Introducción:

La siguiente investigación surge de una problemática que se desarrolla en los contextos más bajos –económicamente- de nuestro país, y también a nivel mundial. Siendo los inhalantes las drogas de más fácil acceso para niños y jóvenes.

He basado la investigación en los efectos de los inhalantes, pero sobre todo como la sociedad en general somos inhalantes involuntarios, al usar productos de necesidad cotidiana.

Además de esto se plantea el caso de los grupos de inhalantes que viven y se desarrollan en el mercado Oriental de la capital, en donde son familias completas las que dependen del consumo de estos tipos de drogas.

Sin embargo, también quise plantear la actitud indiferente que la sociedad tiene ante esta problemática, en donde solo nos preocupamos por juzgar, temer e insultar a los ‘’huelepega’’ pero no por ayudarlos a integrarse a organizaciones en donde lograrían librarse de esta adicción.

Objetivos:

1. Demostrar como el uso directo o indirecto de los inhalantes puede degradar tu cuerpo de diferentes formas.

2. Denunciar una problemática social a la que no se le está haciendo frente y en la cual no se ha colaborado lo suficiente para erradicarla.

La inhalación, otra forma de alucinación

Mallory E. Páramo

Los inhalantes son sustancias volátiles que producen vapores químicos que pueden ser consumidos para provocar un efecto psicoactivo o un estado de alteración mental. Se les llama así a los disolventes industriales que son utilizados con fines de abuso por algunas personas. Estos pueden provocar intoxicación voluntaria o involuntaria.

Estas sustancias se consumen en determinadas zonas rurales, como así también en ambientes marginales o de bajos recursos, donde son de las pocas drogas a las que tiene acceso fácil.

Especialistas afirman que el uso continuado provoca dependencia psíquica, creando una situación de necesidad de ingesta similar a otras drogas. A consecuencia de la rápida distribución por los pulmones, el inicio de la intoxicación es inmediato. Se relaciona el consumo de estas sustancias con conductas criminales y autodestructivas.

La sensación de euforia primero y aturdimiento después -habitual con estos tóxicos- conlleva una perturbación psíquica grave que altera la inteligencia y la percepción.

¿En qué productos están contenidos los inhalantes?

Por más difícil que sea aceptarlo, los inhalantes están presentes en los productos de uso cotidiano (industrial y doméstico), como en los aerosoles ("spray"), las pinturas, los pegamentos plásticos, las tinturas de los zapatos, los adelgazadores de

pintura, la gasolina, la acetona, etc.

¿Cómo afectan los inhalantes al cerebro?

Según estudios realizados por el National Institute On Drug Abuse (NIH) los inhalantes que más se abusan deprimen el sistema nervioso central de una manera parecida al alcohol. Los efectos son similares e incluyen dificultad para hablar, falta de coordinación, euforia y mareo.

Los que abusan de los inhalantes también pueden experimentar aturdimiento, alucinaciones y delirios. Cuando se inhala repetidamente, muchos usuarios se sienten menos inhibidos y con menos control. Algunos pueden sentirse somnolientos por varias horas y experimentar dolor de cabeza persistente.

¿Pueden los inhalantes aumentar la agresividad y quitar el hambre?

Además de las afectaciones que repercuten en el cerebro por estos tipos de drogas, también se ha comprobado que estos alucinógenos pueden convertir a algunos de sus dependientes en agresivos.

De la Garza (1979) encuentra que la agresión está presente en la minoría de los casos. Algunos pacientes se tornan agresivos y son capaces de herir a sus compañeros. En ocasiones actúan de acuerdo con la realidad de la alucinación, por ejemplo, sintiéndose perseguidos por la policía.

En el caso de la pérdida del apetito, los inhalantes provocan una disminución del apetito y los sujetos –por su estado de alucinación- se olvidan de comer. Precisamente uno de los síntomas de inhalación crónica es la baja de peso.

Los inhaladores del mercado Oriental

El callejón de la muerte en el mercado oriental de Managua, pernocta a un gran grupo de jóvenes que se dedican al consumo de la pega para drogarse. Personas quienes residen en los edificios viejos de la vieja Managua, en su mayoría son descendiente de núcleos familiares marginados de la población que deambulan por el sector del mercado oriental.

Los motivos que llevan a jóvenes huele pegas a la calle son muchos, pero uno central es la desintegración familiar que les ha jugado una adversas realidades socioeconómicas en que viven sus familias.

Cohen (1979) ha descrito algunas de las características que hacen de los inhalantes la droga preferida por los niños y adolescentes. El bajo costo los pone al alcance de los sujetos con más pobres ingresos Su fácil disponibilidad en las tiendas o supermercados, ofrece una venta inmediata y sin ninguna restricción legal

Estos jovenes desde temprana horas del día salen rumbo al oriental, en busca del pan nuestro de cada día. Lamentablemente a sus tempranas edades se ven inmersos en el bajo mundo de la drogadicción por el consumo de pegamento.

Un estudio realizado por el Ministerio de Gobernación en 1991, logró determinar que en ese momento había en Managua unos mil niños que habían caído en el hábito de inhalar pegamento. Estimados posteriores elevan esta cifra hasta los mil 300 en la actualidad. Se estima que por cada niño que llega a la etapa de la inhalación de la pega hay por lo menos 10 que viven toda o la mayor parte de su vida en la calle.

Para sobrevivir estas personas deben revisar contenedores de la basura en busca de algunos alimentos, también piden dinero y mediante esta rutina se van formando hasta llegar a convertirse en un fenómeno social. En muchos de los casos como últimas instancias se van involucrando en negocios ilícitos. Cualquier cosa por conseguir el pegamento que los alejes de su realidad y sacie su necesidad de drogadicción.

‘’Ser huelepega es difícil’’ Arturo Cruz, 29 años

-¿Por qué te metiste al mundo de la adicción?-Primero fue curiosidad además ahorita no hay trabajo. Yo trabajaba, pero la gente me reprochaba que yo había sido vago y decían que yo robaba. -¿Era verdad que robabas?- Sí, pero no me gustaba que me lo dijeran.- ¿De qué sobrevivís? –Ayudo a los vende carne del mercado con mi carretón, pero cuando

no consigo nada, tengo que robar.- ¿En qué usas el dinero que ganas? –Cuando no consigo mucho lo uso para pega, pero cuando estoy más o menos la uso para ‘’piedra’’ -¿Por qué te gusta inhalar pega? –Es rico, cuando huelo pega siento que vuelo -¿Cómo te sentís con respecto al rumbo que lleva tu vida? –Me siento solo, también mal por cómo la gente te juzga, a veces me corren de los lugares porque creen que solo me acerco a robar, me gritan cosas, es difícil ser un huelepega. -¿Te molesta que te llamen huelepega? –Si porque aunque yo huela pega no tienen derecho a llamarme asi. -¿Conoces de organizaciones que te pueden ofrecer ayuda para alejarte de la adicción a los inhalantes? –Si yo en Casa Alianza, pero me salí a los dos meses. -¿Por qué te saliste? –Porque no tenía libertad además no me dejaban tener mi pega y yo la necesitaba. -¿Has considerado visitar algún otro centro de rehabilitación o volver a Casa Alianza? –La verdad no porque no creo que pueda volver a dejar la pega o la ‘’piedra’’.

5:15 pm en el mercado oriental, la jornada del día terminó, llegó el momento de preparar la cena (abrir el frasco de pega) y a ver televisión (alucinar) se ha dicho, hasta que llegue el momento de tender las camas (cartones) y descansar unas horas para estar listos a iniciar una nueva jornada (deambular)...

Conclusiones

Estos personajes de nuestra sociedad, habitan con sus familias en los escombros de la vieja Managua, no tienen donde vivir, que comer, sufren maltrato, pobreza, miseria, y obviamente son víctimas de la drogadicción, Estas personas viven en condiciones marginadas sin esperanza alguna.

Sin duda estamos en una situación muy difícil pero hay que trabajar y apoyar este sector desprotegido y vulnerable. Buscar una salida del problema y luchar por la sobre vivencia y una vida digna de estas personas. La responsabilidad no es de un estado o el gobierno, es de todos.

Existen en el país algunas organizaciones que tratan de apoyar los casos como los de Arturo, pero no se logra realizar una rehabilitación completa porque algunos abandonan el programa para recaer.

Además de esto, cabe destacar que no solo las personas mostradas en esta investigación son víctimas dependientes de los inhalantes. Nosotros también somos consumidores involuntarios de estos productos, pero nadie hace nada, estamos callados y seguimos inhalando.

Bibliografía:

Apocatastasis. (2015). Inhalantes. Recuperado de http://www.apocatastasis.com/drogadiccion/inhalantes-droga-adiccion.php#7

Casa Alianza. (2014)¿Quiénes somos?, misión y visión. Recuperado de http://www.casa-alianza.org.ni/index.php/quienes-somos

Cohen, S. (1982). Inhalación voluntaria de solventes industriales. Editorial Planeta.

De la Garza, F. Mendiola, I. Rábago S. (1979). "Psychological, Familiar and Social Study of 32 patients using inhalants. Editorial Trillas.

National Institute On Drug Abuse. (2012). Drugfacts: Los Inhalantes. Recuperado de http://www.drugabuse.gov/es/publicaciones/drugfacts/los-inhalantes