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Universidad Iberoamericana La litografía en México: construcción del estereotipo mexicano en el siglo XIX a través del ojo extranjero Historia del Arte/ Sexto semestre Primavera 2014 Lorena Farfán Martínez Seminario de Investigación II Profesor: Doctor Luis Manuel Montes Serrano Asesor: Doctor Alberto Soto Cortés Interlocutor: Miriam Zaga Liberman 1

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Universidad Iberoamericana

La litografa en Mxico: construccin del estereotipo mexicano en el siglo XIX a travs del ojo extranjeroHistoria del Arte/ Sexto semestrePrimavera 2014

Lorena Farfn MartnezSeminario de Investigacin IIProfesor: Doctor Luis Manuel Montes SerranoAsesor: Doctor Alberto Soto CortsInterlocutor: Miriam Zaga Liberman

INDICEResumen_________________________________________________________3

Introduccin_______________________________________________________4

Antecedentes de la litografa como vehculo del imaginario social__________7Mxico S. XIX________________________________________________7Los inicios de la litografa en Mxico_____________________________11

La importancia de la tcnica litogrfica en la construccin del tipo mexicano_17

Estandarizacin del tipo nacional (salto al estereotipo)_____________________22

Conclusin_______________________________________________________32

Bibliografa_______________________________________________________35

ResumenEl objetivo de este trabajo ser el de analizar la construccin de la identidad mexicana en el siglo XIX a manos del introductor de la litografa: el idealista, revolucionario y artista italiano Claudio Linati, que fungi como base para la conformacin del vehculo del imaginario nacional en las primeras dcadas del Mxico independiente.

AbstractThe purpose of this study is to analyze the construction of mexican identity in the nineteenth century by the introducer of lithography: the idealist, revolutionary and Italian artist Claudio Linati, whose work served as a basis for shaping the vehicle of the national imaginary in the first decades of independent Mexico.

INTRODUCCINExisten en la provincia de Tehuantepec una raza de mujeres cuyo tinte se aproxima a la blancura de las europeas, cubiertas del torso a la cabeza con una tela translucida que permite ver el conjunto de sus formas, la elegancia de los contornos de su talle, generalmente alargado, el brillo de sus ojos negros, las cejas arqueadas que se unen en la frente, todas estas, caractersticas que pueden probar slo el instinto de la mujeres para la coquetera.[footnoteRef:1] Bellas indias () de una pierna bien torneada seran algunas de las frases con las que Claudio Linati concluira la descripcin de las mujeres con las que se encontr en la regin del istmo de Tehuantepec durante su estancia en Mxico a principios del siglo XIX. Esta descripcin, todava ms detallada, y una litografa a color que representaba a la muchacha de Tehuantepec (fig.1) fueron publicadas junto con otras cuarenta y ocho lminas y textos en un libro titulado Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico en el ao de 1828 en Bruselas. Esta obra present por primera vez en Europa la imagen de lo mexicano a travs de estas litografas que no slo representaban a personajes aislados, si no tambin costumbres y prcticas de la poca. [1: Linati, Claudio. Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico. Mxico: Miguel ngel Porra, 1979. Pg. 81 ]

Aproximadamente un siglo y medio despus de la publicacin de esta obra de Linati se vuelve a pensar en el concepto de lo autentico mexicano con el afn de reforzar la identidad de nuestro pas, dando especial importancia a un pblico extranjero turista que visita a Mxico lleno de entusiasmo. Uno de los estudios sobre la conformacin de lo tpico y original mexicano durante el siglo XX lo encontramos en un compendio de ensayos arbitrados por Ricardo Prez Montfort en los que se hace un anlisis de la conformacin de estereotipos y expresiones populares a partir de las producciones culturales como los festejos, las creencias, las imgenes de algunos personajes y ciertas actividades como el baile de los denominados jarabes, el consumo de dulces y aguardiente, entre otros elementos. En dichos ensayos, tres de los escritores se centran en la conformacin de la imagen del estereotipo de los mexicanos a partir de la imagen y las descripciones de la china poblana, la tehuana y el charro. Los casos de la china y la tehuana son interesantes porque buscan contraponer la imagen de la verdadera mujer mexicana frente a aquellas damas aristcratas y sumamente europeizadas de la primera parte del siglo XX. En ambos ensayos se describe a estas dos mujeres como coquetas, de caderas prominentes, buenas para el baile, de pies pequeos, espritu libre y con una sensualidad y exotismo muy marcados. Casi podra parecer que la base de este discurso pudo haber sido tomado de las descripciones hechas por Linati no slo a cerca de la tehuana del XIX sino tambin de la joven obrera (fig.2) o de la muchacha del palenque (fig.3), cuyas descripciones y retratos son los de mujeres coquetas, de caderas prominentes y conscientes de sus encantos que en los ensayos de Prez Montfort se presentan en fotografas del siglo XX. (fig.4 y 5). [footnoteRef:2] [2: Prez, Ricardo. Expresiones populares y estereotipos culturales en Mxico. Siglos XIX y XX. Diez ensayos. Mxico: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropologa Social, 2007. Pg. 9-15 ] Las imgenes de la china poblana y la tehuana que se utilizaron en el cine y la publicidad para mediados del siglo XX, muestran similitudes en complexin, vestimenta (por ejemplo las faldas largas) y rasgos fsicos con las descripciones y representaciones de mujeres de Linati. Ms adelante ya a mitad del siglo XIX veremos representaciones de la china poblana ya con sus vestimentas identitarias.

Fig.3. Claudio Linati, Joven obrera en Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, 1828.Litografa.Fig.2. Claudio Linati, Muchacha del Palenque en Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, 1828. Litografa. Fig.1. Claudio Linati, Muchacha de Tehuantepec en Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, 1828. Litografa.

Fig.5. Tehuanas en Expresiones populares y estereotipos culturales en Mxico. Siglo XIX y XX, 2007.Fig.4. China poblana en Expresiones populares y estereotipos culturales en Mxico. Siglo XIX y XX, 2007.

Tras realizar las comparaciones anteriores es necesario aclarar al lector que stas nos servirn para apoyar la tesis principal de este trabajo, que se centra en explicar la construccin de los estereotipos[footnoteRef:3] mexicanos a travs de la mirada extranjera y afianzados por la tcnica litogrfica que acababa de ser introducida en Mxico[footnoteRef:4]. Utilizando el concepto de alteridad[footnoteRef:5] del doctor lvaro Mrquez Fernndez se analizaran las descripciones hechas por Linati con respecto a lo que vio en los habitantes del Mxico del XIX, haciendo hincapi en la crtica a la hegemona monocultural de la concepcin occidental que se tiene sobre la cultura latinoamericana. Con respecto a esto Mrquez Fernndez propone una forma de abordar la cultura latinoamericana a partir de saberse otro diferente[footnoteRef:6] y que va a resultar en una clave de lectura interesante cuando veamos que varias de las descripciones decimonnicas realizadas por extranjeros como Linati dieron pie a muchas otras obras del mismo siglo que iran re significando los estereotipos mexicanos y que finalmente quedaran traducidos en muchas de las concepciones occidentales y nacionales que se tuvieron en el siglo XX y todava se tienen en el XXI a cerca de los y lo mexicano en el extranjero. [3: Imagen o idea aceptada comnmente por un grupo o sociedad con carcter inmutable. Diccionario de la lengua espaola (22a edicin), Real Academia espaola, 2001. Consultado el 4 de mayo de 2014. Aunque para este trabajo va a ser ms til la definicin del dramaturgo Toms Urtusstegui en donde se habla del estereotipo como algo que queda fijo aunque sea falso, que es lo que vemos a ver a lo largo de la investigacin con ciertos personajes.] [4: Con esto no afirmo que la obra de Trajes civiles del Linati haya sido muy conocida e interpretada directamente por artistas mexicanos del XIX, pues la recepcin de esta obra llegara de manera tarda a Mxico y habra adems otras influencias en el pas que llevaran a la creacin de obras parecidas por litgrafos y editores mexicanos. Ms adelante se abordar este tema.] [5: El descubrimiento del otro desde la perspectiva del yo.] [6: Nuestro encuentro con las palabras de otros discursos, va a requerir, en consecuencia, la presencia de un status de la comunicacin que implica y contiene a los discursos de las palabras de los otros, en una mediacin dialgica que haga posible participar en una gama de praxis comunicativas donde el logos se proyecta y cristaliza, efectivamente, hacia una pluralidad de sentidos de la palabra donde a cada sujeto hablante le sean reconocidos los derechos de pertenencia originaria a su mundo cultural. Fernndez, lvaro B. Mrquez. "Filosofa de la alteridad intercultural en Amrica Latina."Las Torres de Lucca: revista internacional de filosofa poltica (2013): pg. 10.]

Recordemos que ensayos sobre comportamientos y estereotipos nacionales los tenemos en diversas ramas de la literatura o la poltica con autores como Jos Vasconcelos en La raza csmica (1925), Octavio Paz en El laberinto de la soledad (1950) y Samuel Ramos en El perfil del hombre y la cultura en Mxico (1934), pero pocas veces se han hecho estas reflexiones a partir de reas tangibles de la cultura, como las denomina Prez Montfort, que son el cine, las artesanas, las vestimentas y en nuestro caso las representaciones plsticas, por lo que debido a esto considero este anlisis innovador en este rubro.ANTECEDENTES DE LA LITOGRAFA COMO VEHCULO DEL IMAGINARIO SOCIALMxico Siglo XIXEl movimiento de independencia de Mxico en el ao de 1810 fue, caractersticamente, una revolucin popular, de indios, mestizos y castas, desencadenada por un grupo de pensadores revolucionarios de los cuales el cura Miguel Hidalgo y Costilla y los militares Ignacio Mara Allende, Juan Aldama, Mariano Abasolo y Jos Mara Morelos seran los lderes en el campo de batalla. De estos personajes todos eran miembros de familias acomodadas, especializados en algn campo de estudio y contagiados de los ideales revolucionarios e ilustrados de Europa y Estados Unidos. Mientras que el principal objetivo de Hidalgo y sus aliados era el de reinstaurar en el poder al monarca espaol Fernando VII[footnoteRef:7], su ejrcito se guiaba por la pobreza, el hambre y el descontento social que les aquejaba desde hace ya tres siglos[footnoteRef:8]. A esta discordancia de ideales hay que sumar la organizacin centro-perifrica del territorio mexicano durante los tres siglos de virreinato espaol, en el que la ciudad de Mxico haba sido el centro cultural, poltico y social del pas. Esta organizacin traera despus muchos problemas a la consolidacin de la nacin independiente, debido a que tras los levantamientos de 1810 se vio disuelta la dominacin central de la capital as como sus contactos sociales y culturales en el extranjero, dejando al territorio sin una idea clara de cmo conformarse como Estado nacional. [footnoteRef:9] Los gobernantes que vendran a tomar el control tras la independencia de Mxico en 1821se enfrentaran a un pas de intereses divididos, desvinculado de todas las conexiones que antes, siendo Nueva Espaa, hubiera tenido con otros pases extranjeros, as como con insurrecciones en los mbitos polticos y sociales por los problemas econmicos y el descontento social del pas. [footnoteRef:10] [7: En el plan de la revolucin sigui Hidalgo las mismas ideas de los promovedores de la independencia en las juntas de Iturrigaray. Proclamaba a Fernando VII: pretenda sostener sus derechos y defenderlos contra los intentos de los espaoles, que trataban de entregar el pas a los franceses dueos ya de Espaa, los cuales destruiran la religin, profanaran las iglesias y extinguiran el culto catlico. (Alamn, 1989,127 ). Recordemos el lema de Hidalgo: Viva la Amrica! Viva Fernando VII! Viva la religin y mueran los gachupines! ] [8: Alaman Lucas. Estado del pas en 1808. Historia de Mxico, Antologa. Guanajuato: Gobierno del estado de Guanajuato, 1989. Del mismo Eduardo Hsper Prez en su libro El trnsito hacia el estado nacional en Amrica Latina en el siglo XIX : Argentina, Mxico y Colombia dice: Se present una notoria diferencia entre el lder y los seguidores en cuanto a los fines del movimiento. Mientras Hidalgo atacaba al rgimen espaol, quienes lo seguan dirigan la violencia una y otra vez contra las haciendas con tierras en el Bajo y zonas aledaas.] [9: Hsper, Eduardo. El trnsito hacia el estado nacional en Amrica Latina en el siglo XIX : Argentina, Mxico y Colombia. Bogot: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas, Centro de Estudios Sociales-CES ; Grupo TM, 2007. Pg. 69.] [10: Alamn, Lucas, op. cit. supra, nota 5, p. ]

En este ambiente post independentista de principios del siglo XIX uno de los acontecimientos que contribuirn a la bsqueda del ser nacional mexicano se dara a partir de la presencia de artistas viajeros europeos en el pas, quienes huan de una Europa en vas de la industrializacin y de vertiginosas transformaciones econmicas y sociales[footnoteRef:11], ansiosos por descubrir la belleza, tradicin cultural, sin olvidar las altas posibilidades de inversin que nobles y empresarios extranjeros vean en nuestro pas para lo que enviaran a estos primeros exploradores (los artistas viajeros) para hacer una descripcin de los recursos y habitantes de estas nuevas tierras a explotar. Finalmente el exotismo de muchos personajes en Mxico caus especial inters en estos turistas, quienes pensaran en estos mexicanos semi brbaros[footnoteRef:12] en vas de extincin debido a la instauracin de la industria que se aproximara pronto, as como en Europa. [11: Romanda de Cant, Graciela. Los pintores viajeros del siglo XIX en Mxico p. 73.] [12: Ejemplo claro lo tenemos en una cita de Linati cuando explica la razn por la que fund El Iris, revista ilustrada, y que abordaremos ms adelante.]

Los artistas extranjeros introdujeron a su llegada nuevas tcnicas artsticas, nuevas formas de pensamiento y una aproximacin hacia la definicin de lo autentico mexicano a travs de representaciones grficas y descripciones escritas de sus experiencias en sus libros de viajes. El gnero de los libros de viaje sera el iniciador de una corriente literaria de origen europeo denominada costumbrista, que como una rama del romanticismo, buscaba la exaltacin del espiritualismo filosfico, la tendencia al individualismo, la libertad y la consolidacin de los ideales nacionales de las patrias nacientes. [footnoteRef:13] Como principales ejemplos de este tipo de libros tenemos el Ensayo poltico sobre el reino de la Nueva Espaa (1803) de Alejandro de Humboldt, que fue la primera de las descripciones de los paisajes, flora, fauna, personajes y costumbres de la regin todava novohispana; el compendio de cartas publicadas como La vida en Mxico (1839) de Madame Caldern de la Barca, la crnica de la condesa Paula Kollonitz durante el imperio de Maximiliano en 1864; y finalmente un libro de descripciones y grabados titulado Mxico en 1827 bajo la autora de la pintora inglesa casada con el primer encargado de negocios de Gran Bretaa, Madame Ward. [footnoteRef:14] [13: Prez, Esther. Costumbrismo y litografa en Mxico: un nuevo modo de ver. Mxico: Instituto de Investigaciones Estticas. UNAM. 2005. pg. 133] [14: Estas obras despus serviran como base a otras que abordaremos ms adelante en nuestro apartado sobre tipos nacionales. ]

La introduccin del romanticismo en la literatura y las artes realizadas en el pas llevaran a artistas tanto extranjeros como nacionales a insertar en el pensamiento artstico del Mxico decimonnico los conceptos de lo nacional, lo pintoresco y lo popular. El trmino nacionalista, explica Mara Esther Prez Salas, se interpretaba en el siglo XIX como todo aquello propio o natural de alguna nacin; por ende cuando sealamos que la produccin artstica y literaria decimonnica era nacionalista, nos referimos a que los temas abordados se referan a lo propio de nuestro pas. Por su parte, lo popular o lo pintoresco hacen referencia, el primero, a las manifestaciones o representaciones que provienen de las clases bajas, la plebe, constituida por las castas en el siglo XVIII y que durante el XIX continuaron siendo el grupo social de ms bajo estrato; el segundo se refiere a aquellas escenas, personajes u objetos que, dadas sus caractersticas formales o de contenido, fueron considerados suficientemente atractivos para describirlos de manera grfica y literaria. [footnoteRef:15] Ya veremos ms adelante que el hecho de que algn paisaje o un personaje nacional resulten atractivos tanto para miembros de esa nacin como para otros pases resulta til tanto para el afianzamiento del orgullo nacional y del sentimiento de pertenencia para con tus paisanos, as como propaganda para viajeros extranjeros. Debido a esto va a ser necesario que las obras tanto literarias como plsticas se realizaran en mayor nmero para alcanzar una mayor cantidad de pblico. Una de las tcnicas que florecera en Mxico a lo largo de este siglo, importada por los artistas viajeros, y que se adaptara a las necesidades propagandsticas del siglo debido a su fcil manejo y modo de produccin econmico sera la litografa, que se convertira en una de las tcnicas preferidas para la ilustracin de publicaciones que sirvieron de arranque en la valoracin de lo propio desde una perspectiva regional. [15: Ibd., pg. 20-22. Aunque a este respecto es interesante notar tambin posturas nuevas como la de Karen Cordero Reiman en la que se habla del mal uso que se ha dado a este concepto adaptndolo directamente del occidental para nuestra cultura. Leer La invencin del arte popular y la construccin de la cultura visual moderna en Mxico pg. 67-68. ]

A partir de este contexto es posible abordar la entrada de la litografa a Mxico como una de las tcnicas que mejor se acopl a las necesidades de un nuevo gnero que va a surgir a raz del sentimiento romntico y nacionalista en Europa y Amrica: el costumbrismo literario, del cual se desdoblara el subgnero de los tipos mexicanos, que son dos de los temas que se desarrollaran ms adelante.Los inicios de la litografa en MxicoCon el transcurrir del primer cuarto del siglo XIX se dio la abdicacin de Iturbide al trono mexicano y despus la instauracin de un Triunvirato ejecutivo en abril de 1823 conformado por Pedro Celestino Negreta, Mariano Michelena y Miguel Domnguez. Durante este mismo ao se tiene registro de uno de los primeros signos de la entrada de progreso e ilustracin de los pueblos cultos e industriosos a Mxico con la introduccin de las primeras herramientas litogrficas. En varias investigaciones en las que se habla de este tema se enmarca la importancia del 6 de mayo de 1823, como fecha en la que el entonces ministro de relaciones exteriores, Lucas Alamn, gestion el envo de materiales litogrficos a nuestro pas, as como de diversos objetos que ayudaran al progreso del mismo.[footnoteRef:16] La noticia se conoci en el peridico El Aguila Mexicana, del cual se tiene la siguiente cita: [16: Aguilar Ochoa, Arturo. "Los inicios de la litografa en Mxico: el periodo oscuro (1827-1837)."Anales del Instituto de Investigaciones Estticas. Vol. 29. No. 90. 2012. pg. 84]

Don Lucas Alamn (ministro de Relaciones) traa una fundicin de la letra de lo ms hermosa de Pars que facilita mucho la multiplicacin de la imprentas; tambin la litografa, con sus piedras, prensas y tinta.*La litografa es el arte de escribir o grabar un dibujo o estampa sobre la misma piedra blanda de donde se saca por medio de la prensa. Economiza mucho por dos motivos: el primero porque el grabado importa [sic] casi nada y porque se sacan millares de ejemplares sin daar su finura; y el segundo es el enorme importe de las minas de cobre que se ahorran.[footnoteRef:17] [17: dem.]

Dos aos ms tarde, en 1825, cuando Mariano Michelena fuera ministro plenipotenciario de Mxico ante Gran Bretaa se encargara de traer a Mxico a dos extranjeros exiliados de Italia, Claudio Linati y Prevost y Gaspar Franchini. Los trmites para su traslado a Mxico los llevaron a cabo desde Bruselas y en colaboracin con Michelena apoyaron en su traslado el cnsul y agente comercial de Mxico en los Pases Bajos, don Manuel Eduardo Gorostiza y el entonces ministro de Relaciones Exteriores de Mxico, Sebastin Camacho. Linati y Franchini pedan que se les proporcionara transporte para sus obreros, un edificio para establecer su taller y el privilegio de ser considerados introductores de este nuevo ramo de la industria (la litografa), si otro no lo disputaba, a cambio de ensear gratuitamente ese arte y reembolsar al gobierno el costo del transporte de la maquinaria. As mismo, es importante mencionar que sus intereses en Mxico eran polticos, pues tanto Linati como Franchini formaban parte de una organizacin revolucionaria conocida como los carbonarios, que los haba hecho participar en revoluciones liberales en varios pases.[footnoteRef:18] Esto traera despus problemas a Linati estando en Mxico debido a crticas en contra del gobierno.[footnoteRef:19] [18: Santillana, Daniel. Sobre el Iris de Linati y los mexicanos pintados por s mismos. Dossier. La Revolucin mexicana. 2010. pg. 71. ] [19: Para conocer ms acerca de sus crticas, revisar Ibd. pg. 71-73. ]

Instalado en la ciudad en octubre de 1825, despus de muchos percances, entre ellos la muerte de Franchini, Linati recibi sus prensas y finaliz con la instalacin de su taller en enero de 1826. Simultneo a esta fecha se asoci con el artista italiano Florencio Galli y el poeta cubano Jos Mara Heredia para fundar el primer peridico crtico y literario de Mxico titulado El Iris, en el cual se publicaron las primeras litografas hechas en Mxico y publicadas en la presentacin del primer nmero de la revista en febrero de 1826. Linati concibi este proyecto bajo la idea de publicar una revista, con objeto, de civilizar a estos semibrbaros (refirindose a los mexicanos) y para ofrecer distraccin a sus lectores con sus secciones de literatura, msica, teatro, artculos de divulgacin cultural y moda.[footnoteRef:20] La tcnica litogrfica haba hecho grandes progresos en Europa y en principio era utilizada para la publicacin a precios muy moderados de los retratos de ciudadanos ilustres, y otros grabados litogrficos.[footnoteRef:21] [20: Pg. 68 el origen de la litografa en Mxico] [21: Tomado de una cita del peridico El guila mexicana, Mxico, Imprenta de Mariano Ontiveros, lunes 26 de enero de 1826, p.1. en artculo de Arturo Aguilar. op. cit. supra, nota 10, p. 69.]

Tras la suspensin de la revista Iris en agosto de 1826, se forz a Linati a salir de Mxico para enero de 1827 debido a varias crticas en contra de la poltica mexicana. Tras su partida Linati dej en el pas sus prensas litogrficas as como a dos de sus principales discpulos: Ignacio Serrano y Jos Gracida. De regreso a Europa desembarco en Bruselas, en donde se estableci como autor de artculos y litgrafo. Fue durante este tiempo que public su obra de 48 litografas titulada Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, editado con ilustraciones a color en 1828 (fig.6).Fig. 6. Portada de libro Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico de Claudio Linati.

En un artculo dedicado a los inicios de la litografa en Mxico, el historiador Arturo Aguilar Ochoa analiza una poca en la produccin litogrfica, prxima a la partida de Linati, entre los aos 1828 y 1837, que ha sido ignorada por los investigadores por tratarse de un periodo en que la actividad se estanc acadmicamente por la situacin difcil que atravesaba el pas[footnoteRef:22]. Es importante mencionar esta breve coyuntura porque explica la razn por la cual hubo una mayor cantidad de producciones litogrficas de artistas extranjeros que de mexicanos en el pas o que los trabajos ms destacados hayan sido de artistas viajeros, pues la academia no poda subsidiar obras en este momento, mientras que los extranjeros establecieron mltiples talleres de litografa que afianzaron la tcnica en el pas. Tambin es importante recordar que la introduccin de la litografa no vendra en su totalidad de Linati, ya que Lucas Alamn se haba encargado de traer materiales y expertos antes de la llegada del italiano a los puertos de Veracruz, lo que hizo posible que haya habido otros expertos en el manejo de la prensa litogrfica, as como la existencia de algunos talleres de artistas extranjeros.[footnoteRef:23] [22: Haba mltiples problemas econmicos debido al decrecimiento de la produccin agrcola y minera que ocuparon a Mxico en otros asuntos que descuidaron la produccin artstica acadmica, el nico rgano artstico del gobierno. Para mayor informacin al respecto consultar Los Inicios de la litografa en Mxico: el periodo oscuro (1827-37) pg.68-78.] [23: Para mayor informacin a este respecto consultar Ibd.p.85.]

Otro punto que es importante mencionar es que ya a partir de estos aos se vio a la litografa como un medio de produccin de imgenes mucho ms econmico porque el grabado importa casi nada, es decir, el dibujo es mucho ms fcil de realizar sobre las piedras que sobre las lminas de cobre, adems de que se sacan millares (de reproducciones) sin daar su finura, pues con la piedra litogrfica no se pierde la calidad de la imagen, tan rpidamente como en los grabados en cobre.[footnoteRef:24] [24: Ibd. p. 84.]

Regresandoa los acontecimientos que siguieron a la expulsin de Linati de Mxico, se tiene registro que sus materiales y prensa litogrfica seran almacenados en la Secretara de Relaciones Exteriores en 1826, como pago de algunas deudas que haba dejado pendientes con el gobierno mexicano. Sus dos discpulos no pudieron continuar con el desarrollo de sus conocimientos debido a que no pudieron hacer uso de la prensa. Entre los aos 1827 y 1829 la prensa se instal en la Academia de San Carlos y sirvi cuando mucho para la publicacin de invitaciones de alguna celebracin importante, partituras de msica, manuales cientficos, mecnicos o militares y alguna que otra ilustracin para catlogos patrocinados por el gobierno. No fue hasta el ao1839 que Jos Mara Tornel, ministro de Guerra, orden al ministro del interior de la Academia, que por disposicin del entonces presidente Anastacio Bustamante se entregara la prensa litogrfica al Colegio Militar para la reimpresin de las obras de Bails y de Vallejo tituladas, Tctica de infantera y Ordenanzas del ejrcito, pues dicho Colegio no cuenta con los fondos necesarios para comprar estas obras que son tan precisas para continuar sus tareas.[footnoteRef:25] Antes de este acontecimiento varios artistas extranjeros como Frdric Waldeck, Adriano Fournier o Pedro Robert llegaron a pedir permiso a la Academia para que se les permitiera utilizar la prensa a cambio de la imparticin de clases en la misma, pero su solicitud fue rechazada. El nico que tuvo la oportunidad de hacer uso de la prensa con motivo de la realizacin de un catlogo para el Museo Nacional sera Waldeck, pero adems de eso la litografa como tcnica acadmica en Mxico no fue explotada debido en gran medida a que para esos aos la produccin artstica acadmica se encontraba en decadencia: [25: Ibd. P. 83 ]

Las noticias sobre los avances en la pintura, la escultura, el grabado y la litografa son escasas por no decir nulas, la causa de este fenmeno era la difcil relacin que se estableca entre el cuerpo dirigente de la Academia y el gobierno. Asimismo, esto motiv que no se abrieran plazas para sustituir a los difuntos directores de los diferentes ramos, tan slo quedaba el director de matemticas Manuel Castro. La planta de maestros se completaba con subdirectores: en escultura Pedro Patio, en grabado en lmina Manuel Araoz, en arquitectura Joaqun Heredia y como teniente de pintura Jos Perovian; la litografa estaba encargada a Serrano[footnoteRef:26]. Para agravar la situacin el maestro Pedro Patio Ixtolinque discpulo de Tols muri en 1834 quedando esta rea descuidada[footnoteRef:27] [26: Ignacio Serrano, uno de los discpulos de Linati, sera uno de los productores ms prolficos de litografa despus de la partida de su maestro. ] [27: Ibd. 79]

En su artculo Los inicios de la litografa en Mxico Arturo Ochoa establece tres puntos que debilitaron el florecimiento de las artes y la cultura en general en nuestro pas: el desastre de la economa nacional que debilit el poder adquisitivo de las clases altas o cultas de la sociedad mexicana, nicas que podan apoyar los proyectos de revistas ilustradas; por otro lado la carencia de la figura de un editor que impulsar el arte litogrfico y por ltimo la poca experiencia y preparacin de los dibujantes litogrficos. Ochoa concluye que debido a la poca atencin prestada a la Academia y las artes, el arte litogrfico va a tener un mayor auge en los talleres comerciales instaurados por extranjeros y que ms tarde fundaran tambin artistas y editores mexicanos.[footnoteRef:28] Esta opinin de que la actividad litogrfica fue desarrollada a extramuros de la Academia de San Carlos tambin la comparte Esther Prez Salas en su libro Costumbrismo y litografa en Mxico cuando menciona que si bien algunos de los primeros litgrafos, como Hiplito Salazar, se formaron en el efmero taller de litografa de la Academia, el resto se ejercit en los talleres de los litgrafos extranjeros establecidos en la capital, como los de Rocha, Fournier, Masse y Decaen entre otros, quienes crearon escuelas y de sus instalaciones salieron excelentes exponentes dentro del ramo de la litografa como Joaqun Heredia, Hesiquio Iriarte, Plcido Blanco y Casimiro Castro, ilustradores de diversas obras de carcter costumbrista. [28: El primero de los talleres litogrficos particulares de los que se tiene memoria es, como hemos visto, el de Robert y Fournier, desde 1828. Despus seguramente se separaron y Fournier y alguno de sus familiares llamado Carlos, se asoci con Severo Rocha, de origen mexicano, montando un taller de donde sale publicada en 1835 la novela Etelvina o Historia de la Baronesa de Castle Acre. (Ochoa, 2012, 88)]

Para este anlisis se ha llegado a la conclusin que la liberacin acadmica dio a los artistas litgrafos en Mxico la posibilidad de representar formas que antes no se haban explorado, pues desde siempre al canon acadmico haba restringido las producciones artsticas al ramo de las obras religiosas o retratos de personajes poderosos que si bien sirvieron como base para la adaptacin de nuevas formas[footnoteRef:29] nunca se habra dado tanta popularidad e importancia durante el Mxico virreinal a las representaciones y descripciones escritas de un aguador, una pelea de gallos, un carnicero o una sirvienta indgena de no haber sido porque los artistas extranjeros trajeron los nuevos gneros gestados en Europa y que buscaban la exaltacin de lo nacional, recordando las definiciones antes marcadas, a travs de la representacin de los individuos comunes de cada pas, enmarcando especial importancia en las partes individuales que conforman el todo de Mxico. La litografa no slo apoyara en gran medida a las producciones costumbristas por su tcnica rpida, econmica y de fcil reproduccin, tambin vamos a encontrarla en las publicaciones de peridicos y revistas de la poca aunque no hablaremos a cerca de esto. [29: Este sera el caso de las pinturas de castas que segn Esther Prez Salas y otros investigadores que se irn mencionando, se consideran un antecedente de las obras costumbristas y de tipos que caracterizaran el siglo XIX. Para mayor informacin al respecto consultar captulo titulado Presencia de lo costumbrista en los cuadros de castas y vistas de la ciudad en Costumbrismo y litografa en Mxico: un nuevo modo de ver de Esther Prez Salas.]

La importancia de la tcnica litogrfica en la construccin del tipo mexicanoYa en la descripcin del contexto artstico y social de la poca se habl de la importancia de la introduccin del romanticismo, por los artistas viajeros, como la corriente que trajo el sentimiento nacionalista a Mxico tras los albores de la Independencia. La bsqueda del nacionalismo inund gran parte de las expresiones culturales del pas durante el siglo XIX y favoreci la ilustracin de libros con poemas, novelas y descripciones geogrficas que dieran a conocer a un gran nmero de lectores los paisajes y personajes que conformaban la nueva nacin mexicana. La tcnica litogrfica, desde finales del siglo XVIII principalmente en Francia, fue la ms utilizada para las ilustraciones de los libros, novelas, peridicos y revistas decimonnicas debido a su bajo costo y su calidad de imprenta que permita la representacin ms fiel de los detalles del dibujo original.[footnoteRef:30] [30: Prez, Esther. Costumbrismo y litografa en Mxico: un nuevo modo de ver. Mxico: Instituto de Investigaciones Estticas. UNAM. 2005. pg. 133]

A partir de la descripcin grfica de los escritos literarios y del nacionalismo romntico surgira el gnero costumbrista tanto en la literatura como en la plstica en Mxico y que a nivel nacional se desarrollaran en publicaciones como la Revista cientfica y literaria de Mxico (1862), la Ilustracin Mexicana (1851), El mosaico mexicano (1836) y El museo mexicano (1854) con ilustraciones tanto satricas como costumbristas como las de Escenas del campo (fig.7), Interior del Caf del Progreso (fig.8) o Tras la cruz est el diablo (fig.9); tambin tenemos el libro publicado en uno de los nmeros del peridico Siglo XIX titulado El gallo pitagrico (1845), con escenas tambin de tipo satrico como una bajo la clasificacin de Enamorados titulada Ay!, Ay! Que se resbala Tonchita! (fig.10), cuya imagen lo dice todo. En el caso de las novelas existen los ttulos de El Periquillo sarniento, Noches tristes y La Quijotita de Jos Joaqun Fernndez de Lizardi, entre muchas otras. Fig.7. Annimo, Escenas del campo, Revista cientfica y literaria de Mxico, 1845. Litografa.

Fig.8. Annimo, Interior del caf del Progreso, La Ilustracin mexicana, vol., 1851.Litografa.

Fig.10. Annimo, Ay!, Ay! que se resbala Tonchita!, El Gallo Pitagrico, 1845.Litografa. Fig.9. Hesiquio Iriarte, Tras la cruz esta el diablo, La Ilustracin Mexicana, 1851.Litografa.

Del gnero costumbrista surgira un subgnero denominado de tipos populares cuyo origen y gestacin se dieron en Inglaterra y Francia de entre los aos 1830 y 1842 con obras conocidas como Colecciones de trajes o los denominados Gritos de la ciudad, en los que se presentaban series de estampas con ilustraciones y descripciones de las vestimentas y actitudes identitarias de personajes del entorno urbano y algunas veces rural de varias regiones y ciudades europeas. Estas publicaciones iran ganando popularidad y se publicaran versiones en Npoles, Pars, Londres, Madrid y Bolonia. Todas las representaciones tuvieron un comn denominador iconogrficamente hablando: las figuras eran tratadas de manera individual, ocupando todo el espacio disponible (de la hoja) y exentas de cualquier alusin a un espacio fsico determinado y acompaando a la imagen se realizaba una pequea descripcin que detallaba hbitos, rasgos y comportamientos del retratado.[footnoteRef:31] Esther Prez Salas define al tipo como la representacin de un personaje de tal manera que resulten perfectamente distinguibles los rasgos que convencionalmente definen a tales individuos en cuanto miembros de un grupo[footnoteRef:32]. De esta manera personajes como el aguador, el ministro, el militar, el clrigo, la coqueta o la costurera, entre otros, se convirtieron en temas predilectos de las descripciones de los tipos. Acorde con la tendencia del escritor, la peculiaridad del personaje poda ser manejada desde ngulos diferentes, ya fuera moralista, satrico, folklrico o nacionalista como es el caso de las escenas costumbristas antes mencionadas. [31: Ibd. P. 211.] [32: Del mismo modo Urtusstegui define al tipo como un personaje conocido por todos y que generalmente ejerce un oficio o profesin. Es fcilmente reconocible por su vestuario o por sus actitudes. Tiene un lenguaje propio. Los tipos no tienen trayectoria y no sufren cambios. Esto no quiere decir que no les ocurra nada. S, a un tipo lo pueden golpear y hasta matar, lo pueden engaar, se puede enamorar, pero siempre como tipo, con reacciones que todos esperamos de l. Tipos son el polica, el mdico, la sirvienta, el soldado, etc.]

Si bien en Europa se dieron libros como la Coleccin general de los trages que en la actualidad se usan en Espaa (1804) de Antonio Rodrguez, The British costumes (1805) de William H. Payne o Les Cris de Paris (1737) con ilustraciones de Charles Nicols Cochin y de Bouchardon, en Mxico estas obras al ser importadas por artistas y pensadores extranjeros, en sus primeras versiones seran realizadas por la mirada externa. Ms tarde estas primeras publicaciones serviran como base para los editores, escritores y litgrafos mexicanos que realizaran tipologas de s mismos. La primera obra de este tipo es la de Claudio Linati titulada Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico (1828) de la que ya hemos hecho mencin y que no tendra gran recepcin en Mxico hasta diez aos despus de su publicacin; as mismo tenemos la obra Viaje pintoresco y arqueolgico sobre la parte ms interesante de la Repblica Mexicana (1839) del arquitecto y dibujante alemn Carlos Nebel, en la que es posible encontrar desde ilustraciones de piezas prehispnicas y ruinas arqueolgicas hasta la representacin de Gente de tierra caliente o Indias de la sierra (fig.11, 12). De estas primeras publicaciones podemos encontrar una relacin con los diarios y crnicas de los artistas viajeros como Humboldt o Madame Caldern de la Barca. El primer libro de tipos publicado por mexicanos sera el titulado Los mexicanos pintados por s mismos (1854), obra de varios autores, entre los que destacan los litgrafo Hesiquio Iriarte y Castro y Campillo y cuyo ttulo hace alusin a otras obras publicadas en Europa[footnoteRef:33]. Esta obra despus desencadenara en otra serie de litografas y descripciones titulada Los nios pintados por s mismos publicada en el mismo ao. [footnoteRef:34] [33: Existen las obras tituladas: Los espaoles pintados por s mismos (1843) o Les Franais peints par eux-mmes (1840-42). En Amrica adems del libro de los mexicanos tenemos Los cubanos pintados por s mismos (1852).] [34: Ibd. Pg.247-263. ]

Fig.11. Carlos Nebel, Gente de tierra caliente, Viaje pintoresco y arqueolgico sobre la parte ms interesante de la Repblica Mexicana, 1854.Litografa. En los casos de la litografa de Nebel tambin podemos encontrar afinidad a las tipologas de Linati y las descritas en este apartado sobre los tipos europeos, con la variacin de que el arquitecto apoya sus personajes con un fondo.

Fig.12. Carlos Nebel, Indias de la Sierra, Viaje pintoresco y arqueolgico sobre la parte ms interesante de la Repblica Mexicana, 1854.Litografa.

Despus de hacer una mencin superficial de este sin nmero de obras, pasaremos al apartado de la estandarizacin de las imgenes de tipos nacionales que se volvieron fundamentales en la imagen que se proyecto del mexicano y su pas a los ojos extranjeros. Sobre esto hay una cita de Daniel Santillana donde el autor hace una reflexin de la revista del Iris de Claudio Lianti que dice:.En esta publicacin destaca la mirada colonialista del europeo que vuelve, una vez ms, a descubrir nuestro continente y desde ella nos define como ajenos a los valores de la civilizacin. Civilizacin que corre slo por un cauce, desde el cual nos insta, de nueva cuenta, a unirnos a l y a su realidad. Realidad cuyo valor estriba, fundamentalmente, en su racionalidad.[footnoteRef:35] [35: Santillana, Daniel. Op. Cit. supra, nota 14, p. 73. ]

Como conclusin de este apartado y para introducir el siguiente captulo es necesaria la reflexin de esta cita, porque todo lo que se ha visto hasta ahora en materia litogrfica mexicana tiene como base la mirada colonialista europea en la cual se observa al mexicano como semibrbaro, como personaje fuera de la civilizacin y definido a partir de la racionalidad europea. Estandarizacin del tipo nacional (salto al estereotipo)Estamos en 1870. Detengamos nuestro paso en lo alto del camino a Toluca para contemplar el Valle de Mxico. Poco ha cambiado desde que lo describieron Francis Caldern de la Barca (Madame Calderon de la Barca), Brantz Mayer o Marco Arroniz hacia 1840.[footnoteRef:36] [36: Barros, Cristina; Buenrostro, Marco. Las once y sereno: tipos mexicanos. Siglo XIX. Mxico: CONACULTA, FCE. 1994. Pg. 4.]

Con esta cita introductoria da inicio la obra titulada Once y serenooo!: tipos mexicanos, siglo XIX publicada en 1994. Ilustrando la inscripcin citada hay una imagen de una pintura de Jos Mara Velasco de la vista del valle de Mxico (fig.12) en 1875 que podra ser fcilmente comparada con otras representaciones litogrficas de paisajes como por ejemplo las obras del arquitecto Carlos Nebel de entre los aos 1829 y 1834. La diferencia de aos entre las imgenes de lo que Nebel vio de Mxico a principios del siglo XIX y la que se describe en el libro Once y Serenooo! es de cincuenta aos aproximadamente y es posible preguntarse que si Nebel hubiera logrado una imagen parecida del Valle de Mxico, representndolo desde la misma perspectiva, habran habido cambios en ese paisaje, ocurridos entre principios y finales del siglo XIX? Probablemente no se percibiran cambios abruptos como ocurrira si se compararan estas obras con una fotografa de mediados del siglo XX. Pero el punto a resaltar con esta pregunta radica en lo poco que se piensa que ha cambiado Mxico desde que extranjeros como Linati, Humboldt o Madame Caldern de la Barca lo redescubrieron para los lectores tanto extranjeros como despus para los mismos mexicanos. Muchas de las imgenes que conforman el imaginario colectivo actual sobre Mxico en el extranjero, y posiblemente el de nosotros mismos, tienen como base o referencias las obras litogrficas del siglo XIX de las que hemos hablado en pginas anteriores. La creacin de tipologas ilustradas realizadas mediante la tcnica litogrfica favoreci en gran medida su difusin, y posteriormente su estandarizacin. De este proceso surgieron personajes que sirvieron como tema base para la realizacin de otras obras con diversas tcnicas y que adems viajaron alrededor del mundo, por ejemplo los autores del libro Once y Serenooo! recopilaron tipos mexicanos de finales de siglo XIX ya en fotografas en blanco y negro y con varios personajes agregados al repertorio pero an as respetando a los infaltables como por ejemplo el aguador (fig.13, 14) o el tlachiquero (fig. 15, 16). La fotografa ser uno de los medios de estandarizacin ms importante de los personajes de tipos mexicanos que llegara a finales de siglo XIX.Fig.12. Jos Mara Velasco, Valle de Mxico desde el cerro de Santa Isabel, 1875.leo. Museo Nacional de Arte, Mxico, D.F.

Fig.14. Aguador en Once y serenooo!: tipos mexicanos, siglo XIX. Fotografa.Fig.13. Claudio Linati, Aguador en Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, 1828.Litografa.

Fig.16. Tlachiquero en Once y serenooo!: tipos mexicanos, siglo XIX. Fotografa.Fig.15. Claudio Linati, Tlachiquero en Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, 1828.Litografa.

Otro de los casos interesantes de esta estandarizacin se dio con las series de esculturas de cera que gracias al inters de artistas extranjeros representaron tipos y escenas populares cuyos temas eran los mismos a los plasmados en las litografas y en los escritos de los libros de tipologas antes mencionados. Al igual que con las litografas de Hesiquio Iriarte, los personajes pintorescos de estas esculturas empezaron a formar parte de lo regional mexicano, realizado por los propios artistas y artesanos del pas, aunque tambin fue una tcnica de inters para los viajeros extranjeros que captaban los temas que les parecan interesantes y exticos a la vez.[footnoteRef:37] Esta prctica ya se llevaba a cabo desde el periodo novohispano para la representacin de figuras religiosas y se sigui realizando por artesanos mexicanos bien entrado el siglo XIX, aunque debido a la fragilidad del material se conservan pocas piezas que en su mayora se conservan en colecciones particulares en el extranjero, principalmente en Espaa, Francia y Suiza. [footnoteRef:38]En materia de los tipos, esta tcnica fue tambin muy utilizada pues slo se sustituyeron las representaciones litrgicas por escenas de la vida cotidiana o representaciones de personajes como en el caso de los libros antes mencionados. El gnero artstico de las figuras de cera, es uno de los ms importantes en materia de la representacin de tipos populares, pues es un gnero nuevo que se desarroll en estrecha relacin con las corrientes literarias y la grfica del momento y que tuvo su esplendor a mediados de siglo XIX. Una de las colecciones ms importantes de estas la encontramos en el Museo de Amrica de Madrid, con ms de ciento cincuenta piezas, que da una idea de la importancia y el desarrollo que tuvo esta produccin artstica, adems de que en diversos libros de viaje, decimonnicos y anteriores, se habla de este gnero escultrico que asombr a los visitantes de la poca, como es el caso de las crnicas del ao 1809 de Alejandro de Humboldt en la que se hace mencin de esta tcnica: Los indgenas tienen una paciencia infatigable para obritas de chucheras de madera, hueso y cera.[footnoteRef:39] Ms tarde otros viajeros como los ingleses William Bullock y Henry Ward en 1823, as como Linati en el 1826 harn referencia a figuras de cera religiosas que todava no perdan vigencia desde la poca colonial y representan la importancia de esta herencia novohispana para los mexicanos: Por cierto, entre las gentes del pueblo se ven en Mxico una disposicin natural a las bellas artes y casi todos los extranjeros se procuran, como una curiosidad, las flores, los santos y las vrgenes de cera, que los lperos de Mxico trabajan con un gusto y una correccin asombrosas para gentes que no han tenido estudio alguno.[footnoteRef:40] [37: Ibid pg. 5- Pg. 134] [38: Mara Esther Prez Salas. p. Cit. supra cita 9 Pg. 134.] [39: Esparza, Mara Jos; Fernndez, Isabel. La cera en Mxico arte e historia. Mxico: Fomento Cultural Banamex, 1994. Pg. 76.] [40: Testimonio de Linati en su libro Trajes Op cit. Esparza Mara Jos. Pg 78]

La razn primordial porque se hace mencin de estas figuras en este apartado es debido a que al igual que en los libros con representaciones litogrficas, estas obras fueron expuestas y catalogadas en Europa por muchos interesados extranjeros del siglo XIX que llevaron la imagen del Mxico independiente a sus lugares de origen, de nuevo con este punto de vista de exponer lo extico. Ejemplos de esto los tenemos con el ya mencionado viajero William Bullock, quien form su museo personal y exhibi sus colecciones de figuras de cera en Liverpool y Londres acompaadas de diversos catlogos, el ms importante titulado Modern Mexico y de cuya coleccin slo se conservan dos piezasuna piedra de sacrificios y un escudo calendarioen el Museo Britnico. Mara Jos Esparza e Isabel Fernndez en su anlisis de tipos mexicanos en figuras de cera deducen que a partir de estas colecciones surgi una moda por comprar estos souvenirs para llevarlos al Viejo Continente, qu ms tarde otros viajeros, como los pintores Lucas Vischer y el antes mencionado Carlos Nebel, continuarn. En Pars se conservan cinco figuras de Nebel obsequiadas al Museo del Hombre por la seora Loshe-Boudet, de las cuales varias como el milpero o el chinaco, aparecen plasmadas en lminas de su libro. Este mismo museo cuenta con otras piezas donadas a lo largo del siglo XIX. As mismo Lucas Vischer llev a su pas otras figuras que se conservan en el Museo de Artes Populares de Basilea en Suiza, que llaman la atencin porque se tratan de escenas que recrean establecimientos peculiares con cuatro personajes interactuando entre s. Entre ellas encontramos el Expendio de frutas, el Tinacal y las Tortilleras (fig. 17, 18 y 19).

Fig.18. Annimo, El tinacal. Museo de artes populares, Basiela, Suiza. S. XIX. Cera.Fig.17. Annimo, Expendio de frutas Museo de artes populares, Basilea, Suiza S. XIX. Cera.

Fig.19. Annimo, Las Tortilleras. Museo de artes populares, Basilea, Suiza. S. XIX. Cera.

Henry Christy, etngrafo y estudioso de la prehistoria, realizara viajes de estudio desde 1856 a Canad, Estados Unidos, Cuba y Mxico; provenientes de esta ltima visita llevara veinte piezas de cera al Museo Britnico. En el Museo Goya en Castres (Francia) hay tambin otra pequea coleccin de figuras de cera donadas por un militar aficionado a la pintura, llegado a Mxico con las tropas de Maximiliano en 1867. De todas las colecciones extranjeras la ms importante es la antes mencionada del Museo de Amrica de Madrid, cuyas figuras en su mayora fueron donadas por don Ignacio Muoz de Baena y Goyenche, marqus del Prado Alegre. La coleccin cuenta con un centenar de obras firmadas con la leyenda Andrs Garca Fecit y fechadas en 1840, en la cual encontramos variedad de personajes que describen oficios, vendedores de diversidad de productos (pan, manteca, carbn, frutas, guitarras o monos) y dems personajes como los antes mencionados en las obras de Linati y otros autores mexicanos de libros de tipos de la poca convertidos en arquetipos de este siglo. Se han hecho comparaciones entre la obra de Linati y las figuras de cera del museo de Amrica y las similitudes son imposibles de pasar por alto. A continuacin presento de nuevo la imagen del tlachiquero de Linati y de Andres Garca para ejemplificar mejor de lo que habla. (fig. 20, 21). Fig.20. Claudio Linati, Tlachiquero en Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, 1828.Litografa.

Fig.21. Andres Garca, Tlachiquero. Museo de Amrica, Madrid. S. XIX. Cera.

Si bien se sabe que por fricciones entre Linati y el gobierno mexicano su libro no tuvo una recepcin inmediata en el pas, s es importante remarcar que fue esta obra aunada a los intereses de artistas viajeros y a la corriente romntica y nacionalista del costumbrismo, lo que apoyo a la produccin y estandarizacin de la imagen del tipo mexicano despus representado tambin en la Academia casi a finales del siglo XIX por artistas como Miguel Mata y Reyes, Salomon Hegi o Agustn de Arrieta, pintores que incursionaron en los temas costumbristas cuando la Academia slo permita las representaciones clsicas y religiosas partiendo de la premisa de que: Nacido ayer, puede decirse que nuestro pas an no tiene historia; y he aqu que una de las ms ricas fuentes donde el artista y el poeta deben sus inspiraciones no existe entre nosotros.[footnoteRef:41] [41: Prez Salas, Esther. Op.cit. supra cita 9. pg. 158-59.]

La re significacin de los tipos mexicanos fundados en el siglo XIX con la obra de Linati y su estandarizacin en tcnicas como la cera o la fotografa van a ir convirtiendo a estos personajes tpicos del Mxico decimonnico en la imagen estereotpica de los habitantes del pas para el ojo extranjero, mientras que para el mexicano no van a seguir siendo ms tipos. El salto que se da entre un tipo y un estereotipo a partir de las definiciones antes mencionadas de Toms rtusstegui las podemos ver ilustradas en dos litografas del personaje del aguador, una de Linati (fig.22) y la otra de Iriarte en Los mexicanos pintados por s mismos[footnoteRef:42] (fig.23). En ambas representaciones para empezar por la diferencia temporal se pueden notar diseos distintos en las vestimentas, pero para m la diferencia ms importante radica en la accin en la que se le representa en ambos casos: el aguador de Linati se representa en la accin de cargar el agua y encorvado[footnoteRef:43]; en la representacin de Iriarte tenemos a un personaje erguido con herramienta en mano. Aunque difcil de saber, es coherente pensar que haya habido una evolucin en las herramientas y el vestuario de este personaje en un periodo de veinte aos aproximadamente, pues tanto en el uso de zapatos como en la diferencia de la ropa se nota una gran mejora, sobre esto es interesante notar que el personaje representado por Iriarte se ve ms solemnizado, quiz filtrado por este sentimiento romntico nacionalista. La diferencia ms marcada se deja ver mejor en las descripciones de Linati e Hilarion Fras y Soto, pues en el caso del primero se trata de un pequeo prrafo en el cual, a m parecer, se encuentra una crtica al oficio, por ejemplo cuando se habla de lo que este personaje gana al da y el autor lo compara con lo equivalente a la moneda francesa y hace uso de adjetivos que lo representan como un personaje sorprendente, aunque no es posible tomar este adjetivo como una cualidad, desde el momento en que al inicio de su descripcin lo define como una de las extraezas[footnoteRef:44] del pas: [42: Arias, Juan de Dios... [et al.]. Los mexicanos pintados por s mismos. Mxico: Grupo Condumex, 1998.] [43: Veremos que en dcadas posteriores la imagen del mexicano como cargador, como el hombre hormiga se va a conertir tambin en estereotpica por ejemplo en viajeros nrdicos. Edgren, Hjalmar. Sommarferier i Montezumas Land. Stockholm: P. Palmquists Aktiebolag, 1898.] [44: El uso de este adjetivo en Linati se refiere a que es un personaje peculiar y caracterstico de Mxico por su postura, su vestimenta y sus herramientas.]

El aguador amordazado as, o encuadrado en sus dobles correas, marcha de frente y derecho sin poder permitirse el menor movimiento de cabeza y lleva el lquido a su reparto de ese modo; un medio realapenas seis centavos en Franciaes el precio de su carrera; pero si trabaja el da entero gana de cuatro a cinco francos por da.[footnoteRef:45] [45: Linati, Claudio. Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico. Mxico: UNAM. Instituto de Investigaciones Estticas. 1956. Pg. 77]

Por su parte Fras y Soto hace una descripcin de seis pginas del mismo personaje de una forma totalmente distinta a la de Linati, empezando con que ste s tiene contacto con nuestro protagonista e incluso entabla un dilogo que nos permite saber la forma de comunicarse a quien el autor se refiere como mi Neptuno (el aguador) y hace saber al lector que casi no sabe nada de l y es necesario preguntarle al respecto de su vida, de sus costumbres, sobre l como mexicano, a lo que Trinidad, as llamado el aguador, responde:Pero seor amo, si yo no quiero que me impriman. Y otra cosa hay tambin, que yo no tengo nada que contarle su buena persona, porque mi vida es tan ansina que hasta es gana. Mire su merc, seor. Toda la maana trabajo, en la tardecita acabo lo que no pude cumplir, y en la noche con mi muger y mis hijos nos pasamos bien el rato.[footnoteRef:46] [46: Arias, Juan de Dios... [et al.]. Los mexicanos pintados por s mismos. Mxico: Grupo Condumex, 1998.pg. 2.]

El autor concluye que este personaje es comedido, entregado al trabajo, casi siempre buen padre y no tan peor esposo, pasa la mitad de su vida con el chocol a la espalda, como un emblema de las penalidades de la vida, y la otra mitad semi- beodo[footnoteRef:47], pero zozobras y sin accidentes.[footnoteRef:48] Aunque se trate del mismo personaje, en ambos casos se pueden notar grandes diferencias en la manera de acercarse al mismo y de tratar, en el caso de Linati, con el objeto de estudio y en el caso de Fras y Soto con el sujeto. El marcado exotismo o extraeza con que los extranjeros voltean a ver a Mxico y sus habitantes va a ser una de las actitudes primordiales con las que el europeo va a darle forma al mexicano y que va a tener una repercusin en el mismo. Tal vez aqu exista el punto clave de lectura de estas obras y la explicacin a ensayos que medio siglo ms tarde redactar Jos Vasconcelos en los que se nos define como raza en conflicto o ms tarde Samuel Ramos con los tan populares complejos de inferioridad[footnoteRef:49]. Es posible pensar que estas definiciones no vengan del mexicano en s, sino de la mirada externa del extranjero que se fue contagiando a los analistas de cultura nacionales y que nos han hecho sentirnos extraos a nuestra propia cultura, a nuestra gente, sin ignorar que tambin esto se ha debido a situaciones difciles que se han vivido en el pas desde su independizacin. Con el ejemplo antes mencionado podemos notar que para mediados de siglo XIX los mexicanos exaltan a sus personajes y los describen con buenos prejuicios y sin comparaciones, es necesario sentirse orgulloso del ser mexicano. [47: Semi-beodo: medio borracho. Diccionario de la lengua espaola (22a edicin), Real Academia espaola, 2001. Consultado el 8 de abril de 2014.] [48: Arias, Juan de Dios, op. cit. supra, nota 33, p. 2. ] [49: Aqu va a haber referencia a obras de estos autores] Fig.20. Claudio Linati, Tlachiquero en Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, 1828.Litografa.

Fig.23. Hesiquio Iriarte, Aguador en Los mexicanos pintados por s mismos, 1854. Litografa.Fig.22. Claudio Linati, Aguador en Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico, 1828.Litografa.

ConclusinA lo largo de este anlisis hemos enmarcado: la introduccin de la litografa en Mxico a partir de la cual se difundieron las tipologas nacionales que construyeron la imagen del mexicano al exterior; la importancia de Claudio Linati en este proceso no slo a travs de la introduccin de la tcnica litogrfica, sino tambin a partir de su libro Trajes civiles, militares y religiosos de Mxico y finalmente la estandarizacin de los tipos nacionales en el imaginario extranjero.Pareciera que hasta aqu todo lo establecido en la tesis inicial fue explicado pero en el proceso han ido surgiendo otros argumentos que parten de las tipologas y que sealan un problema en la forma en que se ha concebido a Mxico y sus habitantes desde el siglo XIX y que ha trado problemas en la forma en que los mexicanos se ven a s mismos. Desde los primeros libros de viaje hasta la ilustracin de los tipos se ha credo que Mxico es el lugar por excelencia de personajes como el charro, la tehuana, el aguador o la china poblana, olvidando por completo los matices y cambios del pas:Pero no slo a aqullos (los tipos) se debe la existencia de lo que suele llamarse como tpico. Muchas veces los viajeros extranjeros reproducen la imagen del charro o de la china poblana porque esa es la imagen que vienen buscando, por lo que al llevarla de vuelta a sus lugares de origen refuerzan esa imagen en sus pases, lo que contribuye a que desde los mismos gobiernos se muestre al extranjero esas imgenes tpicas que se quiere ver, lo que equivale a que una realidad poco conocida se simplifique para hacerla asequible y atractiva visualmente. No es ms real ir por alguna carretera del sur de Mxico y encontrarse con campesinas triques o tzotziles trabajando el campo, que hallar a una china poblana o a un charro caminando en alguna ciudad mediana del centro u occidente del pas?[footnoteRef:50] [50: Sigenza, Orozco, Salvador. "Del mariachi y la china poblana como identidad nacional en el siglo XX a lo diverso y heterogneo en el siglo XXI".Desacatos9 (2002): 182.]

Esta simplificacin de la realidad se ha dado en gran medida desde la mirada euro cntrica hacia diversos pases de Amrica latina y ha trado consecuencias negativas en la conformacin de identidad de diversas naciones. El artculo de Mrquez Fernndez que aborda el tema del reconocimiento del otro por parte de las culturas europeas a travs de un filtro diferente al del racionalismo de las culturas coloniales hegemnicas que permita ver en los pases latinoamericanos a un otro sin censura para aceptarlos como culturas que existen dentro de un mundo lleno de diferencias, as como la crtica a lo popular en el artculo de Cordero Reiman son de los intentos que se vienen haciendo desde el siglo XX para descomponer la imagen estereotpica que se ha ido formando del mexicano desde el siglo XIX. El hecho de que haya este tipo de publicaciones an hasta ahora en el siglo XXI nos habla de un problema que todava sigue existiendo: la mirada de los pases extranjeros tanto hacia Mxico como a gran parte de los pases latinoamericanos se ha arqueologizado y minimizado a travs de la mirada extranjera que se ha contagiado a los pases en cuestin, que prefieren verse a s mismos como herederos de una cultura occidental, olvidando que son distintos tanto en rasgos como en paisajes y costumbres y que deben verse como diferentes pero sin menospreciar estas diferencias. Este trabajo enmarca la forma en que se fueron conformando estos prejuicios desde la independizacin de Mxico y de manera superficial hace una descripcin de la formacin de los tipos culturales y su conversin a estereotipos que han prevalecido hasta nuestros das y que todava queda por analizar, pues como meta a largo plazo para esta investigacin todava queda abordar la formacin de las figuras del charro y la china poblana en el cine mexicano, su recepcin tanto en el extranjero como en Mxico y lo que queda de estas imgenes hasta nuestros das.

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