la boca del pozo, y dio de beber al rebaño de Labán, hermano de su madre. SEFORA Éxodo 2:15 (LBA) Cuando Faraón se enteró del asunto, trató de matar a Moisés; pero Moisés huyó de la presencia de Faraón y se fue a vivir a la tierra de Madián, y allí se sentó junto a un pozo. Y el sacerdote de Madián tenía siete hijas, las cuales fueron a sacar agua y llenaron las pilas para dar de beber al rebaño de su padre. SAMARITANA Juan 4:6 (LBA) y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta. Una mujer de Samaria vino* a sacar agua, y Jesús le dijo*: Dame de beber. Juan 4:10 (LBA) Respondió Jesús y le dijo: Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: "Dame de beber", tú le habrías pedido a El, y El te hubiera dado agua viva. AMADA DEL CANTAR DE LOS CANTARES Cantares 4:12 (LBA) Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía, huerto cerrado, fuente sellada. Hay ciertos factores comunes que comparten estas cinco mujeres, uno de ellos es que las cinco eran gentiles, es decir que no pertenecían al pueblo judío, es más, la mujer de Cantares era una mujer de raza negra (Cantares 1:5 BTX).

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Otro factor importante es que las cinco mujeres se encuentran con un prototipo del Señor Jesucristo, tipificado en los cinco ministerios, lo que nos enseña que la iglesia que se va a casar con el Cordero debe ser preparada a la manera de Ester, para llegar al altar sin mancha y sin arruga, lo cual solo es posible a través del equipamiento de los cinco ministerios guiados por el Espíritu Santo. Ahora veremos la hora en que estas mujeres llegaban al pozo; a Raquel, Rebeca y Séfora, les era necesario llegar al medio día, pues eran pastoras y necesitaban aliviar la sed de sus ovejas en el calor del medio día, sin embargo Génesis 24:11 nos muestra que la hora en que les correspondía llegar a las mujeres al pozo era al atardecer, a la hora en que las mujeres salen por agua. El atardecer es el lapso de tres a seis de la tarde, lo que se conoce como la hora novena. Vemos también que a esa hora el Señor Dios se paseaba en el huerto (Génesis 3:8). Pero es curioso ver por qué la samaritana llegaba al medio día. Como mujer, debía ser una situación muy incómoda llegar a esa hora, pues era la hora de más calor, se encontraba con la aglomeración de los pastores y sus rebaños. A esta mujer le correspondía ir la hora novena, sin embargo no lo hacía por el estigma que se tenía de ella, pues ya había tenido cinco maridos. Veamos qué sucede en la hora novena, pues la mujer iglesia que se va a casar, se tiene que encontrar con estas cinco cosas, cuando vaya al pozo, en el atardecer. CESA LA DESTRUCCIÓN Génesis 8:11 (LBA) Y hacia el atardecer la paloma regresó a él, y he aquí, en su pico traía una hoja de olivo recién arrancada. Entonces Noé comprendió que las aguas habían disminuido sobre la tierra. HORA DE LA OFRENDA Daniel 9:21 (LBA) todavía estaba yo hablando en oración, cuando Gabriel, el hombre a quien había visto en la visión al principio, se me acercó, estando yo muy cansado, como a la hora de la ofrenda de la tarde. HORA DE LA ORACIÓN Hechos 3:1 Cierto día Pedro y Juan subían al Templo a la hora de la oración, la novena HORA DE LA EXPIACIÓN DEL CORDERO Éxodo 12:16 Y en el primer día tendréis una santa convocación, y otra santa convocación en el séptimo día; ningún trabajo se hará en ellos, excepto lo que cada uno deba comer. Sólo esto podréis hacer. INICIA LA RESTAURACIÓN DEL TABERNÁCULO DE DAVID Hechos 3:10 y Hechos 15:14-17

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DESPUES DE ESTO VOLVERE, Y REEDIFICARE EL TABERNACULO DE DAVID QUE HA CAIDO. Y REEDIFICARE SUS RUINAS, Y LO LEVANTARE DE NUEVO, PARA QUE EL RESTO DE LOS HOMBRES BUSQUE AL SEÑOR, Y TODOS LOS GENTILES QUE SON LLAMADOS POR MI NOMBRE ,La samaritana no iba a la hora novena, ella iba a la hora sexta, pero la hora sexta tiene problemas, pues fue en esa hora donde la tierra fue cubierta por tinieblas (Lucas 23:44) a la hora sexta el Señor se le apreció a Abraham para darle la promesa, pero él y su esposa se burlaron de la promesa (Génesis 18:1). A Jesús no le importó llegar a la hora sexta, no le importó encontrarse con las ovejas y pedirle de beber a la samaritana, es ahí donde empieza ella a tener una conversación con Él, y en donde ésta mujer cuestiona a Jesús hasta con cierto racismo, pues los judíos no tenían trato con los de Samaria. Parte de que ella llegara a medio día, era porque no conocía a Jesús, pero El le hace un diagnóstico de por qué ella llegaba a esa hora. Juan 4:16 (LBA) Él le dijo*: Ve, llama a tu marido y ven acá. Respondió la mujer y le dijo: No tengo marido. Jesús le dijo*: Bien has dicho: "No tengo marido", porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad. Si relacionamos el versículo anterior con Efesios 5:23, en donde dice que el marido es cabeza de la mujer, podemos decir que la samaritana había tenido cinco cabezas, es decir que si ella soportaba el olor a ganado y el calor de la hora sexta, era porque tenía problemas con la autoridad. Esto no sucedía con Rebeca, Raquel y Séfora, pues eran pastoras. Reconocer autoridad es problema muy frecuente en las congregaciones, tanto en hombres como en mujeres, pues no podemos decir que estamos sujetos a Dios que no vemos, si no nos sujetamos a nuestras autoridades que si vemos. Partiendo de esto, también encontramos a cinco mujeres que mataron o casi mataron a sus esposos: En Génesis 3:6 vemos que Adán sabía que el día que comiera del árbol del conocimiento del bien y del mal iba a morir, pero quien le dio de comer a Adán, fue Eva, por lo que quien lo mató fue su propia mujer, por no poner atención a las instrucciones que Adán le había dado. Eva fue el arma que el diablo usó para matar a Adán. Job 2:9 (LBA) Entonces su mujer le dijo: ¿Aún conservas tu integridad? Maldice a Dios y muérete. Podemos imaginarnos la prueba de Job, su esposa lo cuestiona diciéndoles que con las pocas fuerzas iba a la iglesia, en su escases diezmaba; lo que quería era matarlo, ¿podemos imaginarnos a un creyente casado con una mujer no creyente? Jueces 16:16 (LBA) Y como ella le presionaba diariamente con sus palabras y le apremiaba, su alma se angustió hasta la muerte.

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Dalila fue quien entregó a la muerte a Sansón, pero antes de entregarlo lo desesperó, lo mató primero en vida. 2 Samuel 11:2 (LBA) Y al atardecer David se levantó de su lecho y se paseaba por el terrado de la casa del rey, y desde el terrado vio a una mujer que se estaba bañando; y la mujer era de aspecto muy hermoso. David mató a Urías por causa de su esposa Betsabé, pues ella cambió la hora en que debía ir al pozo, por ir a bañarse en la terraza. Hechos 5:9 (LBA) Entonces Pedro le dijo: ¿Por qué os pusisteis de acuerdo para poner a prueba al Espíritu del Señor? Mira, los pies de los que sepultaron a tu marido están a la puerta, y te sacarán también a ti. Ananías y Safira le dieron más valor a lo material, por lo que cayeron muertos por tratar de engañar al Espíritu Santo. Cinco mujeres mataron a sus esposos de cinco maneras diferentes, la samaritana había tenido cinco maridos por su problema con el concepto de autoridad que tenía, es ahora cuando debemos preguntarnos cuál es nuestro concepto de los cinco ministerios, debemos entender cuál es el don de Dios y quién es el que nos está hablando; entonces beberemos y recibiremos el Espirito Santo para convertirnos en fuente de aguas vivas. Puede ser que no estemos junto a un buen pozo, pues Jesús fue a salvar a la samaritana al pozo del engañador, no le importó que hubiera tenido cinco maridos, le dio una oportunidad junto al pozo. A veces nos encontramos en la misma condición de la samaritana, y estamos muriendo de sed junto al pozo, pero es tiempo de leer la palabra, de ir y buscar la oración; debemos acercarnos a Dios, dejar el pleito, aprender a ofrendar, a acercarnos al pozo creyendo. El tema de sujeción no es algo que se tenga que hacer por imposición, sino por revelación y en obediencia, pues esta puede cambiar nuestra eternidad y afectar positivamente a nuestras generaciones, como sucedió en el caso de Rahab la ramera, quien en fe y obediencia puso un cordón manchado de rojo que vendría a ser figura de la sangre del Cordero, para salvar a los espías; y eso mismo volvió su casa en casa de salvación, pues después de haber sido destruida la ciudad, no había nadie quien señalara a Rahab por su pasado, esto afecto a sus generaciones pues ella es tomada dentro de la genealogía de Jesús. Hoy la Iglesia de Cristo, no tenemos una figura como el cordón manchado de rojo; tenemos la sangre del pacto eterno que puede cambiar una vida de desolación por una vida abundante.