La imagen de Venezuela vista por el militar profesional, 1815/1820.
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Estudios Latinoamericanos 6, p. II (1980), pp. 241-278
La imagen de Venezuela vista por el militar profesional,
1815/1820.
Francisco de Solano
Para clarificar las situaciones revolucionarias neogranadinas y
venezolanas se verificó en 1815 el envío, desde Cádiz, de una
importante expedición militar. Sólo existía el precedente de un hecho
de tales dimensiones un ejército de 10000 hombres – en 1777,
cuando la guerra hispanoportuguesa por la Colonia del Sacramento
aconsejó la recuperación del territorio por medio de un fuerte
contingente armado mandado directamente desde España: pero en
este caso el enemigo no era de casa. El Ejército Expedicionario de
Costa Firme tenía el definido propósito de devolver al virreinato del
Nuevo Reino de Granada y a la Capitanía General de Venezuela su
fisonomía tradicional. Pretendía, además, servir de apaciguador en
una serie de conflictos que habían estallado con el establecimiento de
la I República de Venezuela y cuya gestación se había estado
madurando desde los finales del XVIII: a través de una serie de
movimientos revolucionarios que perseguían reivindicaciones
sociales, intencionalidades económicas y aspiraciones separatistas.
Hechos todos que demostraban la preponderancia sociopolítica de
Caracas sobre otras provincias (Maracaibo, Coro, Guayana), desde
donde se habían iniciado reacciones antirrevolucionarias en 18101.
Pablo Morillo, Teniente General de dicho Ejército Expedicionario, salía
de España contando con un apoyo general. La opinión pública
rechazaba, sin reservas, las tentativas separatistas. La prensa, eco y
reflejo de ese sentir, lo evidenciaba pristinamente: tanto en los
1 Mario Hernández Sanchez-Barba, 1975. Fuentes para el conocimiento de la opinión pública en
Caracas, 1810. En Homenaje a don Agustin Millares Carlo, Las Palmas, pp. 343-355.
tiempos liberales, con las ventajas de la libertad de expresión y sin
los frenos de la censura, como durante la época de la regresión al
absolutismo (1814-1820) con la censura reimplantada. Este clima de
rechazo generalizado se completaba con las reflexiones sobre las
causas justificativas de la insurrección hispanoamericana: variaban
según la coloración ideológica de periódicos y escritores2, pero la
«Gaceta de la Regencia», el «Observador», el «Telégrafo
americano», el «Procurador General del Rey y de la Nación» y «El
Conciso» – liberales los primeros, absolutistas los dos últimos – eran
unánimes en los remedios: para todos, el modo más eficaz para
coartar las tentativas criollas de separatismo era el empleo de la
fuerza armada3. En 1815, en plena efervescencia del absolutismo,
llegaba a Venezuela, ocupando Margarita, el Ejército
Expedicionario.
La entrada en aluvión de esta fuerza militar daría una connotación
especial a la guerra de la Independencia, bien conocida. No lo son
tanto los esfuerzos de este ejército, sin experiencia ultramarina
alguna y con unos conocimientos geográficos muy vagos del terreno,
hacerse con la realidad del mismo de un modo rápido y urgente. Ello
obligó al Estado Mayor de Morillo a realizar un crecido número de
informes que reflejaran, con puntuación exacta y sin exageración
partidista, la descripción pormenorizada de cuantos elementos
sirviesen al objetivo militar. Esta preocupación se tradujo en una
masa documental, escasamente utilizada, que representa la mejor
imagen de Colombia y Venezuela, vistas por el militar profesional en
el momento conflictivo de la guerra de Independencia4. Unos
trescientos informes, repartidos por diferentes archivos españoles5,
representan no sólo excelentes dibujos de las intencionalidades
militares, sino otros tantos esquemas de la realidad socioeconómica y
2 Como motivos se apuntaban la actividad audaz de una minoría resentida y sin escrúpulos, accionada
por el proselitismo de la literatura francesa y el ejemplo norteamericano. 3 Melchor Fernández Almagro, La emancipación de América y su reflejo en la conciencia española,
Madrid 1944 y Jaime Delgado, La independencia de América en la prensa española, Madrid 1949. 4 Francisco de Solano, Las relaciones geografícas y descripciones topográficas realizadas por el
Ejército Expedicionario de Costa Firme, 1815-1819. III Congreso Venezolano de Historia, Caracas
(septiembre). Caracas, III, pp. 99-124, 1979. 5 Histórico Nacional, General de Indias, Servicio Geográfico del Ejército, Servicio Histórico del
Ejército, Real Academia de la Historia.
demográfica de Venezuela y Colombia en el definitivo momento de
su independencia. Esta ponencia se dedica, por entero, al análisis de
dichos aspectos contenidos en esa documentación, referidos a
Venezuela: importante fuente, que se detalla en Apéndice I.
La razón de esta documentación se justifica por motivos estratégicos. El
conocimiento que se poseía de la provincia – geográfico,
demográfico, calidad de la infraestructura, precisión de distancias
entre diferentes puntos, etc. – era sustantivo, verificado gracias a los
sucesivos ordenamientos que redundaron en las diversas colecciones
hoy conocidas por relaciones geográficas6. Pero en ninguna de ellas,
ni siquiera en las diversas expediciones científicas que a Venezuela
se acercaron, contenía los datos necesarios para los estudios y
decisiones logísticas del estado mayor de un gran ejército. A éste le
interesaba conocer, para la mejor operatividad de su estrategia, la
exacta definición topográfica del terreno sobre el que se iba a actuar,
la pormenorización de los elementos geográficos, también la actitud
de los habitantes – si leales u hostiles a Madrid -, así como la
medición precisa y circunstanciada de las distancias entre los centros
urbanos y los puntos estratégicos, el exacto dibujo de las
disponibilidades productivas, recursos alimenticios y evaluaciones
demográficas.
Estas necesidades se contienen en las relaciones topográficas,
escasamente incluidas en las «relaciones geográficas». Las
distancias, por ejemplo, debían medirse con óptica militar: para
determinar, con precisión matemática, el tiempo que gastaba un
ejército en formación de un punto a otro – a razón de noventa pasos
por minuto. Tampoco se precisaban en aquellas relaciones de la tierra
– ordenadas desde principios del Quinientos – la descripción de los
ámbitos rurales, la especificación de los puntos que sirviesen de
alojamiento a las tropas, así como otras circunstancias importantes
6 La necesidad de información – de toda información sobre la realidad americana – fue exigencia vivida
y corroborada desde el principio mismo del descubrimiento de la tierra nueva. Ello justificó un alud
informativo provocado, entre muchas causas, por la distancia. El interés por conocer la realidad
geográfica. social y económica de los diferentes reinos indianos determinó que la administración – a lo
largo de la Edad Moderna – exigiese informes de toda la América Hispánica a veces con gran precisión
de detalles. Por doce veces fueron exigidos estos informes: cinco veces durante elsiglo XVI (1523-25,
1531-32, 1547-50, 1569-71, 1579-82), dos durante el siglo XVII (1608-12, 1648-50), cuatro durante la
centuria del Despotismo Ilustrado (1743-46, 1772, 1778, 1788) y el último en 1813.
para los movimientos de los cuerpos de un ejército. Circunstancia en
la que nunca se pensó sucediese en los interiores de las provincias
ultramarinas. El concepto de la estrategia se había estructurado,
desde el XVI, defendiendo y amurallando puertos y enclaves urbanos
muy cercanos a las costas, o protegiendo fronteras imprecisas
(Guayalla). Los ingenieros militares ayudaron al amurallamiento de
dichos puntos, en los que Venezuela es, sin duda, el país
hispanoamericano que cuenta con mayor número de castillos, fuertes,
baluartes y zonas amuralladas sembrados por su suelo7.
Y sobre estbs interiores del país se centró la atención de los oficiales del
Cuerpo de Ingenieros y de Infantería: en un momento en que se
continuaba la lucha armada se verificaron los levantamientos
topográficos y los reconocimientos del terreno. Estas urgencias y la
falta de conocimiento que se poseía sobre el estado de la
infraestructura, así como sobre los recursos agropecuarios de las
zonas rurales, justifican tanto el elevado número de estas
descripciones como la veracidad de sus datos. En ellos no podría
caber ni la exageración, ni los silencios: porque ambas posturas
significaban elementos distorsionantes en la actuación logística de la
dirección militar. Datos ambos – triunfalismos y ocultamientos restan
valoración a otras fuentes. Este carácter de fidelidad categoriza a
estas descripciones topográficas del Ejército de Costa Firme,
ofreciendo elementos de gran significación para determinar por ellos
una imagen de mejor calidad que la ofrecida por otras fuentes, en
donde la exactitud se halla enrarecida por la hojarasca de la
exageración o el ocultamiento partidistas.
La fisonomía de la Capitanía General de Venezuela en 1810 se hallaba
potenciada desde 1777 con la personificación del territorio
(provincias de Caracas a las que se habían agregado las de Maracaibo
(Mérida, Nueva Andalucía, Guayana y Barinas), bajo una fuerte
entidad gubernativa y militar. Motivos de geopolítica española en el
contexto internacional justificaron la potenciación de Venezuela, no
sólo desde este aspecto políticoadministrativo sino desde los factores
socioeconómicos para personalizar a Venezuela, categorizando su
7 La Guaira y Puerto Cabello, pero también Maracaibo, Barcelona, Cumaná, Araya, Margarita y las
Guayanas.
regionalización, rescatando al país de su dependencia de México
(situado, comercio de harinas y cacao) con la potenciación de los
espacios vacíos, en una operación conjunta de fomento de núcleos
urbanos con la explotación ganadera. Las provincias
semidespobladas de Barinas y Guayana se fomentaban, para que
siguiesen el ejemplo de los Llanos, la gran zona ganadera con el
latifundio por definición – a la par que se incrementaban las
explotaciones de cacao, tabaco y algodón.
El resultado de estas actividades y promociones redundaban, naciendo
el XIX, en un desarrollo sensible de la población y de las
producciones agropecuarias. La población se acercaba al millón de
habitantes en 1810: de los cuales, el 80% se concentraba en las zonas
costeras, el 18% en los Llanos y el 2% en Guayana. De esos 900 000
habitantes, el 20,3% eran blancos; mestizos, negros y pardos, el
61,3%; el 18,4% restante eran indígenas, aun un 10% de los mismos
bajo la directa orientación misional (Guayana, Nueva Andalucía)8.
El producto principal de la economía era el cacao, beneficiado en 976
haciendas, que cubrían un área de plantación de de 35 555 hectáreas9.
El tabaco, cultivado en los valles de Aragua, Calabozo y La Grita, en
Cumaná y en Upata (Guayana) en unas 207 poblaciones, alcanzaba
niveles de producción anual de 20 000 quintales10
. Ya estos dos
cultivos tropicales se une el algodón – unas 990 000 libras -, el añil y
el café (provincias andinas).
Las actividades ganaderas se reflejaban para 1800/1812 en 1 200 000
cabezas de ganado vacuno, 180 000 caballos, 90 000 mulas, que
ocupan los renglones de la exportación (cueros, carne salada), de un
área delimitada desde El Pao (Llanos) a Mérida (Andes): una
superficie de 160 leguas de Este a Oeste, por 40 de Norte a Sur11
.
La tonalidad de la Capitanía General de Venezuela, a pesar de estos
resultados, continuaba con una fuerte coloración de provincia
semidespoblada, con fuerte concentración urbana en unas escasas
ciudades (Caracas, Maracaibo, Mérida, Valencia, Cumaná,
8 John Lynch, Las revoluciones hispanoamericanas, 1808-1826, Barcelona, 1976, pp. 220 ss. Miguel
Izard, La lucha por la libertad en Venezuela, 1777-1830, Madrid 1976. 9 Federico Brito Figueroa, La estructura económica de Venezuela colonial, Caracas 1963, p. 220. 10 Idem, p. 210. 11 Idem, p. 220.
Barcelona), centros del poder político y económico, y una dispersión
en los restantes núcleos urbanos, con fuerte carácter ruralizado.
Población habituada a unas dietas alimenticias en las que primaban los
productos aborígenes (maíz, yuca, frijol, papa) cultivados tanto en la
gran propiedad como en el conuco, pero de la que no era extraño el
cultivo del trigo (valles de La Victoria, Tuy, Aragua, El Tocuyo y las
zonas andinas).
El tráfico verificado por La Guaira y Puerto Cabello se unía al de menor
volumen desde otros puertos de menor cabotaje (Maracaibo,
Cumaremo, Barcelona y Cumaná): que primaban en la atención de la
autoridad colonial por la infraestructura. Los ejes económicos
Caracas-La Guaira, Puerto Cabello–Valencia–Caracas y Caracas–
Barcelona quedarán mejor atendidos a partir de las intencionalidades
de la Intendencia.
Todos estos esquemas comenzarían a desestructurarse con los
movimientos revolucionarios. A su labor destructiva se unirá, con
carácter de importante efecto negativo, el terremoto que asoló
Venezuela en 1812 (26 marzo), aniquilando núcleos urbanos (casi
totalmente destruidos Caracas, Mérida, Trujillo, Barquisemeto) y
arruinando puentes y obras hidráulicas.
Características de las «Relaciones Topográficas».
A una primera aproximación a esta documentación12
he añadido otros
informes que se contabilizan casi en trescientos documentos,
referidos al Nuevo Reino y a Venezuela. Bastantes relaciones
incluyen mapas, croquis y planos que ejemplarizan gráficamente la
descripción de determinada ruta o itinerario.
Todas estas relaciones están marcadas entre dos núcleos urbanos: desde
puertos a capitales de distrito, o entre dos puntos de significativo
valor estratégico; enfocándose, claro es, el relieve de Caracas y Santa
Fe de Bogotá como nucleares de las entidades político-
administrativas que aglutinaban. Don Pablo Morillo remitía en 31 de
mayo de 1816 al Ministro de la Guerra todos los trabajos
12 Véase nota 4.
topográficos ejecutados por su Estado Mayor, precisando, con
verdadera justicia: «es el trabajo más considerable que hasta el
presente se haya logrado en estos países y es monumento del interés
que han tomado, por el adelanto de los conocimientos, los oficiales
que están a las órdenes de V.E.»13
.
El interés militar prima fundamentalmente. Se resaltan en estas
descripciones – definididas itinerarios, por marcarse las jornadas de
marcha de un cuerpo de ejército de un lugar a otro – los paisajes que
las tropas encontrarían: desde la mejor definición topográfica a los
recursos alimenticios. También la señalización de los núcleos
urbanos – número de sus casas y habitantes, hornos y subsistencias –
y el paisaje rural, con sus hatos y haciendas, ventas y pulperías. En el
primer caso interesaba primordialmente para el alojamiento del
ejército, lo mismo que para el aprovisionamiento de la población
civil. Sin olvidar la atención por el agua. De ahí, que las relaciones
describan, con pormenor, las comunicaciones con los puertos y con
el Nuevo Reino, así como con las provincias ganaderas (Los Llanos,
Guayana). De este modo se ofrecen los esquemas de la red viaria en
la Venezuela colonial, con sus vías troncales, caminos reales y los
vecinales: difíciles y peligrosos en la época de lluvias – con «mucho
barro y detiene la marcha de la tropa» -; polvorientos y molestos
durante las secas. Pero las únicas vías existentes, sobre las que se
sostienen y perfeccionan puentes y pasos, para agilizar la marcha del
ejército. Objetivos prioritarios, en un momento en que también se
presta atención a la defensa y a la reconstrucción de determinados
núcleos urbanos afectados por el terremoto de 1812, iniciando
reconstrucciones y remodelaciones, sobre todo en Caracas, Puerto
Cabellos y Mérida.
La extensión de estas relaciones es muy desigual: en general, descritas
con escueto lenguaje, sencillo y directo, tienen una extensión de
cinco a 45 folios. La mayor parte realizada en 1815 y 1816, pero
también bastantes de los años siguientes, siguiendo la peripecia de la
guerra. Por lo que, en algunos casos, se puede ir observando
gradualmente el efecto de la contienda sobre la imagen de los propios
pueblos y campos venezolanos.
13 Tomado de M. Rodríguez Villa. Don Pablo Morillo, conde de Cartagena. Madrid 1916. p. 186.
Venezuela de 1815 a 1820.
A la llegada del Ejército Expedicionario, Venezuela se resentía de los
siete años padecidos con una inestabilidad política y los
acontecimientos bélicos. Todo ello provocó deterioros en la
población, en las actividades agrícolas y ganaderas, y en la
economía. A los que se unieron los efectos del terremoto de 1812,
con la destrucción de las obras hidráulicas.
Los testimonios de los oficiales de dicho ejército sobre la situación
venezolana son otras tantas visiones fidedignas del ámbito
venezolano desde 1815 hasta el umbral exacto del tiempo
independiente: por ellos se configuran los datos estadísticos del
Apéndice II.
1. Infraestructura.
El ejército de Morillo se encontró con un extenso país, muy pobre y
desigualmente poblado. Una red viaria extensa, aunque mediocre,
intercomunicaba centros administrativos y puertos con zonas
productivas. No obstante, Venezuela era un país de veredas, aunque
algunas de ellas llevasen el pomposo nombre de camino real.
Caminos todos cortados por numerosas quebradas y ríos que
entorpecían y retardaban las comunicaciones. Unos escasos puentes –
de piedra algunos14
, de madera los más – salvaban algunas
dificultades. Estos inconvenientes lastraron la agilización de la
comercialización de los productos durante los tiempos en paz y los
enrareció durante los tiempos de la guerra. Los caminos eran
serpenteantes, siguiendo las curvas de nivel, con subidas y bajadas
largas o incómodas, cortados demasiadas veces por los ríos, que
había irremediablemente que sortear por vados accesibles, aunque
difíciles en la estación de las lluvias por sus crecidas, la velocidad de
sus corrientes o las piedras que arrastraban. Los militares encuentran
14 Uno en Puerto Cabello (de tres y dos varas de ancho y largo), otro en Petare (con un ojo de seis varas
de diámetro, seis varas de ancho y once de longitud), dos en La Guaira, que salvaban el do Guaira, y un
otro tendido sobre el do Chama (destruido en 1814) y un último en La Victoria.
que, por ejemplo, el camino de Caracas a Guarenas – importante
centro de abastecimiento agrícola y ganadero y vital para la
identificación con Barlovento y Barcelona – debía atravesarse treinta
veces la quebrada y río de Guarenas, sobre los que no existía puente
alguno. Y que las treinta y dos leguas de Puerto Cabello a Calabozo
se cubrían en 56 horas, dieciocho de las cuales por zonas en perfecto
despoblado.
Por una razón de logística militar la atención se detuvo en la
pormenorización de la infraestructura. Las relaciones topográficas
son auténticos tratados de geografía física descriptiva, en donde se
reseñan, con fidelidad de dibujante, los menores rasgos del paisaje
venezolano: accidentes geográficos, su configuración y
características. El militar profesional centra su interés en estos
pormenores para que sirviesen de guía o plano en los cálculos
estratégicos del Estado Mayor. Interesaban estos conocimientos, pero
también las distancias y los tiempos empleados por un escuadrón o
una unidad en cubrirlos, lo mismo que la delimitación de las vías de
agua potable durante el camino, así como los abastecimientos de
forraje para las bestias. El alojamiento de estos cuerpos de ejército en
sus desplazamientos motivó que también se especificasen hatos,
ventas, pulperías y casas de labor.
Pero junto a estas preocupaciones, interesaban las conexiones entre
zonas ganaderas y agrícolas y los caminos que llegaban o salían del
virreinato del Nuevo Reino de Granada y a los puertos (Maracaibo,
Puerto Cabello, La Guaira, Barcelona, Carenero): para permitír, en el
primer caso, el aprovisionamiento tanto de los propios núcleos
urbanos como de los cuerpos del ejército, y asegurar la vinculación
exterior en el segundo caso. Todas las relaciones topográficas
contienen datos sustantivos de la pormenoridad de la red viaria
venezolana, sobre los que se apuntan los diagnósticos de los ríos y
sus vados: con fondos arenosos, de piedra o fangosos; su profundidad
y anchura de sus orillas.
Tabla 1. Distancias medidas en tiempo militar (90 pasos por minuto).
Horas Minutos
Caracas – La Guaira 4 30
Caracas – Puerto Cabello 54 30
Caracas – San Joaquín 51 40
Caracas – Carenero 34 41
Caracas – Barcelona 68 39
La Victoria – Villa de Cura 6 9
La Victoria – Maracay 5 37
La Victoria – Valencia 20 13
Maracay – Choroní 9 26
Maracay – Valencia 14 49
Valencia – San Carlos 13 45
Valencia – Cojedes 29 1
Valencia – Puerto Cabello 14 45
Puerto Cabello – Maracay 21 45
Puerto Cabello – Guacara 14 37
Puerto Cabello – Cuyagua 16 26
Puerto Cabello – Calabozo 55 30
Valle de Upar (Colombia) – Maracaibo 101 29
San José de Cúcuta, – Guasdualito 81 15
Barinas – Cúcuta, por Mérida 136 56
Barquisemeto – Mérida 80 57
Chaguaramas – Santa Ma Ipire 38 10
Santa Ma Ipire – Barcelona 38
Red viaria tendida durante el ancho tiempo colonial, en la que a veces se
corrigen algunos caminos: como en Maracay, en donde se construye
uno nuevo que evitaba el amplio rodeo que verificaba el antiguo
camino real. Obras públicas que se hacen con prisas durante esos
años difíciles de la guerra, en donde la estrategia de la lucha abierta
se complementa con las tácticas de la tierra quemada: con el fin de
dificultar el abastecimiento del enemigo, ambos bandos procedieron
a la destrucción de las vías de comunicación y al incendio. Con tal
eficacia que cuatro años después del primer informe, en 1819,
algunos caminos de Barinas «se confunden con las trochas del
ganado, de modo que sólo hombres muy prácticos pueden
seguirlo»15
.
15 Apéndice I. doc. 39.
Caminos en los que muy pocos tramos se encontraban con anchuras y
piso convenientes. Hechos más para la circulación de hombres a
caballo, ya pie y para perezosas carretas de carga que para ejércitos
en formación. Esta circunstancia agudiza la diferencia entre dos
ejércitos organizados de modo diverso, que motivó la adaptación de
las fórmulas ensayadas en la Península Ibérica durante la guerra
napoleónica: un ejército que combate en formación y pequeñas
dotaciones que operaban al modo de guerrillas. En el primer caso los
itinerarios señalan los lugares donde podía perpetrarse una acción de
y con grandes efectivos, como también indican zonas donde: «hay
bastantes claros, en que pueden maniobrar pequeños trozos de
infantería y caballería»16
.
2. Población y núcleos urbanos.
Los efectos de la conflictividad aparecen reflejados de modo palpable
en la población. Una despoblación de las zonas rurales, con
abandono de cultivos y baja productividad es la consecuencia
mediata de una población que se refugia en algunos núcleos urbanos,
mientras en otros casos huye ante las incidencias de la guerra. La
situación del crecimiento vegetativo que había alcanzado en 1813
cotas positivas «no corresponde el número de los muertos al número
de los nacidos, pues el de éstos excede regularmente en un tercio al
de aquellos»17
, se modificaba con la alternativa de la guerra de
independencia. Las cifras ofrecidas en las «relaciones topográficas»
vienen a matizar un período para el que no se poseen demasiadas
referencias. Las pérdidas de población en cada núcleo urbano – sea
cual fuere la categoría de éste – son sustantivas: aunque conviene, sin
embargo, no olvidar que un porcentaje de población activa se
encuentra enrolada entre los efectivos de ambos ejércitos.
16 Servicio Geográfico del Ejército Caja 8, I. doc. 16. 17 1813. Respuestas al interrogatorio sobre la situación de los pueblos de indios. Archivo General de
Indias, Caracas 385.
Tabla 2. Población de Venezuela en 1810 y 1816.
181018
1816 diferencia
1. Caracas 37.937 11.720 - 26.217
2. Maracaibo 24.000 26.000 + 2.000
3. Guanare 12.300 8.000 - 4.300
4. Mérida 11.500 1.600 - 9.900
5. Barquisemeto 11.300 8.000 - 3.300
6. San Carlos 10:885 6.000 - 4.885
7. Barinas 10.000 1.800 - 8.200
8 Quibor 9.970 11.000 + 1.030
9. El Tocuyo 9.619 10.000 - 381
10. Coro 9.545 3.000 - 6.545
11. Valencia 8.022 7.664 - 358
12. Turmero 7.766 3.085 - 4.681
13. Trujillo 7.600 8.000 + 400
14. Maracay 7.345 3.600 - 3.745
15. Ospino 6.375 540 - 5.835
16. Cagua 5.506 4.015 - 1.491
17. Santa Cruz 5.400 4.000 - 1.100
18. Guacara 4.926 4.800 - 126
19. Villa de Cura 4.892 2.025 - 2.867
20. Tucupido 4.236 2.000 - 2.236
21. Cumanacoa 4.200 500 - 3.700
22. Araure 3.945 1.200 - 2.745
23. Calabozo 3.788 2.380 - 1.408
24. Guarenas 3.661 1.937 - 1.724
25. San Sebastián Reyes 3.384 3.800 - 384
26. Guama 3.293 4.000 + 707
27. Guigue 2655 800 - 1.855
28. Tinaco 2.577 2.400 - 177
29. Acarigua 2.570 2.400 - 170
30. San Mateo 2.509 1.200 - 1.309
31. Sanare 2.266 400 - 1.866
32. Chacao 2.155 1.448 - 707
236.127 148.514 -87.613
La población se reparte por entre trescientas localidades: veintinueve
núcleos urbanos (ciudades y villas) y 271 pueblos, que conforman el
clima rural son apuntados por los oficiales europeos. En cada caso
18 Brito Figueroa [9], pp. 270-271.
cón el número de sus casas – de tejas, de piedra, de adobe y
bajareque – y en bastantes, el número de sus vecinos. Los cuadros
que se han realizado – y que se insertan al final de la presente
ponencia – dibujan el paisaje urbano, así como los entornos rurales.
Muy dispersa la población en estos, desperdigada en hatos y
plantaciones, aferrada a las ventas y las pulperías de los caminos.
Salvo raros casos de subida de población con respecto a 1810, la
mayor parte de dichas localidades ha padecido pérdidas en 1816:
debidas unas veces a la causa directa de la guerra y en otros casos a
la destrucción ocasionada en las mismas por el terremoto de 1812.
Brito Figueroa presenta la población de 1810 sobre la que se han
indicado – con las noticias apuntadas por los oficiales europeos – la
evaluación demográfica de las 37 principales ciudades venezolanas.
Tan sólo tres ausencias importantes: no se encuentran en 1816
noticias sobre Cumaná, Puerto Cabello y Angostura.
Carácter regresivo que en algunos casos se verifica el fenómeno
contrario. Núcleos urbanos con menos de 2000 habitantes en 1810 y
que aumentan su población en 1816 hasta casi duplicada: como
ocurre en Yaritagua (5000 habitantes), Santa Rosa (4000), Cibacoa
(2300) y Santa Ana de Barinas (2092).
Tres años después de esta panorámica en 1819 la situación se ha
agravado en zonas que son testigos directos de las actividades
bélicas. Barinas en ese año, «es miserable: casas de tierra, teja y
ladrillo, la mayor parte deterioradas»19
. Y Guayana, que en 1813 «era
la provincia menos poblada, la mas pobre y la más oprimida»20
mantiene su misma imagen en 1819. Los pueblos localizados sobre
las principales vías de comunicación irán perdiendo más
precipitadamente su población, que se refugia en lugares más
sosegados y tranquilos. Mientras, por su lado, la población
diseminada a lo largo de algunas rutas casi las abandona por
completo. Como ocurre con la ruta Barinas-Arauca, que estuvo «en
guerra mútua; se han abandonado todos los pueblos»21
.
19 Apéndice I, doc. No 37. 20 Mariano Aloys, 1813, Descripción político-militar de la provincia de Guayana, AGI, Caracas 385. 21 Apéndice I, doc. 41.
A veces este abandono proviene de las resultas del terremoto de 1812,
cuyos efectos no se habían superado. Mérida, por ejemplo, «con el
terrible terremoto y la falta de vecinos está despoblada». Y
Barquisemeto, por su lado «está casi destruida de resultas del
terremoto de 1812, y no se ha fomentado por las circunstancias de la
revolución. Sólo algunos de sus vecinos se han establecido queriendo
formada de nuevo»22
.
3. Comercio y producciones agrícola y ganadera.
La imagen en 1816 es, a pesar de las coyunturas de la guerra, bastante
halagüeña. No se ha cortado la producción, aunque ésta alcance cotas
de sostenimiento. La gran perdedora es la agricultura de exportación.
El cacao, producto rey de la exportación venezolana, solamente se
sigue cultivando en los Llanos de Caracas, Valencia y a las orillas de
Caribe. El café y el añil, productos básicos de la economía andina,
obtienen niveles escasos; lo mismo que el azúcar y el algodón y el
tabaco.
1816 debe ser el año en que comience a perder vigencia esta agricultura
exportativa para pasar, exclusivamente, a la agricultura de
subsistencia. Las fronteras del maíz llenan todo el paisaje de la
Capitanía General, base de la alimentación justifica su cultivo, a
cuyo uso debió adaptarse el militar europeo de una manera rápida,
sin tiempo alguno para su aclimatación y aprendizaje. Los cultivos
del trigo son muy escasos: apenas áreas aisladas junto a Caracas,
Ortiz y Calabozo. Lugares que, junto a Puerto Cabello, Maracaibo .y
La Guaira, son los centros militares por autonomasia. Los
acuertalamientos debían equiparse, pues, con los productos
tradicionales de la cocina criolla: carnes en sancocho, pan de maíz,
cazabe de yuca o plátanos asados. Poniendo en sus ollas raices como
el ñame, batatas, mapuelles, ocumos, apio, aullama, calabaza y
papas23
.
22 Apéndice I, doc. 80. 23 La mayor o menor adaptabilidad al medio fue norma para ambos ejércitos, de la que no se escapaban
los animales. Las mulas de carga de los Llanos, por ejemplo, se le abrían los cascos por los caminos
andinos. El mal de altura lo padecian los indios llaneros, lo mismo que los militares europeos. Rasgos
Las reservas cárnicas, sin embargo, garantizaban un sostenimiento fácil,
a la par que una reserva en animales de carga, tiro y silla. Las cifras
de la producción ganadera son relativamente elevadas en 1816: casi
180 000 cabezas de vacuno, 125 000 bueyes, que junto a los
animales de corral (17 000 cerdos, 17 000 cabras), y otros menores
que no se cuentifican, representan las reservas venezolanas con que
pagar el sostenimiento de ambos ejércitos.
A pesar del cuidado con que los militares profesionales recogieron los
datos de cada localidad, existen ausencias en cuanto a la delimitación
del paisaje ganadero venezolano: quedan sin reseñar en sus informes
zonas como el departemento de Caracas, Maiquetia, San Felipe y
Nirgua, El Tocuyo, Barquisemeto y Carora, Coro y Cumaná, Mérida
y Trujillo. Que elevarán, lógicamente, las cifras anteriores. Los
descensos, por su parte, son también provocados por el ocultamiento,
como respuesta a las requisas de ambos bandos contendientes.
Tabla 3. Producción en 1816.
caballos vacuno bueyes burros cerdos mulos cabras
1. Provincia de Caracas 9.086 101.035 120.065 1.825 5.308 6.500
2. Provincia de Barinas 731 25.644 3.400 263 707 984 267
3. Provincia de Maracaibo 350 4.250 160 10.040 15 400
4. Provincia de Cumaná 15 35 52
5. Guayana 9.526 49.000 22 867
Totales 19.708 179.929 123.647 2.123 16.922 7.536 15.667
La descripción del paisaje agrícola, por su lado, padece igualmente de
las mismas ausencias en la documentación. Las mismas zonas que
dejan de señalarse para la producción ganadera, tampoco aparecen
por las mismas causas, sin embargo,- el dibujo es importante por
delimitarse las cotas de la producción en 1816.
que pueden ser tan significativos como la resistencia del militar profesional español a la dieta
alimenticia criolla, tan fiel a la arepa y la ayaca.
Tabla 4. Producción en 1816.
maíz trigo menestras azúcar algodón cacao café añil
1. Caracas. 43.571 4.061 3.900 5.740 19.764 12.625 430
2. Barinas 8.075 18 1.090 1.050 136
3. Maracaibo 600 600
4. Cumaná - - - - -
5. Guayana 397
El trigo se cultiva en San Mateo, Turmero y Güigüe; el maíz, en todos
los rincones de Venezuela. Las áreas del azúcar se centran en Petare,
Chacao, Guarenas, Guatire, Naguanagua y San Joaquin. Mientras
que el cacao ha visto reducirse sus fronteras a Guarenas y Guatire,
Caucagua y Rio Chico, Capaya y Cúpira, Choroui y Ocumare, y
Maracay. Todas ellas en la provincia de Caracas. El cultivo del
tabaco apenas si se señala: no obstante su comercio es muy activo
«inmenso contrabando desde Barinas a Cúcuta y Mérida»24
.
Los climas coyunturales justificaron un comercio de urgencia,
incontrolado y de altos precios. Tal como en Barinas, «en manos de
pocps comerciantes que imponen los precios que quieren»25
. San
Cristobal, en un lugar idóneo para el intercambio de productos,
verificaba un lucrativo comercio de carnes y mulas con los Llanos;
ropas, vinos y aguardientes con Maracaibo e importaba del virreinato
acero y hierro26
.
La guerra, en fin, favoreció un incremento del comercio del utillaje
militar: uno de los centros abastecedores del ejército realista, en
cuanto a «monturas, botines, morriones y fornituras», se localizó en
Barquisemeto y en Carora, donde era más «barata la curtimbre y
cordobanes que en ninguna otra parte»27
.
24 Los impuestos por el tabaco alcanzaban en 1800 cerca de 160000 pesos (Brito [9] p. 208). La
administración general de la Real Renta del Tabaco de Guanare «que abraza a los particulares de
Mérida, Trujillo, Tocuyo, Carora, Barquisemeto, San Felipe, Araure, Ospino. Mijagual, Nutrias, Barinas
y Guasdualito, y en el día apenas da 1000 pesos mensuales». Apéndice I, doc. 30. 25 Apéndice I. doc. 42. 26 Apéndice I, doc. 40. 27 Apéndice I, doc. 80.
4. Actitudes y clima de opinión.
Los informes militares se concluyen con apreciaciones sobre las
actitudes tomadas por la población civil ante los movimientos
separatistas. Estas apreciaciones representan importantes apoyaturas
para verificar, por ellas, cuales eran las posturas partidistas de la
población. Y significan respuestas de buena parte de la población a
los programas ideológicos de los criollos protagonistas de los
conflictos: Tanto a favor, como en contra, de la independencia la
población civil se manifestó en la problemática suscitada. La división
que por este motivo se abrió en Hispanoamérica originó «las guerras
civiles llamadas de la Independencia»28
, en las que los mismos
criollos, fundamentalmente, dilucidaron su crisis de conciencia.
La oligarquía criolla, empecinada en mantener su poder y sus
prerrogativas económicas, fue la financiadora de los sentimientos
separatistas, de los que se resistían funcionarios, artesanos y
comerciantes. Los alientos de la separación gubernamental de España
se enraizaron en una esperanza que alentó a bastantes núcleos
urbanos y clases sociales, y no solamente a una minoría
intelectualizada, económicamente poderosa.
Sentimientos hostiles a la dependencia se encuentran vividos por los
habitantes de numerosos pueblos. Algunos de ellos, sostenidos a
pesar del carácter rector y centralista que se tendía desde Caracas,
«Caracas, padrasto eterno de sus provincias subalternas debía
responder ante Dios y los hombres de la miseria en que las tiene
constituidas. Caracas, a pesar de su orgullo, ni es rica, ni aparente su
suelo»29
y sentimientos contrarios se vivían en otras aldeas,
geográficamente próximas a las decididamente independentistas. No
existe, pues, una frontera que separe sentimientos, ni incluso dentro
de cada pueblo: el párroco unas veces partidario de los realistas y la
población hostil a ellos, como en San Cristobal «su párroco, delirante
por la causa del Rey, íntimo confidente de nuestros generales, que en
los tiempos más críticos daba las noticias más interesadas. Su
28 Miguel Izard, Período de la independencia y de la Gran Colombia, 1810-1830, en Política y
economía en Venezuela, Caracas 1977, pp. 18-22. 29 Mariano Aloys, [20].
nombre no debe ignorarse: don Pedro José Casanova»30
; y aldeas
donde los habitantes eran «muy adictos a la causa del Rey» y el
párroco insurgente: como en Guatire.
Los indígenas también tomaron partido. Sobre todo los
generacionalmente aculturados desde antiguo, en la región andina:
Santo Domingo, Mucuchies, San Antonio Táchira y Rosario «han
abrazado la causa de los insurgentes del modo más decidido;
constantemente hay entre ellos movimientos contra los realistas»31
.
Mientras los de Lagunillas y Capacho; de la misma zona, eran
partidarios de la causa realista. Los indios recien urbanizados, por el
contrario, permanecerán indiferentes: aprovechándose su actuación
para determinados servicios. Los indios de Guayana «serán amigos
del Ejército con tal que ni se ataquen sus mujeres o guariches, ni su
ajuar, y dándoles de vez en cuando algún ron. Servirán entonces de
espías, algunos para tripular y otros para conducir pliegos, en los que
son muy exactos si religiosamente se les cumple lo ofrecido»32
.
Los párrocos de las poblaciones andinas, «salvo el de Mucuchies, tan
delirante por la causa del Rey, son muy insurgentes». Las clases
acomodadas se pronuncian por la independencia – como en Trujillo y
en Barinas donde los vecinos «más acomodados tomaron parte en la
revolución» – mientras el pueblo, ante la presencia física del ejército
profesional tomaría una actitud de prudente reserva ante las
definiciones.
Conclusiones finales.
La imagen de Venezuela presentada por los militares europeos del
Ejército Expedicionario de Costa Firme dibuja una panorámica muy
completa de la misma en el momento exacto del nacimiento de su
Independencia. Aunque verificada con objetivos militares, su visión
de la situación venezolana es fiel reflejo de la potencialidad
demográfica y productiva: país de veredas, semi despoblado y con
casi nulas perspectivas de expansión económica, arruinadas las
30 Apéndice I, doc. 40. 31 Apéndice I, docs. 40, 42, 81. 32 1818. Informe sobre Guayana. AGI, Cuba 904A.
tentativas de mejoras socioeconómicas pretendidas por el reformismo
dieciochesco.
La guerra es entrevista por el militar profesional por sus efectos:
Venezuela padece una baja productividad agropecuaria, pérdida
demográfica, abandono de cultivos, ruina en ciudades y pueblos,
deterioro en la infraestructura. Factores que condicionarían al
territorio con unas perspectivas que harían muy lenta su
recuperación: aunque ésta se produjese ya bajo el tiempo nuevo
independiente.
Apéndice I.
Relación de las descripciones topográficas. 1815 -1819.
Siglas.
AGI – Archivo General de Indias
RAH – Real Academia de la Historia
SGE – Servicio Geográfico del Ejército
1. 1815. Introducción a la topografía de Venezuela. SGE. Caja 8, I, doc. 35
2. 1815. Estado de los recursos de los pueblos de la provincia de Caracas. SGE.
Caja 8, I, doc. 31
3. 1815. Itinerario desde Cartagena de Indias a Caracas. SGE. .Caja 7, II; doc. 2
4. 1815. Itinerario de longitud desde Ocumare de la Costa a Caracas. SGE. Caja 8,
I, doc. 15
5. 1815. Itinerario de longitud desde La Guaira a Caracas. SGE. Caja 8, I, doc. 9
6. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas a Puerto Cabello. SGE. Caja 8, I, doc.
2
7. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas al puerto de Careneros. SGE. Caja 8,
I, doc. 7
8. 1816. Itinerario desde Caracas hasta el fin de las provincias de Venezuela. SGE.
Caja 8, I, doc. 4
9. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas a San Antonio y San Diego. SGE.
Caja 8, I, doc. 3
10. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas a San Joaquín de Guacara. SGE.
Caja 8, I, doc. 5
11. 1816. Itinerario desde Caracas a Barcelona. SGE. Caja 8, I, doc. 6
12. 1816. Itinerario desde Caracas a Los Llanos. AGI. Cuba 899
13. 1816. Itinerario desde Caracas a San Carlos. AGI. Cuba 897
14. 1816. Itinerario de longitud desde Caracas a Charaguamal. AGI. Cuba 897
15. 1815. Itinerario de longitud desde la ciudad de Valencia a Barcelona. SGE.
Caja 8, I, doc. 23
16. 1815. Itinerario desde San Mateo a Valencia. SGE. Caja 8, I, doc. 20
17. 1815. Itinerario desde La Victoria a Valencia. SGE. Caja 8, I, doc. 25
18. 1817. Itinerario desde la ciudad de Valencia a San Carlos. AGI. Cuba 897
19. 1818. Itinerario desde la ciudad de Valencia a San Carlos y Guanarito. AGI.
Cuba 898A
20. 1818. Itinerario desde la ciudad de Valencia a Puerto Cabello. SGE. Caja 8, I,
doc. 22
21. ,1818. Itinerario desde Valencia a Calabozo. AGI. Cuba 897
22. 1815. Itinerario en círculo de Maracay. SGE. Caja 8, I, doc. 13
23. 1815. Itinerario de longitud desde Maracay al puerto de Choroni. SGE. Caja 8,
I, doc. 11
24. 1816. Itinerario desde Guarenas a Maracay. AGI. Cuba 897
25. 1815. Itinerario de las dos avenidas de La Victoria a Maracay. SGE. Caja 8, I,
doc. 26
26. 1815. Itinerario desde Maracay a Valencia, por La Cabrera. SGE. Caja 8, I,
doc. 12
27. 1816. Noticia de los pueblos de La Victoria a Maracay, hasta Ocumare. RAB.
9-33-7651, leg. 8, ff. 25-28
28. 1815. Itinerario de longitud desde Puerto Cabello a Cuyagua. SGE. Caja 8, I,
doc. 17
29. 1815. Itinerario de longitud desde Puerto Cabello a Guacara. SGE. Caja 8, I,
doc. 19
30. 1816. Itinerario de longitud desde Guacara a Puerto Cabello. SGE. Caja 8, I,
doc. 8
31. 1816. Itinerario desde Puerto Cabello a Calabozo. SGE. Caja 8, I, doc. 18
32. 1815. Itinerario de longitud desde Villa de Cura a San Juan de los Morros.
SGE. Caja 8, I, doc. 27
33. 1816. Itinerario de longitud desde El Pao a San Juan de los Morros. AGI. Cuba
897
34. 1815. Itinerario desde Ocaña a Maracaibo. SGE. Caja 7, II, doc. 19
35. 1816. Itinerario desde Salazar a Maracaibo. SGE. Caja 8, I, doc. 28.
36. 1816. Itinerario de longitud desde Valle de Upar a Maracaibo. AGI. Cuba 904B
37. 1815. Descripción de la provincia de Barinas. SGE. Caja 8, I, doc. 30
38. 1816. Estadística de los recursos de la provincia de Barinas. AGI. Cuba 899
39. 1816. Itinerario desde Barinas a Nutrias. AGI. Cuba 899
40. 1816. Itinerario desde Barinas a San Cristobal. AGI. Cuba 897
41. 1816. Itinerario de longitud desde Barinas a Chire. AGI. Cuba 897
42. 1816. Itinerario de longitud desde Barinas a Cúcata de Surata. SGE. Caja 7, II,
doc. 77
43. 1816. Itinerario de longitud desde Guarimal a Achaguas. AGI. Cuba 897
44. 1816. Itinerario desde Achaguas a la Ceiba. AGI. Cuba 897
45. 1816. Itinerario de longitud desde Achaguas a Santa Lucía. AGI. Cuba 897
46. 1816. Itinerario de longitud desde el río Apure a Punta Brava. AGI. Cuba 897
47. 1816. Itinerario de longitud desde Punta Brava a Nutrias. AGI. Cuba 897
48. 1816. Itinerario de longitud desde Nutrias a Obispos. AGI. Cuba 897
49. 1816. Itinerario desde San Fernando de Apure a la Soledad. AGI. Cuba 899
50. 1816. Itinerario de longitud desde San Fernando de Apure a Nutrias. AGI.
Cuba 898A
51. 1816. Itinerario de longitud desde El Baul a Calabozo. AGI. Cuba 897
52. 1816. Itinerario de longitud desde Obispos a Guanare. AGI. Cuba 897
53. 1816. Estado de los recursos de Guanare. AGI. Cuba 899
54. 1816. Itinerario desde Cojedes a San Carlos. AGI. Cuba 899
55. 1816. Itinerario desde San Carlos a Nutrias. AGI. Cuba 897
56. 1816. Itinerario desde San Carlos a Guanare. AaI. Cuba 897
57. 1816. Itinerario desde San Carlos a Carora. AGI. Cuba 897
58. 1816. Itinerario de longitud desde San Carlos a El Baul. AGI. Cuba 897
59. Itinerario de longitud desde San Carlos a Calabozo. AGI. Cuba 897
60. Descripción del distrito de San Carlos. AGI. Cuba 899
61. Itinerario de longitud desde El Baul a Guadarrama. AGI. Cuba 897
62. Itinerario desde El BauI a San Fernando de Apure. AGI. Cuba 897
63. Itinerario desde El Baul a Calabozo. AGI. Cuba 897
64. Itinerario de longitud desde El Caiman a Calabozo. AGI. Cuba 897
65. Itinerario de longitud desde Calabozo a San Fernando de Apure. AGI. Cuba
899
66. Itinerario de longitud desde Calabozo a Guardatinajas. AGI. Cuba 897
67. Descripción del distrito de Calabozo. AGI. Cuba 899
68. Itinerario desde Calvario a Cabruta. AGI. Cuba 899
69. 1816. Itinerario desde Barbacoas a Cabruta. AGI. Cuba 899
70. 1816. Itinerario de longitud desde Osorio a Quintero. AGI. Cuba 897
71. 1816. Itinerario de longitud desde Quintero a Granadillas. AGI. Cuba 897
72. 1816. Itinerario desde Granadillas a Guasdualito. AGI. Cuba 897
73. 1816. Itinerario desde Lezama a Chaguaramas. AGI. Cuba 897
74. 1816. Itinerario de longitud desde Chaguaramas a Santa María de Ipire. AGI.
Cuba 898A
75. 1816. Itinerario desde Santa María de Ipire a Barcelona. AGI. Cuba 898A
76. 1816. Itinerario desde El Chaparro a Onoto. AGI. Cuba 898A
77. 1816. Descripción de los pueblos de la provincia de Cumaná. AGI. Cuba 899
78. 1816. Descripción del distrito de Ospino. AGI. Cuba 899
79. 1816. Descripción del distrito de Coro. AGI. Cuba 899
80. 1816. Descripción de los pueblos del distrito de Barquisemeto. AGI. Cuba 899
81. 1816. Itinerario de longitud desde Cúcuta a Guasdualito. SGE. Caja 8, I, doc.
21
Apéndice II.
Estadísticas urbanas, demográficas, producción ganadera y agrícola de
Venezuela. 1816.
I. Departamento de Caracas
1810
habs
casa
s
habit
ante
s
veci
nos
escl
avo
s
horn
os
ganado v
acu
no
caball
os
mulo
s
buey
es
burr
os
cerd
os
maíz
trig
o
men
estr
as
caza
be
azú
car
aguard
iente
caca
o
café
1. Caracas 37.937
Valle 474 1600 22 80 80 40 23 50
San Diego 78 1228 6 200 155 155 2000
San Antonio 110 900 40 7 25
Paracotos 42 2025 70 5 84 84 100
Tácata 25 1286 1 60 10 100
Vega 2.221
Antímano
2. Maracao
Teques
San Pedro
3. La Victoria 8.100 450
Mamón
San Mateo 2.509 120 300v 4 13 70 28 600
4. Petare1 548 6045 1422 18 1225 420 2330 1600 225 3025
Baruta 322
Atrillo 310
5. Chacao 2.155 334 1448 826 4 150 10 20 60 50 30 300 500
6. Guarenas 3.661 395 1937 674 15 68 26 1050 2500 250 100 500 150 260 400
Guatire 201 1225 944 26 65 23 753 300 2950 1500 696 500
7. Santa Lucía
8. Caucagua1 234 778 1396 5 34 84 760 430 485 180 1500
Aragüita 30
Macaira
Tapuipa 60
Panaguire 61
9. Rio Chico 100 655 1438 2 3000
10. Capaya1 132 1673 1757 14 160 18 4750
Mamporal 3
Tacarigua 22
Curiepe 174
11. Ocumare 4622 1000
Yare
Cúa
Charabaye
12. Cúpira 27 355 64 300 200 1380
Guapo 106 441 4 10 76 600
13. La Guaira 4643
14. Maiquetía
Carayaca
Farma
Catia
15. Caraballeda
Caruao
Cojo
Macuto
16. Choroni 250 1500 200 200 1500
Chuao 320 6 20 700
Cepe
Cuyagua 464 100 187 4 12 800
1. Valorizaciones demográfica y productiva de todo el distrito.
II. Departamento de Valencia
1810
habs
casa
s
habit
ante
s
veci
nos
escl
avo
s
horn
os
ganado v
acu
no
caball
os
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trig
o
men
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as
caza
be
arr
oz
azú
car
aguard
iente
caca
o
café
algodón
añil
1. Valencia1 8022 1500 7644 25 100 800 100 600 200 3000 1000
Tocuyito 70 2000 43 206 30 300 80
Naguanagua 80 1500 300 1 40 50 20 12 200 3
San Esteban 20 5 20 100 200
2. Maracay 7345 550 3600 2000 1600 20 500 180 25 150 6500 1200 500 4000 1000
3. San Joaquín 160 2932 1000 300 65 160 14 2000 150 2000 1500 4200 8000 330
4. Turmero 7766 126 3085
Cagua 5506 560 4015 10 15 64 32 35 150 1000 1400 300
SaCruz Escobar 5400 1300 4000 1300 3 80 100 40 1000 3125 40
5. Puerto Cabello 7500
Patanemo 18 120
6. Güigüe 2655 200 200 3 30 30 25 100
Magdalena 500 500 100 40 30 30
7. Guácara 4926 420 4800 1500 250 100 900 12 1000 10 300
Virgima 57 350
8. Los Guayos 150 1970 34 400 150 300 52 1200 96 150
San Diego 48
9. Ocumare Costa 120 120 9 36 13 2000
Borburata 120 120 1300
Cata 26 31 4 10 11 700
Turiano 15 15 4 7 8
1. Casco urbano, 900 casas: ámbito rural, 600.
III. Departamento de la Villa de San Carlos.
1810
habs
casa
s
habit
ante
s
veci
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escl
avo
s
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os
ganado v
acu
no
caball
os
mulo
s
buey
es
cerd
os
maíz
men
estr
es
1. San Carlos 10.885 500 6000 300 100000 4000 1000 3000 500 4500
San José 46 1739 150 250
Caramate \
Valle Carabobo 15 50
Cojedes 30 25
Tinaco 2.577 200 2400 80 30 60 500 200 500 100
Tinaquillo 67 1100 45 20 40 100 1200 70
El Baul 150 170
2. San Miguel Tinanco
3. El Pao 5.400
IV. Departamento de San Felipe.
1. San Felipe 5.622
2. Corocote
Guama
S. Fco Javier
Tinajas
Cañizos
S. Nicolás
3. Aroa
V. Departamento de Nirgua.
1. Nirgua
Cabria
2. Montalbán
3. Canuabo
Alpargatón
Morón
VI. Departamento de Araure.
1. Araure 3945 80 300 5 120 60 1500 30 600 100
Acarigua 18 180 50 30
Turén
Agua Blanca
Conoto
Aparición 30 170 2 60 2000 100 150 20
VII. Departamento de Ospino
1. Ospino 6375 40 360 60 6 100 2100 200 2000 100
Guanarito 30 40
Sabana Seca 20 30
1810
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VIII. Departamento de Tocuyo
1. Tocuyo 9619 450 10000
Sanare 3119 100
Guarico 60
2. Quibor 9970 200 11000
Cubiro
3. Humocaro Bajo 40
Humocaro Alto 40
Chubasquen 10
4. Barbacoa 10
Curarigua 50
IX. Departamento de Barquisemeto. 1810
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1. Barquisimeto 11300 400 8000
Santa Rosa 4000
Yaritagua 5000
Bobare
Doaca
Altar
2. Cuara 600
Cibacoa 2000
Orachiche 300
Guama 3293 4000
IX. Departamento de Carora.
1. Carora 6200
Arague
Arenales
Burere
2. Siquisique 3310
Moroturo
IX. Departamento de Coro.
1. Coro 9545 700 3000
Vela de Coro 50 150
Carrizal
Guaibacoa
Cumarebo
Atairigua
Cabure
2. Casigua 100 150
Zazárida
Capatárida
Dabajuro
Borojó
San Félix 30 40
3. Pueblo Nuevo Paraguana
Santa Ana
Moruy
Baraivede
Buenavista
4. San Luis
Pecaya
Pedregal
Mapiare
5. San Miguel Tocuyo
Carorita
Jacquira
Capadare
Barabara
Mapubare
XII. Departamento de San Sebastián de los Reyes
1810
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1. San Sebastián de los
Reyes
3384 280 3000 500 3 50 125 16 50 25
Guaripa
San Casimiro 20 800 8 12 30 112
S. Juan de los
Morros
160 1200 50 30 8 800
2. Camatagua 50 60
Cara 50 100
Taguay 20 60
3. San Rafael Orituco 40 80
Altagracia
Lezama 2388
4. Charaguamas
Tocupido 4326 150 500 8 1500 800 300 100 200 5000 200
Valla de la Pascua 50 100
5. Charaguamal
6. Sa María de Ipre 150 300
7. San Francisco
Espino
Altamira
8. Santa Rita
Cabruta
Caicara
9. Sombrero 3788
Barbacoas
10. Ortiz 150 1357 163 100 350 40 1500 10
Parapara 20 8 250 40
11. San José Tiznados
San Francisco
12. Calvario
Departamento de Calabozo.
1810
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1. Calabozo 3788 600 2380 1400 600 1660 80 160
Angeles
Sa Trinidad
Guardatinajas 120
Rastro
2. Camagua
3. Gayabal
Departamento de Villa de Cura.
1.Villa de Cura 4892 450 2025 500 12 50 100 6 112 1400 800 300 25 30
Los Colorados 40 50
Magdalena
Suate 150
Provincia de Maracaibo.
1810
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1. Maracaibo 24000 3300 26000 4000 300 10000 15000
Limoncito 20 100
Los Cachos 5
Sinamaica 600 100 250 60 400 600 600 300
S.Rafael Moján 50 12
2. Trujillo 7600 8000
Carache 7000
Burbusay
Santa Ana
Pampán 2000
Motatán 800
Betjoque 1800
Escoque 2000
La Puerta 200
El Burrero 2000
Boconó 1500
San Lázaro 600
3. Merida 11500 3830
Ejido
La Mesa
Jají
La Grita 2000
Táriba
Parroquina
Lagunillas
Santo Domingo
Bailadores
4. San Cristobal
Capacho
San Jacinto
Cuite
Teteo
San Antonio 2400
Rosario 2000
San Miguel
Provincia de Barinas.
1810
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1. Barinas 10000 1800
Barinitas 250
Torunos 100
Obispos 250 4000 500 150 225 40 20 200 1000 60 500 1000 300
Mijagual 435 322 2996 731 46 23 125 466 96
Santa Cruz 173 500 1110 170 12 20 40 100
Sa Trinidad
Tobo
310 1793 3726 356 60 25 10 660 38 20 90
Totumal 40 40 4500 2928 307 25 63 200 50
Santa Ana 44 1358 5502 2092 49 50 73 89 18 27
Palma 77 108 179 949 11 33 20
Nutrias
Canaguá 31 67 6000 4000 260 30
Guasdualito 600
Arauca
2. Guanare 12300 1200 8000 6 150 600 500 800 40 1500 100 200
Maraca
María
San Rafael 150 500 2 200 60 1800 20 50 200
3. Boconó 30 150 1 5000 200 300 800 20 90 2000 100
Dolores 14
La Luz 10
Santa Rosa 507 245 1631 362 420 29 23 500 11 137 40
Provincia de Cumana. 1810
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1. Cumaná 19000
S.Bartolomé Arias (Cumanagoto) 20 100
San Felipe
Curupa
S. José Arecuar 90 100 2 8 200
Carúpano 500 300 10 32 16 30 800
Puerto Santo 8 6 250
Rio Caribe 250 100 3 20 11 6 500
Yaguarapán
Araya
1a. Misiones
Cocuisas
San Félix
San Lorenzo
San Francisco
Sa María de los Angeles
1b. Doctrinas
Cacuar
Punceres
Soro
Irapa
Guayuta
Amacuro
Unare
Guanaguana
Tiptin
2. Cumanacoa 4200
3. Barcelona 14000
Aragua
Concepción de Pao 400 2
San Antonio Onoto
Pilar 100 200
3a. Misiones
Pozuelos
San Miguel
Clarines
Caigua
San Bernardino
Píritu
San Pablo
3b. Doctrinas
Quiamare
Candelaria
Cachipo
Santa Bárbara
Santa Rosa
Guayana. 1810
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fraguas
ganado v
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4. Guayana
Angostura 29400
Guirior
Barceloneta 504
4a. Misiones
Altagracia 780 4 4 1 19 50 70
Palmar 780 1230 27 604 6 80 66 100
Guri 375 1860 20 130 7 40 94
Santa María 301 3 2 1 1540 40 608 60 52 300
San Antonio 945 5 3 1 1000 80 60 1060 150
Upata 1264 1
Capapuy 685 2570 98 528 10 10 80 400
Cumamo 297 4 2 1449 636 63 30 300 50
Miamo 388 4 1 2551 607 7 15 20 300
Carapo 674 4 4 1659 12 1016 20
Tupuguen 350 3 3 1 6600 2603 27 170 100 100
Tumeremo 434 3 3 1 2942 30 24
Cura 121 4 4 16 13
Guaupati 695 5 5 1 3300 130 420 103 40 40 10 100
Pastora 690 10000 25 275 70 100
Ayma 324 3 3 1 2500 122 404 20 57
Avechica 151 2 2 2200 34 152 9 19
Puerta 155 2 1879 69 342 100 12
Santa Clara 163 2
San Serafín 134 3 3 1 420 26 50 8 26 50 70
Las Bocas 400 3 3 1 2500 40 153 6 155 120 106
Currucay 3000 43 43