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La larga marcha de los refugiados sirios

Es la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial. Miles de sirios escapan de la guerra, atravesando las fronteras de Europa. Huir paravivir.

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Huimos de la guerra, dice un grupo de refugiados procedentes de Siria en un improvisado campo de refugiados en Hungra junto a la frontera conSerbia.

Esa es una de las principales razones del xodo de muchos pueblos que arriesgan sus vidas para escapar de las bombas y de sus ciudades enruinas. Sirios, iraques y afganos abandonan sus casas rumbo a los pases del norte de Europa. Familias enteras que caminan, viajan en lanchasinfalibles, mnibus y trenes aferrados a sus mochilas como nicas pertenencias en un largo camino que determinar su futuro.

Mirar hacia atrs, y clavar la mirada en la ebullicin que comenz en 2011 en pases como Siria, Irak o Yemen, resulta lejano, pero es la nica manerade entender lo que ocurre ahora. Se trata del punto de partida para analizar lo que ya se conoce como la mayor crisis humanitaria despus de laSegunda Guerra Mundial. La informacin que acontece en el origen se diluye, pues es alumbrada por un foco meditico intermitente, cada vez msapagado por la cruenta guerra protagonizada por los ataques del rgimen de Bachar Al Assad y las garras del Daesh -tambin conocido comoEstado Islmico- que acechan a la poblacin civil siria.

En lo que va del ao, 477.906 refugiados e inmigrantes han llegado al viejo continente a travs del Mediterrneo, un trayecto que no est exento depeligro y que se ha llevado por delante la vida de 3.300 personas, segn informa ACNUR, la agencia de Naciones Unidas que se ocupa de losrefugiados.

EN EL CAMINO

No hay una sola ruta, hay muchas y siempre cambiantes. El camino que ayer atravesaron miles de personas hoy est cortado. Hay un origen y,

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habitualmente, un destino, el resto se construye con cada paso. Existen tantos como refugiados, tantos como personas que huyen de su realidad.

Pero hablemos del que han seguido decenas de miles de personas en los ltimos meses, el que ha obligado a la Unin Europea a sealar lavulneracin de los derechos humanos dentro de sus fronteras. Un va crucis que comienza en cada hogar y discurre serpenteante hasta Turqua. Esepas puede ser una simple etapa ms dentro del camino o convertirse en un laberinto del que pueden tardar meses o aos en salir, dependiendo deldinero disponible de cada uno. Porque el viaje de un refugiado tiene un alto costo econmico, pero tambin humano.

Tres y catorce kilmetros separan, respectivamente, a Turqua de las paradisacas islas griegas de Kos y Lesbos. Llegar hasta all supone poner elprimer pie en la autoproclamada Europa de los derechos humanos. Miles de personas se lanzan a este trayecto cada da despus de pagar unpromedio de 1.100 dlares a las mafias locales para cruzar el mar. Ahmed, lo sabe bien. Este joven sirio de 25 aos estudiaba Geologa y viva enIdleb, hoy una ciudad destruida. Su familia vive en Alepo mientras l y su cuado intentan buscar un futuro mejor para todos en Alemania. Pag 1.200dlares por ir desde la ciudad turca de Bodrum a la isla griega de Kos. Un itinerario por el que cualquier turista pagara 10 euros y sin correr riesgos.

FAMILIAS A LA DERIVAUna vez en la pennsula helnica el paso es rpido hasta la frontera con Macedonia. Los autobuses trasladan a los refugiados hasta una pequealocalidad llamada Idomeni. A las afueras se encuentra el hotel Hara, que con el paso de los meses se ha convertido en una improvisada estacin deautobuses. Su parking tiene actividad da y noche y en sus habitaciones, tienda y cafetera siempre hay clientes que pagan un precio mucho ms carodel habitual. Ah paran los mnibus que llegan desde Tesalnica para que los refugiados se bajen. Al cabo de unas horas otros vehculos les llevan alas proximidades de la frontera. Se trata de un antiguo vertedero donde unas vas de tren unen ambos pases. El paso oficial por carretera est msalejado.

En ese lugar son recibidos por miembros de ONGs y de ACNUR que, despus que las imgenes de refugiados agredidos por policas macedoniosdieran la vuelta al mundo, decidieron mandar a su personal a ese punto. All forman filas y bajo las rdenes de las fuerzas de seguridad macedonias,entran poco a poco atravesando un espacio entre el alambre de espino que delimita la frontera macedonia.