La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

41
La Metamorfosis Por Franz Kafka

Transcript of La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Page 1: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

LaMetamorfosis

Por

FranzKafka

Page 2: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Una mañana, tras un sueño intranquilo, Gregorio Samsa se despertóconvertidoenunmonstruosoinsecto.Estabaechadodeespaldassobreundurocaparazóny,alalzarlacabeza,viosuvientreconvexoyoscuro,surcadoporcurvadascallosidades,sobreelquecasinoseaguantabalacolcha,queestabaapuntodeescurrirsehastaelsuelo.Numerosaspatas,penosamentedelgadasencomparaciónconelgrosornormaldesuspiernas,seagitabansinconcierto.

-¿Quémehaocurrido?

No estaba soñando. Su habitación, una habitación normal, aunque muypequeña, tenía el aspecto habitual. Sobre la mesa había desparramado unmuestrariodepaños-Samsaeraviajantedecomercio-,ydelaparedcolgabaunaestampa recientemente recortadadeuna revista ilustradaypuesta enunmarco dorado. La estampa mostraba a una mujer tocada con un gorro depieles,envueltaenunaestolatambiéndepieles,yque,muyerguida,esgrimíaunampliomanguito,asimismodepiel,queocultabatodosuantebrazo.

Gregoriomiróhacialaventana;estabanublado,ysobreelcincdelalféizarrepiqueteabanlasgotasdelluvia,loquelehizosentirunagranmelancolía.

«Bueno–pensó–;¿ysisiguiesedurmiendounratoymeolvidasedetodasestas locuras?» Pero no era posible, pues Gregorio tenía la costumbre dedormir sobre el lado derecho, y su actual estado no le permitía adoptar talpostura.Pormásqueseesforzaravolvíaaquedardeespaldas.Intentóenvanoestaoperaciónnumerosasveces;cerrólosojosparanotenerqueveraquellaconfusaagitacióndepatas,quenocesóhastaquenotóenelcostadoundolorleveypunzante,undolorjamássentidohastaentonces.

-¡Quécansadaeslaprofesiónqueheelegido!–sedijo–.Siempredeviaje.Laspreocupacionessonmuchomayorescuandosetrabajafuera,pornohablarde lasmolestias propias de los viajes: estar pendiente de los enlaces de lostrenes;lacomidamala,irregular;relacionesquecambianconstantemente,quenuncalleganaserverdaderamentecordiales,yenlasquenotienencabidalossentimientos.¡Aldiablocontodo!

Sintió en el vientre una ligera picazón. Lentamente, se estiró sobre laespalda en dirección a la cabecera de la cama, para poder alzar mejor lacabeza. Vio que el sitio que le picaba estaba cubierto de extraños puntitosblancos.Intentórascarseconunapata;perotuvoqueretirarlainmediatamente,pueselroceleproducíaescalofríos.

-Estoyatontadodetantomadrugar–sedijo–.Noduermolosuficiente.Hayviajantesquevivenmuchomejor.Cuandoamediamañanaregresoalafondapara anotar los pedidos, me los encuentro desayunando cómodamentesentados.Siyo,coneljefequetengo,hicieselomismo,medespediríanenel

Page 3: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

acto.Locual,probablementeseríalomejorquemepodríapasar.Sinofuesepormispadres,yahacetiempoquemehubiesemarchado.Hubieraidoavereldirectorylehabríadichotodoloquepienso.Secaeríadelamesa,ésasobrelaquesesientapara,desdeaquellaaltura,hablaralosempleados,que,comoessordo,handeacercárselemucho.Perotodavíanoheperdidolaesperanza.Encuantohayareunidolacantidadnecesariaparapagarleladeudademispadres–unoscincooseisañostodavía–,mevaaoír.Bueno;pero,porahora,loquetengoquehacereslevantarme,queeltrensalealascinco.

Volviólosojoshaciaeldespertador,quetictaqueabaencimadelbaúl.

-¡Diosmío!-exclamóparasí.

Eran más de las seis y media, y las manecillas seguían avanzandotranquilamente.En realidad,yaerancasi las sietemenoscuarto. ¿Esquenohabía sonadoeldespertador?Desde la cama seveíaque estabapuesto a lascuatro;portanto,teníaquehabersonado.Pero¿eraposibleseguirdurmiendoapesardeaquelsonidoquehacíaestremecerhastalosmuebles?Susueñonohabíasidotranquilo.Pero,poresomismo,debíadehaberdormidoalfinalmásprofundamente. ¿Qué podía hacer ahora? El tren siguiente salía a las siete;paracogerlo tendríaquedarsemuchísimaprisa.Elmuestrarionoestabaaúnempaquetado, y él mismo no se sentía nada dispuesto. Además, aunquealcanzaseeltren,noevitaríareprimendadelamo,pueselmozodelalmacén,que había acudido al tren a las cinco, debía de haber dado ya cuenta de sufalta.Elmozo era un esbirro del dueño, sin dignidad ni consideración.Y sidijese que estaba enfermo, ¿qué pasaría? Pero esto, además de ser muypenoso, despertaría sospechas, puesGregorio, en los cinco añosque llevabaempleado,nohabíaestadonuncaenfermo.VendríaelgerenteconelmédicodelMontepío.Sedesharía en reproches, delantede lospadres, respecto a laholgazaneríadeGregorio,y refutaríacualquierobjeciónconeldictamendeldoctor,paraquien todos loshombresestánsiempresanosysólopadecendehorror al trabajo.Y laverdadesque, eneste caso, sudiagnósticonohabríasidodeltodoinfundado.Salvociertasomnolencia,fueradelugardespuésdetan prolongado sueño,Gregorio se sentía francamente bien, además demuyhambriento.

Mientraspensabaatropelladamente,sindecidirsealevantarse,yjustoenelmomento en que el despertador daba las siete menos cuarto, llamaron a lapuertaqueestabajuntoalacabeceradelacama.

-Gregorio–dijolavozdesumadre–,sonlassietemenoscuarto.¿Noteníasqueirdeviaje?

¡Quévoz tandulce!Gregorio se horrorizó al oír en cambio suyapropia,queeraladesiempre,peromezcladaconunpenosoyestridentesilbido,enelcuallaspalabras,alprincipioclaras,seconfundíanluegoysonabandeforma

Page 4: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

talqueunonoestabasegurodehaberlasoído.Gregoriohubieraqueridodarunaexplicacióndetallada;pero,aloírsupropiavoz,selimitóadecir:

-Sí,sí.Gracias,madre.Yamelevanto.

Atravésdelapuertademadera, la transformacióndelavozdeGregorionodebiónotarse,pues lamadrese tranquilizóconesta respuestayse retiró.PeroestebrevediálogorevelóqueGregorio,contrariamentealoquesecreía,estaba todavía en casa.Llegó el padre a su vez y, golpeando ligeramente lapuerta,llamó:

-¡Gregorio!¡Gregorio!¿Quépasa?

Esperóunmomentoyvolvióainsistir,alzandolavoz:

-¡Gregorio!

Mientras tanto, detrás de la otra puerta, la hermana le preguntabasuavemente:

-Gregorio,¿noestásbien?¿Necesitasalgo?

-Yaestoybien–respondióGregorioaambosauntiempo,esforzándoseporpronunciar con claridad, y hablando con gran lentitud, para disimular elinsólito sonido de su voz. El padre reanudó su desayuno, pero la hermanasiguiósusurrando:

-Abre,Gregorio,porfavor.

Gregorio no tenía la menor intención de abrir, felicitándose, por elcontrario,delaprecaución–contraídaenlosviajes–deencerrarseensucuartoporlanoche,aunensupropiacasa.

Lo primero que tenía que hacer era levantarse tranquilamente, arreglarsesin que lemolestaran y, sobre todo, desayunar. Sólo después de hecho todoestopensaría en lodemás,pues sedaba cuentadeque en la camanopodíapensarconclaridad.Recordabahabersentidoenmásdeunaocasiónunvagomalestar en la cama, producido, sin duda, por alguna postura incómoda, lacual, unavez levantado, sedisipaba rápidamente; y tenía curiosidadporverdesvanecersepaulatinamentesus imaginacionesdehoy.Encuantoalcambiodesuvozerasimplementeelpreludiodeunresfriado,enfermedadprofesionaldelviajantedecomercio.

Apartar la colcha era cosa fácil. Le bastaría con arquearse un poco y lacolchacaeríaporsísola.Peroladificultadestabaenlaextraordinariaanchurade Gregorio. Para incorporarse, podía haberse apoyado en brazos ymanos;pero,ensu lugar, teníaahora innumerablespatasenconstanteagitacióny leera imposiblecontrolarlas.Yelcasoesquequería incorporarse.Seestiraba;lograba por fin dominar una de sus patas; pero, mientras tanto, las demás

Page 5: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

proseguíansuanárquicaypenosaagitación.

«Noesbuenoharaganearenlacama»,pensóGregorio.

Primerointentósacarlaparteinferiordelcuerpo.Perodichaparteinferior–quenohabíavistotodavíayque,portanto,nopodíaimaginarconexactitud–resultósumamentedifícildemover.Iniciólaoperaciónmuylentamente.Hizoacopiodeenergíasysearrastróhaciadelante.Perocalculómalladirección,sediounfuertegolpecontralospiesdelacama,yeldolorsubsiguientelerevelóque la parte inferior de su cuerpo era quizá, en su nuevo estado, la mássensible. Intentó, pues, sacar la parte superior, y volvió cuidadosamente lacabeza hacia el borde del lecho. Hizo esto sin problemas y, a pesar de suanchura y su peso, el cuerpo siguió por fin, lentamente, el movimientoiniciadopor lacabeza.Peroentonces tuvomiedodecontinuaravanzandodeaquella forma, porque, si se dejaba caer así, sin duda se haría daño en lacabeza;yahoramenosquenuncaqueríaGregorioperderelsentido.Preferíaquedarseenlacama.

Perocuando,despuésderealizaralainversalosmismosmovimientos,enmediodegrandesesfuerzosyjadeos,sehallódenuevoenlamismaposiciónyvolvióaversuspatasmoviéndosefrenéticamente,comprendióquenopodíahacerotracosa,yvolvióapensarquenodebíaseguirenlacamayquelomássensatoeraarriesgarlotodo,aunquesólotuvieraunamínimaposibilidad.Peroenseguida recordóquemeditar serenamenteeramejorque tomardecisionesdrásticas.Susojosseclavaronenlaventana;pero,pordesgracia,lanieblaqueaquella mañana ocultaba por completo el lado opuesto de la calle, pocosánimosleinfundió.

«Lassieteya–pensóaloíreldespertador–.¡Lassieteya,ytodavíasiguelaniebla!»

Durante unos momentos permaneció echado, inmóvil y respirandolentamente,comosiesperasequeelsilencioledevolvieraasuestadonormal.

Pero, al poco rato, pensó: «Antes de que den las siete y cuarto esindispensable queme haya levantado.Además, seguramente vendrá alguiendelalmacénapreguntarpormí,puesabrenantesde lassiete.»Sedispusoasalirdelacama,balanceándosesobresuborde.Dejándosecaerdeestaforma,la cabeza, que pensaba mantener firmemente erguida, probablemente nosufriríadañoninguno.Laespaldaparecíaresistente,ynolepasaríanadaaldarconellaenlaalfombra.Únicamentelehacíavacilareltemoralestrépitoqueestohabríadeproducir,yquesindudaasustaríaasufamilia.Peronoquedabamásremedioquecorrerelriesgo.

Ya estaba Gregorio con casi medio cuerpo fuera de la cama (el nuevométodoeracomoun juego,puesconsistíasimplementeenbalancearsehacia

Page 6: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

atrás),cuandocayóencuentadequetodoseríamuysencillosialguienvinieseensuayuda.Condospersonasrobustas(ypensabaensupadreyenlacriada)bastaría. Sólo tendrían que pasar los brazos por debajo de su abombadaespalda, sacarle de la camay, agachándose luego con la carga, dejar que seestiraraenelsuelo,endondeeradesuponerquelaspatassemostraríanútiles.Ahorabien,yprescindiendodelhechodequelaspuertasestabancerradasconllave,¿conveníarealmentepedirayuda?Pesealoapuradodesusituación,nopudopormenosdesonreír.

Había adelantadoya tanto, que un solo balanceo, algomás enérgicoquelos anteriores, bastaría para hacerle bascular sobre el borde de la cama.Ademásprontonolequedaríamásremedioquedecidirse,puessólofaltabancincominutospara las sieteycuarto.Enesemomento, llamarona lapuertadelpiso.

«Debe ser alguien del almacén», pensó Gregorio, mientras sus patas seagitaban cada vez más rápidamente. Por un momento permaneció todo ensilencio. «No abren», pensó entonces, aferrándose a tan descabelladaesperanza.Pero,comonopodíapormenosdesuceder,oyóaproximarsea lapuertalasfuertespisadasdelacriada.Ylapuertaseabrió.AGregoriolebastóoírlaprimerapalabradelvisitanteparapercatarsedequiénera.Eraelgerenteenpersona.¿PorquéestaríaGregoriocondenadoatrabajarenlacuallamásmínimaausenciadespertabainmediatamentelasmásterriblessospechas?¿Esque los empleados eran todos unos sinvergüenzas? ¿Es que no podía haberentreellosalgúnhombredebienque,despuésdeperderunpardehorasenlamañana,sevolvieselocoderemordimientoynoestuvieraencondicionesdeabandonar la cama? ¿Es que no bastaba conmandar a un chico a preguntar(suponiendoque tuviesefundamentoesamaníadeaveriguar),sinoque teníaquevenirelmismísimogerenteaenteraraunainocentefamiliadequesóloéltenía autoridad para intervenir en la investigación de tan grave asunto? YGregorio, excitado por estos pensamientos más que decidido a ello, se tiróviolentamente de la cama. Se oyó un golpe sordo, pero no demasiado. Laalfombra amortiguó la caída; la espalda tenía mayor elasticidad de lo queGregoriohabíasupuesto,yestoevitóqueelruidofuesetanestrepitosocomohabía temido. Pero no tuvo cuidado de mantener la cabeza suficientementeerguida;selastimóyeldolorlehizofrotarlafuriosamentecontralaalfombra.

-Algo ha ocurrido ahí dentro –dijo el gerente en la habitación de laizquierda.Gregorio intentó imaginar que al gerente pudiera sucederle algúndía lomismoque hoy a él, cosa ciertamente posible. Pero el gerente, comoreplicandoconenergíaaestasuposición,diounoscuantospasosporelcuartovecino,haciendocrujirsuszapatosdecharol.Desdelahabitacióncontiguadeladerecha,lahermanasusurró:

-Gregorio,estáaquíelgerentedelalmacén.

Page 7: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

-Ya lo sé –contestóGregorio débilmente, sin atreverse a levantar la vozhastaelpuntodehacerseoírporsuhermana.

-Gregorio –dijo por fin el padre desde la habitación contigua de laizquierda–,havenidoelseñorgerenteypreguntaporquénotomasteelprimertren.Nosabemosquecontestar.Además,deseahablarpersonalmentecontigo.Conquehazelfavordeabrirlapuerta.Elseñortendrálabondaddedisculpareldesordendelcuarto.

-¡Buenosdías,señorSamsa!–tercióentoncesamablementeelgerente.

-Noseencuentrabien–dijolamadreaesteúltimomientraselpadrecontinuabahablandojuntoalapuerta–.Estáenfermo,créame.¿Cómosino,ibaaperdereltren?Gregorionopiensamásqueenelalmacén.¡Sicasimemolestaquenosalganingunanoche!Ahora,porejemplo,haestadoaquíochodías;puesbien,¡niunasolanochehasalidodecasa!Sesientaconnosotrosalrededordelamesaleeelperiódicoensilenciooestudiaitinerarios.Suúnicadistraccióneslacarpintería.Endosotrestardeshatalladounmarquito.Cuandolovea,sevaaasombrar;esprecioso.Estácolocadoensucuarto;ahoraloveráencuantoabraGregorio.Porotraparte,mealegrodequehayavenidousted,puesnosotrosnohubiéramospodidoconvenceraGregoriodequeabralapuerta.¡Estantestarudo!Seguramentenoseencuentrabien,aunqueantesdijolocontrario.

-Voy en seguida –dijo débilmenteGregorio, sinmoverse para no perderpalabradelaconversación.

-Seguroqueescomodiceustedseñora.–repusoeljefe–.Esperoquenoseanadaserio.Aunque,porotraparte,hededecirquenosotros,loscomerciantes,tenemosquesaberafrontaramenudoligerasindisposiciones,anteponiendoatodolosnegocios.

-Bueno –preguntó el padre, impacientándose y volviendo a llamar a lapuerta–;¿puedeentraryaelseñor?

-No–respondióGregorio.

Enlahabitacióndelaizquierdasehizounapenadosilencio,yenladeladerechacomenzóasollozarlahermana.

¿Porquénoibaareunirseconlosdemás?Claro,acababadelevantarseynisiquierahabríaempezadoavestirse.Pero¿porquélloraba?Acasoporqueelhermanono se levantaba, porqueno abría lapuerta, porque corría riesgodeperdersuempleo,conlocualeldueñovolveríaaatormentaralospadresconlas viejas deudas. Pero, por el momento, estas preocupaciones no venían acuento.Gregorioestabaallí,ynopensabaniremotamenteenabandonaralossuyos. Yacía sobre la alfombra, y nadie que supiera en qué estado se

Page 8: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

encontraba hubiera pensado que podía hacer pasar a su jefe. Pero esta levedescortesía, que más adelante explicaría satisfactoriamente, no era motivosuficiente para despedirle. Y Gregorio pensó que, de momento, en vez demolestarle con quejas y sermones era mejor dejarle en paz. Pero laincertidumbre en que se hallaban con respecto a él era precisamente lo queinquietabaalosotros,disculpandosuactitud.

-SeñorSamsa–dijopor fin,elgerenteconvozengolada–,¿quésignificaesto? Se ha atrincherado usted en su cuarto y no contesta más que conmonosílabos. In quieta usted inútilmente a sus padres y, dicho sea de paso,faltaasuobligaciónconelalmacéndeunamanerainconcebible.Lehabloennombre de sus padres y de la empresa, y le ruego encarecidamente que seexpliqueenseguidayconclaridad.Estoyasombrado;yoleteníaaustedporunhombreformalyjuicioso,ynoentiendoestasextravagancias.Laverdadesque el señor directorme insinuó estamañana una posible explicación de suausencia:elcobroquese leencomendóquehicieseefectivoanoche.Yodijeque respondía personalmente que no había ni que pensar en tal posibilidad;peroporahora,anteestaincompresibleactitud,nosientoyadeseosdeseguirintercediendo por usted. Su posición no es, desde luego, muy sólida. Miintención era decirle todo esto a solas; pero como a usted al parecer no leimporta hacerme perder el tiempo, no veo por qué no habrían de oírlo susseñores padres. Últimamente su trabajo ha dejado bastante que desear. Esverdad que no está en la época más propicia para los negocios; nosotrosmismosloreconocemos.Pero,señorSamsa,nohayépoca,nopuedehaberla,enquelosnegociosseparalicen.

-Yavoy–gritóGregoriofueradesí,olvidándoseensuexcitacióndetodolo demás–. Voy inmediatamente. Una ligera indisposición me retenía en lacama. Estoy todavía acostado. Pero ya me siento bien. Ahora mismo melevanto. ¡Unmomento!Aún nome encuentro tan bien como creía. Pero yaestoymejor. ¡No entiendo cómomeha podido ocurrir!Ayerme encontrabaperfectamente. Sí, mis padres lo saben. Mejor dicho, ya ayer percibí losprimerossíntomas.¿Cómonomelohabránnotado?¿Porquénolodiríayoenel almacén? Pero siempre se cree uno que pondrá bien sin necesidad dequedarse en casa. ¡Por favor, tenga consideración de mis padres! No haymotivopara losreprochesquemeacabadehacer;nuncamehandichonadaparecido.Sinduda,nohavistoustedlosúltimospedidosquehetransmitido.Además, saldré en el tren de las ocho.Con estas dos horas de descanso herecuperado las fuerzas. No se entretenga usted más. En seguida voy alalmacén.Expliqueallíesto,selosuplico,ypresentemisrespetosaldirector.

Mientrasdecíaatropelladamentetodoesto,Gregorio,graciasalahabilidadadquirida en la cama, se acercó sin dificultad al baúl e intentó enderezarseapoyándose en él.Quería abrir la puerta, presentarse ante el gerente, hablar

Page 9: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

conél.Sentíacuriosidadporsaberloquediríancuandoleviesenlosquetaninsistentementelellamaban.Siseasustaban,noeraculpadeélynoteníanadaque temer.Si,porelcontrario, sequedaban tranquilos, tampocoél teníaporqueexcitarse,ypodía,sisedabaprisa,estaralasochoenlaestación.Variasvecesresbalócontralaslisasparedesdelbaúl;pero,alfinlogróincorporarse.Eldolorenelabdomen,aunquemuyintenso,nolepreocupaba.Sedejócaercontraelrespaldodeunasillacercana,acuyosbordesseagarrófuertementecon sus patas. Logró tranquilizarse, y calló para escuchar lo que decía elgerente.

-¿Hanentendidounasolapalabra?–preguntóéstealospadres–.¿Noseráquesehaceelloco?

-¡PorelamordeDios!–exclamólamadrellorando–.Talvezseencuentremuy mal y nosotros le estamos mortificando. –Y seguidamente llamó–:¡Grete!¡Grete!

-¿Qué quieres madre? –contestó la hermana desde el otro lado de lahabitacióndeGregorio,atravésdelacualhablaban.

-Tienes que ir en seguida a buscar almédicoGregorio está enfermo.Vecorriendo.¿Hasoídocómohablaba?

-Esunavozdeanimal–dijoelgerente,quehablabaenvozmuybaja,encomparaciónconlosgritosdelamadre.

-¡Ana! ¡Ana! –llamó el padre, volviéndose hacia la cocina a través delrecibidorydandopalmadas–.Vayainmediatamenteabuscaruncerrajero.

Seoyópor el recibidor el rumorde las faldas dedos jóvenesque salíancorriendo (¿cómo se habría vestido la hermana?), y el ruido brusco de lapuertadelpisoabrirse.Peronoseescuchóningúnportazo.Debíandehaberdejadolapuertaabierta,comosuelesucederenlascasasendondehaocurridounadesgracia.

Gregorio, sin embargo, estaba mucho más tranquilo. Sus palabrasresultaban ininteligibles, aunque a él le parecíanmuyclaras,más clarasqueantes,sindudaporqueyaseleibaacostumbrandoeloído;peroloimportanteeraqueyasehabíanpercatadolosdemásdequealgoanormallesucedíaysedisponíanaacudiren suayuda.Se sintióaliviadopor laprontitudyenergíaconquehabían tomado lasprimerasmedidas.Sesintiónuevamente incluidoentre los seres humanos, y esperaba tanto del médico como del cerrajeroaccionesinsólitasymaravillosas.

Afindepoderintervenirlomásclaramenteposibleenlasconversacionesdecisivas que se avecinaban, carraspeó ligeramente; lo hizomuy levemente,portemoraquetambiénesteruidosonaseaalgoquenofueseunatoshumana,

Page 10: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

pues ya no tenía seguridad de poder apreciarlo. Mientras tanto, en lahabitacióncontiguareinabaunprofundosilencio.Talvezlospadres,sentadosa la mesa con el gerente, estuvieran hablando en voz baja. Tal vezpermanecieranpegadosalapuerta,escuchando.

Gregorio se deslizó lentamente con la silla hacia la puerta; al llegar allí,soltólasillasedejócaercontralapuertaysesostuvoenpie,pegadoaellaporlaviscosidaddesuspatas.Descansóasíunmomentodelesfuerzorealizado.Luegointentóhacergirarlallaveconlaboca.Pordesgracia,noparecíatenerdientespropiamentedichos.¿Conquéibaentoncesacogerlallave?Pero,encambio,susmandíbulaseranmuyfuertey,graciasaellas,pudoponerlallaveen movimiento, sin reparar en el daño que seguramente se hacía, pues unlíquidooscurolesalióporlaboca,resbalandoporlallaveygoteandohastaelsuelo.

-Escuchen–dijoelgerente–;estágirandolallave.

EstaspalabrasalentaronmuchoaGregorio.Perotodos,elpadre,lamadre,deberían haber gritado: «¡Adelante, Gregorio!» Sí, deberían haber gritado:«¡Adelante! ¡Durocon lacerradura!» Imaginando laansiedadconque todosseguirían sus esfuerzos, mordió con desesperación la llave, desfallecido. Amedidaquelallavegirabaenlacerradura,Gregoriosebamboleabaenelaire,colgandoporlaboca,forcejeando,empujandolallavehaciaabajocontodoelpeso de su cuerpo. El sonido metálico de la cerradura al abrirse le volviócompletamenteensí.

«Bueno–sedijoconunsuspirodealivio–;nohasidonecesarioquevinieraelcerrajero»,ydioconlacabezaenelpestilloparaacabardeabrir.

Este modo de abrir la puerta fue la causa de que no le vieseninmediatamente.Gregoriotuvoquegirarlentamentecontraunadelashojasdelapuerta,congrancuidadoparanocaerdeespaldas.Yaúnestabaocupadoenllevar a cabo tandifícil operación, sin tiempoparapensarotra cosa, cuandooyóunaexclamacióndelgerentequesonócomoelaullidodelviento,ylevio,juntoalapuerta, taparselabocaconlamanoyretrocederlentamente,comoempujadoporunafuerzainvisible.

Lamadre–que,apesardelapresenciadelgerente,estabaallísinarreglar,conelpelorevuelto–miróaGregorio, juntandolasmanos,avanzóliegodospasoshaciaél,ysedesplomóporfin,enmediodesusfaldasdesplegadasasualrededor,conlacabezacaídasobresupecho.Elpadreamenazóconelpuño,conexpresiónhostil,comosiquisieraempujaraGregoriohaciaelinteriordela habitación; se volvió luego, saliendo con paso inseguro al recibidor y,cubriéndoselosojosconlasmanos,manosrompióallorardetalmodo,queelllantosacudíasurobustopecho.

Page 11: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Gregorionollegó,pues,asalirdesuhabitación;permanecióapoyadoenlahojadelapuerta,mostrandosólolamitaddesucuerpo,conlacabezaladeada,contemplandoalospresentes.Lalluviahabíaamainado,yalotroladodelacalleserecortabanítidountrozodeedificionegruzcodeenfrente.Eraunhospital,cuyamonótonafachadajalonabannumerosasventanasidénticas.Lalluviacaíaahoraengoteronesaislados,queseveíanllegarclaramentealsuelo.Sobrelamesaestabanlosutensiliosdeldesayuno;paraelpadre,eralacomidaprincipaldeldía,queprolongabaconlalecturadevariosperiódicos.EnlaparedqueGregorioteníaenfrente,colgabaunretratodeéstedurantesuserviciomilitar,conuniformedeteniente,lamanoenelpuñodelaespada,sonriendodespreocupadamente,conunairequeparecíaexigirrespetoparasuuniformeysuactitud.Esahabitacióndabaalrecibidor;porlapuertaabiertaseveíaladelpiso,tambiénabierta,elrellanodelaescalerayelprimertramodeéstaqueconducíaalospisosinferiores,

-Bueno–dijoGregorio,convencidodeserelúnicoquehabíaconservadolacalma–.Enseguidamevisto,recojoelmuestrarioymevoy.Medejaréisquesalgadeviaje,¿verdad?Yaveusted,señorgerente,quenosoytestarudoyquetrabajo con gusto. Viajar es cansado; pero yo no sabría vivir sin viajar.¿Adóndevausted?¿Alalmacén?¿Sí?¿Locontarátodotalcomohasucedido?Unopuedetenerunbajónmomentáneo;peroesprecisamenteentoncescuandodeben acordarse los jefes de lo útil que uno ha sido y pensar que, una vezsuperadoelcontratiempo, trabajarácon redobladasenergías.Yo,comoustedbiensabe,leestoymuyagradecidoalseñordirector.Porotraparte,tengoqueatenderamispadresyamihermana.Esverdadquehoymeencuentroenunapuro.Perotrabajandosaldrébiendeél.Nomepongalascosasmásdifícilesde lo que están.Póngasedemiparte.Ya sé que al viajante no se le quiere.Todos creen que gana el dinero a espuertas, sin trabajar apenas. No hayninguna razón para que este prejuicio desaparezca; pero usted está másenteradodelquesonlascosasqueelrestodelpersonal,inclusoqueelpropiodirector,que,ensucalidaddepropietario,seequivocaconfrecuenciarespectoa un empleado. Usted sabe muy bien que el viajante, como está fuera delalmacén lamayorpartedel año, es fácil blancodehabladurías, equívocosyquejas infundadas, contra las cuales no le es fácil defenderse, ya que lamayoríadelasvecesnolleganasusoídos,ysóloalregresarreventadodeunviaje empieza a notar directamente las consecuencias negativas de unaacusacióndesconocida.Nosevayasindecirmealgoquemepruebequemedaustedlarazón,porlomenosenparte.

Pero,desdelasprimeraspalabrasdeGregorio,elgerentehabíadadomediavuelta y le contemplaba por encima del hombro, con una mueca derepugnancia en el rostro. Mientras Gregorio hablaba, no permaneció unmomentoquieto.Seretiróhacialapuertasinquitarlelavistadeencima,muylentamente,comosiunafuerzamisteriosa leretuvieseallí.Llegó,porfin,al

Page 12: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

recibidor y dio los últimos pasos con tal rapidez que parecía que estuvierapisandobrasasardientes.Alargóelbrazoderechoendireccióna laescalera,comosiesperaseencontrarallímilagrosamentelalibertad.

Gregoriocomprendióquenodebíapermitirqueelgerentesemarcharádeaquelmodo,puessinosupuestoenelalmacénestabaseriamenteamenazado.Noloveíanlospadrestanclarocomoél,porque,coneltranscursodelosaños,habían llegadoapensarque laposicióndeGregorio en aquella empresa erainamovible;además,conlainquietuddelmomentosehabíanolvidadodetodaprudencia.PeronoasíGregorio,quesedabacuentadequeeraindispensablereteneralgerenteytranquilizarle.DeellodependíaelporvenirdeGregorioyde los suyos. ¡Si al menos estuviera allí su hermana! Era muy lista; habíallorado cuandoGregorio yacía aún tranquilamente sobre su espalda. Seguroqueelgerente,hombregalante,sehubieradejadoconvencerporlajoven.Ellahabríacerradolapuertadelpisoylehabríatranquilizadoenelrecibidor.Peronoestabasuhermana,yGregorioteníaquearreglárselassolo.Sinrepararenque todavía no conocía sus nuevas facultades demovimiento, y que lomásprobableeraquenolograseentender,abandonólahojadelapuertaenqueseapoyabaysedeslizóporelhuecoformadoalabrirselaotraconintencióndeavanzarhaciaelgerente,queseguíacómicamenteagarradoalabarandilladelrellano.Peroinmediatamentecayóalsuelo,intentandocongrandesesfuerzos,sostenerse sobre sus innumerables y diminutas patas, profiriendo un levequejido. Entonces se sintió, por primera vez en el día, invadido por unverdadero bienestar: las patitas, apoyadas en el suelo, le obedecíanperfectamente.Conalegría,vioqueempezabana llevarleadondedeseaba ir,dándole la sensación de que sus sufrimientos habían concluido. Pero en elmomento enqueGregorio empezaba a avanzar lentamente, balanceándose arasdetierra,nolejosyenfrentedesumadre,ésta,peseasudesvanecimientoprevio,diodeprontounbrincoysepusoagritar,extendiendolosbrazosconlasmanosabiertas:«¡Socorro!¡PorelamordeDios!¡Socorro!»InclinabalacabezacomoparavermejoraGregorio,perodepronto,comoparadesmentiresta impresión, se desplomó hacia atrás cayendo sobre la mesa, y, ajena alhechodequeestabaaúnpuesta,quedósentadoenella,sindarsecuentadequeasuladoelcafésalíadelacafeteravolcada,derramándosesobrelaalfombra.

-¡Madre! ¡Madre! –gimió Gregorio, mirándola desde abajo. Por unmomentoseolvidódelgerente;ynopudoevita,anteelcafévertido,abrirycerrarrepetidasveceslasmandíbulasenelvacío.Sumadre,gritandodenuevoyhuyendodelamesa,selanzóenbrazosdelpadre,quecorrióasuencuentro.PeroGregorionopodíadedicaryasuatenciónasuspadres;elgerenteestabaen laescaleray,con labarbillaapoyadasobre labaranda,dirigíaunaúltimamirada a aquella escena.Gregorio tomó impulso para darle alcance, pero éldebiódecomprendersuintención,pues,deunsalto,bajóvariosescalonesydesapareció,profiriendounosalaridosqueresonaronportodalaescalera.Para

Page 13: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

colmodemales,lahuidadeljefepareciótrastornarporcompletoalpadre,quehasta entonces se había mantenido relativamente sereno; pues, en lugar decorrer tras el fugitivo, o por lomenos permitir que así lo hicieseGregorio,empuñoconladiestraelbastóndelgerente–queéstenohabíarecogido,comotampocosusombreroysugabán,olvidadosenunasilla–y,armándoseconlaotramanode ungranperiódicoquehabía sobre lamesa, se dispuso, dandofuertespatadasenel suelo,esgrimiendopapelybastón,ahacer retrocederaGregoriohastaelinteriordesucuarto.Denadalesirvieronaéstesussúplicas,quenofueronentendidas;yaunqueinclinósumisolacabeza,sóloconsiguióexcitaraúnmásasupadre.Lamadre,apesardelmal tiempo,habíaabiertounaventanay,violentamenteinclinadahaciafuera,secubríaelrostroconlasmanos. Entre el aire de la calle y el de la escalera se estableció una fuertecorriente;lascortinasdelaventanaseahuecaron;sobrelamesaseagitaronlosperiódicos, y algunas hojas sueltas se agitaron por el suelo. El padre,inflexible, resoplaba violentamente, intentando hacer retroceder a Gregorio.Peroéstecarecíaaúndeprácticaenlamarchahaciaatrás,ylacosaibamuydespacio. ¡Sialmenoshubierapodidomoverse!Enunsantiaménsehubieseencontradoensucuarto.Perotemía,consulentitudengirar,impacientarasupadre, cuyo bastón podía deslomarle o abrirle la cabeza. Finalmente, sinembargo, no tuvomás remedio que volverse, pues advirtió contrariado que,caminado hacia atrás, no podía controlar la dirección.Así que, sin dejar demirar angustiosamente a su padre, empezó a girar lo más rápidamente quepudo, es decir, con extraordinaria lentitud. El padre debió percatarse de subuena voluntad, pues dejó de hostigarle, dirigiendo incluso de lejos, con lapunta del bastón, el movimiento giratorio. ¡Si al menos hubiese dejado deresopla!EstoeraloquemásalterabaaGregorio.Cuandoyaibaaterminarelgiro, aquel resoplido le hizo equivocarse, obligándole a retroceder poco apoco.Porfinlogróquedarsefrentealapuerta.Peroentoncesrecordóquesucuerpoerademasiadoanchoparapoderpasarsinmás.Alpadre,enmediodesuexcitación,noseleocurrióabrirlaotrahojaparadejarespaciosuficiente.EstabaobsesionadoconlaideadequeGregoriohabíademetersecuantoantesen su habitación. Tampoco hubiera permitido los lentos preparativos queGregorio necesitaba para incorporarse y, de estemodo, pasar por la puerta.ComosinohubieseproblemaalgunoazuzabaaGregorioconfuriacreciente.Gregoriooíatrasdesíunavozqueparecíaimposiblequefueseladeunpadre.Se incrustó en el marco de la puerta. Se irguió de medio lado y quedóatravesadoenelumbral,lacerándoseelcostado.Enlapuertaaparecieronunasmanchasrepulsivas.Gregorioquedóallíatascado,sinposibilidaddehacerelmenormovimiento.

Laspatitasdeunode los lados colgabanen el aire,mientrasque lasdelotroquedabandolorosamenteoprimidascontraelsuelo...Enesto,elpadrelediopordetrásunempujónenérgicoysalvador,quelolanzódentrodelcuarto,

Page 14: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

sangrandocopiosamente.Luego,cerrólapuertaconelbastón,yporfinvolvióalacalma.

HastalanochenodespertóGregoriodeunpesadosueño,semejanteaundesmayo.Nohabríatardadomuchoendespabilarseporsísolo,puesyahabíadescansadobastante,peroleparecióqueledespertabanunospasosfurtivosyelruidodelapuertadelrecibidor,quealguiencerrabasuavemente.Elreflejodel tranvía proyectaba franjas de luz en el techo de la habitación y la partesuperior de los muebles; pero de abajo, donde estaba Gregorio, reinaba laoscuridad.Lentaytodavíatorpemente,tanteandoconsusantenas,queenesemomento lemostraronsuutilidad, sedeslizóhacia lapuertaparaver loquehabía ocurrido.En su costado izquierdo había una larga y repugnante llaga.Renqueabaalternativamentesobrecadaunadesusdoshilerasdepatas,unadelascualesheridaenelaccidentedelamañana–sorprendentemente,lasdemáshabíanquedadoilesas–,searrastrabasinvida.

Alllegaralapuerta,comprendióqueloquelehabíaatraídoeraelolordealgo comestible.Encontró una cazoleta llena de leche con azúcar, en la queflotaban trocitosdepan.Estuvoapuntodereírdegozo,pues teníaaúnmáshambrequepor lamañana.Hundiólacabezaenla lechecasihasta losojos;pero enseguida la retiró contrariado, pues no sólo la herida de su costadoizquierdolehacíadificultosalaoperación(paracomerteníaquemovertodoelcuerpo),sinoque,además, la leche,quehastaentonceshabíasidosubebidapredilecta –por eso, sin duda, la había puesto allí su hermana–, no le gustónada. Se apartó casi con repugnancia de la cazoleta y se arrastró de nuevohacia el centro de la habitación. Por la rendija de la puerta vio que la luzestaba encendida en el comedor.Pero, en contrade lohabitual, no seoía alpadreleerenvozaltaalamadreylahermanaeldiariodelatarde.Noseoíaelmenorruido.Quizáestacostumbre,delaquesiemprelehablabalahermanaen sus cartas, hubiesedesaparecido.Todo estaba silencioso, pese aque, contoda seguridad, la casa no estaba vacía. «¡Qué vida tan tranquila lleva mifamilia!», pensóGregorio.Mientras sumirada se perdía en las sombras, sesintióorgullosodehaberpodidoproporcionarasuspadresyasuhermanatansosegadaexistencia,enunhogartanacogedor.Deprontopensóconterrorqueaquella tranquilidad, aquelbienestary aquella alegría ibana terminar...Parano abandonarse en estos pensamientos, prefirió ponerse en movimiento ycomenzóaarrastrarseporlahabitación.

Durantelanocheseentreabrióunavezunadelashojasdelapuerta,yotravezlaotra:alguienqueríaentrar.Gregorio,envistadeello,secolocócontralapuerta que daba al comedor, dispuesto a atraer hacia el interior al indecisovisitante, o por lomenos a averiguar quién era. Pero la puerta no volvió aabrirse,yesperóenvano.Esamañana,cuandolapuertaestabacerrada,todoshabíanintentadoentrar,yahoraqueélhabíaabiertounapuertayquelaotra

Page 15: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

habíasido tambiénabierta,sinduda,duranteeldía,yanoveníanadie,y lasllaveshabíansidopuestasenlaparteexteriordelascerraduras.

Estaba muy avanzada la noche cuando se apagó la luz del comedor.Gregorio comprendió que sus padres habían permanecido en vela hastaentonces. Oyó como se alejaban de puntillas. Hasta la mañana no entraríaseguramente nadie a ver aGregorio: tenía tiempo de sobra para pensar, sintemoraserimportunado,ensufuturo.Peroaquellahabitaciónfríaydetechoalto, en donde había de permanecer echado de bruces. Le dio miedo; noentendíaporqué,pueseralasuya,lahabitaciónenquevivíadesdehacíacincoaños...Bruscamente,ynosinalgodevergüenza,semetiódebajodelsofá,endonde,apesardesentirsealgoestrujado,pornopoderlevantarlacabeza,seencontróenseguidamuybien,lamentandoúnicamentenopoderintroducirseallíporcompletoacausadesuexcesivacorpulencia.

Así permaneció toda la noche, sumido en un duermevela del que ledespertaba con sobresalto el hambre, y sacudido por preocupaciones yesperanzasnomuyconcretas,perocuyaconclusiónerasiemprelanecesidaddetenercalmaypacienciaydehacerloposibleparaquesufamiliasehiciesecargodelasituaciónynosufrieramásdelonecesario.

Muytemprano,cuandoapenasempezabaaclarear,Gregoriotuvoocasióndeponerenprácticasusresoluciones.Suhermana,yacasiarreglada,abriólapuerta que daba al recibidor y le buscó ansiosamente con la mirada. Alprincipionolevio;peroaldescubrirledebajodelsofá–¡enalgúnsitiohabíade estar! ¡No iba a haber volado!– se asustó tanto que, compulsivamente,volvió a cerrar la puerta. Pero inmediatamente se arrepintió de su reacción,pues volvió abrir y entró de puntillas, como si fuese la habitación de unenfermograveounextraño.Gregorio,asomandoapenas lacabeza fueradelsofá, la observaba. ¿Se daría cuenta de que no había probado la leche y,comprendiendoquenohabíasidoporfaltadehambre,letraeríaalimentosmásadecuados? Pero si no lo hacía, él preferiría morirse de hambre antes quepedírselo, pese a que sentía enormes deseos de salir de debajo del sofá ysuplicarle que le trajese algobuenode comer.Pero suhermana, asombrada,advirtió inmediatamente que la cazoleta estaba intacta; únicamente se habíavertidounpocodeleche.Larecogió,ysela llevó.Gregoriosentíaunagrancuriosidadporverloquelabondaddesuhermanalereservaba.Afindevercuál era su gusto, le trajo un surtido completo de alimentos y los extendiósobreunperiódicoviejo:legumbresdedíasatrás,mediopodridasya;huesosdelacenadelavíspera,rodeadosdeblancasalsacuajada;pasasyalmendras;un trozo de queso que dos días antes Gregorio había descartado comoincomible;unmendrugodepanduro;otrountadoconmantequilla,yotroconmantequillaysal.Volvióatraerlacazoleta,queporlovistoquedabadestinadaa Gregorio, pero ahora llena de agua. Y por delicadeza (pues sabía que

Page 16: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Gregorio no comería estando ella presente) se retiró cuanto antes y echó lallave,sindudaparaqueGregoriocomprendiesequenadieleibaaimportunar.Al ir Gregorio a comer, sus antenas fueron sacudidas por una especie devibración.Peroporotraparte,susheridasdebíandehabersecuradoya,puesnosintióningunamolestia,cosaquelesorprendióbastante,puesrecordóquehaciamásdeunmes sehabíacortadoundedoconuncuchilloyqueeldíaanterior todavía le dolía. «¿Tendré menos sensibilidad que antes?», pensó,mientrasprobabagolosamenteelqueso,quefueloquemásleatrajo.Congranavidezyllorandodealegría,devorósucesivamenteelqueso,laslegumbresyla salsa. En cambio, los alimentos frescos le disgustaron: su olormismo leresultaba desagradable, hasta el punto de que apartó de ellos las cosas quequeríacomer.

Hacía un buen rato que había terminado y permanecido estiradoperezosamente en el mismo sitio, cuando la hermana, sin duda para darletiempoaretirarse,empezóagirarlentamentelallave.Apesardeestarmediodormido,Gregoriosesobresaltóycorrióaocultarsedenuevodebajodelsofá.Parapermanecerallí,aunquesólofueelbrevetiempoquesuhermanaestuvoen el cuarto, tuvo que hacer esta vez gran esfuerzo de voluntad, pues, aconsecuencia de la abundante comida, su cuerpo se había abultado losuficiente comoparaque apenaspudiera respirar en aquel reducidoespacio.Un tanto sofocado, contempló con los ojos desorbitados cómo su hermana,ajenaaloquelesucedíabarríanosólolosrestosdelacomida,sinotambiénlos alimentos que Gregorio no había tocado, como si ya no pudiesenaprovecharse.Yviotambiéncómolotirabatodoauncubo,quecerróconunatapademadera.Apenassehubomarchadosuhermanaconelcubo,Gregoriosaliódesuescondrijo,seestiróyrespiróprofundamente.

Deestamanera recibióGregorio,día trasdía, sucomida:unavezpor lamañana temprano, antes de que se levantaran sus padres y la criada, y otradespuésdelalmuerzo,mientraslospadresdormíanlasiestaylacriadasalíaaalgún recado al que la mandaba la hermana. Sin duda sus padres tampocoqueríanqueGregoriosemuriesedehambre;perotalveznohubieranpodidosoportarelespectáculodesuscomidas,yeramejorquesólotuvierannoticiasde ellas a través de la hermana. Tal vez también quería ésta ahorrarles unsufrimientoextra.

Gregorionopudoaveriguarconquédisculpashabíandespedidolaprimeramañanaalmédicoyal cerrajero.Comonadie le entendía,nadiepensaba,nisiquiera su hermana, que él pudiese entender a los demás. Tenía, pues, quecontentarse, cuando su hermana entraba en su cuarto, con oírla gemir ylamentarse. Más adelante, cuando ella se hubo acostumbrado un poco a lanueva situación (desde luego no se podía esperar que se acostumbrase porcompleto), Gregorio empezó a notar en ella ciertos indicios de amabilidad.

Page 17: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

«Hoysíquelehagustado»,decía,cuandoGregoriohabíaapuradolacomida;mientrasqueenelcasocontrario,cadavezmásfrecuente,solíadecirapenada:«Vaya,hoylohadejadotodo.»

AunqueGregorionopodíaobtenerdirectamenteningunanoticia,siempreestabaatentoa loquesucedíaen lashabitacionescontiguas,yencuantooíavoces,corríahacia lapuertacorrespondienteysepegabaaella.Alprincipiotodaslasconversacionessereferíanaél,aunquenoclaramente.Durantedosdías,entodaslascomidassediscutióloquecorrespondíahacerenlosucesivo.También fuera de las comidas se hablaba de lo mismo; ninguno de losmiembrosdelafamiliaqueríaquedarsesoloencasa,ycomotampocoqueríandejarla abandonada, siempre había por lomenos dos personas.Ya el primerdía, la criada –de la que no sabían hasta que punto estaba enterada de loocurrido– le había rogado a la madre que la despidiese en seguida, y almarcharse, un cuarto de hora después, dando las gracias efusivamente y sinquenadieselopidiese,jurósolemnementequenocontaríanadaanadie.

Lahermanatuvoqueayudaracocinaralamadre,cosaque,enrealidad,noledabamuchotrabajo,puescasinocomían.Gregoriolosoíacontinuamenteanimarse en vano unos a otros a comer, siendo un «gracias, ya he comidobastante», u otra frase por el estilo, la respuesta invariable a estosrequerimientos. Tampoco bebían casi nada. Con frecuencia preguntaba lahermana al padre si quería cerveza, ofreciéndose a ir a buscarla. Callaba elpadre,yentoncesellaañadíaquetambiénpodíanmandaralaportera.Peroelpadrerespondíafinalmenteconunanegativatajante,ynosehablabamásdelasunto.

Yaelprimerdíaelpadreplanteóalamadreyalahermanalasituacióneconómicadelafamiliaysusperspectivasfuturas.Devezencuandoselevantabadelamesaparabuscarensupequeñacajadecaudales–salvadadelaquiebracincoañosantes–algúndocumentoolibrodenotas.Seoíaelchasquidodelacomplicadacerraduraalabrirseovolverseacerrar,despuésdequeelpadrehubiesesacadoloquebuscaba.EstasexplicacionesconstituyeronlaprimeranoticiaagradablequeescuchóGregoriodesdesuencierro.Siemprehabíacreídoqueasupadrenolequedabaabsolutamentenadadelantiguonegocio.Elpadrenuncalehabíadadoaentenderquefueradeotromodo,aunquelociertoeraqueGregoriotampocolehabíapreguntadonadaalrespecto.Poraquelentonces,Gregoriosólosehabíapreocupadodehacerloposibleparaquesufamiliaolvidaracuantoanteselrevésfinancieroqueloshabíahundidoenlamáscompletadesesperación.Poresohabíacomenzadoatrabajarcontalahínco,convirtiéndoseenpocotiempo,desimpledependiente,entodounviajantedecomercio,congrandesposibilidadesdeganardinero,ycuyoséxitosprofesionalesseconcretabanensustanciosascomisionesentregadasalafamiliaanteelasombroyalegríadetodos.Habíansidodías

Page 18: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

felices.Peronosehabíanrepetido,almenosconigualesplendor,peseaqueGregoriohabíallegadoaganarlosuficientecomoparallevarporsísoloelpesodetodalacasa.Lacostumbre,tantoenlafamilia,querecibíaagradecidaeldinerodeGregorio,comoenéste,queloentregabacongusto,hizoquelasorpresayalegríainicialesnovolvieranaproducirseconlamismaintensidad.SólolahermanapermaneciósiempreestrechamenteunidaaGregorio,ycomo,contrariamenteaéste,eramuyaficionadaalamúsicaytocabaelviolíncongranentusiasmo,Gregorioconfiabaenpodermandarlaalañosiguientealconservatorio,pesealosgastosqueelloconllevaría,yalosqueyaencontraríamododehacerfrente.DurantelasbrevesestanciasdeGregoriojuntoalossuyos,lapalabra«conservatorio»serepetíaconfrecuenciaenlascharlasconlahermana,perosiemprecomounhermososueño,encuyarealizaciónnosepodíanisoñar.Lospadresnoveíanconagradoestosingenuosproyectos;peroparaGregorioeraunasuntomuyserio,yteníadecididoanunciarlosolemnementelanochedeNavidad.

Estos pensamientos, ahora tan superfluos, se agitaban en su mentemientras, pegado a la puerta, escuchaba lo que hablaban en la habitacióncontigua. De cuando en cuando, la fatiga le impedía seguir escuchando, ydejaba caer cansado la cabeza sobre la puerta. Pero en seguida volvía alevantarla,puesinclusoellevísimoruidodebidoaestemovimientosuyo,eraoídoporsufamilia,queenmudecíaenelacto.

-¿Qué estará haciendo ahora? –decía al poco el padre, si duda mirandohacialapuerta.

Y,pasadosunosmomentos,sereanudabalaconversacióninterrumpida.

AsípudoenterarseGregorio,congransatisfacción–elpadreseextendíaensusexplicaciones,pueshaciatiempoquenosehabíaocupadodeaquellosasuntos,yademáslamadretardabaenentenderlos–que,apesardeladesgracialeshabíaquedadoalgúndinero;nomucho,desdeluegoperopocoapocohabíaidoaumentandodesdeentonces,graciasalosinteresesintactos.Además,eldineroqueentregabaGregoriotodoslosmeses,quedándoseparaélúnicamenteunaínfimacantidad,nosegastabaporcompleto,yhabíaidoformandounpequeñocapital.Traslapuerta,Gregorioaprobabaconlacabeza,satisfechodequeexistieranestasinesperadasreservas.Ciertoqueconesedinerosobrantepodíahaberpagadopocoapocoladeudaquesupadreteníaconeldueño,yhabersevistolibredeellamuchoantes;perotalcomoestabanlascosas,eramejorasí.

Ahorabien,esedineroeradel todoinsuficienteparapermitiralafamiliavivirdeél;todolomásbastaríaparaunoodosaños,peronoparamástiempo.Portanto,erauncapitalquenosedebíatocar,puesconveníaconservarloparacasodenecesidad.Eldineroparairviviendohabíaqueganarlo.Peroelpadre,

Page 19: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

aunqueestababiendesalud,erayaviejoyllevabacincoañossintrabajar;portanto no se podía contar con él: en los últimos cinco años, los primeros dedescansoensuvidalaboriosa,aunquefracasada,habíaengordadomuchoysehabíavueltolentoypesado.¿Ycómopodríatrabajarlamadre,quepadecíadeasma,quesefatigabaconsóloandarunpocoporcasaycontinuamenteteníaquetumbarseenelsofá,conlaventanaabiertadeparenpar,porqueledabanahogos? ¿Tendría, entonces, que trabajar la hermana, una niña de diecisieteaños, y cuya envidiable existencia había consistido, hasta el momento, enocuparsedesímisma,dormircuantoquería,ayudaren las tareasde lacasa,participarenalgunasencilladiversióny,sobretodo,tocarelviolín?

Cadavezquelaconversaciónderivabahacialanecesidaddeganardinero,Gregorioseapartabadelapuertay,trastornadoporlapenaylavergüenza,semetíabajoelfrescosofádecuero.Amenudopasabaallítodalanocheenvela,arañando el cuero hora tras hora. A veces llevaba a cabo el extraordinarioesfuerzo de empujar el sillón hasta la ventana y, agarrándose al alféizar,permanecía de pie en el asiento y apoyado en la ventana, sumido en susrecuerdos,puesantessolíaasomarseamenudoaaquellaventana.

Pocoapocoempezóaverconmenosclaridad.Yanodistinguíaelhospitaldeenfrente,cuyavistatantoledesagradaba;ydenohabersabidoquevivíaenuna calle en plena ciudad, aunque tranquila, hubiera podido creer que suventana daba a un desierto, en el cual se confundían el cielo y la tierra,igualmentegrises.

Sólodosvecesviolahermana,siempreatenta,queelsillónseencontrabajuntoa laventana.Yya,alarreglar lahabitación,aproximabaellamismaelsillón.Másaún:dejabaabiertoslosprimerosdoblescristales.

Si almenos hubiera podidoGregorio hablar con su hermana; de haberlepodidodarlasgraciaporcuantohacíaporél,lehubieranresultadomásleveslasmolestiasqueocasionaba,yquede estemodo tanto lehacían sufrir.Sinduda,suhermanahacíaloposibleparaatenuarlodolorosodelasituación,y,amedidaquetranscurríaeltiempo,ibaconsiguiéndolomejor,comoesnatural.Pero también Gregorio, a medida que pasaban los días, tenía más clara lasituación.

Ahora, las visitas de su hermana eran para él algo terrible. En cuantoentrabaen lahabitación,y sincerrar siquierapreviamente laspuertas, comoantes,paraocultaratodoslavistadelcuarto,ibacorriendohacialaventanaylaabríabruscamente,comosiestuvieseapuntodeasfixiarse;yhastacuandoel frío era intenso, permanecía allí un rato respirando ansiosamente. EsteajetreoasustabaaGregoriodosvecesaldía;aunqueconvencidodequeellalehubieraevitadoesasmolestias,dehaberpodidopermaneceren lahabitacióncon las ventanas cerradas, Gregorio se quedaba temblando debajo del sofá

Page 20: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

todoeltiempoquedurabalavisita.

Undía–yahabía transcurridounmesdesde lametamorfosis, así quenotenía por qué sorprenderse del aspecto deGregorio– su hermana entró algomás temprano que de costumbre y se lo encontró mirando inmóvil por laventana.NolehubieraextrañadoaGregorioquesuhermananoentrase,puestalcomoestaba le impedíaabrir laventana.Peronosólonoentró, sinoqueretrocedióycerrólapuertarápidamente:quienlahubieravistoreaccionardeesa forma hubiera creído que Gregorio se disponía a atacarla. Gregorio semetió inmediatamente debajo del sofá; pero hasta elmediodía no volvió suhermana,másintranquilaquedecostumbre.Esteincidentelehizocomprenderquesuvistaseguíaresultándoleinsoportablealahermana,quesólograciasaunesfuerzodevoluntadevitabaecharacorreraldivisarlapequeñapartedelcuerpo que sobresalía por debajo del sofá. Con objeto de ahorrarle porcompletosuvisión,llevóundíasobresuespalda–trabajóparaelcualprecisódecuatrohoras–unasábanahastaelsofá,ylapusodemodoqueletaparaporcompletoyquesuhermananopudieseverlepormuchoqueseagachase.

Denohaberleparecidooportunotalmedida,ellamismahubieraquitadolasábana,puesfácileracomprenderque,paraGregorio,elaislarsenoeranadaagradable. Pero su hermana dejó la sábana tal como estaba, y Gregorio, allevantar sigilosamente con la cabeza la punta de ésta, para ver como eraacogida la nueva disposición, creyó adivinar en la joven una mirada degratitud.

Durante lasdosprimerassemanas,suspadresnosedecidieronaentraraverle. A menudo los oyó alabar la actitud de la hermana, cuando hastaentoncessolían,porelcontrario,considerarlapocomenosqueunainútil.Lospadres solían esperar ante la habitación deGregoriomientras la hermana laarreglaba,yencuantosalíasehacíancontarcomoestabaelcuarto,quéhabíacomidoGregorio,cuálhabíasidosuactitudysidabaseñalesdemejoría.

Lamadre había querido visitar aGregorio enseguida, pero el padre y lahermanalahabíanhechodesistirconargumentosqueGregorioescuchóconlamayor atencióny aprobópor entero.Más adelante tuvieronque impedírseloporlafuerza,ycuandoexclamaba:«¡DejadmeentraraveraGregorio!¡Pobrehijomío!¿Nocomprendéisquenecesitoverle?»,Gregoriopensabaquetalvezfueramejorquesumadreentrase,notodoslodías,perosí,porejemplo,unavezalasemana:ellaeramuchomáscomprensivaquelahermana,quien,peseasuindudablevalor,alfinyalcabonoeramásqueunaniña,quequizásóloporjuvenilinconscienciahabíapodidoasumirtanpenosatarea.

NotardóencumplirseeldeseodeGregoriodeverasumadre.Duranteeldía,porconsideraciónasuspadres,noseasomabaalaventana,yenlosdosmetros cuadrados de suelo libre de su habitación casi no podía moverse.

Page 21: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Descansartranquiloleerayadifícildurantelanoche.Lacomidaprontodejóde causarle placer, y para distraerse empezó a trepar zigzagueando por lasparedesyeltecho.Eneltechoeradondemásagustoseencontraba:aquelloeramuchomejorqueestarechadoenelsuelo;respirabamejor,yseestremecíacon una suave vibración. Un día Gregorio, casi feliz y despreocupado, sedesprendiódeltecho,congransorpresasuya,yseestrellócontraelsuelo.Perosucuerpo sehabíavueltomás resistentey,pesea la fuerzadelgolpe,no selastimó.

SuhermanaadvirtióinmediatamenteelnuevoentretenimientodeGregorio–talvezdejasealtreparunleverastrodebaba–,yquisohacertodoloposiblepara facilitarle su actividad, quitando los muebles que le estorbaban, sobretodoelbaúlyelescritorio.Nopodíahacerlosolaytampocoseatrevíaapedirayudaalpadre; con la criadanopodíacontar,pues labuenamujer,deunossesentaaños,aunquesehabíamostradomuyanimosadesdeladespedidadesuantecesora,habíarogadoqueledejarantenersiemprecerradalapuertadelacocina,ynoabrirlasinocuandolallamasen.Portanto,laúnicaposibilidaderapedirayudaalamadreenausenciadelpadre.

Lamadre acudió eufórica, pero se quedómuda al llegar a la puerta. Lahermanacomprobóquetodoestuvieraenorden,ysóloentonceshizopasaralamadre.Gregorio había bajado la sábanamás que de costumbre, demodoqueformaraabundantesplieguesyparecieraqueestabaallíporcausalidad.Enestaocasiónnoatisbópordebajo;renuncióaverasumadre,felizdequeporfinhubieseentradoasuhabitación.

-Pasa,noseleve–dijolahermana,queseguramentellevabaalamadredelamano.

Gregoriooyóa lasdos frágilesmujeresmoverelviejoypesadobaúl; lahermana,animosacomosiempre,hacíalamayorpartedelesfuerzo,sinhacercaso de las advertencias de la madre, que tenía miedo de que se fatigaraexcesivamente.

Al cabode un cuarto de hora, lamadre dijo que eramejor dejar el baúldondeestaba,enprimerlugarporqueeramuypesadoynoacabaríanantesdelregreso del padre; además, estando en medio de la habitación el baúl lecortaríaelpasoaGregorio;porúltimo,talvezaGregorionoleagradaraquese retirasen los muebles, sino todo lo contrario. La vista de las paredesdesnudas la deprimía. ¿Por qué no había de sentir Gregorio lo mismo,acostumbradodesdehacíatiempoalosmueblesdesucuarto?¿Nosesentiríacomoabandonadoenlahabitaciónvacía?

-Al quitar los muebles –continuó en voz muy baja, casi en un susurro,como si quisiese evitar a Gregorio, que no sabía exactamente dónde seencontraba, hasta el sonido de su voz, pues estaba convencida de que no

Page 22: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

entendíalaspalabras–,¿nopareceríaquerenunciábamosatodaesperanzademejoría,yqueloabandonábamossinmásasussuerte?Yocreoquelomejorseríadejarelcuarto igualqueantes,paraqueGregorio,cuandovuelvaaseruno de nosotros, lo encuentre todo como estaba y pueda olvidar másfácilmenteesteparéntesis.

Aloírestaspalabrasdelamadre,Gregoriocomprendióquelafaltadetodarelación humana directa, unida a la monotonía de su nueva vida, debía dehabertrastornadosumenteenaquellosdosmeses,puesdeotromodonopodíaexplicarsesudeseodequevaciaranlahabitación.

¿Acasoqueríarealmentequeseconvirtieseaquellaconfortablehabitación,con sus muebles familiares, en un desierto en el cual hubiera podido, esverdad, trepar en todas las direcciones sin obstáculos, pero donde en pocotiempohubieraolvidadoporcompletosupasadacondiciónhumana?

Dehecho,yaestabaapuntodeolvidarla,yúnicamentelavozdesumadre,quenooíahacía tiempo, lehabíahecho reaccionar.No,nohabíaquequitarnada; todo tenía que quedar como antes; no podía prescindir de la benéficainfluenciaque losmueblesejercíansobreél,aunquecoartaransu libertaddemovimientos,locual,entodocaso,antesqueunperjuicio,debíaconsiderarlounaventaja.

Desgraciadamente, su hermana no era de esta opinión, y como se habíaacostumbrado –no sinmotivo– a considerarse la experta de la familia en loqueaGregorioserefería,rebatiólosargumentosdesumadreydeclaróquenosólo debían sacar de la habitación el baúl y el escritorio, como al principiohabían pensado, sino también todos los demás muebles, con excepción delindispensablesofá.

Suactitudnoerafrutodelameratestarudezjuvenilnidelaensímisma,tan repentinamente adquirida en los últimos tiempos: había observado queGregorio, además de necesitar mucho espacio para arrastrarse y trepar, noutilizabalosmueblesenlomásmínimo.Talvez,conelentusiasmopropiodesuedadydeseosademostrarseútil,tambiéndeseabainconscientementequelasituacióndeGregoriosevolvieraaúnmásdrástica,afindepoderhacerporélmás de lo que hacía. Pues en un cuarto en el cual Gregorio se hallasecompletamentesoloentrelasparedesdesnudas,seguramentenoseatreveríaaentrarnadieexceptoGrete.

Nologró,pues,lamadrehacerlacambiardeidea,ycomoenaquelcuartosentíaunagrandesazón,tardóencallarseyenayudaralahermana,contodassusfuerzas,asacarelbaúl.Gregoriopodíaprescindirdeél,sinohabíamásremedio; pero el escritorio tenía que quedarse allí. Apenas hubieranabandonado el cuarto las dos mujeres, jadeando y arrastrando el baúltrabajosamente, sacoGregorio la cabeza de debajo del sofá para estudiar la

Page 23: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

formadeintervenirconlamayordelicadezayelmáximodeprecauciones.Pordesgraciasumadrefuelaprimeraenvolver,mientrasGrete,enlahabitaciónde al lado, seguía forcejeando con el baúl, aunque sin lograr cambiarlo desitio.LamadrenoestabaacostumbradaalavistadeGregorioylaimpresiónpodíasermuyfuerte,porloqueéste,asustado,retrocediórápidamentehastaelotro extremodel sofá; peronopudoevitar que la sábanaque leocultaba semovieseligeramente,locualbastóparallamarlaatencióndelamadre.Éstasedetuvobruscamente,quedóuninstanteindecisayvolviójuntoaGrete.

AunqueGregoriosedecíaquenoibaaocurrirnadadelotromundo,yquesólounosmueblesseríancambiadosdesitio,aquelajetreodelasmujeresyelruido de los muebles al ser arrastrados le causaron una gran desazón.Encogiendocuantopudolacabezaylaspiernas,aplastandoelvientrecontraelsuelo,seconfesóasímismoquenopodríasoportarlomuchotiempo.

Estabanvaciandosucuarto,quitándolecuantoamaba:sehabíanllevadoelbaúl en el queguardaba la sierray las demásherramientas, y ahora estabanmoviendoel escritorio, sólidamenteasentadoenel suelo, enel cual, cuandoestudiabalacarreradecomercioeinclusocuandoibaalaescuela,habíahechosus ejercicios. No tenía un minuto que perder para neutralizar las buenasintenciones de sumadre y su hermana, cuya existencia, por lo demás, casihabíaolvidado,pues, rendidasdecansancio, trabajabanensilencioysóloseoíaelrumordesuspasoscansinos.

Mientras las dos mujeres, en la habitación contigua, se recostaban unmomentoenelescritoriopara tomaraliento,Gregoriosalióderepentedesuescondrijo, cambiandode trayectoriahasta cuatroveces: no sabíapordóndeempezar.Enesto,lellamólaatención,enlaparedyadesnuda,elretratodelamujer envuelta en pieles. Trepó precipitadamente hasta allí y se agarró alcristal,cuyofríocontactocalmóelardordesuvientre.Almenosestaestampa,quesucuerpocubríaahoraporcompleto,noselaquitarían.Volviólacabezahacialapuertadelcomedor,paraveralasmujerescuandoentrasen.

Éstas casi no se concedierondescanso,pues enseguida estuvieronallí denuevo;Greterodeabaalamadreconelbrazo,casisosteniéndola.

-¿Quénosllevamosahora?–preguntóGretemirandoasualrededor.

Enesto,sumiradasecruzóconladeGregorio,pegadoa lapared.Gretelogró dominarse únicamente a causa de la presencia de lamadre; se inclinóhaciaésta,paraimpedirquevieraaGregorio,y,aturdidaytemblorosa,dijo:

-Ven,vamosunmomentoalcomedor.

ParaGregorio,lasintencionesdeGreteestabanclaras:queríaponerasalvoalamadre,ydespuésecharledelapared.¡Quelointentasesiseatrevía!Élcontinuabaagarradoasuestampa,ynocedería.PreferíasaltarleaGreteala

Page 24: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

cara.

PerolaspalabrasdeGretesólohabíanlogradoinquietaralamadre.Éstaseechóaunlado,vioaquellaenormemanchaoscurasobrelaempapeladaparedy,antesdepoderdarsesiquieracuentadequeaquelloeraGregorio,gritóconvozaguda:

-¡Diosmío!¡Diosmío!

Sedesplomósobreelsofá,conlosbrazosextendidos,comosisusfuerzaslaabandonasen,quedandoallísinmovimiento.

Ysedesmayó.

-Gregorio –exclamó la hermana con el puño en alto y la mirada dereprobación.

Era la primera vez que le hablaba directamente después de lametamorfosis.Gretefuealahabitacióncontigua,enbuscadealgoquedaralamadreparareanimarla.

Gregoriohubieraquerido ayudarla–para salvar el cuadrohabía tiempo–,peroestabapegadoalcristal,ytuvoquedesprendersedeéldeunbruscotirón.Luegocorrióa lahabitacióncontigua,comosiaúnpudiese, igualqueantes,dar algún consejo a su hermana. Pero tuvo que contentarse con permanecerquietodetrásdeella.

Greteestabarebuscandoentrediversosfrascos;alvolverse,seasustó,dejócaeralsuelolabotellita,queserompió,yunfragmentohirióaGregorioenlacara,salpicándoseladeunlíquidocorrosivo.Grete,sindetenerse,cogiótantosfrascos como pudo y entró en el cuarto de Gregorio, cerrando tras de sí lapuertaconelpie.Gregorioseencontró,pues,completamenteseparadode lamadre, la cual, por culpa suya, se hallaba tal vez en peligro demuerte.Nopodíaentrarsinechardeallíasuhermana,cuyapresenciajuntoalamadreeranecesaria;portanto,noteníamásremedioqueesperar.

Alterado por el remordimiento y la inquietud, comenzó a trepar por lasparedes,losmueblesyeltechohastaquesesintiómareadoysedejócaercondesesperaciónencimadelamesa.

Pasóunrato.Gregorioyacíaextenuado;en lacasareinabaelsilencio, locualeratalvezbuenaseñal.Llamaron.Lacriadaestaba,comosiempre,enlacocina,yGretetuvoquesaliraabrir.Eraelpadre.

-¿Quéhapasado?

Éstas fueron sus primeras palabras. La expresión de Grete se lo habíarevelado todo. Grete ocultó su cara en el pecho del padre, y dijoahogadamente:

Page 25: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

-Madresehadesmayado,peroyaestámejor.Gregoriosehaescapado.

-Losabía–dijoelpadre–.Osloadvertí;perovosotras,lasmujeres,nuncahacéiscaso.

GregoriocomprendióqueelpadrehabíamalinterpretadoelcomentariodeGrete y seguramente creía que el había hecho algo malo. Por tanto, debíaapaciguarasupadre,puesnoteníatiemponiformadeaclararleloocurrido.Selanzóhacialapuertadesuhabitación,aplastándosecontraella,paraquesupadre, en cuanto entrase, comprendiese que tenía intención de regresarinmediatamenteasucuarto,ynohacíafaltaempujarlohaciadentro,sinoquebastabaconabrirlelapuertaparaqueentraseenelacto.

Peroelpadrenoestabaencondicionesdecaptarestassutilezas.

-¡Ah! –exclamó con un tono a la vez furioso y amenazador. Gregorioapartó la cabeza de la puerta y la dirigió hacia su padre. En los últimostiempos ocupado por completo en perfeccionar su técnica de trepar por lasparedes,habíadejadodepreocuparsecomoantesdeloquesucedíaenlacasa;portanto,debíahaberimaginadoqueibaaencontrarlascosasmuycambiadas.

Sinembargo,¿eraaquélrealmentesupadre?¿Eraelmismohombreque,antes,cuandoGregorio ibaasalirenviajedenegocios,permanecía fatigadoenlacama?¿Eraelmismohombreque,alregresaralacasa,seencontrabaenbatín,hundidoensubutaca,yque,sin fuerzaspara levantarse,se limitabaalevantar los brazos en señal de alegría? ¿Era elmismohombre que, en losrarospaseosencomún,algunosdomingosuotrosdíasfestivos,entreGregorioylamadre,cuyopasolentosevolvíaaúnmáspausado,avanzabaenvueltoensuviejogabán,apoyándosecuidadosamenteenelbastón,yquesolíapararsecada vez que quería decir algo, obligando a los demás a detenerse a sualrededor?

Ahora,sinembargo,aparecíafirmeyerguido,conunseverouniformeazulconbotonesdorados,comoelquesuelenllevarlosordenanzasdelosBancos.Del rígido cuello alto sobresalía la papada; bajo las pobladas cejas, los ojosnegros destellaban conunamirada vivaz y alerta, y el cabello blanco, hastaentonces siempre en desorden, estaba reluciente y peinado con una rayaimpecable.

Tirósobreelsofálagorra,quellevabaunainsigniadorada–probablementela de algún Banco– y, dando un rodeo, fue hacia Gregorio con expresiónhostil,conlasmanosenlosbolsillosdelpantalónyloslargosfaldonesdesuuniformedelevitarecogidoshaciaatrás.Elpadrenosabíaloqueibaahacer;al caminar levantaba los pies a una altura desusada, y Gregorio quedóasombrado del enorme tamaño de sus suelas. Sin embargo, no se revolvió,puesyasabía,desdeelprimerdíadesuvida,quecabíaesperardesupadreel

Page 26: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

máximo rigor con respecto a él. Echó a correr delante de su padre,deteniéndose cuando éste lo hacía y corriendo de nuevo en cuanto le veíahacerunmovimiento.

Dieronveceslavueltaalahabitación,sinquepasaranadaysinqueesto,debidoalasdilatadaspausas, tuviesesiquieraelaspectodeunapersecución.Gregoriooptóporpermanecerenelsuelo:temíaquesupadreinterpretasesuhuidaporlasparedesoporeltechocomoungestomalévolo.

Gregorio no tardó en comprender que aquella situación no podíaprolongarse,puesmientrassupadredabaunpasoélteníaquellevaracabounsinfín de movimientos, y ya empezaba a jadear. Aunque lo cierto era quetampocoensuestadoanteriorpodíaconfiarmuchoensuspulmones.

Se estremeció, intentando hacer acopio de energías para emprendernuevamente la huida. Apenas si podía tener los ojos abiertos; estaba tanaturdidoquenopensabamásqueenseguircorriendo,olvidandolaposibilidadde trepar por las paredes; aunque lo cierto era que estaban atestadas demueblestalladosdepeligrososángulosypicos.Depronto,algodiestramentelanzado cayó a su lado y rodó ante él; era una manzana, a la queinmediatamente siguió otra. Gregorio, atemorizado, no se movió; era inútilquesiguieracorriendo,puestoquesupadreleestababombardeando.Sehabíallenadolosbolsillosconlasmanzanasdelfruteroqueestabasobreelaparador,yselaslanzabaunatrasotra,aunquesinacertarleporelmomento.

Las rojas manzanas rodaban por el suelo como electrizadas, tropezandounasconotras.Unadeellas,lanzadaconmayorprecisión,rozólaespaldadeGregorio, pero no le hizo daño. En cambio, la siguiente le dio de lleno.Gregorio intentó correr, como si pudiese liberarse del insoportable dolorcambiando de sitio; pero era como si le hubieran clavado donde estaba, yquedóallíindefenso,sinnocióndecuantosucedíaasualrededor.

Conelúltimorestodeconcienciavioabrirsebruscamentelapuertadesuhabitaciónyasumadrecorriendoencamisa–puesGretelahabíadesnudadoparahacerlavolverensí–delantede lahermana,quegritaba; luegovioa lamadrelanzándosehaciaelpadre,perdiendoenelcaminounatrasotradesusdesabrochadas,paraporfinllegaratrompiconesjuntoasumaridoyabrazarseaél...

Y Gregorio, con la vista ya nublada, oyó por último cómo su madre,echandolosbrazosalcuellodelpadre,lesuplicabaquenomataseasuhijo.

Aquellagraveherida,quetardómásdeunmesencurar–nadieseatrevióaquitarlelamanzana,quequedó,pues,incrustadaensucarnecomotestimonioostensible de lo ocurrido–, pareció recordar, incluso al padre, queGregorio,peseasuaspectorepulsivoactual,eraunmiembrodelafamilia,aquiennose

Page 27: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

debía tratar como a un enemigo, sino, por el contrario, con la máximaconsideración, y que era un elemental deber de familia sobreponerse a larepugnanciayresignarse.

Auncuandoacausadesuheridasehabíamermado,acasoparasiempre,sucapacidaddemovimiento;auncuandoprecisabaahora,comounviejotullido,variose interminablesminutosparacruzarsuhabitaciónynopodíanisoñarenvolveratreparporlasparedes,Gregoriotuvo,enaquelempeoramientodesuestado,unacompensaciónquelepareciósuficiente:porlatarde,lapuertadelcomedor,enlaqueteníapuestosfijoslosojosdesdehacíaunaodoshorasantes,seabría,yél,echadoensucuartoaoscuras, invisibleparalosdemás,podía observar a su familia en torno a la mesa iluminada y oír susconversacionesconlaaprobacióngeneral.Claroquedichasconversacionesnoeran, nimuchomenos, las animadas charlasdeotros tiempos, queGregorioañoraba –durante sus viajes– en los cuartuchos de la fondas, al dejarse caerexhaustosobrelashúmedassábanasdeunacamaextraña.Ahora,lasveladaseran casi siempre monótonas y tristes. Poco después de cenar, el padre sedormía en su sillón, y la madre y la hermana se hacían mutuas señas desilencio. La madre, inclinada muy cerca de la luz, cosía lencería para unatienda,ylahermana,quesehabíacolocadodedependienta,estudiabaporlasnochesestenografíay francés,conmirasaconseguirunpuestomejorqueelactual.Devezencuando,elpadredespertabay,comosinosediesecuentadehaberdormido, ladecíaa lamadre:«¡Nohacesmásquecoser!»Yvolvíaadormirseenseguida,mientraslamadreylahermana,rendidasdecansancio,cambiabanunasonrisa.

El padre se negaba obstinadamente a quitarse, ni siquiera en casa, suuniformedeordenanza.Ymientras el batín, ya inútil, colgabade la percha,dormitabatotalmenteuniformado,comosiquisieraestarsiemprepreparadoyesperaseoírinclusoenlacasalaordendealgunosdesusjefes.Deestemodoel uniforme, queya al principio no era nuevo, se fue ajando rápidamente, apesardeloscuidadosdelamadreylahermana.Gregorioamenudosepasabahorasenterascontemplandoaquel traje lustroso, llenodemanchas,peroconlos botones dorados siempre relucientes, dentro del cual su padre dormíaincómodoperotranquilo.

Alasdiez, lamadreintentabadespertaralpadreparaconvencerledequeseacostaraydurmieracomoesdebido, cosaqueél tantonecesitaba,puestoque entraba a trabajar a las seis. Pero el padre, con la obstinación que lecaracterizabadesdequeeraordenanza,insistíaenpermanecermástiempoenlamesa,peseaquesedormía invariablementeyalgran trabajoquecostabahacerlecambiarelsillónporlacama.Sordoalosargumentosdelamadreylahermana,seguíaallíconlosojoscerradosdandocabezadas.Lamadreletirabadelamanga,diciéndolealoídopalabrascariñosas;lahermanainterrumpíasu

Page 28: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

tareaparaayudarla.Peronoservíadenada,pueselpadresehundíaaúnmásensusillónynoabríalosojoshastaquelasdosmujeresleasíanpordebajodelosbrazos.Entonceslasmirabaaunatrasotra,ysolíaexclamar:

-¡Vayavida!¿Nisiquieralosúltimosañosvoyapoderestartranquilo?

Y penosamente, como si llevara una pesada carga, se ponía de pie,apoyándoseenlamadreylahermana,sedejabaacompañarhastalapuerta,lesindicaba con un gesto que ya no las necesitaba, y seguía solo su camino,mientras las dos mujeres dejaban sus tareas e iban tras él para continuarayudándole.

¿Quién,enaquellafamiliaagotadaporeltrabajo,hubierapodidodedicaraGregorio más tiempo que el estrictamente necesario? El nivel de la vidadomésticaseredujocadavezmás.Sedespidióalacriadaysecontrató,paraqueayudaraenlostrabajosmásduros,aunaasistentacorpulentayhuesuda,decabellosblancos,queveníaunratoporlamañanayotroporlatarde,ylamadretuvoqueañadirasunadadesdeñablelabordecosturalasdemástareasdelacasa.Inclusotuvieronquevendervariasjoyasdelafamilia,queenotrostiempos habían llevado orgullosas la madre y la hermana en fiestas yreuniones.Gregorioseenteródeelloporloscomentariosacercadelresultadode la venta en una de las conversaciones nocturnas de la familia. Pero elmayormotivode lamentaciónconsistía siempreen la imposibilidaddedejaraquelpiso,demasiadograndeenlasactualescircunstancias,yaquenohabíaformadetrasladaraGregorio.Sinembargo,éstesedabacuentadequenoeraélelverdaderoimpedimentoparalamudanza,yaqueselepodríatransportarfácilmenteenuncajónconagujerospara respirar.Laverdaderarazónpor laquenosemudaban,eraporqueelloleshubieraobligadoaasumirplenamenteel hacho de que habían sido alcanzados por una desgracia inaudita, sinprecedentesenelcírculodesusparientesyconocidos.

Elinfortuniosecebabaenellos:elpadreteníaqueirabuscareldesayunodelhumildeempleadodeBanco,lamadrecosíaropasdeextraños,sujetaaloscaprichosdelosclientes.Lafamiliaestaballegandoallímitedesusfuerzas.YGregoriosentíarenovarseeldolordelaheridadesuespaldacuandolamadreylahermana,despuésdeacostaralpadre,volvíanalcomedorydejabansusrespectivastareasparasentarsemuyjuntas,casimejillaconmejilla.LamadreseñalabahacialahabitacióndGregorioydecía:

-Grete,cierraesapuerta.

Y Gregorio quedaba de nuevo sumido en la oscuridad, mientras en lahabitación contigua las dos mujeres lloraban en silencio o se quedabanmirandofijamentealamesa,conlosojossecos.

Gregoriocasinuncadormía,nidenochenidedía.Avecespensabaque

Page 29: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

ibaabrirse lapuertade sucuarto,yqueél ibaaencargarsedenuevo,comoantes, de los asuntos de la familia. Volvió acordarse, tras largo tiempo, deldirector y el gerente del almacén, el dependiente y el aprendiz, aquelordenanza tan robusto, dos o tres amigos que tenía en otros comercios, unacamarera de una fonda provinciana... También le asaltó el recuerdo dulce ypasajero de una cajera de una sombrerería, a quien había cortejadoformalmente,aunquesinempeñosuficiente...

Todas estas personas semezclaban en sumente con otras extrañas hacetiempo olvidadas; pero ninguna podía ayudarle, ni a él ni a los suyos. Eraninasequibles,ysesentíaaliviadocuandolograbaapartarsurecuerdo.Luego,dejaba también de preocuparse por su familia, y sólo sentía hacia ella lairritaciónproducidaporlapocaatenciónqueleprestaban.Nohabíanadaquele apeteciera realmente, sin embargo, hacía planes para llegar hasta ladespensayapoderarse,aunquesinhambre,deloquelepertenecíaporderechopropio.Lahermananosepreocupabayadebuscaralimentosasugusto;antesdeirseatrabajar,porlamañanayporlatarde,empujabaconelpiecualquiercosadentrodelcuarto,y luego,al regresar, sinmirar siGregorio sólohabíaprobado la comida –lo cual era lo más frecuente– o si ni siquiera al habíatocado, recogía los restos con la escoba. El arreglo de la habitación, quesiempreteníalugardenoche,eraigualmenteapresurado.Lasparedesestabancubiertas de suciedad, y el polvo y los desperdicios se amontonaban en losrincones.

En los primeros tiempos, al entrar la hermana, Gregorio se situabaprecisamenteenelrincónenquehabíamássuciedad.Peroahorapodíahaberpermanecidoallí semanasenterassinqueellasehubieseaplicadomás,puesveía laporquería tanbiencomoél,peroalparecerestabadecididaadejarla.Con una susceptibilidad en ella completamente nueva, pero que se habíaextendidoa toda la familia,noadmitíaqueningunaotrapersonaseocupasedelarreglodelahabitación.Undía,lamadrequisolimpiarafondoelcuartode Gregorio, tarea para la que tuvo que emplear varios cubos de agua,mientrasGregorioyacíaamargadoe inmóvildebajodel sofá,molestopor lahumedad.Peroencuantonotolahermana,alregresarporlatarde,elcambiooperado en la habitación, se sintió terriblemente ofendida, irrumpió en elcomedory,sinescucharlasexplicacionesdelamadre,rompióallorarcontalviolenciaydesconsueloquelospadresseasustaron.Elpadre,aladerechadelamadre,lereprochóelnohabercedidoporenteroalahermanaelcuidadodelahabitacióndeGregorio; lahermana,a la izquierda,dijoqueyanoleseríaposibleencargarsedeaquellalimpieza.Lamadrequeríallevarseeldormitorioalpadre,quenoacababadecalmarse:lahermana,sacudidaporlossollozos,dabapuñetazosenlamesa,yGregoriosilbabaderabia,porquenadiesehabíaacordadodecerrarlapuertaparaahorrarleaquelespectáculo.

Page 30: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Pro si la hermana, extenuada por el trabajo, estaba cansada de cuidar aGregorio,no teníaporqué reemplazarla lamadre,niGregorio teníaporquésentirse abandonado: para eso estaba la asistenta. Aquella viuda entrada enaños, a quien su huesuda constitución debía de haber permitido resistir lasmayores amarguras a lo largo de su vida, no sentía haciaGregorio ningunarepulsión.Sinqueellopudieraachacarsealacuriosidad,abrióundíalapuertadel cuarto de Gregorio, que en su sorpresa, y aunque nadie le perseguía,comenzó a correr de un lado para otro; sin embargo, la mujer permanecióinmutable,conlasmanoscruzadassobreelvientre.

Desde entonces, cada mañana y cada tarde entreabría furtivamente lapuerta para contemplar a Gregorio. Al principio, incluso le llamaba, conpalabrasquesindudacreíacariñosas,como:«¡Venaquí,bicharraco!».

Gregorio no respondía a estas llamadas: permanecía inmóvil, como si nisiquiera se hubiese abierto la puerta. ¡Cuánto mejor hubiera sido que seordenase a la sirvienta limpiar diariamente su cuarto, en vez de dedicarse aimportunarleinútilmente!

Una mañana temprano –mientras una lluvia que parecía anunciar lainminente primavera azotaba furiosamente los cristales– la asistenta leincordiócomodecostumbre,yGregorioseirritódetalmaneraquesevolviócontraella,lentaydébilmente,peroendisposicióndeatacar.Sinembargo,envezdeasustarse,lamujeralzóenaltounasillaqueestabajuntoalapuerta,yesperóconlabocaabiertadeparenpar,mostrandoalasclarassupropósitodenocerrarlahastanohaberdesgarradosobrelaespaldadeGregoriolasillaqueblandía.

-No vienes, ¿eh? –dijo al ver queGregorio retrocedía.Y tranquilamentevolvióacolocarlasillaenelrincón.

Gregorio casi no comía. Al pasar junto a los alimentos que le ponían,tomaba algún bocado, lo guardaba en la boca durante horas, y casi siempreacababa escupiéndolo. Al principio, pensó que su desgana era efecto de lamelancolía en que le sumía el estado de su habitación; pero se acostumbrómuyprontoalaspectodeésta.Habíanadoptadolacostumbredemeterallílascosasqueestorbabanenotraparte,queporciertoeranmuchas,puesunodeloscuartosdelacasahabíasidoalquiladoatreshuéspedes.Erantresseñoresmuyformales–lostresllevabanbarba,segúncomprobóGregoriounavezporlarendijadelapuerta–ycuidabandequereinaseelordenmásescrupulosonosóloensuhabitación,sinoentodalacasa,ymuyespecialmenteenlacocina.Nosoportabanlostrastosinútiles,ymuchomenoslasuciedad.

Además, habían traído consigo la mayor parte de su mobiliario, lo cualhacía innecesarioalgunosmuebles imposiblesdevender,peroque la familiatampoco quería tirar. Y todas esas cosas habían ido a parar al cuarto de

Page 31: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Gregorio,juntoconelrecogedordelacenizayelcubodelabasura.Loquedemomentonohabíadeserutilizado,laasistentalotirabarápidamentealcuartodeGregorio,quien,porfortuna,lamayoríadelasveces,sóloveíaelobjetoencuestión y la mano que lo sujetaba. Quizá tuviese intención la asistenta devolver en busca de aquellas cosas cuando tuviese tiempo, o pensara tirarlastodas de una vez; pero el hecho es que permanecían allí donde habían sidodejadas, a menos que Gregorio se revolviese contra algún trasto y lodesplazara,impulsadoaelloporqueelobjetoencuestiónnoledejabayasitiolibre para arrastrarse o por pura rabia, aunque después de tales trasladosquedabahorriblemente tristey fatigado, singanasdemoversedurantehorasenteras.

A veces los huéspedes cenaban en casa, en el comedor, con lo cual lapuerta que daba a la habitación de Gregorio permanecía cerrada tambiénalgunasnoches;peroaGregorioestoleimportabayamuypoco,puesinclusoalgunas noches en que la puerta estaba abierta, no había aprovechado laocasión,sinoquesehabíaretirado,sinquelafamilia loadvirtiese,al rincónmásoscurodesucuarto.

Undíalasirvientadejóalgoentornadalapuertaquedabaalcomedor,yasísiguió cuando los huéspedes entraron por la noche y encendieron la luz. Sesentaron a la mesa, en los sitios antaño ocupados por el padre, la madre yGregorio,desdoblaronlasservilletasyempuñaronloscubiertos.Actoseguidollagó lamadre conuna fuente de carne, seguida de la hermana, que llevabaotrafuentellenadepatatas.

Loshuéspedesseinclinaronsobrelasfuentesdehumeantecomida,comosiquisiesenprobarlaantesdeservirse,y,enefecto,elquesehallabasentadoen medio y parecía llevar la voz cantante, cortó un pedazo de carne en lafuentemisma, sin duda para comprobar que estaba suficientemente tierna yquenoeranecesariodevolverlaalacocina.Mostrósuaprobación,ylamadrey la hermana, que habían observado expectantes la operación, respiraronaliviadasysonrieron.

Lafamiliacomíaenlacocina.Elpadre,antesdedirigirsehaciaésta,entróenelcomedor,hizounareverenciay,conlagorraenlamano,seacercóalamesa. Os huéspedes musitaron algo. Después, ya solos, comieron casi ensilencio.

AGregorioleresultabaextrañooír,entrelosdiversosruidosdelacomida,eldelosdientesalmasticar,comosiquisiesendemostrarlequeparacomersenecesitan dientes, y que lamás hermosamandíbula de nada sirve sin ellos.«Qué hambre tengo –pensó Gregorio, preocupado–. Pero no son éstas lascosas que me apetecen... ¡Cómo comen estos huéspedes! ¡Y yo, mientras,muriéndomedehambre!»

Page 32: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Aquellanoche–Gregorionorecordabahaberoídoelviolínentodoaqueltiempo–oyótocarenlacocina.Yahabíanacabadoloshuéspedesdecenar.Elqueestabaenmediohabíasacadounperiódicoydadounahojaacadaunodelosotrosdos,ylostresleíanyfumabanrecostadosensusasientos.Aloírelviolín,selevantarony,depuntillas,fueronhastalapuertadelrecibidor,juntoa la cual permanecieron inmóviles, apretados uno contra otro. Debieron deoírlesdesdelacocina,pueselpadrepreguntó:

-¿Alosseñoreslesmolestalamúsica?Deserasí,puedecesaralmomento.

-Todo lo contrario –aseguró el señor de más autoridad–. ¿No querría laseñoritatocaraquí?Seríamuchomáscómodoyagradable.

-¡Claro no faltaba más! –contestó el padre, como si fuese él mismo elviolinista.

Los huéspedes volvieron al comedor y esperaron. Muy pronto llegó elpadreconelatril,luegolamadreconlaspartiturasy,porfin,lahermanaconelviolín.Grete lodispuso todoparacomenzara tocar.Mientras, lospadres,quenuncahabíantenidohabitacionesalquiladasyextremabanlacortesíaparaconloshuéspedes,noseatrevíanasentarseensuspropiossillones.Elpadrequedóapoyadoenlapuerta,conlamanoderechametidaentrelosbotonesdelalibreacerrada;unodeloshuéspedesleofrecióunsillónalamadre,yéstasesentóenunrincónapartado,puesnomovióelasientodedondeaquelseñorlohabíacolocadocasualmente.

Lahermanacomenzóatocar,yelpadreylamadre,cadaunodesdesusitio, seguían todos los movimientos de sus manos. Gregorio, atraído por lamúsica, se atrevió a avanzar un poco y se encontró con la cabeza en elcomedor.Casinolesorprendíalaescasaconsideraciónqueteníaparaconlosdemásenlosúltimostiempos;sinembargo,esaconsideraciónhabíasidoantessu mayor orgullo. Por otra parte, ahora más que nunca tenía motivo paraocultarse,pues,debidoalestadodesuhabitación,cualquiermovimientoquehacíalevantabanubesdepolvoasualrededor,yélmismoestabacubiertodepolvoyllevabapegados,eneldorsoyenloscostados,hilachos,pelosyrestosdecomida.Su indiferenciahacia todos eramuchomayorquecuandopodía,echadosobrelaespalda,restregarsecontralaalfombra.Apesardelestadoenque se hallaba, no se avergonzaba lo más mínimo de arrastrarse por elinmaculadosuelodelcomedor.

Aunque lo cierto era que nadie se fijaba en él. La familia estabacompletamente absorta por el violín, y los huéspedes, que al principio sehabían colocado, con lasmanos en los bolsillos del pantalón, cerca del atrilpara poder ir leyendo las notas ymolestaban seguramente a la hermana, notardaron en retirarse hacia la ventana, en donde permanecían cuchicheandocon la cabeza inclinada, observados por el padre, a quien esta actitud

Page 33: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

contrariabavisiblemente,puesparecíaindicaralasclarasquesusesperanzasdeescucharbuenamúsicahabíansidodefraudadasyempezabanacansarse,yquesóloporcortesíaseguíanallí.Especialmenteelmodoenqueechabanporlabocaolanarizelhumodesuscigarros,delatabangrannerviosidad.

Sin embargo, ¡que bien tocaba Grete! Con el rostro ladeado seguía elpentagramaatentaytristemente.Gregoriosearrastróotropocohaciaadelanteymantuvolacabezapegadaalsuelo,ansiosodeencontrarconsumiradaladesuhermana.

¿Seríaunafiera,quelamúsicaleemocionabadeaquelmodo?

Eracomosianteélseabrieseuncaminoquehabíadeconducirlehastaunalimentodesconocido,ardientementeanhelado.Estabadecididoallegarhastasu hermana, a tirarle de la falda y hacerle comprender que había de ir a sucuartoconelviolín,porquenadieapreciabasumúsicacomoél.Noladejaríamarcharse mientras él viviese. Por primera vez iba a servirle de algo suespantosaforma.

Quería poder estar a un tiempo en todas las puertas, dispuesto a saltarsobre los que pretendiesen atacarle. Pero era preciso que su hermanapermaneciesejuntoaél,noalafuerza,sinovoluntariamente;eraprecisoquesesentasejuntoaélenelsofá,queseinclinasehaciaél,yentonceslecontaríaaloídoquehabíatenidoelfirmepropósitodeenviarlaalconservatorioyque,denohabersobrevenidoladesgracia,durantelaspasadasNavidades–pueslasNavidades ya habían pasado, ¿no?– se lo hubiera dicho a los padres, sinaceptarningunaobjeción.Yaloír esta confidencia, lahermana, conmovida,romperíaa llorar,yGregoriosealzaríahasta sushombrosy labesaríaenelcuello,que,desdequeibaalatienda,llevabadesnudo.

-SeñorSamsa–dijodeprontoalpadreelseñorqueparecíalavozcantante.Y sin más palabras señaló con el índice a Gregorio, que iba avanzandolentamente.El violín enmudeció al instante, y el señor sonrió a sus amigos,meneandolacabeza,yvolvióamiraraGregorio.

AlpadrelepareciómásurgenteechardeallíaGregorio,tranquilizaraloshuéspedes, los cuales no se mostraron ni muchos menos intranquilos, yparecían divertirse más con la aparición de Gregorio que con el violín. Seprecipitó hacia ellos y, extendiendo los brazos, intentó empujarlos hacia suhabitaciónalavezquelesocultabaconsucuerpolavistadeGregorio.Ellos,entonces, no disimularon su contrariedad, aunque no era posible saber si sedebíaalaactituddelpadreoalhechodedescubrirquehabíanconvividosinsaberloconunserdeaquellaíndole.

Pidieronexplicacionesalpadre,alzaronlosbrazosalcielo,semesaronlasbarbas nerviosamente y no retrocedieron sino muy despacio hacia su

Page 34: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

habitación.

Mientras, la hermanahabía logrado sobreponerse a la impresión causadapor tan brusca interrupción. Permaneció un instante con los brazos caídos,sujetando con indolencia el arcoy el violín, y lamirada fija en la partitura,comositodavíaestuvieratocando.Ydeprontoestalló:soltóelinstrumentoenel regazode sumadre, que seguía sentada en su sillón, respirando congrandificultad,ycorrióalcuartocontiguo,alqueloshuéspedes,empujadosporelpadre, se iban acercando ya más rápidamente. Con gran destreza manipulómantasyalmohadas,yantesdequeloshuéspedesentrasenensuhabitación,yahabíaterminadodearreglarleslascamasysehabíaescabullido.

Elpadreestabatanfueradesíqueolvidabahastaelmáselementalrespetodebido a los huéspedes, y los seguía empujando frenéticamente. Ya en elumbral,elqueparecíallevar lavozcantantediounapatadaenelsuelo,yledetuvodiciendoenérgicamente:

-Participo a ustedes –alzó la mano al decir esto y buscó con la miradatambién a la madre y a la hermana– que, en vista de las repugnantescircunstanciasqueenestacasaconcurren–yalllegaraquíescupióconfuerzaen el suelo–, en este mismo momento me despido. Por supuesto no voy apagarlomásmínimoporlosdíasqueaquíhevivido;alcontrario,mepensarésihedepedirlesuna indemnización, lacual,desde luego,seríamuyfácildejustificar.

Callóymiró a su alrededor, comoesperando algo.Y, efectivamente, susdosamigossesolidarizaronenelactodiciendo:

-Tambiénnosotrosnosdespedimos.

Traslocual,elprimeroenhablaragarróelpicaporteycerrólapuertadeungolpe.

Elpadre,conpasovacilante,tanteandoconlasmanos,fuehastasusillónysedejócaerenél.Parecíadisponerseaecharsusueñecillodetodaslasnoches,pero la profunda inclinaciónde su cabeza, caída como sin vida, demostrabaquenodormía.

Durantetodoestetiempo,Gregoriohabíapermanecidocallado,inmóvilenelmismositioenquelohabíansorprendidoloshuéspedes.Ladecepciónporelfracasodesuplan,ytalveztambiénladebilidadproducidaporelhambre,le hacían imposible el menor movimiento. No sin razón, temía que sedesencadenara de un momento a otro una reacción general contra él, yesperaba.Nosiquierasesobresaltóconelruidodelviolín,quecayódelregazodelamadreacausadeltemblordesusmanos.

-Queridos padres –dijo la hermana, dando, a modo de introducción, un

Page 35: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

fuerte puñetazo sobre lamesa–, esto no puede seguir así. Si vosotros no loqueréis ver, yo sí. Ante este monstruo, no quiero ni siquiera pronunciar elnombredemihermano;y,por tanto,sólodiréquehemosdelibrarnosdeél.Hemoshecho todo lohumanamenteposibleparacuidarloy soportarlo,ynocreoquenadiepuedahacernoselmenorreproche.

-Tienestodalarazón–dijoelpadre.

Lamadre,queaúnnopodíarespirarbien,comenzóatoserahogadamente,conlamanoenelpechoylosojosextraviadoscomounaloca.

Lahermanacorrióhaciaellaylesostuvolacabeza.

Alpadre,laspalabrasdelahermanaparecíanhaberlemovidoareflexión.Sehabíaincorporadoenelsillón,jugabaconsugorradeordenanzaporentrelosplatosdelacenadeloshuéspedesydevezencuandodirigíaunamiradaaGregorio,impertérrito.

-Hayquedeshacersedeél–repitió,porúltimo,lahermanaalpadre,pueslamadre, con su tos, no podía oír nada–. Esto acabarámatándonos a los dos.Cuando hay que trabajar como nosotros trabajamos, no se puede soportar,encima,unatorturacomoésta.Yotampocopuedomás.

Ysepusoallorardetalformaquesuslágrimascayeronsobreelrostrodelamadre,selaslimpiómecánicamenteconlamano.

-Hija mía –dijo el padre con compasión y sorprendente lucidez–. ¿Quépodemoshacer?

Lahermanaseencogiódehombros,expresandoasí laperplejidadquesehabía apoderado de ella mientras lloraba, en contraste con su anteriordeterminación.

-Sialmenosnoscomprendiese–dijoelpadreentonomediointerrogativo.

Pero la hermana, sin cesar de llorar, agitó enérgicamente la mano,indicandoconelloquenohabíaniquepensarentalposibilidad.

-Sialmenosnoscomprendiese–insistióelpadre,cerrandolosojos,comoparadaraentenderqueéltambiénestabaconvencidodequeeraimposible–,talvezpudiéramosllegaraunacuerdoconél.Peroenestascondiciones...

-Tienequeirse–dijolahermana–.Nohaymásremedio,padre.Bastaqueprocures desechar la idea de que se trata de Gregorio. El haberlo creídodurante tanto tiempo es, en realidad, la causa de nuestra desgracia. ¿CómopuedeserGregorio?Silofuera,haceyatiempoquehubieracomprendidoqueunossereshumanosnopuedenvivirconsemejantebicho.Ysehabríaidoporsu propia iniciativa. Habríamos perdido al hermano, pero podríamos seguirviviendo,,ysurecuerdoperduraríaparasiempreentrenosotros.Mientrasque

Page 36: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

así, este animal nos acosa, echa a los huéspedes y es evidente que quiereapoderarse de toda la casa y dejarnos en la calle. ¡Mira, padre –gritó depronto–,yaempiezaotravez!

Yconun terrorqueaGregorio lepareció incomprensible, lahermanaseapartóelsillón,comosiprefirieseabandonaralamadrequepermanecercercadeGregorio,ycorrióarefugiarsedetrásdelpadre;éste,excitadoasuvezporla actitud de su hija, se puso en pie, extendiendo los brazos anteGrete congestoprotector.

Gregorionoqueríaasustaranadie,ymuchomenosasuhermana.Loúnicoquehabíahechoeraempezaradarlavueltaparavolverasuhabitación,yestoeraloquehabíaimpresionadoalosdemás,pues,acausadesudeplorableestado,pararealizaraqueldifícilmovimientoteníaqueayudarseconlacabeza,apoyándolaenelsuelo.Sedetuvoymiróasualrededor.Alparecer,sufamiliahabíacaptadosubuenaintención;sólohabíasidounsustomomentáneo.

Ahoratodoslemirabantristesypensativos.Lamadreestabaensusillón,con las piernas muy juntas extendidas ante sí y los ojos entrecerrados decansancio.Lahermanaestabasentadajuntoalpadreyrodeabaconsubrazoelcuellodeéste.

«Tal vez ya pueda moverme», pensó Gregorio, iniciando de nuevo suspenososesfuerzos.Nopodíacontenersusresoplidos,ydevezencuandoteníaque parase a descansar. Pero nadie le metía prisa; le dejaban actuartranquilamente.Cuandohubodado lavuelta, inicióel regresoen línearecta.Le asombró la gran distancia que le separaba de su habitación; no lograbacomprendercómo,dadasudebilidad,habíapodido,momentosantes,recorreresemismotrechosinnotarlo.Conlaúnicapreocupacióndearrastrarselomásrápidamenteposible,apenassepercatódequenadieleazuzabaconpalabrasogritos.

Al llegar al umbral, volvió a cabeza, aunque sólo amedias, pues sentíacierta rigidez en el cuello, y vio que nada había cambiado. Únicamente suhermanasehabíapuestoenpie.

Suúltimamiradahabíasidoparasumadre,quesehabíaquedadodormida.

Apenasdentrodesuhabitación,oyócerrarserápidamentelapuertayecharlallave.Elbruscoruidoleasustódetalmodoqueseledoblaronlaspatas.Lahermanaeraquientanprontamentehabíaactuado.Habíapermanecidoenpieesperando el momento de correr a encerrarlo. Gregorio no la había oídoacercarse.

-¡Porfin!–exclamóellahaciendogirarlallaveenlacerradura.

Page 37: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

«¿Yahora?»,sepreguntóGregoriomirandoasualrededorenlaoscuridad.

Prontocomprendióquenopodíamoverseabsoluto.Estonoleasombró:alcontrario,noleparecíanaturalhaberpodidoavanzar,comohabíahechohastaentonces, con aquellas patitas tan endebles. Por lo demás, se sentíarelativamenteagusto.Sibienledolíatodoelcuerpo,leparecíaqueeldolorseiba atenuando poco a poco, y pensaba que, por último, cesaría. Apenas sinotaba ya la manzana podrida que tenía en la espalda y la infecciónblanqueadaporelpolvo.Pensabaconemociónycariñoenlossuyos.Estaba,sicabe,aunmásconvencidoquesuhermanadequeteníaquedesaparecer.

Permanecióenunestadodeapaciblemeditacióneinsensibilidadhastaqueelrelojdelaiglesiadiolastresdelamadrugada.Todavíapudovislumbrarelalbaquedespuntabatrasloscristales.Luego,apesarsuyo,dejócaerlacabezaydesuhocicosurgiódébilmentesuúltimosuspiro.

Alamañanasiguiente,cuandoentrólaasistenta–dabatalesportazosqueencuantollegaeraimposibleseguirdurmiendo,apesardelomuchoqueselehabía rogado que no hiciera tanto ruido– para hacer su breve visita decostumbreaGregorio,nohallóenél,alprincipio,nadadeparticular.Supusoquepermanecíaasí, inmóvil, con toda intención,parahacerseel indiferente,puesleconsiderabaplenamentedotadoderaciocinio.Casualmentellevabaenlamanoeldeshollinador,ylehizocosquillasdesdelapuerta.

Al ver que seguía sin moverse, se irritó y empezó a hostigarle, y sólodespués de que le hubo empujado sin encontrar ninguna resistencia se diocuenta de lo sucedido, abrió desmesuradamente los ojos y dejó escapar unsilbidodesorpresa.Actoseguido,abrióbruscamentelapuertadeldormitoriodelospadresygritóenlaoscuridad:

-¡Haestiradolapata!

ElseñorylaseñoraSamsaseincorporaronenlacama.Lescostóbastantesobreponerse al susto, y tardaron en comprender lo que les anunciaba laasistenta.Peroencuantosehubieronhechocargodelasituación,bajarondelacama,cadaunoporsuladoyconlamayorrapidezposible.ElseñorSamsaseechólacolchaporloshombros;laseñoraSamsasólollevabaelcamisón,yasíentraronenlahabitacióndeGregorio.

Mientras,sehabíaabiertotambiénlapuertadelcomedor,dondedormíalahermana desde la llegada de los huéspedes. Grete estaba completamentevestida, como si no hubiese dormida en toda la noche, cosa que parecíaconfirmarlapalidezdesurostro.

-¿Muerto? –preguntó la señora Samsa, mirando interrogativamente a laasistenta, no obstante poder comprobarlo por sí misma, e incluso verlo sinnecesidaddecomprobaciónalguna.

Page 38: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

-Asíes–contestólaasistenta,empujandounbuentrechoconelescobónelcadáverdeGregorio,comoparacomprobarlaveracidaddesuspalabras.

La señora Samsa hizo un movimiento como para detenerla, pero no ladetuvo.

-Bueno–dijoelseñorSamsa–,demosgraciasaDios.

Sesantiguó,ylastresmujeresleimitaron.

Gretenoapartabalavistadelcadáver:

-Quédelgadoestá–dijo–.Hacíatiempoquenoprobababocado.Siempredejabalacomidaintacta.

El cuerpo de Gregorio aparecía, efectivamente, completamente plano yseco. De esto sólo se daban cuenta ahora, porque ya no lo sostenían suspatitas.Nadieapartabalavistadeél.

-Grete, ven unmomento con nosotros –dijo la Señora Samsa, sonriendomelancólicamente.

Y Grete, sin dejar de mirar hacia el cadáver, siguió a sus padres aldormitorio.

Laasistentacerró lapuertayabrió laventanadeparenpar.Era todavíamuytemprano,peroelairenoeradeltodofrío.Estabanafinalesdemarzo.

Los tres huéspedes salieron de su habitación y buscaron con la vista sudesayuno.Loshabíanolvidado.

-¿Yeldesayuno?–lepreguntóalaasistenta,demalhumor,elqueparecíallevarlavozcantante.

Pero la asistenta, poniéndose el índice ante los labios, les invitósilenciosamente, con grandes aspavientos, a entrar en la habitación deGregorio.

Entraron, pues, y allí estuvieron, en el cuarto inundado de claridad, entornoalcadáverdeGregorio,conexpresióndesdeñosaylasmanoshundidasenlosbolsillosdesusraídoschaqués.

Entonces se abrió la puerta del dormitorio y apareció el señor Samsa,vestidoconsulibrea,llevandodelbrazoasumujerydelotroasuhija.Lostres tenían aspecto de haber llorado un poco, y Grete ocultaba de vez encuandoelrostrocontraelbrazodelpadre.

-Salgan inmediatamente de mi casa –dijo el señor Samsa, señalando lapuerta,perosinsoltaralasmujeres.

-¿Qué pretende usted decir con esto? –le preguntó el que llevaba la voz

Page 39: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

cantante,algodesconcertadoysonriendocontimidez.

Los otros dos tenían las manos cruzadas a la espalda, y se las frotabancomosiesperasengozososunadisputacuyoresultadolesseríafavorable.

-Pretendo decir exactamente lo que he dicho –contestó el señor Samsa,avanzandoconlasdosmujeresenunasolalíneahaciaelhuésped.

Éstepermanecióunmomentocalladoytranquilo,conlamiradafijaenelsuelo,comosiestuvieraordenandosuspensamientos.

-Enestecaso,nosvamos–dijo,porfin,mirandoalseñorSamsacomosiunafuerzarepentinaleimpulsaseapedirleautorizacióninclusoparaesto.

El señor Samsa se limitó a abrir mucho los ojos y mover varias veces,breveyafirmativamente,lacabeza.

Actoseguido,elhuéspedseencaminócongrandespasosalrecibidor.Susdoscompañeroshabíandejadodefrotarselasmanos,ysalieronpisándolelostalones,comosi temiesenqueel señorSamsa llegaseantesal recibidoryseinterpusieseentreellosysuguía.

Una vez en el recibidor, los tres cogieron sus sombreros del perchero,sacaronsusbastonesdelparagüero,seinclinaronensilencioyabandonaronlacasa.

Condesconfianzainjustificada,elseñorSamsaylasdosmujeressalieronalrellanoy,asomadossobrelabarandilla,miraroncómoaquellostresseñores,lentamente pero sin pausas, descendían la larga escalera, desapareciendo alllegaralavueltaquedabaéstaencadapiso,yreapareciendounossegundosdespués.

Amedidaque ibanbajando,disminuíael interésquehaciaellossentía lafamilia Samsa, y al cruzarse con ellos el repartidor de la carnicería, quesosteníasucestosobrelacabeza,elseñorSamsaylasmujeresabandonaronlabarandillay,aliviados,entrarondenuevoenlacasa.

Decidierondedicar aqueldía al descansoy apasear: no sólo teníanbienmerecidaunatreguaensutrabajo,sinoqueleseraindispensable.Sesentaron,pues,alamesayescribieronsendascartasdisculpándose:elseñorSamsa,asusuperior;laseñoraSamsa,aldueñodelatienda,yGrete,asujefe.

Mientras escribían, entró la asistenta a decir que se iba, pues ya habíaterminadosutrabajodelamañana.Lostressiguieronescribiendosinprestarleatenciónyselimitaronahacerunsignoafirmativoconlacabeza.Peroalverquenosemarchabaalzaronlosojosconirritación.

-¿Quépasa?–preguntóelseñorSamsa.

La asistenta permanecía sonriente en el umbral, como si tuviese que

Page 40: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

comunicar una feliz noticia, pero indicando con su actitudque sólo lo haríadespués de haber sido convenientemente interrogada. La tiesa pluma de susombrero, que molestaba al señor Samsa desde que aquella mujer habíaentradoasuservicio,sebamboleabaentodasdirecciones.

-Bueno,¿quédesea?–preguntólaseñoraSamsa,queeralapersonaaquienmásrespetabalaasistenta.

-Pues–contestóésta,ylarisanoladejabaseguir–,puesquenotienenquepreocuparse de cómo quitar de en medio eso de ahí al lado. Ya será todoarreglado.

LaseñoraSamsayGreteseinclinaronotravezsobresuscartas,comoparaseguir escribiendo, y el señorSamsa, notandoque la asistenta se disponía acontarlo todo minuciosamente, la detuvo, extendiendo con energía la manohaciaella.

Laasistenta,alverquenoledejabancontarloquetraíapreparado,sefuebruscamente.

-¡Buenosdías!–dijovisiblementeofendida.

Diomediovueltacongranirritaciónyabandonólacasadandounportazoterrible.

-Estamismatardeladespido–dijoelseñorSamsa.

Pero no recibió respuesta, ni de sumujer ni de su hija, pues la asistentaparecía haber vuelto a turbar aquella tranquilidad que acababan apenas derecobrar.

Lamadrey lahija se levantaronysedirigieronhacia laventana,ante lacualpermanecieronabrazadas.ElseñorSamsahizogirarsusillónenaquelladirección,yestuvoobservándolasunmomentotranquilamente.Luegodijo:

-Vamos,vamos.Olvidaddeunavezlascosaspasadas.Tenedtambiénunpocodeconsideraciónconmigo.

Lasdosmujeresleobedecieronalinstante,corrieronhaciaél,leabrazaronyterminarondeescribir.

Luego, salieron los tres juntos, cosa que no habían hecho desde hacíameses, y tomaron el tranvíapara ir a respirar el aire purode las afueras.Eltranvía,enelcualeranlosúnicosviajeros,estabainundadopor lacálidaluzdel sol. Cómodamente recostados en sus asientos, fueron cambiandoimpresionesacercadelprovenir,yconcluyeronque,bienmirado,noeranadanegro, pues sus respectivos empleos –sobre los cuales todavía no habíanhabladoclaramente–eranmuybuenosy,sobretodo,prometíanmejorarenunfuturopróximo.

Page 41: La Metamorfosis Por Franz Kafka - Universidad Autónoma de ...

Lo mejor que de momento podían hacer era cambiarse de casa. Lesconveníaunacasamáspequeñaymásbaratay, sobre todo,mejor situadaymáscómodaquelaactual,quehabíasidoelegidaporGregorio.

Mientrascharlaban,elseñory laseñoraSamsasedieroncuentacasia lavezdequesuhija,peseaquecontantaspreocupacioneshabíaperdidoelcolorenlosúltimostiempos,sehabíadesarrolladoyconvertidoenunalindajovenllenadevida.Sinpalabras,entendiéndoseconlamirada,sedijeronunoaotroqueyaibasiendohoradeencontrarleunbuenmarido.

Y cuando, al llegar al final del trayecto, la hija se levantó la primera eirguió sus formas juveniles, pareció corroborar los nuevos proyectos y lassanasintencionesdelospadres.

¿Tegustóestelibro?Paramáse-BooksGRATUITOSvisitafreeditorial.com/es