La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

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Con el propósito de investigar ¿cuál es la relación entre el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la distribución de ingreso en El Salvador? el presente análisis examina la incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad, a través de la construcción de “curvas de incidencia del crecimiento”, para varios episodios, tanto para el país en general como por área geográfica: urbana y rural. Se encontró que el crecimiento económico reduce la pobreza y favorece la disminución de la desigualdad de ingresos, cuando los ingresos de los segmentos de la población con más bajos recursos, son los que han percibido el crecimiento. Se emplearon los datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), elaborada por la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC) desde 1992 al presente. El documento se ha separado en los siguientes apartados. El primero aborda las tendencias generales de la pobreza y la desigualdad, utilizando el método del ingreso y la línea de pobreza. El segundo, realiza un esbozo de la relación entre pobreza y la distribución del ingreso, analizando curvas de incidencia del crecimiento de varios periodos específicos. En el tercer apartado se analiza cómo, durante los últimos años, el patrón de crecimiento incide en la reducción de la desigualdad, lo cual ha sido acompañado tanto –por momentos– de reducción como de aumento en la pobreza. En el cuarto se realiza una comparación entre la evolución de los ingresos promedio de los segmentos con ingresos más bajos y la línea de pobreza. Se argumenta que lo anterior se debe a una diferente magnitud de crecimiento de los ingresos per cápita de la población con menores ingresos, en relación con los aumentos del costo de la vida o de la línea de pobreza. Finalmente se plantean algunas reflexiones y conclusiones. 1. Tendencias generales de la pobreza y la desigualdad El mantenimiento y mejora continua de los indicadores económicos y sociales que se producen son de gran importancia para el país, y de su precisión dependen análisis como el presente. Sobre la información, inicialmente es relevante indicar que la evolución del bienestar como disminución de la pobreza o aumento de los ingresos de las personas no está exenta de observaciones y precauciones. Por ejemplo, la literatura especializada relaciona, al menos, tres aspectos a considerar. El primero, se refiere al debate entre la utilización de consumo o el ingreso como indicador de bienestar. Por un lado, el consumo podría ser una medición más cercana al bienestar en tanto se refiere exactamente a lo que los hogares pueden disfrutar de manera más permanente, mientras que el ingreso podría experimentar Marzo de 2015 • No. 19 Estudios Económicos DEC 1 Análisis económico La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad — José Andrés Oliva Cepeda

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Page 1: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

Con el propósito de investigar ¿cuál es la relación entre

el crecimiento económico, la reducción de la pobreza

y la distribución de ingreso en El Salvador? el presente

análisis examina la incidencia de diferentes patrones de

crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad, a través de la

construcción de “curvas de incidencia del crecimiento”, para

varios episodios, tanto para el país en general como por área

geográfica: urbana y rural. Se encontró que el crecimiento

económico reduce la pobreza y favorece la disminución

de la desigualdad de ingresos, cuando los ingresos de los

segmentos de la población con más bajos recursos, son los

que han percibido el crecimiento. Se emplearon los datos

de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM),

elaborada por la Dirección General de Estadística y Censos

(DIGESTYC) desde 1992 al presente.

El documento se ha separado en los siguientes apartados.

El primero aborda las tendencias generales de la pobreza y

la desigualdad, utilizando el método del ingreso y la línea

de pobreza. El segundo, realiza un esbozo de la relación

entre pobreza y la distribución del ingreso, analizando

curvas de incidencia del crecimiento de varios periodos

específicos. En el tercer apartado se analiza cómo, durante

los últimos años, el patrón de crecimiento incide en la

reducción de la desigualdad, lo cual ha sido acompañado

tanto –por momentos– de reducción como de aumento en

la pobreza. En el cuarto se realiza una comparación entre

la evolución de los ingresos promedio de los segmentos

con ingresos más bajos y la línea de pobreza. Se argumenta

que lo anterior se debe a una diferente magnitud de

crecimiento de los ingresos per cápita de la población con

menores ingresos, en relación con los aumentos del costo

de la vida o de la línea de pobreza. Finalmente se plantean

algunas reflexiones y conclusiones.

1. Tendencias generales de la pobreza y la desigualdad

El mantenimiento y mejora continua de los indicadores

económicos y sociales que se producen son de gran

importancia para el país, y de su precisión dependen

análisis como el presente. Sobre la información,

inicialmente es relevante indicar que la evolución del

bienestar como disminución de la pobreza o aumento

de los ingresos de las personas no está exenta de

observaciones y precauciones. Por ejemplo, la literatura

especializada relaciona, al menos, tres aspectos a

considerar. El primero, se refiere al debate entre la

utilización de consumo o el ingreso como indicador de

bienestar. Por un lado, el consumo podría ser una medición

más cercana al bienestar en tanto se refiere exactamente

a lo que los hogares pueden disfrutar de manera más

permanente, mientras que el ingreso podría experimentar

Marzo de 2015 • No. 19

EstudiosEconómicos

DEC

1

Análisiseconómico

La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

— José Andrés Oliva Cepeda

Page 2: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

disminuciones temporales y no incorporar lo que los

hogares consumen, ya sea por el autoconsumo de los

bienes producidos, o por no incorporar el valor de los

bienes en especie recibidos, los que también contribuyen

en su bienestar. Además, también los hogares podrían

reportar menores ingresos que los que efectivamente

perciben, subestimando los mismos.

Segundo, a manera de realizar una mirada a toda la

distribución, las observaciones a partir de ingresos

reportados por encuestas sobre los hogares, podrían

no incorporar los ingresos de los hogares en el extremo

más alto de la distribución. Algunos investigadores

han optado por complementar la información de

las encuestas con la información proveniente de la

tributación sobre la renta; sin embargo, su utilización no

está exenta de alteraciones, tales como: cambios en la

legislación, profundización de la eficiencia recaudatoria

o disminución de la elusión, u otros aspectos de la

integración de la información impositiva y la encuesta,

etc. (The World Bank, 2014).

Tercero, existe una amplia gama de aspectos de la

distribución del bienestar que escapan al alcance

de este análisis y constituyen un espacio relevante

para profundizar en su investigación. La literatura es

abundante en indicadores de medición y metodologías

que involucran, además del ingreso, varios aspectos y su

interacción; tales como, educación, salud, o seguridad,

los cuales también son parte del bienestar. A manera de

combinar, por ejemplo, la distribución del ingreso con

otras mediciones y cómo estas influyen en el resultado

de ingresos, como la igualdad de las oportunidades o el

enfoque de las capacidades.

A pesar de las dificultades señaladas anteriormente, la

información utilizada en el análisis, como en otros de

la misma naturaleza, proviene de la única estimación

que los sistemas estadísticos nacionales producen, y

constituyen el reflejo o apreciación más aproximada

disponible de lo que sucede en la economía. En este

sentido, la aplicación constante de la metodología

correspondiente (lo que implica mantener el mismo

cuestionario y procedimientos muestrales) brinda

rigurosidad y comparabilidad tanto en el tiempo,

como con el resto de mediciones realizadas por otras

instituciones, permitiendo una perspectiva de la

evolución general en el tiempo, lo que resulta muy

importante (Ahluwalia, 1974). Por ejemplo, como se

muestra más adelante, la medición de crecimiento del

PIB en cuentas nacionales, guarda congruencia con la

información de la encuesta.

La información muestra que desde inicios de los años

noventa la evolución convencional del bienestar,

medida como aumento de los ingresos, muestra un

incremento general en términos per cápita o una

mejora en las condiciones económicas de vida de los

salvadoreños. A pesar de lo anterior, también los datos

reflejan que durante los últimos años, los avances en

promedio se han ido alcanzando más lentamente.

Desde 1992 hasta 2013, la medición del porcentaje de

personas viviendo con ingresos pér capita debajo de la

línea de pobreza relativa, utilizando el doble del valor

de la canasta básica alimentaria (CBA) ha mostrado un

descenso, marcando una disminución de la incidencia

total de la pobreza de 31.1%; el porcentaje disminuye

desde 65.9% donde se ubicaba en 1992, hasta 34.8% en

2013; aparte de lo anterior, los registros muestran que

la reducción se experimentó en mayor medida, dentro

del periodo de 1992 hasta 2004, cuando el porcentaje

disminuyó 25% (gráfica 1).

Análisis económico No. 19 • marzo de 2015

2

Page 3: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

3

El descenso referido se experimentó tanto en

zonas urbanas como rurales; entre 1992 y 2004

los porcentajes descendieron 24.9% y 21.7%,

respectivamente. No obstante, luego de 2004, la

evolución de la pobreza muestra variaciones marcadas

de manera similar en ambas zonas, percibiendo

ascenso importante durante 2008 y 2011 (gráfica

1) años en los cuales, precisamente los precios de

los alimentos y, por lo tanto, la línea de pobreza,

experimentaron notables incrementos de manera

general, impactando ambas zonas indistintamente.

EstudiosEconómicos

DEC

Gráfica 1. Porcentaje de personas viviendo debajo de la línea de pobreza relativa 60.0

33.8 30.5

71.3

44.4 41.7

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

Total Urbana Rural

Fuente: Dirección General de Estadística y Censos, DIGESTYC.

Gráfica 2. Evolución de la desigualdad (Índice de Gini del ingreso per cápita)

0.53

0.45

0.3

0.4

0.4

0.5

0.5

0.6

Total Rural Urbano

Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), varios años.

También, por su parte, la evolución de la desigualdad

de la distribución de ingresos, utilizando la medición

convencional del índice de Gini 1, ha mostrado mayor

disminución durante los últimos años que durante

los noventa. De manera aproximada, en términos per

cápita, entre 1992 y 2002, el índice se ubicó en 0.53 en

promedio; no obstante, posteriormente, entre 2002 a la

fecha, ha mostrado una tendencia a la reducción, aunque

experimentó un leve incremento en 2013. En 2012 registró

un valor de 0.41 y pasó a 0.45 en 2013 (gráfica 2). También

se observa que desde 2005, las zonas rurales experimentan

mayor reducción en la desigualdad que las urbanas.

1

1 Índice de la desigualdad de cualquier distribución muestra un valor más bajo a medida la distribución es más equitativa o se acerca más a la igualdad plena.

Page 4: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

4

2. Diferentes patrones de crecimiento económico muestran diferentes resultados en pobreza y desigualdad

Para responder a la complejidad detrás de la relación

entre el crecimiento, pobreza y desigualdad, Ravallion

y Chen (2001) proponen analizar cómo es distribuido

el resultado del crecimiento a través de la construcción

de las curvas de incidencia del crecimiento, que muestran

la tasa de crecimiento con respecto al año anterior, de

los ingresos en promedio de la agrupación de datos

ubicada en cada percentil (o una centésima parte de la

población)2 de la distribución, cuando la población se

ha ordenado por el ingreso3. El anterior ejercicio cobra

relevancia, al comparar periodos de bonanza económica

con períodos de contracción.

En general, el crecimiento económico reduce la pobreza

y favorece la disminución de la desigualdad de ingresos,

cuando los ingresos de los segmentos de la población

con más bajos recursos, son los que han percibido

el crecimiento. En otras palabras, que el proceso de

crecimiento económico involucrado sea más extenso

sobre la población, o sea más inclusivo o presente

características más cercanas al llamado “crecimiento

pro-pobre”, término utilizado para implicar que sean

las personas en la parte inferior de la distribución, las

que perciban el ascenso. La curva de incidencia del

crecimiento indicaría un “crecimiento pro-pobre”, si la

distribución posee una inclinación de arriba hacia abajo

(The World Bank, 2014).

2 Estadísticamente, un percentil es una medida de posición de una observación dentro de una distribuc ión, que ha sido dividida en cien partes. 3 Measuring pro-poor growth, Martin Ravallion and Shaohua Chen, Development Research Group, World Bank, August 2001.

3. Análisis de diferentes episodios o patrones de crecimiento

Para evaluar lo anterior, se distinguieron nueve

episodios (gráfica 3), que describen diferentes patrones

de crecimiento de la economía de El Salvador, para

periodos comprendidos de manera balanceada de

tres años para su comparabilidad, con excepción del

periodo de crisis. El primero corresponde al periodo

entre 1992 y 1994, cuando el país experimentó un fuerte

crecimiento –la tasa de crecimiento del PIB ascendió

a 7% en términos reales–; segundo, un momento de

desaceleración pronunciada, entre 1995 y 1997, donde

el crecimiento bajó a 4.1% en promedio; tercero, de

desaceleración menos pronunciada entre 1998 y

2000, donde el crecimiento continuó bajando hasta

3.1%; cuarto, un periodo de crecimiento lento, entre

2000 y 2002, donde se reportó una tasa de 2.1%, y se

experimentó el impacto interno de los dos terremotos

sufridos en 2001; quinto, entre 2003 y 2005, donde se

reportó una tasa de crecimiento que promedió 2.6%;

sexto, entre 2006 y 2008, un periodo de crecimiento

económico alto, aunque menor que el experimentado en

Análisis económico No. 19 • marzo de 2015

Gráfica 3. Tasa de crecimiento por períodos

Fuente: Banco Central de Reserva, BCR.

7.4 6.4

3.4 2.3

3.8

1.7

-4

-2

0

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EstudiosEconómicos

DEC

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la primera década de los noventa, con una tasa promedio

de 3%; séptimo, entre 2008 y 2009, cuando la economía

experimentó el impacto de la crisis internacional con

una fuerte contracción de -3.1%; octavo, un periodo de

recuperación de la crisis entre 2009 y 2011 y finalmente

un periodo post-crisis entre 2011-2013.

En varios paneles, la gráfica 4 muestra las diferentes

curvas de incidencia del crecimiento, para cada episodio.

En cada gráfica se pueden observar las variaciones en

el porcentaje de pobreza y en el coeficiente de Gini en

cada periodo. Destaca que los episodios de crecimiento

evaluados no se han comportado de la misma manera.

En general, los episodios de crecimiento fuerte y alto,

han resultado patrones de crecimiento “pro-pobre”,

debido a que los ingresos de los hogares con menores

ingresos han aumentado, pero la pobreza no siempre se

ha reducido. No obstante, también los episodios de crisis

interna (terremotos) y extrema (crisis) han impactado a

los segmentos con menores ingresos de la distribución;

aunque no ha incrementado la pobreza sí ha aumentado

la desigualdad; posiblemente, la caída de los ingresos de

los segmentos de hogares con más bajos recursos, han

acrecentado la distancia con los segmentos de ingresos más

altos, y por lo tanto, la medida general de desigualdad.

Durante la primera mitad de la década de los noventa el

crecimiento fue fuerte. Entre 1992 y 1994, el crecimiento

ascendió hasta 7%, la desigualdad en la distribución del

ingreso aumentó; sin embargo, el país experimentó una

pronunciada reducción de la pobreza, descendiendo de

64.7% a 59.2%. La reducción de la pobreza se concentró

en la zona urbana (gráfica 4 panel A). La forma en “U”, de

la curva indicaría una relativa mejora en los ingresos de

los segmentos más bajos y más altos de la distribución,

no así de los que se ubican en medio. Asimismo, la curva

describe la situación donde, a pesar que los ingresos de

los mayores percentiles perciben un mayor crecimiento,

incidiendo en aumentar la desigualdad; los menores

percentiles también aumentan sus ingresos, lo que a su

vez disminuye la pobreza.

Posteriormente, el país experimentó un periodo de

desaceleración del crecimiento, inicialmente más

pronunciado, entre 1995 y 1997. La curva de incidencia

muestra que mientras la parte baja de la distribución

presentó incrementos fuertes, el resto percibió un

crecimiento moderado. Dicho patrón, redujo la

disparidad de ingresos y con ello la desigualdad, la cual

disminuyó (-0.0123); no obstante, la pobreza aumentó en

mayor medida en la zona rural (3.9%) (gráfica 4, panel B).

En el periodo siguiente, la economía continuó

desacelerándose, mostrando una tasa de crecimiento

de 3.1% entre 1998 y 2000. De manera diferente, el

patrón de crecimiento mostrado, resultó un ascenso de

la desigualdad con una disminución de la pobreza. Es

decir, que los sectores con menores y mayores recursos

aumentaron sus ingresos (gráfica 4, panel C).

Entre 2000 y 2002, la tasa de crecimiento continuó

disminuyendo, hasta alcanzar 2.1%. En este periodo

el país experimentó el impacto de los terremotos,

la pobreza disminuyó y la desigualdad del ingreso

aumentó. Los ingresos de los segmentos de hogares

con ingresos más bajos cayeron, dicho comportamiento

incidió en aumentar la desigualdad (la cual pasó de 0.528

a 0.534); por otro lado, la tasa de pobreza disminuyó

desde 45.6% en 2000 a 42.9% en 2002, auspiciado por

un contexto de reducción de los precios de los alimentos

(con variación en la CBA urbana de -3.9% y CBA rural de

-6.0%) (gráfica 4, panel D).

Page 6: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

6

Para 2003 y 2005, el crecimiento mostró un pequeño

incremento, hasta 2.6%, aunque, la tasa es pequeña, la

curva de ingresos muestra un comportamiento “pro-

pobre”, de manera más acentuada en el sector rural que

en el urbano. La desigualdad total disminuyó (-0.0149),

y la pobreza aumentó (1%) (gráfica 5, panel A), efecto

relacionado con el ascenso de la CBA (con variación en la

CBA urbana de 9.4% y CBA rural de 17.4%).

Aunque no tan fuerte como el percibido en la primera

década de los noventa, entre 2006 y 2008, el país volvió

a experimentar un mayor crecimiento económico,

reportando una tasa de 3% en promedio. En este periodo,

el crecimiento económico percibido propició un aumento

del ingreso de los hogares más pobres; sin embargo, la

pobreza medida por medio de la línea de pobreza aumentó

y la desigualdad descendió. Lo anterior aconteció, en mayor

Análisis económico No. 19 • marzo de 2015

C. Curva de incidencia del crecimiento en desaceleración, periodo 1998-2000 (PIB, real 3.1%, nominal 5.7%, CBAU -3.2% y CBAR 0.3%)

D. Curva de incidencia del crecimiento promedio, periodo 2000-2002 (PIB, real 2.1%, nominal 4.7%, CBAU -3.9% y CBAR -6.0%)

-25

-20

-15

-10

-5

0

5

10

15

20

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1 4 7 10

13

16

19

22

25

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31

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43

46

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52

55

58

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67

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s

Total Rural Urbana

Total Rural Urbano

Pobreza -2.6 -4.3 -1.2 Desigualdad 0.0051 0.0226 0.0085

A. Curva de incidencia del crecimiento fuerte, periodo 1992-1994 (PIB, real 7%, nominal 15.1%, CBAU 19% y CBAR 30.3%)

B. Curva de incidencia del crecimiento alto, periodo 1995-1997 (PIB, real 4.1%, nominal 11.3%, CBAU 14.4% y CBAR 19.8%)

0

5

10

15

20

25

30

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50

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60

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75

1 4 7 10

13

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19

22

25

28

31

34

37

40

43

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49

52

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Total Rural Urbana Total Rural Urbano

Pobreza 1.8 3.9 0.3 Desigualdad -0.0123 -0.0262 -0.0183

0 5

10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75

2 5 8 11

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23

26

29

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35

38

41

44

47

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56

59

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95

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per

cáp

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s

Total Rural Urbana

Total Rural Urbano

Pobreza -5.6 0.7 -9.3 Desigualdad 0.0204 0.0371 0.0362

Gráfica 4. Curvas de incidencia del crecimiento (periodos I - IV)

CBAU: Canasta básica alimentaria urbana. CBAR: Canasta básica alimentaria rural. Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), DIGESTYC.

-10

-5

0

5

10

15

20

1 4 7 10

13

16

19

22

25

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31

34

37

40

43

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73

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s Total Rural Urbana

Total Rural Urbano

Pobreza -4.9 -3.9 -5.4 Desigualdad 0.0086 0.0071 0.0094

Page 7: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

6

EstudiosEconómicos

DEC

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A. Curva de incidencia del crecimiento moderado, periodo 2003-2005 (PIB, real 2.6%, nominal 6.1%, CBAU 9.4% y CBAR 17.4%)

B. Curva de incidencia del crecimiento alto, periodo 2006-2008 (PIB, real 3%, nominal 7.8%, CBAU 26.5% y CBAR 32.2%)

0 5

10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75

1 4 7 10

13

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19

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43

46

49

52

55

58

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gres

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omed

io

nom

inal

per

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e lo

s ho

gare

s

Total Rural Urbana

Total Rural Urbano

Pobreza 1.0 -0.2 2 Desigualdad -0.0149 -0.0171 -0.0041

-5

0

5

10

15

20

25

30

35

40

1 4 7 10

13

16

19

22

25

28

31

34

37

40

43

46

49

52

55

58

61

64

67

70

73

76

79

82

85

88

91

94

97

100

Total Rural Urbana

Total Rural Urbano

Pobreza 8.3 11.0 7.6 Desigualdad 0.0008 -0.0045 -0.0025

Varia

ción

por

cent

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el in

gres

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omed

io n

omin

alpe

r cáp

ita d

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s ho

gare

s

Gráfica 5. Curvas de incidencia del crecimiento (periodos V - VI)

medida, en las zonas rurales que en las urbanas, donde

la pobreza aumentó 11% y la desigualdad disminuyó

-0.0045, es decir, que a pesar que los ingresos de los niveles

inferiores de la distribución experimentaron un incremento

en sus ingresos, no sobrepasaron los aumentos de la línea

de pobreza (con variación en la CBA urbana de 26.5%

y CBA rural de 32.2%), con lo cual la pobreza aumentó

fuertemente (gráfica 5, panel B).

Durante el periodo de crisis entre 2008 y 2009, la

economía experimentó una fuerte contracción, los

ingresos también cayeron. La EHPM captó cómo el

descenso de los ingresos impactó con mayor magnitud

el área rural, donde al menos la mitad de la población

experimentó una caída de sus ingresos. En términos

de distribución del ingreso, lo anterior conduce a un

incremento de la desigualdad (en 0.015). Mientras que

en las zonas urbanas los ingresos se mantuvieron más

estables, pero los segmentos medios –altos– mostraron

una caída, lo que en términos de desigualdad implicó

una reducción (en -0.0062). Por su parte, el descenso

del valor de los alimentos condujo a que la pobreza

disminuyera (-3.3% para la parte urbana y -2.8 en la parte

rural) (gráfica 6, panel A).

Para el periodo comprendido entre 2009 y 2011, los

ingresos per cápita de la población experimentaron una

recuperación. El crecimiento económico general no fue

alto, pero los ingresos en los segmentos de ingresos

bajos y medios de la distribución tuvieron un ascenso

que condujeron a un descenso de la desigualdad

de magnitud significativa, alcanzando -0.0305 en la

parte rural y -0.034 en la parte urbana. Asimismo, la

recuperación de los ingresos fue más fuerte en las zonas

rurales; no obstante, la pobreza aumentó 3.5% en las

zonas urbanas y 4.6% en las rurales (gráfica 6, panel B)

por el incremento en el precio de los alimentos.

Finalmente, el periodo comprendido entre 2011 y 2013,

configura un episodio donde el crecimiento de los

ingresos per cápita se estabilizó. Las curvas de incidencia

del crecimiento muestran una fuerte estabilidad, donde

de manera general el crecimiento económico condujo

a un incremento neutral de los ingresos a lo largo de la

CBAU: Canasta básica alimentaria urbana. CBAR: Canasta básica alimentaria rural. Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), DIGESTYC.

Page 8: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

distribución, y la desigualdad aumentó levemente (0.0121

en la parte urbana y 0.0160 en la parte rural). No obstante,

la pobreza disminuyó -15.5% en la parte urbana y -11.1%

en la rural (con descenso en la CBA urbana de -4.7% y CBA

rural de -13.5%) (gráfica 6, panel C).

La comparación internacional muestra que la posición de

la curva entre 2011 y 2013, no parece regresar a la posición

de inclinación de arriba hacia abajo de la distribución,

como se vislumbra haber sucedido en otros países

de América Latina. La experiencia en Latinoamérica

muestra que el impacto de la crisis no parece haber

cambiado la tendencia en la reducción observada en

la desigualdad, atribuida a factores más específicos

como el aumento de la porción retribuida al trabajo,

con una menor diferencia entre los salarios de los

trabajadores más calificados con los menos calificados

(The World Bank, 2014).

8

Análisis económico No. 19 • marzo de 2015

A. Curva de incidencia del crecimiento en crisis, periodo 2008-2009 (PIB, real -3.1%, nominal -3.6%, CBAU -1.1% y CBAR -4.4%)

B. Curva de incidencia del crecimiento en recuperación, periodo 2009-2011 (PIB, real 0.1%, nominal 2.7%, CBAU 10.7% y CBAR 21.8%)

-20

-15

-10

-5

0

5

10

15

20

25

30

35

40

1 4 7 10

13

16

19

22

25

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31

34

37

40

43

46

49

52

55

58

61

64

67

70

73

76

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82

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94

97

100

Varia

ción

por

cent

ual d

el in

gres

o pr

omed

io

nom

inal

per

cáp

ita d

e lo

s ho

gare

s

Total Rural Urbana

Total Rural Urbano

Pobreza -2.9 -2.8 -3.3 Desigualdad 0.00022 0.01515 -0.00621

-20

-15

-10

-5

0

5

10

15

20

25

30

35

40

1 4 7 10

13

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19

22

25

28

31

34

37

40

43

46

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52

55

58

61

64

67

70

73

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79

82

85

88

91

94

97

100

Varia

ción

por

cent

ual d

el in

gres

o pr

omed

io

nom

inal

per

cáp

ita d

e lo

s ho

gare

s

Total Rural Urbana

Total Rural Urbano

Pobreza 4.0 4.6 3.5 Desigualdad -0.0379 -0.0305 -0.0349

C. Curva de incidencia del crecimiento post-crisis, periodo 2011-2013 (PIB, real 1.9%, nominal 4.3%, CBAU -4.7% y CBAR -13.5%)

0

5

10

15

20

25

30

35

40

1 4 7 10

13

16

19

22

25

28

31

34

37

40

43

46

49

52

55

58

61

64

67

70

73

76

79

82

85

88

91

94

97

100

Varia

ción

por

cent

ual d

el in

gres

o pr

omed

io

nom

inal

per

cáp

ita d

e lo

s ho

gare

s

Total Rural Urbana

Total Urbano Rural

Pobreza -12.7 -15.5 -11.1 Desigualdad 0.0144 0.0121 0.0160

CBAU: Canasta básica alimentaria urbana. CBAR: Canasta básica alimentaria rural. Fuente: Elaboración propia con base en datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM), DIGESTYC.

Gráfica 6. Curvas de incidencia del crecimiento (periodos VII - IX)

Page 9: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

4. Evolución de los ingresos del segmento más pobre de la distribución y la línea de pobreza

La información anterior señala que la pobreza aumentó

o disminuyó, incluso en periodos que la distribución de

ingreso ha mejorado y el crecimiento económico ha sido

“pro-pobre”. Lo anterior está relacionado con la distancia

que experimentan los ingresos de los segmentos más

pobres a la línea de pobreza, donde los movimientos

de esta última no presentan una correlación con el

crecimiento, sino más bien con la evolución de los

precios de los alimentos. En otras palabras, la magnitud

en que los ingresos per cápita de la población con

menores ingresos han percibido crecimiento, en relación

con los aumentos de la línea de pobreza, no ha sido

suficiente para reducirla.

Para relacionar lo anterior, la gráfica 7 muestra la

evolución de los ingresos promedio per cápita para los

tres primeros deciles4 de la distribución de ingresos, y el

valor de línea de pobreza absoluta, equivalente al valor

de una CBA, tanto para las zonas urbanas como rurales.

Intuitivamente, a medida que los ingresos superan el

valor de la línea, el porcentaje de personas en pobreza

extrema disminuye.

Por un lado, en la zona urbana (gráfica 7 panel A) la

línea de pobreza se ubica entre el promedio de ingresos

del decil (décima parte de la población con menores

ingresos) uno y dos de la distribución, mientras que en la

zona rural (gráfica 7 panel B), la línea de pobreza se ubica

entre el promedio de ingresos del grupo del decil dos y

tres de la distribución, con excepción del periodo entre

1998-2003 y 2013.

EstudiosEconómicos

DEC

9

4

4 Estadísticamente, un decil es una medida de posición de una observación dentro de una distribución, que ha sido dividida en diez partes.

Gráfica 7. Ingresos promedio de segmentos más bajos de la

distribución y la línea de pobreza extrema

A. Ingreso promedio per cápita (primeros tres deciles) y línea de pobreza, zona urbana

B. Ingreso promedio per cápita (primeros tres deciles) y línea de pobreza, zona rural

0

10

20

30

40

50

60

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90

1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

Decil 1 Decil 2 Línea pobreza urbana Decil 3 0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013

Decil 1 Decil 2 Línea pobreza rural Decil 3

Fuente: Datos de la EHPM, varios años, elaborada por la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC).

Page 10: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

En la gráfica 7 se observa, cómo en los periodos 2006-

2008 y 2009-2011, a pesar que los ingresos promedio de

este segmento de la distribución aumentaron, es decir, se

percibió un crecimiento “pro-pobre”, con una reducción

de la desigualdad, la línea de pobreza percibió un

ascenso pronunciado. El crecimiento del ingreso de los

deciles menores de la distribución, no fue suficiente para

alcanzar la línea de pobreza, y la pobreza aumentó.

5. Reflexiones y conclusiones

Desde inicios de los años noventa al presente, la

evolución de la medición convencional del bienestar,

muestra una mejora en las condiciones económicas de

vida de los salvadoreños, con un incremento general

de los ingresos per cápita de la población. A pesar de

lo anterior, durante los últimos años, los avances en

promedio se han ido alcanzando más lentamente.

Por otro lado, la evolución de la desigualdad de la

distribución del ingreso ha mostrado mayor disminución

durante los últimos años que durante los noventa.

Por otro lado, la evaluación por área geográfica indica

que existen diferencias y semejanzas entre las zonas

urbanas y rurales. Por ejemplo, luego de 2004, la

evolución de la pobreza muestra variaciones marcadas

de manera similar en ambas zonas, percibiendo

ascensos importantes durante 2008 y 2011, años en

los cuales, precisamente los precios de los alimentos

experimentaron notables incrementos de manera

general, impactando ambas zonas indistintamente. No

obstante, se observó que las condiciones de pobreza en

el sector rural muestran mayor severidad que las zonas

urbanas. También desde 2005, en las zonas rurales se

experimenta más reducción en la desigualdad que las

urbanas. Asimismo, los sectores rurales advirtieron una

situación de mayor vulnerabilidad ante la crisis interna

(terremotos) o externa (crisis), incidiendo en un aumento

de la desigualdad.

Al describir la trayectoria de las mediciones de bienestar

en el tiempo, como el porcentaje de personas en

pobreza, la desigualdad y la incidencia de diferentes

patrones de crecimiento, se observó que, en general, el

crecimiento económico reduce la pobreza y favorece la

disminución de la desigualdad de ingresos, cuando los

ingresos de los segmentos de la población con más bajos

recursos, son los que han percibido el crecimiento. En

otras palabras, que el proceso de crecimiento económico

involucrado sea más extenso sobre la población, o sea

más inclusivo o presente características más cercanas al

llamado “crecimiento pro-pobre”.

En El Salvador han acontecido diferentes patrones de

crecimiento económico, los cuales han influenciado en

reducir la pobreza y la desigualdad de manera diferente.

Asimismo, debido a una diferente evolución de los

ingresos per cápita de la población, en relación con la

línea de pobreza, la reducción de la desigualdad del

ingreso, ha acompañado momentos de reducción de la

pobreza y también de aumento de la pobreza.

Los resultados de los episodios de crecimiento evaluados

no se han comportado de la misma manera. Por un lado,

los episodios de crisis interna (terremotos) o extrema

(crisis) han impactado a los segmentos con menores

ingresos de la distribución; aunque no ha aumentado la

10

Análisis económico No. 19 • marzo de 2015

Page 11: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

pobreza sí ha aumentado la desigualdad; posiblemente,

la caída de los ingresos de los percentiles más bajos, han

acrecentado la distancia con los percentiles más altos

y, por lo tanto, la medida general de desigualdad. Por

ejemplo, el impacto de la crisis influenció un descenso de

los ingresos de los sectores medios y altos en las zonas

urbanas, lo que redujo la desigualdad, pero la caída de

los ingresos de los percentiles bajos en las zonas rurales,

la aumentaron.

Durante los periodos de crecimiento fuerte, alto y

recuperación, los ingresos per cápita de los niveles más

bajos de la distribución han experimentado incrementos

más fuertes, teniendo como resultado patrones de

crecimiento “pro-pobre”, es decir, que la incidencia del

crecimiento condujo a descensos de la desigualdad;

sin embargo, la pobreza no siempre se ha reducido.

Entre 1992 y 1994 la pobreza descendió fuertemente,

pero en 2006 y 2008 o 2009 y 2011, aumentó por una

combinación de lento crecimiento e incremento del

costo de la vida o de la línea de pobreza.

EstudiosEconómicos

DEC

11

Recapitulando, es relevante profundizar en la

investigación de los factores que intervienen en la

configuración de un determinado patrón de crecimiento

equitativo: más fuerte, sostenido e inclusivo, para

potenciarlo, tomando en consideración, tanto su

magnitud como su distribución y mecanismos de

protección temporal, ante la vulnerabilidad de los

sectores, en mayor medida rurales, relacionada con la

presencia de aumentos del costo de la canasta básica, o

choques adversos, tanto externos como internos.

La tesis expuesta también destaca la necesidad e

importancia de invertir en estadísticas. El análisis

de la distribución de ingresos implica que el tipo de

información necesario se encuentre disponible y que

su calidad sea la adecuada, para lo cual es necesario

continuar preservando la inversión en estadísticas

sociales que el país ha realizado tanto en metodologías y

equipos humanos que la producen y la mantienen, para

continuar mejorándola continuamente.

Page 12: La incidencia de diferentes patrones de crecimiento sobre la pobreza y la desigualdad

Departamento de Estudios Económicos

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Análisis económico No. 19 • marzo de 2015