LA LUZ DEL CUARTO DIA

Hace muchísimo tiempo se encontraba un señor, ni muy viejo ni muy joven, sentado en piedra pensado en que hacer después de su grandiosa creación, paseando por todo el terreno dando vueltas a ver si su memoria se refrescaba no lograba obtener ninguna idea que pudiera mejorar aún más su creación.

Un día, despertó con una magnífica idea, después de ver en uno de sus sueños una grandiosa luz resplandeciente, así que se dirigió corriendo a uno de sus talleres a crear aquella luz que se había soñado.

Pasaba el tiempo y aquella persona nada que conseguía aquella luz hermosa que imaginó, y seguía pasando el tiempo hasta que consigue crear una pequeña esfera con una diminuta luz no tan grandiosa como la que soñó pero todavía no era suficiente para poder que adornara su creación, siguió y siguió intentando hasta que por fin pudo crear una pequeña semilla de la cual crecería tan grandiosa luz que el mismo imagino.

Al día siguiente de haber implantado la semilla en su creación se dio cuenta de que era demasiado grande y tenía una luz tan propia como ningún otra cosa existente en ese momento, pero vaya sorpresa la luz aparte de que no alumbraba toda su creación creaba una muy suave y refrescante brisa que llegaba a tal punto de crear un viento tan frio que nadie podría soportar, por eso al día siguiente de haber hecho tal creación que por nombre le puso LUNA.

Al día siguiente se levantó muy temprano a crear otra luz que pudiera alumbrar la otra parte de su creación que no pudo alumbrar, pero pensando en que su primera luz es demasiado helada por las noches intento crear una luz tan cálida que ´pudiera asemejarse al calor de un padre y una madre y por eso empezó.

Ya terminando el día faltándole muy poco para acabar con una de sus tantas obras maestras como era nueva luz, pero noto que aquella luz producía un calor tan intenso e insoportable que no podría colocarla en su creación, pero viendo que la noche se acercaba y la luz de la luna regresaba a alumbrar una parte de la creación decide dejarla así y colocarla al otro extremo de Luna.

Pero al momento de que coloca aquella luz tan intensa empieza a dañar su creación que aquella persona decide arrojarla lo más lejos posible de su creación y de ahí en ese lugar tan lejano donde quedo aquella luz, producía

una cálida y acogedora sensación de amor y acogimiento, lo cual llamo aquella luz SOL.

Mientras el Sol que produce una grata sensación de armonía y la Luna una sensación de miedo pero a la vez una tranquilidad, alumbran aquella magnífica creación dando así una iluminación tan grande y permanente que jamás podrán igualarla.

Pero aquella persona pensando en que empezaría hacer después de darle luz a su creación, así que decide crear otra luz pero no cualquier luz, una luz que pudiera acompañar a la Luna en algunos momentos de desolación, así que esta persona se puso a trabajar tanto que así mismo perdió la noción del tiempo, y sin darse cuenta muchas cosas cambiaron en su creación, pero ya terminado este trabajo decide colocar estas impresionantes luces por toda su creación.

Pero mientras colocabas estas luces cuyo nombre le puso como ESTRELLAS decide habitarla ya que quedo muy impactado por su hermoso resplandor y así mismo de allí poder vigilar celosamente su más grandiosa creación como lo es LA TIERRA.

FIN…