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Bol. San. Veg. Plagas, 19: 425-453, 1993 La lucha contra la langosta marroquí ( Dociostaurus maroccanus Thunb.) en Extremadura durante el decenio 1983-1992 A. ARIAS, C. ALVEZ, F. GARCÍA, D. MARTÍNEZ DE VELASCO, J. OLIVERA, A. PRIETO y R. SANTOS «Con menos trabajo y a menor costa se lograría el efecto haciéndoles la guerra en su mismo país, y anticipándose a su fatal irrupción.» Guillermo BOWLES. Introducción a la Historia Natural y a la Geografía Física de España. Madrid, Imprenta Real, año de 1782, p. 279. En la introducción de este artículo se revisa la bibliografía sobre los ataques de la langosta marroquí (Dociostaurus maroccanus Thunb.) en España y la evolución de los métodos y de la organización de la lucha a lo largo de este siglo. Se exponen a continuación los fundamentos legales vigentes y, en función de ellos, la organización y los medios empleados en luchar contra la langosta por los propieta- rios y las Administraciones durante el decenio 1.983-1.992 en Extremadura. Se aportan las superficies tratadas con medios terrestres y aéreos en cada año y su distribución provincial, comarcal y municipal, así como las fechas de las aplicaciones aéreas. Finalmente se recogen las mejoras técnicas más recientes, como el empleo de ato- mizadores terrestres, los ensayos de inhibidores de quitina y la mejora en la toma de datos para reflejar la evolución biológica de la langosta y la clasificación de la superfi- cie invadida en función de su densidad. Con estos datos se resume la biología de la plaga en 1992 y su dispersión en el es- pacio y el tiempo, se estiman su población y sus daños y se calculan la eficacia de la campaña aérea y el coste total de la lucha. A. ARIAS, C. ALVEZ, F. GARCÍA, D. MARTÍNEZ DE VELASCO, J. OLIVERA, A. PRIETO y R. SANTOS. Servicio de Protección de los Vegetales, Junta de Extremadura. Plaza de la Sole- dad, 5-1.° - 06001 Badajoz. Palabras clave: Langosta marroquí, Dociostaurus maroccanus, Thunb., legisla- ción, organización, medios de lucha, superficies, biología, densidad, daños, eficacia de la lucha, costes INTRODUCCIÓN Extremadura posee la mayor zona perma- nente de langosta marroquí (Dociostaurus maroccanus Thunb.) en España, la comarca de «La Serena» en la provincia de Badajoz , que unida a la de «Los Llanos» de Cáceres, así como a otras de menor extensión en ambas provincias, hacen que cuente con la mayor superficie de «habitat» de langosta de España. En los años de grandes invasiones de la primera mitad del siglo, las superficies ocu- padas por los canutos de puesta en Extrema- dura, han oscilado entre el 21 % y el 85 % de la superficie total española (Cuadro 1) (F. DE LA PEÑA, 1.941). En el invierno 1.939-40, la superficie de puesta tuvo una importancia excepcional en las provincias de Ciudad Real, Toledo y Madrid (67 % de España), al haberse aban- donado las labores de barbecho y de siem-

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Bol. San. Veg. Plagas, 19: 425-453, 1993

La lucha contra la langosta marroquí (Dociostaurus maroccanus Thunb.) en Extremadura durante el decenio 1983-1992 A. ARIAS, C. ALVEZ, F. GARCÍA, D. MARTÍNEZ DE VELASCO, J. OLIVERA, A. PRIETO y R. SANTOS

«Con menos trabajo y a menor costa se lograría el efecto haciéndoles la guerra en su mismo país, y anticipándose a su fatal irrupción.»

Guillermo BOWLES. Introducción a la Historia Natural y a la Geografía Física de España. Madrid, Imprenta Real, año de 1782, p. 279.

En la introducción de este artículo se revisa la bibliografía sobre los ataques de la langosta marroquí (Dociostaurus maroccanus Thunb.) en España y la evolución de los métodos y de la organización de la lucha a lo largo de este siglo.

Se exponen a continuación los fundamentos legales vigentes y, en función de ellos, la organización y los medios empleados en luchar contra la langosta por los propieta­rios y las Administraciones durante el decenio 1.983-1.992 en Extremadura.

Se aportan las superficies tratadas con medios terrestres y aéreos en cada año y su distribución provincial, comarcal y municipal, así como las fechas de las aplicaciones aéreas.

Finalmente se recogen las mejoras técnicas más recientes, como el empleo de ato­mizadores terrestres, los ensayos de inhibidores de quitina y la mejora en la toma de datos para reflejar la evolución biológica de la langosta y la clasificación de la superfi­cie invadida en función de su densidad.

Con estos datos se resume la biología de la plaga en 1992 y su dispersión en el es­pacio y el tiempo, se estiman su población y sus daños y se calculan la eficacia de la campaña aérea y el coste total de la lucha.

A. ARIAS, C. ALVEZ, F. GARCÍA, D. MARTÍNEZ DE VELASCO, J. OLIVERA, A. PRIETO y R. SANTOS. Servicio de Protección de los Vegetales, Junta de Extremadura. Plaza de la Sole­dad, 5-1.° - 06001 Badajoz.

Palabras clave: Langosta marroquí, Dociostaurus maroccanus, Thunb., legisla­ción, organización, medios de lucha, superficies, biología, densidad, daños, eficacia de la lucha, costes

INTRODUCCIÓN

Extremadura posee la mayor zona perma­nente de langosta marroquí (Dociostaurus maroccanus Thunb.) en España, la comarca de «La Serena» en la provincia de Badajoz , que unida a la de «Los Llanos» de Cáceres, así como a otras de menor extensión en ambas provincias, hacen que cuente con la mayor superficie de «habitat» de langosta de España.

En los años de grandes invasiones de la primera mitad del siglo, las superficies ocu­padas por los canutos de puesta en Extrema­dura, han oscilado entre el 21 % y el 85 % de la superficie total española (Cuadro 1) (F. DE LA PEÑA, 1.941).

En el invierno 1.939-40, la superficie de puesta tuvo una importancia excepcional en las provincias de Ciudad Real, Toledo y Madrid (67 % de España), al haberse aban­donado las labores de barbecho y de siem-

Cuadro 1 .-Superficies infestadas con canutos de puesta de langosta marroquí

bra de cereales a lo largo de la fluctuantelínea del frente durante la guerra civil(1.936-39), por lo que las superficies extre-meñas tuvieron menor peso relativo (21 %).Por el contrario, en el año 1.932-33, que fuede plaga media-baja para España, Extrema-dura tuvo una gran representación (85 %).Si se exceptúan estos dos inviernos, en lostres restantes del cuadro 1 la superficie ex-tremeña osciló entre el 40 y 52 % de la espa-ñola.

Estas cifras muestran la importancia de lalangosta en la región y permiten imaginarlos medios necesarios para luchar contraella, de los que se hace a continuación unabreve reseña histórica para España en lo queva de siglo.

La denominada campaña de invierno sedirigía contra los canutos, roturando en di-ciembre-enero, con arado o azada, los terre-nos de puesta previamente acotados. Estalabor, aunque obligatoria, era rechazada porsu carestía, por lo que sólo se realizaba congeneralidad en los años de grandes invasio-nes; por otra parte, en ella intervenían facto-res como la época y la profundidad de lalabor que podían reducir mucho su eficacia(J. DEL CAÑIZO, 1.936; J. DEL CAÑIZO

GÓMEZ y V. MORENO MÁRQUEZ, 1.940;V. MORENO MÁRQUEZ, 1.940 Y 1.941; C.MORALES ANTEQUERA, 1.941). Las rotura-ciones fueron disminuyendo, sobre todo alintroducirse los eficaces cebos envenenados,como se dirá más adelante.

En la campaña de primavera, que se desa-rrollaba desde el inicio de los avivamientos,se emplearon distintos métodos, variables

con la situación socioeconómica y el desa-rrollo de la técnica.

La recogida de langostas a mano, sobretodo por mujeres y niños, mediante buitro-nes, mangas y mantas era cara e ineficaz,pese a lo aparatoso de sus resultados; en laprimavera de 1.940 aún se aplicó masiva-mente (F. DÉLA PEÑA, 1.941).

La gasolina, sola o mezclada con gas-oil,para quemar los manchones, jabardos y cor-dones con lanza-llamas o regaderas, se em-pleó hasta el año 1.941 (F. DE LA PEÑA,

1.942; PLAGAS DEL CAMPO, 1.933, 1.934,1.935, 1.944 y 1.947).

Hasta ese mismo año se utilizó la trochade cinc para detener el avance de un cordóny concentrar las langostas en zanjas, pozos obretes (corrales formados con la misma tro-cha), donde eran quemadas (F. DE LA PEÑA,

1.942).Las pulverizaciones con arseniato de cal,

dirigidas al pasto, fueron empleados desde1932, simultáneamente con los métodos an-teriores, hasta la mitad de los años 40, sien-do sustituidos progresivamente por los quese llamaron cebos envenenados, a base desalvado de trigo, arsenito sódico y agua(PLAGAS DEL CAMPO, 1.933, 1.934, 1.935,1.944 y 1.947).

Estos cebos fueron ensayados y puestos apunto por MORENO MÁRQUEZ (1.936 y1.940) y BENLLOCH (1.940) y se utilizaronmasivamente desde la campaña de 1.940, des-plazando a los restantes métodos por la mayorfacilidad de uso, su eficacia y economía y laapetencia de la langosta por ellos frente a pas-tos y cultivos (F. DE LA PEÑA, 1.941).

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Posteriormente, el arsenito sódico fue sus-tituido en los cebos por el organocloradoHCH, que siguió empleándose hasta 1985,como se dirá más adelante.

Hasta tal punto la langosta constituyó unproblema por el abandono de los campos yde las campañas contra ella durante la gue-rra civil, que en octubre de 1939 se creó elServicio Especial de Defensa contra la Lan-gosta, con objeto de unificar las actuacionesen todas las provincias; durante la actividadde este Servicio, suprimido en 1.948, tuvie-ron lugar los cambios en los métodos delucha que se acaban de reseñar (F. DE LAPEÑA, 1.941; PLAGAS DEL CAMPO, 1.947 y1.954).

La organización que impulsó dicho Servi-cio se basó en dos tipos de acciones, inde-pendientes y complementarias (F. DE LAPEÑA, 1.941 Y 1.942; PLAGAS DEL CAMPO,1.947):

a) Investigaciones sobre bioecología dela langosta (teoría de las fases), mejora delos métodos de lucha y distribución e im-portancia de las distintas especies de lan-gosta y de sus enemigos naturales. Estostrabajos fueron encomendados a las Esta-ciones de Fitopatología Agrícola de Ma-drid. ( Ingenieros D. Miguel BENLLOCH yD. José DEL CAÑIZO y biólogo D. EugenioMORALES) y de Badajoz (Ingeniero D. Víc-tor MORENO).

b) Organización, dirección y ejecución dela lucha, para lo que cada provincia se divi-dió en zonas bajo la responsabilidad de unPerito agrícola, que tenía a su cargo capata-ces encargados de fincas determinadas. Elmaterial de lucha se concentraba en puebloselegidos estratégicamente.

El personal y los depósitos en los dos pri-meros años de actuación fueron los siguien-tes:

En 1941 se conoce el reparto por provin-cias, correspondiéndole a Badajoz 5 Peritos,13 Capataces y 6 Depósitos y a Cáceres 2,5y 4 respectivamente (F. DE LA PEÑA, 1.942).Esta organización ha llegado hasta nuestrosdías, como se verá más adelante.

Sin embargo, los trabajos de investigacióny experimentación dedicados a Dociostau-rus maroccanus disminuyeron a partir delos años 50, lo que lejos de ser exclusivo deEspaña, está en línea con lo ocurrido en losrestantes países de su área de distribución,al decaer su importancia económica (NAGY,1.990).

Esta disminución en la gravedad de susataques estuvo ligada, en los años 50 y 60,con el empleo masivo, en aplicación terres-tre, del insecticida HCH 25 %, de gran efi-cacia y persistencia, y desde finales de los60 con la puesta a punto de la técnica deaplicación aérea en ultrabajo volumen(UBV o ULV de los anglosajones) y la co-rrespondiente formulación para este uso delinsecticida organofosforado malatión.( CA-MACHO ARIAS, 1.968 y ANÓNIMO, 1.969)

Sin embargo, como en cualquier fenóme-no complejo, no deben ser sólo estos facto-res los que explican el control de la langos-ta. La abundancia de población rural en laEspaña de los años 50, que proporcionabamano de obra abundante y barata para laaplicación de los cebos, y el rápido incre-mento del parque de tractores desde los 60,con los que se labraban rentablemente paracereal una parte importante de los pastizaleslangosteros, podrían estudiarse a este res-pecto.

En este artículo se resumen los principalesaspectos de la lucha contra la langosta ma-rroquí en Extremadura durante el último de-cenio, que coincide con la transferencia deesta responsabilidad a la Junta de Extrema-

dura, aunque la coordinación de las actua-ciones y la mayoría de los recursos econó-micos sigan correspondiendo a la Adminis-tración central española.

FUNDAMENTOS LEGALES

Legislación del Estado

Ley de Plagas del Campo

La pieza legal básica en la lucha contra lalangosta es la Ley de Plagas del Campo, de21 de mayo de 1908, (Gaceta del 23 deMayo), aún vigente, que dedica a la langostael Capítulo III, lo que denota su importanciaen aquellos años.

En el primero de sus artículos, el 57, laplaga de langosta se considera como calami-dad pública y las medidas que se adoptencontra ella revestirán el carácter de utilidadpública.

El responsable de la extinción de la plaga,por su cuenta, es el propietario o arrendata-rio; si lo hace podrá ser premiado y en casocontrario no podrá oponerse a que lo haga laJunta local de defensa de plagas y será casti-gado con una multa.

Para la extinción de la langosta se prevéndos campañas, la de invierno para destruirlos canutos con labores en los lugares depuesta, y la de primavera contra las larvas,mediante trochas de cinc, zanjas e insectici-das.

Los fondos para las actuaciones de laJunta local son recaudados en el propio mu-nicipio mediante gravamen sobre la riquezaimponible; el Ministerio puede ayudar apor-tando insecticidas y maquinaria de aplica-ción.

Otros preceptos legales

El fondo vigente de la Ley de Plagas delCampo ha sido desarrollado en distintasocasiones mediante preceptos legales demenor rango, de los que ha permanecido en

vigor durante muchos años la orden del Mi-nisterio de Agricultura de 3 de agosto de1945, donde seguía insistiéndose en la deli-mitación de los lugares de puesta, cuya su-perficie era incluida en los planes de barbe-chera para paliar los gastos en las labores dela campaña de invierno.

Legislación de la Junta de Extremadura

Ley sobre la Dehesa en Extremadura

La Junta de Extremadura promulgó la Ley1/1986, de 2 de mayo, sobre la Dehesa enExtremadura, en cuyo artículo 30 y anexo 3-6de Sanidad Vegetal, se incluye la langostacomo plaga de tratamiento obligatorio.

Decreto 45/1991 de 16 de abril,sobre medidas de protección del ecosistemaen la Comunidad Autónoma de Extremadura

Según este Decreto, las «Campañas anti-plagas» que realice la Administración Autó-noma de Extremadura, deberán someterse aun Estudio de impacto ambiental abreviado,que tendrá que ser informado por la Agenciade Medio Ambiente con carácter previo a suautorización.

Decreto 10/1992, de 11 de febrero,por el que se establecen las basesde actuación en las Campañas OficialesFitosanitarias de interés comunitario,nacional o autonómico, a realizaren Extremadura

Tiene como precedente el Decreto 21/1991,de 5 de marzo, de carácter similar, referido alas bases de las Campañas del año 1991.

La aparición posterior del Decreto 45/1991sobre medidas de protección del ecosistema,obligó a tenerlo en cuenta en la nueva redac-ción del Decreto de Campañas.

En su artículo 5.°, dedicado a la langosta,se recoge que la obligación de luchar corres-

ponde a los propietarios, y a la Administra-ción sólo cuando la incumplan, para evitardaños a otras fincas y cultivos y la forma-ción de concentraciones gregarígenas.

También se prevé la realización de unacampaña terrestre mecanizada en colabora-ción con algunos Ayuntamientos y, como no-vedad, se declara que «se dotará a la Conseje-ría de Agricultura y Comercio de los mediosde investigación y experimentación necesa-rios para asegurar el control de esta históricaplaga con los medios de lucha más respetuo-sos con el hombre, los animales domésticos,las plantas cultivadas y el medio ambiente».

Orden de 28 de febrero de 1992,por la que se establecen normaspara la lucha contra la plaga de langosta

Tiene como precedentes la Orden de 29de mayo de 1984, que reguló la campañahasta 1990, y la Orden de 1 de abril de 1991que lo hizo en dicho año.

La Orden que se comenta tiene comoobligados fundamentos legales los ya cita-dos: Ley de Plagas del Campo, Ley sobre laDehesa de Extremadura y Decreto 10/1992de bases de actuación en las Campañas enExtremadura.

En ella se especifica la cesión gratuita alos ganaderos de fenitrotión 5 % espolvoreo,por parte de la Subdirección General de Sa-nidad Vegetal (MAPA), para ayudarles a lu-char contra la langosta, con plazo hasta el15 de mayo.

Desde esta fecha, el Servicio de Protecciónde los Vegetales (DGPA, Junta de Extrema-dura) podrá intervenir con aplicaciones aére-as de malatión ULV, con cargo a los fondosde la Subdirección General de Sanidad Vege-tal (MAPA) en aquellas áreas donde la lan-gosta alcance niveles que la hagan un peligropotencial para otras explotaciones.

Como novedad y con la finalidad de ayu-dar a los ganaderos, en el término de Cabezadel Buey, de la comarca de La Serena, Ba-dajoz, se dispone la realización de una cam-paña mecanizada terrestre sobre estados lar-

varios, para lo que se crea la Junta local pre-vista en la Ley de Plagas del Campo, presi-dida por el Alcalde y compuesta por 4miembros.

ORGANIZACIÓN DE LA LUCHA

De acuerdo con las responsabilidades quedefine la legislación reseñada, el Servicio deProtección de los Vegetales (SPV) de laJunta de Extremadura posee la siguiente or-ganización de personal y almacenes de in-secticida (Cuadro 2).

Como se ve en el Cuadro 2, existe un In-geniero Agrónomo en cada provincia; el deBadajoz tiene bajo su dependencia tres In-genieros Técnicos Agrícolas y éstos quincePeones especializados con veintitrés alma-cenes de insecticidas, y el de Cáceres unITA y nueve PE, con cuatro almacenes.Cada PE tiene asignada la vigilancia detodas las fincas de una zona concreta.

Lucha de los propietarios

La Administración Central del Estado, através de la Autonómica, pone gratuitamen-te a disposición de los propietarios un insec-ticida para que lo apliquen en los rodales depuesta desde el inicio de los avivamientos.

La entrega del insecticida al propietario serealiza por la organización responsable del al-macén (Camara Agraria o Ayuntamiento), conla conformidad previa del personal correspon-diente del SPV a la cantidad solicitada.

Lamentablemente, lo más frecuente en lasituación actual es que la iniciativa no partadel propietario, sino que deba ser el Peónespecializado del SPV quien, al recorrer lasfincas, comunique la superficie ocupada porlangosta que debe ser tratada.

Los avivamientos, aunque variables, sue-len ocurrir entre finales de marzo y media-dos de abril en La Serena y algo más tardeen Cáceres-Trujillo, por lo que la fecha topepara que los propietarios realicen sus trata-mientos se ha fijado en el 15 de Mayo.

BADAJOZTalarrubiasCabeza del BueyCastueraCampanarioPuebla de AlcocerVillanueva de la SerenaLa CoronadaDon BenitoEsparragosa de LaresMagacelaNavalvillar de PelaPeñalsordoZarza CapillaUsagreAzuagaFuente de CantosPuebla de la ReinaVillafranca de los BarrosVillagarcía de la TorreCampillo de LlerenaFuente del MaestreHiguera de LlerenaMaguillaRibera del FresnoAlburquerqueOlivenza

Total Badajoz

CÁCERESTorreorgazSalvatierra de S.AlcántaraSantiago del C.TrujilloMadroñeraZorita

Total Cáceres

Total Extremadura

Cuadro 2.-Personal y Almacenes de insecticidas - Año 1992

Nota: Los mismos números entre paréntesis indican los almacenes de que es responsable cada peón especializado.C: Cámara Agraria. A: Ayuntamientos.

Lucha de la Administración son firmados por el propietario o arrenda-tario de la finca y en su ausencia por el

Desde finales de marzo los PE recorren encargado o el pastor. Dichos partes sonen motocicleta las fincas de su área, refle- entregados al ITA de quien dependen,jando en un parte diario la extensión de con el que mantienen contactos periódi-los focos de langosta encontrados, que eos.

Cada finca es recorrida de 1 a 3 veces,según la intensidad de los focos encontra-dos; la última tiene lugar hacia el 10-20 demayo, al finalizar el período de tratamientode los propietarios, que suele coincidir conla aparición de los primeros adultos.

Con estos últimos partes se elaboran lasrelaciones de fincas y superficies donde aúnexiste langosta y, dentro de ellas, las quepresentan mayor densidad son propuestaspara el tratamiento aéreo en la reunión pre-ceptiva con la Agencia del Medio Ambiente,las Organizaciones profesionales agrarias,Cooperativas y Asociaciones ecologistas.

Una vez decididas las medidas correctorasen las fincas y aéreas sensibles ambiental-mente, (exclusión o aplicación en bandas),el tratamiento aéreo se realiza en un plazode 10-15 días.

SUPERFICIES TRATADAS

Tratamiento Terrestre

El tratamiento terrestre es realizado porlos propietarios aplicando un insecticida,sobre los rodales de langosta en estado lar-vario; sobre los últimos estados de desa-

rrollo el insecticida se mezcla a veces consalvado humedecido. Hasta 1985 se em-pleó HCH 25 % y desde 1986 fenitrotión5%.

La superficie media anual tratada en Ex-tremadura durante el decenio estudiado as-ciende a 7.700 has (de las que el 60 % co-rresponden a Badajoz), en 63 términos mu-nicipales (Cuadro 3 y Fig. 1).

Puede observarse que la superficie corres-pondiente al año 1983 representa el 61 % dela total del decenio, disminuyendo poste-riormente de forma drástica, y en especialdurante los años 1986 a 1991, tras la sustitu-ción del HCH por fenitrotión.

Si se elimina 1983, la media de superficietratada por los propietarios en los restantesaños desciende a tan sólo 3.300 Has.

La gran desproporción entre el tratamien-to terrestre de 1983 y los restantes añosobedece a diversas circunstancias, entre lasque destacan la fuerte plaga de dicho año,que repercutió también en los tratamientosaéreos, y la especial incidencia de los res-ponsables políticos de la Consejería deAgricultura sobre los alcaldes y organiza-ciones agrarias, apremiando al tratamientoterrestre para no verse desbordados por laplaga.

Has

Cuadro 3.-Tratamiento terrestre de langosta en los años 1983 a 1992

Año 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 Media

Notas: La dosis de insecticidas en espolvoreo se ha estimado en 20 kg/ha.Insectividas empleados:- HCH 25 %: años 1983, 1984 y 1985.- Fenitrotión 5 %: años 1986 a 1992.TM: N.° de Términos municipales en que se trató.I: índice = Superficie de tratamiento aéreo (Cuadro 4) / Superficie de tratamiento terrestre.

Como consecuencia de la disminuciónde los tratamientos terrestres, se incre-menta el cociente entre la superficie delos tratamientos aéreos y la de aquéllos(coeficiente I del Cuadro 3), pasando devalores 2-5 en los años 1983 a 85 a valo-res superiores a 20 entre 1986 y 1990,para descender a 10 en el 91 y 92. La pro-vincia de Cáceres tiene valores más altos,en general, y más oscilantes que la de Ba-dajoz.

Los términos municipales donde se haempleado insecticida en al menos uno delos diez años ascienden a 126 en Extrema-dura (33 % de los 381 términos existen-tes), de los cuales 91 pertenecen a Bada-joz (56 %) y 35 a Cáceres (16 %) (Figs. 2y 3).

Los términos con mayor superficie tratadao donde se repiten los tratamientos en unnúmero mayor de años, están situados en lamitad oriental de la provincia de Badajoz yen la zona central de la mitad sur de Cáceres(Figs. 2 y 3). La elección del término muni-cipal como unidad distorsiona estas repre-

sentaciones, pues los términos de mayor ex-tensión situados en las comarcas langosterasestán en las clases más altas de superficie yde años de tratamiento, mientras otros conti-guos y mucho menores ocupan las másbajas.

El 50 % de la superficie media tratada enel decenio se alcanza con sólo 6 términos enBadajoz (Cabeza del Buey, Campanario,Fuente de Cantos, Usagre, La Coronada yCastuera) y el 75 % con 18 términos. EnCáceres el 50 % se sobrepasa con Cáceres yTrujillo y el 75 % añadiendo Brozas y Al-cántara (Cuadro 5).

Tratamiento aéreo

El tratamiento aéreo lo ejecuta la Admi-nistración, habiendo empleado en todoslos años del decenio el insecticida órgano-fosforado malatión, en formulación de ul-trabajo volumen, a una dosis de 0,75 1/hay en aplicación a toda la superficie o enbandas.

Fig. 2.-Tratamiento terrestre de langosta en Extremadura: Superficie media tratada por cada término municipalen el decenio 1983 a 1992.

1 -4

5 -7

10 - 10

Fig. 3.-Tratamiento terreste de langosta en Extremadura: N.° de años en los que se trató en cada término municipaldurante el decenio 1983 a 1992.

La superficie media anual tratada en Ex-tremadura durante el decenio fue de 42.200has en 27 términos municipales (Cuadro 4 yFig. 4); de ellas el 58% corresponden a Ba-

dajoz. Esta superficie es 5,5 veces superiora la del tratamiento terrestre (Cuadros 4 y3) y representa el 85 % de la suma deambas.

Cuadro 4.-Tratamiento aéreo de langosta en los años 1983 a 1992.N.° de términos municipales (TM), hectáreas (has) y fechas de tratamiento

Escala 1: 1.600.000

Fig. 5.-Tratamiento aéreo de langosta en Extremadura: Superficie media tratada por cada término municipalen el decenio 1983 a 1992.

Fig. 6.-Tratamiento aéreo de langosta en Extremadura: N.° de años en los que se trató en cada término municipaldurante el decenio 1983 a 1992.

De nuevo 1.983 es el año con mayor su-perficie tratada, 83.610 has, aunque sólo re-presenta el 20 % del total del decenio; le si-guen 1992, sobre todo por la superficie deBadajoz, y 1.989, principalmente por la deCáceres. En el extremo opuesto se sitúan losaños 1984 a 1987, que oscilan entre la cuar-ta y la tercera parte de la superficie de 1983.

El tratamiento aéreo tuvo lugar en Bada-joz, por término medio, en los 29 días quetranscurren entre el 3 de junio y el 1 de julio(Cuadro 4); sin embargo el 50 % de la su-perficie se trató en sólo 12 días (14 de junio)y el 80 % en 19 días (21 de junio).

El tratamiento aéreo en Cáceres fue mástardío y más rápido, ejecutándose, comomedia, en los 9 días comprendidos entre el16 y el 24 de junio, con el 50 % en 4 días (19de junio) y el 80 % en 6 días (21 de junio).

De todo el decenio el año 1992 fue aquélen que el tratamiento se inició (16 y 25 demayo en Badajoz y Cáceres respectivamen-te) y terminó (10 y 6 de junio) en fecha mástemprana; el año de inicio más tardío fue1985 en Badajoz (17 de junio) y 1988 en Cá-ceres (11 de julio; mes de junio muy lluvio-so), y el final más tardío tuvo lugar en ambasprovincias en el mismo año 1988 (20 y 26 dejulio) por la razón apuntada de las lluvias.

Los términos municipales donde se ha tra-tado aéreamente al menos un año son 63 ( el17 % de los extremeños), de los que 45 per-tenecen a Badajoz (28 %) y 17 a Cáceres(8 %) (Fig. 6 y Cuadro 5).

En la provincia de Badajoz los 3 primerostérminos en superficie media anual tratadason Cabeza del Buey, Castuera y Campana-rio, pertenecientes a la Comarca de «La Se-rena», que representan el 51 % de la superfi-cie media total (Fig. 5 y Cuadro 5). Si setoman los 9 términos con más de 700 hastratadas suman el 75 % de la superficie, yademás de los anteriores aparecen Esparra-gosa de Lares y La Coronada, también de«La Serena», y los 4 restantes correspondena la segunda comarca en importancia lan-gostera de Badajoz: Ribera del Fresno,Fuente de Cantos, Usagre e Higuera de Lle-rena. Para llegar al 90 % de la superficie

hay que reunir los 19 términos con más de300 has tratadas.

La superficie media anual tratada duranteel decenio en los términos municipales de«La Serena» asciende a 15.200 has, que re-presentan el 62 % de la de Badajoz, y el36 % de la extremeña.

En la provincia de Cáceres, la superficiemedia tratada en el término de la capital re-presenta ya un 60 % de la total; si se sumaTrujillo asciende a un 74 % y con Brozas aun 80 %; estos términos son cabeceras delas 3 principales comarcas langosteras cace-reñas (Fig. 4 y Cuadro 5). Añadiendo la su-perficie de Talaván, La Cumbre e Ibaher-nando se llega al 90 %.

En cuanto al número de años en que ha sidonecesario tratar, los 3 términos centrales de«La Serena», (Cabeza del Buey, Castuera, yCampanario), son los únicos donde ha debidohacerse en los 10 años (Fig. 4 y Cuadro 5);con 9 años están La Coronada y Ribera delFresno, ambos también de Badajoz, y con 8años Fuente de Cantos en Badajoz y Cáceres,Trujillo y La Cumbre en Cáceres. Con 5 o másaños de tratamiento en el decenio hay 20 tér-minos municipales en Badajoz y 7 en Cáceres.

MEJORAS TÉCNICAS RECIENTES

Mecanización del tratamiento terrestre

La aplicación del insecticida por los pro-pietarios debiera realizarse mediante un es-polvoreador. Dado que los tratamientosdeben aplicarse lo antes posible desde el ini-cio de los avivamientos y éstos se producenen rodales discontinuos y escalonadamente alo largo de 3-4 semanas, los espolvoreadoresmejor adaptados son los manejados por unapersona, la cual recorre periódicamente laszonas de puesta y aplica el insecticida estric-tamente sobre los jabardos o manchones delarvas en los primeros estados de desarrollo.

Con objeto de facilitar el tratamiento, laAdministración Central y la Autonómicapusieron gratuitamente a diposición de losganaderos, a través de las Cámaras Agra-

Cuadro 5.-Superficie media anual, por término municipal, en tratamiento aéreo y terrestre duranteel decenio 1983-1992 y número de años con tratamiento (N)

Término municipal

Provincia de Badajoz23 - Cabeza del Buey36 - Castuera28 - Campanario

113 - Ribera del Fresno48 - Esparragosa de Lares52 - Fuente de Cantos

136- Usagre39 - La Coronada65 - Higuera de Llerena6 - Alburquerque

54 - Fuente del Maestre73 - Llera

139 - Valencia de las Torres161 - Zarza Capilla74 - Llerena76 - Maguilla

127 - Talarrubias102-Puebla de Alcocer75 - Magacela

150 - Villagarcía de la Torre106-Puebla del Prior29 - Campillo de Llerena

144 - Valverde de Llerena69 - Hornachos

153 - Villanueva de la Serena124- Segura de León100-Pañalsordo14 - Azuaga94 - Oliva de Mérida85 - Monesterio20 - Bienvenida27 - Calzadilla de los Barros86 - Montemolín68 - Hinojosa del Valle

112-Retamal110- Reina

3 - Ahillones49 - Feria91 - Naval villar de Pela19 - Berlanga34 - Casas de Reina51 - Fuenlabrada de los Montes81 - Medina de las Torres96 - Orellana de la Sierra98 - Paloma

TotalProvincia de Cáceres37 - Cáceres

195 - Trujillo32 - Brozas

178 - Talavan69 - La Cumbre

102-Ibahernando98 - Hinojal

8 - Alcántara170-Santiago del C.49 - Casar de C.

165 - Santa Ana186-Torrecillas de la T.192-Torremocha194 - Torrequemada193-Torreorgaz177-Sierra de F.198 - ValdefuentesTotal

N = N.° de años con tratamiento aéreo (0-10).I = Has tratamiento aéreo / has tratamiento terrestre.PE = Peón especializado.A = Almacén de insecticida.D = Distancia (km) al almacén de insecticida más próximo.

rias, espolvoreadores manuales, con pocoéxito, como se ha visto al analizar la dismi-nución de las superficies tratadas. Uno delos factores de este fracaso ha sido la pro-gresiva escasez y carestía de la mano deobra en estas explotaciones ganaderas ex-tensivas, de baja rentabilidad.

Con objeto de mejorar la situación, lasAdministraciones Central y Autonómica sehan planteado la mecanización del trata-miento terrestre, ejecutando en los años1990 y 1992 pequeñas campañas experi-mentales, en las que se compararon tres mo-delos de pulverizadores de bajo y ultrabajovolumen, montados sobre equipo móvil, delos que han dado resultados aceptables elatomizador de disco rotatorio y sobre todoel atomizador de malla rotatoria.

No obstante, estos pulverizadores tienencomo limitaciones su bajo rendimiento, quese acentúa si tienen que ser utilizados en ro-dales pequeños al inicio de los avivamientos,cuando las larvas están muy concentradasdurante sus primeros estados de desarrollo.

Eficacia de los inhibidores de quitina

El malatión reúne las ventajas de su rapi-dez de acción, persistencia corta y baja toxi-cidad para el hombre y el ganado, para lafauna terrestre, incluidas las aves, y la faunaacuícola; sus inconvenientes principales sonsu escasa selectividad para la entomofaunay su toxicidad para las abejas; el fenitrotiónes más tóxico para las aves (TAMMS Con-sultants, Inc. and Consortium for Internatio-nal Crop. Protection, 1989. y USDA 1987).

En la búsqueda de materias activas queobvien estos inconvenientes, el Servicio deProtección de los Vegetales de la Junta deExtremadura ha ensayado algunas pertene-cientes a grupos químicos más recientes,como los piretroides y los inhibidores de lasíntesis de la quitina (GARCÍA CONCELLÓN

et al, 1987, 1988 y 1991, ALVEZ GÓMEZ etal, 1989, SÁNCHEZ GARCÍA et al, 1993).

De los piretroides ensayados, sólo la del-tametrina puede en principio aceptarse, pues

la cipermetrina no ha tenido eficacia sufi-ciente a la dosis actualmente registrada paralangosta. Sin embargo, este grupo químicono mejora los inconvenientes del malatión,pues aunque tiene menor toxicidad para lasabejas mantiene el inconveniente de su granespectro de acción sobre la entomofauna yuna mayor toxicidad para la fauna acuícola.

Los inhibidores de la síntesis de la quitina tie-nen un menor espectro de acción sobre familiasy géneros de insectos, son de baja toxicidadpara el hombre, el ganado y la fauna terrestre yacuícola, así como para las abejas y presentan laventaja de su mayor persistencia, que puede seraprovechada en el avivamiento escalonado delas larvas. Su acción se manifiesta principal-mente en el momento de la muda, por lo que estanto más lenta cuanto más tarda ésta en produ-cirse, a medida que aumenta la edad larvaria.

Los tres inhibidores de quitina ensayadoshan mostrado esta lentitud de acción, pero amedio plazo han tenido una eficacia aceptable,por lo que deben emplearse en el inicio de losavivamientos y primeros estados de desarro-llo, siendo desaconsejables sobre los adultos,pues entonces se necesita una acción rápidapara evitar sus desplazamientos en vuelo.

Estados de desarrollo de la langosta en 1.992

Como ya se dijo, los peones contratadospor el Servicio de Protección de los Vegeta-les recorren las fincas asignadas y reflejan enun parte diario la extensión de los focos delangosta encontrados en cada una de ellas.

En las dos últimas campañas (1991 y 1992)este parte ha sido perfeccionado para incluiren cada finca visitada los estados de desarrollode la langosta y su respectiva abundancia deuna forma práctica y fácilmente comprensible.

Los estados de desarrollo consideradosson los siguientes:

- Larvas pequeñas (sin alas, mosquitos ymoscas, L, + L2+ L3).

- Larvas medianas (inicio de alas, salto-nes, ninfa 1.a, L4).

- Larvas grandes (media ala, saltones,ninfa 2.a, L5).

- Adultos (ala entera, no apareados, vola-doras).

- Adultos «montados» (apareados).- Hembras «pinchadas» (ovipositan-

do).A cada uno de los estados de desarrollo

encontrados se les acompaña de una (x),

dos (xx) o tres (xxx) cruces según su abun-dancia.

Sumando estas cruces de abundancia enlos partes semanales, se obtienen las si-guientes curvas de evolución, durante 1.992,en las comarcas de «La Serena» y Cáceres -Trujillo (Cuadros 6 y 7 y Figs. 7 y 11).

Cuadro 6.-Prospecciones semanales de langosta en la comarca de «La Serena» (Badajoz) durante 1992

Cuadro 7.-Prospecciones semanales de langosta en la comarca de Cáceres-Trujillo durante 1992

LA SERENA

CACERES-TRUJILLO

LARVAS PEQUEÑAS

ADULTOS SIN APAR.

LARVAS MEDIANAS

ADULTOS APAREADOS

LARVAS GRANDES

HEMBRAS OVIPOST.

Fig. 7.-Desarrollo biológico de la langosta en «La Serena» (Badajoz) y Cáceres-Trujillo durante 1992.

Fig. 9.-Pareja de Dociostaurus maroccanus Thunb. (Foto A. Arias).

Los primeros estados larvarios (L^ a L3)están presentes en ambas comarcas desde elinicio de la prospección, a mediados demarzo, y se prolongan hasta mitad de mayo.Hacia mediados de abril se produce un fuer-te incremento de los avivamientos en «LaSerena», que se refleja en la subida del por-centaje de fincas donde se halla langosta;este incremento es coincidente en Cáceres-Trujillo, pero tiene menor intensidad y seprolonga hasta final de abril.

El primer estado ninfal (L4) aparece en«La Serena» desde comienzos de abril, llegaal máximo a finales del mes y desaparecehacia el 25 de mayo. En Cáceres-Trujillo nose observa hasta mitad de abril, tiene el má-ximo una semana más tarde que en «La Se-rena» y finaliza a la vez que en ella.

Las segundas ninfas (L5) aparecen en «LaSerena» en los últimos días de abril y unasemana más tarde en Cáceres-Trujillo, al-canzan el máximo 7-10 días más tarde y de-saparecen en los primeros días de junio.

Los adultos aparecen en «La Serena» enlos primeros días de mayo, a los pocos díasinician el apareamiento y sobre el 10 demayo las hembras comienzan la puesta.Estos tres momentos sufren un retraso queno parece llegar a una semana en Cáceres-Trujillo. La presencia de adultos apareados yde hembras en oviposición se prolonga hastael final de las observaciones, hacia el 10 dejulio.

Los datos de «La Serena», más uniformes,permiten esquematizar así el ciclo biológicode la langosta en 1992:

Estados de desarrollo

Larvas L1-L2-L3

Ninfas Ia, L4

Ninfas 2a. L5

Adultos

Adultos apareados

Hembrasovipositando

Si el inicio de la puesta se elige comocriterio para concluir la lucha, con objetode evitar al máximo la recuperación de lapoblación de langosta al año siguiente, la

campaña aérea debiera haberse terminadoen «La Serena» hacia el 15 de mayo y enCáceres-Trujillo hacia el 20 de mayo.

Fig. 10.—a) Cordones de «saltones» de langosta marroquí. (Foto A. Añas),b) Atravesando una carretera de «La Serena». (Foto. A. Arias).

Fig. 11.-Densidad semanal de langosta durante 1992, en «La Serena» (Badajoz) y Cáceres-Trujillo (Cáceres).

No obstante, como el período de puesta eslargo, ya que abarca entre uno y dos meses,hasta entrado julio, los tratamientos podríanprolongarse durante la fase inicial de la pues-ta, siempre que ésta comenzase débilmente.

Para esclarecer esto último es imprescin-dible un estudio cuantitativo de la puesta, alo largo del tiempo, para el conjunto de lapoblación de langosta, en distintas fincas re-presentativas de cada comarca.

Por otra parte, con objeto de fijar un plazopara que los propietarios cumplan con suobligación de luchar contra la langosta, laOrden de la Consejería de Agricultura y Co-mercio la establece en el 15 de mayo, por loque es a partir de esta fecha cuando se iniciala intervención de la Administración.

Densidad, población y peso de langostaen 1992

En el mismo parte diario de los PE se esti-ma la superficie (has) ocupada por la lan-

gosta en cada finca, según los siguientes tra-mos de densidad:

NulaPoca (menos de 2 langostas adultas por m2)Media (entre 3 y 5 langostas adultas por m2)Mucha (más de 5 langotas adultas por m2)

Estas densidades se han fijado para el es-tado adulto según la experiencia acumula-da en nuestra Región y teniendo en cuentalos escasos datos de los trabajos publica-dos; por ello están abiertas a posibles cam-bios.

En cuanto a las densidades de los sucesi-vos estados larvarios, no han sido determi-nadas y se dejan al buen criterio de los capa-taces, pero deben ser sin duda más altas quepara los adultos, aunque sólo sea por lo con-centrada que se realiza la puesta y el mayorespacio físico que ocupan las larvas al cre-cer, incluso si permanecen agrupadas.

Teniendo en cuenta estas observaciones yagrupando las fincas de los partes de los ca-pataces por semanas, en las comarcas de «La

Serena» y Cáceres-Trujillo, se obtiene la evo-lución de la densidad de langosta que se re-fleja en los Cuadros 6 y 7 y en la figura 11.

Aunque el avivamiento de la langosta seincia a mediados de marzo, su dispersiónen el primer mes es muy lenta, como se re-fleja en el alto porcentaje de superficie de-socupada, un 93 %. Sin embargo, en «LaSerena», en los 18 días que van del 13 al30 de abril la dispersión es acelerada, pa-sándose de un 7 a un 46 % de superficieocupada; este mismo fenómeno es paraleloen Cáceres-Trujillo, aunque parece nohaber sido bien reflejado en los partes deobservaciones.

Quizá más que de dispersión lenta en elprimer mes (mitad de marzo a mitad deabril), cabría hablar de nacimientos escasos,en poca superficie y sobre todo en pocasfincas, seguidos por una explosión concen-trada de los nacimientos a mediados deabril en «La Serena», (SÁNCHEZ GARCÍA,M. et al, datos no publicados), lo que seconfirma por el crecimiento espectacular defincas con langosta, que en una semana(6-12 a 13-19 de abril) pasan del 35,6 al78,0 %.

La dispersión y el reparto de la superficieen densidades baja, media y alta parecetocar techo en «La Serena» a mitad demayo.

Teniendo en cuenta las reflexiones ante-riores, con los plaguicidas empleados nor-

malmente, malatión y fenitrotión, de cortapersistencia, la lucha en 1992 debería ha-berse concentrado en el corto espacio queva del 10 de abril al 15 de mayo. Desde elinicio de los avivamientos al 10 de abrilsólo se podrían haber combatido a pie losescasos rodales con nacimientos; entre el10 y el 30 de abril (3 semanas) deberían ha-berse realizado intensamente los tratamien-tos terrestres con maquinaria individual alprincipio y luego transportada, y entre el 1y el 15 de mayo (2 semanas), preponderan-temente los terrestres mecanizados segui-dos por los aéreos.

Durante 1992 se prospectaron en Extre-madura 1.158 fincas, con una extensióntotal de 372.873 has, habiéndose realizado2,61 visitas por finca (Cuadro 8).

En la última visita antes del tratamientoaéreo, realizada en la primera quincena demayo, la langosta ocupaba 113.600 has(31 % de las prospectadas - Cuadro 9), delas que 46.800 (13 %) tenían una densidadbaja, 34.000 (9 %) densidad media y32.800 (9 %) alta. El mayor porcentaje desuperficie atacada correspondió a «La Se-rena» (Badajoz), con un 42 % de la pros-pectada.

Con las cifras del Cuadro 9 se puedehacer una estimación del número de langos-tas en Extremadura durante 1992, para loque se fijan las siguientes densidades me-dias en cada tramo:

Densidad bajaDensidad mediaDensidad alta

(< 3 lang/m2) = 1 lang./m2

(3-5 lang/m2) = 4 lang./m2

(>5 lang/m2) = 7 lang./m2

= 104 lang/ha.= 4 x 104 lang/ha.= 7 x 104 lang/ha.

Cuadro 8.-Resumen de la prospección de langosta en 1992

Cuadro 9.-Densidad de la población adulta de langosta a mediados de mayo de 1992

Comarca/provincia

Densidad de adultos de langosta por m2

<3 3-5 >5

El cálculo de la estimación arroja las si-guientes langostas:

Total

Densidad baja:Densidad media:Densidad alta:

46,8 x 103 has x l O4 lang./ha34,0 x 103 has x 4 x 104 lang./ha32,8 x 103 has x 7 x 104 lang./ha

Total

Por tanto, se puede estimar que la pobla-ción extremeña de langostas durante 1992fue de 4,22 miles de millones, con una den-sidad media de 37.000 langostas por ha in-vadida.

Con un peso medio por adulto, en la po-blación de machos y hembras, de 0,666 gr.(PEÑA, 1941), el peso total de las langostascriadas, a disposición de las aves insectívo-ras cuando están vivas e incluso de las ovejascuando están muertas, es de unos 2,8 millo-nes de kg. Dividiendo este peso por las113,6 miles de has con langosta, resulta unamedia de 24,7 kg de langostas por ha.

Esta elevada cifra parece indicar que unahectárea de pastos naturales en primavera escapaz de criar un mayor peso de langostamarroquí, en su «habitat» extremeño, que deovejas. De las observaciones realizadas ylos comentarios escuchados parece deducir-se que debe tenerse en cuenta este recursocomo dieta alimenticia de la oveja. Es ob-servación común que a los pocos días derealizado el tratamiento terrestre han desa-parecido los cadáveres de langostas, devora-dos en su mayoría por las ovejas.

Según análisis realizados en el LaboratorioAgrario de Extremadura (DÍAZ GARRIDO,

1990), las langostas adultas tienen un 70,2 % dehumedad y sobre la restante sustancia seca un11,2 % de fibra, un 4,5 % de grasa y un 79,9 %de proteína bruta, alcanzando la proteína digeri-ble el 60,3 %. Cada 100 kg de langosta contie-nen 122,4 unidades alimenticias.

Con los datos anteriores la langosta su-pondría un suplemento alimenticio medio de5,9 kg de proteína bruta, 4,4 kg de proteínadigestible y 30,2 unidades alimenticias demedia por hectárea en las 113,6 miles de haocupadas por la langosta en 1992.

Eficacia de los tratamientos aéreos en 1.992

Como ya se ha indicado, en la semanaprevia al inicio de los tratamientos aéreos sevisitaron aquellas partes de fincas que, porlas diversas circunstancias concurrentes, ve-nían presentando una mayor densidad delangosta. Estas superficies se delimitaron, secalculó su extensión (Cuadro 4) y se evaluóla densidad de langosta en cada una.

En los días posteriores al tratamiento decada finca (2-5 días), el capataz correspon-diente volvió a evaluar la densidad de lan-gosta que había sobrevivido, así como elimpacto sobre los principales grupos de laentomofauna terrestre.

Las densidades medias ponderadas de lan-gosta para cada provincia y para Extrema-dura, así como la eficacia ABBOTT del tra-tamiento aéreo son las siguientes:

Comarca/Provincia

Langostas por m2 Eficaciaen las superficies con ABBOTT

tratamiento aéreo (%)

Queda así reflejada la alta eficacia de laaplicación aérea del malatión en ultrabajo vo-lumen a 0,75 1/ha, no obstante lo cual siemprequeda una población residual viva de langostaa disposición de las aves insectívoras, que norepresenta peligro de «densación» (PASQUIER,1950) y por tanto de gregarización, pese a quereproduce la especie para el año siguiente.

ASPECTOS ECONÓMICOS

Estimación de las pérdidas en 1992

Para estimar las pérdidas que causa la lan-gosta se aportarán datos sobre la duración y

el peso de cada estado de desarrollo, la can-tidad diaria de pasto consumido en relacióna su peso y el valor de dicho pasto.

Aunque hay diferencias entre los autoresen la duración del conjunto de los estadoslarvarios (JANONE, 45 días; LA BAUME, 45días, MELIS, 27-47 días; BEN HALIMA, 27-28 días - Cuadro 10), sólo BEN HALIMA dauna duración netamente más corta. En cuan-to al estado adulto sólo se ha encontrado eldato de JANONE (40-45 días), pues el deBEN HALIMA sólo se refiere a la duraciónmáxima.

En nuestras condiciones de 1992 (Cua-dros 6 y 7) se pueden tomar como cifras me-dias las siguientes:

Estados larvarios 5/4 a 20/5 (45 días)Estado adulto 15/5 a 30/6 (45 días)

En consecuencia, se van a aceptar lasduraciones encontradas por JANONE paracada una de las edades larvarias y deladulto.

Respecto al peso, aunque con diferen-cias, de nuevo encontramos concordanciasentre los autores para la finalidad que nosproponemos; en este caso se aceptarán lascifras aportadas por PEÑA para España(Cuadro 10).

En cuanto a las cantidades de pasto con-sumidas por cada estado de desarrollo, enDociostaurus maroccanus sólo se ha en-contrado la cita de DELASSUS y PASQUIER,1929, (contenida en el trabajo de BEN HA-LIMA, 1982), donde para Argelia sostienen

Cuadro lO.-Duración y peso de los distintos estados de desarrollo de Dociostaurus maroccanus Thunb.

que «las pérdidas de cosecha serían debidassobre todo a los estados jóvenes y la canti-dad de materia que ellos ingieren en un solodía podría alcanzar varias veces su peso,pero los adultos serían menos voraces».

En Schistocerca gregaria Forsk. (CENTREFOR OVERSEAS PEST RESEARCH, 1982), «laslarvas comen alrededor de su propio peso devegetación fresca cada día y los adultos in-maduros en emigración necesitan comer almenos su propio peso de vegetación frescacada día y posiblemente hasta tres veces.Cuando los adultos maduran, su consumo dealimento declina, pero en menor cuantía enlas hembras que en los machos».

Mediante cría en laboratorio de Locustamigratoria, LEBEDEN (citado por B. P. UVA-ROV, 1928) da la cantidad de 267,39 gr dealimentos consumidos por cada ejemplar alo largo de su vida.

Con los datos anteriores y asumiendo, deforma conservadora, que Dociostaurus ma-roccanus consume por día solamente supropio peso en pasto, calculamos así lo in-gerido a lo largo de su vida:

Fig. 12.—Pulverizador de malla rotatoria. (Foto A. A

Junta de Extremadura consultados estimansu precio entre 6 y 8 ptas./kg de pasto frescoen abril-mayo, precio que aumenta al dese-carse en mayo-junio, precisamente cuandotiene lugar la alimentación de los adultos de

Estados dedesarrollo

Duración Peso medio Peso total depasto ingerido

En resumen, una langosta consume parasu total desarrollo 33,155 gr de pasto, de losque el 90 % corresponden al estado adulto.

Si multiplicamos esta cifra por la densi-dad media de langosta por ha que se obtuvoanteriormente (37.000), resultan 1.227 kg depasto consumido por ha, y en las 113,6miles de ha con langosta, 139,4 miles de to-neladas de pasto consumido en 1.992.

Es difícil calcular el valor del pasto natu-ral, ya que no se henifica y por tanto no esobjeto de venta. Realizando aproximacionesindirectas, algunos investigadores de la

la langosta (L. OLEA y J. PAREDES, comuni-cación personal).

Si se acepta la cantidad inferior de 6ptas./kg (para continuar siendo conservado-res), se llega a estimar las pérdidas produci-das por la langosta en los pastos extreme-ños, durante 1992, en 836 millones de ptas.

Coste de las campañas de 1992

Se van a calcular únicamente los gastosrealizados por las Administraciones Central

y Autonómica en 1992; no se incluyen losgastos de la aplicación terrestre, por cuentade los propietarios.

Los precios unitarios del concurso nacio-nal, convocado y resuelto por la DirecciónGeneral de Sanidad de la Producción Agra-ria, del MAPA, fueron los siguientes:

Fenitrotión 5% espolvoreo 185ptas./kgMalatiónULV 1.275 ptas./lAplicación aérea 595 ptas./ha

El coste por ha del insecticida para el tra-tamiento terrestre fue de 185 ptas./kg x 20kg/ha = 3.700 ptas./ha y el coste de las hastratadas en Extremadura (Cuadro 3) de3.700 ptas./ha x 6.315 ha = 23,4 millonesde ptas.

los años 50, al resolver temporalmente elproblema con las mejoras en la técnica deaplicación y en la eficacia de los insecticidas,se redujo notablemente la investigación y laexperimentación sobre ella, tanto en Españacomo en los restantes países de su «habitat».

La pieza básica en el ordenamiento jurídi-co español de tan importante plaga continúasiendo la vieja Ley de Plagas de Campo, de1908, cuyo espíritu al declararla calamidadpública y definir las competencias de los par-ticulares y del Estado, siguen vigentes. Noobstante ha sido puesta técnicamente al díamediante disposiciones de variado rango,tanto por la Administración Central como porla Junta de Extremadura desde que recibió eltraspaso parcial de esta competencia en 1983.

Malatión ULV: 1.275 ptas./l x 0,75 1/ha x 61.734 hasAplicación aérea: 595 ptas./ha x 61.734 hasPersonal contratado:

Total

En la campaña aérea, además de los gas-tos en insecticida y aplicación, correspon-dientes a la Administración Central, se in-cluye el del personal contratado específica-mente por la Administración Autonómicapara la ejecución de la campaña; no se in-cluyen en cambio los gastos proporcionalesdel personal fijo que tiene la responsabili-dad de la dirección.

La campaña aérea ascendió a 120,2 millo-nes de ptas. y por tanto a 1.950 ptas / ha.

Finalmente, la suma de los gastos en trata-miento terrestre y aéreo fue de 145,6 millo-nes de ptas.

CONCLUSIONES

Repasando las publicaciones sobre langos-ta marroquí (Dociostaurus maroccanusThunb) y sus repetidas explosiones a lo largode este siglo en España y notoriamente enExtremadura, se comprueba que a partir de

Es de resaltar que desde 1991 las actuacionesde la Administración contra la langosta enExtremadura deben ser sometidas previa-mente a un estudio de impacto ambiental.

Las bases, aún vigentes, para la organiza-ción de la lucha, se establecieron en 1940, alacabar la Guerra civil. Al frente de cadaprovincia langostera hay un Ingeniero agró-nomo y en función de su extensión se divideen comarcas, bajo la reponsabilidad de unIngeniero técnico agrícola, quien tiene capa-taces que recorren fincas determinadas. EnExtremadura, durante 1992 hubo 4 Ingenie-ros técnicos y 24 capataces.

El propietario o arrendatario es el respon-sable de la lucha y la Administración leayuda poniendo a su disposición, a través deuna red de almacenes (27 en Extremadura),un insecticida, que en el decenio 1983-1992ha sido HCH 25 % en los 3 primeros años yfenitrotión 5 % en los 7 restantes.

La superficie media anual tratada por lospropietarios en Extremadura durante el de-

cenio fue de 7.700 has (el 60 % en Badajoz)en 63 términos municipales; esta superficiedisminuye a sólo 3.000 has anuales si se su-prime el año 1983, en que se trató una gransuperficie tanto por la importancia de la lan-gosta como por la presión sobre los propie-tarios en dicho año.

Los términos con mayores superficies ymayor número de años de tratamiento te-rrestre en el decenio se encuentran situadosen la mitad oriental de Badajoz, destacandoCabeza del Buey, Campanario, La Coronaday Castuera en «La Serena» y fuera de ellaFuente de Cantos y Usagre; entre los 6 re-presentan el 50 % de la superficie tratada.En la provincia de Cáceres destaca la franjacentral del tercio Sur, donde los términos deCáceres y Trujillo suman más del 50 % dela superficie tratada.

El tratamiento aéreo lo realiza posterior-mente la Consejería de Agricultura, sobreaquellas superficies donde la langosta aúntiene una densidad alta y una vez decididaslas medidas correctoras del impacto; se em-plea malatión ULV a 0,75 1/ha, en trata-miento total o en bandas.

La escasa superficie tratada por los pro-pietarios hizo que la Administración tuvieraque intervenir en una superficie 5,5 vecesmayor, siendo la media del decenio en Ex-tremadura de 42.200 has (el 58 % en Bada-joz), pertenecientes a 27 términos munici-pales, destacando los años 1983, 1992 y1989. En Badajoz la superficie tratada en«La Serena» representó el 36 % de la extre-meña y el 62 % de la provincial y en sus 3términos centrales (Cabeza del Buey, Cas-tuera y Campanario) debió tratarse en cadauno de los 10 años y sobre una superficiemedia que ascendió al 51 % de la provin-cial; el 75 % de ella se concentró en 9 tér-minos, 5 de ellos en «La Serena» y los res-tantes en la segunda comarca en importan-cia, la de Ribera del Fresno-Usagre-Fuentede Cantos.

Los tratamientos medios del término deCáceres representaron el 60 % de los pro-vinciales y con Trujillo el 74 %; Brozas fueel tercer término en importancia de Cáceres.

El tratamiento aéreo medio en Badajoz seaplicó entre el 3 de junio y el 1 de julio (29días), alcanzándose el 50 % a los 12 días yel 80 % a los 19. En Cáceres se trató, comomedia, entre el 16 y el 24 de junio (9 días).

En los últimos años del decenio se han ex-perimentado e introducido mejoras técnicasen los tratamientos, como la mecanizaciónde la campaña terrestre en 1990 y 1992, me-diante atomizadores de disco o malla rotato-ria montados sobre equipo móvil.

Entre los insecticidas pertenecientes anuevos grupos químicos se han ensayadocon éxito los inhibidores de la síntesis dequitina, de baja toxicidad y más persistentesque los organofosforados.

En las campañas de 1991 y 1992 se modi-ficaron los partes diarios de la actividad delos capataces para que pudiesen reflejarmejor la evolución biológica de la langostay su dispersión y densidad.

En cuanto a la biología, en «La Serena»los 3 primeros estados larvarios (L,, L2 y L3)estuvieron presentes en 1992 hasta mitad demayo; las ninfas primeras (L4) se desarrolla-ron desde comienzos de abril hasta el 25 demayo, las ninfas segundas (L5) desde finalesde abril hasta primeros de junio; los adultosaparecieron en los primeros días de mayo,iniciaron el apareamiento a los pocos días ysobre el 10 de mayo comenzaron la oviposi-ción las primeras hembras, que se prolongóhasta el final de las observaciones al iniciode julio. En Cáceres-Trujillo se produce unretraso en cada estado de desarrollo de alre-dedor de una semana.

Se propone un estudio cuantitativo de lapuesta a lo largo del tiempo, con objeto depoder fijar una fecha tope de los tratamien-tos aéreos.

En 1992 se prospectaron en Extremadura1.158 fincas con 373.000 hectáreas, de laque a mitad de mayo estaban invadidas porlangosta 113.000 y de ellas 58.000 en «LaSerena» (51 %).

La superficie ocupada en «La Serena» fuesólo un 7 % de la prospectada hasta el 13 deabril, pero el día 30 había pasado a un 46 %y desde entonces volvió a crecer lentamente.

En función de los datos anteriores los tra-tamientos terrestres, seguidos por los aéreos,deberían haberse concentrado fundamental-mente entre el 10 de abril y el 15 de mayoen «La Serena».

La población media estimada fue de37.000 langostas adultas por hectárea, conun peso de 24,7 kg, (productividad superiora la de la oveja), y un consumo de 1.227 kgde pasto, cuyo valor en las hectáreas invadi-das se estima en 836 millones de ptas.

La eficacia de la campaña aérea fue del87 %, algo superior en Cáceres que en Bada-joz, lo que asegura una población residual adisposición de las aves insectívoras y no peli-grosa desde el punto de vista de gregarización.

El coste de la campaña aérea fue de 1.950ptas/ha. y el coste total de lo aportado porlas Administraciones en Extremadura, du-rante 1992, de 145,6 millones de ptas.

AGRADECIMIENTOS

A los capataces de langosta, personas co-nocedoras de la realidad del campo, impres-cindibles para la evaluación de la importan-cia de la langosta cada año, por lo que se citaa cada uno de los que actuaron en Extrema-

dura durante 1992: D. Andrés Arias Calero,D. Valeriano Blanco González, D. Feo. JoséBulnes Cercas (S.P.V. Cáceres), D. PabloCabanillas Carpió, D. Antonio Cáceres Piza-rro, D. Antonio Calderón Valdo, D. ManuelCalvo Mansilla, D. Rafael Domínguez Ca-brera, D. Fco.Javier García Pizarro, D. Se-bastián Huertas Gallardo, D. Celestino Maca-rro Bravo, D. Juan A. Macías Jaén, D. JuanMiguel Martín Núñez, D. Pedro Muñoz Pe-rianes, D. Fernando Ponce Díaz, D. Francis-co Ribera Ginés, D. Feo. Pedro Rebollo Ji-ménez, D. Feo. Romero González (S.P.V.Badajoz), D. Joaquín Salamanca García, D.José M.a Sánchez Chamizo, D. Feo. SánchezRodríguez, D. Ángel Simón Fernández, D.Hipólito Solís Rincón, D. Antonio ToledanoRodríguez y D. Benjamín Vizcaíno Cortés.

Al Dr. D. Eugenio Morales Agacino(emeritus), por poner a nuestra disposiciónsu saber y experiencia en ortópteros y su bi-blioteca particular.

A D. Agustín Pérez Romero y D. Fernan-do Mur Albertos, por la realización informá-tica de las figuras.

A D.a María Isabel Colino Nevado por suayuda en los cálculos y a D.a Mercedes Mar-tínez Sánchez por el tratamiento informáticodel texto.

ABSTRACT

ARIAS, A., C. ALVEZ, F. GARCÍA, D. MARTÍNEZ DE VELASCO, J. OLIVERA, A. PRIETO y R.SANTOS (1993). La lucha contra la langosta marroquí (Dociostaurus maroccanus Thunb.)en Extremadura durante el decenio 1983-1992. Bol. San. Veg. Plagas, 19(3): 425-453.

In this paper introduction the bibliography of this century on the attacks, themethods and the control organisation against the moroccan locust (Dociostaurusmaroccanus Thunb.) in Spain is reviewed.

Next, the actual legislation is shown, and based on it the organisation and the mea-sures used to control the moroccan locust by the landowners and the Administrationsduring the 1983-1992 decade in Extremadura (Spain).

The treated surfaces by terrestrial and aerial means, its distribution by provinces,counties and municipalities, as well as the aerial treatments dates, are given every year.

Finally the latest technical improvements are indicated, as the use of terrestrialsprayers, the trials of chitin inhibitors (IGR) and the improvements in data collectingmethod to show the biological development of the moroccan locust and the classifica-tion of the invaded surfaces on the grounds of its density.

With these data, the biology of the 1992 pest and its spacial and temporary spreadare summed up, its population and damages are stimated and the aerial treataments ef-fectiveness and the total cost of the campaign are calculated.

Key words: Moroccan locust, Dociostaurus maroccanus Thunb., legislation, organisa-tion, control, surfaces, biology, population density, damages, treatments effectiveness, costs.

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(Aceptado para su publicación: 28 febrero 1993)