La Insuficiencia Del Artículo 409 Sobre La Producción

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LA INSUFICIENCIA DEL ARTÍCULO 409 SOBRE LA PRODUCCIÓN, IMPORTACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE ALIMENTOS TRANSGÉNICOS PARA LA CONSERVACIÓN Y CUIDADO DEL PATRIMONIO GENÉTICO Y SALUD HUMANA EN BOLIVIA 7.1. MARCO TEÓRICO OBJETIVOS DE LA MODIFICACIÓN GENÉTICA DE LOS ORGANISMOS DESTINADOS A LA ALIMENTACIÓN. Los organismos destinados a la alimentación se modifican genéticamente para la obtención de cultivos que se desarrollen bajo sequías o alta salinidad; lograr alimentos con mayor valor nutritivo y mejor calidad; retardar la maduración de frutos; obtener cultivos con resistencia a herbicidas, a insectos y a infecciones microbianas; contar con alimentos que protejan de enfermedades, es decir, funcionen como vacunas, etc. (AGBIOS, 2005; Álvarez et al., 2000, 2001; Iáñez, 2000; Larach, 2001; Oramas, 1999; Ritacco, 1998). En la actualidad, decenas de especies de peces marinos y de agua dulce han sido transformadas genéticamente, de las cuales, la manipulación del crecimiento ha sido el blanco fundamental, sobre todo en especies de gran valor comercial; otros objetivos que también se persiguen son la resistencia a enfermedades y tolerancia a condiciones adversas de crecimiento (Estrada,1999; Hernández, 2001; Martínez, 1998;

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ALIMENTOS TRANSGENICOS EN LA SALUD BOLIVIANA

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LA INSUFICIENCIA DEL ARTÍCULO 409 SOBRE LA PRODUCCIÓN,

IMPORTACIÓN Y COMERCIALIZACIÓN DE ALIMENTOS TRANSGÉNICOS

PARA LA CONSERVACIÓN Y CUIDADO DEL PATRIMONIO GENÉTICO Y

SALUD HUMANA EN BOLIVIA

7.1. MARCO TEÓRICO

OBJETIVOS DE LA MODIFICACIÓN GENÉTICA DE LOS ORGANISMOS

DESTINADOS A LA ALIMENTACIÓN.

Los organismos destinados a la alimentación se modifican genéticamente para la

obtención de cultivos que se desarrollen bajo sequías o alta salinidad; lograr

alimentos con mayor valor nutritivo y mejor calidad; retardar la maduración de

frutos; obtener cultivos con resistencia a herbicidas, a insectos y a infecciones

microbianas; contar con alimentos que protejan de enfermedades, es decir,

funcionen como vacunas, etc. (AGBIOS, 2005; Álvarez et al., 2000, 2001; Iáñez,

2000; Larach, 2001; Oramas, 1999; Ritacco, 1998).

En la actualidad, decenas de especies de peces marinos y de agua dulce han sido

transformadas genéticamente, de las cuales, la manipulación del crecimiento ha

sido el blanco fundamental, sobre todo en especies de gran valor comercial; otros

objetivos que también se persiguen son la resistencia a enfermedades y tolerancia

a condiciones adversas de crecimiento (Estrada,1999; Hernández, 2001; Martínez,

1998; Pujol, 2002).

Con relación a la transgénesis en mamíferos se ha perseguido como objetivo

esencial la expresión de proteínas recombinantes en los fluidos corporales de los

animales transgénicos; en la ganadería se espera un mejoramiento genético, la

resistencia a enfermedades, así como un incremento del crecimiento (Castro,

1999; FAO, 2003; Hernández, 1995; Lacadena, 2002; López, 2005).

POSIBLES BENEFICIOS DE LOS ALIMENTOS TRANSGÉNICOS.

A los alimentos transgénicos se les atribuyen una serie de beneficios que están

directamente relacionados con los objetivos de la modificación genética, los

mismos se pueden agrupar en tres grandes grupos: beneficios para los

consumidores, para los productores y para el medio ambiente (Álvarez et al.,

2001, 2000; Arencibia, 1999; Clives, 2000; Dieterich, 2004; FAO, 2000; Gálvez y

Díaz, 2000; Hernández, 2002; Negrin et al., 2002; Prakash y Conko, 2004; Rubí,

1999; Sánchez y Álvarez, 2003; Sharma et al., 2001; Uzogara, 2000; Vidal, 2000).

Beneficios para los consumidores:

Responden mejor a las necesidades nutricionales y alimentarias, y a las

preferencias del mercado, preveen enfermedades, son portadores de

vacunas, presentan mejores características sensoriales y mayor

disponibilidad de alimentos.

Beneficios para los productores:

Son organismos genotípicamente mejor adaptados a factores ambientales

adversos, tienen crecimiento y desarrollo acelerado, lo que permite una

intensificación de la producción y reducción de los costos; el retardo del

proceso de maduración posibilita tener una mayor vida e estante de

determinados alimentos; tienen resistencia a los herbicidas, las infecciones

microbianas y las plagas por insectos.

Beneficios para el medio ambiente:

Permiten el uso más racional de la tierra, el agua y los nutrientes, disminuye

el empleo de sustancias quimiotóxicas como fertilizantes o plaguicidas.

POSIBLES RIESGOS DE LOS ALIMENTOS TRANSGÉNICOS.

No obstante sus beneficios atribuidos, los OMGs no están exentos de posibles

riesgos, los cuales están relacionados con su repercusión sobre la salud humana,

el impacto sobre el medio ambiente y aspectos socioeconómicos, los mismos se

traducen en preocupaciones e inquietudes por la aplicación de esta nueva

tecnología (Altieri y Rosset, 2000; Álvarez et al., 2001, 2000; Conner et al., 2003;

Diouf, 2001; Domingo, 2000; FAO, 2000; Fernández et al., 1999; Gálvez y Díaz,

2000; Héctor, 2003; Hernández, 2002; Larach, 2001; Moya, 2001; Prakash y

Conko, 2004; Reid, 2003a, 2003b, 2002; Rodríguez, 2000; Royal-Society et al.,

2000; Sánchez y Álvarez, 2003; Sharma et al., 2001; Uzogara, 2000; Vargas,

2004; Zamudio, 2002a).

Riesgos sanitarios:

Se relacionan fundamentalmente con la inocuidad de los alimentos; la

presencia de alergenos; la creación de nuevas toxinas; el desarrollo de

resistencia a antibióticos por bacterias patógenas y los posibles efectos

negativos para la salud a largo plazo.

Riesgos medio ambientales:

Se refieren su impacto sobre el medio ambiente a la amenaza a la

biodiversidad; la transferencia génica no intencionada a especies silvestres,

el rompimiento del equilibrio natural, los OMGs con rasgos nuevos pueden

diferir de sus parientes naturales en sus habilidades para sobrevivir y

reproducirse bajo condiciones ambientales variables, pueden interactuar de

forma inesperada o no deseable con las comunidades biológicas locales; el

uso indiscriminado de herbicidas, el daño a especies de insectos

beneficiosos, etc.

Riesgos socioeconómicos:

Se señalan como riesgos socioeconómicos el desarrollo de la tecnología en

manos de las grandes multinacionales, el acceso puede limitarse debido a

la protección por patentes, los productores de alimentos tradicionales u

orgánicos puedan ser desplazados, además hay preocupaciones de

carácter religioso, cultural y ético.

PERCEPCIÓN SOCIAL DE LOS ALIMENTOS TRANSGÉNICOS.

El debate sobre la Biotecnología retoma el hilo del discurso social que se ha

sostenido a lo largo de la historia siempre que han surgido productos nuevos. Las

aseveraciones sobre las virtudes de la nueva tecnología han sido acogidas en

algunos casos con escepticismo o bien con franca oposición usualmente

caracterizada por la difamación, las insinuaciones y la desinformación (Hernández,

2003).

Ante esta nueva tecnología se han asumido distintas posiciones que pueden

clasificarse con una finalidad práctica, en dos grandes bloques que a su vez están

integrados por diferentes colectivos: defensores sin cuestionamiento alguno y

detractores a ciegas. Los primeros piensan que todo es positivo en la industria

biotecnológica y no prevén consecuencias negativas derivadas de ella, dentro de

esta tendencia se encuentran empresas transnacionales y productores; en

contraposición a una visión exclusivamente positiva, los detractores piensan que la

biotecnología tiene, o tendrá, efectos catastróficos para el medio ambiente, como

la contaminación de otros cultivos por polinización con plantaciones transgénicas,

la consiguiente pérdida para la biodiversidad y la amenaza para los sembrados

convencionales y orgánicos; y que lejos de constituir un elemento de lucha en

contra de las grandes desigualdades sociales que han caracterizado a los países

subdesarrollados tienden a acrecentar el abismo entre primer y tercer mundo, los

colectivos que componen este grupo son, movimientos ecologistas,

organizaciones de consumidores, Organizaciones No Gubernamentales y

detractores de la Ingeniería Genética (Greenpeace, 2003).

Frente a estas posiciones radicales, están los que plantean la necesidad de

abordar el tema y de hecho el desarrollo de las investigaciones al respecto, de una

manera objetiva con un enfoque científico y bioético, este grupo está integrado por

científicos, ejecutivos empresariales y responsables políticos, los cuales combinan

los criterios positivos, válidos, expresados por las posiciones antagónicas

anteriormente expuestas (Álvarez et al., 2001; 2000; Galindo, 2003; Krishna, 2001;

Nevado, 2001; Prakash et al., 2004; Rodríguez, 2000b; Sánchez y Álvarez, 2003;

Uzoraga, 2000; Vidal, 2000a).

En varios países como Estados Unidos, Argentina, Chile, y Canadá, así como en

varios estados miembros de la Comunidad Europea, entre ellos España y Francia,

para conocer la opinión de los consumidores sobre los alimentos transgénicos se

han ejecutado proyectos que incluyen estudios de opinión por encuestas.

Los resultados obtenidos difieren de un país a otro, en muchas ocasiones se ha

evidenciado la falta de conocimientos sobre el tema, y en cuanto a la aceptación

son los europeos los menos proclives a ella. (Chavarrías, 2005; Vidal, 2000b).

Según datos de una encuesta del servicio de opinión pública de la Comisión

Europea (Eurobarómetro), los europeos prefieren alimentos no transgénicos y sólo

los aceptarían en el caso que se demuestre que aportan un beneficio claro para la

salud y que desde el punto de vista ambiental incorporen beneficios netos

derivados sobre todo de la preservación de la biodiversidad agrícola o de un

mayor respeto al medio ambiente.

La opinión parece ligeramente más favorable al uso de semillas transgénicas;

pues a pesar de que los ciudadanos continúan creyendo que su riesgo es alto, al

menos valoran su utilidad. Sólo cuatro países se muestran claramente favorables:

España, Portugal, Irlanda y Finlandia (Cáceres, 2002; Eurobarómetro, 2004;

Semir, 2000).

Los datos obtenidos por medio de las encuestas a consumidores chilenos,

confirman que existe un marcado rechazo hacia los alimentos producidos por

Ingeniería Genética, asociado a una considerable falta de información que afecta a

los consumidores (Gil et al., 2001; Lewi et al., 2001).

La mayor parte de los canadienses y asiáticos están a favor de los alimentos

obtenidos mediante Ingeniería Genética, opinan que les puede aportar beneficios

y desean saber más sobre el tema (Agrodigital, 2002b; 2002c).

Los argentinos se muestran conocedores del tema y casi la totalidad de los

encuestados desean que los organismos gubernamantales informen a la sociedad

sobre los beneficios y riegos del uso de estos productos (Sarquis et al., 2003).

Por otra parte, los franceses, norteamericanos, y australianos se consideran

desinformados respecto a los OMGs, desean una información equilibrada y

basada en los hechos para poder hacer su propia elección, además esperan

conocer las ventajas que podrían tener éstos (Agrodigital, 2002a, 2002d; Benson,

2001; Bonny, 2003; Nevado, 2001).

Las percepciones de los problemas alimentarios dependen de múltiples factores,

algunos son los relativos a la incidencia de la cultura o de la ética de cada

individuo, mientras que otros están en relación con aspectos más específicos

como es el caso de la posición social, la influencia de los intereses corporativos o

la formación profesional del grupo en cuestión.

7.2. MARCO HISTÓRICO

El trabajo con los alimentos modificados genéticamente o transgénicos, es

realizado en conjunto por la Biotecnología y la Ingeniería Genética, las cuales

buscan unir los adelantos de la técnica a los seres vivientes del planeta.

La biotecnología consiste en la utilización de seres vivos o parte de ellos, para

modificar o mejorar animales o plantas o para desarrollar microorganismos. El

hombre lleva miles de años utilizando estas prácticas para optimar su

alimentación, aunque los métodos actuales han cambiado radicalmente las formas

y la eficacia.

La primera vez que se usó algo parecido a lo que hoy se entiende por

biotecnología fue para producir bebidas alcohólicas. Los responsables de esta

primera gran carrera biotecnológica fueron los babilonios, hacia el año 6.000 a. de

C. Y en el año 4.000 a de C., los egipcios recurrieron de nuevo a esta técnica para

producir pan y cerveza. Mil años después, en Oriente Medio, se empleó la forma

primitiva de la biotecnología para conseguir la fermentación de la leche en forma

de queso y de yogurt, logro que franceses y suizos, hoy acreditados maestros

queseros, tardaron 4.000 años más en alcanzar; también el vinagre se obtuvo por

este medio en Egipto, 400 a de C.

Fue a mediados del siglo XIX, con los trabajos de Pasteur (ver página 32),

cuando se sientan las bases de un método sistemático para la modificación de los

alimentos, al enunciar éste, en 1857, la teoría biológica de la Fermentación.

Otro hito en la historia de la biotecnología fue el nacimiento de la genética,

gracias a los estudios de Mendel (ver página 33), quien, entre 1856 y 1863, realizó

ensayos sobre la herencia de caracteres en guisantes, permitiendo, con tales

resultados, la obtención de nectarinas, manzanas con sabor a pera y otros

productos artificiales que el consumidor acepta sin problemas.

Posteriormente, se inicia un período de trabajo con las sustancias que, en el

futuro, se ocuparán para la modificación genética de algunos seres vivos, como

son las enzimas, estudiadas por Brüchner (ver página 34), en 1893, mediante la

observación de la levadura.

Principiando el siglo XX, 1940 tiene su propia carta de presentación con la

producción de penicilina y otros antibióticos, utilizando para ello la manipulación de

ciertos microorganismos.

Hacia 1953, J.D. Watson y F.H.C. Crick (ver páginas 35 y 36) proponen que la

herencia estaba ligada al hoy casi familiar ácido desoxirribonucleico o ADN,

componente fundamental de los cromosomas.

También se descubrió que la información contenida en el ADN está codificada. Y

que sus “claves”, comunes a todos los seres vivos, son el “código genético” .

Comenzando la década de los ’70, surge una nueva ciencia, que será la

responsable de los próximos trabajos y de los AMGs: la Ingeniería Genética. Se

aplicó inicialmente (por su alto costo) en la producción de sustancias con usos

farmacéuticos, como la insulina, modificando genéticamente microorganismos.

Con los posteriores desarrollos, se obtuvieron también enzimas para uso

industrial, como la quimosina recombinante, utilizada, al igual que la obtenida de

estómagos de terneros jóvenes (su fuente original, el "cuajo"), para elaborar el

queso.

En posteriores estudios, se sintetiza la hormona somatrotopina bovina, al

introducir un gen en una bacteria y se logró incorporar con éxito un gen para que

remolacha, patata, tabaco, tomate y maíz sinteticen una molécula con toxicidad

exclusiva para las larvas de insectos. Otros ensayos modificaban características

de las plantas para mejorar su valor nutritivo y aumentar la consistencia (mantener

constante la tersura del tomate tras su recolección o reducir los efectos de las

heladas sobre algunas plantas) o, incluso, obtener nuevas variedades de flores

(petunias de color bronce insertando un gen de maíz o rosas azules introduciendo

un gen de petunia).

  En 1973, un grupo de eminentes científicos hicieron un llamamiento para

establecer una exigencia a ciertas líneas de investigación, dado los riesgos

imprevisibles asociados a una posible fuga y proliferación de organismos

manipulados mediante Ingeniería Genética en laboratorio.

En 1975, en la conferencia de Asilomar en Estados Unidos, los científicos

miembros de la Comisión sobre ADN Recombinante de la Academia Nacional de

Ciencias de los EEUU (presidida por Paul Berg y que incluía a James Watson)

hicieron pública una declaración alertando de que “hay grave preocupación por la

posibilidad de que algunas de estas moléculas artificiales de ADN recombinante

resulten biológicamente peligrosas”. La declaración hacía un llamamiento a los

científicos para aplazar de forma voluntaria ciertos experimentos relacionados con

moléculas de ADN recombinante.

Posteriormente, a medida que muchos científicos se implicaban cada vez más en

el campo de las aplicaciones comerciales de las nuevas tecnologías, y se

encontraban más cómodos trabajando con organismos de laboratorio disminuidos

genéticamente, el auto-control que la comunidad científica había demandado se

fue desvaneciendo.

En los últimos veinte años, ha habido una tremenda expansión de la

investigación, comercialización, y pruebas a pequeña escala, y cada vez más

también a gran escala, que implican la liberación de alimentos manipulados

mediante Ingeniería Genética (AMGs).

Sin embargo, la era de los denominados "alimentos transgénicos" para el

consumo humano directo se abrió el 18 de mayo de 1994, cuando la Food and

Drug Administration de Estados Unidos, autorizó la comercialización del primer

alimento con un gen "extraño", el tomate "Flavr-Savr" (ver página 36), obtenido

por la empresa Calgene. A partir de este momento, se han obtenido cerca del

centenar de vegetales con genes ajenos insertados, que se encuentran en

distintas etapas de su comercialización, desde los que representan ya un

porcentaje importante de la producción total en algunos países hasta los que están

pendientes de autorización.

7.3. MARCO CONCEPTUAL

Los cultivos transgénicos, obtenidos mediante un procedimiento tecnológico

revolucionario, han sido extensamente adoptados por los agricultores de los

Estados Unidos, Canadá y Argentina, entre otros países. Hace tan sólo diez años

no se los cultivaba comercialmente ni tampoco eran conocidos en el mercado.

Hoy, sin embargo, son utilizados prácticamente en todo el mundo para elaborar,

procesar y comercializar alimentos, tanto para consumo humano como animal.

Las plantas y animales están compuestos de millones de células. Cada célula

tiene un núcleo que contiene el ADN (ácido desoxirribonucleico). El gen está

constituido de secuencias de ADN y es el "mapa" de construcción de la célula con

características de la herencia y funciones específicas.

Los alimentos transgénicos son aquellos en los que se aplica un proceso artificial

que altera este "mapa" de construcción, con las características deseadas. Los

alimentos genéticamente modificados son diferentes de las plantas "híbridas",

resultado del cruce de una o mas variedades de la misma especie del vegetal.

Este proceso toma por lo general varias generaciones de organismos.

Su composición genética es manipulada con el fin de aumentar su poder

nutricional o rendimiento, haciéndolos más resistentes a plagas o

almacenamientos prolongados, y también para responder mejor a las exigencias

del productor o del consumidor. Actualmente existen, comercializados o en

proceso avanzado de desarrollo, vegetales modificados para:

- Que tengan una vida comercial más larga.

- Resistan condiciones ambientales agresivas, como heladas, sequías y suelos

salinos.

- Resistan plagas de insectos, herbicidas y enfermedades.

- Tengan mejores cualidades nutritivas.

La mayoría de los productos transgénicos son alimentos, semillas e insumos

agrícolas y fármacos desarrollados por un poderoso grupo de empresas

multinacionales, encabezadas por la estadounidense Monsanto y la suiza

Novartis. Sus principales productos son soja, tomate, papa, tabaco, algodón y

maíz resistentes, a herbicidas unos, y a plagas, otros.

Además, se consideran alimentos transgénicos a: alimentos que contienen un

ingrediente o aditivo derivado de un organismo sometido a Ingeniería Genética, o

alimentos que se han producido utilizando un producto auxiliar para el

procesamiento (por ejemplo, enzimas) creado por medio de esta ciencia. Aunque

sea menos preciso, resulta habitual referirse a este tipo de sustancias como

alimentos transgénicos o alimentos recombinantes.

7.4. MARCO JURÍDICO

7.4.1. NORMATIVA NACIONAL

LOS TRANSGÉNICOS EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL ESTADO

La nueva Constitución Política del Estado aprobada en diciembre, y sujeta a un

referéndum, ratifica la prohibición de la producción, importación, uso y

experimentación con plantas y mercancías transgénicas. La Constitución expresa:

El artículo 409 de la Constitución Política del Estado, dice: "La producción,

importación y comercialización de transgénicos será regulada por ley", pero aún

no existe la ley. Esta redacción fue modificó aquella aprobada en grande

por la Asamblea Constituyente, el 24 de noviembre de 2007 en Sucre, despojando

así a la Madre Tierra de su única herramienta revolucionaria de lucha contenida en

el artículo que entonces era el No. 405: "Se prohibe la producción, uso,

experimentación, importación y comercialización de organismos genéticamente

modificados."

Art.254.8 Seguridad y soberanía alimentaria para toda la población, prohibición de

importación, producción y comercialización de organismos genéticamente

modificados y elementos tóxicos que dañen la salud y el medio ambiente.

El artículo 409 de la Constitución Política del Estado, dice: "La producción,

importación y comercialización de transgénicos será regulada por ley", pero aún

no existe la ley. Esta redacción fue modificó aquella aprobada en grande por la

Asamblea Constituyente, el 24 de noviembre de 2007 en Sucre, despojando así a

la Madre Tierra de su única herramienta revolucionaria de lucha contenida en el

artículo que entonces era el No. 405: "Se prohíbe la producción, uso,

experimentación, importación y comercialización de organismos genéticamente

modificados."

Art.405. Se prohíbe la producción, uso y comercialización de organismos

genéticamente modificados.

Desde el 1 de julio de 1997 está vigente el Decreto Supremo 24676, que es el

reglamento sobre bioseguridad normada por la Ley 1580, que tiene como finalidad

minimizar los riesgos y prevenir los impactos ambientales negativos sobre los

organismos

Sin embargo como vimos, efectivamente hay normas sustentables que prohíben la

producción y comercialización de organismos genéticamente modificados y

elementos tóxicos que dañen la salud y el medio ambiente, el cual está

establecido en nuestra Constitución Boliviana, pero es necesario promoverlos a

través de medios de comunicación alternativas para que la población este

consiente de los peligros a los cuales podemos sometemos como consumidores si

no se controlan la producción de los alimentos transgénicos.

Sin embargo, el proyecto de Ley de' Revolución Productiva, Comunitaria y

Agropecuaria, ley 144 26 de junio 2011 averiguar ley 071 2010 que es impulsado

por el Gobierno, en sus artículos 15 y 19, establece la regulación del uso de estos

productos.

El numeral tres del artículo 15 establece que parágrafo "No se; introducirán en el

país paquetes tecnológicos agrícolas que involucren semillas genéticamente

modificadas de especies de las que Bolivia es centro de origen (...)":

En materia jurídico constitucional, la CPE señala en su art. 409, que la producción,

importación y comercialización de transgénicos será regulada por Ley; en tanto

que el Art. 255 señala que la negociación y suscripción de tratados internacionales

se regirá por los principios de: inciso 8, seguridad y soberanía alimentaria para

toda la población; prohibición de importación, producción y comercialización de

organismos genéticamente modificados o tóxicos que dañan la salud y el medio

ambiente.

"No se entiende el espíritu de los legisladores al redactar la CPE, ya que, por una

parte, prioriza la seguridad y soberanía alimentaría y prohibe los transgénicos y,

por otra, abre la posibilidad de su utilización a partir de ley específica. Es

necesario recordar que la primera versión de la CPE prohibía la introducción y

utilización, por lo que nos preguntamos, a qué se debió esta modificación final",

cuestionó.

Lidema no habría podido acceder al anteproyecto de Ley, a pesar de haberlo

solicitado, "esto muestra que no hay apertura para manifestarse sobre su

contenido"; dijo Pelaez.

Para Lidema no es razonable que las autoridades planteen que hay que demostrar

los daños antes de pensar en su prohibición, porque una vez que los daños se

vean, según Pelaez será tarde para remediarlos.

"También preocupa que el gobierno esté apoyando los intereses de las grandes

corporaciones del Oriente, que son las más interesadas en la introducción de

transgénicos, ya que su uso les ahorra mano de obra y supuestamente aumenta

su producción", concluyó. La nueva ley

El Gobierno admitió ayer que la producción orgánica es insuficiente para cubrir el

mercado interno y generar excedentes para la exportación, por lo que a partir de la

aprobación de la Ley de Revolución Productiva, Comunitaria y Agropecuaria, el

país no sólo producirá soya transgénica sino otros alimentos, que aún no fueron

definidos.

"La ley priorizará la producción orgánica (de alimentos), pero también somos

conscientes de que la producción orgánica eventualmente no es suficiente para

garantizar el abastecimiento interno y los excedentes de exportación a los que

aspiramos", dijo el ministro de Autonomías, Carlos Romero, en una entrevista con

medios estatales. El proyecto de ley fue presentado la semana pasada y su

aprobación está prevista hasta antes del 21 de junio, Año Nuevo Aymara-

Amazónico. Los productos transgénicos son aquellos que fueron modificados

genéticamente, en el que el ADN ha sido modificado para que resista los embates

del medio ambiente, así como para soportar insecticidas, gérmenes o plagas de

insectos.

7.4.2. NORMATIVA INTERNACIONAL

La conclusión de la Ronda de Uruguay de Negociaciones Comerciales

Multilaterales en Marrakech en 1995 dio lugar al establecimiento de la

Organización Mundial del Comercio (OMC), a la entrada en vigor del Acuerdo

sobre la Aplicación de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) y al Acuerdo

sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC). Ambos Acuerdos son importantes

para comprender los requisitos de las medidas de protección de los alimentos en

el plano nacional, y las normas para las cuales se realizará el comercio

internacional de alimentos tanto convencionales como transgénicos (FAO, 2002)

El Acuerdo MSF confirma el derecho de los países miembros de la OMC a aplicar

medidas para proteger la vida y la salud humana, animal y vegetal. El Acuerdo

comprende todas las leyes, decretos y reglamentos pertinentes, los

procedimientos de comprobación, inspección, certificación, aprobación, y los

requisitos de envasado y etiquetado directamente relacionados con la inocuidad

de los alimentos; y alienta la utilización de normas, directrices o recomendaciones

internacionales, especificando que las del Codex están en consonancia con las

disposiciones del propio Acuerdo MSF, por lo tanto, sirven como punto de

referencia para la comparación de las medidas sanitarias y fitosanitarias

nacionales.

El Acuerdo OTC exige que los reglamentos técnicos sobre los factores de calidad

tradicionales, prácticas fraudulentas, envasado, etiquetado etc., impuestos por los

países no sean más restrictivos para los productos importados que para los de

producción nacional. Alienta también el uso de normas internacionales (Compés,

2003; FAO, 2003; Larach, 2001).

Como complemento al marco institucional para la regulación del comercio de

OMG, sobre las políticas comerciales se ha adoptado el Protocolo de Seguridad

de la Biotecnología en Montreal, Canadá, el cual brinda a los países la

oportunidad de obtener información antes de que se importen nuevos organismos

generados mediante Biotecnología, sujetos a las obligaciones internacionales

existentes; crea una estructura para ayudar a mejorar la capacidad de los países

en desarrollo para proteger la biodiverisdad; estipula la información que debe

incluirse en la documentación que acompaña a los organismos vivos modificados

(OVM) destinados a uso confinado, incluido cualquier requisito de manipulación y

puntos de contacto para obtener información adicional y para el consignatario

(Larach, 2001; Secretaría Convenio Diversidad Biológica, 2000).

En la actualidad, la protección al consumidor ha adquirido gran importancia en el

mundo, su información y formación son aspectos básicos en la protección de sus

derechos, su salud y su seguridad (Lambois, 2000). Un mayor conocimiento sobre

todo lo relacionado con los productos alimenticios posibilita un ejercicio eficaz de

sus derechos, motivo por el que las asociaciones de consumidores expresan y

exigen estar informados y educados en la temática y consideran necesario un

etiquetado correcto, que informe la presencia de OMGs en el producto, así el

consumidor con una opinión formada podrá elegir libremente, teniendo la opción

de escoger el alimento transgénico o el convencional (Gálvez y Díaz, 2000; Morón,

2003).

De hecho, hay países que ya tienen establecidas legislaciones sobre el

etiquetado, entre ellos Australia, Brasil, China, Japón, Rusia y la Unión Europea,

que han normalizado la información obligatoria e inclusive exigen la información en

los alimentos que procedan de OMGs aunque no contengan el material como tal,

no por motivos de sanidad pública o de tipo medioambiental, asuntos que deben

ser comprobados en el momento de la aprobación de cada OMG, sino para

garantizar la posibilidad de elección por el consumidor (AGROMEAT, 2005; Blanca

et al., 2001; Consumers International, 2004; Espiño, 2004; Gálvez y Díaz, 2000;

Marín, 2001; OMS, 2002; Rodríguez, 2000a; 2000b).

En otros países como Canadá, Estados Unidos, México, Argentina, Paraguay y

Filipinas no existe esta obligación de etiquetar los OMG, salvo que se determine

que son sustancialmente diferentes a los productos equivalentes convencionales.

No obstante, se puede etiquetar alimentos como libres de OMG de forma

voluntaria y bajo determinadas reglas (Gálvez y Díaz, 2000; Gómez, 2003; Reid,

2003a; Rodríguez , 2000a; Villaverde, 2005).

El Codex Alimentarius también se ha pronunciado al respecto y trabaja para

establecer un proyecto de directrices que aun se encuentra en una fase inicial de

examen, pues aun quedan sesiones en las que no se ha logrado un consenso total

entre los países, donde algunos como Australia y Tailandia se expresan contra las

directrices y otros como la Unión Europea las apoyan (FAO, 2000; Palou, 2000,

Villaverde, 2005).

9. MÉTODOS Y TÉCNICAS A UTILIZAR EN LA TESIS

9.1. Métodos Generales

Se utilizo el método Social y Jurídico por que el derecho no puede estar alejado

de la sociedad y de los hechos que se producen en esta, con la finalidad de

obtener una lectura de la realidad social para que nos permita comprender con

objetividad que en nuestra sociedad existe una insuficiencia del artículo 409 sobre

la producción, importación y comercialización de alimentos transgénicos para la

conservación y cuidado del patrimonio genético y salud humana en Bolivia

9.2. Métodos Específicos

Para los aspectos de interpretación de la normas, se ha utilizado el método

gramatical por que nos ha permitido determinar el origen de las palabras y la

interpretación que se les da a cada una de ellas y para complementar se utilizó el

método teleológico, que tiene por finalidad encontrar el interés jurídicamente

protegido, debido a que toda norma jurídica protege un interés.

10.- TÉCNICAS A UTILIZARSE EN LA TESIS

Para este proceso de la investigación tomaremos como referencia los siguientes

puntos:

- Recolección de datos.

- Entrevistas