La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

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Estudios Latinoamericanos 6, p. II (1980), pp. 241-278 La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820. Francisco de Solano Para clarificar las situaciones revolucionarias neogranadinas y venezolanas se verificó en 1815 el envío, desde Cádiz, de una importante expedición militar. Sólo existía el precedente de un hecho de tales dimensiones un ejército de 10000 hombres – en 1777, cuando la guerra hispanoportuguesa por la Colonia del Sacramento aconsejó la recuperación del territorio por medio de un fuerte contingente armado mandado directamente desde España: pero en este caso el enemigo no era de casa. El Ejército Expedicionario de Costa Firme tenía el definido propósito de devolver al virreinato del Nuevo Reino de Granada y a la Capitanía General de Venezuela su fisonomía tradicional. Pretendía, además, servir de apaciguador en una serie de conflictos que habían estallado con el establecimiento de la I República de Venezuela y cuya gestación se había estado madurando desde los finales del XVIII: a través de una serie de movimientos revolucionarios que perseguían reivindicaciones sociales, intencionalidades económicas y aspiraciones separatistas. Hechos todos que demostraban la preponderancia sociopolítica de Caracas sobre otras provincias (Maracaibo, Coro, Guayana), desde donde se habían iniciado reacciones antirrevolucionarias en 1810 1 . Pablo Morillo, Teniente General de dicho Ejército Expedicionario, salía de España contando con un apoyo general. La opinión pública rechazaba, sin reservas, las tentativas separatistas. La prensa, eco y reflejo de ese sentir, lo evidenciaba pristinamente: tanto en los 1 Mario Hernández Sanchez-Barba, 1975. Fuentes para el conocimiento de la opinión pública en Caracas, 1810. En Homenaje a don Agustin Millares Carlo, Las Palmas, pp. 343-355.

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Estudios Latinoamericanos 6, p. II (1980), pp. 241-278

La imagen de Venezuela vista por el militar profesional,

1815/1820.

Francisco de Solano

Para clarificar las situaciones revolucionarias neogranadinas y

venezolanas se verificó en 1815 el envío, desde Cádiz, de una

importante expedición militar. Sólo existía el precedente de un hecho

de tales dimensiones un ejército de 10000 hombres – en 1777,

cuando la guerra hispanoportuguesa por la Colonia del Sacramento

aconsejó la recuperación del territorio por medio de un fuerte

contingente armado mandado directamente desde España: pero en

este caso el enemigo no era de casa. El Ejército Expedicionario de

Costa Firme tenía el definido propósito de devolver al virreinato del

Nuevo Reino de Granada y a la Capitanía General de Venezuela su

fisonomía tradicional. Pretendía, además, servir de apaciguador en

una serie de conflictos que habían estallado con el establecimiento de

la I República de Venezuela y cuya gestación se había estado

madurando desde los finales del XVIII: a través de una serie de

movimientos revolucionarios que perseguían reivindicaciones

sociales, intencionalidades económicas y aspiraciones separatistas.

Hechos todos que demostraban la preponderancia sociopolítica de

Caracas sobre otras provincias (Maracaibo, Coro, Guayana), desde

donde se habían iniciado reacciones antirrevolucionarias en 18101.

Pablo Morillo, Teniente General de dicho Ejército Expedicionario, salía

de España contando con un apoyo general. La opinión pública

rechazaba, sin reservas, las tentativas separatistas. La prensa, eco y

reflejo de ese sentir, lo evidenciaba pristinamente: tanto en los

1 Mario Hernández Sanchez-Barba, 1975. Fuentes para el conocimiento de la opinión pública en

Caracas, 1810. En Homenaje a don Agustin Millares Carlo, Las Palmas, pp. 343-355.

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tiempos liberales, con las ventajas de la libertad de expresión y sin

los frenos de la censura, como durante la época de la regresión al

absolutismo (1814-1820) con la censura reimplantada. Este clima de

rechazo generalizado se completaba con las reflexiones sobre las

causas justificativas de la insurrección hispanoamericana: variaban

según la coloración ideológica de periódicos y escritores2, pero la

«Gaceta de la Regencia», el «Observador», el «Telégrafo

americano», el «Procurador General del Rey y de la Nación» y «El

Conciso» – liberales los primeros, absolutistas los dos últimos – eran

unánimes en los remedios: para todos, el modo más eficaz para

coartar las tentativas criollas de separatismo era el empleo de la

fuerza armada3. En 1815, en plena efervescencia del absolutismo,

llegaba a Venezuela, ocupando Margarita, el Ejército

Expedicionario.

La entrada en aluvión de esta fuerza militar daría una connotación

especial a la guerra de la Independencia, bien conocida. No lo son

tanto los esfuerzos de este ejército, sin experiencia ultramarina

alguna y con unos conocimientos geográficos muy vagos del terreno,

hacerse con la realidad del mismo de un modo rápido y urgente. Ello

obligó al Estado Mayor de Morillo a realizar un crecido número de

informes que reflejaran, con puntuación exacta y sin exageración

partidista, la descripción pormenorizada de cuantos elementos

sirviesen al objetivo militar. Esta preocupación se tradujo en una

masa documental, escasamente utilizada, que representa la mejor

imagen de Colombia y Venezuela, vistas por el militar profesional en

el momento conflictivo de la guerra de Independencia4. Unos

trescientos informes, repartidos por diferentes archivos españoles5,

representan no sólo excelentes dibujos de las intencionalidades

militares, sino otros tantos esquemas de la realidad socioeconómica y

2 Como motivos se apuntaban la actividad audaz de una minoría resentida y sin escrúpulos, accionada

por el proselitismo de la literatura francesa y el ejemplo norteamericano. 3 Melchor Fernández Almagro, La emancipación de América y su reflejo en la conciencia española,

Madrid 1944 y Jaime Delgado, La independencia de América en la prensa española, Madrid 1949. 4 Francisco de Solano, Las relaciones geografícas y descripciones topográficas realizadas por el

Ejército Expedicionario de Costa Firme, 1815-1819. III Congreso Venezolano de Historia, Caracas

(septiembre). Caracas, III, pp. 99-124, 1979. 5 Histórico Nacional, General de Indias, Servicio Geográfico del Ejército, Servicio Histórico del

Ejército, Real Academia de la Historia.

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demográfica de Venezuela y Colombia en el definitivo momento de

su independencia. Esta ponencia se dedica, por entero, al análisis de

dichos aspectos contenidos en esa documentación, referidos a

Venezuela: importante fuente, que se detalla en Apéndice I.

La razón de esta documentación se justifica por motivos estratégicos. El

conocimiento que se poseía de la provincia – geográfico,

demográfico, calidad de la infraestructura, precisión de distancias

entre diferentes puntos, etc. – era sustantivo, verificado gracias a los

sucesivos ordenamientos que redundaron en las diversas colecciones

hoy conocidas por relaciones geográficas6. Pero en ninguna de ellas,

ni siquiera en las diversas expediciones científicas que a Venezuela

se acercaron, contenía los datos necesarios para los estudios y

decisiones logísticas del estado mayor de un gran ejército. A éste le

interesaba conocer, para la mejor operatividad de su estrategia, la

exacta definición topográfica del terreno sobre el que se iba a actuar,

la pormenorización de los elementos geográficos, también la actitud

de los habitantes – si leales u hostiles a Madrid -, así como la

medición precisa y circunstanciada de las distancias entre los centros

urbanos y los puntos estratégicos, el exacto dibujo de las

disponibilidades productivas, recursos alimenticios y evaluaciones

demográficas.

Estas necesidades se contienen en las relaciones topográficas,

escasamente incluidas en las «relaciones geográficas». Las

distancias, por ejemplo, debían medirse con óptica militar: para

determinar, con precisión matemática, el tiempo que gastaba un

ejército en formación de un punto a otro – a razón de noventa pasos

por minuto. Tampoco se precisaban en aquellas relaciones de la tierra

– ordenadas desde principios del Quinientos – la descripción de los

ámbitos rurales, la especificación de los puntos que sirviesen de

alojamiento a las tropas, así como otras circunstancias importantes

6 La necesidad de información – de toda información sobre la realidad americana – fue exigencia vivida

y corroborada desde el principio mismo del descubrimiento de la tierra nueva. Ello justificó un alud

informativo provocado, entre muchas causas, por la distancia. El interés por conocer la realidad

geográfica. social y económica de los diferentes reinos indianos determinó que la administración – a lo

largo de la Edad Moderna – exigiese informes de toda la América Hispánica a veces con gran precisión

de detalles. Por doce veces fueron exigidos estos informes: cinco veces durante elsiglo XVI (1523-25,

1531-32, 1547-50, 1569-71, 1579-82), dos durante el siglo XVII (1608-12, 1648-50), cuatro durante la

centuria del Despotismo Ilustrado (1743-46, 1772, 1778, 1788) y el último en 1813.

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para los movimientos de los cuerpos de un ejército. Circunstancia en

la que nunca se pensó sucediese en los interiores de las provincias

ultramarinas. El concepto de la estrategia se había estructurado,

desde el XVI, defendiendo y amurallando puertos y enclaves urbanos

muy cercanos a las costas, o protegiendo fronteras imprecisas

(Guayalla). Los ingenieros militares ayudaron al amurallamiento de

dichos puntos, en los que Venezuela es, sin duda, el país

hispanoamericano que cuenta con mayor número de castillos, fuertes,

baluartes y zonas amuralladas sembrados por su suelo7.

Y sobre estbs interiores del país se centró la atención de los oficiales del

Cuerpo de Ingenieros y de Infantería: en un momento en que se

continuaba la lucha armada se verificaron los levantamientos

topográficos y los reconocimientos del terreno. Estas urgencias y la

falta de conocimiento que se poseía sobre el estado de la

infraestructura, así como sobre los recursos agropecuarios de las

zonas rurales, justifican tanto el elevado número de estas

descripciones como la veracidad de sus datos. En ellos no podría

caber ni la exageración, ni los silencios: porque ambas posturas

significaban elementos distorsionantes en la actuación logística de la

dirección militar. Datos ambos – triunfalismos y ocultamientos restan

valoración a otras fuentes. Este carácter de fidelidad categoriza a

estas descripciones topográficas del Ejército de Costa Firme,

ofreciendo elementos de gran significación para determinar por ellos

una imagen de mejor calidad que la ofrecida por otras fuentes, en

donde la exactitud se halla enrarecida por la hojarasca de la

exageración o el ocultamiento partidistas.

La fisonomía de la Capitanía General de Venezuela en 1810 se hallaba

potenciada desde 1777 con la personificación del territorio

(provincias de Caracas a las que se habían agregado las de Maracaibo

(Mérida, Nueva Andalucía, Guayana y Barinas), bajo una fuerte

entidad gubernativa y militar. Motivos de geopolítica española en el

contexto internacional justificaron la potenciación de Venezuela, no

sólo desde este aspecto políticoadministrativo sino desde los factores

socioeconómicos para personalizar a Venezuela, categorizando su

7 La Guaira y Puerto Cabello, pero también Maracaibo, Barcelona, Cumaná, Araya, Margarita y las

Guayanas.

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regionalización, rescatando al país de su dependencia de México

(situado, comercio de harinas y cacao) con la potenciación de los

espacios vacíos, en una operación conjunta de fomento de núcleos

urbanos con la explotación ganadera. Las provincias

semidespobladas de Barinas y Guayana se fomentaban, para que

siguiesen el ejemplo de los Llanos, la gran zona ganadera con el

latifundio por definición – a la par que se incrementaban las

explotaciones de cacao, tabaco y algodón.

El resultado de estas actividades y promociones redundaban, naciendo

el XIX, en un desarrollo sensible de la población y de las

producciones agropecuarias. La población se acercaba al millón de

habitantes en 1810: de los cuales, el 80% se concentraba en las zonas

costeras, el 18% en los Llanos y el 2% en Guayana. De esos 900 000

habitantes, el 20,3% eran blancos; mestizos, negros y pardos, el

61,3%; el 18,4% restante eran indígenas, aun un 10% de los mismos

bajo la directa orientación misional (Guayana, Nueva Andalucía)8.

El producto principal de la economía era el cacao, beneficiado en 976

haciendas, que cubrían un área de plantación de de 35 555 hectáreas9.

El tabaco, cultivado en los valles de Aragua, Calabozo y La Grita, en

Cumaná y en Upata (Guayana) en unas 207 poblaciones, alcanzaba

niveles de producción anual de 20 000 quintales10

. Ya estos dos

cultivos tropicales se une el algodón – unas 990 000 libras -, el añil y

el café (provincias andinas).

Las actividades ganaderas se reflejaban para 1800/1812 en 1 200 000

cabezas de ganado vacuno, 180 000 caballos, 90 000 mulas, que

ocupan los renglones de la exportación (cueros, carne salada), de un

área delimitada desde El Pao (Llanos) a Mérida (Andes): una

superficie de 160 leguas de Este a Oeste, por 40 de Norte a Sur11

.

La tonalidad de la Capitanía General de Venezuela, a pesar de estos

resultados, continuaba con una fuerte coloración de provincia

semidespoblada, con fuerte concentración urbana en unas escasas

ciudades (Caracas, Maracaibo, Mérida, Valencia, Cumaná,

8 John Lynch, Las revoluciones hispanoamericanas, 1808-1826, Barcelona, 1976, pp. 220 ss. Miguel

Izard, La lucha por la libertad en Venezuela, 1777-1830, Madrid 1976. 9 Federico Brito Figueroa, La estructura económica de Venezuela colonial, Caracas 1963, p. 220. 10 Idem, p. 210. 11 Idem, p. 220.

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Barcelona), centros del poder político y económico, y una dispersión

en los restantes núcleos urbanos, con fuerte carácter ruralizado.

Población habituada a unas dietas alimenticias en las que primaban los

productos aborígenes (maíz, yuca, frijol, papa) cultivados tanto en la

gran propiedad como en el conuco, pero de la que no era extraño el

cultivo del trigo (valles de La Victoria, Tuy, Aragua, El Tocuyo y las

zonas andinas).

El tráfico verificado por La Guaira y Puerto Cabello se unía al de menor

volumen desde otros puertos de menor cabotaje (Maracaibo,

Cumaremo, Barcelona y Cumaná): que primaban en la atención de la

autoridad colonial por la infraestructura. Los ejes económicos

Caracas-La Guaira, Puerto Cabello–Valencia–Caracas y Caracas–

Barcelona quedarán mejor atendidos a partir de las intencionalidades

de la Intendencia.

Todos estos esquemas comenzarían a desestructurarse con los

movimientos revolucionarios. A su labor destructiva se unirá, con

carácter de importante efecto negativo, el terremoto que asoló

Venezuela en 1812 (26 marzo), aniquilando núcleos urbanos (casi

totalmente destruidos Caracas, Mérida, Trujillo, Barquisemeto) y

arruinando puentes y obras hidráulicas.

Características de las «Relaciones Topográficas».

A una primera aproximación a esta documentación12

he añadido otros

informes que se contabilizan casi en trescientos documentos,

referidos al Nuevo Reino y a Venezuela. Bastantes relaciones

incluyen mapas, croquis y planos que ejemplarizan gráficamente la

descripción de determinada ruta o itinerario.

Todas estas relaciones están marcadas entre dos núcleos urbanos: desde

puertos a capitales de distrito, o entre dos puntos de significativo

valor estratégico; enfocándose, claro es, el relieve de Caracas y Santa

Fe de Bogotá como nucleares de las entidades político-

administrativas que aglutinaban. Don Pablo Morillo remitía en 31 de

mayo de 1816 al Ministro de la Guerra todos los trabajos

12 Véase nota 4.

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topográficos ejecutados por su Estado Mayor, precisando, con

verdadera justicia: «es el trabajo más considerable que hasta el

presente se haya logrado en estos países y es monumento del interés

que han tomado, por el adelanto de los conocimientos, los oficiales

que están a las órdenes de V.E.»13

.

El interés militar prima fundamentalmente. Se resaltan en estas

descripciones – definididas itinerarios, por marcarse las jornadas de

marcha de un cuerpo de ejército de un lugar a otro – los paisajes que

las tropas encontrarían: desde la mejor definición topográfica a los

recursos alimenticios. También la señalización de los núcleos

urbanos – número de sus casas y habitantes, hornos y subsistencias –

y el paisaje rural, con sus hatos y haciendas, ventas y pulperías. En el

primer caso interesaba primordialmente para el alojamiento del

ejército, lo mismo que para el aprovisionamiento de la población

civil. Sin olvidar la atención por el agua. De ahí, que las relaciones

describan, con pormenor, las comunicaciones con los puertos y con

el Nuevo Reino, así como con las provincias ganaderas (Los Llanos,

Guayana). De este modo se ofrecen los esquemas de la red viaria en

la Venezuela colonial, con sus vías troncales, caminos reales y los

vecinales: difíciles y peligrosos en la época de lluvias – con «mucho

barro y detiene la marcha de la tropa» -; polvorientos y molestos

durante las secas. Pero las únicas vías existentes, sobre las que se

sostienen y perfeccionan puentes y pasos, para agilizar la marcha del

ejército. Objetivos prioritarios, en un momento en que también se

presta atención a la defensa y a la reconstrucción de determinados

núcleos urbanos afectados por el terremoto de 1812, iniciando

reconstrucciones y remodelaciones, sobre todo en Caracas, Puerto

Cabellos y Mérida.

La extensión de estas relaciones es muy desigual: en general, descritas

con escueto lenguaje, sencillo y directo, tienen una extensión de

cinco a 45 folios. La mayor parte realizada en 1815 y 1816, pero

también bastantes de los años siguientes, siguiendo la peripecia de la

guerra. Por lo que, en algunos casos, se puede ir observando

gradualmente el efecto de la contienda sobre la imagen de los propios

pueblos y campos venezolanos.

13 Tomado de M. Rodríguez Villa. Don Pablo Morillo, conde de Cartagena. Madrid 1916. p. 186.

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Venezuela de 1815 a 1820.

A la llegada del Ejército Expedicionario, Venezuela se resentía de los

siete años padecidos con una inestabilidad política y los

acontecimientos bélicos. Todo ello provocó deterioros en la

población, en las actividades agrícolas y ganaderas, y en la

economía. A los que se unieron los efectos del terremoto de 1812,

con la destrucción de las obras hidráulicas.

Los testimonios de los oficiales de dicho ejército sobre la situación

venezolana son otras tantas visiones fidedignas del ámbito

venezolano desde 1815 hasta el umbral exacto del tiempo

independiente: por ellos se configuran los datos estadísticos del

Apéndice II.

1. Infraestructura.

El ejército de Morillo se encontró con un extenso país, muy pobre y

desigualmente poblado. Una red viaria extensa, aunque mediocre,

intercomunicaba centros administrativos y puertos con zonas

productivas. No obstante, Venezuela era un país de veredas, aunque

algunas de ellas llevasen el pomposo nombre de camino real.

Caminos todos cortados por numerosas quebradas y ríos que

entorpecían y retardaban las comunicaciones. Unos escasos puentes –

de piedra algunos14

, de madera los más – salvaban algunas

dificultades. Estos inconvenientes lastraron la agilización de la

comercialización de los productos durante los tiempos en paz y los

enrareció durante los tiempos de la guerra. Los caminos eran

serpenteantes, siguiendo las curvas de nivel, con subidas y bajadas

largas o incómodas, cortados demasiadas veces por los ríos, que

había irremediablemente que sortear por vados accesibles, aunque

difíciles en la estación de las lluvias por sus crecidas, la velocidad de

sus corrientes o las piedras que arrastraban. Los militares encuentran

14 Uno en Puerto Cabello (de tres y dos varas de ancho y largo), otro en Petare (con un ojo de seis varas

de diámetro, seis varas de ancho y once de longitud), dos en La Guaira, que salvaban el do Guaira, y un

otro tendido sobre el do Chama (destruido en 1814) y un último en La Victoria.

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que, por ejemplo, el camino de Caracas a Guarenas – importante

centro de abastecimiento agrícola y ganadero y vital para la

identificación con Barlovento y Barcelona – debía atravesarse treinta

veces la quebrada y río de Guarenas, sobre los que no existía puente

alguno. Y que las treinta y dos leguas de Puerto Cabello a Calabozo

se cubrían en 56 horas, dieciocho de las cuales por zonas en perfecto

despoblado.

Por una razón de logística militar la atención se detuvo en la

pormenorización de la infraestructura. Las relaciones topográficas

son auténticos tratados de geografía física descriptiva, en donde se

reseñan, con fidelidad de dibujante, los menores rasgos del paisaje

venezolano: accidentes geográficos, su configuración y

características. El militar profesional centra su interés en estos

pormenores para que sirviesen de guía o plano en los cálculos

estratégicos del Estado Mayor. Interesaban estos conocimientos, pero

también las distancias y los tiempos empleados por un escuadrón o

una unidad en cubrirlos, lo mismo que la delimitación de las vías de

agua potable durante el camino, así como los abastecimientos de

forraje para las bestias. El alojamiento de estos cuerpos de ejército en

sus desplazamientos motivó que también se especificasen hatos,

ventas, pulperías y casas de labor.

Pero junto a estas preocupaciones, interesaban las conexiones entre

zonas ganaderas y agrícolas y los caminos que llegaban o salían del

virreinato del Nuevo Reino de Granada y a los puertos (Maracaibo,

Puerto Cabello, La Guaira, Barcelona, Carenero): para permitír, en el

primer caso, el aprovisionamiento tanto de los propios núcleos

urbanos como de los cuerpos del ejército, y asegurar la vinculación

exterior en el segundo caso. Todas las relaciones topográficas

contienen datos sustantivos de la pormenoridad de la red viaria

venezolana, sobre los que se apuntan los diagnósticos de los ríos y

sus vados: con fondos arenosos, de piedra o fangosos; su profundidad

y anchura de sus orillas.

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Tabla 1. Distancias medidas en tiempo militar (90 pasos por minuto).

Horas Minutos

Caracas – La Guaira 4 30

Caracas – Puerto Cabello 54 30

Caracas – San Joaquín 51 40

Caracas – Carenero 34 41

Caracas – Barcelona 68 39

La Victoria – Villa de Cura 6 9

La Victoria – Maracay 5 37

La Victoria – Valencia 20 13

Maracay – Choroní 9 26

Maracay – Valencia 14 49

Valencia – San Carlos 13 45

Valencia – Cojedes 29 1

Valencia – Puerto Cabello 14 45

Puerto Cabello – Maracay 21 45

Puerto Cabello – Guacara 14 37

Puerto Cabello – Cuyagua 16 26

Puerto Cabello – Calabozo 55 30

Valle de Upar (Colombia) – Maracaibo 101 29

San José de Cúcuta, – Guasdualito 81 15

Barinas – Cúcuta, por Mérida 136 56

Barquisemeto – Mérida 80 57

Chaguaramas – Santa Ma Ipire 38 10

Santa Ma Ipire – Barcelona 38

Red viaria tendida durante el ancho tiempo colonial, en la que a veces se

corrigen algunos caminos: como en Maracay, en donde se construye

uno nuevo que evitaba el amplio rodeo que verificaba el antiguo

camino real. Obras públicas que se hacen con prisas durante esos

años difíciles de la guerra, en donde la estrategia de la lucha abierta

se complementa con las tácticas de la tierra quemada: con el fin de

dificultar el abastecimiento del enemigo, ambos bandos procedieron

a la destrucción de las vías de comunicación y al incendio. Con tal

eficacia que cuatro años después del primer informe, en 1819,

algunos caminos de Barinas «se confunden con las trochas del

ganado, de modo que sólo hombres muy prácticos pueden

seguirlo»15

.

15 Apéndice I. doc. 39.

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Caminos en los que muy pocos tramos se encontraban con anchuras y

piso convenientes. Hechos más para la circulación de hombres a

caballo, ya pie y para perezosas carretas de carga que para ejércitos

en formación. Esta circunstancia agudiza la diferencia entre dos

ejércitos organizados de modo diverso, que motivó la adaptación de

las fórmulas ensayadas en la Península Ibérica durante la guerra

napoleónica: un ejército que combate en formación y pequeñas

dotaciones que operaban al modo de guerrillas. En el primer caso los

itinerarios señalan los lugares donde podía perpetrarse una acción de

y con grandes efectivos, como también indican zonas donde: «hay

bastantes claros, en que pueden maniobrar pequeños trozos de

infantería y caballería»16

.

2. Población y núcleos urbanos.

Los efectos de la conflictividad aparecen reflejados de modo palpable

en la población. Una despoblación de las zonas rurales, con

abandono de cultivos y baja productividad es la consecuencia

mediata de una población que se refugia en algunos núcleos urbanos,

mientras en otros casos huye ante las incidencias de la guerra. La

situación del crecimiento vegetativo que había alcanzado en 1813

cotas positivas «no corresponde el número de los muertos al número

de los nacidos, pues el de éstos excede regularmente en un tercio al

de aquellos»17

, se modificaba con la alternativa de la guerra de

independencia. Las cifras ofrecidas en las «relaciones topográficas»

vienen a matizar un período para el que no se poseen demasiadas

referencias. Las pérdidas de población en cada núcleo urbano – sea

cual fuere la categoría de éste – son sustantivas: aunque conviene, sin

embargo, no olvidar que un porcentaje de población activa se

encuentra enrolada entre los efectivos de ambos ejércitos.

16 Servicio Geográfico del Ejército Caja 8, I. doc. 16. 17 1813. Respuestas al interrogatorio sobre la situación de los pueblos de indios. Archivo General de

Indias, Caracas 385.

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Tabla 2. Población de Venezuela en 1810 y 1816.

181018

1816 diferencia

1. Caracas 37.937 11.720 - 26.217

2. Maracaibo 24.000 26.000 + 2.000

3. Guanare 12.300 8.000 - 4.300

4. Mérida 11.500 1.600 - 9.900

5. Barquisemeto 11.300 8.000 - 3.300

6. San Carlos 10:885 6.000 - 4.885

7. Barinas 10.000 1.800 - 8.200

8 Quibor 9.970 11.000 + 1.030

9. El Tocuyo 9.619 10.000 - 381

10. Coro 9.545 3.000 - 6.545

11. Valencia 8.022 7.664 - 358

12. Turmero 7.766 3.085 - 4.681

13. Trujillo 7.600 8.000 + 400

14. Maracay 7.345 3.600 - 3.745

15. Ospino 6.375 540 - 5.835

16. Cagua 5.506 4.015 - 1.491

17. Santa Cruz 5.400 4.000 - 1.100

18. Guacara 4.926 4.800 - 126

19. Villa de Cura 4.892 2.025 - 2.867

20. Tucupido 4.236 2.000 - 2.236

21. Cumanacoa 4.200 500 - 3.700

22. Araure 3.945 1.200 - 2.745

23. Calabozo 3.788 2.380 - 1.408

24. Guarenas 3.661 1.937 - 1.724

25. San Sebastián Reyes 3.384 3.800 - 384

26. Guama 3.293 4.000 + 707

27. Guigue 2655 800 - 1.855

28. Tinaco 2.577 2.400 - 177

29. Acarigua 2.570 2.400 - 170

30. San Mateo 2.509 1.200 - 1.309

31. Sanare 2.266 400 - 1.866

32. Chacao 2.155 1.448 - 707

236.127 148.514 -87.613

La población se reparte por entre trescientas localidades: veintinueve

núcleos urbanos (ciudades y villas) y 271 pueblos, que conforman el

clima rural son apuntados por los oficiales europeos. En cada caso

18 Brito Figueroa [9], pp. 270-271.

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cón el número de sus casas – de tejas, de piedra, de adobe y

bajareque – y en bastantes, el número de sus vecinos. Los cuadros

que se han realizado – y que se insertan al final de la presente

ponencia – dibujan el paisaje urbano, así como los entornos rurales.

Muy dispersa la población en estos, desperdigada en hatos y

plantaciones, aferrada a las ventas y las pulperías de los caminos.

Salvo raros casos de subida de población con respecto a 1810, la

mayor parte de dichas localidades ha padecido pérdidas en 1816:

debidas unas veces a la causa directa de la guerra y en otros casos a

la destrucción ocasionada en las mismas por el terremoto de 1812.

Brito Figueroa presenta la población de 1810 sobre la que se han

indicado – con las noticias apuntadas por los oficiales europeos – la

evaluación demográfica de las 37 principales ciudades venezolanas.

Tan sólo tres ausencias importantes: no se encuentran en 1816

noticias sobre Cumaná, Puerto Cabello y Angostura.

Carácter regresivo que en algunos casos se verifica el fenómeno

contrario. Núcleos urbanos con menos de 2000 habitantes en 1810 y

que aumentan su población en 1816 hasta casi duplicada: como

ocurre en Yaritagua (5000 habitantes), Santa Rosa (4000), Cibacoa

(2300) y Santa Ana de Barinas (2092).

Tres años después de esta panorámica en 1819 la situación se ha

agravado en zonas que son testigos directos de las actividades

bélicas. Barinas en ese año, «es miserable: casas de tierra, teja y

ladrillo, la mayor parte deterioradas»19

. Y Guayana, que en 1813 «era

la provincia menos poblada, la mas pobre y la más oprimida»20

mantiene su misma imagen en 1819. Los pueblos localizados sobre

las principales vías de comunicación irán perdiendo más

precipitadamente su población, que se refugia en lugares más

sosegados y tranquilos. Mientras, por su lado, la población

diseminada a lo largo de algunas rutas casi las abandona por

completo. Como ocurre con la ruta Barinas-Arauca, que estuvo «en

guerra mútua; se han abandonado todos los pueblos»21

.

19 Apéndice I, doc. No 37. 20 Mariano Aloys, 1813, Descripción político-militar de la provincia de Guayana, AGI, Caracas 385. 21 Apéndice I, doc. 41.

Page 14: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

A veces este abandono proviene de las resultas del terremoto de 1812,

cuyos efectos no se habían superado. Mérida, por ejemplo, «con el

terrible terremoto y la falta de vecinos está despoblada». Y

Barquisemeto, por su lado «está casi destruida de resultas del

terremoto de 1812, y no se ha fomentado por las circunstancias de la

revolución. Sólo algunos de sus vecinos se han establecido queriendo

formada de nuevo»22

.

3. Comercio y producciones agrícola y ganadera.

La imagen en 1816 es, a pesar de las coyunturas de la guerra, bastante

halagüeña. No se ha cortado la producción, aunque ésta alcance cotas

de sostenimiento. La gran perdedora es la agricultura de exportación.

El cacao, producto rey de la exportación venezolana, solamente se

sigue cultivando en los Llanos de Caracas, Valencia y a las orillas de

Caribe. El café y el añil, productos básicos de la economía andina,

obtienen niveles escasos; lo mismo que el azúcar y el algodón y el

tabaco.

1816 debe ser el año en que comience a perder vigencia esta agricultura

exportativa para pasar, exclusivamente, a la agricultura de

subsistencia. Las fronteras del maíz llenan todo el paisaje de la

Capitanía General, base de la alimentación justifica su cultivo, a

cuyo uso debió adaptarse el militar europeo de una manera rápida,

sin tiempo alguno para su aclimatación y aprendizaje. Los cultivos

del trigo son muy escasos: apenas áreas aisladas junto a Caracas,

Ortiz y Calabozo. Lugares que, junto a Puerto Cabello, Maracaibo .y

La Guaira, son los centros militares por autonomasia. Los

acuertalamientos debían equiparse, pues, con los productos

tradicionales de la cocina criolla: carnes en sancocho, pan de maíz,

cazabe de yuca o plátanos asados. Poniendo en sus ollas raices como

el ñame, batatas, mapuelles, ocumos, apio, aullama, calabaza y

papas23

.

22 Apéndice I, doc. 80. 23 La mayor o menor adaptabilidad al medio fue norma para ambos ejércitos, de la que no se escapaban

los animales. Las mulas de carga de los Llanos, por ejemplo, se le abrían los cascos por los caminos

andinos. El mal de altura lo padecian los indios llaneros, lo mismo que los militares europeos. Rasgos

Page 15: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

Las reservas cárnicas, sin embargo, garantizaban un sostenimiento fácil,

a la par que una reserva en animales de carga, tiro y silla. Las cifras

de la producción ganadera son relativamente elevadas en 1816: casi

180 000 cabezas de vacuno, 125 000 bueyes, que junto a los

animales de corral (17 000 cerdos, 17 000 cabras), y otros menores

que no se cuentifican, representan las reservas venezolanas con que

pagar el sostenimiento de ambos ejércitos.

A pesar del cuidado con que los militares profesionales recogieron los

datos de cada localidad, existen ausencias en cuanto a la delimitación

del paisaje ganadero venezolano: quedan sin reseñar en sus informes

zonas como el departemento de Caracas, Maiquetia, San Felipe y

Nirgua, El Tocuyo, Barquisemeto y Carora, Coro y Cumaná, Mérida

y Trujillo. Que elevarán, lógicamente, las cifras anteriores. Los

descensos, por su parte, son también provocados por el ocultamiento,

como respuesta a las requisas de ambos bandos contendientes.

Tabla 3. Producción en 1816.

caballos vacuno bueyes burros cerdos mulos cabras

1. Provincia de Caracas 9.086 101.035 120.065 1.825 5.308 6.500

2. Provincia de Barinas 731 25.644 3.400 263 707 984 267

3. Provincia de Maracaibo 350 4.250 160 10.040 15 400

4. Provincia de Cumaná 15 35 52

5. Guayana 9.526 49.000 22 867

Totales 19.708 179.929 123.647 2.123 16.922 7.536 15.667

La descripción del paisaje agrícola, por su lado, padece igualmente de

las mismas ausencias en la documentación. Las mismas zonas que

dejan de señalarse para la producción ganadera, tampoco aparecen

por las mismas causas, sin embargo,- el dibujo es importante por

delimitarse las cotas de la producción en 1816.

que pueden ser tan significativos como la resistencia del militar profesional español a la dieta

alimenticia criolla, tan fiel a la arepa y la ayaca.

Page 16: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

Tabla 4. Producción en 1816.

maíz trigo menestras azúcar algodón cacao café añil

1. Caracas. 43.571 4.061 3.900 5.740 19.764 12.625 430

2. Barinas 8.075 18 1.090 1.050 136

3. Maracaibo 600 600

4. Cumaná - - - - -

5. Guayana 397

El trigo se cultiva en San Mateo, Turmero y Güigüe; el maíz, en todos

los rincones de Venezuela. Las áreas del azúcar se centran en Petare,

Chacao, Guarenas, Guatire, Naguanagua y San Joaquin. Mientras

que el cacao ha visto reducirse sus fronteras a Guarenas y Guatire,

Caucagua y Rio Chico, Capaya y Cúpira, Choroui y Ocumare, y

Maracay. Todas ellas en la provincia de Caracas. El cultivo del

tabaco apenas si se señala: no obstante su comercio es muy activo

«inmenso contrabando desde Barinas a Cúcuta y Mérida»24

.

Los climas coyunturales justificaron un comercio de urgencia,

incontrolado y de altos precios. Tal como en Barinas, «en manos de

pocps comerciantes que imponen los precios que quieren»25

. San

Cristobal, en un lugar idóneo para el intercambio de productos,

verificaba un lucrativo comercio de carnes y mulas con los Llanos;

ropas, vinos y aguardientes con Maracaibo e importaba del virreinato

acero y hierro26

.

La guerra, en fin, favoreció un incremento del comercio del utillaje

militar: uno de los centros abastecedores del ejército realista, en

cuanto a «monturas, botines, morriones y fornituras», se localizó en

Barquisemeto y en Carora, donde era más «barata la curtimbre y

cordobanes que en ninguna otra parte»27

.

24 Los impuestos por el tabaco alcanzaban en 1800 cerca de 160000 pesos (Brito [9] p. 208). La

administración general de la Real Renta del Tabaco de Guanare «que abraza a los particulares de

Mérida, Trujillo, Tocuyo, Carora, Barquisemeto, San Felipe, Araure, Ospino. Mijagual, Nutrias, Barinas

y Guasdualito, y en el día apenas da 1000 pesos mensuales». Apéndice I, doc. 30. 25 Apéndice I. doc. 42. 26 Apéndice I, doc. 40. 27 Apéndice I, doc. 80.

Page 17: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

4. Actitudes y clima de opinión.

Los informes militares se concluyen con apreciaciones sobre las

actitudes tomadas por la población civil ante los movimientos

separatistas. Estas apreciaciones representan importantes apoyaturas

para verificar, por ellas, cuales eran las posturas partidistas de la

población. Y significan respuestas de buena parte de la población a

los programas ideológicos de los criollos protagonistas de los

conflictos: Tanto a favor, como en contra, de la independencia la

población civil se manifestó en la problemática suscitada. La división

que por este motivo se abrió en Hispanoamérica originó «las guerras

civiles llamadas de la Independencia»28

, en las que los mismos

criollos, fundamentalmente, dilucidaron su crisis de conciencia.

La oligarquía criolla, empecinada en mantener su poder y sus

prerrogativas económicas, fue la financiadora de los sentimientos

separatistas, de los que se resistían funcionarios, artesanos y

comerciantes. Los alientos de la separación gubernamental de España

se enraizaron en una esperanza que alentó a bastantes núcleos

urbanos y clases sociales, y no solamente a una minoría

intelectualizada, económicamente poderosa.

Sentimientos hostiles a la dependencia se encuentran vividos por los

habitantes de numerosos pueblos. Algunos de ellos, sostenidos a

pesar del carácter rector y centralista que se tendía desde Caracas,

«Caracas, padrasto eterno de sus provincias subalternas debía

responder ante Dios y los hombres de la miseria en que las tiene

constituidas. Caracas, a pesar de su orgullo, ni es rica, ni aparente su

suelo»29

y sentimientos contrarios se vivían en otras aldeas,

geográficamente próximas a las decididamente independentistas. No

existe, pues, una frontera que separe sentimientos, ni incluso dentro

de cada pueblo: el párroco unas veces partidario de los realistas y la

población hostil a ellos, como en San Cristobal «su párroco, delirante

por la causa del Rey, íntimo confidente de nuestros generales, que en

los tiempos más críticos daba las noticias más interesadas. Su

28 Miguel Izard, Período de la independencia y de la Gran Colombia, 1810-1830, en Política y

economía en Venezuela, Caracas 1977, pp. 18-22. 29 Mariano Aloys, [20].

Page 18: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

nombre no debe ignorarse: don Pedro José Casanova»30

; y aldeas

donde los habitantes eran «muy adictos a la causa del Rey» y el

párroco insurgente: como en Guatire.

Los indígenas también tomaron partido. Sobre todo los

generacionalmente aculturados desde antiguo, en la región andina:

Santo Domingo, Mucuchies, San Antonio Táchira y Rosario «han

abrazado la causa de los insurgentes del modo más decidido;

constantemente hay entre ellos movimientos contra los realistas»31

.

Mientras los de Lagunillas y Capacho; de la misma zona, eran

partidarios de la causa realista. Los indios recien urbanizados, por el

contrario, permanecerán indiferentes: aprovechándose su actuación

para determinados servicios. Los indios de Guayana «serán amigos

del Ejército con tal que ni se ataquen sus mujeres o guariches, ni su

ajuar, y dándoles de vez en cuando algún ron. Servirán entonces de

espías, algunos para tripular y otros para conducir pliegos, en los que

son muy exactos si religiosamente se les cumple lo ofrecido»32

.

Los párrocos de las poblaciones andinas, «salvo el de Mucuchies, tan

delirante por la causa del Rey, son muy insurgentes». Las clases

acomodadas se pronuncian por la independencia – como en Trujillo y

en Barinas donde los vecinos «más acomodados tomaron parte en la

revolución» – mientras el pueblo, ante la presencia física del ejército

profesional tomaría una actitud de prudente reserva ante las

definiciones.

Conclusiones finales.

La imagen de Venezuela presentada por los militares europeos del

Ejército Expedicionario de Costa Firme dibuja una panorámica muy

completa de la misma en el momento exacto del nacimiento de su

Independencia. Aunque verificada con objetivos militares, su visión

de la situación venezolana es fiel reflejo de la potencialidad

demográfica y productiva: país de veredas, semi despoblado y con

casi nulas perspectivas de expansión económica, arruinadas las

30 Apéndice I, doc. 40. 31 Apéndice I, docs. 40, 42, 81. 32 1818. Informe sobre Guayana. AGI, Cuba 904A.

Page 19: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

tentativas de mejoras socioeconómicas pretendidas por el reformismo

dieciochesco.

La guerra es entrevista por el militar profesional por sus efectos:

Venezuela padece una baja productividad agropecuaria, pérdida

demográfica, abandono de cultivos, ruina en ciudades y pueblos,

deterioro en la infraestructura. Factores que condicionarían al

territorio con unas perspectivas que harían muy lenta su

recuperación: aunque ésta se produjese ya bajo el tiempo nuevo

independiente.

Page 20: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

Apéndice I.

Relación de las descripciones topográficas. 1815 -1819.

Siglas.

AGI – Archivo General de Indias

RAH – Real Academia de la Historia

SGE – Servicio Geográfico del Ejército

1. 1815. Introducción a la topografía de Venezuela. SGE. Caja 8, I, doc. 35

2. 1815. Estado de los recursos de los pueblos de la provincia de Caracas. SGE.

Caja 8, I, doc. 31

3. 1815. Itinerario desde Cartagena de Indias a Caracas. SGE. .Caja 7, II; doc. 2

4. 1815. Itinerario de longitud desde Ocumare de la Costa a Caracas. SGE. Caja 8,

I, doc. 15

5. 1815. Itinerario de longitud desde La Guaira a Caracas. SGE. Caja 8, I, doc. 9

6. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas a Puerto Cabello. SGE. Caja 8, I, doc.

2

7. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas al puerto de Careneros. SGE. Caja 8,

I, doc. 7

8. 1816. Itinerario desde Caracas hasta el fin de las provincias de Venezuela. SGE.

Caja 8, I, doc. 4

9. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas a San Antonio y San Diego. SGE.

Caja 8, I, doc. 3

10. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas a San Joaquín de Guacara. SGE.

Caja 8, I, doc. 5

11. 1816. Itinerario desde Caracas a Barcelona. SGE. Caja 8, I, doc. 6

12. 1816. Itinerario desde Caracas a Los Llanos. AGI. Cuba 899

13. 1816. Itinerario desde Caracas a San Carlos. AGI. Cuba 897

14. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas a Charaguamal. AGI. Cuba 897

15. 1815. Itinerario de longitud desde la ciudad de Valencia a Barcelona. SGE.

Caja 8, I, doc. 23

16. 1815. Itinerario desde San Mateo a Valencia. SGE. Caja 8, I, doc. 20

17. 1815. Itinerario desde La Victoria a Valencia. SGE. Caja 8, I, doc. 25

18. 1817. Itinerario desde la ciudad de Valencia a San Carlos. AGI. Cuba 897

19. 1818. Itinerario desde la ciudad de Valencia a San Carlos y Guanarito. AGI.

Cuba 898A

20. 1818. Itinerario desde la ciudad de Valencia a Puerto Cabello. SGE. Caja 8, I,

doc. 22

21. ,1818. Itinerario desde Valencia a Calabozo. AGI. Cuba 897

22. 1815. Itinerario en círculo de Maracay. SGE. Caja 8, I, doc. 13

23. 1815. Itinerario de longitud desde Maracay al puerto de Choroni. SGE. Caja 8,

I, doc. 11

Page 21: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

24. 1816. Itinerario desde Guarenas a Maracay. AGI. Cuba 897

25. 1815. Itinerario de las dos avenidas de La Victoria a Maracay. SGE. Caja 8, I,

doc. 26

26. 1815. Itinerario desde Maracay a Valencia, por La Cabrera. SGE. Caja 8, I,

doc. 12

27. 1816. Noticia de los pueblos de La Victoria a Maracay, hasta Ocumare. RAB.

9-33-7651, leg. 8, ff. 25-28

28. 1815. Itinerario de longitud desde Puerto Cabello a Cuyagua. SGE. Caja 8, I,

doc. 17

29. 1815. Itinerario de longitud desde Puerto Cabello a Guacara. SGE. Caja 8, I,

doc. 19

30. 1816. Itinerario de longitud desde Guacara a Puerto Cabello. SGE. Caja 8, I,

doc. 8

31. 1816. Itinerario desde Puerto Cabello a Calabozo. SGE. Caja 8, I, doc. 18

32. 1815. Itinerario de longitud desde Villa de Cura a San Juan de los Morros.

SGE. Caja 8, I, doc. 27

33. 1816. Itinerario de longitud desde El Pao a San Juan de los Morros. AGI. Cuba

897

34. 1815. Itinerario desde Ocaña a Maracaibo. SGE. Caja 7, II, doc. 19

35. 1816. Itinerario desde Salazar a Maracaibo. SGE. Caja 8, I, doc. 28.

36. 1816. Itinerario de longitud desde Valle de Upar a Maracaibo. AGI. Cuba 904B

37. 1815. Descripción de la provincia de Barinas. SGE. Caja 8, I, doc. 30

38. 1816. Estadística de los recursos de la provincia de Barinas. AGI. Cuba 899

39. 1816. Itinerario desde Barinas a Nutrias. AGI. Cuba 899

40. 1816. Itinerario desde Barinas a San Cristobal. AGI. Cuba 897

41. 1816. Itinerario de longitud desde Barinas a Chire. AGI. Cuba 897

42. 1816. Itinerario de longitud desde Barinas a Cúcata de Surata. SGE. Caja 7, II,

doc. 77

43. 1816. Itinerario de longitud desde Guarimal a Achaguas. AGI. Cuba 897

44. 1816. Itinerario desde Achaguas a la Ceiba. AGI. Cuba 897

45. 1816. Itinerario de longitud desde Achaguas a Santa Lucía. AGI. Cuba 897

46. 1816. Itinerario de longitud desde el río Apure a Punta Brava. AGI. Cuba 897

47. 1816. Itinerario de longitud desde Punta Brava a Nutrias. AGI. Cuba 897

48. 1816. Itinerario de longitud desde Nutrias a Obispos. AGI. Cuba 897

49. 1816. Itinerario desde San Fernando de Apure a la Soledad. AGI. Cuba 899

50. 1816. Itinerario de longitud desde San Fernando de Apure a Nutrias. AGI.

Cuba 898A

51. 1816. Itinerario de longitud desde El Baul a Calabozo. AGI. Cuba 897

52. 1816. Itinerario de longitud desde Obispos a Guanare. AGI. Cuba 897

53. 1816. Estado de los recursos de Guanare. AGI. Cuba 899

54. 1816. Itinerario desde Cojedes a San Carlos. AGI. Cuba 899

55. 1816. Itinerario desde San Carlos a Nutrias. AGI. Cuba 897

56. 1816. Itinerario desde San Carlos a Guanare. AaI. Cuba 897

57. 1816. Itinerario desde San Carlos a Carora. AGI. Cuba 897

Page 22: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

58. 1816. Itinerario de longitud desde San Carlos a El Baul. AGI. Cuba 897

59. Itinerario de longitud desde San Carlos a Calabozo. AGI. Cuba 897

60. Descripción del distrito de San Carlos. AGI. Cuba 899

61. Itinerario de longitud desde El Baul a Guadarrama. AGI. Cuba 897

62. Itinerario desde El BauI a San Fernando de Apure. AGI. Cuba 897

63. Itinerario desde El Baul a Calabozo. AGI. Cuba 897

64. Itinerario de longitud desde El Caiman a Calabozo. AGI. Cuba 897

65. Itinerario de longitud desde Calabozo a San Fernando de Apure. AGI. Cuba

899

66. Itinerario de longitud desde Calabozo a Guardatinajas. AGI. Cuba 897

67. Descripción del distrito de Calabozo. AGI. Cuba 899

68. Itinerario desde Calvario a Cabruta. AGI. Cuba 899

69. 1816. Itinerario desde Barbacoas a Cabruta. AGI. Cuba 899

70. 1816. Itinerario de longitud desde Osorio a Quintero. AGI. Cuba 897

71. 1816. Itinerario de longitud desde Quintero a Granadillas. AGI. Cuba 897

72. 1816. Itinerario desde Granadillas a Guasdualito. AGI. Cuba 897

73. 1816. Itinerario desde Lezama a Chaguaramas. AGI. Cuba 897

74. 1816. Itinerario de longitud desde Chaguaramas a Santa María de Ipire. AGI.

Cuba 898A

75. 1816. Itinerario desde Santa María de Ipire a Barcelona. AGI. Cuba 898A

76. 1816. Itinerario desde El Chaparro a Onoto. AGI. Cuba 898A

77. 1816. Descripción de los pueblos de la provincia de Cumaná. AGI. Cuba 899

78. 1816. Descripción del distrito de Ospino. AGI. Cuba 899

79. 1816. Descripción del distrito de Coro. AGI. Cuba 899

80. 1816. Descripción de los pueblos del distrito de Barquisemeto. AGI. Cuba 899

81. 1816. Itinerario de longitud desde Cúcuta a Guasdualito. SGE. Caja 8, I, doc.

21

Page 23: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

Apéndice II.

Estadísticas urbanas, demográficas, producción ganadera y agrícola de

Venezuela. 1816.

I. Departamento de Caracas

1810

habs

casa

s

habit

ante

s

veci

nos

escl

avo

s

horn

os

ganado v

acu

no

caball

os

mulo

s

buey

es

burr

os

cerd

os

maíz

trig

o

men

estr

as

caza

be

azú

car

aguard

iente

caca

o

café

1. Caracas 37.937

Valle 474 1600 22 80 80 40 23 50

San Diego 78 1228 6 200 155 155 2000

San Antonio 110 900 40 7 25

Paracotos 42 2025 70 5 84 84 100

Tácata 25 1286 1 60 10 100

Vega 2.221

Antímano

2. Maracao

Teques

San Pedro

3. La Victoria 8.100 450

Mamón

San Mateo 2.509 120 300v 4 13 70 28 600

4. Petare1 548 6045 1422 18 1225 420 2330 1600 225 3025

Baruta 322

Atrillo 310

5. Chacao 2.155 334 1448 826 4 150 10 20 60 50 30 300 500

6. Guarenas 3.661 395 1937 674 15 68 26 1050 2500 250 100 500 150 260 400

Guatire 201 1225 944 26 65 23 753 300 2950 1500 696 500

7. Santa Lucía

8. Caucagua1 234 778 1396 5 34 84 760 430 485 180 1500

Aragüita 30

Macaira

Tapuipa 60

Panaguire 61

9. Rio Chico 100 655 1438 2 3000

10. Capaya1 132 1673 1757 14 160 18 4750

Mamporal 3

Tacarigua 22

Curiepe 174

11. Ocumare 4622 1000

Yare

Cúa

Charabaye

12. Cúpira 27 355 64 300 200 1380

Guapo 106 441 4 10 76 600

13. La Guaira 4643

14. Maiquetía

Carayaca

Farma

Catia

15. Caraballeda

Caruao

Cojo

Macuto

16. Choroni 250 1500 200 200 1500

Chuao 320 6 20 700

Cepe

Cuyagua 464 100 187 4 12 800

1. Valorizaciones demográfica y productiva de todo el distrito.

Page 24: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

II. Departamento de Valencia

1810

habs

casa

s

habit

ante

s

veci

nos

escl

avo

s

horn

os

ganado v

acu

no

caball

os

mulo

s

buey

es

burr

os

cerd

os

maíz

trig

o

men

estr

as

caza

be

arr

oz

azú

car

aguard

iente

caca

o

café

algodón

añil

1. Valencia1 8022 1500 7644 25 100 800 100 600 200 3000 1000

Tocuyito 70 2000 43 206 30 300 80

Naguanagua 80 1500 300 1 40 50 20 12 200 3

San Esteban 20 5 20 100 200

2. Maracay 7345 550 3600 2000 1600 20 500 180 25 150 6500 1200 500 4000 1000

3. San Joaquín 160 2932 1000 300 65 160 14 2000 150 2000 1500 4200 8000 330

4. Turmero 7766 126 3085

Cagua 5506 560 4015 10 15 64 32 35 150 1000 1400 300

SaCruz Escobar 5400 1300 4000 1300 3 80 100 40 1000 3125 40

5. Puerto Cabello 7500

Patanemo 18 120

6. Güigüe 2655 200 200 3 30 30 25 100

Magdalena 500 500 100 40 30 30

7. Guácara 4926 420 4800 1500 250 100 900 12 1000 10 300

Virgima 57 350

8. Los Guayos 150 1970 34 400 150 300 52 1200 96 150

San Diego 48

9. Ocumare Costa 120 120 9 36 13 2000

Borburata 120 120 1300

Cata 26 31 4 10 11 700

Turiano 15 15 4 7 8

1. Casco urbano, 900 casas: ámbito rural, 600.

Page 25: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

III. Departamento de la Villa de San Carlos.

1810

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1. San Carlos 10.885 500 6000 300 100000 4000 1000 3000 500 4500

San José 46 1739 150 250

Caramate \

Valle Carabobo 15 50

Cojedes 30 25

Tinaco 2.577 200 2400 80 30 60 500 200 500 100

Tinaquillo 67 1100 45 20 40 100 1200 70

El Baul 150 170

2. San Miguel Tinanco

3. El Pao 5.400

IV. Departamento de San Felipe.

1. San Felipe 5.622

2. Corocote

Guama

S. Fco Javier

Tinajas

Cañizos

S. Nicolás

3. Aroa

V. Departamento de Nirgua.

1. Nirgua

Cabria

2. Montalbán

3. Canuabo

Alpargatón

Morón

VI. Departamento de Araure.

1. Araure 3945 80 300 5 120 60 1500 30 600 100

Acarigua 18 180 50 30

Turén

Agua Blanca

Conoto

Aparición 30 170 2 60 2000 100 150 20

VII. Departamento de Ospino

1. Ospino 6375 40 360 60 6 100 2100 200 2000 100

Guanarito 30 40

Sabana Seca 20 30

Page 26: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

1810

habs

casa

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es

VIII. Departamento de Tocuyo

1. Tocuyo 9619 450 10000

Sanare 3119 100

Guarico 60

2. Quibor 9970 200 11000

Cubiro

3. Humocaro Bajo 40

Humocaro Alto 40

Chubasquen 10

4. Barbacoa 10

Curarigua 50

Page 27: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

IX. Departamento de Barquisemeto. 1810

habs

casa

s

habit

an

tes

veci

nos

1. Barquisimeto 11300 400 8000

Santa Rosa 4000

Yaritagua 5000

Bobare

Doaca

Altar

2. Cuara 600

Cibacoa 2000

Orachiche 300

Guama 3293 4000

IX. Departamento de Carora.

1. Carora 6200

Arague

Arenales

Burere

2. Siquisique 3310

Moroturo

IX. Departamento de Coro.

1. Coro 9545 700 3000

Vela de Coro 50 150

Carrizal

Guaibacoa

Cumarebo

Atairigua

Cabure

2. Casigua 100 150

Zazárida

Capatárida

Dabajuro

Borojó

San Félix 30 40

3. Pueblo Nuevo Paraguana

Santa Ana

Moruy

Baraivede

Buenavista

4. San Luis

Pecaya

Pedregal

Mapiare

5. San Miguel Tocuyo

Carorita

Jacquira

Capadare

Barabara

Mapubare

Page 28: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

XII. Departamento de San Sebastián de los Reyes

1810

habs

casa

s

habit

ante

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as

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iente

caca

o

café

añil

alg

odón

1. San Sebastián de los

Reyes

3384 280 3000 500 3 50 125 16 50 25

Guaripa

San Casimiro 20 800 8 12 30 112

S. Juan de los

Morros

160 1200 50 30 8 800

2. Camatagua 50 60

Cara 50 100

Taguay 20 60

3. San Rafael Orituco 40 80

Altagracia

Lezama 2388

4. Charaguamas

Tocupido 4326 150 500 8 1500 800 300 100 200 5000 200

Valla de la Pascua 50 100

5. Charaguamal

6. Sa María de Ipre 150 300

7. San Francisco

Espino

Altamira

8. Santa Rita

Cabruta

Caicara

9. Sombrero 3788

Barbacoas

10. Ortiz 150 1357 163 100 350 40 1500 10

Parapara 20 8 250 40

11. San José Tiznados

San Francisco

12. Calvario

Page 29: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

Departamento de Calabozo.

1810

habs

casa

s

habit

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café

añil

1. Calabozo 3788 600 2380 1400 600 1660 80 160

Angeles

Sa Trinidad

Guardatinajas 120

Rastro

2. Camagua

3. Gayabal

Departamento de Villa de Cura.

1.Villa de Cura 4892 450 2025 500 12 50 100 6 112 1400 800 300 25 30

Los Colorados 40 50

Magdalena

Suate 150

Provincia de Maracaibo.

1810

habs

casa

s

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cabra

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1. Maracaibo 24000 3300 26000 4000 300 10000 15000

Limoncito 20 100

Los Cachos 5

Sinamaica 600 100 250 60 400 600 600 300

S.Rafael Moján 50 12

2. Trujillo 7600 8000

Carache 7000

Burbusay

Santa Ana

Pampán 2000

Motatán 800

Betjoque 1800

Escoque 2000

La Puerta 200

El Burrero 2000

Boconó 1500

San Lázaro 600

3. Merida 11500 3830

Ejido

La Mesa

Jají

La Grita 2000

Táriba

Parroquina

Lagunillas

Santo Domingo

Bailadores

4. San Cristobal

Capacho

San Jacinto

Cuite

Teteo

San Antonio 2400

Rosario 2000

San Miguel

Page 30: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

Provincia de Barinas.

1810

habs

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cacao

café

añil

alg

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añil

1. Barinas 10000 1800

Barinitas 250

Torunos 100

Obispos 250 4000 500 150 225 40 20 200 1000 60 500 1000 300

Mijagual 435 322 2996 731 46 23 125 466 96

Santa Cruz 173 500 1110 170 12 20 40 100

Sa Trinidad

Tobo

310 1793 3726 356 60 25 10 660 38 20 90

Totumal 40 40 4500 2928 307 25 63 200 50

Santa Ana 44 1358 5502 2092 49 50 73 89 18 27

Palma 77 108 179 949 11 33 20

Nutrias

Canaguá 31 67 6000 4000 260 30

Guasdualito 600

Arauca

2. Guanare 12300 1200 8000 6 150 600 500 800 40 1500 100 200

Maraca

María

San Rafael 150 500 2 200 60 1800 20 50 200

3. Boconó 30 150 1 5000 200 300 800 20 90 2000 100

Dolores 14

La Luz 10

Santa Rosa 507 245 1631 362 420 29 23 500 11 137 40

Page 31: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

Provincia de Cumana. 1810

habs

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1. Cumaná 19000

S.Bartolomé Arias (Cumanagoto) 20 100

San Felipe

Curupa

S. José Arecuar 90 100 2 8 200

Carúpano 500 300 10 32 16 30 800

Puerto Santo 8 6 250

Rio Caribe 250 100 3 20 11 6 500

Yaguarapán

Araya

1a. Misiones

Cocuisas

San Félix

San Lorenzo

San Francisco

Sa María de los Angeles

1b. Doctrinas

Cacuar

Punceres

Soro

Irapa

Guayuta

Amacuro

Unare

Guanaguana

Tiptin

2. Cumanacoa 4200

3. Barcelona 14000

Aragua

Concepción de Pao 400 2

San Antonio Onoto

Pilar 100 200

3a. Misiones

Pozuelos

San Miguel

Clarines

Caigua

San Bernardino

Píritu

San Pablo

3b. Doctrinas

Quiamare

Candelaria

Cachipo

Santa Bárbara

Santa Rosa

Page 32: La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.

Guayana. 1810

habs

casa

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fraguas

ganado v

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4. Guayana

Angostura 29400

Guirior

Barceloneta 504

4a. Misiones

Altagracia 780 4 4 1 19 50 70

Palmar 780 1230 27 604 6 80 66 100

Guri 375 1860 20 130 7 40 94

Santa María 301 3 2 1 1540 40 608 60 52 300

San Antonio 945 5 3 1 1000 80 60 1060 150

Upata 1264 1

Capapuy 685 2570 98 528 10 10 80 400

Cumamo 297 4 2 1449 636 63 30 300 50

Miamo 388 4 1 2551 607 7 15 20 300

Carapo 674 4 4 1659 12 1016 20

Tupuguen 350 3 3 1 6600 2603 27 170 100 100

Tumeremo 434 3 3 1 2942 30 24

Cura 121 4 4 16 13

Guaupati 695 5 5 1 3300 130 420 103 40 40 10 100

Pastora 690 10000 25 275 70 100

Ayma 324 3 3 1 2500 122 404 20 57

Avechica 151 2 2 2200 34 152 9 19

Puerta 155 2 1879 69 342 100 12

Santa Clara 163 2

San Serafín 134 3 3 1 420 26 50 8 26 50 70

Las Bocas 400 3 3 1 2500 40 153 6 155 120 106

Currucay 3000 43 43