LA LIBERTAD DE ELECCIÓN O DE ARBITRIO Nosotros tenemos conciencia de que podemos elegir y de que...
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LA LIBERTAD DE ELECCIÓN O DE ARBITRIO
• Nosotros tenemos conciencia de que podemos elegir y de que podemos elegir esto o aquello.
• Estas dos capacidades, de ejercicio y de especificación, integran la capacidad de autodeterminación de la voluntad que se conoce como libertad de arbitrio, según la cual efectuamos la elección.
Libertad y determinismo
• El defecto en esta acepción de la libertad consiste en decir que la libertad de arbitrio no es real, sino aparente.
• Según esta doctrina (el determinismo) nuestras elecciones y decisiones están previamente determinadas por motivaciones que ignoramos pero que son las auténticas causas de nuestro comportamiento.
Libertad y determinismo
• Todos estos factores reducirían casi a cero el margen de la libertad de elección: la libertad sería sólo una apariencia de libertad.
• Cuando uno cree actuar libremente, en realidad está siguiendo un interés predeterminado, aunque lo desconozca (supervivencia de la especie, de la clase social, inconsciente, represiones, etc.).
Libertad y condicionamiento
• Es evidente que la síntesis pasiva condiciona nuestra libertad de decisión. Pero una cosa es condicionar y otra suprimir.
• Los intereses inclinan a la voluntad en un determinado sentido, pero no anulan la libertad.
Libertad y elección
• El exceso en la valoración de la elección consiste en decir que la libertad significa, de modo principal, elección, y que basta elegir para agotar los proyectos de quien es libre.
• Lo importante es elegir; el bien o el mal son categorías externas a la libertad, no influyen en ella.
Libertad y elección
• El más cualificado representante de este modo de pensar es J. S. MilI, para quien:
• «si una persona posee una razonable cantidad de sentido común y experiencia, su propio modo de disponer de su existencia es el mejor, no porque sea el mejor en sí mismo, sino porque es su modo propio».
Libertad y elección
• Sostiene MilI que:• «la única libertad que merece ese nombre es la
de perseguir nuestro propio bien a nuestra propia manera mientras no intentemos privar a los demás del suyo (...) Cada uno es el mejor guardián de su propia salud física, mental o espiritual. La humanidad se beneficia más consintiendo a cada uno vivir a su manera, que obligándole a vivir a la manera de los demás».
Libertad y elección
• Esta mentalidad está muy extendida en Occidente, y viene a sostener que cada uno es libre de elegir lo que quiera siempre que los demás no se vean perjudicados:
• Aunque alguien se equivoque, es preferible dejarle en el error antes que imponerle una opinión o una elección que no sea la suya propia.
Libertad y elección
• Este modo de entender la libertad va necesariamente acompañado de la idea de que todos los valores son igualmente buenos para aquel que libremente los elige
• Pues lo que los hace buenos no es que en sí mismos lo sean, sino el hecho de que son libremente elegidos.
Libertad y elección
• A su vez, todo aquello que alguien elija libremente, es no sólo tolerable, sino admirable, puesto que es expresión de autenticidad.
• Lo importante no es hacer el bien o el mal, sino ser honrado con uno mismo, expresarse de un modo auténtico, no reprimir la propia espontaneidad con reglas o modos de hacer extraños a uno mismo.
Libertad y autenticidad
• Esta opinión contiene verdades indudables: sin libertad de elección, no se puede usar de la libertad que constitutivamente se es
• Tampoco se puede imponer a nadie el bien y la verdad a costa de sacrificar su libertad: vale intentar educar, guiar hacia unos valores, etc., pero imponer a alguien que ya puede decidir desde sí mismo es rebajarle como persona
• La autenticidad es un ideal irrenunciable, y consiste en ser fiel a uno mismo.
Elección y deficiencias• Pero en el hecho de poner la libertad de elección
como valor primero se advierten algunas deficiencias: • a) Se tiende a dejar en la penumbra los
condicionamientos de la elección. • Por eso se concibe la libertad como espontaneidad,
porque se piensa que el deseo espontáneo nace sólo de sí mismo, y con él se realiza uno a sí mismo.
• Pero ser de verdad espontáneo es muy difícil: creer que uno se realiza a sí mismo sólo por elegir lo que «espontáneamente» prefiera es engañarse, pues equivale a guiarse por los deseos e impulsos sensibles, no por la voluntad. Es un vivir que me pasa, más que un vivir cuya fuente de autenticidad sea yo.
Elección y deficiencias
• b) Los fines de la acción pasan a ser indiferentes, lo que importa es el carácter libre de la elección.
• Se prima la espontaneidad, pero no se recomienda ningún valor en especial, ni un fin más que otro.
• Si vivir con autenticidad significa probarlo todo, al final lo que resulta es el vacío.
Elección y deficiencias
• c) Cuando mi libertad se relaciona con la de los demás, ¿hasta dónde debo ser tolerante con la elección ajena?,
• desde la libertad entendida como espontaneidad, ¿tiene sentido la acción de aconsejar, de ayudar?,
• ¿hay algún criterio o todo vale lo mismo, o todo vale nada?
• Si sólo hay espontaneidad, si no existe un acuerdo previo acerca de qué cosas son perjudiciales, es imposible establecer los límites de lo tolerable y lo intolerable.
• «El ideal de la libre elección supone que hay otros criterios además del simple hecho de elegir».
Elección y deficiencias
• d) Independientemente de la elección de algo, lo elegido tiene en sí mismo un determinado valor, que favorece o no el perfeccionamiento de la persona interesada y de los que le rodean:
• Las cosas y las acciones tienen un valor y una naturaleza objetivos. Si la marihuana es perjudicial o no, no es algo que dependa sólo de mi convicción.
Elección y deficiencias
• e) Por último, la idea de que lo espontáneo es lo natural, y por tanto lo bueno, supone ponerse en manos de la biología
• La libertad es la adecuada gestión de las ganas, y unas veces habrá que seguirlas y otras, no. El deseo no es indicio de nada, más que de sí mismo.
• El deseo va dentro de proyectos más amplios, brillantes y creadores
Elección y criterios
• Podemos elegir bien, y mejorar nuestra condición, o mal, y equivocamos respecto de lo que nos conviene.
• Para logrado necesitamos unos criterios, de modo que las preferencias se lleven a cabo, no según las «ganas», sino respondiendo a un proyecto de vida concretado en ciertos valores, marcados por un determinado fin
Elección y criterios
• Esos valores se aprenden mediante una educación: uno se encuentra situado dentro de una institución (por ejemplo, y sobre todo, la familia) y de una tradición.
• Se puede elegir libremente una conducta que arruine la propia vida, o bien uno puede maximizar su libertad haciendo de su vida una vida bella.