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LA IGLESIA PRERROMANICA DE SAN JULIAN DE BOADA Por MIGUEL OllUfí PRAT fjpoderado del Servicio de Deíensa del Palrimania fírtistico Nacional El Bajo Ampurdan vicne siendo hasca cl pre- por cntonces conocidos por Manuel Gómez Mo- sente la comarca gerundense mas densa en mo- reno, en su estudio general del arte mozarabc es- numentos y restos constructivos que, sm lugar a paííol {Jgíesia Mozarabes. Arte esfanol de los si- dudas, pcrccneccn al període de florecimiento y ex- glos IX al XI. Madrid, 1919). Muchos son los pansión de la arquitectura prerromanica en Gata- urabajos pos.teriores que podríamos citar, tanto de luiía, a la que también, sin fundamcnto muy exac- conjunto como obras generales donde el tema ha to, .se le ha Uamado mozarabc, tcniendo en cuenta sido csbozado, y los no mcnos interesantcs, los cs- la sjsmejanza de estos cdifícios con aqucllos de tie- tudios monografícos sobre monumentos analogos,' algunos de los cualcs podríamos relacionar con el nuestro de Boa- da, trabajos que se reficrcn tanto a Iglesias cacalanas y a otras sï- tuadas eh lo que son hoy tlerras del Rosellón y aún del Langue- doc, basta acabar con el volu- men V de Ars Hispaniae, debido a Gudiol Ricart y Gaya Nuíío: Arquitectura Romànica. Però no se traca aquí de dar un estudio exhaustivo del monu- menco, tema que rjeservamos pa- ra mas adclance, una vcz llevada a cabo la total re^cauración de la iglesita de San Julian de Boada, cuyos trabajos comprenderan a su vez la limpieza y cxcavación de su^ contornos, con lo que po- drà aportarse, sin ningún genero rras castellanas fechados por los mismos sigles a de dudas, luievos detalles al conocimicnto de tan que pertenecen los nuestros. importante menumenco ampurdanés, una vez rel- El intercs de tales monumentos y su època, jun- vindicade a su prístino aspecte original, tras la ad- co a la cscasez de los mismos en contradicción a la quisición del mismo por la Diputación de Gerona. riqueza del remanico en estàs tierras, ha dado mo- En estàs paginas de REVISTA DE GERONA dcbc- tivo a qup los edificies anteriores a los últimes ha- nies, per el memento, dar cuenta del interès ar- yan sido menes tracados. queológico del monumento, de su estructura, filia- En Cacaluiía se remonta a una cincuentena de cíón estilística y cronologia, para valorar, en lo que anés escasos el cenocimiento de esa arquitectura, cabc, un edifïcio declarado Monumento Nacional Distintes monumentos esparcidos per la rcgión por Decreto de 3 de junie de 1931, y que desde fueron estudiades d^ísdc cntonces, con la denomi- mucho antes de aqujslla fecha hasca la ac.tualidad nación antes akidida de mozarabes. h^ permanccido en cl mas cspancoso de los aban- En 1909 es cuando per primera vez se plantea dones y someCido al oprebio de ser destinado a cl estado del problema en una obra de conjunto, usos inadecuadoí e innobles, a permanecer privado el velumcn primero de L'Arquitectura rorrianica a de su visita, y ello a pesar dp no poces esfuerzos Catalunya, de José Puig y Cadafalch y la colabe- llevades a cabo tanto por la Cemisión de Monu- racion de Antonio dp Falguera y J. Geday y Ga- mentos, en un principio, continuades por cl Patri- sals. Anos mas carde son tratados los monumentos menÍo Arcístico mas tarde y secundades siempre 49 Làmina í. San Julian de Boada. - Exterior. (Fol. M. Oliva)

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LA IGLESIA PRERROMANICA DE SAN JULIAN DE BOADA

Por MIGUEL OllUfí PRAT fjpoderado del Servicio de Deíensa del Palrimania fírtistico Nacional

El Bajo Ampurdan vicne siendo hasca cl pre- por cntonces conocidos por Manuel Gómez M o -

sente la comarca gerundense mas densa en mo- reno, en su estudio general del arte mozarabc es-

numentos y restos constructivos que, sm lugar a paííol {Jgíesia Mozarabes. Arte esfanol de los si-

dudas, pcrccneccn al període de florecimiento y ex- glos IX al XI. Madr id , 1919). Muchos son los

pansión de la arquitectura prerromanica en Gata- urabajos pos.teriores que podríamos citar, tanto de

luiía, a la que también, sin fundamcnto muy exac- conjunto como obras generales donde el tema ha

to, .se le ha Uamado mozarabc, tcniendo en cuenta sido csbozado, y los no mcnos interesantcs, los cs-

la sjsmejanza de estos cdifícios con aqucllos de tie- tudios monografícos sobre monumentos analogos,'

algunos de los cualcs podríamos

relacionar con el nuestro de Boa­

da, trabajos que se reficrcn tanto

a Iglesias cacalanas y a otras sï-

tuadas eh lo que son hoy tlerras

del Rosellón y aún del Langue-

doc, basta acabar con el volu-

men V de Ars Hispaniae, debido

a Gudiol Ricart y Gaya N u í í o :

Arquitectura Romànica.

Però no se traca aquí de dar

un estudio exhaustivo del monu-

menco, tema que rjeservamos pa­

ra mas adclance, una vcz llevada

a cabo la total re^cauración de la

iglesita de San Julian de Boada,

cuyos trabajos comprenderan a

su vez la limpieza y cxcavación

de su^ contornos, con lo que po­

drà aportarse, sin ningún genero

rras castellanas fechados por los mismos sigles a de dudas, luievos detalles al conocimicnto de tan

que pertenecen los nuestros. importante menumenco ampurdanés, una vez rel-

El intercs de tales monumentos y su època, jun- vindicade a su prístino aspecte original, tras la ad-

co a la cscasez de los mismos en contradicción a la quisición del mismo por la Diputación de Gerona.

riqueza del remanico en estàs tierras, ha dado mo- En estàs paginas de REVISTA DE GERONA dcbc-

tivo a qup los edificies anteriores a los últimes ha- nies, per el memento , dar cuenta del interès ar-

yan sido menes tracados. queológico del monumento , de su estructura, filia-

En Cacaluiía se remonta a una cincuentena de cíón estilística y cronologia, para valorar, en lo que

anés escasos el cenocimiento de esa arquitectura, cabc, un edifïcio declarado Monumen to Nacional

Distintes monumentos esparcidos per la rcgión por Decreto de 3 de junie de 1931, y que desde

fueron estudiades d^ísdc cntonces, con la denomi- mucho antes de aqujslla fecha hasca la ac.tualidad

nación antes akidida de mozarabes. h^ permanccido en cl mas cspancoso de los aban-

E n 1909 es cuando per primera vez se plantea dones y someCido al oprebio de ser destinado a

cl estado del problema en una obra de conjunto, usos inadecuadoí e innobles, a permanecer privado

el velumcn primero de L'Arquitectura rorrianica a de su visita, y ello a pesar dp no poces esfuerzos

Catalunya, de José Puig y Cadafalch y la colabe- llevades a cabo tanto por la Cemisión de M o n u -

racion de Antonio dp Falguera y J. Geday y Ga- mentos, en un principio, continuades por cl Patri-

sals. Anos mas carde son tratados los monumentos menÍo Arcístico mas tarde y secundades siempre

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Làmina í. San Julian de Boada. - Exterior. (Fol. M. Oliva)

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poi' la autoridad y por ia Corporación; però nada

era posibic ante las circunscancias que conciUTÍan

a esa iglesira, hoy afortunadament^ reivindicada

de aquella denominación de vcrgüenza nacional

que el estado en que se hailaba Ic había deparado

últ imamente.

En cfecco, nucstro monumento se encuencra em-

plazado sobre un pcqucno altozano, en ei lugar de

San Julian de Boada, termino municipal de Palau-

Sator, del que le separan unos quiníentos metros.

Pertenecp ai partido judicial de La Bisbal, de cuya

capital bajoampurdanesa dista alrededor de 7 K m .

y 34 de Gerona.

Esta pequena eminència, muy cerca de Pals, ante

un paisaje maravilloso, ccrrado al nort;e por los

mentes de! Montgr í y la cordillera pirenaica, ba-

cia ei sur y oestc por ias Gabarras, por ia parte me­

ridional Ciene muy cerca ei Mediterranco con la

piaya de Pals y las islas Medas, mientras qu/; por

poniente io jalonan los montícuios de Peratailada,

cubiertos de pinarc,s y olivos. Es solar anciquísimo

que aparece cnciavado fn una zona donde, aparce

algunes testimonios prchisróricos aislados, pertcne-

cientes al Neolítíco, guarda muy próximos los res-

tos del sepulcro mcgalítíco de Puig Roig, Torrent,

que es una magnífica galeria cubiprta; otros yaci-

mientos ibéricos y algunas estaciones romanas ro-

dcan su ambiente en un país abícrto a todas las

influencias. Ei Cristianismo arraigaría muy pronto

por esas tierras, y a .través de A m p u n a s se forma-

rían en los primcros siglos de la Alta Edad Media

algunos focos de población cristiana cuyos tfstigos

van siciido iocalizados por las tierras ampurdane-

sas a que aludimos. Llegados a los tiempos caro-

iingios, casi los úmcos vestigios constructives que

tcnemos en la provincià se albergan en nucstra

zona. El absíde cuadrangular de Canapost es tes­

timonio de aqujslia època, y de su arquitectura,

l·ioy en período de valorización por las rescauracio-

nes iievadas a cabo por la Dipu.tación y cl Obis-

pado conjuntamente. * .

EL M O N U M E N T O . — San Julian de Boada

es una iglesita de nave única c irregular con nota­

bles difercncias en ^1 grueso de sus muros. En su

reducida planta se acusan dos cuerpos scnsiblc-

mente diferenciades (fig. 1 y lam. I y II). El tes-

tero, que es un absidc trapecial cuyos muros iate-

ralcs tijsnden a convero-cr bacia el fondo, a fín de

concentrar la atención sobre la partc principal dei

santuario: el lugar de empiazamíento del altar,

como ocurre en otros casos analo^os de la misma

època y posteriores. Mide este pequeíío abside tres

metros en sus costados, a excepción dei muro de

fondo, que no rcbasa los 2,50 m. U n a sola venta-

nita de derrame simpie con arco de b;!rradura for-

mado con piedra pizarra, igual a la que vemos en

el absidc de Marquc t , iglesia prerromanica muy

importante cerca de Manresa, con la que muestra

tantas analogías la d^ Boada que estudiamos. Otra

abertura en la csquina pròxima ai arco triunfal, en

el muro meridional dei presbiterio, probablcmente

practicada en època posterior, o cuando menos re­

construïda.

La separación de la nave con el tcstpro viene

seííalada por el arco triunfal y por una mayor cle-

m4

Lani/na //. San Ju/ian de Boada. - /níerior. (Foí. V. Farfino/i)

vación del presbiterio. Otro arco, el total, apeado

sobre recios pilarc^ de sillarcs cuadrangulares de

pipdra del país, dispucstos a soga y tizón, refuerza

la nave y aparece en situación descentrada en su

scntido longitudinal, dando lugar a dos tramos de

nave difercnciados en sus nicdidas de longitud e

incluso de ancbura, como pucde juzgarse por la

planta de la figura 1, a escala 1 : 100. En total la

nave mide 8,50 m. de longitud interior, 4,50 de

ancbura junto ai hastial, que es la partc mas am­

plia; casi 4 a ios pies del arco toral, para acabar

con 3,50 en el inicio del triunfal. Las irreçularida-

des, por canto, de cste singular monumento son

bien patentes; en general la nave toda tiende a'

convcrgcr bacia el tcstero, par.tiendo de su base del

hastial, pot los motivos antedichos. Recuérde.se la

planta de San Pedró de Roda, monumento msig-

51'

ne, obra capital de arquitccciira para pi occidcnte das irrcgularidades de planta en la recien.temente

europeo, que en algunas de siis principales estruç- descubierta iglesia de San Miguel de Sournia, ya en

turas se nos aparece bien poco alcjado cronològica- las Corbières, hacia el extremo septentrional de cx-

niente del que ahora nos ocupamos. pansión de la arquitectura prerromanica en Francia.

Figura 2. fítz^io ex'.erior Sur. ídibuios F. Uenlàs)

Caso curioso que observamos pn Boada es que

a pesiíi" dç las mencionadas diferencias de su planta

y de la desviación del cjc de la misma en llegando

a la entrada del presbitcrio, cabé al arco .triunfai,

ps el alto sentido de unidad y proporción que se

acusan en cada uno de los conipartifnientos del

ediíicio, por otra partc obrado con una tccnica dcs-

cuidada y pobre, lo- que corre parejas con su con-

dtción de iglesita rural.

Escàs caractcn'sticas de la planta de Boada no

las hallamos en San Mart ín de Fonollar, en el Ro-

sellón, termino df Maureillas, departamenío de

Ceret, en la vertiente opuesta de las Alberas, con

la que tantas analogías presenta en cuanto a su

estructura general y siemprc citada como construc-

ción comparativa. Si, en cambio, aparecen las cita-

En cuanto a la planta y aún en otros aspectos

de la estructura del edificio, muchas comparació-

nes con Boada las escablecen dos nuevas ia;lcsias

prerromanicas ampurdanjssas, ambas semiarruina-

das, dcscubiertas por nosotros y todavía practica-

mente méditas como talcs. Se trata de la de Palol

de la Baulona, citada también como Palau o Pa­

lol sa Bauloria, en termino de Vilafant (Alto A m -

purdan) y la que se balla en un valle perdido en­

tre las Gabarras, en San Clempntc de Peralta, ter­

mino de Pera,tallada y conocida por l'església vella

en el manso Vidal. Las citas documentales poste-

riores de la primera, en lo conocido, no anteceden

a 1167, en Canto que a la spgunda se le refiere un

precepto de Carlos el Calvo dado en Tolosa el

11 de junio del ano 844. EUo aún sin olvidar ocras

A. B C. D. Figura

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iglesitas gerundense^ muy dignas de cencr en ciicn- casi único en Cataluna, y sin par en cuan.to cono-

ca, tales como ía de San Roman dp las Arenas, en cemos de aquellos siglos». Motivos muy parecidos

San Lorenzo de las Arenas (Flassa), medio scpul- los aporta la decoración de las cornisas exCernas del

tada por los aluviones del Ter, la que esperamos abside d^ Canaposc en su partc primitiva.

excavar por creerla mas antigua que las demas. Volviendo al perfil del arco triunfal, nos encon-

Otra, de dedicación desconocida, en térmmo de cramos en el tipo mas frecucnte en cl prerroma-

San M o n . Para todas ellas hace falta un estudio

completo, y sin duda apareceran mas por la zona

meridional de las Gabarras, donde no es desenca-

minado se haliara otro núcleo de arquitectura pre-

romanica que en algunes sitios se vislumbra.

E n cuanto a la Í2;lesÍta df Palol la Bauloría, una

cita se halla en Juan Atnaud de Lasarte, tras nues-

tra identificación de la misma, Notas sobre igle-

sias prerrorrianicas {Anales y Boletín de los Museos

de Arte de Barcelona, vol. VI , 3-4, 1948). Sobre

ambas iglesjas últímampnte cifadas esta en publi-

cación un trabajo nucstro, Contribución al arte pre-

romanico ampurdanés. Nuevos monumentos inè­

dites: Palol sa Baiiloria y Peralta. Oíros rnonn-

mentos reivindicados. Premio Antonio de Pui^ en

el Certamen Hiscórico-Literario de Figueras del

pres.encc ano.

Ocras características ínternas de Boada y mas

importantes para la historia de la arquitectura, ra-

dican en los arços de sustenraclón de las bóvedas,

apeados sobre macizos contrafuertes. Tan to cl arco

triunfal (C-D de la plan.ta de la fíg. 1 y de la fíg. 3)

como el toral (A-B de las mismas figuras y lami-

nas IV y V) presentan acusada forma de berradu-

ra, esa bcrradura que tanto ha dado que bablar,

puesco que según su perfil puede ser de tipo visi- ^j^o catalan, idénticos los baílamos en Sant Quirse

godo o mozarabe. En Boada tenemos como mas ^ç. Pcdrct, en Berga, en los altos valbs del Llobre-

acusado el arco triunfal o de la capilla, que se gac, iglcsia citada por primera vez en 983, però

mucstra excediéndose un poco mas de un tercio que hay que suponcr existiria de bastante antes

del radio en su prolongación por bajo de! semi- y había ostentado cubicrca de madpra. Posee ab-

Lamina \U. San Julian de Boada. Cimacio deí arco Irjunfaí. (Folo Rrchivo Mas)

circulo, como hace

notar ya Gómez M o ­

reno, con lo que re­

sulta un arco de he-

rradura de tipo visi-

godo {fíg. 3, C-D, y

figura 4) con una ar-

quivolta retraída con

respecto a las jambas

e impostas, que se

adornan escas últimas

con moldura,s de file-

tes y puntas Uamadas

dientcs de lobo o de

Sierra (lam. III), que

Figura 4. San Julian de Boada. Testero y arco In'unfaJ.

(de Gómez Moreno)

side central cuadrangular, arços en herradura de

forma visigoda y aparejados típicos en optis spica-

ziim en el exterior, como cambién aparcce en Boa­

da. Dentro del mismo grupo cabé colocar la igle-

sia ya citada dj; Marquct , con muy iguales carac­

terísticas a las ya apuntadas. Ambas parccen ser

las mas antiguas y mas próximas, por tanto, a la

disposición visigoda. A ellas seguiria en el orden

de datación San Julian de Boada, para no citar

otros cjemplos que los mas conocidos y tradicio-

nales del país.

El otro arco, el toral, en cambio, es el mas ne-

tampnte mozarabe en su perfil entre todos los de

Cataluna, siguiendo la clasificación propuesta por

Gómez Moreno {figs. 1 y 3, A-B, y laras. IV y V)

ai decir de Gómez Moreno, p\ llustre arqucólogo parecido ai de Olèrdola í;n el Panadés y acercan-

y tratadista de arte, tantas veces citado: «modelo dose a los de las iglesi.tas últ imamcnte idcntifica-

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d;i.s de Palo! de la Bauloi'ia y de Snii Clemente de

Peralta, cítadas, y ai del cnicero de Canapost, que

con los dos últimos cjemplares tenemos los mode-

los geograficos mas próxiiiios a Boada y probable-

mente mas cont.emporaneos, con la proiongación

en curva de esos arços hasta el semirradio, habida

Clienta, por otra parce, de la gran scmejanza del

dcspiezo en la obra de los pilares del arco toral de

Boada y los que apar/scen en la arruïnada iglesita

de Palol la Bauloria de Vilafant. Por ultimo, en

Boada, los cimacios de cs.te arco apareccn fucrce-

mente moldurados —en oposición a los del arco

triunfal tan sobnamentc angulosos—, con nacela

y un pequeíío semibocpl debajo (fíg. 5). Las dove-

las de ambos arços son estrechas y m u y bien ta-

lladas, típicas de esa arquitectura.

Con todo, parece muv justo considerar una fe-

cba posterior a ese arco en rclación con el anterior

y la cabecera de la islcsia, mas si tenemos en cucn-

ta que ^e nos muestra una independència evidj^nte

muy clara en sus .tres distmtos comparcimientos

bien deslio;ados, solo ado-

sados unos a otro,s, dctaíle

que muy bien se pcrcibe

en el exterior, en cuyos pa-

ramentos asoman los mon-

caiítes de los arços, es de-

cir, los de separación de

construcciones como si liu-

biesen sido Icvantadas en

distintas épocas cada uno

d,e los tramos, o es que en

ultimo termino cl faltar la

trabazón entre los cucrpos puede ser causa de evi­

tar posiblcs peligros de ruïna o desplome en al2;u-

nas de las parteí de la fabrica del edificio y que

arrastrara consigo las otras en caso de hallarse uni-

das entre sí.

N a d a mas podemos decir del interior del tem-

plo, sinó que en el hastial aparece otra ventanita

que también se remata con arco de herradiira. En

la esquina de pste mismo frontis se ve una puerta

tapiada, sin duda de època posterior, que comuni­

caria con la pequefía casa rectoral que en ruinas

aparece en la partc oestc del edificio (ver lam. V) ,

mientras que la puprca de entrada al templo se

halla en el costado sur del niismo, abierta a me-

díodia, lateral como se acostumbraba en la època.

Esta puerta de entrada, sin duda dp origen anti-

guo, sufriría una restauración liacia la època gò­

tica, y arruïnada posteríormente, cuando el aban­

dono del templo, fuc de nuevo reconstruïda en

1948 por el Servicio de Defensa del Patrimonio

Arcístico Nacional, que a las órdpnes del Arqui-

tccto de la Zona, D . Alejandro Ferrant, a su vcz

reparo los cejados en general, que se hallaban m u y

malcrechos, y rehÍzo en su forma original el arco

toral, que de antiguo había cedido a las presionps

laterales de la bóveda. En los testos que quedan

de aquel arco de entrada interior, de intradós m u y

tosco, se observa también un perfil de hpiradura.

Ya en plena època romànica, en un momento

avanzado del siglo xiii, un anómmo pintor decoro

esta Iglesita, cuyas pinciiras murales son hoy con-

servadas en cl Museo Dioccsano de Gerona, reco-

gidas por pi Excmo. y Rdmo. Sr. Obispo Dr. don

José Cartana e Inglés —que tanto interès ha de-

mostrado para la reivindicación del monumento—

para evitar la destrucción de las mismas. Queda en

çUas partc del Pantocrator y del apostolado. Obra

coetanea de i^ual desconocido autor seria la deco-

ración, que .se conserva casi completa, del abside

del vpcino lugar de Fontclara, en el mismo ter­

mino de Palau-Satoi", donde aparece el Pantocrator

rodeado del Tetramorfos sobre el apostolado en

hilera sentado, en presencia de los Ancianos del

Apocalipsis.

Asimismo dcscnbe una li^era herradura la bó-

v.eda del tcstero, que se desvia hacia fuera. Ello ha

Figura 5. San JaUan de Boada. - flrco íoraí

(de Gómez Moreno)

Làmina W. San JuJian de Boada- - P.rco toral. {Fot. Duixans]

dado motivo a la existència de una repisa-sobre

los muros, utilizada para la colocación de los cin-

drios, que sostendrían a su vez un entrelazado de

canas muy perfecto cuya impronta queda visible

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en muchas parces de la bóvcda. La cubicrta de la

iglesia esta rcíiiclta con bóvcda de caiíón segiiido

que alcanza la totalidad de la nave. La tecliumbre

exterior, que hoy aparece solucionada con tcjas de

tipo arabc, oculta debajo de ella restos de la pri­

mitiva cubierta de lajas de piedra pizarra, como

pupde verse en los bordes del cejado por donde

aquella^ asoman.

En el aspecto cxterno, bien pobre se nos aparece

ei monumento , como puede verse en las ilustracío-

nes. Es obra de mampostería vulgar, con despiczo

cornpnte dcsbascado y algunes sillares cuadrangu-

lares en los angulos para resolver las esquinas y

otros pocos en la separación de ambos cuerpos del

edificio. En algunos lugares del paramento se ve

la clasica disposición de piedras colocadas en for­

ma de cola de p.escado, el llamado O^Í/J spicatum,

modalidad de construcción antiquísuna y tècnica

ya de tradicíón romana que parece no va mas alia

del siglo XI, y motivo frecuentísimo en los monu-

mentos coetaneos a Boada v en todos los que cira-

mos en el prcsente trabajo.

Sobr,e la espma del arco tnunfal, en lo que seria

el t ímpano, aparecen los pilarcs cuadrangulates que

sostcndfían las campanas y forinaban la espadana,

también posterior, aunque poco, a la construcción

de la iglesita. Su aparejado con síllarejo cuadran-

gular de tamano peqneüo mdica ser obra romànica

del siglo xr, o del siguicntc codo lo mas, la cons­

trucción de esta espadana.

M u y parca es la documentación que hasta nues-

tra època ha llegado con referència al monumento,

o cuando menos la que nos es conocida. Según cl

trabajo de Pictte Ponsicb, rclativo a las Iglesias

niozarabes de Sournia, aparece ci.tado Boada en el

afío 934. Otra vez se menciona en un dociunento

de 1126. E n testamento de 1131, Ramon Beren­

guer III la cede a los canónigos de la sedc gerun­

dense para la obra de la catedral. Finalmente, Al­

fonso I recibe, entre ocras, a esta iglesia para su

protección y amparo.

La cronologia del monumento, tenicndo en con-

sideración todos los antecedentes expuestos y su

arquitectura, queda perfectamente situada en totno

a la mitad del sigio x.

La iglcsia de Boada representa un bito de pri-

merísima magninid dentro del cicló de estos mo-

numentos de tradición visigoda local, del que se

conocen bien pocos ejemplares, y menos aun en

un estado de in.tegridad, como es cste que la Di-

putación Provincial acaba de adquirir para inte-

gratlo a su patnmonio.

Umina U. San Juliàn de Boada. - flrco foral s' haslial (Fot. Duixans)

Es, pues, a la Presidència de la Corporación,

regida por el entusiasta celo y amor a la província

de D . Juan de Llobet Llavarl, y a ta Ponència de

Educación, Deportes y Turismo que ostenta don

}uan Junycr de Bodallés, y al pleno todo de la

Diputación, a quicn debcmos cl que una obra de

arte de indiscutible métito baya sido salvada, des-

pués de largos aúos de lucba y de laboriosas ges­

tiones que ya fueron imcíadas por D . Cosme Ca­

sas Camps.

Justifica plenamcnte el alto interès de la adqui-

sición cl becbo bien manificsto que ha llevado con-

sigo, demostrado por la felicitación unànime que

la Corporación ba recibido por su procedcr, por

parte del Ministerio de Educación Nacional, de

la Dirección General de Bellas Artés, del Servicio

d,e Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, de

las Delegaciones de Excavacïones Arqucológicas y

de las Reales Academias de Bellas Attes de San

Fernando, de M a d r i d ; y de San Jorge, de Barce­

lona, así como de Amigos de los Museos y de

cuantas doctas corporaciones y cntidades afines han

Ileeado en conocimien.co del hecho.

Confïemos ahora ya que la restauración y lim-

pieza de Boada acabe muy pronto en dignificar tan

prcclaro monumento de nuestro pasado.

55