La Mente Absorbent1

7
Estefanía Pizarro, Mirian Puelles | | 28 de marzo de 2014 La mente absorbente y los periodos sensibles

Transcript of La Mente Absorbent1

Page 1: La Mente Absorbent1

 Mirian Puelles |  | 

La mente absorbente y los periodos sensibles

Page 2: La Mente Absorbent1

La Mente Absorbente

María Montessori observó una sensibilidad especial del niño y la niña para observar y absorber todo en su ambiente inmediato y la denominó ¨la mente absorbente¨.

Este es un periodo de formación desde cero hasta los seis años de edad. La formación y el desarrollo espontáneos de la vida psíquica del niño/a en el transcurso de este periodo se pueden observar en algunos, cambios mentales muy rápidos y significativos. Este periodo se divide en dos fases distintas: desde cero a tres años, donde se muestra un proceso primordialmente inconsciente. El niño/a es frecuentemente dominado por sus necesidades inconscientes de absorber por medio de la observación, participación y exploración. La siguiente fase es la etapa entre los tres hasta los seis años, donde se realizan las acciones de una manera mucho más consciente.

Ésta es la capacidad única en cada niño de tomar su ambiente y aprender cómo adaptarse a él. Durante sus primeros años, las sensibilidades del niño conducen a una vinculación innata con el ambiente. La capacidad del niño de adaptarse por sí mismo al ambiente depende con éxito de las impresiones de ese momento, así si son sanas y positivas, el niño se adaptará de una manera sana y positiva a su entorno.

Esta absorción se da a través de la vida psíquica de una manera inconsciente gracias a un estado preconsciente especial de la mente. Esta mente permite aprender con naturalidad y en poco tiempo la complejidad de la lengua del lugar donde vive. En cambio, si cuando nos interesamos por aprender otra lengua, nos lleva mucho tiempo y no alcanzamos la fluidez y perfección que se logra con la lengua natal

Esta mente absorbente comienza hacerse más y más débil cuando aparece la conciencia y la voluntad alrededor de los 3 años de edad.

Debido a esta aparición de la conciencia y voluntad es donde se pueden distinguir las dos fases que anteriormente nombramos, desde los cero a tres que se caracteriza por una atapa de absorción y de los tres a seis años que es una etapa de conceptualización.

Ejemplo: un niño de dos años aprende su lengua materna sin ninguna instrucción formal y sin el esfuerzo consciente que cualquier adulto tendría que tener para poder dominar un segundo idioma. Adquirir información de esta manera es una

PÁGINA 1

Page 3: La Mente Absorbent1

actividad natural y maravillosa para cualquier niño, ya que usa todos sus sentidos para investigar lo que encuentra a su alrededor.

Los Periodos Sensibles

Se definen como: ¨sensibilidades especiales que se encuentran en los seres en evolución, es decir, en los estados infantiles, los cuales son pasajeros y se limitan a la adquisición de un carácter determinado. Una vez desarrollado este carácter, cesa la sensibilidad correspondiente¨.

El niño esta guiado por fuerzas internas que dan forma a las necesidades del desarrollo. Se observa que en diferentes momentos los niños muestran sensibilidades fuertes que los impulsan a elegir experiencias que son las más apropiadas para sus necesidades de aprendizaje inmediatas. Estos tiempos de alta sensibilidad hacia ciertos tipos de actividad son los periodos sensibles. Esto se caracteriza por un interés poderoso casi obsesivo hacia actividades y sensibilidades en particular. Esto puede resultar una actividad intensa y prolongada y siempre dirigida a auxiliar el desarrollo y la adaptación.

La guía observa y responde a los periodos sensibles ya que revelan las necesidades internas del niño y la niña. La estructura del ambiente, los materiales y las actividades planteadas están diseñadas para capitalizar sobre los periodos y hacer el aprendizaje lo más fácil, disfrutable y fructífero posible.

Un periodo sensible se refiere a una sensibilidad especial que una criatura adquiere en su estado infantil, es una disposición transitoria y limitada a la adquisición de una habilidad en particular. Una vez que esta habilidad o característica ha sido adquirida, la sensibilidad especial desaparece. El niño/a aprende a adaptarse y hacer adquisiciones en sus periodos sensibles.

Las diferentes sensibilidades internas del niño y la niña le permiten escoger de su complejo ambiente lo que es adecuado y necesario para su crecimiento. Esto hace al niño/a sensible a algunas cosas pero lo deja indiferente a otras. Cuando un periodo sensible surge en el niño/a es como si una luz brillara sobre algunos objetos y en otros no, haciendo de ellos su mundo.

Los periodos sensibles en la vida del niño y la niña, se dividen en distintos aspectos:

El primero es la necesidad vital de un medio ambiente preciso y determinado que un niño/a desea tener, pues esto lo ayuda a poder orientarse.

PÁGINA 2

Page 4: La Mente Absorbent1

Un segundo periodo sensible del niño/a es el de explorar el medio ambiente con la lengua y manos, de este modo el niño absorbe las cualidades de los objetos y trata de interactuar sobre ellos

El tercer periodo es el desarrollo del caminar, donde se anuncia su transformación de ser desvalido a activo.

El cuarto periodo sensible involucra un interés por los objetos diminutos y detallados. Los niños/as Le toman gran interés a pequeñas cosas que los adultos pasan por alto. (Insectos, objetos entre otros)

Finalmente el quinto periodo sensible es una atapa de intenso interés por los aspectos sociales de la vida, tratan de aprender buenos modales y de ayudar a otras personas, tal como lo hacen con ellos mismos

Los períodos sensibles para cada niño varían individualmente y son aproximados, pero por todos pasan y nunca regresan. Según Montessori, en la mayor parte de las escuelas, las habilidades básicas se enseñan en gran parte, después de que sus períodos sensibles han pasado.

PERIODOS SENSIBLES

0 a 3 años Mente absorbente y experiencias sensoriales.

18 meses a 3 años Desarrollo del lenguaje.

18 meses a 4 años Desarrollo muscular y coordinación.

Interés por los objetos pequeños.

24 meses a 4 años Refinamiento de los movimientos

Consciente de la realidad

Conciencia de secuencia ordenada en tiempo y espacio

2 años y medio a 6 años Refinamiento sensorial

3 a 6 años Susceptibilidad a la influencia del adulto

PÁGINA 3

Page 5: La Mente Absorbent1

3 años y medio a 4 años y medio Escritura

4 a 4 años y medio Sentido táctil

4 años y medio a 5 años y medio Lectura

Conclusión

El niño y la niña como Embrión Espiritual toma contacto con el ambiente de forma distinta a como lo hacemos los adultos ya que carece de consciencia y voluntad, por lo que a través de sus sensibilidades creativas puede tomar del medio ambiente todo lo que necesita para su desarrollo.

Estas sensibilidades permiten al niño y la niña formar capacidades esenciales: la mente absorbente y los periodos sensibles. En las cuales se descubre la extraordinaria habilidad para absorber las experiencias de su alrededor como una esponja y la fascinación intensa por aprender alguna habilidad o característica particular.

A través del presente informe hemos podido comprender la importancia de ayudar al niño/a, no porque lo consideremos un ser débil, sino porque está dotado de grandes energías creativas, en las cuales nosotras como guías, debemos tener presente que estas energías pertenecen a una mente inconsciente la cual debe hacerse consciente a través del trabajo y la experiencia adquirida en el ambiente.

Es por esto que entendemos la importancia de permitirle al niño/a la libertad para seleccionar individualmente las actividades que desea realizar de acuerdo a su interés por cada material, proporcionándole un ambiente ideal para su periodo formativo, en sus periodos sensibles, los cuales deben ser fomentados permitiendo al niño/a a que saque el máximo provecho de ellos mismos y que le permitan reforzar sus impresiones aprendiendo por si mismos y cuando se encuentren respectivamente preparado.

Debemos ser conscientes y tener presente que los periodos sensibles varían individualmente para cada niño y niña y son aproximados, pero por todos pasan y nunca regresan, es por lo que debemos estar atentas a las necesidades de nuestros niños y niñas y tener presente que nuestra obra como adultos no consiste en enseñar, sino ayudar a la mente infantil en el trabajo de su desarrollo.

PÁGINA 4