La Literatura del siglo XVI

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LA LITERATURA DEL SIGLO XVI La alegoría de la primavera, de Botticelli

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LA LITERATURA DEL SIGLO XVI

La alegoría de la primavera, de Botticelli

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EL RENACIMIENTOSe trata de un período cultural y social posterior a la Edad Media que consiste, fundamentalmente, en un retorno a los ideales artísticos, literarios y filosóficos del mundo grecolatino.

Florece en Italia en el siglo XIV y, a finales del siglo XV, se extiende al resto de los países europeos, manifestándose en España a lo largo de todo el siglo XVI.Ligado a este renacer de la cultura clásica surge el Humanismo, movimiento cultural e ideológico iniciado en Italia, que se dedica al estudio de las letras humanas, ya que considera al hombre centro del universo.

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El Humanismo. CaracterísticasSe imitan modelos de la Antigüedad clásica, lo cual justifica el recurso constante a la mitología y a los temas bucólicos o pastoriles.

• Antropocentrismo frente al teocentrismo medieval.• Derivado del principio anterior surge el individualismo y el vitalismo. El universo parece estar a disposición del ser humano que, con la ciencia y la técnica, se cree capaz de dominarlo racionalmente. Surge así un nuevo ideal social en el que se funden el caballero y el hombre culto y educado. En la obra de Baltasar de Castiglione, El cortesano (1528), se explica que el caballero perfecto debe ser tan experto en las armas como en las letras, saber conversar y tratar con sus semejantes, especialmente con las damas, y tañer algún instrumento musical.

• El racionalismo será, por tanto, un rasgo distintivo, pues el poder de la razón explica el nacimiento de la idea de progreso, tanto en lo material como en lo moral, por lo que se considera que el saber, el conocimiento puede hacer mejor al hombre.

Continúa en esta época el ideal educativo de la antigüedad, pues se consideraba que el conocimiento de la lengua y de la literatura grecolatina mejoraría la conducta individual y social, contribuyendo al bien común; por tanto, se siguen cultivando las 7 artes liberales clásicas (término que designaba los estudios que tenían como propósito ofrecer conocimientos generales y destrezas intelectuales): el trivium (gramática, dialéctica y retórica) y el quadrivium ( aritmética, geometría, astronomía y música); y se produce, frente al pensamiento escolástico medieval, una renovación de la filosofía, de la literatura y de los estudios filológicos.

El hallazgo de Vulcano, de Piero di Cosimo

“Yo condeno, respondió el Conde, los franceses, porque piensan que las letras estorban las armas, y tengo por cierto que a nadie conviene más la doctrina que a un caballero que ande en cosas de guerra, y por eso estas dos calidades, asidas y ayudadas la una con la otra, quiero que se hallen en nuestro cortesano”. El Cortesano, de Baltasar

de Castiglione

Surgen durante el Renacimiento nuevas universidades. En España, por ejemplo, surge la universidad de Alcalá de Henares, también la de Osuna, donde se estudiaba Teología, Cánones y leyes, Medicina, y Artes, entre otras.

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Humanistas más representativos

Tomás Moro (1478-1535), humanista y escritor inglés cuya obra más célebre es Utopía (1516), en la que aborda los problemas sociales de la humanidad.Erasmo de Rotterdam (1466-1536), humanista holandés que defendía una religión libre de supersticiones, pura, íntima y personal, rechazando los abusos de la Iglesia Católica. En su obra, haciendo uso a menudo de la sátira y la ironía, trata cuestiones sociales, políticas y religiosas del momento.Martín Lutero (1483-1546), promovió la reforma protestante que culminó en la fragmentación de la iglesia cristiana, provocando así la Contrarreforma, es decir, la reacción de la Iglesia contra la reforma luterana.

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La estética renacentistaEl concepto de belleza sigue el modelo clásico, valorándose por el equilibrio, la serenidad, la armonía y la elegancia natural.Sigue el ideal estético de Aristóteles, según el cual el arte es estilizar o embellecer la realidad y su finalidad es puramente estética, como contrapunto al didactismo medieval.De las ideas platónicas deriva el concepto de que la belleza del mundo es un reflejo de la belleza suprema que sólo se encuentra en el mundo de las ideas. Por tanto, la contemplación de cualquier rasgo de belleza (en la mujer, en la naturaleza o en el arte) mejora al ser humano porque lo eleva y acerca a la divinidad. En esto se basa el amor platónico que recoge Petrarca y que está presente en toda la lírica renacentista.

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Tópicos clásicosCarpe diem (“Goza del día de hoy”): es una llamada a aprovechar el momento presente, pues la vida es breve y la fortuna variable y no se sabe qué puede ocurrir mañana.Collige, virgo, rosas (“Recoge, doncella, las rosas”): exhortación a una joven para que ame antes de que el tiempo marchite su belleza.Aurea mediocritas (“La feliz mediocridad”): alabanza a la vida moderada, alejada de grandes ambiciones y pasiones que sólo pueden producir desesperación e infelicidad. Locus amoenus (“Lugar ameno): alude al paisaje mítico, bello y estilizado.Beatus ille (“Feliz aquel”): añoranza a la vida alejada del mundanal ruido, en contacto con la naturaleza, lugar apropiado para encontrar la paz y la armonía. Tópico éste que está relacionado con otro tópico renacentista conocido como menosprecio de corte y alabanza de aldea.

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TemasEl tema omnipresente de la poesía renacentista es el amor. Pero éste se concibe de modo diferente al medievo. Si bien en la literatura medieval el amor está regido por las pasiones y tiene un carácter destructor, el amor en la literatura renacentista está influido por la filosofía neoplatónica. Casi desligado de los apetitos carnales, el amor es ahora una virtud del entendimiento que contribuye a hacer mejor a los hombres. De este modo, superando la sensualidad, que es pura materia, la contemplación de la belleza femenina, por ejemplo, le permite acceder al conocimiento de la Belleza Absoluta.Sin embargo, al igual que en la literatura anterior, el amor aparece como fuente de frustración y dolor, bien porque resulta imposible alcanzarlo, bien porque, aun cuando se consigue, no es eterno y se acaba perdiendo. De ahí que sea característico en la poesía renacentista el uso de la antítesis para reflejar esa frustración sentimental del enamorado: fuego/hielo; calma/tormenta; etc.Junto a la poesía amorosa se desarrolla asimismo una poesía de carácter moral, la cual desarrolla otros tópicos latinos: el beatus ille o el aurea mediocritas.La presencia de la mitología también es notable en esta época, ya que proporciona un considerable conjunto de asuntos y motivos.

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El Renacimiento en EspañaEntre los humanistas españoles destacan nombres como Nebrija o Francisco Sánchez de las Brozas, conocido como el Brocense.

El humanismo español comienza su época de máximo apogeo en el primer tercio del siglo XVI, y se ve vivificado con la influencia del erasmismo.Sin embargo, el erasmismo español cayó rápidamente en desgracia, al igual que otras corrientes religiosas como el espiritualismo franciscano o los focos luteranos españoles, debido a la reacción católica ante el peligro protestante; sobre todo, tras el Concilio de Trento (1545-1563), a partir del cual la Inquisición se mostró inflexible.Esto significa, por tanto, la decadencia del humanismo, pues se desconfía de la promoción social, de la educación y del trabajo filológico de los humanistas. Se prohíbe asimismo el estudio en determinadas universidades europeas y se publica el primer Índice de libros prohibidos.

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La Literatura española

Primera etapa: esta época recoge las corrientes estéticas y las ideas que vienen de Europa, principalmente de Italia. Los diversos autores españoles asimilan la poesía de carácter italianizante, cuyo máximo representante es Garcilaso de la Vega. Otros autores relevantes fueron: Juan Boscán, Cristóbal de Castillejo y el sevillano Gutierre de Cetina.

En el género narrativo, hay que destacar, junto al éxito obtenido con las novelas idealistas (especialmente las novelas de caballerías), la aparición de una novela de carácter realista, el Lazarillo de Tormes, que inaugura un nuevo género: la novela picaresca.

Segunda etapa: España se cierra a Europa en defensa del catolicismo y de los valores nacionales. Sobresale la literatura religiosa, entre la que destacan las obras de Fray Luis de León, de San Juan de la Cruz y de Santa Teresa de Jesús.

Se distinguen dos períodos coincidentes en gran parte con los reinados de Carlos I (1516-1556) y de su hijo Felipe II (1556-1598).

En esta segunda época, también conocida como segundo Renacimiento, la creación literaria se divide en dos escuelas:

La escuela sevillana, que se caracteriza por el predominio de la forma sobre el contenido, lo cual da como resultado un tipo de poesía de tradición petrarquista. Su principal exponente es Fernando de Herrera.

La escuela salmantina, representada por Fray Luis de León, busca un equilibrio entre expresión y contenido, con una marcada preocupación por los temas morales, religiosos y filosóficos.

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Garcilaso de la VegaEn tanto que de rosa y azucenase muestra la color en vuestro gesto,y que vuestro mirar ardiente, honesto,enciende el corazón y lo refrena,[1]

y en tanto que el cabello, que en la venadel oro se escogió, con vuelo prestopor el hermoso cuello blanco, enhiesto,el viento mueve, esparce y desordena:

coged de vuestra alegre primaverael dulce fruto antes que el tiempo airadocubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,todo lo mudará la edad ligerapor no hacer mudanza en su costumbre.

[1] “con clara luz la tempestad serena”, en otras versiones.

Tópicos:

Carpe diem

Collige, virgo, rosas(Recoge, doncella, las rosas)

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Garcilaso de la Vega. Vida

Nació en Toledo hacia 1501, en el seno de una familia noble. Fue defensor de la causa del emperador Carlos V y estuvo desterrado en una isla del Danubio. Después estuvo destinado en Nápoles, donde tuvo contacto directo con los poetas italianos.Estando casado con Elena de Zúñiga, se enamoró de Isabel Freyre, dama de la reina Isabel de Portugal, pero ella nunca le correspondió y se casó con otro en 1529, lo que produjo una grave crisis sentimental en Garcilaso. Isabel muere de sobreparto en 1533. Su amor imposible y el dolor por la muerte de su amada dejaron una profunda huella en su poesía. Murió en Niza en 1536.

Garcilaso fue el prototipo del caballero renacentista en la línea del modelo propuesto por Castiglione, ya que representaba el ideal de las arma y las letras: soldado y poeta.

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Garcilaso de la Vega. ObraLa obra de Garcilaso es breve, pero de gran calidad. Su amigo y también poeta Juan Boscán la preparó y publicó en 1543. La componen tres églogas, unos cuarenta sonetos, cuatro canciones, dos elegías, una epístola en verso y algunas muestras de poesía tradicional de cancionero.

Sus églogas, junto a algunos sonetos, representan la culminación del talento del poeta.La égloga es una composición poética bucólica en la que varios pastores dialogan sobre determinados temas, generalmente amorosos. Pese a su numeración, la égloga II fue la primera que escribió y es la más extensa.

La égloga I es la más conocida. Consta de 421 versos distribuidos en estancias, en los que los pastores Salicio y Nemoroso muestran su pesar por el desdén y la muerte de sus amadas. He aquí la queja de Nemoroso:

Cual suele el ruiseñor con triste cantoquejarse, entre las hojas escondido,del duro labrador que cautamentele despojó su caro y dulce nidode los tiernos hijuelos entretantoque del amado ramo estaba ausente, y aquel dolor que siente, con diferencia tanta por la dulce gargantadespide que a su canto el aire suena,y la callada noche no refrenasu lamentable oficio y sus querellas, trayendo de su penael cielo por testigo y las estrellas:desta manera suelto yo la riendaa mi dolor y ansí me quejo en vanode la dureza de la muerte airada;ella en mi corazón metió la manoy d’allí me llevó mi dulce prenda,que aquel era su nido y su morada. ¡Ay, muerte arrebatada, por ti m’estoy quejando al cielo y enojandocon importuno llanto al mundo todo!El desigual dolor no sufre modo;no me podrán quitar el dolorido sentir si ya del todoprimero no me quitan el sentido.