La Iglesia y La Guerra - Joseph Joblin (II Parte – Respuesta Cristiana)

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La Iglesia y la guerra. Conciencia, violencia y poder. II Parte – Respuesta Cristiana Métodos y Análisis de la Acción Presentado por: Raúl Andrés Medina Romero Cuando el papa Francisco visitó Filipinas del 12 al 19 de enero de 2015, se produjeron unas declaraciones durante su vuelo, a propósito del ataque recibido por la agencia francesa Charlie Hebdo, donde dijo: “Y si alguien dice una mala palabra en contra de mi mamá, puede esperarse un puñetazo”, a las que rápidamente siguieron una serie de condenas mediáticas por la alusión a la respuesta violenta por parte de un líder religioso. Debo confesar que me he considerado durante mucho tiempo como un pacifista, en contra de muchas manifestaciones violentas y agresivas hacia los seres humanos, a pesar de que por varias circunstancias me he visto envuelto en situaciones donde he tenido que apelar a los medios coercitivos. No obstante esta posición, y las fuertes convicciones que tengo frente a la no violencia desde la filosofía cristiana, no puedo dejar de preguntarme qué haría en caso de que, no por una ofensa, sino más bien por una agresión a la honra o la vida de alguien cercano, tuviera que asumir una posición. Creo que si no tuviera ninguna otra opción, seguramente acudiría a la violencia, no para dañar al agresor inicial, sino para evitar el daño físico o emocional de quien está siendo victimizado. Desde este punto de vista, entiendo perfectamente lo que Francisco quiso decir, lo que en esencia parece esconderse detrás de la frase, tan criticada, que solo pretende mostrar un efecto que a todas luces se presenta en la vida de manera natural y que ha sido explicado en términos de la física: Para toda acción existe una reacción. La respuesta cristiana a la violencia parece no depender de las más profundas convicciones, al menos no en la mayoría de los casos, sino que involucra algo mucho más constitutivo a nivel biológico, defender la vida a costa de cualquier situación. Sin animalizar al hombre, existe un impulso primitivo que lo lleva a considerar un ataque como una amenaza para la existencia, y ante esto, la respuesta variará de acuerdo con las opciones

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Ensayo personal sobre la lectura la Iglesia y la Guerra y cuál debería ser la respuesta cristiana frente a la situación de violencia

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La Iglesia y la guerra. Conciencia, violencia y poder. II Parte Respuesta CristianaMtodos y Anlisis de la AccinPresentado por: Ral Andrs Medina Romero

Cuando el papa Francisco visit Filipinas del 12 al 19 de enero de 2015, se produjeron unas declaraciones durante su vuelo, a propsito del ataque recibido por la agencia francesa Charlie Hebdo, donde dijo: Y si alguien dice una mala palabra en contra de mi mam, puede esperarse un puetazo, a las que rpidamente siguieron una serie de condenas mediticas por la alusin a la respuesta violenta por parte de un lder religioso.

Debo confesar que me he considerado durante mucho tiempo como un pacifista, en contra de muchas manifestaciones violentas y agresivas hacia los seres humanos, a pesar de que por varias circunstancias me he visto envuelto en situaciones donde he tenido que apelar a los medios coercitivos. No obstante esta posicin, y las fuertes convicciones que tengo frente a la no violencia desde la filosofa cristiana, no puedo dejar de preguntarme qu hara en caso de que, no por una ofensa, sino ms bien por una agresin a la honra o la vida de alguien cercano, tuviera que asumir una posicin. Creo que si no tuviera ninguna otra opcin, seguramente acudira a la violencia, no para daar al agresor inicial, sino para evitar el dao fsico o emocional de quien est siendo victimizado. Desde este punto de vista, entiendo perfectamente lo que Francisco quiso decir, lo que en esencia parece esconderse detrs de la frase, tan criticada, que solo pretende mostrar un efecto que a todas luces se presenta en la vida de manera natural y que ha sido explicado en trminos de la fsica: Para toda accin existe una reaccin.

La respuesta cristiana a la violencia parece no depender de las ms profundas convicciones, al menos no en la mayora de los casos, sino que involucra algo mucho ms constitutivo a nivel biolgico, defender la vida a costa de cualquier situacin. Sin animalizar al hombre, existe un impulso primitivo que lo lleva a considerar un ataque como una amenaza para la existencia, y ante esto, la respuesta variar de acuerdo con las opciones disponibles, pero en ltima instancia depender del escenario y de las condiciones especficas que se presenten cuando se suscite la agresin. Ante esto, es posible que en un gran nmero de casos, las respuestas no sean previsibles solo por el hecho de ser cristianos. No obstante me interpela en este momento el movimiento de Ghandi que invoc la no violencia y as obtuvo una victoria sobre los ingleses, a costa obviamente del autocontrol y de un entrenamiento para las situaciones lmites, aunque este caso parece ser la excepcin a la regla.

La situacin que si me cuestiona es esa primera agresin por qu se presenta, porque en definitiva es fcil de alguna manera justificar el hecho de la defensa porque se da en contextos no previsibles, solo regidos por el azar y muchas veces bajo presiones que no permiten prever las consecuencias de las acciones, pero ese primer acto violento al cual se reacciona es difcilmente justificable. La experiencia cristiana creo que es importante en el sentido en que se enfoca en el respeto por el otro y en el reconocimiento de la divinidad en la humanidad, en el amor a Dios y al prjimo, conviccin que no permite que se cavilen agresiones premeditadas, al menos no si se cree verdaderamente. En eso, creo que la teologa puede jugar un papel muy importante, en hacer que la humanidad entera se pregunte si las agresiones que cada da se planean realmente tienen elementos que las justifiquen, si es legtima la defensa de esa violencia inicial, porque probablemente no sea posible quitar del ADN humano la reaccin primaria al ataque que pone en peligro la vida, pero si es posible que en medio de un ambiente tranquilo, sin presiones, sin confinamientos que obliguen a reaccionar, se pueda pensar claramente y con la luz que otorga la experiencia cristiana, cada uno de los actos que a diario desencadenan la violencia, porque una vez se acta agresivamente, as como dijo el papa Francisco, es probable que reciba de vuelta un puetazo.