La Historia Secreta de Los Sumerios
-
Upload
edgar-guillemo-monterrosas -
Category
Documents
-
view
113 -
download
22
description
Transcript of La Historia Secreta de Los Sumerios
La Historia Secreta de
los Sumerios
Los Sumerios fueron
habitantes de Sumeria,
antigua región del Oriente
Medio que formaba la parte
sur de la antigua
Mesopotamia, entre las
planicies aluviales de los ríos
Éufrates y Tigris. La región de
Mesopotamia, nombre griego
que significa “Entre los ríos”,
comprendía distintas
regiones como Sumeria al
sur, Acad en el centro y
Asiria en el norte. De acuerdo
a las investigaciones, en la
Baja Mesopotamia existieron
asentamientos humanos
desde el período Neolítico
(6700- 6500 AEC) y
Calcolítico (5500 – 5000
AEC), El Obeid (5000 – 4000
AEC), Uruk (4000 – 3200
AEC) y Yemdet Nasr (3200 –
3000 AEC). En muchas
ciudades de esta civilización,
se han hallado muchos
objetos y documentos
antiguos que testimonian las
huellas de un pasado remoto
sorprendente. La civilización
sumeria está considerada
como la primera y más
antigua civilización del
mundo, aceptado así por la
arqueología moderna y
oficial. Sin embargo, la
procedencia de sus
habitantes, los sumerios, es
incierta y existen numerosas
hipótesis. El término
“sumerio” también se aplica
a todos los hablantes de la
lengua sumeria. En la lengua
sumeria esta región era
denominada Kengi (ki),
equivalente al acadio mat
Sumeri, esto es, la «tierra de
Súmer».
El nombre “sumerio” fue
dado por los semitas acadios
quienes serían los sucesores
en términos históricos de los
Sumerios, pero aún se
desconoce porque los
Acadios llamaron a estas
tierras Shumeru. Los
Sumerios se hacían llamar a
sí mismos sag-giga que
significa literalmente “el
pueblo de cabezas negras”.
De acuerdo al historiador
babilonio Beroso, los
sumerios fueron “extranjeros
de caras negras”; al emplear
el término “extranjero”,
Beroso bien nos podría estar
sugiriendo que los sumerios
provenían de alguna otra
parte.
La lengua sumeria no tuvo
parentesco con ninguna otra
de su época, no ha habido
ningún vocabulario en el
mundo que se le pareciera.
Era una lengua de tipo
aglutinante (como el turco o
finlandés), es decir, una
palabra consta de una raíz
que expresa un concepto y
una partícula anexa que le da
el significado. También se
formaban palabras con dos
raíces, por ejemplo:
lu=hombre, gal=grande;
lugal=hombre grande=rey.
Con los sumerios apareció lo
que llamamos Civilización,
con ellos aparecieron los
rasgos tanto positivos como
negativos de nuestra especie
en sociedad. Cerca del año
3.000 AEC también
aparecieron otras
civilizaciones renombradas
como la egipcia, la china o la
cultura del Indo.
Toda la historia de Sumeria
está embebida en el misterio,
en este artículo trataremos
de analizarla haciendo un
repaso a sus leyendas y
secretos, mostrando
coincidencias con las
religiones y costumbres
actuales, algunos videos y
entrevistas, imágenes y
demás material que puede
servir como evidencia a
hipótesis sobre el verdadero
origen de la raza humana.
Nos encontramos unas
primeras culturas preurbanas
hacia el 7.000 antes de la era
común (AEC), que ya tenían
artesanía y cerámica. El
origen étnico de los sumerios
es verdaderamente intrigante
pues no corresponde con las
tribus semitas que poblaban
esas tierras. Las
explicaciones más creíbles
nos indican que seguramente
fueran una evolución de las
poblaciones autóctonas,
otras teorías hablan que
llegaron de la zona del mar
Caspio y otros de la India.
Algunos estudios proponen
que los sumerios provenían
de la cultura que fundo la
ciudad de Mohenjo-Daro.
Esta antigua ciudad es
considerada capital de la
civilización del Indo. De
acuerdo a la arqueología
oficial, Mohenjo-Daro existió
al rededor del 2600, sin
embargo, nuevas
investigaciones han llegado a
los sorprendentes resultados
de datación de unos 13.000
años AEC de antigüedad.
Parte de las evidencias que
apoyan esta hipótesis, son
los restos de esqueletos
encontrados en las
excavaciones en 1960 que
datan de 8.000 a 12.000
años AEC, pero lo que más
impactó a los estudiosos de
este hallazgo fue que los
esqueletos estaban
radiactivos. Pero de este
tema hablamos más en
detalle en nuestro artículo las
antiguas ruinas de Mohenjo-
Daro.
Estudios arqueológicos más
resientes han demostrado
que en toda esta zona de
Mesopotamia existieron
importantes migraciones, así
que no sería ilógico pensar
que por diferentes motivos,
estos antiguos pueblos
fundaron asentamientos en
toda la región.
Tenemos la cultura llamada
Obeid (hacia el 4.500 AEC),
que se desarrolló en lo que
se podría llamar el primer
asentamiento urbano, Eridu,
la cual se sabe por restos
arqueológicos que tenía
gobernante y templos, así
como una gran cerámica,
también construyeron
canales.
Más tarde apareció la cultura
de la ciudad de Uruk,
auténtico precedente de la
civilización sumeria. A Uruk
se la puede considerar como
la primera ciudad-estado (
3.500-3.000), además es en
donde se han encontrado los
restos de escritura más
antiguos, sin duda como
respuesta a la complejidad
de la organización urbana,
estos primeros escritos están
relacionados con la
organización de los
almacenes de los templos.
Así pues nos encontramos
con el principio de una nueva
cultura que sobrepasará a las
anteriores y que ante esta
nueva organización social
pasará a llamarse
Civilización.
Hacia el año 3500 AEC, y
sobre este vastísimo fondo
de cultura antigua, común a
todo el Próximo Oriente, en
el sur de la Mesopotamia, y
en las orillas del golfo
Pérsico, surgen, de golpe,
según parece, los sumerios.
¿Quiénes eran los sumerios?
¿De dónde venían? ¿Cómo
llegaron? No se ha podido
responder todavía a estas
preguntas: las «pruebas»
arqueológicas e históricas
son, a menudo, difíciles de
establecer y además muy
delicadas. La luz es, de
momento, tan endeble sobre
estas cuestiones, que ciertos
especialistas han juzgado
inútil plantear estos
problemas y están dispuestos
a considerar a los sumerios
como los primeros y más
antiguos habitantes de la
zona. Sin embargo,
actualmente parece más
probable que los sumerios
hayan venido de otra parte,
como conquistadores o
como masa de emigrantes y
es muy posible que hubieran
adoptado y asimilado
rápidamente la cultura de sus
predecesores con los que
seguramente se integraron
más o menos profundamente
hasta transformarla
totalmente a la medida de su
propio genio, pero su origen
concreto, oficialmente es
desconocido. Esto es lo que
se ha venido denominando
desde el siglo XX como el
“problema sumerio.” En
cualquier caso, es durante el
período del Obeid cuando se
producen avances que
cristalizan en Uruk, y que
sirven para considerar este
momento como el inicio de
la civilización sumeria.
Esta época de la instalación
de los sumerios en la Baja
Mesopotamia ha sido llamada
por los arqueólogos época de
Uruk.
La cultura de Uruk fue
imponiéndose poco a poco,
sin embargo no llegó a
crearse un gran reino sino
que era un país formado por
varias ciudades-estado. Toda
ciudad tenía un Zigurat
(pirámide escalonada para
observar los astros y hogar
del Dios de la ciudad), un
Palacio del rey, un Templo y
asentamientos agrícolas en
las afueras.
Existen indicios que
demuestran que la historia
retrocede mucho más en el
tiempo de lo que siempre se
ha creído, en una época
remota en la que todavía no
existían ni los seres
humanos. Pero sí habitaban y
reinaban en la Tierra otros
seres. Una época remota
enterrada por la arena del
paso del tiempo, pero de la
que conservamos algunos
recuerdos.
Hasta finales del siglo XVIII,
las fuentes de la Historia
Antigua del Próximo Oriente
se limitaban a las noticias
transmitidas por el Antiguo
Testamento y la tradición
clásica antigua. El paso
decisivo para acceder a los
documentos originales se dio
en 1802 al descifrar
Grotefend algunas
inscripciones cuneiformes
persas. Su interpretación no
se terminó hasta 1857, pero
su conclusión tuvo
importantes consecuencias,
pues en esas lenguas
(llamada hoy acadia) esta
redactada la mayor parte de
los documentos orientales de
la antigüedad. Ya en 1821,
Champollion en Egipto había
descifrado también la
escritura jeroglífica.
Desde mediados del siglo XIX
el interés despertado por
estas interpretaciones dio
lugar a que casi todos los
países cultos enviasen
“misiones culturales” a
Oriente para realizar
prospecciones a fondo. En
ellas, encontrarían textos
escritos y restos de
materiales de estas
civilizaciones. Por ello, en su
estudio, la arqueología ha
tenido un papel importante
sobre todo en los primeros
periodos.
Hacia la segunda mitad del
siglo XIX se excava Nínive y
Khorsabad y descubren
monumentales palacios,
templos y sobre todo, la
biblioteca de Asurbanipal, el
último gran rey asirio, que
había coleccionado todas las
obras literarias y reliquias de
babilonios, asirios y
sumerios. Después se
trabajar en las ruinas de
Babilonia, y las ciudades
sumerias de Ur, Uruk, Nippur,
etc, así como Egipto. A
comienzos del siglo XX son
notables las excavaciones de
Ur realizadas sacando a la luz
la necrópolis real.
Zigurat de la ciudad de Ur
que se ha conservado hasta
nuestros días
Como ya se comentó en
párrafos anteriores, en la
Baja Mesopotamia existían
asentamientos humanos
desde el 6700 AEC – 6500
AEC aproximadamente, sin
embargo no existen registros
escritos de esa etapa para
conocer el origen del pueblo
sumerio, y tampoco los
cráneos hallados en los
enterramientos aclaran el
problema de su origen,
debido a que están
representadas tanto la
dolicocefalia como la
braquicefalia, con algunos
testimonios del tipo
armenoide.
Cráneos hallados con
dolicocefalia y braquicefalia
Es interesante notar, que los
cráneos hallados en las
excavaciones, presentan
estas “deformidades”; digo
que es interesante porque
estos cráneos también han
sido hallados en otras partes
del mundo, en donde en
algún momento reinaron
otras civilizaciones.
Uruk, la “Erec” bíblica y la
árabe “Warka“, es el
escenario de
descubrimientos
fundamentales para la
historia de la humanidad, al
menos la hipótesis aceptada
desde el punto de vista de la
arqueología oficial, aquí
aparece la rueda en torno al
3500 AEC, y la escritura en el
3300 AEC, siendo ésta la
datación más antigua de
tablillas de arcilla con
escritura cuneiforme
encontrada hasta la fecha.
Estos registros escritos
confirman que los sumerios
no eran un pueblo
indoeuropeo, ni camita, ni
semita, ni tampoco elamo-
drávida. Así lo demuestra su
lengua de tipo aglutinante.
Por tanto se especula, como
se ha dicho, que los
sumerios no fueron el primer
pueblo en asentarse en la
baja Mesopotamia, quizás los
sumerios ¿eran
descendientes de una cultura
mucho más antigua?. Ya se
hizo mención a Mohenjo-
Daro, que quizás pudo haber
sido la cultura antecesora de
los Sumerios.
La Cultura Sumeria:
Documental
La difusión de los avances de
la cultura de Uruk por el
resto de Mesopotamia dio
lugar al nacimiento de la
cultura Sumeria. Estas
técnicas permitieron la
proliferación de las ciudades
por nuevos territorios. Estas
ciudades pronto se
caracterizaron por la
aparición de murallas, lo que
parece indicar que las
guerras entre ellas fueron
frecuentes. También destaca
la expansión de la escritura
que saltó desde su papel
administrativo y técnico
hasta las primeras
inscripciones dedicatorias en
las estatuas consagradas de
los templos.
Lenguaje y Escritura
Como bien mencionaba al
principio, el idioma sumerio
se considera una lengua
aislada en la lingüística ya
que no parece pertenecer a
ninguna forma lingüística
conocida; ha habido muchos
intentos fallidos para
conectar el idioma sumerio a
otros grupos lingüísticos. Los
sumerios inventaron los
jeroglíficos pictóricos que
más tarde se convirtieron en
escritura cuneiforme, y su
lengua junto con el del
Antiguo Egipto compiten por
el crédito de ser lenguaje
humano escrito más antiguo
que se conoce.
Los textos sumerios
conocidos incluyen textos
personales y cartas de
negocios y transacciones,
recibos, listas de léxico,
leyes, himnos y plegarias,
encantamientos mágicos e
incluidos textos científicos de
matemáticas, astronomía y
medicina. Mucho de todo
este material sobrevivió en el
tiempo a través de copias y
transcripciones. A pesar de
que los semitas llegaron a ser
la raza gobernante de esa
región, el lenguaje de la
religión y la ley en
Mesopotamia seguía siendo
el sumerio.
Nippur o la ciudad de
Nimrod, a 80 kilómetros al
sureste de Babilonia, fue
excavada por la Universidad
de Pensilvania bajo los
arqueólogos Peters, Haynes y
Hilprecht, entre 1.880 y
1.900. Se encontraron
50.000 tablillas que se cree
que fueron escritas durante
el tercer milenio AEC,
incluyendo una biblioteca de
20.000 tomos, diccionarios y
obras completas sobre
religión, literatura, leyes y
ciencias. También se hallaron
archivos de unos Reyes muy
longevos.
Existe algo llamado la Lista
Real Sumeria, es un
documento histórico dejado
por los escribas de
Mesopotamia y escrito en
sumerio, refleja la sucesión
de monarcas desde los
primeros tiempos hasta
aproximadamente las
conquistas de Hammurabi
(1810-1750 AEC). Lo
particular de esta “Lista” es
que sus periodos parecen
imposibles.
Desde el punto de vista
histórico-comprobable, el
primer rey mencionado en la
lista es Mebagaresi (2631-
2601) de la ciudad de Kish.
Antes de este periodo se
consideran como mitológicos
a los antiguos gobernantes o
reyes antediluvianos, es decir
en el periodo antes del gran
diluvio.
Estos textos de aspecto
irrisorio, tan difíciles de
comprender y de descifrar,
han sido excavados en
cantidades ingentes, de
varios cientos de millares,
que abarcan todas las
actividades, todos los
aspectos de la vida de sus
redactores: gobierno,
administración de justicia,
economía, relaciones
personales, ciencias de todos
los tipos, historia, literatura y
religión. Estudiando y
descifrando el contenido de
los vestigios, utensilios,
estatuas, imágenes, templos,
palacios y ciudades, puestos
bajo la luz del sol por los
arqueólogos, una pléyade de
eruditos ha conseguido,
después de medio siglo de
trabajos y esfuerzos oscuros
y encarnizados, no
solamente redescubrir y
colocar en su sitio de honor
el nombre de los sumerios,
sino también redescubrir el
secreto y el mecanismo
complejo de su escritura y de
su idioma y, por si ello fuera
poco, reconstruir, trozo por
trozo, su extraordinaria
aventura olvidada.
Los Dioses Sumerios
El mundo sumerio es un
descubrimiento que
podríamos catalogar de
moderno. Hasta podemos
decir que es el mayor de los
descubrimientos recientes en
el terreno de la historia de la
civilización. Muy poca gente
se ha atrevido a hablar de
forma abierta del tema, más
allá de solo mencionar
algunos puntos históricos,
descubrimientos
arqueológicos, etc.
Lo que de ellos se ha
encontrado se ha tenido que
ir a buscarlo a las entrañas
de la tierra, por medio de
profundas excavaciones. Y lo
más corriente ha sido que el
pico de los arqueólogos haya
puesto al descubierto el
modesto y frágil ladrillo,
cocido o, aún más a
menudo, crudo, en lugar de
encontrarse con la piedra de
las salas hipóstilas; no se han
descubierto obeliscos
gigantescos, enormes
esfinges o estatuas
imponentes y desmesuradas
de faraones, sino modestas y
extrañas esculturas.
Entre las principales figuras
mitológicas adoradas por los
sumerios, es posible citar:
An (o Anu), dios del cielo;
Nammu, la diosa-madre;
Inanna, la diosa del amor y
de la guerra (equivalente a la
diosa Ishtar de los acadios);
Enki en el templo de Erido,
dios de la beneficencia,
controlador del agua dulce
de las profundidades debajo
de la tierra;
Utu en Sippar, el dios sol;
Nanna, el dios luna en Ur;
Enlil, el dios del viento.
Su panteón divino (dioses)
estaba encabezado por An,
“estrella”, cuyo signo era
inicialmente una línea
vertical cruzada por varias en
horizontal y diagonal. Bajo su
mando estaban sus hijos
EnLil (“Señor del Aire”) y EnKi
(“Señor de la Tierra”),
formando un triplete divino
(¿La Santísima Trinidad
bíblica?) al que más tarde se
uniría la diosa Nin.Mah
(“Dama Excelsa”) o también
Nin.hur.sag (“Dama de la
cabeza de la montaña”).
Los reinados de los reyes
antediluvianos eran medidos
en sars -periodos de 3600
años, la siguiente unidad
hasta 60 en el sistema
sumerio (3600=60×60) , y
en ners – unidades de 600.
Pues bien, esta lista sumeria
de reyes antediluvianos, nos
dice:
“Después de que la realeza
descendiera del cielo, la
realeza estuvo en Eridug
(Eridu). En Eridug, Alulim se
hizo rey y gobernó 28800
años.”
Si consultamos las
referencias en la lista vemos
que Alulim (o Adapa, hijo de
Enki) de Eridug gobernó 8
sars (28800 años), es decir
desde 453.600 al 388.800
antes del diluvio.
El primer conocimiento que
tenemos a parte del Génesis,
de una tradición similar vino
a nosotros con Beroso,
sacerdote de Babilonia, al
rededor de 260 AEC. El
trabajo de Beroso sobre
astronomía y astrología fue
traducido al griego, basando
su historia en archivos del
Templo de Marduk, copiados
a su vez de inscripciones
primitivas, muchas de las
cuales han sido descubiertas;
de su obra solo se pueden
encontrar extractos en
Josephus y Eusebio. De
Beroso tenemos una lista de
diez reyes quienes
gobernaron el mundo antes
del Diluvio (10 Reyes
Longevos de Sumeria), que
reinaron entre 10.000 a
60.000 años cada uno de
ellos. “En los días de
Xisuthro (Zinsuddu) –dice
Beroso– ocurrió el Gran
Diluvio” ¿Serán solo leyendas
mitológicas?
“Después de que el diluvio
hubiera terminado, y la
realeza hubiera descendido
del cielo, la realeza pasó a
Kish”
A mi parecer, seguimos
siendo demasiado arrogantes
como para aceptar que
estamos equivocados en
muchos datos e información
relevante de nuestros inicios
como habitantes de este
planeta.
“Son 11 ciudades allá donde
la realeza fue ejercida. Un
total de 134 reyes que en
conjunto reinaron más de
28876 años”
A modo de ejemplo, de
nuestra arrogancia muy
influenciada por las
religiones, incluso a modo de
comparación, podemos
hablar de los textos de Ebla.
Ebla fue una antigua ciudad
localizada en el norte de
Siria, a unos 55 km al
sureste de Alepo. Fue una
importante ciudad-estado en
dos periodos, primero en el
3000 AEC y luego entre el
1800 AEC y el 1650 AEC. El
sitio es conocido hoy como
Tell Mardikh, y es sobre todo
famoso por los archivos con
más de 20.000 tablillas
cuneiformes, datadas
alrededor de 2250 AEC en
sumerio y en eblaíta; un
desconocido idioma anterior
al idioma semita similar al
acadio.
El aspecto más importante
de las tablas de Ebla es que
contienen los nombres de 3
profetas que se mencionan
en la Tora, recordemos que
las tablas de Ebla son 1500
años más antiguas que La
Tora. Aquí podemos hacer
una comparación a modo de
pregunta ¿heredó La Torá su
contenido (o parte de el) de
textos más antiguos como
los sumerios?
La Religión y la Astronomía
de los Sumerios
Para los sumerios, que
observaban el cielo y
conocían los ciclos de los
eclipses lunares, sus dioses
estaban allá arriba.
Diferenciaban aquellos
menores, los “igigi” o
“vigilantes”, de los que se
movían de forma distinta por
la eclíptica (planetas). Así, la
diosa Inanna, del amor y la
guerra (Ishtar para los
acadios), era Venus. Por su
parte la Luna era Nannar, hijo
de Enlil (el símbolo de
Nannar era una luna en
creciente, símbolo del Islam
que comparte también
personajes con el judaísmo y
por ende el catolicismo), y
así sucesivamente con otros
astros que habían
comprendido eran
“especiales”.
Habían dividido el
firmamento en tres caminos.
El inferior que llegaba hasta
el suelo era dominio de Enki,
de ahí que fuese el señor de
la tierra. Como desde
algunos lugares no se veía
más que mar, los acadios lo
llamaron Ea (“El que tiene su
casa en el agua”). Los dioses
sumerios, acadios y
babilonios eran los mismos,
a excepción del supremo de
éstos últimos que era de
nueva creación, se llamaba
Marduk y era hijo de Ea/Enki.
El camino central, por su
parte, era el dominio de An.
El superior, de Enlil, de ahí
que fuese considerado el
señor del aire o quizá más
concretamente “de las
alturas”.
Los babilonios, en un
extraordinario compendio
astronómino denominado
“Mul.Apin” (“Estrella Arado”),
asignaron estrellas y
constelaciones a los distintos
caminos. La estrella arado,
cuya identificación no está
del todo clara, ascendía en el
mes de Ninsanu (del 15 de
Marzo al 15 de Abril) en el
equinoccio de primavera,
señalizando el inicio del
arado y la siembra. Era como
Sirio para los egipcios.
Es de interés recalcar que
tanto los Sumerios, los
Egipcios, los Olmecas, Mayas
y otras culturas similares,
hablaban de los Dioses del
Cielo, y tenían un complejo
sistema de estudio de la
astronomía y un
entendimiento claro de las
constelaciones y planetas.
Según se entiende, los
Sumerios descubrieron la
relación de nuestro Sol con
las Pléyades. Las Pleyades
son un sistema de soles o
estrellas que giran alrededor
de una estrella central
llamada Alción (Alcyon o
Alcyone). El sol también
forma parte de este
conjunto, a nuestra galaxia
entera (La Vía Láctea) le
toma 25.900 años completar
una órbita alrededor de
Alcion. Como se ve, los
planetas giran al rededor de
nuestro Sol, y nuestra galaxia
gira al rededor de una galaxia
mayor; todo parece ser un
conjunto entero de galaxias.
Es sorprendente que los
Sumerios hayan podido saber
esto, pero no es
descabellado ya que los
Mayas también hablaron en
su momento de las Pléyades
y la órbita que hace la Vía
Láctea al rededor de Alción.
¿Coincidencia? Lo dudo.
El cúmulo de las Pléyades o
“las Siete Hermanas”, se ha
tomado como referencia en
muchas culturas del pasado.
Su nombre corresponde en la
mitología griega a las siete
hijas de Atlas y Pleione,
colocadas por Zeus entre las
estrellas. También en la
Biblia aparece alguna
referencia a la Pléyades (Job
38:31). Los antiguos aztecas
de Méjico y América Central
basaban su calendario en las
Pléyades.
Pero aquí no acaba la cosa,
otra de las constelaciones
muy nombradas por
civilizaciones antiguas como
la Maya y la Egipcia es Orión.
Se cree que los sumerios
eran gente temerosa de sus
dioses y con un profundo
sentido de la amistad.
Compartían fraternalmente
sus desgracias y creían que
los dioses habían creado al
hombre para que les
sirvieran diligentemente. Su
concepto del mundo era
bastante agorero; la
humanidad estaba
predestinada a sufrir porque
los dioses así lo habían
decretado.
En 1880 el investigador
alemán Julius Wellhausen
publicó Prolegomena to the
History of Israel. En él
recogía evidencias en
relación a la Torá de que
Moisés no pudo haber escrito
los textos capitales del
Pentateuco, (los cinco
primeros libros de la biblia
judía). Wellhausen defendía
incluso la hipótesis de que
estos relatos que hablan de
los Elohim o Seres Brillantes
equivalentes a los Annunakis
(de quienes hablaremos más
alante), procedían de fuentes
más antiguas, más tarde
identificadas como Sumerias.
Posterior a Wellhausen, los
avances en la crítica textual-
religiosa han convencido a
muchos expertos e
historiadores de que estos
textos, en la forma en que
nosotros los conocemos
actualmente, fueron tomados
y adaptados de varias
fuentes, ya sabemos que la
fuente es Sumeria.
Para aclarar el término
Elohim, es una palabra
hebrea usada por judíos y
eclesiásticos, es la forma en
que se denominaba a “Dios”,
pero Elohim sería su plural,
es decir: dioses. En la biblia
original, la hebrea, no se
habla de un (1) dios sino de
dioses….los Elohim. Fue
tiempo después que se
comenzó a usar en singular
“Dios” cuando se “unificó” la
religión monoteísta, es decir
la que adora a un solo Dios.
El zodíaco también fue un
invento de los sumerios.
Originalmente disponía de 17
o 18 signos, cuestión aún
poco clara, pero que
contenían absolutamente
todos los signos que hoy
usamos. Posteriormente
serían los babilonios, y no
los griegos, los que les darían
forma final reduciendo su
número a 12.
La civilización sumeria llegó
a ser tan avanzada que en las
escuelas de sus ciudades-
estado se enseñaba no sólo
matemáticas y escritura sino
también biología, zoología,
geografía, teología y
botánica. Los sumerios
fueron los primeros en
desarrollar la escritura,
fueron los primeros en
realizar composiciones
literarias, en organizar una
biblioteca y en crear un
lenguaje musical. La cultura
sumeria surgió prácticamente
de las tinieblas en tiempos
neolíticos, ¿cómo es posible
que en tan poco tiempo haya
alcanzado un nivel tan alto?
Todo esto nos aclara
expresamente cómo ha
influido la cultura Sumeria en
el hombre actual, puesto que
nuestras creencias religiosas
nacieron de la misma
semilla, aunque actualmente
están diseminadas y
distorsionadas.
Podemos seguir
evidenciando otras
similitudes:
Existía una trinidad de dioses
mayores (Enlil, Enki, An).
También existían dioses y
diosas patronos o
protectores de una
determinada ciudad
Nammu creó el cielo y la
tierra (que se la dio a Ki y a
An), su hijo Enlil creó la
atmósfera, el viento, la
tormenta y separó el día de
la noche. Enlil y Ki crearon
los animales y las plantas.
Los hombres fueron creados
por Enki y Ki para servir a los
dioses.
Ki creó con la costilla de Enki
una diosa, Nin-ti, que
significa mujer de la costilla.
(La Eva bíblica)
Enki creó un lugar donde el
hombre podía vivir sin miedo
a los animales (serpientes,
hienas, escorpiones o
leones) un lugar sin terror,
pero Enki descubrió un
comportamiento inadecuado
en los humanos y los
expulsó. Es el paraíso
bíblico…el jardín de Edén.
La biblia nos dice que el
Edén (palabra de origén
acadio, un pueblo de estirpe
semita que significa “lugar
puro y natural”) era un huerto
o jardín que habría existido,
indicando su existencia en
una región que se hallaría en
el Cercano Oriente. Se dice
que de él salía un río que se
dividía en cuatro, a saber: río
Pisón (o Wadi Baton),
rodeando la tierra de Habila;
río Gihón (o Karun),
rodeando la tierra de Etiopía;
río Hidekel (río Tígris), al
oriente de Asiria y el río
Éufrates. Para más detalles
de Edén, invito a leer el
artículo Adán, Eva, el Paraíso
y el Edén
Los sumerios, así como los
mayas y los egipcios, eran
grandes observadores del
cielo. La regularidad del
movimiento estelar era algo
que todos registraban con
respeto divino y estudiaban
con curiosidad. Sin embargo,
la formulación de teorías
astronómicas sería algo
propio de la ciencia
moderna, a pesar de algunas
excepciones. En general, la
observación de los astros
adquiría matices religiosos, o
a veces sus anotaciones
servían para la
temporalización de la vida
cotidiana.
Por eso no es de extrañar
que los pueblos antiguos
registraran muy bien los
movimientos de objetos
celestes como Júpiter o la
Luna, pero que no
desarrollaran la idea de que
existían planetas rotando
alrededor del Sol. Sólo
observaban y usaban su
sentido común, el cual les
hablaba de una Tierra quieta,
por cuyo cielo desfilaban
estrellas de origen
desconocido. Sin embargo,
grabados en piedra que han
sido encontrados nos dicen
de una forma sorprendente
que los sumerios conocían
muy bien la rotación de
planetas a través de sus
órbitas al rededor del Sol.
¿Sería posible que los
sumerios hayan desarrollado
la teoría heliocéntrica y
conocido todos los planetas
de nuestro sistema solar? La
respuesta más posible es no.
Más allá de las limitaciones
epistemológicas, las
observaciones astronómicas
sumerias registraban a los
planetas que sólo podemos
observar con nuestro ojo,
lente incapaz de captar las
señales de Neptuno, Urano y
Plutón. Si no podían,
entonces ¿cómo obtuvieron
éste conocimiento? o
¿desarrollaron los sumerios
una tecnología avanzada de
la que nosotros en la
actualidad no sepamos?
La Tecnología de los Dioses
Las costumbres y la mitología
sumeria influyeron en grado
sumo en las culturas
adyacentes, algo lógico si
tenemos en cuenta que tanto
sumerios como acadios y
babilonios, así como los
asirios, eran herederos en un
mismo legado y todas fueron
potencias predominantes en
la zona. El Enuma Elish
babilonio/asirio, el poema de
la creación, es el espejo
donde se miró el Génesis
bíblico. Tanto es así que
encontramos plagios
evidentes a lo largo del
Génesis. Recordemos que el
Génesis es el relato bíblico
de la creación, al compararlo
con el relato sumerio de la
creación encontraremos gran
cantidad de similitudes.
Enuma Elish es un poema
babilónico que narra el
origen del mundo. Enuma
Elish significa en acadio
“cuando en lo alto-cuando en
las alturas“, y son las dos
primeras palabras del
poema. Está recogido en
unas tablillas halladas en las
ruinas de la biblioteca de
Asurbanipal. En el relato, el
héroe es el dios Marduk
quien derrota al monstruo
Tiamat.
“Cuando, en las alturas, el
Cielo no había recibido
nombre, y abajo, el suelo
firme [la Tierra] no había sido
llamado; nada, salvo el
primordial APSU (el sol), su
Engendrador, MUMMU
(Mercurio) y TIAMAT (planeta
desconocido) -la que les dio
a luz a todos; sus aguas se
entremezclaron. Ninguna
caña se había formado aún,
ni tierra pantanosa había
aparecido. Ninguno de los
dioses había sido traído al
ser aún, nadie llevaba un
nombre, sus destinos eran
inciertos; fue entonces
cuando se formaron los
dioses en medio de ellos“.
El relato deja claro más
adelante que Mummu era el
ayudante de confianza y
emisario de Apsu: una buena
descripción de Mercurio, el
pequeño planeta que gira
con rapidez alrededor de su
gigante señor. De hecho, ésta
era la idea que los antiguos
griegos y romanos tenían del
dios-planeta Mercurio: el
rápido mensajero de los
dioses.
Hoy sabemos que Enuma
Elish es un compendio de
leyendas más antiguas y de
origen sumerio, como
correspondería a toda buena
creencia babilonia que se
precie, pareciera ser la
historia del nacimiento de
nuestro Sistema Solar. El
Enuma Elish se escribió en
siete tablillas y el Génesis
bíblico se desarrolló en siete
días. Dios descansó en el
séptimo día del Génesis y la
séptima tablilla del Enuma
Elish es una apreciación de la
obra de su dios. Se narra la
construcción de Babilum
(“Pórtico de los dioses”,
Babilonia), y su zigurat
dedicado a Marduk, aunque
originariamente lo era a Enlil;
en la Biblia se nos habla de
la “Torre de Babel”. Los
ejemplos son innumerables.
El caos, el abismo sobre las
aguas o “Tehom”, se llama Ti-
amat en el Enuma Elish, y era
el monstruo que
representaba el desorden.
Enuma Elish
La práctica totalidad de las
historias y personajes
bíblicos, además, están
basados en historias de
origen sumerio. Así, los diez
primeros patriarcas bíblicos
son los mismos que los reyes
prediluvianos sumerios.
Entre los diez reyes
antediluvianos encontramos
a Alulim, que fue “el que
esparció la semilla” (Adán), a
su hijo Alalgar (Set), y a otros
como el pastor Dumuzid que
fue asesinado (Abel), a
Enmenduranna (que conocía
los secretos de los cielos,
Enoch), Enmengalanna (que
sabía cómo conseguir la
intercesión de los dioses,
como Enós y sus oraciones),
al mencionado Ziusudra
(Noé) y al padre de éste Ubar-
Tutu (Lámek). En Súmer
fueron los dioses los que
decidieron la destrucción del
hombre a causa de su
maldad, como en el Génesis,
pero sólo uno de ellos (Enki)
se apiadó de la humanidad y
encomendó a un hombre
construir un barco y llenarlo
de animales.